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BIBLIOGRAFÍA CRÍTICA
DE LAS OBRAS
DE
MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA
bibliografía critica \i^^-
DE LAS OBRAS
DE
MIGUEL DE CERVANTES
SAAVEDRA
POR
D. Leopoldo Rius
II
MADRID
Administración: Librería de M. Murillo
calle de Alcalá, 7.
1899
t,^-
Queda hecho el de-
pósito que marca la ley.
bibliografía critica
DE LAS
OBRAS DE CERVANTES
biografías y noticias biográficas
1. — Relación de las fiestas... á la canonización de San Hyacintho. <¡^a-
ragopa, 1595.
En 8.0
En la Décima de los jueces al premio que en este certamen ganó Cervantes,
se cree que éste era hijo de Sevilla.
2. — Topographia, || e histo- |1 ría general de Ar- 1| gel, repartida en
cinco tra- || tados, do fe verán cafos eftra || ños, muertes efpanto-
fas, y tormentos exquifitos, || que conuiene fe entiendan en la Chris-
tian- II dad: con mucha doctrina, y ele- 1| gancia curiofa. || Dirigida
al limo. Sr. D. Diego de Haedo, Ar^obifpo dePalermo... || ... || por
el Maeftro fray Diego de Haedo Abad de Fromefta || (Escudo de armas dei
Mectnas) || Con Privilcgio II En Valladolid, || Diego Fernandez de Cor-
doua... Año de M.DC.XII || A cofta de Antonio Coello.
En folio, de 5 hojas preliminares, otra en blanco, 210 folios con el texto, más 8, sin
numerar, para la tabla.
Una Licencia fechada en el Pardo á 18 de Febrero de 16 10. — Aprobación
de Antonio de Herrera, en Madrid, á 18 de Octubre de 1608. — Aprobación de
Fr. Juan de Valles en el convento de San Benito el Real, y en virtud de ella se
dio la Licencia del General de San Benito, en Valladolid, á 6 de Octubre de
1604. — Carta- dedicatoria, á 25 de Diciembre de 1605.
En el folio 185 se refieren los sucesos de Cervantes durante el cautiverio de
Argel, y se dice que era un hidalgo principal de Alcalá de Henares.
Esta noticia, la primera que de la verdadera patria de Cervantes se dio á la
estampa, quedó sepultada en el olvido cerca de siglo y medio [13]; así como los
interesantes pormenores que Haedo nos da acerca de los trabajos, sufrimientos
y heroicidades del cautivo de Argel. Ya veremos [13 y 22] como el año 1752,
el Benedictino Fr. Martín Sarmiento halló en el libro de Haedo la noticia de
Tomo II 1
Biografías y noticias biográficas
ser Alcalá de Henares la cuna de Cervantes, y transmitiéndola á sus amigos,
buscaron y hallaron éstos en aquella ciudad la partida de bautismo del autor
del Quijote, documento que fué el primero en publicar D. Agustín de Montiano
y Luyando, en 1753 [:3].' .
El Dr. Sosa era amigo y confidente de Cervantes y con quien éste consultaba
los proyectos y planes de fuga y otras aventuradas empresas. Sosa sabía cuanto
pasaba en Argel > lo apuntaba día por día. Esto le permitió, no solamente dar
por escrito al capitán Ramírez todo lo que se refiere en la historia de Haedo
acerca del cautiverio de Cervantes, sino también explicarlo y narrarlo nueva-
mente al Arzobispo de Palerrao, tío de Haedo, según así se desprende de la
dedicatoria del libro.
En esta Carta- Dedicatoria al Arzobispo de Palermo D. Diego de Haedo
(tío del autor), manifiesta: «la segunda razón para dedicar á V. S. I. estos escri-
tos... es auerlos compuesto V. S. siendo informado de Christianos cautiuos: es-
pecialmente de los q. fe contiene en los Diálogos que estuuieró muchos años en
Argel, y auernos los entregado, estando yo en Palermo en su seruicio... De
Fromesta 25 de Deziembre, 1605.»
He aquí, ahora, un extracto de lo más esencial de esta obra:
Capítulos I á XXXXI.r=Fol. 1-46: Topographla de Argel— ¥o\. 47-95' 30<^-
pltulos que contienen: Epitome de los Reyes de Argel. — Fol. 96-146: 20 divisio-
nes: Diálogo primero. De la captiuidad de Argel. Argumento: «Entrando Anto-
nio González de Torres cauallero de San Juan, á visitar al Doctor Sosa fu amigo,
en las prifiones en que esta captiuo, y encarcelado: tratan los dos quan infelice
fuerte fea la del captiuerio.... y finalmente de las grandes, miserias, trabajos,
tormentos, y martirios, que oy dia padecen los captiuos Chriftianos, en peder
de moros y turcos, principalmente en Argel.» — Fol. 184': Diálogo segundo. De
los Martyres de Argel. Argumento: «Visitando el capitán Gerónimo Ramírez al
Doctor Sosa.... tomaron ocasión de tratar.... también algunos martyrios... que
Turcos y Moros han dado. .. á Christianos en Argel.» — Fol. 185: Refiere Sosa
que «en 1577 á los primeros dias de Setiembre ciertos Christianos cautiuos....
que serían por todos quinze, concertaron como de Mallorca viniese un bergantín
y los embarcasse vna noche y licuase a Mallorca, ó España. Este concierto hi-
cieron con vn Christiano Mallorquín, que se dezia Viana.... a este tiempo casi
todos los quinze estauan recogidos en vna cueua que estaua hecha, y muy se-
creta en el jardín del Alcayde Asan.... que está házia Levante como tres millas
de Argel.... Solo dos Christianos lo sabían, uno de los quales era el jardinero
del jardín.... y el otro era vno.... el qual auiendo renegado siendo mogo, después
boluio a ser Christiano... por sobrenombre se dezia el Dorador.... El Viana, lle-
gado que fue a Mallorca.... en pocos dias puso a punto el bergantín: y a los
vltimos de Setiembre.... tomó su camino para Argel donde llegó á los veynte y
ocho del mismo mes.... se acostó a tierra.... Pero fue la desuentura que al mismo
momento.... acertaron a passar ciertoe Moros por allí.... y comentaron dar vozes
diziendo: Christianos, Christianos, barca, barca, como los del baxel oyeron esto...
fueron forjados hazerse luego á la mar, y boluerse por aquella vez sin hazer
algún efeto.... los Christianos que estauan en la Cueua.... se consolauan con la
esperanía.... cuando el demonio, cegando al Dorador.... hizo en el q. se bol-
uiesse otra vez Moro.... se fue al Rey Asan.... diziendole.... en tal cueua estaua
quince Christianos escondidos, que esperauan vna barca de Mallorca.... Holgóse
el Rey.... mandó al momento.... á su guardián Baxi.... y licuando (este) consigo
hasta ocho o diez Turcos a cauallo y otros 24 a pie... fueron con tan buen gula
(como otro ludas yua delante) al jardín: y prendiendo luego al jardinero fue-
ronse a la cueua... y haciendo salir della los Christianos los prendieron luego á
todos, y particularmente maniataron á Miguel Cervales vn hidalgo principal de
Biografías y noticias biográficas
Alcalá de Henares q. fuera el autor deste negozio y era por tato mas culpado....
El Rey retuvo solamente en casa á Miguel Cerbátes, del qual por muchas pregun-
tas que le hizo, y có muchas y terribles amenazas.... nunca otra cosa pudiesse
sacar de Miguel Ceruantes sino que el, y no otro fuera el autor deste negocio
(cargándose como hombre noble á sf solo la culpa), embiole a meter en su
baño, tomándole por esclavo, aunque después a el, y a otros tres o quatro huuo
de boluer por fuerga, a los patrones cuyos eran.,.. Cosa marauillosa, que algunos
dellos estuuieron encerrados sin ver luz, sino de noche quando de la cueua
sallan, mas de siete meses.... sustentándolos Miguel de Cervantes, c6 gran riesgo
de su vida: la qual quatro vezes estuvo a punto de perdella, empalado, o engan-
chado, o abrassado viuo, por cosas que intento, para dar libertad a muchos. Y
si a su animo yndustria y tracas, correspondiera la ventura, oy fuera el dia que
Argel fuera de Christianos, porque no aspirauan a menos sus intentos.... del cau-
tiuerio y hazañas de Miguel de Ceruantes, se pudiera hazer una particular
historia. Dezia Asan Baxá Rey de Argel; que como el tuuiera guardado al Es-
tropeado español, tenía seguros sus Christianos, baxeles, y aun á toda la ciudad:
tanto era lo que temía las tragas de Miguel de Cervantes, y sino le vendieran y
descubrieran los que en ella le ayudaban, dichoso vuiera sido su cautiverio, con
ser de los peores que en Argel aufa, y el remedio que tuuo para asegurarse del,
fue cópralle de su amo por 500. escudos en que se aula concertado, y luego le
acerrojo, y le tuuo en la cárcel muchos dias, y después le doblo la parada, y le
pidió mil escudos de oro en que se rescató, auiendo ayudado en mucho el padre
fray Juan Gil, redentor que entonces era, por la santissima Trinidad en Argel.»
— Según dice el libro (fol. 153), «Sosa tenía escritps estas relaciones de varios
Martiryos de Christianos, desde el año 15 16 hasta 1580, todo lo qual sabía por
informes y noticias que había tomado, y esos papeles dio á leer á Ramírez.» —
Fol. 192-210, últ.° 8 hojas. Tabla sin numerar. Diálogo tercero, De los Mora-
butos de Turcos, y Moros. Argumento: «Amud, hijo de renegado y renegada,
y yerno del Patrón del Dotor Sosa, del modo de saludar y consolar al mismo
Dotor en las prisiones en que está, le da ocasión para que trate y le muestre, los
grandes errores y las falsas opiniones, que los Morabutos (esto es), los letrados
y Chazires de los Turcos y Moros, les enseñan y tienen persuadido.»
3. — Letanía moral por Andrés de Claramonte y Corroy.
villa por Matías Clavijo. — Año 161 2.
En 8°
En Se-
En la pág. 482 de esta obra, escrita antes de 1610, su autor, poeta murciano
y representante, cree que la patria de Cervantes era Toledo.
Da esta noticia Pellicer (Ensayo... año 1778), y la reproduce D. M. Fernán-
dez Navarrete en su Vida de Cervantes, págs. 203 y 553.
En el Inquiridion de los ingenios invocados, que es un índice de los poetas
citados por Claramonte en el curso de su obra, dice solamente: «Cervantes, el
dignísimo poeta español, autor de Don QuijoteT>\ pero en la décima de la pá-
gina 482, hablando de Toledo, dice:
O clarísimos varones
Gerarquías de su coro,
De sus píes dominaciones,
A la Patrona que adoro
Sagradle estas oblaciones.
Pero, Leocadia, ya al son
Del Tajo en arenas de oro,
Un Cervantes y un Chacón
Vierten del pico sonoro
Dulzura y admiración.
Biografías y noticias biográBcas
4. — Historia de D. Juan de Austria, por D. Loren90 Van der Hamen,
Madrid, 1627.
£04.0
Obra que puede servir de auxilio para estudiar las expediciones marítimas
contra los turcos desde 1570 á 1575, en que tanta parte tomó Cervantes.
5. — Junta de libros la mayor que jamás ha visto España: Año de 1624.
Art. Miguel de Cervantes.
fObra M. S. de D. Tomás Tamayo de Vargas que se conserva en la Biblio-
teca Real. — El autor hace á Cervantes natural de la villa de Esquivias, acaso
por las alusiones de La Galatea y los elogios que hizo de este pueblo, de donde
era su mujer, y donde estuvo avecindado después de haber contraído matrimo-
nio. » (Noticia dada por Nicolás Antonio, y reproducida en la Vtda de Cervan-
tes por Navarrete, tal como la transcribo).
6. — Laurel de Apolo, por Frey Lope Félix de Vega Carpió, . . Ma-
drid, 1630.
En 4.°
En las silvas 5.* y 8.' elogia á Cervantes, y da á entender que era natural
de Madrid.
7. — Afcendencia ilvftre, || gloriofos hechos, || y pofteridad noble || del
famofo Ñuño Alfonfo || Alcaide de la Imperial Ciudad de Toledo,
etc.. II ... II Qve efcrive || Rodrigo Méndez Silva, Coronifta General
de ftos Reinos de || ... |1 Y la dedica || Al Excelentiffimo Señor don
II Diego López Pacheco. Acuña, Cabrera, y Bobadilla, || Marques
de Villena || etc.. || Año («cudo dei Mecenas) '1648. II ... II En Madrid por
Domingo García y Morras. || A cofta de Tomas de Alfai... ||
En 4.°, de 8 hojas prelimÍDares y 6o folios.
Extractaré de esta obra lo concerniente al linaje de Cervantes.=Pág. 33:
«Florian de Ocampo en el libro que escribió de linajes, y armas, fol. 61 afirma,
que la familia de Cervantes defciende de la de Cervatos, y afsi lo Tiente Rades
en la Coronica de Calatraua, c. 28, fol. 59. Compruenálo las armas de que vía,
dos ciernas de oro en campo verde.» Fol. 33 v: fLa primera noticia que ay de
los Ceruates, es en el año 1248, quando el Santo Rey Don Femando 3.0 de Car-
tilla ganó de los Moros la famofa ciudad de Seuilla, donde le acompañó Gonga-
lo de Ceruantes... eto «Y era Gonzalo hijo de Alfonfo Munio Ceruatos, hijo
del grande Ñuño Alfonfo...»
Viene la geneologla de los Cervantes desde Gonpalo, con detalles de las ra
mas que fe transplantaron á Nueva España (México), á Extremadura, á Talavera
de la Reyna, y otros puntos; sigue la mención de que alguno de los sucesores
tornando á Galicia fundó en tierra de Sanabria la villa denominada Cervantes;
y termina Méndez de Silva su libro enumerando algunos ilustres descendientes
Biograffas y noticias biográficas
de Ñuño Alfonso, entre los cuales coloca á Cervantes, de quien dice (fol. 6o):
«Miguel de Ceruátes noble, Cauallero Caftellano, eftando cautiuo en Argel año
1577, en compañía de otros 14, los fufientó á fu corta 7 meses en vna obfcura
cueua, por lo qual, y otras cofas que intentó para libertar muchos criftianos cor-
rió grá riefgo 4. vezes fu vida, y fue tal fu heroico animo, y fingular induftria,
q. fi le correfpondiera la fortuna, entregara al Monarca Felipe 2. la ciudad de
Argel, á quien temió tato el rey Azan Baxá, q. dezia: Como tuuiefe Jeguro á
t/te E/pañol, lo e/iaria Argel, y fus baxeles, Refcatofe al fin por mil afeudes,
de cuyas proezas fe pudiera hazer dilatada hiftoria; afsi lo dize el M. Fr. Diego
de Haedo Abad de Fromifta, en la Historia de Argel. Dialog. 2. fol. 184 y 185.»
8. —Biblioteca hisp. nova, auct. Nicolao Antonio, Roma, 1672-79.
Dos tomos en folio. — Tomo II, pág. 105.
Cree que Cervantes era natural ú oriundo de Sevilla fundándose equivoca-
damente en haber asistido allí, cuando niño, á las representaciones de Lope de
Rueda; y también por ser sevillanas muchas familias nobles de los Cervantes.
Y prohijó esta opinión de Nicolás Antonio, el historiador D. Diego Ortíz de
Zúñiga en sus Anales ecl. y sec. de Sevilla, Madrid 1677.
9. — Discurso breve del apellido de Cervantes. M. S. en la Biblioteca
Real de Madrid: est. K. cod. 161. p. 166.
Cita esta obra del Marqués de Mondexar, Pellicer en su Vida de Cernantes.
10. — Vida II de Miguel || de Cervantes || Saavedra. || Autor || Don Gre-
gorio il Mayáns y Sisear, || Bibliothecario del Rei || Catholico. || En
Briga-Real, || Año MDCCXXXVII. ||
En 8.°, de 4 hojas preliminares y 204 págs.
I." hoja. — Portada.=2.* y 3.^ id. — Dedicatoria de Mayans al Excmo. Sr. don
Juan, Barón de Carteret, que fué quien le encargó recoger las noticias pertene-
cientes á los Hechos y Escritos de Cervantes con objeto de poner su vida al
frente de la edición del Quijote que aquel magnate iba á patrocinar .=4.° hoja.
— índice de materias.
Luego viene el texto bellamente impreso. No he visto mencionada por nin-
gún bibliógrafo esta primera impresión de la Vida de Cervantes.
Faltando á Mayans las noticias y documentos importantes que acerca de la
patria y vida de Cervantes más tarde se descubrieron, tuvo que formar esta Bio-
grafía recogiendo lo que de sí mismo dice Cervantes en sus obras; y así lo ma-
nifiesta en la Dedicatoria al Barón de Carteret, Creyó, pues, que la patria del
autor del Quijote fué Madrid, congeturando que á la Corte de España se refiere,
entre otros pasajes, aquel verso del Viaje del Parnaso., cap. I:
Hoy de mi Patria y de mi mismo salgo;
y señala el año 1549 como fecha del nacimiento de Cervantes, coligiéndolo de
aquellas palabras que éste dijo en 14 de Julio de 1613, prólogo de las Novelas:
tgue al cincuenta i cinco de los años, gano por nueve mas, i por la mano.t «Por la
Biografías y noticias biográficas
mano» entiende Mayans la anticipación de algunos días. Recuerda que Tamayo
de Vargas cree á Cervantes hijo de Esquivias y Nicolás Antonio de Sevilla, y
afiade: cEn Lucena dicen, que ai tradición de aver nacido alli. Quando se prue-
ve la tradición, ó fe exhiba la fé de fu bautifmo, deverémos creerlo.» Oyó decir
que Cervantes fué con una comisión al Toboso, y que por ella dieron con él en
una cárcel; por cuyo motivo hizo manchegos á su Caballero y á su Dama.
Aunque el ímprobo trabajo biográfico de Mayans debía de resultar forzosa-
mente pobre de datos, tanto que ningún suceso cierto de la vida de Cervantes
nos aclara, en cuanto á erudición y á sus juicios no deja de tener mérito; y
siempre tendrá el de haber sido la primera vida que de Cervantes se ha escrito.
Mencionaré las siguientes reimpresiones y traducciones de esta Fida de Cer-
vantes, por Mayans: 1738, Londres, en 4.0— Al frente de la lujosa ed. del Qui-
jote, impresa en 4 t. por J. y R. Tonson.
Vida de Cervantes, Amsterdam, 8." — Citada con esta vaguedad en un catá-
logo de Obras de Mayans publicado en 1750, llamándola Tercera edición. Creo
se referirán á la Vida de Cervantes^ que ocupa los principios de la edición del
Quijote impresa en La Haya el año 1744 por Gosse y Moetjens.
La 4.* edición figura al frente del Quijote impreso por S. Martín en Madiid,
año 1750, y tengo la Quinta que describiré: «Vida de Miguel de Cervantes Saa-
vedra, natural de Madrid, etc. ...Quinta impresión según la primera. Año de
MDCCL. En Madrid: A costa de Don Pedro Joseph Alonso i Padilla. — 8.° p. de
10 hoj. prel y 235 pág. — Ocupan los prel'., Una censura del p. fr. Juan de la
Concepción ág de Septbre. de 1750, la Licencia al librero Padilla, la Fé de
erratas y la Tassa. Alcanzó hasta la Séptima impresión.
De las varias traducciones merece especial mención la siguiente: «La Vie de
Michel de Cervantes Saavedra, par Don Gregorio Mayans y Sisear, ... Traduite
de l'Espagnol, avec quelques remarques du Traducteur, par le Sieur D. S. L.
(Pierre Daudé.) A Amsterdam, chez Frangois Changuion. MDCCXL. 2 tomos
en 12.°» Las notas que acompañan esta traducción son apreciables; y va al fin
una tabla alfabética de materias. Además, la Vida de Cervantes, de Mayans, fué
la fuente á donde acudieron durante una porción de años, los escritores extran-
jeros que desearon publicar noticias biográficas del autor del Quijote.
11. — Comedias y Entremeses de Cervantes. Madrid, 1749.
Dos t. en 4 •
En el crítico razonado Prólogo que precede á esta edición, su autor D. Blas
Nasarre nos ofrece dos interesantes datos, hasta entonces desconocidos, para
ilustrar la vida de Cervantes: Uno de ellos está en la hoja ii.» donde dice: «Cer-
vantes defde muy niño fe aplicó á la lectura, y obfervacion de eftos, y de otros
libros antiguos: tuvo por Maeftro de humanidad, y buenas letras en Madrid á
Juan López, Cathedratico del Eftuftio (i) de efta Villa: y compufo en Latin, y
en vulgar los verfos que fe leen en la Hiftoria, y Relación del Tranfito, y Exe-
quias de la Reyna Doña Ifabél de Valois, impreffa en Madrid el Año de 1569.»
El otro, que es la partida de defunción de Cervantes sacada de los Libros de
la Parroquia de San Sebastián de Madrid, va al fin del mismo prólogo: «En 23.
de Abril de 1616. años murió Miguel Cervantes Saavedra, cafado con Doña Ca-
thalina de Salazar, Calle del León. Recibió los Santos Sacramentos de mano del
Licenciado Francifco López. Mandófe enterrar en las Monjas Trinitarias. Man-
(i) Errata; debe decir: Estudio.
Biografías y noticias biográficas
dó dos Mi/fas del alma, y lo demás á voluntad de fu muger, que es Teítamen-
taria, y al Licenciado Francifco Nufiez, que vive alli. Fol. 270.»
(En el niím. [121] veremos que el nombre del Ldo. es Martínez.)
12. — Geographia Histórica... por el Padre Pedro Murillo Velarde, Ma-
drid, 1752.
En el prólogo del 1. 1 se conduele de que no se haya descubierto la verda-
dera patria de Cervantes, y en el t. X, libro X, en que trata ^De los varones
insignes de todo el Mundo,* pág. 28, dice:
«Miguel Cervantes Saavedra de Sevilla, según Nicolás Antonio, era Secre-
» tario del Duque de Alva. En Madrid fué tratado con desprecio por el Duque
»de Lerma y por vengarse, escribió el libro de Don Quixote. — Alfonsso
»Fernz. de Avellaneda, Eclesiástico, escribió la 2.* P. en Tarragona el año de
> 1614. Después la escribió Cervantes, y se quexa, que le quitaron sus papeles....
íHizo 12 Novelas.,., pero el libro de D. Quixote es el mas famoso y traducido
» en todas las lenguas. Los Estrangeros le estiman, no tanto por aplaudir su in-
» genio, quanto por hacer ridicula la Nación.... en fm de 64 murió en Madrid.»
Las erróneas noticias del P. Murillo fueron tomadas de Moreri en su Diccio-
nario, desde donde se difundieron grandemente por Europa [125].
13, — Discurso segundo sobre las Tragedias Españolas, por D. Agustín
de Montiano y Luyando. Madrid, Orga, Año de 1753.
En 8.»
En la pág. 10 inserta, por vez primera, la partida de bautismo de Cervantes,
cuya certificación dada por el cura de la parroquia de Santa María de Alcalá
tiene la fecha de 19 de junio de 1752.
La pondré luego, según la copia facilitada á Pellicer. [18]
14. — Disertación sobre la Cebra que escribió en Madrid el P. M. Fray
Martín Sarmiento.
Conjetura por las palabras del Cura, (Q. P. L, cap. 29), en donde llama á
Alcalá la gran Cómpluto, que «Cervantes miraria acaso á señalar su patria con
aquel elogio de grande, siendo cierto que, segiin el P. Haedo, era Miguel de
Cervantes un hidalgo principal de Alcalá de Henares. »
15. — Noticia sobre la verdadera patria de Cervantes.
En esta disertación, escrita por el P. Sarmiento el afio 176 1, dice el erudito
benedictino que habiendo hallado en la Historia de Argel del P. Haedo la no-
ticia de que Cervantes era un hidalgo principal de Alcalá de Henares, lo dijo á
varios amigos, y que D. Agustín Montiano el primero, y luego el Sr. Pingarrón,
buscaron y hallaron en Alcalá la partida de bautismo de Cervantes. (Obras
M. S. del P. Sarmiento, en la Biblioteca del Duque de Medinafidoniá).
He visto un M. S., que parece copia de la época, en la Biblioteca Arús. Por
algunas notas autógrafas de Martínez del Romero, se ve que perteneció á este
literato.
Biografías y noticias biográñcas
He aquí la descripción del códice del P. Sarmiento:
M. S. de 37 pliegos de á 4 hojas, ü 8 págs. Van numeradas hasta la 177 y
sigue el m. s., sin numerar, hasta la pág. 189.
Divide la obra en 292 párrafos, más un Suplemento marcado asi (29'), que
evidentemente quiso decir 293.
La I." de las 3 hojas en blanco, dice: «Obra inédita del benedictino | Sar-
miento.»
El epígrafe de la obra (pág. i), dice:
«Noticia de la Verdadera Patria (Alcalá) de El Miguel de Cervantes estro-
peado en Lepanto, Cautivo en Argel y Autor de la Historia de Don Quixote, y
conjetura sobre la ínsula Baratarla de Sancho Panza. Por el Rmo. P. M. F.
Martín Sarmiento, Benedictino.»
A la pág. 80 concluye la Noticia y empieza la ínsula Barataría hasta la
pág. 94, donde viene una disertación sobre Amadis de Gaula que alcanza hasta
la pág. 250; siguiendo otro trabajo sobre el Tiempo de Marras.
Viene luego al § 291 con Epílogo Chronologico comparando las respectivas
edades del Cervantes de Alcázar y de Cervantes en diferentes épocas para de-
mostrar que aquél no pudo ser el autor del Quijote.
Da detallada cuenta del libro de Háedo dividido en 6 secciones, y de la 5.^
que es el Diálogo de los Mártires á la pág. 185, en el cual se manifiesta por dos
veces que Cervantes era un hidalgo natural de Alcalá de Henares.
No sé de donde saca Sarmiento que Moreri pone en 1585 la muerte de M."
Antonio Colona. En la.« ediciones del Moreri, que he visto, se dice que murió á
1.° de Agosto 1584.
£1 Sr. Bonsoms va á costear una lujosa impresión del precioso M. S. del
P. Sarmiento.
16. — Aduana Crítica, ó Hebdomadario de los sabios de España, por
D. Josef Miguel de Flores. — Año de 1765. Madrid.
Hace una disertación sobre la verdadera patria de Cervantes, é inserta en
el t. lU, pag. 274, la partida del rescate de Cervantes, que dice: «En la Ciudad
de Argel, á 19. días del mes de Septiembre de 1580. en presencia de mí el di-
cho Notario, el R. Fr. Juan Gil, Redentor susodicho, rescató á Miguel de Cer-
vantes, natural de Alcalá de Henares, de edad de 31. años, mediano de cuerpo,
bien barbado, estropeado del brazo y mano izquierda, cautivo en la Galera del
Sol, yendo de Ñapóles á España, donde estuvo mucho tiempo en servicio de su
Magestad; perdióse á 26. de Septiembre del año de 1575. Estaba en poder de
Asan Baxá, Rey, y costó su rescate 500. escudos de oro en oro: no le quería dar
su Patrón, si no le daban escudos de oro en oro de España, porque sino, le
echaba á Constantinopla: y así atento esta necesidad, y que este christiano no
se perdiese en tierra de Moros, se buscaron entre Mercaderes 220. escudos a
razón cada uno de 125. ásperos: porque los demás que fueron 280. había de
limosna de la Redención: y los dichos 500 escudos son y hacen doblas á razón
de 135 ásperos cada escudo 1340 doblas. Tuvo de adyutorio 300 ducados, que
hacen doblas de Argel, contado cada real de a quatro por 47. ásperos, 775 y 25
dineros. Fue ayudado con la limosna de Francisco de Caravanchel, de que es
Patrón el muy ilustre Señor Domingo de Cárdenas Zapata, del Consejo de su
Magestad con cinquenta doblas; y de la limosna general de la orden fue ayu-
dado con otras 50. y lo demás restante al cumplimiento de las 1340. hizo obli-
gación de pagarlas acá dicha orden, por ser mrs. para otros cautivos, que dieron
Biografías y noticias biográficas
deudos en España para su rescate, y por no estar al presente en este Argel, no
se han rescatado, y estar obligada dicha orden a volver a las partes su dinero,
no rescatando los tales cautivos, e mas se dieron 9. doblas á los Oficiales de la
Galera del dicho Rey Azan Baxá, que pidieron de sus derechos. En fé de lo
qual lo firmaron de sus nombres Testigos Alonso Verdugo, Francisco de Agui-
lar, Miguel de Molina, Rodrigo de Frias, cristianos. =Fr. Juan Gil.«=Pasó ante
mi Pedro de Ribera, Notario Apostólico.»
Halló esta partida D. Juan de Iriarte por los años de 1748 á 49, en la Biblio-
teca Real, en una relación impresa en Granada el año de 1581, por Rene Rebut,
de 185 cautivos rescatados por los PP. Fr. Juan Gil y br. Antonio de la Bella,
de la Orden de la Santísima Trinidad; y comunicó el hallazgo con el P. Sar-
miento, quien ya en 1752 [14^ conjeturaba que la patria de Cervantes era Al-
calá de Henares. Confirmándoselo la presente partida del rescate, llevó adelante
sus investigaciones, y gracias á su celo, dos literatos amigos suyos hallaron, casi
simultáneamente, la be de bautismo de Cervantes. Uno de ellos, D. A. Mon-
tiano, la publicó en 1752 [13], y el otro, que fué D. Manuel Martínez Pingarrón,
la guardó entre sus papeles que, á su fallecimiento, pasaron á manos del señor
D. J. A. Pellicer, quien dio á luz la copia en 1778 [18].
La gloria del descubrimiento de la verdadera patria de Cervantes debe,
pues, principalmente adjudicarse al P. Fr. Martín Sarmiento y al bibliotecario
D. Juan de Iriarte, si bien hemos de hacer partícipe de ella á D Vicente de los
Ríos, quien hacia el año de 1765, descubrió también la partida de rescate [19].
En efecto, sabemos de un modo certísimo por mil pasajes de las obras y es-
critos del autor del Quijote, que él es el Cervantes Atjo de D. Rodrigo de Cer-
vantes y de Dfi Leonor de Cortinas, y natural de Alcalá de Henares á que se re-
fiere la partida de rescate hallada por Iriarte, y tal importantísimo documento
confirma á su vez de un modo irrecusable la fe de bautismo, por la cual consta
que Miguel de Cervantes, autor del Quijote, nació en Alcalá de Henares, en
donde fué bautizado el 9 de Octubre de 1547.
Y no basta á destruir la fuerza de ambos documentos, el hallazgo acaecido
el año de 1758, de la fe de bautismo de otro Cervantes en Alcázar de S. Juan.
Sin embargo de esto, en aquellos momentos de controversia, creyó litil el se-
ñor Flores insertar en su Aduana crítica este documento que á la letra dice:
cAño 1558. en 9. dias del mes de Noviembre baptizó el Licenciado Alonso Diaz
Pajares un hijo de Blas de Cervantes de Saavedra, y de Catalina López, que le
puso nombre Miguel. Fué su padrino de pila Melchor Ortega, acompañados
Juan de Quiros y Francisco Almendros, y sus mugeres de los dichos.»
Al pronto dio autoridad á esta fe de bautismo el segundo apellido de Saa-
vedra que el padre de este Cervantes lleva, pero tal circunstancia no solamente
es por si sola inválida, sino que también ha sido erróneamente aplicada como
veremos al nüm. (82). Recientemente se ha probado [121] que la tal partida
de Alcázar de S. Juan es apócrifa.
17. — Memorias eruditas para la historia de Ronda, por D. Juan M.* de
Rivera, Córdoba, 1766.
En 8."
Menciona esta obra el Sr. Asensio diciendo que en ella se da ia noticia de
haber estado Cervantes en Ronda.
18. — Ensayo | de una Bibliotheca | de traductores españoles || donde
Tomo n 2
Biografías y noticias biográficas
se da noticia || de las traducciones que hay en castellano || de la sa-
grada escritura, || etc. etc. || Preceden varias noticias literarias [j
para las vidas || de otros escritores españoles. || ... Por D. Juan An-
tonio Pellicer y Saforcada. || En Madrid por D. Antonio de Sancha,
Año M.DCC.LXXVIII.
En 4°, de 8 hojas preliminares, y el texto dividido en dos partes.
La primera, de 206 págs. separadas del resto del volumen, contiene noticias
biográfico-literarias de los hermanos Argensolas y de Cervantes. La segunda, de
175 págs. comprende el Ensayo de una Biblioteca de traductores españoles.
Para justificación de las noticias referentes á Cervantes pone Pellicer varias
notas é inserta además los siguientes documentos:
A. Carta de D. Bernardo de Iriarte á Pellicer, fechada en S. Ildefonso á 20
de Agosto de 1772, dándole detallada cuenta del hallazgo de la partida de res-
cate de Cervantes, hecho por su tío D. Juan hacia 1748.
B. Cartas del Dr. D. Sandago Gómez Falcón Abad de la Magistral de
S. Justo y Pastor de Alcalá á D. Manuel Martínez Pingarrón.
En l.'\ I, de 20 Julio de 1752 (i), le remite la certificación y Fe de Bautismo
de Cervantes, que dice así: «Certifico yo el Dr. D. Sebastian García y Calvo,
Cura propio de la Parroquial de Santa Maria la mayor de esta ciudad de Alcalá
de Henares, como en uno de los Libros de Bautismos, que dio principio en el
afio de 153; y finalizó en el de 1550, al fol. 192 b. hay una partida cuyo tenor
es como se sigue: Domingo nueve dias del mes de Octubre año del Señor de mil
quinientos y quarenta y sieti años fué baptizado Miguel, hijo de Rodrigo de Cer-
vantes, y su muger Doña Leonor. Fueron sus compadres Juan Pardo: baptizóle
el Reverendo Señor Bachiller Serrano, Cura de nuestra Señora. Testigos Bal-
tasar Vázquez, Sacristán, y yo que le baptiza y firmé de mi nombre. Bachiller
Serrano. Concuerda con su original, etc.. Alcalá á 18 de Julio de 1752... >
En la II carta, de Agosto de 1752, le avisa que alguien sacó la misma par-
tida de bautismo con algunos días de antelación, (fué la de Montiano); y dícele,
que en cuanto á la fe de casados de sus padres, y el Testamento, no se han en-
contrado.
C. Copia de la fe de bautismo que de otro Cervantes se halla en Alcázar
de S. Juan. [16]
D. Carta de D. Antonio Remírez, Beneficiado de Esquivias, de fecha 9 Ju-
nio de 1755, á D. Manuel Martínez Pingarrón, acompañando la esquela del cura
de dicha población, en donde le dice: cHabiendo leído la vida de Miguel de
Cervantes, escrita por Mayans, tuve la curiosidad de ver los libros de esta Par-
roquia, y en el año de 1584, se halla una partida de matrimonio de Miguel de
Cervantes con Doña Catalina Palacios... Persuádeme á que es la partida de ma-
trimonio de Cervantes Autor de Don Quixote por la identidad de los nombres
y apellidos... pues es constante que en Esquivias á la familia de los Palacios
muchas veces se le da el apellido de Solazar.»
E. € Carta de pago de 31 de Julio de 1579. en Madrid, ante el Notario Pe-
dro de Anaya, de la cantidad de 300 ducados de á once reales que entregaron
Dona Leonor de Cortinas, viuda de D. Rodrigo de Cervantes y Dona Andrea
de Cervantes, vecinos de Alcalá estantes en la Corte, á los PP. Fr. Juan Gil y
Fr. Antón de la Bella, para ayuda del rescate de Miguel de Cervantes, hijo y
(i) El impreso dice por error: l7S3i
Biografías y noticias biográficas
hermano de las susodichas, eto esta carta de pago, tal como la inserta Pellicer
en la pág. 195 de este Ensayo, dice asi:
cY después de lo susodicho en la dicha Villa de Madrid en 31. dias del mes
de Julio del dicho año de 1579. en presencia de mi el presente Notario y tes-
tigos de suso escriptos, recibieron los dichos PP. Fr. Juan Gil y Fr. Antón de la
Bella 300. ducados de a once reales cada ducado, que suman ii2"soo mrs. los
250, ducados de mano de Doña Leonor de Cortinas viuda, mugar que fué de
Rodrigo de Cervantes; y los 50 ducados de Doña Andrea de Cervantes, vecinos
de Alcalá estantes en esta Corte para ayuda del rescate de Miguel de Cervantes,
vecino de la dicha Villa, hijo y hermano de las susodichas, que está cautivo en
Argel en poder de Ali Mami, Capitán de los Baxeles de la Armada del Rey de
Argel, que es de edad de 33. años, manco de la mano izquierda, y de ellos otor-
garon dos obligaciones y cartas de pago, y recibo de los dichos mrs. ante mi el
presente Notario, siendo testigos Juan de Quadros, y Juan de la Peña, Corredor,
y Juan Fernandez estantes en esta Corte. En fé de lo qual lo firmaron los dichos
Religiosos e yo el dicho Notario. =Fr. Juan Gil. Fr. Antón de la Bella. Pasó
ante mi Pedro de Anaya y Zúñiga.>
F. Partida de rescate de Cervantes. [16]
G Certificación de las copias de las dos antecedentes partidas de rescate,
librada por D. Fr. Alonso Cano, Obispo de Segorve Redentor General, en el
Convento de la Sma. Trinidad de Madrid á 22 de Octubre de 17Ó5.
H. Partida de muerto de Cervantes. [11]
I. Soneto que hizo Cervantes, satirizando el tardío socorro que las tropas
mandadas por el Duque de Medina, dieron á Cádiz.
Con estos importantes documentos y otras noticias que andaban esparcidas
y diseminadas, reunió Pellicer una abundante copia de nuevos datos con que
aumentó, los hasta entonces, escasos materiales para formar la biografía del autor
del Quijote, que en esta obra ocupa 63 págs.
Por los Sonetos A la entrada del Duque de Medina en Cádiz, y Al túmulo
de Felipe J/sa.he Pellicer que Cervantes estaba en Sevilla los años de 1596 y
1598, pero desconoce sas sucesos desde 1587 á 1596, y desde 1598 á 1604; así
como no puede darse cuenta de cuándo ni en dónde fué la prisión de Cer-
vantes.
19. — Vida de Miguel de Ceirvantes por D. Vicente de los Ríos.
Va al frente de la suntuosa edición del Quixote impresa por cuenta de la
Real Academia Española en Madrid, el año 1780.
Cúmpleme transcribir las siguientes palabras del prólogo de la Academia:
«Mucho tiempo antes de haberse publicado el Ensayo de Pellicer, D. Vicente
de los Ríos habla escrito, y también leído en la Academia su Vida de Cervan-
tes y los documentos que la comprueban: y no debe extrañarse que sin haberse
comunicado uno á otro su trabajo, hubiesen adquirido iguales noticias y docu-
mentos, porque son de cosas de hechos y unas mismas las fuentes de donde de-
bían sacarse para que fueren verídicos. Lo que esto prueba únicamente es, que
D. J. A. Pellicer y D. V. de los Rios trabajaron con igual diligencia, y por di-
versos medios y conductos llegaron á conseguir un mismo fin.»
En efecto, reflexionando D. Vicente de los Rios tque los documentos perte-
necientes al rescate de Cervantes era regular se encontrasen en el archivo de la
Redención general, y conociendo que su hallazgo decidiría la duda, y compro-
barla la identidad del Cervantes del Padre Haedo con el autor del Quixote,
en r." de Septiembre de 1765 pidió al limo. Señor Obispo de Segorve (entonces
Biografías 7 noticias biográficas
Redentor general) hiciese registrar el expresado archivo desde el año de 1578,
hasta el de 1580, y en él se encontraron efectivamente dos partidas correspon-
dientes al rescate de Cervantes > La respuesta del P. Redentor, dada en Ma-
drid á 7 del mismo mes y año fué la siguiente: clogro particular satisfacción en
poderla dar á Vm. con la copia adjunta que solicita, y es sacada de la redención
original, executada el ?ño de 1580 en Argel por el Reverendo P. Fr. Juan Gil,
que se conserva en el archivo de este Convento,
Sin embargo.... sobre otros fundamentos positivos y casi decisivos, que ten-
go, para inclinarme á darle otra patria al célebre Miguel de Cervantes Saave-
dra,... me dexa todavía en la perplexidad de si el referido cautivo Cervantes es
distinto, ó idéntico ccn el segundo
El P. Mtro. Cano, poco conocedor por lo visto de las alusiones que clara-
mente en sus obras, hace el mismo autor del Quixoie á su cautividad, se fijó
únicamente en el segundo apellido Saavedra que figuraba en la partida de Al-
cázar de S. Juan. Por tal motivo Ríos le escribió segunda vez en 10 de Septiem-
bre «haciéndole presente la cronología, las circunstancias del cautiverio, de la
manquedad y demás, que evidencian ser uno mismo el Cervantes del P. Haf^do,
el de la partida bautismal de Alcalá, y el de las fees de rescate con el autor del
Quixoíí... y en su ingenua... respuesta de 18 del mismo mes, el F. Cano se da
por convencido.»
Por lo expuesto se ve claro que Ríos en 1765 descubrió las partidas origina-
les de rescate, sin conocer el hallazgo que de las mismas habían hecho otros
[i 4' 1 6], y que, por tanto, debe participar de la gloria del descubrimiento, así
como contribuyó al esclarecimiento de la verdadera patria de Cervantes.
Además de los documentos ya publicados por Pellicer inserta Ríos en las
I'ruebas de la Vida de Cervantes, los siguientes:
1.0 Partida de casamiento de Cervantes con D.' Catalina de Palacios, en
Esquivias á 12 de Diciembre de 1584.
lEn 12. de Diciembre (no expresa el año, pero de las partidas antecedentes
y consiguientes colígese ser el de mil quinientos ochenta y quatro) el Reverendo
señor Palacios (digo) /uan de Palacios Teniente, desposó d los señores Miguel
de Cervantes, vecino de Madrid, y Doña Catalina de Palacios, vecina de Esqui-
vias. Testigos Rodrigo Mexia, Diego el Mozo y Francisco Maras = El Dr. Es-
cribano.. = Concuerda dicha partida con su citado original.... que queda colo-
cado en el archivo de esta parroquial, á el que me remito: y para que conste
donde convenga, doy la presente que firmo. Esquivias, Septiembre veinte y cinco
de mil setecientos y setenta y uno.=Don Cosme Martínez Cabeza de Vaca.»
2.° Una carta de D. Antonio Ruidíaz, fechada en Madrid á 16 Diciembre
de 1775, en que asegura á Ríos haber visto el Buscapié unos 16 años antes, y
lefdolo en casa del difunto Conde de Saceda.
Sin embargo de que, en cuanto á datos biográficos, poco adelanta esta Vida
escrita por Ríos á la biografía de Pellicer, le es superior en la contextura y en
las observaciones críticas; sieado, además, preciso confesar que sus infatigables
diligencias y acertadas conjeturas, llegaron á convertir en evidencia la presun-
ción que ya se tenia de ser Alcalá la patria de Cervantes. Apoyado en la tradi-
ción, dice que el lugar de la Mancha donde Cervantes estuvo preso, es Argama-
silla.
20. — Gerardi Joannis Vossii || Rhetorices || contractae, || sive \ partitio-
num II oratoriarum || libri quinqué, |1 ... | ... \ Praemissus est || Fran-
cisci Ccrdani J. U. C. || Commentarius || de praecibus Rhetoribus
Biografías y noticias biográficas 13
Hispanis. |1 Matriti [] Anno M.DCC.LXXXI || Apud Antoníum San-
cham... I
En 8.", de LXXX-456-270 págs.
La última paginación de esta Retórica de Vosio abraza los 3 Apéndices de
D. Francisco Cerda y Rico, y en el III, pág. 227, hay un brevísimo resumen bio-
gráfico tomado de la Vida de Cervantes por Ríos; y luego copia Cerda casi to-
das las frases que Nicolás Antonio dedicó á la memoria del autor del Quijote.
21. — Teatro de la elocuencia española, por D. Antonio de Campmany.
Madrid, Sancha, 1786-94.
Cinco t. en 8."
Al fin del t. IV, impreso en 1788, hay un cSumario de la Vida y escritos de
Cervantes, > sacado de las que escribieron Pellicer y Ríos.
22. — Noticia de la vida y de las obras de Cervantes.
Ocupa L páginas en los prel. de la pequeña edición del Quixote, de Madrid,
1797, Imprenta Real, 6 t. 16.0 Escribió esta Noticia D. Manuel José Quintana
con los datos ya conocidos hasta entonces, y la refundió más tarde en 1852.
(V. niím. 33).
23. — Vida de Miguel de Cervantes Saavedra, por D. Juan Antonio Pe-
llicer.
Va al frente de su edición del Quixote, impresa por Sancha, Madrid, 1797-
98, 5- t. 8.0 m.
Sirviéndole de base la biografía publicada por él en 1778, y á merced de los
datos y noticias nuevamente adquiridos pudo formar Pellicer una Vida de Cer-
vantes bastante nutrida, superior en datos, en extensión y en exposición á las
anteriores.
Inserta íntegra la escritura dotal que Cervantes otorgó á favor de D.* Cata-
lina de Salazar Vozmediano y Palacios, su mujer, en Esquivias, á 9 de Agosto
de 1586. En este documento, que halló Pellicer en la escribanía de la villa de
Esquivias, consta que Cervantes era vecino de dicha población, que recibe de
la madre de su mujer la dote en varios bienes muebles y raices; que Cervantes
manda á su mujer en arras 100 ducados que confiesa caben en la decima parte
de sus bienes; y que la dicha dote de su mujer con los dichos 100 ducados suma
y monta 182,297 maravedís.
«Sepan quantos esta Carta de Dote, é Arras vieren como yo Miguel de Cer-
vantes Saavedra, vecino del lugar de Squivias, jurisdicción de la ciudad de To-
ledo, digo: Que por quanto á servicio de Dios N. S. é con su gracia é bendición
yo estoy desposado e casado legítimamente é según orden de la Santa Madre
Iglesia de Roma con Doña Catalina de Palacios é Salazar, hija legitima de los
señores Femando de Salazar, Vozmediano, y Catalina de Palacios, su muger, ve-
cinos del dicho lugar de Esquivias, con la qual, al tiempo que se trató el dicho
casamiento, la dicha señora Catalina de Palacios me prometió é mandó en dote
é casamiento cierta cantidad de maravedis en bienes raices é muebles aprecia-
14 Biografías y noticias biográficas
dos: é al presente por haberse efectuado el dicho matrimonio, la dicha señora
Catalina de Palacio, cumpliendo lo que prometió é mandó, me da y entrega á
buena cuenta y en parte de pago de la dicha Dote los bienes muebles é raices
que aquí irán declarados; de los quales se me pide haga é otorgue Escritura de
Dote é Arras en favor de la dicha dona Catalina de Palacios é Salazar, mi mu-
ger: é queriendo cumplir ansf, otorgo é conozco que á buena cuenta y parte de
pago de la Dote que se me mandó, he recibido é recibo de la dicha señora Ca-
talina de Palacios, mi señora é suegra, por bienes dótales de la dicha Doña
Catalina de Palacios y Salazar, mi muger, los bienes muebles é raices en los pre-
cios, é de la manera siguiente:
Un majuelo en término del dicho lugar de Esquivias, donde dicen el
Apartado, que cabe tres aranzadas y media apreciado en mrs. 30.000
ítem: otro majuelo á Trascabeza, que cabe dos aranzadas, en mrs. . 14.000
Otro majuelo al camino de Sereña que cabe tres aranzadas y me-
dia, en mrs 34.000
Otro majuelo adonde dicen la veredilla de los Quartos, que cabe aran-
zada y media, en mrs 10.000
Otro majuelo, que dicen el Herrador, que cabe una aranzada, en mrs. 4.000
ítem: un huerto cercado con su puerta y cerradura, en mrs. . . . 20.000
Un colchón, etc., etc., etc. (con muebles, ropas, utensilios, etc. en nú-
mero de 83 partidas) (i) apreciadas en junto en mrs
Los quales dichos bienes se apreciaron á mi coatento y en su justo precio
é valor;
E yo el dicho Miguel de Cervantes mando á la dicha Dona Catalina de Pa-
lacios é Salazar, mi muger, en arras, y proternupcias, y donación inrrevocable,
que el Derecho llama entre vivos, cien ducados, que valen 37.500 maravedis,
que confieso que caben en la décima parte de mis bienes, derechos é acciones;
y si de presente no son tantos le mando los dichos cien ducados de las dichas
arras de los bienes que de presente tengo é adelante tubiere y adquiriere en
cualquier manera; é desde luego doy é pongo á la dicha... mi muger en la pose-
sión de las dichas arras en los dichos mis bienes, quedando como queda é re-
servo en roí la administración dellos: con los quales cien ducados suma é
monta la dicha dote de mi muger, ciento y ochenta y dos mil y doscientos y
noventa y siete maravedis E... me obligo que cada é quando que entre mi
y la dicha Doña Catalina mi muger fuere disuelto ó separado el dicho matri-
monio por muerte, ó por otra causa de las que el Derecho permite, yo, e quien
de mi la obiere restituiremos, é pagaremos á mi muger, é á sus herede-
ros los dichos 182,297 n*rs. de la dicha su Dote é Arras sin ninguna di-
lación.
E para el cumplimiento de esta Escritura obligo mi persona é bienes
habidos é por haber
E yo Doña Catalina de Palacios é Salazar otorgo que acepto esta Es-
critura de Dote según é como en ella se contiene é declara En testimonio
de lo qual otorgamos esta Carta ante el Escribano público é testigos aqui
(i) Entre ella« hay una que dice: tQuatro colmenas en el huerto del Palomar; en
3.000 maravedís.
Biografías j noUcias biográñcas ij
contenidos: que fue fecha é otorgada en el dicho lugar de Esquivias a nueve
dias del raes de agosto de mil é quinientos y ochenta y seis años, estando pre-
sentes por testigos Francisco Marcos, é Antón Doblado, y Antón Doblado, su
hijo, vecinos del dicho lugar. Y los otorgantes, a quien yo el dicho Escribano
doy fe que conozco, lo firmaron de sus nombres:=Miguel de Cerbantes Saave-
dra.=Dofia Catalina de Palacios y Salazar.=Ante mi, Alonso de Aguilera, Es-
cribano. >
Apoyado en una declaración de D. Manuel Rodado, cura de Totanes, re-
fiere la tradición que se conservaba en Consuegra, cabeza del priorato de San
Juan, de haber sido mandado Cervantes á Argamasilla de Alba para cobrar los
diezmos del Gran Prior, y que los vecinos de esta población le pusie.on preso.
Con la cual tradición, cree Pellicer, se llena y suple el intermedio y vacío de la
vida de Cervantes desde que volvió de Sevilla hasta Valladolid.
Otro notable descubrimiento hizo Pellicer en el archivo de la cárcel de
Corte, y es el proceso original de la causa seguida á Cervantes y á su familia y
vecinos en Vallado'.id con motivo de la muerte dada en 27 de Junio de 1605 á
D. Gaspar de Espeleta por un desconocido, inmediato á la casa en que vivia el
autor del Quijote, junto al Rastro. Por esta causa, de la cual extracta el biógrafo
las principales declaraciones, se saben algunas noticias nuevas y se confirman
otras ya sabidas. Sábese de nuevo que era agente de negocios^ y que no sólo los
trataba en Valladolid, sino también en Sevilla. Y sábese por primera vez que
vivía con Cervantes una hija natural, llamada D.^ Isabel de Saavedra, otra
de las declarantes en la causa.
Extractaré las declaraciones, según las que copió Pellicer:
Procedió el alcalde D. Cristóbal Villarroel á la averiguación del homicida
y la primera delaración que tomó fué al cirujano Sebastián Macías, que declaró
tenia D. Gaspar dos heridas penetrantes: la una en el vientre... la otra en el
muslo derecho, y que ambas se hablan abierto con espada ó arma de punta.
Recibió después declaración al mismo herido y dixo: tque la noche del dia
27 de junio viniendo de casa del marques de Falces (donde acostumbraba á en-
trar, con el qual comía y cenaba por ser su amigo) con su espada y broquel, y
la capa de su criado; y llegando un poco mas abaxo de donde se hace el pilón,
oyó una música, la qual se paró á escuchar, é pasada, queriéndose ir la calle
adelante, vio un hombre de mediana estatura, con un ferreruelo negro largo,
que le dixo que se fuese de allí; y este confesante le dixo que tarde se iría de
allí, y que sobre esto se habían trabado, y este confesante, visto que todavía por-
fiaba de echarle de allí, habia echado mano á la espada que tenía, é á un bro-
quel que llevaba, y que ambos á dos se habían acuchillado; y que el se había
metido tanto con él, que el dicho hombre le habia herido de las dos heridas
que tenía, y que ambos á dos hablan reñido bien, é que no vio qué armas tru-
xese el dicho hombre mas de una espada, y que quando refilan, había caido en
el suelo, y se había levantado, y entonces le había herido, é que no sabe mas
de que luego se fué huyendo la calle arriba hacia la puerta del campo... y que
la dicha persona que riñó con él, se acuchilló como hombre honrado, y que él
fue el que primero metió mano á la espada contra él.»
Tomóse igualmente declaración á Miguel de Cervantes, la qual dice así: <En
la ciudad de Valladolid en 27 del mes de junio de lócs, para averiguación de
lo susodicho, se recibió juramento en forma de derecho de Miguel de Cervantes
de edad de mas de 50 afios, que vive en las casas nuevas de junto á el Rastro,
preguntado dixo: que este testigo conoce de vista á un caballero del hábito de
Santiago, que dice se llama Don Gaspar, el qual nombre le ha oido nombrar
esta noche, y estando este testigo acostado en la cama esta noche á hora de las
once poco mas ó menos, oyó ruido e grandes voces en la calle que le llamaba
l6 Biografías y noticias biográficas
Don Luis de Garibay, y este testigo se levantó, y el dicho Don Luis de Garibay
dixo á este testigo que le ayudase á subir un hombre, el qual este testigo vio, y
era el que tiene declarado, el qual venía con una herida, y luego un barbero
desde a poco entró, y le curaron de una herida encima de la ingle, y le pregun-
taron dixese quien le habla herido, el qual no quiso responder ninguna cosa:
y esto es verdad para el juramento hecho, y lo firmó.» (Aquí el facsímil de la
firma Miguel de Cerbantes).
El alcalde Villarroel pensó que la pendencia habla sucedido por causa de
alguna mujer. Confirmáronle en este pensamiento ciertos rumores que llegaron
á sus oídos de que en la casa donde entró herido Don Gaspar, y que solía fre-
quentar en vida, vivían algunas mujeres que admitían visitas de caballeros y de
otras personas de dia y de noche con alguna nota de la vecindad, no teniendo
por otra parte renta, ni entretenimiento alguno, ó pensión. Determinó, pues, el
juez hacer una pesquisa general de su vecindario.
Uno de los primeros testigos que examinó fué la criada de Cervantes, natu-
ral de Barcena, de edad de 18 años, que dixo: testa en servicio de Miguel de
Cervantes desde el dia de Pasqua del Espíritu Santo, y en la dicha casa están el
dicho Miguel de Cervantes é su muger, é una beata que se llama Doña Magda-
lena, é Doña Isabel, que es hija del dicho Miguel de Cervantes, é Doña Cons-
tanza, que es sobrina... Preguntada declare qué personas ó caballeros entran en
casa de dicho Miguel de Cerbantes... asi de dia como de noche. Dixo: que des-
pués que está con el dicho Miguel de Cervantes esta testigo, no ha visto entrar
en la dicha casa ninguna persona de dia ni de noche, ni ha tenido cuenta con
ello; porque solamente trata de servir á sus amos en lo que le han mandado, é
no ha tenido cuenta con mas. Preguntada: si ha ido en compañía de las dichas
sus amas quando van á misa, ó á otras partes, y en el camino se han hallado con
algunas personas. Dixo: que nunca ha ido con sus amas á misa, ni á otra ningu-
na parte, é que quando salen fuera, van unas veces todas juntas, y otras de dos
en dos, ó tres, é nunca la han llevado, porque ella se queda en la casa guardán-
dola, porque no tienen otra moza mas de esta testigo.»
Doña Isabel de Ayala, viuda (i), que hacia profesión de beata, informó des-
pués al juez de que Doña Mariana Ramírez (2) tenía trato y conversación sos-
pechosa con Don Diego de Miranda: de que en casa de Cervantes entraban al-
gunas personas no sin nota de la vecindad, especialmente Don Hernando de
Toledo, señor de Cigales, y Simón Méndez, natural del reino de Portugal, á
quien había reprendido esta testigo: de que las viudas Doña Maria de Argome-
do y Doña Juana Gaytan (3), y las solteras Doña Luisa de Ayala y Doña Cata-
lina de Aguilera, admitían en su casa muchas visitas de dia y de noche de algu-
nos caballeros, como eran el duque de Pastrana, y el conde de Concentaynas,
y el señor de Cigales: y de que había oído decir que la pendencia de Don Gas-
par de Espeleta había sido por una muger, pero que no conocía ni sabía quien
fuese. A esto añadió Doña GerOnima de Sotomayor que: «el difunto visitaba en
el aposento de Doña Juana Gaytan y Doña Maria de Argumedo.»
En estas y otras declaraciones encontró el juez la energía necesaria para
mandar prender y llevar á la cárcel Real de la Corte de Valladolid á Miguel de
Cervantes y á su hija Doña Isabel de Saavedra, á Doña Andrea de Cervantes y
á su hija Doña Constanza de Ovando, á Doña Juana de Gaytan y á su sobrina
Doña Catalina de Aguilera, á Doña Maria de Argumedo y á su hermana Doña
(i) De edad de mis de 40 afios, vivía en el quarto tercero.
(2) Vivía en el quarto 2.°, izquierda.
(3) Vivían en el quarto 2.°, derecha.
Biografías y noticias biográficas 17
Luisa de Ayala; y juntamente á Doña Mariana Ramírez, á Don Diego de Mi-
randa, y á Simón Méndez.
£1 día 30 de junio se tomó la confesión en la cárcel á Doña Constanza de
Ovando y preguntada: «¿Simen Mendaz, portugués, á quien visita en el quarto
desta confesante, y si es ordinario de visita de dia y de noche en el dicho quar-
to y casa? Dixo: que el dicho Simón Méndez alguna vez ha ido á visitar á Mi-
guel de Cervantes su tio, por tratar de sus negocios. Preguntada: si en el quarto
desta confesante entra á visita Don Hernando de Toledo, señor de Cigales, de
noche y de dia, por cuyo respeto (cortejo) es la dicha visita? Dixo: que de un año
que ha que está esta confesante en esta Corte, una noche fué alli el dicho Her-
nando de Toledo á ver á su tio por asuntos que tenía con el desde la ciudad de
Sevilla y en esta ciudad.*
De la Confesión de Doña Andrea de Cervantes. — Preguntada: ¿las noches ó
dias antes de la dicha pendencia qué personas son las que entran de visita en
el aposento desta confesante? Dixo: que algunas personas entran á visitar al di-
cho su hermano Miguel de Cervantes, por ser hombre que escribe y trata nego-
cios, é que por su buena habilidad tiene amigos. Preguntada: si en el quarto
desta confesante es continuo de visita ordinaria Simón Méndez, portugués, por
trato que tiene con Doña Isabel de Saavedra su sobrina? Dixo: qne Simón Mén-
dez, de quien se le pregunta, algunas veces ha visitado á Miguel de Cervantes
su hermano, sobre ciertas fianzas que le ha pedido que vaya á hacer al reyno
de Toledo para las rentas que ha tomado, é que por otro titulo ninguno no ha
entrado.» — (Estas rentas serian acaso las decimales de la villa de Esquivias, que
no sólo está en el reyno de Toledo, sino que era la patria de Doña Catalina de
Palacios, mujer de Cervantes.)
De la confesión de Doña Isabel de Saavedra. — «Preguntada: antes de la
noche que hirieron al dicho Don Gaspar ú otros dias que visitas han entrado
en su casa? Dixo: que no sabe que en casa desta confesante haya entrado per-
sona ninguna en visita particular, é que Don Hernando de Toledo particular-
mente ha visitado dos veces solas al dicho su padre Miguel de Cervantes por
amistad que tiene desde Sevilla con él. Preguntada: ¿si esta confesante conoce
á Simón Méndez, portugués, y de que le conoce? Dixo: que le conoce, porque
es amigo del dicho su padre, é porque iba á tratar y comunicar sus negocios
con él.»
De la confesión de Doña Juana Gaytan. — Preguntada: si conoce á Don Gas-
par de Ezpeleta, y de que trato y comunicación le conoce? Dixo: que le conoce
de mas de catorce años á esta parte que visitó en la villa de Madrid á su marido
el Pagador, é que de tres meses á esta parte le vio que la fue á visitar á esta
confesante, y dalle el pésame de la muerte del dicho su marido, porque la habia
visto en el Carmen en habito de viuda. Preguntada: otros dias e noches antes
que personas han continuado visitar en el quarto desta confesante e Doña Maria
de Argomedo su huéspeda? Dixo: que á esta confesante la han visitado dos ó
tres veces el duque de Pastrana, y el conde de Concentayna é sus criados... por
razón de dos libros que tiene dirigidos al dicho Duque de las obras del dicho
Pedro Laynez su marido, é que era á dalle las gracias dello.»
En vista de estas y otras confesiones mandó el juez que Miguel de Cervantes
fuese suelto en fiado, ó baxo de fianzas: que las mugeres procesadas fuesen tam-
bién sueltas baxo fianzas, pero la casa por cárcel: que Simón Méndez quedase
en la cárcel á prueba, y que Don Diego de Miranda dentro de quince dias sa-
liese de la Corte.
Presentó después Gerónimo de las Cueva en nombre de las sobredichas ua
Tomo II \
18 Biografías y noticias biográficas
pedimento á la Sala, pidiendo se les alzase la carcelería doméstica, del qual se
mandó dar traslado á la otra parte.
Doña Andrea de Cervantes solicitó también lo mismo y cpor un otro si Mi-
guel de Cervantes suplica á V. S. mande que vayan por unas calzas y un jubón,
y una ropilla, que tiene en su poder de Don Gaspar de Ezpeleta, porque se pu-
dre con la sangre que tiene, eto Y con efecto en 9 de julio se entregó de todo
Juan de Sotomayor.
Copiada al vivo de este proceso, estampa Pellicer aquí la firma de Cervan-
tes, y es el primer autógrafo de nuestro autor cuyo facfmile se haya publicado.
Inserta igualmente Pellicer una Certificación del archivo de la V.* Orden
Tercera de S. Francisco, en Madrid, en que hace constar:
I. o Que entre las personas que recibieron el hábito en 8 de Junio de 1609,
se hallan las dos partidas siguientes: uNum. 72; Doña Andrea de Cervantes,
viuda del General Alvaro Mendaño: vive en la calle de la Magdalena, á las es-
paldas de la duquesa de Pastrana.» — Num. "¡3: Doña Catalina de Salazar Voz-
mediano, muger de Miguel de Cervantes Saavedra: vive en la mesma casa de la
de arriba: ya vive á las espaldas de Elorito.»
2." Que entre las personas que profesaron en 27 de Junio de 16 10, hay esta
partida, nüm. 68: «Doña Catalina de Salazar Bozmediano: vive en la calle del
León, frontero de Castillo, panadero de Corte» y que en el fol. 130 b. del mis-
mo libro de profesiones hay una partida que dice: «En 2 de Abril de 1616 pro-
fesó en su casa por estar enfermo, el hermano Miguel de Zerbantes: en la calle
del León, en casa de D. Francisco Martinez, clérigo, hermano de la Orden. >
Dícenos que «Recibía también el autor del Quijote otros auxilios de sus
amigos, especialmente de un Pedro de Morales, á quien califica de recreo, de
gracia, de donayre de las Musas, y de asilo donde se reparaba su ventura.* (Via-
je del Parnaso, capítulos 2 y 8.)
Finalmente publica también Pellicer los siguientes documentos, sacados de
los libros de la parroquia de S. Sebastián de la Corte:
Partida de difunto de D.* Andrea de Cervantes, á 9 de Octubre de 1609.
«En Madrid en nueve dias del mes de Octubre de mil y seiscientos y nueve
afios murió de calenturas Doña Andrea de Cervantes, viuda de Sante Ambrosi,
florentin, de hedad de 65 afios. Dexó una hija y no testó. Recibió los santos sa-
cramentos de mano del licenciado Francisco López, Teniente de Cura de la
dicha Iglesia. Enterróla Miguel de Cerbantes, su hermano, que ambos vivian en
la calle de la Magdalena, frontero de Francisco Daza, maestro de hacer coches.
Enterróse en S. Sebastian en orden de dos ducados.»
Partida de difunto de D.^ Constanza de Obando, que murió en 22 de Sep-
tiembre de 1624.
«Dofia Constanza de Obando, soltera, murió en la calle del Amor de Dios
en 22. de septiembre de 1624. afios. Recibió los santos sacramentos de mano
del licenciado Corbalan. No testó. Enterróla Luis de Molina, secretario de Car-
los Strata: de fabrica [ó sepultura) 12. ducados.»
Partida de difunto de D." Catalina de Salazar, viuda de Cervantes, que mu-
rió en la calle de los Desamparados en 31 de Octubre de 1626.
«Doña Catalina de Salazar, viuda, murió en la calle de los Desamparados
en 31. de octubre de 1626. afios. Recibió los santos sacramentos de mano de
Carlos Manrique: testó ante Alonso de Valencia, secretario: su fecha en 20. de
este presente mes y afio. Enterróse en el convento de las Trinitarias, y mandó
le dixesen trescientas misas de alma: y fundó una Memoria. Albaceas Luis de
Molina, secretario, y Francisco de Palacios, que vive en la misma casa.»
Partida de difunto de Freí Lope Félix de Bega Carpió.
Y por ultimo esta partida de Bautismo de una hermana de Cervantes, halla-
Biografías y noticias biogiá6cas I9
da en Santa María de Alcalá de Henares: «En 25 de Agosto de 1546 el señor
Bachiller Serrano bautizó una hija de Rodrigo de Cervantes, y de Leonor de
Cortinas, su muger, la que se llama Loisa, etc.»
Describe Pellicer la Relación de lo sucedido en Valladolid, etc.,
que, — cree él — tno desdice del ingenio de su autor;» y luego consigna la gran
acogida que tuvo el Quijote á raíz de su aparición, por lo cual y por otras refle-
xiones que aduce, rechaza la especie del Buscapié á la que, con demasiada cre-
dulidad, dio fe el Sr. de los Ríos. Termina el trabajo biográfico de Pellicer,
un breve pero curioso paralelo entre los sucesos de Camoens y los de Cer-
vantes.
El Sr. Navarrete, en su Vida de Cervantes, si bien juzga que la de Pellicer
está sobrecargada de digresiones y episodios demasiado prolijos, confiesa «que
se mirará siempre como un rico almacén ó copioso depósito de noticias, adonde
acudirán á tomarlas cuantos quieran escribir la vida de Cervantes ó ilustrar sus
obras; y que á él mismo le han sido de mucho auxilio las investigaciones de
Pellicer.
Reimprimióse esta Vida en la edición pequeña del Quixote corregida por
Pellicer, Madrid, 1800, 12°; y se hizo una corta tirada á parte en gran papel
avitelado, de la cual poseo un hermoso ejemplar. Va al fin un índice de las cosas
notables.
24. — Vida de Miguel de Cervantes Saavedra, escrita é ilustrada con
varias noticias y documentos inéditos pertenecientes á la historia y
literatura de su tiempo, por D. Martín Fernández Navarrete,
Publícala la Real Academia Española. Madrid en la imprenta Real,
Año de 1819.
En 8.0, de 643 págs.
En dos partes divide Navarrete su trabajo. La primera está dedicada á la
narración histórica de los sucesos, y juicio crítico de las obras; y la segunda,
que forma los dos tercios de la obra, contiene las Ilustraciones, pruebas y docu-
mentos que confirman los hechos que se refieren en la Vida de Cervantes. Va al
fin un índice de las principales materias.
Muchos y preciosos son los nuevos documentos y noticias que en esta Vida
salen á luz, y que constituyen el más importante trabajo biográfico de Cervantes
que se ha escrito. Navarrete consigna los nombres de los amigos que le ayuda-
ron en sus investigaciones. D. Manuel de Lardizábal le dijo desde Alcalá: «las
matrículas y libros de la universidad los he visto por mí mismo, y se puede ase-
gurar que Miguel de Cervantes no cursó en esta universidad, ni el M. Juan Ló-
pez de Hoyos fué catedrático en ella.» D. Tomás González, catedrático de retó-
rica que fué en la universidad de Salamanca le dijo, sin darle pruebas de ello,
que «entre los apuntamientos de sus antiguas matrículas habia visto el asiento
de Miguel de Cervantes para el curso de filosofía durante dos años consecutivos,
con expresión de que vivia en la calle de Moros.» D. Juan Sans de Barutell le
facilitó diversos documentos hallados en Simancas, que dieron nuevas luces sobre
los destinos de nuestro escritor en las campañas de Italia, de Levante y de
A/rica, y sobre la embajada del cardenal Aquaviva.
De estos documentos y otras noticias, resulta evidente que el sumo pontífice
Pío V, á instancias de los venecianos preparó sus galeras al mando de Marco
Antonio Colonna, y unidas á las de España y Venecia se encaminaron en el ve-
rano de 1570 á los mares de levante para contener los progresos de los turcos
30 Biografías y noticias biográficas
que habían invadido la isla de Chipre...; que entre las 49 galeras de España, que
á cargo de Juan Andrea Doria se unieron en Otranto con Colonna para seguir
su estandarte, se comprendían veinte de la escuadra de Ñapóles que mandaba
el marqués de Santa, Cruz, llevando entre sus tropas la compañía de Urbina, y
en ella servía Cervantes, así como volvió á seguir bajo el mando de Colonna en
las jornadas de levante de 1572. Esta circunstancia la corrobora la información
de 1578, verificada i. instancia del padre de Cervantes, en la cual declara el tes-
tigo Mateo de Santisteban: <que el dia de la batalla que D. Juan de Austria dio
á la armada turquesca... vio que... Cervantes sirvió en la batalla, y era soldado
de la compañía del capitán Diego de Urbina en la galera Marquesa de Juan An-
drea y que un año antes habia que el dicho M. de Cerv. servia en la dicha com-
pañía, porque lo vio este testigo... que se halló presente por ser soldado de la
misma compañía.»
Observa, pues, atinadamente Navarrete la perfecta concordancia de estos he-
chos con las palabras de Cervantes en la dedicatoria de La Galatea al abad As-
canio Colonna donde le dice que habia seguido las vencedoras banderas de su
padre Marco Antonio; lo cual no significa, como lo interpretaron varios biógra-
fos de Cervantes, que éste se hubiese alistado en las galeras del Papa, sino que,
siendo soldado español como lo era, y embarcado en las galeras del almirante
español Juan Andrea Doria, asistió á varias de las jornadas que mandó en jefe
el general de S. S. Marco Antonio Colonna.
Y buena prueba de que Cervantes servía en el ejército español desde 1570,
ó quizás antes, la tenemos en la Información del año 1578 donde dice su padre
que su hijo <habia servido al Rey de diez años á aquella parte,» y el mismo
Cervantes en un Memorial al Rey fechado en Mayo de 1590, aseguró también
tque sirvió en las jornadas de mar y tierra que se habían ofrecido veintidós
años á aquella época.»
De esos documentos, los primeros en el orden cronológico son las siguientes
cartas: cDos de Felipe 11 desde Córdoba á 24 de Abril de 1570 y del Escorial á
15 de Julio 1570, al Marqués de Santa Cruz diciéndole que para complacer á S. S.
ha mandado á Juan Andrea Doria que con todas las galeras españolas que pueda
recoger se junte en el reino de Sicilia con las del Papa, y obedezca á Marco An-
tonio Colonna como á general y siga su estandarte; y le avisa esto para que siga la
orden que él le diere (Orig. en el arch. del marq. de Santa Cruz, n. 18, leg. ó).*
De Felipe II, fechada en Madrid á 18 de Octubre 1570, á Marco Antonio Colon-
na, contestando á una carta suya del 2 1 de Agosto, en la que le participaba «que
Juan Andrea habia llegado á Otranto, adonde él le aguardaba y la resolución
que habia tomado de ir á Candía, etc.» Del mismo Felipe 11, desde Madrid, 26
de Diciembre 15/0, al marqués de Santa Cruz contestando á sus cartas 5 y 17
Septiembre, 13 Octubre, 10 y rs Noviembre en las que avisa al rey «del discur-
so de la jornada que este verano han hecho las armadas, y de que hubiese lle-
gado á Ñapóles en salvamento con las galeras de su cargo, á invernar.»
Inserta luego Navarrete varios libramientos ó cédulas de cantidades de ayu-
da de costa, d Miguel de Cervantes y entre ellos figuran los siguientes:
«A 29 de dicho mes (Abril de 1572) se ordenó á los oficiales de la armada
que asienten en los libros de su cargo á Miguel de Cervantes tres scudos de ven-
taja al mes en el tercio de D. Lope Figueroa en la compañía que le señalaren.»
«En dicho dia (it de hebrero de 1573 en Ñapóles) se ordenó á los oficiales
de la armada libren á Miguel de Cervantes, soldado de la compañía de D. Ma-
nuel Ponce de León, diez scudos á buena cuenta de lo que se le debe.»
«A 15 de hebrero de 1574 (en Ñapóles), se ordenó... que librasen á Miguel
de Cervantes, soldado de la compañía de D. Manuel Ponce de León, treinta
scudos...»
Biografías y noticias biográficas
D. Juan Agustín Cean Berraudez, comisionado segunda vez por Carlos IV
para el examen y arreglo de los papeles del archivo general de Indias, halló los
siguientes documentos, que Navarrete da por copia:
«Información de Miguel de Cervantes de lo que ha servido S. M. y de lo que
ha hecho estando en Argel, y por la certificación que aquí presenta del Duque
de Sesa se verá como cuando le captivaron se le perdieron otras muchas informa-
ciones, fees y recados que tenia de lo que habia servido á S. M.» «Señor=Mi-
guel de Cervantes Saavedra dice, que ha servido á V. M. muchos años en las
jornadas de mar y tierra que se han ofrecido de veinte y dos años á esta parte,
particularmente en la batalla naval, donde le dieron muchas heridas, de las cua-
les perdió una mano de un arcabuzazo, y el año siguiente fué á Navarino, y des-
pués á la de Túnez y á la Goleta, y viniendo á esta corte con cartas del Sr. Don
Joan y del Duque de Sesa para que V. M. le hiciese merced, fué captivo en la
galera del Sol, él y un hermano suyo, que también ha servido á V. M. en las
mismas jornadas y fueron llevados á Argel, donde gastaron el patrimonio que
tenían en rescatarse, y toda la hacienda de sus padres y los dotes de dos herma-
nas doncellas que tenia, las cuales quedaron pobres por rescatar á sus hermanos,
y después de libertados fueron á servir á V. M. en el reino de Portugal y á las
Terceras con el marques de Santa Cruz, y agora al presente están sirviendo y
sirven á V. M., el uno dellos en Flandes de alférez, y el Miguel de Cervantes
fue el que trajo las cartas y avisos del alcaide de Mostagán, y fue á Oran por or-
den de V. M., y después ha asistido sirviendo en Sevilla en negocios de la ar-
mada por orden de Antonio de Guevara, como consta por las informaciones que
tiene, y en todo este tiempo no se le ha hecho merced ninguna. Pide y suplica
humildemente, cuanto puede, á V. M sea servido de hacerle merced de un oficio
en las Indias de los tres ó cuatro que al presente están vacos, que es el uno la
contaduría del nuevo reino de Granada, ó la gobernación de la provincia de So-
conusco en Guatimala, ó contador de las galeras de Cartagena, o corregidor de
la ciudad de la Paz, que con cualquiera de estos oficios que V. M. le haga mer-
ced la recibirá, porque es hombre hábil, y suficiente y benemérito para que V. M.
le haga merced porque su deseo es continuar siempre en el servicio de V. M., j
acabar su vida como lo han hecho sus antepasados.=Miguel de Cervantes Saa-
vedra A veinte y uno de Mayo de mil quinientos noventa.»
El decrete puesto á este memorial fué el siguiente: «Busque por acá en que
se le haga merced. En Madrid á seis de Junio de mil quinientos noventa. El
Dr. Nuñez Morquecho.» La certificación del duque de Sesa está dada en Ma-
drid á 25 de Julio de 1578. — Al pie hay este decreto: «S. M. á suplicación de
D.'' Leonor de Cortinas, y en consideración de lo en esta certificación conteni-
do, hizo merced de dar licencia para que del reino de Valencia se pudiesen lle-
var á Argel 2.000 ducados de mercaderías no prohibidas, con que el beneficio
sirviese para el rescate de Miguel de Cervantes... en Madrid á 17 Enero de 1580.»
— Esta merced de esta cédula no está aun despachada ni vendida, porque no
dan por ella sino sesenta ducados.
Información hecha en Madrid á 17 Marzo de 1578, por D. Rodrigo, padre
de Cervantes, presentando 4 testigos que dan fe de que Miguel de Cervantes,
hijo del dicho Rodrigo de Cervantes y de su mujer Doña Leonor de Cortinas,
ha servido al Rey en Italia, La Goleta, Tiinez y en la batalla de Lepanto; que
fué cautivado por los moros y está aun captivo en Argel.
«En la villa de Madrid á diez y siete del mes de Marzo de mil é quinientos
é setenta é ocho años, etc Rodrigo de Cervantes, estante en esta corte, digo
que á Miguel de Cervantes, mi hijo... conviene.., probar, etc. A vmd. pido é su-
plico mande rescibir la información, etc.=E visto por el dicho Sr. Alcalde man-
dó se tomen é reciban al tenor del dicho pedimento los testigos que el dicho
Biograífas y noticias biográficas
Rodrigo de Cervantes presentare, etc. — Por estas Preguntas pido sean examina-
dos, etc.:
I.* Sean preguntados si conocen al dicho Rodrigo de Cervantes y al dicho
Miguel de Cervantes, su hijo, cativo.
3.* Si saben e que el dicho Miguel de Cervantes es hijo legítimo del dicho
Rodrigo de Cervantes y de Doña Leonor de Cortinas, su mugar legítima, etc..
¡."^ Si saben que el dicho Miguel de Cervantes es de edad de treinta años
poco mas ó menos, y de diez años á esta parte ha servido como muy buen sol-
dado á S. M. el Rey D. Felipe nuestro Señor en las guerras que ha tenido en
Italia y la Goleta y Túnez, y en la batalla naval, que el Sr. D. Juan de Austria
tuvo con la armada del Turco, á donde salió herido de dos arcabuzazop en el
pecho, y otro en la mano izquierda, que quedó estropeado della.
4.'' Si saben que... en la dicha batalla... estaba el dicho... Cervantes con ca-
lentura, y unos amigos suyos le dijeron... que se metiese debajo de la cubierta
de la galera, pues no estaba sano para pelear, y... Cervantes respondió... que
mejor era morir como buen soldado en servicio de Dios é del Rey, y así peleó
como valiente soldado... y después de la batalla sabido por el Sr. D. Juan de
Austria cuan bien le habla servido, le acrescentó cuatro ducados mas de su
paga.
5 .• Si saben que podrá haber dos años, poco mas ó menos, que viniendo
de Italia á España en la galera del Sol, en que venia Carrillo de Quesada, cati-
varón turcos de Argel el dicho Miguel de Cervantes, adonde al presente está
cativo.
6.^ Si saben que el dicho Rodrigo de Cervantes es hombre hijodalgo y muy
pobre, que no tiene bienes ningunos, porque por haber rescatado á otro hijo, que
ansimesmo le cautivaron la mesma hora que á dicho su hermano, quedó sin bie-
nes algunos.»
Los cuatro testigos presentados están contestes en las preguntas del interro-
gatorio^ por haber presenciado ú oido respectivamente lo que contienen:, en obse-
quio de la brevedad solo se hará aqui mención de sus nombres y clases y délo mas
notable que cada uno añadió.
i." «Mateo de Santisteban, natural de Tudelade Navarra, y alférez de la
compañía que nuevamente se habia levantado y conferido al capitán Alonso de
Carlos. Fué camarada de Cervantes en Italia en la del capitán Diego de Urbina,
vio la acción heroica de Cervantes en Lepanto, etc., pues estaba Santisteban en
la propia galera, nombrada la Marquesa, que era de Juan Andrea Doria, situada
en el cuerno de tierra. Volvió á verle en Ñapóles el año 1575 cuando estaba
para venir á España; y conoció también á Rodrigo de Cervantes, hermano de
Miguel, en los parajes que á él.
2." Gabriel de Castañeda, natural del lugar de Saláya, valle de Carriedo en
las montañas de Santander, y alférez; presenció el denuedo con que se distinguió
Cervantes en Lepanto, etc. Le vio entrar después cautivo en Argel; porque ya
entonces lo estaba también Castañeda: leyó las cartas que llevaba Cervantes de
D. Juan de Austria, en que lo recomendaba á S. M. para que le diese una com-
pañía de las que se formasen para Italia, por ser hombre de méritos y servicios:
cuyas cartas hicieron que el capitán que le cautivó le tuviese en mucho para el
rescate.
3.° Antonio Godinez de Monsalve, natural de Madrid, y sargento de la
compañía de D. Juan de la Cárcel. Conoció y trató á Cervantes el año 1573 en
la jornada de Túnez. Estando Godinez cautivo en Argel el año 1575 vio que
Dalí Maraí, capitán de la mar, y otro capitán de galera, trajeron cautivos á Mi-
guel y Rodrigo de Cervantes, hermanos: que éste se rescató en 1577; y aquel
quedaba allí en 78 esclavo de Cenagá, Rey de Argel.
Biografías y noticias biográficas SJ
4.° D. Beltran del Salto y de Castilla, residente en Madrid, á quien cauti-
varon los turcos en la Goleta el año 1574, y lo llevaron á Argel. Conoció
aquí á Miguel de Cervantes, y le vio manco de la mano izquierda... Cuando este
testigo salió de allí rescatado en 1577 dejó á Cervantes cautivo en poder de...
Arnaute Mamí... quien lo tenia en gran estima á causa de ciertas cartas que le
halló de D. Juan de Austria y del duque de Sesa, en que lo recomendaban á
S. M. para que le hiciese merced de una compafiia, como persona que lo mere-
cia muy bien.>
Información hecha por el mismo Cervantes en Argel á 10 de Octubre de
1580, presentando 12 testigos que dan fe de todos los sucesos del cautiverio, y
de la vida y costumbres de Cervantes. Este es el documento más importante de
todos los descubiertos. Por él no solamente se confirma por boca del mismo
Cervantes que era natural de Alcalá de Henares, sino también se nos revela
todo el heroísmo, toda la abnegación, todas las virtudes de que dio pruebas, y
los largos sufrimientos que tuvo que soportar durante su cautiverio.
Los dos datos que más aclaran la personalidad de Cervantes en esta Infor-
mación, hecha ante el M. R. Fr. Juan Gil redentor de España, y autorizada por
Pedro de Ribera, escribano y notario apostólico entre los cristianos en Argel,
son los siguientes que extracto: < Miguel de Cervantes, natural de la villa de
» Alcalá de Henares en Castilla, y al presente estante en este Argel, rescatado
» para ir en libertad, dice: que estando el agora de camino para España, le im-
» porta hacer una información con testigos, ansi de su cativerio, vida y costum-
> bres, como de otras cosas tocantes á su persona, para presentarla... en consejo
» de S. M. y requerir le haga merced.
»S."' Que en el año de quinientos y setenta y siete,... dio orden como un her-
mano suyo que se llama Rodrigo de Cervantes, etc.: «El alférez Luis de Pedrosa,
natural de Osuna... dice especialmente, que Cervantes era nieto de Juan de Cer-
vantes, corregidor que fut de Osuna... lo que sabia sin género de duda, porque
su padre (de Pedrosa) había sido muy amigo del corregidor, eto
Veinte y cinco artículos ó preguntas contiene esta Información en la cual
Cervantes hace la historia dp todo lo acaecido durante su cautiverio en Argel,
de sus repetidos trabajos, aventuras y esfuerzos para obtener la libertad y darla
á muchos de sus compañeros cautivos, estando por ello cuatro veces á pique de
perder sn vida; confirma en este documento los sucesos ya narrados por el
P. Haedo [ ], los amplia con detalles y noticias ignoradas; manifiesta la ene-
mistad que le profesaba el Dr. Juan Blanco de Paz, y atestigua que éste frayle
descubrió al Rey Azán la ultima tentativa de fuga que Cervantes había proyecta-
do con sesenta cristianos cautivos, por la cual delación y por ser hombre revol-
toso, fué Blanco de Paz aborrescido de todos, corrido y afrontado.»
Todo lo que Cervantes relata en esta Información fué atestiguado y ratifica-
do por los doce testigos presentados, que fueron: Alonso Aragonés, Diego Cas-
tellano, Rodrigo de Chaves, Hernando de Vega, Juan de Valcázar, Domingo
Lopino, Fernando de Vega, Cristóbal de Villalón, D. Dkgo de Benavides, el al-
férez Luis de Pedrosa, Fr. Feliciano Enríquez, y el Dr. Antonio de Sosa.
Y el P. Fr. Juan Gil, después de mandar que se dé á Cervantes un testimo-
nio de la precedente información, certifica ser verdad todo lo en ella contenido
y lo firma en Argel á 23 del mismo mes de Octubre de 1580.
D. Tomás González comunicó á Navarrete varios documentos hallados en
Simancas, entre los cuales citaré los siguientes:
I." Fianza otorgada en Sevilla ante el escribano Pedro Gómez, á 12 de
Junio de 1588 por el licenciado Juan de Nava Cabeza de Vaca, y por Luis Mar-
Biograflas ynoticias biográficas
molejo á favor de Cervantes residente en dha ciudad y nombrado comisario del
proveedor Antonio de Guevara.
1." Con el núm. 1179 del archivo de Simancas, c varias cuentas de Cer-
vantes correspondientes á la comisión de Guevara. De ellas consta que se le hi-
cieron cuatro libramientos, en 28 de Junio, 9 y 31 de Agosto, y 24 de Diciem-
bre de 1588, desde Sevilla, y todos al parecer sobre Ecija, que ascendian i.
2.900 ducados, y que en esta ciudad y en Marchena acopió en Setiembre, Oc-
tubre y Noviembre, aceite, trigo y cebada.»
3.° Varias cuentas de Cervantes y otros documentos correspondientes á
ésta comisión durante los años 1591 y 92-
4.° Fianza en Julio y Agosto de 1594 para la cobranza de cantidades en el
reino de Granada.
«Información de que D. Francisco Suárez Gaseo es sugeto abonado para fia-
dor de Cervantes, pedida por éste en Madrid á i." de Julio de 1594, y concluida
en 3 de Agosto siguiente.» — Fianza otorgada por Gaseo: «En la villa de Madrid
á I." dia del mes de Agosto de 1594 años, ante mi el escribano publico... pares-
ció presente D. Francisco Suárez Gaseo, estante en esta corte y vecino de la vi-
lla de Tarancon, y dijo: que por cuanto los señores... del consejo de contaduría
mayor de hacienda del Rey nuestro Señor han nombrado á Miguel de Cervantes
Saavedra para que vaya... á la ciudad de Granada, y otras partes donde fuere
necesario, á hacer pago á S. M... de 24.59989 mrs. que á S. M... se le deben de
lo procedido de las alcabalas y tercias reales y otras rentas,... y porqué el dicho
Miguel de Cervantes ha de dar fianzas...; y el dicho D. Francisco Suárez quiere
ser tal su fiador hasta en cantidad de 4.000 ducados..., otorgó que se obligaba
quel dicho Miguel de Cervantes dará buena cuenta con pago leal de todos é
cualesquier mrs. que en su poder entraren de lo tocante á la dicha comisión y
cobranza...; donde nó, que él, como su fiador y principal pagador... lo hará y
pagará el alcance ó alcances que se le hiciesen al dicho Miguel de Cervantes..
D. Francisco Suárez Gaseo. Pasó ante mi : Gerónimo Félix, escribano. » =
«M. P. S. — Miguel de Cervantes Saavedra, digo: que V. A. le ha hecho merced
de una comisión para cobrar 2.000.500 mrs. que se deben á S. M. de fincas en
el reino de Granada, para lo cual ha dado fianzas de 4.000 ducados, vistas y
admitidas por V. A., y con todo esto el contador Enrique de Araiz me pide mas
fianzas... A V. A. suplico, atento que yo no tengo más fianzas, y que son bas-
tantes 4.000 ducados, y ser yo hombre conocido, de crédito y casado en este
lugar. V. A. le mande se contente... que en ello recibiré... merced... Miguel de
Cervantes Saavedra.» (Es todo de letra de Cervantes). Al respaldo dice: «En
Madrid á XX de Agosto de 1594. — El contador E. de Araiz informe — Rubri-
cado.— En Madrid á XXI Agosto de 1 594. — Que se despache la comisión con
las fianzas que tiene dadas y con que se obligue él y su muger. — Rúbrica del con-
iador. *=tEB... Madrid á 21... Agosto de 1594, ante mi... parescieron M. de Cer-
vantes y Dofia Catalina de Salazar y Palacios, su muger, vecinos de la villa de
Squivias... dijeron: que por cuanto... han nombrado al dicho Miguel de Cervan-
tes para que... vaya á... Granada y otras partes... á hacer pagado á S. M. de
2.550.000 mrs. que... se le deben de... y alcabalas...; y porque el dicho Miguel
de Cervantes se ha de obligar y dar fianzas..., en su cumplimiento otorgaron que
se obligaban... debajo de la dicha mancomunidad, que el dicho Miguel de Cer-
vantes dará la dicha cuenta...: y para el cumplimiento dello... obligaron sus per-
sonas y bienes y muebles e raices,... E la dicha Dofia Catalina de Salazar re-
nunció las leyes, etc., y juró de no venir contra esta scriptura... ni por alguna
manera, ni por razón de su docte é arras é bienes parraferaales y hereditarios...
y lo firmaron, etc.. ante mí: Gerónimo Félix, scribano de S. M.»=<Ü. Felipe
por la gracia de Dios etc: A vos Miguel de Cervantes, sabed: que conforme á la
Biografías y noticias biográficas »$
cuenta que se tiene en mis libros de relaciones de los tnrs. que se me deben en
el reino de Granada de lo procedido de mis alcabalas, tercias y otras rentas
hasta el tercio primero de este año de 1594... están por pagar del finca que que-
dó para mi, los mrs. siguientes: {son 7 partidas, á saber: /.*... de la casa de la
moneda de Granada; 2.*... de la renta de la Agüela de esta ciudad; 3?-... de la
tierra de Ronda: 4?-... de las alcabalas y tercias de Lo; a y Alkatna; J".*... de las
de Guadix y su partido; 6?-... de la ciudad de Baza; y 7.'... de Almuñecar, Mo-
tril y Salobreña): que todas las dichas partidas suman 245998^ mrs.; y porque
á mi servicio y buen recaudo de mi hacienda conviene que se cobren,... con-
fiando de vos que lo haréis con el cuidado y diligencia que se requiere, fue
acordado de vos lo cometer..., y os mando que luego vais con vara alta de mi
justicia... donde fuere necesario, y requeráis... á cualesquier personas que los de-
bieren pagar, que os lo den y paguen luego...; y si no os los dieren y pagaren,
haréis en sus personas y bienes y de sus fiadores todas las ejecuciones y dili-
gencias necesarias....; y cobrado que hayáis los dichos mrs. los traeréis á mis
arcas de tres llaves... á D. Pedro Mesia de Tovar, que hace el oficio de mi teso-
rero general... E mando á mis justicias, tribunales y audiencias,... que... vos
den todo el favor y ayuda que les pidiéredes...: en lo cual os habéis de ocupar
cincuenta dias, ó los que menos fuere menester, con mas la ida y vuelta á esta
mi corte, contando á razón de ocho leguas por dia; y en cada uno de ellos ha-
béis de llevar 550 mrs. de salario...: dada en Madrid á 13 de agosto de 1594
años.»
5.° Diligencias de ejecución efectuadas por Cervantes en Baza, á 9 Sep-
tiembre de 1594.
fEn la ciudad de Baza á 9 dias del mes de Setiembre de 1594 afíos, Mi-
guel de Cervantes Saavedra, juez ejecutor por S. M. dijo: que... ha venido á esta
ciudad á tomar cuenta del valor que han tenido este año de 1594 las rentas de
tercias y alcabalas... para saber el finca que queda para S. M...; é la dicha cuenta
la hizo con intervención del Lie. Antonio de Rueda, tiniente de corregidor, es-
tando presentes Alonso de España tesorero propietario..., é Gaspar Osorio de
Tejada, tesorero nombrado para este año.... [hecho el cargo y las bajas, resultó
el tercio de 2y.go4 mrs.)
£ luego dicho Miguel de Cervantes, requirió al dicho alcalde mayor... que le se-
ñale de quien pueda cobrar los dichos rars...; y el dicho alcalde mayor... le se-
ñala... á Simón Sánchez, mayordomo de esta ciudad, y a Juan de Cuenca...; é
por el dicho ejecutor visto, mandó que se notifique luego á los dichos...; é ansí
lo proveyó é firmó Miguel de Cervantes Saavedra — Cristóbal Minguez, escriba-
no.»— {Siguen dos notificaciones del escribano d los mismos Cuenca y Sánchez).
Y continúa así: <En Baza á 10 dias del mes de Setiembre de 1594 años, ante
mí... parescieron Juan de Cuenca é Simón Sánchez, é dijeron que ellos quieren
pagar á él dicho Miguel de Cervantes los dichos 27.904 4 mrs.,é ansí se los dieron
é pagaron, y se los recibió de los susodichos,... de que doy fe;... Ante mi: Cris-
tóbal Minguez, escribano.»
6.° Carta autógrafa de Cervantes al Rey, fechada en Málaga á 17 de No-
viembre de 1594 dándole cuenta del estado de su cobranza.
<Muy P.o Señor. — Escribí a V. Mgd. los dias pasados lo que hauia hecho en la
cobranza q Por mandado de U. Mgd. vine a hazer de las fincas de las tercias y
alcabalas de algunos lugares deste Reyno de granada y auise que dos Partidas
contenidas en mi comisión qe fueron la de la casa de la moneda de granada y la
de Motril y Salobreña y almuñecar hauian salido muertas Porque estauanya Paga-
das de las demás qe son Baga, gudix Agüela de granada y loxa e cobrado ya el
din.o dellas excepto dos mil Reales e embiado en póliza segura a esa corte Re-
Tomo II 4
25 Biografías y noticias biográficas
mitida A Alonso Pérez de yna criado del licenciado Laguna, después acá e estado
en velez málaga y por estar la tierra apretada y los receptores no poder cobrar de
los arrendadores rae e contentado de tomar cédulas del din.o para fevy.' que me
lo darán dentro de ocho dias, no me queda Por cobrar mas de la partida de Ron-
da qe son 400 g mrs. áseme acabado el termino. U. Mgt sea seruido de que
se me den 20 dias mas en el qual abre acabado con todo y yre a entregar el
din.o donde se me mande. Puédeseme enbiar el despacho á Malaga donde que-
do esperándole. Wr° 17— Miguel de Cerbantes Saavedra.»
{Dice en la carpeta: recibida en 28 de Noviembre de g4.)
«Real provisión de 29 de Noviembre de 1594 años contestando á otra carta
de Cervantes de 8 de Octubre en que le avisaba que no podia cobrar las alca-
balas y tercias de Almufiecar, Motril y Salobreña porqué la persona que habia
hecho el oficio de receptor tenia ya aceptada una libranza por mayor cantidad.
El rey, vistos los libros de su contaduría, le aclara como y de quien ha de co-
brar; y luego le concede para su comisión los veinte dias más de proroga que
Cervantes habla pedido en su carta anterior.»
«Yo Sebastian de Montalban, escribano de S. M. y de sus reales rentas
en esta ciudad de Ronda, doy fe... como Miguel Cervantes, juez ejecutor de
S. M., vino á esta ciudad á cobrar de finca de las tercias del año pasado de 593,
454924 mrs.; y solo cobró dellas 429849 mrs... porqué por recados del recetor...
pareció no deber mas, como todo mas largamente consta por los autos que que-
dan en mi poder, y. .. de pedimento del dicho Miguel Cervantes di la presente
en Ronda en 9 dias del raes de Diciembre de 1594 años.»
«Yo Miguel de Cervantes Saavedra otorgo... que he recibido de Juan Lecler-
que, mercader flamenco, 4000 rs. de plata castellanos,... en virtud de una letra
de Francisco Pérez de Vitoria, en fecha en Malaga á 2 1 dias de Noviembre pa-
sado... fecha la caria en Sevilla á 15 del mes de Diciembre de 1594 afios — Mi-
guel de Cervantes. — Yo Joan de Velasco, escribano publico de Sevilla lo fice
escribir.»
«D. Felipe etc. A vos el Dr. Bernardo de Olmedilla, mi juez de los grados
de la ciudad de Sevilla, sabed que por parte de Miguel Cervantes Saavedra me
ha sido hecha relación que por mi mandado... obo de cobrar cierta cantidad
de mrs. de las tercias de Velez Malaga, y las personas que lo obieron de pagar
se lo libraron en Sevilla, lo cual cobró, y por no hacer costas de traerlo á esta
corte, dio 7400 rs. á Simón Freiré de Lima, el cual le dio cédula sobre si mismo,
á pagar en esta villa de Madrid, y por no haber venido el susodicho á ella, es-
cribió á Gabriel Rodriguez, portugués, para que se los pagase, y no lo hizo, y en
el Ínterin que pasó esto habia quebrado el dicho Simón Freiré... y por ver si los
podia cobrar habia vuelto á esa dicha ciudad, y no habia sido posible por estar
embargada su hacienda por otros acreedores... lo cual visto... os mando... hagáis
que se cobren los dichos 7400 rs... y haréis todas ejecuciones, prisiones y rema-
tes de bienes que sean necesarias,... Dada en Madrid á 7 de Agosto de MDXCV
afios.»
<{El cobro y giro de los 7400 rs. por el juez Olmedilla, consta por la 6.* nota
de las puestas d continuación de la real cédula de 13 de Agosto de I5()4y de las
partidas que remitía Cervantes d la tesorería general, y por el informe dado á
los contadores mayores por los de relaciones, con fecha en Valladolid á 13 Se-
tiembre de i6oj.)>
7.° Cartas de pago y reales provisiones referentes á dicha cobranza, año
1595, al licenciado Gaspar de Vallejo, juez de Sevilla
8." Rea! provisión de i.o de Diciembre de 1597, por la cual aparece lo si-
guiente: Que en 6 de Setiembre del propio año el Rey mandó al mismo juez
que compeliese á Miguel de Cervantes le diese fianzas de que dentro de ao dias
Biografías 7 noticias biográñcas 27
se presentaría en la corte á dar cuenta de la comisión de alcabalas y pagar el
alcance que se le hiciese, y no dándole las dichas fianzas le prendiese y enviase
á buen recaudo á la cárcel real de la corte; que en virtud de esta real carta Va-
llejo prendió á Cervantes; que éste, desde la cárcel, representó al rey que si le
soltaban iria á la corte á fenecer la dicha cuenta; que visto por el presidente y con-
tadores de hacienda en los libros de relaciones que lo debido por Cervantes eran
solamente 79.804 mrs., el rey mandó en la fecha de esta provisión que, dando
Cervantes fianzas legas, llanas y abonadas de que dentro de 30 dias irá á la corte
y dará la dicha cuenta, le soltase de la cárcel. ,
«El otro documento es una relación jurada y firmada por Cervantes, con fe-
cha en Sevilla á 28 del citado Abril de 1598, del trigo y cebada que por medio
de su ayudante Nicolás Benito, y por orden del proveedor Isunza habia sacado
desde 28 de Febrero hasta 8 de Mayo de 1592 de las tercias de la villa de Teva,
que tenia en arriendo Salvador de Toro: el trigo para provisión de las galeras de
España, y la cebada para las recuas que lo llevaron á Málaga, donde el mismo
ayudante lo entregó al tenedor de bastimentos Alonso de Iniesta; y añade Cer-
vantes en el encabezamiento de esta relación, que la daba á los contadores de
S. M., que en es'a ciudad de Sevilla toman cuentas, no obstante tengo otras par-
tidas de la misma comisión de que darlas, que esto> haciendo y juntando mis
papeles para ello, que están en la ciudad de Málaga.»
Pág. 415 — «Receta de los contadores, en Sevilla á 31 Marzo 1598 á Gaspar
de Afiastro, para que dé razón de lo que recibió Cerv. siendo comisario de Isun-
za en 91 y 92; y á continuación está la respuesta que, por ausencia del provee-
dor Afiastro, dio Diego de Rui Saez en el Puerto de Santa María á 9 de Abril
siguiente, por la cual aparece los libramientos que se le hicieron y los acopios
que verificó, etc.»
9.° Informe del contador Ipenarrieta, en Valladolid á 24 En.° 1603, mani-
festando que se hablan dado cartas para que el Sr. Bernabé de Pedroso soltase
á Cervantes de la cárcel en que estaba en Sevilla, para dar cuenta de su cobran-
za y hasia ahora no ka venido ni hay razón de las diligencias que se han hecho,*
«en Madrid á 6 de Noviembre de 1608 se dio auto contra el dicho Miguel de
Cervantes y D. Francisco Xuarez Gaseo, vecino de Tarancon, como su fiador
en termino de diez dias... Y en 24 de dicho mes y año se notificó al dicho Mi-
guel de Cervantes, y respondió que lo oia; y el dicho auto, y un pliego respon-
dido... están en el libro de autos de particulares de esta contaduría.»
El propio D. Tomás González en una de sus ultimas cartas dice á Navarrete;
«No he hallado nada que acreditase la tradición de que Cervantes fué preso en
la Mancha y alK compuso el Quijote; y por todos los pasos que se han averigua-
do documentalmente de su vida desde i¿88 hasta lóoj, conjeturo que esta fábu-
la se engendró en Sevilla en 1595 hasta 1603.»
También inserta Navarrete las partidas de bautismo de los hermanos de
Cervantes, Rodrigo y Andrea, en Alcalá, á 12 Diciembre 1543 y 24 Noviem-
bre 1541.
Además refiere Navarrete la tradición de Alcázar de San Juan respecto á la
creencia de ser Cervantes natural de allí, y de haber compuesto en dicho lugar
sus mejores obras; é inserta una carta del presbítero señor Liaño, quien, apoyado
en la tradición de Argamasilla, se empeña en probar que Cervantes era man-
chego y no alcalaino y que estuvo encarcelado en la casa llamada de Medrano
de aquella población, desde donde escribió una carta á su tío don Juan Bernabé
de Saavedra, vecino de Alcázar, solicitando le socorriese en su triste situación.
Ni estas tradiciones, ni la partida de bautismo de un Cervantes de Alcázar,
hallada muchos años antes, apoyan en lo más mínimo la suposición del señor
Liaño y otros que la prohijan, pues con los nuevos y repetidos documentos pu-
2g Biografías y noticias biográficas
blicados por Navarrete, queda demostrado de un modo irrefutable y aparece
más claro que la luz del sol, que el autor del Quijote nació en Alcalá.
También descubrió Navarrete en el primer libro de recepciones de la con-
gregación de la calle del Olivar, la partida de Cervantes, que es la segunda al
folio 12, y dice así: tRecibiose en esta santa hermandad por esclavo del Santí-
simo Sacramento á Miguel de Cervantes, y dijo que guardaría sus santas cons-
tituciones, y lo firmó en Madríd á 17 de Abril de 1609.»
No es de los menos interesantes el capítulo de las Ilustraciones y Documen-
tos destinado á la Cronología de Cervantes (pág. 232 á 250.)
Ampliando la genealogía de los Cervantes que, desde el grande Ñuño Al-
fonso, dio el erudito Méndez Silva [7], asciende Navarrete al orígen, que lo
tuvo en Tello Murielliz, ríco hombre de Castilla, oriundo de familias gallegas,
que vivió por los años de 988; prosigue su descendencia que se dividió después
en dos ramas, la de Cervatos y Cervantes; y da detallada noticia del abuelo de
Cervantes, don Juan, de su bisabuela, doña Juana de Avellaneda, hija de don
Juan Arias de Saavedra y de sus padres, mujer y hermanos, así como de la ca-
lidad ilustre de la familia de nuestro Cervantes.
Respecto á la hija de Cervantes, no habiendo Navarrete podido disfrutar de
los documentos que ha poco se han descubierto, se limita á conjeturar que doña
Isabel fué hija de alguna dama portuguesa, con quien Cervantes tuvo trato du-
rante su estancia en Portugal.
La Viita de Cervantes, por Navarrete, fué reimpresa por Gorchs, en Barce-
lona el año 1834, para acompañar su edición del Quijote en 6 tomos.
Reuniendo y ordenando todos estos descubrimientos y ayudado de su pro-
fundo criterio de historiador compuso Navarrete un trabajo completamente nue-
vo, precisando sucesos de la Vida de Cervantes hasta entonces desconocidos, de
tal modo que, hasta aún hoy puede decirse que la obra de Navarrete es lo mejor
que poseemos en esta materia. Con justicia puede lisonjearse el insigne biógrafo
de thaber dado tanta luz y novedad á los sucesos de Cervantes, que parece la
vida de otro sugeto diferente si se compara con las anteriormente publicadas.»
Terminaré estampando las frases que Ticknor le dedica: ees sin disputa una de
las obras biográficas más bien pensadas, y escritas con mas juicio que existen
en ningún país.>
D. B. J. Gallardo, en el nüra. I átEl Criticón {año 1835), afirma que el año
de 1809 descubrió en Sevilla la Información de Argel y se preparaba algunos
años más tarde, hallándose en Londres, á publicar una Vida de Cervantes, cuando
supo que se le había adelantado Navarrete, y desistió p>or entonces de su empresa.
25. — Diccionario histórico ó Biografía universal compendiada por A.
B. T. y M. h. Barcelona, 1831.
12 tomos en 4°
Hay una biografía de Cervantes, que ocupa 10 páginas á dos columnas, en
parte extractada de Pellicer.
26. — Vida de Cervantes, por D.Mariano de Rementeria y Fica. Al
frente de su obra: Honores iributados á la memoria de Cervantes^
Madrid, 1834.
Es una biograiía sumamente apreciable por sus levantados conceptos y jui-
ciosas observaciones.
Biografías y noticias biográficas 29
27. — Cervantes.
Noticia biográfica en los números 8.° y 9.° del Observatorio pintoresco, del
año 1837. — Madrid. Pretende el articulista haber visto la partida original de
rescate de Cervantes y dice que en ella aparece ser de Madrid. Como en todas
las copias auténticas de dicha partida, una de ellas mandada á la Real Acade-
mia Española, se lee que: «Fr. Juan Gil rescató á Miguel de Cervantes, natural
de Alcalá de Henares... vecino de la villa de Madrid, eto, es evidente que el
articulista del Observatorio pintoresco vio y copió mal, tomando el lugar de la
vecindad por el de la naturaleza. Este error ha ocasionado más tarde ciertas
discusiones [ 81 ].
cTengo entendido, — rae dice D. M. Menéndez Pelayo, — que el autor de
este articulo fué D. Basilio Sebastián Castellanos de Losada. >
28. — Cervantes y sus obras.
Artículo biográfico de don Jacinto de Salas y Quiroga, inserto en el nú-
mero 14 de -£/ Laberinto, día 16 de Mayo de 1844.
29. — Semanario pintoresco español. Madrid, i8 de Octubre de 1840;
págs. 329 y siguientes del tomo.
Artículo biográfico de Cervantes, por don José de la Revilla.
30. — Semanario pintoresco español. Año de 1844.
En la página 408 hay un tosco facsímile de la firma de Cervantes.
31. — Vida de Cervantes, por D. Eugenio de Ochoa. Va al frente de la
edición del Quijote impresa en París, 1844; Ch. Hingray.
En 8.»
No ofrece nada de notable.
32. — Manual de literatura, por D. Antonio Gil de Zarate. Madrid,
1842-44.
4 tomos, en 8.°
Hay una noticia biográfica de Cervantes.
33. — Vida de Cervantes, por D. Buenaventura Carlos Aribau. Va al
frente del t. I de la Biblioteca de Autores Españoles, que contiene
las Obras de Cervantes. Madrid, Rivadeneira, 1846.
En 4-"'
Desde la aparición de la Vida de Cervantes, por Navarrete, los sucesos más
culminantes de ella quedaron, como ya dije, aclarados, y los posteriores biógra-
fos se vieron libres del deber de demostrar hechos, antes dudosos. Asi lo estima
70 Biografías j noticias biográficas
Aribau, añadiendo luego que: «A más de las noticias y documentos contenidos
en las obras de los citados escritores, hemos tenido á la vista unos extensos es-
tudios sobre Cervantes que en el año de 1832 preparaba en París para la impre-
sión el señor Arrieta, conocido ya por otros trabajos. Este curioso manuscrito,
fruto de largos años de lectura y meditación, se halla en poder de nuestro ami-
go el señor Hartzenbusch, quien ha tenido la bondad de facilitárnoslo para con-
sultan; y continua Aribau diciendo que con autorización del señor Quintana se
ha aprovechado de algunas ideas de su vida de Cervantes.
Aunque escrita con pretensiones modestas, es sin embargo excelente y dig-
nisima de aprecio esta nutrida y hermosa biografía, ya por su exposición clara
y elegante y su correcto estilo, ya por sus elevados juicios. Con razón dice de
esta Viífa Piferrer: «Por la abundancia y exactitud de datos compite con las más
celebradas; pero á las más supera en la bondad de la dicción, en lo oportuno
de las reflexiones y en el acierto de sus juicios. » En suma, bien acreditó en este
trabajo el biógrafo catalán aquella frase de Quintana: «Aribau es el primer pro-
sista castellano. »
33 bis. —Miguel de Cervantes Saavedra.
Noticia biográfica escrita por don Pablo Piferrer. {Clásicos españoles, Bar-
celona, 1846.)
Aunque sucinta, está expuesta con claridad, gusto y maduro juicio. Esta bio-
grafía fué reimpresa en un tomo de Estudios de crítica, de Piferrer (imprenta
del Diario de Barcelona, i}$6...)
34. — Historia y retratos de los hombres útiles. Colección de 81 retra-
tos abiertos en acero. Madrid. — Barcelona, Impr. y librería de
Llorens Hermanos, 1846.
En 4° de 91 pág. á 2 col.
Lleva una suscinta biografía extractada de la de Ríos. La misma se halla,
con ligerísimas variantes, en la siguiente obra: Celebridades del mundo 6 sea
anales de todos los siglos, impresa el mismo año por los mismos editores. La
acompaña un precioso retrato de Cervantes grabado en acero por Hopwood.
35. — Recuerdos de un viaje por España. Quinta parte, Madrid, 1851,
Mellado.
En 4.»
A la página 48 empieza una noticia biográfica de Cervantes algo detallada,
con recuerdos de la tradición de Argamasilla.
36. — Vida de Cervantes. Figura en las Obras completas de Quintana,
t. XIX de la Biblioteca de A. A Españoles de Rivadeneira, impreso
el año de 1852.
Precede esta Advertencia del autor:
«Este opúsculo escrito para la edición del Don Quijote hecha en la imprenta
Real en 1797, era una noticia demasiado sucinta, que por el tono de declama-
ción y por la inconsiderada ligereza de sus censuras daba á entender bien claro
los pocos años que entonces tenía su autor. Ahora sale ampliada, rectificada y
casi refundida del todo. En los hechos principales, además de los que dan de sí
los escritos de Cervantes y de otros autores coetáneos, se han tenido presentes
sus biógrafos principales, Mayans, Rios, Pellicer y Navarrete. El último, sobre
Biografías y noticias biográficas 31
todo, nada deja que desear en esmero y diligencia, en prolijidad de investiga-
ciones y en copia de erudición. Así, en la parte histórica la noticia presente no
es más que un resumen de lo que han escrito los autores citados, especialmente
los dos últimos, en lo demás hay la diversidad indispensable y necesaria entre
quienes se ocupan de un mismo objeto, pero con diferente gusto y diferentes
principios. >
Forman interesante remate de esta biografía siete cortos apéndices dignos
de ser estudiados. Sus epígrafes son: «Sobre si hubo ó no alguna hostilidad en-
tre Lope de Vega y Cervantes»; «Sobre las alabanzas que daba Cervantes á los
autores coetáneos suyos»; «Sobre los versos de Cervantes»; Sobre un pasaje de
la comedia de Pedro de Urdemalas relativo al purgatorio»; «Sobre las obras que
Cervantes dejó por concluir»; «Sobre si es bastante conocido el carácter parti-
cular de Cervantes»; y «Sobre el Viaje al Parnaso de César Caporali.»
37. — Diccionario geográfico-histórico y estadístico de España, 1849-50.
16 tomos.
En el artículo «Madrid» da esta noticia: «El P. Fr. Alejandro de la Madre
de Dios, en su Crónica de la O. de Trinitarios descalzos, expresó terminante-
mente que desde 1612 hasta 1639, residieron las Monjas Trinitarias en su con-
vento de la calle de Cantarranas... lo que prueba que Cervantes fué sepultado
en este mismo convento de la calle de Cantarranas y no en la del Humilladero,
como generalmente se cree y como registran varias obras, inclusa la interesante
Vida de aquel ingenio publicada por el apreciable caballero y sabio modesto
D. M. Fernandez Navarrete. »
38. — Facsímile de la partida de bautismo de Miguel de Cervantes Saa-
vedra, de sn firma y la de su mujer D.' Catalina de Palacios y Sa-
lazar. (Portada orlada con el busto de Cervantes v una escena del ^ni/íi/f correctísima.)
Son dos hojas de facsímiles, acompañadas de un texto de 12 páginas impre
sas en Madrid, por Aguado, el año de 1852. Las publicó don José de Velasco
Dueñas. Después de poner la traducción de la partida de bautismo en francés,
inglés, alemán, italiano y portugués, aduce oportunas observaciones para de-
mostrar que la patria de Cervantes es Alcalá de Henares, rebatiendo la errónea
afirmación del Observatorio pintoresco [ 27 ]. Inserta el Soneto «Voto á Dios
que me espanta esa grandeza», sacado de un manuscrito con variantes.
39. — Pintura de las inmediaciones y pueblo de Esquivias, donde es- i
cribió Cervantes una parte del Quixote. Reseña de esta obra in- I
mortal, por D. Joaquín M. López.
Según el señor Asensio, de quien tomo esta noticia, fué este artículo publi-
cado en las obras del autor y en varios periódicos el año de 1849, luego en La
Platea, periódico sevillano, en 1852, y más tarde, (1874), coleccionado en la
Biblioteca de la Asamblea.
40. — Don Cayetano Alberto de la Barrera, en los tomos 11, III y IV de la Revista
32 Biografías y noticias biográficas
de Ciencias, Literatura y Artes, de Sevilla, correspondientes á los años de 1856
al 1858, dio á la estampa diversos artículos conteniendo noticias, notas y datos
reunidos con el objeto de adicionar la Vida de Cervantes, escrita por Navarrete.
Después en el Catálogo bibliográfico y biográfico del teatro español, Madrid,
1860, 4°, insertó una biografía de Cervantes, que más tarde completó enrique-
cida con nuevos é interesantes datos en su excelente trabajo titulado: «Nuevas
investigaciones acerca la Vida y Obras de Cervantes», que va al frente de la
edición de Obras completas de Cervantes, impresa por Rivadeneira en Madrid,
1863, 12 tomos 4.°, acompañándolo con preciosas y eruditísimas notas. Hay
entre ellas la noticia de haberse descubierto la sentida carta que en 26 de Mar-
zo de 1616 escribió Cervantes al Arzobispo de Toledo dándole gracias por sus
nuevas mercedes; y cita á Alonso de Salas Barbadillo, quien en la dedicatoria
de la Estafeta del Dios Momo, después de referir que el Arzobispo de Toledo
señaló una pensión á Vicente Espinel, añade : « La misma piedad ejercitó con
Miguel de Cervantes, porque le parecía que el socorrer á los hombres virtuo-
samente ocupados era limosna digna del Primado de las Espafias.» Esta noticia
la había dado Pellicer en el Ensayo de trad. esp. 1778.
41. — Don Juan Eugenio Hartzenbusch en el prólogo á la edición pequeña del Qui-
jote, impresa en Argamasilla, año 1863, da unas noticias biográficas de Cer-
vantes.
Pone sucintamente de relieve la prueba de ser Cervantes hijo de Alcalá,
cotejando los documentos ya conocidos.
Narra Hartzenbusch una tradición de Argamasilla, en que se dice que el
principal factor de la prisión de Cervantes fué don Rodrigo Pacheco, quien es
el presunto modelo del héroe D. Quijote, pues se sabe que habla estado loco en
alguna ocasión, y se asegura que Pacheco es el personaje de rostro largo y es-
trecho, ojos espantadizos y largos bigotes, retratado en un cuadro existente en el
crucero de la parroquia de Argamasilla que lleva la siguiente inscripción:
€ Apareció Ntra. Sra. á este caballero estando malo de una enfermedad gravísi-
ma... afio de M.bc.l i encomendándose á esta s... llamándola de dia y de no-
che del gran dolor que tenia en el celebro de una gran frialdad que se le quajó
dentro.»
42. — En el Museo Universal át\ 29 de Julio de t86o, hay un artículo anónimo ti-
tulado: «Iglesia de San Marcos (Sevilla).» Al final se estampa este recuerdo ó
suposición: «Desde ella con harta frecuencia, cuando apenas era mas que simple
soldado, contemplaba Cervantes el hermoso rostro de Isabela que cercana á la
iglesia vivia, mujer de quien la fama cuenta, fué el verdadero amor del manco
de Lepanto. >
43. — La Estafeta de Urganda, por D. Nicolás Díaz de Benjumea.
Londres, 1861.
En 8."
En la sección denominada Narración preliminar documentada, (pág. 39 y
siguientes), después de opinar que Cervantes ya en sus primeros años de adoles-
cencia «recreó su imaginación con la lectura de los libros de caballerías», y que
por esto su vida «presto se convirtió en exacta copia de las vidas de los andan-
tes caballeros», hace un juicioso comentario de la Información de Argel, en
donde, en bellísimos períodos hace resaltar el lustre y grandeza de los hechos
Biografías y noiicias biográficas 33
maravillosos que por su solo valor é industria Cervantes llevó á cabo en su cau-
tiverio, «la heroica virtud y abnegación con que expuso su vida para salvar las
de sus compañeros», su proyecto de «apoderarse de la ciudad de Argei, y ofre-
cerla á aquel Monarca que olvidado le tenía en oscuras prisiones», y la enemis-
tad que le tenía Juan Blanco de Paz, quien «fué el origen de ¡a desventura de
Cervantes durante su vida.» «He aquí. — dice el señor Benjumea, — revelado gran
parte del misterio que envclvía la malandanza de Cervantes, y un indicio de
quien era ese invisible enemigo que de ordinario perseguía al buen Quijano.»
Pág- 33:
« Al tiempo que en Alcalá de Henares nuestro poeta, nacía otro Cervantes
de Saavedra en la Mancha, del cual se sabe que se ejercitó en comisiones de
apremio y diligencias de justicia. ¿No es probable que muchas de las tradicio-
nes, noticias, memorias, cartas y documentes convengan con el manchego y no
con el castellano?»
pág. 35: «Hablase de una hija natural de Cervantes, que Navarrete considera
ser fruto de un galanteo con una dama portuguesa. Yo apuntaré mi congetura.
Léase al final del Quijote de avellaneda y cotéjese la mención del mesón de
Valdeasíillas^ con el conjuro que hace el tamborilero á Berganza, en aquel dia
memorable, y con la novela de la Ilustre Fregona. Todas estas corresponden-
cias, la inclinación de Cervantes á tomar sobre sí cuidados ágenos, concurren á
hacerme creer que el epílogo de Avellaneda es alusión á un suceso verdadero
que pasó á Cervantes. Es probable, pues, que un acto de hidalguía, de generosi-
dad y de caridad, sea haber recogido esta huérfana doña Isabel.»
La conjetura no puede ser más novelesca, así como la especie de que Blanco
de Paz fue el origen de la desventura de Cervantes duran.e su vida.
Respecto al supuesto nacimiento de otro Cervantes en la Mancha, ya vere-
mos [122] que la partida de bautismo de Alcázar de San Juan es apócrifa. Caen,
pues, por su base todas las cavilaciones que Benjumea compone apoyándose en
tal Cervantes manchego.
44. — iiNotas á la Vida de Cervantes de Navarrete, por D. Cayetano
Alberto de la Barrera. 2 t. 8." m. s. s. Madrid. 1852-64 y 1864-66. >•
Estos dos tomos, encuadernados, hállanse en la sección de manuscritos de
la Biblioteca Nacional de Madrid.
El t. 1 comprende las Nuevas investigaciones acerca de la vida y las obras de
Cervantes, publicadas en el t. 1 ° de la edición de Obras completas de Cervantes
(Madrid, 1863-64, 12 ts. en 4.°), con algunas adiciones y nuevas notas tomadas
principalmente de la Vida de Cervantes, de Moran.
Los nuevos datos y noticias y los más notables puntos esclarecidos, son los
siguientes:
«en la Reseña histórica de la ciudad de Salamanca., hecha por los doctores y
catedráticos de ella, Z>. M. H. Ddvila, D. S. Ruiz y D. S. D. Madraza
(obrita que vio la luz pública en 1849, y Quc, redactada con presencia de los
documentos que se guardan en aquel archivo, contiene un extenso catalogo no-
minal de los hombres célebres que cursaron... en aquellas aulas), no se encuen-
tra mencionado el nombre de Cervantes.» Esto rebate la aserción de D. Tomás
González [24].
«Recibió el público la i." P. del Quijote con extraordinaria aceptación...;
hecho que por sí solo evidencia la falsedad de la absurda especie que se propaló
en el pasado siglo, y se ha reproducido una y otra vez, suponiendo que Cer-
vantes necesitó llamar la atención hacia su obra, por medio de un papel anóni-
Tomo 11 c
34
Biografías y noticias biográficas
mo, titulado: El Buscapié, en el cual descubría las ocultas y misteriosas alusio-
nes que la misma encerraba. >
«Regresó (Cervantes) con la Corte á Madrid en el año de 1606... Durante
aquel verano, con ocasión tal vez de evacuar diligencias relativas á su antiguo
destino, visitó de nuevo á Sevilla, donde, en 4 de Julio, concurrió á la fiesta que
celebraron en San Juan de Alfarache. .. varios amigos, poetas, estudiantes y
otros caballeros, vecinos ó residentes á la sazón en aquella ciudad.» [I, 421]
«Fundados en el prólogo del Ar«V«, los biógrafos han asegurado que la
estancia de Cervantes en Esquivias.... fué durante la semana de Pascua anterior
á su muerte.... Fero.... no es de manera alguna creíble que constituido ya el en-
fermo en una postración tal, que le impidió salir de su casa el día 2 de Abril
para profesar de Tercero.... pudiese en los 16 días que transcurrieron hasta el
18, en que recibió la extrema-unción, emprender semejante viaje.»
«Cuando Cervantes murió, su hija natural D." Isabel de Saavedra era ya,
hacia tres años, religiosa en el expresado convento de trinitarias descalzas.»
Esta era la creencia general, cuando la Barrera escribió las precedentes li-
neas. Posteriormente las investigaciones de los Sres. Sbarbi, Sigüenza, Foron-
da y oíros han patentizado que la hija de Cervantes no fué monja.
«Doña Catalina Salazar de Palacios sobrevivió á su esposo Cervantes unos
diez años y medio; había heredado bienes, después de viuda, de su tío don
Francisco de Palacios y Salazar.
«resulta de dos fehacientes documentos, referentes al rescate de Cervantes
[18], que su madre estaba ya viuda en 31 de Julio de 1579... Sin embargo, su
partida de defunción, existente en la parroquia de San Justo de esta corte, en
libro que comienza á 9 de Agosto de 1576 y concluye en 23 de Setiembre de
1590, tiene la fecha de 13 de Junio de 1585, y se halla como á la mitad del
libro. Testó ante Diego Hernández; nombró por sus albaceas á doña Leonor,
su mujer, y á doña Catalina de Palacios, viuda de Hernando de Salazar. Fué
enterrado en la Merced.»
Si esta partida es fiel, debe de estar equivocada la fecha de 1585, pues se
halla en contradicción con la de 1579, donde D.* Leonor manifiesta que era
viuda. Tal vez esta partida no se refiera al Rodrgo, padre de Cervantes.
«Ignorase cuando y donde falleció doña Leonor de Cortinas, madre de Cer-
vantes. Yo presumo que en Esquivias. Acaso fué natural de este pueblo, en el
cual, por lo menos, tenía íntimas relaciones con doña Catalina Palacios, antes
de ser esta su consuegra. »
Las repetidas pruebas de ser Cervantes hijo de Alcalá de Henares, que en
los núms. 16, 19 y 24 he consignado, las reúne y coordina el Sr. La Barrera
con sumo acierto y proligidad.
Todas las noticias, olDservaciones é ilustraciones son interesante^, pero la
que envuelve gran importancia, es la siguiente nota d la pág. LXIV: «Refiere
el Sr. Moran las indagaciones nuevamente hechas en Valladolid para el descu-
brimiento de la casa donde moraba Zervantes. En la Biblioteca Nacional exis-
te {C)\7í causa con motivo de la muerte de Ezpeleta. De la declaración prestada
por Isabel de Ayala (2), beata, resulta que Doña Isabel de Saavedra estaba pú-
blica y notoriamente amancebada con el portugués Simón Méndez. Ocultaron este
hecho Pellicer y Navarrete, como si la falta (si fuese cierta) de Isabel empañase
la gloria de Zervantes.»
(i) Ahora está en la Real Academia Espafiola.
(2) Creo que debe de decir Ayuda.
Biografías y notician biográficas 3$
Tamaña aseveración necesita ser examinada y discutida para desentrañar su
certeza. Lo cierto es que las declaraciones de la tal beata Ayala alcanzaron á
otras personas de la casa, y llevan trazas de ser calumniosas murmuraciones.
Ilustraron este tomo «.fieles copias de las Partidas originales del rescate de
Zervantes, además de los j principales retratos de Zervantes ; el pintado por
F. Pacheco y descubierto por Asensio; el de la Academia y el pintado por Kent
en Londres.^
Pero el documento quemas lo enriquece es el «Facsímile fotográfico de la
carta de Cervantes al arzobispo de Toledo, en Marzo de 1616», documento que
había ya publicado el Sr. La Barrera en sus Nuevas investigaciones, etc., pági-
na LXXL He dado el texto de esta carta en el t. I de esta Btbliograjía, sec. de
«Autógrafos».
El t. II contiene: «Los Nuevos documentos del Sr. Asensio, etc.» — «La Cau-
sa instruida en Valladolid desde 27 de Junio de 1605, á consecuencia de la
muerte de Ezpeleta», — y el «Facsímile de la partida de bautismo de Cervantes,
por Velasco Dueñas.»
En la sección de «Notas y Comentarios», daré cuenta de los muy intere-
santes y curiosos que el Sr. La Barrera en su citado trabajo acumuló; y al hablar
de! Buscapié, transmitiré la importante polémica, en la cual fué La Barrera el
principal adalid.
45. — Cervantes y Lope en 1605. Articulo de D. Juan E. Hartzenbusch,
publicado por vez primera en Madrid, el año 1862, en la Revista
Espajiola, y reimpreso en La España Literaria, de Sevilla, año
1863; en La América, de Madrid, año 1866, y en el tomo de Notas
á la pritnera reprodttcción foto-zincográfica del Quixoíe, impreso en
Barcelona el año de 1874.
En este curioso y erudito trabajo hace el autor varias citas y aplicaciones
relativas á los dos esclarecidos ingenios, y al mencionar los dardos que Lope
dirigió a Cervantes en dos de sus cartas el año de 1604, consigna que más tarde
ambos se hicieron la justicia debida como lo atestiguan los mutuos elogios que
en sus obras dejaron estampados.
Según Navarrete, {Vida de Cervantes, pág. 457), defendió á Cervantes de
haber sido émulo de Lope de Vega don Juan Pablo Forner en sus Reflexiones
de Tomé Cecial, año 1786.
45 bis. — La cárcel de Miguel de Cervantes en Argamasilla de Alba.
Museo Universal, 1862, ntím. 27, t. VI, pág. 210.
Artículo anónimo, apoyando la tradición de Argamasilla. Van la vista y el
plano de la casa de Medrano en Argamasilla.
46. — Vida de Cervantes, recopilada y añadida con nuevos datos por
D. Jerónimo Moran. Madrid. En la Imprenta Nacional. 1863.
Folio de XIX 391 páginas, más una hoja con la Advertencia del editor,
3 páginas para el índice, y una con la lista de las láminas.
36
Biografías y noticias biográficas
Forma el tomo III de la edición del Quijote, editada por Dorregaray [I, 137].
El mismo señor Moran nos da cuenta, en el prólogo, del plan que ha segui-
do en su rico y bien meditado trabajo: «Hemos preferido el sistema de recopi-
lar sobre la base de la Vida de Cervantes^ tan primorosamente escrita como
sabiamente ilustrada por el señor Navarrete, cuantas noticias y datos dignos de
fe hemos logrado recoger relativos á las extrañas vicisitudes de la historia de
Cervantes, sin olvidar los demás escritos consagrados á la misma por los escri
tores de más nota.» «El señor Navarrete tenía acopiados varios nuevos datos
curiosos, mas antes de coordinar y dar á la estampa los materiales reunidos,
cortó la muerte el hilo de sus días. El señor don Eustaquio Fernández de Na-
varrete, digno nieto de tan eminente académico, posee esos manuscritos inédi-
tos y con una generosidad que nunca podremos estimar bastante, nos ha fran-
queado copia de ellos, deseoso de que puedan ser útiles a la pública ilustración »
Las noticias más culminantes que añaden datos nuevos para ilustrar la vida
del autor del Quijote, enseñar :
Que Felipe II, por dos cédulas fechadas en Tomar á 21 de Mayo de 1581,
libró á favor de Cervantes cien ducados, ten atención, — dice, — que va á ciertas
cosas de nuestro servicio. t Sospecha Moran fundadamente que estas cosas fueron
las cartas para el gobernador de Oran.
Que ya en el año de 1587 estaba Cervantes en Sevilla empleado en acopiar
trigo, con el salario de 12 reales al día, por comisión de Diego Valdivia, Al-
calde de aquella Real Audiencia. (Consta por recepta de los libros de la paga-
duría á cargo de Agustín de Cetina, firmada en ausencia de éste por Juan de
Tamayo, en Sevilla, á 24 de Noviembre de 1592.)
Que el primer nombramiento de comisario que en la misma ciudad de Sevi-
lla le confirió don Antonio de Guevara fué en 1 2 de Enero de 1588, confiriéndole
nuevo nombramiento de comisario para acopios de trigo, cebada, etc., en 15 de
Junio del propio año.
Que continuó Cervantes siendo comisario de Guevara, quien en 5 de Sep-
tiembre del mismo año le confirió desde Sevilla nueva comisión para sacar
2.000 arrobas de aceite de Marchena; en 17 de Octubre otra para sacar trigo de
Ecija y molerlo; y en 20 del propio mes, otra comisión para sacar 2.500 arrobas
más de aceite de Ecija; en esta última le dice que procure hacer tos acopios sin
rigor ^ lo cual induce á sospechar que Cervantes se vio quizá obligado á usarlo
alguna vez, por oponerle dificultades los que habían de entregarle las cosas
mandadas.
Que en 23 de Marzo de 1590, el proveedor general Miguel de Oviedo nom-
bró comisario á Cervantes para acopiar aceite en Carmena.
Que en 27 de Agosto de 1590 Cervantes presentó en Sevilla relación jurada
del trigo, cebada y maravedises que recibió en 1587, 88 y 89, siendo comisario
de Valdivia y de Guevara, (números i á 6), y de lo que gastó en las moliendas
que estuvieron á su cargo.
Que en 2 de Abril de 1591 y en 20 de Octubre del mismo afio presentó en Se
villa relaciones juradas de los acopios hechos por orden del proveedor Guevara.
Que el año 1592 fué reducido á prisión en la villa de C.istro del Río, á con
secuencia de una causa que, por haber vendido 300 fanegas de trigo sin orden
para ello, y por ciertas culpas que contra él resultiban en su comisión, le formó
el corregidor de Ecija don Francisco Moscoso, juez contra comisarios, y que,
suelto bajo fianzas, pasó á Madrid y con este motivo á i.° de Diciembre pre-
sento un Memorial pidiendo que no se molestase al proveedor Pedro de Isunza,
pues el daría clara cuenta del trigo que se denunciaba. El facsímil de este me-
morial va á la pág. 207.
El seflor don Julián Apraiz, en un apreciabillsimo libro que acabo de reci-
Biografías y noticias biográficas
:?7
bir, {Cervantes Vascófilo, Vitoria, 1895), demuestra con nuevos documentos que
la ida de Cervantes á Madrid y su representación al Rey para que no se moles-
tase á Isunza, no fué por esa prisión de Castro del Río, sino por otra toma de
trigo de Teba, de las tercias arrendadas ¿ Salvador del Toro. Más adelante daré
cuenta detallada del libro del señor Apraiz.
Que en 24 de Noviembre de 1592 la cuenta de las moliendas números 3 y 5
se feneció en Sevilla por los contadores Pedro Ruiz de Otalora y Francisco
Vázquez de Obregon, y resultaron de alcance contra Cervantes 128.281 mara-
vedises.
Que en 17 de Enero de 1593, presentó Cervantes, en Sevilla, otra relación
jurada, que fué comprobada con las receptas de los proveedores Oviedo y Gue-
vara.
Que en 7 de Julio de 1593, el proveedor Miguel de Oviedo confirió comisión
á Cervantes para sacar 30 mil fanegas de trigo en una zona de 12 leguas á la re-
donda de Sevilla: Que en 19 de Agosto siguiente el mismo Oviedo le confirió
nueva comisión para sacar 1 2 mil fanegas más de trigo en Llerena, Villagarcía
y demás pueblos de su contorno.
Que en 30 de Junio de 1594 se liquidó en Sevilla, por los contadores Otalora
y Obregon, la cuenta del acopio del aceite y no resultó alcance ninguno contra
Cervantes.
Que al contestar Cervantes la recepta de los contadores de 3 1 Marzo de
1598 [24], estaba en la prisión y manifiesta que si salía pronto de ella podría
rendir las cuentas que se le pedían, para lo cual necesitaba algunos papeles que
estaban en Málaga
Que en 15 de Septiembre de 1569 se expidió en Madrid Real Provisión
«para que el alguazil Juan de Medina vaya á Sevilla y á todas las otras partes
que fuere nezesario y prenda á un Myguel de Zerbantes prozesado en rebeldía
sobre aber dado ciertas heridas en esta corte á Antonio de Sigura por lo qual
dicho Zerbantes fué condenado á que le fuese cortada la mano derecha y en
destierro por diez años.» El señor Moran aduce varias razones en apoyo de la
hipótesis de qu,e el Cervantes citado en este documento sea el autor del Quijote;
y si bien sus conjeturas nada prueban, merecen ser meditadas.
También inserta el señor Moran la carta en verso escrita por Cervantes du-
rante su cautiverio al secretario Mateo Vázquez.
Y otro de los nuevos datos que avaloran esta obra es el del descubrimiento
de la casa donde habitaba Cervantes en Valladoüd.
Termina el libro la «Lista bibliográfica de las ediciones del Quijote, publi-
cada por Navarrete, aumentada ahora con los apuntes que dejó inéditos, y con-
tinuada por el señor Moran.
Ilustran esta Vida 7 láminas grabadas en cobre y el facsímile del Memorial
ya citado.
47. — Vida de Cervantes, porj. M. Guardia. Escrita en francés y pu-
blicada al frente de su traducción francesa de £/ Viaje del Parnaso^
París, 1864.
En 12."
Acompaña á esta Vida el precioso autógrafo, descrito en el t. 1 de esta Bi-
bliografía [444], que es la Relación jurada de los gastos menudos en la molienda
de Ecija por comisión del Sr. Antonio de Guevara los años de 88 y 8g.
jg Biografías ynotieias biográficas
48. — Nuevos documentos para ilustrar la vida de Miguel de Cervantes
Saavedra; con algunas observaciones y artículos sobre la vida y
obras del mismo autor, y las pruebas de la autenticidad de su ver-
dadero retrato, por D. José María Asensio y Toledo. Precedidos de
una carta escrita por el Sr. D. Juan Eugenio Hartzenbusch, é ilus-
trados con la copia del retrato que pintó Francisco Pacheco, sacada
de un dibujo del Sr. D. Eduardo Cano. — Sevilla. — Librería de
D. J. Geofrin, 1864.
En folio, de XVIII 95 iiágs., en gran papel-
Bien puede decirse que la materia de este libro, si es corta en cantidad, es
rica en calidad; tan curiosos é interesantes son los 11 nuevos documentos que
en ella presenta su ilustrado autor, amén de otras notables noticias cervánticas
que nos da, ccontribuyendo, — como justamente dice — á ilustrar con hechos
ciertos la vida del inmortal autor del Quijote.»
Citaré los más notables:
I. Poder á Femando de Silva, en Sevilla á 24 de Febrero de 1588, para
que en nombre de Cervantes pida la absolución de la excomunión que contra
él puso la autoridad eclesiástica por haber embargado el trigo de las fábricas de
Ecija para servicio dei Rey y por orden y comisión del licenciado Diego de
Baldivia.
II. Poder á Miguel de Santa María, en Sevilla á 26 de Junio de 1589 para
administrar, cobrar, pagar y para pleitos, etc., y otro sí, para que pueda dar en
nombre de Cervantes las cuentas de la molienda de trigo de la ciudad de Ecija
que tiene por comisión de Antonio de Guevara y cobrar lo que oviere de aber
por las dichas cuentas. (Consta Cervantes como vecino de Esquibias).
III. Finiquito de cuentas entre Cervantes (vecino de Esquibias) y Tomás
Gutiérrez, á 26 de Junio de 1589, en Sevilla, ante Alonso de Cívico, Escribano
público de Sevilla.
IV. Carta de pago otorgada por Cervantes, en Sevilla, á 27 de Marzo de
1590, ante el notario Luis de Porras, á favor de Diego de Zufre de la suma
de 400 rs. en plata los cuales son para cuenta de los salarios devengados y á de-
vengar en la saca del aceite que por comisión de Francisco Benito de Mena que
hacía oficio de prouoedor por D. Antonio de Guevara, se saca de la ciudad de
Ecija y villa de Carmona y otras partes desta Andalucía para provisión del ar-
mada de S. M.
V. Poder firmado en Sevilla, por Cervantes á 27 de Junio de 1592, ante el
notario Luis de Porras, á fauor de Diego de Ruy Sayez, para cobrar del pro-
veedor Pedro Isunza los maravedís que pareciere deberle por sus salarios y por
el tiempo que Cervantes ha servido á S. M. con comisión de dicho proveedor....
... y así mismo para cobrar de Nicolás Benito comisario de S. M. 340 reales que
le debía.
VI. Carta de pago firmada por Cervantes en Sevilla, á 14 de Julio de 1592,
ante el escribano Luis de Porras, á Diego de Ruy Sayez, de 3.200 reales de pla-
ta en cuenta del salario de Cervantes del tiempo que sirvió á S. M., en la saca y
conducción del trigo de Jaén, Ubeda, Baeza y otras partes de Andalucía.
VII. Fianza por Juan Fortuní, á 5 de Agosto de 1592, en Sevilla, ante el
notario Luis de Porras. (Acciona Cervantes como vecino de Madrid residente
en Sevilla.)
VIII. cEn Sevilla á 5 de Agosto de 1592... parescíó Miguel de Cervantes Saa-
Biografías y noticias biográficas 39
vedra comisario de S. M y dijo que se hazia cargo de 1.137 fanegas y 2 quar-
tillos de trigo y 510 fanegas de cebada que Nicolás Benito su ayudante saco por
él en la villa de Teba de las Tercias Reales que estaban á cargo de Salvador de
Toro el año pasado de 91, el cual trigo y cebada lo hizo conducir con diferen-
tes arrieros el dicho Nicolás Benito á las ciudades de Malaga y Antequera y
para que el señor proveedor D. Pedro de Isunza se las mande pagar otorgó lo
dicho... ante mí... Luis de Porras Escribano público de Sevilla.»
IX. «Contrato con Rodrigo Osorio, autor de comedias, vecino de Toledo,
(Cervantes consta como vecmo de Madrid), en Sevilla á 5 de Setiembre 1592,
obligándose á componer seis comedias y paresciendo, después de representadas,
que son de las mejores comedias que se han representado en España, le ha de
pagar por cada una 50 ducados, y sino son tales como está dicho, no le ha de
pagar nada.»
X. « .. yo Miguel Cervantes de Saavedra criado del rey N. S. otorgo... que
he recibido de Andrés de Cerio vecino de Córdoba... 600 rs. de plata por mi
salario de 60 dias á razón de 10 rs cada dia que me ocupe en ayudar al dicho
Cerio en el embargo que hizo de 5.000 arrobas de aceite en Ecija y Marchena
y el Arahal y Utrera... dada en 24 de Octubre del año pasado de 92... y le otor
go esta carta de pago en Sevilla á 8 de Julio de 1593... — Luis de Porras, es-
cribano público de Sevilla.»
XI. «Poder, en Sevilla, á 12 de Julio de 1593, ante el escribano Luis de
Porras, á favor de Juan de Salinas procurador de los consejos de S. M., para
pleitos.»
Cita ademas el señor Asensio las anotaciones de otros documentos que no
han podido copiarse por no existir los libros á que se refieren los índices del
escribano Porras. En el del año 1590 hay esta anotación: «Poder (por otorgar.) —
Miguel de Cervantes d su muger.11 Lo que parece probar que ésta habitaba en-
tonces en Sevilla. Pero ¿no es extraño que en 1589 (documentos 11 y ni) figura
Cervantes como vecino de Esquivias y en 1592 (documentos VII y IX), como
vecino de Madrid?
Siguen á los documentos dos artículos uno de los cuales versa sobre La £s-
pañola Inglesa, señalando la época exacta en que fué escrita.
Digno coronamiento del libro son los argumentos que el Sr. Asensio aduce
para probar la autenticidad del retrato hallado en un cuadro de Pacheco exis-
tente en el Museo de Sevilla; argumentos que merecen ser meditados y apre-
ciados.
Entre otros justos encomios que este trabajo mereció, citaré un articulo de
D. Joaquín Guichot en El Porvenir, de Sevilla, el mismo año.
49. — Memoria sobre el soldado de Lepanto. Artículo de D. A. Sán-
chez Moguel, en £^/ /'(7/'Z'^«2>, periódico de Sevilla, correspondiente
á Diciembre de 1864.
50. — ^Juan Valera. — Estudios críticos sobre Literatura, Política y
costumbres de nuestros días. Madrid, 1864.
Dos tomos en 8.°
En el segundo, los artículos publicados antes en el Contemporáneo contra las
interpretaciones de la Estafeta ae Urganda.
íQ Biograh'as y noticias biográficas
51.— Huellas de Cervantes. Artículo de D. Enrique de Cisneros, es-
crito en Alicante á 23 de Abril de 1864 y publicado en la Revista
de España, segundo año, T. XI, 1869.
Según nota de la pag i, este breve escrito forma parte de un extenso ex-
pediente, acompañado de planos y documentos, ofrecido por el autor á la Real
Academia Española. Con motivo de la aparición de la edición pequeña del
Quijote^ impresa en Argamasilla, en cuyo prólogo el Sr. Hartzenbusch refiere la
tradición que hay en Argamasilla, de haber Cervantes tomado á un hidalgo de
dicha población cerno modelo para la creación de su inmortal tipo, el Sr. Cis-
neros refuerza esta conjetura con nuevos datos y descripciones, tanto de la casa
de Medrano como de la de los Pachecos y de la iglesia parroquial, esforzándose
en probar que se ajustan á estos lugares, los sitios por donde paseó Cervantes
al hijo de su fantasía, y encontrando «singulares coincidencias entre el altar
votivo de los Pachecos, las tradiciones del solar de éstos y la estampa y mono-
manía que atribuyó Cervantes al protagonista de su novela.»
52. — Nuevos documentos relativos al rescate de Cervantes.
La Real Academia Española formó el proyecto de hacer una edición monu-
mental del Quijote, y para este objeto nombro el año de 1865 una Comisión de
su seno. Los distinguidos señores académicos que la formaban no sólo se ocupa-
ron en aquella importante tarea, sino que, con ilustradísimo celo, procuraron
allegar cuantas noticias y escritos pudieron acerca de Cervantes. Fruto de sus
trabajos fueron varios datos y documentos, entre los cuales citaré los siguientes:
\.° Cita de un iibiilo francés impreso en Parfs el año de 1582, en el que se
menciona a Cervantes entre 186 cautivos rescatados en Argel.
En la sesión del 28 de Diciembre de 1865, de la Real Academia Española,
se leyó una carta de D. Leopoldo Augusto de Cueto dando noticia de un artículo
sobre Cervantes en La Patrie, de París, de 29 Septiembre de 1863, en el cual
se cita un librito en francés titulado: «Discours du rachatde cent quatre vingt et
»six, tan chrestiens que chrestiennes, tous captifs, d'entre les mains de Tures et
«barbares, avec leurs noms, surnoms et captivités. Le tout fait par les religieux
»et par l'ordonnance de R. P. Fr. Bernard, general de la tres Saínete Trinité et
íRedemption dts Captifs; ensemble le rachat de quelques saínetes reliques. — A
»Paris, G. Chaudiére — 1582, in 8 °» Y decía el Sr. Cueto que entre los cautivos
rescatados está el nombre de Miguel de Cervantes, de edad 30 años y natural
de Alcalá de Henares.
2." Memorial de D.* Leonor de Cortinas al Consejo de Cruzada, relativo
al rescate de su hijo Miguel.
En la sesión de 25 de Enero de 1866 se dijo que «la Comisión recibió un
calco, de un memorial de D.* Leonor de Cortinas al Consejo de Cruzada, en 24
de Marzo de 1579, relativo al rescate de su hijo Miguel de Cervantes, remitido
por D. Felipe Moyano del archivo de Simancas, y se acordó solicitar al Gobier-
no autorizase al Sr. Moyano para que busque y copie lo relativo á Cervantes, no
publicado por Navarrete.
3° Real Cédula de s Diciembre de 1576 concediendo á D.* Leonor de
Cortinas 60 escudos para ayuda de rescate de sus hijos.
En la sesión del 30 de Mayo de 1866 se dio cuenta del fallecimiento del se-
ñor Moyano y de que un amigo suyo remitía copia de los siguientes documen-
tos de Simancas: i.o cReal Cédula de Felipe II fecha en el Pardo a 5 Diciera-
Biografías y noticias biográficas
41
bre de 1576, accediendo á la petición de D.* Leonor de Cortinas para que se le
diesen algunos maravedís del fondo de redención de cautivos con que ayudar
al rescate de sus 2 hijos... y el Rey manda se le den 60 escudos de oro que va-
len 24000 maravedís.» 2.° «Obligación otorgada por D.^ Leonor de devolver
los 60 escudos si dentro de un año no se había verificado el rescate.)
53. — Viaje de Cervantes á Italia. Artículo de D. Nicolás Díaz de Ben-
jumea en el Boletín bibliográfico español^ de Hidalgo, correspon-
diente al 15 de Enero de 1866. Se insertó más tarde en los números
de 28 de Marzo y 4 de Abril de 1869 del Museo Universal.
Supone el Sr. Benjumea que Cervantes se pintó á sí mismo en el Saavedra,
protagonista de la comedia El Gallardo español, y, fundado en la relación de
su amante Margarita, conjetura que en edad muy temprana cortejó á doña
Catalina de Palacios, y que rechazado con desprecio por su hermano, quiso
hallar su desagravio en la punta de su acero, hiriéndole en desafío; y temiendo
luego la venganza del ofendido, fuéle forzoso ausentarse de España y pasó á
Italia; añade que este contrariado amor subsistió en su pecho y engendró el
poema de La Calatea.
Apoyó esta opinión del Sr. Benjumea, D. Antonio Díaz Benzo, en un artí-
culo, titulado: «Cervantes y D. Quijote», que vio la luz pública en la Revista
Cervantes, de 22 de Agosto de 1871;.
54. — Educación científica de Cervantes. Dos artículos de D. Nicolás
Díaz de Benjumea, en los números de 17 y 31 de Enero de 1869,
del Museo Universal.
Tratando de la instrucción que recibió Cervantes en su juventud, se declara
por la parte de que fué autotélica. Rebate de paso la noticia, que dieron á Na-
varrete, de haber Cervantes estudiado dos años en la Universidad de Salaman-
ca, pues á pesar de las indagaciones que se han hecho en los libros de aquel
establecimiento, nada se ha hallado que confirme aquel apunte.
Del mismo Benjumea veo citado por el Sr. Asensio {Nota de algunos li-
bros.... sobre.... Cervantes, i8S¿), el siguiente artículo: «La infancia de Cer-
vantes.— Eco de Ambos Mundos, diario de Manila, año XXIII.»
55. — Carta acerca de los restos de Cervantes.
Art. en La Política de Madrid, de 16 de Julio de 1869.
56. — La sepultura de Miguel de Cervantes. Memoria escrita por en-
cargo de la Academia Española y leída á la misma por su Director
el Marqués de Molins. — Imprenta de M. Rivadeneyra, 1870.
En 12.*', de 228 págs.
Las sabias y minuciosas investigaciones del ilustre Director de la Real Aca-
demia le permitieron formar un eruditísimo trabajo, en el cual prueba: «1.°,
Tomo II 6
^2 Biografías y noticias biográficas
que el Convento de las Trinitarias fué erigido en 1612, en el mismo local que
hoy ocupa; 2.°, que en él fué sepultado Cervantes el 24 de Abril de 1616, y 3.",
que allí yace ahora mismo el Grande Hombre, no habiendo las vicisitudes que
ha sufrido el edificio y la Comunidad, hecho otra cosa más que imposibilitar la
identificación y aun el hallazgo de sus preciosos restos.»
«Navarrete (pág. 535), ya duda de que las Trinitarias se estableciesen en la
calle del Humilladero, y sólo lo consigna como tradición que conservaba la
comunidad.»
MoUns descubrió la Crónica de los PP. Descalzos de la Santísima Trmidad.
