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Full text of "Gramática de los cuatro dialectos literarios de la lengua euskara"

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rURCHASED  FOR  THE 

UNIVERSITY  OF  TORONTO  LIBRARY 

FROM  THE 

CANADÁ  COVNCIL  SPECIAL  GRANT 


Gramática 


DE  LOS 


law 


DE  LA  LENGUA  EUSKAKA. 


PRIMERA    EDICIÓN. 


CASA.     EDITOEIAL    DE     EUSEBIO     LÓPEZ, 


liáláliiá 


DE    LOS 


CUATRO  OIALÍCTOS  LinBARIOS 


DE  LA  LENGUA  EUSKARA. 


POR 


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Cuskal-Erriaren  alde.    i 


g^.^..^^/^- 


5* 


Establecimiento  tipogi-úflco  de  Eusebio  López,  Sucesor  de  la  VniDA  de  Mhndizábal 
Calle  de  la  Solana,  núm.  8. 


Pu 

5032 

cz 


-'L  28  1967 


Es  propiedad  del  Edi- 
tor, el  cual  se  reserva 
todos  los  derechos. 


i: 


MmM 


|l  |í|ÍNCIPE  |üIS  IüCIANO  loJN^APARTE. 


oxsEÑoii:    Vuestro    nombre    no  2-^?¿6<:/(3   se- 
pararse de  ningún  estudio  que    tenga  2)or 
^objeto  la  lengua  eusl-ara.  Cualquiera  que 
^.í^^  ^  sea  la  dirección  que  se  tome,  enseguida  se 
"^^    encuentra  en  ella  la  estela  luminosa  de 
(^      vuestro  iklso. 

Dignaos  permitir,  Monseñor,  que procUune  una 
vez  más  esa  solidaridad  entre  la  ciencia  bascófila  y 
vuestra  persona.  Es  lo  menos  que  jjueden  hacer 
los  que,  como  yo,  lian  aprendido  mucho  en  vuestros 
libros,  y  saben  cuan  de  corazón  amáis  á  la  Eus- 
Txul-Er ría,  puesta  nuevamente  en  predicamento  de 
los  sabios,  merced  á  vuestros  admirables  trabajos. 

Que  Dios  guarde  largos  años  la  pireciosa  vida 
de  V.  A. 

Este  es  uno  de  los  más  fervientes  votos  que  al 
cielo  dirige  vuestro  servidor 


€iuu.to  6 


ainoton. 


Pamplona  30  de  Junio  de  1884, 


ON  PRESTUAI. 

Zuen  lege  zar  beneragarriyak  galdii  ziñituzten  atzo. 
Zorigáitz    aiindi   bat   da  galtze   au. 

Ez  itzatzii,  arreii,  galdu  orain  zuen  izkuntz  parega- 
bea;  lotzez  beteko  zaituzte  galtze  orrec  Jaiingoikoaren 
eta  Kondairaren  aurrean. 

Iruñan,  1884-garren  iirteko  Garagarrillaren  12-an. 


«¡^..^^¿^^^^        (^  ú^-^^^íi^^ch^. 


l¡E''o'(S'o!!e'©y '0'©¡ci'o''Ol 0  ©''©'0Íó:ó;o''<p''o  s' ©'Oíoo:'© ^©i'©'©,'©:©'©.©:!©  ©üo©  o  o  Q'o':ts  OhO©;,©  ©, 


ADVERTENCIA. 


Este  libro  es  liijo  de  nii  movimiento  de  patriótica  an- 
gustia. 

El  brutal  despojo  de  que  fuimos  víctimas  á  la  termina- 
ción de  la  guerra  civil,  me  hizo  comprender  que  había  llega- 
do la  hora  de  combatir  por  retener  todo  lo  que,  siendo  nues- 
tro, se  hallaba,  merced  á  su  propia  naturaleza,  fuera  del  al- 
cance inmediato  del  legislador.  Era  imprescindible  que  con- 
servásemos nuestro  espíritu,  nuestra  alma,  á  fin  de  que 
nuestras  esperanzas  mereciesen  este  nombre  y  no  el  de  ilus- 
siones.  Entonces  me  avergoncé  de  llevar  sangre  euskara  en 
las  venas  y  de  ignorar  la  lengua  nativa  de  los  euskaros. 

Pero  el  estudio  es  tan  amable  bajo  su  aspecto  adusto,  que 
loque  comenzó  siendo  desahogo  de  mi  corazón, trocóse  muy 
pronto  en  deleite  de  mi  espíritu,  y  concluí  por  estudiar  el 
euskara  con  el  mismo  desapasionamiento  y  encanto  que 
puede  experimentar  un  aficionado  á  los  estudios  lingüísti- 
cos, cuando  sondea  el  mecanismo  ó  formula  las  leyes  de 
un  idioma  realmente  hermoso. 

Aunque  el  euskara  fuese  un  lenguaje  desabrido  y  torpe 
le  amara  yo  como  á  las  niñas  de  mis  ojos.  Así  es  que  di  las 
gracias  á  la  lingüística  y  me  quedé  prendado  de  ella  por  que 
me  demostró  que  la  divinidad  valía  infinitivamente  más  que 
el  culto  que  yo  le  consagraba. 

Esta  Gramática  es  el  resultado  de  mis  continuos  estu- 
dios; con  ella  aspiro  á  llenar  un  vacío  que  deploran  en  Es- 
paña todos  los  que  desean  conocer  el  mecanismo  y  el  genio 
de  un  interesantísimo  idioma,  que  es  el  heredero  directo  y 
único  del  de  los  primitivos  españoles. 


Sea  dicho  con  todo  el  respeto  que  merecen  los  nombres 
do  sus  autores,  especialmente  el  muy  egregio  del  primero 
de  los  que  voy  á  nombrar:  las  Gramáticas  de  Larramendi  y 
Lardizábal, — tras  de  .ser  de  nniy  difícil  adquisición — no 
responden,  á  las  exigencias  de  la  ciencia  moderna.  Se  trata 
de  reemplazarlas  con  alguna  \entaja.  De  aquí  la  utilidad 
posible  de  mi  libro,  escrito  teniendo  á  la  vista  la  mayor  par- 
te de  lo  publicado  acerca  de  la  materia.  No  lie  rebuscado 
la  ocasión  de  ser  origina],  aventurando  teorías  y  explicacio- 
nes propias;  con  más  modesto  criterio,  he  repetido  anienu- 
do  lo  bueno  de  otros,  poniendo  muy  clara  su  procedencia, 
que  ni  en  asuntos  literarios  me  gusta  á  mí  faltar  al  séptimo 
Mandamiento  de  la  ley  de  Dios.  Cuando  he  hablado  por 
cuenta  propia,  y  lo  he  hecho  varias  veces, — aunque  no  tan- 
tas como  el  volumen  del  libro  lo  consintiera, — teniendo 
siempre  presente  cuál  es  la  índole  de  la  lingüística,  le  he 
dado  con  los  hechos  médula  al  discurso. 

La  doble  dedicatoria  de  mi  Gramática  marca  exacta- 
mente quienes  son  sus  inspiradores.  Ahora  le  pido  á  Dios 
que  no  resulte  indigna  ni  del  patriotismo,  ni  de  la  ciencia. 

Pamplona  12  de  Junio  de  1884. 


•Introducción. 


oíOío 


CAPITULO  I. 


El  progreso  de  un  lenguaje  está  íntima  y  esencialmente 
ligado  al  desarrollo  intelectual  del  pueblo  que  lo  habla. 
Las  lenguas  de  las  razas  más  inferiores  no  contienen  pa- 
labras que  indiquen  idea  alguna  abstracta  y  genérica.  Las 
tribus  australienses,  que  pueden  considerarse  como  las  más 
salvajes  del  globo,  en  los  idiomas  que  usan,  carecen  de  térmi- 
nos para  indicar  ideas  de  aquellas  clases  como  árbol,  yez, 
2)ájaro,  etc.,  y  únicamente  poseen  términos  específicos  apli- 
cados á  cada  variedad  particular;  son  incapaces  de  contar 
más  arriba  de  cinco,  y  la  palabra  que  expresa  este  último 
número  representa  en  su  espíritu  la  idea  de  muchos  obje- 
tos, como  entre  nosotros  los  vocablos  cien  ó  mil.^ 

Pero  á  medida  que  progresa  la  inteligencia  del  pueblo  y 
se  ejercitan  con  lentos  y  continuados  trabajos  las  funciones 
de  generalización  y  abstracción,  se  crean  vocablos  nuevos 
que  corresponden  á  las  nuevas  ideas.  Cuanto  más  comple- 
ja se  torna  la  organización  social,  más  necesidad  hay   de 


1.    Lubboek,  L'  Hoíihe  PKEHisTortiQ-DE,  pág.  407i 


-12 


aumentar  su  vocabulario,  y  de  este  modo,  como  oportuna- 
mente observa  Mr.  de  Baudrimont  en  su  Historia  de  los 
esl-aldinias  primitivos,  el  lenguaje  de  un  pueblo  puede  con- 
siderarse como  el  inventario  délos  conocimientos  que  posee. 
Acontece  también,  que  las  lenguas  presentan  grados  de 
parentesco  unas  con  otras;  que  proceden,  por  derivación, 
unas  de  otras,  y  la  clasiñcación  científica  constituye 
grupos  con  ellas,  y  busca  su  filiación,  y  establece,  ci  ve- 
ces conjeturalmente,  á  veces  positivamente,  su  genera- 
ción y  evolución,  y  consigue,  no  solo  referirlas  a  un  cierto 
tipo  de  organización  general,  sino  también  á  un  tronco  co- 
mún del  cual  proceden  varias  ramas,  ó  mejor  dicho,  á  una 
matriz.  Así  sucede  con  las  lenguas  indo-europeas,  cuyo  pro- 
genitor ha  sido  hallado  por  los  lingüistas  merced  á  sapientí- 
simos trabajos  de  reconstrucción,  tan  delicados  como 
exactos. 

Las  lenguas,  lo  mismo  que  los  individuos,  nacen,  se  des- 
arrollan y  mueren  con  arreglo  á  leyes  naturales,  y  con 
esto  dicho  está,  inmutables.  Cuando  una  raza  determina- 
da, por  causa  bien  sea  externa,  bien  interna  decae,  decae 
asimismo  su  lenguaje;  si  otras  razas  han  llevado  más  lejos 
que  ella  la  cultura,  la  raza  estacionaria  se  ve  obligada  á  to- 
mar prestada  una  porción  de  vocablos  que  desde  luego  re- 
velan su  origen  exótico;  si  en  el  combate  por  la  existencia 
ha  sido  vencida,  ó  si  las  llamadas  fatalidades  históricas  la 
han  colocado  al  lado  de  otras  razas  más  numerosas,  y  por 
consiguiente  más  fuertes,  que  de  todas  partes  la  cercan  y 
estrechan,  la  raza  subyugada  ó  acorralada  pierde  su  idioma 
propio,  ó  éste  sufre  la  gran  inlluencia  de  los  idiomas  domi- 
nantes, alterándose  y  corrompiéndose. 

Bastan  estas  lijeras  observaciones  para  hacer  compren- 
der la  importancia  que  el  estudio  de  las  lenguas  presenta  pa- 
ra la  ciencia  en  general  y  sobre  todo  para  la  historia,  trasfor- 
mada  hoy,  merced  á  la  aplicación  de  nuevos  y  más  seguros 
procedimientos  de  observación.  En  muchas  ocasiones,  las  len- 
guas solamente,  examinadas  con  espíritu  crítico,  pueden 
darnos  razón  de  las  evoluciones  de  los  pueblos  en  las  épo- 
cas en  que  aún   no  existía  la  historia.   Observando   los 


—13- 


vocablos  idénticos  que  conservan  las  lenguas  del  grupo 
indo-europeo  y  relacionando  su  significado  con  las  di- 
versas fases  del  desarrollo  que  presentan  las  naciones  en 
su  vida,  ha  podido  deducirse  la  época  en  que  se  han 
ido  separando  del  tronco  común  los  diversos  pueblos  de 
la  raza  indo-europea  y  precisarse ,  por  ejemplo,  si  tal 
pueblo  se  disgregó  en  el  período  pastoral  ó  nómada,  ó  en  el 
sedentario  y  las  relaciones  que  ha  tenido  con  otras,  y  las 
influencias  que  ha  ejercido  ó  recibido.^ 

Tenemos,  pues,  por  indudable  que  el  estudio  de  las  len- 
guas es  interesantísimo  en  la  época  ¡iresente;  asilo  demues- 
tra, además  de  las  reflexiones  anteriormente  expuestas  y  de 
otras  que  podrían  aducirse,  el  gran  número  de  revistas  y 
publicaciones  que  se  consagran  á  este  ramo  del  saber. 


II. 


Hablada  la  lengua  euskara  por  una  raza  de  origen  desco- 
nocido, de  filiación  ignorada,  á  la  que  los  más  antiguos 
documentos  nos  presentan  como  propietaria  de  la  región 
que  hoy  ocupa,  por  lo  menos,  y  que  se  ha  encontrado  en 
varias  ocasiones  frente  á  frente  de  otros  pueblos  que  repre- 
sentan gran  papel  en  la  historia,  como  son  los  celtas,  la- 
tinos, germanos  y  árabes,  siempre  combatiendo  por  la  inde- 
pendencia, y  ejerciendo  en  ocasiones,  decisiva  influencia  en 
los  destinos  de  España  y  Francia,  parece  inútil  señalar  el 
aliciente  que  el  conocimiento  del  euskara  presenta.  Pero 
este  aliciente  es  general,  meramente  especulativo  y  úni- 
camente requiere  para  manifestarse  afición  á  cierta  cla- 
se de  estudios;  mas  á  su  lado  se  halla  otro  particular, 
propio  y  exclusivo  de  los  nacidos  en  la  región  euskal- 
duna. 

Para  nosotros,  en  efecto,  el  euskara  es  algo,  mucho  más 
que  un  instrumento  de  investigaciunes   científicas;    es  la 


1.    Véase,  eutre  otras  muchas  obras  que   se   pudierau  citar,  como  prueba  del  valor    histó- 
rico de  las  lenguas,  el  tomo  1.°  de  la  Historia  de  Roma  de  Momuasou. 


-14- 


lengua  do  nuestros  padres  y  á  adorarla  nos  lleva  el  senti- 
miento natural  del  amor  hacia  las  cosas  nativas.  Es  un  tes- 
timonio vivo  y  fehaciente  de  nuestra  jamás  domada  inde- 
pendencia nacional;  y  es  elemento  que  tiende  á  diferen- 
ciarnos, á  dotarnos  de  fisonomía  propia,  y  por  lo  tan- 
to, á  crear  obstáculos  á  nuestra  completa  asimilación,  desde 
hace  tanto  tiempo  perseguida  y  puesta  en  pr¡íctica  por  tan 
arteros  medios.  Por  eso  dije  yo,  no  hace  nnicho  tiempo  to- 
davía, con  exageración  poética  en  la  foriua,  pero  con  in- 
cuestionable verdad  en  el  fondo:  «cada  palabra  euskara  que 
se  pierde,  se  lleva  un  pedazo  del  alma  nacional.»^ 

«Enrique  YIII,  para  recompensar,  sin  duda,  á  sus  compa- 
triotas (los  habitantes  del  país  de  Gales),  de  hal)er  colo- 
cado á  su  padre  en  el  trono  de  Inglaterra,  resuelvo  destruir 
sus  costumbres,  los  restos  de  su  estado  social  y  Jta.sta  sil 
lenguaje.  Prohibe  la  traducción  de  las  escrituras  al  cáml)ri- 
co,  hace  buscar  y  destruir  todos  los  manuscritos,  todos  los 
documentos  históricos,  todos  los  archivos  del  país.  ¡Vanos 
esfuerzos!  el  idioma  cámbrico  subsiste  aún,  habiendo  so- 
brevivido él  solo  á  todos  los  demás  dialectos  de  la  antigua 
lengua  bretona.  Ni  los  Estuardos,  ni  Cromwell,  ni  la  Casa 
de  Hannover  han  podido  vencer  á  esos  feroces  montañeses, 
que  aún  no  han  renunciado  á  sus  viejas  esperanzas,  siem- 
pre fallidas,  jamás  abandonadas  y  que  no  esperan  más  que 
una  ocasión  de  levantar  la  cabeza  y  reconquistar  su  inde- 
pendencia.» " 

La  conducta  de  Enrique  VIII  con  los  habitantes  del 
país  de  Gales  ]ia  sido  practicado  constantemente  por  todos 
los  conquistadores;  la  lengua  nativa  es  un  poderoso  elemen- 
to de  diferenciación^  y  héaquí  el  motivo  deque  sea  por  ellos 
perseguida.  Y  el  mismo  objetivo  persiguen  los  gobiernos 
que  no  fundan  su  acción  en  una  conquista  material,  que  si 
es  preciso,  guardan  las  formas  externas  del  derecho,  pero 
que  desarrollan  la  idea  de  la  omnipotencia  del  Estado  cen- 
tral, confundiendo  torpe  ó  périidamente  la  unidad  nacional 


1.  El  EtisKARA,  artícnloB  piiblicacloB  en  ol  periódico   Iuitím  ii   La  Paz. 

2.  Odysü-Darot,  Lk'i  ruKS  suu  i.a  ruu-osoi'iuK  1>K  l'  Hiktoiojk,  pA(!.  lü'J. 


—15- 

con  la  unidad  política,  más  ó  menos  adornada    de  teorías 
doctrinarias  y  constitucionales.  Á-n  hon  entendeitr,  saliit. 

Desgraciadamente,  en  España,  fuera  del  país  basconga- 
do,  la  importancia  científica  del  euskara  lia  sido  completa- 
ñiente  desconocida  y  se  ha  dejado  en  completo  olvido  todo 
estudio  serio  respecto  á  este  punto.  La  necia  afirmación  de 
Mariana  en  su  Histuria  de  que  «el  bascuence  es  un  lengua- 
je bár])aro  y  grosero,  y  que  no  recibe  elegancia,»  era  teni- 
da por  palabra  de  Evangelio  al  otro  lado  del  Ebro;  las 
Academias  jamás  se  ocuparon  hasta  há  poco  tiempo  de  ]o 
que  á  estas  provincias  atañe,  sino  para  denigrarlas  y  com- 
batirlas;en  el  siglo  pasado  hubo  un  tal  Traggia,  académico 
por  oierto,  que  se  atrevió  á  decir  que  «el  bascuence  es  un 
mosaico  de  lenguas  hárharas,  introducido  probablemente  á 
mediados  del  siglo  viii  por  los  bascongados,  .para  figurar 
total  independencia  del  extranjero»;  D.  Gregorio  Mayans  y 
Ciscar,  hombre  tenido  por  muy  docto  y  que  puede  ser  que 
lo  fuera,  en  otras  cosas,  continuó  el  gran  crescendo  ignaro 
afirmando,  «que  la  mayor  parte  del  vascuence,  si  se  obser- 
van bien  las  raices  de  sus  vocablos  tiene  su  origen  del  latín 
y  que  su  conocimiento  imipoYtíí  muy  jjoco)),  y  finalmente,  la' 
estupidez  general  señaló  como  una  de  las  acepciones  de  la 
palabra  vascuence  «lo  que  está  tan  confuso  y  oscuro  que  no 
se  puede  entender,»  lo  cual  no  hay  duda  de  que  es  una 
gran  verdad  respecto  al  que  ignora  el  euskara,  como  á  mí 
me  sucede  con  el  sánscrito  ó  el  tamul. 

Fué  preciso  que  un  extranjero  ilustre  dijera  «que  la  Es- 
paña pertenece  al  pequeño  número  de  regiones  que  permi- 
ten determinar  con  ayuda  de  una  lengua  aún  viva  qué  pue- 
blos la  han  habitado  en  su  origen»^  para  que  después  de 
muchos  años,  y  cuando  sabios  de  la  mayor  parte  de  las; 
naciones  se  ocupaban  del  euskara,  abandonase  España  un' 
tantico  de  su  olímpico  desdén  tocante  al  idioma  que  tal. 
vez  fué  el  de  sus  aborígenes.  Hoy  algunas  personas,  aunque 
pocas,  utilizan  dicho  idioma   en  sus  investigaciones,  mere 


1.     Humboldt,  EECHEEDEÍ3,  etc.  Trad.  Mabkast.,  púg.  5. 


-IG- 


cienclo  especial  mención  entre  ellas,  el  profundo  escudriña- 
dor de  las  antigüedades  españolas,  mi  respetable  amigo  el 
E.  P.  Fidel  Fita. 

III. 

En  el  país  enskaro,  por  el  contrario,  no  han  faltado  nun- 
ca hombres  amantes  de  su  lengua  que  se  han  dedicado  á  su 
estudio,  desde  que  el  insigue  P.  Larramendi  abrió  el  camino 
á  esta  clase  de  investigaciones  con  su  célebre  Arte  de  la  Len- 
gua Basco)igada,  denominado  también  «El  Imposible  venci- 
(lo'>  y  con  el  iiDiccíoncprio  Triliiigüs»;  muchos  han  criticado 
el  título  de  la  Gramática^  del  sabio  jesuíta,  sin  r^mrar 
en  que  era  una  réplica  ala  creencia  general  de  los  sabios  es- 
pañoles de  su  época,  de  que  el  bascuence  era  incapaz  de  su- 
jetarse á  reglas.  Siguieron  al  P.  Larramendi  varios  tratadis- 
tas, de  los  que  nombraremos  los  principales,  señalando  al 
mismo  tiempo  alguna  de  sus  obras.  Mr.  Harriet  (notario  de 
Larresoro)  autor  de  una  Gramática  hasco-francesa;  D.  Pe- 
dro, Pablo  de  Astarloa,  que  lo  es  igualmente  de  la  Apología 
¿le  la  lengua,  hascongada,  en  la  que  se  oponen  reparos  á  va- 
rias afirmaciones  del  Diccionario  Geográfico  Histórico  de 
España,  vertidas  en  el  artículo  Navarra,  y  de  los  estudios 
filosóficos  sobre  la  lengua  primitiva,  recientemente  impresos 
en  Bilbao  por  el  Sr.  Merladet;  el  P.  Cardaveraz,  de  las  Be- 
glas  para,  escribir,  leer  y  liablar  bien  el  bascuence  (en  euska- 
ra);  el  abate  Darrigol,  de  una  Disertación  crítica  y  apolo- 
gética déla  lengua  bascongaJa;  Mrs.  A.  Th.  d'  Abbadie  y 
A.  Challo,  de  unos  Estudios  gramaticales  sobre  la.  lengua 
euslcara;  además  Chaho  escribió  la  Introducción  á  la  Histo- 
ria de  los  Bascos  del  vizconde  de  Belsunce  en  la  que  trata 
de  varias  cuestiones  lingüísticas,  y  en  la  que  se  encuentra 
La  leyenda  de  Aitor,  vertida  por  mí  al  castellano  para  la 
Bevista  EusJiara,  y  comenzó  á  publicar  un  gmn  Diccionario 
bascongado,  francés,  español  y  lati)io  que  quedó  incompleto; 
Fr.  Juan  Mateo  de  Zabala,  del   Verbo   regular  Ixi^rongado 


1.     Kiitro  filos  Miv  Hovolac'<nio,  fino  on  su  liiNauíHiiQi'F,  iiii¡,'.  M,  lo  caliiicailo  preíiuutuoso. 


<!íi  ■',     .Tií  iü 


-17- 

del  dialecto  hizcaíno,  publicado  bajo  los  auspicios  del  in- 
signe Príucipe  Bonapíiite;  J.  B.  Archii,  de  una  Gramática 
Basco-francesa;  Mr.  Salaberry (d'  Ibarolle),de  iinVocahulario 
de  ¡yalahras  hascongadas,  (dialecto  bajo-nabarro);  D.  Fran- 
cisco Ignacio  de  Lardizábal,  de  una  Gramática  hascongada; 
el  Sr.  canónigo  Inchauspe,  del  Verbo  bascongado,  cuya  pu- 
blicación, igualmente,  se  debe  al  inagotable  desprendimien- 
to del  Príncipe  bascófilo;  Mr.  Louis  Géze,  de  unos  Elemen- 
tos de  Gramática  bascongada  (dialecto  ñuletino);  Mr.  Du- 
voisin,  de  varios  artículos  críticos  y  monografías  entre  las 
(]ue  podemos  citar  los  concAenzndoa  Estudios  sobre  la  decli- 
nación bascongada,  los  Estadios  sobre  la  leng'ta  bascongada 
y  la  Formación  de  los  nombres  en  bascuencc;  mi  malogrado 
amigo  D.  José  de  Manterola,  autor  de  la;  tros  series  d-el 
Cancionero  basco,  el  cual,  además  de  cont  '.ler  un  extenso 
Vocabidario  basco-castellano-francés,  abunda  en  atinadas 
o])servaciones  lingüísticas  y  gramaticales;  D.  Francisco  de 
Aizquíbel,  de  un  gran  Diccionario  basco-es])añol.  Finalmen- 
te, el  que  estas  lineas  traza  publicó,  bajo  el  título  de  Orrea- 
ga,  una  colección  de  textos  correspondientes  á  los  cuatro 
dialectos  literarios  del  bascuence  y  á  diez  y  ocbo  localida- 
des bascongadas  de  Nabarra,  acompañada  de  observaciones 
gramaticales  y  léxicas,  y  un  Ensaijo  acerca  de  las  leges  foné- 
ticas de  la  lengua  eusJcara,  incorporado  á  esta  Grramática,  de 
la  cual  era  im  fragmento. 

Como  se  ve,  el  contingente  aportado  á  la  euskarología 
por  los  escritores  del  país,  no  es  pequeño  ni  despreciable; 
sin  embargo,  varios  de  estos  han  sido  objeto  en  época  re- 
ciente, de  acerbas  y  despiadadas  críticas.  Las  muchas  extra- 
vagancias del  abate  d'  Iharce  de  Bidassoet,  ciertas  infun- 
dadas teorías  de  Astarloa  (como  por  ejemplo  la  de  la  sig- 
nificación de  las  letras)  y  algunas  cuantas  fantasías  lingüís- 
ticas de  Chaho  que  en  ciertas  ocasiones  se  dejaba  arrastrar 
de  su  admirable  imaginación  poética,  creemos  que  no  dan 
derecho  para  las  violentas  impugnaciones  que  se  han  diri- 
gido á  los  tratadistas  euskaros  en  general.^ 


1.  Según  Mr.  Hovelacquo  los  dos  i'inicos  lingüistas  en  quienes  so  puede  tener  plena  con- 
flanza  reapocto  al  euakara  sou  Mrs.  Vlusou  y  Van  Eya.  (La  LiNGt)is'j:iQDE,  pég.  106.)  ¡Qué  me- 
sura, qa<^  tacto,  y  sobre  todo  qué  justicia  resplandecen  en  esas  palabras  iiTonunciadas  por  quien, 
probablemente,  no  habrá  leído  un  solo  tratado  de  lengua  eiiskara!  2 


-^IS  - 


Muchos  (le  los  errores  que  so  les  achaca  son  hijos  de  la 
upoca  en  (jue  escribían;  otros,  y  son  los  más  frecuentas,  del 
patriótico  y  Uíitural  deseo  de  encomiar  una  lengua  que  veían 
tan  vilipendiaday  despreciada;  pero  el  error  de  mayor  bulto 
que  han  cometido,  se  ha  debido  á  la  influencia  de  sus  estu- 
dios en  las  lenguas  clásicas  que  les   condujo   á   establecer 
correlaciones  gramaticales  entre   el  euskara  y  el  latín  y   el 
griego,  que  muy  amenudo  están  en  oposición  con  el  genio 
de  la  lengua  bascongada.  A  pesar  de  esto,  en  sus  libros  se 
encuentran  los  elementos,  los  Itecliofs  que  después  han  servi- 
do de  base  para  otros  estadios  realixiados  con  siijeción  á  los 
adelantos  de  la  ciencia.  Es  muy  fácil,  por  ejemplo,  criticar 
á  Larramendi,  pero  es  eíjuitativo   también  reconocer  (pie  él 
fué  el  creador  de  la  gramática  bascongada,   y  que  sin  él,  tal 
vez,  la  euskarología  no  habría  nacido;  como  él  hay  otros  en  el 
país  íl  quienes  la  ciencia  actual  debe  eterno  reconocimiento 
por  la  exactitud,  minuciosidad  y  riqueza  de  sus -observacio- 
nes. Reformemos,  en  cuanto  nos  parezca  necesario,  las  exp.li- 
(iíiciones  de  los  antiguos  tratadistas,  pero  no  seamos  im})la- 
cables  con  sus  errores,  á  menudo   exagerados  y   abultados 
por  el  mal  (}uerer,  y  no   olvidemos  tampoco   que   aun   las 
ciencias  que  mayor  grado  de   precisión  alcanzan  en  el  día, 
tuvieron  su  largo  período  de  vacilaciones,  errores  é  hipóte- 
sis anti-científicas.^ 

IV. 

Según  se  habrá  notado,  en  la  lista  anterior  no  figuran 
más  (pie  nombres  de  autores  bascongados.  Ahora  vamos  á 
dar  una  idea  de  la  euskarología  extranjertí  y  registraremos 
nombres  de  Francia,  Alemania,  Inglaterra,  Holanda  y  Hun- 
gría, y  comparando  esta  riqueza  c(jn  la  falta  de  autores  es- 
pañoles no  bascongados,  podrá  sacar  el  discreto  lector  las 
deducciones  que  do  este  hecho  se  desprenden. 

Los  tratiulistas  extranjeros   pueden,  desde  luego,  divi- 


1.  Dice  ron  iiuiiha  lazAn  ol  Prínciju.»  lioimimito  qu )  ontr.-  las  jiublirftrioiu's  ilo  li>t.  aiitoro» 
l.:iscoiu;n(U>s,  liay  viiriin  cniu  iimlu  ticiiuii  <|iiii  uuvi.l  ar  "  l•l^»  il"  >">ln>»  \»^í-\xíh.  tomo  w  li  Ub  ilo 
/.aljalii,  luu)iau»ii(>,  (V  Abbodio  y  inuoikin.  HaMAMyUíín,  itc.iwi;.  00, 


dirse  en  dos  gnipos;  uno  de  ellos  constituido  por  los  que  Sé 
han  ocupado  del  euskiira,  bajo  el  punto  de  vista  lingüístico 
ó  gramatical,  y  otro,  por  loa  que  han  empleado  dicho  idioma 
como  instrumento  da  investigacioneá  históricas  ó  etnográ- 
ficas. Nosotros  únioamonto  nos  ocuparemos  del  primero, 
porque  el  seguado  trata  do  materias  que  no  son  de  nuestra 
incumbencia. 

En  este  primer  grupo  tenemos  á  Mr.  H.  Lecluse,  dis- 
tinguido humanista  francés,  autor  do  una  Disertación  sobre 
la  U ligua  basca  y  de  una  Gramática  bascomjada;  Mr.  H.  de 
Cliarencey,  de  La  lengua  basca  y  los  idiomas  del  Owral,  do 
las  íiioedigaciones  acerca  de  las  leyes  fonéticas  de  la  lengua 
basco/igada,  de  las  Afinidades  de  la  lengua  basca  con  los 
id io} fias  df¿  Nuevo  Mundo,  do  los  Grados  de  dipienslún  y 
couiparacio/L  en  hascaence  y  do  ios  Nombres  de  los  ani- 
males domcsticos^  de  las  plantas  cultivadas  y  ele  los  me- 
tales en  bascuence;  el  Príncipe  Bonaparte,  del  Verbo  bas- 
congado  en  noadroSy  acompañado  de  notas  gramaticales  se- 
gim  los  ocho  dialectos  del  eusJcara,  etc.,  del  Majja  de  las 
siete  promnclas  eusJcaras,  mostrando  los  limites  actuales  del 
ensilara,  etc,  de  las  Memorias  acerca  de  «L«  lengua  bascon- 
gada  y  las  lenguas  fÍ7ie¿as*  y  do  La  lengua  bascongada  com- 
parada con  las  lenguas  urálicas,  do  una  Nota  acerca  de  los 
pretendidos  genitivos  y  dativos  plurales  de  la  lengua  bascon- 
gada, de  unas  Observaciones  acerca  de  varias  afirmaciones  de 
Mr.  Abel  Hovelacqiie  que  conciernen  á  la  lengua  bascongada, 
acompañoAas  de  observaciones  gramaticales  y  bibliográficas, 
de  unas  Observaciones  acerca  del  bascuence  de  Fuenterrabía, 
Irún^  etc.,  de  una  Nota  acerca  de  ciertas  observaciones  de 
Mr.  A,  Luchaire,  de  unas  Observaciones  sobre  ciertas  no- 
tas, ciertas  observaciones  y  ciertas  correcciones  con  las  que 
Mr.  Vinsan  ha  acompañado  «Bl  Ensayo  sobre  la  lengua  bas- 
congada^i  de  F.  Bibary,  de  unas  Observaciones  sobre  el  bas- 
cuence de  algunos  pueblos  del  valle  de  la  Borunda,  de  unas 
Ohsercaciowis  sobre  la  ley  de  afinidad  de  las  vocales  en  el 
bascuence  de  Lizaso  (valle  de  Ulzatna),  de  unas  Observa- 
ciones acerca  del  bascuence  de  Valcárlos,^  de  una   Carta 


1.    Todas  estas  Observaciones  acerca  üol  Basvuence  üq  loa  pueblos  do  NftV&nÁ  Citatlos  »d  pa< 


-20- 

lingüística  dirigida  al  autor  de  esta  Gramática  rectiftcando 
algunos  errores  contenidos  en  el  Ensayo  acerca  de  las  leyes 
fonéticas,  de  varias  etimologías  de  nombres  euskaros,  como 
Orreaya,  Bayona,  Baigorri,  etc.,  y  otros  artículos  y  notas 
críticas.  Además,  este  ilustre  euskarizante,  ha  editado  rica- 
mente varias  obras  escritas  en  bascuence  con  objeto  de  que 
sirvieran  para  el  estudio  comparativo  de  los  dialectos,  entre 
lasque  se  pueden  citar  las  siguientes:  Jesús.  CopL:V  guisa,  ba.- 

TZUC  MOLDE  GUTITACOAC,  CELEBRATUS  JeSUS  JaUNAREN  AMOREAG 
TA  FAVOREAC.  DoN    JoAQUIN  LiZARRAGAC   COMPONDUAC,  TA  LuiS 

Luciano  Bonaparte  Principeac  arguitara  emanac.  (Dialecto 
alto-nabarro  meridional);  El  libro  de  liath,  traducido  por  el 
capitán  Duvoisin  (dialecto  labortano);  La  profecía  de  Jonás, 
traducida  por  D.  Bruno  Echeniqne  (dialecto  alto-nabarro 
septentrional);  la  misma,  traducida  por  el  capitán  Duvoisin, 
(dialecto  labortano);  la  misma,  traducida  por  el  Sr.  Abate 
Ca.zenave  (dialecto  bajo-nabarro  oriental);  el  Cantar  délos 
Cantares  de  Salomón,  traducido  por  el  propio  Príncipe  (dia- 
lecto guipuzcoano);  el  mismo,  traducido  por  el  capitán  Du- 
voisin (dialecto  labortano);  el  mismo  traducido  pjr  el 
Padre  J.  A.  de  Uriarte,  (dialecto  bizcaino,  en  sus  varieda- 
des del  centro  de  Bizcaya  y  de  Marquina).  La  Parábola 
del  Sembrador  (dialectos  y  variedades  siguientes;  guipuz- 
coano, guipuzcoano  meridional,  bizcaino,  bizcaino  occiden- 
tal ,  alto-nabarro  septentrional  ,  alto-nabarro  meridional, 
labortano,  bajo-nabarro  occidental,  bajo-nabarro  oriental, 
salacenco ,  suletino  y  suletino  roncales  ).r  Jesücristorex 
Evangelio  Sandua  Juaneo  dacarren  guisara  ,  Don  Joa- 
quín LiZARRAGAC  EUSKARAN  ITZULIA  ITZEZ  ITZ ,  DAlQÜEN  DIÑA, 
EGUIAREN  AMOREZ,     TA     LuiS    LUCIANO    BüNAPARTE    PllINCiFEAC 

ARGUITARA  EMANA.  (Dialccto  alto-iiabarro  meridional.)  Í!/7  Ca- 
tecismo del  P.  Astcte  traducido  por  los  Sres.  D.  Pedro  José 
Minondo  y  D.  Martín  Elizondo  al  aezcoano;  por  D.Pedro  José 
Samper  al  salacenco  y  por  D.  Prudencio  Hualde  al  ronca- 
les. El  Salmo  qni/wuagrsimo  traducido  al  aezcoano,  al  sa- 


blirnron  en  la  Rovista  E  iskaro  do  riiuii)l()ii»,  iiui>ortniito  imlilicaeiiiii  «ju»  ilió,  t>n  o»ta  ¡act»  il« 
lo' l'iriiníO',  la  ueijal  tU'l  KeiiKoiniíviUoüUi^kui'o. 


-21- 


lacenco  y  hI  roncales  por  D.  Martín  Elizoudo,  D.  Pe- 
dro José  Samper  y  D.  Mariano  Mendigaclia,  respectiva- 
mente. El  cántico  (Je  los  tres  niños.  (Dialecto  alto-nabarro 
meridional,  en  sus  tres  variedades  de  Elcano,  Puente  la 
Eeina,  y  Olza  y  Goñi.)  Id.,  traducido  al  aezcoano,  sa- 
lacenco  y  roncales,.  El  cántico  de  los  tres  niños,  rica  edi- 
ción, diversa  de  la  anterior,  conteniendo  once  dialectos  y 
variedades,  dispiiestos  para  su  estudio  comparativo  en  ca- 
sillas, por  el  orden  siguiente:  texto  latino,  dialecto  bizcai- 
no  general,  variedad  de  Ochandiano,  variedad  de  Mar- 
quina,  dialecto  guipuzcoano  (central),  dialecto  guipuzcoano 
(literario),  dialecto  alto-nabarro  septentrional  (variedad 
de  Baztán),  dialecto  labortano  (literario),  dialecto  bajo- 
nabarro  occidental  (variedad  de  Baigorri),  dialecto  bajo-na- 
barro  oriental  (variedad  de  I\íixa),  dialecto  suletino  (literario) 
y  dialecto  suletino  roncales.  El  Cantar  de  los  Cantares,  rica 
edición  comparativa,  dispuesta  como  la  anterior  por  el  orden 
siguiente:  texto  latino,  dialecto  guipuzcoano  (literario),  dia- 
lecto bizcaino  (variedad  de  Marqnina)  y  bizcaino  general. 
Mr.  Fabre,  autor  del  Guía  de  la  conversación  francesa-has- 
Gongada  y  de  un  Diccionario  francés-basco;  Mr.  W. — I.  Van 
Eys,  que  lo  es  de  un  Diccionario  francés-basco,  del  Verbo 
auxiliar  hascongado,  de  un  Estudio  acerca  del  origen  y  for- 
mación de  los  verbos  auxiliares  bascongados  y  de  una  Gra- 
mática com.parada  de  los  dialectos  bascongados;  Mr.  J.  Ri- 
bary,  de  un  Ensayo  sobre  la  lengua  bascongada;  Mr.  Julién 
Yinson,  traductor  de  la  obra  anterior  y  que  lia  publicado 
varios  Documentos  liara  servir  al  estudio  histórico  de  la  len- 
gua bascongada  y  es  autor  de  muchos  artículos  y  estudios, 
entre  los  que  podemos  citar,  Golpe  de  vista  sobre  el  estudio 
de  la  lengua  bascongada;  Primer  ensayo  de  fonética  bascon- 
gada; Muestras  de  variedades  dialectales  (Irún  y  Ustaritz); 
el  Método  de  la  ciencia  del  lenguaje  y  sus  aplicaciones  al 
estu'lio  de  la  lengua  bascongada,  El  Bascuence  y  las  lenguas 
americanas;  Las  pastorales  bascongadas;  Los  cantos  históri- 
cos bascos;  El  dialecto  basco  suletino  del  siglo  XVI;  Los  de- 
rivados de  la  palabra  ^9zVíZr<2.  en  Bascuence;  La  palabra 
Díqs  en  Bascuence  y  en  dravidiano;  Los  bascos  del  siglo  XII 


y  otra  porción  do  Lrevcs  trabajos  cío  carácter  mix.to,  liistó- 
rico-liugiiístico,  desvalorados  algunos  por  ia  tendencia  in- 
justificada do  privar  al  pueblo  ouskaro  do  toda  originalidad 
y  do  deprimir  sus  cualidades;  Mr.  A.  Liichaire,aiitor  do  Leít 
origines  Uvgüistiques  de  V  Arjuitaine  y  do  unos  J ¡tunes  sur 
les  idiomes lyyrcnécns;  asimismo,  3'  para  tormiiVdr,  íliremos 
que  el  eminente  antropólogo  Dr,  Broca  publicó  un  trabajo 
acerca  do  El  origen  y  repartición  de  la  lengua  hasmngada. 
acom]>añada  de  un  mapa  lingüístico,  i^iendo  esto  imiy  inlb- 
vior  al  magnüico  inapa  del  Príncipe  Bonapartc  do  que  lie- 
mos liccho  mención  y  del  quo  nos  ocuparomos  detenida- 
mente, ^ 

CAPÍTULO  11, 

I. 

La  más  alta  generalización  á  qne  se  ha  llegado  en  ma- 
teria do  taxoiíomía  lingüística  ha  sido  la  de  constituir  tres 
grupos  en  que  pueden  entrar  todos  las  lenguas  ronocidns  y 
que  son  los  siguientes:  primer  grupo;  lenguas  monosilábi- 
cas; segimdo  grupo;  lenguas  aglutinantes;  tercer  grupo; 
lenguas  de  ñexión.  Esta  clasificación  es  en  lingüística  lo 
que  las  tan  conocidas  clasificaciones  de  Baücr  y  Cuviev  en 
zoología,  los  cuales  dividieron  álos  animales  en  vertebrados, 
articulados,  mohiscos  y  zoófitos,  siendo  más  ó  menos  modi- 
ficadas posteriormente  por  Leuckarb  y  otros  naturalistnr. 
modernos.  Cada  uno  de  los  grandes  grupos  lingüísticos 
mencionados  revela  una  diferencia  verdaderamente  orgá- 
niea^  y  según  el  común  sentir  do  los  liugüisfcas  contem- 
poráneos, el  tercer  grupo  procede  de  los  a^iteriores  por  cvo- 


1.  J3stos  pnn  lof.  ant.oros  v  obi-ai  fino  ("^nocco  rliToctivmojito.  l^Ti'.  Tinsoii  cu  la  Noticia  Bihüo 
gráfica  gno  pono  ííomo  torniin-inión  fl'"l  Ensayo  do.Kibnvy,  cilu.  otros  vu'  ¡ns,  ¡lo  la  quo  ontr-,  at-o 
io«f!ií,'niontiir,:  (íooríí.  Aiij;.  P'rifl.  Ool<!iüintii,  Cnmeníacifi  c<i»attitVarum  linguai-um  vascoinini,  h.'-lqnriirn 
Cí  ccítaruní,  oN:.,  \V.  von  HnniboJrtt.,  ReiicSiti^iunjicn  iind  S'isa>f?o,  ote.,  >\.  I'r.  Voit,  V'--  -  '  -  río 
FaMiiJoiiiiamen.  X)r.  C.  A.  J.  Mtiluí,  Doeiil<n>?.'!er  dnr  Baskischcrspracho,  oro.,  W.  J^rttini  i'r 

de  i' etfdsfiue  oi  (!ii  basque.  Klíiproth,  í.'0(;ipnai«rii  lio!  m«>is  bascjites  avcc  r^fr;  t'^íí  ■ 
res,  ote.  fi.  ['Inlliiis,  Deber  fias  Istamistírin  uiiil  rom-.inischfl  clomonl  in  d,  '  •.  ,\  i. - 

liiiisr,  Mitl;ri«li<to,  t.  n.  pi'-c;.  9,  .';o.  «CaiitaDrisi'i  orlor  fias.íisch.»   ninoo--'»'  langi.cs 

romanes!,  t.  T.  pi'i;,'.l2r.— J(j;i.  «Aiialysc  do  la  l.in;jMe  Im'.uvJ».»  pLililoiohor,  C  >r,s,    ¡'i 

pina  J 04—113.  «Vaslíisclier  Sprach^tanmn.»  /.  Monimsi-u  Vcbcr  «niavtendos  •  •  ^isMSwiiom.  :^i  ino  sn- 
liüva •iloialiujuistio.il.,  estii  iiolúíia  bii'1io;'riiilca  Ke  amnoTitaiía  coiisilov;'))(-moiiro.  Aiinquo  noa 
aparlúu'lnnjo  riel  asunto,  ino  ü;i  inipoiMlilo  e.'vlln.r  ol  nombro  iÍo  iVÍ--,  \Vo;'r  ,vort  Wolistov.  tjuo  Im 
iuan';n>-fvlo  Iivillantumonto  el  ostiulio  cl-;l  Fo!k-Loro  li.isoorsailo  y  F"  <>  .'ii^i' oon  tiran  fruto  on 
iv.i.- stijx.rioiioado  cirActor  histórico  y  linsii^Jtjco  vclativaa  A  ]a  tic;.TA  OHBkura,  i^  la  cual  ilc- 
WUvstru  umcliKis  riun>atlas. 


Ilición,  debiénriose  induflabieinente  este  punto  de  vista  á  la 
iniluencia  sívasallíulora  qne  ejercen  actuabnente  las  teorías 
trasfortnistas  do  Gcethe,  Lamarek,  Darwin  y  Haeckel,  muy 
en  })Oí>-a  en  la  actualidad,  tanto  que  por  todas  partes  rompen 
las  fronteras  de  las  ciencias  naturales.  Sin  embargo,  en  estos 
últimos  tiempos  se  ha  iniciado  una  reacción  notíible  contra 
los  principios  y  las  coneinsiones  de  la  escuela  lingüístico- 
naturálista  representada  porBopp,  Grimm,  Scbleichcr,  IIo- 
velaccpie,^  cuyas  teorías  á  pesai*  del  tinte  eminentemente 
positivo  de  qu<í  quieren  revestirlas  sus  adeptos,  son  en  más 
do  una  ocasión  conipletamente  arbitrarias.  Mas  dejando 
esto  aparte,  debo  decir  que  la  ciasiíicación  trimembre  está 
re:ilniente  de  acuerdo  con  la  naturaleza  de  las  lenguas. 

En  las  lenguas  monosilábicas  las  palabras  son  simples 
raices  que  no  representan  más  que  una  idea  esencialmente 
general.  Ninguna  indicación  de  persona,  género,  número; 
t;uupoco  existen  en  ellas  elementos  de  relación,  ni  conjun- 
ciones, ni  ]!reposiciones.  Nada  más  que  una  idea  muy  am- 
plia, mejor  dicbo,  muy  vaga;  una  idea  que  ni  aun  represen- 
ta siípiiera  la  forma  tan  iiideterminada  de  nuestro  infiniti- 
vo. La  frase  en  dichas  lenguas,  se  construye  según  la  fórmu- 
la siguiente;  raíz-- j-aíz'-'rraiz,  etc.  Fácil  es  comprender  que 
el  sistema  de  una  sucesión  de  raices  representativas  de 
ideas  muy  generales,  no  podía  ofrecer  sino  medios  muy  res- 
tringidos de  expresión.  Esta  falta  de  determinación  se  salva 
reglamentando  muy  rigorosamente  la  colocación  de  las 
raices  en  el  conjunto  de  la  frase.  De  modo  que  la  gramátí- 
c:i  do  una  lengua  monosibíbica,  no  es  ni  puede  ser  otra  cosa 
más  que  una  sintaxis.-  A  esto  grupo  de  lenguas  pertenecen 
el  chino,  el  annamita,  el  siamés,  el  birmán  y  el  tibetano. 

En  el  segundo  grupo  entra  la  mayor  parte  de  los  idio- 
mas conocidos.  En  las  lenguas  aglutinantes,  los  diversos 
elementos  constitutivos  de  las  palal)ras  se  justaponen,  se 
aglomeran,  perdiendo  cada  uno  de  ellos  su  valor  propio,  su 
valor  primero,  de  tal  modo  que  sólo  uno  de  ellos  lleva  la  idea 


1.    Y^ario  la  notable  y  rocíente  obra  del  sabio  profesor  do  Oxford  M.  Sayce,  titulada.  Intrc-- 
ducíion  to  iho  sciance  of  lanij'jaje. 

•2.    HQvolac'que,  La  Liit^ulstique,  pág.  9  y  siguieutcs, 


-24 


principal,  la  idea  de  la  significación,  el  sentido;  los  demás 
elenient(js  pierden  por  completo  su  valor  independiente.  Kn 
verdad,  aun  estarán  dotados  de  un  alcance  personal,  indivi- 
dual, pero  nada  m᧠ que  de  un  alcance  relativo.  De  modo 
que  mientras  el  elemento  cuya  signillcación  haya  persistido 
con  su  valor  primitivo,  por  ejemplo,  tomar,  g uarJ a r,  llegar, 
verá  agi'upársele  elementos  que  determinarán  los  modos  de 
ser  ó  los  modos  de  acción ,  otros,  despojándose  de  su'  valor 
primitivo,  se  unirán  á  ese  elemento  cuya  signiñcación  se 
conserva,  y  servirán  para  puntualizar  los  modos  de  ser  o  de 
acción  del  elemento  en  cuestión. 

Si  representamos  por  R  (inicial  de  la  palabra  raíz)  el 
elemento  de  significación  conservada,  y  por  una  serie  de  le- 
tras E  los  elementos  convertidos  en  simples  expresiones 
de  relación,  podremos  suponer  en  una  lengua  aglutinante 
las  formas  siguientes  de  palabras:  bR,  ó  sea  raíz  de  signi- 
ficación precedida  de  un  jjrejíjo,  signo  de  relación;  11  r.,  ó 
sea,  raíz  seguida  de  un  sufijo  de  relación;  rR  r.,  ó  sea,  raíz 
entre  dos  elementos  de  relación  y  otras  por  -el  estilo. 

Cuando  el  elemento  de  relación  se  coloca  antes  de  la 
raíz  principal  se  W^luieí  prefijo;  cuando  se  coloca  detrás,  su- 
fijo: el  nombre  genérico  de  ambos  es  el  de  fffijos.  ^  En  este 
segundo  grupo  se  cuentan  numerosas  é  interesantísimas 
lenguas,  entre  las  que  podemos  citar  las  del  África  me- 
ridional (idiomas  de  los  Hotentotes  y  Boschimanes),  fas 
Australienses  {Kamilaroi,  Kolai,  KmJcí,  etc.),  las  lenguas 
Dravidianas  {Tamul,  Malaijala,  TeJlnga,  Kaludagu,  etc.), 
el  Japonés,  las  Uralo-Altáicas  (YuraJc,  Samotjedo  iimíssein, 
Tavghí,  Samogedo  osfiaco,  La  pon,  Pérmico ,  Votíaco,  Mor- 
divin,  Vogul,  Maggar,  YaJait,  Uigur,  Nogalco,  Kírghiz,  Tur- 
co j^rojñamente  dicho,  Kalmuho,  etc.)  y  las  lenguas  ameri- 
canas, inmensas  en  número,  que  se  dividen,  según  Federi- 
co Müller,  en  vcintiscis  grupos. 

Va\  la-^  leguas  de  flexión  la  raíz  expresa,  mediante  una 
modilicación  do  su  propia  formu,  las  relaciones  que  tiene  con 
tal  ó  cual  raíz.  Así,  pues,  la  flexión  os  la  posibilidad  que 


l.    Bovolacqno,  la  Llnguistique,  pAg.  57  y  &B. 


-25-' 

posee  una  raíz  de  expresar,  por  propia  alteración,  una  mo- 
difií^acign  do  si;^nifica(io,  y  las  relaciones  pueden  expre- 
sarse anexionando  sufijos  y  prefijos,  y  variando  la  forma  de 
la  raíz. 

Si  represei^amos  con  el  exponento  x  esta  potencia  de 
la  raíz,  la  fórmula  ür  de  la  aglutinación,  podrá  convertirse 
en  Il'^R,  en  el  período  de  la  flexión;  la  fórmula  rR  en  rE"  y 
la  fónnula  rRr  en  r1í''r  y  así  las  demás/ 

Los  lingüistas,  dentro  de  la  flexión,  señalan  las  formas 
particulares  que  denominan  flexión  semítica  y  flexión  indo- 
europea, y  clasificadas  dentro  de  uno  y  otro  sub-grupo  en- 
contramos muchos  idiomas,  de  los  que  nos  limitamos,  co- 
mo hasta  aquí  hemos  hecho,  á  citar  algunos,  que  son  el  Cal- 
deo, Siriaco,  Asirlo,  Hebreo,  Fenicio,  Árabe;  las  lenguas 
Kliamiticas  (Egipcio,  Go/)to,  Berchcr^  Soniali,  etc.);  e\  Sáns- 
krito,  Zend,  Persa,  Huzvareche,  Armenio,  Parsi,  (xriego;  las 
lenguas  Itálicas  (Latín,  Oseo,  Umbricó,  etc.);  las  Neo-latinas 
(Francés,  Casfcllann^  Porhigucf;,  etc.),  las  Célticas  (Irlari- 
(Us,  Erse,  Gales,  Bretón,  etc.);  las  Cxermánicas  (Gótico,  Is- 
landés, Noruego,  Hueco  ^Dinamarqués,  Inglés,  Holandés,  Fla- 
vienco,  NcrJandés,  Alemán)  y  las  Eslavas  {Buso,  Butheno, 
Tclicquc  ,  Slovaeo  ,  Sorabo  ,  Búlgaro  ,  Servio-croático  y 
Sloveiiú.) 

II. 

La  lengua  euskara  pertenece  al  grupo  de  las  lenguas 
aglutinantes;  esto  no  ofrece  duda  alguna  y  es,  por  todos  los 
lingüistas,  reconocido;  pero  en  cambio,  las  dudas  aparecen 
en  cuanto  se  trata  de  designar  puesto  al  euskara  dentro  del 
grupo  ya  nombrado.  Apartándome  de  la  crítica  de  las  di- 
versas hipótesis  expuestas,  mo  contentaré  con  expresar  la 
opinión  que  me  parece  más  fundada,  y  es  la  que  coloca  al 
euskara,  dentro  de  la  clasificación  general  de  las  lenguas 
aglutinantes,  entre  las  lenguas  uralo-altáicas  y  las  ame- 
ricanas. 


Hovelacquc,  La  Linü^Iatique,  pág.  202 


El  enskara  se  habla  actualmente  en  siete  provincias  per- 
tenecioutoB  á  dos  nacioualidaJí^s.  ('Uatro  oii  España:  Alaba, 
Guipúzcoa,  Nabarra  y  Bizcayu;  tres  en  Francia:  Baja-Na- 
))arra-,  í^abourd  y  Soule. '  A  ooiisccuíMicia  de  su  posición 
Lícoí^rática  el  euskara  se  encuentra  en  contacto,  y  por  lo 
tanto,  en  luclia  con  dos  lenguas  litcnirias,  oticialos,  admi- 
nistrativas y  políticas,  protegidas  por  la  tiranía  unitaria  do 
dos  grandes  n^uuonos  que  siempre  tieaon  la  palabra  libertad 
en  los  bíbios  y  la  coacción  en  las  leyes;  esas  lenguas  son  el 
castellano  y  el  francos.  También  se  halla  en  conflicto  con 
un  i)atois  en  la  región  francesa;  con  el  gascón/^ 

La  lengua  euskara  no  es  la  lengua  exclusiva  en  ningu- 
no de  aquellos  países;  en  todos  ellos  comparte  su  dominio 
con  el  francés  ó  con  el  castellano,  y  en  alguno,  como  sucode 
en  Alaba,  por  ejemplo,  no  es  la  lengua  sino  de  uYia  reduci- 
dísima minoría  de  los  habitantes.  Únicamente  en  Guipúz- 
coa y  en  el  país  basto-francés  puede  considerarse  de  uso 
universal,  porque  en  Nabarra  y  en  Bizcaya,  (sobre  to<lo  en 
la  primera),  existen  grandes  é  importantes  territorios  en  los 
que,  desgraciadamente,  se  perdió  por  completo  la  hermosíi 
lengua  indígena. 

La  extensión  territorial  del  euskara  })resenta  una  zona 
raixta  en  la  que  ei  euskara  se  habbi  únicamente  por  las  per- 
sonas muy  ancianas;  por  ejemplo,  Puente  la  Ptoina  ó  en 
la  que  las  personas  jóvenes  lo  entienden  algo;  por  ejemplo: 
Yal-de  Goñi.  Es  decir,  existe  una  zona  en  la  que  el 
euskara  está  en  vías  de  extinción  inmediata,  zona  que  es 
bastante  extensa  y  muy  variable,  sobre  todo  en  Nabarra. 

íLiy  un  constante  y  sensible  movimiento  de  retroceso 
de  la  jurisdicción  del  euskara;  en  Francia  la  extensión  geo- 
gráfica de  ese  idioma  suFre  menos  variación  que  en  España. 


1  Tí^nnnno  on  onontn,  ijnc  luo  roiU-ro  íi  launti^íua  (livi-ióu  torritovial  do  la  N.ifi.'.ii  viHinii; 
hoy  la  ríuBkr.l-orrift  fvftiiccRa  quo  o.it.'i  loimrtirld  en  los  tror,  arrondessmenls  iIh  Unyonn,  Man!c6n 
y  blovón 

2  lia  mina  doi  bascuotico  «mú  laoilucitla  no  por  cantiaR  naturaios  sino  por  cansan  potilto.'is. 
Dol  conflicto  con  lan  Kinfiuan  vociims  íialilifa  alterado,  poro  no  iniiorto,  y  onas  altovaclonor,  po- 
drían norconiliatiflan  («tlcazniouto  pnv  la  litmatuva  indí^ona.  No  -í»)  atribuya  ol  tiñunfo  á  la  ina- 
yor  vitall(la-.l  del  oa'.tcllnno  .1  rlol  franct''";  ni  o^ras  l«nnna4  ostuvioson  aoniotidaK  al  luisnio  r.'KÍ- 
jnrn  (jno  el  bar-ruoiifío,  nuonnihli-fan  tambic''»;  qiiion  arpif  voneo  ofi  la  opVviBi.'>n  <lol  mayor  nú- 
tnnro  y  la  s'iolr.ción  dol  ilorofho  natunil  de  todo  lioniUr.)  do  hablar  fl«  vroi>ia  lontíita  ¡líR  vor- 
rtad  quo  podi  iiioü  connolarnoa  Icyondo  on  .ca'Unllaní»  6  on  frani'úH  las  doclaracloiioa  do  doro- 
CI191;  lodiYidualc'i  'juv  adornan  lan  píiyiua    d.^  un.,;..! .ii'?  c^'n-'UtiKiynv»  de  |'ai>(,l! 


Mr.  Broca  en  su  Memoria  sohrr  el  origen  y  repartición  de  la 
lengua  hasco/igada,  explica  este  hecho  atribuyéndolo  á 
que  el  euskara  no  se  roza  en  sus  fronteras  con  una  lengua 
oficial,  admiíüst.rativa,  política  y  literaria  como  el  castella- 
no, sino  con  un  idloujia  popular,  con  un  \-íejo  pafois  (el  gas- 
cón), que  carece  de  Tuerza  expansiva  y  que  se  halla,  por  ei 
contrario,  sumido  en  la  mayor  postración/ 

No  obstante  lo  diclio,  es  indudable  que  el  retroceso  del 
euEiiara  ante  el  gascón  estíí  probado  por  la  existencia  de 
t.od;i  una  zona  do  pue])los  y  villas  que  hoy  hablan  el  patois 
y  cuyos  nombres  son  de  innegable  origen  bascongado,  como 
Biarriiz,  Bayrma ,  BidacJie,  Ar ancón,  Osscrain^  Cha.rre, 
Lichas,  Bidos,  Anze ^  Aramitz ,  Azasj),  Issor ,  Arrette  y 
otros." 

En  Alalvila  vida  del  euskara  agoniza;  en  Na])arrala  ex- 
tensión territorial  que  aun  ocupa  e^-:  grande,  pero  el  caste- 
llano ¡lace  lamentables  progreso^^.  De  ningún  modo  puedo 
admitir  Ja  inexacta  añrmación  de  los  eruditos  Sres.  Mari- 
chalar  y  }ílai)r}que,  en  su  libro  acerca  de  las  legislaciones 
foraias  de  las  Provincias  Bascongadas  y  Nabarra,  cuando  di- 
cen que  lo  «que  parece  })ositivo  es  qu.e  en  Nabarra  no  se 
usó  generalmente  el  bascuence,  como  han  supuesto  algu- 
nos anticuarios».''  Basta  lanzar  una  mirada  sobre  nn  mapa 
de  Xabarva  -parp..  conocer  que  la  ívm/jnsa,  'mayoría  de  los 
nombres  de  pueblos,  terrenos,  montes,  ríos,  bosques,  etc., 
son  bascongados.-  Esto,  sin  más,  demuestra,  que  el  enskara 


1  InliKlabUíjno  la  (¡xpiicación  di-.I  iUistro  ai¡troi)oloc'ista  fnincós  enciorra  uu  ffran  fonao  do 
vnrflad.  Poro  hay  oti-aa  cauKaK,  propias  fiel  país  basfco-oRpaíiol,  oomo  son  lastros  Rvandesfrunrrar, 
rinr>--t.p  c-ií.;¡o.  !a  ocüpaci'iu  militar,  ia  inmif;rac-ióii  vovaniogafiuc  invurle  hasta  los  más  csconclirlOG 
■¡mr'Mos  y  m¡iK  aiiartadas  coutar-,  la  oxihtoncia  (íoiitro  riel  miRmo  país,  do  granrlos  fop.o",  de 
oafíoliano,  i:tc..  vze.  Todas  ostan  oaufia;!,  yiáfl  ó  Jiionofi  Jntr)ri;=aB  y  pormanontCR,  "so  ponvicrton  en 
i!ioi:t<ír?ras,  gracian  >i  ia  oscucln,,  quo  habitúa  álos  niños  á  hablar  ol  eastollano  ontrc  y  rí  ñ.  rlnsrle- 
íiw  rlr-  lonntia  <\o  sns  paJiO!-;,  pim-í  I03  umofitros  de  los  piKiiao'í,  ainonudo  car.tellnnón,  profosan 
al  Oí-it-kara  eso  rtosprccio  insoportable  do  los  soiu ¡-ignorantes  que  se  croen  sabios,  il  las  cosag 
t'ínidas  poi-  ollo^  en  uunos.  Hay  pueblos  donde  ol  maoetro  prohibe  A  los  niños  Imblar  bas- 
cücnco  on  la  callo;  puedo  citar  varios.  Do  todo  lo  dicho  hay  que  rebajar  las  excoiicionos,  qtio 
gon.muy  honro.-^a'i.  dalo  el  .Ciípíritu  oficial,. meaquino,  vejatorio  y  entrometido,  como  todo  cs- 
],ívit'a  bv,rocv:Uico  y  o1ip¡7ic.-.co. 

P.    ri'.i.rhaire  Etiide  euf  les  itííümcs  pyrenceris,  p.Vg.  lOO. 

:í  MarichaJar  y  Manrique.  Historia  de  ¡a  Icflislaciór..  Fueros  i!e  Navarra,  Vizcaya,  Guipiizcon  y 
Aliv:;,  ;>';?,'.  106.  Eu  el  propio  error  incurre  Yánguaa,  Diccio.iarJo  de  antiafiodadcs  de  Navana,  tomo 
?.".  \A'A.  73  y  74.  -  a 

4.  Kospocto  á  nombres  do  ciudades,  villas  y  pncblos  tonfío  formada  la  siRuionto  estadísticas 
cuo,  do  experimeiirar  inofliücaei'');!,  la  suiriri'i,,  soRuraraonto,  en  el  aumento  del  contingento 
e  iskaro.  Do  Ion  ochocientos  sesenta  y  cuatro  iraoblos,  villas  y  ciudades  do  Nabarra,  setecíenlios 
■tcchita  y  nno  Ilovan  nombres  puiamonte  ouskaros;  treinta  y  uno  sgij  de  flUacjóu  dudosa  y  do  los 


(loiuiuó  011  todos  los  territorios  del  ;iuti<i;no  Reino,  y  que 
durante  nniclios  sif:jlos,  precisamonte  en  la  época  de  la  com- 
pleta independencia  del  mismo,  fué  la  usual  y  corriente  en 
todas  partes,  por  más  que  la  preponderancia  europea  del 
latín  no  la  permitiese  elevarse  al  rango  de  oficial,  y  abriese 
el  camino  para  que  ocuparan  este  puesto  sus  herederas  el 
provenzal  y  el  castellano. 

Sería  un  error  creer  que  el  euskara  era  únicamente  la 
lengua  popular.  Eíistros  quedan,  escasos  probablemente  por 
falta  de  investigaciones,  y  esos  poco  conocidos,  de  ha- 
berse usado  ese  idioma  en  ceremonias  públicas  yoficia- 
les.  Cuando  se  coronaron  los  último*g  Reyes  legítimos  de 
Nabarra,  D.  Juan  y  Doña  Catalina  de  Labrit  (Albret),  ini- 
cuamente despojados  de  su  Reino  por  el  llamado  Católico 
D.  Fernando,  en  las  fiestas  que  se  celebraron  en  Pamplo- 
na, hubo  representaciones  teatrales  en  bascuence;  la  histo- 
ria nos  ha  conservado  alguna  estrofa  insultante  puesta  por 
los  traidores  beaumonteses  en  boca  de  los  coros.  El  Cronis- 
ta del  Reino  P.  Francisco  Alesson  compuso  un  elogio  fú- 
nebre en  verso  bascongado,  que  se  puso  en  el  túmulo  real 
levantado  en  la  catedral  de  Pamplona  para  las  honras  del 
Rey  D.  Felipe  IV,  celebradas  por  orden  del  Real  Consejo 
de  Nabarra.  El  limo.  Sr.  Obispo  de  Pamplona,  D.  Antonio 
Venegas  de  Figueroa  organizó  el  año  1609  un  certamen 
poético  en  honor  del  Santísimo  Sacramento  de  la  Eucaris- 
tía, estableciendo  tres  premios  para  los  tres  mejores  roniíin- 
ces  en  bascuence,  que  respectivamente  ganaron  D.  Pedro 
de  Ezcurra,  T).  Miguel  de  Aldaz  y  D.  Juan  de  Elizalde. 


ciento  dos  restantes  vúrios  i)osecii  dos  iioiubrcs,  uno  liitiuo,  romúuieo  i>  neo-latino  y  otro  bascon- 
i-iido:  ramplona  Iruña,  Kstella  Liiarra,  Olito  Erriberri.  Kspinal  Auritz-perri,  Mojueal  Elo,  Viioutu  lu 
Koina  Garés,  líurgiiotu  Auritz,  Ronoesvallos  Orreaga,  Salinas  do  Oro  Gatzaya.  Torrano  Dorrau,  Val- 
oíirlos  Luzaide.  ote.  IíOB  apellidos  de  la  Ribera  de  Nabarra,  o-;  decir,  do  la  rofiión  do  la  cual  ha 
desaparecido  el  euskara  hace  siglos  y  on  la  «pie  el  tipo  euskaro  ha  sufrido  mayor  trasfornia- 
cii>n,  estudiados  en  el  último  censo  electoral  arrojan  los  siguientes  datos:  setenta  por  ciento 
ensknro;  diez  y  siete  por  ciento  provenzal  (gascón,  catalán,  valenciano  etc.,  el  ciii  z  castiUauí'i  y  el 
tres,  vario  (fnmci's,  árabe,  gútico,  portuginV-;  etc.  Ku  las  cercanías  y  cu  his  orillas  del  libro,  extri'- 
mo  meridional  de  la  Kibcra,  se  encuentran  varim  ni>ndiri's  territoriales  genuiuam.Mite  euska- 
ros:  Larra-ga,  Lazaguria,  Lerin,  tniaz  ((Jranja),  Looz,  Eguaras,  Ufzanto,  Basaun,  Api'^rregui.  etc.  Y  si  su- 
bimos A  la  nuirindadde  Olite,  los  nond)ros  bascongados  pululan,  hasta  el  extremo  de  que  iu> 
HO  sabe  cuales  escoger  como  tfiiicos  y  caractt^rísticos:  (iarinoain,  Uarasoain,  Iril)erri,  Mutuirri?;- 
quota.  Olleta,  Bariain,  Mendibil,  Sansoain,  Muzípier,  I  jue,  etc.  Aymoric  l'icaud,  en  un  codex  il> 
C'ompostela  do  mediados  del  siglo  XII,  ¡sacado  i'i  luz  por  el  Padre  Kita,  ilice  terminaiitement»' 
«Navarri  et  Hascli,  unius  similitudinis  et  qnalitatis,  in  cibls  scilieot  et  vestibus  et  liiiflua  utuu 
tur».  La  opinión  dí)  Mariuhalar  y  YAnyuas  es  t)or  lo  tanto,  i^íBostouible, 


—29— 


Según  los  cálculos  del  Príncipe  Bonaparfce,  las  personas 
que  hablan  el  euskara  son  800,000,  de  las  que  640,000  viven 
en  España,  y  140,000  en  Francia. 

El  Sr.  D.  Ladislao  de  Velasco  presenta  la  siguiente 
estadística: 

En  Guipúzcoa 170.008 

En  Bizcaya 149.000 

En  Alaba 12.000 

En  Nabarra 60.000 

País  Basco-francés 80.000  ^ 

'  Total.      .     .     .~~471.000 

Los  datos  del  Sr.  Velasco  no  pueden  menos  de  ser  erró- 
neos. La  diferencia  numérica  existente  entre  su  estadística 
y  la  del  Príncipe  Bonaparte  es  demasiado  considerable  aun 
cuando  se  rebaje  la  pérdida  sufrida  por  el  contingente  bas- 
congado  desde  la  formación  del  Mapa.  El  Príncipe  recorrió 
todo  el  país  bascongado  personalmente  y  tuvo  que  reunir 
muchos  y  muy  precisos  datos  para  marcar  en  su  Majya  lin- 
güístico, no  sólo  las  localidades  que  hablan  bascuence,  sino 
si  lo  habla  la  mayoría  ó  la  minoría  de  sus  habitantes  y  la 
intensidad  de  estas.  Así  es  que  entre  ambas  estadísticas,  la 
elección  no  es  dudosa.  Por  lo  que  hace  á  Nabarra,  los  datos 
que  yo  tengo  reunidos  me  permiten  asegurar  que  el  míni- 
niim  de  nabarros  que  hoy  poseen  el  bascuence  como  len- 
gua nativa,  es  de  85,000. 

III. 

»Cada  hombre  adquiere  su  lengua  por  la  vía  de  la  tradi- 
ción, y  después  de  haberla  recibido,  trabaja  en  modificarla. 
Su  parte  de  acción  es  infinitesimal ,  sin  duda,  y  proporcio- 
nada á  su  importancia  relativa  como  individuo  respecto  de 
la  sociedad;  pero  todas  esas  porciones  infinitesimales  cons- 
tituyen el  todo».'  De  aquí  que  las  lenguas  no  sean  ni  inva- 


1.  L'»s  Euskaros,  púg.  450  y  488. 

2.  Whitney.  La  vie  du  langage,  pág.  1*27. 


-  so- 
nables ni  uniformes.  El  castellano  de  un  aragonés  se  dife- 
rencia mucho  del  castellano  de  un  andaluz;  el  francéíi  de  un 
liónos,  del  francos  de  un  normando. 

Las  lenguas  se  ñjan  por  la  literatura;  cuando  esta  falta 
ó  es  muy  deñciente,  las  tendencias  de  variación  se  desarro- 
llan en  plena  libertad.  Son  muchas  las  causas  que  iníiuyen 
en  la  multiformida-d  de  una  misma  lengua;  su  propia  natu- 
raleza, la  posición  geográlica  de  la  raza,  el  cruzamiento  de 
esta  con  otras,  la  coexistencia  de  varias  lenguas  igualmente 
nacionales,  el  rastro  de  una  lengua  antigua  ya  sin  vida,  la 
íaciíidad  de  comunicaciones,  el  desar¥oliO  de  la  cultura,  la 
educación,  las  profesiones,  ia  edad,  mil  fai-tores  de  potencia 
desigual  que  obran  constantemente. 

hii  naturaleza  ílexible  de  las  lenguas  inlluye  sobre  ma- 
nera; la  lengua  griega  tenía  cuatro  dialectos  principales,  el 
cólico,  dórico,  jónico  y  ático;  el  euskara  está  dotada  de  una 
naturaleza  de  ésta  especie.  Asi  es  que  bajo  el  iniiujo  de  las 
causas  ordinarias  de  variación ,  nada  debe  de  extrañarnos 
que  haya  revestido  diferentes  formas.  Estas  diferencias  á 
voces  pequeñas,  insigniñcantes,  como  son  las  que  se  obser- 
van entre  los  diversos  pueblos  de  una  misma  región,  [)re- 
sentan,  otras,  caracteres  ospeciíicos,  esenciales,  llegando  á 
constituir  verdaderos  dialectos.  Sus  ciasiñcaciones  son  va- 
rias; la  más  completa,  la  más  metódica  y  la  más  exacta,  por- 
que está  hecha  con  arreglo  á  datos  recogidos  sobre  el  terre- 
no, es  la  del  Príncipe  Bonaparte.^  Paso  á  exponerla. 

Los  dialectos  y  sub-dialectos  se  dividen  en  tres  grandes 
grupos,  á  los  que  distinguiremos  con  las  letras  A.  13.  C.  Los 
dialectos  son  oclio  y  cada  uno  de  ellos  llcvn  un  número  ro- 
mano, desde  I  hasta  Vllí  inclusive;  los  sub-dialcctos  reci- 
ben su  correspondiente  ninnero  arábigo  desde  1  hasta  25. 
Estas  advertencias  permiten  comprender  á  primera  vista  el 
cuadro   siguiente: 


1.    Verbo  basque. 


-31— 


,  1.  Oriental:  Marqiiina. 

1  i  fGuernica,Bermeo, 

I  ^  \  Plencia,  Arraiia, 

4     1  ''>.  Occidental:!  Orozco,    Arrigo- 

J\..  <   I.     Bízcame.        '  1  i-^iaga ,      Ocliau- 

11  \  diano. 

i;3.  Üe  Guipúzcoa:  Bergara,  Sali- 
i  ñas. 

4.     Septentrional:  Hernani,  Tolü- 
/  \  sa,Azpeitia. 

II.  Guipuzcoano.  'ü.     Meridional:  Cegama. 

(ü.     De  Nabarrá:  Boranda,  Echarri- 
Aranaz. 

7.     De  ülza'ma:  Lizuso. 

I  Í8.      IJe  Baztán:  Eiizondo. 

Uli.  Alto  nabarro  \).     De  las  Cinco  Villaa:  Bera. 

I         septentrional.ilO.  De  Arakil:  Íluarte-Arakil. 
T>     /  fil.  De  Aiaiz:  luza. 

^'  \  12.  De  Guipúzcoa:  Irún. 

'  ^lo.  Propio:    Sara,   Ainhoa  ,    San 

i  IV.  Labortano.  Ju^ni  de  Luz. 

^11.   Híbrido:  Arcangues. 

.15.   Cis-pamplonés:  Egüéb,  Olaibar, 
\  Arce,  Erro,  Burguete. 

Y.  xVlto  nabarro    ^^^  p^  Ilzarbe:  Puenteda-Eeina. 
meridional.     ^-^^^  Ultra-pamplonés:  Oiza,  Cizur, 
\^  Guiina. 

/  i  18.  Propio:  Tardets. 

[VI.  Suletino.  19.  Koncalés:  Bidangoz,  Urzainki, 

I  !  üstarroz. 

Q;^  '  ,20.  Ciso-Mixano:  Cisa,  Mixa,  Bar- 

'  iVII.  Bajo  nabarro  \  dos,  Arberoa. 

!  oriental.         ¡21.  Del  Adour:  Briscous,  Urcuit. 

122.  Salacenco:  Salazar. 


;23.  Baigorriano:  Baigorri. 


^^     IVIII.  BajonabaiTü'24.  Del  Laboiird:   Ustarits,  Mcn- 


I 


occidental.      j  diondo. 

'25.  x\ezcoano:  Aezcoa. 


La  repartición  de  estos  dialectos,  así  bajo  el  punto  de 
vista  de  la  intensidad  como  bajo  el  do  la  extensión,  se  halla 
determinada,  como  pocas  ó  tal  vez  ninguna  lengua  podrá 
jactarse  de  ello,  merced  á  el  Mapa  Unguistico  del  Príncipe 
Bonaparte,  del  que  existen  dos  ediciones,  una  grabada  y 
otra  litografiada,  á  cuj^a  ejecución  bien  puede  aplicársele 
el  epíteto  de  exquisita. 

El  Mapa  lingüístico  está  hecho  en  ima  hoja  in-plano 
que  mide  un  metro  de  largo  por  un  metro  y  22  centímetros 
de  ancho,  dispuesto  de  manera  (]ue  puede  doblarse  y  guar- 
darse en  un  estuche.  El  Mapa  está  levantado  con  arreglo  á 
la  escala  de  millas  a'eográficas  de  -  -  ^- -  En  el  se  indican: 

"        "  200.000 

1.0  los  dialectos  (8);  los  sub -dialectos  (25);  las  variedades 
(50);  2.":  las  localidades  en  que  el  bascuence  lo  habla  la  ma- 
yoría de  los  habitantes  y  las  localidades  en  que  lo  iiabhi  la 
minoría;^  3.°  los  nombres  de  los  pueblos,  villas  y  ciuda- 
des, y  el  de  muchas  aldeas  y  caseríos;  -1.":  el  límite  del 
Estado  Euskaro,  ó  sea,  el  de  las  siete  provincias  bascon- 
gadas;  5.":  los  límites  de  provincia,  departamento,  arron- 
dissement,  partido  judicial  y  valle,  además  de  indicarse  los 
ríos,  sierras,  montes  y  otros  accidentes  geográíicos.  No  se 
puede  pedir  más  abundancia  de  detíilles,  de  cuya  exactitud 
responde  la  manera  que  hubo  de  levantar  el  Mapa. 

Los  dialectos  se  indican  por  medio  de  colores  y  la  den- 


2.  Mr.  üroca  cu  su  Memoria  acerca  dol  oriqen  y  repart'ción  do  !a  lon<]ua  basconqada  cali<\cu  do 
«mixtas»  ú  cicrtiia  local idiiiles,  biiju  el  vmito  cU:  vistii  <U'  lii  loiij^im.  A  fíito  i>iv'|"''''iti>  i'l  l'nnoli>o 
]{onui)!ute,  <lic(!  lo  sií^inoiitr:....  ••.>i'  imiilo  ilut  ir  <niu  ti  iniiyor  ii4iiiia  i>  ili'  Iuh  vilhis  y  luiolilus  do  Iti 
euskalerria  küu  mixtun,  sin  (^xcoi)tiiur  Sau  Suhui^tiiiii,  'l'üKi.sii.  Miii'iiiuim,  (iiioruicu,  Sarii,  San  Jvmu 
do  IjUZ,  Bni^jurri,  Sun  .Juan  l'it'^  dul  l'uortu.  Tardots  y  Mauloóii,  jnioi^to  nuo  un  lodus  uhtut)  lujiuroH 
el  csiiañol  ú  el  Irancós  ctí  la  Iciii^uu.  adi'iuÚH  dol  batoiionco,  do  una  niinuiíft  variablo  do  sus  liiilii- 
tantos  orifíinarioH.  A^ i  oh  iiiif  ud  t  o  puodo  hablar  iníis  ijiio  do  uiayoriii  <>  iiiiiiuiia,  ijiio  i'iiodon 
sor:  la  priniora,  fuorto  A  poco  luaroada,  y  la  sot^unda  iuiportuiito  ó  iiisit^nitlounto.  Su  dotorn.i- 
jiacioii  nos  ha  coi-tadi)  tanto  trabajo,  (jui'  t  n  una  doooua,  lo  inihu»»;,  do  cat-oH,  uo^  hon^^>^•  visto 
obligados  A  contar,  niodiunto  la  ayuda  do  las  por^onas  nii'iH  coiin»»  t jutcs  dt^  oada  localidad,  il 
ni'unoro  y  aun  Ioh  uond)ros  do  los  liabitantos  oriyinarioa  capncos  do  hablar  ol  bii-iouoncu. 
Remarques  sus  plusieurs  assertions  de  Mr.  Abel  Hovolacque.  i>A)<.  :t.  Ti^iiKA-^t^  >■>>■.>'  goosouto  ijuo  ti 
Mapa  Ku  IcvMiiii'i  ol  níio  isr.:i. 


—33— 

sidad  de  aquellos  por  el  tono  de  estos:  así  es  que  á  mayor 
palidez  de  color,  menos  uso  de  bascuence  corresponde.  El 
dialecto  bizcaiiio  lo  distingue  el  Mcvpa  con  el  color  rojo;  el 
guipuzcoano,  con  el  azul',  el  alto  nabarro  septentrional, 
con  el  verde;  el  alto  nabarro  meridional,  con  el  amarillo;  el 
labortano,  con  el  naranja;  el  bajo  nabarro  occidental,  con  el 
violeta;  el  bajo  nabarro  oriental,  con  el  'pardo  (hrun)  y  el  su- 
letino,  con  el  jimyítra. 

La  extensión  y  repartición  de  los  dialectos  del  euskara, 
es  como  sigue: 

LÍMITES  GENERALES. 


Al  Norte,  desde  Las  Arenas  (frente  á  Portugalete)  has- 
ta las  inmediaciones  de  Biarritz,  el  límite  es  el  mar  Cantá- 
brico; desde  Biarritz  hay  que  dirigirse  hasta  el  río  Nive, 
pasando  por  Bassussarry,  y  luego  por  St.  Marie  y  St.  Fierre 
d'  Irube  ir  á  buscar  la  orilla  derecha  de  la  ría  Adour,  la  cual 
hasta  más  allá  de  Urouit  constituye  el  límite  geográfico  del 
euskara.  Algo  más  lejos  de  Urcuit  el  gascón  domina  en 
ambas  orillas,  puesto  que  Urt  no  es  ya  país  bascongado,  á 
pesar  de  su  nombre.  El  bascuence,  siguiendo  la  orilla  de- 
recha del  río  Joyeuse  ,  vuelve  á  aproximarse  mucho  al 
Adour,  formando  una  especie  de  lyunta  ó  caho,  desde 
donde  empieza  nuevamente  á  perder  terreno  hasta  Bardos 
y  el  río  Lihurry.  En  esta  parte  nos  encontramos  con  el 
cantón  de  Labastide-Clairence,  que  penetra  en  el  país  bas- 
co, llevando  hasta  las  cercanías  de  Ayherre  el  dominio  del 
gascón.  Atravesando  el  cantón  de  Labastide,  los  límites  del 
euskara  son:  Charrite-Mixe,  en  cuyo  territorio  forma  un 
cabo  llegando  á  tocar  la  orilla  izquierda  de  la  Bidousse, 
Illarre ,  Arbouet ,  Domezain ,  Etcharri ,  Aroue  ,  Arrast, 
r  Hópital-Saint-Blaise,  Esquiule,  Haux  y  St.  Engrace. 
Aquí  penetramos  en  España  por  los  montes  del  Eoncal. 
Los  límites  de  las  provincias  aragonesas  de  Huesca  y  Za- 
ragoza, son  también  los  límites  del  euskara  por  esta  parte, 
hasta  Burgui  y  las  cercanías   de   Bigüezal,   donde  el  bas- 


-»4- 


ciieuce  expirante,  íiuii  so  dejaba  oir  en  algunas  bocas  cuan- 
do se  formó  el  Mapa  y  donde  hoy,  acaso,  sobrevivan  algu- 
nos euskaldunas,  originarios  de  esa  región  conquistada  por 
el  castellano.  El  Almiradio  de  Nabascués,  igualmente  cas- 
tellano de  lengua,  nos  obliga  á  buscar  los  límites  del  eus- 
kara  en  Iziz,  Gallués  y  Eacas-alto ;  desde  aquí  el  límite 
extremo  de  la  Euskal-Erria  está  formado  por  los  pueblos  si- 
guientes: Adoain,  Ongoz,  Larequi,  Uli,  Mugueta,  Turrillas, 
Indurain,  Guergetiain,  Besolla,  Izco ,  Abinzano,  Ibarza- . 
balza,  Equisoain,  Alzorriz,  Zoroquiain,  Yárnoz,  Ezperun, 
Guerendiain,  Beriain,  Iraclieta,  Iriberri,  Orisoain,  Oloriz, 
Mendivil,  Barasoain,  Garinoain,  Añorbe,  Puente  la  Eeina, 
Artazu,  Soracoiz,  Garisoain,  Muzquiz,  Estenoz,  Arzoz,  Bi- 
guria,  Iturgoyen,  Goñi,  Torrano,  Lizarraga,  Ciordia.  Aquí 
dejamos  áNabarra  para  penetrar  en  Alaba,  es  donde  ya  casi 
no  se  habla  bascuence.  Los  límites  lingüísticos  con  que  nos 
encontramos  son  los  siguientes:  Larrea,  Hermua,  ütaza,  Zua- 
zo,Landa,  Ullibarri-Gamboa,Luco,  Ziriano,  Buruaga,  Berri- 
cano,  Olano,  Astobiza,  Lezama,  Larrimbe,  Luyando,  Llodio 
y  Oquendo.  Hemos  llegado  nuevamente  á  Bizcaya  y  diri- 
giéndonos hacia  nuestro  punto  de  partida,  marcamos  los 
últimos  límites  que  siguen:  Zoilo,  Basauri,  Begoña,  Aban- 
to, Deusto,  Baracaldo  y  Lejona. 


A. 


íL  dialecto  bizcaino. 


El  dialecto  bizcaino  se  habla  en  toda  la  Bizcaya  bas- 
congada,  en  una  parte  de  Guipúzcoa  y  en  la  pequeña  re- 
gión basca  de  Alaba.  En  esta  provincia  se  distinguen,  desdo 
luego,  dos  zonas;  una  en  la  que  se  habla  el  Euskara  por 
más  ó  monos  individuos,  })ero  donn'nando  ya  el  castellano; 
otra,  en  que  domina  el  euskiira,  lengua  do  la  mayoría  do 
los  habitantes. 

]ja  primera  zona  la  componen  las  localidades  siguien- 
tes: Larrea,  Hermua,  Ozaeta,  Zuazu  de  Gand)oa,  Ulibarri- 
Gamboa,  Landa,  Luco,  ]3uruaga,  Borricano,  Astobiza,  Tjo- 
zama,  Larrimbe,  Luyando  y  el  vallo  do  Oquendo.  En  la  se- 
gunda zona  tenemos,  Elguea,  Larriuzar,  Marieta,   Ciriano, 


35- 


Befcolaza,  Urbiiia,  Grojain,  Villareal,  Urrunaga,  Nafarrate, 
Elosn,  Echagüen,  Acosta,  Cestafe,  Larrinoa,  Eribe,  Onda- 
tegui,  Gopegui,  Mannrga,  Mnriia,  Glano,  Arrejola,  Uribarri, 
Olaeta,  Ganzaga,  Echagüen,  Ibarra,  Barajuen,  Azcoaga, 
Uncella,  Barambio,  valle  de  Llodio,  Zabala,  Bilorica,  Are- 
ta,  Isasi  y  Duburi. 

En  Bizcaya,  la  región  de  escasa  densidad  del  euskara 
se  limita  á  Baracaldo.  Las  localidades  bizcainas  que  con- 
servan su  antigua  habla  son  las  siguientes:  Ochandiano, 
Mecoleta,  Gordobil,  Anteparoluceta,  Ameitarme,  Ubidea, 
Ipiñaburu,  Arangaren,  Aldayen,  Sagarnaga,  Ipiña,  Alzaga, 
Goyoaga,  Alzusta ,  Céanuri  ,  Emaldigoicoa,  Ogaragoiti, 
Ogarabeiti,  Iturrioz  Iraurgui,  San  Miguel,  Castillo,  Plaza, 
Larrindano,  Billaro,  San  Blas  de  Urzugui,  Casa-Blanca, 
Urquia,  Aunuza,  Zuluaga,  Elejabeitia,  Zarosola,  Aranzazu, 
Lasarte,  Echazo,  Yurre,  Plaza  de  Yurre,  Zabala,  Arraño, 
Churiboqueta,  Durandio,  Ibarra,  Grdomona,  Sugazo,Unqui- 
na,  Zaratamo,  Arrigorriaga,  Martiartu,  Lupardo,  Arandia, 
Udiarraga,  Baquiola,  Landaberde,  Uribarri,  Arbide,  Zubi- 
calday;  Olalzar,  Arilsa,  La  Plaza,  Ceberio,  Aracaldo,  Anun- 
cibay,  Usia,  Nafarrondo,  Ampula,  Torrezar-Angulo  Murue- 
ta,  San  Francisco,  Mendieta,  Zubiaur,Lecanduri,  San  Juan 
de  Orozco,  Oquela,  Orbe,  Isasi  iVlbizu-Elexaga,  Plaza, 
Arregui,  Garay,  Beraza,  Asaola,  Marzarbeitia,  Uribiarte, 
Jaureguia-Kiecola,  Inos,  Olarte,  Gallarta,  Ibarra,  Arangu- 
ren,  Zaloa,  Urgoiti,  Ubidea,  Zuluaga,  Gastaco,  Arrancu- 
diaga,  Arteche,  Zebaya,  Zoilo,  Miravalles,  Aguirre,  Mada- 
riaga.  Venta-alta,  Basauri,  Artunduaga,  Illunbeo,  Ibaiza- 
bal,  Bolueta,  Aguirre,  La  Cruz,  Urgoiti,  Mendieta,  Bedia, 
Arraibi,  Lemona,  Amorobieta,  Izarra,  Zornoza,  Durango, 
Elorriaga,  San  Pedro,  Belamonte,  Candarla,  Aizpurua,  Ga- 
ray, Bernagoitia,  Bediagas,  Loyale,  Irazabal,  Garagoy,  Ube- 
roaga,  Dima,  Ibarra,  Barrundia,  Oba,  Artemin,  San  Pedro 
de  Tabira,  Olabarrieta,  Yurreta,  DURANGO,  San  Faus- 
to, Izurzu,  Manarla,  Atermin,  Arosteguieta,  Aldegoye- 
na,  Axpe,  Urrutia,  Uribelar,  Apata-Monasterio,  Iguria, 
Arrazola,  Churtichaga,  Udurricha,  Marzana,  San  Agustín, 
Elorrio,  los  Berrios,  Zenita,  Berriozabal-Miota,  Muncharaz, 


-36— 


Abadiaiiü,  Astolabeitia,  Zaklibar,  Berriz,  Ocliaini,  Pofcarri- 
la,  San  Miguel,  Lupata,  San  Lorenzo,  Garay  de  Arriba, 
Mallaria,  Areitio,  Ermua,  Osraas,  Aldasolo,  Guerena,  Bar- 
maga,  Alcibar,  Echebarria,  Puebla  de  Bolibar,  Guerri- 
caiz,  Arbacegui,  Guerrica,  Cenarruza,  Susaeta,  ürrejola, 
MAEQUINA,  Jemein,  Plaza, Berriafcua,  Rentería,  Ondarroa, 
Mendeja,  Lapusiato,  Amoroto,  F."  Ardonegui,  Santa  Bár- 
bara, Olalde,  Izaron,  Sarama,  Guarda,  Puebla  de  Aulestia, 
Celoquiz,  Matas,  Murelaga,  San  Antonio,  Andicoechea, 
Guizaburuaga,  Tracamal,  Laranduelas,  Ispaster,  Gardata, 
Lequeitio,  Santiago,  Bedaronoi,  La  Puebla  de  Ea,  Gosti- 
colo,  Nachitua,  Ibarrenlegua,  Ibinagas,  Elanchobe,  Anzo- 
ra,  Acorda,  Puebla  de  Gánala,  Merua,  Aldaraiz,  Zuluaga, 
Ereúo,  Muriategui,  Gauteguiz  de  Artiaga,  Gabica  ,  Cor- 
tezubi,  Orna,  Barridia,  Eentería-x\lbarca,  Ajanguiz,  Be- 
lecica,  Marmes  ,  Arrazua,  Astraguiz,  Mendata  ,  Aldaca, 
Aldaolas,  x\lbiz,  Artizelaga,  Ibarruri,  Echano,  San  Pedro, 
Arriaga,  Cortaederra,  Gorocica,  ligarte  de  Mújica,  Alleci- 
llachu,  Bidecoechechu,  Luno,  Achica,  Rigoitia,  Meacaur 
de  Morga,  Lezama,  Azaleriago,  Larrabezua,  Montori,  Ur- 
cullu,  Saraicolea,  Galdacano,  Artolo,  Lurzubieta,  Errota- 
barri,  Erleche,  Ecliebarri,  Begoña,  Abando,  Baserto,  01a- 
beaga,  Deusto,  Zorroza,  Asua,  Sondica,  Derio,  Zamudio, 
Gamiz,Fica,  Liona,  Erquizabal,  Borosabal,  Erandio,Lujua, 
Lacampa,  Lejona,  Las  Arenas,  Algorta,  Gueclio,  Berango, 
Irolaga,  Mortiartu,  San  Bartolomé,  Baserri,  Libarona,  Lau- 
quiriz,  Laucariz,  Achuriz,  Zurbano,  Gorondo,  Sertucha, 
Gática,  ligarte,  Bergariz,  Dobaran,  Elorzas,  Urduliz,  So- 
pelana.  Árdanla,  San  Andrés,  Goyerri,  Sundeliz,  Musosu- 
rieta,  Arricoleta,  Larreches,  Barrica,  Plencia,  Gorliz,  Er- 
mua, Aurminza,  Lemoniz,  Salzagas,  Ganitia,  Andraca, 
Arbina,  Butrón,  Goberbasas,  Mendiondo,  Billela,  Marcaida, 
Maruri,  Jalabe,  Cliaclamitas,  Zumechar,  Saracoeche,  Ba- 
sordaporta,  San  Pelayo  de  Báquio,  Basigo  de  Báquio.  Ale- 
gría, Emerando,  Larrauri,  Meñaca,  Munguía,  Fruniz,  Lí- 
bano de  Arrieta,  Altamira,  Alarbin,  Artigas,  Alboniga, 
Aldauri,  Bormeo,  Mundaca,  Meunis,  Pedernales,  Aspe  de 
Busturia,  Charapiola,  San  Bartolomé,  Coleta,  Ornuiguleta, 


—37- 


San  Cristóbal,  Apraisco,  Goyerri,  Murueta,  Foraa,  Urdai- 
bay,  Landabercle  y  GUEENICA. 

La  región  guipuzcoana  que  iiabla  el  dialecto  bizcaino, 
comprende  las  siguientes  localidades:  Salinas,  Marin,  Sari- 
muz,  Mazmela,  Bolibar,  Mendiola,  Escoriaza,  Arcaraso, 
Apozaga,  Aozaraza,  Goronaeta,  Arenaza,  Uiibarri,  Urréjola, 
Olaberria,  Oñate,  Larrino,  Arechabaleta,  Guellano,  Isurie- 
ta,  Bedoña,  Zubillaga,  G-alarza,  Garagarza,  Santa  Águeda, 
Mondragón,  Uribarri,  Udala,  Anzuola^  BERGAKA,  Uza- 
rraga,  Anguiozar  Amillaga,  Ibeda,  Elgueta,  Santiago,  Pla- 
cencia,  Eibar,  Elgoibar,  San  Antolín  y  Alzóla  deAzpilcueta. 


3>. II.  El  dialecto  guipuzcoano. 


El  dialecto  guipuzcoano  se  habla  en  gran  parte  de  Gui- 
púzcoa y  en  una  región  de  Nabarra.  En  ninguna  de  las  lo- 
calidades que  lo  usan,  es  la  lengua  de  la  minoría  de  sus  ha- 
bitantes originarios,  sino  por  el  contrarió,  el  de  la  inmen- 
sa mayoría  de  estos,  y  aun  la  de  su  totalidad. 

He  aquí  el  nombre  de  las  localidades  adscritas  al  dialec- 
to guipuzcoano:  Métrico,  Deba,  Astigarribia,  Iziar,  Zuma- 
ya, Bedua,  Oiquina,  Ibañarriet;i,  Arrona,  Lástur,  Mendaro, 
Garagarza,  San  Isidro,  Azcoitia,  Urralegui,  Elosua,  Villa- 
real,  Zumárraga,  Telleriarte,  Legazpia,  Zerain,  Segura,  Mu- 
tiloa,  Gabiria,  Ormaiztegui,  Beasain,  Gudugarreta,  Ichaso, 
Ezquioga,  Astigarreta,  Arriarán,  Yilhifranca,  Isasondo,  Le- 
gorreta,  Icasteguieta,  Alegría,  Albistur,  Goyaz,  Garin,  Araz, 
Beizama,  Bidania,  Ilrrestilla,  Oñaz,  AZPEITIA,  Eegil,  TO- 
LOSA,  Hernialde,  Anoeta,  Alquiza,  Larraul,  Asteasu,  Zizur- 
quil.  Aduna,  Sorabilla,  Alzóla,  Aya,  Laurdain,  Urdaneta, 
Aizarna,  Cestona,  Aizarnazabal,  Elcano,  Artade,  Asquizu, 
Guetaria,  Zarauz,  Crio,  Aguinaga,  Usurbil,  Zubieta,  Lasar- 
te, Hernani,  Igueldo,  SAN  SEBASTIAN,  Alza,  Los  Pasajes, 
Rentería,  Astigarraga,  Urnieta,  Andoain,  Villabona,  Irura, 
Berrobi,  Eldua,  Eidua3^en,  Berastegui,  Gaztelu,  Belaunza, 
Izazcun,  Ibarra,  Leaburu,  Lizarza,  Oreja,  Olazabal,  Alzo, 
ürendain,  ligarte,  Amezqueta,  Bedayo,  Abalzisqueta,  Ba- 


-36- 

liarraia,  Arama,  Alzaga,   Gaiuza,   Zaldibia,   Lazcano,  01a- 
berria,  Ataiui,  Idiazabal,  Ursuaráii  y  Zegama. 

En  Nabarra  hablan  el  dialecto  üjiiipnzcoano  los  pueblos 
siguientes:  Ziordia,  Olazagutia,  Alsásua,  Urdiain,  Itnrmon- 
di,  Bacaicoa,  Lizarra-Bengoa,  Echarri-Aranaz,  Unániía,  Li- 
zarraga  y  Torrano. 


-III.  Alto  nabarro  septentrional. 


B. 

Este  dialecto  se  habla  en  Nabari-a  y  en  una  pequeña 
parte  de  territorio  guipuzcoano.  Se  mantiene  vigoroso  y 
fuerte  todavía,  sin  perder  terreno. 

Las  localidades  que  hablan  dicho  dialecto  son,  en  Na- 
barra, las  siguientes:  Burutain,  Esain,  Etulain,  Ealegui, 
Leazcue,  Olagüe,  Egozcue,  Arizu,  Urrizola,  Galain,  Gue- 
rondiain,  Elso,  Zenoz,  Iraizoz,  Orquin,  Araiz,  Lanz,  Alcoz, 
Lozen,  Lizaso,  Glano,  Guclbenzu,  Ziganda,  i\.rostegui, 
Eguaras,  Muzquiz,  Erize,  Yillanueva,  Berasain,  Eguillor, 
Gorronz-Olano,  Beunza-Larrea,  Beunza,  Larrainzar,  Auza, 
Juarbe,  Ilarregui,  Elzaburu,  Oroquieta,  Aizaroz,  Unzubieta, 
Erbiti,  Garzarón,  Yaben,  Echalecu,  Oscoz,  Eraso,  Zarranz, 
Madoz,  Goldaraz,  Oderiz,  Latasa,  Urriza,  Astiz,  Udabe, 
Beramendi ,  Arruiz ,  Ichaso ,  Jaunsarás,  Beruete,  Igoa, 
Ecliarri,x\ldaz,  Lecumberri,  Muguiro,  iVlli,  Irañeta,  Huarte- 
Araquil,  Murguindueta,  Arruazu,  Arbizu,  Lacunza,  Inza, 
Baraibar,  Iribas,  Errazquin,  Eraso,  Albiasu,  Uztegui,  Gain- 
za,  Betelu,  Azcarate,  Lezaeta,  Aspiroz,  Arriba,  Atallo, 
Gorriti,  Areso,  Leiza,  Huici ,  Arrarás,  Ezcurra,  Erasun, 
Baldías,  Labayen,  Urroz,  Arze,  Igurin,  Giz,  Donamaria,  Zu- 
bieta,  Labeaga,  Aurtiz,  Elgorriaga,  Ituren,  Santcstcban, 
Oteiza,  Narbarte,  Legasa,  x\scjarraga,  Gaztelu,  Oyeregui, 
Bertiz,  Oronoz,  Lecaroz,  Arrayoz,  Zozaya,  Ziga,  Aniz,  Be- 
rrueta,  Almandoz,  Garzain,  Irurita,  ]3arrio  de  r)earniin, 
Barrio  de  l^erro,  Echalde-]\íalcor,  Elizondo,  Ansabor,  El  be- 
tea.  Barrio  de  Bergara,  Barrio  de  Ain,  Barrio  de  Costapolo, 
Barrio  de  Tñarbil,  Arizcun,  Bozate,  Errazu,  Ordogui,  Urra- 
sun,  Maya,  Su])astu,  Azpilicueta,  Echálar,  Aguirre,  Álzate, 


-39— 


Bora,  Zalain  do  Bora,  Zilaiii    do   Lesaca,  Lesaca,    Yanzi, 
Aranaz,  Sumbilla,  Goiziieta  y  Araño. 

En  Guipiizooa  lo  hablan   Carrica,  Ergoyen,   Iturriotz, 
Oyarzun,  Lezo,  Irún  y  Euenterrabía. 


1 


>, IV.  Labortano. 


Este  dialecto  se  nsa  en  parte  de  la  .antigua  provincia 
francesa  de  Labourd  y  en  unas  pocas  localidades  de  la  Na- 
barra  Española.  Tampoco  tiene  zonas  de  mayor  o  menor 
densidad. 

Se  habla  en  Hendaya,  Behobia,  Biriatou,  Holhette, 
Urrugne,  Ziboure,  Pocalet,  Socoa,  San  Juan  de  Luz,  Serres, 
Plelbarron,  Ascain,  Saro,  St.  Nicolás,  Yalar,  Amotz,  Ibarron, 
Iliinx,  Ahertz,  Guetari,  Haizpurn,  Behereta,  Oyhare,  Bi- 
dart,  Ilbarrits,  Arbonne,  Bassussarry,  Arcangues,  Hiriberry, 
St.  Pee-sur-Nivelle,  Urgury,  Olha,  Ainhoa;  todos  estos  pue- 
blos pertenecen  ó  Francia. 

Los  de  España  son:  Landibar,  Learda,  Urdax,  Alquerdi 
y  Zugarramurdi. 


-V.  Alto  nabarro  meridional. 


B. 

Este  dialecto  pierde  diariamente  terreno;  el  castellano 
lo  acorrala  desde  las  tierras  llanas  á  los  más  altos  valles. 
De  él  puede  decirse  que  está  en  vías  de  extinción  inmedia- 
ta, por  más  que  cuente  todavía  comarcas  en  su  jurisdicción, 
en  las  que  el  euskara  vive  lozano  y  vigoroso.  La  región  de 
escasa  densidad  que  presenta  es  muy  extensa;  desde  que  se 
levantó  el  Mapa  (año  1863)  es  seguro  que  habrán  desapa- 
recido de  muchísimos  pueblos  de  dicha  región,  las  personas 
•ancianas,  capaces  de  hablar  bascuence,  y  que  por  lo  tanto, 
serán  aquellos  en  la  actualidad  totalmente  castellanos  de 
lengua. 

La  región  en  que  se  habla  ■  el  alto  nabarro  meridional 
por  una  minoría,  más  ó  menos  pequeña  ó  insignificante  de 
habitantes  originarios,   está  constituida  por  las  siguientes 


-40- 


localidiides:  Iturgoyen,  Arzoz,  Estenoz,  Mnzqiiiz,  Gorriza, 
EchiiiTen-Clinlo,  Ciuirgiiillano,  Garisoain,  Artazu,  Puente 
la  l\eina,  Übanos.  Eneriz,  Aúorbe,  Tirapo,  Olcoz,  Muniartc 
de  lletn,  Ucar,  Adiós,  Binrnin,  Olaz,  Larrain,  Anriz,  Murii- 
zabal,  Uterga,  Legarda,  Han  Martín,  13asongaitz,  Aquitunaiii, 
Siibiza,  Arlegni,  Zariquiegni,  Esparza,  Guendulíiin,  Astrain, 
Galar,  Barbatain,  Muru,  Undi^mo,  Ecoyen,  Sarria,  Agos, 
Sotes,  Echarren,  Villanneva,  Argiiiñariz ,  Belascoain,  Bi- 
daurreta,  Echarri,  Ziriza,  Elio,  Ipasate,  Zabalza,  Arrai- 
za, Otazu,  Ubani,  Larraya,  Eriete,  Echaiiri,  Paternain, 
Sagües,  Zizur-mayor,  Ziznr-menor,  Gazolaz,  Eiilza,  Bara- 
úain,  Berrio-zar,  Oronzospe,  Aniznain,  Berrio-plano,  Azoz, 
Oricain,  Arleta,  Asiturri,  Olloqui,  Alznza,  Himrte,  Arre,  Vi- 
llaba.  Ártica,  Ansoain,  Burlada,  Olaz,  Egües,"Gorraiz,  Men- 
dillorri,  Sarriguren,  Mutilba-alta,  Badostain,  Mutilba-baja, 
Cordobilla,  Esquiroz,  Zolina,  Tajonar,  Noain,  Salinas  (cabe 
Panjplona),  Zulneta,  Imárcoain,  Elorz,  Zabalegui,  Toires, 
Otano,  Beriain,  Oriz,  Ezperun,  Guerendiain,  Tiebas,  Be- 
riain,  Echarri,  Munarrizqueta,  x\rtariain,  Unzue,  Orizin,Ba- 
rasoain,  Garinoain,  Oloriz,  Orisoain,  Iriberri,  Iracheta,  Yar- 
noz,  Zabalzeta,  Andricain,  Zemborain,  Unziti,  Labiano, 
GÓQgora,  Ilundain,  Laquidain,  Aranguren,  lelz,  Azpa,  Ar- 
danaz,  Ustarroz,  Ibiricu,  Elcano,  Eclialaz,  Eransus,  Men- 
dioroz,  Redin,  Oscariz,  Uroz,  Janariz,  Lizoain,Lerruz,  Aco- 
taiii,  Urroz,  Idoate,  Lizarraga,  Olleta,  Yillaba,  Liberri, 
Mendinueta,  Artaiz,  Reta,  Zuazu,  Ardanaz,  Najurrietn, 
Urbicain,  Zoroquiain,  Alzorriz,  Salinas  de  Monreal,  Equi- 
soain,  Idozin,  Ibarzabalza,  Lecann,  Abinzano,  Izco,  San- 
gariz,  Ziligüeta,  Besolla,  Guerguetiain,  Indurain,  Izanoz, 
Turrillas,  Larrangoz,  Beroiz,  Iriso,  Zuza,  Zuasti,  Ecay, 
Erdüzain,  Aoiz,  Olaberri,  Zazpe,  Olorizes-iuíerior,  Orbaiz, 
Aloz,  Osa,  Ezcay,  Rala,  Górriz,  Itoiz,  Ayanz,  A'illanueva, 
Murillo,  Artajo,  Mugueta ,  Uli,  ]\Ieoz,  Larequi,  Jaberri, 
Cbastoya,  Zori(|uieta,  Artanga,  Ongoz,  Jacoisti,  Adoain, 
Ayechu,  Elcoaz  y  Arangozqui. 

La  región  en  que  se  habla  el  allo-nabarro  meridional 
por  una  mayoría,  más  ó  menos  nutrida,  de  habitantes  ori- 
ginarios, comprende  los  pueblos  (pie  á  continuación  se  po- 


—11- 


nen:  Uli,  Arizcuren,  Olozi,  Equiza,  Artozqui,  Aristu,  Azpa- 
rren,  Lacabe,  Muniain,  Usoz,  Arze,  Gorraiz,  Imizcoz,  Ada- 
sa,  Üroz-Betelu,  Arrieta,  Villanueva,  Burgaete,  Roncesva- 
Iles,  Espinal ,  Zilbeti,  Eiscarret,  Mezquiriz,  Ureta,  Lin- 
zoain,  Esnoz,  Ülondriz,  Lusarreta,  Uriiiza,  Loizu,  Anzioa, 
Larraingoa,  Urrobi,  Saragüeta,  Ardaiz,  Urdiroz,  Uriz,  Es- 
poz,  Biorreta,  Zandneta,  Nagore,  Asnoz,  Gurpegui,  Olori- 
ces superior,  Beortegui,  Laboa,  Zalba,  Leyuu,  Elía,  Saga- 
seta,  EgLilbati,  Aguinaga,  Amocain,  Zunzarren,  Hoz,  Gal- 
diiroz,  Ilurdoz,  Belzunegai,Urrizelqui,  Zay,  Zaldaiz,  Errea, 
Aqucrreta,  Irnre,  Setuain,  Larrasoaña,  Ezquiroz,  Ilarraz, 
Urdaniz,  O.steriz,  Idoyeta,  Imbuluzqueta,  Zubiri,  Giirbizar, 
Erro,  Leranoz,  Saigos,  Agorreta,  Useclii,  Urtasun,  Eugui, 
Iragui,  Egozoue,  Tirapegui,  Ostiz,  Beraiz,  Zmdio,  Sarasi- 
bar,  Osacaio,  Osabidc,  Idoy,  Guendulain,  Olabe,  Zuriain, 
Anchoriz ,  Iroz ,  Zabaldica ,  Sorauren ,  Ezcaba ,  Garrués, 
Elisa,  Aderiz,  Maqiiirriain,  Orrio,  Nagiiiz,  Olaiz,  Elegui, 
Anoz,  Eiideriz,  Aiiocibar,  Ziaiirriz,  Ripa-Giiendulain,  La- 
tasa,  Gasciie,  Usi,  Amalain,  Belziuize,  Niiin,  Beorbiiru, 
Osacar,  Osinaga,  Larrayoz,  Aristregiii,  Garziriain,  Marca- 
lain,  Nabaz,  Ollacarizqiieta,  Zildoz,  Unzii,  Elcarte,  Sarasa, 
Oteiza,  Añezcar,  Ballariain,  Berriosiiso,  Larragueta,  Loza, 
Iza,  Orooyen,  Arazuri,  Landaben,  Ororbia,  Lizasoain,  Ibe- 
ro, Izciie,  Artazcoz,  Iza,  Asiain,  Egiiillor,  Beasoain,  Sal- 
dise,  Olza,  Orderiz,  Ziiasti,  Aldaba,  Ariz,  Lete,  Aldaz,  Anoz, 
Atondo,  Ooliobi,  Erice,  Sarasate,  Lariimbe,  Larrainziz,  Gu- 
lina,  Orayen,  Aizcorbe,  Aguinaga,  Zia,  Iriirzun,  Izurdiaga, 
Erroz,  Urrizola,  Ecay,  Zuazu,  Ecliarren,  Eclieberri,  Egia- 
rreta,  Yabar,  Villanueva,  Satrustegui,  Olio,  Ilzarbe,  Zeno- 
siain,  Arteta,  Ulzurrun,  Goñi,  Aizpun,  ürdanoz,  Azanza, 
Munarriz,  Guembe,  Muniain,  Bidaurre,  Izurzu,  Salinas  de 
Uro,  Valdejunquera,  Arguiñano,  Biguria,  Orendain  y  So- 
racoiz. 

(^, VI.    SULETINO. 

Se  habla  en  la  casi   totalidad  de  la  antigua  provincia 


-12- 

francesa  do  la  Soule,  así  como  tambiúu  en  varias  localida- 
des de  la  Nabarra  española.  Excepto  en  una  reducida  por- 
ción de  esta  provincia,  en  todas  las  demás  partes  ([ue  lo 
emplean,  es  el  lenguaje  de  la  gran  mayoría  de  los  habitan- 
tes originarios.  En  Francia  hablan  el  suletino  las  siguien- 
tes localidades:  Etcharry,  Aroue,  Charritte-de-bas,  Arrast, 
Larrory,  Larrebieu,  Undurain,  Oyherc(j,  Espes,  Abense- 
de-bas,  Ainharp,  Moncayolle,  L'llópital-Saint  Blaisc,  Men- 
dibieu,  Berrogain,  Laruns,  Viodos,  Cheraute,  Mauleon, 
Berraute,  Licharre,  Pagolle,  Garindein,  Libtirrenx,  Koquia- 
gue,  Barcus,  Esquiule,  Basques,  Tcirdets,  Sorholus,  Trois- 
villes,  Ossas,  Sangüis,  Saint-Etienne,  Gotein,  Musculdy, 
Barretehiry,  Saint-André,  Laurziry,  ürdiarp,Idaux,  Mendy, 
Menditte,  Aussurucq,  Suhare,  Zihigue,  Camou,  Alos,  Ábense 
de  Hiud,  Sibas,  Restoue,  Laguingue,  Hanx,  Lieque,  Ahe- 
ruy,  Etche])ar,  Arlian,  Liclians,  Sanhar,  Sunharetto,  Alza- 
behety,  Alzay ,  Charritte-de-Haut ,  Lacarry ,  Larrau  y 
St.  Engrace;  en  la  Nabarra  Española,  Ustarroz,  Isaba,  Ur- 
zainqui,  Roncal,  Bidangoz,  y  Garde.  La  zona  de  mínima 
densidad  está  circunscrita  á  Burgui  y  su  termino  juris- 
diccional. 


C 


•  — —VII.  Dialecto  lajo-nabariío  oriental. 


So  habla  en  una  parte  del  L  ibourd  y  de  la  Baja-Naba- 
rra,  en  una  pequeñísima  región  do  la  Soule  y  en  varias  lo- 
calidades de  la  Nabarra  Española.  En  todas  partos,  con 
una  sola  excepción,  es  el  lenguaje  do  la  inmensa  mayaría 
de  los  habitantes  originarios.  Las  localidades  francesas  (]ue 
usan  de  dicho  dialecto  son:  en  el  Labourd,  Saint-Pierre 
d' Irube,  Mouguerre,  Lihonze,  Urcuit,  Elizaborry,  les  Sa- 
lines, Briscous,  Lassarrade,  Bardos  y  Burgain;  en  ]>aja- 
Nabarra,  Ayherre,  la  Place,  Isturitz,  Saint-Estében,  Saint- 
Martin  d'  Arberoue,  Meharin,  Beguios,  Amoros,  Suecos, 
Lahorane,  Oregue,  Charritto-Mixe,  Arraute,  Biscay,  Illia- 
rre,  Mazparraute,  íjabets,  iratibarre,  Maillarroibarro,  Pla- 
zibarro,  Gabat,  Arbouet,  Camou-^lixc,  Sussaute,  Mauliou- 


rat,  SomberrcUito,  Aiiiüiidaix,  Luxo,  üiieix,  Garrís,  Saint- 
Palais,  Agoteta,  Aizcrits,  Snliast,  Arbcríits,  Billegue,  Bo- 
hasqiio,  Lapiste,  IJJiart-Mixe,  Sorhapura,  Larribar,  Orsan- 
co,  Ainzy,  Beyrie,  Biirgubeny,  Hclette ,  Armendarits, 
llioldy,  Ii'issarii,  Ascombeguy,  Suhescun,  Lantabat,  Saint- 
Martin,  Hasme,  Ostabat,  Harcembels,  Arhansus,  Pago- 
lle-Oyhana  ,  Jiixiie  ,  Bunuis  ,  Saint-Just ,  Ibarre,  Ibarro- 
lle,  AiTüs,  Larzeveau,  Zibitz,  Uxiat,  Gamarthe,  Ainhize, 
Mongelos,  Jaxu,  Mandos,  Bustinze,  Lacarre,  Zabalze,  Iri- 
beny,  Ispoiue,  la  Madeleine,  Ühart-Cixe,  ügange,  St.  Juan 
P.'^  de  Port,  Zaro,  Saint-Michel,  Ainzille,  Bascassaii,  Ahaxe, 
Bastida,  Alziettc,  Ahaxa-Oliilo,  Bussunarits,  Sarrasquette, 
Plosta,  Lecunibeiii,  Mendibe,  Behorlegiiy,  Esteren-Gnibel, 
Estoronzuby,  Pliagalzettc  y  Beherol)ia;  en  Soiile,  Dome- 
zain,  l^eiraute,  Ithoiots,  Olhaiby  y  Lohitznn;  en  la  Alta- 
Nabarra,  IzaJzii,  Ocliagabia,  Ezcaroz,  Jaurrieta,  Oronz,  Es- 
parza, Ibilzieta,  Sarries,  Izal,  Kipalda,  Igal,  Güesa,  Gallaos 
é  Iziz.  Este  dialecto  tiene  en  su  extremo  Sur  una  pequeña 
faja  de  escasa  densidad  constituida  por  el  pueblo  nabarro- 
español  de  Kacas-alto. 

\j,~ — VIII.  Dialecto  b ajo -n abarro  occidental. 

Ho,  habla  en  parte  de  la  Baja-Nabarra,  así  como  en  algu- 
nos puntos  del  Labourd  y  de  la  Alta-Nabarra.  Carece  de 
zonas  do  mayor  y  menor  densidad.  En  Erancia  lo  hablan: 
en  el  Labourd,  St.  Marie,  Villefranque,  Haraunts,  Herau- 
ritz,  Hiril^ehere,  Ustaritz,  Saint-Michel,  Jatxou,  Larresore, 
la  Place,  ídalsou,  Portuita,  Cambo,  Bas-Cambo,  Harsain, 
Ürcuray,  Elizaberria,  líazparren.  Larrea,  Bonloc,  Sorhano, 
Elhorri,  Greziette,  La  Place,  Atissane,  Mendionde,  Leko- 
rue,Makaye,  La  Place,  Louhossoa,  Ezpelette,  Souraide,  Ei- 
nodieta,  La  Place  ó  Itxaxou;  en  Baja-Nabarra,  Bidarray, 
Uliarzan,  Iriberry,  Osscs,  Gahardou,  Ahaize,  Exabe^  Saint 
Martin  d'Arossa,  Eyhartze,  Labastide,  Urdos,  Otticoren, 
Leispars,  Baigorry,  Oecos,  Iroulegi,  Mussurits,  Sorhueta, 
Chubitoa,  Ascarat,  Lasse,  Itholha,  Erreca,  Anhaux,  Guer- 


■n- 


ziette,  Saint-Etiene  de  Baigorry,  JMicliülouiii,  Ferrería  de 
Banca,  la  Fondorie,  loa  Aldudes,  el  Labiariiie,  Eziiazu,  üre- 
pel,  Aniegiiy,  Bachoa  y  Oiidarollc.  Las  localidades  españo- 
las adscritas  á  este  dialecto  son:  Valcarlos,  Barrio  de  Gaiiie- 
colcta,  Orbaizeta,  Orbara,  Aria,  Garralda,  Aribe,  Villanue- 
ba,  Garayoa,  Abaiirrea-baja  y  Abaurrea-alta. 

])e  donde  resulta,  que  Alaba  y  Bizcaya,  únicamente, 
poseen  unidad  de  dialectos.  La  provincia  más  rica  en  estos 
es  la  Nabarra  española.  El  único  dialecto  que  hablan  Alaba 
y  Bizcaya,  es  el  bizcaino:  en  Guipúzcoa  se  hablan  tres, 
que  son:  el  bizcai  lo,  el  guipuzcoano  y  el  alto-nabarro  sep- 
tentrional. En  la  Alta-Nabarra  siete,  que  son;  el  guipuzcoa- 
no, alto-nabarro  meridional,  alto-nabarro  septentrional,  la- 
bortano,  bajo-nabarro  occidental,  bajo-nabarro  oriental  y  su- 
letino.  En  el  Labourd  tres,  que  son  el  labortano,  bajo  na- 
barro  occidental  y  bajo  nabarro  occidental  y  bajo  nabarro 
oriental.  En  la  Baja-Nabarra  dos,  que  son;  los  dos  dialectos 
bajo-nabarros  y  en  la  Soule  también  dos,  que  son:  el  bajo- 
nabarrro  oriental  y  el  suletino.  De  todos  ellos  el  que  mayor 
territorio  ocupa  es  el  bizcaino;  y  el  que  menor,  el  labortano. 

IV. 

Cuando  se  pasa  del  estudio  de  las  lenguas  clásicas,  ó  de 
cualquiera  otra  de  las  que  constituyen  la  gran  familia  árya, 
ó  indo-europea,  al  estudio  de  la  lengua  euskara,  el  espíritu 
no  puede  menos  de  experimentar  una  viva  sorpresa,  produ- 
cida por  la  divergencia  que  entre  el  mecanismo  de  las  unas 
y  de  la  otra  se  advierte.  Esta  diversidad  justiñca,  en  gran 
parte,  la  reputación  de  extraña,  y  aun  de  maravillosa,  que 
muchos  autores  crearon  al  euskara;  ésta  lengua,  por  más 
que  en  determinados  puntos  presente  analogías  con  otras, 
jamás  dejará  de  merecer  los  dictados  de  original  é  intert^- 
santísima,  además  do  los  de  dulce,  elocuente,  llexible,  ñlosó- 
íica  y  rica  que,  sin  jactancia  patriótica,  se  le  puede  atribuir, 
mal  (pie  les  pese  á  los  contaminados  de  anti-euskarismo. 

Si  puesta  la  vista  en  la  construcción  de  las  frases  hubié- 


ramos  de  caliticar  á  la  lengua  ouskara,  diríamos  que  es  una 
lengua  eminentemente  pospositiva.  El  P.  Gardaberáz  ya 
había  llamado  la  atención   acerca    de   este   rasgo,    cuando 

dijo:  BESTE  IZKERA  BEZALA,  GUREAK  ERE,  BERE  ITZALDI  EGOKI, 
CmT  BIZIAK,  BEREZKO  TA  BERARIAZKO  EDERRAK  DITU,  BAÑA  ERDA- 
RAK  ERA  RATERA,  TA  EUSKERAK  BESTERA.  ONEK  ERA  I'OSPOSITI- 
VO  TA  ARK  PREI'OSITIVOAN,  ESANNAIDU;  GAZTELANIAKBETI  AURRE- 
TIK  DAKARRENA,  EUSKERAK  AZKERRERONTZ  BETI  BOTATZEN  DUELA; 
ETA  ITZAK  BEREN  LEKUAN  GAZTELANIAREN  KONTRA  IFINTZE  ORRE- 
TAN  EUSKERAREN  ERA  EDER,  AIRE,  EDO  CHISTE  GUZIA  DAGO.  ^ 

En  efecto,  la  posposición  es  de  uso  general  en  cuskara; 
se  pospone  el  artículo  al  nombre,  así  como  varios  de  los 
pronombres;  se  pospone  el  adjetivo  al  sustantivo;  se  pospo- 
nen las  terminaciones  que  sirven  para  formar  los  noml)ros; 
se  posponen  los  suíijos  que  marcan  las  relaciones  de  ostos; 
se  posponen. las  partículas  relativas  y  conjuntivas  al  verbo; 
se  pospone  la  cosa  poseída  al  agente  posesor  en  el  geniti- 
vo; se  posponen  las  palabras  que  marcan  una  modificación 
de  tiempo,  de  modo,  de  lugar,  etc.  en  la  acción  expresada 
y  se  pospone  el  verbo  á  todos  los  demás  '  miembros  de  la 
frase,  por  él  acabada  y  concluida  con  majestad  cicero- 
niana. ^ 

Esta  diferencia  en  la  construcción,  meramente  externa, 
entre  el  euskara  y  las  lenguas  neo-latinas,  á  las  que  me  re- 
fiero en  este  momento,  reveladora  es,  y  nada  más,  de  otras 
profundas  diferencias  internas. 

Por  más  que  este  declarada  por  jurisprudencia  lingüís- 
tica la  perfección  de  las  lenguas  «clásicas»,  sería  un  error 
creer  que  el  disjinto  organismo  de  nuestro   euskara    es    un 


1.    Euskeraren  berri  onak,  pág.  58. 

•2  Eu  prueba  do  ello,  vóasc  la  traducción  literal  de  tres  verísfculos  del  Evangelio  de  San 
Lucas,  en  la  versión  hecha  por  Lizarraga.  Luc.  XV,  II.  halabeh  eiíran  zf.zan;  gizon  batek 
ziTUKN  Bi  seme:  Así  mismo  lo  dijo;  hombre  uno  los  hal)ía  dos    hijo.  12.  eta  jietahik  oazte- 

NAK  ERItAN  ZERZON    AITAEI.AITA,     INDAK  ONHASSUNETIK   NIEI  HELTZEM    ZAITAD.'VN     PAETEA.     ETA 

PAUTE  ziETZEN    ONAK.  Y  de  aquellos  el  más  joven    le  lo    dijo  al  padre;  Padre,  dúmola  tú  del 
bien  :i  mí  por    venir  que  estil  ú  mí — ú  mí  la  parte.   Y    leslos  partió  los  Ijionos. 

13.  ETA  EGtlN  GUTIHEN  BITRUAN  «TTZIAAK  BILDrRIK  SEME  OAZTENOR  YAIl  EDIN  HEIini  DHTIUN 
BATETARA;    ETA  HAN   IIIION   ZUZAN  BERE   ONlrANHSUNA  PBODIOOKI  BIZI  IZANEZ.  Y  día  de    pOCO    en 

la  cabeza  (al  cabo)  los  todos  haljiendo  reunido  hijo  aquel  mus  joven  so  puso  país  lejos  ;'i  uno; 

y  allá  lo  diñipo  de  si  el  bien  pródigamente  viviendo  siendo. 

Debo  advertir  que  no  be  colocado  en  el  sitio  que  ocupan  en  el  original  los  sufijos  que 
marcan  las  relaciones  gramaticales,  para  no  oscui-ecer  demasiado  el  sentido;  por  ejemplo,  ai- 
TAUi  no  es  lit.  «al  padre»  sino  «padre  al»;  gaztenak  no  es  «el  inús  joven»,  sino  joven  más  el,  etc. 


-4f.- 


signo  do  inforioridad  rúípocto  á  aiaolla^  otras,  posoodora^^ 
do  ricas  litorainras.  No  por  estar  coiistruido  })ajo  distinto 
designio  y  plan  diferente  deja  de  ser  sublimo  una  catedral 
gótica  puesta  on  parangón  con  un  templo  helénico.  ^ 

Considerada  la  base  ñsiológica  del  lenguaje,  ó  sean  los 
sonidos  y  las  articulaciones,  vemos  que  los  unos  y  las  otras 
son  en  la  lengua  euskara  abundantes,  fáciles  y  matizados, 
liaciendo  á  las  palabras  que  constituyen,  armoniosas,  límpi- 
das y  sonoras.  El  oido  de  una  persona  que  ignore  el  euska- 
ra no  so  sentirá  repelido  por  la  percepción  de  esos  sonidos 
duros,  guturales,  violentos  ó  sordos  que  entorpecen  y  afean 
á  las  lenguas  septentrionales."  Por  el  contrario,  las  articula- 
ciones y  sonidos  dulces  y  suaves  predominan  en  el  euskara, 
sin  que  por  eso  sean  desconocidos  otros  varoniles  y  enér- 
gicos, como  lo  es  el  de  la  r  fuerte,  cuya  presencia  comuni- 
ca á  las  palabras  en  que  figura,  increíble  temple.  El  que 
liaya  escuchado  pronunciar  en  momentos  de  espectación 
ó  pe'ligro  un  aurrerá  (adelante),  podrá  apreciar  lo  que 
digo  respecto  al  carácter  de  la  r  fuerte,  altamente  ex- 
presiva en  bocas  bascongadas.  Y  la  c/¿,  cliu,  ño,  ya  y  otros 
análogos  cautivan  y  prendan  el  ánimo,  cuando  los  pronun- 
cian labios  femeninos,  especialmente  si  son  de  madres".  Es, 
pues,  indudable  que  ha  sido  precisa  una  gran  obcecación  de 
espíritu  ó  un  torpísimo  mal  querer,  para  tiznar  á  tan  terso 
lenguaje  con  los  caliñcativos  de  áspero  y  clesahri<la.  Si  los 
sonidos  de  un  idioma,  como  otros  elementos  ñsiológicos, 
pueden  servir  de  indicadores  del  carácter  moral  de  un  pue- 
blo, diré  que,  á  mi  juicio,  los  de  la  euskara  revelan  perfec- 
tamente el  temperamento  de  la  gente  basca,  que  de  ordi- 
nario vive  tranipiila  y  repasada  o.itro  labores,  rezos,  carifns 
y  canciones,  poro  que  sabe,  cu  indo  alguien  la  hostiga  ó  ata- 
ca trocar  peñascos  en  máquinas  de  guerra,  y  arados  en  es- 
padas . 


nOjiii;),ira  lo  ol  bueinn.vi  con  ol  1  itíii,  ol  K^'it'^í'.  ol  fraile'' i  y  o'i'oi  aoiinjimtiM  iiliom  im.  (iiu»- 
fli  atii,- til )  ol  oiíritT!-  y  lni)aro3-)  (;i'it:im'iUr  ui  h  n-m  i  lo  ji'{a;itii  iil  1 1  1)  il  i  im  iloíormo 
(iiiat:n.  (Mclnngcs  (le  lintjiistiqíio  ct  d'  anthropolonio,  p'i;;.  210.) 

•2.    llibl.i'il)  '1'>1  l>ii,!ii  iii;ío  dij )  Si'xlígirJ:  "Nihil  bn'b.\ci,  aut  gtrilorií,    aut  auh'lituí  ha- 

bot/luniafiima  or.t  ct  nuavissiimi.» 


-47— 

«Una  circunstancia  notable  del  bascuence,  es  que  esta 
lengua  agota  todas  las  niodiñcaciones  do  una  manera  per- 
fecta.» Mr.  d'  Abbadie  recuerda  estas  palabras  de  líunj- 
boldt  y  añade,  de  su  parte,  las  siguientes,  que  son  muy 
exactas:  «Esa  lengua  se  parece  á  una  sabia  álgebra;  sus 
elementos  son  sencillos;  sus  combinaciones  numerosas  y 
y  sus  resultados  satisfactorios.»  ^  El  rasgo  distintivo  de  la 
lengua  euskara  es  la  unidad  de  pyocedímíento;  parece  crea- 
da por  un  genio  amplio,  pero  motódico,  que  lleva  basta  sus 
últimas  consecuencias  los  principios  generales  propuesto-;. 
Así  es  que  apenas  hay  excepciones,  y  cada  clase  de  proble- 
mas se  resuelve  con  una  sola  clave. 

El  artículo  es  uno;  los  nombres  carecen  de  género;  A 
plural  se  forma  de  la  misma  manera  siempre,  con  sin  igual 
sencillez;  las  relaciones  gramaticales  se  expresan,  no  por 
medio  de  declinaciones  varias  é  irregulares,  como  en  otros 
idiomas,  sino  por  medio  de  sufijos  que  so  unen  á  los  nom- 
bres,á  las  pronombres  y  á  los  verbos,  sin  otras  modiíica-- 
ciones  que  las  exigidas  por  las  leyes  fonéticas. 

La  lengua  euskara,  de  igual  suerte  que  la  griega,  la  alo- 
mana  y  otras  igualmente  celebradas,  posee  una  pasmosa 
aptitud  para  crear  palabras,  valiéndose  de  los  procedimien- 
tos de  la  composición  y  derivación,  sin  que  el  neologismo 
formado  de  esta  última  manera,  por  sutil,  delicado  y  abs- 
tracto que  sea,  pueda  dejar  en  sombras  la  idea:  ¡tan  ricas  y 
matizadas  son  las  partículas  terminativas!  Cada  sufijo  está 
adscrito  á  la  manifestación  do  un  concepto  lógico-gramati- 
cal, y  no  á  la  de  varios,  á  veces  contradictorios.  Sirva  de 
aclaración  el  siguiente  ejemplo  que  revela  la  confusa  po- 
breza del  castellano  y  la  copiosa  claridad  del  euskara:  «F¿6'- 
ne  del  monte,  lleno  do  lodo,  el  dueño  de  los  bosques  de  la 
casado  Miiníbe,  y  va  do  Martin  á  Juana,  para  preguntar 
c6)no  se  perdió  la  espada  do  oro^^,  que  se  traduce:  «münibe/iO 
ECUEA.reri  OYMien  jabea,  loi^^;  betea,  mendi¿¿A:  datok,  eta  ba- 
DOA  MAiiTmgandiJc  JUA^Agajia,  ñola  tjriiezJco  ezpata  GxVLDu 
ZAN,  GALDETZEEA.»  El  castcllano  repite  siete  veces  la  preposi- 


1    Chaho  et  el'  Abbadie.  Etufies  gramaticales  sur  la  lanqic  euskarienne,  ¡¡á^;.  27. 


—48- 

ción  (le  para  expresar  conceptos  (pío  no  son  iguales,  mien- 
tras el  bascuence  dispone  de  tantos  sulijos  cuantos  son  los 
conceptos  diferentes;  ho  suñjo  local,  aren  sufijo  determinado 
de  posesión  singular,  en  suñjo  de  posesión  plural,  z  sufijo 
instrumental-modal,  tík  suñjo  de  procedencia  local,  gandík 
sufijo  de  procedencia  personal  y  suñjo  .?Ao  de  composición 
material. 

El  punto  de  vista  sintético  de  la  ñexibilidad  maravillosa 
del  euskara,  se  encierra  en  el  siguiente  axioma:  toda  palabra 
puede  conjugarse  y  declinarse,  es  decir,  todo  verbo  puede 
tratarse  cual  si  fuera  nombre  y  todo  nombre  cual  si  fuese 
verbo.  El  pensamiento  humano  domina  sin  límites;  es  señor, 
es  rey,  es  autócrata  de  las  palabras;  éstas,  á  modo  de  dúcti- 
lísima cera,  reciben  todos  los  sellos;  se  asiste  al  portentoso 
avatár  de  los  vocablos  por  la  fuerza  inñnita  de  la  idea.  Li 
palabra  toma  toda  las  formas  de  esta;  crece  y  se  dilata,  y 
refleja  sus  colores,  y  se  enciende  en  sus  luces.  Así,  de 
AuiiKE  «delante»,  más  el  suñjo  directivo  va,  se  forma  la  voz 
AUREERA  «adelante»,  y  añadiéndole  la  partícula  demostrativa 
che^  se  logra  hacer  tan  intenso  el  signiñcado,que  lleva  em- 
bebido algo  análogo  á  la  frase  castellana  «ahí  mismo»;  y  si 
le  suñjamos  el  comparativo  go  y  luego  la  terminación  ver- 
bal f«,  tendremos  una  nueva  palabra  que  se  conjugará  como 
cualquier  otro  verbo,  y  diremos  AURRER.\cnEAGOTu  zan\  con- 
cepto complejo  y  altamente  signiñcativo  á  la  vez,  (jue  otras 
lenguas  menos  peregrinas  traducirán  imperfectísimamente, 
valiéndose  de  una  enfadosa  perífrasis;  «se  adelantó  hacia  allí 
mismo  un  poquito  más»,  ú  otra  análoga,  perezosa,  torpe  y 
desgarbada.  El  euskara,  por  lo  tanto,  tiene  el  don  de  expre- 
sar toda  clase  de  ideas,  sin  más  límites  que  los  de  la  inven- 
tiva humana,  con  precisión,  energía  y  colorido  admirables, 
reasumiendo,  á  veces,  en  una  sola  palabra  toda  una  frase, 
como  cuando  nuestro  gran  Arrese,  atribulado  por  ver  la 
ruina  del  bascuence,  increpó  al  mar  cantábrico  y  verbizando 
un  sustantivo,  mandóle  concisa  y  csculturalmente  que  se 
tornase  tierra.'^ 


1.     /an,  tercora  pcrhoiia  Hiufular  Jol  iiupurfüuto  do  inclieativo  del  vuibo  isAN,  iáííiúttcu  «ora». 
-•     iLiUUTU  leiiAMOA!  do  Lfii  «tioiTii»  y  'i'u,  toriniiiaiMíiii  vorbiziidorn  "  \<-i\-m-  Iu  •ohi-ibia  olf 
Kin  Ama  KiisKiaiiAUi  azkion  AdunuAK. 


-49- 


Dtido  el  genio  de  hi  lengua  euskara,  parece  escusado 
añadir  que  no  había  de  fallar  á  sus  procedimientos  habitua- 
les en  lo  que  se  refiere  al  sistema  verbal,  que  es,  sin  dispu- 
ta, uno  de  los  más  ricos  que  se  conocen,  si  es  que  no  ocupa 
el  primer  lugar.  Por  lo  tanto,  no  extrañarán  mis  lectores 
que  el  bascuence  haya  huido  del  medio  empleado  por  otras 
lenguas  en  cuanto  al  desarrollo  del  verbo,  consistente  en 
establecer  diversas  clases  de  conjugaciones,  sin  excusar,  por 
eso,  la  existencia  de  los  irregulares  y  en  hacer  precisa  una 
multitud  de  reglas  para  la  formación  de  los  nombres  del  in- 
finitivo (participios,  gerundios,  presentes,  etc.),  acompañada 
de  innumerables  excepciones.  Esto  no  quiere  decir  que  la 
conjugación  bascongada  sea  fácil  y  sencilla.  Pero  la  dificul- 
tad y  complicación  nacen  del  gran  número  de  formas  vei'- 
bales,  expresivas  de  otras  tantas  relaciones  gramaticales, 
que  posee  el  verbo  bascongado,  y  no  de  la  multiplicidad  de 
procedimientos  adoptados.  Las  reglas  que  determinan  la 
formación  de  los  nombres  verbales  (llamados  tiempos  de 
nfinitivo  por  Larramendi,  Lardizábal  y  otros  gramáticos), 
se  aplican  sin  excepción,  en  todos  los  casos.  La  acción  tran- 
sitiva é  intransitiva,  que  el  verbo  manifiesta,  se  traduce  por 
dos  auxiliares  diferentes,  {haber  para  la  acción  transitiva  y 
ser  para  la  intransitiva);  por  este  medio  el  euskara,  al  aten- 
der sólo  á  la  naturaleza  de  la  acción  que  se  trata  de  expre- 
sar, reduce  la  conjugación  á  la  unidad,  empleando  las  mis- 
mas flexiones  verbales,  para  la  manifestación  de  la  misma 
clase  de  acciones.  Por  eso  dice  iltzen  naiz,  «muero»;  etok- 
TZEN  NAIZ  «vengo»;  ekketzen  naiz  «me  quemo»;  saltzen  naiz 
«me  vendo»,  é  iltzen  det  «lo  mato»  jaten  det  «lo  como»,  bo- 
tatzen  det  «lo  arrojo»,  ekketzen  det,  «lo  quemo»;  y  saltzen 
det  «lo  vendo».  Al  lado  de  esta  conjugación  llamada  antigua- 
mente regular  y  ahora  perifrástica  ó  compuesta,  coexiste 
otra  conjugación,  circunscrita  á  cierto  pequeño  número  de 
verbos  y  usada,  no  en  todos  los  modos  y  tiempos,  sino  en 
algunos  de  ellos,  conjugación  á  la  que  los  primeros  trata- 
distas calificaron  de  irregular  y  á  la  que  en  el  día,  por  lo 
común,  se  conoce  con  el  nombre  de  sencilla.  Como  quiera 
que  el  número  de  verbos   dotados  de  esta  segunda  especie 


-50- 

(le  conju.L:fiit;ióu  es,  realinonte,  escaso,  y  todos  ellos  piiolon 
conjugarse,  además,  perifrásticamente,  no  destruye  la  regu- 
laridad del  sistema  verbal  eiiskaro. 

La  conjugación  bascongada  ha  sido  objeto  de  muchos 
elogios  que  ocuparían  grande  espacio  si  hubiese  de  reprodu- 
cirlos todos.  Mr.  Lecluse,  dice:  «La  conjugación  basconga- 
da nos  ofrece  un  aparato  prodigiosamente  vario Marca 

las  relaciones  directas  é  indirectas  de  las  diferentes  perso- 
nas entre  ellas,  con  tanta  riípieza  y  regularidad,  ({ue  })ue- 
de  justamente  apreciarse  cual  obra  maestra  de  ülosofía».^ 
«Terminaré  el  examen  de  una  conjugación  coir  la  que  pue- 
de ufanarse  la  lengua  bascongada conjugación  ipie,  llevan- 
do el  sello  del  verdadero  genio,  bastaría  sola,  en  mi  opinión, 
l)ara  señalarle  un  lugar  distinguido  entre  las  lenguas  más 
ricas  y  ñlosóñcas».'-^  Mr.  Darrigol,  dice:  «Encerrar  en  sí  los 
pronombres  singulares  y  plurales  de  las  tres  personas;  ago- 
tar con  nn  laconismo  perfecto  todas  las  combinaciones  ma- 
temáticamente posibles  entre  los  seis  pronombres  persona- 
les  expresar  con  una  facihdad  que  admira,  con  una  va- 
riedad (|ue  encanta,  con  una  rapidez  de  expresión  sin  igual, 
todas  las  actitudes  ó  situaciones  respectivas  que  pueden  to- 
mar esos  diversos  pronombres,  empleados,  como  sujeto  y 
complemento,  como  complemento  directo  y  complemento 
indirecto,  tal  es  el  mecanismo  interesante  y  la  riqueza  sin- 
gular de  ese  verbo  incomparable».'^  El  Príncipe  Bonaparte 
en  un  notabilísimo  estudio  comparativo,  dice:  «El  Bascuence 
solo  en  Europa  puede  jactarse  de  poseer  un  verbo  tan  rico 
en  íbrnias  lógicys».^ 

En  efecto,  el  verbo  bascongado,  además  de  poseer  for- 
mas verbales  distintas  para  el  tratamiento  masculino  y  fe- 
menino familiares,  el  respetuoso,  y  en  uno  de  sus  dialectos 
(td  bajo  nabarro  oriental)  el  dimiiuitivo,  tiene,  además,  las 
necesarias  para  expresar,  in(;or[)orándolas  á  la  llexión,  his 
siguientes  relaciones:  L^lielación  de    sujeto  á    régimen  in- 


i  Manuel  <lc  la  laii'ic  bnsquc,  (nl.  Cazalz,  ihíkb.  -l'.i  y  6ii. 

■2  Míiniicl  (le  la  l:i  t  jc  hasque,  ii;i;4.  (í'J. 

:í  nisicrtuiion  sjr  la  lanquc  liasquc,  oú.  Cazáis,  im;^.  i'.)y5ii. 

I  Lanqiie  bas'jtie  ct  lan^ucs  tinnoiscs,  pú^.  ül. 


directo,  por  ejemplo:  zait  «el  me  es»,  zaizü,  «61  te  es»,  z\yo 
«el  le  es».  2.°  Ptebicioii  de  sujeto  á  régimen  directo;  por 
ejemplo:  ñau  «el  me  li;i»,  zaitü  «él  te  Ir-i»,  du  «el  lo  li;i». 
3."  Relación  de  sujeto  á  régimen  directo  y  á  régimen  indi- 
recto, á  la  vez;  por  ejemplo:  dit  «él  me  lo  ha»,  dizkit  «él  me 
los  ha»,  Dizu  «él  te  lo  ha»,  dizkizu  «él  te  los  ha»,  dio  «él  le 
lo  ha»,  DizKio  «él  le  los  ha».^  Si  á  esto  se  añade  que  estas 
relaciones  pueden  expresarse  en  once  modos,  veinticuatro 
tiempos  simples  y  noventa  y  un  tiempos  compuestos,  nadie 
extrañará  que  califique  á  la  conjugación  euskara  de  por- 
tentosa. 

De  total  independencia  goza  el  bascuence  en  la  cons- 
trucción de  las  frases,  por  lo  que  se  puede  decir,  que  esta 
parte  importante  del  arte  de  hablar  correctamente,  más 
es  en  el  bascuence  del  dominio  de  la  lietórica  que  del  de  la 
Gramática.  «Deferir  la  colocación  de  las  palabras  á  la  natu- 
raleza del  pensamiento;  imitar,  en  su  arreglo,  la  tranquili- 
dad de  las  ideas  contemplativas,  ó  seguir  á  nuestros  senti- 
mientos en  su  impetuosidad,  en  sus  variaciones,  en  ese  des- 
orden que  los  hace  atravesar,  como  por  medio  de  un  salto, 
lo  que  la  idea  seguiría  paso  á  paso;  arreglar  los  elemenLos 
del  discurso  al  orden  más  propio  para  instruir,  ó  abando- 
narlos á  la  influencia  de  la  armonía,  al  iuego  de  la  imaíriiui- 
ción,  al  interés,  para  conmover  y  arrastrar;  prestarse,  por  lo 
tanto,  á  todos  los  géneros  y  á  todas  las  circunstancias:  he 
aquí  los  privilegios  de  nuestra  construcción».^ 

Tales  son  varios  de  los  muchos  primores  y  hermosuras 
que  atesora  la  lengua  euskara,  perseguida  brutalmente  por 
la  tiranía  de  los  gobiernos  centrales,  cuando  debieran  estos 
conservarla  cual  peregrino  monumento  de  edades  que,  por  lo 
remotas,  sobrecojen.  Y  no  es  eso  lo  más  triste,  sino  que  aquí, 
en  el  mismo  país,  hay  hijos  espúreos  que  la  combaten  ó  es- 
carnecen y  clases  enteras — llamadas  altas,  tal  vez,  porque 
en  el  deshonor  y  carencia  de  patriotismo  hay  también  je- 
rarquías— que  tienen  la  insolencia  de  desdeñarla.  Otra  cosa 


1    líonapartc.  Le  Vcibe  basque,  troisiciiiuie  tabluau  iiroliminiíirc. 
■2    Darrigol.  Dissertalion  sur  la  lang-,ic  basque,  i>vA- 101  y  IGü. 


-52— 


fuera  si  llevase  el  sello  de  ese  conjunto  do  sandias  prácti- 
cas que  usurpa  el  nouibre  de  buen  tono!  Entonces,  incen- 
sáranla  sin  parar  nunca  ol  brazo,  aunque  fuese,  no  lo  que 
es,  sino  una  grosera  y  con'onipida  jorga  do  gitanos  y  secues- 
tradores. Día  llegará  en  (|ue  ol  patriota  euskaro  podrá  escu- 
pirles al  rostro  la  frase  slialvcsperiana:  <'Sois  como  el  Indio 
vil  que  arroja  una  perla  más  preciosa  (pie  toda  su  tribu». 


^:^  ¿|iisiii>!ii!§iii¿i!^||¿ii!l||ilfe#!i(í|il(^l:|ii 


PRIMERA  PARTE. 


^t   Itif i|«ci,tii^ 


CAPITULO  ni. 


FONOLOGÍA,    TRASCRIPCIÓN    Y    SISTEMA    FONÉTICO. 


El  estudio  (le  los  sonidos,  oonsiderados  coino  base  fisio- 
lógica del  lenguaje,  lia  experimentado  durante  estos  últi- 
mos años,  particularmente  en  Inglaterra,  país  que  ha  visto 
la  publicación  de  admirables  trabajos,  innegables  progresos. 

De  los  sonidos  se  ocupan  bajo  su  respectivo  punto  de 
vista,  fisiologistas,  físicos  y  matemáticos,  ora  estudiando 
la  emisión  del  hálito  y  el  juego  de  los  Húrganos  productores 
del  sonido,  ora  sus  propiedades  y  correlaciones,  ora  el  nú- 
mero de  ondas  sonoras  que  determinan  su  gravedad,  altura, 
timbre  y  velocidad. 

Pero  todavía  no  se  ha  organizado  un  sistema,  un  cuer- 
po de  doctrina  uniforme  que  permita  abordar  la  fonología 
de  todos  los  lenguajes,  sin  que  en  la  exposición  fónica  de 
unos  y  de  otros  se  note  la  menor  discrepancia  salvo  la  con- 
sistente en  hallarse  más  ó  menos  poblados  los  cuadros  de 
las  clasificaciones. 

Una  perfecta  clasificación  fonética  debería  atender,  á  mi 


juicio,  al  iinpnlño  inicial  dol  airo  expirado,  Rogúii  sale  libre 
ó  so  (letiouo,  á  los  órg'anos  (jiio  pono  en  Juego  para  toniir 
forma,  así  como  á  la  posición  do  estos,  y  á  la  impresión  nri- 
terial  que  el  sonido  produce  en  el  oido.  Hoy,  sin  duda  por 
no  tenerse  en  cuenta  todos  estos  factores,  ó  porque  las 
observaciones  no  son  todavía  bastante  numerosas,  ó  porque 
se  mezcla  demasiado  la  teoría  con  la  práctica  y  la  ¡msíbíli- 
(lad  con  el  hecJio,  ó  por  la  concurrencia  de  estas  causas  y  de 
otras,  es  lo  cierto,  que  no  existo  conformidad  ni  acerca  del 
número  de  los  sonidos,  ni  acerca  de  la  naturaleza  de  todos 
ellos  y  que,  por  lo  tanto,  la  terminología  y  enumeración 
andan  más  revueltas  y  confusas  de  lo  que  parecerá  á  los 
que  no  se  hayan  ocupado  en  esta  materia/ 

Yo,  por  lo  tanto,  renuncio  á  pretender  dar  la  clasifica- 
ción científica,  invariable,  de  los  sonidos  de  la  lengua  eus- 
kara  y  me  contentaré  con  que  la  siguiente  no  deje  desaten- 
didas las  exigencias  meramente  prácticas  de  una  Gramática. 

j  Puras,     .a,  r,  i,  o,  ii,  i'i. 

A. Vocales.^  Nasales,  j^/,  c,  /,  o,  ii,  ü. 

1  Mixtas.   Ur,  ¡I. 


Las  vocales  puras  a,  e,  i,  o,  n,  suenan  como  en  caste- 
llano. La  //  tiene  el  sonido  de  la  «/í»  francesa  en  «lumiere^) 
(luz),  «nuage»  (nube),  etc.  Lo  usan  el  dialecto  suletino  pro- 
pio, el  bajo  nabarro  oriental  (en  la  variedad  de  ]\Iixe  y  de 
Bardos  y  en  algunos  otros  puntos  adscritos  á  este  dialecto, 
pero  con  carácter  esporádico)  y  el  segundo  sub-dialecto  del 


1  A.loptar  como  única  bas )  do  cla^iirtcaciAn  o\  nio.lo  tlú  laiiüftv  y  mxniobrar  ol  hálito, 
sin  aUMidor  para  n.i  la  al  la<!liii- do  la  iiiit>i-osióii  física,  tif.ni)  ol  iiicoiivoiiiDnlo  de  i-miiu«nr  un 
oúiiuilo  di!  conociniiontos  diflciloido  hallar  en  los  (in«  no  ho  proponon  conocer  A  fondo  o-ita 
parto  do  lalinünlstica,  pntm  to.ios  los    tVn.'.nionos  ú  ipio  «o  VKlloron  non    nioraniontü  intoruos. 

a  lian  vucaloa  son  proi>¡aniunlo  sonidos;  las  producen  vibraciones  periódicas  o  isoi-rouaa 
del  aire  elástico. 


bajn-naliavro    o:*ci(lental    (variedades    de  Ustaritz  y    Meu- 
di(jiido)/ 

Pasemos  á  las  nasales.  La  a  se  pronuncia,  aproximada- 
mente, como  la  «an»  nasal  del  francés;  la  c  como  la  «in»  na- 
sal de  la  misma  lengua;  la  /  como  «im»  terminal  portncfués; 
o  como  on  nasa,l  francés;  u  como  «un»  final  portugués  y  il 
como  la  «u»  nasal  francesa." 

La  (E  mixta  es  un  sonido  intermediario  entre  la  a  y  la 
e,  semejante  á  la  a  breve  inglesa.  Se  oye  en  los  valles  de 
Erro  }■  de  Baztán  (Alta  Nabarra)  y  se  debe  á  una  permuta- 
ción de  la  a  bajo  la  inñuencia  de  una  /,  de  una  v  y  de  una 
e  precedentes.''  La  u  mixta  es  un  sonido  intermediario  entre 
la  /■;■  suletina  y  la  ?/  ordinaria.  Está  en  uso  en  Ustarroz  en  la 
combinación  n,'  (variedad  del  suletino-roncalés),  en  el  sub- 
dialecto  salacenco  (bajo-nabarro  oriental),  pero  con  carácter 
esporádico,  en  el  sub-dialecto  aezcoano  en  la  terminación ''<7, 
y  en  algunas  regiones  del  Alto-nabarro  meridional  (valle  de 
Longuida,  Urraul-alto,  valle  de  Arze,  Erro,  Bm-guete)  en 
las  combinaciones  un,  ne,  así  como  en  varias  palabras  aisla- 
das. Únicamente  los  dialectos  bizcaino  y  guipnzcoano  están 
totalmente  desprovistos  de  ü  y  de  ñ.^ 

Los  principales  diptongos  bascongados  son:  ai,  aii,  ei, 
cu,  oí  j  ni. 

Las  consonantes,  bajo  el  punto  de  vista  de  su  reparti- 
ción entre  los  diversos  dialectos,  admiten  una  clasificación 
previa,  en  generales,  que  son  los  que  pertenecen  á  todos  los 
dialectos;  en  dialectales,  que  pertenecen  á  uno  sólo  y  en  es- 
porádicas que  se  escuchan  en  ciertas  -localidades  ó  en  boca 
de  determinados  individuos. 


1    üona paite.  Le  vcrbe  basque,  i>k'¿.  14  donde  luiedon  verse  los  alíuudautes  detalles  que  lie 
omitido  trascribir  en  compañía  de  lo  iniucipa). 
•2    Bonaparte.  Le  Vcrbe  basque.  Alphabet. 
H    Eonaparte.  Le  Verbe  basque,  púg.  32,  nota  Í3. 
i    J'.onaparte.  Le  Verbe  basque,  p:'ig.  14,  nota  2, 


-56- 


Fuoi'tos. 


gutural, 
identa;. 

lücrital  palatal nio- 
'     jada, 
ilabial  explosiva. 

lauial  continua. 


I.     MUDAS. 


gutural, 
(palatal, 
^dental. 

Suaves,    'dentilenaual. 

ilabial  explosiva, 
'labial  continua, 
^labial  sorda. 


II.  ASPIRADAS. 


,-Cofisofiaíiles/ 


III.   VIBRANTES. 


Fuerte,     ¡gjtjral   coiitinua. 

^iTiWiQ      ^)}uljral  sorda  so- 
tJUii\t.>),         mi-aspirada. 

dental. 

palatal  mojada, 
lenjual  fuerte. 

engual  suave, 
labial. 

,-P         ,  dental. 

iN  ásales,  .gutural. 

palatal  mojada. 


Identi-labial. 


-  k 

-  t 

;í 
- 1' 
■  i> 


-  K 

-  d 

/  d  (ronca- 
)        losa) 

-  b 

-  b 

-  b 


palatales. 


:iSi])¡laHtes' 


5  > 


dentales. 


IV.  FRICATIVAS.^  -    SorcLis.   . 


palataicj 


/dentales. 


\palatal. 


<\  Fuertes. 

pí  (   nJsal. 

^1     Suave,      palatal. 

ai 


'ch  (fuorto) 
Ich  isuavo) 


tz 
\j  (bizeaiiia) 

I  j  (luoJLiJa) 
)  s 

iz  (siiletiiüv) 
■z  (Echari-i- 


I  y    (ronca- 

I      lusa) 


1  Sou,  propiamonto,  ruidos,  porque  los  producon  coiimocioiiea  irrojíularos  del  airo  elástico. 

2  So  llaman  así,  por  imitación  de  los  grit-fíos,  que  las  donominaroii  aphoni,  &.  consecuencia 
de  tpio  (lutioiieii,  por  nu  instante,  conipletamonto,  la  emisión  dt'l  liúlito.  101  ostrochaniionto  de 
la  cavidad  oral  es  tan  notable  cnaudo  so  pi'odiice  dichos  sonidos,  es  decir,  la  nudiUcacióii 
del  órtíano  productor  prevalece  tanto  sobro  el  eleniento  material  del  tono,  que  el  soniílo 
producido  no  es  audible  uiiis  quo  en  ol  momcntn  un  (pie  id  contacto  do  loa  órganos  fonaloros 
cesa. 

'.i  So  llaman  asi  porcino  el  soplo  os  emitiilo  con  bastante  fuerza  para  hacer  vibrar,  no  so- 
lamento  una  membrana,  sino  altíuna  parte  blanda  m;'is  consiiieralile.  i-oiuo  li)s  labios,  la  len- 
(,Mia,  etc.  (Kllis,  citado  por  Ma\-Miiller  en  sus  Nouvelles  le<,  ins  sur  la  sciencie  du  langage,  pá^inaü 
17'2  y  17.t).— listan  letras  tii'iien  el    can'tctor   connin    ile  poilor   ser    pronunciada»   solas,    y    du 


La  /.',  es  un  sonido  gutural  fuerte  idéntico  al  de  la  «q» 
castellana  y  al  de  la  «c»  de  este  idioma  en  las  silabas  «ca», 
«co»,  «cu».  La  t  es  un  sonido  dental  ordinario,  como  existe 
en  castellano.  La  t  es  un  sonido  especialísimo,  que  se 
obtiene  tocando  con  la  lengua  al  paladar,  al  mismo  tiem- 
po que  se  hiere  á  los  dientes.  Los  gramáticos  del  país 
llamaban  á  este  sonido  t  «dimidiada. »  Yo  he  preferido 
adoptar  el  calificativo  de  «mojado»  (mouillé)  que  los  lin- 
güistas franceses  suelen  adjudicar  á  los  sonidos  de  esta 
naturaleza,  que  es  verdaderamente  gráfico,  pues  el  sonido 
primitivo  parece  como  que  se  ablanda  y  humedece.  Dicho 
sonido  se  oye  muy  amenudo  en  Guipúzcoa  y  Nabarra,  cuan- 
do la  t  se.  halla  entre  /,  ¡(;  por  ejemplo,  en  ditüt  «los  tengo», 
dituzüte  «los  tenéis».  En  otras  partes  suena  de  igual  suerte 
delante  de  otras  vocales,  sobre  todo  cuando  se  habla  en  tono 
muy  cariñoso  á  los  niños;  por  ejemplo:  maitia  «el  querido», 
ó  mejor,  el  «queridito»;  aita  «padre»,  ó  mejor,  «padrecito».  El 
uso  de  las  localidades  es  la  regla  de  este  sonido ,  que  no  es 
general  ni  obligatorio.  La  j^  explosiva  suena  del  modo  que 
indica  el  calificativo,  es  decir,  muy  fuerte  y  muy  breve, 
cuando  forma  parte  del  grupo  pr,  como  por  ejemplo:  pre- 
mian «en  necesidad');  este  sonido  no  es  obligatorio  en  nin- 
gún dialecto;  por  lo  tanto  hay  que  atender  al  lenguaje  de 
las  distintas  localidades. 

La  g  gutural  tiene  el  mismo  sonido  que  la  g  del  caste- 
llano en  las  silabas  «ga»,  «go»,  «gu».  La  g  suave  no  es  un  so- 
nido general,  sino   esporádico;    es  análogo  al  de  la  g  suave 


prolongarse  el  sonido  tanto  como  dure  la  emisión  de  la  voz.  Los  griegos  las  llamaban  emiphona 
ó  semi  vocales. 

4  Se  llaman  así  á  los  sonidos  que  resultan  del  frotamiento  del  aire  contra  las  paredes  da 
una  estrecha  abertura  de  la  cavidad  oral. 

5.  En  castellano  no  está  toimada  la  terminología  de  la  ling;iística;  la  patria  de  Hervas  sa 
ha  desentendido  durante  muchos  años  de  esta  iuteresautisiuua  rama  del  saber  humano.  A  fal- 
ta de  otro  término  más  castizo  é  igualmente  expresivo,  no  he  vacilado  en  adoptar  la  palabi'a 
francesa  chuintante  que  merece  mucho  el  último  calificativo. 

6  Como  la  característica  de  las  semi-vocales  consiste  en  ser  sonidos  que  pueden  pronun- 
ciarse solos  y  prolongarte  tanto  como  dure  la  emisíi^u  de  la  voz,  el  grupo  que  constituyen 
es  susceptible  de  mucha  mayor  amplitud  que  la  que  le  concedo  en  el  texto;  Y  otros  tratadiS' 
tas  se  la  dan,  según  sean  los  principios  en  que  fundan  su  clasificación. 


italiana,  pero  nn  poco  mojada;  es  un  sonido  semejante  al  de 
la  j  francesa,  pero  modiñcado  por  el  contacto  de  una  íZ, 
siendo  simple  y  no  compuesto^  el  sonido;  por  ejemplo:  en 
EsruNDJA  «esponja».^ 

La  (I  es  un  sonido  dental,  menos  fuerte  que  su  análogo 
castellano.  Pero  existe  otra  d  en  el  suletino  roncalús,  la  cual 
participa  de  los  sonidos  representados  por  la  d  ordinaria, 
la  r  y  la  /;  esporádicamente  se  halla  en  otros  dialectos  basco- 
españoles.  La  h  tiene  tres  sonidos;  uno,  explosivo  muy  mar- 
cado, delante  de  las  vocales  iniciales,  detrás  de  vi  y  en  el 
grupo  hr;  se  produce  separando  los  labios  inmediatamente 
después  de  haberse  estos  tocado;  otro,  labial  puro,  continuo, 
que  se  liga  perfectamente  al  sonido  siguiente,  como  en  las 
palabras  castellanas  «barato»,  «bolsa»,  «bulto»;  el  tercero  es, 
igualmente,  un  sonido  labial  muy  puro,  pero  muy  apagado  á 
la  vez,  una  verdadera  h  con  sordina,  que  se  aproxima  al  lo 
inglés.  Este  sonido  se  nota,  entre  otros  puntos,  en  Orozco 
(Bizcaya),  en  Barambio  (Alaba)  y  en  Arrayoz  del  Baztán 
(N  abarra) ." 

J,  H. 

La, y  es  un  sonido  dialectal,  que  se  pronuncia  en  el  fon- 
do de  la  garganta,  como  en  castellano.  Está  en  uso  en  toda 
Guipúzcoa,  en  la  Bizcaya  oriental  y  en  los  valles  de  la  re- 
gión noroeste  de  Nabarra,  así  como  en  Orozco  y  Puente  la 
Keina.  Los  Gramáticos  guipuzcoanos  (Larramendi,  Lardi- 
zábal)  opinan  que  en  lo  antiguo  este  sonido  no  existía  y  ca- 
lifican su  uso  de  defectuoso. 

Me  parece  que  esto  es  resolver  de  plano  una  cuestión 
dudosa  y  difícil.  A  mí  no  me  repugna  nada  ver  en  la  ¡  un 
sonido,  de  fihación  euskara;  el  que  solo  tenga  uso  en  deter- 
minada región  del  bascuence,  poco  significa;  otros  sonidos 
se  hallan  en  el  mismo  caso  y  nadie  ataca  su  oriundez 
Que  la  j  pasó  del  castellano  al  bascuence.  Eso  se   com- 


1  Bonaparto.  Le  Verbe  basque,  pAfi.  ;iO,  nota  C. 

2  Jíonaparte.  Le  Verbe  basque.  Alpluilxt. 


prendería  fácilmente  tratáncloRo  de  palal)ras  tomada??  de 
aquel  idioma,  pero  no  explica  como  el  primitivo  yan  «comer», 
se  pronuncia  ahora  jan.  Además,  tampoco  se  sabe  como 
apareció  laj  en  el  castellano. 

Se  ha  dicho  que  ese  sonido  procede  del  árabe,  pero  no  es 
exacto,  porque  la  aspirada  gutural  árabe  se  expresó  en  cas- 
tellano con  la  labial  /,  trocada  más  tarde  en  h.  ^  Y  esto  se 
explica  perfectamente.  El  sonido  predecesor  dela/no  era  una 
gutural,  sino  una  palatal,  pues  de  existir  la  primera  con  ella 
se  hubiese  expresado  lac/¿  del  gutural  árabe.  Tampoco  es  un 
sonido  de  origen  gótico;  el  gótico  carece  de  aspiradas  gutu- 
rales propias'' Antes  del  año  1501  las  aspiradas  guturales 
castellanas,  /',  g,  ó  x  eran  palatales,  como  lo  son  actualmen- 
te en  Portugal,  en  Clalicia,  en  Asturias  y  en  las  costas  del 
Este  de  España,  Las  causas  que  hayan  podido  influir  en  el 
cambio  de  estos  sonidos  permanecen  ignoradas.'^ 

Si  la  opinión  de  Larramendi  y  Lardizabal  acerca  de  la 
aparición  relativamente  moderna  en  el  bascuence  de  laj 
fuese  exacta,  y  la  época  coincidiese  con  la  de  la  trasforma- 
ción  de  las  palatales  castellanas  en  guturales,  podría  creerse 
que  la  misma  causa  produjo  ambas  clases  de  fenómenos.  Y 
si  se  probaba  que  la  j  euskara  fué  posterior  á  la  trasforma- 
ción  de  las  consonantes  castellanas,  el  parecer  de  la  impor- 
tación de  la  j  al  bascuence  tendría  un  nuevo  dato  en  que  apo- 
yarse. Pero  yo  creo  que  la  opinión  de  Delius  *  respecto  á  la 
improbabilidad  de  que  á  los  Árabes  se  deba  la  introducción 
de  la  particularidad  orgánica  productora  de  laj  castellana, 
es  aplicable,  y  con  mayor  razón ,  al  bascuence  respecto  de 
los  castellanos,  cuyo  lenguaje  ha  penetrado  en  el  país  basco 
por  inñltración  y  no  por  conquista.  Es  muy  extraño,  tam- 
bién, que  la  j  viva  únicamente  en  aquellos  dialectos  y  va- 
riedades que  no  están  en  contacto  inmediato  con  el  caste- 
llano. Yo,  por  lo  tanto,  estimo  que  la  j  del  bascuence  es  un 


1  Diez  Gram.  des  lang.  rom.  Tomo  t,  pág.  306. 

2  Diez.  Gram.  des  lan  rom.  Tomo  i,  pág.  345.— Delius,  según  Diez,  demostró  muy  bien 
cuan  poco  probable  es  que  los  conquistadores  árabes  hubiesen  podido  introducir  semejante 
parti;'.ilaridad  orgánica  precisamente  en  España,  y  uo  en  niní,'uno  de  los  países  en  que  se  esta- 
blecieron; por  ejemplo  en  Portugal. 