Madrid, 1707, 4 ts. f.° y un MS: Fundación de los Conventos Descalzos de
la Santísima Trinidad de Madrid, etc.
Según estos documentos auténticos (págs. 46 á 66), «En i.° de Noviembre
de i6i2, Francisco Santander y su mujer D.^ Mana del Valle, según escritura
ante Hernando Recas, escribano, vendieron á D.» Francisca Romero, dos casas,
una en la calle de las Huertas, y otra en la de Cantarranas. » «El 20 del mismo
mes el Dr. Gutierre de Cetina, en representación del limo. D. Bernardo de
Sandoval y con licencia del Consejo de Castilla, dio allí mismo el hábito de Tri-
nitarias á la fundadora y á las nueve señoras que ésta presentó.» «En 1615, au-
mentado el número de religiosas y ante la necesidad de enterrar A una que
murió, se compró el solar de unas casas contiguas en la calle de Cantarranas, y
se agregó al convento.»
«En 23 de Abril de 1616 se enterró allí á Cervantes, quizás en la capilla; y
en 13 de Agosto del mismo año, las religiosas compraron otra casa contigua
para agrandar su mansión; y en 1626 otra casa con el mismo objeto.»
Pág. 67: «Queda probado que el convento de las Trinitarias Descalzas es-
taba en la calle de Cantarranas, y que allí, por lo tanto, está también la sepul-
tura del Grande Hombre.»
Esto resulta acreditado con hechos, consignado en libros, probado con do-
cumentos, que sin duda no tuvo la fortuna de ver Navarrete, cuando afirmó que
Cervantes se mandó enterrar en las monjas Trinitarias, calle del Humilladero.»
Pág. 75. «En 28 de Febrero de 1621, tomó el hábito Marcela del Carpió,
hija de Lope de Vega.»
En cuanto á la admitida tradición, que entre las monjas se conserva, de que
allí profesó la hija de Cervantes D.* Isabel de Saavedra, varias é ingeniosas son
las conjeturas que el Sr. Marques de Molíns hace, pero, como él mismo con-
fiesa, son solo vagas conjeturas. Ya veremos luego como éstas se desvanecieron,
ante la evidencia de importantes documentos que, referentes á la hija de Cervan-
tes se han descubierto. Además, las eruditas investigaciones del Sr. Marqués
de Mollns permiten conjeturar, como así lo consigna el autor, que Cervantes es-
tuvo en relaciones cordiales con la Comunidad, y que tal vez fué su amistoso
agente en las varias gestiones que ante las autoridades eclesiásticas y civiles tu-
vieron que practicar para conseguir su instalación. Basta ello solo, pues, para
explicar el motivo de querer ser enterrado en las Trinitarias, sin necesidad de
acudir á las conjeturas de que allí estuviese su hija Isabel.
El libro del Sr. Marqués de Mollns es interesante y digno de estudio.
Los amantes de nuestras glorias literarias hallarán en él curiosas noticias refe-
rentes á Cervantes, á Calderón y á la hija de Lope de Vega, monja Trinitaria.
57. — ¿En qué día nació Cervantes? Artículo de D. R. L. Mainez en la
Crónica de los Cervantistas^ t. I, pág. 28, Octubre de 1871.
Creo conveniente extractar este artículo porque en él se condensan varías
de las opiniones manifestadas sobre tan. debatido punto.
Biografías 7 noticias biográficas 43
Los que piensan que Cervantes nació en 9 de Octubre de 1547, porque en
el mismo día fué bautizado en Alcalá de Henares, se apoyan en las costumbres
de la generalidad de los pueblos de entrambas Castillas, donde reciben las aguas
del bautismo los niños á las pocas horas de nacer; y de esta opinión fueron Ríos,
Capmany y otros antiguos, y el moderno autor D. Manuel Diana.
Ticknor y algún otro creen que Cervantes nació en los primeros días de Oc-
tubre.
Otros como Hartzenbusch, conjeturan que nació el 29 de Septiembre, día
de S. Miguel, por ser también costumbre vulgarizada en ambas Castillas poner
á los recién nacidos el nombre mismo del santo correspondiente al día en que
ven la luz.
En pro de esta conjetura citó el Sr. Asensio el hecho de haber nacido
Lope de Vega el 25 de Noviembre, día de S. Lope, y no ser bautizado hasta
el 6 de Diciembre siguiente; pero el Sr. Maínez dice que «consta que Lope de
Vega no fué bautizado antes porque lo impidió determinada enfermedad.»
Queda, pues, el punto todavía indeciso.
Sarmiento opina que nació el i.° de Octubre.
58.— Don Juan Ruíz de Alarcón, por D, Luis Fernández Guerra. Ma-
drid, 1871.
En las págs. VE, 8, 27, 30, 34, 36, 37, 38, 42, 44, 47, 48, 54, 56, 62, 130,
131, 150, 162, 167, 168, 207, 209, 210, 215, 216, 239, 247, 248, 285, 305, 390,
468 y 474, hállanse curiosas é interesantes noticias de la Vida de Cervantes, y
acerca de sus relaciones con varios poetas contemporáneos. Este es un impor-
tante estudio de la sociedad literaria en la época del autor del Quijote.
59. — Miguel de Cervantes Saavedra. Reseña biográfica por D. F. M.
en El Contribuyente de 28 de Abril de 1873, diario de Madrid.
60. -Historia de la literatura española, por D. Pedro de A. García.
Madrid, 1872. Tomo 2."
Hay una biografía de Cervantes, que abraza desde la pág. 642 á la 647.
61. — Cervantes y el Quijote, por D. Francisco M. Tubino, 1872, Ma-
drid.
Capítulos: «El Barrio de las Musas ó de Cervantes» y «La Sepultura de Cer-
vantes.»
Hay en ellos curiosas noticias biográficas de Cervantes.
62, — La Ilustración republicana federal, de Madrid, número del 23 de
Abril de 1872.
Art. biográfico de Cervantes, por D. Javier Alvarez Linde.
í jj Biografías y noticias biográficas
63. — «García Samaniego (D. Hermógenes). — Recuerdos de la vida de
CeT\a.ríi&s.— Ateneo Miliiav, 23 de Abril de 1872.))
(Asensio, n.° 121.)
64, — Miguel de Cervantes. — El aniversario de Cervantes. — Artículos
de Tubino en La Iltcstración Española y Americana^ 1872.
65. — Revista de Archivos^ Bibliotecas y Museos. Año 1872. Suplemento
al núm. 5. — Madrid.
Inserta un documento relativo al rescate de Cervantes, procedente del Ar-
chivo de la Antigua Bailía general de Valencia. Después de referirse á las an-
teriores cédulas de 15787 1579, que publicó Navarrete, lo más substancial es este
apartado:
«Y agora por parte de la dicha D.' Leonor de Cortinas nos ha sido hecha
relación que no a podido vsar de las dichas cédulas ni se le a dado la dicha
licencia, ... y he hauido por bien de prorrogalle por nueuo termino por otros
seys meses mas, para que con lo producido de la dicha licencia pague lo que
deviere de lo que costo el rescate de dicho Miguel Seruantes
. . . En San Lorenzo el Real á 11 de Agosto de 1584.»
Y luego consta que en el mes de Diciembre tuvo efecto la licencia y partie-
ron las mercaderías para Argel.
Este interesante documento revela con cuanta constancia y escrupulosidad
procuraron Cervantes y su madre que se pagase la parte de su rescate que le
prestaron en Argel.
66. — Escritura de las capitulaciones celebradas para el matrimonio de
Doña Isabel de Cervantes Saavedra, viuda de Don Diego Sanz, é
hija legítima de Miguel Cervantes Saavedra, con Luis de Molina,
vecino de Cuenca.
Este importante documento, publicado en la Revista de Archivos, Bibliotecas
y Museos del 15 de Junio de 1874, fué encontrado por el relator Sr. Travadillo
en la titulación de unas fincas con motivo de un pleito que se vio el afio 1853
en la Audiencia de Madrid, en cuyo archivo debe de existir el original á que se
refiere; y á su publicación en esta Revista contribuyó de un modo especial el
Sr. D. José M.^ Sbarbi. Las cláusulas esenciales son las siguientes:
«En Madrid á 28 de Agosto de 1608 ante el escrivano Luis de Velasco...
parecieron los Sres. Juan de Urbina... y Miguel de Cerbantes Saavedra residente
en esta corte de la una parte y de la otra Luis de Molina vecino de Cuenca, y...
dijeron: que por cuanto está tratado que el dho. Luis de Molina se haya de ca-
sar... con la Sra. D.^ Isabel de Cerbantes y Saavedra, viuda, muger que fué de
D. Diego Sanz, hija legítima de dho. Sr. Miguel de Cervantes... otorgan la capi-
tulación sigte.: Primeramente el dho. Luis de Molina se obliga que dentro de un
mes... se casará... con la dha. Sra. D.^ Isabel de Cervantes — Iten los dhos.
Sres. Juan de Urbina y Miguel de Cerbantes prometen en dote al dho. Molina...
dos mil ducados los cuales se obligan á pagar al dho. Luis de Molina... dentro
Biografías y noticias biográficas 45
de tres años — ítem...; y porque la dicha Sra. D.* Isabel Sanz del primer ma-
trimonio tiene una nifia que se llama Isabel Sanz de edad de ocho meses poco
mas ó menos, la cual tiene una casa en esta dha. villa en la Red de San Luis...
es condición que si dha. nifia faltase antes de tomar estado hayan de gozar la
casa su madre y dho. Molina mientras aquella viviere, y si la dha. D.^ Isabel
faltase, aunque deje hijos deste matrimonio ha de gozar las dichas casas el dho.
Miguel de Cerbantes y después de su muerte quien él quisiese...»
No hay necesidad de ponderar la importancia de este documento. Las per-
sonas que en él intervienen no pueden ser otras que nuestro Cervantes y su hija
Isabel. Sabemos, pues, que esta es hija legítima, de aquél, y no hija natural como
lo daba á entender la causa de Valladolid; y sabemos que el año de 1608 era ya
viuda, y que luego contrajo segundas nupcias. Nuevos documentos, posterior-
mente descubiertos, nos permitirán convencernos de que la monja Isabel de las
Trinitarias, no era la hija de Cervantes, como la tradición hacía presumir.
67. — Biografía infantil, por don Cayetano Vidal y Valenciano. Barce-
lona. Bastinos, editores, 1874^
En 8.°, con grabados.
Entre otras de las biografías que este curioso libro contiene, hállase la de
Cervantes.
68. —Varias obras inéditas de Cervantes, por D. Adolfo de Castro. —
Madrid, 1874.
En 4 o
Se encuentran diversas noticias biográficas de nuestro autor, en este notable
libro. Apuntaré estas dos:
A la página 13. «De mis investigaciones resulta que en la parroquia de Om-
nium Sancíorum (Sevilla), existe la capilla de los Cervantes, con el escudo de su
apellido. El rey de armas de los Reyes Católicos, Castilla, en la Crónica de los
linajes de España (Biblioteca Colombina, códice B. 4.^ 450-35), dice hablando de
esclarecidos linages, que hay otro en Sevilla que se dice de Cervantes, en que
hay buenos caballeros; y son sus armas un escudo verde con dos ciervas amari-
llas...*
Enumera luego Castro varios personajes del apellido de Cervantes naturales
de Sevilla.
Y á la página 451, dice: cSe ignoraba el día de la llegada de Cervantes al
puerto en que Don Juan de Austria se encontraba juntando su poderosa armada.
Pues bien; en la Biblioteca Colombina, (códice A A, núm. 7, tab. 3), existe copia
de carta de Don Juan á Felipe n escrita en Mesina á 6 de Septiembre de 1571
donde le dice: <iA los dos (del presente) por la mañana acabaron de llegar d este
puerto las once naves que estaban en Ñapóles. El mismo dia llegó también Juan
Andrea de Oria con sus once galeras. >
Da luego el Sr. de Castro interesantes noticias sobre la construcción y méri-
to superior de la Galera Real de Don Juan de Austria, cuyo casco fué construido
en Barcelona por ser uelpino de Cataluña — dice — el mejor leñame que en Asia,
África y Europa se halla, fuera de las Indias Orientales. (Descripción de la Ga-
lera Real, etc., por Juan de Mallara.) »
^5 Biografías y noticias biográficas
69,— El Porvenir Filipino, periódico de Manila.
En la i.^ página del núm de 23 de Abril de 1874 hállase un razonado y bien
escrito articulo biográfico de Cervantes, por D. Valentin González Serrano, en
el que descuellan acertadas y elocuentes frases en loor del gran Ingenio.
70.— Zfl Renaxensa, periódich de Literatura, Ciencias y Arts. Barce-
lona. Número de Agost de 1874.— Any IV.
Hay un artículo de Roca Perreras, titulado: La casa de en Cervantes. [ 79 ]
71. — El Ateneo, periódico quincenal de Sevilla. —Núm. I. — i." de
Diciembre de 1874.
En un articulo titulado: Curiosidades el Sr. D. José M.* Asensio publica un
nuevo documento descubierto en el Archivo municipal de Sevilla. Es un expe-
diente formado á instancia de Agustín de Zetina pidiendo se le incluyera en el
padrón de los vecinos de la ciudad y presenta á varios testigos uno de los cuales
es Cervantes. Consta, pues, de su declaración, hecha en Sevilla á 2 días del mes
de Mayo de 1600 años, que era € vecino de dicha ciudad en la Collación de San
Niculás »
Dato precioso que demuestra el largo tiemqo que habitó Cervantes en Sevi-
lla y en otras partes de Andalucía (desde 1587 á 1600). Conjetura en vista de
ello el Sr. Asensio que los sucesos de la Mancha, si son ciertos, debieron suceder
al paso de Cervantes para Madrid durante su vecindad de Sevilla, y de vuelta á
su domicilio bosquejaría su inmortal novela durante su encarcelamiento en esta
ciudad, el año de 1597, como lo sostiene D. Aureliano Fernández Guerra.
72. — El Ateneo, revista de Sevilla.
En el número de 1° de Febrero de 1875 hay un artículo de D. José María
Asensio, titulado cEl Conde de Lemos, estudio biográfico>. En este bien escrito
trabajo introduce el distinguido cervantista la noble ñgura de Cervantes en oca-
sión de ofrecer al Conde la Dedicatoria de sus Obras.
73. — Cervantes y el Conde de Lemos, por D. Adolfo de Castro. —
Ilustración Española y Americana, 1875, t. I, pág. 251.
Añade un dato referente á la vida del Conde de Lemos, á los que contiene
el Estudio histórico del Sr. Asensio.
74. — Crónica de los Cervantistas, Cádiz.
En el número correspondiente al 14 de Marzo de 1876 hay un articulo de
D. Manuel Víctor Garda en el cual reúne los siguientes recuerdos de Cervantes
que Esquivias conserva: t Tradicionales: El de sus amores. El de su residencia.
El de haber encontrado en él personajes y motivos de estimulo para la confec-
Biografías y noticias biográficas 47
ción de sus mejores obras literarias. El de que allí se escribieron parte de estas.
El de haber venido á buscar aquí la tranquilidad y la salud. — Históricos: Su
firma al pie de la carta dotal de D.' Catalina. Su partida de matrimonio. La
casa que poseyó y habitó. Las fincas rústicas que poseyó como propias de su
esposa. »
75. — La Cuna de Cervantes^ periódico de Alcalá. — Núm. 8, corres-
pondiente á 23 de Abril de 1876. — «Cervantes y Shakespeare».
En este articulo D. Julián de Mores y Sanz aclara el error en que varios bió-
grafos de Cervantes han incurrido al suponer que éste murió el mismo día que
Shakespeare. Explica el Sr. Mores que la corrección gregoriana no fué adoptada
en Inglaterra hasta el afio de 1752, de manera que en dicho país el día marcado
en su calendario como el 23 de Abril de 16 16 correspondió diez días después
del 23 de Abril del calendario español. El afio de 1836 aclaró ya este error cro-
nológico Mr. L. Viardot. A él pertenece, pues, el honor de la rectificación.
76. — Hombres y mujeres célebres de todos tiempos. Barcelona, 1876.
Dos t. en 4."
Ocupa las páginas 355 á 383 del tomo U una Biografía de Cervantes, por
D. Juan Landa. Acompaña un retrato.
77. — Discurso leído por D. Ramón de Castro y Artacho, en la sesión
celebrada en Valladolid en honor de Cervantes, el día 23 de Abril
de 1876.
Hace á grandes rasgos una reseña de las vicisitudes y penalidades de Cer-
vantes, bordando su trabajo con excelentes y atinadas reflexiones.
78. — Cervantes., revista literaria. — Barcelona, 23 de Octubre de 1876.
— «La Cárcel de Cervantes».
Artículo del Director Sr. Tello en el que apoya la excitación hecha al Go-
bierno por la Crónica de Ciudad Real á fin de que se restaure y conserve la casa
de Medrano, en donde se supone estuvo Cervantes preso.
79. — Cervantes., revista quincenal. —Barcelona, 15 de Octubre de 1876.
— «La Casa llamada de Cervantes en Barcelona».
Artículo de O. J. Narciso Roca opinando cuerdamente que la tradición
acerca de haber habitado Cervantes una casa de la muralla del Mar cerca de la
plaza de San Sebastián, en donde aparece un busto esculpido sobre el balcón,
es probable sea cierta; pero que no tiene fundamento suponer que la cabeza ó
busto indicado quiera representar á Cervantes, puesto que la casa y el busto son
obra de principios del siglo xvi.
^g Biografías y noticias biográficas
80.— Memoria escrita sobre el rescate de Cervantes, por Muley Rovic-
dagor Nallat. Cádiz.
En 8°, de 23 págs.
En este folleto, fechado en Julio de 1875, su autor D. Manuel Gallardo y
Víctor, interpretando deplorablemente la partida de rescate de Cervantes, la
declara falsa, nula y de ningún valor; y asegura, sin demostrarlo en manera al-
guna, que el rescate del autor del Quijote se verificó en solos los 300 ducados
que entregaron su madre y hermana, y que por tanto ninguna gloria ni mérito
debe concederse á los PP. Trinitarios.
81. — Vida de Miguel de Cervantes Saavedra, por Ramón León Mái-
nez, Director de la Crónica de los Cervantistas. Cádiz, 1876.
En 8.", de 400 págs.
Aprovechando y reuniendo los nuevos datos y noticias acerca de los acon-
tecimientos de la vida de Cervantes, que en los dos lustros anteriores se habían
obtenido, el Sr. Mainez hizo una biografía extensa y verdaderamente nueva;
completando su trabajo con un estudio crítico-literario de todas las obras de
Cervantes, materia que, preciso es confesar, ningún biógrafo había tratado con
la extensión y detenimiento con que el Sr. Mainez lo hace. «Todo cuanto afir-
mamos,— dice, — y corregimos en nuestra obra lo efectuamos como resultado de
serias indagaciones, comprobaciones y evidencias, y por lo mismo debe dispen-
sársenos que no lo prolonguemos demasiado con citas é ilustraciones á cada
momento. >
Me permitiré apuntar algunas de las noticias que da, acompañándolas con
los reparos que á ellas pueden quizás ponerse.
Afirma el Sr. Mainez que «Cervantes estudió en Alcalá privadamente con el
M. López de Hoyos»; pero no lo prueba.
Dice, — no sé si con fundamento, — que las palabras de agradecimiento al
conde de Lemos que Cervantes en sus obras le dirige, «nunca patentizan que
real y verdaderamente aquel señor le protegiera».
Afirma que Cervantes, luego que salió de casa del cardenal de Acquaviva se
alistó en Roma, en las huestes mismas romanas en las naves que mandaba el
Sr. Antonio Colonna, y en corroboración dice que «un cervantista italiano le
ha comunicado la noticia de que en un códice de la Biblioteca de Roma, hacién-
dose circunstanciada mención de las fuerzas marítimas con que Pió V contaba
en 157 1 y délos soldados que componíanla escuadra de Colonna, se lee el
nombre de Miguel de Cervantes». Serían de desear detalles concretos de esta
vaga noticia; tanto más cuanto contradicen tal aserto los documentos presen-
tados por Navarrete, según ya hemos visto. [24]
Inserta un documento italiano en el cual consta que después de la victoria
de Lepanto, la escuadra se dirigió á Italia y por causa del tiempo tuvo que arri-
bar á Gaeta, en donde depositó Don Juan de Austria el estandarte de la Liga.
De aquí deduce el biógrafo que fué Gaeta y no Mesina en donde Cervantes curó
de sus heridas.
Niega las tradiciones de Argamasilla y de Esquivias y dice: «no demos nun-
ca asentimiento á la permanencia improbable y falsísima de Cervantes en la
Mancha».
Aquí el distinguido biógrafo ha llevado sus negaciones demasiado lejos. Es
verdad que no está probada la prisión de Cervantes en Argamasilla, pero es im-
Biografías y noticias biográñcas 49
posible negar que el autor del Quijoít vio y conoció la comarca manchega, cu-
yo;: sitios tan acertadamente describe y cuyas personas y costumbres tan al vivo
retrata.
En cuanto á la crítica de las Obras de Cervantes, son notables los juicios del
Sr. Mainez.
El Sr. Mainez proyecta publicar una edición de lujo de su vida de Cer-
vantes, corregida y aumentada.
En el Diario La Palma, de Cádiz, días 5, 8 y 10 de Septiembre de 1876, y
con motivo del proyecto de reparación de la casa de Medrano de Argamasilla
de Alba, en que se supone estuvo preso Cervantes, publicó el Sr. Mainez tres
artículos en forma de exposición al Ministro de Fomento, esforzándose en recha-
zar la tradición argamasillesca, y sosteniendo que Cervantes no estuvo en la
Mancha.
Elogiaron esta Vida D. Juan Guillen Buzarán en La Integridad de la Patria,
periódico político de Abril de 1880, y D. Francisco Miquel y Badía en el Dia-
rio de Barcelona.
82. — Polémica entre Alcázar de San Juan y Alcalá de Henares.
En los números 6, 14, 17 y 26, (desde 4 de Junio á 27 de Agosto de 1876),
del periódico complutense La Cuna de Cervantes, insertó D. Francisco Mores
y Sevilla, entre otros, los documentos referentes á la partida de bautismo de Cer-
vantes, y por remate añadió, copiada de Pellicer, la del otro Cervantes bautiza-
do en Alcázar de San Juan á 9 de Noviembre de 1558.
A poco de esto, en el diario madrileño La Patria de 12 de Octubre siguien-
te, apareció un comunicado fechado en Alcalá de Henares á 28 de Septiembre,
y suscrito por un tal D. Juan Díaz y Sánchez, acusando á Mores de haber al-
terado la fecha de la partida de Alcázar que, según él, debe de ser año ij88; y
para probarlo hace historia como sigue: «En 1858 se suscitó en el diario políti-
co La Esperanza, una polémica sobre la patria de Cervantes entre el P. Domin-
go Hévia, que con grande erudición presentó un cuadro de interesantes particu-
laridades conformes con ser la verdadera Alcalá, y D. Juan Alvarez Guerra
que desde Alcázar de San fuan la impugnó con brío extraordinario, defendien-
do que de esta última villa era hijo aquel grande hombre, y adujo una copia de
la partida de bautismo de un Cervantes, extendida, según decía, con más forma-
lidad que la de aquí. Dicha partida lleva la fecha de nueve de noviembre de mil
quinientos ochenta y ocho. Dicho documento tiene todos los caracteres posibles
de autenticidad que me persuaden ser el verdadero, y gravemente erróneo lo
transcrito por el Sr. Mores como pretendida copia del mismo. Inmediata-
mente que aquel salió á luz dos personas distintas del P. Hévia enviaron comu-
nicados á La Esperanza refutando á Guerra con los dos anacronismos de gran
marca que resultaban por ser imposible que el Cervantes de Alcázar, nacido en
1588, hubiese asistido en 15^1 á la batalla de Lepanto, y estado cautivo en Ar-
gel desde 1575 á i¿8o. Pues bien, á pesar de lo mucho que se comprende que
debió de sentir el Sr. Guerra esta refutación, guardó silencio...» Hasta aquí don
Juan Díaz. Sigamos la polémica.
En cinco razonados artículos que figuran en La Cuna de Cervantes, desde
26 de Noviembre de 1876 á 1.° de Enero de 1877, se defiende el Sr. Mores de
los cargos que le dirige el Sr. Díaz manifestando que el texto de la partida de
Alcázar la copió de Pellicer y la comprobó con las noticias de Sarmiento, y de-
mostrando detenidamente que ofrecía muchos mayores grados de autenticidad
que la publicada en La Esperanza de 1858.
Tomo II 7
JO Biografías y noticias biográficas
£1 mismo Sr. Guerra, sin quererlo, vino á rebatir el cargo del Sr. Díaz,
reconociendo que aquella fecha de 1588 estaba equivocada, (¡cómo no lo había
de confesar si ello le daba pie para sustentar su pretensión!); y en el árbol ge-
nealógico de la familia del Cervantes de Alcázar, que publicó en hoja suelta en
Madrid el afio de 1877; consigna en letras claras la casilla siguiente: cMiguel de
Cervantes Saavedra, autor de Don Quijote, 9 de Noviembre de 1558».
Continuó el Sr. Alvarez Guerra, sustentando su pretensión de que nuestro
gran Cervantes era hijo de Alcázar, en diferentes artículos, impresos ya sueltos,
ya en varios periódicos fechados, unos en Alcázar de San Juan y otros en Ma-
drid,_durante los años 1876, de 77 y 78.
El principal argumento que con ofuscada tenacidad aduce repetidísimas ve-
ces, es que el Cervantes de Alcalá deberla llamarse Cervantes de Cortinas por-
que el apellido de su madre es Cortinas. A lo que bastará contestarle que su
Cervantes de Alcázar de San Juan, no debe llamarse Miguel de Cervantes Saa-
vedra, como él pretende, sino Miguel de Cervantes y López, puesto que su ma-
dre se llamó Catalina López Además, en el siglo xvi no había regla fija ni uso
constante en cuanto al orden de los apellidos paterno y materno, y aun era fre-
cuente usar un segundo ó tercer apellido, ya del padre, ya de la madre.
Pero no necesitamos acudir á este nimio detalle. Ya he dicho, y lo repito,
que todos los documentos descubiertos referentes á su rescate y á su familia to-
da, atestiguan y demuestran clarísimamente que el autor del Quijote es natural
de Alcalá de Henares, é hijo de D. Rodrigo de Cervantes y D.* Leonor de Cor-
tinas.
La pretensión del Sr. Alvarez Guerra en pro de Alcázar de San Juan es
propiamente una obcecación. Mas, ahora que se ha descubierto la falsedad de la
partida de bautismo de dicha villa, el Sr. Alvarez Guerra, si viviera, á buen se-
guro que confesarla su error.
El Sr. D. José María Cazenave en escrito de Valladolid, en Noviembre de
1876, inserto en la Revista Cervantes, dio contundente réplica, á la par que me-
recido varapalo, al Sr. Alvarez Guerra por unas insidiosas frases soltadas por
este señor al hablar de la suscripción al monumento de Cervantes que el señor
Cazenave había iniciado.
83. — El Globo^ diario de Madrid, del 23 de Abril de 1877.
Hay una sucinta reseña biográfica de Cervantes por D. José M.a Andreu,
quien comete la herejía de apuntar que la primera parte del Quijote ffué reci-
bida por el público, según refiere la crónica de aquella época, con bastante
desprecio é indiferencia.»
84.— Za Enseña bermeja^ de Zamora. — 25 de Abril, 2 y 16 de Mayo de
1877.
Tres artículos de D. Tomás M. Garnacho, cuyo objeto hállase explicado por
las siguientes frases: «Cervantes, ni en las obras que escribió en su juventud, ni
en ningún pasaje de la primera parte del Quijote, mencionó las cosas de esta
tierra, y únicamente en la segunda, escrita ó cuando menos ideada en Vallado-
lid, donde vivió por espacio de cinco años, nombra dos veces á los Sayagüeses
en exactísimas comparaciones que solo pueden hacerse con propiedad después
de vistos y hablados.»
«Dos veces también hace mención de la gaita zaraorana»
«Y si á todo esto se añade que uno de los compañeros de Cervantes en las
Biografías y noticias biográñcas JI
mazmorras de Argel fué Francisco de Valencia, natural de Zamora... ¿no estará
demostrado que Cervantes estuvo en Zamora.'»
«Y debió traerle á Zamora la venida de la Condesa de Lentos con la corte
de Felipe UI y el deseo de abrazar después de tantos años á su compañero de
infortunio. »
85. — El apellido Cervantes y la genealogía de tan ilustre escritor. —
Discurso de D. Tomás Periago, leído en Abril de 1878, en f\ Ateneo
Lorquino .
Empieza esta genealogía en el undécimo grado de los antepasados de Cer-
vantes, que lo fué D. Juan de Cervato, (diminuto de Ciervo), biznieto del bravo
Alfonso VI rey de León, Castilla y Galicia, quien entró en posesión del castillo
de San Servando que, corrompida después esta palabra, vino á llamarse de San
Cervantes; y va descendiendo el árbol genealógico hasta nuestro Miguel. Expli-
ca el hecho de haber tomado Cervantes su segundo apellido de su tatarabuela
ü.a Juana Abellaneda de Saavedra por la costumbre generalizada durante los
dos tercios del siglo xvi de preferir uno de los apellidos de cualquier ascendien-
te ó colateral lejano al de los padres.
86. — La verdad sobre el Quijote. — Novísima historia crítica de la vida
de Cervantes, por Don Nicolás Díaz de Benjumea. — Madrid. —
Imp.*^ de Gaspar. 1878.
En 8.», de III-344 ]
Es un trabajo notable y que puede también ser consultado por todos los que
intenten hoy trazar la biografía de Cervantes, descartando, empero, ciertas con-
jeturas aventuradas. El espíritu que en esta curiosa Vida reina, se refleja en al-
gunas frases del prólogo: «No se echaran de menos novedades en la biografía ó
mejor dicho historia critica que de Cervantes hoy al publico ofrecemos, pues no
consisten aquéllas exclusivamente en la publicación de documentos hallados en
archivos ó bibliotecas. Hay otro archivo importantísimo que nunca se investiga
en vano y son las obras mismas del escritor famoso. En esta parte podemos
presentar á la consideración de los lectores variedad de juicios, que fundados
en una recta interpretación de pasajes ó indicaciones de sus obras, corrigen
errores, desvanecen dudas ó establecen conjeturas aceptables aun á los ojos de
los críticos más intransigentes.»
He de repetir que varias de las conjeturas del Sr. Benjumea son poco pro-
bables.
87. — Más pruebas irrecusables sobre la verdadera patria de Miguel de
Cervantes Saavedra, autor del Quijote. — Números desde Marzo á
Septiembre de 1879, de La Cuna de Cervantes.
Se insertan, por copia íntegra, los Memoriales de servicios de Cervantes,
Interrogatorio-pedimento de su Padre, Certificación del duque de Sessa é Infor-
mación de Argel.
La publicación de estos documentos, tiempo había conocidos, no careció de
52 Biografías y noticias biográficas
oportunidad, para contestar al Sol de Cervantes, hoja suelta del Sr. Alvarez
Guerra, quien, con una constancia digna de mejor causa, se empeñaba todavía
en sostener que el manco de Lepanio era hijo de Alcázar de San Juan.
88. — Crítica Literaria. — Artículo de D. Manuel de la Revilla, en La
Ihtstración Española y Americana^ iS79-
Fué reimpreso en las Ohras de Revilla, Madrid, 1883.
Impugna el autor algunas de las aventuradas conjeturas apuntadas por el
Sr. Benjumea en su libro La verdad sobre el Quijote.
89. — Revista de España., del 13 de Abril de 1880. — Artículo de don
Luis Vidart, titulado: «Una noticia poco conocida acerca de la pa-
tria de Cervantes».
Dice el apreciable cervantista que habiendo leído en el Diccionario de
Historia y de Geografía de Mellado, (Madrid, 1846), la especie de que Cervan-
tes era hijo de Madrid porque así lo confesaba en su partida de rescate de la
que publicó una copia exacta el Observatorio Pintoresco de 183J, recurrió á esta
revista literaria en donde vio efectivamente que aquella copia tomada por don
Basilio Sebastián Castellanos decía: Miguel de Cervantes, natural de la villa de
Madrid.
El Sr. Vidart, dando fe á esta copia, aduce en su apoyo la opinión de Ma-
yans y de Lope de Vega, y para explicar esta patria supone que los padres de
Cervantes avecindados en Alcalá tuvieron un hijo llamado Miguel, el cual mu-
rió, y que luego, avecindados en Madrid, D.* Leonor fué madre de otro hijo en
1549, siendo este segundo Miguel el autor del Quijote.
Pero el Sr. Vidart, comprendiendo que son éstas muchas suposiciones, pru-
dentemente afíade, que para esclarecer la verdad deben consultarse las partidas
originales de rescate y además buscar en las parroquias de Madrid si se halla
una partida de bautismo de un Miguel de Cervantes nacido en 1549.
Pues bien, lo primero que, se ha hecho tiempo ha, y así lo dejo claramente
consignado en dos anteriores artículos, [16, 18]; y conste por lo tanto que la
cédula original de rescate, existente hoy en la Academia de la Historia, dice:
€ Cervantes natural de Alcalá de Henares.» Las copias del Observatorio Pinto-
resco y del Diccionario de Mellado están, pues, alteradas, y así lo he manifes-
tado antes [27].
90. — Miguel de Cervantes Saavedra.— Biografía de Cervantes, por don
Cayetano Rosell, en el Almanaque de La Ilustración Española y
Americana para el año 1879. — Madrid.
Dice que el convento de monjas Trinitarias, «por estrechez ó mal estado de
su fábrica, poco después hubo de reediíjcarse, y con este motivo desaparecieron
para siempre aquellos preciosos restos.»
Dice que la casa en que habitó Cervantes con su esposa en Esquivias perte-
neció á un D. Alonso Quijada, y aun es hoy conocida por el nombre de casa
de los Quijadas.
Biografías j noticias biográñcas 53
91. — Vida de Cervantes, por Don Nicolás Díaz de Benjumea. — Va al
frente de la suntuosa edición del Quijote, editada por los Sres. Mon-
taner y Simón, Barcelona, 1880.
Este trabajo es el mismo publicado por el autor en 1878, [86], revisado
ahora y modiñcadas algunas apreciaciones. Una de ellas envuelve contradicción
con la que entonces hizo. Dijo en 1878: «Que residiese algún tiempo en la Man-
cha es indudable, según lo da á entender el conocimiento que tenia de sus usos,
costumbres, antigüedades y cosas particulares que nos refiere y describe, así de
la cueva de Montesinos como de las lagunas de Ruidera, curso del Guadiana é
itinerario que siguió Don Quijote.» Y dice ahora, después de negar las tradicio-
nes de la Mancha: «no hay en todo el poema detalle alguno de localidad que
indique grande y minucioso conocimiento en el autor de los lugares en que pa-
san los sucesos, etc. »
Cree el biógrafo que Cervantes se retrató á sí mismo en el mozo Clemente
de La Gitamlla de Madrid, cuando dijo «que estaba en Madrid en casa de un
titulo á quien servía, no como á señor, sino como á pariente.» Con esta ayuda
y protección de un título explica Benjumea la estancia y estudios de Cervantes
en Madrid desde muy niño. Luego enlazando los sucesos del Saavedra de la
comedia El Gallardo Español {i) con los del Cervantes mandado prender por
heridas á Sigura (2), y con el suceso que narra Clemente en la citada novela La
Gitanilla, de la muerte dada en desafío á dos contrarios de su amo, explica
Benjumea su conjetura de que obligado Cervantes á huir de España, adoptó por
segundo apellido el de Saavedra y marchó á Italia, en donde tuvo ocasión de
entrar al servicio del cardenal Aguaviva aunque por tiempo brevísimo.
Llámale á Benjumea justamente la atención el ascendente ó fascinación que
tuvo Cervantes sobre Agan-Agá, pues á pesar de sus muchas maquinaciones para
fugarse él y sus compañeros, el rey le respetó y no le hizo ningún daño. Con tal
motivo dice que «Agán es el linico contemporáneo que midió á Cervantes con
la verdadera medida de su grandeza». «Su calvario en Argel, — continúa el bió-
grafo,— junto con su esfuerzo de ánimo, fueron el germen de esa sublime pintura
que hace en el Quijote del hombre de bien luchando con la adversidad y bata-
llando contra los males de este mundo.»
92. — Revista de Valencia. — Niims. I, II y XIII, correspondientes á
Noviembre y Diciembre de 1880 y Noviembre de 1881. — Tres artí-
culos de D. José María Torres, bajo el epígrafe de: «Aclaraciones á
la Vida de Cervantes».
Extracta una información de testigos hecha por Juan Bautista Villanueva el
afio 1583, en la cual consta: «que en el año 1571 se asentó por soldado en la
ciudad de Valencia en la companya del capitán diego durbina, que era del tercio
de D. Miguel de Moneada, y fué con dicha companya la cual y este proponiente
se embarcaron en la villa de binaros del dicho reyno de Valencia domingo de
la Trinidad del dicho anyo en la Galera Capitana del Comendador mayor de
Castilla»; «que la dicha companya se hizo en esta ciudad de Valencia»; «que en
(i) Conjetura explanada en el artículo c Viaje de Cervantes á Italia» [49].
(2) Vida de Cervantes, por Moran [43J.
j4 Biografías y noticias biográficas
Mallorca recogieron otras Galeras de Ü. Sancho de Leyva y después se fueron
á Barcelona donde se embarcó D. Juan de Austria, y de allí fueron á Genova y
después á Ñapóles, y luego á Mesina adonde se juntaron con la armada vene-
ciana»; «que las armadas se encontraron con la armada del gran turco en Le-
panto donde hubo grande bateria y matanza y el dicho proponiente se halló
presente yendo por soldado en la dicha compañía y en la galera llamada Mar-
quesa de Joan Andrés Doria y en la escuadra de Agustin Barbárico veneciano,
donde peleó siempre como buen soldado y fué herido»; «que después del ven-
cimiento la armada de su magestad fué á la ciudad de Mesina donde fue cura-
do, y de allí fueron á Rijoles en la Calabria, donde invernó dicha companya.»
«Que de allí hicieron otro viage á Lepanto y hasta Navarino Modon y Coron»;
«que en todo el tiempo de las dichas jornadas y alojamientos siempre sirvió de
soldado, y fué por tiempo de tres anyos y aun mas hasta que después se em-
barcó en las galeras de Espanya, en la galera del Sol, en la esquadra de Don
Alonso, (¿Sancho?) de Leyva, y vinieron en Espanya sirviendo de soldado en
dicha galera.»
Copia luego el articulista algunos pasajes de la Rebelión de los moriscos por
Luis de Mármol en los que se habla de D. Miguel de Moneada como capitán.
«Si Moneada — dice el Sr. Torres — no era Maesse de Campo en 1569 ni en 1570,
no podía mandar tercie, y por consiguiente, no pertenecía al suyo, por no exis-
tir, la compañía del capitán Diego de Urbina, que tampoco suena en ninguno de
los que á la sazón militaban en Italia.» «No sería conjetura descabellada supo-
ner que hallándose Cervantes en Madrid, fuese recomendado al Duque de Sessa,
y que mostrándole deseos de asistir á la joyiada que se preparaba, le procurase
plaza en la compañía que se disponía á levantar el capitán Diego de Urbina.
Lo cierto es, que éste, por Mayo de 157 1 entró en Valencia á reclutar su gente
y aquí la enganchó, como lo prueba la información de Villanueva.» Y halla com-
probada la ruta de éste por la que siguen los peregrinos en la 2? parte del Per-
siles: «hed aquí — dice — como yo creo que la peregrinación de Periandro y Auris-
tela alude en buena parte á las huellas que estampó El Manco de Lepanto cuando
desde Madrid vino, con Diego de Urbina, á tomar puerto, pasando por Villa-
real, en Vinaroz.» iLa equivocación de Navarrete y demás que le copian, parte
de suponer que Cervantes se alistó como soldado en Italia y ya hice ver que la
compañía de Urbina se formó en Valencia en Mayo de 157 1, y en ella hubieron
de ingresar por vez primera los hermanos Rodrigo y Miguel de Cervantes según
lo revela éste en el pasaje de Persiles cuando uno de los dos fingidos cautivos di-
rigiéndose al alcalde de un lugar de la Mancha le dice: «Nuestros padres no nos
enseñaron oficio alguno, etc.»
Acerca de este controvertido punto, cúmpleme repetir lo probado ya por
Navarrete [24]; esto es, que Cervantes militaba ya el año de 1570 en las galeras
españolas, en la expedición, que al mando supremo de Colona, salió de Otranto
para los mares de levante. Podría conjeturarse que, cuando se preparó la ex-
pedición de la Liga entre el Papa, el rey de España y la república de Venecia,
algunos capitanes españoles, y entre ellos Urbina, pasarían á España á reclutar
gente para reorganizar y completar sus compañías; y que á este hecho se refiere
la información de Villanueva.
Enlazando luego el Sr. Torres lo anterior, con tres pasajes de la Española
Inglesa, de la Calatea y del Persiles infiere «que la galera El Sol, que navega-
ba á la descubierta en un viaje de vuelta á España el Setiembre de 1575, fué
sorprendida en la costa de Francia por una flotilla al mando de Amaute Ma-
ttJÍ, después de muchas horas de combate fué entrada y habiendo muerto el ca-
pitán y toda la más gente, defendióse con desesperación la que sobrevivía, parte
de la cual fué cautivada (entre ellos los dos hermanos Cervantes), y en este pun-
Biografías y noticias biográficas 55
to aparecieron las naves de D. Sancho de Leyva y sin que Arnaute Maml hubie-
ra podido rendir El Sol, ni á los demás que á su bordo en pie quedaban, dióse
á huir, no logrando darle caza los nuestros.» Apoyan esta deducción las decla-
raciones de vecinos de Villena y Villamiel en el año 1575, hallados por D. Fran-
cisco Asenjo Barbieri en un libro de descripción de los pueblos de España, (Bi-
blioteca del Escorial) donde se da relación de que la galera Sol después de com-
batida pudo salvarse y llegar á España. Y la corrobora también la declaración
del testigo Diego Castellano en la información de Argel levantada por Cervantes
en 1580, que dice: «que conocía áCervantes desde 1570: supo en Ñapóles que lo
habían cogido los turcos en la galera Sol; la cual ellos abandonaron porque vieron
acudir oirás dost. Por todo lo cual, parece que no merece tanta fe, aun que Na-
varrete cree lo contrario, la declaración de Hernando de la Vega que dice: €que
la dicha galera (El Sol) fui Iraída para Argel donde este testigo la vido d ella
y ala dicha gente. ■>
93.— Aclaraciones á la vida de Cervantes. — Artículo de D. José María
Torres, en el núra. XIII de la Revista de Valencia, día i.° de No-
viembre de i88r.
Dando por cierto lo que en el Sr. Asensio era sospecha, cree que el Ricare-
do de la Española Inglesa cuando vuelve del cautiverio con el bonete azul re-
dondo, es el mismo Cervantes; que ese bonete formaba parte del hábito de los
que vienen rescatados, según vio el autor en un cuadro de los P. P. Redentores
de la Merced; y como esta Orden tenía el privilegio, para el reino de Valencia,
de administrar los bienes y mandas pertenecientes al rescate, aunque fueran he-
chos por los Trinitarios, y de hacer procesiones públicas de redenciones de cau-
tivos, deduce el Sr. Torres que Cervantes desembarcó en Valencia, y recibió el
traje de manos de los Mercenarios, aunque él hubiese sido rescatado por los Pa-
dres de la Trinidad.
94. — Cervantes esclavo y cantor del Santísimo Sacramento, por don
Aureliano Fernández Guerra. — M. S. de la Biblioteca Floreciana
de la Real Academia de la Historia y artículo del autor. — (De la
Revista Agustiniana). — Valladolid. — Viuda de Cuesta, 1882. —
In 4.° — 22 páginas.
El mismo Director de la Revista Agustiniana, el ilusUado P. Conrado Mui-
ños, residente por temporada en la casa de los Agustinos de Gracia, ha tenido
la amabilidad de franquearme el tomo del afio 1882, en donde, desde la página
336 á la 355, se halla ese curioso trabajo.
Con el epígrafe: Poesías inéditas de Cervantes, va un prefacio del entonces
Director de la Revista y hoy Obispo de Salamanca, limo. Fr. T. Cámara, en el
cual refiere que en la Biblioteca Floreciana halló varias poesías, en un M. S. de
8 págs., de letra del siglo pasado, tan parecida á la del P. Mtro. Diego Gonzá-
lez, que creyó haber hallado alguna joya suya. Mas, consultado el caso con don
Aureliano Fernández Guerra, éste le dijo que sospechaba fuesen de Cervantes,
y que él había escrito algo acerca de Cervantes esclavo del Santísimo Sacramen-
to. Examinadas las poesías, decidieron publicarlas íntegras en la Revista Agus-
tiniana, y anotadas por ambos. «La última, — dice el P. Cámara, — dedicada á
56 Biografías y noticias biográficas
la Resurrección, la 2." y 3.», y la que comienza Divino pan que das eterna vida,
se hallan también en la colección, recogida por el P. Méndez, de las poesías
atribuidas á Fray Luis de León, que venimos publicando en esta Revista.*
Viene seguidamente el artículo Cervantes esclavo del Santísimo Sacramento.
Empieza el Sr. Fernández Guerra historiando la creación y fundación de la
Hermandad y Congregación á 28 de Noviembre de 1608, en el nuevo edificio
de los Trinitarios Descalzos, sus primeras juntas, sus fiestas. «Pronto, — dice,—
se vio inscripto en la hermandad cuanto lucido y noble encerraba en 8í la capi-
tal de dos mundos. Al lado del patriarca de las Indias, de altivos proceres y de
sujetos respetabilísimos , sentábanse en las juntas el carbonero, el humilde
oficial y el roto soldado.»
« A la vuelta del i." 1 2 del libro de asientos, hay esta partida: Reciviose en
esta Sla. Hermandad por Esclabo del Smo. Scramto. d Miguel de Cerbantes y
dixo guardaría sus santas constituftones y lofirmb en md. d 17 de Abril de lóog.
— esclavo del Smo. Sacramento — Miguel de Cerbantes.*
«Prometió al recibir el escapulario y con religiosidad suma vino á cum-
plirlo durante los 7 años que le quedaron de vida, oir misa cada día, hacer en
todos ellos por la noche examen de conciencia, comulgar dignamente en el pri-
mer domingo de cada mes, rezar en este tiempo la corona de flores, no faltar
nunca á los ejercicios de oración y disciplina que se tenían lunes, miércoles y
viernes, en la capilla, visitar los hospitales y acompañar el cadáver de todo her-
mano honrándole el día del entierro.»
Pinta el Sr. Fernández Guerra con hermosísimas pinceladas la piedad que
aquellas fiestas de la Congregación inspiraban, «enriqueciendo para lo noble y
grande el espíritu de Cervantes quien nunca esterilizó ni envileció el ingenio
con bufonadas impías.»
«Veinte y siete cargos y oficios se contaban en la hermandad. Apenas entra-
do en ella Lope de Vega, cuando ya se le nombraba consiliario. Cervantes ni
pretendió ni obtuvo ninguno: sólo faltaba á una junta cada año; á la en que se
elegían los oficios.» «Por el contrario, las actas manifiestan que de los cuatro-
cientos esclavos, era Cervantes uno de los treinta señores que con un santo celo
y gran devoción acuden así á las fiestas como á lo demás que se ofrece á la
Congregación.»
«Para las primeras fiestas del Corpus de 1609, designó la Congregación tres
personas que hicieran versos en alabanza del Santísimo y abrieran un certamen
juntamente y dieran premios; siendo los tres sujetos honrados un teólogo, un
religioso trinitario y Cervantes. iLástima que se hayan perdido aquellas tiernas
composiciones!»
«Para las fiestas del Corpus de 1612, distribuyeron los trabajos y encar-
gos ; á don Antonio de Mendoza que escriba en octavas la relación de la
fiesta y los gerogllficos el señor Miguel de Cervantes y han de ser treinta.»
«En 1614, creciendo la pompa y el boato de estas fiestas (á las que asistie-
ron Felipe III, la reina de Francia, el principe de Asturias, etc.), los religiosos
descalzos dijeron á la Congregación que tenían que renunciar á la música y
versos, á colgar la iglesia, y á la procesión grande, porque todo ello era contra
la pobreza y humildad del trinitario instituto.» «Los esclavos (excepto seis) no
se allanaron á semejantes condiciones, y por cincuenta votos de la junta deci-
dieron mudarse de casa ; pero los mismos seis desearon que no se dejase la
casa.» «Yo veo, — dice el Sr. Fernández Guerra, — en esa piadosa minoría el
voto de quien debió su libertad á los trinitarios.»
Vienen luego las poesías, con el juicio, al pie, de D. Aureliano:
Biografías y noticias biográficas ¡j
«M. S. de la Bib." Floreciana, con copia de algunas poesías inéditas de
Cervantes.»
CANCIÓN DE SAN DIEGO
«Gloriosfsímo Diego, etc. >
(Madrigal endeble, de poeta mediocre. — A. F. G.)
CANCIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
lEl cristalino cielo
De nueva luz se viste,»
(Lindo madrigal de la pluma de Cervantes. Véase mi artículo «Cervantes
esclavo del Santísimo Sacramento». — A. !F. G.)
OTRA
<Si en pan tan soberano
Se recibe al que mide cielo y tierra,»
(Precioso rasgo de Cervantes. — A. F. G.)
OTRA
< Divino pan que das eterna vida»
(Canción, también de estilo cervántico. — A. F. G.)
OTRA
<E1 agua viva de la eterna fuente,»
(Canción escrita verosímilmente por un religioso teólogo. — A. F. G]
OTRA
cComo el sediento corzo fatigado»
(Canción cervántica, para las fiestas á que aludo en el articulo mencionado.
—A. F. G.)
A LA RESURRECCIÓN DE NUESTRO SEÑOR
«Divino Sol en una cruz traspuesto»
(Hecha en Madrid hacia la segunda década del siglo xvii.)
95. — 1881, Marzo i.° Niim. V. de la Revista de Valencia. — Artículo de
J. M. Asensio: «El testamento de Cervantes«. Carta al Sr. D. Juan
Guillen Buzarán.
De ella extracto estos interesantes párrafos: «acababa de leer por 3.* ó 4."
vez en La Integridad de la Patria el precioso artículo de su delicada pluma
Tomo II 8
¡8 Biografías y noticias biográficas
consagrado á juzgar la Vida de Cervantes, escrita por D. R. L. Mainez... y vine á
detenerme en el punto donde fija V. su atención en la Escra. de capitulaciones
matrimoniales entre D.^ Isabel de Cervantes Saavedra y Luis de Molina á 28 de
Agosto de 1608, publicada por la Revista de Archivos en 1874, viniéndoseme á
la memoria un dato .curioso sobre la existencia del testamento de Cervantes que
me comunicó el Sr. D. C. A. de la Barrera en carta de 14 de Octubre de 1864.
Declame que a principios de Febrero de 1854 el Escribano D. M. Fernández del
Canto le manifestó que tenía noticia del paradero del dicho testamento; que pre-
guntado de nuevo aquél por la Barrera y Hartzenbusch dijo: «que lo s&bia. por
noticia que le había comunicado su amigo y colega de profesión jurídica D. /. M.
González Azevedo, decano del Colegio de Abogados de Madrid;T> y que por re-
sultado de las entrevistas tenidas con el Sr. Azevedo solo se pudo sacar que este
señor conocía el documento, que formaba parte de un espediente judicial, pero que
no había parecido por más que buscó.-» «¿Sería el documento, — dice Asensio, —
aparecido en 1874, que senombra Escra. de capitulaciones de Isabel de Cervan-
tes, el que se dijo haber visto en tiempo del Sr. González Azevedo, suponiéndole
testamento? Asi lo sospecho.»
96. — 1882, Abril 30. El Averiguador Universal. «A Cervantes, en el
266.' aniversario de su muerten.
En este artículo, el Sr. Sbarbi después de consignar su creencia de que
Sevilla es la patria nativa de Cervantes ó que, sino nació allí., desciende de al-
guno de los vastagos de aquella ciudad\ v que aquel suelo fué desde sus más tier-
nos años su segunda cuna, entra el autor en ligeras pero delicadas reflexiones y
consideraciones acerca de la serie de calamidades y contradicciones que aquejaron
la existencia del Manco sano.
97. — Cervantes Vascófilo, por D. Julián de Apraiz, — Vitoria, 1881.
El autor ha hecho en 1895 una segunda edición, aumentada con nuevos é
interesantes trabajos, que describiré más adelante.
98. — La Ilusiraciótt Española y Americana. — 8 de Mayo de 1882. —
uLa hija de Cervantes», artículo de D. Julio de Sigüenza.
Inserta cinco interesantes documentos descubiertos por él en el archivo del
extinguido Consejo de Castilla, hoy á cargo del Tribunal Supremo.
El primer documento dice: «Cubierta.— 1625.— F. 5.— El S.° Juan de Urbi-
na con Luis de Molina, s s.°.... (falta lo restante.)
El segundo documento es la escritura de capitulaciones matrimoniales entre
Luis de Molina é Isabel de Cervantes á 28 de Agosto de 1608. Publicóse ya este
documento en la Revista de Archiios el año de 1874 [66].
El tercer documento es un apuntamiento ó relación del pleyto promovido
por Juan de Urbina contra Isabel y su marido Molina sobre propiedad de la
casa de la Red de San Luis.
El cuarto documento es un poder otorgado por Urbina para entender en
dicho pleyto.
El quinto documento es la demanda interpuesta por el procurador de Juan
Biografías y noticias biográñcas $9
de Urbina contra D." Isabel de Saabedra y Cerbantes y Luis de Molina su ma-
rido en 31 de Enero de 1622. Dice en ella Urbina que, en virtud de las capitu-
laciones matrimoniales entre Luis de Molina y su muger, las dichas casas de la
Red de S. Luis debian volver á Miguel de Cervantes; que éste otorgó escritura
de declaración en favor de Urbina y por haber muerto D.* Isabel Sanz há llega-
do el caso por donde pertenece á Urbina la dicha casa; y atento á que la dicha
D.* Isabel de Saavedra se jacta de que la dicha casa es suya en propiedad. =
Suplica á Vmd. declare que la dicha D.^ Isabel solo tiene derecho para habitar
dicha casa por su vida y está obligada á restituírsela por su muerte sus herede-
ros al dicho Juan de Urbina y los suyos.»
La importancia de estos documentos se revela por su sola lectura y así lo
pone de relieve el Sr. Sigüenza en este artículo; el cual termina anunciando su
deseo de que se descubran todos los demás papeles que puedan aclarar el tér-
mino de la cuestión litigiosa y arrojar nueva luz sobre la vida de la hija de
Cervantes.
99. — Partida de defunción de Doña Magdalena, hermana de Cervantes.
«En z8 de Enero de 161 1 años murió Doña Magdalena de Jesús, hermana de
Zerbantes. Recibió los Santos Sacramentos de mano del Licenciado Francisco
López, no testó, era natural de aquí y era pobre, y tanto que la hicieron enterrar
los hermanos tercerones de San Francisco en 12 reales.»
Descubrió esta partida en los libros de la Iglesia de San Sebastián de Ma-
drid, el maestro D. Francisco Asenjo Barbieri y envió la copia, en carta privada,
al Dr. Thebussem, quien la facilitó al Sr. Mainez, para que la insertara, como
así lo hizo, en la Crónica de los Cervantistas, 23 de Abril de 1872.
Ahora bien; ¿quién es esta Magdalena, hermana de Cervantes? ¿Será la doña
Magdalena de Sotomayor, que aparece viviendo en compañía de Miguel, en
Valladolid, el año de 1605? Así lo revelan otros documentos recientemente des-
cubiertos, de que daré cuenta más adelante.
100. — La Ihistración Española y Americana. — Núms. correspondien-
tes al 30 de Marzo y 8, 15 y 23 de Abril de 1883. — «La hija de
Cervantes». — Artículos de D. Julio de Sigüenza.
En este interesante y erudito trabajo, el Sr. Sigüenza, después de demostrar
el poco fundamento de la especie vertida por el Sr. Navarrete y aceptada por
otros biógrafos de Cervantes respecto á la existencia de una dama portuguesa,
supuesta madre de la hija de Cervantes D.* Isabel de Saavedra; después de opi-
nar que en la declaración de D.^ Andrea en el proceso de Valladolid las pala-
bras hija natural no excluyen que D.^ Isabel fuese hija legltima\ después de
comentar y glosar las capitulaciones matrimoniales de dicha D.^ Isabel y los
demás documentos nuevamente descubiertos, de los que resulta, según hemos ya
visto que fué casada dos veces y que el año de 1622 vivía aún con su marido
Molina en la casa de la Red de San Luis; da cuenta el Sr. Sigüenza de las inteli-
gentes indagaciones practicadas por el Ilustre Escritor D. José María Octavio de
Toledo, distinguidísimo biblotecario en la Nacional de la corte. Este beneméri-
to Cervantista descubrió en la sección de manuscritos de la biblioteca Nacional
(Est. 2, n.° 303), un clibro de los nombres y calles de Madrid, sobre que se paga
incómodas y tercias partes», y en «Visita comenzada á 11 de Diciembre de
¿Q Biografías y noticias biográficas
1625», hállase este asiento: « [/na cassa de Luis de Molina se."" y de D? Isabel
de Saabedra su mujer: iassada en 48 ducados se subió á 55 ducados, t En la mis-
ma sección de manuscritos descubrió el Sr. Octavio de Toledo una «Planimetría
general de Madrid en la cual consta un asiento del año 1771 referente i. la casa
que ocupa el solar número 343, en el que se dice que «fué de Luis de Molina.>
Y en la parroquia de San Luis se halla la partida de difunto que en extracto
dice: «Luis de Molina marido de D.^ Isabel de Saavedra murió oy biernes 23 de
Henero de 1632, en la calle de San Luis enfrente de la de los Jardines en sus
cassas... Nombró por su albacea á la dicha su mujer... y al Ldo. Francisco Mar-
tínez Capellán en las monjas Trinitarias descaigas.»
De estos documentos se desprende, y así lo observa el Sr. Sigüenza, que el
fallo del pleito debió de ser favorable á D.* Isabel de Cervantes y que ésta con-
tinuaba viviendo en la casa de la Red de San Luis en 1632, época del falleci-
miento de su marido Luis de Molina.
Oigamos ahora la conclusión final del Sr. Sigüenza: «¿Después de los sucesos
referidos, llegó D.* Isabel de Saavedra á ser monja? Contestaré. Desde la funda-
ción del monasterio Trinitario descalzo, en 161 2, ó en 1609 como algunos quie-
ren, hasta 1666, solo se registran cuatro Isabeles, ya mencionadas anteriormen-
te, que profesaron después del año 1632, en que quedó viuda de su segundo
marido la hija de Cervantes. El ser conocidos los padres de todas ellas me hace
excusar detenerme sobre su estudio. ¿Ingresó después de 1666? Una razón pode-
rosísima se presenta para asegurar lo contrario. D.^ Isabel nació en 1585; tenia
por tanto en 1666, ochenta y un años, edad no muy viable para emprender una
vida de ayuno...» «Si los restos de la hija de Cervantes, como monja no se ha-
llan enterrados en el convento de Trinitarias descalzas de Madrid, ¿es probable
que lo estén como seglar? Puede que algún día dé resuelto este problema. Mien-
tras tanto... yo así lo supongo.»
Los hechos ciertos, pues, son: que D.^ Isabel de Saavedra hija legitima de
Cervantes, vivía aún en 1632, habitando en la casa de la Red de San Luis, don-
de quedó viuda de Luis de Molina.
El Sr. Sigüenza se esfuerza en probar que la declaración de D.^ Andrea en
la causa de Valladolid dando á D.* Isabel el dictado de hija natural de Cer-
vantes no excluye el que pudiese ser hija legitima. Yo creo, según más adelante
diré [121], que pudo entonces, en 1605, ser Isabel hija natural de Cervantes, y
en 1608, serlo legítima. Siento, pues, disentir de la opinión del Sr. Sigüenza,
quien afirma que la madre de D.* Isabel fué la propia esposa de Cervantes, dofia
Catalina Palacios de Salazar.
lOJ. — Revista de Archivos^ Bibliotecas y Mtiseos. Año IX, núm. 12, co-
rrespondiente al 31 de Diciembre de 1883.
Comunica el Sr. D. Patricio Ferrer y Ruiz Delgado, cinco documentos halla-
dos en el archivo de Simancas, relativos á las gestiones hechas por la madre de
Cervantes para el rescate de su hijo.
i!° Petición de D.^ Leonor de Cortinas para pasar 8,000 ducudos de mer-
caderías de Valencia á Argel. (Fué ya publicado por el Sr. Navarrete.)
2.0 Informe del Consejo de Guerra al Rey, favorable á la petición.
3.° Real cédula de 6 Diciembre de 1578 al Capitán General del Reyno de
Valencia, ordenándole que permita á D.' Leonor sacar 2,000 ducados de mer-
caderías.
4.° Real cédula de 5 de Marzo de 1579 al mismo Capitán General dicíén-
dole que ha representado D." Leonor de Cortinas no serle posible, por ser pobre
Biografías y noticias biográficas 6l
y viuda, dar la seguridad que se le exigió en la cédula anterior, y por tanto se
le otorga que la dé ante uno de los alcaldes de la corte.
5-° Cédula de 19 de Agosto de 1579 al mismo concediendo á D.* Leonor
prórroga de seis meses.
102. — «Cervantes en ValladoHd». Trabajo de D. Pascual de Gayangos
en la Revista de España, t. XCVII, págs. 481 y siguientes (Marzo y
Abril de 1884),
Cita unas cartas del i.° y 14 de Abril de 1584 del licenciado Sanctoyo á Ma-
teo Vázquez recomendando á Cervantes para una plaza de la Orden de Santiago
en Segura de la Sierra, con estas palabras: «el Cervantes es muy benemérito, y
sirvió ya el partido de Montanches muy bien.»
Yo creo que este Cervantes no es el autor del Quijote, pues en su memorial
de servicios á Felipe II nada dice de que hubiese tenido tal empleo.
Da luego cuenta de un manuscrito portugués, anónimo (i) y mutilado, nú-
mero 28,364 del Museo Británico, intitulado: Papeles del Consejo de las Ordenes
y Consultas originales de su Presidente entre los años de 1572 y 158=;, y tiene el
título postizo de Memorias de Valladolid, y contiene, entre otros tratados, el
diario extenso de todo lo ocurrido al autor y á sus compañeros portugueses des-
de la Semana Santa hasta fines de Julio de 1605, narrando los sucesos más no-
tables, así públicos como privados, nos presenta un retrato fiel, aunque un tanto
realista, de los usos y costumbres de una corte como la de Felipe ni, de la cual
dice: «en este año de 1605 es la más espléndida, culta, entretenida y alegre de
cuantas en el mundo hay.»
Cita el pasaje en que la mujer de Lope García de la Torre, mientras éste se
acostaba temprano, jugaba 200 y 300 ducados; y una noche que su marido la
llamó, ella responde: «Callad y dejadme jugar, Lope García. ¿Ño queréis? Cer-
vantes, dame acá agüella palmatoria y veremos si logro hacerle callar.^
En otra aventura cuenta que: ^pasando un Don Quixote vestido de verde,
flaco, alto de cuerpo y desmadejado, o teó debajo de un álamo ciertas mujeres.
Púsose el Don Quixote de hinojos á enamorarlas y echarles requiebros... Mas
de 200 personas acudieron, siendo tales y tantos los chistes y donosas burlas que
al caballero y á su postura se hicieron, que no pudo ser más. Callaba el caballe-
ro como calló Sancho y continuaba en su fervorosa devoción, etc.»
Gayangos cree que el Cervantes citado es nuestro autor, porque es cierto
que estuvo en Valladolid entre 1603 y 1607 y estando, como estuvo, en relacio-
nes con Freyre da Lima, banquero de Sevilla, y más tarde con el célebre asen-
tista Simón Mendes, es más que probable que fuese conocido y aun amigo del
anónimo portugués.
Advierte Gayangos que lo citado prueba que el Quijote, aun antes de ser
impreso, era conocido y casi popular en Valladolid.
Cree que la Relación de lo sucedido en Valladolid desde el nacimiento del prin-
cipe Don Felipe^ etc., no es de Cervantes, pero sí opina que más bien podría ser
suya la descripción del torneo en la huerta del duque de Lerma, cuyo titulo es:
Relación de las fiestas que delante de su Majestad y de la Reyna nuestra señora,
hizo y mantuvo el Principe de Piamonte. Valladolid, domingo diez y ocho de Julio
(i) Posteriormente Gayangos dio á conocer el nombre de este autor portugués, el cual
no es otro que Tomé Pinheiro da Veiga, (Véase la Revista de España, tomo 104, artículo
titulado La corte de Felipe III v aventuras del conde de Vtllamediana.)
62 Biografías y noticias biográficas
de 1604 años; de que hay dos ediciones, ambas de Valladolid y del afio 1605,
una por el licenciado Varez de Castro, otra por los herederos de Juan Iñiguez
de Lequerica.
Hasta aquí todo lo referente á Cervantes. Gayangos continúa en los folios
98 y 99 de la Revista el extracto del manuscrito portugués que describe el resto
de sus aventuras en Valladolid y las de las cortesanas de aquel año.
103. — La casa natal de Cervantes, en Alcalá de Henares.
En 15 de Diciembre de 1885 el Sr. D. Miguel Velasco y Santos, Jefe del Ar-
chivo general central de Alcalá de Henares, dirigió al Director de Instrucción
pública una comunicación en la que, desvaneciendo una alarma propalada por
varios periódicos respecto al derribo de la casa en que se suponía nació Cervan-
tes, le dice que «empotrada en la tapia de una huerta del que fué Convento de
Capuchinos se colocó hace años una lápida donde se hace constar que allí estu-
vo la casa en que nació Cervantes. Qué fundamento tuvo para esta afirmación
el que la mandó colocar, se ignora, existiendo más bien datos é indicios de que
en otro paraje de esta misma Ciudad pudo acaso verificarse aquel suceso.
Después, corriendo la noticia de que se derribaba el solar, Velasco indagó
lo siguiente: i.° Que el Municipio, en vista de las exhorbitantes exigencias de
los dueños, renunciaba á adquirir dicho terreno. 2° Que el derribo lo ejecuta-
ban aquellos acaso con intento de edificarlo ó de venderlo. 3.0 Que el Munici-
pio proyectaba que en el nuevo edificio ó casa que tal vez se levantase se pu-
siese un recuerdo de ser la casa en que nació Cervantes, (hipotéticamente).
Más tarde, á primeros de 1886, la Real Academia de la Historia tomó un
acuerdo referente al mismo asunto, y el Sr. Velasco le dirigió un razonado in-
forme con fecha i.° de Enero de 1886, reproduciendo la comunicación que en-
vió al Director de Instrucción pública y tranquilizando á la Academia con estas
palabras :
«Por desgracia no existe un monumento tan digno de respeto y de vene-
ración para los españoles, como el que malamente se supone en vísperas de des
aparecer. Lo sensible es que se hace cundir noticia tan estrafía y se nos haga
pasar ante Europa por un país grosero.»
104. —Luisa de Cervantes, hermana del autor del Quijote.
El ilustrado escritor D. Esteban Azafia, en su notable Historia de la ciudaa
de Alcalá de Henares, Madrid, 1885, '^^i nutrida de noticias curiosas para los
cervantistas, nos ofrece (T. 11, pág. 408), un dato, hasta entonces desconocido.
Consta en el registro del convento de la Concepción de Alcalá, que la hermana
de Cervantes, Luisa, nacida, como sabemos, el año de 1546, tomó el hábito el 11
de Febrero de 1 565, asistió á la santa visita el año de 1572, tres años después fué
nombrada sacristana, siendo elegida Subpriora en 1596, cuyo cargo ejerció hasta
el 99 en que quedó de Clavaria, luego fué elegida Priora en 1602 y reelegida
en 1605; después volvió á ser Clavaria, Subpriora, y en 1620 otra vez fué elegida
Priora.
Desgraciadamente no llega á más el registro referente á Luisa de Cervantes,
ignorándose, por tanto, la fecha de su fallecimiento.
105. — «Tres biógrafos de Cervantes." Dos artículos de D. Luis Vidart
en La Ilustración Española y Americana. 30 de Abril y 22 de Ma-
yo de 1886.
Biografías y noticias biográficas 63
Emite algunas observaciones acerca de las biografías de Cervantes, escritas
por Mayans, Pellicer, Ríos y Quintana.
Se imprimieron también sueltos estos artículos.
106. — "El gran cervantista D. Martín Fernández de Navarrete». Artícu-
lo de D. Luis Vidart en La Ilustración Española y Americana^ día
de Junio de 1887.
A grandes rasgos expone el Sr. Vidart las excelencias de la Vida de Cervan-
tes, compuesta por el Sr. Navarrete y apunta algunas noticias biográficas de este
eminente cervantista.
107, — «Un documento más acerca de Cervantes". Carta del Bachiller
Singilia al honorable Dr. Emilio W. Thebussem, en Medina Sido-
nía, fechada en Madrid á 23 de Abril de 1887 y publicada en Mayo
siguiente en el núm. 7168 de El Impar cial.
En este artículo se da cuenta de una carta hallada en el archivo de la casa
de los marqueses de la Pefia de los Enamorados, cuyo último párrafo dice así:
«El señor Luis de Godoy besa las manos de mi señora doña Mencía, y está de-
terminado de ser su servidor y devoto, assi por lo que toca á su gran merescer,
como por ayudarme al padescer de mi pena. Y esto sin duda hará, con que el
pobre Cervantes, ante todas cosas, sea restaurado en su acostumbrada libertad,
dexandole en el exercicio de su estudio; y que esto por todo lo debe su md.
hacer, lo uno por lo que toca á la acusación que sobre ello le porná su concien-
cia, y lo otro porque el ecelente fruto que de su habilidad y eloqüencia se es-
pera, gocemos; porque en otra manera, sería padescer la pena que de lo dicho
y de otras muchas culpas redundarían; y para ello pide gracia, favor y aceto
ausilio.... ceso con que v. m. nos la haga en todo tomar por nuestra intercesora
é impetradora á mi sefiora dofia Catalina Faxardo....>
Ahora extractaré las aclaraciones del erudito articulista: «El documento es
un borrador de carta, sin encabezamiento, data ni firma que lo autorice. La le-
tra, sin embargo, es (en esto no cabe duda), de la segunda mitad del siglo xvi;
y, á mayor abundamiento, sábese que en aquella época vivieron los personajes
que en la misiva se mencionan.... Luis de Godoy.... nació en Antequera por los
años de 151 2....; pasó al Perú obteniendo el importante puesto de Contador del
Cuzco.... y falleció en la villa de Argar, diócesis de Toledo, á la edad de 65 años,
en el de 1577 (dos después del cautiverio de Cervantes)». Cree el bachiller Sin-
gilia que al cautivo de Argel puede referirse esa carta, mas al final de su artícu-
lo le asalta la sospecha de «si sería ese Cervantes de la carta personaje distinto
del autor del Ingenioso Hidalgo».
Efectivamente, á mí distinto me parece, con sólo fijarme en un dato que al
autor del artículo se le habrá escapado. En un párrafo de la citada carta , ante-
rior al transcrito, se dice: «El ser. Luis de Godoy está bueno..., galán y gentil
hombre, y de tal arte, que á todos y d todas satisface con el contento que con
su vista y persona dá....»
Hombre galán de tales circunstancias, no es presumible que pase, y quizás
ni que llegue á los 40 años. Si nació Godoy en 151 2, podríamos dar á esa carta
la fecha de 1552, en cual año nuestro Gran Cervantes sólo tenía cinco de edad.
Además, los términos con que se impetra en el documento descubierto la líber-
64
Biografías y noticias biográñcas
tad de Cervantes, no parecen referirse al cautiverio de Argel; y menos pueden
aplicarse á los encarcelamientos sufridos en 1594 y 1597 por el autor del Qui-
jote, porque ya no existfa el Luis Godoy que en esa carta tanto figura. A mi en-
tender, el Cervantes mencionado en esta carta puede muy bien ser el escritor
toledano Francisco Cervantes de Salazar, que publicó sus primeras obras en
1546, pasando luego á Méjico, donde murió. Todas las sefias coinciden, y quizá
el motivo de su ida á América fuera la prisión á que esta carta se refiere.
408.— «El Licenciado Juan de Cervantes y su hija D.* María». — Artí-
culo de D. Julio de Sigüenza, en La Ihistración Española y Ame-
ricatia, correspondiente á 22 de Septiembre de 1887.
Continuando este entendido y diligentísimo cervantista sus investigaciones
acerca de la vida de Cervantes, ha encontrado varios documentos con los que
puede establecerse de un modo preciso la personalidad del abuelo y del bis-
abuelo de Cervantes. Así lo hace en su curioso artículo el Sr. Sigüenza, dándo-
nos como ilustración de sus noticias, este árbol genealógico:
NicolXs de Cervantes, fundador en Talavera de la Reina de la casa de Cervantes.
Murió antes de 1538.
Licenciado Juan
de Cervantes.
...?
I
Leonor de
Cortinas.
Rodrigo de
Cervantes.
D.' María de
Cervantes
+ en 1559
Martín de
Mendoza.
Miguel de Cer-
vantes Saavedra
lii
Catalina de
Palacios.
Diego Díaz de
Talayera.
_| Martina de Men-
doza y Cervantes.
Diego Sanz.
¥
Isabel de
Saavedra.
Luis de Molina.
Isabel de Men-
doza. Casó con
Lorenzo Hurtado
de Mendoza.
Isabel Sanz
-|- párvula.
Isabel de Molina
-|- pár^'^ula.
109. — Lápida conmemorativa del cautiverio de Cervantes en Argel.
Los periódicos de Barcelona correspondientes al 5 de Agosto de 1887, pu-
blicaron este suelto:
<En el vapor «Nuevo MahoDés>, que debe salir esta tarde, ha sido embar-
cada para Argel la lápida de hierro que ha de perpetuar la memoria de la ocul-
Biografías y noticias biográficas 6$
tación de Cervantes en una gruta de aquella costa, con el fin frustrado de li-
brarse del cautiverio que allí sufrió. Esta lápida, fundida en la Maquinista Te-
rrestre y Marítima, es debida al reciente viaje de la escuadra de instrucción á
aquel puerto.»
110, — Solicitud de Cervantes al Ayuntamiento de Carmena, á 12 de
Febrero de 1590, para sacar quatro mil arrobas de Azeite.
Este documento, que es autógrafo, lo halló el P. Fita en el archivo munici-
pal de Carmena, y lo publicó la Real Academia de la Historia en su Boletin,
Mayo de 1887.
111.— «Primera educación de Cervantes^. — Dos artículos de D. Luis
Carreras, en La Ihislración Ariistíca^ de Barcelona. Mayo y Junio
de 1887.
Aceptando el Sr. Carreras, literal y estrictamente, aquella conocida frase:
«el estilo es el hombre», opina que, siendo elegante el estilo de su dicción,
elegantes también debieron de ser su educación y los estudios de su juventud,
asi como su porte y sus costumbres.
112. — "Un documento inédito sobre Cervantes". — La Ilustración^ Bar-
celona, Tasso, día 29 de Julio de 1888.
Dase noticia, por copia íntegra, de un documento descubierto por D. Ra-
món León Mainez.
Es una cédula de comisión, librada en Sevilla, á 9 de Julio de 1 588, por An-
tonio de Guevara, Comisario de provisiones por S. M., á favor de «Miguel de
Cerbantes Saabedra, para que vaya á la ciudad de Ecija y á los cortijos y partes
de ella donde entendiere haber y hallar trigo y cebada y toda la cantidad que
hallare la tomara y sacara de poder de cualesquier Personas que lo tubieren de
qualquier Stado y condición que sean.... y lo hará almacenar.... para que se lleve
á las moliendas.... para que se muela en arina y della se labre el vizcocho para
las provisionos de su cargo.... y la cebada sirba para dar á los arrieros que
ubieren de azer la conducta de dha. arina....»
113. — El Ingenioso hidalgo Don Quijote. Madrid, 1888. Felipe Rojas
González, editor.
Dos t. folio.
Al final de la obra hay una extensa Vida de Cervantes, extractada de la de
Navarrete, con la adición de algunos datos modernos.
114. — «La Hija de Cervantes». — Tres artículos de D.Julio de Sigüenza
en los números de La Ilustración Española y Americana., corres-
pondientes á los días 22 y 30 de Septiembre y 8 de Octubre de 1889.
Tomo 11 g
66 Biografías y noticias biográficas
Con motivo del hallazgo de dos nuevos documentos referentes al pleito pro-
movido por la nieta de Cervantes, contra D. Juan de Urbina, para asegurar el
cumplimiento de una cláusula de la escritura de promesa de dote otorgada el
afio de 1608, el Sr. Sigüenza se ratifica en las conclusiones establecidas en sus
artículos de los años 1882 y 83 [100]. En una de estas conclusiones afirma
el distinguido cervantista que D.'' Isabel de Saavedra fué habida del matrimo-
nio de Miguel de Cervantes con D." Catalina de Salazar; pero ya veremos
que tal afirmación queda contradecida por nuevos documentos hallados y re-
cientes estudios verificados.
115. — «Tres biografías de Cervantes". — La Ilusiración Española y
Americana de 30 de Junio de 1889.
— «Los liltimos biógrafos de Cervantes". — Artículo de D. Luis
Vidart, en el número correspondiente al 22 de Julio de 1889, de
La Ilustración Española y Americana.
Emite el Sr. Vidart algunas observaciones á las Vidas de Cervantes, respec-
tivamente escritas por los Sres. Mainez y Benjumea. Con este trabajo «completa
— dice el distinguido cervantista, — la galería de los biógrafos de Cervantes en
la España del siglo xix.»
116. — La Casa de Cervantes en Valladolid, por D. Felipe Picatoste. —
Madrid, tip. J. Gongora, 1888.
En 8.0, de 32 págs.
Cinco son los capítulos en que se divide este interesante folleto.
En el I, manifiesta el autor que la noticia del proyecto de demolición de la
casa que habitó Cervantes en Valladolid, le ha inducido á dar á conocer aque-
lla pobre casa, refugio de familias ilustres, en que por extraña coincidencia se
albergó Cervantes para escribir tal vez ó terminar y publicar su obra inmortal.
II. — Pruebas de que el 8 de Febrero residía Cervantes en Valladolid, por-
que en ese día firmó un recibo de las labores hechas por su hermana D.a An-
drea para el Marqués de Villafranca.
Describe á grandes pinceladas el estado de ruinosa esplendidez de la corte
al llegar á Valladolid, celebrando fiestas mientras medraba la miseria pública.
El cap. ni está dedicado á describir la casa en que se instaló Cervantes con
su familia, y los vecinos que la ocupaban.
En el IV, con el epígrafe de Vida de Cervantes en Valladolid.— Su tertulia.
— Proceso de la muerte de Espeleta, hace el autor sentidas «comparaciones entre
la desgraciada suerte del inválido de Lepanto y la de los cortesanos que, á
pocos pasos de su mísera mansión derrochaban en ruinosas fiestas y en el escan-
daloso juego, capitales inmensos!»; cita los nombres de quienes formaban pro-
bablemente la sociedad de Cervantes, «desde aquella casa, — continúa el autor,
— pudo conocer la fama que tan rápidamente adquirió su libro.» Aceptando,
como cierto, según el manuscrito descubierto por Gayangos [102], que Cer-
vantes frecuentaba la casa de D. Lope García de la Torre, opina que «asis-
tirla á ella como literato, haciéndose lugar con su ingenio y no como jugador.»
Al fin de este capítulo menciona el Sr. Picatoste, muy ligeramente, el arresto
de Cervantes á consecuencia de la muerte de Espeleta.
Biografías y noticias biográñcas 67
Más importante que los demás es el V y último capítulo titulado: «¿Qué es-
cribió Cervantes en Valladolid?»
Después de creer probable \a. afirmación de los Sres. Pérez Minguez (i) y
Ortega y Rubio (2) de que el Quijote se escribió en Valladolid, demostrando
(dice el Sr. Picatoste), la traslación directa de Cervantes, desde Sevilla á Valla-
dolid, sin detenerse en Argamasilla, conjetura que en su casa de Valladolid pudo
componer la primera parte ó, á lo menos, corregirla y terminarla.... «Probable
es — añade el autor — que, ademas de la revisión del Quijote, nuestro ingenio
escribiese en Valladolid El coloquio de los perros, El casamiento engañoso y La
Gitanilla. Por otra parte, no probada de modo alguno la residencia de Cervan-
tes por algún tiempo, el necesario para componer el Quijote, en Argamasilla de
Alba, y habiendo una verdadera laguna en la vida de su autor, desde que resi-
día en Sevilla en 1599 hasta que apareció en Valladolid en 1603, queda en pie
la afirmación del erudito D. Tomás González, archivero de Simancas, de que es
una fábula la composición del Quijote en la Mancha, aunque, según su opinión,
se escribió en Sevilla desde 1595 á 1603,»
El Sr. Ortega y Rubio publicó también en 1888, con el título de Cervantes
en Valladolid, un curioso folleto que contiene el extracto más extenso que hasta
ahora se ha publicado de la causa de Ezpeleta. (Debo esta noticia al Sr. Me-
néndez y Pelayo.)
117. — Artículo biográfico de Cervantes, en el Dtccionarto Enciclopédico
Hispano- Americano ^ publicado por Montaner y Simón, de Barce-
lona. — Tomo IV, impreso en 1888.
«en Alcalá.... nutrió sólidamente su espíritu por medio de la lectura, el es-
tudio y la reflexión, y adquirió la filosofía que rebosa en todos sus escritos».
Hallándose ya en Madrid á los 20 años, ó mucho antes como es lo más verosí-
mil, no es posible que antes hubiese ya adquirido toda esa filosofía, que sólo
acumuló en sus largos viajes y tratos con toda clase de gente, en edad más ma-
dura.
Biografía galanamente escrita y bastante nutrida de noticias hasta la llegada
de Cervantes á Madrid hacia 1607; más, desde esta época hasta el fallecimiento
del inimitable escritor, la narración de los sucesos corre demasiadamente rápida
y concisa, notándose la falta de las circunstancias que rodearon y siguieron á la
aparición de la 2.* parte de la obra inmortal de Cervantes, y, sobre todo, las
referentes al falso Quijote de Avellaneda, á su escondido autor; así como de la
publicación del Viaje del Parnaso y de Las Novelas ejemplares, de las cuales
obras no se habla una palabra.
Tampoco tiene en cuenta el biógrafo la nueva luz que acerca de la hija de
Cervantes han arrojado los documentos ha pocos años descubiertos, probándose
con ellos que Isabel de Saavedra no fué monja.
118. —Historia de la verdadera cuna de Miguel de Cervantes Saavedra
y López, autor del Don Quijote de la Mancha, con las metamorfosis
bucólicas y geórgicas de dicha obra; vida y hechos del Príncipe de
los Ingenios Españoles, y una refutación de las biografías de este
(i) Casa de Cervantes, discurso pronunciado por su Presidente en 1879.
(2) Historia de Valladolid, 1881.
68 Biografías y noticias biográficas
autor que se han impreso hasta el día, por D. Tomás Lizcano y
Alaminos. Madrid, 1892.
En 8.° pequeBo, de 454 págs.
La I." parte que abraza 172 págs., viene á ser unos brevísimos apuntes de
algunos hechos referentes á la Historia de Espafia, hasta el siglo xiv, con lige-
ras noticias, acerca del establecimiento de las Ordenes Militares de San Juan en
Alcázar.
La 2." parte (págs. 173 á 325) contiene la Novela del capitán Cautivo que,
según el Sr. Lizcano, es la Vida y hechos de Miguel de Cervantes Saavedra y
López, sin notar ya desde el principio que el capitán dice ser natural de un lu-
gar de las montañas de León, que luego el Cura lo repite, y lo confirma el oidor
su hermano Ruiz Pérez de Viedma diciendo : que es de un lugar de las monta-
ñas de León. Para adaptar la historia del Cautivo á lo que el Sr. Lizcano dice
que es la vida del autor del Quijote^ inventa un cuento (cap. V.), (no apoyado
en dato, ni tradición alguna), llevando al capitán Cautivo y á Zoraida desde las
ventas del «Puerto» hasta que se establecieron en la casa paterna en Alcázar de
San Juan, Es chusco queremos hacer creer esta paparrucha (que por cierto ter-
mina con unos malos versos); pero lo gracioso es que el mismo forjador de tal
cuento no lo cree, ya que tiene buen cuidado de poner esta notita: «No se res-
ponde de la veracidad de este viaje que hicieron el Capitán y Zoraida, etc.»
Viene luego el cap. VI: «De los destinos que desempeñó el Capitán en su
lugar hasta su fallecimiento.» Parecía que íbamos á encontrar en este capítulo
algo que probase la identidad del Cervantes de Alcázar con el autor del Qui-
jote, pero nada de ello aparece. Después de hablar, como de pasada, del empleo
en la cobranza de alcabalas de la Orden de San Juan, pasa de un salto al afio
1609 en que el verdadero Cervantes se recibió en la Hermandad del Santísimo
Sacramento de la Corte, y trata ligerlsimamente de su muerte. En todo ello no
aparece, ni por asomos, prueba alguna de que el autor del Quijote sea el Cer-
vantes López de Alcázar de San Juan.
Cap. VII. «Que trata de la estatua que le erigieron después de su muerte.»
Hasta ahora he calificado de inocente el trabajo del Sr. Lizcano, pero en este
capítulo asoma ya algo que no lo es. Dígolo, porque en la pág. 308 pone estas
palabras: «Téngase siempre presente que desde 1738, que salió á luz su bio-
grafía, hasta 1809, nadie se acordó de él (Cervantes)», con lo cual el autor omite
mencionar los importantísimos hallazgos y trabajos biográficos de D. Vicente de
los Ríos, de D. J. Pellicer, D. M. Sarmiento y otros documentos publicados des-
de 1770 hasta 1800. ¿Por qué los omite? Claro es el motivo. Porque en las bio-
grafías de Cervantes que elaboraron aquellos ilustradísimos escritores se evi-
dencia y se prueba clarísimamente que el autor del Quijote era hijo de Alcalá
de Henares. Y como las pruebas que allí se dan, convencen á todo el que tenga
ojos para ver, y al Sr. Lizcano le conviene hacerse el ciego, he ahí por qué las
omite en este lugar, sin embargo de que en la 3.* parte se ve obligado á hablar
de estos autores para refutar sus biografías de Cervantes.
En el Apéndice (i) á la 2.^ parte — dice el autor — que «demuestra las meta-
morfosis bucólicas y geórgicas del Quiiote^, y añade: «que Cervantes tomó el
nombre de Cide-Hamete, de los dos infantes árabes que se mencionan en la
Crónica de D.Juan //», ([valiente descubrimiento!); «que en el Caballero déla
Triste Figura trató de ridiculizar Cervantes el escudo de armas de Alcázar de
San Juan, y repite que esta ridiculización «fué el primordial objeto del autor del
(1) Cita también la carta de nobleza de los Cervantes, que vi en la Academia el alio
1886.
Biografías y noticias biográficas 69
Quijote,^ (iqué desencanto!), üe modo que Cervantes ridiculizó á su patria; bien
al contrario del Cervantes de Alcalá de Henares, que enalteció la suya.
Continúa diciendo, «que la ínsula Barataría, es aquella heredad que, según
la novela del Cautivo^ fué vendida al tío D. Bernabé, que era de Cide-Hamete
Benengeli, en 12,000 ducados las tres terceras partes, situada á 7 kilómetros
de Alcázar», y la detalla punto por punto, con lo cual — dice — «se entiende me-
jor la obra del Quijote, que son muchos los que no la entienden. »
¿Rtsum teneatis?
Después habla del origen de la casa de los Saavedras, y concluye con una
lista de «los hombres célebres de la provincia de Ciudad Real»; (entre los cua-
les, modestamente, el autor del libro se coloca).
Tercera parte. — Cap. I. Pone la partida de bautismo de Alcalá, haciendo
mucho hincapié en que figura en ella el apellido Carvantes. Este reparo es muy
fútil, porque además de que se sabe que en aquello.^ tiempos de ortografía des-
cuidada, muchas personas del linaje de Cervantes, se firmaban Carvantes; ade-
más de esto, digo, tenemos que el mismo autor del Quijote, quien en el pedi-
mento presentado en Argel á 10 de Octubre de 1580, para que se recibiese la
Información de su cautiverio, dice terminantemente que es hijo de Alcalá (esta
es una prueba decisiva), él mismo adoptó la forma Cerbantes. Y como última
muestra de la sinrazón de este reparo, haré observar al Sr. Lizcano que en las
partidas de bautismo de Andrés y Luisa, hermanos del autor del Quijote, apa-
rece el apellido Cervantes claramente escrito. — En una nota á esta partida de
bautismo alega el Sr. Lizcano lo siguiente: «El autor del Quijote se ve por el
Prólogo de las Novelas que dice: Mi edad no está ya para burlarse con la otra
vida; que al ¿¿ de los años, gano al Sr. Conde por nueve meses más y por la
mano. Asi es, que desde 1558, que nació éste, 9 de novbre., hasta el 13 de Julio
de 1613, que le dedicó al Sr. Conde sus novelas, resultan los 55 años, 4 meses
y 5 días.» Aquí asoma la mala fe, porque Cervantes no dice tal cosa. Cervantes
dice: «a/ 55 de los años gano por g mas y por la mano,^ Véase cuan diferente.
— En suma, el argumento de Lizcano se reduce á decir que el de Alcalá es
Cervantes y Cortinas y el de Alcázar es Cervantes Saavedra y López., autor
arábigo y manchego. *_
Hace el Sr. Lizcano otro extracto de la biografía de Navarrete cuando éste
cita el pedimento de Cervantes en 1580 en Argel, para la información de su
cautiverio y la Información que su padre hizo en Madrid en 1578, donde consta
que era hijo de Alcalá, hijo de D. Rodrigo y D.* Leonor de Cortinas, etc. A estos,
indiscutibles documentos llama Lizcano sospechas vagas y conjeturas ineficaces
diciendo arrogantemente que él ha sacado los verdaderos documentos. ¿ Cuáles
son?
La vida del Cautivo y la fe de bautismo de Alcázar.
Copia luego y ensalza las cartas de Marafión y Sánchez á Fernández Nava-
rrete en defensa de Alcázar, y pone también la partida de bautismo del Cervan-
tes de Consuegra.
En los cap. III, IV y V, último de la obra, para refutar los documentos de
Argel, la Vida de Cervantes, por Mainez, y los datos de Velasco Dueñas, da
nuevamente vueltas á la novela del Cautivo, sin salirse de sus trece.
Perdóneseme esta minuciosa refutación de los argumentos del Sr. Lizcano.
Verdaderamente pudiera habérmela excusado, con sólo manifestar al Sr. Liz-
cano, que la partida de bautismo de su Cervantes de Alcázar, es falsa.
119. — Manifiesto literario sobre Restitución de la verdadera cuna, nom-
bre y obras descarriadas de Miguel de Cervantes Saavedra, por
•JO Biografías y noticias biográficas
D. Leonardo de Almedo, juez de primera instancia electo de Mon-
talván. — Madrid, 20 de Octubre de 1893.
(Lo cita Apralz en Cervantes vasca filo).
120. — Cervantes macero. Carta III, de XX (Dr. Thebussem). 1888. —
Segunda Ración de Artículos del Dr. Thebussem. — Madrid, 1894.
Hállase en la pág. 159, la siguiente curiosa noticia:
«En el libro La Guerre de Chipre et la bataille de Lepante, por el vicealmi-
rante Jurien de la Graviére, impreso en París en el presente afio de 1888, hay
una nota á la pág. 217 del tomo II, que traducida al español, dice así: «Cervan-
»tes enfermo, consumido por la fiebre, mandaba á bordo de La Marquesa un
^pelotón de doce soldados.... Muerto su capitán, recibe dos heridas frente al
senemigo, y no por eso deja de permanecer en su puesto hasta el fin del com-
íbate.... ¿La patria, á quien debía ilustrar, fué agradecida? Nosotros vemos figu-
»rar en las nóminas del Consejo Real de Ñapóles hasta el 15 de junio de 1572.
»Don Miguel Cervantes de Saavedra, lisiado por toda su vida, ha llegado d ser
tuno de los materos del Consejo. Pagad dos ducados al mes — dicen las cédulas
fde enero y julio de 1572 — á e%X.& porlatore dimazza.-»
«Por mi parte declaro — dice el Dr. Thebussem — que no tenía conocimiento
de tal particularidad, y entiendo que los cervantistas españoles agradecerían
mucho al ilustre Almirante francés que la ampliase y aclarase, con citas de do-
cumentos, cuanto le fuese posible.»
121. — Cervantes en la Exposición histórica-europea, por D. Manuel de
Foronda... con una carta-prólogo del Excmo. Sr. D. Luis Vidart,
y dos apéndices conteniendo el artículo del «Doctor Póstumo" y el
fotograbado de cuatro de las páginas del libro parroquial de Santa
María, de Alcázar de San Juan. — Madrid. —Librería de Gutten-
berg, 1894.
En l6.°, de 95 págs.
Conferencia leída por su autor en el gran salón de actos del edificio desti-
nado á Bibliotecas y Museos, el día 30 de Junio de 1890 (i), en que tuvo lugar la
clausura de las Exposiciones Históricas con que España conmemoró el cuarto
Centenario del descubrimiento de América.
El libro del Sr. Foronda es importantísimo para la historia de nuestro Cer-
vantes y de su familia.
Además de ampliar las noticias de varios documentos ya conocidos, describe
otros varios, ignorados hasta ahora.
Extractaré lo mucho de interesante que acerca de unos y otros contiene la
obra del Sr. Foronda.
A. — Libro de bautismos de la parroquia de Alcázar de San Juan, en
(I) Errata de imprenta, por 1892.
Biografías y noticias biográficas 7 1
el que se halla la partida de un Miguel, hijo de Blas de Cervantes
Saavedra y de Catalina López.
«La llegada á la Exposición del libro de Bautismos de la parroquia de Al-
calá de Henares... excitó la curiosidad del público; y tanto ésta, como las indi-
caciones de la prensa y las gestiones del propio Lizcano y de otros particulares,
hicieron que llegara á Madrid el libro de bautismos de la parroquial de Alcázar
de San Juan.»
«Como una bomba cayó, entre los que habitualmente á la Delegación con-
currimos, el articulo que, firmado por el Doctor Postumo, vio la luz pública en
El Heraldo de Madrid correspondiente al dia 23 del pasado Abril (i); artículo
en el cual, de una manera terminante y precisa, se consigna que el Miguel de
Cervantes Saavedra y López no pudo ser ni fué el manco de Lepanto, el cautivo
de Argel, el marido de Doña Catalina de Palacios Salazar, el padre de Isabel
de Cervantes, el autor del Quijote^ en fin, sino que el Cervantes y López no
llegó á existir, puesto que la partida que aparece en el libro de Alcázar era,
no sólo apócrifa en su contexto, sino que los caracteres extrínsecos que la infor-
man dejan ver bien á las claras la mixtificación más palmaria, la falsificación
más tosca que jamás se dio en casos semejantes.»
«Como era natural, todos acudimos á comprobar por nosotros mismos las
aseveraciones del encubierto Doctor Postumo^ y tras nosotros todos los que en
Madrid por las cosas de Cervantes se interesan, contándose entre éstos paleó-
grafos distinguidos cuya competencia no' cabe poner en duda.» «El juicio fué
unánime. La partida de Alcázar fué considerada por todos como apócrifa.» '
«Pero, ¿cómo ha logrado pasar inadvertida hasta hoy tan patente falsifica-
ción? ¿Cómo, tantos eruditos que del documento se han ocupado, no han visto
que tras dos partidas de nacimiento anotadas con fecha 15 de Noviembre de 1558
y otra de fecha 18 del mismo, vienen, inmediatarbente después (2), otras dos de
fechas 13 y 14 del propio mes y año, es decir, que se anotaron cinco días des-
pués nacimientos que se habían verificado cinco días antes?»
«La persona que tal irregularidad cometió se dio desde luego cuenta de ella;
y lo comprueba el trozo de hoja arrancada al final de la partida del 18, en que,
sin duda, la firma no salió tan menos toscamente imitada como en las tres an-
teriores, y las señales que, al parecer, evidencian el propósito de borrar, 6 al
menos de hacer poco legible, la fecha 13 que, á pesar de esto, la partida subsi-
guiente conserva.» «Estas y otras parecidas observaciones eran las que todos
hacían á la vista del documento. »
«Pero sea de ellas lo que quiera, yo..., no he podido menos de rendirme ante
el convencimiento que han llevado á mi ánimo las razones en que se han apo-
yado personas tan doctas y tan poca inñuidas por la cuestión de localidad como
lo son las que, estudiando y comprobando las afirmaciones del Doctor Postumo,
las han corroborado, dando como resultado final el de que, con motivo de la
venida á la Exposición del libro de Alcázar, se ha aclarado de una vez y para
siempre este concepto: que Alcázar, si camina de buena fe en esta cuestión, no
podrá seguir aferrado en sus opiniones.»
(1) Figura como Apéndice en el libro del Sr. Foronda, que voy describiendo.
(2) En el Apéndiec final, pone el Sr. Foronda la reproducción de cuatro páginas del
libro de Alcázar.
•J2 Biografías y noticias biográficas
B. — Libro de Bautismos de la parroquia de Santa María de Alcalá de
Henares.
«Se halla en la Exposición, y además de la partida del autor del Quijote,
contiene las de sus hermanos mayores Andrés, Andrea y Luisa. Respecto de lo
que fué de Andrés y Luisa nada ha podido comprobarse; puesto que el Rodrigo
de Cervantes, de quien se ha supuesto que era el llamado Andrés en la partida,
y que cambió este nombre de pila por el anteriormente dicho, no pasa este aser-
to de la categoría de las suposiciones aventuradas; y respecto de Luisa, no es
posible creer que sea, — por igual metamofosis de nombre, — la Doña Magdalena
de Sotomayor, beata, ya que aparece... en Valladolid; ni la Doña Magdalena de
Jesús, también beata y también «hermana de Cervantes.»
En efecto, ya hemos visto [104], que Luisa fué monja en Alcalá de Henares.
C. — Libro IV de defunciones de la parroquia de San Sebastián, de
Madrid.
«Contiene el libro IV de defunciones... tres que se refieren á Cervantes, á su
hermana Andrea y á su también titulada hermana Magdalena...?»
«La partida de Doña Magdalena de Jesús, (al fol. 99 del libro), consigna
que ésta era hermana de Cervantes, natural de Madrid, y que falleció en 28 de
Enero de 161 1.»
«No parece aventurado suponer que la Doña Magdalena de Sotomayor que,
como hermana de Cervantes, aparece en las actuaciones de Valladolid, dada la
calidad de beata con que en aquéllas figura, adoptase el sobrenombre de Jesús
en substitución del menos místico de Sotomayor.»
«Al folio 270 se halla la partida de óbito de Miguel de Cervantes Saave-
dra...; mandó dos misas del alma y lo demás á voluntad de su mujer, que es
testamentaria, y del licenciado Francisco Martínez, (no Núñez, como todo el
mundo ha dado en leer). » « A la vista de esas palabras, ¿puede tenerse por aven-
turada la conjetura de que Cervantes hiciera testamento?... ¿No merece alguna
disculpa mi paciencia al rebuscar 184 protocolos, y más tarde, al emprender
con el Sr. Santa María la caminata á Esquivias en busca del pretendido testa-
mento?»
«La partida de defunción de D.* Catalina de Salazar, que lega 300 misas y
y funda una memoria, y las capitulaciones matrimoniales de la hija de Cervan-
tes, dotada con más de 36,000 reales y propietaria de una casa en la calle de la
Montera, sugieren al Sr. Foronda esta oportuna reflexión: ¿Serla, tal vez, que
Cervantes no muriese en la extremada pobreza con que sus biógrafos nos le
presentan?»
D. — Traslado del testimonio fechado en Argel á 5 de Marzo de 1581.
«Es relativo á las diligencias que allí se hicieron para el rescate de los cau-
tivos, en el que consta como fué rescatado Miguel de Cervantes, natural de Al-
calá de Henares. Documento completamente inédito, que forma parte del Libro
de redenciones, y que publicará Don Ramón Santa María.»
E. — Otro documento referente al rescate de Cervantes.
Da también cuenta el Sr. Foronda de «cierto documento existente en un
Biografías y noticias biogTá6cas 73
notable archivo particular, que dice asi: cLos cautivos resgatados por la Orden
de la Santísima Trinidad en Argel de 80 chriados y officiales de V. Mgd »
y entre ellos hace el núm. 29 Miguel dt Cervantes de edad treinta y un afios,
natural de Alcalá de Henares...*
F. — Poder á favor de Cervantes.
Otro de los documentos que el Sr. Foronda ha hallado en Esquivias es una
escritura «en 9 de Agosto de 1586, y ante el escribano de S. M. Alonso de Agui-
lera, en la que Doña Catalina, viuda ya, otorga amplio poder para percibir cier-
tos maravedises en Toledo á favor de t Miguel de Cervantes Saavedra, mi
yerno.íi
G. — Testamento de Isabel de Cervantes.
Igualmente menciona el Sr. Foronda el hallazgo verificado por una persona
en el archivo de protocolos de Madrid, del testamento y codicilo de la hija de
Cervantes, fecha 4 de Junio de 1631, en el cual declara textualmente ser hija de
Miguel de Cervantes y de Dotla Ana de Rojas.
Los documentos É. y G. irán transcritos luego [126].
H. — Partida de bautismo de Isabel Chiticalla.
Cita también haberse hallado en Esquivias la partida de bautismo en 1585
de una nifia de padres desconocidos, á quien pusieron por nombre Isabel Chi-
ticalla., que cree el Sr. Foronda ser la hija bastarda de Cervantes. Pero el señor
D. Luis Vidart, en el prólogo del trabajo que analizo, opina, como lo hizo Ben-
jumea, que Isabel era hija adoptiva de Cervantes, presentada, con el consenti-
miento de la esposa de éste, como hija natual. No encuentro la razón de ello, y
en mi carta de 10 de Junio de 1894 al Sr. Foronda, apunto yo esta conjetura:
«que Isabel era hija natural de Cervantes, quizás la que aparece bautizada con
el nombre de Isabel Chiticalla^ que, andando los tiempos y no teniendo doña
Catalina hijos, consintió en acoger á la hija de su marido, en cuya compañía
consta que vivía ésta como hija natural el año de 1605, en ValladoÚd, y que más
tarde, para poder casar á Isabel con Diego Sanz, procedió Cervantes d legitimar
á su hija, valiéndose de los medios que la ley para esos casos concede.»
En efecto, en solemnes documentos públicos y fehacientes, tanto Cervantes
como su familia, declaran terminantemente: que en 1605, (causa de Valladolid),
D.^ Isabel era hija natural, y en 1608, (capítulos matrimoniales), era hija legi-
tima; además la propia Isabel afirma en su testamento quienes son sus padres;
¿por qué, pues, no hemos de dar fe á los mismos interesados, y sí andar conje-
turando que Isabel es hija adoptiva? Si tal fuera, Cervantes y los suyos lo hu-
bieran dicho; porque más honroso para él era afirmar que había adoptado á una
niña huérfana, que no confesar que tenía una hija bastarda.
La partida de Isabel Chiticalla, que se halla al folio 35 vto. del libro parro-
quial de Esquivias, correspondiente á 1585, dice así: «Isabel.=En treinta días
del mes de Marzo del dicho afio, babtizó el Revdo. Licenciado Pascual Fernan-
dez; Tiniente de beneficiado, á Isabel, hija de Chiticalla. Fueron sus compadres
Gaspar Martin, hijo de Andrés Martin Toledano y Maria Fernandez. Encargo-
seles el parentesco Spiritual. Testigos Francisco Marcos y Gabriel de Salas, ve-
cinos del dicho lugar y lo finné=Pascual Fernandez.»
Tomo n xo
J4 Biografías y noticias biográficas
El servicio que, con la publicación de esta obrita, ha prestado el Sr. Foron-
da á los cervantistas, es inmenso. No satisfecho el distinguido escritor con las
interesantísimas noticias que en aquélla nos da, registró numerosos protocolos y
libros parroquiales é hizo repetidas excursiones á Esquivias para completar los
datos ya adquiridos y buscar otros nuevos. El resultado de una de sus excursio-
nes lo ha reunido el Sr. Foronda en el Boletín de la Sociedad Española de Ex-
cursiones, Madrid, (Año 2.°, n.° 18, i." Agosto 1894), en donde consigna: «Que
la Iglesia hoy existente no es la misma en que Cervantes se casó, puesto que fué
construida en 1785 sobre el mismo solar de la primitiva...» Describe la casa en
que se supone vivió Cervantes; hace un poco de historia del pueblo y copia la
partida de Isabel, acerca de la cual dice: «como se ve, si Isabel de Cervantes
declara que tenia en 30 de Junio de 1605 veinte años, y según la partida, preci-
samente los 20 años y 3 meses: si en su testamento declara ser hija de D.* Ana
de Rojas, y en el archivo notarial de Esquivias aparece por aquellos años otor-
gando escrituras, una señora viuda con el propio nombre y apellido; si en la
citada causa de Valladolid se consigna en dos ó tres ocasiones distintas la ilegi-
timidad de Isabel, ¡qué extraño es que D. Luis Vidart y D. Leopoldo Rius co-
miencen á dar calor á la idea apuntada por el infrascripto de que tal vez sea
CFta misteriosa partida la del bautismo de la hija de Cervantes!»
El Sr. Foronda me ha obsequiado con un ejemplar de la Gacela de Fomento,
de Madrid, correspondiente al 21 de Abril de 1885, en la cual hay un intere-
sante artículo suyo, titulado Cervantes y el Padre Haedo, poniendo de relieve
la relación que existe entre las noticias del erudito monje Benedictino y las que
de si mismo nos da Cervantes referentes á su cautiverio en Argel.
122. — El Conde de Lemos, protector de Cervantes. — Ilustración Cató-
lica^ 1880, pág. 323. — Su autor, D. José M.* Asensio.
Se hizo tirada á parte en 8.°, de 32 páginas.
123i — «Tres biografías de Cervantes». — «Los últimos biógrafos de Cer-
vantes» . — Artículos de D. Luis Vidart en La Ilustración Española
y Americana^ correspondiente á los días 30 de Junio y 22 de Julio
de 1889.
Examina las biografías de Cervantes por Mainez y Benjumea, y al final esta-
blece un paralelo entre ambas y las escritas por Navarrete y Moran.
El Sr. Benjumea había afirmado repetidas veces [53, 86, 91], «que los amo-
res de Cervantes con D.* Catalina de Salazar empezaron antes de su viaje á Ita-
lia, esto es, antes de 1569.»
El Sr. Vidart y D. Manuel de la Revilla [88] apoyan esta conjetura del se-
ñor Benjumea; pero, tal suposición es tan aventurada, que un sencillo dato bas-
tará para demostrar adonde conduce: al absurdo. En efecto; D.^ Catalina de
Salazar nació el 12 de Noviembre de 1561;, de manera que, en 1568, época en
que supone Benjumea que comenzaron sus amores con Cervantes, tenía aquella
señora... ¡apenas trese años!
124. — Cervantes vascófilo, ó sea Cervantes vindicado de su supuesto
Biografías y noticias biográficas 75
antivizcaínismo, por Julián Apraiz Sáenz del Burgo, natural de
Vitoria y vizcaíno, alavés y guipuzcoano por todos sus abolengos.
— Nueva edición considerablemente aumentada. — Vitoria. — Est.
tip. de Domingo Sar.— 1895.
En 4.", de 282 págs. y una hoja final para el índice y Erratas.
Páginas 139 á 155: resumen de los documentos de Navarrete, Moran y Asen-
sio acerca de los cargos de Cervantes en Andalucía, y publicación de dos nue-
vos documentos.
En este apreciabilísimo libro, después de demostrar claramente su autor que
andan descaminados los pocos críticos que desde Pellicer y Clemencín hasta
nuestros dias, han creído hallar en varios pasajes de las obras de Cervantes una
intención de burlarse de los vascongados; prueba al contrario, que el Principe
de los ingenios tuvo siempre en aventajado predicamento á los vizcaínos y pone
de relieve la amistad que le unió con diversos hijos de Euskaria. Esto le lleva
por la mano á tratar con detenimiento de las comisiones que desempeñó en An-
dalucía, y después de enumerar los documentos descubiertos citados por Nava-
rrete, Moran, Asensio... produce dos nuevos documentos que le transmite don
Claudio Pérez y Gredilla, jefe del Archivo general de Simancas y algunas curio-
sas noticias debidas á sus incesantes pesquisas.
Mencionaré pues los principales puntos:
1." Carta original de Isunza al Rey fecha en el Puerto de Santa María
á 1 de Enero de isg2. — Con motivo de haber la villa de Fuente Ovejuna pren-
dido, por abusos y delitos en su oficio, á un substituto de Andrés Cerio, comisa-
rio del proveedor Isunza, y de haber el Corregidor de Córdoba achacado igua-
les delitos á otros comisarios de la misma proveeduría, el indicado Isunza
manifiesta al Rey en tono respetuoso, pero enérgico, que el substituto culpable no
fué nombrado por él; y para mayor aclaración consigna que los Comisarios de
su Proveeduría ^que confinan con Andrés de Cerio, son Diego de rruy Saenz,
Miguel de Cervantes Saavedra, Bartolomé de Arredondo y Gaspar de Salaman-
ca Maldonado, hombres honrados y de mucha confianza, y ansí tengo por cierto
que á ninguno destos hallará embararafado el Corregidor de Cordoua en cossa
que sea hurto, ni cohecho. ■>>
2.° Otra carta original del propio Isunza, en el Puerto de Santa María á 23
de Febrero de 1592, en la cual, quejándose al Rey de varias órdenes vejatorias
del Corregidor de Ecija contra sus Comisarios, entre los cuales continuaba Cer-
vantes, responde nuevamente de la fidelidad y honradez de los mismos.
3.° Ya hemos visto que el Sr. Moran [46] confunde el asunto de las tercias
de Toro con la prisión de Cervantes en Castro del Río. El n.° VIH de los nue-
vos documentos hallados por el Sr. Asensio [48], arroja luz sobre aquel asunto
de Toro, cuya historia completa nos da el Sr. Apraiz en su obra (págs. 146 á 150).
De sus investigaciones resulta: Que Salvador de Toro tenía arrendadas las tercias
de Teba; que habiendo el proveedor Isunza ordenado á sus comisarios que sa-
caran trigo de dichas tercias y de otras partes, se presentó Nicolás Benito y por
fuerza sacó 1.157 fanegas de trigo y 510 y media de cebada; que Toro dio po-
der á Diego de Fresneda, quien se dirigió contra los bienes de Isunza; que éste
reclamó protestando de la ejecución; que Cervantes obrando como siempre con
nobleza, acudió á favor de Isunza á este pleito y en méritos del mismo dio una
certificación áSde Agosto de i¡g2,dec\iiiando que ¿I es quien tiene de dar cuenta
del dicho trigo y cebada del qual se hizo cargo, y dará cuenta cada y quando que
se le pidiere de la entrega del trigo d los vizcocheros que lo convirtieron en vizco-
j6 Biografías y noticias biográficas
tAo para servicio de S. M. Parece que esto no bastó, pues Cervantes se presentó
ante el Real Consejo de la Guerra con la solicitud á favor de Isunza de i.° de
Diciembre, que ya hemos visto en Moran [46].
Avaloran el eruditísimo libro del Sr. Apraiz una porción de noticias cerván-
ticas y de juiciosas disertaciones acerca de los antiquijotistas y anticervantistas,
deteniéndose especialmente en el vitoriano D. Valentín Foronda.
125.— La Cueva de Cervantes en Argel, por D. Mariano Rotondo y
Nicolau, vicecónsul de España en Burdeos.— Madrid, 1895.
Folleto en 4.° mayor.
126. — Nuevos documentos referentes á Cervantes y á su familia, descu-
biertos y publicados por D. Cristóbal Pérez Pastor, Pbro. — Madrid,
1896.
El Sr. Pérez Pastor es ya muy conocido por sus notabilísiiHos trabajos biblio-
gráficos, entre los cuales ocuparon un merecido lugar sus tres libros La Impren-
ta en Toledo, La Imprenta en Madrid y la Imprenta en Medina del Campo,
obra premiada por la Biblioteca Nacional en el concurso público de 1893. En-
tusiasta cervantista, además, el Sr. Pérez Pastor, guiado por su esclarecido cri-
terio, y á fuerza de indecibles indagaciones, ha descubierto más de 50 documen-
tos relativos á Cervantes y á su familia, la mayor parte de los cuales son impor-
tantísimos para la biografía del autor del Quijote.
Con generosidad poco común, el Sr. Pérez Pastor me ha facilitado las ga-
leradas de los pliegos que está imprimiendo, y á esa amabilidad debo el poder
incluir aquí los citados documentos. Permítame el ilustrado bibliotecario que
le exprese mi profunda gratitud.
Documento núm. i. — Poder del Licenciado Juan de Cervantes á su hija doña
María para tomar á préstamo 100.000 maravedises. — Alcalá, 13 de Mayo de 1533.
(Protocolo de Rojas, 1533, rotulado Rosal y Córdova, 1562.)
Documento núm. 2. — Obligación de D.^ María de Cervantes de pagar á Die-
go de la Haya 100.000 maravedises que le ha prestado. — Madrid, 13 de Mayo
de 1533.
(Protocolo de Rojas, 1533, rotulado Rosal y Córdova, 1562.)
Documento núm. j. — «Sepan quantos esta carta de donación ynrevocable
vieren, como yo, Juan Locadelo, residente al presente en esta villa de Madrid y
corte de su magestad, digo: que por quanto yo tengo mucha obligación e soy en
mucho cargo á la señora doña Andrea de Cervantes, hija de Rodrigo de Cer-
vantes, residente en esta dicha villa e corte, ansi porque estando yo ausente de
mi natural en esta tierra me ha regalado y curado algunas enfermedades que he
tenido assi ella como su padre e hecho por mi y en mi utilidad otras muchas
cosas de que yo tengo obligación a lo remunerar y gratificar por ende en la via
e forma que haya mejor lugar de derecho, e cumpliendo lo susodicho otorgo e
conozco por esta presente carta que hago gracia y donación a la dicha señora
doña Andrea de Cervantes pura perfecta ynrebocable que llama el derecho en-
tre vivos para ella e sus herederos y sucesores presentes y por venir y para quien
ella quisiere e por bien tuviere es a saber de los bienes y cosas siguientes:»
Biografías y noticias biográficas 77
(Siguen los bienes y cosas, consistentes en 300 escudos de oro en oro, y mu-
chos muebles, ropas y alhajas de valor.)
«Los quales dichos bienes de suso declarados le doy por las causas susodi-
chas e por otras muchas buenas obras que della he recibido e porque tenga me-
jor con que se poder casar e honrar e para ayuda al dicho su casamiento sin que
en ello otra alguna persona ni sus padres ni hermanos ni alguno dellos tenga ni
haya cosa alguna contra la voluntad de la dicha doña Andrea, la qual los tenga
e posea, goze y emplee como ella quisiere e por bien tuviere e los gaste e destri-
buya a su voluntad,
. . . e por quanto toda donación que es fecha en mayor cuantia de quinientos
sueldos en lo demás no vale sino es insinuada por ante juez competente, por ende
tantas quantas vezes esta dicha donación ecede o eceder puede del mayor nu-
mero de los dichos quinientos sueldos tantas donaciones vos hago y las insinuó
y he por insinuadas como si lo fueren ante el tal juez competente
. . . y en señal de posesión se lo doy y entrego de presente todo ello en escudos
y bienes en presencia del escribano y testigos de yuso escritos
... y la dicha doña Andrea lo recibió realmente e lo paso a su poder y quedo
señora y posehedora dello y se dio por entregada dello. E yo, el dicho Juan Fran-
cisco Locadelo, me obligo de no revocar esta dicha donación guardándose la
forma en ella contenida en tiempo alguno
. . . Y yo, la dicha doña Andrea de Cervantes, que soy presente a todo lo que
dicho es, digo e confieso y otorgo que recibo de mano del dicho señor Juan Fran-
cisco Locadelo los dichos trezientos escudos de oro en oro y todos los bienes y
joyas de suso declarados y que acebto la merced y donación que de todo ello
me haze e le beso las manos por ello, en firmeza de lo qual ambos otorgamos la
presente ante el escribano e testigos de yuso escritos. Que fue fecha e otorgada
en la villa de Madrid a nueve dias del mes de junio de mil e quinientos e se-
senta e ocho años. Testigos que fueron presentes a lo que dicho es Francisco de
Villanueva e Miguel de la Corte, criados del dicho señor Juan Francisco, e
Alonso Gutiérrez de Cumbres, criado del licenciado Sánchez de Cordova, resi-
dentes en esta corte, y el dicho señor Juan Francisco y la dicha señora doña
Andrea lo firmaron de sus nombres a los quales yo el escribano conozco. —
Francisco Locadelo. — Doña Andrea de Cervantes. — Paso ante mi Francisco
Hortiz, escribano.»
(Protocolo de Francisco Ortiz, 1568, folio 523.)
Documento núm. 4. — Asiento y soldada de Isabel de Alvear con D.^ Andrea
de Cervantes. — Madrid, i.° de Septiembre de 1573.
(Protocolo de Juan López del Castillo, 1573, folio 650.)
Documento núm. j. — «Sepan quantos esta carta de obligación vieren, como
yo, don Alonso Pacheco, vezino de la cibdad de Xerez, cerca de Badajoz, estante
al presente en esta corte, otorgo y conozco por esta presente carta que me obligo
de dar e pagar a vos la señora doña Madalena Pimentel de Sotomayor, estante en
esta corte, e a quien vuestro poder hobiere e por vos lo hobiere de haber e recaudar
en qualquier manera^ es a saber: quinientos ducados que valen ciento e ochenta
e siete mili e quinientos maravedís, los quales vos debo e son por razón de que
yo os era deudor dellos por una donación que en vuestro favor hice e otorgué
por la qual os doné e mandé la cantidad por las razones e obligaciones que para
ello tuve y me obligué de os hacer pago de la dicha cantidad quando heredase
los bienes e hazienda en que yo subcedo por fin e muerte de don Pedro Porto-
carrerro, mi señor y padre, y es ansi que el dicho mi padre es muerto
•jf. Biografías y noticias biográficas
. . . por lo qual me obligo de os dar e pagar los dichos quinientos ducados para
el dia de Santiago primero venidero deste presente afio de mili e quinientos e
setenta e cinco años puestos e pagados en esta villa de Madrid a mi costa e
mynsion so pena de pagarlo con el doblo, y para el cumplimiento dello obligo
mi persona e bienes muebles y raizes habidos e por haber
. . .fue fecha e otorgada en esta villa de Madrid a siete dias del mes de mayo
de mili e quinientos e setenta e cinco años, siendo presentes por testigos Balta-
sar Coymbra y Gaspar Sánchez y el licenciado Agustin Bravo, estantes en esta
villa de Madrid e corte de su magestad
. . . Don Alonso Pacheco. — PasO ante mi, Pedro de Salazar, escribano. — Dere-
chos un real.»
(Protocolo de Pedro Salazar, 1575, fol. 576.)
Documento núm. 6. — «En la villa de Madrid, a siete dias del mes de Mayo
de mil de quinientos y setenta y cinco años ante mi el escribano publico e tes-
tigos de yuso escriptos parescio presente la señora doña Madalena Pimentel de
Sotomayor, hija legitima de Rodrigo de Cervantes y de doña Leoncz de Corti-
nas, sus padres estantes en esta corte, y con licencia y consentimiento que pri-
mero e ante todas las cosas pidió e demando al dicho Rodrigo de Cervantes
que estaba presente para hacer jurar e otorgar esta escriptura y lo que en ella
ira contenido y el dicho Rodrigo de Cervantes otorgó que el daba e dio la di-
cha licencia
. . . por tanto, la dicha doña Madalena, usando de la dicha licencia, dixo que
por quanto en dias pasados el señor don Alonso Pacheco le hizo, una donación
y obligación de le pagar quinientos ducados para quando heredasse por las ra-
zones contenidas en la escriptura que pasó ante Miguel de Terreros, escribano
de su magestad, y es ansi que para que por ella hobiese e cobrase los dichos
quinientos ducados a Felipe López, florentin, dio poder en causa propia para
que los cobrase del dicho señor don Alonso y ansi dixo e confeso que se los de-
bía al dicho Felipe López, y visto por el dicho señor don Alonso hizo obliga-
ción al dicho Felipe López para que
. . .se los pagaría a cierto plazo, y el dicho Felipe López hizo en favor de la
dicha doña Madalena una cédula firmada de su nombre
... la verdad era que no eran suyos sino de la dicha doña Madalena, porque
no le era deudor a el de ninguna cosa, y ansi ella por esta carta en la mejor via
y forma que ha lugar de derecho da por ninguna la dicha escriptura de dona-
ción y la obligación hecha por el dicho señor don Alonso en favor del dicho
Felipe López y pide al susodicho por ella ni dé por si ni use de la dicha obli-
gación por quanto para la paga de los dichos quinientos ducados y contento
dellos le tiene el dicho señor don Alonso hecha una escriptura de obligación
ante el presente escribano
. . . e por ser menor de veinte e cinco años y mayor de diez y seis juró por
Dios nuestro señor e por santa María su madre e por las palabras de los evan-
gelios e por una señal de la cruz en que puso su mano derecha en la de mi el
presente escribano de tener y guardar y cumplir esta escriptura y lo en ella con-
tenido
. . . Que fue fecha e otorgada esta carta en la dicha villa de Madrid en el di-
cho dia, mes e afio dichos
. . . Rodrigo de Cervantes. — Doña Madalena Pimentel de Sotomayor.— Pasó
ante mi, Pedro de Salazar, escribano. — Derechos un real.»
(Protocolo de Pedro Salazar, IS7S, fol. 477)
Biografías y noticias biográficas 79
Documento núm 7. — «En la villa de Madrid, a primero dia del mes de agos-
to de mili e quinientos e setenta e cinco años, ante mi el escribano publico e
testigos yuso escriptos pareció presente doña Madalena Pimentel de Sotoraayor,
hija legitima del señor Rodrigo de Cervantes y de la señora doña Leonor de
Cortinas, sus padres, estantes en esta corte, con licencia e autoridad y expreso
consentimiento que primero e ante todas cosas pidió e demando a el dicho se-
ñor Rodrigo de Cervantes, su padre
. . . Por tanto, la dicha doña Madalena Pimentel de Sótomayor por sí y usando
de la dicha licencia a ella dada por el dicho su padre dixo que en días pasados
el muy ilustre señor don Alonso Pacheco
... le hizo e otorgó una obligación en su favor por la qual se obligó de le dar
e pagar quinientos ducados para se los pagar por el dia de Santiago próximo
pasado deste presente afio de quinientos y setenta y cinco
... y porque su voluntad es de no cobrar de presente la dicha cantidad por
muchas causas que a ello le mueven, y por tanto otorgó que en la mejor via e
forma que de derecho ha lugar prorrogaba e prorrogó el plazo de la dicha obli-
gación por de aqui a el dia de navidad fin del año que verná de ochenta
. . . Baltasar Coymbra y don Diego Davila y Baltasar de Frías, estantes en esta
corte, y los dichos otorgantes, á quien yo el escribano doy fee que conozco lo
firmaron de sus nombres en el registro. — Doña Madalena Pimentel de Sótoma-
yor.— Pasó ante mi, Pedro de Salazar. — Derechos un real. »
(Protocolo de Pedro de Salazar, 1575, fol. 245.)
Documento núm 8. — «En la villa de Madrid, a veinte e ocho dias del mes de
Setiembre de mili e quinientos e setenta e cinco años, ante mi, el escribano pu-
blico e testigos de yuso escriptos pareció presente Rodrigo de Cerbantes y doña
Madalena Pimentel de Sótomayor, su hija, estantes en esta villa de Madrid.. . .
. . . que por quanto el dicho Rodrigo de Cerbantes pareció ante el señor licen-
ciado Alvaro Garcia de Toledo, alcalde de la casa e corte de su magestad, y
presentó una escriptura y por virtud della el y la dicha doña Madalena Pimen-
tel pidieron execucion ante Francisco de Yepes, escribano de provincia, contra
don Alonso Pacheco por contia de quinientos ducados
... y ahora se han concertado con el dicho don Alonso Pacheco de que les
haga nueva obligación para les pagar los dichos quinientos ducados a ciertos
plazos y con ciertas condiciones
. . y por razón de haber el dicho don Alonso hecho la dicha obligación, ellos
quedaron de apartarse de la dicha execucion y darla por ninguna
. . . dixeron que se apartaban e apartaron del dicho pedimiento de execucion
hecho por ellos ante el dicho señor alcalde y daban e dieron por ninguno y de
ningún valor ni efecto la dicha execucion y auto della
... y ansi ambas partes lo otorgaron como dicho es y lo firmaron de sus nom-
bres a las quales dichas partes y testigos yo el dicho escribano doy fee que co-
nozco.— Rodrigo de Cerbantes. — Doña Madalena Pimentel de Sótomayor. —
Passó ante mi, Pedro de Salazar, escribano. — Derechos real y medio.»
(Protocolo de Pedro de Salazar, 1 575, fol. 6 10.)
Documento núm. p. — tSepan quantos esta escritura vieren como yo, don
Alonso Pacheco, vecino de la ciudad de Xerez, cerca Badajoz, estante al pre-
sente en esta villa de Madrid corte de su magestad, digo: que por quanto yo en
dias pasados hize y otorgue en favor de la señora doña Madalena Pimentel de
Sótomayor, hixa lexitiraa de Rodrigo de Cervantes y doña Leonor de Cortinas,
sus padres, una escritura de donación por la qual le done e hize gracia de qui-
}jo Biografías y noticias biográficas
nientos ducados y por las razones contenidas en la dicha escritura me obligue
se los dar e pagar para cierto plazo y este es cumplido
... y después por me hazer mas comodidad la dicha señora doña Madalena
con licencia del dicho su padre me dio espera por la dicha cantidad para no
cobrar de mi la dicha deuda ni usar de una obligación que después de la dicha
donación le hize ante el presente escribano quando me dio la primera espera
hasta el dia de navidad fin del año de ochenta, y es ansi que la dicha doña Ma-
dalena Pimentel yendo contra lo que se habia obligado de me no aguardar me
dio a executar ante el señor licenciado Alvaro García de Toledo, alcalde de la
casa e corte de su magestad, y ante Francisco de Yepes, su escribano, y estando
en este estado no embargante que yo no pude ser executado por razón de la
dicha espera
. . . ansi por esta presente carta en la mejor via e forma que mejor haya lugar
de derecho digo que me obligo de dar e pagar a la dicha señora doña Madalena
Pimentel y a quien su poder hobiere los dichos quinientos ducados desde hoi
dia de la fecha desta carta en dos años primeros siguientes
. . . que fué fecha e otorgada en la villa de Madrid a treynta dias del mes de
Setiembre de mili e quinientos y setenta y cinco años, siendo a ello presentes
por testigos Baltasar Coymbra e Francisco de Morales y Baltasar de Alcalá,
estantes en esta corte, y el dicho señor don Alonso, a quien yo, el escribano,
doy fee que conozco, lo firmó de su nombre. — Don Alonso Pacheco. — Pasó an-
te mi, Pedro de Salazar, escribano. — Derechos real y medio.»
(Protocolo de Pedra de Salazar, 1575, fol. 621.)
Documento núm. 10. — «En la villa de Madrid, a diez dias del mes de Otu-
bre de mil y quinientos y setenta y seis años, ante mi, el escribano y testigos
abaxo escritos, páreselo presente doña Andrea de Zerbantes y dixo que doña
Costanza de Figueroa, que es menor de doze años y mayor de seis, la qual es
su hija y está en su poder, y para seguir sus pleitos y causas de la dicha su hija
menor y cobrar sus bienes y hazienda le es necesario ser proveyda de tutora y
ella lo quiere ser, pide al señor corregidor desta villa de Madrid le mande dis-
cernir el dicho cargo ,
. . . Andrea de Cerbantes. — Pasó ante mi, Pedro de Salazar, escribano.
>E después de lo susodicho, en la dicha villa de Madrid,
... el muy magnifico señor licenciado Alonso Pérez de Salazar, teniente de
corregidor desta villa de Madrid e su tierra por su magestad dixo que mandaba
y mando que la dicha doña Andrea de yerbantes haga el juramento con la sele-
nidad necessaria ante mi el presente escribano y dé la fianza que de derecho es
obligada
fEn la villa de Madrid, a doce dias del mes de otubre de mili e quinientos
y setenta y seys años ante mi, el escribano publico y testigos yuso escriptos, la
dicha doña Andrea de Zerbantes juró por Dios nuestro señor en la forma de
derecho de que como buena curadora de la dicha doña Costan9a de Figueroa
seguirá sus pleitos e causas
. . . e para que asi lo cumpliría dio por su fiador a Miguel Tellez, platero, vezino
desta villa que estaba presente, el qual lo quiso ser, e la dicha doña Andrea de
yerbantes como principal y el dicho Miguel como su fiador e principal pa-
gador,
... y ambos a dos juntamente y de mancomún
. . . otorgaron que se obligaban e obligaron que la dicha doña Andrea de yer-
bantes hará y cumplirá lo que tiene jurado y prometido
. . . Miguel Tellez. — Doña Andrea de yerbantes. — Pasó ante mi, Pedro de Sa-
lazar, escñbano. — Derechos real e medio.»
Biografías y noticias biográficas 8 1
fE por el dicho sefior licenciado Alonso Pérez de Salazar, theniente de co-
rregidor susodicho, visto el dicho juramento y ñanga hecho y dado por la dicha
doña Andrea de Cervantes dixo que le discernía y discernió a la dicha doña
Andrea de Qervantes el oficio y cargo de tutora ad litem de la dicha doña Cos-
tan9a de Figueroa, su hija menor
. . . Jhosepe de Ucles y Christoval Cuevas, escribanos del numero desta villa.
— El licenciado Pérez de Salazar. — Pasó ante mi, Pedro de Salazar, escribano.
— Derechos un real.»
(Piotocolo de Pedro de Salazar, I $76, fol. 1.268.)
Documento núm. 11. — -tSepan quantos esta carta de poder vieren como yo,
Rodrigo de yerbantes, vezino de la noble villa de Madrid, otorgo y conozco
por esta carta que doy y otorgo todo mi poder cumplido
. . . á Lucas de Soria y a Diego de Soria, vezinos de la cibdad de Granada, au-
sentes, como si fueran presentes, y a cada uno y qualquier dellos in solidum. . .
. . . para que por mi y en mi nombre para mi mismo puedan haber y cobrar,
recebir e recaudar del licenciado Pedro Sánchez de Cordova, vecino de la dicha
cibdad de Granada, y de sus bienes ochocientos ducados que me debe y está
obligado a dar y pagar
. . . Fecha y otorgada en la noble villa de Madrid a veinte dias del mes de
otubre de mili e quinientos y setenta y seis años
. . . Rodrigo de yerbantes. — Ante mi, Rodrigo de Vera. — Derechos real y
medio.»
(Protocolo de Rodrigo de Vera, 1576, fol. 762.)
Documento núm. 12. — «Illustre seSor: Rodrigo de Cerbantes digo que yo
hize cierta información cerca de como tengo en Arxel dos hijos cautivos, y vista
por los señores del supremo consejo de su magestad, mandan que se dé mas in-
formación. A vuestra merced pido y suplico mande se examinen los testigos que
presentare al tenor destas preguntas insertas en esta ynformacion firmada de
vuestra merced y signada de Miguel Sánchez, escribano, y lo que dixeren al
pie de la dicha información me lo mande dar por testimonio y signado como
haga fee, para lo qual etc. — Rodrigo de Cerbantes.»
«En la villa de Madrid, a nueve dias del mes de Nobiembre de mili e qui-
nientos e setenta e seis años ante el muy magnifico sefior licenciado Alonso Pé-
rez de Salazar, teniente de corregidor en la dicha villa, páreselo Rodrigo de
yerbantes e presentó la petición siguiente:
(Aquí la petición.)
Y presentada pedió lo en ella contenido e justicia e visto por su merced
mandó que dé información y se traya y proveerá justicia. — Ante mi, Rodrigo
de Vera.
Testigo. En la dicha villa de Madrid, en este dicho dia, mes e año suso
dichos del dicho pedimiento juró sobre lo suso dicho por Dios e santa Maria e
señal de la cruz en forma Antonio Marco, escribano de Valencia e vezino della,
e prometió de dezir verdad e dixo lo siguiente:
j. A la primera dixo que conoze a los dichos Miguel e Rodrigo de yerban-
tes, cautivos.
ítem fue preguntado por las generales dixo que es de edad de veynte e pinco
años, poco mas o menos e no concurre en las generales.
ij. A la segunda dixo que ha oido dezir que han servido al Rey en Italia.
iij. A la tercera dixo que a Rodrigo de yerbantes ha visto estropeada la
Tomo II XI
$2 Biografías y noticias biográficas
mano izquierda e ha oído dezir por cosa cierta que fue de un arcabugaío que le
dieron en la batalla naval peleando con los enemigos.
iiij. A la quarta dixo que es verdad que viniendo este testigo de Italia en
compaflia de Rodrigo de yerbantes en una fragata fue este testigo cautivo por los
cosarios de Argel donde cautivaron ansimismo al dicho Rodrigo de yerbantes,
e también dende a pocas oras cautivaron al dicho Miguel de yerbantes que iba
en la galera del Sol y los llevaron á Argel, los quales quedaron cautivos y esto
fue por el raes de septiembre del afio pasado de quinientos y setenta e cinco, y
este testigo salió de cavtibo de Argel por el mes de margo deste presente afio
de quinientos e setenta e seys y los dichos Rodrigo e Miguel de yerbantes que-
daron cautivos el Rodrigo en poder de Ramadam baxa Rey de Argel y el Mi-
guel de yerbantes en poder de Mami Amaut, capitán de los cosarios de Argel,
en cuyo poder este testigo ansimismo estuvo cautivo, e por esto sabe por cosa
cierta e aviriguada que al presente están alia cautivos.
V. A la quinta dixo que ha oido dezir que ellos e sus padres son pobres e
que con dificultad los pueden rescatar por la poca posibilidad que tienen. Y esto
es la verdad y lo que sabe en ello e lo firmó de su nombre. — Antonio Marco. —
Ante mi, Johan Mosquera, escribano.
Auto. E por su merced visto mandó que yo el dicho escribano dé un tras-
lado de la declaración del dicho testigo al pie de la información que pasó ante
el dicho Miguel Sánchez, escribano, signada y en publica forma, a lo qual inter-
puso su autoridad e decreto judicial e lo firmó de su nombre, — El licenciado
Pérez de Saladar. — Ante mi, Rodrigo de Vera.»
(Protocolo de Rodrigo de Vera, 1576, fol. 1479.)
Documento núm. ij. — «Sepan quantos esta carta de poder vieren, como yo,
Rodrigo de Zerbantes, estante en esta villa y corte de su magestad, otorgo y co-
nozco por esta carta que doy y otorgo todo mi poder cumplido según que de
derecho mejor puede y debe valer y de derecho se requiera a Gaspar de Baeza,
vecino de la cibdad de Granada, que está ausente, como si fuese presente, es-
pecial y espresamente para que por mi y en mi nombre e representando mi
propia persona pueda haber e cobrar, rescebir y recaudar para mi propio del li-
cenciado Pedro Sánchez de Córdoba, vecino de la dicha cibdad de Granada, y
de sus bienes y de quien y con derecho se deba cobrar ochocientos ducados en
reales castellanos que me debe en virtud de ima obligación de plazo pasado.
. . . revoco y doy por ningunos qualesquier poderes que para lo suso dicho ha-
> a dado y otorgado a Lucas Soria y Diego de Soria y a qualquier dellos dexan-
dolos, como los dexo, en su buena honra y fama
. . . en la villa de Madrid a veynte y cinco dias del mes de Hebrero de mil y
quinientos y setenta y siete años, siendo presentes por testigos Juan Mosquera,
escribano de su magestad, y Gregorio de Pago y Juan de Truxillo, estantes en
esta villa y corte de su magestad, y el dicho otorgante, que yo el escribano co-
nozco, lo firmo de su nombre. — Rodrigo de Cervantes. — Pasó an*e mi Rodrigo
de Vera. — Derechos un real.>
(Protocolo de Rodrigo de Vera, 1 577, fol. 196.)
Documento núm. 14. — «En la villa de Madrid, a onze dias del mes de Mayo
de mili e quinientos e setenta e ocho años, ante mi, el escribano e testigos, pa-
rescieron presentes doña Magdalena Pimentel de Sotomayor e Rodrigo de Cer-
vantes, su padre, estantes en esta corte, y la dicha doña Magdalena con licencia
del dicho su padre que le dio y ella la rescibió, y della usando ambos á dos
juntos=dixeron que por quanto por su orden Alonso de Cordova, estante en
Biografías y noticias biográficas 83
esta corte, va a la ciudad de Xerez, cerca de Badajoz, con una requisitoria del
señor alcalde Ximenez Ortaza y refrendada de mi, el escribano, para cobrar de
don Alonso Pacheco, vecino de aquella ciudad, quinientos ducados y costas e
salarios
. . . y se le ha de pagar por el dicho don Alonso Pacheco un ducado de salario
por los días de la ida e vuelta y estada, y porque es poco salario para el dicho
Alonso de Cordova porque ellos quedan de dar e pagar al dicho Alonso de Cor-
dova demás del ducado cada dia que lleva de salario a cumplimiento de a qui-
nientos maravedis cada dia
. . . y el dicho Alonso de Cordova lo aceptó ansi e quedo de hacer las diligen-
cias que fueren necesarias conforme a la dicha requisitoria y instrucción que lle-
va y ha de llevar firmada del dicho Licenciado Roa y quedó el dicho Alonso
de Cordova que pagándole los dichos quinientos ducados e costas e salarios,
conforme a la dicha requisitoria, los traerá y entregará a poder de la dicha do-
fia Magdalena Pimentel de Sotomayor y traerá testimonio e diligencias hechas
por ante escribano del dicho negocio, y para ello obligó su persona y bienes
habidos y por haber
. . . y los otorgantes lo firmaron de sus nombres, a los quales otorgo que los
conozco y el dicho Rodrigo de Cervantes por ser sordo tomó esta escriptura e
la leyó y entendió el efecto della y dixo que asi lo otorgaba e otorgó y firmólo.
Testigos los dichos. — Rodrigo de Cervantes. — Doña Magdalena Pimentel de
Sotomayor. — Alonso de Córdoba. — Pasó ante mi, Francisco de Yepes.»
(Protocolos de Francisco de Yepes y otros, 1518-1583.)
Documento núm. 15. — «En la villa de Madrid, a nueve dias del mes de Ju-
nio de mili e quinientos e setenta e ocho años, ante mi, Francisco de Yepes, es-
cribano de su magestad e de provincia en esta corte, e testigos de yuso escrip-
tos, parescieron presentes Rodrigo de Cervantes e doña Leonor de Cortinas, su
muger, e doña Magdalena de Pimentel de Sotomayor, su hija, estantes en esta
corte, e dixeron que por quanto Miguel de Cervantes, hijo de los dichos Rodri-
go de Cervantes e doña Leonor de Cortinas y hermano de la dicha doña Mag-
dalena, esta cabtivo en Argel, y Hernando de Torres, mercader, vecino de la
ciudad de Valencia, se ha encargado de le rescatar al dicho Miguel de Cervan-
tes, y para el dicho efecto doña Andrea de Cervantes, hermana del dicho cab-
tivo, se ha obligado a le pagar doscientos ducados por razón del dicho rescate
y demás desto han dado y entregado al muy reverendo padre Fray Gerónimo
de Villalobos, comendador del ntímero de nuestra señora de la Merced desta
villa, mili e setenta e siete reales para que los envié al dicho Hernando de
Torres juntamente con la dicha obligación de la dicha doña Andreq. — Por
ende
. . . dixeron que se obligaban e obligaron por sus personas e bienes muebles e
rayzes habidos e por haber que todo lo demás que costare el rescate del dicho
Miguel de Cerbantes de los dichos tres mili e doscientos e setenta e siete reales
que tienen entregados en la dicha obligación e dineros al dicho Hernando de
Torres lo darán e pagarán al dicho Hernando de Torres o a quien su poder ho-
biere luego que paresciere haberle rescatado en tierra de cristianos por testimo-
nio de escribano con firma del dicho Miguel de Cervantes, pagarán como dicho
es todo aquello que costare el dicho rescate mas de los dichos tres mili e dos-
cientos e setenta e siete reales so pena del doblo e costas, e para ello obligaron
las dichas sus personas e bienes
. . . E la dicha doña Leonor de Cortinas e doña Magdalena de Cervantes, su
hija, renunciaron las leyes de los emperadores Senatus consultus Veleyano e la
nueva constitución e leyes de Toro e Partidas que son e hablan en favor de las
mugeres
84 Biografías y noticias biográficas
... en testimonio de lo qual lo otorgaron asi en la manera que dicha es ante
el presente escribano e testigos yuso escriptos
. . . Rodrigo de Cervantes. — Doña Leonor de Cortinas. — Doña Magdalena Pi-
mentel de Sotomayor. — Pasó ante mi Francisco de Yepes.»
(Protocolo de Francisco de Yepes, rotulado. 1518 á 1583.)
Documento núm. 16. — Partida de rescate de D. Diego de Benavides, (testigo
Miguel de Cervantes).— Argel, 3 Septiembre 1580.
(Archivo Hist. Nac, Libro de Redenciones, fol. 156.
)
Documento núm. 17. — Partida de rescate de Juan Gutiérrez (testigo Miguel
de Cervantes).— Argel, 12 Octubre 1580.
(Archivo Hist. Nac, Libro de Redenciones, fol. 158 v.
Documento núm. 18. — «Rodrigo de Cerbantes, vecino desta villa, digo: que
a mi me conviene averiguar como Miguel de Cerbantes, mi hijo, e de doña Leo-
nor de Cortinas, mi muger le cautivaron y estuvo cautivo en la ciudad de Ar-
gel en poder de enemigos y de como al presente el dicho mi hijo está rescatado
y en su libre libertad en la ciudad de Valencia, el qual es de edad de hasta
treinta y dos años poco mas o menos y está manco de la mano yzquierda de un
arcabugaco que le dieron en la batalla naval peleando contra los enemigos. A
vuestra merced pido y suplico mande que los testigos que presentare se exa-
minen al tenor deste pedimiento
. . . E leida e por su merced vista dixo que de información de lo contenido en
el dicho pedimiento, e dada, proveerá justicia. — Ante mi Rodrigo de Vera.»
«En la dicha villa de Madrid, a los dichos primero dia del dicho raes de di-
ziembre del dicho año de mil e quinientos e ochenta años, el dicho Rodrigo de
Cerbantes presento por testigo a Juan de Estefano, arraguces, estante en esta
corte, que posa a la calle de Toledo, y su habitación es en la cibdad de Valen-
cia a la parroquia de San Tomas, de edad que dixo ser de treinta e quatro años
poco mas o menos, e no le tocan las generales, e siendo preguntado por el dicho
pedimiento dixo que lo que sabe es que este testigo conoce al dicho Miguel de
Cerbantes mucho tiempo ha y sabe que ha estado cautivo en la cibdad de Ar-
gel y este testigo le conoció en el dicho cautiverio porque este testigo estuvo
también cautivo en la dicha ciudad de Argel con el mismo amo que el dicho
Miguel de Cerbantes estaba, y estaban juntos en una casa y podrá haber como
mes y medio poco mas o menos que el dicho miguel de Cerbantes se rescató y
le rescató un fraile e le remedió, y este testigo le ha visto rescatado y libre en
la dicha ciudad de Valencia y le oyó dezir que le habia costado el rescate qui-
nientos escudos que valen en la dicha ciudad de Argel a quinze reales e medio
cada uno, y sabe que tiene manco el brago contenido en el dicho pedimiento y
por su aspecto parece ser de la edad en el dicho pedimiento contenida, e ha
oido dezir al dicho Miguel de Cerbantes que es hijo del dicho Rodrigo de Cer-
bantes, que le presenta por testigo, y este testigo le traxo una carta para el
«En la dicha villa de Madrid este dicho dia
. . . presentó por testigo á Mateo Pasqual, corgo, habitante en la ciudad de
Barcelona, estante al presente en esta corte
. . . dixo ser de edad de treinta años poco mas o menos y que lo que sabe es
que este testigo como negociante pasó muchas veces a la ciudad de Argel en la
qual vio al dicho Miguel de Cerbantes, de las señas en el dicho pedimiento con-
tenidas, cautivo en la dicha ciudad de Argel con vna cadena al pie, y se llama-
ba e nombraba Cerbantes y decia ser desta villa de Madrid, e podrá haber como
Biografías y noticias biográficas 85
mes e medio poco mas o menos que este testigo le ha visto rescatado e libre en
la cibdad de Valencia y le dixo que le habia costado su rescate quinientos es-
cudos de a quinze reales e medio cada vno y dixo que era hijo del dicho Ro-
drigo de Cerbantes
«En la dicha villa de Madrid
. . . Francisco de Aguilar, portugués, natural de Villarreal, estante al presente
en esta villa de Madrid, de edad que dixo ser de treinta e quatro años poco
mas o menos e no le tocan las generales; siendo preguntado por el dicho pedi-
miento dixo que conoce al dicho Miguel de Cerbantes, de las señas contenidas
en el dicho pedimiento, el qual sabe que estuvo cautivo en la ciudad de Argel
en poder de infieles, y este testigo le vido en la dicha ciudad como cautivo con
su argolla al pie y agora le ha visto libre e rescatado en la cibdad de Valencia
y esto lo sabe porque lo vido por vista de ojos estando este testigo cautivo en la
dicha cibdad y vinieron juntos en vna nave quando se rescataron hasta la cib-
dad de Valencia donde al presente está el dicho Miguel de Cerbantes y este tes-
tigo le oyó dezir que era natural desta villa de Madrid y hijo del dicho Rodri-
go de Cerbantes y esto es lo que sabe e la verdad e lo firmó de su nombre. —
Francisco de Aguilar. — Ante mi Rodrigo de Vera. »
(Protocolo de Rodrigo de Vera, 1 580, fol. 1.380,)
Documento núm. ig. — «Illustre señor: Miguel de Qerbantes, natural de
Alcalá de Henares, residente en esta corte, digo: que a mi derecho conviene
probar y averiguar con información de testigos de como yo he estado cautivo
en la ciudad de Argel y como soy rescatado y lo que costó mi rescate y lo
[que] quedo a deber del y como yo sali a pagallo a cierto tiempo, a vuestra mer-
ced pido e suplico mande que los testigos que presentare se examinen al tenor
deste pedimiento
En la villa de Madrid, a diez y ocho dias del mes de diziembre de mil e
quinientos y ochenta años, ante el muy magnifico señor licenciado Juan Prieto
de Orellana, theniente de corregidor en la dicha villa e su tierra por su mages-
tad, se leyó esta petición:
(Aquí la petición.)
E leida por su merced e vista, dixo que dé información de lo que dize, que
está presto de proveer justicia e ansi lo proveyó e mandó. — 'Ante mi Rodrigo
de Vera.
En la villa de Madrid, este dicho dia, mes e año susodicho de este pedi-
miento juró sobre lo susodicho por Dios e santa María e señal de cruz en forma
Rodrigo de Chaves, natural de la ciudad de Badajoz, que al presente está en
esta corte, que viene de cautiverio de la ciudad de Argel, dixo que sabe que. .
. . . ^rbantes ha estado cautivo en poder de enemigos en la cibdad de Argel
y este testigo le vido en el dicho cautiverio como que estuvo juntamente con el
en el dicho cautiverio y sabe que se rescató por quinientos e veinte escudos o
quinientos e treinta a racon cada escudo de quatrocientos maravedís los quales
pagó el padre fray Juan Gil, de la orden de la Santisima Trinidad, el qual al
tiempo que se rescató, porque no llevaban harto dinero para el rescate, el infiel
que le tenia cautivo no le queria rescatar, y ansi el dicho fraile le rescató con
que el dicho Miguel de yerbantes se obligasse de pagalle al pie de dos mili e
tantos reales que era fama que faltaba para el rescate del dicho Miguel de yer-
bantes de lo que le hauian dado los padres del dicho Miguel de yerbantes para
el dicho rescate, y ansi mismo sabe este testigo, como persona que trataba e co-
g5 Biografías y noticias biográficas
municaba con el dicho Miguel de yerbantes como su amigo, que quedó el dicho
Miguel de Cerbantes a deber mas de mili reales, los quales le hablan prestado
algunos mercaderes christianos que iban a la dicha cibdad para comer y otras
cosas para pasar su cautiverio, porque el moro que le tenia cautivo no le daba
de comer en todo el tiempo que fue cautivo, y esto lo sabe como persona
que lo vio por vista de ojos e siendo cautivo como el dicho yerbantes, y
esto es la verdad e lo que sabe so el juramento que hizo e lo firmó de su nom-
bre.—Rodrigo de Chaves.— Ante mi Rodrigo de Vera.
En la dicha villa de Madrid, a diez e nueve dias del mes de diziembre de
mili e quinientos e ochenta afios del dicho pedimiento juró sobre lo susodicho
por Dios e santa María y señal de cruz en forma Francisco de Aguilar, portu-
gués, natural de Aguilar, estante en corte, que viene de cautiverio, de edad que
dixo ser de treinta e quatro años poco mas ó menos e no le tocan las generales,
y siendo preguntado por el dicho pedimiento dixo que sabe que el dicho Mi-
guel de Cerbantes estuvo cautivo en la cibdad de Argel en poder de enemigos
cinco afios poco mas o menos y este testigo le vido andar como cautivo con su
cadena al pie y sabe que se rescató en quinientos ducados de oro poco mas o
menos, que es el ducado a quatrocientos maravedís, aunque allá vale a diez e
siete reales, y sabe que le rescató el padre frai Juan Gil, de ¡la orden de la Tri-
nidad, e que quedó a deber de su rescate al pie de dos mili reales al dicho fraile
y dellos le hizo cédula de se los pagar a cierto tiempo y ansimismo sabe que
quedó a deber más, mas no se acuerda qué tantos a mercaderes e personas que
iban a la dicha cibdad de Argel que se los habían prestado para comer porque
el dicho moro que le tenia cautivo no daba de comer ni vestir, y esto lo sabe
como persona que estando cautivo le vio por vista de ojos y se rescataron a un
tiempo el y el dicho Cerbantes y vinieron juntos en una nao del dicho cauti>
verio,
Auto. E vista la dicha información por el dicho señor licenciado Prieto,
theniente de corregidor en la dicha villa y su tierra por su magestad, dixo que
mandaba e mandó que se le dé al dicho Miguel de yerbantes un traslado, dos o
mas asignados y en publica forma en manera que haga fee para el efecto que
los pide. . . . Ante mi Rodrigo de Vera.»
(Protocolo de Rodrigo de Vera, 1580, fol. 1393.)
Documento núm. 20. — Información del cautiverio de Rodrigo de Chaves (tes-
tigo Miguel de Cervantes.) — Madrid, 19 Diciembre 1580.
«En la villa de Madrid, a diez e nueve dias del dicho año de mil e quinientos
e ochenta afios del dicho pedimiento
. . . Miguel de yerbantes, vezino desta villa de edad que dixo ser de treinta e
un afios poco mas o menos e no le tocan las generales, y siendo preguntado por
el dicho pedimiento dixo que conoce al dicho Rodrigo de Chaves, el qual sabe
que ha estado cautivo en Constantinopla y en la cibdad de Argel en poder de
enemigos y este testigo le vio cautivo en la cibdad de Argel
... y se rescató ál tiempo que se rescató el dicho Rodrigo de Chaves e vinie-
ron juntos en un baxel hasta Denia que es en el rreino de Valencia »
(Protocolo de Rodrigo de Vera, 1580, fol. 1.394.)
Documento núm. 21. — tEn la ciudad de Argel a cinco dias del mes de Marzo
de este presente aflo de mil y quinientos e ochenta e uno, Pedro de Rivera, es-
cribano de la redención e notario apostólico en esta ciudad de Argel, tierra de
Berbería, entre cristianos hago fe e verdadero testimonio como el muy reveren-
do padre Fray Juan Gil, redentor de captivos christianos por Su Magestad e por
Biografías y noticias biográficas 87*
la orden de la Santísima Trinidad, estante a el presente en esta dicha ciudad de
Argel me mandó y requirió
. . . por cuanto
. . . conviene a la instrucción que los señores presidentes e oidores del real e
supremo Consejo de su Magestad le habian dado
... en que la dicha instrucción se mandaba que de los adjutorios que resci-
viese en España para ayuda a rescatar sus deudos amigos e parientes fuesen los
primeros que hubiese de rescatar e donde no, por no poder ser habidos, o ser
muertos, o haber perdido la fe o andar en viaje fuera de Argel, o de otra cual-
quier manera, revelase un testimonio información en manera que hiciese fe como
no podian ser habidos, e la causa porque no se rescataban; e visto por mi el di-
cho Pedro de Rivera
. . . hago fe como dicho es, como dende veinte e tres dias del mes de Agosto
del año de mil e quinientos y ochenta anduve preguntando entre muchos cris-
tianos por muchos captivos que el dicho Padre dijo tenia obligación por haber
rescevido en España ayuda de limosna para sus rescates, e para esto me dio una
memoria escripta de su mano, lo cual hice en los meses de Agosto, Septiembre,
Octubre, Noviembre, Diciembre, hasta la fecha deste dicho testimonio, la cual
memoria decia desta manera:
(Sigue una lisia de jj cautivos.}
... de todos estos susodichos, en los dichos meses yo anduve en veces como
hombre conoscido e platico (sic) en este Argel preguntando con mucha cautela,
recato y secreto, como el dicho Padre Fray Juan Gil me lo mandó preguntando
por ellos, y sabiendo e informándome si eran vivos o muertos, e no hallé nin-
guno de los susodichos cristianos quien me dijese ni diese razón de ellos, porque
descian como era muy publico, de lo cual yo también el susodicho doy fe, an-
dar sus patrones en viaje e no haber venido ninguno en todo el tiempo quel
dicho padre Fray Juan Gil estuvo (en) este Argel, que fue tiempo y espacio de
nueve meses poco mas o menos,
... y en poder del Rey Hassam Bajá hallé
(Siguen los nombres de ocho cautivos.)
. . . destos susodichos el dicho padre redentor trató una y muchas veces, en
presencia de mi el dicho notario, de sus rescates, y el dicho Rey Hassam Baja
dijo a el dicho Padre Fray Juan Gil muchas veces que sus cristianos que eran
hombres graves e que no tenia cristiano que no fuese caballero que a ninguno
dellos daria menos de en quinientos escudos de España, e quel dicho Don Je-
rónimo de Palafox no le daria menos de mil escudos, por ser hombre de grande
rescate e ser caballero; del cual hago fe que el dicho Padre redentor dio por él
quinientos escudos, e no le quiso dar, e asi se los llevó todos a Constantinopla,
por quel dicho Padre Fray Juan Gil, redentor susodicho, dijo no tenia tanta
cantidad que dar por los rescates destos cristianos, ni ayuda de sus deudos para
su rescate, ni se hallaba al piesenie con tanta cantidad de escudos para dar por
los rescates de los tales, e ansi rescató a Miguel de Cervantes, natural de Alcalá
de Henares, por quinientos escudos de oro, e si no los diera en oro no se le
dieran, e dellos el dicho Padre buscó entre moros a trueco (sic) de doblas con
Sus intereses de Bartolomé de Cassas, por ser muerto;
(Siguen los nombres de dos cautivos que habian renegado y eran turcos; de
uno que había muerto; de dos que habían sido ya rescatados por otra orden, y dos
que no habían parecido ni vivos ni muertos.')
... de Antonio de Sosa e Diego López, vecino de Peñafiel, y el Sosa vecino
88 Biografías y noticias biográficas
de Córdoba, y de Mateo Nadador, vecino de la ciudad de Córdoba e de Juan
de Roa, natural del Puerto de Santa Maria, para quien el dicho Padre traia ayu-
das, doy fe que cuatro dias antes que el dicho Padre se hubiese de embarcar
vinieron de viaje, y el dicho Padre por haber ya gastado todas las haciendas
que en su poder tenia no los rescató, antes para para pagar algunos derechos de
las puertas tomó dinero a cambio de Francisco Saso, mercader, vecino de Va-
lencia, sin otros que habia tomado del susodicho para rescate de cuatro capti-
vos que rescató del capitán Arnaute Mami; de todo lo cual yo el susodicho Pe-
dro de Rivera, escribano e notario apostólico, doy fe
. . . e yo por ser captivo de mucho tiempo en este Argel doy nueva fe ser todo
ello ansi, e haber visto algunos de los cristianos renegados y de haber hecho el
dicho Padre Fray Juan Gil, redentor susodicho, todas las diligencias posibles, e
haberme hecho buscar a los dichos cristianos para rescatallos, atento la instruc-
ción e mandado de Su Magestad e por no poder ser habidos ni haber efecto ios
rescates de los susodichos haber gastado el dicho Padre Fray Juan Gil sus ayu-
das en otros cristianos atento estar de partida y decir que le mandaban los Se-
ñores Presidente e oidores del Real e Supremo Consejo de su magestad. se fuese
en España, porque aguardar a que vinieran todos los adjutorios y encomiendas
que el dicho Padre tenia fuera hacer mucha costa e detenerse en esta tierra mu-
cho tiempo, de todo la cual doy verdadero testimonio ser verdad de haber mas
de siete mil cristianos fuera de Argel que andan en corso con sus patronos,
tiempo de diez y seis meses antes mas que menos, e no haber venido a esta di-
cha ciudad de Argel, como dicho es, en todo el tiempo que el dicho Padre Fray
Juan Gil ha que está en Argel, sino el capitán Arnaute Mami e no otro levante
ni cosario (sic) ninguno;
... de todo lo cual yo el dicho Pedro de Rivera, escribano e notario susodicho
doy fe e va escripto en dos hojas con estas firmado de diez cristianos, en testi-
monio de lo cual lo firmé aqui. — Pedro de Rivera, notario apostólico.»
Documento núm. 22. — «Sepan quantos esta carta de poder vieren, como yo,
doña Leonor de Cortinas, viuda, madre legitima que soy de Miguel de Cervan-
tes, mi hijo, digo: que por cuanto su magestad me hizo merced por su real ce-
dula de darme licencia para que del reyno de Valencia pudiese sacar para la
ciudad de Argel dos mili ducados de mercaderias licitas para que de lo que pro-
cediere desta merced sirva para el rescate del dicho mi hijo Miguel de Cer-
vantes
... Y porque yo quiero acomodarme con la dicha merced, otorgo y conozco
que doy mi poder cumplido quan bastante de derecho se requiere a Juan For-
tunyo, mercader, vezino de la ciudad de Valencia, ausente, como si fuere pre-
sente, tratante en la dicha ciudad de Argel, y a quien el lo sustituyere, especial-
mente para que por mi y en mi nombre y como yo mesma pueda concertarse y
se concierte con cualquier mercader tratante en Argel o otra qualquier persona
cerca de la dicha real cédula y merced y renuncie en la tal persona con quien
se concertare el derecho que yo tengo a la dicha merced para que use della
como quisiere e por bien tuviere, esto por el precio y quantia de maravedís que
se concertare y bien visto le fuere, y en testimonio dello otorgue en mi nombre
por ante qualquier notario escribano publico las escrituras de concierto que le
parecieren
. . . fecha y otorgada en la villa de Madrid, a veinte y cinco dias del mes de
agosto de mili e quinientos y ochenta y dos años
. . . Doña Leonor de Cortinas. — Pasó ante mi Pedro Gutiérrez de Molina, es-
cribano publico.»
(Protocolo de Pedro Gutiérrez de Molina, 1575 á 1582.)
Biograñas y noticias biográficas 89
Documento núm. 23. — «In Dei nomine amen. Sepan quantos esta carta de
testamento ultima e postrimera voluntad vieren, como yo, Rodrigo de Zerban-
tes, vezino desta villa de Madrid, estando hachado en la cama de la enfermedad
que Dios nuestro señor fué servido de me dar, creyendo como firmemente creo
en la santissima Trinidad y en todo aquello que cree e confiesa la santa fee ca-
tólica,
. . . hago e ordeno mi testamento, ultima y postrimera voluntad, en la forma e
manera siguiente:
Primeramente encomiendo mi alma a Dios nuestro señor y el cuerpo a la
tierra para do fué formado.
ítem mando que si Dios nuestro señor fuere servido de me llevar, mi cuerpo
sea sepultado en la perochia o monesterio que a doña Leonor de Cortinas, mi
mujer, le paresciere, la qual haga decir e diga las misas que quisiere y a donde
fuere su voluntad, . .
... y quiero que me entierren en el monesterio de nuestra señora de la Mer-
ced desta villa.
ítem digo y declaro que al tiempo e quando yo casé y velé con la dicha
doña Leonor de Cortinas, mi muger, la susodicha truxo a mi poder ciertos bie-
nes dótales suyos que no me acuerdo qué cantidad ni los que fueron, la decla-
razion desto dexo en que la dicha doña Leonor de Cortinas, mi muger, lo diga
e declare, lo qual sea valido porque no dirá en esto mas de la verdad, lo qual
quiero y es mi voluntad que se le dé e pague de mis bienes sin que se le ponga
impedimiento alguno
. . . dexo e nombro por mis albazeas e testamentarios a la dicha doña Leonor
de Cortinas, mi muger, e a Catalina de Palazios, viuda, muger que fué de Her-
nando de Salacar, a las cuales e a cada una de ellas in sotidum doy mi poder
cumplido para que entren e tomen mis bienes e los vendan e rematen en publica
almoneda o fuera della, e de su valor cumplan e paguen este mi testamento, y
en el remanente que quedare de mis bienes, dexo e nombro por mis herederos
universales de todos mis bienes a Miguel de Zerbantes e a Rodrigo de inervan-
tes y a Juan de yerbantes y a doña Andrea de Zerbantes e a doña Madalena de
yerbantes, mis hijos, e hijos de la dicha doña Leonor de Cortinas, mi muger,
los quales quiero que hayan y hereden mis bienes por iguales partes
... en testimonio de lo qual lo otorgo ansi ante el presente escribano y testi-
gos infraescritos, que fué fecho e otorgado en la villa de Madrid a ocho dias del
mes de junio de mili e quinientos e ochenta e cinco años, siendo presentes por
testigos fray Antonio de Avila e fray Pedro de gorila frayles profesos de la or-
den de nuestra señora de la Merced y Alonso de Vega, clérigo, y Lacaro Gar-
cía e Francisco de Buen,
. . . y el dicho otorgante tomó el dicho testamento en sus manos e le leyó, e
después de haberle leydo dixo que asi le otorgaba, e que yo el dicho escribano
lo leyese publicamente ante los dichos testigos. — Rodrigo de Cerbantes. — Pasó
ante mi Diego Hernández. — Derechos un real y medio.»
(Protocolo de Diego Hernández, 1572 á 86.)
Documento núm. 24. — «Carta de censo impuesto por Inés Osorio, mujer de
Jerónimo de Velázquez, autor de comedias, en favor de Gaspar Maldonado (tes-
tigo, Miguel de Cervantes). — Madrid, 20 Octubre 1585.»
(Protocolo de José de Uclés, 1585.)
Documento núm. 25. — «En la villa de Madrid, a diez dias del mes de sep-
tiembre de mili y quinientos y ochenta y cinco años, en presencia de mi el pre-
sente escribano y testigos de yuso escriptos parescieron presentes Rodrigo de
Tomo II ,2
5)0 Biografías y noticias biográficas
Zervantes y dofia Magdalena de Zervantes, hermanos, residentes en esta corte,
e dixeron que por quanto habrá dos años, poco más o menos tiempo, Miguel de
Zerbantes, su hermano, por orden de la dicha dofia Magdalena empeñó al señor
Napoleón Lomelin. cinco paños de tafetán amarillos y colorados para aderezo
de una sala, que tienen setenta y quatro varas y tres quartas, por treinta duca-
dos, y que hasta agora han estado en el empeño, y la dicha dofia Magdalena
hizo pedimiento ante el sefior alcalde Pedro Bravo de Sotomayor en que pidió
se le entregasen pagado el dicho en»pefio, y después de haber puesto y fecho el
dicho pedimiento se han concordado en esta manera: en que dicho Napoleón
Lomelin compra de la dicha doña Magdalena y la susodicha le vende los di-
chos tafetanes a siete reales la vara, que montan quinientos e veinte e tres rea-
les, y el dicho prescio se lo quieren pagar con que se obliguen al saneamiento
dellos,
. . . pagados los dicho treinta ducados del dicho empeño que la dicha doña
Magdalena confesó haberlos rescibido e pasado a su parte e poder realmente e
con efecto del dicho sefior Napoleón Lomelin en reales de contado, y en razón
de la entrega e prueba de la paga, puesto que es cierta e de presente no pares-
ce, renuncio las leyes de la entrega y prueba de la paga que les non vala y de
doc'.entos e noventa e tres reales, cumplimiento a los dichos quinientos e no
venta e tres reales, ambos los susodichos se dieron por bien contentos e paga-
dos y entregados a toda su voluntad realmente e con efecto del dicho sefior Na-
poleón Lomelin en una libranza librados en el cambio de Juan Ortega de la To-
rre e compañía, y en razón de la entrega, puesto que es cierta e de presente no
paresce, renunciaron las dos leyes y exebcion del derecho y prueba e paga como
en ellas se contiene, que ambas partidas montaron los dichos quinientos e no-
venta e tres reales, y ambos a dos los dichos Rodrigo de Zerbantes y dofia Ma-
dalena de Zerbantes juntos y de mancomún y a voz de uno e cada uno dellos e
de sus bienes por si e por el todo in solidum se obligaron a la eviccion y sanea-
miento de los dichos cinco paños, y que por ellos ni por el dicho Miguel de
Zerbantes, su hermano, que los empeñó, ni por otra persona alguna en su nom-
bre pedirán ni demandarán otra cosa en razón de lo susodicho al dicho señor
Napoleón Lomelin ni a otra persona alguna
. . . Rodrigo de Cerbantes. — Doña Magdalena de Cerbantes. — Paso ante mi
Baltasar de Ugena. — Derechos real e medio.»
(Protocolo de Baltasar de Ugena, 1584 á 1589, fol. 127.)
Documento núm. 26. — «En la villa de Madrid a treynta dias del mes de Di-
ciembre de mili y quinientos y ochenta y cinco años, en presencia de mi el pre-
sente escribano y testigos de yuso scriptos. pareció presente Miguel de Cervan-
tes, residente en esta villa de Madrid, y dixo que se daba y dio por contento pa-
gado y entregado a toda su voluntad de los señores Baltasar Gómez del Águila
y compañía, residente en esta corte, de ciento y ochenta y siete mili maravedís
que le da y paga en virtud de una libranca de cambio a el dirigida y por el
aceptada, firmada de Diego de Alburquerque y Miguel Ángel Lambías, cuyo
thenor con la dicha aceptación bien y fielmente sacado es como sigue.
En Sevilla cinco de diziembre mili y quinientos y ochenta y cinco pagarán
vuestras mercedes por esta primera de cambio a diez dias vista al sefior Miguel
de Qerbantes ciento y ochenta y siete mili maravedís por la valor recibida del
mismo en reales de contado y pónganse a nuestra quenta. — Christo con todos.
— Pagaran vuestras mercedes como se dize. Diego de Alburquerque y Miguel
Ángel Lambías. — A los illustres señores Baltasar Gómez y Compafifa, mis seño-
res en Madrid, primera. — Aceptada en diez y nueve de Diziembre por nos Gó-
mez y Compañía.
Biografías y noticias biográficas 91
Los quales dichos ciento y ochenta y siete raill maravedís el dicho Miguel
de yerbantes confesó haber recibido del dicho Baltasar Gómez y compañía por
la razón contenida en la dicha cédula de cambio que de suso va incorporada. .
. . . Miguel de yerbantes. — Ante mi Domingo de Ochoa de Arratia. — Derecho
un real.t
(Protocolo de Domingo de Ochoa de Arratia, 1583 á 86.)
Documento núm. 27. — «En la villa de Madrid, a catorze dias del mes de
agosto de mili e quinientos e ochenta e siete años, ante mi el presente escriba-
no e testigos de yuso escritos paresció presente doña Andrea de Zerbantes, ve-
cina de la villa de Madrid, e díxo que confesaba e confesó haber recibido de
Gerónimo de Valladolid, vecino de Sevilla, por mano de Luis Gallo, estante en
esta corte, quinientos reales que el dicho Gerónimo de Valladolid le ha dado e
pagado por la dicha orden para en parte de pago de mayor suma que el dicho
Gerónimo de Valladolid está encargado de cobrar en virtud de poder que tiene
de la dicha doña Andrea de Zerbantes para cobrar de doña Ana de Illescas, ve-
cina de Sevilla
. . . e porque la entrega de presente no paresce, aunque es verdad, renunciaba
e renunció las leyes de la innumerata pecunia e del haber non visto e las demás
de su favor, e de los dichos quinientos reales daba e dio carta de pago al dicho
Gerónimo de Valladolid e quan cumplido e bastante poder a su derecho con-
venga ,
. . . Doña Andrea de Cervantes. — Pasó ante mi Francisco de la Concha.»
(Protocolo de Francisco de la Concha, rotulado, 1600 á 1604.)
Documento núm. 28. — «En la villa de Madrid a veynte e un dias del raes de
Agosto de mil e quinientos e noventa e tres años, por ante mi el escribano e
testigos paresció presente Diego de Medina, pellexero, vezino desta villa, e dixo
que arrendaba e dio en arrendamiento a doña Leonor de Cortinas, viuda, veci-
na desta dicha villa de Madrid, unas casas que el ha e tiene en esta dicha villa
en la calle que llaman de Leganitos en linde de cas?s de Roa, labrador, e Ge-
rónimo de Estrada, cordonero, e por delante la calle publica con todo lo que a
la dicha casa le pertenece por tiempo de un año cumplido primero siguiente
que comienza a correr e corre este dicho arendamiento desde quince dias del
mes de setiembre primero venidero deste año,
. . . e por prescio e quantia de cinquenta ducados en todo el dicho año paga-
dos en esta forma, por tercios de quatro en quatro meses,
. . . y del tercio primero que se le ha de pagar la dicha Doña Leonor de Cor-
tinas ha de dar lo que montaren dos meses a Maria de las Nieves muger de Pe-
dro Montoya, a razón de a real e quartillo cada un dia para el sustento de dos
hijos del dicho Diego de Medina que la susodicha tiene en su poder,
... y con lo dicho el Diego de Medina dixo que se obligaba e obligó que las
dichas casas le serán a la dicha doña Leonor de Cortinas ciertas e seguras, . . .
... e la dicha doña Leonor lo firmó, e por el dicho Diego de Medina un tes-
tigo y doy fe que conozco a los otorgantes. — Doña Leonor de Cortinas. — Juan
Sevillano de la Cueva. — Ante mi Santiago Sánchez.»
(Protocolo de Santiago Sánchez, 1 593.)
Documento núm. 2g. — Arrendamiento de las casas de la calle de Leganitos
por otro año más en favor de Doña Leonor de Cortinas. — Madrid, 15 Setiem-
bre 1593.
(Protocolo de Santiago Sánchez, 1593.)
92 Biografías y noticias biográficas
Documento nüm.jo. — cEn la villa de Madrid, a nueve dias del mar de No-
viembre de mil e quinientos e noventa e tres años, por ante mi el escribano é
testigos paresció presente doña Magdalena de Sotomayor, residente en esta
corte, como hija heredera que es e quedó de dofia Leonor de Cortinas, su ma-
dre, difunta, que sea en gloria, a la qual yo el escribano doy fee que conozco e
dixo que por quanto Diego de Medina, pellexero, vecino desta villa de Madrid,
alquiló a la dicha su madre el susodicho unas casas que ha e tiene en esta villa
a la calle de Leganitos por tiempo y espacio de un afio que comenzó a correr
desde quince dias del mes de setiembre pasado deste presente año hasta ser
cumplido e por prescio de cinquenta ducados
... y por otra escritura de arrendamiento hecha y otorgada por el dicho Diego
de Medina en favor de la dicha su madre por ante mi el presente escribano en
los dichos quince dias del dicho mes de setiembre deste dicho año paresce se
la tornó a arrendar por otro afio que habia de comenzar á correr desde quince
dias del mes de setiembre primero venidero del afio que verná de mil e qui-
nientos e noventa e quatro ,
. . . e porque por no tener necesidad, por haber muerto la dicha su madre, de
la dicha casa, e por otras causas que a ello la mueven
. . . dixo e otorgó que cedía y cedió e traspasaba e traspasó la dicha casa por
todo el tiempo que le falta por correr de los dichos dos años en el dicho Alonso
de Paredes
. . . e porque la dicha su madre tenia pagados demasiados demás de lo que
tiene vivido en la dicha casa ciento e cinco reales el dicho Alonso de Paredes
se los ha de dar y entregar luego como en efecto se los dio e pagó el dicho
Alonso de Paredes en presencia de mi el escribano e testigos, de que doy fee,
y la dicha doña Magdalena rescibió y se obligó que durante el dicho tiempo,
cumpliendo el dicho Alonso de Paredes con las condiciones del arrendamiento
que a la dicha su madre hizo el dicho Diego de Medina, la dicha casa le será
cierta y segura
. . . Doña Madalena de Sotomayor. — Alonso de Paredes. »
^Protocolo de Santiago Sánchez, 1593-
Documento núm. ji. — «Sepan quantos esta carta de poder en causa propia
vieran como yo, don Pedro de Lanuza y de Perellós, comendador de Mora, que
es de la orden de Santiago, y al presente estoy en esta villa de Madrid e corte
de su Magestad, otorgo é conozco por esta presente carta que doy e otorgo po-
der cumplido en causa propia, libre, llenero, quan bastante de derecho se re-
quiere y es necesario, á doña Constanza de Figueroa, hija de Nyculas de Ovan-
do, difunto, residente en esta corte, especialmente para que por mi y en mi
nombre e para la susodicha en su caso e fecho propio pueda demandar, resce-
bir e cobrar de los administradores, arrendadores, receptores, recaudadores e
fieles coxedotes que han sido, son ó fueren de las rentas reales de las sedas de
Granada e de quien lo deba pagar en cualquier manera, es a saber, mili e qua-
trocientos ducados de a once reales cada uno, los cuales ha de haber e cobrar
de la renta de mi encomienda de Mora, cuya recompensa está situada en las
dichas rentas de las dichas sedas de Granada, y los ha de haber e cobrar en
siete años, cada afio duzientos ducados, en las dichas pagas que cada año se me
pagan de mi encomienda que son por Navidad y San Juan de cada año, ....
. . . que los mili é quatrocientos ducados la dicha Costanza de Figueroa debia
haber por otros tantos que me obligué de pagarle por obligación otorgada en
esta villa de Madrid en veynte e cinco dias del mes de Julio del año de mili e
quinientos e noventa e cinco que pasó ante Alonso de Prada, escribano, e para
hacerla pago dellos le doy este poder que yo confieso ser asi verdad,
Biografías y noticias biográficas 93
. . . e demás de lo referido y sin que sea visto, innovado ni suspendido asi
mismo me obligo para que en caso que su Magestad rae mande volver e resti-
tuir mi hazienda, como se lo tengo pedido e suplicado, dentro de diez meses
como tomare la posesión de ella daré e pagaré a la dicha doña Constanza de
Figueroa o a quien por ella lo hubiere de haber los dichos mili e quatrocientos
ducados o la parte que dellos no hubiere cobrado puestos e pagados en dicha
villa de Madrid e corte de su Magesjad en reales de contado á mi costa é riesgo
... Y confieso ser mayor de veynte e cinco años. Que fué fecha y otorgada
esta carta en esta dicha villa de Madrid e corte de su magestad a tres dias del
mes de diziembre de rail e quinientos e noventa e seys años,
. . . Don Pedro de Lanuca y de Petellós. — Passó ante rai Pedro de Salacar,
escribano. — Derechos dos reales.»
(Protocolo de Pedro de Salazar, rotulado, 1601.)
Documento núm, 32. — «En la villa de Madrid, a ocho dias del mes de di-
ciembre de mili y quinientos e noventa y seys años, ante rai el escribano publi-
co y testigos de yuso escriptos páreselo presente doña Costanca de Figueroa,
vecina desta villa, hija de Nicolás de Ovando, difunto, y de doña Andrea de
Cerbantes, y otorgó que se da por contenta e pagada de el señor don Pedro de
Lanuza, coraendador de la encomienda de Mora, de mili e quatrocientos duca-
dos de a onze reales cada uno, que el dicho don Pedro de Lanuza se obligó de
pagarla por escriptura de obligación otorgada en esta villa de Madrid en veynte
y cinco dias del raes de Julio del año de mili y quinientos e noventa e cinco,
que pasó ante Alonso de Prada, escribano, porque para la cobranza de los di-
chos mili y quatrocientos ducados el dicho don Pedro de Lanuza le ha dado
poder en causa propia para que cobre los dichos mili y quatrocientos ducados
... y ansi mismo la dicha doña Constanza de Figueroa dio por libre al dicho
señor don Pedro de Lanuza de todo y qualquier derecho que contra el tenga
aunque fuese y ser pueda pretensión de casamiento y derecho contra su hacien-
da por cualquier causa, derecho y pretensión que contra el dicho don Pedro de
Lanuza y sus bienes le compete y puede competer, que de todo se apartó y ex-
cluyó para que no le quede derecho alguno en ninguna forma, ezepto la cobran-
za de los dichos mili y quatrocientos ducados
... y porque dixo ser menor de veynte y cinco años, confesando como con-
fesó ser mayor de veynte años, juró
... de tener, guardar y cumplir y haber por firme lo contenido en esta escrip-
tura... {Siguen las seguridades ordinarias.)
... y la dicha doña Constanza de Figueroa lo otorgó en presencia y con asis-
tencia de doña Andrea de Cerbantes, su madre
. . . — Doña Costanga de Figueroa. — Doña Andrea de Cerbantes. — Pasó ante
mi Pedro de Salacar, escribano. — Derechos dos reales.»
(Protocolo de Pedro de Salazar, rotulado, 1 60 1.)
Documento núm. 33. — Poder de don Pedro de Lanuza y de Perellós, para
que en el caso de que él fallezca Doña Constanza de Figueroa cobre en una
sola paga todo lo que se le debiere de los 1.400 ducados. — Madrid, 8 Diciem-
bre 1596.
(Protocolo de Pedro de Salazar, rotulado, 1601,)
g^ Biografías y noticias biográficas
Documento núm. 34. — Obligación del convento de la Merced de Madrid pa-
ra el rescate de Luis de Molina, cautivo en Argel.— Madrid, 2 Abril 1598.
(Habiéndose, al parecer, deslizado algún error de concepto en este documento,
el convento de la Mercedlo confirmó, otorgando el siguiente.)
(Protocolo de Gonzalo Fernández, 1598, Abril, fol. 168.)
Documento núm. 35. — «Sepan quantos esta carta de obligación vieren, como
nos, el comendador, frayles y convento del monasterio de Nuestra Señora de la
Merced de redera pcion de captivos desta villa de Madrid, e estando juntos en
nuestro capitulo
. . . para hazer y otorgar esta escritura, habiendo sido para ello llamados a cam-
pana tañida, conviene a saber: el maestro fray Juan Temporal, comendador del
dicho monasterio, fray Pedro Bejarano, fray Diego Martínez de Salas, fray
Francisco Gómez, fray Bernardo de Torres, fray Juan del Campo, fray Bartolo-
mé Fernandez, fray Pedro de Mendoga, fray Martin de Santa Ana, todos frailes
profesos y conventuales de la dicha casa e monasterio, en voz y en nombre della. .
. . . otorgamos e confesamos haber recibido del señor Mateo Enriqusz de He-
rrera, alguacil mayor de la Santa y general Inquisición quatro mili y ciento y se-
senta reules para que se conviertan precisamente en el rescate de Gaspar de la
Plaqa, vezino de la ciudad de Cuenca, hijo de Andrés de la Plaga y de Catalina
Martínez, su muger, y asi mismo en el rescate de Luis Molina, vezino de la di-
cha ciudad, hijo de Pedro de Molina, que ambos a dos de los dichos Gaspar de
la Plaga y Luis de Molina están cautivos en Argel,
... y prometemos e nos obligamos que en la primera jornada que se ha de ha-
cer a Argel este presente año de mili e quinientos y noventa y ocho por los re-
ligiosos de la dicha religión que han de ir a redimir y rescatar captivos busca-
rán con todo cuidado y diligencia, conforme a las señas que se nos han dado, a
los dichos Gaspar de la Plaga y Luis de Molina, y hallándolos, los rescatarán y
libertarán de cautiverio y los traerán a estos reinos de Castilla
... y no lo haciendo e cumpliendo ansi le volveremos y restituiremos los di-
chos quatro mili y ciento y sesenta reales que nos han dado y entregado para el
dicho efecto,
... y porque para el rescate de uno dellos que es el dicho Gaspar de la Plaga
tenemos recibidos, por otra parte, de doña Catalina de Salmerón, muger que fué
de el licenciado Almagan, medico, cient ducados, se declara que si el dicho
Gaspar de la Plaga paresciere, para rescatarle se han deconvertir también en su
rescate los dicho cient ducados y si no paresciere, se han de poder convertir en
el rescate de otros cautivos y no se han de volver a la dicha doña Catalina de
Salmerón, la qual los dio y nosotros los recibimos con esta condición
. . . Y en testimonio dello otorgamos la presente ante el escribano e testigos
yuso escritos en la villa de Madrid a tres dias del mes de Abril de mili y qui-
nientos y noventa y ocho años
(Siguen las firmas.)
. . . Pasó ante mi Gon<;alo Fernandez. — Sin derechos.»
(Protocolo de Gonzalo Fernández, 1598, fol. 169.)
Documento núm. 36. — «En la villa de Madrid, a nueve dias del mes de
Agosto de mili e quinientos e noventa e nueve años, ante el señor licenciado
Don Francisco Arias Maldonado, del consejo de su magestad, alcalde de su ca-
sa y corte, e por ante mi, Martin de Urraca, escribano de su magestad e de pro-
vincia en ella, e testigos, pareció Isabel de Saavedra por si y Ana Franca, su
hermana, hijas que quedaron de Alonso Rodríguez e Ana Franca, su muger, di-
Biografías y noticias biográñcas 95
funtos, e dixo que por quanto ella y la dicha su hermana son mayores de doce
afios e menores de veynte y cinco y tienen nezesidad de que se les cobren sus
bienes y hazienda de las person?.s en quien quedaron por muerte de los dichos
sus padres e ponerse a soldada e seguir sus pleitos e poner algunas demandas, e
por ser ellas menores no lo pueden hazer por sus personas, por tanto que nom-
braba y nombró por su curador ad litem a Bartolomé de Torres, procurador del
número de esta corte, que presente estaba, pidió al dicho señor alcalde lo man-
de lo acete e jurar. E por el dicho señor alcalde visto mandó lo acete e haga el
juramento e dé la fianza que en tal caso es obligado. E yo el dicho escribano
rescebi juramento en forma de derecho del dicho Bartolomé de Torres, el qual
le hizo cumplidamente, y so cargo dixo que acetaba e acetó la dicha curaduría
ad litem de las personas de las dichas menores
. . . e para que lo cumplirá dio por su fiador á Juan del Campillo, escribano
de provincia, que presente estaba, dixo que salia e salió por fiador del dicho
Bartolomé de Torres en la dicha razón e se obligó que el susodicho hará e cum-
plirá lo por el de suso jurado e prometido.
Auto E visto por el dicho señor alcalde el juramento, acetacion e fianza
dada por el dicho Bartolomé Torres dixo que le discernía e discernió la dicha
curaduría ad litem de las personas de las dichas menores
. . . Ante mi Martin de Urraca.»
(Protocolo de Martín de Urraca, 1599.)
Documento núm. j-^. — <En la villa de Madrid, a once dias del mes de Agosto
de mili e quinientos e noventa e nueve años, por ante mi el presente escribano
e testigos, páreselo presente Bartolomé de Torres, procurador del número de
esta corte, en nombre e como curador ad litem que es de Isabel de Saabedra,
hija de Alonso Rodríguez e Ana Franca, su muger, difuntos, e por virtud de la
curaduría que de la dicha menor le fué discernida por el señor Alcalde don
Francisco Arias Maldonado y Sotomayor, ante Martin de Urraca, escribano de
provincia, que su tenor es como sigue:
{Aquí la curaduría)
Y de la dicha curaduría usando, dixo que ponia é puso a servicio á la dicha
Isabel de Saabedra, menor, con doña Magdalena de Sotomayor, hija del licen-
ciado Cervantes de Saavedra, su padre, difunto, que está presente, por tiempo
de dos afios cumplidos primeros siguientes que comienzan a correr e corren
desde hoy dicho dia hasta ser cumplidos, e por veynte ducados que se le han
de dar en todo el dicho tiempo, durante el qual la dicha menor servirá á la dicha
doña Magdalena de todo lo que le mandare dentro de su casa é la acompañará
e servirá bien e fielmente, y la dicha doña Magdalena le ha de enseñar á hazer
labor y á coser, e darla de comer e beber, e cama e camisa labada, e hazella
buen tratamiento,
. . . — Bartolomé de Torres. — Doña Madalena de Sotomayor. — Ante mi Mar-
tin de Urraca, n
(Protocolo de Martín de Urraca, 1599.)
Documento núm. 38. — «Libro de la Hermandad de San Juan Evangelista á
la Porta Latina y de los Impresores de Madrid.»
Año de 1604 á 1605, — Francisco de Robles, fundidor de letras de imprenta,
Mayordomo de dicha Hermandad, debe en 26 de Mayo de 1604 por cuentas de
capillas los libros siguientes, que se han recibido en diversas veces en papel,
entregados por las imprentas asociadas y destinados para aumento de los fondos
de la Hermandad:
ng Biografías y noticias biográficas
{Sigue una lista de varias obras entre las cuales hay la siguiente: «2 Don
Quixotes, d 83 pliegosii)
A fio de 1605 á 1608. — Alonso de Paredes, impresor, Mayordomo déla
Hermandad, se entregó en II de Junio de 1605 de los libros siguientes, que
hablan ingresado en el ejercicio de 1604 á 1605, y todavía no se habian ven-
dido:
{Viene la lista de los libros, entre los cuales figuran los «2 Quixotes?>, y al
final dice: íEn Julio se vendió un Quixote en 8 reales y medio-» ^
(Libro I." de la Hermandad de Impresores de Madrid.)
Documento núm. jg. — «Sepan quantos esta carta de poder vieren, como yo,
Miguel de Cervantes Saavedra, residente en esta corte, digo: que por quanto yo
compuse un libro yntitulado El yngenioso hidalgo don quijote de la mancha, y
por el rey nuestro señor me está dado y concedido su privilegio y facultad,
despachado en toda forma, para que yo o quien mi poder hobiere le pueda ym-
primir y vender en estos Reynos de Castilla y en el de la Corona de Portugal
por tiempo de diez años con proybicion y penas que ninguna peisona sin mi
poder y licencia le pueda ymprimir ni vender según del dicho privilegio consta
y paresze, a que me refiero. s= Y a mi noticia ha venido que algunas personas en
el dicho Reyno de Portugal han yropreso ó quieren ymprimir el dicho libro sin
tener, como no tienen, para ello poder ni licencia mia contraviniendo el dicho
privilegio y facultad Real. Por tanto, en la via e forma que mexor de derecho
lugar haya otorgo y conozco por esta presente carta que doy y otorgo todo mi
poder cumplido, libre llenero y bastante,
. . . á Francisco de Robles, librero del Rey nuestro señor, y al licenciado Die-
go de Alfaya, capellán de su magestad, y a Francisco de Mar, residentes en la
cibdad de Lisboa, y a cada uno y qualquier dellos por si e in solidum, especial-
mente para que por mi y en mi nombre y como yo, representando mi persona
se puedan querellar y acusar criminalmente ó en la mejor via e forma que de
derecho lugar haya de las persona ó personas que sin el dicho mi poder hayan
ympreso ó ymprimieren el dicho libro en qualquier partes destos Reynos de
Castilla y en el de la Corona de Portugal, pidiendo sean condemnados y pug-
nidos en las penas en que han- incurrido e incurrieren conforme al dicho real
privilegio y a las leyes de los Reyes v señoríos de su magestad para donde me
está concedida la impresión y venta del dicho libro, . •
... y asimismo hagan qualesquier conciertos en razón de la dicha impresión
y venta del dicho libro, dando a las persona o personas con quien se conzerta-
ren los poderes y licencias que les paresciere y bien visto fuere para que las
referidas personas o quien su poder hobiere puedan imprimir é vender el dicho
libro en los dichos Reynos de la Corona de Castilla y Portugal por el tiempo
que yo lo puedo hazer conforme al dicho privilegio o por el que se conzertaren,
... y asimismo hagan qualesquier conciertos con los que le han impreso hasta
ahora y imprimieren de aqui adelante
... y con lo que de todo prozediere se haga la orden y voluntad del dicho
Francisco de Robles a quien pertenesce el dicho privilegio y cuyo verdadero
mercader es, conforme a vna scriptura de concierto entre él y mi fecha
. . . y lo otorgué en la c'bdad de Valladolid a doze dias del mes de Abril de
mili y seycientos y cinco años siendo testigos Tomas de Balza y Francisco Gon-
zález y Francisco de Palacios, estantes en esta corte, y el dicho otorgante, a
quien yo el escribano doy fee que conozco, lo firmó. — Miguel de Cerbantes
Saavedra. — Ante mi Juan Calvo. — Derechos real y medio.»
(Protocolo de Juan Calvo, 1605, fol. 559)
Biografías y noticias biográficas 97
Documento núm. 40. — Inventario de los bienes de Francisco de Robles, mer-
cader de libros, vecino de Madrid, aportados al matrimonio que ha contraido
con Crispina Juberto, su segunda muger... en Madrid, á 23 de Noviembre de
1607.
(Casas en la calle de Santiago. — Censo. — Censo contra la villa de Madrid y
su pósito. — Otro censo. — Ropas. — Plata blanca. — Plata dorada. — Libros espa-
ñoles.— Libros encuadernados de Lion y Paris. — Libros en papel de Lion y Pa-
ris. — Libros en papel blanco. — Libros de a cuarto. — Libros de a ocho.)
(Memoria de lo que me deben á mi Francisco de Robles.— Miguel de Cer-
bantes, por cédula de dineros prestados, quatrocientos y cinquenta reales... 450.
Juan de la Cuesta, impresor de libros, como principal, y Maria Rodríguez de
Rívalde, como su fiadora, de resto de obligación de mayor suma, 3,661 reales.»
(Protocolo de Juan de Obregón, 1608, fol. 787.)
Documento núm. 41. — cEn ocho de Septiembre del dicho afio (1608) yo, el
licenciado Francisco Ramos, desposé in facie eclesiae Luis de Molina con doña
Isabel de Saavedra por mandamiento. Testigo el doctor Carrillo, medico, y Pe-
dro Díaz de Paredes y Miguel de yerbantes. — El licenciado Ramos.»
Al margen: Luis de Molina y Doña Isabel de Saavedra.
(Parroquia de San Luis, libro I.° de matrimonios, fol. 166.)
Documento núm. 42. — «Sepan quantos esta carta de pago de dote vieren co-
mo yo, Luis de Molina, vecino de la ciudad de Cuenca, residente en esta corte,
digo: que por quanto á servicio de Dios nuestro señor y de su bendita madre la
virgen María señora nuestra, yo soy desposado por palabras de presente que ha-
zen legitimo y verdadero matrimonio con mi esposa doña Isabel de yerbantes y
Saabedra, muger que primero fué de Diego Sanz, hija legitima de Miguel de
yerbantes, y porque yo me entiendo de velar con la dicha mi esposa en haz de
la sancta madre yglesia, y consumarle su matrimonio, la qual ha traydo á mi po-
der por sus bienes dótales y propio caudal para ayuda de sustentar las cargas
del matrimonio catorce mili y setecientos y cinquenta y tres reales en bienes y
joyas y vestidos y ajuar de casa, que me ha entregado, tasados y apreciados por
personas que dello entienden, los quales son en la forma e manera siguiente:
(Sigue la lista de varios muebles, joyas, vestidos y ajuar de casa.)
... y de todos los dichos bienes me doy por contento y entregado á mi volun-
tad por quanto la dicha doña Isabel de herbantes y Saabedra me los ha entre-
gado
. . . e prometo y me obligo de no los disipar, obligar ni hipotecar a mis pro-
pias deudas ni disponer dellos en manera alguna y de los tener siempre en pie
de manifiesto y deposito como bienes doctales
... y es declaración que los bienes que agora rescibo son demás y aliende de
los dos mili ducados que Juan de Urbina e Miguel de Qerbantes me están obli-
gados a pagar por quenta de la dote de la dicha mi esposa a ciertos planos por
escritura otorgada ante Luis de Velasco, escribano de su magestad, en veinte y
ocho de agosto de este año, la qual ha de quedar y queda en su fuerza y vigor
e para el cumplimiento de ello obligo la dicha mi persona e bienes
... Y ansi lo otorgó ante el escribano y testigos de yuso escritos en la villa de
Madrid a cinco dias del mes de diciembre de mili y seyscientos y ocho años. .
. . . Luis de Molina. — Pasó ante mi Domingo Roldan.»
(Protocolo de Domingo £oldán, 1608 á 1617, fol. i.")
Tomo II 19
g8 Biografías y noticias biográficas
Documento núm. 43. — «En el dicho dia (primero de Marzo de 1609) por de-
creto de Señoría Ilustrisiraa el Señor Cardenal de Toledo, vellé á Luis de Mo-
lina con dofia Isabel de Saavedra; padrinos Miguel de Qerbantes y dofia Cata-
lina de Saladar. Testigos Pedro Diaz de Paredes y Mateo Aparicio y Juan de
Aíedo Belazquez y otros, y lo firmé. — El licenciado Ramos.»
Al margen: Luis de Molina con Doña Isabel de Saavedra.
(Parroquia de San Luis, libro l.° de matrimonios, fol. 163.)
Documento núm. 44. — «En el nombre de Dios, amen. Sepan quantos esta
carta de testamento vieren, como yo, doña Catalina de Sala9ar Bosmediano,
muger de Miguel de Zerbantes Saabedra, estante e residente en esta villa de Ma-
drid, corte de su magestad, estando buena y sana y en mi buen seso, juigio, me-
moria y entendimiento natural, creyendo y confesando en todo aquello que tie-
ne e cree, manda e predica la santa madre iglesia romana
. . . hago y ordeno este mi testamento e ultima voluntad a servicio de Dios
nuestro señor y de su bendita madre y de los demás santos y santas de la corte
celestial en la forma e manera siguiente:
Primeramente mando y ofrezco mi alma a Dios
ítem mando que quando Dios sea servido de me llevar desta presente vida,
mi cuerpo sea llevado al lugar de Esquivias, jurisdicion de la cibdad de Toledo,
y me entierren en la sepoltura de Fernando de Saladar Bosmediano, mi padre,
que está en el coro de la yglesia del dicho lugar junto a la grada del altar mayor
de la dicha yglesia, que está con su losa.
ítem mando que me
amortajen con el habito de Señor San Francisco a quien tengo por mi devoto.
»
ítem mando se digan por mi alma y las almas de mis padres y de mi tio
Juan de Palacios, clérigo, cien misas rezadas y se digan dentro del primero año
de mi fallescimiento y se pague la limosna de ellas y se digan en la yglesia del
dicho lugar de Esquibias
Ítem mando a Francisco de Palacios Salaqar, mi hermano, vecino del dicho
lugar de Esquivias, cinco aranzadas y media de majuelo, que es el majuelo que
llaman de Pedro Hemandes, que está en los quartos, su vedueüo jaén.
Y asimismo mando al susodicho el majuelo del espino que es a Val de la
Fuente, su caber quatro aranzadas jaén, los quales dichos dos majuelos fueron
de el dicho Juan de Palacios, mi tio, y se los mando por cumplir su voluntad
que tuvo por su testamento
ítem mando al dicho Francisco de Palacios, mi hermano, el tercio y rema-
.nente de quinto que mi madre, Catalina de Palacios, me mandó por su testa-
mento, debajo de cuya dispusicion murió, con la carga que me lo mandó que es
una misa voluntaria a Señor San Francisco, y el dicho tercio y quinto es la parte
de casa que está inclusa en la casa del dicho mi hermano en que del presente
vive y más aranzada y media de majuelo jaén
... y mas otra aranzada y media en el Villar que está inclusa con otra aran-
zada y media del dicho mi hermano, y mas otro majuelo que llaman el albulo
junto a la fuente que dizen de Umbidales y mas una tierra tras cabega, que ha
sido majuelo, su caber quatro aranzadas
... y mas un huerto, que está ahora hecho cerca, que llamaban de los perales
junto a la yglesia del dicho lugar, y no tiene la dicha hazienda mas carga de la
dicha misa, libre de todos censos perpetuo ni al quitar ni otra ninguna hipoteca.
' • • I*'
ítem mando al dicho Miguel de Zerbantes Saabedra, mi maridó, el majuelo
Biografías y noticias biográñcas 99
de camino de Sesefia su veduefio jaén, que cabe quatro aranzadas poco mas o
menos, linderos caminos que van al lugar de Seseña desde el dicho Esquibias,
el qual haya tenga y goze de usufructo durante sus dias y vida con cargo de que
diga quatro misas rezadas cada año por mi alma y después de sus dias le goze
por dos años, los primeros, doña Constanza de Obando, sobrina del dicho mi
marido, con el mismo cargo de las dichas quatro misas, y pasados los dichos
dos años le mando el dicho majuelo al dicho mi hermano Francisco de Palacios
con cargo de que haga dezir ó diga ocho misas rezadas cada año por las almas
de mis padres y mia y del dicho mi marido, con mas que haya de dar cinquenta
reales cada año a mi hermano Fray Antonio de Salazar para libros u para lo
que el quisiere, y después de los dias e vida de los contenidos en esta clausula
mando el dicho majuelo a la dicha yglesia del dicho lugar, que es su advoca-
ción Santa María, con cargo que se digan cada año por las almas mia y demás
contenidos en esta dicha clausula y mis padres treinta misas rezadas de difun-
tos perpetuamente
ítem mando al dicho Miguel de Zerbantes, mi marido, la cama en que yo
muriere con la ropa que tuviere con mas todos los demás bienes muebles que
yo tuviere excepto lo que mando al dicho mi hermano, esto sin que se le pida
quenta al dicho mi marido por el mucho amor y buena compañia que ambos
hemos tenido.
E para cumplir e pagar y executar este dicho mi testamento y todo lo en él
contenido, dejo e nombro por mis albazeas e testamentarios a los dichos Miguel
de Zerbantes, mi marido, y Francisco de Palacios Salazar, clérigo, mi hermano,
y al señor doctor Peña, cura del dicho lugar que de presente es, u el que en su
lugar entrare y a cada uno de ellos por si e in solidum.
ítem mando al dicho mi marido una tierra de una aranzada que llaman el
Herrador, por sus dias y después venga al dicho mi hermano Francisco de Pa-
lacios, y después de sus dias la goze la dicha yglesia con la propia carga de la
demás hazienda dicha en una clausula de este dicho mi testamento. Y en caso
que la dicha yglesia no quiera acebtar lo susodicho, que es majuelo o tierra, es
mi voluntad de mandárselo al hospital de pobres del dicho lugar con la dicha
carga y se ponga en la dicha tabla con la otra cláusula
. . . fue hecho e por mi otorgado en la dicha villa de Madrid en diez y seis
dias del mes de Junio de mil y seyscientos e diez años
. . . Doña Catalina de Salacar Bosmediano. — Christoval Hernández — Pasó
ante mi Baltasar de Ugena, escribano. — Derechos de este testamento e ocupa-
ción quatro reales e no mas de que doy fee. — Ugena.»
(■Protocolo de Baltasar de Ugena, 1610 á 1613, fol. 36.)
Documento núm. 45. — cSepan quantos esta publica escriptura de carta de
pago y recibo de dote vieren, como yo, Luis de Molina, natural de la ciudad
de Cuenca, residente en esta corte y agente de negocios en ella, digo: que por
quanto al tiempo y quando me traté de casar con doña Isabel de Saavedra, hija
de Miguel de Zerbantes Saavedra, que entonces era viuda de don Diego Sanz,
ella truxo a mi poder e yo con ella recibí por sus bienes dótales catorze mili se-
tecientos y cinquenta y tres reales en joyas de oro y plata, vestidos, ropa blan-
ca y otros bienes muebles, y dellos le hize y otorgué carta de pago y recibo de
dote
Y ansi mesmo por bienes de la dicha doña Isabel de Saabedra, mi esposa,
demás y allende de lo contenido en la dicha escriptura me fueron prometidos
por el dicho Miguel de Zerbantes, su padre, dos mili ducados pagados en fin de
tres años y dello el dicho Miguel de Zerbantes, como principal, y Juan de Ur-
Biografías y noticias biográficas
bina, como su fiador y principal cumplidor y pagador, e cada uno in soltdum y
dello como bienes dótales de la dicha mi esposa hizieron y otorgaron en mi fa-
vor escriptura de obligación
... y por haberse cumplido el plazo de la dicha escriptura y no haberme pa-
gado, yo presenté la dicha escriptura ante el señor alcalde don Fernando Ramí-
rez Fariñas y Joan del Campillo, escribano de provincia, y en virtud della pedi
execucion contra las personas y bienes de los dichos Miguel de Zerbantes, pren-
cipal, y secretario Joan de Urbina, su fiador, y cada uno y qualquier dellos por
los dichos dos mili ducados, y se mandó dar y dio mandamiento de execucion,
y en virtud del fué fecha y trabada execucion por ellos en la persona y bienes
del dicho secretario Joan de Urbina, el qual a quenta dellos, dentro de las
veynte e quatro horas de como le fue fecha la dicha execucion, me dio e pago
diez y nueve mili reales, de los quales le di y otorgué carta de pago al dicho
secretario Joan de Urbina, y por los tres mili reales restantes yo suspendí la di-
cha execucion, por lo qual es a mi quenta y cargo cobrarlos, y agora la dicha
doña Isabel de Saabedra, mi muger, me pide le dé y otorgue carta de pago y re-
cibo de dote de los dichos dos mili ducados juntamente con los catorze mili se-
tecientos y cinquenta y tres reales que antes de agora habia recebido en los di-
chos vestidos, joyas de oro y plata, ropa blanca y otros bienes muebles conteni-
dos y declarados en la dicha carta de pago inserta, porque ande todo junto en
una escriptura, que todo viene a sumar y monta treinta y seis mili setecientos y
cinquenta y tres reales
. . . E yo viendo ser justo y que de derecho a ello estoy obligado=Otorgo y
conozco por esta presente carta yo el dicho Luis de Molina que he recebido por
bienes dótales de la dicha dofía Isabel de Saabedra, mi muger, los dichos treinta
y seis mil setecientos y cinquenta y tres reales en esta manera
(Agui el deslinde del dote ya explicado.)
... y de todos ellos doy y otorgo carta de pago y recibo de dote en forma en
favor de la dicha dofia Isabel de Saabedra, mi muger, quan bastante de derecho
se requiere
. . . Bn la villa de Madrid a veinte y nueve dias del mes de Noviembre de mil
e seiscientos e once años
. . . Luis de Molina. — Testigo, Pedro Marquina. — Testigo, Xpobal Castillo e
Hinojossa. — Ante mi Joan Gómez.»
(Protocolo de Juan Gómez, i6i i, fol. 1.092.)
Documento núm. 46. — «Sepan quantos esta publica escritura de dejación y
traspaso, vieren, como yo, doña Catalina de Palacios y Salazar, muger que soy
de Miguel de Zeruantes, vecinos del lugar de Esquibias, jurisdicción de la ciu-
dad de Toledo, estantes de presente en esta corte, en presencia del dicho Miguel
de Zeruantes, mi marido, y con su licencia y consentimiento
. . . Digo que por quanto Catalina de Palacios, mi señora e madre, difunta, que
haya gloria, viuda, muger que fué de Hernando de Salazar Vozmediano, por su
testamento e ultima voluntad con que falleció, que pasó e se otorgó ante Alonso
de Aguilera, escribano de su magestad, que lo fué del numero y concejo del di-
cho lugar de Esquibias su fecha en el diez e siete de Noviembre del año pasado
de mil y quinientos y ochenta y siete, me nombró e dejó por su hija y heredera,
juntamente con Francisco de Palacios y Fernando de Saladar, mis hermanos,
para que sucediésemos y heredásemos sus bienes, haziendome dellos mejora en
el tercio e remanente del quinto según consta del dicho testamento, y por muer-
te de la dicha mi madre, entre mi y el dicho Francisco de Palacios, mi herma-
no, ante la justicia del dicho lugar e por ante Juan Hidalgo, escribano de su
Biograñas y noticias biográficas
magestad e del numero del ayuntamiento del, en veynte e un días del mes de
Jullio del afio pasado de mili y seiscientos e quatro, se hizo partición e división
de los bienes e hacienda que quedaron por fin y muerte de la dicha Catalina de
Palacios, mi madre, e por ella se me adjudicaron los bienes que adelante se dirá
por quenta de la dicha mejora, que son los siguientes:
(Afuí ¡a descripción.)
Todos los quales dichos bienes me fueron adjudicados por la dicha partición
según consta de la hijuela della, que montan setenta y ocho mil ochocientos
setenta y nueve maravedís. Y es ansi que la dicha mi madre al tiempo que fa-
llescíó quedó debiendo ansi por si como por el dicho mi padre cinco mil y no-
vecientos y setenta y cinco reales
Para las dichas deudas se sacaron del cuerpo de la hazienda las dichas casas
de Toledo y una tierra con unas olivas en el termino del dicho lugar de Es-
quibias
Y aunque estos, conforme á la clausula del testamento de la dicha mi madre
por donde me hace la dicha mejora, prohibe la enagenacion y venta dellos, pero
esto fué por dos respetos, el uno para que no se pudiese valer de ellos el dicho
mi marido, y el otro, en caso que no tuviese yo hijos, atendiendo a que los bie-
nes de la dicha mejora viniesen en el dicho Francisco de Palacios, mi hermano,
pero teniendo hijos pudiese disponer de ellos y hazer a mi voluntad, como lo
dice por palabras expresas la dicha clausula. =Y porque yo no tengo hijos hasta
ahora que hayan de suceder y heredar mis bienes, y que de los dichos bienes de
BUSO referidos a mi no me pertenece mas del usufruto y utre dominio de ellos
por los dias de mi vida, y que el dicho Francisco de Palacios, mi hermano, ha
pagado y desembolsado de su propia hazienda los dichos cinco mil y novecien-
tos y sesenta e cinco reales de las dichas deudas
Atento lo qual y que yo le era deudora de las dichas cantidades arriba di-
chas que me tocan de las dichas deudas que forzosamente habia de ser apremia-
da a la paga de ellos u dejar los dichos bienes, y el dicho mi hermano ha cum-
plido con las dichas deudas por no ver enagenados los dichos bienes ni pasados
en otro poseedor, y porque lo que ansi ha pagado por mi quenta y á mi perte-
neciente vale mucho mas que lo que a mi me hablan de valer el usufructo y
aprovechamiento de los dichos bienes durante mis dias, no teniendo come no
tengo hijos, como dicho es, en consideración de todo lo susodicho y teniéndolo
por bueno, cierto y verdadero, en la mejor forma que puedo y ha lugar de de-
recho de mi buena y libre voluntad mediante la dicha licencia del dicho mi ma-
rido Otorgo y conozco que hago dexacion, renunciación e traspaso en el dicho
Francisco de Palacios, mi hermano, que está presente > acetante de todos los
dichos bienes de la dicha mejora, que son la dicha parte de casa, majuelos, tie-
rras y huertos de suso declarado, deslindado para que sea propio del dicho Fran-
cisco de Palacios en usufructo y en propiedad para ahora e para siempre jamás,
En testimonio de lo qual otorgo esta carta en la villa de Madrid a treinta
e un dias del mes de Enero de mil e seiscientos e doze años
. . . Miguel de Cerbantes Saauedra. — Doña Catalina Saladar Bosmediano.=
Ante mi Joan de Chaves, escribano. — Derechos dos reales, y doy fee que no
llevé mas. I
(Protocolo de Juan de Chaves, 1611 y 12.)
Documento núm. 47. — «En la villa de Madrid, corte del Rey nuestro señor,
a nueve dias del mes de Setiembre de mili y seiscientos y trece años, ante mi el
escribano publico e testigos yuso escritos, páreselo Miguel de Qeruantes Saaue-
Biografías y noticias biogiáficas
dra residente en esta corte, y dixo que por quanto de su suplicación su mages-
tad'por sus Reales Consejos de Castilla y Aragón le tiene dada y concedida
licencia y privilegio real para que el dicho Miguel de femantes, o quien su po-
der hobiere, pueda imprimir y vender en estos reynos de Castilla y Aragón un
libro compuesto por el dicho Miguel de ^eruantes yntitulado Nouelas exempla-
res de honestissimo entretenimiento, por tiempo y espacio de diez afios
... Y usando de la dicha merced y privilegios en la via e forma que mexor de
derecho paresce dixo e otorgó que se ha convenido y conzertado y por la pre-
sente se convino y concertó con Francisco de Robles, librero del Rey nuestro
Señor, residente en esta su corte, de le vender, (jeder, renunciar y traspasar, y
por la presente le vendió, (jedió, renunció y traspasó los dichos privilegios que
ansi tiene de su magestad para la dicha impresión y venta del dicho libro por
el tiempo y según y de la forma y manera que de su magestad le tiene y se le
da y conzede por sus reales gedulas y privilegios, la qual venta y traspaso le
haze por precio y quantia de mili y seiscientos reales, que le ha pagado y pagó
en reales de contado, y de veinte y quatro cuerpos del dicho libro que le ha
entregado y entregó, de los quales dichos mili y seiscientos reales, y de los di-
chos libros se dio y otorgó por contento y entregado a su voluntad
. . . Y dio y otorgó todo su poder cumplido en caussa propia, según le tiene y
de derecho en tal caso se requiere y es necesario, a el dicho Francisco de Ro-
bles y a quien su poder hobiere y en su derecho y lugar subcediere para que por
el dicho Miguel de (Jeruantes y en su nombre e en el del dicho Francisco de
Robles mismo, como quisiere, y como en su fecho y causa propia pueda usar y
use de la dicha merced y privilegios reales por el dicho tiempo de los dichos
diez años en los dichos reynos e señoríos de Castilla y Aragón y en qualquier
dellos, y el dicho Francisco de Robles e quien el dicho su poder e caussa ho-
biere y no otra ninguna persona puedan imprimir y vender el dicho libro
... Y ansimismo le dio y otorgó este dicho poder en causa propia al dicho
Francisco de Robles e a quien el suyo hobiere para que pueda pedir e suplicar
a su magestad y señores del supremo Consejo de la Corona de Portugal se le dé
y conceda privilegio real para imprimir y vender el dicho libro en el dicho rey-
no y corona de Portugal por el tiempo que su magestad fuere servido, y sacado
y concedida la dicha licencia y privilegio, use y pueda usar della el dicho Fran-
cisco de Robles e quien el dicho su poder y causa hobiere conforme puede usar
en los dichos reynos de Castilla y Aragón. Para todo lo qual dio y entregó al
dicho Francisco de Robles en mi presencia y de los testigos desta carta, de que
doy fee, los dichos privilegios hasta ahora librados, y poder para rescibir el que
de nueuo se librare para la corona de Portugal
. . . Miguel de yerbantes Saauedra. — Ante mi Juan Calvo. — Recibí de derechos
dos reales y medio y no mas, de que doy fee. — Calvo.»
(Protocolo de Juan Calvo, 1613, fol. 4S>')
Documento núm. 48. — cEn la villa de Madrid, a veinte e ocho dias del mes
de Septiembre de mil y seiscientos y treze años, en presencia de mi el escribano
publico y testigos de yuso escritos, pareció presente Francisco de Robles, libre-
ro de su magestad, y por sí y como cesionario que es de Miguel yerbantes Saa-
vedra, y dixo que daba y dio todo su poder cumplido, libre, llenero, bastante,
según él lo ha y tiene, y de derecho es necesario, a Francisco Geraldo, notario
causídico y escribano de la ^iudad de ^aragoga, y a Melchor González, vezino
de la dicha ciudad y a cada uno y qualquier dellos in solidum
. . . para que por el dicho Francisco de Robles, y en su nombre, como tal ce-
sionario del dicho Miguel de femantes, se puedan querellar y acusar cevil y
criminalmente contra qualquier o qualesquier persona y personas que hobieren
Biografías y noticias biográficas 103
impreso y vendido o quisieren imprimir y vender un libro yntitulado Novelas
exemplares, compuesto por el dicho Miguel de ^eruantes, por no lo poder hazer
sin su licencia y real privilegio que tiene,
. . . Francisco de Robles. — Ante mi Juan Calvo. — Recibi de derecho un real y
no mas, de que doy fee.— Calvo.»
(Protocolo de Juan Calvo, 1613, fol. 592.)
Documento núm. 4g. — cEn la villa de Madrid, a veinte y dos dias del mes
de Noviembre de mil y seiscientos y trece años, ante mi el escribano e testigos,
parecieron: Geronima de Rojas y Prado, de edad que dijo ser de diez y nueve
años, y María de Rojas y Prado, su hermana, de edad que dijo ser de diez
y ocho años, ambas hijas legítimas de Francisco Sánchez de Prado, cirujano,
vecino que fué desta villa de Madrid, y de Luisa de Rojas, su legitima muger=
Y dijeron que por quanto el dicho Francisco Sánchez de Prado, su padre, es
muerto y murió en la ciudad de Guatimala en las Indias, y en el testamento con
que murió, que otorgó ante Alonso Rodriguez, escribano della, las dejó y nom-
bró por sus universales heredera s=Por tanto otorgaron que ellas de un acuerdo
y conformidad, nombran por su curador de sus personas y bienes a Luis de Mo-
lina, vecino desta villa para que lo sea »
«En la villa de Madrid, a veinte y dos dias del mes de Noviembre de mil y
seiscientos y trece años, visto por el señor alcalde Francisco Márquez de Gazeta,
el nombramiento antes desto contenido,
. . . Dixo que habia y hubo por nombrado al dicho Luis de Molina por tal cu-
rador de las personas y bienes de las dichas Geronima de Rojas y Prado y María
de Rojas, al qual mandó haga el juramento y dé la fianza necesaria, y fecho se
traiga ante su merced para proveher justicia y ansí lo mandó. — Campillo.»
«En Madrid, este dicho dia, mes y año dichos, yo el escribano yuso escripto,
notifiqué el auto de arriba a Luis de Molina, agente de negocios en esta corte,
en su presencia, el qual dixo que aceptaba y aceptó el dicho cargo y oficio de
tal curador
... so cargo del qual prometió que regirá y administrará las personas y bienes
de las dichas Geronima de Rojas y Prado y María de Rojas, menores,
... y para que guardará y cumplirá todo lo que ha jurado y prometido y le ha
de ser encargado, daba y dio por su fiadora a doña Isabel de Sahavedra, su mu-
ger, que presente estaba, la qual quiso ser tal fiadora=:Y el dicho Luis de Mo-
lina, como principal, y la dicha doña Isabel de Sahavedra, su muger, como su
fiadora
... se obligó la dicha doña Isabel de Sahavedra que el dicho Luis de Molina,
su marido, hará y cumplirá lo que ha jurado y prometido y le ha de ser encar-
gado cerca de la curaduría de las personas y bienes de las dichas Gercnima de
Rojas y Prado y María de Rojas
. . . Luis de Molina. — Doña Isabel de Saabedra. — Pasó ante mi Antonio de
Velasco.
Auto. Y por el dicho alcalde visto el juramento fecho por el dicho Luis de
Molina y fianza por él dada, dixo que le discernía y discernió el dicho cargo y
oficio de tal curador de las personas y bienes de las dichas Geronima de Rojas
y Prado y María de Rojas al dicho Luis de Molina,
... y lo firmó de su nombre, siendo testigos Felipe Escobar y Pedro de Mun-
guia, escribanos de provincia, y Juan de Montoya, escribano de su magestad,
estantes en esta corte. — Ante mi Campillo.»
(Protocolo de Juan del Campillo, 1609 á ij, fol. 116.)
I04 Biografías y noticias biográficas
Documento núm. jo. — cEn la villa de Madrid, a catorce dias del mes de
Enero de mil y seiscientoF y catorce afios, ante mi el presente escribano y tes-
tigos paresció presente la señora doña Costanza de Obando, residente en esta
corte, y otorgó que se da por contenta y pagada a su voluntad de Gregorio de
Ibarra, pasaxero que vino del Piru en estos galeones, de mil reales que le ha da-
do y pagado en reales de plata por tantos que de orden de don Joan de Aven-
daño, vezino de la ciudad de Truxillo del Piru, se le entregaron en la ciudad
de Lima de los reynos de! Piru para que los diese y entregase a la dicha doña
Costanza, y por esta razón le ha dado y pagado los dichos mil reales
... y como contenta y pagada de los dichos mil reales, otorgó que de-Uos da
carta de pago y finiquito en forma bastante al dicho Gregorio de Ibarra
, . . Doña Costanca de Figueroa. — Ante mi Joan de Chaves, escribano. — De-
rechos real y medio, y doy fee no llevé mas. »
(Protocolo de Juan de Chaves, 1614, fol. 36.)
Documento núm. jz. — «Libro de la Hermandad de San Juan Evangelista á
la Porta-Latina y de los Impresores de Madrid. — Año de 1614 á 1615
. . . Mayo de 161 5. De casa de Alonso Martin se traxo de capilla:
De los libros del P. Puente y Virgilio en romance, diez y nueve reales j
veintidós maravedis, i9'22. — De dos Aritméticas, y dos de las Fiestas de la Ma-
dre Teresa, y Comedias de Silis, y Parnasos, y otros dos de la Madre Teresa,
en verso, y dos catecismos de diez pliegos, veinte y nueve reales y ocho mara-
vedis, 29*8.»
(Libro l.° de dicha Hermandad, fol. 132.)
Documento núm. ¡2. — cLibro de la Hermandad de San Juan Evangelista á
la Porta-Latina y de los Impresores de Madrid.» — Año dei6i5 ái6i6
. . . Mas hoy dicho dia primero de Noviembre (16 15) traxo Vera de casa de
Alonso Martin treinta y dos reales y quatro maravedis de la limosna de Setiem-
bre y Octubre, y de la capilla de dos comedias de Cervantes y un libro de Ser-
mones, 32'4.»
(Libro l.° de dicha Hermandad, fol. 139.)
Documento núm. ¡3. — t Libro de la Hermandad de San Juan Evangelista á
la Porta Latina y de los Impresores de Madrid. — Año de i6i6 á 1617
... A dos de Abril de 1617 de la capilla de casa de Juan de la Cuesta se traxo:
2 Libros del Josepho, que tuvieron roo pliegos. — 2 Persiles, 116 pliegos. —
2 Epístolas de San Gerónimo, 76. — 22 Devocionarios de Lucio, 52, — 2 Monar-
chias, octava parte, de Zamora, 320 pliegos, que suman todos 664 pliegos, que
á dos maravedis, valen treinta y nueve reales y dos maravedis, 39*2. »
(Libro 2.° de dicha Hermandad, fol. 159 )
Documento núm. ¡4. — «En el nombre de Dios nuestro señor, amen. Sepan
quantos esta carta de testamento ultima e postrimera voluntad vieren, como yo,
doña Isavel de Cerbantes e Sayavedra, muger de Luis de Molina, escribano de
su magestad, hixa de Miguel de Cerbantes y Ana de Roxas, mis padres, difun-
tos, que hayan gloria, vecinos que fueron, y yo lo soy, desta villa de Madrid,
estando enferma, pero en mi buen juicio y entendimiento natural, creyendo co-
mo firmemente creo
. . . y en todo aque[ lio que] tiene, crehe y confiesa la santa madre yglesia ca-
tólica romana
. . . otorgo que hago y ordeno este mi testamento a servicio de Dios nuestro
Biografías y noticias biográficas 10$
señor y para el descargo de mi anima y conciencia en la forma y manera si-
guiente:
Lo primero encomiendo mi anima a Dios nuestro señor
Y quando la voluntad de Dios nuestro señor fuere de me llevar desta pre-
sente vida, la mia es que mi cuerpo sea amortaxado con el habito de mi padre
seráfico San Francisco, y que mi cuerpo sea enterrado en el convento y monas-
terio de los padres de Señor San Basilio Magno desta villa de Madrid
. . . sea llevado mi cuerpo por los hermanos de la Orden de San Francisco
hasta ponerlo en la sepultura.
ítem se digan los ocho dias continuos después de mi fallescimiento en el di-
cho convento de San Basilio ducientas misas de alma en el altar previlexiado y
se pague de limosna de cada una dellas dos reales.
ítem mando que de mis bienes y hacienda de lo mexor y mas bien parado
della se den al abad y monxes del dicho convento de San Basilio ochocientos
ducados por una vez
. . . con cargo de que han de ser obligados a decir por mi anima perpetua-
mente en cada un año para siempre jamas nueve misas cantadas en las nueve
festividades de Nuestra Señora o sus octavas, y lleven de limosna de cada una
dos ducados
Itera declaro que al tiempo y quando vine al matrimonio con el dicho Luis
de Molina, mi marido, truxe a su poder como bienes dótales mios treynta y seys
mili setecientos y quarenta y tres reales, los dos mili ducados en moneda de
plata y lo demás en bienes muebles, y de la dicha dote hoy en dia está menos-
cabada la mitad y más, por donde me hallaba desobligada de hacer al dicho
Luis de Molina, mi marido, participe de mis bienes muebles; mas considerando
que Dios nuestro señor fue servido de dármele en compañía, quiero y es mi vo-
luntad que se le den duscientos ducados de mis bienes, y demás desto le doy
poder para que pueda cobrar para si mismo qualesquier cantidades de las que
me pertenezcan por papeles y escrituras que estén en su poder; y asimismo le
doy, cedo, renuncio y traspasso qualquier derecho justo que yo tengo y me per-
tenesce a las cassas en que al presente vivo, ansi a la habitación della como a
las mexoras que en ellas se han hecho, y en casso que a ello no haya justicia es
mi voluntad no lo intente.
ítem mando al señor doctor Joan del Espino, mi padre espiritual, un reli-
cario todo de ébano, grande
ítem mando a doña Ana de Roxas, mi hermana, un habito de picete que
traigo, y tres varas de la misma tela, y un manteo que yo traygo de ordinario, y
todas las camisas baxas mias, y dos tocas de lino, y dos taburetes pequeños, y
una alfombra de dos viexas que tengo, y una ropa de bayeta biexa para mi luto
a su hixo Fernando, y le mando mi manto de manera que no se le entregue sino
que se venda y se le dé el precio y ella compre otro de burato para luto.
ítem mando a doña Francisca Tamayo dos relicarios de cera con vedrieras,
guarnescidos de flores, y los despojos de los frontales del oratorio y un rosario
que yo traigo pendiente al cuello
ítem mando a doña Maria Tamayo, sobrina de la dicha doña Francisca, un
escritorio pequeño de ébano y un arfile
ítem mando a Joana de Hoyos un habito de estameña
ítem mando que Gracia, mi esclava, no quede en poder del dicho Luis de
Molina, mi marido, ni se le pueda dar en precio de los ducientos ducados que
por clausula deste mi testamento mando se le den, y si se hiciere lo contrario,
la dicha esclava quede libre, porque ansi conviene, por quanto la dicha esclava
ha dicho que si sigue en poder del dicho Luis de Molina tiene de hacer algún
mal recaudo, y por evitar esto es mi voluntad se cumpla lo arriba dicho.
Tomo II j^
lo6 Biografías y noticias biográficas
ítem mando que mis testamentarios tomen de mis bienes catorce ducados y
vistan dellos a la dicha Gracia, esclava.
Y para cumplir, pagar y executar este mi testamento, mandas y legatos en
el contenidos, dexo y nombro por mis testamentarios, executores y cumplidores
del al padre abad que al tiempo de mi fallescimienio fuere del dicho convento
de San Basilio y al que le suscediere en el dicho cargo, y al padre presentado
fray Joan de Villafranca y Moxica, mi tio, de Nuestra señora de las Mercedes, y
al doctor Joan del Espino, mi padre espiritual, y a cada uno y qualquier dellos
«n solidum
Y en el remanente que quedare y fincare de todos mis bienes, derechos y
acciones, presentes y futuros, dexo, nombro y instituyo por mis herederos uni-
versales en todos ellos al padre abad y monxes del dicho convento de San Ba-
silio, assi á los que agora son y serán de aqui adelante para que los hayan y he-
reden como tales, con tal calidad que los dichos abad y monxes de San Basilio
han de ser obligados a enterrar mi cuerpo muerto y cumplir enteramente con
las cosas de mi entierro, misas y mandas contenidas en este mi tesUmento; y
si acaso el dicho Luis de Molina, mi marido, fuere contra lo contenido en este
mi testamento '
... lo que ha de haber por razón deste mi testamento y mandas que en el le
hago, sucediendo el caso, las doy por ningunas y de ningún valor ni efecto.. . .
. . . que fue fecho y otorgado en la villa de Madrid, corte de su magestad ca-
tólica, a quatro dias del mes de Junio aflo del nascimiento de nuestro señor Je-
sucristo de mili y seyscientos y treynta y un años
. . . dona ysabel de cerbtes y sbdra (_sic). — Ante mi Joan de Chaves, escriba-
no.— Derechos tres reales y no mas, dello doy fee.»
(Protocolo de Juan de Chaves, 1631, fol. 710.)
Documento núm. 53. — cEn la villa de Madrid, a quatio dias del mes de Ju-
nio de mili y seyscientos y treynta y un años, ante mi el escribano y testigos,
Doña Isabel de Cerbantes y Sahavedra, muger de Luis de Molina, escribano de
su magestad, vecinos desta villa de Madrid, estando enferma e en su entero
juicio e entendimiento natural=Dixo que ella tiene hecho e otorgado su testa-
mento e última voluntad por ante mi el presente escribano
... y aora por via de cobdicilio ordena lo siguiente:
Que por quanto el doctor Tamayo y doña Francisca de Tamayo, su herma-
na, deben y están obligados a pagar por escrituras publicas a la dicha doña
Isabel de Zerbantes y Sahavedra quatro mili reales, de los quales ha de cobrar
el padre presentado fray Joan de Villafranca y Moxica, su tio, de la orden de
Nuesrra Señora de la Merced, ochocientos reales,
Y otros ducientos reales que es su voluntad se cobren, luego que haya fa-
llescido, del dicho doctor Tamayo y doña Francisca, su hermana,
. . . que han de servir para la limosna de las misas que se han de decir por el
anima de la dicha doña Isabel de Cervantes y Sahavedra,
Y los tres mili reales restantes que se han de cobrar por el mes de Setiem-
bre deste dicho año de seiscientos treinta y uno, como está tratado, y no antes,
es su voluntad que se pongan a censo en cabeza de doña Ana de Rojas, su her-
mana, a la voluntad de los dichos mis testamentarios, y los réditos que dellos
procedieren los goze por todos los dias de su vida la dicha doña Ana de Rojas,
su hermana, y después de sus dias quiere que gozen el dicho principal y sus re-
ditos los hijos de la dicha doña Ana de Rojas por partes iguales, y si algunos de
ellos fallescieren, se hereden unos a los otros, y si todos fallescieren antes que la
dicha doña Ana de Rojas, su madre, el dicho censo principal y réditos del sea,
Biografías y noticias biográficas 107
asi en usufructo como en propiedad, de la dicha doña Ana de Rojas. Y si el
dicho Luis de Molina, su marido, fuere contra lo contenido en este su cobdici-
lio, es su voluntad que no goze ni se le haya de dar los ducientos ducados y de-
más bienes que le manda por el dicho su testamento
... da ysbel d sabedra y cerbantes (sic). — Ante mi Joan de Chaves, escribano.
— Derechos dos reales y no mas, dello doy fee.>
fProtocolo de Juan de Chaves, 1631, fol. 718.)
Documento núm. ¿6. — cln Dei nomine amen. Sepan quantos esta carta de
testamento, última y postrimera voluntad vieren, como yo, Luis de Molina, es-
cribano del Rey nuestro señor, natural de la ciudad de Cuenca, hijo lexitimo
de Pedro de Molina y Maria de Valenzuela, su muger, mis padres, ya difuntos,
e yo, vecino desta villa de Madrid, estando enfermo del cuerpo y en mi juicio
y entendimiento natural, creyendo como firmemente creo
... en todo aquello que tiene, e cree y confiesa la santa madre Iglesia de Roma. . .
. . . hago y ordeno este mi testamento última y postrimera voluntad, en la for-
ma y manera siguiente:
Primeramente encomiendo mi alma a Dios
ítem mando que mi cuerpo sea sepultado en el convento de señor San Ba-
silio
ítem quanto al acompañamiento lo dexo a elección y voluntad
ítem declaro que al tiempo y quando rae casé con doña Isabel de Saabedra,
mi muger, trujo a mi poder en dote y casamiento treinta y seis mil setecientos
y cinquenta y tres reales en dinero y bienes,
... y demás desto he vivido veinte y tres años poco mas o menos en unas ca-
sas de la dicha doña Isabel de Saabedra, mi muger, que están en la calle de
San Luis enfrente de la calle de los Jardines, a racon de a ciento y cinquenta
ducados por año que también es aumento de dote de la susodicha, mando y es
mi voluntad que todo ello se le haga bueno de qualesquier bienes que se halla-
ren mios ahora
ítem declaro que yo tuve compañía quatro u cinco años con el secretario
Juan de Urbina en racon de una herrería que está en Cañizares, tierra de Cuen-
ca, y nunca se ajustaron las quentas por estar ausente siempre el dicho Juan de
Urbina, y a mi parecer seré acreedor a sus bienes en mas de diez y ocho mili
reales
. . . mando se siga el pleito y se cobre lo que se debiere de los bienes. ...
{Sigue una relación de varias cuentas sin liquidar, créditos, deudas y diver-
sas alhajas y efectos empeñados.)
ítem declaro que yo y Antonio Calvo, oficial de la pluma fiamos ante San-
tiago Fernandez, escribano del número desta villa, a Pedro Pérez repostero del
señor Melchor de Molina, y habiéndole faltado dos platos de plata que pesaron
quatrocientos y tantos reales, y ducientos reales de vellón en que fué alcanzado,
fué executado por seiscientos y sesenta y ocho reales y la décima, y pagué tres-
cientos y la décima de todo, y por lo demás me fué sacada una silla de mano
que vale ochocientos reales, estando mi muger muy mala en la cama, siendo
bienes de su dote y no estando ella obligada a cosa ninguna, por lo qual mando
que la dicha mi muger la cobre y saque de poder de quien la tuviere, y atento a
que yo no tengo ni dexo bienes ningunos y que los pocos o muchos que hay
son de la dicha mi muger, pido que lo demás se cobre del principal y del otro
fiador, pues yo tengo pagado de mi parte mas de la mitad.
Y para cumplir y pagar este mi testamento, mandas y legados en él conte-
nidas, dexo y nombro por mis testamentarios y albaceas a la dicha doña Isabel
Io8 Biografías y noticias biográficas
de Saabedra, mi lexitima muger, y al padre presentado fray Juan de Villafr?n-
ca, de la Orden de Nuestra Señora de la Merced, y al licenciado Francisco
Martinez, clérigo presbítero, capellán de las Monjas Trinitarias Descaigas desta
villa y residente en ella, a los quales y a cada uno dallos in solidum, doy poder
cumplido
ítem declaro para descargo de mi conciencia que la poca ó mucha hacienda
es de la dicha doña Isabel Saabedra, mi muger, y que antes la he consumido y
gastado mucha parte de su dote, por lo qual la dexo y nombro por mi universal
heredera
... en testimonio de lo qual lo otorgué ansi ante el presente escribano publico
de ntíraero en la villa de Madrid a veinte y cinco dias de Diciembre de 1631. .
. . . Luis de Molina. — Pasó ante mi Thomas Ramírez, escribano.»
(Protocolo de Tomás Ramírez, 1 631.)
127. — Comentarios á los documentos descubiertos por el Sr. Pérez
Pastor.
El hallazgo de los documentos que acabo de extractar, aclara una porción
de puntos obscuros que en la historia de la familia de Cervantes existían, recti-
fica no pocas conjeturas apuntadas por los biógrafos del autor del Quijote, y
hasta cierto punto, nos lo presentan, á él y á sus padres y hermanos, en una
posición social harto distinta de la que nos hablamos imaginado. Pasemos, pues,
revista individual á la familia de Cervantes, y recapitulemos lo que estos docu-
mentos nos enseñan:
Rodrigo de Cervantes y D.» Leonor de Cortinas.
Navarrete, al publicar la partida de defunción de D. Rodrigo, que es del
año de 1585, supuso lógicamente que esta fecha debía de estar eqnivocada,
puesto que en la carta de pago de los 300 ducados que, para ayuda del rescate
de su hijo Miguel, entregó en 1579 á los PP. Trinitarios D.» Leonor, ésta dice
que era viuda de Rodrigo de Cervantes. La partida de defunción, sacada de los
libros de difuntos de la parroquia de San Justo, dice así: <En 13 de Junio de
1585 años falleció Rodrigo de Cervantes: recibió todos los santos sacramentos:
testó ante Diego Hernández, escribano: nombró por sus albaceas á D." Leonor
su muger y á D.» Catalina de Palacios, viuda, muger que fué de Hernando de
Salazar: mandó decir las misas que quisiese decirle su muger. Enterróse en la
Merced.» Mas, la verdad del caso es, que la fecha de esta partida es exacta; y
así ha venido á corroborarlo y á confirmarlo el testamento de D. Rodrigo (do-
cumento núm. 2j), otorgado en Madrid á 8 de Junio de 1585, esto es, cinco días
antes de morir. De manera, que la declaración de D.» Leonor, haciéndose pasar
por viuda en 1579, fué simulada. ¿Cuál fué el motivo? He aquí la conjetura del
Sr. Pérez Pastor: «La mentira piadosa de D.* Leonor, tenía su parte de picar-
día, pues habiendo pedido antes ayudas para pagar el rescate Rodrigo de Cer-
vantes y su hijo Miguel, y no habiéndolas conseguido, la madre intentó pedirlas
como viuda, y con esta ficción consiguió lo que su marido y su hijo no habían
podido alcanzar.»
Añadiré, como hechos curiosos en este asunto, que mieutras D.» Leonor
aparecía diciéndose viuda en 1579 y lo repetía en 1^82 (documento núm. 22),
su marido D. Rodrigo se presentaba á las autoridades en 1.° de Diciembre de
1580 (documento núm. 18), pidiendo información piiblica de testigos relativa al
cautiverio de su hijo.
Respecto á D.' Leonor, los documentos núms. 29 y jo, claramente enseñan
Biografías y noticias biográficas lO^
que esta señora debió de fallecer entre el 15 de Septiembre y el 9 de Noviem-
bre de 1593, lo cual es una segura guía para hallar la partida de defunción.
Desgraciadamente, el libro de difuntos del año 1 593 no existe en la parroquia
de San Martín, en donde lo ha buscado el Sr. Pérez Pastor.
Andrea de Cervantes y su hija D.a Constanza.
Según el documenlo núm.j^ del año de 1568, D.^ Andrea, entonces soltera,
recibe de un tal Locadello varios muebles, alhajas y dineros en remuneración
de diversos servicios de ella y de su padre recibidos; por el documento núm. 10
(año de 1576), consta que D' Andrea era ya viuda, puesto que pide al co-
rregidor de la villa de Madrid que le sea discernido el cargo de curadora de su
hija Constanza de Figueroa, cpara poder cobrar sus bienes y hacienda». Consta
en este documento que D.* Constanza era «menor de doce años y mayor de
seis». Si suponemos que tuviese entonces 8 ó 9 años, debió de tener en 1605,
cuando la causa de Valladolid, 37 años, si bien ella declaró que tenía 28. En
el año de 1587, D." Andrea cobra quinientos reales que le debía pagar D.* Ana
de Illescas, vecina de Sevilla (documento núm. 27). En 8 de Diciembre de 1596
(documento núm. J2), «doña Constanca de Figueroa, hija de Nicolás de Ovando,
difunto, y de doña Andrea de Cerbantes», cobró de D. Pedro de Lanuza y de
Perelló, 1.400 ducados que por ciertos motivos éste se había obligado á pagar-
le; y en 14 de Enero de 1614 (documento núm. jo), la propia D." Constanza de
Obando cobró i.ooo reales de orden de D. Juan de Avendaño, vecino de la
ciudad de Truxillo del Perú. Recordando que D." Andrea había estado casada
en segundas nupcias con el general Alvaro Mendaño, podría conjeturarse que
el Juan de Avendaño, que envió los i.ooo reales á D.' Constanza, fuese herma-
no 6 hijo del que fué padre político de esta última.
Magdalena, hermana de Cervantes.
Gracias á los nuevos documentos descubiertos por el Sr. Pérez Pastor, hoy
sabemos que D.a Magdalena, cuya personalidad tan obscuramente nos apare-
cía, era real y verdaderamente hermana de Cervantes. Hagamos un poco de
historia.
Pellicer, dedujo del apellido de D.* Magdalena de Sotomayor, «hermana de
Cervantes, que era hija de otro padre, y supuso que su madre, D.* Leonor, se
había casado en segundas nupcias; mas, Navarrete, atinadamente observa, que
esta conjetura es errónea, porque consta en lá causa de Valladolid que doña
Magdalena tenía entonces (año de 1605) más de 40 años, por lo cual — dice —
debió de nacer antes del año 1565, cuando aun vivía D. Rodrigo. Por estas ra-
zones, Navarrete termina opinando que D.a Magdalena sería «alguna cufiada ó
parienta de Cervantes».
Hoy, repito, el misterio queda aclarado, puesto que los documentos núms. 4,
S> 6> 7> <?. ^S, I4< 23, 2J y 30, atestiguan que D." Magdalena fué hija natural y
legitima de Rodrigo de Cervantes y D.» Leonor de Cortinas; por lo tanto, era
hermana carnal de nuestro Cervantes.
Su edad puede deducirse aproximadamente del documento núm. 7, firmado
en 7 de Mayo de 1575, en el cual D.* Magdalena declara que era menor de 25
años y mayor de 18 Suponiendo, pues, que tuviera entonces 20 ó 21 años, debió
de nacer hacia 1555; y como en la partida de defunción de esta señora [99],
consta que era natural de Madrid, este dato nos enseña que la familia de Cer-
vantes residía ya en la corte cuando menos antes del año de 1555.
La figura de D.a Magdalena en el seno de la familia de Cervantes aparece-
grandiosa.
Haciendo nobilísimo uso de una cantidad á ella donadíi por un tal Alonso
Biografías y noticias biográficas
Pacheco (documentos núms. 5 i. g), ayudó grandemente á sus padres y á su her-
mana D.a Andrea, en la noble tarea de aprontar dineros para rescatar á su
hermano Miguel, y á 9 de Junio de 1578, suscribe un instrumento público (do-
cumento núm. 15), obligándose á pagar á un tal Hernando de Torres, comisio-
nado psra rescatar á Miguel, «todo lo demás que costare el rescate de Miguel
de Cerbanres, de los tres mil e doscientos e setenta e siete reales que tienen
entregados en la dicha obligación e dineros al dicho Hernando de Torres ..»
Más tarde, en 1583, D." Magdalena, sin duda para subvenir á las necesida-
des de su hermano Miguel, empeñó, por mano de éste, ciertos efectos, y por
escritura de 10 de Septiembre de 1585 (documento núm. 2¿), vendió los efectos
empeñados, liquidando el préstamo con el propio prestatario. Después, falle-
cida su madre D.a Leonor en 1593, D.» Magdalena, para respetar el contrato
de arrendamiento de la casa que habitaban, que aquélla había otorgado, lo tomó
á su cargo, y, no necesitando dicha morada, traspasó el arriendo á otra persona
(documento núm. JO). Andando más los tiempos, y á fin de amparar á la menor
Isabel de Saabedra, hija de Cervantes, á la sazón ausente, D.a Magdalena la
tomó á su servicio (documento núm. JJ, de 11 de Agosto de 1599), facilitando
de este modo el ingreso de Isabel en la familia de Cervantes, y su adopción
tácita por la mujer de éste. Y últimamente, hacia los años de 1605, en Vallado-
lid, cuando la posición de la familia de Cervantes era, al parecer, harto menos
desahogada de lo que antes habla sido, D.a Magdalena, haciendo modesta vida
de beata, j» vistiendo de Jerga, como quien ha renunciado los placeres munda-
nales, continuó siendo el consuelo de sus hermanos.
Juan de Cervantes.
En el testamento que á 8 de Junio de 1585 (documento núm. 2^), otorgó
Rodrigo de Cervantes, nombra por sus herederos universales «á Miguel de Zer-
bantes e a Rodrigo de Cervantes y a /uan de Cerbantes y a doña Andrea de
Zerbantes e a doña Madalena de Cerbantes (i), mis hijos, e hijos de la dicha
doña Leonor de Cortinas, mi muger.. >
Aquí aparece un hermano de Cervantes, de nombre Juan, que no he visto
mencionado por nadie. ¿Dónde y cuándo nació, y cuándo murió? Si atendemos
á que en los libros parroquiales de Alcalá de Henares, en donde existen las
partidas de bautismo de Miguel de Cervantes y de sus hermanos, no se ha ha-
llado la de Juan, debemos presumir que debió de nacer en Madrid. Y si su na-
cimiento tuvo lugar antes que el de D.a Madalena, por lo que he dicho al hablar
de ésta, se corroborarla mi opinión de que la familia de Cervantes residía en
Madrid desde antes del año de 1555, y entonces podríamos asegurar que nues-
tro Cervantes recibió en Madrid su primera educación literaria; cayendo por su
base las aserciones de aquellos biógrafos que creen y añrman que el autor del
Quijote estudió humanidades en Alcalá y hasta que cursó en aquella famosa
universidad.
Volviendo al desconocido Juan, ignórase cuándo murió ni qué se hizo de él;
siendo de extrañar que no aparezca, ni siquiera mencionado, en ninguno de los
actos de la familia de Cervantes revelados y descritos por los numerosos docu-
mentos que hoy poseemos.
En cuanto al Rodrigo, otro de los herederos de su padre, es probable que
sea, conforme á la general opinión recibida, el Andrés de Cervantes cuya fe de
bautismo conocemos [24]; por más que no esté justificado el motivo de tal cam-
bio de nombre.
(i) He aqni en un mismo documento escrito el nombre de Cervantes de tres distintas
maneras.
Biografías y noticias biográficas
Doña Catalina de Salazar y Vozmbdiano.
Dos importantes documentos püblicos hallamos referentes á la digna esposa
de Cervantes. El documento núm. 44, es el testamento de esta señora, otorgado
en Madrid á 16 de Junio de 16 10, por el cual sabemos: <que doña Catalina he-
redó de su tío Juan de Palacios diversos bienes con la expresa condición de
mandarlos después de su fallecimiento á su hermano Francisco de Palacios Sa-
lazar, mandato que fielmente cumple doña Catalina; que manda á su marido
Miguel de Cerbantes un majuelo de 4 aranzadas en usufructo, y «después de
sus dias le goze por dos años su sobrina doña Constanza de Obando», y pasa-
dos los dos años pase al hermano de la testadora don Francisco, con cargo de
dezir 8 misas cada año por las almas de los padres y del marido de la testa-
dora, y «con mas — dice — haya de dar 50 reales cada año á mi hermano Fray
Antonio de Salazar»; que manda al dicho su marido la cama en que ella murie-
re con más todos los demás muebles que tuviere; y que manda también á su
marido otra tierra de una aranzada por sus días y después que pase á su her-
mano Francisco.»
El documento núm. 46 nos manifiesta que D.a Catalina de Palacios, madre
de la otorgante, la dejó heredera de sus bienes, juntamente con sus hermanos
Francisco y Femando; que en una cláusula del testamento de la dicha su madre
le hizo «mejora en el tercio y remanente del quinto prohibiéndole la enagena-
cion y venta de los bienes dejados... para que no se pudiese valer dellos el dicho
mi marido... y en caso que yo no tuviese hijos los bienes viniesen en el dicho
Francisco de Palacios mi hermano»; que por haber éste su hermano pagado
muchas cargas que fueron de los bienes de su madre, D.a Catalina le hace ce-
sión y traspaso del tercio y quinto que á ella correspondía.
De ambos documentos se desprende que D." Catalina, al testar, dejaba á su
marido casi todo lo que ella tenía libre.
Por el documento núm. 43, sabemos que D." Catalina de Salazar y su marido
Miguel de Cervantes fueron padrinos en el acto de la velación de Luis de Mo-
lina con D." Isabel de Saavedra.
Ya hemos visto [23, 24, 66, 126], que D.' Catalina de Palacios y Salazar
consintió en que su marido Miguel legitimase á su bija natural Isabel, y que
ésta formase parte de la familia; lo cual, unido á los datos que acabo de consig-
nar, demuestra el noble carácter de D." Catalina y el amor que siempre profesó
á su esposo.
Isabel de Saavedra.
Gran parte de la vida de esta hija de Cervantes se nos revela en los docu-
mentos que estoy reseñando.
Según el núm. j6, en 9 de Agosto de 1 599, «Isabel de Saavedra por sí y
Ana Franca, su hermana, hijas que quedaron de Alonso Rodríguez e Ana Fran-
ca, su muger, difuntos», se presenta al alcalde de casa y corte, diciendo que por
ser «mayores de doce años e menores de veynte y cinco», nombran por curador
á Bartolomé de Torres y piden se le discierna este cargo.
He aquí una superchería con la cual se obtuvo (documento núm. j"^), que
dos días después Isabel entrara al servicio de D.° Magdalena, y se preparara asi
el ingreso más tarde en casa de Cervantes.
Pero, ¿esta titulada hermana de Isabel, llamada Ana Franca, fué también
hija de Cervantes? No lo creo; mas, hay en ello un misterio que tal vez más
adelante pueda aclararse, pues el docnmento núm. 4g, otorgado en Madrid, á 22
de Noviembre de 16 13, nos dice que «Gerónima y María de Rojas y Prado,
hijas legítimas de Francisco Sánchez de Prado, cirujano de Madrid, y de Luisa
de Rojas, su legítima muger», de 19 y 18 años de edad, respectivamente, nom-
lia Biografías y noticias biográficas
bran por su curador i. Luis de Molina y éste presenta como fiador de su cargo
á su esposa D.' Isabel de Saavedra; todo lo cual demuestra el parentesco de
ésta con las pupilas, y que Luisa de Rojas debió de ser hermana ó parienta muy
próxima de D.' Ana de Rojas, madre de Isabel.
Ló cierto es que Isabel fué legitimada por su padre [66], se casó en 8 de
Septiembre de 1608 con Luis de Molina {documento núm. 41), y se veló el i.*
de Marzo de 1609 (documento núm. 43)-
Y el nombre de sus padres, cMiguel de Cerbantes y Ana de Roxas», lo de-
clara solemnemente Isabel en su testamento, otorgado en Madrid, á 4 de Junio
de 1631 (documento núm. j4).
Para completar la historia de la hija de Cervantes, falta ahora descubrir sus
fes de bautismo y de defunción, y conocer con fijeza la personalidad de su
madre D.' Ana de Rojas.
Luis de Molina.
Por el documento núm. 35, sabemos que á 3 de Abril de 1598, la comuni-
dad de frailes de Ntra. Sra. de la Merced de redención de cautivos de Madrid,
recibió del alguacil mayor de la Inquisición, 4160 reales para rescatar á Gaspar
de la Plaza y <á Luis de Molina, vecino de Cuenca», que ambos á dos estaban
cautivos en Argel.
Sería curioso saber desde cuándo se hallaba cautivo el que más tarde llegó
á ser hijo político de Miguel de Cervantes (documentos núms. 41 y 43').
El documento núm. 45 es la carta de pago que otorga Luis de Molina, á 29
de Noviembre de 161 1, á favor de su esposa Isabel de Saavedra, por la canti-
dad de 36753 reales á que ascendía el importe de la dote de su mujer, que re-
cibió Molina en dineros y en bienes muebles.
En su testamento, otorgado en Madrid á 25 de Diciembre de 1651 (docu-
mento núm. ¿6), declara el testador: que entró, durante su vida, en varios ne-
gocios y empresas con diferentes sujetos, entre ellos el secretario Juan de Ur»
bina, en los cuales perdió todo su capital; que no deja bienes ningunos, y que
«los pocos ó muchos que hay» son de su mujer; y que habiendo gastado y con-
sumido mucha parte del dote de dicha su mujer, la nombra por su universal
heredera, dándole instrucciones para intentar el cobro de varios créditos que
Molina tenía contra varios de los que fueron asociados suyos.
Documentos referentes al rescate de Cervantes.
Importantes son los nuevamente descubiertos. El primero de ellos (docu-
mento núm. 12)., su fecha 9 de Noviembre de 1576, es una ampliación de otra
información presentada anteriormente por D. Rodrigo de Cervantes á fin de
probar que tenía dos hijos cautivos en Argel, y que no los podía rescatar por
ser pobre. La información á que se refiere este documento no se ha descubierto,
pero ella prueba que los padres de Cervantes ya empezaron á raíz del cautive-
rio de sus hijos, las gestiones para rescatarlos.
Los documentos núms. 18 á 22, ofrecen interesantísimos detalles acerca del
rescate de Cervantes, y confirman los ya conocidos. Por ellos sabemos que
nuestro héroe, luego de rescatado, se embarcó para Valencia, en donde se ha-
llaba á primeros de Diciembre de 1580; que en 18 del propio mes estaba en
Madrid y presentó una información de testigos para probar que del precio que
costó su rescate quedó á deber al P. Juan Gil dos mil reales y á varios merca-
deres de Argel más de mil reales, que le habían prestado durante su cautiverio,
para comer y otras cosas, « porque el moro que le tenía cautivo no le daba de
comer».
Biografías y noticias biográñcas 113
Relaciones entre Cervantes y el librero Francisco de Robles.
Por el documento núnt. ^7, de 9 de Septiembre de 1613, nos consta: que
Cervantes vendió y traspasó á Francisco de Robles el privilegio real que tenia
para imprimir y vender en los reinos de Castilla y Aragón las Novelas exem-
plares; que el precio de este traspaso fué el de 1600 reales y 24 cuerpos del
libro; y le dio poder en causa propia para pedir privilegio para el reino de Por-
tugal. En virtud de este traspaso, el librero Robles, en 28 del mismo mes de
Septiembre (documento núm. 48), dio poderes á dos vecinos de Zaragoza para
que «se puedan querellar y acusar cevil y criminalmente contra cualesquier
personas que hobieren impreso y vendido ó quisieren imprimir y vender las
Novelas exemplares* .
El documento núm. jg, es un poder otorgado por Cervantes, en Valladolid,
á 12 de Abril de 1605, á favor de Francisco de Robles y á dos vecinos de Lis-
boa, para que «se puedan querellar contra los que hayan impreso ó imprimieren
el ingenioso hidalgo don quijote de la mancha en los Reynos de Castilla y en el
de la Corona de Portugal... y con lo que de todo procediere se haga la orden y
voluntad del dicho Francisco de Robles a quien pertenece el dicho privilegio...
conforme a una scriptura de concierto entre él y mí fecha».
Si se descubre algún día esta scriptura de concierto entre Cervantes y Fran-
cisco de Robles, sabremos cuanto le pagó éste por la cesión del privilegio del
Quijote.
La escritura de poderes, que acabo de extractar, no llegó á tiempo para ata-
jar las dos impresiones del Quijote hechas en Lisboa, puesto que la licencia de
la edición estampada por Jorge Rodríguez lleva la fecha del 26 de Febrero de
lóos, y la de Pedro Crasbeeck es de 27 de Marzo [2, 3].
El documento núm. 40 nos revela que á fines del año 1607, Cervantes debía
á Francisco de Robles, «por cédula de dineros prestados», la cantidad de 450
reales.
128. — Causa de Valladolid. — Nuevo y verdadero aspecto de este pro-
ceso.
El Sr. Benjumea, en el liltimo de los artículos que desde 1878 á 1879 pu-
blicó en la Revista de España, bajo el epígrafe de «Progreso en la crítica del
Quijote*, estampa estas frases: «hoy ya se sabe que la causa de Espeleta fué un
vil annaño de un atrevido personaje de la curia de Valladolid, para vengar sen-
timientos personales é injurias...»; y el propio crítico, en su obra La verdad
sobre el Quijote, que simultáneamente apareció, dice lo siguiente: «Recientes
averiguaciones dan por resultado, que la dama en cuestión era mujer de un es-
cribano de punta en Valladolid, y dicho se está que para salvar la honra de un
funcionario publico de tantas uñas y valimiento en aquella época, no se encon-
tró víctima más á propósito que el noble caballero que acudió á socorrer á un
herido.» Esta ultima manifestación del Sr. Benjumea se debió al atento examen
del proceso de Valladolid, que le franqueó, acompañado de comentarios, el se-
ñor D. José Asensio, quien posee copia exacta de la causa, hecha sobre la que,
tomada del original, escribió Luis Usoz y Río.
Como estos conceptos vertidos por el Benjumea entrañan importancia su-
ma, he creído oportuno consultar este punto con el Sr. Asensio, quien, con su
ilustrada competencia, me ha comunicado lo siguiente: «Pensaba entonces,
como pienso todavía, que en las primeras diligencias supieron con entera segu-
ridad el Alcalde y el Escribano la causa de la pendencia y quien era el cau-
Tomo II le
114 Biografías y noticias biográficas /
sante de las heridas que produjeron la muerte de D. Gaspar de Espeleta, pero
por razones que no se descubren, aunque se vislumbran, no quisieron poner en
claro la cosa, y dieron un sesgo torcido á las actuaciones... tan torcido, que ha-
biendo declarado Francisco Campo-redondo, criado de D. Gaspar, que éste
mantenía relaciones con una mujer casada, cuyo nombre dijo al oído del señor
Alcalde Villarroel, así como el de su marido (que no se escribieron en la causa),
y que el muerto se recelaba y andaba celoso de cierta persona, cuyo nombre
también comunicó el testigo en secreto al Alcalde, éste dirigió las diligencias
contra los vecinos de la casa donde por acaso vino á fallecer Espeleta, y ni
siquiera mencionó aquellas confidencias del criado, donde se encontraba la
verdad del drama.»
He aquí, pues, desvanecida la sospecha de culpabilidad de la familia de
Cervantes.
429. — A. Castellanos. — Apuntes sobre la verdadera patria de Miguel
de Cervantes Saavedra, por Antonio Castellanos, socio honorario
del uCircolo proirotore partenopes Giam Battista vico", de Ñapó-
les, de la Propaganda di scienza popolare; de la Union opareja
Umberto I, y colaborador de los periódicos manchegos: con un
prólogo del Dr. D. Manuel Corral y Maina. — Alcázar de San Juan,
1896.
En 8.», de VII-48 págs.
Veo anunciada esta obra en el momento de entrar en prensa el presente
pliego.
i30. — Le pére Rene Rapin: Reflexions sur la poétique... Amsterdam,
1674.
En 12.»
Dice: «Cervantes fué secretario del Duque de Alba; habiendo sido tratado
con desprecio por el duque de Lerma, escribió la novela de D. Quijote que es
una sátira muy fina de su nación, porque toda la nobleza de España, á quien ri-
diculiza en su obra estaba enfrascada en la caballería. Conservo esta tradición
de uní/ de mis amigos que sabia este secreto por D. Lope, á quien Cervantes
había confiado su reseniiniientu »
Ignoro de donde sacó Rapín estas peregrinas especies, que tuvieron luego
cabida en el Diccionario de Moreri, y por ende circularon más tarde por toda
Europa.
131. — Le grand Dictionaire historique ou le melange curieux de l'His-
toire sacrée et profane,... Quatriéme édition, divisée en deux to-
mes, Revúé, corrigée, augmentée et mise en meilleur ordre que les
precedentes. Par M." Louis Moreri.— A Lyon, ches J. Girin, & B.
Riviére; et fe vend áParis, chésDenis Thierry.— M.DC.LXXXVIL
Dos t. en folio.
Biografías y noticias biográficas 1 15
La primera edición, que no menciona á Cervantes, se imprimió en Lyon,
el año de 1674. Moreri preparaba una segunda edición, pero habiendo muerto
en 1680, la publicó con un tomo II, en 1681, Mr. Parayre, dedicando arabos to-
mos al Rey; y vino luego la de 1687.
A esta edición, siguió un Suplemento formando el tomo III, impreso en Pa-
rís el año 1689. Refundida y aumentada la obra, se hicieron varias ediciones en
Holanda, en 1691, (i) 1696, 1698 y 1702, compuestas de 4 tomos en folio; y
otras en París en 1704 y 1707. Una de las holandesas sirvió para una traduc-
ción española, inédita, cuyo manuscrito poseo, y que tiene este título: El Dic-
tiúnario Histórico de Moreri, puesto de Francés En Español por Carlos del
Sotto, En Amsterdam. Año 1708. En folio de 532 páginas.
El artículo Miguel Cervantes Saavedra, dice:
«Espafiol de Sevilla, hombre de un mérito singular, gran Poeta, y el que
mejor escrivió en Prosa. Fué secretario del Duque de Alba, y como recivió en
Madrid algunos desprecios del Duque de Lerma, compuso contra él y toda la
Corte, que afectava la Cavallería, ese Don Quixote, que es el mas insigne ro-
mance que se vio jamás en el mundo; sus Comedias, sus Novelas, su Calatea, y
su Persiles y Sigismunda, son incomparables.»
Una sociedad de literatos amplió y continuó el Moreri, que salió muy au-
mentado en París, el año de 1717, en 10 tomos en folio.
En esta edición, el artículo Cervantes, fué añadido con las siguientes noticias:
«Cervantes era natural de Sevilla, ó según otros de Esquivias.... Fue Secre-
tario del Duque de Alba Publicó la i.*P. del Quijote en 1605, y como des-
cuidase de continuarla, un tal Alonso Frnz de Avellaneda trabajó en esta con-
tinuación y la publicó en 1614 en Tarragona. Publicó por fin Cervantes la 2.''
P. de su Historia, quejándose en ella de que se le hubiese robado su copia ....
Murió muy pobre Cervantes por los años de 1620 t> tLos versos de pié quebra-
do de los preliminares, aluden al Duque de Lerma, cuyo nombre está allí oculto
hábilmente.»
Dicen estos continuadores de Moreri que han sacado los datos del artículo
Cervantes^ de Nicolás Antonio, y de las memorias del tiempo En el artículo an-
terior he citado el origen de tales imaginarias noticias. He visto otra edición
francesa aumentada por Goujet et Drouet, (París, 1759, 10, v. F.°), en la cual el
artículo Cervantes está adicionado con algunas noticias tomadas del prólogo de
la edición francesa de las Noveles exemplares, Lausanne, 1744; y se corrigió el
error de la fecha de la muerte de Cervantes.
132. — Don Quixote, London, 1700.
Cuatro t en 12.'
Al frente del tomo III, impreso en 1 703, va una reseña biográfico-crítica de
Cervantes, que parece escrita por mano distinta de la del traductor Motteux.
Además de las cortas noticias tomadas de Nicolás Antonio y Tamayo de Var-
gas, transcribe las que de sí mismo da Cervantes en los prólogos de Las No-
velas exemplares, y de Las Comedias, y recoge las siguientes opiniones que en
las memorias de la época encontró:
«Sabemos que por algún tiempo fué secretario del Duque de Alva, y después
se retiró á Madrid, donde compuso esas admirables obras que hoy día goza-
mos...»
(i) Es la 6.' edición, y está compilada por el famoso Ministro protestante, Jean le
Clert.
Il6 Biografías y noticias biográñcas
«Opinan algunos que nuestro autor, habiendo sido tratado con menosprecio
por el Duque de Lerraa, orgulloso Ministro de Felipe III, que no hacía ningún
caso de los hombres de letras, para vengarse hizo esta sátira que, pretenden, va
dirigida principalmente contra aquel Ministro. Pero esta creencia no puede ser
verdad si, según dicen otros, Cervantes escribió su libro en Berbería, para dis-
traer algunas de las melancólicas horas de su cautiverio; además de que, la ma-
nía que en él se ridiculiza, era tan general en España que es probable no se
aluda allí á determinada persona. Lo que si es cierto, es que ese noble Duque y
su gobierno están aludidos en aquellos versos de Urganda la Desconocida; don-
de, aunque él suprime la última sílaba de la palabra final de cada verso, no es
difícil descubrir á quien se alude en esa corta poesía.»
«Mientras Cervantes preparaba la continuación de su Quixote^ salió en 1614
una 2.* P. por Alonso Fernández de Avellaneda de Tordesillas. Disgustó ello á
nuestro autor, y mucho más porque aquel escritor, no contento con usurpar su
proyecto, y con robarle, según cuentan, parte de su manuscrito, le maltrató en
el Prólogo, de lo cual Cervantes se quejó al publicar el año siguiente la verda-
dera continuación del Don Quixote, dirigiéndole varias reprehensiones, cierta-
mente demasiado blandas para una tan grande injuria; mas á la verdad, tenien-
do que habérselas con un sacerdote que, además, pertenecía á la Inquisición,
no debió atreverse á llevar demasiado lejos su resentimiento contra ese plagia-
rio.» «Por falta de datos no podemos narrar más detalles de los sucesos y de la
vida de Cervantes, y nos limitaremos á tratar de él como autor.» «Sabemos que
murió en Madrid el año 1O16 poquísimo tiempo después de haber escrito la de-
dicatoria del Per siles y S'gismunda á su protector el Conde de Lemos.»
Digno es de notar que las imaginarias especies referentes á haber sido Cer-
vantes secretario del Duque de Alba, y escrito su Quijote para ridiculizar al
Duque de Lerma en venganza de su menosprecio, así como la de haberse que-
jado de que Avellaneda le robó sus papeles, nos las estampa este biógrafo inglés
35 años antes que Mayans, y 49 antes que el P. Murillo; que son los dos pri-
meros autores españoles que las recogen. Y como ni uno ni otro nos dicen de
que memorias ó crónicas de la época las sacaron, sería curioso averiguarlo; y
arguye suma diligencia en el autor inglés el que á su noticia llegasen, apenas
terminado el siglo xvii. En los dos artículos anteriores ya hemos visto que Ra-
pín en 1674, fué quien consignó estas fabulosas noticias, y que de ellas se hizo
eco Moreri, aumentándolas.
Notemos también que es. ésta la primera tentativa, que conozco, de una bio-
grafía de Cervantes.
133. — Don Quixote, Leipzig, 1734.
Dos t. en 12."
Al frente de esta edición alemana del Quijote, hay las curiosas noticias biográ-
ficas de Cervantes que he colocado en la sección de Juicios [IX, Anónimo, 1734].
134. — Les principales avantures... de... Don Quixote... La Haya, 1746.
En 4.»
Al frente de esta edición hay un extracto de la Vida de Cervantes de Ma-
yans, escrito en Holandés por J. C. Weyermann, que después fué vertido al
francés.
Biografías y noticias biográficas 1 1 7
135. — Don Quixote... translated... by T. SmoUett... London, 1755.
Dos t. en folio.
Precede una biografía de Cervantes extractada de la de Mayans, pero ava-
lorada con la relación del cautiverio de Cervantes en Argel que escribió el pa-
dre Diego de Haedo.
Es digno de notarse que SmoUett dio noticia, antes que los españoles, de la
obra de Haedo, en la cual, como hemos visto, se consigna por primera vez el
dato de la verdadera patria de Cervantes. Como esta noticia se repite también
en el folleto Remarks on the propasáis.... for a new translation of D. Quixote,
etcétera, de que di cuenta al hablar de la traducción inglesa del Quijote (I, 632),
dice Mr. Fitzmaurice Kelly {Life of Cervantes, p. 5), que su autor parece no
haber leído el original de Haedo, sino un extracto dado por Joseph Morgan en
su Complete History of Algiers, London 1728.
136. — Brevi notizie interno á Michele Cervantes Saavedra... traite dalla
Vita di lui scritta da D. Gregorio Mayans y Sisear.
Estas noticias biográficas flguran al frente de la edición italiana del Quijote,
impresa en Venezia, el año de 1755.
137. — Don Quixote, Weimar, 1775. — Traducción alemana de Bertuch.
A unas ligeras noticias biográficas de Cervantes, tomadas de Mayans, ha po-
dido el traductor añadir las recientemente llegadas de España, y en especial la
más importante, que fué el descubrimiento por Sarmiento y Montiano de la par-
tida de bautismo de Alcalá.
138. — Don Quixote of Mancha. Kióbenhaun, 1776.
Al frente de esta traducción danesa, hay, vertida al mismo idioma, la Vida
de Cenantes, de Mayans.
139. — Encyclopaedia Britannica, 1788-91, t. IX. — Artículo «Saavedra».
Sucinta biografía de Cervantes, sacada de los apuntamientos de Mayans.
140. — Gentleman's Magazine, de 1781.
En esta Revista publicó Bowle un epítome de la Vida de Cervantes, en el
que da á conocer las nuevas investigaciones que Pellicer y Ríos acababan de
hacer sobre la patria del Manco de Lepanto.
141. — Galatée. París, 1783.
En 12.»
Hay al frente la cVie de Cervantes,» por Florian.
Es un resumen de la que escribió D. Vicente de los Ríos.
1 1 8 Biografías y Doticias biográficas
142.— Life of Cervantes, by William Walbeck, London, 1785.
En 8.0
Es la traducción inglesa del anterior resumen de Florian.
143. — Persiles u. Sigismunda, Heidelberg, 1789.
En 8.0
Va al frente de esta traducción alemana, por J. Fr. Butenschoen, una biogra-
fía, extracto de la de Ríos, y algunas noticias literarias y bibliográficas acerca
de las obras de Cervantes. Las varias citas de las obras españolas, y los trozos
que de ellas se insertan, están corregidas con notable escrupulosidad.
144. — Don Quixote von la Mancha, Kónigsberg, 1800.
Precede a esta traducción alemana, hecha por Soltau, la versión, algo abre-
viada, de la Vida de Ctrvantes, de D. Vicente de los Ríos.
445. — Handbuch der spanischen Sprache und Litteratur, Berlín, G.
Nauck, 1 80 1.
Dos t. en 4°
En el t. I de esta obra, recopilada por Fr. Buchholz, hay algunos trozos
de las obras de Cervantes, precedidos de una noticia biográfica en alemán, ex-
tractada de la Vida de Cervantes, que compuso Ríos.
146. — Don Quixote, London, 1801.
Cuatro t. en 4.°
Precede á esta bella edición una excelente refundición, en idioma inglés,
de la Vida de Cervantes y del Análisis del Quixote, escritos por D. V. de los
Ríos.
147. — Don Kichote, Moscou, 1804.
Seis t. en 8.°
Al frente de esta traducción rusa del Quixote, hay la Vida de Cervantes^ de
Florian,
148. — Vie de Cervantes, par Dubournial.
Ocupa 132 páginas, á la cabeza de su traducción del Quichotte, impresa en
París, año 1807.
Sigue tan estrechamente la Vida de Cervantes, de los Ríos, que puede de-
cirse es una traducción de ella, salvo la supresión de algunos pasajes y la adi-
ción de algunas reflexiones, de cosecha del traductor.
Biografías y noticias biográficas 1 19
149.— Geschichte d. span. Literatur, von Frd. Bouterwek, Góttingen,
1804.
Contiene una reseña biográfica de Cervantes.
150.— Don Chisciotte, tradotto da B. Gamba. Venezia, 1818.
Va al frente, una sucinta biografía de Cervantes, extractada de los Ríos y de
Pellicer.
151. — Don Quixote, Stockholm, i8i8.
Acompaña á esta traducción sueca, una biografía de Cervantes, tomada de
la que escribió Sraollett en inglés.
152. — Don Quixote, London, i8i8.
Esta traducción inglesa, de Miss Smirke, lleva tina biografía de Cervantes,
extractada de la de Pellicer.
153. — Chefs d'ceuvre des théatres étrangers, París, 1822.
En el t. XVI de esta numerosa colección, y al frente de la traducción de La
Numancia^ por Esmenard, hay unas noticias biográficas de Cervantes.
154. — Don Quixote of. La Mancha, Edinburgh, 1822.
Precede á esta traducción inglesa una Vida de Cervantes, elegante y juicio-
samente escrita por J. G. Lockhart. No habiendo aún llegado á su noticia la
Vida de Navarrete, aquel entendido critico inglés tuvo que fundar su trabajo
biográfico, sobre los de Ríos, Pellicer y Bouterweck.
155. — La Araucana, trad. par Gilibert de Merliach, París, 1824.
En la Introducción^ establece el traductor francés, (pag. 32), un paralelo en-
tre las agitadas vidas de Ercilla y de Camoens, y se refiere á Cervantes, intro-
duciendo una escena poética, con materiales tomados del Via/e del Parnaso.
156. — Don Quichotte, París, 1825.
Seií t. en 8."
Al frente de esta edición francesa del Quijote.^ hay un excelente trabajo crítico-
biográfico acerca de Cerv.-intes, por Mr. Simón Auger.
157. — Don Quixote, Copenhague, 1829.
Hay una sucinta biografía de Cervantes, por el traductor Shaldemose.
Biografías y noticias biográficas
158. — Edinburgh Cyclopaedia, 1809-31.
En esta Enciclopedia, publicada bajo la dirección del Dr. Brewster, hay una
corta biografía de Cervantes, en que se reproduce esta ya conocida cuanto falsa
especie: «Resentido Cervantes del poco caso que hicieron de esta composición
(la Filena\ se indignó, y en un paroxismo de su resentimiento se marchó á
Roma. >
159 —Don Quichotte, trad. par Louis Viardot, París, 1836.
Dos t. en 4.°
Con los nuevos materiales que le suministraba la Vida de Cervantes por Na-
varrete, pudo Viardot escribir una biografía superior á las que hasta entonces
habían aparecido fuera de España.
160.— The life and writings of Miguel de Cervantes Saavedra. With
literary and historical Illustrations from authentic documents sup-
plied by Spanish biographers, and other editors of his works, by
Thomas Roscoe, Esq., London, Tegg. MDCCCXXXIX.
En 8.", de IX-412 págs.
Está principalmente basada en la de Navarrete, con muchas otras noticias
que Roscoe recogió, ya de los mismos escritos de Cervantes, ya de otros autores
contemporáneos de éste, ya de recientes publicaciones. A la abundancia de da-
tos biográficos, añade el autor inglés multitud de juicios críticos acerca de las
obras de Cervantes, con análisis de algunas de ellas; algo abigarrado resulta
este trabajo, pero es el más extenso en su clase que hasta entonces se había pu-
blicado fuera de España.
161. — Don Chisciotte, Milano, 1840.
Al frente de esta traducción italiana, el revisor Ambrosoli puso la de la bio-
grafía de Cervantes, escrita por Viardot.
162. — Miguel de Cervantes Saavedra.
Artículo biográfico en la Revista inglesa Bentley's Miscellany, del año 1848.
163. — Biografía di Michele de Cervantes Saavedra estratta dalla Ghir-
landa «Fiore di Litteratura», strenna per l'anno 1844, Bologna.
En 8.», de l6 págs.
Al final hay la firma del autor Giovacchino Mugnoz.
Los datos biográficos son deficientes, (el autor no conoció las obras de Pe-
llicer, ni de Navarrete); pero merecen aprecio las reflexiones que acerca de los
infortunios de Cervantes hace, coronadas con estas bellas frases: <... siendo cier-
to, (como lo es), que el favorable éxito del Quijote, y los perpetuos y universales
Biografías y noticias biográficas
aplausos que en lo sucesivo esta obra había de conquistarse, fueron profetizados
por su autor, este delicioso presentimiento concedió á Cervantes el glorioso y
singular privilegio de gozar en vida de su fama postuma.»
164. — «Cervantes». Biografía hecha por Adolph Friedr. v. Schack, y
ocupa las págs. 310 á 355 del t. I de su obra: Geschichte d. drantat.
Literatur u. Kunst in Spanien, Berlín, 1845.
Trabajo, aunque breve, hecho con la mesura y el ilustrado tacto propios del
insigne escritor alemán.
165. — Marie Nic. Bouillet. Dictionnaire univ. d'histoire et de géogr.,
París, 1842.
EnS.»
Corta, pero exacta noticia biográfica de Cervantes.
166. — Don Quichotte, París, 1847.
Dos vol. en I2.°
Precede á esta traducción de Damas Hinard, una concienzuda Vida de Cer-
vantes en la que se sigue principalmente á Navarrete.
167. — D. Kichote, S. Petersburgo, 1848.
Biografía de Cervantes por el traductor ruso Masalski.
168. — Don Quichotte, trad. par l'abbé Lejeune, París, 1849.
Hay una sucinta noticia biográfica de Cervantes.
169. — Life of Cervantes, by Thomassina Ross.
Va al frente de su traducción de <El Buscapié», impresa en Londres el año
de 1849.
170. — Hístory of Spanísh literatura, by. Georges Tícknor, New-
York, 1849.
Narra, el insigne literato, los principales sucesos de la Vida de Cervantes,
tomando en general los datos de Navarrete. Pero en la 3.* edición de su Histo-
ria impresa en Boston, E. U. el año 1864, en 3 t. 8.° añade á la Vida de Cer-
vantes curiosas y copiosas noticias sacadas de varios nuevos datos adquiridos
por el ilustre escritor norteamericano.
Tomo II 16
Biografías y noticias biográficas
171. — Handbuch der spanischen Literatur, von Ludwig Lemcke,
Leipzig, 1855.
Tres I. en 8.° mayor.
En el t. I, hay una biografía de Cervantes, enriquecida con observaciones y
notables juicios. Inserta también esta Antología, varios trozos de las obras de
Cervantes.
172. — D. Quixote, Stockolm, 1857.
Preceden á esta traducción sueca del Quijote, unas noticias biográficas de
Cervantes.
173. — Dictionnaire general de Biographie et d'Histoire... par M. M.
Ch. Dezobry et Th. Bachelet, París, 1857.
En 4.°
El artículo Cervantes, firmado Delzons, es sobrio y concienzudo.
174. — Don Quichotte, trad. par Furne, París, 1858.
Dos t. en 8.°
Hay una sucinta biografía de Cervantes.
175.— Gerónimo, le martyr du fort des vlngt-quatre heures, a Alger,
par A. Berbrugger. — i.° La découverte de son corps. — 2." Sa vle
de 1542 á 1569. - 3.° Plecas á l'appul. — Alger. — Bastlde, 1859.
cRelación que comprueba la veracidad de los asertos del P. Haedo en su
Historia y Topografía de Argel, y da idea de los trabajos y penalidades de los
cautivos, entre quienes vivió Cervantes cinco años largos.» Noticia tomada del
Sr. Asensio: {Nota de algunos libros... sobre... Cervantes... Sevilla, i88¿).
176. — Biographie port. unlv. par Lalanne, Renier, etc., París, 1861.
En 8.0
Breve resumen biográfico en el artículo <Cervantes.>
177. — Michel de Cervantes, sa vie, son temps, son oeuvre politique et
llttéraire. Par Emile Chasles. Paris, Dldier, 1865.
En 8.»
Trabajo importante, el más completo y razonado que acerca de la vida y
obras de Cervantes se ha escrito en Francia.
Está basado, en cuanto á la parte histórica de la biografía, en la Vida de Na-
Biografías y noticias biográficas 123
varíete, pero, además, Chasles con perspicacia, generalmente acertada, escudriña
los pasajes de los escritos de Cervantes en donde este gran hombre aparece auto
retratado, y saca de ellos diversas consecuencias para pintar el carácter y cos-
tumbres del inmortal novelista, el desarrollo de su genio, el estado político y li-
terario de su tiempo y la influencia que en los sucesivos sus obras han ejercido.
He aquí, en breves frases, explicado el método que el autor adopta: «Mi plan
consiste en ilustrar la Fida de Cervantes por sus escritos, y en explicar sus es-
critos por las circunstancias de su vida.» «Se experimenta un indecible encanto
en descubrir la sucesión y la marcha de su pensamiento á través de su teatro,
de sus novelas y de sus poesias. Corazón leal, espíritu levantado, carácter inge-
nuo, su trato ofrece siempre novedad.»
La distribución de este detallado trabajo es la siguiente: «Cap. I, Los escri-
tos y la vida. — n. La adolescencia. — III, Las campañas. — IV, El cautiverio. —
V, Cruzadas de pluma contra el Islamismo. — VI, Vida nómada de Cervantes. —
Vil, La crítica; D. Quijote; Avellaneda; El sentido de D. Quijote. — VIH, Cues-
tiones de arte. — IX, La España social. — X, La Doctrina; Conclusión.»
178. — Magasin pittoresque sous la direction de Mr. E. Charton,
París, 1833-1875.
42 yol. en 8°
En el t. XXXin, pag. 58, (año 1865), hay este artículo de Mr. Ferdinand
Denis: «Hist. de Tincarcération á Argamasilla.» Refiere la curiosa anécdota, to-
mada de Hartzenbusch, acerca de la prisión de Cervantes en Argamasilla.
En el t. XXXVin, pág. 327, (año 1870), el mismo Mr. Denis, publicó «La
Maison de Medrano,» en el que relata la historia de esta casa, y da detalles de
la impresión efectuada en ella de las dos ediciones del Quijote. Acompaña un
grabado representando la casa de Medrano.
179. — M. de Cervantes Saavedra.
Noticias biográficas en las revistas inglesas: Dublin University Magazine,
del año 1866, y Month^ de 1867.
180. — D. Quixote, Hildburghausen, 1867.
En esta traducción alemana, de Zoller, hay algunas noticias biográficas.
181. — La Semaine des Famtlles, de París, 14 y 21 de Septiembre de
1867.
Artículos biográficos extractados de Chasles, por el director de la revista
Mr. Alfred Nettement.
182. — Die Spanische national Literatur, von H. Dohm, Berlín.
£04.0
A la pág. 342 , empieza una biografía de Cervantes extractada de Navarrete.
j2^ Biografías y noticias biográficas
183.— Mein Ausflug nach Spanien im Frühjahr, 1867, von Reinhold
Baumstark, Regensburg, 1868.
En 8.»
Hay una sucinta biografía de Cervantes, en la que se ha deslizado el error de
decir que < Cervantes estudió dos años en la Universidad de Salamanca,» y que
cuno de los más famosos maestros de Salamanca, Juan López de Hoyos, le to-
mó en su estudio.»
Repitió Baumstark sus noticias biográficas en la Introducción á su versión
de las Novelas ejemplares (Regensburg, 1868), acompañadas de elogios que bien
claro demuestran la admiración que le causan las relevantes dotes del egregio
autor, y sus inmortales obras.
El trabajo del escritor alemán, fué traducido al francés por Mr. le Barón de
Lamezan; París, Tolra, 1872.
184. — Grand Dictionnaire Universal du XIX Siécle, par Mr. Fierre
Larousse, París, 1866-78.
16 vol. en 4,°
Artículo «Cervantes». Ocupa diez de sus extensas y compactas columnas, esta
biografía, juiciosa en general, pero en la que se adoptan algunas tradiciones no
confirmadas, y se da fe á la del Buscapié, afirmando que «el Quijote debió su
reputación á aquella obrita.» Tributa elogios á Cervantes, y dice: «Cervantes
fué un héroe antes de ser un gran escritor. Su vida ofrece el raro modelo de las
virtudes más elevadas que honran á la humanidad.»
185. — M. de Cervantes. — Artículo de M. Octave Lacroix en el Journal
Officiel, de París, del 18 de Junio de 1870.
Después de analizar la obra de Emile Chasles, apunta el crítico francés va-
rios rasgos biográficos de Cervantes, desarrollados con lucidez y matizados de
hermosas reflexiones.
186. — Meyer's Hand-Lexicon des allgemeinen Wissens. Hildburghau-
sen, 1871.
Corta noticia biográfica en el artículo «Cervantes».
187. — D. Quixote, Buda-Pest, 1873.
Al frente de esta traducción húngara, hay algunas noticias biográficas de
Cervantes.
188. — Dictionnaire enciclopédique d'histoire et biographie, par Louis
Gregoire, París, 1870.
Biografía, en el articulo «Cervantes».
Biografías y noticias biográficas 125
189. — Cervantes. Ein spanisches Lebensbild, von Reinhold Baumstark,
Freiburg. 1875.
En 12." mayor, de 124 págs.
Es un excelente trabajo biográfico-crítico. Va dividido en los siguientes 1 1
capítulos: — Adolescencia. — Vida militar. — Cautiverio. — Guerra, matrimonio,
protección literaria. — Andalucía, Mancha y Valladolid. — D. Quijote; Madrid. —
Las Novelas exemplares. — Obras menores. — Ultimas obras y muerte.
190. — Brockhaus' Conversations-Lexikon, Leipzig.
El artículo «Cervantes» ocupa dos de sus extensas páginas en la 12.^ edición
de esta Grande Enciclopedia, impresa de 1875 ^ 1879. La primera edición fué
publicada por el padre del actual editor, en 1809-11.
191.— Dom Quichote... Porto, 1876-78.
Al frente de esta suntuosa edición portuguesa del Quijote, hay una copiosa
y razonada biografía de Cervantes, por el Sr. M. Pinheiro Chagas.
192. -Nouvelle biographie genérale... publiée par MM. Firmin Didot
et C.'', sons la direction de M. le Dr. Hcefer. París.
El artículo Cervantes, bio-bibliográfico, firmado por A. Arnould y G. Bru-
net, ocupa desde la página 419 á la 430 del tomo IX (año 1878). A las noticias
biográficas siguen acertados juicios de las obras de Cervantes,
193,— Don Quichotte... traduit par L. Biart, París, 1878.
Lleva un trabajo biográfico-crítico de Cervantes, por M. Prosper Merimée.
194. — Cervantes et son Don Quichotte.
Artículo en el Magasin Pittoresque de París, 30 Septiembre de 1883. — «Va
ilustrado con un retrato de Cervantes, facsímile de su firma, la casa que habitó
en Valladolid, y la estatua de la Plaza de las Cortes.!) (Asensio, núm. 159.)
195. — Cervantes, by Mrs, Oliphant. Blackwood, Edínburgh and Lon-
don.— M.DCCCLXX.
En 8.° prolongado, de X-2I2 págs.
Utilizando los más modernos datos y noticias, ha podido la autora formar
una nutrida biografía de Cervantes, enriquecida con atinadas reflexiones, para
poner de relieve los actos más culminantes de su vida, sus relaciones con los
contemporáneos, la trascendencia é influencia que en los hombres y las cosas
de su tiempo ejercieron, y viceversa; mientras los cuatro últimos capítulos del li-
126 . Biografías y noticias biográficas
bro están dedicados al análisis y juicio critico del Quijote y demás obras de Cer-
vantes.
Cumple realmente Mrs. Oliphant su oferta de dar en poco espacio una clara
idea del autor y de sus producciones.
\QG.—All tlie Year Round, new series, 1886, pp. 534-539.
Articulo biográfico.
197. — Life of Cervantes, by Mr. Henry Edward Watts. London, Qua-
ritch, 1888.
Forma el 1. 1 de la traducción inglesa del Quijote.
En 10 capítulos divide Mr. Watts esta Vida de Cervantes, trabajo detallado
y metódicamente desarrollado, en el cual reúne varios de los nuevos datos y no-
ticias recientemente expuestos y publicados por los cervantistas españoles, pu-
diendo ofrecer de este modo una biografía de Cervantes, la más completa que
se había escrito hasta entonces fuera de España, ya que añade datos ignorados
por los anteriores biógrafos extranjeros.
Y como hay, en nota á la pág. 153, una noticia desconocida para muchos, la
traduciré íntegra: «No era la primera vez, — -como aparece por una comunicación
que debo á mi amigo Don Pascual de Gayangos, — que Cervantes habla estado
empleado en el Priorato de S. Juan. Entre los manuscritos españoles del Museo
Británico (Add. 28, 364, No. 38), catalogados por el Sr. Gayangos, (vol. III, pá-
gina 757), hay un interesante pasaje, referente á Cervantes, que no ha sido men
cionado por ningún biógrafo. Ocurre en una carta de Sanctoyo de Molina (se-
cretario del consejo de las Ordenes militares en 1584) á Mateo Vázquez, secre-
tario del Rey, en el cual expone los méritos de varias personas para los empleos
vacantes en la Orden de San Juan. Entre ellos nombra tres, Rubén de Celis,
Cervantes y Canto.» «El Rubén no conviene de ninguna manera, y el Cervan-
»tes es muy benemérito y sirvió el partido de Montanches muy bien. No conoce
>á Canto.» «Montanches está en la provincia de Extremadura, y que Cervantes
estuviese empleado allí es un hecho nuevo para sus biógrafos.»
Otro dato de esta biografía que merece copiarse está en la siguiente nota,
de pág. 19T, referente á la causa seguida á Cervantes, con motivo de la muerte
de Espeleta:
«Hay en el Museo Británico un Diario, manuscrito, por un caballero Portu-
gués, que vivía entonces en Valladolid, en el cual se halla, y no en muy honroso
concepto, el nombre de Cervantes, proferido por una mujer en un garito. El se-
ñor Gayangos escribió en la Revista de España^ un artículo sobre este portugués
y su Diario. Yo, — con paz sea dicho, — no doy importancia alguna á este des-
cubrimiento. El apellido Cervantes era muy común en aquella edad. Si algún
fundamento hubiere habido para imputar á nuestro Miguel Cervantes la nota de
garitero y noctivago, á buen seguro que alguno de sus enemigos lo hubiese re-
cogido para transmitírnosla.»
He hablado ya de estas dos noticias. [102].
Puede achacarse á Mr. Watts, el defecto de haber acogido algunas erróneas
especies acerca de la Vida de Cervantes.
En cuanto á ia parte bibliográfica es muy limitada.
198. — The life of Miguel de Cervantes Saavedra. A biographical, lite-
Biografías y noticias biográficas 127
rary, and historical study with a Tentative Bibliography from 1585
to 1892, and an annotated Appendix on the Canto de Caliope by
Jas. Fitzmaurice-Kelly. (Un terceto de cari Snoiuky, «España..) — London, Chap-
man and Hall, Ld. — 1892.
En 8.° mayor, de XIV-396 págs.
En SU prefacio declara que su trabajo está basado, como todas las modernas
biografías de Cervantes, sobre la colosal obra de Navarrete, y que lo ha ampli-
ficado con los nuevos datos de Moran y Mainez.
Las diferentes fases de la Vida de Cervantes, van acompañadas de noticias
históricas acerca de la época, costumbres y hechos de la época y de los persona-
jes contemporáneos; los detalles concernientes á estos últimos, son á veces su-
perfluos ó demasiado minuciosos, como por ejemplo la historia de las vicisitudes
amorosas del hijo del Duque de Alba, que nada tiene que ver con el autor del
Quijote.
Capitulo I. — Juventud de Cervantes.
Opina que Cervantes pasó su juventud en la Universidad de Alcalá de He-
nares, cosa no probada ni probable. [127]
Cree probable que Cervantes se fugó á Italia por heridas á Segura, segiin el
documento descubierto por Moran.
Da por verdadero el poema de Filena, opinando que lo escribió en Roma,
siendo camarero de Aquaviva.
Cap. II.— Sus campañas en Italia.
Cap. ni. — Su cautiverio.
El apéndice de este cap. es la narración integra del cautiverio de Cervantes,
dada por Haedo.
Cap. rV. — The second Anabasis (i). La Calatea.
The wane of pastoralism.
Describe la guerra con Portugal y la expedición á las Terceras, quizás con
demasiada prolijidad. Da circunstanciada idea de la literatura pastoral, que pri-
vaba en la última mitad del siglo xvi, y viene á parar á la Calatea de Cervan-
tes, cuyo extracto pone, emitiendo su juicio sobre esa novela pastoral. Un apén-
dice á este cap. contiene notas biográficas sobre los poetas mencionados en el
Canto de Caliope.
Cap. V.— The Theatre.
Después de dar una idea del extracto del teatro Español, al aparecer Cer-
vantes, hace el juicio de La Numancia, en su concepto obra muy mediana, asi
como las demás comedias de Cervantes, que rápidamente analiza. Habla con
elogio de los Entremeses.
Cap IV. — Die Wanderjahre: The first-part of Don Quixote.
Refiere las comisiones y empleos de Cervantes en Andalucía, y dice que des-
pués de 1598 Cervantes fué á la Mancha comisionado por el Priorato de S. Juan.
Aquí combate una aserción de Gayangos que ya mencioné. [102]
El biógrafo inglés prueba cumplidamente que Gayangos copió erróneamente
el manuscrito en cuestión, que el Lic^». Cervantes, á que se refiere la carta diri-
gida en \° Abril 1584, por Sanctoyo de Molina á Mateo Vázquez, recomendán-
dolo para Extremadura, no puede ser ni es nuestro Cervantes.
Al hablar de la tradición argaraasillesca, trata de la frecuencia con que, por
fútiles pretextos, fueron encarcelados varios escritores españoles.
(1) Una de las historias de Xenofonte.
f 2$ Biografías y noticias biográficas
Resume las circunstancias que precedieron á la aparición del Quijote.
Cap. Vn.— At the Capital: the Novelas.
Relata la estancia de Cervantes en Valladolid, donde estaba la corte, y se
detiene en el proceso promovido por la muerte de Espeleta, cuyas causas Ga-
yangos y otros aplican en desdoro de Cervantes, interpretando O dando impor-
tancia á la declaración de una de las vecinas. Fitzmaurice pone de relieve la
falsedad de tal declaración.
El resto del cap. está dedicado al análisis y examen crítico de las Novelas^
que considera joyas de valor.
Cap. Vm.— The Viaje del Parnaso.
Analiza este poema, que conceptúa de ningún mérito, pero alaba la Adjunta.
Cap. IX. — Don Quixote.
Además de emitir su propio juicio encomiástico, cita varios de los elogios
que al Quijote han tributado los más esclarecidos ingenios ingleses, franceses y
alemanes. Resulta un cap. muy erudito.
Cap. Persiles y Sigismunda: last days.
Da un extracto de la novela, y juicio de ella.
Dedica el final al examen del carácter y personalidad de Cervantes, escu>
dr'fiando sus sentimientos, creencias
Defiende á Cervantes de la nota de mal marido que le infiere Gayangos.
En suma, estimo que el trabajo biográfico del Sr. Fitzmaurice es de los más
importantes y serios que referente á Cervantes se han escrito en Inglaterra; sin
que deslustren la obra, la prolijidad de ciertos episodios que he censurado.
La Bibliografía es extensísima, y constituye el trabajo bibliográfico más com-
pleto que se ha publicado en Inglaterra acerca de las obras de Cervantes.
Este libro revela un gran conocimiento de la literatura castellana.
199. — Artículo del Dr. J. M. Guardia, en La Chronique medícale (Pa-
rís, 15 Mars 1895).
Se refiere á la vida de Cervantes desde 1613 á 1616,
200.— Michel Cervantes. — Voyage a travers sa Vie.
Biografía por M. Clemente Rochel en La Nouvelle Revue, de 15 de Abril
de 1896. París, pág. 728 á 755.
A las noticias biográficas, añade una ojeada sobre las relaciones de Cervan-
tes, en los hombres de su época. Este trabajo acaba con el concepto tantas veces
manoseado por los extranjeros: la pretendida indi/ erencia de España hacía su
primer genio.
201. — Essaí sur la vie et les oeuvres de Cervantes, d'aprés un travail
ínédit de Luís Carreras, par C. B. Dumaíne. — París. — Alphonse
Lemerre, Editeur. — M.DCCCXCVI.
En 18 jésus, de 332 págs.
El malogrado escritor catalán don Luis Carreras publicó en el diario de
Barcelona El Principado, hacia los años de 1867 y 68, un ensayo sobre la vida
de Cervantes. Más tarde, parece que amplió y rehizo su trabajo, del cual salie-
ron unos principios en la Ilustración Artística de 1888 [iii]. Falleció poco
Biografías y noticias biográficas 129
después el señor Carreras y nada más supe de sus estudios cervánticos, cuando,
ahora, he tenido la satisfacción de leer la obra, cuyo título encabeza este articu-
lo, basada sobre el trabajo inédito del crítico catalán. Según su autor, Mr. Du-
maine, nos manifiesta este ensayo no es ni una traducción ni una adaptación del
trabajo del sefior Carreras, por lo cual, no teniendo á la vista el manuscrito ori-
ginal, hácese difícil saber donde acaban las ideas y las frases del escritor espa-
ñol y donde empiezan las del crítico francés.
La parte biográfica, en general poco nutrida de datos, no ofrece novedad
para nosotros. Me limitaré, pues, á comentar ligerísimamente algunos hechos y
opiniones.
I. — Juventud de Cervantes.
f Ignóranse los motivos que tuvo el padre de Cervantes para abandonar Al-
calá por la residencia de Toledo y después por la de Madrid, en donde habita-
ba toda la familia en 1565, lo que está probado por la íé de nacimiento de la
última hermana de Cervantes.»
La estancia de la familia de Cervantes en Toledo no está probada. En cuan-
to á la fe de nacimiento de Magdalena, la última hermana de Cervantes, no se
comprende como no la transcribe el señor Carreras, si es cierto que la halló.
Mr. Dumaine nos dice que «en ninguna parte indica Carreras el origen de los
documentos que nos cita»; proceder poco recomendable, porque el biógrafo, es
un historiador, y por lo tanto su narración y sus afirmaciones han de estar apo-
yadas por documentos ó por hechos probados. Asegura que la educación de
Cervantes fué clásica é ilustre.
«Don Rodrigo tuvo seis hijos: Andrés, Andrea, Luisa, Miguel, nacidos en
Alcalá; Rodrigo, Magdalena, nacidos en Madrid. El primero murió joven.»
No prueba el sefior Carreras su aserto; y además, ignora que el menor de los
hermanos de Cervantes se llamaba Juan, según recientes documentos han re-
velado [127].
«En el Trato de Argel y en el Gallardo Español, Cervantes se representó á
si mismo bajo el nombre de Saavedra. El paje de La Gitanilla, es Cervantes á
los 20 años.»
De Benjumea están tomadas estas opiniones que ya hemos visto cuan des-
acertadas son [123].
«hacia la misma época (1568) escribió (Cervantes) la elegía en verso al car-
denal Espinosa. Por ella vemos que había entrado en la casa del prelado en
Madrid.»
Nada más infundado que ésto.
n. — Lepanto.
Cuenta el biógrafo detalladamente las campañas de Levante y la batalla de
Lepanto. Para dar, sin duda, colorido á su párrafo final dice que «el 7 de Octu-
bre de 157 1 era el aniversario del nacimiento de Cervantes.*
Después dice: < Las poesías de La Galatea se remontan á la época de su re-
sidencia en Italia las dirigió á una dama que le había inspirado tiernos
afectos.»
Como se ve, tal relato es pura novela.
IIL — El cautiverio.
La narración se funda en los datos y documentos ya conocidos. Al hablar
de las sumas aprontadas por la familia de Cervantes para su rescate, dice: «Sus
dos hermanas que habían quedado solteras ofrecieron su dote; la tercera, casada
en Alcalá, envió su óbolo.»
Tomo II ,7
130 Biografías j noticias biográficas
Poco enterado se nos muestra el biógrafo, de la familia de Cervantes; puesto
que es notorio que la hermana mayor, Andrea, estaba casada en Madrid, y la
tercera, Luisa, era monja de un convento de Alcalá.
IV. — Cervantes regresa á España.
Narra el casamiento de Cervantes, y afirma que < de este matrimonio nació
una hija.i
Del señor Sigiienza ha tomado el biógrafo tal aseveración, completamente
falsa, como ya he dicho [100, 121, 126].
Deduce de los consejos que D. Quijote dio á Sancho antes de ir al gobierno
de la Barataría, que Cervantes era hombre elegante, atildado, de compostura
grave y reposada, etc., etc.
V. — La muerte de Cervantes.
Bien descritos están los últimos años de la vida de Cervantes.
Terminaré, rectificando nuevamente un error del biógrafo. Dice éste que
f cuando murió la viuda de Cervantes, doña Catalina, dejó su fortuna á su hija»,
cosa completainente fuera de la verdad puesto que en su testamento doña Ca-
tal'na declara [126, docum. 44], que no tiene ni ha tenido hijos y nombra por
heredero universal á su hermano.
La parte crítico-literaria del libro del señor Carreras contiene notables y
apreciabiilsimos juicios, que extractaré en la sección Cervantes juzgado por los
españoles, tal como Mr. Dumaine nos los presenta, ya que no poseemos hasta
ahora el trabajo original del critico español.
202. — Documentos Cervantinos hasta ahora inéditos, recogidos y ano-
tados por el Pbro. D. Cristóbal Pérez Pastor, Doctor en ciencias,
publicados á expensas del Exorno, Sr. D. Manuel Pérez de Guzmán
y Boza, Marqués de Jerez de los Caballeros. — Madrid, Imprenta
de Ricardo Fortanet. — 1897.
En 4.°, de XVI-432 págs., mas una hoja con el colofón.
Gracias á la exquisita amabilidad del autor de esta obra, pude dar cuenta de
ella [126] mucho tiempo antes de estar impresa, y extractar los numerosos é
importantes documentos que la misma comprende. Allí habrá visto el lector
cuántos y cuan notables y nuevos datos, referentes á la familia de Cervantes,
hoy poseemos, merced á las inteligentes y asiduas investigaciones del señor
Pérez Pastor. Y no satisfecho el eximio doctor y bibliógrafo, con haberme per-
mitido disfrutar de las primicias de su libro, me acaba de enviar las galeradas
de los pliegos correspondientes á sus anotaciones, y á los tres apéndices con que
ha enriquecido sus hallazgos.
Las notas y observaciones del autor á la vista de los documentos por él des-
cubiertos, son muy útiles, oportunas, atinadas y dignas de estudio. Todas con-
tienen, sendas noticias que completan los datos que los nuevos documentos nos
ofrecen, y á la par importantes comentarios á los mismos, aclarando muchos
puntos dudosos en la vida de Cervantes y acerca de su familia.
Mis breves comentarios á algunos de los documentos descubiertos por el
señor Pérez Pastor [r2 7], coinciden con los suyos, lo cual me honra en extre-
mo; y como la materia es tan interesante, y para mi en gran manera gustosa,
no puedo resistir el deseo de emitir nuevamente algunas opiniones colocándo-
las tímidamente al lado de las muy valiosas que el autor explana.
Biografías j noticias biográficas 131
Al documento núm. ig. — Dice el señor Pérez Pastor que este pedimento, en
el cual Cervantes declara ser hijo de Alcalá de Henares, «resuelve el futuro liti-
gio entre esta población y otras de España». El apreciable bibliógrafo ha que-
rido decir que este documento corrobora una vez más la cuestión de la verda-
dera patria de Cervantes, cuestión que había ya quedado completamente resuel-
ta con el descubrimiento de la Información de Argel [24] y de tantísimos otros
datos y documentos.
Al documento núm. 20. — Consta en el mismo y en el de núm. 20, que Cer-
vantes, después de rescatado, se embarcó en Argel y tocó en Denia, siendo pro-
bable que el mismo baxel fuera el que le condujo á Valencia; lo cual debió de
acaecer hacia mediados de Noviembre de 1580.
Al documento núm. 26. — «Posible es — dice el señor Pérez Pastor — que esta
carta de pago sea el último documento de alguna comisión que para Sevilla se
confiara á Cervantes en el año 1585, y no serla extraño que esta comisión le
fuera dada por Pedro de Isunza, que en esta fecha tenía infinidad de nego-
cios » Es muy plausible la conjetura, pero teniendo siempre en cuenta que la
estancia en Sevilla debió de ser corta, pues el presente documento esta otorga-
do por Cervantes el 30 de Diciembre del mismo año, y si él mismo presentó la
letra á la aceptación, consta que se hallaba ya en la corte el 19 de dicho mes.
A los documentos números j6 y J7. — Sospecha el señor Pérez Pastor, de
acuerdo con mi ya enunciada conjetura [127], que la paternidad de Alonso Ro-
dríguez sea una superchería; y, admitido el hecho de que la Ana Franca de
estos documentos es la misma Ana de Rojas madre de Isabel de Saavedra (se-
gún el testamento de ésta, documento núm. j"^), resulta probable, como así lo
manifiesta el señor Pérez Pastor, «que Isabel de Saavedra nació antes de que
Ana de Rojas y Alonso Rodríguez contrajeran matrimonio»; y que únicamente
la menor Ana Franca era hija de Rodríguez, siéndolo Isabel de Miguel de Cer-
vantes.