3  Diez.  Gram.  des  lang.  rom.  pág.  310  y  317. 
1    Veáse  la  nota  de  la  pág.  lli. 


-60- 

sonido  iiidígoiiiL.  Aliorii;  ¿pasó  del  eiiskaní  al  (;a.-^tellano?  He 
aquí  una  pregunta  <]ue  hoy  no  puedo  iiallar  cuin[)l¡da  res- 
puesta por  falta  de  datos. 

La  segunda  y  es  también  gutural,  pero  mucho  más  sorda 
que  la  anterior.  So  articula  aspirándola  ligeramente,  así  es 
que  constituye  la  transición  del  sonido  gutural  fuei'to  á  la 
aspirada  h.  Este  sonido  lo  he  oido  en  muy  diversa-s  locali- 
dades del  país  que  posee  la  7  fuerte;  en  Arbizu,  en  Urdiain, 
en  Olazagutia,  en  Bera  (en  las  palabras  jauna,  jaungoikoa), 
en  los  caseríos  inmediatos  á  San  Sebastián,  en  Zubieta,  La- 
sarte, Orio,  y  en  varios  pueblos  cercanos  á  Tólosa,  como 
Larraul,  Icasteguieta,  etc.  Suena  laj  sordamente  delante  de 
a  y  <?,  sobre  todo  si  estas  forman  parte  de  la  sílaba  inicial 
de  la  palabra  y  la  precedente  termina  también  en  vocal. 

La  li  es  un  sonido  aspirado,  como  el  de  las  lenguas  ger- 
mánicas, algo  más  pronunciado,  del  que  se  escucha  en  la 
palabra  francesa  «honte»  (vergüenza).  Es  un  sonido  per- 
teneciente á  los  dialectos  de  Francia  y  que  tampoco  se 
conserva  en  los  dialectos  del  país  basco-español  que  lin- 
güísticamente pertenecen  á  Francia.  En  España  se  oye  en 
Zugarramurdi  y  en  Alquordi,  barriada  de  Urdax.  Para  oirlo 
nuevamente  es  preciso  p;isar  la  frontera.  Como  dice  muy  bien 
el  Príncipe  Bonaparte,  el  país,  mejor  que  el  dialecto,  deter- 
mina la  ausencia  ó  presencia  de  la  li.  El  dialecto  labortano 
es,  de  todos  los  dia-lectos  de  Francia,  el  que  en  más  parca 
cantidad  posee  la  aspiración.  San  Juan  de  Luz,  Ciboure, 
Urrugne,  Behobia,  Hendaya  y  Biriatou  carecen  de  él.  Co- 
mienza á  dejarse  oirenAscain,  y  sobre  todo  en  Guethary 
y  Bidart.  Ese  sonido  afecta  una  tendencia  á  desaparecer, 
con  suma  lentitud,  del  labortano.  En  cambio,  el  suletino 
hace  grande  uso  de  la  aspirada.  ^ 

L,  LL,  7?,  J?,  M,  iV,  A\ 

La  /  suena  como  la  /  castellana;  la  //  lo  mismo;  la  /•  co- 
mo la  fuerte  castellana  inicial,  ó  la  doble  en  medio  de  dic- 


J    Bonaparte.   Le  vcrbe  basque,  púg.  XV.  nota  0. 


ción,  por  ejemplo  en  rosa,  carro,  rico,  torrente,  y  la  ?•  como 
su  análoga  castellana  en  caro,  verídico,  lüacentero. 

El  sonido  r  cuando  forma  parte  de  una  sílaba,  es  afecta- 
do por  la  consonante  que  la  sigue  ó  precede.  Si  esta  es  fuer- 
te, T  es  más  vibrante,  si  sorda,  más  apagada.  Por  ejemplo 
abre  (g)  «animaL)  S9  pronuncia  como  está  escrito,  pero  j^ri- 
mu  (s)  «heredero»  saena  como  si  se  escribiese  jwriynu.  Si  la 
h  no  fuese  continua,  GomoQnahr<\  contracción  de  abere,  si- 
no explosiva,  como  culambeo  (g)  <' niebla»,  la  vibración  más 
sonora  se  verificaría  igualmente.  Esta  diferencia  de  matiz 
de  la  T,  se  observa  en  todos  sus  contactos  con  los  sonidos 
que  se  desdoblan  en  fuertes  y  suaves,  c  jmo  J¿  y  g,  etc. 

La  m  es  un  sonido  labial  puro,  que  sj  pronuncia  sin  nin- 
gún rastro  de  explosión,  aproximando  suavemente  los  la- 
bios y  sin  interrumpir  la  emisión  del  hálito.  Es  por  lo  tanto, 
un  sonido  continuo.  La  n  representa  dos  sonidos.  El  uno, 
más  generahzado,  es  meramente  dental,  como  el  de  la  11  de 
«villano»,  «hermano»,  «serrano».  El  otro,  (juturado,  es  debido 
á  la  inmediación  posterior  de  los  sonidos  guturales  y  aspirados 
h,  g,  j,  /¿,  tal  como  se  oye  en  las  palabras  castellanas  tengoy 
brinco,  rango.  La  ñ  es  la  n  gutural,  modificada  por  la  apro- 
ximación de  la  lengua  al  paladar;  el  soplo  productor  del  so- 
nido es  impelido  á  la  nariz,  por  lo  que  esta  consonante  tie- 
ne un  carácter  nasal  muy  pronunciado. 

F,   CH,  S,  Ts,  Z.  Tz,  J. 

L /es  un  sonido  denti-labial,  idéntico  al  representado 
por  la  misma  letra  en  castellano.  Es  común  sentir  de  los 
euskaristas  que  la/  no  es  un  sonido  bascongado  originario. 
Pero  se  le  encuentra  en  los  libros  más  antiguos  impresosen 
bascuence,  y  particularmente  en  vocablos  tomados  de  las 
lenguas  románicas  y  del  latín.  Caso  raro;  algunos  neologis- 
mos que  en  su  forma  primitiva  carecían  de  /,  al  pasar  al 
bascuence,  la  adoptaron,  trasformando  para  ello  la  consonan- 
te correspondiente.  Por  ejemplo  FROGA  de  j;7-o6f¿.  (prueba), 
FERDE  de  verde,  foltsu  (1q¡ pulso}  El  Príncipe  Bonaparte  se 


1    Duvoisiu.    De  la  formation  des  noms  dans  la  lang'ie  basque  pág.  6. 


siente  inclinado  á  admitir  que  no  siempre  la/  hca  perteneci- 
do albasciience,  pero  recliaza  la  especie  de  que  sea  reciente 
su  importación,  fundándose  en  que  se  encuentra  en  los  mo- 
numentos y  reliíjuias  más  antiguas  del  euskara,  y  e¡i  (jiio 
todos  sus  dialectos  lo  usan  frecuentemente,  tanto  en  pala- 
bras de  origen  indígena  como  extranjero.  ^ 
¡f  ^1  sonido  palatal  cli  se  desdobla  en  dos;  uno  fuerte,  idén- 
tico al  castellano  de  cJiato,  JiiiicJiar,  JiacJia,  y  otro  idéntico 
al  francés  de  cJ¿at  (gato),  charmant  (encantador).  En  la  ch 
española,  la  parte  anterior  de  la  lengua  se  adhiere  á  la  bó- 
veda del  paladar  y  se  separa  bruscamente,  luego;  en  la  cli 
francesa  la  adherencia  de  la  lengua  no  es  cojnpleta  y  el  há- 
lito, desde  el  fondo  de  la  garganta,  sale  al  exterior  do^5lizán- 
dose  entre  el  paladar  y  la  lengua;  es,  por  lo  tanto,  un  ver- 
dadero sonido  soplante. 

El  sonido  s  es  triple;  uno,  propio  de  los  dialectos  basco- 
españoles,  mas  sibilante  qne  el  de  la  s  castellana;  otro  pro- 
pio de  los  dialectos  basco-franceses,  más  sibilante  aún  que 
la  s  basca  de  España,  y  que  frisa  casi  con  la  cli  francesa;  del 
tercero  hablaré  después. 

Ts  es  un  sonido  muy  característico  del  bascuence  y 
del  que  dá  una  grosera  idea  el  signo  qu3  lo  representa. 
Véase  que  es  un  sonido  sencillo  y  n:>  un  grupo  de  sonidos; 
es  decir,  que  no  está  compuesto  de  t-j-s,  sino  que  es  tn  to- 
do en  un  golpe.  A  falta  de  la  viva  voz,  no  me  parece  mala 
la  regla  práctica  de  pronunciación  que  se  encuentra  en  Lar- 
dizábal.^  Dice  que  las  dos  letras  del  grupo  gráfico  deben 
pronunciarse  juntas,  hiriéndolas  como  parte  de  bisílaba  si- 
guiente; u-tsa  «el  vacío»  y  no  ut-sa;  a-tso  «nniger  vieja»  y  no 
AT-so;  o-TSA  «el  ruido»  y  no  ot-sa. 

La  ¿'  es  un  sonido  semejante  á  la  llamada  s  dura  de  los 
Franceses,  y  que  se  aproxima  mucho  á  la -r  de  los  Andaluces. 
En  este  sonido  existen  varios  matices,  menos  difíciles  de 
ser  notados  por  el  oido,  que  explicados  por  la  pluma.  Algu- 
nas variedades  dialectales  tocan   en   las  fronteras    de  la  ¿■ 


1    Remarques,  ote.  píiK.  67. 

I    Gramática  Vascongada,  \^\\\i.  82. 


-G3- 

castellana,  que  es  sonido  embarazoso  y  sin  gracia  (por  ejem- 
plo en  el  Baztán;)  otras  lo  dulcifican  extraordinariamente, 
convirtiéndolo  en  un  sonido  sui  géneris  delicioso  al  oido  (por 
ejemplo,  en  la  costa  guipuzcoana  y  especialmente  en  Irún), 
y  otras  lo  acercan  tanto  á  la  s  castellana  (por  ejemplo,  en  la 
Merindad  de  Marquina  y  costa  deBizcaya),  que  los  escri- 
tores de  esa  región  lo  han  representado  con  la  ,s-  y  no  con  la  z. 

En  la  misma  relación  que  la  ts  está  con  la  s,  se  encuentra 
la  tz  con  la  z.  Téngase  presente,  para  su  pronunciación  apro- 
ximada, la  regla  de  Lardizábal.  Dígase  o-tza  «el  frió»  y  no 
OT-ZA,  A-Tzo  (utyero  y  no  at-zo.  El  tz  es  un  sonido  simple  co- 
mo el  ts. 

La  y  bizcaina,  sonido  propio  de  este  dialecto,  es  una  modi- 
ficación de  la  d,  la  cual  se  convierte  en  sonido  mojado  y  si- 
bilante.^ Se  la  encuentra  yá  en  Ondárrua  (primer  puerto 
de  Bizcaya,  siguiendo  la  costa  guipuzcoana)  y  continúa  por 
la  orilla  del  mar  hasta  Portugalete,  internándose  por  toda 
Eiz  íaya  puesto  que  en  Ochandiano  que  confina  con  Alaba, 
existe  también."  Hay  otro  sonido  chuintante  sordo,  al- 
go mojado,  que  en  esta  circunstancia  únicamente  se  diferen- 
cia de  la  y  francesa;  es  propio  del  suletino. 


S,  Z. 


El  tercer  sonido  de  la  s  pertenece  al  dialecto  suletino;  es 
muy  dulce  y  ocupa  un  lugar  intermedio  entre  la  ^  y  la  j 
francesas.^ 

El  dialecto  suletino  en  algunas  palabras  deja  oir  una  z 
igual  á  la  ^  francesa  de  zele  (celo),  zei^o  (cero).  En  Echarri- 
Aranaz,  Lizarrabengoa,  Lizarraga,  Arbizu,  y  acaso  en  otras 
localidades,  existe  una  z  esporádica,  cuyo  sonido  se  apro- 
xima al  de  la  z  suave  italiana.  ^ 


1    Bonaparte.  Lo  Verbe  basque.  Alphabet. 

2.  El  Príncipe  Bonaparte,  loe.  clt.,  pág.  ;J0  nota  G,  señala  el  principio  de  la  j  bizcaina  en 
Ii3'jncitio;  yo  la  he  oido  perfectamente  en  Ondnrroa  en  las  palabras  ndijo  «adiós»,  beqija  «el 
ojo»,  bizija  "ia  vida»  y  alRunas  otras.  Acaso  este  .sonido  sea  de  reciente  importsciúu  á  Oudarroa. 

a.    ]5ouaparte.  Le  Vcrbe  basqie.  Alphabct. 

1.    Bonaparte.  Le  Vcr!)e  basque.  Alpbabet  y  nota  2  de  la  pág.  12. 


-61- 


Y. 


La  //  representa  un  sonido  doble;  el  primero  puede  ser 
fuerte  ó  suave.  El  fuerte  es  propio  de  la  tj  eufónica  que  mu- 
chas variedades  del  bascuence  introducen  entre  el  artículo 
u  y  la  /  ñnal  de  una  palabra.  Por  ejemplo,  de  mendi  «monte» 
MENDIGA  «el  monte»;  de  aundi  «grande»,  aundi//a  «el  grande»; 
de  Eiuíi  «pueblo»  erri//a  «el  pueblo».  Esta  dureza  de  la  ¡j  se 
debe  á  que  la  emisión  del  sonido  parece  experimentar  una 
muy  ligorísima  pausa  al  llegar  á  la  ¿,  por  efecto  de  que  no 
se  establece  ligadura  entre  dicha  letra  y  la  siguiente  y.  Asi 
es  que  al  proseguir  la  fonación,  el  esfuerzo  que  requiere  re- 
cae sobre  la  y,  como  en  una  nota  stacatto.  L  i  y  es,  aun  en 
este  caso,  un  sonido  dulce  y  que  comunica  especial  gracejo 
al  habla  de  ciertas  localidades  (por  ejemplo,  Irún.) 

El  sonido  suave  de  la  y  se  escucha  en  todos  aquellos 
casos  en  que  lo  encontramos  ocupando  el  lugar  de  la  j  gui- 
puzcoana  ó  el  que  le  corresponde  con  arreglo  á  la  constitu- 
ción de  la  palabra. 

El  segundo  sonido  de  la  //  se  halla  en  el  sub -dialecto 
roncales;  es  una  consonante  derivada  de  la  ¿'  nasal,  de  valor 
intermediario  entre  la  h  y  la  //;  es  decir  que  es  una  nasal 
gutural  mojada.^ 

C— Sonidos  compuestos. 'y^'j  ^'"^^  ^[^^  ////,;""///,  j>h,  rh, 

\       rJir,  hl  y  ///. 

Estos  sonidos  corresponden  á  sus  simples,  de  los  que  se 
diferencian  nada  más  que  en  la  aspiración  con  que  se  pronun- 
cian. Como  que  no  liay  fusión  entre  los  dos  elementos  que 
les  componen,  ni  tampoco  puede  prolongarse  su  sonido  sin 
que  deje  de  oirse  el  primer  componente  del  grupo,  estos  so- 
nidos no  pueden  denominarse  con  propiedad  sino  dobles  ó 
compuestos.  Son  mucho  más  frecuentes  en  los  dialectos 
del  territorio  basco-francés. 


1    Uonaparto.  Le  Verbe  basque.  Aliihabot. 


II. 

El  insigne  Axúlar  en  el  prólogo  de  la  obra  maestra  do 
la  literatura  enskara  antigua  y  moderna,  al  referirse  á  la 
ortografía   bascongada    decía   lo   siguiente:   bada   eskiriba- 

TZEAZ  DENAZ  BEZAN  BATEAN   ERE   EZ  NAIZ    EGITEKO  GABE;    ZEKEN 

bada  hunetan  ere  dieferentzia.  batak  eskiribatzen  du  cka- 
Jiero,  bertzeak  fjeJiero;  batak  cuedea,  bertzeak  (jadea;  ba- 
tak icJUlic,  bertzeak,  igílic,  batak  lacJioa,  bertzeak,  ¡(tjua, 
BATAK  choil,  bertzeak  yo¿Z;  batak  heclio,  bertzeak  l-¿(-j();  v.^^- 
TAK  chucJien,  beet'aemí  jii gen.  eta   hunela   bada   bertzerik 

ERE  ZEMBAIT  HITZ,  BATAK  ETA  BERTZEAK,  NORK  BERE  HERRIKO  EDO 
ERRESUMAKO     ARAUAZ     DIFFERENTKI      ESKIRIBATZEN     BAITITUZTe/ 

Las  quejas  que  el  escritor  nabarro  profería  en  pleno  si- 
glo XVII,  no  hubier;t  dejado  de  exhalarlas,  auntjue  su  vida  se 
hubiese  prolongado  hasta  muy  cerca  de  nuestros  días.  En 
materia  de  ortografía  euskara,  ha  reinado  durante  mucho 
tiempo,  la  más  completa  anarquía.;  lo  menos  que  cada  escri- 
tor practicaba  era  trasladar  al  bascuence  las  reglas  ortográ- 
ñcas  corrientes  en  la  nacionalidad  á  que  su  Reino  ó  provin- 
cia pertenecía.  Así  veíase  escrito  houra  y  ura  «agua»,  gui- 
ZON  y  GiyoN  «hombre»,  sgUA  y  escqa  <da  mano»,  gnavar,  na- 
VAR  y  NABAR  «abigarrado»,  exe,  eche  «casa»,  etc.  Y  la  confu- 
sión subía  de  punto,  cuando  los  escritores  pretendían  repre- 
sentar gráficamente  todos  los  sonidos  del  euskara,  que  en- 
tonces ya  los  límites  ernn  los  que  cada  imaginación  tenía  á 
bien  señalarse,  dando  por  resultado,  que  como  ningún  es- 
critor hacía  escuela  ,  un  mismo  sonido  se  trascribiera  de 
tres  ó  cuatro  modos  diferentes. 

La  reforma  ha  venido  iniciada,  justo  es  confesarlo,  por 
los  escritores  franceses,  bascos  y  bascófilos.  El  Príncipe  Bo- 
naparte,  después  de  mejorarla,  ha  contribuido  mucho,   con 


1.  Geroko  gero,  pá^'.  xxi.  ed.  de  1804:  rjayoua. — «Yaun  para  unificar  la  ortografía  no  lio  de- 
jado de  tener  que  hacer,  porque  también  en  esto  hay  sus  diferencias.  Uno  escribe  chehero 
y  otro  GEHERo;  uno  chedea  y  otro  gedea;  uno  ichtlik,  otro  igilik;  uno  lachoa,  otro  lajoa; 
uno  CHOLL.  otro  joi^;  uno  kecho,  otro  ke.jo;  uno  ciicchicn,  otro  jugen.  Y  de  esta  suerte  hay 
también  otras  muchas  palabras  que  cada  cual  escribe  diversamente,  según  la  usanza  de  su 
pueblo  y  reino».  (Trad.  lib.) 


-G6- 


SUS  herniosos  trabajos  á  fíeneralizarla  y  acliiiiatavla.  En  Es- 
paña el  primero  que  llamó  la  atención  acerca  de  este  impor- 
tante punto,  fué  mi  respetable,  sabio  y  modesto  amigo  Mon- 
sieur  DuYoisin,  que  escribió  un  artículo  con  este  objeto  en 
la  llevinta  Etisl-ard  (de  Pam[)lona),  iiivilando  á  los  escri- 
tores basco-españoles  á  seguir  los  paso "  do  sus  hennanos 
los  basco-franceses.  El  famoso  Aizqi  íltel,  en  su  Diccionario 
basco-español,  escrito  hace  ya  bastantes  años,  adoptó  de  lle- 
no el  racional  sistema  ortográfico  moderno;  por  lo  tanto, 
la  actual  reforma,  que  ha  sido  criticada  por  muchos  apega- 
dos á  los  antiguos  y  viciosos  usos,  no  carece  de  respetables 
precedentes  en  este   lado  de  los  Pirineos. 

El  principio  en  que  vo  fundo  mi  trascriv)jión,  h  )7  adop- 
tada, con  ligeras  variantes,  por  la  mayoría  d3  los  modernos 
escritores,  es  el  que  informa  á  toda  ortografífi,  meriimsnte 
fonótica;  no  dar  á  un  solo  sonido  dos  signos  gráficos  y  rech  i- 
zar  los  caracteres  mudos.  El  principio  fonético  de  mi  tras- 
cripción no  es,  con  todo,  absoluto;  para  esto  sería  indispen- 
sable multiplicar  los  signos  gráficos.  El  Príncipe  Bonaparte, 
en  su  Verbo  bascongado  y  en  varios  de  los  textos  por  él  da- 
dos á  luz,  lo  llevó  hasta  sus  últimas  consecuencias,  indivi- 
dualizando gráficamente  cada  sonido,  poro  el  Príncipe  pro- 
seguía un  fin  científico  que  tiene  muchas  más  exigencias 
que  la  práctica  diaria  y  corriente  de  la  litenitura  privada  y 
púl)lica,y  disponía  de  medios  materiales  de  que  no  todas  las 
imprentas  pueden  disponer.  Como  observa  oportunamente 
Mr.  Van  Eys,^  los  Italianos  no  emplean  dos  signos  diversos, 
uno  para  la  z  fuerte  y  otro  para  la  z  dulce,  ni  los  franceses 
escriben  de  dos  maneras  la  e  en  la  palabra  ceritc,  auncpie  la 
segunda  tiene  un  s  )nid()  abierto  y  la  primera  uno  cerrado. 
Y  l(j  propio  sucede  en  otros  idiomas  igualmente  cultos.  Así 
es  que  por  donde  p  isan  ellos,  bien  podemos  seguir  nosotros. 
Mas  en  cuanto  á  la  confusión  de  trascribir  con  diversos  sig- 
nos un  mismo  soni  lo,  quede  para  siempre  desterrado. 

Lis  letras  que  pueden  representar  l;)s  sonidos  de  la 
lengua  euskara,  son  las  siguientes:  a,  /;,  iT/,  J,  /',  f/,  //,  /,./, 

1    Dictionnnire  bas'iic  franjáis,  iiúg.  XXI. 


/<",  I,  II,  m,  n,  ñ,  o,  ¡J,  r,  /•,  t,  i,  ts,  ii,  ii,  y,  zy  tz.  Respecto  de  la 
mayoría  de  ellos  nada  hay  que  advertir,  pues  valen  las  re- 
glas déla  ortografía  Ccistellana,  y  sobre  todo,  el  oido  indica 
cuando  deben  de  usarse. 

Desde  luego  se  notará  qne  del  alfabeto  anterior  falta^ 
varias  letras  que  figuran  en  el  castellano.  En  primer  lugar 
he  tachado  la  c,  porque  ese  sonido  no  existe  en  bascuence. 
Sin  embargo,  los  escritores  del  país  la  empleaban  en  lugar 
de  la  ,í,  en  los  casos  en  que  con  arreglo  á  los  preceptos  orto- 
gráficos castellanos  se  usa  dicha  letra  con  sonido  idéntico 
al  de  la  z,  es  decir,  delante  de  la  e  y  de  la  i\  por  ejemplo: 
ciclo  y  cciui.  Así  es  que  vemos  escritas  con  c  en  los  escrito- 
res euskaros  muchas  voces,  como  ceeua,  gucia,  ceeabillex, 
etc.,  que  deben  escribirse  con  z.  Yo  no  conservo  la  c,  más 
que  en  el  grupo  cli  y  así  desaparece  la  redundancia  que  se 
nota  en  la  ortografía  castellana  de  usar  dos  letras  para  el 
mismo  sonido,  como  se  ve  en  las  palabras  cielo  y  liecliizo. 
En  el  propio  defecto  incurrían  los  escritores  euskaros  que 
después  de  haber  escrito  con  c  las  palabras  arriba  citadas, 
usaban  de  la  z  en  otras  como  zuen,  p.ezela,  emazte,  etc., 
sin  más  reglas  que  el  capricho  ó  las  tomadas  de  la  ortogra- 
fía castellana. 

La  cli  en  mi  trascripción  representará  el  sonido  de  la 
chuintante  fuerte  y  el  de  la  suave,  el  de  la  cli  española  de 
«charanga»  y  el  de  la  ch  francesa  do  «chat»).  Los  escritores 
basco-franceses  suelen  destinguir  ambos  sonidos,  trascri- 
biendo con  tcli  la  fuerte  y  con  cJl  la  suave;  por  ejemplo: 
ETCHE  «casa»,  HECEíUPv  «hucso».  Sin  negar  las  ventajas  prácti- 
cas que  este  modo  de  escribir  pueda  traer  consigo,  no  lo 
admito,  porque  la  t  es  un  n:ioro  signo  diferenciador  que  ca- 
rece de  representación  fónica  y  hay  que  eliminar  los  carac- 
teres mudos.  Si  se  quiere  diferenciar  ambos  sonidos  de  la 
ch,  es  preferible  adoptar  cuakuiier  otro  signo;  el  del  Prínci- 
pe Bonaparte,  una  cli.  con  tilde. 

La  g  se  usará  para  marcar  los  sonidos  palatal  y  gutural 
de  la  muda  suave,  reservando  la  j  para  la  aspirada  gutural 
continua.  Este  signo  dará  lugar  á  las  combinaciones  ga,  ge, 
gi,  go,  gu,  sin  que  sea  necesaria  la  a  muda  que  en  castella- 


-08- 

no  se  introduce  á  ñn  de  ablandar  el  sonido  de  la  g  delante 
de  e  é  ¿,1o  cual  permite  escribir  con  notable  inconsecuencia 
gente,  gigante,  'pasaje,  gorjeo,  guijarro,  guerrero.  Por  lo  tan- 
to se  escrii)irá  gizon,  egin,  y  no  guizon,  eguin;  jende  y  no 
GENDE,  como  antes. 

La  h  en  los  dialectos  españoles  carece  de  representación 
fónica,  pero  sirve  para  distinguir  ciertas  palabras  lionióí'o- 
nas;  por  ejemplo;  nuiíA  «aquel»,  de  um  «agua»; 

La  /.:  en  mi  trascripción  sustituye  á  dos  letras  castella- 
nas, que  son  la  c  y  la  q,  empleadas  para  representar  un  solo 
sonido  gutural  fuerte  de  la  muda,  por  ejemplo:. en  querido  y 
caramba.  Siempre  que  en  nn  vocablo  euskaro  apare^íca  di- 
cho sonido,  se  representará  con  la  /.■,  escri])iendo,  por  ejem- 
plo: KENDU,  GAIZTAKERIA,  KATU,    JAINKOAK,    ctc,    y  UO  (¿UENDU, 

GAizTAQUERiA,  CATU,  JAiNCOAG  couio  lia  veuido  practicántlosc 
por  muchos  hasta  aliora. 

La  r  queda  dedicada  á  representar  el  sonido  de  la  vi- 
brante lengnal  suave,  idéntico  á  la  /•  castellana  do  caro,  qu'¿- 
rido  y  la  /•  el  de  la,  fuerte,  según  se  oye  en  rino,  rosa,  carro- 
za. La  variedad  que  la  ortografía  castellana  atribuye  á  la  r 
que  sola  suena  fuerte  á  principio  de  dicción,  ó  en  medio  de 
ella  si  la  palabra  es  compuesta  y  ya  no  suena  así  en  los  de- 
más casos,  de  no  venir  redoblada  (rr),  queda  sin  aplicación 
en  bascuence  una  vez  adoptado  el  signo  /' . 

Así  mismo,  no  hay  que  echar  mano  para  nada  de  la  v 
que  en  la  ortografía  del  castellano  representa  \\n  sonido 
desusado  hoy,  el  de  la  denti-labial  suave,  ó  media  /,  que  el 
francés  posee.  Dicho  sonido  no  existió  ni  ha  existido  nunca 
en  bascuence^  y  su  representación  granea  huelga  totalmen- 
te. Por  lo  tanto,  se  escribirá  correctamente  ecíieberuia  la 
casa  nueva'),  illun  vbaiuiean  «en  el  anoflijcoi"-),  beuotü  «calen- 


1  Siipuosta  la  oriundez  cuskara  do  vasco,  vascón,  Álava,  Navarrs,  Vijcaya,  os  un  contrasen- 
tido escribirlos  con  v  en  castellano,  cuya  ortografía  jiríisiinio  dn  otiniolóf^ica;  por  oso  yo  U>s  es- 
cribo y  escribirc  con  b,  basco,  b^sccn.  Alaba,  Nabatra,  Bizcayí,  luicntras  no  so  ino  jirucba  que  son 
palabras  do  orifíon  latino,  roniiinico  ó  de  lurliiiiiiT  otro  iüionia  oii  posiv  ion  de  v.  Los  nntiKUos 
oscritoi-üs  dol  país  no  usaban  do  la  v  sino  do  la  b,  aun  al  cscril  ir  la  palabra  Nal  ana  tpio  pa- 
roco  chocar  más,  escrita  do  esto  i'dtimo  modo.  Los  l'rancosos  han  >\C.o,  o\\  i)nito,  mi'is  vospotuo- 
sos  con  la  ctimolot,'ia,  oscribioii'lo  hizcayk,  iíasqiik.  poro  pecan  contra  la  cinsocncncia  escri- 
biendo, i'i  la  voz,  va;  (  ON,  navahuk,  etc.— I, a  oxitrpación  do  la  v  do  todo  non;bro  (pie  sea  bas- 
conj;ado  do  oritíon  y  de   uso,  dol)o  do  ser  completa;   nada  do   vkua,  vi:uoi/,  viíkuik,  iKN.Míne, 

OLAVK,  AllUOYAVK,   JUTNIVK,  VHA-ML'UOIA,  siuo  KKUA,  liKUOlZ,  l!l>:itl(l^,  ti:NAUHK,  OI^Anií,  OtC. 


-69- 


tar»  y  nunca  jamás  en  adelante  Echeverría,  illunavarrean 
YEROTU,  etc. 

La  X  tampoco  es  necesaria;  antiguamente  era  usada  con 
mucha  variedad,  en  sustitución  de  la  <?//,  tz,  ts. 

El  sistema  ortográfico  expuesto  ha  reunido  numerosos 
adeptos  en  el  país  basco- español  y  es  de  esiierar  que  antes 
de  mucho  tiempo,  todos  los  libros  que  se  imprímanse 
atemperarán  á  él. 

TTT. 

La  fonética  es  la  parte  de  la  Círaivática  que  estudia  los 
sonidos  de  una  lengua,  y  sus  modiíicaciones  y  trasforma- 
ciones.  El  teclado  fónico  varía  en  las  diversas  lenguas;  unas, 
por  ejemplo,  no  admiten  la  agrupación  de  vocales,  otras  re- 
chazan la  de  las  consonantes;  las  de  aquí  carecen  de  ciertos 
sonidos  sibilantes,  las  de  allá  de  otros  guturales.  Una  esté- 
tica inconsciente  preside  á  la  distribución  de  los  sonidos 
en  cada  idioma  particular,  produciendo  combinaciones  ca- 
racterísticas y  propias;  así  es  que  cuando  una  lengua  se  apro- 
pia una  palabra  de  otra,  modifíca  los  elementos  fonéticos 
de  que  se  compone  para  ponerlos  de  acuerdo  con  los  que 
ella  misma  usa.  La  asimilación  de  alimentos  en  los  orga- 
nismos, únicamente  se  verifica  mediante  una  serie  de  tras- 
formaciones.  La  palabra  francesa  Jiauthois,  se  ha  convertido 
en  la  castellana  o/.'.Qr';  la  palabra  castellana  hacanea,  en  haque- 
iiée;  la  palabra  \iíúmiv<i  fantaccino,  en  la  fnmcesíi fantassin; 
la  palabra  castellana  coinadre,  en  la  euskara  komai;  la  lati- 
na ahhas,  en  la  euskara  avaiz,  etc.  Es  decir,  que  la  estática 
y  la  dinámica  de  los  sonidos  de  un  idioma  están  sujetas  á 
reglas  y  principios;  estos  constituyen  el  sistema  fonético 
del  mismo. 

Desde  luego  se  comprende  la  importancia  que  esta  par- 
te de  la  gramática  tiene.  Mr.  Breal  en  su  Ii/troduccióii  al 
segundo  tomo  de  la  Gramática  comj^arrda  de  las  lenguas 
indo-eiiroiieas  de  Bopp,  dice  perfectamente:  «Las  reglas  de 


'        -70  - 

Innótica  se  h;ir;iii  iiiás  necesarias  aún  en  el  estudio  liis- 
tórico  (le  una  lengua,  si  e^ta,  en  vez  de  liaber  llegado  hasta 
nosotros  bajo  una  forma  única,  como  lia  sucedido  con  el  la- 
tín, está  representada  por  diferentes  dialectos....  Que  el 
gramático  franquee  los  límites  de  un  corto  período  de  tiem- 
po, ó  que  extienda  su  vista  más  allá  de  un  cierto  dialecto,  y 
enseguida  se  verá  arrastrado  al  e?tu,lio  de  la^  leyes  fónicas). 

La  fonética  se  funda  en  la  observación  y  en  la  experien- 
cia; recoge  hechos,  los  compara,  los  clasifica,  deduce  de  ellos 
leyes  y  las  aplica  á  un  número  creciente  de  casos,  obte- 
niendo de  esta  manera  la  confirmación  de  los  resultados 
obtenidos.  La  fonética  es  el  inapreciable  instrumento  que 
permite  establecer  el  parentesco  de  las  lenguas,  y  recons- 
truir sus  formas  primitivas.^  Según  dice  el  mismo  Mr.  Breal 
(da  fonética  nos  permite  aproximir  lo  que  en  apariencia  es 
distinto,  de  igual  manera  que  nos  obliga  á  separar  lo  que 
á  primera  vista  parece  idéntico.  Guiada  por  ella,  la  etimo- 
logía no  esta  ya  obligada  á  confiar  en  analogías  falaces  de 
sonido  ó  significado.» 

En  esa  clase  de  investigaciones  históricas  en  que  no  S3 
dispone  de  más  medio  que  del  idioma  del  pueblo  ó  raza  que 
se  estudia,  porque  los  demás  documentos,  si  acaso  existie- 
ron alguna  vez,  se  perdieron  para  siempre  en  el  trascurso 
de  los  tiempos,  la  utilidad  do  la  fonética  es  innegable.  To- 
das esas  polémicas,  tan  apasionadas,  á  veces,  á  que  dieron, 
origen,  sobre  todo  en  estos  últimos  tiempos,  las  etimologías 
euskaro-ibéricas  de  Humboldt,  polémicas  que  engendraron 
audaces  y  livianas  negaciones ,  proclamadas  en  nombre  de 
la  ciencia  moderna  y  positiva,  por  los  que  quieren  hacer  d^ 
los  Bascos  una  tribu  pirenaica  «sin  originalidad  social,  sin 
nacionalidad  política»,  (!)  sin  antepasados  históricos,  aislada, 
solitaria,  arrastrada  por  las  aguas  de  las  civilizaciones  ex- 
tranjeras, como  los  troncos  de  árbol  por  los  ríos  de  las  mon- 
tañas, no  recibirán  una  solución  inapelable,  mientras  no  so 
funden  los  argum?ntos  en   la    fonética  euskara,  cuidado^^a- 


1    VeáHc  AVliituoy.  La  Vio  dii  langage,  puf:.  02 


nion("o  ostudiíidíi  on  los  dialectos,  sii])-flialectos  _y  varieda- 
des del  bascuence/ 

Todas  las  alteraciones  fonéticas  que  pnede  siifíir  una 
palabra  están  reducidas,  en  suma,  á  suprimir,  intercalar  y 
permutar  sonidos.  En  el  euskara,  estudiaremos,  pues,  los 
fenómenos  siguientes: 

Permutación  de  vocales. 

Elisión  de  vocales. 

Permutación  do  consonantes. 

Elisión  de  consonantes. 

Letras  de  ligadura  (intercalación  de  vocales). 

Letras  epentéticas  (intercalación  de  vocales  y  conso- 
nantes. 

Letras  eufónicas  (intercalación  de  consonantes.) 

Contracciones  (elisión  de  vocales  y  consonantes). 

Convergencia  de  alteraciones  fonéticas. 

(n.) 

Es  imposible  formular  bo}^  todas  las  leyes  fonéticas  de 
la  lengua  euskara  y  aún  acaso,  pretender  que  las  que  se  for- 
mulen obtengan  la  nota  de  irrevocables  y  delinitivas.  Algu- 
nos dialectos  y  sub-dialectos  son  poco  conocidos,  y  sucede 
amenudo,  que  lo  que  parece  regla  general  estudiando  dos  ó 
tres  de  ellos,  queda  reducido  casi  á  excepción  después  de 
examinados  los  demás. 

La  mayor  parte  de  las  leyes  fonéticas  se  cumplen  con 
más  regularidad  en  el  lenguaje  vulgar  que  en  el  literario, 
pues  éste  propende  á  conservar  la  forma  original  y  etimoló- 
gica de  las  palabras.  Así,  por  ejemplo,  el  guipuzcoano  lite- 
rario escribirá  maitca  «el  querido»,  mientras  que  en  la  ma- 
yor parte  de  los  pueblos  de  Guipúzcoa  se  oirá  pronunciar, 
vulgar  j  corrientemente,   mait¿a.  Como  que  la  forma  inde- 


1.  El  Sr.  Tubiuo  es  iiu  bueu  ejemplo  de  lo  que  afii*mo  en  el  texto.  En  su  curioso  folleto 
titulado  «1.0S  aborígenes  ibéricos,  ó  ¡03  beréberes  cr.  la  Peninsula»,  ptig.  156  y  siguientes  combate, 
fi^'iiion  lo  á  JVIr.  Van  Eys,  según  dice,  algunas  de  las  etimologías  cuskaro-ibéricas  de  Humboldt. 
Do  liabísr  conocido  la  fonética  euskara  el  Sr.  Tubino  no  hubiese  negado,  por  ejemplo,  la  per- 
initaí'.ión  de  r  en  I  y  por  tanto,  la  jn-obable  filiación  bascougada  de  los  nombres  geográficos 
antiguos  de  España.  Iria  Flavia,  Uriuní,  Ulia,  Illa,  Harcuris,  lligor,  líiberis,  etc. 


-72- 


jliiida  (lo  este  adjetivo  es  mmtp.  «juerido»,  es  iiidiida])le  que 
la  forma  pura  y  correcta,  etiiii;)lógicaiiieiite  hablando,  es 
i\[\ití'a;  })ero  el  pueblo  obedece,  al  realizar  esa  trasfornia- 
ción,  al  inrtujo  de  la  ley  de  la  annonía  de  las  vocales,  la 
cual,  como  toda  ley  fonética,  es  una  fuerza  espontánea  que 
ol)ra  sobre  el  idionia,'  trasformándolo  á  la  larga,  sobre  todo, 
si  no  hay  literatura  que  fije  y  conserve  las  formas  primiti- 
vas. Así  es  que,  las  leyes  fonéticas  generales  del  euskara, 
solamente  se  conocerán  el  día  eu  que  después  de  reunidas 
las  fomias  literarias  tengamos  las  que  les  corresponden  en 
el  lenguaje  vulgar. 

Las  letras  terminativas  de  las  palabras  bascongadas  son 
diez  y  seis;  las  vocales  a,  r,  /,  o,  u  y  il  y  las  consonantes 
rJi,  /,  II,  r,  s,  t,  fs,  tz  y  z,  y  la  som i-vocal  y. 

Las  palabras  puramente  euskaras  no  comienzan  con  r; 
en  las  tomadas  de  otras  lenguas  se  introdnce  una  e  ó  a  pros- 
tética. Por  ejemplo  ^ííege  «rey»,  ^íiegiñi  «reina»,  «razoya 
«razón».  El  roncales,  no  obstante,  se  abstiene  de  la  prosté- 
tica en  las  palabras  de  origen  románico.  Se  debe  esto,  sin 
duda,  á  la  inñuencia  del  castellano,  con  el  cual  se  halla  en 
contacto  inmediato  el  roncales. 

La  lengua  euskara  en  su  origen,  ú  por  mejor  decir,  en 
época  relativamente  antigua,  debía  de  tener  marcada  repug- 
nancia á  las  consonantes  dobles  iniciales.  El  latín  crux  pro- 
dujo el  euskaio  k?/rutze  «gbuz»;  el  castellano  cristiano,  el 
euskaro  g/ristino.  Hoy,  efecto,  sin  duda,  del  mayor  comercio 
de  la  vida,  la  repngnancia  señalada  ha  disminuido  en  la 
misma  proporción  en  que  ha  aumentado  la  costumbre  de 
los  oidos  bascongados  de  percibir  esa  clase  de  sonidos.  Así, 
por  ejemplo,  los  bascos  del  día,  de  la  palabra  castellana 
fraile  han  formado  la  euskara  pralle;  en  tiempos  pasados 
la  forma  más  correcta  hubiese  sido  iv/iialle. 

El  euskara  es,  en  general,  opuesto  al  hiato,  ó  sea,  al 
choque  de  vocales.  Y  digo,  en  general,  porque  algunos  dia- 
lectos, especialmente  el  bizcaino,  lo  admiten  sin  diri(Mdta<l. 
Pero  los  demás  recurren  en  nnichos  casos,  para  evitarlo,  á 
la  interposición  de  letras  eufónicas,  y  en  los  restantes  á  la 
elisión  de  una  de  las  vocales. 


-7:í- 


La  comparación  del  léxico  de  los  diferentes  dialectos 
permite  asegurar  que  el  hiato  es  debido  á  la  supresión  de 
una  consonante,  y  que  el  bascuence  en  sus  formas  puras  ó 
primitivas  rechaza  el  choque  de  vocales.  Por  eso,  al  lado  de 
la  forma  hiatada,  que  es  una  forma  degenerada^  se  encuen- 
tra, muy  amenudo,  en  otro  dialecto  ó  variedad,  la  forma 
prñnitiva,  sin  hiato.  Las  consonantes  cuya  desaparición  pro- 
duce más  frecuentemente  el  hiato  son;  la  li  y  la  r.  Véase, 
en  prueba  ele  ello,  los  siguientes  ejemplos.  Formas  puras 
z\k\n  (1)  «viejo»,  na//,as  (1),  «mezcla,  confusión»,  le/¿engo  (1) 
«de  antes >,  meAe  «delgado»,  ArABERA  (1)  «según»,  BArAizuRi 
(g)  «ajo»,  iK\rATU  (g)  «temblar».  Formas  alteradas;  zaar  (b), 

NAAS  (b),  LEENGO  (b),  MEE  (b) ,  AABEKA  (s) ,  BAACHURI  (s), 

IKAATU  (b).  El  hiato  que  en  el  dialecto  guipuzcoano  resulta- 
ría de  la  desaparición  de  la  Ji,  se  evita  elidiendo  una  de  las 
vocales.  Por  ejemplo  zar,  ñas,  me,  etc. 

El  euskara  no  admite  grupos  de  consonantes  formando 
una  misma  sílal)a,  cuando  ésta  resulta  de  la  aglutinación 
de  un  sutijo  al  nombre.  Por  eso  no  dice  bate  (forma  activa 
indefiaida  de  bat  «uno»),  ni  lank  (activo  indefinido  de  lan 
«trabajo»),  ni  zeink  (forma  activa  de  zein  «cual»),  sino  batck, 
LANí^K,  zEiNó'K,  cou  e  de  ligadura. 

Pero  esto  de  ninguna  manera  quiere  decir  que  pueda 
admitirse  sin  grandes  restricciones  lo  que  Mr.  Vinson  afir- 
ma respecto  á  una  supuesta  repugnancia  del  euskara  al 
agrupamiento  de  consonantes.  «Todo  lo  que  se  conoce  de 
bascuence  antiguo  y  moderno  presenta  muy  amenudo  (sin 
hal)lar  de  rtz,  rtz,  st,  etc.,  en  los  monosílabos  intz,  ortz, 
BOST»  rocío,  «diente»,  «cinco»),  grupos  tales  como  br,  j^r,  gr, 
]¿r,  y  aun  ^r,  slir,  tsr,  chr,  nr  en  ciertos  dialectos,  que  no 
pueden  haber  tomado  los  cinco  últimos  ni  al  español,  ni  al 
gascón,  ni  al  francés.^  El  verbo  salacenco  y  el  roncales  nos 
proporcionan  numerosas  flexiones  para  ejemplo;  zra,  dra, 
zradie,  zrei,  ztiiia,  tzii,  tzeí,  tzayan,  droJie,  drohezu,  droheh, 
nrolcezii,  nroJís,  nroJcezeí,  zrozJce,  zéie,  ztei,  zrozJiei,  etc.  Igual- 
mente carece  del  carácter  de  general  la   regla   de  fonética 


1    Remarques,  etc.,  p'igs.  6  y  7. 


-71- 


euskara  que  el  mismo  AIi-.  Vinsoii  foriiiiiLi,  diciendo  (|ue 
z-\-z  se  trasforma  en  tz.  Las  frases  ez  zahaldii,  haz  zazii  y 
otras  muchas  <{iTe  pudieran  citarse,  restringen  considerable- 
mente el  alcance  del  principio  sentado  por  Mr.  Vinson.-^ 
Más  adelante,  al  ocuparnos  de  las  formas  negativas  de  las 
flexiones  verbales,  nos  ocuparemos  en  esto. 

Una  consonante  fuerte  colocada  al  final  de  una  pala- 
bra, al  tropezar  con  una  consonante  suave  que  sea  inicial 
de  la  palabra  siguiente  se  elide,  tornándose  dura  la  suave. 
Esta  regla,  aunque  de  frecuente  aplicación,  no  es  tampoco 
obligatoria  en  absoluto.  Por  ejemplo  onaZera  «somos  los 
buenos»,  en  vez  de  ona/i-  ^era;  echeraZazin  «vamos  á  casa», 
en  vez  de  echera/  í/azin. 

Las  dos  explosivas  fuertes  I-  y  t  no  se  siguen  nunca.  Su 
choque  se  evita  mediante  la  elisión  ó  las  letras  de  ligadura. 
Así,  por  ejemplo,  haMde  «compañero»,  de  hat-lcide. 

La  -?' cambia  amenudo  la  z  subsiguiente  en  t.  Por  ejem- 
plo, etzuen  «no  lo  tenía» ,  en  vez  de  ez  ■\- zuen;  etzera  «no 
eres»,  en  vez  de  ez-X-zercv,  etzan  «no  era»,  en  vez  de 
ez  '-j-  zan. 

La  z  endurece  normalmente  á  la  d  y  g  que  le  si- 
guen en  una  palabra  distinta,  cuando  la  tendencia,  marca- 
dísima á  la  contracción,  del  lenguaje  hablado  ,  hace  de 
ambas  una  sola.  Por  ejemplo  Ezfu  «no  lo  tiene»,  en  vez  de 
EZ  Du;  janezAero  «después  de  comer»,  en  vez  de  janez  <7Ero; 
EztezAKET  «no  lo  puodo»,  en  vez  de  ez  cZezaket. 

Mr.  Van  Eys  en  la  introducción  á  su  Diccionario  hasco- 
f ranees  ])ú\\\QYO,  y  en  su  Gramátiea  comparada,  ^i^.  ^\, 
después,  tomando  pié,  sin  duda,  del  hecho  fonético  de  que 
los  nombres  verbales  guipuzcoanos  terminados  en  n,  al  re- 
cibir el  sufijo  local  /.o,  con  el  que  se  forma  el  futuro  de  la 
conjugación  perifrástica,  lo  cambian  en  70,  estableció  como 
regía  general  y  absoluta  del  euskara ,  que  n  y  /<•  no  pueden 
seguirse,  y  que  por  lo  tanto,  la  n  obliga  siempre  á  la  pernui- 
tación  de  /."  en  g.  Verdad  es  que  este  fenómeno  tiene  lugar 
en  varios  casos  en  el  dialecto  gaipuzcoano  y  en  otros,  pero 


2    lionni'aitü.  Remarques,  ytc,  \,m'¿ 


-75- 


no  Gíí  menos  cierto,  también,  que  en  ninguno  delo^  dialectos 
se  aplica  la  regla  de  una  manera  absoluta ,  ni  mucho  me- 
nos, y  que  por  lo  tanto  no  puede  cuadrarle  el  calificativo 
de  regla  general.  Lo  que  sí  tiene  carácter  más  universal  es 
que  n-lx  no  pueden  formar  parte  de  una  misma  sílaba,  exi- 
giendo su  contacto  letras  de  ligadura.  El  Príncipe  Bona- 
parte  en  su  Yerbo  bascongado  nos  ha  dado  á  conocer  el  he- 
cho de  que  en  Puente  la  Reina  (Nabarra),se  formaba  el  fu- 
turo en  /.-o,  aunque  el  nombre  verbal  terminase  en  n.  Por 
ejemplo  de  jan  «comer»,  janA'o  y  no  janí/o;  de  eman  «dar», 
EMÍ.N.VO  y  no  EMANí/o  como  en  el  dialecto  guipuzcoano.  La 
com  )ati!nl!dal  de  n  y  J¿  es  un  hecho  que  no  admite  dudas. 
Así  lo  prueban  los  siguientes  ejemplos:  hunZitü  (bn)  «to- 
car»; HBRRüN/tA  (1)  «rango,  orden»;  saun/^e  (b)  «ladrido»;  tin/jo 
(1)  «comprimido»;  egün/ja  (bn)  «día  por  día»;  eten/jor  (bn) 
«rompible»;  kürrin/ja  (bn)  «gruñido  del  cerdo»;  chinA-a  (bn) 
«mil  humor»;  kaer\n/<'A  (1)  «chirrido);  kon/vOR  (1)  «jorobado»; 
labeinZ-eri  (g)  «seducción»;  lan/,'ide  (1)  «compañero»;  minA;or 
(1)  «amargamente»;  ohoinA-eri  (1)  «latrocinio»;  samin/.-iro  (g) 
«amirgamente»;  soinka  (bn)  «á  espaldas»;  tanka  (bn)  «ruido 
del  choque  de  dos  cuerpos  duros»;  trenkatü  (bn)  «romper»; 
TRiNxo  (bn)  «espeso»;  zanko  (g)  «pantorrilla»;  zínka  (bn)  «gri- 
to de  alegría»;  zinkuri  (bn)  «marmullo  quejumbroso»;  aeinki 
(1)  «ligeramente»;  arronki  (i)  «sobriamente»;  bakanki  (1)  «es- 
casamente»; BARDiNKi  (1)  «igualmente»;  errenkura  (1)  «in- 
quietud»; JAINKO  (1)  «Dios»;  zuzENKL  (g)  «justamente»;  jinko- 
LLO  (s)  «mariposa»;  vonki  (bn)  «bien,  buenamente»  En  suma; 
la  ley  fonética  de  Mr.  Van  Eys  queda  en  pié  solo  para  la 
formación  del  futuro  en  los  dialectos  que  se  valen  del  sufijo 
lo,  sin  que  e-íto  quiera  decir  que  fuera  imposible  ó  difícil 
hallar  excepciones  como  la  de  Puente  la  Keina. 

Otra  regla  de  Mr.  Van  Eys  que  tampoco  puede  admi- 
tirse con  la  generalidad  que  le  atribuye.  Dice  este  escritor 
que  delante  de  la  Je  desaparece  la  7i.  Mr.  Duvoisin  al  hacer 
la  critica  del  Erisaijo  de  gramática  hascoiígada  escrito  por  el 
euskarizante  holandés,  dijo  que  dicha  eliminación  eufónica 
era  una  excepción  y  no  una  regla  general.  Así  de  min  «vivo», 
se  forma  mtnki   «vivamente»,  y  no   miki;   de  ehun  «cien», 


-70- 

EHUNKA  «á  cientoa»  y  no  ehuka,  etc.  Esto  no  impido  que  la 
observación  de  Mr.  Van  Eys  sea  exacta:  lo  que  yo  niego  es 
su  carácter  de  general. 

La  ,r,  s,  ts  poseen  la  propiedad  de  cambiar  la  t.z  que  las 
sigue  inmediatamente,  en  t.  Por  esta  razón  el  nombre  ver- 
tal  definido,  el  cual  se  obtiene  mudando  la  vocal  final  ó  la 
última  silaba  del  indefinido  en  fzea,  sustituye  esta  sílaba 
con  tea,  que  es  la  reservada  á  los  indefinidos  acabados  en 
consonante,  siempre  que  aquellas  precedan  á  la  vocal  final 
que  se  elide.  Por  ejemplo  azi  no  hace  aztzea  «el  criar»,  sino 
aztea;  ni  onetsi  hace  onestzea  «el  parecer  bien»,  sino  ones- 
TEA,  ni  iKusí  hace  ikustzea  «el  ver»,  sino  ikustea. 

En  opinión  de  varios  tratadistas,  la  »  delante  de  las  la- 
•  biales  &  y  j)  se  convierte  en  m.  Por  ejemplo  no/^/bait  de 
N071-BAIT;  ME?;¿PE  de  me;¿pe.  El  Príncipe  Bonaparte  á  quien 
sometí  esta  cuestión  se  declaró  partidario  de  la  opinión  co- 
rriente. No  obstante  la  grande  autoridad  que  para  mí  tiene 
el  parecer  del  insigne  bascófilo  francés,  á  quien,  sin  ofensa 
de  nadie,  hay  que  tener  por  el  más  conoceder  de  los  hechos 
del  euskara  entre  todos  les  que  nos  dedicamos  á  su  estudio, 
yo  no  admito  esta  permutación.  Creo  que  el  hecho  es  cier- 
to, pero  cierto  ortográficamente  hablando,  pues  los  escrito- 
res basco-españoles  se  atienen  á  una  regla  de  la  ortografía 
castellana  que  exige  el  uso  de  la  m,  delante  de  &  y  2^',  pero 
en  cuanto  al  hecho  fonético  en  sí ,  tengo  para  mí  que  no 
es  exacto.  Yo,  al  menos,  no  he  conseguido  notar  diferencia 
en  la  pronunciación  de  la  n,  según  vaya  seguida  ó  no  de  las 
mencionadas  labiales  ó  de  otras  letras.^ 


1  El  Principo  Bonapavto,  on  una  Carta  lingüística  <iuo  mo  diiigii')  y  contenía  una  critica 
(le  la  etimología  do  la  palabra  ig'zki  «sol»  (piü  yo  publiqur  en  la  rovista  Euskalerria  ilo  San  So- 
bastián,  y  otras  obsorvacionos  críticas  sufíoriilas  por  mi  Ensayo  acerca  de  las  leyes  fonéticas, 
carta  linjíuística  ijuo  vio  la  \\va  cu  el  número  110  rto  la  citada  Uevista,  insistió  niunamontt»  on 
la  trasformacii'in  do  n  on  m,  aunquo  añadiondo,  con  osa  modestia  que  os  patrimonio  do  la  cien- 
cia vordadora:  «Con  todo,  no  mo  ati'ovo  á  ai;egnrar  quo  la  ra/.ún  no  osté  do  parto  dol  Sr.  C'am- 
pión,  porque  en  cuestión  do  sonidos,  cada  fonetista  debo  de  so.tíuir  á  «n  oido,  pero  me  paroco 
que  para  ol  (pío  admítalas  dos  n  (dental  y  fíutural)  la  existencia  do  la  n  sonando  unas  voces 
como  n  dental  y  otras  como  m  no  pueilo  ponerse  en  duda". 

El  Priuiiipo  lioniiparto  distins;uo  cuidadosamento  el  sonido  m  labial,  la  n  dental  do  «mano» 
y  la  n  gutural  do  «vengo».  Kste  doblo  sonido  de  la  n  so  dolió  á  la  clase  do  consonante  que  la 
fiigno;  8i  estaos  gutural  no  nasal,  y  no  permite  una  poqueíia  pausa  entre  andms.  la  n  os  gutu- 
ral tambií'in;  por  ojemplo  «granguardia»,  «gran  cai)itau>;  si  no  lo  os,  la  n  conserva  ol  sonido  den- 
tal. Pero  si  la  n  precede  ú  nua  labial,  toma  ol  sonido  do  la  ni  entro  los  castellanos  y  entre  los 
l)aHconga<los,  también.  Así  os  quo  «pamiiorcino»  y  «pan  porcino»  y  oyan  buru  y  oyamburii  suenivu 
tomo  si  tuviesen  m  on  los  dos  casos. 


-  77- 

La  11  delante  de  r  y  de  I  se  elide  muy  ameniido.  Así, 
por  ejemplo,  se  dice  noe.\  «á  donde»,  compuesto  de  no/í-ka; 
NORONZ  «hacia  donde»,  de  no«-eonz;  zuela  «que  lo  tenía»,  de 
zue/¿-la;  dezala  «lo  tengo»,  de  deza7¿la.  A  veces  la  intercala- 
ción de  las  vocales  de  ligadura  aje  hace  innecesaria  la  eli- 
sión. La  n  posee  también  la  propiedad  de  producir  en  mu- 
chos casos  la  debilitación  de  las  explosivas  fuertes  h  y  t. 
Por  ejemplo,  JANí/o  «de  comer»,  y  no  janA'o;  esan^/o  «de  decir», 
y  no  esan/í;o;  emen<:Zik  «de  aquí»,  y  no  emenz^uí. 

La  forma  causativa  en  el  verbo  es  peculiar  de  los  dialec- 
tos labortano  y  suletino.  Se  obtiene  anteponiendo  á  la  for- 
ma capital  el  monosílabo  bai.  ó  BEI  «Jí).  La  adjunción  de 
esta  palabra  ocasiona  fenómenos  fonéticos  constantes.  La  d 
inicial  de  la  llexión  verbal  se  cambia  on  í,  la  g  en  h  y  la  ^ 
en  tz;  es  decir,  que  la  palabra  bai  posee  la  propiedad  de  en- 
durecer á  las  consonantes  mencionadas;  de  diee  (1)  «ellos 
son»,  se  forma  baitiee;  de  gütíí  (s)  «él  nos  ha»,  beikíítü;  de 
ZEN  (1)  «él  era»,  baitzen.  En  suletino  hay  que  notar,  asimis- 
mo, otra  particularidad;  la  i  final  de  bei  se  elide  delante  de 
la  vocal,  de  la  r  ó  de  la  n  iniciales  de  la  flexión.  Por  ejem- 
plo AiGu  (s)  «nosotros  te  tenemos»,  hace  behaigu  (con  inter- 
pelación de  Ji);  LUKE  (s)  «él  lo  habría»,  hace  belüke;  niz  (s) 
«yo  soy»,  hace  beniz.^ 

La  adjunción  del  adverbio  de  negación  ez  á  las  flexiones 
verbales,  produce  en  estos,  alteraciones  morfológicas  que 
dan  nacimiento  á  verdaderas  formas  verbales  negativas. 
Estas  alteraciones  se  reducen  á  lo  siguiente:  la  b  se  trasfor- 
ma  en  79,  la  d  en  t,  la  g  en  J¿  y  la  z  en  tz.  En  este  último 
caso  la  z  de  cz  se  elimina. 

Estas  reglas  son  generales  para  todos  los  dialectos,  pero 
no  son  obligatorias  en  bizcaino  y  guipuzcoano.  La  forma 
negativa  de  bilu  (1)  «si  él  lo  hubiese»,  es  ez|>alu;  la  de  gutu 


Aquí  me  aparto  del  Príncipe;  estoy  convencido  do  que  la  n  bascongada  no  sonará  gutural- 
nionto  delante  de  las  labiales  b  y  p,  pero  uo  encuentro  que  se  torno  en  labial,  sino  que  segui- 
rá si  jndo  dental.  En  el  mismo  ejemplo  castellano  del  Príncipe  es  posible  marcar  una  diferencia 
entre  «pan  porcinos  y  «¡lamporoino),  aunque  so  escriban  juntas  ambas  ijalabras,  «i)anporcino». 
Paos  bien,  lo  que  es  ;)as¡l)le  en  castellano,  que  es  lengua  que  admito  la  trasformación  do  n  en 
m,  en  las  eonalicioiiu;:;  dichas,  os  un  liecíio  en  bascu'enue,  y  á  mis  oidos  oYArBUEU  suena 
así,  y  no  OYAmBuut'. 

1    Bonaparte.  Le  Verbe  basque,  púg.  7. 


(s)  «él  nos  ha»,  os  ez/  utu;  la  de  zer\  (g)  es  eízera.  La  forma 
negativa  es  más  común  en  el  lenguaje  hablando  que  en  el 
literario;  pero  en  ambos  puede  muy  bien  deeirso,  y  se  dice 
frecuentemente,  ez  zeua,  ez  balu,  etc.  En  este  caso  hay 
frase  negativa,  pero  no  forma  verbid  negativa.^ 

El  bascnence  es  refractario  á  la  reiteración  de  conso- 
nantes.^ Ortográficamente  se  observa  en  muchos  casos;  el 
sonido  de  la  i  ha  sido  representado  por  algunos  escritores 
con  el  signo  tt\  el  sonido  de  la  s  basco-francesa,  con  el  signo 
ss;  la  /I,  con  nn  y  así  otros.  Pero  estas  reiteraciones  carecen 
en  absoluto  de  valor  fónicc.  Lo  propio  sucede,  generalmen- 
te, con  las  reiteraciones  que  se  producen  por  la  aglutinación 
de  un  sufijo  á  un  nombre;  por  ejemplo  emakumeakkin  «con 
las  mujeres»,  debe  de  escribirse  de  este  modo,  pero  en  la 
conversación  vulgar  se  oirá  muchos  veces:  emakumeakin. 

En  el  sub-dialecto  ulzamés  (Nabarra),  existe  la  tenden- 
cia á  suprimir  las  consonantes  r  y  k  y  las  silabas  re  y  he, 
lo  cual  es  cansa  de  que  so  sacrifiquen,  al  hablar,  las  reglas 
más  elementales  de  la  gramática. 

La  variedad  borundesa  ( Nabarra )  eh'de  la  /•  y  la  e 
en  el  sufijo  de  genitivo  del  número  singular  auen;'^  igual 
observación  puede  hacerse  en  muchas  localidades  del 
dialecto  bizcaino,  y  aun  en  escritores  que  usaban  de  este 
dialecto.  (Olaechea,  entre  ellos).  Por  ejemplo  oyaj  onduan 
en  vez  de  oyaí-cn  ondu\n  «cerca  de  la  cama»;  mendiko  uran 
OTSA  DA,  en  vez  de  mendiko  ura;-¿n  otsa  da»,  es  el  ruido 
del  agua  del  monte».  En  la  composición  con  gabe  supriuij 
la  primera  silaba.  Por  ejemplo  aughkde  «sin  luz»  en  vez  de 
ARünuKGADE.  En  el  sufijo  plural  posesivo  en,  cambia  la  c  cu 
i  y  conserva  el  artículo  a.  Por  ejemplo  eüskalduníí¿n,  en  vez 
de  EUSKALDUNc/?,  «dc  los  bascongados».  Elide  amenudo  la  r 
sin  temor  al  hiato.  Por  ejemplo  ikaatzen  en  vez  de  ika/'a- 
TZEN  «en  el  temblar»;  eantzuten,  en  vez  de  e/-antzutex  «en 
el  oir».'' 


1  Bonaimvtf.  Lo  Verbo  bast|iie,  imfi.  8. 

2  lilaiiio  roitcnición,  i'i  \o  <|iii)  otroa  tratadistas  iluiiouiiiuin  ro;lol>laiiiionto. 

U    Aíiiif  doy  i'l  HiUijo  coiiiiilctado  iioi'  ul  artículo  y  la  Ictia  dü  li;.;iulura.    Kl  sufijo  on    !;u 
loriiia  pura  y  alistracta  ok  n. 

i    Kbto,  unido   ú    lo  dicho   al   Lab'ar    tlol    hiato  dol  dialecto  bisscaiiu)  i>oiuiitu   a;ju¡;uiiir 


En  el  valle  de  Larraiin  (N abarra),  suprimen  el  artículo  a 
casi  siempre  que  se  unen  el  signo  del  agente  h  y  el  sufijo 
locativo  n;  por  ejemplo  indaetsuk  «el  fuerte»,  en  vez  de  in- 
DARTSUrtK;  EERiN  «en  el  pueplo,  en  ez.  de  erricín. 

En  el  valle  de  Basaburua  mayor  (N abarra),  al  revés  de  lo 
que  sucede  en  el  de  Ulzama,  donde  existe  el  cambio  con- 
trario, es  muy  frecuente  la  permutación  de  e  en  a.  Por 
ejemplo  zuaN  «lo  tenía»,  en  vez  de  zuc^n;  du«n  «que  tiene»,  en 
vez  de  DueN. 

En  Bera  (N abarra)  suprimen  el  artículo  a  y  la  vocal  de 
los  sufijos,  ya  sea  propia,  ya  de  ligadura.  Por  ejemplo  ansiy- 
REKíN  «con  el  ansia»,  en  vez  de  ansiy^e'^kiñ;  zekubtan  «en los 
cielos»,  en  vez  de  ZERüBeTAN;  otsubkix  «3on  los  lobos»,  en 
vez  de  otsüBí?kiñ.  Esta  variedad  presen l^a  el  singular  fenó- 
ineno  de  conservar  las  consonantes  eufónicas  &,  ?/,  cuando 
el  choque  de  vocales  ó  hiato,  que  es  el  que  exije  su  interca- 
lación, ha  desaparecido  ya,  en  virtud  de  la  elisión  mencio- 
nada. 

En  Aezcoa  los  sonidos  sibilantes  z,  tz  son  reemplazados 
por  la  palatal  cli  en  muchas  ocasiones.  Por  ejemplo  garbi- 
c/¿EN  «en  el  limpiar»,  en  vez  de  GKK^itzew,  Dk'^clik'^  «en  la 
danza»,  en  vez  de  DAN¿,íaN.  En  el  mismo  sub-dialecto  la  z 
endurece  á  la  y  convirfciéndola  en  A-.  Por  ejemplo  ezA'auna 
«no  señor»,  en  vez  de  ez/auna. 

El  dialecto  suletino  suprime  amenudo  la  n  final  del  sufi- 
jo unitivo  KiN,  así  como  el  dialecto  bizcaino  la  h  de  los  sufi- 
jos TiK  ó  DiK  «de»  y  GAITIK  «por»  Por  ejemplo  alkaereki  .«jun- 
tamente», en  vez  de  alcarreki/¿;  eneki  «conmigo»,  en  vez 
de  enekin;  ARM\DAREKi«con  el  ejército»,  en  vez  de  armadare- 
Ki;¿;  GOERiAREKi  «cou  lo  cncamado»,  en  vez  de  gorriarekdí; 
ESKUTi  «de  mano»,  en  vez  de  eskutik;  büruti  «de  cabeza»,  en 
vez  de  burutix;  albo  bateti  bestera  «de  un  lado  á  otro»  en 
vez  de  albo  batetik;  atsokaiti  «por  la  vieja»;  emakumia- 
GAiTi  «por  la  mujer».  El  dialecto  alto-nabarro  meridional  si- 
gue al  suletino  en  la  elisión  de  la  n  del  unitivo. 


que  el  hiato  es  sicnip  -3  in-o:lncido  por  la  supresión  de  una  consonante  y  que  el  bascuenco  cu 
sus  formas  puras  rocli  iza  el  choque  de  vocales.  Esto  es  tan  cierto,  que  al  lado  do  la  forma 
hiatada,  la  cual  es  uní  forma  por  degeneración,  es  casi  siempre  posible  colocar  otra  sin  hia- 
to, tomándola  de  uno  ú  otro  dialecto,  y  si  esa  forma  pura  no  se  encuentra  será  porque  se  ha- 
brá perdido,  y  en  manera  alguna  porque  no  haya  existido  alguna  vez. 


-80- 


(m.) 

Uno  de  los  fenómenos  más  característicos  é  importantes 
ele  la  fonética  euskara  es,  seguramente,  la  armonía  de  las  vo- 
cales. Acerca  de  esta  interesantísima  materia  se  encuentran 
algunas  ol)servaciones  aisladas  en  los  diferentes  tratadistas; 
pero  el  único  que  ha  sistematizado  los  hechos,  el  único  que 
ha  dado  cuenta  razonada  de  ello  con  nna  claridad,  una  mi- 
nuciosidad Y  un  lujo  de  detalles  verdaderamente  admirables, 
ha  sido  el  Príncipe  Bonaparte  en  su  precioso  folleto  Lan- 
gue  basque  et  langues  finnoises,  pág.  '25  y  siguientes,  del 
cual  voy  á  reproducir  lo  más  conducente  á  mi  objeto,  con- 
vencido, como  estoy,  deque  lo  que  yo  dijese  por  mi  cuenta, 
sería  mu}-  incompleto. 

Ni  todos  los  dialectos  bascougados,  ni  todas  sus  varieda- 
des admiten  la  armonía  de  las  vocales,  pero  una  vez  admiti- 
da la  observan  jon  sorprendente  regularidad.  Este  género 
de  permutaciones  es  más  prupia  del  lenguaje  vulgar  que  del 
literario,  sobre  todo,  en  los  dialectos  guipuzcoano  y  labor- 
tan  o. 

Las  permutaciones  de  las  vocales  presentan  dos  catego- 
rías: I.''  Las  que  se  deben  á  la  inñuencia  ejercida  por  la 
vocal  que  sigue  sobre  la  que  precede  inmediatamente;  estas 
únicamente  la  originan  la  a,  la  e  y  la  o.  2.°  Las  que  tienen 
lugar  por  la  influencia  de  la  vocal  que  precede  sobre  la  (pie 
sigue,  ya  sea  inmediatamente,  ya  en  la  sílaba  consecutiva. 
Estas  se  deben  á  la  influencia  de  la  í  y  de  la  u  sobre  Ja  a. 
Los  cambios  de  la  segunda  categoría  no  son  conocidos  más 
que  en  los  dialectos  de  España. 

Las  palabras  terminadas  euíí  deberían  deformar  el  modo 
definido  mediante  la  aglutinación  pura  y  shnple  del  artícu- 
lo a;  pero  no  sucede  así.  No  obstante,  conviene  tener  pre- 
sente esa  forma  meramente  teórica  para  darse  cuenta  exac- 
ta del  cambio  de  alaüa,  alabar-ín,  alabaiu,  en  alau/a,  ala- 

UeAREN,  ALAB/aHEN,  ATiAr.í'AÜI  Ó  ALAB/AIU  ctc,   ctc.   ^ 


1.    La  forma  aermidii  lúgica  de  alaba  «hija»,  os  alabaa  «lii  hij  i" 


-81-- 

Del  carnhio  de  una  vocal  determinado  por  la  presencia  de 
otra  vocal  que  signe  inmediatamente . — La  a  que  precede  ó 
debería  preceder  á  otra  a,  se  cambia  en  e  ó  ?',  de  no  perma- 
necer inalterable,  según  sea  el  dialecto  ó  variedad  de  que  se 
trate.  Así  por  ejemplo:  de  alaba  «la  hija»,  se  forma  alabea  ó 
alaeía;  de  luma  <da  pluma»,  LU?reAÓLUM¿A,  etc.  Si  no  perma- 
nece invariable,  la  e  que  precede  á  una  a  ó  una  o,  se  per- 
muta en  íi;  de  SEME  (dlijo»,  SEMEA   Ó     SEM¿A  «cl  Ilijo»;    dc    BEOR 

«yegua»,  b¿ok;  de  deabeu  «diablo»,  díabru,  etc.  En  la  variedad 
de  Orozco  y  Barambio  (Eizcaya)  la  e  que  precede  á  otra  e 
se  cambia  también  en  i.  La  o  seguida  de  una  a  ó  de  una  e 
puede  cambiarse  en  u\  por  ejemplo;  de  arto  «maiz»,  art¿¿a 
«el  maiz»;  de  oll'o  «gallina»,  oll?/e  «la  gallina»  en  ulzamós. 
La  ii  seguida  de  una  a.  se  cambia  en  i  en  el  dialecto  bajo- 
nabarro  y  en  el  roncales.  De  burzí.  «cabeza»,  büeía  «la  cabe- 
za». La  ít  seguida  de  una  a  ó  de  una  e,  se  cambia  siempre 
en  i.  De  bür/I,  (s),  se  hace  bíír¿a. 

Del  cambio  de  una  vocal,  determinado  por  la  presencia 
de  otra  vocal  que  la  p)^'ecede,  ya  sea  inmediatamente,  ya  en 
la  sílaba  anterior  de  la  misma  pcdabra,  ya  en  la  (dtima  sÜcl- 
ha  de  la  palabra  que  p)recede. — La  a  puede  cambiarse  en  e 
cuando  está  precedida  de  una  i  ó  de  una  u,  ya  sea  inmedia- 
tamente, ya  en  la  sílaba  anterior  de  la  misma  palabra,  ya 
en  la  última  sílaba  de  la  palabra  que  precede,  con  tal  que 
la  palabra  que  siga  sea  un  monosílabo.  De  BEGia  «el  ojo», 
BEGie;  de  zERUtt  «el  cielo»,  zERue;  de  izrtR  «estrella»,  izeR;  de 
AEGI  B(fíT  «una  luzD,  ARGí  BCT,  ctc.  En  las  variedades  biz- 
cainas  de  Orozco  y  Barambio,  la  a  precedida  de  n  y  seguida 
de  ?¿,  se  cambia,  de  una  manera  regular,  en  i.  Por  ejemplo 
BURUÓ  «en  la  cabeza»,  en  vez  de  bürucín;  zeru¿'n  «en  el  cielo», 
en  vez  de  zeruóyn,  etc. 

Combinación  de  las permutaciojies  de  las  dos  categorías. 
— La  a,  la  e  y  la  o  se  trasforman  necesariamente  en  i  y  en 
u,  siempre  que  una  variedad  admita  los  dos  géneros  de  per- 
mutaciones mencionadas.  Esas  últimas  vocales  que  figuran 
como  efecto  entre  los  cambios  de  la  primera  categoría,  no 
pueden  menos  de  figurar  como  causa  entre  los  de  la  segun- 
da, todas  las  veces  que  estén   inmediatamente  seguidas  de 

7 


-sa- 
lina a.  Do  aquí,  por  ejemplo,  las  formas  ocliandianesas  ala- 
B¿E,  sem/e,  oll?¿e,  etc.  Bajo  el  panto  de  vista  de  los  cambios 
eufónicos,  las  vocales  bascongadas  pueden  clasificarse  en 
duras  {(i  e  y  o)  y  en  dulces  {i  u  a),  dando  por  resultado  las 
reglas  que  quedan  expuestas  el  principio  que  se  debe  llamar 
de  anfagovi.wio  de  las  vocales,  en  virtud  del  cual,  las  da- 
ras  simpatizan  con  las  dulces  y  las  dulces  con  laa  duras. 
Las  vocales  dulces  saben,  sin  embargo,  resistir  el  poder  mo- 
tamorfoseador  de  las  duras,  mediante  la  intercalación  de  las 
letras  eufónicas  ?/,  b. 

Las  diferentes  vocales  permutan  entre  sí  en  la  lengua 
euskara  con  bastante,  aunque  no  igual,  frecuencia.  El  estu- 
dio de  cada  uno  de  los  dialectos  no  está  lo  suficientemente 
adelantado  para  que  pueda  establecerse  la  ley  de  cada  una 
de  estas  series  de  permutaciones;  día  llegará,  seguramente, 
en  que  pueda  decirse  cuál  es  la  forma  adoptada  por  un  dia- 
lecto, vista  la  adoptada  por  otro.  Las  pernuitaciones  de  los 
dialectos  literarios  serán  fácilmente  establecidas  el  día  que 
un  espíritu  paciente  se  dedique  á  ellas.  Si  llevo  adelante, 
como  espero,  mis  trabajos  léxicos,  completaré  la  materia 
que  hoy  diseño. 

La  permutación  de  a  en  e  es  muy  frecuente.  Por 
ejemplo;  NiNTzríN  (g)  nintz^n  (1)  «yo  era»;  jauN  (g)  jem  (r) 
«señor»;  «iitean  (g)  í'RTEan  (a.  n.  m.)  «entre»;  m^kar  (g)  bc- 
KAR  (id.)  «légaña»;  r^vEK  (g)  c'Bek  (a.  n.  m.)  «aquellos»;  acikv- 
KE  (g)  ACHí'Ki  (id.)  «pretexto»;  jaer(7Itu  (g)^  yarrí'iki  (a.  n.  m.) 
«seguir»;  matr^ill  (g)  matiió^l  (a.  n.  m.)  «mejilla»;  amagiarríí- 

BA  (g)  AMAGINARR(?BA  (Liz.)  «SUCgra»;  IIATZriMAN  (s)  ATZíMAN  (g) 

«coger,  agarrar»;  cizkazal  (g)  ízkezal  (Ir.)  «uña»;  raiGi  (g) 
eKGi  (Liz.)  «luz»;  s«ntu  (g)  s<?indu  (s)  «santo»;  Bíxlcheeana  (b) 
B6LCHERANA  (g)  «uiorona»;  üai  (g)  gci  (b)  «apto,  capaz»  y  «ma- 
teria primera»;  v/alh  (g)  izé'r  (b)  «estrella»;  aualkíítu  (1)  aual- 
lieTu  (s)  «lamentar»;  t^lkar  (g)  ¿'lkar  (1)    «juntamente»;   es- 


1  Dificultados  matorialos  quo  piiiliovan  salvavso,  povo  ú  costa  do  retrasar  In  ;)ublicai'i>'>ii 
dü  esta  Gramática,  mo  aeoiisojiin  HiiHtitnir  ul  si;>n()  r  con  mi  luiiito  onciiuaiior  rr,  auiujiio  sufra 
un  poijuito  ol  rifíor  í\v\  sisli'iui  orLot;i-álico  y  no  nut'p.i  indicar  el  wonido  fuerte  ó  ¡uuivo  do  las  r 
linalüH;  por  ojüniplo  cu  iir  "avollana'"  y  ur  «aiíiia»,  ijiio  hacun  urra  «Ja  avellana»  y  ura  «el  aj^ua».  R 
al  iirincii)o  do  dicción  BOiiarú  fuortü,  así  como  rr  en  el  euerpo  ilo  la  pahilnü  en  los  dviui;  ea- 
aoH  rsonarit  auavo.— Do  toda»  nianoraí,  la  reforma  ijuoda  iniciada. 


Kú^iN  (1)  ESKeNi  (g)  «ofrecer»;  b^ltz  (b)  b^ltz  (g)  «negro»;  maz 
(g)  iGez  (b)  «el  año  pasado»;  chíirei  (b)  CHeERi  (g)  «cerdo»; 
Lrt.EDiN  (b)  Bé-EDiN  (g)  «ignal»;  jr/CHi  (g)  jecHi  (id.)  «bajar»;  jr¿iKi 
(g)  jEiKi  (bn)  «levantarse»;  een^i  (g)  EENe  (1)  «listo,  despeja- 
do»; AusPíXZ  (1))  Auspcz  (g)  «de  bruces»;  asíxeee  (b)  AseEEE  (g) 
«cólera,  enfado»;  azuE  (1)  ezuE  (g)  «hueso»;  Azr¿Ri  (b)  azcei 
(g)  «raposo»;  b^kan  (g)  b^kan  (1)  «raro,  escaso»;  cnaETATU  (s) 
CHdETATU  (g)  «ingertar»;  DESEEríKiDA  (b)  desee^kida  (g)  «discor- 
dia»; EED^EA  (g)  ERDéEA  (1)  «Icugua  extranjera»;  EEftiN  (1)  ee^in 
(g)  «sembrar»;  rtRNEGu  (1)  íenegu  (g)  «blasfemia,  maldición»; 
EER«z  (g)  EEEíZ  (bn)  «facil»;  «eeazoi  (g)  seeazoi  (b)  «razón»; 
EKai  (Y)  EKei  (s)  «material,  asunto»;  gald^tu  (bn)  GALDeTU  (g) 
«preguntar»;  gíieei  (b)  gceei  (g) «cintura»;  lartE  (g)  ig^e  (1)  «seco»; 
iGaEi(g)  iGeEi  (id.)  «nadar»;  mas  (b)  loes  (g)  «huida»;  ikí^tz  (g) 
iKeTz  (1)  «carbón»;  jai  (g)  jei(l)  «fiesta»;  gietímn  (b)  ihetcn  (g) 
«mango,  asa»;  kob^ñ  (g)  KODex  (b)  «guadaña»;  KONDrtiEA  (1) 
KONDeEA  (1)  «historia,  narración»;  ob^to  (b)  obéto  (g)  «me- 
jor»; SAUNKa  (g)  SAUNKe  (b);  «ladrido»;  abeíiba  (b)  aee^ba  (g)» 
«hermana»;  ezivín  (g)  ezpcin  (aez.)  «labio»;  LrtGi  (h)  líge  (g) 
«ley»;  LauN  (b)  líun  (g)  «lustroso,  liso»;  ee'/man  (g)  ee^man  (1) 
«llevar»;  pich«e  (g)  pichce  (1)  «Ccántaro»;  EEEazTUN  (g)  eercztün 
(bn)  «sortija»;  nabcíla  (g)  nabcla  (bn)  «navaja»;  HAMaKA  (bn) 
AMeiKA  (g)  «once»;  iiaua-RaTzi  (b)  euejxeizi  (g)  «diez  y  nueve»; 
osftBA  (g)  os6'B.v  (bn)  «tío»;  ansíiea  (g)  ANStJRA  (bn)  «ganso»; 
AEMirtEMA  (g)  AEMieEMA  (1)  «araña»;  BiziTza  (g)  BiziTze  (b) 
«vida»;  KiEííSTU  (1)  KiEesTu  (bn)  «echar  mal  olor»;  GazA 
(b)  GezA  (g)  «insípido»;  istííe  (g)  ist^e  (id.)  «muslo»;  zEEBrtiT 
(g)  zERBeiT  (aez.)  «algo,  alguna  cosa»;  OEai  (sal.)  onei  (aez.) 
«ahora»;  <xuei  (Puente,  Olza,  y  (xoñi),  euEi  (g)  «lluvia»;  icna- 
so  (g)  ICH6S0  (Olza,  Goñi)  «mar»;  ospa.  (bn)  ospe  (g)  «renom- 
bre, fama»;  UNKa  (1)  UNKe  (id.)  «cansado»;  uzTrtí  (g)  uzTei 
(bn)  «arco,  círculo»;  BEDEEríTzi  (g)  BEDEEeTZi  (1)  «nueve»;  ga- 
RaiTu  (g)  gaeé;itu  (aez.)  «vencer»;  jfíiNKO  (bn)  jeiNKO  (Dech.) 
«Dios»;  iTZftL  (g)  iTz^L  (ulz.)  «sombra»;  BizríR  (g)  biz^e  (ulz.) 
«barba»;  BULrrE  (g)  BULPr  (ulz.)  «pecho»,  tazeccr  (g)  bize^e 
(ulz.)  «espalda»;  babe^yatu  (1)  BAEEeYATU  (s)  «destruir,  espar- 
cir»; BATítYATU  (g)  BATHeYATÜ  (s)  «bautíZar»;  Gí/EBEN  (g)  GeEEEN 

(s)  terminación  que  sirve  para  íbrmar  los  ordinales;  eihciea 


-84- 

(1)  EiH^RA  (s)  «mcliiio»;  ARzríDUN  (g)  HARTzeDUN  (bii)  «acreedor». 

La  permutación  de  a  ene  se  presenta,  según  acaba  de 
verse,  en  todas  las  posiciones;  lo  mismo  al  principio  de  una 
palabra,  que  al  medio  de  ella,  que  al  íin.  El  que  la  sigan 
estas  ó  aquellas  vocales  y  consonantes  tampoco  parece  in- 
fluir en  la  permutación. 

Las  formas  de  a  se  encuentran,  gener¿ilmente,  en  los  dia- 
lectos guipuzcoano  y  bizcaino;  este  la  ha  conservado  en  ma- 
yor número  de  palabras  que  el  primero.  De  ser  aplicables  á 
todas  las  lenguas  los  principios  de  fonética  general,  en  las 
palabras  de  a  debemos  ver  las  formas  primitivas,  y  conside- 
rar á  las  que  la  han  permutado  como  degradaciones  de  aque- 
llas, debidas  á  una  alteración  orgánica  ocarrida  en  las  mis- 
mas por  causas  más  fáciles  de  señalar  en  el  terreno  hipoté- 
tico que  en  el  positivo. 

La  forma  conjuntiva  de  las  flexiones  del  verbo  suletino 
y  labortano  terminadas  en  a,  al  recibir  el  suñjo  conjuntivo 
lay  cambian  la  a  en  e.  Así  de  da  «el  es»,  procede  en  los  ci- 
tados dialectos  dcla  «que  es»,  en  lugar  del  d^la  bizcaino  y 
guipuzcoano. 

La  permutación  de  a  en  i  es  muchísimo  menos  frecuen- 
te, y  esto  se  explica  sin  dificultad.  Siendo  primitivas,  según 
opinión  común,  las  vocales  dt,  f,  íi,  las  palabras,  al  formarse, 
necesariamente  las  adoptan;  la  permutación  es  una  degrada- 
ción de  la  forma  primitiva,  verificada  mediante  la  sustitu- 
ción de  un  sonido  por  otro,  y  esta  sustitución  es  más  natu- 
ral que  se  verifique  en  obsequio  de  los  sonidos  nuevos  ó 
posteriores,  que  no  en  favor  de  los  antiguos  que  entraron 
como  elementos  formativos  de  la  palabra  en  la  época  de  su 
creación.  Este  parecer  es  exacto,  aunque  admita  restric- 
ciones, y  de  más  exactitud  todavía  tratándose  del  sonido  a, 
primitivo  entre  los  primitivos,  como  que  merece  el  dictado 
de  fundamental  de  la  voz  humana. 

He  aquí  algunos  ejemplos  de  la  mencionada  permuta- 
ción: KARRrtKA  (b)  korr/ka  (g)  «corriondo»;  g^/ra  (b)  g/ra  (s) 
«nosotros  somos»;  zí¿tzait  (g)  z/tzait  (s)  «tú  me  ores»;  etz(/n 
(g)  etz¿'n  (1)  «acostarse»;  n^tzaizu  (g)  N/rzAizu  (s)  «yo  to  soy»; 
KiSKaLDu   (g)  kisk/ldu  (b)    «(juemar,  tostar»;  díídazu   (uez.) 


d^'dazu  (g)  «tú  me  lo  has»;  azkíizal  (g)  ezk¿zal  (Fuent.)  «uña»; 
s«TS  (bn)  s/ts  (g)  «polilla»;  b^ño  (g)  b/ño  (Bet.)  «pero». 

Más  numerosa  que  la  anterior,  pero  menos  que  la  pri- 
mera, es  la  permutación  de  a  en  o.  Por  ejemplo:  níik  (g)  nok 
(b)  «yo  soy»  (f.  v.  m.);  NctN  (g)  non  (b)  «yo  soy»  (f.  v.  f.); 
ZAZKrt  (ronc.)  zaizko  (sal.)  «él  le  es»;  dez(7KET  (g)  dezoket 
(a.  n.  m.)  «yo  lo  puedo»;  emíin  (g)  emon  (b)  «dar»;  K(7-rraka  (b) 
KORRiKA  (g)  «corriendo»;  emíxitz  (g)  emoitz  (b)  «regalo»;  era- 
MflN  (g)  ERAMON  (b)  «llcvar»;  igar^n  (s)  igaro  (g)  «pasar»;  ig«n 
(1)  iGON  (b)  «subir»;  GiRTrtiN  (b)  girtoin  (1)  «mango,  asa»;  mokíi- 
NEá  (g)  MOKONES  (1)  «paüuelo  de  narices»;  n^-ski  (1)  noski  (g) 
«tal  vez»;  zí/n  (g)  zon  (ceg.)  «él  era»;  amarrain  (bn)  amorrai 
(g)  «trucha»;  ardízi  (bn)  ardoi  (g)  «yesca»;  AHrtsAPAi  (1)  aho- 
sapai  (g)  «paladar»;  ASMa  (b)  asmo  (g)  «resolución,  proyecto»; 
CHira  (b)  CHITO  (g)  «polluelo»;  izek«  (1)  izeko  (bn)  «tía»; 
osrtBA  (g)  osoBA  (1)  «tío»;  iGríR  (g)  iDOR  (1)  «marcliito»;  zrtURi- 
Tu  (g)  zoLiTu  (b)  «herir»;  bitartecín  (g)  bitarteo  (a.  n.  m.) 
«mientras»;  zoLa  (s)  zulo  (g)  «agujero»;  pacHELU  (bn)  pochelu 
(id.)  «estorbo,  obstáculo». 

Tan  poco  frecuente  como  la  permutación  de  a  en  i  y 
por  la  misma  causa,  es  el  cambia  de  a  en  u.  He  aquí  algu- 
nos casos;  zazu  (a.  n.  s.)  z2¿zo  (Beinza-lab.)  «tú  he  lo»;  in- 

GUdTU   (s)  INGURWTU    (g)     «rodcar»;    KUTSríTU    (g)    KUTSZtTU    (b) 

«contagiar»;  oARicHít  (b)  garichm  (g)  «berruga»;  uk^bil  (g) 
UKzíMiL  (1)  «puño»;  oRDEKct  (g)  ORDOK¿  (s)  «llauura». 

Aquí  termina  la  serie  de  permutaciones  que  puede  expe- 
rimentar la  «,  componente  de  una  palabra.  Espero  que  los 
trabajos  posteriores  de  esta  índole  no  alterarán  la  propor- 
ción en  que  aparecen,  así  como  tampoco  las  correspondien- 
tes á  las  otras  letras. 

La  segunda  vocal  está,  asimismo,  sujeta  á  la  permuta- 
ción con  otras  vocales.  Acerca  de  algunas  de  ellas  pueden 
establecerse  reglas  fijas. 

Las  flexiones  del  verbo  suletino  terminadas  en  te^  al 
adoptar  la  forma  conjuntiva,  cambian  la  e  final  en  i;  por 
ejemplo:  lizatc  «él  sería»,  forma  lizatíala  «que  él  sería»;  nin- 
TZATe  «yo  sería»,  nintzatíala  «que  yo  sería»;  LiRATe  «ellos  se- 
rían», LiRAT¿ALA  «que  cllos  seríau»;  ginatc  «nosotros  sería- 
mos», GiNATÚLA  «que  nosotros  seríamos». 


-8G— 


Caaiido  por  efecto  de  la  adopción  de  la  forma  conjun- 
tiva liay  que  suprimir  la  /.•  de  las  llcxiones  verl)a]es  termi- 
nadas con  esta  consonante,  resulta  amenudo  (jue  las  voca- 
les e,  i,  o,  u  so  encuentran  en  contacto  con  la  a.  En  este 
caso  el  dialecto  bizcaino  cambia  la  e  en  ¿  y  la  o  en  u.  Las 
otras  dos  vocales  exigen  la  interpolación  de  letras  eufóni- 
cas. De  DOK  «tú  lo  has»,  resulta  d«ala  «que  tú  lo  has»;  de 
DAIKCK  «tú  lo  podrás»,  DAiK¿ALA  «quo  tú  lo  podrás». 

La  permutación  de  e  en  o  no  es  de  las  más  frecuentes 
en  euskara.  De  su  existencia  dan  testimonio  los  casos  que  á 
continuación  se  expresan;  eTE  (b)  ote  (g)  «tal  vez»;  leizc  (g) 
LEUSo  (Cant.  de  Lelo)  «caverna»;  mokancs  (g)  mokonos  (1)  «pa- 
ñuelo de  narices»;  ^doi  (1)  odei  (b)  «nube»;  ooei  (g)  ogoi  (1) 
«veinte»;  ubé'lde  (b)  uholde  (1)  «aguacero,  torrente»;  nsre  (g) 
NORE  (sal.)  «mío»;  BAoe  (b)  bako  (id.)  «nada»;  üaldc  (g)  galdo 
(bn)  «pregunta»;  zí-in  (g)  zoin  (sal.)  «cual»;  zeKOR  (g)  chokor 
(Fucnt.)  «novillo»;  illíba  (ulz.)  illoba  (g)  «sobrino»;  dck  (g) 
DOK  (b)  «él  es»  (f.  V.  m.);  iríki  (g)  iroki  (a.  n.  s.)  «abrir»; 
ERiDCN  (g)  ERiDo  (b)  «cncontrar»;  N(2Rabe  (a.  n.  s.)  norhabe 
(1)  «niño,  muchacho»;  ordíka  (g)  ordoki  (1)  «llanura»;  toldí^ 
(i)  THOLDo  (bn)  «grosero,  torpe». 

Por  el  contrario,  el  cambio  de  i  en  e  se  observa  mucho 
más  amenudo.  Por  ejemplo;  /gartü  (g)  (Jartü  (a.  n.  m.)  «se- 
car»; id¿Ki  (g)  ID2KI  (id.)  «abrir»;  keríz  (b)  ger^z  (id.)  «som- 
bra»; ¿GORRi  (1)  eGORRi  (bn)  «enviar»;  ban/ntza  (1)  baníntza  (s) 
«si  él  me  hubiese»;  b¿ldur  (g)  bcldur  (1)  «miedo»;  esk/ni  (b) 
ESKeÑi  (g)  «ofre3er»;  nigar  (1)  n^gar  (g)  «lloro»;  ip/ni  (g)  ibí'ni  (1) 
«poner»;  ¿ntz  (g)  cntz  (b)  «rocío»;  /sriLLU  (g)  esriLLU  (b) 
«espejo»;  ar/pz  (g)  ar 'ch  (b)  «roble»;  ed/  (b)  edc  (g)  «correa»; 
í'iiezi  (1)  ciz  (g)  «caza»;  ¿siri  (g)  esERi  (id.)  «sentarse»;  ¿duki 
(1)  eDUKi  (bn)  «tener»;  ¿billi  (g)  cbilli  (b)  «andar»;  /cheki  (g) 
ccHEKi  (bn)  «aferrarse,  asir»;  ¿'rabazi  (g)  írabazi  (id.)  «ganar»; 
?RAKAsi  (g)  cRAKAsr  (b)  «euscñar»;  ¿rri  (g)  crri  (s)  «risa»;BEz/N 
(g)  BEzeN  (bn)  «tanto,  como»;  s\r¿  (bn)  sarc  (g)  «recompen- 
sa»; AG¿Ri  (g)  AG5RI  (id.)  «declaración»;  yaaií  (1)  elí'  (g)  «reba- 
ño de  ganado  mayor»;  /kusi  (g)  í'kusi  (ronc.)  «ver»;  /zagun 
(ronc.)  6'ZAGUN  (g)  «conocer»;  zot¿n  (1)  chotí'N  (s)  «hipo»;  n/re 
(b)  Ní'RE  (g)  «mío»;  orr/  (1)  orr6'  (bn)  «enebro»;  zedaür/  (1)  ze- 


-87- 

DAEK6  (id.)  «mojón,  límite»;  ^'guzki  (1)  eauzíu  (g)  «sol»;  gald/'tu 
(biz.)  GALDc'Tu  (íf¡)  «preguntar»;  mazt/ki  (bis.)  emazt^ki  (1) 
«mujer»;  /ch¿  (ulz.)  ecue  (g)  «casa»;  lag¿  (b)  legs  (g)  «ley»; 
NEKAZAiu  (g)  NEKAZALe  (b)  «labrador»;  sermo/  (g)  sermoc  (b) 
«sermón»;  oiu'ñ  (g)  oiieÑ  (s)  «ciervo»;  betulí  (b)  betillc  (g) 
«pestaña». 

La  permutación  de  i  en  o  es  de  las  que  menos  se  repiten 
en  bascuence;  por  ejemplo  mord/  (b)  imordo  (id.)  «racimo»; 
SAKH¿  (1)  sAKTio  (bu)   «licrida  grave»;  ed¿ki  (g)  edoki  «abrir». 

Los  sonidos  i,  ¡i  son  muy  afines;  nada,  pues,  tiene  de 
extraordinaria  su  permutación;  el  dialecto  suletino  sustituye 
con  ¡i  en  muchas  ocasiones  la  i  de  los  demás  dialectos;  por 
ejemplo;  dítut  (g)  d/ítut  (s)  «yo  los  lie»;  d/tüzu  (g)  díitvzu 
(s)  «tú  los  lias»;  d¿tuk  (g)  d/ítíík  (s)  «tú  los  has»  (f.  v.  f.); 
d/tun  (g)  DwTÜN  (s)  «tú  los  lias»  (f.  V.  m.);  d¿tu  (g)  bütíj  (s) 
«él  los  ha»;  d¿"tugu  (g)  d/¿tügü  (s)  «nosotros  los  habernos»; 
N?*TüEN  (1)  NMTiAN  (s)  «yo  los  había»;  ^tsü  (g)  wtsü  (s)  «ciego»; 
■¿TURRi  (g)  «THÜRRi  (s)  «fucntc»;  /nguru  (g)  /¿NGÜRÜ  (s)  «CU  de- 
rredor». 

Las  flexiones  verbales  suletinas  acabadas  en  o  que  no 
están  precedidas  de  i,  la  cambian  en  n  al  tomar  la  forma 
interrogativa,    especialísiina  de  este  dialecto;  por  ejemplo; 

BADAGO  «él  está»,  ¿BADAG»A?  «¿él  CStá?»;  NAGO  «yO  estoy»,  ^,NAGUA? 

«¿yo  estoy?» 

No  se  ha  sustraído  la  u  á  esa  movilidad  de  las  vocales 
que  dentro  de  una  palabra,  las  sustituye  á  unas  con  otras; 
por  el  contrario,  presenta  esa  clase  de  fenómenos  en  tanta 
ó  mayor  abundancia  que  cualquiera  otra  vocal. 

La  primera  permutación  de  esta  letra  es  la  de  ?¿  en  e, 
cual  se  observa  en  las  siguientes  palabras;  íí-mezurtz  (g) 
eMAZURTZ  (a.  n.  in.)  «huérfano»;  g*2¿zur  (b)  GezuR  (g)  «mentira»; 
iR?/NTsi  (b)  iRóTsi  (g)  «tragar»;  «kan  (s)  eKUN  (ronc.)  «tener»; 
GZíLDiRo  (Fuent.)  gcldiro  (g)  «lentamente»;  «rruti  (g)  eimuTi 
(Bet.)  «lejos»;  gzíztera  (1)  g^ztera  (bii)  «piedra  de  afilar»; 
2/rruki  (b)  eRRUEi  (g)  «compasión»;  ardauntzü  (ronc.)  ardan- 
Tze  (a.  n.  m.)  «viña»;  biaram/ín  (g)  biharamc'n  (s)  «pasado 
mañrma». 

La  u  experimenta  con  mucha  frecuencia  la  trasforma»^ 


-sa— 


ción  en  i-,  esta  permutación  do  dos  letras  primitivas  úiiica- 
montc  pnodo  oxpliearse  por  la  gran  afinidad  que  existe  entre 
ellas,  pudiéndose  decir  que  la  i  es  el  adelgazamiento  íouico 
de  la  u.  Así  tenemos;  zer?¿etan  (g)  zeur/etan  (ronc.)  «en 
los  cielos»;  ord?¿an  (g)  ord/an  (s)  «entonces»;  g^tuk  (ronc.) 
g/tuk  (sal.)  nosotros  somos»  (f.  v.  f.);  na//zu  (1)  na/zü  (s)  «él 
me  ha»;  na?/k  (1)  na/k  (s)  «tú  me  has»  (f.  v.  m.);  na¿/  (1)  na¿ 
(s)  «él  me  ha»;  nazíkek  (g)  naíkik  (s)  «tú  me  habrás»  (f.  v.  f.) 
A?íT  (g)  A¿T  (s)  «yo  te  he»  (f.  v.  m.);  nití/kan  (g)  nit¿kan  (1) 
«yo  los  había»  (f.  v.  m,);  nit«nan  (g)  nit/nan  (1)  «yo  los  ha- 
bía» (f.  V.  f.);  ZIT7/KAN  (g)  ííit/kan  (1)  «él  los  había»  (f.  v.  m.); 
BAL//TU  (ronc.)  EAL¿TU  (g)  «SÍ  él  los  hubiese»;  g?ítu  (ronc.) 
G¿TU  (sal.)  «él  nos  ha»;  zer»  (g)  zer¿  (s)  «cielo»;  í^rten  (b) 
íRTEN  (g)  «salir»;  aingurz¿  (g)  aingurí  (ronc)  «ángel»;  «lun  (ronc) 
iLLUN(g)  «oscuro,  sombrío»;  serbzíchari  (ronc.)  serbítzari 
(g)  «servidor»;  ui«¿tü  (b)  uk/tu  (g)  «tocar»;  «tzi  (g)  /tzi  (b) 
«dejar»;/t/Ri  (b)  m  (g)  «ciudad»;  ?/reutitu  (g)  /rrutitu  (id.) 
«alejarse»;  B2¿Luzi(bn)  b/lluzi  (1)  «desnudo»;  ak?/llu  (g)  ak/lo 
(1)  «aguijón»;  ?¿ltze  (b)  ¿ltze  (g)  «clavo»;  ch?/rul  (s)  ch/rol 
(g)  «silvo,  hasc(i'tib¿a>y,  ?/duri  (s)  í'üuri  (b)  «parecido,  seme- 
janza»; iNGZíRATu  (g)  inü/ratu  (b)  «rodcar»;  táu  (g)  iz/  (1) 
«espanto»;  lcru  (g)  lek/  (s)  «lugar,  sitio»;  neg/í  (g)  neg¿  (s) 
«invierno»;  vubkx  (b)  nsKA  (g)  «poco»;  v/tzul  (ronc.)  itzuli 
(g)  «volver»;  uistz^  (1)  ich¿  (g)  «cerrar»;  ezkond?/ak  (g)  ezkon- 
D^AK  (bn)»  los  casados»;  zurmmur?/  (b)  chür/müR'¿  (g)  «rumor»; 
BURD2/N  (s)  burd/n  (g)  «liíerro»;  ch^/murtu  (s)  ch/murtu  (g) 
«arrugar»;  gorp¿/tz  (g)  gorr/tz  (bn)  «cuerpo»;  gurr?/nka  (1) 
gurr/nka  (id.)  «gruñido,  ronquido»;  »r//n  (b)  /r/n  (g)  «harina»; 
JÚ//PU  (Baig.)  l/pü  (vale)  «araña»;  or^uz  (g)  ga/z  (ronc.)  «cosa»; 
7/RUN  (s)  '/run  (g)  «hilar»;  züB?t  (s)  zub¿  (g)  «puente»;  m//tiko 
(b)  m/thilko  (s)  «muchachito»;  urr//n  (b)  urr/u  (id.)  «lejos»; 
GA?¿.  (g)  ga/  (s)  «noche»;  ull?/  (s)  ul/  (1)  «mosca»;  iferníí  (sal.) 
iBURNz'  (ronc.)  «infierno»;  chau  (sal.)  cha/  (ronc.)  «limpio»; 
EEDRATz?/  (ronc.)  BEDRATz¿  (sal.)  «luicve»;  A?/zo  (g)  a/zo  (s) 
«vecino»;  a?/tortu  (b)  a/tortu  (g)  «confesar,  manifestar»; 
b?/hui:rt  (s)  r/urri  (g)  «torcido,  perverso»;  burd//ñ  (s)  burd/ñ 
(g)«hierio»;  arzv/lo  (g)  uarz/lo  (s)  «caverna»;  uemeretz// (s) 
EMERKTz?"  (g)  «diez  y  nueve»;  n?/RULA  (s)  ch/rola  (g)   «gaita»; 


-80- 


n.Dvui  (s)  ¿DUEi  (g)  «parecitlo,  semejanza»;  ?/'lhun  (s)  /illun  (g) 
«sombrío»;  ?/NHUDE  (s)  /ñude  (g)«nodriza)>;  urrííciia  (s)  urr/cha. 
(g)  «liembra»;'zrzuERi(s)  ¿zuERi  (g)  «peste»;  lengus?/'  (g)  lengu- 
s¿Ñ  (b)  «primo». 

En  la  forma  interrogativo-verbal  del  dialecto  suletino, 
las  flexiones  verbales  terminadas  en  ii,  ü  cambian  estas  le- 
tras en  i.  Por  ejemplo  ikusi  mi  «lo  ha  visto»,  ¿ikusi  d/a?  «¿lo 
ha  visto?»;  badüzu  «tú  lo  tienes»,  ¿badííz¿a?  «¿tú  lo  tienes?», 
HASi  DÍÍZ7Í-  «lo  has  principiado»,  ¿hasi  dííz¿a?  «¿lo  has  princi- 
piado?» 

Algo  menos  común  que  la  anterior  permutación,  pero 
no  mucho  menos,  es  la  de  v  ú  o.  Por  ejemplo:  idzíki  (g)  idoki 
(ronc.)  «tener»;  n//ke  (g)  noke  (ronc.)  «yo  lo  habría»;  ?/ngi  (bn) 
ONGí  (g)  «bien»;  guhe  (g)  gore  (ronc.)  «nuestro»;  r-AroR  (g)  ra- 
ruR  «migaja»;  bigaram^/n  (g)  riaramon  (id.)  «el  día  siguiente»; 
M?ísu  (g)  Mosu  (b)  «beso»;  ni?/NTZ  (b)  irontz  (id.)  «rocío»;  Mvmt 
(b)  MUÑO  (g)  «colina»;  giz/zn  (bn)  gizon  (g)  «hombre»;  z?íri  (g) 
zoRHi  (bn)  «blanco»;  butatu  (1)  botatu  (g)  «lanzar»;  herr?ínka 
(1)  herroka  (bn)  «rango,  orden»;  dz¿gai  (bn)  dohain  (1)  «rega- 
lo»; GAILDÍÍR  (g)  GALDOR  (id.)   «CUmbrC»;  M7ÍSK//R  (1)  MOSKOR   (g) 

«borracho»;  nagzísi  (g)  nagosi  (b)  «amo,  caballero»;  nz/n  (b) 
NON  (g)  «dónde»;  í/ntzi  (1)  oñtzi  (g)  «vasija»;  sz/n  (b)  son  (g) 
«hombro,  espalda»;  vmutu  (b)  uaiotu  (g)  «sazonar»;  íi^tz  (g) 
HONTz  (1)  «yedra»;  azaíi  (b)  azao  (g)  «haz»;  ihwrtziri  (Baig.) 
inoRTzmi  (Sald.)  «trueno»;  cmLB?¿R  (Lezo.)  chilbor  (g)  «ombli- 
go»; KUL»  (bn)  KILO  (1)  «rueca»;  k?ínk«r  (bn)  konkor  (1)  «joró- 
balo»; NORZíNTZ  (b)  NORONTZ  (g)  «liácia  dondc»;  h?^na  (bn)  ona 
(g)  «h;')  aquí;»   s?/iaL    (1)   sokil    (id.)  «tronco  para   el  fuego»; 

E.\IAK?Í¡MI  (g)  MAKOMI  (ulz.)  «mujcr»;   ABARR7/TS    (urd.)   ABARROTS 

(g)  «estruendo»;  «nek  (urd.)  onek  (g)  «este»;  AizK?m  (sal.)  aizkor 
(g)  «hacha»;  ighes2¿  (b)  ichaso  (g)  «mar»;  z2/lo  (g)  zola  (s) 
«agujero». 

De  la  existencia  de  la  permutación  de  u  en  ü,  última  de 
que  he  de  ocuparme,  dan  testimonio  los  ejemplos  siguientes, 
además  de  varios  de  los  que  figuran  en  la  permutación  de  u 
en  i;  esta  lista  es  susceptible  de  gran  aumento,  nada  más 
que  con  poner  frente  á  frente  el  léxico  del  suletino  y  el  de 
los  demás  dialectos;  ditiaqio  (1)  dutiagw  (s)  «nosotros  los  ha- 


-90- 


beuios»  (f.  V.  m.);  uda  (í()  //da  (s)  «vev.'ino»;  entzíín  (g)  en- 
Tz/íN  (s)  «oir»;  ?/TZi  (g)  íítzi  (s;)  «dejar»;  el?/ii  (g)  elii/íu  (s)  «nie- 
ve»; SAiiTit  (g)  SARTH/f  (s)  «entrar»;  ?/so  (g)  üiizo  «paloma»;  gal- 
D?¿  (g)  GALD/í  «perder»;  haet/¿  (1)  iiAUTit  (s)  «tomar»;  beldar 
(g)  BELDüR  (s)  «miedo»;  EG?m  (g)  egí/n  (s)  «día»;  ul«n  (i'onc) 
íílhíín  (s)  «oscuro,  sombrío». 

De  todos  los  dialectos  del  bascuence,  el  que  mejor  com- 
bina las  vocales  es  el  guipuzcoano;  por  regla  general,  evita 
la  reiteración,  imposibilitando  así  la  monotonía  y  dureza  de 
los  vocablos.  La  abundancia  de  las  a  lo  hace  sonoro  en  su- 
mo grado,  y  la  feliz  combinación  de  las  restantes  vocales  le 
comunica  armoniosa  belleza.  No  es  esta,  ciertamente,  una 
de  las  menores  perfecciones  de  ese  dulcísimo  lenguaje,  usa- 
do por  los  más  apuestos  y  gallardos  representantes  de  la 
hermosa  y  noble  raza  bascongada. 

La  consonificación  de  las  vocales  no  deja  de  presen- 
tarse algunas  veces.  La  i  tinal  de  las  flexiones  suletinas  pre- 
cedida de  otra  vocal  se  muda  en  1/  en  la  forma  conjuntiva; 
Por  ejemplo  na/  «él  me  ha»,  na?/ala  «que  ól  me  ha».  Las  fle- 
xiones bizcainas  na«  «él  me  ha»  y  da«  «él  lo  ha»,  cambian  la 
u  en  h  en  dicha  forma.  Por  ejemplo,  nácela  «que  él  mo  ha»; 
dámela  «que  él  lo  ha».  Lo  propio  les  sucede  á  las  palabras 
terminadas  en  20  cuando  reciben  el  artículo  a.  De  gv?/  (g) 
«noche»,  ga&a;  de  ku  (Bet.)  «boca»,  auá. 

(IV,) 

Llamo  letras  de  ligadura,  á  las  vocales  qne  se  introdu- 
cen en  la  sufijación  y  composición  de  las  palabras,  á  ñn  de 
evitar  el  choque  de  consonantes  incompatibles,  ó  lo  que  es 
lo  mismo,  la  aglomeración  de  sonidos  contrarios  á  la  íiid  )- 
le  fonética  de  los  vocablos  euskaros. 

Generalmente  habl.mdo,  el  bascuence  no  emplea  la  i  ni 
la  u  par;i  evitar  el  choque  de  dos  consonantes  incompati- 
bles; para  este  caso  prefiere  la  <x  y  la  e. 

El  sufijo  del  agente  es  /.•.  La  sufijación  de  este  signo  á 
los  nom.])res  propios,  apelativos,  ])ronombres  y  numerales 
requiere  la  intercalación  de  la  letra   do  ligadura  c,  cuando 


—01— 


aquellos  terminan  en  consonante,  puesto  que  la  1:  no  puede 
estar  precedida  de  ninguna  otra  consonante,  especialmente 
de  la  ??.,  de  la  t,  de  la  r  y  de  la  I  constituyendo  una  misma 
sílaba.  Por  lo  tanto,  la  forma  activa  de  maetin,  isabel,  zein, 
EDozEÑ,  NOEBAiT,  GizoN,  BAT,  AMAE,  HiRUK,  ctc.  «Martín»,  «Isa- 
bel», «cual»,  «cualquiera»,  «alguno»,  «hombre»,  «uno»,  «diez», 
«tres»,  etc.,  no  es  maetink,  isabelk,  zeiñk,  edozeñk,  noebaitk, 

BATK,  AMAEK,  HIEUEK,  etc,  SÍnO  MAETINe'K,  ISABEL^K,  ZEIÑeK, 
EDOZEÑeK,  NOEBAITCK,  BATCK,  AMAEECK,  HIEUECE,  ctc.  COU  la  VO- 

cal  de  ligadura  e. 

En  los  nombres  apelativos,  el  sufijo  del  agente  se  une 
en  la  forma  definida,  al  artículo  a;  éste,  en  ciertas  ocasio- 
nes, sufre  la  trasformación  fonética  en  c,  sobre  todo  en  de- 
terminados dialectos.  En  la  forma  indefiíiida,  si  el  apelativo 
termina  en  consonante,  se  introduce  la  e  de  ligadura,  y  si 
termina  en  vocal,  se  une  directamente  la  h.  Lo  mismo  su- 
cede con  los  nombres  propios  terminados  en  vocal;  por 
ejemplo,  de  eedeo,  pedeok;  de  antonio,  antoniok.  Los  pro- 
nombres terminados  en  vocal  están  sometidos  á  la  misma 
regla,  por  ejemplo,  la  forma  activa  de  ni  «yo»,  zu  «tú»  (resp.) 
ou  «nosotros»,  es  nik,  zuk,  gük.  Y  aun  los  pronombres  ter- 
minados en  r  á  pesar  de  la  repugnancia  del  euskara  á  agru- 
par la  li  con  otra  consonante  en  la  misma  sílaba,  no  exigen 
la  e  de  ligadura.  Los  pronombres  bizcainos  terminados  en  r, 
la  eliden:  nok  «quien»,  en  vez  de  NorK;  zek  «qué»,  en  vez  de 
ze7'e;  iñok  «ninguno»,  en  vez  de  iñoí'e. 

En  las  frases  en  que  intervienen  los  pronombres  relati- 
vos, la  característica  del  agente  se  sufija  al  nombre  direc- 
tamente si  acaba  en  vocal,  y  se  interpola  la  e  de  ligadura  si 
acaba  en  consonante;  por  ejemplo,  ¿zee  gizonek  esan  dio? 
«¿Qué  hombre  le  ha  dicho?»  Esta  regla  no  tiene  aplicación 
en  los  demás  casos,  pues  el  sufijo  del  agente  li  se  une  direc- 
ta é  inmediatamente  al  artículo  a  que  ocupa  el  lugar  que 
en  la  frase  de  arriba  llena  el   pronombre   interrogativo. 

Los  pronombres  indefinidos  zembat  «cuánto»  y  zembait 
«cuántos»,  obligan  al  nombre  terminado  en  consonante  que 
los  sigue  á  interpolar  la  letra  de  ligadura  e,  siempre  que  to- 
man el  sufijo  Ix,;  por  ejemplo,  ¿zembat   gizonek  iküsi   dute? 


—92- 

«¿Cnántos  hombres  lo  lian  visto?»  El  nombre  tnrmina-lo  en 
vocal,  colocado  en  idónticas  circunstancias,  recibe  la  /■•  di- 
rectamente; por  ejemplo,  ¿zembait  aiiuik  jo  dute?  «¿Cuántas 
piedras  le  lian  pegado?» 

La  razón  de  todas  las  diferencias  de  esta  clase  en  los 
pronombres  consiste  en  que  el  sulijo  Z;  no  se  une  al  artícu- 
lo a  como  sucede  cuando  no  intervienen  diclios  pronom- 
bres. La  presencia  del  artículo  lo  simplifica  todo,  porque  al 
propio  tiempo  que  desempeña  sus  funciones  propias  sirve 
de  letra  eufónica,  evitando  el  choque  de  consonantes. 

Las  relaciones  del  nombre  que  en  otras  lenguas  se  mar- 
can por  medio  de  casos,  preposiciones  y  posposiciones,  se 
expresan  en  euskara  por  medio  de  sufijos.  La  aglutinación 
de  estos  á  los  nombres  da  lugar  á  choque  de  consonantes 
que  se  evitan  intercalando  letras  de  ligadura.  El  principio 
general  en  esta  materia  es  que  la  consonante  final  del  nom- 
bre y  la  inicial  del  sufijo  no  pueden  seguirse  inmediatamen- 
te. Por  eso  se  dice:  madeidcn  «en  Madrid»;  PARiseN  «en  París»; 
iRUNCN  «en  Irún»;  ziLLAEnez  «de  plata»;  berun^z  «de  plomo»; 
ELURRezKO  «de  nieve»;  züeczko  «de  madera»;  PARiseTiK  «de  Pa- 
rís»; LANeTiK  «de  labor»;  buegos^koa  «el  Púrgales»;  lurrí'Koa 
«el  terrenal»;  vALLADOLiDeRA  «á  Valladolid»;  oyancra  «al  bos- 
que»; davidcgana  «á  David»;  GAÑeRONTZ  «hacia  lo  alto»;BERRiz- 
eRAKO  «para  Perriz». 

Como  ya  lo  he  indicado,  los  nombres  terminados  en  vo- 
cal reciben  los  sufijos  directamente.  Por  eso  se  dice;  erro- 
MAN  «en  Roma»;  iruñan  «en  Pamplona»;  donostian  «en  San 
Sebastián»;  bilbon  «en  Bilbao»;  arriz  «de  piedra»;  kisuz  «de 
liieso»;  BüRNizKO  «de  hierro»;  uerrzko  «de  oro»;  elizondotik 
«de  Elizondo»;  basotik  «del  bosque»;  arbizukoa  «el  Arbizua- 
no»;  ITSAS0K0A  «el  marítimo»;  mugairera  «á  Mugaire»;  men di- 
rá «al  monte»;  JOSEGANA«á  José»;  berontz  «hacia  abajo»;  eche- 
RAKO  «para  casa». 

La  sufijación  del  signo  del  relativo  n  á  las  fiexiones  ver- 
vales  se  hace  mediante  la  intercalación  de  las  vocales  di»  li- 
gadura a  y  e.  Esta  intercalación  es  obligatoria  en  las  llo- 
xiones  que  terminan  en  consonante.  Exigen  la  interpola- 
ción de  a  las  flexiones  cuyas  últimas  letras   son  A-  ó  /;  por 


-93- 


ejemplo;  jaten  dee^n  ogia  «el  pan  que  comes»;  esan  DiTUDrm 
EGiAK  «las  verdades  que  he  dicho» .  Exigen  la  interpolación 
de  e  las  flexiones  acabadas  en  Z,  r,  s  y  z;  por  ejemplo;  dara- 
BiLLeN  sgñekoa  «cl  vestido  que  lleva»;  DAKAREeN  berria  «la  no- 
ticia que  traes»;  dakuS(?n  echea  «la  casa  que  vé»;  doaz^n  gi- 
zoNAK  «los  hombres  que  van». 

El  sufijo  causal  lalio  que  -se  une  á  las  flexiones  verbales, 
necesita  la  e  de  ligadura  siempre  que  las  flexiones  termi- 
nan en  consonante;  por  ejemplo:  atsegin  det  DATOREeLAKO 
«me  alegro  porque  viene»;  nabillelako  «porque  ando»;  dara- 

MATELAKO  «pOrqUC  lo    llcVO». 

En  la  forma  conjuntiva  las  flexiones  terminadas  en  1í  re- 
ciben una  a  de  ligadura;  por  ejemplo  dek  (g)  Dmí  (1),  hacen 
DEKííLA,  DüEíiLA.  Las  flcxíones  en  I  toman  la  e,  y  además, 
en  guipuzcoano,  la  I  se  moja;  el  bizcaino  prefiere  la  a.  De 
NABiL  «yo  ando»,  se  formai  NABiLLeLA  (g)  nabill^la  (b)  «que 
yo  ando».  Las  acabadas  en  II  usan  indiferentemente  de  la  a 
y  de  la  e.  Las  en  n  han  adoptado  la  a\  por  ejemplo  dun  (1) 
«tú  lo  has»  (f.  f.),  hace  dun^la  «que  tú  lo  has».  Lo  mismo 
acontece  con  las  en  //;  por  ejemplo:  din  (g)  «él  lo  ha»  (f.  f.), 
hace  DiÑfíLA  «que  él  lo  ha».  Las  flexiones  terminadas  en  r 
toman  la  e  en  los  dialectos  guipuzcoano  y  labortano,  y  la  a 
en  el  bizcaino.  Por  ejemplo  dator  «él  viene»,  hace  datore6^la 
(g.  1.)  «que  él  viene»  y  datorr^la  (b).  Las  en  s  reciben  e  en 
guipuzcoano  y  ft  en  bizcaino.  Por  ejemplo  de  dakus  «lo  ve», 
se  forman  DAKUseLA  (g)  y  darusíila  (b)  «que  lo  ve».  Las  en 
t  reciben  a  de  ligadura,  y  el  dialecto  guipuzcoano  exige  la 
sustitución  de  la  dental  fuerte  por  la  suave,  la  cual  no  es 
obligatoria  en  los  demás  dialectos;  por  ejemplo  de?^  (g)  do¿^ 
(b)  «yo  lo  he»,  zkt  (b)  «él  me  es»,  hacen  deíZ^la  y  doc^cíla 
«que  yo  lo  he»  y  ^ktahk  «que  él  me  es».  Las  flexiones  en  tz 
toman  e  en  guipuzcoano  y  labortano,  y  a  en  bizcaino  y  su> 
letino.  Por  ejemplo:  doaz  «ellos  van»,  hace  doaz^la  «que  ellos 
van»;  naz  (b)  «yo  soy»,  naz«la  «que  yo  soy»;  naiz  (1)  naizcla 
y  Niz  (s)  NizaLA.  Varias  flexiones  guipuzcoanas  ene^,  toman 
indiferentemente  cualquiera  de  las  dos  vocales  a  y  e. 

La  vocal  de  ligadura  también  se  usa  en  las  flexiones  ver- 
bales capitales,  y  entra  en  su  composición,  como  es  presu- 


miblc,  para  evitar  el  clioque  de  consonantes  incompatibles; 
por  ojeniplo  en  did^ík  fe)  DEUSTr/K  (b)  dautíik  (1)  y  deití/k  (s) 
«tú  me  lo  has»,  nadie  negará,  seguramente,  que  la  a  es  de 
ligadura,  puesto  que  didk,  deustk,  dautk  y  deitk  son  con- 
trarios á  la  fonología  euskara.^ 

(V.) 

Las  vocales  componentes  de  una  palabra,  no  solamente 
están  sujetas  á  la  permutación,  sino  también  ,á  la  elisión. 
Cuanto  mayor  sea  la  tendencia  del  dialecto  á  la  brevedad 
de  sus  términos,  tanto  mayor  es,  necesariamente,  su  afición 
á  las  elisiones,  las  cuales  se  ejercen  sin  reparo  alguno  á  ve- 
ces, sobre  vocales  y  consonantes,  sin  que  merezcan  mayor 
respeto  las  verdaderamente  esenciales,  las  que  forman,  por 
decirlo  así,  el  núcleo  de  la  palabra,  dando  lugar  á  verdaderos 
vocablos  atrofiados.  Por  lo  general,  los  dialectos  bizcaino  y 
guipuzcoano  son  mucho  menos  i)artidarios  de  la  contracción 
que  los  dialectos  nabarros;  la  misma  toponimia  bascongada 
de  los  territorios  en  que  se  habla  dichos  dialectos  proclama 
esta  verdad.  Mientras  que  en  jurisdicción  del  bizcaino  y 
guipuzcoano  se  encuentran  frecuentemente  nombres  de  lu- 
gares largos  como  amorebieta,  astigaeraga  ,  emaldigoícoa, 

OGArvAGOITI,  CHOEIBOQUETA,  AERIGORRIAGA,  ASTOLABEITEA,  AKIU- 
COLETA,  ArvECíIACALETA,  ASTIGARRIBIA,  GUDUGARRETA,  CU  jurisdic- 
ción de  los  dialectos  alto-nabarros  es  excepcional,  relativa- 
mente, la  existencia  de  nombres  como  imbuluzqueta,  iza- 
GAONDOA,  IGUZQUIZA,  mientras  abundan  los  breves  como  ostiz, 
alcoz,  garzain,  auza,  oiz,  aniz,  lanz,  elso,  yanci,  allí,  inza, 

NOAIN,  LOIZU,  USI,  UNZU,  OLZA,  GOiXI,  AZOZ,  etc. 

Las  variedades  nabarras  de  Salazar  y  Roncal  presentan 
en  las  liexiones  verbales  una  elisión  de  vocales  que  da  lugar 
á  grupos  de  consonantes  poco  frecuentes  en  el  resto  del  bas- 


1  Voúso  el  monninontal  Verbo  basco  del  Principo  líonapavto,  páíí.  2:!.  Sosúu  at'iviui  ostu 
Si'ibio  liiiyliista,  011  las  llexionoíi  vovhalos,  las  vocales  onfi'uiicas  y  rüduiulaiites  üstiiii  roin-osoii- 
tadiiK,  un  Keiieral,  \uiv  a  ou  bizcaino,  laburlano  do  Arcan'^iios  y  sulolino;  por  a  y  O  ou  ;-;uipuz- 
coain),  laborliuio,  roncaló m  do  ürx;ain<jui  y  Ll:.Un-ro/,,  allívuabarro  uioiiilional,  ae/.ooaiio  y  laiju- 
nabaiTü  orionlal;  por  u  casi  aionipro  un  aUu-nabarro  soiiloulrional;  por  i  y  por  a  on  bajo  na- 
barro  occidculal,  en  arboruano  y  ou  briscuHiano;  por  O  y  a  en  roncales.  (ISouaparlo:  Vorbe  bas- 
que, pAR.  25). 


-"95-' 


ciience.  Dichas  variedades  suprimen  la  vocal  que  debería 
preceder  á  la  r  y  estar  seguida  de  z,  g,  t,  d,  ?z,  s,  tz,  y  cli. 
Por  ejemplo  dea  «ellos  son»,  en  vez  de  d/ea;  deoke  «ól  lo  pue- 
de», en  vez  de  d¿eoke;  ge  a  «nosotros  somos»,  en  vez  de  g¿ea; 
ZEA  «tú  eres»,  en  vez  de  z¿ea;  zeen  «ellos  eran»,  en  vez  de 
z/een;  neoke  «él  me  pnede»,  en  vez  de  n/eoke;  sea  «tii  eres», 
en  vez  de  s^'ea;  echea»  tn  no  eres»,  en  vez  de  echz'ea.  Estas 
interesantes  particularidades,  así  como  otras  de  que  no  hay 
oportunidad  de  hacer  mérito,  han  sido  da^das  á  conocer  á  los 
lingüistas  por  el  Príncipe  Bonaparte,  que  es  el  primero  y 
único  autor  que  ha  estudiado  estas  curiosísimas  variedades 
n  abarras. 

La  elisión  de  a  se  encuentra  en  bastantes  palabras;  por 
ejemplo;  basuede  (g)  BAsauEDE  (b)  «jabalí»;  iz  (s)  caz  (g)  «tú 
eres»  (f.  m.);  zite  (s)  zaiTE  (g)  «tú  sé»;  banintz  (g)  banintz« 
(sal.)  «si  yo  fuera»;  bayintz  (aez.)  BAYiNTzrt  (sal.)  «si  él  fue- 
ra»; EETEN   (s)   EEErtTEN    (1)   «CU    el    dccir»;    AEDO   (g)  AEDftO  (b) 

«vino»;  SENAE  (g)  SENAaE  (b)  «marido»;^  aztu  (g)  ^aztu  (1j) 
«olvidar»  (ah^tzí  en  bajo-nabarro);  zae  (g)  zActE  (b)  «viejo» 
(zAH<2E  en  labortano);  eene  (1)  eenííi  (g)  «listo,  despejado»; 
NASTü  (g)  NAíisTü  (b)  «mczclar»;  umutu  (b)  UMauTU  (1)  «sazo- 
nar»; UNHaTU  (1)  «UNATU  (g)  «causarsc»;  ieakin  (g)  iea^kin 
(b)  «hervir»;  aei  (g)  aíüei  (b)  «carnero»;  choet  (g)  choetíi  (bn) 
«gota»;  lEULi  (b)  lEríULi  (g)  «tirar  á  tierra»;  baet  (g)  BAEDrt 
(bn)  «ayer  noche»;  chal  (g)  cha«l  (b)  «ternera»;  amoeeai  (g) 
AMurtEEAÑ  (b)  «trucha»;  mukanes  (1)  bukanas«  (s)  «pañuelo  de 
narices»;  uetiki  (s)  auETiKi  (1)  «arrojar»;  astezken  (bn)  aste- 
íizKEN  (g)  «miércoles». 

Algo  más  frecuente,  pero  no  mucho,  que  la  elisión  de  a 
es  la  de  e.  Veáse;  por  ejemplo  zazu  (1)  ezAzu  (g)  «tú  he  lo»; 
(f.  m.);  ZAN  (1)  ezAN  (g)  «tú  he  lo»  (f.  f.);  zaguzu  (g)  ezAGUzu 
(1)  «tú  he  nos  los»;  zadazu  (g)  ezADAzu  (1)  «tú  me  lo  hayas»; 

ABE  ATS   (bn)    ABeEATS   (g)    «ríCO»;    BEDEATZI    (bn)    BEDeEATZI  (g) 

«nueve»;  toeei  (Baz.)  eTOEEi  (g)  «venir»;  man  (Baz.)  éman  (g) 
«dar»;  obak  (b)  oseAK  (g)  «los  mejores»;  uei  (1)  euEi  (g)  «llu- 
via»; izoTz  (g)  izoTze  (id.)  «hielo»;  lize  (g)  l^ize  (g)  «caver- 


1    Forma  primitiva  senanAr  (1);  recuérdese  lo  ano  dijimos  al  hablar  del  hiato  bizcaiuo. 


-96- 

na»;  LEz  (1)  LEZE  (a.  n.  s.)  «caverna»;  uli  (1))  culi  (g)  «mosca»; 
EiiixoTZ  (b)  Eiu'iÑOTZ  (g)  «laurel»;  andhak  (b)  andeíak  (g)  «la 
señora»;  behkoi  (bn)  berckoi  (g)  «egoísta»;  kedau  (g)  KEDAiiiie 

(1)11)  «hollín»;  AERAÜLTZ  (g)  ARRAULTZe  (1)  «lllieVO»;  AllTA  (1) 

AiuieTA  (g)  «cuidado»;  baeatz  (g)  baratzc  (1)  «huerta»;  eigahna 
(sal.)  BiGABReNA  (g)  «el  segando»;  zazpigaena  (ronc.)  zazpi- 
üAERd'NA  (g)  «el  séptimo»;  me  (g)  Mse  (b)  «delgado»;  üskaldun 
(s)  6'USKALDUN  (g)  «bascongado»;  makume  (Baz.)  cmakuiie  (g) 
«mujer»;  maztiki  (Bizc)  ¿'Mazteei  (1)  «mujer»;  far  (g)  barrcí  (b) 
«risa»;  lizar  (g)  LeiZAR  (1)  «fresno»;  abre  (1)  ab^re  (g)  «ani- 
mal»; ULLU  (s)  tíULi  (g)  «mosca». 

Más  frecuente  (jue  las  anteriores  y  que  las  demás,  es  la 
elisión  de  i.  De  ella  he  anotado  los  siguientes  ejemplos: 
zATzu  (1)  ¿TZATzu  (g)  «tú  lie  los»;  zoK  (1)  izoK  (s)  «tú  he  lo  á 
ól»  (f.  m.);  zoN  (1)  ¿zoN  (s)  «tú  he  lo  á  él»;  (f.  f.);  gasto  (b) 
GAiSTo  (g)  «malo»;  orro  (g)  oeeoz'  (id.)  «mugido»;  kusi  (Baz.) 

¿KUSI    (g')   «ver»;  ARGIZAGI    (S)    ARGIZA¿TI     (bll)     (duiía»;  LEZE  (b) 

LEÍzE  (g)  «caverna»;  achur  (g)  ea¿tzur  (1)  «azadón»;  Acn  (b) 
a/tz  (g)  «peña»;  billos  (g)  billus¿  (1)  «desnudo»;  ego  (g)  ego¿ 
(b)  «viento  del  Sur»;  eebal  (g)  herbaz'l  (1)  «débil»;  galdor  (g) 
GA¿LDUR  (id.)  «cumbre»;  gazta  (g)  gaztaí  (b)  «queso»;  gos  (b) 
GOiz  (g)  «mañana»;  gozaldu  (g)  go¿zaldu  (b)  «almorzar»;  ira 
(g)  IRÍA  (b)  «helécho»;  l áster  (g)  la¿ster  (1)  «pronto»;  lesar 
(b)  leítzar^I)  «fresno»;  oju  (g)  o/du  (b)  «grito»;  zear  (g)  ze/har 
(1)  «oblicuo,  torcido»;  utzul  (ronc.)  itzul*  (g)  «volver»;  noz 
(b)  NO¿z  (g)  «cuando»;  lena  (g)  le¿'na  (ronc.)  «el  primero»;  utz 
(sal.)  UTZz  (g)  «dejar»;  lacankeri  (g)  laba/nkeri  (id.)  «seduc- 
ción»; SAHETs  (bn)  sa/iiets  (1)  «costado,  costilla»;  uzkal  (bn) 
uzKALÍ  (id.)  «tirar»;  jagi  (b)  ja/ki  (g)  «levantarse»;  ikuz  (1) 
IKUZ¿  (bn)  «lavar»;  apez  (1)  ape¿z  (g)  «sacerdote»;  mate  (Bet.) 
MA¿TE  (g)  «querido»;  ikusko  (a.  n.  m.)  ikus¿ko  (g)  «de  ver»; 
ZATZAT  (g)  ZATZAÍT  (id.)  «ms  eres»;  zintzadan  (Goy.)  zintza¿- 
DAN  (Bet.)  «me  era»;  anho  (bn)  ano¿  (g)  «provisión  de  los 
pastores»;  artaldria  (b)  ard/taldria  (id.)  «rebaño  de  ovejas». 
Algunas  llexiones  sulctinas  que  tienen  la  vocal  /  segui- 
da de  ñ,  eliden  amenudo  esa  vocal  al  pasar  á  la  forma  cou- 
juntiva;  por  ejemplo  za/ñ  «él  te  es»,  zañala  «que  él  te  es»:  ní- 
tza/ñ  «yo  te  soy»;  nitzañala  «que  yo  te  soy.» 


-97- 

La  elisión  de  o  es  la  menos  frecuente  de  todas.  Véase, 
por  ejemplo;  aheki  (1)  ahoeei  (id.)  «mal  de  boca»;  chit  (g) 
CHITO  (b)  «mucho,  muy»;  loa  (g)  olua  (Fuent.)  «la  sien»; 
AMEN  (Bera)  aomen  (1)  «renombre,  fama»;  oiuTU  (bn)  oeoitu 
(g)  «acordarse»;  maeiiubi  (1)  makrubio  (id.)  «fresa». 

De  la  elisión  de  //,  en  cambio,  pue.Ien  registrarse  mu- 
chos más  ejemplares;  por  ejemplo:  anitz  (g)  a7/nitz  (b)  «mu- 
cho»; JACHI  (g)  JA?¿Tsi  (bn)  «bajar»;  jabe  (g)  ja^íbe  (b)  «dueño»; 

JANTZI(g)JA?¿NTZI(l)  «vestir»;  LAE0GEI  (g)    LAWEOGOI   (1)    «Oclieil- 

ta»;  UE  (g)  uzíR  (b)  «avellana»;  mi  (g)  u«e  (id.)  «agua»;  lur  (g) 
LUtíE  (b)  «'tierra»;  eskaldun  (1)  ezískaldun  (g)  «bascongado»; 
AEPEGí  (g)  AííEPEGí  (-a,  u.  s.)  «cara»;  andi  (g)  a?¿nüi  (a.  n.  s.) 
«grande»;  guazaita  (Lezo)  ugazaita  (g)  «suegro»;  maegi  (ronc.) 
MAZíEGí  (sal)    «fresa»;   amaeeain   (bn)  iiam/¿aeeain  (1)  «trucha»; 

BELHAÑ  (S)  BELA»N  (g)  «rodilla». 

Como  se  habrá  notado  en  varios  de  los  ejemplos  de  esta 
sección,  la  apócope  es  muy  frecuente  en  el  indeíinido  del 
nombre  verbal.  Baste  recordar  kusi,  man,  toeei,  «ver»,  «dar», 
«venir»,  en  vez  de  íkusi,  cman,  ctoeei.  Este  fenómeno  se 
presenta,  generalmente,  en  los  dialectos  nabarros,  los  cua- 
les, como  ya  lo  dije,  son  los  más  propensos  á  la  contracción 
de  los  vocablos. 

(VI.) 

Doy  el  nombre  de  letras  epentéticas  á  aquellas  vocales 
y  consonantes  que  sin  formar  parte  orgánica  del  tema  no- 
minal, ni  del  suíijo,  ni  de  la  íiexión  verbal,  se  interpolan 
en  las  palabras,  por  más  que  no  lo  exijan  las  leyes  fonéticas 
del  euskara.  Como  que  el  único  resultado  apreciable  que 
dan  en  la  práctica,  es  el  de  alargar  la  palabra  materialmente, 
he  creido  que  ningfm  nombre  las  cuadraba  mejor  que  el  de 
epentéticas.  Acaso  un  análisis  más  profundo,  ó  una  compa- 
ración más  extensa  y  completa  del  léxico  del  euskara,  lle- 
gue á  despojar  de  este  carácter  á  dichas  letras,  atribuyéndo- 
les otro  más  grave  é  importante.  Más  adelante  señalaré  un 
curioso  caso  respecto  á  la  explicación  de  la  presencia  de 
una  h  en  ciertos  nombres  verbales,  i  que  para  Mr.  de  Cha- 

8 


-08- 


renCCy  eru  una  nioríi  letra  epentética  ó  eiifónioa,  y  que  el 
Príncipe  Bonaparte  ha  demostrado  admirablemente  ser  el 
residuo  del  verbo  egin  «hacer»,  incorporado. 

Pero  aunque  explicaciones  de  esta  índolt  sean  en  lo  fu- 
turo posibles,  y  aun  probables,  y  por  lo  tanto,  el  número  de 
letras  epentéticas  quede  sujeto  á  disminución,  es  lo  cierto, 
que  de  las  que  hoy  me  ocupo  y  partiendo  de  las  formas  co- 
nocidas, no  cabe  mejor  explicación.  Tal  sucede,  por  ejem- 
plo, con  la  e  de  itzalóan  «en  la  sombra».  El  tema  nominal  es 
ITZAL,  modificado  por  el  sufijo  de  locativo  n\  como  este  no 
puede  unírsele  directamente,  porque  resultaría*  dentro  de 
una  misma  sílaba  el  grupo  incompatible  /;/,  es  preciso  que 
haya  una  vocal  que  sirva  de  ligadura  á  ambas  consonantes. 
En  el  caso  presente  dicha  vocal  existe  en  el  artículo  a  y  por 
lo  tanto,  las  exigencias  eufónicas  de  la  lengua,  estaban  sa- 
tisfechas plenamente  en  la  forma  itzalan.  Sin  embargo,  la 
práctica  exige  itzal^an.  Mientras  no  se  halle  una  forma  in- 
definida iTZALE  en  vez  de  la  que  conocemos  itzal,  la  e  de 
ITZAL6AN,  introducida  en  la  palabra  sin  razón  eufónica  algu- 
na que  lo  exiga,  tendrá  todos  los  caracteres  de  una  letra 
epentética. 

La  a  es  nuiy  poco  usada  como  letra  epentética,  fuera 
de  las  fiexiones  verbales;  algunas  veces  reemplaza  á  la  e 
prostética  que  se  une  á  las  palabras  de  origen  extranjero  que 
comienzan  con  rr\  por  ejemplo  (/iuiazoi  «razón»,  cíiuíabta  «ra- 
bia». Contra  la  costumbre  de  Los  demás  dialectos,  ni  el  sala- 
cenco,  ni  el  atzcoano,  niel  roncales  hacen  uso  do  la  (t  ó  e 
prostéticas;  en  el  catecismo  del  P.  Astete  traducido  á  esos 
dialectos  por  iniciativa  del  Príncipe  Bonaparte  y  publicado 
á  expensas  del  ilustre  euskarólogo,  se  ven  todas  las  palabras 
tomadas  del  castellano  y  del  latín  sin  vocal  inicial.  Bernard 
Dechepare  ,  autor  del  primer  libro  bascongado  inq)reso 
(1545),  usa  unas  veces  de  ella,  y  otras  no;  así,  por  ejemplo, 
en  sus  poesías,  leemos  eegla  ezak,  eiooroski  sin  próstesis  y 
YAUN  EEüEoiAK  cou  ella.  Lizarmga  (1571)  escribe  hesuma, 
líEGE,  líErROciiATZEN,  ctc,  pcro  Axular  (1 0-12)  sc  aticnc  al 
principio  propuesto,  y  alarga  ])rostéticiim(Mi(e  (odas  las  pala- 
bras de  la  clase  mencionada;  ri¡UE(U':,  ^'lUioMv,  ('Iíumuatua,  etc. 


-99- 

Visto  que  Dinguna  palabra  genuinamente  eiiskara  comienza 
con  r  fuerte,  no  es  posible  dejar  de  considerar  el  uso  de  la  e 
prostética  como  más  conforme  al  genio  de  la  lengua  que  el 
no  uso,  y  los  casos  del  bajo-nabarro  Dechepare  nos  revelan  que 
el  uso  es  tan  antiguo  cuanto  podemos  subir  en  la  escala  del 
bascuence  impreso.  El  codex  compostelano  (siglo  xn)  entre 
las  diez  y  echo  palabras  bascongadas  que  contiene  nos 
mucstia  en  el  décimo  cuarto  lugar  la  de  é-eeege  «rey».  Hay 
que  rechazar,  por  lo  tanto ,  la  sospecha  que  los  textos  de 
Lizarraga  puedan  despertar  acerca  de  ser  moderna,  relati- 
vamente, la  próstesis  de  la  e} 

Los  nombres  terminados  en  consonante,  al  recibir  el  su- 
fijo del  locativo  n,  interpolan  una  e  epentética,  entre  el  tema 
nominal  y  el  ariículo  que  recibe  el  sufijo.  Por  ejemplo;  lur 
(■tiena»,  hace  lueecan  «en  la  tierra»  y  no  lueean,  como  lo  in- 
dica la  teciía:  gañ  (g)  «encima»,  hace  gañían  y  no  gañan-; 
AiTziN  (1)  «delante»,  hace  aitzinsan  y  no  aitzinan. 

De  igual  manera,  la  e  figura  como  epentética  en  algunas 
palabras;  por  ejemplo:  esEsio  (b)  sesio  (g)  «disputa»,  de  «se- 
sión»; eKENDU  (aez.)  kendu  (g)  «quitar». 

En  las  palabras  tomadas  del  latín  ó  lenguas  derivadas 
del  mismo,  es  muy  frecuente  la  interpolación  de  una  i  epen- 
tética delante  de  la  n,  sobre  todo  en  las  sílabas  finales  y  en 
los  dialectos  basco-franceses;  por  ejemplo:  a/ngueu  «ángel», 
del  latín  "ángel ns))-.  boto/n  «botón»,  del  castellano  botón; 
eeeaín  «riñon»,  del  francés  «re^/^);FALK0IN,  «halcón»,  del  latín 
([falconcvi)). 

Esta  letra  se  encuentra  bastante  amenudo  en  las  pala- 
bras: por  ejemplo;  se/ndi  (s)  santü  (g)  «santo»;  aísaei  (b) 
AZAEI  (g)  «zorra»;  ke/jatü  (b)  ke.jatu  (g)  «quejarse»;  laeeos^'a 
(b)  LAEEOSA  (g)  «rosa»;  ezpe/n  (aez.)  ezpañ  (g)  «labio»;  ameíka 
(g)  HAMEKA  (bn)  «once»;  oedp'ua  (ronc.)  oedua  (g)  «la  hora»; 
benedikat/ua    (ronc.)    benedikatua    (g)    «bendito»;    saintíua 


1  El  Nif vo  Tcsíaircrto  rio  Lizarracia,  inaprfíciable  por  las  formas  arcaicas  del  verbo  bascon- 
í-'ndo,  por  ol  liso  do  fus  inoclos  y  tiempos  y  por  los  giros  gi-amaticales  que  presenta,  lo  es  mu- 
cho Ilíones  si  consideramos  al  léxico,  plagado  de  préstamos  á  lenguas  extranjeras,  en  palabras 
de  uso  vulgar  y  corriente;  Holumbaí)  (use),  qiiuacle»  (buiíi,  Icntoi ),  etc.,  epedazu»  (zati),  etc.  Quien 
tan  añcionado  se  mostraba  de  acudir  ú  la  lueiito  latina  en  butca  de  palabras  que  no  faltaban, 
tpmpoto  había  de  cuidarse  de  dar  forma  indígena  ú  las  importaciones.  Aquí,  y  no  eu  otra 
parte,  reside  la  causa  de  la  falta  de  e  iirostética. 


-100- 

(ronc.)  SANTUA  (g)  «el  santo»;  mandament¿üak  (roiic.)  manda- 
MENTUAK  (ronc.)  «los  niandíuniontos»;  buiu'qa  (ronc.)  uuiuja 
(g)  «la  cabeza»;  lek/ua  (ronc.)  lekua  (g)  «el  lugar»;  münd¿ua 
(ronc.)  MUNDUA  (g)  «el  mundo»;  sakhament/uak  (ronc.)  sakka- 
MENTUAK  (g)  «los  sacraiiientos»;  izaíteko  (ronc.)  izateko  (g) 
«para  ser»;  ma/lla  (1)  malla  (g)  «grado,  escalón»;  n/abar  (1) 
NABAii  (g)  «pardo,  abigarrado».  El  dialecto  roncales,  no  obs- 
tante ser  tan  propenso  á  la  ¿'  epentética,  cambia  la  orgánica 
en  u  á  veces:  por  ejemplo  guzi//az  «de  todo»,  en  vez  de  gu- 
z/az  (g).  En  las  palabras  de  origen  euskaro,  como  no  sean 
compuestas,  es  imposible  asegurar  que  la  /  sea  ó  no  epenté- 
tica; la  comparación  de  los  léxicos  de  los  diversos  dialectos, 
es  la  única  que  da  grandes  caracteres  de  certidumbre  á  la 
hipótesis. 

La  t  se  usa  en  algunos  dialectos  y  variedades  como  le- 
tra epentética,  cuando  dos  palabras  se  unen  en  el  lenguaje  ha- 
blado, constituyendo  una  sola, por  efecto  de  la  rapidez  de  la 
pronunciación:  por  ejemplo:  jiendiven/artian  (b)  «entre  los 
montes»,  de  mendiyen  -[-  artian;  arítz/aktetan  (b)  «entre 
los  robles»,  de  aritz  -j-  artetan. 

El  sufijo  étnico  ar  requiere  la  interpolación  de  una  t 
epentética,  siempre  que  los  nombres  á  que  se  une  terminen 
en  consonante;  por  ejemplo;  jerusaleníarra  «el  natural  de 
de  Jerusalen»,  de  jerusalen  -|-  arr  -\-  a;  burgosí^arra  «Bur- 
galés,  de  burgos -|- arr -|- a;  raris^'arra  «Parisién»,  de  pa- 
rís -I-  ARR  -|-  A. 

El  dialecto  guipuzcoano  usa  amenudo  epentéticamente 
el  sufijo  AN,  uniéndolo  al  infinitivo  de  los  verbos  y  al  sufijo 
de  procedencia  tik  ó  dhí  en  los  nombres.  Yo  creí,  á  primera 
vista,  que  las  formas  nominales  y  verbales  á  que  se  reunía, 
recibían,  no  el  sufijo  an,  sino  una  sílaba  epentética  kan. 
Pero  una  interesantísima  carta  que  recibí  del  Príncipe  13ona- 
parte,  á  quien  sometí  mis  dudas,  escrita  el  día  *23  de  Agos- 
to de  1881,  me  suministró  cuanta  luz  podía  apetecer  para 
la  resolución  del  prol)lema.  Ya  he  dicho  que  el  infinitivo 
verbal  es  una  de  las  palabras  (pie  reciben,  á  veces,  epentéti- 
camente, ese  sufijo;  por  ejemplo:  en  vez  de  iKUsnuK,  cierta 
parte  del  guipuzcoano  dice  ikusuukíí//.  Esta  forma  se  des- 
compone así;  iKiJsi  indelinido  verbal;  //■  su  lijo  precedidí)   do 


-  101- 


la  r  eufónica  y  a)i  snfíjo  de  locativo,  compuesto  de  a  de  li- 
gadura y  71.  Este  análisis  morfológico  nada  deja  que  desear. 
En  cuanto  al  sentido,  tampoco  caben  oscuridades;  ikusiri- 
Kan  es  á  ikusirik  como  «en  viendo»  es  á  «viendo».  Esto,  por 
supuesto,  tomando  en  rigurosa  cuenta  todos  los  elementos 
com])onentes  de  la  palabra.  Unido  al  suñjo  de  procedencia 
til-  ó  diJc  tampoco  cambia  el  sentido  de  este;  de  manera  que 
si,  por  ejemplo,  iKüsmiKau,  echetik(x;í  y  emendikíi/í  valen,  ó 
significan,  en  resumidas  cuentas,  igual  que  ikusirik,  eche- 
TiK  «de  casa»  y  emendik  «de  aquí»,  es  evidente  que  an  es  en 
estos  casos  un  sufijo  meramente  epentético. 

La  a,  la  e,  la  i  y  la  o  desempeñan  el  papel  de  letras  epen- 
téticas en  varias  Üexiones  verbales,  por  más  que  á  primera 
vista  pueden  parecer  verdaderas  letras  orgánicas.  Sin  em- 
bargo, el  examen  detenido  de  las  variedades  dialectales,  las 
cuales  nos  presentan  flexiones  en  que  dichas  letras  no  figu- 
ran, y  la  circunstancia  de  que  su  presencia  no  es  necesaria 
pira  evitar  el  choque  de  condonantes  ó  vocales  contrario  al 
genio  de  la  lengua,  son  razones  que  me  mueven  á  calificar 
la  presencia  de  esas  letras  do  fenómenos  de  epéntesis,  por 
más  que  en  casos  semejantes  sea  muy  difícil  decidir  sin  ape- 
lación, si  las  unas  son  formas  contraidas  y  las  otras  formas 
íntegras.  ComO  ejemplo  de  las  flexiones  verbales  á  que  me 
refiero,  señalaré  las  siguientes,  tomadas  de  la  pág.  XXIII  del 
Verbo  Ixiscongado  del  Príncipe  Bonaparte;  NueN  (g),  nenduan 
(b),  Ni<7N  (s),  NioN  (ronc.)  ni/n  (bn.  occ),  nicn  (bn.  or.),  etc., 
cuyos  equivalentes  tenemos  en  nun  (Vill.  de  Guip.),  nendun 
(b.  occ),  NiN  (s.  de  Barcus),  etc.,  etc.  Estas  flexiones,  según 
se  ve,  carecen  de  una  de  las  vocales  que  figura  en  sus  aná- 
logas, sin  que  por  ello  resulte  derogación  de  la  fonología 
euskara. 

La  sílaba  epentética  de  es  de  bastante  uso  en  ciertas  fle- 
xiones del  indicativo  del  verbo  intransitivo;  por  ejemplo 
ZERAr/í  «tú  eres»;  GERA.r/e  «nosotros  somos»;  dira^/c  «ellos  son». 
Es  incompatible  con  las  primeras  personas  de  singular  y 
plural  y  con  la  tercera  de  singular;  el  dialecto  guipuzcoano 
y  algunas  ramificaciones  del  a.  n.  s.  principalmente,  la  usan 
con  bastante  frecuencia. 


—loa- 
Varias  ílexionos  di'l  iiulicativo  incorpor;in,  asiiiiisino,  la 
{sílaba  opoutótioa  //   on  ciertos   dialectos  y  variedatles;  por 
ejemplo  ai/.' /da  (a.  n.  m.)  «ól  me  es»,  en  lugar  d'3  aida  (s). 

Las  Üexiones  bizcaiiuis  zaea  «ores»  y  diüa  «son»,  su  dila- 
tan mediante  la  interpolación  'de  una  i  epentética  entre  la 
?•  y  la  a,  al  tomar  la  forma  conjuntiva;  por  ejemplo  zak/ala 
y  no  ZAEALA  «que  eres»;  dir/ala  y  no  dirala  «que  son». 

Las  llexiones  terminadas  en  /  toman  e  epentética  en 
guipazcoano  y  labortano  y  (i^  en  bizcaino  y  suletino  al  pasar 
á  la  forma  conjuntiva.  De  daki  «él  lo  sabe»,  resultan  daki/jla 
y  dakmla  «que  él  lo  sabe». 

En  bizcaino  las  flexiones  verbales  nabe  «ellos  me  han»  y 
DABE  «ellos  lo  han»,  usan  de  la  e  para  la  forma  conjuntiva; 
por  ejemplo  nabecla  y  dabe<?la.  Si  la  flexión  termina  en  l-e 
el  dialecto  guipuzcoano  exige  la  interpolación  de  a  y  el  su- 
letino la  de  a  ó  e  indiferentemente.  De  nuke  (g)  «yo  lo  ten- 
dría», se  forma  nueeíila  y  de  niiKE  (s)  NÜKErtLA.  En  este  dia- 
lecto NAiKA  «él  me  habría»  y  aire  «él  te  habría»,  así  conjo  nü- 
TUKE  «yo  los  tendré»,  con  las  demás  flexiones  transitivas  de 
régimen  directo  de  tercera  persona  pertenecientes  á  este 
tiempo,  siguen  á  nüke  y  reciben  á  veces  la  a  epentética, 
cambiando  la  e  flnal  de  la  flexión  en  /,  por  virtud  de  la  ley 
de  añnidad  de  las  vocales,  aunque  también  se  trasforman  en 
conjuntivas ^in  nnitacion  de  vocal  ni  interpolación  epenté- 
tica, pudiéndose  decir  naik¿Víla  y  naikela,  áikíclla  y  airela, 
NÍiTÜR¿(7LA  y  NÜTÜRELA.  Las  flcxioues  do  régimen  indirecto, 
no  exigen  vocal  epentética.  Así  se  dice,  por  ejemplo;  geneiz- 
RELA  «que  nosotros  les  habremos  los»  y  no  geneizre(íla.  Fue- 
ra de  estas,  las  demás  flexiones  suletinas  acabadas  en  he  re- 
ciben la  a  epentética,  diciéndose;  por  ejemplo:  dür/Víla  «que 
él  lo  ha])rá»,  de  dure;  zütür/V/la  «que  él  te  habrá»,  do  zütürr; 
gütür/íila  «que  él  nos  liabrá»,  de  gütüke. 

Por  excepción  de  las  flexiones  terminadas  en  o,  las  cua- 
les no  requieren  letra  epentética,  las  formas  verbales  nago 
«estoy»  y  dago  «está»,  toman  una  e  epentética;  por  ejemplo: 
NAGoeLA  «que  estoy»,  dxcocla  «que  está.»  Lo  propio  sucedo 
con  las  flexiones  verbales  labortanas  acabadas  en  o;  por 
ejemplo,  dioí^'la  «que  él  le  ha  ho».  Asimismo,  la  c  en  los  día- 


lecfcos  guipnzcoauo  y  labortano  y  la  a  en  ol  snletino,  ñgii- 
ran  á  título  de  cremento  epentético,  pero  excepcional- 
mente,  en  varias  llexione^  terminadas  en  u  y  n.  Tales 
son  Du  «él  lo  ha»,  que  hace  ducla  y  no  dula;  ditü  «él  los 
ha»,  DiTueLA  y  no  ditula;  zaitu  «él  te  ha»  zaitü^Za  y  no  zai- 
tula;  gaitü  «él  nos  ha»,  gaitüéíla  y  no  gaitüla  y  sus  co- 
rrespondientes suletinos  dü,  DÜrzu,  zütü,  gütü,  cuyas  for- 
mas conjuntivas  (interviniendo,  por  supuesto,  las  leyes  de 
afinidad  de  las  vocales)  son:  DirtLA,  DÜTirM,A,  züti^-la,  gíjti- 
r/LA.  Las  llexiones  sulefcinas  acabadas  en  ta  adoptan  la  <x; 
NAiTE  «yo  puedo»,  naití^íla  «que  yo  puedo»;  daipe  «él  puede», 
DAiT/VtLA  «que  el  puede».  Las  Üexiones  acabadas  en  ?',  nece- 
sitan e  epentética  en  la  forma  relativa;  DAiXABiLZKí'eN  arriar 
«las  piedras  que  mueve»;  daki-ín  gizonak  «ol  hombre  que  lo 
sabe»/ 

(vil.) 

Así  como  las  vocales,  las  consonantes  están  también  su- 
jetas á  los  fenómenos  de  permutación ,  elisión  é  intercala- 
ción; de  esta  suerte  es  completa  la  movilidad  de  los  elemen- 
tos fónicos  de  las  vocablos  del  euskara.  Antes  de  entrar  en 
el  examen  particular  y  detallado  de  las  series  de  permuta- 
ciones y  elisiones  de  consonantes,  conviene  adelantar  algu- 
nas ideas  de  carácter  más  general. 

Las  flexiones  suletinas  terminadas  en  h,  al  adoptar  la 
forma  conjuntiva,  cambian  la  le  en  y,  aunque  con  alguna  in- 
significante excepción.  Por  ejemplo:  nükek  «yo  seré»  (f.  m.) 
hace  NUKE//ALA  «que  él  sería»;  lüte.v  «él  sería»  (f.  m.),  hace 
lukü;//ala  «que  él  sería».  Por  el  contrario,  \x^  flexiones  biz- 
cainas  terminadas  en  dicha  consonante  la  eliden. 

El  cambio  de  t  en  d  en  las  flexiones  guipuzcoanas  que 
terminan  en  la  primera  de  estas  consonantes,  es  un  hecho 
normal  y  obligatorio,  al  revestir  la   forma    conjuntiva;    por 


1  Muchas  de  estas  reglas  se  eiicuentrau  dispersas  cu  l-is  gi-a,miticas  de  Larrameiidi,  Lar- 
dizábal,  Challo,  Geze,  etc.  Pero  donde  están  expuestas  con  to3a  la  amplitud  de  que  la  luatoiia 
es  susceptible  y  con  igual  solicitud  de  lo  general  y  do  lo  particular,  es  en  el  Verbe  basque  del 
Príncipe  Bonaparte.  Yo  he  tojnado  por  guía  este  trabajo,  sin  dejar,  por  eso,  de  tener  á  leii 
vista  los  demás. 


-104- 


ejemplo:  de/*  «yo  lo  he»,  imdxLA,  «qiio  yo  lo  lie»:  zait  «él  mo 
es»,  zaií/ala  «que  él  rao  es»;  zaitut  «yo  te  ho»,  zaituc/ala,  «que 
yo  te  he».  En  labortano,  bizcaino  y  snletiiio  la  permutación 
no  es  obligatoria;  pero  hay  que  advertir  que  el  segundo 
dialecto  no  la  usa  nunca  en  las  flexiones  intransitivas  del 
auxiliar,  ni  cuando  la  t  íinal  va  precedida  de  s,  y  que  el  ter- 
cero la  rechaza  cuando  le  preceden  un  diptongo  ó  una  z, 
por  ejemplo:  jat  (b)  «él  me  es»,  jat^la  «que  él  me  es»;  di- 
raust  (b)  «él  charla»;  diraustala  «que  él  charla»;  deit  (s)  «él 
me  lo  ha»,  deitala  «que  él  me  lo  ha»;  deizt  (s)  «él  me  los  ha», 
DEIZTALA  «que  él  me  los  ha». 

En  la  forma  negativa  del  verbo  suletino,  la  z  de  la  ne- 
gación EZ  se  trueca  en  /¿  en  las  flexiones  que  comienzan 
con  vocal,  y  se  elide  en  las  comenzadas  por  consonante: 
ctzait  «tú  me  eres»;  eZ/izait  «tú  no  me  eres»;  niz  «yo  soy», 
ENiz  «yo  no  soy». 

El  labortano  y  el  guipuzcoano,  si  la  flexión  comienza  en 
d  6  hy  el  nombre  que  precede  termina  en  /.•,  cambian,  en 
algunas  localidades,  las  combinaciones  /.v/,  l-b  resultantes,  en 
t  ó  j7;  por  ejemplo:  ona/ira  «ellos  son  buenos»,  en  lugnr  de 
onaX"  í^ira;  onajjaliera  «si  ellos  fuesen  buenos»,  en  vez  de 
ona/j  ¿altera.  Cuando  por  efecto  de  la  supresión  do  una  vo- 
cal la  d  debería  encontrarse  en  contacto  inmediato  con  la 
z,  estas  dos  consonantes  se  trasform m  en  tz.  Por  ejemplo: 
Tzu  (ronc.)  en  vez  de  duzu  «tú  lo  has»;  tzvn  (ronc.)  en  vez 
de  DEZAN  «él  lo  tenga». ^ 

La  z  de  otros  dialectos  se  cambia  amenudo  en  j  en  el 
bizcaino;  zayo  (g)  «él  le  es»,yAKO  (b).  En  alto  nabarro  meri- 
dional la  z  delante  de  la  t  se  permuta  en  s:  tus-tf,  «silos  lo 
han»,  en  lugar  de  ditu¿te. 

La  t  se  cambia  en  d  con  bastante  frecuencia  en  las  pa- 
labras de  origen  latino  ó  románico:  íZorpe  de  /orpe;  ^/orue 
de  /orre,  í/embre  de  /imrre,  í/enda  de  /ienda.     . 

El  léxico  de  la  lengua  euskara  nos  presenta  varias  pala- 
bras en  las  que  ügara  la  gutural  fuerte  k;  otras,  idénticas  á 
las  anteriores,  con  la  gutural  suave  //;  algunas   en  las  (]ue  la 


1    Uoiiaimrtü.  Le  Verbo  basque,  i>i'ig.  XXVII. 


-105— 


/•  Ó  la  g  han  sido  reeemplazaclas  por  la  aspirada  //,  y  final- 
mente otras  que  no  han  conservado  ninguna  de  las  tres  con- 
sonantes mencionadas.  Estos  hechos  convidan  á  reprodu- 
cir el  problema  de  cuál  es  la  forma  primitiva;  felizmente, 
este  problema,  al  revés  de  otros  de  la  misma  índole,  es  de 
los  que  pueden  resolverse,  á  mi  juicio,  cumplidamente.  El 
problema  ha  sido  planteado  con  anterioridad.  Mr.  Van  Ej'S 
en  su  Diccionario  basco-francés,  pág.  IX,  sostuvo,  en  con- 
tra de  la  opinión  del  Príncipe  Bonaparte,  á  quien  siguió  mi 
particular  y  estimado  amigo  Mr.  Yinson,  que  la  I-  no  es  pri- 
mitiva, y  que  ocupa  el  lugar  de  la  /¿  en  muchas  palabras 
compuestas.  Así,  según  Mr.  Van  Eys,  zohaA-ekia  «locura»,  pro- 
cede de  zoEA  -|-  //epja;  loZ'aetu  «tener  sueño»,  de  lo-[-//aetu; 
suZ'ALDE  «fogón»,  de  su-¡-/¿alde;  azA'Azal  «uña»,  de  ats-  -/¿a- 
ZAL,  etc.  Pero  yo  encuentro  fuertes  y  numerosas  razones 
que  no  me  permiten  compartir  las  opiniones  del  euskarólo- 
go  holandés. 

La  Ji  es  un  sonido  que,  según  veremos,  se  pierde  bas- 
tante amenudo.  La  //  que  es  un  sonido  aspirado,  es  una  sim- 
simple  debilitación  fónica  de  la  gutural  fuerte,  de  manera 
que  su  presencia  en  uno  de  los  componentes  aislados  que 
cita  Mr.  Van  Eys,  debe  de  considerarse  como  un  rastro  que 
dejó  la  /.•  al  alterarse.  Al  formarse  la  pulal)ra  compuesta  rea- 
parece la  /.•  primitiva.  Si  se  rechaza  este  punto  de  vista,  no 
queda  otro  arbitrio  que  admitir  á  la  k  entre  las  letras  eufóni- 
cas. Mas  como  quiera  que  la  única  razón  que  pudiera  justi- 
ficar el  eufonismo  de  la  Je  sería  el  hiato,  y  este  se  halla  destrui- 
do completamente  por  la  presencia  de  la  h  que  cede  el  pues- 
to á  la  /.•,  hay  que  rechazar  esta  opinión.  Muchas  veces  en 
los  compuestos  reaparecen  las  formas  primitivas  de  las  pa- 
labras; el  dialecto  guipuzcoano,  por  ejemplo,  en  contraposi- 
ción á  otros  varios,  tiene  la  forma  del  número  cardinal  «cua- 
tro» alterada,  lau  en  vez  de  lauk.  Sin  embargo,  al  tomar  el 
artículo  dice  LAurAK  «los  cuatro»,  reapareciendo  la  r  primiti- 
va. La  J¿,  la  7¿  y  la  í/  son  letras  que  se  eliden  muy  amenudo. 
De  que  la  J¿  es  anterior  á  la  g  dan  también  buena  prueba  los 
siguientes  hechos.  En  la  inmensa  mayoría  de  los  dialectos 
el  nombre  del  «sol»,  cualesquiera  que  sean,  por  lo  demás,  las 


—106- 


contvaccionos  qiio  haya  sufrido,  presenta  el  sonido  de  /•; 
EGUz/.'i  fe)  EUs/[  (bn)  e/.iii  (s),  etc.;  cú  Saldias  (valle  de  Ba- 
sabnrua  mayor,  Nabarra),  por  el  contrario,  se  le  llama  eüuz- 
gi,  con  g  en  lugar  de  Je.  ¿Cabe  decir  que  esta  sea  la  forma 
correcta  y  que  la  excepción  de  Saldias  y  algunas  otras  loca- 
lidades tenga  razón  contra  todos  los  dialectos  del  euskara? 
Varios  nombres  tomados  del  latín  ó  castellano  presentan 
ambos  sonidos,  ó  el  sustituto  de  la  />•  solo.  Tenemos,  de  ((cor- 
2)us))  ^oEPüTS  y  A'ORPUTz;  de  ncatus))  A'atu  y  í/athu;  d.e  «rc/.s-f/'- 
lluim)  <7AZTELu;  de  «cámara»  //ambara;  de  «caizas»  (/al/.ak;  de 
«cuaresma»  í/aeizun;  de  ncaniellus))  J^kmeloj  í/ameiju;  de  «crux» 
//URUTZE  y  í/urutze.  Estos  ejemplos  no  dejan  lugar  á  duda. 
Ellos  y  las  demás  consideraciones  que  acabo  de  aducir, 
creo  que  me  autorizan  á  formular  el  siguiente  principio: 
siempre  que  una  palabra  presente  la  /,•  y  haya  además  otras 
formas  de  la  misma  con  g,  h  ó  con  elisión  de  algunos  de  los 
tres  sonidos,  la  forma  primitiva  es  la  que  ostenta  />■.  Este 
sonido  está  sujeto,  por  encima  de  la  elisión,  á  la  degrada- 
ción de  su  intensidad,  recorriendo  la  siguiente  escala;  //,  g, 
//,y  desaparición  total.  En  algunas  palabras  se  puede  seguir 
la  serie  completa  de  sus  trasformaciones.  Por  ejemplo  Zaü 
(sal)  ^Au  (aez.)  //au  (1)  au  (g)  «éste»;  según  se  vé,  la  h  va 
perdiendo  su  fuerza  de  una  manera  gradual,  hasta  desaparcr. 
La  permutación  de  1¿  en  g  y  de  esta  letra  en  //,  así  como  la 
elisión  de  todas  ellas,  son  fenómenos  frecuentes  del  euskara. 
Así  lo  demuestran,  respecto  á  la  permutación,  los  siguientes 
ejemplos,  y  así  lo  demostrarán,  respecto  de  la  elisión,  otros 
más  adelante  y  en  el  lugar  correspondiente. 