Muy preciso se hace hallar la partida de bautismo de Isabel de Saavedra,
que debió de nacer á últimos de 1584 ó principios de 1585.
El documento núm. jj nos revela, además, el origen del apellido Saavedra
que Cervantes usó. He aquí la justa y oportunísima nota del señor Pérez Pastor:
€ Llámase á dicho Licenciado por sus apellidos Cervantes de Saavedra, y esto,
que debió ser dictado por su hija doña Magdalena, no da la razón de por qué
el autor del Quijote usó este segundo apellido que lo tomó de su padre.
Queda con esto contestada la pregunta que hacían los contradictores de Alcalá
de Henares y que repetían como argumento Aquiles diciendo: ,; De dónde sacó
Cervantes el apellido Saavedra?»
El comentario al documento núm. -^8 es muy importante porque se refiere á
la fecha de la edición príncipe del Quijote\ punto que lo trataré luego en la sec-
ción de Notas y Comentarios. Después de estas notas viene, con el epígrafe Vi-
denda, una interesante sección comprendiendo la lista de los documentos que
conviene buscar y conocer para completar las datos biográficos con que se pue-
de ilustrar la vida de Cervantes.
El Apéndice I, titulado La Sepultura de Cervantes merece capítulo aparte;
y del Apéndice II, que se titula: ^ Dónde se imprimió por primera vez el Qui-
jote?., daré cuenta en la sección de Notas y Comentarios.
Dignísimo remate de los bellos trabajos del señor Pérez Pastor es el Apén-
dice lU, consistente en los facsímiles de las firmas de todos los individuos de la
familia de Cervantes y de muchas personas que con él y con ella tuvieron rela-
ciones y amistades; y el facsímil de la Información del rescate de Cervantes, pe-
dido por él mismo en 18 de Diciembre de 1580 (documento núm. 19).
El señor marqués de Jerez de los Caballeros, que posee la riquísima colee-
13a Biografías y noticias biográficas
ción cervántica ya descrita [I, 1058], ha sido el generoso Mecenas de esta obra.
Nunca será bastantemente alabada la esplendidez de mi amigo el ilustre
Marqués, quien no satisfecho con haber reunido una vasta y escogidísima biblio-
teca, está dando a. la continua relevantes pruebas de su esclarecido amor á las
letras patrias, haciendo imprimir á sus expensas, ora diversos libros raros é iné-
ditos, ora curiosos trabajos y monografías útilísimos para ilustrar la vida ó las
obras de muchos españoles.
El servicio que á la literatura acaba de prestar, patrocinando el libro del se-
ñor Pérez Pastor, que tan útil ha de ser para ilustrar la biografía de Cervantes,
es grande.
Apéndice I. — Del libro «Documentos Cervantinos... — Madrid, 1897.
La Sepultura de Cervantes
Después de sintetizar lo que, acerca de este particular, consignaron Nava-
rrete y el Marqués de Molins, punto que he tratado ya con la debida exten-
sión [56], presenta el señor Pérez Pastor 27 nuevos é interesantes documentos
que aclaran por modo singular la historia del convento de las Trinitarias, en
donde Cervantes fué enterrado. Haré una reseña de los más importantes.
En 6 de Diciembre del año de 16 11 (documento núm.i), don Alonso deGuz-
man y Avalos, estando enfermo, en peligro de muerte, hace testamento en Ma-
drid, ante el notario Hernando de Recas, en el cual dice: «instituyo por mi he-
redera universal... á la dicha doña Francisca Romero Gaytan, mi muxer, con
tal gravamen que lo que heredare de mis bienes lo gaste en la fundación de un
monasterio de monxas descalcas que entre los dos tenemos comunicado »; y
en el mismo acto, ambos esposos, y doña María Gaytán, viuda del raaese de
campo Julián Romero, juntamente de mancomún otorgan una escritura de obli-
gación (documento núm. 2), para la fundación de un monasterio de monjas Tri-
nitarias.
Con el mím. 3, cita el señor Pérez Pastor, una «Escritura de venta de unas
casas en la calle Mayor en favor de P. Rodríguez y Luiz Monzón, en precio de
34,000 ducados», acerca de la cual dice: «Quiso doña Francisca Romero fundar
en estas casas un monasterio de monjas Agustinas, y hallando contradicción en
los frailes de San Felipe, vendió las dichas casas, y con el producto de esta ven-
ta pudo atender á los primeros gastos para la fundación que inmediatamente
hizo en la calle de Cantarranas, y fundar un censo para renta del nuevo conven-
to de Trinitarias.»
El documento núm. 4, — es la «Primera escritura de fundación del convento de
Trinitarias de Madrid, otorgada por doña Francisca Romero, ante el notario
Hernando de Recas, á 17 de Septiembre de 16 12.»
«Sea notorio... como yo, doña Francisca Romero, hija del maestre de cam-
po Julián Romero... y doña Maria Gaytan, mis padres que santa gloria hayan...
viuda de don Alonso de Avalos y Guzman... he deseado fundar en esta villa de
Madrid un monasterio de monjas descalzas de la orden de la Santísima Trini-
dad que se intitula de la Santísima Trinidad y San Ildefonso debajo de las re-
glas de sant Agustin... e puniéndolo en efeto... otorgo por esta carta que erijo y
fundo en esta villa el dicho convento...» en la forma siguiente:
«Primeramente doy e dato á el dicho monasterio... mil y quinientos ducados
de renta en cada un año perpetuamente
»Item demás... les doy unas casas donde se haga y fabrique el dicho monas-
terio que son las qus tengo tratado y concertado de comprar de Francisco de San-
tander,... en la parroquia de San Sebastian^ que sale a dos calles, que son y lla-
man la de Cantarranas y las Huertas, y atraviesa la del Amor de Dios, con todo
Biografías y noiicias biográftcas 1 35
/o en ellas labrado y edificado, que alinda con casas de Miguel Mariinez del
Sel,... y casas de Riquelme, autor de comedias.
»Item demás de lo susodicho... me obligo de dar... quatro mili ducados de
ornamentos e plata y otras cosas necesarias para el culto divino...
>Las quales .. cosas y la fundación del dicho convento la hago...> con las con-
diciones siguientes:
Lo primero que si yo... tomare el hábito de novicia en el monasterio me he
de estar sin hacer profesión todo el tiempo que quisiere y me pareciere
«ítem que los 1,500 ducados de renta... los he de gastar por mi mano... ea
el sustento del monasterio y utilidad del, sin que se me pueda pedir quenta en...
como se han distribuido.
>Item que he de poder tener... dos criadas seglares
litera que he de tener poder y potestad para meter ahora en el monasterio
las monjas que escogiere, con que no excedan de veinte y una del coro y qua-
tro legas
»Item con condición que no se pueda recibir por la priora e monjas del mo-
nasterio, ninguna monja sin licencia de mi la fundadora e después de mis dias
de los dichos mis patronos...
»Item reservo en mi mientras viviere el ser priora... si lo quisiese ser, y no
lo queriendo ser que pueda yo sola nombrar persona que lo sea ..
>Item que en la capilla mayor... al lado del Evangelio no se puedan ente-
rrar sino los cuerpos de mi la fundadora y de mis señores padres, marido y
abuela e hija y en las mismas partes estén sus bultos y armas, y en el resto de
la dicha capilla se pueden enterrar los dichos mis patronos y sus descendientes
sin poner túmulo...
»Item que si las monjas permitieren que en algún tiempo se saquen de la
dicha capilla los huesos de mi la fundadora, y de los dichos mis padres, marido,
agüela, hija y patronos pierdan los 1,500 ducados de renta y los haya y herede
el colegio de la Compañía de Jesús de Madrid
»ltem que si por alguna razón yo no profesare... tenga obligación de darme
el convento una puerta al monasterio y una ventana á la iglesia.
»Item que si los patronos del convento... quisiesen en algún tiempo labrar
casa pegada á el puedan tener tribuna a la capilla mayor u a otra parte de la
iglesia, donde quisiesen»
El documento nüm.¿, — es el extracto de la «Venta de dos casas contiguas, una
en la calle de Cantarranas y otra en la de las Huertas, otorgada por Francisco
de Santander y su mujer doña María de Valle en favor de doña Francisca Ro-
mero, en Madrid, á i.° de Noviembre de 1612, ante el notario Hernando de
Recas, por el precio de 3,000 ducados...»
Bajo números 6, 7 > 8, menciona el señor Pérez Pastor tres obligaciones de
dinero tomado á préstamo por doña Francisca Romero con hipoteca de sus bie-
nes, comprendiendo en ellos las dos casas compradas para el convento.
Es el documento núm. 9, — un poder otorgado ante Hernando de Recas, á 18
de Noviembre de 161 2, por doña Francisca Romero á Alonso de Torras, resi-
dente en Roma, para seguir los pleitos que el provincial, frailes y convento del
monasterio de la Santísima Trinidad Descalzos de Madrid, habían interpuesto
contra la fundación del monasterio de Monjas que trataba de efectuar doña
Francisca.
Con núm. 10, — ñgura una «Escritura de obligación y renunciación hecha por
doña Francisca Romero en favor de Gabriel de Nevares, de los bienes que po-
dían pertenecer á su hijastra Mariana Sáez Maturana, que había de entrar mon-
ja en las Trinitarias.» (Es de 5 de Febrero de 1613, protocolo de Hernando de
Recas.)
1 3^ Biografías y DOticias biográficas
El núm. ij, — es la «Carta de pago y finiquito de doña Francisca Romero en
favor de Antonio Quifiones,» quien había sido encargado por aquella señora
del pago de las casas del convento y obras en ellas verificadas. (Este documento,
de 29 de Febrero de 1613, consta también en el protocolo de Hernando de
Recas.)
Número /^.—tSegunda escritura de fundación del monasterio de monjas Des-
calzas de la Santísima Trinidad de Madrid, por doña Francisca Romero. En
Madrid, á 5 de Marzo de 1613.» (Protocolo de Jerónimo Fernández.)
Dice doña Francisca en este importante documento:
«...revoco... la escritura de fundación y dotación que otorgué ante Juan de
Obregon el 17 de Octubre de 1612 y la doy por rota y cancelada, y... no alte-
rando en quanto a la dotación de las monjas, entierro y fundación cosa alguna,
antes añadiendo a ella nuevos bienes que irán declarados juntamente con los
que en la dicha escritura iban señalados. Por tanto
Otorgo y conozco por esta presente carta que hago y fundo en esta villa
de Madrid el dicho monasterio y convento de monjas descalzas de la dicha or-
den de la Santísima Trinidad» en la forma y manera siguiente:
(i.° «Confirma la dotación de 1,500 ducados de renta anuales; 2.0, Confirma
la donación de las dos casas de la calle de las Huertas y de Cantarranas, ya
descritas en la primera escritura de fundación.»)
«ítem demás de las dichas casas y de lo que prometí por la primera escri-
tura de fundación... doy edono al dicho convento... las casas que compré del
dicho Miguel Martínez del Sel, vecino y regidor desta villa, que alindan con las
que compré de Francisco Santander y con las calles de las Huertas y Cantarra-
nas y del Amor de Dios con lo nuevamente labrado y edificado en ellas, que
valen seis mili ducados para que en ellas esté y se acabe el dicho convento y mo-
nasterio e yglesia e lo demás necesario para el.
»Item demás... doy al monasterio 51,874 reales de ornamentos, plata y otras
cosas necesarias para el culto divino e sacristania...»
Con núms. ij y 14, — se mencionan estos dos documentos: «Obligación de
Francisco Martin y Diego Hernández, maestro de obras, de hacer toda la obra
y fábrica del convento y casa de las Descalzas de la Santísima Trinidad de Ma-
drid.» Madrid, 9 de Abril de 1613. (Protocolo de Cristóbal Ruiz.=«Poder de
Sor Inés de la Madre de Dios, priora del monasterio de la Santísima Trinidad...
á Pedro de Huerta para pleitar en nombre de dicho convento. Madrid, 21 de
Abril de 1613. (Protocolo de Hernando de Recas.)»
El núm. /j", — es la «Confirmación y aprobación de la escritura de fundación
del convento de Trinitarias de Madrid, concedida por el Cardenal Arzobispo de
Toledo, don Bernardo de Sandoval y Rojas, segün carta expedida en Toledo á
8 de Mayo de 1613.»
Es el núm. 76,— una escritura otorgada por doña Francisca Romero, de «De-
pósito del cuerpo del niño de un año Juan Alvarez Maldonado, para ser ente-
rrado en el convento, con obligación de entregarlo á sus padres siempre que
éstos lo pidieran, etc., en Madrid á 11 de Junio de 1614. (Protocolo de Cristó-
bal Ruiz.»
Documento núm. ij. — «Tratados y escritura de aceptación hecha por la prio-
ra, monjas y convento de Trinitarias Descalzas de Madrid.»
Primer tratado. — «En Madrid a 22 de Enero de 1614... estando en el mo-
nesterio de la Sma. Trinidad... doña Francisca Romero... en presencia del señor
doctor Gutierre de Cetina . vicario gral. desta villa por el ilmo. cardenal arzo-
bispo de Toledo... parecieron ante su merced del dicho señor vicario sor Maria-
na de Jesús priora, y sor Melchora de las Llagas vicaria, y sor Mariana de Santa
Inés, y sor Inés de la Concepción, y sor Ana de San Pablo, y sor Jeroniraa de
Biografías y noticias biográficas 1 3$
Jesús Maria, y sor Josefa del Espíritu Santo, y sor Josefa de San Francisco, y
sor Maria de San Elifonso, (1) todas monxas profesas del dicho monasterio, á
las quales la dicha doña Francisca Romero... hizo saber... como habia hecho
una escritura á 17 de Otubre de 16 12... por la cual dio y dotó al dicho monas-
terio .. con otras calidades y condiciones en ella declaradas .. una de las quales
fué que... doña Francisca,... pudiese quitar y poner lo que mejor le pareciese
por todos los dias de su vida, conforme a lo qual hizo otra escritura... en 5 de
Marzo de 1613... por la qual de nuevo hizo la dicha fundación con ciertas clau-
sulas y condiciones
Y para que la dicha fundación se conserve, doña Francisca hace presenta-
ción de las dichas dos escrituras... para que las vean y de ellas elijan y aceten
la que mas les convenga • ■ •
Y el dicho señor doctor Gutierre de Cetina, la dicha priora, monxas y con-
vento del dicho monasterio dixeron que demás de que tienen noticia de las di-
chas escrituras, cargos y gravamemes deltas... ellas y el dicho señor vicario las
verán y trataran entre si qual de las dos escrituras sera de mayor utilidad y pro-
vecho para el dicho monasterio, y en el segundo tratado que sobre ello hizieren
responderá á la dicha doña Francisca Romero,... y todas las dichas partes otor-
garon esta propusicion ante mi el presente escribano. >
Segundo tratado. — «En la villa de Madrid á 5 de Febrero de 1614... las di-
chas señoras priora, vicaria y monxas, Dixeron que .. han tratado y conferido
entre ellas lo que les puede ser útil, y... les parece que la escritura últimamente
fechada por la señora doña Francisca Romero, que está confirmada por el con-
sejo del señor arzobispo de Toledo, es la que mas les conviene; pero que para
el tercero tratado darán su ultima resolución y parecer.»
Tercer tratado y escritura. — «En la villa de Madrid, á 13 de Febrero de
1614... las dichas priora, vicaria y monxas... en presencia del dicho señor vica-
rio: Dixeron que... habiéndolo considerado y comunicado, tienen acordado, y
agora de nuevo acuerdan, de elegir la dicha segunda escritura de fundación fe-
cha por doña Francisca Romero, fundadora del dicho convento, que está confir-
mada por el dicho señor arzobispo de Toledo, y que esto es lo que dan por su
respuesta y ultima resolución. — Portante, puniéndola en execucion... por si
mismas y en voz y en nombre de las demás... monxas que agora son y serán...
estaran y pasaran por esta escritura... aceptan la dicha segunda escritura de
fundación... en todo y por todo como en ella se contiene,... Por lo qual la dan
por buena y se obligan de la guardar y cumplir... con las cargas en ella declara-
das ,
y lo firmaron de sus nombres... Pasó ante mi Hernando de Recas.»
Núm. 18. — «Nombramiento de Priora del convento de Trinitarias de Ma-
drid, hecho por doña Francisca Romero en favor de Sor Jerónima de San Pe-
dro.— Madrid, \fi de Mayo de 1614. (Protocolo de Hernando de Recas). >
Núm. ig — «Obligación de Juan Garcia de Guertos, Juan Garcia de Chus-
que y Antonio de Herrera, de traer para el convento de la Santísima Trinidad
de Madrid y para doña Francisca Romero, su fundadora, 400 cargos de piedra
para hacer yeso, de á 84 arrobas cada cargo — Madrid, 16 de Febrero de 1615;
(Protocolo de Cristóbal Ruiz).»
Núm. 20. — «Escritura de venta de unas casas en la calle de las Huertas he-
(i) En la obra de Molins constan los nombres de familia y siempre conservan el nom-
bre de pila: de modo que no hay ninguna Isabel.
136 Biografías y noticias biográficas
cha en favor de don Pedro de Ibarrola, hermano de doña Francisca Romero,
por Diego de la Peña, perfumero de S. M., como curador de Antonio y Roque
de Lerma.— Madrid, 7 Julio 1615. (Protocolo de Luis de Baena Parada)>.
€ Lindan dichas casas con otras de Alonso Riquelme, autor de comedias, y
con el convento de Trinitarias Descalzas.»
«Fray Atanasio, en el t. lU de la Crónica de P. P. Descalzos y el señor
Marqués de Molins en La Sepultura de Cervantes, dicen que don Pedro de Iba-
rrola, hermano de dofia Francisca, habia sido fraile Trinitario con el nombre de
Fr. Anacleto; pero después de examinados varios documentos indubitados del
uno y del otro, se puede asegurar que son dos personas perfectamente distintas.»
(El señor Pérez Pastor da las pruebas de su aserto.)
Núm. 21. — Revocación del poder que doña Francisca Romero habia dado á
Esteban de Moya, procurador de los Consejos, y á Juan Calderón, agente de ne-
gocios, para seguir los pleitos que tenia con las monjas Trinitarias de Madrid.
— Madrid, 18 de Diciembre de 16x7. (Protocolo de f íernando de Recas.)»
Núm 22. — «Poder de doña Francisca Romero á su hermano don Pedro de
Ibarrola y á Juan Vázquez de Fonseca, residentes en Roma, para pedir á Su
Santidad la nulidad de la fundación del convento de las Trinitarias de Madrid.
— Madrid, 22 de Abril de 1618. (Protocolo de Hernando de Recas.)
(Funda doña Francisca su petición de nulidad, por no haber sido la escritu-
ra de fundación confirmada por Su Santidad.)
Núm. 23. — «Poder da doña Francisca Romero á don Pedro de Ibarrola y á
Juan Vázquez de Fonseca, residentes en Roma, para querellarse ante Su Santi-
dad del visitador del convento de las Trinitarias de Madrid. — Madrid, 20 de
Julio de 1618. (Protocolo de Hernando de Recas.)»
(Pretende doña Francisca que, habiendo el Nuncio de Su Santidad mandado
que no se innovase nada en los autos proveídos, el Doctor Pedro Zapata des-
obedeció el mandato, y por esto entabla contra él demanda criminal.)
Núm. 24. — «Aceptación del convento de Trinitarias de Madrid de la Me-
moria fundada por doña Catalina Vicente Piñerol. — Madrid, 6 de Abril de
1619. (Protocolo de Francisco de Barrio.)»
«Doña Catalina Vicente Pinerol, natural del Piamonte, mujer de Pedro de
Valverde, criado que fué de la Infanta Doña Catalina, y al presente en servicio
del Gran Prior de San Juan, vivia en sus casas de la calle del León mandó en
su testamento que se la enterrase en las Trinitarias y que se fundase una Me-
moria de nueve misas, dando 400 ducados, por una vez. En 22 de Marzo de
1619 el Dean y Cabildo de Toledo hablan dado licencia al convento de Trini-
tarias de aceptar esta fundación, fundándose en que la fundadora doña Fran-
cisca, después de haber recibido dote y ajuar de algunas monjas, y obligado al
convento á pedir limosna, se habia salido de él llevándose todo lo que habia
dotado y cobrado, poniéndoles muchos pleitos, que habia perdido en todas ins-
tancias, de los cuales se habia apelado á Roma. Por esta razón el convento ca-
recía de recursos para pagar sus ministros y aun para los alimentos de las
monjas.»
Núm. 25. — «Declaración que hace don Pedro Ibarrola, clérigo presbítero,
de que las casas de la calle de las Huertas, que compró al curador de Antonio
y Roque de Lerma. son de su hermana doña Francisca Romero, asi como lo
que en las mismas se ha edificado. — Madrid, 5 de Abril de 1626. (Protocolo de
Juan Martínez del Portillo).»
Núm. 26. — «Escritura de la fundación del Patronato de las Trinitarias, he-
cha por la Marquesa de la Laguna. — Madrid, 20 de Diciembre de 1630. (Proto-
colo de Santiago Fernandez).»
«El Cardenal Arzobispo de Toledo concedió la licencia en Toledo á 4 de
Dicho año.
Biografías y noticias biográñcas 137
Habia terminado la fundación de doña Francisca y se estaban ajustando las
cuentas.
La cláusula 20 de esta fundación se refiere á la Memoria de doña Catalina
Vicente Pinerol, no á la de doña Catalina de Salazar, viuda de Miguel de Cer-
vantes, como pretende el señor Marqués de Molins.»
Núm. 27.— Poder de la Marquesa de la Laguna, doña Maria de Villena y
Meló, al Dr. Francisco Vitor, cura de Fuenlabrada, para recibir el cuerpo del
Marqués, que está depositado en una capilla del convento de San Bemardino,
de Madrid, trasladarlo á la iglesia de las Trinitarias Descalzas y ponerlo en su
entierro de la bóveda del altar mayor con la decencia debida. — Madrid, 22 de
Diciembre de 1630. (Protocolo de Santiago Fernandez). >
Los importantes documentos que acabo de extractar, corroboran y comple-
tan las notables disquisiciones del señor Marqués de Molins, y con éstas y aqué-
llos podemos formar la historia exacta del convento de monjas Trinitarias, y sa-
ber de un modo cierto donde descansan los restos mortales de Cervantes.
Cuando don Martín Fernández de Navarrete { Vida de Cervantes, pág. Jjz),
refiere las noticias tradicionales que las monjas Trinitarias le comunicaron, se-
gún las cuales el convento fué fundado en la calle del Humilladero, á fuer de
experto historiador acogió ya con desconfianza tales noticias, porque no las halló
confirmadas, sino antes bien contradecidas, por los diversos libros y documen-
tos que para este caso examinó.
En efecto, más tarde, las asiduas investigaciones del señor Marqués de Mo-
lins probaron [56] que el convento de las monjas Trinitarias Descalzas, donde
Cervantes fué sepultado, se fundó y estableció en la calle de Cantarranas, y que
allí ha permanecido constantemente.
Y hoy el señor Pérez Pastor nos presenta: la escritura original de fundación
del convento; la compra, verificada por la fundadora doña Francisca Romero,
de dos casas en las calles de Cantarranas y de las Huertas; la instalación de las
monjas en dichas casas, con la aprobación del Arzobispo de Toledo; las nuevas
y sucesivas compras de otras casas contiguas para ensanchar el convento y la
iglesia; los datos de las desavenencias entre las monjas y la fundadora, que ter-
minaron renunciando ésta al patronato; y la institución del nuevo patronato en
favor del Marqués de la Laguna; pero siempre continuando el convento en el
mismo lugar en donde se fundó, y donde aun existe hoy día.
De hoy más, pues, queda como verdad inconcusa: que Cervantes fué se-
pultado EN EL CONVENTO DE LAS MONJAS TRINITARIAS, EN LA CALLE DE CANTA-
RRANAS EN EL MISMO SITIO EN DONDE HA PERMANECIDO SIEMPRE Y DONDE TO-
DAVÍA CONTINUA..
Más, como en la Iglesia del citado convento, cerca de la tumba de doña Ca-
talina de Salazar y, probablemente^ cerca también de la de Cervantes, hay una
lápida de mármol en la cual consta que yace allí el Marqués de la Laguna,
patrono y fundador del convento, (i) es preciso l^^cer un poco de historia que, á
la par que nos devanecerá cualquiera duda que tal epitafio pudiera sugerir, nos
dará á conocer curiosos pormenores tocante á las vicisitudes del monasterio.
En las escrituras de fundación del convento de monjas descalzas de la San-
tísima Trinidad, otorgadas por la fundadora doña Francisca Romero, introdujo
esta señora varias cláusulas y condiciones, entre las cuales descuellan las tres
(1) Dice así: lAquí yace el Excmo. Sr. D. Sancho de la Cerda, Marqués de la Laguna,
Patrono y fundador de este Convento, de los Consejos de Estado y Guerra del Sr. D. Fe.
Upe III, Mayordomo Mayor de la Reina dofla Margarita. — Falleció en 14 de Noviembre
de 1626.»
Tomo II
iS
138 Biografías y noticias biográficas
siguientes, que fueron más tarde la causa de los pleitos entre la fundadora y las
monjas: f ítem con condición que no se pueda recibir por la priora e monjas
del monasterio ninguna monja sin licencia de mi la fundadora,» «ítem reservo
en mi mientras viviere el ser priora... si lo quisiese ser, y no lo queriendo ser
que pueda yo sola nombrar persona que lo sea...». «ítem que si por alguna ra-
zón yo no profesare... tenga obligación de darme el convento una puerta al mo-
nasterio y una ventana á la Iglesia...» {documento núm. 4.)
Las monjas, consciente ó inconscientemente, aceptaron estas condiciones
de la fundación, (documento núm. iT)\ y, en fuerza de ellas, doña Francisca Ro-
mero ejerció, ó quiso ejercer, mando autocrático en el convento. De aquí sur-
gieron dos pleitos que terminaron en róig, cesando doña Francisca Romero en
su patronato. fDe ambos, — dice el señor Marqués de Molins, — se hace cargo el
cronista Fr. Alejandro (i): «doña Francisca, sin haber profesado, hacia oficio
» de prelada y daba hábitos y profesiones sin esperar al consentimiento de la
> Comunidad, y vivía en domicilio separado, aunque con entrada y comunica-
> cion al convento, y en su casa tenía á las religiosas el tiempo que gustaba,
» aunque en ella también recibia á las personas seglares. Las religiosas sentían
» mucho estos desórdenes y dieron cuenta al Arzobispo de Toledo, y con su ór-
» den se tapió la puerta al convento que tenía doña Francisca. Esta, que se vio
> despojada del mando, negó lo que daba á las monjas para su sustento...»
£n 1619 doña Francisca, perdidos los pleitos, hizo dejación del patronato;
pero las monjas quedaron pobres, viéndose obligadas á hacer labores para sus-
tentarse.
Por fortuna suya, ingresó en el convento, hacia aquella época, sor Marcela
del Carpió, la hija natural de Lope de Vega, y es de presumir que el faustoso
vate debió de emplear su mucha influencia en pro de las angustiadas monjas,
puesto que hacia los años de 1621 ya no vivían con tanta estrechez.
Andando más los tiempos, acaeció la muerte de don Sancho de la Cerda
Marqués de la Laguna, en 14 de Noviembre de 1626; y su viuda, una dama
portuguesa, llamada doña María de Villena y Meló, poniendo en efecto la fun-
dación de un patronato, proyecto ya concebido en vida de su esposo, eligió para
ello el convento de monjas Trinitarias; y así lo realizó, otorgando solemne es-
critura pública, (documento núm. 26)., en 20 de Diciembre de 1630.
Vivieron ya las monjas vida holgada desde entonces, gracias á las rentas que
la Marquesa viuda de la Laguna les dejó, y decidieron fabricar nueva Iglesia y
ensanchar el convento, mas, sea que el solar de que disponían en la calle de
Cantarranas les pareció estrecho, sea que necesitaban una morada interina, para
hacer las nuevas obras con holgiua, se trasladaron las religiosas en 1639 á una
casa de la plazuela de la Cebada, con frente á la calle del Humilladero; pero,
no habiendo hallado ni la capacidad ni la comodidad que buscaban, solo per-
manecieron en la nueva casa un año y cuatro meses, volviéndose á su primitivo
sitio de la calle de Cantarranas.
La Crónica de los PP. Descalzos^ ya citada, si bien discrepando en algunos
detalles con las noticias deMadoz (Diccionario, art. Madrid)^ y de La Barrera
(Nuevas investigaciones sobre la vida de Cervantes), relata estos hechos, que
desvanecen aquella errónea tradición, según la cual el convento había sido fun-
dado en la calle del Humilladero.
Por fin, hacia los años de 1669 se hizo el proyecto de la iglesia nueva, que
es la misma que hoy existe. £1 19 de Junio de 1673, ^^ comenzaron á derribar
las casas, adquiridas sucesivamente por las monjas, del solar en que se había de
(i) Crónico dt los P. P. DiiíoImí, Madrid, 1707.
Biografías y notician biográficas 139
emplazar la nueva fábrica. Púsose la pñinera piedra el 24 de Septiembre, con
asistencia del Duque de Medinaceli, patrono del convento como sucesor de los
Cerdas, y se terminaron las obras el afio de 1694 Finalmente, el 8 de Sep-
tiembre del afio 1697 se trasladó el Santísimo Sacramento, desde la antigua
á la nueva iglesia, y se solemnizaron los faustos sucesos con un novenario de
fiestas.
He aquí un rápido bosquejo del convento de monjas Trinitarias, fundado
y establecido, en la calle de Cantarranas, en donde Cervantes fué enterrado.
140
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NOTAS Y COMENTARIOS AL QUIJOTE
204.— Vida de Cervantes por D. Gregorio Mayans. —1737. — [10].
Después de atinados y oportunos juicios acerca de la invención y mérito li-
terario del Quijote, presenta el Sr. Mayans ciertos reparos á algunos pasajes que
juzga inverosímiles. Hablaré de ellos en el artículo dedicado á D. Vicente de
los Kíos, [209], quien los rebate; y solamente consignaré aquí, que el mismo
Mayans, pareciéndole quizás haber andado sobradamente escrupuloso en sus re-
paros, quiere excusarlos diciendo: cno es mucho que Cervantes tropezase algu-
nas veces con la inverosimilitud, i falsedad: en lo qual tiene por compañeros á
quantos han escrito hasta hoi Obras en que la invención haya sido dilatada;
pues en todas ellas se hallan semejantes descuidos».
Mayor rigor despliega el biógrafo cuando tuda al Quijote de «Anacronismo
continuado.» Ocupa varias páginas de su Vida una larga, bien que erudita, enu-
meración de obras, personas y hechos, coetáneos de Cervantes y citados por
éste en el Ingenioso hidalgo, y destinada á demostrarnos que, pareciendo ser,
pues, el héroe, manchego contemporáneo de Cervantes, son grandes anacronis-
mos: la suposición de la caja de plomo con unos Pergaminos escritos con letras
góticas (Parte I, cap. últ.); el diálogo con Vivaldo en el que Don Quijote dice
«y casi que en nuestros dias vimos i comunicamos al invencible D. Belianis de
Grecia;» y otras ficciones de los tiempos antiguos.
Como Clemencín prohijó este reparo de anacronismos, dilucidaremos este
punto al tratar de su comentario [000].
205. — Diario de los literatos de España^ en que se reducen d co^npendio
los Efcritos de los Autores E/pañoles^ y fe hace juicio de fus Obras
defde el año de DCCXXXVII.... En Madrid: 1737. — i 7 42
Siete t. en 8.° (Autores: D. Francisco Mannel de Huerta, D. Juan Martínez Salafranca
y D. Leopoldo Gerónimo Puig.)
En el t. n, p. 34 y sig. se hace la critica de los Orígenes de la lengua espa-
ñola de D. Gregorio Mayans, censurando la opinión de éste, quien afirmaba
que la lengua aragonesa no es perfectamente la que hablan los buenos caste-
llanos.
Contestó Mayans, ocultando su nombre, con el siguiente libro: « Conversa-
ción sobre el Diario de los literatos de Efpaña: la publicó Don Plácido Yeranio.
Impreffo en Madrid por fuan de Zúñiga año de IJJJ'*, en 8.0 de 132 págs. Y
Salafranca en el t. lU, págs. de 189 á 386 del Diario le replicó, tratando de re-
chazar varias de las injurias de la Conversación, y sosteniendo, contra la opi-
nión de Mayans, que el dialecto aragonés es tan perfectamente español, como el
castellano. Como Mayans alega el testimonio de Cervantes, Salafranca dice que:
<en quanto habla de Avellaneda se le está conociendo la calentura de su enojo...
disponga el Sr. Mayans curarle esta fiebre á Cervantes, y entonces bolveré á
ver lo que dice del lenguage Aragonés».
IjO Notas y comentarios al Quijote
En cambio, habiendo Mayans opinado que, según su doctrina de los artícu-
los, sobra éste en el siguiente pasaje del P. Mañero: tlmpossible assunto beberXt:
d Tertuliano el espíritu.* Salafranca le hace ver que, si bien quitando la partí-
cula le, queda el sentido igual, es estilo de los buenos escritores esta reduplica-
ción, y le cita varios pasajes de Cervantes, entre los cuales pondré el siguiente
con las mismas palabras con que lo comenta Salafranca: tBien le pareció el so-
neto d Camila .. Apliquémosle la reglita: a-Quite V. m. el artículo, lea lo mismo y
vera como sobra f. Bien pareció el Soneto d Camila, etc. La regla es un milagro.*
Pone Salafranca otros ejemplos de Quevedo y Cplderón, en que hay este
elegante pleonasmo de pronombres (Salafranca los llama artículos, refiriéndose
á lo que dice Mayans), y concluye diciendo: «Desengañémonos, que ningún
autor, ni castellano, ni aragonés sabe el dialecto castellano, sino el Sr. Mayans.»
206. — Discurso sobre las tragedias españolas... por D. Agustín de Mon-
tiano y Layando. Madrid, 1750.
En 8 o
Consigna la mención que Cervantes hace en La Calatea de Rey de Artieda,
y en el Quijote de las tragedias Isabela, Filis y Alejandra, para justificar que
entonces se trabajaban tragedias y que eran niás de las de que se tiene me-
moria.
207. — Don Quixoie, Madrid, ij8o.
Cuatro ts. en 4.° edición corregida por la Real Academia Española.
Para la parte primera lleva las variantes de las siguientes ediciones: Madrid,
Cuesta, i6o¿ (2.a impresión), y Madrid, Cuesta, 1608. Para la parte segunda se
compararon las variantes de la edición de Madrid, 1613, con la de la edición de
Valencid, 1616 y alguna con la de Londres, 1738.
La Academia hizo algunas correcciones; las más importantes son en la parte
primera: Suprimir la división en 4 partes que hizo primordialmente Cervantes,
quien la abandonó después, intitulando Segunda parte, al tomo segundo de su
obra. Poner nuevo epígrafe al cap. X para que estuviera en consonancia con el
contexto; cambiar mutuamente de sitio los epígrafes de los caps. XXIX y XXX
que estaban trocados; pasar del epígrafe del cap. XXXVI al del XXXV, la parte
referente á I.1 batalla de Don Quixote con los cueros de vino, que en las edicio-
nes antiguas estaba fuera de su lugar.
Todas las ediciones posteriores han adoptado esas acertadas enmiendas.
208. — Jovellanos (D. Gaspar Melchor de). — juicio sobre la disertación
epistolar de J. Baretti, acerca de la edición del Quixote de la Real
Academia. — M. S. original en el Archivo Jovellanos, de Gijón.
(A?ensio, Nota lit .. libros... referentis .. á Cervantes, 1885.)
209. —Análisis del Quixote, y Plan cronológico. — Por D. Vicente de
los Ríos. — Madrid, 1780.
(Al frente de la primera edición del Quijote, corregida por la Real Academia Española.)
Notas y comentarios al Quijote iji
El artículo VIII de esta Andíisis, se titula: Satisfacción d varias objeciones
contra el Quijote.
Empieza tratando de infundado el cargo de que el Quijote «haya sido causa
de haberse disminuido entre los Españoles el espíritu nacional de honradez y
valor, €pues — añade Ríos con razón — según lo que largamente hemos demostra-
do, tratando de la moral, nadie puede producir tal cargo, sino quien no conozca
el Quixote».
Del cargo de anacronismos, levantado por Mayans, rebatido aquí por Ríos,
y reproducido más tarde por Clemencín, trataremos al hablar de este último
comentador.
Se rebate también el otro reparo de Mayans, á quien le parecía «inverosímil
que en un Lugar de mil vecinos pudiesen sufrir ocho ó diez días un Gobernador
de burlas». El Sr. de los Ríos alega que «aquellos vasallos sabían muy bien, que
era una burla inocente del Duque». Contestando luego á los que se extrañan de
la discreción y tino del rústico Sancho en su Gobierno, dice con razón el se-
ñor de los Ríos que «el fin de Cervantes es hacer conocer, que mas aciertan en
el gobierno los hombres de mediano talento y de recta intención, que los muy
ingeniosos, si están dominados de pasiones; como lo habla indicado ya en boca
del Canónigo de Toledo».
Contesta igualmente á las otras dos inverosimilitudes que Mayans halla en
«la caida de Sancho en la sima» y en el soliloquio de Camila quando espera á
Lotario»; y refuta el error de D. Isidro Perales cuando dice en el prólogo del
Quijote de Avellaneda que «según Cervantes se pueden enmendar todos los li-
bros de caballerías».
En el articulo IX, titulado Descuidos que tuvo Cervantes en esta fábula, es-
tima el Sr. de los Ríos que es un defecto el haber introducido la novela de El
Curioso Impertinente por ser inoportuna, y la del Cautivo por demasiado larga,
cita algunos pasajes de las dos partes del Quijote^ que juzga algo inverosímiles,
lo cual atribuye á que «Cervantes componía sus obras de primera mano, sin de-
tenerse después á limarlas y pulirlas», y hace una reseña de algunos de los des-
cuidos de la narración, como el ir Sancho caballero en su rucio después de ha-
bérsele hurtado, la doble ida del Bachiller en la aventura del cuerpo muerto, et-
cétera, etc.; pero termina «confesando ingenuamente, que no son capaces tan
pequeñas manchas de afear la brillante hermosura del Quijote».
Va al ñn del Análisis un Plan Cronológico del Quixote, en el cual D. Vicente
de los Ríos se afana en apuntar día. por día las salidas de Don Quijote, y todos
los sucesos de la novela. De labor estéril podemos calificar tal tarea, pues ya
Cervantes nos dice en el prólogo de la P. I. de su obra inmortal que «no caen
debajo de la cuenta de sus fabulosos disparates... las medidas geométricas, etc.»,
como queriendo significar las medidas del tiempo. Por esto el ilustre crítico ha-
lla en el Quijote «como sucedidas en el verano las aventuras que correspondía
sucediesen en el otoño, etc.»
210' — Anotaciones || á la || historia || de 1| Don Quixote de la Mancha. ||
Por el Reverendo || D. Juan Bowle. A. M. S. S. A. L. || || En
Salisbury: || En la Imprenta de Edvardo Easton. MDCCLXXXl.
En 4.°
La descripción bibliográfica de este tomo y del de índices la he dado ya
[I, 54], así como una idea del objeto é importancia de este trabajo, en el cual
dice el Dr. Bowle que empleó casi catorce años. Pasma, en efecto, el número de
153 Notas y comentarios al Quijote
obras que necesitó leer y repasar para formar sus numerosísimas y minuciosas
anotaciones; y no es menos curiosa, (quizás es la más interesante), la tarea de
los Índices, que están ordenados con acierto y claridad.
En el erudito prefacio que el reverendo Bowle puso á estos tomos, hace la
historia del curso de su proyecto y de su realización; y apunta varias noticias
interesantes.
Con razón dice Benjumea en el Progreso de la critica del Quijote, (Rev. de
Esp. Octubre de 187S), que «en la historia de su progreso los españoles deben
dar á Bowle un lugar preeminente».
Bowle, él mismo lo confiesa, no conocía la lengua española más que por los
libros; así es que, algunas veces vacilaba en la exacta colocación de acentos. El
filólogo y poeta italiano José Baretti, avecindado ya entonces en Londres, anotó
al margen de un ejemplar de la edición de Bowle, las palabras mal acentuadas,
lo cual al año y medio produjo por parte del último una Letter to a Divtnity —
Doctor, atacando á Baretti, y reprodujo más tarde sus ataques en un folleto que
más adelante describiré.
'.
211. — Reflexiones sobre el gusto en las ciencias y en las artes. Traduc-
ción de las que escribió en italiano Luis Antonio Muratori, con un
discurso sobre el gusto actual de los españoles en literatura. Por
D. Juan Sempere. Madrid, 1782.
En 8°
En la pág. 219 del Discurso se lee:
«Muchas veces es más eficaz la sátira para la reforma de ciertos abusos, que
las declaraciones serias de los sabios, y de los filósofos. Por este medio destruyó
Cervantes el ridículo heroísmo de los Caballeros, y la perniciosa lectura de las
Novelas, que habla en su tiempo.
212. —El Censor ^ i." de Septiembre de 1785, Madrid^
En 8 °, de 19 pág.
En el discurso 68 de esta obra periódica, declarándose el Don Quijote de la
verdad, dice: «entre tantos locos como hierven por todas partes y que por nada
menos son tenidos que por tales, apenas se encontrará uno cuya locura no sea,
ó infinitamente más ridicula, ó sumamente más perjudicial á los otros hombres,
que lo podía ser la locura de Don Quijote.* (C. A. de la Barrera, Cron. d. i.
Cerv. t. I, pág. 47).
213. — Carta escrita por Don Quixote de la Mancha á un pariente suyo,
en que le hace saber varias cosas necesarias para la perfecta inteli-
gencia de su historia: Dala al público un paisano y apasionado de
ambos. — En Madrid: — En la Imprenta de Blas Román. — Año
de M.DCCXC.
En 8.°, p. de 55 pá?.
Supone el anónimo autor que Don Quijote vivía el año de 1784 encantado
por Merlln en la cueva de Montesinos, adonde llegó, también encantado, un tal
Notas y comentarios al Quijote 153
D. Fulgencio quien le puso en las manos la edición del Quijote publicada por
la Academia Española en 1782; y que examinado por Don Quijote el mapa que
comprende los parajes por donde anduvo el caballero manchego, halló tales ye-
rros en su itinerario que no pudo menos de notarle los siguientes, como más
substanciales.
I. o El sitio de la Venta donde Don Quijote fué armado caballero, debe fi-
jarse en la Venta de Quesada donde concurren las circunstancias de estar en el
camino Real de Madrid á Sevilla y demás con que la distingue Cervantes.
2.° La aventura del muchacho Andrés acaeció muy cerca de la antes indi-
cada venta, y no en el sitio lejano que la coloca la Academia.
3.° La aventura de los Mercaderes ocurrió en el camino Real de Toledo á
Murcia que va por Villacañas, 6 ó 7 leguas lo menos á la izquierda de Argaraa-
silla y la Membrilla.
4 ° Las chozas de los cabreros donde hizo noche Don Quijote y el sitio del
entierro del pastor Grisóstomo deben estar, no entre las ventas de Puerto Lapice
y Malagón, sino más allá de este pueblo.
y 5.° Igualmente mucho más lejos ha de fijarse la venta que á Don Quijote
le pareció castillo, y situarla, como quiere Cervantes, en el camino carretero de
la Corte á Sevilla.
Estos y otros errores del Mapa escribió Don Quijote y enderezólos á un pa-
riente suyo, protestando de que no es su ánimo censurar la sabiduría de la Aca-
demia.
214. — Fundamento del vigor y elegancia.... por D. Gregorio Garcés. —
Madrid, 1791.
En el prólogo del t. II, al hablar de Cervantes, como una de las mejores au-
toridades del buen decir en la lengua castellana, rebate la ridicula especie pro-
palada por Rapín y Moreri [130], cuando dijeron que en los versos de pie que-
brado de Urganda, Cervantes ridiculizaba al duque de Lerma. En efecto, el se-
fior Garcés copia los aludidos versos, en los cuales ninguna alusión al favorito
de Felipe III se descubre.
215. — Don Quixote... nueva edición corregida, por D. Juan Antonio
Pellicer. — Madrid, Sancha, 1797-98.
Cinco t.
Al describir esta notable edición [1, 59], di ya idea general del objeto y de
la utilidad de las eruditas notas y curiosas noticias histórico-críticas de Pellicer.
Tarea larga serla enumerar las más importantes, pues casi todas lo son; ade-
más de ser altamente instructivas para el conocimiento de las costumbres caba-
llerescas y de los usos del tiempo de Cervantes, y ütiles para la inteligencia del
texto, habiendo también hecho el Sr. Pellicer algunas correcciones felices. Per-
mítaseme que apunte 4 de sus notas.
«Urganda la desconocida. De estos versos cortados en los finales es el inventor
Cervantes, que imitó después el autor de la Pícara Justina. »
«No quiero acordarme. Presúmese que este tugar, patria de Den Quixote, es
Argamasilla de Alba.t
«Duelos y quebrantos. Dice es la olla hecha con los huesos quebrantados y
extremos de las reses que entre semana se morían, ó que de cualquier otro modo se
desgra ciaban. f
Tomo 11 "O
154 Notas y comentarios al Quijote
fEl caballo de Gonella.» Da curiosas noticias de este caballo y de su amo
el bufón del duque Borso de Ferrara.
Pág. 36 del t. I. iBen Engeli, quiere decir hijo del ciervo ó cerval, ó cervan-
iefw: todo con alusión al apellido de Cervantes. Este descubrimiento se debe á
D. Josef Conde, individuo de la Real Biblioteca, y sugeto de conocida pericia
en las lenguas orientales.»
Censuró esta Nota un tal D. J. F. P. C. en una Catta crítica firmada: El Pa-
tricio; y contestaron Pellicer y Conde con la siguiente: «Carta en castellano con
postdata políglota: en la qual Don Juan Antonio Pellicer y Don Josef Antonio
Conde, individuos de la Real Biblioteca de S. M.. responden á la Carta crítica
que un Anónimo dirigió al Autor de las Notas del Don Quijote, desaprobando
algunas de ellas. — En Madrid. En la imprenta de Sancha. Año de MDCCC.
8.° m. de 27 pág.»
Y D. Fermín Caballero (Pericia geográfica de Cervantes 1835, pág. 44), for-
muló su opinión, distinta de la de Conde, en estos términos: t Nosotros hemos
creido siempre que el seudónimo Cide Hamete Benengeli es un verdadero anagra-
ma de Miguel de Cervantes, sin mas alteraciones que las precisas para arabizar
las palabras. ¿Puede atribuirse á casualidad que de las diez y nueve letras del seu-
dónimo las catorce digan Migel de Cebantes, faltando aquí tres solas, en vez de
las cinco que allí sobran, por la ortografía y construcción imitando al arábigo?»
cLa ínsula Baratarla.» Apunta una curiosa conjetura, repetida por otros co-
mentaristas. En ella (P. 2.a, 1. 1, pág. 351) cree Pellicer que el palacio de los
Duques que se holgaron con Don Quijote es el de Buenavía, cerca de la villa de
Pedrola, propiedad de los de Villahermosa, y que La Ínsula Barataría estaba
en la cercana villa ó lugar de Alcalá de Ebro.
Repitieron y prohijaron esta conjetura el autor de un articulo La Ínsula Ba-
rataría, en el Artista, semanario de Madrid, año 1834, D. Fermín Caballero,
(Pericia geográfica de Cervantes}., y D. Cayetano Roseü (Cuna de Cervan-
tes, 1877.)
216. — Notas al Ingenioso Hidalgo Don Quixote de la Mancha, por
D. Luis Ideler.
Ocupa ios ts. V y VI de la edición espafiola del Quijote, impresa en Berlín, el año
de 1804.
Al describir esta edición [I, 63] he dado minuciosa cuenta de estas excelen-
tes y copiosas notas, y cúmpleme solamente llamar la atención acerca de su
importancia, y recomendarlas como una de las mejores recopilaciones de anota-
ciones al Quijote que se hablan impreso hasta entonces en el extranjero; puesto
que facilita el estudio de las principales notas de Bowle, cuya edición era ya en-
tonces y es hoy rarísima.
217. — Apología de Miguel de Cervantes sobre los yerros que se le han
notado en el Quixote. Dedicada por D. Antonio Eximeno al Exce-
lentísimo Sr. Príncipe de la Paz.- Madrid, imprenta del Real Arbi-
trio, 1806.
En 8.° de 139 pág. y 6 h. de prel.
El autor dice en el prólogo que «esta Apología se dirige principalmente á
satisfacer á los reparos que le ha puesto al Quixote el Sr. D. Vicente de los
Notas y comentarios al Quijote 1 55
Ríos, quien creyó ver en él tantos descuidos, tantas inconsecuencias y contra-
dicciones, tantos yerros de cronología y geografía, que juntos en el último arti-
culo de su Análisis forman una especie de niebla, la qual á los ojos menos lin-
ces nos les dexa ver sino entre celajes la hermosura de esta fábula».
Tambiéo zahiere Exiraeno á Mayans por los defectos de anacronismo con-
tinuado con que tilda al Quijote.
218 — Observaciones sobre algunos puntos de la obra de Don Quixote,
por T. E. — Londres, Año de 1807.
En 4° de 72 pág.
Se habían publicado en forma de cartas, entre los afios de 1793 y 1799. Su
autor fué D. Valentín de Foronda, y dice Navarrete que en ellas demuestra su
poco conocimiento de la lengua castellana.
Cleraencln, (D. 2, 1. 1, pág. 305 y II, págs. 220, 416 y 430); yTicknor (Hist.
of span. lit. Bostón, 1864, III, pág. 437), hablan de este folleto, escrito con el
objeto de censurar una porción de pasajes y frases del Quijote. Ticknor dice
que fué impreso en Filadelfia. Clemencín dijo que estas Observaciones «más
bien pudieran titularse Observaciones contra el Quijotes, y rebate los reparos de
Foronda, demostrándole que en ellos «procedió con poco fundamento».
219. — La Inquisición sin máscara; por Natanael Jomtob. — Cádiz, im-
prenta de D. J. Niel: i8ii.
En 4°
«La escribió D. Antonio Puigblanch, y á la pág, 215 hay una larga nota en
que el autor habla de las alusiones contenidas en la aventura de la resurrección
de Altisidora.»
Asensio, (Catálogo de obras referentes d Cervantes, 1872.)
220. — Don Quijote... Cuarta edición corregida por la Real Academia
Española.; — Madrid, 1819.
Cinco ts. en S.°
Al describir esta edición [I, 73], he dado cuenta del plan seguido por la Aca-
demia en su anotación y corrección, en la cual anduvo demasiado parca, puesto
que, se respetaron muchos errores de las primeras ediciones. Además de las va-
riantes, ya adoptadas en el texto, ilustran la obra varias notas históricas y geo-
gráficas, especialmente en lo que se refiere á la Novela del Cautivo, así como
otras noticias literarias que explican alusiones y citas de la obra, ó voces poco
usadas. Por esto, en cuanto á mérito literario, ésta edición supera á las tres an-
teriores de la Academia Española.
221 . — Adiciones á las notas de Pellicer.
El Sr. Navarrete en la pág. 227, de su Vida de Cervantes (1819), dice: «las
ilustraciones de Pellicer dieron ocasión al Sr. D. Vicente Novella, dignidad de
chantre de la Sta. Iglesia metropolitana de Zaragoza, para corregir algunas de
aquellas notas, para reflexionar sobre las opiniones de su autor, y para adicio-
j6 Notas y comentarios al Quijote
nar sus comentarios. Con este objeto llegó á formar en 1802, 3 ts. en 4.° ra. s. de
curiosas observaciones, las cuales fué corrigiendo y acrecentando, hasta que du-
rante el I." sitio de aquella ciudad en 1808, creyendo ponerlas en lugar seguro,
las depositó en el hospital general de N." S/^ de Gracia, en cuyas ruinas han
quedado sepultadas. Por casualidad un familiar suyo, que copiaba estas notas
conforme se iban trabajando, conservó en su poder algunas sobre el discurso
preliminar y vida de Cervantes, y por su muerte, en la epidemia de 1809, vinie-
ron á parar á manos del mismo autor, cuya modestia y juicio campean más en
su trabajo que otras calidades que pudieron hacerlo ameno y agradable».
222. — Viaje literario á las Iglesias de España, por el P. Joaquín Loren-
zo Villanueva.— Madrid, 1803. — 21.
El t. Vn, (Valencia, 1821), contiene el cap. tit.o; Viaje d la iglesia de Vigue,
año 1806, y al fol. 129 empieza la carta Lili, con este epígrafe: Documentos que
pudieran servir para ilustrar la historia de Don Quijote.
Se detalla en este capítulo el proceso original del concilio que en 1 5 de
Eaero de 1613, convocó en Tarragona su arzobispo D. Juan de Moneada, «con-
movido el concilio con la noticia de los daños que en los bienes y personas de
los monasterios causaban los facinerosos que infestaban el país, acordó enviar
sus embajadores al marqués de Almazan, virrey de Cataluña, suplicándole que
pusiese fin á tamañas desgracias».
El virrey manifestó su impotencia para quitar los bandoleros, y dice: «Y esta
persecución con esta gente da muy grande cuidado y trabajo; porque son indó-
mitos estos soldados, y luego hacen lo que Trucafort, que persiguió á Roca Gui-
narda, y el ha sido peor ladrón... Y en este Principado no hay otro remedio sino
el del someten;»
Sigue el virrey probando que das inmunidades estorvan mucho al buen go-
vierno y la execution de la justicia,» y contintía:
«Senyores, hasta aqui he andado con dolsura, apacibilidad y amor; pero pues
no ha aprovechado, he de llevarlo con crueldad y rigor, poniendo en la cárcel
quantos ca valleros lo merecieren, y sequestrando las jurisdicciones y vasallos
donde recogerán ladrones, como lo he en el Bayliu de Mallorca y Duque de
Alba.»
«por este documento — dice Villanueva — se ve que el inmortal Cervantes
no trató de fingir todo lo que acontecía al héroe ideal de su fábula, sino que se
aprovechó diestramente de algunas cosas que pasaron en su tiempo, con el fin
de acriminarlas ó ponerlas en ridículo.»
Lo transcrito y muchos otros documentos atestiguan la admirable fidelidad
con que Cervantes describe el estado social de Cataluña en aquella época, cuan-
do, en el cap. de la Parte II, Don Quijote y Sancho caen en poder del bando-
lero Roque Guinart.
(Quien desee más detalles acerca de este punto, leerá con fructuoso resultado
el trabajo de D. Francesch Carreras y Candí Z<> Cervantisme d Barcelona (i). )
Sigue Villanueva:
«en la iglesia de Santa María de Mur, antiguo monasterio de agustinianos
en la conca de Tremp, hallé una escra. hecha en ii()8, y es la donación que el
conde de Pallas Amaldo Mir, hizo á Juan de Mur de unas tierras in ínsula quae
est in Paratavia. |Sí tendría Cervantes noticia de esto para llamar baratarla á
la ínsula de Sancho!»
(1) Describo más adelante este interesante folleto.
Notas y comentarios al Quijote 157
Sin necesidad de tener el original de esa escra. se ve que el P. Villanueva
leyó como una sola palabra lo que deben de ser dos, esto es: parata via (camino
público); con lo cual se desvanece su aventurada conjetura.
Posteriormente acabo de leer esa rectificación en el ya citado libro: Lo Cer-
vantisme d Barcelona.
223. — Don Quijote... corregido y anotado, por D. Agustín García de
Arriata. — París, 1826.
Seis ts. en 4°
Los pasajes del prólogo del corrector, que he transcrito al hacer la descrip-
ción de esta edición [I, 77], indican el camino seguido en las notas y correccio-
nes, á la par que revelan la importancia de unas y otras. Con ellas el Sr. Arrieta
mejoró notablemente el texto del Quijote.
224. — Nuevas anotaciones al ingenioso hidalgo Don Quijote de la Man-
cha de Miguel de Cervantes Saavedra, por D. V. Joaquín Bastús y
Carrera. — Barcelona, imprenta de la viuda é hijos de Gorchs. Con
Licencia, 1834.
En S.° de 112—93—1 13—100 pág.
Impreso este libro para formar parte de la edición del Quijote, de Gorchs,
afio 1832 [I, 90], ó de otra cualquiera edición en 8.°, dividida en 4 tomos, las
notas correspondientes á cada tomo llevan paginación aparte.
Las materias de que se componen estas notas son las que se expresan en el
prefacio del Sr. Bastús, quien dice: «En las anotaciones que publicamos á mas
de cuanto interesante escribieron Bowle, Pellicer, Mayans, Rios, Navarrete y al-
gunos otros anotadores de esta obra, damos un sucinto análisis de muchos de
los libros de caballerías citados por Cervantes, y de las ediciones que de ellos se
hicieron en España y fuera de ella. Nos detenemos en explicar las ceremonias
con las cuales se conferia la orden de caballería, las obligaciones, usos y costum-
bres de los paladines; los varios grados por los que solían pasar antes de ser ar-
mados caballeros, etc. Describimos igualmente el imponente aparato de las ba-
tallas á todo trance, torneos, justas, carroseles, y demás pasatiempos de los ca-
balleros. Damos noticia del extraño código de jurisprudencia que se redactó en
aquellos tiempos, y estuvo en vigor para régimen de las Cortes de Amor^ y cita-
mos algunos autos, sentencias y arrestos proferidos por aquéllas, con arreglo al
mismo. Describimos la mayor parte de las piezas de la armadura antigua y el
uso que tenían. Insinuamos el origen de donde tomó Cervantes la idea para arre-
1 • glar muchas de las aventuras de su Don Quijote; y últimamente exornamos con
notas históricas y eruditas observaciones, todos aquellos pasajes ó modismos,
que á nuestro modo de ver lo exigían. En este Improbo y poco lucido trabajo
hemos tenido presente las reglas de una crítica juiciosa é imparcial, y procurado
no fatigar al lector con largas disertaciones. Novedad, claridad y precisión, hé
aquí lo que nos propusimos. »
Los objetos que se propuso llenar el Sr. Bastús lo están cumplidamente en
estas eruditas y curiosas anotaciones dignas de ser más conocidas de lo que
lo son.
225 — Diccionario de etimologías, por D. Ramón Cabrera. — Año de 1837.
Ijg Notas y comentarios al Quijote
En esta obra postuma, se hizo mención de unas notas que el Sr. Cabrera había
hecho al Quijote, y que desaparecieron á su muerte. Adquiriólas hacia 1868 la
Real Academia Española, en donde las vio el Sr. Hartzenbusch quien, obser-
vando que el trabajo era incompleto y que acerca de los pasajes más difíciles
del QuijoU nada había de provecho, supo más tarde, en 1874, que en poder de
una sobrina del Sr. Cabrera existían unos apuntes de éste sobre el Quijote, y se
apresuró á adquirirlos para la Biblioteca Nacional, pero su desencanto fué com-
pleto, puesto que lo adquirido eran sólo desechos sin importancia alguna.
He tenido ocasión, el año de 1876, de hojear estas notas en el departamento
de manuscritos de la Biblioteca Nacional y hallo, en efecto, que nada nuevo
ofrecen digno de mención, y que no es lo que habríamos podido esperar de
aquel entendido etimologista.
Consta el trabajo de cinco legajitos que llevan estos respectivos epígrafes:
fNotas críticas al Quijote»; «Apuntaciones varias sobre el Quijote»; «Equí-
vocos y juegos de palabras en el Quijote»; flncorrecciones de lenguaje en el
Quijote.»
Hay muchas notas borradas 6 tachadas. Unas lo son con la inisma tinta;
otras con tinta más moderna, probando que el trabajo se hizo en dos épocas, y
así lo confirma esta advertencia de pufio del Sr. Cabrera. «El lenguaje de Cer-
vantes es incorrecto y á cada paso se encuentran locuciones viciosas. Yo no pen-
saba añadir nuevas pruebas á las que tengo dadas sobre el particular; pero ha-
biendo vuelto á meditar acerca de este punto, me ha parecido sería mejor to-
mar un medio término, esto es, recoger los pasajes en que los defectos sean más
notables y así lo voy á practicar.»
Quedó en sus principios la empresa de D. Ramón, y por los conatos que de
ella aparecen en esas notas, se conoce que su criterio habría sido y era excesi-
vamente rigorista.
Una reseña de estas notas dióla el Sr. Hartzenbusch en la Memoria leida en
la sesión pública de la Biblioteca Nacional, el 28 de Marzo de i8j¿; y se insertó
en El Ateneo, de Sevilla, correspondiente al 15 de Abril siguiente.
La parte que adquirió la Academia Española, ofrece correcciones apre-
ciables.
226. — Opúsculos gramático-satíricos, del Dr. D. Antonio Puigblanch
contra el Dr. D. Joaquín Villanueva, escritos en defensa propia, en
los que también se tratan materias de interés común. — Londres,
imprenta de G. Guthrie.
Dos ts. en 8." El I, impreso en 1832, y el II, en 1834.
El Dr. Puigblanch anuncia en esta obra que estaba escribiendo un Comen-
tario al Quijote breve y completo, acompañando al texto purificado. Interina-
mente, y esparcidos acá y acullá, apunta algunas observaciones y establece al-
gunas notas, entre las cuales sobresalen las siguientes: «Desagradan mucho á los
extranjeros... los dos ó tres pasajes que tiene sucios (el Quijote), presentados sin
disfraz, pág. 237)». — «En el Quijote ocurre una palabra italiana y otra arábiga
presentadas como tales, por cuya ortografía se ve que la x simple, ó líquida so-
naba como suena en lemosin, que es el sonido de la ch francesa, pág XCV del
pról.» — «La idea del Quixote la debió Cervantes al Orlando Furioso, pá-
gina cliii del pról.»— «Hallazgo por el autor de una sátira de la Inquisición en
el Quijote (la citó Navarrete).»
La Adición última es una graciosa, pero acre censura al 1. 1, único que hasta
Notas y comentarios al Quijote 159
entonces había salido del Comentario de Clemencln. Son, en general, atinados
los reparos del Dr. Puigblanch. Cree éste que «la ira.se due/os y quebrantos es lo
mismo que dejos y quebrantos, entendiéndose por dejos, los despojos ó entrafias
de una res, y por quebrantos los extremos, es decir, la cabeza, manos y pies,
con lo cual, hacian una comida que Cervantes presenta como ordinaria y perió-
dica en la jente pobre los sábados».
Las referencias al Quijote son frecuentes en toda la obra. En cuanto á las
pretendidas alusiones á la Inquisición son conjeturas aventuradas.
227, — Don Quijote... comentado, por D. Diego Clemencin. — Madrid,
I833-39-
Seis ts. en 8."
El comentario de Clemencin forma un cuerpo de notas y observaciones á la
letra del Quijote, superior en este terreno á cuanto se ha hecho; y que es á pesar
de sus defectos, un trabajo de muchísimo mérito y útilísimo para los lectores de
la inmortal novela. De los varios juicios que sobre este comentario se han es-
crito, elegiré dos, el uno sobrado indulgente, el otro demasiadamente riguroso.
He aquí el primero, que es del Sr. Hartzenbusch (^El Laberinto, año 1844):
«El comentario de Clemencin seguramente aventaja, porque añade mucho, á lo
que acerca del Quijote habían escrito Mayans, Ríos, Pellicer y otros autores: las
noticias que da el autor sobre los libros de caballerías ridiculizados en el Qui-
jote son muchas y raras; las observaciones correspondientes al plan y trabazón
de la obra son atinadas y justas. Creo, sin embargo, que el Sr. Clemencin se
equivocó en juzgar el lenguaje de Cervantes, como si éste hubiera vivido en
nuestra época; hubiera, repito, debido excusarse el trabajo de emborronar papel
para demostrar que en un periodo, p. e. había prodigado Cervantes los relativos;
que aquí un pero debía ser un también^ que acullá tal adjetivo no era el conve-
niente, ó que esta graduación no estaba bien seguida, etc.» «Otras anotaciones
hay de las que recaen sobre el plan y contextura de la fábula, que pecan tam-
bién de rigor excesivo ; pues, aunque se hallan en el Quijote muchos cabos que
el autor no se tomó el trabajo de anudar, no todos los que el Sr. Clemencin se-
ñala como tales, lo son en efecto.»
Analiza el Sr Hartzenbusch algunos de los reparos y notas de Clemencin,
probando que son impertinentes y que algunos nacen de no haber entendido
bien el pasaje, y concluye con estas atinadas reflexiones: «Para el que en edad
crecida y habiendo antes leido y admirado el Quijote quiera comprender mu-
chas cosas que no están al alcance de todos, el comentario de Clemencin podrá
ser generalmente provechoso, pero si cae en manos de un joven, ú otra cualquier
persona que por vez primera vaya á leer la obra de Cervantes, la gran joya de
nuestra literatura, el efecto que le harán tantos y tan pelillosos reparos será des-
conceptuar para con él tanto el autor como á su libro, y hacérselo cerrar y tirar
á un lado, diciendo que obra tan defectuosa no puede leerse. El Quijote se debe
juzgar con más fe que doctrina, por el sentimiento y no por las reglas; y si el
Sr. Clemencin hubiese sabido algo menos, algo mejor hubiera sido su comen-
tario.» (i)
Ahora véase lo que de él dijo en sus Opúsculos gramático-satíricos, el Dr. Puig-
blanch: «Ninguna dificultad desatada, sino todas en pié, en medio de una ociosa
(i) El trabajo del Sr. Hartzenbusch se reimprimió en las ediciones del Quijote, publi-
cadas por Gaspar y Roig en 1847 y 1851.
«6o Notas y comentarios al Quijote
divagancia a materias que o se suponen sabidas, cuales son las mitolójicas, o
cuya noticia no la requiere la intelijencia del Quijote, como son las mas de las
bibliográficas... impertinente afectación de gramático i etimolojista con poco co-
nocimiento de lenguas, menos filosoña i ningún tacto etimolójico...; grande ig-
norancia del lenguaje menos ovio del siglo de Cervantes, i lo que no es perdo-
nable, de cosas triviales i sabidas de todos en aquel i en este siglo; un don par-
ticular de entender casi siempre al revés lo que Cervantes dice á derechas; co-
mento minucioso donde nada hai que comentar, i mucho silencio donde se ne-
cesita un comento; en fin ninguna disposición natural, o mui poca para una em-
presa de esta especie es la que yo noto en su voluminoso Comentario, en el que
el texto aparece amenazando a cada instante zozobrar i hundirse en el piélago
de sus observaciones.»
También censuraron el comentario de Clemencfn otros críticos entre los que
descuellan D. J. Calderón [233] D. N. D. de Benjumea, D. Juan Valera.
He aquí algo de lo que dice Benjumea (Estafeta de Urganda, año j86i):
«Si Don Quijote se cae del caballo, es porque otro caballero se habla caido an-
tes que el, hacia setecientos afios; si encuentra una doncella, es porque otro an-
dante tuvo igual hallazgo, y finalmente, si bebe, si duerme, si come ó si anda, es
porque los caballeros hablan bebido, dormido, comido y andado antes que él.
Pero esto sería interminable; baste decir que la obra de Clemencín, que era como
las summas en materia de comento, dejaba el Quijote como salió de las manos
de Bowle, si ya no es que la crítica iba hacia atrás, como los potros de Gaeta.»
Y en el Progreso en la crítica del Quijote. Revista de España, Octubre 1878: «En
Clemencín llegó á su extremo la ridiculez del comento, la vaciedad de las ideas
y el prurito de mostrar que era hombre de tener en los dedos la biblioteca an-
dantesca.» «La tarea de impugnar las notas de Clemencín se ha continuado por
varios. Pueden computarse en más de quinientas las vindicaciones que se han
hecho de Cervantes contra su implacable escrutador de la letra.»
Y Valera, en el Discurso lado ante la Academia Española el 25 de Sep-
tiembre de 1864: «D. Quijote ata su caballo á un árbol. Cualquiera cree que una
acción tan común no há menester comento. Clemencín, no obstante, le pone,
y nos descubre que D. Quijote imitó en esta ocasión á este, á aquel y á estotro
caballero... Por el contrario, D. Quijote no ata su caballo á árbol alguno, sino
que le deja libre pastando. Clemencfn, en seguida amontona citas de los infini-
tos caballeros que hicieron lo propio.» «En estos casos comunes y ordinarios de
la vida no sé con que fin se ha de buscar imitación, ni siquiera coinciden-
cia.»
Realmente este Comentario necesita un prudencial expurgo; y una vez re-
fundidas algunas de las notas históricas por y caballerescas difusas, y en parte
intítiles, y cercenadas ciertas otras por su impertinencia en querer hallar defectos
gramaticales y de sentido, donde no los hay; quedará lo realmente bueno y pro-
vechoso, que es mucho, para la debida corrección del texto é ilustración crítica,
histórica y literaria de la obra. Ya he dicho [I, 92] que para la depuración del
texto del Quijote^ Clemencín debe ser uno de los consultados; y que á pesar de
todos sus lunares, las notas de Clemencín constituyen el comentario más eru-
dito, rico é importante que á esta parte del Quijote se ha hecho.
Clemencín fué el primero en deslindar ciertos primores de lenguaje del Qui-
jote. En nota á la pág. 154, del tomo II de su edición, hace resaltar la diferencia
que resulta usando el verbo deber con ó sin la partícula de\ y en nota á la pá-
gina 338 repite esta elegancia de la frase tan empleada por Cervantes. «Debió de
imaginar significa bellamente que es regular, que imaginare-., y debió imaginar
equivale i. tuvo obligación de imaginar.*
Tal vez sin fijarse en esta bella distinción de matices, algunos escritores usan
Notas y comentarios al Quijote l6l
el verbo deber acompañado siempre de la partícula de. La diferencia, empero,
es notoria.
Cuando se haya de expresar una duda, una conjetura, una situación de pro-
babilidad ó de incertidumbre, y en general, siempre que se hable en sentido hi-
potético, se usará la frase deber de. Mas, cuando se quiera indicar certeza, segu-
ridad, afirmación, precepto, mandato, etc., ha de emplearse el verbo deber sin
partícula.
Don Alberto Lista, Intimo amigo de Cleraencín, escribió hacia 1833, en La
Gaceta de Madrid, un juicio acerca del «Comentario de Clemencín», cuyo 1. 1
acababa de salir; y después de la muerte de este comentarista, su familia encargó
á Lista los anuncios laudatorios que se publicaron á medida que iban saliendo,
desde 1836 á 1839, los demás tomos del «Comentario». Reunió, refundió y am-
plió luego su trabajo el célebre literato, formando un extenso «Juicio crítico»,
que conservaron inédito los hijos del Sr. Clemencín, hasta el afio de 1872 en que
se publicó en los números de la Ilustración Española y Americana. Después, los
nietos del comentador galantemente han cedido el manuscrito para la nueva edi-
ción de El Quijote con el comentario de Clemencín, impresa en Madrid, el afio
de 1894, en ocho ts. en 8.°, en donde ocupa 30 páginas de los preliminares del
tomo I.
El juicio de Lista es sumamente benigno; pero en él se pone de relieve el
gran valor del comentario de Clemencín, cuyas más notables é importantes nO'
tas enumera Lista, clasificándolas en este ordenado Índice: «De usos y Costum-
bres; de Moral; de Literatura; de Historia y Antigüedades; de los Libros de Ca-
ballerías; y del Lenguaje.»
228. —Los Anacronismos del Quijote.
Ya hemos visto que Mayans [204] halló en el Quijote un «continuado ana-
cronismo». Pellicer, Ríos y Eximeno defendieron á Cervantes de tal censura, y
Clemencín dijo de ella lo siguiente:
(T. I, pág. 265): j casi que en nuestros días vimos. «Mayans se valió de la pre-
sente expresión para probar que la fábula está llena de anacronismos ; y lo está
en efecto, si todos los sucesos y circunstancias del Quijote se comparan con la
que se supone edad de D. Belianis. Pero todos sus argumentos y pruebas des-
aparecen solo con observar que la expresión de nuestro hidalgo era de un loco,
que arrastrado de su extravagante manía, creía buenamente ver por sus ojos y
tocar con sus manos, lo que no existía más que en los aposentos vacíos de su
celebro.» «Los principales anacronismos de Cervantes se reducen á los dos pa-
sajes del hallazgo de la historia de Cide Hamete en los cartapacios viejos, y del
otro hallazgo de la caja de plomo.»
(T. ni, pág. 531): si la buena suerte no le deparara. «Queriendo Pellicer ex-
cusar los defectos de Cervantes en esta materia, dice que los poetas tienen fa-
cultad de fingir atrevidamente lo que les venga á cuento... y concluye con que
Cervantes para ridiculizar con más propiedad los libros de caballería, se confor-
mó con ellos en la confusión de los tiempos, contentándose con reducir éstos á
una masa cronológica...»
«D. A. Eximeno dice: me parece que Cervantes no queria hacer d Don Qui-
xote ni antiguo ni moderno, sino hacerle andat por ese mundo en un siglo ó tiem-
po de la misma naturaleza de su fábula, esto es, en un tiempo imaginario. ..t «En
los libros de invención y entretenimiento la ficción debe contenerse dentro de
los términos de lo verosímil; lo que de aquí excede es vicioso, y lo imposible.
como son los anacronismos, inexcusable.»
Paréceme que aquí, como en muchos otros sitios de su Comentario., el escal-
Tomo II 91
i62 Notas y comentarios al Quijote
pelo del Sr Clemencín ha andado sobradamente rigoroso. Acordarse debiera
de aquel oportunísimo pasaje del prólogo de Cervantes: ni caen debajo de la
cuenta de sus fabulosos disparates las puntualidades de la verdad, etc. ; considerar
debiera que en los censurados pasajes no solamente quiso Cervantes ridiculizar
las ficciones de los autores caballerescos, si que también zaherir el prurito de
ciertas indoctas personas de su época, en buscar y describir antiguos manuscri-
tos, muchas veces falsos, y no pocas insubstanciales. Si esto recordara el ilustre
comentador, habría ciertamente puesto en su punto la feliz ocurrencia de la
musa de Cervantes.
229. — Discurso Pyelimtnar , de D. Adolfo de Castro, puesto á la tercera
edición de El Buscapié^ que va como apéndice de la edición del
Quijote, impreso por Gaspar y Roig, Madrid, 1851.
«en 1598 salió á luz una obra intitulada Crónica é historia General del hom-
bre, escrita por un médico llamado Juan Sánchez Valdés de la Plata...» «En el
prólogo el autor espera que desviándose la gente de leer libros dt caballerías
quizás los aficionará d leer su libro, y los apartará de leer tan grandes vanidades
y mentiras como en los sobredichos libros hay.-n «Nada de inverosímil tiene la
conjetura de que Cervantes estando en prisiones leyó este libro, obra de un mé-
dico manchego, y se determinó á escribir uno, siguiendo el mismo propósito...»
«Al fenecer la primera parte del Ingenioso hidalgo se leen estas palabras: Ni de
su fin y acabamiento pudo alcanzar cosa alguna,... si la buena suerte no le depa-
rara un antiguo médico que tenia en su poder una caja de plomo.* «Me parece
que en este embozado pensamiento confirma Cervantes lo que he dicho de haber
inventado el libro de Don Quijote á causa de la lectura de la Crónica del hombre.*
Figúraseme deleznable el fundamento de esta conjetura.
«Yo creo — continúa Castro — que Cervantes á mas de ser incitado por el li-
bro de Sánchez Valdés á componer una sátira contra las novelas caballerescas,
quiso retratar á uno de los muchos hidalgos lugareños que vivian en su tiempo,
incesantes lectores de las fingidas hazañerías de los Ámadises y Palmesinos.
Alonso Gerónimo de Salas Barbadillo, en una obra intitulada Estafeta del Dics
Momo {yía.áúá, 1627), la cual no es otra cosa que una colección de cartas bur-
lescas, donde se ven retratados los caracteres extravagantes y ridículos que en
aquella edad existian, pone una dirigida á Paladio, pobre y desvanecido hidalgo.,
residente en una aldea, continuo cazador de liebres, y gran lector de libros de ca-
ballerías: cualidades todas que pertenecen á las puestas por Cervantes en la per-
sona del fabuloso Don Quijote.»
A esto observaré que Salas Barbadillo estaba enamoradissimo del Quijote, y
no perdía ocasión de imitar sus tipos y escenas, en las varias novelas que compuso.
Continúa el Sr. Castro desarrollando su tema de que «la caballería andante
en la parte realizable existia aún en España cuando Cervantes se determinó á
escribir ese Don Quijote». Daré detalladamente estos juicios en la Sec. VIII.
230. — Don Quijote... Nueva edición enmendada y corregida, por Fran-
cisco Sales. — Boston, 1835-36.
A las notas sacadas de Arrieta, Pellicer, Clemencín y Academia, añadió el
Sr. Sales algunas propias suyas, que, en general, son gramaticales.
231. — Don Quijote... nueva edición, corregida y anotada, por Don Eu-
genio de Ochoa. — París, 1844.
Notas y comentarios al Quijote 163
Cortas, pero apreciables, son las notas del Sr. Ochoa, cuyo principal intento,
como él dice, es el de entresacar de Clemencin sólo aquello que contribuye á
dar mayor claridad al texto.
232. — Don Quijote... novísima ed,... anotada, y correjida, por Martínez
del Romero. — Madrid: Gaspar y Roíg, 1847 y 1851.
En 4.0
Las notas del Sr. Martínez del Romero son en general apreciables y no ca-
recen de interés. Unas se refieren á varios vicios, y resabios ridiculizados por
Cervantes, como el de los agoreros y otras supersticiones. Otras explican voces
moriscas, de germania, italianismos, y sitios y objetos mencionados en el Quijote,
como por ejemplo: hería, espilorcherla, trastulo, zalema, los Percheles de Málaga,
islas de Riaran, los toros de Guisando, etc.
233. — Un paseo á la patria de Don Quijote. — Recuerdos de Cervantes.
Dos trabajos de D. J. Jiménez Serrano, insertos en el Semanario pintoresco
español, del año 1848.
En el primero, (núms. de 16 y 30 de Enero, 6 de Febrero y 2 de Abril), re-
fiere las noticias tradicionales que adquirí'*», en el mismo terreno, sobre los lan-
ces y la prisión de Cervantes en Argamasilla y en el Toboso, y hace oportunos
recuerdos de las aventuras del Ingenioso Hidalgo, evocados por la vista de los lu-
gares y sitios en que Cervantes supone acaecieron. Es un curioso trabajo al que
acompañan grabados de la vista de la venta en que tuvieron lugar varias aven-
turas de la parte I, del Quijote, de la plaza de Argamasilla, de la casa llamada
de Medrano, y de la iglesia y plaza del Toboso.
El segundo escrito, que va en el número correspondiente al 21 de Mayo, es
una sentida narración de las memorias que á la mente del autor acudieron
cuando visitó en Argel los sitios que fueron teatro del cautiverio de Cervantes.
Acompaña un grabado del Jardín de Azan.
234. — Nota de las personas que intervienen en la Historia del Ingenioso
Hidalgo Don Quijote de la Mancha. — Resumen, por orden crorftoló-
gíco, de las principales aventuras del Ingenioso hidalgo Don Qui-
jote de la Mancha.
Dos curiosos y útiles trabajos que figuraron en el Semanario pintoresco es-
pañol del año 1850; revista ilustrada de Madrid. El primero empieza en la pá-
gina 129, y el segundo en la 145.
235. — Cervantes vindicado en ciento y quince pasajes del texto del In-
genioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, que no han entendido,
ó que han entendido mal, algunos de sus Comentadores ó críticos,
por D. Juan Calderón. — Madrid, imprenta de J. Martín Alegría,
1854.
En 8.° de XXIII, 256 pág., muy bien impresas en excelente papel.
i64 Notas y comentarios al Quijote
Obra postuma, precedida de un prólogo de D. Luis de Usoz y Río, en el
cual se lamenta de la falta de ediciones clásicas de nuestros mejores autores, es-
pecialmente de Cervantes, en que se depurase y corrigiese concienzudamente el
texto por la Academia Española. La peculiar ortografía del Sr. Usoz sustituye
la c por 2 delante de e, /, y usa la /latina como conjunción.
Explica el autor muchos pasajes que ha encontrado defectuosos el Sr. Cle-
mencín, probando con acertadísimas razones, que dicho comentador ha enten-
dido mal el texto en unos, y en otros ha querido ver defectos de impropiedad
que no existen.
La obra está escrita con admirable claridad y ajustado buen criterio. Pero
éste se anubla cuando, interpretando malamente, en la nota 28, las irases qtu
por tales os juzgué y tuve siempre, dirigidas por Don Quijote al bachiller Alonso
López, supone Calderón que Cervantes tenia por Batanases á todos los indivi-
duos del clero; y que el respeto que en sus obras muestra por ellos es forzado y
por miedo á la horca y á la Inquisición.
Calderón, refugiado político en Inglaterra, se hizo allí protestante.
236. — Nachtragezur Geschichte der dram. Literatur und Kunst in Spa-
nien. Yon A. Friedr. v. Schack. (Adiciones á la Historia de la li-
teratura y del arte dramático en España). Frankfurt amMein, 1854.
Eq 8 ° m. de VI. 107 pág.
En la pág. 1 2 y siguientes describe la siguiente rara composición dramática,
impresa en Toledo; «Cortes de la Muerte, á las cuales vienen todos los estados:
y por via de representación dan aviso a los bivientes y doctrina a los oyentes.
Dirigidas por Luis Hurtado de Toledo al invictissimo Señor D. Phelipe, Rey
de España y Inglaterra su Señor y Rey. Año de 1557 »
Dice Schack que de la dedicatoria resulta que, empezó la pieza Miguel de
Carvajal y acabóla Hurtado. Y como comentario añade: «probablemente al ha-
blar Cervantes en el Quijote del auto de las Cortes de la Muerte, se refiere á
una composición posterior de igual asunto que ésta>.
Incluyóla en el t. XXXV de la Bibs<^ de autores españoles (año de iSjj), su
compilador D. Justo de Sancha quien pudo cotejar el ejemplar impreso con una
copia m. s. que llevaba al frente esta nota: tNo serla imposible que esta com-
posición sea el Auto de las Cortes de la Muerte de que se hace mención en el
Quijote. La fecha, el titulo y hasta la indicación de algunos de los personajes lo
hacen presumir con harto fundamento.»
237. — Cavanilles (D. Antonio). — Diálogos. Cervantes.
En la Revista de Ciencias, Literatura^ etc., de Sevilla, t. IV, pág. 341, (1859).
Elstos diálogos se coleccionaron luego en un tomo.
238. — A los profanadores del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la
Mancha. Crítica y algo más, por el Diablo con antiparras. — Madrid,
imprenta de M. Galiano, 1861.
En 8.° de 32 págs.
«Folleto en verso y prosa contra D. Ventura de la Vega y D. J. E. Hartzen-
busch. He oído decir que lo escribió D. M. Fernández y González. >
(Asensio, catálogo de obras referentes á Cervantes, 1872.)
Notas y comentarios al Quijote 165
239. — Comentarios de D. Nicolás Diaz de Benjumea.
Como mi intento ha sido en esta sección dar solamente noticia de los comen-
tarios á la forma del Quijote, rae limitaré á señalar ligeramente alguno de los
pocos que hay esparcidos en las obras de Benjumea, quien se ha dedicado más
seriamente á comentar el espíritu de la inmortal novela, es decir, á buscar en
ella un simbolismo; y de esto en su lugar correspondiente daré cuenta [Sec. VIII].
La Estafeta de Urganda, ó aviso de Cid Asam-Ouzad-Benengeli, sobre el
desencanto del Quijote, por D. Nicolás Díaz de Benjumea. — Londres, 1861, en
8.° de 1 86 1, pág. 16 y siguientes: el título de Ingenioso lo constituye la máquina
poética del Quijote;» «es la síntesis de la obra». — Pág. 26: «Que Dulcinea sea
el alma objetivada del hidalgo, se comprueba también por la observación del
nombre de Aldonza, leve modificación del Alfonsa, ó lo que es lo mismo Alon-
so, que es terminación en el género femenino de Alonso^ nombre del hidalgo. »
Mal se compagina esta alambicada interpretación con la que nos da el docto
Covarrubias, contemporáneo de Cervantes: « A Idonga, nombre en España, an-
tiguo y ordinario... Al, es artículo y el nombre don(a está corrompido de dolze\
esta conjetura se toma de que... á doña Dolze hija de Gilberto, conde de la
Provenga, que casó con don Ramón Arnaldo, conde de Barcelona, corrompido
el vocablo, y añadiéndole el artículo arábigo, la llamaron doña Aldonga, y de
allí en adelante las demás se llamaron Aldongas.» — Pág. 33. «Una de las correc-
ciones mas importantes por su valor relativo es la que se reclama la quinta dé-
cima de Urganda, en la que el verso octavo debe ser el noveno y el noveno el
octavo, porque variándolos se entienden, y como están, no tienen sentido; y ad-
vierto á los lectores, que menos daño causan cien erratas en el cuerpo de la no-
vela, que una sola en los versos de Urganda.»
Estas y otras notas y comentarios amplió, desarrolló y modificó Benjumea en
las extensísimas que compuso para la monumental edición del Quijote, impresa
en Barcelona por los señores Montaner y Simón (1880-83, 2 ts. F."). Allí podrán
ver y examinar los apasionados por el Quijote, un comento en el que, quitado
el simbolismo peculiar y extraño que el insigne crítico quiere encontrar en la
inmortal novela, hallárase mucho que admirar. Benjumea ha estudiado el Qui-
jote profunda y detenidamente.
Terminaré con un humorístico artículo del Sr. Benjumea. En Septiembre
de 1875, publicó en la Crónica de los Cervantistas un «Ex prólogo al Mensaje de
Merlín», en el cual, con adecuado estilo cervantesco, aconseja irónicamente á
Merlln que se deje de comentos filosóficos y luzca su ingenio, «en cosas de mas
sustancia, diciéndonos p. e. cuantos palos, puñadas, coces y mojicones recibió
Don Quijote en el discurso de sus aventuras, ó, qué se hizo del mozo de campo
y plaza que servía á Don Quijote, ó bien averiguando la edad, casta, alzada y
señas del infortunado jumento, inocente causa de los disturbios que se narran
en la aventura del rebuzno». No puede negarse que la ironía es profunda y nada
inoportuna.
Impugnando algunas aseveraciones de La Estafeta de Urganda, insertó don
José M.* Asensio, en El Porvenir de iS6j, periódico de Sevilla, varias cartas
que unidas á otras posteriores referentes al Correo de Alquefe, formaron un in-
teresante folleto publicado por su autor en 1870 [267].
240. — Carta de Fígaro á D. Nicolás Díaz de Benjumea, autor de La Es-
tafeta de Urganda. — En el Fígaro periódico satírico de Madrid, nú-
mero i.°, 15 de Enero de 1862.
i66 Notas y comentarioa al Quijote
«Es aguda burla, aunque muy acentuada, de los anagramas hechos por el se-
ñor Benjumea en la Estafeta de Urganda.t
(J. M. Asensio, Nota ae libros s... Cervantes, 1885.)
Sobre La Estafeta de Ur ganda escribió un Juicio D. Miguel Morayta en la
Revista Ibérica de Ciencias, Literatura... de Madrid, tomo II, (1861-63) y varios
trabajos, D. C. A. de la Barrera, D. J. E. Hartzenbusch y D. Juan Valera.
241. — El Potro de Córdoba. — El Museo Universal, 26 de Julio de 1863.
Artículo de D. Luis María Ramírez y de las Casas Deza, en el que se des-
cribe este lugar citado en el Quijote. Le acompaña el grabado de la fuente del
Potro.
242. —El Quijote y la Estafeta de Urganda. — Ensayo crítico, por don
Francisco M. Tubino. — Sevilla imprenta La Andalucía, 1S62.
Ea 8.0 de 196 pág.
Rebate el ilustre crítico el comen tariq filosófico del Sr. Benjumea, demos-
trándole que no hay sentido oculto en el Quijote, cuya fama encuentra «en su
crecido valor como creación artística, en el ingenio con que fué imaginada, en
la gracia inimitable que la vigoriza y en el profundo sentido humano que la en-
traña...»
243. — La Almadraba de Zahara y Cervantes.
Artículo en el Eco del campo de Gibraltar, periódico de Cádiz, el año
de 1863.
244. — Don Quijote... Argamasilla, 1863.
Cuatro ts. en 16.
— Don Quijote... Argamasilla, 1864. — Textos corregidos por don
Juan E. Hartzenbusch.
Cuatro ts. en 4.°
Al describir estas ediciones [I, 138, 159], ya he dado cuenta de las impor-
tantes enmiendas del Sr. Hartzenbusch; así como de las infinitas y arbitrarias
variantes que introdujo en el texto, dejándolo desfigurado y alterado de una ma-
nera lastimosa en más de 700 pasajes. El Sr. Hartzenbusch ocupaba un eminente
lugar en las letras españolas, todo el mundo lo sabe y lo reconoce; pero de nin-
gún modo podemos concederle autoridad bastante para enmendar la plana á
Cervantes, ni aceptar como texto puro y genuino déí^QuiJote el de las espurias
ediciones argamasillescas.
La Academia Española desautorizó tantas alteraciones, como no podía me-
nos de hacerlo, y según lo verá luego el lector. Quizás esa solemne y oficial des-
autorización y el sinnúmero de impugnaciones que á sus variantes se hicieron,
causaron mella en el ánimo del ilustre literato, y le movieron á estampar una
retractación al final de una polémica con el Sr. Mainez, en Mayo de 1876,
( Crónica de ¡os Cervantes, año II, pág. Zji.)
Notas y comentarios al Quijote 167
245. — Nuevas investigaciones acerca de la vida y obras de Cervantes,
por U. Cayetano Alberto de la Barrera. — Notas á las nuevas inves-
tigaciones, etc.. — Madrid, Rivadeneyra, 1863.
Si interesantes y notables son los detalles biográficos que este trabajo con-
tiene, segiín he dicho antes [44], no lo son menos los datos referentes á notas
y comentarios en los que muestra el insigne cervantista su portentosa erudición.
«La aprobación dada por el licenciado Márquez de Torres (á la 2.^ parte del
Quijote), nos ofrece un testimonio irrefragable del aprecio que Cervantes y sus
obras merecian en los países extranjeros.»
El texto de esta encomiástica aprobación lo doy, extractado, en la sección
«Cervantes juzgado por los españoles.»
Analiza La Barrera la carta, en tercetos, descubierta entonces, que Cervan-
tes captivo, dirigió á Mateo Vázquez, y de que he dado cuenta en el tomo I, de
esta Bibliografía [403].
En la nota i.^ cita doce escritores que han llevado el nombre de Cervantes,
y que florecieron desde mediados del siglo xvi al xvu.
En la nota 4 da algunas noticias de Ascanio Colonna, Mecenas del Viaje del
Parnaso, y después habla de las notas que puso Barrera al Canto de Calíope,
que «completaron en algún modo la tarea del insigne escritor, y proporcionan
datos de grande interés y curiosidad acerca de los ingenios que con él seguian
relaciones amistosas».
La nota 5, se refiere á los motivos de la delación de Blanco de Paz, y sus
consecuencias. Dice; «¿Podrá creerse, pues, desatinada la suposición de que, res-
catado á su vez y vuelto á España, lograse convertir en mérito su crimen, por
los secretos y poderosos medios que le facilitaba su estado, y valiéndose tam-
bién de ellos, interponer un obstáculo insuperable á las pretensiones de Cer-
vantes?» En esta conjetura se pone el Sr. La Barrera al lado de Benjumea; en
cambio, se aparta de él cuando el último censura á Navarrete porque dijo que
«el origen de la desventura de Cervantes estuvo en alguna imprudencia suya».
El Sr. La Barrera cita varios pasajes de Cervantes y, entre ellos, aquel pasaje
del 7ía/í del Parnaso:
Tu mismo te has forjado tu ventura,
Y yo te he visto alguna vez con ella,
Pero en el imprudente poco dura,
para justificar la opinión de Navarrete.
En la nota 6, rebate esta opinión de Benjumea: «Yo, no creo, (pág. 34 de su
I Estafeta de Urgandd) que el Quijote se escribió en una cárcel, porque fué obra
de toda su vida (de Cervantes), y porque veo en la alusión del Prólogo una
mera metáfora...» El Sr. La Barrera aduce las mismas declaraciones de Cervan-
tes, las del falso Avellaneda, y las tradiciones ya conocidas < para concurrir á
demostrar: que la fábula y muchas alusiones del Quijote se enlazan con los su-
cesos ocurridos á su autor en la Mancha».
La nota 7, está dedicada á la descripción de las dos primeras ediciones de
La Tía fingida^ y la nota número 8 á la ligera mención de unos versos sueltos
de Cervantes, que dio á conocer el Sr. D. Juan Colón y Colón, y á la reseña sa-
cada de algunas lecciones del Soneto o^ms. Cervantes escribió ala vista del túmulo
de Felipe 11. He tratado estas materias, con toda extensión en el tomo I de
t^ií Bibliografía, [262], [390] y [391].
1 68 Notas y comentarios al Quijote
La nota 9, abraza muchas é importantes materias, tratadas por el Sr. Bañera
con exquisita erudición y delicado gusto.
«Conviniendo — dice el Sr. La Barrera, — con las opiniones emitidas acerca
del trascendental objeto que, al escribir su libro sin par, se propuso el principe
de nuestros ingenios..., declararé ante todo que respecto de las embozadas alusio-
nes que encierra el Quijote, y á cuyo descubrimiento han contribuido mis publi-
cadas tareas, no me hallo, por punto general, de acuerdo con las explicaciones
y conjeturas del señor Benjumea, y que disto mucho de sus opiniones relativas
á la persona y sucesos de Cervantes, sobre cuyo extremo he tenido ya ocasión
de impugnarle.» Objeto que se propuso Cervantes en la composición del QmjOTS.
Hallaráse el parecer del Sr La Barrera en laSec. 8.* de tsxz. Btblografia: «Cer-
vantes juzgado por los españoles.»
Alusiones relativas á los sucesos de Cervantes en la Mancha. — Enlazando
el Sr. La Barrera las noticias tradicionales correspondientes á la Argamasilla,
con las palabras que encabezan el Quijote, con los ridiculos sonetos que puso
Cervantes al fin de la primera parte, y con la dedicatoria del Quijote tordesilles-
co, evidencia que es Argamasilla el pueblo que supone Cervantes ser la cuna de
su héroe; y conjetura que el Tiquitoc, autor del epitafio para la sepultura de Dul-
cinea, es el sacristán del pueblo, alusión que dice, descubrió en los siguientes
versos que en la comedia Los Baños de Argel, pone Cervantes en boca del sa-
cristán cautivo:
|Oh campanas de Espafial
{Cuándo haré el tiq y el toq
Refiere las indagaciones del Sr. Hartzenbusch acerca de la tradición arga-
masillesca que designa á D. Rodrigo Pacheco como la persona representada y
satirizada por Cervantes en la figura de Don Quijote [41]; menciona las noticias
tradicionales adquiridas por D. J. Jiménez Serrano en Argamasilla, según las
cuales al matrimonio de Cervantes con D.^ Catalina de Palacios se había opuesto
un primo de ésta apellidado Quesada, á quien llamaban Quijada por mote; el
cual, años después, influyó para que Cervantes fuese en aquel pueblo atropellado,
y preso en la casa del alcalde Medrano.
Examina y comenta las observaciones anagramáticas del Sr. Clemencín y
del Sr. Hartzenbusch, relativos á la personalidad de Dulcinea para probar que
en este tipo ideal., aludió Cervantes á Ana Zarco de Morales que «debió nacer
antes de 1557, en que dan principio los libros de la parroquia del Toboso, puesto
que no existe en ellos su partida de bautismo».
Al hablar de la conjetura del Sr. Benjumea, quien opinó que el amor del
caballero no es el amor de Aldonza, sino el de la sabiduría, y que Dulcinea es el
alma de Quijano objetivada, el anagrama exacto de dina luce, dice el Sr. La
Barrera. «Mal se avendrá esto con el burlesco tono que Cervantes emplea cons-
tantemente al hablar de la blanca paloma tobosina, etc.»
Reproduce luego y amplia las conjeturas que acerca de las relaciones entre
Cervantes y Lope de Vega desarrolló Hartzenbusch en su excelente trabajo úr
tulado «Cervantes y Lope en i6os.»
He aquí sus principales adiciones, y rectificaciones:
«¿No pudo, pues, (Lope) encontrando á Cervantes en aquella ciudad (Sevilla),
así durante la primera época citada de 1601, cono en fines del siguiente año ó
principios de 1603, enemistarse con él por cuestiones literarias, y conocer en-
tonces en parte el Quijote, de que á poco tiempo, y antes de su publicación, ha-
bló con notable desprecio?»
«Observa Hartzenbusch que el nombre de doña Catalina Zamudio, de quien
Notas y comentarios al Quijote 169
se estampan versos panegíricos al frente de La Hermosura de Angélica, es ana-
grama imperfecto del de Camila Lucinda... y que en los versos dtl soneto de la
señora Oriana á Dulcinea del Toboso, pudiera quizás buscarse alguna otra alu-
sión á Camila Lucinda, que no escapó muy honestamente de sus amoríos con
Lope. A esta, en efecto, muy probable alusión, á la coincidencia, que yo advierto
ahora, de ser el nombre de Dulcinea casi perfecto anagrama del de Lucinda, y
á otros indicios de que más adelante haré mérito, me referí al indicar que las
conjeturas apoyadas en los curiosos datos publicados acerca de la toboseña Ana
Zarco de Morales perdían ya gran parte de su probabilidad.»
«La misma carta inserta en el Peregrino... contiene otros (pasajes) de grande
importancia para estas Investigaciones. La da principio el ilustre ingenio, lla-
mando á Lucinda serrana hermosa. Pinta seguidamente su amarga despedida
de ella cuando, según expresa, hubo de venir á Toledo, dejándola en Sevilla,
por el año de 1601... y describiendo su viaje dice Lope:
Llegué Lucinda al fín
A la aspereza de un lugar pequeño,
A quien de murtas y peñascos viste
Sierra Morena, que se pone en medio
Del dichoso Ingar en que naciste.»
«... el dichoso lugar de la serrana hermosa debia mas bien de estar situado
en la parte manchega de Sierra Morena... ]Por qué extraña coincidencia fueron
las breñas de Sierra Morena el sitio donde el Ingenioso Caballero hizo tantas
finezas de enamorado, y lloró ausencias de Dulcinea del Toboso, manchega, como
la desconocida Lucindal»
«En 1605 tuvo Lope, de su ilegitimo trato con doña Maria de Lujan, á Mar-
cela. ¿Era por ventura doña Maria la encubierta Lucinda, en cuyo seudónimo se
conservan cuatro letras y la primera silaba del apellido Lujan? Yo me inclino á
creerlo asi.»
Alusiones al supuesto Avellaneda. Trataré de ellas al hablar del falso Quijote
(Sec. IV «Imitaciones del Quijote).»
Alusiones á otras personas 6 cosas., y á sucesos más 6 menos determinados.
1.° Se refieren sencillamente: á la reprensión del eclesiástico delante de los
Duques; á la sentencia dada contra Sancho en los simulados funerales de Altisi-
dora; y á la singular aventura del cuerpo muerto. En estos pasajes, admite el se-
ñor La Barrera las opiniones de los anteriores comentaristas.
2.° Se hace cargo el ilustrado anotador de los lugares del Quijote que pu-
dieron prestar fundamento á la suposición de que Cervantes satirizó al Empera-
dor Carlos V, la cual no admite.
3.° Volviendo sobre el tema de las relaciones entre Cervantes y Lope de
Vega juzga que «su desavenencia, cuyo principio coincide con la publicación
del Quijote, no pasó de una interrupción en su trato... y que desvanecido su re-
sentimiento, volvieron á juzgarse con la mutua y respetuosa imparcialidad que
se halla testificada», por los mutuos elogios que después se tributaron.
4.0 Calcula el Sr. La Barrera «los distintos aspectos bajo los cuales puede
ser considerada la absurda patraña del Buscaptét. En la sección de Apócrifos,
trataré esta materia con extensión.
244.— Juicio analítico del Quijote, por D. Ramón Antequera. — Madrid,
Soler 1863.
En 8.° m. de 427 pág.
Tomo II Bj
I70 Notas y comentarios al Quijote
Ocupa gran parte de las páginas de este libro un análisis ó, mejor dicho, una
enumeración de varios pasajes del Quijote, practicada con el objeto de deducir
el pensamiento moral y filosófico que, según el autor, entrañan, y de hacer re-
saltar las máximas que encierran; el cual trabajo, de poca originalidad general-
mente, es, sin embargo, bastante entretenido, por más que el autor, á veces,
emite conceptos ininteligibles.
Más, el objeto principal del crítico, ha sido hacer ver que muchos de los per-
sonajes que figuran en el Quijote tuvieron existencia real y verdadera, que eran
vecinos de Argamasilla, y que á quien tomó Cervantes por tipo para representar
á Don Quijote, fué D. Rodrigo Pacheco de Quijana. Ingeniosas son las conjetu-
ras que el autor expone para apoyar su afirmación, y cuando menos revelan la-
boriosidad y espíritu de investigación recomendables; si bien, con el anhelo de
sacar su tesis triunfante da demasiada importancia y presta sobrada credulidad
al sin número de tradiciones que referentes á Cervantes en los pueblos de la
Mancha se conservan. Esto le induce á apuntar conjeturas tan poco acertadas
como las siguientes: «Partiendo del principio de que Cervantes había ya pensa-
do escribir un libro de caballería antes de los sucesos de Argamasilla, lo que
debió suceder es, que ya una vez preso por efecto de la locura de Quijana, los
acontecimientos todos inspiraron su mente poética, y de aquí que concibiese la
idea de escribir su Quijote, tomando por tipo á Quijana...» «no continuó Cer-
vantes la segunda parte, hasta que se vio precisado á hacerlo por la aparición
del de Avellaneda sin la cual no hubiera escrito la suya Cervantes, por lo que
parece todo fué providencial en el Quijote; la i.' parte la escribió por los suce-
sos de su prisión, y la segunda por precisarle á ello Avellaneda». Asaz deslum-
hrado en los tales juicios ha andado el cervantista filo-alcazareño.
El Vin y penúltimo capítulo de su libro lo dedica el Sr. Antequera á querer
demostrar que Cervantes no es hijo de Alcalá, sino de Alcázar de S. Juan, em-
pleando para ello sutilezas y tortuosidades que le hacen caer en contradicciones,
y no pueden destruir lo que patentemente está probado.
En un artículo titulado: «Cervantes Saavedra y el Quijote» que vio la luz en
el número 7 de Octubre del afio 187 1 de la Crónica de los cervantistas, se con-
gratula el Sr. Antequera del movimiento iniciado para profundizar más y más el
sentido y mérito del Quijote, y ofrece seguir ocupándose en ello.
245. — Pastor y Bedoya (D. Enrique). — Cervantes. — Revista Ibérica de
Ciencias, Política, Literatura, etc. — Madrid. — Galiano, 1861 á 1863,
tomo VII, pág. 225.
(Asensio, Notas de libros... iSSj)
246. — Sobre La Estafeta de Urganda, escrita por D. N. D. de Benjumea.
Artículo crítico del Sr. D. Juan Valera, rebatiendo el Comentario filosófico
del Sr. de Benjumea. — Ocupa las págs. 158 á 190 del tomo lí, de los Estudios
críticos sobre literatura, de D. J. Valera, Madrid, 1864.
Las conclusiones del Sr. Valera pueden condensarse en estas frases: «Persis-
timos en creer que no hay tal simbolismo, que en el Quijote todo es claro, y que
las filosofías que el Sr. Benjumea piensa hallar en el Quijote, son sus propias filo-.
Sofías.» En la Sección VIII amplificaré este punto.
247. — Sobre la Dedicatoria del Quixote.
Notas y comentarios al Quijote 171
Artículo de D. J. E. Hartzenbusch en el niím. del 24 de Abril de 1864, del
periódico de Madrid, Las Noticias. En él se trata un asunto nuevo y verdade-
ramente notable. El eminente escritor descubrió, y da de ello cumplida prueba
y detallada cuenta, que la dedicatoria del Quijote está formada con palabras y
cláusulas de la dedicatoria de las obras de Garcilaso. hecha por Fernando de
Herrera, y del prólogo del Lie.'''' Francisco de Medina, publicados en Sevilla el
año 1580, esto es, 15 años antes. El comentario del Sr. Hartzenbusch á tan asom-
broso hecho, es atinado: «Cuando Cervantes, se valió, para su dedicatoria, de
trabajos ajenos, algún poderoso motivo á ello le impulsó.»
En el núm. del día 26 del mismo mes, del propio periódico, escribió el se-
ñor Benjumea otro articulo aceptando las observaciones del Sr. Hartzenbusch; y
con tal motivo pasa á negar la tradición que Ríos contó de haber Cervantes
leído el Quijote al Duque de Béj^r, y tacha á éste de ignorante y estúpido.
248. — Notas al Quijote, por los Sres. Janer y Fernández Cuesta, en la
ed. de Gaspar y Roig. — Madrid, 1864.
En 4.0
Las correcciones del Sr. Fernández Cuesta demuestran buen estudio del Qui-
jote, y son algunas de ellas apreciables; otras, un tanto aventuradas. Pondré unas
cuantas de las más esenciales:
EDICIÓN PRÍNCIPE, MADRID, l6o5 EDICIÓN COR. POR FERNÁNDEZ CUESTA
Fol. 84, línea 13:
Olvidábaseme de decir, que advierta vi estra Olvidábaseme de decir, dijo al marcharse el
merced. bachiller á Don Quijote, que advierta á vues-
tra merced.
Fol. 108 vuelto, línea 20:
se apcasse á tomarlos. ayudase á tomarlos.
Fol. III, línea 9:
que se apease del asno, y atajase. que atajase.
Fol. 120 vuelto, linea 13:
con su jumento. como sin jumento.
(Con estas tres últimas variantes quiere arreglar el corrector el contrasentido
de aparecer Sancho con su jumento después de habérselo robado Ginés.)
Fol. 158, línea 22:
mis fuerzas ó mis disculpas. mis fuerzas ó mis repulsas.
EDICIÓN PRÍNCIPE, I615 EDICIÓN COR. POR FERNÁNDEZ CUESTA
Fol. I, línea 9:
casi un mes sin verle. casi un año sin verle.
Fol. 37, linea 32:
con voz no muy desmayada. con voz mansa y desmayada.
Cap. X. — Fol. 32:
«Llegando el autor, etc (Este curioso principio del capítulo, lo tras—
» lada el Sr. Fernández Cuesta al cap. XVII; al-
teración que ya censuré al hablar de la edi-
ción de Hartzenbusch), [I, 138].
lya Notas y comentarios al Quijote
Las notas del Sr. Janer se reducen á tres ó cuatro, al principio de la obra.
La siguiente puesta al final del prólogo de la parte i.", es digna de mención:
fAun á nuestros días llega la fina sátira de Cervantes, pues atribuyendo en su
prólogo & Horacio y á Catón versos de otros autores, se burlaba de ios que en-
tonces y ahora han querido dar pruebas de conocer á fondo ciertas obras cuando
apenas saludaron sus primeras páginas.»
249. — Comisión de corrección del Quijote, por la Real Academia Espa-
ñola.
En el afio de 1865 la Real Academia Española aprobó un proyecto, ya in-
dicado años antes, cuyas bases esenciales fueron éstas:
«i.^ Se nombrará una Comisión de cinco individuos para preparar una edi-
ción del Quijote convenientemente ilustrada, en 4 tomos del mismo tamaño que
la del siglo anterior, sin láminas ni viñetas; justificando con autoridades de los
siglos XVI y XVII los puntos dudosos en materia de lenguaje, facilitando con no-
tas la inteligencia de los históricos, y procurando que el texto jamás se aparte de
la lección más autorizada.
2.* Cuidará la Comisión, juntamente con el Sr. Bibliotecario, de formar
una Biblioteca especial de Cervantes^ no perdonando medio para reunir cuantas
ediciones de sus obras puedan haberse á la mano, así como de las versiones que
se han hecho de ellas en distintas lenguas, y de cuanto se ha impreso relativo al
incomparable escritor.
3.a Valiéndose de los medios que para ello estime á propósito, formará la
Comisión el índice de palabras del Quijote.^-)
Nombrados los Sres. D. J. E. Hartzenbusch, D. Fermín de la Puente y Ape-
chea, D. Aureliano Fernández Guerra, D. Manuel Cañete y D. Francisco Cu-
tanda para formar la Comisión, ésta se reunió celebrando su i.* sesión el 9 de
Noviembre de 1865 bajo la presidencia del Sr. Hartzenbusch, actuando como
Secretario el Sr. Cutanda. Se designaron las ediciones que debían servir para el
cotejo, y se acordó disponer ejemplares de la edición de la Academia de 1819,
intercalando una hoja en blanco al lado de cada una de las de texto para anotar
en ellas las variantes y las varias lecciones que resulten del cotejo.
Emprendió con fructuoso celo sus tareas la Comisión, presidiendo en la tan
laboriosa tarea de depurar el texto, el laudable criterio de respetar el genuino
de las primitivas ediciones. Pero como acerca de este criterio hubiese discordan-
cia por parte del Sr. Hartzenbusch, quien quería se hiciesen enmiendas en al-
gunas cláusulas tal como él las había hecho en sus ediciones de Argamasilla,
suscitóse una empeñada discusión en la que la mayoría de la Comisión sostuvo
«que no se creian llamados á introducir variantes...; antes bien, se limitarían
siempre á purificar el texto, restituyéndolo á lo que salió de la pluma de Cer-
vantes, de quien nunca se constituirían en censores». El Sr. Presidente propuso,
y así se acordó, que se llevase esta dificultad á la resolución de la Real Aca-
demia.
Continuó la Comisión su cometido, imperando siempre el criterio de respe-
tar, en su esencia, el texto de las ediciones publicadas en vida de Cervantes, y
en la sesión de 8 de Febrero de 1866, se dio cuenta de una carta del Sr. Hart-
zenbusch en la que «manifestaba que, convencido de que no debía pertenecer á
la Comisión del Quijote porque no le entendía, cesaba de concurrir desde el mis-
mo día á las sesiones de ella». La Comisión oyó con sentimiento esta manifesta-
ción, abrigando sin embargo la esperanza de que al fin no llegaría el Sr. Hart-
zenbusch á insistir en su propósito; esperanza que se realizó, por cuanto el se-
Notas y comentarios al Quijote 1 73
ñor Hartzenbusch volvió á asistir á las sesiones desde la próxima de 16 de Fe-
brero. En la del 19 de Abril, el Sr. Secretario, después de dar una descripción
de las notas del Sr. Cabrera opinó que deberían considerarse como si fuesen
una edición más que consultar para el objeto que les estaba encargado.
Continuaron los trabajos en las sucesivas sesiones; en la de 21 de Noviembre
de 1867 se terminó el cotejo hasta el fin del cap. XXVII, en el cual terminaba
el tomo I de la edición proyectada; y en la siguiente sesión de 28 de Noviembre,
se dio cuenta de que estaba acordado y aprobado por la Real Academia, que
se procediese á la publicación de dicho tomo I, tan pronto como estuviesen ter-
minados los trabajos necesarios. Efectivamente, hecha la corrección de esta parte
del texto, adoptando alguna de las enmiendas del Sr. Cabrera, siempre bajo el
criterio de conservar la lección tal como salió de la pluma de Cervantes, la Co-
misión dedicó sus sesiones posteriores á acordar la forma y condiciones de la
nueva edición, para la impresión de la cual se examinaron varias muestras y pre
supuestos presentados por diversos impresores sin que recayera todavía elección,
por cuanto la impresión de una edición monumental y tan importante como la
que la Academia proyectaba, requería maduro y detenido examen. También se
trató de si la nueva edición saldría con láminas, inclinándose el Sr. Director y
la mayoría de la Comisión á la resolución afirmativa, contando con que podrían
aprovecharse probablemente algunos dibujos del eminente profesor Sr. Haes,
pero no se tomó formal acuerdo. Además de las reseñas que para dar cuenta de
sus fructuosos trabajos la mencionada Comisión formuló, hay entre otras, las si-
guientes laudabilísimas premisas de su recto é ilustrado criterio en la corrección
del texto del Quijote.
cLa Comisión hace profesión desde el principio, de su devoción humilde,
culto hasta supersticioso á todo lo que sea de Cervantes, — «¿cuál serla su volun-
tad?»— esto pregunta á todas horas, y en descubrirla y averiguarla, no en adivi-
narla, cifra todas sus esperanzas de aigiin acierto. »
« Cualquier escritor es dueño de idear un sistema entero de correcciones y en-
miendas en el texto del clásico, objeto de sus meditaciones y estudio. Esto vemos
que sucede ya con las edicionos de Argamasilla, buscadas y apreciadas desde que
se anunciaron, gracias, más que á otra cosa, á la conjianza que á todos inspiraba
el nombre del juicioso corrector y anotador. La Real Academia Española no
puede proceder de este modo, ni reproduciendo ediciones agenas, ni formando un
sistema nuevo de correcciones al Quijote.»
Todo cuanto he relatado, sacado fielmente del libro de actas de la Comisión
del Quijote, que la Real Academia, con una benevolencia para mí honrosísima y
nunca bastante encomiada, me ha franqueado: todo ello, repito, atestigua cum-
plidamente la solemne desautorización que este sabio cuerpo literario dio á las
variantes de las dos ediciones impresas en Argamasilla.
Y si esta desautorización no se hizo piíblica, y si la Academia no pudo dar á
luz la lujosa y correcta edición que estaba preparando, debióse á varios hechos
que autorizadísimas personas me han referido en los siguientes términos:
«La Comisión del Quijote celebró en 5 de Marzo de 1868 una sesión, que ha
sido la última, en la que se acordó someter á la Real Academia el presupuesto
de la edición, que ascendía á Rvn. 65,400 para una tirada de 1,000 ejemplares.
En tal estado las cosas, vino la revolución y declarada libre la Gramática, la
Academia se encontró sin los recursos necesarios, y además alcanzada de una
cantidad importante debida á los acreedores, no teniendo medios para empren-
der la impresión del tomo del Quijote. Posteriormente la muerte del Sr. Hart-
zenbusch, y el no haber parecido entre sus libros los trabajos de la edición pro-
yectada que tenía en su poder, así como alguna de las raras ediciones que po-
seía la Academia, forzaron á renunciar por entonces á la realización del pensa-
miento.»
174 Notas y comentarios al Quijote
250. —La Comisión de corrección del Quijote no poniendo en olvido
otra de sus tareas, procuró recoger y dar cuenta de todos los escri-
tos y noticias referentes á Cervantes y á sus obras.
En sesión de 21 de Diciembre de 1865 el Sr. de La Puente presentó un dra-
ma en verso que había recibido, titulado Amor del Genio, precedido de un ex-
tenso prologo «en el que, — dijo, — su autor, D. Manuel Víctor Garda propone
nada menos que un sistema enteramente nuevo explicativo del lugar y de mu-
chos de los personajes á que Cervantes alude en su inmortal obra.»
En sesión de 22 de Marzo del propio año, el Sr. Fernández Guerra anunció
«haberse presentado un sujeto proponiendo la cesión de los trabajos manuscri-
tos del Académico D. Ramón Cabrera, referentes á corrección del Quijote. Exa-
minadas y resultando que las del Sr. Cabrera son en general atinadas, la Comi-
sión acordó proponer á la Academia su adquisición una vez que no pareció muy
excesivo el precio de dos mil reales que por ellos se pedía.»
251. — Demostraciones críticas para los lectores de el ingenioso hidalgo
Don Quijote de la Mancha, impreso en Argamasilla de Alba, por
D. Zacarías Acosta.
Comprende varios artículos insertos en el Museo Universal del 1 1 de Di-
ciembre de 1864, y en diversos ntimeros, desde Enero hasta 2 de Julio de 1865.
En este trabajo impugna el Sr. Acosta, con razonada crítica, cerca de 50 de
las 705 variantes introducidas en el texto del Quijote por el Sr. Hartzenbusch.
En el número 48, correspondiente á 28 de Noviembre de 1865, del mismo
Museo Universal^ salió nn artículo anónimo en defensa del Sr. Hartzenbusch,
poniendo de relieve la gloria que le cabe por algunas de sus importantes correc-
ciones, pero confesando tácitamente que pudo errar en las variantes que el se-
ñor Acosta impugnó.
En otro artículo publicado en el mismo Museo Universal del 4 de Marzo
de 1866, titulado: «Otro pasa-volante á las Demostraciones críticas, etc.,» insiste
el anónimo en que son admisibles las variantes de Hartzenbusch, y en un tercer
artículo, firmado A, que salió en el siguiente número de Marzo, se trata de de-
fender dos de dichas variantes, prometiendo seguir otro día hablando de ello.
El Sr. Acosta repitió más tarde sus impugnaciones. Y en los números
49 á 52 del mismo año 1865, y en los del i á 5, 6 y 7, 11 á 15, y 18 al 28 del
año 1866 de la citada Revista madrileña, toma el propio Sr. Hartzenbusch su
defensa en varios artículos, bajo este epígrafe: «Reparos á unas demostraciones
críticas, etc...,» esforzándose en probar que los pasajes por él corregidos estaban
viciados por culpa del impresor ó del copiante, no de Cervantes. Para terminar,
saca á colación algunas variantes suyas de que no habla el Sr. Acosta, y recuerda
que éste cita tan sólo la edición chica de Argamasilla, siendo así, que, en la
grande se hicieron varias enmiendas á aquella.
252. — ¿Quién fué Don Quijote? Artículo de D. Manuel Víctor García en
el Museo Universal, del 30 de Junio de 1867.
El autor aduce varios datos para llegar á la conjetura, ya indicada por el
señor Jiménez Serrano, de que D. Alonso Quijada, tío de la esposa de Cer-
Notas y comentarios al Quijote 1 75
vantes y vecino de Esquivias, fué el que sirvió de tipo para el protagonista del
Quijote. Dice que aquel hidalgo, muy dado á las lecturas caballerescas, opuso, se-
giín la tradición de Esquivias, una injustificada y tenaz resistencia al matrimonio
de D." Catalina con Cervantes. Y concluye el Sr. García observando, que es tam-
bién de notar que en Esquivias, en la época á que se refiere el Quijote, había la
mayor parte de los apellidos con que aparecen los personajes convecinos del
héroe en dicha novela.
El Sr. Benjumea en dos artículos «Originales de Don Quijote,» insertos en
el mismo Museo Universal, de los días 5 y 12 de Octubre de 1867, juzga apre-
ciables como materia de erudición curiosa las investigaciones del Sr. García,
pero estima que «éstas y todas las análogas no han conducido hasta ahora á nin-
guna utilidad de parte de la crítica fundamental del Quijote, pues el tal vecino
de Esquivias no es más ni menos original del Quijote, que otros infinitos que
había entonces y habrá ahora y siempre, no sólo en España, sino en todo el
mundo». «El interés universal que el Quijote inspira, — dice Benjumea, — cree-
mos ser harta prueba de que las extravagancias, manías y defectos pintados por
Cervantes son universales donde quiera que hay hombres y la sociedad existe;
si fuera pintura de una observación individual, Cervantes dejaría de ser el in-
térprete de la naturaleza; hubiera pintado á un hombre, pero no á los hombres,
que es el título que conquista su gloria é inmortalidad.»
Volvió á la carga D. Manuel Víctor García con otro artículo titulado: «Mas
sobre quien fué D. Quijote», que vio la luz en la misma Revista madrileña, del
26 de Octubre; pero, modificando ya el alcance de sus conjeturas, en vista de
los artículos de Benjumea, dice: «Concluimos, pues, manifestando que estamos
conformes con el Sr. Benjumea en cuanto á su modo de ver respecto del alcance
y fundamento de la sátira del Quijote, y que ni antes ni ahora nos hemos pro-
puesto dar otra extensión á nuestras observaciones, que la puramente precisa
para autorizar nuestras noticias y acreditar la tradición en que se fundan...»
253. — Crítica de Críticas, por el Bachiller Cervántico (D. R. L. Máinez).
— Cádiz, 1867.
El Sr. Máinez contesta á la carta Comentario de Comentarios que el Sr. Asen-
sio escribió contra el Correo de Alquife, y sale en defensa de las interpretacio-
nes del Sr. Benjumea.
254. — El Correo de Alquife, ó segundo aviso de Cid — Azam — Ouzad
Benengeli, sobre el desencanto del Quijote escrito por Nicolás Díaz
de Benjumea. — Barcelona: Alou Hermanos, Editores, 1866.
En 8.0, de 8o pág.
Dedica el autor 68 págs. de su librito para hacernos creer que Sansón Ca-
rrasco personifica á Blanco de Paz, oculto y constante enemigo de Cervantes,
según Benjumea, y que Casilda es el ideal del fanatismo de la Inquisición.
D. J. M.a Asensio, que antes había ya rebatido las artificiosas conjeturas ex-
puestas en La Estafeta de Urganda, escribió un saladísimo Comentario de Co-
mentarios demostrando: que los infundados comentarios filosóficos del señor
Benjumea, son la amplificación de las opiniones del Dr. Puigblanch, que Ben-
jumea hace una cita falsa cuando dice que la Inquisición mandó expurgar del
^«yí'/í la frase: la fe sin obras es cosa muerta, puesto que la frase expurgada
Ij6 Ñolas y comentarios al Quijote
dice así: las obras de caridad que se hacen tibia y flojamente, no tienen mérito ni
valen nada.
Otro de los principales temas del folleto del Sr. Benjumea es el referente al
escudo Post tenébras spero lucem. Pero esta materia requiere capítulo aparte.
255. — El escudo Post tenébras spero lucem., que figura en la portada de
la edición príncipe del Quijote. — Su historía.
En las págs, 72 de £1 Correo de Alquife y siguientes se esfuerza el Sr. Ben-
jumea en probarnos que el escudo Post tenébras, etc., que aparece en la portada
de l?s impresiones del Quijote hechas por Juan de la Cuesta, ttiene una relación
estrecha con el espíritu del poema». Y como no podía ignorar que esa divisa es
antiquísima, hace á su modo la historia de su origen y pretende que Juan de la
Cuesta la modificó y aumentó con el lema Post tenébras..., expresamente para el
Quijote. En ambos extremos va equivocado. Para demostrarlo, empezaré repi-
tiendo, pues es aquí oportunísimo, lo que acerca de la divisa Post tenébras..., dije
al describir la edición príncipe del Quijote.^ [I, s.]: cía usó en sus armas Geoffroy
de Surgéres. Sgr, de Granges en Aunis (Poitou), hacia el año i2ios; «se encon-
tró en Lyon una placa representando la figura de un rey — emperador (Luis el
Benigno, hijo de Carlomagno), con divisa en el reverso: Post tenébras lucem fe-
licitatis judex dies ultimus, que es la divisa de los judíos de Lyon y de Ginebra».
Después consignaré que, según es ya sabido, A. Gemarthio, á mediados del
siglo XVI, usó, aunque con diferente dibujo, esa misma divisa con ese mismo
lema; que lo usa también Godínez, de Medina (Romancero, año i6o2}\ que lo
adoptó igualmente el librero Pedro de Madrigal, quien al parecer exornó y en-
riqueció la orla, añadiendo, además el león; y que así lo heredó por ñn, Juan de
la Cuesta.
El Sr. Asensio (Observaciones sobre las ediciones primitivas del Quijote año
de 1863, y Comentario de Comentarios, año de 1866), rebate extensamente
la opinión de Benjumea, y pone una lista de 13 obras (impresas desde 1570 á
16 18, por varios impresores), que ostentan el escudo con el lema Post tené-
bras.... Y á la lista del Sr. Asensio añadiré los siguientes libros:
«1600. — Forus antiquus gothorum... Excudebat Petrus Madrigal. Matr. —
Anno M.DC.
1 6 14. — Las obras de Pvblio Viriglio (sic) Marón, traduzido en prossa Caite-
llana, por Diego López Año (escudo Post tenébras). 1614, — En Madrid. Por
luán de la Cuefta.
1612. — Obras de... Garcilaso de la Vega, con anotaciones y emmiendas del
Maestro Francisco Sánchez. — Año 161 2. — En Madrid, por luán de la Cuesta.
(Bib.'^'' del Marqués de Jerez de los Caballeros').
Próximo á entrar en prensa este pliego recibo el importante libro titulado:
La Imprenta en Medina del Campo, por D. Cristóbal Pérez Pastor... Obra pre-
miada por la Biblioteca Nacional en el Concurso público de 1893, é impresa á
expensas del Estado. — Madrid. Establ. sucs. de Rivadeneira, 1895. — En 4.0
de XII, 526 págs.»
Varios son los libros citados en esta obra, impresos en Medina del Campo,
que llevan el escudo Post tenébras spero lucem. De ellos he mencionado ya al-
gunos. He aquí los demás:
Contt oversia de necessaria residentia personali Episcoporum... per fratrem
Bartholomceum Carranzam... Metince. Apud Adrianum Ghemartium. MDL.
En 16.0 En este escudo aparece la mano saliendo de una nube, y sobre la mano
el halcón, de cuyo pico sale el lema Post tenébras... No hay orla ni adorno al-
guno.
Notas y comentarios al Quijote 177
Avgvstini Dati Senensis Isagogicvs libellus in eloqutntitz praecepta... Metinct
Apud Adrianum Ghemartium. 1535. (Al fin). Mitinee. Ex Typographia Guillel-
mi de Milis, Expensis Adriani Ghemaríii, 1555: En 8.° El escudo es el mismo
anterior, encerrado en un óvalo formado por cinco rayitas concéntricas.
Introduction a los Proverbios de Séneca: Por el doctor Pero Diaz... En Me-
dina del Campo. Véndense en casa de Adrián Ghemart. M.D.LII. (Al fin). Fue
impressa la presente obra en Medina del Campo, en casa de Guillermo de Millis,
Año. M.D.LII en folio, letra gótica. Escudo igual al anterior.
Comedia Uamada Flor mea (de Juan Rodríguez Florian... en Medina del
Campo en casa de Adrián Ghemart. 1554. (Al fin)... Impressa en Medina del
Campo en casa de Guillermo de Millis... En 4.°, letra gótica.
El escudo está dibujado y grabado de nuevo con mayor pulcritud. Al rede-
dor de la divisa corre una larga cinta graciosamente ondulada con el lema Post
ienebras... y al pie la cifra del librero: >
Prouerbios de Séneca,.. En Medina del Campo por Adrián Ghemart M.DLV
en folio. Escudo igual á la edición de 1552.
Cisne de Apolo... Por Luys Alfonso de Caruallo... En Medina del Campo.
Por luán Godinez de Millis. Año de 1602.
Godinez adoptó la divisa de Ghemartio reformando el dibujo el cual con-
siste, en un óvalo con el lema Post tenebras..., exornado con un marco de estilo
plateresco, y al pie la cifra de A. Ghemartio.
Es singular que en el Romancero General, de 1602, Godinez de Millis utilizó
para el escudo, un dibujo muy diferente, de gusto barroco y más ordinario; siem-
pre con la cifra A. G.
Como se ve, Ghemartio usó tres diferentes dibujos para su escudo, y Godi-
nez de Millis los retocó y varió algo.
Lo mismo hizo luego Madrigal, añadiendo el león, y suprimiendo la cifra
A. G., pero la esencia del escudo fué siempre la misma.
Juan de la Cuesta aceptó el escudo tal como Madrigal lo usaba, y es, por
tanto, pura fantasía la del Sr. Benjumea cuando afirma que aquel impresor ideó
y trazó la divisa Post tenebras...., expresamente para el Quijote.
También es probable, según me dice el Sr. Pérez Pastor, que contengan
el escudo Post tenebras... algunos de los libros impresos en Alcalá y Madrid,
por Juan Ifitguez de Lequerica que estuvo casado con la viuda de Pedro Ma-
drigal.
Y, para terminar estas curiosísimas noticias, copiaré también, el siguiente
párrafo del Sr. Pérez Pastor, (Documentos cervantinos., etc), que confirma mi an-
terior aseveración respecto al escudo de la edición príncipe del Quijote:
«Encariñado Madrigal con este escudo mandó hacerlo nuevo, y además otro
de mayor tamaño, en el cual, conservando el lema Post tenebras spero lucem,
añadió el león dormido, y fué el que usó en varias obras durante su vida y sus
sucesores hicieron célebre poniéndolo en la portada del Quijote.-n
258, — Dos Cartas literarias. — Obras desconocidas de Miguel de Cervan-
tes. —Sevilla, 1867.
En 8.", de 19 pá?.
Sumario de estas dos interesantísimas cartas: «Cuna del Quijote. — ¿Dónde
se escribió la novela át Rinconete y Cortadillo? — Canción desesperada inserta
después en El Ingenioso Hidalgo. — Canción, cuando ascendió á la silla toledana
el patrocinador de Cervantes. »
Tomo II »3
178 Notas y comentarios al Quijote
Carta de D. José M." Asensio á D. Aureliano Fernández Guerra en la que,
confirmando la opinión de arabos, asegura nuevamente que la i.* parte del Qui-
jote empezó á escribirse en Sevilla, y, citando el texto de la novela Rinconetey
Cortadillo que dice: cviniendo de Castilla para Andalucía», responde al reparo
de Hartzenbusch quien crefa sí que algo del Quijote pudo escribirse en Sevilla,
pero no lo principal. Transcribe luego el Sr. Asensio la < Canción desesperada»
tal como la halló en un códice de la Bib." Colombina, é igualmente la canción
A la elección del Arzobispo de Toledo que, como de Cervantes, la envió años
atrás al Sr. Hartzenbusch quien, contestándole en carta de 25 de Abril de 1865
le puso reparos, y opinó que el autor de dicha composición había de ser hombre
de Iglesia. Asensio haciendo cotejos de alguna estrofa con la oda de Cervantes
Al Conde de Saldaña, se afirma en que ambas parecen de un mismo autor.
11
Sigue la carta-ccntesíación del Sr. Fernández Guerra en la que el ilustre cer-
vantista, sustentando su opinión conforme con la del Sr. Asensio respecto á la
cuna del Quijote, aduce varios razonamientos y pruebas que se condensan en las
siguientes conclusiones: «Argamasilla de Alba no tuvo cárcel durante el siglo xvi
y principios del siguiente»; cLa idea del Quijote nació por el otoño de 1597 en
la cárcel de Sevilla.»
Estas dos eruditas cartas se reimprimieron en la Revista Cervantes, de Ma-
drid, números de 16, 22 y 30 de Marzo, y 8 de Abril de 1876.
259; — González Ruano (D. Agustín). — El Quixote. — Consideraciones
críticas acerca de esta obra. En La Andalucía, periódico de Sevilla,
Marzo de 1868.
(Asensio, núm. 129, de su Nota de libros... 1885.)
260. — Aniversario de la muerte de Cervantes, por D. Nicolás Díaz de
Benjumea.
Muteo Universal, t. XII, año 1868, pág. 126.
esquíen duda de que la critica ha de trocar en luz diáfana las tinieblas que
aun puedan envolver las cuestiones referentes al primitivo plan de concepción y
generación de su Quijote?*
«cada dia se van disipando oscuridades y tinieblas; cada día por extraño
modo y al parecer desusados caminos, se hallan nuevos datos conque adelantar
en la tarea de la comprensión de la obra y del autor.»
El Sr. Benjumea da fe á la falsa anécdota, pasada por tradición según él, del
embajador francés que visitó al aprobante de la 2.^ parte del Quijote, y del cual
se dice que «elogiando la obra á Cervantes en persona, contestó éste: mejores co-
sas habría escrito^ d no ser por el Santo Oficiot.
«no es providencial también que se haya conservado en el Museo de Sevilla
el cuadro de Francisco Pacheco, donde se halla el retrato cuya copia reprodu-
cimos en este niímero?... en adelante podemos decir que poseemos la vera efigie
del autor del Quijote.*
Notas y comentarios al Quijote 1 79
261 — Ni Cervantes es Cervantes, ni el Quijote es el Quijote. Un paseo
por las páginas de la inmortal obra. Prólogo, Proemio, Prefacio, In-
troducción, Prospecto, ó mas claro: Opúsculo precursor de una edi-
ción (sin notas) del verdadero D. Quijote de la Mancha con el testo
genuino de su autor, hallado por un pretendiente á la de Argama-
silla. Precio 3 reales. — Santander, 1868, imprenta de la Gaceta del
Comercio; Libreria de Fabián Hernández.
En 8° p. de 48 pág.
Obra que el lector juzgaría escrita en broma, si no hiciera su autor tan gran-
des esfuerzos para hablar en serio. Creo se conocerá su propósito transcribiendo
los siguientes trozos: «Lo que yo me propongo es probar que Cervantes no es-
cribió la historia de Don Quijote tal cual hoy está, mas loca que el loco que re-
presenta... pues los malandrines de los impresores y comentadores le han trastor-
nado el juicio de tal manera, que es tan difícil comprender hoy á Cide Hamete
Benengeli como á Don Quijote cuando hablaba de caballeros andantes. Lo mis-
mo digo respecto á su autor, es decir, que en su día probaré que Cer\'antes no es
la caricatura ridicula que nos presentan sus biógrafos.»
«Mas no entra en nuestro ánimo tocar uno por uno todos los puntos falsos
eti que han incurrido los comentadores del Quijote; sólo nos hemos propuesto
aquí hacer ver al mundo que la inmortal obra fué adulterada desde el momento
que salió de las manos de su autor... y este libro ha ido apartándose del testo
original, á medida que ha ido pasando por tantísimos editores, comentadores y
correctores, ó mejor dicho, corruptores de la obra.» (1)
Entrando incontinenti en materia, apunta el autor Xn notas al Quijote^ de
las cuales una puede pasar, cuatro son ociosas y las otras tan poco en su punto,
cual podrá juzgarse por la muestra: — «I. Que es error el decir en la portada Don
Quijote compuesto por Miguel de Cervantes Saavedra, pues en el texto Cervan-
tes dice que la compuso en árabe Benengeli y él la tradujo al castellano. — IV.
Que donde dice jí7 aunque parezco padre soy padrastro de Don Quijote, áthQ
leerse al revés: _>'6' aunque parezco padrastro soy padre de Don Quijote, etc. Y
así por este jaez son las demás notas.
Concluye el opúsculo con el prospecto y las reglas á que ha de sujetarse la
edición del Quijote que el autor promete publicar en breve. He aquí las más cul-
minantes y estrambóticas: «4.* La primera edición del Quijote con variantes del
pretendiente académico á la de Argamasilla, no se imprimirá en Madrid, porque
en Madrid toda incomodidad hace su asiento, y para el trabajo propuesto se nece-
sita//-««^«///VíZí/í^í; íj^/r/V/^.» «7.^ Declaro que á Fabián Hernández tengo ce-
dido el derecho de propiedad del Quijote con mis variantes, bajo condición que
no ha de añadir ni quitar una sola letra del testo original que yo le entrego, ni
ha de poner notas, advertencias, acotaciones, comentarios ni otras zarandajas.»
— <io. Las variantes irán en letra bastardilla para que los editores sucesivos de
Don Quijote (que probablemente no los habrá ya), no aleguen ignorancia ante
la Ley.» — ne,. Exijo que todas las ediciones de Don Quijote que se hagan con
mis variantes lleven portada encamada y negra, por ser el distintivo con que
comunmente distinguen los bibliógrafos las obras notables.»
La tal edición, por supuesto, no vio la luz, pero en el diario de Madrid, El
Tiempo en varios artículos desde 5 de Enero á 16 de Marzo de 1871, apareció
(i) Si habla por el Sr. Hartzenbusch tiene razón; pero valiera más que lo dijera claro.
1 8o Notas y comentarios al Quijote
un nuevo y empalagoso trabajo.del Sr. D. Fabián Hernández en el que afirma que
posee el original del Quijote y que con él ha podido rectificar los errores come-
tidos en todas las ediciones, así como las notas y comentarios de Mayans, Ríos
y Hartzenbusch > las cronologías ideadas por estos dos últimos; de lo cual ha-
bía ya tratado D. Fabián en un opúsculo del que se tiraron sólo 40 ejemplares,
titulado: «Bellezas del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, ocultas
hasta ahora para el lector en el original, ó Don Quijote regenerado, su autor de-
fendido, el rucio desembrollado y los comentadores confundidos por el texto au-
téntico de Cide Haraete, hallado por el pretendiente á la de Argamasilla.»
La substancia de ese larguísimo y pretencioso trabajo, extractada de entre el
fárrago de citas y de censuras y desembarazada del mucho bombo y platillos se
reduce á lo siguiente:
I
« I .^ P. Cronología ó diario de las tres campañas que hizo Don Quijote sa-
cada fielmente del manuscrito de su historiador y cronista Cide Hamete Benen-
geli.»
Según esta cronología^ sale Don Quijote de su casa el Viernes 26 de Julio de
i<)02 y vuelve á ella en la carreta de bueyes el Domingo i.° de Septiembre.
«2." P. Hace una 3.* salida el Viernes 29 de Julio de 16 12; el 30 de Julio es-
cribe Sancho á su mujer y, obligado Cervantes por Avellaneda, fija el año de la
acción en 16 14, y abandona el diario semanal de 1612», y el Domingo 5 de Oc-
tubre, muere Alonso Quijano el Bueno.
Sigue la cronología, en sus detalles, y enumera el Sr. D. Fabián sus varian-
tes, á saber:
«así iba tras su amo sentado á la mujeriega en las ancas de Rocinante.*
(Tiene D. Fabián á D, Q. restableciéndose en cama, casi zo meses)
«hallan á la Duquesa al salir el sol y al trasponer de una selva.)
«el rubicundo Apolo tendido /<?r la ancha faz de la espaciosa tierra...*
«el ancho y conocido campo de Montiel.»
«no te dirá el boquiiu*, [boquituerto supone D. Fabián).
«requiebros y cartas de desatinos.»
«un pan tan negro como mugriento y tan mohoso como sus armas. s
«tenia puesta la celada y no alzada la visera.»
«apocado y falso lecho de Don Quijote.»
Sin concluir dejó D. Fabián su tan cacareado trabajo prometiendo la edi-
ción, que no ha aparecido.
Culpa de ello fué \s. falta de recursos., según dicho Sr. afirma en dos artícu-
los que, con el pseudónimo de El Académico de Argamasilla, vieron la luz en
El Tiempo, días 31 de Octubre y 1.° de Noviembre del mismo año 1871. En
ellos niega que sea Argamasilla el pueblo donde estuvo preso Cervantes, ni el
lugar de la Mancha donde vivía el hidalgo dé lanza en astillero, el cual lugar,
supone D. Fabián, ser una aldea que existió entre el Toboso y Villamayor de
Santiago.
A contradecir esta negación de D. Fabián, se dedicaron dos artículos en el
número de la Crónica de los Cervantistas, del 1 2 de Diciembre siguiente. Es el
uno de ellos, titulado «Cervantes Saavedra y el Quijote,» del Sr. D. Ramón de
Antequera. Y en el otro, cuyo epígrafe es «Patria de Don Quijote», el Sr. D. Fer-
mín Caballero, que conocía el Quijote harto mejor que D. Fabián, y que en ma-
terias geográficas sabía más que cien Fabianes juntos, deshace y pulveriza los
argumentos y conjeturas del Pretendiente d la de Argamasilla.
Notas y comentarios al Quijote l8l
Del optisculo iNi Cerv. es Cerv. eic.,* salió una critica ea La Iberia, de
Madrid, día i8 de Agosto de 1868.
262 —Recuerdos de Toledo, sacados de las obras de Miguel de Cervan-
tes Saavedra. Carta á M. Droap, misterioso corresponsal en Espa-
ña del muy honorable Doctor E. W. Thebussem, etc., por D. An-
tonio Martin Gamero, etc. —Toledo, imprenta de Pandeé hijo 1869.
En S." de 60 pág.
263. — Recuerdos de Cervantes. El Compás de Sevilla, de D. José Ma-
ría Asensio.
En 8° de 31 pág.
Acompañada de un croquis en el cual se indica el sitio que probablemente
ocupaban la Mancebía y el Compás en los siglos xvi y xvii. Folleto muy bien
impreso, en hermoso papel de hilo.
264. — Carta de Ginés de Pasamonte á Don Quijote de la Mancha. — Per-
chel de Málaga, 21 de Enero de 1869.
Esta carta del Dr. Thebussem es una donosa sátira contra los principios so-
cialistas que propagaban algunos llamados republicanos. Sirva de muestra del
estilo, este saladísimo párrafo:
«Aquí en Málaga hemos trabajado también haciendo fuego al gigante Reac-
cionambro (al cual dicen que protege la encantadora Mano Oculta), y ahora me
ha tenido vuesa merced influyendo en esto que le dicen el Sufragio. Hánmelo
pagado muy bien por cuenta de la princesa Republicandria, y asi nunca me fal-
tan algunos reales de á ocho en la escarcela.»
Reunióse esta carta á la Primera Ración de artículos del Dr. Thebussem, un
tomo de 573 págs., impreso en Madrid el afio de 1892.
265. — Siete cartas, sobre Cervantes y el Quijote, dirigidas al Dr, E. W.
Thebussem, barón de Tirmenth, en los años de i86« á 1868, por
M. Droap.— Cádiz, i868.
Ed 4.° de 67 pág-, acompafian á esta carta 8 apÉndices y 5 addtndas.
— Droapiana del año 1869, Octava carta |sobre Cervantes y el Qui-
jote, dirigida al muy honorable Doctor E. W. Thebussem por
el Señor M. Droap. — Publícala con apéndices D. Mariano Pardo de
Figueroa, correspondiente de la Academia de la Historia y del Ins-
tituto Arqueológico de Roma.— Madrid. M.DCCCLXIX.— (Al fin):
Fué impreso el presente folleto en Madrid, imprenta de M. Rivade-
neyra, en el mes de Noviembre del año 1869.
En 8.°m. de IV.- 127 pág.
iSz Notas y comentarios al Quijote
Los 4 apéndices primeros señalados de A á D, son 4 curiosos artículos del
Dr. Thebussem, que habían ya sido antes impresos en diarios españoles y ex-
tranjeros, titulados: Bibliografía. — Descripción del túmulo de Felipe II . (i)— Bi-
bliografía.— Cervantes marino. — Berrido bibliográfico, Ni Cervantes es Cervan-
tes, etc., (es una saladísima burla del libro de Fabián Hernández, [261] ). — Cer-
vantes y lo verde.
En los apéndices que siguen alfabéticamente de E á U, se transcriben 15
juicios sobre las Epístolas Droapianas^ de otros tantos periódicos nacionales y
extranjeros; y los últimos apéndices, que por orden alfabético corren desde V
hasta RR, son cartas de diversos afamados literatos y de varias Sociedades cien-
tíficas y literarias de dentro y fuera de España, elogiando y celebrando las DroO'
piañas anteriores.
El entusiasmo con que fueron antes recibidas las Siete Droapianas, y ahora
la Octava, fué unánime; y es imposible dar cuenta de todos los que escribieron
artículos y dirigieron cartas á su ingeniosísimo autor, alabando merecidamente
esas tan apreciables Cartas cervánticas, las cuales quedarán siempre como un
monumento literario elevado á la memoria de Cervantes. Ellas forman un rico
tesoro de datos y noticias referentes á Cervantes y á sus obras, y con ellas avivó
y realzó el Dr. Thebussem por maravilloso modo, el culto á nuestro inmortal
Ingenio, que andaba asaz descuidado.
Aunque en otros lugares de esta obra he descrito varios trabajos cervánticos
del Dr. Thebussem, son tan interesantes todos lo que han salido y salen de su
ingeniosa pluma que trataré de recopilarlos. Difícil se hace de reunidos, pues
se han publicado en diversos periódicos, pero me lisonjeo de que el siguiente
inventario debe de ser completo.
Opúsculos
Epístolas Droapianas... siete cartas... Cádiz, 1868, en 4.°
Droapiíina de i8óg Octava carta... Con 39 apéndices. — Madrid, 1869, en 4.°
(Conservo, con el ej. n.° 234 la, para mí muy estimable esquela autógrafa que le
acompañaba.)
Hojas sueltas
Programa de las fiestas... de los locos toledanos... Gibraltar, 1876. — Pliego
en folio.
(Este pliego y los dos optísculos anteriores, fueron impresos en corto numeró
de ejemplares, y no se pusieron en venta.)
Periódicos
Miscelánea cervántica.
Caza menor. Donosísima carta, censurando «la manía de que se halla poseí-
da una gran parte de los escritores españoles», y burlándose con mucho gracejo
de varios ramplones versos dedicados á Cervantes.
Caza menuda.
Fecho á medio mogate. Erudito articulo de M. Droap al Dr. Thebussem... en
el que se quiere explicar la suspensión de las Droapianas, y anuncia el propó-
sito de ocuparse en la Philatelia.
(i) Se hizo tirada aparte con este título: «Carta bibliográfica del Dr. E. W. Thebussem
á D. Francisco de B. Palomo, sobre la descripción del tiímulo y exequias del rey D. Felipe II.
— Sevilla, G. Itquierdo, 1869, 13 pág. en 8.°
Notas y Comentarios al Quijote l8j
Latines. — Aclaración. — Putas y Alcahuetes. — Laudes completas.
(Estos escritos fueron publicados en la Crónica de los Cervantistas. — Cádiz,
1871-77)
Bibliografía cervántica.
Las Notas de Harízenhusch á la primera edición del Quijote, [Revista Euro-
pea — Madrid, 2 de Agosto de 1874).
Misiva cervántica. [Ilustración española y americana. — Madrid, 15 de Sep-
tiembre de 1874.)
Un Albalá de Felipe III. — Trátase en este artículo de las primeras edicio-
nes del Quijote. {El Cádiz, de 10 de Junio de 1877, de Cádiz.)
A las diez ó d las veinte {La Época. — Madrid, 5 de Enero de 1880). En este
escrito interpretó de un modo que nadie lo había hecho las palabras á las diez
ó á las veinte de la Ded> de la P. II del Quijote, al Conde de Lemos; locución
que admitió la Academia Española, insertándola en la voz correo de la XII edi-
ción de su Diccionario.
Fallida mors.
Como muchos de estos artículos han sido reimpresos en varios periódicos,
almanaques y publicaciones, he señalado aquellos que será posible hallar con
menos dificultad. Debe advertirse que los citadas escritos aparecen, los unos
anónimos, y los otros con letras iniciales ó las firmas de Enema, Droap, Mar-
molejo. Pardo, Tagarote, Ruffer, etc.
A mi entender los trabajos thebussianos ni tienen pretensiones filosóficas, ni
puede formarse con ellos una síntesis de la opinión del autor en el campo de los
cervantistas. Segtín el parecer de un allegado del Dr., no pasan de temas de
erudición, cuyo atractivo es relacionarse con el Quijote. Pero — añadiré yo, — en
esta materia, ¡qué alto se ha colocado el Dr. Thebussem! El ha sido en nues-
tros tiempos el mejor y mayor propagador de la obra de Cervantes. En 1857 la
afición al grande escritor se hallaba adormecida en España, y el Dr. escribió
anualmente las Epístolas Droapianas, reseñando en ellas cuanto suceso, libro,
folleto, estampa ó poesía se relacionaba con el Hidalgo manchego. Continuó
por diez y nueve años insistiendo en su tema, hasta que, arrepentido á lo que
parece del exagerado giro de cervantismo, manifestó su enojo en el Programa
de los locos toledanos, burlándose de los versos y fiestas que se tributaban á Cer-
vantes, y que ciertamente llegaron á tocar en lo ridículo. Algo corrigió dicha sá-
tira, que lejos de agraviar á las personas en ella citadas parece que tuvo la suerte
de enojar tan sólo á las preteridas.
Advertiré también que el Dr. Thebussem vulgarizó la voz cervántico, y, se-
gún creo, usó antes que nadie la de cervantista,, ambas ya hoy de uso corriente
é inventariadas en la duodécima edición del Diccionario académico de la lengua
castellana. «^
Y terminaré recordando que en todos los trabajos cervánticos del castizo es-
critor, que se oculta bajo el seudónimo de El Dr. Thebussem hemos saborea-
do las bellezas de un estilo que nos encanta, y de un lenguaje que nos deleita.
Por esto, y respetando los motivos que para ello ha tenido, deploro que haya
cesado en sus tan fructuosas tareas cervantescas.
El Dr. Thebussem, con aplauso de todos los cervantistas, ha impreso sus tra-
bajos cervánticos en un lujoso volumen en 4.0 de XVI, — 417 páginas, con este
titulo: «Segunda Ración de Artículos del Doctor Thebussem Caballero del Há-
bito de Santiago. — Madrid, Año de mil ochocientos noventa y cuatro.»
Más adelante volveré á hablar de este libro.
266. — El Cetarion. Descripción de la Almadraba de Zahara, por D. Ig-
nacio López de Ayala (siglo XVIIl).
gS^ Notas y comentarios al Quijote
Dio noticia de este poema latino D. Juan Sempere Guarióos, en su Ensayo
de una Biblioteca Española de los mejores escritores del remado de Carlos III,
Madrid, 1785-89, y lo mencionó D. Cesáreo Fernández Duro en el Anuario de
Fesca de i86g\ lo cual dio ocasión al Dr. Thebussem de escribir un erudito ar-
ticulo, en forma de carta a aquel distinguido marino cervantista, describiendo
minuciosamente el manuscrito de la obra de Ayala, de su propiedad, cuyo titulo
es el siguiente: Ignatti Lupi Ayalaet | Cetarion \ sive \ de Thynnorum ad fre-
tum Herculeum piscatura \ Ltbri III.
En el lib. II se halla mención de la pintura que de los picaros de la pesca de
los atunes en Zahara hace Cervantes en la Ilustre Fregona. Copiaré el pasaje
tal como de él habla el Dr. Thebussem, en la pág. 379 de su Primera ración de
artículos, í'/'í.— Madrid, 1892:
«El primer epígrafe es: I. Excusalis de ncbulonibus, y disculpándose el autor
de no ser el primero que haya descrito á los picaros de la almadraba de Zahara,
consigna que:
Pinxerat hanc oiim felix Quixotidos auctor
Cervantes faecem Jttvenes eiim duxit aniicos -,
Errones, gentisque asius, animosque notavit
(Traducción. — Cervantes, el inmortal autor del Quijote, habla pintado á esta
canalla haciéndola amiga de aquellos mozos truhanes, y notó la astucia de los
ánimos de tal gente.)
267. — ^José María Asensio. — Cervantes y sus Obras. — Cartas literarias
dirigidas á varios amigos. — Sevilla, imprenta que fué de D, J. M,
Geofrin, 1870.
En 8." de 100 pág. y 2 hoj. para el índice.
Comienzan el libro tres cartas escritas á D. Nicolás Díaz de Benjumea en
1863 y publicadas en El For venir, periódico de Sevilla. En ellas impugna el se-
ñor Asensio las interpretaciones expuestas por el Sr. Benjumea en La estafeta
de Urganda. Entre otras cosas, prueba que es «equivocación grande» decir: Al
tiempo que en Álcali de Henares nuestro poeta, nacía otro Cervantes en la Man-
cha... ^No es posible que muchas de las tradiciones, noticias.^ memorias, cartas y
documentos convengan con el Manchego y no con el Castellano? «Ese error de la
Estafeta — dice el Sr. Asensio — es aquí de gran monta, pues los once años de
diferencia en el alcazareño y el alcalaino son la mejor antorcha para no confun-
dir la biografía de ambos Cervantes » Hoy gracias al descubrimiento de la fal-
sedad de la partida de bautismo de Alcázar, toda la argumentación de Benjumea
cae por el suelo.
Deshace también el Sr. Asensio las otras interpretaciones del autor de La
Estafeta, como son las de; que el encantador invisible que persiguió d Don
Quijote fuera Blanco de Faz; que Isabel no era hija natural de Cervantes, sino
adoptiva; que Blanco de Faz fué el falso Avellaneda.
Habiendo Benjumea contestado en tono muy acre, Asensio le dirigió otra
carta firmada El Anónimo Sevillano, y dio por abandonada la polémica, «porque
se le dio un giro que la desviaba completamente de sus intentos».
A la pág. 59 empieza el Comentario de Comentarios, donoso trabajo, dirigido
á Mr. Mariano Droap, impugnando las nuevas interpretaciones desarrolladas
por Benjumea en su Correo de Alquife, y que «el empeño de probar que Cer-
vantes censuraba la Inquisición» le vino de los escritos de D. Antonio Puig-
blanch, y que no es cierto «que la aparición primera del escudo, coincidiese con
la época en que Cervantes se hallaba en relaciones con Juan de la Cuesta.»
Notas y comentarios al Quijote 185
Concluyen el interesante folleto dos cartas. En la primera, dirigida por Ben-
jumea á Asensio desde Madrid, á 22 de Mayo de 1868, pretende que el señor
Asensio decía que aquél no era el autor, sino el publicador de La Estafeta de
Urganda. En la segunda, de Asensio á Benjumea, le aclara sus insinuaciones,
cuando dijo que «el origen probable de La Estafeta de Urganda está en los es-
critos de Puigblanch».
268. — Noticia del Compás de Sevilla, mencionado por Cervantes en el
Ingenioso Hidalgo. - Por D. A. Martin Gamero.
(Ilustración Española y Americana, Madrid, 1870, núm. 22, pág. 341.)
269. — Almanaque de Cervantes.
Debía contener una larga serie de efemérides cervantescas. Lo anunció
como próximo á aparecer su autor D. Francisco M. Tubino en una «Epístola
cervantina», publicada en la Crónica de los Cervantistas, día 12 de Diciembre
de 1871.
270. — Cervantes y la filosofía española, por D. Federico Castro. — Se-
villa. — Girones y Orduña, 1870.
(Asensio, núm. 67, de Nota de libros, 1885.)
Tratare de ello en la sección titulada Cervantes polígrafo.
271. — Asensio (D. José M.) — Sobre el sentido oculto del Quixote. —
Discurso de recepción en la Real Academia Sevillana de Buenas
Letras, el 23 de Abril de 187 1. — Contestación al mismo, por don
Juan José Bueno. — Sevilla. — Tarascó, 1871.
Ed 4.°, de 42 págs.
(Asensio, núm. 28 de su Nota de libros, 1885.)
El ilustrado cervantista U. Manuel Cervantes Peredo, en un artículo titulado
*^\^tnúáo oc\x\tOT> (Crónica de los Cervantistas, 12 Diciembre 187 1), opina
que están en lo cierto los Sres. Asensio y Bueno, cuando en sus dos excelentes
discursos sostienen que no hay sentido esotérico ni simbólico en el Quijote.
272. — Crónica de los Cervantistas, periódico literario. — Única publi-
cación que existe en el mundo dedicada al Príncipe de los Ingenios.
— Fundador y Director: Don Ramón León Mainez. — Cádiz. Ti-
pografía «La Mercantil)?. — 1872.
Salió el 7 de Octubre de 1871 el primer número de esta notable publicación
literaria, la más importante de todas las Revistas cervánticas que han visto la
luz, y dedicada exclusivamente á Cervantes y á sus admiradores. En sus colum-
nas aparecen trabajos, todos originales é inéditos, de los más afamados cervan-
Tomo II 34
186 Notas y comentarios al Quijote
listas, logrando cumplidamente Mainez que la Crónica fuese el eco fiel de todos
ellos, ora nacionales, ora extranjeros.
Seis números forman este tomo I, compuesto de 226 págs. en 4.0 — El
tomo II, que abraza 250 págs., consta también de seis números, el primero de
los cuales apareció en 28 de Enero de 1873, y el último en 7 de Octubre
de 1876. El núm. 1.° del tomo III se publicó en 30 de Junio de 1877, el día 15
de Julio de 1878 salió el núm. 2, y en 25 de Diciembre de 1879, el núm. 3, úl-
timo que se ha publicado.
En casi todas las secciones de la presente Bibliografía hallará el lector ex-
tractos ó mención de los más importantes trabajos de la Crónica de los Cervan-
tistas.
Aquí doy el índice de la obra :
Tomo I
Ramón León Mainez
Objeto de la publicación, página i; Cervantes no fué teólogo, 19; Una imitación del
Quijote, 23; Cervantes y José Bonaparte, 26; ¿En qué día nació Cervantes?, 28; Un recuer-
do, 33; Cervantes y !a exposición de Barcelona, 37; Cervantes y el aniversario de su muer-
te, 41, 73; Tres Galaieas, 55; Un proyecto laudable, 87; Una nueva imitación, 98; Aniver-
sario 256 de la muerte de Cervantes, 106; El aniversario de la muerte de Cervantes en
Cádiz el 23 de Abril de 1872, 109, 113; Un acto de heroísmo, 110; El 29 de Mayo
de 1580, 121; El aniversario de la muerte de Cervantes en Nueva York, 132; Cervantes
en Toledo, 153; Aniversario 292 del rescate de Cervantes, 186; Recuerdos de Cervantes
sobre su cautiverio, 188; Un nuevo documento sobre el rescate de Cervantes, 189; Necro-
logía, 192; Una nota bibliográfica al canto de Calíope, 196.
Tomo II
Necrología. Apuntes biográfico-bibliográficos «obre D. C. A. de la Barrera, página l¡
Una nota biográfica al canto de Calíope, IJ; La edición foto-tipográfica del Quijote y seílor
López Fabra, 29; El aniversario de la muerte de Cervantes en 1873, 31; La primera edición
de El Quijote en Cádiz, 35, 87; A la memoria de mi Sr. Padre, 41; Aniversario 257 de la
muerte de Cervantes, 42; Cuatro retratos apócrifos, 42; Aniversario 258 de la muerte de
Cervantes, 81; Aniversario de la muerte de Cervantes en Cádiz. — Los cervantistas de Mur-
cia.— Comentarios á varios capítulos del Quijote. — Siete notas á El Quijote, 8I), 201; Las
comedias de Cervantes, 89, 144; Unas notas, 125; Aniversario del rescate de Cervantes, 129;
Aniversario de la muerte de Cervantes en otros tiempos y ahora, 82; Los Entremeses de
Cervantes, 151; Un monumento á Cervantes, 163; Aniversario de la muerte de Cervantes
en 1875, l^S; Un nuevo libro de Benjumea, 171; La Calatea de Cervantes y la novela pas-
toril, 183, 232; Injusticia, 246.
Tomo HI
Aniversario de la muerte de Cervantes en Cádiz, en 1877, página, i; La Calatea Ae
Cervantes y la novela pastoril, 10; Algunas notas á El Quijote, 23, 69; Una obra notable, 27;
Cuatro discursos, 31; Dos proyectos, 33; Noticias, 35; Aniversario 262 de la muerte de Cer-
vantes en Cádiz, 41; Los dómines de Cervantes, 46; Comentarios, 73; Aniversario 263 de
la muerts de Cervantes en Cádií, 81; Comentario á los capítulos de la segunda parte del
Quijote, comprendidos entre el XXX y el LVII, y Algunas notas á el Quijote, 85.
Dr. E. W. Thebussem
Miscelánea cervántica, tomo I, pág. 5; Latines, tomo II, pág. 52; Puntas y Alcau-
dete, id., Id. pág. 101.
Alonso Marmolejo (Dr. Thebussem)
Caza menor, tomo I, pág. 128; Caza menuda, id., id. pág. 169; Laudes completas,
tomo II, pág. 209.
Notas y comentarios al Quijote 187
Mariano Droap (Dr. Thebussem)
Fecho á medio mogate, tomo I, pág. 159.
José M." León y Domínguez
Epístola al Dr. Thebussem, tomo I, pág. 8; Fragmento de una traducción al latfn de un
capítulo de El Quijole, tomo II, pág. 34.
Ramón de Antequera
Cervantes Saavedra y el Quijote, tomo I, págs. 11, 49.
José M.* Asensio
Filena. Novela pastoril que se atribuye á Cervantes por sus biógrafos, tomo I, pág. 13;
Antuca, id., id. pág. 75; Conjeturas y demostraciones, tomo II, pág. 136; Gloria á Cervan-
tes, id., id. pág. 160; Bibliografía de la Calateo (art. ñrmado A.) tomo I, pág. 204,
Antonio Martín Gamero
Cervantes y el Licenciado Murcia de la Llana, tomo I, pág. 17; Juicio crítico sobre la
última novela ejemplar, tomo II, pág. 1 1.
Francisco M. Tubino
Epístola cervantina, tomo I, pág. 34.
Cesáreo Fernández Duro
Documento curioso, tomo I, pág. 39; Revoltillo, id., id. págs. 83, 208; El 23 de Abril
de 1872, id., id. pág. 136; Revoltillo, tomo II, pág. 56; Cervantes en Viena, id., id. pá-
gina 135.
José M.' Sbarbi
Preliminares de una polémica, tomo I, pág. 43; Cervantes si fu6 teólogo, id., id. pági-
nas 143, 182, 217.
Cayetano A. de la Barrera
Bibliografía, tomo I. págs. 45, 92; Apéndice á las noticias bibliográficas, id,, id. pági-
na 149; Una nota bibliográfica, id., id. pág. 173.
Eduardo de Mariátegui
Critica inédita de la 8,' Droapiana, tomo I, pág. 52.
José Ruiz y Ruiz
Critica de la 8.* Droapiana, tomo I, pág. 95.
Miguel de Carvajal
Critica de la 8.^ Droapiana, tomo I, pág, 96.
El Secret." de la Emperatriz de Francia
Critica de la 8.* Droapiana, tomo I, pág. 97.
Carlos de Haes
Critica de la 8.°' Droapiana, tomo I, pág. 98.
Fermín Caballero
Patria de Don Quijote, tomo I, pág. 64; Mapa del Campo de Montiel, id., id. pág. 180;
Respuesta sin contestación, id., id. pág. 214.
Manuel Cervantes Peredo
El sentido oculto, tomo I, pág. 6g.
Carlos Barroso
Algunas noticias cervánticas, tomo i, pág. 80; Mais noticias cervánticas, id., id. pági-
na, 166; Descripgao de una estampa, tomo II, pág. 124.
l88 Notas y comentarios al Quijote
A. J. Duffield
Epístola de un cerrantista inglés, tomo I, pág. 86; Cervantes no fué teólogo, tomo 11,
pág. 7; Traducciones inglesas de El Quijote, id., Id. pág. 142.
Mariano Sánchez Almonacid
Bibliografia, tomo I, pág. 88; Las dos sombras. Poesía, tomo m. pág. 9.
Francisco A. Barbieri
Partidas de defunción de Cervantes y sus hermanas, tomo I, pág. 105.
L. Diaz Moreu
Oda, lomo I, pág. 108.
Carlos Frontaura
Carta cervántica, tomo I, pág. 122.
Leopoldo Rius
Sobre una descabellada continuación del Quijote, tomo I, pág. 124; Contestación. Noti-
cias cervánticas, tomo 11, pág. 5; Algunas notas bibliográficas, id., id, pág. 129; Bibliogra-
fía, id., id. pág. 180.
José Rosetty
Un expuesto, tomo I, pág. 133.
Francisco López Fabra '
Un articulo curioso, tomo I, pág. 134.
A. Fernandez Guerra
Dos cartas inéditas, tomo I, p3g. 142; Certamen de la Biblioteca cervántico-alcalaina,
tomo II, pág. 182.
Marqués de Molins
Dos cartas inéditas, tomo I, pág. 141.
Manuel Cerda
Catálogo de algunas ediciones de las obras de Cervantes, tomo I, págs. 146, 176;
tomo II, paga. 23, 67, 121, 140, 172, 220; tomo III, págs. 6, 68,
Martin F. de Navarrete
Una poesía inédita, tomo I, pág. i Jo.
Nicolás Diaz de Benjumea
Epístola cervantina, tomo I, pág. 157; Ex-prólogo al Mensaje de MerÜH, tomo 11, pá-
gina 131; Cervantes y Shakespeare, fd., id. págs. 196, 222.
Fermín Herran
Inauguración de un Ateneo en Valladolid, en la casa que vivió Cervantes, tomo I, pági-
na 164; Inauguración de la Academia cervántica en Vitoria, tomo II, pág, 75.
Vicente de los Rios
Documento sobre el rescate de Cervantes, tomo I, pág, 185.
Manuel Víctor García
D.» Catalina de Palacios, mujer de Cervantes, tomo I, pág. 193; Al recuerdo de Cervan-
tes. Poesía, tomo II, pág. 139; Recuerdos de Cervantes en Esquivias, id., id. pág. 199.
A. Ramírez de Villa-Urrutia
Una aclaración, tomo I, pág. 212; Proyecto de una Biblioteca cervántico-alcalaina, tomo
II, pág. 76.
Emilio B. Reinoso
Los comentadores del Quijote, tomo I, pág. 212,
Notas y comentarios al Quijote 189
Enrique José de Varona
Epístola cervántica, tomo II, pág. 9; Ayer y hoy. Poesía, id., id. pág. 14; Una alegoría
de Cervantes, id., id. pág. 64; Sección de conjeturas, id., id. pág. 78; Un aniversario de la
muerte de Cervantes en Cuba, id., id. pág. 117; Cervantes y la bella mal maridada, id., id
página 137.
Leopoldo Augusto de Cueto
Juicio crítico sobre la úüima novtla e/emplar, tomo II, pág. 1 1.
Silverio García
Una carta del Alcalde de Alcalá á D. R. L. Mainez, tomo II, pág. 12.
Juan de Quiroga
A Cervantes. Poesía, tomo II, pág. 13.
V. y P. (J. Palacio y Vitery.)
Algunos datos para la bibliografía cervántica, tomo II, pág. 61.
J. W. Ruñer
Aclaración, tomo II, pág, 68.
J. E. Hartzenbusch
Debe pronunciarse Persiles, tomo II, pág. 14; Polémica, id., id. pág. 239.
Eduardo Lidforss
Sobre la 8.^ Droapiana, tomo II, pág. 32.
Francisco Flores Arenas
Sobre la 8.^ Droapiana, tomo II, pág. 32.
Javier de León Bendicho
Cartas inéditas sobre la 8.^ Droapiana, tomo II, pág. 69.
José M.' Octavio de Toledo
Cartas inéditas sobre la 8.'' Droapiana, tomo II, pág. 72.
E. Escobar
A Cervantes. — La gloria de Cervantes, Poesía, tomo II. págs. 115, 163.
Jorge Florit de Roldan
La profesión de Cervantes, tomo II, pág. 150.
Alejandro Pinilla
Honras á Cervantes en Alcalá de Henares, tomo II, pág. 16$.
Francisco Rodríguez Blanco
Gloria á Cervantes y á los cervantistas, tomo II, pág. 174, 2I2; Segunda carta de San-
cho Panza á Don Quijote, id., id. pág. 241.
Justo R. Alba
Carta inédita de la Droapiana de 1869, tomo II, pág. 210.
Manuel Cañete
Certamen de la Biblioteca cervántico-alcalaina, tomo II, pág. 1 82.
Zacarías Acosta
Demostraciones criticas contra las variantes que ba querido introducir en el texto del
Quijote el Sr. Hartzenbusch, tomo II, pág, 194.
Manuel M. Reinoso.
Un viaje á la cueva de Montesinos y Lagunas Ruidera, tomo II, pág. 244.
Adolfo de Castro
Filosofía de Cervantes acerca del adulterio, tomo II, pág. 227.
IQO Notas y comentarios al Quijote
Felipe Montesinos (Ant. Martín Gamero)
Intraducibilidad del Quijote, tomo II, pág. 231.
Antonio R. García
£1 oro y el ingenio. Poesía, tomo II, pág. 243.
Romualdo Alvarez Espino
El honor de Cervantes. Poesía, tomo III, %\ A la memoria de D. F. Flores Arenas. Fóc-
ala, id., id. pág. 42; E. Escorial y El Quijote, Poesía, id., id. pág. 61; Un modo raro de eo-
tender las cosas, tomo 64; Un entremés de Cervantes, id., id. pág. 91.
Pedro Ibáñez Pacheco
A Cervantes^ Poesías, tomo III, págs. 22, 54.
Guillermo Schott
Juicio crítico de una traducción alemana del Quijote, tomo III, pág. 30,
José Jorge Daroqui
Dos proyectos, tomo III, pág. 33. ',
Juan de V. Pórtela
Los misioneros de Cervantes, tomo III, pág. 43.
Tomás Fernandez de Castro
El canto de Leva. Poesía, tomo III, pág. 45.
Aureliano Ruiz
Himno á Cervantes. Poesía, tomo III, pág. 49.
Enrique Gillis
A Cervantes. Poesía, tomo III, pág. 48.
J. Guillen Buzarán
Epístola literaria, tomo III, pág. 99.
Leopoldo Cano
¡Y era manco! Poesía, tomo III, pág. 49.
Luis Rubio y Sibello
Genio y virtud. Poesía, tomo III, pág. 49.
Patrocinio de Biedma
A Cervantes. Poesia, tomo III, 50.
José Pereira
Cervantes como critico, tomo III, pág. Jl.
José Moreno Castelló
A la memoria de Cervantes. Poesia, tomo III, pág. 54-
Federico Parrefio
Cervantes y Cádiz. Poesía, tomo III, pág. 55.
Servando A. de Dios
El genio en la tierra. Poesía, tomo III, pág. 56; Cervantes Jilósofo, id,, id. pág. 96.
Javier de Burgos
La excepción de la regla. Poesia, tomo III, pág. 57.
Salvador Arpa
Una ofrenda, tomo III, pág. 58.
Notas y comentarios al Quijote 191
Alfonso Moreno Espinosa
Las fiestas del porvenir. Poesía, tomo III, pág. 63.
Dr. Hugo de Meltzl
Literafura cervántica en Alemania y en Austria-Hungría, tomo III, pág. 68.
Guillermo de Pego
El 9 de Octubre de 1879 en Alcalá de Henares, tomo III, pág 104; La Iconografía del
Quijote y el Señor López Fabra, id., id. pág. 109.
Francisco de Asís Pacheco y F. Miquel y Badia
Juicios críticos sobre la vida de Cervantes, escrita por Mainez, tomo III, pág. 115.
Además de estos artículos, hay al fin de cada cuaderno una sección de Noticias Varias,
y varias poesías de D. L. Diaz Moreu, D. Juan de Quiroga, D. E. J. de Varona, D. E. Esco-
bar, D. Manuel Víctor García, D. Jorge Florit de Roldan, A. Moreno Espinosa, R. Alvarez
Bspino, Servando ó de Dios.
273. — «Cervantes y el Quijote». Estudios críticos por Francisco M. Tu-
bino. — Madrid, 1872.
En 4.0, de XII 285 págs.
En el capitulo titulado «El Sentido oculto del Quijote», de este importante
libro, y después de hablar de la tendencia general de los comentarios de Gay-
ton, jarvis, Ríos, Bowle, Pellicer, Florián, Garcés, Capraany, Clemencín, Bastús
y otros, pone de relieve el error de los que han querido hallar sentido oculto en
el Quijote, y da cuenta su autor de una noticia que corrió válida, según la cual
«Simón Contarini, embajador de la Señoría de Venecia en Madrid en los co-
mienzos del siglo XVII, haciéndose eco de la mas popular creencia, afirmaba en
uno de sus despachos que el Quijote era una invectiva contra ciertas eminencias
contemporáneas». Enumera luego el Sr. Tubino sus repetidas gestiones y ave-
riguaciones en los archivos de Venecia en busca de la aseveración atribuida á
Contarini y copia las cartas de los bibliotecarios italianos asegurándole que «en
los despachos del Contarini, que se conocen, no existe pasage alguno que auto-
rice la sospecha del sentido alegórico que el Quijote oculta; y que Mr. Rawdon
Brown no ha dado las razones en que se funda para hacer las congeturas que se
suponen acerca del Contarini».
Reproduce luego el Sr. Tubino los juicios y observaciones que contra los
comentarios filosóficos de Benjumea había publicado en 1862 [242]; y en el no-
table capitulo siguiente que lleva el epígrafe «La Caballería andante y Don Qui-
jote», emite transcendentales reflexiones, que extractaré en la Sec. Vni de esta
Bibliografía,
He aquí, ahora, un extracto de otro capitulo titulado « ¿Necesita el Quijote
comentarios?»
«A punto que salía á luz el Quijote hallábase la sociedad favorablemente
dispuesta para recibirlo, entenderlo y apreciarlo.» ... «Encamaba el Quijote un
doble ideal: el de la tradición y el de lo porvenir. Ideal pasado, la caballería
andante; ideal futuro, el buen sentido; fué aquella novela una revelación, y como
tal doctos y literatos la comprendieron. Ni es exacto que muy á raíz de publi-
carse se propagara la idea de que guardaba sentido oculto.» ... «Iniitil seria em-
peñarse en probar todo lo gratuito de tales asertos. Sabido es que el Quijote
despertó vivísimo interés y curiosidad dentro y fuera de España desde un prin-
cipio, y precisamente lo que en él más resalta es la inquina del autor contra los
libros de Caballería y el arbitrio de zaherirlos y derribarlos. Bastaba, por otra
102 Notas y comentarios al Quijote
parte, un muy mediano discernimiento para percibir que la fábula copiaba la
naturaleza.» ... «Sin que le acompañase comentario pasó al dominio ptiblico,
donde sus bellezas fueron apreciadas y entendida la enseñanza directa de que
era mensajero.» ... «Mas, si el Quijote no necesitó de comento para que sus pri-
meros lectores lo entendieran y estimaran; cambiadas con el tiempo las circuns-
tancias en que hubo de producirse, reclamó y reclama el concurso del erudito
y del filósofo si ha de continuar el interés y las simpatías que en un principio
despertó.» ... «Combatimos, cuando era pertinente, las tendencias que entrañaba
el folleto á que antes aludimos (i), mas ni condenamos ex ctAedra el noble
móvil que hubo de inspirar sus páginas, ni mucho menos, reseñando el progreso
de la critica en lo propio del Quijote, callamos el elogio de los comentadores y
analistas dignos de loa.» ... «Ahora, fijemos el carácter que debe tener el co-
mento.» ... «Apoderarse de una obra, sorprender las faltas de propiedad grama-
tical ó de sintaxis que pudo cometer el autor... anotando de camino flaquezas de
lenguaje y bellezas de composición; pudo parecer tarea meritoria cuando la cri-
tica era puramente pedagógica y formalista; no ahora que el critico aspira á
mayores lauros, queriendo, sin menospreciar la forma, inquirir el pensamiento
que la rige y vivifica. El comentario perpetuo del Quijote ha de ser por necesi-
dad filosófico.» ... «No rechacemos, pues, en absoluto los comentarios del Quijo-
te, aunque sean filosóficos, sino en aquello que pida reprobación y censura.»
274. — Curiosas noticias de la patria de Don Quijote.
En este trabajo, publicado casi simultáneamente en La Ilustración de Ma-
drid y en el folleto titulado Aniversario de la muerte de Cervantes celebrado en
Cádiz el 23 de Abril de 1872, su autor, D. José María de Gaona, da varias noti-
cias, halladas en los Anales del orden de los Descalzos de N.'- S.^ de la Merced,
escritos por el P. Fr. Pedro de S. Cecilio, Barcelona, i86g, P. 2?-, referentes á
Argamasilla de Alba, á sus moradores, á sus costumbres y á los personajes de
este lugar que — dice el Sr. Gaona — aparecen bajo otros nombres en el Qui-
jote.
275. — Los Comentadores del Quijote.
Artículo de D. Emilio B. Reinoso en la Crónica de los Cervantistas, día 31
de Octubre de 1872, opinando que « en lugar de localizar alusiones, designar
personas y aplicar hechos para probar que Cervantes en el Quijote aludió á tal
ó cual personaje, deberían encaminarse el talento y la actividad de los comen-
tadores á otro género de estudios que revelando por completo toda la belleza
moral, toda la tendencia filosófica y cristiana del Quijote diesen mayor exten-
sión, si es que puede tenerla, á la aureola de gloria con que resplandece el
nombre del Manco sano*.
276. — El Quijote es intraducibie.
Tesis sustentada por D. José María Sbarbi en La Ilustración Española y
Americana, de i.° de Mayo de 1872. La rebatió D. José María Asensio en un
(i) Se refiere á la Estáfela de Ur^anda.
Notas y comentarios al Quijote 193
artículo que vio la luz piiblica en la Revista de España, 28 de Octubre de 1873,
titulado: c¿Puede traducirse el Quijote?» Y el Sr. Sbarbi replicó dando á luz,
mucho después, el tomo VI de su jief ranero general español, que tiene por titulo:
clntraducibilidad del Quijote. Pasatiempo literario ó apuntes para un libro
grueso y en folio, por D. José María Sbarbi. Madrid, Fuentenebro, 1876.»
En 8.° de 347 págs., más 2 hojas para el índice y una Nota.
En este curioso y detalladísimo trabajo presenta sucesivamente su autor las
voces, modismos, frases y refranes cuya traducción á otros idiomas forma una
verdadera dificultad, un peligroso escollo. Para comprender en su verdadero
sentido el alcance de la tesis sustentada por el Sr. Sbarbi preciso se hace te-
ner en cuenta la doble significación que atribuye á la voz Intraducibie, puesto
que, según él, es: <íLo que no puede traducirse absolutamente, 6 que, si se traduce,
es en parte, ó bien á costa de una dificultad. ^
Pero la Academia, en su 12.^ y liltima edición del Diccionario, sólo prohija
la primera significación de las dos admitidas por el Sr. Sbarbi. La obra de este
distinguido cervantista va enriquecida con una Colección de refranes y modismos
del Quijote Además, como quiera que el literato inglés Mr. Duffield pro-
yectaba entonces su traducción del Quijote, pidiendo el parecer de los cervan-
tistas españoles acerca de algunas frases y modismos cervánticos de difícil tra-
ducción, los Sres. Mainez, Asensio, Martín Camero, doctor Thebussem y otros,
hicieron patente al Sr. Sbarbi que en lugar de poner nuevos obstáculos á
Mr. Duffield en su noble tarea, debían allanársele los que ya de sí ofrecen
á cualquier traductor ciertos giros donairosos que la pluma de Cervantes
trazó.
«Intraducibilidad del Quixote» es el epígrafe de una carta del insigne cer-
vantista D. Antonio Martín Camero, bajo el seudónimo de Felipe Montesinos,
dirigida desde Toledo en 19 de Junio de 1872 al director de la Crónica de los
Cervantistas, quien la imprimió más tarde en el núm. 6 de la Crónica, día 7
de Octubre de 1876. La opinión del Sr. Camero es contraria al Sr. Sbarbi, y
también lo es la del literato francés M. A. MorelFatio, explanada en la obra
alemana Recensionen u. Anzeigen, Leipzig, 1878. Pero en unos artículos de
El Magisterio Español (Madrid, 2S y 30 de Agosto de 1876), su autor don
Fernando Gómez de Salazar, «se pone de parte del Sr. Sbarbi, sosteniendo que
el Ingenioso Hidalgo no puede traducirse».
Aprovecha el Sr. Gómez de Salazar esta oportunidad para dar su opinión
acerca del siguiente pasaje del Quijote, en que el cura alaba por un lado y cen-
sura por otro al autor de Tirante el Blanco: « Con todo eso os digo que merecía
el que lo compuso, pues no hizo tantas necedades de industria, que le echaran
á las galeras por todos los días de su vida.» Dice el Sr. Salazar: «Todos los co-
mentadores hallan el pasaje oscuro, y para nosotros es clarísimo. De industria,
no está usado como adverbio sino como nombre puesto en ablativo, con lo cual
varía mucho su significado. Dice el cura que el Tirante es por su estilo el mejor
del mundo. Pero que, sin embargo de eso, quien lo compuso merecía galeras,
porque no hizo de industria tantas necedades; esto es, porqué no las convirtió
en industria, porqué no sacó de ellas partido para hacerlas titiles. Es decir: por
su estilo el libro es el mejor del mundo; mas por su inutilidad merece el autor
castigo, por ser hombre de ingenio y no haberlo empleado bien.» Concluye el
Sr. Gómez de Salazar sus razonados artículos rechazando la duplicidad de acep-
ciones que el Sr. Sbarbi da á la palabra intraducibie.
(Se reimprimió este trabajo en La Cuna de Cervantes, días 29 Octubre,
S, 19 y 26 Noviembre y 3 Diciembre de 1876.)
Tomo II
194 Notas y comentarios al Quijote
277. — «Latines. Carta al Pbro. D. José M.* León y Domínguez». Artí-
culo en la Crónica de los Cervantistas^ de 23 de Abril de 1873.
En este lindo trabajo ensalza el Dr. Thebussem con sin igual habilidad las
frases, modismos y palabras latinas del Quijote^ componiendo una curiosa é in-
teresante revista de los latines que se hallan en esta obra. Entre otras obser-
vaciones de las que tal trabajo le facilitan, es de notar la defensa de los yerros
que se han achacado á Cervantes en las citas del prólogo. Dice el doctor: «No
hay, yo creo, distracción ni olvido en colgar á Horacio el Non bene pro toto li-
bertas, etc., ni en dejar anónimo Fallida mors, etc., ni en achacar á Catón Do-
ñee erisfelix... ni en equivocar y truncar otras citas. No es desgracia, ni negli-
gencia, ni falta de puntualidad como candidamente opinan algunos comentaris-
tas; es intencionada burla y rechifla de Cervantes á la indigesta erudición de
los libros de su época, en los cuales las sentencias ó latines que el autor sabia
de memoria ó le costaba poco trabajo buscar se citaban de manera que viniesen
á pelo.>
Este artículo salió después en la revista Cervantes de Octubre de 1875.
278. — Algunos datos para ilustrar el Quijote.
Artículo de D. T. M. (Tomás Martínez), en el boletín del Ateneo tarraco-
nense de la clase obrera publicado para conmemorar el aniversario de la muerte
de Cervantes, el año 1873.
Reseña crítica de 56 distintas ilustraciones del Quijote, de artistas españoles
y extranjeros, tomadas en las ediciones que el autor consultó en la Biblioteca
cervántica de Leopoldo Rius. Detalla el Sr. Martínez las diferentes cualidades
de dibujo y composición de esa vasta colección de láminas, y de su examen con
razón deduce, que á pesar de haber algunas de gran valer, «Cervantes no ha
logrado todavía encontrar un artista que haya sabido comprender y expresar
perfectamente por medio del lápiz ó el buril, el tipo verdadero del héroe man-
chego».
279. — "Cataluña en tiempo de Cervantes». Articulo en el folleto: Ani-
versario de Cervantes en el Ateneo Tarraconense. — Tarragona,
1873-
En folio.
Su autor F. M. emite algunas consideraciones acerca de la patria catalana en
la época de Cervantes y cita con encomio los trozos del Quijote en que se habla
de Roque Guinart, acabando con estas palabras: «Si cabe en lo posible que un
pueblo se consuele alguna vez de la postración de su lengua, que ha visto culti-
vada y aplaudida, el nuestro ¡oh sombra augusta del inmortal Cervantes! sola-
mente en la tuya, enriquecida por ti, por ti llevada á glorioso esplendor, podía
hallar alivio. »
280. — Alusiones á Lope de Vega, en el Quijote.
Las alusiones á Lope de Vega en el Quijote son harto claras para que pasa-
Notas y comentarios al Quijote 195
ran desatendidas, apenas apareció la obra. Entendiólas incontinenti el aludido
vate y al ver criticadas sus comedias, y satirizadas las presuntuosas portadas, los
inacabables preliminares y las empalagosas anotaciones y acotaciones de sus di-
versas obras, demostró su enojo, primeramente en la famosa carta del 14 de
Agosto de 1604, descubierta por D. Agustín Duran, (según nos dice Schack
que la publicó), y después en diversas ocasiones. Transcribiré las frases de esta
carta en la sección Censuradores de Cervantes.
Mayans, Ríos, Pellicer y Navarrete, solamente repararon en las frases del ca-
pítulo 48 de la P. I." del Quijote contra las impropiedades de las comedias, y
aun Mayans y Navarrete estiman que aquí la critica de Cervantes es justa y mo-
derada, y Ríos afiade que ella es tan razonada que no debió de ofenderse Lope.
Clemencín, halló las acres alusiones á Lope que se encierran en el inimita-
ble prólogo de la primera parte del Ingenioso Hidalgo, y las puntualizó en las
siguientes notas:
T. I, pág. XLVIII, sonetos cuyos autores sean Duques^ Marqueses, etc. — En
las Rimas de Lope de Vega (Barcelona, 1604), hay 28 sonetos laudatorios, y
entre ellos uno de Cervantes. Clemencín conjetura que Cervantes no puso el
suyo espontáneamente, y que en este prólogo del Quijote descargó su bilis con-
tra Lope, «cuya celebridad — dice — le mortificaba».
Pág. L, en lo de citar en las márgenes...
«Cervantes motejó (y en esto con mucha razón) á Lope de Vega quien en el
Isidro atestó las márgenes de citas y acotaciones sagradas y profanas mezclando
lo humano con lo divino. ii
Pág. LIV, desde la A hasta la Z...
«nuevo indicio de censura á Lope quien en El Peregrino y en el Isidro puso
una tabla por el orden del ABC de los autores citados en su obra.»
Pág. LV, de quien nunca se acordó Aristóteles, ni San Basilio, ni Cicerón...
«tilda á Lope que cita estos autores en el catálogo al fin del Isidrot.
Pero Clemencín no desentrañó las alusiones que hay en las décimas de Ur-
ganda, y así cuando llega su comento al primer verso de la 4.^, no indiscretos
hierogli-, se para y dice: «para mi la estrofa es ininteligible».
No lo ha sido para el Sr. Hartzenbusch quien en su trabajo Cervantes y Lope
en i6o¿ [45], desenvuelve y comenta con erudita minuciosidad los pasajes en
que se alude á Lope de Vega. A los del prólogo del Quijote, ya comentados por
Clemencín, añade Hartzenbusch que, en la famosa cita del río Tajo alude Cer-
vantes á otra cita de la Arcadia de Lope en que se lee' «Tajo, río de Lusitania...
tuvo... fama de llevar... arenas de oro, etc..»
Empieza luego Hartzenbusch describiendo parte por parte la portada, gra-
bada en cobre, de El Peregrino en su Patria, en la cual sobresalen: «un pere-
grino, la figura de la Envidia, el célebre escudo de Lope con diez y nueve torres, el
caballo Pegaso con una cinta que dice: Seianus mihi Pegasus; en el pedestal de
la Envidia estas tres palabras: Velis nolis Invidia, y en el del peregrino estas
cuatro, que completan la frase: Aut unicus aut peregrinust\ cita las frases de la
Dedicatoria al Marqués de Priego, en la cual se queja Lope de su fortuna y de
sus desdichas; los versos en que truena contra sus envidiosos ó perseguidores, y
los preliminares de otras obras de Lope de Vega. Llegamos por fin á las déci-
mas de Urganda, y aquí preciso es no perder una palabra del comentario del
Sr. Hartzenbusch:
«...la quinta (i) décima principia así:
No indiscretos hierogli-
Estampes en el escu-;
(i) Es cuarta y no quinta.
ig6 Notas y comentarios al Quijote
Que cuando es todo fígú-
Con ruines puntos se envf-
s Recordemos el escudo de las diez y nueve torres, — de que tanto (y tan in-
justamente) se burló Góngora; y persuadiéndonos por otra parte de que la no-
vela de Lope titulada El Peregrino vale harto poco, podremos parafrasear esos
cuatro versos de Ur ganda en esta forma: «No pongas indiscretamente (como
Lope) tu escudo de armas en la portada; que, en el juego de la primera, quien
tiene solamente figuras, que son las cartas que valen menos, mal juego hace» ó
de otro modo. «No grabes tu escudo al frente del libro, no sea que no tenga
otro mérito que el del grabado.»
» Continúa la décima:
Si en la dirección te humí-.
No dirá mofante aigú-:
iQué Don Alvaro de Lu-,
Qu4 Anibal el de Cartá,-
Qué rey Francisco en Espá- ',
Se queja de la fortú-I
%Direcci6n significa dedicatoria... y ya vimos que Lope, en la dedicatoria al
Marqués de Priego, afirmaba que el tiempo y h. fortuna le habían vestido hábito
de desdichas en los brazos paternos. Rehuye hablar latines, dice Urganda en la
siguiente décima; — erizado está de latines el prólogo del Peregrino. No me ale-
gues con Jilo-, añade más abajo la maga. Aristóteles y Platón son los primeros
autores que se citan en el prólogo del Peregrino; al principio del libro III se
cita á Boecio, Séneca, Platón, Aristóteles, Cicerón y Demóstenes, y además á
Terencio y á Ovidio; en el libro IV se nombra también á una porción de filóso-
fos y otros escritores.»
Con razón califica el docto critico de indicios graves las anteriores alusiones;
y de conjeturas las que luego apunta. Como tales, pues, las extractaré;
«En el soneto de Amadís á Don Quijote, el último terceto contiene esta jac-
tanciosísima expresión de Cervantes:
Tu patria será en todas partes la primera.
Tu sabio autor al mundo único y selo.i
«Lo de único y solo me parece una traducción irónica del unicus aut pere-
grinus de Lope en la portada del Peregrino. Sejanus mihi Pegasus, dijo Lope
en la portada del mismo libro...» * Camila Lucinda, que firma algunos de los
sonetos laudatorios en las Jumas de Lope, era una dama, encubierta con tal seu-
dónimo: luego, para casi todos los españoles, era una desconocida, lo mismo que
Urganda. Pudo, pues, Cervantes atribuir á otra desconocida las décimas de pie
quebrado que tanto han dado que discurrir...» «¿Escribiría el mismo Lope los
versos que aparecen firmados por Camila Lucinda? La verdad es que son buenos
y se parecen á los de Lope. Admitida la suposición por verdad, Cervantes en
los versos de Urganda, hubiera hecho una como parodia de los de Camila Lu-
cinda.»
«Un solo paso más, y me detendré, temeroso de extraviarme. Quizás en
aquellos versos del soneto de la Señora Oriana á Dulcinea:
|0h quien tan castamente se escapara
Del Sefior Amadis, como tú hiciste
Del comedido hidalgo Don Quijote!...
Notas y comentarios al Quijote 197
»Quizás aquí, repito, se pudiera buscar alguna otra alusión á Camila Lu-
cinda; que no escapó muy honestamente de sus amoríos con Lope.»
Igualmente sospecha el Sr. Hartzenbusch que el Ovidio español, que men-
ciona Gandalln en el penúltimo verso de su soneto, sería Lope.
Y terminaré con esta reflexión del erudito comentador: «No faltará quien
llegue á esclarecer las tinieblas de que aparecen rodeados los versos inclusos en
los preliminares de esta grande obra, tinieblas que nacerán, creo yo, de que los
tales versos aluden á personas ó cosas ajenas á la fábula del Quifota
Juzgo oportuno hablar aquí de la afición que sentía Lope de Vega por los
libros de caballería, y extractar los pasajes que á este curioso punto dedica don
Adolfo de Castro, en el prólogo á la 6.* edición del Buscapié. (Apénd. á D. Q.,
Madrid, Gaspar y Roig, 1864):
«Lope de Vega en el prólogo de sus novelas dice: use reducen sus fábulas á
una s manera de libros que parecían historias y se llamaban en lenguaje caste-
» llano. Caballerías, como si dijésemos, hechos grandes de caballeros valerosos.*
Por último, el mismo celebrado poeta, decía en la Dedicatoria de la comedia El
Desconfiado estas notabilísimas palabras, que son la verdadera antítesis de la
idea del Quijote: «Ríense muchos de los libros de caballerías, señor maestro, y
í tienen razón si los consideran por la exterior superficie... pero penetrando los
» corazones de aquella corteza, se hallan todas las partes de aquella filosofía, á
» saber, natural y moral. La más común acción de los caballeros andantes, como
» Amadís, el Febo., Esplandian y otros, es defender cualquiera dama por obli-
» gación de caballería, necesitada de favor, en bosque, selva, montafia ó encan-
» tamento. Y la verdad de esta alegoría es que todo hombre docto está obligado
» á defender la fama del que padece entre ignorantes, que son los tiranos, los
» gigantes, los monstruos de este libro de la envidia humana, contra la celestial
s influencia, que acompañó al trabajo y el vigilante estudio de cuanto es ho-
> nesto).
»Tenemos, pues, á Lope de Vega, entusiasta admirador de los libros de ca-
ballería andante, cuya moralidad debía, en su concepto, seguirse. No me consta
el año en que tal dedicatoria fué escrita. Ignoro, por tanto, si tales opiniones del
príncipe de nuestros dramáticos vieron la luz pública antes de la primera edi-
ción del Ingenioso Hidalgo. Pero sea como quiera, bien puede decirse que tales
ideas fueron constantemente las que Lope profesó en su vida. La monomanía
de Don Quijote no es otra cosa que el juicio de Lope de Vega, pero juicio tras-
pasando todo y llegando á la última exageración. Un Lope de Vega llevando á
la realidad su aprecio y sentir de los libros de caballería andantes, y no otra
I cosa es el ingenioso hidalgo de la Mancha.»
,281. — Las 1633 notas puestas por el Excmo. é limo. Sr. D. Juan Euge-
|I nio Hartzenbusch á la primera edición de El Ingenioso hidalgo
reproducida por D. Francisco López Fabra con la foto-tipografía.
— Barcelona. Establecimiento tipográfico de Narciso Ramírez y
Compañía. — 1874.
En 4.°, de V1II-202 págs. á 2 columnas.
Importante trabajo en el cual el eminente escritor ha apuntado las variantes
de las tres ediciones de Cuesta, años 1605 y 1608, para la i.^ parte; de la del
año 1615 y Valencia 1616, para la 2.a parte; y, ha añadido algunas de las prin-
cipales lecciones de otras ediciones madrileñas del siglo xvn, así como de Pe-
llicer, Arrieta, Clemencln y otros, poniendo luego aquellas correcciones que en
su sentir podrían hacerse.
igS Notas y comentarios al Quijote
El autor de esta Bibliografía que ha pasado largo tiempo dedicándose tam-
bién á la árida y pesadísima tarea de reunir en ordenadas series las variantes de
todas las principales ediciones del Quijote, sabe cuan ímprobo es el trabajo que
el Sr. Haruenbusch ha verificado; y si bien en verdad, debo decir, que sobran
algunas variantes, faltan otras, y muchas son inadmisibles, no escatimaré los
merecidos elogios al insigne literato. Este retocó y adicionó muchas de las pre-
sentes Notas en varios posteriores trabajos [295, 296, 297].
282. — Los continuadores de El Ingenieso Hidalgo. La obra de un
Avellaneda desconocido. Por D, José María Asensio. — Madrid,
1873-
En 4.0, de 21 págs.
Precedida de eruditas noticias, hace el Sr. Asensio una detenida análisis de
la continuación francesa del Quijote publicada anónima en París el año 1726,
en 6 ts. 12.° traduciendo íntegra la principal parte del prefacio. Recomiendo vi-
vamente la lectura de este interesante folleto dedicado á dar conocimiento de
una imitación que, por mi parte, describiré [Sec. IV].
283. — Anotaciones al Quijote, por G. Ticknor. — Boston.
En El Tiempo^ diario de Madrid, días 16 y 17 de Mayo de 1874, salieron
dos eruditos artículos de D. Arturo Cuyas, de Nueva York dando cuenta del
, hallazgo, en la rica Biblioteca Ticknor, regalada á la Biblioteca de Boston, de
«un cuaderno manuscrito é inédito lleno de anotaciones referentes al Quijote
que, probablemente, escribió Ticknor para su uso particular».
Consiste en varias notas, alguna con conato de comentario; pero, en gene-
ral, de poco valor. Al describir el Sr. Cuyas lo más importante que, referente á
Cervantes, posee la Colección Ticknor, menciona algunos curiosos antecedentes
relativos á D. Valentín Foronda, autor de las Observaciones sobre algunos puntos
del Quijote.
284. — «Notas históricas al Quijote». Artículo de D. B. H. S. (Buena-
naventura Hernández Sanahuja), en el Aniversario de Cervantes en
el Aie)ieo Tarraconense. Año 1874.
En folio.
Da curiosa noticia «del estado de inquietud y de alarma continua que te-
nían todos los habitantes cristianos de las costas marítimas del Mediterráneo, á
causa de las audaces empresas de los berberiscos», sucesos históricos que dieron
motivo á que Cervantes amenizara con expresivas descripciones su inmortal
obra en los capítulos 41 de la parte I y 63 de la n.
285. — «Apogeo literario en el siglo de Cervantes». Artículo de L. C.
en el Aniversario de Cervantes ejt el Ateneo Tarraconense. 1874.
En folio.
Emite el articulista algunas consideraciones acerca de la pléyade de escrí-
Notas y comeDtarios al Quijote 199
tores que florecieron en tiempo de los Felipes; «pero, — añade, — sobre todos
ellos descolló el genio portentoso de Cervantes».
286- — Asensio (D. José M.) — Cervantes inventor.
Discurso leído en el Aniversario celebrado por la Real Academia Sevillana
de Buenas Letras el día 23 de Abril de 1874. — Sevilla, Baldaraque, 1874. —
En 8."
Discretísimo é interesante trabajo en el cual el ilustre cervantista prueba
con datos y citas cuanto merece Cervantes el nombre de inveníot. Ilustra el se-
ñor Asensio su discurso con una lista de piezas dramáticas con asuntos cerván-
ticos.
287. — Discursos leídos ante la Academia de la Historia en la recepción
pública del limo. Sr. D. Francisco Coello y Quesada, el día 27 de
Diciembre de 1874. — Madrid, Imprenta de Fontanet, 1874.
En 4.°, de 96 págs.
En la pág. 20, el ilustre geógrafo y académico D. Francisco Coello, al tratar,
con su reconocida competencia, de las vías romanas de la península ibérica, se-
ñala de un modo palpable la dirección que, casi en línea recta, seguía la de
Chinchilla á Zaragoza, pasando por Iniesta, por el Este de Daroca y por Cari-
ñena; y termina su importantísima disquisición con este interesante párrafo: «El
camino entre Chinchilla y Zaragoza es, en grandes trozos, el que se ha llamado
constantemente carril de la Mancha á Aragón; el que han seguido los extreme-
ños en su tráfico y el que recorrió el héroe ntanchego, según la ilustrada opinión
de los Sres. Caballero y Fernández Guerra. La pericia geográfica de Cervantes,
su conocimiento del territorio en que estableció el campo de las hazañas del
para siempre famoso Don Quijote, se ve una vez más confirmada al señalar una
de las vías romanas, únicos caminos que entonces eran transitables, para la mar-
cha del asendereado caballero andante y de su graciosísimo escudero.»
588, — Varias obras inéditas de Cervantes, sacadas de códices de la Bi-
blioteca Colombina, con nuevas ilustraciones sobre la vida del
autor y el Quijote, por el Excmo. é limo. Sr. D. Adolfo de Castro.
— Madrid, 1874. f
En otra sección trato detenidamente de lo más substancioso de este intere-
sante libro. Hablaré en ésta de dos de sus capítulos.
Canción desesperada.
En un códice señalado AA, tabla 145, núm. 5, existente en la Biblioteca Co-
lombina halló el Sr. de Castro un manuscrito de la Canción desesperada de Gri-
sóstomo. «Los curiosos podrán ahora, — dice, — cotejar la Canción desesperada
como primitivamente la compuso Cervantes y dividida en las mismas estancias
en que él la dividió, y aun alguna puesta en su lugar y no trastrocada, como se
lee en el Quijote.» Transcribe el Sr. de Castro la Canción cotejando cuidadosa-
mente sus importantes variantes con el texto que conocíamos en el Quijote, y
no hay duda que el de la Biblioteca Colombina, en general, es mejor.
Notas y comentarios al Quijote
El apellido del Toboso.
El puesto por Don Quijote á Dulcinea no es ficticio, sino que realmente
existia una familia de este nombre, y con escudo, según lo descubrió el Sr. de
Castro en documento inédito de la Biblioteca Colombina, titulado: Instrumentos
pertenecientes á la casa del apellido Toboso en la ciudad de Córdoba, en donde se
habla de un Juan López Toboso, en 6 de Junio de 1488. tEste apellido, — se dice
en él — es de la Mancha, donde hay un lugar que lo llaman el Toboso en cuyo
paraje se crian muchas tobas\ y las armas de los Tobosos son, eto
«Bastante hago (dice el Sr. de Castro) en aclarar en algo lo que á la prosa-
pia de los Tobosos se refiere. Nuevos comentaristas del Quijote podrán con esta
segura gula, investigar si en lo de Dulcinea del Toboso hay alusiones á deter-
minada persona ó á aquel linaje.»
Un artículo critico de esta obra, firmado por D. Manuel Gómez Imaz (el
Bachiller Sansón Carrasco), salió en la Revista de Filosofía^ Literatura y Cien-
cias de Sevilla, 1874, t. VI; y otra de D. J. M.^ Asensio se insertó en la Revista
Europea (t. 11, núm. 35, 25 de Octubre de 1874), con este epígrafe, Sol y Som-
bras.
Pero el examen y el comento más detallados de este libro los hizo D. M. Me-
néndez y Pelayo en los niims. de 15 de Junio, 10 y 20 de Julio, i.° y 2.° de
Agosto y I." de Septiembre de 1874, de la Miscelánea científica y literaria, Re-
vista de Barcelona.
289. — "La ínsula Baratariar, por D. Joaquín Guichot. — Sevilla. —
Imprenta de El Círculo liberal. 1874.
En S.°, de 177 págs.
(Asensio, núm. 134.)
290. — -Sol y Sombrasn. — Cartas á los insignes cervantistas D. José
de Palacio Vitery y D. Mariano Pardo de Figueroa, sobre asuntos
y zarandajas de crónica escandalosa cervantina, por D. José María
Asensio. — Revista Europea., tomo II, núm. 35, día 25 de Octubre
de 1S74.
«Contienen censura del libro de D. Adolfo de Castro titulado Obras inéditas
de Cervantes, y otras noticias cervantinas, con algunas piezas de teatro cuyos
argumentos están tomados de las obras de Cervantes ó de su vida, adicionando
el catálogo de ellas que publicó el autor como apéndice á su discurso Cervantes
inventor., leído en la Academia Sevillana de Buenas Letras el 23 de Abril de
1874.
(Asensio, Nota de... libres... sobre Cervantes, 1885).
291. — uOtro sueño de noche de veranon, por D. José M. Asensio. —
Revista literaria Cervajiíes. Año I, dia 30 de Agosto de 1875.
«Art. dirigido á combatir ligeramente algunas de las fábulas é invenciones
que se han echado á volar en alas de la imprenta acerca del Quixote y de so
autor »
Notas y comentarios al Quijote 201
292. — Un español de antaño.
Art. en el folleto titulado: Aniversario de Cervantes por el Ateneo Tarraco-
nense, en 1873, ío'io-
Comenta y encomia el articulista Sr. A. O. el clarísimo cuadro de cos-
tumbres que nos pinta Cervantes en la persona y casa de D. Diego de Miran-
da. «Henos ahí, — dice, — en presencia de una sociedad que en nada se pa-
rece á la actual. Difícil serla hoy encontrar un D. Diego en una aldea de la
Mancha; los cambios sociales, los nuevos gustos y las circunstancias han llevado
á la corte ó á las populosas capitales la mayor parte de los grandes propietarios.»
293. — Cervantes y Shakespeare.
Art. firmado F. I. en el Aniversario de Cervantes por el Ateneo Tarraconen-
se 1875.
Apunta los rasgos de semejanza moral, social é intelectual que entre ambos
genios existió. Olvidando ó ignorando que la corrección gregoriana no se usó
en Inglaterra hasta más tarde, cree que Cervantes y Shakespeare murieron el
mismo día.
294. — El Mensaje de Merlín, ó tercer aviso de Cid Asam Ouzad Benen-
geli sobre el desencanto de El Quijote; escrito por Nicolás Díaz de
Benjumea. — Londres, 1875.
En 8.°, de lio págs.
Pretende Benjumea que el profundo simbolismo y la doble intención que,
según él, el Quijote encierra, fueron conocidos y vislumbrados por Avellaneda y
sus secuaces; quienes, al libro social, filosófico y civilizador de Cervantes, opu-
sieron el Quijote expdreo con el fin de cerrar el paso á las ideas que el cautivo
de Argel representaba. Este tema forma la \fi- parte de la obra. La segunda va
dedicada á probar que el autor del falso Don Quijote fué el dominico Andrés
Pérez, autor de La Picara fustina. Ya volveré á tratar de este punto en la sec-
ción de «Imitaciones.»
295. — Nuevas notas de D. Juan E. Hartzenbusch al Quijote.
El Ateneo revista de Sevilla. Núm. i de i.° de Diciembre de 1874, y 21, de
1.0 de Octubre de 1875. «Mas Notas al Ingenioso Hidalgo.»
Añade veinte y tantas enmiendas y variantes muy arbitrarias al texto del
Quijote, y retira y da por nulas las siguientes de las 1633 Notas que publicó
para la edición foto-tipográfica [281]: «núms. 21, 116, 131, 152, 301, 991, 1356,
1382, 1416, 1421, 1445, 1517, 1543, 1598».
29B.— Cervantes^ revista de Madrid, 16 de Marzo y números subsi-
guientes del año 1876.
«Notas inéditas á la edición foto tipográfica del Quijote.* Continuó el señor
Hartzenbusch su comezón de introducir variantes y más variantes y de rectificar
Tomo n 36
202 Notas y comentarios al Quijote
y corregir las de sus ediciones argamasillescas, y de sus Notas á la edición de Ló-
pez Fabra. Las que propone en estos artículos al texto de la edición foto-tipo-
gráfica pertenecen á los siguientes lugares: fols. 17 vuelto, 28, línea 4; 165 v. 1. 8;
169; 181 V. 184 v. 1. 13; 220, 1. 10: 222, á la mitad; 257 v. 1. 8; 274, 1. 8; 277,
1. 5; 181, 1. 12; 191 V. 1. 4; 286 V. 1. 3; y 285 V. 1. 6.
Otros reparos y variantes hay que no valen la pena de ser apuntados, por
impertinentes.
297. — Madrid Literario^ semanario ilustrado. — Números de 19 de No-
viembre de 1876, 28 de Enero, 4 y 11 Febrero, 4, 11 y 18 de Marzo
de 1877. — «Notas inéditas á la edición foto-tipográfica de el
Quijote^ por D. J. E. Hartzenbusch.»
Muchas son acertadas, y otras un tanto aventuradas.
En los números de 15, 22 Abril, 13, 20 y 27 de Mayo de 1877 del mismo
semanario madrileño, inserta el Sr. Hartzenbusch unos reparos al texto de la
nueva edición del Quijote publicada por el Sr. Mainez, en Cádiz.
298. — Crónica de los Cervantistas del 15 de Marzo de 1876. — Artículo
de D. Zacarías Acosta.
« Demostraciones críticas contra las variantes que ha querido introducir en
el texto del Quijote el Excmo. D. J. E. Hartzenbusch.»
Se reduce á refutar la variante nüm. 90 de la edición de Argamasilla, donde
se substituye ícuya imagen es la historiai> en lugar de i cuya madre es la histO'
riay, como escribió Cervantes.
299. — Catálogo por orden alfabético de todos los personajes que inter-
vienen en el Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. — Cer-
vantes, revista de Madrid, del 8 de Enero al 24 de Mayo de 1876.
Curioso trabajo de D. Javier Sora villa, fy muy útil — dice su autor — para los
comentaristas y anotadores del Quijote'».
Va al final este resumen: « Estado con diferencia de sexos de los personajes
que intervienen en el Ingenioso Hidalgo enumerados por Miguel de Cervantes
Saavedra.»
Hombres 607
Mujeres 62
Total general 669
300. — Una visita á la cueva de Montesinos y lagunas de Ruidera.
Describe detalladamente estos sitios D. Manuel M. Reynoso en la Crónica
de los Cervantistas., 7 de Octubre de 1876.
Notas y comentarios al Quijote 203
304, — Un albalá del rey Don Felipe III. — La Enseña Bermeja^ diario
de Zamora, día 4 de Abril de 1877.
Carta enderezada al doctor Thebussem preguntándole «por qué en la edición
del Quijote de la Academia, año 1787, hay el privilegio para Portugal, y carece
de este documento la edición foto tipográfica del Sr. López Fabra. Es de creer
que el bondadoso Dr. Th... aclararía en dos paletas la duda del Sr. Sancho Mo-
gatar explicándole, que la Academia, en aquel entonces, tomó por la primera
edición del Quijote la que era segunda, y que la edición foto-tipográfica es re-
producción de la verdadera primera, para la cual el librero Robles aún no había
sacado privilegio para Portugal >.
302. — Idea de un nuevo proyecto de comentario al Quijote.
Importante articulo del insigne cervantista D. José María Asensio en el nú-
mero correspondiente al 22 de Abril de 1877, de ¿a Academia, revista literaria
madrileña.
303. — Concordancias del Quijote. — Año de 1877.
Curioso m. s. del Sr. Saenz del Prado, en 1877, que posee hoy la Academia
Española.
304. — Las tres campañas del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Man-
cha. — Itinerario fijo y constante, apoyado en la ley invariable de
la razón é inmutable de la lógica; justificado en documentos fide-
dignos, etc. (Fragmento).
En este artículo, inserto en El Tiempo, de 23 de Abril de 1877, bajo la firma
de El académico de la Argamasilla, se censura agria pero justamente á los que
sólo quieren ver en el Quijote alusiones personales; mas, torciendo el articulista
su rumbo, y por vía de digresión, truena contra los que intentan hacer desapa-
recer las Monarquías. De itinerario no se ve señal alguna.
305.— El Palacio de Pedrola.
Erudito artículo de D. Cayetano Rosell en La Cuna de Cervantes del 26 de
Agosto de 1877, describiendo aquella morada, que se supone sea la de los Du-
ques, en donde Cervantes aposentó á su héroe por algunos días.
306. — Cervantes y Sevilla. — Artículo de D. José Moreno Fernández
en La Andalucía de Sevilla, 1877.
Recorre el doctor Moreno todas las obras de Cervantes, y señala las veces
1 que mienta á Sevilla, deduciendo cque esta gran ciudad mereció tanto amor, ó
causó tanta admiración al gran escritor, que puede enorgullecerse de haberle
inspirado muchos de sus mejores pensamientos».
(Asensio, núm. 189.)
204 Notas y comentarios al Quijote
307. — Notas al Quijote, por D. Ramón León Mainez, en la edición im-
presa en Cádiz el año 1877, en cinco tomos en 8.°
Poco he de añadir á lo que dije cuando describí esta edición [I. 166].
El Sr. Mainez ha hecho y adoptado correcciones felices; mas, en su noble
intento de atenerse estrictamente al texto de la edición príncipe de la primera
parte del Quijote, ha conservado erratas que fueron corregidas en las otras dos
impresiones de Cuesta, y ha despreciado algunas correcciones oportunas y nece-
sarias que la Real Academia Española hizo. De todos modos, en esta delicada
materia de corregir el texto del Quijote, es más de alabar un excesivo respeto
del original, como lo ha hecho el Sr, Mainez, que una arbitraria alteración, cual
la hizo el Sr. Hartzenbusch, justamente censurado aquí por el distinguido critico
gaditano.
Algunas veces acepta el Sr. Mainez ciertas oportunas correcciones de la edi-
ción de Bruselas, afio de 1607, y de otras modernas.
Las notas históricas que pone al final de los capítulos (algunas tomadas de
Bastús), son muy apreciables, así como las reflexiones acerca de algunos de los
pasajes comentados por Fernández Cuesta, Clemencín, Hartzenbusch. Al final
de cada tomo hay interesantes apéndices con eruditas noticias y citas de los
libros mencionados por Cervantes.
Igualmente revelan espíritu analizador los razonados y minuciosos comentos
de las aventuras del Ingenioso Hidalgo^ pero me ha de permitir el apreciable
crítico que discrepe de su opinión en algunos de sus juicios. Sirva de ejemplo
el Comentario á los capítulos XXX y XXXI de la i.* parte. Si lo aceptáramos,
creeríamos que Cervantes había escrito su libro con el objeto de apadrinar y
ensalzar las extravagancias y los usos de los libros de caballerías, y que los per-
sonajes como el cura, el barbero y Dorotea, que quieren sacar á Don Quijote
de Sierra Morena y llevarle á su aldea para curarle de su locura, obrarían con
miras interesadas y egoístas, dañando al héroe manchego y á sus nobles ideales.
Creo que Cervantes ha querido significar lo contrario, puesto que la imita-
ción burlesca del retiro de Amadís, es evidente; y en cuanto al cura, bien apa-
rece su generosa intención, representándonoslo Cervantes como una figura
noble, buena, conciliadora, y no cual un personaje odioso, como el Sr. Mainez
pretende.
308. — Un manicomio modelo. (Narración fantástica.)
Articulo de D. Manuel de la Revilla, en el Almanaque de La Ilustración
Española y America para 1879. En 4.°
Es un humorístico trabajo en que, entre otras cosas, se burla el critico de las
diversas interpretaciones y alcances que se han dado al Quijote.
309. — Noticia del Compás de Sevilla.
Memoria de D. Narciso Campillo en la Revista de Andalucía de Sevi-
lla, 1878.
310. — Las Dos razones ó los Quijotismos. — Artículo de D. N, Díaz de
Benjumea en El Arte ^ periódico literario de Sevilla. — 17 de Mar-
zo de 1878.
Notas y comentarios al Quijote 205
«Razón recta, según la Iglesia católica, es la luz que proviene de la revela-
ción divina. Los que no tienen esa enseñanza viven guiados por razón corva ó
gibosa.*
311.— Más Quijotadas. — Artículo de fD. J. E. Hartzenbusch en La
Ilustración Española y Atnericana, 22 de Abril de 1878.
He aquí los párrafos más substanciales:
«Contestando á ciertas especies, nada lisonjeras para mí... he de repetir en
este artículo algunas ideas, ya expresadas en los que publiqué en el periódico
Madrid Literario, el ultimo de los cuales es del día 27 de Mayo último.»
« ... las ediciones del Quijote hechas por la Academia Española, no son, como
sostiene equivocadamente el Sr. Mainez, un texto á cada paso alterado por la
Academia, sino el texto mismo de la 2.' edición del año 1605 y de la de 1608,
impresas por Juan de la Cuesta, ediciones en que Cervantes... cambió algo de su
obra.» «Ya sospeché, y ahora veo ser verdad, que el Sr. Mainez no ha conocido
estas ediciones.»
«Cuando la Academia hizo, en el año 1780, la edición del Quijote, no co-
nocía más que una de 1605, y ésta era la segunda, y á ésta siguió creyéndola
primera de la obra, y en esta edición Cervantes había introducido variantes» (i).
«En el tomo UI, pág. 131, de su edición, pone el Sr. Mainez: «él (Don Qui-
jote), se acostó luego, porqué venía muy quebrantado y falto de juicio. -s. Nota
del Sr. Mainez: «Falto de sueño ponen las más de las ediciones. Porqué?»... No
sé que tantos somos los que hemos introducido en ediciones del Quijote, falto
de sueño, en lugar de/alto de juicio; pero yo soy uno de ellos y aquí reconozco
mi error. »
En la edición de Madrid, año de 1662, es en donde por primera vez se halla
la variante /a/Zí» de sueño. Después Clemencín la creyó también necesaria, y con
su autoridad la aceptaron como buena varias ediciones modernas.
Persiste luego el Sr. Hartzenbusch en sostener que donde dice el texto
(P. i.a, cap. n): «Don Quijote... como tenía puesta la celada y alzadala. visera,
etcétera», debe decir: tatada la visera».
Defiende igualmente el Sr. Hartzenbusch esta variante suya, criticada por el
Sr. Mainez: «Lo que á Vm. he dicho.» (Notas de la ed. fot. del Quijote, pági-
na 82.)
Pero retira la que puso al capítulo XLIV, cuando dijo envainó, en lugar de
embazó como escribió Cervantes.
Y termina defendiendo la variante en sazón tal., que juiciosamente varios
correctores, y con ellos Hartzenbusch, hicieron en aquel pasaje del capítu-
lo XXTV, parte i.*, donde la edición príncipe dice: «Viola en sayo, tal, que todas
las bellezas hasta entonces por él vistas las puso en olvido. »
'12. — Crítica de críticas. — Artículo de D. J. E. Hartzenbusch en La
Academia, semanario ilustrado. — Madrid, 30 de Junio de 1878.
Elogia la obra Cervantes y la Crítica, de D. Amenodoro Urdaneta y explica
que la voz ventiera que dicho señor aceptó por haberla hallado en la edición prtn-
(l) En el tomo I de esta Bibliografía, art. I, hice la historia de este trueco de edi-
ciones que ha ocasionado tantos quid pro quo.
2o6 Notas y comentarios al Quijote
cipe del Quijote (parte II, cap. 6o), ha de decir ventrera^ como así lo corrigió la
edición de Valencia, año i6ió. Después sostiene nuevamente el Sr. Hartzen-
busch una de sus variantes, poniendo la partícula no en aquel pasaje del capí-
tulo 20, P. I, donde se dice: «Don Quijote se habia alzado la visera y descu-
bierto su seco y polvoroso rostro.»
313. — La Opinión Nacional^ diario de Caracas, día 15 de Julio de 1878.
Art. de Hortensio, fechado en Madrid, juzgando el libro de Urdaneta titu-
lado «Cervantes y la Crítica.» Cree el articulista exageradas las aseveraciones
de Urdaneta de que el Quijote es superior á todos los libros literarios, especial-
mente á los poemas hasta hoy conocidos. No está conforme con alguna otra
tesis sostenida por Urdaneta, pero hace elogios del libro y de su exposición,
concluyendo con levantadas frases en pro del estrechamiento de los vínculos
que unen á la América latina con España.
314. — «El progreso en la crítica del Quijote", por D. Nicolás Díaz de
Benjumea. — Artículos en la Revista de España. — 28 de Octubre
de 1878, t. LXIV, págs. 474 á 488; 13 Noviembre y 28 Diciembre
de 1878, t. LXV, págs. 42 á 59, y 450 á 466; 28 de Enero y 28 de
Febrero de 1879, t. LXVI, págs. 159 á 172, y 329 á 348; 28 de
Abril de 1879, t. LXVII, págs. 519.
Notable y profundo estudio en el que su autor examina con erudita minucio-
sidad algunas de las escuelas críticas acerca del Quijote. Campean brillantes pen-
samientos en el trabajo del Sr. Benjumea, pero gran parte de su afán consiste en
demostrar que, la rancia critica del Quijote, esto es, la que halla en él una mera
sátira de los libros de caballería, ha de ceder el puesto al moderno comentario
filosófico. Con tal deliberado propósito, despliega no poca habilidad al atacar
los puntos flacos que le presentan para apoyar su crítica, los diversos juicios
emitidos por Bowle, Pellicer, Navarrete, Clemencín, Quintana, Byron, Sismon-
di, Revilla, Valera, Heine.
Dejando aparte el prurito de hallar sentido oculto en el Quijote, algunas de
las apreciaciones de Benjumea son acertadas, especialmente su impugnación del
Juicio de Byron.
315. — Fastenrath (D. Juan). — «El poeta hispanófilo Luis Braunfels».
— Eco de Andalucía., Marzo, 1880.
Con motivo de la venida á España del Sr. Braunfels, traductor del Quixote y
cervantista apasionado, consigna el insigne Fastenrath muchas curiosas noticias
sobre las traducciones alemanas del gran libro de Cervantes.
(J. M. Asensio, J\íoia de libros... niím. loi.)
316. — Cervantes vascófilo... por Julián Apraiz... Vitoria, 1881.
De este erudito libro volveré á hablar, al dar cuenta de su 2.' edición, im-
presa en 1895.
Notas y comentarios al Quijote 207
317. — El Averiguador Universal di^ 31 de Marzo de 1881.
Trata de la pronunciación de la x que, según Monlau, sonaba suave como
ch francesa en tiempo de Cervantes. El articulista rebate esta opinión apoyán-
dose en que Leonela, [Quijote, parte I) cuando enumera por orden alfabético las
cualidades de un buen amante, dice: cía x no le cuadra porque es letra áspera>.
En elniím. de 31 de Octubre del mismo Averiguador, el Sr. Sbarbi apoya la
opinión de Leonela con el testimonio de Mateo Alemán, quien en 1609 decía:
«nosotros pronunciamos la x como los árabes», y con los de el maestro Gonzalo
Correa, (año 1630), y de Gutiérrez de Terán (1732) que aseguran un sonido
fuerte de/ á la x.
Es del P. Agustino Fr. Conrado Muiños.
J18. — Discurso leído por D. Nicolás Díaz de Benjumea, con previo
acuerdo del Exorno. Ayuntamiento de Sevilla, en su sesión cele-
brada en la noche del 14 de Enero de 1878, y mandado imprimir y
archivar por acuerdo unánime de dicha Corporación. — Sevilla. —
Alvárez, 1878.
«¡Parecerá mentira á los venideros!» (J. M. Asensio).
1 19, — «Algunas notas preparadas para un nuevo Comentario de el In-
genioso hidalgo Don Quijote déla Manchan, por D. José María
Asensio.
Publicadas en la Revista de Valencia, tomo II, niím. 6, y tomo HI, núm. 4,
correspondientes respectivamente á i.° de Mayo de 1882 y i.° de Abril de 1883.
Empieza su Comentario el Sr. Asensio publicando 3 extensas é interesantes
notas. En la I hace notar la falta de la Aprobación que se observa en la parte I
del Quijote, siendo así que lleva el previlegio, la tasa y el testimonio de las erra-
tas. La n es un verdadero comentario úlosófico que hace valer el alcance del
libro de Cervantes; y la m trata del misterio que encierra la Dedicaíotia al
duque de Béjar como lo notó ya el Sr. Hartzenbusch; y transcribe la exce-
lente Nota, inédita, del Sr. D. Cayetano de la Barrera, contestando sobre el
mismo tema á una aseveración de Benjumea.
En la nota IV (año 1883), explica el título de Ingenioso, puesto por Cer-
vantes á su obra: «El título, — dice, — es propio, feliz y gráfico, pero es porque
recae sobre el sujeto, sobre Don Quijote, indicando sus cualidades. No obstante
el extravío de su razón, Alonso Quijano conservaba la agudeza de [su ingenio,
lucido y perspicaz cuando no miraba á través del engañoso prisma de sus negras
ilusiones.» «El hidalgo era ingenioso, pero con criterio erróneo; el ingenio corría
por la misma desviación que la razón; cuando ésta era perturbada por fantas-
mas, lo ingenioso era buscar la antítesis, consistía en traer la consecuencia con-
traria á la verdad, y deducir con mucho y agudo ingenio, falsos resultados. Vol-
teado por las aspas, era ingenioso al discurrir que un enemigo de gran poder ha-
bía convertido los gigantes en molinos, envidioso de su fama y renombre. Entre
los fenómenos psicológicos, tan magistralmente desenvueltos por Cervantes, éste
es el más digno de atención y el más admirable de todos; porque es el fondo
del padecimiento del héroe, y el único que explica bien todas las aventuras y
2o8 Notas y coméntanos al Quijote
desventuras de su historia. Una vez estudiada, comprendida la especie de enfer-
medad intelectual que Cervantes describe, se encuentra clara explicación, y ra-
zonable el progreso en todos los sucesos.» «El adjetivo ingenioso es miembro
necesario de lá oración, calificativo oportunísimo y gráfico del sujeto.
320. — Un pequeño comentario al Quijote. — Artículo de D. Federico
Rahola, en La Ilustración^ de Tasso, día 22 de Abnl de 1882.
Comenta varios pasajes de la novela, deduciendo atinadamente «hasta qué
punto son antagónicos y opuestos amo y escudero, y, por lo tanto, de la raía
manera como se completan».
321. — Humorismo cervántico. — Artículo de D. Nicolás D. de Benju-
mea en el número correspondiente al 22 de Abril de 1883, de La
Ilustración, revista ilustrada de Barcelona.
«Uno de los capítulos en que más resalta lo que podemos llamar «humoris-
mo cervántico», es el que contiene el diálogo de los dos escuderos. Parece que
ambos tratan, valiéndonos de una frase vulgar, de echarse el pego el uno al otro.
Ahora bien, Sancho refiere el caso sucedido á dos excelentes mojoneros, sus an-
tepasados, y que busca Cervantes con singular gracia y agudeza; porque que-
dando Sancho persuadido de que ha demostrado lo que probar le convenía, re-
sulta enteramente lo contrario, y hace ver el autor el papel que representan las
gentes groseras, cuando pretenden pasarse de listas y despuntar por agudas.»
322. — «La Olivera de Valencia», una nota para el Quijote. — Revista
de Valencia^ Marzo de 1883.
Interesante y erudito artículo de D. Manuel Calvo y Pelarda, dando una ex-
tensa descripción del sitio mencionado por el ventero socarrón, y probando
cumplidamente que tanto el Sr. Clemencín como los que le siguieron, confun-
den en sus notas la Olivera de y alenda á que alude Cervantes, con otro sitio
más distante titulado Plazuela de la OUverta^ y afiade que sólo el Sr. D. Luis
Lamarca en su opúsculo El teatro de Valencia desde su origen hasta nuestros
días (1840), reconoce el punto en que estuvo «la Olivera de Valencia» que tanta
celebridad tenía en tiempo de Cervantes como punto adonde concurría toda
gente traviesa y maleante.»
323. — «El Solitario y su tiempo», por D. Antonio Cánovas del Casti-
llo. — Madrid, 1883.
En el tomo n, pág. 132, hablando el autor del proyecto de D. Serafín Esté-
banez Calderón, de conquistar el imperio de Marruecos, dice: «nunca debiéra-
mos pensar, como en 1844 pensaron algunos, entre ellos Estébanez, en conquis-
tas en África... ¿Cuándo estará la nación española en disposición de acometer
cosa tal y realizarla?... ¡Plegué á Dios conservarnos por siempre la mermada
herencia que recibimos de nuestros padres! Aun para eso ha de ser forzoso que
no continúe siendo el leal y valiente, pero soñador y anticupdo Don Quijote, la
Notas y comentarios al Quijote 209
representación exacta de nuestro carácter y nuestro espíritu nacional. Si algún
sentido oculto hubiese en los volúmenes inmortales de Cervantes, este de que
voy á hablar, debiera de ser. Nunca leo, dicho sea en paz, sin que seriamente
medite en nuestros hechos, las siguientes palabras de Don Quijote en la venta:
€ Yo no puedo contravenir á la orden délos caballeros andantes, etc..» Paré-
ceme que se nos pudiera haber respondido en la historia muchas veces, lo que
replicó el ventero: cPoco tengo yo que ver en eso. Pagúeseme, etc..»
» Prosa es esto, pura prosa, pero buen espejo para vernos el rostro: sentencia
que, por ser tan genuinamente español no comprendía el sabio Estébanez tra-
tándose de política internacional; consideración que, bien mirada, y aplicada
con discreción serviría para gobernar á £spafia mejor que ha solido y suele ser
gobernada. >
324. — Los Arbitristas.
Este articulo de D. Antonio Cánovas del Castillo, escrito al parecer hacia
1864 ó 65, va en el tomo I de Problemas contemporáneos publicado en las obras
de dicho autor, Madrid, 1884, tomo 17 de la Colección de escritores castellanos.
Entresacaré estos párrafos:
«En el hospital de la Resurrección deValladolid hubo, según afirma Cer-
vantes, algo antes de 1613, una conversación ó coloquio curiosísimo acerca de
los diversos oficios humanos, entre dos perros parleros llamados Cipión y Ber-
ganza. Pocas serán las personas cultas que no hayan pasado los ojos al menos
por aquel exacto, aunque breve, cuadro social de la nación que, con más bondad
que acierto, regla por entonces Felipe III. En un extremo de la pieza, donde tan
desusadamente departían los perros, había, al decir del narrador, cuatro camas,
que servían, á falta de otras, á un alquimista, un poeta, un matemático, y uno,
en fin, de los que se llaman arbitristas; gente toda, como atestiguaba Berganza,
que á la sazón, por la mayor parte venían á morir á los hospitales. Por lo que
toca al poeta, quizá pintó aquí el autor su propia suerte, más bien que la que en
general alcanzaban los de tal profesión en aquellas edades: que, á decir verdad,
desde el marqués de Santillana ó Garcilaso hasta Lope de Vega 6 Quevedo,
contó la Musa española por alumnos mayor número de caballeros de hábito y
personas de pro, que de mendigos ó huéspedes de hospitales. Ni el que un poeta
capaz de escoger por asunto lo que dejó de escribir el arzobispo Turpín, tuviese
por natural albergue un hospital, podría demostrar que tomase siempre á burlas
el siglo XVI el arte de escribir discretos versos. Lo que ciertamente solía desde-
ñar aquel siglo eran las matemáticas, la alquimia y el arte de buscar arbitrios ó
recursos con que atender á los gastos del Estado, ó mejorar la condición de los
particulares en las exhaustas provincias del Reino.» « Yo, señores, soy arbitrista,
— decía con grande énfasis el de Cervantes.»
Aquí copia el Sr. Cánovas el salado razonamiento del arbitrista en la novela
Coloquios de los dos Ferros. Y concluye el Sr. Cánovas: «Por tan donosa ma-
nera describía ya aquel escritor insigne á los arbitristas en los primeros años
del siglo xvii.»
325. — ¿Cómo pronunciaba Cervantes el nombre de Don Quixote? —
I Artículo del P. Conrado Muiños Saenz, en los núms. 39 y 48, año
1884, de la Revista Agustiniana, de Valladolid.
Ampliando el erudito P. C. Muiños su artículo del Averiguador Universal,
Tomo 11 37
Notas y comentarios al Quijote
[317] citando una porción de pruebas, cita varios pasajes de Quevedo, Rojas,
Cervantes y aduce opiniones de Covarrubias, Nebrija y otros para robustecer su
opinión.
Prueba cumplidamente que á la g, la.j y la * se daba por regla general en
el siglo XVII la pronunciación gutural de la actual/. Esta regla tenía, sin duda,
varias excepciones. Parte del vulgo debía de conservar el sonido dental en algu-
nas palabras. En Aragón era en el siglo pasado frecuentísima esta pronunciación.
Después el P. Muifios ha ampliado su tesis en afios posteriores de la misma
Mevisía con el título de Antigüedad de las guturales castellanas, probando
que el dialecto Castellano usaba ya el sonido gutural, que el dialecto leonés te-
nia el sonido dental; como igualmente el aragonés. Por las rimas de los poetas
antiguos castellanos conjetura el P. Muifios que el sonido gutural de la/ lo to-
marían los castellanos de una pronunciación exagerada de la c latina, por ejem-
plo de óculos^ ojos.
326. — Pruebas de la restauración de la primera edición del Quijote de
1605, por Feliciano Ortego. Fundada en las anotaciones, acotacio-
nes y correcciones que en márgenes y cuerpo de la obra colocó el
gran Cervantes en el ejemplar prueba que de su puño y letra cons-
tituye su única y verdadera capilla. — Esta edición, copia exacta
de aquélla, forma un tomo que precede á éste. Los anacronismos,
faltas y errores imputados á Cervantes por académicos y comenta-
ristas en diferentes épocas, no deben ya existir, — Falencia, Im-
prenta de Tiburcio Martínez. — 1883.
En 4.°, de lV-836 págs., más una hoja para el índice y otra para la fe de erratas.
En el cap. II se inserta un dictamen de D. Millán Orió, D. Francisco F. San-
tamaría, D. Felipe Prieto y Aguado y D. Ubaldo Herrera de la Fuente, profe-
sores de la Escuela Normal, fechado en Falencia i. 30 de Diciembre de 1882,
en el que después de decir que han cotejado el carácter de letra de las correc-
ciones puestas en el margen del ejemplar del Quijote que les presentó Ortego,
con algunos autógrafos de Cervantes, declaran tque las correcciones manuscri-
tas en los márgenes del ejemplar del Quijote que tenemos á la vista, á excep-
ción de algunas, están hechas por la mano del inmortal autor del mismo, Miguel
de Cervantes Saavedra».
Apoyado en este dictamen y en la exactitud y enlace que, (según el Sr. Or-
tego), tienen las correcciones de la pretendida capilla, afirma dicho sefior que es
el verdadero ejemplar prueba de Cervantes, y que, sin embargo, de ser en apa-
riencia la 2.* impresión de Cuesta, es indubitablemente de la primera edición.
Dejémosle hablar: c Según dice Juan José Sigüenza en su manual titulado Del
Mecanismo del Arte de la Imprenta, impreso en Madrid á 1.0 de Agosto de 181 2,
de todo lo que se imprimía en el siglo xvii se sacaban 3 copias; una se la lleva-
ba el corrector, otra se quedaba el cajista con ella, y otra el prensista. Los dos
ejemplares del cajista y prensista eran para la Hermandad de S. Juan Evange-
lista, protectora de este nobilísimo arte. De lo que precede deduzco que este
ejemplar fué el que corrigió Cervantes cual lo prueban su letra, sus conceptos,
la acción, discurso, enlace... y debo decir que todos los capítulos están corregi-
dos por el autor, y el libro, restaurado por mí.»
Ante tal afirmación creció mi deseo de examinar el libro, y así lo verifiqué
Notas y comentarios al Quijote
con suma atención y esmero; mas mi desencanto fué completo. Nada hallé en
estas correcciones que revelara la pluma del padre del Quijote\ antes al contra-
rio, me parecieron ellas tan extravagantes que juzgué no podían ser en ninguna
manera obra de Cervantes.
Quedaba la autoridad de cuatro profesores calígrafos que optan por la afir-
mativa; pero, sin pretender menoscabar en lo más mínimo la pericia de esos
señores, puedo asegurar que he visto muchos manuscritos del tiempo de Cer-
'Vantes, cuya letra es muy parecida á la del autor del Quijote, y, sin embargo,
no es suya. Además, los cuatro profesores llamados por el Sr. Ortego declaran
que para su cotejo hubieron de valerse de copias de autógrafos de Cervantes, lo
cual no es lo mismo que cotejar con originales. Y si consideramos que estos es-
casos originales no son autógrafos literarios sino breves líneas escritas apresu-
radamente en momentos harto aciagos para el autor del Quijote., juzgamos cuan
poco fundamento tiene la afirmación de los cuatro calígrafos palentinos.
Por todo lo cual no vacilé en creer y asegurar que la mayor parte de los ca-
pítulos del ejemplar modelo fueron en el siglo xvii (pudo ser poco tiempo des-
pués de muerto Cervantes), fueron, digo, mutilados y deslavazados por algiin
entrometido y poco escrupuloso lector del Quijote, quien, amén de varias notas
plagiadas, osó estampar sus extravagantes correcciones y observaciones en las
márgenes del libro y mutilar la obra, y, creo también, que ésta ha sufrido, ahora,
en manos del Sr. Ortego, otro manoseo tal, que ya no la conocería su mismísimo
autor si para ello sólo al mundo de los vivos tornara.
Difícil se hace, sin poner á la vista del lector la edición restaurada y sus
pruebas, hacer una clara exposición de las variaciones introducidas por el señor
Ortego, tal es el fárrago de notas, compulsas, citas y reflexiones que dicho señor
acumula. Basten las variantes que he señalado al describir la edición restaura-
da [T. I, 189], sin necesidad de que continué apuntando otras muchísimas va-
riaciones que hay, inadmisibles de todo punto. Y es tanta la confusión, que el
mismo Sr. Ortego queda envuelto por ella. Citaré tan sólo dos de las contra-
dicciones en que incurre.
Primera. Dice que el ^ejemplar prueban que él posee, impreso por Cuesta
en 1605, debe prevalecer '¡■integro por ser corregido-i y tanotado por el mismo
Cervantesy\ y, sin embargo, en el ejemplar irestaurado por el Sr. Ortegot, re-
sultan introducidas varias correcciones hechas en la 3.* edición de Cuesta del
año 1 608, en la de Bruselas año 1607 y las de la Real Academia, y hasta en las
de Hartzenbusch.
Otra. Empieza afirmando que el < ejemplar prueba » que él posee es la
tPrimera edición del Quijotei>: después, la coteja línea por línea con la edición
foto-tipográfica del Sr. López Fabra, que real y verdaderamente es la primera
(lo cual viene el Sr. Ortego á reconocer implícitamente), y á pesar de las nota-
bles divergencias que entre ambos hay, al final de su obra, como si tanta luz le
ofuscara, prorrumpe; queriendo parodiar á Galileo: «éste mío es el ejemplar co-
rregido por Cervantes; pues ésta es la primera edición.» En lo cual desbarra,
porque en su mismo cotejo se ve que es la segunda impresión de Cuesta.
Mucho tiempo después de haber emitido mi opinión, condensada en los an-
teriores párrafos, el distinguido cervantista D. Femando Fernández de Velasco,
me regaló el siguiente opúsculo escrito por el Sr. Ortego: Desliz literario come-
tido por D. Marcelino Menéndez Pelayo cuando, al examinar el ejemplat prueba
de El Quijote de Cervantes, no conoció tan rica joya. Falencia, 1885. Tuve la pa-
ciencia de leer las 56 páginas de este folleto y no puedo menos de manifestar
cuánto me complació ver que mi juicio coincide con el tan autorizado del stñor
Menéndez Pelayo, quien, según el mismo Sr. Ortego relata, vio el ejemplar ca-
pilla y después de breves momentos de examen formó su opinión, que se con-
312 Notas y comentarios al Quijote
tiene en estas palabras: «Este ejemplar no es la primera edición del Quijote\
esas notas no son de su autor... el autor de la restauración está en un error, es
un iluso.» Pero como al Sr. Ortego le pareció que D. Marcelino no pudo formar
claro concepto del libro con el breve y vertiginoso examen que de él hizo, acú-
sale de ligero, denuéstale duramente, y, deseoso de probar la autenticidad de
sus obras, reproduce parte de los razonamientos expuestos en su tomo de Prue-
bas. Si el Sr. Ortego hubiese de antemano conocido el certero y admirable
golpe de vista, los vastísimos conocimientos y el clarísimo criterio del Sr. Me-
néndez Pelayo, no se hubiera extrañado de que le bastaran breves momentos
para rechazar y desautorizar las insubstanciales anotaciones del ejemplar que
aquél le puso delante. Después he tenido el gusto de hablar del mismo con el
eminente escritor, gloria de las letras españolas, y me honro con haber recabado
de él una contestación al opúsculo de Falencia.
Sr. D. Leopoldo Rius:
Mi querido amigo: Me pide usted para consignarlas en su notabilísima Bi-
bliografía Cervantina, mis impresiones acerca del famoso Quixoic de Falencia,
visto por mi en 1882, y visto en mal hora, tanto por la aflicción que con mi si-
lencio, más que con mis reparos, hube de causar á su honrado é iluso poseedor,
cuanto por la descarga de palos literarios, con que pretendió vindicarse en mis
costillas del supuesto agravio, ó más bien, generosidad mal entendida, con que
quise sacarle de su yerro, y ésto no en público sino en privado y del modo más
cortés y menos duro que acerté á encontrar.
Las cosas pasaron de la manera siguiente, si la memoria no me es infiel en
algún detalle, lo cual bien pudiera ser después de nueve años, y tratándose de
un asunto de tan poca importancia. ;■,.
En los primeros días de Julio del referido año de 1882 viajaba yo de Madrid
á Santander, donde paso, como usted sabe, mis vacaciones universitarias. Me
acompañaba mi antiguo y buen amigo D. Fernando Fernández de Velasco,
grande aficionado á libros antiguos españoles y muy inteligente en ellos: perso-
na, en fin, de entendimiento y cultura bien notorios. Este señor que tiene parien-
tes y amigos en Falencia, (ciudad que yo hasta entonces solo habla visitado muy
de pa?o), mostró sumo interés en que nos detuviésemos allí un día, á ver las
muchas curiosidades artísticas que aquella capital encierra; y como un cebo más
á nuestras comunes aficiones me habló de un ejemplar de la primera edición
del Quijote que existía en poder de un médico de aquella localidad, el cual pre-
tendía tener en su libro nada menos que las correcciones y adiciones autógrafas
preparadas por el mismísimo Cervantes para una nueva edición. Claro es, que,
el Sr. Velasco me hablaba de todo esto en el tono en que podía hacerlo un
hombre de sus muchas letras y agudo ingenio, y nada inclinado ciertamente á
la excesiva credulidad en tales materias. Yo andaba entonces bastante mal de
salud, y por mi gusto hubiera excusado la detención, pues á mi entender, las
ciudades y sus monumentos deben visitarse con la mayor tranquilidad posible
de espíritu y de cuerpo. For otro lado no me halagaba la idea de examinar el
tal Quixote. Si como era verosímil que sucediese, no había tales notas autógra-
fas de Cervantes ni más que un ejemplar mejor ó peor de la primera edición
anotado por un lector ocioso, ¿podía yo, sin comprometer mi crédito literario
bueno ó malo, y lo que vale para mi mucho más, mi conciencia moral, dejar en
su error al dueño alucinado, y consentir que divulgando su famoso descubri-
miento, se convirtiese él, y me convirtiese á mi, en risa de las gentes? ¿Fodla yo
tampoco molestar con una verdad tan dura á una persona que se me pintaba
como enteramente hechizada y embebecida en la contemplación de aquel mara-
villoso volumen?
Notas y comentarios al Quijote 31 j
A pesar de estas consideraciones, pudo en mi más el deseo de complacer á
mi amigo. Nos detuvimos, pues, en Falencia, y recuerdo con vivísima gratitud
las delicadas atenciones que mi compañero y yo recibimos de muchas personas
de aquella histórica capital durante las horas que permanecimos en ella, gusto-
samente entretenidos en admirar las riquezas de arte atesoradas en su célebre
Catedral y en otros templos. Ya á la tarde, y cuando faltaban pocas horas para
volver al tren, decidieron los señores que tenían la bondad de acompañarnos
(entre los cuales recuerdo al distinguido catedrático y ameno escritor D. Ri-
cardo Becerro de Bengoa), que fuésemos á ver el famoso ejemplar del Quixote,
en casa de su feliz poseedor el médico D. Feliciano Ortego.
Recibiónos éste con mucha afabilidad y perfecta cortesía' (bien diversa del
tono que suele emplear en sus folletos), y sin tardanza nos puso delante de los
ojos el libro celebérrimo quem instar thesauri habebat.
Era, en efecto, un mal ejemplar, estropeado y mutilado, no de la primera
edición del Quixote, sino de la segunda de Juan de la Cuesta, que por mucho
tiempo se ha venido confundiendo con la primera. Si no recuerdo mal, carecía
de principios, pero en ésto puedo equivocarme, y nada importa para el caso. Re-
corrí las hojas del ejemplar, no con la febril impaciencia que supone el Sr. Orte-
go, sino con la rapidez con que había de hacerlo quien, como yo, tenía tan poco
tiempo á su disposición, y por otro lado no quería abusar de la cortesía ni de la
paciencia de una persona para mí desconocida. Además como no se trataba de
ninguna obra incógnita sino del Quixote que (por cálculo aproximado) habré leí-
do unas trece ó catorce veces, claro es que no iba á emprender en aquella oca-
sión una nueva lectura; por eso me fijé en lo único que podía haber de nuevo é
interesante, es á saber en las famosas notas marginales que el poseedor, con
aire de triunfo rae iba mostrando. Nuestro diálogo no fué muy largo. Aquí tiene
usted la letra de Cervantes, me d\jo: estas notas son indudablemente suyas. ^ Y
no podrían ser de algún lector de su tiempo ó de más acá?, observé con timidez.
No señor, me contestó secamente; como si tal pensamiento fuese lo más desca-
bellado del mundo. En seguida comprendí que una fe tan robusta estaba á salvo
de cualquier argumento, y me guardé muy bien de insinuar más dudas. Trope-
zamos luego con una laguna de dos ó tres hojas en la historia de Dorotea (falta
que por si sola bastaba para quitar al ejemplar toda estimación bibliográfica), y
el Sr. Ortego me aseguró que Cervantes había suprimido todo ese episodio por
indecoroso y lascivo. Después me mostró aquellos famosos versos añadidos en
el epitafio de Grisóstomo, que á él le parecían un bello pensamiento poético, y
dicen poco más ó menos así, si es que no se me han ido de la memoria: (r)
Y me enseñó en fin tales y tantas extravagancias derramadas por las márge-
nes del volumen que desistí una vez más de contradecirle, y rae despedí cuanto
antes, habiendo sacado de la inspección del libro lo que sacaría todo hombre
cuerdo y de alguna práctica en esto de letras de molde, es á saber la convicción
de que se trataba de un ejemplar torpemente destrozado y embadurnado por
algún ignorante del siglo xvii que tuvo el inaudito descaro de meterse á enmen-
dar la plana á Cervantes, suprimiendo (iqué horror!) pedazos del texto, é incrus-
tando en él sus propias simplezas y grotescas aleluyas.
Así se lo manifesté confidencialmente á las personas que me acompañaban,
añadiéndoles éstas ó parecidas palabras:
Puesto que ustedes son amigos del Sr. Ortega^ que me parece sujeto muy apre-
ciable y digno de que se le desengañe, procuren ustedes sacarle de la ciega persua-
den en que está de ser poseedor de las correcciones autógrafas del autor del Qut-
(i) Los he dado en el tomo I, núm. 189.
214 Notas y comentarios al Quijote
xo te, para que no gaste su tiempo y su dinero en esa nueva edición que proyecta,
y que si se ajusta al texto que tiene en su casa, habrá de ser sin duda la peor de
todas las conocidas.
Desde entonces y en mucho tiempo, no volví á acordarme del Quixote pa-
lentino, más que como de un curioso ejemplo de las aprensiones maniáticas á
que tan sujetos estamos todos los miseros humanos, sin exceptuar á los que se
tienen por más cuerdos y á los que hacen profesión de curar á los otros.
Pero el Sr. Ortego, con la terquedad que acompaña á toda monomanía, no
sólo llevó á término su edición en 1883, á despecho de las advertencias bien in-
tencionadas que se le habían dirigido, sino que al verla caer en el pozo de la
indiferencia general, á pesar de los pomposos anuncios de su portada, lejos de
entrar en cuentas consigo mismo, ardió en ira y furor contra mí atribuyéndome
la culpa del fracaso de su libro por lo que mi opinión hubiera podido influir
en la de otros, y se desató en un folleto incalificable, lleno de vituperios y
groserías impertinentes que entonces desprecié y ahora igualmente desprecio,
porque tales detracciones, á fuerza de ser violentas y absurdas, no dañan, sobre
todo cuando vienen expresadas con un estilo tan singular y una sintaxis tan
anárquica, que ciertamente no habrá sido aprendida en el ejemplar-capilla del
Ingenioso Hidalgo Capilla y no floja es la que hace pasar el Sr. Ortego á nues-
tra pobre lengua, y al sentido comiín antes de ahorcarlos.
[Pues no digo nada del dictamen de los peritos calígrafos de la Escuela Nor-
mal de Palencia, que es el argumento Aquiles en que el Sr. Ortego apoya sus
raras imaginaciones! Esos señores que, por lo visto, confunden la caligrafía con
la paleografía y creen que el método de Iturzaeta ó el de Torio sirven para cali-
ficar y discernir el valor y legitimidad de los autógrafos literarios, declaran bajo
su firma que: ^después de haber cotejado el carácter de letra de las correcciones
puestas en el margen del ejemplar del Quixote con algunos autógrafos de Cer-
vantes han averiguado que las correcciones mencionadas... á excepción de al-
gimas, están hechas por la mano del inmortal autor, etc..»
¡Cualquiera pensaría que esta prueba pericial se había basado en una masa
de autógrafos como los que tenemos de Lope de Vega ó de Calderón! Única-
mente así podría tener valor y fuerza. Pero todo el mundo sabe que de Cervan-
tes no existe ni un sólo autógrafo literario, y que los documentos de otro género
que tenemos con su firma son tan pocos y tan breves, que con ellos solos será
siempre temerario fallar y discernir cuales son los rasgos que distinguen la letra
de Cervantes de otras letras de su tiempo. Ninguno de nuestros paleógrafos de
verdad, ni el que es hoy maestro de todos ellos, Jesiis Muñoz y Rivero, se atre-
verían ciertamente á aventurar tal decisión. ¡Cuánto más debieron haberse ten-
tado la ropa los calígrafos de Palencia antes de invadir un terreno que no es el
de sus estudios ni tiene nada que ver con sus loables tareas en beneficio de la
infancia!
Una prueba pericial hecha en tales condiciones nada prueba contra la evi-
dencia moral que de las mismas correcciones se desprende á los ojos de todo
espíritu no preocupado. Aquello, no puede ser de Cervantes, sino de cualquier
lector imbécil, cuya letra se parecería á la suya, si se empeñan en ello los maes-
tros de escuela de Palencia, aunque yo á primera vista no advertí una tan gran
semejanza.
En suma, la publicación del Sr. Ortego es de las que parecen imaginadas
adrede para que los extranjeros se rían de nosotros á mandíbula batiente. ¿Qué
habrán dicho tantos y tan sabios cervantistas como hay en Inglaterra, en Ale-
mania, en Francia y hasta en las universidades de los países escandinavos y es-
lavos, cuando hayan visto semejante restitución del texto del Quijote y los pe-
regrinos argumentos en que su autor la funda?
Notas y comentarios al Quijote 215
No es nuevo, en verdad, el extravagante empeño del Sr. Ortego. El se con-
tenta con poseer (¡ahí es un grano de anísl) un ejemplar del Quixote con notas
autógrafas de Cervantes. Pero yo conocí en Santander, siendo muchacho, á un
cervantista todavía más afortunado, como que tenía el propio original manus-
crito de puño y letra del mismísimo manco sano.
]Esto es tener un Quixote decente, y lo demás es broma! A pesar de tener
en su poder tan exquisita joya, el cervantista á quien aludo, (buenísima persona
por cierto, y cuya memoria no quisiera ofender con estas chanzas), nunca salió
de la modesta condición de librero de viejo, lo cual ha de atribuirse so-
lamente á su heroico amor á las glorias de la patria, puesto que de continuo
nos decía, como el Sr. Ortego, que de Holanda y de los Estados Unidos y aun
creo que de parte del mismo emperador de la China le ofrecían montes de oro
por su libro. En otras cosas diferían ambos afortunados poseedores: el de San-
tander, (que era manchego según creo) llevaba con paciencia que se hablase
mal de su autógrafo y hasta que se negase su existencia: el palentino, por el
contrario, mira como enemigo personal á todo el que se permite la más leve
sombra de escepticismo. Aquél se guardaba muy mucho de enseñar el mamo-
treto, y sólo nos le daba á conocer por sus efectos y recónditas virtudes, sacando
de él interpretaciones y correcciones que luego imprimía en folletos, que usted
tendrá sin duda catalogados en su colección incomparable (i). Este, por el
contrario, ha llegado á exponer en Madrid su precioso ejemplar, precisamente
por los mismos días en que se exhibía en cierta tienda de la Carrera de
San Gerónimo (que usted y yo visitamos juntos), aquel célebre retrato de
Cervantes enviado por Felipe III á la Audiencia de México. Es lástima gran-
de que una copia de este retrato no acompañe á la edición- capilla (2). Son un
par de monumentos que se completan dignamente.
De usted siempre buen amigo que muy cordialmente le estima y b. s. m.
M. Menéndez y Pelayo.
327. — Rodríguez Marín (D. Francisco). — «Cervantes y Osuna». —
Carta al Dr. Thebussem. — En El Ursanoense., núm. 134: 3 de
Abril de 1885.
Artículo agradable y erudito, en el que se procura investigar el motivo que
tendría Cervantes para mencionar á Osuna en el Quixote de una manera poco
favorable.
(Asensio, 219 bis.)
i28. — La Espada. Apuntes para su historia en España, por D. Enrique
de Leguina. — Sevilla, 1885.
En 8."
A la pág. 136, cap. LH de la obra, invoca las frases de Corchuelo (Quijote,
parte n, cap, 19), para consignar y poner de relieve que «en el siglo xvii llegó
á su colmo la exageración de los tratadistas del arte de esgrimir, quienes pre-
tendían reducir todos los golpes y quites á reglas geométricas, y consignaban en
sus obras prolijas explicaciones».
(i) Véase el núm. 261.
(3) En la lección de Apócrifos hago la bistoria de tal retrato.
3i5 Notas y comentarios al Quijote
329. — Albogues.
En el libro titulado: Glosario etimológico de las palabras españolas de origen
oriental, por D. Leopoldo de Eguilaz y Yanguas (Granada, 1886, en 4.0), des-
pués de hablar detalladamente de la etimología de la palabra albogues, que,
según Simonet y Dozy, tomaron los árabes del latín buccina y según otros del
griego BoxavY), trompeta, da la descripción; la que, segtín Aben Jaldun, «es un
tubo de cobre de un codo de largo, el cual se ensancha hasta resultar tan dila-
lado por donde sale el aire, que puede introducírsele la mano ligeramente ce-
rrada, y tiene también agujeros por medio de los cuales se producen, mediante
la aplicación de los dedos, muchas notas». Y termina diciendo: «Hasta el si-
glo XIV no suena este instrumento en nuestros escritores, aunque su introducción
en la Espafia cristiana debió remontarse á la conquista de los musulmanes.
Pronto, no obstante, debió caer en desuso, pues á comienzos del siglo xvii hasta
su nombre era vocablo peregrino entre la gente popular y comtín. Aun el mismo
Cervantes desconocía la naturaleza de este instrumento, como se ve por el si-
guiente pasaje del Quijote (P. II, cap. 67): «¿Qué son albogues? preguntó
Sancho. .»
Oigamos ahora á Covarrubias ( TVíí^ro de la lengua castellana, Madrid, 1611):
<íAlboge es cierta especie de flauta ó dulzaina... de la qual usavan en España los
Moros, especialmente en sus zambras. Está el vocablo corrompido de albuque,
que en su terminación arábiga se dice bucum, que vale tanto como trompetilla,
ó instrumento de boca para sonar. Urrea. — El padre Guadix dize, que alboge
es un género de gaita de que usan los moros, y le llaman buque, que vale gaita:
todo parece que viene á sinificar una cosa.»
En la introducción del citado Glosario del Sr. de Eguilaz, hay una nota que
dice que «Cervantes incurrió en error al afirmar que todos los vocablos que em-
piezan en al son moriscos, pues hay alguno de procedencia latina á los cuales
los árabes antepusieron su articulo ah.
El Sr. de Eguilaz piensa publicar un Diccionario etimológico del Quijote.
330. — índice de las notas de D. Diego Clemencín en su edición de El
Ingenioso Hidalgo Don Qtiijote de la Mancha (Madrid, 1833-39, 6
volúmenes en 4.°) con muchas referencias á pasajes obscuros y di-
ficultosos del ;texto y á la Historia de la Literatura española de
Mr. Ticknor (edición de 1863, 3 volúmenes), por Carlos F. Brad-
ford, individuo correspondiente de la Real Academia Española en
Boston. — Madrid. — Imprenta y fundición de Manuel Tello. —
1885.
En 4.", de XII-608 págs.
Merece todo encomio el ¡lustre cervantista norte americano Sr. Bradford
por este valioso y útilísimo trabajo, que, como dijeron los señores académicos
que lo aprobaron, «viene á ser asimismo un índice del Quijote.*
Justas alabanzas han tributado al libro otros insignes literatos, entre los que
mencionaré al Dr. Thebussem y D. Romualdo Alvarez Espino {Ilustración Na-
cional, Madrid, 10 de Agosto de 1886). Son del último estas frases: «El índice
de Bradford es el ingenioso hilo de Ariadna que puede orientarnos por entre el
dédalo de erudición universal, que derramó el ilustre comentador del primero
Notas y comentarios al Quijote 217
de nuestros libros, y por el florido laberinto que construyó con nuestra rica
lengua el desdichado autor del Ingenioso hidalgo manchego.ii
331.— El Ingenioso hidalgo Don Quijote... Madrid, 1888. — Felipe R.
González, editor.
Dos tomos en folio.
Además de algunas notas tomadas de la Academia, de Pellicer y de Arríela,
merecen estudio las que el editor ha puesto, debidas al conocido literato don
Torcuato Tarrago y Mateos. Unas son citas históricas, geográficas y literarias;
otras explican voces poco usadas, frases metafóricas y refranes; algunas comen-
tan varias alusiones de Cervantes á los hombres y á las costumbres de su época,
y otras se refieren á ciertas variantes de las ediciones primitivas. En todo este
cuerpo de anotación resplandece un laudable respeto al texto de la edición prín-
cipe del Quijote, y se dan merecidas repulsas á las variantes arbitrarias de los
Sres. Hartzenbtisch y Fernández Cuesta; pero no me puedo persuadir, como el
anotador lo cree, de que las < contradicciones en que incurrió Cervantes respecto
del rucio de Sancho, en los cap. XXIII y XXV, fuesen una idea oculta que el
autor llevaba y no quiso salvarla ni explicarla en posteriores ediciones».
332. — Nota inédita, de D. Mariano Aguíló al cap. VI del Quijote; refe-
rente al autor de Tirante el Blanco. — Año 1887.
Según el ilustrado literato y bibliógrafo mallorquín, hay en esta crítica que
hace Cervantes de Tirante el Blanco una alabanza y una censura. Alabanza,
por ser un libro que no adolece de las absurdidades de los demás de caballerías,
y en el cual pasan los hechos sin mezcla de sobrenatural. Y censura, por haber
introducido el autor una porción de tonterías, necedades y deshonestidades pu-
diendo haberlo dejado de hacer. Así explica el Sr. Aguiló el pensamiento de
Cervantes al decir: «Con todo eso os digo que merecía el que lo compuso...»
333. — Primera educación de Cervantes, por Luis Carreras. — Ilustra-
ción Artística.^ 30 de Mayo, y 6, 13 y 20 de Junio de 1887.
Dice que era importante el Estudio de Hoyos, y que en él se enseñaba alta
latinidad y superiores asignaturas.
cCervantes iría verosímilmente al Estudio acompañado de un criado ó de
un esclavo» ... «llegó á saber el latin como el castellano.>
«debía frecuentar muchas casas importantes de Madrid.»
«la Calatea sola demuestra que á los 30 y tantos años Cervantes era uno de
los primeros latinistas de su época. »
«estudió ciencias naturales y exactas, anque no creo fuese en el Estudio, sino
con algún profesor particular.»
«leyó y estudió los romanceros, poesías y los autores más nombrados del
siglo anterior y del suyo, así como los libros de caballerías, y las historias.»
«al terminar los cursos de latin, siguió los de retórica y poética.»
«aprendió el italiano mucho antes de los 21 años.»
«el padre de Cervantes, como familia noble, le hizo dar lecciones de esgri-
ma, equitación, baile y música.»
I
Tomo U 28
2l8 Notas y comentarios al Quijote
«no solo todos los estudios que he atribuido á Cervantes son indudables,
sino que también lo es que aprendió la lengua griega, pues en su comedia La
Gran Sultana lo dice, aludiendo á sí mismo. »
«terminados sus estudios de lógica, cursó principios de filosofía y teología
moral y dogmática. ^
«los versos que hizo á 21 afios dan toda la luz necesaria en dicho punto.»
(Alaba el Sr. Carreras los versos á la muerte de Isabel; dice que revelan un
talento prodigioso y una originalidad é individualidad poéticas.)
334. — Algunos secretos del lenguaje y estilo del Don Quijote^ por Cle-
mente Cortejón. Notable artículo que ocupa las págs. 99 á 135 del
tomo correspondiente á Abril de 1889 de la España Moderna^ Re-
vista literaria de Madrid,
En este precioso trabajo, después de emitir atinados juicios acerca del mérito
del estilo y del lenguaje del Quijote, prueba gallardamente su tesis el docto ca-
tedrático citando variados textos de la inmortal novela, y comentándolos, para
hacer resaltar «el peregrino y gustoso modo de decir que tanto nos enamora»,
«la redondez de los períodos», «lo escogido de las palabras y su artística colo-
cación», «las graciosas elipsis esparcidas á centenares» y «los agraciados giros».
Después de lo cual saca á relucir unos cuantos verbos «empleados bellísima-
mente por Cervantes». Entre otras peculiaridades de su estilo y lenguaje, la de
que el verbo deber seguido de la preposición de significa duda, probabilidad ó
presunción, y usado sin la dicha preposición tiene el valor de una afirmación ca-
tegórica. Este primor de lenguaje observado ya y debidamente anotado por el
Sr. Clemencin, como en su lugar explico [227], lo ensalza merecidamente el
docto catedrático Sr. Cortejón.
335. — Sobre los versos de pie quebrado del Quijote.
En el Almanaque sudamericano para 1890, redactado por D. Casimiro
Prieto é impreso en Buenos Aires, hay un artículo de Ricardo Palma, titulado
«Los versos de cabo roto», en el que se dice: «que el creador de este sistema
de metrificación no fijé Cervantes sino un poeta burlón y maleante que vivía en
Sevilla, llamado Alonso Alvarez de Soria, quien en 1603 y en una décima de
cabo roto, la primera que se escribió en castellano, ridiculizó el haber sometido
Lope de Vega su libro El Peregrino á la censura de Arguijo buscando mentidos
elogios.»
336. — Interpretación del Quijote por Polittous. — Primera parte. — Ma-
drid.— Imprenta de Dionisio de los Ríos, 1893.
En 4.°, de 527 págs. — Pág. 387: «Zoraida es, en si misma, la libertad>.
Puede decirse que este libro encierra como una paráfirasis de los comenta-
rios de Benjumea; pero aun va más allá.
Pág. 24: «el corazón del mal era para Cervantes la Sagrada Escritura, por-
que de ella han nacido los verdaderos libros de caballerías que combate el
Quijote.*
Pág. 27: «En Resumen: el Quijote es una invectiva contra los libros sagra-
dos y sus derivaciones.»
n
Notas y comentarios al Quijote 219
Pág. 39: «la pobreza y miseria que padecían los hombres geniales está des-
cripta en la comida de Don Quijote que se mantenía de duelos y quebrantos. El
ama y la sobrina son la sociedad y la familia de aquellos tiempos, educadas y
dominadas por los curas, y el mozo de campo y plaza es imagen del vulgo que
servía á sus amos en la paz y en la guerra dócilmente. Este mozo reaparece en
Sancho con toda la substancia y vigor del hombre-pueblo. >
Pág. 42: (Ataca el anónimo autor los misterios de la religión católica.)
Pág. 47: «el ideal de Cervantes es la patria humana, y su más vivísimo anhe-
lo el de vencer al sacerdocio, señor de la maldad que se combate en el Quijote
y someterle y rendirle á voluntad de la patria redimida. Esta patria ideal toma
cuerpo en una labradora nombrada Aldonza Lorenzo (España cargada de lau-
reles), á quien Cervantes llamó Dulcinea.»
Págs. 71 y 73: «Entendemos por pueblo el conjunto humano, haciendo dos
grandes excepciones, los sacerdocios y la realeza, ó sea los tiranos y sus secua-
ces... del pueblo, tal como lo hemos definido, Sancho es la base y Don Quijote
la clispide... »
Pág. 30: Dice que el cura condena la ferocidad del Santo Oficio y que al
condenar el Amadís, Cervantes alude á la Biblia protestante. Aquí se contradice
el comentarista, porque el cura no condenó sino precisamente perdonó el Ama-
dís de Gaula.
Pág. 167: «en Maritornes vemos á la Iglesia católica delineada con perfiles
durísimos.»
Pág. 269: desde que aparece en escena representa el barbero al poder real;
pero hay ocasiones en que este personaje no interviene en la fábula, y entonces
hacen su oficio otras figuras: tal es el ventero, en el cap. XVI...; Don Fernan-
do...; los tres meros ejecutores de las ordenes del cura (el sacerdocio).»
Pág. 278: «Dorotea es la patria real, la nación espafiola tal cual era en tiem-
po de Cervantes: la patria que pueden mudar y alterar los hombres. En cambio,
Dulcinea, principio absoluto de la patria, es siempre la misma figura, incorpórea
é invisible, como corresponde al ideal...»
Pág. 231: «Anselmo es la ortodoxia, la fé; Lotario, es Lutero, el libre exa-
men, la razón. La impertinente curiosidad es tratar de saber si la Virgen es
pura... Leonela es la Corte pontificia. Camila es la religión.»
Pág. 340: «Cortando la cabeza á Pandafilando, Cervantes decapita á todas
las Iglesias; en esta ocasión es el herege intrépido y terrible, que ataca al dogma
y le atraviesa con su espada fulgurante. »
Creo que no cabe refutación seria ante tales delirios.
337. — Segunda ración de artículos del Doctor Thebussem, Caballero
del Hábito de Santiago. — Madrid. — Año de mil ochocientos no-
venta y cuatro.
En 4.°, de XVI 416 páps., bellamente impreso por los sucesores de Rivadeneira, en
excelente papel filigrana.
Esta espléndida edición contiene las celebradas epístolas Droapianas [265],
los diversos é interesantísimos artículos cervánticos que en la Crónica de los
Cervantistas y en otras partes aparecieron desde 1863 ¿1877 del doctor The-
bussem [272], y además los siguientes trabajos:
A. — Menudencia ortográfica (1874), d D. Fermín Berrán.
En la Ilustración Española y Americana correspondiente al día 8 de Agosto
de 1874, hay una erudita y bien escrita «Epístola Cervantina», del Sr. Herrán,
M
Notas y comentarios al Quijote
en la cual opina: i.° que el apellido Cerbantes se ha de escribir con ¿, porque
así se firmaba el autor del Quijote, y 2.°, que debería fundarse en provincias
una Sociedad Cervántica, etc., etc.
El doctor Thebussem, respecto al primer punto, contesta con suma erudición
y acierto, que el apellido Cervantes se escribía de diversas maneras en aquellos
tiempos de dudosa ortografía, y que con v lo vemos escrito en portadas, privi-
legios, tasas, aprobaciones y erratas de las ediciones príncipes de las obras del
manco sano y en las mismas dedicatorias firmadas por su autor.
En cuanto al segundo punto, cree el doctor Thebussem que la Sociedad Cer-
vántica á que el Sr. Herrán alude, debe establecerse en Madrid, bajo los auspi-
cios de la Academia española, porque tno hay en las provincias elementos su-
ficientes para hacer digna y provechosa competencia á la corporación oficial de
Madrid», y después de presentar algunos ejemplos de trabajos cervánticos naci-
dos y organizados en provincias, que, si bien muy apreciables, mueren en la mo-
cedad, añade:
«D. Leopoldo Rius intenta (y sólo el intentarlo merece plácemes), una bi-
bliografía general de las obras de Cervantes y de las que con ellas se relacionan,
y será difícil que dé cima á la empresa, porque la empresa necesita de fuerzas
superiores á la de un solo hombre.»
Grande fué, pues, el júbilo del honorable doctor cuando, en Marzo de 1896,
pudo examinar y hojear á su sabor el tomo I de mi Bibliografía, tarea que con
ayuda de Dios he conseguido llevar á cabo; y hónranme por modo inmerecido
estas benévolas frases que á mi obra ha dedicado:
«Si la pasión no me ciega, entiendo que esta Bibliografía crítica, por su no-
vedad y su mérito, es, si no el primero, uno de los primeros monumentos levan-
tados en el mundo á la gloria de Cervantes» (i).
B. — Consulta (1887), á D. Carlos Frontaura.
Ilustración Española y Americana de Octubre. Reseña de la sesión de la
«Asociación Literaria Internacional», terminando con un soneto de D. Manuel
del Palacio, cuyo terceto final dice así:
Decid á quien saberlo solicite
Que habéis visto en la patria de Cervantes
Quijotes á granel, Sanchos muy pocos.
y le pregunta á Frontaura si podría substituirse el ultimo verso por éste:
Los Sanchos á granel. Quijotes... pocos.
C. — Tres gacetillas.
1882. — I. Carta. Corrige un error de la Gramática de la Academia, que en
una cita del Quijote dice: «era de complexión sanay, debiendo decir «de com-
plexión recia*.
1886. — n. Bibliografía. Elogia cumplidamente el índice de las notas de
Clemencín, por el Sr. Bradford [330].
1888. — III. Cervantes macero. He dado ya cuenta de esta curiosa noti-
cia [120].
(i) El artículo bibliográñco-critico del Dr. Thebussem describiendo mi obra, se pu-
blicó en El Imparcial, de Madrid, el 23 de Abril de 1896, anirersario de la muerte de Cer-
vantes.
Ñolas y comentarios al Quijote
338. — Lo Cervantismeá Barcelona, per Francesch Carreras y Candí, elet
de la .iReal Academia de Buenas Letras» de Barcelona. — Barcelo-
na.— Estampa «La Catalana", 1895.
En 8.°, de 65 págs. y ana hoja para índice.
Interesantísimo y erudito trabajo, cuya importancia revelará la enumeración
de sus trece capítulos.
I. — A propósit de una obra del Dr. Thebussem.
La mención de varias noticias cervánticas de Cataluña que el Dr. Thebus-
sem apunta, en sus Cartas Droapianas ha sugerido al Sr. Carreras la idea de
su trabajo.
II. — Conexement exacte de Catalunya segons Cervantes.
Examina el autor varios pasajes de las obras de Cervantes que «ponen en
mayor evidencia, — dice — su exacto conocimiento de las cosas de nuestra tie-
rra, y por tanto prueba indudable de una permanencia en ella más ó menos lar-
ga>. Pasa luego revista á las frases que Cervantes estampó en elogio de Barce-
lona y de los catalanes, elogios ya citados anteriormente por otros escritores.
UI. — La casa de Cervantes d Barcelona.
Hace la historia y la descripción de la casa del Paseo de Colón que, según
la tradición, habitó Cervantes, sacando algunos detalles del art. del Sr. R. Pe-
rreras [79I.
IV. — La ínsula barataría en lo Pallar s.
Explica la materia de que he tratado anteriormente [222].
V. — Lo correr de Cervantes á Barcelona.
Describe é historia el sitio en donde está hoy emplazada la calle de Cer-
vantes.
VI. — Les traduccions catalanes del Quixot.
VII. — La Societat Cervantes.
Da curiosos detalles de la Sociedad lírico dramática de este nombre que fun-
ciona en Barcelona desde el año de 1877.
VIII. — Les coleccions ctrvdntiques de Barcelona.
Señala las cuatro principalísimas colecciones, deteniéndose en enumerar las
riquezas de la primera de ellas, la de D. Isidro Bonsoms.
IX. — Reproducció en fototipia á Barcelona, de la primera edició del Quixot
y ses consecuencies.
Reseña las solemnidades con que se revistió la reproducción de la edición
príncipe del Quijote., llevada á cabo por el coronel López Fabra.
X. — Algunes honorificacions de Cervantes.
Da cuenta de una curiosa colección de las ediciones de obras de Cervantes,
impresas en Cataluña, instalada en el Ateneo Barcelonés, cuando la exposición
del libro, la imprenta y el grabado que tuvo lugar el año de 1894.
XI. — Lo nom cátala «Cervantí.»
Consigna que en la Rúbrica de Bruniquer, crónica del año 1635 se mencio-
na un cerrajero cuyo nombre de pila era Círz/aff// y añade: «Mosén Juan Se-
gura, pbro., en un curioso articulo, (inserto en La Veu de Catalunya, del 8 de
Septiembre de 1895), averiguó el origen etimológico del nombre de pila catalán
Cervantí ó Serventf y del castellano Cervantes, opinando que tienen igual pro-
cedencia. Tras atinadas observaciones, determina Mosén Segura que, Cervantes
equivalen! á Servandez signiíica ^11 de Servando... Respecto á nuestro nombre de
pila Cervantí, cree que será traducción catalana del latín Servandinus derivado
de Servandus »
Notas y comentarios al Quijote
Xn. — Estampación^ del Quixot d Catalunya en la llengua de Cervantes.
Da una lista de las impresiones del Quijote, hechas en Catalunya.
XIII. — Treballs literaris relacionáis ab lo Cervantes ó lo Quixot publicáis á
Barcelona.
Como el epígrafe lo indica, es una lista, por orden cronológico, de los prin-
cipales escritos referentes á las obras de Cervantes, impresos en Barcelona.
339. — Cervantes vascófilo, ó sea Cervantes vindicado de su supuesto an-
tivizcaínismo, por D. Julián Apraiz y Saenz del Burgo. — Nueva
edición considerablemente aumentada. — Victoria, 1895.
En 4.", de 287 págs. I
En la sección de «Biografías» hablé ya de esta obra [124]. Su autor se pro-
pone refutar las opiniones de Clemencln, Fernández Guerra, Poiinous, y otros
cervantistas quienes creen que, en la ^batalla del gallardo vizcaíno con el va-
liente manchego (cap. VIII y IX, parte I del Quijote'), en las comedias La Casa
de los celos, y La Gran Sultana, y en el entremés El Vizcaíno Fingido, Cer-
vantes se propuso ridiculizar á los vascos. Después de hacer una minuciosa di-
sección de los pasajes aludidos, después de aducir nuevos datos sacados de la
novela La Señora Cornelia y otros escritos de Cervantes, el Sr. Apraiz prueba
cumplidamente su tema y establece estas conclusiones : «en los escuderos del
Quijote y de la Casa de los celos no hay ridiculez de ningün genero, sino aspecto
meramente cómico, que es mucho más inofensivo»... «tanto en la época de Cer-
vantes como en tiempos anteriores y aun en nuestros días, este tipo de vizcaíno
era y sigue siendo, sin semejas de ningún espíritu de crítica, un nuevo recurso,
muy socorrido por cierto, de que han echado mano con frecuencia los poetas có-
micos castellanos.»
El libro del señor Apraiz es eruditísimo. Contiene una infinidad de noticias
cervánticas, y amplia mención de muchos escritos referentes á Cervantes y á sus
obras.
Entre ellos estampa curiosas noticias de Foronda, autor de unas Observa-
ciones sobre algunos puntos de la obra de Don Quixote [218],
340. — Noticia sucinta de los animales y plantas que mencionó Cervantes
en el Quijote, con noticias históricas acerca del tabaco, chocolate,
café y té, cuyo uso no conoció el Ingenioso Hidalgo, por D. Mi-
guel Colmeiro, de la Real Academia Española y de las de Medi-
cina y Ciencias, Director del Jardín Botánico de Madrid. — Madrid.
— Imprenta de la Viuda é hija de Gómez Fuentenebro, 1895.
En 8.» mayor, de 1 5
No he visto este opúsculo del sabio académico Sr. Colmeiro.
341. — Romanía. — Octubre, 1895. — «Yogam, por A. Morel Fatio.
(Sobre el \tsho yogar, usado por Cervantes en el Quijote: acepción.)
iRev. crit. de hist.y lit. Enero de 1896.)
Notas y comentarios al Quijote 223
342. — Apuntes sobre la verdadera cuna de Miguel de Cervantes Saa-
vedra, por Antonio Castellanos, Socio Honorario del «Circolo Pro-
motore Partenopeo Giambattista Vico» de Ñapóles; de la «Propa-
ganda di Scienza Popolare»; de la «Union Opareja Umberto In, y
colaborador de los periódicos manchegos; con un prólogo del doc-
tor D. Manuel Corral y Mairá, 1896. — Alcázar de San Juan.
En 12°, de VII-48 págs.
«ese libro (el Quijote) y ese hombre (Cervantes) representan el espíritu de
dos cuerpos: hijos gemelos del sentir, en uno y en otro está el alma de uno sólo;
el alma misma de Miguel de Cervantes Saavedra»... «El Quijote, no es más que
una crónica, afiligranada, de la vida y hechos de ese genio inmortal é incalifi-
cable»... «Cervantes con ese Quijote, como Shakespeare con su Ótelo, es una de
las despartes en donde circula el resumen del saber y del sentir»... «con Cer-
vantes, como con Shakespeare, á través de los tiempos , protestando todo lo
ideal contra todas las realidades impuras, representaron el non plus ultra del ta-
lento.» «Cervantes crea y encanta, sintiéndose á si mismo, dando colorido ra-
diantísimo á sus goces y sufrimientos... Haciendo de la verdad materiales para
construir en pirámide inmensísima á la leyenda excelsa. Eso es, Cervantes; eso,
sus concepciones que se levantan sobre la eternidad, y á manera de salmos di-
vinos, se abren paso á través de todas las pasiones, traspasando todo y á todos.
Por lo tanto: creer que Cerv. no es el Q.; afirmar que el creador de Dulcinea no
nació en la Mancha, es ignorar lo que representa ese libro en el augusto templo
de la Idea.»
Después llama á Cervantes «el Talador de la Mancha». Transcribe las dos
partidas de Alcázar y Alcalá, haciendo hincapié en que en ésta última se titula
Carvantes\ y trata de defender á la primera de la nota de falsedad que le atri-
buyen Foronda, el Dr. Postumo y tantos otros.
«Ciertísimo es que, estando, como estuvieron, en la memorable batalla de
Lepanto, el autor del Quijote, y el Cervantes de Alcalá, nada más complicado
que repasar los hechos de ambos compañeros...» «Desgraciadamente para Alca-
lá, la firma del encausado de Valladolid, puesta en frente de la del que escribió
¡a vida del cautivo, no era más que una doble prueba de la razón que asiste á
Alcázar de San Juan.»
¿Dónde está este cotejo de firmas?
Respondiendo al argumento de que el Cervantes de Alcázar tenía apenas 13
afios cuando la batalla de Lepanto, cita á David, á Marceáu y á otros que de
muchachos se dieron á conocer por sus precocidades valerosas. Esta es toda su
defensa. Se apoya después en la novela del cautivo, convertida en verdadera no-
vela por Lizcano, cuyos pasos sigue, y finalmente, exclama: «si este Cervantes
Saavedra, investido de capitán, llega al término de Alcázar, y se encuentra con
su padrino D. Melchor Ortega y se abrazan en casa de D. Blas, ¿en qué se pue-
den apoyar los incalificables defensores de Alcalá?...»
Í43. — Un nuevo aspecto del Quijote^ por D. César Moreno García. —
Revista Contemporánea^ 15 de Mayo de 1896.
El amor en el Quijote
«Prescindiendo de que la base principal del Quijote es el amor romántico y
caballeresco que el exaltado D. Alonso Quijano siente por la rústica Aldonza
324 Notas y comentarios al Quijote
Lorenzo, transformada por obra y gracia de su fantasía en la sin par Dulcinea
del Toboso, el menos avisado echa de ver al momento que el sentimiento del
amor, da en esta obra ocasión á los episodios más interesantes y, literariamente
hablando, á los más bellos.
cCervantes al describir los diferentes y múltiples aspectos bajo los cuales
presenta el amor en distintos personajes que intervienen en la acción de este li-
bro, da evidentes pruebas de no serle desconocido ninguno de los innumerables
matices de que es susceptible ese mismo sentimiento...» «Tal es la verdad que
resplandece en esos hermosos cuadros , arrancados á la realidad, y tal la exac-
titud y naturalidad con que están dibujados, que no es fácil imaginar que el ge-
nio, llegue á interpretar, por modo tan admirable y en lo que cabe perfecto, lo
que no es posible describir sin haberlo antes sentido hondamente.»
En el cap. III, ^Opiniones de Cervantes acerca del amor y de los enamora-
dos consejos y advertencias contenidos en el Quijote'»^ enumera el autor los epi-
sodios amorosos de la obra, valiéndose de las mismas frases con que Cervantes
desarrolla sus preciados consejos «unas veces con serio y elevado estilo, valién-
dose otras del chiste y la sátira»; y pone de relieve el Sr. Moreno García» las
saludables advertencias que Cervantes derrama y los magníficos pensaniientos
que esparce, pues producto de su experiencia deben ser las enseñanzas que ofre-
ce, apoyadas en los admirables ejemplos que presenta, advirtiendo donde suele
encontrarse el peligro, para que el que las siga pueda evitar los obstáculos en
que tropezaron y cayeron los que caminaban á rienda suelta por la vereda que
el desvariado amor ante los ojos les fone*.
344. — Legajo de Varios. — Cairasco de Figueroa y el empleo del verso
esdrújulo en el siglo XVl; La Lengua, La Academia y los Acadé-
micos ; Usurpaciones de Inglaterra en la Guayana Venezolana,
Ensayos literarios, Cuentos y otras cosas, por Elias Zerolo. — Pa-
rís. — Garnier hermanos, libreros-editores, 1897.
En 12° francís, de V1L420 págs.
Pág. IV (pról): «... que Cervantes habló como un Salomón, cuando, recor-
dando ó no á uno de los Plintos, dijo por boca del bachiller Sansón Carrasco,
que no hay libro tan malo que no tenga algo de bueno.»
Una víctima de Cervantes, lleva por epígrafe el cap. V del trabajo destinado
á Cairasco de Figueroa, y se refiere á Bernardo González de Bobadilla, autor de
la novela pastoril Ninfas y Pastores de Henares, condenada al fuego en el es-
crutinio de la librería de Don Quijote. Por esto dice el Sr. Zerolo que «Bobadi-
lla debe su notoriedad á la enemiga de Cervantes más que á sus méritos de es-
critor contemporáneo del autor de La Galaica., además de transcribir un ade-
cuado trabajo, inédito, del Sr. Asensio; del cual trataré en las Notas d las obras
menores de Cervantes.
Termina el Sr. Zerolo este interesante cap. V con estas nobles aspiraciones:
«No abro el libro inapreciable, sin que piense en el hermoso estudio que un
cervantista de los buenos podría hacer de la biblioteca del hidalgo manchego.
El trabajo se presta á indagaciones curiosísimas, tanto sobre muchos de aquellos
libros como sobre sus autores. Las relaciones que algunos de éstos podían tener
con Cervantes y el por qué de ciertas simpatías y antipatías, serían obra de pers-
picacia y crítica que acreditaría al autor. Cervantes vivió en la realidad; conoció
como nadie la sociedad de su época, y adivinó con la intuición del genio las
que hablan de venir en la sucesión de los siglos; y por eso, porque era humano,
Notas y comentarios al Quijote 22$
no podía estar exento de pasiones, justas ó injustas, buenas ó malas. ¡Quién sabe
si careciendo de ellos, podría haber escrito el libro que le inmortaliza!»
Observa atinadamente el Sr. Zerolo que f no deja de llamar la atención,
cómo habiendo sido empleado el verso esdrújulo por principes de la lírica del
siglo XVI, mucho antes que por Cairasco, se ha perpetuado el error de creerlo
invención suya». Desarrolló y probó ya esta misma conclusión el Sr. D. Ramón
L. Mainez en un bello artículo titulado: «Una nota bibliográfica al Canto de Ca-
liope», inserto en el niimero de La Crónica délos cervantistas, correspondiente
al 23 de Enero de 1873.
345. — Documentos Cervantinos hasta ahora inéditos..., por D. Cristó-
bal Pérez Pastor... — Madrid, 1S97.
Documento núm. 38. — Asiento de entrega de dos ejemplares del Quijote /«ra
los fondos de la Hermandad de Impresores de Madrid^ antes del 26 de Mayo del
año 1604.
Como este asiento, [126] ha motivado la creencia de que existía una edición
del Quijote, anterior al 26 de Mayo de 1604, paréceme oportuno exponer los
comentarios del Sr. Pérez Pastor, mis observaciones, y finalmente el acertadísi-
mo dictamen de D. José M.a Asensio.
Dice el Sr. Pérez Pastor, (pág. 285 y siguientes de su obra):
«Por una de las constituciones de la Hermandad de Impresores de Madrid
se ordenaba que las imprentas asociadas entregaran por cada impresión de una
jornada dos ejemplares de capillas, los cuales, vendidos después al precio de la
tasa, habían de constituir una fuente de ingresos para los fondos de dicha Her-
mandad. A este fin el Secretario de la Congregación registraba diariamente los
libros que se recibían, la imprenta que los había entregado y el número de plie-
gos que tenia cada ejemplar, y en fin del año social, que debía ser el 6 de Mayo,
daba cuenta de las existencias que había, y levantaba acta de la entrega que de
dichas existencias había el Mayordomo saliente al nuevamente elegido.
El año 1604 se difirió la elección hasta el día 26 de Mayo, en que fué nom-
brado Mayordomo Francisco de Robles (i), fundidor de letras de imprenta, y
en el acto el Mayordomo saliente, Garcí? Martínez, le hizo entrega de todas las
cosas pertenecientes á la Hermandad, y entre ellas de los libros de capillas que
había recibido y no se habían vendido.»
«Figuran entre estos 2 Don Quixotes, á J2 pliegos, cuya indicación nos re-
vela la existencia de una edición anterior á todas las conocidas, si no hay error
en la fecha y si el ejemplar se entregó completo.»
«Que no haya equivocación en la fecha es evidente porque dicho libro se
llevaba con la regularidad de un libro diario...»
«Confirma la exactitud de esta fecha el acta de entrega para el ejercicio si-
guiente, por la cual consta que en ii de Junio de 1605 Francisco de Robles en-
tregó al Mayordomo entrante, Alonso de Paredes, algunos de los libros que él
había recibido en 26 de Mayo de 1 604, y que no se habían vendido, entre los
cuales figuran los mismos dos ejemplares del Quijote, uno de los cuales se ven-
dió en 8 4 reales por Julio de 1605...»
«Después no se vuelve á tener noticia del dicho segundo ejemplar del Qui-
(1) No se ha de confundir este Francisco de Robles, mayordomo de la Hermandad,
con Francisco de Robles, su contemporáneo, librero de S. M,
Tomo II ag
336 Notas y comentarios al Quijote
jote, por lo cual puede admitirse que debió ser uno de los libros que en junto se
vendieron en Enero de i6o6.>
«En vista de estas indicaciones no debe tenerse la menor duda de que antes
de 26 de Mayo de 1604 habían entrado en los fondos de la Hermandad de Im-
presores de Madrid dos ejemplares del Quijote.t
«Tampoco debemos tener duda de que dichos dos libros se entregaran com-
pletos... Contando los pliegos de las dos ediciones madrileñas de 1605, se ve
que ambas tienen 83, los mismos que se marcan para la de 1604, lo cual indica,
como era de presumir, que no se hicieran modificaciones en el texto, que las de
los preliminares fueron tan cortas que no alteraron el número de pliegos. 1
«Suponiendo que la primera de las dos ediciones madrileñas de 1605 tiene
la fecha equivocada, ¿podría esta edición ser la de 1604, de la cual se entrega-
ron dos ejemplares para la Hermandad de Impresores? De ningiin modo, por-
que terminada en Mayo de 1604, no podría contener la tasa, corrección y pri-
vilegio que tienen fechas posteriores en la primera de las impresiones de Cuesta
del año i6o5.>
«¿Podría ser la dicha edición de 1605 con otros preliminares? No es imposi-
ble; pero la contestación afirmativa supone ya la existencia de dos ediciones dis-
tintas.»
En apoyo de su creencia enumera el Sr. Pérez Pastor otros detalles, y ade-
más cita los dos hechos ya sabidos de haber hablado del Quijote, Lope de Vega
en su carta de Agosto de 1604, y el autor de La Picara Justina, cuyo privilegio
de impresión es también de Agosto del 1604.
Sin embargo de la fuerza de todos esos datos, la existencia de tal edición
del 1604 me pareció dudosa; y en carta de Abril de 1897, escrita á vuela pluma,
dije al Sr. Pérez Pastor lo siguiente:
«Si la fecha del libro Inventario de la Hermandad de Impresores es exacta,
como lo parece, el hecho de haber ingresado antes del 26 de Mayo de 1604 dos
ejemplares del Quijote compuestos de 83 pliegos, es notable, porque, como ob-
serva usted muy bien, el priv. que figura en la edición que tenemos -^ox príncipe
es del 26 de Septiembre. Ahora bien, ¿se publicó la edición cuyas capillas ingre-
saron antes del 26 de Mayo? ¿Qué prel. llevaban esos dos ejemplares? Lo pri-
mero es difícil de saber, aunque lo hace dudar la circustancia de que nadie haya
mencionado ni visto tal edición. A lo segundo diré que, para hacerse pública la
impresión de dicho ejemplar anterior al z6 de Mayo, debía de llevar en los pre-
liminares la licencia para imprimir, á lo menos por una sola vez. ¿Dónde está
registrada esa licencia? Antes de proseguir, haré un poco de historia.
«El año de 1886, hallándome en Madrid, me propuse buscar las Aprobacio-
nes, que faltan en la i." parte del Quixole de 1605; y después de muchas inda-
gaciones, hallé en el Archivo de Alcalá de Henares un gran legajo en el cual,
revuelto entre otros muchos papeles, había un Libro-registro, en folio, encua-
dernado en pergamino, en donde se hallan por orden cronológico registradas
las cédulas y provisiones despachadas desde 12 de Junio de 1604 á 29 de Octu-
bre de 1608. Entre las firmadas el día 26 de Septiembre de 1604, léese la si-
guiente: tCerbantes.i — «Otra á Miguel de Cerbantes para que pueda imprimir
» un libro intitulado el ingenioso hidalgo de la mancha, y prevy." por diez afios.
» —Gallo.»
«Si existiera, pues, aquella edición anterior al 26 de Mayo de 1604 debe de
figurar registrada su licencia en uno de los libros de fecha anterior al que yo vi
en el Archivo de Alcalá; y allí han de dirigirse, por tanto, las pesquisas. El le-
gajo que tuve en mis manos lleva estas señas: Cámara de Castilla, Leg. c. c. 340.
— Justicia, 3 .t>
«Mientras tanto, permítame otras observaciones: Usted sabe perfectamente
Notas y comentarios al Quijote 227
que en la primera impresión de J. de la Cuesta que conocemos, faltaban unas
cuartillas en las que se relataba el robo del rucio, y otras que narran el subsi-
guiente hallazgo del mismo; y que además, en el cap, XXVI hay un pasaje en
el cual dice Don Quijote: ^Pero qué haré de rosario que no le tengo? En esto le
vino al pensamiento como le haría, y fué que rasgó una gran tira de las faldas
de la camisa, etc., etc.* «Sabe usted también que en la 2.^ impresión de Cuesta,
salida, según cálculo, unos dos meses después de la i.*, el librero ó el mismo
Cervantes, se apercibieron de la falta de original y lo pusieron en el libro al
hacer la citada segunda impresión de 1605, habiendo también cambiado (por
ineverente), el pasaje del cap. XXVI, que quedó como sigue: y sirviéronle de
rosario unas agallas grandes de alcornoque que ensartó, de que hizo un diez, etc.
Pues bien, así como bastó un intervalo de dos meses para corregir y adicionar
en la 2.' edición de Madrid, (1605), las faltas de la i.'; así mismo, si hubiese
existido una edición antes del Maye de 1604, habría habido tiempo más que su-
ficiente para ver y enmendar aquellas faltas y el pasaje en la edición que hoy
tenemos ^oj príncipe, salida á principios del 1605; puesto que hay entre ambas
fechas, un intervalo de ocho meses.»
«Y este mismo razonamiento vienen á reforzar tas dos ediciones de Lisboa.
Sábese que los editores de esta capital estaban al acecho para reimprimir la obra
de Cervantes y así lo hicieron incontinenti:, de modo que la edición de J. Rodrí-
guez lleva la licencia del 26 de Febrero de 1605, y la edición de P. Craesbeeck
del 27 de Marzo siguiente. Si hubiese existido una edición anterior á Mayo
de 1604, de seguro que en Lisboa habrían reimpreso el Quijote mucho antes de
lo que lo hicieron, y también Cervantes habria pedido el priv. para Portugal,
(que pidió para ver si llegaba á tiempo de atajar las ediciones lisbonenses), mu-
cho antes del tiempo en que lo pidió.»
fOtra observación: Usted sabe que cuando fenecía el priv. ó licencia para
imprimir un libro, si el mismo editor pedía nueva licencia solía expresarse en
ella que el libro ya se había impreso antes; ó bien había en la nueva licencia al-
guna cláusula por donde se colegía, que era reimpresión. Supongamos, pues,
que se hubiese dado una Licencia para imprimir el Quijote en Mayo de 1604 ó
antes. Constaría esta circunstancia en el priv. de 26 de Septiembre siguiente, en
virtud del cual se imprimió la edición príncipe de 1605; y lo cierto es, que nada
de ello aparece; antes al contrario, de todo el contexto del mentado privilegio
se deduce que el libro se imprimía por vez primera.»
Escrito lo que antecede, leí de nuevo la nota referente al primer asiento del
libro de la Hermandad de Impresores [126, documento núm. 38\\ y, tal como
está redactado, y sin enlazarlo con el segundo asiento, presenta así como una
certeza de existir la impresión del Quijote anterior, y sin dejar por esto mi duda
desvanecida, me atreví á aventurar una conjetura que sometí al Sr. Pérez Pas-
tor, y que al recibir su contestación, retiré. Mas, renacieron mis dudas y aun
adquirieron más fuerza, cuanto más crecía la de mis apuntadas observaciones.
En aquellos mismos días recibí el informe que el Sr. D. José M.a Asensio
presentó á la Academia de la Historia, sobre el libro Documentos Cervantinos:,
y en él se aclara este punto, gracias al examen detenido que de los dos asientos
del Libro de la Hermandad, hizo el Sr. Asensio.
El informe de éste mi amigo y eminente cervantista es de 1 7 de Abril
de 1897, y después de tributar los calurosos elogios que merece el importantí-
simo hallazgo de los documentos del Sr. Pérez Pastor, dice:
cA estos importantes documentos acompañan notas sacadas del libro de la
hermandad de San Juan, de impresores de Madrid, en las que consta la entrega
á la misma de dos ejemplares del Quijote. Juzga en sus observaciones á esas no-
tas, que forman el documento núm. 38, el Sr. D. Cristóbal Pérez Pastor, que de
328 Notas y comeDtarios al Quijote
ellas aparece, hubo una edición de El Ingenioso Hidalgo que estaba concluida
antes del 26 de Mayo de 1604, y que, por consiguiente, nadie ha visto ni co-
noce. En mi sentir, no es exacta la deducción del docto colector, y por única
vez en todo su libro, aunque lo manifieste con desconfianza, he de oponer las
mías á sus opiniones. No justifica la nota fi^rmada por el Mayordomo de la her-
mandad Francisco de Robles que los libros comprendidos en ella estuviesen to-
dos en su poder desde Mayo de 1604, sino que esos libros formaban su cargo
desde dicha fecha á 11 de Junio de 1605, que fué cuando hizo entrega al nuevo
Mayordomo Alonso de Paredes, diciendo de un modo bien terminante que aque-
llos habían ingresado durante el ejercicio de 1604 á j6o¿, y basta con hacer el
cotejo de las dos notas para conocer que fueron formadas en el mismo día, des-
tinadas á un acto mismo; la una por el Mayordomo saliente, de todo lo que ha-
bía entrado en su poder desde Mayo de 1604 á 11 de Junio de 1605; la otra por
el entrante, de las existencias que recibía. Bien á los claras se ve en las fechas
de ambas; año de 1604 á 1605, dice la de Robles; año de 1605 á 1606, la de
Paredes.» t Parece concluyente este explicación; pero si quedara alguna duda,
otros muchos argumentos podrían aducirse para disiparla, convenciendo de que
la primera edición del Quijote es la de 1605, aunque estuviera terminada en los
últimos meses de 1604, como lo indican la tasa y la/e de erratas..
En la Revue Hispanique (París, Marzo de 1898), hay un articulo de M. M.
Fitzmaurici-Kelly.
346. — La hija de Cervantes.
Artículo de D. Luis Vidart en la Revista Contemporánea de 30 de Marzo
de 1897.
Después de alabar, como se merece, el importante servicio que el Pbro. don
Cristóbal Pérez Pastor ha prestado á las letras españolas con sus preciosos Do-
cumentos cervánticos.^ analiza los que se refieren á la hija de Cervantes, y enca-
rece su importancia ya que arrojan bastante luz para conjeturar la fecha del
nacimiento de Isabel, y nos revelan el nombre de su madre.
En el apartado II de este trabajo copia la crónica que escribió el Sr. Fer-
nández Bremón en la Ilustración Española y Americana del 15 de Marzo
de 1897, dando por cierto la existencia de una edición del Quixote anterior á
Mayo de 1604, y apoya esta su creencia.
347. — ¿Dónde se imprimió el Quijote)
En el Apéndice II de la obra Documentos cervánticos, etc., por el Pbro, don
Cristóbal Pérez Pastor [202], se hallan interesantísimos datos acerca de la im-
prenta que fué de Juan de la Cuesta.
Resulta de ellos, que Pedro Madrigal, natural de Negrilla, aprendió en Sala-
manca el oficio de impresor, y el año de 1586 se estableció en Madrid poniendo
su imprenta en unas casas que alquiló en el camino de Atocha, más bajo del
hospital de Antón Martín, y que compró el año de 1588. Fallecido Madrigal
en 1594, su viuda contrajo segundas nupcias con Juan iQiguez de Leguerica, im-
presor de Alcalá; que «durante este matrimonio las imprentas del marido y de
la mujer continuaron funcionando independientemente. Al morir Leguerica,
en 1599, siguió la imprenta de la viuda con los antiguos oficiales hasta encon-
trar un regente entendido, para cuyo cargo se buscó á Juan de la Cuesta, que,
establecido en Segovia con una pequeña imprenta, vino á Madrid y entró en
Notas y comentarios al Quijote 229
casa de María Rodríguez en Noviembre de 1599... Además de darle casa en la
dicha imprenta se le concedió el derecho de poner su nombre en la portada de
los libros que en dicha casa se imprimían, y hacer todos los contratos con los
autores para la impresión de varias obras, los conciertos con los oficiales de la
imprenta y las compras de papel para imprimir, cuyas escrituras, firmadas todas
por Juan de la Cuesta, son frecuentes en los protocolos del primer decenio del
siglo XVII.»
«Por los años lóioá i6it ocurrió la muerte de María Rodríguez, pasando
la referida casa é imprenta á poder de María de Quiñones, viuda de Pedro Ma-
drigal (i), hijo de Pedro Madrigal y de María Rodríguez, y continuando la tipo-
grafía bajo la dirección de Juan de la Cuesta. Esto se comprueba por los asien-
tos del libro de la Hermandad de Impresores, en los cuales al tratar de esta
imprenta, se dice, como en tiempo de María Rodríguez, unas veces de casa de
Marta de Quiñones y otras de casa de fuan de la Cuesta, y aun en un mismo
asiento se marca en el texto del primer modo y del segundo al margen.
>Ahora bien, si por la escritura de compra hecha por Pedro Madrigal consta
que en 1588 la casa de la imprenta daba á la calle de Atocha y á la de los Re-
yes ó del Rey (Costanilla de los Desamparados), y en la escritura de dote de su
viuda, año 1595, se marcan los mismos linderos; si además de esto Juan de la
Cuesta dice en escrituras de 1603 y 1605 que vive en la calle de Atocha más bajo
de Anión Martín; si en la Planimetría de Madrid se marca en la esquina de la
Costanilla de los Desamparados el sitio que se adquirió para ensanchar el dicho
colegio y hacer la actual iglesia, el cual pertenecía á María Rodríguez, y era
donde tenia su imprenta; si después se hizo la permuta entre el colegio y la
viuda de Madrigal, pasando la imprenta á la calle de San Eugenio, se puede
afirmar que la primera parte del Quijote se imprimió por primera vez en el
mismo sitio donde hoy está la iglesia del hospital de Nuestra Señora del Car-
men, y la segunda parte del mismo libro en la calle de San Eugenio, segunda
casa, antigua, de la derecha, entrando por la de Santa Isabel.»
Í48.— Una nota del Sr. D. José M.* Sbarbi al Quijote.
«y allí muy de propósito se ponía el renegado... ó ya á hacer la zalá, ó á
como por ensayarse de burlas, á lo que pensaba hacer...» [Don Quijote, parte I,
cap. XLI.)
Comentos. ^Ya d hacer, es una reunión de tres palabras muy crudas.» (Fo-
ronda.)
cLa partícula _ya puesta en el primer inciso pedía su repetición en el segun-
do.—í? á como por, reunión de cuatro partículas que evitarían los que escriben
correcta y atildadamente; el por no significa nada, y por consiguiente debiera
suprimirse.» (Clemencín.)
<Se ponía... ó ya á hacer la zalá ó adoración (ú oración), por ensayarse...»
(Hartzenbusch.)
El Sr. Sbarbi, Ambigú literario, Madrid, 1897, pág. 291, corrige á los co-
mentadores asi:
«6 ya á hacer la zalá, ó á como (esto es, á broma, vaya, zumba, diversión,
chasco ó cantaleta), por ensayarse de burlas á lo que pensaba hacer de veras.
(i) Era impresor como su padre, pero no llegó á ser dueDo de la imprenta, pues murió
en 1598 ó 1599.
210 Notas y comentarios al Quijote
Y véase cómo una coma que faltaba después, no de la partícula como, sino del
nombre como, ha sido causa de que se han quedado en ayunas todos los glosa-
dores del Quijote al llegar á este pasaje.»
349. — Estudio tropológlco sobre el Don Quijote de la Manclia, del sin
par Cervantes, por D. Baldomcro Villegas, Coronel de Artillería.
— Burgos, 1897.
Se está publicando esta obra, en la que su autor, el conocido cervantista
Sr. Villegas, desarrolla el tema del sentido oculto del Quijote. Extractaré, pues,
sus juicios en la sección de la presente Bibliografía: «Cervantes juzgado por
los españoles >
350. — Don Quixote, i." P., traducido por C. Oudin. — París, 1614.