Permutación  ele  k  en  g  y  en  h:  /iUEUtze  (sal.)  í/ueutze  (g) 
«cruz»;  Zola  (ronc.)  gohk  (aez.)  «así»;  molde/aitz  (g)  molde- 
r/AiTz  (id.)  «torpe-);  senda/.ai  (g)  sendas/ai  (id.)  «remedio»;  Ze- 
rjz  (b)  //eres  (id.)  «sombra»;  za/.i  (b)  zagi  «odre»  aual/e  (s) 
AUAL^/E  (bn)  «vergüenza»;  Zarrazi  (bn)  í/arrazi  (1)  «grito  vi(v 
lento»;  iZan  (bn)  ií/an  (1)  «subir»;  ebaZi  (g)  ebaí/i  (b)  «cortar»; 
ertanZara  (1)  ertan^ora  (id.)  «boca  arrriba»;  eZai  (1)  gM  (g) 
«materia,  asunto»;  Zar  (1)  í/ar  (g)  «llama»;  Zharats  (s)  oa- 
RRATs  (g)  «acre,  amargo»;  u^acii  (ronc)  uZ/aitz  (s)  «río»;  jaiZi 
(g)  JAr/i  (b)  «levantarse»;  Zari  (g)  //abi  (bn)  «nido»;   Zirten  (g) 


—107- 


rjiT,Tom  (b)  «mango,  asa»;  Z'OLKO  (g)  ^olko  (1)  «seno»;  zuí/atz 
(1))  zu/zAiN  (s)  «árbol»;  onZi  (rene)  o^gi  (g)  «bien»;  aulZi  (g) 
AULr/i  (b)  «banco»;  elA'ar  (g)  elqku  (bn)  «juntamente»;  /.'Emen 
(g)  í/EMEN  (bn)  «esfuerzo»;  /vURTu  (bn)  í/uhtu  (g)  «inclinarse»; 
jAK/ti  (g)  YAEY/I  (bn)  «asiento»;  /i'akba  (bn)  í/aeba  (g)  «instru- 
mento para  aplastar  el  cáñamo»;  A'OEOtz  (g)  í/oeotz  (g)  «ñemo, 
abono»;  Attrpil  (b)  í/uepil  (g)  «rueda»;  Zoeeitz  (ronc.) ^oepitz 
(bn)  «cuerpo»; /i'ENDU  (g)  ^endu  (sal)  «quitar»;  /iUEA(ronc.)  ^üea 
(aez)  /¿UEA  (1)  «aquel»;  A'au  (sal)  gkv  (aez)  Jiav  (1)  «éste»;  oZ'ee 
(g)  oiZ/EE  (S.  Pouv.)  «torcido,  oblicuo»;  ideZt  (g)  iBigi  (b) 
«abriro;  ir/EL  (g)  i//el  (s)  (-rana»;  zií/oe  (g)  zi//oe  (1)  «pértica, 
verga:>:  i^ae  (g)  i//ae  (s)  «seco,  árido»;  uí/olde  (g)  u//olde  (1) 
«aguacero»,  torrente»;  i^es  (g)  iZ/es  (bn)  «huida»;  malluZi  (b) 
malluí/i  (id.)  «fresa»;  A-emen  (ronc.)  ^emen  (aez.)  «aquí»;  Z-an 
(sal.)  í/AN  (aez.)  /¿AN  (1)  «allá»;  joan  (g)  r/AN  (1)  «ir»;  zanZ'o  (s) 
zAN/yo  (1)  «pió,  pata»;  zaiZu  (sal.)  zai_^u  (aez.)  «él  nos  es»;  li- 
zaiZ-uke  (sal.)  LizAi.^UKc  (aez.)  «él  nos  sería»;  zizaiZ'uken  (sal.) 
ZIZAI/7UKE  (aez.)  «él  nos  podía»;  beí/aeri  (Baz.)  eeZ/aeei  (1) 
«oreja». 

(VIII.) 

Por  más  que  hayan  dicho  otra  cosa  ciertos  autores,  la 
permutación  de  r  en  I  existe,  y  con  bastante  frecuencia,  en 
euskara.  Si  el  hablar  con  tono  dogmático  de  lo  que  no  se 
conoce  á  fondo,  no  fuera  cosa  común  y  ordinaria  en  estos 
tiempos  de  ciencia  j^ositiva,  es  indudable  que  los  autores 
someterían  á  cuarentena  sus  afirmaciones  y  negaciones.  Con 
motivo  de  etimologías  ibéricas  y  afectando  un  desdén  ver- 
daderamente cómico  hacia  los  Larramendi ,  Astarloa  y 
Humboldt,  algunos  tratadistas  modernos  han  afirmado  ex- 
cátedra  que  la  mencionada  permutación  no  existe.  La  crí- 
tica negativa  es  fácil  y  en  esta  época  de  universal  descrei- 
miento el  papel  de  los  Eróstratos  obtiene  muchos  aplausos; 
no  de  otra  manera  se  explican  las  despiadadas  censuras  que 
á  lo  existente  en  materia  de  estudios  euskaros  se  prodigan. 
Mirarán  bien  á  lo  que  hacen  los  demoledores  y  no  tendrán 
que  sufrir  el  bochorno  de  que   algunos ,  desde  el  rincón  de 


— 1Ü8— 

SU  insigniñcancia  los  dijeran,  que  las  minas  amontonadas 
por  la  incansable  piqneta  eran  labor  do  bárbaros.  La  misma 
etimología,  de  todo  el  mundo  conocida,  do  la  palabra  eus- 
ka/duna  proclama  la  insuntancialidad  de  la  negación  que 
ahora  nos  entretiene.  Pero  los  intei-esados  no  oyeron  osa 
voz;  veamos  ahora  si  tampoco  escuchan  la  elocuente  lec- 
ción, que  entre  otros  muchos,  liberalmente  enseñan  los 
ejemplos  siguientes:  BurAR  (ronc.)  bu/ar  (g)  «pecho»;  betar 
(Cxoy.)  BE^AR  (g)  «hierba»;  zuy  (g)  zuZ  (b)  «madera»;  irARGí  (b) 
i//argi  (g)  «luna»;  iTzur/i  (1)  itzu/i  (g)  «volver»;  nekaza/-i 
(g)  nekaza/i  (b)  «labrador»;  Erou  (b)  e/du  (g)  «llegar»;  e-ít.wi 
(I))  esta/i  (g)  «cubrir»;  soro  (g)  solo  (b)  «heredad,  tierra  de 
labranza»;  gatar  (g)  ga/iiar  (bn)  «árbol  seco,  rama  muGrba»; 
JüArE  (b)  juaZe  (g)  «campanilla  del  ganado»;  Ii^au/-  (s)  ir\u/[ 
(g)  «echar  á  tierra»;  ko/'oka  (bn)  ko/oka  (b)  «canto  de  la  gi- 
Ihna»;  MArruBi  (g)  iidluKi  (b)  «fresa»;  o/"ITZ  (g)  oZirz  (I)  «le- 
che primeriza»;  ^¡AHAro  (1)  zaua/o  (bn)  «verga,  azote»;  Minur 
(])n)  MLíiu/  (id.)  «muérdago»;  mü;'Ko  (1)  mu/jo  (Im)  «montón»; 
zama/dun  «caballero»,  de  ZAMAri-|-DUN  «que  tiene  caballo»; 
ga/büru  (g)  «cabeza  de  trigo»,  de  GAri  -|-  buru;  euska/dun 
«bascongado,  euskaro»,  de  EUSKArA  -|-  dun,  que  tiene  euslvi- 
ra»;  abe/gorri  (Groy.)  «ganado  vacuno,  ganado  mayor,»  de 
ABE/'E -|- GORRT  «animal  rojo»  (ht.);  olla/tegi  (s)  «galleríi», 
de  OLLAr -|- TEGI  «sitio  de  gallos»;  BiriGARRO  (g)  bi/ígaruo 
(bn)  «malviz»;  bu/'UTE  (g)  bu/hüte  (bn)  «rodillo  de  trapo  so- 
bre el  cual  sostienen  las  mujeres  la  herrada  en  la  cabe- 
za»; ITZU7'BIDE  (bn)  «regresión»;  de  itzu/i  -'-  BmE  «camino  do 
volver»;  euskaZ-erria  «país  bascongado»;  de  euska7'A-|-erria 
país  del  bascuence». 

Por  lo  dicho  se  ve  que  si  la  certidumbre  de  ciertas  eti- 
mologías de  Ilumboldt,  duramente  criticadas,  depende  do  1 1 
realidad  de  la  permutación  de  r  on  /,  no  podrá  ya  ser  noga- 
da justamente. 

Pcniíutación  de  g  en  b. — Véase;  por  ejemplo:  oí/en  (g) 
oZ^EN  «vicio,  culpa»;  a^o  (sal.)  a/>o  (g)  «boca»;  í/usar  )ak  (g) 
AuRASOEK  (a.  n.  m.)  «los  padres,  los  ascendientes»;  \\\\\\(i\ 
(ir.)  arua/>a  (Fuent.)  «fresa»;  na//usi  (g)  na/>usi  (bn)  «amo,  ca- 
ballero»; U(/ENTu  (tí)  uZ^iENTU  (id.)  «ungOonto»;  í/ürdi  (g)  /'UR- 


-109- 


DI  (b)  «carro»;  í/iratu  (g)  ¿iratu  (b)  «volver»;  mallu^/i  (b)  ma- 
RRu5i  (b)  «fresa»;  ^^uperi  (b)  ^uperi  (id.)  «delicado»;  iiaí/un 
(bu)  ha/vüin  (1)  «espuma  de  la  boca»;  su^e  (g)  suZ^e  (S.  S.)  «cu- 
lebra»; SAí/u  (g)  sA¿u  (Beinza-Lab.)  «ratón»;  .í/utun  (g)  ¿u- 
THGN  (1),  «misiva,  carta». 

Fermiitaciúu  de  d  e;¿  r. — Ejemplos:  becZorri  (g)  BEroRRi 
(id.),  «ese  mismo»;  eíZan  (g)  ErAN  (S.  S.)  «beber»;  bicZaje  (g) 
BirAJE  (id.)  «viaje»;  acZaki  (1)  ArAKi  (g)  «rama  muerta,  tronco»; 
ena^Za  (g)  ENHArA  (1)  «golondrina»;  e^Zasi  (1)  ErASi  (bn)  «cliar- 
lar,  murmurar»;  ividi  (1)  lEiri  (id.)  «vado»;  iche<:Zon  (g)  icho- 
roN  (id.)  «esperar»;  icZiki  (g)  iriKi  (1)  «abrir»;  ingu^Za  (g)  in- 
GurA  (1)  «yunque»;  loí/i  (g)  lo/i  (Fuent.)  «gordo»;  ocZei  (g) 
o/'Ai  (Fuent.)  «nube»;  madacZikatu  (b)  madatieatu  (g)  «malde- 
cir»; líZuzKi  (u]z.)  iruzKi  (Urd.)  «sol»;  aíZitu  (g)  AriTu  (id.) 
«oir»;  baíZa  (g)  baí'A  (S.  S.)  «pues»;  diíZazu  (g)  DirAzu  (S.  S.) 
«tú  me  lo- has»;  bkZali  (1)  bd'ali  (Fuent.)  «enviar»;  zeraíZe  (g) 
ZERA7'E  (S.  S.)  «tú  eres»;  deíZala  (g)  dez-ala  (S.  S.)  «que  yo  lo 
tengo»;  eíZoki  (ronc.)  EroKi  (id.)  «tener». 

Permutación  de  r  en  s. — Ejemplos:  e/tan  (1)  E5AN  (g)  «de- 
cir»; ErNATU  (b)  ESNATU  (g)  «despertar»;  surTZAi  (1)  sustrai  (g) 
«raíz»;  a/'nase  (b)  asnase  (g)  «aliento,  respiración»;  BArAiLL 
(s)  MASAiLL  (g)  «mejilla»;  orzEGUN  (1)  ostegun  (g)  «jueves»; 
BorTz  (1)  B06-T  (g)  «cinco»;  be^zela  (1)  bestela  (g)  «de  otro 
modo,  de  otra  manera»;  BErzE  (1)  beóte  (g)  «otro»;  illa/'GI 
(g)  iLASKi  (sal.)  «luna»;  herzeak  (bn)  esteak  (g)  «los  intes- 
tinos». 

Perniiitaciüii  de  b  eu  m. — Ejemplos:  Z>ekar  (b)  7/¿akar  (1) 
«légaña»;  iZjeni  (1)  i;«iñi  (b)  «poner»;  Z;ilgor  (bn)  77¿ilgor  (1) 
«sebo»;  ¿arraill  (s)  ?«asaill  (g)  «mejilla»;  7«akallu(1)  del 
castellano  «bacalao»;  /«agina  (bn)  «vaina»,  del  latín  wagina))) 
ni  Amo  (1)  del  castellano  «baño»;  //¿entura  (bn)  del  castellano 
«ventura»  í/íihimen  (bn)  del  latíii  auÍDien»  //¿imbre;  ukabil  (g) 
UKU7//IL  (1)  «puño»;  laZ^ina  (1)  LA7/MÑA  (g)  «luida»;  Z/iga  (g)  //mga 
(b)  «vaca  joven»;  Zjizirikatu  (b)  wzisiRníATu  (id.)  «hombre  de 
poco  valer». 

Permutación  de  r  en  g. — Ejemplos:  uí/arte  (g)  «isla»,  de 
ur  -|-  ARTE  «en  medio  de  agua»;  hu/'Olde  (bn)  uí/olde  (g) 
aguacero,  torrente»;  büruza/i  (g)  buruzaí/i  (id.)  «jefe»;  argi- 


-110- 

Zkt'i  (1)  AKGiZA^i  (id.)  «luna»;  EiiNAri  (1)  ernA(7I  (g)  «besiia  pre- 
ñada»; E7-AZKT  (a.  n.  m.)  eí/azti  (g)  «pájaro»;  ei'AN  (a.  n.  iii.) 
E^AN  (g)  «volar»;  SArATS  (1)  sa^/ast  (g)  «sauce»;  lavumbata  (g) 
LAÍ7UMI3ETA  (ulz.)  sábado;  urARiii  (g)  ur/ARRi  (id.)  «escollo, 
arrecife». 

Penniitacióii,  de  d^en  g. — Ejemplos:  ciiiNcZuiuii  (b)  cniN- 
í/uiuii  (g)  «hormiga»;  bkZa  (bn)  mg\  (b)  «dos»;  dancZa  (1)  dan_(7A 
(b)  «campanada»;  rZuPEL  (1)  íjuvel  (id.)  «cuba»;  iníZar  (g)  iní/ak 
(sal.)  «fuerza»;  bideziíZoh  (b)  bidecui^oh  (id.)  «senda»;  md.\L-' 
,DU  (g)  Bií/ALDU  (id.)  «enviar»;  icíie(?on  (g)  iciio-yoN  (g)  «esperar.» 

Periimtacióii  de  n  //  ñ  en-  r.— Ejemplos:  belau?¿ikatu  (g) 
BELAuriKATu  (a.  u.  m.)  «arrodillarse»;  iñontz  (g)  iruNrz  (b) 
«rocío»;  Mu/7o  (g)  Muyu  (b)  «colina»;  a?¿ima  (g)  a/'IMa  (1))  «el 
alma»;  belau/i  (g)  belhau;-  (a.  n.  m.)  «rodilla»;  egu/'aldi  (g) 
«buen  tiempo»,  de  egu;¿  -¡-on-I-  aldi  «vez  de  buen  tiem- 
po»; (lit.)  oya/'bide  (g)  «camino  del  bosque»,  de  oymi  -;-  bidé; 
or¿UTS  (g)  orTUTs  (1)  «descalzo». 

Permutación  de  p  en  b. — Ejemplos:  ipiíii  (g)  iZ^enj  (1)  «po- 
ner»; EJ9AKI  (b)  e6aki  (g)  «cortar»;  ij;idi  (1)  limí  (id.)  «vado»; 
pEBTz  (g)  Z)ERTz  (1)  «Caldera»;  ^;ake  (g)  Zíake  (b)  «paz»;  /;esuin 
(1)  Z>EsuiN  (id.)  «di(|ue»;  poz  (g)  Z^oz  (1)  «alegría,  júbilo');j7n>ER 
(g)  6n^ER  (1)  «pimiento»;  zuzen/>ide  (1)  zuzenZ^ide  (g)  «medi- 
da, disposición»;  aosa^ai  (g)  ahasaZ^ai  (1)  «paladar»;  dem/^ora 
(b)  DEM^ORA  (g)  «tiempo». 

Permutación  de  p  en  m. — Ejemplos:  ^íoltz  (g)  y;¿0LTs  (1) 
«bolsa»;  ipisi  (g)  i/;;,ini  (h)  «poner»;  sinisjíen  (g)  sinis/^/en  (id.) 
«crédito,  fó»;Liy>AR  (1)  ld^/ar  (id.)  «muestra»;  atza^^ar  (g)  atz.\- 
7y¿AR  (b)  «gana». 

Permutación  de  p  en  f. — Ejemplos:  ^urregiñ  (b)  /arre- 
GiÑ  (g)  «reír»;  al/^errik  (g)  al/errik  (id.)  «inútilmente»; 
ipisi  (g)  i/iÑi  (1)  «poner»;  a^mldu  (b)  a/aldü  (g)  «cenar». 

Permutación  de  p  en  t. — Ejemplos:  se^^a  (1)  sei^a  (g) 
«obstinación»;  ai^;atü  (bn)  ai/atu  (gj  «mencionar»;  aiz^^a  (g) 
aizZa  (b)  «liermana»;  zo;>in  (I))  zofiN  (g)  «hipo». 

Permutación  de  1  cu  li. — bljemplos:  be/aurt  (g)  iíe//arki 
(1)  «oreja»;  le/engo  (b)  le//engo  (1)  «de  antes»;  be/arronuoxo 
(g)  be//arrünjjoko  (I)  «bofetón». 

Permutaciótn  de  1  cu  n. — Ejemplos:  he/tzahr  (s)  iz/chaur 


-111— 

(g)  «nuez»;  aítzinean  (sal.)  awtzinean  (ronc.)  «en  frente,  de- 
lante»; u^TZE  (b)  u?¿Tze  (id.)  «clavo»;  /ahar  (1)  ;^A^AE  (bn) 
«zarza,  naaleza»;  leZengo  (b)  le«engo  (g)  «primero»;  ?aiiiíu 
(g)  7ÍARRU  (b)  «piel,  pellejo»;  o/entzakua  (Ir.)  oz/entzarua 
(id.)  «la  noche  de  Navidad»;  gi/tzurrunak  (g)Gü/¿TzuRRU  «los 
riñones». 

Permutación  de  z  ij  tz  en  cli. — Ejemplos:  ^utik  (g)  clw- 
TiK  (bn)  «de  pié,  derecho»;  giní^^aizkezukean  (g)  ginc'/zakezu- 
ZAN  (b)  «nosotros  te  habríamos  sido»;  zvm  (g)  cAuri  (1)  «blan- 
co»; EANIN/^^AITZU    (g)  BANINc7¿AZU   (b)   «si  yO  tc  íllCSe»;  NA?',e'AI- 

Tzu  (g)  1^ kcJi AZJj  (b)  «yo  te  soy»;  na^^-ayo  (g)  nacAako  (b)  «yo 
le  soy»;  aizur  (1)  acJivu  (g)  «azada»;  ara^^  (1)  arac/¿e  (Ijn) 
«ternero»;  ariz'^j  (g)  aeicJl  (b)  «roble»;  Aitz  (g)  acJl  (b)  «peña»; 
AtziTU  (g)  Ac7¿iTU  (b)  «coger,  alcanzar»;  A£'AL  (g)  ac;/¿al  (s)  «cor- 
teza»; a;.'eri  (g)  ac/zeri  (b)  «zorra»;  -^otin  (b)  cAotin  (bn)  «hipo»; 
¿iRzíL  (1)  cAiRGiL  (id.)  «sucio,  desascado»;  .j-urruta  (1)  67¿u- 
RRUSTA  (bn)  «corriente».  Esta  permutación  están  usual,  que 
podrían  llenarse  páginas  enteras  con  ejemplos  de  ella.  Es 
igualmente  frecuente  el  paso  do  las  sibilantes  dentales  á  las 
palatales,  de  z  á  &,  de  tz  á  ts.  Por  no  repetir  la  mayor  parte 
de  los  ejemplos  apuntados  dejo  do  corroborar  con  hechos 
esta  segunda  serie  de  permutaciones.  El  empleo  de  unos  y 
otros  sonidos  varía  según  los  territorios.  En  la  parte  baja  de 
Guipúzcoa  y  en  buena  porción  de  Bizcaya,  por  ejemplo, 
usan  la  s  y  ts  con  preferencia.  En  Nabarra,  por  el  contrario, 
abundan  más  las  tz  y  z;  la  z  está  desprovista  de  esa  dulzura 
que  tan  graciosamente  suena  en  el  guipuzcoano  puro,  hasta 
aproximarse  mucho  en  Baztán  al  sonido  de  la  z  española. 
En  Koncal  menudea  la  palatal  ch.  En  los  dialectos  basco- 
franceses  y  en  la  mayor  parte  de  los  nabarros  que  no  se  de- 
rivan del  guipuzcoano,  la  s  es  una  sibilante  estridente  y 
prolongada,  que  se  aproxima  mucho,  cuando  no  se  confunde 
con  ella,  á  la  ch  francesa.  Queda  sentado  que  la  s,  ts,  z,  tz  y 
ch  representa  sonidos  que  tienen  una  gran  movilidad,  aun 
dentro  del  mismo  dialecto  ó  variedad. 

Permntacióii  de  d  en  z  y  tz.— Ejemplos:  nincZunan  (g) 
Nix/¿'ONAN  (b)  «yo  era»;  (f.  f.);BANiNrZuN  (g)  raniní^on  (b)  «si  yo 
fuera»  (f.  f.);    dakidakan  (g)  ^akidakan  (1)   «él  me  sea»  (f.  f.); 


-iia- 


fZAizKiDAKEN  (g)  ¿'AKizKiDAKEN   (1)   «ellüs  1116  pueclan»  (f.  f.); 

BAí/aKIDAK  (g)  r.A^AKIDAK  (1)  «SÍ  Ól  lllG  GS»  (f.  líl.);  Í^AKIOKEN  (g) 

¿AKiuKEN  (1)  «úl  le  |)iiedü»)  (f.  1".);  laí/akiok  (g)  ba^'AKIok  (1)  «si 
él  le  es»  (f.  líl.);  íZakigukan  (g)  ^akigukan  (1)  «él  nos  sou» 
(f.  m.);  baí/akigun  (g)  ba^-akigun    (1)   «si  él  nos  es»  íZakizkio- 

TENAN   (g)  rAKIZKIOTENAN   (1)    «ellos  leS  Sean»    (f.  f.);  JiKEK  (s) 

zuíEK  (1)  «él  lo  iuibrá»  (f.  m.);  (tZikeyagü  (s)  ^ikeagü  (1)  «nos- 
otros lo  habremos»;  cZezareat  (g)  ^ezakeat  (1)  «yo  lo  puedo» 
(f.  m.);  zakic/az  (b)  zaki/.cAT  (s)  «tú  se  me»;  bií7au  (s)  bi^'ak 
(g)  «barba»  (de  pelo);  arí/ulo  (Vill.  de  Araq.)  «caverna»,  de 
AR-|-¿'ULo;  >AFLATu  (a.  n.  ni.)  c/aflatu  (Arru.)  «birlar»;  bu- 
Lu^'i  (bn)  BüLUíZi  (Ainz.) 

Permutación  de  k  en  y. — Ejemplos:  zitekeAan  (g)  zite- 
KE//AN  (1)  «él  podía»;  gintezkeA'an  (g)  gintezke//an  (1)  «nos- 
otros podíamos»  (f.  f.);  zitezke/iAN  (g)  zitezke^an  (1)  cellos 
podían»  (f.  f.);  nachaAok  (b)  natza//ok  (g)  «yo  le  voy»  (f.  m.); 
nachaA'pn  (b)  NATZA?/0N  (g)  «yo  le  soy»  (f.  f.);  ninchaZon  (b) 
NiNTZA?/oN  (g)  «yo  le  era»:  nintzakiokeZ'an  (g)  nintzakioke//an 
(1)  «yole  podía»  (f.  m.);  gintzazkioke/.'An  (g)  gintzaizkioke- 
?/AN  (1)  «nosotros  le  podíamos»  (f.  m.);  zitzaigukeA'AN  (g)  zi- 
TZAIGÜKE//AN  (1)  «él  iios  liubíera  sido»  (f.  m.);  zatzaiz/iOTE  (b) 

ZATZA//OTE   (g)    «tú  les  OrOS»;  NINTZAKIOTEKeA'AN   (g)  NINTZAKIO- 

teke^an  (1)  «yo  les  podía»  (f.  m.)  nezake/.an  (g)  nezake//an  (1) 
«yo  lo  podía»  (f.  m.);  zituzke/>an  (g)  zituzke//an  (1)  «él  los  ha- 
bría habido»  (f.  m.) 

Ya  vimos  anteriormente  que  la  permutación  de  d  en  t 
se  verifica  cuando  ciertas  ílexiones  verbales  adoptan  la  for- 
ma conjuntiva;  es,  además,  muy  común  en  todos  los  dialec- 
tos, no  solamente  cuando  se  adoptan  palabras  de  otros  idio- 
mas, según  ya  lo  advertimos,  sino  también  en  palabras  pu- 
ramente euskaras.  De  la  existencia  de  dicha  permutación, 
serán  suñcientes  á  dar  fé,  los  ejemplos  que  á  continuación 
pongo:  BAGiNfZüzu  (g)  baginí'utzu  (1)  «si  tú  nos  hubieras»;  ba- 
GiNc/uK  (b)  BAGiNiíuK  (1)  «sí  tú  uos  hul)ieras»  (f.  m.);  zinv/uz- 
tegun  (g)  ziNifuzTEGUN  (1)  «uosotros  te  habíamos;));  iíaleí/i 
(sal.)  BALEÍi  (ronc.)  «si  él  fuese»;  zaíZan  (aez.)  za^an  (s:d.)  «yo 
lo  huya»;  í/an(7ai  (bn)  /'an/ai  (id.)  «árbol  joven»;  (7iti  (bn)  fni 
(id.)  «pezón,  miima»;  I'ikai;^/a  (bn)   pikau/a   (1)   «abigarrado»; 


-113— 


ONr?ASUN  (1)  ONÍASUN  (g)  «bien,  riqueza»;  AMiLrZu  (g)  amilíu 
(b)  «precipitarse»;  BAZKALr?u  (g)  barazkal/ü  (s)  «comer»;  men- 
cIe  (g)  MENte  (s)  «siglo». 

Permutación  de  n  en  ñ. — Ejemplos:  egi7¿  (c)  egim  (g)  «ha- 
cer»; mn  (g)  mi//  (id.)  «dolor»;  iru;i  (g)  iru/7  (b)  «hilar»;  mm 
(1)  iEi/7  (g)  «harina»;  lYim  (1)  ipi/7i  (g)  «poner»;  iski;¿a  (g)  iski- 
/1a  (S.  S.)  «esquina»;  lurei;/  (g)  lueri/7  (id.)  «vapor,  aliento»; 
ESKi;/i  (b)  ESKE/7I  (g)  «ofrecer»;  Gowmn  (1)  gordi/1  (g)  «crudo, 
no  maduro»;  gurri/í  (a.  n.  m.)  gurri/7  (a.  n.  s.)  «lechoncillo 
de  leche»;  i;mAR  (1)  i/1ar  (a.  n.  s.)  «chispa»;  la;/o  (1)  la/1o  (g) 
«vapor,  niebla».  En  muchas  ocasiones,  la  mojadura  de  ?i  re- 
sulta de  la  elisión  de  una  i  6  u  que  preceden  inmedia- 
tamente: oin  (b)  0/7  (g)  «pié»;  belmui  (g)  belha?7  (s)  «ro- 
dilla»; -LEimt  (1)  LE/7/Í  (g)  «linage»;  mu¿//  (!)  mu/7  (g)  «médula»; 
ESKAi;i¿  (1)  ESKE/7I  (g)  «ofrcccr,  prometer»;  ZEÍn  (1)  ze/7  (g) 
«cuál»;  SEÍii  (1)  se/7  (b)  «niño»;  soin  (1)  so/7  (g)  «traje  completo». 

Junto  á  estas  permutaciones — á  las  que  cabe  llamar 
normales  por  su  frecuencia,  más  ó  menos  grande,  en  todos 
los  dialectos  de  la  lengua  euskara,  sin  grave  riesgo  de  in- 
exactitud—existen otras  que  acaso  estén  bien  calificadas 
con  el  nombre  de  anormales,  desde  el  punto  de  vista  de  su 
menor  uso.  Helas  aquí,  someramente  indicadas. 

Permutación  de  m  en  n. — chi/;¿aurri  (s)  chi7¿.aurri  (1)  «hor- 
miga»; BER///E  (1)  BER/¿E  (id.)  «tibia»,  (cl  hucso);  baberruwa  (g) 
BABERRu;¿A  (Lezo)  «la  alubia». 

Permutación  de  n  en  y. — eskui?¿a  (bn)  eskui//a  (g)  «la  de- 
recha»; ZEI//U  (bn)  ZEI//U  (Mezq.)  «campana»;  arrau?za  (g) 
ARRAU/yA  (Jauns.)  «el  remo»;  ba?ía  (1)  ba?/a  (b)  «pero». 

Permutación  deheny. — bañaba  (sal.)  banat/e  (aez.)  «si 3^0 
les  hubiese  lo»;  balaZ/e  (sal.)  bala?/e  (aez.)  «si  él  les  hubiese 
lo»;  A//EK  (g)  e6ek  (a.  n.  m.)  «aquellos»;  ga^a  (g)  ga?/a  (s)  «la 
noche». 

Permutación  de  k  en  h  ó  p. — zeikigu/vAN  (g)  zekigu&an  (b) 
«él  nos  fuese»  (f.  m.);  ninduA-an  (g)  nindu5an  (b)  «tú  me  ha- 
bías» (f.  m.);  CHiZí  (g)  CHijji  (bn)  «pequeño»;  chilA'O  (1)  chil- 
bon  (g)  «ombligo»;  izeAa  (1)  ize5a  (g)  «tía»;  ausAo  (Ax.)  ausj^o 
(g)  «fuelle»;  Autun  (g)  &utun  (Ax.)  «carta»;  parrojjia  (s)  de 
«parroquia»;  erantzuAide  (g)  eranizu^ide  (id.)  «relación,  in- 
forme». 9 


—114- 


Perniufación  de  k  en  i. — nintzaZa  fe)  nintza/e  (s)  «yo  se- 
ria»; litzaZ'E  (g)  litza/e  (r)  «ól  sería»;  debeZa  (g)  debela 
(Liz.)  «prohibir»;  erazZi  (Ele.)  eüaz/i  (g)  «ave,  pájaro»;  oñaz- 
Z-AR  (g)  oñaz/ab  (1)  «relámpago»;  patako  (s),  «de  patata.» 

Feniiidación  de  k  eii  z  y  tz. — be/^ala  (a.  n.  m.)  be-í'ala 
(g)  «como»;  biZain  (roñe.)  be-íain  (g)  «como,  así»;  azZen 
(b)  a/^-en  (g)  «último»;  ituZ'an  (g)  itu,íAn  (b)  «tú  los  Labias». 

Fermntación  de  d  en  y. — ec/^eb  (g)  e?/ee  (s)  «hermoso»; 
chaní7a  (g)  SAN7/A  (b)  «taiida,  vez». 

Permutación  de  g  ^7?  t. — maeean(/a  (g)  marran/a  (1)  «ron- 
co, resfriado»;  argizaí/i  (s)  argizai/i  (luí)  «luna».  En  composi- 
ción es  bastante  frecuente;  veáse  por  ejemplo:  ee/ille  (g) 
«pestaña»,  de  be/7I-|-ille  «pelo  del  ojo»  (lit.);  o/azal  (b)  «cor- 
teza de  pan»,  de  ogi  «pan»  -j-  azal  «corteza»;  o/billa  (b) 
«torta  de  trigo»,  de  o<7I-|-pill  «torta»;  ofoNDU  (b)  «sobra  ó 
resto  de  pan»,  de  0(/i-|-ondu  «fin,  término,  cabo»;  oí^apurrak» 
las  migajas  del  pan»,  de  o^/i-I-apur  «migaja»;  orzare  «cesta 
del  pan»,  de  o<7I-¡-zare  «cesta,  cnévano». 

Permutación  deg  en  ch. — i^/az  (g)  r//Az  (bn)  «el  año  pasa- 
do»; í/EDE  (1)  c/¿EDE  (id.)  «objeto,  término». 

Permutación  de  t  en  b. — natzaizuíe  (g)  naciiatzu^e  (b) 
«yo  os  soy»;  nintzaizu/en  (g)  ninchatzu6en  (b)  «yo  os  era»; 
bekizu/^e  (g)  BEKizu^E  (b)  «él  OS  sea»;  neukizuííen  (g)  neuki- 
zuZíen  (b)  «yo  os  fuese»;  balekizüíe  (g)  balekizu6e  (b)  «si  ól 
OS  fuera»;  sorí'a  (1)  sor^'A  (1)  «haz». 

Permutación  de  i  en  y. — zaizkioí'e  (aez.)  zaizkio//e  (sal.) 
vosotros  sed  le»;  nitzai^a  (aez.)  nintza//a  (ronc.)  «yo  te 
era»  (f.  m.) 

Permutación  de  s  en]. — saski  (g)yASKi  (Ir.)  «cesta»; -b'OLiiAS 
(1)  yoLAs  (g)  «conversación,  recreo»;  .s-inetsi  (g)yiNETsi  (aez.) 
«creer»;  -vei  (aez.)  jiú  (g)  «fiesta». 

Permutación  de  1  /y  11  en  d. — zi//ar  (g)  ziíZar  (b)  «plata»; 
eZur  (g)  TiduR  (b)   «nieve»;  i//argi  (g)  ií7argi   (Bur.)   «luna.» 

Permutación  de  z  en  t. — ma^'EL  (1)  ma^el  (id.)   «mejilla»; 
¿taldo  (Torr.)  ¿alde  (g)  «rebaño,  tropel». 
i       Son  verdaderamente  esporádicas  las  siguientes: 
Glcn  y. — PAN^ERU  (1)  panz/eru  (id.)  «caldera»;  e^o  (g)  e//o  (1)) 
«moler». 


— lis— 

G  en  i\.—kgiTz  (g)  A7MTZ  (a.  n.  s.)  «mucho»;  kmgi  (1)  ami/ii 

(s)  «miaja». 
G  enm. — leí/ami  (g)  le/«ami  (1)  «levadura». 
G  en  z. — cmE^iL  (bn)  zie,íil  (1)  «sucio,  desaseado». 
J  en  n. — jí'abaeei  (g)  7¿abaeei  (id.)  «jaspe». 
T  en  n. — Qkztk  (g)  gaz/¿a  (1)  «queso». 
N  en  s. — MAERA?¿GA  (bn)  markasga  (id.)  «ruido,  estruendo». 
P  en  h. — AL/JEii  (g)  Au/¿EE  (bn)  «perezoso»;  zipo  (a.  n.  s.)  zi/¿o 

(1)  «sebo». 
Ph  en  cli — .j;//iNDAE  (1)  c/¿indae  (g)  «chispa». 
P  en  1. — -|7EsuiN  (])  ^EsuiN  (id.)  «dique». 
N  en  h. — o«oee  (g)  o//oe  (1)  «honor». 

Ch  cu  t. Q\5clll  (g)   GU^^I   (s)    «poco». 

J  en  d. — ;yosTATu  (g)  c/'ostatu  (bn)  «divertirse». 

R  en  g. — Bor/'ATU  (g)  broí/atu  (ronc.)  «borrar».  En  composi- 
ción es  mucho  más  frecuente;  nuroLDE  (bn)  uí/olde  (g) 
«torrente»;   uí/alde   de   ur-¡-ALDE;  uí/aete,  de  ur-|-ARTE; 

Uí/AREI,   de  U?'-|-AREI. 

B  en  d. — aoae  (1)  ac7ar  (g)  «rama.» 

J  en  f. — -JOAN  (g)  /an  (aez.)  «ir.» 

Tz  e/¿  r. — zifoATEKAN  (g)  zD-ATEKiAN  (s)  «cUos  hubieran  sido». 

Z  en  y. — bazinte-se  (b)  bazinte^e  (s)  «si  vosotros  fuerais». 

Y  en  r. — go//ek  (aez.)  KoriEK  (ronc.)  «estos». 

K  en  t. — kunA;ue  (1)  tuníue  (bn)  «jorobado». 

T  en  m. — z^otel  (g)  ?;¿otel  (id.)  «tartamudo». 

B  en  f. — KA&I  (g)  ka/i  (1)  «nido». 

D  en  n. — aecí^o  (g)  ae?ío  (1)  «vino». 

M  en  f. — nixim  (1)  /uin  (id.)  «méduh^». 


3>®<0 


Cuailío  general  de  las  permutaciones  de  consonantes, 


A.=N0EMALES. 

Mudas  1  . 

Ífueutks    . 
(suaves  .   . 

i    k  ü  G  =  1I  =  Y. 
■(    p  II  B  =  M  =  F  =  T. 

(    g  II  B. 
.■     d  II  ll^G=T  =  Z  =  TZ 

(  b  II  M. 

Vibrantes. . 

\ 

1    1    II  11  -  N  --  U. 

1  n  II  it  =  Ñ. 
1  ñ  II  B. 
/  r  II  s  =  G. 

Sibi  antes  . 

/ 

DENTALES. 

] 

1 

i 

.      Z     1!  S. 
(  U  \l  TS. 

í     .;      1 

PALATALES 

ts  I^" 

S    II  z. 
(     ts  II  TZ. 

B.=  Anormales. 

Mudas .  . 

ifuektes   . 
/suaves  .    . 

1    k  II  I5  =  P  =  T  =  Z=TZ. 
'1    i   II  B  =  Y. 

1    g  II  T  ==  CH. 

■  í  d  li  Y. 

Vibrantes  > 

; !. ;- 

\    m  II  N. 
1    n  II  Y. 

Sibi  antes  . 

'DENTALE=?. 
ll'ALATALES. 

.i    I  =  T. 
,/    S  =  J. 

C.=  Esporádicas. 

idas  1  . 

IFUEKTKS    . 

1 

¿SUAVKS    .     . 

1 

1   k  11  r. 

.■     t   II  M^N. 
'    P  '1  lí. 

y    g  II  M  =  N  =  Z  =  Y. 

.    d  II  N. 

(    b  I1D  =  F. 

íspiradas . 

\ 

*    j     II  N  =  Ü  =  P. 
1  ph  II  CH. 

Vibrantes  , 

\ 

1 
i 

r  II  o. 
J  m  II  p. 
|n  II  a  =  H. 

Sibi  antes  . 

|l'ALATAL     . 
'/DENTALES. 

.]    Ch  11  T. 

1    l     II  Y. 
° '    tz   II  u. 

Semi-voca. 

\ 
■  / 

1  y  "  K. 

-117- 


Dejantlo  á  un  lado  las  permutaciones  esporádicas,  el 
examen  de  los  casos  de  permutación  registrados,  nos  arroja 
la  siguiente  estadística.  El  grupo  de  las  mudas  permuta 
con  doce  sonidos;  él  de  las  vibrantes,  con  ocho;  el  de  las  si- 
bilantes con  siete.  Y  si  atendemos  á  la  clase  de  sonidos  per- 
mutados y  á  las  combinaciones  que  resultan,  formaremos 
el  siguiente  cuadro,  que  nos  permite  abarcar,  de  un  sólo 
golpe  de  vista,  el  número  de  permutaciones  con  sonidos  del 
mismo  y  de  distinto  grupo  y  el  de  las  combinaciones  que 
de  ellas  resultan: 


I.    Las   mudas 
permutan  con 


II.  Las  vibran- 
tes permutan 
con 


Mudas  =  4 

Aspiradas  =  1 
Vil)rantes  =  2 
Sibilantes  =  3 
Denti-labial  =  l 
Semi-vocal  =  1 


Combinaciones 


Mudas 

Aspiradas 

Vibrantes 

Semi-vocal 

Sibilantes 


IIL    Las   sibi-  /  Mudas 
lantes  permu-  j  Aspiradas 
tan  con   .  .   .  '  Sibilantes 


2 

1 

3  \  Combinaciones 

1 

1 

1  ) 

1     Combinaciones 


) 


11 
1 
3 
5 
1 
4 

3 
1 
6 
1 
1 

1 

1 

8 


Espero  haber  conseguido  reunir  la  mayor  parte  de  las 
permutaciones  de  sonidos  del  euskara.  En  cuanto  á  los  ca- 
liíicaiivos  de  normales,  anormales  y  esporádicas  con  que  las 
califico,  no  me  jacto  de  que  sean  definitivas;  dados  los  ele- 
mentos que  me  sirvieron  para  este  estadio,  las  estimo  exac- 
tas, pero  esos  cuadros  podrán  modificarse  á  medida  que  se 
extienda  el  campo  de  las  investigaciones. 

De  otro  reparo  tengo  de  hacerme  cargo.  Machos  juzga- 
rán que  no  está  bien  justificada  la  relación  en  que  se  mues- 
tran los  términos  de  las  series  de  ciertas  permutaciones.  Si 
digo,  por  ejemplo:  permutación  de  b  en  I,  habrá  acaso  quien 


-118- 


J)regiinte:  y  ¿porqué  no  Je  /  en  />?  A  e«tos  he  de  contestar- 
les qne  tampoco  aspiro  á  la  inmutabilidad  de  los  términos 
de  todas  mis  series;  lo  principal,  me  parece,  que  es,  dejar 
sentada  la  pernuitación,  sin  detenerse  demasiado  en  averi- 
guar las  formas  primitivas,  lioy  en  muclios  casos,  inaveri- 
guables. El  bascuence  está  aislado  en  el  mundo  lingüístico; 
su  literatura  impresa  no  se  remonta  mas  allá  del  año  1545. 
Por  lo  tanto,  es  imposible  exigir  y  obtener  el  rigor  científíco 
que  en  otras  lenguas,  por  ejemplo,  en  las  románicas,  cuyas 
formas  se  pueden  seguir  en  las  literaturas  modernas  y  clá- 
sicas, en  los  documentos  de  la  edad  media,  en  las  obras  de 
los  escritores  latinos  del  siglo  de  oro  y  de  la  decadencia,  en 
el  latín  vulgar,  y  además,  compararlas  con  las  formas  de 
otras  muchas  lenguas  derivadas  del  sánscrito,  y  por  último, 
limpiarlas  en  las  aguas  cristalinas  y  abundantes  de  esta  len- 
gua madre. 

A  falta  de  tan  copiosos  medios  de  información,  solo  en- 
cuentro yo  unos  cuantos  principios  para  guía  en  esta  clase 
de  estudios;  1.°:  la  comparación  de  las  formas  modernas  y 
de  las  relativamente  antiguas;  2.°:  la  comparación  de  las 
formas  simples  y  de  las  formas  compuestas;  3.°:  la  compa- 
ración de  las  formas  dialectales,  en  relación  á  la  mayor  ó 
menor  pureza  del  dialecto;  4.'':  el  estudio  de  los  documen- 
tos de  la  Edad  Media  en  que  se  hallan  nombres  humanos  y 
toponímicos  pertenecientes  al  país  basco-nabarro,  y  5.":  la 
aplicación  cautelosa  de  los  principios  de  lingüística  general, 
los  cuales,  como  fundados,  principalmente,  sobre  el  estudio 
de  las  lenguas  aryas,  no  sabemos  hasta  qué  punto  preciso 
son  aplicables  á  las  demás.  Mediante  dichos  principios — 
que  he  procurado  observar  en  cuanto  he  sabido — posible  es 
obtener  buenos  resultados  que  amplíen  y  rcctiíiquen  el  bos- 
quejo que  acabo  de  trazar. 

(IX.) 

La  analogía  que  existe  entre  las  alteraciones  fonéticas 
á  que  están  sujetas  las  vocales  y  las  consonantes  del  euska- 
ra,  es  completa.  Capaces  las  primeras  de  pernnitación,  lo 


-119- 


son  igualmente  las  segundas,  y  así  como  aquellas  se  eli- 
den, se  eliden  estas  igualmente. 

El  dialecto  l)ajo-nabaiTo  elide  las  consonantes  dulces  y 
la  r  suave  medial;  por  ejemplo:  eeaileat  «un  sembrador»,  en 
vez  de  eeaíle  /mt;  ai  «estar  haciendo  algo»,  en  vez  de  A7i; 
GAiNEAT  «á  arriba»,  de  gaine;'at;  iuzkia  «el  sol»,  en  vez  de 
Eí/uzKiA.  Asimismo,  reemplaza  el  grupo  iie  de  las  flexiones 
verbales,  con  ii;  por  ejemplo:  karri  z¿'/n  «lo  trajo»,  en  vez  de 
EKARní  7yiieiü]  dit//nak  «el  que  los  tenía»,  en  vez  de  ditzí^nak. 
El  dialecto  a.  n,  s.  suprime  la  h  del  numeral  hat  cuando  le 
precede  una  palabra  terminada  en  vocal;  por  ejemplo:  ns- 
KUAT  «un  poco»,  en  vez  de  risKUA  hkT]  astuat  «un  burro»,  en 
vez  de  asto  hxn. 

Los  dialectos  basco-españoles  han  perdido  la  li  inicial  y 
la  r  final  en  los  nombres  de  los  números  cardinales;  por 
ejemplo:  mu  (g)  /¿iRur  (1)  «tres»;  lau  (g)  LAur  (1)  «cuatro»;  sei 
(g)  SED'  forma  anticuada  que  se  halla  en  el  plural  citado  por 
Larramendi  en  su  Diccionario,  sei^ak  «los  seis». 

La  consonante  final  del  indefinido  verbal  desaparece  al 
adoptar  la  forma  sustantivada  definida,  la  cual  se  obtiene 
mediante  la  adjunción  del  sufijo  tea;  por  ejemplo:  de  egitz 
«hacer»,  emavz.  «dar»,  joa;¿  «ir»,  iraga/¿  «pasar»,  erama^z-  «lle- 
var», JA/¿  «comer»;  se  forma  egitea  «el  hacer»,  ematea  «el 
dar»,  JOATEA  «el  ir»,  iragatea  «el  pasar»,  eramatea  «el  llevar», 
JATEA  «el  comer»,  y  no  egi;¿tea,  ema;¿tea,  joa/¿tea,  etc.  A  la 
misma  regla  está  adscrito  el  nombre  verbal  locativo,  que  se 
forma  mediante  la  sufijación  de  ten;  egiten  y  no  EomTEN 
«en  hacer»,  jaten  y  no  jacten  «en  comer»,  etc.  Igualmente 
requiere  la  elisión  de  n  el  nombre  verbal  en  locativo  que  re- 
cibe el  sufijo  local  /.o  ó  go:  ikusteko  y  no  iruste^iko  «de 
ver»,  JATEKO  y  no  jate?zko  «de  comer»,  etc.  El  nombre  ver- 
bal en  directivo  obedece  también  á  esta  exigencia  ds  la  fo- 
nética euskara;  por  ejemplo:  jatera  «á  comer»,  y  no  jate7¿ra; 
IKUSTERA  «á  ver»,  y  no  ikuste/zra;  ematera  «á  dar»  y  no  ema- 
tewra. 

La  forma  conjuntiva  de  las  flexiones  verbales  termina- 
das en  n,  siempre  que  esta  letra  no  sirva  para  indicar  el  tra- 
tamiento familiar  femenino,  requiere  la  elisión  de  esa  con- 


-120- 

ñonante;  por  ejemplo:  de  nintzen  (1)  «yo  crii»,  nintzela  qne» 
3'0  era»,  y  jamás  nintzfj/la. 

Los  dialectos  labortano  y  gnipuzcoano  eliden  la  g  de  la 
flexión  verbal ,  cuando  la  palabra  precedente  termina  en  A.- 
onaA'ERA  «somos  buenos»;  emakumeZiñan  «las  mujeres  éra- 
mos», en  vez  de  onak  ^eea;  emakumeak  «/iñan. 

Elisión  de  n. — Es  muy  frecuente,  sobre  todo,  en  el*  dia- 
lecto guipuzcoano.  Ejemplos:  oeai  (s)  oRAm  (g)  «ahora»;  usai 
(g)  usai;?  (b)  «olor»;  ieago  (b)  ieaga?¿  (1)  «pasar»;  ahatzi  (bn) 
AnA?/Tzi  (1)  «olvidar»;  ekaitz    (g)    ;/ekaitz    (bn)  «tempestad»; 

HEEROKA  (bu)  KEEEU^^KA   (1)  «raUgO,  OrdcU»;  UKITU  (g)  HU72KITU 

(bn)  «tocar»;  emetik  (1)  eme;¿dik  (g)  «de  aquí»;  eeeai  (g) 
ERRAI71  (1)  «entraña»;  eeeakai  (g)  eeeeki?¿   (1)  «combustible»; 

AERAZOI   (g)   AEEAZOI/Í   (1)    «razÓU»;    IKATZ     (g)   I^KHATZ   (s)   «Cai'- 

bón»;  ipui  (g)  irui;z  (b)  «cuento,  fábula»;  ieetsi  (g)  UEr;¿Tzi 
(b)  «tragar»;  moeeoi  (g)  moeeoi».  (1)  «criado»;  zai  (g)  zad¿  (1) 
«guarda,  custodio»;  ze  (b)  zen  (g)  «quien»;  aeeai  (g)  aerai7¿ 
(1)  «pez»;  izoKi  (g)  izoKiÑ  (b)  «salmón»;  eotoi  (g)  botouz  (1) 
«botón»;  eskui  (g)  eskudí  (bn)  «derecha»;  nue  (a.  n.  m.)  nue?í 
(g)  «yo  lo  tenía»;  ze  (a.  n.  m.)  za?¿  (g)  «él  era»;  zute  (a.  n.  m.) 
zuTE?¿  (g)  «ellos  lo  tenían»;  zego  (a.  n.  m.)  zegoe;?  (g)  «él 
estaba»;  irule  (bn)  ieu;?le  (g)  «hilandera»;  leoi  (g)  leoi;?  (1) 
«león»;  adi  (g)  adi7¿  (b)  «inteligencia»;  bitaeteo  (a.  n.  m.) 
eitaetea;¿  (g)  «mientras  tanto»;  pochi  (bn)  pochi;í  (1)  «peda- 
zo»; AMOEEAi  (g)  amoeeai;í  (bu)  «trucha»;  aeráu  (bn)  aerau;/ 
(g)  «remo»;  ieeintzi  (g)  ieeintzi?z  (1)  «grito  peculiar  de  ale- 
gría»; JARio  (g)  JAEI072  (b)  «uiauar»;  jaso  (g)  jasa??  (1)  «levan- 
tar, subir»;  zue  (aez.)  zue?z  (g)  «él  lo  tenía»;  ezl-e  (g)  e//zur 
(roñe.)  «hueso»;  zut  (1)  zuTm  (b)  «tieso»;  artzai  (g)  artzai;¿ 
(1)  «pastor»;  etiíorki  (1)  etoeki;?  (g)  «posteridad»;  egu  (aez.) 
EGU?/  (g)  «día»;  OEAIKO  (1)  0EAi;?G0  (1)  «de  ahora»;  beaetsu  (g) 
BEAETSu;¿  (b)  «necesitado,  pobre»;  egazti  (g)  egazti??  (1)  «ave»; 
AiTZiN  (bn)  Ai7¿TziN  (1)  «delante»;  chimich  (g)  chimi;zch  (b) 
«chinche»;  majadeea  (g)  mavmadeea  (s)  «pesebre»,  derivado 
del  francés  (Q/iangei-»,  «comer»;  erido  (b)  eeide/?  (g)  «encon- 
trar». 

Elisión  de  r. — Ejemplos:  doke  (sal.)  BroKE  (ronc.)  «él  lo 
puede»;  oí  (Baz.)  o/i  (g)  «ese»;  eoei  (s)  EroRi  (g)  «caer»;  aabe- 


—121— 


EA  (s)  Aí'ABEEA.  (1)  «según»;  NOK  (b)  N07'K  (g)  «qiiieii»;  nsTi  (g) 
prisTi  (b)  «fiera»;  ernai  (g)  ERNAri  (1))  «despierto,  despegado»; 
iRU  (g)  HiRur  (1)  «tres»;  lau  (g)  LAur  (1)  «cuatro»;  uso  (g)  ü7-so 
(s)  «paloma»;  ano  (bn)  A7'no  (1)  «vino»;  ahatara  (1)  ahaz-tara 
(id.)  «bocado»;  au  (g)  hau/-  (bn)  «este»;  baru  (b)  EARur  (1) 
«ayuno»;  bost  (g)  boí'tz  (1)  «cinco»;  chilko  (1)  chilbot  (g) 
«ombligo»;  kau  (sal.)  kau7'  (ronc.)  «este»;  baachuri  (s)  ba7-a- 
TzuRi  (g)  «ajo»;  ZE  (b)  ze7^  (g)  «que,  algo»;  distiatu  (g)  disti- 
7-ATU  (1)  «brillar»;  día  (Bur.)  dd'a  (g)  «ellos  son»;  ai  (Bur.)  kti 
(g)  «estar  haciendo  algo»;  eantzun  (Bur.)  ErANTZUN  (g)  «con- 
testar»; IKAAKU  (Bur.)  iKArATU  (g)  «temblar»;  iuzki  (Baig.) 
iruzKi  (Vale)  «sol»;  lambo  (1)  LAMBro  (g)  «niebla»;  esi  (g) 
HErsi  (bn),  «seto,  cerca»;  tinko  (1)  t;'inko  (id.)  «apretado»; 
ONTASUN  (g)  0NTA7'suN  (ronc.)  «bien,  propiedad». 

Elisión  de  g. — Ejemplos:  diau  (aez.)  diaí/u  (sal.)  «nos- 
otros lo  habernos»  (f.  m.);  eartu  (a.  n.  m.)  ií/artu  (g)  «secar, 
marchitar»;  au  (g)  í/au  (a.  n.  m.)  «este»;  biaramon  (g)  bií/ara- 
MUN  (id.)  «el  día  siguiente»;  beiratu  (s)  beí/iratu  (g)  «mirar»; 
zuAiTz  (g)  zu^ATZ  (b)  «árbol»;  biueri  (g)  bi^ueri  (id.)  «perver- 
so»; iuzki  (bn)  i^uzKi  (Baz.)  «sol»;  eun  (bn)  eí/un  (g)  «día»;  lo 
(s)  1^0  (g)  «subir»;  leun  (g)  LEr/UN  (1)  «resbaladizo»;  eialdu 
(g)  Bií/ALDU  (id.)  «enviar»;  biar  (1)  bigar  (g)  «mañana»;  utsune  (g) 
riUTSí/UNE  (1)  «falta,  vacío»;  une  (g)  í/une  (bn)  «momento,  lu- 
gar»; BEITARTE  (1)  BEí/ITARTE  (g)  «aCOgida»;  ASTIGAR  (g)  CASTI- 
GAR (1)  «tilo»;  UPEL  (g)  _^UPEL  (i)  «cuba»;  ezaun  (aez.)  eza^ün 
(g)  «conocer»;  letain  (bn)  letaí/in  (g)  «colmillo»;  oroldio  (g) 
^OROLDio  (1)  «musgo»;  ein  (Baz.)  e^/in  (g)  «hacer»;  orí  (g)  cjov.i 
(aez.)  «ese»;  tei  (bn)  TEíyi  (g)  «lugar,  sitio»;  oi  (Bai.)  ogi  (g) 
«pan»;  near  (sal.)  neí/ar  (g)  «lloro»;  bao  (aez.)  daí/o  (g)  «él 
está»;  PEAR  (1)  pe^ar  (id.)  «cántaro»;  beirale  (1)  beí/irale  (id.) 
«custodio,  protector»;  iel  (1)  ií/el  (g)  «rana». 

Elisión  de 'k  y  de  h. — Ejemplos:  baendi  (b)  baendi/i;  (g) 
«si  tú  fueras»  (f.  m.);  zioat  (1)  zioA'at  (g)  «yo  le  he  lo»  (f.  m.); 
BAHio  (1)  BAio/v  (g)  «si  él  le  hubiese  lo»  (f.  m.);  zioteak  (1) 
(1)  ziote/vAK  (g)  «yo  le  puedo  lo»  (f.  m.);  zioteagu  (1)  zio- 
teZ;agu  (g)  «nosotros  les  podemos  lo»  (f.  m.);  nakian  (ronc.) 
NAKi/vAN  (sal.)  «yo  te  sea»  (f.  m.);  gaizkian  (sal.)  gaizkiA'an 
(aez.)  «él  te  sea»  (f.  m.);  auspez  (g)  a/¿ospez  (bn)  «de  bruces»; 


— 123— 


EllüOI    (g)    //ERDOTLL    (JA'Á.)    «mollO»;     LEOR    fe)    LE1//OR    (Líz.) 

«seco»;  UKiTu  (g)  //uniutu  (bn)  «tocar»;  doain  fe)  do//ain  (1) 
«regalo»;  egazti  fe)  /¿egaztin  (1)  «ave»;  erbal  fe)  /¿erbail  (1) 
«débil»;  OKOTz  (b)  /.okotz  fe)  «barba»;  ti  (b)  tiJí  fe)  «desde, 
de»;  ACHUR  fe)  /¿aitzur  (1)  «azada»;  aide  fe)  a/¿aide  (1)  «pa- 
riente»; ate  fe)  a/zate  (1)  «pato»;  ide  (b)  Aide  (1)  «pareciilo, 
igual»;  ZAGí  fe)  za/zagi  (bn)  «odre»;  zai  fe")  za/¿i  (bn)  «salva- 
do»; ZAAR  (b)  za/zar  (1)  «viejo»;  zur  (g)  zu//ur  (1)  «sabio,  pru- 
dente»; OE  (g)  o/.E  (ürd.)  «cama»;  orí  (g)  A'ori  (sal.)  «ese»; 
ONEK  (g)  /lONEK  (saL)  «oste»;  erabai  (b)  erabaAi  (g)  «decidir, 
resolver»;  leengo  (b)  le//engo  (1)  «de  antes»;  mee  (b)  me//e 
(1)  «delgado»;  nastu  (g)  na/¿as  (1)  «mezclar»;  orobilatu  (s) 
ZoRoriLLATü  (g)  «anudar». 

Elisión  de  b. — Ejemplos:  iili  (s)  i^illi  (g)  «andar»;  ere 
(g)  ¿ERE  (b)  «aún,  todavía»;  abazuza  (bn)  ¿abazuza  (1)  «grani- 
zo»; uzTERiN  (g)  /;uzTARiN  (1)  «grupa  del  asno»;  illoi  (g) 
iLLoZíi  (b)  «férebro»;  uztarri  (g)  ¿uztarri  (b)  «yugo»;  limuri 
(g)  limJuri  (1)  «resbaladizo,  lúbrico»;  dailtza  (Bur.)  da/)iltza 
fe)  «ellos  andan»;  azkaei  (g)  ¿azkaei  (id.)  «almuerzo». 

Elisión  de  1. — Ejemplos:  isiu  (g)  Zistu  (a.  n.  m.)  «=;a]i- 
va»;  BEARRi  (a.  n.  m.)  be/arri  (g)  «oreja»;  urrin  (g)  /üruin 
(id.)  «perfume»;  afer  (bn)  aZfer  (1)  «perezoso»;  itze  (bn) 
i^rzE  (g)  «clavo»;  arrautz  (b)  arrau/tz  (g)  «huevo»;  acheru 
(s)  aZtzairu  (g)  «acero». 

Elisión  de  d. — Ejemplos:  dein  (ronc.)  deíZin  (g)  «él  sea»; 

BAAIN   (g)   BAAí?IN    (1))   «SÍ  tÚ  CrCS»  (f.  f.);  EZAKAN  (1)   tZeZAKAN  (1) 

«tú  lo  hayas»  (f.  m.);  baginu  (sal.)  baginí/u  (aez.)  «nosotros 
lo  habíamos»;  gallur  (g)  gailc/ur  (id.)  «cumbre»;  balín  (bn) 
balí/in  (g)  «si  acaso»;  BiLm^  (b)  bilíZur  (g)  «miedo»;  euki  (g) 
Er/uKi  (bn)  «tener,  poseer»;  goartari  (g)  gocZartari  (bn)  guar- 
dador»; MENE  (1)  meníZe  (g)  «poder,  jurisdicción»;  anre  (b) 
aníZre  (g)  «señora»;  burni  (g)  buríZin  (b)  «hierro»;  laurren 
(b)  laurc/en  (g)  «cuarto». 

Elisión  de  t. — Ejemplos:  zaree  (b)  zareí^e  (1)  «vosotros 
sois»;  Guzi  (g)  GUzZi  (1)  «todo»;  ra  (g)  raZ  (1)  «á»  (nu)v¡iiHen- 
to);  dantzau  (b)  dantzaZu  (g)  «bailar»;  asmau  (b)  asma/lj  (g) 
«adivinar,  predecir»;  mazuza  (1)  mazus¿a  «mora  salvaje.». 


-123- 


Elísión  de  s.— Ejemplos:  moko  (g)  mosko  (s)  «pico»;  labo 
(bu)  LAUSO  (g)  «miope»  itu  (Itur.)  i.stu  (g)  «saliva». 

Elisión  de  p. — Ejemplos:  ikondo  (Ij)  ^^ikondo  (g)  «breve»; 
iRU  (Gainch.)  pieu  (Ir.)  «pato»;  iskor  (Nag.)  piskoe  (1)  «ani- 
mado, gallardo,  vigoroso». 

Elisión  de  z. — Eje-mplos:  balite  (s)  balitea  (g)  «si  ellos 
fueran»;  ekidan  (b)  £'ekidan  (g)  «el  me  fuese»;  ekizun  (b)  ,rEKi- 
züN  (g)  «él  te  fuese». 

Elisión  de  y. — Ejemplos:  iz  (sal.)  yiz  (aez.)  «tii  eres» 
(f.  m.);  EIKE  (sal.)  t/eike  (aez.)  «tú  puedes»  (f.  m.);  izakioke 
(sal.)  7/ITZAIKI0KE  (aez.)  «tú  le  serías»  (f.  m.);  akio  (sal.)  ?/akio 
(aez.)  «tú  se  le»  (f.  ni.);  aiz  (g)  v/aiz  (ulz.)  «tú  eres»  (f.  m); 
EIKE  (sal.)  ?/EiKE  (aez.)  «tú  puedes»  (f.  m.);  oke  (sal.)  ?/oke 
(ronc.)  «tú  lo  habrías»  (f.  m.  y  f.);  u  (sal.)  //u  (aez.)  «él  te  sea»; 
(f.  m.  y  f.) 

(X.) 

Llamo  letras  eufónicas  á  las  consonantes  que  se  intro- 
ducen en  las  palabras  para  evitar  el  choque  de  dos  vocales, 
ó  sea,  el  hiato  ó  cacofonía;  por  ejemplo:  la  palabra  begiííae- 
te  «rostro»,  compuesta  de  begi  «ojo»,  y  aete  «entre»,  nos  pre- 
senta una  t  eufónica,  la  cual  evita  el  hiato  de  ia. 

En  euskara  existen  bastantes  palabras  que  terminan  en 
a.  Al  sufijárseles  el  artículo,  que  es  también  a,  de  conser- 
varse la  letra  terminal  resultaría  hiato.  Para  evitarlo  se  pre- 
sentaban, desde  luego,  dos  caminos:  ó  introducir  una  letra 
eufónica,  ó  suprimir  la  terminación.  El  euskara  ha  adoptado 
ambos  medios,  con  la  diferencia  de  que  el  segundo  tiene  ca- 
rácter de  regla  general  y  el  primero  de  exce2^ción,  pues,  sólo 
se  ha  encontiado  hasta  ahora,  que  3^0  sepa,  en  la  variedad 
nabarra  del  valle  de  Salazar.  El  primero  y  único  lingüista 
que  ha  llamado  la  atención  acerca  de  este  curioso  fenóme- 
no, es  el  Príncipe  Bonaparte,  gran  exhumador  de  hechos 
interesantes  y  desconocidos.^  La  letra  eufónica  que  el  sala- 


1    Le  Verbe  basque,  pág.  xxx. 


-124- 


ccnco  lia  elegido  es  la  r:  pero  es  preciso,  para  usarla,  que  la 
l);ilal)ra  no  reciba  ningún  sufijo.  Así,  mientras  los  demás  dia- 
lectos dicen  alaba  «la  hija»  é  «hija»,  el  salacenco  dice  ala- 
LArA  «la  hija»  y  alaba  «hija»;  eliza^a  «la  iglesia»  y  eliza  «igle- 
sia» y  no  ELIZA  «la  iglesia»  é  «iglesia»;  egia^a  «la  verdad»  eglv 
«verdad»,  y  no  egia  «la  verdad»  y  «verdad».  Alguna  porción 
del  dialecto  bizcaino,  fiel  á  la  escasa  repugnancia  que  este 
manifiesta  al  hiato,  ni  suprime  la  terminación,  ni  mtercala 
la  /•  eufónica.  Dice  aitaa,  alabaa,  arrebaa  «el  padre»,  «la 
hija»,  «la  hermana». 

El  sufijo  negativo — interrogativo  ¿7v,  siempre  que  se  une 
á  una  palabra  terminada  en  vocal,  exige  la  interpolación  de 
r  eufónica;  por  ejemplo:  OGiriK,  aita?-ik,  EMAKUMEriK,  andre- 
;iK,  ALABAriK,  ESKuriK,  LUZEriK,   ZALDD'IK,  que  proceden  de 

OGI,  AITA,  EMAKUME,    ANDRE,     ALABA,    ESKU,  LUZE,  ZALDI,   «pan», 

«padre»,  «mujer»,  «señora»,  «hija»,  «mano»,  «largo»,  «caballo». 
Esta  r  se  interpola,  igualmente,  para  evitar  el  choque  de 
vocales,  con  los  sufijos  que  comienzan  por  una  letra  de  esta 
clase,  en  el  número  singular;  por  ejemplo:  alabaz-en  «de  la 
hija»,  ALABA71  «á  la  hija»,  alaba^-enizat  «para  la  hija»,  etc. 
En  los  nombres  propios  de  lugar  ó  persona  entra  la  r  eufó- 
nica con  los  sufijos,  siempre  que  el  nombre  termine  e  i  vo- 
cal, y  el  sufijo  comienzo  por  ella:  joseten,  PEDRori,  antonio- 
7'ENTZAT,  ARBizurA,  ctc,  «dc  Josc»,  «á  Pedro»,  «para  Autonio», 
«á  Arbizu»  (mov.)  En  el  modo  indefinido  los  sustantivos 
que  terminan  con  las  vocales  a,  e,  i,  o,  u,  ü  toman  la  ?" 
en  las  condiciones  marcadas;  semez-en  «de  hijo»,  alaba?!  «á 
hija»,  etc.  Igual  principio  rige  con  los  pronombres;  Nin  «á 
mí»,  etc. 

El  nombre  bat  tiene  dos  significados:  «uno»  y  «alguno». 
Significando  lo  segundo,  va  ^icompañado  de  un  nombre,  ol 
cual  recibe  el  sufijo  de  posesión,  con  r  eufónica  si  el  nombre 
termina  en  vocal,  y  sin  ella  si  en  consonante;  por  ejemplo: 
zald/ren  bat  dator  «algún  caballo  viene»;  gizonen  batek  jo 
DIO  «algún  hombre  le  ha  pegado». 

Las  palabras  terminadas  en  i  exigen  en  nnudiaí^  lotali- 
dados  do  varios  diale(;tos,  la  interpolación  do  una  y  ó  de  una 
j  eufónicas  (esta  última  en  el   bizcaino,  y  es  suj  especial), 


-125— 


al  recibir  el  artículo  a  ó  un  sufijo  que  empiezo  por  vocal. 
Así  de  MENDi  «monte»  mendi?/a.  «el  monte»;  azeri  «zorrra», 
AZERI7/A  «la  zorra»;  de  andi  «grande»  andi/a  «el  grande»;  de 
APAiNDURi  «adorno,  gala»,  apaindup*i/'a  «el  adorno»,  y  también 
MENDI//EN  «de  los  moutos»,  apainduei/an  «en  el  adorno,  etc.  Si 
la  i  procede  de  una  e  en  virtud  de  la  ley  de  armonía  de  las 
vocales,  el  bizcaino  no  intercala  la  j  eufónica;  el  guipuzcoa- 
no,  aun  entonces,  la  intercala  en  varias  localidades;  por 
ejemplo:  el  bizcaino  dirá  maitia  «el  querido»  y  no  maitija 
porque  el  tema  nominal  es  maite,  pero  muchos  guipuzcoa- 
nos  dirán  también  maiti^a,  especialmente  en  la  parte  baja  y 
pueblos  marinos  de  ella. 

Las  palabras  terminadas  en  o,  íi,  introducen  una  /)  eufó- 
nica delante  del  artículo  a  y  menos  frecuentemente,  de  los 
sufijos  que  comienzan  en  vocal;  por  ejemplo:  de  buru  «cabe- 
za», muchas  localidades  hacen  bueuZ^a  «la  cabeza»,  y  no  bu- 
rua;  de  aingeru  «ángel»,  aingeeuZ>a»  el  ángel»;  y  no  aingerua; 
de  ARTO  «maiz»  aeto&a  «el  maiz»,  y  no  artoa;  piruSek  «los 
patos»  (act.)  y  no  piruek;  judu7;en  «de  los  judíos»,  y  no  ju- 
duen;  ordu&an  «entonces»,  y  no  orduan.  Ni  la  interpolación 
de  //  ni  la  de  h  se  usan  en  los  dialectos  franceses,  fuera  de 
la  excepción  que  luego  se  dirá;  uno  de  los  pueblos  que  me- 
jor observan  ambas  es  Irún.  En  algún  territorio  del  Se- 
ñorío de  Bizcaya  (Ergoyen),  en  vez  de  b  intercalan  uiiü,m: 
ÁinoviA  en  vez  de  arto5a.  Según  afirma  el  Príncipe  Bona- 
parte  en  su  preciso  folleto  Laiujue  basque  et  langues  fiíuioi- 
ses  esa  interpolación  es  considerada  «como  muy  grosera».  La 
interpolación  de  b  detrás  de  o,  según  la  misma  autoridad, 
sólo  se  usa  en  la  variedad  dialectal  de  Orozco  y  Barambio. 

En  parte  del  país  basco-francés  (la  Baja-Nabarra)  sepa- 
ran las  vocales  ua  por  medio  de  una  y  eufónica,  diciéndose 
PARABizu^A  «el  paraíso»;  mundu//a  «el  mundo»,  bekatu?/ak  «los 
pecados»,  ordu?/a  «la  hora»,  barkamendü//a  «el  perdón»,  sain- 
DU//A  «el  santo»,  zatikatut/a  «el  azotado»,  ezkondut/ai  «los  ca- 
sados», SÜ//A  «el  fuego».  La  mayor  parte  de  los  ejemplos  ci- 
tados están  recogidos  en  las  poesías  de  Bernardo  Deche- 
pare  (siglo  xvi).  La  7/  se  usa  también  en  la  variedad  burun- 
desa  como  letra  eufónica,  cuando   en  la  conversación   se 


-120- 

aglntinan  dos  palabras  quo  acaban  y  principian  con  las  vo- 
cales /,  o;  EKm/yoNEK  «este  pueblo»,  en  vez  de  erri  onek. 

La  forma  interrogativo-verbal ,  propia  del  dialecto  sule- 
tino,  se  obtiene  generalmente,  según  dije,  añadiendo  una  a 
á  la  llexión  verbal.  Cuando  esta  termina  en  dicha  vocal,  el 
dialecto  suletino,  por  aversión  al  hiato,  sin  duda,  no  la  reite- 
ra, sino  que  la  trueca  en  e,  é  interpola,  además,  entre  am- 
bas vocales,  una  //  eufónica;  por  ejemplo:  giea  (s)  «nosotros 
somos»,  hace  ¿Gmeijú  «¿somos  nosotros?»  En  bis  ílexiones 
terminadas  en  lo:  dezake  «él  lo  puede»,  ¿dezake//a'?  «¿él  lo 
puede?»  BADIE  «ellos  lo  han»,  ¿badie?/a?  ¿ellos  lo  han?»;  diza- 
Kio  «él  le  puede  lo»,  ¿dizakio^/a?  «¿él  le  puede  lo?». 

Las  ñexiones  verbales  suletinas  que  comienzan  con  vo- 
cal, al  revestir  la  forma  negativa,  exigen  la  intercalación  de 
una  li  eufónica;  por  ejemplo:  itzait  «tú  me  eres»,  e/¿itzait 
«tú  no  me  eres»;  entzaket  «yo  te  podría»,  eAentzaket  «yo  no 
te  podría». 

Las  flexiones  verbales  del  dialecto  bizcaino  terminadas 
en  I-,  al  recibir  el  sufijo  conjuntivo  la,  eliden  la  Z-,  según  vi- 
mos en  el  lugar  correspondiente.  Cuando  por  efecto  de  esta 
supresión,  las  vocales  e,  i,  o,  u,  se  encuentran  en  contacto 
con  la  a  de  hgadura  que  esas  flexiones  exigen,  el  dialecto 
bizcaino  cambia  la  e  en  i  y  la  o  en  w,  á  la  vez  que  intercala 
una  j  eufónica  entre  la  i  y  la  «,  y  una  h  eufónica  entre  esta 
última  vocal  y  la  ?¿.  De  igual  manera  que  dok  «tú  lo  has»  y 
DiRíEK  «tú  lo  podrás»,  forman  duala  «que  tú  lo  has»  y  dai- 
KiALA  «que  tú  lo  podrás»,  jakuk  «él  nos  es»  y  daik  «tú  lo  pue- 
des», se  convierten  en  jaku^ala  y  dai/'ala. 

El  bascuence  forma  muchos  verbos  añadiendo  al  sustan- 
tivo el  nombre  verbal  egin  «hacer».  Así  encontramos  galde 
EGíN  «preguntar»,  (lit.)  «hacer  pregunta»;  negar  egin  «llorar», 
(lit.)  «hacer  lloro»;  ?ges  egin  «huir»  (lit.)  «hacer  huida».  Este 
verbal  egin,  como  que  es  tan  usado,  sufre,  cual  ningún  otro, 
la  tendencia  de  toda  lengua  á  la  contracción  de  sus  térmi- 
nos, egin  suele  quedar  reducido  frecuentemente  á  ein,  á  in 
y  á  ¿  sola,  como  en  la  locución  baztanesa  itaute  «lo  hacen», 
en  vez  de  egiten  dute.  Estos  preliminares  son  indispensa- 
bles para  entender  lo  ([ue  vamos  á  decir. 


i 


-127-  ■ 

En  los  dialectos  basco-franceses  se  encuentran  nombres 
verbales  en  locativo  que  presentan  una  i,  de  la  cual  están 
exentos  sus  correspondientes  de  otros  dialectos.  Tales  son; 
por  ejemplo:  ema^ten  «en  el  dar»,  ereaíten  «en  el  decir».  Á 
primera  vista  podría  creerse  que  aquí  no  hay  otra  cosa  más 
que  una  sencilla  dilatión  del  verbal,  por  efecto  de  una  i 
epentética,  y  no  lia  faltado  autor  que  así  lo  estimase.  Pero 
esta  opinión  no  puede  sostenerse  después  de  la  luz  que  so- 
bre ella  ha  proyectado  el  Príncipe  Bonaparte.  Según  este 
sabio  bascóñlo,  esa  i  intercalada  hay  que  asimilarla  á  la  i  de 
uiiTE¿TEN,  AEKITUZTEN,  emoz'ten  y  otros  muclios  vcrbalcs  que 
se  emplean  en  ciertas  variedades  del  sub-dialecto  bizcaino 
occidental,  como  abreviaciones  de  uete  egiten,  auekitu 
egiten,  emo  egiten,  y  como  sinónimos  de  ueteten,  aekitu- 
TEN,  EMOTEN.  Parccc,  pucs,  quo  la  i  de  jua¿'ten,  ema¿ten, 
jo'Íten,  ükheíten  pertenece  al  locativo  del  componente  egi- 
te,  eiteó  ete  y  no  al  locativo  de  la  otra  palabra.  Bajo  el 
punto  de  vista  morfológico,  emaiten,  abreviación  de  ema 
EGITEN  puede  traducirse  por  «en  acción  de  hacer  don»  y  ema- 
TEN  por  «en  acción  de  dar».  Bajo  el  punto  de  vista  ideológico 
emaiten  y  EMATEN  uo  prosoutau  ninguna  diferencia,  por  más 
que  el  primero  sea  un  compuesto  de  dos  palabras,  y  el  se- 
gundo sólo  una  palabra  en  locativo.-^ 

(XI.) 

El  lenguaje  vulgar  del  euskara  so  diferencia  bastante 
del  literario,  en  virtud,  sobre  todo,  de  las  contracciones.  La 
índole  extremadamente  aglutinativa  del  bascuence  favorece 
esa  tendencia,  que  no  es  exclusiva  de  dicha  lengua,  sino 
común  de  todas,  en  más  ó  menos  grado.  La  misma  ten- 
dencia que  arrastra  al  hombre  á  servirse  de  abreviaturas  en 
la  escritura,  y  á  tomar  el  atajo  en  vez  del  camino  real,  le 
incita  á  la  abreviación  de  las  palabras  en  el  lenguaje  habla- 
do. Para  conseguirlo  rechaza  todas  las  partes  de  las  pala- 
bras que  pueden  ser  eliminadas  sin  perjuicio  del  sentido,  y 


1    Verbe  basque,  six.  tableau  prei. 


-128- 


dispone  de  las  restantes  de  la  manera  más  cómoda  y  confor- 
me á  sus  costumbres  y  preferencias.  Esta  tendencia  explica 
perfectamente  la  contracción  gradual  de  las  formas  que  se 
ha  producido  en  todas  las  lenguas/ 

Dicha  tendencia  á  la  abreviación  que  el  euskara  experi- 
menta como  todas  las  lenguas,  unida  á  su  mdole  aghitina- 
iiva,  á  la  penuria  de  su  literatura  y  á  la  carencia  de  un  cen- 
tro cientíñco  que  jije  las  palabras,  sustrayéndolas  á  la  acción 
disolvente  del  capricho  ó  comodidad  individuales,  nos  dan 
razón  de  las  numerosas  y  violentas  contracciones  del  eus- 
kara hablado. 

Pretender  establecer  la  norma  y  el  número  de  todas 
ellas  es  empresa  imposible,  al  menos  por  hoy.  Bajo  el  pun- 
to de  vista  de  las  contracciones,  apenas  habrá  dos  locaHda- 
des  que  hablen  de  la  misma  manera:  en  este  punto  la  varie- 
dad es  infinita.  Lo  único  que  podemos  hacer  es  decir,  en 
tesis  general,  que  los  dialectos  menos  aficionados  á  la  con- 
tracción, son  el  bizcaino  y  el  guipuzcoano,  y  los  más,  los 
dialectos  de  la  Nabarra  española. 

Los  siguientes  ejemplos,  cuidadosamente  escogidos  en- 
tre las  diversas  clases  de  contracciones  que  pueden  sufrir 
las  palabras,  servirán  para  dar  una  idea  aproximada  y  gene- 
ral de  esta  curiosa  especie  de  fenómenos  prácticos,  pues  la 
materia  es  tan  vasta  que  pudiera  servir  de  asunto  á  una 
extensa  monografía. 

Ejemplos:  mai  (g)  Ukham  (b)  «mesa»;  bela  (Baz.)  BErc'- 
luiJjS.  (1)  «enseguida»;  geyo  (s)  geyc/í/o  (g)  «más»;  sue  (b)  su- 
diiix  (g)  «nariz»;  eki  (s)  Eguzm  (g)  «sol»;  betseiñ  (g)  beí/Zseiñ' 
(b)  «pupila  del  ojo»;  eiz  (g)  eJuzí  (1)  «caza»;LEZ  (b)  LegEZ  (id.) 
«como»;  ARTiNO  (s)  AiiTEraÑo  (g)  «hasta»;  aetio  (bn)  AHTt^i/¿o 
(])  «hasta»;  behla  (a.  n.  m.)  BEnecihA  (g)  «enseguida»;  do 
(13ur.)  Bago  (g)  «él  está»;  de  (Bur.)  DaialE  (g)  «ellos  están»; 
BAZKAUi  (g)  baívízkari  (1)  «alimouto,  comida»;  yago  (a.  n.  m.) 
gsYkGo  (g)  «nuis»;  inbide  (bn)  t'í/iNBmE  (g)  «obligación»;  izuiuii 
(g)  izuRRi/e  (1)  «peste»;  tzan  (ronc.)  rZeTZAN  (g)  «él  los  tenga»; 
TU)  (a.  n.  m.)  (/¿Tío  (id.)  «él  le  ha  los»;  tautzu  (b.  n.  or.)  di- 


1    Whitiioy:  La  Vic  du  langaje,  i>Af:;s.  é'2  y  13. 


-129- 


TAUTZU  (id.)  «él  te  los  ha»;  zate  (Ceg.)  zArriTE  (id.)  «vosotros 
sois»;  DiT  (s)  DiziíT  (id.)  «yo  lo  he»;  yateut  (Baz.)  yate/¿  rZuT 
(id.)  «3^0  lo  como»;  erteizu  (Baz.)  erróte ;¿  rZuzu  (id.)  «tú  lo 
dices»;  BiA^/ETE  (Bera)  BEAr  cIute  «ellos  tienen  necesidad»; 
EGiTE»y¿TE  (Bera)  egite?¿  cIiíte  (id.)  «ellos  lo  hacen»;  itaiou 
(ulz.)  egiTEii  düGJj  (id.)  «nosotros  lo  hacemos»;  mataute  (ulz.) 
cMATE/z.  r?UTE  (id.)  «ellos  lo  dan»;  jatout  (Puent.  la  E,ei.) 
yate;¿  íZut  (a.  n.  m.)  «yo  lo  como»;  jatongu  (Puent.  la  Rei.) 
YATEN  diiG\j  (a.  n.  m.)  «nosotros  lo  comemos»;  yankot 
(Paent.  la  Eei.)  yanko  diiT  (id.)  «yo  lo  comeré»;  errataut 
(aez.)  errate;¿  dvT  (a.  n.  s.)  «yo  lo  digo»;  errautazu  (aez.) 
errate;¿  f?uzu  (a.  n.  s.)  «tú  lo  dices»;  ikuskot  (aez.)  ikusiko 
deT  (g)  «yo  lo  veré»;  nakien  (s)  nakto^en  (1)  naí^-íikioíen  (g) 
«yo  les  sea»;  siñestatzaut  (ulz.)  siñestatze/^i  íZut  (a.  n.  s.) 
«yo  lo  creo»;  damüt  (ulz.)  damu  din  (id.)  «yo  lo  he  sentido»; 
JOANBIET  (S.  S.)  JOAN  BEítr  cZet  (g)  «y O  tongo  necesidad  de 
ir»;  BiAuzu  (ulz.)  bea7^  ¿Zuzu  (a.  n.  s.)  «tú  tienes  necesidad»; 
KusuGU  (ulz.)  íktjsí  íZugu  (a.  n.  s.)  «nosotros  lo  hemos  visto»; 

ITIAUTE   (ulz.)  EGITEW-  cZaUTE    (id.)     «clloS    lo    liaCCn»;  KUSEGUN 

(ulz.)  íkvsí  dEzaGUN  (g)  «nosotros  lo  veamos»;  erakusteigu 
ERAKUSTE»  r/iGU  (g)  «á  uosotros  nos  lo  enseña»;  zten  (sal.) 
zitczTE^  (aez.)  «ellos  fueren»;  balitzo  (s)  balitzíi^/wo  (g)  «si 
él  le  hubiese  los»;  chekandra  (s.  n.  s.)  ccheko  andeca  (g)  «la 
señora  de  casa». 

Además  de  estas  contracciones  que  merecen  el  nombre  de 
orgánicas,  puesto  que  obran  alterando  la  contextura  de  las 
palabras,  hay  otras  que  pueden  llamarse  gramaticales.  Estas 
contracciones  se  limitan  á  suprimir  la  expresión  de  ciertas 
relaciones,  que  para  hablar  con  entera  propiedad,  deberían 
expresarse.  Tal  sucede  con  la  frecuente  eliminación  de  los 
sufijos  posesivo  y  derivativo-local ,  dejando  á  la  colocación 
de  las  palabras  el  cuidado  de  expresar  el  pensamiento;  por 
ejemplo:  eche  jaun  «señor  de  casa»;  en  vez  de  echeA'o  jaun; 
AiDE  NAGUSIAK  «los  jefes  de  los  parientes»,  en  vez  de  AWEen 
nagusiak;  oyan  illuntasuna  «la  lobreguez  del  bosque»,  en  vez 
de  OYk^aren  illuntasuna;  buru  gañean  dakarzki  «los  trae 
encima  de  la  cabeza»,  en  vez  de  Bunuaren  gañean,  etc.;  mai 
AZPiAN  «debajo  de  la  mesa»,  en  vez  de  MAiaren  azpian.  Estas 

10 


—130— 

contracciones,  oportuncamente  empleadas,  contribuyen  á  dar 
vida  y  movimiento  al  discnrso.  En  cambio,  son  vituperables 
y  viciosas  en  alto  grado,  y  no  deben  admitirse  en  la  litera- 
tura, ni  aun  á  título  de  licencias  poéticas,  esas  demasiado 
frecuentes  contracciones  de  los  elementos  gramaticales,  que 
dan  por  resultado,  en  sufijos  y  llexiones,  la  confusión  de  los 
números  singular  y  plural. 

Hasta  ahora  han  sido  objeto  de  nuestra  atención  las  mu- 
taciones fónicas  que  experimentan  los  vocablos,  individual 
ó  particularmente  consideradas,  Pero  esa  misteriosa  diná- 
mica que  trasforma  paulatinaiuente  y  sin  cesar,  á  las  len- 
guas, no  se  contenta  con  ejercer  su  acción  en  un  solo  acto 
sobre  las  palabras,  sino  que  muy  amenudo  las  somete  á  la 
múltiple  influencia  de  efectos  acumulados.  Véase;  por  ejem- 
plo: la  forma  verbal  conjuntiva  derala  «que  yo  lo  he».  La 
forma  capital  de  la  flexión  guipuzcoana  de  que  se  trata  es, 
DET.  Las  reglas  fonéticas  expuestas  exigen  que  dicha  fle- 
xión, al  revestir  la  forma  conjuntiva,  experimente  la  debilita- 
ción de  la  consonante  final,  es  decir,  el  cambio  de  t  en  d. 
Según  también  hemos  visto,  el  dialecto  guipuzcoano  es  de 
los  que  permutan  la  d  conla  /•.  Todo  ello  da  por  resultado  la 
forma  conjuntiva  práctica  derala,  en  vez  de  la  forma  teóri- 
ca DETALA.  Es  decir,  que  una  misma  palabra  ha  sido  altera- 
da dos  veces,  en  virtud  de  exigencias  fónicas,  perfectamen- 
te conocidas  y  anotadas:  aquí  hay,  pues,  convergencia  de 
fenómenos  fonéticos. 

Desde  luego  se  comprende  que  esta  convergencia,  como 
debida  al  juego  de  una  fuerza  natural,  no  se  sujeta  á  otros 
límites  que  á  los  de  la  fuerza  misma;  es  decir,  que  no  pue- 
den ser  conocidos  por  el  lingüista,  pues  este,  lo  más  que 
hará  después  de  reunir  muchos  hechos,  es  decirla  posterior  i , 
que  la  fuerza  se  mueve  dentro  de  tales  ó  cuales  límites, 
pero  nunca  podrá  asegurar  á  priori^  que  no  los  franqueará. 
Mientras  haya  materia  apropiada,  la  fuerza  está  en  situación 
de  obrar.  En  efecto,  ¿liay  alguna  razón  que  demuestre  que 
la  convergencia  ha  de  ser  hija  de  la  acumulación  de  ilos  ó 
tres  fenómenos  fonéticos,  y  no  de  más? 

La  permutación  y  elisión  de  vocales  y  c-onsonantes,  así 


-131- 

como  la  contracción  (elisión  de  dos  ó  más  letras,  formen,  ó 
no,  silaba),  amén  de  las  letras  eufónicas  y  de  ligadura,  se 
combinan  de  diversa  manera,  trasformando  mtás  ó  menos 
profundamente  á  los  vocablos.  Los  ejemplos  ya  citados  en 
el  curso  de  esta  sección  proporcionan  muchos  casos  de  con- 
vergencia. Recordaré  algunos,  nada  más  que  como  quien 
pone  jalones  á  un  camino  que  puede  abrirse  en  la  materia. 

La  palabra  irunesa  ezivizAL  «uña»  ha  sufrido,  respecto  á 
la  palabra  guipuzcoana  azKazAh ,  la  convergencia  de  dos 
efectos:  permutación  de  dos  vocales.  Y  lo  mismo  la  pala- 
bra roncalesa  eKzm  «tener»,  respecto  á  la  suletina  niían,  y  la 
bizcaina  kíikríika  «corriendo»,  á  la  guipuzcoana  koer/ka, 

A  veces,  la  convergencia  se  reduce  á  un  simple  cambio 
de  posición  que  produce  una  sencilla  metátesis;  tal  sucede, 
por  ejemplo:  con  las  poJabras  guipuzcoanas  irágo  é  jgkro 
«pasar».  La  metátesis  puede  combinarse  con  una  permuta- 
ción: 'ESKüin  (1)  ESKení  (g)  «ofrecer». 

Tenemos  también  permutación  y  elisión  de  vocales  com- 
binadas, por  ejemplo:  aiism  (b)  osin  (g)  «ortiga»;  utzvl 
(ronc.)  ¿TZüL¿  (g)  «volver».  Permutación  de  vocal  y  conso- 
nante: UKrt6iL  (g)  DKainiL  (b)  «puño»;  igar  (g)  idor  (1)  «mar- 
chito»; Murii  (b)  MUÑO  (g)  «colina».  Permutación  de  vocal  y 
elisión  de  consonante:  amagi?¿akríba  (Liz.)  amagiareíiba  (g) 
«suegra»;  iGAmuí  (s)  igaeo  (id.)  «pasar»;  BiTAUTEaii  (g)  bitar- 
TEo  (a.  n.  m.)  «mientras».  Contracción  y  permutación  de  vo- 
cal: AZTí¿  (g)  hhcLTzi  (b)  «olvidar».  Permutación  de  dos  con- 
sonantes: MArruüi  (g)  iiaU\:'Ji1  (b)  «fresa».  Permutación  de  dos 
consonantes  y  dos  vocales:  ?/AREei/ri  (a.  n.  m.)  JAnBaitii^  «se- 
guir». Elisión  de  una  vocal,  permutación  de  otra  y  de'dos 
consonantes:  iiA'ihel  (a.  n.  m.)  isiATraill  (g)  «mejilla». 

Las  combinaciones  binarias  y  terciarias  son  las  más  fre- 
cuentes de  todas.  La  convergencia  obra  unas  veces  simultá- 
neamente, otras  sucesivamente,  y  otras  de  ambas  maneras 


1  De  la  permutf  ci'm  do  y  en  ¡,  no  consideró  necesario  hablar  en  ol  texto;  basta  recordar 
lo  dicho  acerca  de  la  existencia  del  segundo  de  esos  sonidos.  Toda  jialobra  que  en  guipuzcoano 
presento  j,  iiKará  de  y  en  los  ilialoetos  tjuo  no  la  admiten:  este  ca  el  pn'ncii)io  general.  Hablan- 
do estricta,  rigorosamente,  no  hay  pormnúación  de  j — y,  sino  empleo  de  dos  sonidos  diferen- 
tes. La  permutación  verdadera  presupone  el  uso  admitido  de  los  dos  sonidos  eu  el  mismo 
dialecto. 


-132- 

á  la  vez.  Hü  aquí  el  motivo  de  que  unas  palabras  ostenten  á 
la  vista  de  todos  la  señal  de  dos  ó  mas  alteraciones,  mien- 
tras que  otras,  habiéndolas  sufrido  en  mayor  número,  solo 
muestran  acaso  una,  siendo  preciso  reconstituir  Jiistórlca- 
mente  las  demás. 

No  hay  que  perder  de  vista  la  convergencia  por  sustitu- 
ción y  reiteración.  De  esta  manera  se  evitarán  muchos  erro- 
res en  la  filiación  de  las  palabras,  y  se  explicarán  f  )rm:is 
que  aun  hoy,  habida  consideración  á  las  leyes  fonéticas, 
parecen  anormales,  erróneas,  monstruosas.  Supuesta  lap3r- 
mutación  de  un  sonido  por  otro,  el  nuevo  se  trasforma  en 
otro,  y  así  sucesivamente,  hasta  lograr  la  permutación  entre 
dos  sonidos  de  permutación  directa  imposible.  El  hilo  que 
únicamente  puede  guiar  por  en  medio  de  esos  lal)3rintos,  es 
el  principio  de  la  convergencia  por  reiteración.  Y  de  que  esta 
existe  no  necesitamos  otra  prueba  que  la  que  nos  suminis- 
tra la  siguiente  serie  de  ejemplos,  tomada  del  bascuenco 
actual,  es  decir,  sacada  de  las  entrañas  mismas  de  la  reali- 
dad. El  pronombre  demostrativo  guipuzcoano  au  «este»,  es 
una  forma  atrofiada  por  la  convergencia  de  cuatro  fenóme- 
nos fonéticos.  La  forma  primitiva  es  la  roncalesa  rauh;  esta 
forma,  en  la  variedad  salacenca  sufrió  la  elisión  de  r,  que- 
dando reducida  á  kau;  el  aezcoano  debüitó  la  gutural  fuerte 
y  dijo  GAu;  el  labortano  sustituyó  la  gutural  suave  por  la 
aspirada  y  formó  hau,  y  finalmente  el  guipuzcoano  elidien- 
do la  h  dejó  reducido  el  demostrativo  á  la  forma  au.  ¿Es  esta 
la  forma  definitiva?  Nadie  es  capaz  de  asegurarlo,  ponjue 
nadie  puede  decir  donde  concluye  la  facultad  de  la  lengua 
euskara  de  reiterar  los  fenómenos  fonéticos. 

Los  fenómenos  fonéticos  que  obran  sobre  los  vocablos 
sencillos  obran  sobre  los  compuestos.  De  algunos  otros  deta- 
lles habrá  ocasión  de  hablar  más  adelante;  pero  lo  expuesto 
basta  para  darse  cuenta  de  las  alteraciones  fónicas  del  eus- 
kara. De  lo  dicho,  por  analogía,  se  pasa  fácilmente  á  lo 
que  estuviere  sin  decir. 


-133- 

CAPÍTULO   IV. 

EL    ARTÍCULO.—  LOS    NOMBRES    DEL    NÚMERO. LOS  GRADOS  DE 

COMPARACIÓN. 

I. 

El  basc'iience  posee  un  artículo  que  se  coloca  al  final  ele 
las  palabras,  y  que  se  une  de  tal  manera  á  ellas  en  la  pro- 
nunciación y  en  la  escritura,  que  pasa  á  constituir  una  nueva 
sílaba  do  las  mismas.  A  este  procedimiento,  que  forma  un 
todo  más  ó  menos  homogéneo,  reuniendo  dos  ó  más  elemen- 
tos, se  llama  aglutinación. 

El  artículo  es  a  para  el  singular  y  ali  para  el  plural.  De 
aquí  nace-  el  error,  bastante  extendido  por  cierto,  de  creer 
que  todas  las  palabras  euskaras  terminan  en  rt,  pues  lo  común 
es  pronunciarlas,  cuando  se  pregunta  el  nombre  de  alguna  co- 
sa, y  escribirlas,  cuando  se  forman  vocabularios  ó  dicciona- 
rios, con  el  artículo  unido,  diciendo  echra  «la  casa»'  y  no 
ECHE  «casa»;  emakumea  «la  mujer»  y  no  emaküme  «mujer»,  et- 
cétera. Las  palabras  que  verdaderamente  terminan  en  a  son 
pocas,  y  es  lo  común  suprimirla  cuando  se  les  aglutina  el 
artículo. 

Cuando  se  quiere  dar  á  la  frase  más  expresión,  se  suele 
cambiar  la  a  del  artículo  plural  en  o;  este  cambio  pa- 
rece como  que  le  comunica  á  la  palabra  que  lleva  el 
artículo  un  carácter  altamente  exclusivo,  que  precisa  de  tal 
manera  su  significado,  que  no  puede  extenderse  más  allá 
del  sentido  extricto;  por  ejemplo:  goazen  biok  «vamos  los 
dos»,  como  quien  añadiera  «y  nadie  más  que  los  dos»;  gizo- 
NOK  JOANGO  GERA  «los  hombres  iremos»,  es  decir,  «nadie  más 
que  los  hombres».  Si  se  trata  de  un  numeral  terminado  en 
«,  entonces,  entre  ésta  letra  y  la  o,  se  interpola  una  r  eu- 
fónica; por  ejemplo:  laurok  aetuko  degu  «los  cuatro  lo  to- 
maremos». A  las  palabras  con  artículo  las  llamaré  definidas 
ó  articuladas;  á  las  formas  plurales  con  o,  intensivas. 

Mr.  Van  Eys  ha  promovido  la  cuestión  de   si   k   es   el 


-134- 


si^no  del  plnrril,  ó  lo  os  alr,  por  ejemplo:  ciüindo  síí  dice  (n- 
zoNAK  (dos  hombres»,  se  trata  de  saber  si  el  plural  está  for- 
mado de  GizoN-AK,  ó  de  gizona-k.  La  cuestión  carece  de  va- 
lor práctico;  pero  no  está  desprovista  do  interés.  A  mí  me 
parece  que  el  plural  es  ale  y  wo  h.  Me  fundo  en  un  lieclio 
que  es  el  siguiente.  El  subdialecto  de  Marquina  (bizcaino 
oriental),  forma  el  plural  añadiendo  ah  á  la  forma  articula- 
da singular,  y  dice,  despreciando  el  hiato,  gizonaak,  emaku- 
wiAAK.^  Para  mí  las  formas  marquine&as  no  tienen  explica- 
ción plausible,  si  se  admite  que  /.•  sola  es  el  si^gno  del  plu- 
ral: en  la  segunda  a  hay  que  ver  entonces  una  letra  de  li- 
gadura completamente  innecesaria,  cuya  presencia  no  la 
justifica  ninguna  ley  fonética.  En  cambio,  su  desaparición 
en  los  demás  dialectos  se  comprende  perfectamente,  por  la 
mayor  repugnancia  de  éstos  al  hiato. 

El  mismo  autor,  tomando  pié  de  la  r  que  aparece  en  al- 
gunos sufijos  unidos  al  artículo,  dice  que  la  forma  primitiva 
de  a  era  ar.  Esta  afirmación  me  parece  una  hipótesis  total- 
mente injustificada;  no  conozco  texto  bascongado  alguno  ni 
variedad  dialectal,  tampoco,  que  diga  gizonar  «el  hombre», 
en  vez  de  gizona.  La  presencia  de  la  r  en  la  sufij ación,  la 
justifica  plenamente  la  eufonía. 

Lo  que  sí  es  indudable  es  que  el  artículo  a,  como  suce- 
de en  otras  lenguas,  no  es  otra  cosa  más  que  el  pronombre 
demostaativo  a,  usado  hoy  únicamente  en  Bizcaya  con  ese 
carácter:  gizon  a  «aquél  hombre».^  Los  demás  dialectos  lo 
reemplazan  con  hura  «aquel»,  diciendo,  hura  etorri  da  «aquel 
ha  venido»  y  reservan  el  vocablo  a  exclusivamente  para  ar- 
tículo, al  revés  de  los  bizcainos,  que  lo  usan  como  artículo 
y  pronombre  á  la  vez. 

Dado  el  origen  pronominal  del  artículo,  es  muy  posible 
que  en  la  forma  intensiva  antes  mencionada,  sea  la  o  la  letra 
inicial  de  los  demostrativos  plurales  oyek  «estos»;  oriek 
«esos». 

El  artículo  singular  recibe  siempre  el  acento  de  la  pro- 


1        Itoiiaparto.  Langue  basque  et  langues  finnoises,  \iú.u,.  11. 
'2       Jioiuii.at'to.  Langue  basque  et  iangues  fínnbises,  in'ig.  IH. 


-135- 

nunciacióii:  el  iirtíciilo  plural,  en  cambio,  es  atónico,  y  el 
acento  se  carga  sobre  la  sílaba  del  nombre  á  que  se  une:  se 
pronuncia,  por  lo  tanto,  gizoná  «el  hombre»,  emakumeá  «la 
mujer»,  gizónak  «los  hombres»,  emakuméak  «las  mujeres».  Or- 
tográficamente, es  conveniente  acentuar  las  formas  plu- 
rales. 

Cuando  vienen  varias  palabras  calificadas  por  el  artícu- 
lo, solo  la  última  de  ellas  lo  recibe;  por  ejemplo:  «llegaron 
los  grandes,  los  pequeños,  los  ricos  y  los  pobres»,  aundi,  chi- 
Ki,  ABERATs  ETA  i'ROBÉAK  ETOERi  ziRAN.  Exccptúanse,  natu- 
ralmente, aquellos  casos  en  que  se  quiere  marcar  bien  la 
distinción  entre  unos  y  otros;   por   ejemplo:   laugarrenean 

EGUZKIA,     IILAKGIA    ETA      1ZARRAK    EGIN   ZITUEn/  «en  cl     CUartO 

(día)  hizo  el  sol,  la  luna  y  las  estrellas»;  denak,   mundu   on- 

TAN  BIZIADIOTENAK,  AUNDIAK,  CHIKIAK,   ABERATSAK  ETA  BROBÉAK, 

ILLKO  DIRÁ,  «todos  los  que  tienen  vida  en    este    mundo,    los 
grandes,  los  pequeños,  los  ricos  y  los  pobres,  morirán». 

Cuando  el  nombre  está  definido  por  otra  palabra,  nume- 
ral, pronombre,  adverbio  de  cantidad,  no  necesita  artículo: 
¿ZER  LiBüRU?  «¿qué  libro?»  ¡ZEMBAT  gizon!  «¡cuáuto  hombre!» 
ECHE  oEi  «esa  casa»;  iru  chakür  «tres  perros».  Sin  embargo, 
la  regla  no  es  absoluta  más  que  con  los  pronombres,  pues 
con  las  otras  palabras  citadas  puede  convenir  determinar  el 
concepto,  y  en  ese  caso  se  apela  al  artículo;  por  ejemplo: 
«los  tres  hombres. y  nó  las  cinco  mujeres  acabarán  el  traba- 
jo», IRU  GIZÓNAK  ETA  EZ  BOST  EMAKUMÉAK  LANA  BUKATUKO  DUTE. 

II. 

La  nominación  numeral  bascongada  reposa  en  un  siste- 
ma sencillo.  Hasta  el  número  diez  inclusive  emplea  una  pa- 
labra diferente;  después  se  vale  de  la  combinación  de  dicha 
palabra  diez,  con  las  unidades  que  sean,  para  expresar  la 
cantidad  de  que  se  trata.  El  número  once  se  ajusta,  en  par- 
te, áeste  principio:  figura  entre  sus  componentes  la  palabra 
«diez»,  pero  no  la  palabra  «uno»  que  conocemos.  El  número 


Larclizábal.  Testamentu  zarreko  koiidaira,  púg.  l. 


-136- 


«veinte»  posee,  asimismo,  un  vocablo  propio,  y  desde    aquí 
las  cantidades  se  especifican  combinando   los   nombres  ya 
conocidos,  sin  apelar  á  palabras  nuevas  más  que  para  la  re- 
presentación de  las  cantidades  «ciento»,  «mil»,  «millón». 
Hé  aquí  los  numerales  bascongados: 


Guipuzcoano. 

Bizcaino. 
id. 

Labortano. 

Suletino. 

BAT.       . 

id. 

-            id. 

— Uno. 

BI    . 

id. 

id.BIGA- 

-       id.    id.       - 

Doíí. 

IRU. 

id. 

HIRUR.        - 

-            id. 

Tres. 

LAU. 

id. 

LAUR. 

-            id. 

Cuatro. 

BOST 

id. 

BORTZ.        - 

—         BOST. 

Cinco. 

SEI. 

—       id. 

id. 

-            id. 

Seis. 

ZAZPI 

—       id. 

id. 

-        id. 

Siete. 

ZORTZI 

id. 

id. 

-            id. 

Ocho. 

BEDERATZI 

id. 

id. 

— BEDERATZÜ . 

Kucve. 

AMAR     .       . 

id. 

HAMAR.      - 

-            id. 

Diez. 

AMAIKA.       . 

AMEKA. 

HAMAKA.     - 

—     H  AMEKA.     - 

Oucc. 

AMABI  . 

—       id. 

HAMABI.      - 

—        id. 

Doce. 

AMAIRU.       . 

id. 

HAMAHIRUR.- 

—            id. 

Trece. 

AMALAU.     . 

id. 

HAMALAUR.  - 

—            id. 

■ ^Catorce. 

AMABOST. 

id. 

HAMABORTZ.- 

— HAMABOST.    . 

Quince. 

AMASEI. 

id. 

■ —     HAMASEI. 

—            id. 

Diez  y  seis. 

AMAZAZPI 

id. 

■ —  HAMAZAZPI.  - 

—        id. 

Diez  y  siete. 

EMEZORTZI 

AMA  ZOR- 
TZI. 

HEMEZORTZI- 

— HAMAZORTZI 

Diez  y  ocho. 

EMERETZI . 

id. 

HEMERETZI  .- 

— HEMERETZU 

Diez  y  nuevo. 

OGEI      . 

id. 

HOGOI      . 

— HOGEI.     . 

Veinte. 

OGEITABAT 

id. 

HOGOITABAT- 

— HOGEITABAT 

Veintiuno. 

OGEITAMAr 

—        id. 

HOGOITAMAR- 

— HOGEITAMAR 

Treinta. 

OGEITAMAI 

HOGOITA:\rA- 

HOGEITAME- 

KA.       . 

id. 

KA    . 

—    KA   .       . 

Treinta  y  uno 

BERROGEI 

id. 

BERROGOI.     .- 

— BERROGEI.     . 

BERROGE] 

BERROGOI 

BERROGEI 

ETA  AMAU 

id. 

ETA  HAMAR. - 

—  ETA  HAMAR. 

Ciueueíita. 

IRUROGEI 

—        id. 

— nmuRuoGoi  - 

— HIRUR  HOGEI 

Sesenta. 

IRUROGE] 

HIRUUIIOGOI 

HIRUR  HOGEI 

ETA  Ai 

ÍAR 

-        id. 

ETA  JIAMAR.- 

—    ETA  AMAR  . 

Setenta. 

—137— 


Guipuzcoano. 

Bizcaino. 

Labortano. 

LAROGEI.     . 

id. 

LAURHOGOI  .- 

L  A  R  0  G  E  I 

LAURHOGOI 

ETA  AMAR. 

id. 

ETAHAMAR.- 

EUN.      .        . 

id. 

EHUN 

MILLA   .        . 

id. 

MILIA       .        . 

MILLOI .        .- — 

id. 

• MILIU       . 

Suletino. 

LAURHOGEI  . Ochenta. 

LAURHOGEI 

ETA  HAMAR. Noventa. 

id.  Cien. 

MIL  A.        Mil. 

. id.  Millón. 

Entre  estos  nombres,  bt  se  parece  al  latín  bis,  hinis}  La 
existencia  del  labortano  BiGAyde  otras  variantes  comoBiDA, 
rae  impide  admitir  el  préstamo  al  latín,  apartándome  de  la 
opinión  del  distinguido  profesor  húngaro:  rja  y  da  no  pue- 
den considerarse  como  sílabas  epentéticas,  pues  aunque  co- 
nozco una  sílaba  de  epentética  en  las  flexiones  verbales,  no 
conozco  las  sílabas  mencionadas,  en  los  nombres,  hiru  es 
algo  análogo  al  ñnno-úgrico  horom,  Jiolmo,  l'olme;  bost  pare- 
ce relacionarse  con  el  tui'co  bes  y  sei  con  el  áryo  sex.  En 
bederatzi  podemos  distinguir  bat  «uno»,  convertido  por  mu- 
tación fonética  en  bed."^  emeretzi  está  compuesto  de  amar  y 
bederatzi,  mediante  la  permutación  de  a  en  f,  y  la  aféresis 
de  las  dos  primeras  sílabas  del  segundo  componente,  ogei, 
según  Astarloa",  está  compuesto  de  o  «alto»  y  de  gei  «más»,  de 
modo  que  ogei  todo  junto  quitre  decir  «el  más  alto»  ó  «la  su- 
bida mayor».  Esto  se  debe  á  que  los  hombres  primitivos  co- 
menzarían á  contar  por  los  dedos  de  los  pies  y  de  las  ma- 
nos. Según  el  mismo  autor,  la  lengua  iule  (americana),  á 
«veinte»  le  lla,ma  iselujauon,  que  se  descompone  en  is  «ma- 
nos», elu  «pies»  y  jaiLon  «todos»,  ó  lo  que  es  igual,  «todos  los 
dedos  que  hay  en  pies  y  manos»,  milla,  milia,  mila,  milloi, 
MILIU,  son  palabras  áryas,  ligeramente  alteradas  por  el  fo- 
netismo  euskaro. 

Los  ordinales  se  forman  de  los  cardinales,  nada  más 
que    con    añadirles    la   terminación    garren    (g.    b.   1.)    ó 


1  Eibary.  Essai  sur  !a  langue  bascjue,  púg.  2'2. 

2  Apología  de  la  Lengua  bascongada,  p;igs.  304-36-3.  Ecl.  1882. 

3  Kibary.  Essai  sur  la  langue  basque,  pág.  22. 


-138— 


GERREN     (s).     Así     «quillto»      SG    (livá     IlOSTGARREN,     BORTiíGA- 

RREN,  bostgerren;  «í;egando»),  bigarre>í,  bigerren,  etc.  Es- 
ta regla  no  tieuo  más  (jiie  una  excepción;  la  formación 
del  ordinal  «primero»,  para  la  cual  no  se  vale  el  eus- 
kara  de  bat,   sino   que  posee  un  nombre  especial:  lenbizi, 

LENEIZIKO,  LENDABIZI,    LENDABIZIKO,  LENENGO   (g)    LELENG0,  LE- 

LEENGO  (b)  LEHENBizi,  LEHENBiziKo  (1.  s.)  que  siguiñca  «prime- 
ro». Esto  no  obstante,  en  los  compuestos  se  emplea  el  bat 
con  la  terminación  ordinal:  ogeita  batgarren  «vigésimo 
primero»,  y  nunca  ogeita  lenbizi,  etc. 

El  numeral  bat  se  pospone  siempre  al  nombre  que 
acompaña;  por  ejemplo:  gizon  bat,  emakume  bat,  atso  bat 
«an  hombre»,  «una  mujer»,  «una  vieja»,  bi  se  antepone  ó  pos- 
pone indiferentemente;  es  igual  decir  bi  eche  «dos  casas», 
que  ECHE  BI  «casas  dos»  (lit).  Los  dialectos  labortano  y  sale- 
tino  que  poseen  las  dos  formas  bi,  biga  y  las  variedades  que 
reemplazan  esta  última  por  bida,  reservan  la  primera  para 
cuando  el  numeral  acompaña  á  otro  nombre;  y  la  segunda 
para  cuando  va  solo,  por  ejemplo:  bi  ihel  «dos  ranas»;  biga 
GANEN  diré  «dos  irán».  Y  si  el  numeral  está  determinado  por 
el  artículo,  asimismo  se  usa  i;i.  Por  lo  tanto,  se  dice  biak 
GANEN  diré  «los  dos  irán»,  y  no  bigak  ganen  diré.  Los  restan- 
tes numerales  se  anteponen  siempre,  en  todos  los  dialectos: 

IRU  ECHE,    (g)   LAUR  IHEL,    (1)    «AMABOST    ZALDI,    (g)    «trCS  CasaS», 

«cuatro  ranas»,  «quince  caballos». 

Los  ordinales  se  colocan  habitualmente  antes  del  sus- 
tantivo, y  este  en  la  forma  articulada;  por  ejemplo:  lenengo 

IRAKURGAYA  (g),  BIGARREN  ERAKUSALDIA    (g)    «primer   Capítulo», 

«lección  sexta». 

Cuando  varios  ordinales  se  refieren  á  un  mismo  sustan- 
tivo, únicamente  el  último  de  ellos  recibe  la  terminación 
ordinal:  bost,  sei  eta  zazpigerren  gizuna  (s)  «el  quinto,  sex- 
to y  séptimo  hombre». 

El  número  de  horas  se  expresa  con  el  cardinal:  por  ejem- 
plo: ¿zumbat  orenak  dirá?  hirur  orenak  eta  erdi  (s)  ¿qué 
hora  es?  (cuántas  horas  son?  (lit.);  las  tres  y  media». 

La  forma  definida  de  los  numerales  se  obtiene  añadien- 
do el  artículo  al  numeral:  biak  jo  naute  (g)  «los  dos  me  han 


—139— 

pegado».  El  artículo  se  añade  al  numeral  ó  al  nombre,  según 
el  sitio  que  este  ocupe:  si  va  en  primer  lugar,  el  artículo  se 
une  al  numeral,  y  al  contrario,  si  va  en  segundo:  por  ejem- 
plo: EMAKUME  BiAK  iTz  EGiNGO  DüTE  «kis  dos  mujcres  habla- 
rán»; lEU  EMAKUMEAK  JANGO  DÜTE  «las  tres  mujeres  lo  co- 
merán». 

Los  numerales  llevan  el  acento  prosódico  en  la  última 
sílaba;  láu,  amáe  (g)  ogéi  (id.);  en  su  forma  articulada,  lo 
conservan  en  el  mismo  puesto  si  están  en  plural,  y  lo  tras- 
portan á  la  última,  si  están  en  singular;  bíak  (g)  «los  dos», 
BLV  (g)  «el  dos».  Los  ordinales  van  acentuados  en  la  primera 
de  la  terminación;  irugáeeen  (g)  laugáeeen  (id.)  bostgáeeen 
(id.)  «tercero,  cuarto,  quinto».  Las  formas  articuladas  de  los 
ordinales,  se  atienen  á  las  regias  conocidas;  laugaeeená  (g) 
«el  cuarto»  laugaeeénak  (id.)  «los  cuartos». 

El  acento  ortográfico  debe  reservarse  para  las  formas 
plurales. 

III. 

Las  palabras  no  permanecen  siempre  inalterables  bajo 
su  forma  positiva,  sino  que,  por  el  contrario,  expresEin,  muy 
amenudo,  además  de  la  signilicación  que  les  atañe,  la  idea 
de  la  cantidad  ó  intensidad  en  que  poseen  la  sustancia  ó 
cualidad  significada,  bien  sea  de  una  manera  absoluta,  bien 
en  comparación  á  otras. 

Los  grados  de  comparación,  según  dice  acertadamente, 
á  mi  juicio,  Mr.  Geze,^  son  tres:  1.°  Comparación  de  igual- 
dad; por  ejemplo:  Juan  es  tan  alto  como  Pedro. — 2.''  Com- 
paración de  superioridad  ó  inferioridad  relativa  (compara- 
ción propiamente  dicha);  por  ejemplo:  el  melocotón  es  más 
sabroso  que  la  nuez. — Y  3.°  Comparación  de  superioridad 
ó  inferioridad  absoluta;  por  ejemplo:  el  más  áspero  de  los 
montes;  valientísimo;  honradísimo. 

Veamos  como  se  expresan  estos  grados  en  bascuence: 

C(Jmjpar ación  de  igualdad.-— yie  hace  posponiendo  los 


1    Elements  de  Gram,  basque,  p:igs.  37  y  siguiente. 


-140- 


adverbios  ain,  adiña,  anbat,  zembat,  bezain,  bezanbat,  ain- 
BESTE,  etc.,  según  la  afición  de  los  dialectos  y  las  reglas  del 
liso,  al  nombre  de  la  persona  ó  cosa  qne  sirve  de  término  do 
comparación;  por  ejemplo:  zu  bezain  ederra  da  «es  tan  her- 
moso como  tú»;  AÜ  adiña  banaiz  ni  «yo  soy  tanto  como  este»; 
ZUEK  anbat  egingo  det  «liai'é  tanto  como  vosotros»;  zembat 
ANDiAGO,  anbat  obeago,  «cuauto  mayor,  tanto  mejor». 

Comparación  de  superioridad  ó  inferioridad  relativa. — 
Se  hace  añadiendo  el  sufijo  go  al  nombre,  verbo  y  adverbio 
que  lo  necesiten  para  expresar  la  idea  que  se  desea.  Cuando 
se  une  al  nombre,  este  debe  de  estar  definido  por  el  articu- 
lo a:  por  ejemplo:  ederrago  «más  hermoso»,  de  eder-a;  be- 
ROAGO  «más  caliente»,  de  bero-a;  jakintsüago  «más  sabio»,  de 
JAKINTSU-A  y  GO.  Cuaudo  se  expresa  la  persona  ó  cosa  que 
sirve  de  término  de  comparación,  la  conjunción  que,  nsada 
en  castellano,  se  expresa  en  bascuence  por  medio  de  su 
equivalente  baño,  baixo,  beno,  según  los  dialectos,  colocada 
siempre  detrás  de  dicho  término  de  comparación;  por  ejem- 
plo: zü  baño  obeago  «mejor  que  tú»;  ederrago  loreak  baño 
«más  hermoso  que  las  ñores»;  otzago  elürra  baño,  «más  frío 
que  la  nieve».  El  comparativo  puede  anteponerse  ó  pospo- 
nerse indiferentemente  en  la  construcción,  y  lo  mismo  da 
decir  zuriago  elürra  baño  que  elürra  baño  zuriago.  Según 
Lardizábal,  esta  segunda  manera  es  muclio  más  elegante.^ 

El  adverbio  «menos»  es  guchi,  giciii,  guti,  en  los  diversos 
dialectos,  y  por  consiguiente,  su  forma  comparativa  es  gu- 
cniAGO,  GUTiAGo,  GiCHiAGO.  Eu  cl  dialecto  suletino,  y  hablán- 
dose de  usos  materiales,  se  usa  apurrago  en  vez  de  gutíago. 
Dicho  dialecto  expresa  la  comparación  de  superioridad  en 
el  verbo,  anteponiéndole  los  adverbios  haboro  ó  gehiagj  en 
vez  de  sufijar  al  nombre  verbal  el  go,  como  con  raras  excava- 
ciones lo  practican  los  demás  dialectos;  por  ejemplo:  haboro 

BALIO  DU  GIZUN  ZUHURRAK  AZKARRAK  BEN0  «ülás  Valc  el  llOülbrO 

sabio  que  el  fuerte».^ 

La  inferioridad  relativa  se  expresa  en  todos  los  dialectos 


1    Gramática  vascongada,  imi.  56. 
1    Ui'zo,  loe  cit. 


—141— 


por  medio  de  los  adverbios  guchiago,  gichiago  y  gutiago  pos- 
puestos á  la  palabra  cuyo  valor  se  quiere  disminuir. 

La  formación  del  comparativo  sufijando  el  go  es  tan  re- 
gular y  constante  que  únicamente  se  cita  un  adjetivo  que 
tenga  forma  irregular,  y  es  el  adjetivo  on  «bueno»,  ouyo 
comparativo  es  obe  «mejor»,  y  no  onago;  también  se  usa  la 
forma  obeago  que  es,  una  verdadera  i'ücomparación.  obe  es 
el  único  comparativo  «orgánico»  del  bascuence  que  yo  conoz- 
co ó  recuerdo. 

ComjKí vació II  de  sujjcríoridad  ó  inferioridad  absoluta. — 
xV  esta  clase  de  comparaciones  se  las  conoce  con  el  nomln-e 
de  superlativos.  Este  puede  ser  de  dos  maneras:  concreto  y 
abstracto,  según  su  significado;  simple  y  compuesto,  según 
su  forma.  El  primero  se  hace  sufijando  al  nombre  el  sufijo 
EN  característico  de  posesión  y  el  artículo  a;  por  ejemplo: 
ANDiENA  «el-  más  grande»,  de  andi  «grande»;  labureena  «el 
más  corto»,  de  labue  «corto»;  onena  «el  mejor»,  de  on  «bueno»  y 
EN-|-A,  que  es  como  si  dijese  (lit.)  «el  de  los  grandes,  el  de 
los  cortos,  el  de  los  buenos»,  etc.;  y  como  quiera  que  lleva  em- 
bebida la  idea  de  excelencia  sobre  los  demás  de  igual  clase, 
mediante  una  comparación  tácita  con  los  mismos,  le  llamo 
concreto.  Eige  siempre  sufijos  que  expresan  la  relación  de  cas- 
tellana, ó  sea  en  euskara  en,  dik,  etatik,  etakik  y  ko  (este 
último,  sólo  en  suletino);  por  ejemplo:  gizonen  ó  gizoneta- 
TiK  ANDIENA  «el  más  grande  de  los  hombres»,  gizunetako  hu- 
nena  «el  mejor  de  los  hombres».  También  se  usa,  sobre  todo 
en  guipuzcoano,  el  sufijo  ik;  por  ejemplo:  bere  lambiderako 
lagunik  obénak  (Lard.)  «los  mejores  compañeros  para  su  tra- 
bajo»; gauzarik  onenetatik  ere  artzen  zuten  jesusgatik 
gaizki  itzegiteko  oña  (Lard.)  «tomaban  })ié  para  hablar  mal 
por  (de)  Jesús,  aun  de  las  cosas  mejores». 

El  superlativo  abstracto,  que  es  el  que  afirma  el  signi- 
ficado del  nombre  en  el  grado  de  su  mayor  intensidad  de 
una  manera  categórica,  y  como  inherente  al  sujeto  ó  cosa, 
sin  comparación  con  otros  de  igual  clase,  se  hace:  1. "Antepo- 
niendo al  nombre  cuyo  superlativo  se  forma,  los  adverbios 
de  significado  idéntico  ó  análogo  á  nuestro  niuí/,  cmT,  cuito, 

OHITEZ,  GUZIZ,  GUZTIZ,  AGITZ,  HANITZ,  EZINAGO,   ctc,  SOgÚn  loS 


-142- 


dialectos  y  el  uso  do  cada  localidad ;  por  ejemplo:  ciirr  ona 
«muy  bueno»;  guziz  ederra  «muy  hermoso»;  agitz  azkaura 
«muy  fuerte»,  etc.  En  este  caso,  el  nombre  lleva  siempre 
consigo  el  artículo  a. — 2."  Eepitiendo  el  nombre,  y  esta  es 
manera  muy  característica,  expresiva  y  propia  del  euskara; 
por  ejemplo:  zeru  garei  garbian  «en  el  purísimo  cielo»;  ema- 
KUME  iTsusí  iTSüsi  BAT  «ima  mujer  feísima». 

Además  de  la  comparación  pueden  los  nombres  expre- 
sar otro  concepto  análogo,  que  es,  el  del  aumento  ó  dismi- 
nución do  au  propio  significado.  Los  nombres  aumentativos 
se  forman  en  euskara  añadiéndoles  á  los  positivos  las  sílabas 
To,  Ko,  tzar;  por  ejemplo:  gizato  «liombrón»,  de  giza  «hom- 
bre», únicamente  usado  en  composición;  mütilko  «muclia- 
chón»,  de  mutil  «muchacho»;  zalditzar  «caballazo»,  de  zaldi 
«caballo»,  y  to,  ko,  tzar.  Los  diminutivos  se  hacen  añadien- 
do la  sílaba  cno,  chu;  por  ejemplo;  amacho  «madrecita»,  de 
AMA  «madre»;  aitaghu  «padrecito»,  de  aita  «padre».  En  el  dia- 
lecto suletino  tenemos  también  las  terminaciones  ño,  ñi; 
por  ejemplo:  chipiñi  «infinitamente  pequeño»;  maiteñi  «que- 
rido peque  ñito».^ 

El  uso  ha  alteiMdü  por  completo  el  valor  de  las  termina- 
ciones en  determinada-j  palabras;  así,  por  ejemplo:  neskato 
y  MUTiKo  significan  vulgarmente  «muchacha»  y  «chico»,  es 
decir,  dos  diminutivos.  Esta  anomalía  se  explica  muy  bien; 
NESKATO  «miichaohona»  (lit.)  y  mütiko  «muchachón»  (id.)  co- 
menzarían á  aplicarse  á  las  personas  de  ambos  sexos  que  ya 
estabín  en  el  período  de  la  pubertad;  respecto  á  los  niños, 
eran  realmente  «muchachones»  y  «muchachonas»;  pero  res- 
pecto á  las  mujeres  y  hombres  formados  eran  «muchachas» 
y  «chicos»  nada  más.  Hé  aquí  porqué  se  aplican  á  las  perso- 
nas jóvenes,  como  diminutivos,  siendo  realmente  aumen- 
tativos. 


1.  Clmlio.  Etiid.  ynm.,  pAg.  29.  Ksto  biillanto  y  entusiasta  (v-tevitor,  da  ciionta  <lo  veinti- 

nuevi;  foniia'-.  auinontativ.is  y  diinimitivas,  quo  ostivbleeou  diforoucias  tan  poiiuoíias  iU>  cantidad 
quü  no  I!-,  f.icil,  ni  mnoho  nunos,  .iprooiarla'í  ox.iutftinonto.  Proscindiondo  do  la  oxi^ítoncia  on 
,d  limnn'iji  •'Miii.l  do  Olas  dil'nnuicia^  casi  inllnitiiüiinalcn  do  hi','iiillcaoión,  ilivó,  anniiu)  con 
Kontinii'iiil,'»,  <(iio  lu)  !>  iiMcj  roina  ali;iin.i  citnfiisióti  on  o><a  parto  dol  aprooial)ili  !ini>  li'.ilmJK 
dol  iluHtru  osci'itur  tjiilotino,  ipiion,  por  ojoniplo,  so  baoo  car¡,'o  on  osta  souoiiSu  do  aiiuioulati- 
vus  y  diniinntivort,   de  la  toruiiiniui'in  ka,  la  cual  sirvo  para  formar  locucionos  advorliialos. 


—143— 

CAPÍTULO  V. 

EL  NOMBEE. LA  FORMACIÓN  DEL  NOMBRE. 

I. 

Excepto  en  la  parte  referente  al  género,  todas  las  divi- 
siones que  del  nombre  acostumbran  hacer  las  gramáticas, 
caben  en  el  nombre  easkaro.  Pero  como  la  mayor  parte  de 
ellas  ninguna  diferencia  gramatical  señala  en  este,  y  que- 
dan, por  lo  tanto,  reducidas  á  meras  distinciones  lógicas, 
las  paso  por  alto,  y  me  concreto  á  las  que  gozan  de  alguna 
utilidad  práctica. 

El  nombre  euskaro  so  divide  en  nominal  y  verhal,  en 
sustantivo  .y  adjetivo,  y  en  simple  y  coinjuiesto.  El  nombre 
verhal  es  el  que  sirve,  mediante  la  adopción  de  ciertas  for- 
mas que  más  adelante  estudiaremos  y  su  combinación  con 
los  auxiliares,  para  la  conjugación.  El  nombre  nominal  es 
el  que  desempeña  las  funciones  propias  de  su  ministerio,  y 
no  he  reparado  en  la  redundancia  del  título  que  le  he 
puesto,  para  mejor  marcar  sus  diferencias  del  verbal.  La  dis- 
tinción d.el  nombre,  en  sustantivo  y  adjetivo,  es  de  impor- 
tancia sintáxica;  el  segundo  va  siempre  después  del  primero, 
el  calificativo  sigue  al  calificado;  por  ejemplo:  neskach  ede- 
RRA  «la  hermosa  muchacha»;  gizon  prestu  eta  ónak  «los  hom- 
bres honrados  y  buenos;  eche  beltm  «casa  negra»;  mendi 
LATZ  «monte  áspero»,  y  nunca  eder  neskacha,  prestu  eta  on 
gizónak,  etc. 

En  la  concordancia  de  número  del  sujeto  con  su  atribu- 
to no  siguen  la  misma  práctica  todos  los  dialectos.  El  biz- 
caino  y  el  guipuzcoano  les  dan  á  ambos  el  mismo  número: 
GizGNA  iLKOERA  DA  «cl  houibre  cs  mortal»;  gizónak  illkórrak 
DIRÁ  «los  hombres  son  mortales».  El  labortano  y  el  suletino 
dejan  al  atributo  en  indefinido,  es  decir,  sin  artículo;  gizo- 
NA  illkor  da  «el  hombre  es  mortal»;  gizónak  illkor  diré  «los 
hombres  son  mortales».  Por  Jo  tanto,  los  dialectos  basco- 
franceses  se  ajustan  más  al  principio,  que  no  obstante  las 


-141- 


excepciones,  domina  en  la  lengua,  respecto  á  la  expresión 
(le  las  relaciones  de  los  nombres  entre  sí:  que  no  debe  ex- 
presarse dos  veces  la  misma  relación. 

En  el  nombre  hay  que  listinguir  el  tenia  nominal. 
Esta  es  la  parte  de  aquél  que  permanece  invariable  al  •  ex- 
presar todas  las  relaciones  qu  3  es  susceptible  de  expresar. 
Por  lo  común,  el  tema  nominal  es  el  mismo  nombre  indefi- 
nido. Sin  embargo,  hay  ejemplos  de  degradación  de  éste,  de- 
bida á  causas  fonéticas,  especialmente  en  composición. 

El  nombre  carece  de  género.  Amenudo,  los  seres  que 
tienen  sexo  se  diferencian  entre  sí,  sea  por  poseer  un  nom- 
bre distinto  para  el  masculino  y  femenino,  como  por  ejem- 
plo, SEME  «hijo»,  ALABA  «liija»,  ANAi  «liennano»,  AEREBA,  herma- 
na (con  relación  al  hermano),  aizpa  «hermana»  (con  relación 
al  hermano),  zaldi  «caballo»,  beor  «yegua»,  etc.;  sea  porque 
se  sufijo  el  apelativo  ar  «macho»,  ó  ExMe  «hembra»  al  nom- 
bre cu^y'-o  sexo  so  quiere  especificar,  por  ejemplo:  ollar  «ga- 
llo», de  OLL-[-Aa  «gallina-macho»  (lit.);  katueme  «gata-hem- 
bra» (lit.),  etc.  He  dicho  «amenudo»  porque  existen  noinl)res 
que,  aunque  sirven  para  designar  á  seres  que  realmente  tie- 
nen sexo,  pertenecen  en  euskara  ala  categoría  de  los  llama- 
dos epicenos,  por  ejemplo:  lengusu  «primo»  y  «prima»; illoba 
«nieto»  y  «nieta».  Tal  vez  esto  se  debe  á  que  se  perdieron  cier- 
tos antiguos  vocablos,  pues  el  sistema  adoptado  por  el  eus- 
kara parece  ser  el  de  distinguir  con  nombres  diferentes  á  los 
seres  racionales  que  tienen  sexo,  y  aun  á  muchos  irraciona- 
les. Los  nombres  de  cosas  inanimadas  carecen  en  absoluto 
de  género  gramatical,  así  como  los  de  seres  animados,  pues- 
to que  de  estos,  desde  el  momento  en  que  sintáxicamente 
considerados  no  exigen  la  llamada  concordíincia  de  genero 
no  puede  decirse  otra  cosa  sino  que  poseen  un  género  me- 
ramente lór/lco.  En  efecto,  lo  mismo  se  dice  gizon  ónak  «los 
hombres  buenos»  (]ue  emakume  ónak  «las  mujeres  buenas»; 
iDi  GiZENAK  «los  bucycs  gordos»  que  bei  gizénak  las  vacas 
gordas». 

Los  nombres  euskaros  son,  bajo  el  punto  de  vista  do  su 
estructura,  segim  lo  liemos  indicado,  simplesy  compuestos. 
Estos  so  Forman,  i-oino  011  las  lenguas   áryas,  por    c()üq)Osi- 


-115- 


ción  y  por  derivación^  La  composición  consiste  en  unir 
dos  ó  más  palabras  para  expresar  una  idea;  artzain  «pastor», 
de  ART  «carnero»  y  zain  «guardador».  La  derivación  consiste 
en  süñjar  al  tema  una  letra  ó  un  grupo  de  letras,  á  fin  de 
modificar  su  significación:  anditasun  «grandeza»  ,  de  andi 
«grande»  y  la  terminación  tasun.^ 

Esta  sufijación  se  lleva  á  cabo  con  el  nombre  indefini- 
do, el  cual  tiene  aptitud  para  recibir  las  partículas  ó  desi- 
nencias (artículo,  sufijos  y  terminaciones)  que  precisan  ó 
alteran  su  significado,  por  lo  que  le  cuadra  bien  el  título  de 
tema  nominal.  Véase  gizon-a  «el  hombre»,  eche-an  «en  la 
casa»,  LUE-TAR  «terrenal»,  que  demuestran  cómo  se  hace  la 
sufijación. 

Los  sufijos  y  las  terminaciones  se  diferencian  notable- 
mente entre  sí;  los  primeros  indican  relaciones  gramatica- 
les; las  segundas  sirven  para  formar  palabras.^ 

11. 

(!•) 

La  composición  puede  tener  lugar  en  los  casos  siguien- 
tes.* 1.''  Con  dos  sustantivos,  por  ejemplo:  arrobi  «cantera», 
de  AERi  «piedra»  y  obi  «fosa,  caverna»;  arzulo  «gruta»,  de 
ARRi  y  ZULO  «agujero»;  burmun  «seso»,  de  buru  «cabeza»  y 
MüN  «médula»;  upelategi  «bodega»,  de  upel  «cuba»  y  tegi  «lu- 
gar»; SEÑAR  «marido»,  de  seix  «niño»  y  ar  «varón  (padre)». 
2.°  Con  un  sustantivo  y  un  adjetivo:  por  ejemplo:  aitagoya 
«abuelo»,  de  aita  «padre»,  y  goi  «alto,  elevado»;  burugogor 
«terco»,  de  buru  «cabeza»  y  gogor  «duro»;  euskarazale  «bas- 


1  Van  Eys.  Gram.  comp.,  pág.  450. 

2  Mr.  d'  Abbadie  eu  sus  Prolegómenos  á  la  Gramática  de  Chaho,  distinguió  perfectamente 
la  composición  de  la  derivación.  Véase  la  pág.  9  de  los  Etudes  gram.  sur  la  lang.  eusk. 

3  Van  Eys.  Gram.  comp.  púg.  154. 

4  Van  Eys.  Gram.  comr».,  i)ág.  457. 

5  Mr.  Van  Eys,  en  su  Dctionnaire  basque-francais,  pág.  .3.3G,  deriva  señar  del  castellano 
«''eñor»;  la  etimología  del  te.xto  me  parece  la  única  verdadera;  compárese  betsein  «pupila,  niña 
di  ojo». — Por  otra  parte,  no  habían  de  carecer  los  euskaros  de  una  iialabra  propia  para- indi- 
car «el  marido».  Y  de  no  tenerla,  no  es  probable  fueran  &  tomarla  prestada  de  un  vocablo  quo 
únicamcnt3  .significa  «marido»  por  cxten.sión.  «Señor»  nunca  significa  «marido»  bajo  el  punto  de 
vista  del  vínculo  conyugal,  sino  bajo  el  del  domicilio  y  el  de  la  domesticidad  afecta  á  él.  Con- 
viene advertir,  que  eu  este  conceiJto,  las  paises  castellanos  ó  castellanizados  que  aou  frontc" 
rizos  al  país  bascongado,  se  valen  de  la  palabra  «amo». 

12 


—110- 

Cüfilo»,  do  EüSKAiíA  «bcLSciience»  y  zale^  «amante,  aficiona- 

clü»;   ELTZECilLLE    «ollcrO»,     clc     ELTZE     «olla»     y    EGILLE     «luice- 

dor»;  AUNZAi  «cabrero»,  de   auntz  «cabra»   y  zai  «guardador»; 
ATEZAiN  «portero»,  de  ate  «puerta»,  y  zain   idéntico  á  zai.'-^ 

3."  Con  un  sustantivo  y  un  nombre  verbal:  buruauts  «cavi- 
hición»,  de  buhu  «cabeza»  y  autsi  «romper»;  emakume  «mujer», 
de  EMAN  «dar»,  y  kume  (hoy  hume,  ume)  «criatura,  niño»;  eda- 
TOKi  «abrevadero»,  de  edan  «beber»,  y  toki  «lugar»;  zapatagin 
«zapatero»  de  zapata  «zapato»  y  egin  «hacer»;  jokalari  «juga- 
dor», de  JOKATu  «jugar»  y  aei,  noml)re  verbal  que  signiñca  la 
acción  de  «estar  haciendo  algo». 

4."  Con  un  adjetivo  y  un  nombre  verbal:  jakingabe  «igno- 
rante», de  JAKíN  «saber»  y  gabe  «despojado»  y  también  «nada». 

5."  Con  un  sustantivo  y  un  nmueral:  BirAiiTE  «intervalo», 
de  Bi  «dos»  y  aete  "intervalo». 

En  bascuence  existen  muchos  nombres  compuestos  por 
reiteración  y  cambio  de  la  letra  inicial  de  la  palabra  repeti- 
da; son  muy  expresivos  y  característicos;  por  ejemplo:  giba- 
¿lEA  «vuelco»;  hand[-j-???andiak  «los  poderosos  de  la  tierra»; 
DUDA-;/?UDAK  «las  perplegidades  ó  dudas»;  naiias-7»ahas  «con- 
fusión, revoltijo»;  itsu-í//isuka  ««á  ciegas»;  tiua-¿íkaka  «á  sa- 
cudidas»; zuBRU-iuERU  «mezcla  de  objetos  de  poco  valor».  La 
letra  inicial  de  la  palabra  repetida  se  cambia  generalmente 
en  1)1  ó  hj'  Estas  formaciones,  son  más  usadas  en  los  dialec- 


1  ZALE  cuando  bc  une  k  un  nonibi-ü  verbal,  so  convierto,  ycnoriilmonto  en  tzalle  ó 
tzaille;  por  ejemplo:  krakutzalle  «maestro»,  de  eiiakutsi  «easoüar»;  saltzalLiE  «vendedor», 
de  SALDU  «vcndevu  y  tzalle. 

2  Después  de  haber  metodizado  bastante  esta  materia  en  la  teoría,  como  se  vo  en  las  di- 
visiones dol  texto  (Ule  trascril)o,  :\[r.  Va,n  Kys  viene  ú  uontnndirla  al¡,'0  en  la  pr'-.ctioa.  \m 
composición  consiste  vn  unir  dos  ó  )n.i.s  pnlabras  para  formar  otra  nueva;  la  dorivaeiún,  en 
fiulijar  una  letra  ó  un  grupo  de  letras  ú  una  i)alal>ia  para  modificar  su  si¡,'niücado;  esto  e<iuivalü 
íi  decir  que  las  ttírminacionos  no  tienen  si|,'nilicaciún  alí,'una  por  si  solas.  Sin  embarj^o,  Mr.  Van 
Eys,  apartrnidoso  luego  dts  este  punto  de  vista,  (pie  es  el  verdadero,  coloca  entre  las  termina- 
ciones 11  vcirdadoros  nombres,  como  son  zali:,  euim.k  y  Ti'.oi,  cayendo  en  el  mismo  error  nuo 
Liocluse,  Challo  .y  Salaberry  d"  IliaroUe.-i.  Yo  rosorvu  para  l.is  ti'rmmacionos,  y  \K>r  consif,'uion- 
te,  para  la  derivación,  á  las  letras  ó  oripos  de  letras  nue  carecen  üe  significado  al  estar  se|)aradas 
de  im  nombre  de  cualtpiiera  clase  (pío  scui,  ó  la  han  perdido  en  la  actualidad,  por  más  ipie 
mediante  el  análisis  sea  posibln  encontrárselo  ó  suponérselo,  l'or  este  motivo  considero  á 
EGILLE  como  nombro  y  pongo  á  i.e  entro  las  terminaciones.  Koira-E  está  conipneso  de  e<iin 
i'liacer'i  y  la  terminación  i,e,  la  cua!  os  muy  posible  sea  la  última  silaba  de  /.auc,  pues  el 
Bignillcado  etimológico,  corresponde  ni  signillcado  usual:  Eoir.LE  «hacedor",  de  kcíin -I-- «ai.k 
«aficionado  á  hacer»  (zai.e  (ís  tMjuival'nite  al  griego  i'iin.os)  ifoy  se  forman  palal)ra>i  con  kmi.t.I':, 
(illj;y  I, i;,  Liis  ipie  llevan  los  dos  primeros  vocablos  las  considero  fornuidas  por  composición, 
por  hiibi  r  unión  de  dos  nalnbras,  lan  iiue  llevan  el  tercero,  por  derivación,  pur  haber  unión  du 
una  palabra  y  de  un  grupo  do  letras.  Aurir|ue  l,i;  provenga  de  sale,  como  lo  creo,  n.-;  lo  cierto 
i|ue  por  ni  solo  no  significa  nada:  luego  poseo  el  carácter  de  vtirdadcru  terminación. 

''I    Duvuisin.  De  la  formatiun  des  noms  dans  la  languc  basqite,  pág.  h. 


-117— 

to3  basco-franceses  y  nabarro-españoles:   los   ejemplos  aco- 
tados, pertenecen  al  dialecto  laborfcano. 

Desde  luego  se  comprende  que  en  la  formación  de  nom- 
bres por  composición  reina  una  grandísima  libertad,  y  que 
el  genio  del  escritor  y  el  donaire  del  orador  tienen  ancho 
campo  para  correr.  Esto  no  quita  que  haya  algunas  palabras 
cuyo  uso  en  la  composición  es  muy  constante;  por  lo  tanto, 
me  parece  conveniente  dar  aquí  una  lista  de  las  principales 
y  explicar  su  uso. 

alde:  significa  «región,  costado,  proximidad».  Sirve  para 
formar  palabras  que  indican  la  situación  de  una  cosa;  por 
ejemplo:  iparealde  «región  del  norte»,  de  ipar  «norte»;  ipiñal- 
DE  «poniente»,  de  ipiñi  «poner»;  goizalde  «alborada»,  de  goiz 
«mañana»;  eghalde  «propiedad  rústica»,  de  eche  «casa»;  iTU- 
EKALDE  «región  de  la  fuente»,  de  itueri  «fuente»  y  alde. 

ALDi:  significa  «vez,  espacio  de  tiempo,  ocasión»,  y  sirve 
para  formar  palabras  en  las  que  la  idea  principal  se  relacio- 
na con  otra  de  oportunidad  para  ejecutar  la  acción;  por  ejem- 
plo: JANALDi  «vez  de  comer»;  de  jan  «comer»;  edanaldi  «vez 
de  beber»,  de  eean  «beber»;  itzaldi  «discurso»,  de  itz  «pala- 
labra»;  utsalpi  «falta,  defecto»,  de  uts  «vacío»;  ateealdi  «sa- 
lida», de  atePvA  «sacar»;  üealdi  «aguacero»,  de  ur   «agua»  y 

ALDI. 

ar:  significa  «varón,  macho».  Sirve. para  formar  los  nom- 
bres que  indican  naturaleza  ó  vecindad.  Es,  por  lo  tanto, 
el  componente  propio  del  étnico,  aplicable,  en  virtud  del 
uso,  sin  contemplación  al  sexo.  A  veces  lleva  una  t  ó  d  eu- 
fónicas; la  r  final  se  endurece  cuando  sigue  el  artículo;  por 
ejemplo:  hernanitar  «habitante  de  Hernani»,  kernanita- 
RRA  «el  habitante  de  Hernani»;  donostiar  «habitante  de 
San  Sebastián»,  donostiarra  «el  habitante  de  San  Sebastián»; 
ELizoNDAR  «habitante  de  Elizondo»,  elizondarra  «el  habitan- 
te de  Elizondo». 

ARi:  éste  noDjbi-e  verbal,  acornpañado  de  las  flexiones 
intransitivas  significa,  según  se  ha  dicho  antes  «estar  ocu- 
pado en  alguna  cosa»;  con  él  se  forman  los  nombres  que  in- 
dican un  estado  habitual  del  sujeto:  corresponde  á  la  ter- 
minación castellana  or  y   otras  análogas^;  por  ejemplo:  dan- 


—148- 

TZARi  «l)ailarín»),  de  dantza  «baile»;  jokalari  «jugador»,  de  joka. 
«juego»;  GEiiLARi  «guerrero»,  de  gerla  «guerra»;  eitzahi  «eaza- 
cior»,  de  eitza  «caza»;  ahrantzaiii  «pescador»,  de  ariíantz  «pes- 
ca» y  ARI.  En  los  dialectos  franceses  ari  conserva  nuiy  arne- 
nudo,  si  no  siempi-e,  su  forma  primitiva  kari;  por  ejemplo: 
ARRAINKARI  «pcscador»,  GATZKARI  «salinero».  En  algunos  de  los 
ejemplos  anteriores  se  notará  la  presencia  de  una  I  eufóni- 
ca, propia  de  la  composición. 

ARO:  significa  «tiempo,  estación».  Sirve  para-  formar  pa- 
labras que  indican  alguna  de  estas  circunstancias;  por  ejem- 
plo: AZARO  «Noviembre»,  de  azi  «semilla»;  gaztaro  «juventud», 
de  GAZTE  «joven»;  zarzaro  «vejez»,  de  zar  «viejo»;  luzaro  «lar- 
go tiempo»,  de  luze  «largo»  y  aro.^ 

ano:  significa  «porción,  región,  terreno».  Su  forma  primi- 
tiva es  KANO.  Sirve  para  indicar  el  sitio  en  que  existe  el  otro 
componente.  Es  muy  usado  en  la  toponimia;  por  ejemplo: 
GALDiANO  «terreno  de  mucho  trigo»;  de  gari  «trigo»,  di  ter- 
minación abundancial;  garikano  «terreno  de  trigo»;  olano 
«región  de  la  ferrería»,  de  da  y  ano  ó  kano. 

ANTzo,  ANTz:  significa  «apariencia,  parecido»  y  sirve  para 
formar  nombres  que  expresan  cualquiera  idea  de  semejanza 
ó  ilusión;  por  ejemplo:  urreantza  «parecido  á  oro»,  de  muiE 
«oro»;  GizoNANTZ    «aspecto   humano»,  de  gizon   «hombre»,  y 

ANTZ. 

BAR,  contracción  (Te  darruan,  barruen,  barren:  significa 
«dentro,  en  el  fondo».  Es  muy  usado  en  la  toponimia  euska- 
ra;  por  ejem[)lü:  hazparren,  «dentro  de  la  })eña»,  de  haz, 
contr.  de  haitz  «peña»;  barrenechea  «casa  de  dentro»,  do 
ECHE  «casa»;  eouebar  «interior  de  la  casa»,    de   eche;  mendi- 


1  Chaho  señala  un  ol  caiiítiilo  lU;  hiis  Estudios  acerca  do  la  leniua  cuskara  dostinadu  n  latí 
torniinacioiies,  las  formas  Auu  y  zaiio.  lOsta  última  íoruia  mo  c.  düsoonocitla,  y  la  ton,iío  jior 
en-óiica;  la  z  ()uo  lo  añado  os  ol  siitijo  instiniiiioiital  z.  Cualcjiíiora  ilo  los  vocablos  quo  cita; 
jior  ejcmiilo:  iiandizaiíc,  (jiioosol  pi-iiuoro  (1»^  su  lista,  so  dosooniiiono  cu  handi --1- z-1--  Alto 
ouyo  HiHiiiñeado  luús  litoral  os  "p'ando  dn  ticiuiio»,  ó  sea,  sof^úu  la  construcción  castellana 
y  aplicación  sif^'iiifioativa  «tiempo  ilo  ^rando/.a'  -Tanto  Clialio  como  Ijocluso  (y  soliro  todo, 
este),  andan  bastante  confuso-i  en  esto  cajutulo  do  las  türminaoionos.  Amouudo  nos  ilmi 
como  distintas  unas  mismas  torminacionos,  solo  iiorípi;»  las  leyes  fonéticas  ó  las  varii>  la  les 
dialoctaloH  anadón,  suiírimen  ó  mudan  iilnuna  letra  i>n  anuellas.  Adom/is,  ni  uno  ni  otro  dis- 
tinguen erilrii  tenuinacioiies  proiiianieido  dichas  y  palabras  componentes.  Kl  mismo  delecto 
es  mucho  más  disciilpiiblo  on  Mr.  Salaborroy  {d'lbarrollosi,  jioniuo  otito  KOiior  no  ho  pro- 
Iluso  OHcribir  una  Gramática,  sino  simpli'i"'^'i''ü  un  Viucabulario  (tpie  os  muy  ostiumblu)  de  lo:» 
Uialuctos  bajo-nabarros. 


—149— 

BARRUAN  «en  el  fondo  del  monte»,  de  mendi    «monte»  y  bar, 

BARRUAN,  BARRUEN  ó  BARREN. 

BE,  be:  significa  «bajo»  y  sirve  para  formar  palabras  en 
las  que  ala  idea  principal  se  la  caliliea  con  la  accesoria  de  di- 
cha posición;  por  ejemplo:  estalpe  «cubierto»,  de  estali  «cu- 
brir»; LEORPE  «cabana»,  de  leor  «seco»;  menpe  «posesión,  im- 
perio», de  MEN  «potestad»;  menpeko  «esclavo»,  de  igual  origen, 
mas  el  sufijo  ko  que  significa  «de»  (lit.  «de  bajo  poder»)  y  be 
ó  pe.  Es  muy  usado  en  la  toponimia  euskara  y  por  lo  tanto, 
figura  en  muellísimos  apellidos  bascos,  que  en  gran  propor- 
ción son  de  origen  territorial ;  por  ejemplo:  iturbe  «bajo  la 
fuente»,  BERR0ZPE  «debajo  del  jaro»,  olabe  «bajo  la  herrería», 
MUNÍDE  «bajo  la  colina»,  arrufe  «bajo  la  peña  vacía»,  etc. 

BIDÉ:  significa  «camino»  y  cuando  se  une  á  otras  palabras, 
indica  la  facilidad  ó  medio  de  realizar  la  idea  que  estas  ex- 
presan; por  ejemplo:  ikasbide  «doctrina»,  de  ikasi  «aprender»; 
LANBiDE  «hecho,  acción»,  de  lan  «trabajo»;  EOiNBmE  «obliga- 
ción», de  EGíN  «hacer»  y  bidé.  Es  de  uso  en  la  toponimia; 
iGARABiDE  «camiiio  del  molino»,  de  igar  «molino»;  bidegaiñ 
«encima  del  camino»,  de  gain  «encima»;  egurbide  «camino  de 
madera»,  de  egür  «madera»,  etc. 

dun:  es  la  3."  persona  de  singular  del  presente  de  indica- 
tivo de  la  voz  transitiva,  en  su  forma  relativa,  «que  tiene». 
Sirve  para  formar  adjetivos  que  designan  al  poseedor  de  una 
cosa,  moral  ó  material;  por  ejemplo:  biotzdun  «valiente»,  de 
BioTZ  «corazón»;  aurdun  «preñada»,  de  aur  «niño»;  zA^tiALDUN 
«caballero»,  de  zamari  «caballo»;  errudun  «culpable»,  de  erru 
«falta,  culpa»;  guzialdun  «Todopoderoso»,  de  guzi  «todo»,  al 
«poder»;  dirudun  «adinerado»,  de  diru  «dinero»  y  dun. 

egille:  significa  «hacedor»,  y  sirve  para  formar  los  nom- 
bres en  los  que  entra  la  idea  de  agente;  por  ejemplo:  lapiko- 
GiLLE  «alfarero»,  de  lapiko  «puchero»;  zapataegille  «zapate- 
ro», de  ZAPATA  «zapato»;  bacherille  «alfarero»,  de  bachera 
«vasija»;  ONGiLLE  «bienhechor»,  de  on  «bien»;  ehail%;  «teje- 
dor», de  EHAiTU  «tejer»  y  egille. 

EKíN,  egin:  significa  «hacer».  Sirve  para  formar  los  nom- 
bres que  expresan  acción;  por  ejemplo;  zürgiñ  «leñador»,  de 
zuE  «madera»;  iltzagiñ  «clavero»,  de  iltze  «clavo»'  zillargiñ 


•IJO- 


«platovo»,  (le  ziiiLAií   «pl:i.t;i.);    okiñ    4>!in!i(lorü»,  de  cxiL  <ip;in", 
ZAi'ATAdiÑ  «zapatero»,  de  zapata  «zapato»  y  lídiN  ó  ekim. 

GAi,  GEi,  KAi:  signiñca;  1.")  como  adjetivo,  «apto,  capaz»,  y 
sirve  para  formar  palabras  en  que  al  concepto  de  la  idea 
principal  se  le  añade  la  nota  de  la  disposición  en  que  se 
encuentra  de  realizarse:  2.°)  como  sustantivo  significa  «asun- 
to, materia,  material»  y  sirve  para  formar  palabras  en  que 
se  indica  la  composición  ó  manera  do  ser  de  la  cosa;  por 
ejemplo:  andeegei  «prometida,  novia»,  de.ANDiiE  «señora»  (tí- 
tulo de  las  mujeres  casadas);  ezkongai  «soltero»,  de  ezkondu 
«casar»;  sinisgai  «testimonio»,  de  sinistu  «creer»;  ixauskai  «po- 
dadera», de  IÑAUSI  «podar»;  otozgai  «oración»,  de  otoitz  «rezo»; 
SENARGEI  «amante»,  de  senae  «marido»;  ageekai  «documento», 
de  AGERTU  «manifestar»  y  gai,  gei,  kai. 

GAiTz:  significa  «malo,  difícil,  enfermedad»,  y  sirve  para 
formar  nombres  que  indican  una  cualidad  ó  esencia  mala  ó 
imposible;  por  ejemplo:  sinisgaitz  «increíble» ,  de  sinistu 
«creer»;  amezkaitz  «pesadilla»,  de  ametz  «sueño»;  moldekaitz 
«torpe»,  de  molde  «manera»  y  gaitz  ó  kaitz. 

GAiN,  GAÑ:  significa  «encima».  Es  de  mucho  uso  en  la  to- 
ponimia: EiDEGAiN  «encima  del  camino»;  mürugain  «encima  de 
la  colina»;  berrogain  «encima  del  jaro»;  pagogaña  «lo  de  en- 
cima del  encino»;  ametzagaña  «lo  de  encima  de  la  cajiga»: 

GAPii:  significa  «alto,  superior,  elevado».  Forma  muchos 
toponímicos:  echegarai  «casa  elevada»;  mendigarai  «monte 
elevado»;  dorregarai  «torre  alta»;  elizagarai  «iglesia  alta». 
KERi,  forma  primitiva  de  herí  y  eri;  significa  estricta- 
mente «enfermedad».  Sirve  para  formar  aquellos  nombres 
que  indican  una  cualidad  mala  ó  viciosa;  mejor  dicho,  debe- 
ría formar  solo  esta  clase  de  nombres,  pero  á  veces  se  ve  que, 
sin  duda,  por  olvido  de  su  estricto  significado,  se  usa  de  ella 
fuera  de  sazón;  por  ejemplo:  astakeei  «estupidez»,  de  asto 
«asno»;  zabarkeri  «indiferencia,  lentitud»,  de  zabar  «indife- 
rente, lento»;  arrokeri  «vanidad»,  de  arro  «vanidoso,  fanfa- 
rrón»; oRDiKERi  «borrachera»,  de  ordi  «borracho»;  alperkeri 
«holgazanería»,  de  alper  «perezoso»  y  keri. 

men:  significa  «potencia,  poder,  jurisdicción».  Sirve  para 
formar  nombres  que,  en  general,  indican  «capacidad»,  ya  sea 


en  Rentido  propio,  ya  en  sentido  figurado;  por  ejemplo;  es- 
KUMEN  «puñadc»,  de  esku  «mano»;  ahomen  «bocado»,  de  aho 
«boca»;  i^aimen  «aprobación»,  de  bai  «sí»;  ichodomen  «esperan- 
za», de  iGiioEON  «esperar»;  idueiiníen  «imaginación»,  de  idüei 
«imaginar»;  sinismen  «fé»,  de  sinistu  «creer»  y  men. 

osTE,  ozte:  significa  «gran  cantidad,  muchedumbre». 
Sirve  para  formar  nombres  en  los  que  se  quiere  figuren  esos 
conceptos  aplicados  al  otro  componente;  por  ejemplo;  gen- 
DEOSTE  «gentío»,  de  gende  «gente»;  dihuoste  «caudal»,  de  diru 
«dinero»;  ardioste  «rebaño»,  de  ardí  «oveja»  y  oste. 

TEGí:  significa  «lugar,  sitio».  Sirve  para  formar  nombres 
que  designan  el  sitio  propio  de  las  cosas  ó  seres  representa- 
dos por  ül  primer  componente;  por  ejemplo;  artegi  «redil, 
aprisco»,  de  ardí  «oveja»,  ó  ari  «carnero»;  ardotegi  «bodega», 
de  ARDO  «vino»;  lantegi  «taller»,  de  lan  «trabajo»;  arrandegi 
«pescadería»,  de  arrain  «pescado»;  sutegi  «fragua,  fogón»,  de 
su  «Luego». y  tegi. 

TOKi;  idéntico  significado.  Idénticas  funciones,  cherri- 
TOKi  «pocilga»,  de  cherri  «cerdo»;  iratzoki  «helechal»,  de 
iRATz  «helécho»;  sagardoi  «manzanal»,  de  sagar  «manzana»  y 

TOKI. 

une:  significa  «momento,  sitio,  coyuntura».  Sirve  para  for- 
mar aquellos  nombres  en  que  la  idea  principal  se  enuncia 
como  existente  en  un  lugar  ó  momento  determinados;  por 
ejemplo:  utsune  «falta,  defecto»,  de  uts  «vacío»;  urmeune  «va- 
do», de  UR  «agua»,  me  «delgado»  y  une.  La  forma  primitiva  de 
UNE  era  kune.  Se  encuentra  en  varios  compuestos:  artizkune 
«sitio  para  ordeñarlas  ovejas».  También  se  encuentra  en  la 
forma  gune. 

uts,  ots;  significa  «vacío,  desnudo»  y  por  extensión  «pu- 
ro». Sirve  para  formar  nombres  que  indican  las  ideas  corres- 
pondientes á  su  significado,  y  además  las  que  en  castellano 
solemos  expresar  con  el  adjetivo  «solo»,  ó  el  adverbio  «sola- 
mente»; por  ejemplo:  oxuts  «descalzo»  de  oñ  «pié»;  ortots, 
(id.),  de  ORPO  «talón»;  ezurruts  «esqueleto»,  de  ezur  «hueso». 
espíritu  uts  «espíritu  puro»  de  espíritu  «espíritu».  Ejemplo 
de  la  última  acepción;   eta  arkitu  ziran  gorput^z  illagabe, 


-152- 


iL-JANzi  EDO  MEZTiDURA  UTSAKIN  (Lai'd.)  «y  SG  eiKíontraron  sin 
el  cuerpo  iiniorto,  con  solas  las  vesticlnras». 

ZAi,  zain:  siguilica  «^'uardai.lor,  custodio».  Sirve  para  for- 
mar los  nombres  (pie  indican  que  un  sujeto  está  dedicado  á 
vigilar  aquellas  cosas  ó  seres  expeciñcados  por  el  otro  com- 
ponente; por  ejemplo:  aezai  «pastor»,  de  ari  «carnero»,  urdain 
«porquero»,  de  urde  «puerco»;  atezai  «portero»,  de  ate  «puer- 
ta»; GURDizAi  «carretero»,  de  gurdi  «carro»  y  zai.  Este  adjeti- 
vo lia  dado  origen  al  apellido  tan  común  en  Nabarra:  sanz. 
zale,  tzaille:  significa  «amante,  aficionado».  Sirve  para 
formar  aquellos  nombres  que  indican  la  afición  del  sujeto  á 
ciertas  y  determinadas  cosas  ó  acciones;  por  ejemplo:  eus- 
karazale  «bascófilo»,  de  euskara  «bascuence»;  nekazale  «obre- 
ro, labrabor»,  de  neke  «trabajo,  penalidad»;  EomzALE  «hace- 
dor», de  EGíN  «hacer»;  ontzaille,  «bienechor»,  de  on  «bueno»; 
SALTZAiLLE  «vcndcdor»,  de  saldu  «vender»  y  zale,  tzaille. 
Estas  son  las  palabras  que  más  comúnmente  se  usan  en 
la  composición.  Veamos  ahora  como  se  verifica  esta.  Por  de 
pronto,  ya  he  dicho  antes  que  el  nombte  al  que  se  añade 
otro  se  toma  en  su  forma  indefinida,  y  ahora  me  resta  aña- 
dir que  la  composición  puede  tener  lugar,  ó  por  simple  jux- 
taposición,como  por  ejemplo  en  aitagoya  «abuelo»,  compues- 
to de  AiTA-l-GOYA,  ó  de  una  manera  más  a»similadora,  que 
exiga  una  alteración  morfológica  en  uno  de  los  nombres,  ó 
en  ambos  á  la  vez:  arzai   «pastor»,  compuesto  de  ari  ó  ardí 

-|-ZAI. 

Si  el  noml)re  se  ha  formado  con  dos  sustantivos,  el  nom- 
bre atributi^'o  debe  preceder;  ya  veremos  más  tarde  que  esta 
regla  rige  en  la  construcción  del  genitivo  de  posesión,  be- 
TAZAL  «párpado»,  se  forma  de  begi-'-azal  «ojo-corteza»  (lit.); 
ARROBi  «cantera»,  de  arri-|-obi  «piedra-caverna»,  (lit.)  Cuan- 
do la  palabra  atributiva  e^  un  adjetivo,  se  coloca  siempre 
detrás  del  sustantivo,  conforme  á  las  reglas  de  la  sintaxis. 
eguerdi  «medio  día»,  de  egun-|-erdi  (lit.)  «dia-mitad».^ 

Los  adjetivos  verbales  admiten  las  siguientes  combina- 
ciones: 


1    Van  Eyn.  6r.im.  comp.,  i>ágs.  151  y  453, 


—153- 


1."  Un  sastantivo  con  un  adjetivo  verbal.  Este,  gene- 
ralmente, es  ARTU  «tomado»,  etsi  «cogido»  y  también  «esti- 
mado, juzgado»,  y  egin  «hecho»;  por  ejemplo:  sukartu  «en- 
cender», de  su  «fuego»;  lokaetu  «dormir»,  de  lo  «sueño»;  se- 
TARTU  «obstinarse»,  de  seta  ó  sepa  «obstinación»  y  artu. — 
siNETsi  «creer»,  de  sin  «fé,  juramento»;  autetsi  «escoger»,  de 
AUT  «elección»  y  etsi. — atsegiñ  «respirar»,  de  ats  «aliento, 
respiración»;  igesegiñ  «huir»,  de  iges  «huida»;  ai^degin  «sepa- 
rarse, alejarse»,  de  alde  «región»;  ametsegiñ  «soñar»,  de  amets 
«sueño»;  itzegin  «hablar»,  de  itz  «palabra»  y  egin. 

2.°  Un  adjetivo  con  un  adjetivo  verbal.  Los  mismos  adje- 
tivos verbales  etsi,  aetu,  egin,  se  combinan  con  otros  adje- 
tivos de  la  clase  de  los  nombres  y  forman  numerosas  pala- 
bras, cuyo  sentido  bien  claramente  se  revela  por  el  de  am- 
bos componentes;  por  ejemplo:  onetsi  «amar,  gustar  de  una 
cosa»,  de  on  «bueno»;  edekretsi  «parecer  bien  algo»,  de  eder 
«hermoso»  y  etsi. 

3."  Un  adjetivo  verbal  con  otro  adjetivo  verbal.  Los  que 
tienen  este  uso  son  mny  pocos;  puede  decirse  que  están  con- 
cretados á  ERAZO,  ERAZI,    ARAZI  Ó  ARAZO    SeglUl  los    dialcctoS, 

que  significa   «forzar,  obligar»  y  ari  «estar  haciendo  algo»/ 
Más  adelante  los  encontraremos. 

(II.) 

La  derivación  se  verifica  añadiéndole  al  nombre  una 
letra  ó  un  grupo  de  letras  que  se  denominan  terminaciones. 
Actualmente,  estas  carecen  de  sentido  ó  significado  cuando 
están  aisladas.  Probablemente  todas  ellas  habrán  sido  anti- 
guamente nombres  sustantivos  ó  adjetivos,  cuya  significa- 
ción se  perdió,  ó  por  el  desuso,  ó  por  las  alteraciones  mor- 
fológicas que  han  experimentado  en  el  decurso  del  tiempo.^ 

Hé  aquí  las  principales  y  más  usadas  terminaciones  de 
la  lengua  euskara: 


1  Vau  Eys.  Gram.  comp.,  pág.  453. 

2  «Un  derivado  uo  es  sino  un  compuesto  cuya  última  parto  se  ha  convei-tido  en  terminación. 
os  decir,  ha  tomado  uu  sentido  do  tal  manera  abstracto  que  no  parece  ya  significar  nada  por 
sí  misma,  y  sirve,  tan  solo,  pai-a  formar  series  de  palabras.»  (Beuloew. — Science  comparativedes 
langues,  pág.  23  y  24.) 


-151- 


aga:  indica  «a])iin(lanci;i))  de  lo  sii^-niíicado  por  la  palabra 
á  que  so  uno.  l^ls  muy  Irocuento  en  la  toponimia;  por  ejem- 
plo; ARRiGOERiAGA  (Biz.)  «peüascal  de  piedras  rojas»,  de  aiiri 
«piedra»,  gorri  «rojo»;  lizarraga  «fresaal»,  de  lizar  «fresno»; 
iNCHAURRAGA  «nogupral» ,  de  inchaur  «nogal»;  astigarraga 
(Guip.)  «arboleda  de  tilos»,  de  astigar  «tilo»;  zumarraga 
(Guip.)  «olmedal»,  de  zümar  «olmo»  y  aga.  La  forma  primiti- 
va de  AGA  es  AKA.  Esta  forma  permite  explicar  por  la  lengua 
euskara  varios  nombres  que  íiguran  en  la  geografía  antigua 
de  España,  de  los  que  ya  se  ocupó  Humboldt  en  su  clásica 
obra  acerca  de  los  primitivos  habitnntes   de   esta  nación: 

ARRIARA,  URBIAKA,  MALIAKA,   otc. 

DI,  ti:  indica  «abundancia»;  sus  funciones  son  análogas  á 
las  de  la  terminación  aga.  Hay  un  matiz  diferente  en  ellas; 
esta  sólo  se  aplica  á  cosas  materiales,  mientras  que  la  pri- 
mera se  aplica  también  á  cosas  espirituales  oracionales;  por 
ejemplo:  ondi  «abundancia  de  buenos»,  de  on  «bueno»;  gizon- 
Di  «abundancia  de  hombres»,  de  gizon  «hombre»;  aritzti  «ro- 
bledal», de  ARiTZ  «roble»;  lizardi  «fresnal»,  de  lizar  «fresno»; 
ZUGAZTI  (Nab.)  «arboleda»,  de  zugatz  «árbol»;  aranzadi  «es- 
pinal», de  ARANTZ  «espina»,  y  di  ó  ti. 

DURA,  TURA.  Es  terminación  propia  del  suletino;  sirve  para 
formar  ciertos  sustantivos,  pero  sin  comunicarles  signiñca- 
ción  especial;  por  ejemplo:  deitura  «nombre,  apelación», 
de  deitu  «llamar»;  eztidura  «endulzamiento»,  de  ezti  «miel»; 
EETEDURA  «plenitud»,  de  bete  «llenar»;  erredura  «quemazón», 
de  erre  «quemar»  y  dura  ó  tura.  Mr.  Van  Eys  descompone 
esta  terminación  en  du- -ra.  du  es  la  terminación  que  sirve 
para  formar  adjetivos  verbales;  ra  es  un  sufijo  que  indica 
movimiento,  tendencia  hacia  un  punto  determinado,  direc- 
ción; se  dice  echera  «á  casa»,  tlazara  «á  la  plaza».  De  modo 
que  esta  terminación  compuesta  vendrá  á  indicar  la  tenden- 
cia ó  movimiento  de  la  cosa  á  ser  su  significado.  Así,  ezti- 
dura es  «endulzamiento»  y  eztitasun  «dulzura».  La  primera 
palabra,  gracias  á  su  terminación,  significa  propiamente  el 
acto  de  endulzarse,  el  movimiento  que  la  cosa  experimenta 
en  su  sustancia  para  hacerse  dulce,  mientras  que  la  segun- 
da, merced  también  á  su  distinta  terminación  indica  el  acto 


-135- 


completo  y  realizado/  Aquí  se  ve,  con  cnantísima  exactitud 
y  facilidad  podrían  expresarse  en  bascuence  las  más  sutiles 
concepciones  filosóficas.^ 

eta;  formas  primitivas  keta,  geta;  significa  «abundancia» 
y  es  de  mucho  uso  en  la  toponimia;  por  ejemplo:  arpjeta 
«pedregal»,  de  aeei  «piedra»;  legarreta  «cascajal»,  de  legar 
«cascajo»;  iraeta  «lieleclial»,  de  iratze  «helécho»;  sagaseta 
«manzanal»,  de  sagae  «manzana»;  abarizketa  «carrascal»,  de 
abaeitz  «carrasco»;  laehageta  (Nab.)  «abundancia  ó  sitio  de 
muchos  pastos»,  de  larra  «pasto»  y  eta,  geta,  keta.  A  veces 
la  a  se  trueca  en  o,  resultando  la  forma  eto  que  se  encuen- 
tra en  varios  nombres  de  localidades,  como  son  olhaberrie- 
To  (Soule)  y  mokarreto  (Labourd).'^  Son  muy  comunes  las 
formas  contraidas  de  la  terminación:  arista  (nombre  de  uno 
de  los  primeros  reyes  de  Nabarra;  algunos  fueron  en  busca 
de  su  explicación  hasta  el  griego)  «robledal»,  de  aritz  «ro- 
ble»; sagasta  «manzanal»,  de  sagar  «manzana»  y  ta. 

gaillu,  kaillu;  sirve  para  formar  palabras  con  las  que  se 
indica  la  idea  de  aptitud;  por  ejemplo:  handikaillu  «lo  que 
sirve  para  crecer»,  de  íiandi  «grande»;  ederkaillu  «lo  que  sir- 
ve para  hermosear»,  de  eder  «hermoso»;  logaillu  «venda», 
de  lotu  «atar»;  onkaillu  «abone»  (agrie),  de  on  «bueno»  y 
GAILLU,  KAILLU.  Es  terminación  propia  de  los  dialectos  de 
Francia;  no  es  de  gran  uso.'* 

garrí:  sirve  para  formar  un  gran  número  de  adjetivos  que 
llevan  embebida  la  significación  activa  de  «inclinado  á,  pro- 
vocador de»  y  también,  aunque  menos  frecuentemente  y  des- 
viándose de  su  significación  primitiva,  la  pasiva  de  «digno 
de»;  por  ejemplo:  ierigarei  «risible»,  de  erri  «risa»;  kalte- 
GAERi  «perjudicial»,  de  ealte  «perjuicio»;  izugarri  «espanto- 


1  Gram.  comp.,  púg.  459. 

2  Axular  qno  era  tau  entusiasta  por  el  baseuence,  como  sabio  en  él  escribió  estas  pala- 
In-as  que  debían  de  aprender  todos  los  baseongados:  «obai  badieudi  euskae.vk  ahalke  déla, 

ARKOTZ  DÉLA,  EZTELA  IEXD'AKTEAX  AUSAET,  EREEGU,  BlTHOllE   ETA  EZ  TREBE.  ZEREN  ARE  BERE 
HEKRIKOEN  AltTEAN  ERE,  EZPAITíUvITE  BATZÜEK  XOLA  ESKIBIBA  ETA  EZ  XOLA  IRAKÜR.» 

«B^UiDIN  EGIN  DALIZ  EUSKARAZ  HANBAT  LIBURU,  ÑOLA  EGIN  BAITA  LATINEZ,  FRAX2ESEZ  EDO 
BERTZE  ERDARAZ  ETA  HITZKUNTZAZ,  HEK  BEZAIN  ABERATS  ETA  KOMPLITU  IZANEN  ZEÜ  EUSKARA 
ERE,  ETA  BALDIN  HALA  EZPADA,  EÜSK,VLDUNEK  BEBEK  DUTE  FALTA,   ETA    EZ    EUSKARAK».   (GerokO 

gero,  púg.  xxii,  ed.  18C4). 

n    Luchaire.  Etudes  sur  les  idiomes  pyrennes,  púg.  154. 
4    Chaho.  Et.:d.  gram.,  púg.  24. 


SO»,  de  izu  «terror»,  espanto»;  aurogauri  «orgulloso»,  de  arro 
«vano,  liincliado»;  zoracarri  «enloquecedor»,  de  zoro  «loco»; 
MAiTAOARRi  «querido,  amable»,  de  maite  «amado»;  estimagarui 
«estimable»,  de  estimatu  «estimado»,  y  garrí. 

Gi;  sirve  para  formar  sustantivos  que  indican  el  lugar 
propio  de  una  cosa.  Indudablemente  es  la  sílaba  final  del 
componente  tegi;  por  ejemplo:  gordagi  «escondite»,  de  gorde 
«guardar»;  igarangi  «vado»,  de  igaran  «pasar»;  jargi  «asiento», 
de  JARRi  «sentarse»;  sargi  «entrada»,  de  sartu  «entrar»  y  gi. 

giro:  sirve  para  formar  sustantivos  que  indican  «tiempo  ó 
estación»;  por  ejemplo:  belhaegiro  «época  de  los  henos»,  de 
BELHAR,  yerba,  heno»;  mahatsgiro  «época  dé  las  uvas»,  de 
MAHATS  «uva»;  OGiGiRO  «ticmpo  del  trigo»,  de  ogi  «pan»  y  en 
algunas  localidades  «trigo». 

Ki:  sirve  para  formar  sustantivos  que  expresan  la  idea  de 
«fragmento  ó  porción».  Es  propia  del  dialecto  suletino;  por 
ejemplo:  oihalki  «pedazo  de  tela»,  de  oihal  «tela»;  ezurki 
«fragmento  de  hueso»,  de  ezur  «hueso»;  idiki  «tajada  de  buey», 
de  iDi  «buey»;  achurki  «tajada  de  cordero»,  de  achuri  «cor- 
dero» y  Ki. 

kizun:  sirve  para  formar  sustantivos,  sin  significado  es- 
pecial, de  los  adjetivos  verbales;  por  ejemplo:  etorkizun  «por- 
venir», de  ETORRi  «venir»;  eginkizun  «acción»,  de  egin  «hacer»; 
ASMAKIZUN    «invención»,   de  asmatu    «adivinar,    inventar»    y 

KIZUN. 

Koi:  sirve,  uniéndose  á  los  nombres  verbales,  para  formar 
adjetivos  que  denotan  «aptitud,  tendencia,  inclinación  á  ser 
una  cosa  determinada»;  por  ejemplo:  ibilkoi  «andariego»,  de 
iBiLLi  «andar»;  iragankoi  «transitorio»,  de  iragan  «pasar». 
También  se  une  á  los  nombres  y  pronombres;  por  ejem])lo: 
BEREKOi  «egoísta»,  de  bere  «suyo»;  arnokoi  «aficionado  al  vi- 
no», de  ARNo  «vino»  y  koi. 

kor:  tiene  la  misma  significación  y  uso  de  la  anterior;  por 
ejemplo:  ibilkor  «andariego»;  iragankor  «transitorio»;  ilkor 
«mortal»,  de  ill  «morir»;  galkor  «perecedero»,  de  galdu  «per- 
der» y  KOR. 

KUNDE,  kunte:  sc  uuo  á  los  nombres  verbales  i)ara  formar 
sustantivos  que  indican  «impulsión  ó  tendencia»  á  cierta  co- 


sa;  por  ejemplo:  jakiunde  «saLiduna»,  de  jakin  «saber»;  uste- 
KUNDE  «convicción»,  de  usté  «pensar,  creer»;  ohikunde  «cos- 
tumbre» de  OHi  «acostumbrar»  y  kunde  ó  kunte.  También  se 
une  á  los  nombres;  por  ejemplo:  beldürkunte  «temor,  apren- 
sión», de  BELDUR  «miedo»;  handikunde  «orgullo»,  de  handi 
«grande»  y  la  citada  terminación. 

le:  esta  terminación,  unida  á  los  nombres  verbales,  sirve 
para  formar  sustantivos  que  indican  la  idea  del  agente  de 
la  acción  expresada  por  el  componente  primero;  por  ejem- 
plo: erakusle  «enseñador,  maestro»,  de  erakutsi  «enseñar»; 
IRAKUELE  «lector»,  de  irakurei  «leer»;  adile  «oidor»,  de  aditu 
«oir»;  ESANLE  «decidor»,  de  esan  «decir»;  edale  «bebedor»,  de 
EDAN  «beber»;  jale  «glotón»,  de  jan  «comer»  y  le. 

pen:  sirve  para  formar  sustantivos  con  nombres  verbales; 
por  ejemplo:  erospen  «compra»,  de  erosi  «comprar»;  iduripen 
«sospecha»,  de  iduri  «parecer»;  oroipen  «recuerdo»,  de  oroitu 
«acordarse»;  hastepen  «principio»,  de  hasi  «principiar»  y  pen. 

TASUN,  tarzun:  esta  terminación  expresa  la  cualidad  inhe- 
rente al  ser  representado  por  el  sustantiA^o;^  por  ejemplo: 
NAUSiTARZUN  «douiinio»,  de  NAUsí  «amo»;  anditasun  «grandeza, 
magnificencia»,  de  andi  «grande»;  churitaezun  «blancura»,  de 
CHURi  «blanco»;  garbitasun  «pureza»,  de  garbi  «limpio;  zoro- 
TASUN  «locura»,  de  zoro  «loco»  y  tasun  ó  tarzun.  Algunos 
autores  (Van  Eys,  Salaberry)  dicen  que  tasun  indica  la  ten- 
dencia ó  cualidad  buena  del  primer  componente,  así  como 
la  palabra  kepja,  usada  en  composición,  denota  la  tendencia 
ó  cualidad  mala.  Otros  (Larramendi,  Lardizábal)  dicen  que 
la  terminación  tasun  se  emplea  cuando  se  quiere  indicar  que 
la  cualidad  expresada  le  pertenece  al  agente  de  un  modo 
natural,  espontáneo,  involuntario,  y  la  palabra  keria  cuando 
se  pretende  denotar  que  dicha  cualidad  es  hija  de  la  volun- 
tad del  sujeto.  Así,  nos  dicen,  que  zorotasun  significa  «lo- 
cura», enfermedad  natural  y  zorokeri  «enloquecimiento, 
arrebato,  frenesí»,  producido  por  los  impulsos  de  la  pasión 
desbordada.  De  ambas  acepciones  hay  ejemplos  prácticos; 
pero  á  mí  me  parece  que  lo  más  prudente  es  concretarse  á 


1    Salaberry  (d'  Ibarrollcs).  Vocab.  des  mots  basq.-nav.,  párr.  194. 


-158— 


ver  en  dicha  terminación,  como  ya  lo  dije,  la  expresión  de 
una  cualidad, — buena  ó  mala — inherente  al  sujeto,  por  más 
que  el  contraste  de  significado  entre  tasun  y  keeia  sea,  pro- 
bablemente, exacta,  atendiendo  á  su  significación  primitiva. 

te:  sirve  para  formar  nombres  que  indican  «abundancia»; 
por  ejemplo:  elurte  «nevada»,  de  elur  «nieve»;  eufjte  «agua- 
cero», de  EUEi  «lluvia»;  agorte  «sequía»,  de  agor  «seco»;  izoz- 
TE  «helada»,  de  izotz  «hielo»  }''  te.  Esta  terminación  parece 
ser  una  simple  variante  fonética  de  di  y  ti. 

TELí:  es  terminación  propia  del  dialecto  suletino,  y  sirve 
para  formar  sustantivos  que  significan  «montón,  hacina- 
miento» de  cosas  determinadas  por  el  otro  componente;  por 
ejemplo:  egurteli  «montón  de  maderas»,  de  egür  «madera»; 
elurteli  «montón  de  nieve»,  de  elur  «nieve»;  arriteli  «mon- 
tón de  piedras»,  de  arri  «piedra»  y  teli. 

tiar,  liar:  es  terminación  propia  de  los  dialectos  basco- 
franceses  y  sirve  para  formar  adjetivos  que  indican  afecto  á 
una  cosa  determinada;  por  ejemplo:  goiztiar  «madrugador», 
de  Goiz  «mañana»;  jainkotiar  «deista»,  de  jainko  «Dios»;  be- 
rantiar  «retardatario»,  de  beeandu  «tarde»;  bestaliar  «festi- 
vo» de  besta,  «fiesta»  y  tiar  ó  liar. 

tsu:  sirve  para  formar  adjetivos  que  indican  «abundancia»; 
por  ejemplo:  dirutsu  «adinerado»,  de  diru  «dinero»;  arritsu 
«pedregoso»,  de  arri  «piedra»;  altsu  «poderoso»,  de  al  «po- 
der»; BIZARTSU  «barbudo»,  de  bizar  «barba»;  odoltsu  «san- 
griento», de  ODOL  «sangre»;  urtsu  «acuoso»,  de  ur  «agua»; 
elhetsu  «hablador»  de  elhe  «palabra,  discurso»  y  tsu. 

tza:  sirve  para  formar  sustantivos  que  indican  idea  de 
abundancia;  por  ejemplo:  dirutza  «montón  de  dinero»;  odol- 
tza  «cantidad  de  sangre»;  arritza  «montón  ó  multitud  de 
piedras».  Corno  observa  nmy  oportuna  y  discretamente  Lar- 
dizábal,^TZA  y  tsu  se  distinguen  en  que  la  primera  termina- 
ción sirve  para  expresar  la  cantidad  de  la  cosa  y  la  segunda 
para  expresar  que  la  abundancia  por  ella  misma  significada 
pertenece  al  sujeto  ó  cosa  que  representa  el  primer  compo- 
nente. 

1    Gramática  vascongada,  iiAr.  5H. 


—159— 

tze:  sirve  en  los  dialectos  de  Francia,  para  formar  va- 
rios nombres  sustantivos;  por  ejemplo:  sagaktze  «manzano», 
de  SAGAR  «manzana»;  udaritze  «peral»,  de  udapj  «pera»;  ge- 
REZiTZE  «cerezo»,  de  geretzi  «cereza»;  aiíantze  «ciruelo»,  de 
aran  «ciruela». 

ZA,  ZE,  zi,  zu,  che,  chu.  Sou  terminaciones  toponí- 
micas que  indican  la  idea  de  abundancia.  Todas  ellas 
derivan  de  la  raíz  che  ó  ze  que  significa  «menudo,  pequeño» 
que  ha  formado  el  verbal  ceieatu  «desmenuzar,  triturar»  y 
por  lo  tanto  «abundancia»,  pues  cuando  se  quiebra  una  cosa 
en  pedazos  pequeños,  estos  son  muchos.  De  che  viene  la 
palabra  chiki,  chipi  «pequeño».  iV  veces  za  parece  tener  un 
significado  más  restringuido  de  «lugar,  sitio»  donde  se  en- 
cuentran los  objetos  que  el  otro  componente  especifica;  por 
ejemplo:  ibarzabalza  (Nab.)  «valle  de  las  muchas  piedras 
anchas»,  de  ib(ar)  «valle»,  ar(ri)  «piedra»,  zabal  «ancho»  ó 
«sitio  del  valle  ancho»  como  lo  traduce  Mr.LuchaireMe  ibar 
-| -zabal;  gainza  (Guip.)  «lugar  alto»;  de  gain  «encima»;  oteiza 
(Nab.)  OTAzu  (id.)  «argomal»,  de  otei,  ote  «argoma»;  learza 
(Nab.)  «cascajal»,  de  legar  «cascajo»;  irache  (Nab.)  «hele- 
chal», de  iRATz  «helécho»;  elhurze  (Soule)  <f sitio  de  nieve »;^ 

ARANZAZU    (Guip.)     «CSpilial»,    dc   ARANTZ     «espilia»;   LIZARAZU 

(Baj.-Nab.)  «fresnal»,    de  lizar   «fresno^  y  za,    ze,  zi,  zu, 
CHE  ó  chu. 

(III.) 

El  nombre  simple  ó  indeterminado  de  varias  sílabas,  recibe 
el  acento  prosódico  en  la  penúltima  ó  en  la  iiltima  de  éstas. 
El  guipuzcoano,  y  en  menos  proporción  el  bizcaino,  y  sobre 
todo  el  labortano,  cargan  en  la  última;  el  suletino  en  la  pen- 
última.^ Estos  principios  generales  están  sujetos  á  excepcio- 
nes  que  la  práctica  únicamente  enseña:  esta  varía  en  las 
diversas  localidades.  Ha  llamado  mucho  la  atención  el  he- 
cho de  que  las  palabras  bascongadas  que  figuran  en  los  más 


1  Etud.  sur  les  id.  pyr ,  púg.  :00. 

2  Id.,  i)ág.  167. 

3  Gezo,  Elcments  de  gram.  basq.,  i)ú«.  3. 


-160- 

antiguos  cartularios  y  pergaminos  del  país  (los  del  siglo  X, 
por  ejemplo)  y  son  conocidas  en  la  actualidad,  no  presenten 
alteraciones  sensibles  en  su  forma.  Mr.  Lucliaire^  ha  expli- 
cado el  fenómeno  en  los  siguientes  términos,  ([ue  me  pare- 
cen muy  plausibles:  «Es  indudable  que  uno  de  los  princi- 
pios de  alteración  más  poderosos  en  una  lengua  es  la  ley  en 
cuya  virtud  las  sílabas  colocadas  después  del  acento  tónico 
se  debilitan  ó  desaparecen,  ya  en  parte,  ya  en  totalidad.  Co- 
nocida es  la  influencia  capital  de  esta  ley,  por  ejemplo:  en  la 
formación  de  los  idiomas  neo-latinos.  Pues  bien,  en  bas- 
cuence,  y  sobre  todo  en  el  dialecto  guipuzcoano,  una  de  las 
formas  más  puras  del  euskara,  el  acento  tónico  afecta  casi 
siempre  á  la  última  sílaba....  Seguramente,  esa  manera  de 
colocar  el  acento  es  extremadamente  favorable  á  la  conser- 
vación de  la  palabra  y  creemos  explica,  en  gran  parte,  la  in- 
mutabilidad relativa  del  léxico  euskaro.^'  Los  nombres  sim- 
ples é  indeterminados  no  requieren  acento  ortográfico. 

Los  nombres  compuestos,  llevan  el  acento  tónico  en  la 
penúltima  sílaba;  esto  no  obstante,  muchos  prefieren  acen- 
tuarlos en  la  última,  diciendo  osinagá  «en  vez»  de  osinága, 
LARRETÁ  en  vez  de  lareéta,  pero  es  más  seguida  la  primera 
regla.  Este  principio  general,  muy  observado  en  el  dialecto 
guipuzcoano,  es,  en  gran  parte,  aplicable  á  los  demás.  Las 
formas  articuladas  compuestas  se  rigen  por  las  reglas  que  ya 
conocemos:  beldurtiá  «el  miedosO)>,  beldurtíak  «los  miedo- 
sos». Las  formas  articuladas  del  plural,  ya  sean  simples,  ya 
compuestas,  llevarán  acento  ortográfico:  odoltsúak,  dieu- 

ZALÉAK. 


1    Sur  les  noms  propres  basques,  etc.,  púg.  21  y 


-161- 

CAPÍTULO  VI. 

EL     I^RONOJMBRE. 
I. 

La  lengua  eiiskara  posee  pronombres  personales,  perso- 
nales-intensivos, posesivos,  demostrativos,  demostrativo- 
intensivos,  re-demostrativos,  relativos  é  indefinidos. 

En  los  pronombres  hay  que  notar  algunas  particularida- 
des: unos  forman  el  plural  ateniéndose  á  las  reglas  genera- 
les de  los  nombres,  otros  poseen  formas  propias  del  plural, 
otros  no  pueden  revestirlas  y  con  una  sola  sirven  los 
dos  núme-ros,  y  otros  se  apartan  radicalmente  de  los  nom- 
bres en  el  punto  concreto  de  que  sus  formas  activas  son 
distintas  de  sus  formas  pasivas.  Así  es  que  la  sección  relati- 
va á  los  pronombres  es  la  de  menor  uniformidad  de  toda  la 
Gramática. 

Llamo  forma  pasiva  al  nombre  mismo  del  pronombre, 
cuando  no  lia  tomado  ningún  sufijo  todavía:  equivale,  en 
cierto  modo,  por  lo  tanto,  al  tema  de  los  sustantivos  y  adje- 
tivos. En  muchos  pronombres  la  forma  activa  y  la  pasiva  son 
una  misma. 

Los  pronombres  personales  son  los  siguientes: 


Guipuzcoano 

Bizcaino. 

Labortano. 

Suletino. 
—NI      . 

NI      . 

NEU. 

. NI      .        .- 

. — «yo». 

GU    . 

GEU. 

. GU    .       .- 

— GU    . 

, «nosotros». 

I.       . 

EU.    . 

. HI     . 

— HI      . 

. «tú  (familiar) 

ZU     . 

ZEU. 

. ZU    .      .- 

— ZU    . 

. «tú  (cortés).» 

ZUEK.     . 

ZUEK. 

. ZUEK.     .- 

— ZIEK. 

. «vosotros». 

•'iPoíma  pasiva, 


Las  terceras  personas  de  singular  y  plural  se  expresan 
por  medio  de  los  pronombres  demostrativos  de  tercer  grado.^ 


1  «Larramencli,  y  á  su  cjeniplo  LardizAbal  é  Iturriaga,  presentan  el  pronombre  demostra- 
tivo de  tercer  grado  como  pronombre  personal  de  tercera  persona.»  (Duvoisin,  Etude  sur  la  de» 
dinaison  basque,  pi'ig.  oT). 

12 


fclG2- 

El  pronombre  i,  eu,  hi,  pertenece  al  trato  familiar.  En  la 
literatura  basco-española  apenas  so  u?a  sino  cuando  se  quie- 
re manifestar  el  desprecio  que  inspira  alguna  persona,  ó 
cuando  el  discurso  se  dirige  á  cosas  inanimadas  ó  seres 
irracionales,  personalizándolos.  En  la  práctica  lo  usan  algo 
las  gentes  del  i)neblo  bajo,  especialmente  del  campo,  siem- 
pre que  los  interlocutores  pertenecen  á  la  misma  categoría 
social,  pues  se  consideraría  una  insigne  grosería,  contraria 
á  todos  los  liábitos  de  respeto  del  pueblo  euskaro,  el  que  un 
inferior  se  valiere  del  i  dirigiéndose  á  un  superior.  Este  «en- 
canallamiento»)  del  i  es  verdaderamente  lamentable,  porque 
á  diclio  pronombre  corresponde  una  riquísima  conjugación, 
tan  completa  como  complicada,  cuyo  uso  es  de  gran  donaire 
y  viveza,  y  de  la  que  jamás  consiguen  valerse  con  soltura 
los  que  no  la  mamaron  en  la  cuna.  Los.  dialectos  basco- 
franceses,  tanto  en  la  literatura  como  en  el  comercio  diario 
de  la  vida,  tienen  el  empleo  del  i  en  mayor  predicamento. 
?  Morfológicamente  considerado,  el  pronombre  de  segun- 
da persona  zu  presenta  muy  grande  parecido  con  gu  para 
no  admitirse  que  originariamente  debió  de  tener  la  signifíca- 
ción  plural  que  lioy  ostenta  zuek.^  Mr.  Yinsón,  dice:'  «Estu- 
diando los  paradigmas  de  la  declinación  y  de  la  conjuga- 
ción, se  nota  el  constante  paralelismo  de  las  formas  en  hi  y 
NI  (ó  EU  y  NEu)  de  una  parte,  y  las  en  zu  y  gu  de  otra.  Las 
formas  en  zuek  tienen,  pur  el  contrario,  un  carácter  espe- 
cial; indudablemente  son  derivadas,  zu  es,  incontestable- 
mente, el  verdadero  plural  de  hi,  como  gu  lo  es  de  ni;  éste 
pronombre  se  ha  convertido  hoy  en  el  singular  respetuoso 
ú  honorífico,  y  le  han  formado  un  plural  por  la  regla  común 
añadiéndole  /v.-zuek  =  zu-[-k  con  e  adventicia».  ]Mr.  Van  Eys^ 
admite  también  el  cambio  de  significación  de  zu  y  lo  expli- 
ca lo  mismo  que  Mr.  A'insón  explica  la  formación  de  zuek. 

Descartada  la  cuestión  de  origen  y  de  trasformación  de 
significado,  es  incuestionable  que  es  completamente  inexac- 


1  El  Principo  Bonapartc  fué  ol  primoro  qiio  ecñaló  esto  iiitorobiiuto  lioclio  oii  ;su  Vcibc 
basque,  im«.  XVI. 

•J,  Essai  sur  la  languc  basque  por  liibury,  acuuiiianudo  du  iiota:-  L-oui|ilciiiciituriii'i  por  el  tra- 
ductor Mr.  Viiihi'in,  pá^.  ItJl,  nota  12. 

;t    Gram.  comp.,  pá^s.  0-2  y  'J.'i. 


—163- 

to  considerar  I103'  á  zu  como  im  plural.  «No  puede  pertene- 
cer al  plural,  por  la  razón  sencilla  de  que  desde  hace  siglos 
no  se  emplea  más  que  hablando  á  una  sola  persona.»^  Decir 
que  el  zu  bascongado  es  tan  plural  como  el  vous  francés,  es 
decir,  según  nuestra  opinión,  una  cosa  muy  poco  exacta. 
Vous  francés  es  un  verdadero  plural,  porque  se  le  emplea, 
muy  araenudo,  al  dirigir  la  palabra  á  varias  personas,  mien- 
tras que  el  zu  bascongado  no  podría,  absolutamente  en  nin- 
gún caso,  ser  empleado,  si  se  habla  á  más  de  una.  El  espa- 
ñol ro.5,  apesar  de  su  origen  plural,  idéntico  al  del  zu  bascon- 
gado, constituye  en  castellano  un  verdadero  singular,  porque 
no  se  emplea  más  que  dirigiendo  la  voz  á  uno  solo,  lo  cual 
tiene  lugar  en  pocos  casos.  La  comparación  del  zu  bascon- 
gado no  es  buena  más  que  con  el  vos  español  y  el  genitivo 
?//r.s  holandés.  Si  ahora  se  reflexiona  que  estas  deslenguas, 
igualmente  que  el  francés  y  el  inglés  emplean  siempre  el  ver- 
bo en  plural  con  vos,gij,  vous,  you,y  que  el  bascuence  no  con- 
funde los  centenares  de  terminaciones  (del  verbo)  que  se 
refieren  á  zu  con  los  centenares  de  terminaciones  que  se  re- 
fieren á  zuEK,  sei'á  forzoso  admitir  que  la  comparación  de  zu 
con  ros  y  con  gij,  concretada  á  una  sola  palabra,  se  reduce 
á  una  cosa  tan  mínima  que  se  acerca  á  nada.^ 

Larramendi,  Lardizábal  y  otros  gramáticos  colocan  en- 
tre los  pronombres  demostrativos,  una  clase  especial  de  ver- 
daderos pronombres  personales.  El  significado  de  ellos  es  el 
mismo  que  el  de  los  personales  análogos,  pero  más  determi- 
nado, más  vivo,  más  intenso,  solo  traducible  al  castellano 
por  equivalencia.  A  esta  forma  de  los  pronombres  persona- 
les la  llaman  algunos  modernos  «intensiva».  Se  obtiene  su- 
fijando  al  pronombre  personal  un  demostrativo.^  Esta  fu- 
sión de  los  dos  pronombres  es  á  veces  tan  íntima,  gracias  á 
la  alteración  fónica  de  los  componentes,  que  el  significado 
de  estos  se  borra  del  espíritu  del  pueblo,  el  cual  trata  á  la 
palabra  compuesta  como  si  fuese  sencilla,  y  se  cree  obligado 
á  reforzar  su  significación  valiéndose  de   repeticiones,  que 


1    Bouaparte.  Le  Verbe  basque,  pág.  XVI. 

•3    Uonaparte.  Le  Verbe  basque,  p;ig.  XVL  nota  2. 

;S    Van  Eys.  Gram.  comp,,  pág.  93. 


~1G4- 


le  parecerían  ociosas,  á  conservar  conciencia  del  valor  de  los 
componentes.  En  guipuzcoano  es  muy  común,  por  ejemplo: 
usar  frases  como  la  siguiente:  ni  neronek  ikusi  det  «yo  mis- 
mo lo  he  visto»;  neronek  está  compuesto  de  ni  «yo»  y  de  onek 
(forma  activa)  «éste».  Apesar  de  eso,  en  la  frase  citada  se 
repite  el  ni,  prueba  evidente  de  que  no  se  reconoce  su  pre- 
sencia en  el  neronek.  También  se  obtiene  la  forma  intensi- 
va en  algún  caso,  duplicando  el  pronombre:  berbera  «el  mis- 
mo mismo»  (lit.) 

Los  pronombres  intensivos,  cuyo  significado  castellano 
traduciremos  aproximadamente,  son  los  siguientes: 


NERAU. 

. NERAU  . 

. NERONI. 

. NIHAUR. 

. «yo  mismo». 

GEROK. 

. GEROK  . 

. GERONI. 

. GIHAUR. 

. «nosotros  mismos» 

ERORI. 

. ERORI   . 

. HERONI. 

. HIHAUR. 

. «tú  mismo»  (fam.) 

ZERORI. 

. ZERORI. 

. ZERONI. 

. ZIIIAUR. 

, "tú  mismo»  (cort.) 

ZEROK. 

. ZEROK . 

. ZEROK    . 

. ZIHAUREK 

. «vosotros  mismos» 

BER\    . 

. BERA      . 

. BERBERA 

. BERA.    . 

. »ól  mismo». 

BEROK. 

. EÜROK  . 

. BERAK  . 

. — caret  . 

, «ellos  mismos». 

La  parte  del  territorio  labortano  que  habla  una  variedad 
del  dialecto  suletino  posee  unos  intensivos  especiales  debi- 
dos á  la  combinación  de  dos  demostrativos  y  un  personal. 
El  uso  de  estos  pronombres  es  antiguo.  Se  encuentran  en 
Dechepare  con  alguna  ligera  variación  de  su  forma  actual: 

HAYEK  ZER  MERETSI    DUTEN  ZÜHAURORREK  IKUSTZU.  «Mirad  VOS- 

otros  mismos  lo  que  aquellos  merecen»,  zuhaurorrek  está 
formado  de  zu-haur-orrek:  como  éste,  se  descomponen  fá- 
cilmente los  demás.  Hé  aquí  dichos  pronombres  suletinos 
del  Labourd: 


NIHONI,  NinORONI      . 
GUHORO,    GUHORONI. 
IIIORONI    .       .       .       . 
ZUilORONI 
ZUIIOKO     .... 


«j'o  mismo». 
■«nosotros  mismos», 
«tú  mismo»  (fam). 
«tú  iiiisnio»  (cortos). 
.'VOsülro'í  mismob». 


-1C5- 


La  variedad  de  formas  que  se  advierte  entre  los  pronom- 
bres personales-intensivos  de  los  diversos  dialectos  depen- 
de, como  ya  se  comprende  desde  Inego,  de  la  elección  del 
pronombre  demostrativo  que  se  une  al  personal. 

Todos  estos  pronombres  pueden  ir  ó  por  cabeza,  ó  por 
final  de  la  frase.  No  es  preciso  expresarlos  cuando  toda  la 
frase  está  constituida  por  un  verbo. 

II. 

Los  pronombres  personales,  mediante  la  aglutinación  de 
los  sufijos  posesivos,^  han  formado  los  pronombres  posesi- 
vos del  euskara,  previas,  naturalmente,  ciertas  y  determi- 
nadas variaciones  fonéticas  que  no  es  difícil  seguir  paso  á 
paso  en  un  análisis  morfológico  de  los  mismos. 

Los  pronombres  posesivos  son: 


NERE  . 

NEURE. 

. NEUllE 

NERE 

NURE 

«mío». 

GURE  .   . 

GEURE. 

. GURE,  GEURE 

— GURE.  . 

«uuestro'i. 

IRÉ.   . 

EURE. 

. HIRE,  HEURE 

HIRE,  HEURE 

«tuyo»  (fara.) 

ZUKE,  ZEEE 

ZEURE. 

. ZURE. 

. 

ZURE.   . 

— '«tuyo'i  (cort.) 

ZUEN  . 

ZUEN. 

. ZUEN. 

. 

ZIEN.   . 

EERE  . 

RERE. 

. BERE. 

. 

^BERE.  . 

«suyo». 

REREN.   . 

REREN. 

. 'BERE. 

, 

BERE.   . 

«suyos». 

El  pronombre  suletino  ene  lo  usan  también  los  demás 
dialectos,  aunque  no  constantemente.  Ese  pronombre  es 
irregular. 

Los  pronombres  posesivos  se  anteponen  siempre  al 
nombre  de  que  van  acompañados,  el  cual  recibe  el  artículo, 
pues  la  sixtáxis  exige  revista  la  forma  definida;  por  ejem- 
plo; NERE  ECHE1  «mi  casa»,  «la  mi  casa»  (lit.),  como  de- 
cía el  antiguo  castellano;  bere  idia  «su  buey».  En  la  posición 
correspondiente  al  vocativo  de  otras  lenguas,  se  pospone  el 


1    Duvoisin.  Etude  sur  la  clecl.  bas-iue,  pág.  18. 


-lüü 


pronombre,  recibiendo  éste  el  articulo;  por  ejemplo:  ¡a.ita 
guiiea!  «¡padre  nuestro!»^ 

En  el  uso  del  pronombre  posesivo  de  tercera  persona 
EERE  «suyo»)  y  BEiiEN  «suyos»,  hay  que  fijar  una  distinción 
interesante.  Los  mencionados  pronombres  se  usan  cuando 
se  refieren  directa  é  inmediatamente  al  sujeto  de  la  propo- 
sición; por  ejemplo:  piarresek  BERE  ogia  jan  du  «Pedro  ha 
comido  su  pan».  Pero  cuando  nó,  hay  que  girar  la  frase  valién- 
dose del  pronombre  personal  de  la  tercera  persona  con  su- 
fijo de  posesión;  por  ejemplo:  piarresi  esan  diot  AREN  semea 
iKusí  NUELA.  «He  dicho  á  Pedro  que  he  visto  su  hijo»,  (Ut.) 
«el  hijo  de  él»." 

Los  pronombres  posesivos  si  vienen  sin  artículo,  reciben 
el  acento  prosódico  en  su  última  sílaba;  por  ejemplo;  neré 
«mío»,  züRÉ  «vuestro»,  guré  «nuestro».  Acompañados  del  ar- 
tículo singular  cumplen  la  misma  regla:  nereá  «el  mío».  Mas 
con  el  artículo  plural,  el  acento  se  trasporta  á  la  penúltima: 
zuRÉAK  «los  vuestros».  En  este  caso  únicamente  conviene  la 
notación  ortográfica.'' 

m. 

Los  demostrativos  se  dividen,  generalmente,  para  mar- 
car la  diferencia  de  su  significación  en:  demostrativos  de  pri- 
mer grado,  de  segundo  y  de  tercero,  correspondientes  á  cada 
nno  de  los  dos  números,  singular  y  plural.  Recorrámoslos 
sucesivamente. 

Demostrativos  de 2'>rimer  grado;  singular. 

G.  8.  L.  S, 

AU  .       . AU      .       . IIAU  .      . HAU  .      . —  éste.lForn»a  luisiva. 

Las  formas  primitivas  de  éste  pronombre  son,  siguiendo 


1  Laidizi'ibftl.  Gramática  vascongada,  páj;.  C.'i. 

2  C¡e/,o.  Elem.  de  gram   bas(|.,  i'á','.  ^'1- 

a    Larilizúbul.  Gram.it¡ca  bascongaüa,  imí^.  Hl. 


-167- 


el  orden  de  enunciación,  kaur  (ronc.)  kau  (sal.)  y  gau  (aez.), 
dados  á  conocer  por  el  Príncipe  Bonaparte. 

Ya  dije  anteriormente  que  varios  pronombres  presentan 
la  particularidad  de  usar  amenudo  dos  formas  distintas,  una 
para  el  agente  y  otra  para  el  sujeto  paciente.  No  conozco 
razón  alguna  plausible  que  explique  esta  dualidad  de  for- 
mas, pues  nada  se  oponía  á  que  el  tema  del  pronombre,  es 
decir,  la  actual  forma  pasiva  recibiese  el  sufijo  h  del  agente 
como  lo  reciben  otros  varios  pronombres  y  todos  los  nom- 
bres. La  forma  activa  de  los  pronombres  es  de  gran  impor- 
tancia; según  lo  hemos  de  ver  más  adelante  es  preferida 
para  la  aglutinación  de  casi  todos  los  sufijos.  La  diferencia 
que  media  entre  las  formas  pasivas  y  activas  es  tan  grande 
en  la  mayoría  de  los  casos,  que  no  cabe  ver  en  estos  alte- 
raciones de  una  forma  común,  sino  pronombres  del  todo 
diferentes. 

He  aquí,  ahora,  las  formas  del  pronombre  demostrativo 
de  primer  grado  acompañadas  del  mencionado  sufijo  /.•; 
advierto  que  aun  sin  esperar  á  la  sección  destinada  á  la  su- 
fijación  de  A-,  es  fácil  analizar  dichas  formas.  Basta  separar 
la  //  y  la  letra  eufónica  ó  de  ligadura  que  la  preceda,  para 
obtener  el  tema  del  pronombre.  Mas  los  temas  así  obtenidos 
son  meramente  hipotéticos,  pues  jamás  se  los  encuentra, 
sino  en  la  forma  activa  íntegra  que  sigue: 

G.                B.                   L.                    s. 
ONEK. AUK  . PIÜNEK. HUNEK. éstc. ¡Forma  activa. 

Como  se  ve,  únicamente  el  dialecto  bizcaino  se  vale  del 
mismo  pronombre  para  las  formas  activa  y  pasiva. 

Demostrativo  dej^fimer  grado;  lüural. 

G.  B.  L.  s. 

OYEK,  OEK. ONEEK. — HAUKlEK,  HAUK. — HAUK  . — CStoS. 

Los  dialectos  guipuzcoano  y  bizcaino  usan  la  misma 
forma  en  activo  y  pasivo;  el  labortano  hace  lo  propio  con  la 


—168- 

forma  iuukiek,  poro  no  ooii  la  hauk  qae  resai-va  pava  el  pa- 
sivo, así  como  el  sulotiiio  h.vuk,  paos  dichos  proiioinhíe  i  po- 
seen formas  plurales  activas  especiales: 

L.  S. 

HAUEK. M.\UYEK. OStoS.  ¡Forma  activa. 

Los  dialectos  guipuzcoano  y  bizcaiiio  nunca  poseen  for- 
mas plurales  activas;  el  labortano  y  suletino  las  poseen 
amenndo:  cuando  no  dé  forma  activa,  ha  de  entenderse,  por 
lo  tanto,  que  hay  sólo  una  para  ambos  casos. 

Demostrativos  de  segundo  grado;  singular. 

G.  B.  L.  S. 

ORI.     .     . OBI.     .     . HORI   .     .■ — -HOEI  .     . OSO. ¡  Forma  pasiva. 

OREEK.  . OEREK.  . HOEEEK HOREEK OSO. i  Forma  activa. 

Demostrativos  de  segundo  grado;  plural. 

o,  B.  L.  •  S. 

ORIEK . ORIEK  . HOIKIEK,  HORIEK HOIK,  HOEIK OSOS. 

S 

HOYEK. estos  ',  Forma  activa. 

Demostrativos  de  tereer  qrado;  singular. 


HUEA A   . HURA   . HURA    . aqUOl.¡  Forma  pasiva. 

AEK  . AK. HAEEK. flAREK aqUOl.!  Forma  activa. 

Demostrativos  de  tercer  grado:  lüiir al. 

G.                B.  L  8 

AYEK.— AEK. IIEKIEK,    HEK.--  IIEK.-      aquollos. 

L.                   S. 
HEKIK. HEYEK. aquellOS.|  Forma  activa. 


—160— 

HEKiK  (1)  corresponde  á  hek  del  mismo  dialecto;  el  sule- 
tino,  cuando  no  preiiere  la  activa  heyek,  se  vale  de  hek  con 
el  mismo  carácter  activo. 

Demostrativos  intensivos. — Los  dialectos  guipuzcoano  y 
bizcaino  poseen  dos  que  son  los  que  signen:  berau-beronek 
«éste  mismo»  y  beroiii-beeoreek  «ese  mismo».  Su  composi- 
ción no  ofrece  ninguna  oscuridad;  bera-|-au-onek,  y  ori- 
oreek. 

Pronombres -reclemostradivos. — ^Los  mismos  dialectos, 
mediante  la  aglutinación  del  sufijo  che  al  tema  pronomi- 
nal, aumentan  la  intensidad  de  su  significado,  resultando 
linos  pronombres  á  los  que  les  cuadra  perfectamente  el 
nombre  de  redemostrativos. 

liedemostratiros  de  j)TÍiner  grado;  singular. 

G.  B. 

AüCHE  .     . AUCHE.  . éste    mismo.   !  Forma  pasiva. 

ONECHEK. AUCHEK. éste    mismO.  i  Forma  activa. 

Bedemostrativos  c^e  jJ7'¿77¿er  grado;  j^^ural. 

G.  B. 

OYECHEK. ONECHEEK  .  - -CStOS   lllismOS. 

Redemostrativos  de  segundo  grado;  singular. 

G.  B. 

ORICHE.    . ORICHE.    . eSC  inismO.     |  Forma  pasiva. 

ORRECHEK— OREECHEK éstC  miSHlO.  }    Forma  activa. 

Bedemostrativos  de  segundo  grado;  inural. 

G.  B. 

ORIECHEK. OEIECHEK — eSOS  IBlSmoS. 

Bedemostrativos  de  tercer  grado;  singular. 

G.  B. 

HüEACHE.  . ACHE  .    . aqUcl  misiHO.  I    Forma  pasiva. 

AECHEK.    . .ACHEK  . aqncl  mismo,  j    Forma  activa. 


—170- 


Bedejiiosfrafiros  de  tercer  grado;  jihiral. 

G.  B. 

AYECHEK.  —  AECHEK — aquellos  mistnos. 

Estos  pronombres  redemostrativos  presentan  bastante 
variedad  en  la  aglutinación  de  los  suñjos,  pues  éstos  unas 
veces  se  aglutinan  delante  de  che;  por  ejemplo:  oniche  «á 
este»  y  otras  veces  detnás;  por  ejemplo;  oyechei  «á  estos»); 
de  tales  particularidades  nos  ocuparemos  con  la  atención 
necesaria  al  hablar  de  los  sufijos. 

Los  pronombres  demostrativos  y  redemostrativos  en 
oraciones  en  que  rigen  ó  son  regidos  de  algún  verbo,  siem- 
pre se  posponen  al  nombre;  por  ejemplo:  bei  au  gizena  da 
(g)  «esta  vaca  es  hermosa»;  motil  oreek  ekareiko  du  «ese 
muchacho  lo  traerá». 

El  acento  prosódico  de  los  demostrativos  y  sus  simila- 
res va  en  la  última  sílaba;  en  las  formas  plurales  lo  común 
es  que  se  cargue  en  la  primera,  aunque  también  se  oye  ame- 
nudo  en  la  final. 


IV. 


El  euskara  posee  tres  pronombres  relativos.  La  denomi- 
nación que  algunos  autores  modernos  les  dan  de  pronom- 
bres interrogativos,  es  poco  exacta;  dichos  pronombres  no 
son  interrogativos  por  función  propia,  sino  cuando  se  usan 
en  la  frase  en  acepción  interrogatoria.  Helos  aquí: 

1.° 

G.  B.  L.  S. 

ÑOR.    .=NOR =NOR =NOR.    .=     quieU   \llXl 

NORK   .=NORK,  NOK  .    .=NORK =  NORK    .=     quicu   ¡J";"!'"* 

care^' .=N0RTZUK.   .   ,—caret.   .  .  .  —  ca re t  .=■■  quienes 


-171- 


2.0 

G.  B.  L.  S. 

ZEÑ  .    .  =  ZEIN,  ZEÑ    .    ."ZEIN,  ZOIN.    .=ZUÑ.     .=    Clial 
ZHÑEK.  =  ZEINEKjZEÑEK  =  ZEINEK,  ZOINEK.  :=  ZUÑEK.  =    Clial    i  l°tl^l 

care f  .^^z'EÑTzvK.   .   .  —  caret  .  .   .   .  =  ccwez^  .  =  cuales. 


)  Forma 
i  pasiva. 


ZER.  .  — -ZER  .  .  .  .  . 
ZERK  .=ZERK,  ZEK .  . 
Carct  .  =  ZERTZUK,     .     . 


3.^ 

—  ZER   .    . 

—  ZERK     . 

^=  caret.  . 


■  ZER  .     . 
:ZERK    . 

caret  . 


-  nuP  '  Forma 

1  (  pasiva. 

miP  '  Forma 

iji-ie  ,  activa. 

=  qne  (pim-ai). 


Los  anteriores  pronombres  están  habilitados  para  todas 
las  fanciones  que  desempeñan  sus  análogos  castellanos;  por 
ejemplo:  sagarra,  zeñak  aun  egin  didan  gaziegi  zan  <da  man- 
zana que  me  hizo  daño  era  demasiado  agria»;  ikusi  det  ba- 

SOA  ZENTAN  OTSOAK  ARKITZEN  DITUEN   (die  visto  cl  bosque  CU  cl 

cual  encuentra  los  lobos». 

La  opinión  que  ve  en  el  uso  de  esos  pronombres  una 
vana  imitación  del  castellano  ó  francés,  contraria  al  genio 
de  la  lengua  euskara,  opinión  sostenida  por  los  Sres.  Hove- 
lacque,  Yinsón  y  Van  Eys,  parece  desprovista  de  todo  fun- 
damento.^ En  primer  lugar,  sin  el  uso  de  esos  pronombres 
no  sería  posible  la  expresión  de  ciertos  conceptos:  es  decir, 
que  son  necesarios.  En  segundo  lugar,  los  más  antiguos  do- 
cumentos escritos  en  bascuence,  nos  presentan  ejemplos  de 
su  uso.  En  tercer  lugar,  dichos  pronombres  no  son  interro- 
gativos más  que  cuando  entran  en  frases  interrogativas;  por 
lo  tanto,  no  han  sido  desviados  de  sus  supuestas  funciones 
normales.  Y  en  cuarto,  tampoco  repugna  al  genio  de  las 
lenguas  aglutinantes  el  empleo  de  esos  pronombres  (sal- 
vo, por  supuesto,  el  aislamiento  del  euskara  dentro  de  ese 


1  Mr.  Van  Eys  fué  más  lejos  todavía-qiie  los  otros  dos  lingüistas  citados.  En  la  p¿g.  10 
do  su  Diccionario  basco-francés  dijo  redondamente:  «el  pronombre  relativo  tque»  no  existe,  es 
preciso  formar  la  frase  con  un  participio», 


-172- 


«^Tiipo,  lo  cual  clestrnye  el  valor  cíe  las  analogías  que  quie- 
ran levantarse  sobre  la  circunstancia  de  la  clasiñcación), 
puesto  que  el  húngaro,  el  finnes  y  otros  idiomas  del  mismo 
grupo  poseen  pronombres  relativos.^ 

Cuando  los  pronombres  relativos  van  acompañados  de 
nombres,  se  antej^onen  á  estos;  por  ejemplo:  zer  gizon  «qué 
hombre».  Eelevan  del  empleo  del  artículo,  pero  no  del  signo 
del  agente  h,  necesario  con  todo  verbo  activo,  y  que  natu- 
ralmente pasa  al  nombre;  por  ejemplo:  ¿zer  gizon  ill  da? 
«¿qué  hombre  se  ha  muerto?»;  ¿zer  üizonek  ill  du?  «¿^^^^ 
hombre  lo  ha  matado?»  y  no  zerk  gizon,  etc. 

El  castellano  se  vale  de  los  pronombres  relativos  para 
las  frases  admirativas;  el  euskara  acude  á  los  demostrativos 
anteponiéndolos,  aunque  también  usa  de  los  relativos.  Pero 
lo  más  correcto  es  decir:  ¡au  lana!  «¡qué  trabajo!»  ¡au  otza! 
«¡qué  frío!». 

V. 

(!•) 

El  euskara  tiene  varios  pronombres  indefinidos. 

El  numeral  bat,  en  los  dialectos  bizcaino  y  guipuzcoano 
sirve  para  expresar  la  idea  encomendada  al  castellano  «algu- 
no». Basta,  para  conseguirlo,  que  el  nombre  que  le  acom- 
pañe reciba  el  sufijo  de  posesión;  por  ejemplo:  makillaren 
bat  dauka  «algún  palo  tiene»,  ó  sea  (lit.)  «del  palo  uno  lo  tie- 
ne»; GizoNEN  BATEK  iTz  EGíN  DIO  «algúu  houibre  Ic  lia  hablado». 

BATzuEK  (b,  g.  1.)  BATzu  Ó  BATzü  (s)  «algiiuos».  La  forma 
activa  plural  suletina  es  batzuk  ó  batzük;  por  ejemplo:  oi- 
zoN  BATZUEK  ETOERi  DIRÁ  «alguiios  lioiiibres  liau  venido».  Este 
pronombre  tiene  siempre  la  significación  plural;  Mr.  Van 
Eys^  se  equivocó  al  ver  en  batzu  un  singular  y  en  batzuk 
su  forma  activa.  La  forma  más  primitiva,  á  no  dudarlo,  es 


1  Bonaparto.  Remarques  sur  plus.  as.  de  'Slv.   A.  Ilovolacque,  pi'ig.  18.— Remarq.  sjr  o«rl.  no- 
tes, ote,  púg.  27. 

2  Diction.  basq.-franc,  pAg.  5¡1. 


—173— 

la  suletina;  cuando  se  formó,  todavía  poseía  zu  el  significado 
plural  que  después  ha  perdido. 

ELiBAT  es  un  pronombre  propio  del  suletino  y  significa 
también  «algunos»:  es  sinónimo  de  batzu.^ 

BAKOiTZ  (g.  s.)  BAKOCH  (b.  s.)  «cada  cual». 

BATBEDEEA  (1.  s.)  «uu  cada  uno». 

BESTE  (b.  g.  s.)  BEKTZE  (1.  s.)  «otio».  Mr.  Van  Eys  opina 
que  la  forma  labortana  es  la  primitiva.^  Dada  la  frecuente 
elisión  de  r,  esa  opinión  me  parece  fundada. 

INOR   (b)   IÑOR   (g)   NIHOE,  NEHOR   (1)  NIHUR,  IHUR   (s)  «uingU- 

no»;  por  ejemplo:  zeñari  (errege  fernandori)  bertan  utzie- 

RAZO  ZIOZKAN,  IÑOREKIN  ERE  EGOTEKO  LEKURIK  EMANGABE,  ESPA- 

ÑAKO  KOROiA  «al  cual  (al  rey  Fernando)  le  obligaron  allí  mis- 
mo á  dejar  la  corona  de  España,  sin  darle  ni  aun  tiempo 
para  hablar  con  ninguno».  El  insigne  Larramendi  que  cono- 
cía muy  bien  su  lengua,  no  deja  duda  alguna  acerca  de  su 
significado.  Oigámosle:  «Ninguno;  cuando  viene  sólo  y  se 
aplica  á  alguna  persona,  iñor,  iñork,  nihor,  nihork».'^  ((Algu- 
no; cuando  viene  sin  nombre  norbait  noebaitek».^  Mr.  Ge- 
ze'^  le  da  el  mismo  significado.  Esto  no  obstante,  Mr.  Van 
Eys  en  su  gramática  y  Mr.  Vinsón  en  sus  notas  comple- 
mentarias al  Ensayo  del  distinguido  profesor  húngaro  Ri- 
bary,  alucinados  por  un  concepto  erróneo  de  Lardizábal,  tra- 
ducen iÑOR,  NiHOR,  etc.,  «alguno».  El  sentido  negativo  de 
IÑOR  es  originariamente,  tan  pronunciado,  que  obliga  al  ver- 
bo á  tomar  la  forma  negativa.  Y  de  aquí  nace,  sin  duda,  el 
error  de  los  mencionados  lingüistas,  los  cuales  suponen  que 
para  que  iñor  signifique  «ninguno»,  es  preciso  que  le  acom- 
pañe la  negación  ez.  En  bascuence,  lo  mismo  que  en  caste- 
llano, se  dice  iñor  ezta  «no  es  ninguno»,  y  no  iñor  da  «es 
ninguno».  Pero  pregúntese  ¿nor  etorei  da?  «¿quién  ha  veni- 
do?», y  para  responder  «ninguno»,  se  verá  que  basta  decir  iñor 
á  secas.  ° 


'a  GezG.  Elements  de  gr.  basq.,  pág.  G6. 

2  Gram.  comp.,  pág.  107. 

3  Diccionario  trilinqüe,  pág.  198,  tomo  n. 
i  Id.,  pág.  G8,  tomo  I. 

5  Elements  de  gr.  basq.,  pág.  66. 

6  El  Príncipe  Bouaparte  refutó  el  error  ele  Mr.  Vinsóii  cu  sus  Remarques,  etc.,  pág.  28. 


-171- 

Bajo  el  doblo  punto  do  vista  do  su  acopoióu  originaria  y 
del  uso  de  las  personas  que  hablan  peritísimamonte  el  cus- 
kara,  no  cabe  poner  en  duda  el  sentido  negativo  de  iñok. 
Pero  el  uso  ha  venido  á  confundir  esta  especie,  como  otras, 
y  en  algunos  puntos  del  territorio  guipuzcoano  la  confusión 
debe  haber  avanzado  mucho,  cuando  vemos  incurrir  en  olla 
á  escritores  de  nota  y  tan  buenos  hablistas  como  Lardizá- 
bal.  De  la  doble  acepción  de  la  palabra,  da,  asimismo,  testi- 
monio Aizquíbel.  «iñor  «nadie»,  ¿iñok  BADAGO?«¿hay  alguno?»; 

INOREN  UK011RIKBAGE,NEMINE  DISCREPANTE,  «sill  dis.CrOpancia  de 

ninguno»/  (Uñor  «alguno». — «Nadie,  ninguno»,  inoren  men- 
DEAN  EüON  «depender  de  alguno»;  inoren  kaltebage  «sin  daño 
de  alguno»."  Por  lo  tanto,  iñor  signitica  amenudo,  y  debe 
significar  siempre,  sin  vque  sea  preciso  el  acompañamiento 
de  negación  en  el  verbo,  «ninguno».  La  confusión  es  debida 
á  la  dificultad  que  experimenta  el  hombre  para  expresar  las 
ideas  negativas;  como  que  en  resumidas  cuentas  todas  son 
afirmativas  de  la  carencia  de  un  accidente  ó  cualidad. 

NORBAiT  (g.  b.  1.)  NURBAIT  (s)  «alguuo».  Es  ol  pr.inombro 
de  significación  contraria  al  iñor;  por  ejemplo:  norbait  ba- 
DATOR  «alguno  viene».  Los  dialectos  guipuzcoano  y  bazcaino 
poseen  un  plural  norbaitzuek  «algunos»,  compuesto  de  los 
pronombres  norbait  y  zuek. 

zerbait  (c.)  «algo».  Su  plural,  en  los  dos  dialectos  acaba- 
dos de  nondjrar  es  zerbaitzuek  «algos». 

zembat  (g.  b.  1.)  zumbat  (s)  «cuanto». 

zembait  (g.  b.  1.)  zuMBAiT  (s)  «cuautos». 

norbera  (b)  NORBERE  (g.  1.)  «cada  uno».  El  dialecto  sule- 
tino  obtiene  un  equivalente  de  este  pronombre,  mediante  la 
posposición  del  adverbio  ere  «aun  también»,  al  relativo  nur 
«quien»,  cuyo  sentido  natural  altera.  Los  sufijos  se  unen  al 
segundo  componente  en  todos  los  dialectos,  y  no  en  el  dia- 
lecto bizcaino  imicamente,  como  afirma  Mr.  Van  Eys."'  En 
el  texto  de  Lizarraga  que  cita  en  apoyo  de  su  0]>inión  ezen 
nork  ere  naiii  ukanen  baitu  bere  bizia  salbatu  ha  tomado 


1  Diccionario  basco-español,  pi'i;,'.  118. 
i!  Diccionario  basco-españo!,  i';;^'.  lltt. 
;í    Gram,  comp.,  ih'ik.  lO'J. 


¡-17S- 


EEE  adverbio  por  bere  pronombre.  Se  dirá  siempre  norbe- 
líEAEEKíN  «con  cualquiera»,  y  no  norekin  bebe. 

EZER  «nada»;  por  ejemplo:   jaungoikoak  mundu   au,   eta 

EMEN  DIRÁ  GAUZA  GUZIAK   EZER    EZETIK    ATERA    NAI   IZAN    ZITUEN 

(Lard.)  «El  Señor  había  querido  sacar  este  mundo  y  todas 
las  cosas  que  hay  aquí,  de  la  nada».  Los  mismos  lingüistas 
que  antes  hemos  mencionado  han  incurrido,  respecto  á 
EZER,  en  el  propio  error  en  que  cayeron  al  prestar  exclusiva- 
mente una  significación  positiva  á  iñor.  "Y  sin  embargo,  la 
etimología  de  esta  palabra  se  pasa  de  clara:  ez-|-zer  «no 
algo»  (lit.)  ó  sea,  «nada»,  en  buen  castellano.  Cuando  el  se- 
ñor Aguirre  en  sus  Pláticas  traduce  el  séptimo  mandamiento 
de  la  ley  de  Dios  ez  dezu  ezer  ostuko  no  usa  de  ez  porque 
sin  esa  negación  ezer  signifique  «algo»,  sino  porque  es  tanta 
su  fuerza  negativa  que  exige  la  forma  correspondiente  en  el 
verbo,  y  viene  á  resultar  la  equivalencia  de  la  frase  caste- 
llana mo  robarás  nada».  En  sentido  afirmativo  se  usa  de 
ZERBAiT  «algo»;  por  ejemplo:  zerbait  dakar  «algo  trae»,  y  ja- 
más, en  todas  los  días  de  la  vida,  ezer  dakar. 

EDOZEÑ  (g)  EDOZEiN  (b.  1.)  EDOzuÑ  (s)  «cualquiera».  Eu  Biz- 
caya ,  este  pronombre  conserva  su  plural  edozeñtzuk 
«cualesquiera». 

Entre  los  indefinidos  suelen  poner  los  autores  ciertas  pa- 
labras que  estrictamente  no  son  pronombres,  pero  que  pue- 
den hacer  funciones  de  tales;  por  ejemplo:  elkar  (g)  alear 
(b)  ALKHAR,  ALGAR  (s)  «uuo  y  otro,  recíprocamente»;  anitz  (g) 

HANITZ,  HAINITZ    (1)   ANHITZ     (1.   S.)   «mUcllO»;    GUTI   (1.   S.)   GUCHI 

(g.  b.)  «poco»;  DEus  (1.  s.)  «nada»;  guzi  (c.)  gtjzti  (g)  «todo»; 
batere  (1.  s.)  «ninguno»;  bakan  (g.  b.)  bakhan  (1.  s.)  «raro, 
escaso»;  zein  NAm  (1)  zuñ  nahi  (s)  «cualquiera»;  nornai  (g.  b.) 
NORNAHí  (1)  NUR  NAHI  (s)  «cualquicra  que  sea»,  etc.^ 

Los  indefinidos  que  van  solos,  se  anteponen  ó  posponen 
al  verbo  indiferentemente;  cuando  acompañan  á  algún  nom- 
bre van  generalmente  detrás,  excepto  edozeñ,  zembat,  zem- 
BAiT  que  se  anteponen. 


1    Véase  Duvoisin:  Etude  sur  la  decl.  basq..  págs.  17  y  18. 


-176- 


(II.) 

El  enslvara  carece  de  pronombre  reflexivo,  y  lo  suple  va- 
liéndose del  sustantivo  buuu  «cabeza»,  sobre  el  cual  dirige  la 
acción  del  verbo;  por  ejemplo:  bere  burua  ill  du»  «ha  muer- 
to», ó  sea,  (lit.)  «ha  matado  su  cabeza»;  beren  buruak  billo- 
SAK  iKüsi  zuTENEAN  «cuando  SO  vicrou  desnudos»,  ó  (lit.) 
«cuando  vieron  desnudas  de  ellos  las  cabezas».  Con  estos 
ejemplos  á  la  vista  se  construyen  fácilmente  todas  las  fra- 
ses que  en  castellano  llevan  el  pronond)re  se.  Y  por  cierto 
que  la  construcción  euskara,  traducida  literalmente,  da  lu- 
gar á  frases  que  no  dejan  de  ser  muy  curiosas,  desd3  el  pun- 
to de  vista  del  castellano.  Sirva  de  ejemplo  la  siguiente  fra- 
se de  Aguirre:  bularretik  sartu  zion  bere  buruari  ganibeta, 
ETA  ILL  ZAN,  «por  el  pcclio  sc  Ic  cutró  á  su  cabeza  la  navaja, 
y  murió». 


—177- 


CAPITULO  VII. 

HISTORIA  Y  CBÍTICA  DE  LA  DECLINACIÓN  BASCONGADA. 

La  expresión  de  las  relaciones  de  acción,  pasividad,  posi- 
ción, dirección,  movimiento,  materia,  procedencia,  posesión, 
etc.,  que  modifican  ó  particularizan  el  sentido  más  abstrac- 
to de  las  palabras  puras,  encomendada  en  otras  lenguas  á 
los  «casos  de  la  declinación»  y  á  las  «preposiciones»,  se  veri- 
fica en  euskara  por  medio  de  sufijos.  Extrictamente  hablan- 
do, el  bascuenco  carece  de  declinación;  nada  hay  que  difie- 
ra más  de  la  serie  de  flexiones  que  alteran  el  significado  pri- 
mitivo de  un  vocablo,  desarrollada  de  conformidad  á  distin- 
tos tipos,  tal  como  la  encontramos  en  las  lenguas  clásicas, 
que  el  sistema  uniforme  de  partículas,  aplicable  á  todos  los 
tipos  de  vocablos,  ([ue  nos  ofrece  el  euskara. 

No  obstante  lo  dicho,  que  es  incuestionable,  la  mayor 
parte  de  los  tratadistas  del  euskara  nos  hablan  de  la  decli- 
nación del  nombre  bascongado,  como  pudieran  hablarnos  de 
la  declinación  del  nombre  latino.  Esta  adaptación  de  las 
formas  gramaticales  «clásicas»,  á  una  lengua  que  por  su  na- 
turaleza no  las  necesita,  nada  debe  de  extrañarnos:  se  ex- 
plica perfectamente  por  la  costumbre  y  mayor  comodidad 
del  escritor  y  de  sus  lectores,  así  como  tampoco  nos  extraña 
ver  en  una  gramática  castellana  ó  francesa  la  declinación 
de  los  nombres  y  pronombres,  que  realmente  no  exis- 
te. x\sí  es  que,  este  procedimiento  gramatical  de  exposición 
no  merece  graves  censuras,  sobre  todo,  si  se  tiene  en  cuen- 
ta que  varios  do  los  escritores  que  de  él  usaban,  sabían  per- 
fectísimamente  á  qué  atenerse  en  lo  tocante  á  la  existencia 
ó  no  existencia  de  la  declinación. 

El  Padre  Larramendi  que  es  el  primero  que  de  gramá- 
tica euskara  ha  liablado  de  una  manera  completa,  ó  lo  que 
es  lo  mismo,  explicando  todas  las  materias  que  correspon- 
den á  esa  rúbrica,  inauguró  el  sistema  de  las  declinaciones. 
Grande,  y  merecida,  era  su  autoridad,  sobre  todo  en  el  país 
bascongado,  pero  no  avasalló  todas  las  inteligencias.  Algu- 

13 


-178— 


nos  años  más  tarde  (1803)  el  famoso  escritor  durangués  don 
Pedro  Pp.blo  de  Astarloa,  en  su  Apología  de  la  lengua  has- 
congada^  se  explica  en  los  siguientes  términos:  «El  Bascuen- 

ce  no  tiene  casos ¿Pues  cómo   el   Padre  Manuel  Larra- 

mendi,  dirá  Traggia,  pone  seis  casos  en  el  bascuence?Es  ver- 
dad que  este  laborioso  bascongado  y  también  Harriet,  aun- 
que Traggia  no  tiene  noticia  de  este  nuestro  gramático,  dan 
seis  casos  á  los  nombres;  ¿pero  qué  extraño  fué  el  que  Larra- 
mendi  y  Harriet  se  equivocasen  si  todos  los  gramáticos  han 
tenido  el  mismo  error,  aun  cuando  lian  escrito  gramáticas 
de  lenguas  que  no  conocen  la  declinación,  si  lian  hecho  lo 
mismo  los  ilustres  cuerpos  de  nuestras  sabias  Academias 
Europeas?»  Astarloa  no  hizo  escuela;  Chaho,  Lecluse  y  los 
escritores  sucesivos,  unos  por  creer  en  la  existencia  de  la 
declinación,  otros  por  juzgar  más  clara  la  exposición  corrien- 
te en  las  gramáticas  modernas,  continuaron  hablando  de 
casos,  con  gran  diversidad  en  su  nombre  y  número.  Mr.  Ho- 
velacque  en  su  Lingüistique  caliñcó  de  «pretendida»  á  la 
declinación  bascongada  y  Mr.  Yan  Eys  en  su  Gramática 
comparada  rompió  resueltamente  con  la  tradición,  á  la  cual 
había  sido  dócil  en  sus  anteriores  E'/ísc/ //05,  pero  con  la  singu- 
laridad de  admitir  sólo  tres  casos,  quedando  fuera  de  los 
partidarios  de  la  declinación,  por  ser  su  enumeración  de  ca- 
sos deficiente,  y  fuera  de  los  adversarios  también  por  admi- 
tir, en  parte,  aquella.  De  todo  lo  dicho  resulta,  que  si  hay 
alguna  gloria  en  haber  reconocido  que  no  hay  declinación 
en  bascuence,  corresponde  de  derecho  á  Astarloa  que  fué  el 
primero  que  lo  dijo  paladinamente. 

Junto  á  las  indudables  ventajas  prácticas  de  explicar  las 
modificaciones  del  sentido  de  las  palabras  por  medio  de  la 
declinación,  existe  el  grave  inconveniente  de  dejar  fuera  del 
paradigma  adoptado  una  porción  de  modificaciones  que  no 
caben  dentro  de  la  enumeración  clásica,  ó  el  de  aumentar 
considerablemente  el  número  de  los  casos,  inventando  nue- 
vos noml)res  para  ellos  é  incluyendo  relaciones  que  en  nin- 
guna lengua  figuran  dentro  de   la   declinación.   Esto  si  se 

,1     l'i'if!?!.  11'2  y  U;'.  (Ui  lii  stíííuiiila  odición. 


—179— . 


mira  por  el  punto  de  visfca  práctico;  que  en  cuanto  al  teóir,' 
co,  la  declinación  no  se  ajusta  á  la  naturaleza  del  euskara- 
y  por  lo  tanto,  puede  suprimirse  sin  peligro  en  una  exposi- 
ción gramatical  fundada  en  principios  científicos. 

Pero  antes  de  pasar  á  explicar  los  sufijos,  siguiendo  la 
indicación  de  Astarloa  y  el  buen  ejemplo  de  Mr.  Van  Eys, 
paréceme  oportuno,  á  manera  de  introducción  curiosa, 
(apropósito,  además,  para  dar  una  idea  del  conjunto  de  la 
materia),' trascribir  los  paradigmas  de  la  declinación  adop- 
tados por  los  principales  gramáticos  ó  lingüistas. 

PARADIGMA  DEL  SE.  LARDIZÁBAL 
CALCADO  SOBRE  EL  DEL  PADRE  LAEEAMENDI. 


Número  singular. 


iNominativo, 
Genitivo. 


Ablativo , 


Dativo.  .     .  ^ 

í 

Acusativo    .  ¡ 
Vocativo.     ,  ! 


GIZONA,   GIZONAK 
GIZONAREN. 
GIZONARENA.     . 
GIZONARENAK  . 
GIZONARI.    . 
GIZONARENTZAT. 
GIZONA.       .       . 
GIZONA. 
GIZONAEEKIN    . 
GIZONAGATIK    . 
GIZONAGABE.    . 
GIZONAGAN 


=  el  hombre. 
=  del  hombre. 
=  lo  del  hombre. 
=  los  del  hombre. 
=:al  hombre. 
=  para  el  hombre. 
=  el  hombre. 
=  hombre. 
=  con  el  hombre. 
=  por  el  hombre. 
=:sin  el  hombre. 
=  en  el  hombre. 


Número  ^plural. 

Nominativo.  ;  gizónak.   .     .     .     '.     .  =  los  hombres. 

I  GizoNEN =  de  los  hombres. 

Genitivo.     .    gizonena ==10  de  los  hombres. 

(  GIZ0NENAK ==los  de  los  hombres. 

i  GizoNAi.     .         .     .     .  =  á  los  hombres. 


Dativo 


GIZONENTZAT 


=  para  los  hombres. 


-180- 

Acusaüvo    .  i  GizÓNAK =  los  hombres. 

Vocativo.     .  ¡  GIZÓNAK =  hombres. 

[  GizoNAKíN =  con  los  hombres. 

GizoNAKGATiK      .     .     .  =  por  los  liombros. 

GizoNAKGABE  .     .     .     . -=  siii  los  liombres. 

GIZONETAN,  GIZONAKGAN.  =  611  los  llOmbreS. 


Ablativo. 


Aparte  varios  errores  de  concepto,  como  el  de  llamar 
ablativo,  que  es  el  caso  que  indica  de  donde  procede  la 
acción,  á  casos  y  desinencias  que  no  son  tal  ablativo,  y  el  de 
dar  tres  formas  al  genitivo,  mediante  una  nueva  suñjación 
del  artículo,  lo  cual  pudiera  hacerse  con  todos  los  demás  ca- 
sos, diciendo;  por  cjenr)lo:  gizünarekina  «lo  del  con  el  hom- 
bre» y  GizoNAREKiNAK  «los  dcl  cou  el  liombrc»,  etc.,  y  el  de 
considerar  vocativo  al  nominativo,  puesto  que  ¡oh  gizona! 
es  «¡oh  el  hombrel»  y  no  «¡oli  hombre!»,  este  paradigma  era 
sumamente  incompleto,  quedando  fuera  de  él  varias  é  im- 
portantes relaciones  que  el  euskara  expresa,  las  cuales,  en 
la  misma  sección,  á  manera  de  añadiduras,  ó  en  otra,  ha- 
bían de  figurar  forzosamente. 

Paradigma  de  Lecluse. — Lecluse^  no  perfeccionó  nada 
la  materia.  Partiendo  de  algunas  ideas  de  Astarloa,  dividió 
la  declinación  en  simple  y  compuesta,  y  las  relaciones  por 
ella  expresadas  en  primarias  y  secundarias,  comprendiendo 
las  primeras  en  cuatro  casos  que  son:  el  acusativo  ó  pacien- 
te, caracterizado  precisamente  por  no  tener  característica; 
el  agente  ó  nominativo,  por  la  característica  c  (k);  el  dativo 
ó  recipiente,  por  la  característica  /  y  el  genitivo  ó  posesor, 
por  la  característica  en.  Lo  poco  de  bueno  que  hay  en  esta 
sección  de  Lecluse,  que  es  el  señalamiento  de  las  caracterís- 
ticas (ó  como  diríamos  hoy,  el  sufijo  abstracto,  despojado  de 
sus  alteraciones  fonéticas)  pertenece  á  Astarloa:  lo  restante 
está  trastornado  con  numerosos  errores  de  método  y  clasi- 
ficación. Lecluse,  bajo  el  nombre  de  declinación  compuesta, 
reunió  ciertas  relaciones,  y  agrupándolas  bajo  dos  tipos,  uno 


1     Gram    basq.,  i>»ks.  II  y  sifíuientos. 


-IBl— 


para  los  nombres  de  cosas  y  lugares,  y  otro  para  los  de  per- 
sonas, sin  echar  de  ver,  qne  las  diferencias  entre  ambos  na- 
cen, en  unos  casos,  de  meras  alteraciones  fonéticas ,  en 
otros  de  las  distintas  desinencias  usadas,  (sufijos  étnicos, 
locales,  etc.),  y  sobre  todo,  confundiendo  lastimosamente  la 
forma  definida  con  la  indefinida,  formuló  el  siguiente  para- 
digma, en  el  que  ni  siquiera  dio  nombre  á  los  casos. 


Número  singular. 


1  GTZONA,   AK 

2  GÍZONAREN.    , 

3  GIZO->ÍAGANIK, 

4  GEZONARIK  . 

5  GrZONAGANA  , 

6  GIZONARI     .     , 

7  GIZONABAIIHAN 

8  GIZONAZ.     .    . 

9  GIZONAREKIN. 

10  GIZONARENTZAT 

11  GIZONAGAINO.  . 


ol  hombre, 
dol  hombro, 
del  hombro, 
del  hombre, 
al  hombre, 
al  hombre, 
en  el  hombre, 
por  el  homlnT. 
con  el  hombre, 
para  el  hombre, 
hasta  el  hombre. 


BAYONA,  AK. 
BAYONAKO  . 
BAYONATIK  . 
BAYONARIK  . 
B A YON ARA  . 
BAYONARI.  . 
BAYONAN  .  . 
BAYONAZ  .  .• 
BAYONAREKIN 
BAYONAKOTZAT 
BAYONARAINO  . 


Bayona, 
de  Bayona, 
de  Bayona, 
de  Bayona, 
á  Bayona. 
!i  Bayona, 
en  Bayona, 
por  Bayona, 
con  Bayona, 
para  Bayona, 
hasta  Bayona. 


Número  plural. 


1  GIZONAK,  EK.    . 

2  GIZONEN.     .     .    . 

3  GIZONENGANIK  . 

4  GIZONETARIK.     . 

5  GIZONEI  .... 
O  GIZONENGANAT. 

7  GIZONENBAITHAN  . 

8  GIZONETAZ.     .     . 

9  GIZONEKIN  .     .     . 

10  GIZONENTZAT.   . 

11  GIZONENGAINO  . 


los  hombros, 
de  los  hombres, 
do  los  hombres, 
de  los  hombres, 
á  los  hombres. 
ú  los  hombros, 
en  los  hombres, 
por  los  hombres, 
con  lo.s  hombres, 
para  los  hombres, 
hasta  los  hombres. 


INDIAK,  EK 
INDIETAKO 
INDIETARIK 
INDIRIK.    . 
INDIEI    .     . 
INDIETARAT 
INDIETAN  . 
INDIETAZ  . 
INDIEKIN   . 
INDIETAKOTZAT 
INDIETARAINO  . 


las  Indias, 
de  las  Indias, 
de  las  Indias, 
de  las  Indias, 
á  las  Indias. 
i'i  las  Indias, 
en  las  Indias, 
por  las  Indias, 
con  las  Indias, 
para  las  Indias, 
hasta  las  Indias, 


Mas  como  esta  declinación  tampoco  era  suficiente  á  en- 
cerrar todas  las  modificaciones  de  sentido  que  pueden  expe- 


—182— 

rimentar  los  nombres  bascongados,  y  como  los  pseudo-oasos 
rebasaban  por  todas  partes  el   ya  bastante  dilatado  cuadro 
de  Mr.  Leclnse,  este  discreto  bascófilo   se  veía  obligado  á 
inventar  otra  declinación  á  la  que  denominaba  re-compues- 
ta  en  la  que  entraban  diez  ¡j  iiuere  casos  de  singular,  y  otros 
tantos  de  plural,  sin  que  esa  abundancia  impidiese  la  falta  de 
ciertos  casos  que  figuran  en  todas  las  declinaciones.  Ni  este 
se^^undo  paradigma,  ni  el  arriba  trascrito  nuiícaban  claramen- 
te las  diferencias  de  algunos  casos  entre  sí,  por  lo  que  á  ren- 
o-Ion  seguido  tuvo  que  explicar,  con  auxilio  del  latín,  la 
sic^nificación  de  varios  de  ellos,  retardando  la  de  los  demás 
hasta  los  ejemplos  de  la  sintaxis:  es  decir,  que  de  una  expli- 
cación deficiente  y  embrollada  tuvo  que  apelar  á  la  práctica. 
Paradigma  (¡el  abate  Mr.  Darrigol. — El  distinguido  y 
entusiasta  autor  de  la  Disertación  acerca,  de  la  lengua  has- 
congada  (que  es  una  vigorosa  y  brillante  refutación  apologé- 
tica de  tanta  y  tanta  necedad  desdeñosa,  lanzada  contra  el 
euskara  por  los  que  no  se  han  tomado  la  molestia  de  estu- 
diarlo), proyectó  un  gran   foco  de  luz  sobre  estas  tinieblas. 
Tomando  pié  de  la   errónea  afirmación  de  un  Mr.  Estarac, 
autor  de  una  Gramática  general,  de  que  el  bascuence  poseía 
verdaderos  casos,  exploró  el  circuito  de  la  «pretendida  decli- 
nación», sembrando  de  paso  algunas  excelentes  observacio- 
nes, y  mejoró  considerablemente  la  obra  levantada  por  La- 
rramendi.  El  abate  Darrigol  distinguió  la  declinación  defini- 
da de  la  indefinida,  y  proclamó  con  mucha  claridad,  la  cons- 
tancia en  la  expresión  de  las  mismas  relaciones  por  medio 
de  los  mismos  casos, ^  ó  lo  que  hoy  daríamos  á  entender  con 
las  sif^uientes  palabras:  la  especialidad  significativa  de  los 
sufijos,  que  es,  precisamente,  la  antítesis  de  lo  que  sucede, 
por  ejemplo,  en  castellano,  en  el  que  una  misma  preposición 
sirve  para  expresar  relaciones  sin  iiinguna  analogía  entre  sí. 
Darrigol  establece  dos  tipos  de  declinación,  así  como 
Lecluse;  uno  para  los   nombres  de  cosas  animadas,  y  otro 
para  el  de  las  inaminadas:  helos  ambos  aquí. 


1    Dissert.  s'.:r  la  lang.  hasq.,  pájía.  02  y  Bi^íiiientca, 


—183— 


1.^"'    TIPO. 

Indefinido. 


Nominativo. 
Activo.  . 
Mediativo. 
Positivo. 
Dativo  . 
Genitivo. 
Unitivo . 
Destinativo. 
Ablativo.  . 
Aproximativo 


Nominativo. 
Activo.  . 
Mediativo  . 
Positivo. 
Dativo  .     . 
Genitivo.     . 
Unitivo .     . 
Destinativo. 
Ablativo.     . 
Aproximativo 


Nominativo . 
Activo.  . 
Mediativo 
Positivo. 
Dativo  . 
Genitivo. 
Unitivo  . 


:MENDI.       . 
: MENDIK      . 
:  MENDIZ      . 
:MENDITAN. 
iMENDIRI    . 
:MENDIREN 
-  MENDIEEKIN 
:  MENDITAKO 
--  MENDITARIK 
rMENDITARAT 


Singular 


-=.  MÉXDÍ  A      . 
=  MENDIAK   . 
-MENDIAZ   . 
=  MENDIAN   . 
=  MENDIAEI  . 
=  MEXDIAREN 
=  MENDIAREKIX 
=  MENDIKO   . 
=  MENDITIK . 
=  MENDIRAT. 

Phnri 

=  MENDIAK  . 
=rMENDIEK  . 
=  MENDIEZ  . 
=  MENDIETAN 
=  MENDIRI  . 
=  MENDIEN  . 
=^MENDIEKIN 


:  montaña. 

:  montaña. 

de,  por  montaña. 

:  en  montaña. 

:á  montaña. 

:de  montaña. 

:  con  montaña. 

:para  montaña. 

:  de  montaña. 

rá,  hacia  montaña. 


la  montaña. 
:1a  montaña. 
:de,  por  la  montaña. 
:  en  la  montaña. 
:á  la  montaña. 
:de  la  montaña. 
:con  la  montaña. 
=  para  la  montaña. 
=  de  la  montaña, 
rá,  hacia  la  montaña. 


=  las  montañas. 

=  las  montañas. 

=  de,  por  las  montañas. 

=  en  las  montañas. 

=  á  las  montañas. 

=  de  las  montañas. 

=  con  las  montañas. 


Destinativo. 
Al)l:itivo.  . 
Aproxiniiitivo 


Nominativo. 
Activo.  . 
Mediativo  . 
Positivo. 
Dativo  . 
Genitivo.    . 
Unitivo .     : 
Destinativo. 
Ablativo.     . 
Aproxiniativo 


Nominativo. 
Activo.  . 
Mediativo  . 
Positivo. 
Dativo  . 
Genitivo.     . 
Unitivo  . 
Destinativo. 
Ablativo.     . 
Aproximativo 


Nominativo. 
Activo    . 
Mediativo  . 
Positivo. 


-IHÍ- 

=  MENDIETAKO  . 
=  MENDIETAHIK. 
=  ]MENDIETArvAT 

2.°    TIPO. 

Indefinido. 

=  SEi\[E   . 

=  SEMEK 

=  SEMEZ 

=  SEMETAN 

=  SEMERI 

=  SEMEREN 

=  SEMEREKIN 

— SEMERENTZAT 

=  SEMERENGANIK 

—  SEMEREXaANAT 

Hiuqular. 

=  SEMEA 
=  SEi\rEAK 

=  se:^[Eaz 

=:  SEMEAN 
=  SEMEARI 
— SEMEAREN 
=  SEMEAREKIN 

—  SEMEARENTZAT 
3:  SEMEARENGANIK 

—  SEMEARENGANAT 

J'litnil. 

=  SEMEAK  . 
=  SEMEEK  . 
=  BEMEEZ  . 
=  SEMETAN  . 


=  para  las  moni  anas.  " 
-  de  las  montañas. 
=  á,  hacia  las  montañas 


liijo. 
:liijo. 

de,  por  hijo, 
en  hijo.- 
•d  hijo, 
de  hijo, 
con  hijo. 
:para  hijo. 
:de  hijo. 
:ií,  hacia  hijo. 


el  hijo, 
el  hijo. 

de,  por  el  liijo. 
en  el  hijo, 
al  hijo. 
:del  hijo. 
:con  el  hijo, 
para  el  hijo. 
:del  hijo. 
al,  hacia  el  hijo. 


=  los  hijos. 

=  l()s  hijos. 

=  de,  por  los  hijos. 

=  en  los  hijos. 


-185- 


Dativo    .     .     .     .  =  SE]MEAi     .     .     .  =  á  los  hijos. 
Genitivo.     .     .     .  =  semeen    .     .     .^cielos  hijos. 

línitivO  .        .        .        .rnSEMEEKIN         .        .  —  COll  loS   hijOS. 

Destinativo.     .     .•=semeentzat  .     . —para  los  hijos. 
Ablativo.     .     .     .  =  SEMEENGANiK      .  =  de  los  hijos. 
Aproximativo  .     .  =  semeenganat     .  =  á  los,  hacia  los  hijos. 

Los  anteriores  paradigmas  tienen  la  ventaja  de  distin- 
guir la  forma  definida  de  la  indefinida,  y  de  abrazar  mayor 
número  de  relaciones  que  los  de  Larramendi,  y  de  indivi- 
dualizarlas todas  ellas  con  nombres  apropiados,  y  en  mu- 
chos casos,  descriptivos  de  la  relación.  Además,  todas  las 
correspondencias  francesas  del  original,  son  cuan  exactas 
se  puede  pretender  sean,  dentro  de  la  impropiedad  de  que 
adolecen  en  esta  materia  las  lenguas  neo-latinas. 

Los  pronombres,  los  nombres  de  persona,  los  apelativos 
y  las  cosas  naturales  poseen  ciertos  sufijos  que  les  son  pro- 
pios; así,  por  ejemplo,  se  dirá  echera  bánoa  ^voy  á  casa», 
pero  no  podrá  decirse  aitara  bánoa  «voy  al  padre»,  sino  aita- 
gana  bánoa,  porque  ea  es  el  sufijo  directivo  material  y  gana 
el  sufijo  de  igual  clase,  ^QYOiiersonal,  lo  cual,  necesariamen- 
te, produce  la  distribución  de  las  declinaciones  en  dos  ó  más 
tipos,  amén  de  otros  paradigmas  para  los  pronombres  y  los 
nombres  propios.  De  idéntica  manera  la  presencia  ó  au- 
sencia del  artículo  a  establece  la  diferencia  de  la  declina- 
ción definida  y  de  la  indefinida.  Todo  esto,  y  la  multiplici- 
dad de  relaciones,  no  comprendidas  todas  tampoco  por  Da- 
rrigol,  y  el  concepto  que  cada  gramático  se  forja  de  la  natu- 
raleza de  la  declinación  y  de  la  de  las  preposiciones,  enclíticas, 
casos,  artículos,  desinencias,  sufijos,  etc.  (que  estos  y  otros 
muchos  nombres  han  recibido  los  elementos  gramaticales 
que  yo  señalo  con  el  último  nombre),- explican  maravillosa- 
mente, que  la  reforma  de  Darrigol  no  fuese  definitiva,  y  que 
ñorecieran  nuevos  sistemas  de  declinación. 

Paradigma  de  CUalio.  El  escritor  suletino  volvió  al  sis- 
tema de  Mr.  Lecluse  en  cuanto  á  no  dar  calificativos  á  los 
casos  ¡Lástima  grande  que  volviera,  asimismo,  á  sus  confu- 
siones! La  palabra  que  escogió  para  desarrollar   su   sistema 


-18Ü- 


de  declinación  fué  handi  «grande»,  y  lo   hizo  en  la  siguien- 
te forma: 

Indefinido. 


1  HANDI       . 

2  HANDIK     . 

3  HANDIZ     . 

4  IIANDITAN. 
'5    HANDim   . 
G    riANDlREN 

7  HANDIRENTZAT 

8  HANDIRENTAKO 

9  HANDIRENGATIK 

10  HANDIRENGANIK 

11  HANDIRENGANA 

12  HANDIREKI.    . 

13  HANDITAKO    . 

14  HANDITARIK  . 

15  HANDITARA    . 
IG    HANDITARADINO 

17  HANDIRIK.       . 

18  HANDITZAT     . 

19  HANDIKO  .        . 


grande. 

grande. 

de,  por  grande. 

en  grande 

á  grande. 

de  grande. 

para  grande. 

en  favor  de  grande. 

á  pesar,  por  grande. 

del  lado,  de  la  parte  de  grande. 

hacia,  hasta  grande. 

con  grande. 

para,  en  lugar  de  grande. 

de  grande. 

á,  hacia  grande. 

hasta  grande. 

de  grande. 

por,  en  lugar  de,  como  grande. 

de  grande. 


1  HANDIA     . 

2  PIANDIAK. 

3  HANDIAZ  . 

4  HANDIAN. 

5  HANDIARI. 
G  HANDIAREN 

7  HANDIARENTZAT 

8  ilANDIARENTAKO 

9  HANDIARENGATIK 

10  HANDIARENGANIK 

11  IIANDIARENGANAT 


Singular  definido. 


el  grande. 

el  grande   (sujeto    activo). 

de,  por  el  grande. 

en  el  grande. 

del,  al  grande. 

del  grande. 

para  el  grande. 

en  favor  del  grande. 

á  causa,  á  pesar  del  grande. 

del  grande. 

hacia,  hasta  el  grande. 


12  HANDIAREKI  .... 

13  HANDITIK        .        .        .        . 

14  HANDIKOA       .... 

15  IIANDIARAT,    HANDIALAT 

16  HANDIRADINO 


—187— 

con  el  grande, 
del  grande, 
el  del  grande, 
hasta  el  grande, 
hasta  el  grande. 


Plural  definido. 


1  HANDIAK        .       .       . 

2  HANDIEK 

3  HANDIKZ       . 

4  HANDIETAN. 

5  HANDIEI  ,     HANDIERI 

HANDIER. 

6  IIANDIEN       . 

7  HANDIENTZAT  ,     HAN 

DIENTAKO      . 

8  HANDIENGANIK. 

9  HANDIENGANAT 

10  HANDIEKI     . 

11  HANDIENTAKO   . 

12  HANDIETAEIK    . 

13  IIANDIETAEAT    . 

14  HANDIETARADINO    . 


los  grandes. 

los  grandes  (sujeto  activo). 

de,  por  los  grandes. 

en  los  grandes. 

á  los  grandes. 

de,  para  los  grandes. 

en  favor  de,  para  los  grandes, 
del  lado,  de  parte  de  los  grandes, 
hacia,  hasta  los  grandes, 
con  los  grandes. 

para  los    grandes    (lixblando  de  las  cosas) 

de  los,  del  lado  de  los  grandes, 
liácia,  hasta  los  grandes, 
hasta  los  grandes. 


La  simple  inspección  de  los  anteriores  paradigmas  es 
suficiente  á  demostrar  que  desde  Darrigol  á  Chaho  no  hubo 
progreso  en  la  exposición  de  la  declinación,  sino  antes  bien, 
retroceso,  siendo  muy  sensible  también,  el  que  la  traduc- 
ción del  bascuence  no  sea  siempre  del  todo  exacta.  En 
cambio,  las  varias  reglas  eufónicas  que  acompañaban  á  los 
paradigmas  vinieron  á  satisfacer  una  verdadera  necesidad, 
facilitando  la  adaptación  de  los' nombres  al  modelo  propues- 
to. Ajustándose,  en  cuanto  cabía,  á  éste,  Mr.  Chaho  dio  la 
declinación  de  los  nombres  propios  y  de  los  pronombres. 

Paradigma  de  Mr.  Duvoisin.  El  modesto  y  entendido 
bascófilo,  mi  respetable  amigo  Mr.  Duvoisin,  muy  diestro 
en  el  manejo  de  su  lindo  dialecto  labortano  (el    cual,  entre 


—188— 

otros  trabajos, le  debe  una  hermosa  traducción  de  la  Biblia), 
]mblii'ó  el  año  18()()  un  precioso  folleto  acerca  de  la  decli- 
nación bascongada.  hln  él  la  cuestión,  por  lo  que  atañe 
principalmente  al  dialecto  nativo  del  autor,  está  tratada  á 
fondo:  reglas  fonéticas,  explicación  de  los  modos,  números 
y  casos,  distinción  de  las  declinaciones,  fundada  en  la  di- 
versa clase  de  los  nombres,  diferencias  entre  la  declinación 
nominal  y  la  pronominal,  cuadros  comparativos,  función  de 
los  pronombres,  explicación  razonada  de  las  denominaciones 
usadas,  principios  teóricos  y  reglas  prácticas,,  variedades 
dialectales,  cuanto  se  relaciona  con  el  punto  tratado,  se  en- 
cuentra en  ese  Estudio,  explicado  en  lenguaje  claro  y  llano. 
Admitido  el  principio  de  que  hay  una  declinación  bascon- 
gada,no  es  fácil  hacer  más  ni  mejor  que  lo  que  ha  hecho 
Mr.  Duvoisin.  Su  paradigma  está  construido  de  la  siguien- 
te manera: 

Indefinido. 

Pasivo    .     .     .=:SEME =  hijo. 

Activo      .        .        .tirSEMEK =  hÍJ0. 

Genitivo     .  .  =  semeeen =  de  hijo. 

Dativo  .     .  .=^SEMERi =  ahijo. 

Partitivo     .  .--SEMERIK —  liijo. 

Mediativo   .  .  — semez =  por,  do  hijo. 

Positivo.        .        .— SEMETAN =:enhÍJ0. 

Ablativo      .      .  =  SEMETArviK —  de  hijo. 

Directivo    .     .  =  semetara =  á  hijo. 

Modo    definido. 

Singular. 

Pasivo   .  .  .=iSEMEA =el  hijo. 

Activo    .  .  .=SEMEAK =  elhijo. 

Genitivo  .  .  =  semearen =  del  liijo. 

Dativo  .  .  .  =  sEMEARi =  al  hijo. 

Mediativo  .  .  — semeaz =  por,  del  liijo. 

Positivo  .  .  =  SEMEAN =  enel  liijo. 


—189— 

Ablativo     .     .  =  SEMETiK  =  del  hijo. 

Directivo    .     ,  =  semera.   .  .     .     .     .     .     .  =  al  hijo. 

Positivo  (res- 
petuoso   .       .  =  SEMEAREN  BAITHAN       .       .       .  =  enelllÍJ0. 

Ablativo  (id)    =semeaeen  baitarik,  ó  ganik.  =  del  hijo. 
Directivo  (id.)  =semeaeen   baitaea,  ó   gana.  =  al  hijo. 

Plural. 


Pasivo    . 
Activo    . 
Genitivo 
Dativo  . 
Mediativo 
Positivo 
Ablativo. 
Directivo 


.  =  SEMEAK    . 

.  =  SEMEK 

.  =  SEMEEN     . 

.  =  SEMEI,  SEMEEI    . 
.  =  SEMETAZ,  SEMEEZ 
.  =:SEMEETAN 
.  :-  SEMEETAEIK  . 
.  =  SEMEETAEA    . 
Positivo  [u^os^Jf,;  .  =  SEMEEN  BAITHAN 

Ablativo  (id.)  =  semeen  baithaeik  ó  ganik 
Directivo  (id.)  =semeen  baithara  ó  gana 


=  los  hijos. 
=  los  hijos. 
=  de  los  hijos. 
=  á  los  hijos. 
=  por,  de  los  hijos. 
=  en  los  hijos. 
=  de  los  hijos. 
=  á  los  hijos. 
=  en  los  hijos. 
=  de  los  hijos. 
—  á  los  hijos. 

Paradigma  del  Príncipe  Boiiaparte. — Este  ilustre  lin- 
güista no  se  ha  ocupado  especialmente  en  la  declinación 
bascongada,  pero  varias  de  sus  obras  contienen  atinadas  é 
interesantes  observaciones  acerca  de  la  materia,  y  hasta 
paradigmas/  marcados,  como  todo  lo  que  sale  de  tan  docta 
pluma,  con  la  uña  de  león. 

El  Príncipe  Bonaparte  estima  que  el  basouence  no  po- 
see verdaderos  casos,  pero  sí  sufijos  casuales  como  las  len- 
guas urálicas.  Estos  se  diferencian  de  las  posposiciones  en 
que,  en  el  estado  aislado,  carecen  absolutamente  do  senti- 
do, por  más  que  haya  muchas  probabilidades  de  que  se  de- 
riven de  palabras  antiguamente  revestidas  de  una  siguifica- 
ción  independiente.^ 


1  Véanlo,  sobi-o  todo,  Langue  basque  el  lanjvies  finnoises;  Remarques  sur  plusieurs  assertions  de 
Mr.  Ai)el  Hovelacque,  ote.  Observations  sur  le  Ijasqic  de  Fontarrabie,  etc.;  Remarques  sur  certaines 
notes,  etc.,  de  Mr.  Vinsón;  O'jsorvacioies  sobre  la  ley  de  afinidi'l  de  las  vocales  en  el  bascuenco  de  Li- 
zaro  (1881.  Revista  Eus'orai;  Observaciones  acerca  del  bascuonc;  tic  Valcarlos  (id.,  id.);  Observaciones 
acerca  del  bascuence  de  Betelu  (1882,  en  id). 

2  Remarques,  etc.,  sur  Mr.  Abel  Hovelacque,  pág.  11. 


-190- 


Como  los  paradigmas  publicados  por  ol  Príncipe  figura- 
han  en  trabajos  comparativos  y  dialectales,, le  suplique  se 
dignara  mandarme  uno  que  sirviese  para,  esta  gramática,  y 
así  se  sirvió  hacerlo,  remitiéndome  el  siguiente,  aplicable  á 
los  cuatro  dialectos,  y  en  el  cual  se  ven,  al  lado  de  las  for- 
mas usadas,  otras  teóricas  ó  i)rimitivas,  (jue  demuestran  có- 
mo se  verifica  la  imión  del  sufijo  variable  con  el  tema  in- 
variable. 

Indcjinido. 


1  BEGI    . 

2  BEGIK. 

3  BEGIREN   .- 

4  BEGIRI       .■ 

5  BEGIZ. 

(j  BEGITAKO.- 

7  BEGITAN    .- 

8  BEGITARA.- 

9  BEGITATIK.- 


B. 

-BEGI      . 
-BEGIK   . 
-BEGIREN 
-BEGIRI . 
-BEGIZ   . 
-BEGITAKO 
-BEGITAN 
-BEGITARA 
-BEGITATIK 


-BEGI    . 

-BEGIK 

-BEGIREN 

-BEGIRI 

-BEGIZ  . 

-BEGITAKO 

-BEGITAN 

-BEGITARA 

-BEGITAEIK 


S. 

-BEGI    . 
-BEGIK . 
-BEGIREN    . 
-BEGIRI 
-BEGIZ  . 
-BEGITAKO. 
-BEGITAN    . 
-BEGITARA. 
-BEGITAKIK  . 


Forma  teórica. 

BEGI. 

BEGIK. 

BEGIREN. 

—BEGIRI. 

BEGIZ. 

BEGIKO. 

BEGIX. 

BE  GIRA. 

BEGITIK. 


Número  singular. 


1  BEGI  A. 

2  BEGIAK  . 

3  BEGIAREN 

4  BEGIARI  . 

5  BEGIAZ  . 

6  BEGIKO 

7  BEGIAN  . 

8  BEGIRA  . 

9  BEGITIK  . 


-BEGI.JA. 
-BEGIJAK      . 
-BEGIJAREN 
-BEGIJARI     . 
-BEGI.TAZ 
-BEGIKO 
-BEGI.JAN       . 
-BEGIRA 
-BEGITIK       . 


-BEGIA. 

-BEGIAK  . 
-BEGIAREN 

-BEGIARI  . 

-BEGIEZ  . 

-BEGIKO  . 

-BEGIAN  . 

-BEGIRA  . 

-BEGITIK  . 


-BEGIA. 

-BEGIAK  . 
-BEGIAREN. 

-BEGIARI  . 

-BEGIAZ  . 

-BEGIKO  . 

-BEGIAN  . 

-BEGIALA  . 

-BEGITIK  . 


-BEGIA. 

-BEGIAK. 

-BEGIAREN. 

-BEGIARI. 

-BEGIAZ. 

-BEGIAKO. 

-BEGIAN. 

-BEGIARA. 

-BEGIATIK. 


Número  plural. 


1  BEGIAK      . BEGI.TAK      . BEGIAK      . — BEGIAK      .tt-BEGIAK. 

2  BEGIAK       . BEGIJAK       . BEfni'Jv      . BEGn<:K       . BEGIAKEK. 


-191— 

3  BEGIEN      . BEGLJEN      . BEGIEN      . BEGIEN      . BEGIAKEN. 

4  BEGIAI        . BEGIJAI       . BEGIEI       . BEGIER      . BEGIAKI. 

5  BEGIAZ       . BEGIJEZ       . BEGIEZ       . BEGIEZ      . BEGIAKEZ. 

6  BEGIETAKO. BEGIJETAKO  BEGIETAKO BEGIETAKO. BEGIAKEKO. 

7  BEGIETAN    . BEGIJETAN      BEGIETAN    . BEGIETAN    . BEGIAKEN. 

8  BEGIETARA. BEGIJATAliA  BEGIETARA  jíj^g^^^^^^rj, —BEGIAKEKA. 

9  BEGIBTATIK BEGIJETATIK BEGIETARIK BEGIETAJilK BEGIAKETIk/ 

Explanación:  1  nominativo;  2  activo;  3  genitivo;  4  da- 
tivo; 5  instrumental;  6  relativo;  7  inesivo;  8  alativo;  9  abla- 
tivo. 

(Farnborough  Hill,  18  Juuio  1884). 
L.  L.  Bonaparte.) 

Desde  el  paradigma  del  Padre  Larramendi,  remedo  de 
la  declinación  latina,  hasta  el  del  Príncipe  Bonaparte,  fun- 
dado en  los  principios  de  la  lingüística,  la  distancia  recorri- 
da es  inmensa.  Cuanto  puede  conseguir  el  arte ,  está  com- 
pleto. Pero  la  naturaleza  del  euskara  exige  otro  espacio  y 
proporciones  donde  pueda  removerse  con  entera  libertad. 
Sigamos  á  la  naturaleza,  pero  sin  que  la  mayor  exactitud 
del  más  desusado  método  sea  parte  á  disminuir  el  agrade - 
cimientoque  debemos,  á  los  que,  practicando  el  antiguo, 
recogieron,  ordenaron,  desbrozaron  y  pulieron  materiales 
que  ahora  hemos  de  aprovechar. 


1     El  sustantivo  begi  signiñca  «ojo»;    la  traducción   castellana  puede  muy  bien  sacarse  de 
los  anteriores  paradigmas;  yo  no  la  pongo  por  respetar  el  original. 


-^^AAT  )i()i(  JWv- 


-192— 

CAPÍTULO  VIII. 

LA     S  U  í'  IJ  A  G  I  Ó  N . 
I. 

De  los  sufíjos  euskaros  os  posible  hacer  varias  divisio- 
nes. 8i  atendemos  al  modo,  hay  sufijos  del  indefinido  y  del 
definido;  si  al  número,  sufijos  del  singular  y  del  plural;  si  á 
su  naturaleza,  sufijos  personales  y  materiales;  si.á  su  forma, 
sufijos  simples  y  compuestos;  si  á  la  aghitinación ,  sufijos 
mediatos  é  inmediatos,  según  se  sufijen  directamente  al 
tema  ó  á  otro  sufijo  que  sirve  de  intermediario;  si  á  la  fun- 
ción gramatical,  sufijos  activos,  étnicos,  de  procedencia,  ne- 
gativo-interrogativos, instrumentales,  de  posesión,  unitivos, 
causales,  de  materia,  privativos,  originarios,  directivos,  lo- 
cativos (^e  persona  y  cosa,  destinativos,  etc. 

Los  sufijos  se  unen  á  la  última  sílaba  de  la  palabra  cuyo 
sentido  abstracto  se  desea  modificar  ó  precisar.  La  palabra 
permanece  inalterable  siempre.  Las  alteraciones  á  que  da 
lugar  dicha  aglutinación  obran  sobre  el  sufijo,  jamás  sobre 
el  tema.  Así  es  que  en  esta  materia  es  donde  más  visible- 
mente resalta  la  índole  aglutinante  del  euskara. 

La  sufijación  puede  verificarse  por  simple  juxtaposición 
del  sufijo  al  nombre.  Otras  veces  da  lugar  á  los  siguientes 
íeiiómenos  fonéticos;  a)  choque  de  dos  vocales,  b)  clio(|ue  de 
dos  consonantes.  El  primero  se  salva  por  elisión  ó  interca- 
lación de  letra  eufónica;  el  segundo,  por  intercalación  de 
una  vocal  de  ligadura.  El  choque  de  las  vocales  que  se  obser- 
va en  la  sufijación,  jamás  es  primitivo:  se  debe  á  la  elisión 
de  una  consonante.  Tal  sucede,  por  ejemplo,  en  las  formas 
del  plural,  que  han  sufrido  la  supresión  de  la  /.•:  egiven  «de 
las  verdades)),  on  vez  de  la  primitiva  kgiaken.  Las  formas  de 
singular,  que  han  resistido  mejor  la  acción  destructora  del 
tiempo,  suelen  presentar  una  r  eufónica  (pie  destruyo  el  hia- 
to: así  os  que  hi  presencia  de  osa  /•  puculü  sím-víi  íIc  caracte- 
rística d(^  las  formas  singulares.  I  ja  siilijación  dilecta,  ó  por 


—193— 

yuxtaposición,  posible  siempre,  da  logar  á  las  formas  lógicas, 
las  cuales  á  veces  son  distintas  de  las  gramaticales  (con 
eufonías,  ó  degradadas)  que  hoy  están  en  uso.  Cuando  con- 
venga, al  lado  de  la  forma  gramatical  pondré  la  lógica.  La 
suíijación  nos  presenta  algunos  fenómenos  de  epéntesis. 

Los  suíijos  se  unirán  al  nombre  definido  (con  artículo), 
ó  al  indefinido  (sin  él).  Esta  segunda  es  la  sufijación  usada 
por  los  nombres  propios  y  buena  parte  de  los  pronom- 
bres. Toda  la  diferencia  entre  el  modo  definido  y  el  indefini- 
do, estriba,  por  lo  tanto,  excepto  cuando  existe  sufijo  espe- 
cial de  este  último,  en  la  presencia  ó  ausencia  del  artículo 

A,  AK. 

Los  sufijos  son  indeterminados  respecto  al  número.  Para 
indicar  el  plural,  el  euskara  recurre  á  alguno  de  los  siguien- 
tes procedimientos: 

1.0  unir  los  sufijos  al  número  plural  del  nombre:  gizonak- 
KiN  «con  los  hombres». 

2."  unir  el  sufijo  á  otro  sufijo,  que  en  virtud  de  alteracio- 
nes fonéticas  liaya  adoptado  una  forma  plural:  gizon-en- 
TZAT  «para  los  hombres». 

3."  unir  el  sufijo  á  una  terminación  que  signifique  plura- 
lidad: ZELAY-ETA-N  «CU  los  prados». 

Al  adoptar  la  división  de  los  sufijos  en  cuanto  al  núme- 
ro, hay  que  tener  presente  que  jamás  son  plurales  de  por  sí. 
Si  se  mira  al  sufijo  aislado,   la  división  propuesta  no  cabe. 

11. 

(!•) 

lí.  =  Es  el  sufijo  del  agente  de  la  oración.  Todo  agente  de 
un  verbo  forzosamente  lo  lleva,  y  si  son  varios,  el  último  de 
ellos,  como  sucede  con  el  artículo.  Aunque  el  verbo  haya 
adoptado  la  forma  pasiva,  el  agente  recibirá  el  sufijo  h,  en 
vez  de  ]-ecibir  un  sufijo  que  signifique  «por»,  como  en  caste- 
llano. El  sujeto  del  verbo  intransitivo,  no  requiere  1í:  por 
ejemplo:  jesusek  esan  zion  «Jesús  le  dijo»;  jesús  ageetu  zi- 
TZAYON  BEiN  SANTA  MATILDEEI  «Jesus  SO  aparcció  Una  vez  á 

14 


--104- 

Santa  Matilde»;  jainküak  berak,  esanak  dirá  egia  oneek 
«estas  verdades  han  sido   dichas  por  el  mismo  Dios»;  zube 

KONFESOREAK  BEAR  BEZALA  ESTÜTZEN  EZPAZAITU  «SÍ  til  COllfeSOr 

no  te  aprieta  como  es  debido»;  jaungoikoak  egiña  izan  zan 
MUNDUA  «el  mundo  fué  hecho  por  Dios»;  gizona  datoh  «el 
hombre  viene». 

Sucede  amenudo  que  en  una  oración  vienen  dos  verbos, 
uno  transitivo  y  otro  intransitivo,  refíriéndose  al  mismo  su- 
jeto agente.  Lo  general  es  que  si  el  agente  está  más  próxi- 
mo al  instransitivo  que  al  transitivo  no  tome  1¿'.  por  ejem- 
plo: DAVID  ETZEG0AN  ALAKO  SOÑEKOAKIN  OITUA,  ETA    OYEK  UTZI- 

RiK,  ARTU  ziTüEN  ARTZAi-soÑEKOAK  «David  110  cstaba  acostum- 
brado  (á  andar)  con  semejantes  vestiduras,  y  dejando  éstas, 
tomó  las  ropas  de  pastor».  No  deja  de  encontrarse  quien  aun 
en  estas  circunstancias  dé  al  agente  su  signo  propio. 

En  los  dialectos  guipuzcoano  y  bizcaino  el  agente  sin- 
gular se  distinguirá  del  sujeto  plural  en  el  acento  tónico, 
que  irá  en  la  última  sílaba  ó  en  la  pernúltima,  respectiva- 
mente: GizoNÁK  «el  hombre»  (agente)  gizónak  «los  hombres». 
En  el  plural,  dichos  dialectos  no  distinguen  con  forma  pro- 
pia el  agente.  La  acentuación  ortográfica  se  reservará  para 
las  formas  plurales  y  ésta  es  una  regla  general  de  aplicación 
constante.  Por  lo  tanto,  nos  limitaremos  de  aquí  en  adelan- 
te á  hablar  del  acento  prosódico. 

No  obstante  la  imitación  que  del  artículo  hace  el  sufijo  k 
en  cuanto  á  unirse  al  último  de  los  nombres  que  van  juntos, 
dejando  á  los  restantes  en  su  forma  pura,  hay  que  advertir: 
el  pronombre  personal  de  tercera  persona,  no  releva  al  nom- 
bre que  le  acompaña  de  usar  el  sufijo  del  agente;  por  ejem- 
plo: SALOMONEK  BERAK  ERR.VITEN  DUEN  BEZALA  (Ax.)  «COUIO  dice 

el  mismo  Salomón»,  en  vez  de   salo.mon  berak,  etc.;  au  da 

EGIA  BAT  FEDEGABEAK  BERAK  ERE  EZAGUTZEN  DUEÑA  (Ag.)  «ésta 

es  una  verdad  que  el  mismo  incrédulo  conoce»,  en  vez  de 
FEDEGABE  BERAK,  ctc.  Una  cosa  Semejante  sucede  con  el 
nombre  en  plural  que  va  acompañado  de  un  adjetivo  y  de 
im  demostrativo;  éste  se  coloca  tras  el  nombre,  per.)  ambos 
toman  (d  signo  del  plural:  gizon  oyek  guziak  «todos  estos 
hombres»  y  no  üízon  guzi  oyek.  Por  lo   tanto   existo    cierta 


—ios- 
analogía  entre  la  suíijación  del  agente  cuando  hay   demos- 
trativo y  la  sufijación  del  signo  del  plural  en  el  mismo  caso. 

Fenómenos  fonéticos. — Cuando  el  sufijo  k  se  une  al 
nombre  defioido  nada  hay  que  advertir:  el  artículo  lo  toma 
inmediatamente.  De  bueu  «cabeza»  buruak  «la  cabeza»;  de 
ESKu  «mano»,  eskuak  «la  mano»;  de  zezen  «toro»,  zezenak  «el 
toro».  Si  se  sulija  al  nondire  indefinido  hay  que  ver  como 
termina  el  nombre;  acabando  en  vocal,  se  aglutina  el  sufijo 
inmediatamente,  pero  acabando  en  consonante  se  interpola 
una  e  de  ligadura;  por  ejemplo:  de  abdo  «vino»,  aedok;  de 
EGiA  «verdad»,  egiak;  de  lan  «trabajo»,  lansk  y  no  lan'k;  de 
üR  «agua»,  UE^K  y  no  urk. 

Los  pronombres,  además  de  la  particularidad  de  poseer 
formas  activas  distintas  de  las  pasivas,  presentan  la  de 
no  ajustarse  siempre  á  las  reglas  fonéticas  que  rigen  en  los 
nombres.  Los  terminados  en  r  no  toman  e  de  ligadura;  en 
cambio,  los  terminados  en  otra  consonante  sí.  De  ñor,  nork; 
de  iÑOR,  iñork;  de  zeñ,  zeñ^k;  de  norbait,  norbait^k. 

La  razón  de  esta  diferencia  no  la  he  hallado.  Decir,  co- 
mo asegura  Mr.  Yan  Eys^  que  la  vocal  de  ligadura  e  es  ne- 
cesaria desde  el  momento  que  la  J:  choca  con  una  letra 
que  le  sea  incompatible  no  es  soltar  la  dificultad,  pues  ésta 
estriba  en  explicar  por  qué  la  r  de  ur  es  incompatible  con  la 
h  en  UREK  y  no  lo  es  la  r  de  iñor  en  iñork.  Sin  embargo  de 
lo  dicho,  en  suletino  se  conoce  la  forma  nihaurek  «yo  mis- 
mo», al  lado  de  nihaurk,  é  hihaueek  «tú  mismo»  al  lado  de 
HiHAUEK,  y  GIIIAUEEK  «uosotros  mismos»  al  lado  de  gihauek, 
y  ziHAUREK  «tú  mismo»,  al  lado  de  zihaurií. 

Los  pronombres  terminados  en  vocal  obedecen  la  ley 
de  los  nombres;  de  ni,  nik  «yo»;  de  fflREA,  hireak  «el  tuyo»,  etc. 

(II.) 

EK.=Es  el  sufijo  agente  del  plural.  Se  conoce  en  los  dia- 
lectos basco-franceses,  y  en  España  lo  poseen  el  alto-naba- 


1    6rr.m.  comp.,  iiir^.  51. 


-1  c- 


rro  meridional  y  el  sub-dialecto  baztanés ,  adscrito  al  alto- 
nabarro  septentrional/ 

Ya  dije  que  los  sufijos  son  indeterminados  respecto  al 
número,  y  que  las  formas  plurales  se  obtienen,  entre  otras 
maneras,  aglutinándolas  al  artículo  plural.  Por  lo  tanto,  las 
formas  lógicas  plurales  de  arhi  «piedra»,  zuk  «madera»,  eche 
«casa»,  zALDi  «caballo»,  son  arriakek,  zurakek,  ecpie\kek,  zal- 
DiAKEK,  <das  piedras»,  las  maderas»,  «las  casas»,  «los  caballos». 
El  Príncipe  Bonaparte,  fundándose  justamente  en  la  analo- 
gía que  presentan  estas  formas  con  otras  que  hemos  de  en- 
contrar con  los  sufijos  de  posesión  y  recipiente,  no  vacila 
en  admitir  la  existenciíi  j^i'imit ira  de  ellas. -^ 

La  constancia  con  que  el  sufijo  ek  se  une  á  ios  nombres 
y  pronombres,  ya  terminen  en  vocal ,  ya  en  consonante,  me 
revela  que  su  forma  pura  es  ek  y  no  k,  ó  lo  que  es  igual,  que 
que  la  e  es  letra  orgánica  y  no  eufónica,  y  que  el  bascuence 
distingue  deliberadamente  el  singular  y  el  plural  del  agen- 
,  te.  Si  á  ésta  opinión  quisiera  objetárseme,  por  ejemplo,  con 
la  variante  labortana  hekik  en  vez  de  hekiek,  yo  contestaría 
con  la  forma,  labortana  también,  aitek  en  vez  de  aitaek,  y 
explicar  ambos  por  la  simple  regla  eufónica  que  consiste  en 
evitar  el  choque  de  dos  vocales  mediante  la  elisión  de  una 
de  ellas.'' 

La  contracción  de  arkiakek,  zurakek,  etc.,  en  arriek, 
ZUREK,  etc.,  es  debida  al  piincipio  determinante  de  tantas  y 
tantas  degradaciones  morfológicas  en  los  idiomas,  al  princi- 
pio de  la  economía  del  esfuerzo  fonador  en  la  producción  de 
las  palabras.  Probablemente,  la  degradación  habría  comen- 
zado suprimiéndose  la  k  del  plural,  como  ha  sucedido  en  ca- 
sos análogos,  y  luego,  para  evitar  el  hiato,  habría  ocurrido 
subsiguientemente  la  elisión  de  la  a.  La  fórmula  de  esta  con- 
■^tracción  es  como  cigue:  arriakek,  arriaek,  arriek. 


1     i^n'nciiio  Honapiiito.  Obs.  sur  le  basq.  do  Font.,  ote,  pág.  4'2. 

\¡    Remarq.,  oto.,  sur  Mr.  Hovelacq'je,  p.'ií,'.  lt>. 

.'5  'l'óii^;>iKo  pioMouto  (|uo  la  foiiiia  activa  iihiviil  ilo  tpadres»,  supuosto  sor  K  sij^iio  del  Agen- 
to plural,  lútíicaiiiouto  Koiía  ai'I'ak;  pc^io  onuio  (luic^ra  (jiio  aitak  «pailvos»  so  omifiiiulinn,  con 
AiTAK  i'i'l  padrt"  (aconto  KiiiMwlar),  los  iiuo  opinen  oonio  !\lv.  \'an  l';vs  opina,  no  dojarún  do  ox- 
plicar  la  e  do  ai'I'kk  iior  nini  nn'ia  pt^iinntniiún  do  la  vooal  a,  4loliida  al  dosoo  do  ditoiTiiciiir 
el  aconto  Kiní^nlar  dol  plnral. 

La  o,xplicaci('in  dol  ti^.xto,  cpio  so  Inndií  orí  una  ro;;la  ^onoial  dando  oni>nta  do  las  oxoopoio- 
Uü8,  uiüdianto  la  aiilicacióu  di!  una  ronla  loiiótioa  oonstaiito,  mu  i)aioco  mucho  Uiúh  plauHÍblo. 


•  No  tocios  los  pronombres  de  los  dos  dialectos  basco- 
franceses  que  estudiamos,  poseen  la  forma  activo-pkiral  in- 
tegra. La  tienen  contraida  en  el  labortano:  gerok  «nosotros 
mismos»,  HEKiK  «aquellos»;  en  el  suletino  batzuk  «algunos»  y 
zuHOROK  «vosotros  mismos».  Todos  estos  pronombres,  excep- 
to HEKiK,  aunque  plurales  en  su  significado,  son  de  forma 
singular;  por  lo  tanto,  se  comprende  que  imiten  á  los  de  ésta 
clase  en  la  sufij ación. 

El  plural  de  los  pronombres,  excepto  en  aquellos  que 
pueden  definirse  por  el  artículo  (los  posesivos  y  ciertos  in- 
definidos) es  en  ek:  por  ejemplo;  zuek  «vosotros»,  bekek 
«ellos  mismos»,  oyek,  «estos»,  etc.  Es  visible  el  deseo  de  dife- 
renciar la  forma  articulada  de  la  inarticulada,  reservando  la 
a  para  la  primera. 

Los  dialectos  que  poseen  el  ek  distinguirán  gizonák  ac- 
tivo singular,  de  gizónek  activo  plural,  pero  confundirán,  en 
cuanto  á  la  forma  externa  se  entiende,  gizonék  activo  inde- 
finido, con  GIZÓNEK  activo  plural.  En  la  pronunciación  el 
acento  tónico  los  distingue  y  en  la  escritura  debe  de  distin- 
guirlos el  ortográfico. 

Las  analogías  y  diferencias  de  todas  estas  formas  singu- 
lares, activas  y  plurales  se  verán  á  primera  vista  en  el  si- 
guiente cuadro: 

Dialectos  guipuz:coano  y  hizcaino. 

GIZONÁK     .     .      .     .  =  el  hombre  (activo  singular). 
GizÓNAK     .     .     .     .  =  los  hombres  (pasivo  y  activo  plurales). 
GizoNÉK     .     .     ,     .  =  hombre  (indefinido  activo). 

Dialectos  lahortaiio  jj  suletino. 

GIZONÁK  .  .  .  .  =  el  hombre  (activo  singular). 

GIZÓNAK  .  .  .  .  =  los  hombres  (pasivo  plural). 

GizoNÉK  .  .  .  .  =  hombre  (activo  indeíinido). 

GIZÓNEK  .  .  .  .  =  los  hombres  (activo  plural). 


III. 

I.  =  Es  el  sufijo  del  recipiente,  llamado  dativo  en  los  pa- 


—198- 


radigmas  de  la  declinación.  Indica  la  ])oi',süna  ó  cosa  (lue 
recibe  la  acción  del  verbo,  ó  ¡í  (|nien  se  dirige  ésta;  auiuiarí 
«al  niño));  zaldia/'  «á  los  caballos»;  moisés  faiiaon/  BosTGAr.REN 
ALDiAN  JOAN  ziTZAYON  BAiMEN  ESKE  (g)  «Molsós  se  presentó  á  Fa- 
raón por  quinta  vez  en  demanda  de  autorización»;  jo  dezogun 
LANE¿',  ENE  SEMEA  (1)  «liijo  mío,  acometanios  á  los  trabajos». 

Fenómenos  fonéticos. — Cuando  el  sufijo  se  une  á  la  for- 
ma articulada  del  nombre,  resulta  un  choque  anti-eufónico 
de  vocales.  De  agurea  «el  hombre  viejo»,  la  forma  lógica  de 
su  recipiente  es  aguheai  «al  hombre  viejo»,  pero  la  forma  gra- 
matical es  ch'stinta,  porque  se  introduce  una  r  eufónica  entre 
las  dos  vocales  del  fin:  AGUREAri.  En  la  forma  indefinida  del 
nombre,  si  este  termina  en  vocal,  hay  que  introducir  tam- 
bién dicha  consonante;  AGUEEri  «á  hombre  viejo»,  BURuri  «á 
cabeza». 

El  recipiente  plural  se  obtenía  sufijando  i  al  nombre  de- 
finido por  el  artículo  plural;  por  ejemplo:  gizonak/  «á  los 
hombres»,  areiakí  «á  las  piedras».  Esta,  que  es  la  forma  ló- 
gica, ha  resultado  ser  la  forma  real.  El  Príncipe  Bonaparte  la 
ha  desenterrado  en  los  alrededores  de  Irún  y  Fuenterrabia.^ 
Pero  fuera  de  éstas  localidades,  y  acaso  de  algunas  otras  no 
registradas  todavía,  dichas  formiis  lógicas  son  inusitadas 
hoy.  La  forma  usual,  originada  por  la  elisión  de  /.',  es  gizó- 
NAi,  AERIAI  en  guipuzcoano  y  bizcaino.  Los  dialectos  labor- 
tano  y  suletino  truecan  la  a  en  e;  gizónei,  arriei. 

A  primera  vista  parecerá  extraño  que  la  infiuencia  de 
las  eufonías  se  haga  sentir  en  gizonaei  «al  hombre»  y  no  en 
GizÓNAi«á  los  hombres».  Pero  aparte  de  que  de  alguna  mane- 
ra se  había  de  marcar  la  diferencia  entre  el  singular  3^  el  plu- 
ral, hay  una  razón  que  explica  esta  aparente  anomalía.  La 
forma  primitiva  de  gizónai  es  gizonaki,  paralela,  bajo  el  pun- 
to de  vista  de  las  eufonías,  á  gizonari,  puesto  que  en  ambas 
se  evita  el  choque  de  las  vocales  ai  por  medio  de  la  k  y  de 
la  r.  La  elisión  de  la  k  solamente  pudo  comenzar  á  usarse, 
cuando  comenzó  á  iniciarse  el  movimiento  de  la  decadencia 
formal  del  ouskara,  cuando  se  oscureció  la  conciencia  de  la 


l    Obs.  SI  r  le  ba>q.  ('es  env.  de  Fo  it. 


-199- 


expresión  de  las  relaciones  gramaticaleñ.^  Esta  degradación 
gramatical  está  muy  ligada  á  la  degradación  fonética;  á  me- 
dida que  las  lenguas  degeneran,  se  debilitan  las  fuerzas  qne 
regalan  la  distribución  y  combinación  de  sus  sonidos.  Por 
eso  las  palabras  que  los  bascongados  toman  al  castellano  ó 
al  francés  en  pueblos  donde  se  oye  mucho  estos  idiomas, 
están  menos  basconizadas,  menos  asimiladas  al  euskara,  que 
las  palabras  tomadas  en  pueblos  donde  reina  más  exclusi- 
vamente este  idioma.  Aquí  tenemos  explicada  la  existencia 
de  muchas  formas  (l(>bles  de  origen  latino,  unas  asimiladas 
y  otras  no:  religio  y  eeligio  «religión»,  bendikatu  y  bedei- 
KATü  «bendecir»,  maldiziñoia  y  madarikazioa  «la  maldición»; 
etc.  Las  formas  gizonAri  y  gizonaki  son  contemporáneas; 
fueron  usadas  en  una  época  de  la  lengua  en  que  el  movi- 
miento decadente  no  se  había  aún  iniciado,  ó  era  poco  in- 
tenso aún.  La  misma  causa  disolvente  que  produjo  la  elisión 
de  Ji,  destructora  de  un  elemento  gramatical,  toleró  el  gru- 
po AI,  infractor  de  una  regla  fonética. 

El  dialecto  suletino  expresa  el  recipiente  plural  con  er 
ñufijado  al  tema  nominal,  pero  suprimiendo  la  vocal  final  de 
éste  si  es  a  ó  e:  idieh  «á  los  bueyes»,  amer  «á  las  madres», 
L^NER  «á  los  trabajos»,  guzier  «á  todos»,  üskaldüner  «á  los 
bascongados».  Por  influencia,  sin  duda,  del  labortano,  com- 
parte sil  dominio  con  eí;  Challo  y  Geze  dan  las  dos  formas 
en  el  dativo,  y  se  usan  ambas,  aunque  más  la  primera  en  la 
proporción  en  que  es  más  puro  el  suletino. 

IV. 

EN.  =Es  el  sufijo  quesirve  pava  indicar  la  posesión.  En  la 
frase,  lo  poseído  va  delante,  el  posesor  detrás;  por  ejemplo: 
ATVMien  DiRüA(g)  «el  dinero  del  padre»,  (lit.)  «del  padre  el  di- 
nero»; BAEATZAZAYARe/?.  SEMEA  (g)  «cl  liijo  del  liortclano»,  (lit.) 
«del  hortelano  el  hijo»;  MUNDUARe-^  salbatzallea  (g)  «el  Salva- 
dor del  mundo»,  (lit.)  «del  mundo  el  Salvador».  Esta  regla  es 


1    Es  un  hacho  reconocido  en  liugiustic.i  quo  todxs  las  lengua?  pasan  por  un    período    de 
desarrollo  y  por  otro  de  decadeíac  ia. 


-200- 

tan  absoluta  ((ue  no  resulta  grave  inconveniente  de  supriniii- 
el  sutijo;  la  simple  posición  indica  la  relación  gramatical; 
por  ejemplo:  ama.  oitura.  zan  «era  la  costumbre  de  la  madre». 
En  este  caso  muchos  escritores  acostumbr¿in  unir  con  un 
guión  los  dos  términos  de  la  relación  posesoria:  ama- oitu- 
ra ZAN. 

En  el  modo  definido  del  plural,  primitivamente  se  su- 
fijaba  el  en  al  artículo  propio  de  ese  número;  así  quedaba 
perfectamente  marcada  la  diferencia  entre  el  singular  y  el 
plural;  por  ejemplo:  GizoNAKe?¿  «de  los  hombres»;  arriak^?!  «de 
las  piedras»;  sEMEAKt^;¿  «de  los  hijos».  Estas  formas,  primiti- 
vas y  lógicas,  se  conservan  entre  los  cascros.de  Irún  y 
Euenterrabía.  ^  Las  formas  gramaticdes  corrientes  son  hoy 
otras,  y  el  singular  y  el  plural  se  diferencian  eufónicamente 
y  no  orgánicamente. 

Fenómenos  fonéticos. — La  aglutinación  del  sufijo  en  al 
nombre  definido  por  el  artículo  ó  al  tema  nominal  termina- 
do en  vocal,  da  origen  á  un  choque  de  vocales  que  se  evita 
por  la  intercalación  de  r  eufónica.  De  anata  «el  hermano», 
ANAYArEN  «del  hermano»;  de  idia  «el  buey»,iDiArEN  «del  buey»; 
de  ARTOA  «el  maíz»,  artoafen  «del  maíz»;  de  zaldi  «caballo», 
ZALDI/-EN  «de  caballo»;  de  jabe  «dueño»,  jabez-en  «de  dueño». 

¿Pero  esta  r  es  eufónica,  como  aseguro,  ó  pertenece  al 
artículo?  Paréceme  la  ocasión  presente  la  más  oportuna  para 
discutir  este  problema.  Mr.  Van  Eys  afirma  el  segundo  ex- 
tremo. He  aquí  su  teoría:  «el  n  genitivo,  se  sufija  á  los  nom- 
bres definidos  é  indefinidos,  seme-  -n  hace  semeren  «de 
hijo»;  la  r  es  eufónica  para  evitar  el  hiato.  semea-:-n,  ó  me- 
jor, SEME-I-A-  -N  hace  semearen  «del  hijo».  La  ?•  no  es  eufó- 
nica aquí;  pertenece  al  artículo  que  era  primitivamente  ar, 
y  reaparece  en  el  momento  en  que  se  añade  un  sufijo  al 
artículo;  a-^k  hace  ark  (a(iuel  — activo);  a- -gatik  hace  ar- 
GATiK  (por  aquel),  etc». 

De  modo,  que  para  Mr.  Yan  Eys,  la  ;•  del  indefinido  es 
eufónica  y  la  del  definido  no  lo  es.  La  razón  de  la  eufonía 
es,  efectivamente,  valedera;  se  trata  de  evitar  el  choque  de 


1    Bonaparto.  Remarqjos  sur  plus,  asserl.  de  Mr.  A,  Hovebcciue,  i>át¡.  11. 


-201— 

dos  vocales/pnes  no  comprendemos  por  qué  no  ha  de  serlo 
en  el  segmido  caso.  De  la  existencia  del  primitivo  artículo 
AE  no  hay  más  rastros  que  los  que  Mr.  Van  Eys  estima  tales, 
y  yo  creo  que  se  explican  satisfactoriamente  de  otro  modo, 
conservando  á  la  r  un  carácter  eufónico  constante. 

A.  =Es  el  pronombre  demostrativo  de  tercera  persona,  que 
como  en  otras  muchas  lenguas,  sirve  de  artículo.  La  forma 
activa  de  los  pronombres,  es  en  e:  onek,  neronek,  orrek,  ze- 

EORREK,  BERONEK,  BEEORREK,  EDOZEÑEK,  BATEE,  BATZUEK,  NOR- 

BAiTEK,  etc.,  sin  que  haya  que  registrar  más  variantes  que 
las  originadas  por  la  presencia  del  artículo  en  los  definidos. 
Nada  de  extraño  es  que  primitivamente  se  creara,  por  imi- 
tación, una  forma  activa  aek;  el  choque  de  vocales  resultan- 
te se  evitaría,  naturalmente,  con  la  sempiterna  r  eufónica, 
resultando  la  forma  arek,  existente  hoy  mismo  en  los  sub- 
dialectos  nabarros  de  Aezcoa,  Salazar  y  Roncal.  Dicha  for- 
ma activa  se  ha  ido  contrayendo  gradualmente  hasta  venir 
á  reducirse  á  las  formas  bizcainas  ak  y  aek,  pero  dejando 
subsistentes  en  muchos  casos,  á  modo  de  reliquia  de  su  pri- 
mitiva amplitud  y  en  virtud  de  la  ley  de  atavismo  esa  7-,  ori- 
ginariamente eufónica  y  hoy,  en  los  casos  de  los  pronom- 
bres citados  por  Mr.  Van  Eys,  epentética.  La  subsistencia 
de  letras  eufónicas,  después  de  disipados  los  grupos  de  so- 
nidos incompatibles  cuya  resolución  les  estaba  encomenda- 
da, según  vimos  en  el  capítulo  descriptivo  de  los  fenóme- 
nos fonéticos,  tiene  precedentes. 

La  desaparición  de  la  h  del  plural ,  trae  consigo  la  vio- 
lación de  las  leyes  fonéticas.  El  euskara,  por  regla  general, 
no  se  cuida  de  destruir  los  hiatos  resultantes  de  la  elisión  de 
consonantes  primitivas.  Como  el  choque  de  las  vocales  se 
hallaba  evitado  por  la  presencia  de  la  le,  y  la  elisión  de  ésta 
solamente  pudo  producirse  al  iniciarse  el  período  de  deca- 
dencia, no  se  sintió  la  necesidad  de  impedir  ese  hiato,  que 
hubiese  repugnado  en  un  período  de  mayor  explendor  del 
idioma.  Las  palabras  terminadas  en  vocal  sufijan  el  en 
inmediatamente,  aunque  también  ocurre  la  elisión  de  la 
terminal,  si  es  a:  de  gauza  «cosa»  gauzaen  y  gauzen  «de  las 
cosas»;  de  aita   «padre»,  aitaen  y  aiten  «de  los  padres». 


—202- 


}h\  iiuleliniílo  está  caraiterizatlo  por  la  ausencia  del  ar- 
tículo a;  el  deñnido  singular  por  haber  /•  eufónica  y  el  plu- 
ral por  no  haberla.  Así,  se  distinguirán  claramente,  j[rndi- 
REN  «de  monte»,  mrndiaren  «del  monte»  y  mendien  «de  los 
montes».  Pero  morfológicamente,  el  plural  y  el  indeñnido 
de  los  nombres  acabados  en  coiisonante  se  confundirán, 
distinguiéndose  gracias  al  acento  prosódico:  jaunén  «de  se- 
ñor», JÁUNEN  «de  señores». 

V. 

KIN,  KI.=Es  el  suñjo  unitivo.  Sirve  para  <3xpresar  la 
compañía  de  una  persona,  ó  la  concurrencia  de  ésta  ó  de 
una  cosa  para  cualquier  acción.  La  inliuencia  del  castella- 
no, que  expresa  mediante  «con»,  traducción  de  kin,  la  ma- 
nera, el  medio  ó  el  instrumento  con  que  ejecutamos  las  co- 
sas, ha  sido  causa  de  que  en  las  localidades  donde  se  oye 
mucho  este  idioma,  se  lo  emplee  viciosamente  en  esta  fun- 
ción. Así  el  tierno  poeta  Biilinch  (de  San  Sebastián),  en  su 
donosa  descripción  del  caballo  que  servia  para  la  limpieza 
pública  de  las  calles  de  la  capital  guipuzcoana,  dijo: 

KARTOYAKKIN    EGIÑA  ' 
DALA    DIRUDI 

«parece  hecho  con  los  cartones»,  usurpando  el  sufijo  unitivo 
el  puesto  al  modai-instrumental. 

El  dialecto  bizcaino  no  se  vale  de  éste  sufijo;  el  dialecto 
suletino  le  suprime  la  7i  final.  Sus  funciones  se  ven  clara- 
mente expresadas  en  los  siguientes  ejemplos:  emen  jesusek 

BERE  ArOSTOLUAK/.m  BAKARRIK  JARRITA  GALDETU  ZIEN   (g)  «aquí 

Jesús,  haljiéndose   puesto  con  sus  discípulos  les  preguntó»; 

BAÑA  BERE  JAKINDURI  EZIN  GSYAG0KOARE/í¿;¿  ESAN  CIIAR  ETA 
AITZAKI  GUZIAK  EZEREZTU  ETA  DESEGIN  ZITÜEN  (g)  «pCrO  COU   SU 

sabiduría  insuperable  todos  los  malos  dichos  y  pretextos  los 
disipó  y  deshizo»;  gogo  hobeareZ¿;¿  yaten  dute  oeduan  (1) 
«con  mejor  gánalo  comen  entonces»;  ediren  zien  haurra, 
MARÍA  BERE  AMAREKI  (s)  «encoutrarou  el  NiñO;  con  IMaría  su 
madre». 

Este  sufijo  no  se  une  á  los  temas  nominales  inmediata- 


-203- 

mente,  sino  mediatamente,  previa  la  aglutinación  del  su- 
fijo posesorio  en,  bajo  las  formas  que  corresponden  á  los  di- 
versos modos  y  números.  El  dialecto  gaipuzcoano  prefiere, 
con  todo,  la  forma  articulada  plural  para  expresar  este  nú- 
mero con  KIN. 

Fenmnenos  fonéticos. — La  n  del  sufijo  en  se  elide  al  re- 
cibir el  kin;  por  ejemplo;  joserekin,  martinekin,  mendirekin, 
EMAKüMEAREKíN,  LAGüNEKíN,  «con  José»,  «con  Martín»,  «con 
montaña»,  «con  la  nnijer»,  «con  los  compañeros»;  en  vez  de 

JOSEKE/ZKIN,  MARTINE7Z.KIN,    MENDIRE/ÍKIN,   ctc.  La  aglutinación 

del  KIN  á  las  formas  articuladas  plurales,  da  por  resultado  la 
reiteración  de  la  /,■;  gizonakkin,  mendiakkin,  la.  akkin.  Estas 
formas  lógicas,  no  son  usuales;  en  la  pronunciación  jamás 
se  oye  mas  que  una  h;  y  aunque  es  bueno  marcarla  en  la 
escritura,  por  respeto  á  los  elenientos  gramaticales,  ningún 
inconveniente  resulta  tampoco  de  su  supresión. 

YL 

TZi\.T,  ZA.T,  =Es  el  sufijo  destinativo,  que  indica  la  perso- 
na ó  cosa  para  la  que  se  ejecuta  la  acción  del  verbo;  por 
ejemplo:  aren  frütüa  gozoa  da  nere  eztarrien¿,íY¿í  «su  fruto 
es  dulce  para  mi  garganta»;  urin  hura  nihon  den  hobeena  da 
soRuoENf.cTí/,  oüíE^ítzat  ETA  BERTZE  UZTA  GuziEN¿^r¿¿  (1)  «aque- 
lla grasa  es  de  lo  mejor  para  lai  heredades,  para  los  trigos 
y  para  todas  las  demás  cosechas». 

De  igual  suerte  que  kin,  se  une  al  sufijo  de  posesión  en, 
sin  que  dé  lugar  á  ningún  fenómeno  fonético.  El  sufijo  en  es 
el  que  indica  el  número  y  el  modo  que  reviste  la  palabra 
armada  del  destinativo.  Se  distinguirán  perfectamente  el 
definido  singular  deabruarentzat  (g)  «para  el  diablo»,  el 
definido  plural  dantzarientzat  (g)  «pa.ra  los  bailarines»,  jo- 
SERENTZAT  (g)  «para  José». 

Además  de  éste  significado,  tzat  posee  otro  que  podemos 
llam.ar  supositivo:  se  obtiene  sufijándolo   al  tema  nominal: 

AITATZAT  DAUKAT   (g)   «lo  tcUgO   pOr  padre»;    EROTZAT  UTZI    zu- 

TEN  (g)  «por  loco  lo  dejaron». 

El  sufijo  TZAT  unido  al  sufijo  ko,  previa  la  elisión  de  ¿  y 


—204- 


iiiiido  al  siüijo  EN,  constituye  el  destinativo  de  la  mayor  par- 
te del  dialecto  bizcaino:  ahen  fuutua  gogoa  da  ñire  samea- 
líEJutzaJiO  «su  fruto  es  dulce  para  ini  garganta».  En  la  varie- 
dad marquinesa  se  usa  el  tzat  simple. 

VII. 

N.  =  Es  el  suíijo  locativo  material;  indica  el  lugar  ó  sitio 
en  que  se  halla  una  cosa,  sucede  un  hecho  ó  se  ejecuta  una 
acción:  ni  baño  nor  oiíeto  bizi  da  luepia?/?  (h)  «quién  vive 
mejor  que  yo  en  la  tierra?»;  zeuee  echia?¿  jangoikuaeen  gra- 
ziJA  DAGO  (h)  «en  tú  casa  está  la  gracia  de  Dios»;  ni  gauza 
frogatuen  gainea?¿  aintzinatzen  naiz  (1)  «yo  avanzo  sobre 
las  cosas  probadas»;  baso-mortuaren  erdiati  argi  bat  ageri 
ZAN  (g)  «en  medio  del  desierto  apareció  una  luz»;  sorthu  ze- 
NiAN  jesús  bethleme  judako  ieia«  (s)  «cuaiido  nació  Jesús 
en  Belén,  pueblo  de  la  Judea».  Excepto  en  los  nombres  pro- 
pios y  de  localidad  se  une  generalmente  á  la  forma  articu- 
lada del  nombre,  por  más  que  también  cabe  la  suñjación  al 
indefinido. 

Como  varios  de  los  sufijos  hasta  ahora  explicados,  ?? 
era  incapaz  de  marcar  por  sí  solo  el  plural.  Ha.  sido  preciso, 
por  lo  tanto,  recurrir  á  una  combinación  con  un  elemento 
gramatical  que  en  sí  llevase  embebida  la  idea  de  pluralidad. 
Al  llegar  á  éste  punto  Mr.  Van  Eys  se  explica  en  los  si- 
guientes términos:  «Para  expresar  la  misma  relación  (loca- 
tivo), pero  en  plural,  se  sufija  la  n  al  nombre  plural  y  la  k 
signo  de  pluralidad  se  cambia  en  t\  eche — k-|-n    no   hace 

ECHEKAN,   sino  ECHETAN  Ó  ECHEETAN  «611  laS  CaSaS»;  HEK X  SC 

convierte  en  hetan  «en  estos». ^ 

La  explicación  es  más  sencilla;  el  bascuence  se  vale  do 
la  terminación  eta  que  indica  pluralidad,  y  le  sufija  pura  y 
simplemente  la  n.  ^  En  el  indefinido  se  usa  también  dicha 


1  Gram.  Comp.,  púg.  14S.  _  * 

2  La  idoa  do  esta  oxplicaeióu  la  ho  tomado  de  las  siguientes  palabras  del  PriHcii>i3  Hotia- 
parte:  «No  hay  yue  olvidar,  hiu  embargo,  que  ol  plural  os  doblo  en  bascuence,  el  uno  on  ak 
para  los  sufijos  casuales  no  locales,  y  el  otro  en  kta  para  los  sufijos  looalos.  Ksto  último,  tpio 
no  os  otra  cosa  sino  la  copulativa,  nuiy  propia,  por  su  sentido  adicional,  para  indicar  la  plura- 
lidad en  la  agrupación  do  los  objetos,  etc.  (Remarques  sur  plus,  assert.  de  Mr.  A.  Hovelacnue. 
pág.   15). 


-203- 


terminación:  es  decir,  que  no  liay  locativo  indefinido  en 
cnanto  á  la  forma  gramatical,  por  más  que  lo  haya  en  cuan- 
to al  sentido.  Ejemplos:  z'&nnetan.  goerotorik  ezta  (g)  «el 
odio  no  existe  en  los  cielos»;  ogia  eseas  den  Tomefaii  (1)  «en 
los  lugares  que  está  escaso  el  trigo»;  izakraeen  ikhüstiaei 
BOZTAEio  Au  HANDi/:rt;¿  jAERi  ziEEN  (s)  «al  ver  la  estrella  entra- 
ron en  gran  júbilo». 

Fenómenos  fonéticos. — Los  nombres  propios  de  locali- 
dad, si  terminan  en  vocal,  reciben  inmediatamente  el  su- 
fijo locativo;  por  ejemplo:  maüle;¿  «en  Mauleón»;  bayona?¿ 
«en  Bayona»;  erroma;¿  «en  Eoma»;  donostia?¿  «en  San  Sebas- 
tián»; IRUÑA?¿  «en  Pamplona»;  baigoeri??  «en  Baigorri».  Si  ter- 
minan en  consonante,  requieren  una  c  de  lij^^adiira:  buegos- 
eN  «en  Burgos»;  ustaritscn  «en  UstaiiLs»;  LAKiLiUNeN  «en  La- 
rraun». 

Los  demás  nombres,  en  el  modo  indefinido,  obedecen  al 
mismo  principio.  En  el  modo  definido,  el  sufijo  se  une  di- 
rectamente al  artículo;  por  Cijemplo:  begia;¿  «en  el  ojo»;  es- 
KUA?¿  «en  la  mano»;  hendía??  «en  el  monte».  Pero  hay  que 
advertir  que  si  los  nombres  terminan  en  consonante,  entre 
el  tema  y  el  artículo  es  muy  frecuente  la  interpolación  de 
una  e  epentética;  por  ejemplo:  goizsan  «en  la  mañana»;  baz- 
TEEEeAN  «en  el  rincón»;  itzal^an  «en  la  sombra».  Esta  e  se 
convierte  en  i  en  el  dialecto  suletino,  y  en  los  demás  que 
observan  el  principio  de  la  armonía  de  las  vocales;  por  ejem- 
plo: gerrenún  «en  el  asador»;  lurr¿an,  en  la  tierra».  El  dia- 
lecto guipuzcoano,  aunque  no  de  una  manera  obligatoria, 
usa  de  la  interpolación  de  e  con  los  nombres  acabados  en  ¿: 
MAieAN  «en  la  mesa»;  LoieAN  «en  el  lodo»;  KuieAN  «en  la  cuna». 
Esto  se  debe  á  la  consonificación  de  la  i;  así  es  que  lo  que 
para  Lardizábal  es  una  excepción,^  está  sujeto  á  la  regla  ge- 
neral de  los  nombres  acabados  en  consonante.  Los  ejemplos 
anteriores  se  pronuncian,   y  se  escriben  también  amenudo, 

MATEAN,  LOYEAN,  KUYEAN. 

Las  formas  plurales  no  ofrecen  ninguna  irregularidad. 
La  terminación  abundancial  se  sufija  al  tema  sin  reparo  al 


1    Gramática  vascongada,  pág.  3,  nota. 


-206— 


choque  de  vocales,  y  el  sufijo,  á  la  terminación;  por  ejem- 
plo: SEMEETA7/,    ECHEETA7?,    BIDEETA?/,    SOROETA??,  IGANDEETA», 

baratzeta;?,  mendieta?¿,  lurketa/í  «en  los  hijos»,  «en  las  ca- 
sas», «en  los  caminos»,  «en  las  heredades»,  «en  los  domin- 
gos», «en  las  huertas»,  «en  los  montes»,  «en  las  tierras».  Al- 
gunas veces  se  eliden  las  vocales  terminales  de  los  temas, 
sobre  todo  si  son  a;  por  ejemplo:  añiieretan  (s)  «en  las  go- 
londrinas», de  añhera;  egietan  (g)  «en  las  verdades»,  de  egia. 
Lo  dicho  reza  con  las  formas  definidas;  qué  en  cuanto  á 
las  indefinidas  la  regla  es  otra.  Si  termina  en  vocal  la  pala- 
bra, se  elide  la  e  de  la  terminación  abundancial,  y  si  termi- 
na en  consonante,  se  deja  ésta  intacta;  por  ejemplo:  gerre- 
netan  (s)  «en  asadores»;  ollotan  (s)  «en  gallina».  Mdrced  á 
la  elisión  de  la  <?,  se  consigue  distinguir  morfológicamente 
la  forma  indefinida  y  la  definida  plural,  las  cuales  se  confun- 
den, en  las  palabras  que  terminan  en  consonante;  por  ejem- 
plo; AÑHERATAN  (s)  cs  «CU  goioudrina»  y  añheretan  «en  las 
golondrinas»;  semetan  (1)  es  «en  hijo»  y  semeetan  «en  los  hi- 
jos»; CHORiTAN  (s)  es  «CU  pájaro»  y  chorietan  «en  los  pájaros»; 
OLLOTAN  (s)  es  «en  gallina»  y  olloetan  «en  las  gallinas»;  zelu- 
TAN  (s)  es  «en  cielo»  y  zelietan  «en  los  cielos»;  menditan  (1) 
es  «en  monte»  y  mendietan  «en  ios  montes». 

(II.) 

Los  nombres  propios  de  personas  y  los  apelativos  de  sé- 
res  racionales,  en  los  dialectos  basco-hanceses  y  en  los  dia- 
lectos alto-nabarros  septentrional  y  meridional,  usan  de  for- 
mas locativas  especiales,  á  las  que  Mr.  Duvoisin  califica  de 
«perífrasis  respetuosas».^  Se  le  da  al  nombre  el  sufijo  de  po- 
sesión, se  le  une  la  palabra  baitha  (1)  ó  beitha  (s)  y  á  ésta  se 
le  aglutina  el  locativo  /¿.Por  lo  tanto,  la  diferencia  de  modo 
y  níimero  resulta  de  la  presencia  del  sufijo  e>i ;  el  locativo 
permanece  invar¡:ible. 

Es  evidente  que  baitha,  reitua,  os  un  sustaiitivo  capaz 
de  recibir  ciertos  sufijos,  y  que  <lo  ningún  modo  le  cuadra  el 


1    Etudo  sur  la  decl.  basq.,  \wii.  IH. 


-207- 


nombre  ele  partícula  ó  preposición  que  algunos  le  clan.  En 
cuanto  á  saber  cuál  es  la  verdadera  significación  de  ella,  no 
es  empresa  fácil.  Los  Diccionarios  y  Yccabalarios  se  con- 
tentan con  presentar  dicha  palabra  unida  á  los  sufijos  que 
recibe,  calificándola  con  la  denominación  gramatical  que,  se- 
gún acabo  de  decir,  no  le  cuadra,  y  de  traducirla  secamen- 
te, corno  si  fuese  una  preposición  ó  sufijo  «vulgar:  baithan, 
BEiTHAN  «en»;  baitharik,  beitiiarik  «de»;  baithara,  beithaua 
«á».  No  parecen  sospechar  que  se  encierra  algún  misterio, 
y  no  se  ocupan  de  su  significado  separadamente  del  que 
asignan  al  sufijo  que  lo  acompaña.  El  Prmcipe  Bonaparte 
dice  que  baitha  se  encuentra  en  los  di<alectos  pertenecien- 
tes á  las  dos  ramas  lombardas  de  la  lengua  galo  itálica,  con 
el  sentido  de  «cabana,  choza,  retiro»  unas  veces,  con  el  de 
«casa»  otras  y  finalmente  «con  el  de  carbonería».  Aquí  en- 
cuentra el  Príncipe  una  nueva  confirmación  de  la  presencia 
del  antiguo  bascuence  en  Italia.  También  pertenece  esa  pa- 
labra á  varias  lenguas  semíticas,  tal  como  el  hebreo,  en  el 
que  baith  significa  «casa».^  Esta  curiosa  opinión,  tiene  en  su 
abono  la  naturaleza  de  las  relaciones  que  se  expresan  con 
baitha  y  BEiTHA,  las  cuales  siempre  llevan  embebida  la  sig- 
nificación, más  ó  menos  material,  de  sitio  ó  lugar. 

Kespecto  al  uso  de  baitha,  hallo  las  siguientes  observa- 
ciones en  Mr.  Duvoisin.^  «El  sustantivo  de  lugar  baitha 
toma  el  signo  casual  del  positivo  (baithan)  y  se  liga  al  nom- 
bre de  un  ser  razonable.  Este,  convirtiéndose  entonces  en 
régimen  de  un  nombre,  se  pone  en  genitivo.  Si  se  dijera 
AITAN  Ez  düt  si::':ssterik,  semean  gutiago  «no  tengo  confian- 
za en  el  padre  y  en  el  hijo  menos»,  bajo  el  punto  de  vista  de 
la  sintaxis,  la  frase  sería  correcta;  sin  embargo,  estará  me- 
jor dicho:  aitaeen  baithan,  semearen  baithan.  La  libertad  de 
elección  no  siempre  existe.  Un  nombre  propio  merece  más 
respeto  que  un  nombre  genérico;  el  bascuence  no  permite 
poner  en  casos  directos^  es  decir,  en  el  positivo,  en  el  abla- 
tivo y  en  el  directivo,  el  nombre  de  un  hombre;  aunque  se 


1  Remarques,  etc.,  púgs.  10  y  23. 

2  Etude  sur  la  decl.  basq.,  pág.  13. 


-208- 


trate  del  mayor  criminal  se  le  debe  la  fórmula  del  respeto. 
He  aquí  por  qué  se  dirá  debuua  zebilan  judasen  baithan  «el 
diablo  se  agitaba  en  Judas». 

Nada  hay  que  advertir  respecto  á  esta  sulij ación;  basta 
tener  presentes  las  reglas  de  la  aglutinación  del  posesivo  oi. 
Para  hacer  comprender  esto  fácil  mecanismo,  reunir  algu- 
nos ejemplos:  joanaeen  ijaithan  (1)  «en  Juana»;  semearen  bai- 
THAN  (1)  «en  el  hijo»;  etsayen  baithan  (1)  «en  los  enemigos»; 
JAUNEN  baithan  (1)  «CU  los  señores»>;  haueren  baithan  (1)  «en 
los  niños». 

(III.) 

GAN.  =  Es  el  suíljo  locativo  personal,  que  los  dialectos 
bizcaino  y  guipuzcoano  emplean  con  los  nombres  de  perso- 
nas y  seres  razonables. 

En  cuanto  á  su  origen  etimológico  y  para  completar  lo 
dicho  respecto  á  baitha,  trasladaré  aquí  la  opinión  del  Prín- 
cipe Bonaparte.  «ga  se  encuentra  tan  próximo  á  ca,  sinómi- 
no  dialectal  italiano  de  casa^  que  gan  se  traduce  literalmen- 
te por  in  casa  ó  in  ca.  Italia  presenta,  pues,  en  sus  dialec- 
tos, la  palabra  euskara  baita,  y  el  bascuence  á  su  vez,  la  pa- 
labra (ja,  derivada  del  itálico  ca  ó  casa:  nueva  prueba  del 
contacto  basco-itálico.  Hay,  además,  identidad  perfecta  en- 
tre baita  basco-loml)ardo,  y  casa  ó  ca  ítalo-bascongado,  to- 
cante al  régimen,  cuando  van  acompañados  del  nombre  del 
posesor.  Si  á  este  lo  representa  un  nombre  común,  el  ita- 
liano puede,  ad-lihitiím,  hacer  ó  no  preceder  el  nombre  del 
posesor  de  la  preposición  di  «de»,  lo  mismo  que  el  bascuence 
puede,  según  los  dialectos,  y  á  veces  en  el  mismo  dialecto, 
hacerlo,  ó  no,  seguir  del  suíijo  genitivo  de  posesión  ot.  Así 
el  guipuzcoano  expresará  «en  el  marido»  con  senariíagan  ó 
senarrarengan;  el  labortano  con  senharraren  baithan;  el 
alto-nabarro  meridional  con  senaera  baitan,  ni  más  ni  me- 
nos que  el  italiano  traducirá  «en  cas:i  del  marido»  con  <u'n 
casa  del  inarito))  y  de  luui  manera  elegante  y  toscana  hasta 
más  no  poder,  con  «/y/  casa  el  inarifo».^ 

1    Remarques,  ctj.,  im^íi.  ->i  y  -¿i. 


-200 -; 

El  sufijo  GAN  se  usa  siempre  que  el  locativo  se  aplica  á 
una  persona;  por  ejemplo:  ez  det  aekitu  kulpaeik  kvuBAgan 
(g)  ftno  he  hallado  culpa  en  el  niño»;  ¿ñola  bada,  zure  isil- 
GAUZA  iPiÑi  DEzu  EMAKUMEAí/^Jz?  (g)  «¿cómo  pucs,  has  puesto 
tu  secreto  en  la  mujer?» 

La  suñj ación  de  gan  es  sencilla.  El  nombre  propio  la  re- 
cibe: a)  inmediatamente;  h)  mediatamente,  previa  la  inter- 
polación del  sufijo  posesivo;  por  ejemplo:  josegan  y  joseren- 
GAN  «en  José»;  martingan  y  martinengan  «en  Martín»;  maria- 
GAN  y  MARiARENGAN  «CU  María».  Los  apelativos,  en  el  modo 
indefinido,  unen  el  sufijo  al  tema:  semegan  «en  hijo»;  atso- 
GAN  «en  vieja».  Pero  en  el  modo  definido  se  requiere,  ó  la 
presencia  del  artículo  ó  la  del  posesivo,  pues  de  otra  suerte 
sería  imposible  marcar  los  números.  De  aquí  semeagan  y 
seme arengan  «en  el  hijo»;  semeakgan  y  semeengan  «en  los  hi- 
jos»; EMAKUMEAGAN  y  EMAKUMEARENGAN  «eU  la  mujcr»;  EMAKU- 
MEAKGAN  y  EMAKUMEENGAN  «CU  laS  mujcrCS»;  AURRAGAN  y  AU- 
RRARENGAN   «CU  el  uiflO»;    AURRAKGAN  y   AUERENGAN    «en    loS  HÍ- 

ños».  Por  supuesto,  que  en  el  lenguaje  hablado,  excepcional- 
mente  suena  el  grupo  hg;  en  unas  localidades  desaparece  la 
fuerte,  en  otras  la  suave.  Es  mejor  este  segundo  procedi- 
miento, porque  lo  diferencia  de  la  forma  singular;  así,  en 
esos  pueblos  emakumeagan  será  «en  la  mujer»  y  emakumea- 
KAN  «en  las  mujeres».  He  aquí  cómo'^meras  particularidades 
fonéticas  se  convierten  en  elementos  gramaticales  significa- 
tivos. 

VIII. 

(I.) 

EAT,  EA,  LAT,  LA.=Es  el  sufijo  directivo  material  que 
indica  el  movimiento  hacia  alguna  cosa  ó  lugar,  ya  se  trate  de 
un  movimiento  efectivo,  ya  de  una  tendencia  ó  impalso  del 
ánimo;  por  ejemplo:  ¿ze  kulpa  dauku  beste  opizijokuak  zure 

ERRIKO  BARBERUBA  BALDEESA,  ARDAO/Tt  EMONA,  TA  ASTAKI  BAT 

BADA?  (b)  «¿qué  culpa  tenemos  los  demás  del  oficio  si  el 
barbero  de  tu  pueblo  es  zafio,  dado  al  vino  y  asno?»;  jauna- 

15 


—210— 


REN  ECHEm  GOGOZ  SARTU  ZAN  (g)  «seeiitro,  con  gusto,  á  la 
casa  de  Dios»;  emakumea  ganen  da  EcnEraf  (1)  «la  mujer  irá 
á  casa»;  ordian  oihania/íííí  du  eramaiten  (s)  «entonces  lo  lleva 
al  bosque». 

liAT  lo  usan  los  dialectos  basco-franceses  y  ka  los  espa- 
ñoles. Mr.  Duvoisin  dice  que  la  t  es  eufónica,  y  que  debe  em- 
plearse cuando  la  palabra  siguiente  comienza  por  vocal  ó  h; 
por  ejemplo:  eskurat  hartzen  (b)  «tomar  á  la  mano»;  lurre- 
RAT  aktiítkitzea  (1)  «arrojar  á  tierra».^  El  uso  constante  de 
RAT  cuando  no  le  sigue  palabra  que  comienze  por  //  ó  vocal, 
al  menos  en  el  lenguaje  vulgar,  me  impide  la  aceptación  de 
ese  punto  de  vista.  Yo  creo  que  rat  es  la  forma  primitiva  y 
RA  la  forma  alterada. 

Mr.  Van  Eys  opina  (|ue  ra  es  una  forma  truncada,  y  se 
funda  en  que  ninguna  palabra  bascongada  empieza  con  r.^ 
Mas  como  rat  y  ra  jamás  se  emplean  aisladamente,  ó  lo  que 
es  igual,  coino  carecen  de  vida  independiente,  la  razón  pro- 
puesta pierde  parte  de  su  fuerza.  Mr.  Van  Eys  la  deriva  de 
ARAU  «regla»,  de  la  cual,  con  el  sufijo  modal-instrumental,  se 
forma  arauz  «según».  Dice  que  «según»  y  «bácia»  se  tocan  en 
el  significado;  otras  lenguas  expresan  ambas  ideas  con  la 
misma  palabra;  tal  sucede  en  alemán.  En  su  concepto,  esa 
opinión  está  apoyada  en  el  beclio  de  que  varios  sustantivos 
terminados  en  ra,  llevan  embebido  el  sentido  de  «regla»;  por 
ejemplo:  aztura  «costumbre».  Me  ocurren  algunas  objecio- 
nes. En  primer  lugar  ra  no  sigDifica  «bácia»  sino  «á»:  «bá- 
cia» se  expresa  propia  y  especialmente  con  el  destinativo 
RONTz,  RUNTZ  quc  los  dialcctos  bizcaino  y  guipuzcoano  po- 
seen. En  segundo  lugar,  y  así  lo  reconoce  el  mismo  Mr.  Van 
Eys,  la  significación  de  «regla»  desaparece  en  varios  sustan- 
tivos que  acaban  en  ra.  Además,  la  terminación  de  esos  vo- 
cablos no  es  RA,  sino  dura  ó  tura,  la  cual  descompuse,  si- 
guiendo la  opinión  de  Mr.  Van  Eys,  en  tü-|-ra,-^  explicando 
esta  descomposición  el  sentido  genuino  de  la  terminación 
mencionada.  Aun  después  de  rccbazada  la  sutil  ó  imagina- 


1  Etud.  sur  la  docl.  basq.,  yim.  47. 

2  Dict.  basq.-franc,  i>ú|.;.  3-28. 

3  VóaHo  ol  caí),  v,  \»\n.  154. 


—211- 


ria  doctrina  de  la  significación  natural  de  las  letras,  qué  con 
tantísimo  ingenio  defendió  Astarloa  en  su  Apología  y  Dis- 
cursos filosóficos,  siguiendo  deliberada  ó  casualmente  los  prin- 
cipios de  Davies  en  sus  investigaciones  célticas,  es  indudable 
que  en  el  bascuence,  la  r,  unida  á  diversas  letras,  sistemá- 
ticamente expresa  ideas  de  movimiento,  y  este  concepto  no 
se  compagina  bien  con  el  de  «regla»,  que  precisamente  in- 
dica constancia,  tendencia  uniforme,  naturaleza  estática  y 
no  dinámica. 

La  permutación  fonética  común  de  r  en  I  ha  obrado  tam- 
bién sobre  el  sufijo  ra.t.  En  la  región  labortana  de  las  ori- 
llas de  la  Nive  y  en  los  confines  de  la  Baja-Nabarra,  dicha 
permutación  tiene  lugar,  pero  no  constantemente,  con  las 
palabras  terminadas  en  a;  por  ejemplo:  landala.  «á  la  here- 
dad» ó  «á  la  pieza  de  labranza».^  Los  suletinos  poseen  la  per- 
mutación constante,  en  el  modo  definido  singular  de  los 
nombres:  así  se  ve,  que  la  permutación  se  verifica  siempre 
por  la  influencia  de  la  a  vecina,  pues  en  labortano  es  preci- 
so que  la  palabra  termine  en  esa  letra  para  que  eat  se  true- 
que en  la  y  en  suletino  es  indispensable  que  la  palabra  sea 
singular  definida,  es  decir,  que  también  termine  en  a;  por 
ejemplo:  zeliala  «al  cielo»;  lurrialat  «á  la  tierra». 

Todo  nombre  terminado  en  consonante,  ya  sea  propio  ó 
apelativo,  intercala  una  e  de  ligadura;  por  ejemplo:  larraun- 
eRA  «á  Larraun»;  oyean^rat  (1)  «al  bosque».  Los  acabados  en 
vocal,  no  la  necesitan:  mendira  (g)  «al  monte»;  sorora  (g)  «á 
la  heredad». 

La  forma  plural  se  obtiene  sufijando  ra,  rat  á  la  termi- 
nación abundancial  eta,  sin  hacer  caso  del  hiato;  BEGietara 
(g)  «á  los  ojos»;  OYB.k^etarat  (1)  «á  los  bosques»;  izK^'B.etara 
(g)  «á  las  estrellas»;  -^cK^etara  (g)  «á  las  casas»;  B.KS.'Bietarat 
(1)  «á  las  piedras». 

(n-) 
El  sustantivo  baitha,  beitha  unido  al  sufijo  posesivo,  to- 


1    Duvoisin.  Etude  sur  la  decl.  basq.,  pág.  47. 


-212- 

m  a  el  directivo  eat,  ea,  constituyendo  nna  forma  directiva 
personal ,  propia  de  los  dialectos  labortano  y  siiletino;  por 
ejemplo:  semeren  baithara  (1)  «á  hijo^  aitaeen  baithaea  (1) 
«al  padre»;  yaunen  baithaea  «á  los  señores». 