En 8.°
Las notas marginales de Oudin, de que he hablado al describir esta primera
traducción francesa, tienen en su mayor parte por objeto explicar la versión que
ha dado á algunas palabras dudosas; además, de un modo ligero y agradable,
ha puesto también algunas pocas notas explicativas de costumbres españolas.
351. — Don Chisciotte... trad. italiana de Franciosini. — Venecia, 1622-25.
Dos tomos en 12.°
Como he dicho ya al describir está primera traducción italiana, las notas
marginales de Franciosini en general son explicativas de voces ó locuciones
difíciles de traducir.
352. — Pleasant || notes l| upon || Don Quixot. \ By Edmund Gayton, Efq;
II London |( Printed by William Hunt. MDCLIV.
En 4.° mayor, de 7 hojas preliminares y 290 pigs.
Preceden á la obra varias composiciones poéticas burlescas, dirigidas al
libro por personajes fingidos, remedando las que puso Cervantes al frente del
Quijote. Descuella entre ellas la de «Esopo, al caballero de la Triste Figura».
El libro comprende sólo anotaciones á la parte primera del Quijote.
A pesar del lujo, ó por decir mejor, hartazgo de erudición de que Gayton
quiere dar muestras, su comentario no es tal comentario, resultando, con raras
excepciones, iniítiles las observaciones que hace; por no ofrecer conexión con
el fondo ni con el texto del Quijote y referirse á hechos y personas en su mayor
parte fingidos, y porque los reales carecen de interés fuera del país del anota-
dor, y aun en él sólo tuvieron alguno en su época. Agregúese á esta falta de
utilidad la sobra de indecencia y de groseras imágenes que aparecen en muchas
de estas notas, y habremos de convenir en que su tínico mérito consiste en el de
ser el primer comentario que al Quijote se ha hecho. La misma verbosidad de
que este anotador hace alarde, convierte no pocas veces su estilo en obscuro.
Notas y comentarios al Quijote 231
Pero, como no hay libro tan malo que no tenga algo bueno, contiene éste algu-
nas, poquísimas, anotaciones no despreciables. Mencionaré la de la pág. 2:
cvendió muchas fanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caba-
llerías que leer»; en cual nota se burla Gaytón de los que buscan la piedra filo-
sofal, á quienes llama Quijo-filósofos.
Benjumea {Estafeta de Urganda, pág. 29), juzga á Gayton en estos términos
harto favorables: cLas notas festivas de Gayton son notables por su originali-
dad. El Quijote le sirvió de índice de materias para colocar sus chistes, y como
suele decirse, á puro andar con la almohaza, vino á dar alguna vez en la mata-
dura.»
Más severa, pero más justamente, las censura Moran Vida de Cervantes:
fson notas excéntricas, indecorosas y extrañas al asunto, del cual se sirvió me-
ramente el traductor como pretexto para zaherir con burlas á determinadas per-
sonas de su país y dirigir tiros aviesos á la Iglesia Católica.»
Posee el Sr. Bonsoms otra edición de las notas de Gayton: «Festivous || notes
II on the II History and Adventures || of the Renowned || Don Quixote. \ First
PubUshed by || Edmund Gayton, Efq; || In the Year, 1654. || Revised, with Cor-
rections, Alterations, || and Additions; and adapted to the Modem || Tranílations;
of thatcelebratedWork. || To which is added, aCopious, || Index || bythe Editor.
II London: || Printed por F. Newbery, etc.. || M.DCCLXVIII.» 12.° m. de XII—
*55i P*g' ™^s 9 hojas para el índice alfabético de nombres y cosas notables.
El nuevo editor hizo una entera refundición de la obra de Gayton, confe-
sando que estaba ya puesta en olvido, y declara, conforme la portada lo reza,
que ha suprimido muchas notas triviales, y otras que se referían á cosas total-
mente olvidadas.
^Z,—Don Quixote., trad. en inglés, por Stevens. — London, 1700.
Dos tomos en 8.°
Hay algunas notas al pie de las páginas.
^k.—Don Quichoi... — Amsterdam, 1699.
En 8.»
I En esta traducción holandesa hay un índice de nombres propios y palabras
I más notables de la obra, dispuesto por orden alfabético. Es el primer trabajo de
esta clase, que conozco, referente al Quijote.
55. — Don Quixote... revised... by J. Ozell... — London, 1725.
Hay algunas notas, muy cortas en número, explicativas de voces poco
^.—Don Quixote... translated by Th. Shelton... — London, 1731.
Cuatro tomos en 1 2."
Hay un índice alfabético de nombres y cosas notables de la obra; trabajo
análogo al citado en el número anterior.
2%t Notas y comentarios al Quijote
357. — Histoire |] du || vaillant Chevalier || Tiran le Blanc. || Traduite de
l'Espagnol. || A Londres.
Dos tomos en 12°
A esta traducción, publicada por el conde de Caylus hacia 1737, precede un
erudito y juicioso prólogo de M. Fréret.
Después de decir que el libro de Tirante el Blanco «apenas era conocido
de los Franceses más que por lo que de él habla Cervantes en la famosa historia
de Don Quixote», pasa el prologuista á comentar el juicio de nuestro autor. Su-
pone que en el pasaje del escrutinio donde el cura alaba al autor del Tirante,
falta una negación y que debe, por tanto, decir: «con todo eso... merecía... que
«(7 le echaran á Galeras... >; y para probar esta variante, que es cabalmente lo
contrario de lo que dice la primera edición del Quijote^ añade que tiene una
idea de haber leído en alguna parte que el autor del Tirante había muerto en
galeras; conjetura, como se ve, harto vaga.
Nota la errata que cometieron las ediciones anteriores del Quijote, en el
mismo capitulo, diciendo Detriante, en vez de de Tirante; y prodiga sensatos
elogios al talento de Cervantes, de quien dice: «Cervantes merece ciertamente
alguna distinción. Si hubiese tenido el honor de ser un autor antiguo, y de que
su obra estuviese escrita en latín ó griego, tiempo há que habría tenido varios
escoliadores y comentaristas.»
Advierte M. Fréret que el traductor ha abreviado varios razonamientos, su-
primido algunos trozos y cambiado otros, tomándose libertades que no existen
en la versión italiana del Tirante, la cual es fiel.
Tanto el prologuista como el traductor vislumbran que el autor de Tirante
el Blanco era valenciano, apoyándose tanto en la detallada descripción y elogios
que de Valencia hace, como en el perfecto conocimiento de las profecías que
sobre ella existían.
Finalmente M. Fréret hace notar cuan diferente es este libro de todos los
demás de caballerías, en cuanto se refiere á lo maravilloso, pues no obstante la
bravura y la fuerza de Tirante, nada hace que no sea posible á los hombres. Los
medios con que el autor conduce los sucesos, ya prósperos, ya adversos, de su
Héroe, están fundados en el orden natural de los cosas.
358. — Don Quixote, trad. y anotado por Jarvis. — London, 1742.
Dos tomos en folio.
Las notas de Jarvis, en niimero de 400, son históricas, caballerescas y expli-
cativas de usos y costumbres y de frases y voces poco usadas. Jarvis, pues, es
el segundo anotador serio del Quijote, y podemos decir el primero, pues ya he
dicho que las notas de Gayton no explican nada del texto. Salvo algunos erro-
res, como el de hacer pasar el Henares por Madrid, y otros, referentes á eos*
lumbres españolas, las notas de Jarvis no carecen de mérito, además del que
tienen por constituir, como he dicho, el primer cuerpo importante de ano-
taciones al texto del Quijote. Como curiosa, entre otras, y porque más tarde
la prohijó Ríos, citaré una en que dice Jarvis que la descripción del ejército
de los carneros es una imitación del catálogo de las naves, de Homero en la
Iliada.
Notas y comentarios al Quijote 233
359 — Don Quixote... translated by Motteux... revised by Ozell.., —
London, 1743.
Cuatro tomos en 12."
Tiene buen número de notas tomadas de Jarvis, Sobrino, Pineda, Mayans y
Diccionario de la Academia española.
El Diccionario francés-español de Sobrino (año de 1 708), y el de la Real
Academia española (Madrid, 1726-39, i.* ed.), le sirvieron para explicar voces
y locuciones difíciles.
Ozell dice también que ha aprovechado varias notas de Stevens y otras to-
madas de su Diccionario.
360. — Mémoires de rAcadémie des Sciences, Belles-Lettres, Beaux-
Arts... établie á Troyes en Champagne, (Troyes. 1744.)
Figura en él un «Projet de voyage en Espagne pour constater un fait impor-
tan! de l'histoire du chevalier Don Quichotte. — Lu á l'Académie le 16 mai 1741 ».
Según M. Dumaine, es la obra de un mistificador, J.-B. Grosley.
361. — Don Quixote, trad. y anotado por Smollett. — London, 1755.
Dos tomos en folio.
Smollett, imitando á su predecesor Jarvis, emprendió la tarea de anotar su
Quijote traducido, y puso al efecto algunas notas explicativas de lugares y de
usos caballerescos; pero sin duda se cansó de su trabajo y quedó éste reducido
á un corto número de anotaciones.
J62. — Don Quixote... translated... by George Kelly... — London...
M.DCC.LXIX.
Al describir esta edición [I, 639], dije ya que Kelly no fue el traductor sino
solamente un revisor de la traducción de Motteux, y que de éste es también la
propiedad de las notas que ilustran la presente versión inglesa del Quijote.
{63. — A Letter to the Reverend Dr. Perey, concerning a new and clas-
sical edition of Historia del valeroso caballero Don Quixote de la
Mancha. To be illustrated by Annotations; and Extracts from the
Historians, Poets, and Romances of Spain and Italy, and other Wri-
ters Ancient and Modern; with a Glossary, and Indexes. In which
are occasionally interspersed Some Reflections on the Learning and
Genius of the Author. By the Reverend John Bowle, M. A. E. S. A.
- London. — Printed, for B. White, M.DCCLXXVII.
En 4.°, de 68 págs.
En esta obrita el doctor Bowle da, conforme en la portada lo anuncia, cum-
plida y detallada cuenta de su proyecto, que luego realizó, de una nueva edición
Tomo U ,g
234 Notas y comentarios al Quijote
del Quijote con anotaciones, extractos de los historiadores, poetas y novelistas
de España é Italia, y de otros escritores antiguos y modernos; junto con un Glo-
sario é índices, de los cuales presenta algunas páginas por vía de ejemplos. En-
laza con tan interesante materia algunas ilustradas reflexiones acerca del mérito
del Quijote, y en un curioso Postscriptum apunta la conjetura de que Cervantes
debió de pensar en San Ignacio de Loyola al engendrar su Quijote. Con este
motivo el erudito doctor inglés hace un sucinto paralelo entre los hechos caba-
llerescos del de Loyola y los de Don Quijote.
Bowle menciona, aunque no la vio, la otra edición del Quijote de Ma-
drid, 1605, distinta de la conocida; circunstancia ignorada hasta entonces.
364. — Letters from Spain in 1778; on the Origin and Progress of Poetry
in that Country; with occasional Reflections on Manners and Cus-
toms, and illustrations of the Romance of Don Quixoíe., by John
Talbot, Dillon. — London, i78i,8vo.
En la Bib.'" Británica, de Watt hallo citado este libro.
365. — Remarks on the extraordinary conducís of the Knight of the ten
Stars, and his italian Squire, to the editor oí Don Quixote. In a let-
ter to the Rev. J. S. D. D. — London, 1785.
En 8.°
En este optísculo trata el doctor Bowle de rechazar las censuras que á su
Comentario del Quijote hablan dirigido el capitán Crookshanks y el doctor Ba-
retti. El primero es el Caballero de las diez Estrellas y el ultimo su Escudero
italiano.
Ofendido Baretti, publicó un violento y desapiadado ataque contra Bowle,
titulado:
«Tolondrón. Speeches to John Bowle. about his edition of Don QuLxote\ to-
gether with some Account of spanish literature, by Joseph Baretty... London:
Printed for R. Faulder. MDCCLXXXVI.» 8.0 de IV— 338 págs.
Diez son los Speeches ó discursos de esta obra. En el i.° dice Baretti á Bowle
que halla 40 ó 50 errores en cada página de su comento, la mayor parte debidos
á su ignorancia de la pronunciación, y que en cuanto á las notas son triviales, y
absurdas muchas. — Es el 2.° un capítulo de cargos por los ataques que le había
dirigido Bowle, y concluye burlándose de éste porque pretende que la palabra
lercha que nombra Sancho no es española. — El 3." speech demuestra que Bowle
no entendió los dos distintos significados de la palabra deslocado., al fin del Qui-
jote^ y que vaciló en la interpretación de otros pasajes. — Los discursos 4 °, 5.°
y 6.° son defensas contra algunos ataques de Bowle, y generalidades acerca de
algunos libros españoles. — En el 7.° Baretti hace una brillante defensa de la li-
teratura, ciencias, artes y progresos de los españoles y de España, tan descono-
cidos de los extranjeros, quienes contaban mil exageraciones acerca de la pere-
za, ignorancia y supersticiones españolas; y defiende una ligera Reseña de la
literatura española, que hizo algiin tiempo antes y fué tachada por Bowle de
imperfecta é inexacta. En el discurso 8.° Baretti se burla de los errores gramati-
cales cometidos por Bowle en las citas de versos italianos en su comento, é
insiste acerca de su poco gusto literario cuando escribe el español. — En el 9.° re-
Notas y comentarios al Quijote 235
pite que Bowle ha equivocado muchas veces los acentos, y dice que separándose
de la ortografía de Cervantes ha compuesto una, mezclada de los cuatro tratados
de Ortografía castellana de la Academia, que se contradicen uno á otro en sus
reglas ortográficas. — En el discurso 10 y último se burla del comento, preten-
diendo que ha comentado muchas palabras y frases sencillas conocidas y trivia-
les; y añade, en suma, que en su opinión el Quijote no necesita de comento.
Habla finalmente de los cinco índices, que trata de inútiles.
Dejando aparte la justa rectificación de algunos ligeros errores de acentua-
ción y de sintaxis, rectificación que Baretti pudo hacer por su mayor conoci-
miento de las lenguas española é italiana; en muchos otros pasajes es injusto
hacia Bowle, quien, indudablemente, con sus notas y sus índices prestó un útil
servicio á los lectores del Quijote, tanto nacionales como extranjeros.
366. — Don Quixoie... trad. alemana de Soltau. Kónigsberg, 1800.
Seis tomos en 12°
Hay algunas notas del traductor, en corto número.
367. — Don Quijote... Leipsique, 1800.
Seis tomos en 12." pequeBo.
He dicho ya [I, 61], que el último tomo, impreso en 1807, comprende un
ligero extracto de las anotaciones de Bowle, ordenado por J. B. W. Beneke, de
quien es también el Diccionario espafiol-alemán sobre el Quixote, para facilitar
á los alemanes la comprensión de esta novela. Este trabajo, adicionado y reor-
ganizado, publicólo Beneke suelto, bajo este epfgrafe: Erklarung aller im Don
Quixote vorkom^ menden und diesem Werke vorzüglich eignen schweren Wórter
und Redensarten. Leipzig, 1821, i6.° (Explicación de las voces y locuciones
dificultosas que ocurren en el Quijote y que son especialmente peculiares á esta
obra.)
J68. — The history of... Don Quixote... A new edttion, wiih copious no-
íes... Edinburgh^ 1822.
Merecen todo encomio estas eruditísimas notas, en las cuales Mr. Lockhart
demuestra un profundo conocimiento, no sólo de la literatura caballeresca, sino
también de nuestros antiguos romances y poemas. El comentario del literato
inglés es parecido, en cuanto á notas históricas, al que después hizo entre nos-
otros Clemencín, quien amplió, no sé si con utilidad del comento, la parte re-
ferente á los libros de caballerías y á nuestra literatura. Mr. Lockhart pone tam-
bién la traducción de varios trozos del romancero, aludidos por Cervantes, tarea
que resulta muy interesante para los lectores ingleses. Además, son dignas de
aprecio algunas notas sobre pasajes que no habían ilustrado los anteriores co-
mentaristas extranjeros. Citaré, entre otras, la explicación de lo que era el ca-
ballo de Gonela, y la anécdota á que aludió Cervantes, referida en una obra
italiana titulada Buffonerie di Gonnella, publicada en Florencia el afio 1568.
Esta nota la tomó Mr. Lockhart de Pellicer.
236 Notas y comentarios al Quijote
369. — Don Quixoie... with engravings from pictures painted by R. Smir-
ke. — London, 1818.
Describí ya detalladamente [I, 668], esta bella edición, cuyas notas en gran
parte están tomadas de Pellicer.
370, — uPetite bibl.'' biographico-romanciére.» ou Dictionnaire des Ro-
manciers. — París. — Pigoreau, libraire, 1821.
En 12.° mayor, de 354 págs.
Es un Diccionario de novelistas, con noticias literarias y bibliográficas.
Artículo Cervantes: «L'auteur des Aventures de l'admirable chevalier de la
Manche est au-dessus de tout éloge.» «Des trois traductions de Don Quichotte
celia de Filleau se traíne servilement sur son original, Filleu n'ayant pas eu le
talent d'imiter le comique, la finesse et l'élégance de l'auteur.» H?.bla luego de
las traducciones de Florián y Dubournial, alabando ésta.
371. — Manuel du Bibliophile, ou Traite du Choix des Livres, par Ga-
briel Peignot... — Dijon, chez Victor Lagier, 1823.
Dos tomos en 8.° mayor.
Además de la lista de ediciones del Quijote, trata con elogio de esta
obra. Hace algunas observaciones á los juicios de D. V. de los Rios, cuya cro-
nología de viajes del héroe manchego censura por iniítil; «pero — dice Peignot—
á lo menos prueba esta cronología el alto grado de importancia que los españo-
les atribuyen á esta ingeniosa novela.»
Habla de la conocida anécdota del estudiante que leía el Quijote frente los
balcones del palacio de Felipe III, y menciona la absurda especie propagada
por Moreri [131], poniéndola en duda, «porque — dice cuerdamente — yo no veo
en esta novela ninguna acerba sátira contra el principal ministro del Rey. »
372. — Episodes of Don Quixote.
«London Magazine, v. 6, new series 1820, pp. 557-66, and v. 7, new se-
ries, 1877, pp. 11-19.» (Fitzmaurice-Kelly.)
373. — Obras de Landor. — London.
Mr. Watts (ed. del Quixote, London, 1888), dice que en el t. I, pág. 534, de
las Obras de Landor halla la absurda conjetura de que «Cervantes en Diücinea
quiso encubiertamente ridiculizar á la Inmaculada Virgen».
Supuse que tal opinión la escribiría Mr. Walter Savage Landor en su obra
titulada Imaginary conversations of literary men and statesmen, (1824-29), la
cual, según tengo entendido, mezcladas con bellos pensamientos, encierra mu-
chas extravagancias. Deseoso estaba de compulsar esa cita, cuando me facilitó
la tarea el libro de Mr. Fitzmaurice-Kelly (Life of Cervantes'), en donde hallé
el pasaje entero, que transcribo:
Ñolas y comentarios al Quijote 237
ulmaginary Conversation betwten Peter Leopold and President du Paiy.t
iPresid. — El ataque más hábil que se ha hecho jamás contra el culto de la
Virgen... es el de Cervantes.
^Leopold. — No recuerdo en qué parte de sus obras.
tPresid. — En todo el Don Quixote, Dulcinea era la sin par, la inmaculada;
y se fulminaba la muerte contra todos los que no afirmaban sus perfecciones.»
Paréceme que tanto desbarrar es á sabiendas.
J74. — Don Quichotte... traduit et annoté par Mr. L. Viardoi... — París.,
1836.
Las notas de Viardot sin ser muchas ni muy difusas, ilustran varios pasajes,
y son juiciosas y eruditas. Unas son explicativas de voces del español y de cos-
tumbres del tiempo de Cervantes; otras son históricas. Gran parte están toma-
das de Clemencín.
(75, — Don Quixote... aus dem Spanischen übersezí... Síuiigari, iS^y.
Dos tomos en 8.° mayor.
Las notas de esta traducción alemana son en corto numero; unas explican
vocablos y otras son históricas.
¡76. — Don Quichoite et la tache de ses traducteurs, etc., par J. B. Bieder-
mann. — París. — Delaunay, 1837.
En 8.°, de 8o págs. y una hoja da portada.
El autor, además de opinar que el Quijote ha sido mal traducido, se muestra
demasiadamente riguroso con la versión de Viardot, que sin ser perfecta, es bas-
tante buena; y pretende luego demostrar que la común opinión recibida acerca
de la perfección del Quijote en materia de lenguaje es una mistificaci6n\ asegu-
rando, por tanto, que el estilo y el lenguaje de Cervantes son incorrectos y suma-
mente defectuosos. Los juicios y las conclusiones de Biedermann se hallarán en
su correspondiente sitio; [Sec. VIII], apuntaré varias de sus notas ó críticas ai
texto.
Haciendo coro con Clemencín, tilda de incorrecto en dicción y en ideas
aquel pasaje del Prólogo de Cervantes, «.¿qué podía engendrar el estéril y mal cul-
tivado ingenio, etc../* sin entender el sentido, ni comprender el tono irónico que
en él emplea el autor del Quijote. Biedermann cree que Cervantes ha querido
decir: «¿qué podía engendrar mi ingenio, sino un hijo seco y avellanado; y este
hijo... no podía menos de ser una criatura antojadiza, etc.?» De aquí deduce,
que habiendo antes dicho Cervantes que, «cada ser engendra su semejante, la
consecuencia del texto serla, que el hijo de un ingenio estéril, debe ser, no un
hijo, sino ia historia de un tal hijo, etc., y por esto tilda á Cervantes de ingenio
sin lógica, y su estilo de incorrecto. Pero el caso es que Cervantes, en mi en-
tender, dice: «quisiera que este libro, como hijo del entendimiento, fuera el más
hermoso, etc.»; y supone que s\i ingenio estéril es decir, sn entendimiento, no
podía engendrar sino la historia de un hijo seco; es decir, no podía engendrar
sino un libro. En efecto, un ingenio ó un entendimiento engendra un libro, ó sea
una historia. ¿Dónde está la falta de lógica, Sres. Clemencín y Biedermann?
238 Notas y comentarios al Quijote
Este va escogiendo muchos otros pasajes del Quijote, que tacha de incorrec-
tos; pero descartando algunos, que interpreta y comenta mal, y otros, que son
erratas de imprenta, quedan pocos que tengan realmente incorrecciones de len-
guaje {los cuakí son pequeños lunares que d veces acrecientan la hermosura del
rostro que los tiene), y de todas estas pequeneces deduce con un aplomo que cau-
sa risa, esta sentencia: «el ingenio de Cervantes es específicamente defectuoso.
Entre otras muchas frases, critica como aberraciones, é inversión del orden
lógico de las ideas, las siguientes de la parte I.; cap. XXVIEI. «Felicísimos y
venturosos;» cap. XXVII, «con furor y con violencia»; cap. XLVII, «dulcísimas
y agradables», etc. En suma, Biedermann sigue las pisadas de Clemencín, en
cuanto á criticar la letra del Quijote, y apunta los pasajes que el comentador es-
pañol no entiende, para demostrar, con su autoridad, que el Quijote está pla-
gado de obscuridades.
Apoyándose en un artículo de la Gaceta de Madrid, del 18 de Diciembre
de 1835, acerca de la historia de Toreno, y tergiversando el sentido, pretende
Biedermann que el idioma de Cervantes es completamente distinto del que se
habla hoy, y que «la inteligencia del texto de los clásicos españolea es hoy, aun
en Espafia, un tstudio semejante al de la literatura clásica de la antigüedad.
Afiade que úa. parte tipográfica del texto del Quitóte está plagada de inco-
rrecciones de todo género», hecho cierto, y que por lo mismo, basta para cali-
ficar de impertinentes las tachas que al estilo de Cervantes pone.
Pasa luego el crítico francés á censurar la traducción de Viardot, tomando
para ello por texto el Prólogo de la parte I, y en 33 análisis corrige otros tantos
pasajes que Viardot no ha vertido con rigorosa exactitud.
377. — Don Quixote.
Art. en la Revue fran(aise de 1838, tomo 7.°, págs. 299 y siguientes.
378. — Handbook for travellers in Spain, by Richard Ford. — London,
1845.
Contiene varias citas de Cervantes.
379. — Critique et defensa de Don Quichotie, suivies de chapitres choisís
de l'íngenieux Hidalgo pour la récréation du lecteur, et terminées
par de nouveaux et curieux apergus sur Cervantes. Dédié á M. Or-
fila. Par F. de Paule Noriega... — París. — Moquet, 1846.
En 8.», de 286 págs.
El autor impugna los anteriores juicios de Biedermann, defendiendo las fra-
ses de la traducción de Viardot que aquél censura. Pero, como dice muy bien
La Barrera, prescinde Noriega de la parte principal: de defender el juicio yl a
sana razón del inmortal escritor, tan injustamente degradado por Biedermann.
ZZQ.—Don Quixote.
Art. crítico en la revista inglesa The Knickerbokers, by R. J. de Córdova,
vol. XXXVIII, 1851, págs. 189-203. (Fitzmaurice-Kelly.)
Notas y comentarlos al Quijote 239
381. — History of Spanish Literatura by George Ticknor. — Boston,
1849.
La tradujeron al español los Sres. D. Pascual de Gayangos y D. Enrique de
Vedia, publicándola en Madrid, 1851 con notas é ilustraciones.
Son dignas de estudio las reflexiones acerca del objeto del Quijote, de su
plan, de su estilo y, del éxito que obtuvo, haciendo aborrecible la lectura de los
libros de caballerías. Trata también de Avellaneda y de El Buscapié, de los cua-
les hablaré en sus respectivos sitios.
Mr. Ticknor publicó el año de 1864, en Bostón, en 3 tomos, una tercera
edición inglesa de su obra, con muchas adiciones y correcciones, enriquecida
además con abundantes y eruditísimas notas.
382. — Correcciones y Adiciones á la Historia de la Literatura española^
por Ticknor; hechas en la 3." ed. de esta obra impresa en Boston
el año 1864.
Reuniólas Adolfo Wolf en un tomo de 264 págs. en 8.° m., impreso por
F. A Brockhaus en Leipzig el año de 1866, para que sirviera de Suplemento á la
traducción alemana que de aquella obra hizo N. H. Julius.
En una breve Advertencia declara el colector que su padre Fernando Wolf,
(de quien es el prólogo de la obra), tomó parte en su composición y hasta llegó
á conegir algunas pruebas pocos días antes de su fallecimiento ocurrido el 18
de Febrero de 1866.
Las adiciones y correcciones que ofrecen algún interés y novedad para la
presente sección, son:
Tomo I
A la pág. 268: Varias noticias acerca del juicio del Tirante el Blanco, emi-
tido por Southey {Omniana, 1817,^ II, 2ig-j2\ del arreglo hecho en francés por
el Comte de Caylus, y del origen de este interesante libro; con descripciones y
detalles de sus primitivas ediciones.
A la pág. 485: Que Amaute Mahamí figura en los romances de su época.
A la pág. 489: Que el arreglo de La Qalaíea, por Florián es mejor que el de
Trigueros.
A la pág. 1502: Sobre el doble juego y significado de la palabra hierros que
intencionadamente usa Avellaneda en el prólogo de su Quijote.
A la pág. 503: Sobre el dudoso crédito que merece el soneto de Góngora
que ha hecho, que se atribuya á Cervantes la Relación de las fiestas de Valla-
doUd.
A la pág. 503: Comenta las dos cartas de Lope de Vega en que habla mal
de Cervantes.
A la pág. 505: Sobre las palabras del prólogo de las novelas: «jí» soy el pri-
mei o que he novelado en lengua íaí/í/Zawa»... que halla justas porque Cervantes
entendía por Novelas, no los cuentos como los del conde Lucanor, sino las obras
escritas según el corte italiano que entraron entonces de moda en España.
A la pág. 509: Sobre el poco éxito del Viaje del Parnaso.
A la pág. 509: Opina que el conocimiento que tenia Nasarre del antiguo
teatro español era insignificante, y su gusto para juzgarlo, malo.
A la pág. 516: Aludiendo al hábito de San Francisco, cita el opuesto criterio
de Milton conforme con el de J. de Valdés en el Diálogo de Mercurio y Carón.
340 Notas y comentarios al Quijote
A la pág, 518: Sobre el Buscapié, se refiere al Apéndice D, en donde Tick-
nor explana sus razones para juzgarlo apócrifo.
A la pág. 522: Cita á Oviedo y otros que escribieron contra el gusto de leer
libros de caballerías.
A la pág. 525: Dice: cmerece quizás ser notado que Pope, quien en su Essay
on criticism, pág. 267, narra una historia de Don Quijote, no la tomó de Cer-
vantes, sino del arreglo que de la obra de Avellaneda hizo Lesage, (libro III,
cap. XXEX). Por esto hay personas, que conocen bastante á Cervantes, y no le
recuerdan en este pasaje; y es porque están creídas que está tomado de su Qui-
tote. »
A la pág. 530: Dice: «Cleraencín cree que el discurso de D. Q. sobre las ar-
mas y las letras pudo tener fundamento en una obra que trata del mismo asunto,
impresa en latín en Valencia el año 1549. Parece inútil buscar una fuente es-
pecial para un asunto que por sí mismo se ofrecía en general á un español de
aquel tiempo; pero si la cosa valiese la pena de buscarlo, lo hallaríamos mas ve-
rosímilmente en la dedicatoria á las Flores de Séneca, traducidas por Juan Cor-
dero {hvahtrts, 1555, 12.°)
A la pág. 530: «Salió una respuesta á la Carta en castellano, etc., de Conde,
bajo el título de Respuesta á la Carta en castellano, etc., por D. Juan Francisco
Pérez de Cacegas, (Madrid, 1800, 18, 60 p.)
Tomo II
A la pág. 214: Dice: csi la conjetura de Clemencín, mencionada en la pre-
cedente observación (i) es justa, diría yo, que Cervantes quiso ridiculizar esta
declaración de Alemán, cuando hace decir á Don Quijote en el cap. XVI, par-
te II, de su historia: atreinta mtl volúmenes se han impreso, etc.t
A la pág. 545: Añade algün detalle á los que ya publicó sobre El Buscapié.
A la pág. 546: Cita al Duque de Almodóvar, quien en su Década epistolar
(1781, p. 181) se conduele de la extravagante hipótesis explanada por Moren y
demás Diccionarios de aquella clase, de que el Quijote es una sátira contra el
Duque de Lerma.
A la pág. 552: Reseña otras nuevas consideraciones sobre El Buscapié.
A la pág. 560: Menciona al Apologista universal.
383. — Grand Dictionnaire Universel du XIX siécle, par M. Fierre La-
rousse. — París, 1866-78.
Hay en esta conocida Enciclopedia una porción de citas de las obras de
Cervantes; se podría formar con ellas una sección de Alusiones al Quijote.
Barataría (l'lle de). — Este artículo es interesantísimo y fiel extracto de los
capítulos del Quijote dedicados al gobierno de Sancho Panza en la ínsula, y en
él Larousse pone de relieve, con molto amore, las tres fases debajo de las cuales
se manifestó el admirable episodio, como le llama el sabio lexicógrafo; si bien,
á mi entender, es más que episodio: tanto y en tal manera están ligadas esas
páginas de Cervantes no sólo á la acción del Ingenioso hidalgo, sino también á
su pensamiento fimdamental. El artículo de Larousse, coge 500 h'neas, termina
invocando dos citas al gobierno de Sancho Panza. La i.* es de Napoleón I que
(1; Ticknor se refiere aquí ala especie, apuntada por Clemencín, de que Cervantei
habló con desprecio del Gtizmán de Alfarache.
Netas y comentarios al Quijote 241
se complacía — dice — en leer y releer ese pasaje del Quijote, y cuando, al partir
para la isla de Elba, suspiraba tristemente por no haber podido obtener, que,
durante su destierro, María Luisa brillase como soberana en Florencia, dijo á su
fiel Caulaincourt: « ...yo hasta habría podido ir á verla y cuando se hubiera re-
> conocido que yo habla renunciado al mundo y que, cual otro Sancho, no
> pensaba más que en la felicidad de mi isla... habría hallado la dicha de que
» no he gozado, aún en medio de todo el esplendor de mi gloria. »
La 2.'- es de M. A. Achard, quien hablando de haberse visto obligado M. de
Gaille-Fontaine á desempeñar el primer cargo municipal d'Amboise dice:
«... pronto fué el mejor de los maires y gobernó la commune d'Amboise como
Sancho Panza su isld de Barataria.t
En el articulo Cervantes, después de la biografía, hay una extensa análisis
de las Comedias y una sucinta noticia de las Novelas y del Viaje del Parnaso.
En artículos separados se analizan La Calatea, con el arreglo de Florián, y el
Persiks.
Alusiones al Quijote:
«Diderot se fit le Don Quichotte de l'insurrection philosophique.»
César Cantu.
«Je me suis fait le defenseur acharné, ou, si vous l'aimez mieux, le Don Qui-
chotte de la verité historique.»
Eduard Fournier.
«Pour étre loyal et franc en société, il faut toujours diré la verité, mais non
pas toute. Ce n'est pas de la disimulation que de garder en soi-méme des choses
qui pouvaient faire de la peine k quelqu'un; c'est de la politesse; car rien ne
vous oblige á vous ériger en Don Quichotte pour aller, non pas á coups de lance,
mais á coups de langue, redresser les torts de la société.»
Boitard.
«Tout le clergé lisait VAnnée littéraire et l'encourageait par des abonnements
multipliés, parce que Fréron, pour faire sa cour á M. le Dauphin, avait pris de-
puis quelques années le ton capucin, et s'était declaré le Don Quichotte de la
religión, de ses ministres et de leurs suppóts.>
Hatin.
«C'est á notre siécle qu'était reservé l'honneur de fournir le dernier Don
Quichotte de cette cause perdue.»
Lanfrey.
384: — Les Précurseurs de Don Quichotte.
Articulo del Conde de Puymagre en el ntiraero del 25 de Octubre de 1869
de Le Correspondant.
Es la relación del paso honroso de Suero de Quiñones realzada con observa-
ciones criticas para demostrar que las extravagantes heroicidades de Suero y
sus compañeros se amoldan perfectamente á las ideas caballerescas de Don
Quijote, y debieron de ser parte para exaltar la fantasía del manchego caballero,
quien en su discusión con el canónigo no se olvida de mentar aquella hazaña.
Tomo 11 31
242 Ñutas y comenlarios al Quijote
385.-28 Juin 1870. La Gazeiie de Frunce.
Articulo de Víctor Fournel elogiando y analizando la ilustración de Doré al
Quijote. Hallo efxagerados los elogios en cuanto á decir que hay verdad en los
trajes, y sabor local, cuando precisamente en estas láminas de Doré faltan ara-
bas cualidades. Reconoce, empero, el critico que «el defecto de la obra está en
un derroche de abundancia que toca en la proligidad, y acaba por debilitar el
interés. El fecundo lápiz multiplica sus agradables sorpresas en cada página del
libro, pero en ligeros fulgores demasiado numerosos para ser duraderos, y en
impresiones demasiado variables para ser profundas».
386. — 18 Janvier \^'jo. Journal officiel de TEmpire frangais. «Michel
Cervantes.'-»
Importante artículo de M. Octave Lacroix en que analiza y elogia merecida-
mente el libro de M. Emile Charles, Michel CervanÜs, sa vie, son temps, etc., en
pro del cual merecen ser transcritas las siguientes frases: «Ce livre, durera, je
n'en doute pas, comme l'indispensable commentaire de la vie de Cervantes et
de ses oeuvres immortelles.»
387. — Les Mystéres de Vécriture; art de juger les hontmes sur leurs att-
tographes^ par A. Besbarrolles et J. Hippolyte . — París. — Gar-
nier., 18 y 2.
Hallo en esta curiosa obra las siguientes frases: «El ilustre Cervantes tiene
un carácter de letra magistral. ¡Cuánta imaginación y movimiento en su incom-
parable rúbrical Parece como si en ella viésemos á Don Quijote lanzado á una
gran distancia por las aspas de los molinos de viento. Las letras sin trabazón
indican potencia de intuición y sentido de observación. Al ver las mayúsculas
desplegadas con amplitud, decimos: ¡Qué fuerza! |Es un hércules! Este mismo
capricho de cortar en dos la g minúscula que va á ligarse inarmónicamente con
la letra siguiente, revela la energía, la viveza, la jocosidad que encanta, atrae y
seduce.»
388. — ^J. J. Puttman, Cervantes Don Quijote., 1873, Utrecht,
En 8.° mayor, de 30 págs.
Inserta la traducción holandesa del prólogo de la parte I del Quijote. '
389. — La Bibliothéque de Don Quichotte.
Articulo del Conde de Puymaigre en Le Correspondant de 10 de Noviem-
bre de 1873.
Es propiamente un comentario al capitulo VI del Quijote (Parte I), y en él
pasa el autor revista á los libros que fueron objeto del donoso escrutinio, acom-
pañando noticias criticas, literarias y bibliográficas. Las referentes al Amadis de
Gaula están tomadas de Baret.
Juzga irónicos los elogios del cura á Tirante el Blanco, pero cree que Cer-
Notas y comentarios al Quijote 243
vantes ha querido significar un cierto aprecio por este libro en cuanto era una
reacción contra el amor idealizado, contra algunas ideas caballerescas. «Diríase
que Cervantes adivinó una ironía que le divirtió. >
En el Polybiblion de Enero de 1874 (Revue bibliographique univer selle (Pa-
rís, 7' année, t. 11'), hay, sobre este articulo, una nota que no debe de estar es-
crita en serio: «nuestro colaborador M. de Puymaigre ha publicado en Le Cor-
respondant, un apuntamiento referente á los libros de caballería que había re-
unido el inmortal caballero de la Mancha, libros que tendrían hoy gran valor, y
que fueron desapiadadamente entregados á las Uamasl» Y luego, viene esta no-
ticia: '¡.El Bulletin du Bibliophile, editado por el librero Téchéner, había pu-
blicado, hace algunos años, un trabajo sobre el mismo asunto, que parece no
conoció M. de Puymaigre. ;>
390. — Miguel de Cervantes of Alcalá de Henares, and Cario Emmanuele
of Savoy and his Ass-colts (pollinos).
Artículo de Mr. H. Randon Brown en los núms. 2,372 y 2,373 de la Revista
londinense The Athenosum correspondiente á los días 12 y 19 de Abril de 1873.
Cuenta Mr. Brown que Carlos Emmanuel de Saboya deseando que sus hijos
sucediesen en la corona de España (porque hasta entonces Felipe III no tenía
sucesión), envió á la corte á los tres mayores, que fueron tratados con desdeñosa
insolencia por el duque de Lerma; que Cervantes, cuyo generoso corazón no
podía sufrir el cruel tratamiento dado á los tres príncipes saboyanos, lo ridicu-
lizó en la promesa y letra de cambio que Don Quijote (Lerma), da á Sancho
(secretario del duque), para que la sobrina le entregue tres de los cinco pollinos
(los hijos del de Saboya eran cinco), que guardaba, y que la fecha de la libran-
za, 22 ó 27 de Agosto, debe coincidir con algún acontecimiento de la cawanVAz
de palacio.
Dice Mr. Brown que en la aventura del muchacho Andrés, Don Quijote es
el duque de Lerma; que Andrés es Carlos Emmanuel de Saboya, y Haldudo
Enrique IV de Francia, porque le venció y conquistó parte del ducado de Sa-
boya.
Pretende el literato inglés que D. Pedro Franqueza, secretario de Felipe III
y antes del duque de Lerma, es la persona inmortalizada por Cervantes bajo el
nombre de Sancho Panza; que el rey encargó al duque, á Franqueza y á uno de
sus colegas, describir la relación de las fiestas de Valladolid, y, por tanto, que
á ellos, y no á Cervantes, alude Góngora cuando dijo:
Mandáronse escribir estas liazaCas
A Don Quijote, á Sancho y su jumento.
Cuenta también Brown que el infante de Saboya dio una justa de armas, en
la cual tomó por divisa una serpiente de agua, ó hidra, y por esto y á esto alude
Cervantes cuando Don Quijote dice á Sancho que antes de servir á un rey se
ha de acreditar, para que le conozcan al entrar en la ciudad y digan: «este es el
caballero del Sol ó de la Sierpe.»
Dice que una querida del duque de Lerma, que era aya de la reina y con la
cual riñó después el duque, es Dulcinea (i).
Añade que en la lucha del cabrero con Don Quijote alude Cervantes al
(i) Mal se compagina esta suposición con la constancia del amor de Don Quijote.
244 Notas y comentarios al Quijoie
torneo en que el saboyano fué vencedor, pues el cabrero es el de Saboya y Don
Quijote el de Lerma. Por esto excusa la nota de bárbara que algún comentarista
da á esta escena, porque la imaginó Cervantes para ridiculizar al ministro de
Felipe III.
Cuenta que el Quijote abunda en alusiones hacia la reina Isabel de Inglate-
rra (representada por el tipo de una dueña), y su reinado.
Dice que Avellaneda es Gaspar Schoppe, the creature and pensioner of the
Duke of Lerma, y que John Uigby dio pruebas de indignación contra el falso
Don Quijote. Con Digby estaba de secretario James Mabbe que tradujo las
Novelas de Cervantes y las publicó en Londres el afio 1640 bajo el seudónimo
de Don Diego Puede-ser. (Parece que Mabbe ó Brook dieron á luz un libro ti-
tulado: Criticisms on the Rolliad^
Dice que las intrigas y aspiraciones de Saboya, cuando se bautizó al recién
nacido fielipe IV, fueron aludidas por Cervantes, en la canción de La Gita-
nilla :
Esta perla que nos diste
Qué de máquinas que rompel
Qué de designios que cortal
Y termina Mr. Brown diciendo que «el so/o objeto del Quijote fué ridiculi-
zar abusos políticos y los errores de uno de los principales hombres de Estado,
corrigiendo una y otra cosa».
Afirmación á todas luces absurda y ridicula.
391. — The Encyclopaedia Britannica, a Dictionary of Arts, Sciences, and
general Literatura. — Ninth edition. — Edinburgh: Adamand Char-
les Black, MDCCCLXXV-MDCCCLXXXVIII.
Veinticuatro tomos y otro para el índice general.
En el tomo V, impreso en 1876, el artículo Cervantes ocupa desde la pá-
gina 347 á la 356, y está firmado H. E. W. (Henry Edward Watts.)
Comprende una extensa biografía del autor del Quijote y varios juicios sobre
Cervantes. Muchas de las apreciaciones de Mr. Watts, y varios de sus datos y
noticias fueron más tarde rectificadas unas, y corregidas otras por el autor en la
nueva Vida de Cervantes, que acompaña á su traducción del Quijote, [197].
392. — Don Quixote... translated... by A. James Duffield... — London,
1 88 1. — Published by C. Kegan Paul & Co.
En la descripción que de esta versión inglesa hice [I, 719], di cuenta de las
notas y trabajos bibliográficos del traductor.
Z^Z.—Don Quixote... A translation byjohn Ormsby... — London, 1885.
Lleva varias notas y comentarios esta traducción inglesa que he descrito en
el tomo I, [726].
Ñolas y comentarios al Quijoie 245
394. — The Ingenious... Don Quixote... vith notes... by Henry E. Watts.
— London, i?
Las notas de este moderno traductor inglés del Quijote, muestran su extensa
erudición y el cuidado y solicitud con que ha elaborado el comento. Este se en-
camina á explicar los pasajes difíciles del texto, las numerosas referencias á los
libros y poemas caballerescos, y las alusiones á los personajes históricos y suce-
sos y á la vida y costumbres españolas de la época. Si bien en esta tarea, afirma
modestamente Mr. Watts, que ha tomado parte de Bowle, Pellicer, Clemencia
y otros, es tanto lo que él ha añadido y tal novedad é interés ha sabido dar al
conjunto que, en verdad, el comentario es original, y suyo propio; además, y
este mérito pocas veces se encuentra en las anotaciones al Quijote, apenas se
hallará una de sus notas que pueda llamarse superflua.
395. — The life of... Cervantes. A biographical, literary, and historical
study...by Jos. Fitzmaurice- Kelly. — London, 1892.
Aunque he descrito ya esta obra, [198], debo mencionarla nuevamente, por-
que son muchos los pasajes, tanto en el texto como en las notas, que ilustran y
comentan las producciones de Cervantes.
Además de esta importante obra, el Sr. Fitzmaurice-Kelly ha escrito otros
luminosos trabajos cervánticos, y nos promete publicar en breve una nueva edi-
ción del Quijote en castellano, compulsada escrupulosamente con la príncipe, é
ilustrada con notas y una introducción.
396. — Cervantes. — L'Espagnole-Anglaise. — París, 1895.
En 8.0, de 36 págs , 10 cent.
Nouvelle Bibliothlque populaire, ntím. 470.
(Rev. crit. de hist. y lit. Enero de i8g6.)
397. — Eugenio Melé. — Un plagio de Cervantes. — Trani, 1895.
En 8.°, 10 págs.
{Rev. crit. de hist. y lit. — Madrid., Diciembre de i8g¿)
398. — Temple Bar, Septiembre. Fuentes de Don Quijote.
[Rev. crit. de hist. y lit. — Madrid, Diciembre de i8gs-)
399.— Atlantic Monthly. Febrero, 1896. • - DonQuijote by H. D. Seg-
wick,
{Rev. crit. de hist. y lit. Febrero de i8g6.)
400. — On the trail oí Don Quixote. By C. A. — Jaccaci. Illustrated by
Daniel Vierge. (Lawrence & Bullen.) — 1897.
246 Notas y comentarios al Quijote
Es una verdadera lásrima que artista y autor, en lugar de hacer juntos la ex-
cursión, lo hiciesen en afios sucesivos; por tal razón, la conexión entre los ma-
gistrales bosquejos de Vierge y el texto de Mr. Jaccaci, es muy débil.
El autor ha tomado, probablemente, de Mr. Watts el infundado concepto de
que Cervantes tenía ojeriza á la Inquisición y á la Iglesia. Este es un error de
los protestantes.
Mr. Jaccaci no es un escritor de distinción, y sus primeras páginas causan
poco efecto; pero cautivan su calurosa simpatía hacia los campesinos españoles
y el conocimiento de sus hábitos.
NOTAS A LAS OBRAS MENORES DE CERVANTES
401. -El Pastor de Filida de Luis Galvez de Montalvo. — Madrid, 1582.
En 8.0
Se menciona y elogia repetidamente al culto y famoso Tirsi, corao de los
clarísimos ingenios de España.
Además, Espinel en una canción á Pedro Lainez se refiere al mismo Tirsi
en estos versos :
Agora, oh Tirsi amado,
veo tu rostro en sangre tinto,
que el valor extremado,
la gran modestia, y natural initinto,
con avariento pecho,
no te dejan gozar de tu derecha.
En ambas composiciones han creído muchos que se aludía á Cervantes. Fué
el primero D. J. A. Mayans y así lo afirma, en lo que se refiere á la alusión de
Montalvo, en su erudito prólogo á la 6." edición del Pastor de Filida, impresa
en Valencia el año de 1792.
Pero el Sr. Mayans se equivocó; y Pellicer ( í^í'düa </¿ Cervantes, pág. 116
y 117), ha probado cumplidamente que Tirsi es Francisco de Figueroa; ci-
tando entre otros datos uno irrecusable que nos proporciona el mismo Cervan-
tes en su Calatea, donde señala claramente que el pastor Tirsi es Figueroa. Lo
cual se confirma observando, como lo prueba el consonante, que en el liltimo
verso de la citada canción de Espinel, las palabras tu derecha deben decir tu de-
recho; y Pellicer demuestra también que este Tirsi es Figueroa, quien peleó y
fué herido en Italia.
De varios otros pasajes de la Filida de Montalvo y de La Calatea de Cer-
vantes, se deduce claramente que Tirsi es Figueroa, y así lo hizo patente el
Sr. Mainez en su articulo Luis Calvez de Montalvo, {Crónica de los cervantis-
tas, tomo I, pág. 196, año de 1872.)
Por tales motivos es extraño que el Sr. Navarrete en su Vida de Cervantes
prohijara la creencia de Mayans.
402. — D. Francisco Martínez Marina.
En su Ensayo sobre las lenguas y especialmente sobre la castellana (tomo 4."
de Memorias de la Peal Academia de la Historia, siglo xviii), supone que Cer-
vantes fué uno de los introductores del culteranismo, latinizando en La Cala-
tea, y usando giros y estilos inversos y obscuros en el Persiles.
403. — Notas á las Novelas exemplares, á la Numancia y á los Entreme-
ses de Cervantes, por D. Agustín García de Arríela. — París, 1826.
Van al fin de los respectivos tomos de obras escogidas, de Cervantes.
248 Notas á las obras menores de Cervantes
404. — El Criticón^ papel volante de Literatura y Bellas Artes, por don
Bartolomé José Gallardo. — Madrid. — Imprenta de J. Sancha, calle
de la Concepción Gerójtima, ^^35-
Esta curiosa y bien escrita Revista literaria, saUa por números sueltos, en 8."
de unas 50 págs.; pero llegada la publicación al núm. 5, el año de 1836, quedó
interrumpida. Muerto ya el autor, salió, el año 1859, el núm. 6, con esta porta-
da: El Criticón, papel volante de Literatura y Bellas Artes, continuado con los
materiales que para él mismo tenía preparados D. B. /. Gallardo. — Madrid. —
Imprenta de /. Martín Alegría, i8¿g. Continuó la publicación hasta el num. 8,
inclusive, en cuya última página pusieron los editores la siguiente Advertencia:
< Entre los abundantes materiales que tenemos preparados para dar á luz en
esta publicación figuran: Las Coplas de las comadres... etc., y otros muchos ar-
tículos de este género de que el infatigable Sr. Gallardo ha dejado copias de sa
puño y letra. >
Pero El Criticón, no ha pasado del núm. 8. Tal oferta no se realizó pues.
En el núm. i." hay el interesantísimo artículo sobre la Tía Fingida, de que
he dado circunstanciada cuenta al describir la edición de las Novelas ejempla-
res de Barcelona, año de 1831-32, [I, 269I.
405. — Buenaventura Carlos Aribau. Novelistas anteriores áCerv., t. III
de la Bib. auts. esp. — Año de 1847.
«La historia de Los amores de Clareo y Florisea., es producción notable por
más de un concepto... Si no nos engañamos allí está el embrión de los Trabajos
de Persiles y Sigismunda; en ellos, por lo menos, hay tanta semejanza, que si no
son imitaciones parecen reminiscencias.»
406. — «Notas biográficas acerca de los poetas elogiados por Cervantes
en el Canto de Calíope, recogidas por D. Cayetano A. de la Barre-
ra.» T. II de Obras completas de Cervantes. — Madrid. — Rivade-
neyra, i8ój; que contiene los libros V y VI de Z^ Calatea.
Son muy eruditas y apreciables.
407. — Notas á las Novelas ejemplares , por D. Cayetano Rosell.
Tomos VII y VIII de Obras completas de Cervantes, Rivadeneyra, Madrid,
1864. Como Apéndice al primero de estos dos tomos hay unas eruditísimas con-
jeturas para formar la verdadera cronología de las Novelas. Según ellas, Cer-
vantes, compuso la mayor parte de sus Novelas en el período transcurrido desde
1606 á 1612.
La Gitamlla, el año 1610.
El Amante Liberal, hacia la época en que escribió El Cautivo.
Rinconete y Cortadillo, es anterior á 1605.
El Licenciado Vidriera, poco después de 1606.
El Celoso ExtremeHo, antes de 1605.
La Fuerza de la Sangre, después de 1606.
Notas á las obras menores de Cervantes a^
Y respecto á La Española Inglesa, se copian en este Apéndice unas ingenio-
sas observaciones del Sr. Asensio que permiten fijar el desenlace de esta novela
en Marzo de 1606.
Continuando el Sr. Rosell su ensayo de cronología en la Advertencia que va
al frente del tomo VIII, dice que La Tía fingida debe de ser coetánea del Celoso
Extremeño, y demás comprendidas en el m. s. del Ldo. Porras, y por consi-
guiente, anterior á 1605; que La Ilustre Fregona es presumible estuviese es-
crita antes de terminar el siglo xvi; y que respecto á las demás novelas no es
posible determinar con exactitud la época en que lo fueron.
En mi humilde opinión, muchas de las Novelas ejemplares fueron escritas, ó
cuando menos bosquejadas, antes del año 1600, y después limadas por su autor
desde 1607 á 1610.
408. — Notas biográficas acerca de los poetas elogiados por Cervantes en
el Viaje del Parnaso, recogidas por D. Cayetano A. de la Barrera.
^ Adiciones á las notas biográficas relativas al Canto de Calíope.
Interesantísimos y nuevos trabajos que forman el Apéndice primero al to-
mo XII de Obras completas de Cervantes, Madrid, Rivadeneyra, 1864.
409. — Notas á las nuevas investigaciones acerca de... Cervantes, por
D. C. A de la Barrera... — Madrid, 1863, [245].
Cuando el Sr. La Barrera compuso este trabajo creía que todos los ejempla-
res de la edición príncipe del Viaie del Parnaso llevaban el Soneto de «El Au-
tor á su pluma», y así, con razón se extrañaba de que se hubiese suprimido en
las ediciones del siglo xviii, inclusa la de Sancha; atribuyendo la omisión y el
silencio de los biógrafos y bibliógrafos, al tono satírico y punzante del Soneto
en cuestión. Mas, en la nota 16 manifiesta que, habiendo visto otro ejemplar de
la primera edición del Yiaje sin Soneto, y suponiendo que debe de haber otros,
queda aclarado el silencio guardado por los biógrafos. Cotejando arabos ejempla-
res, halló los reclamos que he explicado en la parte I de esta Bibliografía [309],
al describir esta edición. Y continúa el Sr. Barrera, así: c Nos indica esto que
Cervantes, ó bien hizo tirar desde luego ejemplares con el soneto y sin él, ó
bien, variando de pensamiento en el tiempo que duró la impresión, mandó que
se suprimiera en todos, aunque no logrando impedir que se conservasen y divul-
gasen algunos de los primitivos.»
<E1 Quijote del encubierto Avellaneda... Si hubiese precedido, aunque, poco,
su publicación á la del Viaje, de seguro Cervantes hubiera hablado oportuna-
mente del falso Quijote, y del aragonés su autor.»
410. — Nuevos documentos para ¡lustrar la Vida de Cervantes... por don
José María Asensio y Toledo. — Sevilla, 1864.
Uno de los Apéndices de esta importante obra es un artículo sobre La Espa-
ñola Inglesa.
Rebatiendo la opinión de D. Juan Antonio Pellicer que colocaba el desen-
lace de Za Española Inglesa en 161 1, examina los datos que la misma novela
Tomo II 32
250 Notas á las obras menores de Cervantes
facilita, y opina que dicho desenlace tiene lugar en 1606, cuando era Arzobispo
de Sevilla D. Femando Niño de Guevara.
«Pero aun queda, — dice el Sr. Asensio, — otro punto más obscuro é intrin-
cado. ¿Esta novela La Española Inglesa, tiene por base algún suceso verdadero?
Yo no me atreveré á decir por hoy nada acerca de esto. Solamente haré notar
las analogías que se encuentran entre los sucesos de la Novela y otros de la exis-
tencia de su autor.»
Entre ellas hay la novelesca suposición de que «D." Isabel y su madre vinie-
ron probablemente de Portugal», apuntada ya por Navarrete, pero desvanecida
hoy completamente. Concluye el Sr. Asensio con otra noticia que da Madoz,
(Diccionario geográfico de España, tomo XIV), y que también puede concep-
tuarse como novela; «á la mencionada torre de la Iglesia de San Marcos, subía
á menudo Cervantes, cuando vivió en Sevilla, en la humilde condición de sol-
dado, con objeto de ver la cercana casa de Isabela, donde moraba la mujer que
más amó y.
411. — Tres Calateas. — Trabajo de D. Ramón L. Maínez, en la Crónica
de los Cervantistas^ 12 Diciembre de 1871. — Cádiz.
Con copia de eruditos datos, y robusteciendo sus apreciaciones críticas con
los juicios de varios literatos españoles y extranjeros, examina el Sr. Mainez las
dos imitaciones de La Galaica de Cervantes, escrita la una por M. Florián y la
otra por D. Cándido Mana Trigueros, y demuestra cuan inferiores son á su ori-
ginal.
412. — Una nota bibliográfica al Canto de Calíope. — Bartolomé Cai-
rasco de Figueroa. — Art. de D. R. León Mainez.
{Crónica de los Cervantistas, 28 Enero 1873. — Cádiz.)
Erudito trabajo biográfico crítico acerca del poeta Cairasco alabado por
Cervantes en La Calatea. El Sr. Mainez, después de patentizar, con ejemplos,
el mérito que atesoran las composiciones poéticas del canónigo de la Gran Ca-
naria, observa que no es él, como se ha creído generalmente, el inventor de las
poesías con esdrújulos, puesto que ya se hallan composiciones de esta clase en
la Diana de Montemayor. «Cairasco de Figueroa nació en 1540; cuando se es-
tampó la Diana era casi un niño.»
413. — Una nota bibliográfica al Canto de Calíope. — Luis Calvez de
Montalvo. — Art. de D. R. León Mainez.
Crónica de los Cervantistas, 31 de Octubre de 1872.
Descripción crítica de El Pastor de Félida, con atinados juicios y noticias
biográficas de su autor.
414. — Mais noticias Cervánticas.
Carta del literato portugués Carlos Barroso, dirigida desde Lisboa al señor
Mainez, é inserta en el t. I, pág. 166, de la Crónica de los Cervantistas., año
de 1872.
Notas á las obras menores de Cervantes 2Sl
En esta eruditísima carta literaria, da el Sr. Barroso varias noticias cervánti-
cas, y termina enumerando por orden alfabético los 71 nombres de pastores y
pastoras que ha hallado figurando en La Calatea de Cervantes. El primer nom-
bre de la lista es Arsindo, y el último Teodelinda.
415. — Una alusión de Cervantes.
(Crónica de ios Cervantistas, año II, pág. 78, 1873.)
Artículo de D. Enrique José de Varona, en el cual opina que Cervantes alu-
dió i. D. Manuel Esteban de Villegas en el siguiente terceto del Viaje del Par-
naso:
Es un cierto rapaz que á Ganimedes
Quiere imitar, vistiéndose á lo godo,
Y así aconsejo que sin él te quedes.
416. — Debe pronunciarse Persíles.
Carta de D. J. E. Hartzenbusch inserta en la Crónica de los Cervantistas de
28 de Enero de 1873.
El eminente literato nos presenta dos pruebas decisivas de la pronunciación
de Fersiles. ha i." y la más importante es la propia autoridad de Cervantes
quien en el Viaje del Parnaso lo pone como consonante de fregoniles y sotiles.
Y la 2.^ es la de Francisco de Rojas en su comedia Per siles y Segismundo, don-
de Persiles aparece consonante de civiles, y además en el cuerpo de la pieza se
usa repetidas veces de tal manera, que forzosamente se ha de pronunciar llana
y no esdrújula como modernamente se hacía.
Gracias, pues, al Sr. Hartzenbusch, queda fijada la pronunciación de Per-
siles.
417. — Una alegoría de Cervantes.
Artículo en la Crónica de los Cervantistas, de 23 Abril de 1873. En esta ex-
celente disertación, su autor D. Enrique J. de Varona sostiene con muy buen
criterio que «la prolija hipótesis de la galera en que Mercurio aportó á las pla-
yas de España ( Viaje del Parnaso), fué, para los aficionados del siglo xvii, des-
cripción digna de ser releída, y que confirmaría á Cervantes en la fama de
ingenioso y de raro inventor*, por ser una curiosa alegoría al igual de otras del
mismo género y de la misma época que describe el distinguido cervantista.
Continuando su comentario en la misma Crónica del 19 Septiembre de 1875,
dice el Sr. Varona que en esa descripción «moteja Cervantes chiticallando las
rimas licenciosas, las seguidillas disparatadas, etc., y también se burla del flujo
de glosar el viejo romance de la Bella malmaridada, de que se había abusado
en su época».
418. — Pagés (D. Narciso). — Una Quixoiada de Cervantes y la inspira-
ción del Quixote.
(Ilustración Española y Americana., afio 1876, núms. XV y XVI.)
Opina que Palamós es el puerto adonde llegaron Silesio y Timbrio... deduce
2g2 Notas á las obras meoores de Cervantes
de ello que Cervantes debió de visitarlo y conocerlo en su viaje con el cardenal
Aquaviva en 1569, y que Silesio representa un hecho real de la vida de Cervan-
tes en su heroica aventura de salvar á Timbrio. Esa quijotada de Falamós, como
la llama el Sr. Pagés, no pasa de ser una ingeniosa, pero muy aventurada é in-
fundada conjetura.
419. — La Galaica de Cervantes y la Novela pastoril.
Detallado trabajo del Sr. D. R. L. Mainez (en la Crónica de los Cervaníts-
tas, dia 15 Marzo de 1876), quien se esfuerza en demostrar que las opiniones
que de Za Galaíea han formado diferentes escritores, son erróneas; que esta
obra de Cervantes merece completos elogios y llena las condiciones de una
acabada novela pastoril, y que las más afamadas pastorales españolas son infe-
riores i. La Galatea.
420. — Escuela del matrimonio ó espíritu de la Novela El Ctirioso Imper-
tinente.
Trabajo de D. N. D. de Benjumea en El Arte, periódico literario de Sevilla,
del día 17 de Marzo de 1878.
421. — La elección de los Alcaldes de Daganzo.
Trabajo de D. B. G. A. en La Cuna, de Cervantes, dia 9 de Octubre
de 1879.
«El asunto nada deja que desear y como pintado por la pluma de Cervantes
es un verdadero cuadro de costumbres del siglo xvi; en él, y sea dicho de paso,
aparecen los amaños, las intrigas y los enredos que en nuestros dias se suelen
poner en juego para obtener el triunfo electoral y empuñar la envidiada vara
de la justicia....» «¿qué causa impulsaría á Cervantes para fijar la escena de su
chistoso entremés en el pueblo de Daganzo? No me figuro que Cervantes tuviese
intención determinada, ni menos oculta, al hacerlo... y creo que se fijaría en él
por haber presenciado algunas de las escenas que describe ó tenido noticias de
ellas, por hallarse tan cercano el pueblo de Daganzo á su patria Alcalá de He-
nares.»
422. — La Galatea y las Ninfas y Pastores de Henares.
El Sr. D. José M. Asensio, autor de este estudio, inédito, lo comunicó en
Enero de 1896 á D. Elias Zerolo, quien lo transcribe en un curioso trabajo
acerca de Cairasco de Figueroa, del cual dije ya algo [344].
No será nuevo para los cervantistas el decir que el estudio del Sr. Asensio
es interesante y bellísimo.
Empieza cotejando los títulos de las dos citadas novelas pastoriles de Cer-
vantes y Bobadilla, y por su semejanza y estar impresos ambos libros en la
misma ciudad é imprenta, «puede — dice — cualquier lector sospechar algún en-
lace entre una y otra obra, y entrar en deseo de buscar relación entre ambas
novelas pastoriles, creyendo que también la hubo entre sus autores, y aun quizá
Notas á las obras menores de Cervantes 25 j
que la una dio ocasión á la otra». «Los sucesos aludidos ó pintados en La Ca-
latea parece dieron causa á que se relatasen otros de Pastores de Henares para
completar las historias.» ... «Bobadilla jamás vio los términos de Alcalá.» ... «So-
lamente le impulsó á escribir el haber oído á un su compañero en las aulas sal-
manticenses, natural de la famosa Compluto, tantos loores de su río, tan mara-
villosos cuentos de la tierra, y tantas alabanzas de la hermosura de sus damas. »
«Ahora bien: ese compañero de la. famosa Compluto natural, ¿pudiera ser Cer-
vantes? ... ¿Se encontrará en La Calatea algtin suceso verdadero, más ó menos
disfrazado, que pudiera lastimar al mismo Bobadilla ó á alguna dama ó caba-
llero de su intimidad? Y en este caso, suponiendo que entre los numerosísimos
interlocutores que aparecen en las Ninfas y Pastores de Henares debe encon-
trarse Cervantes, que dio motivo á la obra, ¿cuál de aquéllos puede referirse al
autor de La Calatea?-» ... «pero si aquella fábula pastoril no se escribió para
el complemento ó en desquite de ésta, es lo cierto que la buena amistad de los
autores, por causas desconocidas, se interrumpió y perturbó años adelante. »
Cita luego el Sr. Asensio los dos pasajes en que Cervantes habla de la no-
vela de Bobadilla; el uno en el capítulo VI del Quijote, y el otro en el Viaje
del Parnaso.
423. — Revista Técnica de Infantería y Caballería, i." Enero de 1896.
— «Miguel de Cervantes." Vida militar en el siglo xvi. "El viaje de
Rodaja."
{üev. crít. de hist.y lit. Enero de 1896.)
424. — Nuevos documentos cervantinos hallados, por D. Cristóbal Pérez
Pastor. — Año de 1897.
Después de publicado su importantísimo libro [202], el Sr. Pérez Pastor ha
encontrado algunos documentos, entre los cuales figura el contrato de venta de
La Calatea.
Cervantes cedió el privilegio para imprimir La Calatea al mercader de
libros Blas de Robles, por la suma de 1,336 reales.
425. — Persiles and Sigismunda. — London, 1854.
En 8.0
Notas de la traductora L. D. Stanley [I, 1015].
426. — Le voyage au Parnasse, trad. par M. Guardia. — París, 1864.
Notas [I, 987].
427. — Reis naar den Parnassus. — Utrecht, 1872.
Notas del traductor J. Putman [I, 990].
2J4 Notas á las obras menores de Cervantes
428.— Cervantes en zijn Reis naarden Parnassus.
Artículo en la Revista de Leiden titulado De Katholiek, de Abril 1873, en
el cual Mr. J. Putman, contestando á un artículo de Mr. M. publicado en Agosto
pasado con motivo de su traducción del Viaje del Parnaso, emite varias obser-
vaciones acerca de la excelencia del poemita; da algunas noticias biográficas y
traduce algunos trozos de la cAdjunta al Parnaso».
429. — The Life of Cervantes... by J. Fitzmauríce- Kelly. — London,
1892, [197].
Como Apéndice al capítulo IV y, ocupando 19 páginas, hay unas < Notas
biográficas de los poetas mencionados en el Canto de Calíope».
Además de las noticias biográficas de cada poeta, añade el autor muchos y
curiosos datos bibliográficos y literarios acerca de sus obras.
Hállanse en los diversos capítulos de esta obra, diversas anotaciones é ilus-
traciones concernientes á «La Calatea», á las «Novelas ejemplares», al «Viaje
del Parnaso», al «Persiles» y al «Teatro» de Cervantes.
430. — A note on El Licenciado Vidriera, by Mr. Fitzmaurice-Kelly,
1897.
Al describir una desconocida traducción latina de « El Licenciado Vidrie-
ra» [I, 986], dije ya que se habla hallado en una de las obras que dejó escritas
su traductor Gaspar Ens, publicista alemán que ñoreció hacia últimos del
siglo XVI y principios del xvii (i). Recientemente, el benemérito cervantista
inglés Mr. Fitzmaurice-Kelly ha reimpreso la versión de Ens, enriqueciéndola
con una eruditísima Introducción crítico-bibliográfica, y á su fineza debo un
ejemplar de su hermoso trabajo. He aquí la descripción:
«Gaspar Ens. — Phantasio — Cratuminos sive Homo Vitreus, Re-issued, with
A Note on El Licenciado Vidriera by James Fitzmaurice-Kelly. — (Extrait de la
Revue Htspanique.ToTCíe.YS ^—Yz.ú%, 1897.» — En 4.° de j8 páginas, de las
cuales 18 contienen el prefacio de Fitzmaurice-Kelly.
En este eruditísimo trabajo, el distinguido cervantista inglés enumera las
diversas traducciones de las Novelas^ especialmente las de «El Licenciado Vi-
driera», ilustrando sus noticias con copiosas é interesantes notas, y niega la
vaga opinión, prohijada por Navarrete, según el cual Gaspar Barth (el traductor
latín de «La Celestina» y de «La Diana Enamorada») sería el modelo del Li-
cenciado Vidriera. Las observaciones negativas de Mr. Fitzmaurice Kelly son
muy sensatas: «Ninguna prueba se ha dado de que Barth en 16 12 (tenía enton-
ces 26 años), fuese loco; ni de que su insania especial se relacionara con el vi-
drio; ni de que él viniese á España antes del 9 de Julio de 161 2; ni de que (aun
cuando fuese así), Cervantes llegase á conocerlo. Y aun, dado caso que estos
cuatro puntos se aceptaran como ciertos, todavía quedaría por probar que Cer-
vantes fuese tan pobre de invención que no encontrara en sí mismo la trama
para tejer una novela, y tuviese que serle inspirada por algo ó alguien.»
(1) Hela aquí: «Epidorpidum lib. V. Pausilipus sive tristium cogitationum et moles-
tiarum spongia variis incredílibus ac iucundis historiis, narrationibus, factis, dictis tam
seriis quam iocosis refería et tam recreandis quam erudiendis animis accomodata. Coloniae,
1659 ii."}
rv
IMITACIONES DEL QUIJOTE
431,— SEGVNDO II TOMO DEL || ingenioso hidalgo II DON QVIXOTE DE
LA MANCHA, || que contiene fu tercera falida: y es la || quinta parte
de íus auenturas. || Compue/io por el Licenciado Alonfo Fernandez
de II Atiellaneda, nahiral de la Villa de \ Tordefillas. || Al Alcalde,
Regidores, y hidalgos, de la noble villa del Argameiilla, patria feliz
del hidalgo CauallerO Don QuixOte || de la Mancha. || (Crabadito: Caba-
llero embisüendo lanza enristren)). II Con Licencia. En Tarragona, en cafa de
Felipe II Roberto, Año 1614.
Hoja i.^. — Portada verso en blanco.
Hoja 2?-, recto. — Aprobación del Doctor Raphael Orthoneda., en Tarragona á
18 de Abril de 16 14. — Licencia para imprimir el libro y venderlo en este
Argobispado. Tarragona á 4 de Julio de 1614. — El Doctor y Canónigo Fran-
cisco de Torme, Vicar. Gl.
Hoja 2.a, verso. — Dedicatoria «Al Alcalde, Regidores, y hidalgos de la noble
villa del Argameiilla, etc.»
Hoja 3.' — Prólogo de Avellaneda.
Hoja 4.*, recto. — Concluye el prólogo.
Hoja 4.*, verso. — Soneto de Tero Fernández, (imitando el lenguaje antiguo).
Viene luego el Texto de 282 fol. y la Tabla que ocupa 5 hojas sin numerar.
Sign. A— Z— Aa— Nn.
Está dividida la obra en Quinta, Sexta Séptima partes, pero la numeración
de los caps, sigue corrida, siendo el último el núm.XXXVI; y además la cabe-
cera de todas las páginas pone Segunda parte: y así mismo, el final del libro
dice: «Aquí da fin la segunda parte de la Historia del Ingenioso Hidalgo don
Qoixote de la Mancha.»
Impresión y papel regulares. — Pergamino.
SEGUNDA EDICIÓN
Vida y hechos || del Ingenioso Hidalgo |i Don Quixote |j de la Mancha, ||
que contiene su quarta salida, || y es la quinta parte de sus aventuras. |{ Com-
puesto por el Licenciado Alonso Fernandez || de Avellaneda, natural de la villa
de Tordesillas. ||
Parte ü. Tomo III. || Nuevamente añadido, y corregido en esta || Impresión,
por el Licenciado Don Isidro Perales y Torres. || Dedicada al Alcalde, etc. ||
Afio (Grabado en madera representando la aventura del cab. de la Blanca Luna
que figura en la ed. del Q. Madrid, 1730.) jj Con Privilegio || En Madrid. A
costa de Juan Oliveras, Mercader de Libros, Heredero de Francisco Lasso... ||
En 4.0 de 16 hojas prel. y 275 págs., más 5 para la Tabla.
(i) Es el mismo grabado que hay en la edición del Quijote de Cervantes, de Valencia,
de 1605.
2;6 Imitaciones del Quijote
Lleva los prels. de la i* edición, y además: Aprobación de D. Agustín de
Montiano y Luyando á 26 de Septiembre de 1731; Licencia del Ordinario á 27
de Septiembre; Aprobado del Lic.''° D. Francisco Domingo, Presbítero Benefi-
ciado di la Iglesia Parroquial de Aliaga, etc. en Madrid á zo de Diciembre
de 1730, Priv. Real por 10 afiosá Perales fechado en Sevilla á 19 de Noviem-
bre de 1730; Fe de erratas, 17 de Diciembre de 1731; Tassa á 8 de Enero
de 1733, (debe ser 1732); _/«/«<? de la Obra.
En este Juicio, sin firma, ora se ensalza, ora se rebaja á Cervantes; se dice
que su parte II del Quijote, no es superior á la de Avellaneda; que copió de
éste muchas cosas, apoyándose en que su parte 11 salió después que la del autor
tordesillesco. Otros desbarros hay; pero reconoce que la trad, de Lesage alteró,
mejorándolo, el Quijote de Avellaneda lo cual ignoraron los autores del diario
de los Sabios en el Lunes ji de Marzo de 1704, cuyo juicio desfavorable á Cer-
vantes, copia el autor de tstt Juicio-prólogo.
Malísima impresión y peor papel. El haber puesto en la portada, tomo lU,
fué por especulación, para que figurase como 3." tomo de las ediciones del
Quijote de Cervantes impreso en igual tamaño en 1723 y 1730. ,^
TERCERA EDICIÓN
«Vida y hechos del Ingenioso Hidalgo, etc., por el licenciado Alonso Fer-
nández de Avellaneda, natural de Tordesillas. Nueva edición. Madrid, imprenta
de Villalpando, 1805», 2 ts. 8.0 de 286 y 332 pág. respectivamente.
Contiene las piezas preliminares de la 2.^ edición menos el Priv., Lie* y Fe
de erratas; y pone el editor una advertencia en la que, haciendo justicia al mé-
rito del Quijote de Cervantes cuya obra, — dice,— tes una de las que más honor
hacen á nuestra literatura», — cree, empero, que la continuación de Avellaneda
no merece el desprecio con que la calificó Cervantes.
En esta edición se hicieron algunos expurgos y se suprimieron, además, seis
capítulos enteros, les numerados de XV á XX, que contienen los dos cuentos
titulados Del rico desesperado y De los felizes amantes. Según nota del editor,
esta supresión se hizo por los censores del libro, y dice que no puede menos de
reconocer la solidez de las razones alegadas para exigirla. Efectivamente, las
obscenidades en dichos cuentos diseminadas, serian ya razón bastante.
CUARTA EDICIÓN
«El Ingenioso Hidalgo, etc.. compuesto por el Licenciado Alonso Fernán-
dez de Avellaneda. Quinta Parte. » Lo incluyó D. Cayetano Rosell, en el to-
mo XVIII de la Biblioteca de Autores Españoles, de M. Rivadeneyra, que es el
tomo I de Novelistas posteriores d Cervantes, Madrid, 1851.
El texto sigue á la edición antigua.
QUINTA EDICIÓN
«Alonso Fernández de Avellaneda. El Ingenioso Hidalgo D. Quijote de la
Mancha. Barcelona, Biblioteca clásica española, Daniel Cortezo y C", i884.>
En 8.° de 244 págs.
Dicen los editores en la Advertencia, que han seguido la i.* edición y hecho
«solo algunas supresiones, imprescindibles por razones de decoro». Añaden que
«el Quijote de Avellaneda ha sido reputada por algunos como libro clásico, y
que figura en la lista de autoridades del idioma».
No he sabido ver tal cosa en el liltimo Catálogo de autoridades de la Aca-
demia Española, que es quien puede y debe dar autoridad en la materia.
Fred. Ad. Ebert, {Allgememes Bibliographisches Lexicón, Leipzig 1821-30),
Imitaciones del Quijote 257
cita vagamente una edición de Madrid, 1615; pero debe de haber error en la fe-
cha, y referirse á la de 1614, pues tal edición del año 1615, no se conoce.
En la sección extranjera hablaré de la traducción, ó mejor, arreglo del Qui-
jote de Avellaneda por Lesage, y de los juicios de éste, que deberá leer el
lector juntamente con los que siguen:
Cúmpleme aquí reseñar cómo ha sido juzgado el Quijote de Avellaneda, y
cuales han sido las disquisiciones verificadas para averiguar quien se ocultó bajo
este seudónimo.
Nicolás Antonio (Bib. hisp. nova, 1676), menciona muy superficialmente el
Quijote de Avellaneda y juzga que su autor no tenía genio para continuar tal
obra; pero nada más dice.
Los autores del Diario de los Sabios del Lunes 31 de Marzo de 1704, no co-
nocieron, segtín ellos mismos confiesan, el original español, y si solamente la
traducción es decir, el arreglo de Lesage, quien mejoró mucho la obra de Ave-
llaneda; por ésto, y por seguir servilmente la opinión del refundidor francés,
dicen que «el Sancho de Avellaneda es más natural.»
También D. Isidro Perales; (ó Nasarre como cree Pellicer), se dejó llevar del
engañoso parecer de Lesage cuando dijo en t\ Juicio al frente de la edición del
Quijote áe. Avellaneda (Madrid, 1732), que < la segunda parte del Quixoie át
Cervantes, imita; y casi copia la de Avellaneda;» falsísima aseveración fundada
en dos falsísimas premisas. La primera dimana, de que Lesage, en su arreglo,
introdujo pasajes de la segunda parte del Quijote de Cervantes, y así, nuestros
seudosabios del siglo xviii, que estudiaron el Quijote de Avellaneda en la refun-
dición de Lesage, achacaron á Cervantes un plagio de que estaba inocente. La
segunda procede de haber supuesto que Cervantes escribió su segunda parte ins-
tigado por la publicación del Quijote de Avellaneda, siendo evidente, como lo
es, que cuando este libro apareció, Cervantes tenía ya escritos LEC caps, de su
obra, es decir, más de las tres cuartas partes. El mismo prologuista de esta edi-
ción de 1732 viene luego á confesar, hablando del arreglo de Lesage, que:
«puede tal vez atribuirse parte del aplauso, que se ha merecido de los extranjeros
esta obra, á las añadiduras con que la adornó», y luego añade: «No se puede dis-
putar la gloria de la invención de Cervantes; aunque no es inferior la de la imi-
tación de Avellaneda.» En cuanto á la paternidad, véase lo que dice Perales en
este mismo prefacio: «el Autor de este Don Quixote no es Alonso Fernández de
Avellaneda, natural de Tordesillas, porque constando de lo que Cervantes dize,
que el Autor es Aragonés: y no aviendo Lugar que se llame Tordesillas en Ara-
gón, se debe conjeturar, que quien fingió la Patria fingiría el nombre: á mas de
que en todo el siglo diez y seis, no se bautizó en la villa de Tordesillas, en Cas-
tilla, hombre alguno á quien se llamase Alonso Fernández de Avellaneda.» «Por
el Prólogo de esta obra, se viene en conocimiento, de que su Autor era enemigo
de Cervantes, y que no era solo, y de la causa de la enemistad; pero como esto
sea personal no merece que nos detengamos en ello.»
Y ahora veamos lo que dice D. Agustín de Montiano y Luyando, Aprobante
(en 1731), de esta segunda edición de Avellaneda: «las aventuras de este Don
Quixote son muy naturales y que guardan la rigurosa regla de la verosimilitud;
su carácter es el mismo que se nos propone desde su primera salida, tal vez
menos extremado, y por eso más parecido; y en quanto á Sancho, quien negará
que está en el de Avellaneda mas propiamente imitada la rusticidad graciosa de
un Aldeano?» «No creo que ningún hombre de juicio pueda declararse en favor
de Cervantes, si compara una parte con otra.» Y acaba Montiano diciendo que
el enojo de Cervantes al despreciar el Quixote de Avellaneda «alucinó su clarí-
simo entendimiento en un assumpto que imaginó contrario de todos modos á
sus intereses». No pueden decirse más despropósitos en menos palabras.
Tomo n 33
3jg Imitaciones del Quijote
D. Gregorio Mayans y Sisear ( Vida de Cervantes, año iJjS), emite este jui-
cio: «la leyenda del Autor Aragonés es indigna de cualquier Letor que se tenga
por honesto.» «su doctrina es pedantesca; i su estilo lleno de impropiedades,
solecismos, i barbarisraos, duro, i desapacible: i en suma digno del desprecio
que ha tenido...» «Cervantes ideó á Sancho Panza, simple, gracioso, i no come-
dor, ni borracho; Avellaneda simple sí, pero no nada gracioso, comedor, i bo-
rracho.»
En cuanto al nombre del encubierto Autor nada nos declara. He aquí sus
únicas conjeturas: «Aquellas palabras (del prólogo de Cervantes), Señor i Gran-
de, son misteriosas para mi: i sea lo que fuere, Yo estoi persuadido a que el
enemigo de Cervantes era mui poderoso, quando un Escritor, Soldado, animoso
i diestro en el manejo de la pluma i de la espada, no se atrevió á nombrarle. Si
ya no es que fuese hombre tan vil, i despreciable, que ni aun quiso que se su-
piese su nombre para que con la misma infamia no lograse alguna fama.»
El P. Murillo (Geografía Histórica, ij^í) [12], dice solamente que Alonso
Fernández de Avellaneda era eclesiástico.
Otro de los ensalzadores del Quijote Malo fué D. Diego de Torres, quien,
en el libro, titulado: El Hermitaño Torres, aventura curiosa en que se trata de la
piedra filosofal, «habla de Avellaneda sin haberle visto, y atribuye al autor es-
pañol los discursos del traductor francés».
D. Juan Martínez Salafranca, en sus Memorias literarias (Madrid, 1777),
pretende: «que Avellaneda tuvo sobrada razón para creer que Cervantes no
quería, ó no podía continuar el Quixotet ... <á Cervantes se le está conociendo
la calentura del enojo en quanto habla de Avellaneda». Rebate la primera
errónea aseveración D. V. de los Ríos (Vida de Cervantes), observando que
Cervantes en el prólogo de sus Novelas había ya ofrecido publicar inmediata-
mente la 2.^ parte del Quijote, circunstancia que no ignoraba Avellaneda.
D. Vicente de los Ríos {Vida de Cervantes al frente de la edición del Don
Quijote, 1780), dice: «El prólogo de Avellaneda es un libelo infamatorio...» «El
cotejo de las dos obras (la de Avellaneda y la de Cervantes), hace patente la
preferencia del ingenio de Cervantes.» «El Quijote castellano ahuyentó de la
república de las letras al aragonés.» «Avellaneda no pensaba con dignidad, ni
escribía con decencia: á cada paso presenta imágenes torpes é indecorosas, cuyo
colorido basto, grosero y desapacible sonroja y enmudece al lector. » Respecto
al autor sólo dice Ríos que «era compositor de comedias, implacable enemigo
de Cervantes... grandemente sentido de la justa censura que éste habla hecho
de sus comedias en el Quixote. » Conjetura vaga, y además, deducida solo por
la alusión del prólogo de Avellaneda.
Veamos qué dice de Avellaneda y de su Quijote D. Juan Antonio Pellicer
(Vida de Cervantes, 17^7"): «que su prólogo es uno de los más descorteses é in-
juriosos, que se han impreso en libros», que «solo grangeó (Avellaneda) fama
de escritor indecente, obsceno y desaliñado», que «su lenguage es inculto, vul-
gar y causador de nauseas», y que la afirmación que hizo Cervantes de ser el
autor aragonés, «se descubre y hace manifiesto por ciertas voces y modismos
propios de Aragón», los cuales apunta Pellicer en la nota al cap. XLEX de la
parte 2.' del Quixote.
En averiguación de quién sea el verdadero escritor, aventura Pellicer dos
conjeturas. Deduce la primera de un códice hallado en la librería de la condesa
viuda de Fernán Núñez que, entre otros tratados, contiene las sentencias que se
intimaron á los poetas que escribieron en dos certámenes, celebrados en Zara-
goza por los años de 1614, sobre la interpretación de dos enigmas que se espar-
cieron en aquella ciudad. A dos de los poetas se les llama en las sentencias San-
cho Panza, y cree Pellicer que se refieren á Avellaneda.
He ahí los dos vejámenes:
Imitaciones del Quijote 2J9
c A Sancho Panza, estudiante, Al blanco de la ganancia
Oñcial ó paseante, Dice con poca elegancia
Cosa justa á su talento, Que la ignorancia se encubre,
Le dará el verdugo ciento, Sancho Panza, y él descubre.
Caballero en Rocinante. La fuerza de su ignorancia;
Y pues afirma de veras
Sus inventadas quimeras.
En galeras tome puerto;
Que tras azotes, es cierto
Se siguen siempre galeras. >
«¿Pero qual de los dos poetas era nuestro Licenciado?> «Ahí está la mayor
dificultad. Lo que se conjetura es que era poeta cómico.» «Acerca de su estado,
pudiera conjeturarse que era religioso y por ventura de la orden de Predicado-
res porque se muestra teólogo y versado en los Santos Padres, y se le observa
cierta afición á las cosas de esta Orden.»
Según Pellicer, D. Juan de Iriarte que vio hacer la reimpresión del Quixote
de Avellaneda, Madrid, 1732, dice de ella en las Adiciones manuscritas d la
Bih. esp. de Nic. Antonio: «el editor, el aprobante, y el autor del Juicio son una
persona sola, y esta fue la de D. Blas Nasarre á quien Perales, que era un clé-
rigo familiar suyo, y el beneficiado de Aliaga prestaron sus nombres.»
D. J. A. Cean Bermüdez, en vista de los documentos que descubrió en 1808,
principalmente La Información de Argel^ donde consta la enemistad de fray
Juan Blanco de Paz y de Cervantes en Argel, imaginó que aquél es el supuesto
Avellaneda. Navarrete, y después Clemencín, se hicieron eco de esta suposi-
ción, no dando á ella completa fe. El último apunta esta otra conjetura CDon
Quijote, nota al cap. LIX): «pudo también (Juan Blanco) á su vuelta á España
influir con algún otro fraile dominico para que escribiese la segunda parte del
Quijote^ puesto que Cervantes la atribuye á un aragonés.»
D. Martín Fernández de Navarrete dice: «que en el prólogo ya empieza
Avellaneda á propasar los límites de la prudencia y de la urbanidad, derraman-
do la ponzoña que abrigaba su corazón»; que «su obra es insípida, vulgar y obs-
cena»; y añade «la comparación de las obras de Cervantes y Avellaneda mani-
fiesta el ingenio, la erudición y gracia del primero, en contraste con la pedante-
ría, insipidez y torpeza del segundo». «Solo la universal celebridad y el sublime
mérito de Cervantes han podido excitar algún interés para saber quién fué el
pigmeo que osó medirse con el atlante de nuestra gloria literaria.»
Ahora, examinando los antecedentes expuestos por Pellicer, y uniéndolos á
lo que Cervantes dice, afirma Navarrete que el autor del Quijote malo era com-
positor de comedias, dominico y aragonés, y protegido del confesor del rey fray
Luis de Aliaga, religioso de la misma orden y natural de Zaragoza.
Don Diego Clemencín en su Comentario del Quijote (notas al cap. LIX de
la 2." parte), dice, admitiendo las opiniones de sus predecesores: «Que fué fraile
lo indican infinitos pasajes de su Quijote^ ... Que fué dominico lo sospechó
Pellicer con mucho fundamento. Ya en el prólogo cita á Santo Tomás; en el
cap. I menciona la Guia de Pecadores de fr. Luis de Granada; habla en 14 ó 15
lugares del Rosario, etc.; y en los cuentos del Rico desesperado y del Pecador
arrepentido los protagonistas son dominicos.» «Qué Avellaneda fingió su patria,
pues siendo aragonés se dio por natural de Tordesillas, además de afirmarlo
Cervantes y comprobarlo su lenguaje, lo indica la expresión equivoca con apa-
riencia de satírica del cuento de Sancho en el cap. 2CXI, donde se dice que en
Castilla la Vieja y tierra de Campos hay muchos gansos.» «Que Avellaneda re-
sidió en Toledo lo manifiesta al parecer el conocimiento minucioso que muestra
y la frecuente mención que hace de las cosas de aquella ciudad...» «Resulta,
26o Imitaciones del Quijote
pues, de las consideraciones precedentes, que el autor de la segunda parte del
contrahecho Quijote fué aragonés, fraile dominico y morador de Toledo.»
Véase, pues, cómo las conjeturas de Pellicer se convierten en afirmaciones
bajo la pluma de Clemencín, á pesar de no venir apoj adasen ningún sólido
fundamento.
D. Adolfo de Castro, en su libro <E1 Conde-Dwque de Olivares y el rey Fe-
lipe IV» (Cádiz, 1864), se adelanta á señalar al mismo Aliaga como autor del
Quijote malo^ conjetura que le habla comunicado D. J. Cavaleri Pazos, fundando
su opinión en la semejanza de estilo que halló entre el Quijote de Avellaneda y
la Venganza de la lengua española contra el autor de Cuento de cuentos, opúscu-
lo atribuido á fray Luis de Aliaga.
Y acrecentó esta opinión, el descubrimiento, en un códice del conde de Vi-
llamediana, de unas décimas satirizando á fray Luis de Aliaga (á raíz de su
calda), décimas que empiezan asi:
Sancho Panza^ el confesor
Del ya difunto monarca,
Que de la vena del arca
Fué de Osuna sangrador, etc.
El folleto atribuido, infundadamente, á Aliaga se titula asi: «Venganza de
la lengua española, contra el autor del Cuento de cuentos. Por D. Juan Alonso
Laureles, caballero de hábito y peón de costumbre, aragonés liso y castellano
revuelto. En Huesca, por B. Blusón. — Año de 1629.»
D. B. J. Gallardo reclamó la propiedad de la citada conjetura, la cual pro-
hijó también D. Cayetano Rossell (Notas del Quijote de Avellaneda^ t. XYIII
de la Bib. de A. A. esp. año 185 1), y adoptaron completamente después don
Justo Sancha en una Carta que se insertó en el Semanario Pintoresco, año 1854;
D. Aureliano Fernández Guerra (Noticia de un códice de la Bib. colombina. Al-
gunos datos para ilustrar el Quijote, iSój} (i); D. Juan E. Hartzenbusch (Re-
vista de España y Gaceta Literaria,, 1862), y D. Cayetano Alberto de la Barre-
ra ^Revista de Literatura, Sevilla, 1856-58), y Nuevas investigaciones sobre lea
obras de Cervantes, 18Ó3).
Los fundamentos alegados por el Sr. Rossell son ampliación ingeniosa de
los presentados por los Sres. Pellicer y Castro, y su conclusión es ésta: «... he-
mos llegado á sospechar si el agravio hecho por Cervantes consistiría en aplicar
á su escudero el nombre que por apodo llevaba ya anteriormente Avellaneda;
mas, como este apodo está probado, con los versos de Villamediana, que recaía
sobre el padre Aliaga, él, y no otro, debió ser el autor del falso Quijote*.
El Sr. La Barrera, glosando este mismo tema para corroborar lo que, dice,
«se nos presenta ya claro y evidente»; acude luego al terreno de los anagramas;
pero, nótese que, (sin hacer hincapié en ella), deja caer esta frase: «Y no deja
de llamar asi bien nuestra atención el Alfonso Lamberto de los certámenes de
Zaragoza. >
Nuevas averiguaciones hechas por D. Adolfo de Castro, y «las semejanzas
en el nombre, en la residencia y en las inclinaciones», hiciéronle conjeturar
que el fingido Avellaneda fuese un tal fray Alonso Fernández que escribió va-
rias obras religiosas en los años de 161 1, 1613 y 1626; todo lo cual expone con
salvedades el Sr. Castro en el prefacio á la 3.a impresión del Buscapié, puesta
por Apéndice á la ed. del Quijote, impresa por Gaspar y Roig, en 1850. Pero
(1) El Sr. Fernández Guerra habfa ya sellalado antes en amistosas conferencias liletO'
rioi su coDJetnra.
ImitacioDCs del Quijote 261
posteriormente, en un trabajo titulado Miguel de Cervantes y dos inquisidores
generales leído en Cádiz en el Aniversario de la muerte de Cervantes el año de
1872, abandonando el Sr. de Castro esa última conjetura, se afirmó en su an-
tigua opinión, y expuso nuevas observaciones para corroborarla, declarando que
ten tanto que no baya otras pruebas ó indubitables ó de inducción más vehe-
mentes, que las alegadas, fray Luis de Aliaga será tenido por el verdadero autor
del Quijote conocido por el de Avellaneda».
Esta era, en efecto, la general creencia entre los críticos, cuando en el mis-
mo año de 1872, vino á desarraigarla D. Francisco M. Tubino con su intere-
sante libro Cervantes y el Quijote, en donde trata la cuestión con sumo deteni-
miento y con notable erudición; dedicando al esclarecimiento de la verdad estos
importantes capítulos: «I. Aparición del falso Don Quijote. — ü. La crítica en
busca del autor anónimo. — III. Biografía apócrifa de Aliaga. — IV. Biografía au-
téntica de Aliaga. — V. ¿Es Aliaga autor del falso Don Quijote? — VI. ¿Con qué
fin se escribió el Quijote anónimo? — VII. Aliaga y Cervantes. — Resumen.» En
ellos, con auténticos documentos y con claras y atendibles razones demuestra el
Sr. Tubino que «hasta ahora no se sabe en que se fundaron los que dijeron que
Aliaga fué motejado desde niño con el apodo de Sancho; que no está probada
ni una sola de las especies que difundieron el P. Murillo, Pellicer, Ríos, Gallar-
do, Clemencín, Castro y otros respecto al falso Avellaneda; antes al contrario, es
inverosímil que fray Luis de Aliaga, sobre cuyos hombros pesaba en el momento
en que tenían lugar las justas, la máquina abrumadora de los diversos é impor-
tantísimos cargos con que el rey le había distinguido, es inverosímil, repito, que
tuviese tiempo, gusto y ocasión para dedicarse á disputar un premio sin valor;
que aun admitiendo que hubiese tomado parte en el certamen de Zaragoza; no
se concibe que el fiscal de los juegos se atreviera á desembozarle cuando le im-
ponía la pena que su torpeza reclamaba; no se explica que en Zaragoza, enva-
necida de contarle entre sus hijos predilectos, se tolerase tamaña inconvenien-
cia; no se concibe que, siendo Aliaga arbitro de los destinos de España y po-
deroso personaje á quien rendían parias hasta los más soberbios, inspirase tan
escaso temor al juez de las justas, que éste osara lastimarle en el punto donde
la herida había de serle más dolorosa; que, si por un capricho inesplicable, Alia-
ga, disfrazándose con un seudónimo, hubiese tomado parte en un palenque don-
de luchaban plumas sin reputación ni mérito, no es creíble que el fiscal prescin-
diera del mote con que se presentaba y fuera á buscar, después de identificar su
persona, aquel con que la maledicencia le perseguía; que el fiscal no podía refe-
rirse á Aliaga, sino que castigaba á un Sancho estudiante, oficial ó paseante, á
un poetastro presuntuoso y atrevido, que con aquel rebozo comparecía una y
otra vez en la liza de donde había de salir corrido, maltrecho y asendereado».
Continuando el Sr. Tubino sus juiciosas disertaciones, dice: «á ser ciertos
esos devaneos literarios de Aliaga se los hubieran de seguro criticado Quevedo
al intentar retratarlo con todas sus puntas y collares, Villamediana cuando mor-
daz le perseguía en sus sátiras; sus encubiertos enemigos con los mencionados
papeles, letrillas y sermones con que durante muchos meses le sacaron á la ver-
güenza. Inútil fuera devanamos los sesos con el afán de embrollar lo que está
claro. No se conoce documento alguno contemporáneo de Aliaga ni posterior á
su vida, que conduzca á creerle compositor de comedias ó poeta, ni aun siquiera
literato, en el sentido propio de la palabra. Para llegar á lo contrario hicimos las
más vivas diligencias y he aquí lo que arrojan nuestras pesquisas». Enumera
Tubino todos aquellos libros y documentos en que se habla de Aliaga, ora para
biografiarle, ora para ensalzar y encomiar sus méritos, sus prendas, su fe, su celo
religioso, sus honores, sus talentos, su gobierno, y en ninguno de ellos se expresa
que rindiese culto á las bellas letras, ni se habla una palabra que trate de sus
2 62 Imitaciones del Quijote
aficiones literarias. Únicamente el señor Tomás Madalena (Allegatio histórica
sctiptorum ordinis predícatorum, 1738), citado por Latassa, asienta que Aliaga
escribió varios optisculos, memorias y cartas sobre asuntos de la monarquía y de
la Inquisición, lo cual no significa en manera alguna que fuera literato; puesto
que los escritos que de Aliaga se han hallado, comprenden cartas y comunica-
ciones todas referentes á asuntos de Estado. Latassa al incluirlo entre los escri-
tores aragoneses se refiere únicamente á lo que dijo Madalena. «Ahora bien, —
prosigue Tubino, — ¿es el falso Don Quijote producto de una pluma no avezada
á triunfar de las dificultades de la composición? ¿Podrá sostenerse que no hay
en su estilo facilidad, arte, experiencia y hasta atildamiento? Respondan por nos-
otros autoridades tan competentes como Montiano y Luyando, Hartzenbusch,
Fernández Guerra, La Barrera, Rossell y otros que estiman la obra como de
mucho mérito...» «... Fantasean los que hablan de la amistad Intima que existió
entre el dominico y Lope de Vega...» «Se adujo: que Aliaga habla escrito y pu-
blicado en 1626 la Venganza de la lengua española; que comparado este folleto
con el tordesillesco Don Quijote, resultaban vaciados en el mismo molde: luego,
tras Fernández de Avellaneda estuvo el fraile zaragozano. Por desgracia este
aserto es tan deleznable como todos los otros. La Venganza de la lengua espa-
ñola según todas las apariencias, no brotó del caletre de Aliaga por una razón
tan sencilla que excusa la réplica. Fué motivada la Venganza por el Cuento de
cuentos, y si algo significan los datos positivos que la bibliografía ha recogido,
puede sostenerse que éste no vio la luz por primera vez hasta 1629, tres afios
después de muerto el ex confesor.» Declaremos, pues, que fray Luis de Aliaga
no fué el falso Avellaneda, que se ignora quien fué este»; que «el asunto del
Quijote apócrifo no se debe confundir con el particular relativo á los infortunios
de Cervantes»; y que «de éstos pudo Aliaga ser cómplice con los demás podero-
sos de su tiempo». En cuanto al libro del falso Avellaneda, el Sr. Tubino lo juz-
ga de esta manera: «La fábula está proseguida con gracia; pero carece del fondo
filosófico, de la lección moral, de los alcances y de la transcendencia, con que el
divino Cervantes aseguró la perpetua oportunidad del maravilloso engendro de
su razón y de su fantasía. Es el Quijote de Avellaneda una novela entretenida:
el de Cervantes, simulacro eterno de la humanidad en todas las esferas de la
vida. Distrae el primero haciendo reir, el segundo lleva la melancolía al ánimo.»
Con perdón del Sr. Tubino debo confesar con ingenuidad que el Quijote de
Avellaneda, quizás por el hastío que sus groseras imágenes causan, nunca he lo-
grado que me distrajera ni me hiciera reir, y que si esto último he deseado al-
canzar, helo logrado abriendo cualquiera de las páginas del libro de Cervantes,
exceptuando las finales que esas sí, rae han hecho siempre llorar.
La demostración negativa del Sr. Tubino aumentó el numero de las anterio-
res conjeturas. El mismo D. Adolfo de Castro cambió su antigua creencia, y en
su libro publicado el año de 1874 {Varias obras inéditas de Cervantes), aduce
diversos argumentos para probar que el falso Avellaneda es D. Juan Ruiz de
Alarcón; y firme en ésta su opinión pasa á emitir los siguientes juicios: «El Don
Quijote de Alarcón (Avellaneda), no pasa del loco del entremés de Romances:
loco encerrado siempre dentro de los límites amplísimos de su demencia. Alar-
cón no imita otra cosa que al Quijote de los 10 primeros caps, del libro de Cer-
vantes. El Sancho Panza de Cervantes es sencillo y no simple; profiere candide-
ces al par de discreciones; rusticidades juntamente y agudezas; inocencias y ma-
licias. El de Alarcón no habla otra cosa que simplicidades. Su Sancho provoca
la risa por sus sandeces á toda sandez y por la grosería de toda grosería de sus
expresiones.»
Son muy ingeniosas y eruditas, por más que no convenzan, ni poco ni mu-
cho, las conjeturas que el Sr. de Castro saca de las semejanzas que cree hallar
Imitaciones del Quijote 263
entre el falso Don Quijote y las obras y estilo de Alarcón. Entre ellas hay una
que me parece se funda en un dato equivocado. Tal es la cita de un pasaje del
Quijote tordesillesco, cap. VIII, en donde dice Sancho: «irme por esos mundos
y por esas Indias tornándome otro fray Juan Guarismas, andando á gachas
como un oso selvático, hasta que un niño de sesenta años me diga: Levántate
Sancho, etc.»; pasaje, en el cual se apoya el Sr. Castro para deducir que el au-
tor del Quijote malo había estado en las Indias Occidentales. Y se apoya mal,
porque el recuerdo de Sancho dimana de una antigua y conocida leyenda cata-
lana de las montañas de Montserrat; de la cual son protagonistas el hermitaño
fray Joan Garí (Sancho estropeó adrede el nombre), y Riquilda la hija del conde
Vifredo el Velloso. Por tanto, nada tiene que ver este recuerdo con América (i).
El Sr. de Castro compuso unos Comentarios al Quijote de Avellaneda, parte
de los cuales se publicaron en el número 16, tomo I de la revista de Madrid La
Academia, día 22 de Abril de 1877.
En el tomo IV de La España moderna (Madrid, 30 de Abril de 1889), hay
del mismo D. Adolfo de Castro un trabajo titulado: Un enigma literario, el Qui-
jote de Avellaneda, en el que aduce nuevas observaciones para robustecer su úl-
tima opinión de que Avellaneda es Alarcón. Por más que sean curiosas las refe-
rencias é indicaciones que el Sr. de Castro en el Quijote de Avellaneda encuen-
tra para probar su juicio, no lo prueba.
D. Nicolás Díaz de Benjumea se aferró á la conjetura de Cean Bermúdez y
en sus primeros trabajos cervánticos (Comentarios, Estafeta de Urganda, Co-
rreo de Alguife, etc., 1856-63), trató de mostrar que si fray J. Blanco de Paz no
era el exclusivo autor del Quijote falso, coadyuvó indirectamente á esta obra y
fué el constante perseguidor de Cervantes. Mas, en el Mensaje de Merlín, Lon-
dres, iSys, reforma el Sr. Benjumea su opinión, y cree que Avellaneda es fray
Andrés Pérez, autor de la Pícara Justina, fundándose en aquellos tercetos del
Viaje del Parnaso:
Haldeando venía, y trasudando
El autor de La Pícara Justina,
Capellán lego del contrario bando,
Y qual si fuera una culebrina
Disparó de sus manos su librazo,
Que fué de nuestro campo la tuina.
Una despierta nuestra centinela
Gritó: todos abaxen la cabeza
Que dispara el contrario otra Novela.
Benjumea, sin más pruebas ni más serios indicios, pretende que esta otra
Novela es el Quijote de Avellaneda.
Y no parando aquí las disquisiciones y suposiciones de los críticos, D. Ra-
món León y Mainez en su Vida de Cervantes, i8y6, tiene por cierto que el
autor del Quijote malo es el mismísimo Lope de Vega, opinión no probada,
pero que, con artificiosos argumentos y eruditos datos, apoya M. Pinheiro Cha-
gas, ilustre crítico y biógrafo de Cervantes, y prohijan también D. Manuel de
la Revilla (Crítica literaria. Ilustración Española y Americana^ año 1873, pági-
na 322), y Mr. Fitzmaurice-Kelly (The Ufe of Cervantes, Londres, 1892).
Sir Raundon Brown en su artículo del Athoeneum [390], pretende que el
falso Avellaneda fué Gaspar Schóppe, acreditado polígrafo alemán que nació en
(i) Esto lo escribí en 1887. Hoy la leyenda de Garin es bien conocida dentro y fuera
de España, gracias á la inspiradísima ópera del maestro Bretón.
26^ Imitaciones del Quijote
Neumarck, Palatinado superior, el 27 de Mayo de 1576. Toda la argumentación
de Brown, basada en su creencia de que Cervantes ridiculizó en el Quijote al
Duque de Lerma, se reduce á esta conjetura: «Con el testimonio auténtico é
imparcial del Embajador veneciano hemos probado que, en el año 1614, Gaspar
Schoppe pasó ocho meses en Madrid, y además que estada pagado por el Duque
de Lerma\ ¿no es cosa muy probable que este gladiador literario fuese empleado
por el primer Ministro para vituperar á un autor que había ridiculizado sus afec-
ciones y sus actos como hombre de estado?»
Rebate esta absurda especie Mr. Fitzmaurice-Kelly, observando sencilla-
mente que Schoppe llegó á Madrid en Marzo de 16 14, y mal pudo por tanto
concebir, escribir y hacer imprimir un tomo de 282 hojas en poquísimos días,
puesto que la aprobación del Quijote de Avellaneda lleva la fecha del 18 de
Abril de 1614.
Otra opinión. En el tomo XJX, págs. 81 á 90, del folletín de La Renaixen-
sa (1889), diario catalán que se publica en Barcelona, hay, referente al Quijote
de Avellaneda, un galano artículo del afamado novelista catalán D. José Pin y
Soler, quien lo compuso en 1873, Y ^'^^ leído en una de las últimas sesiones del
Ateneo tarraconense de la clase obrera. Este trabajo se escribió contestando á
'in artículo, salido en Tarragona el año 1872 bajo el epígrafe de La Reparación,
en el cual se anatematiza al librero Roberto, á aquel «infame tan descarado
como torpe que en 1614 publicó en Tarragona la detestable obra del no menos
detestable Avellaneda». El objeto del Sr. Pin es aseverar que Cervantes no
debía de haberse enfadado por la continuación de Avellaneda, y que la obra de
este autor anónimo es buena en sí; á cuyo efecto cita las opiniones de Salva, de
Montiano y de Lesage; pero, sin que yo quiera salir á la defensa del autor del
artículo La Reparación, me atreveré i recordar al ilustrado escritor catalán, las
muchas obscenidades que en el libro de Avellaneda se hallan, y que fueron ex-
purgadas en la edición del afio 1805, de Madrid.
Y de D. José M. Asensio es el siguiente artículo (Revista de Valencia, Fe-
brero de 1883): «Entra por mucho en las obras del ingenio la concepción pri-
mitiva, lo que ahora se llama la creación; pero, á pesar de encontrarla escrita,
no cupo en la imaginación de Avellaneda el alto pensamiento de Cervantes. La
parte más difícil, la de apoderarse de los caracteres principales, comprenderlos
y saberlos, ponerlos de relieve con vida, con verdad, con rigorosa constancia,
faltó por entero al continuador. Don Quijote en Avellaneda no es el mismo hi-
dalgo de Cervantes; entre el amante ideal de Dulcinea y el dislocado acompa-
ñante de Bárbara, media un abismo. Aquél es el natural, éste la caricatura;
aquél el rostro, éste la careta; Cervantes pintó el retrato, y Avellaneda lo pre-
sentó haciendo muecas.»
D. José de Armas y Cárdenas, en un libro titulado: El Quijote de Avellaneda
y sus críticos (La Habana, 1884, en 4.° de 90 págs.), da razonada cuenta de los
críticos de Avellaneda, de las ediciones y traducciones de su Quijote, de algunas
otras imitaciones, nacionales y extranjeras, del Quijote de Cervantes, compa-
rándolas con el de Avellaneda, y después de analizar con acierto las investiga-
ciones de sus predecesores, dice: «Avellaneda es un enigma indescifrable. > «Por
eso no he querido presentar un nombre nuevo, sino examinar el Quijote torde-
sillesco y compararlo con el de Cervantes.» «Al hacerlo no puede menos de
parecer despreciable producto de un ingenio pequeño y mezquino, pero consi-
déresele aislado, examínesele con otras obras de imaginación que se publicaron
en su época y se verá que es uno de los mejores ejemplos de la novela española
en el siglo xvii.»
«Martín Quijada y Sancho el Remendón. Articulo de D. César Moreno
García.»— (wff«/M/a Contemporánea, 15 de Abril de 1896, Madrid.)
Imitaciones del Quijote 265
Dice que fray Luis de Granada ha sido tenido por el autor del falso Quijote.
Ignoro tal especie.
Consigna que Avellaneda falseó el carácter de Don Quijote y de Sancho
Panza. «Allí no se ve más que un hombre, Martín Quijada, que va, sin causa
que lo explique, de un lado para otro, sirviendo de mofa... y un escudero, imbé-
cil más bien que ignorante, hambrón más que goloso... que sigue á aquel de-
mente sin esperanza ninguna, sin idea fija, sino como un autómata...»
Reprueba justamente el Sr. Moreno García los pasajes indecentes y frases
obscenas de Avellaneda «que dejan atrás á muchjs de las contenidas en esas
novelas que han dado en denominar «a/^ra/w/flí.»
Cree el articulista que «el móvil de Avellaneda al componer la segunda
parte del Quijote no fué disputar un pedazo de gloria al ilustre alcalaíno, ni ha-
cerle competencia de ninguna especie, ni arrebatarle su ganancia, conforme la
mayor parte de los cervantistas aseguran, sino protestar, en cierto modo, del
olvido en que incurrió Cervantes no mentando para nada en la obra las cosas
de la religión única.»
«¿Cómo explicarse el empeño de Avellaneda en hacer que Martín Quijada,
en cuantas ocasiones puede, venga ó no de propósito, hable de asuntos religio-
sos, tropiece en sus aventuras siempre con frailes y sacerdotes, con canónigos y
con hombres católicos, apostólicos, romanos, y tenga á cada paso en los labios
el santo nombre de algún escogido del cielo?» ... «El testimonio de Sancho, hijo
de un sacristán teólogo, apoyará todavía más lo que sostenemos. ¿Por qué, sino,
se nos muestra el Remendón conocedor de la lengua latina, en posesión del
martirologio romano y entendido en historia bíblica, en vez de estarlo de los
asuntos y de los libros que trastornaron el seso de su amo?»
Y siguiendo en esta hipótesis dice el Sr. Moreno García: «i.° En efecto,
Cervantes, y esta es opinión de muchos cervantistas, atacó rudamente á la In-
quisición en distintos pasajes de su Quijote... 2.° Cervantes emitió juicios que á
la Santa Hermandad le parecieron herejes, y hubo de suprimirlos, por cuya
razón no podemos juzgarlos... ¿no se propondría el fingido Avellaneda... des-
agraviar á aquel tribunal?»
Ambos argumentos son poco sólidos. En primer lugar, los contados cervan-
tistas (no muchos), que pretenden que Cervantes ridiculizó á la Inquisición, se
fundan en la escena de la fingida muerte de Altisidora, pasaje de la 2.* parte
que no estaba publicado cuando Avellaneda dio á luz la suya.
En segundo lugar, ignoro cuáles pasajes hubo de suprimir Cervantes por pa-
recer herejes á los ojos de la Santa Hermandad. Supongo que no se referirá el
Sr. Moreno á aquel pasaje expurgado en el cap. XXXVI de la 2.^ parte; pues
repito que ésta no es probable que la conociese Avellaneda.
Digno remate de la materia, será el notable trabajo con que me ha favoreci-
do D. Marcelino Menéndez y Pelayo, dedicándome la eruditísima carta insertada
en el diario madrileño El Impar cial (15 de Febrero de 1897), con este epígra-
fe: «Una nueva conjetura sobre el autor del Quijote de Avellaneda.»
Perdóneme mi excelente amigo si los límites del espacio destinado á este
punto, rae obligan á abreviar, con harto sentimiento mío, alguno de los pasajes
de su trabajo, en el cual todo es substancioso.
«Sin convenir yo de ningún modo en las tardías y extravagantes reivindica-
ciones de Lesage, de Montiano, de Germond de Lavigne y de algún otro tra-
ductor, editor ó critico, dictadas unas por el mal gusto y otras por el temerario
y poco sincero afán de la paradoja, todavía encuentro en la ingeniosa fábula de
Avellaneda condiciones muy estimables, que la dan un buen lugar entre las no-
velas de segundo orden que en tan gran copia produjo el siglo xvii. No tiene
su autor la poderosa fantasía, la fuerza trágica, el inagotable artificio para anu-
Tomo n 34
266 Imitaciones del Quijote
dar casos raros y situaciones estupendas, que hacen tan sabrosa la lectura de las
románticas y peregrinas historias de D. Gonzalo de Céspedes, cuyo tempera-
mento de narrador se parecía un tanto al del viejo Dumas ó al de nuestro Fer-
nández y González. No tiene tampoco las dotes de delicada y á veces profunda
observación moral, de varia y amena cultura, de urbano gracejo y cortesana
filosofia, que tanto resplandecen en los numerosos escritos del simpático y olvi-
dado Salas Barbadillo. Ni con Castillo Solórzano compite en el vigor picaresco
de las novelas festivas, ni en la varia invención y caprichosa urdimbre de los
cuentos de amores y aventuras. Todos estos novelistas y otros que aquí se omi-
ten, aventajan ciertamente al pseudoAvellaneda en muchas cualidades natura-
les y adquiridas, pero no puede decirse que le aventajen en todas; y además
suelen adolecer de resabios culteranos y conceptistas que en él no existen, ó son
menos visibles. El decir de Avellaneda es terso y fácil; su narración clara y des-
pejada, aunque un poco lenta; hay algunos episodios interesantes y bien imagi-
nados; el chiste es grosero, pero abundantísimo y espontáneo; la fuerza cómica
brutal, pero innegable; el diálogo, aunque atestado de suciedades que levantan
el estómago en cada página, es propio y adecuado á los figurones rabelesianos
que el novelista pone en escena. Lo que decididamente rebaja tal libro á una
categoría inferior, no sólo respecto de la obra de genio que Avellaneda tosca-
mente profanaba, sino respecto de otras muchas de aquel tiempo que no pasan
de ingeniosas y amenas, es el bajo y miserable concepto que su autor muestra
de la vida, la vulgaridad de su pensamiento, la ausencia de todo ideal y de toda
elevación estética, el feo y hediondo naturalismo en que con delectación se re-
vuelca, la atención predominante que concede á los aspectos más torpes, á las
funciones más ínfimas y repugnantes del organismo animal. No es un escritor
pornográfico, porque no lo toleraban ni su tiempo ni el temple de su raza, pero
«s escritor escatológico y de los peor olientes que puedan encontrarse. »
«Pero esta misma baja tendencia de su espíritu hace inestimable su obra, en
cuanto sirve para graduar por comparación 6 más bien por contraposición los
méritos de la de Cervantes. El continuador se apodera de los tipos creados por
su inmortal predecesor, pero sólo acierta á ver en ellos lo más superficial, y en
•esto se encarniza abultándolo en caricatura grosera. Ni el delicado idealismo
del hidalgo manchego, ni el buen sentido de su escudero, salen bien librados de
sus pecadoras manos, las cuales parece que tienen el don de ensuciar y manci-
llar todo lo que tocan.»
«Tiene, pues, e! Quijote de Avellaneda, aparte de sus méritos positivos, si
bien secundarios, el de ser una piedra de toque, que sirve al crítico y al intér-
prete de Cervantes para estimar y aquilatar debidamente lo que sólo al genio es
dado crear, y lo que puede dar de sí la ingeniosa y experta medianía, aun alec-
cionada por tan grande ejemplo y procurando remedarle, como remeda el mono
las obras del ser racional. Y sirve, además, para otra enseñanza estética, de ca-
rácter todavía más general, es á saber, para mostrar práctica y experimental-
mente la diferencia profunda que media entre el grande y humano realismo de
un Cervantes ó de un Shakespeare (por ejemplo) y el naturalismo de muchos
franceses modernos, en cuyas filas se hubiera alistado con grande entusiasmo el
falso Avellaneda, si hubiese llegado á conocerlos. La Ttrre de Zola, por ejem-
plo, y este Quijoíe apócrifo parecen libros de la misma familia.»
Entrando el Sr. Menéndez y Pelayo en el examen de las soluciones que se
han presentado para averiguar el nombre del autor áé\. falso Quijote, califica de
débiles los indicios gramaticales que Pellicer y otros hallan para tenerle por
aragonés y dice: «si no hubiera otros para tener por aragonés á Avellaneda, no
sería yo ciertamente quien se atreviese á afirmar su patria. La afirmo sólo bajo
la fe de Cervantes, que me parece imposible que la ignorase, á pesar de la forma
un tanto dubitativa en que se expresa.»
Imitaciones del Quijote 267
De acuerdo con Tubino, y con gran copia de razones, rechaza las opiniones
de todos los que han atribuido á fray Luis de Aliaga la paternidad del Quijote
malo y de la Venganza de la lengua española^ y aduce estas nuevas y oportunas
reflexiones: «¿Dónde hay el menor indicio de que Aliaga pensara nunca en tales
cosas, ni tuviese ningún género de relación con los grandes ingenios de su
tiempo, á quienes acaso no conoció ni aun de vista y á cuyas querellas perma-
neció seguramente ajeno? Si Cervantes le hubiera ofendido (cosa de todo punto
improbable porque Cervantes no cultivó jamás la sátira política, única que
podía herir á Aliaga, como le hirió con la pluma del conde de Villamediana),
¿no tendría á mano el iracundo y poderoso fraile medios más rápidos y eficaces
de venganza que el continuar ó parodiar con tanta nema la obra de su enemigo,
empezando por cubrirse el rostro con triple máscara?»
Prescinde también justamente de la conjetura que hace años apunto don
Adolfo de Castro sobre fray Alonso Fernández, elegante historiador de la ciudad
de Plasencia.
Respecto á Andrés Pérez, autor de La Pícara Justina, que Benjumea preten-
de que también lo es del falso Don Quijote, dice con razón el Sr. Menéndez y Pe-
layo: «opinión que resulta de todo punto inadmisible cuando se leen juntas una
y otra producción, tan desemejantes entre sí, que nadie por muy estragado que
tenga el paladar crítico, puede, sin evidente dislate, suponerlas de la misma
mano. El que escribió La Pícara Justina era hombre de poca inventiva, de
perverso gusto y de ningún juicio, y en este concepto mereció la sátira de Cer-
vantes, pero poseía un caudal riquísimo de dicción picaresca, y una extraña ori-
ginalidad de estilo, en la cual cifraba todos sus conatos, esforzándose siempre
por decir las cosas del modo más revesado posible, con mucho lujo de colores
chillones y de abigarradas y grotescas asociaciones de ideas y de palabras,
atento siempre á sorprender más que á deleitar, y más á lucir el ingenio propio
que á interesar al lector con el insulso cuento de las aventuras de su heroína.
De este modo consiguió hacer un libro estrafalario, obscuro y fastidioso, que
pasa por muy libre entre los que no le han leído, aunque quizá no le haya más
inofensivo en toda la galería de las novelas picarescas.»
«En este monumento de mal gusto, todas las cosas están dichas por los más
interminables rodeos; y las descripciones, muy curiosas por otra parte, que el
libro contiene, de la vida popular en León y comarcas limítrofes, yacen ahoga-
das bajo tal profusión de garambainas, paranomasfas, retruécanos, idiotismos,
proloquios familiares, alusiones enmarañadas y pedanterías de todo género, que
el libro se convierte en rompecabezas^ y á ratos parece escrito en otra lengua
diversa de la castellana, no ciertamente porque el autor la ignorase, sino al
revés, porque sabiéndola demasiado (si en esto cabe exceso), pero careciendo de
discreción y gusto para emplearla, derrama á espuertas su diccionario, y quiere
disimular su indigencia de pensamiento con el tropel y la orgía de las palabras.
Era lo que hoy llamaríamos un decadente, pero tuvo la desgracia de nacer antes
de tiempo y no formó escuela. Lo más tenebroso de Quevedo y Gracián parece
diáfano en comparación con esta interminable charada novelesca, que afortuna-
damente no pasó del primer tomo, pero que según el plan de su autor debía
tener muchos más.»
«Tal era el estilo que en sus obras de amenidad gastaba el demasiado inge-
nioso dominico de León. Cotéjese una sola página suya con otra cualquiera del
Quijote de Tordesillas y el pleito quedará fallado sin apelación. No puede haber
dos estilos más opuestos. Los defectos de Avellaneda son precisamente defectos
contrarios á los de La Pícara Justina. Avellaneda es vulgar muchas veces, flojo
y desaliñado otras, pero llano y transparente siempre. Dice lo que quiere decir,
con giros de la lengua de todo el mundo, sin afectaciones ni retorceduras de
268 Imitaciones del Quijote
ninguna clase. Sabe contar, sabe inventar chistosos incidentes y peripecias agra-
dables, sabe ligar sus narraciones y graduar el interés de ellas. Es un novelista
mediano, pero estimable en su línea. Fray Andrés Pérez nada sabe de esto; toda
su riqueza consiste en palabras: sus cuentos no tienen pizca de gracejo, ni si-
quiera de aquella especie ínñma y chabacana, que en Avellaneda abunda tanto:
sus narraciones lentas y desgarbadas infunden sueño: su continua pretensión de
agudeza y brillantez le hace romper el hilo á cada momento : y por último no
hay en todo el libro arte de composición, ni siquiera rastro de él. Tampoco se
puede decir que ambos autores se asemejen en sus infracciones á las leyes de la
decencia artística y moral. Avellaneda es un escritor continuamente sucio, y al-
gunas veces torpe y libidinoso. Fray Andrés Pérez, si se prescinde de algunas
lozanías de expresión, toleradas entonces en todo género de libros de recreación
y pasatiempo, es un escritor honesto y comedido, que habrá fastidiado á mucha
gente, pero que de seguro no ha inducido á mal pensamiento á nadie, á pesar
del título sospechoso de su libro, y de los encarecimientos y cautelas de su pró-
logo...»
Refuta la opinión de Benjumea, quien vio en el Quijote tordesillesco vma
nueva venganza de Blanco de Paz contra Cervantes, y tras aquel personaje el
misterioso poder del Santo Oficio, cempefiado en aniquilar la obra liberal de
Cervantes, substituyéndola con otro Quijote ortodoxo*. €¿Y por dónde sabemos,
— dice el Sr. Menéndez y Pelayo, — que Blanco de Paz viviera todavía en 1614?
¿Y por dónde podemos inferir que fuera capaz de componer ningún libro bueno
ni malo: ¿No tendría Cervantes en toda su vida más émulos que aquel indigno
clerizonte á quien se hace demasiado favor con suponerle capaz de otra cosa que
de viles delaciones?»
Harto conoció Benjumea lo deleznable de su conjetura, puesto que, según ya
he dicho, la abandonó en 1875, publicando El Mensaje de MerÜn, en donde
opina que Avellaneda, fué el dominico fray Andrés Pérez.
Pasa luego el eminente crítico á combatir la especie, propalada por Ger-
mond de la Vigne, de que tras de Avellaneda, se ocultó Bartolomé Leonardo de
Argensola. He aquí su juicio: <la principal razón que yo tengo para no admitir
ni por un momento la atribución al Rector de Villahermosa, es el contraste evi-
dente y palmario entre la prosa de Avellaneda, expresiva y abundante, pero des-
aliñada, y con muy poco sabor de erudición ni de buenas letras, y la prosa de
Bartolomé Leonardo de Argensola, cultísima, pulquérrima, quizá en demasía
acicalada y pomposa, pero siempre rotunda y noble, como vaciada en moldes
clásicos por uno de los ingenios españoles más penetrados del espíritu del Re-
nacimiento y más hábiles para aclimatar en nuestra lengua las bellezas de los
antiguos. Confundir una página de la Conquista de las Malucas con otra del
Quijote de Avellaneda, sería dar la más insigne prueba de ineptitud y de mal
gusto, ¿En qué escrito de Argensola podrán encontrarse los provincialismos, vul-
garismos y solecismos que en el libro de Avellaneda se han notado? Aragoneses
eran uno y otro, pero ya dijo Lope de Vega, y la posteridad lo ha confirmado,
que Argensola vino de Aragón á enseñar la lengua castellana. ¿Cómo el grave
moralista había de caer en las torpezas que desdoran el libro de Avellaneda?
¿Cómo el delicado imitador de la culta urbanidad y suave filosofía de las epís-
tolas y sermones horádanos, había de complacerse en los bestiales regodeos por
donde corre desenfrenado el villano gusto de Avellaneda?»
A á renglón seguido vienen estos notables párrafos concernientes al Fénix
de los Ingenios:
«Más valedores cuenta la opinión de los que quieren hacer á Lope de Vega
el triste regaio de este libro, que nada añadiría á su gloria y que rebajaría en
gran manera su carácter moral, que ciertamente no fué irreprensible, como tam-
Imitaciones del Quijote 269
poco el de Shakespeare, sin que por eso dejen de ser uno y otro los más gran-
des poetas dramáticos del mundo.»
Después de hablar, en elocuentes párrafos, de las enemistades entre Lope de
Vega y Cervantes, (punto que he empezado á tratar ya [280], y que continuaré
tratando en la Seccción «Censuradores de Cervantes),» prosigue su eruditísima
argumentación:
«Sabida la enemistad más ó menos profunda y duradera entre Cervantes y
Lope, no es maravilla que algunos hayan atribuido al segundo la composición
del falso Quijote, y que otros, sin llegar á tanto, le achaquen cierto género de
complicidad en la publicación de este libro, fundándose especialmente en los
elogios que de su persona hace el encubierto autor en el prólogo y en otras
partes de la novela, y en lo mucho que muestra dolerse de los ataques de Cer-
vantes contra él.>
«Que Lope sea autor del Quijote de Avellaneda, es cosa de todo punto inad-
misible. El estilo tan característico de esta novela nada tiene que ver con nin-
guna de las varias maneras que como prosista tuvo Lope. No se parece ni á la
prosa poética y latinizada de La Arcadia y de El Peregrino en su pattia, ni á
la gallarda y elegante prosa histórica del Triunfo de la fi en los reinos del Za-
fón; ni á la sabrosa, natural, expresiva y agraciada dicción de muchas escenas
de la Dorotea, que á ratos se atreve á competir con la misma Celestina; ni, final-
mente, al truhanesco gracejo de las cartas familiares, que si honran poco al hom-
bre, valen mucho por la ingeniosidad y el chiste. Pero aun en esta correspon-
dencia secreta, donde el gran poeta rompe desgraciadamente todo freno, nada
hay que se parezca á la torpe grosería de Avellaneda. Y cuando escribe para el
público, hasta cuando traza cuadros de malas costumbres, que no podían faltar
en su inmenso teatro, si había de ser, como es, trasunto completo de la comedia
humana, procede con cierta parsimonia y buen gusto que jamás conoció Avella-
neda. Así en La Dorotea misma, en El Anzuelo de Fenisa, en El Rufián Cas-
trucho, en El Arsenal de Sevilla. Nunca en sus más libres desenfados, se con-
funde la noble musa de Lope y de Tirso con el brutal realismo de Avellaneda,
que es propio y peculiar suyo entre todos los autores de aquel siglo.»
«Si Lope no escribió el Quitóte de Avellaneda, ¿pudo inspirarle á lo menos?
La posibilidad no se niega, pero el hecho es inverosímil. En 1605, año de la
publicación del Quijote, empieza la correspondencia autógrafa de Lope con el
duque de Sessa, y continúa hasta 1633, dos años antes de la muerte de Lope, y
muchos después de la de Cervantes. Pues bien, en esta enorme y reservada corres-
pondencia, donde Lope procede ún ningtin género de disimulo y hace las más
tristes confesiones; en esta correspondencia, donde, por otra parte, abundan tan-
to las noticias literarias, políticas y de todo género, no hay una sola palabra que
se refiera al Quijote de Tordesillas ni á su autor. Esforzando el argumento nega-
tivo, podría dudarse hasta de que Lope hubiese visto el libro impreso en Tarra-
gona, que los contemporáneos como es sabido, miraron con la mayor indiferen-
cia...» ¿Cómo era posible que un libro de Lope, ó inspirado y patrocinado por
él, no excitase por lo menos la curiosidad, teniendo además, como tenía, las cua-
lidades literarias que es imposible negar al Quijote de Avellaneda?»
«Que Avellaneda era admirador de las estupendas é innumerables comedias
de Lope de Vega, bien á la vista está desde las primeras líneas de su prólogo.
Pero, ¿qué español (fuera de algún pedante como Torres Rámila) dejaba de ad-
mirar entonces el prodigioso ingenio de Lope? La voz del oscuro Avellaneda no
era más que una de tantas como se alzaban en esta apoteosis de un poeta que,
á haber nacido en las edades heroicas, hubiera tenido templos y sacerdotes como
Homero. »
«No creo necesario detenerme á impugnar la paradoja que por mero juego
3^o Imitaciones del Quijote
de ingenio, si no me equivoco, sostuvo en 1874 D. Adolfo de Castro, atribuyen-
do el apócrifo Quijote al insigne poeta dramático D. Juan Ruiz de Alarcón.»
«Nuestro amigo el Sr. Castro hizo alarde una vez más del prodigioso cono-
cimiento que tiene de la literatura española del siglo xvii, pero no convenció, ni
podía convencer á nadie, ni quizá él mismo estaba convencido de lo que sus-
tentaba. No puede haber antítesis más completa que la del soez y desvergonza-
do Avellaneda, y el delicadísimo poeta terenciano, el suave y profundo mora-
lista, el intérprete más humano del ideal caballeresco, el más reflexivo y correcto
de los ingenios de su tiempo, el que menos concesiones hizo ni al vulgo ni al
torrente de la improvisación. El sentido de belleza moral que se difunde como
escondido aroma por todas las venas del teatro alarconiano; el alto y generoso
concepto de la vida que en el resplandece; el sello de distinción aristocrática
que sin esfuerzo le realza; la continua pulcritud de pensamiento y de expresión
que solo en alguna comedia de su juventud puede echarse de menos, son dotes
y condiciones tales que hacen ética y estéticamente imposible que Alarcón pu-
diera escribir ni una sola página de las que llevan el nombre del licenciado tor-
desillesco. Y como la vida de Alarcón, estuvo en perfecto acuerdo con la doc-
trina de sus escritos, tampoco se le puede achacar la vileza de haber injuriado,
sin motivo ni provocación, á Cervantes, de quien no consta que fuese ni amigo ni
enemigo, y á quien solo pudo alcanzar en sus últimos años, puesto que Alarcón
volvió de Méjico en i6ii. Y aunque generalmente se supone que ya habían te-
nido relaciones literarias en Sevilla, en 1606, todo el crédito de esta aseveración
estriba en que sea de Cervantes la carta descriptiva del festejo de San Juan de
Alfarache, lo cual podrá parecer más ó menos verosímil, pero dista mucho de
ser artículo de fe, puesto que solo se funda en coincidencias de estilo, que cada
cual ve y entiende á su modo.»
«Solo me resta presentar los títulos de mi candidato... El que yo quiero fa-
vorecer con la ganga del falso Quijote (en lo cual ciertamente no se si le hago
un favor ó un disfavor postumo), lleva el oscurísimo nombre de Alfonso Lamber-
to. Su estado civil me es desconocido: solo puedo decir de él que era aragonés y
poeta. Los indicios que tengo para adjudicarle la paternidad de la disputada
novela, pueden exponerse en pocas palabras, y no proceden de fuente muy re-
cóndita.»
Aceptando como verdadera la inducción de Pellicer (que ya he explanado
antes), de que el poeta aragonés designado con el nombre de Sancho Panza en
los dos vejámenes de las justas de Zaragoza sea efectivamente «el temerario ri-
val de Cervantes», dice el Sr. Menéndezy Pelayo:
«Solo un poeta de los citados por él (Pellicer), concurrió á los dos certáme-
nes, y este poeta es Alfonso Lamberto. El es, por tanto, el Sancho Panza, del
uno y del otro vejamen. Solo puede quedar el escrúpulo de que quizá entre los
poetas cuyos nombres (no sé por qué) omite Pellicer, en vez de presentar la lista
completa, haya algún otro repetido; duda de que no podríamos salir sino en
presencia del códice mismo. Pero, entretanto, queda sólo Alfonso Lamberto cuya
causa se fortifica, como veremos, con otros indicios.» «No tengo noticias del
mismo, pero sí de otro poeta aragonés contemporáneo y seguramente deudo
suyo. Llamóse D. Martín Lamberto Ifiíguez.» Describe aquí las obras en que se
habla de este Martin Lamberto.
«¿Y no dejaría el incógnito autor del Quijote alguna indicación de su per-
sona en el texto de su mismo libro, según suelen hacer los que, escribiendo obras
anónimas y clandestinas, no quieren, sin embargo, por vanagloria literaria, re-
nunciar totalmente á la esperanza de que algún lector avisado les levante la más-
cara cuando no haya peligro en ello? Tal pensaba yo, cuando de pronto hirieron
Imitaciones del Quijote 27a
mi vista las primeras palabras del primer capítulo del falso Quijote^ las cuales á
la letra dicen: El sabio Alisolan, historiador, no. Soy poco aficionado á los ana-
gramas, y estoy escarmentado de ellos por el ejemplo de Benjumea, pero éste,
para casualidad, me parece mucho. En estas cinco palabras van embebidas las
catorce letras del nombre y apellido de Alonso Lamberto, sin más diferencia que
haber cambiado la m en n: cambio que nada significa tratándose de dos letras
que delante de la b suenan del mismo modo. Puede usted comprobarlo prácti-
camente numerando las letras:
El sabio Alisolan hist o riador no
117 8 10 6 I 2 5 3 4 13 14 12 9
tLo que más confianza me da de haber acertado son los muchos ejemplos de
este género de escritura criptográfica que pueden encontrarse, desde el famoso
acróstico de las Partidas hasta el revesado procedimiento de que se valió el au-
tor de la Tragicomedia de Lisandro y Roselía. »
«Pero ya preveo una objeción y quiero contestar á ella. El autor del falso
Quijote dice terminantemente, queriendo disculpar con ello su mala acción, que
Cervantes le había ofendido á él y á Lope de Vega. ¿En qué ó cómo pudo ofen-
der Cervantes á Alfonso Lamberto, personaje desconocido y que para nada sue-
na en la biografía del principe de nuestros ingenios?»
«¿Pero por ventura esta biografía no está aun llena de oscuridades?... hasta
su estado económico y social, continúa siendo un enigma, que cada vez se va
complicando más con el hallazgo de nuevos documentos.»
«Durante su vida errante y aventurera (en el mejor sentido de la palabra),
Cervantes hubo de conocer á toda casta de gentes, y es indudable que recorrió
la mayor parte de España. No consta su residencia en Aragón en tiempo algu-
no, pero estaba muy enterado de las cosas de aquel reino, como puede verse en
la segunda parte del Quijote^ y debía de tener algunas relaciones literarias en Za-
ragoza, como lo prueba el hecho de haber obtenido en 1597 el primer premio
por una glosa en quintillas en un certamen celebrado por los dominicos de
aquella ciudad en honor de San Jacinto. Acaso comenzarla entonces la rivalidad
de Alfonso Lamberto, si es que concurrió al mismo certamen y no fué pre-
miado.»
«¿A tal distancia, quien podrá descubrir en el Quijote las alusiones á Alfonso
Lamberto? Si tenía realmente el mote de Sancho Panza^ y no se le pusieron los
zaragozanos después de impreso su libro, la ofensa pudo consistir en esta apli-
cación, y este será uno de los sinónimos voluntarios, es decir apodos, de que él
se queja en su prólogo. Pero yo sospecho que Alfonso Lamberto está designado
en la primera parte del Quixote con otro seudónimo.»
«Sabe usted que los versos que anteceden á la primera parte del Quijote no
están enlazados de modo alguno con el tema del libro... Estos versos, además
de ser una parodia de los elogios enfáticos que solían ponerse al frente de los
libros, tienen escondido algún misterio, que para los contemporáneos no lo se-
rla ciertamente. Las alusiones á Lope de Vega se traslucen todavía, pero debe
de haber otras. El soneto de Solisdan me da mucho que pensar. Este personaje
no figura en ningún libro de caballerías conocido hasta ahora, y por tanto debe
de ser burlesca invención de Cervantes. Su nombre, quitándole una i, es ana-
grama perfecto de D. Alonso. ¿Será por ventura el sabio historiador Alisolan y
el Alfonso Lamberto de Zaragoza? En este caso no se le puede confundir con
Sancho Panza, puesto que habla de él en el soneto:
Y si la vuesa linda Dulcinea,
Desaguisado contra vos comete
2^2 Imitaciones del Quijote
Ni á vuesas cuitas muestra buen talante.
En tal desmán vueso conorte sea,
Que Sancho Panza fut mal alcahuete,
Necio él, dura ella, y vos no amante.
¿Qué quiere decir todo esto? En la primera parte del Quijote, ni Dulcinea co-
mete desaguisado, ni Sancho Panza es alcahuete bueno ni malo. Evidentemente
se alude aquí á otras cosas y personas. ¿Quienes pueden ser éstas? ¿Quién el
Don Quijote apaleado vegadas mil por follones cautivos y raheces?
No presumo de averiguarlo, á lo menos por ahora. Sólo sé que el gran Mece-
nas de Lope, el duque de Sessa, fué varias veces acuchillado por más de una
Dulcinea quebradiza; y sé también que el gran poeta le sirvió demasiado en sus
pecaminosos empeños. Si á ellos alude el soneto, habrá que suponer que el don
Alonso ó Solisdán estaban en las intimidades del duque y de Lope de Vega, cosa
difícil de admitir, porque en ninguno de los billetes de Belardo d Lucila, suena '
tal nombre. >
(Yo creo que en ese verso Cervantes no aludió á persona alguna, sino al
mismo héroe de su novela, quien en verdad, fué apaleado vegadas mil por mo-
zos, yangüeses, y por toda clase de follones cautivos.}
«Pero todo esto — prosigue el Sr. Menéndez y Pelayo, — es demasiado conje-
tural y no nos puede llevar á ninguna parte mientras no sepamos con precisión
que casta de pájaro era el Alfonso Lamberto. Yo sólo puedo añadir á lo dicho
que no veo inconveniente en atribuirle también la Venganza de la lengua espa-
ñola, tenida generalmente por de la misma pluma que el Quijote de Avellaneda.
El seudónimo de D. Juan Alonso Laureles, recuerda algo su nombre verdadero;
y el punto de la impresión, Huesca, parece adecuado para un autor oriundo del
alto Aragón, como Lamberto lo era.»
«No me lisonjeo de haber acertado con la solución del enigma. Digo sólo que
mi hipótesis me parece más verosímil que las anteriores, pero no tengo esperanza
de que prevalezca.»
«No aspiro á la novedad, sino al acierto; y francamente en una cuestión de
hecho, me agradaría más haber acertado que ser original y extravagante, aunque
alguien me llame ingenioso.»
432. — Algunas observaciones sobre el Quijote de Avellaneda.
Art. de D.» Blanca de los Ríos de Lamperez en La España Moderna, re-
vista de Madrid (Mayo de 1837).
En el momento de entrar este pliego en prensa llega á mis manos el trabajo
de la laureada escritora, y sólo podré dar de él rapidísima cuenta. Siento no po-
der, por tal motivo, rebatir una por una las aseveraciones de la erudita Sra. de
los Ríos, tarea que, por lo demás, sería fácil, porque ninguno de sus argumentos
se halla probado.
Todo son meras conjeturas; algunas de ellas ingeniosas, pero en conjunto
sin base fundamental.
I.* Supone D.ft Blanca que Cervantes tomó por tipo de su Sancho á fray
Gabriel Tellez, (Tirso de Molina); y que éste para vengarse escribió el falso
Quijote.
2.' Dice: «que el Quijote de Tordesillas está escrito por un discípulo y alle-
gado de Lope, á quien dolieron las injustas censuras de Cervantes al teatro del
Fénix; pero, que por toda la obra circula una marcadísima corriente satírica
contra Lope, y se manifiestan alusiones tan claras y evidentes que no dejan lu-
gar á duda de que quien escribió el libro tenía por objeto, tanto el contradecir
Imitaciones del Quijote 273
á Cervantes como el zaherir á Lope». Nada de esto resulta del Quijote de Ave-
llaneda.
Continúa afirmando la autora que «Tirso se arrojó á defender desde sus pri-
meros pasos el drama nacional y la escuela de Lope, jactándose de que de los
dos bandos que disputaban sobre el teatro, él seguía el de los discretos, que era
como notar de lo contrario á Cervantes, que acaudillaba el bando opuesto.» Y
para demostrar su afirmación, cita una multitud de pasajes de las obras de Tir-
so, pretendiendo que en ellos hay innumerables alusiones y desahogos contra
Cervantes.» Permítame la erudita escritora que le diga que todo ello es pura ima-
ginación.
Para afirmarse en su creencia, supone D." Blanca que Cervantes en la 2.*
parte de su novela carga la mano contra Sancho el hijo de su fantasía, y esto lo
hace para vengarse del modelo viviente que era Tirso. Precisamente es todo lo
contrario; porque la figura de Sancho en la segunda parte del Quijote resulta
más grandiosa, más noble y más sesuda que en la primera.
Pretende que «desde los primeros capítulos (de la parte II), fustiga Cervan-
tes á los poetas satíricos, etc., y alude embozadamente á Avellaneda, y repeti-
damente á Tirso». Premisa falsa, porque Cervantes cuando vio el Quijote de
Avellaneda, había ya escrito la mayor parte del suyo.
Mas, es inútil continuar rebatiendo conjeturas. Terminaré, pues, presentando
dos pruebas negativas:
I ?■ Tirso de Molina en sus Cigarrales de Toledo, dice de un modo noble y
solemne que á Cervantes se le debía considerar como el Bocaccio español; esto
es, como el mejor novelista de Espafia. (A igual altura colocó Quevtdo á Cer-
vantes, según veremos en la sección «Popularidad de Cervantes».)
2.* Si á Tirso se le considera como uno de los mayores creadores de carac-
teres ¿cómo puede ser él el encubierto Avellaneda, que no sabe crear ningún ti-
po, ningún carácter, ni siquiera mediano; y que, al contrario, desfigura y rebaja
los caracteres, cuyos moldes halló?
Y ¿cómo puede compararse el estilo ameno, culto, florido de Tirso y su len-
guaje mágico y encantador; con el estilo seco y pobre, y el lenguaje descuidado
de Avellaneda?
433. — El cavallero puntval. Por Alfonso Geronymo de Salas Barbadillo,
vezino y natural de la villa de Madrid. Al Excmo. D. L. Fernandez
de Cordoua..., Dvque de Sessa. — Año 1614. — En Madrid. Por
Migvel Serrano de Vargas.
En 12.° pequeño, de 10 hojas preliminares y 138 folios.
Por ser libro rarísimo y poco conocido, esta primera parte del Caballero
puntual {i), y porque encierra una ingeniosa sátira de costumbres del tiempo,
transcribiré la parte más interesante de imitación cervantesca.
Llegado á la Corte el Caballero puntual^ todos le hacen servir de burla y
pasatiempo, divirtiéndose con sus ridiculeces y aventuras. Entre otras de éstas
fingen sus burladores que Don Quijote le ha escrito la siguiente carta, (fol. 81):
* El muy esforzado en armas, don Quixote de la Mancha, Cauellero de las Aldeas,
al auentajado en sangre, don Juan de Toledo, cauallero auenturero de la Corte,
salud y vida. — Nobilissimo Señor, el alto nombre de vuessas fazafias, grandes
(i) Hasta hace pocos aDos sólo se conocfa una legvnda parte, impresa en 1619.
Tomo II 3!;
2JH Imitsciones del Quijote
tiempos son passados q llegó a nuesa noticia, y nos encendió en desseos de co-
nocer a vn cauallero tan esforcado, y de tan alta nombradia, ca cierto que nos
ponía grande admiración: hasta agora no nos ha vagado lugar de podernos yr a
ver en el espejo de la caualleria, que bien saben todos que soys vos, e de ver-
dad, que me teridria por bienauenturado si rae llegase a ver de finojos a vuessos
pies: por ende os pido humildemente me fagays auisado de las auenturas de la
Corte, e de que modo seria yo en ellas acertador; guíeme la vuessa ensefianga
que todo ha de resultar en vuesso pro, porque non desseo cosa, mas que verme
en alguna holganza en essa tierra, a donde no me diessen tantos palos como en
esta, que ya yo señor tengo años, e non estoy para semejantes proezas. Dios os
de siempre el su esfuerzo, y os mantenga en caualleria. — Vuesso postrado ser-
vidor— Don Quixott de la Mancha.^
A renglón seguido viene la respuesta :
f.El auentajado en sangre don fuan de Toledo, Cauallero auenturero de la
Corte, d don Quixote de la Mancha, Cauallero de las Aldeas, salud y vida. — Se-
ñor don Quixote, una de V. m. recibí, y con ella la merced y contento que era
justo truxesse carta de un cauallero celebrado por los chicos, y por los grandes,
y por toda la Christiandad, y a fé de quien soy, que me hallé con necessidad de
interprete: porque entre los caualleros Cortesanos que oy se platican, de quien
se haze caso y estimación en Palacio, no corre semejante lenguaje, ni tal se per-
mite. Y assi lo que mas ha menester V. m. es informarse del corriente, y hazerse
muy señor de la frasis, y buen modo de hablar, si piensa venir á la corte: porque
en tres cosas principales es conocido el Cauallero Puntual. — La primera, en la
persona, talle y disposición. La segunda, en el lenguaje y acciones corporales.
La tercera, en el trage, y asseo de los vestidos. Aunque si V. m. toraasse mi
consejo, aunque menor en la edad, por la experiencia que de todas estas cosas
alcanzo, con tres años de Corte, mucho mejor le seria no estar en ella, ni inten-
tar tan peligrosas aventuras. Pelear con los leones, humillar los gigantes, igualar
con la tierra los castillos encantados, degollar exercitos de caualleros sandios:
todo es fácil, no es comparable con las desdichas que por acá se padecen, pe-
leando siempre con la malicia, ira, y soberuia de los hombres, que estas pasio-
nes son los más poderosos enemigos. Pero sino obstante lo propuesto, V. m. se
determina a venir, y se halla rico de animo, que será poderoso á romper y de-
rribar las torres de tantas dificultades, quiero obediente, ser puntual en lo que
me manda, protestando, como lo hago, que es tan fiel y verdadero el deseo que
tengo de acertar en el servicio de V. m. que si en estos auisos huuiese algunos
defectos, será por culpa de mi poca sabiduría, y no de mí mucha voluntad. To-
das estas acciones que abaxo irán declaradas, son naturales del cauallero Pun-
tual. Oyr la Misa parlando, hacer mala letra, andar a pie, rondar de noche con
broquel, pistoletes y espada mayor de marca. Tener para las necesidades por
conocido un Archero, para que a falta de otro mejor, le alquile su rocín los días
de fiesta, en precio moderado. — Oyr en aposento la comedia todos los días que
la hubiese nueua, y antes de comen(;arse, entrar en el vestuario a hablar con las
farsantas. — Poner silla en los sermones y completas en la Quaresma, introducir-
se á correr con los señores, sacar fiado de los mercaderes, tratar de vos á los
oficiales. — El dia que hiciera la Parroquia procesión por alguna cosa notable,
Ueuar una de las varas del palio. — Traer una sortija con las armas de su apelli-
do.— Mirar con mucha atención, en no dar el lado derecho, a persona que no
fuere de mucha calidad. Y sobretodo ser tan buen hijo de la desvergüenza, que
con el tiempo, con los señores de título que tuuiere por amigos, se trate de vos,
y a los demás llame merced: para que deste modo con los unos y con los otros,
quede ygual en las cortesías. »
Dale luego las reglas y modo de salir bien en todas las aventuras que le ha
apuntado (que constituyen lo que hoy llamamos un vividor), y añade:
Imitaciones del Quijote 275
«Que es esto señor don Quixote, arquea V. m. las cejas; pues, entienda que
es oficio para hombres de ingenio y habilidad. Este es el camino por"donde todos
los caualleros puntuales que oy están en la Corte, han hallado su introducción.
V. m. lo mire bien, y se aconseje con su querido Sancho Panza, que yo estoy
aqui para servirle en todo. — Donjuán de Toledo.*
Después, el caballero puntual, avergonzado de las burlas que los poetas le
hacen en una comedia, huye de la Corte, y muere de sentimiento.
En casi todas las obras de Barbadillo se nota un aire de imitación al estilo
cervantesco He dado ya cuenta [229] de la cita que hace Castro de la Estafeta
del Dios Momo, donde hay una carta imitatoria del Quijote.
Hablaré en la sección Popularidad de Cervantes, etc., de los pasajes de otras
varias producciones, de Salas Barbadillo, aludiendo al Quijote, ó remedando
alguno de sus personajes.
434. — AI valiente y andante D. Quixote de la Mancha, alias el Cava-
Uero de la Trifte Figura, y de los Leones, Cide Hamete Benengeli
fu Chronifta. D. O. C.
De esta Dedicatoria festiva, que pusieron los editores del Qutjote impreso
en Madrid, el año de 1730, al frente del tomo I, he dado ya cuenta al descri-
birla, así como de las siguientes poesías burlescas que encabezan el tomo II, y
son imitación de las que puso Cervantes al íin de su parte i.* ahijándolas á los
Académicos de la Argamasilla:
Octava de «Un Heredero del académico de la Argamasilla».
Canción de «El Plañidor ex-Presidente de la Academia de la Argama-
silla».
Endechas de «El Porfiado» á Sancho.
Dicimas de «El Moscardón».
Y Soneto de «El... Secretario de la Academia».
Segiin ya dije [I, 34], Hartzenbusch y Menéndez y Pelayo opinan que fueron
obra de D. Diego de Torres.
Se repitieron, Versos y Dedicatoria, en las ediciones de Madrid, años 1735,
1741, 1750, 1751 y en alguna otra.
435. — Historia del famoso predicador Fray Gerundio de Campazas,
alias Zotes. Escrita por el Licenciado D. Francisco Lobon de Sala-
zar, presbítero... quien la dedica al ptíblico. — Tomo Primero. —
En Madrid... 1758.
Ed 4°, de cerca de 400 págs. — El tomo II salió alfiinos aOos despuis.
En la Aprobación de fray Alonso Cano, dada á 26 de Octubre de 1757, se
dice que «la Historia de... Fray Gerundio... es un libro que falta, como otros
muchos sobran».