GANAT,  GANA.  =  Es  otro  sufijo  directivo  personal,  cono- 
cido en  los  cuatro  dialectos,  que  so  aglutina  á  los  nombres  de 
seres  animados,  aunque  sean  de  animales,  si  se  personalizan 
en  el  discurso;  por  ejemplo:  zoaz,  nagia,  CHiNAUEEAEENí7a?7<x 

(Ax.)    «vete,   perezoso,   á  la  hormiga»^;   chichaeea dijoa 

AEEASTAKA  CRiEGURRiAg  COI  a  (Itur.)   «la   cbicliarra se  va  á 

rastras  á  la  hormiga»;  eta  noizik  behin  ethoetzen  zeizkidan 

PLAZEE  HETAEIK  ILKITZEKO  ETA    JAmKOAgaJlflt   ITZULTZEKO  DES- 

IRKUNDE  BAizuK  (Ax.)  «y  de  cuando  en  cuando  me  venía  un 
deseo  de  salir  de  estos  placeres  y  de  volverme  á  Dios»;  bada 

ECHE  AU  AETZEN  DOT  GAUETIK  OSTATUTZAT,  GUADALUPEríl,  EEEE- 

GE(j((iia,  NUAN  AETEAN  (b)  «pucs  esta  casa,  desde  hoy,  la  tomo 
por  posada,  mientras  voy  á  Guadalupe,  al  rey».  En  este  últi- 
jno  ejemplo  se  ve  perfectamente  la  diferencia  que  existe 
entre  el  uso  de  ea  y  el  de  gana. 

GANx\  parece  ser  una  forma  contraída.  En  el  lenguaje 
vulgar  es  muy  común  contraer  el  directivo,  sobre  todo  si  el 
nombre  termina  en  a;  por  ejemplo:  ieuxa  «á  Pamplona», 
HEENANiA  «á  Hemani»,  tolosa  «á  Tolosa»,  en  vez  do  ieuñaea, 
HEENANiEA,  TOLOSAEA.  Por  lo  tauto,  GANA  podría  scr  uua  con- 
tracción de  GANEEA.  A  primera  vista  puede  parecer  extraña 
la  amalgama  de  un  sufijo  material,  ea,  con  un  personal,  gan; 
pero  existen  otros  ejemplos  de  esta  amalgama  y  por  lo  mis- 
mo]no  repugna  admitirla  en  un  caso  más. 

Los  dialectos  basco-franceses  aglutinan,  generalmente, 
el  sufijo  GANA  al  sufijo  EN,  pero  tampoco  desconocen  el  pro- 
cedimiento de  sufijarlo  á  la  forma  articulada  del  nombre;  los 
dialectos  bizcaino  y  guipuzcoano  se  ajustan  con  gana  á  las 
mismas  reglas  que  rigen  para  gan. 

IX. 

INO,IXO,ÑÜ,  NO.  =  blst>l  sufijo  limitativo  de  dirección;  indi- 


-2i:j- 


cael  punto  preciso  en  el  que  ha  de  suspenderse  el  movimien- 
to proyectado  o  en  vías  de  ejecución.  Corresponde  al  «hasta» 
del  castellano;  por  ejemplo:  naste  galgakri  au  tabernaku- 
LOAREN  ONDORA/'/o  ZAiíALDu  zAN  (g)  «aquella  pemiciosa  mezcla 
se  extendió  hasta  cerca  del  Tabernáculo»;  nik  geijago  esti- 

METAN  DOT  BURUKO  ULE  TRENZA  GERRIRAÑ0  ELDUTEN  JATANA   (b) 

«yo,  estimo  más  las  trenzas  de  pelo  que  me  llegan  hasta  la 

cintura»;  EZTA  EDIREITEN  EGIN  ZUELA  EGUNDA7'r¿0  yondone  pau- 
LOK    YURAMENTURIK  ESKIRIBUZ  BAIZEN    (Ax.)     «UO  86   eUCUentra 

que  San  Pablo  juró  hasta  el  día  (jamás)  sino  por  escrito». 

No  se  aglutina  directamente  al  nombre,  sino  á  otro  su- 
fijo, que  es  el  directivo  material,  en  su  doble  forma  de  sin- 
gular y  plural:  echeraxo  (g)  «hasta  casa»;  mendiet araño  (g) 
«hasta  los  montes»;  hirialano  (s)  «hasta  el  pueblo»;  handie- 
TARADiNo  (s)  «liasta  los  grandes».  La  forma  xo  pertenece  á  los 
dialectos  guipuzcoano  y  bizcaino;  las  formas  no,  ino,  ixo  á 
los  dialectos  de  Francia.  Los  adverbios  pueden  recibirlo  di- 
rectamente: ONAÑo  «hasta  aquí»;  ora  ño  «hasta  ahora». 

En  las  locuciones  de  tiempo  se  unen  ño,  no,  ino,  iño  á  la 
tercera  persona  de  singular  del  presente  do  indicativo  del 
verbo  «ser»,  da  «es».  Por  lo  tanto,  daño,  rano  son  dos  formas 
distintas  del  mismo  sufijo,  y  no  una  misma  forma  alterada 
eufónicamente,  como  lo  han  supuesto  algunos.  El  dialecto 
guipuzcoano  reserva  la  forma  daño  con  rigor,  para  las  locu- 
ciones arriba  nombradas;  por  ejemplo:  gaurdaño  «hasta  hoy»; 
BiARDAÑo  «hasta  mañana»;  aurtendaño  «hasta  este  año»;  etzi- 
DAÑo  «hasta  pasado  mañana»;  en  los  otros  dialectos  no  se 
observa  con  tanta  puntualidad  esta  diferencia  entre  daño  y 
RANO.  Uno  de  los  ejemplos  suletinos,  handietaradino,  nos 
presenta  la  primera  de  estas  dos  formas  con  un  adjetivo. 

Fenómenos  fonéticos. — da  «es»,  al  recibir  ño,  no,  suele 
cambiar  la  a  qií  ey  en  i  en  los  dialectos  bizcaino,  labortano 
y  suletino,  de  donde  resultan  las]  formas  deño,  diño,  diño. 
Hay  que  distinguir,  en  suletino,  la  forma  diño,  proveniente 
de  la  trasformación  de  da  en  di,  de  la  forma  deino  que,  ade- 
más de  la  permutación  verbal,  nos  ofrece  el  sufijo  íntegro 
ino,  y  no  creer,  como  ciertos  autores,  que  ésta  i  es  meramen- 
te ortográfica,  estando  introducida  para  marcar  la  mojadura 


-214- 


de  la  ;¿,  pues  en  algunos  escritores  basco-franceses  se  en- 
cuentra escrito  iÑ'o  y  no  hemos  de  suponer  que  se  valen  de 
dos  signos,  la  /  y  la  /'/,  para  expresarla  alteración  fónica  de 
la  n. 

La  permutación  de  la  /•  en  g  la  hallamos  en  el  sufijo 
compuesto  bizcaino;  en  este  dialecto  se  oye  azkení/ixo  «has- 
ta lo  último»,  en  lugar  de  azkeníZiño. 

(II.) 

Hay  ocasiones  en  que  el  sufijo  ño,  en  vez  de  unirse  al 
sufijo  directivo  ra,  etara,  ó  á  la  Üexión  verbal  da,  se  une  al 
sustantivo  arte,  resultando  arteraño,  que  lit.  significa 
«hasta  el  espacio...»  Esta  manera  de  hablar  la  reserva, 
por  lo  común,  el  dialecto  guipuzcoano  para  los  verbos,  mien- 
tras que  el  labortano,  y  el  mismo  suletino,  suelen,  frecuen- 
temente, aglutinar  ño  á  las  flexiones  verbales;  por  ejemplo: 

NESKATO  OSOKI  GALDUAK  DIRE/lo    KONFIANZA    IZPI    BAT    BADUT   (1) 

«hasta  que  las  muchachas  están  completamente  perdidas 
conservo  un  ápice  de  confianza».  Este  sufijo  ño  pospuesto  á 
las  flexiones  verbales,  sirve  también ,  en  los  dialectos  fran- 
ceses, para  expresar  la  idea  de  «mientras,  en  tanto»,  etc.; 
por  ejemplo:  berri  dire/Io  egotzi  behar  dirá  (Ax.)  <anientras 
son  nuevos  (los  pecados)  se  deben  de  lanzar».  El  dialecto 
guipuzcoano,  sobre  todo  el  de  los  buenos  escritores,  cuando 
el  adverbio  «hasta»  se  refiere  á  un  verbo,  emplea  preferente- 
mente el  arteraño:  ikusi  arteraño  «hasta  ver»;  ill  arteraño 
«hasta  morir».  Tanto  este  dialecto  como  el  bizcaino,  com- 
parten el  uso  de  arteraño  con  artean  (g)  artian  (b),  que  es 
el  mismo  nombre  en  locativo:  geresak  alde  d agiten  artian 
(b)  «hasta  que  se  alejen  las  sombras»;  etziran  gelditu,  gu- 
rutze  batean  iltzez  josi.\  ta  illa  ekusi  zuten  artean  (g)  «no 
se  detuvieron  hasta  que  lo  vieron  atravesado  de  clavos  y 
muerto  en  una  cruz».  El  Padre  Mendiburu,  por  nacido  y 
criado  en  Oyarzun,  que  habla  el  dialecto  alto-nabarro  septen- 
trional, nos  presenta  ejemplos  en  que  la  manera  de  los  dia- 
lectos de  Francia  alterna  con  la  que  es  corriente  en  Gui- 
púzcoa y  Bizcaya:  gelditu  zen  jesús  gurekin  ,  gueekin  ego- 


-í?15— 


TEKO,  MUNDUAK  IRA.UTEN  ZUEÑO,  EDO   AZKEN  JUIZIOKO  EGUNA  ETO- 

RRi  ARTEAN^  «Jesús  SG  qiiedó  con  nosotros,  para  estar  con 
nosotros  mientras  clr.ra  el  mundo  ó  hasta  que  venga  el  día 
del  último  juicio». 

Fenómenos  fonéticos. — La  concisión  de  la  frase  hablada 
produce,  á  veces,  la  supresión  de  xo:  ikusi  arte  «hasta  ver»; 
ILL  ARTE  «hasta  morir».  Estas  locuciones  son  más  propias  del 
dialecto  alto-nabarro  septentrional  que  de  los  demás. 

La  forma  guipuzcoana  típica  arteraño  ha  sufrido  en 
otros  dialectos  notables  mutilaciones.  El  labortano  la  ha  re- 
ducido á  arteño  y  el  suletino  á  artiño,  y  ambos  también  en 
compañía  de  los  bajo-nabarros,  á  artio,  arteo  que  es  la  más 
contraída  de  todas,  pasando  de  ellos  á  los  dialectos  congé- 
neres de  España;  por  ejemplo:  hemendik  aintzina,  orai  arteo 
RÉZALA  (1)  «de  aquí  en  adelante,  como  hasta  ahora». 

El  dialecto  suletino  tiene  para  los  nombres  una  forma 
especial  del  sufijo  ño  que  es  drano:  por  ejemplo:  hirial adra- 
no  «hasta  el  pueblo»;  zeltetaradrano  «hasta  los  cielos.»  Si 
DRA  no  es  la  forma  contraída  de  dirá  «son»,  tal  como  la  usa 
el  sub-dialecto  roncales,  no  me  doy  cuenta  de  la  composi-' 
ción  de  drano.  Algo  me  retrae  de  adoptar  27z.  coyitinentí  ese 
punto  de  vista,  la  circunstancia  de  ser  plural  dirá  y  encon-: 
trarla  en  uso  en  casos  singulares.  Se  exphca  perfectamente 
zelietaradrano  «hasta  los  que  son  cielos»  (H^-)>  P^ro  no 
HiRiALADRANO  «liasta  los  quc  son  ciudad»  (lit.).  Mas  como  he- 
mos de  hallar  otros  muchos  ejemplos  de  sufijos  plurales  ó 
pluralizados  para  expresar  el  singular,  y  la  misma  deforma- 
ción de  DRA  ha  podido  ser  causa  de  que,  oscureciéndose  ó, 
borrándose  su  significado,  se  haya  extendido  su  empleo  del 
plural  al  singular,  juzgo  que  la  explicación  propuesta  es 
admisible. 

X. 

HONTZ,  EUNTZ.==Es  el  sufijo  directivo  que  indica  la 
intención  ó  el   acto   de   encaminarse,  en   sentido   propio  ó 


1    Jesuse.i  biotz  maitearen  debozioa,  2.a  edición,  púg.  52. 


—210- 


figurado,  hacia  algún  sitio,  pero  de  una  manera  indetermi- 
nada, sin  expresar  el  ánimo  íirme  de  llegar  allí;  por  ejem- 
plo: ETA  ADITURIK  ÑOLA  ISRAELDARllAK  ZEUDEN  JUSO-MORTUAN, 
PRESTATU  EZKEROZ,  BASO-MORTUVO/^Y^  ABIATU  Z.\N  (g)  «y  luibíen- 

do  oido  cómo  estaban  los  israelitas  en  el  desierto,  después 
de  preparar  su  ejército,  se  encaminó  hacia  el  desierto». 

Este  sufijo  es  propio  de  los  dialectos  guipuzcoano  y  biz- 
caino.  En  los  nombres  de  seres  razonables,  es  muy  común 
sufijarlo  al  locativo  personal  gan;  aitaganontz  (g)  «hacia  el 
padre»;  gizonenganontz  (g)  «hacia  los  hombres».  También  se 
aglutina  simplemente  al  nombre  articulado;  aurraganontz 
(g)  «hacia  el  niño».  Pero  con  los  nombres  de  cosa,  se  sufija 
al  tema  nominal,  no  haciéndose  diferencia  entre  el  indefini- 
do y  el  singular;  para  el  plural  se  recurre  á  la  termina- 
ción ETA. 

Fenómenos  fonéticos. — Si  el  nombre  termina  en  vocal, 
toma  el  sufijo  inmediatamente;  si  termina  en  consonante, 
se  interpone  una  e  de  ligadura;  por  ejemplo:  echerontz  «ha- 
cia casa»;  mendirontz  «hacia  el  monte»;  bazterr^rontz  «hacia 
el  rincón»;  lancrontz  «háuia  el  trabajo».  La  terminación  eta 
nada  requiere:  mendietarüntz  «hacia  los  montes»;  larreta- 
EONTZ  «hacia  los  trabajos». 

XI. 

GAITI,  GATIK.=Es  el  sufijo  causal,  que  vale  para  ma- 
nifestar el  por  qué  de  la  acción  ejecutada,  expresada  y  pro- 
yectada;  por  ejemplo:   erhegututen  deutsuet  jerusalengo 

alabar,  KAIvirOETAKO  BASAUNTZAK    ETA  OREINAKf/a/r/   (b)   «yO  OS 

ruego,  hijas  de  Jerusalen,  por  las  cabras  monteses  y  los 
ciervos  do  los  campos»;  ematen  dituen  oNDASUNAKí/a///.',  jesus 
DA  MAiTAüARRiA  (g)  «por  los  bícues  quo  da,  es  Jesús  adora- 
ble»; BEARTZEA^rt///i'  GU  JESUSEK  BERA  MAITATZERA  (g)  «por  oblÍ- 
garnos  Jesús  á  que  le  amemos  á  él  mismo»;  G\^zim¡,gatik 
HAU  DA  EGiA  SEGURA  (1)  «por  todos  ésta  63  Verdad  segura». 
GAITI  es  el  causal  del  bizcaino;  gatik  el  de  los  díMuás  dia- 
lectos. 

La  sufijación,  en  los  cuatro  dialectos,  puede  hacerse:  a) 


—an- 
al nombre  indeñnido,  sin  que  sea  precisa  e  de  ligadura  si 
termina  en  consonante:  h)  á  la  forma  articulada,  singular  y 
plural:  c)  al  nombre  provisto  del  sufijo  posesivo.  Según 
Mr.  Geze,  es  la  sufijación  con  el  artículo,  más  propia  para 
expresar  la  idea  de  «á  pesar  de»,  y  la  sufijación  con  el  pose- 
sivo, mejor  para  interpretar  la  idea  de  «á  causa  de».^  Aunque 
en  el  lenguaje  escrito  se  trascribe  el  grupo  lig^  que  resulta 
de  encontrarse  el  artículo  plural  seguido  del  causal,  en  el 
lenguaje  hablado  solo  se  oye  el  sonido  fuerte.  Ejemplos  que 
demuestran  esta  sufijación:  bukugatik  «por  cabeza»;  langa.- 
TiK  «por  trabajo»;  bueuagatik  «]3or  la  cabeza»;  buruakgatik, 
por  las  cabezas»;  lanarengatik  «por  el  trabajo»;  lanengatik 
«por  los  trabajos».  Y  en  el  dialecto  sídetino:  lanagatik  «á  pe- 
sar del  trabajo»;  lanakgatik  «á  pesar  de  los  trabajos»;  lana- 
eengatik  «á  causa  de,  por  el  trabajo»;  lanengatik  «á  causa 
de,  por  las  trabajos». 

XII. 

TIK,  DIK,  TI,  DI,  RIK.  =  Es  el  sufijo  separativo,  ó  de 
procedencia  material.  Presupone  el  concepto  de  movimien- 
to, y  sirve  para  marcar  el  lugar  desde  donde  se  viene  ó 
arranca  la  acción;  por  ejemplo:  jakin  baneu  lenegoí'í'  barberu 
CHAR  BAT  BAÑO  ETZINIALA  (b)  «sí  Ilubiera  sabído  antes  que  no 
eras  sino  un  mal  barbero»;  baña  kz  dau  inos  mozolo  izate¿¿ 
urten  (b)  «pero  nunca  sale  de  biiíio»;  aní/Z/j  bastee  samaría 
siTiATU  zuEN  (g)' «de  allí  pronto  sitió  á  Samarla»;  bmakume  ba- 
tee ATzoí¿7i'  deadar  egin  zion  (g)una  mujer  le  gritó  desde 
atrás»;  jainkoak  zeruetatik  euri-jasaeen  gisan  gaeia  bialdu- 
KO  dio  (g)  «el  Señor,  á  manera  de  una  lluvia  torrencial,  le 
enviará  desde  los  cielos  trigo»;  laborariaren  on  guziak  hel- 
Du  dirá  iiiru  gauzeta77"A-  (1)  «todos  los  bienes  del  labrador 
proceden  de  tres  cosas»;  aisa  joanen  nuk  gora  zilota/yVj  (s) 
«fácilmente  saldré  arriba  desde  los  agujeros»;  arghi  astian 
o-í^Etik  JAIKIRIK  (s)  «habiéndose  levantado  de  la  cama  al  ra- 
yar del  día»;  hedatzen  den    ongarei;í¿7»;   pharte  bat  baenegi 


1    Elem.  de  afam.  basq.,  iiág.  31. 


-218- 


SARTZEN  DA  (1)  «del  ñemo  que  está  extendido,  se   entra  una 
parte  más  adentro». 

Las  formas  sin  k  pertenecen  al  dialecto  bizcaino;  las  for- 
mas TiK  y  DiK  son  variantes  eufonizadas,  cuyo  empleo  está 
subordinado  á  la  clase  de  consonante  que  las  precede,  en 
el  dialecto  guipuzcoano  con  mucha  más  regularidad  y  cons- 
tancia que  en  los  demás,  que  se  muestren  bastante  indife- 
rentes; si  es  n  va  dik  y  sino  tik.  La  forma  rik  es  propia  de 
los  dialectos  franceses,  aunque  también  asoma  por  el  bizcai- 
no literario,  como  puede  verse  leyendo  á  Olaechea,  cuyo 
bascuence,  dicho  sea  de  pasada,  es  deplorable. 

Acerca  de  la  forma  rik,  Mr.  Van  Eys  ha  promovido  una 
cuestión.  Mr.  Geze  da,  como  correspondiente  á  lo  que  él 
llama  ablativo  de  movimiento,  las  terminaciones  ríe  y  tik; 
por  ejemplo:  echerik  elki  da  «ha  salido  de  casa»  y  echetik 
ELKi  DA.  ^  Mr.  Duvoisin  es  también  de  opinión  de  que  rik  es 
una  variante  de  dik,  y  sostiene  que  se  debe  al  deseo  de 
evitar  confusiones  entre  el  ablativo  y  el  partitivo^ — no  el 
directivo — según  dice  Mr.  Yan  Eys  en  su  crítica  de  esta 
opinión,  tomando  por  buena  una  mera  errata  de  imprenta. 

Para  el  euskarista  holandés  el  uso  simultáneo  de  dik  y 
EiK,  se  debe  á  una  confusión  producida  por  la  influencia  de 
las  lenguas  románicas,  en  las  que  el  partitivo  y  el  destina- 
tivo  se  expresan  con  la  misma  preposición  «de».^  Yo  no  creo 
en  tal  confusión;  creo  en  un  cambio  fonético  de  la  mudiv 
dental  fuerte,  á  la  vibrante  lengual  suave.  El  desarrollo  se- 
rial del  sufijo  que  nos  ocupa  ha  sido;  de  tik  á  ti  y  á  dik;  una 
vez  obtenidas  las  formas  suaves,  el  paso  de  la  d  á  la  r  era 
muy  fácil ,  pues  ésta  permutación  es  bastante  frecuente  en 
bascuence. 

Este  sufijo  se  aglutina  siempre  al  nombre  indefinido  ó 
tema  nominal;  se  vale  de  e  de  ligadura  si  acaba  en  conso- 
nante; LURRCTiK,  LAN6'TiK  «dc  la,  dcsdc  la  tierra»,  «del,  desde 


1  Elem.  de  Gram.  basq.,  páRs.  21  y  2;{. 

2  Etud.  sur  la  decl.  basq.,  iiá^.  ;tU.— Mr.  Duvoíríu  llama  partitivo  al  Rufljú  que  yo  llamo  inte- 
rrogativo—uugativo,  fonaamlü  uua  do  las  dos  doiiomiiiacioiius  quo  lo  dan  Üybonart  y  Larra- 
moudi. 

\i    Gram.  comp.,  púg.  CG. 


-219- 


el  trabajo»;  los  adverbios  no  se  rigen  por  esta  regla:  emen- 
DiK  «de  aquí»,  andik  «de  allí»,  ortik  «de  ahí»). 

La  forma  plural  se  obtiene  recurriendo  al  procedimiento 
que  conocemos;  oyhanetik  «de  los,  desde  los  bosques;  men- 
DiETATiK  «de  los,  desdc  los  montes».  Claro  es  que  en  el  plu- 
ral sucederá  lo  que  en  singular:  coexistencia  de  una  forma 
ETATiK  y  de  otra  etarik. 

Mr.  Yan  Eys,  en  un  párrafo  de  su  Gramática  (el  5.°  del 
cap.  VI.),  párrafo  que  no  me  parece  muy  claro,  rechaza,  en 
concepto  de  viciosa  y  errónea,  la  forma  etarik,  que  él  juzga 
es  considerada  como  plural  del  sufijo  ik.  Y  como  ik  para  el 
euskarista  holandés  es  un  ¡plural,  resulta  un  contrasentido 
la  existencia  de  etarik,  plural  de  un  plural. 

Se  me  figura  que  Mr.  A-'an  Eys  ha  reñido  una  gran  ba- 
talla con  fantasmas.  Un  modesto,  pero  entendido  gramáti- 
co del  país,  puesto,  por  lo  tanto,  en  el  índice  de  cierta  ca- 
marilla lingüística,  se  expresó  con  toda  corrección  al  tratar 
este  punto:  «Cuando  el  nombre  viene  en  plural — dice  des- 
pués de  haber  explicado  el  uso  de  dik  con  arreglo  á  las  eu- 
fonías— ya  se  acabe  en  consonante,  ya  en  vocal,  se  aiiade 
etatik;  V.  g.:  lanetatik  «de  las  labores;  gañetatik  «de  los  al- 
tos»; ECHETATIK  «de  las  casas»;  basoetatik  «de  los  montes». 
En  un  dialecto,  en  lugar  de  etatik  se  dice  etarik;  v.  g.:  la- 

NETARIK,  BASOETARIK».^ 

Cambiando  las  palabras  «un  dialecto»  por  «los  dialectos 
de  Francia»,  nada  hay  que  reprender  en  el  texto  citado,  el 
cual,  con  pocas  palabras,  dice  cuanto  importa  saber,  etarik 
nada  tiene  que  ver  con  ik,  sino  con  dik  =  rik  del  cual  es  plu- 
ral. Todos  los  textos  que  ha  reunido  Mr.  Yan  Eys  para  su 
trabajosa  y  poco  necesaria  discusión,  confirman  la  certera 
observación  del  tratadista  guipuzcoano.  joanesen  baptismoa 
ZERUTiK  ZEN,  ALA  GizoNETARiK?  «¿el  Bautismo  de  Juan  era 
del  cielo  ó  de  los  hombres?»,  procedencia  plural  la  segunda 
(etarik)  y  singular  la  primera;  hura  resüzitatu  izandu 
ILETARIK  «lo  había  resucitado  á  aquel  de  los  muertos»  (es 
decir,  «de  entre  los  muertos);  procedencia  plural»;  eta  othoi 


1    Larclizábal,  Gramática  vascongada,  pág,  74. 


-2-20 — 


BEGí  SEZAN  PEniLL  GU/iETARiK  «y  iiiegíi  lo  presei've  de  todos 
los  peligros»;  procedencia  plural.  Y  si  los  guipuzcoanos,  se- 
gún observa  Mr.  Van  Eys,  habrían  dicho:  hura  resuzitatu 
IZAN  DU  iLLETATiK,  no  tendrán  más  razón  que  la  que  se  halle 
en  admitir  ó  rechazar  ésta,  la  otra,  ó  la  de  más  ahí  de  las 
permutaciones  conocidas  en  bascuence ,  pero  sin  que  pueda 
deducirse  de  la  preferencia  ¡pie  nos  ocupa ,  la  consecuencia 
de  estar  confundido  por  labortanos  y  suletinos  lo  que  los  gui- 
puzcoanos distinguen. 

(n.) 

GANDIK,  GANIK.  =Es  el  sufijo  de  procedencia  perso- 
mil,  llamado  elativo  por  algunos  lingüistas.  Se  emplea  exclu- 
sivamente para  marcar  la  persona  ó  ser  razonable  del  cual 
se  aparta  la  acción  realizada  ó  posible,  gandir  es  la  forma 
guipuzcoana;  ganik  la  de  los  tres  restantes  dialectos;  por 
ejemplo:  ja.to  zan  harija  BiRGmikganik  (b)  «nació  de  la  Vir- 
gen Maria»;  ni  iltzeko  esküaldiarekin  zaudela;  baño  eskual- 
Di  AU  JÁmKOAgajidiJi  datorkizu  (g)  «estás  con  jurisdicción 
para  matarme;  pero  esa  jurisdicción  te  viene  de  Dios»;  ham- 
batenaz  deabrua  jaunago  eta  nabusiago,  hambatenaz  jain- 
KOkganik  urrunago  eta  apartago  (Ax.)  «cuanto  más  dueño  y 
señor  el  diablo,  tanto  más  lejano  y  apartado  de  Dios». 

Los  nombres  propios  reciben  este  sufijo  en  el  indefinido, 
no  siendo  obligatoria  la  e  de  liyidura  si  terminan  en  conso-- 
nante:  martingandik  «de  Maraiii);  dabidí'Gandik  «de  David». 
Los  demás  nombres  lo  toman  en  la  forma  definida:  aurra- 
gandik  «del  niño»;  apeizakgandik  «de  los  sacerdotes».  Según 
Larramendi^  es  muy  elegante  unir  este  sufijo  al  de  posesión, 
diciendo:  aurrarengandik  «del  niño»;  apeizengandik  «de  los 
sacerdotes».  En  los  dialectos  basco-franceses  es  obligatorio 
este  último  procedimiento:  semearenganik  «del  hijo»;  etsayen- 
GANiK  «de  los  enemigos». 

XIII. 

IK.=:  Es  el  sufijo  interrogativo-negativo.  «Oyhenart  da  á 


1    Arte  de  la  lengua  bascongada,  od.  17.29,  iiú<;.  :)-2C. 


este  caso  el  nombre  de  negativo,  porque  va  amenudo  acom- 
pañado de  negación.  Larraniñndi  observa  que  se  emplea  con 
negación,  sin  ella  y  con  interrogación.  Lecluse  deduce  que 
este  caso  debe  ser  considerado  como  un  partitivo;  este  es  el 
nombre  adoptado».^  Sus  funciones  con  el  nombre  son  muy 
numerosas.  Se  emplea:  a)  cuando  se  pregunta:  h)  cuando  se 
niega:  c)  cuando  se  expresan  cantidades  indeterminadas:  d) 
cuando  la  palabra  á  que  puede  sufijarse  se  refiere  á  un  su- 
perlativo: é)  cuando  se  habla  hipotética  ó  condicionalmente; 
por  ejemplo:  ¿nos  jan  dozube  echian  alango  lapikorí'A?  (b) 
«¿cuándo  habéis  comido  de  semejante  puchero?»;  eztute  izen 
OBEAGORzVt;  MEEEzi  (g)  ((uo  mcreccn  nombre  mejor»;  eskehe/Z- 
asko  emango  dizkiozu  nere  partez  (g)  «le  darás  muclias  gra- 
cias de  mi  parte»;  españako  euskaldun/A  geyenak  «los  más  de 
los  bascongados  de  España»;  ¡ah!  dirüríVv  balu  (g)  «¡oh!  si 
él  tuviese  dinero»;  ezdigu  aingeruen  aitamen/Z;  egiten  (g)  «no 
nos: hace  mención  de  los  ángeles»;  abelek  bildots¿/>-  obenak 
eta  gizenenak  eskentzen  ziozkalako  (g)  «porque  Abel  le  ofre- 
cíapos  más  gordos  y  mejores  corderos»;  ¿ñola  bada,  demboea 
artan  umerz'/í-  etzenduen?  (g)  «¿cómo  pues,  en  aquel  tiempo 
no  tenías  hijo?»;  erran  aintzinean  ez  dugula  ongarrir^A*  aski 
EGITEN  (1)  «he  dicho  antes,  que  no  hacemos  bastante  abono»; 

¿IPHARRETIK  HEG0ARA,  NON  DA  JENDAKI  ARGITU  EDO  SALBAYA  ZUK 

iKHUsí  EZ  DuzuNiA?  (1)  «¿dcsdc  el  norte  al  mediodía  dónde 
hay  naciones  ilustradas  ó  salvajes  que  no  hayas  visto?»;  ez- 
TUELA  barkhamendur//.'  merezi,  zeren]maliziazkoa  baita  (Ax.) 
«no  merece  perdón,  porque  es  de  malicia»;  eta  halakoak,  ez 

KONSEILLU  ONL.":,  EZ  PREDIKARIEN  EREANEZ,  EZ  BERE  LAGUNAR 
HILTZEN  ZAIZaLA  IKHUSTEAZ,  ETA  EZ  HÜNELAKO  BERTZE  GAU- 
ZAZ,  EZTU  KONTUR¿'A-  EGITEN,  ETA  EZ  PROBECHUR/A;  ATHERATZEN, 

kalteríA  baizen  (Ax.)  «y  los  tales ,  ni  por  buen  consejo, 
ni  por  dicho  de  los  predicadores,  ni  por  el  ver  que  se  les 
mueren  los  amigos,  ni  por  otras  cosas  semejantes  hacen 
reparo,  ni  sacan  provecho  ,  sino  perjuicio»;  zeren  hore- 
TAN  beitzen  ardí  beghirazale  omh  (s)  «porque  en  los  perros 
tenía  la  oveja  buena  guarda»;  ene  ama  orano  dit  egozkiten, 


1    Etud.  sur  la  decl.  basq.,  pág.  ü. 


223 


ERRATTEN  DERRO  aciiuríZ;  (s)  «toílavía  mi  madre  me  amaman- 
ta, le  dice  el  cordero»;  ¿dago  iñor  ez  dagiyan¿7i-  ni  nazala, 

ODOL  GARBITIK  ETORRIA  IZANDA  liERE,  GIZON  LANDERRA?  (b)  «¿hay 

nadie  que  no  sepa,  que  aunque  procedente  de  sangre  lim- 
pia, soy  yo  hombre  llano?»;  (¡üzürrezko  onorer¿/v  ezdot  nai 
NiK  (b)  «yo  no  quiero  honor  (hecho)  de  mentiras».  Los  dia- 
lectos de  Francia  usan  más  del  ih  qae  los  dialectos  guipuz- 
coano  y  bizcaino;  algunos  de  los  ejemplos  suletinos  demues- 
tran que  estos  dialectos  extienden  su  empleo  á  casos  que  no 
figuran  en  la  enumeración  del  texto,  que  está  formada  con 
arreglo  á  la  práctica  universal  de  los  cuatro:  de  esos  oasos 
será  maestro  el  uso.  El  nombre  de  interrogativo-negativo 
que  doy  á  este  suñjo,  está  muy  lejos  de  satisfacerme  del 
todo;  pero  á  falta  de  otro  más  breve  y  expresivo  y  teniendo 
en  cuenta  que  describe  dos  de  sus  principales  funciones,  á 
él  me  atengo. 

Este  suñjo,  merced  á  la  permutación  fonética  de  t  ó  d  en 
r  ha  sido  confundido  con  el  sufijo  de  procedencia  material. 
Mr.  Van  Eys^  al  hablar  de  sus  diversas  funciones  dice  que 
corresponde  á  «de,  cualquiera»,  y  cita  el  ejemplo   kz  dago 

GLORIARIK  JAUNGOIKOAREN     AGINDUAK    GORÜEBAGE    traducido  CU 

los  siguientes  términos:  úl  n  y  á  ])as  de  gloire  sans  /'  obser- 
vance  dss  coinandemeiits  de  Dieib).  Mr.  Van  Eys  ha  tomado 
una  particularidad  de  la  sintaxis  francesa  por  una  función 
del  sufijo  //•;  (jue  en  francés  no  pueda  decirse,  en  el  sentido 
del  texto,  «¿7  /i  y  á  pas  gloire»  como  se  dice  en  castellano  «no 
hay  gloria  sin  la  observancia  de  los  mandamientos  de  Dios», 
no  significa,  en  manera  alguna,  que  el  sufijo  iJí  del  texto 
lleve  embebida  la  preposición  «de».  Justo  es  declarar  que, 
posteriormente,  Mr.  Van  Eys  rectificó  su  opinión  en  los 
siguientes  términos:  «el  sufijo  ik  se  emplea  cuando  el  sus- 
tantivo al  que  se  une  se  toma  en  un  sentido  indefinido.  En 
otras  lenguas  á  ese  sustantivo,  siendo  indefinido,  no  le  pre- 
ceden ni  preposiciones  ni  artículos ,  excepto  en  francés;  la 
sintaxis  francesa  exige  que  dicho  nombre  vaya  precedido  de 
la  proposición  «de»....  ik,   por  consiguiente,  á  los  que  expli- 


1    Dict.  basq-franc,  v&ti-  lOH. 


-223- 


can  el  bascuence  refiriéndose  á  la  lengua  francesa,  les  ha 
parecido  corresponder  á  «de».^  Pero  si  en  este  panto  concre- 
to Mr.  Van  Eys  destruyó  la  confusión  de  ik  con  dik  ó  tik, 
esa  confusión  dejó  muchos  rastros  en  su  espíritu,  ocultán- 
dole el  verdadero  carácter  de  ik  en  el  cual  vio  un  «plural  in- 
definido», así  como  en  etaeik,  etatik  un  plural  de  dicho  plu- 
ral DIK  ó  TIK  y  por  lo  tanto,  una  forma  viciosa. 

En  apoyo  de  su  parecer  dice  que  «aun  en  las  frases  en 
que  se  expresa  el  indefinido  con  el  artículo  indefinido  «uno», 
siempre  se  sobreentiende  el  plural.  Y  cita  la  oración;  suertez 

ERE^NEUREI  EDERRA  GENDUKE,  HITZKETARAKO  BESTERIK  EZPAGEN- 

DU,  que  traduce:  «de  esta  manera  tendríamos  una  hermosa 
medida  si  no  tuviéramos  otra».^  Pero  basta  leer  este  ejemplo 
y  cualquiera  otro  que  lleve  ik  para  convencerse  de  que  no 
existe  semejante  suposición  de  plural,  ik  comunica  á  la  fra- 
se un  carácter  indefinido,  y  aunque  físicamente  hablando  las 
cosas  son  singulares  ó  plurales — una  ó  más  de  una — es  de 
esencia  de  la  verdadera  concepción  indefinida ,  tal  como  la 
posee  la  gramática  bascongada,  el  no  determinar  el  número. 
Si  entramos  en  una  paaadería,  por  ejemplo:  y  le  pregunta- 
mos al  panadero:  ¿badezu  ogirik?  «¿tiene  V.  pan?»,  el  com- 
prador solo  se  fija  en  la  existencia  de  este  artículo,  impor- 
tándole muy  poco  en  el  momento  de  formular  la  pregunta, 
que  ese  pan  exista  en  una  unidad  ó  en  varias,  en  un  pan  de 
dos  kilos,  ó  en  cuatro  de  á  medio.  Por  lo  tanto,  el  sufijo  ik 
no  lleva  embebida  significación  plural  ni  singular:  para  es- 
tos disponemos  de  los  artículos  a,  ak. 

Fenómenos  fo'iéticos. — Toda  la  sufijación  está  reducida 
á  la  observancia  de  una  sola  regla;  si  el  tema  del  nombre 
termina  en  vocal,  se  interpola  una  r  eufónica;  si  termina  en 
consonante,  se  juxtapone  el  sufijo  pura  y  sencillamente;  por 
ejemplo:  BURuriK  «cabeza»,  ANAiriK  «hermano»,  auntzik  «ca- 
bra», KATAMOTZIK  «tigre». 


1  Gran»,  comp.,  págs.  37  y  39. 

2  Falta  en  la  traducción,  «para  las  palabras»,  hitzketaeako. 


— 2-24— 


XIV. 


GABE,  BAGrE,  BAGA.=Es  el  snfíjo  privativo,  que  indi- 
ca la  carencia  de  la  sustancia,  atributo  ó  acción  representa- 
do por  la  palabra  ó  verbo  á  que  se  une.  Lo  coloco  entre  los 
sufijos  y  le  doy  este  nombre,  refiriéndome  á  sus  funciones, 
pues  por  su  naturaleza  es  un  nombre  que  significa  «caren- 
cia, privación,  nada»;  siguiendo  las  cosas  con  todo  rigor, 
esta  palabra  debiera  figurar  en  la  sección  destinada  á  la  com- 
posición, pero  como  su  uso  y  empleo  corresponden  siempre 
á  los  de  la  preposición  castellana  «sin»,  no  me  lia  parecido 
oportuno  llevar  el  rigorismo  gramatical  hasta  un  punto  que 
acaso  no  le  dejah'i  al  lector  formarse  un  claro  concepto  de 
las  funciones  ordinarias  y  de  todos  los  momentos,  de  gabe; 
por  ejemplo:  akdao-echetan  sartuten  dirá  agura  baldresak, 
MUTiL  GAisTo  LOTSA/jíCf/rtAK  (b)  «CU  las  tabcmas  entran  viejos 
zafios  y  jóvenes  malos  sin  vergüenza»;  ¿zer  gura  zeunkian? 
¿iLL,  GACHiK  iGÁ'Rohaga?  (b)  «¿qué  deseo  tenías?  ¿morir  sin 
pasar  daño?»;  AHB.oKEmhafje  izan,  eta  liskartu  nagidanik  ez 
IZAN  (b)  «ser  sin  orgullo  y  quien  me  baldone  no  haber»;  oyek 

AIN  INDAR  ANDIKÓAK    IZAN     ZIRAN ,     NON,  LAGUNIKí/r/iíe  (g)   «estoS 

fueron  de  tan  grandes  fuerzas  que  sin  ayuda....»;  iru  egu- 
NEAN  vngahe  ibilli  (g)  «en  tres  días  andar  sin  agua»;  eche- 

TIARRAK  ere,  ESKVGAimKgahe,  BERE  NAUSIAZ  EZ  LAGUNDUA,  URTE 
CH ARRETAN  AHAL  DUEÑA  EGITEN  DU   (1)   «cl  CaSei'O  también,    sill 

potencia,  no  ayudado  por  su  amo,  en  los  años  malos  hace  lo 
que  puede»;  BEHARRiRiKr/fr/>í^  lur  biribilian  joaitia  (s)  «sin  ne- 
cesidad el  ir  en  (por)  la  tierra  redonda», 

BAGA,  BAGE  son  las  formas  del  dialecto  bizcaino; 
GABE  pertenece  á  los  demás.  Con  esta  palabra  suelen  for- 
marse ciertos  sustantivos  de  mucho  uso:  eskergabe  «ingra- 
to» de  ESKER  «gracia»;  bidebage  «injusto»,  de  bidé  «camino»  y 
en  sentido  figurado  «razón,  derecho».  En  dichos  vocablos 
bage  adquiere  un  significado  análogo  á  la  preposición  «des» 
del  cnstellano:  en  ol  primoio  do  los  ejemplos  se  ve  perfecta- 
mente lo  dicho,  porque  kskkugabe  se  ncerca  muchísimo  en 
significado  estricto  y   compcsición   niatOrial  del  vocablo,  á 


«-223- 

«desagradecido».  Por  lo  demás,  estas  palabras  son  verdaderos 
nombres  formados  por  composición. 

Este  sufijo  se  ime  al  nombre  articulado,  cuando  hay  in- 
tención de  marcar  el  número  de  éste;  por  ejemplo:  idiagabe 
«sin  el  buey»;  idiakgabe  «sin  los  bueyes»;  libueuagabe  «sin  el 
libro»;  liburuakgabe  «sin  los  libros».  En  los  demás  casos,  se 
une  al  sufijo  ik;  libueukikgabe  «sin  libro»;  lanikgabe  «sin  tra- 
bajo»; DiRUEiKGABE  «siu  diucro».  A  vcccs  ostos  sufijos,  CU  ol 
dialecto  guipuzcoano  especialmente,  cuando  se  habla  en 
sentido  indefinido  y  conservándole  al  nombre  esta  forma, 
sufren  una  metátesis;  bueugaberik  «sin  cabeza»;  langaberik 
«sin  trabajo». 

Una  forma  muy  curiosa  que  puede  revestir  este  sufijo  es 
la  que  resulta  de  aglutinarle  el  sufijo  locativo  material  plu- 
ralizado, al  cual  se  le  añade  el  interrogativo-negativo.  La 
alteración  de  sentido  que  resulta  se  comprenderá  fácilmen- 
te, teniendo  en  cuenta  el  valor  de  todos  los  elementos  com- 
ponentes, por  más  que  no  sea  fácil  expresarla  en  castellano, 
ni  en  resumidas  cuentas,  sea  considerable.  Mejor  que  cual- 
quiera regla  aclararán  este  punto  los  siguientes  ejemplos  to- 
mados de  las  fábulas  de  Iturriaga,  en  verso  guipuzcoano:  ez 

DUELA  BEÑEEE JATEN  MOKADUEHÍ, — ADEREN  A  GU  BIYOI EMAN- 

gabetaníJi?  «¿que  no  come  jamás  bocado,  antes  á  nosotros 
dos,  sin  en  dar?»  (lit.);  askotan  biuetzen  naiz — zuloea  lee- 

TURIK ALECHO  EAT  BAKAERA BlLD^gabetaJlih, ((Gil  mUGh£iS  VC- 

ces  me  vuelvo  al  agujero  habiendo  reventado  (de  cansancio) 
un  solo  granito  en  sin  recoger»  (lit.);  zeeen  ezda  munduan — ■ 
zoRiONAGOEiK — ÑOLA  DAN  BIZITZEA — BJjnjj gaheta7iiJc;  «porque 
no  hay  en  el  mundo  más  felicidad  como  es  el  vivir  en  sin 
cabeza  (sin  amo}»  (Ut.).  Ya  dije  anteriormente^  que  el  sufijo 
locativo  singular  se  añade  epentéticamente  al  de  proceden- 
cia TiK,  DiK  (y  también  al  interrogativo-negativo);  pues  bien, 
esta  epéntesis  se  verifica  igualmente  con  la  forma  del  sufijo 
privativo  que  acabo  de  señalar,  siendo  lo  más  extraño  de 
todo,  que  en  el  lenguaje  hablado,  y  aun  en  el  escrito,  des- 
aparece frecuentemente  el  sufijo  locativo,  quedando  la  vo- 


1    Véase.'pág,  100,  cap.  III. 

16 


"  22C— 


cal  (le  ligadura  que  lo  acompañaba.  Se  oirá  decir  á  menudo 
BU'Rvgahetanila  «en  sin  cabeza»,  en  vez  de  BVB.ugahetan¡J¿ais)K 
La  forma  de  este  sufijo,  compuesto  de  gabe-|-tan-|-ik-'- 
Ax,  ó  sea,  do  cuatro  elementos,  sin  que  semejante  aglome- 
ración modifique  sensiblemente  sus  funciones,  es  una  ver- 
dadera forma  hipertrofiada.  La  creo  exclusiva  del  dialecto 
guipuzcoano. 

XV. 

KO,  GO.  =  Es  el  sufijo  derivativo;  sirve  para  marcar  el 
origen,  la  extracción,  el  indigenato  natural  y  permanen- 
te de   una  relación;   por  ejemplo:  lot,  abeahamen  illoba, 

ETA  osaba    BEZALA    BIOTZ    OXEKOA    ETA    ONGILLEA,    UEl/iO  ATEAN 

ESEEiTA  ZEGOAN  (g)  «Lot,  sobriuo  de  Abraliam  y  como  su  tío 
de  corazón  bueno  y  bienhechor,  habiéndose  sentado,  estaba 
á  la  puerta  de  la  ciudad»;  abrahamek,  bazter  ayetaZo  beka- 

TUAKKIN,  ETA    LOTEN    ECHeA'O    NAIGABE    ETA  EZ  BEABBAKKIN  IZU- 

TURiK  (g)  «Abraham,  de  aquellas  regiones  con  los  pecados, 
y  de  casa  de  Lot  con  las  desgracias  y  disgustos,  habiéndose 
espantado»;  lurbe/iO  gizon-mota  guziak  zeatuko  ditut  (g) 
«todas  las  especies  de  hombres  de  la  tierra  las  pulverizaré»; 

JAGIKO  BAIJEA  LUEPETIK  ANCHINa/í-0  ASABAK,  EZ  LEUKEE  SINIS- 
TUKO  BIZKAITAE,  TA  EUREN  0ND0REN^2¿AK  DIRIALA   GAUrA-0  JAUN, 

ANDiKi  TA  ANDiKiGURAK  (b)  «sí  SO  levantaran  de  debajo  de 
tierra  los  abuelos  de  lo  pasado,  no  podrían  creer  que  eran 
bizcainos,  y  descendientes  suyos,  los  señores,  grandes  y 
aspiraciones  de  grandeza  del  día»;  bainan  iiekien  abereak, 
¿suisA  alde/i'oak  baino  ederragoak  othe  dirá?  (1)  «¿pero  los 
ganados  de  éstos,  son  acaso  más  hermosos  que  los  de  la  re- 
gión Suiza?»;   ARRAIN  I-IORI  EZTA  ERREKa/iOA;  da  ITSATSO/iOA  (s) 

«ese  pescado  no  es  de  riachuelo;  es  de  mar». 

La  vecindad  de  la  n,  sobre  todo  en  los  dialectos  gui- 
puzcoano y  bizcaino,  provoca  la  sustitución  de  la  gutural 
fuerte  /.-,  por  la  suave  g:  el  dialecto  suletino  es  mucho  más 
rebelde  á  esta  influencia.  El  sufijo  ko  ó  go  reoi1>o  el  artículo 
cuantas  veces  es  necesario;  en  eso  caso  es  usadísima  la  per- 
mutación de  o  en  u,  resultando  las  formas  iuuñakua  «el  do 


-227- 

Pamplona»,  leeingua  «el  de  Lerín»,  etc.  Fuera  del  bizcaino, 
los  demás  dialectos  literarios  no  suelen  escribir  esta  permu- 
tación, por  más  que  sea  muy  corriente  en  el  lenguaje  vulgar. 

Con  este  sufijo  se  crean  adjetivos  que  llevan  la  signi- 
ficación de  verdaderos  genitivos;  lueeekoa  «el  de  tierra»  ó 
ó  «terrenal»;  zeeukoa  «el  de  cielo»  ó  «celestial»;  paeabisukoa 
«el  de  paraíso»  ó  «paradisiaco».  Puede,  yá  en  esta  forma,  to- 
mar todos  los  sufijos;  lueeekoakkin  «con  los  terrenales»; 
ZEEUKOETAN  «CU  los  celcstialcs»;  PAEABISUKOENTZAT  «para  los 
paradisiacos»,  etc.  La  construcción  de  la  frase  en  que  figu- 
ra Ko  es  idéntica  á  la  de  la  frase  posesoria;  itsatsoko  gizona 
«hombre  de  mar»  y  no  gizona  itsatsoko. 

Pero  esto  no  significa  que  se  pueda  expresar  indiferen- 
temente, según  afirma  Mr.  Yan  Eys,  el  genitivo  con  go  ó  en.^ 
Los  dos  ejemplos  de  Lardizábal  en  que  se  funda  este  pare- 
cer, no  consienten,  de   ninguna  manera ,  esa  confusión;  gi- 

ZÓNAK,  LUEEEKO  ABEEÉAK ,  AIEEKO  EGAZTÍAK;   «loS  llOmbrCS,  loS 

animales  de  la  tierra,  las  aves  del  aire»;  abeanen  ondoeen- 

GÓAK  ITSASOKO  AEÉAK  BAÑO  UGAEIAGÓAK  IZANGO  ZIEALA  «que  86- 

rán  los  descendientes  de  Abram  más  numerosos  que  las 
arenas  del  mar».  Si  en  vez  del  sufijo  ko,  hubiese  usado  del 
EN  Lardizábal,  la  significación  de  las  frases  trascritas  sería 
totalmente  distinta;  «los  animales»,  «los  pájaros»,  «las  arenas» 
pasarían  á  ser  dueños,  poseedores  de  la  «tierra»,  del  «aire», 
del  «mar»,  en  vez  de  proceder  de  ellos.  iVsí  el  echeko  jauna 
es  «el  señor  de  casa»,  el  oriundo  de  ella,  el  nacido  en  ella, 
el  solariego,  mientras  que  el  echeaeen  jauna  es  el  mero  pro- 
pietario; la  primera  frase  indica  una  relación  en  cierto  modo 
étnica;  la  segunda,  una  relación  jurídica. 

KO  se  une  al  nombre  indefinido,  previa  la  intercala- 
ción de  e  de  ligadura  si  termina  en  consonante:  OYHANeKO 
«de'  bosque»,  eeeiko  «de  pueblo».  Si  es  preciso  indicar  la  idea 
de  pluralidad  se  recurre  á  la  abundancial  eta,  respetándose, 
naturalmente,  las  diversas  formas  que  toma  en  los  dialectos 
de  Francia,  de   donde  resulta  que  estos  marcan  la  diferen- 


1    Oict.  basq.-franc,  pág.  IGl. 


-228- 

cia  entre  los  distintos  números:  zerutako  «do  ciclo»  (inde- 
finido) ZERUKo  «del  cielo»  y  zeruetako  «de  los  cielos»  (plural). 
El  guipuzcoano  y  bizcaino  distinguirán  el  indeñnido  del 
plunil ,  pero  nada  más,  valiéndose  de  la  abundancial  siempre 
que  sea  preciso  indicar  la  idea  de  pluralidad,  ko  nunca  so 
une  á  las  formas  articuladas. 

Este  sufijo  se  combina  con  otros  varios.  Tenemos  las 
siguientes  combinaciones: 

)a.  Con  el  sutijo  de  procedencia,  en  sulctino  y  labortano; 
por  ejemplo:  LUREETiKrtKo  «de  tierra»,  LURRETATiKaivO  «de 
tierras». 

)h.  Con  el  sufijo  locativo  singular,  en  suletino;  por 
ejemplo;  goizanko  «de  madrugada»  o  «matinal»;  echenko  «de 
casa»  ó  «doméstico». 

)c.  Con  el  sutijo  directivo  personal.  Así,  por  ejemplo,  el 
P.  Mendiburu  se  lia  valido  de  esta  forma  en  la  siguien- 
te frase:  gure  jesusganako  eskergabetasuna  «de  á  nuestro 
Jesús  la  ingratitud»    (lit.). 

)d.  Con  el  sufijo  unitivo,  en  los  dialectos  de  España. 
Aunque  el  análisis  literal  de  esta  combinación  dé  el  resul- 
tado «con  de»,  equivale  al  «para  con»  del  castellano;  por 
ejemplo;  gizonekiko;  «para  con  los  hombres»;  gizonarekiko 
«para  con  el  hombre». 

)e.  Con  el  directivo  material ;  por  ejemplo:  mendirako  «de 
á  monte»  (lit.)  ó  «para  el  monte»;  echerako  «de  á  casa»  (lit.) 
ó  «para  casa». 

)/.  Con  el  destinativo;  muy  usado  con  verbos;  por  ejem- 
plo: EREETZEKOTZAT  «dc  para  quemar»;  izatekotzat  «de  para 
ser».  Es  muy  frecuente,  sobre  todo  en  los  dialectos  de  Fran- 
cia, la  contracción  del  último  sufijo:  erretzekotz,  izate- 
KOTz.  Esta  forma,  tan  compleja  ya,  se  combina  asimismo 
con  el  directivo;  por  ejemplo:  ezen  erregek  artauakotzat 
hauta  eta  izendatu  zinituela  (Ax.)  «que  el  rey  de  á  para 
aquello  (lit.)  te  ha  nombrado  y  escogido». 

)g.  Con  el  unitivo  y  el  directivo,  trasforraado  á  la  sule- 
tina,  en  el  dialecto  labortano;  por  ejemplo:  birtuteareki- 
LAKO  «con  á  do  hi  virtud»  (lit.)  ó  «[):u'a  con  la  virtud»;  luktu- 


TEEKiLAKO  «coii  á  cle  las  virtudes»  (lit.)  ó  «para  con  las  virtu- 
des».^ La  ma^'^or  parte  de  estas  formas,  si  no  todas,  son  in- 
tensivas y  pleonásticas;  la  claridad  del  concepto  no  requie- 
re, las  más  de  las  veces,  esa  acumulación  de  elementos. 

Otra  de  las  funciones  de  ko  es  la  de  servir  para  las  lo- 
cuciones de  tiempo,  uniéndose  á  los  adverbios  correspon- 
dientes: en  este  caso  su  significado  corresponde  al  «para» 
castellano;  por  ejemplo:  ¿noizko  egingo  du?  «¿para  cuando  lo 
hará?»;  biarko  «para  mañana»;  betiko  «para  siempre»;  bost 
EGUNEKo  «para  cinco  días».  En  este  caso  es  muy  usual  su 
combinación  con  el  directivo:  datokren  asterako  «para  la 
semana  que  viene»;  lau  urterako  «para  cuatro  años». 

XVI. 

2]. --Es  el  sufijo  modal-instrumental;  corresponde,  en  sus 
variados  usos,  á  las  preposiciones  «de»,  «con»,  «por».  Ejem- 
plos: ¿ANDREEN  ISILTASUNA,^  KOIPETUTEN  ZARA?    (b)   «¿del  silcU- 

cio  de  las  mujeres  te  engrasas?»;  inguratu  nagizue  sagarre^ 
(b)  «rodeadme  de  manzana»;  bai  egija^;  alan  bere  ez  dakit 

NIK  ZER  DAN  BAKOCHA  BERE  BURUBaREN  JAUBE  IZATIA   (b)   «SÍ  COU 

verdad;  pero  aun  así  no  se  yo  que  es  el  ser  cada  cual  dueño 
de  sí  mismo»;  gürago  dau  otsuak  baso  bizitzia,  jaatekua  ne- 
ke;:  billatu  biarra,  eche — ghakür  katia^  lotubaren  eregu 
ta  ogi  biguña  baño  (b)  «más  quiere  el  lobo  la  vida  del  bos- 
que, la  necesidad  de  buscar  con  trabajo  el  alimento,  que  el 
pan  tierno  y  el  mimo  del  perro  doméstico  atado  con  cade- 
na»; BERE  EOPETA  IZERDI^'  ETA  EURIYA^  ARRAS  BUSTIYA,  ETA  AS- 

NASE  ESTUTUA  zEUZKAN  (g)  «tenía  cl  alieuto  corto,  y  su  fren- 
te muy  mojada  de  lluvia  y  de  sudor»;  ¿urtearen  zer  dembo- 

EA^  EGIN  BEAR  DU  KRISTABAK ,  ELIZ    AMA  SANTAK  AGINTZEN  DUAN, 

KONFESio  AU?  (g)  «¿por  qué  tiempo  del  año  debe  de  hacer  el 
cristiano  esta  confesión  que  le  manda  la  Santa  Madre  Igle- 
sia?»; SENDA    EZAZU    NEEE    ANIMA   BEKATUEN    ZAURI¿'  BETEA    (g) 


1    La  calificación  do  (lit.)  se  refiere  al  sufijo  compuesto  de  que  nos  ocupamos.   El  análí« 
sis  literal  de  toda  la  palabra  sería  otro;  «de  1«.  con  ú  de  virtud»,  bietüte— A— ben— kin— LA— eoí 


— ?30- 

((sana  á  mi  alma,  llena  de  la  herida  de  los  pecados»;  nokk  ere 

NAHI  BAITU,  BERE  BURUA-^^  KONTU  ONIK  EMAN,  BEHAR    DITU  BORTZ 

ZENSUAK  (Ax.)  «quien  quiere  dar  de  sí  mismo  buena  cuenta, 
necesita  los  cinco  sentidos»;  egun  batkz  galdegin  zerauka- 

TEN  FRAI  GIL,  SAN  FRANZISKOREN  LAGUN  SAINDU  HARI,  EA  ZER 
MOLDEA,  EDO  ÑOLA  GARAITEN  ZITÜEN  HARAGIAREN  TENTAMENDUAK 

(Ax.)  «de  (en)  cierto  día  le  preguntaron  á  Fray  Gil,  á  aquel 
santo  compañero  de  San  Francisco,  de  qué  manera  ó  cómo 
vencía  las  tentaciones  de  la  carne»;  galtzen  da  gogo-^  bir- 
GiNiTATEA  (Ax.)  «la  virginidad  se  pierde  con  el  deseo»;  egun 

OROZ   IKHUSTEN  DA  ABERATSA  NAHIGABE^  ,  KHECHADURA^;  ETA 

eritasune^'  zaürthua  (1)  «diariamente  se  ve  el  rico  de  disgus- 
to y  de  queja  y  de  enfermedad  herido»;  jainkoak  estaltzen 

DU  LURRA  OGI^  ETA  ARTHO^,  OIHANE^  ETA  AZIENDA^  (1)  «el  ScflOr 

cubre  la  tierra  de  trigo  y  de  maiz,  de  bosque  y  de  ganado»; 

GUK  ERAINAGATIK  BIHIA,  EZ  LAITEKE  HAZ  BIHI  HURA  NAHIAREN  IN- 

DARRE^  (1)  «porque  nosotros  sembremos  el  grano,  no  nacería 
aquel  grano  por  la  fuerza  de  (nuestra)  voluntad»;  egun  aipha- 
TUKO  DUGU  ONGARRiA-e^  (1)  «Iloy  hablaremos  del  abono»;  zauri- 
Tu  ziOTEN  ESPATA^:  (1)  «Ic  hirieron  con  la  espada»;  harén  min- 
zoAs-  oihanak  izan  ziren  lotsatiak  (s)  «con  el  grito  de  aquel 
los  bosques  fueron  espantados».  Los  escritores  basco-fran- 
ceses suelen  usar  más  y  mejor  que  los  basco-españoles  de 
éste  sufijo,  pues  estos  suelen  reemplazarlo  amenudo,  con 
el  unitivo  y  el  de  posesión.  El  nombre  de  instrumental-mo- 
dal que  le  doy,  por  más  que  no  sea  cómodo,  da  una  idea 
bastante  completa  de  sus  funciones. 

Otro  uso  hay  muy  característico  del  sufijo  z  en  ciertas 
frases  de  movimiento,  cuando  se  repite  uno  de  los  nombres; 
por  ejemplo:  «de  calle  en  calle»,  «de  monte  en  monte»,  «de 
casa  en  casa».  Al  primero  de  los  nombres  repetidos  se  le 
sufija  el  modal  y  el  segundo  se  deja  indefinido;  por  ejemplo: 

ORRUAZ  MENDI^  MENDI ZANEAN  LEN  BIZI   (g)  «autCS  CUaudo  VÍ- 

vía,  de  monte  en  monte  con  los  rugidos »;  sasl? — sasi,  or 

SALTO,  EMEN  SALTO,  erbiyak  iges  egin  zuben  (g)  «de  zarza  en 
zarza,  aquí  salto  y  allí  también,  la  liebre  huyó». 

El  sufijo  z  es  un  sufijo  multiforme;  pero  sus  trasfornui- 
cioues  no  tienen  nada  do  misteriosas,  y  pueden  seguirse 


-231- 


paso  á  paso,  por  sernos  ya  conocidas  en  otras  palabras.  La 
forma  primitiva  es  kaz,  que  es  la  que  usa  el  dialecto  biz- 
caino  como  unitivo,  en  sustitución  del  kin  común;  por  ejem- 
plo: Mosu  E]\[ON  BEGiT  BEEE  AGOKO  iiosuAgciz,  «déme  beso  con 
el  beso  de  su  boca»;  sendotu  nagizüe  loeakcí,?,  «vigorizadme 
con  las  flores».  Se  aglutina  al  nombre  definido  singular  y 
plural;  GizoNAKrt,í  «con  el  hombre»,  GizoNAK/i-a^  «con  los  hom- 
bres». Estas  dos  formas  son  hoy  meramente  teóricas,  por 
más  que  me  atrevería  á  asegurar  que  son  las  primitivas. 
Pero  dejando  esto  á  un  lado,  la  verdad  es  que  actualmente 
el  singular  y  el  plural  no  se  distinguen  orgánica,  sino  eufó- 
nicamente. Conio  era  mu}^  violenta  la  reiteración  de  J¿  en 
las  formas  plurales  y  tampoco  se  marcaba  en  la  pronuncia- 
ción   GIZONAKKAZ,    LOEAKKAZ,   MOSUAKKaZ,    Ctc,    SO   elidió    UUa 

de  ellas,  la  del  plural,  j  se  marcó  el  singular  sustituyendo  la 
conservada  con  la  suave;  así  tenemos  gizonagaz  «con  el 
hombre»;  gizonakaz  «con  los  hombres»;  loeagaz  «con  la  flor»; 
LORAKAZ  «con  las  flores»,  etc. 

Supuesta  la  debilitación  fónica  de  /<■,  hecho  que  natural 
y  casi  forzosamente  había  de  tener  lugar,  aunque  no  me- 
diase preocupación  alguna  de  índole  gramatical,  se  inicia 
otra  serie  de  permutaciones  que  corresponde  propiamente 
al  significado  modal-instrumental  que  en  todos  los  dialectos 
posee  el  mencionado  sufijo. 

La  g  es  una  consonante  que  permuta  con  otras,  ó  se  pier- 
de. Cambióse  en  .z  y  resultó  la  forma  zaz.  Elidióse  la  z  y  tu- 
vimos la  forma  az,  la  cual,  llegando  á  la  postrera  fase  de  su 
degradación,  quedó  reducida  á  z.  Este  residuo  necesitó  de 
la  c  de  ligadura  cuando  el  sufijo  se  aglutinó  á  un  nombre  in- 
defmido  que  terminara  en  consonante.  He  aquí,  en  breves 
palabras,  la  historia  de  un  sufijo  que,  merced  á  sus  alteracio- 
nes fónicas,  parece  á  primera  vista  que  no  es  uno  sólo,  sino 
varios.  De  todas  estas  diversas  formas  pueden  dar  una 
sucinta,  pero  suficiente  idea,  los  siguientes  ejemplos:  jaunaz 
oroitzen  ez  da  «no  se  acuerda  del  Señor»;  jabeakenzaz  (1) 
«del  amo»;  jaunenzaz  (1)  «de  los  señores»;  mabtinez  oeoitu-da 
«se  ha  acordado  de  Martín»;  autsez  betea  «lleno  de  polvo». 

El  carácter  modal  del  sufijo  z  resalta  vivamente  en  las 


-232- 

siguientes  frases  ndverbiales»;  buruz  «de  memoria»;  oñez 
«á  pié»;  ¿ÑOLA  MiNTZATu?^ — EusKARAZ,  «¿Cüiiio  lia  liaLlado? — 
en  euskara». 

La  forma  plural  se  obtiene  merced  á  la  abmidancial  eta 
que  toma  el  sufijo  en  su  forma  más  contraída,  z.  La  distin- 
ción entre  las  dos  formas  singular  y  plural,  es  de  muy  poco 
uso,  aun  en  los  mismos  dialectos  basco-franceses,  que  pa- 
rece se  preocupan  más  de  dicha  distinción  entre  ambos  nú- 
meros. Y  esto  se  comprende.  La  relación  que  explica  el  su- 
fijo 2",  no  es  de  las  que  comúnmente  se  alteran  por  el  con- 
cepto de  la  cantidad.  Cuando  esta  idea  es  importante  den- 
tro de  la  idea  modal  ó  instrumental,  no  dejará  de  existir 
manera  de  manifestarla.  Un  ejemplo  aclarará  lo  que  digo. 
En  la  mayoría  de  los  casos  será  indiferente  decir  «está  hecho 
de  piedra»  ó  «está  hecho  de  piedras»,  y  siendo  el  concepto 
idéntico  en  resumidas  cuentas,  es  natural  la  fluctuación  del 
sufijo  entre  sus  dos  formas.  Pero  si  decimos  «está  hecho  con 
dos  brillantes»,  ó  «está  hecho  con  veinte  brillantes»,  el  con- 
cepto de  la  cantidad  adquiere  verdadera  importancia,  y  por 
más  que  no  lo  expresara  la  forma  del  sufijo,  no  quedaría  sin 
expresarse  en  otros  componentes  de  la  frase. 

La  sufijación  no  ofrece  dificultad.  Si  el  nombre  termina 
en  vocal — y  puede  terminar  así:  ci)  naturalmente;  IS)  por  la 
presencia  del  artículo;  c)  por  la  de  la  abundancia!  eta, — 
se  adiciona  pura  y  simplemente  el  sufijo.  Si  termina  en 
consonante,  se  interpola  la  e  de  ligadura;  por  ejemplo:  se- 
mez  «de  hijo»,  semeaz  «del  hijo»,  semeetaz  «de  hijos»,  jaunez 
«de  señor»,  jaunaz  «del  señor»,  jaunetaz  «de  señores».  De 
aquí  resulta  que  se  confunden  morfológicamente  el  indefini- 
do de  los  nombres  terminados  en  o;  y  el  definido  singular; 
lo  mismo  se  dice  aitaz  «de  padre»  que  aitaz  «del  padre».  El 
dialecto  bizcaino,  de  poco  remilgo  para  la  reiteración,  en 
muchas  de  sus  variedades  realiza  la  distinción  manteniendo 
el  artículo:  aitaz  «de  padre»,  aitaaz  «del  padre»,  alaba  «de 
hija»,  ALABAAZ  «déla  hija». 

El  dialecto  suletino  de  una  manera  obligatoria,  y  el  la- 
bortano  en  concurrencia  con  la  fornuí  íntegra,  hacen  sufrir 
una  violenta  contracción  á  la  abundancial  eta,  elidiendo  su 


—233— 

segiinrla,  sílaba.  De  aquí  gerrenez  «de  los  asadores»,  lurrez 
«de  las  tierras»),  arrechez  «de  las  terneras»  y  las  formas  la- 
bortanas  semeetaz  y  semez,  aitetaz  y  aitez,  etsayetaz  y 
ETSAYEz.  Por  lo  tauto,  en  siiletino,  las  palabras  terminadas 
en  consonante  conñmdirán  las  formas  del  indefinido  con  las 
del  plural:  gerrenez  «de  asador»  y  «de  los  asadores»;  lurrez 
«de  tierra»  y  «de  tierras»,  arrechez  «de  ternera»  y  «de  ter- 
neras». 

XYII. 

ZKO.=:Es  el  sufijo  de  materia,  que  indica  la  composi- 
ción ó  sustancia  de  un  objeto  ó  ser;  por  ejemplo:  urrego- 
nmzJio  katechuak  egtngo  deutsüguz  (b)  «te  haremos  cadenas 
de  oro»;  mirra^-Zo  chortachua  da  ñire  laztana  niretzako 
(b)  «hacecillo  de  mirra  es  para  mí  mi  amado»;  eta  elcho^Zo 

ODEI  BELZ  BATEK  ERREINU  GUZIA  ILLUNTZEN  ZUEN  (g)  «y  UUa  ne- 
gra nube  de  mosquitos  oscurecía   todo  el  reino»;  eta  farao- 

NEK    UKATU    ZIONEAN,  EüLI  ANDI  I'0Z0NI¿7i0AK    ERAKARRI    ZITUEN 

(g)  «y  cuando  le  negó  Faraón,  hizo  traer  las  grandes  moscas 
de  ponzoña»;  haragi^Ao  bekatüetatik  ilki  nahi  duenak  ez 
DiTU  BiLLATUKO  OKHAsiNO  GAisTüAK  (1)  «cl  quc  quicrc  salir  del 
pecado  de  carne  no  buscará  las  malas  ocasiones». 

De  igual  suerte  que  el  sufijo  derivativo,  solo  sirve  para 
formar  verdaderos  adjetivos  que  luego  toman  el  artículo  y 
todos  los  sufijos.  Ya  se  ve  bien  clara  esta  formación  en  uno 
de  los  ejemplos  anteriores;  eüli  andi  pozonizkóak  «las  gran- 
des moscas  de  ponzoña»  ó  «ponzoñosas»,  ürregorrizko  kate- 
chuak corresponde  al  castellano  «áureas  cadenas»;  jatorriz- 
KO  pekatua  «pecado  de  origen»  á  «pecado  original»,  etc.  Y  po- 
drá decirse  euli  pozonizkoakkin  «con  las  moscas  ponzoño- 
sas»; EULI  pozonizkoarentzat  «para  la  mosca  ponzoñosa»,  etc. 

XYIII. 

El  acento  prosódico,  por  lo  menos  en  el  dialecto  gui- 
puzcoano,  se  ajusta  en  los  nombres  con  sufijos  á  las  reglas 
del  nombre  articulado;  gizonaeekín  «con  el  hombre»,  gizó- 


-231- 

NRNTZAT  «pai'íi  los  liomhres»,  gizonac.An  «en  ol  hombre»,  gizó- 
NEN  «de  los  hombres»,  etc. 

De  todo  lo  dicho  se  infiero  qne  la  sufij ación  nominal  no 
ofrece  serias  dificultades.  Una  vez  conocido  el  significado  y 
funciones  propias  del  sufijo,  su  aglutinación  se  verifica  con 
gran  regularidad.  Las  reglas  fonéticas  son  siempre  las  mis- 
mas, y  excepto  en  algún  sufijo  que  sea  exclusivo  del  indefi- 
nido, todas  las  diferencias  de  sus  formas  estriban  en  hallar- 
se ó  no  articulado  el  nombre  y  en  que  éste  reciba  ó  no  el 
sufijo  inmediatamente. 

Kesumiré  aquí  toda  la  doctrina  en  breve  espacio  para 
que  pueda  retenerse  de  memoria,  poniendo  ejemplos  de  las 
diversas  clases  de  nombres,  de  tal  suerte  que  aprendida  esta 
sección  se  sabrá  ez^presar  todas  las  relaciones  del  nombre 
bascongado  nada  más  que  con  nnular  los  nombres  citados 
por  los  que  se  quiera  usar. 

_^, Cuadro  demostrativo  de  la  aglutinación  inmediata 

y  mediata  de  los  sufijos. 

Sufijos  que  se  unen:  a)  al  tema  nominal;  h)  á  la  forma 
articulada  del  nom])re. — k,   i,  ee,  en,  n,  kin,   ha-rat,  gan, 

GANA,  RONTZ-EUNTZ,  GATIK,  TIK-DIK,  DI-TI,  RIK,  GANDIR,  IK,  KO, 
KAZ,  TAZ,   Z,  ZKO,  ETA,  LA-LAT,   GANIK,   y  GABE. 

Sufijos  que  se  unen  al  posesorio  en. — kin,  tzat,  tzako, 

GAN,   GANA,   GATIK,   GANDIK,   GANIK  y  BAITHA. 

Sufijos  que  se  unen  al  interrogativo-negativo  ik. — gabe. 

Sufijos  que  se  unen  al  priwativo  gaee. — eta. 

Sufijos  que  se  unen  á  la  al)undancial  eta. — n,  ea-rat, 
dik-tik,  z,  rik,  ko. 

Sufijos  que  se  unen  al  directivo  ea-la. — ino,  ixo,  ño,  no, 
kotzat,  ko. 

Sufijos  que  se  unen  al  unitivo  kin. — la,  ko. 

Sufijos  que  se  unen  al  derivativo  ko. — tzat. 

Sufijos  que  se  unen  al  sufijo  de  procedencia  tik-dik,  ko. 

Sufijos   que   se  unen   al    suíijo-sustantivo  baitha.— n, 

BA,  EIK. 


Sufijos   que   se    nnen  al   locativo   personal   gan.— -<dik- 

TIK,  IK,  KO,  RONTZ. 

Sufijos  y  sustantivos  que  se  unen  á  nombres  verbales  y 
á  flexiones  verbales. — arte,  ño  (á  da  «es»)  y  no  (á  de-di,  alte- 
raciones iónicas  de  da,  y  á  dirá  «son» .) 

Sufijos  que  se  unen  al  sustantivo  arte. — ra,  ño,  no. 

Sufijos  que  se  unen  al  sufijo  n.- — ik,  ko. 


Cuadro  general  de   la  sufltacion  nominal  en  los 
cuatro  dialectos. 


1. — Agente. 

Mariak  «María»;  martinek  «Martín»;  aurrek  «niño»; 
ATSOK  «vieja»;  lurrek  «tierra»;  echek  «casa»;  aurrak  «el  niño»; 
atsoak  «la  vieja»;  lurrak  «la  tierra»;  echeak  «la  casa»;  áurrek 
«los  niños»;  atsóek  «las  viejas»;  lúrrek  «las  tierras»;  echéek 
«las  casas». 

2. — jRecijnentc  (á,  á  él,  á  los). 

Mariari  «á  María»;  martini  «á  Martín»;  aurri  «á  niño»; 
atsori  «á  vieja»;  lurri  «á  tierra»;  echeri  «á  casa»;  aurraei  «al 
•niño»;  atsoari  «á  la  vieja»;  lurrari  «á  la  tierra»;  echeari  «á  la 
casa»;  áurrai  «á  los  niños»;  atsóai  «á  las  viejas»;  lúrrai  «á  las 
tierras»;  echéai  «á  las  casas»;  áurrei  «á  los  niños»;  atsóei  «á 
las  viejas»;  lúrrei  «á  las  tierras»;  echéei  «á  las  casas»;  áurrer 
«á  los  niños»;  atsóer  «á  las  viejas»;  lúrrer  «á  las  tierras»; 
ÉCHER  «á  las  casas». 

3.— Po.sesorz'o  (de,  de  él,  de  los). 

Mariaren  «de  María»;  martinen  «de  Martín»;  aurren 
«de  niño»;  atsoren  «de  vieja»;  lurren  «de  tierra»;  echeren  «de 
casa»;  aurraren  «del  niño»;  atsoaren  «de  la  vieja»;  lurraren 
«de  la  tierra»;  echearen  «de  la  casa»;  áurren  «de  los  niños»; 
ATSÓEN  «de  las  viejas»;  lúrren  «de  las  tierras»;  echéen  «de  las 
casas». 


— 23G— 


4. —  Uiiitiro  (c.o]!). 

Mariarekin  «con  María»;  martinekin  «con  Martín»; 
AURREKíN  «con  niilo»;  ATsoREKíN  «con  vieja»;  lurrekin  «con 
tierra»;  echerekin  «con  casa»;  aurrarekin  «con  el  niño»; 
ATS0AREKIN  «con  la  vieja»;  lurrarekin  «con  la  tierra»;  eche- 
arekin  «con  la  casa»;  aurrékin  «con  los  niños»;  atsoékin  «con 
las  viejas»;  lurrekin  «con  las  tierras»;  echékin  «con  las  ca- 
sas»; AURRÁKKíN  «con  los  niños»;  atsóakkin  «con  las  viejas»; 
LÚRRAKKíN  «con  las  tierras»;  echéakkin  «con  las  casas»;  ma- 
RiAGAz  «con  María»;  martingaz  «con  Martín»;  aurragaz  «con 
el  niño»;  atsoagaz  «con  la  vieja»;  lurragaz  «con  la  tierra»; 
ECHEAGAZ  «con  la  casa»;  aurrakaz  «con  los  niños»;  atsoakaz 
«con  las  viejas»;  lurrakaz  «con  las  tierras»;  echeakaz  «con  las 
casas». 

5. — Destinafiro  (para,  para  el,  para  los). 

Mariarentzat  «para  María»;  jiartinentzat  «para  Mar- 
tín»; AURRENTZAT  «para  niño»;  atsorentzat  «para  vieja»; 
LURRENTZAT  «para  tierra»;  echerentzat  «para  casa»;  aurraren- 
TZAT  «para  el  niño»;  atsoarentzat  «para  la  vieja»;  lurraren- 
TZAT  «para  la  tierra»;  echearentzat  «para  la  casa»;  áurren-. 
TZAT  «páralos  niños»;  atsóentzat  «para  las  viejas»;  lúrren- 
TZAT  «para  las  tierras»;  echéentzat  «para  las  casas»;  maria- 
RENTZAKO  «para  María»;  martinentzako  «para  Martín»;  aurren- 
TZAKO  «para  niño»;  atsorentzako  «para  vieja»;  lurrentzako 
«para  tierra»;  echerentzako  «para  casa»;  aurrarentzako  «para 
el  niño»;  atsoarentzako  «para  la  vieja»;  lurrarentzako  «para 
la  tierra»;  echearentzako  «para  la  casa»;  áurrentzako  «para 
los  niños»;  atsóentzako  «para  las  viejas»;  lurrentzako  «para 
las  tierras»;  echkentzako  «para  las  casas». 

G. — Su2)osít¿vo  (por,  en  concepto  de). 

Marlvtzat  «por  alaría»;  riartintzat  «por  Martín»;  aur- 
TZAT  «por  niño»;  atsotzat  «por  vieja»;  lurtzat  «por  tierra»; 
EciiETZAT  «por  casa». 


-237- 


7. — Locativo  material  (en). 

LuRKEN  «en  tierra»;  echen  «en  cíisa»;  lurrean  «en  la 
tierra»;  echean  «en  la  casa»;  luerétan  «en  las  tierras»;  eciie- 
ÉTAN  «en  las  casas»;  lurretan  «en  tierra»;  echetan  «en  casa». 

8. — Locativo  'personal  (en). 

Mariaeen  baithan-  «en  María»;  martinen  baithan  «en 
Martín» ;  aurraren  baithan  «en  el  niño»;  atsoaren  bai- 
than «en  la  vieja»;  aurren  baithan  «en  los  niños»;  atsóen 
BAITHAN  «en  las  viejas»;  mariagan  «en  María»;  martingan  «en 
Martín»;  aurgan  «en  niño»;  atsogan  «en  vieja»;  aurragan  «en 
el  niño»;  atsoagan  «en  la  vieja»;  aurrakgan  «en  los  niños»; 
ATSOAKGAN  «eii  las  viejas»;  mariarengan  «en  María»;  martinen 
GAN  «en  Martín»;  aurrarengan  «en  el  niño»;  atsoarengan  «en 
la  vieja»;  áurrengan  «en  los  niños»;  atsóengan  «en  las  viejas». 

9. — Directivo  material  (á  =  movimiento). 

LuRRERA  «á  tierra»;  echera  «á  casa»;  lurrerat  «á  tierra»; 
ECHERAT  «á  casa»;  lurralat  «á  la  tierra»;  echealat  «á  la  casa»: 
lurretara  «á  tierras»;  egfieetara  «á  casas»;  lurretarat  «á 
tierras»;  echeetarat  «á  casas». 

10. — Directivo  personal  (á  =  movimiento).^ 

Mariaren  baitharat  «á  María»;  martinen  baitharat  «á 
Martín»;  aurren  baitharat  «á  iiijo»;  atsoren  baitharat  «á 
vieja»;  aurraren  baithara  «al  niño»;  atsoaren  baithara  «á 
la  vieja»;  aurren  baithara  «á  los  niños»;  atsóen  baithara 
«á  las  viejas»;  xMariagana  «á  María»;  martingana  «á  Martín»; 

AURGANAT  «á  nillo»;  ATSOGANAT  «á   VÍCJa»;    AUREAGANA    al  llillO»; 

atsoagana  «á  la  vieja»;  áurrakgana  «á  los  niños»;  atsóakgana 


1    Por  ser  tan   periueña   la  diferencia  del   sufijo    guipuzcoano    y    bizcaino   ra,  al  basco- 
írancés  rat  que  no  exije  se  repitan  todos  los  ejemplos,  be  mezclado  las  dos  formas. 


—238— 

«á  las  viejas»;   mariarenganat   «¡í  María»;   martinenganat  «á 
j\Iartín»;  auiuienganat  «¡í  niño»;  atsorenganat  «á  vieja»;  aur- 

RARENGANAT  «al  nÍño»;  ATSOARENGANAT  «á  la  viejfl»;  ÁURRENGA- 

NAT  «á  los  niños»:  atsoénganat  «á  las  viejas». 

11. — LunUdtivo  (le  dirección,  tiempo  y  acción  (hasta). 

LuRRERAÑo  «hasta  tieiTci»;  echeraño  «hasta  casa»;  lu- 
RRALAÑo  «hasta  la  tierra»;  ecuealaño  «hasta  la  casa»;  lurrata- 
RAÑo  «hasta  tierras»;  echeetaraño  «hasta  casas»;  lurretara- 
DiNO  «hasta  tierras»;  echeetaradino  «hasta  casas»;  echéala- 
DRANO  «hasta  la  casa»;  lurretaradrano  «hasta  las  tierras». — 
GAURDAÑo  «hasta  hoy»;  aürtendaño  «hasta  éste  año»;  gaur- 
DEÑo  «hasta  hoy»;  aurtendeño  «hasta  éste  año»;  gaurdiño 
«hasta  ho}'»;  aurtendiño  «hasta  éste  año»;  gaurgiño  «hasta 
hoy»;  AURTFNGiÑo  «hasta  éste  año». — direño  «hasta  que  son»; 
DUTENO  «hasta  que  lo  tienen»;  iküsi  arteraño  «hasta  ver»;  ill 
ARTERAÑo  «hasta  morir»;  ikusi  artean  «hasta  ver»;  ill  artian 
«hasta  morir»;  ikusi  arte  «hasta  ver»;  ill  arte  «hasta  morir»; 
IKUSI  ARTEÑo  «liasta  ver;  ill  artiño  «hasta  morir»;  ikusi  arteo 
«hasta  ver»;  ill  artio  «hasta  morir». 

12. — Directivo  indeterminado  (hacia). 

Mariaganontz  «hacia  ^Nlaría»;  martinganontz  «hacia  Mar- 
tín»; aurreganontz  «hacia  niño»;  atsoganontz  «hacia  vie- 
ja»; mariarenganontz  «hacia  María»;  imartinenganoxtz  «hacia 
Martín»;  aurrarengaxoxtz  «hacia  el  niño»;  atsoarenganontz 
«hacia  la  vieja»;  áurrenganontz  «hacia  los  niños»;  atsoénga- 
nontz  «hacia  las  viejas»;  lurreuontz  «hacia  tierra»;  aurraga- 
NONTZ  «hacia  el  niño»;  atsoaganontz  «hacia  la  vieja»;  aurrak- 
ganontz  «hacia  los  niños»;  atsoakganontz  «hacia  las  viejas». 
echerontz  «hacia  casa»;  lurretarontz  «liácia  las  tierras»; 
eciieetarüntz  «hacia  las  casas», 

13. — Causal  (por,  á  pesar  de). 

Mariagatik   «por    María»;     martingatik    «por   Martín»; 


-239— 


AURGATiK  «por  niúo»;  ATsoGATiK  «por  vieja»;  lurgatik  «por 
tierra»;  eciiegatik  «por  casa»;  aureagatik  «por  el  niño»  y  «á 
pesar  del  niño»;  atsoagatik  «por  la  vieja — á  pesar  de  la  vie- 
ja»; LURRAGATiK  «por  la  tierra* — á  pesar  de  la  tierra»;  echea- 
GATiK  «por  la  casa»; — á  pesar  de  la  casa»;  aurrarengatik  «por 
el  niño»;  atsoaeengatik  «por  la  vieja»;  lurrarengatik  «por  la 
tierra»;  eghearengatik  «por  la  casa»;  áurrengatik  «por  los  ni- 
ños»; atsoéngatik  «por  las  viejas»;  lurréngatik  «por  las  tie- 
rras»; EGHÉENGATIK  «por  las  casas». 

14. — Sejjaratíuo  material  (de,  desde). 

LuRRETiK  «de,  desde  tierra»;  eghetik  «de,  desde  casa»; 
LURRERiK  «de,  désete  tierra»;  echerik  «de,  desde  casa»;  lurre- 
TATiK  «de,  desde  tierras»;  echeetatik  «de,  desde  casas»;  lurre- 
tarik  «de,  desde  tierras»;  eciieetarik  «de,  desde  casas». 

15. — Separativo  lie rsonal  (de,  desde). 

Mariagandhí  «de,  desde  Marías;  martingandik  «de,  des- 
de Martín»;  aürrigandik  «de,  desde  el  niño»;  atsoagandik 
«de,  desde  la  vieja»;  aurrakgandüí  «de,  desde  los  niños»; 
ATSOAKGANDiK  «de,  dosdc  las  viejas»;  aurrarengandik  «de,  des- 
de el  niño»;  atsoarengandik  «de,  desdo  la  vieja»;  aurrengan- 
DiK  «de,  desde  los  niños»;  atsóengandik  «de,  desdólas  Adejas»; 
AüRRARENGANiK  «de,  dosdo  cl  njño»;  atsoarenganik  «de,  des- 
de lavieja»;  áurkenganik  «de,  desde  los  niños»;  atsóenganhí 
«de,  desde  las  viejas». 

IG. — ínter  rogativo- liega  tico, 

Mariarik  «María»;  martinik  «Martín»;  aurrik  «niño»;  atso- 
RiK  «vieja»;  lurrik  «tierra»;  echerik  «casa». 

11  .• — Privativo  (sin). 

Mariagabe  «sin  María»;  martingabe  «sin  Martín»;  aurra- 
GABE   «sin  el    niño»;    atsoagabe   «sin    la    vieja»;    lurrabage 


—240- 

«sin  la  tierra»;  echeabaga  «sin  la  casa»;  aurrakbage  «sin  los 
niños»;  atsoakbaga  «sin  las  v¡f>jas»;  lurrakgabe  «sin  las  tie- 
rras»;   ECHEAKGABE    «sin  laS    C:;r^as»;    AURRARIKGABE  «sin  niflO»; 

ATSOEiKBAGA  «sin  vieja»;  luiví;i::rikbage  «sin  tierra»;  echerik- 
GABE  «sin  casa». 

18. — De rí cativo  (de). 

Ikuñako  «de  Pamplonii»;  lariíaungo  «de  Larraun»;  lurre- 
KO  «de  tierra»;  echeko  «de  casa»;  lurretako  «de  tierras»; 
EGHEETAKO  «de  casas»;  lurtako  «de  tierra»;  (ind.)  egiietako 
(id.)  «de  casa»;  lurretako  «de  tierras»;  echeetako  «de  las  ca- 
sas»; LURREKO  «de  tierra»  (def.);  echeko  «de  casa»  (id.) 

10. — Modal-'uistniínental  (de,  con,  por). 

Mariaz  «de  María»;  Martínez  «de  Martín»;  aurrez  «de 
niño»;  atsoz  «de  vieja»;  lurrez  «de  tierra»;  echez  «de  casa»; 
AUREAZ  «del  niño»;  atsoaz  «de  la  vieja»;  lürraz  «de  la  tierra»; 
echeaz  «de  la  casa»;  aurretaz  «de  niños»;  atsoetaz  «de  vie- 
jas»; LURRETAZ  «tlo  tierras»;  echeetaz  «de  casas»;  aurrez  «de 
niños»;  atsoez  «de  viejas»;  lurrez  «de  tierras»;  echeez  «de 
casas». 

20. — Materia,  composición  (de). 

Lurrez Ko  «de  tierra-;  urregorrizko  «de  oro»;  zillarrez- 
Ko  «de  platíi»;  arrizko  «de  piedras».^ 


1  Ka  osto  cna'lro  genoral  lio  dejado  de  incluir  los  sufijos  eu  cuyas  conibinacionos  fisura 
el  derivativa  ko;  diiílios  snfijoa  estúii  sujetos  ú  Ins  reglas  do  sus  compouontes.  Como  las  varia- 
ciones do  la  sulij  loióii,  bajo  el  punto  do  vista  do  los  dialectos,  están  o.\i)licadas  on  la  soccii>u 
destinada  á  cada  uno  de  los  sntijos,  no  hu  bocho  int^rito  de  ellas  en  el  cuadro,  (luo  se  propone 
dar  una  idea  del  conjunto  y  no  do  las  particularidades.  Por  la  niisnni  razón  no  me  be  proo(!U- 
l)ado  do  si  la  forma  do  lo.í  nombres  usados  corresponde  á  to  los  los  dialectos  ó  solo  ú  algu- 
nos, ni  tampoco  do 'si  existon  ou  tt)dos  ellos.  L)  esencial  era  recapitular  e!  prt)coilimiento  do 
la  sufljación,  empleando,  on  lo  jjosible,  los  mismos  nombres,  para  cpio  resaltasen  las  diferen- 
cias.—lín  la  traducción  castellana  do  los  ejemplos  del  cuadro,  me  be  abstenido  de  usar  las 
palabras  »cl,  los»  cuando  en  el  bascueiu  i>  no  ll^'uraba  (d  articulo,  i'i  pesar  de  <iue  es  común 
usarlas  en  miicbf)s  do  los  casos  proi)U(!.stos  sobro  todo  si  tl^íura  la  abundancial  K/rA,  so{;ún 
puedo  verse  en  el  reto  dil  ciipíiulo,  ddudo  no  be  procedido  con  tanto  rigorismo  atento  á 
e.\)>rosar  (d  concepto  equivalente  de  sntijos  euskaros  y  preposiciones  castollanas,  múa  quo  el 
nniterialismu  de  la  comi)üsicic'in  de  aíjuellos. 


—241- 

CAPÍTULO  IX. 

LA   SUI^'IJAGIÓN  PRONOMINAL. 
I. 

Ya  dije  en  el  capítulo  ii  que  era  rasgo  distintivo  de  la  len- 
gua euskara  la  unidad  de  procedimiento  en  la  expresión  de 
unas  mismas  relaciones  gramaticales.  Los  sufijos  que  se 
aglutinan  á  los  pronombres  son ,  por  lo  tanto ,  los  que  se 
aglutinan  á  los  nombres.  En  rigor  bastaría  esta  indicación 
para  que  el  lector  reconstruyera  por  sí  solo  y  con  ayuda  de 
la  práctica,  las  formas  de  la  sufijación  pronominal;  pero  el 
trabajo  le  resultaría  muy  penoso,  de  no  ser  además  deficiente, 
porque  las  formas  prácticas  no  corresponden  siempre  á  las 
formas  teóricas  que  pudiesen  deducirse  del  anterior  capítu- 
lo, sobre  todo  obrando  sobre  los  cuatro  dialectos,  pues  hay, 
á  veces,  muchas  diferencias  entre  los  cis-pirináicos  y  los  nl- 
tra-pirináicos. 

La  falta  de  conformidad  de  la  teoría  á  la  práctica  estri- 
ba, principalmente,  en  la  diversidad  de  formas  activas  y  pa- 
sivas de  ciertos  pronombres,  en  las  leyes  fonéticas  que 
obran  sobre  la  sufijación  y  en  la  elección  de  los  sufijos  de 
significado  análogo  ó  idéntico  para  expresar  la  relación  de 
que  se  trate,  elección  que  está  determinada  por  la  preferen- 
cia de  los  dialectos.  Lo  dicho  me  mueve  á  ocuparme  con 
toda  amplitud  de  la  sufijación  pronominal,  aunque  sea  in- 
curriendo en  repeticiones,  enfadosas  para  los  que  tienen 
gran  costumbre  de  esta  clase  de  estudios  ó  son  dueños  de 
una  envidiable  penetración  lingüística,  pero  en  suma,  útiles 
para  la  mayoría  de  los  lectores  que  agradecerán,  segura- 
mente, todo  ahorro  de  trabajo  personal. 

K. 

Ya  hice  notar  al  ocuparme  de  la  sufijación  del  signo  del 
agente  á  los  nombres,  la  diferencia  que,   bajo  el  punto  de 

17 


—242— 

vista  fonético,  mediaba  entre  estos  y  los  pronombres.^  Así 
mismo,  en  el  capítulo  vi,  di  las  formas  activas  de  todos  los 
pronombres  que  las  poseen  diferentes  de  las  pasivas.  Por  lo 
tanto,  dejando  á  un  lado  dichas  formas  activas,  diré  en  re- 
sumen: 

a).  Los  pronombres  terminados  en  ;•  toman  el  sufijo  Z: 
sin  letra  de  ligadura. 

b).  Los  pronombres  terminados  en  cualquiera  otra  con- 
sonante reciben  el  sufijo  />•  intercalando  e  de  ligadura. 

e).  Los  pronombres  terminados  en  vocal  toman  el  sufijo 
Je  inmediatamente. 

I. 

Varios  de  los  pronombres  que  poseen  forma  activa,  á 
ésta  y  no  á  la  pasiva,  aglutinan  el  sufijo  /.  Véanse  las  for- 
mas de  dichos  pronombres: 

Personales-intensivos . — neronek  (b.  g.)  «yo  mismo»;  ero- 
EREK  (b.  g.)  «tú  mismo»  (fam.);  zerorrek  (b.  g.)  «tú  mismo» 
(cort.);BEREK  (1)  «ellos  mismos»;  gerok  (1)  «nosotros  mismos». 

Demostrativos. — onek  (g)  hunek  (1.  s.)  «éste»;  hauek  (1) 

HAUYEK  (s)  «estos»;  ORREK  (b.  g.)  HORREK  (1.  S.)  «CSe»;  HOYEK 
HORIEK  (s)  «esos»;  ARK  (g)  HAREK  (1.  S.)   «aqUCl»;  HEYEK  (s) 

«aquellos». 

Beclemostrativos. — onecfiek  (b.  g.)  «éste  mismo»;  orre- 
CHEK  (b.  g.)  «ese  mismo»;  archek  (b.  g.)  «aquel  mismo». 

Demostrativo-intensivos. — beronek  (b.  g.)  «éste  mismo»; 
BER0RREK  (b.  g.)  «esc  mismo». 

Indefinidos. — batzuek  (1)  «algunos».- 

Los  demás  pronombres  se  valen  de  la  forma  pasiva  ó 
mixta.^  Los  pronombres  compuestos  siguen  á  sus  sencillos, 


1  Véase  la  púg.  195. 

2  Las  formas  pasivas  cío  los  prouoiabros  arriba  citados  son:  kebac  (b.  k.)«.vo  nnsmo»; 
ERORI  (b.  R.)  «tú  misino»;  zkuoui  (b.  fi.)  «tú  mismo»:  ukuak  (1)  «ellos  mismos»;  oekoni  (1)  nosotros 
mismos»:  au  (b.  g.)  hau  (1.  s.)  «ésto»;  haukiek  (1)  uavk  (1.  s.)  «estos»;  orí  (b.  g.)  hoiu  (1.  s.)  «osos- 
HOIK  HoitiK  (H)  «osos»;  HUUA  (g.  1.  s.)  «aqiiol»;  hkk  (1)  «aíiuollos»;  auchk  (b.  g.)«éste  mismo»;  om. 
CHE  (b.g.)  «ese  mismo.;  iiuraohe  (g)  «aquol  mismo»;  berau  {b.  g.)  «éste  mismo»;  HEKOiu  (b.  g 
«oso  misino»;  datzh  (II  «algunos». 

.1  La  forma  es  roiilmonto  )íasiva  cnanilo  existo  otra  activa;  os  mista  euan.lo  una  msima 
os  la  ijue  sirvo  para  anilios  casos,  como  sucedo  con  los  proni>nil)ri>s  plurales  biiscocspuñoles 
quo  igualmonto  dicen,  por  ejomplo:  oyek  «estos»,  sujeto  activo  tpie  pasivo,  entiéndase  por  lo 
tauto,  (]Uü  al  hablar  de  formas  pasivas,  me  rerteroA  las  propiamente  tales  y  íi  las  lui.xta.s. 


recibiendo  los  sufijos  en  el  segundo  componente.  Los  re- 
demostrativos presentan  una  particularidad:  en  el  singular 
llevan  la  partícula  che  después  del  sufijo  i  y  en  el  plural  al 
contrario.  Con  el  demostrativo  bizcaino  au  «éste»  sucede  una 
cosa  muy  rara;  posee  la  forma  activa  completamente  regu- 
lar AUK,  y  en  los  casos  en  que  la  sufij ación  se  verifica  con 
dicha  forma  activa,  deja  la  suya  propia,  y  sale  en  busca  de 
la  guipuzcoana  onek,  á  la  cual  añade  los  sufijos.  Los  pro- 
nombres, ordinariamente,  toman  el  sufijo  en  el  tema  prono- 
minal ó  forma  indefinida,  ejerciendo  esta  circunstancia,  se- 
gún se  verá,  influencia  en  la  elección  de  ciertos  sufijos.  Pero 
los  posesivos  obligatoriamente  y  algunos  indefinidos  volun- 
tariamente, al  paso  de  las  necesidades  del  discurso,  revis- 
ten la  forma  definida  ó  articulada. 

En  la  sufijación  pronominal  hay  que  atender  á  la  letra 
terminal  del  pronombre,  pues  de  ésta  depende  que  la  sufija- 
ción se  practique  inmediatamente  (por  justaposición),  ó  me- 
diatamente (con  eufonías). 

Primera  regla  fonética. — Los  pronombres  terminados 
en  vocal  intercalan  una   r  eufónica  para  destruir  el  hiato. 

Personales. — De  neu  (b)  neuei,  de  ni  (b.  g.  1.)  niri  «á  mí»; 
de  Eu  (b)  EUEi,  de  i  (g)  ipj,  de  hi  (1.  s.)  miu  «á  tí»;  de  zeu 
(b)  zEURi,  de  zu  (^.  1.  s.)  zuei  «á  tí»;  de  geu  (b)  geuei,  de  gu 
(g.  1.  s.)  GUEi  cá  nosotros». 

Intensivos.- — ^De  neeoni  (1)  neeoniei  «á  mí  mismo»;  de  ge- 
EONi  (1)  GEEONIEI  «á  nosotros  mismos»;  de  heeoni  (1)  heeoniei 
«á  tí  mismo»;  de  zeeoni  (1)  zeeoniei  «á  tí  mismo»;  de  beea 
(b.  g.  s.)  EEEAEi,  de  BEEBEEA  (1)  BEEBEEÁEI  «á  él  mismo»;  dc 
NiHONi-NiHOEONi  (s.  del  L.)  NiiioNiEi  NiHOEONiEi  «á  mí  mismo»; 
de  HioEONi  (s.  del  L.)  hioeoniei  «á  tí  mismo»;  de  zuhoeoni 
(s.  del  L.)  zuHOEONiEi  «á  tí  mismo». 

Posesivos. — De  neueea  (b.  1.  s.)  neureaei,  de  neeea  (g.  1.) 

NEEEAEI,  de  NUREA  (s)  NÜREAEI,  dc  ENEA  (s)  ENEAEI  «al  míO»; 
de  GEUREA  (b.  1.)  GEUREAEI,  de  GUEEA  (g.  1.  S.)  GUEEARI  «al 

nuestro»;  de  eueea  (b)  eueeaei,  de  ieea  (g)  ieeaei,  de  mEEA 

HEUEEA  (1.  S.)  HIEEARI-HEUEEAEI  «al  tuyO»;  dc  ZETJEEA  (b)  ZEU- 
EEAEI,  de    ZEEEA   (g)    ZEEEAEI,   de    ZUEEA   (g.  1.   S.)    ZUEEARI  «al 

tuyo»;  de  züena  (b.  g.  1.)  zuenaei,  de  ziena    (s)  zienaei   «al 


-241- 

vuestro»;  de  berea  (c)  bereari  «al  suyo»;  de  berena  (b.g.)  be- 
RENARi  «á  los  suyos». 

Indejiíiidos. — De  bakocha  (b.  1.)  bakochari,  de  bakoitza 
(g.  s.)  BAKOiTZARi  «al  cada  cual»;  de  beste  (b.  g.  s.)  besteri, 
de  BERTZE  (1.  s.)  BERTZERI  «áoti'O»;  de  bestea  (b.  g.  s.)  bestea- 

RI,  de  BERTZE   (1.   S.)   BERTZE AEI    (1.   S.)   «al  OtrO». 

Observaciones. — Las  formas  de  los  pronombres  intensi- 
vos de  los  dialectos  bizcaino  y  guipuzcoano  erori  «tú  mis- 
mo» y  ZERORI  «tú  mismo»,  así  como  el  demostrativo-intensivo 
BERORi  «ese  mismo»,  se  apartan  de  la  forma  lógica-,  pues  con- 
vierten al  tema  en  recipiente  nada  más  que  con  reforzar  la 
r:  ERORRi  «á  tí  mismo»;  zerorri  «á  tí  mismo»;  beeorri  «á  ese 
mismo».  En  cambio,  las  formas  correspondientes  labortanas 
HERONiRi  y  zERONiRi  sou  perfectamente  lógicas.  En  los  pose- 
sivos, el  suletino  emplea  la  forma  ene  y  elidiendo  su  e  final, 
resulta:  eni  «al  mío». 

El  indefinido  labortano  batzu  «algunos»,  desecha  la  for- 
ma lógica  batzuri  y  lo  que  hace  es  introducir  una  e  epenté- 
tica, diciendo  batzuei  «á  algunos».  Esta  epéntesis  se  debe  á 
la  imitación,  gran  fautora  de  formas  gramaticales:  los  de- 
más dialectos  llegan  á  un  resultado  idéntico,  pero  por  otro 
camino,  gracias  á  la  elisión  de  Ti  escepto  en  el  suletino,  pues 
batzu-batzü  poseen  la  forma  lógica  batzuri-batzüri. 

Segunda  regla  fonética. — Los  pronombres  terminados 
en  una  consonante  que  no  sea  I-,  toman  el  sufijo  inmediata- 
mente. 

Intensivos. — De  nihaur  (s)  nihauri  «á  mí  mismo»;  de  oi- 
HAUR  (s)  GiHAURi  «á  uosotros  mismos»;  de  hihaur  (s)  hihauri 
«á  tí  mismo»;  de  zihaur  (s)  zihauri  «á  tí  mismo». 

Relativos. — De  ñor  (b.  g.  1.)  nori  ,  de  nur  (s)  nuri  «á 
quien»;  de  zein  (b.  1.)  zeini,  de  zeñ  (b.  g.)  zeñi,  de  zoin  (1)  zoi- 
Ni  (s)  zuñí  «á  cual»;  de  zer  (c)  zeri  «á  que». 

Indefinidos. — De  bat  (b.  g.)  batí  «á  alguno»;  de  bakoch 
(b.  1.)  BAKocHi,  de  BAKoiTZ  (g.  s.)  BAKOITZI,  «á  Cada  cual»;  de 

IÑOR  (g)lÑORI,  de  INOR  (b)  INORI,  de  NIHOR-NEHOR  (1)    NIHORI-NE- 

HORi,de  NiHUR-iHUR  (s)niuuui-ihuri  «á  nadie»;  de  norbait  (b.g.l.) 
NORBAiTi,  de  nurbait  (s)  nurbaiti  «á  alguno»;  de  zerbait  (c) 


-245— 


«algo»  zEEBAiTi  «á  algo»;  de  zembat  (b.  g.  1.)  zembati/  de  zum- 
BAT  (s)  zuMBATi  «á  ciianto»;  de  zembait  (b.  g.  1.)  zembaiti,  de 
züMBAiT  (s)  zuMBAiTi  «á  cuantos»;  de  ezer  (c)  ezeei  «á  nada». 

Tercera  regla  fo7iética. — Los  pronombres  terminados  en 
h  la  eliden,  elidiendo  á  la  vez  la  e  que  en  muchos  casos 
la  precede. 

Personales. — De  zuek  (b.  g.  1.)  zuei  «á  vosotros». 

Intensivos. — De  neeonek  (b)  neroni  «á  mí  mismo»;  de 
GEROK  (b.  g.)  GERoi  «á  nosotros  mismos»;  de  zerok  (b.  g.)  ze- 
Roi  «á  vosotros  mismos»;  de  eueok  (b)  eueoi,  de  beeok  (g) 
BEEoí  «á  ellos  mismos»;  de  beeek  (1)  beeei  «á  ellos  mismos»; 

JJenwstratívos. — De  onek  (g)  oni,  de  hunek  (1.  s.)  huni 
«á  éste»;  de  oeeek  (b.  g.)  oeei,  de  hoerek  (1.  s.)  hoeei  «á  ese»; 
de  AEK  (g)  AEi,  de  haeek  (1.  s.)  haei  «aquel»;  de  aek  (b)  aei, 
de  AYEK  (g)  AYEi,  de  HEKIEK  (1)  HEKíEi  (y  también  hekieri)  «á 
aquellos»;  de  oyek  (b.  g.)  oyei,  de  hauek  (1)  hauei  (y  tam- 
bién HAUEEI  «á  estos»);  de  oeiek  (b.  g.)  oeiei,  de  hoikiek-horiek 

(1)   HOIKIEI   (y  HOIKIEEl)   HOEIEI   (y  HOEIEEl)   «á  CSOS». 

Indefinidos. — De  batzuek  (b.  g.  1.)  batzuei,  á  algunos». 

Formas  especiales  del  suletÍ7io. — De  ziek,  zier  «á  vos- 
otros»; de  ziHAUEEK,  ziHAUEEE  «á  vosotros  mismos»:  de  gu- 
HOEO,  GUHOEOE  «á  nosotros  mismos»;  de  zuhoeo,  zuhoror  «á 
vosotros  mismos»;  de  hauyek,  hauyee  «á  estos»;  de  hoeiek, 
HOEiEE  «á  esos»;  de  heyek-hek  ,  HEYEE-HEE«á  aquellos»,  de 
BATzu-BATZü  BATZUER-BATZÜER  «á  algunos»;  cstas  son  formas 
eufonizadas;  las  lógicas  presentarían  reiteración,  escepto  las 
dos  últimas.  Las  he  reunido  aquí,  sin  fijarme  en  la  letra 
terminal,  atendiendo  á  la  circunstancia  de  que  forman  el 
recipiente  en  ee.  De  todas  maneras  es  muy  sencillo  averi- 
guar cuales  son  los  principios  fonéticos  á  que  obedecen. 

Observaciones. — Todas  las  formas  que  proceden  de  la 
elisión  de  A-  son,  á  mi  juicio,  formas  degeneradas:  nada  se 
oponía  á  que  el  sufijo  del  recipiente  se  aglutinase  inmedia- 
tamente á  la  letra  terminal,  y  tengo  para  mí  que  esas  for- 
mas lógicas  habrán  sido  las  primitivas. 


1  Ya  he  dicho  an-iba  que  los  pronombres  compuestos  siguen  ¿los  sencillos;  sin  embargo 
pondré  algunas  formas  compuestas,  para  que  so  acostumbren  al  oido  y  la  vista,  pero  no  to- 
das y  sí  variándolas.  Así  es  que  en  ninguna  de  las  enumeraciones  se  encontrará  gompleta  la 
lista  de  los  pronombres, 


—2iQ— 

El  dialecto  laborfcano,  en  algunas  de  sus  variedades 
observa  las  eufonías,  destra3^endo  el  hiato  con  la  r.  De  aquí 
zuERi,  HAUKiERi,  HoiKíEiu.  iiRiv  (1)  «a^uellos»,  86  aparta  do  la 
regla  general  de  la  elisión  de  /.•:  forma  el  recipiente  añadien- 
do sencillamente  el  suíijo:  hek[  «á  «aquellos».  Los  relativos 
bizcainos  plurales  tienenc;deNORTzüK,  nortzuei  «á  quienes»; 
de  ZEÑTZUK,  ZEÑTZUEI  «á  cuales»;  de  zertzuk,  zertzuei  «á  que 
(cosas)». 

ZEROK  (1)  «vosotros  mismos»  hace  el  recipiente  por  la  re- 
gla de  la  elisión  de  />•,  pero  la  forma  gramatical  .ó  práctica 
ZEROEi,  no  es  la  forma  lógica  zeroi  que  los  dialectos  bizcaino 
y  guipuzcoano  poseen.  Yo  no  veo  aquí  epéntesis  de  la  e; 
del  recipiente  labortano  deduzco  la  existencia  de  un  primi- 
tivo ZEROEK,  que  se  ajusta  perfectamente  á  la  forma  común 
de  los  sujetos  plurales  H(')Yek,  horiek,  etc.  Así  es  que  si  ze- 
ROEi  no  es  lógico  respecto  á  la  forma  degenerada  zerok,  lo 
es  respecto  á  la  piimitiva  zeroek.  También  creo  que  las  for- 
mas relativas  plurales  del  bizcaino,   serían   primitivamente 

NORTZUEK. 

En. 

A  la  lista  de  pronombres  que  toman  el  sufijo  i  en  la  for- 
ma activa,  dada  en  la  anterior  sección  y  que  sirve  también 
para  ésta,  hay  que  añadir  los  pronombres  que  á  continua- 
ción se  expresan. 

Intensivos. — Nihonek  (s.  del  L.)  «yo  mismo»;  heronek 
(1)  «tú  mismo»;  hioronek  (s.  del  L.)  «tú  mismo»;  zeronek  (1) 
«tú  mismo». 

Posesivos. — Nereek  (1)  neureek  (1.  s.)  nüreek  (s)  fnek 
(s)  «los  míos»;  hireek  (1.  s.)  heureek  (1.  s.)  «los  tuyos»;  geu- 
EEEK  (1)  üureek  (1.  s.)  «los  uuestros»;  zuenek  (1)  zienek  (s)  «los 
vuestros». 

Demostrativos. — IIekik  (1)  «aquellos». 

Indefinidos. — Bertzeek  (1.  s.)  besteek  (s)  «los  otros». 

Por  lo  tanto,  todos  estos  pronombres  y  los  que  figuran 
en  la  lista  relativa  al  suíijo  /,  aglutinan  el  sufijo  en  á  las  di- 
chas formas  activas.  Mientras  no  se  advierta  nada,  se  cntcn- 


— 2-17— 

derá  que  persiste  la  necesidad  de  aglutinar  los  demás  sufijos 
á  las  mismas. 

La  diferencia  que  señalé  en  los  pronombres  re-demos- 
trativos al  hablar  del  sufijo  i  respecto  á  su  colocación  de- 
lante ó  después  de  la  partícula  che,  según  fueran  singular  ó 
plural,  desaparece  con  el  sufijo  en  y  con  los  demás,  quedan- 
do por  regla  que  esa  partícula  se  interponga  entre  el  tema 
y  el  sufijo;  por  ejemplo:  onechen  «de  éste  mismo»;  oyechen 
«de  estos  mismos»;  okrechen  «de  ese  mismo»;  óeiechen  «de 
esos  mismos»;  arechen  «de  aquel  mismo»;  áyechen  «de  aque- 
llos mismos». 

Primera  regla  fonctíca. — Los  pronombres  terminados 
en  vocal  intercalan  una  r  eufónica  para  destruir  el  hiato, 
siempre  que  se  trate  de  la  forma  definida  singular,  ó  de  la 
indefinida;  en  el  plural  no  se  cuidan  del  choque  de  las  vo- 
cales, porque  éste  no  es  primitivo,  sino  secundario. 

Intensivos. — De  beba  (b.  g.  s.)  beraren,  de  berrera  (1) 
BERBEEAEEN  «del  mismo». 

Posesivos. — De  neueea   (b.  1.  s.)   neurearen,  de  nerea 

(g.  1.)  NEEEAEEN,  de  NUREA  (s)  NÜREAREN,  de  ENEA  (s)  ENEAREN 

«del  mío»yNEUEEEN,  nereen,  nureen,  enen  «de  los  míos»;  de 

EUEEA  (b)  EUREAEEN,  de  IREA  (g)  IREAREN,  dc  HTREA-HEUREA 
(1.  S.)  HIREAREN-HEUREAREN  «del  tuj^O»  y  BUREEN,  IREEN,  HIREEN, 

HEUREEN  «de  los  tuyos»;  de  zeurea  (b)  zeurearen,  «de  zerea 

(g)  ZEREAREN,  dc  ZUREA  (g.  1.  S.)  ZUREAREN  «del  tuyO»  y  ZEU- 
REEN,  ZEREEN,  ZUREEN  «dc  los  tuyOS»;  dc  GEUREA  (b.  1.)  GEU- 
REAREN,  dOGUREA  (g.  1.  S.)  GUREAREN  «del  nUCStrO»  y  GEÜEEEN, 

GUREEN,  de  los  nuestros»;  de  zuena  (b.  g.  1.)  zuenaren,  de 

ZIENA   (s)   ZIENAEEN    «del    VUCStrO»     y     ZUENEN,  ZIENEN     «do   loS 

vuestros»;  de  beeea  (b.  g.  1.  s.)  beeeaeen  «del  suyo»;  de  be- 

EENA   (b.  g.)   BEEENAEEN   «dc  loS  SUyOS». 

Demostrativos. — De  a  (b)  aren  «de  aquel». 
Indefinidos. — De  bakocha  (b.  s.)  bakocharen,  de  bakoi- 
TZA  (g.  1.)  BAKOITZAEEN  «del  cada  cual»;  de  bestea  (b.  g.  s.) 

BESTEAEEN,  de  BEETZEA  (1.  S.)  BEETZEAEEN  «del  otrO»  y  SES- 
TEEN (  b.  g.  )    «de  los  otros»;    de   beste  (b.  g.  s.)  besteren, 

de  BEETZE   (1.   S.)  BEETZEEEN   «dc  otrO»;   de*NORBEEA   (b)  NORBE- 

EAEEN,  de  NOEBEREA  (g.  1.)  NORBEREAREN  «de  cada  uno»;  de 


—218— 


BATBEDERA  (1.  S.)  BATBEDERAREN  «(le  lili  Cada  llllO»;  de  BATZU 

(1)  BATZUEN  «de  algunos». 

Observaciones. — Los  pronombres  personales,  salva  la 
excepción  del  correspondiente  «á  vosotros»  en  labortano  y 
siiletino,  no  usan  el  snfíjo  en,  porque  mediante  la  aglutina- 
ción de  éste  formaron  los  posesivos.  Así,  por  ejemplo:  de 
NI  «yo»  con  permutación  de  e  en  i  y  apócope  de  la  n,  resul- 
ta NERE  «de  mí»,  y  en  algunas  variedades,  ñire;  de  gu  «nos- 
otros» GURE  «de  nosotros».  Y  como  «de  mí»  es  igual  á  «mío» 
y  «de  nosotros»  á  «nuestro»,  etc.,  los  pronombres  personales, 
en  los  casos  que  debieran  recibir  el  suñjo  posesorio,  cederán 
su  puesto  á  los  posesivos  de  los  que  ellos  proceden.  El  sule- 
tino  posee  el  irregular  ene  «de  mí»,  del  cual  ha  formado 
también  el  posesivo  enea  «el  mío». 

Ya  se  habrá  reparado,  de  conformidad  á  los  términos  de 
la  regla  establecida,  en  cómo  la  inmensa  mayoría  de  las 
formas  plurales  no  se  cuidan  del  hiato,  aunque  éste  consti- 
tuya una  reiteración.  Algunos  pocos  observan  las  eufonías; 
ENEN  en  vez  de  eneen  ;  norberen  en  vez  de  norbereen, 
etc.,  BATZÜREN  (s)  CU  vcz  dc  BATZUEN  «de  algiinos».  Estc  hiato 
es  debido,  seguramente,  á  la  desaparición  de  la  A-;  las  for- 
mas primitivas  serían  besteken  «de  los  otros»,  gureken  «de 
los  nuestros»,  etc. 

Los  pronombres  intensivos  del  suletino,  hablado  en  cier- 
ta región  del  Labourd,  guhoro,  zuhoro,  presentan  una  doble 
particularidad:  a)  que  aunque  terminan  en  vocal,  no  usan 
de  r  eufónica;  h)  que  eliden  la  vocal  del  sufijo,  evitando,  de 
ésta  suerte,  el  hiato:  guhoron  «de  nosotros  mismos»;  zuho- 
KON  «de  vosotros  mismos». 

Sec/ujida  regla  fonética. — Es  la  misma  dada  para  la  su- 
fij ación  de  i. 

Intensivos. — De  nihaur  (s)  nihauren  «de  mí  mismo»;  de 
HiHAUR  (s)  HiHAUREN  «de  tí  mismo»;  de  zihaur  (s)  zihauren 
((de  tí  mismo»;  de  gihaur  (s)  giiiauren  «de  nosotros  mismos». 

lielativos. — De  nor  (b  g.  1.)  noren,  de  nur  (s)  nuren 
«de  quien»;  de  zein  (b.  1.)  zeinen,  de  zeñ  (b.  g.)  zesen,  de 
zoiN  (1)  ZOINEN,  de  zux  (s)  zuñen  «de  cual»;  de  zer  (c)  zeren 
«de  (pie». 


-249— 


Imlefnidos. — De  inor  (b)  inoren,  de  iñor  (g)  inoren,  de 

NIHOR-NEHOR   (1)  NIHOREN-NEHOREN,   de  NIHUR-IHür(s)    NIHUREN- 

IHUREN  «de  ninguiiO));   de  bat  (b.  g.)  baten   «de    alguno»;  de 

NORBAIT  (b.  g.)  NORBAITEN,  de  NÜRBAIT  (s)   NURBAITEN  «de 

alguno»;  de  zerbait  (c)  zerbXiten  «de  algo»;  de  zembat 
(b.  g.  1.)  zembaten,  de  zumbat  (s)  zumbaten  «de  cnanto»;  de 

ZEMBAIT    (b.  g.  1.)   ZEMBAITEN,   de  ZUMBAIT    (s)     ZUMBAITEN     «de 

cuantos»;  de  ezer  (c)  ezeren  «de  nada»;  de  bakoch  (b.  1.)  ba- 
KOCHEN,  de  BAKOITZ  (g.  s.)  BAKOiTZEN  «de  Cada  cual». 

Tercera  regla  foní'tica. — Es  la  nuisma  que  rige  para  la 
sufij ación  de  i. 

Intensivos. — De  neronek  (b.  g.  1.)  neronen  «de  mí  mis- 
mo»; de  ERORREK  (b.  g.)  ERORREN,  de  HERONEK  (1)  HER0NEN  «do 

tí  mismo»;  de  zerorrek  (b.  g.)  zerorren,  de  zeronek  (1) 
ZERONEN  «de  tí  mismo»;  de  nihonek-nihoronek  (s.  del  L.) 
NIH0NEN-NIH0R0NEN  «de  luí  mismo»;  de  hioronek  (s.  del  L.) 
HI0R0NEN  «de  tí  nnsmo»;  de  gerok  (1)  geroen  «de  nosotros 
mismos»;  de  guhorok  (s.  del  L.)  gühoroen  «de  nosotros  mis- 
mos»; de  ZEROEK  (1)  ZEROEN  «de  vosotros  mismos»;  de  zuhoro- 
nek  (s.  del  L.)  zuHORONEN  «de  tí  mismo»;  de  berek  (1)  re- 
ren «de  ellos  mismos»;  de  nihaurk-nihaurek  (s)  nihauren  «de 
mí  mismo»;  de  hihaurk-hihauree  (s)  mHAUREN  «de  tí  mismo»; 
de  ziHAURK-ziHAUREK  (s)  ziHAUREN  «de  tí  uiismo»;  de  gihaurk- 

GIHAUREK   (s)   GIHAUREN  «do    llOSOtl'OS     mismOS»;    de    ZIHAUREK 

(s)  ZIHAUREN  «de  vosotros  mismos». 

Demostrativos. — De  onek  (g)  onen,  de  hunek  (1,  s.)  hunen 
«de  éste»;  de  oyek-oek  (g)  óyen-óen,  de  oneek  (b)  oneen,  de 

HAUKIEK-HAUEK   (1)   HAUKIEN-HAUEN,  de   HAUYEK   (s)   HAUYEN   «de 

estos»;  de  orrek  (b.  g.)  orren  ,  de  horrek  (1.  s.)  horren  «de 
ese»;  de  óriek  (b.'  g.)  urien,  de  hoikiek-horiek  (1)  hoikien- 
HORiEN,  de  horiek-hoyek  (s)  horien-hoyen  «de  esos»;  de  ark 
(g)  AREN,  de  A  (b)  AREN,  de  HAREK  (1.  s.)  HARÉN  «de  aquol»;  de 

AYEK  (g)  AYEN,  de  AEK  (b)  AEN,  de  HEKIEK-HEKIK  (1)  HEKIEN- 
HEKIN,  de  HEK-HEYEK   (s)  HEN-HEYEN   «do  aquellos». 

Deniostrativo-inte)isivos.—De  beronek  (b.  g.)  beronen, 
«de  este  mismo»;  de  BER0RREK  (b.g.)  berorren  «de  ese  mismo». 

Bedemostrativos. — De  onechek  (g.  b.)  onechen,  de  «éste 
mismo»;  de  ónecheek  (b)  onecheen,  de  óyeohek  (g)  óyeohen 


—250- 

«de  estos  mismos»;  do  orreciiek  (b.  g.)  orreciien  «de  ese  mis- 
mo»; de  óiui'X'íiEK    (b.    g.)    ÓKiECiTEN    «do   esos  mismos»;  de 

AECHEK    (b)   AECHEN,    dc    AYECHEK     (g)     ÁVECIIEN     «do    liquellos 

mismos». 

Belatívos. — De  noutzuk  (b)  nortzuen  «de  quienes»;  de 
ZEÑTZUK  (b)  ZEÑTZUEN  «de  ciiíiles»;  de  zertzuk  (b)  zertzuen 
«de  que  (cosas)». 

Indefinidos. — De  batzuek  (b,  g.)  batzuen  «de  algiinos»; 

de  NORBAITZUEK  (b.  g.)  NORBAITZÜEN  «do  illglinOS');  do  ZERBAI- 
TZUEK  (b.  g.)  ZERBAITZUEN,  «do  algOS»;  dc  BERTZEEK  (1.  S.)  BER- 
TZEEN,  de  BESTEEK  (s)  BESTEEN  «do  lüS  otrOS». 

Observaciones. — Algunas  formas  plurales  observan  las 
eufonías,  elidiendo  la  e  del  suñjo  pava  evitar  el  choque  de 
vocales.  Tales  son  geron  (b.  g.)  «de  nosotros  mismos»,  de 
gerok:  zeron  (b.  g.)  «de  vosotros  mismos»,  de  zerok;  zuhoron 
(s.  del  L.)  «de  vosotros  mismos»,  de  zuhoroek;^  euron  (b) 
«de  ellos  mismos»,  de  eurok;  beron  (g)  «de  ellos  mismos»  de 
berok;  hekin  (1)  «de  aquellos»  de  hekik. 

En  el  dialecto  bizcaiao  se  repite  con  el  sudjo  en.  lo  que 
ya  llevamos  notado  anteriormente;  que  abandona  su  forma 
activa  AUK  «éste»  para  adoptar  la  del  gaipuzcoano.  arohek  (g) 
«aquel  mismo»,  toma  una  e  de  ligadura:  arechen.  El  bizcaino 
lo  imita;  de  achek,  arechen. 

Los   pronombres   demo.5tr¿itivos   ak    (b)   ars  (g)   harek 

(1.  S.)  AEK  (b)  AYEK  (g)  HEKIEK  (1)  HEKIK  (1)  HEYEK  (s)  median- 
te la  aglutinación  del  artículo  al  suñjo  en,  forman  los  adje- 
tivos posesivos  ARENA  (b.  g.)  HA?>EXA  (1.  S.)  «lo  de  él»;  AYENA 
(b.  g.)  HEKIENA  (1)   HENA   (1)   HEYENA  (s)  «lo  do  clloS»,   SUSCCpti- 

bles  de  recibir,  á  su  vez,  los  suíijos  correspondientes  á  las 
relaciones  que  hayan  de  expresar.  La  distinción  del  uso 
entre  estos  y  bere  «suj^o»,  beren  «suyos»,  quedó  explicada 
al  hablar  de  los  pronombres  posesivos.'' 


1  Rsto  pronombro  ofroco  la  jiarticnlavidal  do  admitir  ol  choquo 
y  do  roüliazarlo  en  ol  i)osü8Ívo:  esto  í'ouóiiieuo  os  b.i'^taatü  frociiünto. 

2  Véase  i)Ú£;.  IGG. 


—251— 

EIN. 

No  lo  usan  ]os  pronombres  bizcainos. 

Hay  que  atender,  para  la  aglutinación  de  este  sufijo,  así 
corno  para  la  de  los  anteriores,  á  la  letra  final  del  pronom- 
bre. Cuál  sea  esta  nos  lo  indicará  la  aplicación  del  principio 
siguiente.  Los  pronombres  singulares  ó  de  forma  singular 
cuyo  significado  no  lo  sea,  (por  ejemplo:  zembait  «cuantos») 
y  los  plurales  de  los  dialectos  basco-franceses,  unen  el  sufijo 
KiN  á  las  formas  pronominales  revestidas  del  sufijo  de  pose- 
sión en;  los  pronombres  plurales  del  giiipuzcoauo  lo  unen 
inmediatamente  á  los  temas,  elidiéndose  una  de  las  dos  I: 
que  se  siguen  en  la  práctica,  por  más  que  los  buenos  es- 
critores la  mantengan. 

Primera  regla  fonética. — ^Las  formas  terminadas  en  n 
al  recibir  el  sufijo  kin,  la  eliden.. 

Personales. — Nirekin  (g.  1.  s.)  enekin  (s)  <'Conmigo»;  ire- 

KIN   (g)   HIEEKIN     (1.  S.)    «COntigO»;  ZÜREKIN    (g.  1.   S.)    «COUtigO»; 

GUEEKíN  (1.  g.  s.)   «con   uosotros»;   zuekin  (1)  ziEKíN  (s)  «con 

vosotros».  Las  formas  lógicas  serían  nirenkin,  irenkin,  etc. 

Intensivos. — Neeonekin    (g.    1.)    nihonekin-nihoeonekin 

(s.  del  L.)  NiKAüEEKíN  (s)   «coumigo   mismo»;  eeorrekin  (g) 

HEE0NEKIN   (1)   HIOEONEKIN  (s.    del  L.)   HIHAUEEKIN  (s)    «COntigO 

mismo»;  zeeoeeekin  (g)  zeeonekin  (1)  zuhoeonekin  (s.  del  L.j 
ziHAUEEKíN  (s)  «contigo  mismo»;  guhorokin  -  guhoeonekin 
(s.  del  L.)  GiHAUREKíN  (s)  «Cou  uosotros  mismos»;  zihaurekin 
(s)  «con  vosotros  mismos»;  zuhorokin  (s.  del  L.)  «con  vos- 
otros mismos»;  beearebiin  (g.  s.)  berbekaeekin  (1)  «con  el 
mismo»;  berekín  (1)  «con  ellos  mismos». 

Posesivos. — Nereaeekin  (g.  1.)  neurearekin  (1.  s.)  nurea- 

EEKIN  (s)  ENEAEEKIN  (s)  «COU  el  míO»;  NEUEEEKIN  (1.  S.)  NU- 
EEEKIN  (s)  ENEEKIN  (s)  «COU  loS  UIÍOS»;  lEEAEEKIN  (g)  HEÜEEA- 
EEKIN  -  HIEEAEEKIN   (1.   S.)     «COU    el    tuyO»;    HIEEEKIN-HEUEEEKIN 

(1.  s.)  «con  los  tuyos»;  zeeearekin  (g)  zueeaeekin  (g.  1.  s.) 
«con  el  tuyo»;   zueeekin   (1.  s.)    «con  los  tuyos»;  güeeaeekin 

(g.  1.  S.)  GEUEEAEEKIN  (1)  «COU  cl  nuestrO»;  GUREEKIN  (1.  S.) 
GEÜEEEKIN   (s)    «COU  loS  UUestrOS»;   ZUENAREKIN  (g.  1.)  ZIENARE- 

KIN  (s)  «con  el  vuestro»;  zueneekin  (1)  zieneekin  (s)  «oou  los 


-252— 


vuestros»;  berearekin  (g.  1.  s.)  «con  el  suyo»;  beeenarekin 
(l^)  <*oon  los  suyos». 

Demostrativos. — Onekin    (g)  nuNfiKiN   (1.  s.)    «con  éste»; 

HAUKIEKIN-KAUEKIN     (1)     HAUYEKIN     (s)     «COU    estOS»;     HORREKIN 

(1.  s.)  «con  ese»;  hoikiekin-hoiuekin  (1)  horiekin-hoyekin  (s) 
«con  esos»;  arekin  (g)  harekin   (1.  s.)   «con  aíjuel»;  hekiekin 

(1)   HEYEKIN-HEKIN  (s)    «COU  aquelloS». 

Demostrativo-intensivos. — Beronekin  (g)  «con  éste  mis- 
mo»; BERORREKíN  (g)  «cou  ese  niisuio». 

Bedeinostrativos. —  O^ECHEKíN  (g)  «con  .éste  mismo»; 
ORRECHEKIN  (g)  «cou  686  mísmo»;  ARECHEKIN  (g)  «coü  aquel 
mismo». 

Relativos. — Noeekin  (g.  1.)  nurekin  (s)  «con  quien»;  zeñe- 

KIN   (g)   ZEINEKIN-ZOINEKIN   (1)   ZUÑEKIN     (s)   COU  CUal»;    ZEREKIN 

(g.  1.  s.)  «con  que». 

Indefinidos. — Batekin  (g)  «con  alguno»;  bakoitzekin 
(g.  s.)   BAKOCHEKíN  (1)  «COU  cacla  cual»;  bakoitzaeekin  (g.  s.) 

BAKOCHAREKIN   (1)     «COU  cl   Catla  CUal»;     BAKOITZEEKIN   (s)   BAKO- 

CHEEKíN  (1)  «con  los  cada  cuales»;  besterekin  (g.  s.)  bertze- 
REKíN  (1.  s.)  «con  otro»;  bestearekix  (g.  s.)  bertzearekin 
(1.  s.)  «con  el  otro»;  bestekin  (s)  bertzekkin  (1.  s.)    «con  los 

otros»;  XOEBAITEKIN  (g.  1.)  NURBAITEKIN  (s)  «COU  algUUO»;  ZEM- 
BATEíaN  (g.  1.)  ZUMBATEKIN  (s)  «COU  CUautO»;  ZEMBAITEKIN 
(g.  1.)   ZUMBAITEKIN   (s)    «COU   CUautoS»;  NORBEREKIN    (g.  1.)   «COn 

cada  uno»;  batzüekin  (1)  batzurekin  (s)  «con  algunos»;  bat- 

BEDERAEEKIN  (1,   S.)  «COU  UU  Cada  UUO». 

Observaciones. — Los  pronombres  gerok  (1)  «nosotros 
mismos»  y  zerok  (1)  «vosotros  mismos»,  cuyas  formas  pose- 
sivas son  GEKOEN  y  ZEROEN,  al  tomar  el  sulijo  kin  eliden, 
generalmente,  la  c  además  de  la  n:  gerokin  «con  nosotros 
mismos»,  ZEROKiN  «con  vosotros  mismos».  En  cambio,  laibr- 
mairregular  labortana  hekin  «de  aquellos»  reproduce  la  e,  que 
elidió  y  dice:  hekiekin.  Las  formas  suletinas  del  Labourd 
GUHOKON  y  zuTioRON  quo  crau  irregulares  por  la  referida  eli- 
sión, resultan  correctas  con  el  unitivo:  guhokokin  y  zuuouokin. 
Segunda  regla  fonética. — Los  pronombres  plurales  del 
dialecto  guipuzcoano  recil)en  directamente  el  suíijo  kin,  ea 
el  tema,  elidiendo  la  /.•  del  sulijo  en  el  lenguaje  vulgar. 


—253— 

PersoJiales. — Zuekkin  «con  vosotros». 
Intensivos. — Gerokkin  «con  nosotros  mismos»;  zerokkin 
«con  vosotros  mismos»;  berokkin  «con  ellos  mismos». 

Posesivos. — Neeeakkin  «con  los  míos»;  ireakkin  «con  los 

tuyos»;  ZUREAKKIN ZEREAKKIN  «COn  los  tliyOS»;  GUREAKKIN 

«con  los  nuestros»;  zuenakkin  «con  los  vuestros». 

Demostrativos,- — Oyekkin  «con  estos»;  óriekkin  «con 
esos»;  ÁYEKKíN  «con  aquellos». 

Bedeinostrativos. —  Oyechekkin  «con  estos  mismos»;  órie- 
CHEKKíN  «con  esos  mismos»;  áyechekkin  «con  aquellos 
mismos». 

Indefinidos, — Batzuekkin  «con  algunos»;  bakoitzakkin 
«con  los  cada  cuales;  besteakkin  «con  los  otros»;  norbai- 
tzuekkin  «con  algunos»;  zerbaitzuekkin  «con  algos». 

TZAT,  ZAT,  TZAKO. 

Se  aglutina  al  sufijo  en. 

Personales. — Neuretzako  (b)  niretzat  (g.  1.  s.)  «para  mí»; 

EURETZAK0  (b)  IRETZAT  (g)  HIRETZAT  (1.  S.)  «para  tí»;  ZEURE- 
TZAKO ZURETZAT  (g.  1.  S.)  «para  tí»;  GEURETZAKO  (b)  GURETZAT 

(g.  1.  s.)  «para  nosotros»;  zeüentzako  (b)  züEíNTzat  (g.  1.) 
ziENTZAT  (s)  «para  vosotros». 

Intensivos.  —  Neronentzako   (b)    neiíonentzat    (g.  1.) 

NmONENTZAT — NIH0R0NENTZAT      (s.    del    L.)    NmAüRENTZAT   (s) 

«para  mí  mismo»;  erorrentzako  (b)  erorrentzat  (g)  hero- 

NENTZAT      (1)      HIORONENTZAT     (s.     del    L.)     HIHAURENTZAT      (s) 

«para  tí  mismo»;  zerorrentzako  (b)  zerorrentzat  (g)  zero- 

NENTZAT  (1)  ZUHORONENTZAT  (s.  del.  L.)  ZIHAURENTZAT  (s)  «para 

tí  mismo»;  gerontzako  (b)  gerontzat  (g)  geroentzat  (1)  gu- 

HORONTZAT GUHORONENTZAT  (s.  dclL.)  GIHAURENTZAT  (s)  «para 

nosotros  mismos»;  zerontzako  (b)  zerontzat  (g)  zeroentzat 
(1)  zuHORONTZAT  (s.  del  L.)  ZIHAURENTZAT  (s)  «para  vosotros 
mismos»;  berarentzako  (b)  berarentzat  (g)  berberarentzat 
(1)  berarentzat  (s)  «para  él  mismo»;  eurontzako  (b)  beron- 
tzat  (g)  BERENTZAT  (1)  «para  ellos  mismos». 

Posesivos. — Neurearentzako    (b)    nerearentzat    (g.   1.) 
neürearentzat  (1.  s.)  nürearentzat  (s)  enearentzat  (s)  «para 


—251— 


el  jnío»;  neürentzako  (b)  nerentzat  fe.  1.  s. )  neurentzat 

(1.  S.)  ENENTZAT  (s)  «páralos  lílíOS));  EUREAHENTZAKO  (1))  IREA- 
RENTZAT      fe)      IlIREARENTZAT TIEUREAllENTZAT    (1.     S.  )     «para 

el  tuyo»;  eurentzako  (b)  irentzat  fe^)  hirentzat — heuren- 
TZAT  (s.  1.)  «para  los  tuyos»;  zurearentzako  (b)  zerearentzat 
fe)  zuREARENTZAT  fe.  1.  s.)  «para  el  tuyo»;  zeurentzako  (b) 

ZURENTZAT  fe.  1.  S.)  ZERENTZAT  fe)  «para  loS  tuyOS»;  GEUREA- 
RENTZAK0   (b)   (iUREARENTZAT   fe^  1.   S.)  GEUREARENTZAT  (1)  «para 

el  nuestro»;  geurentzako  (b)  gurentzat  fe.  1.  s.)  geürentzat 
(s)  «para  los  nuestros»;  züenarentzako  (b)  -zuenarentzat 
fe.  1.)  ziexarentzat  (s)    «para  el  vuestro»;  zuenentzako  (b) 

ZUENENTZAT  fe.  1.)  ZIENENTZAT   (s)    «para  loS  VUestrOS»;  BEREA- 

rentzako  (b)  BEREAREXTZAT  fe^  1.  s.)  para  el  suyo»;  berena- 

RENTZAKO  (1))  BEREXAEENTZAT  fe')  «para  los  SU3'0S». 

Demostrativos. — Onentzako  (b)  onentzat  fe)  hunentzat 
(1.  s.)  «para  éste»;  oneentzako  (b)  oyentzat  fe)  haukien- 
tzat-^hauentzat    (!)   HAUYENTZAT  (s)  «para    estos»;    orrem- 

TZAKO  (b)  ORKENTZAT  fe)  HORRENTZAT  (1.  S.)  «para  CSe»; 
ORIENTZAKO  (b)  ORIENTZAT  fe)  HOIKIENTZAT-HORIENTZAT  (1)  HO- 
YENTZAT-HORIENTZAT   (s)    «para  eSOS»;  ARENTZAKO   (b)   ARENTZAT 

fe)  II ARENTZAT  (1.  s.)  «para  aqnel»;  aentzako  (b)  ayentzat  fe") 
HEKTEXTZAT  (1)  I1EYEXTZAT  (s.)  «para  aquellos». 

Doniostrativo-intt'nsivos. —  Berokentzako  (b)  beronen- 
TZAT  fe)  «para  éste  mismo»;  berokrentzako  (b)  eerorrentzat 
fe^)  «para  ese  mismo». 

BediinostraiiooH. — Onechentzako  (b)  onechentzat  fe) 
«para  éste  mismo»;  onecfíeentzako  (I))  oyechentzat  fe")  «para 
estos  mismos»;  orrechentzako  (b)  orrechentzat  fe)  «para 
ese  mismo»;  oeiechentzako  (b)  oriechentzat  fe)  «para  esos 
mismos»;  arechentzako  (b)  arechentzat  fe")  «para  aquel 
mismo»;  aechentzako  (b)  ayechentzat  fe')  «para  aquellos 
mismos». 

llelaticos. — Noeentzako  (b)  norentzat  fe.  1.)  nuren- 
TZAT  (s)  «para    quien»;   nortzuentzako    (b)   «pnra    quienes»; 

ZEÑENTZAK0     (b)     ZEÑENTZAT    fe")    ZEIXENTZAT /.01NENTZAT    (1) 

zuÑENTZAT  (s)  «para  cual»;  zeñtzuentzako  (I  O  «paní  cua- 
les»; ZERENTZAKO  (b)  ZERENTZAT  fe.l.  S.)  «para  (jUe»;  ZERTZUEN- 

TZAKü  (b)  «para  que»;  zertziientzako  (bj  «paia  que  (cosas)». 


-255- 


Indefinidos. — Batentziko  (h)  batentza.t  (g)  «para  algu- 
no»; BATZUENTZAKO   (b)  BATZUENTZAT    (g.  1.)  BATZÜRENTZ AT   (s) 

«para  algunos-);  bakochentzako  (h)  bakoitzentzat  (g.  s.)  ba- 
KOCHENTZAT  (1)  «para  cada  cual»;  bakocharentzako  (b)  bakoi- 
tzarentzat  (g.  s.)  BAKOCHARENTZAT    (i)   «para   el  cada  cual»; 

BESTEEENTZAKO  (b)  BESTERENTZAT  (g.  S.)  BERTZERENTZAT  (1.  S.) 

«para  otro»;  bestearentzako  (b)  besteaeentzat  (g.  s.)  ber- 
TZEARENTZAT  (1.  s.)  «para  el  otro»;  besteentzako  (b)  bestentzat 

(g.  S.)  BERTZEENTZAT  (1.  S.)  «para  los  otrOS»;  INORENTZAKO  (b) 
IÑORENTZAT  (g)    NIHORENTZAT NEHORENTZAT    (1)   NIHURENTZAT- 

IHURENTZAT  (s)  «para  ninguno»;  norbaitzentzako  (1t)  norbai- 

TENTZAT  (g.  1.)  NURBAITENTZAT  (s)  «para  algUUO»;  NORBAITZUEN- 
TZAKO  (b)  NORBAITZUENTZAT  (g)  «para  algUUOS»;  ZERBAITEN- 
TZAKO  (b)  ZERBAITENTZAT  (g.  1.  S.)  «para  algO»;  ZERBAITZUEN- 
TZAKO  (b)  ZERBAITZUENTZAT  (g)  «para  algOS»;  ZEMBATENTZAKO 
(b)  ZEMBATENTZAT  (g.  1.)  ZÜMBATENTZAT  (s)  «para  CUauto»; 
ZEMBATTENTZAKO  (b)  ZEMBAITENTZAT  (g.  1.)  ZÜMBAITENTZAT  (s) 

«para  cuantos»;  norberarentzako  (]))  norberentzat  (g.  1.) 
para  cada  uno»;  edozeinentzako  (b)  edozeñentzat  (g)  edo- 
zeinentzat  (1)  EDOzuÑENTZAT  (s)  «para  cualquiera»;  edozein- 
TZUENTZAKO  (b)  «para  los  cualquieras». 

Ol)s?rc(icioiies. — Junto  á  ciertas  formis  plurales  dadas 
arriba,  que  presentan  la  elisión  de  e  y  son  las  más  usadas, 
coexisten  otras  que  los  que  se  precian  de  escribir  ó  hablar 
con  nimia  corrección  emplean:  tales  son,  por  ejemplo,  ne- 
REENTZAT  «para los  míos»;  gureentzat  «páralos  nuestros»,  etc. 

El  labortano  hekientzat  «para  aquellos»,  deja  á  un  lado 
su  forma  irregular  hekin  «de  aquellos»,  al  tomar  el  destina- 

tivO  TZAT. 

Los  relativos  y  sus  compuestos  pueden  también  recibir 
el  sufijo  TZAT  directamente  en  su  forma  indefinida;  por  ejem- 
plo: ZEÑTZAT  «para  cual»,  edozeñtzat  «para  cualquiera».  Es 
práctica  de  varios  autores  y  locEilidades.  La  de  valerse  del 


EN  es  más  elegante. 


N. 


El  sufijo  N  es  el  correspondiente  al    locativo  material  yá 
lo   consideremos  en  su  forma  pura,  ó  en  la  compuesta  etan. 


--25C— 

Siendo  el  pronombre  ,  como  sn  misma  apelación  jiro  no- 
viem  lo  indica,  una  parte  de  la  oración  que  se  pone  en 
luf^ar  del  nombre,  éste  es  de  persona  ó  de  ser  racio- 
nal, parece  que  su  reemplazante  debería  tomar  el  sufi- 
jo personal,  dejando  el  material  para  cuando  se  refiriese  á 
cosas.  Así,  en  la  frase  «e;¿  este  Jiomhreo  debiera  usarse  del 
sufijo  locativo-personal  y  en  la  frase  «e;¿  ésta  casa))  del  sufijo 
locativo  material.  Por  supuesto  que  los  pronombres  perso- 
nales y  sus  similares,  como  que  no  pueden  referirse  más 
que  á  personas,  debieran  de  estar  adscritos  perpetuamente 
á  los  sufijos  personales. 

Esto  sería  lo  perfectamente  lógico;  pero  como  las  len- 
guas son  creaciones  expontáneas,  inconscientes,  muchas 
veces  se  apartan  de  nuestra  lógica  de  gabinete.  El  trabajo 
literario  es  el  que,  eligiendo  entre  los  diversos  elementos 
naturales,  suele  rectificar  las  desviaciones  del  plan  lógico 
al  que  los  idiomas  se  ajustan  por  una  adaptación  tan  mis- 
teriosa como  evidente  y  que  proclama  la  perpetua  raciona- 
lidad del  espíritu  liumano.  Pero  como  la  acción  de  la  lite- 
ratura en  el  bascuence  ha  sido  muy  escasa,  no  debemos 
sor])rendernos  de  hallar  ciertas  inconsecuencias  ó  irregula- 
ridades en  su  Graniática,  IsLScimleSy  puestas  en  parangón  con 
las  de  las  más  celebradas  lenguas,  i-esultan  insignificantes. 

Ante  todo  hay  (|ue  tirar  una  Uncu  divisoria  entre  los  dia- 
lectos de  España  (pie  estudiamos  y  los  de  Francia;  los  prime- 
ros se  han  conformado,  en  tesis  general,  á  la  lógica.  Se  han 
valido  de  suüjos  personales  con  los  pronombrespersonales,  y 
con  esos  otros  pronombres  susceptibles  de  referirse  á  co- 
sas y  personas,  de  sufijos  personales  y  materiales  según  las 
exigencias  de  la  práctica.  Así  dirán  egun  onetan  «en  éste 
dia»,  EMAKUME  onecían  «cn  ésta  mujer»,  egun  oyetan  «en  éstos 
dias»  EMAKUME  OYEKGAN  «CU  éstas  mujercs».  La  diferencia 
entre  el  singular  y  plural  del  locativo  material,  únicamen- 
te puede  proporcionarla  el  pronombre  mismo  (onek,  oyek  en 
los  ejemplos  propuestos),  pues  el  sufijo  de  ambos  números  es 
totalmente  idéntico.  En  el  locativo-personal,  la  diferencia- 
ción se  obtiene  mediante  los  tcmus  pronoiuinalcs,  distin- 
tos para  cada  húuku'o. 


-257- 

Los  dialectos  franceses  son  los  que  más  se  han  apartado 
de  la  lógica;  no  usan  del  sufijo  locativo  personal  gan  en  sin- 
gular y  se  valen  de  la  forma  pluralizada  etan  que  aglutinan, 
sin  ningún  empacho,  á  los  pronombres  personales  y  á  los 
pronombres  singulares,  prevaliéndose  de  que  la  ausencia  del 
articulo  le  conuniicaá  dicho  sufijo  compuesto  cierto  carác- 
ter de  indefinido,  pero  que  no  lo  es  en  absoluto,  ni  mucho 
menos,  porque  la  significación  plural  continúa  vinculada  al 
elemento  eta. 

Los  pronombres  zeuek  (b)  zuek  (g.)  gerok  (b.  g.)>i^o  obs- 
tante su  naturaleza  estrictamente  personal,  usan  concu- 
rrentemente del  sufijo  locativo-material  y  del  personal. 
Por  ejemplo:  zeuetan  (b.)  zuetan  (g.)  «en  vosotros»;  gerok- 
TAN  (b.  g.)  «en  nosotros  mismos»;  zeroktan  (b,  g.)  en  voso- 
tros  mismos».  Así  leemos  en  las  Pláticas  de  Aguirre:  etze- 

EATE,  EZ,  ZUEK  ITZEGITEN  DIZUENAK,  BAIZIK  ZUEN   AITA  ZERUKOA 
DA  ZUFJan  ITZEGITEN  DUEÑA    \  «llÓ    SOÍS  VOSOtl'OS,     llÓ,  los    qUB 

habláis,   sino  vuestro  Padre  celeste    el   que    habla    en  vos- 
otros». 

La  sufijación  del  locativo  al  sustantivo-sufijo  baitha  se 
verifica  también  en  los  pronombres  de  los  dialectos  basco- 
franceses.  Por  aquí  ha  venido  á  buscarse ,  en  ciertos  casos, 
una  compensación  al  empleo  de  sufijos  materiales  con  pro- 
nombres personales  ó  relacionados  á  personas. 

Los  pronombres  reciben  el  locativo:  a)  en  el  tema  sin- 
gular; b)  en  el  tema  plural;  c)  en  el  genitivo.  Por  lo  tanto, 
la  letra  que  precede  inmediatamente  al  locativo  será  muy 
distinta  según  los  casos.  De  aquí  resulta  la  variedad  de  re- 
glas fonéticas  que  hemos  de  registrar  en  esta  sección.  La 
misma  enumeración  de  las  formas  pronominales  nos  dirá 
cuales  son  los  pronombres  que  se  valen  del  tema  y  cuales 
del  posesivo. 

Primera  regla  fonética. — Los  pronombres  terminados^ 
en  n  toman  el  sufijo  locativo-material  pluralizado  y  no  otro, 


1  Tomo  íir,  iiág.  411. 

2  Ténsase  prescuto  que  en  todas  las  reglas  de  este  capítulo,  al  hablar  de  la  terminación 
de  los  proi)<;nil)res  mo  refiero  k  la  terminación  que  ostentan  cuando  están  preparados  á  reci- 
bir el  sufijo  y  no  ú  la  leiminaciiu  do  su  íoima  pura,  excepto  eii  los  casos  en  qvie  lo  tomau 
en  el  tema. 

18 


—258— 

elidiendo  la  n  terminal  del  posesivo  y  la  e  inicial  do  la 
abundancial  eta. 

Intensiros.  — •  Neronetan  (I)  nihonetan-nihoronetan 
(s.  del  L.)  «en  mí  mismo»;  heuonetan  (1)  hioronetan  (s.  del 
L.)  «en  tí  mismo»;  zeronetan  (I)  zuhoronetan  (s.  del  L.) 
«en  tí  mismo». 

Demostr at ¿vos. -"-O^ETAyi  (h.  g.)  hunetan  (1.  s.)  (*en  éste»; 

ONEETAN  (b)  OYETAN  (g)  HAUKIETAN-HAUETAN  (1)  HAUYETAN  (s) 

«en  estos»;  orretan  (b.   g.)  hortan  (1.  s.)  «en  éste»;  grietan 

(b.  g.)  HOIKIETAN-HORIETAN  (1)  HORIETAN-HOYETAN  ,(s)  «en  eSOS»; 

ARTAN  (b.  g.)  HARTAN  (1.  s.)  «en  aquel»;  ayetan  (b.  g.)  hekie- 

TAN-HEKETAN    (1.)   HEYETAN   (s)  «en  aquelloS». 

Bedemostrativos. — Onechetan    (b.  g.)  «en  éste   mismo»; 

ONEECHETAN  (b)  OYECHETAN  (g)  «en  estoS  mismOS»;  ORRECHE- 

TAN  (b.  g.)  «en  ese  mismo»;  oriechetan  (b.  g.)  «en  esos  mis- 
mos»; ARECHETAN  (b.  g.)  «en  aqiiel  mismo»;  ayechetan  (b.  g.) 
«en  aquellos  mismos». 

Indefinidos. — Norbaitzüetan  (b.  g.)  «en  algunos». 

Observaciones. — La  caida  de  la  n  arrastró  consigo  la  de 
la  e  en  hortan  (1.  s.)  de  la  cual  es  forma  lógica  horrentan; 
en  artan  (b.  g.)  hartan  (b.  s.)  de  las  que  son  formas  lógicas 
ARRENTAN  y  HARRENTAN.  Sc  conocc  quo  la  sufijación  se  ha  ve- 
rificado con  el  posesivo,  únicamente  en  la  permanencia 
de  la  T  eufónica.  La  única  excepción  á  la  regla  gene- 
ral se  encuentra  en  los  posesivos  zuen  (b.  g.  1.)  zien  (s)  los 
cuales  algunas  raras  veces  conservan  la  n^  diciendo  zuen- 
etan  (b.  g.  1.)  ZIENETAN  (s)  «CU  vosotros»,  auuquc  más  co- 
múnmente se  atienen  al  principio  general  de  la  elisión. 

Segunda  regla  fonética. — Los  pronombres  terminados 
en  vocal  reciben  el  sufijo  locativo-material  pluralizado,  eli- 
diendo la  e  de  la  terminación  abundancia]  eta. 

Personales. — Nitan  (1.  s.)  «en  mí»;  hitan  (1.  s.)  «en  tí»; 
zuTAN  (1.  s.)  «en  tí»;  GUTAN  (1.  s.)  «CU  iiosotros». 

Intensivos. — Guhorotan  (s.  del  L.)  «en  nosotros  mis- 
mos»; zuHOROTAN  (s.  dol  L.)  «CU  vosotros  mismos». 

Vosesivos. — Neuretan  (1.  k.)  neretan  (1)  nuretan  (s) 
ENETAN  (s)  «en  los  míos»;  uikktan-heuretan  (1.  s.)  «on  los 
tuyos»;  zuretan  (1.  s.)  «en  los  tuyos»;  (íeuretan  (1)  güretan 
(1,  8.)  «en  los  nuestros»;  beuetan  (1.  s.)  «on  los  suyos». 


—259- 


Indefinidos. —BATZJJTK^  (s)  «en  algunos»;  bestetan  (b.  g. 
s.)  BEETZETAN  (1.  s.)  «en  otros»;  NORBERETAN  (1)  «en  cada  uno». 

Observaciones. — El  pronombre  intensivo  suletino  del  La- 
bomd  GUHORO  «nosotros  mismos»,  tiene,  además  de  ésta,  otra 
forma,  que  es  guhoroni.  Al  sufijar  el  locativo  se  suprime  la 
última  sílaba  de  ésta  segunda  forma,  así  es  que  guhorotan 
corresponde  á  guhoroni  y  á  guhoro.  Las  formas  definidas 
plurales  de  bertze  y  beste  se  distinguen  de  las  inde- 
finidas en  que  aquellas  sufijan  la  terminación  abundancial  ín- 
tegra: BESTEETAN   (b.  g,  S.)  BERTZEETAN   (1.  S.)    «CU  loS    OtlOS». 

Tercera  regla  fonética.  Los  pronombres  terminados  enZ;la 
eliden  al  recibir  el  sufijo  locativo-material  pluralizado,  así 
como  la  vocal  inicial  de  eta,  si  por  causa  de  dicha  elisión 
la  última  letra  del  pronombre  resulta  e. 

Fe:^\sonaIes. — zeuetan  (b.)  zuetan  (g.  1.)  zietan;  (s.)  «en 
vosotros». 

Intensivos. — zeroetan  (1)  «en  nosotros  mismos»;   zeroe- 

TAN   (1)   zmAURETAN  (s)  «CD  VOSOtrOS  misUlOS»;  BERETAN    (1)   «CU 

ellos  mismos». 

Indefinidos. — batzuetan  (b.  g.  1.)  «en  algunos». 

Observaciones. — No  obstante  la  regla,  geroktan,  (b.  g.) 
«en  nosotros  mismos»;  zeroktan  (b.  g.)  en  vosotros  mismos»; 
BEROKTAN  (b.  g.)  «en  cllos  mismos»,  conservan  la  A-.  Estas  son 
formas  doblemente  irregulares,  puesto  que  á  la  irregulari- 
dad ya  señalada  hay  que  añadir  la  de  la  elisión  de  la  inicial 
de  ETA,  cuya  presencia  parecía  necesaria,  aunque  solo  fuese 
á  título  de  vocal  de  ligadura.  La  forma  suletina  zihauretan 
procede  de  zmAUREK;  la  elisión  de  la  h  ocasionó  la  de  la  e, 
sujetándose  la  forma  resultante  á  la  regia  general  dada  arri- 
ba de  evitarla  reiteración;  zihauretan,  está  en  lugar  de  zi- 

HAUREETAN,  COmO  BERETAN  CStá  611  lugar  do  BEREETAN  etc;  y 

merced  á  la  conservación  de  la  e  se  distingue  de  la  forma  sin- 
gular ziHAURTAN  «CU  tí  mismo». 

Cuarta  regla  fonética. — Los  pronombres  terminados  en 
r  y  /"¿toman  el  sufijo  locativo  plural  elidiendo  la  e  de  la  ter- 
minación abundancial  eta. 

Intensivos. — ^Nih.\urtan  (s)  «en  mí  mismo»;  hihaurtan 
(s)  «en  tí  mismo»;  zihaurtan  (s)  «en  tí  mismo»;  gihaurtan  (s) 
«en  nosotros  mismos». 


— 2üU— 

Belacíooi. — Nort.vn  (1)  nurtan  (s)   «3ii  quisa»;  zEifírAN- 

ZOINTAN  (1)   zuñían   (s)  «311  Cll'll»;  ZERTAN   (b.   1.  g.   S.)  «Gil  qué». 
1 11(1  eji  ni  dos. NmORTAN-NEHORTAN    (1)     NÍHURT  AN-IÍIÜRTAN 

«en  ningimo»;  ezertan  (b.  g.)  «eii  nada»;  edozeintan  (1)  edo- 
zuÑTAN  (s)  «en  cualquiera». 

Quinta  regla  fonética. — Los  pronombres  terminados  en 
t,  tz  y  cli  reciben  el  suñjo  locativo-plural  con  la  abundancial 
ETA  íntegra. 

Indefinidos. — B atetan  (b.  g.)  «en  alguno»;  bakoitzetan 
(g.  s.)  bakochetan  (b.  1.)  «en  cada  cual»;  norbaitetan  (1)  nür- 
baitetan  (s)  «en  alguno»;  zemdatetan  (b.  g.  1.)  zumbatetan 
(s)  «en  cuanto»;  zembaitetan  (b.  g.  1.)  zümbaitetan  (s)  «en 
cuantos»;  zerbaitetan  (c)  «en  algo». 


Frononihres  cine  reciben  el  sufijo  locativo-singular. — No 
hay  más  regla  fonética  que  la  siguiente.  Cualquiera  que  sea 
la  letra  en  que  termine  el  pronombre,  como  no  sea  e,  se  in- 
troducirá entre  la  forma  articulada  del  sufijo  y  la  terminal 
del  tema,  una  e  de  ligadura. 

Intensivos. — Berean  (b.  g.  s.)  berberean  (s)  «en  el 
mismo». 

Posesivos. — Neurean  (b.  1.  s.)  nerean  (g.  1.)  nurean  (s) 
ENEAN  (s)  «en  el  mío»;  eürean  (b)  irean  (g)  hirean-heürean 
(1.  s.)  «en  el  tuyo»;  zeurean  (b)  zerean  (g)  zurean  (g.  1.  s.) 
«en  el  tuyo»;  geürean  (b.  1.)  gurean  (g.  1,  s.)  «en  el  nuestro»; 
zuenean  (b.  g.  1.)  ziENEAN  (s)  «en  el  vuestro»;  berean  (b.  g.  1.  s.) 
«en  el  suyo». 

Indefinidos. — Bakochean  (b)  bakoitzean  (g)  «en  el  cada 
cual»;  bestean  (b.  g.  s.)  bertzean  (1.  s.)  «en  el  otro»;  norbe- 
eean  (b.  g.)  «en  el  cada  uno». 

Ohscrvacio)ics. — Algunos  pronombres  no  usan  de  la  e 
epentética.  Tales  son  bakochan  (1)  bakoitzan  (s)  «en  el  cada 
cual»;  batbederan  «en  un  cada  uno». 

Locativo  personal  en  los  dialectos  basco-franceses.  —  Ui- 


gen  en  esta  snfijación  todas  las  reglas  dadas  para  la  de  en. 
Por  vía  de  ejemplo  citaré  algunos  pronombres,  nerebaithan 
(1)  «en  mí»;  zurebaithan  (1)  «en  tí»;  gurebaithan  (1)  «en  nos- 
otros», etc. 

El  sufijo  locativo  personal  de  los  pronombres  bizcainos 
y  guipuzcoanos  es  gan.  Eeciben  el  sufijo  directamente  en  el 
tema  los  siguientes: 

Personales. — Neugan  (b)  nigan  (g)  «en  mí»;  eugan  (b) 
iGAN  (g)  «en  tí»;  geugan  (b)  gugan  (g)  «en  nosotros»;  zeugan 
(b)  züGAN  (g)  «en  tí»;  zeuekgan  (b)  zuekgan  (g)  «en  vosotros». 

Intensivos. — Gerokgan  (b.  g.)  «en  nosotros  mismos»;  ze- 
ROKGAN  (b.  g.)  «en  vosotros  mismos»;  eurokgan  (b)  beeokgan 
(g)  «en  ellos  mismos». 

Posesivos. — Neureagan  (b)   neeeagan    (g)    «en   el  mío»; 

NEUREAKGAN  (b)  NEREAKGAN  (g)  «en  los  míOS»;  EUREAGAN  (b) 

iREAGAN  (g)  «en  el  tuyo»;  eureakgan  (b)  ireakgan  (g)  «en  los 
tuyos»;  ZEUREAGAN  (g)  ZEREAGAN-ZUREAGAN   (g)   «en  el  tuyo»; 

ZEUREAKGAN  (b)  ZEREAKGAN-ZUREAKGAN  (g)  «CU  loS  tuyOS»;  GEU- 

REAGAN  (b)  GUREAGAN  (g)  «en  el  nuestro»;  geureakgan  (b)  ou- 
REAKGAN  (g)  «en  los  uuestros»;  zuenagan  (b.  g.)  «en  el  vues- 
tro»; ZUENAKGAN  (b.  g.)  «en  los  vuestros»;  bereagan  (b.  g.)  «en 
el  suyo»;  berenakgan  (b.  g.)  «en  los  suyos». 

Demostrativos. — Oneekgan  (b)  oyekgan  (g)  «en  estos»; 
oRiEKGAN  (b.  g.)  «en  esos»;  aekgan  (b)  ayekgan  (g)  «en 
aquellos». 

Peclemostratívos. — Oyechekgan  (b.  g.)  «en  estos  mismos»; 
OEIECHEKGAN  (b.  g.)  «CU  csos  mismos»;  AYECHEKGAN  (b.  g.)  «en 
aquellos  mismos». 

Belativos. — Norgan  (b.  g.)  «en  quien»;  zeingan  (b)  zeñ- 
GAN  (b.  g.)  «en  cual»;  zergan  (b.  g.)  «en  que»;  nortzuekgan 
(b)  «en  quienes»;  zeñtzuekgan  (b)  «en  cuales»;  zertzuekgan 
(b)  «en  que  (cosas). 

Indefinidos. — Batgan  (b.  g.)  «en  alguno»;  batzuekgan 
(b.  g.)  «en  algunos»;  bakochagan  (b)  bakoitzagan  (g)  «en  el 
cada  cual»;  bakochan  (b)  bakoitzgan  (g)  «en  cada  cual»;  bes- 


-262- 


TEAGAN  (b.  g.)  «en  el  otro»;  besteekgan  (b.  g.)  en  los  otros»; 
BESTEGAN  (b.  g.)  «en  otro»;  inohgan  (b)  iñohgan  (g)  «en  nin- 
guno»; NORBAiTGAN  (b.  g.)  «en  alguno»;  norbaitzuekgan  (b.  g.) 
«en  algunos»;  norbehagan  (b)  nohbeeegan  (g)  «en  cada  uno»; 
EDOZEÑGAN  (g)  EDOZEINGAN  (b)  «en  Cualquiera»;  edozeñtzuek- 
GAN  (b)  «en  cualesquiera». 

Observaciones. — La  forma  plural  de  beste  «otro»  es  bes- 
TÉAK  «los  otros»;  sin  embargo,  en  el  locativo  la  a  se  trasfor- 
ma  en  e:  besteekgan,  de  acuerdo  con  la  tendencia  de  los 
pronombres  á  adoptar  dicba  letra  como  desinencia  caracte- 
rística del  plural.  La  conservación  de  la  e  final  del  tema 
establece  la  diferencia  entre  el  indefinido  y  el  definido:  bes- 
tegan  «en  otro»,  besteekgan  «en  los  otros».  El  grupo  luj  que 
resulta  en  las  formas  plurales  es  puramente  literario;  el  len- 
guaje vulgar  no  lo  emplea  casi  nunca,  y  la  gutural  sacrifica- 
da suele  ser,  por  lo  común,  en  el  dialecto  guipuzcoano  la 
fuerte,  y  en  el  bizcaino,  más  lógicamente,  la  suave.  Los 
plurales  de  los  relativos  bizcainos  presentan  una  e  que  no 
se  halla  en  el  tema  plural;  por  ejemplo:  nortzü<?kgan  de  nor- 

TZUK. 

Todos  los  dichos  pronombres  se  valen  muy  amenudo  de 
su  forma  posesiva  para  tomar  el  gan.  No  juzgo  necesario 
repetir  las  formas. 

Los  pronombres  que  toman  el  sufijo  locativo  en  la  for- 
ma activa  eliden  la  A-. 

Intensivos. — Neronegan  (b.  g.)  «en  mí  mismo»;  erorre- 
gan  (b.  g.)  «en  tí  mismo»;  zerorregan  (b.  g.)  «en  tí  mismo». 
Demostrativos.  —  Onegan  (b.  g.)  «en  éste»;  orregan 
(b.  g.)  «en  ese»;  agan  (b)  argan  (g)  «en  aquel». 

Demostrativo-intensivos.  —  Beronegan  (b.  g.)  «en  éste 
mismo»;  berorregan  (b.  g.)  «en  ese  mismo». 

Bedemostrativos. — Onechegan  (b.  g.)    «en  éste  mismo»; 

ORRECHEGAN  (b.  g.)   «CU  CSC  misUlO». 

El  pronombre  intensivo  de  tercera  persona  forma  el  lo- 
cativo del  posesivo  y  nó  del  activo;  por  eso  dice  arechegan 
(b.  g.)  «en  aquel  mismo»,  y  no  archegan. 


-26;í- 


BAT,  RA.  ' 

Los  pronombres  pueden  recibir  el  sufijo  directivo,  ya  en  su 
forma  simple,  ya  en  su  forma  pluralizada  etarat,  etaea,  sin 
que  el  uso  de  esta  última  esté  subordinado  al  número  propio 
de  la  relación  que  se  desea  expresar,  puesto  que  es  frecuente  la 
sufijación  de  dicha  forma  á  pronombres  de  significado  singu- 
lar. Aunque  es  un  directivo  material,  también  se  encuentra 
empleado  con  pronombres  personales  ó  relativos  á  personas. 

Friviera  regla  fonctica. — Los  pronombres  teiminados  en 
vocal  eliden  la  e  de  la  abundancial  eta,  fuera  de  los  casos  en 
que  el  sufijo"  y  el  significado  del  pronombre  son  ambos 
plurales. 

Personales. — nitaha  (1.  s.)  «á  mí»;  hitara  (1.  s.)  «á  tí»;  zu- 
TARA  (1.  s.)  «á  tí»;  GUTARA  «á  nosotros». 

Intensivos. — guhoroetara  (s.  del  L.)  «á  nosotros  mismos». 

VoSesivOS. NEREETARA  (g.  1.)  NEUREETARA   (b.  1.)  <>á  loS  nUCS- 

trOS»;    EUREETARA   (b.)    IREETARA  (g.)   HIREETARAT-HEUREETARAT 

(1.)  «á  los  tuyos»;  zereetara  (g.)  züreetara  (g.  1.  s.)  zeuree- 
TARA  (b.)  á  los  tuyos»;  geueeetara  (b.  1.)  gureetara  (g.  1.) 
«á  los   nuestros»;  bereetara  (1.)  á  los  suyos». 

Indefinidos. — bestetara   (b.  g.  s.)   bertzetarat  (1.  s.)  «á 

otro»;  BESTEETAEA  (b.  g.  S.)  BERTZEETARAT  (1.  S.)  «á  loS  otrOS»; 
BATZUETARAT  (1.)   «á  algUnOS». 

Observaciones. — Las  excepciones  no  faltan;  las  formas  plu- 
rales suletinas  no  soportan  la  reiteración  de  la  e;  zuhopotara 


1  Téngase  presente  que  la  fovma  con  t  pertenece  á  los  dialectos  basco-franceses;  pero 
para  no  repetir  los  ejemplos,  cuando  me  vea  en  el  caso  de  referirme  ¿i  la  vez  á  dialectos  de 
arnbas  vertientes  del  Pirineo,  me  valdré  del  sufijo  ea,  que  es  conocido  en  los  cuatro  que  se 
estudian  aquí. 

2  En  rigor  el  sufijo  etaea  es  siempre  plural;  pero  cuando  se  une  á  un  pronombre  sin- 
gular, V.  g.:  NI  y  no  está  iutegio,  v.  g.:  n'itara,  creo  que  sin  ningún  peligro,  y  para  las  necesi- 
dades de  la  exposición  únicamente,  puede  admitirse  la  distinción  del  texto,  fundada  en  la  exis- 
tencia de  una  forma  i^luralizada  que  se  vuelve  il  singularizar,  en  parte  por  la  alteración  de  la 
forma  y  eu  parte  por  su  uso. — Y  ya  que  estoy  aclarando  la  terminología,  no  me  iiarece  fuera 
de  ijropósito  hacer  una  advertencia  que  se  refiere  á  toda  la  sufijación,  especialmente  á  la  de 
los  nombres  y  que  me  ha  parecido  conveniente  después  de  ver  imin-eso  el  Cuadro  general  de 
la  sufijación  nominal  (págs.  235  y  siguientes).  Las  palabras  son  indefinidas  cuando  no  expresan 
m'imero,  por  ejemijlo:  gizon;  definidas  ó  articuladas  cuando  lo  expresan,  GizoNAnel  hombre»,  gi- 
zóNAK  «los  hombresii.  Pero  para  evitar  confusiones  hay  que  destruir  esa  sinonimia.  Por  lo  tan- 
to, reservaré  el  dictado  de  articuladas,  para  las  palabras  que  llevan  artículo,  singular  ó  plural, 
y  el  de  definidas  simplemente  para  las  que  manifiestan  el  número,  poro  sin  artículo.  Así 
ECHEKO  «de  casan,  es  indefinido;  echearen  y  echeen  «de  la  casa»  y  «de  las  casas»,  es  articulado 
y  ECHEETAKO  «de  casas»  es  definido.  Téngase  lo  dicho  por  aclaración  de  la  singnimia  del  texto, 
de  la  cual  purga>ré  á  cüte  de  aquí  eu  adelante. 


-2G4- 

(s.  (leí  L.)  «á  vosotros  misinos»;  enetara,  nuretara  neure- 
TARA  «á  los  iiiíos»;  iiiRETAKA-iii'iurvErARA  «á  los  tiiyos»;  au- 
KETARA  «á*  los  nuestros»;  beretara  «á  los  suyos»;  batzutara 
«á  algunos»,  guhoroetara  (s.  del  L.)  «á  nosotros  mismos», 
presenta  alguna  particularidad  que  debo  de  señalar;  guho- 
rok  es  la  forma  activa  de  guhoro  y  de  guhoroni.  Si  referi- 
mos guhoroetara  á  GUHORONI  ocurrcu  dos  fenómenos:  a), 
elisión  de  ni;  b.)  conservación  de  la  e,  que  los  demás  pro- 
nombres suletinos  eliden.  Si  referimos  dicha  forma  á  guho- 
ro sólo  tiene  lugar  el  segundo  de  ellos. 

De  los  tres  pronombres  terminados  en  n,  dos  de  ellos  re- 
ciben íntegra  la  abundancial,  el  tercero  le  suprime  la  e  ini- 
cial; ZUENETARA  (b.  g.  1.)  ZIENTARAT  (s.)  «á  loS  VLiestrOS»;  BE- 
EENETARA  (b.   g.)    «á  loS  SUyOS». 

Segunda  regla  fonética. — Los  pronombres  terminados  en 
/.-  la  eliden,  destruyendo  la  reiteración  de  vocales  que  re- 
sultaría de  la  aglutinación  pura  y  simple,  bien  suprimiendo 
la  e  de  eta,  si  la  que  precede  es  orgánica,  bien  mantenien- 
do la  de  la  abundancial,  pero  en  éste  caso  eliminando  la  e 
de  ligadura  que  precede  á  la  /,-. 

Personales. — zuetara  (b.  g.  1.)  zietarat  (s.)  «á  vosotros». 

Intensivos. — neronetarat  (1.)  nihonetara-nihoronetara 
(s.  del  L.)  <»á  mí  mismo»;  heronetírat  (1.)  hioronetarat  (s. 
del  L.)  «á  tí  misino»;  zeronetarat  (1.)  zuhoronetarat  (s.  del 
L.)  «á  tí  mismo»;  geroetarat  (1.)  «á  nosotros  mismos»;  zero- 

ETARAT  (1.)  ZIHAURETARAT  (S.)  «á  VOSOtrOS  misillOS»;  BERETARAT 

(1.)  «á  ellos  mismos». 

Demostrativos. — onetara  (b.g.)«á  éste»;  ONEETARA(b.)  oye- 
tara  (g.)  HAUKIETARAT-HAUETARAT  (1.)  HAUYETARAT  (s.)  «á  CS- 
tos»;  ORRETARA  (b,  g.)  «á  CSC»;  GRIETARA  (b.  g.)  HOIKIETARAT- 
HOIRIETARAT  (b.)  HORIETARAT-HOYETARAT  (s.)  «á  OSOS»;  AYETA- 
EA  (b.  g.)  HEKIETARAT   (1.)  HETARAT-HEYETARAT  (s.)  «á  aquellos». 

Bedemostrativos. — onechetara  (b.g.)  «á  éste  mismo»;  oye- 
CHETARA  (b.  g.)  «á  estos  mismos»;  orrechetara  (b.  g.)  «á  ese 
mismo»;  oriechetara  (b.  g.)  á  esos  mismos»;  arechetara 
(b.  g.)  «á  aquel  mismo»;  ayechetara  (b.  g.)  «á  aquellos  mis- 
mos». 

lielativos. — nortzuetara  (b.)  «á  ([uienos»;  zent/,uetara 
(b.)  «á  cuales»;  zeetzuetara  (b.)  «á  que  (cosas)». 


—265— 


Inclefinidns. — eatzüetar.^  (b.  g.)  «á  algunos;  norbaitzue- 
TAEA  (b.  g.)  «á  algunos». 

Observaciones. — x^lganos  pronombres  eliden  la  e  orgánica 
y  ia  e  de  ligadura;  huntarat  (1.  s.)  «á  éste»;  hartarat  (1.  s.) 
«á  aquel». 

El  pronombre  labortano  hekik  «aquellos»,  suprímela  e  de 
la  abundancial,  á  pesar  de  que  no  resultaría  reiteración  de 
adoptarla  íntegra:  hekitara  «¡í  aquellos».  Los  pronombres 
basco-españoles  son  poco  propensos  alas  amalgamas  de  su- 
fijos plurales  con  temas  singulares;  los  demostrativos  en  ésta 
sección  la  admiten,  manteniendo  la  diferencia  del  número, 
como  otras  veces,  por  la  distinta  forma  del  tema  pronomi- 
nal. 

Tercera  regla  fonrticn. — Los  pronombres  terminados  en 
r,  n,  fi,  eliden  la  e  inicial  de  la  terminación  eta. 

Intensivos.  — nihauetara  (s.)  «á  mí  mismo»;  umAURTARA 
(s.)  «á  tí  mismo»;  zmAURTARA  (s.)  «á  tí  mismo»;  omAURTARA  (s.) 
«á  nosotros  mismos». 

Belativos. — nortarat  (1.)  nurtarat  (s.)  «á  quien»;  zeinta- 

EAT-ZOINTARAT  (1.)   ZUÑ'TARAT  (s.)  «á  CUal»;    ZERTARA     (b.  g.l.   S.) 

«á  que». 

Indefinidos. — -ezertara  (b.  g.)   «á  nada»;  nehortarat-ni- 

PIORTARAT   (1.)   NIHURTARAT-IHÜRTARAT     (S.)    «á    ningUUO»;     EDO- 
ZEINTARAT  (1.)   EDOZUNTARAT    (s  )  «á  CUalquicra». 

Observaciones. — El  demostrativo  hoei  «ese»,  experimenta 
la  supresión  de  la  ¿  final,  y  queda  comprendido  en  la  regla 
anterior:  hortarat  (1.  s.)  «á  ese». 

Cuarta  regla  fonética. — Los  pronombres  terminados  en  t, 
tz,  cli  reciben  íntegra  la  abundancial. 

Indefinidos. — elibatetara  (s.)  «á  algunos»;  batera  (b.  g.) 
«á  alguno»;  bakochetara  (b.  1.)  bakoitzetara  (s.)  «á  cada 
cual»;  norbaitetaeat  (1.  s.)  «á  alguno»;    zerbaitetara  (c.)   «á 

algo»;  ZEMBATETARA  (b.  g.  1.)  ZUMBATETARAT  (s.)  «á  CUauto»; 
ZEMBAITETARA  (b.  g.  1.)  ZUMBAITETARAT  (s.)  «á  CUautoS». 


J4. 


La  sufijación  al  directivo  en  su  forma  simple  es  mucho 


-20Ü- 


más  sencilla.  Todo  pronombre  al  cnal  se  une  termina  en 
vocal,  ya  naturalmente,  ya  por  haber  adoptntlo  la  forma  arti- 
culada; no  requiere  ninguna  alteración  fonética. 

Intensivos. — berberaiut  (1.)  beralat  (s.)  «á  él  mismo». 

P06-¿6'/¿"05.— NEUREAEA  (b.  1.)  NEllEARA  (g.  1.)  NEUREALAT-NU- 
KEALAT  (S.)  ENEALAT  (s.)  «íí  cl  mio»;  BUREARA  (b.)  IREARA  (g.) 
niREARAT-HEUREARAT  (1.)  HIREALaT-HEUREALAT  (s.)  «al  tuyO»; 
ZEUREARA  (b.)  ZEREARA-ZUREARA  (g.)   ZUREARAT  (1.)  ZUREALAT 

(s.)  «á  el  tuyo»;  geureara  (b.  1.)  gureara  (g.  1.)  gurealat  (s.) 
«á  el  nuestro»;  züenaua  (]).  g.  1.)  zienara  (s.)  «á  el  vuestro»; 

BEREaRA  (b.  1.  S.)  BEKEALAT  (s.)  «á  el  SUyO»;  BERENARA  (I).  g.) 

«á  los  suyos». 

Indefinidos. — bakochara  (1.)  bakoitzalat  (s.)  «al  cada 
cual»;  batbederara  (1.)  batbederalat  (s.)  «á  un   cada    uno»; 

BERTZEARA  (1.)  BESTEALAT-BERTZEALAT  (s.)  «á  el  OtrO»;  BESTERA 
(b.  g.  1.)  RERTZERAT  (1.)  BESTELAT-BERTZELAT  (s.)  «á  otrO». 

Observaciones.- — Las  formas  directivas  de  los  posesivos 
son  de  muy  poco  uso.  He  aquí  la  razón;  el  nombre  al  cual 
acompañan  los  posesivos  va  detrás  de  estos;  por  lo  tanto,  el 
nombre  recibe  el  sm^ijo.  Las  ocasiones  de  que  aparezca  solo 
el  posesivo,  serán  muy  contadas  rela^tivamente;  he  aquí 
una  frase,  por  vía  de  ejemplo:  «¿á  casado  quién  vas?— A  la 

mía».  ¿NOREN  ECHERÁ  ZOAZ? NEREARÁ.  Y  aUU  CU  CStc  CaSO, 

en  el  que  se  provoca  la  separación  del  posesivo,  lo  probable 
es  que  el  bascongado  responda  «á  mi  casa»,  neee  echera. 


¿4. 


El  sustantivo  baitha  se  emjilea  también  en  los  pronom- 
bres basco-franceses  en  las  mismas  condiciones  que  con  los 
nombres,  ó  lo  que  es  igual,  cojí  pronombres  personales  y 
cd  sufijo  posesorio.  Al  emplear  el  caliíicativo  de  personales, 
comprendo  entre  ellos  á  los  que  no  llanjándosc  así  pueden 
referirse  á  personas. 

Versomdes. — nere  baithara    (1.)  enebaithara  (s.)    «á  njí»; 

Hn^EBAITHARA   (1.  S.)    «á  tí»;     ZUREBAITUARA     (1.  S.)    «á  tí»;     (lURE- 
BAITUARA  (1.  S.)   «á  UOSOtrOS»;   ZTJENliAÍTIIARA    (1.)     ZIENBAmiARA 

(s.)  «á  vosotros».  Es  inútil  poner  los  demás,  que  como  estos 
se  forman  también  del  posesorio. 


-2G7- 


Los  pronombres  basco-españoles  personales,  y  los  que 
sin  estar  comprendidos  bajo  esta  denominación  pueden  re- 
ferirse á  personas,  toman  el  sufijo  directivo  personal  gana. 
El  dialecto  labortano,  comparte  su  uso  coq  el  de  baithaea. 
Los  dos  primeros  lo  snfíjan  al  tema  pronominal  y  el  tercero 
al  sufijo  posesorio,  sin  que  estos  principios  deban  tomarse 
en  sentido  absoluto,  ni  nniclio  menos,  pues  rae  refiero  á  la 
práctica  que  me  parece  más  general,  la  cual  en  muchas  lo- 
calidades varía,  como  ya  lo  noté  al  lialjlar  del  nombro,  pu- 
diendo  decirse,  por  lo  tanto,  que  los  tres  dialectos  conocen 
y  emplean  ambas  maneras  de  sufijar. 

Pondré,  á  manera  de  ilustración,  nada  niás,  que  los  pro- 
nombres propiamente  personales. 

Personales. — neugana  (b.)  nigana  (g.)  ni^egana  (1.)  «á  mí»; 

EUGANA  (b.)  IGANA  (g.)  HIUEGANA  (1.)  «á  tí»;  ZEUGANA  (b.)  ZUGA- 
NA  (b.)  ZUREGANA  (1.)  «á  tí»;  GEUGANA  ,(b.)  GUGANA  (g.)  GUEEGA- 

NA  (1.)  «á  nosotros»;  zuekgana  (b.  g.)  züengana  (1.)  «vosotros». 

iy:o,  iNo,  xo,  no. 

El  sufijo  limitativo  de  dirección  en  los  pronombres,  de 
igual  suerte  que  en  los  nombres,  jamás  se  aglutina  solo,  y 
en  aquellos,  como  en  estos,  se  une  no  al  tema,  sino  al  di- 
rectivo EA.  Pero  se  distinguen  los  unos  de  los  otros  en  que 
los  pronombres  no  se  valen  más  que  del  directivo,  y  jamás 
de  la  flexión  verbal,  ni  del  sustantivo  arte. 

Diclio  esto,  se  comprende  que  la  sufijación  es  muy  senci- 
lla, pues  basta  aglutinar  el  sufijo  ño  á  las  formas  de  los  pro- 
nombres que  llevan  el  directivo  material  singular  y  plural 
EA,  ETAEA.  Así  es  quo  la  única  duda  susceptible  de  presen- 
tarse se  referirá  á  los  pronombres  que  no  debieran  admitir, 
según  la  teoría,  más  directivo  que  el  personal;  pues  bien,  estos 
se  sujetan  á  la  regla  general.  Por  lo  tanto  tendremos  las  for- 
mas NiEAÑo,  HiEAÑo  «liasta  mí»,  «hasta  tí»,  junto  á  las  formas 
ONETAEAÑo,  HARTAEAÑo  «liasta  ésto»,  «liasta  aquel»,  propias  de 
pronombres  que  pueden  referirse  á  cosas.   Los  pronombres 


— 2C8— 

que  poseen  formas  singulares  y  plurales,  como  son  los  de- 
mostrativos, se  valen  del  sulijo  pluralizado  eta  en  ambos 
números. 

RONTZ,  RUNTZ. 

Este  suñjo  directivo  indeterminado  se  une  á  la  forma  ac- 
tiva de  los  pronombres;  en  los  que  carecen  de  ella,  se  une 
á  la  pasiva. 

Primera  regla  fonética. — Los  pronombres  terminados  en 
/.-,  ya  sea  ésta  signo  del  plural,  ya  del  activo,  la  eliden. 

Personales. — zueeontz  (1\  g.)  «hacia  vosotros». 

Intensivos. — neroneeontz  (b.  g.)  «hacia  mí  mismo»;  eeo- 
:.'rEEONTz  (b.  g.)  «hacia  tí  mismo»;  zeeoeeeeontz  «hacia  tí 
mismo»;  geroroniz  (b,  g.)  «hacia  nosotros  mismos»;  zero- 
E  )-  Tz  (b.  g.)  «hacia  vosotros  mismos»;  eueoeuntz  (b.)  beeo- 
EO   -z  (g.)  «hacia  ellos  mismos». 

D  mostrativos. — oneeontz  (b.  g.)  «hacia  éste»;  oneerontz 

(b.)   0YER0NTZ-0EE0NTZ   (g.)     «llácia    estoS»;     OEEERONTZ   (b.  g.) 

«hacia  ese»;  orieeoxtz  (b.  g.)  «hacia   esos»;  aeeeontz  (b.  g.) 
«hacia  aquel»;  aeeontz  (b.)  ayerontz    (g.)    «hacia   aquellos». 
Demostrativo-  intensivos. — beeoneeoxtz   (b.   g.)    «hacia 
éste  mismo»;  beroeeeeontz  (b.  g.)  «hacia  ese  mismo». 

Bemostrativos. — onecheeontz  (b.  g.)  «hacia  éste  mismo»; 

ONECIIEEEONTZ    (b.)   OYECHEEONTZ     «lliícia    CSOS  UlismOS»;     ARE- 

CHEEONTZ  (b.  g.)  «hacia  aquel  mismo»;  ayecheeontz  (b.  g.) 
«hacia  aquellos  mismos». 

Relativos. — noetzueuntz  (b.)  «hacia  (juienes»;  zentzü- 
RUNTz  (b.)  «hacia  cuales»;  zertzuruntz  «hacia  que  (cosas)». 

Indefinidos. — batzuerontz  (b.  g.)  «hacia  algunos»;  bate- 
EONTZ  «hacia  alguno». 

Observaciones. — Cuando  los  pronombres  no  distinguen  el 
singulardel  plural  por  su  forma  externa  comolo  hacen  otros, 
v.  g.:  ONEK  y  OYEK,  entonces  para  evitar  confusionos,  le  dan 
al  sufijo  la  forma  del  plural,  acudiendo  á  la  terminación 
abundancial  eta.  Tal  sucede,  por  ejemplo,  con  los  posesivos; 
estos  poseen  una  misma  forma  nere,  etc.  para  el  singular  y 
el  plural;  y  diferencian  los  números  de  lacosaposeidapor  el  ar- 


tículo:  NEREi-NEREAK.  Sí  las  form'is  pliu'ale3  S3  sujetaran  ala 
regla  de  la  elisión  de  la  h,  se  confundirían  las  formas  articu- 
ladas de  amljos  números;  NEREARONTZ,  producido  por  la  eli- 
sión de  la  h  y  signiñcando  «hacia  los  míos»,  tendría  igual  for- 
ma que  nerea-rontz  «hacia  el  mío».  Esta  conufsión  se  salva 
pluralizando  el  sufijo:  neüreetarontz  (b.)  nereetarontz  (g.) 
«hacia  los  nuestros»;  eureetarontz  (b.)  ireetarontz  (g.)  «ha- 
cia los  tuyos»;  zeretarontz-zureetarontz  (g.)  zeüreeta- 
RONTZ  (b.)  «hacia  los  tuyos»;  geureetarontz  (b.)  gureeta- 
RONTz  (g.)  «hacia  los  nuestros»;  zuenetarontz  (b.  g.)  «hacia 
los  vuestros»;  berenetarontz  (b.  g.)  hacia  los  suyos.» 

Los  pronombres  ñuctúan  entre  dos  sistemas;  entre  poner 
todos  los  elementos  del  vocablo  (tema  y  sufijos)  de  acuerdo 
bajo  el  concepto  plural,  y  marcar  éste  por  medio  del  tema 
sólo.  No  debe  extrañarnos,  por  lo  tanto,  encontrar  muy  usa- 
das al  lado  de  las  formas  consignadas  arriba,  otras  que  de- 
penden del    primer  sistema:    oyetarontz,  nortzuetarontz, 

BATZUETARONTZ, ctc. 

Segunda  regla  f o ni'¿ i ca. —Los  pronombres  terminados  en 
r,  eliden  la  inicial  del  sufijo. 

Belativos. — norontz  (b.  g.)  «hacia  quien»;  zerontz  (b.  g.) 
«hacia  que». 

Indefinidos. — inorontz  (b.)  iñorontz  (g)  «hacia  ninguno»; 
ezerontz  «hacia  nada.» 

Tercera  regla  fonética. — Los  pronombres  terminados  en 
t,  ch  y  tz  intercalan  ima  e  de  ligadura  entre  el  sufijo  y  el 
pronombre. 

Belativos.' — ^zeñeronts  (b.  g.)  zeinerontz  «hacia  cual». 

Indefinidos. — bakooherontz  (b.)  bakoitzerontz  (g.)  «hacia 
cada  cual;  norbaiterontz  (b.  g.)  «hacia  alguno»;  zerbaite- 
EONTZ  (b.)  «hacia  algo»;  zembaterontz  (b.  g.)  «hacia  cuanto»; 

ZEMBAITERONTZ   (b.   g.)   «hácia  CUautoS»;    EDOZEÑERONTZ   (b.   g.) 

EDozEiNERüNTz  (b.)  «liácia  cualquiera». 

Cuarta  regla  fonética. — Los  pronombres  terminados  en 
vocal  toman  el  sufijo  inmediatamente. 

Personales. — neuruntz  (b.)    nirontz  (g.)    «hácia  mí»;    eu- 

RUNTZ   (b.)  IRUNTZ  (g.)    «llácia  tí»;  ZEURUNTZ    (b.)     ZURONTZ   (g-) 

«hácia  tí»;  geurontz  (b.)  gurontz  (g.)  «hácia  nosotros». 


--270- 

Tntensivos. — berarontz  (1).  <f.)  «liácia  el  mismo». 

FoffesíVOS. NEURRRUNTZ  (1).)  NERERONZ  (g)  «lláciíl  míO»;  NEU- 

REARONTZ  (b.)  NEREARONTZ  (g.)  «llácia  el  míO»;  EURERONTZ  (b.) 
IRERONTZ   (g.)    «llácia  tuyo»;  EUREARUNTZ    (b.)     IREARUNTZ      (g.) 

«llácia  el  tuyo»;  zeureruntz  (b.)  zurerontz-zerergntz  (g.) 
«hacia  tuyo»:  zeurearontz  (1).)  zerearontz-zurea^rontz  (g.) 
"llácia  el  tuyo»;  geureruntz  (b.)  gurekontz  (g.)  «hacia  nues- 
tro»; GEUREARUNTZ  (b.)  GüREARoxTz  (g.)  «liácia  el  iiuestro»; 
BERER0NTZ  (b.  g.)  «háciii  suyo»;  BEREARONTZ  (b.  g.)  «liácia  el 
suyo». 

Indejbiiílns. — bakoitzarontz  (g.)  bakoicharuntz  (b.)  «ha- 
cia cada  cual»;  besterontz  (b.  g.)  «hacia  otro»;  bestearontz 
(b.  g.)  «hacia  el  otro»;  norberarüníz  (b.)  nürbererontz  (g.) 
«llácia  cada  uno». 

Observaciones. — El  lenguaje  literario  3^  buena  parte  del 
vulgar,  aglutinan  elsuñjo  ronts  al  suüjogana  cuando  se  va- 
len de  los  pronombres  personales,  á  los  cuales  les  dan,  de 
antemano  casi  siempre  la  forma  posesiva;  neureganuntz, 
NEREGANONTZ,  EUREItANUNTZ,  ireganontz,  zeuereganuntz,  zu- 
REGANONTZ,   GEUREGANUNTZ,  GUREGAN0NTZ,     NEUGANUNTZ,   NIGA- 

NONTz,  EüGANUNTz,  iGANONTz,  ctc.  Las  formas  articuladas  de 
los  pronombres  posesivos  y  de  los  indefinidos  son  de  muy 
poco  uso;  es  preciso  que  haya  un  verdadero  empeño  en  pre- 
cisar el  objeto  ó  persona  á  que  se  refieren  para  que  salgan 
á  plaza;  en  lo  demás,  cuando  el  giro  de  la  conversación  bas- 
ta para  destruir  el  equí\'oco,  ó  éste  carece  de  importancia, 
las  formas  usadas  son  bi'í  indefinidas. 

GAITI,  CÍA  TIK, 

Los  pronombres  dotados  de  fornra  activa,  toman  en  ésta 
el  sufijo  causal,  previa  l;i  elisión  de  k.  Por  ejemplo;  onegai- 
Ti  (b.)  «|)or  éste»;  ojire;¡atik  (b.  g.)  «por  ese»;  haregatik-uar- 
GATiK  (1.  s.)  «por  aquíd»,  etc.  Tjds  demás  pronombres,  termi- 
nen como  terminen,  lo  aghitinan  pura  y  sencillamente  al 
tema;  por  ejemplo:  neugaiti  (b.)  «i)or  mí»;  ihgatik  (1.  s.) 
«por  tí»;  zuEKGvTíK  (b.  g.  1.)  «por  vosotros»;  eurokgaiti  (b.) 
«por  ellos  mismos');  NíüvuiiGAriK  (s.)  «por  mí  mismo»;    zuho- 


-271— 


ROGATiK  (s.  del  L.)  «por  vosotros  mismos»;    norgatik    (g.  i.) 
«por  quien»),  etc.,  etc. 

TIK,  BIK. 

Hay  que  distingir  entre  la  aglutinación  del  sufijo  sepa- 
rativo ó  de  procedencia  en  los  dialectos  basco-españoles  y 
en  los  basco-franceses.  La  primera  es  sumamente  regular; 
toda  su  teoría  se  encierra  en  la  siguiente  regla:  si  el  pro- 
nombre posee  forma  activa,  en  ella  se  verifica  la  aglutina- 
ción, después  de  eliminar  la  Tx  final;  si  no  la  posee  se  aglu- 
tina el  sufijo  al  tema  interpolando  una  e  de  ligadura  siem- 
pre que  termine  en  consonante.  Es  excusado  dar  las  formas 
bizcainas  y  guipuzcoanas,  supuesta  la  absoluta  regularidad 
de  ellas. 

Por  el  contrario,  la  sufijación  de  tik  dik  en  los  dialectos 
basco-franceses  es  complicada  é  irregular,  como  sucede  con 
otros  sufijos.  Parece  como  que  para  el  labortano  y  el  sule- 
tino  se  ha  oscurecido  algo,  en  ésta  parte,  el  valor  de  los  ele- 
mentos gramaticales. 

De  poseer  el  pronombre  dos  formas  distintas,  una  para 
el  singular  y  otra  para  el  plural,  de  tal  suerte  que  la  confu- 
sión entre  ambos  sea  imposible,  una  y  otra  toman  el  sufijo 
en  su  forma  pluralizada  etatik,  etakik.  La  sufijación  se  ve- 
rifica entonces  eliminando  unas  veces  la  e  de  la  abundan- 
dancial,  y  conservándola  otras.  Varios  pronombres  basco- 
franceses  poseen,  así  mismo,  forma  activa  y  pasiva;  no  obs- 
tante el  principio  que  rige  en  los  dialectos  basco-españoles, 
los  basco-franceses  íluctúan  entre  ambas,  y  unas  veces  aglu- 
tinan el  TIK  á  la  activa  y  otras  á  la  pasiva.  Adoptada  la  ac- 
tiva desaparece  su  h  terminal  y  la  e  que  la  precede.  El  pro- 
nombre que  adopta  la  forma  definida  toma  inmediatamente 
el  sufijo,  ó  lo  recibe  eliminando  el  artículo.  En  este  caso  re- 
sulta, á  veces,  un  choque  de  consonantes,  3;-  el  bascuence, 
generalmente,  lo  amortigua  con  la  ¿^  de  ligadura,  aunque  no 
siempre,  pues  también  deja  deponerla.  El  pronombre  hori, 
además  de  no  valerse  de  su  forma  activa,  suprime  la  i  final 
del  tema  pasivo.  Estas  observaciones  preliminares  explican 


272 

las  formas  de  los  pronombres  basco-franceses,  las  cnales  doy 
in-extenso,  á  causa  de  su  variedad. 

Versonahs. — nitapjk  (1.  s.)  «de  mí»;  iiitaeik  (1.  s.)  de  tí»; 
zuTAiviK  (1.  s.)  »de  tí»;  ciutahik  (1.  s.)  de  nosotros»;  zuetarik 
(1.)  ziETARiK  (s.)  «de  vosotros». 

Intensivos. — neronetaiuk  (1.)  nihonetarik-nihoronetarik 
(s.  del  L.)  NIHAURTARIK  (s.)  «dc  mí  mismo»;  heronetarik  (1.) 
HiORONETARiK  (s.  del  L.)  HiHAURTARiK  (s.)    de  tí    mísmo»;  ZE- 

RORRETARIK   (1.)  ZUHOEONETARIK   (s.  dcl  L.)   ZIAURTARIK   (s.)    «dc 

tí  mismo»;  geroxetarik  (1.)  guhoroetarik  (s.  del.L.)  gihaur- 
TARiK  (1.)  «de  nosotros  mismos»;  zeroetarik  (I.)  zuhorotarik 
(s.  del  L.)  ziHAURETARiK  (s.)  «do  vosotros  mismos»;  berbera- 
TiK  (1.)  BERETiK  (s.)  «do  él  mismo»;  BERETAEiK  (1.)  «de  ellos 
mismos.» 

Vosesiros. — nereatik  (1.)  neüreatik  (1.)  neuretik    (s.)  nu- 

RETIK  (S.)  ENETIK  (S.)  «del  míO»;  NERETARIK  (1.)  NEURETARIK 
(1.  S.)  NERETARIK  (s.)  ENETARIK  (s.)  «de  los  míOS»;  HIREATIK- 
HEUREATIK     (1.)    HIRETIK-HEÜRETIK     (s.)    «del     tliyO»;  HIRETAEIK- 

HEmiETARiK  (I  s.)  «de  los  tuyos»;  zureatik  (1.)  zuretik  (s.)  «del 
tuyo»;  zuRETARiK  (l.s.)  «délos  tuyos»;  gureatik-geureatik  (1.) 
GURETiK  (s.)  «del  nuestro»;  guretarik  (1.  s.)  geuretarik  (s.) 
de  los  nuestros»;    zuexatik  (1.)    zienatik    (s.)  «del    vnestro»; 

ZUENETARIK  (1.)   ZIENETARÜv  (s.)  «dc  los  VUCStrOS»;  BEREATIK  (1.) 

BERETIK  (s.)  «del  suyo»  y  «de  los  suyos». 

Demostrativos. — huntarik    (1.  s.)  «de   éste»;    haukietarik- 

HAUETARIK  (1.)  HAUYETARIK  (s.)  «do  CStOS»;  HORTARIK  (1.  S.)  «de 
éste»;    liOIKIETARIK-nORIETARIK  (1.)    KORIETARIK-HOYETARIK      (s.) 

«de  esos»;  hartarik  (1.  s.)   «de   aquel»;    hekietarik-hekitarik 

(1.)   HEYETARIK-HETARIK   (s.)  «de  aqUClloS». 

Relativos. — nortarik  (1.)  nurtarhv  (s.)  «de  quien»;  zrinta- 

RIK-ZOINTARIK   (1.)   ZüÑTARIK  (s.)    «de  CUal»;  ZERTARUv   (1.  S.)     «de 

que». 

Indefinidos. — batzuetaehv  (1.)  BATzÜTARnv  (s.)  «de  algu- 
nos»; bakoc'hetarik  (1.)  BAKOITZETARIK  (s.)  «de  cada  cual»; 
BAKoc'MATiK  (1.)    BAKoiTZATUv-BAKorrzETiK  (s.)  «del  Cada  cuíd»; 

lUTüEDERATnv  (l-'s.)  BATREDERETH':  (S.)  «d(>  UU  caibl  UUO»;  BER- 
TZETARn:   (1.   S.)  BESTET.^RÍK  (s.)   «de  OtrO»;  BERTZEATUC   (1.)  BER- 

TZETiK  (s.)  «del  otro»;  bertzeetarik  (1.  s.)  besteetarik  (s.) 


-273- 


«de  los  otros»;  nihortaeik-nehortaeik  (1.)  nihurtarik-ihurta- 
EiK  (s.)  «de  ninguno»;  noebaitetarik  (1.)  nurbaitetarik  (s.) 
«de  alguno»;  zeebaitetarik  (1.  s.)  «de  algo»;  zenbatetarik  (1.) 

ZUMBATETARIK   (s.)    «de  CUauto»;  ZEMBAITETARIK   (1.)     ZUMBAITE- 

TAEiK  (s.)  «de    cuantos»;   norberetarik    (1.)  «de    cada  uno»; 

EDOZEINTARIK  (1.)  EDOZUNTERIK  (s.)    de    CUalquicra»;    ELIBATE- 

TAEiK  (s.)  «de  algunos». 

aANDIK,  GANIK. 

Acabamos  de  ver  á  los  pronombres  personales  de  los 
dialectos  basco-franceses  usando,  sin  ningún  empacho,  del 
separativo  material.  Los  pronombres  de  los  dialectos  basco- 
españoles  no  caen  en  esta  grosera  amalgama,  sino  que  cuan- 
do son  personales,  ó  se  refieren  á  personas  por  la  naturaleza 
de  su  relación  en  la  frase,  emplean  siempre  el  separativo 
personal  que  figura  á  la  cabeza  de  éste  párrafo;  así  dirá,  «de 
alguno  procede»,  de  «éste  hombre  procede»,  «de  mí  procede», 

NOEBAITGANDIK   SORTZEN   DA,    GIZON    ONEGANDIK  SORTZEN   DA,   NI- 

GANDiK  SORTZEN  DA;  j  sí  cl  pronombro  es  material,  ó  se  refiere 
á  cosa,  tomará  el  otro  sufijo;  «de  estos  montes  viene»,  «de 
algo  lo  sacó»,  «de  esa  casa  había  salido»,  mendi  onetatik  da- 

TOR,   ZEEBAITETIK   ATEEA  ZUEN,  ECHE  OEEETATIK  IRTEN  IZAN  ZAN. 

Si  los  pronombres  poseen  forma  activa,  se  utiliza  para  la 
sufijación;  ésta  puede  verificarse  ó  en  el  tema,  ó  en  el  pose- 
sivo; los  dialectos  franceses  prefieren  el  segundo  medio; 
por  ejemplo:  norgandik  (g)  «de  quien»;  onengandik  (g)  «de 
éste»;  EDOZEÑGANDIK  (g.)  «dc  cualquiera»;  nereganik  (1.)  «de 
mí»;  ZEEOENGANIK  (1.)  «dc  vosotros  mismos»;  beetzeeenganik 
(1.)  «de  otro». 

IZ. 

La  aglutinación  de  éste  sufijo  á  los  pronombres,  está 
sometida  al  mismo  principio  que  rige  en  los  nombres:  á  la 
interpolación  de  la  r  eufónica  cuando  el  tema  acaba  en  vo- 
cal. Por  ejemplo:  besterik  (g.)  «otro»;  bakoitzik  (s.)  «cada 

19 


-274- 

cual»;  jamás  se  une  á  la  forma  articulada;  pero  si  á  la  abun- 
daiicial  eta,  íntegra  ó  contraída.  Aunque  en  la  teoría 
nada  se  opone  á  su  uso,  en  la  práctica  se  ve  éste  casi  con- 
cretado á  ciertos  pronombres  indefinidos,  á  los  posesivos  y 
á  los  demostrativos, 

GABE,  BAGE,  GABA. 

El  sufijo  privativo  se  une,  por  principio  general,  al  tema 
de  los  pronombres  y  á  la  forma  articulada,  en  su  caso.  De 
existir  dos  formas,  una  activa  y  otra  pasiva,  se  empléala 
segunda.  Sirvan  de  ejemplos  de  todo  lo  dicho:  neubaga  (b.) 
«sin  mí»;  ziekgabe  (s.)  «sin  vosotros»;  geeonigabe  (1.)  «sin 
nosotros  mismos»;  beragabe  (g.  s.)  «sin  él  mismo»;  zuhoroga- 
BE  (s.  del  L.)  «sin  vosotros  mismos»;  eurebage  (b.)  «sin  tu- 
yo»;   ZUENAKGABE   (b.  1.)    «siu  loS    VUestrOS»;    HIREGABE-HEURE- 

GABE  (1.  s.)  «sin  tuyo»;  geureabaga  (b.)  «sin  el  nuestro»;  au- 
GABE  (g.)  «sin  éste»;  oeigabe  (g.)  «sin  ese»;  huragabe  (1.  s.) 
«sin  aquel».  Así  mismo  se  une  el  privativo  al  interrogativo- 
negativo;  BESTERIKGABE  (g.  s.)  bertzerikgabe  (1.  s.)  «sin  otro». 

KO,  GO. 

El  sufijo  derivativo  no  lo  toman  inmediatamente  los  pro- 
nombres, excepto  el  posesivo  suletino  ene  «mío»  en  singular, 
que  dice  eneko  «de  mío»;  los  demás  lo  aglutinan  á  la  sílaba 
abundancial,  íntegra  ó  contraída.  Ya  contraída,  generalmen- 
te, cuando  las  formas  singulares  y  plurales  son  distintas,  no 
siendo  posible,  por  lo  tanto,  ambigüedad  en  la  expresión;  va 
íntegra  en  el  número  plural,  cuando  la  forma  del  pronom- 
bre en  éste  número  es  la  misma  que  la  del  singular. 
Sin  necesidad  de  dar  in-extenso  la  lista  de  los  pro- 
nombres, unos  cuantos  ejemplos  completarán  el  concep- 
to de  este  mecanismo,  nitako  (g.  1.  s.)  «de  mí»;  gutako 
(g.  1.  s.)  «de  nosotros»;  huntako  (1.  s.)  onetako  (b.  g.)  «de 
éste»;  hauetako-haukietako  (1.)    iiaüyetako  (s.)   oyetako-oe- 

TAKO   (g.)   ONEETAKO   (I),)    «dcCStoS»;   IIORTAKO    (1.   S.)    0RRETAK0 

(b.  g.)  «de  ese»;  iíoikietako-horietakü  (1.)  houietako-hoykta- 


-Í275— 

Ko  (s.)  OEIETAKO  (b.  g.)  «de  esos»;  hartako  (1.  s.)  aetako  (b.g.) 
«de  aquel»;  hekietako-hekitako  (1.)  heyetako-hetako  (s.) 
AETAKO  (b.)  ATETAKO  (g.)  «de  aquellos»;   eneko  (s.)   «de  mío»; 

ENETAKO  (S.)  «de  loS  IHÍOS»;  ZEMBATETAK0  (g.b.  1.)  ZUM- 
BATETAKO  (s.)  «de  Cliailto»;  ZEMEAITETAKO  (g.  b.  1.)  ZUM- 
BAITETAKO  (s.)  «de  CUailtoS»;  BATZUETAKO  (g.  b.  1.)  BATZU- 
TAKO     (1.   S.)   BATZUETAKO   (s.)     «de  algllllOS»;  NORTAKO  (g.  b.  1.) 

NUETAKO  (s.)  «de  quien»;  noetzutako  (b.)  «de  quienes»;  zee- 
TAKO  (c.)  «de  que»;  zeetzutako  (b.)  «de  que  (cosas)». 

Z. 

El  sufijo  instrumental  en  su  forma  casi-primitiva  gaz, 
sirve  de  unitivo  á  los  pronombres  bizcainos.  Estos  lo  toman 
en  su  tema  activo,  si  es  que  lo  tienen,  y  suprimen  la  Z;  fi- 
nal, ya  sea  propia  de  dicho  tema,  ya  del  pasivo.  Bastan  unos 
cuantos  ejemplos:  neugaz  «conmigo»;  geugaz  «con  nosotros»; 
zEUEGAz  «con  vosotros»;  agaz  «con  aquel»;  aegaz  «con  aque- 
llos»; NEÜEEAGAZ     «COU    el    míO»;    ONEGAZ     «COU  éstc»;  ONEEGAZ 

«con  estos»;  oyechegaz  «con  estos  mismos»;  eueokaz  «con 
ellos  mismos»;  noetzuegaz  «con  quienes»;  edozeñzuegaz  «con 
cualesquiera»;  bakochagaz  «con  el  cada  cual». 

Observaciones. — La  forma  eueokaz  demuestra  que  la 
aglutinación  se  hizo  al  tema  íntegro,  es  decir,  al  tema  con 
]i,  y  que  en  el  conflicto  de  las  dos  guturales,  se  sacrificó  la 
suave;  es  un  hecho  que  tiene  lugar  en  otras  muchas  formas 
plurales  que  sería  supérñuo  poner  aquí. 

Pasemos  ahora  á  estudiar  la  aglutinación  del  sufijo  ins- 
trumental á  los  pronombres,  cuando  ejerce  funciones  de  tal 
instrumental. 

Los  dialectos  basco-españoles  prefieren  la  forma  zaz: 
neuzaz  (b.)  NizAZ  (g.)  «de  por  mí»;  geuzaz  (b.)  guzaz  (g.) 
«de,  por  nosotros»;  oyezaz  (b.  g.)  «de,  por  éstos».  Teniendo 
forma  activa  el  pronombre,  se  le  suprime  la  k  final  y  se  le 
adiciona  el  sufijo:  aezaz  (g.)  azaz  (b.)  «de,  por  aquel»;  oeee- 


-27C- 

2AZ  (b.  g.)  nle,  por  ese».  De  lo  contrario  se  une  al  tema  pa- 
sivo, suprimiéndole  la  /•  terminal  ele  las  formas  plurales: 
ZEUZAZ  (b.)  zuzAZ  (g.)  «de,  por  tí»;  zeuezaz  (b.)  zuezaz  (g.) 
«de,  por  vosotros».  Si  el  tema  del  pronoml)re  al  cual  se  ha 
de  unir  el  suíijo  termina  en  consonante  que  no  sea  r,  se 
echa  mano  de  su  forma  contraída  az,  á  no  preferirse  la  z 
sola  con  e  de  ligadura;  por  ejemplo:  zeinaz  (b.)  zeñaz  (b.g.) 
ó  ZEÑt'z  (id.)  «de,  por  cual».  Los  terminados  en  r  lo  toman 
íntegro:  zerzaz  (b.  g.)  «de,  por  que»;  nokzaz  (b.  g.)  «de,  por 
quien». 

Los  pronombres  basco-franceses  se  apartan  de  esta  re- 
gularidad. Pero  partiendo  de  la  base  de  que  el  instrumental 
reviste  varias  formas,  la  materia  se  simplifica  mucho,  que- 
dando reducida  á  la  expresión  de  unas  cuantas  reglas  foné- 
ticas. Antes  de  enumerarlas,  debo  de  disipar  una  confusión 
posible;  el  instrumental  posee  una  forma  taz,  según  varios 
autores,  y  sería  preciso  distinguirla  de  la  forma  etaz  resul- 
tante de  la  aglutinación  del  sufijo  atrofiado  z  á  la  abundan- 
cial.  Yo  creo  que  taz  5^  etaz  son  lo  mismo;  están  constitui- 
dos por  idénticos  elementos,  y  la  elisión  de  una  c-  no  debe 
ser  ocasión  de  que  se  nos  enmascare  la  identidad  de  aque- 
llos. La  aglutinación  de  taz  á  pronombres  singulares  ha  si- 
do causa,  sin  ningún  género  de  duda,  de  que  se  crea  es 
una  forma  singular  del  instrumental;  como  nosotros  ya  te- 
nemos noticia  de  otras  inconsecuencias  de  ésta  clase,  no 
nos  llama  la  atención  la  presente. 

Primera  regla  fonética. — Los  pronombres  terminados 
en  a,  ya  orgánicamente,  ya  por  la  presencia  del  artículo, 
así  como  los  terminados  en  e  y  en  o,  toman  inmediatamen- 
te el  sufijo  instrumental,  en  su  forma  atrofiada  z. 

Intensivos. — Guhoeoz  (s.  del  L.)  «de,  con  nosotros  mis- 
mos»; zuHOEOZ  (s.  del  L.)  «de,  con  vosotros  mismos»;  beej3E- 

RAZ    (1.)  BERAZ  (s.)  «dc,  COU  cl  misUlO». 

Indefinidos. — Bakochaz  (1.)  bakoitzaz  (s.)  «del,  con  el 
cada  cual»;  batbederaz  (1.  s.)  «de,  con  cada  uno»;  bertzeaz 
(1.  s.)  besteaz  (s.)  «del,  con  el  otro»;  bertzez  (1.  s.)  bestez 
(s.)  «de,  con  otro»;  bertzez  (1.  s.)  bkstez  (s.)  «de  los,  con  los 
otros»;  N0RBEREZ  (1.)  «do,  cüu  cada  uno». 


-277- 

Ohservaciones. — Los  pronombres  intensivos  suletinos 
del  Labourd,  guhoeo,  zuhoeo,  toman  también  el  instrumen- 
tal compuesto,  pero  elidiendo  la  e  para  evitar  el  choque  de 
vocales:  gühorotaz,  zuhorotaz. 

Segunda  regla  fonética. — Los  pronombres  terminados 
en  i,  toman  el  sufijo  compuesto  con  elisión  de  e,  en  su  for- 
ma TAZ,  si  pertenecen  al  dialecto  labortano,  y  en  su  forma 
TZAz  si  al  suletino,  imitándoles  los  personales  acabados 
en  u. 

Fersonales. — Nitaz    (1.)  nitzaz   (s.)    «de   mí,   conmigo»; 

HITAZ   (1.)  HITZAZ  (s.)   «dc    tí,    COUtigO»;    ZUTAZ  (1.)    ZUTZAZ   (s.) 

('de  tí,  contigo»;  gütaz  (1.)  gutzaz  (s.)  «de,  con  nosotros». 

Observaciones. — El  demostrativo  hori,  sigue  la  regla, 
pero  elidiendo  la  i:  hortaz  (1.)  hoetzaz  (s.)  «de,  con  ese»; 
EATZÜ  (s.)  que  no  es  personal,  imita  á  los  pronombres  de  la 
primera  regla  no  obstante  acabar  en  u:  batzüz  (s.)  «de,  con 
algunos». 

Tercera  regla  fonética. — Los  pronombres  terminados  en 
r  toman  el  sufijo  compuesto  con  elisión  de  e,  de  igual  ma- 
nera y  en  los  mismos  casos  que  los  pronombres  adscritos 
á  la  segunda  regla. 

Intensivos. — Nihauetzaz  (s.)  «de,  conmigo  mismo»;  m- 
HAUETZAZ  (s.)  «de,  coutigo  mismo»;  zihauetzaz  (s.)  «de,  con- 
tigo mismo»;  gihauetzaz  (s.)  «de,  con  nosotros  mismos». 

Relativos. — Noetaz  (1.)  nuetzaz  (s.)  «de,  con  quien»;  zee- 
TAz  (1.)  ZEETZAZ  (s.)  «de,  cou  quc». 

Indefiniclos. — Nihoetaz  (1.)  nehortaz  (id.)  nihurtaz  (b.) 
IHURTZAZ  (id.)  «de,  con  ninguno». 

Cuarta  regla  fonética. — Los  pronombres  terminados  en 
n  toman  el  sufijo  compuesto  con  elisión  de  e  inicial,  y  los 
terminados  en  /'/,   t,  cJi  y  tz  el  atrofiado  z  con  e  de  ligadura. 

Belativos. — Zeintaz-zointaz  (1.)  zuñez  (s.)  «de,  con  cual». 

Indefinidos. — Edozeintaz  (1.)  edozuñez  (s.)  «de,  con  cual- 
quiera»; BAKOCHEZ  (1.)  BAKoiTZEZ  (s.)  «de,  con  cada  cual»;  bá- 
KoiTZEz  (s.)  «de,  con  los  cada  cuales»;  noebaitez  (1.)  nuebai- 
TEz  (s.)  «de,  con  alguno»;  zeebaitez  (1.  s.)  «de,  con  aJgo»; 
zembatez  (1.)  ZUMBATEZ  (s.)  «de,  con  cuanto»:  zembaitez  (1.) 
ZUMBAITEZ  (s.)  «de,  con  cuantos». 

ITo  obstante  la  regla,  el  labortano  bakoch  toma  el  sufijo 


—278— 

compuesto,  y  hace  bien,  porque  evita  la  confusión  con  la 
forma  indefinida:  bakochetaz. 

Quinta  regla  fonética. — Los  pronombres  terminados  en 
h  la  eliden  al  tomar  el  instrumental,  elidiendo  á  veces  la  e 
que  la  precede  y  conservándola  otras,  y  aceptando  el  sufijo 
bajo  su  forma  compuesta,  con  la  diferencia  correspon- 
diente á  los  dialectos,  y  también  bajo  su  forma  atrofiada  z. 

Personales. — Zuetaz  (1.)  zietaz  (s.)  «de,  con  vosotros». 

Intensivos. — Neronez  (1.)  nihonez-nihoronez  (s.  del  L.) 
«de,  conmigo  mismo»;  heronez  (1.)  hioronez  (s.  del  L.)  «de, 
contigo  mismo»;  zeronez  (1.)  zuhoronez  (s.  del  L.)  «de,  con- 
tigo mismo»;  geroetaz  (1.)  «de,  con  nosotros  mismos»;  zeroe- 
TAZ  (1.)  ziHAURETZAZ  (s.)  «de,  cou  vosotros  mismos»;  bere- 
TAZ  (1.)  «de,  con  ellos  mismos». 

Demostrativos. — Hüntaz  (1.)  hüntzaz-hunez  (s.)  «de,  con 

éste»;  HAUKIEZ-HAUKIETAZ   (1.)    HAUEZ-HAUETAZ   (1.)  HAUYETZAZ- 

HAUYEz  (s.)  «de,  con  estos»;  horrez  (s.)  «de,  con  ese»;  hoikiez- 

HOIKIETAZ  (1.)  HORIEZ-HORIETAZ  (1.)  HORIETZAZ-HORIEZ  (s.)  HOYE- 
TZAZ-HOYEZ  (s.)   «dc,  COU  OSOS»;     HARTAZ   (1.)  HAKTZAZ-HARTZEZ 

(s.)  «de,  con  aquel»;  hekiez-hekietaz   (1.)  hekiz-hekitaz  (1.) 

HEYETZAZ-HEYEZ  (s.)   HEZ    (s.)    «dc,   COU  aqUClloS». 

Las  grandes  irregularidades  que  se  notan  en  la  sufij ación 
pronominal  del  sufijo  instrumental  dependen,  según  se  ha 
visto,  del  poco  discreto  empleo  que  hacen  los  dialectos 
basco-franceses  de  las  diferentes  formas  de  éste,  pues  en 
cuanto  á  la  aglutinación  en  sí  misma,  es  bastante  regular. 
La  diferencia  entre  los  números  la  establece,  casi  siempre, 
la  forma  del  pronombre  y  no  la  forma  del  sufijo,  como  era  po- 
sible sucediera.  Confusiones,  con  todo,  resultan  pocas,  gra- 
cias á  la  naturaleza  de  la  lengua,  que  lo  que  es,  el  hombre, 
parece  haber  puesto  empeño  en  producirlas:  se  notará  la  de 
algunas  formas  indefinidas  con  otras  plurales. 

Es  muy  sensible  que  una  lengua  susceptible  de  una  re- 
gularidad casi  absoluta  haya  caido  en  la  anarquía  que  reve- 
lan varias  de  las  formas  enumeradas,  de  las  que  el  análi- 
sis se  da  completa  y  clara  cuenta,  pero  que  de  todas  mane- 
ras, requieren  alguna  reflexión  y  somero  examen,  cuando 
toda  la  materia  podría  atemperarse  á  procedimientos  unifor- 


—279- 


mes.  Los  escritores  deben  de  hacer  un  trabajo  de  selección, 
apropiándose  las  formas  más  regulares,  y  dejando  que  sean 
absorbidas  por  el  fondo  común  del  lenguaje  desusado,  las 
que  no  lo  son  tanto.  Todo  lenguaje  produce  un  detritus ^  y 
á  éste  debe  de  ir  á  parar  lo  que  pudiendo  ser  lógico,  no  lo 
es  en  el  grado  que  la  lengua,  naturalmente,  lo  consiente. 

II. 

Analizadas  detenidamente  todas  las  formas  produci- 
das por  la  sufijación  pronominal,  réstame  ahora  presentarlas 
más  usadas  en  cuadros,  para  que  de  un  solo  golpe  de  vista, 
el  lector  se  familiarice  con  ellas,  y  las  retenga  fácilmente 
en  la  memoria.  Así  se  verá,  que  á  despecho  de  tantas  regias 
y  diferencias,  la  sufijación  pronominal  es  casi  tan  sencilla, 
bajo  el  punto  de  vista  práctico,  como  la  de  los  nombres. 

Pondré  un  tipo  de  cada  una  de  las  maneras  de  sufijar, 
arrimándole,  por  medio  de  una  llave,  los  diversos  pronom- 
bres que  le  imitan.  Las  excepciones  ó  irregularidades  deben 
buscarse  en  la  sección  I  de  este  capítulo:  en  la  actual  pro- 
cederé como  si  no  existieran. 

xV« Pronombres  bizcainos  y  guipuzcoanos. 

1.^''    TIPO. 


Pas. 

.       NEU  . 

NI.        . 

—yo. 

Act.     . 

.       NEUK        .        . 

NIK 

yo.  ^ 

Eec. 

.       NEUEI       . 

NIRI      . 

— á  mí. 

Unit. 

.       NEUGAZ . 

NIREKIN 

. — conmigo 

Dest. 

.        .       NEÜKETZAKO 

NIRETZAT 

. — para  mí. 

Loe. 

.       NEX3GAN  . 

NIGAN . 

. — en  mí. 

Direct. 

'.       NEUGANA 

NIGANA 

. — á  mí. 

Lim. 

.       NEUEAÑO 

NIRAÑO 

. — hasta  mí 

Der.  in 

d.   .       NEUEONTZ     . 

NIRONTZ 

. — hacia  mí 

Caus. 

.       ,      NEUGAITI       . 

NIGATIK 

. — por  mí. 

Siguen  k  és- 
te los  pro- 
nombres: I— 

llK,  EU— EUK, 
)ZU— ZUK,  ZEU 
ZEDK,  GU — 

GUK  y  GEÜ— 

GEUK. 


—280- 


Sep.    . 

NEUGANDIK. 

NIGANDIK. 

— (le  mí. 

Priv. 

.      NEUBAGA     . 

NIGABE      . 

— sin  mí. 

Inst. 

.       NEUZAZ.       . 

NIZAZ.       . 

— de  mí,  conmigo 

2.°  Tipo. 


Pas.    .     . 

AU     .      .      . 

AU      .       .       . 

éste. 

Act.    .     . 

AUK  .       .       . 

ONEK 

éste. 

Reo.    .     . 

ONI     . 

ONI    . 

á  éste. 

Pos.    .     . 

ONEN 

ONEN        .       . 

de  éste. 

Unit    .     . 

ONEGAZ   .       . 

ONEKIN    .       . 

con  éste. 

Dest.  .     . 

ONENTZAKO  . 

ONENTZAT     . 

para  éste. 

T       ipers. 

ONEGAN  . 
ONETAN  . 

ONEGAN  . 
ONETAN  .       . 

en  éste. 

(mat. 

ONENGANA     . 

ONENGANA 

á  éste. 

ONETAEA 

ONETAKA. 

ú  éste. 

Lim.   .     . 

ONETAKAÑO  . 

ONETARAÑO 

, hasta  éste. 

Dir.  ind.  . 

ONETAEUNTZ 

0NETARUNT2 

^•^— búcia  éste. 

Caus.  .     . 

ONEGAITI       . 

ONEGATIK 

, por  éste. 

a      \pers. 

ONEGANDIK  . 

ONEGANDIK 

. de  éste. 

ONETATIK      . 

ONETATIK 

. de,  desde  éste 

Int.-neg. . 

ONETAEIK      . 

ONETAEIK 

. éste. 

Priv.  .     . 

AUBAGA  . 

AUGABE  . 

, sin  éste, 

Deriv . 

ONETAKO 

ONETAKO. 

. de  éste. 

Inst.  .     . 

ONEZAZ  .       . 

ONEZAZ  . 

, de,  con  éste. 

Siguen  á 
éste,  los  pro- 
nombres:oRi, 

o  R  B  E  K, 

i    AUCHE— ONE- 

\    CHEK,  OBICHE 

\— OBRECHEK- 

/NERAU  —  NEI 

BON'EK,  EROR, 

EBOBREK- 

ZEROBI  —  ZE- 

BORBEK,     BE- 

EAU  —  BERO- 

NEK  y  BEROBI 

1  — BEBOBREK, 


TIPO. 


G. 


Pas.      .       .      ONEEK.     .       i      OYEK.      .       .— ' 


estos. 


Act. 

Kec. 

Pos. 

Unit. 

Dest. 

T       \  pers. 

( mat. 
Dirjpers. 

( mat. 
Lim.   . 
Dir.  ind.  . 
Caus.  . 

^  j  mat. 
Int.  neg.  . 
Priv.    . 
Deriv  .     . 
Inst.    . 


B. 

(caret).  . 

ONEEI  .    . 
ONEEN  .  . 
ONEEGAZ . 
ONEENTZAKO. 
ONEEKGAN   . 
ONEETAN . 
ONEENGANA  . 
ONEETAEA   . 
ONEETAEAÑO. 
ONEETAllUNTZ  . 
ONEEKGAITI  . 
ONEEKGANDIK 
ONEETATIK  . 
ONEETAEIK  . 
ONEEKBAGA  . 
ONEETAKO 
ONEEZAZ  . 


—281— 
G. 

(caret). 

OYEI  . 

OYEN. 

OYEKKIN. 

OYENTZAT 

OYEKGAN. 

OYETAN  . 

OYENGANA 

OYETARA. 

OYETARAÑO 

OYETAEONTZ 

OYEKGATIK 

OYEKGANDIE 

OYETATIK 

OYETAEIK 

OYEKGABE 

OYETAKO. 

OYEZAZ   . 


.caret). 

-á  estos. 

-do  estos. 

-con  estos. 

-para'estos. 

-eu  estos. 

-en  estos. 

-á  estos. 

-á  estos. 

-hasta  estos. 

-hacia  estos. 

-por  estos. 

-de  estos. 

-  de,  desde  estos 

—estos. 

—sin  estos. 

—de  estos. 

-de,  con  estos.      / 


Siguen     &. 
éstos  ,  los 
I        pronom- 
\  bres  :   oeiek, 

\oYECHEK, 
/OBIE  CHEK, 
/  AYEK       A  F.  K, 
AYECHEK, 
ZEUEK 
y   ZUEK. 


5.°  Tipo. 


Pas. 
Act. 
Eec. 
Pos. 
Unit. 
Dest. 
T  ,pers. 
j  mat. 
Direct.  . 
Lim.  . 
Dir.  ind.  . 
Caus.  . 
Sep.  .  . 
Priv.  .  . 
Inst.    .     . 


B. 

EUEOK.   . 

{caret).  . 

EÜEOI. 
EUEON.   . 
EUEOKAZ . 
EUEONTZAKO. 
EUEOKGAN 
EUEOKTAN.  . 
EUEOKGANA  . 
EUEOTAEAÑO . 

EUKOTAKUNTZ  . 
EUEOKGAITI  . 
EUROKGANDIK 
EUEOKBAGA  . 
EÜROZAZ  .   . 


G. 

BEEOK. 

(caret). 

BEEOI. 
BEEON. 
BEROKKIN.  .- 
BEEONTZAT  .- 
BEEOKGAN 
BEEOKTAN 
BEEOKGANA  .- 
BEROTAEAÑO  .- 
BEEOTAEONTZ- 
BEEOKGATIK  .- 
BEEOKGANDIK- 
BEROKGABE  .- 
BEEOZAZ  .   .- 


-ellos  mismos. 


mis- 


-(caret.) 

_á    ellos 
mos. 

_de  ellos  mis- 
mos. 

_con  ellos  mis-j 
mos. 

_para    e  11  o  si 
mismos.      I 

_en  ellos  mis-| 
mos. 

_en  ellos  mis- 
mos. 

_á    ellos    mis- 
mos. 

_hasta     ellos 
mismos. 

_hácia     ellos 
mismos. 

_por  ellos  mis- 
mos. 

_de  ellos  mis- 

~    mos. 

_sin  ellos  mis- 
mos. 

_de,  con  ellos 
mismos. 


Siguen  á 
éste,  los  pro- 
I  nombres:  zE" 

E0K,GER0K. 


-282- 


O.o  Tipo. 


Pas.     . 

.       ZER     . 

ZER     . 

Act.     . 

ZERK  . 

ZERK  . 

ilue. 

Eec.    . 

.       ZERI   . 

ZERI    . 

, ú  que. 

Pos.    . 

.       ZEREN        . 

ZEREN 

de  que. 

Unit.  . 

ZEREGAZ  . 

ZEREKIN  . 

con  que. 

Dest.  . 

ZERENTZAKO 

ZERENTZAT 

para  que. 

)mat 

ZERGAN    . 
ZERTAN     . 

ZERGAN    . 
ZERTAN     . 

en  que. 

en  que. 

Dir.lP^"' 

ZERGANA . 

ZERGANA . 

. ú  que. 

mat 

ZERTARA . 

ZERTARA  . 

• á  que. 

Lim.   . 

ZERTAEAÑO 

ZERTARAÑO 

hasta  que. 

Dir.  ind. 

ZERTARUNTZ 

ZERTARUNTZ 

liúeia  que. 

Caus.  . 

ZERGAITI. 

ZERGATIK. 

porque. 

o        pers 
^  ■[  mat 

ZERGANDIK 

ZERGANDIK 

, de  que. 

ZERTATIK. 

ZERTATIK. 

de  desde  que 

Int.-neg. 

ZERTARIK. 

ZERTARIK. 

, que. 

Priv.   . 

ZERBAGA . 

ZERGABE . 

. sin  que. 

Der.    . 

ZERTAKO . 

ZERTAKO . 

, de  que. 

Inst.    . 

ZERZAZ     . 

ZERZAZ     . 

de,  con  que. 

Siguen     & 
éste,  los  pro- 
nombres: 

HURA — ARK,  A 

— AK  ,      NOU— 

NOKK,   ZEIN — 

ZEINKK,      ZKS 

--ZEÑEK,  INOB 

>    —  I  N'  O  K  K  , 

IÑOB— IÑORK, 

EDOZEIN  EDO- 

ZEINEK,  EDO- 

ZEÑ-EDOZE- 

ÑEK,    EZ£R- 

EZERK. 


'í. 


Tií'o. 


Pas.     . 

.       BESTE. 

BESTE. 

— -otro. 

Act.     . 

.       BESTEK       . 

BESTEK.     . 

otro. 

Rec.    . 

.       BESTERI     . 

BESTERI     . 

Pos.    . 

.       BESTEREN. 

BESTEREN. 

Unit.  . 

.       BESTEREGAZ   . 

BESTEREKIN 

, con  otro. 

Dest.  . 

BESTEKENTZAKO 

BESTERENTZAT 

, para  otro. 

Loc.'P^^'^ 
)  mat 

BESTEGAN.       . 
BESTETAN. 

BESTEGAN. 
BESTETAN. 

——en  otro. 
en  otro. 

Dir.^l""'^ 

)  mat 

BESTEGANA      . 
BESTETARA      . 

BESTEGANA      . 
BESTETARA 

-ú  otro. 

Lim.   . 

BESTERAÑO      . 

BESTERAÑO      . 

basta  otro,   i 

Siguen  ú 
éste,  los  pro- 
nombres   ui 

— BIK  ,  XOB- 
llERE  —  NOB- 
BEBEK,  NEU- 
UE-NEURKK, 
NERE  —  NE- 
UEK,  El'BK — 
El'UEK.lRE  — 
IBKK. ZKURB 
—  Z  E  r  BB  K, 
Z  I'  R  E  —  ZU- 
BEK,  ZERE  — 
ZKUKK,  BEBE 
— BEBEK. 


-283- 


Dir.  ind. 
Caus.  . 
c  pers. 
^  i  mat. 
Int.-neg.  . 
Priv.  .  . 
Der.  .  . 
Inst.    . 


B. 

BESTERUNTZ  . 
BESTEGAITI   . 
BESTEGANDIK. 
BESTETIK  . 
BESTERIK  . 
BESTEBAGA   . 
BESTEKO  . 
BESTEZAZ. 


G. 

BESTERUNTZ 
BESTEGATIK 
BESTEGANDIK 
BESTETIK  . 
BESTERIK  . 
BESTEGABE 
BESTEKO  . 
BESTEZAZ. 


-búcia  otro, 
-por  otro, 
-de  otro, 
-de,  desde  otro, 
-otro, 
—sin  otro, 
—de  otro, 
—de,  con  otro 


8.°  Tipo. 


Pas.     .  . 

Act.     .  . 

Kec.    . 

Pos.     . 

Unit.  .  . 

Dest.  .  . 

-r       ,  pers. 
Loc.^    , 
'  mat. 

'  mat. 
Lim.   . 
Dir.  ind.  , 
Caus.  .     . 

^  '  mat. 
Int.-neg.  , 
Priv.  .  , 
Der.    . 

Inst.    . 


B. 

BAT^  . 
BATEK.      . 

batí  .      .      . 

BATEN 
BATEGAZ  . 
BATENTZAKO. 
BATGAN  . 
BATETAN  . 
BATEGANA   . 
BATERA  . 
BATERAÑO 
BATERUNTZ  , 
BATGAITI. 
BATGANDIK  , 
BATETIK  . 
BATIK. 
BATBAGA . 
BATEKO  . 
BATEZAZ . 


BAT  . 
BATEK   . 

batí  . 

BATEN   . 

BATEKIN  . 

BATENTZAT 

BATGAN  . 

BATETAN. 

BATEGANA 

BATERA  . 

BATERáÑO 

BATERONTZ 

BATGATIK 

BATGANDIK 

BATETIK  . 

BATIK 

BATGABE. 

BATEKO  . 

BATEZAZ. 


Siguen  á 
este,  los  pro- 
■    nombres  : 
ZUEN-ZUENEK, 
BEREN -BERE- 
NEK,   NORBAIT 
-NORBAITEK, 
^     ZERBAIT- 
;   ZERBAITEK, 
ZEMBAT— 
ZEMBATEK 
ZUIWBA/T— 
ZUMBAITEK 
BAKOCH— BA- 
KOCHEK,     BA- 

KOITZ-BA- 
KOITZEK. 


1    Es  el  cardinal  «uno»  que  sin  el  artículo  y   pospuesto   al   nombre   ejerce  funciones  cid 
pronombre  indefinido,  con  el  significado  de  «alguno». 


—284— 


9 

0  Tiro. 

B. 

G. 

Pas. 

,       BATZUEK   . 

BATZUEK    . 

algunos. 

Act. 

{caret).    . 

{caret).    . 

(caret.) 

Kec. 

.       13ATZUEI     . 

BATZUEI     . 

ú  algunos. 

Pos. 

.       BATZUEN    . 

BATZUEN    . 

de  algunos. 

Uiiit 

.  , 

.       BATZUEKAZ       . 

BATZUEKKIN     . 

con  algunos. 

Dest 

,  . 

BATZUENTZAKO 

BATZUENTZAT 

para      algu- 
nos. 

Loe. 

pers 

.       BATZUEKGAN    . 

BATZUEKGAN   . 

en  algunos. 

mat 

.       BATZÜETAN       . 

BATZÜETAN 

en  algunos. 

Dir. 

Lim. 

pers 
mat 

BATZUENGANA. 
BATZUETARA    . 
BATZUETAEAÑO   . 

BATZUENGANA 

BATZUETARA 

BATZUETAKAÑO 

. á  algunos. 

. á  algunos. 

hasta    algu- 
nos. 

Dir. 

ind. 

BATZUETAKUNTZ 

BATZUETABOXTZ 

hicia    algu- 
nos. 

Caus 

,  , 

BATZUEKGAITI 

BATZUEKGATIK Por  algunos. 

Sep; 

mat 

BATZUENGANDIK 
.       BATZÜETATIK  . 

BATZUENGANDIK 
BATZÜETATIK 

de  algunos. 

de,  desde  al- 
gunos. 

Int.-neg. 

.       BATZUETARIK. 

BATZUETARIK 

algunos. 

Priv. 

, 

.       BATZUEKBAGA. 

BATZUEKGABE 

sin  algunos. 

Der. 

Inst. 

• 

.       BATZUETAKO    • 
BATZUENZAZ     . 

ir 

BATZUETAKO 
BATZUENZAZ 

.°  Tiro. 

G 

NEREA . 

de  algunos. 

de,  pon  algu- 
nos. 

Pas. 

B. 

NEUREA       .       . 

el  mío. 

Act. 

NEUREAK    . 

NEREAK 

——el  mío. 

Eec. 

NEUREARI  . 

NEREARI      . 

, al  mío. 

Pos. 

NEUREAREN      . 

NEREAREN . 

. del  nn'o. 

Unit 

NEUREAGAZ       . 

NEREAREKIN 

con  el  mío. 

Dest 

,  . 

NEUKEAUEX- 
TZAKO. 

NEllEABENTZAT 

. para  el  niño. 

Loe! 

pers 
mat 

NEUREAGAN       . 
.       NEUREAN    .       . 

NEREAGAN . 
NEREAN 

en  el  mío. 

, en  el  mío. 

Dir.  i 

pers 

NEUREAGANA    . 

NEREAGANA 

al  mío. 

mat 

NEURETARA       . 

NERETARA. 

al  mío. 

Lim. 

, 

NEURETARAÑO. 

NERETARAÑO 

hasta  el  mío 

Dir.  ] 

md. 

NEURERUNTZ . 

NERERUNTZ 

hi'iciu  el  mío. 

Siguen   ú 
BATZUEK los 
pronom- 
\     bro8:  NOR- 
/    BAiTZUEK, 
7  EDOZENTZUK 
/       NORTZUK, 
ZEÑTZUK  V 
i      ZERTZUK. 


Siguen    ¿ 

éste,  los 

JpronomV>res 

sitíuieutos: 

BÁKOITZA- 

BAKOITZAK, 

BAKOCHA- 

BAKOCHAK. 

BESTEA- 

BESYEAK, 

^BATA-BATAK, 

MREA  ÍREAK, 

EUREA  EU- 

REAK,  ZE- 

REA  ZE 

REAX, ZUREA 

ZUKEAK, 

ZEUREA- 

ZEUfiEAK, 

GUREA  GU- 

REAK,  GEU- 

REA  CEU 
REAK.ZURE- 


B. 


G. 


Caiis.  . 

Sep  *  P^'"' 

Int.-neg. 
Priv.    . 
Der.     . 
Inst.    . 


Pas. 

Act. 

Eec. 

Pos. 

Unit. 

Dest. 

y       ,  pers. 
Loe,        , 

r>v-    i  pers. 
Dir.   ^     , 

mat. 

Lim.    . 
Dir.  incl.  . 
Caus.  . 

pers. 

mat. 
Int.-neg.  . 
Priv.    . 
Der.    .     . 
Inst.    . 


Sep. 


B. 


KEUREAGAITI 

NEUKEAKENGAN- 
DIK. 

NEUEETIK  . 
NEUEERIK  . 
NEUREBAGA 
NEUEEKO  . 
NEUREAZ    . 


11 


B. 


\K0 


NEUREAK 

{caret). 

NEUREI. 

NEUREEN 

NEUREKAZ. 

NEUREENTZ.' 

NEUREEKGAN  . 
NEUREETAN  . 
NEÜREAKGANA 
NEUREETARA  . 
NEUEEETAEAÑO . 
XEUKEETAllüNTZ 
NEUREAKGAITI  . 
NEUREENGANDIK- 
NEUREETATIK. 
NEUREETARIK . 
NEUREAKBAGA 
NEUREETAKO  . 
KEUREETAZ      . 


NEREGATIK 
NEREARENGAN- 
DIK. 

NERETIK 

NERERIK 

NEREBAGE 

NEEEKO. 

NEREAZ 

.0  Tiro. 

G. 

NEREAK.  . 

{caret).     . 

NEREAI.   . 

NEREEN.  . 

NEREAKKIN 

NERENTZAT 

NEREAKGAN 

NEREETAN 

NEREAKGANA 

NEREETARA 

NEREETARAÑO 

NEREETARONTZ 

NEEEAKGATIK 

NEREENGANDIK 

NEREETATIK 

NEREETARIK 

NEREAKGABE 

NEREETAKO 

NEREETAZ . 


-por  el  mío. 

-del  uiío. 

-del  mío. 

-el  mío. 

-sin  el  mío. 

del, 
-desde  mío. 

_de ,    con    el  / 
mío. 


-  los  míos. 

-(caret.) 

á  los  míos. 

do  los  míos. 

con  los  míos. 

para      los 
míos. 

en  los  míos. 

— -en  los  míos. 
i'i  los  míos. 

— á  los  míos. 

hasta    los 

míos. 
liácia     los 

míos. 

por  los  míos. 

de  los  míos. 

de,  desde  los 

míos. 

los  míos. 

sin  los  míos. 

de  los  míos. 

de,    con  los 

míos. 


NA-ZUENAK. 

BEREA-BE- 

REAK,  BERE- 

NABE-RE- 

NAK. 


"Dialectos  labortano  y  suletino. 
1.""  Tipo. 


Pas. 
iVct. 


NI   . 
NIK. 


NI    • 

NlK. 


-yo 
-yo, 


-286— 


Eec. 

. 

NIRI       . 

ENI. 

á  inf.             \ 

Pos. 

. 

NEllE     . 

ENE 

do  mí. 

Unit 

. 

NEREKIN     . 

ENEKI    .        . 

■^— conmigo. 

Dest 

. 

NERETZAT . 

ENETZAT     . 

para  mí.        1 

Loc.j 

mat. 
pers. 

HITAN   . 
NEREBAITHAN . 

NITAN    . 
ENEBAITHAN 

on  mí.           I 

on  mí. 

Siguen  il 
éste,  los 
pronom- 

Dir.| 

mat. 
pers. 

NITARAT      . 
NEKEIÍAITHARA 
NKKEGANAT.       • 

NITARAT      . 
ENEHAITHARA 
ENEÜANAT. 

á  mí.              \ 

.  .    11  mí.               / 

bres:  Hl- 
HIK,  ZU- 
ZUK,  GU- 
GUK. 

Lim. 

. 

NIRAINO,  KIRANO. 

NIRAINO,  NIRANO 

-.    hasta  mí.     I 

Cans 

.  . 

NIGATIK       . 

NIGATIK 
ENEGATIK      • 

por  mí.         1 

Sep.j 

mat. 

NITARIK      . 

NITARIK       .        . 

de,  desdo  mil 

pers. 

NEREBAITHARIK 
NEREGANIK.      • 

ENEBAITHARIK 
ENEGANIK, 

de,  desde  mí 

Priv. 

. 

NIGABE.       . 

NIGABE.         . 

, sin  mi. 

Inst. 

,     , 

NITAZ    . 

NITZAZ. 

, — —de,  conmigo,  y 

2.°  Tipo. 


Pas.      .      . 

HAU       . 

HAU        .        .        .— 

-este.               ' 

Act.     .     . 

HUNEK.        . 

HUNEK.        .        .— 

—este. 

Rec.     .     . 

HUNI     . 

HUNI     .        .        .— 

-á  este. 

Pos.     .     . 

HUNEN. 

HUNEN.        .        

_de  este. 

Unit.    .     . 

HUNEKIN     . 

HUNEKI.      .        

_con  este. 

Dest.   .     . 

HUNETZAT. 

HUNETZAT.        

_para  este. 

T-        /  mat. 
Lioc. ,' 

ipers. 

HUNTAN       . 
HUNENHAITHAN  . 

HUNETAN    . 
HUNENBAITHAN   ._ 

_en  este.         1 
_en  este.          1 

-r^.     /mat. 
\pers. 
Lim.    . 

HUNETARAT.     . 

HUNRNJ5AITHARA 

HUNENGANAT. 

IIUNERAINO,  HU- 

NERANO. 

HUNTARAT.        ._ 
HUNEXHAITHARA 

HUNENGANAT.      " 
HUNEUAINO,  HU- 

NERANü.           — 

_á  este.            \ 
il  este.             / 
hasta  ostü. 

Sigue    & 
este,  el  pro- 
nombre : 
HORI     HO- 
RREK. 

Caus.   . 

HAUGATIK  . 

.       HAUGATIK  .        ._ 

_por  este.       1 

Sep.i"^^*- 
^  ^pers. 

HUNTARIK  . 

.       HUNTARIK  . 

de,    desdo 
este. 

HUNENHAITHAKI 
HUNENtíANIK. 

i        HUNENHAII'HARIK 
HUNENGANIK.      " 

_.de  este 

Int.-neg.  . 

HUNTARIK  . 

.       HUNTARIK  . 

esto. 

Priv.    .     . 

IIAUGABE    . 

.       HAUGABE    . 

sin  esto, 

1 

üer.     .      . 

JIUNTAKO    . 

.       HüNTAKO    . 

do  esto. 

Inst.    .     . 

liUNTAZ       . 

HUNTZAZ,  HUNEZ  - 

—  do,  con  esto. 

/ 

Pas. 

Act. 

Eec. 

Pos. 

Unit. 

Dest. 

LocJ 


mat. 


^pers. 

\mat. 

Dir.  fpers. 


Lim.   . 
Caus.  . 

I  mat. 

Sep.) 

ipers. 


Int.-neg.  . 
Priv.   . 
Der.    .     . 

Inst.    . 


Pas. 
Act. 


—287- 

3."  Tipo. 

L. 
HAUKIEK  =  HAUK  . 
HAUKIEK  =  HAUEK  . 
HAUKIEI  =  HAUEI  . 
HAUKIEN  =  HAUEN  . 
HAUKIEKIN  =  HAUEKIN. 
HAUKIENTiíAT    =     HAUEN- 

TZAT        ...... 

HAUKIETAN  =  HAUETAN.  .- 
HAUKIENBAITHAN  =    HAU- 

ENBAITHAN. 
HAUKIETARAT  =  HAUETA- 

RAT ^ 

HAUKIENBAITHARA  =  HAU- 

ENBAITHARA   .   ,   .- 
HAUKIENGANAT  =  HAUEN- 

GANAT  ..... 
HAUKIETAEAINO  =  HAUE- 

TARAINO    .   .   .   .- 
HAUKIEKGATIK  =  KAUKGA- 

TIK - 

HAUKIETARIK  =  HAUETAEIK- 
HAUKIENBAITHARIK  =  HAU- 

ENBAITHARIK      . 
HAUKIENGANTK    =    HAUEN- 

GANIK - 

HAUKIETARIK  =  HAUETARIK- 
HAUKIEKGABE  =  HAUKGABE- 
HAUKIETAKO  =  KAUETAKO  .  - 
HAUKIETAZ  =  HAUETAZ  .- 
HAUKIEZ  =  HAUEZ  . 


HAUYENBAI- 
THARA. 


-HAUK.'^ 

-HAUYEK. 

-HAÜYER. 

-HAUYEN. 

-HAUYEKI. 

-HAUYENTZAT. 
-HAUYETAN. 

-   HAUYENBAI- 

THAN. 

-HAUYETARAT._ 

Siguen   á 
este    pro- 
nombre, los 
siguientes: 
HOIKIEK.HO- 
\    RIEK,   HO- 

HAUYENGANAT  )   ?e1Í~HE°' 
kiek,'hek— 
kekik,  hek 

-HAUYETARAI-      ^^EK^ISEk 
„  ZIEK  y  BA- 

ÑO. TZU-BA- 

"HAUKGATIK.  ^^"^'^■ 

-HAUYETARIK. 


-  HAUYENBAI- 

THARIK. 

-  HAUYENGA- 

NIK. 
-HAUYETARIK. 
-HAUKGABE. 
-HAUYETAKO. 
-HAUYETZAZ. 
-HAUYEZ. 


4.0  Tipo. 


S.  del  L. 


ZERONI . 
ZERONEK 


,. tú  mismo. 

. tú  mismo. 


-288- 


Eec.    . 

Pos.     . 

Ilnit.   . 

Dest.  . 

-r       )  mat 
Loe. 

pers 

T^.    i  mat 

pers 

Lim.    . 

Caus.  . 

r,       1  mat 
Sep. 
^    peíR 

Int.-neg. 

Priv.    . 

Der.    . 

Inst.    . 


Pas. 

Act. 

Eec. 

Pos. 

Unit. 

Dest. 

Loc.í 


mat 


i  pers 

rx.    ,  mat 
Dir, 

\  pers 

Lim.    . 

Caus.  . 

r,      '  mat 
Sep.; 
^  I  pers 

Int.-neg. 

Priv.    . 

Der,    . 

Inst.    . 

l  l.n,  {'iiiic 
pronoiiiln-c'.h  (1( 
cual  (^jorcu  isii 
proiioiuljres  ew 


ZERONIRI  . 
ZEHONEN  . 
ZEKONEKI  . 
ZEEONENTZAT  • 
ZERONETAN. 
ZEEONENBAITHAN 

ZERONETARAT  , 

ZKHONENKAITHAKA 
ZlíKüXENGANAT. 

ZERONERAINO 
ZERONIGATIK     . 

ZERONETARIK    . 

ZERONENBAITHARIK 
ZEKONENGANIK. 

ZERONIRIK  . 
ZERONIGABE 
ZERONETAKO  . 
ZERONEZ   . 

S.  del  L. 

ZEROK  . 

ZEROEK. 

ZEROEI . 

ZEROEN. 

ZEROEKI   . 

ZEROENTZAT   . 

ZEROETAN  . 

ZEEOENBAITHAN 

ZEROETARAT      . 

ZEIÍOENIÍAITHAKA 

ZEKOENGANAT. 

ZEROENERAINO. 

ZEROKGATIK   . 

ZEROETARIK   • 

ZKIIOENHAITIIAIUK 

/KKOENÜANIK. 

ZERORIK 

ZKROKGABE 
ZEROETAKO. 
ZEROETAZ  . 


A  tí  mismo. 

do  tí  luísiiio. 

contigo  mismo. 

para  ti  mismo. 

en  tí  mismo. 

on  tí  mismo. 

il  tí  mismo. 

íi  tí  mismo. 

hasta  tí  mismo. 

por  tí  mismo. 

do,  desde  tí  mismo. 

do  tí  mismo. 

_tii  mismo. 

_sin  tí  mismo. 

—de  tí  mismo, 
de,  contigo  mismo. 


Tipo. 


Siguen   ú 

este    i>ro- 

nombrc:  NE- 

RONI-NERO- 

»NEK,  NIHONI 

-NIHONEK, 

HERONI-HE- 

RONEK,    HIO- 

RONI— HIO- 

RONEK  ,    ZU- 

HORONI-ZU- 

HORONEK. 


— vosotros  mismos. 

vosotros  mismos. 

á  vosotros  mismos. 

de  vosotros  mismos. 

— con  vosotros  mismos. 
— para  vosotros  mismos. 

en  vosotros  mismos. 

en  vosotros  mismos. 

— á  vosotros  mismos. 
— !i  vosotros  mismos. 
— hasta  vosotros  mismos, 

por  vosotros  mismos. 

de,  desde  vosotros  mis- 
mos. 

vosotros  mismos. 

vosotros  mismos. 

siu  vosotros  mismos. 

do  vo.sotros  mismos. 
do,  con  vosotros  mismos 


Siguen  á 
1  este  los  pro- 
\      nombres: 

\geroni-ge- 
/roek,  guho- 

RO     GUHO- 
ROK,  GU- 
HOROMI-GU- 
HOROK,  ZU- 
HORO-ZU- 
HOROK  (1). 


pe(|uefia  (lifüroncia  práctica  quo  resulta  entro  lns  formas  do  los  tros  últimos 
la  llave  y  las  del  (jiio  pongo  coímo  tipo,  estriha  <.  n  la  Taita  do  C  dol  aotivo,  lu 
inlluoiu'iii  on  toda  la  snli  jiii'i''>ii  doiivada  iM  uiisnm.  Kl  vuuipiontu  do  ostos  tros 
on  er,  con  elisión  do  e. 


—289- 


6.0  Tipo. 


Pas. 

Acfc. 

Kec. 

Pos. 

Unit. 

Dest. 


Loe. 

Dir. 

Lira. 
Caus. 

Sep. 


i  inat. 
ipers. 
/mat. 
\pers. 


)  mat. 
\pers. 


Int.-neg. 
Priv.    . 
Der.     . 
Inst.    . 


L. 

ZER 

ZERK     . 

ZEEI      . 

ZEREN  . 

ZEREKIN 

ZERENTZAT 

ZERTAN 

ZEKENBAITHAN    . 

ZERTARAT. 
ZBRENBAITHAKA 
ZEKENCIANAT    * 

ZERTARAINO     . 

ZERGATIK  . 

ZERTARIK   . 

ZERRNBAITHA- 
RIK.ZERENGANIK. 

ZERIK  . 
ZERGABE  . 
ZERTAKO  . 
ZERTAZ 


ZER 

ZERK  . 

ZERI   . 

ZEREN  . 

ZEREKI 

ZERENTZAT 

ZERTAN 

ZERENBAITHAN 

ZERTARAT . 
ZERENBAITHARA 
ZERENGANAT 

ZERTARAINO 

ZERGATIK  . 

ZERTARIK  . 

ZBRENBAITHA- 
RIK,  ZERENGANIK 

ZERIK  .        .        . 

ZERGABE    . 
ZERTAKO,  ZEREK- 
TAKO. 

ZERTZAZ     .        . de,  cou  que 


Siguen  5 
este,   los 
pronom- 
bres: ÑOR— 
NORK,  NUR 

— NURK, 
ZEIN-ZEI- 
NEKZOIN- 
ZOINEK, 
ZUÑ-ZU- 
ÑEK,  MHOR 
-NIHORK, 
NEHOR,NE- 
HORK,   NI- 
HUR-NI- 
HURK,    IHUR 
-IHURK, 
EDOZEIN 
— EDOZEI- 
NEK,  EDO- 
ZUÑ-EDO- 
ZUÑEK,    HU- 
RA—HAREK. 
NIHAUR- 
NIHAURK, 
HIHAUR— 
HIHAURK, 
ZIHAUR— 
ZIHAURK.GI- 
HAUR-GI- 
HAURK,  Zl- 
HAUREK. 


7.°  Tipo. 


Pas. 

Act. 

Kec. 

Pos. 

Unit. 

Dest. 

Loe.! 
Dir.  I 

Lim. 


mat. 
pers. 
mat. 

pers. 


BERTZE 

BERTZEK    . 

BERTZERI  . 

BERTZEREN      . 

BERTZEREKIN. 

BERTZERENTZAT 

BERTZETaN       . 

BERTZERENBAi- 

THAN. 

BERTZETARAT. 

BERTZERENBAI- 

THARA. 

BERTZEREN- 

ÜANAT. 


S. 

BERTZE 

BERTZEK     . 

BERTZERI  . 

BERTZEREN 

BERTZEREKI 

BERTZERENTZAT 

BERTZETAN       . 
BERTZERENBAI- 
THAN. 

BERTZETARAT. - 
BERTZERENBAI- 
THARA. 
BERTZEREN- 

GANAT. 


-otro, 
-otro, 
-á  otro, 
-de  otro, 
-cou  otro, 
-para  otro, 
-en  otro, 
-en  otro. 
■11  otro. 

-á  otro. 


Siguen  á 
I  éste, los  pro- 
nombres: 
NORBERE— 
NCRBEREK, 
BATZU-BA- 
TZUK,NEURE 
NEUREK, 
NURE— NU- 
REK.NERE— 
NEREK, ENE 

— ENEK, 
HIRE— Hl- 
REK,  HEURE 
— HEUREK, 
GURE-GU- 
|REK,  GEURE 
-6EUREK, 
BERE— BE- 
REK. 


BERTZERAINO  .       BERTZERAINO  . basta  otro. 

20 


-290- 


Caus.  .     . 
pers. 

Sep.)       , 
^  y  mat. 

Int.-neg.  . 
Priv.  .  . 
Der.  .  . 
Inst.    . 


BERT ZEGATIK  . 

BERTZEGATIK 

por  otro. 

BERTZETARIK  . 

BERTZETARIK 

de,  dosdü 

líEKT/.KUENHAI- 
THAKIK.     HKH- 
TZKKKNGANIK  ' 

BERTZEKENBAT- 
THAUIK.     1U:K- 
TZEUKNGANIK 

otro. 

de,  desde 

otro. 

BERTZERIK       . 

BERTZERIK 

BERTZERIK- 

BERTZERIlv- 

GABE      . 

GABE.     . 

,- — -sin  otro. 

BERTZETAKO    . 

BERTZETAKO 

, de  otro. 

BERTZEZ    . 

BERTZEZ     . 

8."  Tipo. 


Pas.     .     . 

NORBAIT      . 

NURBAIT     . 

alguno. 

Act.     .     . 

NORBAITEK 

NÜRBAITEK 

alguno. 

Kec.    .     . 

NORBAITI    . 

NURBAITI   . 

á  alguno. 

Pos.    .     . 

NORBAITEN       . 

NURBAITEN 

de  alguno. 

Uuit.  . 

NORBAITEKIN   . 

NÜRBAITEKI 

, con  alguno. 

Dest.  .     . 

NORBAITEN- 

NURBAITEN- 

TZAT    , 

TZAT       . 

pii-aa'guno 

j  mat. 

NORBAITETAN  . 

NURBAITETAN 

, en  alguno. 

Loe. 

NORBAITEN- 

NURBAITEN- 

Ipers, 

BAITHAN.     . 

BAITHAN. 

', 3n  alguno. 

i  pers. 
Dir.' mat. 

XORBAITETAKAT. 

NURBAITETARAT 

. á   alguno. 

NORBAITRNBAI- 
THARA. 

NLRBAITENBAI- 
THARA. 

\ 

XORBAITEN-G.\- 
NAT. 

NrRBAITEX«A 
NAT. 

, H  alguno. 

Lim.  .     . 

NOnBAlTERAINO. 

NIRBAITERAINO 

, hasta    algu 

no. 

Caus.  .     . 

NORBAITGATIK 

NURBAITGATIl 

i por  alguno. 

ipers. 

NORBAITETARIK. 

NIRBAITETARIK 

do.  desdo 

•            alguno. 

^^P-mat. 

N0RBAITENM5AI- 
THARIK. 

NURBAITENBAI 
THARIK. 

Uo,  desde 

alguno. 

\ 


Siguen  H 
ste,  los  pro- 
nombres: 
ELIBAT- 
ELIBATEK. 
ZERBAIT— 
ZERBAITEK, 
ZEMBAT— 
ZEMBATEK, 
ZUMBAT— 
ZUMSATEK, 
ZEM3AIT- 
ZEMBAITEK. 
BAKOCH^ 
BAKOCNEK, 
BAKOITZ- 
BAKOITZEK, 

zuEr;    ZUE- 

NEK,  ZIEN— 
ZIENEK. 


NORBAlTl'.Níi  \MK         Nrt;|!Airi'..\(i  ANIK de   alguno. 


Int.-neg. 
Priv.   . 
Der.    . 

Inst.    . 


NORBAITERIK^ 
NORBAITGABE  . 
NORBAITETAKO 
NORBAITEZ 


-201— 
S. 

NURBAITERIK  . alguno. 

NURBAITGABE  . sin  alguno. 

NURBAITETAKO de  alguno. 

NURBAITEZ        ._de.  conalgu- 


9.»  Tipo. 


Si  71  guiar. 


Pas. 

NEREA . 

ENEA    .       . 

el  mfo. 

Act. 

NEREAK       .       . 

ENEAK. 

Eec. 

NEREARI      . 

ENEARI 

al  mfo. 

Pos. 

NEREAREN .       . 

ENEAREN    . 

del  mío. 

Unit. 

NEREAREKIN     . 

ENEAREKI  . 

con  el  mío. 

Dest 

NEREARENTZAT  . 

ENEARENTZAT 

para  el  mío. 

Loc.¡ 

raat. 

NEBEAN 

ENEAN . 

en  el  mío. 

pers. 

NEREARENBAI- 

ENE.\RENBAI- 

Qw  gl  mío. 

THAN. 

THAN. 

) 

mat. 

NEREARAT. 

ENEALAT    . 

, al  mío. 

Dir. ' 

NEREARENBAI- 

ENEARENBAI- 

^ 

pers. 

THARA. 

THARA. 

al  mío. 

NEREARENGANAT 

ENEARENGANAT 

Lim. 

. 

NEREARAINO     . 

ENEARAINO 

basta  el  mío 

Cans 

NEREAGATIK     . 

ENEAGATIK 

, por  el  mío. 

( 

mat. 

NEREATIK  .       . 

ENETIK 

de,  desde  el 
mío. 

bep.| 

NEREARENBAl- 

ENEARENBAI- 

de,  desde  el 

pers. 

THARIK. 

THARIK. 

mío. 

NEREARENGANIK. 

ENEARENGANIK 

Priv. 

,          , 

NEREAGABE      . 

ENEAGABE. 

sin  al  mío. 

Der. 

^          , 

NERETAKO. 

ENEKO .       . 

del  mío. 

Inst. 

•     • 

NEREAZ       .       . 

ENEAZ .       . 

de,  con  el 
•           mío. 

10.°    TIPO. 

Plural, 

Siguen   k 
éste  ,  los 
pronom- 
bres:  NEU- 
REA-NEU^ 
REAK,  NU- 
REA— NU- 
REAK,  HIREA 
— HIREAK, 
HEUREA— 
HEUREAK, 
GEUREA— 
GEUREAK, 
GUREA— GU- 
REAK.BEREA 
— BEREAK, 
BATBEDERA 
-BATBE- 
DERAK.  BA- 
KOCHA-BA- 
KOCHAK,  BA' 
KOITZA— BA- 
KOtTZAK, 
BESTEA— 
BESTEAK, 
BERTZEA- 
BERTZEAK. 


Pas. 


NEREAK. 


ENEAK 


-los  mfos. 


1    Es  forma  teórica,  puesta  para  que  sirva  de  modelo  k  los  «tros  pronombres  que  siguen 
á  éste  y  la  tienen  práctica. 


Act. 

Eec. 

Pos. 

Unit. 

Dest. 

Loe. 


mat 


k  pers 

j  mat 


Lim.   . 
Caus.  . 
j  mat. 

I 

Int.-neg.  . 
Priv.  .  . 
Der.  .  . 
Inst.    .     . 


NERKAK      .       . 

NKHKKI,  NEURUI. 
NEREEN.   . 
NEREKIN   . 
NEREENTZAT  . 
NERETAN  . 

NEREENBAI- 

THAN  . 

NEREETARAT  . 

NEREENBAI- 
THARA  . 
NEREENGANAT. 
NERETARAINO. 
NERÉAKGATIK . 
NEREETARIK  . 

NEREENBAI- 
THARIK  .  . 
NEREENGANIK . 
NERETARIK 
NERÉAKGABE  . 
NEREETAKO  . 
NERETAZ,NEKEZ. 


ENKK  . 
ENKN  . 
ENEN  . 
ENEKI . 
ENENTZAT 
ENETAN 


ENENBAITHAN 
ENETARAT . 

ENENBAITHA- 
RA  . 
ENENGANAT 
ENETARAINO 
ENÉAKGATIK 
ENETARIK  . 

ENENBATTHA- 
RIK  .  . 
ENENGANIK 
ENETARIK  . 
ENÉAKGABE 
ENETAKO  . 
ENEZ  . 


-loH  míos. 
-11  los  míos, 
-de  los  mfos. 

-con  los  míos. 

para      los 
míos. 

-eu  los  míos.  I 


-eu  los  míofi.l 
-11  los  míos. 


_de,  desde  los  j 
~    míos. 
_de,  desde  los 
míos. 

-de  los   míos, 
-sin  los  míos. 

-de  los  míos. 

_dc,    con   los  ¡ 
míos. 


CAPITULO  X. 

EL  ADVERBIO,  LA  CONJUNCIÓN  Y   LA  ÍNTER JECCiÓíí. 

I. 

El  adverbio  en  la  lengua  eiiskava  admite  la  misma  de- 
finición que  en  castellano.  Es  una  parte  de  la  oración  que 
sirve  para  modificar  el  significado  de  las  otras  que  figuran 
en  el  discurso,  y  puede  unirse  íá  todas  ellas,  excepto  á  Ja 
conjunción.  Como  en  castellano,  varios  de  ellos  son  verda- 
deros nombres;  pero  en  éste  caso,  es  muy  frecuente  hallar- 
los modificados  por  un  sufijo. 

Aizkibel,  inspirándose  en  las  ideas  del  abate  Darrigol, 
se  explica,  respecto  al  adverbio,  en  los  siguientes  términos: 
«El  adverbio,  dice  Mr.  Beauzee,  es  equivalente  á  una  pre- 
posición con  su  complemento,  y  así  en  muchas  lenguas  tie- 
ne igual  significación;  porque  no  teniendo  igual  forma,  se 
valen  de  la  preposición  con  el  complemento,  v.  gr.:  «honra- 
áamenter.  con  honrado.  En  bascuence  ohoreki:  ohoreare- 
KiN,  que  equivale  lo  mismo.  En  francés  (ihonovMevienh,  de 
«honorable»,  más  la  terminativa  uient,  ó  enclítica,  que  dice 
«con  honor»  ú  «lionorablemente»).  En  bascuence  este  adver- 
bio termina  en  ki,  como  hemos  explicado  en  su  lugar  corres- 
pondiente á  las  terminativas ,  en  algunos  dialectos  en  kin, 
que  es  el  cuín  de  los  latinos,  el  con  de  los  castellanos,  que 
ambas  á  dos  son  preposiciones  del  ablativo.  Siendo,  pues, 
nombres  unidos  á  la  terminativa  ki,  debemos  concluir  con 
que  el  euskara  no  tiene  adverbio;  pues  que  se  declinan  tam- 
bién con  esta  adición  terminativa,  v.  gr.:  las  palabras  egun, 
que  en  labortano  significa  «hoy»,  bihar  en  todos  los  dialec- 
tos «mañana»,  son  las  formas  indefinidas  de  los  nombres 
EGUNA  «día»  ó  «el  día»  y  biharra  «el  día  de  mañana».  El  mis- 
mo Mr.  Beauzee  en  su  Gramática  general  dice,  que  se  pu- 
dieran reunir  las  preposiciones  y  los  adverbios,  como  dos 
especies  de  un  mismo  género,  y  mejor  aún  podemos  decir 
los  bascongados  que  muchas  veces  los  adverbios  no  son 


-201- 


más  que  uno  de  los  casos  del  nombre,  bien  sea  substantivo 
ó  adjetivo;  pues  hemos  visto  que  la  terminativa  ki  ó  kin  es 
de  ablativo,  y  se  traduce  con.  Aun  los  mismos  adverbios  lo- 
cales, examinándolos  detenidamente,  no  son  más  que  casos 
de  la  declinación  en  el  número  indefinido,  v.  gr.:  nun  «en 
donde»;  nundik  «de  donde»;  nura,  ñora  «á  donde»;  nukaño  ó 
NORAÑo  «hasta  donde»;  nungoa  «de  donde»;  nurako  ó  norako 
«para  donde»,  etc.,  y  como  generalmente  son  interrogantes, 
la  contestación  se  da  en  el  mismo  caso.  Sancio,  llamado  el 
Brócense,  define  de  este  modo:  «Adverbium  bidetür  dici 
QUASi  ad  verbuDí,  quia  veréis  velut  adjectivum  adh.eret», 
pero  en  esta  oración  verhiim  y  verbis  se  deben  traducir  ^)a- 
labra  y  palabras,  y  no  darles  el  sentido  ó  significación  de 
verbo.  En  este  caso  no  es  más  que  una  modificación  de  la 
palabra,  que  precisamente  coincide  con  nuestra  opinión 
para  incluirle  en  la  palabra  declinable,  ó  llámese  declina- 
ción. La  misma  definición  del  adverbio  hace  ver  palpable- 
mente que  no  le  hay  en  la  euskera;  porque  es  una  parte  in- 
variable del  discurso  que  se  junta  con  los  verbos  y  con  los 
adjetivos  jpara  modificarlos,  y  como  en  nuestra  lengua  son 
palabras  declinables  ,  dejan  ya  de  ser  parte  invariable  del 
discurso.  Es  inútil ,  pues,  entrar  á  hacer  la  división  ordina- 
ria de  los  adverbios,  como  han  querido  algunos  gramáticos 
aun  en  nuestra  lengua,  cuando  ya  aun  en  otras  empieza  á 
notarse  la  misma  inutilidad;  con  mucha  razón,  pues,  cami- 
namos sobre  las  huellas  de  Mr.  d'Abbadie  en  sus  interesan- 
tísimos prolegómenos,  llenos  de  erudición  y  de  filosofía»/ 

Paso  por  alto  algunos  reparos  que  pudiera  oponer  al 
contexto  del  párrafo  anterior  para  ocuparme  tan  solo  en  su 
conclusión,  que  no  es  legítima.  Según  se  definan  las  cosas. 


1  Ms.  de  Aizkíbel:  «de  la  palabra  6  del  verbum— ITZ*,  hoja  3.«— El  8r.  Aizkíbel  en  su  ma- 
nuscrito titulado  «Correcciones  y  adiciones  i'i  la  preciosa  obra  del  célebre  ttlólogo  prusiano 
D.  Guillermo  Humboldt,  intitulada  Investigaciones,  etc.,  se  llama  ú  sí  mismo»  «Autor 
de  un  vocabulario  basco-español  de  noventa  mil  palabras,  de  un  tratado  general  do 
Etimologías  bascongadas,  de  otro  do  dialectos  bascongados,  do  la  literatura  y  bibliografía  bas- 
congada,  y  de  una  Gramática  general  compuesta  de  los  cuatro  dialectos  miis  principales  do  la 
euskera».  Desgraciadamente,  A  juz;4ar  por  los  muchos  manuscritos  do  Aizkíbel  que  he  tenido 
en  mis  manos,  ninguna  do  estas  obras,  excepto  el  Diccionario,  pasi')  del  estado  do  proyecto.  Se 
encuentran  notas,  comienzos  de  capítulos  y  do  tratados,  capítulos  cuteros  en  poco  ui'uuoro  y 
cuadros  ain6pticos  de  verbos,  poro  nada  más.  El  autor  revela  poseer  un  clarísimo  y  completo 
concepto  de  lo  que  debe  de  sor  una  Gramática  bascongada.  A  título  do  curiosidad  bibliognitlca, 
cuando  nodo  información,  daré  á  conocer  algunos  pasajes  de  los  manuscritos  de  Aizkíbel,  ast 
como  las  variantes  de  las  üoxiouou  verbales  que  so  bailen  cu  sus  cuadros. 


-200- 


existiráii  ó  no  éstas.  Pero  no  hay  que  confundir  un  concep- 
to lógico  del  entendimiento,  con  la  realidad.  Los  cosas,  en 
gramática,  hay  que  definirlas  con  arreglo  á  í^w  función,  no  á 
su.  forma  gramatical,  pues  esta  varía  en  las  diversas  lenguas. 
Yo  he  tomado  la  del  adverbio  en  Salva  \  modificándola  un 
poco,  y  con  arreglo  á  ella  no  puede  negarse  que  existen 
adverbios  en  bascuence.  Aun  adoptada  la  que  siguió  Aizkí- 
bel,  tampoco  dejarían  de  existir  algunos  pocos.  Pero  desde 
el  momento  en  que  repudiamos  de  la  definición  «una  parte 
invariable)),  el  adverbio  tiene  derecho  á  figurar  en  nuestro 
cuadro  gramatical. 

Por  otra  parte  hay  gran  exageración  en  ver  en  el  adver- 
bio una  palabra  declinahle  como  cualquiera  otra.  Desde  el 
momento  que  una  palabra  ejerce  funciones  de  adverbio,  ya 
no  puede  recibir  más  que  sufijos  de  ciertas  y  determinadas 
categorías  (posición,  dirección,  situación),  es  decir,  que  deja 
de  ser  declinable  totalmente,  como  dirían  los  que  admiten 
la  declinación  bascongada.  Partiendo  de  la  base  de  la  fun- 
ción, el  adverbio  se  impone  á  todos  sus  contradictores;  éste 
será  propio,  ó  por  adaptación,  segiin  consista  en  una  pala- 
bra adscrita  perpetuamente  á  ese  oficio,  ó  en  una  palabra 
que  ejerza  otras  funciones:  sean  ejemplos  de  ambas  cla- 
ses EGUN  (1)  «hoy»  y  «día»  y  emen  «aquí». 

En  euskara  se  forman  adverbios  por  derivación,  ó  sea, 
aglutinando  una  partícula  terminativa  á  los  nombres:  éstas 
partículas  son  zki,  ki,  ka,  kal,  ko,  to,  do. 

Kr,  ZKI.  Desempeña  un  papel  análogo  al  que  desem- 
peñó el  ablativo  del  sustantivo  mens  en  las  lenguas  neo -lati- 
nas. Se  une  directamente  al  nombre.  Algunas  veces  la  in- 
mediación de  la  n  hace  que  la  gutural  pase  de  la  fuerte  á  la 
suave.  La  forma  más  primitiva  de  la  terminació  i  me  pare- 
ce ZKI,  compuesta  del  instrumental  z  y  del  unitivo  ki;  ésta 
forma  la  conservan  muchos  nombres  terminados  en  vocal. 

Los  adverbios  más  usuales  obtenidos  por  la  composición 
de  KI  son:  gaizki  (c.)  «malamente,  difícilmente»;  errazki  (c.) 


1  Gramática  de  la  lengua  castellana,  púg.  92.  Salva  expresa  en  su  deñnición  que  el  adverbio 
no  se  une  ni  á  las  conjunciones  ni  á  las  interjecciones.  La  última  parte  no  es  exacta  ni  en 
castellano,  ni  en  bascuellce;  por  ejemplo:  ¡ay  emen!  i'iay,  aquí»!'! 


-200- 


«fácilmente»;  laburzki  (s.)  «pronto»;  obeki  (b.  g.)  hobeki  (1.  s.) 
«mejor»;  prestuki  (g.)  «honradamente»;  polliki  (b.  g.)  pulliki 
(1.  s.)  «bonitamente,  cuidadosamente»;  egiazki  (c.)  «verdade- 
ramente»; soiLLKi  (s.)  «solamente»;  ederki  (c.)  «hermosamen- 
te»; BEREziKi  (b.  g.)  BERHEziKi  (1.  s.)  «Separadamente»;  emeki 
(c.)  «dulcemente,  tranquilamente»;  frangoki  (1.)  «abundante- 
mente»; SEGURKi  (c.)  «seguramente»;  hunki  (s.)  ongi  (b.  g  b.) 
«bien,  buenamente»;  zuhurki  (1.  s.)  «prudentemente»;  eztiki 
(c)  «melosamente»;  goraki  (s.  1.)  «altamente»;  andizki  (b.  g) 
HANDiKi  (s.  1.)  «grandemente»;  aski  (c)  «bastante»;  itsüki  (c.) 
«feamente»;  osoki  (c.)  «completamente»;  ausarki  (g.)  «resuel- 
tamente, atrevidamente»;  egoki  «á  propósito»;  erdizki  (c.)  «á 
medias,  partidamente»;  geldiki  (c.)  «quietamente»;  biribllki 
(b.  g.)  «redondamente»;  chukuxki  (b.  g.)  «aseadamente, ilim - 
pi amenté»,  etc.,  etc. 

KA,  KAL  (s.) — Mediante  esta  terminación  se  forman 
nombres  adverbiales  que  indican  la  forma  ó  manera  de  eje- 
cutarse la  acción.  Traduce  las  frases  modales  del  ca  stella- 
no,  que  van  precedidas  de  la  preposición  a.  De  zaldi  «caba- 
llo», ZALDiKA  «á  caballo»  (es  decir,  algo  semejante  á  la  pala- 
bra bárbara  castellana  cahallalmente);  de  oju  (b.  g.)  oihu 
(1.  s.)  «grito»;  OJÜKA,  oiHUKA  «á  gritos»  (gritando);  de  ostiko 
«coz,  patada»,  ostikoka  «á  coces,  á  patadas»;  de  arri  «piedra», 
ARRiKA  «á  pedradas»;  de  oix  «pié»,  oinka  (s.)  «á  pié»;  de  fereka 
(1.)  «caricia»,  férekaka  «á  caricias»  (acariciando)  \  La  termi- 
nación suletina  kal  se  usa  cuando  en  la  frase  hay  un  senti- 
do de  reparto  ó  tanda  que  conviene  expresar  adverbiando 
una  palabra;  hirikal  «por  la   ciudad»;  makillakal  «á  palos». 

TO,  DO. — De  significación  y  uso  análogo  á  la  termina- 
ción Ki.  De  EDER  «hermoso»,  ederto  «hermosamente»;  de  on 
«bueno»,  ondo  «bien,  buenamente».  Es  de  poco  uso. 

KO. — Ya  quedó  explicada  su  función  en  las  frass  adver- 
biales de  tiempo,  al  manifestar  sus  usos  como  sufijo. 


1  He  ac(ii{  uil  notable  ejemplo  de  la  potencia  asimiladora  del  basc-iienco;  nadie  dir<a, 
Bosmanicnte,  ú  primera  Vista,  <iiio  PkHKKa,  ni'.WKKA,  sobro  todo  en  su  setíunda  forma,  os  nada 
más  (luü  lina  frase  francesa,  desfigurada  alt,'u  por  la  torniiuación,  y  mucho  por  la  ortofjrafía. 
Del  franci's  taire  oas  «hacer  oaso»,  el  labortano,  mediante  la  terminación  verbal  ti,  formó  el 
VerJjo  riouiiUAi'U  «acariciar,  cuidar»  (Faire    cas   -tui  y  la  palabra  adverbial  fi:i»kkaKv 

•¿    VéaiJü  la  ¡nití.  Ü2tf. 


—297—      • 

RO.  Suele  unirse  con  mucha  frecuencia  á  la  termina- 
ción Ki,  sin  que  por  eso  cambie  ele  una  manera  apreciable, 
en  castellano,  el  significado  del  adverbio:  zabalkirg  (g)  «mi- 
nuciosamente», de  ZABAL  «ancho»;  errazkiro  (g.)  «fácilmen- 
te», de  errazki;  lokabekiro  (g.)  «libremente»,  de  lokabeki, 
(y  lokabeki  de  lotu  «atar»,  gabe  «sin»  y  ki);  ederkiro  (g) 
«hermosamente»,  de  ederki;  eriozkiro  (g.)  «inortalmente», 
de  eriozki;  alaikiro  (g.)  «alegremente»,   de  alaiki,  etc.,  etc. 

RO  parece  ser  una  contracción  de  oro  «todo».  Lo  cierto 
es  que  éste,  por  composición ,  forma  frases  adverbiales, 
uniéndose  á.  nombres  que  expresan  el  concepto  de  tiempo: 
URTEORO  (c.)  «anualmente»,  egunoro  (c.)  «diariamente»,  illoro 
(c.)  «mensualmente».  El  adverbio  oro-bat  «igualmente»,  se 
aparta  de  la  composición  general  en  su  clase;  pero  su  forma- 
ción etimológica  da  perfecta  cuenta  de  su  significado:  «todo 
uno»  equivale  á  «igualmente». 


Si  bajo  el  punto  de  vista  de  su  forma,  los  adverbios  son 
simples  y  compuestos,  bajo  el  de  su  significación  se  dividen 
en  adverbios  de  posición  y  lugar,  de  tiempo,  de  modo  y  com- 
paración, de  cantidad  y  de  afirmación,  negación  y  duda. 

Adverbios  de  posición  y  lugar. —  ^o^  (g.  1.)  nün  (b.  g.  1.  s.) 
«donde»;  emen  (b.  g.)  hemen  (1.  s.)  heben  (s.)  «aquí»;  an  (b.  g.) 
HAN  (1.  s.)  «ahí»;  OR  (b.  g.)  hor  (1.  s.)  «ahí»;  orra  (b.  g.)  horra 
(1.  s.)  «he  aquí»;  gora  (b.  g.  1.  s.)  goiti  (1.  s.)  «arriba»;  goyen 
(b.  g.)  GOYAN  (b.  g.)   «en  lo   alto»;  bera  (b.  g.)  behera  (1.  s  ) 

BEHERAT  (1.  S.)  ZOLAN  (s.)  PEAN  (b.  g.  1.  S.)  BEAN  (b.  g.  1.  S  ) 

«abajo,  en  lo  bajo»;   azpian  (b.  g.  1.  s.)  «debajo»;  gañean  (g.) 

GAINIAN  (b.)  GAINEAN  (1.)  GAÑEN  (s.)  «eucima»;  BARRUAN  (b.) 
BARRUNEN  (b.)  BARRENEN  (b.  g.)  BARRENEAN  (g.)  BARNEAN  (1.) 

BARNEN  (s.)  «dentro»;  kampoan  (b.  g.  1.  s.)  «fuera»;  kampora 
(b.  g.  1.)  KAMPORAT  (1.  s.)  «á  fucra»;  bertan  (b.  g.  1.  s.)  «en  el 
mismo  (sitio);  orotan(1.  s,)  «en  todos  (modos  ó  partes)»;  bes- 
tetan  (b.  g.  1.  s.)  «en  otros  (sitios»);  aldean  (g.  1.)  aldian  (b.) 

HULEAN  (S.)  URREAN  (g.)  URRIAN  (b.)  HURREN  (1.)  HURBILL  (1.  S.) 

«cerca»;  ondoan  (b.  g.)  khantian  (s.)  sayhetzian  (1.  s.)  «jun- 


-2'JH  - 


to»;   AllRREAN   (g.)  AURRIAN   (1).)   AURKEAN   (!)•)   AURKHAN    (1.)   AUR- 

KiNAN  (s.)  «delante»;  atzean  (g.)  ondoken  (g)  atzian    (b.)  gi- 

RELEAN  (1.)   GIRELIAN   (s.)    «(letl'ás»;    ONA   (b.  g.)   HUNA   (1.)   HUNAT 

(1.  s.)  «aquí  (venir  á)>>;  arabera  (b.  g.  1.  s.)  arauaz  (1.  s.)  arauz 
(b.  g.)  «según»;  buruan  (b.  g.  1.)  burian  (s.)  «al  cabo».  Ostean 
(g.)  osTiAN  (b.)  significa  «detrás»,  y  se  usa  también  con  el  sen- 
tido de  «además»;  por  ejemplo:  itz  oyen  ostean  «además  de 
éstas  palabras». 

El  más  superficial  examen  de  los  adverbios  trascritos 
revela  á  cualquiera  que  la  inmensa  mayoría  de  ellos,  si  no 
todos,  son  nombres  modificados  por  ini  sufijo;  que  son  adver- 
bios, nada  más  que  por  la  función  y  que  les  cuadraría  muy 
])ien  el  título  de  nombres  adverbiales.  La  mayor  parte  se 
encuentra  en  locativo,  y  aunque  no  todos  existen  en  su  for- 
ma pura,  la  comparación  con  los  demás  permite  asegurar  que 
su  formación  es  idéntica  á  la  de  los  restantes.  Así,  por  ejem- 
plo, no  se  conoce  ninguna  forma  de  an  distinta  de  ésta, 
como  se  conocen  buru  y  buruan,  aurre  y  aurrean,  aurre- 
RA,  etc.;  pero  esto  no  obsta  á  que  descompongamos  an  en 
A-J-N.  Y  como  A  es  el  demostrativo  de  tercera  persona  «aquel», 
AN  parece  ser  su  locativo,  cuyo  estricto  significado  «en 
aquel»,  corresponde  bastante  exactamente  al  usual  del 
adverbio  «ahí». 

Con  los  nombres  adverbiales  en  locativo,  se  indica  el 
número  mediante  el  sufijo  de  posesión  aglutinado  á  la  pa- 
labra precedente:  jaungoikoaren  aurrean  «delante  de  Dios»; 
GizoNEN  aurrean  «delante  de  los  hom])res»;  echearen  aldean 
«cerca  de  la  casa»;  basoen  aldean  «cerca  de  los  bosques».  En 
el  lenguaje  vulgar,  por  lo  general,  se  prescinde  del  posesivo. 

El  adverbio  ondoren  «detrás»,  se  lia  incorporado  el  sufijo 
posesivo.  Otros,  como  aurre,  kampo,  goi  reciben,  según  las 
necesidades  de  la  locución,  los  sufijos  ra  ó  n;  aurrean,  aurre- 
ra;  kampoan,  kampora;  gop^a,  güiy/^n,  etc.  Arabera,  arauz,  etc., 
se  deiivan  de  arau  «regla»;  arabera  no  está  compuesto,  se- 
gún cree  Mr.  Yan  Eys  '  de  arau-ra  «hacia  la  regla»  que  re- 
presenta bastante  bien  á  «según».  Ija  e  en  este  caso  sería  de 


1     Gráni.  CO  itp,,  i>á{j.  113, 


-299— 


ligadura,  y  aquí  nada  tiene  que  hacer  una  letra  de  esa  clase. 
Me  parece  más  plausible  la  siguiente  descomposición  del 
adverbio:  ar.\u-era  «modo,  manera  de  regla»,  equivalencia 
ideológica  perfecta  del  «según»  castellano.  La  consonifica- 
ción  de  ii  es  un  hecho  frecuente.  En  cambio,  creo  tiene  ra- 
zón el  citado  tratadista,  al  descomponer  az-pian  en  a  «aquel», 
z  instrumental  y  pe-an  «en  lo  bajo»/  Eji  rigor  gramatical,  de- 
bía de  venir  en,  sufijo  posesivo,  ocupando  el  sitio  de  .':;  pero 
hemos  encontrado  demasiadas  veces  esa  incorrección  para 
que  nos  choque  verla  una  vez  más. 

Además  de  los  sufijos  del  locativo  y  directivo  que  gran 
parte  de  los  adverbios  puede  tomar,  reciben  también  el  de- 
rivativo, el  separativo,  el  directivo  indeterminado,  y  el  com- 
puesto de  directivo  y  derivativo.  Así  tenemos  non  «donde», 
NORA  «á  donde»,  nongoa  «el  de  donde»,  nondik  «de  donde», 
NORONTZ  «hacia  donde»,  norako  «para  donde». 


¿tm. 


Adverbios  de  tiempo. — Gaur  (b.  g.)  egun  (1.  s.)  «hoy»;  bi- 
GAR  (b.  g.)  BiAR  (b.  g.)  BiHAR  (1.  s.)  «mañana»;  bijamona  (b.) 

BIARAMON   (g.)  BIHARAMÜN  (1.)   BIHARAMENA  (s.)  «el  día  dcSpués»; 

ETZi  (b.  g.  1.  s.)  «pasado  mañana»;  etzi  damü  (b.  g.  1.  s.)  «des- 
pués de  pasado  mañana»;  etzi  dazu  (b,  g,)  «tres  días  después 
de  mañana»;  atzo  (b.  g.  1  s.)  «ayer»;  bart  (b  g.)  barda  (1) 
«ayer  noche»;  areñegun  (b.)  erenegun  (g.)  herenegun  (1.  s.) 
«antes  de  ayer»;  goizik  (1.  s.)  «de  madrugada»;  goizean  goiz 
(b.  g.)  goizean  goizik  (1.  s.)  «en  el  amanecer»;  goiz  (g.)  mü- 
GAiTz  (b.)  «temprano»;  berandu  (b.  g.)  berant  (1.  s.)  «tarde»; 

AURTEN  (b.  g.)  AÜRTHEN  (i.  S.)  «éstc  año»;  IGAZ  (b.  g.)  IGEZ  (b.) 

IYEZ  (b.)  YAZ  (1.)  CHAZ  (s.)  «el  ailo  pasado». 

Noiz  (g.  1.)  NOS  (b.)  NUiz  (s.)  «cuando»;  iño  (b.)  iñoiz  (g.) 
NiHoiz  (1.)  NEHoiz  (1.)  «nuiíca»;  beñere  (g.)  behinere  (1.  s.) 
«jamás»;  sekulan  (g.)  sekula  (s.)  egundaño  (g)  egundaino 
(1.  s.)  JAGOin  (s.)  «nunca»;  beti  (g-  b.)  bethi  (s.  1.)  «siempre»; 
LEN  (b.  g.)  LEHEN   (1.  s.)  «autcs»;    AINTZINETIK  (s.)  «de  aiitcs, 


1    Gram.  comp,.  púg.  443, 


— aco- 
de antemano»;  orañago  fe.)  «antes  de  ahora»;  orain  (b.  g.) 
ORAi  (s.  1.)  «ahora»:  oraingo  (g.  1.)  oraiko  (1.)  «de  ahora,  re- 
ciente»; oranche  (g.  1.)  «ahora  mismo»;  oraindik  (b.  g.)  oraino 
(L)  ORANO  (s.)  «todavía»;  gero  (c.)  «después»;  orduan  (g.  1.) 
ORDEAN  (b.)  ORDiAN  (s.)  «entonces»;  orduan  danik  (i.)  ordutik 
(g.)  «desde  entonces»;  nosbait  (b.)  noizbait  (g.  1.)  «un  día  ú 
otro»;  NuizPAiTAKO  (s.)  «de  (en)  otro  tiempo»;  nosik  bein  (b-) 
NOiziK  BEÑ  (g.)  NOiziK  BEHiN  (1.)  NüiziK  (s.)  «dc  cuando  en 
cuando»,  «de   cuando  una   vez»    (Ht.);   noizetik  noizera  (1.) 

NUIZTARIK  NJIZTARA   (s.)     «dc     tieuipo     á     tiempO»;    ARTEAN    (g.) 
ARTIAN    (b.)   BITARTIAN    (b.)   BITARTEAN   (g.)    BIZKITARTEAN    (g.   !•) 

«mientras  tanto». 

AuRKi  (g.)  «en  breve»;  ardura  (s.)  maíz  (g.  1.)  sarritan 
usu  (1.  s.)  «amenudo,  frecuentemente»;  bereala  (g.)  beriala 
(b.)  BEREHALA  (1.)  BERHALA  (s.)  «euseguida»;  BERTAN  (s.)  «muy 
pronto»;  sarri  (c.)  laster  (c.)  LABURzra  (s.)  «pronto»;  berta- 
TiK  (b.  g.)  BERETARIK  (1.)  BERTARiK  (L)  «inmediatamente»;  bat 
batean  (b.  g.)  «de  pronto,  repentinamente». 

Algunos  de  estos  adverhios  son  frases  adverbiales:  or- 
duan DANIK,  compuesta  de  ordu  «hora,  tiempo»,  n  locativo, 
dan  «que  es»,  forma  relativa  y  el  sufijo  tik,  que  se  ve  íntegro 
en  la  frase,  también  muy  usada,  orduan  danetik. 

Erenegun  «antes  de  ayer»,  está  compuesto  de  heren  ó 
EREN  «tercero»  y  egun  «día»,  por  extensión,enlabortano,«hoy»; 
respecto  al  día  en  que  se  liabla  «antes  de  ayer»  es  tercero.  A 
ETZi  «pasado  mañana»,  etzi  damu  «después  de  pasado  maña- 
na» y  ETzi  DAzu  «tres  días  después  de  mañana»  los  declara 
Mr.  Van  Eys  «verdaderos  enigmas».^  A  mí  también  me  lo 
parecen;  en  etzi  se  ve  una  gran  analogía  formativa  con  atzo 
«ayer»;  indudablemente  ambas  palabras  proceden  de  una 
misma  raíz,  pero  me  es  imposible  explicar  cómo  el  cambio 
de  las  vocales  inicial  y  final  convierte  á  «ayer»  en  «j)asa- 
do  mañana».  El  ilustre  P.  Fita  ha  recurrido  al  georgiano 
para  aclarar  tan  oscuros  vocal)los,  pero  en  mi  concepto,  la 
oscuridad  continúa. 

Asimismo,  es  muy  oscura  la  composición  de  üiaramun, 

1    Dict.  basij.-franc..  jiáy.  i:»i, 


-301— 


BiAEAMON,  etc.  Mr.  Van  Eys  sospecha  la  presencia  del  latín 
mane  «mañana»  (sustantivo),  en  valaco  muin:  pero  el  signi- 
ficado no  corresponde  á  la  etimología;  aquel  es  «el  día  des- 
pués», y  ésta  «de  mañana  mañanav.  Y  digo  que  la  etimología 
no  corresponde  al  signiñcado  de  la  palabra,  porque  para  que 
tal  sucediera,  sería  preciso  que  la  composición  se  hubiese 
verificado  con  dos  adverbios;  ideológicamente,»  de  mañana 
mañana»,  ó  sea,  biaubiar,  puede  significar  «el  día  después», 
pero  BIAEAMON  está  compuesta  con  dos  sustantivos  y  signi- 
fica, admitida  la  hipótesis  de  Mr.  Van  Eys,  «de  mañana  ma- 
ñana», ó  «madrugada»,  es  decir,  la  porción  del  día  llamada 
así.  Yo,  de  ver  en  amon,  amun,  una  palabra  de  cepa  latina,  da- 
ría la  preferencia  al  viejo  adverbio  francés  «amont»;  en  éste 
caso,  BIAEAMON  significaría  algo  parecido,  traduciendo  eti- 
mológicamente, á  «traspuesto  mañana)'.  Si  alguna  vez  se  hu- 
biese usado  la  palabra  euskara  muño,  muñ  «colina»  en  un  sen- 
tido análogo  al  del  amont  francés,  se  podría  descomponer  la 
forma  labortana,  que  resultaría  la  más  pura,  en  bihar  {-ra 

-|-MUÑ. 

Adverbios  de  modo  y  comparación. — Kontra  (b.  g.  1.) 
KONTRE  (s.)  «contra»;  aitzitik  (1.  s.)  «al  contrario»;  bere  (b.) 
EEE  (g.  1.  s.)  «aun,  también»;   alan   (1).)   ala  (g )   hala  (1."  s-) 

HALATAN    (s.)    OLA   (b.  g.)   HOLA   (1.   S.)     «así»;    LAIÑ    (b.  g.)   LAGIÑ 

(b.  g.)  AiN  (b.  g.)  iiAiN  (1.)  HAN  (s.)  «tauto»  (y  con  el  artículo 
los  dos  primeros  significan  «lo  bastante»,  lo  suficiente»  (laiña, 
lagiña);    ñola    (b   g.  1.)  nula  (s.)   «como»;  adiña  (g.)  ainbat 

(b.g.)  ANBAT  (b.  g.)  HAMBAT  (1.)  BEZAMBAT  (b.  g.)  «tauto  COmO»; 
ANBATENAZ   (b.   g.)   HAMBATENAZ   (1.   S.)      ZEMBATENAZ    (c)   «tauto 

más,  cuanto  más»;  ainbeste  (b.  g.)  hainbertze  (1.)  «otro  tan- 
to»; BASEN    (b.)  BEZIN   (g.  1.)    BEZAIN   (g.  1.)  BEZAÑ   (s,)   «tan,   CO- 

mo»;  BEZANBESTE  (g.  s.)  «cuauto  otro»;  LEGEz  (b.)  «como»);  153- 

ZALA   (g.  S.)  BEZELA  (g.  1.)    «así  COUIO»;  BEZALAICHEN  (b.  g.)   «CO- 

mo  así  mismo»;  guziaz  bere  (b.)  guziaz  ere  (g.)  güziez  ere 
(1.  s.)  «aun  con  todo»;  ala  ñola  (b.  g.)  hala  ñola  (1.)  hala 
nula  (s.)  «así  como»;  ala  ñola  baita  (b.  g.)  hala  ñola  baita 
(1.)  hala  nula  beita  (s.)  «así  como  también»:  ala-ala  (g.) 
hula-hula  (1.  s.)  «así  así»;  alkarreki  (b.)  elkarrekin  (g.  1.) 
alkharreki  (s.)  «juntamente»;  bakarrik  (b.  g.)  bakharrik  (1.) 


—302— 

«solamente»;  ontsa  (1.  s.)  «bien»;  erruz  (g.)  gogotik  (1.  s.) 
«gustosamente»;  onla.  (b.)  iiunela  (1.)  onela.  (g.)  orrela  (g.) 
«de  ésta  manera»;  doi-doya  (g.  1.)  «con  diticultad,  penosa- 
mente»; POzíK  (c.)  «alegremente». 

Entre  estos  adverbios  se  ven  algunos  cuya  composición 
no  es  común:  los  que  llevan  los  sufijos  kin  é  ik.  Propiamen- 
te hablando  no  son  tales  adverbios;  el  primero  (elkarrekin, 
etc.),  es  un  nombre  colectivo  en  unitivo,  y  los  otros  (aitzi- 
TiK,  ELKARREKIN,  ctc),  uu  adjctivo  cn  interrogativo-negativo. 
De  ser  yo  muy  extricto,  tendría  que  desglosar,  de  toda  ésta 
sección  muchos  de  los  vocablos  que  en  ella  figuran.  Por  otra 
parte,  la  enumeración  de  frases  adverbiales  iniciada,  es  sus- 
ceptible de  un  gran  desarrollo;  pero  me  concreto  á  lo  más 
usual,  sin  invadir  los  límites  del  Diccionario. 

Adverbios  de  cantidad.- — asko  (b.  g.  1.)    «mucho»;    anitz 

(g.)   HAINITZ    (1.)   HANITZ   (s.)    «muy,   mUCllO»;    TINT      (b.)     CHITO 

(b.)  CHíT  (g.  s.)  AGITZ  (g.)  HAGiTz  (1.)  «muy»;  ASKI  (c.)  «bas- 
tante»; GEYEGí  (b.  g.)  soBERA  (1.  s.)  «deuiasiado»;  geyago  (b.  g.) 

GEIHAGO  (1.)  HAB0R0  (s.)  «más»;  GICHI  (b.  g.)  GUCHI  (g.)  GUTI 
(1.   S.)    «poco»;     GICHÍAGO     (b.   g.)     GUCHIAGO   (g.)    GUTIAGO   (1.  S.) 

«menos»;  beñ  (b.)  bein  (g.)  behin  (l.s.)  «una  vez»;  kasi  (b.  g.) 
KAsiK  (1.  s.)  «casi». 

Adverbios  de  afinnación,  negación  ij  duda. — bai  (c.)  «sí»; 
EZ  (c.)  «no»;  bayetz  (g.)  «sí  ciertamente»;  zin-zinez  (1.  s.) 
«verdaderamente»;   noski  (g.)  noaski  (1.)  «tal    vez»;    ete  (b.) 

OTE   (g.)  OTHE  (1.  S.)   OTHIAN(s.)  «acaso»;  bidé  (g.  1.)  OMEN  (g.  1.) 

UMEN  (s.)  «tal  vez,  acaso»;  agían  (s.)  «probablemente»;  ausa 
(g.)  AUSAZ  (g.)  «por  ventura». 

II. 

El  euskara  posee  las  siguientes   clases   de  conjunciones: 
a.)  Copulativas:  eta  (c.)  ta  (c.)  da  (c.)  «y».  Su  forma  pri- 
mitiva KETA  nos  impide  ver  en  ella  un  préstamo  al  latín. 
b).  Condicionales:  ba  (c.)  «sí»;    baldinba   (b.  g.  1.)  balinba 

(S.)  BALDIN   (1).   g.   1.)  balín   (s.)    «SÍ». 

En  la  conversación  vulgar,  se  oye  amunudo  ha  en  lugar 
de  BAY  «sí».  l^iSto  nos  permite  afirmar    la  unidad    de  origen 


—sos- 
de  éste  abverbio  y  de  ésta  conjunción.  El  mismo  liecho   ha 
ocurrido  en  castellano;  «sí»  es  añrmación,  y  condición  y  du- 
da, á la  vez. 

c).  Disyuntivas:  edo  (c.)  biz  (g.)  «ó»;  nai  (b.)  naiz  (g.)  na- 
Hiz  (1.  s.)  ('sea». 

d).  Adversativas:  ordea  (b.  g.  1.)  ordia  (s.)  ordian  (s.) 
«mas,  sin  embargo»;  al  aere  (g.)  alanbere  (b.)  halarikere 
(s.)  «no  obstante,  así  mismo,  aun  con  todo»;  baya  (b.)  bañan 

(g.)   baño   (g.)   BAÑON   (g.)  BAINAN  (1.)   BAINO   (1.)    BAINON   (1.)  BAI- 

NA  (1.)  BENA  (s.)  BEN0  (s.)  «pcro,  aunquc»:  ea  (b.  g.  1.)  eya 
(g.)  EAN  (1.)  «sí»;  ANHARTiAN  (s.)  «siu  embargo»;  arren  (g.  s.) 
«aunque,  por  lo  tanto». 

e.)  Causativas:  zeken  (c.)  zergatik  (o.)  zegaiti  (1.)  «por- 
que, por  lo  que»;  berhain  (s.)  «por    tanto»;  bada  (c.)    «pues»; 

EZE   (b.)   EZEN  (g.  1.)ezIK   (g.)  EZI  (s.)  EZIKERE   (s.)     «qUC,  pUCS»; 

BER  (s.)  «á  menos  que»;  beraz  (1.  s.)  berariaz  (1.  s.)  «por  lo 
tanto,  por  lo  mismo». 

Atendiendo  á  sus  funciones,  existe  otro  grupo  á  las  que 
podemos  denominar  «verbales»,  pues  solo  con  el  verbo  tie- 
nen uso  y  empleo;  son  ¡i  «que»  relativa  y  la  «que»  conjuntiva. 

Mr.  Van  Eys  ^  explica  la  adversativa  ordian  por  el  loca- 
tivo de  ORDE  (c.)  que  signiñca  «lugar,  sitio».  El  significado 
lit.  «en  el  lugar»  pudo,  en  efecto,  muy  bien  trasformarse  des- 
pués en  «sin  embargo»,  por  cierta  analogía  de  signiíicado,  y 
finalmente,  en  «mas». 

Es  imposible  dar  la  trculucción  exacta  de  varias  de  éstas 
conjunciones;  el  valor  de  esta  clase  de  expresiones  comple- 
mentarias varía  mucho  en  los  diversos  idiomas.  Lo  mejor 
es,  cuando  se  puede,  descomponer  los  elementos  compo- 
nentes, los  cuales  proporcionan  el  concepto  exacto  de  la 
expresión  analizada. 

El  ANHARTiAN  suletiuo  correspoude,  en  su  significado  li- 
teral, y  en  su  acepción  común,  al  ordian,  ordea,  etc.,  de  los 
restantes  dialectos,  y  hasta  en  su  composición  material 
imita  cá  estos  bastante:  an-|-  harte-|-an  «de  allí  en  medio» 
lit. — BAÑON,  BAÑO,  ctc,  muestrau  la  presencia  de  bay  ó  ba;  en  la 

1    Diction.  basq.-franc,  pág,  310, 


—'Mi 


terminación  parece  como  que  se  rastrea  la  del  adverbio  de 
lugar  NON  «donde».  El  signifícado  analítico  será,  por  lo  tan- 
to, «si  donde»,  ó  según  la  sintaxis  castellana  «donde  si»,  que 
es  una  verdadera  frase  de  sentido  adversativo.  La  mojadura 
de  la  7/  se  ha  verificado  por  la  influencia  inmediata  de  la  i; 
la  degradación  fonética  de  la  palabra,  ha  debido  seguir  la 
siguiente  marcha:  de  bainon,  baino;  de  bainon,  bañon,  baño; 
de  bainon,  bainan,  baina,  bena,  baya;  de  bainan,  bañan 

Zeren,  zergatik,  zegati,  son  las  formas  posesiva  y  causal 
del  pronombre  relativo  zer.  Bada  parece  formado  de  la  du- 
bitativa y  de  la  flexión  verbal  da  «es».  Ezen,  eze  es  la  ne- 
gación, seguida  del  posesivo.  Conviene  muy  bien  este  signi- 
tioado  «de  no),  al  oflcio  meramente  copulativo  ({ue  desBuipe- 
ña  en  las  frases.  Lo  propio  sucede  coa  laformí  re-negativa 
EziK,  ezi;  por  ejemplo:  eranizun  zioten  ezik  etzirala  bürak 

EGONGO  ETSAYAT  ERAS33AGE  IÑOLAKO  M3DUZ  ERE  «leS     COUtcsta- 

ron  que  no  estarí-^n  ellos  de  ninguní  manera  sin  atacar  á 
los' enemigos».  Ber  es  un  adjetivo  que  en  suletino  significa 
«solo»;  por  lo  tanto,  se  ve  la  relación  que  le  une  á  su  acep- 
ción causativa,  y  explica  berhain,  formado  por  ber  y  el 
comparativo  hain  «tanto».  Inútil  parece  añadir  que,  como 
sucede  en  los  adverbios,  son  conjunciones  nada  más  que 
por  el  oficio. 

III. 

El  lenguaje  interjeccional,  como  que  es  la  manifesta- 
ción expontánea,  irreflexiva,  de  los  afectos  del  ánimo,  varía 
poco  en  los  idiomas,  tan  distintos  unos  de  otros,  en  lo  demás. 
Constituido,  en  gran  ])arte,  por  gritos,  el  tono  es  en  ello  todo, 
la  aríiculación  nada.  «Eh»  por  t^emplo,  es  llamamiento  unas 
veces,  é  interrogación  otras:  «ay»  expresa  el  júbilo  y  también 
la  tristeza.  B-^jo  el  punto  do  vista  de  hi  ej-j^resióii,  elemento 
capital  de  este  lenguaje,  y  en  cuanto  á  esa  expresión  corres- 
ponda una  forma  dada,  los  signos  holofrásticos — así  llama- 
dos, i)orque  ecpiivalen  á  una  frase  entera — ,  son  universales. 
Pcr(j  á  medida  ((ue  la  (ifrihiicinii  de  determinado  sentido  á 
det(;rmiiia(l<»  signo  fónico  va  desarro^llando    el    leuLMuije  de 


-305- 


nn  pueblo,  el  lenguaje  interjeccional  se  aleja  de  su  origen 
natural,  y  cede  el  paso  á  otras  exclamaciones  y  frases  ex- 
clamativas que  están  sacadas,  no  ya  del  fondo  común  de  la 
expresión  universal  humana,  sino  de  los  elementos  apropia- 
dos por  la  evolución  del  idioma  de  que  se  trata.  Por  eso  el 
bascuence,  como  los  demás  idiomas,  posee  interjecciones 
comunes  á  todos,  y  frases  interjeccionales  propias  de  él:  de 
las  p3:imeras  no  liay  que  hablar. 

.  Ots  (c),  grito  con  el  cual  se  llama  la  atención  para  eje- 
cutar ó  hacer  ejecutar  algún  acto.  Con  forma  lijeramente 
distinta,  lo  conocieron  los  latinos;  eta  esan  zien  aitak  se- 
MEAi:  OTS,  GUAZEN  ECHEiíA  «y  el  padre  les  dijo  á  los  hijos:  ea, 
vamos  á  casa». 

Arren;  esclamación  angustiosa    para   mover  el  ánimo  á 
compasión;  eta  amak,  errege  aurrean  auspez  jarrita,   erre- 
geari  esan  zion,  semearen  biziya,  arren,  barkatü  zezala  «y 
la  madre,  poniéndose   de  bruces    delante   del    rey,  le  pidió 
por  favor,  qae  perdónasela  vida  del  hijo». 
¡  A  Y  EN  E !  (c . )  « ¡  a}'  de  mí ! » . 
¡Ona  emen!  (c.)  «¡he  aquí!». 
¡Ara  an!  (c.)   «¡he  ahí!». 
Iso  (g.)  isiLLiK  «callando,  silencio». 
¿Bai  ote?  «¿será  posible?». 
¡Zer  poza!  (c.)  ¡aypoza!  (c.)  «¡qué  alegría!». 
¡Zer  lana!  (c.)  ¡au  lana!  (id.)  «¡qaé  trabajo!». 
¡Zeu  pena!  (c.)  ¡au  pena!  (c.)  «¡qué  pena!» 
¡Balimba!  (s.)  esclamación  de  esperanza  y  deseo:  ¡balinba 
EDiRENEN  Du!  «¡ojalá  lo  encontrara!»,  (es  la  traducción  menos 
mala  que  cabe  de  esta  frase,  en  la  que  el  deseo  se  refiere  á 
un  futuro  categórico). 

Las  frases  iuterjeccionales  citadas  bastan  á  dar  una  idea 
de  las  más  usadas.  La  materia,  en  cierto  modo,  carece  de 
límite.  En  bascuence  es  muy  común  y  típica,  la  repetición 
de  la  interjección,  cargando  mucho  el  acento  sobre  el  vo- 
cabl.)  repetido:  ay — áy,  oy — óy  se  oyen  frecuentemente  en 
todo  el  país  bascongado  y  muy  especialmente  en  la  monta- 
ña de  N abarra. 

Las  frases  admirativas  castellanas    que    comienzan    con 

21 


-30G- 


iin  pronombre  rehitivo,  se  hacen  en  bascuence  muy  ame- 
mulo  con  un  demostrativo  en  posesivo,  ¡oreen  zoiugaitza! 
«¡qué  desgracia!»  ó  sea  lit.  «de  ésto  la  desgracia!» 


í-^^' 


SEGUNDA    PARTE. 


LA    CON  J  U  .G  A  G  I  <_>  N  . 

CAPÍTULO  XI. 

NATÜUALEZA,  ESTRUCTUIÍA.  Y  FUNCIONES  DEL  VERBO 
BASCONGADO. 

I. 


í4S)^  verbo,  lia  dicho  un  insigne  tratadista,  es  la  gloría  y 
'^^;^el  orgullo  de  la  lengua  bascongada.^  Otro,  que  por  ser 


extrangero,  juzgará  más  fríamente,  ha  escrito  las  si- 
guientes palabras:  «La  ciencia  del  lenguaje  clasifica  al  bas- 
cuence  entre  los  restos  más  preciosos  de  los  tiempos  anti- 
guos, á  causa  de  la  construcción  prodigiosa  de  su  verbo». ^  A 
mí  so  me  representa  como  un  edificio  de  colosales  dimensio- 
nes, levantado  sobre  anchos  y  resistentes  cimientos.  Si  aten- 
demos á  la  abundancia  y  á  la  solidez  de  los  materiales,  ca- 
lificárnoslo de  labor  de  cíclopes;  pero  en  dirigiendo  los 
ojos  á  las  esbeltas  torrecillas  y  afiligranadas  agujas,  lo 
debemos  calificar  de  labor  de  hadas.  Eegularidad,  propor- 
ción y  armonía  en  las  grandes  lineas;  minuciosa  riqueza  en 
los  infinitos  detalles.  La  nave  severa  es  un  hormiguero  de 


1  luchauspo.  Le  Verbe  basque,  pág.  7. 

2  Ribavy.  Essai  sur  la  langue  basque,  pág.  27. 


-308- 


formas:  nn  bosque,  dentro  de  iin  templo  griego.  El  ánimo 
empieza  en  sobrecogido  para  concluir  en  fascinado.  Las  inju- 
rias del  tiempo  se  pierden  en  la  hermosura  sin  igual  del  con- 
junto. Se  admira...  fja  (jda  aletea  sobre  los  fríos  análisis  de 
la  exposición  didáctica.  Pasemos. 

Tan  maravillosa  estructura  no  podía  menos  de  provocar 
la  elaboración  de  numerosas  teorías  encaminadas  á  expli- 
carla. Y  así  ha  sucedido.  Entre  todas  ellas,  hay  una  á  la  que 
denominaré  «clásica». porque,  con  más  ó  menos  atenuaciones 
y  restricciones,  informa  todos  los  escritos  gramaticales  de 
los  hijos  del  país.  El  Sr.  Abate  Inchauspo  ha  dado  de  ella 
la  fórmula  más  precisa  en  su  importante  Verbo  hascongado} 
He  aquí  sus  palabras:  «La  lengua  bascongada  no  tiene  más 
que  un  verbo.  Este  verbo  tiene  dos  voces;  la  ro,c  intransiti- 
va y  la  rnz  transitiva.  La  voz  intransitiva  da,  niz,  etc.,  sirve 
para  expresar  un  estado  del  sujeto,  ó  una  acción  recibida,  ó 
una  acción  ejecutada  por  el  sujeto  sobre  él  mismo;  la  voz 
transitiva  du,  dut,  etc.,  sirve  para  expresar  una  acción  ejer- 
cida sobro  una  persona,  ó  una  cosa  distinta  del  sujet;:»  del 
verbo...  Esas  dos  voces  son  complemento  una  de  otrn,  y  no 
deben  ser  consideradas  sino  como  constituyendo  un  solo 
verbo.  Efectivamente,  la  misma  acción  necesita  las  dos  vo- 
ces, de  igual  suerte  que  necesita  los  diversos  modos  para 
expresar  sus  diversas  relaciones.  Así,  la  acción  diQ perder,  de 
ofrecer,  de  principiar,  de  dar,  de  Jirrir,  etc.,  y  en  general, 
todas  las  acciones  transitivas  expresadas  en  francés  por  los 
verbos  activos,  se  combinan  con  la  una  ó  la  otra  de  esas  vo- 
ces, según  la  acción  so  ejerza  sobre  un  objeto  extraño,  ó  so- 
bre el  sujeto  mismo.  Para  expresar  «el  lo  ha  ofrecido»,  se 
dice  ESKENTU  DU,  cou  la  voz  transitiva;  i)ara  expresar  «se  ha 
ofrecido»,  eskentu  da,  con  ia  voz  intransitiva»,  etc. 

La  teoría  de  Mr.  Darrigol,  en  el  fondo,  se  aparta  jioco 
de  la  anterior;  se  la  puede  considerar  más  como  un  unicis- 
mo mitigado  ([ue  como  un  dualismo  c:itegórico.  Después  do 
explicar  los  verbos  sencillos  (irregulares  de  Larramendi  y 
sus  discípulos),  á   los  que  considera  como  subalternos,  })ür 

1    PiV;.  1. 


—309- 

la  fusión  de  las  formas  transitivas  é  intransitivas  en  el  in- 
fíaitivo,  escriba  las  siguientes  palabras,  que  resumen  todo 
su  pensamiento:  «No  resulta  solamente  de  esas  observacio- 
nes que  las  fónnulas  niz,  dut  son  los  dos  verbos  primitivos 
de  nuestra  lengua;  se  hace  preciso  reconocer  también  que  la 
naturaleza  del  verbo  no  se  encuentra  más  que  allí  donde  se 
halla,  en  cierto  modo,  fundida,  alguna  de  las  dichas  fórmu- 
las: lo  cual  nos  conduce  á  esta  última  consecuencia:  la  len- 
gua bascongada,  propiamente  hablando,  posee  únicamente 
dos  verbos...  El  primero  responde  ventajosamente  al  verbo 
sustantivo  « jev»,  conocido  en  todos  los  idiomas;  se  usa  siem- 
pre qu3  se  trata  de  afirmar  en  cierta  manera  la  sustancia 
del  sujeto.  El  segundo  es  una  especie  de  verbo  «haber»,  afir- 
mativo de  la  acción  más  general  posible  de  un  sujeto  sobre 
otro».^ 

Astarloa  que  en  sus  ('Discursos  Ji! oso/icos  sohre  la  len- 
gua primitiva'»  ha  hecho  un  larguísimo  examen  de  la  conju- 
gación bascongada,  en  el  que  se  encuentran  muchas  y  muy 
buenas  observaciones,  (dignas  de  su  ingenio,  sutil  y  sólido 
á  la  vez),  por  más  que  caiga  en  el  perpetuo  error  de  ajustar 
los  hechos  á  una  teoría  formulada  en  vista  de  los  mismos  y 
que  se  supone  estarlo  a  priori^  de  donde  resulta  que  la  len- 
gua bascongada  es  la  lengua  tipo,  encarnación  viva  de  los 
principios  más  generales  y  abstractos  d(í  la  filosfía  del  len- 
guaje, nos  dio  en  su  célebre  ((Apología  de  la  lengua  bascon- 
gada», los  puntos  capitales  del  sistema  que  desarrolló  des- 
pués. ;(Ei  basGuence,  en  su  verbo,  es  un  vivo  retrato  de  la  na- 
turaleza. Si  ésta  tiene  dos  modos  distintos  de  accionar,  los 
analogiza  nuestro  idioma  en  la  división  que  hace  de  su  ver- 
bo; con  el  verbo  doble  da  á  entender  aquellas  acciones  que 
los  entes  obran  con  el  concurso  de  otro  agente;  con  el  sen- 
cillo caracteriza  las  que  activan  los  mismos  entes  sin  con- 
curso de  otro  sujeto... 

«Para  analogizar  á  la  naturaleza  en  estos  dos  singulares 
modos  do  accionar,  divide  el  Bascuence  su  verbo  en  doble  y 
sencillo;  usa  del  sencillo  cuando  los  entes  ejercen  sus  fa- 


1    DIsscit,  sur  la  Un^ue  basque,  pú^.  109. 


— ;{in- 


cultades  por  sí  solos;  y  del   doLle   cuando   con  ellos  entra 
otro  agente. 

»Si  nuestros  yerbos  no  tienen  características  de  doble 
acción  son  sencillos;  pero  si  después  de  la  primera  letra  de 
estos  verbos  vemos  la  sílaba  ra,  ya  es  doble:  el  verbo  icasi 
es  sencillo,  porque  no  vemos  después  de  su  primera  i  la  ca- 
racterística KA,  y  significa  aprender  por  sí  mismo;  pero  si 
decimos  ira-katz-zi,  damos  á  entender  que  el  ente  ha 
aprendido  por  ministerio  de  maestro,  y  con  este  verbo  signi- 
ficamos lo  que  el  castellano  con  enseñar... 

«Los  entes  unas  veces  hacen  la  acción  representada  por 
los  verbos,  siendo  otro  ente  el  que  padece;  otras  veces  pa- 
decen, y  otras  hacen  y  padecen  al  mismo  tiempo.  Las  len- 
guas para  analogizar  estos  tres  diferentes  estados  en  que 
pueden  comunicarse  las  acciones,  hnn  de  tener  tres  diferen- 
tes inflexiones  ó  verbos,  así  en  el  sencillo  como  en  el  doble; 
por  lo  mismo  el  bascuence  ha  dividido  sus  verbos  sencillo  y 
doble,  en  activo,  pasivo  y  mixto... 

»Una  es  la  conjugación  de  los  verbos  bascongados;  con- 
jugado el  verbo  amar  está  conjugado  el  leer,  escribir,  con- 
tar...' 

«Todos  los  idiomas  tienen  dos  diferentes  inflexiones  en 
sus  verbos  para  distinguir  la  acción  y  la  pasión,  á  quienes 
llaman  ordinariamente  voz  activa  y  voz  pasiva»." 

La  teoría  de  Astarloa,  como  se  demuestra  en  las  citas 
hechas,  coincide  con  la  de  Mr.  Inchauspe;  y  la  de  Mr.  Darri- 
gol  es  sustancialmcnto  la  misma,  pues  sus  dos  verbos  acti- 
vo y  pasivo,  no  obstante  la  calificación  de  primitivos  que  les 
otorga,  viene  á  considerarlos  como  la  doble  y  necesaria  ma- 
nifestación de  la  potencia  verbizadora,  ó  lo  que  es  lo  mismo, 
como  dos  voces.  Si  á  lo  indicado  se  añade  que  los  verbos 
sencillos,  ó  sea,  los  que  se  conjugan  sin  auxiliar,  son  poste- 
riores á  éstos;  que  se  han  formado  por  contracción,  ó  por 
fusión  del  nombre  verbal  y  el  auxiliar,  y  que  éste  posee  un 
radical  infinitamente  variable,  ó   lo  ijuc  vale  lo  mismo,  que 


1    Apología  de  la  ienqiia  bascongada,  púfís.  128,  tü9,  i:iO  y  I3t. 
8    Discurtos  filosóficos  sobre  la  primitiva  lengua,  \w¿.  \Y¿. 


no  existe  ladical,  tendremos  sabidos  los  puntos  capitales 
de  la  teoría  verbal  de  más  aceptación  en  el  país ,  á  la  que 
por  esta  circunstancia, y  por  la  de  haber  sido  imaginada  por 
gramáticos  naturales  de  él,  se  la  pu-xle  también  llamar  in- 
dígena. 

Esta  teoría  ha  encontrado  poca  aceptación  en  los  lin- 
güistas extraños  al  país  basco-nabarro;  ha  sido  combatida 
vivamente,  á  veces  con  lamentable  acrimonia,  como  si  se 
pretendiera,  nó  rebatir  una  doctrina  cientitica,  sino  zaherir 
y  desprestigiar  á  sus  partidarios/ 

Daré  una  breve  noción  de  algunas  de  estas  teorías  dis- 
tintas de  la  clásica,  para  que  se  vea  la  distancia  que  media 
entre  unas  y  otras  concepciones. 


1  Entre  todos  so  distingue  por  su  virulencia  Mr.  Van  Eys.  Pai*a  este  incansable  y  duro 
censor  de  las  obras  agenas,  Lardiziibal  tenía  "conocimientos  superficiales».  (Etude  sur  I'  orig.  et 
la  fsrni.  des  verb.  a-X.  basq.,  p.'ig.  8);  en  ChaliO  se  encuentran  «teorías  que  en  cualquiera  otra  len- 
gua carecerían  de  sentido  común^i.  (Id.,  pág.  11)  y  «si  cabe  sonreírse  de  sus  frases  hinchadas, 
no  sucede  lo  niisnio  con  sus  asertos  inexactos,  que  carecen  de  excusa»  {Id.,  púg.  lül;  de  Larra- 
mendi  dice  que  su  DIccionaíiG  ^aunque  bueno  para  ser  consultado,  es,  sin  embargo,  de  menos 
valor  que  lo  (jue  i>odría  creerse...  la  parto  etimológica  es  más  que  débil»;  además,  le  acusa  de 
haber  «fabricado  uu  número  bastante  grande  de  palabras,  en  completa  oposici6n  al  carácter  de 
la  lengua  bascongadaí  (int.  al  Dicl.  basq.-íranc,  págs.  '6  y  4).  El  sistema  que  sigue  Zabala  al  dar 
las  flexiones  familiares  del  verbo  «es  una  fabricación  purtí  y  simi)lo,  sin  ninguna  atención  á  la 
etimología»  (id.,  pág.  7);  «la  teoría  do  Zabala,  con  todos  esos  nombres  inusitados,  deslumhró  á 
ciertos  autores,  que  tomaron  por  profundo  lo  que  no  era  más  que  desorden,  oculto  bajo  apa- 
riencias de  regularidad»  (ürain.  conip.,i)ág.  191);  el  Príncipe  Bonaiiarteen  sus  dos  artículos  de  la 
revista  inglesa  The  Acaueniy  del  1  de  ¡Setiembre  y '20  de  Noviembre  de  187o,  ha  ijrobado  sui)er- 
abundantemente  el  respeto  que  profesa  al  talento  del  Padre  Zabala,  jicro  «su  respeto  al  ta- 
lento de  Zabala,  no  prueba  que  Zabala  tenga  talento;  son  dos  cosas  enteramente  distintas» 
(Id.,  pág.  '28G).  Y  ni  agoto  la  matei-ia,  ni  quiero  extenderla  hasta  los  autoras  vivos.  Pero  tampo- 
co puedo  dejar  pasar  en  silencio,  el  juicio  que  le  merece j  las  varias  obras  escritas  i)ara  exi)li- 
car  la  conjugación  bascongada.  «Hasta  ahora  no  nos  han  dado  más  que  cuadros,  lo  cual  no 
explica  nada;  vanamente  se  buscaría  uu  principio.  Lo  'lue  se  necesitaba  oran  leyes,  reglas,  en 
una  palabra,  uu  método,  etc.»  (Id.,  pág.  114). 

Hi  alguna  excasa  puede  alcanzar  tan  áspera  soberbia,  será  la  que  le  comunique  la  gloria 
de  un  libro  inmortal.  Si  la  Gramática  comparada  de  los  dialectos  basco.igados  fuese  como  la  Gra- 
mática cotriparaUa  de  las  ienj  as  iiidj-europeas  de  Bopp,  es  decir,  mi  libro  fundamental  y  que 
abre  camino,  los  latigazos  de  Mr.  Van  E3-s  serían  menos  insoportables.  Yo  que  considero 
loable  todo  esfuerzo  sincero  para  e.\clareccr  la  ciencia,  sin  mirar  á  los  resultados,  y  que  en 
tal  concepto  estimo  y  eplaudo  los  trabajos  de  Mr.  Van  Eys,  cuyas  exidicaciones  adopto  sin 
prevención  alguna  cuando  me  parecen  razonables,  lamento  que  trate  sin  misericordia  á  quie- 
nes tienen  alcanzados  solcmues  títulos  de  agradecimiento,  l'ongamonos  la  mano  en  el  pecho, 
y  seamos  indulgentes  con  los  errores  de  todos.  Hi  ¡\ír.  Van  Eys  nota  entre  pimtos  de  admira- 
ción el  aserto  de  Chaho  de  que  düt  es  la  síncope  de  da-i-hcra — t,  entre  puntos  de  admira- 
ción iiodría  también  notarse  la  suya  propia  de  que  dut,  duzu,  etc.,  se  derivan  de  eegan,  y  que 
éste  es  una  contracción  de  eiiazü-joan. 

Mr.  Van  Eys  es  injusto  y  olvidadizo  en  demasía.  En  el  preámbulo  de  su  Gramática  compa- 
rada formaliza  un  inventario  de  las  iimovaciones  por  él  introducidas  en  el  estudio  gramatical 
del  cuskara,  entre  hn  cuales  ügiu'au,  como  partidas  del  mismo: 

«El  sistema  fonético. 

»La  declinación  no  existe. 

»E1  i)ronombre  zu  es  un  plural. 

»E1  futuro  perifrásico  se  e.Ki)resa  por  el  genitivo  del  adjetivo  verbal. 

«Hay  más  de  un  auxiliar.» 

Pues  bien,  observaciones  fonéticas,  particularmante  relativas  al  verbo,  se  encuentran  eu 
las  obras  de  Larramsncli,  Lardizábal,  Zabala,  Astarloa;  el  Príncipe  Bonaparte  ha  formulado 
las  leyes  de  la  armonía  do  las  vocales  con  un  rigor  y  precisión  tales,  cpie  dejan  muy  atrás  á 
cuantas  han  formulado  todos  los  demás  autores  juntos,  y  no  hay  una  sola  obra  del  mismo 
autor,  publicada  antes  de  la  Gramática  de  Mr.  Van  Eys,  sin  exceptuar,  por  suiniesto,  El  VeriJO, 


312— 


Según  Mr.  Yinson,  la  conjiigacióii  sencilla  es  anterior  á 
la  compuesta  ó  perifrásica/  Los  formas  dut,  etc.,  níz,  etc., 
correspondientes  á  los  verbos  «haber»  y  «ser»,  son  ver])os  co- 
mnnes,  ordinarios,  análogos  en  su  constitución  á  los  senci- 
llos DAKAiiT  «yo  lo  traigo»,  nalill  «yo  ando».  La  radical  del 
auxiliar  transitivo  dut,  etc.,  es  u,  derivada  de  ukan,  ukhan 
UKHEN,  empleado  en  el  sentido  de  «haber»  por  ciertos  dialec- 
tos franceses;  las  variaciones  que  presentan  los  dialectos,  son 
debidas  á  alteraciones  fonéticas  de  esa  u  primitiva.  Dicha 
u  significa  «haber»,  y  de  ello  se  convence  cualquiera  anali- 
zando la  forma  de  la  conjugación  sencilla  dakaet  «yo  lo 
traigo»,  que  se  descompone  en  d,  representante  del  régimen 
directo  «lo»,  akar,  radical  verbal  de  ekarri  «traer»  y  t  «yo», 
rastro  de  un  pronombre  perdido  que  aparece  en  las  conju- 
gaciones; formación  que  corresponde  exactamente  á  la  de 
DUT.  Y  puesto  que  en  d-akar-t,  la  porción  incluida  entre  los 
representantes  del  régimen  directo  y  de  los  pronombres 
d  y  t  es  'la  radical  significativa,  lo  propio  sucederá  con  la 
u  de  D-u-T  que  significa  «yo  lo  tengo».  La  radical  de  niz,  etc., 
«yo  soy»  existe  en  izan  «ser»,  izaite  «existencia»,  y  es  iz.  Por 
lo  demás  Mr.  Yinson,  recordando  la  indicación  de  Oilie- 
nart,  admite  la  existencia  de  varios  radicales  para  la  conju- 
gación perifrásica." 

La  teoría  de  Mr.  Yan  Eys  es  más  radical  y  amplia.  Pe- 


que no  contenga  muchas  y  muy  variadas  y  muy  nuevas  y  muy  exactas  observaciones  de  ca- 
rácter fonético. 

Quo  la  declinación  no  existe  en  Ijascuence,  lo  dijo  hace  nuichos  años  Astarloa. 

Que  el  jn-onoml)re  zu  ha  sido  mi  jilural  primitivamente  (porque  ya  no  lo  es,  y  yerra  do 
una  manera  inconcebible  Mr.  Yan  Eys  si  otra  cosa  croe),  lo  afirmó  el  ^^'íncipe  Bonaparto  en 
su  Verbo  basconjaclo. 

Quo  el  futuro  perifrásico  se  exprosa  por  el  genitivo  del  adjetivo  verbal,  tampoco  os  noticia 
fresca;  la  diú  el  Tríncipe  en  su  citada  obra  y  no  la  han  itínoralo  otros  autores. 

Quo  hay  más  do  un  auxiliar  lo  dijeron  Oyhanarto,  y  Huniboldt,  (sigiiiendo  ó-ito  la  opinión 
vertida  en  los  manuscritos  do  Astarloa),  en  las  Correcciones  y  adiciones  al  2."  volÚTie.i  del  Milrida- 
tes  de  Adeluii')  (seiíún  lo  he  leido  en  los  manuscritos  de  .Vizkíbol,  el  cual  cita  i.i-extenso  ol  pasaje), 
y  el  Padre  Zabala,  ú  quien  tan  enconadanionto  maltrata  Mr.  Van  líys.  Zabala  señaló  como 
auxiliares  á  yoan,  khoax,  izan  y  kuki.  Y  por  cierto  (pie  cuando  ol  ¡íramútico  holandés,  después 
do  renunciar  i'i  la  imposible  derivación  do  nuT,  duzu,  ote,  do  kiioan,  deriva  dichas  formas  de 
KUKI  y  se  vanagloria  de  ello,  sin  mentar  al  autor  del  hallaago,  cometo  un  acto  quo,  de  sor 
preconcebido,  merecoría  gravo  censura. 

1  Así  llamada,  porque  la  constituye  una  i)erifrasis;  tal  en  castellano  lyo  lo  he  (¡O  comer» 
respecto  ú  «yo  lo  comeré»,  lúii  el  «Oiccionaiici  de  bi  lon^'ua  c:istel¡ana  no  i'Ucuiutri)  el  adjetivo 
correspondiente  á  perífrasis;  tradu/.LV)  el  «iierifrastiqíié"  francó-i,  por  perifrásico,  i'.arei'iéndomo 
é.sto  vocal)lo  mus  currecto  (jue  peiifüisiico.  Itesuelvan  el  problema  los  buenos  hablistas. 

2  ICstoy  en  el  caso  do  advertir  que  no  conozco  la  teoría  verbal  de  Mr.  V'iusoii  miVs  que 
por  lo  quo  do  ella  so  descubre  en  las  Notas  al  «Ensayo»  de  Mr.  lUbary,  y  por  las  críticas  do  quo 
ha  Bido  objuto.  Sentiría  mucho  haber  cometido  alguna  inexactitud,  pero  mu  ha  sido  iniposiblu 
acudir  íi  otraa  fuentes  mus  copiosas  y  autenticas. 


—313— 

netra  en  el  organismo  del  verbo,  y  lo  descompone  y  des- 
articula, repudiando  tiempos,  borrando  modos  y  declarando 
viciosas  ó  superfotadas  las  liexiones  que  son  un  obstáculo 
á  su  doctrina.  Las  primeras  ideas  verbales  de  Mr.  Van 
Eys  corresponden  á  la  publicación  del  folleto  <^Le  Verbe 
aiixiliaire  basque))  (año  1874).  Las  flexiones  del  verbo  auxi- 
liar «haber»,  se  derivan  del  frecuentativo  bi/caino  eroan  <dle- 
var»,  y  por  extensión  «acostumbrar»;  eroan  es  luia  contrac- 
ción de  ERAZO-JOAN  «liacer  llevar».^  Las  del  imperativo,  pro- 
bablemente de  AU  «éste».  Las  del  subjuntivo  y  potencial,  de 
EZA,  excepto  en  el  verbo  bizcaino,  cuyo  imperativo  y  subjun- 
tivo proceden  de  egin  «hacer».  De  lo  que  es  y  significa  eza 
no  se  da  ninguna  noticia.  Las  flexiones  llamadas  por  algu- 
nos «relativas»  pertenecientes  al  bizcaino,  guipuzcoano  y  su- 
letino,  se  derivan  de  eutsi  «tener»,  y  las  del  infinitivo  de 
EUKI,  de  igual  significado. 