D. Pedro Felipe Monlau {^Noticias de la vida y escritos del P. Islat, t. XV.
Bib. A. A. esp. 1850), dice que iFray Gerundio es el Don Quijote del pulpito».
En efecto, á imitación de Cervantes, compuso el P. José Francisco de Isla esta
obra ridiculizando á los malos predicadores, con objeto de extirpar los vicios de
la oratoria sagrada. Como el mal era profundo y extenso, el famoso libro levantó
gran polvareda, y la Inquisición para acallar las protestas de varios clérigos
acudió al reciuso de prohibir la circulación de la obra del P. Isla. Este compuso
276 Imitaciones del Quijote
entonces, entre muchas cartas apologéticas, unas celebradas décimas en las
cuales con harta razón decía:
... mucho mejor obrara
La Inquisición, si mandara
Recoger predicadores.
Las ediciones de esta excelente novela se han repetido y aun ocupa hoy día
un distinguido lugar en la literatura española.
En el citado tomo XV de la Bib. de A. A. esp., el Sr. Monlau reunió la inte-
resante y numerosa Colección de varios escritos polémicos y satíricos, en presa y
en verso, que se dieron á la eslampa ó corrieron manuscritos con motivo de la
Historia de Fray Gerundio.
En estos escritos, unos en contra y otros en pro de la obra del P. Isla, las
citas del Quijote y de Cervantes son abundantes y frecuentísimas, probando lo
mucho que entonces se estimaba y encarecía la inmortal novela.
Una tan sólo apuntaré. En carta del conde de Pefiaflorida al P. Isla, le
decía: c ... he gustado siempre de la lectura; pero tan lejos de oier i. estudio,
» que ha sido sin sujeción, método ó cosa que lo valga; á pasar el rato, y nada
> mas. Prueba de esto es que en mi vida he concluido juego entero de libros,
» sino es la Historia del pueblo de Dios, la de Don Quijote y las Aventuras del
» Telémaco: todo lo demás ha sido á pujos y picando aquí y allí.»
436. — Vida, y Empressas literarias del ingeniosíssimo caballero Don
Quixote de la Manchuela. Parte primera. Compuesta por Don Chris-
toval Anzarena, Presbytero. Con Licencia: En Sevilla, en la Im-
prenta del Dr. Don Geronymo de Castilla, Impresor Mayor de dicha
Ciudad.
En 8.°, de i6 hojas preliminares, 277 págs. de texto y 3 de tabla.
Portada. — Dedicatoria de el Analista á la Necedad. — Licencia de la Juris-
dicción ordinaria eclesiástica, en Sevilla á 27 de Febrero de 1767. — Licencia del
Consejo de Madrid á 9 de Setbre.— Prólogo. — Décima del Doctor Soñocio.—
Texto.— Tabla.
Se propone el autor, remedando la fábula de Cervantes, ridiculizar á los que,
siendo necios y rudos de mollera, se empeñan en seguir estudios académicos.
Es obra insípida, de pobrísima invención y escrita en estilo difuso, pesado
y enmarañado. El autor no llegó á publicar la 2.* parte, aunque la promete al
fin del tomo. Este consta de diez capítulos. (V. Salva, t. II, pág. 113.)
437. — Adiciones á la historia del Ingenioso hidalgo Don Quixote de la
Mancha, en que se prosiguen los sucesos ocurridos á su Escudero
el famoso Sancho Panza, escritas en arábigo por Cide Hamete Be-
nengeli, y traducidas al castellano con las memorias de la vida de
éste, por D. Jacinto María Delgado. Con Licencia. En Madrid: En
la Imprenta de Blas Román.
En 8." pequeDo, de 20 hojas preliminares y 374 págs.
Los preliminares son: Dedicatoria del autor Al Público de Madrid., Censura
Imicaciones del Quijote 277'
delDr.D. Celestino Antera ■^ Carta critico- legal impugnatoria contra ¡a cen-
sura del Dr. Antera.
Propúsose el autor, según dice, tenderezar algunas ridiculeces que se hablan
insensiblemente introducido en la nación, entre ellas el modo de hacer corte-
sías con ademanes propios de un arlequín»; y escogió por héroe de su novela á
Sancho Panza quién, después de la muerte de Don Quijote, vivía, muy pobre,
en su aldea. De allí le sacaron los Duques, dándole previamente un maestro de
civilización que le da lecciones pedeográficas, y recibiéndole después en su
Castillo, desde donde «pasa á tomar posesión de la Consultoria con el mas ex-
traño y rigoroso ceremonial que se ha visto». Es luego creado barón de Casa-
Panza y cuando más se ufanaban su mujer y Sanchica con el elevado estado de
su padre, una apoplegía, causada por exceso en la cena, vino repentinamente á
cortar los días de éste.
Inútil es decir que la tal enseñanza que el autor pretende de su historia, no
se descubre ni por pienso.
Este libro, que parece escrito hacia 1786, concluye con unas memorias de la
Vida de Benengeli tan insulsas como lo demás.
Se reimprimió esta obra, sin preliminares, en Madrid, establecimiento de
Mellado, 1845. En 8.° de 274 págs.
En burla del libro del Sr. Delgado salió en El Apologista universal, periódi-
co de Madrid, Imp. Real. i8j6, t. I, núm. 2, una «Apología irónica de las Adi-
ciones d la historia de Don Quixotet, escrita por el P. Fr. Pedro Centeno bajo
el seudónimo de Don Policarpo Chinchilla Galiano; y, dice el Sr. La Barrera,
que secundó esta severa crítica un autor anónimo con una Carta del Duende de
medida mayor.
Y en defensa de las Adiciones de Delgado, y contra las censuras que le diri-
gieron en los dos escritos anteriores, se publicó este folleto: «Justa réplica á la
apología irónica, que en su núm. 2.° hizo el Sr. D. Policarpo Chinchilla, por el
libro Adiciones á la historia del ingenioso hidalgo. Publícase para vindicación
del Adicionador, y diversión del Duende aficionado al Sr. Chinchilla. (Ma-
drid, 1786).» En 8.° de 20 págs.
Añade el Sr. La Barrera (Crónica de los Cervantistas, t. I, pág. 103), lo si-
guiente acerca de lag Adiciones de Delgado:
«He creído yo traslucir alusiones, que con dificultad pudieran ya explicarse
ni descifrarse, á personas de la época de su composición. Satirízanse en él pi-
cantemente las ridiculas modas de aquel tiempo, la manía genealógica, la
afición á curiosidades arqueológicas y muchas viciosas y risibles costumbres.»
El Sr. Mainez hizo una detenida y juiciosa critica de este libro en un arti-
culo que forma el Suplemento a.\ núm. 1181 del Diario de Cádiz, Diciembre
de 1870.
438. — La acción de gracias á Doña Paludesia. Obra postuma del Ba-
chiller Sansón Carrasco. Dala á luz D. Juan Beltran y Colon, Ofi-
cial segundo de la Contaduría del Real Monte Pío Militar. Madrid,
MDCCLXXX. Por D. Joachin Ibarra.
Ed 8.0, de 190 págs., adornada con dos láminas simbólicas.
Enrevesada obra compuesta de varios discursos, y cartas dirigidas contra la
charlatanería de los eruditos, y de algunos escritores de Medicina.
En una larga Dedicatoria del Caballero de los Espejos á Don Quixote de la
Mancha, se satiriza «la buhonera vanidad de los literatos, el galantismo, et pe-
278 Imitaciones del Quijote
dantismo, la título manía, el thrasonismo y el machiavelismo literario^ y á ciertos
sistemas de las Q\&ac\z& filosóficas y de las médicas*.
439. — Historia fabulosa del distinguido caballero Don Pelayo Infanzón
de la Vega, Quixote de la Cantabria, por Don Alonso Bernardo
Ribero y Larria, Cura de Ontalvilla y despoblado Ontariego en el
Obispado de Segovia. — Madrid. MDCCLXXXXII. En la Impren-
ta de la Viuda de Ibarra.
Tres tomos en 8.°, de XVI-372, VI-334 y XVr-316 págs. respectivamente. El tomo II
es del afio 1793, y el III está impreso en Segovia el aflo 1800.
En esta pesada obra, que el autor declara le costó 16 años de trabajo, se in-
tenta ridiculizar la manía por la nobleza, y se dice en el prólogo, que aunque as-
pira á imitar á Cervantes, no intenta deslucirle; «también debo advertir, — pro-
sigue el autor, — que muchos estarán persuadidos á que esta es una sátira mor-
daz contra los moradores de la Cantabria, sin reflexionar que intentando atacar
la ridicula nobleza, era indispensable suponer al héroe de una tierra que abun-
dase en casas solariegas, para que enteramente se hiciese verosímil que alguno
entre tantos bien compuestos, pudiese salir estrafalario».
Cita el Sr. Asensio {Cat... libros... sobre Cerv., 1885, núms. 41 y 158), un ar-
tículo crítico del Quixote de la Cantabria, por D. Antonio Balbln de Unquera,
inserto, con el epígrafe de «Bibliografía Bable», en el Almanaque asturiano de
El Carbayon, para 1884. — Oviedo, imp. de Vallina y Compañía, 1883; y una
Carta de D. Gaspar Melchor de Jovellanos, dirigida al mismo autor Sr. Ribero,
y que existe manuscrita en el archivo Jovellanos en el instituto de Gijón.
440- — Historia del más famoso escudero Sancho Panza, desde la glo-
riosa muerte de D. Quixote de la Mancha hasta el último día y
postrera hora de su vida. Parte segunda. Con licencia: En Madrid.
En la imprenta de Villalpando. Año de 1798.
En S.°, de 16 hojas preliminares y 270 págs.
En el prólogo de este libro se hace referencia á una Primera parte en la que
se narraban los hechos de Sancho Panza durante un afio que desempeñó el cargo
de Alcalde de su pueblo.
Al dejar la vara empieza la acción de esta Segunda parte en la cual Sancho
se muestra muy juicioso, y desengañado de las pompas. El cura y Sansón Ca-
rrasco le favorecen y danle muestras de buena amistad, particularmente en
una injusta prisión que sufrió por malas artes del Alcalde sucesor suyo.
Ni por su plan, ni por su estilo, merece especial mención este trabajo, cuyo
autor fué D. P. Gatell.
D. Cesáreo Jiemández Duro [Crón. de los Cervant. tomo II, pág. 59), cita
una edición anterior en la «Imprenta Real, afio 1794.»
441. — Teatro español burlesco, ó Quixote de los teatros, por el maes-
tro Crispin Caramillo, cum notis variorum. Madrid, 1802. Imprenta
de Villalpando.
En S ". de XXIV. 1 60 págs.
Imitaciones del Quijote 279
En la Dedicatoria se dice que el autor es D. Cándido María Trigueros.
El objeto de esta obra es reformar, por medio del ridículo, el gusto del vulgo
que, en los dramas del teatro nacional antiguo, solo aplaudía lo que tenían de
inverosímil y defectuoso. Y así como Cervantes para desterrar las manías caba-
llerescas crea un protagonista que las defiende; el Sr. Trigueros para combatir
las aficiones de los actores y del público de su tiempo, hace salir un maestro za-
patero llamado Crispín que, ridiculamente, las prohija y ensalza.
Consta de XVIII capítulos, y aun cuando la obra no se distinga por la be-
lleza del estilo, están generalmente en su punto los muchos refranes de que se
halla salpicada.
Por tal concepto, el Sr. Sbarbi la reimprimió, añadiendo un índice de dichos
refranes, en el tomo V de su Refranero, Madrid, 1876.
442. — Diálogo entre Don Quijote de la Mancha y Sancho Panza su es-
cudero, escrito en lengua árabe por Cide Ámete Benengeli, testigo
presencial, y traducido al espaol por D. E. R. H. — Valencia. —
Por José Tomás Nebot, año de 181 1.
En 4.°, de 12 págs.
< Aunque los interlocutores son el caballero y el escudero, el diálogo es de
poUtica de actualidad, y con muchas alusiones y color local.»
(Asensio, Nota de libros... sobre Cervantes, Sevilla, i88¿; núm. 9.)
443. — El Quijote democrático, ó aventuras del abate Zamponi. — Se-
villa, 1 8 14.
No he visto este folleto.
444. — Napoleón ó el verdadero D. Quijote de la Europa, ó sean Co-
mentarios Crítico-Patriótico-Burlescos á varios decretos y párrafos
de las gazetas de Napoleón y su hermano José, distribuidos en
2 partes y 50 capítulos, y escritos por un español amante de su
patria y rey, desde i.° de Febrero de 1809 hasta principios de
Enero de 18 10; en los que procura vindicar á su patria y á sus ñeles
generales y á todos los fieles españoles de las negras invectivas y
calumnias con que los franceses y sus sequaces han querido des-
acreditarlos. Madrid. Imprenta de Ibarra. 1813.
Seis tomitos en 8.°
En el prólogo de esta obra, cuyo objeto la portada lo indica, se dirige el au-
tor fA los fieles Españoles» diciéndoles; fYo quisiera que estos Comentarios
fueran tan buenos, que unas veces os hicieran reir de los proyectos y disparates
de Napoleón, como de las locuras de Don Quixote;
Aunque de escaso mérito literario, es apreciable esta obrita por el patriótico
fin que la inspiró.
^go ImitacioDes del Quijote
445. — Fragmento de una Imitación del Quixote.
Según un apunte inédito de Navarrete, del que da noticia el Sr. Moran en
su Vtda de Cervantes, los secretarios de la Sociedad literaria de Prusia señores
Faukerstein y Halle, dirigieron en Agosto de 1822, una carta á nuestro acadé-
mico de la Historia, D. Francisco de P. Quadrado, participándole e! descubri-
miento en la Biblioteca de Frankfurt, de un manuscrito en lengua castellana,
intitulado: Capítulos de mi Don Quixote de la Mancha, no publicados en Es-
pañat. Con destino á España llegó el manuscrito á manos del ministro de Su
Majestad prusiana en París, quien, antes de enviarlo á Madrid, creyó conve-
niente oir el autorizado parecer de algunos literatos españoles. Examinado el
manuscrito por éstos, dieron un luminoso informe, consignando que el tal frag-
mento se reduce á contar, con poca gracia, varios sucesos ocurridos á Don Qui-
jote en un baile de máscaras de Barcelona, y que lo creen obra de alguno de los
adversarios de Tieck que, cuando apareció su traducción alemana del Quijote,
la censuraron, suponiendo, inexactamente, que había omitido capítulos enteros.
Terminan los firmantes aconsejando al ministro prusiano que no envíe á Madrid
este insulso papel; todo lo cual se participó á Cean Bermúdez, enviado de la
Sociedad literaria de Berlín, en carta de 5 de Octubre de 1823.
Da también cuenta de esta imitación el Sr. Clemencín, (D. Q. t. VI, pá-
gina 296), quien dice que tomó esta noticia «de un papel que tiene la Real
Academia de la Historia, á la que fué presentado en 5 de noviembre de 1824».
Pondré el argumento de esta curiosa imitación tal como lo describe Cle-
mencín: «En el año de 1824 remitió el Secretario de la Sociedad literaria de
Berlín á D. Francisco de P. Quadrado, individuo de la Real Academia de la
Historia, un M. S. con este título: Capítulos de mi Don Quijote de la Mancha
no podidos publicar en España. Son dos: el primero trata de loque sucedida
Don Quijote en un baile de máscaras; y el segundo del desenlace de la aventura
ocurrida en las máscaras. Al paso los examinaron en París algunos literatos
españoles, que los calificaron de fingidos por algún alemán, y creyeron que no
merecían ser enviados á España, en virtud de lo cual no se enviaron, en efecto».
«El autor de los capítulos supone á Don Quijote convidado á un baile de más-
caras dado en el palacio del Gobernador de Barcelona. Para preparar el suceso
figura que Don Quijote vio en la imprenta las esquelas de convite al baile, aña-
diendo esto al fin del presente capítulo. Don Quijote se presenta en el baile
armado y sin mascara, y Sancho vestido de disciplinante, en compañía de los
amigos de D. Antonio. Por sugestión de éste, una dama requiebra á Don Qui-
jote y le pide la saque del cautiverio en que la tiene un viejo tutor, quien, para
apoderarse de su hacienda, trata de casarse con ella. Después Sancho, despe-
luznado y desenmascarado por los tirones que le habian dado los muchachos y
los que no lo eran, dice á su amo que ha visto los preparativos para la cena, y
para disfrutarla desea que se acabe el baile. Al sentarse á la mesa los convida-
dos, la dama quiere ponerse al lado de Don Quijote; el tutor se lo impide, ella
llora y se queja al caballero manchego, quien enristrando su lanza acomete al
tutor, derriba la mesa, y se concluye la fiesta con la paliza dada á Don Quijote,
y algunos palos de añadidura á Sancho. Hasta aquí el primero de los dos capí-
tulos.» «En el otro Z>í'« Quijote s& cura casi repentinamente con su famoso
bálsamo. La dama enamorada va á verle, y Sancho, que habia oido una cierta
conversación entre ella y D. Antonio, se lo avisa á su amo, quien echando la
culpa de todo á los encantadores, accede á las instancias de D. Antonio para ir
á las galeras que estaban en el puerto, lo que regocija mucho á Sancho, por no
haberlas visto en su vida.» «Los literatos que han censurado este manuscrito,
observan que la obra, aunque escrita en español, tiene muchas frases alemanas,
Imitaciones del Quijote 28 1
y no pocas enmiendas en francés. Y añaden que en el primer diálogo de Don
Quijote con la dama se encuentran repetidas muchas de las frases que Doña Bo-
driguez hizo decir al verdadero Don Quijote.*
446. -Historia del valeroso caballero D. Rodrigo de Peñadura, publi-
cada por el Licenciado Luís Arias de León, paisano del héroe. —
Tomo primero. — Marsella, en la Imprenta de Carnaud y Simonin.
— 1823.
En 8,», de 175 págs.
En el Prólogo al lector., supone el autor que un tal Mr. Recherche encontró
en Burgos, al pie del sencillo monumento que recuerda el solar del Cid, unos
papeles escritos en caracteres Muzárabes, lengua que le era desconocida, y que
al regresar á su patria, se encontró en Marsella con el autor, Sr. Arias, quien
tradujo aquellos mamotretos y vio con admiración que contenían la historia de
las locuras de un paisano suyo.
El libro comienza asi: cEn la ciudad de León vivia, no há mucho tiempo,
un hidalgo de mala muerte, llamado D. Rodrigo de Peñadura. Este sujeto habia
leido mucho y de lo selecto, pero como no hay literato que no profese su parti-
cular devoción á ciertos y determinados autores, el nuestro la tenia muy grande
á Voltaire, Rousseau, Mably, Dupuy, Volney y otros de esta calaña. Aconteció,
como era de esperar, que D. Rodrigo á fuerza de pasar malas noches leyendo
los delirios del contrato social y los disparates de que abundan las obras del
filósofo de Femey, se le llegó á resecar el cerebro hasta tal punto, que los mé-
dicos declararon hallarse muy expuesto á un ataque de demencia»; más ade-
lante dice: «Tenia este hidalgo una criada antigua la cual contaria unas cin-
quenta navidades, eto
Por este tenor sigue la historia imitando al Quijote.^ y refiere que D. Rodrigo
armado con ridiculez sale en compañía de su escudero Roque «a desfacer tanto
entuerto como ha causado la tiranía en nuestra patria».
Las aventuras que le suceden están calcadas sobre varias de la inmortal
obra de Cervantes, y en sus hechos y dichos tiene D. Rodrigo por objeto «ins-
pirar el amor de una libertad ideal, que solo existía en su descompuesta imagi-
nación, y en la de sus amigos y cofrades».
La sátira de este tonto é insípido libro va, pues, dirigida contra los partidos
liberales de la nación.
El Sr. Asensio «sospecha en su fondo algo de venganza contra persona de-
terminada».
No se publicó más que el tomo primero.
447. — Los Don Quijotes del siglo diez y nueve, ó sea Historia de las
revoluciones de los Filósofos modernos en España. Poema en cinco
Cantos. En que se refieren todos los sucesos que han intervenido
para plantificar la llamada Constitución política de la Monarquía
Española y para su abolición. Compuesto por Don José Miguel
Navarro y Gomeza. Pamplona: Por F. Erasun y Rada. 1825.
En 8.°, de 3 hojas preliminares y 200 págs.
Tomo II 36
2g2 Imitaciones del Quijote
El extracto del argumento que precede al poema es este: «Se pit^tan alegó-
ricamente los horrores de la última revolución, y los planes de los llamados
filósofos modernos para destruir la religión y las buenas costumbres; píntase
brevemente la guerra de la independencia; la abolición del sistema Constitucio-
nal; la nueva publicación de la misma; la venida de las tropas aliadas; la nueva
abolición del sistema Constitucional y la libertad del Soberano».
448.— Don Pápis de Bobadilla: ó sea, Defensa del Cristianismo, y crí-
tica de la seudo-filosofía. Por Don Rafael José de Crespo, del
Consejo de S. M. Oidor de la Real Audiencia de Aragón. Zaragoza.
Por Polo y Monge. M.DCCCXXIX.
Seis tomos en 8.
El héroe D. Papis, es un extravagante maniaco que sale á correr aventuras
con objeto de defender la religión católica de los ataques que le infirieron en
sus obras Voltaire, Diderot, Volney, etc.
Ni el plan, ni su desarrollo, ni el estilo, ni el lenguaje son ni aun tolerables.
Todo es insulso en esta voluminosa obra, por más que en ella su autor sude y
se afane en imitar al Quijote.
Una contundente crítica hizo de ella el Sr. Mainez en la Crónica de los Cer-
vantistas n." i.
El Sr. D. Isidro Bonsoms posee el manuscrito original, rubricado por el au-
tor y firmado por el censor Laredo para darlo á la estampa.
449. — El Quijote del siglo XVlll, ó Historia de la vida y hechos, aven-
turas y fazañas de Mr. Le-Grand, Héroe filósofo moderno, caba-
llero andante, predicador y reformador de todo el género humano:
obra escrita en beneficio de la humanidad y aplicada al siglo XIX
por Don Juan Francisco Siñeriz. — Madrid, 1836. — Imprenta de
D. Miguel de Burgos.
Cuatro tomos en 8.°
Propiísose el autor combatir los libros de la moderna filosofía presentando
al protagonista contaminado por ella y anheloso de propagar sus ideas por el
universo mundo. Con este objeto, acompañado de un escudero llamado Peíit,
en contraposición á su nombre que es Le Grand, emprende el héroe, llevando
consigo muchos libros, una peregrinación por Francia. Se embarca en Burdeos
en Octubre de 1788 y recorre las Canarias, las Antillas y Méjico. Emprende el
rumbo para el Cabo de Buena Esperanza, sigue todas las islas del África orien-
tal, las costas de Arabia, las principales islas de la Oceanía y del Asia, hasta
llegar á Kamtschaka. Da la vuelta por el Norte de América, Californias, Aca^
pulco, Lima, cabo de Hornos, Brasil, y tocando en Buenos Aires, regresa á
Francia. Mas, al saber todas las desgracias ocurridas por la espantosa revolución
de 1789, y al oir la relación de sucesos tan horrorosos, cayó en abrumadora ca-
lentura. En su convalescencia recobró el juicio que había perdido, y dedicán-
dose al estudio de las sagradas letras, muere arrepentido.
Añade el autor en el prólogo que no ha «tomado de Cervantes mas que la
idea». lEl objeto, — continúa, — del inmortal Cervantes en desterrar los libros
Imitaciones del Quijote 283
de caballerías ha sido seguramente útil é interesante; pero el que se ha propuesto
el autor en ridiculizar los libros que pervierten á la juventud inexperta, condu-
ciéndola al precipicio, y sepultándola en las hogueras de las revoluciones, ofrece
sin duda una utilidad mayor y un interés mas generaU.
A pesar de este presuntuoso deseo, el libro del Sr. Sifieriz no ofrece interés
alguno por ningün lado.
Publicóse esta obra en París el año siguiente de 1837, traducida al francés,
quizás por su propio autor, cuya firma aparece al pie del prólogo fechado en
París á 19 de Marzo; y dicen algunos, que mereció los mayores elogios de va-
rios periódicos de la capital de Francia. Un editor de Barcelona, creyéndola
obra original francesa, la hizo traducir al espaQol, y en tal guisa dióía á luz,
también en 4 tomos en 8.°, con la siguiente portada:
«El Quijote de la Revolución, ó Historia de la vida, hechos, aventuras y
proezas de Monsieur Le Grand Homrae Pamparanuja, héroe político, filósofo
moderno, caballero andante y reformador de todo el género humano. Obra
escrita en beneficio de la humanidad, por D. Juan Francisco Siñeriz, publicada
en París en 1837, y traducida al español. — Barcelona: Imprenta de Valentía
Torras, 1841».
D. Cesáreo Fernández Duro, en la Crónica de los Cervantistas, tomo II,
parte 59, dice que el periódico A Yerdade de Lisboa, anunció el año 1839 el
tomo II de la traducción portuguesa del Don Quijote de Siñeriz.
D. Fermín Canella Secades, en un artículo fechado en Oviedo y publicado
el 23 de Abril de 1877 en La Mañana, diario de Madrid, trata de esta imitación
del Quijote. Dice que, «escrita bajo un criterio apasionado, muestra singular
erudición y un estilo natural y sencillo». « En ella demostró Siñeriz grandes
condiciones de escritor satírico, que el mismo César Cantú le reconoce cuando
califica de buen tema las aventuras y fazafías del héroe — filósofo moderno; pero
que, sin embargo, juzgan con excesiva dureza los traductores de Ticknor».
Se reimprimió el artículo del Sr. Canella en El Garbayón., periódico de
Oviedo.
450. — Sancho Panza en su gobierno de la ínsula Barataría. Cuento muy
atractivo y divertido, sacado del Quijote y redactado en estilo al
alcance de los niños. Con 10 láminas iluminadas por D. A. Ri-
chard. — París, R. Schultz, Librero-Editor.
En folio, de 32 págs. en buen papel.
«El episodio que damos á luz — dice la Advertencia, — está sacado, pero no
copiado del Quijotes. «Nuestro objeto es el de recrear á los niños y llamar des-
de ahora su tierna atención sobre una obra, que luego mas tarde habrán de leer
detenidamente y apreciar las reflexiones morales que encierra. »
Las animadas cromolitografías que adornan esta obrita son de carácter hu-
morístico.
451.— El Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Tercera parte
escrita por el Bachiller Avellanado.
Esta nueva continuación del Quijote empezó á ver la luz pública en Burgos,
el año de 1868, en 14 números del periódico El Caballero de la Triste Figura,
y quedó sin concluir. El autor fué D. José Martínez de Rives.
284 Imitacionei del Quijote
Supone el avellanado Bachiller, que habiendo penetrado en la caverna de
Atapuerca, lugarejo de Castilla, le faltó el aliento, precipitóse en el pozo... y
encontróse en unos deleitosos prados, en la mansión de los héroes, en donde vio
á Don Quijote hablando con Sancho Panza, asombrado de un sueño de tres
siglos. Luego, una conmoción de la tierra arroja á caballero y escudero otra vez
al mundo, y ambos vuelven á correr las aventuras.
Por más que Don Quijote predica la moral, la justicia y las buenas costum-
bres; por más que en cuanto al lenguaje hay algún trozo no despreciable, falta
vigor, donaire, variedad; y la obra resulta híbrida é incolora. Ya no conocemos
al resucitador de la andante caballería, que aquí más bien parece un predicador
ambulante. Sancho prodiga y acumula los refranes hasta el exceso. El estilo es
pesado y monótono; además nótase el prurito de dar á la obra un tinte fantás-
tico que la perjudica. El autor conoce bien el habla castellana, pero á fuerza de
hipérbaton y de querer remedar exageradamente los giros de Cervantes y de
algún otro escritor de su siglo, sale el lenguaje afectado y amanerado. Otro de-
fecto es el de que todos los personajes hablan del mismo modo.
En suma, esta obra viene nuevamente á probar que todas las imitaciones del
Quijote están á inmensísima distancia del original.
Los 24 primeros capítulos de esta continuación se reimprimieron en varios
números del periódico especial de Burgos El Fígaro.
tsta descabellada continuación mereció las sátiras de varios periódicos. Una
curiosa reseña de ellas se hallará en la Séptima Carta Droapiana.
452. — «D. Lazarillo Vizcardi». — Sus investigaciones músicas, con
ocasión del concurso á un magisterio de capilla vacante, recogidas
y ordenadas por D. Antonio Eximeno. — Madrid. — Rivadeney-
ra. — 1872.
Dos tomos en 4.°, que son los volúmenes X y XI de la colección de Bibliófilos upa-
Heles.
Esta obra del P. Eximeno, que se conservaba inédita, es una sátira contra
los malos músicos y por su elegante y correcto estilo es estimada como una de
las mejores imitaciones del Quijote. Fué compuesta á íines del siglo pasado.
453. — El Quijote de los siglos, novela original de D. Enrique Ceballos
Quintana. Madrid, Minuesa, 1876.
En 8.°, de 248 págs.
£1 pensamiento filosófico de esta novela consiste en señalar i algunos de los
defectos capitales que se destacan en la pretenciosa figura del siglo de las luces».
Calleja, maestro de escuela, al contemplarse pobre, abandonado de sus se-
mejantes, profanado su hogar por la prostitución de su hija y rodeado de esce-
nas de robos, vicios y depravaciones, se vuelve loco. «Antojábasele que el siglo
actual, desfacedor de agravios de otros tiempos, enderezador de entuertos de
caducas civilizaciones y paladín constante de los derechos humanos, era el Don
Qut;oie de los siglos... figurábasele asimismo que él, Calleja, era el Sancho Panza
de este Don Quijote, figura grotesca y asendereada á impulsos del espíritu del
siglo, que en medio de sus baladronadas de progreso, le traia hambriento y
mohíno, dándole por ínsula Barataría, en premio de sus trabajos, una casa de
Imitaciones del Quijote 28$
dementes...» «y el infeliz Calleja veia surgir al propio tiempo ante su vista extra-
viada las siniestras figuras que contemplara en su visión primitiva y percibía
distintamente aquel informe grupo de la mujer prostituta, el niño ciego, el pro-
letario agobiado y el verdugo, que, aunados en común esfuerzo, trataban de
borrar, oscurecer y manchar el preclaro lema del esforzado caballeros.
He aquí el cuadro que traza el autor, quien concluye anhelando se realice
esta noble aspiración: f Espíritu civilizador en los códigos; protección para el
trabajo; educación para el pueblo; recompensa justa á los encargados de ilus-
trarle, y dignidad y amparo á la mujer. Tales son las principales hazañas á cuya
realización debe aspirar el andante caballero (el siglo xix)».
454. — Gloria á España. Ensayo poético sobre algunas aventuras de
Don Quijote de la Mancha, por Vicente Clapera. Barcelona. Esta-
blecimiento tipográfico de Sulé hermanos. 1877.
En 4.° pequeño, de 49 págs.
No es propiamente una imitación, sino las aventuras de Don Quijote pues-
tas en malos versos.
Sólo se ha publicado el cuaderno i ." de este Ensayo que, en verdad, carece
totalmente de mérito.
455. — Un fragmento del Quijote.
Se leyó en la Sociedad cervantista de Granada, el 23 de Abril de 1876, este
artículo de D. Francisco Jiménez Campaña, que salió después en La Cuna de
Cervantes, día 23 de Abril de 1880.
Supone el autor de este ligero trabajo, que después que Don Quijote fué lle-
vado en peso á su lecho, tras el zarandeo que sufrió en el baile, en casa de don
Antonio, endilgó á Sancho estas enrevesadas fórmulas filosóficas: cLa ciencia
es un todo de esencial composición de dos todos en uno; ó más claro, el medio
en que lo subjetivo y lo objetivo comulgan.» «Yo me sé de mí como lo uno y
todo que yo soy en la total unidad é integridad de mi ser, antes y sobre toda úl-
tima, individual, concreta determinación en estado, dentro y debajo de los lími-
tes que condicionan á la humanidad en el tiempo y en el espacio.» Y como le
reprochara Sancho la obscuridad y ningún sentido de tales intricadas razones,
arremete Don Quijote á él espada en mano... Mas, al fin, calmada su exaltación
le dijo: f agora confieso, Sancho, que hice tuerto á nuestra hermosa lengua cas-
tellana, cuando osé emplearla en tan extranjera filosofía».
No puede darse más donosa burla de ciertas modernas lucubraciones filosó-
ficas.
456. — Vida y hechos de Don Anselmo Claramonte.
Especie de imitación del Quijote empezada á publicar por D. Nicolás Díaz
de Benjumea en el periódico de Sevilla, El Arte, 17 de Marzo de 1878.
457. — ¡Qué Quijote! novelita liliputense por F. Degetau y González.
Madrid, Pedraza, 1883.
En 16.°, de 31 págs.
386 Imitaciones del Quijote
Este sentido cuentecillo es «una amarga exclamación lanzada contra el exe-
crable calificativo de «quijotesca», que se aplica por algunos á toda acción in-
trínsecamente buena», y su moralidad se resume en el corto epilogo: «Por qué me
han visto tratando de socorrer á un hombre en su desgracia me llaman Quijote;
según esos. Cristo debió ser el primer Quijote del mundo.»
458. — Don Quijote de Vallcarca, passeig cómich-tragich-extraordinari
per C. Gumá. Barcelona, Llibrería espanyola de I. López, Editor.
(1885).
Folleto de 32 págs. en verso.
Es el protagonista de esta obrita catalana, un filántropo habitante de Vall-
carca, pueblo de las cercanías de Barcelona, quien se dirige á la capital con
ánimo de redimir el género humano. «La il/a«;ca tuvo un Quijote — áict\ —
Vallcarca también lo tendrá; pero un Quijote con juicio, filántropo, civilizado y
á la altura de la época.»
Una vez en Barcelona, le suceden ocho aventuras y de ellas sale aporreado,
escarnecido y befado por haber querido entrometerse sin ton ni son, en cosas
que DO le atañen y en cuestiones á que no había sido llamado.
459. — Montalvo (Juan). — El Buscapié. — Prólogo de un libro inédito
titulado Ensayo de imitación de un libro inimitable, ó capítulos que
se le olvidaron á Cervantes . — Es el último en el extraño libro titu-
lado Siete tratados por Juan Montalvo. — Besanzon. — Imprenta
de José Jacquin, 1882.
Dos tomos en 8° francés.
(Asensio, Nota de... libros... refs... d Cervantes, 1885.)
Posterior, se ha publicado el libro postumo de Montalvo, Eusayo de imita-
ción, y son sesenta capítulos añadidos por él al Quijote (Besanzon, 1895), Mon-
talvo era americano, de Guayaquil.
460. — Historia del extranjero edil Don Quijote de la Mancha.
{El Busilis, periódico jocoso. — Barcelona, 1894.)
461. — Las aventuras d'en Titus ó'l Cantor de les Nínetes. Don Quixot
fí de sigle.
Primer cuaderno ó único. — Barcelona, 1894.
462. — Semblanzas caballerescas, ó las nuevas aventuras de D. Quijote
de la Mancha, por D. Luis Otero y Pimentel. — Habana, 1886.
(Consta de 38 cap. y le ilustran 20 lám.)
463. — Don Juan Tenorio.
Imitaciones del Qnijole 287
Dijo Lamartine que «Don Juan es el heredero de Don Quijote», en lo cual
estimo que anduvo desacertado, puesto que el héroe raanchego, si bien por me-
dios extravagantes y anti-sociales, persigue un ideal noble, generoso y elevado,
al paseo que el protagonista de Tirso es un ente malo en su esencia.
434. — Le dom Quixote Gafcon.
Es la 2." de las extravagantes sátiras reunidas en este libro: Les Jeux de
rincognu, A, Paris, au Palais^ lójo.
He tenido la segunda edición: Roven, chez Jacques Caillove^ M.DC.XXXXV.
En 8." de 4 h. prel. más un frontispicio, y 390 pág.
El autor de este libro, M. De Vaux. en el cuento del nombre que encabeza
este artículo, presenta en escena á un Don Quijote Gascón, cuyo palacio es un
conjunto de monstruosidades; y quien, bajo el pretexto de honrar á los que le
visitan, les hace pasar mil martirios dándoles de comer viandas crudas y pesti-
lentes, etc., etc. La intención y la sátira del cuento parece que pueden conden-
sarse en estas frases: «un Gentilhombre Gascón debe ser ignorante, arrogante y
temerario»;... «la traición, la disimulación y la perfidia son los signos de unbuen
ingenio, y con tal de que se llegue á ser rico y poderoso, nada importan los me-
dios de que uno se valga para ello, etc , etc.»
Algunos críticos atribuyen esta obra á Adrien de Montluc, principe de Cha-
bannais, autor de La Comedie des Proverbes, notable trabajo que contiene más
de dos mil refranes.
I 465. — Le Meurtre de la Fidélité et la Défense de l'Honneur, oü est
raconté la triste et pitoyable aventure du berger Philidon, et les
raisons de la bella et chaste Marcelle, accusée de sa mort. Paris,
par Jean Richer, 1609.
En 12.° pequefio.
Está en español y en francés, este cuento, sacado del episodio de Marcela y
entierro del pastor Grisóstomo. Describiré también el ejerñplar de la colección
Ticknor:
«Homicidio de la fidelidad. Y la defensa del honor. (Al frente la traducción
francesa). Auec vn discours de Don Qvixote, de l'excellence des armes sur les
lettres. Paris, lean Richer, 1609, 12.0 p. de 2 hoj. sin numerar y 125 pág.» —
«Este pequeño volumen preparado, supongo, para uso de los franceses que
aprendan español, está tomado con ligeras (considerables?), alteraciones de los
caps. XII, XIII, etc., de la Parte primera del Quijote, que se imprimió por vez
primera 4 años antes. — Nota manuscrita de Ticknor. t
Papeleta copiada del Catalogue 0/ the Ticknor Collect. Boston Public Lt-
brary^ iSjg.
466. — Le I Berger | extravagant. I Ov parmy des | fantaisies amov-
revses I Ton voit les impertinences | des Romans & de la Poésie. ]
A Rouen, | chez lean Osmont, 1640.
Cuatro voluminosos tomos en 8." El II, III y IV llevan la fecha de 1639. Suman juntos
'.59' páginas.
388 Imitaciones del Quijote
Obia pesadísima é insípida que escribió Mr. Ch. Sorel de Souvigny con ob-
jeto de satirizar las novelas pastoriles y la poesía. Parece que con el seudónimo
de Jean de la Lande, la publicó Sorel en 1617-28, y la reimprimió en 1633 bajo
el titulo de LAntiRoman, ou histoire du berger Lysis. Como sus contemporá-
neos claramente comprendieron que este libro era una imitación del pensamiento
del Quijote, con mezcla de muchísimas otras extravagancias, y Fontenay hizo ver
la analogía entre las manías de Don Quijote y las de Lysis, el protagonista de So-
rel, éste escribió otro larguísimo tomo, que forma el IV de la presente edición de
1639-40, titulado: Remarques svr les XIIII livres dv Berger Extravagant. En
este empalagoso trabajo quiere desentrañar las alusiones y el sentido satírico de
la obra en la cual, dice, cha dado la historia del pastor Lysis con sus extrava-
gantes aventuras tomadas de las que se hallan en todas las novelas y libros de
poesía, para que se vea cuan aborrecibles son unos y otras, por ser todos estú-
pidos é inútiles >; niega, enfurecido, que su libro sea una imitación del Quijote,
como todo el mundo lo siente, y pasando á establecer un paralelo entre ambos,
dice: que en el libro de Cervantes hay un sin fin de inverosimilitudes y super-
fluidades, al paso que en el suyo se hallan mil perfecciones, y «esO: — (habla So-
rel),— que Cervantes tenía un asunto y una materia más extensa que yo, tratando
la historia de un caballero que por medio de sus encantamentos todas las inspi-
raciones podía glorificar, al paso que mi pobre pastor es un asunto seco y esté-
ril que, por cierto, si lo hubiese manejado Cervantes bien pobre habría quedado
su estilo». ACade que todo lo que Cervantes habla contra los libros y vicios que
quiere atacar, él lo habría dicho en 4 páginas, y que su libro está lleno de cosas
curiosas y dignas de ser sabidas, y no de las inútiles quimeras cervantescas».
Tan insulsas como el libro de Sorel son las tres láminas de Van Lochon que
lo adornan.
467. — Hudibras, by Samuel Butler. London, 1663-78.
Tres tomos en 8."
La parte i.» apareció en 1663; la 2?- en 1664; y la 3.' en 1678
Este renombrado poema de Butler, tanto en el fondo como en la forma, es
una clara imitación del Quijote. El mismo autor lo insinúa.
Es una sátira contra los presbiterianos de Inglaterra del tiempo de Cromwell,
cuyas máximas intolerantes fueron causa de tantos alborotos y sangrientas dis-
cordias. Sabido es que aquellos furibundos sectarios querían imponer su secta á
cañonazos. Finge el autor que embebido en esta doctrina perdió el juicio el ca-
ballero Hudibras, como lo habla perdido Don Quijote, con la lectura de los libros
de caballerías, y sale al campo para devolver á todo el mundo sus derechos, sus
propiedades y franquicias, y aun á los mismos osos quiere dar la libertad «de
que se les habia privado para llevarles á divertir la gente en las ferias». Sir Hu-
dibras tiene también su Dulcinea, y para correr sus aventuras toma un escudero
llamado Ralpho, sastre de oficio, hipócrita refinado, verdadero Tartufo, según la
feliz expresión de un critico francés {Dict. historique general), y en suma pro-
fundo teólogo que podía, como dice Butler, «desentrañar los más profundos mis-
terios dogmáticos tan fácilmente como enhebrar la aguja». La índole de la ac-
ción obligó al poeta inglés á atribuir á este escudero un carácter bastante dife-
rente del Sancho de Cervantes. Pero amo y criado en su proceder, en sus aven-
turas y en sus mutuas relaciones son un ingenioso trasunto de los dos héroes de
Cervantes.
Creo que se puede decir que el Hudibras es la mejor de todas las imita-
ciones que del Quijote se han hecho, dentro y fuera de España.
Imitaciones del Quijote * 289
La aceptación que tuvo así que apareció fué notable; y, cosa inaudita, el
mismo año de 1663, pocos meses después de haber publicado Butler su i." par-
te, le salió un Avellaneda publicando La segunda parte del Hudibrds\ pero ni
de esta continuación ni de varias imitaciones del poema que más tarde apare-
cieron bajo el nombre de El Hudibrás holandés. El Hudibrds escocés, El espec-
tro de Butler^ y otras, nadie hizo caso, mientras que el libro de Butler fué apre-
ciado como obra de un poeta de genio, y las ediciones rápidamente se sucedie-
ron. Fué traducido al alemán, parcialmente al latín, y Voltaire emprendió la
versión, al francés, mas no la prosiguió, declarando que esta obra « era absolu-
tamente intraducibie». No obstante, lo cual, un inglés, Mr. John Towneley, que
se habla educado en Francia, hizo una fiel traducción francesa del Hudibrds, en
verso, tan conspicua, que los ingleses á una voz la proclaman meritísima, y dig-
na del original. Se publicó en Londres el año de 1757, 3 ts. in. 12.°
Entre las varias ediciones del Hudibrds, merece especial mención la itnpresa
en 1744, con las importantes notas del Dr. Grey, en las cuales, además de ex-
plicarse los sucesos históricos á que alude el poema, se hacen resaltar sus belle-
zas poéticas y se indican los pasajes, aventuras y caracteres imitados del Q«í-
jote. Se reimprimió esta ilustrada edición con preciosas láminas y verdadero lujo
tipográfico, el año de 1819, en 3 tomos, en 8.° m. Posee el Sr. Bonsoras un be-
llísimo ejemplar.
El Hudtbrás, empero, dejando á salvo su mérito poético de la forma, debió
su reputación a la sátira accidental, digámoslo así, que contenía. Hoy que aquel
fanatismo ridiculizado por Butler no existe, nadie lee el Hudibrds fuera de In-
glaterra, y aun allí sólo algün erudito.
468. — Dom Quichote. Tome 5.
Fragmento manuscrito de una imitación del Quijote en francés, que se halla
en la Biblioteca Nacional de Madrid, señalado V, 117, formando un cuaderno
de 55 páginas en 8.° repartidas en seis capítulos. El epígrafe át\ primero dice:
f Avantures sur avantures.i Es un conjunto de puerilidades, según manifiesta el
Sr. Hartzenbusch, quien nos da la completa descripción de este manuscrito y el
texto francés, acompañado de la traducción, de dicho i." cap., en la Memoria
leida en la Biblioteca Nacional... en 1871, (Madrid, Rivadeneyra, 187 1, en 4.°
de 39 pág.)
Debajo del renglón que en este cuaderno forma el citado epigrafe del cap. I,
hay una cifra ó signo que es cabalmente la usada por Felipe V, cuando sólo era
Duque de Anjou\ la cual circunstancia y otros datos que presenta el Sr. Hart-
zenbusch le hacen sospechar que el autor de esta imitación del Quijote, hecha
en 1693, fué aquel príncipe, que entonces contaba 10 años.
469.— Histoire | de Tadmirable | Don Quichotte | de la Manche. | Tome
cinquiéme. | (Un florón.) | A Paris, ( Chez Claude Barbin, au Palais,
I ... I ... I M.DC.XCV.
En 8.0 p. de 2 hoj. prel., 581 pág. y otras 3 finales que contienen: el Priv.
de los 4 primeros tomos del Quijote [I, 470], una Próroga del mismo por 6 años
más que empezaron en 8 Diciembre de 1692, y otro Priv., fechado en Versalles
á 16 de Diciembre de 1694, para imprimir durante el tiempo de 8 años este
«Quinto tomo de la Historia de Don Quixote.»
Ya hemos visto [I, 470], que Saint Martín traductor del Quijote en 1677, al
Tomo n 37
3<)0 Imitaciones del Quijote
llegar al último cap. supone que el héroe manchego sanó de su enfermedad y
de su locura, y con este desenlace, tan distinto del que escribió Cervantes, deja-
ba la puerta abierta para una continuación. Esta la llevó á efecto en el presente
tomo V, que se compone de XXXI largos capítulos, en donde se describen una
serie de pesadas aventuras /if««/V/aí por Don Quijote y Sancho, quien es armado
caballero y como tal emula las proezas de su antiguo amo. Algunas de estas
son un pobre remedo de las creadas por Cervantes, otras pecan de groseras, y
muchas rayan en lo indecoroso. El continuador, para mejor imitar á Cervantes
mezcla é introduce varios pesados é insulsos cuentos que sólo logran languide-
cer la acción. El más largo de ellos, titulado: Historia de Sainville y de Sylvia,
ocupa las 139 liltimas páginas del tomo, y es lo bueno que la historia queda ina-
cabada, ofreciéndose la continuación para «el capítulo siguiente». Mas, lo sin-
gular del caso consiste en que el tal capitulo siguiente y los demás que prosiguen
esta imitación del Quijote, no aparecieron hasta 18 años más tarde, en un tomo,
cuya descripción es la siguiente: «Continuation {| de l'histoire |1 de l'admirable ||
Don Quichotte || de la Manche, || Nouvelle edition. || Reveue, corrigée & aug-
mentée. || Tome VI & Dernier. || A Paris, || Par la Compagnie des Libraires. ||
M.DCCXni.»
En 8." p. de 4 hoj. prel, y 501 pág.; más 3 finales con una Aprob. que dice:
«le present Manufcrit de la Continuation de l'histoire de Don Quichotte»; y el
Priv. á Michel David, por 15 años, dado en Versailles á 5 de Noviembre de
1708, pour réimprimer l'histoire de Don Quichotte, traduite de l'Espagnol de
Cervantes, avec la continuation du fteur de Saint- Mar timi.
Supone el autor que la narración de la historia de Don Quijote se había in-
terrumpido por haberse extraviado el manuscrito que contenía el resto de ella,
y que habiéndole él encontrado, lo tradujo al francés.
Sigue, pues, el hilo de la Historia dt Sainville, y continúan las aventuras de
Don Quijote y Sancho que concluyen con la muerte del primero á consecuencia
de una pleuresía producida por haber bebido agua fría en una fuente cuando re-
gresaba á su pueblo, después de haber dejado la caballería errante por orden del
encantador Parafaragaramus, y de haber tenido la desgracia de perder á Dulci-
nea ó sea Aldonza Lorenzo, que tomó el velo de religiosa por orden del Des-
tino.
Detallada cuenta del argumento de los dos tomos, que componen en junto 61
capítulos, la df en la Crónica de los Cervantistas, día 29 de Mayo de 1872.
Si, dejando á parte las conjeturas de varios críticos acerca de la paternidad
de esta imitación, nos ceñimos á los datos que arrojan la Aprobación y el Pri-
vilegio, podemos: primeramente, afirmar que es áeX/ieur de Saint-Martín, y lue-
go deducir que fallecido éste después del 1695, sus herederos encontraron entre
sus papeles la continuación de Don Quijote; que la hicieron revisar ó corregir por
alguno de los literatos que se la han atribuido; que luego la vendieron al librero
Michel David, quien sacó Privilegio en r7o8 para la impresión; y que ésta, por
causas ignoradas, se retardó cinco años más.
Dije ya [I, 481] que esta continuación había sido atribuida á Rob. Challes
por algunos críticos. Entre ellos citaré á Ticknor, quien da noticias de aquel
aventurero en su Historia de la Literatura española (Boston, 1864, Appen-
dix £.)
470. — Der | Spanische Waghaiss ( oder | Des von Liebfvezauberten
Ritters I Don Quixott von Quixada | Ganz Neue Ausschweifsung |
auf seiner Weissen | Rosinnanta | Mit Seinem verwegnen Wafsen-
tráger | Santscho Panscha. ] Auf seiner Schwartzen Flanckin | Das
Imitaciones del Quijote 291
Erstemal mit lustigen Kupffern | in Teutscher Sprach | Gedruckt.
Nürnberg | 1696.
(El aventurero espafiol, ó el caballero embriagado por el amor Don Quijote de
Quijada. Nueva salida sobre su blanco Rocinante, con su miedoso escudero San-
cho Panza sobre su negro Rucio. Por i.* vez impreso en alemán, é ilustrado con
viñetas.)
En 12.°
Es la traducción del tomo V de la continuación del Quijote por Saint-Mar-
tin, publicado el año anterior, y que acabo de describir.
Hay un frontispicio muy bien grabado en cobre que representa la salida de
Don Quijote y Sancho en busca de aventuras.
471.— Don Clarazel de Gomarnos o£ te den buylenspoorsyen Dolende
Ridder behelsende desselfsstand vastige lufde voon de schoone
Silviana; syne dappere Daden, Avanturen, Gedecnten tegensureede
Reusen, Monster. Torenaars en boos-aardige Riddens. — Beneffens
de doontrapte fielseryen van Gandalos syn Schildkneckt-doon
N. H. (Nicolás Heijnsius). — Amsterdam, 1697, ^ ^- '" S-" — ^^^
printen van Gaspar Luyken.
(Don Clarazel de Gontarnos, ó el excéntrico caballero errante; conteniendo su
constante amor por la bella Silviana, sus valientes hazañas, sus aventuras, com-
bates contra los terribles gigantes, monstruos, hechiceros y malos caballeros; con
las astucias de su escudero Gandales, por N. H. — Amsterdan, 1697, 2 t. en 8."
Con láminas de Luyken.)
472 — The tale of a tub (El Cuento del Tonel), by Jonathan Swift. Lon-
don, 1704.
En esta impudente sátira religiosa, parece que el filósofo ingles ha imitado
agudezas del autor del Quijote. Véase lo que dice Mor de Fuentes en su Elogio
de Cervantes, al hablar de la suspensión en que deja nuestro autor la historia
del héroe manchego en el cap. VIII, su continuación en el IX, y la nota de la
cgran mano de Dulcinea para salar puercos...»: c aprensión cómica que luego
han remedado, más ó menos, y siempre con poquísimo donaire, varios escrito-
res, particularmente ingleses; y entre ellos, no una sino cansadísimas veces, el
célebre Swift, en su decantado, y para mí en extremo empalagoso y aun intole-
rable, Cuento del Toneh.
473 — Nouvelles | avantures | de Tadmirable | Don Quichotte | de la
Manche, | composées | Par le Licencié I Alonso Fernandez de Ave-
llaneda: I Et traduites de l'Efpagnol en Fran^ois, | pour la pre-
miére fois. | A París, | Chez la Veuve de Claude Barbin, | au Pa-
lais, fur le fecond Perron | déla Sainte Chapelle. ( MDCCIV | Avec
Privilege du Roy.
Dos tomo3 en 12.<^
2g2 Imitaciones del Quijote
T. I, compuesto de 8 hoj. prel. y 447 pág.— Portada.— />•</««<? del traduc-
tor.— Tabla. — Aprobación, dada por Fontenelle, en París, á 25 de Octubre de
1702. — Texto.
T. II, que contiene 4 hoj. prel., con Portada, tabla, y fe de erratas. — Texto
de 509 páginas. — 4 pág. para el Privilegio á Gabriel Martín, librero, por 8 años,
dado en Versalles el 29 de Octubre de 1702. Al pie hay el reconocimiento del
privilegio, hecho por Martin á favor de L. S. (Lesage), autor de esta traducción;
y después hay el traspaso otorgado por L. S. a favor del librero Mad. Barbin, á
II de Diciembre de 1702.
Adornan la obra 14 láminas grabadas por A. Clouzier; un Frontispicio del
tomo I en que aparecen Don Quijote y Sancho, llevando aquél esta leyenda: «Ca-
vallero desamorado», y otro del tomo II figurando también los dos héroes, y este
more al pie de Don Quijote: «Ca vallero de los Amores.»
El prefacio del llamado traductor está destinado á ensalzar el Quijote de Ave-
llaneda y rebajar el de Cervantes. Supone que éste sólo continuó su obra cuando
vio aparecer la de Avellaneda, y de este falso supuesto parte para indicar, que
si se encuentran cosas parecidas en estas dos segundas partes, Cervantes las to-
mó de Avellaneda. Ya hemos visto cuan inexacta es tal afirmación 1431] Juzga
Lesage que el Sancho de Avellaneda es más original que el de Cervantes. cEl
de éste — dice, — quiere con frecuencia hacer el gracioso y no lo es; el de Ave-
llaneda lo es casi siempre sin querer serlo.»
jRisum teneatisf
«Me sorprende, — continúa Lesage, — que los ejemplares del Avellaneda sean
tan raros en España. Hay quien dice que los partidarios de Cervantes quemaron
la mayor parte. Pero lo que yo creo es, que siendo Avellaneda aragonés, y por
consiguiente no estando quizás su libro escrito con tanta pureza y elegancia como
el de Cervantes los españoles desdeñaron reimprimirle.»
Avellaneda habla dividido su obra en 36 capítulos. Lesage la divide en 70.
No necesitaba menos para su rifacimento.
Son tantas las variaciones que el traductor ha introducido acortando algún
pasaje, amplificando otros, suprimiendo lo que le pareció escabroso y duro, y
añadiendo historietas y nuevas aventuras para adornar los puntos que estimó
demasiado secos, que la versión difiere muchísimo del original. Este queda real-
mente mejorado en la refundición, que así debe llamarse, desapareciendo mu-
chas de sus groserías.
Intentaré dar breve idea de alguna de las principales variaciones, cotejando
los capítulos de Avellaneda, donde aquellas se hallen, con los de Lesage:
Cap. I. — Lesage lo divide en dos, y añade: que Sancho después de la visita
que hizo á Don Quijote volvió á verle el siguiente Domingo llevándole la historia
de que 1? había hablado D. Florisbrán de Cantarla; que su lectura le despierta
sus andantescas locuras, y que concierta con Sancho su 4.* salida, previnién-
dole que antes debe ir con una carta suya á llevar una embajada i. Dulcinea.
Cap. VI. — Corresponde al 8.° de Lesage, quien, hacia el fin, cuando don
Quijote vencido por el guardián del melonar, entra mal herido en la choza que
le había parecido palacio en donde estaban encantadas varias princesas, añade
esta visión: Don Quijote dice á Sancho que el encantador se ha llevado á Orlando
y demás gente al monte Ararat cerca del arca de Noé; él se propone ir allá,
matar á Orlando, y poner en libertad al Cam de Tartaria y demás encantados;
cuéntale que el motivo de haberlos encantado es para ver si podía triunfar del
corazón de Guenipea, la hija del Cam, y como esta princesa era apasionada por
los melones, había él hecho construir por el Diablo aquel palacio en medio de
un melonar.
Cap. VU. — Desarróllalo Lesage en tres cap. 9, 10 y 11, Antes de los conse-
Imitaciones del Quijote 29^
jos que da á Don Quijote mossén Valentín para que deje la caballería, afiade un
pasaje fingiendo, al contrario, que le esfuerza en sus despropósitos y que le mues-
tra la I.* parte del Quijote escrita por Benengeli. Don Quijote la hojea y prorrum-
pe en invectivas contra su historiador, porque dice que le ha pintado mal, y que
le trata de loco no siéndolo. Luego recita un Soneto que dice compuso el afio
anterior para Dulcinea.
Cap. XI. — Es el XV de Lesage y trata de las justas de Zaragoza. Está muy
abreviado, suprimiéndose los motes de los caballeros que corrieron la sortija.
Cap. XV y XVI. — Contenían la historia del Rico desesperado que Lesage su-
prime completamente.
Cap. XVII al XX. — El cuento de los Felices Amantes está completamente
cambiado y refundido, habiendo quitado Lesage los pasajes más repugnantes,
como lo es el comercio criminal de D.' Luisa con varios galanes de Badajoz,
consentido por su esposo D. Gregorio.
Cap. XXV. — Después de la materia de éste afiade Lesage la Historia del sol-
dado Rafael de Bracamonte.
Cap. XXVUI.— Afiade luego Lesage dos cap. que van numerados XXXlX
y XL, con la historia de la bella Engracia y de D. César.
Cap. XXXIII.— Hay aquí el cap. L añadido, con la historia de D. Fernando
de Peralta y otros acontecimientos. Aumenta Lesage todos los pasajes, sobre-
cargándolos de aventuras y discursos. Amplifica luego y da un nuevo giro á la
historia de la infanta Burlerina, cuyo desencanto llevan á cabo Don Quijote y
Sancho. En otro cap. que lleva el núm. LX pone en boca de varios caballeros y
damas un análisis del Curioso Impertinente, censurando esta novela y diciendo
que en ella el autor no ha tenido genio, y que no sabiendo que desenlace dar á
su historia ha pecado contra lo natural y lo verosímil.
Multiplicando más que Avellaneda los honores que Don Quijote y Sancho re-
ciben en Madrid en casa del Archipámpano, añade Lesage los amores que Bur-
lerina finge tener con Don Quijote, y el combate de éste con un Centauro. ,
Finalmente el desenlace de la obra es totalmente distinto del que hizo Ave-
llaneda. En la de Lesage, Don Quijote se muestra nuevamente sensible al amor
de Dulcinea. El cura y el barbero, para llevarle á su lugar van á encontrarle con
una carta de aquélla en la que le suplica vaya á verla. El cura y el barbero di-
cen á Don Quijote que Dulcinea está sitiada por el ejército del emperador de Tre-
bisonda, quien quiere casarse con ella. Don Quijote corre á salvarla; pero encuen-
tra en lugar del ejército á una compañía de arqueros, les embiste, y recibe dos
balas en la frente que concluyen con todas sus hazafias.
Con tal trastrocamiento la obra de Avellaneda quedó desconocida, y como
Lesage tenia habilidad y gracia para esos arreglos, su Quijote obtuvo de pronto
cierto favor, y se hicieron de él, dos reimpresiones y tres traducciones. He visto
las siguientes :
«Nouv. avantures de... Don Quichotte... par... Avellaneda; traduites en Fran-
90ÍS. Nouv. ed. revue et corrigée. A Londres. Chez David Mortier. M.DCCVII.»
2 tomos en 12.° p. A pesar de las muchas indagaciones de Germond de Lavi-
gne practicadas en su afán por hallar muchas ed. de Avellaneda, ésta no la co~
noció. «Otra ed. de París, 1716, 2 vol. in I2.i
«A continuation of the comical History of... Don Qutxote... By... Avellaneda...
Never before printed in English... Translated by Captain John Stevens. Lon-
don..,. 1705.» En 8." de 8 hoj. prel. y 437 pág. Hay las mismas lám. de la ed.
francesa.
«Nieuwe Avantuuren van... Don Quichot... door... Avellaneda... in'tNeeder-
duits gebracht... Tot Utrecht... 1706.» En 8." de 7 hoj., prel. y 687 pág. Esta
trad. holandesa lleva también las estampas de la francesa. Reimpresión: Nieuwe
294 Imitaciones del Quijote
Aventuuren... Don Quichot.., door Alonso Fern. de Avellaneda... Den Tweeden
Druk. Tot Amsterdam, By Andries van Damme... 1718. 2 tomos en 8 o, 16 gra-
bados sin firma.
«Neue Abentheuer .. des... Ritters Don Quickotte... geschrieben von... Ave-
llaneda... aus dem Frantzosischen in die teutsche Sprache übersetzet. Copenha-
gen, 1707.» En 8.° de 6 hoj., prel y 880 pág.
También la tradujo Bertuch para ponerla al fin de su ed. del Quixote, en
Carlsruhe, año 1778, y he visto en el cat. Quaritch de este año citada las si-
guientes ediciones inglesas: * Avellaneda (A. F. de). Don Quixote, translated by
Mr. Baker, 2 vols. 12 me, London, 1745.» Continuation of Don Quixote, Lon-
doD, 1760, 2 vols. 12 mo.;ibid trans. by W. A. Yardley, ibid. London, 1784, 2
vols., 8 vo.>
Fitzmaurice-Kelly cita otra trad. :
«The Life and Exploits of the ingenious Gentleman Don Quixote de la Man-
che:, containing his fourth sally, and the fifth part of his adventures: Written by
the Licentiate Alonso Fernández de Avellaneda. Native of the town of Torde-
sillas. With illustrations and corrections by the Licentiate D. Isidoro Perales y
Torres. And now first Translated from the Spanish. Swaffham, 1805, en 8.°»
Esta ed. consta de 3 tomos, y está traducida directamente del español.
Pero la aceptación de este Quijote tuvo la duración del relámpago, y los es-
critores franceses, más tarde, sólo se ocuparon de él para condenarlo. Los vara-
palos que con este motivo ha recibido Lesage de sus compatriotas, se reflejan y
condensan en estas frases de un art. firmado O. D., que hallo en el núro. del día
25 de Abril de 1877, del Inlermediaire des chercheurs et curieux: «La trad. de
Lesage es, en gran parte, el ensayo de un nuevo Don Quijote. Más atin , y esto
ciertamente no es leal, Lesage ha tomado osadamente y sin escriípulo de la se-
gunda parte de Cervantes, ideas para su trad. de Avellaneda, dando ocasión
para que algunos supusieran faLsamente que aquél plagió del último.»
Avellaneda, empero, ha encontrado algunos años hace, en Francia, un en-
comiador enragé. Helo aquí:
«Le Don Quichotte de Fernández Avellaneda, traduit de l'espagnol et aunó-
te par A. Germond de Lavigne. París, Didier, Libraire-éditeur, 1853. >
En 8.° m. XLVL— 474 págs.
En su larga introducción (i), que es una continuada apología de Avellane-
da, emite Mr. Germond con este objeto y con el intento de denigrar á Cervan-
tes, descabellados y arbitrarios juicios, gran parte de los cuales no merecen los
honores de la refutación. Sólo, de paso, rectificaré algunas de las especies ine-
xactas:
üice en nota á la página 12: «La primera traducción (del Quijote de Cer-
vantes), fué publicada en 1620 por Oudin, que sólo tradujo la i.* parte, y su
tarea no fué completada hasta el año 1639 en que Rosset tradujo la 2.* parte.
Dedúcese de ello que el Quijote estaba muy poco en boga entre nosotros en el
siglo xvii.»
Aquí hay crasa ignorancia; porque no quiero suponer mala fe. La i." parte
tuvo estas ediciones: 1614, 1616, 1620 y 1625. La 2.* parte, estas: 1618 y 1622.
Y ambas partes reunidas estas ediciones: 1639, 1646, 1665; otra 1665 (Orleáns);
1677, 1679, 1681; otra de 1681 en Lyon; 1691, 1692, 1695, 1699 y 1700. iDie-
(i) Es la reimpresión de un folleto que un aOo antes habla publicado M. Germond de
la Vigne con este titulo «Les deux Don Quichotte, étude critique sur l'oeuvre de Fernandas
Avellaneda faisant suite i la premiére partie du Don Quichotte de Cervantes. — Paris, Di-
dier, novembre 1852, in-8.>
Imitaciones del Quijote 295
cinueve ediciones francesas del Quijote en el siglo xviil Diecinueve ediciones
que M. Gerraond de Lavigne no ha visto, ofuscado sin duda por los resplando-
res de la obra de Avellaneda.
La especie de que los apasionados ó partidarios de Cervantes quemaron los
ejemplares del Quijote de Avellaneda, es una aventurada suposición del bueno
de D. Vicente de los Ríos, interpretando unas palabras de Cervantes; suposición
que Germond convierte malévolamente en rotunda afirmación. La critica mo-
derna ha rastreado, con harto fundamento á mi ver, que al autor del Quijote
malo apoyaban altos protectores, contra quienes poco podrían los humildes y
escasos partidarios del pobre y olvidado Cervantes. El mismo M. Germond de
Lavigne incurre aquí en otra contradicción. Sostiene que dos contemporáneos
de Cervantes levantaron una cruzada contra Avellaneda, acriminándole y be-
fándole, lo cual fué causa de que se diera al olvido su obras; y al propio tiempo
supone que el falso Avellaneda era el Dr. Bartolomé Leonardo de Argensola.
Mal se aviene un concepto con otro, pues sabido es cuan venerado fué Argen-
sola por los de su tiempo.
Otra contradicción: En los primeros párrafos del prólogo consigna que Cer-
vantes estaba á la mitad de su tarea de escribir la 2.» parte del Quijote^ cuando
le sorprendió el libro de Avellaneda; más adelante supone que la aparición del
último fué la causa de que Cervantes compusiera su 2} parte; y en la nota 93 de
la traducción, reconoce paladinamente que cuando Cervantes tenía ya escrito
hasta el capítulo LIX, entonces tuvo conocimiento de la continuación de Ave-
llaneda.
^Cur tam varié?
Pero la contradicción más grave del traductor está en su propia traducción.
Una obra tan excelente, tan acabada, tan bien escrita, como él pretende, y á la
cual tan ciegamente admira, debiera haberla vertido con toda fidelidad; debiera
haber respetado escrupulosamente el texto. Pues nada de eso. Poco á poco va
confesando: «que ha corregido la anfibología de ciertos pasajes interpretando el
texto conforme d la lógica; que ha suprimido algunas descripciones cuando las
ha creído ociosas y sin inter¿s\ que ha reducido notablemente los cuentos del
Bico desesperado y de los Amantes Felices suprimiendo muchas difusiones, nu-
merosas digresiones y ciertos detalles de repugnante crudeza, por no decir obs-
cenidad». En suma, no puede menos de concluir diciendo: «No es, pues, ésta
una traducción, sino una imitación corregida y enmendada.»
Por resumen de sus juicios, Germond de Lavigne concede á Cervantes, que
hizo la I." parte buena; y de la 2.* parte dice: «Avellaneda, ó quien quiera que
sea el hábil escritor que se ocultó bajo aquel nombre, ha demostrado ser digno
imitador de una obra justamente admirada; mientras que Cervantes ha quedado
siendo inhábil continuador de su propio libro.»
En esta cuestión podremos contestar á M. Germond que todos sus compa-
triotas han tenido el mal gusto de ser de opinión contraria á la suya, puesto que,
mientras que del Quijote de Avellaneda, en el espacio de más de dos siglos y
medio, sólo se han impreso en Francia un par de ediciones (gracias al arreglo
de Lesage), una edición de la traducción suya y ninguna edición en texto espa-
ñol; del Quijote de Cervantes se han publicado, sólo en dicha nación, 145 edi-
ciones en francés y 30 en español.
En la nota 103 el pobre M. de Lavigne se devana los sesos para conocer á
fray Juan Guarisraas, el cual personaje no sabe quien es á pesar de haber consul-
tado muchas tradiciones escritas y de haber apelado á los recuerdos de muchos
españoles. Acudiendo, pues, en auxilio del admirador de Avellaneda le diré que
fray Joan Garí (Sancho estropea el nombre), es el héroe de una conocidísima
leyenda de Montserrat, que hallará relatada circunstanciadamente en una por-
296 Imitaciones del Quijote
ción de libros españoles, entre los cuales citaré, como más conocidos, los si-
guientes: Beuter, Crón. gen. de España, 1551; Diago, Crón. de los Condes de
Barcelona, 1603; Yapes, Crón. de la orden de San Benito, 1609; Pujades, Cton.
del principal de Cathalunya, 1609; etc., etc.
Para terminar con la obra del Avellaneda afrancesado pondré los juicios de
dos distinguidos escritores franceses. El de M. Emile Chasles {M. de Cerv., sa
vie, etc., Paris, 1865, pág. 326), dice así: «¡Ahí ciertamente. Le Sage no habría
ensalzado esta obra si la hubiese comprendido, y el moderno traductor, Ger-
mond de La Vigne, que la defiende, la reprobará el dia en que reconozca el
verdadero espíritu que anima á aquél á quien llama un continuador. Por lo
demás, notemos bien que el propio autor del Gil Blas^ para poder aclimatar la
obra entre nosotros, creyó necesario modificar el estilo grosero del autor espa-
ñol, y por consiguiente, hacer sufrir une metamorfosis importante á la novela
entera.» Pág. 324: «Avellaneda es el órgano de todo un partido coatigado con-
tra Cervantes; es el vengador de las medianías malferidas por el genio. En su
libro no solo se calumnia la persona de Cervantes sino también la elevada crí-
tica por él inaugurada. De hoy más, evidentemente, la lucha queds» establecida
entre la literatura de moda, la que está en privanza (la escuela de Lope de Ve-
ga), y la alta literatura critica, la que protesta: Cervantes.»
El otro es de M. A. Amould (Nouv. biogr. gen., par F. Didot, t. IX, Pa-
rts, iSjg): «Es de sentir que recientemente M. Germond de Lavigne, ingenioso
traductor de un 'libro sin arte, haya creído deber rehabilitar una obra há ya
largo tiempo juzgada y condenada por varios escritores de buen sentido. Indul-
gente para los ataques de Avellaneda, reserva toda su severidad para la conti-
nuación de Cervantes, de quien, infelizmente, escoge aquellos pasajes que pue-
den producir una mala impresión.»
474. — L'Histoire des imaginations extravagantes de Monsieur Oufle,
causees par la lectura des livres qui traitent de la Magia, du Gri-
moire, das Démoniaques, Sorciars, Loup-garoux, Incubes, Suc-
cubes, a du Sabbat, des Fées, Ogras, Esprits Foleta, Génies, Phan-
tomes & autres Revenans, des Songes, da la Fierra Philofophale,
de TAstrologie Judiciaira, des Horofcopes, Talifmans, Jours heu-
reux & malheureux, Eclypfas, Cometes & Almanachs, enfin de
toutes les fortes d'Apparitions, de Divinations, de Sortileges, d'En-
chantemans, & d'autras fuperftitiaufes pratiquas. Le tout anrichi de
figuras, a accompagné da Notas, etc. A Paris, Chez N. Gosselin.,.
& Charles Le Clare. MDCCX.
Dos tomos en 12.", con 10 curiosas láminas grabados en cobre por Crespy.
Claramente explica la portada la índole y el objeto de esta imitación del
Quijote. El autor, que lo fué el abate Laurent Bordelón, se inspiró plenamente
en el libro de Cervantes para idear y trazar las extravagancias de su protago-
nista. Mr. Oufle era un hombre rico, de carácter bonachón, y susceptible de
dejarse alucinar por Xa prevención ó la sugestión. Enfrascado en la lectura de los
libros de magia, tanto de la blanca como de la negra, de los cuales poseía en su
biblioteca más de cien, se volvió loco visionario y creyóse convertido en Loup-
garou, á imitación de lo que cuenta Rutilio en el Perslles y Sigismunda. Bajo
esta fascinación, corre varias aventuras y comete mil simplezas, siendo el jugue-
Imitaciones del Quijote 297
te de muchos que se aprovechaban de su manía y se divertían á costa de él; sin
que bastasen á curarle de su locura los graciosos artificios que su familia y va-
rios amigos, á imitación de lo que ei Cura y el Barbero hacen con Don Quijote,
inventan con tal objeto. Ei alocamiento de Mr. Oufle llega á su período álgido;
este visionario se imagina que los diablos le persiguen y le atormentan, y cree,
que cuantos perros, tocinos, moscas, mariposas y otros animales é insectos se le
presentan, son demonios que le aparecen para hacerle dafio. En fin, las extra-
vagancias de Mr. Oufle no tienen fin.
Mérito literario no aparece en este libro, que resulta muy pobre de inven-
ción.
Conozco otra ed. de París, 1754, 2 v. in 12.
475. — The Life and Notable Adventures of that Renown'd Knight,
Don Quixote de la Mancha. Merrily translated into Hudibras-
tik Verse. By Eduard Ward. London: Printed for T. Norris...
MDCCXI.
Dos tomos en 8 °, con un retrato de Builer grabado por V. der Gucht.
Esta obra es una traducción muy libre, de la i.^ parte del Quijote, (hasta el
cap. XXXI), en versos pareados del mismo metro que usó Butler en el Hudibrás.
El traductor ha glosado el texto de la novela de Cervantes, introduciendo frases
satíricas de su cosecha, pasajes nuevos y conceptos extraños, é indecentes algu-
nos. Jtízguese por la siguiente octava del canto I, tan injuriosa á la castidad de
Don Quijote como á la decencia y pudor del Ama:
The Don in this Abstemious Life,
Without a Mistress or a Wife,
(Except the Keeper of his House,
Supply'd the Office of a Spouse,
And when she tuck'd him up at Night,
Receiv'd the Nipple of Delight,)
Consum'd three Parts of his Revenue,
Upon himself and his Retinue.
Dadas, pues, las variaciones del texto y teniendo en cuenta que la forma del
original desaparece bajo la estructura de los versos hudibrásticos, estimo que
raás bien que una traducción debe considerarse esta obra como una imitación
del Quijote. Además, resulta en su conjunto un trabajo tan pesado y de un ritmo
tan monótono, que bien hizo Ward en no continuar la historia, parándola en la
aventura de la princesa Micomicona.
476 — Philander von der Linde (Pseudónimo de Burkhard Menke).
Vermichste Gedichte. Leipzig. 1710-13.
Dos tomos
Contiene una poesía satírica: Cartell des Bramarbas an Don Quixote.
(Dorer, Cerv. Ltt. p. 21.')
Tomo II 38
298 Imitaciones del Quijote
477. — Le Desespoir Amoureux, avec les nouvelles visions de Don
Quichotte. Histoire espagnole. (un florón) A Amsterdam. Chez J,
Steenhouwer... MDCCXV.
En i2.° pequeño, de 3 hojas preliminares y 320 págs. La adornan siete bellas láminas,
anónimas, y un frontiipicio firmado. I Sehijhvoet.
Contiene este lindo volumen varias historietas, inaitadas de asuntos españo-
les. La I .^ titulada: Histoire de la belle Floride, et du berger Philidon, avec les
visions de Don Quichote, es una traducción libre del librito denominado Homi-
cidio de la fidelidad, etc.^ que, como dije, está sacado del episodio de Marcela y
entierro del pastor Grisóstomo en el Quijote. El compilador dice gratuitamente
en el prefacio: «este libro Homicidio de la fidelidad, etc., eia. conocido en su
idioma original más de un siglo antes que Cervantes, el autor de la célebre no-
vela de Don Quijote, viniese al mundo.
Las demás son también historias de amor en las cuales toma parte Don Qui-
jote haciendo y explicando varias proezas, que todas tienen carácter de fanfa-
rronadas y dan pobre idea del héroe creado por Cervantes. En una de ellas
Don Quijote tiene un desafío á pistola.
478. — Suite nouvelle et veritable de l'histoire et des avantures de I'in-
comparable Don Quichotte de la Manche. Traduite d'un Manuscrit
Espagnol de Cide Hamet Benengely son veritable historien. A Pa-
rís, chez Ch. le Clerc, & P. Huet. M.DCC.XXIl.
Seis tomos eu 12.°, llevando los cuatro últimos la fecha de 1 726.
En un larguísimo prefacio, finge el anónimo autor de esta continuación del
Quijote, que Sansón Carrasco era quien facilitaba al historiador Benengeli las
noticias de los hechos de Don Quijote; que últimamente le escribió á Salaman-
ca dándole cuenta de la victoria que había obtenido sobre el héroe manchego
el cual quedaba enfermo en su casa; que en otras cartas le noticiaba el restable-
cimiento de Don Quijote y le narraba muchas de sus aventuras caballerescas, y
de sus ocupaciones pastoriles; que con estas memorias iba Benengeli á formar
un tomo, cuando el decreto de expulsión de los moriscos le obligó á pasar á
Berbería; que allí recibió nuevos datos de Carrasco, con los cuales concluyó su
obra; que ésta, por muerte de Benengeli, quedó inédita, hasta que 70 años más
tarde fué descubierto el manuscrito por un esclavo llamado Aranda, de quien
se enamoró la mujer de su amo, dueña del códice; que tras muchas peripecias
lograron arabos amantes pasar á Barcelona, y reducida ella al gremio de la Igle-
sia, se casó con Aranda, quien dio á luz la continuación del Quijote y compuso
este prefacio.
La historia empieza presentando á Don Quijote y Sancho hechos pastores, en
el cual ejercicio les acaecen varios casos notables. Luego, el rey de España en-
vía un correo de gabinete á Don Quijote llamándole á la corte; tras alguna va-
cilación, se decide aquél á seguir al enviado de S. M.; sucédenle muchas aven-
turas en el camino, llega por ñn á Madrid y el rey le propone ir á la conquista
de un tesoro. Parte Don Quijote para S. Lúcar de Barrameda, hace varias heroi-
cidades, proyecta otras; y el correo de gabinete, siguiendo las órdenes del rey lle-
va el imaginado tesoro á la Roda, pueblo de Don Quijote, con lo cual concluye
el cap. XX y el tomo I.
El tomo II abraza del cap. XXI al XL. Empieza narrando los múltiples su-
Imitaciones del Quijote 299
cesos ocurridos á Don Quijote y á Sancho en sus correrías por Sierra Morena y
Andalucía. Una vez en Cádiz, se reúnen con el caballero de los Espejos (San-
són), que ordenaba todas las aventuras, y pasan por mar á Barcelona. Allí se
embarcan para Marruecos; Don Quijote liberta á Dulcinea cautiva del empera-
dor marroquí, llévala á su pueblo y se casa con ella, pero antes Dulcinea le hace
jurar que dejará la caballería andante y rolo se cuidará de la administración de
su casa. Resulta de la historia que el castillo ó punto de Marruecos era un lugar
de la costa de Cataluña, la historia del cautiverio de Dulcinea una ficción, y esta
dama la hija de D.* Rodríguez que se prestó á representar el papel y la historia
ideada entre el rey y Carrasco con el santo objeto de obligar, por medio de su
casamiento, á Don Quijote á quedarse en su aldea, y ver si con el sosiego y el
cambio de estado sanaba de su locura. Tenemos pues á Don Quijote casado real
y verdaderamente.
Aquí concluye el tomo fingiendo el historiador que esto es todo lo que con-
tenía el manuscrito de Benengeli, pero que escudriñando en varios puntos logró
reunir cartas de Carrasco, del Duque, del virrey de Cataluña y otros, en las que
se narraban varios hechos de Don Quijote, con cuyos datos promete seguir la
historia.
Cuatro años tardó en realizar su promesa. En efecto, en 1726 aparecieron
los tomos III, rV y V, precedidos de una Advertencia en que se dice que con
los fragmentos de que habla el tomo anterior se ha formado la continuación, la
cual comprende desde el cap. XLI al XCII, último de la historia. Narra, ésta,
que Don Quijote no pudo dominar su manía caballeresca; que salió con Sancho
en busca de nuevas aventuras; que en una de sus expediciones y acompañado
de su mujer Dulcinea, va al castillo de los Duques; que éstos confieren nueva-
mente á Sancho el gobierno de la ínsula; que Sancho falla varios pleitos y cau-
sas; que, dejando el gobierno, se reúne con su amo, y con éste y Dulcinea se
despiden de los Duques y salen para su pueblo. En el camino le acontecen va-
rios casos; topa con un Oráculo que le insta al reposo; ésto le enfurece y le vuel-
ve atribiliario; su locura toma el carácter furioso, con lo cual cae enfermo y en
uno de sus accesos de furor nuestro héroe pierde la vida rodeado de su mujer,
de Sancho, del ama y de la sobrina. El último capítulo contiene la lectura de su
testamento y cuatro epitafios que se inscribieron en su tumba. Olvidábaseme
decir que Sancho casó á su hija con un noble llamado Don Enriquez.
No le parecieron bastantes al continuador los cinco tomos publicados, y nos
dio un VI, que lleva esta portada: «Histoire de Sancho Pansa Alcade de Blan-
danda, servant de sixieme et dernier volume á la Suite nouvelle des Avantures de
Don Quichotte. A París, chez le Clerc, etc. — M.DCCXXVI.j. En 12.° de 443
páginas.
El yerno de Sancho, que era Conde de Blandanda, envía á buscarle para que
desempeñe el cargo de Alcalde, en el cual juzga á diestro y siniestro, cometien-
do mil necedades, hasta que cansado el Conde de las impertinencias de Sancho,
inventa un ardid para lograr que éste espontáneamente deje el juzgado. En
efecto, Sancho marcha á su pueblo y renuncia para siempre á los reinos, gobier-
nos é ínsulas.
Los seis tomos de esta continuación están llenos de cuentos é historietas y
episodios, acumulados excesivamente. Las aventuras, unas son pobres remedos de
las escritas por Cervantes, y todas tontas y disparatadas. Sobre todo queda por
tierra el encanto de ese ideal que se llama Dulcinea; y afean, además, esta imi-
tación algunas imágenes groseras.
Mr. de Paulmy, á mi ver sin fundamento, atribuye á Lesage esta continua-
ción.
Aunque ha muchos años que poseo ésta poco conocida imitación del Qui-
joo Imitaciones del Quijote
jote, me complazco en consignar que el Sr. Asensio dio detallada cuenta de ella
en su curioso folleto, titulado: Los Continuadores del ingenioso Hidalgo, Ma-
drid, 1873.
Éstos seis tomos se reimpiimieron en París el año de 1741, en igual tamafio.
He visto también esta reimpresión que es muy bella.
479. — Angenehmes Passetems durch velches zwei Freunde einander
mit nützlichen und lustigen Discursen vergnügen, und Kommen in
diesem Bande, so aus vier Zusammenkünssten bestehet, insonder-
heit viele Erzehlungen allerhand seltsamer Begebenheiten, ais des
lácherlichen Don Quixodes de la Manche und anderer, fast auf aben
solche Art berühmter helden und Personen ihre vor; wobey aber
allemal besondere Anmerckungen gemachet, Auch di wichtigsten
in Kupffer vorgestellet werden. Franckfurth, Leipzig, und ander-
wárts in denen vornehmsten Buchláden, 1734.
(Agradable pasatiempo por medio del cual dos amigos mutuamente con
provechosos y festivos discursos se recrean... con las extraordinarias aventuras
del divertido Don Quijote de la Mancha y otros, etc.)
En 12.° de 3 hoj. prel. y 792 págs.; más 8 hojas finales conteniendo un Re-
pertorio alfabético de los nombres y cosas más notables que en el libro se
hallan.
Contiene extractos de toda la parte i .* del Quijote leídos en varias sesiones
por dos amigos, quienes á medida que leen los pasajes, forman comentarios y
extraen observaciones del contenido de la obra. Entremezclada con la lectura
del Quijote, hay la de una novela italiana denominada Roselli.
Merece especial mención el siguiente trozo del prefacio, por contener la
primera noticia de las gestiones del conde de Montijo, que originaron la publi-
cación de la lujosa edición del Quijote en Londres, el año 1738: «Reciente-
mente hemos leído en los periódicos, que el Conde de Montijo, Embajador ex-
traordinario español en la Corte británica ha dado órdenes para procurar un
ejemplar completo del Don Quijote, y hacerlo encuadernar bella y costosamente,
para regalarlo á la Reina de la Gran Bretaña.»
480. — Memoirs of the Extraordinary Life, Works, and Discoveries of
Martinus Scriblerus. London, 1733?
El célebre Alex. Pope es el principal autor de este libro; pero el Dr. Ar-
buthnot y el Dr. Swift han tenido también alguna parte en él.
Esta obra es una sátira contra la pedantería en literatura y en ciencias.
Todos los pedantes, sean anticuarios, gramáticos, críticos, metaflsicos, juriscon-
sultos, etc., son aquí ridiculizados. cNo contentos con oponerse al mal gusto, —
dice un traductor francés de este libro, — los autores atacaron la Irreligión, y pKJr
el modo burlesco con que emplearon los argumentos de Collins, quien preten-
día que el alma no es más que una cualidad, hanle cubierto de eterno oprobio.»
Los autores suponen que Martinus Scriblerus era «un hombre alto, seco,
carilargo, de tez amarilla, barba agrisada, ojos centelleantes y nariz aguileña»;
Imitaciones del Quijote 301
en fin el retrato de Don Quijote. Martinus, que lo había leído todo y lo sabía
todo, compuso en latín unas Memorias que contenían, además de su vida, una
infinidad de secretos raros y profundos para muchas cosas. Obligado á salir de
Europa poj temor á una venganza, deja un manuscrito en manos de un extran-
jero, quien lo publica. Allí se ven las extravagancias de la pedantería. Para más
esforzar el ridículo, fingen los autores que Scriblerus se enamora de la una de
dos hermanas gemelas unidas por la paite posterior del cuerpo, fenómeno mons-
truoso que se exhibía en uno de los teatrillos de Londres, y que se casa con
ella; pero que los tribunales anulan el casamiento. Entonces Scriblerus se en-
trega nuevamente al estudio de los secretos de la naturaleza. Con tal motivo, el
Historiador de Scriblerus exclama: «¡Oh, dichoso, tres veces dichoso el día que
vio la anulación del casamiento del gran Scriblerus! |que todos los idiomas de
los hombres, y hasta los de los animales, ensalcen ese día memorable! ¡á esa anu-
lación debemos tantos descubrimientos, no solamente los de los Océanos, de los
Continentes y de las Islas con todos sus habitantes enanos, gigantes, mortales é
inmortales, sino también esas asombrosas perspectivas de los Mundos filosóficos,
físicos, morales, inteligibles é ininteligibles!»
Aquí concluye el libro, que dejaron incompleto la muerte de Arbuthnot y
las enfermedades de Pope. Los tres colaboradores se proponían escribir una
serie de Memorias que completaran una sátira general contra el mal gusto de
la época. Ya en las tres primeras partes de la Dunciada (1728) había iniciado
Pope su pensamiento al poner un prólogo prohijado á Scriblerus.
Que la Vida de Martinus Scriblerus fué inspirada por el Quijote, es eviden-
te. Los tres ingenios ingleses hacían mucho aprecio de la novela de Cervantes,
de la cual hablaban y trataban en sus mutuas relaciones.
Del libro inglés habla así el abate Andrés (Origen de toda lit. t. IV, p. 4g8):
«Pope auxiliado de Arbuthnot y Swift dibujó un literato pedante en Martinus
Scriblerus, siguiendo el ejemplo de Cervantes en su Quijote\ pero dexandolo
en el i." libro no hizo mas que bosquejarlo, y no supo dar perfección al diseño,
ni belleza al colorido, ni mostró grande copia de aquella amenidad y fecundi-
dad de imaginación de que estaba tan rico su modelo.»
Posee el Sr. Bonsoms esta traducción francesa: «Histoire de Martinus Scri-
blerus, de ses ouvrages et de ses decouvertes, trad. de Tangíais de Pope (par
Larcher). A Londres, chez P. Knapton, M.DCC.LV.»
En 12.° de XXIV-324 págs.
481. — Sancho Pan9a, gouverneur, poéme burlesque, par Mme. L***. —
A Amsterdam, chez N. Desbordes, M.DCC. XXXVIII.
En 12.», de 26 págs.
La autora fué Mme. Levéque-
En estilo llano y jocoso se cantan en esta corta composición poética los
hechos culminantes del gobierno de Sancho Panza en la Baratarla.
482. — Pharsamond, ou le Don Quichotte Fran^ois, par M. de Marivaux.
A la Haye, chez J. v. Duren, MDCCXXXIX.
Do» tomos en 8.° p. La I.' edición es de París, 1737, 2 v. in-l2.
En el texto el epígrafe es: «Pharsamon, ou les nouvelles folies roma-
nesques. >
302 Imitaciones del Quijote
El protagonista, Farsaraundo, es un joven á quien la lectura de las novelas
caballerescas y amorosas ha vuelto el juicio. Su locura es un compuesto de valor
exagerado y de amor ridículo y pedante, pero siendo esta última la nota domi-
nante. Busca solo amores difíciles, en que tenga que luchar contra obstáculos
y contrariedades; y al cabo halla su ideal en una señorita llamada Cidalisa^ cu-
yas ideas extravagantes en amor corren parejas con las suyas. Ambos amantes
se ven divididos por sus familias. Farsamundo vaga por los bosques haciendo
del desesperado, y hablando de su contrariado amor con los árboles y las fuen-
tes; varias veces se queda extasiado pensando en su imaginación cómo sobrepu-
jará á los galanes antiguos en lo grande, maravilloso y exagerado de sus amo-
rosas aventuras. Encuentra en los bosques, otra romántica, una joven vestida de
hombre, que le cuenta su historia diciéndole que se ha visto inducida á ocultar
su sexo por la desesperación que le causó un amor desgraciado, pues su amante
murió á manos de sus domésticos; y al final su narración le deja entrever el in-
terés que su presencia le ha inspirado. Farsamundo huye de estas redes, y pro-
sigue buscando á Cidalisa, á la cual encuentra en una casa de campo. Los dos
románticos amantes se expresan en frases enfáticas el placer de verse de nue-
vo. Llega la madre, y los dos amantes huyen, pero aquélla logra después se-
parar á su hija del lado de Farsamundo, quien prorrumpe en furiosas exclama-
ciones, que apenas pueden mitigar las atenciones que le prodiga una viuda
aventurera llamada Felonda. De repente comparece el tío de Farsamundo con
un nigromántico que acababa de curar a Cidabsa de su manía romántica, y
cura también á Farsamundo. Libre éste de sus visiones, consiente en hacer una
visita á Felonda. Aquí concluye la obra seca y repentinamente.
El protagonista tiene un escudero que ha seguido el humor de su amo, pero
remedando burlescamente sus extravagancias. Para hacerle parecido á Sancho,
el autor le hace glotón.
Esta imitación de la obra de Cervantes es pesada y monótona, sin que se
desprenda de ella enseñanza alguna, por más que el autor emite á cada paso
reflexiones y observaciones para hacer resaltar la ridiculez de su héroe en querer
imitar los amantes novelescos.
He visto esta traducción: «Farsamone, ovvero le Follie Romanzesche del
moderno Don Chisciotte, scritte dal signor Marivaux. Tradotte dal Francese. In
Venezia, MDCCLL»
En 1 2.° de 208 págs. y i lám. grab. en cobre.
483. — Histoíre de l'admirable Don Iñigo de Guipuscoa. A la Haye,
1736.
Dos tomos en I2.°
Dice el autor francés, que Ignacio de Loyola fué tan famoso en su caballería
andante espiritual como su ilustre paisano Don Quijote en busca de sus aventu-
ras, y al efecto, hace una reseña de los hechos caballerescos de San Ignacio.
Cita esta obra Bowle, quien añade [256] que los hechos y las maneras de Loyola
íueron muchas veces realmente quijotescas.
He visto esta traducción libre, holandesa:
«De geestelyke Don Quichot of de Spaansche doolende Ridder van de
II. Maagd, Don Ignatius de Lojola... Beschreven door den Heer S. H. D. R. Te
Amsterdam, 1767. > (El Don Quijote espiritual, ó sea el caballero andante espa-
ñol de la Santísima Virgen, Don Ignacio de Loyola.)
Dos t. en 8." — Láminas.
Imitaciones del Quijote 303
484. — ^Joseph Andrews, by Henry Fielding. London, 1742.
En el Prefacio se dice que el estilo de esta obra es imitación del de Cer-
vantes.
«Como Don Quijote — dice Walter Scot — el cura Adams es liarlo apaleado,
pero los palos que recibe, lo mismo que los del hidalgo manchego, no dañan
á su dignidad, ni le envilecen.»
M. Ernest Desclozeaux dice:
«Fielding quiso, en nombre de Cervantes, es decir, en nombre de la gracia,
de la naturalidad, de la vivacidad, protestar contra novelas que eran lindas, pero
pesadas é incoloras. Falta desarrollo y plan á la obra; pero los caracteres son
simpáticos, vivos, festivos. El cura Adams, como Don Quijote, siempre es
errante; cree en la virtud antigua, y recibe también palos.»
Conozco esta traducción francesa: «Aventures de J. Andrews et de son arai
A. Adams, écrites dans le goüt des av. de Don Quichotte, publ. par Fielding
et trad. et frang. á Londres par une dame anglaise (l'abbé Desfontaines). Ams-
terdam, 1775, 2 vol. in-12 »
485. — Der franzósische | Dom Quichotte | in Bóhmen; nebzt merk-
würdigen Leben, sonderbarer Krankheit, erfolgtem Tode, Begráb-
niss, Leichenkonduckt, Leichenrede und Grabschrift sammt Inven-
tarium der zurückgelassenen Mobilien der franzosischen Repuíaiion.
Reise ihres Poltergeistes, dessen historischer Staats. — Discours
mit dem hollischen Archivarius Fitzlipuzli, welcher ihn hernach
bey seiner Verbannungauf die Spott^und Schand=insel begleitet.
Gedruckt zu Fontainebleau, 1744.
(El Don Quijote francés en Bohemia con la notable vida, singular enferme-
dad, subsiguiente muerte, entierro, oración fúnebre, epitafio, y el inventario del
abandonado mueblaje de la Reputación francesa. Viaje de su espectro, y discu-
sión históricopolítica con el archivero infernal Fitzlipuzli, quien más tarde la
acompaña en su destierro á la ínsula burlesca é ignominiosa.)
En 8° pequeño, de 290 págs.
Es una picante sátira contra las armas francesas que, en 1743, al mando del
conde de Belle Isle ocuparon la Bohemia, y se vieron pronto obligadas á eva-
cuarla ante las acometidas de los austro-hiíngaros.
486. Der teutsche Don Quichotte, oder die Begebenheiten | des Marg-
graf von Bellamonte, Komisch und satyrisch beschrieben; aus dem
Franzosischen übersezt. Bresslau und Leipzig, W. Gottfried Me-
yer, 1753-
(El Don Quijote alemán, ó las aventuras, cómico y satíricamente escritas,
del Marqués de Bellamonte. Traducido del francés, etc.)
En 8.°, de 8 hojas preliminares y 308 págs.
304 Imitaciones del Quijote
El traductor dice en el prefacio que el libro original, anónimo, estaba im-
preso en París el afio de 1726,
El protagonista de esta obra, que está escrita según el gusto de las ligeras
novelas francesas del tiempo, es un obscuro comerciante á quien le da la fantasía
de presentarse al mundo bajo el nombre y con la ostentación de marqués de
Belraonte, y es la dama de sus pensamientos una condesa de Villafranca, que,
de condesa, sólo tiene el nombre. Sucedentes una porción de aventuras insus-
tanciales; conocen luego que han tratado de engañarse recíprocamente con sus
falsos títulos, y al fin, renuncian á la ficticia vida que durante largo tiempo Ue-
487. — The female Quixote; or, the Adventures of Arabella. — Lon-
don. — 1752.
Esta obra, cuya autora fué Mrs. Charlotte Lennox, es una sátira contra las
ridiculas novelas románticas de Mlle. de Scudery y de su escuela.
La protagonista, Miss Arabella, que pasa su juventud en la soledad del
campo, no leía otros libros que aquellas novelas en las cuales las aventuras
amorosas tienen un carácter de exagerado idealismo que raya en lo ridículo.
Arabella se figuró, como Don Quijote, que aquel mundo fantástico que en sus
libros de amor hallaba, eran verdaderamente cuadros de la vida real. Exaltada
su imaginación por tales lecturas, se figura que ella también ha de ser otra de
tantas heroínas románticas, y por tanto, que debe tener una cohorte de adora-
dores. Así, pues, en los sucesos más insignificantes cree descubrir ideales aven-
turas amorosas, serios galanteos. Sus vecinos y amigos, por fin, le preparan una
aventura fingida que, descubierta y aclarada luego, pone en la mayor confusión
á la heroína, la cual, después de un breve espacio de tiempo de concentración,
conoce lo fantástico y ridículo de sus ideas, y acepta la mano de un hombre
sesudo que ha contribuido á su curación.
La autora, conociendo sin duda cuan dificilísimo es crear un carácter tan
admirable como el de Sancho, introduce como confidente de Arabella á Lucía,
dándole muy poca acción en la fábula, para que resulte una discreta figura.
La obra de Mrs. Lennox tuvo éxito. En la Biblioteca Bonsoms figuran, una
edición con hermosas láminas impresa por Cook, en London (1799), 2 t. en i6.°,
y estas traducciones:
«Don Quichotte femelle. Trad. libre de l'Anglais. Lyon, 1773.» 2 v. in-12.
«Don Quixote im Reifrocke, oder die abentheuerlichen Begebenheiten del
Romanenheldinn Arabella. Aus dem Englischen übersetzt. Haraburg un Leip-
^'g. I7S4»' — (Don Quijote con faldas, etc.) — En 8.°, de 7 hojas preliminares
y 656 págs.
«Don Quijote con Faldas; 6 perjuicios morales de las disparatadas novelas;
escrito en inglés sin nombre de autor; y en castellano por Don Bernardo María
de Calzada... — Por Fuentenebro y C* — 1808.» — Tres tomos en 8.° p.
488. — Die Geschichte des Sancho Pansa, vormahligen Stallsmeisters des
Don Quixotte; aus dem Franzósischen übersezt. (un grabadiw ) Leipzig,
by J. M. Teubner, 1754.
(La historia de Sancho Panza, ex escudero de D. Quijote. Trad. del francés.)
En S.°, de 316 págs., dividido en 19 capitales.
Es la traducción de VHiUoire de Sancho Pansa alcade de Blandanda [478]-
Imitaciones del Quijote 305
489. — Una Don Quij'oiíada, por Lessing y Nicolai.
Sobre esta proyectada imitación, escribe Nicolai lo siguiente: «Hacia el fin
del año 1756 ó principio de 1757 quise yo, mancomunadamente con Lessing,
hacer un burlesco poema heroico sobre Gottsched y sobre los rimadores de su
escuela, que quisieron llamarse poetas. Lessing habla hecho el plan; cada uno
de nosotros trazaba alguna escena cómica tal como venía al pensamiento y yo
me cuidé de ponerlo en versos burlescos. El argumento á corta diferencia era
éste: Gottsched está muy sobreexcitado de que por medio de Klopstock hayan
venido al mundo tantos ángeles y serafines (1), pues teme que éstos desterrarán
á su poesía de Alemania. Exaltado por el furor, sale á caballo, armado como un
caballero andante, y acompañado de un escudero, que debía ser uno de sus dis-
cípulos, llevando la determinación de destruir á aquellos monstruos. Sucédenle
en estas correrías muchas ridiculas aventuras. Al ñn, llegan á Langensalza, jus-
tamente en el momento en que se celebraba la fiesta gregoriana. Gottsched toma
á los niños disfrazados de ángeles, por serafines de Klopstock, y resuelve inme-
diatamente acometer con lanza y espada á éstos sus enemigos. Toda la ciudad
se amotina al ver el ataque contra los niños. Gottsched y su escudero son lleva-
dos á la cárcel; se les forma proceso, y en la creencia de que están poseídos por
el demonio, se les condena á ser quemados por brujos. Mándanles un sacerdote
á la cárcel para que les prepare á la muerte. Resulta que éste es un ferviente
adorador del Mesías, y cuando Gottsched y su compañero le enteran de la ver-
dadera causa que les indujo á salir á las aventuras, cae en una tal furia, que
quiere dejarles morir sin asistencia espiritual. Felizmente, Klopstock en persona
llega á Langensalza para ver á su prima Fanny. Se entera del suceso, é inme-
diatamente gestiona para libertar á Gottsched y á, su escudero. Dice al Juez que
estos sujetos no podían hacer daño alguno á los Serafines, pues eran unos brujos
inofensivos; pero que sus cuerpos estaban compuestos de partes tan sumamente
acuosas que sería imposible quemarlos, porque apagarían todas las hogueras por
grandes y desaforadas que fuesen. El juez, por consideración á Klopstock per-
donó á los presos, pero fueron condenados á estar continuamente vigilados y
guardados, Gottsched por su mujer, y el escudero por su padre, con prohibición
absoluta de que nunca más vuelvan á hacer rimas.»
«Todo esto, — añade Nicolai, — fué un pensamiento jovial con el que por lar-
go tiempo nos entretuvimos, sin que pensásemos seriamente en publicarlo. Aun
ahora no habría yo dicho nada de ello, si no crej ese, que tras tanto tiempo, na-
die podrá ofenderse.»
He tomado esta curiosa noticia de la importante obra de Mr. Dorer.
490. — Candida, ou roptimisme, par F. Marie de Voltaire. — Genéve,
1759-
En 12°
En la Vida de Voltaire, por cierto autor francés, se sobrepone altaneramen-
te el Cándido al Quijote. Con tal motivo dijo de él Mor de Fuentes {Elogio de
Cervantes, 1835):
«El Cándido es una sarta de lances inconexos, un hacinamiento de viajes in-
terminables, y de personajes recargadísimos; todo para demostrar y remachar
(i) Klopstock, autor de la Messiada.
Tomo II 35
2o6 Imitaciones del Quijote
aquella tan recóndita verdad de Pedro Grullo, á saber que el Optimismo es un
desvario rematado, y que en este disparatado mundo abundan ó menudean infi-
nitamente más las desventuras que las dichas...» «En fin un párrafo cualquiera
del Quijote atesora más inventiva y arguye más verdadero numen, sin asomo de
encarecimiento, que veinte ni sesenta Cándidos.*
491. — Pansa von Mancha des Jüngern wohlgemeintes Messgeschenk, 8,
Graptomaniacum. O. J. Berlín, Haude, 1755.
(Dorer, Cerv. Lit. p. 22.)
492. — The Adventures of Sir Launcelot Greaves, by the author of Ro-
derick Random. — London, 1760.
El autor fué SmoUett.
Armado con las armas de sus bisabuelos y titulándose, como Don Quijote,
caballero andante, entra en escena Sir Launcelot con el propósito de combatir
el vicio, proteger á los desamparados y ser el sostén de la virtud; pero Sir Laun-
celot no está dominado por aquella locura de Don Quijote que le hacía tomar
los molinos de viento por gigantes y las ventas por castillos. De modo, que fal-
tándole esta doble fase de su existencia, la de Sir Launcelot se reduce á una or-
dinaria y vulgar predicación del bien, el cual practica y aconseja en cuantas oca-
siones se le presentan. Sírvele de escudero ó ayudador un tal capitán Crowe.
Como á digno remate de sus nobles aspiraciones, se casa con la hija de una fa-
milia enemiga de la suya, para conseguir la paz entre ambas.
Los críticos ingleses estiman que «Sir Launcelot es, en verdad, un moderno
Don Quixote, y el capitán Crowe es su Sancho Panza.»
WalterScott, aun concediendo talento cómico á SmoUett, pone de relieve el
defecto esencial de esta imitación, que no posee ni la oportunidad ni el alcance
de su admirable original.
Concluiré con esta noticia, tomada del Chambers (Englich Literature, II, 65):
«SmoUett fué director de la Critical Review, y á causa de un ataque de este pe-
riódico contra el almirante Knowbes, fué demandado de injuria, y condenado á
una multa de £ 100 y á 3 meses de cárcel. Allí, para consolarse, escribió su no-
vela de Launcelot Greaves.t
493. — Tarrataria, or Don Quixote the Second, a romantic poetical
Medley, in two Cantos. By a Traveller of Distinction. — London,
Cooke, 1761 - 800.
(Bib." Britannica, by R. Watt, Edinb. 1824.)
494. — Dar Sieg der Natur über die Schwármerei, oder D¡e Abentheuer
des Don Sylvio von Rosalva, von Chr. M. Wieland. — Ulm, 1764.
(El triunfo de la naturaleza sobre la extravagancia, ó las aventuras de don
Silvio de Rosalva, etc.)
Dos tomos en 8.°
Imitaciones del Quijote 307
Su objeto es poner en ridiculo el sentimentalismo, así como la creencia en
hadas, duendes y otros agentes sobrenaturales.
Para dar acabada idea de este libro, transcribiré, tomándolo de Dorer, lo que
dice de él Heinrich Kurz, en su Historia de la Literatura:
iDon Sitvw está dirigido contra la influencia de las obras de Bodmer y
Klopstock. La burla de la poesía seráfica, de los éxtasis y de los arrobamientos
está tratada de una manera indirecta, por lo cual fué necesaria la explicación
del titulo para hacer patente la verdadera intención del poeta; pues el protago-
nista de la novela no es ningtin visionario de la clase que entonces estaba en
boga en Alemania, y á la cual el mismo Wieland habla antes pertenecido. Don
Silvio es un hidalgo lugareño quien, á causa de la excesiva lectura de cuentos
fantásticos, está tan penetrado de la verdad de lo que cuentan y de la existencia
real de las hadas, que en los más sencillos y naturales fenómenos ve la influen-
cia de estos seres. Fácilmente se nota que Wieland ha tomado del Quijote el
plan de su novela y que su desarrollo tiene tan gran parecido con aquella obra
maestra, que á cada momento se hallan motivos de comparaciones, las cuales, en
verdad, sólo pueden resultar en desventaja del poeta alemán quien, verdadera-
mente queda tan inferior á su modelo, que sus personajes no tienen ningtin re-
lieve determinado é individual. A pesar de ello el Don Silvio fué recibido con
aplauso , lo cual se explica parando mientes en que era el primer ensayo hecho
para introducir en Alemania, tanto en el lenguaje como en las relaciones de la vi-
da, la soltura del trato francés y el ligero y hasta frivolo tono en la alta seciedad.»
El fecundo Wieland era gran admirador de Cervantes, y en sus obras hay
frecuentes alusiones al Quijote y á las Novelas exemplares.
495. — Le nouveau Don Quichotte, imité de TAUemand de M. Wieland,
par Madama d'Ussieux. — A. Bouillon, de l'Imp. de la Société Ty-
pographique, M.DCC.LXX.
Cuatro tomos en 8.°
Es una traducción muy libre del Don Silvio descrito en el ntlmero anterior.
Hay muchas adiciones, supresiones y variaciones, como ya lo dice la traductora
en su prefacio: «he tratado de hacer una obra francesa, de una producción ale-
mana».
En este prólogo habla M."« d'Ussieux de una anterior traducción francesa
publicada pocos meses había en París, bajo el titulo de: Aventures merveilleuses
de Don Silvio de Rosalva, y dice que no tuvo éxito porque «el traductor que-
riendo hallar expresiones francesas que correspondieran perfectamente á los mo-
dismos alemanes, ha completamente deslucido, afeado y abotagado el original.»
496. — Epítre á Don Quichotte de la Manche, Chevalier des Lions, par
Mr. le Barón de B.** Nouvelle edition. Avec des Remarques Criti-
ques, Historiques e Philosophiques, ou le commentateur suplée,
explique, défend et embrouille les pensées de son Auteur. Sans
Dédicace, sans Préface, sans índice, et sans Errata méme. A. Breda,
Gerard v. d. Poel, M.DCCLXVI.
En 12.0 de 18 pág.
En esta epístola en verso, además de la parte burlesca, en que se ridiculiza
3o8 Imitaciones del Quijote
el afán de anotar y poner citas á los libros y de anteponerles prefacios y didica-
torias, hay una parte seria, por cuanto el autor moraliza acerca de la locura de
Don Quijote de la cual, reconoce, que todos participamos:
En su lugar correspondiente [oco] estampo el notable juicio que del Quijote
hace, este anónimo autor.
497. — The Tournament of Tottenham.
El ilustrado obispo Sir Thomas Percy, que nació en Bridgenorth el año 1728,
y falleció en 181 1, publicó en 1765 una interesantísima colección de novelas y
composiciones titulada: ^i?//^«« of Ancient Englich Poetry. Entre ellas hay el
Tournament of Tottenham, cuento cómico en el cual son los principales perso-
najes varios clowns que con trajes y ceremonias ridículos hacen torneos y otros
espectáculos propios de la gente noble. Como esta pieza viene á ser una parodia
de la novela seria, el colector Percy parangona, en este sentido, su objeto con
el del Quijote.
Walter-Scott, (Essay on Romance, 1824), cree que el autor de esa cómica
composición no tuvo el alto propósito crítico que Percy supone, y sí sólo que se
propuso hacer reir con un divertido cuento.
498. — The spiritual Quixote: or, the summer's Rambla of Mr. Geoffry
Wildgoose. A comió Romance. — London: M.DCCLXXXIII.
Tres tomos en 12." con lám. de Wale. Esta es 2.* ed. La l.* parece es de 1773.
El objeto del autor, que es el Rev. Richard Graves, tiende á impedir que la
Religión vista la capa del ridículo, por la absurda conducta que en su enseñanza
observaban estúpidos y extraños reformadores. Para ello se vale de un escolar
que, imbuido de la doctrina de los Metodistas, fundada por J. Wesley en 1720,
hace varias correrlas predicando sus exagerados principios religiosos. Al cabo
de muchos desengaños abjura de sus erróneos dogmas y se convierte á la sana
doctrina La conversión del héroe acaece tras una fuerte calentura que le oca-
sionó una herida en el brazo; circunstancia análoga á la sanidad intelectual de
Don Quijote.
Tiene también el Sr. Bonsoms, una traducción alemana de esta obra, impre-
sa el año de 1773 en Leipsig, 3 tomos, en 8.° p. con tres láminas y tres viñetas,
estilo Chodowiecki, hábilmente grabadas en cobre.
Mr. Arhba (Jconography oi Don Quixote), cita esta ed.: The Spiritual Qui-
xote... London: Printed for J. Walker, etc., 1808.
Hay en la portada una viñeta dib. por T. Uwins y grab. por Stowe; y una
lámina dib. y grab. por los mismos.
Dice que los mismos editores Walker, reimprimieron la obra en 1816.
499. — The country Quixote, a Poetical, Political, Satirical, CoUoquy,
1785. — London, Keanly.
(El Don Quijote campesino, coloquio poético, político y satírico.)
Cuatro tomos.
{Biblioteca Britannica, de Watt.)
Imitaciones del Quijote .^09
500. — Ersckeinung und Bekehrung des Don Quichotte de la Mancha,
im letzten Viertel des achtzehnten Jahrhunderts. Von Magn. Nole-
hard Steimer, Mitglied verschiedener geheimen Gesellchaften.
Wesel, auf Kosten des Verfassers gedruckt, 1786.
(Aparición y conversión de Don Quijote de la Mancha en el último cuarto
del siglo xviu. Por M. N. Steimer, miembro de varias sociedades secretas. We-
sel, impreso á costa del autor.) En 8.° de 192 pág.
Es una sátira contra las sociedades secretas, y además contra los Jesuítas.
Finge el autor que trasladado Don Quijote, con su escudero, á Alemania, se
le aparece una falsa Dulcinea aconsejándole que ingrese en la comunión de los
bardos y trovadores. Estos, luego, le introducen en las sociedades secretas de
nigrománticos, juglares, hechiceros y otros embaucadores; y son tantos los actos
extravagantes, las tonterías y juegos mágicos que operan todas esas cofradías,
que Don Quijote, hastiado, se aparta de ellas. Entonces entra en escena San Ig-
nacio de Loyola y apura varios medios persuasivos, naturales y sobrenaturales,
para lograr que sea uno de sus adeptos; Don Quijote dice que la tendencia y los
Estatutos de la Orden de los Jesuítas son contrarios á la justicia y á las luces, y
huye apresuradamente yendo á gozar en paz y tranquilidad de la compañía de
Sancho.
El nombre del autor es anagrama de L. Meister.
501. — Freyraaurerische Wanderungen des weisen Junkers Don Quixo-
te von Mancha und des grossen Schildknappen Herrn Sancho Pan-
sa. Eine Jahrmarkt posse. Deutschland. Ohne Erlaubniss der Oberen,
1788. (Leipsig, Góschen, 1787.)
Saco esta nota de Dorer, Cerv. Lit. p. 22.
Daré la trad. de la Portada:
(Excursiones masónicas del sabio hidalgo D. Q. d. 1. M. y del gran escudero
S. P. Una farsa de feria. Alemania. Sin permiso del superior.)
502. — Wendelin von Karlsberg, oder der Don Quixote des i8 Jahr-
hunderts. 8.° Leipsig, 1789, Heinsius.
Cita también esta imitación, Dorer, Cerv. Lit.
(Vendelin de Karlsberg, ó el Quijote del siglo xviii.)
503. -Don Chisciotte e Sancio Panza nella Scizia, poema origínale in
dialetto siciliano del celebre D. Giovanni Meli, tradotto in lingua
italiana dal Cav." Matteo di Bevilacqua. — Vienna, 1818. Presso
Felice Stockholzer di Hirschfeld.
Dos tomos ea 4.° de 183 y 175 pág. respectivamente, más cuatro al fin,'para la lista de
suscriptores.
El poema original de Meli en dialecto siciliano se publicó el afio 1787. Bajo
2 10 Imitaciones del Quijote
una forma festiva, el sentido alegórico de este poema es, que la felicidad com-
pleta no se halla en este mundo, entre cuyos habitantes ha distribuido Dios sus
dones, sin que pueda uno solo reunirlos todos; y que es vana empresa querer re-
generar las miserias y quimeras del globo.
Aparecen Don Quijote y Sancho Panza medio cubiertos por la nieve, en las
costas de la Escitia, en donde el primero tiene que combatir contra encantado-
res, gigantes y demonios, quienes, vistos en su ser real, resultan ser pastores,
pescadores y perros.
Don Quijote, siempre valeroso, trata de extirpar la mala simiente de la tie-
rra, y acomete muchas aventuras que fenecen infructuosamente. Cansado al fin
y siguiendo el consejo de Sancho retirase á ser labrador, y ara su hacienda por
su propia mano, pero, fija la mente en su noble intento de regeneración social,
escribe un código para establecer la paz universal y distribuir proporcionada fe-
licidad entre los moradores de la tierra; mas, para hacerle Sancho patente la im-
posibilidad de tal empresa, le reta á que enderece el torcido tronco de un árbol.
Don Quijote, furioso, trata de hacerlo y emplea en ello esfuerzos tan violentos y
excesivos, que sus músculos se contraen y se relajan, la sangre se agolpa á la
cabeza, y cae examine victima de una congestión. Sobre su cadáver filosofa San-
cho en esta guisa: cOh tú, alma generosa, que has dado la vida por los otros,
cualquiera que sea el sitio en donde te halles, graba en tu mente los consejos de
tu buen escudero: Si el mundo te parece revuelto, lleno de males y quimeras, y su-
mergido en el error\ no te cures de mejorarlo, y deja tal obra al Creador, quien^
él solo, tiene medios para ordenar lo desordenado.'»
El Sancho del popular poeta siciliano es, pues, un Sancho filosofador.
El poema está bien versificado, y su estilo no carece á veces de cierta pom-
pa, pero nótase harta monotonía, á pesar de que Meli se ha esforzado en mez-
clar trozos de estilo festivo y gracioso.
504. — Lucinda.
Especie de novela que escribió á fines de 1798 Federico Schlegel con recuer-
dos, en cuanto á la forma y construcción, de las novelas de Cervantes. Asi lo
confesó el mismo autor al enviar fragmentos de su Luscinda á sus hermano Gui-
llermo.
(Según Dorer, lo dice R. Haym en su libro: Die romantische Schule.)
505, — Der betrogene Landjunker, oder Geschichte eines deutschen Don
Quixotte. — Hirschburg, 1791. — Bey Cari G. Ussner.
En 8.° de 206 pág.
Dorer.
506.— The infernal Quixote, a Tale of the Day. — Lond. 1801, 4 vols.
12 mo.
(El Don Quijote infernal; cuento del tiempo.)
Bib.'" Britannica, de Watt.
Imitaciones del Quijote 311
507. — Der deutsche Don Quixote, oder Einer dez Zwólfe. Eine Ges-
chichte neuen Inhalts. — Palástina, 5755, oder 1806.
En 8.° de IV-220 pág. (El Don Quijote alemán, ó uno de los Doce, etc.)
Pretende su autor reemplazar la religión cristiana por otra, — dice — «más dul-
ce, sencilla é ideab. El protagonista, embebido ardientemente en sus creencias
católicas, se vuelve loco y figurándose ser el evangelista San Juan sale á sus pre-
dicaciones por mar y por tierra. Al cabo, el trastorno que causa en su organismo
un violento mareo, despeja su inteligencia, y los consejos y enseñanza de un
saiio de ¿a nueva religión, que oportunamente halla, conviértenle; y abandonan-
do sus rancias creencias, abraza las seudo-modernas, que en el libro se fingen.
Hallo en Dorer (Cerv. Lit.), que esta obra se imprimió en Leipsig, y que su
autor fué Karl Frdr. Benkowitz.
508. — Don Quixote at College; or a History of the gallant Adventures,
lately achieved by the combined Studens of Harvard University,
with come facetious reasonings. By a Sénior. — Boston, 1807.
En S.°
(Art. bajo núm. 590, en el Cat. tit.": Bibliolheca Histórica, by Henry Stevens,
Boston, 1870.) Como la portada lo indica, parece ser, una farsa quijotesca eje-
cutada por los escolares de la Universidad de Harvard.
509. — Nachtwachen. Von Bonaventura. — Penig, 1804.
Según Dorer, (Cerv. u. seine Werke, p. 115-118), este libro es una especie
de novela satírica de Schelling, en la que viene á representarse la lucha del Ideal
con lo Real; y le parece que puede considerarse bajo cierto punto de vista, como
una imitación de Cervantes.
510. — II Don Chisciotte in ottava rima, tradotto da Emmanuele Nappi,
Anconitano. — Ancona, presso Nicolá Baluffi, 1807.
Tres yol. in-8 vo.
Veinte cantos contiene esta obra que es traducción libre de una parte del
Quijote.
511. — Don Quijote der Deutsche oder Junker Heinz von Knauster. Rit-
tergeschichte des 18. Jahr. 8. — Berlín, 1811-15.
{Don Quijote alemán, ó el hidalgo Enriquillo de Knauster. Historia caba-
lleresca del siglo XVIII.)
La cita Dorer (Cerv. Lit. p. 22.)
512.— Vors, (Jul. V.) Der deutsche Don Quixote. 8.° Berlín, 1819. Curths.
La cita Dorer (Cerv. Lit. p. 22.)
JI2 Imitaciones del Quijote
513. — Le Don Quichotte moral et politique, par J. Esneau. — París,
1817.
EnS."
(Jntermédiaire des Chercheurs et Curieiix, 25 de Abril de 1877; artículo fir-
mado H. I., en contestación á mi pregunta acerca de las imitaciones del Qui-
jote.)
514. — The Tour of Dr. Syntax in Search of the Picturesque. — Lon-
don, 1812.
(Viaje del Dr. Sintaxis en busca de lo Pintoresco.)
Asi hallo citada esta obra en el Reader's Handbook, de Mr. Brewer, 1880. —
Otra ed. de lujo, sin fecha, lleva el núm. 305 en el Cat. J. Roche, de 1882, y
esta portada: «Three Tours of Dr. Syntax, in Search of the Picturesque, in Seach
of Consolation and in Search of a Wife, in Hudibrastic Verse. — Lond. 3 v. 800.»
El autor de esta imitación del Quijote fué Mr. William Combe. No he visto
el original inglés, pero si esta trad. francesa:
«Le Don Quichotte roraantique, ou voyage du Docteur Syntaxe, á la recher-
che du pittoresque et du romantique; Poéme en XX chants, Traduits libreraent
de Tangíais et orné de 25 gravures. Par M. Gandáis. A Paris, chez l'auteur, et
chez Pélicier, libraire. — 1821.»
En 8." de VUI-uó pág.
El Dr. Sintaxis sale, montado en un caballo más flaco que Rocinante, y ve-
rifica un largo y ridiculo viaje en busca de lo pintoresco y de lo romántico, con
el objeto de formar un poema con dibujos. Fórmalo, sí, pero al cabo ve que
aquello no le sirve para nada; pues él está pobre y solo. Afortunadamente halla
un Milord que le colma de riquezas; y entonces el Dr. Sintaxis se casa, y retírase
á su aldea convencido de que el verdadero pintoresco está en su modesto hogar
doméstico.
El libro resulta pesado. Sin embargo, tuvo 8 ediciones; si bien el autor in-
glés en su prefacio dice que el éxito se debió principalmente á las humorísticas
láminas.
W. Combe escribió una continuación de su satírico poema, que se publicó
en Londres el año 1820, adornada con 70 láminas humorísticas iluminadas. Su
titulo es: tDr. Syntax, in Paris, ora Tour in search of the Grotesque.»
515. — Carnot. Don Quichotte, poéme heroi-comique. — París, (Brock-
haus ¡n Leip 2.), 1821.
En 12.°
Cita tomada del Allgemeines Bucher Lexicón von W. Heinsius, Leipsig.
Otra ed. «... avec notes biographiques et remarques de J. de Riols. In 16,
:9o págs. — Troyes, imprenta Arbonin. París, lib. Guyot, 20 cent. — (CoUection
Guyot.)
516. — Bruce, ou le Don Quichotte de l'amitié; trad. de Tangíais, par
P. Chanin. — París, 1801. Tres vol. ¡n-12, fig.
Imitacionea del Quijote 313
(Cat. des Romans^ de Pigoreau d Faris, i82i\ núm. 201.)
Creo que el original inglés es éste que hallo citado en la Bib.^" Britannica
de Watt: «The amicable Quixote, or the enthusiasm of Friendship. 1789, Lon-
don, 4 V., 12 mo.»
Posee el Sr. Bonsoms, la siguiente traducción española, tomada de la france-
sa: «Historia de Bruce y Emilia, ó el Quixote de la Amistad. Obra inglesa: tra-
ducida al francés por el P. Chanin, y extractada libremente al castellano por
D. F. E. C. J. C. — Madrid, en la imprenta de Repullés, 1808.» 2 tomos en 8.° p.
Dice el traductor en el prólogo: «Un hombre que se lisonjea de ser el amigo
universal, está en el mismo caso que nuestro celebrado Don Quijote: éste quería
resucitar los siglos de la andante caballería, y mi héroe intentaba probar que to-
davía estamos en la edad de oro, donde todos los hombres se miraban como
hermanos.»
Añade, que ha suprimido todo lo que la historia tenía de nocivo, que — dice
— era mucho, y que ha juzgado conveniente darle un desenlace distinto del ori-
ginal
517. — Six chapitres de rhistoire díi cüoyen Benjamín QuichoUe de la
Manche^ traduit de l'espagnol et mis en lumiére, par M. B. (Ber-
choux). A París, chez Ant. Boucher, imprimeur-libraire. Rué des
Bons-Enfants, num. 34, MDCCCXXI.
En ¡6." 139 pág., una lámina.
«Desde la pág. 129 en que termina la obra comienza la Complainte du citoyen
GuUlaume Pepe, ci-devant Généralissime des Charbonniers du royanme de Naples.
De quien dice el autor en el prólogo que podría apellidarse el Don Qmchotte de
la Botte. (La Complainte es en verso.)»
(Art. num. 15 en el Cat. Bib.'^'^ cervantina de D. J. M.° Asensio.)
518. — Don Quichotte et Sancho Pan^a á París en 1828, par un octogé-
naire paralytique qui ne voit plus comme autrefois et qui ne se
croit pas moins sage. — París, 1828.
En 12.° fr.
Según M. Foulché Delbosc, publicó esta humorada M. Bouchon-Dubournial,
el mismo año de su muerte.
519. — Emmert. Las Donqtiixoiadas mas extrañas. Oder d. abentheuerl.
Ritterthaten des don Quixote von la Mancha, zur Unterhaltung u.
Erlernung d. spanische mit einer Erklárung d. Wórter u. e. span.
Grammatik. — Tübingen, 1826. Oslander.
Gran en 8."
(Las Don Quijotadas más extrañas, ó las caballerescas aventuras de Don Qui-
jote de la Mancha. Para la conversación y práctica del idioma español, con una
explicación de las palabras y una gramática española, etc.)
(Cita del AUgemeines Bücher Lexicón v. Heinsius, Leipsig.)
Tomo 11 40
314 Imitaciones del Quijote
Sólo por el titulo le he colocado en esta sección, pues por el fondo no per-
tenece á ella.
620. — Don Quixotte á París. Tres tomos, 12. — París, 1834. (Aventures
galantes). ^
Así lo veo citado en el cat. número 210 del librero alemán J. Scheible.
521. — Nébulos cu les Don Quichottes romantiques, poéme heroi-comi-
que en quatre chants avec des notes historiques et litteraires, par
L. Castel. — París, A.-J. Dénain, libraire, 1830.
En 12.° de 129 pág.
En este poema burlesco se satiriza la nueva escuela romántica que, tanto
en las letras como en las artes, privaba entonces en París entre ciertos círculos, y
á la cual, con otros, Alfredo de Musset rindió parias. No carece de gracia este
ligero trabajo, que comienza con una invocación á Cervantes.
622. — Jean Charles. Donna Quixote vel. Leben, Abenteuer u. Mein-
ungen einer scharfsinnigen Edlen aus Jung deuschland. Román. —
Leipzig, 1844, Melzer, 2 Bde. 8.
(Doña Q. ó Vida, aventuras y sentimientos de una ingeniosa hidalga de la
Alemania moderna, etc.)
(Dorer, Cerv. Lit. p. 22.)
523. — Adam Óhlenschláger. Gedickte. Stuttgart , 1844. El caballero
errante^ ó Don Quijote el Joven. Poemita en cuatro romances.
(Dorer, Cerv. Lit. p. 22.)
524. — The Newcomes. Memoirs of a most respectable family. Edited by
Arthur Pendennis, Esq., by William Makepeace Thackeray. — Lon-
don: Smith, Eider and C.° 1876.
En 12.0 de VlII-yyó pág.
La I.* edición es del año 1855.
El coronel Newcomes hace bien á todos sus numerosos parientes y allegados,
y éstos le pagan sus beneficios con groserías y bajezas. Además de esta sátira
social, en la que un crítico francés, Mr. Taine, dice que Thackeray ha sido so-
brado rigoroso con la sociedad inglesa, el autor se propone manifestar los incon-
venientes de los matrimonios llamados de conveniencia.
Imitaciones del Quijote 31 J
525. — Der neue Don Quixote von F. W. Hacklánder. — Stuttgart. Ver-
lag von Adolph Krabbe, 1858.
Cinco tomos en 8 °
No recuerdo donde vi citado este libro.
526. — Mon cousin Don Quixote, phisionomie d'un Philhelléne par Char-
les Auclineau. — París, Poulet-Malassis et de Broisse, 1858.
En 8." de 27 pág.
Cree el autor descubrir muchos puntos de contacto con el héroe manchego,
en algunas extravagancias y actos de exagerado egoísmo de su primo el conde
de Francheville que vivió hasta el año de 1830 ya muy entrado en años.
527. — Don Quixote und Falstaff. Novelle von Eduard SchuUer. — Ber-
lín, Nicolaische Verlagsbuchhandlung, 1858.
En 8° de II hoj. prel. y 225 pág.
En el cap. I expone el autor su objeto, que es el de presentar en estrecha
compañía á Don Quijote, el modelo de todo lo romántico, y Falstaff, el repre-
sentante de la burla y del buen humor; empleando para ello la forma de novela.
Supone el autor que Don Quijote y Sancho son llevados á Inglaterra, cre-
yendo que aportan á la isla Trapobana. Topan con el principe de Gales quien
íes hace creer que el sultán de esta isla tiene encantados á varios caballeros y
damas, y que es preciso ir á libertarlos. Don Quijote se deja conducir, y el prín-
cipe le lleva á Londres presentándole á Falstaff, que le hace creer es el sultán.
Origlnanse varias escenas en las cuales se ponen de relieve los respectivos y dis-
tintos caracteres de ambos personajes; Don Quijote preconizando el honor y en-
salzando la caballería; y Falstaff alabando puramente los placeres de la vida. El
príncipe de Gales organiza varias aventuras de encantamentos, y distintas di-
vertidas escenas entre Don Quijote y Falstaff. Aquél por fin, desafía al último y
le derriba de un bofetón, con lo cual se supone que el encanto queda roto, y li-
bres por tanto los caballeros que el sultán tenía aprisionados. El príncipe, con-
tinuando en sus burlas, como lo hicieron los Duques en la Historia de Cide Ha-
mete, obliga á Falstaff á que desafíe á Don Quijote, cosa que repugna á aquél,
dejando traslucir su cobardía. Efectúase, sin embargo, el desafío con gran pom-
pa; y Don Quijote vence otra vez al sultán. Con esto el principe da por termi-
nadas las hazañas de Don Quijote, haciéndole creer que ya la isla está libre de
paganos, y con grandes regalos y ofrecimientos le hace regresar á España.
Dejando aparte la fantasmagoría que preside en las escenas de encantamen-
to, es digno de alabanza en el autor el cuidado con que ha conservado el carác-
ter noble y las excelentes cualidades de Don Quijote, haciendo resaltar su va-
lor, y además, su buen raciocinio en todo lo que no se roza con la caballería.
528. — Les petits-fils de Don Quichotte par Emile Leclercq. — París,
Librairie Internationale. A. Lacroix, Verboeckhoven et Cié. Edi-
teurs, á Bruxelles, 1867.
En 12." de 331 pág.
Tres novelitas forman la obra.
3i6 Imilaciones del Quijote
La I.*, titulada Une Insensée, tiene por protagonista á una joven, Helena,
que quiere y predica la igualdad de derechos y privilegios entre el hombre y la
mujer, la cual debe estar en igual grado de superioridad que aquél y usar de su
raciocinio y de sus facultades como él. Aspirando á estos ideales, y convencida
de que en su siglo no puede realizarlos, es impenetrable al amor, y desoye las
solicitudes y declaraciones de un joven, Rocher, digno y de intachable conducta,
al cual, sin embargo, profesa una fraternal simpatía. Rocher, desconsolado ante
las repetidas negativas de Helena, se marcha abatido; y un amigo suyo, de Vil-
liers, intenta conquistar el corazón de Helena combatiendo sus ideales con
decisión. Mas, ¿qué resulta de sus controversias con Helena? Que ésta conoce, al
fin, que su ideal es una utopia, y que el afecto que por Rocher siente es amor.
Llamarle, acudir él, y unirse los dos amantes en matrimonio, es asunto de pocos
momentos.
La 2.a novela, Un lache, tiende á resolver un problema delicado y difícil.
Eduardo, joven pobre, honrado y laborioso, tiene un lance pendiente con un
insolente y conocido matón. La madre de Eduardo, de quien es él único sostén
y amparo, le hace jurar solemnemente que no se batirá, y Eduardo, con pesar,
lo jura, y no se bate. Todos sus amigos y conocidos le vilipendian y escarnecen
tildándole de cobarde. Más aún; el padre de la prometida de Eduardo, coronel
retirado, le cierra las puertas de su casa diciéndole que no quiere dar su hija á
un cobarde. La desesperación y la vergüenza de Eduardo le ocasionan un paro-
xismo y ponen en peligro su existencia. La madre, viendo los estragos del com-
bate interior de su hijo, hace el sacrificio de desligarle del juramento. Sin espe-
rar un minuto más, vuela Eduardo á casa de su futuro suegro, le hace padrino
del duelo y éste se verifica. Ambos adversarios eran de fuerza igual, y al cabo
de largo tiempo de combate sin resultado, Eduardo, impaciente, da un ataque
brusco, resbala, y cae sobre la espada de su adversario que le atraviesa el pecho.
Muerto Eduardo, entonces... entonces todos sus amigos, y el público en general,
le defendieron, y acusaron de asesino á Mast. ¡Tardía reparaciónl La madre mu-
rió de dolor, y Emma, la prometida de Eduardo, retirada de los placeres del
mundo, para siempre, conservó un culto á la memoria de su prometido, llamán-
dole en su interior: «Querido mártir.» La moralidad del cuento hállase conden-
sada en estas palabras; porque «Eduardo fué el mártir de las falsas ideas del
honor. »
El protagonista de la última novelita, titulada Moulins h vent, es un joven
que no quiere casarse porque dice: que las mujeres no pueden amar á los hom-
bres, puesto que éstos no tienen ninguna cualidad física ni moral que pueda ins-
pirar un amor verdadero á la mujer, y que si ésta ama es sólo en apariencia. Mas,
al fin se casa.
529.— Don Quichotte.
«En los números ii y 12 del interesante periódico francés La Femme et la
J'amtUe (Diciemhre 187 1), se inserta una novela de la'señorita Matilde Bourdon,
que tiene por epígrafe Don Quichotte, y donde se presenta á una joven animada
de sentimientos patrióticos é ideas de elevación y de justicia, así como de admi-
ración hacia lo antiguo y de repulsión á lo moderno. La protagonista de la no-
vela admiraba á Don Quijote extremadamente.»
{Crón. de los Cerv. tomo ü, p. 39.)
530. — Le Don Quichotte philosophe cu histoire de l'avocat Hablard.
Imitaciones del Quijote 317
Par M. Diouloufet. — H. Pélagaud fils et Roblot. Lyon-París, 1872.
Cuatro lomos en 12.°
Para dar idea de esta obra empezaré extractando los trozos siguientes del
prólogo:
«El Don Quijote filósofo es un viejo abogado, loco por el filosofismo, como
el famoso caballero de la Mancha lo era por la caballería andante. Su criado
Santiago, especie de Sancho Panza, es un aldeano que en su infancia había re-
cibido buenos principios religiosos, amortiguados en parte desde que está al ser-
vicio de M. Hablard, pero que está propenso á recobrarlos. A una gran senci-
llez reúne un buen sentido práctico que le permite raciocinar muchas veces con
acierto; y aunque, en muchas cosas, crédulo como un niño, algunas veces sus
preguntas y sus réplicas sencillas, naturales y á menudo burlescas, ponen en
aprieto á su amo, el filósofo. ¡Oh célebre Cervantes, cuanto hemos heredado de
tu pluma inmortal! >
«El título de esta obra recordará un modelo inimitable .. en ninguna manera
he osado luchar con el inmortal Cervantes; pero, así como, cuando la patria está
en peligro, todo ciudadano se convierte en soldado, de la misma manera, cuando
vemos la religión atacada uno y otro día, todo cristiano, aunque sea laico puede
defenderla.»
«En esta defensa empleamos también el género cómico que Voltaire ha em-
pleado en el ataque para écraser ítnfame\ si no poseemos su ingenio (Dios nos
libre de tal cosa), tendremos siquiera en pro nuestro la verdad.»
«Cap. I. Lo que era nuestro Don Quixote filósofo. — Enfrascándose en la
lectura de nuestros filósofos que, sucesivamente, predicaban el ateísmo, el deís-
mo, el materialismo, el naturalismo y hasta la metempsicosis, había hecho de to-
das estas materias indigestas, una como olla podrida que le levantaba los cas-
cos.» «Pero si el abogado Hablard devoraba todo lo que entonces se imprimía
contra la religión, guardábase bien de leer las victoriosas respuestas de Bergier;
Barruel, Nonotte, Guyon, Guénée, Hauteville y de tantos otros célebres apolo-
gistas que han pulverizado á todos esos esprits forts.^
El autor hace emprender á su héroe varios viajes durante los cuales entabla
discusiones con todo el mundo acerca del filosofismo, siendo estas controversias
religiosas las que llenan los cuatro volúmenes, hasta que M. Hablard, convertido
por un sacerdote en cuya casa fué recibido, abjura de sus errores, y muere en el
seno de la Iglesia.
El objeto de esta obra es meritísimo indudablemente, pero no tiene ninguna
cualidad de ejecución que la haga notable.
La siguiente nota 2 al prólogo señala la época de la primera edición: «En
el momento en que terminamos esta obra aparece el Catéchisme veritable des
croyants, por Pierre Dubois, que es una mofa de la religión.
531. — Monsieur Don Quichotte et Madame Diogéne. Par M. Georges
Grand. — París, E. Dentu, 1877.
En 12.° de 31 1 pág. Son dos novelas distintas.
El protagonista de la primera, es un joven rico, que busca una mujer perfecta
en lo moral. Después de despreciar varios partidos, ama á una joven á quien
cree adornada de todas las virtudes, cualidades y perfecciones que él anhela;
mas, luego, descubre que es una meretriz.
¡iS Imitaciones del Quijote
532. — Donna Quixote by Justin M.'= Carthy, M. P.; with twelve illustra-
tions by A. Hopkins. Second edition. — London, Chatto & Win-
dus, Piccadilly, 1879.
Tre» tomos en 12°
La protagonista es una bella joven, viuda, de carácter generoso, desintere-
sado; que procura hacer todo el bien posible á sus semejantes; que padece por sus
padecimientos; que es la reparadora de los errores ajenos; que se esfuerza en unir
á los que están desunidos; pero, unas veces porque su carácter irreflexivo le lleva
á hacer el bien de un modo áspero, rudo é inconveniente, y otras porque halla
en su camino seres egoístas, ingratos y malvados; el caso es que en lugar de con-
seguir su objeto, su intervención daña más bien que favorece á aquéllos á quie-
nes quiere ayudar. Y como, al contrario de su original Don Qui/o/e, la heroína
conoce que se equivoca, este conocimiento la hace infeliz. Por fin, halla la feli-
cidad en el amor de un hombre dotado de cualidades semejantes á las suyas,
pero más sesudo.
En esta novela desarrolla el autor el estudio de varios interesantes caracte-
res, y satiriza finamente los caprichos, aficiones y ensueños de una parte de la
sociedad de Londres.
533. — Tartarin de Tarascón, par Alphonse Daudet. — París, 1886.
En 8."
El mismo autor declara haber escrito este libro recordando al Quijote.
El sueño de Tartarin en armaduras, y en aventuras que no le han pasado,
tiene mucho de la fantasía del hidalgo de la Mancha.
IMITACIONES DE LAS OBRAS MENORES DE CERVANTES
534. — Novelas de Luis de Belmonte.
€ En el prólogo escrito por Juan Bermúdez Alfaro al frente del poema La
Hispdlica, inédito, de Luis de Belmonte y Bermúdez, hay esta noticia: « ... el
» trabajo de las Novelas i. que ha puesto la postrera mano (hacia el año de 1618),
» será uno de los que más bien reciba España... Movióle á escribirle ver la úl-
» tima novela de Cervantes sin la conclusión que pide la curiosidad de los lec-
» tores; porque habiendo escrito la vida de Berganza, uno de los perros del
» hospital de Valladolid, deja en silencio la de Cipión... Al fin, Luis de Bel-
í monte, comenzando por ella, prosigue hasta doce novelas, tan agradables, que
■» por ellas solas mereciera nombre cualquier buen ingenio».
Las novelas de Belmonte quedaron inéditas, y se han perdido como varias
otras de sus producciones.»
Hallo esta cita en las Nuevas investigaciones acerca la vida y obras de Cer-
vantes, de La Barrera, tomo I, pág. cxlviii, de la edición de Obras de Cervan-
tes, Madrid, 1863-64.
535. — Historia de Hipólito y Aminta, de D. Francisco de Quintana. —
Madrid, 1627.
En 4.»
Se considera como una imitación'del Persiles y Sigismunda.
536. — Eustorgio y Clorilene, historia moscóvica, por Enrique Suarez
de Mendoza y Figueroa. — 1629.
También es ésta ima como imitación del Persiles y Sigismunda.
537. — La Galatea de Miguel de Cervantes imitada, compendiada y con-
cluida por Mr. Florian, trad. por D. Casiano Pellicer. — Madrid,
en la imprenta de la viuda de Ibarra. — MDCCXCVII. — Con
licencia.
Ed 12.°, de 152 págs., comprendido el prólogo.
Posee el Sr. Bonsoms una edición impresa en Madrid, 1814, 12.°, y otra, sin
prólogo, de Barcelona, librería de M. Saurí y C.*, 1830, 8.0 p., de 173 págs.
Es traducción fiel de Florián.
320 Imitaciones de las obras menores de Cervantes
Pellicer, en su erudito prólogo, expone las razones que prueban ser Elido
el mismo Cervantes, y Calatea la que fué su mujer; dando además noticias
acerca de quienes se ocultaban bajo los nombres de Artemidoro, Tirsi, Damon
y Daranio.
538. — Los Enamorados ó Galatea y sus bodas: Historia pastoral co-
menzada por Miguel de Cervantes Saavedra. Abreviada después, y
continuada y últimamente concluida por D. Cándido María Tri-
gueros. — Con Licencia. — Madrid, en la Imprenta Real. —
MDCCXCVIIL
Cuatro tomos en 8.° pequeBo.
En la serie de prólogos que sucesivamente escribió el Sr. Trigueros para las
diversas partes de su libro, da cuenta de lo que su Galatea es. Dice que ha se-
guido el plan y método de Florian, extendiendo su fábula, no traduciéndola;
que la ha escrito toda en prosa, y dividido la obra en siete libros, y que ha se-
fialado carácter á personajes que no lo tenían en el original.
Mas, hallando sin duda el Sr. Trigueros que su imitación resultaba breve,
zurció varios de los largos, pero bellos, episodios de Cervantes, que Florian ha-
bía del todo suprimido, y formó con ellos una larga continuación en la cual
casa á todos los personajes, terminándose la obra con el casamiento, en un
mismo acto, de diez parejas.
€ Este complemento y continuación — dice el Sr. Trigueros en su liltimo pró-
logo — es lo que principalmente puede darme algiin derecho á llamar mía una
obra que se ha construido con materiales ajenos.»
La tal imitación del Sr. Trigueros, resulta harto pesada, fatigosa y empa-
lagosa.
539. — La Derrota de los Pedantes, de Moratín. — Madrid, 1789.
En 12.°
Algunos trozos recuerdan la batalla del Viaje del Parnaso.
540. — Trabajos de Narciso y Filomela.
€ Martínez Colomer (poeta valenciano de tíltimos del siglo xviii), que intentó
imitar la novela Persiles y Sigismunda, áe. Cervantes, en la suya Trabajos de
Narciso y Filomela, merece en esta parte especial mención.»
(Leopoldo A. de Cueto, en el Bosquejo histórico- crítico de la poesía castella-
na en el siglo xvni. — Tomo Lili de la Biblioteca de Autores Españoles.)
Fuster {Biblioteca Valenciana) cita esta obra como manuscrita, y también
una tragedia del mismo P. Martínez Colomer, La Ruperta, que á juzgar por su
titulo, debía de estar fundada en un episodio del Fersiles.
541. — Le Lutrin, par Níc. Boileau. — 1673. — París.
Dice de este poema el Sr. Asensio: « debe las mejores escenas á trozos del
Viaje del Parnaso*. Se referirá probablemente al episodio de la Batalla de los
libros.
Imitacioaes de las obras menores de Cervantes 321
542.— De doorlugtige Dientsboden, door M. J. Y. — 1714-
En 8.»
Imitación kolandesa de La ilustre Fregona.
543. — Histoire de Fortunatus et Cervantes, la Bohemienne et lAmant
liberal. — Madrid 1775.
Cuatro volúmenes en 8."
(Cat. Scheible de 1877, ntím. 75.)
Supongo que la primera parte será imitación, y las otras dos traducciones de
Cervantes.
544. — Galatée, | román pastoral; | imité | de Cervantes ' par M. de Flo-
rian, | Capitaine de Dragons, et Gentil-homme de | S. A. S. M^^ le
Duc de Penthievre. | ( Marca dei impresor. ) I A Paris. | De la Imprimerie
de Didot l'Aíné. | M.DCC.LXXXIII.
En 24 ". de 198 págs.
En esta portada, sobre la marca del impresor, hay estos dos versos de La
Fontaine:
On peut donner du lustre k leurs inventions:
On le peut, je l'essaie, un plus savant le fasse.
Anteportada, en cuyo verso dice: A Faris, chez de Bure l'Ainé, Libraire.
— Frontispicio dibujado por J. Flouest, y grabado en cobre por J. B. Guyard.
Representa un deleitoso prado, á la derecha un peñasco del que mana una
fuente, y á su alrededor varias cabras y ovejas paciendo. AI pie hay esta leyen-
da, de las Geórgicas, de Delille:
Faunes, N'mphes, venez,
C'est pour vous que je chante.
Portada. — Dedicatoria (dib. y grab. por Flouest y Guyard) á S. A. S. la
Duquesa de Chartres. — Retrato de Cervantes, dibujado y grabado por los
mismos. Al pie estas palabras de Florian á Cervantes: «Corrigió á su siglo y
murió de miseria». — Vida de Cervantes, por Florian. — Discurso sobre las
obras de Cervantes. — Texto.
No solamente suprimió Florian casi todos los episodios de la novela y el
canto de Calíope, sino que refundió el texto abreviándolo y variándolo consi-
derablemente. Redujo á tres libros los seis de Cervantes, y en cambio, puso un
cuarto libro, todo de su cosecha, que termina con los desposorios de Galatea y
Elicio.
Florian ya declara en la portada que su novela es una imitación de la de
Cervantes; y preciso es concederle que no le falta gracia y sabor pastoril. Las
principales supresiones son: los amores de Lauso, las pompas fiinebres de Me-
liso y el canto de Calíope, las discusiones metafísicas, los juegos de acertijos, el
episodio de Rosaura y Crisaldo, la historia de Leonida, la del pastor del Bos-
que, la de Timbrio conducido al patíbulo, y otras.
Está impresa con gusto esta linda primera edición de La Galatea de
Tomo II A-I
332 Imitaciones de las obras menores de Cerrantes
Florian. La adornan cuatro graciosas láminas dibujadas por Flouest y grabadas
en cobre por Guyard.
La Calatea de Florian obtuvo gran aceptación. Citaré las ediciones que
conozco :
1784. Bruxelles. — En 16. ° (no sé si será la 2.* edición).
1784, Paris, Didot l'ainé, 3°=' éd. — En 8.0, de 171 págs. Bella impresión.
1784, Genéve. — En 18.°, de 186 págs. Edición furtiva, pésimamente im-
presa.
1785, Paris, Didot l'ainé, 4°"^ éd. — En 24.°, de 198 págs. Bella como la i.a
1788, Paris, chez Guillaume, 5°"= éd. — En 24.°, de 214 págs. Impresión
regular.
1789, Bruxelles, Le Franq. — En 16.0, de 152 págs., con láminas de Flouest.
1792, Paris, Didot l'ainé, Quatriéme édition. — En 24.°, de 192 págs. Edi-
ción apócrifa. Hay al frente el retrato de Florian.
1793, Paris, Defer de Maisonneuve. Edition ornee de Figures en couleur
d'aprés les dessins de M. Monsiau. — En 4.° mayor, de 125 págs Lujosísima
edición con primorosas láminas iluminadas.
An VII (1799), Paris, Guillaume. — En 18.0, de 179 págs.
1802, Paris. — En i8.°
1805, Paris, á la Librairie Economique. — En 18.0, de 138 págs. Bella edi-
ción adornada con cuatro nuevas láminas y un frontispicio, en substitución de
las antiguas.
1808, Paris. — En 18."
1823, Paris, Briand. — En 8.", con estampas.
1828-29, Pest, Hartleben. — En 16.° Tomo VI de las (Euvres choisies de
Flortan.
TRADUCCIONES
1787, Berlin, Maurer. Traducción al alemán por Mylius. — En 8.°, de
XLII-151 páginas. Precede el trabajo sobre la vida y escritos de Cervantes, por
Florian, con notas del traductor.
1791, Dublin, translated by an Officer. — En 8."
1799, Basel — En i6.°. Texto francés y traducción alemana (Dorer).
1799, Basilea. — En 12.0 Traducción italiana de L. Secreti.
1804, London. — En 8 ° Traducida al inglés por Miss H. Highley.
?, London. — Traducción inglesa de Mr. Robinson.
1813, London. — En 12.° Traducida por W. Marshall Craig.
1819, Lisboa. — En 8." Traducción portuguesa por M. de Barbosa du
Bocage.
1824, Wien, Wallishauser. — En 12.° m. Traducciones alemana y griega.
1830, Zwickau. — Traducción por Sigismund.
1832, Milano, Truffi. Tradotta de Lorenzo Ercolani. — En 18.°, de 120 pá-
ginas. Lleva una laminita de Antonio Lanzani, que representa á Galatea acari-
ciando al fiel perro de Elicio, y hablándole asi:
Con me cañe diletto ne verrai
E tu quel tempo che passó beato
Sempre nel mió pensier ricorderai.
1840, Paris. — En i6.° Traducción portuguesa por José da Fonseca, con
hermosas láminas anónimas.
He descrito ya en la sección española los dos arreglos de La Calatea, he-
chos por Trigueros y C. Pellicer.
£1 lector que desee conocer los más recientes juicios acerca de La Calatea
Imitaciones de las obras menores de Cervantes 3C3
de Florian, y ver corroborados y amplificados los que emití al describir su tra-
ducción del Don Quijote, consultará con fructuoso resultado la siguiente obra :
^Florian. Sa vie, ses (euvres, sa correspondance, par Albin de Montvaillant. —
París, Dentu, 1879, in-8.°»
Don Eustaquio Fernández Navarrete (Bosquejo sobre la novela española,
tomo XXXni de la Bibl. de A. A. esp., 1854), juzga de esta manera la imitación
de Florian :
fFlorian, que escribía para un pueblo aficionado, en las obras de ingenio, á
una sencillez que degenera en sequedad, suprimió en su Calatea multitud de
episodios, algunos que merecían más atención, y otros que el gusto actual halla
bien suprimidos Con esto hizo una obrita agradable, si bien desnaturalizando
la novela original, sobre la cual algunos críticos superficiales llegaron á darle
ventaja. >
En el mismo Bosquejo cita D. Eustaquio este exagerado juicio de un autor
español que no nombra:
<La obra de Florian es una excelente y acabada juntura de abanico, sin
magnificencia, aunque con una extrema exactitud ; y la de Cervantes uno de los
grandes cuadros de composición de Murillo, donde colorido, variedad, caracte-
res, expresión, el por mayor y el por menor, todo es grandioso,, todo significa-
tivo, todo admirable. En Florian se ve más el arte y el estudio, y el artífice.»