Un  año  más  tarde  publicó  el  Etucle  sur  V  origine  et  la 
formatíon  des  verbes  au.riliaires  basques,  en  el  que  reprodujo 
sustancialmente,  pero  con  más  desarrollo,  la  teoría  del  fo- 
lleto. En  este  segundo  trabajo  admite,  respecto  al  potencial 
bizcaino,  un  radical  ai,  de  sentido  transitivo  é  intransitivo  á 
la  vez,^  y  al  fin, — en  el  apéadice, — sospechando  que  la  /.•  es 
sonido  que  se  elide,  re-inventa  la   teoría  del  P.  Zabala,  de 


1  Mr.  Viuson,  objetando  certeraniente  ;l  Mr.  Van  Eys,  le  decía:  «No  puedo  admibir  que 
cuando  un  bascongado  dico  eztut  ogiiíik  «uo  te;i^'o  ijaní,  diga  realmente  «no  hago  llevar  el 
pan'i.  A  lo  que  replicaba  Mr.  Van  Eys,  que  un  au.x.iliar  no  os  auxiliar  niú:,  que  cuando  ha  per- 
dido su  siguiflcación  primitiva. 

Pues  entonces,  desde  la  época  en  que  la  conjugación  sencilla,  declarada  anterior  á  la  peri- 
fnisioa,  comenzó  á  no  servir  ya  para  expresar  todas  las  ideas  del  verbo,  hasta  la  éi^oca  en  que 
KROAN  perdió  su  significado  jírimitivo,  ¿cómo  hablaron  los  baseongado.s?  Es  indudable  que  la 
decadencia  de  la  conju,,'ación  sencilla  y  la  croacióu  de  la  compuesta  han  teuido  que  seguir  una 
marcha  paralela.  De  suerte  que  existió  un  tiempo,  durante  el  cual,  la  conjugación  sencilla  y 
EROAN  co3xistiau,  pues  el  imaginar  que  euoan  estuvo  arrinconado  y  desprovisto  de  su  signi- 
ficación primitiva  hasta  que  lo  sacaron  con  otra  nueva  para  formar  el  auxiliar,  soría  un  pro- 
digio miyor  que  todos  los  que  caliñsa  de  ta'.e.-?  Mr.  Van  Eys.  De  donde  resultaría  que  la  muta- 
ción de  significado  de  eií,oa>i  coincidiría  con  la  época  en  que  más  uso  alcanzó,  lo  que  paréceme 
imposible.  Y  si  se  supone  que  la  mutación  es  muy  anterior  t'i  la  decadencia  de  la  conjugación 
sencilla,  cómo  se  verificó  el  tránsito  de  «hacer  llevar»  á  «tener»?,  cómo  se  dio  este  gran  salto? 
¿Meiiaute  una  época  de  desuso?  pues  estamos  dentro  do  la  hipótesis  rechazada.  Paulatinamen- 
te? pues  vengan  las  formas  intermedias,  las  alteraciones  internas  y  e.xternas,  los  cambios  de 
sentido  y  de  sonido:  mientras  tanto,  nos  hallamos  frente  ú  frente  de  un  misterio,  ó  de  una 
imposibilidad.  Y  lo  que  digo  de  eboan,  os  igaalmsufce  aplicable  á  cualquiera  otro  auxiliar,  cuyo 
significado  no  se  amolde,  ó  reduzca  lógicani3ute,  al  qu3  le  corrosi)onda  en  la  perífrasis  verbal. 

Tampoco  es  admisible,  sin  grandes  restricciones,  se  entiende,  el  principio  do  que  un  ver- 
bo, para  ser  auxiliar,  ha  de  haber  perdido  su  primitiva  significación:  en  castellano,  por  ejem- 
plo, ser  y  hibsr  son  auxiliares,  y  como  tales,  y  sin  ser  talos,  conservan  su  significado  original. 
Lo  mismo  puedo  acontecer,  y  de  hecho  acontece,  en  bascucnce. 

2  A  la  existencia  de  un  radical  transitivo-intransitivo  la  llama  Mr.  Van  Eys  la  marotte 
de  los  gramáticos  bascongados;  marotte  suena  en  francés,  hasta  cierto  punto,  como  la  palabrOi 
chifladura  en  castellano. 


-aii- 

qiie  las  Hexiones  del  verbo  auxiliar  transitivo  se  derivan  de 
EDUKi.  Esta  es  la  gran  novedad  del  Esindio^  así  como  una 
trabajosa  tentativa  de  análisis  de  las  ñexiones  del  auxiliar 
IZAN  «ser».  La  raiz  de  todo  este  verbo  es  iz;  el  presente 
de  indicativo  lo  deja  á  un  lado  por  inexplicable,  y  analiza  el 
imperfecto  del  indicativo  y  el  condicional,  mostrando  la  com- 
binación de  esta  raiz  con  los  demás  elementos  propios  de 
las  ñexiones  verbales  bascongadas.  El  imperativo,  el  subjun- 
tivo, el  potencial  y  el  optativo  los  deriva  de  la  raiz  adin. 

Rigorosamente  hablando,  toda  la  teoría  verbal  de  Mr.  Van 
Eys  se  encuentra  ya  íntegra  en  el  Estudio;  pero  en  su  Gra- 
viática  comparada  la  lia  desarrollado  considerablemente,  de- 
dicándola trescientas  veintinueve  páginas,  en  las  que  sería  in- 
justo no  ver  un  pacientísimo  y  metódico  trabajo  de  análisis, 
muy  ceñido  al  asunto.  Mr.  Van  Eys  adopta  plenamente  la 
insinuación  lanzada  en  el  apéndice  de  su  Estudio,  y  renun- 
ciando definitivamente  á  la  derivación  de  eroan,  explica  el 
presente  y  el  imperfecto  del  auxiliar  «haber»)  por  el  verbal 
EDUKi,  EUKi,  mediante  la  contracción  y  alteraciones  fonéticas 
de  las  formas  primitivas  daukat,  etc.,  neükan,  etc.  La  lista 
de  los  auxiliares  se  aumenta;  he  aquí  los  que  señala  para  los 
diferentes  modos,  dialectos,  etc.:  edüki,  eutsi  «tener»;  ukfien 
<')  UKAN  «haber»  ó  «tener»;  izan  «ser»;  eüin  «hacer»;  edin  «po- 
der»; EZAN  (?);  EROAN  «Ucvar»;  joan  «¡r»;  ibilli  «ir».^  El  presen- 
te de  IZAN  «ser»,  continúa  envuelto  en  el  misterio;  á  los  auxi- 
liares de  la  conjugación  intransitiva  enumerados,  hay  que 
añadir,  para  el  régimen  indirecto,  el  verbal  ekin  «emprender, 
atacar».  Como  se  ve,  la  unidtul  del  verbo  basco  ha  saltado. 
Estamos  muy  lejos  de  las  dos  voces :  ante  los  ojos  tenemos 
un  mosaico,  una  ataracea. 

Más  cercana  á  la  «teoría  clásica»,  pero  no  junto  á  ella, 
y  en  todo  caso,  muy  distante  de  la  que  acabamos  de  ver 
expuesta,  se  encuentra  la  del  Príncipe  Bonaparte.  Como  el 
régimen  directo  (acusativo)  forma  siempre  parte  de  las  He- 
xiones transitivas  puras, — en  bascuence  es  imposible  decir, 
por  ejemplo:  «yo  veo»:  hay  que  decir  «yo  lo  veo», — no  queda 


1    Gram.  comp.,  púj;.  190.— Iuilli  no  sigiúílca  ni',  sino  "aiulai » 


-315- 


otro  arbitrio  que  admitir  la  hipótesis  de  la  presencia  del  de- 
mostrativo, como  base  de  dichas  flexiones.^  Las  sílabas  áu, 
DAU  son  las  que  representan  el  régimen  directo  singular  de 
tercera  persona;  au,  tal  como  existe  en  su  integridad  primi- 
tiva en  DAU  «él  lo  ha»  del  bizcaino ,  puede  trasformarse  en 
A,  E,  I,  o,  u,  ü,  AI,  El,  Eu,  AA,  Ao,  lE,  11,  00,  üi,  üü .  La  letra 
o  expresa  el  régimen  indirecto  singular  de  tercera  persona, 
que  puede,  además,  estar  representado  por  o,  u,  h,  i,  ho,  /<■«, 
yo,  io,  tsa,  tso.  El  demostrativo  au  tiene  por  régimen  indi- 
recto singular  oni  «á  éste»,  del  que  o  es  una  abreviación,  de 
igual  suerte  que  ko  lo  es  de  konj,  forma  conservada  en  el 
salacenco  y  roncales. 

El  sujeto  de  primera  persona  de  singular  está  indicado 
por  n  ó  por  t;  el  régimen  directo  por  )i;  el  régimen  indirecto 
por  t.  En  el  intransitivo  y  en  los  tiempos  pasados  del  tran- 
sitivo de  régimen  directo  de  tercera  persona,  lo  mismo  que 
en  sus  derivados,  es  ii  prepositiva  la  que  indica  el  sujeto, 
mientras  que  t  pospositiva  desempeña  el  mismo  papel  en  el 
transitivo  de  régimen  de  segunda  persona,  así  como  en  los 
tiempos  presentes  del  transitivo  de  régimen  directo  de  ter- 
cera y  en  sus  derivados:  haiz  ai/o  soy»;  ?zuen  cíjo  lo  liabía»; 
7ZIZUN  «//o  te  lo  había»;  zAVivt  (^jo  te  he»;  dezí  «//o  lo  he>;  '??.au 
«él  me  ha»;  Zkit  «él  me  es»;  T>it  «él  vie  lo  ha». 

El  sujeto  de  primera  persona  de  plural  está  indicado 
por  GU  ó  por  g;  el  régimen  directo  por  g;  el  régimen  indirec- 
to por  GU.  Este  último  reemplaza  á  la  t  de  la  primera  perso- 
na del  singular,  como  la  n  inicial  de  ésta  reemplaza  á  la  g, 
igualmente  inicial,  de  la  primera  persona  del  plural.  Si  se 
considera  á  g  como  una  simple  abreviación  de  gu,  y  por  lo 
tanto,  menos  primitiva  que  ésta  iiltima,  la  t  reempla- 
zante de  GU  deberá  igualmente  ser  considerada  como  más 
antigua  que  la.7¿  de  ni.  La  relación  entre  gu  y  t  y  entre 
g  y  n  iniciales  es  constante:  ;íatzayo,  í/atzazkio  «^o  le 
soy,  nosotros  le  somos»;  7¿uen,  ^/enuen  «/yo  lo  había,  nos- 
otros lo  habíamos»;  7zion,  í/iñion  «?/o  \(d\vci]Á-^\o, nosotros  le  ha- 
bíamos lo»;  7ZINDUEN,  í/iNDUEN  «él  lue  había,  él  7¿05  había»;  ?¿aU; 


8    Remarques,  etc.,  iiiVg.  37. 


—316— 


<7AITU»  él  me  ha,  él  nos  lia»;  y.kit,  ZMgii  «él  me  es,  él  nos  es»; 
zií/an,  ZIÍ7//N  «él  )nc  lo  había,  él  nos  lo  liabía»;  zaituí,  zaitu- 
í/»  «//o  te  he,  nosotros  te  habernos»;  dio/,  dioí///  «^0  le  he  lo, 
nosotros  le  habernos  lo»;  mt,  Digii  «él  7»6  lo  ha,  él  nos  lo  ha». 

El  sujeto  (le  segunda  persona  del  singular,  está  indica- 
do por  //  en  los  dos  géneros;  por  /.',  en  el  masculino;  por  ii 
en  el  femenino.  El  régimen  directo  por  //,  el  régimen  indi- 
recto por  /.•  ó  n,  según  el  género.  La  correspondencia  que 
se  observa  entre  la  h  inicial  de  la  segunda  persona  y  la  n, 
igualmente  inicial  de  la  primera,  lo  mismo  que  la  relación 
existente  entre  la  A-  ó  la  n  pospositiva  de  la  una  y  la  i,  tam- 
bién pospositiva  de  la  otra,  son  á  cual  más  regulares:  nsiz 
iiijo  soy»;  /¿Aiz  dá  eres»;  ;¿uen  «//o  lo  había»;  /¿üen  ^dá  lo  ha- 
bías»; NAu/íAN  ó  NAu;¿AN  «yo  tú  lo  había»;  hauta/iAN  ó  hauta- 
;/AN  (pleon.)  dá  me  lo  habías»;  hau¿  «yo  te  he»;  nauA'  ó  nau/í 
«/«  me  has»;  Duf  «//o  lo  he»;  duA*  ó  du/¿  dá  lo  has»;  7¿au  «él  me 
ha»;  //Aü  «él  te  ha»;  zai^  «él  m3  es»;  zaiA'  ó  zai/¿  «él  te  es»;  dauzí 
«él  me   lo  ha»;  dauA' ó  dau/¿  «él  te  lo  ha». 

Las  letras  y  las  sílabas  pronominales  que  representan  á  la 
segunda  persona  respetuosa  del  singular,  son:  ^-ózuel  suje- 
to; z  el  régimen  directo;  zu,  el  indirecto.  La  relación  es  per- 
fecta entre  z  y  g,  así  como  entre  zu  y  gu:  ^era,  ^era  «/íos- 
otros  somos,  til  eres»;  í/enduen,  ^enduen  «nosotros  lo  había- 
mos, tú  lo  habías»;  (yiÑi^r/zN,  zisigtm  anosAros  te  lo  habíamos 
tunos  lo  habías»;  z.k.n:\]gu,  gMruzit  «nosotros  te  habíamos, 
tú  nos  has»;  deí/;/,  ji^zn  «nosotros  lo  habemos,  tú  lo  has»;  gsi- 
Tü,  ^AiTu  «él  nos  ha,  él  te  ha»;  zMgu,  zkiz/i  «él  nos  es,  él  te 
es»;  zkGU,  mzn  «él  «os  lo  ha,  él  te  lo  ha». 

El  sujeto  de  la  tercera  persona  del  plural  en  el  intran- 
sitivo, es  expresado;  en  guipuzcoano  por  zk,  zki,  zka,  zte,  y 
á  veces  por  z;  en  suletino  por  z,  tz,  t,  zr,  y  á  veces  por  zki 
ó  it;  en  bizcaino  por  z;  en  laborjano  por  zk,  zki,  y  á  veces 
por  ^.  Ejemplos:  ZAiT,  zai^A/t  (g.  1.);  jat,  jata^  (1).)  zait, 
z.uzt  (s);  él  me  es,  ellos  me  son»;  zato,  'ákzIío — zkxozha  (g) 
JAKO,  JAKoi'  (1).);  zAYo,  zAi,;7.o  (1.)  zwo,  ZAi/ro  (s)  «él  lees,  ellos 
le  so/3»;  DATZAKioKE,  DATZA.:KioKE  «él  lo  pucdc,  ellos  le  pue- 
den»; LITZAIKET,  LiTZAií'KET  (1)  «él  Ic  Sería,  eltos  le  serían»; 
üAizü,  zAi/¿'ü  (s)  «él  te  es,  ellos  te  son»;  dakidan,  daki^~¿adan  (g) 


-317- 


«qno  él  me  sea,  que  ellos  me  sean»;  r.\LiTZEiT,B.\LiTZELf/trr  (s) 
«si  él  me  fuera,  si  ellos  me  fueran»;  gtkidak,  lí^eidak  (s.)  «él 
me  pudiera,  ellos  me  pudieran».  En  el  transitivo,  el  sujeto 
plural  es  expresado  por  te  en  guipuzcoano  ylabortano;  por  e, 
EE,  DE  ó  DEE  en  bizcaino  y  por  ye  ó  e  en  suletino.  Ejem- 
plos: DU,  DUté  (g.  1.)  DAU,  DAue-DABí'e  (1).)  DÜ,  me  (s)  «él  lo  tie- 
ne, ellos  lo  tienen»;  zituen,  ziivztew  (g.  1.);  zituzan,  znue- 
ZAN  (b.)  zÜTiAN,  zÜTieN  (s.)  «él   los  liabía,    ellos   los  habían»; 

NINDUKE,  NINDU^^eKE   (g.);  NINDUKE,  KINDUKEr?  (b.);  NINDÜKE,    NIN- 

DUKEfe  (1.)  NÜNDÜKE,  NüNDÜKET/e  (s.)  «él  me  habría,  ellos  me 
habríaN)).=NAU,  'NAcls-'ísAvdee  (b.)  «él  me  ha,  ellos  me  han». 
El  régimen  directo  de  tercera  persona  del  plural  e  stá 
representado,  en  guipuzcoano  por  it,  zki,  tzi,  zka,  zte  ó  z; 
en  bizcaino  por  z,  y  algunas  Teces  por  it;  en  labortano  por 
IT,  T,  ZKI,  TZA,  ZKA,  y  á  vcccs,  por  z;  en  suletino  por  üt,  t,  z, 
Tz.  Ejemplos:  du,  d¿7u  (g.  1.);  daü,  D/Zü-n/fuz  (b.);  dü,  Biltu 
(s.)  «él  lo  ha,  él  los  ha».  =  DEZAN,  d/7zan  (g.  s.);  dagian,  dagi- 
¿'AN  (b.)  DEZAN,  PEí'zAN  (i.)  «quc  él  lo  haya,  que  él  los  hayo». 

=  DIT,  m.tl-ÍT  -Dlt.í'ÍT  (g.)    DEUST,  DEUSTA,S    (b.);  DAUT,    DAVzJilT 

([.);  DEiT,  DEi.iT  (s.)  «él  meló  ha,  él  me  los  ha».  =  dio,  di^A'¿o 

-DlOzl-a     (g.);     DEUTSA-DEUTSO,     DEUTZA.í^  -  DEUTSO.í     (b.);     DIO, 

Dio^.íCt  -  Dio-r/.'rt  (1.);  DEYo,  DEi/^0  (s.)  «él  le  halo,  él  le  ha 
/o.S)>.  =  DiE,  DiE-'í'íe  (g.);  DEüTSE,  DEUTSE,:  (b.),  «él  les   ha  lo,  él 

les     ha     /05».  =  GINDUEN-GENDüEM  ,      GIñ//UEN  -  GINDU,íEN      (g.) 

«nosotros  lo  habíamos,  nosotros  los  habíamos». 

Las  sílabas  que  representan  el  régimen  indirecto  de  ter- 
cera persona  de  plural,  son:  en  guipuzcoano  ote,  yote,  e,  ye; 
en  bizcaino,  tse,  ke,  kee,  koe,  oe,  e,  te;  en  labortano  ote, 
yote;  en  suletino  e  ó  ye.  Ejemplos:  dio,  Dio/tí  -  Die;  zayo, 
Zkijote  -  zkije  (g.);  deutsa  -  deutso  ,  DEufse;  .jako,  íkl-ec- 
Jkhoe  (b.)  =■  DIO,  T)iote',  zayo  zMjote  (1.)  =deyo  -  deko  -  deeio, 
DE?/e-DERe-DER/e;  zayo,  zkye  (s.)  — jaron,  jaZ/ín  (b.)  «él  le  halo, 
el  Zé'5  ha  lo»,  «él  le  era,  él  /fsera».  —  litzakeo,  litzakeoc  (b.) 
«él  le  sería,  él  les  sería».  =-begi,  begic - BEGioe  (b.)  «que  él  le 
tenga  lo,  que  él  les  tenga  lo»— deiko,  deik^;  zaiko,  ZAiKf  (s.) 
«él  le  habrá  lo,  él  les  habrá,  lo;  el  le  será,  él  les  será». 

Las  sílabas  que  expresan  en  el  transitivo  el  sujeto  plu- 
ral de  tercera  persona,  añadidas  al  sujeto  de  segunda  persO' 


-318— 


na  respetuosa  del  singalíir,  sirven,  en  general ,  para  expre- 
sar el  sujeto  de  la  segunda  persona  del  plural.  Etn  guipuz- 
coano,  no  son  las  sílabas  del  sujeto  plural  transitivo,  sino  las 
del  sujeto  plural  intransitivo,  las  que  se  añaden  al  sujeto  de 
la  segunda  persona  respetuosa  de  singular  para  trasformarla 
en  sujeto  de  segunda  persona  de  plural,  cuando  se  trata  de  la 
voz  intransitiva.  En  el  intransitivo  el  guipuzcoano  emplea  z- 
ZKi,  z-ZK,  z-ZKA,  z-zte;  el  bizcaino  z-E;el  labortano  z-te;  el  su- 
letino  z-YE,  z-E.  Ejemplos:  zatzait,  zaitzal^-Z^'t  (g.)  «tú  me 
eres,  vosotros  me  sois»;  zatzaigu,  zATZAi^/t¿GU.«tíi  nos  eres, 
vosotros  nos  sois»;  zatzayo,  zATZA.e'Z'/o-ZATZAYO.i'Za  411  le  eres, 
vosotros  le  sois»;  zatzayote-zatzaye,  ZATZA-e7i7"oTE  -  zatza- 
Yo,c:/irtTE-ZATZAY^.:'/tí  «til  leseras,  vosotros  les  sois»;  cuyos  equi- 
valentes en  los  otros  dialectos  son:  zachataz,  zatachazó;  za- 

CHAKUZ,  ZACHAKUZe;  ZACHAKOZ - ZACHAKAZ ,  ZACHAK0Z6 - ZACHA- 
KAZ(?;  ZACHAKEEZ-ZACHAKOEZ,  ZACHAKEEZe-ZACHAKOEZe  (b.)  =:ZA- 
TZAIZKIT,  ZXTZklZKltCT,  ZATZAIZKIGÜ,'ZATZAIZKIGü¿e;;  ZATZAIZKO, 
ZATZAIZKO/e      (1.)  =ZITZAIT,   ZITZAIZTA//í^;  ZITZAIKÜ,  ZITZAIZKÍÍ?/e; 

ziTZAYO,  ziTZAYCí';  ziTZAYE,  ziTZAYií'.  En  el  transitivo,  el  gui- 
puzcoano expresa  el  sujeto  plural  de  segunda  persona  con 
ZUTE  ó  z-te;  el  bizcaino,  con  zue  ó  z-e;  el  labortano,  con 
zuE  ó  z-te;  el  suletino,  con  zie,  ó  con  z-e  y  z-ye.  Ejem- 
plos; DEZU,  BEZUte;  ZENDUEN,     ZENDüf6'N    (g.)     «til    lo  liaS,    VOS- 

otros  lo  habéis;  tú  lo  habías,  vosotros  lo  habíais».  =dozü,  do- 

-;V/C;  ZENDUAN,  ZKNDUí'N  (b.)=DÜZÜ,  DVZUe;  ZINUEN,  ZINüíéN 
(l.)i=DÍÍZU,  DÜ^/6';   ZÜNIAN,   ZÜn/cN  (s.) 

El  régimen  directo  de  segunda  persona  de  plural  está 
representado  por  las  sílabas  que  indican  en  el  transitivo  el 
sujeto  de  tercera  persona  del  plural,  añadidas  al  régimen  di- 
recto de  segunda  persona  respetuosa  de  singular.  El  biz- 
caino y  el  suletino  se  valen  de  z-e  para  marcar  el  régimen 
directo  de  segunda  persona  de  })lural,  y  el  guipuzcoano  y 
labortano  de  z-zte:  la  segunda  .:•  constituye  un  pleonasmo. 
Ejemplos:  zaitu,  ZAiTu^^tí  (g.  1.)   «él  te  ha,  él  os   ha».  =  ZAi- 

TUZ,    ZAITUí'Z   (b.)=ZÍlTÜ,    ZÜTl6>  (s.) 

El  régimen  indirecto  de  segunda  persona  de  ^)lural  corre 
á  cargo  de  zute  en  guipuzcoano;  de  tsue  ó  zue  en  bizcaino; 
de  ZUE  en  labortano  y  de   yaf.  on  suletino.   Ejouiplos:  dizu, 


-310— 


mzute;  zaizu,  7,M-:ute  (g.)  «él  te  lo  ha,  él  os  lo  ha;  el  te  es,  élo.5 

eS)).=DEUTSU,  T>Y.\5ÍS}IC-,   JATZU,  :ikTZlie  (b,)=DAUTZU,    Dkli'YZUe; 

ZAiTZü,  ZAiT.':7/(3  (l.)=DEizii,  DEizíe]  zAizü,  zk.izie{^).  Es  decir 
que  se  obtiene  la  expresión  de  este  régimen,  añadiendo  al 
régimen  indirecto  de  segunda  persona  respetuosa  de  singu- 
lar, las  silabas  del  transitivo  pertenecientes  al  sujeto  plural 
de  tercera  persona. 

Todo  este  análisis,  ilustrado  con  numerosísimos  ejem- 
plos y  extendido  á  todos  los  dialectos  de  la  lengua  euskara 
y  á  las  más  notables  de  sus  variedades,  sostenido  y  reforza- 
do por  un  amplio  y  penetrante  estudio  de  las  permutaciones 
de  las  letras  representantes  de  las  relaciones  estudiadas, 
constituye  una  hermosa  labor  de  benedictino  y  de  crítico  á 
"la  vez/ 

Para  el  Príncipe  Bonaparte,  es  una  ley  fundamental  del 
idioma' enskaro,  que  los  pronombres  representantes  del  su- 
jeto en.  los  «terminativos  del  transitivo,  figuran  siempre  bajo 
la  forma  de  sujeto  intransitivo  (es  decir,  sin  el  sufijo  del 
agente  Z),  no  obstante  la  facultad  inherente  al  verbo  tran- 
sitivo, de  obligar  al  sujeto  á  convertirse  en  activo:  zu  zeea 
«tú  eres»,  zuk  dezü  «tú  lo  lias».  Esta  facultad  del  transitivo 
bascongado  es  una  prueba  de  la  presencia  del  verbo  en  el 
terminativo,  prueba  tanto  más  preciosa,  cuanto  que  ese  mis- 
mo terminativo  no  nos  ofrece  en  su  composición  material 
más  que  elementos  no  verbales,  aunque  éstos,  mediante  su 
reunión,  proporcionen  la  condición  necesaria  de  la  manifes- 
tación verbal.  Pues,  si  de  una  parte  no  existe  sujeto  activo 
en  el  terminativo  transitivo,  no  obstante  que  éste  posea  la 
facultad  de  tornar  en  activo  á  todo  sujeto  distinto  del  que 
entra  e  i  su  constitución,  y  de  otra  se  prueba  la  presencia 
del  verbo  gracias  á  dicha  facultad,  parece  que  debe  dedu- 
cirse que  la  manifestación  de  éste  en  la  lengua  bascongada 
no  es  anteriora  la  reunión  de  los  elementos  pronominales. 
Si  otra  cosa  fuera,  no  se  usaría  de  dezu,  degu  para  decir  «tú 
lo  has,  nosotros  lo  habemos»,  sino  de  dezuk,  degük».""^  Efec- 


1  Vide  Le  Verl)e  basque,  desde  la  pls,'.  xi  á  la  xxi, 

2  Le  Verbe  basque,  pilg.  xxii,  nota  a. 


-320— 

tívamente,  este  razonamiento,  tan  lógico  como  profundo,  es 
de  gran  peso,  y  al  rechazar  la  teoría  verbal  d(d  Príncinc,  es 
imposible  no  tenerlo  presente. 

Los  elementos  constitutivos  de  los  «terminativos  verba- 
les» consisten,  esencialmente,  en  pronombres,  ya  en  estado 
de  sujeto,  ya  en  estado  de  régimen  directo  o  indirecto,  ya 
en  el  de  alocución,  unas  veces  en  singular,  otras  en  plural. 
Letras  pronominales  que  ocupan  el  lugar  del  pronombre,  sí- 
labas características  de  modo  ó  de  futuro,  letras  eufónicas 
que  facilitan  la  unión  íntima  de  todas  esos  elementos  com- 
pletan la  serie.  En  el  momento  de  la  unión,  el  Yerbo,  con 
su  cualidad  esencial,  que  es  la  añrmación,  se  manifiesta.^ 

Previendo  las  modernas  teorías,  dijo  también  el  Prínci- 
pe; en  cuanto  á  los  terminativos  que  en  el  transitivo  for- 
man parte  del  indicativo,  condicional,  supositivo  del  con- 
dicional y  optativo  del  condicional,  es  inútil  buscar  un 
nombre  verbal  como  riulical:  es  inlialiable.  Podrá  alguien 
entretenerse  diciendo  que  en  det  y  düt  y  dot  y  düt  los 
nombres  verbales  son  e^  u,  o,  i\,  ó  que  éstas  vocales  son 
verbos,  ni  más  ni  menos  que  izan  y  egin  son  las  radicales 
verbales  de  dezadan  y  dagidan;  pero  será  preciso  probarlo. 
U  carece  de  todo  sentido  de  nombre  verbal,  mientras  que 
IZAN  y  EGIN  tienen  uno  bien  evidente,  por  cierto.  Decir 
que  li  está  ropres^nt  indo  á  ukhan,  y  que  dut  no  es  sino  la 
forma  abreviada  de  dukat  sería  más  razonable  en  la  apa- 
riencia. Pero  aun  sugiriendo  ésta  idea  á  los  que  no  piensan 
como  nosotros,  nos  apresurj.mos  á  caliíicarla  de  inadmisi- 
ble, porque  el  bascuence  no  acostumbra  sacriñcar  á  tan  po- 
co precio  la  /»•  caracjterística  de  los  nombres  verbales.  Que 
JAK[N  dé  lugar  á  daki,  ikusi  á  dakus,  nada  más  plausible  El 
cambio  iniei.d  tiene  lugar,  pero  la  gutural  fuerte  persiste 
en  esos  nom])res  verbizados.^ 

El  Príncipe  Bonaparte  denomina  terminativos  verl)ales 
puros  á  los  que  no  están  compuestos  nuis  que  de  elementos 
pronominales,  es  decir,  á  los  que  no  revelan  la  presencia  do 


I     Lo  Verbo  basque,  pan.  159,  so^niKla  cnluiniia. 
•1    Le  Verbo  basque,  yikn.  l.VJ,  colmima  priiiurn. 


nombres  verbales.  El  Acerbo,  sin  embargo,  no  pertenece  á 
ninguno  de  esos  elementos,  y  no  debe  ser  considerado  como 
el  producto  de  dichos  componentes  materiales  de  la  pala- 
bra. El  verbo  puro  es  una  cosa  intangible  que  se  manifiesta 
en  medio  de  elementos  muy  tangibles,  y  que  muy  lejos  de 
ser  su  producto,  los  domina  con  todo  su  poder  al  vivificar- 
los. El  verbo  es  la  vida.^ 

El  Príncipe  Bonaparte  no  admite  la  prioridad  de  la  con- 
jugación sencilla  sobre  la  perifrásica;  esa  opinión  la  califica 
de  «aserto  gratuito».^  Esta  manera  de  pensar,  está  muy  de 
acuerdo  con  su  teoría  del  verbo,  así  como  el  calificativo  de 
((nombres  verbizados»  que  da  á  ésta  especie  de  conjuga- 
ciones.'^ 

Me  lia  parecido  conveniente  dar  un  amplio  extracto  de 
la  teoría  verbal  del  Príncipe  Bonaparte,  fundado  en  las  ra- 
zones de  que  procede  de  unapersona  peritísima  en  esta  cla- 
se de  estudios;  de  que  está  bien  dotada  de  hechos  é  ideas; 
de  que  la  obra  en  que  se  encuentra  es  de  difícil  adquisición, 
por  lo  que  muchos  de  los  que  la  combaten,  empiezan  por 
no  conocerla  bien;  de  que  es  la  mejor  introducción  que  pue- 
de ponerse  al  largo  análisis  de  las  flexiones  verbales  en  que 
después  hemos  de  entrar,  y  de  que,  habiendo  adoptado  va- 
rias de  sus  ideas,  me  ahorraré  el  trabajo  de  numerosas  refe- 
rencias, sin  que  por  eso  aparezcan  como  propias  ideas  que 
son  aefenas. 


Las  discrepancias  de  los  autores,  según  queda  especifica- 
do, son  de  monta.  Lo  que  no  puede  tolerarse  es  la  acritud 
de  la  crítica  que  se  ha  cebado  en  la  ((teoría  clásica».  Es  pre- 
ciso decir  que  si  aquella  valiera  en  todas  sus  partes,  caería 
de  plano  sobre  la  mayor  parte  de  los  gramáticos  de  todos 
los  pueblos. 

El  gramático  castellano,  por  ejemplo,  que   expone  las 


1  Le  Verbe  basque,  pág.  159,  columna  segunda. 

2  Remarques  sur  plus,  assert.  de  h¡\r.  A.  Hovelacque,  pág.  20. 

3  Le  Verbe  basque,  pág.  1.50. 


22 


flexiones  del  verbo  «ser»,  no  se  detient  á  manifestar  que  el 
presente  «.so//»,  i^ereft»,  etc.,  se  deriva  del  latino  wsse»,  pero 
que  el  pretérito  «fui)),  fuiste)),  etc.,  se  deriva  del  latino  inusi- 
tado (fuere)),  porque  «esse))  era  defectivo  y  tení-i  que  tomar 
prestado  á  otros.  Ni  tampoco  se  preocupa  de  que  «ro?/,  vas, 
va,  etc.,  presente,  procede  de  una  raíz  latina,  y  de  que  «//ja, 
ibas,  ihcD),  etc.,  pretérito  imperfecto,  procede  más  directa- 
mente de  nna  raíz  sánskrita.  Toma  las  cosas  tales  y  como 
son,  y  deja  á  un  lado  lo  que  fueron.  Su  punto  de  vista  es 
ideológico  y  no  histórico.  Aquel  es,  precisamente,  el  punto 
de  vista  de  los  tratadistas  bascongados,  con  quienes  se  lia 
extremado  nna  crítica  soberanamente  injusta,  ¡como  si  ellos 
fueran  los  únicos  que  al  explicar  una  lengua  abandonasen  el 
terreno  histórico  de  la  cuestión! 

Y  lo  que  es,  bajo  el  punto  de  vista  de  los  hechos  verba- 
les, de  la  organización  actual  del  verbo,  no  les  faltaban  ra- 
zones para  elaborar  su  teoría  en  la  forma  que  lo  hicieron. 
Kecapitulemos  las  piincij^ales. 

En  los  dialectos  bizcaino,  guipuzcoano,  labortano,  alto- 
nabarro  septentrional,  alto-nabarro  meridional,  parte  del 
bajo-nabarro  occidental  y  parte  del  bajo-nabarro  oriental,  es 
decir,  en  la  casi  totalidad  de  los  dialectos  de  la  lengua  eus- 
kara,  izan  significa  «ser»  y  «haber».  Así,  «el  ser»  y  «el  haber» 
sonarán  lo  mismo:  izatea.  Este  nombre  verbal  sirve  de  auxi- 
liar para  formar  ciertos  tiempos  compuestos;  el  futuro  de 
uno  y  otro  significado  coincidirán,  por  ejemplo,  en  uno  de 
los  componentes:  i;<ango  det  «yo  lo  habré»,  izango  naiz  «yo 
seré».  El  camino  estaba  abierto,  como  quien  dice,  de  por  sí, 
para  considerar  á  det,  natz,  etc.,  cual  modificaciones  del 
izan  de  doble  sentido.  Como  todo  verbo,  según  sea  transi- 
tiva ó  intransitiva  la  acción  que  manifiesta,  se  vale  de  las 
fiexiones  correspondientes  á  det  ó  naiz  con  izan  del  que  se 
suponían  manifestaciones  verbales,  y  como  por  otra  parte, 
en  el  bascuence  existe  una  manera  de  luiblar  peculiar  suya, 
que  consiste  en  sustituir  las  fiexiones  intransitivas  por  las 
transitivas  dentro  de  los  límites  que  más  tarde  han  de  verse, 
pudiéndose  decir  ¿Noii  zaitut,  ene  semea?  «¿quién  eres  tú, 
hijo  Uiío?»  (lit.  «¿(juien  te  tengo,  hijo  mío?»),  en    higar  de 


¿NOE  ZEEA,  ENE  SEMEA?,  toclo  couviclalm  íí  coiisiderar  A  las  fle- 
xiones DET,  NAíz,  etc.,  como  las  voces  transitiva  é  intransi- 
del  IZAN  «ser,  haber»,  transitivo  é  intransitivo,  y  á  no  bus- 
car más  lejos  la  moderna  opinión  de  que  el  doble  significa- 
do de  IZAN  se  debe  á  un  «extraño  error  popular»,  á  un  «sin- 
gular abuso»  y  que  éste  nombre  verbal  es  uno  de  tantos  nom- 
bres verbales  euskaros  conjugados  con  distintos  auxiliares. 

Lo  dicho  aci edita  la  dificrdtad  inmensa  del  análisis  del 
verbo  euskaro.  Ninguna  de  las  teorías  recopiladas  explica, 
acaso,  todas  las  flexiones,  todas  las  formas  de  los  distintos 
modos  y  tiempos  de  los  auxiliares  transitivo  é  intransitivo. 
A  mi  modo  de  ver,  no  será  esto  posible  hasta  que  se  hayan 
reunido  las  formas  y  flexiones  de  cuantos  dialectos  y  varie- 
dades dialectales  posee  el  euskara.  Formas  que  hoy  son  ver- 
daderos .misterios,  se  aclararían  al  descubrirse  los  eslabones 
que  las  unen  á  otras;  entonces  sería  posible  reconstruir  el 
verbo  en  su  regularidad  primitiva. 

Pero  felizmente,  la  dificultad  del  anáhsis  no  presupone 
la  dificultad  de  la  exposición;  aceptando  los  hechos  actua- 
les, el  verbo  se  desarrolla  las  más  de  las  veces  con  una  re- 
gularidad sorprendente;  la  duda ,  la  vacilación  nacen  cuan- 
do se  le  mira  por  dentro,  no  por  fuera.  Yo  no  olvido  que 
una  Gramática  de  la  índole  de  la  presente,  es  ante  todo, 
una  exposición  práctica  de  las  formas  usuales.  Por  eso  me 
limitaré  á  analizar,  en  cuanto  sepa,  la  composición  de  las 
flexiones  verbales,  dejando  para  un  capítulo  aparte,  y  final 
de  esta  sección,  el  desarrollo  de  la  teoría  verbal  que  por 
más  conforme  la  tengo  á  los  hechos.^ 

II. 

La  lengua  bascongada  está  en  posesión  de  dos  maneras 
de  conjugar.  La  una  normal ,  común,  completa  en  modos. 


1  Hasta  aliora  no  balu'a  iuconveuicute,  antes  bien  ventajas,  eu  estudiar  simultáneamen- 
te los  cuatro  dialectos,  jiorque  sus  diferencias  eran  de  poca  monta.  El  que  quiera  aprender  á 
conjugar  debe  dedicarse  al  estudio  del  verbo  de  un  sólo  dialecto;  yo  le  aceusejo  que  elija  el 
guipuzcoaiío.  Una  vez,  aprendido,  puede  acometer  los  demAs.  Esta  es  la  marcha  que  sigo  en 
el  texto:  exponer  las  cuatro  conjugaciones  ala  vez  seria  acaso  más  científico,  pero  apenas 
práctico. — La  exposición  separada  la  reservo  para  el  estudio  de  las  flexiones;  el  del  nombre  ver» 
bal  admite,  pei-fectauíente,  la  simultaneidad.  [ 


-.'J24- 


tiempos  y  personas,  aplicable  á  todos  los  verbos;  la  otra, 
propia  de  algunos  de  estos,  de  poco  uso,  fragmentaria,  redu- 
cida en  tiempos,  modos  y  personas. 

La  primera  consiste  en  la  combinación  de  un  auxiliar 
con  un  nombre  verbal,  y  se  llama  jíerí/rasiCrt.  La  segunda, 
en  la  modiíicación  y  arreglo  de  los  elementos  formativos  del 
verbal  y  en  la  combinación  de  estos  con  elementos  verbales; 
se  llama  sencilla.  Esta  clasificación  se  funda,  por  lo  tanto, 
en  la  forma  externa  de  las  conjugaciones. 

La  conjugación  sencilla  no  excluye  á  la  perifrásica;  no 
todo  verbal  conjugable  perifnísicamente  es  conjugable  sen- 
cillamente, pero  sí  lo  contrario.  8e  dice  dakít  «3'o  le  sé»,  y 
puede  decirse  .takiten  ket;  nator  «yo  vengo»,  y  etortzen 
NAíz;  ZABiLTZA  «tú  audas»  ó  iniLTZEN  zEiiA.  La  viveza  y  con- 
cisión del  discurso  ganan  mucbo  con  el  uso  de  la  conjuga- 
ción sencilla;  por  eso  los  diestros  en  hal)lar  bascuence  ja- 
más dejan  de  emplearla  cuando  existe.  Pierde  terreno  dia- 
riamente ante  la  perifrásica,  cuyo  conocimiento,  además  de 
ser  imprescindible,  somete  á  toda  la  expresión  verbal  á  una 
vigorosa  unidad.  Como  excepción  de  la  perifrásica  la  lian 
llamado,  sin  duda,  irregular,  pues  en  su  modo  de  desarro- 
llarse no  lo  es 

Nombre  verbal  es  la  palabra  que  representa  la  acción 
expresada  por  un  verbo;  por  ejemplo:  artu  «tomar»,  egin  «ha- 
cer», EDUKi  «tener»,  eman  «dar»,  josi  «coser»,  ibilli  «andar», 
JOAN  «ir»,  ETORUi  «venir».  Este  nombre  verbal  toma  todas  las 
inñexiones  propias  del  nombre  común.  Si  carece  de  conju- 
gación sencilla,  es  incapaz  de  manifestar  por  sí  solo  la 
serie  de  relaciones  constitutivas  de  una  conjugación.  Así, 
por  ejemplo,  en  jaten  det  ,  la  primera  palabra  (el  nombre 
verbal)  expresa  la  idea  del  verbo  en  un  momento  que  es 
actual;  la  segunda  exprésala  acción  ejecutada,  con  relación 
á  la  persona  y  al  objeto.  De  la  cond)inación  de  ambas  resul- 
ta el  presente  de  indicativo  «yo  lo  como»,  cuyo  análisis  lit. 
corresponde  á  la  frase  castellana  «en  el  comer  lo  lie  yo»,  jan 
DET  nos  ofrece  otra  combinación  que  se  diferencia  de  la 
anterior  nada  más  que  en  el  nombre  verbal,  cuya- forma 
corresponde  á  la  ox|)resión  do  un  momento  pasado:  esta  fra- 
se bascongada  so  traduce  ideológicamente  :i1  enstcllano  ]ior 


«yo  lo  he  comido»,  diferenciándose  solo  por  la  sintaxis  de  la 
tradnción  literal  «comido  lo  he  yo». 

En  la  lengua  eiiskara  son  ahimdantísimos  los  verbos  de- 
nominativos, ó  sea,  los  derivados  de  un  nombre  sustantivo 
ó  adjetivo.  Todo  nombre  puede  convertirse  en  verbo  ó  colo- 
carse en  situación  de  ser  conjugado,  añadiéndole  la  silaba 
verbizadora  tu  ó  du;  de  atjk  «niño»,  aurtu  «aniñar»;  de  arri 
«piedra»,  arritu  «^petrificar»;  de  gabe  «nada»,  gabetu  «nihili- 
zar»;  de  mozkor  «borracho»,  mo/kortü  «emborracliar»;  de  ur 
«agua»,  URTU  «derretir  (aguar)»;  de  gizon  «hombre»,  gizontu 
«hacerse  homl)re  (hombrear)».  Lo  propio  puede  hacerse  con 
los  adverbios.  De  hurrun  «lejos»,  hurrunt.u  (s.)  «alejar»;  de 
HARÁ  «allí».  HARATU  «ir  á  allí»;  de  noka  «á  donde»,  noratu  «ir 
háciaalgún  sitio  (desconocido para  el  que  habla):  ¿noratu  da? 
«¿á  dónde  se  ha  ido?»;  de  bezala  «como»,  bezalatu  «aseme- 
jar», etc.,  etc.  Igualmente  los  pronombres  son  fuente  de  va- 
rios verbos»;  de  geure  «nuestro»,  geuretu  «hacer  nuestro»; 
de  ZEURE  «tuyo»,  zeuretu  «hacer  tuyo»;  de  neure  «mío», 
NEURETU  «hacer  mío»,  etc.  Cuando  el  verbo  ha  de  expresar 
alguna  idea  de  movimiento,  propio  ó  ñgurado,  es  muy  fre- 
cuente que  el  sufijo  ra  preceda  á  la  verbizadora  tu.  De  on 
«bueno»,  oneratu  «mejorar»;  de  begi  «ojo»,  becuratu  «mirar», 
etc.  Otras  veces,  aunque  pocas,  se  echa  mano  de  los  sufijos 
KA  y  z. 

El  colorido,  donaire  y  precisión  que  las  frases  pueden 
adquirir  por  ésta  admirable  propiedad  de  las  palabras  bas- 
congadas,  es  incalculable.  Evita  enfadosas  y  torpes  perífra- 
sis, y  favorece  la  expresión  de  las  más  sutiles  y  abstractas 
concepciones.  Como  modelo  de  bella  y  expresiva  concisión 
citaré  algunos  ejemplos;  ezkontzak  egin  ziren  jaixkoaren 
haurren  eta  gizonen  iiaurrex  aetean,  eta  orrela  güziak 
BAT  BEZALk/iatn  ziRAN  (Etclicberry)  «se  hicieron  matrimonios 
entre  los  hijos  de  Dios  y  los  hijos  de  los  hombres,  y  de  ésta 
manera  todos  formaron  como  una  raza»;  iTURRircíf/iTZEN  da 
KANTAZ,  BAÑO  ECHEríif^TZEN  DA  xiGAEREZ  «se  encamina  á  la 
fuente  cantando,  pero  se  encamina  á  casa  llorando»;  neska- 

Tlhktu  BEÑO  LEHEN,  EMAZTETURIK  AGERTU  ZEN  «autcS  de  llegar 

á  muchaha,  se  mostró  mujer  ya».  Es  completamente  impo- 


sible  traducir  en  castellano  la  sobria  y  expresiva  signiñca- 
ción  de  estos  verbos,  derivados  de  eezala  «como»,  de  iTuimi 
«fuente»,  de  eche  «casa»,  de  neskatila  «muchacha»  y  de  emaz- 
TE  «mujer». 

La  acción  del  verbo  puede  considerarse  de  tres  mane- 
ras; a)  ó  recae  necesariamente  sobre  un  ser  ú  objeto  exte- 
rior al  suñjo;  por  ejemplo:  «yo  lo  mato»;  h)  ó  es  susceptible 
de  permanecer  en  el  sujeto,  ó  de  recaer  en  un  objeto,  por 
ejemplo;  «3'0  me  muevo»,  «yo  lo  muevo»;  e)  ó  necesariamen- 
te permanece  en  el  sujeto;  por  ejemplo;  «yo  muero».  Esta 
distinción  es  la  que  consagran  los  gramáticos  del  país  con 
su  clasificación  del  verbo  en  activo,  mixto  y  neutro  ó  pasi- 
vo. Pero  si  se  reparan  bien  las  cosas,  se  conocerá  que  la  ma- 
yor parte  de  los  verbos  está  comprendida  en  la  segunda  ca- 
tegoría y  que,  en  puridad,  los  tres  ]niembros  solo  compren- 
den dos  extremos  diferentes,  porque  los  verbos  ó  dirigen  su 
acción  fuera  de  su  sujeto  ó  no,  siendo  indiferente  que  no  la 
dirijan  por  impotencia  natural  ó  por  voluntad  del  orador. 
La  división  trimembre,  exacta  en  el  terreno  de  la  lógica  es- 
tricta, carece  de  interés  práctico,  aventajándola,  con  mucho, 
la  de  las  voces. 

Se  llama  voz  transitiva  la  que  emplea  el  verbo  cuando 
su  acción  sale  fuera  del  sujeto:  «él  mata,  tú  me  meneas,  yo 
leo»,  é  intransitiva  la  que  no  sale,  «él  se  muere,  yo  me  me- 
neo, tu  andas».  La  primera  requiere  en  bascuence  las  flexio- 
nes DET,  DEZU,  DU,  etc,  «yo  lo  he»,  «tú  lo  has»,  «él  lo  ha»,  etc., 
y  la  segunda  las  flexiones  naiz,  zeiia,  da,  etc.,  «yo  soy»,  «tú 
eres»,  «él  es»,  etc. 

La  naturaleza  ó  la  acepción  transitiva  ó  intransitiva  del 
verbo  indicarán  qué  auxiliar  es  el  que  debe  usarse.  Así  el 
])ascuence,  con  un  mismo  nombre  verbal  podrá  expresar 
dos  acciones  diferentes  sin  confusión  de  ellas;  illtzen  det 
«yo  lo  mato»,  illtzen  naiz  «yo  me  muero»;  izango  dii  «él  lo 
tendrá»,  izango  da  «el  será».  Claro  es  que  la  inmensa  mayo- 
ría de  los  verbales,  es  susceptible  de  emplear  ambas  voces. 
La  voz  pasiva  que  el  verbo  latino  poseía,  no  existe  en  bas- 
cuence. Nadie  la  echa  en  falta;  se  suple  con  cierta  cond)i- 
nación  del  sujeto  agente,  del  nond)re    vcrbíil  y  del   auxiliiu' 


-Pir- 


que ya  se  verá  á  su  tiempo.  Cuando  hablo  de  dos  voce^,  lo 
hago  desde  el  punto  de  vista  del  nombre  verbal  que  va  á 
conjugarse  perifrásicamente,  de  ninguna  manera  desde  el 
de  los  auxiliares.  Pertenece  esta  división  al  concepto  ideo- 
lógico del  sisteíiia  verbal  euskaro. 

El  verbo  bascongado  es  el  más  rico  de  Europa  en  formas 
lógicas.^  Sus  flexiones  expresan  un  cúmulo  de  relaciones  á 
que  no  se  acercan  siquiera,  las  lenguas  más  celebradas  por 
la  riqueza  de  su  organismo. 

a)  La  voz  transitiva  expresa  que  la  acción  recae  sobre 
un  objeto  exterior  al  sujeto:  «yo  como  el  pan».  Este  objeto 
exterior,  naturalmente,  tiene  que  ser  singular  ó  plural ,  uno 
ó  varios;  <'}0  veo  el  hombre»,  «yo  veo  las  mujeres».  De  aquí 
el  que  esta  clase  de  flexiones  transitivas,  por  llevar  embebi- 
do el  acusativo,  posea  formas  dobles:  unas  para  el  acusati- 
vo singular  y  otras  para  el  acusativo  plural.  «Yo  como 
el  pan»,  jaten  det  ogia;  «yo  como  los  panes»  jaten  di- 
tub  OGIAK.  A  esta  categoría  de  flexiones  las  denomino  oh- 
Jet  ivas,  singulares  y  plurales  según  el  acusativo,  porque  el 
número  y  la  presencia  de  éste  constituyen  el  rasgo  más  sa- 
liente de  ellas. 

h)  La  voz  transitiva,  en  vez  de  recaer  sobre  un  obje- 
to exterior  á  los  interlocutores,  puede  hallar  su  termino  en 
los  pronombres  personales  distintos  de  los  que  ñguran  como 
sujetos:  «yo  te  mataré»,  illko  zaitut;  «tú  me  matas»,  illtzen 
NAzu.  El  número  del  recipiente  está  indicado  por  los  pronom- 
bres; por  lo  tanto  no  es  necesaria  la  doble  íbrma  singular  y 
plural  délas  flexiones  objetivas.  La  categoría  de  las  que  aho- 
ra me  ocupan  está  incompleta  hoy  en  bascuence,  porque  sólo 
pueden  figurar  como  régimen  directo  los  pronombres  de  pri- 
mera y  segunda  personade  singular  y  plural.  Es  decir  que 
existen  las  relaciones  «ámí»,  «átí»,  «á  nosotros»,  «á  vosotros», 


1  Bonapaite.  Lang.  bas:].  et  lang.  finn.,  púg.  21.— Los  terminativos  de  doble  régimen  no 
pueden  presentar  el  réfiimoii  directo  más  qiio  en  la  tercera  persona;  no  siempre  ha  sucedido 
lo  mismo,  como  lo  probamos  llamando  por  primera  vsk  la  atención  de  los  lingüistas  con  los 
terminativos  sií^uientes,  extraídos  del  Nuevo  íestamento,  traducido  al  bascuence  por  Juan  de 
Lizarraga  <le  BriscouH,  inipreso  en  la  Pooeliola  en  1571.  So  verá  por  los  ejemplos  que  siguen 
que  la  eonjugacióu  Ijascongada,  aunque  maravillosamente  rica  todavía,  no  por  eso  ba  dejado 
de  perder  la  tercera  parte  de  sus  terminativos  próximamente.  Bonaparte.  Le  Verbe  basj^ue, 
l'i'ig.  *^3. 


y  faltan  «¡i  él»>,  «¡í  ellos».  Por  ser  esta  relación  á  iin  pronom- 
bre lo  más  característico  de  dichas  flexiones,  las  llamo  j;ro- 
nominales. 

c)  La  voz  transitiva  puede  marcar  las  dos  relaciones 
anteriores  á  la  vez;  el  objeto  que  sufre  la  acción,  y  la  perso- 
na á  quien  se  trasmite;  por  ejemplo:  «yo  le  digo  la  verdad  al 
padre»,  aitaei  esaten  diot  egia;  «yole  digo  las  verdades  al 
padre»,  aitari  esaten  dízlciot  egiak.  Semejantes  flexiones, 
en  virtud  del  elemento  objetivo  que  encierran,  son  singula- 
res y  plurales.  Las  llamo,  caracterizando  su  doble  relación,  y 
á  virtud  de  la  terminología  adoptada,  ohjetivo-pyonoininales. 

La  naturaleza  de  sus  funciones  no  le  permite  á  la  voz 
intransitiva  marcar  más  que  dos  géneros  de  relaciones: 

a)  La  acción  experimentada  por  la  persona,  ya  sea  sujeto 
ó  paciente  de  ella;  por  ejemplo;  «yo  ando»,  nabtll;  «tú  andas», 
ZABiLTZA.  Las  denomino  flexiones  ■intransitivo-directas. 

h)  La  acción  experimentada  por  el  sujeto  ó  paciente  y 
trasmitida  á  otra  persona,  por  ejemplo:  «yo  te  soy»,  natzazu; 
«tú  me  eres»,  zat;  «aquellos  les  son»,  zayezte.  Las  llamo  fle- 
xiones Í7itransitivo-pronominales. 

El  número  de  flexiones  verbales  que  en  cada  tiempo  re- 
sultan, en  el  tratamiento  indeterminado  ó  común,  que  es 
el  que  hemos  de  estudiar  en  detalle,  es  como  se  demuestra 
en  los  siguientes  cuadros. 

jf\«' Voz  transitiva. 

I.  Flexiones  objetivas.  =  li2.  Tres  de  persona  singular  y 
tres  de  plural  con  jicusatWo_sin¿[u  «yo  lo  como,  nosotros 
lo  comemos»,  etc.  Tres  de  singular  y  tres  de  plural  con  ^qxí- 
sativo  plurahjyo  los  como,  nosotros  los  comemos»,  etc. 

IL  Pronominales  =  10.  Dos  de  singular  y  dos  de  plural 
con  régimen  dJ_recto  de  primera  persona  siiigular;  «tú  me 
ves,  vosotros  me~^^»,  etc.DoslI'e~sml>ñílaF'y  oos  de  plural, 
con  régimen  directo  de  segunda  persona  singular:  «yo  te  veo, 
nosotros  te  vemos»,  etc".  Dos"  de  shigHilar  y  dos  de  plural  con 
reg.  dir.  do  primera  persona  de  plural:  «tú  nos  ves,  vosotros 


—aba- 


nos veis»,  etc.  Dos  de  singular  y  dos  de  plural  con  i\'g.  dir.  de 
segunda  ijei^^uia  jDhjral:  «yo  os  veo,  nosotros  os  vemos")". 

III.  Ol5etivo-pronominales.  =  56.  Tres  de  singular  y  tres 
de  plural  C;On_acusa1:ivo  singular;  id.,  id,,  con  acusativo  plu- 
ral:, las  doce  flexiones  con  régimen  indirecto  de  tercera  per- 
sona sinfflllar. — Tres  de  singular  y  tres  de  plural  con  acusa- 
tivo  singular]  id.,  id.,  coil  acusativo_j3lj,u:al:  las_doce,  con 
reg.jjjclT  de  tercera  p.e^pjm  jUiíra]^  «Yo  le  veo  lo,''yo'Te  veo 
los,  etc.;  «yo  les  veo  lo,  yo  les  veo  los»,  etc. 

Dos  de  sino'ular  y  dos  de  plural  con  acusativo  sincni- 
lar;  id.,  id.,  con  ac u s attvo_£lural :  las  oclio  flexiones  con 
rég.  ind.-de  primera  i^iersona  sin.^ular. — Dos  de  singular  y 
dos  de  plural  con  acusativjO__sin^ular;  id.,  id.,'  con  acusativo 
plural^las  jocliQ  con  rég.  i nd.  de  primera  persona  pIuf"aTr<<Tu. 
me  lo  ves,-  liTme  los  ves»,  etc.;  tii  nos  lo  ves,  tú  nos  los 
ves,  etc. 

Dos  de  singular  y  dos  de  plural  con  acusativo  singular; 
id. ,17177  con  acusativo 'plural:  las  ocjio,  coirrég."ind,  de_,j£z. 
gunda  persona  singular.— Dos  dé^'^singular  y  dos  de  plural 
con  acusativo  singular;  id.,"~Kl.,  con  acusativo  plural:  las 
ocho^con  rég.  ind.  de  segunda  p^ersona  plur¿d.  «Yo  te  lo 
vetT;"f  o  te  los  veo,  etc.;  (jo  os  lo  veo,  yo  os  los  veo»,  etc. 

Tomando  por  base  la  flexión  correspondiente  d  la  terce- 
ra persona  de  singular,  sujeto  del  verbo,  que  existe  en  todas 
las  categorías  de  flexiones,   se  levanta  el  siguiente 

Cuadro  demostrativo  de  las  relaciones  expresadas  por  Ja  vo.^ 
.  transitiva  del  verbo  hascongado.  ' 

i.  Flexiones  ohjetivas.    . 


El  ^1  Obtiene. 
El  los,  tiene. 

Dü DITU.^ 


1    Las  flexiones  quo  sirven  ele  ejeunilo,  están  tomadas  clel  vevlio  gnípnsjcoano, 


— a;jO— 


II.  Flexiones  ohjetlvo-pronoml nales. 

C2.")  (3.")  (4/) 

El  me  lo  tiene. — El  te  jo^tiene. — E 1]^ tiene  _lo^ — • 
El  iñe  los  tiene. — ElTe  los  tiene. — El  le^^tiene  los. — 

DIT DIZKIT      . DIZU DIZKI/U.—    DIO^DIZKIO   . ■ 

('>.")  (<>.'^)  (7.") 

El  nos  lo^  tiene. — El  os  lo  tiene.— El  les_  tiene  ^o. 
El  n'ós'los  tiene. — El  os  los  tiene, — El  les  tiene  los. 


LUCrU         DiZllilüU  ."  DIZKIZÜTE.         '  DIZKIOTE, 

III.  Flexiones  pronominales, 

{S.")  (9:)  (10.")  (11.0 

El  me  tiene. — El  te  tiene. — El  nos  tiene. — El  os  tiene. 

^ZU.       . ■      'zUTU.      . GAITU.       . — •    Z^ímiZTE. 

Ahora  pasemos  al  examen  del  número  de  flexiones  que 
resultan  en  cada  uno  de  los  tiempos  de  la  voz  intransitiva, 
según  el  tratamiento  prefijado. 

15, Voz     INTRANSITIVA. 

I.  Directas — G.  Tres  de  persona  singular  y  tres  de  plu- 
ral. 

II.  Pronominales — 28.  Do§  de  singular  y  dos  de  plural 
con  rég.  ind.  de  primera  persona  do  singular:  Tfií  me  eres», 
etc. — Dos  de  singular  y  (los  de  plural  con  rég.  ind.  de  se- 
gundajiersona  de  singular  «yo  te  soy»,  etc. — Dos  de  singu- 
lar y  dos  de  plural,  con  rég.  ind.  depmnerajersona  dü- 
pluralT^tú  nos  ores»,  etc. — Dos  de  singular  y  dos  de  plural 
con  rég.  ind.  de  segaiijla.piU^Qlla.xlü^iluvah  ayo  os  soy-,  etc. 
— Tres'de'sínguiar  y  tres  de  plural  con  rég.  ind.  de  tercera 
ra  peí'sona  de  plural:  «yo  les  soy»,  etc. 


-331— 


Cuadro  demostrativo  de  las  relaciones    expresadas  por    la 
voz  intransitiva  del  verho  hascongado. 

I. — Flexiones  dieectas. 

El  es. 
Ellos  sen. 

DA DIRÁ. 


11.  Flexiones  pironominales. 


2. 


El  ine  es. 
Ellos  me  son. 

ZAT-ZAZKIT. 

El  nos  es, 
Ellos  nos  son. 

ZAGU-ZAZKIGU. 


3  tt  t  .- 

El  te  es.  - 
Ellos  te  son. 

ZATZU-ZAZKITZU. 

El  os  es. 
Ellos  os  son. 

ZATZUTE-ZAUKITZUTE. 


El  le  es. 
Ellos  le  son. 

ZAYO-ZAZKIO. 

El  les  es. 
Ellos  les  son. 

ZAYE-ZAYEZTE, 


Cada  una  de  éstas  relaciones  «á  mí»,  «á  él»,  «lo»,  «los», 
etc.,  constituye  una  categoría,  y  las  he  numerado  para  hacer  . 
más  fácil  las  referencias  en  las  observaciones  comparativas 
de  los  diversos  dialectos,  tiempos,  modos  y  flexiones.  Así, 
por  ejemplo,  si  al  examinar  las  ilexiones  objetivas  del  pasado 
del  condicional  nukean,  nitukean,  etc.,  dijese  que  se  deriva- 
van  de  las  flexiones  de  la  misma  categoría  del  futuro  de  di- 
cho tiempo,  se  entenderá  que  me  refiero á  las  objetivas  nu- 
KE,  NiTUKE,  etc.,  puosto  quc  ambas  tienen  el  mismo  núme- 
ro de  orden  en  los  tiempos  (el  primero).  Si  al  examinar  las 
flexiones  «á  vosotros»  del  presente  dizutet,  dizkizutet,  etc., 
dijere  que  se  derivan  de  las  de  la  catet^'oría  tercera  del  mis- 
mo tiempo,  enseguida  hallaremos  las  flexiones  dizut-dizki- 
zuT,  etc.;  gracias  á  ésta  numeración,  y  sin  más  que  señalar 
la  clase  de  voz  y  el  número  de  las  personas,  podremos  ma- 
nejar, sin  gran  embarazo  el  gran  cúmulo  de  formas  verbales 
de  la  conjugación  bascongada. 


El  Principo  J3ona])avte,  en  el  cuadro  preliminar  tercero 
do  su  \'erbü  hascongculo  expresa  las  reliiciones  antedichas 
en  la  siguiente  forma: — Kelación  de  sujeto árégimenindirec- 
to.  DA  «él  es»,  z.VYo  «él  le  es». — Relación  de  sujeto  á  régimen 
directo,  ñau  «ól  me  ha»,  du  «él  lo  ha». — llelaciónde  sujeto  á 
régimen  directo  é  indirecto  ala  vez,  dit  «él  me  lo  ha»,  dio  «él 
lo  ha  lo».  No  me  he  atenido  á  esta  clasificación,  porque  no 
obstante  ser  exactísima  y  científica,  no  la  hallo  muy  expedi- 
ta para  un  trabajo  en  el  cual  hay  que  hacer  muchas  referen- 
cias á  éstas  relaciones.  He  preferido  caracterizarlas  con  cali- 
íicativos,  que  siempre  se  manejan  con  mayor  soltura. 

Las  relaciones  objetivas ,  pronominales ,  etc. ,  que 
se  acaban  de  ver.  Jas  sabe  expresar  el  verbo  bascoongado 
indicando  en  la  misma  flexión  la  calidad  de  las  pesonas  á 
quienes  dirijimos  las  palabra.  Sobre  éste  punto  dice  muy 
discretamente  el  P.  Zabala:  «He  dicho  que  es  propio  y  pecu- 
liar dql  vascuence  el  tener  conjugaciones  corteses  y  familia- 
res. Ciertamente,  las  antiguas  lenguas  no  las  conocieron, 
y  entre  los  hebreos,  caldeos,  persas,  árabes,  griegos  y  roma- 
nos se  tutearon  mutuamente,  y  en  unos  mismos  artículos, 
el  esclavo  y  el  señor,  el  vasallo  y  el  rey.  Tampoco  las  tienen 
las  modernas,  y  si  en  ellas  se  vé  practicada  la  distinción  de 
tratos,  no  es  por  medio  de  diversas  conjugaciones,  sino,  ó 
por  multitud  de  pronombres,  como  lo  hacen  los  japoneses, 
ó  tratando  de  tercera  persona  á  la  primera  y  segunda  como 
los  chinos,  ó  á  sola  la  segunda  como  los  españoles,  italianos, 
alemanes,  griegos  modernos,  va,lacos,  húngaros;  6  de  según 
da  de  plural  á  la  singular,  como  los  mismos  españoles,  fran- 
ceses, ingleses,  etc.^ 

Los  tratamientos  son  cuatro:  a)  el  indeterminado;  h)  el 
familiar,  que  se  subdivide  en  masculino  y  femenino;  r)  el 
rspetuoso  y  d)  el  diminutivo.  De  considerarse  al  masculir.oy 
femenino  del  familiar  como  tratamientos  separados—según 
lo  hacen  algunos  tratadistas— resultan  cinco.  Este  es  el  cri- 
terio del  Príncipe  Bonaparte. 

Llamo  yo  tratamiento  indeterminado  al  que  los  gramá- 

1    El  Verbo  icg.  Vascony.  \k\.'¿.  5 


—333— 

ticos  del  país  acostumbran  denominar  «cortés»;  ó  sea,  á  las 
ñexiones  correspondientes  ai  zu.  Le  doy  el  nombre  de  inde- 
terminado, porque  al  revés  de  los  restantes,  no  especifica 
ni  el  sexo,  ni  la  edad  de  la  persona  con  quien  se  habla,  poro 
si  que  á  quien  se  trata  es  «ccm  coniedíinieiüo  ij  cortesiü)). 

El  tratamiento  familiar  es  el  correspondiente  al  pronom- 
bre i-iK,  EU-EUK  etc.;  con  el  masculino  se  dirige  la  palabra  cá 
los  varones,  y  con  el  femenino  á  las  hembras.  Estas  ñexio- 
nes, según  Zabala\  se  llaman  de  itano  en  Bizcaya,  y  de  ita- 
To  en  Guipúzcoa.  Son  objetivas  singulares  y  plurales,  prono- 
minales, objetivo-pronominales,  directas  y  pronominales  iu- 
transitivas,  lo  mismo  que  las  de  zu.  Una  advertencia;  las 
flexiones  relativas  á  la  segunda  persona  de  plural  son  las 
mismas  del  tratamiento  indeterminado;  por  lo  tanto  hay 
que  rebajarlas  del  número  de  las  flexiones  del  familiar.  La- 
rramendi,  á  pesar  de  su  pericia,  creyó  que  las  flexiones  fa- 
miliares únicamente  existid n  en  las  que  podemos  llamar 
formas  locutivas  ó  parlamentarias,  porque  sirven  para  dirigir 
la  palabra  á  una  persona.  Pero  la  mayoría  de  ios  gramáticos 
posteriores,  á  contar  desde  el  padre  Zabala,  yá  fuesen  natu- 
rales, yá  extranjeros,  conocieron  la  conjugación  familiar  ín- 
tegra. 

Este  tratamiento  es  riquísimo,  gallardo,  y  típicamente 
euskaro.  En  España  está  en  complela  decadencia.  «Los  bas- 
congados  españoles  se  han  poseído  comúnmente  de  la  idea 
de  que  es  un  tratamiento  demasiado  bajo  y  descortés.  Mas 
ésta  preocupación  ha  debido  su  principio  y  fomento,  á  los 
que  hablando  habitualmente  el  castellano,  ó  ignoran  los 
artículos^  de  diclni  lengua,  ó  los  saben  mal,  ó  á  lo  menos, 
quieren  nivelar  el  vascuence  por  las  reglas  y  gusto  de  aquel.... 
Así  es  que  ha  desmerecido  más  en  las  villas,  caminos  reales, 
y  pueblos  limítrofes  á  estos,  ó  al  país  castellano.  En  los  de- 
más, ta,mpoco  está  tan  en  boga  como  estuvo  antiguamente; 
y  apenas  se  da  de  ordinario  á  los  jóvenes  adultos))^ 


1  Zabala.  El  verbo  reg.  vascong.  pAg.  G 

2  Flexionefs,  ou  mi  terminología. 

3  Faclro  Zabala.  El  verbo  reg.  vascong.,  piíg.  107, 


—334— 

La  conjugación  en  zu  ha  ocupado  paulatinamente  él  lu- 
gar de  la  de  i-ik,  etc.,  así  es  que  ha  parecido  oportuno  in- 
ventar otra  manera  de  hablar  más  ceremoniosa.  Y  esto  se 
ha  conseguido  usando  de  las  ilcxiones  de  tercerii  persona  de 
singular, — y  del  pronombre  berori,  con  lo  cual  resulta  el  con- 
tubernio, que  ya  lo  poseen  otras  lenguas  de  muchas  campa- 
nillas,—de  un  pronombre  de  segunda  persona  y  una  ñexión 
de  tercera.  La  filosofía  de  esta  invención,  dice  severa  y  atina- 
damente el  Padre  Zabala,  que  corre  parejas  con  «la  ignoran- 
cia, irrefiexion  y  capricho»  de  sus  nutores.^ 

Los  basco-franceses,  conservan  la  donosa  y  abundante 
conjugación  de  tk,  en  el  lenguaje  vulgar  y  en  el  literario.  Por 
lo  que  siendo  de  tanto  mérito  y  riqueza,  no  puedo  por  me- 
nos de  suscribir  al  parecer  del  sabio  tratadista  bizcaino:  «si 
conservamos  algún  cariño  á  éste  nuestro  idioma  patrio,  que 
tanto  honor  nos  hace,  á  este  tan  antiguo  idioma  que  ignora 
la  fecha  de  su  origen,  tan  hermoso  que  se  va  haciendo  céle- 
bre en  Europa,  y  le  estudian  algunos  que  nacieron  lejos  del 
Pirineo  occidental,  ó  si  al  menos  tenemos  algo  de  buen  sen- 
tido, debemos  procurar  que  refiorezca  este  tratamiento  filo- 
sófico, formado  con  el  más  delicado  primor  y  esquisitez,  y 
que  lleva  en  sí  la  marca  de  la  sabiduría  de  su  inventor,  que 
por  medio  de  él  y  del  de  zu,  sapo  hermanar  la  propiedad  del 
trato  de  las  personas  que  habla,  á  quién  habla,  y  de  (|uién 
habla,  con  la  cortesía  y  llaneza  de  aquel  con  quien  se  trata»." 

El  tratamiento  respetuoso,  ó  lo  que  es  igual,  un  trata- 
miento superior  al  zu,  existe  solo  en  el  dialecto  suletino;  por 
ejemplo:  xüzü  corresponde  á  niz  «yo  soy»,  düzü,  á  da  «él  es», 
DizÜT,  á  DÜT  «yo  lo  he»,  dizü,  á  dü  «él  lo  ha».  No  existen  fie- 
xiones  correspondientes  á  las  segundas  personas  de  singu- 
lar y  plural,  porque  como  ésta  forma  respetuosa  estriba  en 
relacionar  la  acción  al  interlocutor,  y  las  Üexiones  indeter- 
minadas ya  la  han  relacionado,  de  ellas  no  pueden  ya  vol- 
verse á  valer. 

La  elección  de  la  clase  de  Üexiones  sufre  la  inlluencia 
del  diálogo,  especialmonto   si  os  clumcoro  ó  jocoso,  el  cual 


1  El  verbo  reg.  vascong.,  \»'hí.  109. 

2  1<1.,  id.,  i'iif,'-  lOa. 


se  aviene  muy  bien  con  el  tratamiento  familiar.  Cuando 
queremos  marcar  que  dirigimos  directamente  la  palabra  á 
nuestro  interlocutor,  tanto  en  la  voz  transitiva  como  en  la 
intransitiva,  podemos  sustituir  las  flexiones  objetivas  y  direc- 
tas con  agentes  de  primera  y  tercerapersonas,  por  las  prono- 
minales de  segunda  persona;  por  ejemplo:  en  lugar  de  decir, 

NIK  OEEA  BAÑO  LEN,  BETI  UE  BEDEINKATUA  ABTUTEN  dot  (b.)  «yO, 

antes  de  ir  á  la  cama  siempre   tomo  agua  bendita»,  se  dirá 

NIK  OERA  BAÑO    LEN,    BETI    UR    BEDEINKATUA    ARTUTEN     d(Uítsuf, 

«antes  de  ir  á  la  cama  siempre  te  tomo  agua  bendita»;  en  lu- 
gar de  decir,  erri  orretan  askotan  egon  naz  (b.)  «en  éste 
pueblo,  muchas  veces  lie  estado)),  se  dirá  erri  orretan  asko- 
tan egon  natzatzu  «en  este  pueblo  te  he  estado  muchas  ve- 
ces», reemplazando  deutsut  «yo  te  lo  he»,  por  deutsuet  «yo 
os  lo  he»  y  natzatzu  «yo  te  soy»,  por  natzatzue  «yo  os  soy», 
si  se  habla  á  varias  personas.^ 

De  igual  suerte  en  la  voz  intransitiva  las  flexiones  di- 
rectas de  primera  y  tercera  persona,  se  sustituyen  con  las 
flexiones  objetivas  y  pronominales  transitivas  de  primera 
y  tercera  con  agentes  de  segunda,  nozu  «tú  me  has»  en  vez 
de  naz  «yo  soy»,  dozu  «tú  lo  has»,  en  vez  de  da  «el  es»,  etc., 
y  las  flexiones  directas  intransitivas  de  segundas  personas 
por  las  pronominales  transitivas  de  segunda  persona;  por 
ejemplo,  como  escribió  Larregui  en  su  tcstament  zaharreko 

HISTORIA,    ¿ÑOR    Zaitut    ENE  SEMEA?    CU    VeZ  de    ¿ÑOR   zeva  ENE 

semea?  «¿quién  te  tengo,  hijo  mío?»,  en  vez  de  «¿quién  eres, 
hijo  mío'?».^  Por  lo  tanto,  no  solo  existe  la  sustitución  de  fle- 
xiones en  cuanto  á  las  personas  dentro  de  la  misma  voz, 
sino  lo  que  es  más  extraordinario^  la  sustitución  de  flexio- 
nes en  cuanto  á  las  personas  y  á  la  voz. 

El  tratamiento  diminutivo  lo  posee  el  dialecto  bajo- 
nabarro  oriental,  y  sirve  para  dirigir  la  palabra  á  los  niños. 
No  tenemos  para  que  ocuparnos  en  él,  pues  se  sale  de  nues- 
tro asunto.  Quien  desee  conocerlo  á  fondo  debe  consultar 


1  Zabala.  Verbo  req.  vascong.,  púK.  9. 

2  Padre  Zabala.  EÍ  verbo  reg.  vasconq..  p<Í!,'.  9. 

3  De  la  primera  cxistcu  ejemplos  algo  parecidos  en  el   francés   vulgar  j'avuiís  «yo  habe 
tuo8  (lit.),  etc. 


-330  — 

el  Decimocuarto  cuadro  siijiJenioitarío  de  El  Verlo  hascon- 
gado  y  las  excelentes  Notas  que  lo  acoiupañan,  del  Príncipe 
Bonaparte. 

Las  ñexiones  verbales,  llamadas  por  otros  autores  «ter- 
minativos, terminaciones,  artículos,  desinencias»,  etc.,  se 
presentan  bajo  un  doble  aspecto  á  nuestra  vista:  ó  bien 
signitícan  de  una  manera  absoluta  la  idea  que  va  en  ellas 
encarnada,  dauka.t  «yo  lo  tengo»,  zabiltza  «tu  andas»,  zuen 
«él  lo  liabía»,  ñau  «él  me  ha»,  ó  bien,  además  de  la  idea  ca- 
racterística ó  propia,  expresan  otra  idea  accesoria,  que  mo- 
difica á  la  principal;  daukadana«1o  que  yo  tengo»,  zabiltzala 
«que  tú  andas»,  etzüen  «él  no  lo  había»,  banau  «ciertamente 
él  me  lo  ha».  A  las  primeras  las  llamo  ñexiones  capitales,  á 
las  segundas  alteradas. 

Las  flexiones,  por  su  forma,  no  obstante  sus  diferencias, 
se  derivan  de  dos  tipos  principales ,  que  las  engendran  por 
medio  de  modificaciones  diferentes.  Estos  dos  tipos,  sobre 
todo  en  el  dialecto  guipuzcoano,  están  comprendidos  en  el 
presente  y  el  pasado  del  indicativo.  «El  presente  y  el  pasado 
del  indicativo  pueden  ser  considerados  como  los  dos  únicos 
tiempos  radicales,  mientras  quelos  demás  no  son  sino  sus  deri- 
vados ó  tributarios».^  K  estos  tiempos  y  sus  flexiones  los 
llamaré  matrices,  y  á  los  otros  derivados.  Gracias  á  esta  dis- 
tinción cabe  establecer  un  orden  morfológico,  altamente 
nienemotécnico  en  la  exposición  de  las  flexiones,  reservando 
el  golpe  de  vista  sintético  del  verbo  conjugado,  para  los  cua- 
dros sinópticos. 

Además  de  los  auxiliares,  el  nombre  verbal  suele  valerse 
de  ciertos  otros  nombres  verbales,  para  alterar  el  valor  de 
los  tiempos.  Dichos  verbales  que  son  gura  (b.)  nai  (b.  g.) 
NAHí  (1.  s.)  «voluntad  (querer)»;  al  (b,  g.)  ahal  (1.  s.)  «poder»; 
01  (b.  g.)  oHi  (1.  s.)  «costumbre  (acostumbrar)»;  beak  (b.  g.) 
BEHAR  (1.  s.)  «necesidad»;  uspe  (c.)  «opinión,  creencias  (opi- 
nar, pensar)»;  jiaite  (c.)  «queridj  (querer)»;  Eius3  (h.  g.)  aua- 
zo  (1.)  ERAzi  (s.)  «hacer  ejecutar,  forzar»;  e/in  (c.)  «no  poder» 


1    Bonaparte.  Lo  Vcrbe  basque,  p/i^'.  V^, 


—337— 

han  sido  denominados  por  Mr.  Van  Eys  «invariables».^  Este 
calificativo  no  les  cuadra;  veremos  que  para  el  fiitm-o  y 
tiempos  compuestos  como  él,  varían  como  los  demás  ver- 
bales. Yo  los  llamo  modijicativos,  porque  modifican  el  valor 
ordinario  del  verbo.  De  ellos,  así  como  de  las  flexiones  ca- 
jntales  me  ocuparé  cuando  haya  dado  á  conocer  completa- 
mente la  conjugación  periíVásica  y  sencilla,  transitiva  é  in- 
transitiva de  los  cuatro  dialectos. 

Ni  en  los  modos,  ni  en  los  tiempos  de  estos  convienen 
los  tratadistas.  Pero  ello  se  debe,  no  á  la  confusión  é  inde- 
terminación del  mismo  verbo,  sino  al  concepto,  más  ó  me- 
nos exacto,  que  cada  autor  forma  de  las  conjugaciones. 
Astarloa  y  Zabala,  por  ejemplo,  constituyen  modos  especia- 
les con  los  verbales  modificativos  y  resultan  los  modos  «vo- 
luntario», «forzoso»,  «penitudinario»,  etc.,  que  otros  no  admi- 
ten. Como  los  tiempos  son  simples  y  compuestos,  y  estos  se 
obtienen  combinando  los  nombres  verbales  entre  sí,  resulta 
un  desarrollo  de  tiempos  perfectamente  lógicos  y  compren- 
sibles hasta  por  los  más  toscos  bascongados,  pero  que  acaso 
no  se  usan  en  absoluto,  ó  son  de  poca  circulación.  Las  dis- 
crepancias de  los  tratadistas,  de  las  que  tanto  se  ha  abusado 
para  roer  miseraijlemente  la  amplitud  del  verbo  bascongado, 
bajo  el  pretexto  de  una  conjugación  primitiva  que  ciertos 
lingüistas  hallaron  en  los  archivos  de  su  imaginación,  es 
más  aparente  que  real.  Todo  queda  reducido,  en  cuestión 
de  modos,  á  trasladar  las  modificaciones  de  la  acción  expre- 
sada por  el  verbo,  de  esta  á  aquella  sección.  Tanto  le  mon- 
ta, al  que  no  se  para  en  frases,  que  se  diga  es  del  modo  vo- 
luntario la  flexión  compuesta  nai  det  «yo  quiero  (yo  he  vo- 
luntad)», como  es  que  se  diga  del  modo  indicativo  modificado. 
Y  en  cuanto  á  los  tiempos  compuestos,  aunque  la  acusa- 
ción tenga  visos  de  más  fundada,  no  trae  consecuencia;  la 
riqueza  del  verbo  no  estriba  en  unas  cuantas  combinaciones, 
máspó  menos  usadas,  de  los  nombres  verbales,  sino  en  las 
flexiones  diferentes  que  los  acompañan  y  que  son  de  todos 
conocidas  entre  los  bascongados. 


1    Gram,comp.,  pág.  12G. 

23 


—338— 


Los  modos  pueden  dividirse  en  originu-ios  y  derivativos. 
Los  originarios  son  seis:  indicativo,  condicional,  imperativo 
subjuntivo,  potencial  y  consuetudinario.  Los  derivativos  son 
los  supositivos  del  potencial  y  del  condicional,  y  el  optativo. 
Dicha  división  lia  de  considerarse  como  una  aplicación  de  la 
délas  ñexiones  en  matrices  y  derivadas;  pero  esta  es  mucho 
más  honda  porque  se  refiere  á  la  derivación  Üexional,  y  más 
extensa  á  la  vez,  porque  comprende  á  la  segunda. 

En  los  verbos  auxiliares,  son  simples  tres  tiempos;  el 
presente,  pasado  y  futuro.  En  materia  de  modos  y  tiempos 
simples,  yo  parto  de  ia  clasificación  del  Príncipe  Bonaparte, 
difiriendo  en  que  doy  cabida  al  consuetudinario  bizcaino  y 
en  otras  varias  modificaciones  que  nada  importa  expresar.  De 
los  tiempos  compuestos,  conservo  los  de  más  usual  empleo 
que  enumera  El  Verbo  bascongado,  obra  que, — bueno  es 
advertirlo  de  pasada, — no  contiene  una  sola  forma  que  no 
esté  en  uso  entre  las  gentes  del  camp;)  de  aquí  ó  de  allí  del 
país  basco-nabarro,  habiendo  sido  r  cogidas  todas  de  boca 
de  ellas. 

Las  conjugaciones  de  los  diversos  dialectos  se  diferen- 
cian también  entre  sí  por  el  número  de  tiempos  y  modos 
que  conocen.  Más  adelante  detallaremos  esta  indicación. 


-339— 


CAPÍTULO  XII. 

EL    NOMBEE    VERBAL. FOEMACIÓN    DE    LOS     TIEMPOS 

COMPUESTOS. 

I. 

El  nombre  verbal,  que  en  cuanto  á  las  personas,  modo 
y  tiempo  ha  de  desarrollar  su  propio  significado  mediante 
los  auxiliares,  reviste  varias  formas.  Y  como  es  un  verdade- 
ro nombre,  puede  recibir  la  mayor  parte,  si  no  todos,  de  los 
sufijos  que  se  aglutinan  al  nombre  propiamente  dicho,  ya 
previas  algunas  alteraciones  fonéticas,  ya  sin  alteraciones 
de  ninguna  especie. 

En  todo  nombre  verbal,  como  en  todo  otro  nombre,  hay 
que  distinguir  el  tema,  llamado  por  otros  ((radical».  El  tema 
verbal  es  aquella  porción  del  vocablo  á  la  cual  se  unen,  per- 
maneciendo ella  invariable ,  la  mayor  parte  de  los  sufijos 
que  han  de  modificar  su  significado.  Y  digo  la  mayor 
parte  porque  algunos  de  estos  se  aglutinan  pura  y 
simplemente  al  nombre  verbal  mtegro.  El  tema  se  obtiene 
nada  más  que  con  suprimir  la  sílaba  final  del  sustantivo  ver- 
bal en  locativo,  ó  la  última  y  la  antepenúltima  si  el  locativo 
se  .ha  formado  con  el  nombre  verbal  íntegro.  Siendo  eroei- 

TZEN,    IKUSTEN,    IBILLTZEN ,    ADITUTZEN   VCrbalcS     CU    locativO, 

EEOE,  iKus,  iBiLL,  ADi  sou  los  tcmas  vcrbalcs.  En  los  dialec- 
tos basco-españoles  el  empleo  del  tema  obedece  á  razo  íes 
meramente  eufónicas,  y  no  á  razones  sintáxicas,  como  en 
los  basco-franceses.^ 

El  nombre  verbal  es  la  palabra  que  designa  á  un  verbo, 
ó  sea,  su  propio  nombre.  Expresa  la  idea  verbal  con  la  ma- 
yor indeterminación  de  que  es  susceptible  el  sistema  de  la 
conjugación  euskara.  Así  se  explica  el  que  sea  siempre  tra- 
ducido por  el  infinitivo  de  otras  lenguas,  por  más  que  su  tra- 
ducción exacta  corresponda  á  un  participio  pasado.  Hecha 


1    Bonaparte.  Le  Verbe  basque.  Ciuq.  tab.  prelim. 


-aló- 
la advertencia,  me  conforumré  á  la  oo^fcumbre  general;  por 
ejemplo:  nai  det  erosi,  la  tradiiciró  «yo  lo  (juiero  comprar»,  en 
vez  de  «yo  lo  ipiiero  comprado»  y  croo  que,  no  ol)stanto  el 
significado  material  de  la  palabra  en  cuesti()n,  la  traducción 
primera  será  ideológicamente  más  exacta.  Atendidas  la  inde- 
terminación y  el  significado  literal  de  este  nombre,  lo  deno- 
minare'" adjetivo  verbal  indefinido,  reservando  el  calificativo 
do  «nombre  verbal»  á  socas,  para  designar  á  todas  las  formas 
de  que  me  ocupo  en  esta  sección.  Termina  en  n,  i,  tu,  e,  o, 
L,  A,  Du';  por  ejemplo:  iragan  «pasar»,  egin  «liacer»,  ihun  «hi- 
lar», EGON  «estar»,  entzun  «oir»,  ibilli  «andar»,  garbitu  «lim- 
piar», ERRE  «quemar»,  jo  «pegar»,  atera  «arrancar»,  ondú  «me- 
jorar», etc. 

Sirve  también  el  adjetivo  verbal  indefinido  para  indicar 
la  privación  ó  carencia  de  la  idea  del  verbo,  mediante  la  su- 
fijación  de  gabe;  emangabe  «sin  dar»,  erakutsigabe  «sin  ense- 
ñar» y  para  traducir  las  oraciones  castellanas  que  llevan  Jia- 
hieiulo  ú  otro  gerundio,  siempre  que  se  le  liaga  seguir  la  con- 
junción ¿'fa,  aglutinándola;  por  ejemplo:  jxj^eta,  bereala 
JOAN  ZAN  «habiendo  comido,  se  fué  (comer  y,  se  fué,lit,)».  Y 
para  manifestar  la  posterioridad  de  una  acción  ejecutada, 
sufijándole  al  adjetivo  verl)al  el  sufijo  instrumental  y  el 
adverbio  gero  con  la  gutural  endurecida;  jan  ezJci^ro,  joan 
ZAN  «después  de  comer,  se  fué>;  ikusi  ezJiero,  eman  dio  «des- 
pués de  ver,  le  dio».  Con  la  negación  ez  prefijada,  suple  á 
las  segundas  personas  del  imperativo  y  del  subjuntivo:  ez- 
KENDU  orí  «no  quites  ó  quitéis  eso»,  en  vez  de  etzazu  kendu 
orí  ó  kendu  ez  dezazula  ori."^ 

El  sustantivo  verbal  se  obtiene  suíijando  al  adjetivo  ver- 
bal indefinido  las  sílabas  tzen,  ten  ó  tan.  Si  éste  termina  en 
consonante  se  elide,  y  se  le  añ^de  ten  en  los  cuatro  dialec- 
tos; por  ejemplo:  de  joan  «ir»,  joaten  (g.)  «en  ir»;  de  van  «co- 
mer, YATEN  (1.)  «en  comer»,  de  eramon  «llevar»,  eramoten 
(b.)  «en  llevar»;  de  iragan  «j^isar»  iragaten  (s.)  «en  pa- 
sar». Si  termina  en  vocal,  puede  formarse  de  dos  maneras: 


1    Víase  la  Ñola  50  do  Mr.  Víhkoh  al  Ensayo  ilü  llibar> ,  y  la  Observación  coniluliva  iKl  l'iiu- 
cil>u  Hoimi>artc.    -i^' 

Ü    Laidizábal.  Gram.  vascon.,  l)^l^í.  05. 


a).  Aiu'.diéndole  la  sílaba  tzen  al  iiidelinido;  de  aditu  (íoir», 
aditüízen;  de  ibilli  «andar»,  ibilliizen.  h).  Suprimiendo  la 
últimí  sílab:i;  de  aditu,  aditzen;  de  ibillí,  ibilltzen.  Las 
primeras  son  formas  íntegras;  las  segundas  contraidas.  Si 
la  letra  que  precede  á  la  sílaba  suprimida  es  alguna  sibilan- 
te, en  lugar  de  tzen  se  usa  ten;  de  azi  «crecer»,  azten;  de 
iKUSí,  «ver»  ikusten;  de  oinetsi  «agradar»,  (inesten.  Lo  dicho 
reza  con  el  dialecto  guipuz^coano.  El  bizcaino  en  todo  caso 
usa  de  ten;  deituten  «en  llamar»,  argiten  «en  alumbrar»,  idi- 
GiTEN  «en  abrir».  Los  dialectos  basco-franceses  prefieren  las 
formns  contraidas,  pues  las  íntegras,  más  son  excepcionales 
que  otra  cosa,  aun  dentr  )  del  bizcaino  y  guipuzcoano.  El 
labortano  sigue  á  éste  en  cuanto  á  la  influencia  de  las  sibi- 
lantes: haüsten  «en  el  romper»,  de  hautsi;  rusten  «en  el  ya- 
ciar»,  de  hutsi;  en  lo  demás,  se  vale  de  tzen:  eskontzen  «en 
el  casar»,  de  ezkondu;  pagatzen  «En  el  pagar»,  de  tagatu.  El 
suletino  observa  la  regla  de  las  sibilantes,  pero  simultanea, 
el  ten  con  el  tzen,  dando  mayor  preferencia  á  éste  último: 
por  ejemplo;  eskuntzen  «en  casar»,  aiígitzen  «en  alumbrar», 
BUSTiTEN  «en  mojar»,  idokiten  «en  abril-». 

Los  sustantivos  verbales  bizcainos  terminados  en  etan 
son  los  que  en  el  indefinido  acaban  en  aii,  iu,  clu  ó  en  a  ó  r. 
Los  en  au,  da  y  a  cambian  dichas  finales  en  etan;  los  en  lu 
no  cambian  en  etan  más  que  la  ii  íinal ,  y  los  en  p  añaden  bi 
final  tan  al  indefinido^;  por  ejemplo,  pagetan  «en  pagar»,  de 
TAGAu:  EZKONETAN  «CU  casar»  ,  de  ezkondu  ;  ateeetan  «en 
arrancar»,  de  atera;  betetan  «en  llenar»,  de  bete.  Los  ver- 
bos GALDu  «perder»,  SALDu  «vender»,  kendu  «quitar»,  artü  «to- 
mar», SARTu  «entrar»  del  mismo  dialecto,  usan  de  tzen  ó 
tzaiten;  saltzen  ó  saltzaiten;  kentzen  ó  kentzaiten.  Los 
acabados  en  el  indeiinido  en  /  la  suprimen  al  tomar  la  sílaba 
TEN,  á  no  ser  que  esté  precedida  de  Ins  guturales  /.'  ó  g;  de 
EGOSi  «cocer»,  egosten;  de  yosi  «coser»,  yosten;  de  imini  «po- 
ner», iminten;  de  idigi  «abrir»;  idigiten."^  El  saletino  presenta 
algunas  pocas  formas  del  sustantivo  verbal  con  /;  por  ejem- 


1  Bonapai-te.  Le  Veró'e  basqje,  Ciiiq.  tab.  iircliiii.  Xo'.a  2. 

2  P.  Zabala.  El  Verbo  reí.  vascong.,  púg.  1  j. 


— 3.1'2- 


plo;  jo/ten  «en  pegar»,  de  jo.  Tanil)ión  deja  oir  esta  i  el  snb- 
dialecto  bizcaiiio  central,  cuando  los  indeñnidos  terminados 
en  /;  revisten  [la  l'ornia  de  sustantivo  verbal;  emoíten  «de 
EMON  «dar»;  izaíten,  de  izan  «ser»/  Ya  sabemos  que  esta  ¿, 
así  como  la  de  tz a/ten  representa  al  verbal  egin  «liacer».^ 

YA  sustantivo  verbal — inútil  parece  decirlo — es  un  nom- 
bre verbal  en  locativo;  desempeña  las  mismas  funciones  que 
el  infinitivo  castellano,  cuando  éste  viene  regido  de  otros 
verbos;  por  ejemplo:  «déjame  comer»,  uztazü  jaten  «en  co- 
mer déjame  (lit.)»;  «no  le  dejaré  beber»,  ez  diot  utziko  eda- 
ten  «en  beber  no  le  dejaré  (lit.)»;  «lo  he  visto  enviar  el  mu- 
chacho», mithilaren  iGOETEN  iKHüsi  DÜT  (s.)  «del  mucliaclio  CU 
enviar  yo  le  he  visto»)  (lit.);  «principia  á  andar»,  basten  da 
EBiLTEN  (s.)  «en  andar  se  principia»  (lit.).  Y  las  de  los  infini- 
tivos castellanos  regidos  de  la  preposición  «de»:  jaten  ema- 
TEN  BADiT  «si  me  da  de  comer»,   ó  «si  me  da  en  comer»  (lit.) 

Existe  una  forma  intensiva  del  sustantivo  verbal.  Bas- 
ta, para  obtenerla,  cambiar  la  n  final  en  v;  el  significado  que 
adquiere  entonces  es  la  de  estarse  realizando  la  acción  en 
aquel  mismo  instante;  por  ejemplo:  egunak  betetzer  ziran 
JAiNKOAREN  SEMEA  GizoN  EGiTEKo  (Lard.)  «SO  cstabau  llcuando 
(entonces  mismo)  los  días  para  que  el  hijo  de  Dios  se  hiciese 
hombre». 

También  suple  el  sustantivo  verbal  en  locativo  á  los  ge- 
rundios del  castellano;   por  ejemplo:  oartu  zanean,  bere  oñ- 

AZPIKO  LURRA  IKARATZEN,  ARRIAR  ZARRAKATZEN,  OBIAK  IDIKITZEN, 

eta  onelako  beste  mirari  asko  egiten,  larritu  zan  (Lard.) 
«cuando  vio  á  la  tierra  temblando  bajo  sus  pies,  á  las  pie- 
dras chocando  unas  con  otras,  á  las  tumbas  abriéndose  y 
aconteciendo  otros  muchos  milagros  de  esta  índole,  se  es- 
pantó».■' 

Suprimiendo  la  n  del  locativo,  queda  el  sustantivo  ver- 
bal indefinido;  heltze  (s.)  (Jlegada»,  joaite  (s.)  «ida»,  igaite 


1    Zabala.  El  Verbo  rcg.  vascong-,  piig.  l.'i. 
a    Virase  011  ol  caiiítiilo  ni,  laa  pá{{s.  líJtí  y  127. 

.1    Tiad.  casi-lit.  «Cuando  ho  apoicibió.    dobajo    dol    pióla  tiena  on  temblar,  las  piodraa 
On  chocar,  lau  tumbas  cu  abrir,  y  otros  muchos  milagros  semt'jantüs  eii  Imcor»  ote 


— 3i3=^ 


(s.)  «subida»,  EMi^TE  (s.)  «dádiva»,  etc.  Son  de  mucho  más  uso 
en  los  dialectos  basco-franceses  que  en  los  basco-españoles. 
Estos  se  concretan,  por  lo  común,  á  un  número  restringido 
de  vocablos,  muy  frecuentes  en  la  conversación;  ízate  «ser, 
existencia»;  eskentze  «ofrecimiento»,  etc. 

Del  sustantivo  verbal  indefinido  procede,  el  sustantivo 
verbal  articulado,  añadiéndole  a;  por  ejemplo:  emjtea  (b.) 
«el  dar»;  damützea  «el  arrepentir»;  gatea  (1.)  «el  ir»;  moKiTEA 
(s.)  «el  abrir»;  irainíen  aztea  ona  da  bañon  parkatzea  obeago 
«es  bueno  el  olvido  de  las  injurias,  pero  el  perdón  mejor»;  gi- 
zünari  beharreziío  da  jatia  (s.)  «el  comer  es  de  necesidad  al 
hombre»;  esatea  eta  egitea  eztirade  gauza  berdinak  «el  de- 
cir y  el  hacer  no  son  cosas  iguales». 

El  adjetivo  verbal  indefinido,  se  traeca  en  articulado,  de 
igual  suerte  que  el  sustantivo;  eroria  «el  caido»,  jana  «el  co- 
mido», EÍ3IÑA  «lo  hecho»,  EMANA  «lo  dado». 

Excepto  en  el  dialecto  suletino,  sirve  para  expresar  la  voz 
pasiva  que  otros  idiomas  poseen;  «se  hacaido),  erori  da;  «está 
caido»,  erori  dago.  Las  oraciones  de  pasiva  se  hacen  con  un 
nominativo  agente,  con  el  adjetivo  verbal  articulado  y  las 
flexiones  de  la  voz  intransitiva;  por  ejemplo;  jaungoikoak 
EGiiXA  IZAN  ZAN  MUNDUA  «cl  muudo  fué  lieclio  por  Dios»,  en 
vez  de  jaungoikoak  egiñ  zuen  mündua  «Dios  hizo  el  mundo». 
Por  imitación  del  castellano  y  del  francés,  algunos,  en  lugar 
de  marcar  el  nominativo  agente  con  su  signo  propio  J¿^  re- 
curren al  sufijo  causal  gatik,  ó  al  instrumental  z:  mündua 
JAUNGOIKOAZ  Ó  JAUNGOIKOAGATIK  EGiÑA  IZAN  ZAN.  Semejantes 
locuciones,  viciosas  hasta  dejarlo  de  sobra  dado  el  genio  de 
la  construcción  bascongada,  deben  de  desterrarse. 

El  adjetivo  verbal  posesivo  se  obtiene  añadiéndole  al  in- 
definido el  sufijo  en;  de  gan  «ir»,  ganen  «de  ir»;  de  eman  «dar», 
EMANEN  «de  dar»;  de  ibilli  «andar»,  ibilliren  «de  andar». 

Sustituyendo  el  sufijo  en  por  el  sufijo  ko,  resulta  el  adje- 
tivo verbal  derivativo;  emango,  ibilliko. 

El  sustantivo  verbal  destinativo  se  forma  del  sustantivo 
verbal  indefinido  añadiéndole  el  mismo  sufijo  ko.  De  etor- 
TZE,  etortzeko  «para  venir»;  de  jate,  jateko  «para  comer»; 
de  edate,  edateko  «para  beber»;  de  busiitz,  bustitzeko  «para 
mojar». 


—311- 


Pnede  suplir  al  imperativo,  cuando  se  liabla  á  alguna 
ó  algunas  personas,  sobre  todo  en  guipuzcoano;  por  ejemplo: 
MAEiYA,  ETOBTZEKo,  «María,  para  venir»,  en  lugar  de  mariya, 
ATOz  «María,  ven».  Keemplaza  á  los  tiempos  del  subjuntivo, 
cuando  vienen  expresos  el  verbo  determinado  y  el  determi- 
nante: TRENTOKOELIZ-BAT/ARREAK  AGINDU  ZUEN  IKASBIDE-LIBURU 

AU  EQiTEKO  «el  Concilio  de  Trento  lo  mandó  éste  catecismo 
para  hacer»,  en  lugar  de  ikasbide-libuku  au  egin  dezaten 
«óste  catecismo  que  lo  hiciesen»;  goazen  ikusteko  «vamos 
para  ver»,  en  lugar  de  goazen  iküsi  uezagun  «vamos,  que  lo 
veamos».  El  P.  Zabala  llama  á  esta  sustitución  del  subjun- 
tivo «elegante»  y  propia  de  «buenos  bascongados»/ 

Con  el  sufijo  directivo  ra,  eat  aglutinado  al  sustantivo 
verbal  indefinido,  se  obtiene  un  sustantivo  verbal  directivo: 
ETORTZEEA  «á  vcnir»,  JATERA  «á  couier»,  bustitzera  «á  mojar». 
Naturalmente,  se  emplea  siempre  que  la  acción  expresada 
supone  un  movimiento:  joango  naiz  ERosrERA«iré  á  comprar»; 
ETORRiKo  ZAZKiGU  CHORTA  BAT  EDATERA  «sc  uos  Vendrán  á  be- 
ber mi  trago». 

'^  ;  Existe  un  adjetivo  verbal  instrumental;  puede  formarse 
de  dos  maneras;  a)  del  adjetivo  verbal  articulado:  b)  del  in- 
definido, con  vocal  de  ligadura,  si  termini  en  consonante: 
ERORTAZ  «del,  por  el  caer»,  janaz  «del,  con  el  comer»,  eroriz 
«de,  con  caer»;  janez  «de,  con  comer». 

Además  de  los  usos  comunes  que  cualquiera  puede  su- 
poner en  vista  de  su  significado,  sirve  para  traducir  los  ge- 
rundios castellanos;  por  ejemplo:  adanek  lanbide  gaizto 
artatik  gaebitu  nayez,  gaizki  egiña  emazteari  ezarri  zion, 

ESANAZ,  FRUrA  DEBESATÜA  ONEGANDIK  ARTU   ZUELA  (Lard.) 

«Adán,  de  a;piella  mala  acción  queriéndose  limpiar  (con  que- 
rer limpiar,  lit.),  lo  malamente  obrado  á  la  mujer  le  lanzó, 
diciendo,  (con  decir,  lit.)  que  tom3  de  esba  íVuta  prohibida». 
El  sustantivo  verbal  instrumental  procede  del  articula- 
do y  del  indefinido;  ikustez,  iküsteaz,  jatez,  jateaz.  Las 
formas  indefinidas  apenas  se  usan  en  los  dialectos  de  Espa- 
ña. La  aplicación  de  unas  y  otras,  que  oa  la  propia  de  sus 

1    El  verbo  reg.  vascong.,  iiúg.  28, 


respectivos  significados  literales ,  se  comprende  con  el  si- 
guiente ejemplo:  ezta  erraz  bidé  haeen,  eta  handik  iragai- 

TEAZ  HABTU  DUEN  USANTZAREN,  ABIADUREN  ETA  LASTERRAREN 

GAL  ARAZiTZEA,  (Ax.)  «no  cs  fácil  de  aquel  camino  y  de  allí 
con  el  pasar  del  que  tomó  la  costumbre,  el  curso  y  la  pres- 
teza el  hacer  perder». 

El  sufijo  interrogativo-nega.tivo  se  une  al  adjetivo  verbal 
indefinido  y  resulta  un  adjetivo  verbal  infinitivo;  de  bildu 
«reunir»,  bildurik;  de  JO  «pegar»,   jorik;  de  saldu    «vender», 

SALDURIK. 

Expresa  en  bascuencc  lo  que  en  castellano  el  participio 
pasado  compuesto,  ó  sea  la  combinación  del  gerundio  y  del 
participio  pasivo;  por  ejemplo:  kainen  pozonia  jainkoak  eza- 
GUTURiK  (Lard.)  «el  odio  de  Cain  habiendo  el  Señor  conoci- 
do»; NOEMiK,  RUTHEN  iRMOA  iKUsiiuK  (Lard.)  «Nocmi,  de  Kuth 
habiendo  visto  el  temple»;  baulo  abade  zahar  hura,  palma 
ADAR  BATzuK  ARTPRiK  (Ax.)  «aqucl  vicjo  abad  Paulo,  algu- 
nas ramas  de  palma  habiendo  tomado».  Aunque  traduce 
al  participio  pa.sado  compuesto  del  castellano,  no  es  sino 
un  adjetivo  verbal  simple  como  puede  verse,  dentro  del 
mismo  idioma  castellano,  girando  convenientemente  los 
ejemplos  anteriores,    y   los   que    siguen:    orain  bere    aita 

JANGOIKÜAREN      ESKUMATATI     ZERÜBAN     JAREIRIK      DAGUANA     (b.) 

«ahora,  de  su  padre  el  Señor  á  la  derecha  en  el  cielo  el 
que  está  puesto  (ó  habiéndose  puesto);  ni  beti  narabillte 
— arras  zamaturik  (Itur.)  «á  mí  siempre  me  andan  muy 
cargado  (ó  habiéndome  cargado);  burutik  oñetara — izer- 
Diz  BusTiRiK  (Itur.)  «desdo  la  cabeza  á  los  pies  mojado 
de  sudor  (ó  habiéndose  mojado);  ordea,  zeren  apartaturik 

IBILTZEAK,  ELKHARREN  INKONTRUETARIg:  IHES  EGITEAK,  ctc.  (Ax.) 

«sin  embargo,  porque  el  andar  apartado  (habiéndose  aparta- 
do) y  el  huir  de  los  mutuos  encuentros»  etc.  Y  si  casi  siem- 
pre se  acostumbra  traducir  tal  adjetivo  verbal  por  el  partici- 
pio compuesto,  es  porque  éste  nota  mejor  el  carácter  de  re- 
sueltamente pasado  que  aquel  tiene,  más  la  absoluta  inde- 
terminación del  número  singular  ó  plural  de  las  personas  ó 
cosas  á  que  se  refiere,  y  porque  no  siempre  la  sintaxis  cas- 
tellana ó  francesa,  ó  la  propia  índole  del  verbo,  consienten 


-;ilO- 


el  empleo  del  participio  simple.  Tal  sucede  en  la  traducción 
del  siguiente  ejemplo  de  Iturriaga:  indarrak  galdu  eta — ■ 
EzíN  iGuiTUPviK  «perdidas  las  fuerzas,  y  no  pudiendo  mo- 
verme», en  vez  de  «no  poder  movido»,  que  es  traducción  li- 
teral en  cuanto  al  iguiturik.  El  dialecto  suletino  se  vale  de 
él  para  expresar  la  voz  pasiva;  por  ejemplo:  emanik  da  «él  es 
dado».  De  ésta  suerte  consigue  distinguir  dos  conceptos  que 
los  restantes  dialectos  confunden:  galüuhik  da  «él  es  perdi- 
do», GALDÜA  da  «él  se  lia  perdido»,  dice  el  suletino,  mientras 
que  los  demás  tienen  que  decir  galdua  da  para  «él  es  perdi- 
do» y  «él  se  ha  perdido». 

El  adjetivo  verbal  indefinido  toma  muy  amenudo  la  co- 
pulativa ETA,  bien  sea  íntegra,  bien  alterada  por  las  eufo- 
nías, y  á  la  forma  que  resulta  la  suelen  llamar  algunos  gra- 
máticos del  país  «ablativo  absoluto».  Por  ser  la  aglutinación 
de  ambos  elementos  completos  le  doy  cabida  en  esta  sección, 
pues  en  realidad  no  pasa  de  ser  una  locución  y  muy  caracte- 
rística, del  bascuence.  Yo  lo  llamo  adjetivo  verbal  indeter- 
minado, porque  parece  que  dicha  copulativa  suspende  el 
sentido  del  verbal:  de  jan,  janeta,  janda  «comer  y»  (lit.);  de 
EGíN,  EGINETA,  EGiNDA  «haccr  y»;  de  JO,  JOTA  «pegar  y»;  de 
saldu,  salduta  «vender  y».  Se  comprende,  por  lo  tanto,  fá- 
cilmente, que  traduzca  los  gerundios  y  los  participios  com- 
puestos del  castellano  cuando  estos  se  relacionan  con  otro 
verbo:  ukiaren  zorigaitza  ikusita  joan  zan  «habiendo  visto 
(ver  y)  la  desgracia  de  la  ciudad,  se  fué»»  que  es  como  si  di- 
jese en  buen  castellano  «y  vista  la  desgracia  de  la  ciudad  se 
fué»,  la  cual  es  la  verdadera  traducción,  pues  ya  sabemos  que 
rigorosamente  hablando  los  indefinidos  bascongados  no 
significan  un  infinitivo  castellano,  y  que  por  lo  tanto  ikusi 
es  «visto»  y  no  «ver»,  por  más  que  los  traduzco  siempre  de  la 
segunda  manera  para  conformarme  á  la  costumbre  estable- 
cida, y  para  que  el  lector  sepa  que  se  habla  de  verbos. 

La  analogía  do  las  funciones  de  este  adjetivo  verbal  in- 
determinado, y  de  las  del  infinitivo  saltan  á  la  vista.  Pero 
hay  entre  ellos  una  diferencia  muy  marcada  de  matiz;  el  ik 
se  refiere  á  una  acción  pasada  en  el  momento  mismo  en  que 
se  habla,  á  un  pasado  actual,  si  vale  la  frase,  mientras  quo 


-347— 

el  ETA  se  refiere  á  una  acción  pasada  con  gran  anterioridad 
al  momento   presente;   por  ejemplo:   davidek  sizeleken    bi 

EGUN  ZERAMAZKIEN,  AMONTARRAK  DE3EGINDA  ITZÜLI  EZKERO,  etc. 

«David  llevaba  dos  días  en  Siceleo,  habiendo  deshecho  á  los 
Ammonitas  después  de  volver,  (los  Amrnonitas  deshacer  y, 
después  devuelto,  lit.),  etc.»^ 

CUADRO  DE  LAS  FORMAS  DEL  NOMBRE  VERBAL. 

1.  Eadical — eror,  ikus. 

2.  Sustantivo  verbal  indefinido.    .      . — EBOJitze,  mvsfe. 

3.  Sustantivo  verbal  articulado,    .      . — -Eiíonizea,  iKUstea. 

4.  Sustantivo  verbal  locativo.  .      .     . — -E-Roiítzen,  iKVsfen. 

5.  Sustantivo    id.  locativo-intensivo. — Euontzer,  iKVster. 

6.  Sustantivo  verbal  destinativo.  .      . — 'EUOBtzel'o,  iKVsfel'o. 

7.  Sustantivo  verbal  directivo..      .      .—EB,ontzera,iKVstera. 

8.  Sustantivo  verbal  instrumental  ar- 
ticulado   — EB.OB.fzeaz,  iKUsteaz. 

9.  Sustantivo  verbal  instrumental  in- 
definido      .     . — Enoiitzez,''iK'üsfez. 

10.  Adjetivo  verbal   indefinido.      .      . — eror¿,  ikus¿. 

11.  Adjetivo  verbal   articulado.      .      . — EROR¿a,  iKUsm. 

12.  Adjetivo  verbal  posesivo.      .     .      . — ERORire;¿,  iKUSire??. 

13.  Adjetivo  verbal  derivativo.  .     .     . — -erori/íO,  ikusiZo. 

14.  Adjetivo   verbal   instrumental    ar- 
ticulado   — ^ERORI Cl*',  IKUSIrt^^. 

15.  Adjetivo  verbal  instrumental  inde- 
finido        . ERORLí',  IKUSI-2^. 

16.  Adjetivo  verbal  infinitivo    .     .     .— ERORiri/v,  iKUsrr¿7í;. 

17.  Adjetivo  verbal  indeterminado.     .- — eroriííi,  iKusita.^ 
Todas  estas  formas  merecen,  propiamente  hablando,  el 

dictado  de  verbales,  porque,  ó  son   de  uso  continuo  en  la 
conjugación,  ó  no  se  conocen  entre  los  nombres,  ó  porque 


1  La  traducción  de  esa  frase  cu  correcto  castellano  sería  como  sigue;  «Desde  el  regreso 
de  la  expaclición  eu  la  que  derrob6  á  los  Ammonitas,  llevaba  ya  David  dos  días  eu  Sicelec». 

2  líRORi  «caer»,  ikusi  «ver»,  están  puestos  como  modelos  del  dialecto  guipuzooauo,  pero 
fácilmente  se  sacarán  por  ellos  los  demás,  teniendo  eu  cuenta  las  ligeras  variaciones  quQ  so 
Sipuntan  en  el  testo. 


-348- 


los  F?níijoí=i  empleados  toman  algnn  sif^mifieado  especial,  ya 
diroctameiite,  ya  en  traducción.  Tjos  nombres  verl)ales,  bajo 
su  doble  forma  de  sustantivos  y  adjetivos  son  susceptibles, 
teóricamente  á  lo  menos,  de  recibir  cuantos  sufijos  reciben 
los  demás  nombres  adjetivos  y  sustantivos,  y  de  recibirlos 
en  su  forma  indefinida,  articulada,  singular  y  plural:  en  una 
palabra,  son  verdaderos  nombres.  Esto  no  quiere  decir, — y 
por  eso  me  he  valido  del  adverbio  teóricamente — que  todas 
las  formas  posibles  se  usen  en  todas  las  localidades  del  bas- 
cuence;  dicho  uso  se  halla  subordinado  á  la  mayor  ó  menor 
pureza  del  lenguaje  y  al  gusto  reinante;  pero  las  formas  alu- 
didas, en  su  totalidad,  son  perfectamente  correctas  é  inte- 
ligibles. 

Gomo  ihistración  de  lo  dicho,  y  para  que  sea  gráficamen- 
te conocida  la  manera  de  aprovechar  en  la  conversación  los 
nombres  verbales,  voy  á  tomar  prestados  á  la  hermosa  obra 
de  Mr.  Inchauspe  los  siguientes  característicos  ejemplos, 
advirtiendo  que  pertenecen  al  dialecto  suletino: 

Sustantivos  verbales  indefinidos. 


Zer  Ízate  tpjstia  «qué  triste  existencia»;  jite  hori  luza- 
TZEN  Du  «él  retarda  esa  llegada».  (Indefinido). 

EzTA  izateriJi-,  wátk  joaiterih  «no  liay  ex  istencia»  «no  hay 
marcha».  (Interrogativo-negativo) . 

Harén  ililuistez  aserik  niz  «estoy  harto  de  verlo».  (Ins- 
trumental) . 

Juan  da  amaren  iJiliustera  «ha  ido  á  ver  á  su  madre». 
(Directivo). 

Amaren  lagnntzel-o  behar  dü  «lo  necesita  para  acompa- 
ñar á  su  madre».  (Destinativo.) 

Ikhusi  dut  haurraren  Joiten  «lie  visto  pegar  al  niño». 
(Locativo.) 

Aun(]ue  menos  usadas,  también  se  conocen  y  emplean 
las  formas  indefinidas:  ízate/',  galtze/',  de  izan  «ser»,  galdu 
«];)erder»;izATErc/¿, GALTZE?-('^/;  ízate/./, galtze/./;  ízate/"/,  gal- 


-349- 


TZEri;  iZAT'EgatiJx,  iZATEreiif/atil-,  GALTAEgatil-^  GkLiz'Ei-enga- 
ilh;  iZATnraiio,  GAhTZEraíio.^ 

Snsfantívos  verbales  articulados. 

AiTAixE-ííí  jo  aít  i  a,  makhilaren  liartzia,  mithilaren  igort'ui 
«el  ir  del  padre»,  «la  toma  del  bastón»,  «el  envío  del  criado». 
(Articulado). 

AiTAREN  ikhustíaJí  BozTu  NAi  «la  vista  de  mi  padre  me  ha 
alegrado»;  harén  entzutíali  gaiztu  du  «el  oírlo  de  él  le  ha 
irritado».  (Activo). 

Hiltziaren  beldurra  «el  miedo  del  morir».  (Posesivo). 

Harén  joaitiari  nigar  eciin  du  «al  ir  de  él  ha  llora- 
do»; iJiJtustíari  iziTü  da  «al  ver  se  ha  espantado».  (Kecipiente). 

Guthunaren  eslxeiitzían,  «en  el  ofrecer  de  la  carta»;  aita- 
een  lagiuitzian  «en  el  ayudar  del  padre».  (Locativo). 

Joaitetík  GiBELTU  DUT  «de  la  ida  lo  he  disuadido»;  begira 
ziTE  6';;¿íí¿Ye//Z'  «guardaos  de  dádiva».  (Separativo). 

HiTZEMAiTETiK  egitlaUi  BADA  BIDÉ  «de  la  promesa  á  la 
acción  hay  distancia».  (Directivo). 

Horren  urgaiztiarentalxo  zer  nahi  egix  lézake  «de  éste 
para  el  alivio  haría  cualquier  cosa».  (Destinativo-derivativo). 

Harén  yoa/7¿íí^  iziturik  izan  da  «de  su  marcha  se  ha  ex- 
trañado»; zuRE  galtzíaz  eztaite  konsola  «de  vuestra  pérdida 
no  se  puede  consolar».  (Instrumental). 

Heltziarehí  erran  deit  «con  el  llegar  me  ha  dicho»;  hu- 
nen  emaitiarelxi  erranen  deyozu  «con  el  dar  de  esto  le  di- 
réis». (Unitivo). 

Begira  hezazü  ene  jitialano  «guardadlo  hasta  mi  llega- 
da». (Limitativo). 

ZuRE  egiirulvítziarengatik  egon  nuzu  «me  he  estado  de 
vos  por  el  esperar»;  zure  Jiechatziagatik,  zure  huliurtziaga- 
tíh  EGiNEN  DizuT  «á  pesar  de  vuestro  enfado,  á  pesar  de  vues- 
tra oposición  yo  lo  haré».  (Causal). 

Todos  estos  sustantivos  verbales  pueden  ponerse  en  plu- 


1    Le  Verbe  basque,  p.lg.  8. 


—aso- 


ral;  pero  la  misma  natm'aleza  de  ellos  hace  que  sean  muy 
rara  vez  usados/ 


Adjetivos  verbales  indefinidos. 

Galdu  DUT  «3^0  le  lie  perdido»;  joan  da  «él  se  lia  ido»; 
eman  du  «él  lo  ha  dado».  (Indefiíndo). 

Ilxliusirili  joAíí  ziNELA  «vísto  Ó  liaLieiido  visto  que  ha- 
bías marchado»;  cginil-  da  «está  hecho»;  galdu rili  ukhen  du 
«perdido  lo  ha  tenido».  (Infinitivo). 

Gaiza  galdíik  eta  zuhaiñ  eiJiartnJ,-  balio  diana  «lo  que 
vale  cosa  perdida  y  árbol  seco».  (Activo). 

Emanen  dut  zeebait  «yo  daré  algo»;  galduren  du  guzia 
«él  perderá  io^o»;  joanen  da  egun  «marchará  hoy».  (Posesivo). 

Galdulo  du  guzía,  esJientul-o  deyot  zerbait  «lo  perderá 
todo,  le  ofreceré  algo».  (Derivativo). 

Gaiza  galdiiri  eta  edíreni  «á  cosa  perdida  y  hallada». 
(Recipiente) . 

Gaiza  galdufan  eta  cslentutan  ehadila  beema  «no  fíes 
en  cosa  perdida  y  en  ofrecida».  (Tndeterminado-locativo). 

HoNTAEZüN  ¡iiorritarili  eta  hur  ichuritarili  ¿zer  bil  daite? 
«de  fortuna  gastada  y  de  agua  derramada  ¿qué  se  puede  re- 
coger?» (Indeterminado -separativo). 

Bago  erorira  egurkariak  egur  bilha  «los  leñadores  van  á 
buscar  leña  á  la  encina  caida»;  bi  zamari  erositara  noa  «voy 
hacia  dos  caballos  comprados».  (Directivo). 

HoLAKO  herri  galdutarat  etzitiala  joan  «no  vayas  á  países 
perdidos  de  esa  manera».  (Directivo). 

Galdutalo  utzirik  da  «ha  sido  dejado  por  perdido»,  iiile- 
TAKO  «por  muerto».  (Indeterminado-derivativo). 

Ebiliz  ehiliz  helturen  gira  «con  andar  llegaremos»; 
adiskidia,  ihliertnzy  piar  hezak  «el  amigo,  con  probar,  tóma- 
lo»; galdu z  geroz  «de  después  de  perdido».  (Instrumental). 

HoLAKO  emazte  galdueJií  bizitzia,  ifernu  bat  da  «es  un 
infierno  vivir  con  semejantes  mujeres  perdidas».  (Unitivo). 


1    Inchauspo.  Le  Verbe  basque,  pi'igs.  8  y  9. 


—351— 


Galclutarano,  erahílítarano  «hasta  perder,  liasfca  andar». 
(Limitativo) . 

Bi  OLLO  galdurengatili  eztut  nigar  eginen  «por  el  perder 
dos  gallinas  no  lloraré»;  holako  bi  gizon  galdugatilx  aitzina 
JOANEN  Niz  «iré  adelante  á  pesar  de  dos  hombres  perdidos  de 
esa  clase».  (Causativo). 

IJcusha  EGINEN  DUGU  «á  vista  (mirando)  lo  haremos»;  joka 
«á  golpe  (pegando), EMANKA  «á  dádivas  (dando)».  (Adverbial).^ 

Adjetivos  verbales  definidos. 

Behi  galdia  «la  vaca  perdida»;  emana  hon  da  hartzeko 
«lo  dado  es  bueno  para  tomar»;  behi  galdiali  ediren  dirá  «las 
vacas  perdidas  se  han  encontrado».  (Articulado). 

Harri  erahillial-  eztu  biltzen  orolderik  «la  piedra  mo- 
vida no  recoge  musgo»;  zamari  saldiel-  eráman  die  «los  caba- 
llos vendidos  lo  han  llevado».  (Activo). 

BEm  galdiaren  humia  da  «es  la  cría  de  la  vaca  perdida»; 
ardí  erosien  ilbil  «la  lana  de  las  ovejas  compradas.  (Posesivo) . 

Alhor  erosilw  ogía  «el  trigo  del  campo  comprado»;  alhor 
ereiñetaho  belharra  «la  yerba  de  los  campos  sembrados». 
(Derivativo). 

Gaiza  ulilienari  edo  enianari  etzayo  behar  sobera  so 
EGíN  «no  es  preciso  examinar  demasiado  á  una  cosa  recibida 
ó  dada»;  sorho  ebal-ier  «á  los  prados  segados».  (Recipiente). 

Ardu  edanan,  diharu  igqrriaz  ardanoya  ezta  arrankura 
«del  vino  bebido,  del  dinero  gastado  no  se  apena  el  borra- 
cho»; idi  erosiez  serbutza  zite  «servios  de  los  bueyes  compra- 
dos» .  (Instrumental) . 

Alhor  ereiñian  eztezala  utz  abererik  «no  dejes  ganados 
en  el  campo  sembrado»;  zakü  zilaéietan,  sorho  ehaJcietan  «en 
los  sacos  agujereados,  en  los  prados  segados». (Indetermina- 
do-locativo). 

Ardu  ul-lieyíetil-  edo  erailatih  emaiten  da,  erositik  beno 


1    lucbauspG.  Le  Verbo  beisque,  púgs.  9  y  10. 


GOGo  HüBEz  «con  uiejoi'  gana  se  da  del  vino  recibido  ó  cose- 
chado, que  del  comprado»;  ardí  l-liiintatietaril-  otsoak  eua- 
MAiTEN  Du  «de  las  ovejas  contadas  lleva  el  lobo».  (Indetermi- 
do-separativo). 

Bago  croriala  lástek  eguPvKabia  «el  leñador  pronto  (va) 
á  la  encina  caida»;  lan  HASiALA«al  trabajo  comenzado»;  aha- 
Bi  erosieturat  joaten  niz  «á  los  carneros  comprados  voy». 
(Directivo). 

Nekez  hildiarencalo  iiiürk  bada  esker  haboro,  eziez 
EHiKi  ulilienarentalxo  «alguno  más  gratitud  tiene  para  lo  (de) 
reunido  con  tral)ajo,  que  para  lo  (de)  obtenido' íacilmente». 
(Destinati  vo-derivativo) . 

Haritz  egochietariDiü  banoa  «voy  hasta  los  robles  tum- 
bados»; JARRAIKI  NiTZAYO  ALHOR  eret/ilalano,  «le  he  seguido 
hasta  el  campo  sembrado».  (Limitativo). 

EroHiareld  eta  ¡dlienareld  zerbait  eginen  dügu  «hare- 
mos algo  con  lo  comprado  y  con  lo  recibido»;  zamari  crosieki 
JOAN  da  «se  ha  ido  con  los  caballos  comprados».   (Unitivo). 

ZuK  igorrlayeiujatH-,  eginen  dut  «yo  lo  haré  á  causa  del 
que  habéis  enviado»;  zük  igorn'engatíl-,  zuk  gomendatioiga- 
til-  eginen  dut  «yo  lo  haré  á  causa  de  los  que  has  enviado, 
á  causa  de  los  que  has  recomendado».  (Causal). 

Zer  nahi  zük  erranagatil-  eginen  du  «yo  lo  haré  á  pesar 
de  todo  lo  que  has  dicho»;  mezu  igorrial-gatü-,  mehachu  egí- 
hal-gatil-,  aitzina  joanen  niz  «iré  adelante  á  pesar  de  las 
advertencias  que  se  me  han  enviado,  á  pesar  de  las  amena- 
zas que  se  me  han  hecho»,  (Causal).^ 


El  verbal  izan  en  su  doble  acepción  de  «ser»  y  «haber»  y 
ÜKUEN  (s.),  poseen  la  propiedad  de  combinarse  con  varios  do 
los  nombres  verbales,  para  ayudarles  á  formar  los  tiempos 
compuestos.  Las  principales  combinaciones  son  las  si- 
guientes: 


1  luuluiitspo.  Le  Verbo  basqic,  ¡«í^s.  lo  y  ii.— Kociiíidosc  lo  iliihoon  In  1M^'.  '217  ivccit-a  tío 
la  (lol)lu  iicc'iicióii  (It  1  siitiji)  (¡AilK  iii  siiUaiiio,  M1HÚU  hü  una  iil  siihjo  KN  ó  iil  luliiMilo.  \'a\  tVsto 
BoguiiUo  uaijo,  ijuc  OH  ol  lio  los  i'jt'uijilos  (lol   tivto,  soi'íii   mus  i>rii|iio  ileiiüiuinavlo  uUvursivtivo. 


-  353— 


1."  Indefinido  con  indefinido;  eboei  izan  «sido  caido», 

IKUSI  IZAN,  IKHUSI  ÜKHEN   «visto  liabido». 

2."  Articulado  con  indefinido:  ekokia  izan  «sido  el  caido», 
iKusiA  izan,  «habido  el  visto».  El  dialecto  suletino  no  acepta 
esta  forma;  en  cambio  posee  otra  con  el  adjetivo  verbal  in- 
finitivo, EEOEiRiK  izan  «sido  caido»;  ikhusieik  ÜKHEN  «habido 
visto». 

3."  Indefinido  con  adjetivo  verbal  posesivo:  eroei  izanen 
(1.)  «de  sido  caido»;  ikusi  izanen  (1.)  «de  habido  visto».  El  su- 
letino, en  vez  de  ésta,  posee  otra  combinación  que  le  es  pro- 
pia: EEOEiEiK  izanen  «de  sido  caido»;  ikhusieik  ükhenen  «de 
visto  habido». 

4.''  Indefinido  con  adjetivo  verbal  derivativo:  eeoei  izan- 
GO  (b.  g.)  «de  sido  caido»;  ikusi  izango  (b.  g.)  «de  habido 
visto  ».^ 

Hay"  algunas  otras  combinaciones  dobles,  y  aun  triples 
(en  bizcaino)  que  por  ser  de  poco  uso  y  de  fácil  inteligen- 
cia, no  se  ponen  aquí. 

11. 

Cinco  formas  del  nombre  verbal  principalmente,  solas  ó 
en  combinación  con  izan,  hacen  posible  la  formación  de  los 
tiempos  compuestos  del  verbo  bascongado.  El  sustantivo 
verbal  en  locativo,  eeoetzen,  ikusten,  etc.;  el  adjetivo  ver- 
bal indefinido,  eeoei,  ikusi,  etc.;  el  radical,  eeoe,  iküs,  etc.; 
el  adjetivo  verbal  derivativo,  eeoeiko,  ikusiko  y  el  adjetivo 
verbal  posesivo  eeoeieen,  ikusieen,  etc.  En  mi  enumeración 
de  los  tiempos  compuestos  no  daré  más  que  los  producidos 
por  dichos  verbales;  los  demás  que  se  usan  son  fácilmente 
comprensibles,  por  no  encerrar  ningún  elemento  descono- 
cido para  mis  lectores. 

Los  tiempos  simples,  además  de  los  existentes  en  la 
conjugación  sencilla,  son:  el  presente  y  el  pretérito  imper- 
fecto de  los  auxiliares  transitivo  é  intransitivo  del  modo  in- 


1    Eouaparto.  Le  Verbe  basque:  Cinq.  tab.    prel— Eii  éste  pueJcii  verse  todas  las  formas 
aoj  e.i  y  triplo;  do  Jas  combinaciones  de  los  uombros  verbales. 

24 


clicativo,  cuando  se  usan  cii  la  acepción  propia  de  su  signi- 
fícadü  y  los  futuros  categóricos  de  los  dialectos  labortano  y 
suletino  en  el  mismo  caso.  Ahora  veamos  los  tiempos  que 
forman  dichos  nombres  verbales. 

Susfiinfiro  rerhal  en  locativo.  Forma  el  presente  y  el 
pretérito  imperfecto  de  indicativo  de  la  conjugación  peri- 
frásica,  el  futuro  presente  de  los  dialectos  labort  mo  y  sule- 
tino, el  presento  del  supositivo  del  condicional,  el  presente 
del  optativo  del  condicional  y  el  presente  del  condicional 
en  el  suletino. 

Adjetivo  verbal  indefinido.  El  pasado  próximo,  el  pasa- 
do remoto  y  los  dos  pluscuamperfectos,  menos  y  más  remo- 
tos de  indicativo,  combinado  con  izan  en  los  pluscuamper- 
fectos; el  jiresente  y  el  futuro  de  i¡nperativo  de  los  dialectos 
guipnzcoano  y  bizcaino;  el  presente  y  pasado  de  subjuntivo 
de  dichos  dialectos;  el  presente,  futuros  presente  y  conjetu- 
ral, pasado  próximo  y  pasado  remoto  del  potencial  de  los 
mismos;  el  presente  y  el  futuro  conjetural  del  supositivo  del 
potencial  bizcainos  y  guipuzcoanos;  los  pasados  próximo  y 
remoto  del  supositivo  del  condicional,  éste  último  combina- 
do con  IZAN,  el  presente  y  el  pasado  del  consuetudinario  biz- 
caino,  y  los  pasados,  próximo  y  remoto,  del  condicijnal. 

Tema  verbal.  En  los  dialectos  labortano  y  suletino  for- 
ma el  presente  de  imperativo;  el  pasado  y  presente  de  sub- 
juntivo; el  futuro  presente,  el  pasado  próximo  y  el  remoto 
del  potencial;  el  presente  y  el  futuro  conjetural  del  suposi- 
tivo del  potencial,  y  el  futuro  del  optativo  condicional. 

Adjetivos  verbales  posesivo  //  derivativo.  Forman  los  fu- 
turos categórico,  conjetural  próximo  y  conjetural  remoto  del 
indicativo;  el  futuro  próximo  del  condicional  (reemplazado 
en  el  dialecto  suletino  por  el  futuro  presente  del  potencial) 
y  el  futuro  remoto  del  mismo  modo,  (combinación  que  no 
existe  en  suletino  y  que  en  los  otros  dialectos  es  muy  ame- 
nudo  sustituida  por  el  futuro  conjetural  próximo  did  indica- 
tivo) y  el  futuro  del  supositivo  del  condicional  ((pie  taujpoco 
existe  en  suletino). 

La  estrañeza  que  una  construccióii  do  esta  índole  ha  do 
causar  en  el  espíritu  de  los  ([ue   si)laiui'iite  conocen  el  cas- 


tellano,  ó  alguna  otra  lengua  derivada  del  latín,  se  amino- 
rará de  cierto  si  reflexionan  que  la  conjugación  castellana 
ha  hecho  un  amplio  uso  de  la  perífrasis,  y  que  ésta  existe 
en  formas  verbales  en  las  que  la  costumbre  nos  la  oculta. 
Tal  sucede  con  el  futuro,  que  en  toda  la  jurisdicción  romá- 
nica se  hizo  perifrásico,  por  haber  naufragado  el  futuro 
simple  latino.  Así,  el  futuro  perfecto  castellano  lo  forman  el 
infinitivo  y  el  auxiliar  «haber»  pospuesto:  acíi\itiii'é  =  cantar - 
HE»,  cantarás  =  ctí /zicir-HAS»,  «cantaremos  =  cantar-iikB-K^ioB, 
etc.,  equivalentes  á  «he  de  cantar»,  «has  de  cantar»,  «hemos 
de  cantar»,  idéntica  construcción  á  la  bascongada  JiantatuJiO 
DET,  Ji-antatul'o  dezu,  nantatuJxO  degu,  etc. 

Ya  he  indicado   que  los  dialectos  labortano  y  suletino 
poseen  un  futuro  simple  de  que  carecen  los  españoles;  estos, 
siempre  que  quieran  expresar  el  futuro,  tendrán  que  valerse 
de  la  perífrasis.  No  así  los  franceses  que  pueden  expresar 
esa  idea  con  la  conjugación  sencilla,  siempre  y  cuando  que 
conjuguen  el  auxiliar  con  su  significado  propio,  es  decir,  no 
como  auxiliar:  duket  (1.)  «yo  lo  habré»  «equivale  á  izango  det 
(g).  Pero  cuando  dichos  dialectos  combinan  su  futuro  con 
algún  noml)re  verbal,  entonces  no  se  distinguen  las  conju- 
gaciones labortanas  y  suletinas  de  las  bizcainas  y  guipuzcoa- 
nas  en  no  ser  perifrásicas,  sino  en  usar  de  distintas  flexio- 
nes para  su  perífrasis  y  de  distintos  nombres  verbales,  que 
son  ea  España  el  adjetivo  verbal  derivativo  con  las  flexio- 
nes del  presente  ó  imperfecto,  y  en  Francia  el  sustantivo 
verbal  en  locativo  con  las  flexiones  propias  de  futuro,  ó  los 
adjetivos  verbales  derivativo  y  posesivo  con  las  flexiones  del 
presente  é  imperfecto.  De  suerte  que  los  dialectos  de  Francia 
son  dueños  de  un  futuro  diferente  de  el  de  los  dialectos  de 
España  en  el  nombre  verbal  y  en  las  flexiones,  y  además  com- 
parten con  ellos  otros  idénticos  ó  análogos.  Ahora  surge  la 
cuestión:  ¿cuándo  se  usa  de  la  forma  propia,  esclusiva,  espe- 
cial, y  cuándo  de  la  común?  De  lo  que  tengo  observado  en  la 
práctica  no  me  parece  que  podría  sacarse  una  regla  muy  se- 
gura, pues  reina  una  gran  tendencia  al  empleo  indiferente  de 
ellas.  Según  el  Príncipe  Bonaparte,  el  futuro  del  indicativo 
en  lubortcino,  tiene  un  significado  que  es  siempre  conjetural 


-  -.m- 


y  que  difiere  de  la  del  futuro  compuesto;^  sin  embargo  tra- 
duce iKusiKO  DU  «él  lo  verá»),  lo  mismo  que  traduce  el  ikus- 
TEN  DUKK,  no  sé  si  por  imposibilidad  de  trasportar  en  francés 
el  )iinfi;j  de  ambas  locuciones,  ó  por  sor,  en  puridad,  nno 
mismo."^  De  lo  que  indica  el  Sr.  Abato  Incliauspe  parece  de- 
ducirse que  el  futuro  espacial  basco-francés  se  emplea 
para  expresar  que  estará  sucediendo  alguna  cosa,  que  sin 
duda,  por  no  estar  presente  á  ella  el  que  habla,  la  cuenta 
como  futura.  De  locuciones  de  esta  especie  hay  ejemplos 
sin  cuento  en  castellano:  «ahora  que  son  las  once,  estará  ya 
en  la  estación  del  ferro-carril  mi  hija».  Es  lo  que  á  mi  modo 
de  ver  indica  Mr.  Incliauspe  en  la  traducción  de  las  ejem- 
plos: EMAiTEN  DUKE  «él  dará  (él  estará  en  acción  de  dar)»; 
IGOETEN  DUKE  «él  lo  euviará  (él  lo  habrá  en  acción  de  enviar, 
él  lo  habrá  en  envío) «.'^  Todo  esto  nos  demuestra  que  las  di- 
ferencias no  son  muy  profundas. 

El  dialecto  suletino  ha  sistematizado  más  el  empleo  del 
adjetivo  verbal  posesivo,  que  no  el  labortano  3^  los  otros  dia- 
lectos de  Erancia.  Véase  cómo  Axular  en  un  mismo  pasaje 
se  vale  indiferentemente  de  ambos:  justua  ere  zazpitan  ero- 

lll/iO  DA,  ZEMBAIT  BEKATU    BENIALETAN    BEDERE     BEAZTOBATUreM 

DA  «aun  el  Justo  en  siete  veces  caerá,  por  lo  monos  en  cuan- 
tos pecados  mortales  tropezará». 


1    Verbe  basque.  Prem.  tab.  ineliiu. 
'2    Le  Verbe  basque.  So\i.  tnb.  pi-oliía. 
3    Le  Verbe  basque,  i>¡ig.  50. 


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—363— 

He  procurado  denominar  á  los  tiempos  atendiendo  á  su 
significado,  y  cuando  nó,  á  su  composición,  fijándome  en  la 
forma  del  nombre  verbal,  pues  de  adoptar  distinto  procedi- 
miento me  hubiera  hallado  en  el  caso  de  emplear  títulos 
desusados  ó  nuevos,  lo  cual  es  sieinpre  un  inconveniente. 

El  más  somero  análisis  del  cuadro  precedente  convence 
á  cualquiera  de  que  la  formación  de  los  tiempos  basconga- 
dos  no  ofrece  ninguna  dificultad  seria.  Los  modos  están  per- 
fectamente caracterizados,  y  todo  ello  queda  reducido  á 
combinar  cierto  número  de  nombres  verbales  con  las  íiexio- 
nes  auxiliares;  y  éstas  se  ve  á  primera  vista  que  se  deducen, 
en  gran  parte,  unas  de  otras,  y  todas  de  los  dos  tipos  á  que 
ya  me  referí  más  arriba.  La  dificultad  de  la  conjugación  bas- 
congada  estriba,  por  lo  tanto,  en  las  numeros-as  categorías 
de  flexiones,  y  aun  éstas,  se  ajustan  en  su  formación  á  un 
plan  bastante  rigoroso  para  que  una  vez  en  posesión  de  su 
clave,  se  puedan  formar  lór/icaniente,  es  decir,  .)  priori  en  la 
mayor  parte  de  los  casos.  Por  lo  tanto,  nadie  podrá  contra- 
decir que  la  lengua  bascongada  ha  obtenido  un  resultado 
prodigioso  valiéndose  de  los  elementos  más  sencillos  que  ca- 
be para  llegar  á  él;  bien  es  verdad  que  de  reinar  en  su  siste- 
ma verbal  la  complicación  que  reina  en  los  de  otros  idiomas, 
fuera  totalmente  imposible  la  retención  en  la  memoria  del 
que  ahora  celebramos. 

En  el  indicativo  entran  cinco  nombres  verbales:  el  sus- 
tantivo en  locativo,  ikusten,  ekortzen,  etc.,  el  adjetivo  ver- 
bal indefinido  ikusi,  erori,  etc.,  el  adjetivo  verbal  derivativo 
iKUSiKO,  EEOPJKG,  cl  Verbal  indefinido  izan  y  su  adjetivo  ver- 
bal derivativo  izango;  el  dialecto  suletino  sustituye  el  deri- 
vativo por  el  posesivo,  iküsiko  por  ikusieen,  y  el  verbal  tran- 
sitivo IZAN  por  ükhen;  el  labortano  hace  la  primera  de  las 
sustituciones  con  el  indefinido  izan,  diciendo  izanen  y  no 
IZANGO.  En  el  potencial,  dos  nombres  verbales,  uno  en  cada 
grupo  de  los  dialectos  que  estudiamos,  el  adjetivo  verbal 
indefinido  y  el  radical  ikus,  eeoh;  los  mismos  en  el  supositi- 
vo del  potencial;  en  el  condicional,  el  sustantivo-locativo, 
el  adjetivo-derivativo,  el  adjetivo  indefinido;  los  dos  y  solo  y 
en  combinación  con  izan  ó  ükhen  el  indefinido  en  el  suposi- 
tivo del  condicional.  El  optativo  se  vale  de  tres,  que  son:  el 


-  :!(U- 


sustaiitivo-locíitivo,  el  acljetivo-iiideñiiido  y  el  riidical;  el 
consuethdinario  del  adjetivo -iiideftcido;  el  imperativo  y  el 
subjuntivo,  de  dicho  adjetivo-iudeftnido  y  del  radical.  Total, 
cinco  nombres  verbales  de  diferente  form  i  y  dos  nombres 
verbales  auxiliares  izan  y  ükhen  (|ue  revisten  dos  de  las  cin- 
co formas  de  los  otros. 

En  los  dialectos  labortano  y  guipiizcoano  el  futuro  con- 
jetural próximo  de  indicativo  reemplaza  muy  amenudo  al 
pasado  del  condicional:  iküsiko  zuen  en  el  sentido  de  «él  lo 
habría  visto»,  en  vez  de  ikusiko  zurean  (g.)  é  ikusiKO  züken 
(1.)  El   futuro  conjetural  próximo  tiene  en  bizcaino  un  sen- 
tido conjetural  muy  marcado,  que  requiere  en  la  traducción 
castellana  el  empleo  de  frases  conjeturales;  ikusiko  eban  «se 
supone  que  los  habrá  visto»  que  es  lo  mismo  que, según  lo  in- 
dicamos ya,  le  sucede  al  futuro  simple  labortano.  El  pasado 
próximo  del  potencial  reemplaza ,  en  suletino,  al  futuro  del 
condicional  de  los  otros  dialectos;  ikhüs  lezake  en  vez  de  los 
IKUSIKO  LUKE  é  IKÜSIKO  LEUKE  del  guípuzooano  y  bizcaino.  El 
labortano  le  imita  también  en  la  sustitución, que  alioramere- 
ce  propiamente  este  nombre, pues  el  suletino  carece  de  futu- 
ro condicional  (aunque  posee  tiempos  de  análogo  significado) 
y  lio  el  labortano.  El  suletino,  en  la  voz  intransitiva  prefiere 
el  pasado  remoto  del  condicionil  al  futuro  conjetural  próxi- 
mo de  indicativo,  eroki  zatekian  á   eeioiuko  zen.^  El  futuro 
presente  del  potencial  en  guipuzcoano,  labortano  y  suletino 
expresa  al  mismo  tiempo  el  presente  de  dicho  modo:  ikusi 
dejare  «él  lo  podrá  ver»  ó  «él  lo  puede  ver».   En  labortano, 
el  futuro  simple  de  indicativo,   en  la   voz  intransitiva,  está 
constituido  por  las   fiexiones  que  figuran  en  el  futuro  pre- 
sente del  potencial;   daiteke,  e;ioh  daiteke;  en  la  práctica, 
las  fiexiones  del  potencial  hm  venido  á  confundirse  también 
con  las  del  modo   condicional,  pero  no  obstante,  se  distin- 
guirán perfectamente  las  formas  resultantes  por  el  nombre 
verbal,  que  en  el  potencial  e-j  el  radical  Euoíi,  ikus,  y  en  el 
indicativo'-^  y  condicional  jamás  lo  es,  sino  el  adjetivo  verbal 


1  Vúasü  Le  Verbe  bai:)je(ljl  rrinnin  ISaimiiarto,  notas  al  Sep.  tab.  prel. 

2  Mu  rotíoro  al  iKniibnu-  ol   iii  lii-ativo,   ya   no  ú  su  futuro  siiin)lo,  como  un  luuiuito  Mt\fi 


-303- 


indeterminado  ó   el  derivativo,  en  las  formas  que   pudier^^^ 
presentar  ambigüedad.^ 

CAPÍTULO  XIII. 

CONJU-^ACIÓN  PEllIFRÁSICA  DEL  VERBO  GUIPUZCOANO. 

(Voz  tram-itiva. — Trataniientu  indeterminado. 
I. 

Tenemos  ya  estudiado  el  primer  elemento  componente 
de  todo  tiempo  periñásico:  el  nombre  verbal.  Ahora  le  llega 
su  turno  al  segundo,  que  es  la  flexión,  la  cual  precisa  y 
desarrolla  el  significado  de  aquel.  En  este  estudio  queda 
descartada,  toda  cuestión  de  origen.  El  anatómico  describe 
el  número,  la  forma,  la  situación,  las  relaciones,  conexiones 
y  estructura  de  los  órganos  del  cuerpo;  el  fisiólogo,  las  fun- 
ciones normales  de  ellos:  ambos  dejan  al  biólogo,  la  explica- 
ción de  los  fenómenos  de  génesis.  Sino  pareciera  pretencioso, 
diría  que  ahora  nos  íbamos  á  ocupar  en  la  anatomía  y  fisio- 
logía de  las  flexiones;  es  decir,  en  examinarlas  por  dentro, 
en  aislar  sus  componentes,  en  notar  su  disposición  y  arreglo, 
en  precisar  los  fenómenos  funcionales  que  realizan,  en  inves- 
tigar el  juego  complejo  y  combinado  de  sus  aparatos.  Más 
después,  en  otro  capítulo  ad  Jioc,  será  ocasión  de  investigar 
las  evoluciones  que  ha  verificado  «lo  que  es»,  hasta  llegar  á 
serlo,  y  como  entonces  las  opiniones  ya  no  serán  velo  de  los 
hechos  y  el  lector  podrá  repudiarlas  fundándose  en  estos,  no 
me  rehusaré  el  fácil  placer  de  exponer  las  que  mé  son 
propias. 

Una  flexión  euskara  es  un  compuesto  gramatical  mucho 


arriba,  sino  ú  los  futuros  que  pueden  constituirse  con  un  nombre  verbal  y  las  flexiones  pro- 
pias de  futuro;  por  ejemplo:  EROHTZEN  D.MTEKE  «el  se  eaci-ii»,  ERORI  DAITEKH  «él  será  caido»,  ERO- 
RIA  DAITEiíE  «él  ya  será  caído»,  ERORI  IZAÍil  D.'MTEKS  «el  será  caido»,  ERORIA  ¡ZAN  DAIíEKE«élya 
será  caido»,  ERüftIKO  DAiTtKc  «él  se  caerá»,  Ef.CRI  IZANEN  DAITEkE  «él  será  caido»,  ERORIA  iZANEN 
DAITEKE  «él  ya  será  caido».  Y  como  en  mi  cuadro  no  figura  -más  que  el  primero  de  ellos,  y  tam- 
poco he  puesto  por  nótalos  tiempos  compuestos  del  intransitivo,  que  son  distintos  de  los  que 
tienen  cabida  en  dicho  cuadro,  los  pongo  aquí  para  hacer  más  inteligible  la  observación  del 
texto. 

1    ])Onaparte.  Le  Verbe  basque;  notas  al  Premier  tab.  prej. 


-.ice- 
Illas  complejo  (lo  lo  que  á  priniera  vistii  parece.  En  todas 
ollas  se  encuentra,  por  lo  nienos,  un  lu'icleo  signifícativo  ó 
tema  que  encierra  la  idea  verbal  y  adenüís  un  elemento  per- 
sonal que  denota  el  sujeto,  ó  un  elemento  pronominül  que 
denota  el  régimen. 

El  elemento  personal,  como  que  se  refiere  también  á  su- 
jetos plurales,  tiene  que  revelar  ésta  circunstancia  de  algu- 
na manera;  y  lo  hace  incorporando  á  la  flexión  ciertos  afijos, 
que  por  sus  funciones  pueden  llamarse  de  pluralización  per- 
sonal. 

La  voz  transitiva  está  en  condiciones  de  manifestar  el 
objeto  y  cuando  lo  manifiesta  se  vale  de  elementos  objeti- 
vos ó  afijos  de  objetivación  singular  y  plural,  según  sea  el 
número  de  aquel.  La  expresión  de  la  relación  pronominal,  ó 
del  recipiente  de  la  acción  verbal,  está  encomendada  á  ele- 
mentos pronominales,  que  son  los  pronombres  que  co- 
nocerlos, ya  íntegros,  ya  reducidos  á  una  sola  de  sus  le- 
tras, ú  otros  desconocidos,  á  los  que  llamaré  pronombres 
verbales  porque  no  aparecen  más  que  en  el  verbo.  Los  ele- 
mentos personales  nos  son,  igualmente,  proporcionados,  por 
los  pronombres  de  ambas  clases. 

Pero  la  aglomeración  ó  incorporación  do  todos  estos  ele- 
mentos, está  subordinada  á  los  principios  estéticos  de  la 
lengua;  de  aquí  las  letras  de  ligcxdura,  las  eufónicas,  las 
epentéticas,  las  de  refuerzo,  las  redundantes  que  hacen  sim- 
plemente aceptables  las  combinaciones,  ó  las  hermosean 
fónicamente. 

Todos  los  hasta  ahora  nombrados  son  elementos  cons- 
titutivos, elementos  que  forman  el  cuerpo  de  la  flexión;  pero 
en  esta  i)ueden  liallarse  igualmente  otros  característicos, 
porque  particularizan  á  las  flexiones  bajo  el  concepto  del 
modo  ó  del  tiempo.  Los  elementos  de  ambas  clases  revis- 
ten, en  lo  general,  la  forma  do  atijos,  y  algunos  más  espe- 
cialmente la  de  prefijos,  infijos  ó  sufijos,  según  su  coloca- 
ción, aunque  es  preferible  designarlos  con  la  primera  de  es- 
tas denominaciones,  por  ser  la  más  lata. 

Ya.  dije  que,  moi-fológicamentL^  hiblando,  bis  llexiones 
auxiliares  de  la  conjugación  compuesta  pueden  considerarso, 


-3G7- 


en  sil  mayor  parte,  y  sobre  todo  en  el  dialecto  gnipnzcoano, 
como  «derivadas  ó  tributarias»  de  las  que  figuran  en  el  pre- 
sente y  el  pretérito  imperfecto  de  indicativo.  Por  lo  tanto 
agruparé  alrededor  de  estos  dos  tiempos  matrices  ó  radica- 
les les  ñexiones  que  de  cada  una  de  ellas  se  derivan,  para  fa- 
cilitar la  retención  y  la  comparación  de  tan  numerosas  for- 
mas. Esta  disposición  la  hemos  de  considerar  como  un  anda- 
miaje que  se  quita  en  cuanto  está  levantado  el  edificio. 

Las  ñexiones  que  inmediatamente  vamos  á  analizar  son 
la  que  tienen  forma  distinta,  no  haciendo  caso  de  los  tiem- 
pos, los  cuales  nos  obligarían  á  muchas  repeticiones  por  es- 
tribar muy  ameniido  en  la  sola  combinación  de  unas  mis- 
mas flexiones  con  distintos  nombres  verbales.  Pero  una  vez 
conocidas  las  flexiones  á  que  me  refiero,  es  claro  que  lo  será 
también  el  verbo  íntegro,  por  quedar  todo  reducido  á  las 
consabidas  combinaciones.  Y  para  facilitar  éstas,  conservaré 
la  misma  numeración  y  señalamiento  que  figuran  en  los 
Cuadros  generales  de  los  modos  ¡j  tiempos  ij  flexiones. 


A. 


Pkimek  tiempo  matriz. 

I. — Modo   indicativo. 

1.  Presente. 

(i) . — Flexiones  objetivas. 

(!.''  categoría). 

'DÍt\3t  .     . — yo  lo  veo,  los  veo. 

DiTz/zu     . — tú  lo  ves,  los  ves. 

DiTU    .     . — él  lo  ve,  los  ve. 

DiTUGU     . — nosotros  lo  vemos,  los  vemos. 

diTTjzute  . — vosotros  lo  veis,  los  veis. 

DiT\]zte    . — ellos  lo  ven,  los  ven. 

Observaciones.  El  núcleo  significativo  es  eu,  u  que  repre- 
senta la  idea  de  «haber».  Los  elementos  personales  ó  signos 
del  sujeto  son  t,  zii,  gii,  te  y  zte.  T  es  un  pronombre  verbal, 
ó  el  representante  de  un  pronombre  verbal  que  significa  «yo». 


Ikusten 


viiiíí,  T    ._^. 


—308— 

Aizkibel  en  sus  manuscritos  inéditos  opina  que  es  la  última 
letra  del  personal  ////",  perdida  en  el  trascurso  del  tiempo. 
Te  y  zte  son  un  mismo  añjo  pluralizador  personal,  que  sirve 
para  convertir  al  sujeto  zn  «tú'>,  en  vosotros»  .m-te.  Osten- 
ta muclia  analogía  con  la  terjninación  abandancial  ti,  y  aca- 
so tengan  ambas  el  mismo  origen.  D  es  un  preñjo  que  re- 
presenta la  relación  objetiva  singular  «lo»;  combinada  con  it 
que  es  un  suñjo  pluralizador,  representa  la  relación  objetiva 
plural  «los».  Las  flexiones  de  tercera  persona  singular  care- 
cen de  elemento  personal  que  represente  á  djclia  tercera 
persona  como  sujeto;  pero  por  lo  mismo,  pueden  muy  bien 
relacionarse  con  ella,  ya  aparezca  expresa,  ya  tácita  en  el 
discurso. 

Descompongamos  dos  Hexiones,  como  demostración  de 
lo  dicho:  det^d  «lo» — e  «haber» — t  «3^0»;  dítiit  =  d — it  «los» 
— ?/  «haber» — t  «yo»:  y  así  las  demás. 

(11) . — Flexiones  ohjetico  pronominales. 

('2.'':  «á  mí»). 

íDir/Azu    .  dix///dazü    . — túmelove^s,melosve^s. 

\  D¿T     .     .  DizKiT    .     . — él  me  lo  vej^,  me  los  veí^. 

-r            /DiDíízuTE.  d/zkídazute— vosotros  mc  los  veíais,  me 

j  los  ve^s. 

/didate     .  DizKiDaTE    . — ellos  me  lo  vej^^^n,  me  los 

'  veíi^i. 

Observaciones.  El  núcleo  verbal  es  /;  /  que  en  las  ñe- 
xiones  objetivas  representaba  al  sujeto  «yo»,  en  las  actuales 
representa  al  réginum  indirecto  «á  mí»,  pero  pasando  de  la 
dental  fuerte  á  la  suave  en  seis  de  las  ocho  llexiones;  la  n 
que  le  sigue  es  una  vocal  de  ligadura.  La  objetivación  plu- 
ral corre  á  cargo  de  \u\  nuevo  sufijo:  zli. 

DiDAzu  — íZ  «lo» — i  «haber» — d  «á  mí» — ,i'»  «tú»;  dizkidazu 
=  d  «lo» — /  «haber» — .ú-i  «varios»  (reltitivo  al  d)  —  d  «á  mí» — 
zii  «tú»,  etc.^ 


1  IjOH  HÍ(jMOM  «le  iihn-iili/Miióii  ixrsdiial  objüiiva  Ids  trtiilü/.co  irií  olóqicaiticnto  i'or  «varins» 
puro  h'\\\  priitoinlür  (|iii!  fnatcriahvnto  sitíiiilltiucu  esa  imliilirn  fawtollium.  I)(<sciui>i.'íiuh  uim  fun- 
ción Hiiúloh'a  ú  la  (lo  la  s  i.asti  llana:  (!     t  Kuona  i-oiiio  >li)     s»;  (t     zki  luiiiiiiK». 


— SCO— 


(3/:  «á  tí)>). 

mziiT  .  mzKLmT  . — yo  te  lo  veo,  te  los  veo. 

mzii  -;' .  mzKizic     . — él  te  lo  ve,  te  los  ve. 

lKis&TEmT>izu(Mj .  mzKimiGH. — iiosotros  te  lo  vemos,  te  los 
'^  vemos. 

Di.?iiTE.  DizKLí7/TE. — ollos  te  lo  veii,  te  los  ven. 

Observaciones.  El  pronombre  zu  que  hasta  ahora  ha 
desempeñado  el  papel  de  sujeto,  pasa  á  desempeñar  el  de 
régimen  indirecto  «á  tí».  T  vuelve  á  ser  elemento  personal; 
de  manera  que  tanto  zu  como  t  pasan  de  elementos  perso- 
nales á  pronominales  según  el  lugar  que  ocupan.  Al  final  de 
la  flexión  son  sujetos;  incorporados,  son  régimen  indirecto, 

Diz¡tt  =  d  «lo» — i  «haber» — zu  «á  tí» — t  «yo»,  etc. 

(4.":  «á  él»). 

iüioT  .  .  DizKioT.  . — yo  le  veo  lo,  le  veo  los. 

Idiozu  .  DizKiozu  . — tú  le  ves  lo,  le  ves  los. 

'dio    .  .  DizKio  .  . — él  le  ve  lo,  le  ve  los. 

Iküsten  DioGu  .  DizKioGu  . — uosotros  le  vcmos  lo,  Ic  vc- 
i                                             mos  los. 

piozuTE.  DizKiozuTE. — vosotros  Ic  vcís  lo,le  voís  los 

DioTE  .  DizKioTE  . — cllos  Ic  von  lo,  le  ven  los. 

Observaciones,  El  componente  desconocido  de  estas  fle- 
xiones es  o,  que  es  un  elemento  pronominal.  Como  lo  ha  de- 
mostrado el  Príncipe  Bonaparte,  es  un  residuo  del  recipiente 
ONi  «á  éste». 

DioT  — í?  «lo» — /  «haber» — o  «á  aquel» — t  «yo»,  etc.  Tra- 
duzco o  «á  aquel»  porque  éstas  flexiones  se  refieren  á  las 
personas  que  no  son  ni  la  que  habla  ni  aquella  con  quien  se 
habla,  sin  que  señalen  los  matices  de  su  mayor  ó  menor  pro- 
ximidad; así  es  que  me  parece  mejor  valerme  de  un  término 
que  comprenda  á  los  tres  grados  de  un  modo  general,  aun- 
que no  sea  la  verdadera  tj-aducción  etimológica  del  elemen- 
to en  cuestión. 

25 


iDígit7.\]  . 

[mgu    .  . 

Ikusten.    -^ 

¡DigUTE  . 


— b70- 

(5.":  («á  nosotros»). 

DIZKI////ZU    . — tú  i'ios  lo  ves,  nos  los  ves. 
T>r¿Kigii  .     . — él  nos  lo  ve,  nos  los  ve. 
DizKir///zuTE— vosotros  nos  lo  veis,  nos 

los  veis. 
DizKi<7//TE    . — ellos  nos  lo  ven,  nos  los 

ven . 


Observaciones.  Keciiérdese  lo  que  dejamos  dicho  res- 
pecto á  la  alteración  de  sujeto  á  régimen  indirecto  que  su- 
fren t  y  zu  á  compás  de  su  cambio  de  posición,  porque  es 
aplicable  en  todos  sus  términos  á  gii. 

DiGUzu  =  r7((lo))- 


iiazvteT  . 

\mz\jte     . 

Ikusten  dizu^^gu. 


\Dizute     . 
Observaciones. 


/  «haber»— f/«  «á  nosotros» — ¿11  *<tn)),etc. 
(().*:  «á  vosotros»). 

DizKizuíeT  . — yo  os  lo  veo,  os  los  veo. 
DizKizuíe     . — él  os  lo  ve,  os  los  ve. 
DizKizuffGU, — nosotros   os  lo  vemos,  os 

los  vemos. 
DizKizuíe     . — ellos  os  lo  ven,  os  los  ven. 

Estas  liexiones  son  las  mismas  de  la  ter- 
cera categoría,  más  el  añjo  pluralizador  te,  que  convierte  á  zii 
«tú»  en  «vosotros»  ^11 — te.  La  ñexión  de  tercera  persona  es 
ima  flexión  contraida  por  eufonía,  pues  falta  la  pluralización 
del  sujeto;  pero  como  de  conservarse  ésta  resultaría  la  forma 
anti-eufónica  dizutete,  se  ha  elidido  una  de  las  pluralizacio- 
nes.  Larramendi  la  da  íntegra^  Lardizábal  sin  t,  es  decir, 
con  hiato,  dizutee";  la  primera  es  meramente  teórica,  la  se- 
gunda se  usa,  aunque  menos  que  la  de  mi  paradigma,  que 
es  la  vulgar  y  corriente. 

DizuTET  =  c7  «lo» — /  «haber» — .:ute  «á  vosotros» — t  «yo». 

(7.'^:  «á  ellos»). 
mioteT.     .    in'AKioteT.     . — yo  les  veo  lo,  les  veo  los. 


Ikusten  Dio^ezu 
imoée  . 


DizKio/í'zu    . — tú  les  ves  lo,  les  ves  los. 
mzKiote  .     . — él  les  ve  lo,  les  ve  los. 


W    1     l'!l  Arto  del  IjaHiuuiuco,  pAff.  1'2C,  tid.  il<)  17'20. 

^    '2    Gramática  vascongada,  \>iu  '27.     S(í^í^lIl  liivrdiziUal  (i>á¡^.  'M\  v^n  funiiii  ¡.o  oiKiK'nlia  liim- 

biéli  i>luiuliuiuhi  culi  a  y  con  z:  di/.utka,  inzv'ri:¿\. 


—371  — 

imoteGTj    .  mzKioteGv    . — nosotros  les  vemos  lo,  les 
\  vemos  los. 

iKusTEN'DioíezuTE  DizKio^ezuTE — vosoti'os  les  voís    lo ,  les 
i  veis  los. 

\T>iote  .     .  DizKio^'e  .     . — ellos  les  ven  lo,  les  ven  los. 

Observaciones.  Las  flexiones  de  la  cuarta  categoría,  pro- 
vistas del  afijo  pluralizador  personal  aplicado  al  elemento 
pronominal,  se  convierten  en  las  presentes,  cnyo  régimen 
«á  ellos»  es  plural.  La  flexión  de  tercera  persona  de  este  nú- 
mero está  contraída  por  eufonía. 

(iii) . — Flexiones  pronominales. 
(8.^  «á  mí»). 

[7UZU.     .     .     . — tú  me  ves. 

-r  Naz¿  .     .     .     .—él  me  ve. 

Ikusten  ,  . 

INazuTE  .     .     . — vosotros  me  veis. 

NAUTE     .     .     . — ellos  me  ven. 

Observaciones.  El  núcleo  es  au  (alteración  fonética  de 
eu)  y  «■,  contracción  de  au.  N  inicial  del  pronombre  ni  «yo», 
colocada  en  forma  de  prefijo  á  la  cabeza  de  la  flexión  es  un 
elemento  pronominal,  representante  de  la  relación  «á  mí». 

'Nkzv  =  n  «á  mí» — a  «haber» — zu  «tú»;  nau  =  n  «á  mí» — 
au  «haber»,  que  por  lo  mismo  que  no  tiene  sujeto  expreso, 
como  todas  las  flexiones  de  igual  clase,  es  lógicamente  rela- 
cionable  á  «él»,  etc. 

(9.^  á  tí). 

¡ZÁITTJT     .     .     .     . — yo  te  veo. 

-r  ]  za¿Tu — él  te  ve. 

Ikusten ;       ,  ,        , 

zMtuGu  .     .     .     . — nosotros  te  vemos. 

'  ZAiTüzTE.     .     .     . — ellos  te  ven. 

Observaciones.  Aquí  se  nos  presenta  la  primera  dificultad 
del  análisis  de  las  flexiones.  El  elemento  pronominal  z  es  la 
inicial  del  pronombre  zu,  que  indica  el  régimen  indirecto  «á 
tí».  Ai  es  el  núcleo  verbal,  alteración  fonética  de  eu,  como  aw, 


la  /  terminal  de  la  primera  ílexión  os  el  pronombre  verbal 
«yo»;  -r/é'  es  el  afijo  pluralizador  personal  que  representa  el 
agente»  ellos»;  <ju~  es  el  pronombre  «nosotros»,  agente  de  prime- 
ra personado  plurnl. Todos  estos  elementos  constitutivos  los 
conocemos,  y  ellos  bastarían  para  constituir  unas  flexiones 
perfectamente  reprefíentativas  de  las  relaciones  que  osten- 
tan las  presentes.  Pero  en  todas  aparece  la  sílaba  tu  y 
surge  la  pregunta:  ¿qué  significa  este  nuevo  elemento,  cuyas 
funciones  eufónicas  ó  significativas,  por  lo  menos  á  primera 
vista  no  se  descubren,  sino  antes  bien  suenan  a  cosa  inútil 
y  sobrepuesta?  Mr.  Eibary,  en  su  precioso  y  concienzudo 
análisis  del  verbo  guipuzcoano  (guía  y  modelo  del  presente 
en  buena  parte),  dice:  «la  sílaba  tu  no  marca  el  plural,  como 
en  las  dos  formas  siguientes;  no  puedo  dar  explicación  de 
ella».^  Mr.  Alnsón  en  la  nota  por  él  puesta  á  la  traducción 
de  este  párrafo  dice:  «al  contrario,  esta  forma  es  plura],  aun- 
que en  la  época  moderna  su  significación  se  haya  converti- 
do en  singular  respetuosa:  zaitu  y  gaitu  «él  te  ha»  y  «él  nos 
ha»  son,  y  deben  de  ser,  morfológicamente,  análogos;  zaituz- 
TE  «el  os  ha»  es  una  derivación  pleonástica,  mediante  la  adi- 
ción de  te,  signo  de  pluralidad,  como  zuek  proviene  de  zu 
por  la  adición  del  signo  de  pluralidad  U}  A  lo  cual  replica 
el  Príncipe  Bonaparte:  «el  pleonasmo  nada  tiene  que  ver  con 
el  te  de  zaituzte  que  nunca  podrá  ser  pleonástico,  porque  es 
absolutamente  necesario  para  que  zaitu,  ó  su  sinónimo  pleo- 
nástico zAiTuz  «él  te  ha»,  se  convierta  en  zaituzí^  «él  os  ha».^ 
Mr.  Van  Eys  explica  de  otra  manera  la  composición  de 
estas  flexiones:  «el  tema  verbal  es  siempre  au,  y  el  plural  del 
pronombre  está  indicado  otra  segunda  vez  por  la  sílaba  it 
intercalada.  Z — au — t  hubiese  sido  suficiente  para  expresar 
«yo  te  he»;  pero  la  lengua  bascongada  añade  un  signo  de 
pluralidad,  y  z — un — t  se  ha  convertido  en  z — a — it — u  — 
í».''  ¿Pero  por  qué  razón  zu  que  es,  ó  representa  un  singular, 
ha  recibido  un  signo  pluralizador,  siendo  la  ílexiún  precisa- 


1  Essai  sur  la  langue  hasqup,  i-ii^;.  .'¡I 

1  Essai'.sur  la  languc  basque,  i>á(<.  l'JO, 

•¿  Ren-.i  rqjes,  etc.,  \w[i.  .'ti. 