545. — Hoffmann (Ern. Théod. W.) — Fantaisies á la maniere de Cal-
lot. — Trad. de l'allemand, par Henri de Curzon. — Paris, Hachette
et 0=. — 1891.
En 16.°
La obra original vio la luz en Alemania el año de 18 14.
€Les amateurs du merveilleux, — dice el prospecto, — apreciarán Lt Mag-
nétiseur, este cuento escrito bajo la influencia de descubrimientos nuevos que
habían entusiasmado á Hoffmann; y Las últimas vicisitudes del perro Berganza,
en el cual dos escenas, la del callejón y la de la cabalgata en el vestíbulo, ha-
brían sido dignas del lápiz de Callot.»
Como justamente lo observa el Sr. Menéndez y Pelayo, este cuento debe de
ser una imitación del Coloquio de los Perros.
546. — Notre-Dame de Paris, par Víctor Hugo. — París, 1831.
En 8°
Reconocido está por los críticos extranjeros que el tipo de la protagonista,
Esmeralda, está inspirado en el de Preciosa, de Cervantes.
Un compatriota de Víctor Hugo ha escrito un paralelo entre la protagonista
de su novela y La Jitantlla de Cervantes. De él extracto este párrafo:
«No puedo menos de preferir la jitantlla de Cervantes con su animado mo-
vimiento y su viveza andaluza, á la Esmeralda de Víctor Hugo, á pesar del en-
canto poético de ésta, á pesar de la popularidad que el concurso de las artes le
ha granjeado. Porque, no hemos de apartarnos de las leyes del género. Aquí
no se trata de la fantasía lírica que dicta las estrofas de una Oriéntale; se trata
sólo de un personaje de novela. En este terreno, pues, ¿cómo queréis que mi
razón crea en este dibujo aéreo, fantástico, con que se pinta á Esmeralda? El
arte de Cervantes me parece más profundo. Su sobriedad de pincel, prenda de
324 Imitaciones de las obras menores de Cervantes
todos los grandes clásicos, deja á la imaginación el cuidado de completar la
idea que quiere dar de la gracia de Preciosa. Victor Hugo agota los detalles sin
obtener por esto más efecto. 'Lz. Jiíanilla de Cervantes está en el justo medio
de lo real v de lo ideal, lo cual es el verdadero objeto del artista, sea pintor ó
novelista. Esta encantadora figura, me persuade y me admira. La Esmeralda de
Victor Hugo pertenece á esais indeterminadas figuras de las baladas alemanas.
A pesar de tantos esfuerzos, prodigados por Victor Hugo, para hacerme admi-
rar su Esmeralda, no puedo lograr ni que me admire ni que me interese.»
547. — Lóben (Otto Heinrich Grafv.). — Die Irrsale Klotars und der
Gráfin Sigismunda. 2 Auflage. Ronneburg. Weber. 1831 (1822).
(Los extravíos de Clotario y de la condesa Sigismunda, por O. H., conde de
Lóben. 2.» edición. Ronneburg, etc.)
La cita Dorer, Cerv. Lil., pág. 28.
648. — The Spanish Student, by H. W. Longfellow. 1842.
El célebre poeta norteamericano, en el prólogo de esta obra dramática, dice
que debe í« /ar/¿ su asunto á la novela de Cervantes Zayi/aw/V/a; pero Mis-
ter Edgar Alian Poe, en su obra Autography Criticisms, Edinburgh, 1875, vo-
lumen IV, hace una completa análisis de la comedia de Longfellow, y le prueba
que, no una parte, sino todo el fondo del cuadro lo ha tomado de Cervantes.
Añade Poe, que esta obra debiera titularse: Poema dramático, más bien que
Drama; y que «cualquiera que su mérito pueda ser desde el punto de vista me-
ramente poético, The Spanish Student no podría tolerarse en las tablas.»
549. — Preciosa, das Zigeunermádchen, oder: Kindesraub und Mutter-
liebe, Volks-Roman von A. Sóndermann. Berlín. Verlag von W.
Grosse.
En 8.°, de 1440 págs.
El argumento es diferente, pero el pensamiento está tomado de la novela de
Cervantes.
550. — Preciosa, das spanische Zigeunermádchen, oder: Bleibe fromm
und halte dich recht, denn solchen wird es suletzt wohl gehen. Neu
erzáhlt für die deutsche Jugend, von W. Bitzius. (Reutlinger
Volksbücher.) 3 Aufl. O. J.
Dorer, Cerv. Lit.
VI
FARSAS, MASCARADAS, Y PIEZAS DRAMÁTICAS
Y LÍRICAS, INSPIRADAS POR LAS OBRAS Ó LA VIDA DE CERVANTES
551. — Notas á las Nuevas investigaciones... por D. C. A. de la Barre-
ra, pág. CXX [245].
En las fiestas que á la beatificación de Santa Teresa celebró la imperial ciu-
dad de Zaragoza, por Octubre del año de 16 14, y cuya relación ó Retrato escri-
bió y publicó Luis Diez de Aux (Zaragoza, 1615), salió, entre otras, una mas-
carada de estudiantes, que el expresado relator de los festejos describe en estos
términos: «Venia Don Quijote de la Mancha con un traje gracioso, arrogante y
> picaro, puntualmente de la manera que en su libro se pinta... Le acompañaba
> su criado Sancho Panza... con un justillo de pieles...; fingiendo ser cazadores
s de demonios, que traían allí enjaulados,... y una información (abono de su
» justicia) que en razón del premio nos presentaron en unos versos del tenor si-
> guiente:
> La verdadera y secunda parte del ingenioso
3 don Quixote de la Mancha,
í compuesta por el licenciado Aquateles^
» natural de cómo se dice, véndese en donde y á do,
> Año de 16 14 í
«Inserta seguidamente los versos; entre ellos, el informe de Don Quijote, en
siete redondillas, que empiezan:
Soy el fuerte don Quixo-
Más que el bravo Paladt-,
Llevado por su Roci-
Y traído por el tro-
«Es indudable que en ese epigrafe se alude al Don Quijote de Avellaneda,
que por aquellos días estaba ya á punto de salir á luz. Está muy lejos de ser
critica la alusión, y pudiera sospecharse si el autor de los versos sería tal vez el
mismo supuesto Avellaneda (el licenciado Aquesteles), El es aqueste i>.
552. — Los desposorios de Don Quijote de la Mancha y Doña Dulcinea.
D. B. J. Gallardo en el numero 2 de El Criticón, cita una justa literaria que
tuvo lugar en Córdoba el año 1615 para solemnizar, entre otros festejos, la bea-
tificación de Santa Teresa de Jesús, y dice que de ella se imprimió una Rela-
ción. Afiade, que uno de los jueces del certamen fué D. Luis de Góngora y que
hubo una máscara que figuraba los desposorios de Don Quijote y Dulcinea.
«|Tan popular era ya entonces el Quijote!», observa Gallardo.
326 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y Úricas
553. — Relación de las fiestas que la Cofradía de Sacerdotes de San Pe-
dro Advíncula celebró en su Iglesia de Sevilla á la Purísima Con-
cepción de María. Año i6i6.
Hubo una justa literaria en honor del misterio de la Inmaculada Concepción
de María, en la cual obtuvo premio el P. fray Bernardo de Contreras, religioso
de San Basilio, por varias poesías, entre las que descuella el siguiente
SONETO
Ensilla, Sancho amigo, á Rocinante;
Dams la lanza y yelmo de Mambrino;
Acomoda ¡a alforja en el pollino,
Y el bálsamo precioso pon delante.
Pues Dios me hizo caballero andante.
Hoy desfacer un tuerto determino,
Que face á una doncella un malandrino, '•
Jayán desaforado y cruel gigante.
Dice que fué su esclava esta doncella,
Y miente; pues sé yo que cuando él dice,
Ella deshizo á coces su cabeza.
A mí me toca, Sancho, el defendella,
Pues soy su caballero, y voto hice
De defender su virginal pureza.
Subió con ligereza,
Y tomando su yelmo, escudo y lanza,
Le siguió su escudero Sancho Panza.
<Noticia tomada de un artículo de D. Juan P. de Guzmán, en el diario La
Tertulia, Madrid, 23 de Abril de 18/2: y de otro del Sr. Asensio Crónica de los
Cervantistas, Febrero de 1872.)
Véase como ya en 16 16, apenas un año después de haber aparecido la se-
gunda parte de la admirable novela, eran conocidos y celebrados los tipos de
Don Quijote y Sancho Panza, y populares las obras del ingenio sin igual; puesto
que el Soneto que he transcrito está cortado sobre el patrón del que compuso al
tiímulo de Felipe II. Y si esta justa literaria se hubiese celebrado antes del 23
de Abril de 16 16, y llegado á noticia de Cervantes, habría entonces gozado la
dicha de ver en vida popularizadas sus creaciones.
554. — Máscara quijotesca.
En el Apéndice E de las incomparables siete cartas droaptanas (1861 á 1868),
se da cuenta de una máscara quijotesca que tuvo lugar en Sevilla el jueves 26
de Enero de 161 7, con motivo del estatuto publicado por el Rector del Colegio
de Santa María de Jestís, en la Universidad de Sevilla, para que todos los gra-
duandos jurasen defender la Concepción sin mancha de María. Después de rese-
ñar las seis cuadrillas que componían la máscara dicerc... seguían los aventureros
comenzando por el que fué prez de la caballería andante. El famoso Don Quijote
iba en su perfectísimo Rocinante vestido de unas muy viejas, mohosas y desba-
ratadas armas... Llevaba en la mano derecha un mohoso chuzo, y en la izquier-
da, por rodela, un viejo tapador de tinaja, en él esta letra:
inspiradas por las obras ó la vida de Cervantes '^2J
Soy Don Quijote el Mancbego.
Que aunque nacido en la Mancha,
Oy defiendo á la sm mancha.
Tras del iba su escudero Sancho, rellanado en un rucio y flaco polli-
no... eto
I
i 555. — Relación de la fiesta que la insigne universidad de Baeza celebró
á la Inmaculada Concepción de la Virgen N." S.'^... Dispuesta por
el Maestro D. Antonio Calderón... Año 1618... por Pedro de la
Cuesta.
I Según la reseña que de esta fiesta hace en el Apéndice E de las citadas
<Siete cartas droapianast , «toda la máscara era andantesca»,... «eran los penúl-
t timos el muy esforzado Don Quijote de la Mancha, quinta esencia de aventure-
ros y gloria del Toboso, y el conde Galalon...» El «gran desfacedor de tuertos>
llevaba dos motes alusivos á María.
556. — Relación de las fiestas que la universidad de Salamanca celebró...
al juramento del nuevo estatuto... de que todos los graduandos
defenderán la pura y limpia Concepción de la Virgen... En Sala-
manca... año de 1618.
También el mencionado Apéndice E de las cartas droaptanas da cuenta de
la máscara ideada para estas fiestas por cien estudiantes, que debían acompañar
á Don Quijote tque iba en su rocín muy flaco*, con un mote alegórico que des-
cifra de esta manera D. N. D. de Benjumea: «Aquí se deja entender la victoria
del bien sobre el mal, porque Don Quijote oprime y lleva debajo de sí la estam-
pa del diablo, autor de toda desventura >.
557. — Mogiganga que salió en Burgos el i.° de Julio de 1736 en las
fiestas de Santa Tecla. — Figuraron en ella Don Quijote y Sancho
Pancha, como se describe en un libro titulado: Epítome de la...
vida y milagros de Santa Tecla, y fiestas que se verificaron... Bur-
gos... 1737. — F.°
Da cuenta de este libro y de estas fiestas D. B. Hernández Sanahuja, en
carta á D. Mariano Pardo de Figueroa, fechada en Tarragona el 19 de Diciem-
bre de 1868, que forma el Apéndice BB de la Octava carta droapiana.
558. — Máscara del Quijote en 1740, en Medina-Sidonia.
Don Mariano Pardo de Figueroa, en sus celebradísimas Cartas droapianas
(Apéndice E á la tercera carta, año 1864), da cuenta de un cuaderno manuscrito
y anónimo, del cual copiaré lo más interesante que hay acerca de una masca-
rada del Quijote: «En el año pasado de 1740, vino á esta ciudad de Medina-
J28 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas
Sidonia el Sr. Duque D. Pedro Alfonso Pérez de Guzmán el Bueno y Pacheco,
décimo cuarto duque de Medina... Aparte de otras fiestas... y recibimiento...
hubo una que fué muy nueva y de extraña clase... Esta fiesta fué hacer á lo vivo
las locuras que hacía el famoso caballero Don Quijote de la Mancha, y para ello
un truchimán, muy agudo, hizo como si él mismo fuera Don Quijote, y otro
muy propiamente á Sancho Panza... Recorrieron todas las calles de la ciudad...;
fueron hasta la plazuela del palacio de su excelencia, que salió al balcón y se
holgó mucho de presenciar al vivo la locura de la pelea de Don Quijote con los
molinos de viento, para lo cual habíanse figurado allí mismo con mucho artifi-
cio dos molinos con grandes aspas, á las cuales le dieron impulso oportuna-
mente y cuando Don Quijote le dio la lanzada, cayó de su caballo y acudió el
escudero con grandes voces. Luego se hizo la aventura de los galeotes, para lo
cual estaba conforme el corregidor, que quiso poner en libertad á algunos que
estaban presos por delitos chicos, á fin de celebrar con esta clemencia la venida
del Sr. duque... Luego apedrearon á Don Quijote con unos pedazos de cor-
cho.. En fin, todo fué al vivo y tomado del libro. Y me olvidaba apuntar que
antes se hizo la ceremonia de armar caballero al Don Quijote...; y como el fin-
gido Don Quijote era un chusco, hacía y decia tales cosas, que el duque y todo
el pueblo no paraba de reir... Luego salió toda la comparsa con música y cu-
riosos y recorrió la población hasta que entró la noche».
Y hállase comprobado — añade el Sr. Pardo de Figueroa — que hubo más-
cara del Quijote por la cuenta oficial de lo gastado en los trajes y arreos de
Don Quijote, Sancho y demás, según consta en un documepto fehaciente que
existe en el archivo municipal de Medina.
559. — Máscara quijotesca en Barcelona, el año 1759.
Se describe en el siguiente libro: Relación obsequiosa de los seis primeros
días, en que logró la Manar chía española su más Augusto Principio... y constitu-
yéndose Barcelona un Paraíso con el arribo, desembarco y residencia, i¡ue hicieron
en ella desde los días 17 di 21 de Octubre de 17 sg, Las Reales Majestades dei
Rey Nuestro Señor Don Carlos III y de la Rey na Nuestra Señora Doña Ma-
ría Amalia de Saxonia, con sus altezas el Príncipe Real y demás Soberana Fa-
milia: Escrita de orden del muy Ilustre Ayuntamiento... En Barcelona.
4.° de 220 pág.; seguidas de otras 30 que contienen el sermón que pronun-
ció en ia Catedral el P. Crospis.
Formaron estas suntuosas fiestas una serie de ingeniosas alegorías y esplén-
didas cabalgatas, que bajo el nombre de Festejo alegórico y Real Máscara^ eje-
cutaron con gran aparato y propiedad los Colegios y gremios de la capital.
En la pág. 195 empieza la descripción de Saturno y Opis; y entremezclados
con el acompañamiento, hacen improvisa muestra de sus personas Don Quijote
y Sancho, entablando un animado diálogo en el que se auguran las felicidades
de la dichosa edad de oro, con el feliz reinado de Carlos UL Reaparecen amo
y mozo luego más tarde, al cerrarse la comitiva con el templo de Neptuno, con-
tinuando sus recíprocas alusiones de las aventuras pasadas, y su aplicación á los
festejos que en honra y prez del monarca español se celebraban. La narración
de este episodio en que el héroe manchego y su escudero toman parte en las
populares fiestas, es interesante.
560.— Comparsa del Quijote, en Madrid, año 1861.
En el Apéndice E de las nombradas Cartas droapianas, hay la siguiente no-
inspiradas por las obras ó la vid? de Cervantes 329
ticia: fEn el año de 1861 dieron en Madrid los duques de Medina-Celi un baile
de trajes, que quizá y sin quizá, ha sido una de les fiestas más espléndidas y de
más lujo y fausto que se han visto en nuestra época». cPresentóse en ella una
» comparsa del Quijote, de la cual formaban parte, además del Hidalgo y su
> Escudero, Dorotea, Marcela, Lucinda y otros personajes de la gran novela».
Los periódicos que describieron la fiesta declan: «lo que más animó el sarao y
» excitó poderosamente la curiosidad, cautivando el aplauso de todos, fué el
> felicísimo pensamiento de la comparsa del Qutjote, realizado con notable in-
> teligencia.»
561. — La guarda cuidadosa, comedia del divino Miguel Sánchez. (Flor
de las comedias de España de diferentes autores; recopiladas por
Francisco de Avila. Quinta parte. — Madrid. — Alcalá, 16 1¿.)
En 4."
La reimprimió Ochoa en su Tesoro del teatro español y Mesonero Romanos
en el t. XLV de la B.'^" de A. A. españoles.
El protagonista de esta bella comedia, en la que, — como dice muy bien
Lista, — «se respira en toda ella una atmósfera campestre, que hace mas vivas
y animadas las escenas de amor y celos que se describen », es un romántico
galán que para vigilar á su amada, impulsado por infundados celos, toma el
hábito y el oficio de guarda-monte, y es á la vez guarda cuidadosa de su dama
y de su monte. Nada tienen que ver el argumento ni la acción de esta comedia
con el entremés del mismo nombre de Cervantes, pero la semejanza de idea en
el móvil del héroe y la igualdad del titulo pueden no ser casuales. Es de adver-
tir que Sánchez era ya conocido como poeta dramático en 1603, y podría ser
de esta época su pieza.
562. — El mercader amante. Comedia famosa compuesta por el famoso
poeta Gaspar Aguilar. Norte de la poesía española, ilustrado del sol
de doce cotnedias, que forman segunda parte, de laureados poetas
valencianos... — Valencia, 1616.
Dos distintas damas se quieren casar con el rico mercader Belisario, quien
para probar si siendo pobre le querrán, flngese arruinado. La traza surte su
efecto. La que sólo quería su dinero, Lidora, le desdeña; y la que verdadera-
mente le amaba, Labinia, quiérele más ahora pobre, y se casa con él. — Aun
cuando en el pensamiento de \^ prueba haya una remota analogía con el de la
novela de Cervantes El curioso impertinente, el argumento es muy distinto y el
desenlace diametralmente opuesto. Por esto sorprende que diga Pellicer que
« su argumento coincide con el de la novela del Curioso impertinente ».
Cervantes citó esta comedia de Aguilar como una de las pocas que guarda-
ban los preceptos del arte, en el cap. XLVIII, P. i.^ del Quijote, lo cual prueba
que fué escrita antes del afio 1605; pero como es indudable que su novela del
Curioso impertinente la tenía Cervantes compuesta mucho antes de esta fecha,
pudo muy bien Aguilar tomar A pensamiento para componer con él una comedia,
inventando una nueva acción. En este caso podráse decir que bien se aprove-
chó de la opinión del cura al acabarse de leer la novela en la venta (Q. p. 1.*,
Tomo 11 4-
330 Farsas, malcaradas, y piezas dramáticas y líricas
c. XXXVI) : € Si este caso se pusiera entre un galán y una dama, pudiérase
llevar... »
563. — Entremés famoso de los invencibles hechos de Don Quixote de
la Mancha, compuesto por Francisco de Avila, natural de Madrid.
Hállase en la Octava parte de las Comedias de Lope de Vega (Barcelo-
na, 1617, 4-°)-
La acción se reduce á la contenida en el cap. III, P. i." del Quijote, t Don-
de se cuenta la graciosa manera que tuvo Don Quijote en armarse caballero ».
Se reimprimió en varias colecciones de entremeses del siglo xvii.
564. — Pedro de Urdemalas.
La puso Lope de Vega en la lista Segunda que publicó en la reimpresión
del Peregrino en su patria^ Madrid, año 1618. Según Barrera, existe impresa
suelta, sin año, unas veces atribuida á Montalbán y otras con el propio nombre
de Lope de Vega, y opina que una refundición de éstas es la que apareció á
fines del siglo xvii prohijada á Cañizares.
No conozco más que la siguiente, que poseo: Pedro de Ur dimalas ^ De un
ingenio de esta Corte. Madrid, imprenta de Antonio Sanz, año de 1750. Impre-
sa suelta en 4.0 El argumento es como sigue: Osorio, que había dado palabra
de casamiento á Lucrecia, enamora á otra dama llamada Laura. Lucrecia to-
mando varios disfraces de hombre. Ora de mozo de mesón, ora de caballero,
ora de gitano, y ora de soldado, se da tanta mafia y ordena tan ingeniosos en-
redos y trazas que logra atraer á Osorio á su primitivo amor y hacerle cumplir
gustoso su palabra, casándose con ella. Por tales ardides se aplica la protago-
nista el nombre de Pedro de Urdemalas.
565. — La ilustre fregona.
Comedia de Vicente Esquerdo, representada en i.° de Julio de 1619. No
llegó á imprimirse. (Fuster, cit. por Barrera: Cat.° teatro español.)
566. — Don Quixote de la Mancha. — El Curioso impertinente.
(Parte primera de las comedias de den Guillen de Castro. — Valencia, por
Felipe Mey, 1621, 4?)
Da noticia de estas dos comedias D. Ramón de Mesonero Romanos en el
t. 43 de la B'^'^ de A. A. españoles con las siguientes palabras, después de citar
un pasaje en la 2.' en que Guillen defiende las comedias de su tiempo, ponien-
do en las nubes á Lope: « No dijo mas ni mejor sobre este asunto el famoso
Lope en su Arte. La comedia tiene el mismo argumento de la novela de Cer-
vantes, y la otra, que lleva el titulo de Don Quijote, es el episodio de los amo-
res de Luscinda y Cardenio, Dorotea y el Marqués. El carácter y las palabras
de Don Quijote están bastante bien conservados. »
Parece que estas dos comedias ya se imprimieron en Valencia el año
de 1618, y está casi averiguado que las compuso Castro, muy poco después de
la aparición de la inmortal obra de Cervantes.
inspiradas por las obras 6 la vida de Cervantes 331
Acerca de £1 Curioso impertinente, dice Clemencln (t. II, p. 40): c Don Gui-
llen de Castro hizo comedia de la novela del Curioso impertinente con este
mismo titulo, pero mudando el desenlace para que parara (según costumbre) en
casamiento. En ella insertó frecuentemente no solo las cosas, sino también los
pensamientos y aun las palabras de su original Sirva de muestra el billete que
en el acto 2.° Camila escribe á Anselmo: Yo me hallo... d vos toca. Está tomado
literalmente de la novela. »
567. — La fuerza de la sangre.
(Parte segunda de las comedias de Don Guillen de Castro. — Año 1625. —
Valencia... 4.0)
Tomado su argumento de la novela de Cervantes.
568. — El semejante á sí mismo. — La cueva de Salamanca.
{Parte primera de las comedias de Don Juan Ruiz de Alarcon y Mendoza.
— En Madrid, por Juan González. — Año MDC XXVIII; 4.»)
El pensamiento de la primera comedia está tomado de la novela de Cer-
vantes El curioso impertinente, sólo que en aquélla es un amante quien prueba
la fidelidad de su amada, para ver si es digna de ser esposn suya. D. Luiz Fer-
nández Guerra conjetura que Alarcón hubo de bosquejar esta comedia durante
la travesía de Cádiz á Veracruz, en 1608. Hartzenbusch opina que debió de
escribirse después de 161 1, pero antes del año 1616.
Forma el núcleo de La cueva de Salamanca la conseja popular de que en la
famosa cueva de dicha ciudad ejercitaba sus artes el diablo, y esto sirve al gran
dramaturgo para censurar las creencias en las artes de la magia, y para presen-
tar unos cuadros de la vida estudiantil, pero sin que se asemeje en nada al li-
gero entremés del mismo titulo que escribió Cervantes.
569- — El agravio satisfecho.
Comedia de D. Alonso de Castillo Solórzano, al fin del libro titulado:
Huerta de Valencia, prosas y versos en las Academias della\ Valencia, afio
de 1629, 8.°
« En ella — dice Barrera — copió el autor, hasta cierto punto, el argumento
de la novela de Cervantes La fuerza de la sangre. La modificación que hace
Castillo en él, es ingeniosa y de buen efecto. »
570. — Persiles y Sigismunda.
c Comedia de Luis López, representada en el teatro Real del Pardo, en
Enero de 1633. Pagada á su autor 300 reales. »
Hallo esta noticia en El Averiguador, tom. I, pág. 63.
571.— La Manganilla de Melilla.
{Parte segunda de comedias de D. Juan Ruiz de Alarcon. — Afio 1634. —
En Barcelona; 4.°)
3^2 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas
Dice D. Luis Fernández Guerra en su excelente trabajo sobre el célebre
dramaturgo, que la lectura de las comedias moriscas de Cervantes le inspiró
para la composición de ésta, cuyo asunto es la manganilla, es decir, treta y su-
tileza, ardid de guerra inolvidable que llevó á cabo el famoso capitán Pedro
Vanegas de Córdoba, alcaide de Melilla; que Alarcón la compondría luego que
apareció el tomo de comedias de Cervantes (1615), y que debió de representarse
el año de 1617.
572. — El celoso extremeño.
Esta comedia de D. Antonio Coello va, con el nombre de Lope de Vega,
en la Parte 28 de comedias de varios autores. Huesca, 1634.
Su asunto es el de la novela de Cervantes.
Se ha impreso también con el titulo de: Los celos de Carrizales.
573. — Don Quixote de la Mancha.
Comedia de D. Pedro Calderón de la Barca. En el t. XiV de la Biblioteca
de Autores Españoles, ordenado por el Sr. Hartzenbusch, p. 672, se dice, que se
representó en Madrid en las carnestolendas del año 1637, según lo afirma León
Pinelo en sus Anales de Madrid inéditos, y se confirma en una « Relación de
las cosas más particulares sucedidas en España, Italia..., etc., desde Febrero de
1636 á Abril del i639>, folleto impreso.
Pero como ni uno ni otro analista dicen que la comedia representada fuese
de Calderón, en otra noticia de la época, citada en el t. I, p. 124 de El Averi-
guador, se refiere que la pieza era de D. Pedro de la Rosa, concepto que con-
sidero equivocado, porque Pedro de la Rosa era director de los espectáculos, no
autor dramático. Además, casi todas las piezas que entonces se representaban
en la Corte eran de Calderón.
De todos modos, es cierto que Calderón mencionó por suya una comedia
de Don Qutxote de la Mancha, en su carta al duque de Veragua, á Julio de
1680; y Vera Tassis, en la P. IX de Comedias de Calderón. Madrid, año lógi,
la prometió dar en la Parte X, que no llegó á publicarse. Continúa, pues, des-
conocida esta pieza.
Según dice La Barrera {Catálogo antiguo teatro español).. Barbosa Macha-
do cita, con la duda de que sean de D. Juan Matos Fragoso, una comedia de
Don Quixote de la Mancha, y otras varías que, — dice, — se imprimieron suel-
tas. Esta aparece en el catálogo de Huerta. ¿Será la de Calderón?
574.— La Gitanilla.
Comedia del Dr. Juan Pérez de Montalbán, sacada de la novela de Cervan-
tes. La Gitanilla de Madrid.
Se imprimió suelta sin año, y no consta en las colecciones de piezas de Mon-
talbán, por la cual razón, creyó Barrera que era la de SoUs; pero es distinta,
como lo veremos al tratar de la de este último.
Ignoro si fué compuesta en los primeros ó últimos tiempos de Montalbán,
que falleció el año 1638.
inspiradas por las obras ó la vida de Cervantes 333
575. — El celoso extremeño.
Dice Ticknor QHist. lit. esp. 2° periodo, cap. XX), que Montalbán compuso
una comedia de este nombre, tomada en gran parte de la novela de Cervantes,
y aun los nombres de varios de sus personajes. Es posible que sea la misma que
se ha impreso con los nombres de Lope de Vega y de D. Antonio Coello.
576. — Persiles y Sigismunda, (ó hallarse para perderse).
iPrimera parte de las comedias de don Francisco de Rojas y Zorrilla... Ma-
drid, 1640... 4.°) Pero sa halla ya impresa en la Parte jo de comedias famosas
de varios autores. Zaragoza, 1636.
Está literalmente tomada de la novela de Cervantes. Su lectura ha servido
para fijar la verdadera pronunciación de Persiles, como lo consigna Hartzen-
busch en una curiosa carta al Sr. Mainez, publicada en la Crónica de los Cer-
vantistas, t. II, p. 14.
577.— La ilustre fregona.
Veintiquatro parte perfeta de las Comedias del Fénix de España, Frey Lope
Félix de Vega Carpió,... Año 1641,... En Zaragoza; 4.°
Sigue con bastante puntualidad el argumento de la novela de Cervantes.
578. — El retablo de las maravillas.
Joco-seria. Burlas veras,... en doce entremeses... compuesto por Luis Quiñones
de Benavente... En Madrid,... año 1645; ^•°
579_ — Los cautivos de Argel, ó los Esclavos de Argel.
Parte veinticinco perfeta y verdadera de las comedias del Fénix de España,
Frey Lope Félix de Vega Carpió... En Qarago^a... Ano 1647; 4°
Escrita hacia 1598, la insertó Lope en la i.* lista que de sus comedias pu-
blicó en El Peregrino en su patria, edición de 1604. Siendo, como es, una es-
trecha imitación de El Trato de Argel de Cervantes, ésta debió de ser escrita
antes de 1598, y Lope tener ocasión de ver el manuscrito, que tol vez le fran-
queó el mismo Cervantes.
Don Luis Fernández Guerra y Orbe, al hablar de la Manganilla de Melilla,
de Alarcón, hace el siguiente paralelo entre las dos comedias moriscas de Cer-
vantes y Lope: cmás conforme aquél á la verdad real, como de quien habla vi-
vido tanto tiempo entre agarenos: éste, más ideal y fantástico, como de ambi-
cioso entendimiento, que méiitamente se consideraba con fuerzas para levantarse
en alas de la imaginación á descubrir y adivinar lo que no había visto, j
580. — Quien da luego da dos veces.
Comedia del Maestro Tirso de Molina.
Según el Sr. Hartzenbusch, (t. V, Biblioteca de Autores Españoles), su argu-
mento está sacado de la novela de Cervantes, La señora Cornelia.
Se imprimió suelta, sin año.
^34 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas
581. — El Licenciado Vidriera.
Comedia de D. Agustín Moreto, inserta en la Parle quinta de varios, Ma-
drid, 1653.
Sirvan de cabal reseña, los siguientes párrafos del juicio que de ella hizo
don Luis Fernández Guerra en el t. 39 de la Biblioteca de Autores Españoles.
«Asegura Moreto, al finalizar el drama, que su trabajo nada tiene que ver
con la novela (de Cervantes.) Y, en efecto, la intriga es enteramente distinta;
pero el objeto moral y el genero de locura (fingida en la comedia y verdadera
en la hermosa fábula de Cervantes) son unos mismos en ambas producciones.
Tuvo el poeta dramático la fatal ocurrencia de poner en acción varios inciden-
tes que debieron relatarse en todo caso, pero en cambio, inspirado por el estu-
dio de su clásico modelo, dotó esta obra de grandes bellezas.»
582. — No puede ser... el guardar una mujer.
Comedia de Moreto, que se halla en la Parte catorce de varios, Madrid,
1661.
No cabe duda de que está escrita en recuerdos de la novela de Cervantes
El celoso esíremefio, porque además de hacerse mención expresa de ella en la
I.* jornada, toda la comedia, puede decirse, que es una continuada glosa del
pensamiento encerrado en el tan conocido estribillo:
Madre de mi madre
Guardas me ponéis,
Que si yo no me guardo
No me guardaréis.
La misma observación es aplicable á la comedia de Lope El mayor imposi-
ble, de la cual esta de Moreto es simple refundición.
583. — El parecido.
Comedia de Moreto en la Parte 23 de comedias nuevas... Afio 1665, Ma-
drid.
Dice D. Luis Fernández Guerra en el excelente trabajo del t. 39 de la Bi-
blioteca de Autores Españoles. « Algo sirvió á D. Agustín para su drama, la pri-
mera parte de El castigo del penseque, de Tirso de Molina; y dicen si le sugirió
el pensamiento La Entretenida, de Cervantes...»
584. — Los empeños del mentir.
Esta comedia de D. Antonio Hurtado de Mendoza, se halla en la colección
titulada: flor de las mejores doce comedias de los mayores ingenios de España...
Madrid, 1652.
Está escrita en recuerdos de La Entretenida de Cervantes.
585. — Numancia destruida.
Aparece citada por Barrera, como impresa suelta, entre las comedias de Ro-
jas Zorrilla.
La impresión será de mediados del siglo xvii.
inspiradas por las obras ó la vida de Cerrantes 335
586. — Aventuras verdaderas del segundo Don Quixotte.
Manuscrito de letra de mediados del siglo xvii, que posee el Sr. Sancho Ra-
yón. Es una comedia burlesca, firmada y rubricada. Castillo^ á secas.
Su disparatado argumento se reduce ¿ lo siguiente: El ridículo príncipe de
Gandul conquista un castillo encantado, la torre del Candil, defendido por un
Satyro y un Salvaje, y halla en un cercano bosque una Dama que, después de
varias ridiculas aventuras, resulta ser su Madre. En suma, es una serie de cho-
carrerías, groserías y necedades puestas en verso. Basten para muestra los si-
■ guientes versos con que concluye la comedia :
Y al caso prodigioso
demos fin, y á ninguno le alborote
los lances del segundo Don Quixote,
y por ser aventuras verdaderas
el poeta mendiga para peras.
687. — El yerro del entendido.
(Primera parte de comedias de don Juan de Matos Fragoso. — Madrid, por
Julián de Paredes, 1658, 4.°)
Tiene analogía con la novela de Cervantes, El curioso impertinente^ y es co-
media bastante apreciada, si bien no pasa de ser refundición de otra de Lope
de Vega, La necedad del discreto.
588. — La hija del mesonero, ó la ¡lustre fregona.
Esta comedia de D. Diego de Figueroa y Córdoba, se halla en la Parte 14
de comedias de ingenios españoles, Madrid, 1660, 4.°
Su argumento es el mismo de la novela de Cervantes de igual título.
589. — La fregona.
Entremés de D. Juan de Matos Fragoso que dice La Barrera está en la co-
lección de Entremeses varios, ahora nuevamente recogidos... — Zaragoza. Sin
año, ñnes del siglo xvii.
Ignoro el argumento.
590.— La Gitanilla de Madrid.
Se halla en la Parte J7 de comedias de los mejores ingenios... Madrid.
Año 1671, 4.°, y se reimprimió luego en la Colección de comedias de su autor
D. Antonio de Solís, Madrid, 1681, 4.0
Es un arreglo de la comedia del mismo titulo, que compuso Montalbán sa-
cada de la novela de Cervantes. Un paralelo entre ambas piezas, se lee al
final de una reimpresión de la presente, Cuaderno 40 de la Colección general
de comedias escogidas, Madrid, imprenta de Ortega, afio 1831: « No solo el ar-
gumento de la fábula — dice — pertenece enteramente á aquel Poeta (Montal-
bán), sino los caracteres, las escenas, los nombres de los principales personages,
y hasta la mayor parte de la versificación, que ha conservado Integra nuestro
336 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas
autor (Solls). Solo ha corregido algunos pasages, ha hecho algunas supresiones,
ha añadido varias escenas, como la I.^ del 2.° acto y la I.» del 3.°, y ha variado
otras hasta el desenlace, presentándole con más sencillez y brevedad. Estas
modificaciones han dado á la pieza más regularidad y más verosimilitud, aun-
que en el final há perdido parte del movimiento que tiene en Montalvan. Solls
no ha sido más que un mero refundidor de la Gilanilla de aquel poeta... No
pretendemos con esta observación rebajar de ningún modo el mérito de Solís,
que le tiene ciertamente. Su comedia de la Gitanilla será siempre leida en su
refundición con más gusto que la original de Montalvan, porque la ha mejorado
indudablemente. »
591. — El Dragoncillo.
Entremés de D. Pedro Calderón de la Barca, inserto en las Flores del Par-
naso., en loas, entremeses... Zaragoza, s. a., 8.° (1708).
Es una imitación del entremés de Cervantes La cueva de Salamanca. Según
Hartzenbusch, « lo refundió D. Gaspar de Zavala y Zamora, en el saínete cono-
cidísimo El soldado exorcista >.
592. — Numancia destruida; ó, No hay contra fortuna ardid, ni para el
hado cautelas. De Don... Zayas de Guzmán.
Dice de ella La Barrera: * De esta pieza, inédita, escrita á principios del
siglo xvm, tuvo presente años há un lujoso m s. el Sr. Hartzenbusch. »
593. — Quijada y el Alcalde.
{Arcadia de entremeses... Madrid, 1723, 8.") Anónimo.
No lo he visto. Lo cita Salva en su Cat. t. I, p. 362.
594. — Saiicho Panza.
Entremés existente en el Archivo del Teatro de la Cruz, segün La Barrera,
quien, en el índice de su Cat? del teatro español, cita otro entremés, también
anónimo, impreso suelto, titulado ínsula Barataría ó todo el reino es una quinta,
y otro titulado Don Quijote.
El Sr. Asensio, en una lista de piezas que finalizan su discurso Cervantes
inventor (Aniversario celebr p. la Ácad.^ Sevillana, el 23 Abril 1874), cita sin
lugar, año, ni autor, un sainete titulado Las Caperuzas de Sancho.
595. — Don Quixote renacido, farsa joco-seria de Don Francisco José
Montero Nayo.
Nació el autor en Setubal el año de 17 11.
La Barrera no dice cuándo ni dónde fué impresa esta pieza.
D. Cesáreo Fernández Duro cree que el verdadero nombre del autor es don
Román Montero de Espinosa.
inspiradas por las obras ó la vida de Cervantes 337
596. — Comedia nueva. | El Alcides | de la Mancha, | y famoso | Don
Quixote. I De un ingenio de esta corte. |
Al fin; En Valencia y oficina del Diario. (Afio 1750.) 4.0 de 41 págs.
Empieza la acción con la llegada del Cura y el Barbero á Sierra Morena
para buscar á Don Quijote, y concluye con el enjaulamiento del héroe manche-
go para llevarle á su lugar.
597. — Comedia famosa. | La mas ilustre | Fregona. Fiefta que íe ha re-
prefentado | á fus Mageftades en el Palacio del Buen Retiro. De
Don Jofeph de Cañizares.
En 4.°, de 22 hojas sin numerar; á dos columnas.
Esta impresión suelta, sin afio, ni lugar, me parece anterior al 1750. Tengo,
también del siglo xviii, otra impresa en Madrid, librería Quiroga; y la reim-
presa en la Colección de comedias escogidas de Cañizares, Madrid, Orte-
ga, 1833, 8.°, con análisis final cuyos principales conceptos copio: « Sabido es
que tenemos en España un nuevo género de drama llamado de figurón, debido
á la chistosa invención de Moreto y Rojas, y cultivado con acierto por Cañiza-
res... que en esta pieza acertó á realzar con sus toques el argumento... de una
de las mas graciosas novelas... de Cervantes..., haciendo algunas ligeras altera-
ciones en los pormenores, sin tocar el fondo de la acción. De los diferentes ca-
racteres de don Tomas y don Policarpo resulta un contraste que hace más inte-
resante al protagonista, así como del ridículo culteranismo de doña Clara, al
paso que critica el despreciable abuso que se iba introduciendo en su tiempo
en la claridad y nobleza de nuestro idioma, saca buen partido en favor de la dis-
creción y ternura de Constanza. Todos los interlocutores están bien ideados,
variadas las escenas, castizo el lenguaje, y sostenida la atención del espectador
hasta el último paso; y no es en verdad poco mérito este en una pieza destituida
por otra parte de unidad de tiempo y lugar. » ... « No nos detendremos en las
sales de la locución que abundan á cada paso en boca de los dos figurones;
pero sí convidamos al lector á que examine con atención la graciosa troba del
aprended flores de mí, que recitan en el 3." acto doña Clara y don Policarpo. »
Me parece que esta crítica es sobradamente benévola. Las bellezas que en
esta pieza se encomian, bellezas que sólo lo son relativamente al ahuecado estilo
y afectado lenguaje propios de aquella época, quedan deslucidas por el defecto
capital de haberse desvirtuado y alterado notablemente el argumento, la acción,
los caracteres y las situaciones de la novela de Cervantes, una de las más bellas
entre las ejemplares. Aquel angelical tipo de Constanza, modelo de modestia,
de honestidad, de recato, de ingenua sencillez, « que no menos enamora con su
recogimiento que con su hermosura-i) , es en la comedia de Cañizares una mucha-
cha que admite de buenas á primeras los galanteos de don Tomás; que, para
cortar dificultades, se fuga con él á Sevilla, donde permanecen dos meses, si
bien con todas las salvedades de conducirse honestamente, y, abandonada por
su amante, á quien su padre tiene designado otro casamiento á su parecer más
ilustre, va en su busca, le halla, y para vengarse le dispara un tiro á quema ropa
hiriéndole malamente. ¿Dónde está la honestísima y modesta Constanza de
Cervantes?
No menos falseados están los demás caracteres. Y aquellos tan bien bosque-
jados cuadros de la novela, llenos de vida real, de colorido local, de naturales
Tomo n 43
338 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas
escenas y de sobrias imágenes, desaparecen en la comedia tras una armazón de
episódicos detalles y enredadas situaciones, dignos, en fin, de una comedia de
figurón, pero nada más.
598. — Segundo Don Quijote, ó cualquiera marido es bueno.
Citada por La Barrera, sin indicación de año, lugar, ni autor, en el índice de
títulos de su Caí.° del teatro antiguo.
599. — Aventuras de Don Quijote y religión andantesca.
Cat. de Duran, citado por La Barrera (índice de títulos).
600. — Numancia destruida.
La cita Ticknor (t. IV), y la pone D. Pedro Salva en el índice de Obras
dramáticas, á nombre de l3. Ignacio López de Ayala; su fecha hacia 1775.
601. — Amor hace milagros, ó Don Quijote de la Mancha, comedia de
Gómez Labrador.
Así la cita Clemencfn; pero en la pág. 135 del Bosquejo hist.-crítico de la
Poesía castellana en el siglo XVI II, escrito por D. Leopoldo Augusto de Cueto,
al frente del t. 53 de la Bs'^ de A. A. españoles, se dan de esta comedia los si-
guientes datos : « El año mismo en que escribió Melendez Las bodas de Cama-
cho (1784), se publicó en Salamanca la comedia El amor hace milagros del Ba-
chiller D. Pedro Benito Gómez Labrador; imprenta de Villagordo, 1784. — Esta
comedia sigue casi al pié de la letra la novela de las Bodas de Camacho, según
la refiere Cervantes en el cap. XX del libro 2.0 de Don Quijote. »
602. — Las Bodas de Camacho el Rico, comedia pastoral premiada por
la villa de Madrid, para representar en el teatro de la Cruz, con
motivo de los festejos públicos que executa por el feliz nacimiento
de los serenísimos infantes Carlos y Felipe, y ajuste difinitivo de la
paz. Su autor el Dr. D. Juan Melendez Valdés. Catedrático de
Pritna de Letras Humanas de la Universidad de Salamanca
MADRID. MDCCLXXXV. Por D. Joachin Ibarra.
En 4°, de dos hojas preliminares y 135 págs. de hermosa y clara impresión.
Claramente reza la portada el motivo de haberse representado esta comedia,
premiada por la villa de Madrid entre muchas que se presentaron.
Su argumento es el mismo del hermoso episodio de los caps. XDC y XX de
la P. 2.^ del Quijote, « Donde se cuentan las Bodas de Camacho el rico, con el
suceso de Basilio el pobre»; con la adición de dos personajes: Petronila, hermana
de Quiteria, que ama secretamente á Camacho y al fin se casa con él; y Camilo,
pastor amigo de Basilio, que, disfrazado de Mágico, acude presuroso, y le cura
de improviso, fingiendo hacerlo con un ensalmo misterioso.
inspiradas por las obras 6 la vida de Cervantes 339
Esta comedia, que verdaderamente es pesadísima, tiene 5 actos, y Meléndez
introdujo varios coros, que fueron puestos en música por D. Pablo Esteve.
Para dar principio á la pieza, compuso una Loa D. Ramón de la Cruz, la
que se imprimió al frente de ella y ocupa 25 páginas.
De los varios juicios que acerca de la comedia de Meléndez se han formado,
creo el más autorizado el siguiente de U. Leandro Fernández de Moratln :
< ...presenta mal unidos en una fábula desanimada y lenta, personages, caracte-
res y estilos que no se pueden aproximar, sin que la armonía general de la
composición se destruya... La figura del ingenioso hidalgo siempre pierde cuando
otra pluma que la de Benengeli se atreve á repetirla... Quiso Meléndez acomo-
dar en un drama los diálogos del Aminta con los del Quijote y resultó una
obra... insoportable en los teatros públicos, y mui inferior á lo que hicieron en
tan opuestos géneros el Tasso y Cervantes. »
í 603. — El Rutzvanscadt, ó «el Quijote trágico», tragedia á secas, de don
'¡ J. Pisón y Vargas. — Madrid, Sancha, 1785.
t En 4.°
Citada por D. Cesáreo Fernández Duro en su carta al Sr. Mainez {Crónica
de los Cervantistas, t. II, p. 56, año 1873).
604. — Las bodas de Camacho.
Comedia de D. Antonio Valladares.
Don Quijote y Sancho Panza en el castillo del Duque.
Comedia de D. Francisco Martí.
Ambas las cita Clemencín (Don Quijote, t. IV, p. 400), sin otras señas.
605. — Peor es urgallo, ó Don Quijote con faldas.
D. Antonio García Gutiérrez compuso en sus mocedades esta pieza, que ha
quedado inédita.
606.— Nobleza obliga.
Según el Sr. Asensio, también escribió Gutiérrez esta pieza de asunto cer-
vántico.
£//z«/ama/ del 4 de Febrero de 1872, hizo notar que dos actos de este
drama está basados en un episodio del Persiles.
607. — Don Quijote y Sancho Panza, en el castillo del Duque. Comedia
en cuatro actos y en verso. Original de D. José Robreño. — Barce-
lona. — En la imprenta de J. Torner. Año 1835.
En 8.°, de 79 págs.
3^0 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas
Sigue fielmente la acción del libro de Cervantes, y hasta copia en cuanto
puede sus mismas frases, pero es un zurcido de poco mérito.
608. — Lo pn'ncep Mlcocó.
Comedia en verso, publicada en 1837, en catalán. (Pers. y Ramona).
609. — La hija de Cervantes.
Drama en 5 actos de D. Aureliano Fernández Guerra, estrenado con aplau-
so en Granada el 20 de Febrero de 1840.
Sirvióle de argumento el proceso seguido á la familia de Cervantes en Va-
Uadolid, con motivo de la muerte de D. Gaspar de Ezpeleta.
610. — Apoteosis de Calderón.
En 8.»
Pieza de D. José Zorrilla. Madrid, año 1840, Uno de los personajes es
Cervantes.
611. — El Licenciado Vidriera.
En 8°
De D. Gregorio Romero Larrañaga, en colaboración de D. F. González
Elipe. Madrid, 1841.
Dice Asensio que es obra infelicísima.
612. — Roque Guinart, drama en tres actos y en verso, por D. Carlos
Coello y Pacheco. — Madrid.
Se estrenó en el teatro Español la noche del 24 de Octubre de 1874.
c El fundamento de la acción — dice el Sr. Cañete en su prólogo á esta
pieza — es hijo legítimo de la que anima Los Ladrones de Schiller, pero en el
fondo y en el colorido es drama genuinamente español. El poeta ha tenido la
feliz ocurrencia de hacer que Don Quijote y Sancho se limiten á cruzar muda-
mente por el escenario, evitando el escollo en que han tropezado cuantos los
han sacado á las tablas queriendo atrevidamente imitar lo que es inimitable de
suyo. »
613. — La Locura contagiosa.
Hermoso cuento de D. Juan E. Hartzenbusch, como Apéndice en la edición
del Quijote de Gaspar y Roig, Madrid, 1847, y reimpreso en el Semanario Pin-
toresco de Madrid, año 1849, P- 4^-
En este interesante cuadro dramático, bellamente escrito con propio estilo
cervantesco, supone el eminente literato que las carcajadas que Cervantes
soltaba mientras estaba componiendo el Quijote en Valladolid, hacia el año
1603, promovieron en la mente de su hermana Magdalena sospechas de que
estuviese loco, y yendo á comunicar sus alarmas con el cura de la parroquia y
inspiradas por las obras ó la vida de Cerrantes 341
el médico de la familia, acudieron éstos á examinar el caso; mas, lejos de ha-
llarse con un loco á quien curar, fueron uno tras otro contagiados por la risa
del escritor alegre, y de igual contagio participaron su esposa, su hermana An-
drea, su hija y su sobrina que sucesivamente penetraron en la estancia donde
Cervantes escribía su inmortal novela.
Por esta reseña comprenderá el lector que éste fué el argumento de que se
valió Narciso Serra para componer su celebrado paso El Loco de la Guardilla.
El bello cuento del Sr. Hartzenbusch fué traducido al alemán por el doctor
Johann Fastenrath en el 1. 1 de su libro Das Buch meiner spaniscken Freunde
(Leipzig, 187 i).
614. — Isabel de Saavedra, drama histórico en cinco actos, deD. Eduar-
do Pérez Pedrero y Arraya. — Madrid, imprenta de A. Martínez.—
1853-
615. — El curioso impertinente. Novela de Cervantes, reducida á drama
en cuatro actos y en verso por D. Adelardo López de Ayala y don
Antonio Hurtado. — Madrid, imprenta de González. — 1853.
En 8.°, de 99 págs.
Forma parte de la colección titulada La España dramática.
61 6 . — Cervantes .
Drama representado en el teatro del Balón de Cádiz, en Septiembre de 1853.
(Asensio, Aniv° de Cerv. en Acad.^ Sevillana. Año 1874.)
617. — El Fénix de los Ingenios, drama en cinco jornadas, original de
D. Tomás Rodríguez Rubí. — Madrid, imprenta de González. —
1853-
Uno de los personajes es Cervantes.
Mi ejemplar es el primero que se tiró, y lleva dedicatoria autógrafa de Rubí
á D. José Valero.
618. — Don Quijote y Sancho Panza.
Zarzuela de D. José Velázquez y Sánchez, representada en el teatro de San
lernando de Sevilla, el afio de 1857. Quedó inédita.
Dice el Sr. Asensio que su argumento es el episodio de Clavileño.
619. — Las Bodas de Camacho.
Comedia arreglada del francés, en 3 actos y en prosa. Madrid, 1858. Citada
en la Gaceta, según el Sr. Fernández Duro. {Cron. de los Cerv., 1. 11, p. 58.)
620.— La venta encantada. Zarzuela en tres actos y en verso, letra de
342 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas
Don Adolfo García, música de D. Antonio Reparaz. — Madrid,
imprenta de J. Rodríguez. — 1859.
En 8°, de 73 págs.
La acción del primer acto tiene lugar en Sierra Morena, y comprende el
encuentro del cura y-el barbero con Cardenio y Dorotea, y la aventura de la
princesa Micomicona.
El segundo acto « trata de lo que sucedió en la venta á toda la cuadrilla de
Don Quijote » hasta el momento en que Dorotea se arroja á los pies de don
Femando, que no quiere oiría. Aquí, la acción desarrollada en la obra de Cer-
vantes, cambia en la comedia. D. Fernando es atacado por los cuadrilleros de
la Santa Hermandad, y la pelea concluye este acto. En el tercero se presenta
Dorotea disfrazada de hombre á batirse con D. Fernando quien tras un vivo
diálogo y una violenta escena entre ellos, Luscinda y Cardenio, reconoce á
Dorotea por su esposa. El acto concluye con el enjaulamiento de Don Qui-
jote.
621. — La hija de Cervantes.
Loa para la función representada en el teatro del Príncipe el día 23 de
Abril de 1861. La escribió D. J. Eugenio Hartzenbusch.
Salió en El Museo Universal de 5 y 1 2 de Mayo de dicho año.
Tiene lugar la acción, la noche del día en que enterraron á Cervantes, y
pasa en el cementerio provisional del convento de las Trinitarias, en donde « se
preparaba á renovar sus votos D." Isabel de Saavedra ».
La tradujo libremente al alemán, con el epígrafe Die Bedeutung des Don
Quijote, el Dr. Johann Fastenrath en el t. I de su obra Das Buch meiner spa-
nischen Freunde (Leipzig, 187 ij.
622.— Cervantes, drama apologético en tres actos y en verso, de don
Joaquín Torneo y Benedicto; estrenado en el teatro de Novedades
el día 9 de Octubre de 1861. — Madrid, imprenta de J. Rodríguez.
— 1861.
En 8.0, de 86 págs.
Los personajes son: D.^ Catalina Palacios, Leonela su doncella, Cervantes,
Quevedo, el conde de Lemos, Villegas, Avellaneda, C. Suárez de Figueroa, Es-
pinel, Cristóbal de Avendafio, el Dr. Francisco Núfiez, Gil Pérez, hostelero y un
paje. — Damas, caballeros... pueblo.
La acción empieza el 22 de Abril de 1616 á la caída de la tarde, y finaliza
el día siguiente á las ocho de la noche. El objeto viene expresado en las si-
guientes frases del autor al fin de la obra: « Lo único que he intentado en la
presente obra, es fingir una alegoría de las desventuras del anciano soldado; re-
presentar su época en Avellaneda, su posteridad en Quevedo. »
623. — El Curioso impertinente.
De D. Enrique de Cisneros. Hace mención de esta pieza D. Jerónimo
Moran.
inspiradas por las obras ó la vida de Cervantes 343
624. — El Loco de la Guardilla, paso que pasó en el siglo XVII, escrito
en un acto y en verso por D. Narciso Serra, música del maestro
D. Manuel Caballero.
Representado por primera vez en el teatro de la Zarzuela el día 9 de Octu-
bre de 1861.
Bien conocido es este lindo trabajo del Sr. Serra, lleno de sentimiento y de
poético encanto. Serra dice que la idea de su pieza nació del cuento de Hart-
zenbusch, La locura contagiosa.
625. — Don Quijote de la Mancha: drama en tres actos de D. Ventura
de la Vega. — Madrid, imprenta de J. Ducazcal. — 1861.
En 8°, de 64 págs.
Está en prosa. Da principio con las Aventuras de Sierra Morena, y fin con
el encantamiento de Don Quijote dentro de la jaula. Para exornar la comedia
puso el celebrado Maestro Barbieri en música el ovillejo de Cárdenlo, y com-
puso la del acto 2.° y la hermosa cantata final.
626.— El 23 de Abril de 1616.
Obra dramática que se menciona en la 3." carta droapiana (1864).
627. — El pedestal de la Estatua. Drama original, en dos actos y en ver-
so. Por Roque Barcia.
En 8.0, de 59 págs.
Representado por primera vez en el teatro de Variedades, el día 5 de Marzo
de 1864. — Madrid, 1864.
« Este humildísimo episodio — dice el autor — es una lágrima vertida al
pie de una estatua, para refrescar las cenizas de un genio mártir. »
La acción comprende unos pocos momentos de la vejez de Cervantes quien,
olvidado de todos, se ve obligado á consentir que su hija Isabel entre en el con-
vento, porque no la puede mantener, y exclama tristemente, arrojando su Quijote
al público:
Pueblo
cuando una estatua levantes
ahí tienes el pedestal.
628. —Cervantes, comedia.
En la 4.-^ carta de M. Droap al Dr. Thebussem (i.o de Junio de 1865), hay
la siguiente noticia:
« En el Casino Español de México se representó una comedia escrita por el
Licenciado Mateos con buenos versos, pero de escaso interés. Era su argumen-
to, que robaron á Cervantes el manuscrito del Quijote; éste fué á parar á manos
344 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas
del Conde de Lemos y lo regaló á su autor, el cual se queja de la ingratitud de
sus contemporáneos, y de la miseria y desgracia en que vivía. Uicha composi-
ción no llegó á imprimirse. »
629. — Amor del Genio, drama en verso, precedido de un prólogo, por
D. Manuel Víctor García. — (1864?).
El protagonista es Cervantes y el lugar de la escena Esquivias. En el extenso
prólogo, intenta probar su autor que el hombre que, con su carácter y ridicule-
ces, inspiró la primera idea de un Don Quijote, fué D. Alonso de Quijada, ve-
cino de dicha villa. En su muerte, acaecida el año 1604, halla la razón el sefior
García, de haberse dilatado la publicación del Quijote hasta 1605.
De esta pieza, inédita, dio cuenta á la Comisión del Quijote, nombrada por
la Real Academia, el Sr. de La Puente, en la sesión del 21 de Diciembre
de 1865.
630. — La ínsula Barataría, zarzuela en tres actos y en verso, letra de
D. Luis Mariano de Larra. Música de D. Emilio Arrieta.
Estrenada en el teatro del Circo el 28 de Diciembre del 1864. — Ma-
drid, 1864.
En 8.° de 81 págs., más dos hojas finales en que se copian los párrafos del
Quijote relativos á la acción de la pieza, con objeto de que los actores vayan
guiados en lo que á trajes y decoraciones se refiere.
El argumento es el del gobierno de Sancho Panza en la Ínsula; pero, el epi-
sodio de unos amores contrariados, que el autor ha añadido, es de tal efecto
dramático que llega á formar la nota dominante del cuadro.
631. — La Estafeta de Urganda.
Según la 4.* carta droapiana (afio 1865), los periódicos de Madrid anuncia-
ron el próximo estreno de este drama.
632. — Las bodas de Camacho. Episodio de la inmortal novela de Cer-
vantes Don Quijote de la Mancha^ escrito para solemnizar el nata-
licio del príncipe de los ingenios españoles, por D. García Cuevas.
Música del maestro D. A. R. Representado por primera vez en el
teatro del Circo el día 9 de Octubre de 1866. — Madrid, Fortanet,
1866.
En 8.°, de 39 págs.
El autor, comprendiendo la dificultad de poner en escena este campestre
cuadro, ha dado modestas proporciones á su trabajo.
633. — Cervantes cautivo. Drama en verso, en tres actos y un epílogo,
original de Jaime Horta. — Barcelona, imprenta Gaspar, 1867.
En 8.°. de 120 págs.
inspiradas por las obras ó la vida de Cervantes 345
Nárrase el cautiverio de Cervantes en Argel, poetizado con los amores de
Zoraida, que se sacrifica hasta morir por él. El tercer acto acaba con la traición
de J. Blanco de Paz, preparada ya desde el comienzo del drama; y en el epí-
logo, se desarrolla la interesante escena del adiós que se dan, Cervantes liber-
tado por fray Juan Gil, y el Dr. Antonio Sosa que voluntariamente se queda en
Argel.
634. — Los dos camaradas, primera parte del drama postumo Miguel de
Cervantes, que dejó sin concluir D. Ventura de la Vega, dividida
en dos actos, y precedida de un proemio en uno, titulado Un ha-
llazgo literario, escrito por D. Luis de Egullaz. Ambas obras han
sido puestas en escena por primera vez en el teatro de Jovellanos
la noche del 21 de Abril de 1867. — Madrid, imprenta de Rodrí-
guez, 1867.
En 8.°, de 56 págs.
El proemio, destinado, como lo indica su título, á explicar el por qué se pone
en escena la obra truncada de D. Ventura de la Vega, es un lindo cuadro de
costumbres en que se da merecido rapapolvo á ciertos pedantes que en materia
de artes y de letras sólo hallan bueno lo que del extranjero se importa.
La acción de Los dos camaradas pasa en Alcalá el afio de 1568. El es-
clarecido vate, con estilo propio y pinceladas cervantescas, bosqueja un cuadro
en que aparecen, vigorosas, dos figuras: Cervantes y D. Juan de Austria, com-
pañero suyo en la Universidad de Alcalá. Ambos fraternizaron en unidad de
alteza de ánimo, y ambos se separan para conquistar fama eterna; el uno para
las letras, el otra para las armas. Miguel, al partir con su hermano Andrés, que
toma el nombre de Rodrigo, profiere aquellas levantadas frases que Don Qui-
jote dirige á Sancho al acometer tan valerosamente la aventura de los batanes:
€ has de saber que yo nací por querer del cielo en nuestra edad de hierro para
resucitar en ella la de oro!... »
La muerte sorprendió á Ventura de la Vega, cuando aún no había termina-
do esta I ?■ parte.
635. — El bien tardío. Segunda parte de El loco de la Guardilla. Drama
original en un acto y en verso de D. Narciso S. Serra. Represen-
tado en el teatro de la Zarzuela en Octubre de 1867. — Madrid, Ro-
jas, 1867.
En 8.°, de 44 págs.
La acción continúa la de El loco de la guardilla, pero el poeta introduce
dos nuevos personajes: Quevedo, y la dama portuguesa supuesta madre de Isa-
bel de Saavedra. Esta forma el propósito de encerrarse en el convento donde
su hija mora, y D. Francisco viene á buscar la amistad de Cervantes, á quien al-
canza en sus últimos momentos; y cuando el Conde de Lemos aparece, al final
del drama, con el nombramiento de gobernador para las Indias, halla muerto á
Cervantes, y exclama:
Un bien ha sido tardío
el mío, y harto lo sientol
Tomo II 44
346 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y lincas
636. — Aventuras de Don Quijote de la Mancha. Producción lírico-bufa
en dos actos, escrita por los Sres. Casamayor y Utrera, y puesta
en música por el Sr. Milpagher, Músico mayor de un regimiento de
Ingenieros.
(Habla de ella la Gaceta de Madrid át\ 8 de Febrero de i868.)
637. — Los Farsantes, paso que pasó en un lugar de la Mancha en el si-
glo XVII, escrito en lengua arábiga por Chit-Hamete-Berengena, y
traducido en español por el Licenciado Salsipuedes. Este paso fué
representado por primera vez en Madrid en el teatro de los Bufos
Madrileños (Circo), el 8 de Febrero de i868. — Madrid, i868.
En 8.», de 20
D. J. M. Gutiérrez de Alba es el autor de esta pieza, cuyo argumento es
como sigue: La Compañía de Ángulo el Malo se propone representar los En-
tt enteses de Cervantes delante del Alcalde, de Don Quijote y de otros persona-
jes de Argamasilla, entre los cuales se hallan el barbero, el cura y Sansón Ca-
rrasco; pero el bueno del Alcalde quiere aconsejarse antes de permitir la repre-
sentación, <para ver si en estas farsas» «hay algo que ofender puede» «á nues-
tras costumbres rancias», y dispone «hacer á puerta cerrada» la función, y si no
tiene, «como espera, cosas malas», «que la dé mañana al público» «en donde
mejor le plazca». Empieza, pues, Ángulo con el entremés El juez de los Divor-
cios, y á mitad de su representación queda...
Por su inmoralidad
suprimido el entremés.
Propone Ángulo poner el de El Rufián viudo, pero ¡quiá! dice el Alcalde
que:
... aquí tales desmanes
no queremos tolerar,
ni se han de representar
uno ni muchos rufíanesl
Tampoco le permiten La guarda cuidadosa, porque en el soldado y el sa-
cristán se creen ofendidas la milicia y las cosas de la Iglesia; y al anunciar el
entremés de El viejo celoso, el Alcalde, cuya esposa se llama Lorenza, créese
aludido, pues confiesa que es viejo y celoso; y, lleno de furor, quiere encarcelar
á Ángulo. Apacigúale Sansón Canasco y ofrece un estremés de su composi-
ción,
una farsa peregrina,
donde entran un estudiante
pobre, un caballero andante,
y una beata ladina,
que es aceptado, y así termina el paso.
inspiradas por las obras 6 la vida de Cervantes 347
638. — Con la pluma y con la espada. Loa en un acto y en verso escrita
por D. Isidoro Martínez y Sanz.
En 8.0, de 39 págs.
Representada por primera vez en la inauguración del teatro de la Sociedad
literaria La pluma y ¡a espada, para que fué escrita, en la noche del 18 de
Abril de 1870. — Madrid, imprenta de Alcántara, 1870.
Son los interlocutores: Cervantes, Isabel su hija, Don Lope, el Conde de
Lemos y maese Roque. La acción, que pasa en Valladolid á principios del si-
glo XVII, se reduce á narrar la protección que el Conde de Lemos promete al
desvalido Cervantes, quien le ofrece dedicarle el Quijote que va á concluir; y,
como episodio, los amores de Isabel con Don Lope.
639. — Don Quijote séptimo, pieza en un acto y en verso escrita expre-
samente por *** para el beneficio de la aplaudida actriz D.* Amalia
Mondéjar, y estrenada con éxito extraordinario en el teatro de la
Princesa. — Valencia, imprenta de V. Daroqui, 1872.
En 8.0, de 16 págs.
Es una sátira contra el pretendiente D. Carlos de Borbón.
640. — Ovillejo de Cervantes, puesto en música por D. Francisco Asenjo
Barbieri. — Ilustración Universal^ Madrid, 1872.
Es lindísima la música puesta por el insigne maestro español á los versos
que canta Cardenio cuando está cavando.
641. — El manco de Lepanto. Episodio histórico en un acto y en verso,
original de D. Ángel Mondéjar y Mendoza. Música de D. Rafael
Aceves. Estrenado con extraordinario éxito en el teatro del Circo
la noche del 23 de Abril de 1867. — Madrid, imprenta de Gabriel
Alhama, 1873.
En 8.0, de 18 págs.
Es un episodio del cautiverio de Cervantes, que concluye con su rescate.
642. — Los dos Genios. Loa en un acto y en verso, original de D. Pedro
A. Torres. Dedicada al Ateneo Tarraconense de la clase obrera. —
I Tarragona, imprenta de Puigrubí, 1873.
En 4,0, de 24 págs.
El Genio de la Guerra y el Genio del Arte, evocados por La Fama, preten-
den cada cual ser el que mayor parte de gloria da á Cervantes en la tierra. El
primero, para apoyo de su pretensión, hace salir á La Batalla de Lepanto, que
narra la victoria en que tanta parte tuvo Cervantes, y dice: tIEse es mi dere-
348 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y Úricas
chol » El Genio del Arte evoca á Sancho Panza, quien enumera las aventuras
de Don Quijote, y después de haber aquel genio deducido el alcance trascen-
dental de la obra, exclama: «Esta es la prueba ofrecida» «que mi derecho ase-
gura.» Por fin ambos Genios estipulan este honroso convenio:
el soldado para Marte;
el escritor para el arte
y para entrambos el genio.
Van ambos á penetrar en la habitación de Cervantes y sale la Pobreza que
les detiene diciéndoles:
Pretende inútilmente hoy darle gloria,
quien en días de amor y de esperanza
nególe la fortuna y la victoria,
y les muestra á Cervantes que sentado á la mesa,
sufre en silencio y el Quijote escribe.
En otra escena, sale Cervantes con el manuscrito de su libro en la mano, y,
en un largo y sentido monólogo, se queja amargamente del olvido y desprecio
en que sus contemporáneos le tienen, y exhala el líltimo suspiro al pie del árbol
de la Fama. Esta sale con los dos Genios y después de anunciar la gloria in-
mortal de Cervantes y de entregar la espada al Genio de la Guerra, y el ma-
nuscrito al Genio del Arte, les dice:
yo nada al arle ni á la guerra quito;
me basta sólo con tener su nombre I
643. — La Cuna del Quijote, de D. Tomás Martínez.
Representada en el teatro del Ateneo Tarraconense de la clase obrera, para
el cual fué escrito. — Tarragona, 1873.
No la he podido ver.
644. — El último día.
Cuadro dramático de D. Luis Montoto, escrito en colaboración con D. José
de Velilla.
Asi lo menciona Asensio en el trabajo que leyó en la Academia Sevillana
el 23 Abril 1874.
645. — Un prólogo y un proceso. Apropósito, en dos actos destinado
á solemnizar la memoria de D. Miguel de Cervantes Saavedra. Com-
puesto por T. M. M. — Tarragona, Puigrubí. — 1874.
Regalo con envió autógrafo de su autor D. Tomás Martínez Marquina, quien,
con la modestia que le caracteriza, dice en un prefacio que no ha pretendido
escribir una obra para el teatro, y sí sólo un Apropósito que pueda ser repre-
inspiradas por las obras ó la vida de Cervantes 349
sentado en algunas de las funciones que se dedican al Principe de los Ingenios
españoles.
El proceso de Valladolid, con motivo de la muerte de D. Gaspar de Ezpe-
leta, forma el nudo principal de esta discreta pieza, cuya escena séptima es
una apreciable paráfrasis en acción del prólogo que puso Cervantes á la i.a parte
del Quijote.
646. — El manco de Lepante, comedia en dos actos y en verso, original
de D. Enrique Zumel, representada por primera vez en el teatro
Martín el 9 de Octubre de 1874, para solemnizar el aniversario del
natalicio de Cervantes. — Madrid, 1874.
En 8.0, de 47 págs.
Presta argumento á esta pieza, la tradición de la prisión de Argamasilla.
647. — La muerte de Cervantes.
Cuadro dramático en un acto escrito expresamente para el primer actor don
José Mata, por D. Emilio Ferrari. Se representó en el Teatro Principal de Bar-
celona, la noche del 9 de Octubre de 1874.
En los dos primeros cuadros describe el autor con hermosos versos la muerte
de Cervantes, asistido en sus últimos momentos por solo su hija Isabel, y llorado
por Lope de Vega, que llega cuando Cervantes acaba de expirar en un misera-
ble jergón. — El cuadro tercero, presenta, como tipos de costumbres de la época,
un galán persiguiendo á una tapada, una ramilletera y varios paseantes que
hablan mal de las comedias de Cervantes; pero que al llegar fray Antolln con
la noticia de la muerte del pobre manco, cuyas obras alaba, vanse con él excla-
mando: «[Cervantes fué un gran poetal» — El cuadro cuarto es la glorificación
de Cervantes por España y la Inmortalidad.
648. — Cantata á la Inmaculada Virgen María., escrita por el inmortal
Cervantes en su Per siles; puesta en música en el presente año 1874
por el maestro D. Bernardo Calvó Puig, para la parroquia de la
Concepción y Asunción de Nuestra Señora. — Barcelona, impren-
ta de José Miret.
Una hoja en folio.
649. — La Condesa Trifaldi.
Apropósito de los Sres. Tores y Acero, representado el afio 1877 en el teatro
Lope de Vega de Valladolid.
650. — El sueño y la realidad. Loa escrita para conmemorar el aniver-
sario de la muerte del Príncipe de los Ingenios españoles, Miguel
de Cervantes Saavedra, por D. José Moreno Castelló. — Jaén im-
prenta de los Sres. Rubio, 1876.
En 8.", de 37 págs.
350 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas
Es una apoteosis de Cervantes, en que figuran El Tiempo, La Envidia, La
Fama, Cervantes, La Gloria y España. «La escena en 1615, y en lugar inde-
terminado, aunque se supone no distante de Madrid.»
651. — Cervantes. Loa en un acto y cuatro cuadros, original de José
E. Triay. Escrita en pocas horas, para conmemorar el aniversario
261" de la muerte de Cervantes, y estrenada con buen éxito en el
teatro de Albisu la noche del 23 de Abril de 1877. — Habana, La
propaganda Literaria. — 1877.
En 8.°, de 26 págs.
652. — El manco de Lepanto.
Zariuela en un acto en verso escrita expresamente para ser representada,
como lo fué, en el teatro de Tacón de la Habana, la noche del 23 de Abril
de 1879.
FI argumento es la muerte de Cervantes pobre, á quien va á auxiliar L,ope
de Vega, aunque tarde.
653.— La Hija de Cervantes.
Cuadro dramático en un acto y en verso de D. Ramón Guerrero de Luna,
premiado en el Certamen artístico-literario en honor de Cervantes, celebrado
por el Ateneo Tarraconense en 1880.
El asunto es la muerte de D. Gaspar de Ezpeleta, tratado novelescamente.
654. — Sancho Panza. Capricho cómico en dos cuadros y en verso, arre-
glado del inmortal Don Quijote de Cervantes por Juan Molas y Ca-
sas. — Barcelona, Bastinos. — 1881.
En 8.°, de 30 págs.
Supone el autor que Don Quijote se presenta en la ínsula Barataría, en
donde Sancho estaba gobernando como un girifalte, y le aconseja que deje la
ínsula, diciéndole: «para un gobierno tú eres, Sancho Panza, muy buen hombre.*
Sancho lo reconoce y sigue á su amo en sus nuevas aventuras.
Se ha reimpreso por los mismos editores el año 1894, y forma parte de la
Galería dramática infantil.
655. — Los dos curiosos impertinentes. Drama en un prólogo y dos ac-
tos, tercera parte de una Trilogía, por José Echegaray. — Madrid.
Hijos de A. GuUón, editores, 1882.
En 8.°, de 102 págs.
Aunque la acción es completamente distinta de la novela del Curioso Im-
pertinente de Cervantes, bien claro demuestra, y lo afirma el autor una y otra
vez, que en ella está inspirado su drama, cuyos protagonistas son marido y mu-
inspiradas por las obras ó la vida de Cervantes 35 1
jer. Esta, que se ve asediada por el vil amigo y protector de su marido, propone
á éste el alejamiento de ambos para substraerse á los ardides de aquél. En lugar
de adoptar esta ú otra prudente medida y de reconocer la inmaculada virtud de
su esposa, el marido concibe celos, pero aparentando indiferencia, dispone
ocasiones en que pueda palpablemente aquilatar la fe de aquélla. Fácil le es i.
ella tal cosa, pues adora á su marido; mas, al ver que éste se muestra indife-
rente, cree que no la ama, y entonces quiere ella también probarlo. «¿El duda?»
— dice — «pues yo también. — ¿Quiere una prueba? — Otra quiero. — ¿Es curioso
impertinente? — Pues yo también voy á serlo...» Y he aquí que el impertinente
deseo de ambos, conduce á la catástrofe; en la que el marido, más bárbaro y
ciego que Ótelo, interpreta erradamente unas frases de su esposa (muy forzada
é inverosímilmente traídas), y la mata, hallando la prueba de su inocencia ape-
nas ha hundido el cuchillo en su cafto pecho.
666. — El fiscal de los gigantes.
Comedia en cuatro actos y en verso, por D. Amenodoro Urdaneta, corres-
pondiente de la Academia Española. — Caracas, 1882.
Es inédita y debo el conocerla á la amabilidad del autor, que me franqueó
su manuscrito.
El Sr. Urdaneta, conocido literato, á quien debemos la importante obra
Cervantes y la crítica, no se ha propuesto en esta comedia presentar una
acción, sino un pensamiento, que se halla propiamente condensado en los si-
guientes versos del final:
Gigante (Cerv.) á D. Q. Ya no hay gigantes ni enanos,
Ni dueSas, ni encantadores;
Que en lodos esos Señorea
Pusisteis vos vuestras manos,
Y asisteis por los cabellos;
Y los midieron después
Las plantas de vuestros pies
Ya de hoy más descansaréis
En el libro de la fama,
Ella será vuestra dama.
Vos su paladín seréis.
Don Quijote. ¡Quién sois?
Gigante. Miguel de Cervantes
Reza mi fe de bautismo.
La voz DE UN GENIO. Y OS llamarán desde hoy mismo
El fiscal de los Gigantes.
En cuanto á la ejecución del pensamiento, el autor se ha encontrado con el
escollo que presenta tan grande obra; con la inmensa dificultad de encerrar en
los límites de la escena los dos tipos de Don Quijote y Sancho, y á su crea-
dor; tarea en que han tropezado cuantos ingenios hasta ahora la han acometido.
Pero es laudabilísimo el intento del Sr. Urdaneta que demuestra los profundos
conocimientos que de las obras de Cervantes posee.
657__Eduardo Sojo. — Don Quijote en Buenos Aires. — Revista bufo-
política de circunstancias, en un acto y en verso.
En 4.°, de 29 pigs.
352 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas
Representada en el teatro de la Opera la noche del 24 de Octubre de 1885.
Don Quijote y Sancho llegados á las orillas del Plata, hallan á la Opinión
pública, que les entera de los abusos, tuertos y sinrazones qne en el país se co-
meten; y reclama su auxilio para enmendarlos y corregirlos, lo cual espera con-
seguir aceptando el sufragio universal para la elección de la Presidencia.
658. — La Jitanilla, zarzuela escrita en 1890, letra y música deE. García.
La protagonista es Preciosa, y el otro personaje principal es D. Juan; pero
la acción es distinta de la de Cervantes.
Me parece obra muy floja.
659. — Cervantes soldado, ópera en un acto, por D. Juan de la Coba
Gómez. — Orense, imprenta de coplas, 1894.
En 8.°, de 8 págs.
{Boleiin de la Librería, de M. Murillo.)
660. — Don Quijote de Madrid. Comedia de D. Mariano de Vela, repre-
sentada en Madrid el 23 de Enero de 1897.
«En el teatro de la Comedia se ha estrenado una obra titulada «Don Quijote
de Madrid», en la que el principal personaje es un director de Obras publicas,
persona de severos principios, y que es objeto de una ruin trama para obligarle
á dimitir, en vista de no prestarse á cometer ciertas iniquidades. Varias frases
enérgicas contra las inmoralidades administrativas han arrancado estrepitosos
aplausos. El autor, señor Vela, ha sido llamado á la escena al final del segundo
y tercer acto. La obra adolece al principio de cierta languidez; pero el interés
crece, terminando con un éxito franco.»!
Ilustración Española y Americana, 15 Febrero 1897.
«Don Quijote de Madrid, en la revista de Teatros, por Eduardo Bustillo.
«Puede hoy un autor dramático imaginar y realizar un Don Quijote de Ma-
drid sin profanar la pluma que Cide Hamete dejó colgada de la espetera.
»Pero ese Don Quijote escénico tendrá que ser — porque el autor debe serlo
antes — profundo conocedor de la sociedad en que vive y del corazón humano,
y además tan emprendedor y activo y piadoso como el de Cervantes, todo reli-
gión altruista.
»Por ahí empieza y acaba Saqueando el Don Quijote de M. de Mariano
Vela. Ni conoce la sociedad de que el autor ha pretendido rodearle, ni su pia-
dosa actividad va más allá de la defensa propia, y eso con arranques de invero-
símil inocencia que más bien sirven para reforzar á sus adversarios con las te-
rribles armas del ridículo.
»Para ser un verdadero Don Quijote no basta ser íntegro, defenderse de la
maldad y evitar su contagio; hay también que perseguirla y procurar aniquilarla
donde quiera que se encuentre. El inmortal héroe de Cervantes es un visionario;
pero de buena fe guerrea contra el mal, sólo porque es el mal, sin pensar en lo
que á él puede dañarle.»
inspiradas por las obras ó la vida de Cervantes 3J3
CATALANAS
661. — Lo príncep Micomicó.
Comedia en verso publicada en 1837, en catalán. (Magin Pers y Ramona.)
662. — L'ase perdut y buscat á brams (El asno perdido y buscado á re-
buznos).
Saínete catalán, cuya fecha creo se remonta á' los principios de este siglo.
Su pensamiento está inspirado en la aventura de los dos alcaldes rebuznadores,
del Quijote.
663. — 'L Boig de las Campanillas, gatada en un acta en vers y en cáta-
la del que ara 's parla, per D. Serafí Pitarra... — Barcelona, 1865
(El loco de las campanillas).
Es una parodia, en su género apreciable, del Loco de la Guardilla. Su autor
es el fecundo poeta dramático D. Federico Soler, que con el conocido pseudó-
nimo de Pitarra, ocupa el papel del protagonista.
FRANCESAS
664. — Cornélie, tragi-comédie par Alexandre Hardy. — París, 1625,
chez Jacques Quesnel.
Forma parte del tomo II de la colección de comedias de Hardy, compuesta
de 6 tomos, en 12.°, 1624-28.
Es exactamente la novela de Cervantes, La señora Cornelia, puesta en forma
dramática, en verso, y titulada tragi-comedia por el autor, quien dice: «Este
rico asunto está imitado de Cervantes, ingenio claro, culto, juicioso, y el más
inventivo entre todos los de su nación.»
Tragi-comedia llamaban los franceses á la obra dramática que participaba
' del drama y de la comedia.
665. — La Forcé du sang, tragi-comédie par Alexandre Hardy. — Pa-
rís, 1626, chez J. Quesnel.
Está en el tomo III de la antedicha colección de Hardy.
Es el mismo argumento y la misma acción de la novela de Cervantes, La
fuerza de la sangre, y así lo declara el mismo poeta francés al frente del arre-
glo: «Este asunto — dice — está representado con las mismas palabras de Cer-
vantes, su primer autor...» En la obra titulada Histoire du Théátre fran(ois,
depuis son origine jusqu'h présent... par les frlres Parfaid. (París, 1745-49,
15 tomos en 12.°), y después en la Bibliothlque du Théálre franfais... par La
Vallüre, (París, 1768, 3 tomos en 8 °) se afirma que Cornélie del poeta Hardy,
Tomo II 45
j^^ Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas
fué escrita en 1609, y La Forcé du sang, en 1611. Esta noticia, que, dada la
autoridad de las citadas obras en materias teatrales, han copiado los demás his-
toriadores del teatro francés, causóme no poco asombro, ya que, de ser cierta,
tendríamos que el dramaturgo francés disfrutó los dos manuscritos de las nove-
las de Cervantes antes de su impresión, lo cual, como sabemos, tuvo lugar el
año de 1613.
Lánceme, pues, á inquirir la verdad, y releyendo los preliminares del tomo II
ya descrito, que contiene Cornélie^ hallé estas palabras de su autor, refiriéndose
á la colección de las seis piezas en dicho tomo insertas: «es solamente un abi-
garrado ramillete de seis flores, envejecidas desde la época de mi juventud que
las produjo...» Hardy nació hacia el año de 1570; de manera, que si compuso á
Cornilie en su juventud, como él mismo afirma, fué antes del 1600, en que ten-
dría unos 30 años, y por lo tanto, la novela de Cervantes La señora Cornelia^
que sirvió de modelo á Hardy, hubo de ser escrita mucho antes del año 1600, y
una copia del manuscrito debió de pasar á Francia, donde lo leyó el fecundo
dramaturgo francés, que era hombre muy instruido.
El caso es patente, pero de todos modos asombroso y raro, viniendo á pro-
bar la opinión, que en otro lugar de este tomo sustento, respecto á la gran popu-
laridad de que gozaba Cervantes ya en vida.
De la propia manera hemos de colegir que Cervantes compuso la novela La
fuerza de la sangre mucho antes del año 161 1, pues en esta época, Hardy es-
cribió sobre ella su tragi-comedia La forcé du sang.
666. — La baile Egiptienne, tragi-comédie par Alexandre Hardy. — Pa-
rís, 1628, chez Franfois Targa.
En 8.»
Se halla en el tomo V de la ya citada colección de comedias de Hardy. Si-
gue estrechamente el argumento de La Gitanilla de Madrid, y el dramático
francés encabeza la noticia que da de la obra al frente de la pieza, con estas
palabras: «El incomparable Cervantes, entre sus novelas más dignas de estima
y de admiración, tiene ésta...»
También, los citados historiadores del teatro francés, dicen que esta come-
dia se escribió en 1615. Dos años hacía que Cervantes había publicado su no-
vela. jNo es notable que, lejos de su país, ya la copiaran é imitaran?
Algunos críticos franceses tienen á Alexandre Hardy por uno de los funda-
dores del teatro francés. Su fecundidad fué asombrosa, pues compuso unas 600
piezas dramáticas; si bien sólo se han conservado 41.
667. — La Constance, tragi-comédie par Fierre de Larivey. — Troyes,
161 1, imprimée par P. Chevillot. s
Puibusque cree que su asunto está tomado de Cervantes; pero no es cierto.
Larivey tomó esta pieza de la comedia italiana de Razzi, titulada La Costanza,
cuyo argumento es totalmente distinto de la novela cervántica.
También dice Puibusque que el asunto de la comedia de Pichón Linfidile
confidente (1630), está tomado del Quijote^ pero tampoco es cierto. El asunto,
español sí, es el siguiente: Lisanor ama á Lorisa, pero su amiga Cefalia le roba
el amante y se casa con él. Lorisa, entonces, se casa con D. Pedro.
inspiradas por las obras 6 la vida de Cervantes 35^
668. — Les folies de Cárdenlo, tragi-comédie en cinq actes, en vers, dé-
diée á M. Saint-Simon. — París, Franqois Targa, 1630.
En 8.0
La acción, explicada por el mismo autor, es la siguiente: «Después de varios
sucesos, Lucinda, Cardenio, D. Fernando y Dorotea, comparecen sucesivamen-
te en la misma montaña, donde Don Quijote había ya encontrado á Cardenio.»
El héroe de la Mancha forma entonces el principal objeto de la pieza,... y des-
pués desaparece.
669. — L'amant liberal, tragi-comédie, dediée á la Reine. — París, Aug.
Courbé, 1638.
En 4°
La acción sigue exactamente la de la novela de Cervantes; sólo están varia-
dos los nombres de Ricardo y Cornelio, que se llaman respectivamente Lean-
dro y Panfilo.
Él autor de esta comedia es Georges de Scudéry.
670. — Le soldat magícien.
Georges de Scudéry compuso esta pieza, imitación del entremés de Cervan-
tes, La cueva de Salamanca, que tuvo mucha boga en el teatro francés, y fué
más tarde refundido por sus sucesores.
671. — L'amant liberal, tragi-comédie. — París, Toussaint Quínet, 1637.
En 4.°
De un Prefacio, copio esta noticia: «Guérin de Bouscal ha compuesto esta
pieza en colaboración con Charles Deys. Scudéry ha tratado el mismo asunto,
cambiando solamente el nombre de los autores, y componiendo nuevos versos.
Es probable que Bouscal y Deys enseñaron su obra á Scudéry, quien, encon-
trándola interesante, quiso apropiársela; y es positivo, que la pieza y los versos
de este último, valen mucho más que los de aquellos dos.>
672. — Les deux Pucelles, tragi-comédie, dediée á Mademoíselle de Lon-
gueville. — París, Antoine de Sommavílle, 1639.
En 12."
Tiene cinco actos, en verso, esta pieza del conocido poeta dramático Jean
de Rotrou, que es estimado como uno de los creadores del teatro francés.
El asunto es el de la novela Las dos Doncellas de Cervantes. Hay alguna
variación en el encuentro de D. Antonio con Teodisia y Leocadia, y otra en la
escena de la desesperación de ésta, la cual para hallar la muerte se delata ella
misma á la justicia como uno de los ladrones que hablan herido á D. Antonio;
y es llevada á la cárcel, concluyendo asi el acto 4.° — En el 5.° es libertada; y
continúa la acción como en la novela.
Il
2j6 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas
La Bibliothlque du théátre franfais, depuis son origine, Dresde, MDCC-
LXVIII^ hace, en el tomo II, el siguiente juicio de esta pieza: «Está bien es-
crita, en versos fáciles. Hay, es verdad, un número excesivo de sucesos; pero
muchos de ellos producen escenas felices y conmovedoras. Corrigiendo alguna
cosa, creo que esta pieza seria susceptible de un gran éxito.»
673. — Don Quixote de la Manche, comedie en cínq actas, en vers. —
París, T. Quinet, 1640.
En 4°
2.= partie. — París, A. de Sommaville, 1640.
En 4." EbU compuesta por Guyon Guérin de Bouscal.
La I." parte empieza en la venta. Cardenio y D. Fernando, habiéndose ya
reconciliado, continúan la aventura de la princesa Micomicona, y cuando Don
Quijote está á punto de partir, viene la condesa Trifaldi y tiene lugar la aven-
tura de Clavileño, fenecida la cual, dice Don Quijote á la Micomicona que an-
sia ir á vengar su entuerto. Así termina la pieza. El autor de la Bibliothlque du
théátre fran (ais, Dresde, iy68 dice, refiriéndose á esta i." parte: «á pesar de la
jocosidad del asunto, la mayor parte de las escenas, aunque bien escritas, son
frías; la versificación es fácil, y en el conjunto no falta mérito.»
La 2.* parte empieza como la del Quijote, de Cervantes. Después de los co-
loquios de Don Quijote con Sancho, van ambos nuevamente en busca de aven-
turas, sobre las cuales pasa rápidamente la comedia, hasta llevar á los dos al
castillo de los Duques. Allí, entre otras burlas copiadas del libro de Cervantes,
aparecen sucesivamente delante de Don Quijote, Lirgandeo, Dulcinea, etc., y
las hijas del gran Sophi. Para desvanecerle sus quiméricas ideas, los Duques le
hacen ver que son los criados de la casa quienes han representado fingidamente
aquellos personajes; pero Don Quijote no sana de su locura y parte en busca de
más aventuras. La comedia concluye con una cuarteta de Sancho, prometiendo
á Don Quijote seguirle hasta el cabo del mundo con tal que procure ser rey.
674. — Le Gouvernement de Sancho Panza, comedie en cinq actes, en
vers. — París, A. de Sommaville, 1642.
En 4.°
También compuso esta pieza Guérin de Bouscal.
Es la relación del gobierno de Sancho, precedida de los consejos de Don
Quijote. Concluye con la salida de Sancho de la ínsula, y en una tirada de 3a
versos bastante regulares se despide éste, desengañado, de las pompas y de la
ambición humanas.
675. — La belle Egiptíenne, tragí-comédie. — París, A. de Sommaville,
1642.
En 4.°
Comedia de Sallebray, tomada de La Gitanilla de Madrid.
inspiradas por las obras ó la vida de Cervantes 35y
676. — Ballet quijotesco en París, el año 1644.
En cariada Diciembre de 1875, Que se insertó en el núm. 5.° de la revista
Cervantes, mi malogrado amigo D. Joaquín M.^ Bartrina me dio la noticia que
copio: «1644. — En una casa particular, primero, y luego, á instancias del Rey,
en Palacio, representóse un ballet, de autor desconocido, titulado: «Le libraire
du Pont-Neuf, ou les Romans.» El undécimo personaje que en ella se presenta
en escena es Don Quijote, en cuya boca pone el poeta los siguientes versos...
(Don Quijote canta su gloria, conquistada por la sola fuerza de su brazo). Apa-
rece luego Sancho Panza, y, parodiando á su amo glosa, con el vaso en la mano
las aventuras que ha hecho. Poco después salen Cardenio y el Buscón (el prota-
gonista de la novela de Quevedo), y tras Guzman de Alfarache pisa las tablas
La belle Egiptienne (La Gitanilla), y su amante. — Puede verse esta curiosa obra
en la eruditísima de Víctor Fournel, Les contemporains de Molitre (A. F. Didot,
1866), tomo II, pág. 243.»
677. — Le curieux impertinent, ou Le Jaloux, comedie dediée aux Ja-
loux. — París, N. de Sercy, 1645.
En 4.°
La compuso le Sieur de Brosse.
678. — Le Docteur de verre.
Philippe Quinault hizo una comedia titulada: La Comedie sans comedie, en
S actos, en verso, representada en 1654 é impresa en 1657. Cada uno de los ac-
tos forma una pieza separada, y el 3.° es una pieza titulada: Le Docteur de Ver-
re. — ¿Será el Licenciado Vidriera?
679.- -Les Précieuses ridicules. — París, 1660.
Dice E. Chasles que su corto prefacio es el resumen francés del prólogo del
Quijote.
680. — Don Quíchotte, ou les enchantements de Merlín.
Walcknaér en el tomo I, pág. 80 de su Histoire de la Fontaine, dice: tMa-
deleine Bejart componía también piezas dramáticas; de modo, que el año 1660
arregló una comedia titulada Don Quijote ó los encantos de Merlín.» — Sabido
es que Moliere se hizo actor impulsado por la pasión que sintió hacia la cele-
brada actriz Magdalena Béjart. ¿No es presumible que ésta consultarla su arre-
glo dramático con el gran poeta que compartía su existencia con ella?
Acerca de esta pieza, que también se la llamó Sancho Panza., hallo las si-
guientes noticias y anécdota en el Dictionnaire critique de Jal, artículo Servante
de Moliire: «Algún tiempo después del regreso de Barón, se representó una
pieza titulada Don Quixote que empezaba en el momento en que Don Quijote
deja á Sancho Panza en su gobierno. Moliere hacía de Sancho, y como debía
salir á las tablas montado en un asno, se puso tras los bastidores para estar pron-
3SS Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas j Úricas
to á entrar en escena oportunamente. Pero el asno, que no sabia su papel á la
perfección, una vez que estuvo en los bastidores se obstinó en entrar sin aguardar
el momento requerido, y por más esfuerzos que Moliere hacía tirando con todas
sus fuerzas del cabestro, no podía detener al asno, de modo que tuvo que gri-
tar: ¡A mí Barón, á mí La Forest, este maldito asno quiere entrar! La Forest era
una sirvienta que formaba entonces toda su servidumbre, á pesar de que él tenia
cerca de 30,000 libras de renta. Esta mujer estaba en el lado opuesto de basti-
dores... y estaba riendo á carcajadas al ver los apuros de su amo...» — «M. Tas-
chereau en su Histoire de Molilre cuenta esta aventura como sucedida el año
1670, pero veo una dificultad en esta fecha; porque La Grange nos dice que
<Sancho Panza, pieza arreglada por Mlle. Béjart, fué representada por vez pri-
mera el sábado 5 de Junio de 1659. La obra tuvo varias representaciones en
1660, 1661,1662, y 1665, y fué representada por última vez el viernes 20 de
Noviembre de 1665.»
681. — L'Estourdy, ou les Contretemps, comedie représentée sur le théá-
tre du Palais-Royal. Par J. B. P. Moliere. — París, 1663. ''
En 12.0
Dice Mouhy que hay una edición en 4.0 del año 1658, pero no se conoce.
Fué si representada este año en París, y lo había sido ya el año 1653 en Lyon.
Varios críticos franceses. La Bédolliére, Viardot y otros, observaron ya que
el episodio de Andrés en esta comedia está compuesto con recuerdos de La Gi-
tanilla de Madrid.
682. — Le Bourgeois gentil homme, comedie-ballet, par J. B. P. Moliere.
París, 1 67 1.
En 12.0
Según hace notar Mr. Cailhava en su Art de la Comedie, Moliere en el acto
tercero, escena XII, de esta comedia, ha imitado en cierto modo la conversa-
ción de Sancho Panza con su mujer. El resumen del detalle es éste: Mr. Jour-
dain disputa con su mujer acerca del casamiento de su hija, á la cual aquélla
quiere casar con un mercader igual suyo; pero Mr. Jourdain pretende que su
hija sea duquesa, ó cuando menos marquesa.
683. — Les Opera, comedie de M. de S. Evremond. — Amsterdam, 1678.
Uno de los personajes es una joven que á fuerza de mucho leer y cantar ópe-
ras, pierde el juicio y habla siempre cantando. En el acto II, remedando el es-
crutinio de la librería de Don Quijote, queman la de la alocada señorita. «Como
la locura de vuestra hija — dice uno de los amigos á su padre, — se parece mu-
chísimo á la de Don Quijote, Perrette ha obrado cuerdamente haciendo con las
óperas, lo mismo que la sobrina y el ama hicieron con los libros de caballerías. >
684. — Le Docteur de Verre, comedie par Antoine Jacob dit Montfleury.
Según M. FoulchéDelbosc, este dramaturgo francés, nacido en 1640 y fa-
llecido en 1685, compuso dicha comedia sacada de El Licenciado Vidriera.
inspiradas por las obras ó la vida de Cervantes 3J9
Añade que no se ha impreso en ninguna de las ediciones del teatro de Mont-
fleury (1705, 1739 y 1775).
685. — Sancho Pansa.
En la ya citada Bibliothlque du théátre frangais se dice que Charles Ri viere
Dufresny compuso hacia 1694 una comedia de este nombre, que ha quedado
inédita.
686. — Le bon soldat.
Es una refundición, hecha por Florent Cartón Dancourt hacia 1631, del saí-
nete Le Soldat magicien que hizo años antes Scudéry i. imitación del entremés
de Cervantes, La cueva de Salamanca.
687. — Mascarada del Quijote, ante Luis XIV.
Copio la noticia, que de ella me dio Mr. Ferdinand üenis en carta de 5 de
Julio de 1877: «En el mes de Febrero del año 1700 la corte de Francia, que es-
taba reunida en Marly, tributó un brillante homenaje á la obra de Cervantes.
El Marqués de Dangeau en sus Memorias cuenta, que en unas fiestas en donde
bailaba la joven duquesa de Borgofia «se representó una njuy ingeniosa masca-
rada de Don Quijote en la que Monseñor hacia el Sancho Panza, y Monseñor el
duque de Borgoña formaba parte de la mascarada, que divirtió muchísimo al
Rey. Mtseñores los duques d'Anjou tomaron también parte en la mascarada y
cenaron con el Rey.» Curioso es el ver que el mismo hijo de Luis XIV, hizo el
papel de Sancho Panza en un juguete cómico, representado en la corte.
688.— t)on Quichotte de la Manche, chevalier errant espagnol révolté.
Tragi-comédie, dediée á M.™"= la marquise de Vassé. — Strasbourg,
J. Stadel. 1703,
En 12." pequeño.
El autor en su dedicatoria firma con las iniciales C. D.
Es una critica alusión al partido que en la guerra de sucesión de España,
combatió contra Felipe V.
Hallo noticia de esta pieza en V Intermediaire des chercheurs et curieux, co-
rrespondiente á 25 de Diciembre de 1881.
Véase otra noticia en el 693, pág. 361 del presente volumen.
689. — Sancho Panza (Gobierno de).
Leo en la 4.a Carta droapiana, que sobre dicho asunto publicó una comedia
Bellavoine en 1705, en París.
690.— Le curieux impertinent. Comedie en vers. Par Mr. Néricault
360 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas
Destouches. (Le prix est de vingt sois.) — A París, chez Fierre Ri-
bou, M.DCC.XI.
En 12.", de 6 hojas preliminares y 130 págs.
El pensamiento es el de la novela de Cervantes; pero el autor, quizás adop-
tando el parecer del cura, pone el caso entre un galán y una dama. Esta hace
pagar cruelmente cara la impertinente curiosidad, casándose con el amigo que,
á instancias del primitivo galán, la había cortejado.
691. — Sancho Panqa, Gouverneur, comedie en vers. Mife au Théátre
par Monfieur Dancourt (canastillo ds flores). — A París, chez Fierre Ri-
bou... M.DCC.XIII.
En 12.", de 6 hojas preliminares y 112 págs.
En el Prefacio, después de manifestar que la novela del Don Quijote está ya
en las manos de todo el mundo y traducida casi en todos los idiomas, advierte
Dancourt acerca de su comedia que «entre las varias piezas del mismo título de
la presente que ya existían en el teatro francés, ha hallado una cuya versifica-
ción, aunque muy anticuada le ha parecido bastante buena para conservar de
ella algunos trozos, y que ha añadido algunas escenas para dar más importancia
á la figura de Don Quijote.» En efecto, empieza la acción con la llegada de Don
Quijote y Sancho al castillo de los Duques, que prometen dar á Sancho el go-
bierno de la ínsula Barataría. Toma posesión y permanece en ella todo el tiem-
po que la obra de Cervantes señala. Deja Sancho al fin la ínsula; se representa
luego el desencanto de Dulcinea ordenado por Arcalaus; y finaliza la pieza con
unas coplas cantadas por Dulcinea, Sancho, Arcalaus, Altisidora y dos perso-
najes más que son un criado y una doncella de los Duques.
En los Afínales dramatiques, París 1808-11, se lee que esta pieza fué repre-
sentada también aux Frangais, el año 17 12 con un divertimiento, mtisica de
Gilliers; y que es casi la misma comedia de Bouscal representada en 1644.
Ni una ni otra obtuvieron grande aplauso del público; pues, preciso es con-
fesar que no conservan el interés ni el estilo de la novela de Cervantes.
692. — Les Folies de Cárdenlo, Piéce héroi-comíque, deuxiéme Ballet
dansé par le Roi dans son Chateau des Tuileries, le 13 Décembre
1720. Cette píéce est en troís actes, en prose, précédée d'un prolo-
gue en vers, quí fut chanté par les Demoiselles Antier & de Bourg,
& par les Sieurs Boutelou & Muraire. II y a aussi trois entrées me-
lées de chants & de danses, dont la derniére est intitulée: l'Uníon de
l'Hymen et de l'Amour: les paroles sont de Coypel, la musíque de
la Lande. — París, Jean Baptiste. — Cr. Ballard, 1721.
En 4.°
Copio esta descripción bibliográfica de la pieza de Charles Coypel, de la
Bibliotkique du Ihéálre fran(ais.
inspiradas por las obras ó la vida de Cerrantes 361
693. — Don Quichotte espagnol révolté, tragi-comédie en vers.
En 4.0
Manuscrito sobre papel, del siglo xvm, de 177 hojas y 4 de música. Ej. de-
dicado al Delfín; la dedicatoria está firmada Cadillan de Lagarde.
(Cai. venta Abraham Alkan. París. i8go.)
694. — Basile et Quiteria.
Tragi-comedia en tres actos y en verso, compuesta por Mr. Gautier y repre-
sentada en el teatro francés, el año 1723.
Carta de ü. C. Fernández Duro en la Crónica de los Cervantistas.
695. — Sancho Pan<;a, Gouverneur ou La Bagatelle, opera comique en
deux actes, avec un prologue, des divertissements et des vaudevilles,
par Thierry, musique de Gilliers, á la foire Saint-Laurent, 1727.
A los sucesos del gobierno de Sancho, añade el autor otros extraños. Com-
parecen también en la acción Merlín y la mujer de Sancho.
696. — Don Quichotte, bal-pantomime.
Dice la cuarta Carta droapiana, que Panard arregló este divertimiento el
año de 1734.
697. — Don Quichotte chez la Duchesse, ballet-comique en trois actes,
representé pour la premiére fois par l'Académie royale de musi-
que, le 12 de Février de 1743, nouvelle édition. — Paris, N. B. Du-
chesne, 1760.
En 8.0
La música es de Boismortier. He visto esta edición de la pieza de Favart, en
la Biblioteca Nacional de París.
698. — Don Quichotte-polichinelle.
Copiaré la noticia que de esta pieza me dio D. J. M.» Bartrina en carta de
2 Diciembre, 1876, que vio la luz pública en el número 5 de la Revista Cer-
vantes: «Poco debía soñar Cervantes al escribir la graciosa aventura del titere-
ro que más de un siglo después, en un teatro de títeres de París, habla de
representarse su Ingenioso Hidalgo. Dedúcese de los escritos del eminente bi-
bliógrafo M. de Soleinne, que en 1743 y probablemente durante las ferias de
San Germán, se ejecutó un Don Qutchotte-Polichinelle, cuya letra escribió Va-
lois d'Orville. Puede consultarse, para más detalles, la Histoire des Marionnet-
tes que publicó el erudito Carlos Magnin en la Revista de Ambos Mundos, pri-
mero (1850), y luego en im tomo, en casa Levy.»
Tomo II ♦*
362 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas j líricas
699. — Le faux prodige.
Comedia de Pirón, imitada de £1 Retablo de las Maravillas.
700. — Don Quichotte, ballet-comique, en trois actes. — Representé
pour la premiére fois á Bordeaux par rAcadémie Royale de Musi-
que, dans le mois de Février, 1758.
(Asensio.)
701. — Sancho Pan9a dans sonisle, opera Bouffon en un acte; Repréfen-
té devant Leurs Maf estés á Fontainebleau le Mercredi 20 Octobre
i'j62^ par les Coniediens Italiens Ordinaires du Roí (Escudo reai de Francia).
De rimprimerie de C. Baillard Seúl Imprimeur du Roi pour la Mu-
fique ...M.DCC.LXII. — Par exprés Cominandement de Sa. Majesté.
£n 8 °, de 2 hojas preliminares y 68 pág. Tirada de lujo en magnifico papel vélin.
Al verso de la portada se advierte que la letra es del Sr. Poinsinet, lejeune,
y la música del Sr. Philidor.
Empieza la acción con la llegada á la ínsula de Lope Tocho y Teresa Pan-
za, que pone á Sancho como nuevo, porque sabe que está enamorando á una
joven llamada Julieta, cuyo pretendiente también comparece y sostiene con San-
cho un desafío burlesco. Viene luego la disputa del ganadero con la mujer, y
acto seguido llega el mensajero con una carta de Don Quijote. Va Sancho á
sentarse á la mesa opíparamente servida, y el Dr. Pedro Recio no le deja pro-
bar bocado. Se enfurece, echa al doctor, y cuando va á saborear un pollo, óyese
el ruido de los tambores y el estruendo de los asaltantes de la ínsula. Obligan á
Sancho á armarse y le empujan hacia el combate. Muerto de miedo, reniega del
gobierno, y se marcha con su mujer y Lope Tocho.
Hay algunos de los versos que tienen gracia y dulzura, pero el conjunto de
la pieza, vale poco.
702. — Le Soldat magicien, opera comique en un acte, melé d'ariettes,
par Anseaume, musiquede Philidor; á la Foire Saint-Laurent, 1760.
Es una nueva refundición de la pieza de Scudéry.
703. — Sancho gouverneur.
Opereta bufa de Jean de Nougaret, representada en Baviera el año 1763.
704. — Le Barbier de Séville... par P. A. de Beaumarchais. — París,
1775-
Según E. Chasles, el Celoso extremeño ha dado origen al personaje Bar-
tolo.
inspiradas por las obras 6 la vida de Cervantes 363
705. — Les Noces de Camacho.
Don Cesáreo Fernández Duro {Crónica de ¿os Cervantistas, tomo II, p. 57),
dice que una pieza de este nombre se representó el año 1778 en un teatro par-
ticular de París.
706. — Le nouveau Don Quichotte. — 1789.
«En el teatro de Monsieur se representó Le Nouveau Don Quichotte, músi-
ca de Estanislao Champein.» (Noticia de Bartrina en la Revista Cervantes, nú-
mero 5.)
707. — Cervantes .
Entre los papeles que al morir dejó Florian, se encontraron fragmentos del
plan de una ópera titulada: Cervantes, que aquel escritor francés preparaba. Lo
hallado es sólo el plan del primer acto, y se insertó en el i" tomo de la traduc-
ción del Quijote por Florian, impresa en el año de 1 799.
La acción empieza en el baño de Argel. Cervantes, que ha ensayado ya tres
infructuosas tentativas de fuga, concibe una cuarta, y desarrolla su plan á sus
compañeros de cadena. Viene el guardián, da orden á los cautivos para que sal-
gan á varios trabajos, y queda Cervantes solo con dos cristianos, en el baño.
Entonces aparece la caña, y sigue la escena como está descrita en la Novela del
Cautivo, acabando el acto con los preparativos que Cervantes ordena se hagan
para comprar una barca con el dinero que le ha dado Zoraida.
708. — Le Portrait de Michel Cervantes, comedie en trois actas et en
prese; par Michel Dieulafoy; Représentée pour la premiére fois le
21 Fructidor an 10 (1802). A Paris, chez Huet, et Charon. — An XI
de la République, (1803).
El pintor Morillos obtiene de Anselmo la promesa de que le introducirá se-
cretamente en la celda del convento donde acababa de morir Cervantes, y de
que podrá sacar el retrato de este genio, esperando el pintor ganar mucho dine-
ro con la venta de la efigie de un hombre ya reconocidamente célebre enton-
ces. Pero Elisa, la hija del pintor, y su amante, desbaratan este proyecto, y para
realizar los suyos amorosos ponen ante Morillos un criado que simula ser el
cuerpo de Cervantes. Tras una serie de escenas inverosímiles, el fingido muerto
se levanta del sillón en que yacía, y el pintor, viéndose burlado, prorrumpe en
exclamaciones que Anselmo calma presentándole á Cervantes que casualmente
acaban de encontrar, sacado algún tiempo hacía por orden del arzobispo de To-
ledo.
709. — Léocadie, ópera-cómica, de Aug. Eug, Scribe, representada en
París, el año 1824.
Es el argumento de La fuerza de la sangre.
i
364 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas
710. — Les noces de Camache.
En la ya citada carta de Bartrina, insertada en el número 5 de la Revista
Cervantes, se dice que «esta ópera en tres actos, música de Roberto Bochsa,
fué representada el año 18 15 en el teatro de la Opera Cómica, de París.
Merced á la prodigiosa memoria de Mr. Ferdinand Denis, puedo dar acerca
del notable éxito de esta opereta, más detalles que este sabio literato me comu-
nicó en carta del 29 Octubre de 1877: «Acuerdóme de una opereta que hace
unos 60 años vi representar en nuestra Opera Cómica, y que durante muchos
meses hizo literalmente furor. El famoso Vestris (el hijo del Dios del baile), tuvo
á honor desempeñar un papel en esta divertida pieza, que todo París iba á ver.
La música era animada y atractiva. Había entonces en la Opera un Sancho
Panza muy delicioso que hacía las delicias de los muchos aficionados á Les No-
ces de Gamache'.t
Esta obra fué escrita por J. H. Dupin, autor dramático, nacido en París en
1791, que escribió cerca de 200 piezas, algunas de ellas en colaboración con
Scribe y Dartois.
711. — Ruperta.
Hallo en mis notas que el año de 1839 se encontró en Burdeos el manuscri-
to de una tragedia basada en el episodio de Ruperta del Persíles, arreglado por
Fonfréde.
712. — Don Quichotte.
Dice Bartrina {Cerv. núm. 5). «Una deliciosísima comedia publicó en 1850.
Prosper Mérimée, titulada: Don Quichoiie. No tiene absolutamente nada que ver
con la creación de Cervantes.»
713. — Michel-Cervantés, drame en cinq actes t-n vers, representé au
théátre de l'Odéon le 28 de Mars de 1856, par Mr. Thédore Muret.
— París, Levy fréres, 1856.
En 8.0 mayor, de 104 págs.
La acción, que pasa cerca de Madrid, á principios del siglo xvir, se basa en
la conjetura de la existencia de una madre incógnita de Isabel de Saavedra, pre-
sentando el poeta igualmente un cuadro de las penalidades de Cervantes en su
vejez.
Hallaránse detalles de este drama de Muret en el Diciionnaire des conUmpo-
rains de Vapereau y en el tomo II, p. 206 de la Crón. de los Cervantistas.
714. — Don Quichotte, piéce en trois actes et huit tableaux, par Victo-
rien Sardou. — París, Michel Levy fréres. — 1864.
En 8." mayor, de 183 págs.
Entre las figuras que pertenecen al Quijote y otras que el autor francés ha
creado, son 36 los personajes de esta comedia. Empieza su acción con el empa-
inspiradas por las obras ó la vida de Cervantes 365
redamiento de la puerta del aposento en donde Don Quijote tiene sus libros,
efectuado por Basilio, bajo la inspección del ama. Entran en escena Carrasco,
Camacho, Quiteria, Cárdenlo y D. Fernando, que cuenta á aquél sus tratos
amorosos con Dorotea, á quien ha abandonado :ya. Aparece Don Quijote per-
suadiendo á Sancho, que le sirva de escudero, y narrándole varias aventuras
que ha llevado á cabo. Se acuesta Don Quijote, representa en sueños la aven-
tura del titerero, vuelve Sancho y salen ambos acampana. — Cuadro 2.°: La
escena es en Toledo. Aparecen sucesivamente \as mozas del partido, los arrieros,
un coro de toreadores, Dorotea, Luscinda, varios estudiantes cantando roman-
ces, y luego D. Fernando y sus secuaces que roban á Luscinda. — Acto 2.0: Don
Quijote y Sancho atraviesan una desierta montaña; y aquél arremete á un buho-
nero, tomándole por el jigante Pandafilando. Salen D. Fernando y sus camara-
des buscando á Luscinda y quiere Don Quijote trabar pelea con ellos, que le
dejan por loco. Aventura de los galeotes, Don Quijote y Sancho apedreados por
ellos se internan en Sierra-Morena, hallan á Dorotea, á Cardenio, á Basilio y Ca-
rrasco, concluyendo el cuadro con la aventura de los molinos de viento. Empie-
za el 2.0 cuadro con un coro en la venta, en donde ocurren varias aventuras,
viniendo á reunirse todos los personajes, y después de suceder á Don Quijote
muchas de las aventuras que Cervantes describe en varias partes de su obra, fi-
naliza el cuadro con un alboroto general que promueve D. Fernando por exigir
que Luscinda sea forzosamente su esposa. — Acto 3 ° Llega Don Quijote á un
bosque en el que se hallan el rey, la reina, su séquito y el diablo; todos semi-
dormidos. Créelos encantados y sueña que está en la cueva de Montesinos. Sale
el caballero de los Espejos, vence á Don Quijote y fuérzale á que se retire á su
aldea. Luego vienen Cardenio, D. Fernando, Luscinda y Dorotea ya reconcilia-
dos. — El cuadro último representa las bodas de Camacho, concluyendo la pie-
za con la partida de Don Quijote y Sancho hacia su aldea.
He aquí ese tejido de embrolladas escenas y de desmalazados cuadros. Sar-
dou, á pesar de todo su talento, no comprendió que es imposible encerrar la
inmensidad de la obra de Cervantes dentro de los límites de la escena.
715. — Don Quichotte, opéra-comique en trois actes. Libreto de M. M.
Jules Barbier et Michel Carré. Musique de M. Boulanger.
De esta pieza, representada en el Thé&tre Lyrique el 10 de Mayo de 1869,
hallo el siguiente juicio en el Dict. de Larousse: «Es una dificultad enorme ha-
cer cantar en una ópera á Don Quijote sin que pierda su carácter grotesco y
serio, sin desnaturahzar ese tipo que es ridículo y sublime á la vez. Esta dificul-
tad no han sabido resolverla los autores de este nuevo poema de Don Quijote.
Su protagonista es un extravagante que mueve brazos y piernas, grita, se arre-
bata, sin que nadie comprenda una palabra de su agitación ni de sus alucina-
ciones. — En cuanto á la música, la inspiración ha faltado completamente á
M. Boulanger.»
INGLESAS
746. — Cardenio.
Dice Watts, (D. Q. 1888): «Una comedia de este nombre se presentó en
Blackfriars, teatro del Globo en 1613. Se registró en Stationers's Hall como es-
crito en colaboración por Hetcher y Shakespeare, pero no se imprimió. (Ward's
English Dramatic Literature, vol. L pág. 468, and Dyers Introduction to Beau-
moni and Fletcher, pág. 43.)»
366 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas
717. — Custom of the Country.
Sabido es que Francis Beaumont y John Fletcher compusieron en colabora-
ción una porción de obras dramáticas que les han dado gran renombre en los
fastos del teatro inglés. La i.* edición de sus comedias se publicó, el año 1647
en Londres, un tomo en folio, y aumentada la colección con nuevas piezas, ha
tenido una larga serie de ediciones, figurando siempre en ellas juntos los dos
nombres de Beaumont y Fletcher, á pesar de que muchas comedias están escri-
tas por Fletcher después de la muerte de Beaumont.
La presente tragedia, Costumbres del campo, está compuesta de varios trozos
del Perslles, y la escena en que Guiomar salva al propio asesino de su hijo es
una estricta traducción de la de Cervantes. Ticknor, (Hist. lit. esp. 3.* ed. Bos-
ton, 1864) da más detalles de esta imitación, y dice que sus indecencias la se-
paran hondamente de su original, tan puro en sus pensamientos y en sus senti-
mientos.
718. — The Knight of the burning pestle.
Según A. W. Schlegel y Lewes, el pensamiento de esta comedia, compuesta
tn \6i¡, El caballero de la ardiente machaca, ein s\x conjunto está tomado del
Quijote. La compusieron Beaumont y Fletcher.
719. — Love's Pilgrimage (La peregrinación amorosa.)
Comedia de Beaumont y Fletcher, sacada, según dice Schack y Lewes, {The
spanish drama), de la novela de Cervantes, Las dos Doncellas. (Schack, dram.
lit. in spain. tomo II, pág. 53).
720. — The Chances (Los acasos.)
Comedia compuesta en 1620, por Fletcher; sacada, según Schack y Lewes,
de La Señora Cornelia.^ de Cervantes.
721. — The Beggar Bush (El ramo del mendigo.)
Comedia escrita en 1622, por Fletcher; sacada, según Schack, de la novela
de Cervantes, La Fuerza de la Sangre.
722. — The spanish Gipsy (La gitana española).
Comedia de Middieton y Rowley (mediados del siglo xvii), sacada, según
Schack, de La Gitanilla de Madrid. Fué escrita en 1653.
723.— The fair Maid of the Jun.
Comedia postuma de Beaumont and Fletcher, 1647, imitación de La ilustre
fregona.
inspiradas por las obras ó la vida de Cervantes 367
724. — Rule a Wife and have a Wife.
Comedia de Beaumont and Fletcher, 1640, inspirada por El Casamiento en-
gañoso.
725. — The Comical History of Don Quixote. As it was acted at the
Queen's Theatre in Dorset Garden, by Their Majesties Servants.
Written by Mr. D'Urfey. — London, Printed for J. Darby, etc.
M.DCC.XXIX.
En 12.°, de 295 págs.
Este poema dramático, dividido en tres partes, está amenizado con coros y
arietas, y cada parte lleva un prólogo y un epílogo. Ha conseguido el autor pre-
sentar en escena, hasta donde posible es, una gran parte de la acción del Quijo-
te, cuyo desarrollo no han alcanzado, á lo menos tan ordenadamente, ninguna
de las muchas piezas dramáticas que sacadas de la inmortal novela se han pu-
blicado dentro y fuera de España. Pero el autor afeó su obra manchándola con
frases deshonestas unas, y otras de doble sentido.
D'Urfey compuso su arreglo muchos afios antes de la fecha indicada en el
tomo que acabo de describir. Hizo la i.» y 2.a parte en 1634, y dio la 3.» el
año 1636.
Mi ej. lleva el ex lihris blasonado de «John Johnston».
726. — The double Falsehood.
Según Bartrina (revista Cervantes, núm. 5,) se representó en el teatro de Dru-
ry Lañe, de Londres, la noche del 13 de Diciembre de 1727, esta comedia en
que Shirley desarrolló un argumento tomado de los amores de Cárdenlo.
727. — Don Quixote, an entertainment for music. London, 1774.
En 8."
Second edition. London, 1776.
En 8.»
El autor fue J. Piguenit. (Fitz-Maurice Kelly.)
728.— -Don Quixote in England. An Opera as it is Acted at the Thea-
tres Royal in Drury Lañe and Covent Garden. By Heny Fielding,
Efq. — London, Printed for J. Wenman... M.DCC.LXXVIL
En 4.0, de 17 págs. á dos columnas de letra muy compacta.
Los personajes son: Don Quijote, Sancho, Sir Thomas Loveland, Squire Bad-
ger, Fairlove, Mayar, Dorotea, Jezebel, Mrs. Guzzle..., criados, gente.
El plan de esta comedia, en tres actos, en prosa, es muy sencillo y su pen-
samiento va indicado en las siguientes frases que su autor dice en una introduc-
ción: «He traído á Don Quixote á Inglaterra, é introducídole en una hostería
del campo, en donde nadie se asombrará de ver que Don Quijote encuentra á
muchas personas que son tan locas como él.»
368 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas 7 líricas
Fielding hizo estrenar esta comedia el año 1734 en el teatro Haymarket y
se volvió á representar en el Drury Lañe en 1752, y en Covent Garden el
año 1759.
729. — The Mountaineers (Los rústicos.)
«En 3 de Agosto de 1793 se puso en escena una obra, mezcla de tragedia
comedia y Opera, (en cuya ejecución tomó parte el célebre Kean), titula Moun-
taneers fundada en el episodio de Cárdenlo. Escribióla Colman.»
(Bartrina, revista Cervantes, núm. 5.)
730. — Don Quixote in Barcelona, a farce. — London, 1808, by Joseph
Moser, Esq.
En 12°
La veo citada en la Bibliotheca Britannica, by R. Watt. Edinburg, 1824.
731. — Fizgigg, or the modern Quixote, 1763.
Figura en una colección de piezas de teatro, anunciada con núm. 772, en el
cat. James Roche, 1889, London.
732. -Don Quixote, or, the Knight of the woeful countenance. A Mu-
sical drama, in two acts, by George Almar, Esq. To which are ad-
ded, a description of the costume, cast of the characters, entrance
and exits, relative positions of the performers on the stage, as per-
formed at the Metropolitan minor Theatres. With a fine engraving.
— London: John Cumberland.
En 12.°, de 30 ]
Sólo contiene: i .'^ acto. — Escrutinio de la librería de Don Quijote; aven-
turas del yelmo de Mambrino, del caballero de los Espejos, y del titerero. — 2.°
acto. — Don Quijote en casa de los Duques y gobierno de Sancho en la ínsula.
Todo esto breve y confuso.
Forma parte del tomo XIII de la Colección de dramas, publicada por Cum-
berland, en 1833 y siguientes. La vi en el Museo Británico.
733. — Redington's Juvenile Drama, Don Quixote, or, the Knight of the
Woeful Countenance, A. Drama in Two Acts, 4 Plates of Charac-
ters, 5 Plates of Scenes, 2 Plates of Wings, i Top Drop. Total 12.
Adapted only for Redington's Characters and Scenes. Printed and
Published by J. Redigton... Sold Wholesale by J. Webles.— 1850.
En 12.°, pp. 16.
Las 12 láminas son anónimas.
(Núm. 349, Ashbree, Iconography, of D. Q.)
inspiradas por las obras ó la vida de Cervantes 369
734. — Don Quixote, a drama founded on the tale by Cervantes.
Tomo XIV de las obras dramáticas publicadas por Cumberland, 1828. {Mu-
seo Británico.)
735. — Don Quixote.
Opera bufa, música de G. A Macfarren, estrenada en el teatro Drury Lañe,
de Londres, el 3 de Febrero de 1846. El libreto es de un hijo del compositor.
736.— The Spanish Student.
Drama en verso de Henry W. Longfellow, sacado de la novela de Cervan-
tes La Gitanilla de Madrid. Se publicó en 1842.
Si bien declara este ilustre poeta americano que el asunto de su pieza lo ha
tomado de la hermosa novela de Cervantes, añade luego que sólo debe á ella el
incidente principal. Mas, su compatriota el conocido novelista Edgar AUán Poe
demuestra, (The works of. E. A. Poe, N. York, 1857), por medio de un deteni-
do análisis de esta comedia, que no es un incidente, sino el asuuto principal,
cervántico, el que ha adoptado Longfellow. Por lo demás la acción en sus per-
sonajes secundarios y en sus detalles se aparta de la novela de Cervantes.
737. — Don Quijote de la Mancha.
Bartrina {Cervantes, núm. 5), dice lo siguiente: «En la noche del lunes 25 de
Septiembre de 1876 representóse por primera vez en el teatro de la Alhambra,
de Londres, la ópera en tres actos: Don Quijote de la Mancha, libro de Mess.
Maltby y H. Paulton y música de Federico Clay. Los periódicos la anunciaron
como una grand comic and spectacular opera founded on incidents from Cervan-
tes's celebrated novel. Alcanzó buen éxito y hasta hace pocos días no se retiró
de la escena. Se ocuparon de ella, entre otros, The Aiheneum, núm. 2553, que
le consagró un curioso estudio bibliográfico.»
738.— Don Quixote.
Comedia representada con extraordinario éxito la noche del 4 de Mayo de
1895, en el Lyceum Thealre, de Londres. Está basada en la comedia de Sardou
pero con notables modificaciones.
Según dicen los periódicos ingleses, el eminente actor inglés Irving interpre-
tó á Don Quijote tal como lo pinta Cervantes, y no de la manera grotesca con
que lo hizo el actor que representaba el mismo papel en el teatro del Chatekt,
de París.
739. — Alonso Quixano: A Dramatisation ot the Novel of Cervantes, and
specially of those party which heleft unwritten; by G. E. Morrison.
London, 1895.
En 8.°
{Rev. crit. de hist. ylit., Febrero de 1896.)
Tomo u 47
370 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y lincas
ALKMANAS
Casi todas las noticias de esta sección de piezas dramáticas alemanas, las de-
bo á la interesante obra £>ie Cervanies-Ltíeratur in Deusichland, Ziirich, 18S7,
8.°, que su autor el reputado cervantista Mr. Ed. Dorer me envió con importan-
tes adiciones manuscritas. Haré, pues, solamente mención especial de las pocas
noticias que procedan de otro origen.
740.- Unzeitiger Vorwitz.
Está literalmente tomada de El curioso impertinente y es la última pieza del
tomo n de esta obra: Englische Comedien und Tragedien... 1630.
741. — :Der irrende Ritter D, Quixotte de la Manda.
(El caballero errante D. Q...).
Por Lit. Hinsch, composición de Ph. Fortsch. S. 1. n. a. Hamburgo, 1690.
742. — Don Quixote in dem schwarzen Gebürg (D. Q. en Sierra-Mo-
rena.)
En 8."
Representado el año 1719 á S. S. M. M. Emperador de Romanos y Rey de
España. (Música de Francisco Conti). Viena, J. van Ghelen,
743. — Don Quixotte in dem Mohren-Gebürge.
En 4.°
(D. Q. en Sierra-Morena). — Opera representada en la reputada escena ham-
burguesa.— Hamburgo, 1722.
744. — MüUer, Don Quijote in dem Mohrengebirge, 1722.
745. — Don Quixotte in dem Mohrengebirge. — Wolfenbüttel, 1723.
746. — Don Chiscotte am Hofe der Herzogin.
(D. Q. en la corte de la Duquesa.) Zarzuela, 1728.
747, — Heinrich und Pernillo.
La novela El casamiento engañoso dio la materia de esta pieza, que se halla
en el tomo UI de la siguiente colección de L. Holberg: Danicht Schaubühne
Leipzig, 1744.
748. — Stille Wasser sínd tief (Guárdate del agua mansa.)
inspiradas por las obras ó la vida de CerTantes 371
En esta pieza, imitada de Beaumont y Fletcher, una parte de la acción está
tomada de El casamiento engañoso. Se halla en el tomo n de Beitrag zur deuis-
chen Shaubühne, por F. Ludw. Schroder.
749. — Don Quischott von Mancia.
Divertida zarzuela representada en los teatros imperiales de Viena el afio
1771. — Viena, v. Ghelen. (El 3." tratado de Ft. Gassmann: la música de /"<?««>-
lio. P. 54 de la escena alemana.)
750. — Sancho Pansa. Opereta. Halberstadt, Gross (Leipzig, Somer),
1775-
En 8.°
751. — Schiebeler, Dan. Basilio und Quiteña.
Episodio dramático, 1767.
El mismo, en Musikalische Gedichte. Hamburgo, Bock, 1769.
En 8."
752. — Der Soldat ais Zauberer.
En 8.0
Opera de Chr. Fr. Schwan. Manheim, 1772.
No la he visto, pero por el título supongo será una traducción de la pieza
Le soldat magicien., que á su vez fué imitado de La cueva de Salamanca de Cer-
vantes.
753. — Die Zigeuner (Los gitanos.)
En 8."
Comedia con canto, por H. Ferd. Móller. Leipzig, 1778, (Tomada de la Gi-
tanilla.')
754. — Der Bettelstudent oder das Donnerwetter.
Pieza cómica en dos actos representada en el teatro Electoral de Munich, en
1783. Se hizo 2.^ edición en 1789, otra en Leipzig en 1795, y otra en Viena el
año 1802.
Imitación de La Cueva de Salamanca.
755. — Don Quixote.
En 8.0
Tomo I de las comedias de F. J. H. conde de Soden, Berlín, 1788-91. Cua-
tro tomos.
756.— Schack, B. de A. Don Quixotte, 1792.
372 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas
757.— Don Quijote.
«Según Fétis, en el Almanaque de los teatros de Gotha de 1791, se cita á
Hubatschek como autor de esta ópera, en tres actos.»
(Bartrina, Cervantes, núm. 5.)
758. — Don Quijote dar Zweite. Komisches Singspiel (El 2° D, Q. ope-
reta cómica). Oís. Gehr, 1795.
759. — Don Quixotte. Oper von Dittersdorf, 1795.
Parece que es la misma anterior, sacada del italiano, y puesta en música por
Dittersdorf.
760. — ^Josephine. ',
En 8.°
Imitación de Cervantes y Florian. Está en la colección 11.* de A. G. Skir-
ren Meissner, Leipzig, 1792-96.
761. — Der Teufel ais ein Hidráulicas.
Sainete en fres actos sacado del anterior, (Bettelstudent), y arreglado para
el teatro de la corte sajona, por Albrecht, Leipzig, 1795.
762. — Der Bettelstudent.
En 8.°
Opera cómica en dos actos. Viena, Wallishauser, 1800.
763. — Die Zigeuner (Los gitanos.)
Novela del Español, del autor de Rinaldo, por Chr. Aug. Vulpíus. Armstadt
y Rudolstad, 1802. (Varios pasajes tomados de la Gilanilla.)
764.— Ritter Quixotte.
(Caballero Quijote (el). Opera en dos actos. Viena, Wallishauser, 1802.
765. — Don Quixote.
Opera cómica romántica de K. F. Hensler, en tres actos. Viena, 1803.
766. — Der verliebte Don Quijote.
(El enamorado D. Q.). Burleskon von A. Bode. Leipzig, 1804
inspiradas por las obras ó la vida de Cervantes 373
767. — Cervantes Portrait.
Comedia tomada del francés (de Dieulafoy), por F. L. Schmidt. Leipzig,
Reing, 1804.
768. — Cervantes !n Algier.
Drama en cinco actos de Christoff. Kuffner. Brünn, 1820.
769. — Cervantes.
Drama en cuatro actos por Geo. Doring. — Frankfurt, 1819.
770. —Don Quixote und Sancho Panza, oder die Hochzeit des Gama-
cho. Dramat. Spiel mit Gesang in 5 Aufzügen, von Aug. Klinge-
mann. Leipzig und Altenburg. — Brockhaus, 1815.
En 8."
(D. Q. y S. P. ó las bodas de C, comedia con canto, en cinco actos de
A. K... etc.).
(Noticia tomada del Allgem. Bücher Lexicón^ v. Heinsius.)
771. — Die Abentheuer der Ritter D. Quixote de la Mancha (i).
(Las aventuras del caballero D. Q. de la M.)
«En el teatro Nacional de Berlín se representó esta comedia en cinco actos,
el 20 de Mayo de 181 1. Había algunas piezas musicales originales de Federico
Luis Seidel.»
(Bartrina, Cervantes, núm. 5.)
772. — Die Hochzeit des Camacho.
Opera en dos actos sacada de Cervantes por Ludw. Frhr. v. Lichtenstein,
Musik v. Fel. Mendelssohn-Bartholdy. — Berlín, 1827.
Bartrina, que cita también esta pieza (revista Cervantes, núm. 5), le da la fe-
cha de 1825. (Mendelssohn tenía entonces 16 años), y dice que tuvo poco éxito
y hubo de retirarse de la escena.
773. — Don Quixote.
Opereta de Karl Grandorf, música de L. Roth y Max von Weinzierl.
(Representada en el teatro municipal de Graz en Noviembre de 1877.)
774. — Ein neuer Don Quixote, oder Edelmann und Millionar. Lust-u.
(i) Copio textualmente; pero der Ritltr es errata por des Ritters.
374 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas
Scherzpiel in 2 Acten nach Kotzebue, von C. Gollmick. Frankíurt,
1859.
(Un nuevo D. Q. ó, hidalgo y millonario, juguete gracioso y burlesco sacado
de Kotzebue, por C. G., etc.)
775. — Kónigliche Schauspiele. — Don Quixote. — Komisches Diver-
tissement in i Akt von Paul Taglioni. — Musik von Gáhrich. —
Nach Anordnung der Kóniglichen General-Intendantur. — Berlín.
(Preis: 2 ^ Silbergroschen.)
En 8.°, de 13 págs.
(Espectáculos reales. D. Q. Divertimiento cómico en un acto por P. T., mú-
sica de G. — Según lo dispuesto por el Real Intendente general. Berlín, etc.)
El argumento de este pequeño juguete se reduce á las fiestas de las Bodas
de Camacho.
776. — Der neue Don Quichotte. Lustspiel in einem Acte. Nach dem
Franzósischen von Alexander Bergen. Wien, 1861. Verlag dar Wa-
IHshausser'schen Buchhandung.
En 4.°, de 13 1
Tiene el Sr. Bonsoms este ligero juguete. El protagonista, el nuevo Don Qui-
iote, es un joven y elegante barOn que se hace un deber de sacrificarlo todo por
las señoras, por pura abnegación; pero resulta que todos sus desvelos y afanes
en favor de las damas resultan serlo por fútiles causas, y de ello se valen sus
amigos para hacer burla de él.
777. — Don Quijote. Lustiges Singspiel in 2 Acten. Wien. Wallishauser.
1861.
(D. Q. sainete lírico en dos actos, etc.)
778. — Don Quixote auf Gamacho's Hochzeit. Ballet ¡n 3 Acten von Lau-
chery; Musik v. C. Gius. Foéschi u. Christ. Cannabich.
(D. Q. en las bodas de Camacho, etc..)
779. — Das Spitzentuch der Kónigin (El pañuelo de encaje de la reina).
Opereta en tres actos de H. Bohrmann-Rieger. Música de J. Strauss, 1880.
Los héroes de la pieza son Cervantes, y el proyectado tipo de Don Quijote y
Sancho Panza. Las aventuras de Cervantes en Portugal forman el argumento.
780. — Don Quixote. Musikalisches Characterbild. Humoreske für Or-
inspiradas por las obras ó la vida de Cervantes 375
chester camponirt von Antón Rubistein. — Op. 87. — Leipzig.
Verlag von B. Senff.
781. — Preciosa.
Comedia en cuatro actos de Pío Alejandro Wolf, puesta en música por el
célebre compositor Carlos María de Weber. Su argumento es el de La Gitanilla
de Madrid. Se conocen las siguientes ediciones:
Berlín, Duncker & Humblot, 1823.
Viena, 1825.
Stuttgart, Hoffman (Theater Bibl.)
Leipzig, Reclam. (Univ. Bibl. n.° 130.)
Acerca de este drama escribió el insigne escritor Juan Fastenrath las si-
guientes hermosas frases, que han visto la luz pública en la Ilustración Españo-
la y Americana del 28 de Febrero de 1877: «Weber adornó con las miniaturas
de sus melodías el drama titulado Preciosa, llenándolo con los sonidos de la
patria verde de su musa, con las voces de la selva que nos deleitan y conmue-
ven en Freischutz Lo que éste es para el alemán, lo mismo debía ser Preciosa
para el español, encantándole por el romanticismo de los gitanos. El autor del
drama, Pío Alejandro Wolf, que en i8n sacó el asunto de la primera de las no-
velas publicadas por Cervantes en 16 13, no había respirado en vano las auras de
la corte de las musas alemanas, y sus versos tienen algo del torrente de armonía
que brota de las obras de nuestros grandes poetas nacionales. Pero la populari-
dad la debe el drama, sólo á la música de Weber; pudiendo llamarse Preciosa
la hermana morena y hermosa del rubio Preischutz. Es cierto que estrenándose
en Berlín el 15 de Marzo de 182 1, le preparó el terreno.»
782. — Die Irrsale Klatars und der Gráfin Sigismunda, von Otto Heinrich
Graf V. Lóben. 2 Auflage. Ronneburg, Weber, 1822.
Escrito con recuerdos del Perslles.
783. — Don Carrizales.
Comedia en cuatro actos de Rosalía v. Collín, sacada de la novela de Cer-
vantes, El Celoso extremeño. Briinn, Trasller, 1823.
784. — Fantasiestücke (in Callots Manier.)
Piezas de fantasía, por E. Th. A. Hoffman, dos partes, año 1814. — En el
tomo I hay una imitación del Coloquio de los Perros, de Cervantes.
785.— Prinz Zerbino, oder die Reise nach dem guten Gesehmack.
(El príncipe Zerbino, ó viaje hacia el buen gusto). Comedia satírico-román-
tica, escrita en Jena por L. Tieck, á principios del año 1800.
Cervantes y otros grandes escritores, como Tasso, Shakespeare, Sófocles,
etcétera., estánse solazando en el jardín de la poesía, cuando se introduce en él
376 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas
un tal Néstor anti-romántico pedante, quien vierte algunas pullas y muchas in-
sulseces en defensa de su exagerado é intolerante clasicismo; pero, al fin, es ex-
pulsado por la Diosa de la poesia.
786. — Leocadia.
En 8.°
Drama lírico en tres actos, de Scribe, trad. del francés por F. EUmenreich.
Maguncia, Kupferberg, 1825. Tomada de La fuerza de la sangre, novela de
Cervantes.
787. — Der reisende Student oder das Quodlibet.
Imitación de La cueva de Salamanca, que se halla en esta obra: «Jocusus.
Repertorio para el vaudeville alemán. Editado por L. Schneider, 8.° — Berlín,
1838.»
788. — Leben u. Liebe des spanischen Zigeunermádchens Preciosa.
En 8.»
(Vida y amores de la gitanilla española Preciosa). Por Norb. Hurte. Una
bonita narración popular con canto. — Reutlingen, 1852, con grabados de
madera.
789. — Die drei Liebesproben des Cervantes. Lustspiel in 5 acten. (Las
tres pruebas de amor de Cerv., comedia en cinco actos), de Karl
R. Waldemar. Uschner. Ratibor, 1863.
En 8.0, de 62
Hay otra edición impresa en Hamburgo, el afio 1878.
La acción pasa en 1568; los tres primeros actos y el quinto en Roma, y el
cuarto en la Apulia. Los principales interlocutores son: Cervantes, el cardenal
Aquaviva, su sobrina Beatriz, el conde Mondescalchi, Pedro, criado de Cervan-
tes, Marco Antonio Coloma, Petronella, Curculio.
Drama novelesco y romántico, entretejido de aventuras harto inverosí-
miles.
Cervantes se halla, con su criado Pedro, en Roma en busca de gloria poéti-
ca y ofrece seis de sus comedias, traducidas al italiano, á un abogado agente de
teatros, quien promete protegerle con ciertas condiciones. No queriendo Cer-
vantes sujetarse á ellas, se presenta al cardenal Aquaviva ofreciéndosele como
camarero. Lo acepta éste, y Cervantes empieza su nuevo oficio adornando, con
flores, muy á gusto del cardenal, un retrato de Beatriz, sobrina de éste; de la
cual se enamora al punto Cervantes, logrando ser correspondido. La ligera Bea-
triz le exige tres extravagantes pruebas de amor, de las cuales dos ha de cum-
plir al momento. Su forma é índole hacen recordar las que el caballero de los
Espejos contó que le había exigido su dama Casildea de Vandalia.
El cardenal Aquaviva afea á su sobrina sus repentinos amores con un pobre
y obscuro camarero y la induce á confirmar la palabra de casamiento otorgada
ya anteriormente al viejo conde de Mondescalchi. De modo tal, que cuando
inspiradas por las obras ó la vida de CervanteE 377
Cervantes deposita al pie de su amada las dos prendas que le mandó conquis-
tar, le dice aquélla, poniéndole en su dedo de la mano izquierda una rica sor-
tija: «la tercera prueba es que me juréis no quitaros jamás esta sortija del dedo,
aun cuando me veáis esposa del conde de Mondescalchi.» Júralo Cervantes,
pero anonadado por la defección de Beatriz, sienta plaza de soldado bajo las
banderas del general Marco Antonio Colonna, va á rechazar en la Apulia una
hueste de turcos que en aquella italiana provincia hablan desembarcado, y en la
refriega pierde la mano izquierda. Entonces, sin quitar la sortija de la mano
cortada la envía por su criado Pedro á Beatriz con una carta en que la dice:
f Fiel á mi palabra, veréis que vuestra sortija no se ha movido del dedo donde
la pusisteis, y que desde hoy quedo libre de mi juramento.» Excusado es decir
los remordimientos de Beatriz, ante tal cruenta misiva.
Termina la acción en el momento en que Cervantes se embarca, para reunirse
con las galeras de D. Juan de Austria en dirección á Lepan to, donde alcanzaron
la memorable victoria sobre los turcos.
790. — Cervantes.
Opereta de Bormann, puesta en múoica por Joh. Strauss. — Viena, 1879.
ITALIANAS
791. — Don Chisciotte. — Venezia, 1744.
En 12.°
Comedia en cuatro actos de Apostólo Zeno, citada por Rampoldi en:
I proverbie le sentenze proverbian, tres tomos. Milano.
792.— Don Chisciotte.
En la Biblioteca del Palacio Real de Madrid, he visto la partitura completa,
en manuscrito, de una ópera de Paisiello, dedicada al rey Don Carlos IV. —
Lleva la fecha de 1772. Esta será la misma ópera que, según Bartrina (Círz/aw-
tes, n." 5), se representó en Ñapóles del 1772 á 1776,
793, — II curioso del suo proprio danno.
Esta ópera bufa del maestro napolitano Piccini, escrita en 1755, se represen-
tó en el teatro de Santa Cruz de Barcelona el año 1762.
794.— II Don Chisciotto.
Opera del Maestro Nicolás Piccini, representada en Ñapóles el año 1770.
795. — II Don Chisciotto.
€ Antonio Salieri dio á conocer en un teatro de Viena el afio 1771, una ópe-
ra-baile en un acto de su composición, titulada: H Don Chisciotto.»
(Bartrina, Revista Cervantes^ n.o 5.)
Tomo II ♦*
378 Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas
796. — Don Chisciotto.
<i8io? — En este año, aproximadamente, escribió la música de esta ópera
el conde de Miari, compositor poco conocido, que nació en Bellune (Venecia)
en 1787.»
(Bartrina, Revista Cervantes, u.° 5.)
797. — Le nozze di Gamaccio.
Opera puesta en música por el Maestro Mercadante hacia el afio 1722.
{Cervantes, n.° 2.)
En la 8.* carta droapiana (Madrid, 1869 y en su pág. 15), hallo estas dos in-
teresantes noticias referentes á la ópera de Mercadante: «Por Julio de 1869 se
representó en el teatro de la Zarzuela de Madrid una con el nombre de Don
Quijote en las bodas de Camacho, música de Mercadante. Figuróme que quizá
sea el mismo melodrama jocoso que á beneficio del expresado maestro, y com-
puesto por el Sr. Perrero, debió representarse en Cádiz el año de 1830 con el
título á&Don Chtsciotte alie nozze di Gamaccio^ (Cádiz, Ramón Howe; en 12.°,
con 93 páginas.)
798. — II Furioso (Cardenio). — Melodramma in 2 atti. — (V.* di Brussi.)
799.— Don Chisciotte.
Opera italiana, con música de Alberto Mazzucato, representada en el teatro
de La Canobbiana de Milán, el 26 de Abril de 1836.
No tuvo éxito. Lambertini, crítico-musical de la Gazetta privileggiata dio
desfavorable cuenta de ella por medio de un diálogo, cuyas respuestas son sim-
ple y alternativamente Sí y Nó.
800. — Don Chisciotte della Mancia.
Opera cómica del Maestro Ricci, en tres actos.
La vi en el teatro del Circo Ecuestre de Barcelona el 8 de Marzo del afio
1884, y sé que se representó tiempo atrás varias veces. Me parece mediana la
parte musical, si bien es melódica y elegante. En cuanto al libreto tiene buenas
situaciones, pero en otras se ha acentuado tanto el lado ridículo de Don Quijo-
te, que viene á ser casi una caricatura.
HOLANDESAS
Debo las noticias de esta sección de Vaudevilles holandeses á la carta que
me escribió Mr. Leupé, de la Haya, en 1873, y se insertó en el Boletín de la
reprod. del Q., por D. F. L. Fabra, Barcelona 1873.
801. — De verzierde onttoovering van de Gravin Trifaldi door de dolen-
de Ridder Don Quichote. J. Soolmans. — 1679. Amsterdam.
(El desencantamiento de la condesa Trifaldi, por el caballero errante Don
Quijote, etc.). Vaudevilie.
inspiradas por las obras ó la vida de Cervantes 379
802. — ídem, ídem, por Cornelis Wils.
El mismo argumento de la antecedente nota, tratado por otro autor.
803. — Het Gouvernement van Sancho Panza op het Englant Barataría,
por S. Van der Cruysseh. — Amsterdam. — 1681.
804. — Den Grooten en onverwuraely Ken Don Quichotede la Mancha...
(El grande é invencible D. Q. d. 1. M. ó el caballero imaginario,
etcétera....); por Cornelis Wils. — Amsterdam. — 1682.
805. — Don Quichote op de Bruiloft van Kamachio. — P. Langendyk.
— 1712-36. Amsterdam.
Hay además estas ediciones:
1734, J. Dum; Amsterdam.
1829, Contze & Ovedrack; Rotterdam.
1851, Fuhri; La Haye.
806. —Don Quichote verlossinge úit Sierra Morena. — J. Van Hoven.
— 1723. — Rotterdam.
807. — De Nieuwe Don Quichote. — Anónimo. — 1768, Rotterdam,
Vander.
808. — Het vertoonen van Don Quichote op het Rotterdamse Bunne, etc.
— (La presentación de D. Q. en la escena de Rotterdam.) — Open-
hart. — 1766?— 1781?
809. — Het Portret van Michel Cervantes. La Haya; J. de Groot. —
Anónimo. — 1804.
(Es traducción del francés).
PORTUGUESAS
810. — Vida do grande Don Quíxote e do gordo Sancho Panza.
Comedia del escritor brasileño Antonio José da Silva, representada en el
teatro do Bairro alto, de Lisboa, el 14 de Octubre de 1733.
Allá por los años de 1876, dióme noticia de este drama y de su infortunado
autor; el sabio Mr. Ferdinand Denis, Director-Conservador de la Bibliothéque
de SM Geneviive, de París, quien lo había traducido elegantemente al francés y
publicado el año 1822 en la colección titulada: Chefs-d^asuvre des théátres étran-
38o Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y Úricas
gers, Varis, chez Vadvocat. Mr. Denis, peritísimo en las literaturas portuguesa
y brasileña, favorecióme luego con varias curiosas cartas, y en la del 6 de Mar-
zo de 1877, me decía: «Antonio José da Sylva, fué un ingenio original, que na-
ció en Rio de Janeiro el 8 de Mayo de 1705, vino á establecerse en Lisboa en
1712 y fué quemado por la Inquisición el 19 de Octubre de 1739, en la plaza
del Rocío. Su proceso original existe aun hoy en la Torre do Tombo. Sus obras
dramáticas, se conocen bajo el nombre de las obras dojudeo.t
Posteriormente el ilustradísimo amigo Sr. Asensio, me ha favorecido con un
ejemplar de su interesante obra que describiré aquí, pues completa admirable-
mente las noticias de Sylva y de su Don Quijote:
«Un cervantista portugués del siglo xviii, quemado por el Santo Oficio de
la Inquisición. — Apuntes biográficos. — Sevilla, Imp. de E. Rascó. — 1885.
En 4.° de II, 28 páginas.» Después de reseñar el argumento de la comedia
jDon Quixoíe i Sancho Fama, de Silva, y el éxito que obtuvo, hace el señor
Asensio historia de las persecuciones que el desgraciado poeta sufrió, de un pro-
ceso seguido por la Inquisición, y de su condenación por judaizante convicto,
negativo y relapso, siendo quemado el iS de Octubre de 1789. — Termina el
señor Asensio su curiosísimo trabajo con el juicio crítico y la Bibliografía de las
Obras de Silva.
811. — Parodia de Tigados de Tigre.
Don Carlos Barroso en el número 3 de la Crónica de los Cervantistas, dice:
«En un tomo del teatro de Francisco Gomes de Amorim, vi una parodia de un
melodrama intitulado Tigados de Tigre que se representó en Lisboa el 11 de
Febrero de 1S57. — En la escena 2. a del 4.° acto hay un diálogo entre Carente
y Cervantes, que unas veces habla en castellano y otras en portugués. — En la
escena 4.* aparece Don Quijote que canta una poesía de D. A. Azcona. — En
las escenas 5.^ y 6.» figuran Caronte y Cervantes. — En la 7.^ sale otra vez el
Hidalgo hablando y cantando en portugués; después ya no aparecen más ni el
amante de Dulcinea ni su ilustre autor.»
812. — Don Quichote.
El propio Sr. Barroso en el citado lugar dice: «En el Diario Popular (Lis-
boa 24 de Septiembre de 1871), léese que el Sr. Pinheiro Chagas, se encargó de
confeccionar un Don Quijote que deberá aparecer en el teatro de D.* María 11
en el carnaval próximo.»
SUECAS
813.— Don Quijote.
Dice el Sr. Asensio en el número 10 de El Ateneo, revista de Sevilla, corres-
pondiente á 15 Abril 1875:
«En el repertorio del maestro compositor sueco Carlos Kisser, figura una
ópera titulada Don Quijote, que ha merecido grandes aplausos en los teatros del
Norte de Europa, donde se ha puesto en escena.»
RUSA
814 — Don Kikhot. Balet v. 5 dyeistviyack. St. Petersburg, 1875.
En 8.»
Pantomima rusa citada por Fitzraaurice-Kelly.
II
DIVISIONES DE ESTE VOLUMEN
Pie».
I. — Biografías y noticias biográficas l
II. — Notas y comentarios al Quijote 149
III. — Notas á las obras menores de Cervantes 247
IV. — Imitaciones del Quijote 255
V. — Imitaciones de las obras menores de Cervantes 319
VI. Farsas, mascaradas, y piezas dramáticas y líricas, inspiradas por las obras ó
la vida de Cervantes 3^5
FE DE ERRATAS
Pág.
Línea.
DICE
LÉASE
8
33
de edad de 31. años, mediano de
cuerpo,
de edad de 31. años, hijo de Rodri-
go de Cervantes y de Doña Leo-
nor de Cortinas, vecino de Ma-
drid, mediano de cuerpo.
3°
27
suscinla
sucinta
74
42
tr¿s¿ anos!
tres años/
86
33
1393)
1 399-)
io6
39
Nuesrra
Nuestra
io8
25
equivocada
equivocada
io8
44
mieutras
mientras
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5
psra
para
lio
6
Cerbanres
Cerbantes
III
49
docnmento
íiocumento
"3
34-35
para vengar sentimientos
para vengar resentimientos
"5
35
Noveles
Novelas
117
23
oí
af
169
47
244
246 (Sigue equivocada la numera-
ción hasta llegar al niím. 255,
que corresponde al 257, en la
página 176).
Acabóse de imprimir este volumen
en Barcelona,
por Fidel Giró,
á los veinte de Noviembre
•del año mil ochocientos noventa y nueve.
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