:i  Gran-,  oamp.,  \»m.  \\\yjí. 


mente  de  régimen  indirecto  singular?  He  aquí  lo  que  omite 
decir  Mr.  Van  Eys.  Astarloa,  después  de  añrmar  que  Oñate 
y  otros  pocos  pueblos  están  en  posesión  de  íiexiones  de  esta 
categoría  y  otras  análogas  regularmente  formadas,  dice:  «con- 
tinúen, pues,  los  oñatienses  y  demás  pueblos  el  uso  de 
las  bellas  conjugaciones  il-zau  («él  te  lia  nmerto»)  é  il-üau 
(«él  nos  ha  muerto»),  y  siga  el  resto  de  los  bascongados  su 
ejemplo,  desprendiéndose  de  las  torpes  que  sustituyen  en 
su  lugar.  En  efecto;  ¿cuales  son  estas  conjugaciones?  Son 
IL-ZAITU  «aquél  lo  lia  muerto  á  usted»;  il-gaitü  «aquel  nos  ha 
muerto».  Sepan  que  la  radical  itu  pluraliza  la  persona  pa- 
ciente; y..,,  su  IL-ZAITU  no  significa  lo  que  quieren  dar  á  en- 
tender, esto  es,  «aquel  ha  muerto  á  usted»,  sino  «aquel  ha 
mueruo  á  ustedes»,^  etc. 

Es  por  lo  tanto  muy  natural  la  declaración  de  ignoran- 
cia que  hizo  el  sabio  y  modesto  Mr.  Eibai-y.  En  mi  opinión 
la  presencia  de  esa  sílaba  pluralizadora  demuestra  que  las 
flexiones  de  que  trata]no3,y  otras  análogas  que  irán  saliendo, 
se  formaron  cuando  m  tenía  significado  plural;  en  dicha 
ocasión  la  pluralizadora  te  relativa  á  zu  constituía  una  re- 
dundancia, pero  no  un  absurdo.  Pasó  .ui  á  ser  singular,  y  las 
flexiones  primitivas  se  convirtieron  en  singulares;  pero  como 
para  esta  época  la  conciencia  del  valor  significativo  de  los 
elementos  se  hallaba  oscurecida,  conservóse  la  redundan- 
cia, peitliendo  su  carácter  de  tal,  y  quedando  relegada  á  la 
categoría  de  residuo  inorgánico,  por  imposibilidad  de  asimi- 
lación. Tu  me  parece  una  simple  variante  de  te^  y  es  epen- 
tética cuando  figura  en  las  flexiones  pronominales  singula- 
res, y  pleonástica  cuando  figura  en  las  plurales. 

(10.'':  «á  nosotros». 

.GAiTuzu     .     .     .     . — tú  nos  ves. 

-j  'GAiTu    ....     . — él  nos  ve. 

Jkustení 

ígaituzute.     .     .     . — vosotros  nos  veis. 

\GAiTüZTE    .     .     .     .—ellos  nos  ven. 


1    Discurs.  files,  sobre  la  leng.  primít..  púg.  710, 


-:!7I- 


Ikusten< 


(11.*:  «á  vosotros»). 

.zhiTVxteT  .     .     .     . — yo  os  veo. 
\zMTVz'te    .     .     .     . — él  os  ve. 


ZAlTV^feGU 
ZAITU^Íd     . 


. — nosotros  os  vemos. 
. — ellos  os  ven. 


Observaciones.  Estas  son  las  flexiones  de  la  novena  ca- 
tegoría, provistas  de  la  sílaba  pluralizad  ora  personal  que,  re- 
firiéndose al  elemento  pronominal  ,r,  se  incorpora  entre  la 
sílaba  pleonástica  y  los  signos  del  sujeto,  y  hace  que  «á  tí» 
sea  «á  vosotros». 

xV A. Tiempos  derivados. 

IX. — Subjuntivo . 

85.  Presente. 

(i)  . — Flexiones  objetivas. 

(1."  categoría). 


/  Bezajyan 

i 

i  Dezazun 

yBezaíi  . 

IkUSI  '  TtCZCLGUn 


D¿!^(r¿zuTE;¿ 
DezaTWi    . 


DÍtz¡t.Dan    . — -yo  lo  vea,  los  vea. 
Diz'^Azu»      . — tú  lo  veas,  los  veas. 
T>itzA)i    .     . — él  lo  vea,  los  vea. 
D¿7zAGu;¿     . — nosotros   lo    veamos 

veamos. 
BitzxzuTEu  — vosotros  lo  veáis,  los  veáis. 
d¿^zate;¿     . — ellos  lo  vean,  los  vean. 


los 


Observaciones.  ¿\.  primera  vista  nos  presentan  estas  flexio- 
nes dos  elementos  nuevos;  la  salaba  za,  y  la  final  an  ó  n.  Así 
es  que,  el  primer  movimiento  analítico,  consiste  en  descom- 
poner las  flexiones  de  esta  manera:  d  «lo» — e  «haber» — za 
«elemento  nuevo» — d  «yo» — an  «elemento  nuevo»,  etc.,  ó  lo 
que  es  igual,  las  flexiones  del  presente,  más  za  y  an  ó  n,  en 
los  que  residiría  la  nueva  especialización  del  significado  pri- 
mitivo. Mr.  liibary^  ve  en  za  un  sufijo  que  indica  «necesidad»; 


1    Essai  sur  la  Zangue  basque,  i)úg.  49, 


—  375 — 


esto  es  insostenible.  Mr.  Yan  Eys^  afirma  que  estas  ñexio- 
nes  pertenecen  á  iin  nuevo  auxiliar,  al  auxiliar  ezan  (cuyo 
significado  se  ignora,  y  del  que  no  se  conoce  otra  cosa  más 
que  su  empleo  en  éste  tiempo,  por  lo  que  su  existencia  es 
meramente  hipotética), más  la  n  relativa  ó  «que»  castellano, 
por  no  ser  todo  subjuntivo  más  que  un  indicativo  en  el  fon- 
do: DEZADAN  sería,  por  lo  tanto, igual  á  dezat — «,  ó  sea,  eufó- 
nicamente, á  DEZAD— AN.  Mr.  Van  Eys  se  acercó  más  á  la 
verdad,  la  cual  era  ya  vieja  para  entonces,  y  nada  tenía  que 
ver  con  ese  soñado  ezan.-^  El  Príncipe  Bonaparte  considera 
á  EZA  como  una  incorporación  del  verbal  transitivo  izan  «ha- 
ber», de  igual  suerte  que  en  dagian  «que  él  lo  haga»  y  en 
DAREAN  «que  él  lo  diga»  todo  el  mundo  reconoce  la  incorpo- 
ración de  EGi — {n)  y  erra — {ii)  «hacer»  y  «decir»,  presentan- 
do todas  estas  formas  el  rasgo  comú  i  del  cambio  de  la  vo- 
cal inicial». 

Supuesto  lo  dicho,  el  análisis  de  estas  flexiones  arroja  el 
siguiente  resultado:  dezadan^c?  «lo» — eza  «haber» — d  (t) 
«yo» — a  «vocal  de  ligadura» — ii  «que»,  etc.  La  objetivación 
plural  va  encomendada  á  it,  que  por  estar  seguida  de  la  z,  pro- 
duce la  sibilante  pEilatal  t¿\'FjS  indudable  que  tes  un  compo- 
nente del  afijo  pluralizador  it;  pero  en  la  práctica  es  induda- 
ble asimismo  que  ha  originado  el  endurecimiento  de  la  ^,  pro- 
nunciándose di — TZAN  y  no  dit — zan,  di— tzagun  y  no  dit^ 
ZAGUN,  etc.,  por  lo  que  cabría  decir  que  la  pluralización  obje- 
tiva se  debe  á  dicho  endurecimiento,  en  lugar  de  á  la  incor- 
poración de  it;  pero  esta  aseveración, exíicta  desde  el  punto 
de  vista  fonético  y  absolutamente  contraída  á  dicha  conso- 
nante, no  lo   es  desde  el  etimológico. 


1  Gram.  comp.,  piíg.  IGO. 

2  Mr.  Van  Ey»  ha  orraclo  aquí  por  culpa  de  su  dcsprocio  ú  las  obras  de  los  demás.  En  la 
piig.  505  de  su  Gramática  comparada,  discutiendo  con  Mr.  Vinsón  dice  «que  ya  comprenderá  aho- 
ra que  no  experimente  esa  necesidad  (la  de  leer  E!  Verbo  bascongado  del  Príncipe  Bonaparte)  tan 
fuertemente  como  él».  Y  en  efecto,  por  no  haber  leído  esa  obra  ó  haberla  leído  de  prisa,  el  es- 
critor holandés  estampa  gravemente  en  la  pág.  514  de  su  citada  Gramática,  publicada  el  año 
1879,  las  siguientes  frases:  «Si  el  Principe  Bonaparte  hubiera  sabido  que  el  subjuntivo  no  existe, 
si  hubiera  sabido  que  la  n  es  la  conjunción  «que»,  etc.,  siendo  así  que  el  Principo  Bonaparte,  en 
su  Verbo  bascongado  que  vi6  la  luz  el  año  18tí9  había  dicho  «los  terminativos  del  subjuntivo 
pertenecen  necesariamente  á  la  forma  relativa  («pág.  xxvi);»  el  presente  de  subjuntivo  se  com- 
pone de  la  forma  relativa  del  presente  de  indicativo,  fundida,  por  decirlo  así,  con  el  nombre 
verbal  izax,  que  se  convierte  en  eza  en  este  caso  por  la  supresión  de  la  n  final  y  cambio  de  la 
vocal  inicial,  exactamente  como  eraman  se  cambia  en  arama  en  daeama  «él  lo  lleva»,  («pág.  156), 
siendo  de  notar  que  el  Príncipe  Bonaparte  llama  formas  relativas  á  las  capitales  seguidas  de 
n  «que»  (Cuarto  cuadro  preliminar),  por  lo  que  no  cabía  ninguna  duda  en  la  inteligencia  de  esos  pa 
sajes. — El  desdén  sistemático  conduce  á  hacer  estas  planchas,  y  otras  mayores. 


— a7G- 


El  Riil)¡nntivo  está  caracterizado  perfectaiuento  por  la//, 
«que»,  en  cuanto  toca  al  significado,  y  en  cuanto  toca  á  la 
íbrma,  por  la  atribución  de  izan  á  dicho  tiempo. 

(ii). — Flexiones  ohjetivo-pronümhiaJeH. 

(2.":  «á  mí»). 

Íj)izaT)k'¿\jn  .     D/,--azKiDAZu/¿   . — tú  me  lo  veas,  me  los 

i  veas. 

ypiza'Dan  .  .     D/,iYíZKiDrt/¿  .     . — él  me  lo  vea,  me  los  vea. 

Ikusi<d¿"¿'(ídazute«  d/.£tízkidazüte/¿ — -vosotros  me  lo   veáis, 

1  me  los  veáis. 

íDÍ^íiDATE»  .     d/.s'íízkidate/í    . — cllos  me  lo  vean,  me 

1  los  vean. 

Observaciones.  El  micleo  verbal  aparece  sin  otra  altera- 
ción que  la  pérdida  de  la  n  final,  iza  por  izan.  Introducido 
este  y  puesta  la  n  relativa  como  remate  de  las  flexiones,  las 
de  la  segunda  categoría  del  indicativo  quedan  convertidas 
en  las  de  la  misma  del  subjuntivo. 

(3.":  «á  tí»). 

Dz',írtZKizüDrt7¿ — yo  te  lo  vea,  te  los  vea. 
D/¿azKizuy¿    . — él  te  lo  vea,  te  los  vea. 
D¿¿Y/zKizuGu;¿ — nosotros  te  lo  veamos,  te 

los  veamos. 
D/.mzKizüTE?? — ellos  te  lo  vean,  te  los  vean. 


\\)izkZX¡'Da]i. 

\pizaz\}n     . 

IkUSI  D¿írtZUGU?¿. 


D¿^aZUTE?¿. 


Observaciones.  La  derivación  del  indicativo  es  perfecta- 
mente regular;  ambas  categorías  se  diferencian  solamente 
en  la  presencia  y  ausencia  de  los  elementos  característicos 
del  subjuntivo  y  en  la  debilitación  fónica  del  pronombre 
verbal  t. 


{A.K  <(á  él»). 


iDizayoDan. 

\pizaijoz\jn. 

Ikusi  DÍzaijon     . 

mizayoGVn, 


DÍzazKioDan. — yo  le  vea  lo,  le  vea  los. 
D/-razKiozu/i. — tú  le  veas  lo,  le  veas  los. 
Dizii'/Aíioii     . — él  le  vea  lo,  le  vea  los. 
DizazKioQvn. — nosotros  le  veamos  lo,  lo 
veamos  los. 


,D?',:'(7//ozuTE??.     D/r(7ZKiozuTE7¿ — vosotros  le  veáis  lo,  le 
T  veáis  los. 

VDizayoTEu    .     DizazKiotoi     . — ellos  le  vean  lo,  le  vean 

los. 


Observaciones.  Persiste   la  regularidad;  la  /y,   es  letra 
eufónica,  introducida  para  evitar  el  choque  do. 

(o.*:  «á  nosotros»). 

tDizaGVZXjn    .     DÍzazKiovz-ün    . — tú  nos  lo  veas,  nos  los 

I  veas. 

IdzVíigü;^  .      .     d/,':í7.zkigu;/  .      .—él  nos  lo  vea,  nos  los 

IKÜSI     .  .  ^'f  • 

|D¿¿'rtGUzuTE?¿     D/,íí7ziaGuzuTE;? — vosoti'os  nos  lo  veáis, 

nos  los  veáis. 

hipjciGVTE)}    .     J)iz-azKiGiiTEu    . —  ellos  nos  lo  vean,  nos 

los  vean. 

(6.'':  «á  vosotros»). 

/dizazu/¿dan     DizAZKizu/eDAN — yo  os  lo  vea,  os  los  vea. 
InizAZüfeN    .     dizazkizu/é^n    . — él  os  lo  vea,  os  los  vea. 
j        'DizAZufíGUN     DizAZKizuzíeGUN — nosotros  os  lo  veamos 

J.KUSI(  , 

OS  los  veamos. 
ÍDizAzui^í'N    .     DizAZKizu/í^N    . — ellos  OS  lo  Vean,  os  los 
\  vean. 

(7.^  «á  ellos»). 

DIZAYO/eDAN      .       DIZAZKIOfé'DAN     . yO      IcS    VCa     lo ,     IcS 

vea  los. 
¡DizAYofézuN    .     DizAZKio/ezuN    . — tú  Ics    vcas   lo,  les 

veas  los. 
JDiZAYoíeN  .     .     DizAZKio/eN  .     .—él   les    vea    lo ,    les 

Ikusi  ^^^  ^°^' 

\DiZAY02f^GUN    .     DizAZKiofíGUN    . — nosotios  les  vcamos 

lo,  les  veamos  los. 
|dizayo?'(?zuten     dizazkio^'czuten — vosotros  les  veáis  lo, 

les  veáis  los. 
[DizAYoíeN  .     .     DizAZKioíeN  .     . — ^sllos  les  vean  lo,  les 

vean  los. 


—378- 


Observaciones.  La  G."  y  7."  categoría  están  formadas  de 
la  3."  y  4.",  sin  más  alteración  que  incorporar  el  pluraliza- 
dor  te  después  del  elemento  pronominal. 

(iii). — Flexiones  pronominaJea. 
(8."'  «á  nn'»). 


Ikusi 


íNf^rrazu»     .     .     .     . — tú  me  veas. 

Ixcí^aN — él  me  vea. 

N'íí^'íj'.zuTE??.     .     .     . — ^vosotros  me  veáis. 
mazaTT^ii     .     .     .     . — ellos  me  vean. 


Observaciones.  Las  liexiones  del  indicativo  (8."  cate- 
goría), provistas  de  n  relativa,  y  cambiado  el  núcleo  verbal, 
dan  por  resultado  las  presentes  ñexiones;  la  /  de  iza  se  ha 
convertido  en  a. 

i^).':  «á  tí))). 


Ikhsi 


zaitzaDk-Ñ.  .  .  . — yo  te  vea. 

zaitza^     .  .  .  . — él  te  vea. 

\zaitzaQ\]'Ñ.  .  .  . — nosotros  te  veamos. 

IzaitzaiE^.  .  .  . — ellos  te  vean. 


Observaciones.  En  estas  ñexiones  llama  desde  luego 
la  atención  la  a  de  la  primera  síiaba,  la  enalba  sido  produ- 
cida por  una  alteración  de  la  de  la  vocal  de  zu.  El  verbal 
izan  lia  sufrido  la  incorporación  de  una  t  que  es  residuo 
de  la  sílaba  pluralizadora  te,  ó  sinónima  de  esta,  si  se 
quiere,  sufijada  pleonásticamente  cuando  la  9."  categoría 
era  plural.  La  permutación  de  la  ii  de  zu,  en  a,  la  atribuyo 
á  la  imitación  de  zaitut;  la  influencia  f[ue  las  flexiones 
pronominales  de  indicativo  han  ejercido  en  las  prono- 
njinales  de  subjuntivo  é  imperativo  es  innegable,  tratándo- 
se de  la  presencia  de  a. 

(10.":  «á  nosotros»). 

Ikusi  j  Qkitzazvn.     .     .     .     . — tú  nos  veas. 


.Gkmzan   .    . 

IkUSI  GA¿T^aZUTE7¿ 
fGA¿T^aTE;i       . 


— 37'J— 

. — él  1103  vea. 

— vosotros  nos  veáis. 

. — ellos  nos  vean. 


Ikusi^ 


Ikusi; 


(11.'':  «á  vosotros»). 

iZAiTZA/eDAN.  .  .  . — yo  OS  vea. 

IzAiTZAfí^N     .  .  .  . — él  OS  vea. 

ZAiTZAÍeGUN.  .  .  . — nosotros  os  veamos. 

ZAiTZAí^eN     .  .  .  . — ellos  os  vean. 

VIII . Imí'ER  ATI  V  o . 


32.  Presente. 

(i) . — Flexiones  objetivas . 

(I.""  categoría). 

iT,3'ctTzu    . — tú  ve  lo,  ve  los. 
hiTza  .     . — él  vea  lo,  vea  los. 
itzKt,iinE.- — vosotros  ved  lo,  ved  los. 
biTZAfe     .—ellos  vean  lo,  vean  los. 


|e¿'rtzu 

'&EZA. 


ezazvTE 
\b'EZkte 


Observaciones.  La  composición  de  estas  flexiones  es 
muy  clara,  el  tema  verbal  ó  núcleo  es  za,  que  en  la  obje- 
tivación plural  recibe  el  afijo  plnralizador  //;  zu  y  zute  son, 
como  siempre,  el  sujeto  singular  y  plural  de  segunda  per- 
sona. Queda  por  explicar  la  b  de  las  terceras  personas. 
Mr.  Vinsón  adopta  el  parecer  de  Mr.  Eibary.  «Esta  b  será 
representante  del  pronombre  reflexivo  beea  «sí  mismo» .^ 
El  Príncipe  Bonaparte,  después  de  refutar  el  error  de  que 
BEEA  signifique  «sí  mismo»  y  de  que  éste  sea  el  pronom- 
bre supuesto  por  los  dos  lingüistas  nombrados,  que  se  expre- 
sa en  bascuence  con  befíe  buru,  quedándole  á  beba  su  pro- 
pio é  indudable  significa  de  «él  mismo»,  dice  que  la  b  inicial 
de  los  imperativos  pertenece  al  ba  afirmativo,  usado  en  va- 
rios dialectos  y  sinónimo  de  bai  «sí»;  de  suerte  «|ue  estamos 
dispuestos  á  no  ver  en  beza  que  «él  lo  haya»,  más  que  una 


1    Essai  sur  la  langue  basque.— Nota  87,  pág.  Ilí2. 


abreviación  de  badeza  en  el  sentido  de  «ya  lo  haya»  castella- 
no».^ Sin  negav  la  gran  verosimilitud  de  esta  explicación  yo 
me  inclino  á  ver  en  h  la  inicial  de  lui  pronombre  de  tercera 
persona,  perdido  en  lo  demás,  y  que  por  esta  causa  merece 
el  nombre  de  verbal.  La  objección  que  pudiera  oponerse  de 
que  las  terceras  personas  de  singular  suelen  carecer  de 
signos  del  sujeto  no  tiene  nnicha  importancia  en  el  caso  pre- 
sente, porque  no  se  trata  de  un  principio  general;  en  cam- 
bio, la  analogía  de  forma  que  presenta  h-te  con  zii-te,  z-te, 
o-te,  etc.,  y  otras  formas  semejantes  de  pluralización  de  ele- 
mentos personales  ó  pronominales,  es  demasiado  evidente 
para  que  se  oculte  á  los  ojos  de  nadie.  Hay  que  notar  la 
particularidad  de  ir  el  elemento  zu  detrás  del  núcleo,  y 
el  elemento  b  delante,  siendo  ambos  representantes  del 
sujeto,  así  como  el  endurecimiento  de  t>a  en  las  formas  ob- 
jetivo plurales,  debido  á  la  imitación  del  tz  anterior  hijo  de 
la  sílaba  ¿7,  según  se  advirtió  al  tratar  de  ditzadan  etc. 

(ii). — Flexiones  ohjefiio-2')ro)wi)ü)iaIes. 

(2.":  («á  mí»). 

ízAd((Z\]    .  ZAZKi(7rtZu    . — tú  vé  me  lo,  vé  me  los. 

Iliza/  .     .  EiZAZiaz"  .     . — él  vea  me  lo,  vea  me  los. 

Iküsi  zAíZíizuTE  zazkk/(/zute — vosotros  ved   mo   lo  ,    ved 
1  me  los. 

\BizAfE      .  BirzAZKi/E    . — cllos  vcau  me  lo, vcau  uie  los. 

Observaciones.  El  núcleo  significativo  ha  experimentado 
la  elisión  de  la  inicial;  t  y  d  son  los  elementos  pronomina- 
les, seguidos  de  a  de  ligadura  en  los  casos  en  que  había  de 
producirse  un  choque  de  consonantes.  El  paralelismo  de 
estas  formas  con  las  de  la  segunda  categoría  de  indicativo 
es  completo:  didazü  =  zadazu;  dit  — bizat.  La  flexión  de  ter- 
cera persona  plural  está  contraída;  la  forma  más  regular  y 
lógica  sería  bizate/;  se  conoce  que  la  forma  plural  primitiva 
fué  BizAi^ETE,  es  decir,  la  correspondiente  á  la  tercera  perso- 
na singular,  más  el  alijo  pluralizador,   el  cuid,  jior   eufonía, 


1    Remuqucs,  etc.,  pAg.  38. 


-381— 


fué  posteriormente  suprimido.  Eii  el  te  de  la  flexión  qne  nos 
ocupa,  debe  verse,  á  mi  juicio,  el  elemento  pronominal  y  la 
e  final  del  signo  de  la  pluralización  personal:  h  «él» — iza  «ha- 
ber»— t  «á  mU—e  (contracción  de  té)  «varios»  (referente  á  h). 

(3.^  «á  tí»), 

T        \jiizkzu    .     BiZAZKi^7/.    .' — él  te  lo  vea,  te  los  vea. 

_LKUSI'' 

^-Bizhpjute.     mzAZKiz-iite. — ellos  te  lo  vean,  te  los  vean. 

Observaciones.  Los  flexiones  de  tercera  persona  de  sin- 
gular de  la  segunda  categoría  producen  las  actuales  con 
nada  más  que  sustituir  el  elemento  pronominal  t  «á  mí,  por 
el  de  igual  clase  za  «á  tí». 

(4.'^:  «á  él.)). 


/ZA//OZU      . 

Ikusií        '^ 


ZAZKiozu     . — tú  vé  le  lo,  vé  le  los. 
BizAZKio      . — él  vea  le  lo,  vea  le  los. 
zAZKiozuTE. — vosotros  ved  le  lo,  ved  le  los. 
BizAZKioTE  . — ellos  vcau  le  lo,  vean  le  los. 


^BIZA?/OTE 

Observaciones.  Persiste  la  regularidad ;  compárense 
estas  flexiones  con  las  de  la  primera  categoría,  y  se  verá  que 
entre  unas  y  otras  no  liay  más  diferencia  notable  que  la  es- 
trictamente debida  á  la  presencia  de  los  elementos  corres- 
pondientes al  significado  de  las  relaciones  que  están  llama- 
dos á'expresar. 

(5.'":  «á  nosotros»). 


ZAGUZU     . 

xuegiav     . 

IkUSI  ZAGUZUTE 


BegiGJJTE. 


ZAZKiüUzu    . — tú  vé  nos  lo,  vé  nos  los. 
Beg/'zÁiíGV     . — él  vea  nos  lo,  vea  nos  los. 
ZAZKIGUZÜTE — vosotros    véd    nos    lo ,    ved 

nos  los. 
Begi'/jKiGVTE. — ellos  vean  nos  lo, vean  nos  los. 


Observaciones.  La  única  novedad ,  sin  duda  alguna  in- 
teresante, que  estas  flexiones  nos  ofrecen,  es  la  sustitución 
del  núcleo  iza  por  ecii,  procedente  de  egin  «hacer»,  que  apa- 
rece hecha  en  las  flexiones  de  tercera  persona  singular  y 
plural:  begigu  =  6  «él» — egi  «hacer» — gii  «á  nosotros»,  etc. 


—382- 

(í),";  («á  vosotros»). 

\m'AAzufc.     mzk'/AU.íiite. — el  os  lo  vea,  os  los  vea. 
^^^^'¡Bi'/.kznfe-     Br¿.\ZKuiite, — olios  os  lo  vean,  os  los  vean. 

Observaciones.  Estas  flexiones  se  confunden  entre  sí,  y 
con  la  correspondiente  á  la  tercera  persona  plural  de  la  ter- 
cera categoría  «á  tí».  Téngase  presente  que  enBizAZUTE  «ellos 
te  lo  hayan»,  te  pluraliza  á  h  «él»,  resultando  h-fc  «ellos, 
mientras  que  en  bizazute  «él  os  lo  haya»,  pluraliza  á  .vii  «tú», 
resultando  z  jte  «vosotros».  De  aquí  se  deduce  que  la  flexión 
de  tercera  persona  plural  bizazute  «ellos  os  los  hayan»  es 
una  flexión  incompleta  en  su  composición  signiñcativa,  pues- 
to que  le  falta  la  pluralización  de  h.  La  íntegra  sería  bizazu- 
TETE  que  por  anti-eufónica,  no  se  usa;  muchos  marcan  este 
plural  diciendo,  según  lo  ya  notado,  bizazutee. 

(7.":  «á  ellos»). 

,'zAYo/ezu    .     zAZKio/ezu   . — tú  vé  les  lo,  vé  les  los. 
BizKYote    .     Biz\ZKiof(?    . — él  vea  les  lo,  vea  les  los. 
zAYO^í-zuTE     ZAZKioftízuTE — vosotros    véd  Ics  lo ,   véd 

les  los. 
.     BizAZKio^e    . — ellos   vean    les    lo,    vean 
les  los. 

(ni) . — Flexiones  i^ronom'uiaJcs. 

(8.":  «á  mí»). 

Inazazu — tú  vé  me. 

-j-        Waza —él  véame. 

^^^^.NAZAzuTE — vosotros  véd  me. 

NAZATE — ellos  vean  me. 

Observaciones.  Estas  flexiones  son  las  mismas  del  sub- 
juntivo, despojadas  de  la  ii  relativa. 

(í).":  «á  tí..). 

-j-        ,BiZA/7zA — él  te  '/ea. 

^^^^^(BizA¿7zATE -  ellos  tc  vciui. 


-383- 


Observacioiies.  La  constante  penetración  que  revela 
Mr.  Eibary  en  el  análisis  de  las  flexiones,  paréceme  que  ha 
sufrido  un  eclipse  en  el  de  las  presentes.^  Me  parece  proba- 
ble la  siguiente  descomposición;  h  «él» — iza  «haber» — it 
sufijo  pluralizador  objetivo  aplicado  al  elemento  personal 
— za  (alteración  fonética  de  zu)  «á  ti».  Acaso  la  i  es  simple- 
mente una  letra  epentética,  debida  cá  la  imitación  de  la  fle- 
xión z-aitzan,  madre  de  las  actuales.  Esta  opinión  es  más 
conforme  al  constante  carácter  de  pluralización  objetiva  que 
posee  itj  y  la  pluralización  primitivamente  pleonástica,  es- 
taría contraída  á  t  sola,  quedando  éstas  flexiones  dentro  de 
la  regla  general  de  las  de  su  clase. 

(10.":  «á  nosotros»). 

[í/AiTZAZu — tú  ve  nos. 

T        Uaitza — él  vea  nos. 

-LKUSI' 

í/AiTZAzuTE     .     .     .     . — vosotros  ved  nos. 
fí/AiTZATE    .     .     :     .     . — ellos  vean  nos. 

Observaciones.  Son  las  mismas  flexiones  del  subjuntivo, 
menos  la  n  relativa.  En  unas  y  otras  el  elemento  pronomi- 
nal «á  nosotros»  está  representado  por  g  inicial;  es  lo  que  se 
observa  en  muchas  flexiones  de  relación  idéntica. 

(11.":  «á  vosotros»). 
T        Ibizaitza/(? — él  os  vea. 

IKUSl'  ,  TI 

/BizAiTZAre — ellos  os  vean. 

Observaciones.  En  la  última  flexión  falta  la  pluraliza- 
zación  de  h. 


X  He  aquí  las  palabras  del  profesor  húngaro:  «el  rarlical  es  i,  repetido  delante  del  sufijo 
del  modo  y  del  que  representa  el  régimen  directo;  la  sílaba  za  es  el  régimen  directo  de  segun- 
da persona,  y  el  radical  la  vocal  a;  el  sufijo  za  ostA  reducido  ú  tz,  y  forma  la  característica  del 
modo».  (Essai  sur  la  langue  basque,  púg.  03). 


de/aAc^t 
bEZA/)-ezu    . 

IkUSIiDEZA/iY?  . 

ÍDEZAZeGU     . 

ÍDEZAAeZUTE 

'iDEZAA'eTE     . 


-384— 

II. — Modo   potencial. 

12.  Fiitiiio  presente. 
(i)  . — Fie j- iones  ohjetivas.^ 
(1."  categoría). 

ditzaA'ó'T  . — yo  lo  puedo,  los  puedo  (ó 
podré)  ver. 

DiTZA/.-ezu   . — tú  lo  puedes,  los  puedes  ver. 

ditza/iy^  .     . — él  lo  puede,  los  puede  ver. 

ditza/.y'üu  . — nosotros  lo  podemos,  los 
podemos  ver. 

DiTZA/.t'zuTE — vosotros  lo  podeis,  los  po- 
déis ver. 

DiTZA/táTE  . — ellos  lo  pucdcn ,  los  pue- 
den ver. 

Observaciones.  Los  elementos  de  estas  flexiones,  excep- 
to uno,  nos  son  conocidos.  El  nuevo  es  la  sílaba  lie,  caracte- 
rística de  la  idea  potencial,  intercalada  entre  el  núcleo  iza 
y  los  afijos  personales  ó  pluralizadores.  Todo  este  tiempo 
está  derivado  con  una  regularidad  absoluta,  del  presente  de 
subjuntivo,  mediante  la  supresión  de  la  n  final,  la  de  la  vo- 
cal de  ligadura,  y  la  incorporación  de  l-c.  Compárese  deza- 
(lan  con  dezaIcij  dezan  con  deza/.'í,  etc. 

(ii) . — Flexiones  ohjeiivo-prononiiiíales. 

('2.'':  á  mí»). 

[dizadaZczu     .     ditzazkida/y^zu    . — tú  me  lo  puedes, me 

los  puedes  ver. 
Idizada/.í'   .     .     ditzazkida/.v,'  .     . — él  me  lo  puede,  me 

los  puedo  ver. 

-r        Ídizada/v'zute.     ditzazkida/y'zute — vosotros  me  lo  po- 

deis,  me  los  po- 
deis ver. 
DizADA/.t'TE     .     ditzazkipa/v'TE    . — cllos  mo  lo  pucdcu, 

me    los    pueden 
ver. 


— ses- 


ea/: «á  tí).). 

;DizAZu/v¿T  .  DiTZAZKizu/i'eT  . — yo  te  lo  puedo ,  te  los 
1  puedo  ver. 

Idizazu7.'6    .  DiTZAZKizu/ve    . —  él  te  lo  puede,   te   los 
I  puede  ver. 

^^^^DIZAzu/l•6^GU  DiTZAZKizuZé'GU — iiosotros  te  lo  podemos, 
I  te  los  podemos  ver. 

[dizazuA^te  DiTZAZKizuZeTE — ellos  te  lo  pueden,  te  los 

pueden  ver. 

(4.»:  «á  él»). 

DizAYo/>eT      .     DiTZAZKioZ'eT      .■ — yo  le  puedo  ver  lo, 
!  ver  los. 

¡DizAYo/rt^zu   .     DiTZAziao/it^zu    . — tú  le  puedes  ver  lo, 
I  ver  los. 

iDizAYo/re  .     .     DiTZAZKio/ití  .      . — él   le   puede   ver  lo, 
!  ver  los. 

^^^^  DizAYoZ<?GU   .     DiTZAZKioZ'^GU    . — uosotros  lo  podemos 
I  ver  lo,  ver  los. 

fDizAYo/ví^zuTE     DiTZAZKioA'ezuTE — vosotros     le     podéis 

ver  lo,  ver  los. 
DizAYoA-eTE    .     DiTZAZKioZ;eTE    . — ellos   le  pueden  ver 

lo,  ver  los. 

(o.":  «á  nosotros»). 

DizAGuZezu  .     DiTZAZKiGu/»-ezu    . — tú uos lo puedes,nos 
I  los  puedes  ver. 

[DizAGu/.e  .  .     DiTZAZKiGuZe  .     . — él  nos  lo  puede,  nos 
I  los  puede  ver. 

-r  DIZAGU/íé'ZUTE       DITZAZKIGUZ'éZUTE VOSOtrOS  nOS  lo    pO- 

_Lkusi/  •  1 

deis,  nos  los  po- 
déis ver. 
[DizAGuAeTE    .     DiTZAZKiGuA-eTE    . — ollos  nos  lo  pueden, 

nos    los    pueden 
ver. 

26 


—386-- 


(6.*:  «á  vosotros»). 

dizazuteA-6T  .     DiTZAZKizuTE/reT  . — yo  os  lo  puedo,  os 

I  los  puedo  ver. 

DizAZüTEAe    .     DITZAZKIZUTE/.-6    . — él   OS  lo  puede,  os 
los  puede  ver. 
iKUSLDiZAZUTEA-eou     ditzazkizuteA-^gu — iiosotros  os  lo  pode- 
mos, os  los  pode- 
mos ver. 
[üizAZUTEA-e    .     DiTZAZKizuTEAe    .—  ellos  os  lo  pueden, 

os  los  pueden  ver. 


Ikusi 


dizayoteA^t 
dizayoteA^zu 
dizayoteA-<?  . 
'dizayoteAcgu 


(7.":  «á  ellos»). 
ditzazkioteA'ít 

DITZAZKlOTEAeZU 

ditzazkioteAe  . 
ditzazeioteAcgu 


yo  les  puedo  ver 
lo,  ver  los. 

tú  les  puedes  ver 
lo,  ver  los. 

-él  les  puede  ver 
lo,  ver  los. 

-nosotros  les  po- 
demos ver  lo, 
ver  los. 

DizAYOTEAezüTE     ditzazkioteA-^züte — vosotros  les  pe- 
deis    ver    lo, 
ver  los. 
dizayoteAí;  .     .     ditzazkioteAe  .     . — ellos  les  pueden 

ver  lo,  ver  los. 


(m) . — Flexiones  jpronominales. 
(8.*:  «á  mí»). 

,NAZAA-ezu  .     .     .     . — tú  me  puoües  ver. 

(nazaA-^ —él  me  puede  ver. 

^^^MnazaAezute    .     .     . — vosotros  me  podéis  ver, 
'  NAZAAeTE  .     .     .     . — ellos  me  pueden  ver. 


Ikusi 


IkusI', 


Ikusi 


ZAITZAAeT  . 

zaitza/í-^gu 

ZAITZA/.(?TE 


GAITZAAeZU       . 

gaitzaZ^   . 

j  GAiTZAAeZUTE. 

gaitza^-^te     . 


zaitzaA'ítet  . 

zaitzaA^te 

zaitzaZ-^tegu. 

ZAITZa/í-6TE       . 


—387— 

(9.^  «á  tí))). 

. — yo  te  puedo  ver. 

. — él  te  puede  ver. 

. — nosotros  te  podemos  ver. 

. — ellos  te  pueden  ver. 

(10.*  «á  nosotros))). 

. — tú  nos  puedes  ver. 
. — él  nos  puede  ver. 
.^vosotros  nos  podéis  ver. 
. —  ellos  nos  pueden  ver. 

(11.'^:  «á  vosotros»). 

. — yo  os  puede  ver. 

. — ^él  os  puede  ver. 

. — nosotros  os  podemos  ver, 

. — ellos  os  pueden  ver. 


III. — Supcsitico  del  2mtencial. 

16.   Presente. 

Las  flexiones  de  este  tiempc)  se  derivan  directamente  de 
las  del  presente  de  subjuntivo,  mediante  la  prefijación  de  la 
partícula  condicional  ha,  la  supresión  de  la  n  relativa  con  sfi 
letra  de  ligadura,  y  el  endurecimiento  de  la  d  que  resulta 
final,  ó  mejor  dicho,  su  regresión  al  sonido  primitivo.  En  el 
dialecto  guipuzcoano  únicamente ,  se  Lace  precisa  la  inter- 
calación del  verbal  al  «poder»  entre  el  adjetivo  indefinido  y 
la  característica  ha. 


Ikusi 


(i). — Flexiones  ohjetivas. 

(1.*  categoría). 

íal-haBEZÁ.  ,     .     al-haBiizAT     . — Si  yo  lo  puedo,  los 

puedo  ver. 

aí-baD'EZAZJj    .     al-ha-DiTZAzv   .—Si  tú  lo  puedes,  los 

puedes  ver. 


— 3fl8— 


'al'haDEZA.  .     .     al-bamizh  ,     . — Si  él   lo  puede,  los 

puede  ver. 

\al-baDEZAGV  .  al-laDiTz\GV  . — -Si  nosotros  lo  pode- 
mos, los  podemos 
Iküsin  ver. 

aZ-6aDEZAZUTE     al-haDiTZkzvTE — Si  vosotros  lo  podéis, 

los  podéis  ver. 

al-bíWEz\TE    .     al-haBiTZME    . — Si  ellos  lo   pueden, 

los  pueden  ver. 

(ii) . — Flexiones  ohjetivo-proiwmmales. 

(2.":  «á  mí')). 

|¿iZ-2)aDiZADAzu    .     «/-¿aDizAZKiDAZU    . — SÍ  tú  me  lo  pUG- 
/  des,  me  los 

puedes  ver. 
al-ham7.k'i    .     ,     al-hai>izkzKiT     .     . — Si  él  me  lo  pue- 
de,   me    los 
puede  ver. 
lKUSi(aZ-5aDiZADAzuTE     rt^Z)aDIZAZKIDAzuTE — Si  vosotros  me 

lo  podéis,  me 

lospodeisver. 

íiZ-6aDizAZKiDATE    . — Si  ellos  me  lo 

pueden,   me 
los    pueden 
ver. 
(8.*:  «á  tí»). 

al-haDizkZKizvi   . — Si  yo  te  lo  puedo, 

te  los  puedo 
ver. 

al-hamz kZKizx]     . — Si  él  te  lo  puede, 

te  los  puede 
ver. 

flZ-¿)rtDizAZKizuGu    . — Si  nosotros  te  lo 

podemos,  te  los 
podemos  ver. 

al-bamzAZKizvTE . — Si  ellos  te  lo  pue- 
den, te  los  pue- 
den ver. 


al-bamzkDATE 


Ikusi 


¡al-bamzkzuT! 
lal-baDizkzu. 
al-ba^iZAziGu 
al-bamzAZUTE 


Ikusi: 


—389— 

(4.*:  «á  él»). 
al-hamz\YOT    .     al-baDii\7Aii0T  ,- 

al-haDiZAYOzv  ,     al-bamzAZKiozv.- 

\al-hamzAYO.     .     alhaDiz\zKio  .   . — 

al-bamzkYOG\]  .     a/-7M-Dií5AZKiOGU. — 

al-hamzAYozvTíi       al-haTyizAZKiozxjTK — 
alhüDlZAYOTE  .       al  hamZAZKlOTE. — 

(5.^  «á  nosotros»). 

ít/  /^rtüIZAGUZU  .       rí/-/>ííDI/AZKIGUZU.— 


Si  yo  le  puedo  ver 
lo,' ver  los. 

Si  tú  le  puedes  ver 
lo,  ver  los. 

Si  él  le  puede  ver 
lo,  ver  los. 

Si  nosotros  le  po- 
demos ver  lo, 
ver  los. 

Si  vosotros  le  po- 
déis ver  lo, 
ver  los. 

Si  ellos  le  pueden 
ver  lo,  ver  los. 


■Si  tú  nos  lo  pue- 
des ,  nos  los 
puedes  ver. 
[al  haDiZAGV  .  al  hamzAZKiGU  . —  Si  él  nos  lo  pue- 
de, nos  los  pue- 
de ver. 

lKUSI^,fl/-5rtDIZAGUZUTE  «/-¿¿ÍDIZAZKIGUZUTE SÍ  VOSOtrOS  UOS  lo 

podéis,  nos  los 
podéis  ver. 
alhamzAGVT^  .     al -bamzAZKiGXJTE. — Si    ellos    nos    lo 

pueden, nos  los 
pueden  ver. 


Ikusi< 


(6.^  «á  vosotros»), 

aZ-&aDIZAZüTET         aZ-ZjfíDIZAZKIZUTET  , 

aZ-Z>aDIZAZÜTE  .       aZ-¿flDIZAZKIZUTE. — 


-Si  yo  os  lo  pue- 
do, os  los  pue- 
do ver. 
Si  él  os  lo  pue- 
de, os  los  pue- 
de ver. 


-390- 


,Yi/-5rtDIZAZUTEGU 


iKusr 


al-bamzAZUTE 


Iküsi 


IkusI' 


íi?-6rtDizAZKizuTEGu — SÍ  nosoti'os  OS  lo 

podemos,  os  los 
podemos  ver, 

al-hciDizkZKizüTE. — Si  ellos  os  lo  pue- 
den, os  los  pue- 
den ver. 

(7/:  «á  ellos»). 

r¿7-Z^r7DizAYOTET  .     í7/-¿(7DizAZKi0TET   . — SÍ  yo  le  puedo 

ver  lo,  ver 
los. 

íiZ- ¿«DIZ  AYOTE  >:u.     rí7-?MDizAZKioTEzu. — Sítúlepuedes 

ver  lo,  ver 
los. 

íiZ-Z)aDiz AYOTE     .     rtZ-^rtDizAZKioTE     . — Sí  él  le  puede 

ver  lo,  ver 
los. 

rti-6aDizAY0TEGU.     <7^¿aDizAZK[0TEGU — Sí  nosotros  le 

podemos  ver 
lo,  ver  los. 

rt7-&(7DIZAYOTEZUTE        a/-5rtDIZAZKI0TEZUTE  Sí    VOSOtrOS  IC 

podéis    ver 
lo,  ver  los. 
a/-Z^(7DiZAY0TE     .     rtZ-iíZDi^AZKioTE     . — Sí  ellos  le  pue- 
den ver  lo, 
ver  los. 
(iii) . — Pronominales. 

(8.^  á  mí»). 

aZ-¿rtNAZAZu    .     .     .     . — Sí  tú  me  puedes  ver. 
al-haííAz\ — Sí  él  me  puede  ver. 

rti-¿rtNAZAZUTE 
Ctl-baíiAZXTE      . 


-Sí  vosotros  me  podéis  ver. 
-Si  ellos  me  pueden  ver. 


Irusi/ 


¡al-bazAnzAT 
al-bazAiTZA 

al-h(lZAlTZA(M] 
al-baZMTZATE 


(9.^  «á  tí»). 

. — Si  yo  te  puedo  ver. 
.--Sí  él  te  puede  ver. 
.     . — Si  nosotros  te  podemos  ver. 
. — Si  ellos  te  pueden  ver. 


-391— 


Ikusi 


al-baGMTZAzv 
al-haGMTZA     . 

a¿-5aGAITZAZUTE 
a/-¿ílGAITZATE 


Ikusi 


(7Í-7;ríZAITZATET 

al-hazkUZATE . 

al-hri  ZAVYZkTEGU 
[al-h(l¿M'TZ\TE  . 


(10.*:  «á  nosotros»). 

. — Si  tú  nos  puedes  ver. 
. — Si  él  nos  puede  ver. 
. — Si  vosotros  nos  podéis  ver. 
. — Si  ellos  nos  pueden  ver. 

(11.*:  «á  vosotros»). 

. — Si  yo  os  puedo  ver. 

. — Si  él  os  puede  ver. 

. — Si  nosotros  os  podemos  ver. 

.■ — Si  ellos  os  pueden  ver. 


B.— Se 


II. 


GUNDO    TIEMPO    MATRIZ. 


[¿endvEn 

]zvwi  . 

IkUSTEN  '(/eNDUEN 


I. — Modo  indicativo. 

2.  Pretérito  imperfecto. 

(i)  .  ■ — Flexiones    o  hje  fivas. 

(1.*  categoría). 

;nTUE;¿      . — yo  lo  veía,  los  veía. 

zÜiíTUEn  . — tú  lo  veías,  los  veías. 

ZITUE71.     .■ — él  lo  veía,  los  veía. 

gi^iTVEn  .■ — nosotros     lo    veíamos  ,    los 
veíamos. 
f^eNDUÍeN.     .^¿ÑiTu^^eN. — vosotros  lo  veíais,  los  veíais. 
\zuTE?i     .     ziTVztem    . — ellos  lo  veían,  los  veían. 

El  sistema  de  composición  de  las  flexiones  cambia  osten- 
siblemente en  este  tiempo.  Las  novedades  son  importantes; 
ha  desaparecido  el  pronombre  verbal  t  «yo»  y  el  prefijo  de 
objetivación  singular  d  «lo».  Los  signos  personales  singula- 
res, en  las  flexiones  que  los  contienen,  pasan  á  ser  constan- 
temente prefijos,  siendo  fácil  reconocer  á  ni  «yo»,  zii  «tú»,  gu 
«nosotros»,  en  los  n,  ze,  zi,  ge,  gi  iniciales,  así  como  á  un 
equivalente  de  zuek  «vosotros»,  en  los  mismos  ze,  zi,  con  la 


-392- 

plnralizadora  te  ó  zte  incorporada.  El  análisis  do  estas  fle- 
xiones tropieza  con  algunas  oscuridades  que  no  encueatrí»  el 
de  las  del  presente  de  la  misma  categoría. 

¿Cuál  es  el  núcleo  significativo?  Yo  creo  reconocerlo  en  la 
sílaba  /íí',  metátesis  de  en, y  sin  género  de  duda  en  la  «sola 
de  otras  flexiones.  ¿Y  la  final  iC!  Hay  varias  opiniones  acerca 
de  su  valor.  El  Príncipe  Bonaparte  dice  que  es  una  letra  re- 
dundante, y  cita  en  apoyo  de  su  opinión:  a)  las  flexiones  del 
dialecto  alto-nabarro  meridional  (nüe-nitue,zendue-zinditue, 

ZUE-ZITUE,    GINDUE-GINDITUE,     ZINDUTE-ZIiNDUZTE ,     ZUTE-ZUZTE) 

y  del  bajo-nabarro  occidental  aezcoano  (nue-nítue,  zindue- 
zinduze,  zue-zitue,  gindue-ginduze,  zindute-zinduzte,  zute- 
zitüzte);  /;)y  el  hecho  de  que  en  las  formas  conjuntivas  el  la 
se  une  en  todos  los  dialectos  á  las  flexiones  despojadas  de 
■n,  6  sea,  á  las  primitivas,  y  nó  en  virtud  de  una  incompati- 
bilidad entre  n  y  /,  pues  esta  se  salvaría  por  medio  de  una 
letra  de  ligadura,  como  se  salva  en  las  flexiones  femeninas 
DUNíiLA  «que  él  lo  ha»,  dezakeníila  «que  él  lo  podrá»,  etc., 
que  son  como  van  escritas,  y  no  dula,  dezakela,  etc.^ 
Mr.  Yinson  opina  como  el  Príncipe.'^  Mr.  Yan  Eys  al  tratar 
de  esta  n  dice  que  puede  considerarse  como  el  adverbio  aii 
«ahí».  Le  parece  que  la  idea  abstracta  de  un  tiempo  pasado, 
lejano,  ha  podido  muy  bien  traducirse  por  una  palabra  que 
expresa  el  alejamiento  en  el  espacio,  y  la  palabra  más  pro- 
pia para  expresar  esta  idea  era,  tal  vez,  el  demostrativo  an 
«ahí».'^  Mr.  Eibary  ve  en  la  final  en  el  sufijo  del  pasado.^^ 

De  mucha  fuerza  es  el  argumento  del  Príncipe  Bona- 
parte de  que,  las  flexiones  femeninas  (las  cuales  presentan 
una  71  que  forzosamente  es  orgánica),  acuden  á  una  letra  de 
ligadura  cuando  toman  el  sufijo  la  conjuntivo  y  la  conser- 
van, de  donde  puede  deducirse  muy  legítimamente  que  si  la 
n  final  de  todas  estas  flexiones  fuera  realmente  orgánica 
acudiiíase  al  mismo  procedimiento  y  se  diría  zuen^la,  gendue- 
NeLA,  etc.,  y  no  zendüela,  genduela,  etc.;  pero  no  obstante 


1  Le  Verbe  basque,  págs.  xxui  y  xxiv.  Remarques,  etc.,  sur  Mr.  Abel  Hovelacqje,  uotii.s  do  las 
píigs.  9  y  10. 

2  Notas  c'oiiiplcinontariiis  dol  Essai  de  Uibary,  pi'ig.  111. 
:i    Etude  sur  lorig.  et  la  form.  des  vcrb.  a-:x.  basq. 

i     Ess.li,  utc,  img.  iO. 


adopto  el  parecer  de  Mr.  Kibary  de  que  ;?,  (no  en),  es  la  ca- 
racterística del  pasado.  ¿Y  sino,  dónde  se  halla  este  elemen- 
to del  p  iSLido?  ¿En  la  distribución  de  los  componentes,  en 
que  los  signos  pronominales  y  objetivos  hayan  cimbiado  de 
lugar?  Esto  no  puede  tener  un  alcance  de  esa  naturaleza. 
No  se  olvide  que  los  elementos  constitutivos  de  las  flexiones 
del  imperfecto,  son  iguales  ó  análogos  á  los  del  presente;  que 
por  lo  tanto,  la  significación  que  les  corresponde  es  idéntica. 
Luego  si  tienen  un  significado  nuevo,  algo  so  lo  comunica,  y 
como  solamente  hay  un  elemento  nuevo  que  sea  constante, 
en  dicho  elemento,  que  es  la  ii,  puede  inscribirse,  sin  teme- 
ridad, la  ñmción  do  caracterizar  el  tiempo.  8i  no'Jnibiese 
ningún  elemento  nuevo  y  constante,  diríamos  que  el  repre- 
sentar (1  pasado  les  venía  á  estas  fiexiones  por  atrihiición. 
La  repugnancia  á  un  choque  ni  es  indudable,  y  en  la  elisión 
de  la  /¿  iJnal  de  estas  lifexiones  del  tratamiento  indetermina- 
do y  en  la  interpolación  de  la  a  de  ligadura  que  verifican  las 
del  tratamiento  femenino  se  ve  la  influencia  de  un  mismo 
principio  íonético.  Como  la  elisión  de  n  es  muy  frecuente, 
las  flexiones  alto-nabarras  meridionales  y  aezcoanas  la  ha- 
brán sufrido. 

La  flexión  zenduen  es  muy  oscura.  Mr.  Ribary  deriva 
ZEN  inicial  de  zuk,  alterado  por  razones  de  eufonía  que 
no  expresa,  de  igual  modo  que  zu  lia  producido  zeroei.^ 
Todo  esto  es  muy  vago,  y  el  ejemplo  está,  muy  desgracia- 
damente aducido:  en  zeroei  no  hay  derivación,  sino  compo- 
sición, ó  mejor  dicho,  juxtaposición  de  dos  pronombres  dis- 
tintos. El  Príncipe  Bonaparte  dice  que  ciertas  flexiones  usa- 
das en  Salinas,  entre  la  que  so  cuenta  zeben,  demi;estran 
que  la  n  y  la  d  de  los  otros  dialectos  son  redundantes,  y 
están  introducidas  para  evitar  la  confusión  de  la  segunda 
persona  con  la  tercera.^  Por  lo  tanto,  podemos  suponer  que 
ze  está  en  vez  de  zu,  y  como  el  tema  verbal  inmediato  pro- 
ducía una  aglomeración  de  vocales ,  se  introdujo  una  n  eufó- 
nica, resultando  la  flexión  zenuen  que  existe,  por  cierto,  en 


1  Essai  sur  la  langue  basque,  púg.  40. 

2  Le  Verbe  basque,  púg.  xxiii,  nota. 


-394- 


labortano  con  una  ligera  alteración:  zinüen.  Donde  no  se  in- 
trodujo la  )i  eufónica,  la  u  se  consonifícó  y  produjo  la  forma 
salincsa  zeben,  que  reemplaza  á  zeuen.  A  la  vez,  otras  varie- 
dades del  guipuzcoano  empleaban  zeuen  en  lagar  de  züen 
como  tercera  persona,  «él  lo  había».  Y  como  quiera  que  la  11 
e^  una  letra  que  se  pierde  con  frecuencia,  hubiera  sucedido 
que  la  flexión  zenuen  «tú  lo  habías»,  perfectamente  eufónica, 
hubiese  cedido  el  paso  á  zeuen,  y  esta  flexión  habría  coexis- 
tido con  la  zeuen  de  tercera  persona,  existente  en  las  varie- 
dades que  se  valían  primitivamente  de  zenduen  para  la  se- 
o-unda,  resultando  en  la  práctica  la  confusión  de  ambas  per- 
sonas.'El  dialecto  guipuzcoano  quiso  evitarla,  y  lo  consiguió 
reforzando  á  la  7^  con  una  d  que  la  hizo  más  resistente.  He 
aquí  el  análisis  de  dicha  flexión;  ze  en  lugar  de  z'u  «tú»— ?¿ 
letra  eufónica — d  letra  de  refuerzo — ue  «haber» — n  caracte- 
rística del  V asado. ^  Lo  dicho  se  apliea  á  todas  las  flexiones 
que  presentan  el  grupo  iid. 

ZuEN  presenta  una  z  inicial,  calificativa  de  misteriosa; 
cabe  hacer  con  ella  la  misma  suposición  que  hicimos  con  f, 
y  considerarla  como  el  representante  ó  el  residuo  de  un  pro- 
nombre desaparecido.  Genduen  nos  da  una  forma  de  gu  iini- 
lof^a  al  ze  de  zii.  Zenduten  es  un  calco  de  zenduen,  más  el 
signo  pluralizador  t  residuo  de  te.  Züten  se  deriva  de  zuen 
por  el  mismo  procedimiento. 

Las  flexiones  objetivo-plurales  requieren  nuiy  breve  men- 
ción. La  permutación  de  e  en  i  en  zi  {zu)  y  gl  (gu)  y  la  de  la 
eufónica  n  en  ñ. 


1    A  fin  de  que   se  comprenda  mejor  mi  razonamiento,  pongo  á  la  vista  toJos  los  para- 
digmas á  que  me  he  referido: 


Guip.  lit. 

HUEN    .       . 

zenduen  . 

ZUEN     . 

genduen  . 
zenduten. 

ZUTEN  . 


Guip.  vulg. 

NUEN  . 
ZENDUEN  . 
ZEUEN. 
GENDUEN  . 
Z EN DE U EN. 
ZEUEN  . 


Bizc   de  Salinas. 

NEBEN  . 
ZEBEN  . 
EBEN  . 
GEBEN . 
ZEUr.EN  . 
EUBEN.   . 


Lab. 

NUEN  . 

ZINUEN 

ZUEN  . 

GINUEN 

ZINUTEN 

ZUTEN. 


Hipoté'.lco. 

» 
ZEUEN 

» 


IkUSTEN: 


(ii). — Flexiones  ohjetivo-j^ronominalts. 

(2.":  «á  mí))). 

^•íñidan  .  zi/'/izKiDAN  . — tú  me lo veí'cis,  1116  los veías. 
zic/an.  .  zizkií/an  .  .—  él  me  lo  veía,  me  los  veía. 
ziñ/daten     ziñ/zkid\ten — vosotros  me  lo  veíais,  me 

los  veíais. 

(ziDATEN  .  zizKiDATEN  .-el)  OS  me  lo  voían.  me  los 
veían. 
Observaciones.  Compárense  estas  flexiones  con  las  de  la 
misma  categoría  del  presente  y  quedarán  explicadas.  Las 
flexiones  verbales  no  repugnan  que  su  última  letra  sea  la  t. 
Yéase  que  las  que  ahora  nos  ocupan  estaban  completas,  des- 
de el  punto  de  vista  de  su  significado,  siendo  ziñit,  zit,  ziñi- 
DATE,  zi.DATE,  y  quc  jamás  pasa  la  dental  fuerte  á  la  suave  en 
el  dialecto  guipuzcoano  sino  cuando  deja  de  ser  tal  final.  La 
n  no  puede  coexistir  con  la  d  ó  t  más  que  con  el  auxilio  de 
una  vocal  de  ligadura.  Ahora  bien,  cabe  que  una  convergen- 
cia fenómenos  tan  caracterizados  como  son  la  permutación 
y  la  intercalación  se  proponga  nada  más  que  mantener  una 
n  redundante,  inútil?  Se  me  figura  que  esta  reflexión  es  una 
nueva  prueba  de  que  n  caracteriza  al  pasado. 


^Z¿ZüN      . 

Ikusten  giñz'zun. 


ZLJV/TEN. 


Ikusteiv 


NION   . 

ZIÑÍON  . 

JZION  .  . 

/GIÑiO  í  . 

ZIÑIOTEN. 

ZiOTEN     . 


(3.'^;  «á  tí»). 

??izKizuN    .  —  yo  te  lo  veía,  te  los  veía. 
nzKizuN    . — él  te  lo  veía,  te  los  veía. 
Í//ÑIZKIZUN. — nosotros  te  lo  veíamos,  te  los 

veíamos. 
,eizKizu/eN.- — ellos  te  lo  veían,  te  los  veían, 

(4.^  «á  él»). 

7ZIZKI0N     . — yo  le  veía  lo,  le  veía  los. 
^¿ÑizKioN  . — tú  le  veías  lo,  le  veías  los. 
£^¿"zKioN      .■ — él  le  veía  lo,  le  veía  los. 
.í7¿ÑizKi0N  . — nosotros   le  veíamos  lo,  le 

veíamos  los. 
d^izlaoteY^ — vosotros    le    veíais    lo  ,    le 

veíais  los. 
ziziiiofe^  .—ellos  le  veían  lo,  le  veían  los. 


— 3'JC- 


Observacioncs.  El  eleinento  pronominal  es  o;  el  núcleo 
verbal  constante  /;  los  signos  personales,  ;z,  zi^  z,  gí,  zí-te  y 
zte;  la  objetivación  plural  zlxi.  En  la  categoría  tercera  exis- 
ten de  estos  elementos  los  que  son  precisos  para  la  relación 
que  expresan  y  el  pronominal  za  en  lugar  de  o. 

(5/:  «á  nosotros»). 

-ziÑi^»N  .     ziÑizKi(7//N    . — tú  nos  lo  veías,  nos  los 

I  veías. 

|zi<7¿/N  .  .     zizKií/»N  .     . — él  nos  lo  veía,  nos  los  veía. 

Ikusten'ZIñi<7¿¿ten.  ziñizei^^ten — vosotros   nos    lo    veíais, 

i  nos  los  veíais. 

[zi/7//TEN  .     ZIZKIÍ///TEN   . — ellos  nos  lo  veían,  nos 

1  los  veían. 

(6.":  «á  vosotros»). 


'mzate^  .  NizKL'://fí'N  . — yo  os  lo  veía,  os  los  veía. 

Ízi^///é'N   .  7AZ\{izute^  . — él  os  lo  veía,  os  los  veía. 

T  ítIñ-1^7/ f fN  GisjzKU/ if.'-Ñ — nosotros  os  lo  veíamos,  os 

'  I  los  veíamos. 

IzuiiteN  .  zizKi.ev/Zé^N  . — ellos   os   lo  veían,   os  los 
1  veían. 


(7.'':  «á  ellos»). 


mote-Ñ  .     NizKio^^N  . — yo  les  veía  lo,  les  veía  los. 
ziÑio^í'N     ziÑizKio^eN — tú  les  veías  lo,  les  veías  lo. 
zioí^N  .     ziZKiote^   . — él  les  veía  lo,  les  veíalos, 
jgy         |GiÑioí<?;¿     GiÑizKio/í'N — nosotros  les  veíamos  lo,  les 

veíamos  los. 
IziÑio^'t^N     ziÑizKio¿6'N — vosotros    les    veíais    lo,    les 

veíais  los. 
zio^eN  .     zizKiofc'N  . — ellos  les  veían  lo,  les  veían  los. 


—397— 


(iii) . — Flexiones  'pronominales. 
(8.'':  «á  1111))). 


Ikusten 


?r¿NDUZUN      . 

n/nduen. 
?z¿nduzuten 

?¿¿NDUTEN      . 


. — tú  me  veías. 

. — él  me  veía. 

. —  vosotros  me  veíais. 

. — ellos  me  veían. 


Observaciones.  En  estas  flexiones  cambia  nuevamente 
la  posición  de  los  elementos  significativos;  7ii  es  «á  mí»,  n 
letra  enfónica,  d  la  letra  de  refuerzo  conocida,  u  el  núcleo 
significativo,  zu  el  sujeto,  n  final  la  característica  del  tiem- 
po. Esta  distribución  reina  en  las  tres  categorías  siguientes. 

{S).\  «á  tí.)). 


.^¿NDUDAN 


IkUSTEN' 

I 


í^iNDUEN 


^¿NDUGÜN 


\^?NDUTEN 


. — yo  te  veía. 

. — él  te  veía. 

. — nosotros  te  veíamos. 

.—  ellos  te  veían. 


(10.'':  «á  nosotros»). 


iV/Znduzun     .     .     .     . — tú  nos  veías, 
-r  'í7/nduen — él  nos  veía. 

i  KTISTFN 

ií7¿NDuzuTEN.     .      .     . — vosotros  nos  veiaís. 
>/¿NDUTEN     .     .     .      . — ellos  nos  veían. 


(11.'':  «á  vosotros»), 


Ikusten 


p¿NDU^CeDAN 
\  ?¿NDU¿'2ÍeN  . 
l^^NDU^-reGUN 


. — yo  os  vera. 

. — él  os  veía. 

. — nosotros  os  veíamos. 

. — ellos  08  veían. 


BB. 


-398- 

-  Tiempos  derivados. 

II. — Modo  subjuntivo. 
3o.  Pasado. 

(íJ.—Fle  .r  i  o  n  es   o  hj  e  t  i  v  a  s . 

(1."  categoría). 

Nt'-cííN  .     .  n//zan.      . — yo  lo  vea,  los  vea. 

ZENexííN    .  ziñ//zan    . — tú  lo  veas,  los  veas- 

zezü}^  .      .  z¿7zAN.      .—él  lo  vea,  los  vea. 

Ikusi  GENe4í7N    .  GiÑ/fzAN    . — Rosotros  lo   veaiiios,  los  vea- 

j  mos. 

[zEN^^-íiTEN  ziÑ\'7zATEN — vosoti'os  lo  veais,  los  veáis. 

Zé'^'rtTEN      .        ZZ/'ZATEN    .  —  clloS  lo  VCHR,  los  Veail. 

Observaciones.  Todas  estas  ñexiones  son  muy  claras. 
Es  inútil  explicar  su  composición.  En  la  manera  de  pronun- 
ciar las  objetivo-plurales,  parece  que  está  íntegro  el  sujeto 
ii¿  y  que  el  núcleo  verbal  li  i  sufrido  la  elisión  de  su  inicial 
y  el  endurecimiento  de  la  z;  pero  el  análisis  no  consiente  se 
ponga  en  duda  la  presencia  de  ¿t.  Por  lo  tanto  nitzan,  etc., 
está  compuesto  de  n-it-za  n,  y  solo  por  corrupción  se  pro- 
nuncia ni-tzan. 

(ii). — Flexiones  ol)jetiüo-pronomí)iaJcs. 

{'1.":  cá  mí»). 

/ziñizaí/an    .     ziñ/.í'(ízk['/an    . — iú  nio  lo  vieses,  me  los 

I  vieses. 

izizaíZan.     .     z/^y/zkp/an  .     . — él  me  lo  viese,  me  los 

T-        1  viese. 

iKusr    .       7  . .  7  ,  1       •      •„ 

izinizaíZaten     ziN¿^(iZKirtATEN — vosotros  me  lo  vieseis, 

I  me  los  vieseis. 

fzizAc/ATEN   .     z/.:7ízki/7aten   . — olloá  luo  lo  viescu,   me 

los  viesen. 

Observaciones.  Va\  las  flexiones  objetivo-plurales  se  nota 
el  cambio  de  la  e  de  eza  on  i  por  atavismo  ó  regresión  á  la 
forma  primitiva. 


— 39Ó- 


(3.":  «á  tí..). 


Ikusi 


mzAzim  .  liizazrAzim  . — yo  te  lo  viese,  te  los  viese. 
iZizA-^^N  .  zi.zazKizu}i  . — él  te  lo  viese,  te  los  viese. 
Igiñiza^^ín      GiSiiza'/Aiizun. — nosotros  te  lo  viésemos,  te 

los  viésemos. 
fziZA^^TEN     zitazEizuTE-ii — ellos   te   lo  viesen,   te   los 

viesen. 


Ikusi/ 


jNIZAYON. 
ZIÑIZAYON     . 
iziZAYON. 
IGIÑIZAYON     . 
/ 
IZIÑIZAYOTEN 

IziZAYOTEN    . 


(4,*:  «á  él.)). 

NizAZKioN .     . — yo  le  viese  lo,  le  viese  los, 

ziÑizAZKioN    .- — tú  levieseslojle  vieses  los. 

ziZAZKioN .     . — él  le  viese  lo,  le  viese  los. 

GiÑizAZKioN  . — iiosotros  le  viésemos  lo, 
le  viésemos  los. 

ziÑiZAZKiOiEN — vosotros  le  vieseis  lo,  le 
vieseis  los. 

zizAZKioTEN  . — ellos  Ic  vieson  lo,  le  vie- 
sen los. 


Iküsi 


(5.*;  «á  nosotros'.). 
ziñiZazki<7«n 


-tú  nos  lo  vieses,  nos  los 

vieses. 
zizAZKigun.     . — él  nos  lo  viese,  nos  los 

viese. 
ziÑizAZKií/¿^TEN— vosotros  nos  lo  vieseis, 

nos  los  vieseis. 
zizAZKií/ííTEN  .—ellos  nos  lo  viesen,  nos 

los  viesen. 

(6.*:  «á  vosotros»). 


ImzkzuteY!.   .  mzkZKizute^  . — yooslo  viese,  os  los  viese. 

[zizkziite^  .  zizkzmzuteY^  . — él  os  lo  Aaese,  os  los  viese. 

^GiKizAzute-Ñ  GiSiizkZKizute-s — nosotros  os  lo  viésemos, 
-*-^^^^'i  os  los  viésemos. 

IziZAznte^  .  zizkZKizutt^  . — ellos  os  lo  viesen,  os  los 
'  viesen. 


-400— 

(?.":  «á  ellos.)). 

mzwüte'Ñ  .     NizAZKioifiN  .■ — yo  les  viese  lo, les  viese  los. 
ziÑizAYO^fN     ziÑizAZKio/6'N — tú  les  vieses  lo,  les  vieses 

los. 
zizAYí^feN  .     zizAZKio/t-N   . — él  les  viese  lo,  les  vieso  los, 

-r  /(ilÑIZAYofí'N       GlÑlZAZKIOí'í  N nCSOtlOS   loS    viéseillOS    lo, 

iKnsí  1         •'  1 

les  viésemos  los. 

|ziÑizAYo/e'N     ziÑizAZKiofeN — vosoti'os  les  viescis  lo,  les 

vieseis  los. 

ziZAYoft'N  .     zizAZKio/fN  . — ellos  les  viesen  lo,  les  vie- 

*  sen  los. 

(ni).- — FIíÁiLiies  jívoncmiiiales. 

Las  cuatro  categorías  siguientes  se  derivan  de  las  del 
imperfecto,  camijiando  el  núcleo  verbal  n  por  za,  y  supri- 
miendo á  la  vez  la  d  epentética  de  refuerzo. 

(8.":  «á  mí»). 

iNiN-z-azuN — tú  me  vieses. 

T        'nin-ctí/n — él  me  viese. 

Ikusi,  , 

iNiN.ífi'zuTEN     .     .     .     . — vosotros  uio  vicseis. 

NiN.íííTEx — ellos  me  viesen. 

(í).":  «á  tí..). 

.ziN^TíDAN — yo  te  viese. 

r        'ziN.2aN — él  te  viese. 

Ikusi.  ,        , 

iZiN^rtGUN —  nosotros  te  viésemos. 

fziN^ííTEN — ellos  te  viesen. 

(10.":  ('á  uofotros»). 

G1N-£T/ZIN —  1Ú  l.CS  vieUS. 

T         |g]N,:(7N —  él  r.cs  vieee. 

iKUSI'  . 

.GiN^í/zuTEN     .     .     .     . — vosotros  nos  vieseis. 
[GiN-e-aTEN —  ellos  nos  vieseu. 


/; 


— áOl— 


(1 


Ikusi 


/ZIN^rtTEDAN 
iziN^íZTEN     . 

íziN^rtTEGUN 
'ziN^aTEN     . 


«á  vosotros»). 

, — yo  os  viese. 

. — él  os  viese. 

. — nosotros  os  viésemos. 

. — ellos  os  viesen. 


II. — Modo  potencial. 

14.  Pasado  próximo. 

Todas  las  flexiones  del  tiempo  que  nos  ocupa  se  forman 
con  la  mayor  regularidad.  Se  toman  las  del  subjuntivo,  y 
se  les  suprime  la  n  final,  añadiéndoles  en  cambio  la  ca- 
racterística KE.  Las  terceras  personas  de  singular  y  plu- 
ral poseen  una  I  que  hasta  ahora  no  hemos  visto.  ¿Es 
característica  del  tiempo?  ISÍó,  porque  solamente  aparece 
en  las  terceras  personas  de  singular  y  plural.  ¿Es  resto  de  al- 
gún antiguo  pronombre,  perdido  en  el  dia,  ó  permutación 
fonética  del  re3Íduo  de  ese  pronombre?  Probablemente  lo 
primero,  aunque  no  haya  de  ello  otra  prueba  que  su  presen- 
cia, como  sucede  con  ¿y  con,-;.  Pero  siendo  totalmente  inad- 
misible que  I  forme  parte  del  tema  verbal  y  no  mereciendo 
más  crédito  tampoco  la  hipótesis  de  que  sea  una  letra  eu- 
fónica, pues  ninguna  repugnancia  experimenta  el  bascuence 
en  comenzar  sus  flexiones  con  e,  no  hallo  otro  punto  de 
vista  plausible  que  el  que  considera  á  la  I  como  reliquia  de 
un  pronombre. 


(i.)  —Flexiones  ^yvoiioyuinales. 
(1."  categoría). 

(NEZAA'e      .        .       NITZAA-e. 
ZIÑITZA^-e. 


Ikusi 


/ZENEZA^-e. 

\l^Zklxe 

27 


. — yo  lo  podía,  los  podía 

ver. 
. — tú  lo  podías,  los  podías 

ver. 
. — él  lo  podía,  los  podía 

ver. 


Ikusi 


GENEZA/ie 
ZENEZA/.-6'TE   . 

ZezaActe  .     . 


—102— 
GIÑITZA^'e.     . 

ziñitza/.-6^te. 

/iTZA/>'6TE.     . 


. — nosotros  lo  i:)odíamos, 
los  podíamos  ver. 

.—vosotros  lo  podíais, 
los  podíais  ver. 

. — ellos  lo  podían,  los 
podían  ver. 


(ii.)  Flexiones   objetivo  pronominales, 
(2.":  «á  mí»). 


,'ZIÑIZADA/í'^    .   ziñitzazkida/»c   .- 

l/lZADA/»e  .       .    /iTZAZKIDA/.e.      .- 
^^^^ZIÑIZADA/vCTE    ZIÑITZAZKIDA/ieTE- 
/iZADA/iETE    .    /iTZAZKIDAZeTE    .- 


/NIZAZuA-e  . 

ZizAzuAe  . 


(3.'':  «á  tí»). 

NITZAZKIZuAe    .- 
ZlTZAZKIZuAe     .- 


^^^^'iGIÑIZAZUAe    .       GIÑITZAZKIZuAt'- 
ÍZlZAZUAeTE     .       ?ITZAZKIZuA-eTE- 


Ikusij 


NIZAYoAe  . 

IziÑizAYoAe 


/izAYoAe  . 


(4.":  «á  él»), 

NITZAZKIoAe.  . 
ZIÑITZAZKIoAe.  , 
?ITZAZKI0A-e,       . 


-tú   me  lo  podías,   me 

los  podías  ver. 
-él  me  lo  podía,  me  los 

podía  ver. 
-vosotros  me  lo  podíais, 

me  los  podíais  ver. 
-ellos    me    lo    podían, 

me  los  podían  ver. 


-yo  te  lo  podía,    te  los 

podía  ver 
-él  te  lo   podía,   te    los 

podía  ver. 
■nosotros  te  lopodíamos, 

te  los  podíamos  ver. 
-ellos  te  lo   podían,   te 

los  podían  ver. 


-yo  le  podía  ver  lo,  ver 

los. 
-tú    le  podías  ver  lo, 

ver  los. 
-él  le  podía  ver  lo,  ver 

los. 


GIÑIZAYOKE 
lEUSI;ZIÑIZAY0/i-eTE 
f/lZAYoA'eTE     . 

zixizAGuA'e    . 

uizAGu/re  . 
Ikusi'    _  7 

|ZINIZAGUA-é?TE 

ZlZAGU/veTE     . 

1 

/NIZAZUTE/.-e    . 
l/lZAZUTEA-e     . 

Ikusi  GiÑizAzuTEA'é 

7lZAZüTE/ití     . 
íNIZAYOTE/i'e    . 

iziÑiz  AYOTE  A-e 
Ikusi  ,  , 

l¿IZAYOTEA'e     . 
GIXIZAYOTE/ie 


—403— 

•GiÑiTZAZKioAe.  . — nosotros  le  podíamos 
ver  lo,  ver  los. 

ziÑizAZKioA'^TE. — vosotros  le  podías  ver 

lo,  ver  los. 

¿¿TzAZKioAeTE.  . — ellos  le  podían  ver  lo, 
ver  los. 

(5.^  «á  nosotros»). 

ziÑiTZAZKiGuAe. — tú  nos  lo  podías,  nos 
los  podías  ver. 

/iTZAZKiGuAe.  . — éi  nos  lo  podía,  nos 
los  podía  ver. 

ziÑizAZKiGuA-(?TE — vosotros  iios  lo  po- 
díais, nos  los  podíais 
ver. 

tozAZKiGu/veTE. — ellos  nos  lo  podían, 
nos  los  podían  ver. 

{6.^:  «á  vosotros»). 

NiTZAZKizuTEA-e  . — JO  OS  lo  podía,  os  los 

podía  ver. 

ZiTZAZKizuTE/ve    . — él  OS  lo  podía,  os  los 

podía  ver. 

GiÑiTZAZKJzuTE/i-e — nosotros  os  lo  podía- 
mos, os  los  podía- 
mos ver. 

ZiTZAZKizuTE/ie    . — ellos  os  lo  podían,  os 

los  podían  ver. 

(7.*:  «á  ellos»). 

NiTZAZKioTEA-e  . — yo  les  podía  ver   lo, 

ver  los. 
ziÑiTZAZKíOTEA-e — tú  les  podías  ver  lo, 

ver  los. 
?iTzAzKioTEA-e   . — él    les    podía  ver   lo, 

ver  los. 
GiÑiTZAZKioTEA-e — nosoti'os  les  podíamos 

ver  lo,  ver  los. 


-401- 


íziñizayoteZc     ziñitzazkiote/i'c— vosotros  les  podíais  ver 

Ikusi  ^^'  ^®^'  ^°^- 

ZizAYOTEAe    .     ?iTZAZKiOTEA-e   . — ellos  les  podían  ver  lo, 

ver  los. 

(iii) . — Flexiones  pronomiales. 

(8/:«ámí))). 

i'ínmizAhezv    .     .     .     .• — tú  me  podías  ver. 

T      jNiNf^AA-e — él  me  podía  ver. 

iNiNf^A/i-ezuTE     .     .     . — vosotros  1110  podíaís  ver. 
[niní^aZete    .     .     .     .■ — ellos  me  podían  ver. 

Observaciones.  Estas  ñexiones  se  derivan  de  las  corres- 
pondientes del  pasado  de  subjuntivo,  por  el  procedimiento 
ordinario  del  potencial:  suprimiendo  la  n  final,  y  aglutinan- 
do la  sílaba  l-e.  Las  flexiones  actuales  colocan  la  caracterís- 
tica Ji'e  antes  del  elemento  del  sujeto.  Merced  á  esta  metáte- 
sis y  á  la  conservación  de  la  )i  anterior  al  tema,  eufónica  en  el 
tiempo  matriz  y  ahora  meramente  epentética,  se  distingüela 
primera  flexión  de  esta  categoría,  de  la  primera  de  la  terce- 
ra, cuyos  componentes  son  esencialmente  iguales:  nizazüke 
«yo  te  lo  podía»,  nintzakezu  «tú  me  podías».  El  temí  za  ha 
experimentado  el  endurecimiento   d3  la  sibilante;  y  como 
aquí  no  cabe  atribuirlo  á  la  incorporación  de  una  pluraliza- 
dora,  hay  que  ver  en  él  un  mero  fenómeno  fonético  de  imi- 
tación, causado  por  la  existencia  de  las  categorí  is  9.",  10.*  y 
11.  La  distribución  de  los  sonidos  obedece,  muy  amenudo, 
al  principio  de  simetría  en  las  formas. 

(9.":  á  ti»). 

[zmtzÁ.iJxeT    .     .     .     . — yo  te  podía  ver. 

j        jzmtzxike — él  te  podía  ver. 

\zmtzMJieG\j  .     .     .     . — nosotros  te  podíamos  ver. 
[zmtzAÍli-eTE  .     .     .     . — ellos  te  podían  ver. 

Observaciones.  No  hay  que  asimilar  el  fz  de  estas  fle- 
xiones al  de  la  categoría  anterior.  El  fz  actual  se  debo  á  la 
presencia  de  la  pluralizadora  t,  introducida  pleonásticamen- 


—105- 


te  cuando  el  zii  era  plural.  La  /  que  se  ve  delante  de  la  ca- 
racterística 1x6,  es,  para  mí,  una  alteración  fonética  del  nú- 
cleo eu,  coexistente  con  el  que  procede  de  izan  transitivo, 
porque  este  segundo  debió  ser  incorporado  primitivamente 
á  flexiones  ya  existentes,  y  nó  usado  por  vez  primera  en  for- 
mas creadas  de  una  pieza.  El  verbo  labortano  nos  suminis- 
trará nuevas  pruebas  de  ello. 


(10. 


Ikusi 


GINi'zAAeZU    . 

GIN/ZA/e  . 
GINfZA/i'eZUTE 
GIN2'ZA/)eTE     . 


(11 


Ik.si 


izin¿zaizte/>et    . 

'ziNfZAIZTEZ-e 

zin/zaizte/.cgu  . 

fziN/ZAIZTE/ie 


á  nosotros»). 

— tú  nos  podías  ver. 

— él  nos  podía  ver. 

— vosotros  nos  podíais  ver. 

— ellos  nos  podían  ver. 

«á  vosotros»). 

. — yo  os  podía  ver. 

. — él  os  podía  ver. 

. — nosotros  os  podíamos  ver. 

. — ellos  os  podían  ver. 


15.  Pasado  remoto. 

Todas  las  flexiones  de  este  tiempo  se  forman  con  abso- 
luta regularidad  de  las  del  tiempo  anterior,  sin  más  que 
añadirles  por  final  la  sílaba  an.  Que  ahora  sea  any  no  7¿ésta 
característica  del  pasado  entiendo  yo  que  se  debe  al  deseo 
de  diferenciar  las  formas  relativas  del  tiempo  anterior,  de 
las  flexiones  propias  del  actual.  Así  no  se  confundirá,  por 
ejemplo:  ikusi  gintzakezun  «que  tú  nos  podías  ver»  con  iku- 
si GiNTZAKEzuAN  «tú  uos  pudístc  vcr» .  Eu  las  tareeras  perso- 
nas desaparece  la  I  inicial  reapareciendo  la  z,  propia  de  los 
tiempos  pasados  comunes. 

(i)  . — Flexiones  pronominales. 
(1."  categoría). 

ÍNEZAKEíl?¿  .       .       NITZAKEa?l.       , yO   lo    pudo,  loS  pude 


Ikusi 


ver. 


-406- 


ZENEZAKErtV/     .       ZIÑITZAKEfí//     . tÚ  lo  pudiste,  los  pil- 

I  diste  ver. 

lzEZAKErt/¿  .     .     ziTZAKEa;¿.     . — ól  lo  piidü,   los  pudo 
1  ver. 

j  |üENEZAKErtV¿     .       GIÑITZAKEa;¿    . llOSOtrOS   lo   pudilUOS, 

los  pudimos  ver. 

ZENEZAKETEíZ/i       ZIÑITZAKETErt/i VOSOtrOS  lo  pudísteíS, 

los  pudisteis  ver. 
zEZAKETEa?¿    .     ziTZAKETEa?¿  . — ellos  lo  pudieroii,  los 
1  pudieron  ver. 

(ii). — Flexiones  objetivo-pronominales. 
(2.*:  «á  mí»). 

|ziÑlZADAKErt/¿     .       ZlÑlTZAZKIDAKErt/¿     . tlT  me  lo  pudis- 

/  te,  me  los  pu- 

diste ver. 

ZIZADAKErt?¿.        .       ZITZAZKIDAKE«?¿  .       . el  me    lo  pudo, 

me  los  pudo 
ver. 

lKUSIlZIÑIZADAKETEa?¿       ZIÑITZAZKIDAKETEa» VOSOtrOS   me  lo 

pudisteis,  me 
los  pudisteis 
ver. 

lziZADAKETErt;¿    .       ZITZAZKIDAKETErt??    , — ellos  me  lo  pU- 

dieron,melos 
I  pudieron  ver. 

(3.^  «á  tí») 

ÍNiZAZUKErtíi   .     NiTZAZKizuKE(¿/¿   . — j^o  te  lo  pude,  te  los 
pude  ver. 
zizAzuKEa?i    .     ziTZAZKizüKEay¿    . — él  te  lo  pudo,  te  los 
pudo  ver. 
GiÑizAZUKEaíi     üii;;iTZAZKizuKErt/¿. — nosotros  te  lo  pudi- 
•^^^«^  mos,  te  los  pudi- 

mos ver. 
zizAZUKETEa/i     ziTzAZKizuKETErr;¿ — ellos  te  lo   pudie- 
ron, te  los  pudie- 
ron ver. 


—407— 


Ikusi 


IíIZAYOKErt;Z  . 
ZIÑIZAYOKErt« 
ZIZAYOKEa;i  . 
iGIZIZAYOKEa/Z 


ZIZAYOKETEa;? 


Iküsi 


(4.'^:  «á  él.>). 

NiTZAZKioKEa?¿.     . — yo  le  pude  ver  lo, 

ver  los. 

ziÑiTZAZKioKErí/¿   . — tú  le  pudiste  ver 

lo,  ver  los. 

ziTZAZKioKE«?i.     . — él  le  pudo  ver  lo, 

ver  los. 

GiÑiTZAZKiOKE(7/¿  . — iiosotros  le  pudi- 

mosverlOjVer 
los. 

ZINIZAYOKETEa;?       ZIÑITZAZKIOKETEr/?¿ VOSOtrOS     lo     pU- 

dísteis  ver  lo, 
ver  los. 
zitz"azkiokete<7«  . — ellos  le  pudieron 

ver  lo,  ver  los. 

(5.":  «á  nosotros») 

ziÑizAGUKErt;¿    ,     ZIÑITZAZKIGUKE(I?^   . — tú  uos  lo  pu:lis- 
I  te,    nos    los 

pudiste  ver. 
. — él  nos  lo  pudo, 
nos  los  pudo 
ver. 

|ZIXIZAGUKETE<7?¿       ZIÑITZAZKIGÜKETEa?Z VOSOtrOS  UOS  lo 

pudisteis,  nos 
los  pudisteis 
ver. 
ZITZAZKIGUKETE(^7^  . — ellos  nos  lo  pu- 
dieron ,  nos 
los  pudieron 
ver. 


lZIZAGUKEí77Z. 


ZIfZAZKIGUKEa;¿ 


ZIZAGUKETErt?? 


Ikusi 


NIZAZIíTEKErt?¿ 


(6.^  «á  vosotros»). 

NITZAZKIZüTEKErWÍ     . yO  OS  lo    pude, 

OS  los  pude 
ver. 


/ziZAZUTEKErt» 


1GIÑIZAZUTEKE«71 


Ikusi 


ZIZAZUTEKEíí?¿ 


—408— 
ZITZAZKIZUTEKE(7N      .  —  él  OS  lo    pildo, 

OS  los  pudo 
ver. 

GIÑITZAZKIZUTEKErt?^ llOSOtrOS    OS  lo 

pudimos,  OS 
los  pudimos 
ver. 
ziTZAZKizuTEKert;¿    . — ellos  os  lo  pu- 
dieron, os  los 
pudieron  ver. 

(7/:  «á  ellos»). 


lNIZAYOTEKEa?l    .       NITZAZKIOTEKErt/¿ 


Ikusi 


íZIÑIZAYOTEKEíl?^  ZIÑITZAZKIOTEKEa??- 

iziZAYOTEKErt?¿    .  ZITZAZKIOTEKEíl/i    .- 

{ GIÑIZAYOTEKE«?i  GIÑITZ  AZKI0TEKEÍ171- 

ZIÑIZAYOTEKE«?^  ZIÑITZAZKIOTEKEíl?l- 


•yo  les  pude  ver 
lo,  ver  los. 

tú  les    pudiste 
ver  lo,  ver  los. 

-él  les  pudo  ver 
lo,  ver  los. 

•nosotros  les  pu- 
dimos ver  lo, 
ver  los. 

-vosotros  les  pu- 
disteis ver  lo, 
ver  los. 
zi2AY0TEKEa?z  ".  ziTZAZKioTEKEa7¿  . — ellos  les  pudie- 
ron ver  lo,  ver 
los. 

Observaciones.  Todas  estas  categorías,  en  sus  formas 
objetivo-plurales,  tienen  endurecida  la  sibilante  del  tema. 
Esto  dependerá,  ó  de  una  mera  alteración  fonética  muy  co- 
mún, ó  de  la  incorporación  de  un  afijo  pluralizador;  me  pa- 
rece más  probable  lo  segundo,  porque  no  faltan,  según  se 
lia  visto,  muchos  fenómenos  de  pleonasmo  en  las  iiexiones. 
La  razón  de  este  plonasmo  y  de  otros  que  se  observan  en 
flexiones  formadas  con  eza,  la  daremos  al  analizar  el  verbo 
transitivo  labortano. 


-40'J- 


(iii) . — Flexiones  ■pronoininales. 
(S/:  «á  mí»). 


Ikusi 


NINTZAREZUa;?  . 
NINTZAKEft/Z- 
JNINTZAKEZUTE«;¿ 
NINTZAKETE(n^?¿. 


Ikusi 


ZINTZAIKED<X72  . 

)ZINTZAIKE(7«      . 

ZINTZAIKEGUcni 

ZINTZAIKETErí;¿ 


Ikusi 


GINTZAKEZUrt/i. 
GINTZAKEft;¿ 
GINTZAKEZUTEa» 
GINTZAKETEíI»-. 


. — tú  rae  pacliste  ver. 

. — él  me  pudo  ver. 

. — vosotros  me  pudisteis  ver. 

. — ellos  me  pudieron  ver. 

(9.-^:  «á  ti»). 

. — ^^yo  te  pude  ver. 

. — él  te  pudo  ver. 

. — nosotros  te  pudimos  ver. 

.-—ellos  te  pudieron  ver. 

(10.":  <ux  nosotros»). 

.- — tú  nos  pudiste  ver. 

. — él  nos  pudo  ver. 

. — vosotros  nos  pudisteis  ver. 

. — ellos  nos  pudieron  ver. 


(11.";  «á  vosotros»). 


Ikusi 


ZINTZAIZTEKEDa/¿  . 
IziNTZAIZrEKErt;?-  . 
|ziNTZAIZTEKEGUíí-?l 

ZINTZAIZTEKECÍ/i    . 

-r. 


. — yo  os  pude  ver. 

.—él  os  pudo  ver. 

. — nosotros  os  pudimos  ver. 

. — ellos  os  pudieron  ver. 


111.— Su.jyositívo  del  ijotencial. 

17,  Futuro  conjetural. 

Las  flexiones  de  este  tiempo  se  forman  de  las  del  pasa- 
do del  subjuntivo,  haciéndolas  preceder  de  ha  y  suprimién- 
doles la  n  final,  con  la  vocal  de  ligadura  \\\^  anienudo  la 
acompaña.  La  z  de  las  terceras  personas  se  convierte  en  /, 
y  entre  la  flexión  y  el  adjetivo  se  introduce  al. 

(i). — Flexiones  ohjetivas. 

(1.*  categoría). 

al-ha^mzk.     . — Si  yo  lo  pudiese,  loa 
pudiese  ver. 


ISÜSI'*^^'^^^^^^  . 


rti-Z>í¿ZENEZA    .     <il-ba7AmTZA.    . — BÍ  tú  lo  pudieses,  los 

pudieses  ver. 

,(il-h(iLEZ\  .     .     <i]-ha\AT'A\.     , — Si  él  lo  piuliese,  los 

pudiese  ver. 

\(d-h((LiEi^K'A\  .  al-haGmiT7u\  . — Si  nosotros  lo  pudié- 
semos ,  los  pudié- 
semos ver. 
íkusi  i^/./^^;2ENEzate  al-ha'ÁmiTZXTE — Si  vosotros  lo  pudie- 
seis, los  pudieseis 
ver. 
al-hccLEZkTE    .     aI-haLuz\TE  . — Si  ellos  lo  pudiesen, 

los  pudiesen  ver. 

(ii) . — Flexiones  ohjetiro-¡jro)tonunaIes. 

(2.'".  <'á  mi»). 

\al -ha ziSiiy.kT  .     aJ-baziKizkzKiT      . — Si  tú  me  lo  pudie- 
ses, me  los  pu- 
dieses ver. 
{al-haLizKi     .     aJ-haiAZkZKiT   .     . — Si  él  me  lo  pudie- 
l  se,  me  los  pu- 

]  diese  ver. 

^^^^^■rí/-6r?ziÑíDATE     c/Z-/>ríziÑiZAZKiDATE — SÍ  vosotros  me  lo 
i  pudieseis,  me  los 

(  pudieseis  ver. 

«/-//íylizalDate    cí/-/>rtLizAZKiDATE   . — SÍ  ellos  me  lo  pu- 
diesen, me   los 
pudiesen  ver. 
(3.'^:  «á  tí-.). 

al-hamzhzu  .     (il-hamzkZKiz\j    . — ^Si  yo  te  lo  pudiese, 
¡  te  los  pudiese  ver. 

Irtí-ZíaLizAzu  .     fí/-Z>rtLiZAZKizu    . — Si  él  te  lo  pudiese, 
I  te  los  pudiese  ver. 

ic//-Z>(^/GiÑizAzu     ¿¿/-Z^aGiÑiZAZKizu — SÍ  uosotros  te  lo  pu- 
^^^^^^  diésemos,   te  los 

pudiésemos  ver. 
\nl-ha'LV¿kz\]'iE    «/-^ríLizAZKizUTE — Sí  oIlos  to  lo  pudie- 
sen, te  los  pudie- 
sen ver. 


(4."':  «á  él»). 

aI-bamziiYO.     .     aJ-ha^iZAzmo.     . — Si  yo  le  pudiese 

ver  lo,  ver  los. 

al-bazmizAYO   .     al-haziS^izAZKio  . — Si  tú  le  i^ndieses 

ver  lo,  ver  los. 

\al-haLiz.\YO.     .     al-ha'LizkZKio.      . — Si  él,  le  pudiese 

ver  lo,  ver  los. 

/cí^^aGiÑizAYo  .  al-haGiS:izAZKio  . — Si  nosotros  le  pn- 
Ikusi/  diésemos    ver 

lo,  ver  los. 

\al-haziÑizAYOTE  al-haziKizAZKioTE — Si  vosotros  le  pu- 
dieseis ver  lo, 
ver  los. 

' al-hoLizAYOTE  .  al -h a hVÁ A zKioTE  . — Si  ellos  le  pudie- 
sen ver  lo,  ver 
los. 

(5.*:  «á  nosotros»). 

aI-baziKLZAG\]    .      rí/-Z;(7ziÑiZAZKiGU    .--Si  tú  nos  lo  pu- 

I  dieses,  nos  los 

pudieses  ver. 

al-baLizAG\j .      .     al-baLiZAZKiGU .     . — Si  él  nos   lo  pu- 
diese, nos  los 
pudiese  ver. 
IkusiV^-^'^'^ziñizagute     r//-Z^r/ziÑizAZKiGUTE — Si  vosotios  nos 

1  lo    pudieseis, 

nos  los  pudie- 

'  seis  ver. 

al-bc(LiZAG\jTE  .     al-baiizÁZKiGVTE  .■ — Si   ellos  nos   lo 

pudiesen,  nos 
los  pudiesen 
ver. 

(G."":  á  vosotros»). 

\al-bamzAZVTE  .     al-bamzAZKizuTE  . — Si  yo  os  lo  pu- 
IkusiJ  diese  ,  os  los 

pudiese  ver. 


-11'2— 

<//-/>í/LizAZUTE   .     íy/-/;ríLiZA/KizuTE  . — SÍ  él  OS  lo  piulie- 

se,  os  los  pii- 
diese  ver. 

iKÜSI^íZ-id'GIÑIZAZUTE       í//-Z>^KiIÑIZAZKIZÜTE — SÍ  nOSOtl'OS  OS  lo 

pudiésemos , 
i  os  los  pudié- 

semos ver. 
al-hajAZk'AVTE  .     al-hoLiZkZKizvTE  . — Si  ellos  os  lo  pu- 
^  diesen,  os  los 

pudiesen  ver. 
(7.^  «á  ellos»). 

al-hamz  ¿íYote  .     aZ-^aNiZAZiaoTE   . — Si  yoles  pudiese 

ver  lo,  verlos. 

a/-/yaziÑizAYOTE      rt/-^(/ziÑiZAZKioTE — Sí  tú  les  pudie- 

ses  ver  lo,  ver 
los. 

\al -  ha  Lizw GTE   .     aI-h(iLiZÁ.zKioTE  . — Si  él  les  pudiese 

ver  lo,  ver  los. 
Ud-haciisizxYOTE     al -IxtGi^izAZKioTE — Si   nosotros  les 
^^^^"^  pudiésemos 

ver  lo,  ver  los. 

irtZ-¿aziÑizAYOTE     rt/-Z>(7ziNizAZKioTE — Sí   vosotros  les 

pudieseis   ver 
lo,  ver  los. 

«/-¿^íviizAYOTE  .  al -h a hizkZKioTE  . — Sí  ellos  les  pu- 
diesen ver  lo, 
ver  los. 

(iii). — Fler iones  'pronominales. 

(8.'^:  «á  mí..). 

aZ-Z;r¿NiNZAzu  .  .  . — Si  tú  me  pudieses  ver. 

-|-        \al-ham^zk.     .  .  . — Si  él  me  pudiese  ver. 

^^^^íal-ham^zkz\^iE  .  . — Si  vosotros  me  pudieseis  ver. 

'a/iítNiNZATE  .  .  .■ — Si  ellos  me  pudiesen  ver. 

(0.":  «á  tí..). 

Ikusi  !  al-hazmzkT    .     .     . — Si  yo  te  pudiese  ver. 


-413- 


íal-ba7A^ZA 
iKusr.aZ-^rtziNZAGU 

!rt^¿>r¿ZINZATE 


-SI  él  te  pudiese  ver. 

-Si  nosotros  te  pudiésemos  ver. 

'Si  ellos  te  pudiesen  ver. 


(10.*;  «nosotros»). 


Ikusi 


aI-haGmzkz\j  . 
al-baGmzA 

al-bciGL^ZAZUTE 
r¿Z-5(7GINZATE  . 


-Si  tú  nos  pudieses  ver. 
-Si  él  nos  pudiese  ver. 
-Si  vosotros  nos  pudieseis  ver. 
-Si  ellos  nos  pudiesen  ver. 


(11.":  «á  vosotros»), 


IkusI' 


al-hazmzATET 
al-bazmzATE  . 
al-bazmzATEGJJ 
al-bazmzATE  . 


■Si  yo  os  pudiese  ver. 

-Si  él  os  pudiese  ver. 

-Si  nosotros  os  pudiésemos  ver. 

-Si  ellos  os  pudiesen  ver. 


lY. —  CondicionaL 

21.    Futuro    próximo. 

Se  forma  del  pretérito  imperfecto  de  indicativo,  supri- 
miendo á  sus  flexiones  la  n  final  con  su  vocal  de  ligadura; 
estas  letras  se  reemplazan  con  la  sílaba  característica  Ze, 
colocada  al  fin  de  la  flexión,  excepto  cuando  forman  parte  de 
esta  los  elementos  personales  t  «yo»,  fju  «nosotros»  y  te  plu- 
ralizadora  del  sujeto,  que  suelen  estar  pospuestas  general- 
mente. En  las  terceras  personas  reaparece  la  /  inicial. 


(i). — Flexiones  objetivas. 

{1.^  categoría). 
.     NiTu/.e.     . — yo  lo  vería,  los  vería. 


Iküsiko 


NuZ'e      . 
iZENDuA-e 

'GENDU/.-e 


ziÑiTuAe    . — tú  lo  verías,  los  verías. 
IiTvl-e  .      . — él  lo  vería,  los  vería. 
GiNiTuZe    . — nosotros   lo   veríamos,  los 
veríamos. 

'zENDu/.-eTE     ziNiTuZeTE — vosotros  lo  vcríais,  los  ve- 
ríais. 
LuAeTE      .     ZiTu/.exE   . — ellos  lo  veríaUj   los  verían, 


-411- 

Observaciones.  Nada  do  nuevo,  excejDfco  lie  como  carac- 
terística de  coiidicionalidad,  contiene  esta  categoría,  ni  tam- 
poco lo  contendrán  las  siguientes.  El  núcleo  verbal  con- 
traído en  u  ó  /;  ;¿  y  t  representando  al  sujeto  de  primera 
persona,  ze  ó  zi  al  de  segunda,  /  al  de  tercera,  en  el  singu- 
lar; y  en  el  plural  ge  ó  <]'(  á  «nosotros»,  ze-te^  zí-te  á  «vosotros», 
3'  l-te  á  «ellos»;  it  ó  zli,  al  objetivo  plural  «los»;  d,  al  prono- 
minal «á  mí»,  zu,  zi,  al  «á  tí»,  zu-te,  zí-te,  al  «á  vosotros»,  o,  al 
«á  él»,  o-te  al  «á  ellos»,  gn,  gi,  al  «á  nosotros»,  y  las  letras  de 
ligadura,  eufónicas  y  de  refuerzo  a,  n,  ii  y  d^  lie  aquí  todos 
los  elementos  constitutivos  de  las  flexiones  de  este  tiempo. 

(2.":  «á  mí»). 

zixIdaAc^    .     ziNizKiDAZ-e    . — tú  me  lo  verías,  me  los 

verías. 

j/iDAKE  .     .     ZizKiDA/.f  .     . — él  me  lo   vería,   me  los 

-r  ;  vería. 

Ikusiko      .7  7  ,  ,  ,   . 

¡ZIMDAA'6'TE       ZIxIZKIDA/.'t'TE VOSOtrOS    UlC     lo   VCriaiS, 

me  los  vería,is. 
/ida/.-6'te    .     /izkida/.í'te    . — ellos  me  lo  verían,  me 

los  verían. 

(S."^:  «á  tí»). 

jKizu/ít'  .     xizKizu/>e  . — yo  te  lo  vería,  te  los  vería. 
¡/izü/i6'    .     /izKizu/.í?    . — él  te  lo  vería,  te  los  vería, 
-r  'üiÑizu/.'^     GiÑizKizu/.<? — uosotros  tc  lo  vcríamos,  te 

IKUSIKO  T 

I  los  venamos. 

í/izu/icTE     /izKizuATTE — ellos  tc  lo  vcríau,  te  los  ve- 

'  rían. 

(4.":  «á  él»). 

,Nio/«-(? .     .     NizKio/.e.     , — yo  le  vería  lo,  le  veiía  los. 
[ziÑio/te    .     ziNizKioZt'    . — tú  le  verías  lo,  le  verías  los. 
\¡iol-e  .     .     /izKio/i-e  .     . — él  le  vería  lo,  le  vería  los. 
Iküsiko  GiÑio/.-c    .     GiÑizKio/.d    . — uosotros  Ic  vcríauíos  lo,  Ic 

veríamos  los. 
'ziñioAy?te     ziñizkio/(6'te — vosotros   lo  veríais   lo,  le 

veríais  los. 


Ikusiko^^^^''''^™    •     ^i^Kio/vé^TE    .  —  ellos  le    verían   lo,  le  ve- 
I  rían  los, 

(5.":  «á  nosotros»)). 

/ziÑiGu/re    .     ziÑizKiGuA-e    . — tú  nos  lo  verías,  nos  los 

I  verías. 

ViGuA-e  .     .     /izKiGuZ-e  .      . — él  nos  lo  vería,  nos  los 

T  ]  vería. 

Ikusiko,  7  .       •      7  ,  1  ,  . 

IziÑiGu/.-í^TE     ziNizKiGUAeTE — vosotros  nos  lo  veríais, 

I  nos  los  veríais. 

lliGuleTE   .     ZizKiGuA-eTE    . — ellos  nos  lo  verían,  nos 

^  los  verían. 

(C).":  «cá  vosotros»). 

!NizuTE/ítí   .  NiZKizüTEAe  . — 3^0  OS   lo   veiía ,   os  los 
vería. 

/izüTE/í-e    .  /izKizuTE/.e    . — éloslo  vería,  os  los  vería. 

^.>.v.Mx.w  GiÑizuTE^-e  giñizkizuteZ'é? — nosotros  os  lo  veríamos, 

i  os  los  veríamos. 

llizuTEli-e    .  /izkizute/íY'    . — ellos  os  lo  verían,  os  los 

['  verían. 

(7.'-:  «á  ellos»). 

nioteZ-^   .     NizKioTEAe   .■ — yo  les  veiía  lo,  les  vei'ía los. 
íziñiote/.'^     ziñizkiote/.'c — tú  les  verías  lo,  les  verías 

l^ioTEKE   .     ZizKioTEAfe!    . — él  les  veiía  lo,  les  vería  los. 

T  GiNioTEÁe     GiÑizKiOTEA-e — nosotros   les  veríamos  lo, 

Ikusiko;  i  '  i 

\  les  venamos  los. 

ziÑjoTE/ve     ziÑizKioTEA-e — vosotros  les  veríais  lo,  les 

veríais  los. 

¿lOTE/i-e    .     /izKioTE/i'e    , — ellos  les  verían  lo,  les  ve- 

1  rían  los. 

(111) .—Flexiones  pronominales. 

(8.**:  «á  mí»). 

Ikusiko  !  NiNDUzu/ie    .     .     .     . — tú  me  verías. 


—416— 

íNinduZ'^ — él  me  vería. 

Ikusiko  ninduzute/.í     .     .     . — vosotros  me  veríais. 
'ninduteA-é?   .     .     .     . — ellos  me  verían. 

(9.^<(á  tí..). 

.ziNDuZrT      .     .     .     . — yo  te  vcrías. 
T  'ziNDuZx' — él  te  vería 

IkUSIKO<  ,  .       .       .       ci  Le   \eiici. 

jziNDu/.'6'GU   .     .     .     . — nosotros  te  veríamos. 
\zinde/.7'te    .     .     .     . — ellos  te  verían. 

(10.'':  «á  nosotros»), 
í  JiNDuzuZtí    .     .     .     . — tú  nos  veiías. 

jGiNDUzuTE/ití     .      .      . — vosotros  nos  \eríais. 
[gindute/.y^    .      .      .      . — ellos  nos  verían. 

(11.":  «á  vosotros»). 

zinduteAct  .      .      .      . — yo  os  vería. 

T  (zindüteA(^    .     .     •      .■ — él  os  vería. 

Ikusiko^  , 

iZiNDUTE/Ví'Gu     .     .     . — nosotros  os  venamos. 

'zinduteZ-^    .      .     .      . — ellos  os  verían. 

Observaciones.  La  identidad  de  forma  entre  las  ñexio- 
nes  de  tercera  persona  singular  y  plural  se  debe  ahora,  como 
en  los  nnichos  casos  en  que  se  produce,  al  anti-enfonismo 
de  la  forma  íntegra:  zindutekete. 

22.  Futuro  remoto. 

De  las  flexiones  del  tiempo  anterior,  provistas  de  la  sí- 
laba terminal  a/i  y  de  la  z  inicial  de  las  terceras  personas, 
resultan  las  del  actual. 

(i)  . — Flexiones  objetivas. 

(1."  categoría). 


Ikusiko, 


NUKErn/  .  .  NiTUKEr///.  . — yo  lo  habría,  los  ha- 
bría visto. 

zENjJUKKí//¿  .  ziÑiTUKF.íí//  . — (ú  lo  liabrías,  los  ha- 
brías visto. 


Ikusiko 


■  ZVKECDl      . 
íGENDUKEa;¿    . 

ÍZENDUKETEa;¿ 
ZVKETEClll 

IziSilBAKEa  11.     . 

\zwAKEan . 

TkUSIKO(  ZIÑIDAKETEÍ6 '/ 
!ZIDAKETE(/;¿    . 


-417- 

ziTUKErt7¿.  . — él  lo  habría,  los  ha- 
bría visto. 

GiÑiTUKErt;^  .—nosotros  lo  habría- 
mos, los  liabríamos 
visto. 

ziÑiTUKETEa?¿ — vosotros  lo  habríais, 
los  habríais  visto. 

ziTUKETE«/¿  . — ellos  lo  habrían,  los 
habrían  visto. 

(2.'':  «á  mí»), 

ziÑizKiDAKEa7¿  . — tú  me  lo  habrías, 
me  los  habrías 
visto. 

zizKiDAKErt/i.  . — él  me  lo  habría,  me 
los  habría  visto. 

ziÑizKiDAKETEa« — vosotros  me  lo  ha- 
bríais, me  los 
habríais  visto. 

zizKiDAKETEa;z  . — ollos  me  lo  ha- 
brían, me  los  ha- 
brían visto. 


;NIZüKEa«     . 
lziZUKE<7?i     . 
lKUSIKOkiIÑIZUKEa/¿ 

;ZIZUKETE(í/¿ 

\ 

lKUSIKoSNIOKErt;¿.        . 


(3.^:  «á  tí))). 

NizKizuKEa;^  . — yo  te  lo  habría,  te  los 
habría  visto. 

zizKizuKE(7.?¿,  . — él  te  lo  habría,  te  los 
habría  visto. 

GiÑizKizuKEa;¿ — nosotros  te  lo  habría- 
mos, te  los  habría- 
mos visto. 

zizKizuKETErt/z — ollos  te  lo  habrían,  te 
los  habrían  visto. 

(4.':  «á  él))). 

NizKioKEa/z.     . — yo  le  habría  visto  lo, 
visto  los. 


28 


/Ziñiokeí/;í 


iZIOKEd  II 


IGIMÜKEAN 


Ikusiko, 


ziñizkiokeíí;/  . — tú  le  liabrías  visto  lo, 
visto  los. 

/iZKioKEí¿/¿ .  . — ól  le  habría  visto  lo, 
visto  los. 

GiÑi/KiOKEí^y/  . — nosotros  le  habría- 
mos visto  io,  vis- 
to los. 

'ziÑIOKETEí///        ZIXIZKIOTEKEÍ///—  \0S0tr0S    Ic     luiblíais 

visto  lo,  visto  los. 
ziZKiOKETEíí»  . — ellos  le  habrían  visto 
lo,  visto  los. 

('"5.''':  «á  nosotros»). 


ZI0KETErt/¿ 


Ikusiko, 


,ziÑiüUKE(íy¿    .     ziÑizKiuuKErt/t    . — tú  nos  lo  habrías, 

nos  los  habrías 
visto. 

ziGUKErt// .      .     zizKiGUKEíí// .      . — Ól   nos   lo   lia])ría, 

nos  los  habría 
visto. 

ziNiGUKETE(7//  zi^izKiGUKETEíif // — vosotros  nos  lo  ha- 
bríais, nos  los  ha- 
bríais visto. 

fziGUKETEa/z  .  ziZKiGUKETE««  . — ollos  nos  lo  ha- 
brían ,  nos  los 
habrían  visto. 

(G.'':  ("á  vosotros»). 


iKÜSIKOf 


nizutekecí;¿  .     NizKízuTEKE(i/¿   . — yo  os  lo  habría,  os 

los  habría  visto. 

lzizuTEKEa;¿  .     zizKizuTEKEí/;/    . — él  OS  lo  habría,  os 

los  habría  visto. 

GiÑizuTEKErt;/  giñizkizutekeíí;¿ — nosotros  os  lo  ha- 
bríamos, os  los 
habríamos  visto. 

zizuTEKEfí//    .     ziZKizuTEKErt//   . — oUos OS  lo  habrían, 

os  los  habrían 
visto. 


NI0TEKEr¿?2 


—419— 

(7/:  «á  ellos»). 
NizKioTEKE<T?i  . — yo  les  habría  visto 


lo,  visto  los. 

zL\ioTEKE(r¿?¿     zixizKiOTEKEct» — tú  les  liabiías  visto 

lo,  visto  los. 

zizKioTEKEdE/ü.  . — él  les  habría  visto  lo, 
visto  los. 

GiÑizKioTEKEftji — nosoti'os  les  habría- 
mos visto  lo,  vis- 
to los. 

ziÑizKioTEKEr¿;¿ — vosotros  les  habríais 
visto  lo,  visto  los. 

zizKioTEKErt^i  . — ellos  les  habrían  vis- 
to lo,  visto  los. 


ZIOTEKEíl?^ 


IkusikoÍ    . 

\GIXlOTEKErt;¿ 


ZIÑIOTEKErt;¿ 
iZIOT.EKE«;¿     . 


Ikusiko; 


[NINDUZUKEfi[;í 


NINDUKErt» 


(iii) . — Flexiones  pronominales. 

(8.":  «á  mí.)). 

.-—tú  me  habrías  visto. 

. — él  me  habría  visto. 

. — vosotros  me  habríais  visto. 

. — ellos  me  habrían  visto. 


NINDUZUTEKEa» 
NINDUTEKErnt     . 


(9.":  «á  tí))). 


Ikusiko 


,ZINDÜKEr7rt/¿ 

IziNDUKErt/Z  . 

IZINDUKEGU<7.7Z 

'ziNDUKETECÍ» 


, — yo  te  habría  visto. 

, — él  te  habría  visto. 

, — nosotros  te  habríamos  visto. 

. — ellos  te  habrían  visto. 


(10.":  «á  nosotros))). 


Ikusiko 


[GHNDUZUKErn¿     . 

'gindukeíz??  . 

I 
'iGINDUZUiEKEfl?¿ 

ÍGINDUTEKE(rí;¿     . 


-tú  nos  habrías  visto, 
-él  nos  habría  visto, 
-vosotros  nos  habríais  visto, 
-ellos  nos  habrían  visto. 


Ikusiko 


(11.":  «á  vosotros»). 

\  ZINDUTEKEDÍ171 .     .     . — yo  OS  habría  vísto. 
ziNDUTEKEa;¿    .     .     . — él  OS  habría  visto. 


-lUü- 


Ikusikü 


\  ziNDUTEKEGUí/y/. — iiosotros  OS  li;il)ríamos  visto. 
) /jNDUTEKEí/»    .     .     . — ellos  OS  habrían  visto. 


ÍBANU      . 

Ibazendu 

IBALU      . 

Ikus-'bage>^du 

TEN  1 


Y. — Siij'u.sifiro  del  coiidiciundl. 

'2H.  Presente. 

Esto  tiempo  se  forma  suprimiendo  la  sílaba  ñnal  Jic  á  las 
llexionos  del  futuro  próximo  del  conjlictional,  y  haciéndolas 
preceder  de  ha, 

(i) . — FlexioncH  ohjetiva:^. 
(i.'*  categoría). 

BANiTu    .      . — Si  yo  lo  viera,  los  viera. 

BAzixiTU      . — Si  tú  lo  vieras,  los  vieras. 

BALiTu   .     . — Si  él  lo  viera,  los  viera. 

BAGiÑiTU      ,— Si  nosotros  lo  viéramos,  los 
i  viéramos. 

¡BAZENDUTE     BAziÑiTuzTE — SÍ   vosotros   lo   viérais,   los 
f  viérais. 

BALUTB      .     BALiTUZTE  .-—SÍ  ellos  lo  vicran,  los  vieran. 

(n). — Fle.r  iones  i^roiwminaJes. 

(2.":  <'á  mí»). 

BAziÑizKiT      .—  Si  tú  me  lo  vieras,  me  los 
vieras. 
.     BALizKiT   .     . — Si  él  me  lo  viera,  me  los 
Ikus-1  viera. 

TEN \baziñidate     baziñizkidate — SÍ  vosotros  me  lo  viérais, 

me  los  viérais. 

BALIDATE    .       BALIZKIDATE    .  —  Sí  olloS  me    lo  vícrail,  ülC 

los  vieran, 

(8.^  «á  tí-). 

ÍBANizü  .  BANizKizu    .-—Sí  yo  tc  lo  viera,  te  los  viera. 

Ikus-1i5alizu  .  BALizKizu    . — Sí  él  te  lo  viera,  te  los  viera. 

ten'baoiñizu  BAOiÑizKizu. — SÍ  nosotros  te  lo  viéramos,  te 
f  los  viéramos. 


Ikus-^balizute     balizkizüte^ — Si  ellos  te  lo   vieran,   te  los 
TEN '  vieran. 

(4/:  «á  él.>). 

BANio.     .  BANizKio.     . — SÍ  yo  le  viera  lo,  le  viera  los. 

JBAziÑio    .  BAziÑizKio    . — SÍ  tíi  le  vieras  lo, le  vieras  los. 

iBALio.     .  BALizKio.     . — SÍ  él  le  viera  lo,  le  viera  los. 

Ibagiñio  .  BAGiÑizKio   . — SÍ  nosotros  le  viéramos  lo, 
^^^";  le  viéramos  los. 

^^^  íBAziÑíOTE  BAziÑi/KioTE — Sí  vosotros  le  víéraís  lo,  le 

I  vierais  los. 

[baliote  .  BALizKioTE  . —  Sí  ellos  Ic  víeran  lo,  le  vie- 
ran los. 

(o.'';  «á  nosotros»). 

,BAziÑiGu    .  BAZiÑizKiGü    . — Sí  tú  nos  lo  víeras,  nos  los 
i  vieras. 

Íbaligu  .     .  BALizKiGU.     . — SÍ  él  nos  lo  víera,  nos  los 
Ikus-1  viera. 

TENiBAGTÑizuTE  BAziÑizKiouTE — SÍ  vosotros  nos  lo  viéraís, 
j  nos  los  vierais. 

[baligute  .  BALTZKiouTE  . —  Si  cllos  nos  lo  víeran,  nos 

los  vieran. 

(í).':  «á  vosotros»). 

BANizuTE    .  BANizKizuTE.     . — Sí  yo  OS  lo  vicra,  OS  los 

víera. 

Ibalizute    .  BALI2KIZUTE.     . — Sí  él  OS  lo  víera,  os  los 

Ikus-!  viera. 

TEN  jBAGiÑizuTE.  BAGiÑiZKizüTE    . — Sí  nosotros  OS  lo  víéra- 

f  mos,  os  los  viéramos. 

\balizute    .  BALizKizuTE.     . — Sí  ellos  OS  lo  vieran,  OS 

I  los  vieran. 

(7.':  «á  ellos.)). 

I        ÍBaniote  .     BANizKioTE  . — yo  les  viera  lo,  les  viera  los. 

'<BAziÑioTE     BAziÑizKioTE  — tú  les  víeras  lo,  les  vieras  los. 

(baliote  .     BALizKioTE   . — él  les  víera  lo,  les  viera  los. 


¡BAGiNiOTE     BAGiÑizKiOTE — iiosotros  los  viévaiuos  lo,  les 
viéramos  los. 
BAziÑiOTE     BAZiÑizKioTE — vosoti'os   les   viérais   lo,  les 
vierais  los. 
BALiOTE  .     BALizKiOTE  . — ellos  les  vicran  lo,  les  vie- 
\  rail  los. 

(iii). — Flexiones  pronominales. 

(8.":  «á  mí»). 

iBANiNDUzu    .     .     .     . — Si  tú  me  vieras. 

iBANiNDU — Si  él  me  viera. 

•^^^^^'^^^'iBANiNDUzüTE     .     .     . — SÍ  vosotros  me  viérais. 
(banindute    .     .     .     . — Si  ellos  me  vieran. 

(9.":  «á  tí»). 

,'BAZiNDUT      .     .     .  . — Si  yo  te  viera. 

Jbazindu  ....  . — Si  él  te  viera. 

-•-^^^^^^'Íbazindugu    .     .     .  . — Si  nosotros  te  viéramos. 

(bazindute    .     .     .  . — Si  ellos  te  vieran. 

(10.'':  «á  nosotros»). 

íBAGiNDUzu    ,     .     .     . — Si  tú  nos  vieras. 

1BAGINDU — Si  él  nos  viera. 

■^^^^"^^^Jbaginduzute     .     .     . — Si  vosotros  nos  viérais. 
[bagindute    .     .     .     . — Si  ellos  nos  vieran. 

(11.";  «á  vosotros»). 

[bazindutet  .  .  .  . — Si  yo  os  viera. 

^  Jbazindute    .  .  -.  . — Si  él  os  viera. 

"^^^^^^'jBAziNDUTEGU  .  .  . — Sí  nosotros  os  viéramos. 

[BAZINDUTE    .  .  .  . — SÍ  cllos  OS  vicran. 

III. 

Ya  dije  anteriormente  que  las  flexiones  del  verbo  enska-* 
ro  eran  un  compuesto  complejo,  y  que  en  ellas  so  cncontra- 
Lan  elementos  constitutivos,  característicos  y  estéticos;  los 


-423- 


primeros  son  los  que,  rigorosamente  hablando,  hacen  posi- 
ble la  existencia  de  la  ñexión,  comunicándole  la  propiedad 
de  significar;  los  segundos,  los  que  se  añaden  á  la  fle- 
xión 3^a  formada,  para  particularizarla  en  orden  al  modo  y 
al  tiempo;  y  los  terceros,  los  que  no  se  proponen  mudar,  ni 
alterar,  ni  precisar  el  significado,  aceptado  por  ellos  como 
un  hecho,  sino  únicamente  ligar  y  coliexionar  dichos  ele- 
mentos de  formación,  distribuyendo  ó  modificando  sus  soni- 
dos ó  puliendo  y  adornando  su  forma  con  arreglo  al  criterio 
fonético  de  la  lengua,  pues  éstas,  comojnnichos  organismos 
vivos,  poseen  el  instinto  de  la  belleza.  «El  hombre  no  habla 
únicamente  para  dar  un  cuerpo  á  su  pensamiento;  quiere, 
además,  que  ese  cuerpo  le  sea  agradable,  que  esa  forma  plaz- 
ca, no  solamente  al  que  la  pronuncia,  sino  también  á  los  que 
la  escuchan.  La  palabra  no  os  solamente  un  signo;  es  un  cua- 
dro, y  por  decirlo  así,  un  cuadro  cantante  y  parlante;  la  pa- 
labra es  una  melodía,  ó  un  fragmento  de  melodía.  El  instin- 
to musical  amasa  los  sonidos,  los  modifica,  los  divide,  los 
une,  los  altera  con  un  fin  exclusivamente  estético.  Este  lado 
artístico  de  la  forma  de  la  palabra,  poco  atendido  por  los 
grínnáticos,  lejos  de  dañar  á  la  función  lógica,  concurre  á  su 
realización.  La  armonía  es  un  elemento  de  la  claridad;  la 
belleza  es  la  expresión,  y  la  palabra  expresa,  á  la  vez  que 
significa.  La  significación  que  no  está  completada  por  la  ex- 
presión, es  como  una  figura  regular  sin  movimiento,  sin 
vida,  sin  gracia,  y  puede  decirse  que  la  expresión  completa 
á  la  significación».^  Por  eso  no  hay  que  rechazar  ligeramen- 
te, como  fáciles  escapatorias  de  una  ignorancia  real,  esos 
calificativos  de  letras  ó  sílabas  redundantes,  eufónicas,  epen- 
téticas, etc.,  con  que  suelen  designarse  á  esos  elementos 
que  no  nos  parecen  ni  significativos,  ni  característicos.  Aca- 
so algunos  reputados  como  pertenecientes  á  estas  clases 
cuyo  alcance  se  ha  buscado  trabajosamente  y  acaso 
también  sin  éxito,  no  son  más  que  elementos  puramen- 
te  estéticos.   Pero  como  el  instinto   de   la  belleza  en  las 


1    Cha!f,'i  et.  La  pnilosojiliie  de  la  science  du  langa^e,  pú,'.  lO'J. 


-  4-24— 

lenguas  es  más  fácil  de  ser  sentido  en  general,  ([ue  no  de- 
signado en  cada  caso  particular,  puede  fácilmente  conver- 
tirse, y  de  hecho  se  ha  convertido  en  ocasiones,  en  el  común 
denominador  de  todos  los  límites  del  análisis  positivo;  he 
aquí  el  motivo  de  que  haya  usado  parcamente  de  él.  Mas 
creo  haber  puesto  fuera  de  toda  duda  que  las  flexiones  eus- 
karas  contienen  las  tres  clases  de  elementos  ¡.irriba  nom- 
brados. 

Entre  los  característicos,  hay  uno  que  merece  algúnexa- 
men,  y  es  l'e.  Figura  en  los  modos  potencial  y  condicional, 
y  en  otros  dialectos  además  en  algunos  tiempos  de  futuro.  A 
primera  vista  sonará  esta  pluralidad  de  funciones  á  confusión. 
Pero  este  cargo  se  desvanece,  á  poco  que  se  reflexione  acerca 
de  la  manera  que  tiene  de  desarrollarse  el  concepto  del  tiem- 
po en  el  verbo.  El  hombre  primitivamente  (y  no  hay  modo 
de  expresarse  de  otra  suerte  tratándose  del  euskara,por  más 
relativo  que  sea  el  significado  de  primitivo), concibe  con  fa- 
cilidad el  hecho  existente,  el  ya  existido  y  el  que  existirá; 
así  es  que  una  lengua  que  pertenezca  á  una  raza  cuya  inte- 
ligencia haya  salido  de  su  período  infantil,  sabrá  marcar  el 
pasado,  el  presente  y  el  futuro.  Pero  este  último  tiempo  no  lo 
concibe  el  hombre  de  idéntica  manera  que  los  otros  dos. 

El  principio  de  causalidad,  el  concepto  de  que  un  fenóme- 
no es  el  antecedentenecesariodeotro,y  este  el  consiguiente 
de  aquel,  lo  va  adquiriendo  el  hombre  en  virtud  de  una  serie  de 
observaciones  parciales.  En  la  mayor  parte  de  los  casos  el 
hombre  no  puede  afirmar  categóricamente  que  tal  hecho  se 
producirá,  como  afirma  categóricamente  que  se  está  produ- 
ciendo ó  que  se  produjo;  así  es  que  la  noción  del  futuro  es 
una  noción  vaga,  indeterminada.  Lo  que  será,  aparece  pro- 
blemático, ■pofiihle;  en  muchas  ocasiones  dependerá  de  otros 
hechos,  los  cuales  son  su  condición:  aquí  se  ve  claro  el  enlace 
del  tiempo  futuro  con  los  modos  potencial  y  condicional,  ó 
mejor  dicho,  la  generación  de  estos  por  aquel. 

Así  es  que  si  el  bascuence  se  valió  primitivamente  de  la 
sílaba  he  para  marcar  toda  clase  de  futuros,  ó  solamente  la 
clase  de  futuros  conjeturales,  según  aparece  de  la  actual 
práctica  labortana,  no  había  más  que  un  paso  para  expresar 


— 4Í25— 

con  hí  misma  los  conceptos  de  posibilidad  y  de  condición. 
¿Se  argüirá  que  es  distinta  esta  posibilidad,  (que  no  es  sino 
una  condicionalidad  sin  formular,  extendida  como  un  velo 
sobre  la  serie  de  los  fenómenos  naturales), del  concepto  po- 
tencial atribuido  como  cualidad  propia  del  sujeto,  que  es 
precisamente  lo  que  expresa  dicho  modo  potencial?  Pues 
responderé  que  no  hay  tal  diferencia;  lo  que  al  principio  fué 
conocido  como  simplemente  posible  en  general,  se  atribuyó 
después  á  la  persona,  declarándola  agente  de  esa  posibili- 
dad, condensándose  así  una  noción  que  estaba  difusa  ante- 
riormente. 

Los  elementos  formativos  de  las  ílexiones  guipuzcoanas 
son  los  que  siguen: 

'  Ae Elementos  constitutivos. 

Afijos  ijcr sánales  ó  del  sujeto. 

T,  D ^«yo». 

zu,  TZU =  «tÚ)). 

N ==«yO)). 

ZE =  «til». 

ZI -=r«tÚ)). 

GU  .      .      .      .  .      •      .  =  «nosotros». 

GE =  «nosotros». 

Gi —  «nosotros». 

B =  <(él». 

z =  «él» . 

L =  «él». 

Afijos  jyyonominaJes. 

T,  D .=^«á  mí». 

N     .     . =  »á  mí». 

NI =  «á  mí». 

zu =  «á  tí». 

z =  «á  tí». 

ZA   , =  «á  tí». 


1-2G- 

zi =  «á  tí». 

GU =  «íi  nosotros». 

GA =  «á  nosotros». 

G =  «á  nosotros». 

Gi =  «á  nosotros». 

o =  «á  él». 

Afijos  de  la  phiralizaciuiipcrsonal  ¡j pronominal. 

TE =  «varios». 

TU =  «varios». 

T     .      . =  «varios». 

ZTE.      . =  «varios». 

Comhinaclón  de  los  afijos  personales  y  pronominales 
con  sus  phiralizadores. 

/zuTE =  «vosotros». 

En  el  pri-lzuTE =  «ú  vosotros». 

mer  tiempo 'z-zte =  «á  vosotros». 

matriz  y  suS|Z-TE =  «á  vosotros». 

derivados.    Io-te =  «á  ellos». 

B-TE =  «ellos». 

ZE-TE =  «vosotros». 

En  el  se-lzi-TE =  «vosotros». 

gando  tiem-]zi-zTE —  «vosotros». 

po  matriz  y  zi-zTE =  «á  vosotros». 

sus    deriva-lz-TE =  «ellos». 

dos.  Íz-ZTE =  «ellos». 

L-TE =  «ellos». 

Afijos  de  l((  objetivación. 

D =  «lo». 

IT =  «varios». 

ZKi :=«  varios». 


—427— 

Núcleos  significa fivos. 

E. 

EU 

U 

AU 

AI 

A 

I /«haber». 

EZA  ....... 

IZA 

AZA .      .  .... 

ZA     ......        . 

UE 

TZA 

.  EGi =  «hacer)). 

Me  he  vahclo  de  la  pahibra  «afijos»  constantemente  por 
La  ma^or  comodidad  que  ofrece  para  una  eniuneración  ge- 
neral, sin  que  esto  signifique  que  repudio  los  nombres  más 
precisos  de  infijos,  prefijos  y  sufijos  que  les  corresponde  á 
algunos  de  ellos;  el  trabajo  de  calificar  los  elementos  se- 
gún la  posición  que  ocupen  en  la  construcción  flexional, 
puede  muy  bien  ejecutarlo  cada  uno  de  mis  lectores.  En 
cuanto  á  traducir,  por  «varios»  los  afijos  de  pluralización 
personal  y  objetiva  me  remito  alo  ya  advertido  en  la  nota  de 
la  pcág.  oG8.  Te  en  las  flexiones  de  tercera  persona  de  plu- 
ral hace  el  papel  de  sujeto,  como  un  pronombre  perfecto, 
así  es  que  equivale  propiamente  á  «ellos».  Su  forma  primi- 
tiva ó  íntegra  es  zte,  de  la  cual  proceden  te  y  t,  y  de  te, 
TU.  El  significado  de  los  elementos  constitutivos  se  debe 
muchas  veces  á  la  sola  atribución;  varios  de  los  afijos  per- 
sonales pasan  á  ser  pronominales  en  otras  categorías.  En  las 
combinaciones  que  resultan  de  la  pluralización  personal  y 
pronominal ,  hay  algunas  que  bajo  idéntica  forma  expresan 
relaciones  muy  diferentes;  por  ejemplo:  z-te  «á  vosotros»  y 
z-TE,  «ellos».  Sin  embargo,  sení  imposible  que  resulte  nin- 
guna confusión  si  nos  penetramos  bien  de  cuáles  son  los 
tiempos  en  que   dichas   combinaciones  representan  papel: 


por  eso  los  lie  sacado-  cuitladosameiite  al  margen.  Como  los 
derivados  del  segundo  tiempo  inatriz  inician  amenudo  con 
una  z  las  Üexiones  de  segundas  personas  de  singular  y  plu- 
ral, así  como  las  de  tercera,  conviene  hacer  una  advertencia; 
la  vocal  que  sigue  á  z  forma  parte  de  este  alijo  siempre  que 
signifíca  «tú»,  y  pertenece  al  núcleo  verbal  cuando  significa 
«él»;  la  diferencia  entre  las  personas  de  singular  y  plural, 
ocioso  parece  advertirlo,  la  establece  la  pluralizadora  te. 


"Elementos  característicos. 


Los  núcleos  verbales  son  una  de  las  marcas  más  claras 
que  pueden  proporcionarse  para  conocer  los  modos,  y  aun 
los  tiempos.  Esto  no  quiere  decir  que  exista  una  relación 
necesaria  entre  el  significado  de  estas  y  la  clase  de  aquellos; 
pero  es  un  hecho  que  en  la  manera  con  que  aparecen  distri- 
buidos dichos  núcleos  por  todo  el  verbo  se  revela  una  rela- 
ción de  atribución  constante:  así  eu  y  eza,  por  ejemplo, 
significarán  ambos  «haber»,  pero  el  primero  no  formará  parte 
del  subjuntivo,  ni  el  segundo  del  indicativo.  Otras  veces  la 
atribución  se  ejerce  sobre  núcleos  que  no  tienen  el  mismo 
significado,  como  sucede  con  el  subjuntivo  bizcaino  que  se 
vale  de  egín  «hacer»  en  lo  que  le  imitan  algunas  Hexiones 
guipuzcoanas  del  imperativo.  En  este  sentido  son  caracte- 
rísticos los  núcleos  verbales  que  conocemos. 

eu 

e 

u 

AU 
A 
AI 
I 


)Del  presente  de  indicativo. 


UE 

u 
I 


.¡l^ol  jn-otérito  imperfecto  de  indicativo, 
..  del  modo  condicional  y  de  susuposi- 
)     tivo. 


-120- 


EZA 
IZA 
AZA 
ZA 


Del  modo  subjuntivo. 


EZA 

IZA 

AZA 

ZA 

EGI 


Del  modo  imperutivo. 


EZA 
IZA 
AZA 
ZA  . 
TZA 


KE  . 
KE  . 
KE-AN 

N  . 

N  . 
BA  . 


(Del  modo  potencial  y  supositivo. 


Afijos. 

.[  Del  potencial. 

.;  Del  condicional. 

.'  Del  pasado  remoto  del  potencial  y  fu- 

•      turo  remoto  del  condicional. 
.;  Del  pasado. 
•  i  Del  subjuntivo. 
.     J  De  los  supositivos  del  potencial  y  del 

\      condicional. 

(_,/, Elementos  estéticos. 


A  . 

Y  . 

N  . 

Ñ  . 

D  . 

N  . 


.'De  ligadura. 
)  Eufónicas. 
.;  Epentética. 


-430- 

CAPÍTULO  XIV. 

CONJUGACIÓN   SENCILLA    DE    LOS  VERBOS    GUIPUZCOANOS 
TRANSITIVOS. 

I. 

Los  nombres  verbales  que  se  conjugan  sin  auxiliar,  lla- 
mados verbos  irregulares  por  los  antiguos  gramáticos,  y  sim- 
ples ó  sencillos  por  varios  modernos,  se  refieren  á  dos  tipos: 
a)  al  transitivo;  h)  al  intransitivo. 

Ningún  verbo  sencillo  posee  todos  los  tiempos,  modos  y 
categorías  que  acabamos  de  analizar  en  el  verbo  perifrásico 
ó  compuesto.  Los  más  nutridos  jamás  rebasan  las  formas 
que  corresponden  á  dos  tiempos^  y  dos  modos;  á  los  tiempos 
presente  y  pasado,  á  los  modos  indicativo  é  imperativo. 

Lo  dicho  puede  autorizar  el  que  se  formula  las  siguientes 
proposiciones:  1."  la  lengua  euskara  ha  poseído  siempre 
una  conjugación  perifaísica;  2.*  todos  los  modos  y  tiem- 
pos que  conocemos  se  han  derivado  de  algunos  de  dichos 
modos  y  tiemi)03  de  varios  verbos  sencillos.  La  segunda  de 
estas  proposiciones  está  demostrada  por  ol  análisis  morfoló- 
gico de  las  flexiones,  y  en  el  hecho  de  que  no  se  conoce 
realmente  ningún  otro  modo  ni  tiempo  en  la  conjugación 
sencilla  más  que  los  ya  nombrados,  pues  cuando  oxcepcional- 
mente  poseen  algún  otro,  su  derivación  es  tan  evidente,  que 
queda  comprendida  dentro  de  la  regla  general.  La  primera  es 
el  resultado  de  una  inducción  fundada  en  los  datos  conocidos, 
según  los  cuales,  tan  alto  como  podemos  subir  en  la  lengua 
Jiisfórica,  hallamos  la  conjugación  perifrásica.  Verdad  es  que 
la  lengua  euskara  es  antiquísima  y  sus  monumentos  escritos 
muy  modernos,  ó  bastante  modernos,  por  lo  menos.  Así  es  quo 
eso  dato  solo,  comunicaría  poca  fuerza  al  raciocinio,  pero  la 
solidez  de  este  depende  de  la  combinación  de  a(]uel  con  otros. 


1  Kntipiiilasc  fino  ino  rrlluro  ú  tioiiinoi  dotados  do  lumias  diblititas  entro  s(,  iii'i  ii  los  quo 
so  obtienen  siitíjumlo  una  pa»  tíeula  caiacton'stica  á  las  flcxionos  do  uu  tiomiio  dado,  penutt- 
nociüiido  «''stas,  on  lo  demás,  invarialilos, 


— 4;ii- 


Conocemos  bastantes  verbos  sencillos,  y  todos  ellos  poseen 
uno  ó  dos  tiempos  y  modos  á  lo  sumo.  ¿Cómo  puede  expli- 
carse, si  no  es  por  medio  de  un  verdadero  milagro,  tan  com- 
pleta sumersión  de  flexiones?  Puesto  que  coexisten  las  con- 
jugaciones perifrásica  y  sencilla  de  un  mismo  verbal  en  el 
presente  y  pasado  de  indicativo  y  en  el  presente  de  impera- 
tivo, diciéndose,  ó  pudiéndose  decir,   por   ejemplo:  dakakt 

y  EKAKTZEN  DET  «yO  lo  traigO»,  NENKAEREN  }'   EKARTZEN  NUEN 

«yo  lo  traía»,  ekarzu  y  ekarei  ezazu  «tíi  tráelo»,  ¿por  qué  no 
habían  de  coexistir  las  flexiones  de  otros  modos  y  tiempos 
en  alguno  siquiera  de  los  numierosos  verbos  que  han  llegado 
hasta  nosotros  con  ambas  conjugaciones?  Si  toda  la   conju- 
gación perifrásica  se  deduce, en  suma,  de  dos  tiempos  radi- 
cales, y  los  verbos  sencillos  están  casi  en  absoluto  reduci- 
dos á  aquellos,  ¿dónde  haJlaremos  una  base    que   nos    con- 
sienta levantar  sobre  ella  la  hipótesis  de   una  conjugación 
sencilla  completa?  Y  si  con  la  conjugación  sencilla  que  co- 
nocemos hoy,  sin  que  nada  nos  demuestre  que    hubiese  al- 
canzado en  lo  antiguo  muchos  mayores  grados  de  desarrollo, 
era  imposible  salir  de  la  expresión  de  un  par  de  tiempos  ó 
tres;  ¿cómo  no  admitir  que   para  completarla  se   hubo  de 
echar  mano  delaperífrasis  y  que,  por  consiguiente,  ésta  exis- 
tió desde  el  instante  en  que  el  pensamiento  euskaro  necesitó 
el  instrumento  adecuado  de  su  manifestación  ó  sea  la  len- 
gua ya  completamente  desarrollada?   Hablar  de  una  época 
en  la  que  el   bascuence  carecía  de  conjugación  perifrásica, 
es  entrar  de  lleno  en   el  terreno  de  la  hipótesis  pura,  algo 
más  peligroso,  ciertamente,  que   el  «metafísico»  que  tanto 
ofusca  á  determinados  autores,  para  quienes  la  palabra  «me- 
tafísica» suena   como  la  palabra  «madres»   á  los   oidos   de 
Faust,  es  decir,  de  una  manera  muy  extraña  y  misteriosa.  Es 
referirnos á cuando  el  espíritu bascongado no  concebíala  no- 
ción del  tiempo  más  que  como  pasado  y  como  presente  y  la 
modalidad  de  la  acción  más  que  categórica  é  imperativamen- 
te,siendo  probable  que  en  proporción  de  este  estado  embrio- 
nario del  verbo  se  hallara  el  resto  del  sistema  gramatical.  Y 
aunque  fuera  forzoso  admitir  la  realidad  de  tal  estado,  no 
por  eso  dejaría  de  ser  impertinente  rechazar  lo  conocido  por 


-432- 


lo  que  no  se  conocerá  jamás,  y  atribuir  al  organismo  del 
todo  formado,  lo  que  tal  vez  no  fué  propio  ni  de  las  prime- 
ras fases  do  su  embrión. 

Cabía  perfectamente  suponer  que  la  conjugación  senci- 
lla era  una  contracción  de  la  perifrásica,yasíselia  supuesto. 
Pero  si  miramos  de  cerca  las  cosas  veremos  que  en  las  fle- 
xiones del  verbo  sencillo  figuran  los  elementos  formativos 
tan  íntegros  como  en  las  del  perifrásico.  Por  otra  parte,  el 
lenguaje  vulgar  posee  muchas  verdaderas  contracciones,  y 
todas  muestran  claramente  los  elementos  de  la  conjugcición 
perifrásica,  cosa  que  no  acontece  en  las  flexiones' del  verbo 
sencillo,  que  no  presentan  más  que  los  componentes  propios 
de  la  flexión,  pero  no  los  del  nombre  verbal;  por  ejemplo: 
EMATEUT  (1.)  «yo  lo  doy»,  de  emate;í  í/ut;  mataute  (a.  n.  s.), 
«ellos  lo  dan»,  de  eMkTen  t/üte;  ARTZAUT(a.  n.  s.)  «yo  lo  tomo», 
de  AETzé?^¿  rZuT;  jankot  (Puente  la  Reina)  «yo  lo  comeré»,  de 
jANKo  (hn;  JANKOGU  (id.)  «nosotros  lo  comeremos»,  de  janko 
duGi'y  etc.^  La  contracción,  como  madre  de  la  conjugación 
sencilla,  no  puede  admitirse,  en  tesis  general,  á  virtud  ^  la 
distinción quepropongo  éntrelas  contracciones  «vulgares»  y 
las  flexiones  de  la  conjugación  sencilla,  pero  varias  ó  mu- 
chasformas  del  imperativo  tienen,  ciertamente,  ese  origen. 

II. 

Las  conjugaciones  sencillas  de  los  verbos  transitivos  gui- 
puzcoanos  pueden  referirse  de  una  manera  general  al  tipo 
de  las  flexiones  de  iduki  ó  euki  «tener.  Por  lo  tanto,  las  co- 
loco á  la  cabeza  de  esta  sección  destinada  á  la  conjugación 
nó  perifrásica. 

_A, Modo  indicativo. 

1.  Presente. 

(i)    Flexiones  objetivas 

1."  categoría. 

DA7//.AT  .     .     .     DAU-iKAT.      .     .     yo  lo  tcugo,  yo  los  teugo. 


Estos  ejoniiilos  t-strní  toiundo.s  d.'  la   ¡..i^^.  ir.ii  >U-   El  Verbo  bascongado,  dol   riiin.i|>o  liona» 
parte. 


—433- 

DAUKazu.     .     .     DAU^'KAzu     .     . — tú  lo  tieiies,  los  tienes. 

TtanJiA.    .     .     .     DAü^KA   .     .     . — él  lo  tiene,  los  tiene. 

DAUKrtGU.     .     .     DAU^KAGu     .     . — nosotros  lo  tenemos,  los 

tenemos. 

Btiul-AZVTE  .  .  DAU-í'KAZUTE.  . — vosotros  lo  teneis,  los  te- 
neis. 

DAUKrtTE.     .     .     DAVzKkTE     .     . — -ellos  lo  tienen,  los  tienen. 

O'bservaciones.  El  núcleo  verbal  es  auk,  alteración  fo- 
nética de  EUKi;  la  a  que  le  sigue  es  letra  de  ligadura  y  la  ^ 
encajonada  en  dicho  núcleo,  un  sufijo  de  pluralización  ob- 
jetiva, residuo  del  íntegro  zJxí. 

(ii) . — Flexiones  ohj eti vo-in-onominales. 

(á.'"":  «á  mí»). 


daukaíZazü  . 

T>k\SKkdkt      . 
DAUKAr/AZUTE 
DAUKA(/.\TE    . 


dauka^Z/dazu     . 
dauka¿'z-¿dat  . 
dauka^/vz"dazute. 

D  AUK  A,?/- /date       . 


Observaciones.  El  sufijo  pluralizador  objetivo  está  ín- 
tegro, zlñ.  En  la  tercera  persona  de  singular  se  encuentra 
la  redundancia  del  elemento  pronominal  t  «á  mí»;  la  a  que 
le  precede  es  de  ligadura;  la  flexión  estaba  completa  siendo 
d—aul- — ad  (7)  «á  mí  tenerlo»;  pero  ésta  flexión  resultaba 
idéntica  á  la  objetiva  de  la  primera  persona  del  presente  de 
indicativo,  y  para  distinguirla,  sin  duda,  se  introdujo  el 
pleonasmo  at. 


(3/:  «á  tí»). 
DkVKkzKizuT  .     . — yo   te  lo  tengo,  te  los 

T>  kJJK  kVAllZU 


DkHKkZUT. 
DkVKkZil  . 
DkVKk.l'UGU 


tengo 


. — él  te  lo   tiene,   te   los 
tiene 
D  AUKAZKi4?/Gu     .■ — nosotros  te  lo  tenemos, 

te  los  tenemos. 


29 


-«•1- 


DAUKA-Í7/TE      .       '.       DAUKAZKK7/TE       . —  clloH   tc    lü    tieiieil,    tc 

los  tienen, 
(4.":  «H  vh), 

DAUKAYOT     .     .     DAUKAZKioT.     . — yo  le   tengo  lo,  le  tengo 

los. 

DAUKAYozu  .     .     DAUKAZKiozu.    . — tú   le  tienes  lo,  le  tienes 

los. 

DAUKAYo.     .     .     DAUKAZKio   .     . — él  le  tiene  lo,  le  tiene  los. 

DAUKAYoGU  .     .     DAUKAZKiOGU.    . — nosoti'os  le  tenemos  lo, 

le  tenemos  los. 

DAUKAYOzuTE    .     DAUKAZKiozuTE. — vosoti'os  le  teneis   lo,   le 

tenéis  los. 

DAUKAYoTE  .  .  DAUKAzKioTE.  . — ellos  le  tienen  lo,  le  tie- 
nen los. 

Observaciones.  La  //  que  antecede  al  pronominal  o  en 
las  flexiones  objetivo-singulares,  es  eufónica:  el  choque  ao 
de  ellas  es  mucho  más  duro  que  el  io  de  las  objetivo-plura- 
les, y  por  eso  no  lo  toleran. 

(5.":  «á  nosotros») 

VAVKhguzv  .     .     DAVKAZKiguzíj  .     . — tú  uos  lo  tienes,   nos 

los  tienes. 

DAUKAGU      •     .     DAUKAZKi(7í¿      .     . — él  nos  lo  tiene,  nos  los 

tiene. 

DAUKAí/2/ZUTE     .       DAUKAZKI^«ZUTE     . VOSOtrOS  nOS  lo  tencis, 

nos  los  teneis. 
DAUKA<7?rrE  .     .     daukazk/í/ííte  .     . — ellos  nos  lo  tienen,  nos 

los  tienen. 


(6.*:  a  vosotros»). 

'DkKkzute'ií    .     .     DAUKAZKi^7^/6'T  .     . — y  O  OS  lo  tengo,  OS  lo8 

tengo. 

DAUKA^'í/ít'     .       .       DAUKAZKU'í/^e     .       . — él  OS    lo  ticUC,    OS    los 

tiene. 


BAVKAZUteGV 
BAVKA.Z  lite     . 

DAUKATO^eT  . 
DAUKAYOÍeZU 
DAUKAYO^'e  . 
DkVKkYOteGU 
DAUKkYOfeZÜTE 
DAVKAYOte     . 


—435— 
DAUKAZKI-2l¿TEGU 

BAVKAZKWUte     . 


. — nosotros  os  lo  tene- 
mos, os  los  tene- 
mos. 

. — ellos  os  lo  tienen,  os 
los  tienen. 


(7.^-  «á  ellos»). 

DAUKAZKIOZ'eT  . 
DAUKAZKIofeZU. 
DAUKAZKlote  . 
DAUKAZKIOÍeGÜ 
DAUKAZKIo/eZUTE 
DAUKAZKIo/e      . 


— yo   les  tengo    lo,    les 
tengo  los. 

— tú   les   tienes   lo,   les 
tienes  los. 

— él  les  tiene  lo,  les  tie- 
ne los. 

— nosotros  les  tenemos  lo, 
les  tenemos  los. 
-vosotros  les  tenéis  lo, 

les  tenéis  los. 
-ellos  les  tienen  lo,  les 
tienen  los. 


(iii.)  Flexiones  i^ronominaUs. 

En  todas  estas  flexiones,  los  elementos  pronominales  pa- 
san, en  concepto  de  prefijos,  á  la  cabeza  de  la  flexión.  El 
núcleo  continúa  el  mismo. 

(8.*:  «á  mí»). 

;¿AüKAZu.     .  . — tú  me  tienes. 

7?AUKA     .     .  . — él  me  tiene. 

«AUKAzuTE  .  . — vosotros  me  tenéis. 

«AUKATE.     .  . — ellos  me  tienen. 

(9^:  «á  tí»). 

za\jzkati  .  .  . — yo  te  tengo 

^Au-íKA   .  .  . — él  te  tiene. 

¿Au^KAGu  .  . — nosotros  te  tenemos. 

¿'AUá^KATE  .  . — ellos  te  tienen. 


-ím  - 


Observaciones.  Coino  todas  las  flexiones  de  esta  cate- 
goría que  hasta  ahora  hemos  ido  registrando,  las  actuales 
presentan  también  un  elemento  epentético,  primitivamente 
pleonástico,  de  pluialización,  que  es  la  .i'. 

(10.":  «á  nosotros»). 

í/AUZKAZu    .     .--tú  nos  tienes. 
^AUZKA  .     .     . — él  nos  tiene. 

í/AUZKAZUTE.        . VOSOtrOS  UOtí  tcucis.    . 

í/AUZKATE    .     , — ellos  uos  tienen. 

(11.";  "á  vosotros»). 

¿'AUZKAÍeT    .  . — yo  os  tengo. 

¿AUZKA/á;      .  . — él  os  tiene. 

•  ¿'AUZKA^eou  .  . — nosotros  os  tenemos. 

¿'AUZKAÍ6      .  . — ellos  os  tienen. 


'2.  Pasado. 

(i). — Flexioíies  ohjetivati. 

{iJ"  categoría). 

•í;eul-k^   .     .     .     Ne«¿/.AN.     .     . — yo  lo  tenía,  los  tenía. 
ZENezí/i-AN     .     .     ZE^euzJx-Á^   .     . — tú  lo  tenías,  los  tenías. 
zeulik^   .     .     .     ze¿/,':7.AN  .     .      . — él  lo  tenía,  los  tenía. 
GENe?//>-AN     .     .     GENe7/.':7.-AN  .     .— uosotros  lo  tcníamos,  los 

teníamos. 

ZENe?//.ATEN.       .       ZENt^?/^7iATEN.     .  —  VOSOtrOS    lo     tcníclis,     los 

teníais. 
ze«/i-ATEN.    .     .     zei(Z'JiATE-¡i  .     . — cllos    lo   tciiíau,    los   te- 
nían. 

Observaciones.  Estas  flexiones  demuestran  más,  si  ca- 
be, que  las  vistas  hasta  ahora,  ((uc  la  ii  (jue  precede  al  nú- 
cleo, calificada  por  alguno  de  ««misteriosa»,    es   una    simple 


-137- 


letra  eufónicci.  Obsérvese  que  solamente  tig'ira  en  aquellas 
flexiones  que  habían  de  incurrir  en  cacofonía,  por  haberse 
convertido  en  e  la  vocal  del  sujeto  m  y  gu. 

(ii). — Fle.rioues  objetiro-prnuomwalrs. 
(2.":  «á  mío). 

ZENEUKAr/AN    .     zeneukazki^/an    . — tú  uic  lo  teuías,  rae  los 

tenías. 
zEUKAr/AN  .     .     zeukazk/V/an  .     . — él   uic  lo  tenía,  me   los 

tenía. 
zeneukac/aten     zeneukazkk/aten — vosotros  me  lo  teníais, 

me  los  teníais. 
zeukaí/aten    .     zeukazk/Jaten    .--ellos  me  lo  tenían,  me 

los  tenían. 

{3.':  «á  tí») 

NEüKA.r^N  .  .  neukazklí/cn  .  . — yo te  lo  tenía, te  los tenía. 
ZEUKA,??/N  .  .  zEUKAZKi,r//N  .  . — él  te  lo  tenía,  tc  los  tenía. 
GENEUKA¿7íN    .     GENEUKAZKi.r¿/N    . — uosotros  te  lo  tcuíamos, 

te  los  teníamos. 
ZEüKA.:v/TEN    .     zEUKAZKi.e7/TEN    . — ellos  te  lo  tenían,  te  los 

tenían. 

(4.":  «á  él'»). 
NEUKAYON  .     .     NEUKAZKioN     .     . — yo  Ic  tcuía  lo,  Ic  tenía  los. 

ZENEUKAYON      .       ZENEUKAZKION         . tÚ  le   teuíaS  lo,  Ic    tCUÍaS 

los. 
ZEUKAYON  .      .     ZEUKAZKioN     .     .- — él  Ic  tcuía  lo,  Ic  tenía  los. 

GENEUKAYON       .       GENEUKAZKION        . UOSOtrOS   Ic   tcuíamOS  lo, 

le  teníamos  los. 

ZENEUKAYOTEN        ZENEUKAZKIOTEN  . VOSOtrOS    l8  tcuíais  lo,  le 

teníais  los. 
ZEUKAYOTEN    .     ZEUKAZKIOTEN-     . — cllos  le   tenían  lo,  le  te- 
nían los. 

(5.'^:  «á  nosotros»). 

ZEHEUKAí7?/N     .       ZENEUKAZKI</»N     . — tÚ  UOS  lo   teuíaS,  UOS   loS 

tenías, 


ZEUKAí/?/N  .  . 
ZENEÜKA<7?¿TEN 
ZEUKAí//¿TEN     . 


NEUKA-JrUÍeN  . 
ZEVKAZUte'Ñ  '. 
GENEUKA¿'?í/í?N. 

ZEVKXZUte'Ñ       , 


NEUKAYO^eN       . 
ZENEUKAYOÍÍN. 

ZEUKAYOÍeN       . 
GENEUKAYO^^N. 

ZENEUKAYOfé'N . 

ZEUKAYO/^N       . 


—íM— 

ZEUKAZKií/»N  .     . — él  nos  lo  tenía,   nos  los 

tenía. 
ZENEUKAZKi(7?íTEN — vosotros  nos   lo  teníais, 

nos  los  teníais. 
zEUKAZKií/wTEN    . — ellos  nos  lo  tenían,  nos 

los  tenían. 

(G.":  «á  vosotros»). 

íiEVKkZKiz II  te^  . — yo  os  lo  tenía,  os  los  tenía. 
ZEUKAZKLi/^feN  , — él  OS  lo  tonía,  os  los  tenía. 
GENEUKAZKi4«f6'N. — nosotvos  OS  lo  teníamos, 

os  los  teníamos. 
ZEUKAZKi^^^eN     . — ellos  OS  lo  tenían,  os  los 

tenían. 

(7.*:  «á  vosotros»). 

NEUKAZKioíeN    . — yo  les  tenía  lo,  les  tenía  los. 

zENEUKAZKiofeN  — tú  les  tonías  lo,  les  tenías 
los. 

zEUKAZKio^eN    . — él  Ics  tenía  lo,  les  tenía  los. 

GENEUKAZKioíeN — nosotros  les  teníamos  lo, 
les  teníamos  los. 

ZENEUKAZKioíeN — vosoti'os  les  teníais  lo,  les 
teníais  los. 

zEUKAZKio/íN  . — ellos  les  tenían  lo,  les  te- 
nían los. 

(iii). — Flexiones  j^rononiinales. 

(8.":  «á  mí»). 

. — tú  me  tenías. 


ne'üiDulazv'sa 

?ieND2</»aZUTEN 
?ZeND¿/AaTEN 


. — él  me  tenía. 

. — vosotros  me  teníais. 

. — ellos  me  tenían. 


Observaciones.  Los  elementos  pronominales  están  como 
preñjos  y  los  personales  como  sufijos.  Ne  es  «á  mí»  y  el  tema 
ó  núcleo  verbal  se  muestra  más  contraído  que  en  las  ante- 
riores ílexioneSj  habiendo  quedado  reducido  á  uka. 


-  439- 

(9/:  «á  tU). 

^óNDU^ZKADAN  .  . — yo  te  tenía. 

^eNDU^KAN  .     .  . — él  te  tenía. 

^^NDU^KAGUN    .  . — nosoti'os  te  teníamos. 

.^é'NDu.'^KATEN    .  . — ellos  te  tenían. 

Observaciones.  Infijado  en  el  núcleo  ula,  aparece,  co- 
mo siempre,  el  añjo  epentético  de  pluralización,  que  aquí 
es  z.  Ze  es  «á  tí»,  como  fje  será  luego  «á  nosotros». 

(10.":  «á  nosotros»). 

<7(?MDUZKAZUN  . — tú  uos  tcnías. 

r/eNDuzKAN  .  . — él  nos  tenía. 

.    (/¿NDuzKAGUN.  . — vosotros  uos  teníais. 

^í/PNDuzKATEN  . — cllos  UOS  tenían. 

(1 1.";  «á  vosotros»). 

.ÍT'NDüZKAfí^DAN  . y  O  OS  tCUÍU. 

ze-íiDVZKkfe'^      . — él  os  tenía. 
,2'eNDuzKAií<fGUN . — uosotros  OS  tcuíamos. 
;.'exDUZKA^í'N.     . — ellos  os  tenían. 

O, Modo  imperativo. 

1.  Presente. 

(i). — Flexiones  objetivan. 

(1."  categoría). 

EUKA.e-?/   .     .     ,     -EXiZKkzu.     .     . — tú  tcu  lo,  ten  los. 
¿EUKA     .     .     .     ¿EUZKA  .     .     . — él  tciiga  lo,  tenga  los. 
EVKkznte     .     .     EUKZ Azute   .     .—vosotros  tened  lo,  tened 

los. 
hEUKkfe ,     .     .     ¿EuzKA^e      ,     . — ellos  tengan  lo,  tengan 

los. 

Observaciones.     El  núcleo  verbal  vuelve  á  ser  euka. 


(ii). — Flexiones  ohjetíco-p)-()no)ni nales. 

(2.":  «ú  mí))). 

eukaí7azu     .     .     eukazkií7a/u     , — tú  téiime  lo,  tónme  los. 

¿eukaí7at.   .     .     ¿eükazkk/at     . — él  téngame   lo,    téngame 

los. 

eukaíZazute.     .     eukazkií/azute. — vosotros  tenedme  lo,  te- 

nedme  los. 

¿eukaíZate  .  .  ¿eukazkií/ate  . — ellos  ténganme  lo,  tén- 
ganme los. 

Observaciones,  beukadat  presenta  el  suñjo  pronominal 
t  repetido;  es  una  verdadera  forma  intensiva,  originada  por 
el  principio  de  correlación  simétrica:  beukadat  está  calcado 
sobre  eueaít/íi^?/. 

(3.'':  «á  tí»). 
Garet. 


(4.^:  «á  él.)). 

EUKAYOZU    .     .     EUKAZKiozu.     . — tú  ténle  lo,  ténle  los. 
BEUKAYo.     .     .     BEUKAZKio    .     . — él  téngale  lo,  téngale  los. 
EUKAYozuTE      .     EUKAzKiozuTE  . — vosotros   tencdlc   lo,    te- 

nedle  los. 
BEUKAYOTE  .     .     BEUKAZKioTE     . — ellos  ténganle  lo,  ténganle 

los. 

(5.":  «á  nosotros»). 

EUKA^z/zu    .     .     EUKAZKi<7¿/zu.    . — tú  ténnos  lo,  ténnos  los. 

BEUKAí7?¿.     ,.     .     BEUKAZKií/?^     . — él  ténganos    lo,  ténganos 

los. 

EUKA^zíZUTE.     .     EüKAZKií/^zuTE — vosotros  tcncdnos   lo,  te- 

nednos  los. 

BEUKAí7«TE.  .  BEUKAZKi^//TE  . — cllos  téngannos  lo,  tén- 
gannos los. 

Observaciones.     Sustituyendo  el   alijo  pronominal  t   n\ 


—111- 


mí»  por  gii  «á  nosotros»,  las  liexiones  de  la  segunda  catego- 
ría se  convierte  en  las  que  se  acaban  de  insertar. 

(Í5.'';  «á  vosotros»). 
Garet. 


EUKAYOÍ^eZU  . 

B'Emih.Yote    . 

EUKAYOí'íZUTE 
BEUKAYofe     . 


{l.\  «á  ellos»). 

.     EUKAZKioifezu    . — tú  ténles  lo,  ténles  los. 

.     BEiTKAZKio¿e      . — él  téngales    lo,   téngales 

los. 
EUKAZKiofé'zuTE-— vosotros    tcnedlcs  lo,  te- 
nedles  los. 

.     BEUKAZKiofe.     . — ellos  ténganles   lo,    tén- 
ganles los. 

(iii) . — Flexiones  iironouiinales. 

(8.^:  «á  mí»). 


e?¿AÜKAZU 
Be;ZAEKA. 


-tú  ténme. 
■él  téno-ame. 


e^iAUKAzuTE      . — vosotros  tenedme. 
Be^íAüKATE  .     . — ellos  ténganme. 

Observaciones.  El  núcleo  verbal  vuelve  á  ser  otra  vez 
aiLJ¿a.  El  elemento  pronominal  es  en  «á  mí»  que  recuerda  á 
keni  suletino,  del  cual  parece  ser  el  residuo.  En  las  terce- 
ras personas  es  notable  la  posición  colindante  del  aíijo  per- 
sonal h  y  del   pronominal. 


(9.^:  «á  tí»). 
Caret. 

(lo.*":  «á  nosotros»). 


e^AU^KAZU 

Beí7AU,e'KA 


tú  ténnos. 
él  ténganos. 


—412- 


í'<7AU.?KAZüTE.    .     vosotros  teiicduos. 
Bf í/AU-rivATE .     .     ellos  téiiganiios. 

Observaciones.  El  elemento  pronominal  es  eg^  que  pa- 
rece estar  calcado  sobre  en.  ¿Ha  existido  una  forma  egi  «á 
nosotros»  correspondiente  á  cni  «á  mí»?  ¿O  primitivamente 
dicha  flexión  y  la  de  la  segunda  persona  de  plural  comen- 
zaban por  g  solas  y  la  e  inicial  se  introdujo  epentéticamen- 
te por  imitación  de  todas  las  otras  flexiones  de  segundas 
personas,  que  en  las  demás  categorías  comiezan  por  e!  Am- 
bas hipótesis  son  muy  plausibles:  me  inclino  yo  más  á  la 
primera. 

(11.'':  «á  vosotros»). 

Caret. 

III. 

El  nombre  verbal  egIíM  «hacer»  entre  los  verbales  de  con- 
jugación sencilla  posee  excepcionalmente  el  presente  y  pa- 
sado de  subjuntivo.  Digo  posee  y  no  conserva  porque,  á  mi 
juicio,  ésta  es  una  de  esas  excepciones  que  confirman  la  re- 
gla general. 

Egin  carece  en  la  actualidad  de  presente  y  pasado  de 
indicativo;  pero  como  estos  dos  tiempos  del  subjuntivo  no 
son,  morfológicamente  considerados,  más  que  dichos  tiem- 
pos del  indicativo  provistos  de  la  n.  relativa  «que»  sufija- 
da,  es  muy  fácil  reconstituir  las  flexiones  de  ambos  tiempos 
desaparecidos.  Hecha  la  reconstitución  se  ve  que  las  flexio- 
nes de  EGIN  son  flexiones  de  indicativo  ligeramente  altera- 
das algunas  de  ellas  por  lapresenciade  la?/,  y  así  se  demues- 
tra la  exactitud  de  la  regla  general  de  que  la  conjugación 
sencilla  no  se  extiende  más  allá  de  los  modos  que  se  indica- 
ron anteriormente. 

Las  flexiones  de  egin  revelan  que  las  pertenecientes  á 
la  conjugación  perifrásica  transitiva  en  su  modo  subjuntivo 
son  más  modernas  (pie  las  que  resultarían  de  la  sinq)le  su-» 


fijación  de  n  á  las  de  indioativo  '|ne  hoy  conocemos.  Proba- 
blemente, la  Sustitución  del  núcleo  eu   por  eza  se  debió  al 
deseo  de  diferenciar  las  flexiones  transitivas  relativas  de  in- 
dicativo, de  las  flexiones  propias  del  subjuntivo.  Dedan  «que 
yo  lo  haya»  forma,  hipotética  del  subjuntivo  primitivo,  aná- 
loga á  DAGiDAN   «yo  lo  haga»  existente,  resultaba  idéntica  á 
DEDAN  «que  yo  le  he»,  forma  relativa  de  det  «yo  le  he».  Para 
destruir  esta  identidad,   aunque  no  fuese  más  que  externa- 
mente, se  acudió  al  remedio  de  cambiar  el  núcleo  significa- 
tivo ó  tema  verbal,  tomándolo  de  doiide  más  cerca  se  en- 
contraba con  significación  adecuada,  del  verbal  izan,  y  resul- 
taron las  flexiunes  DEZADANjDEZAzuN,  ctc,  Pcro  si  cscicrto  his- 
tórica y  etimológicamente  que  el  subjuntivo  es  un  indicati- 
vo en  jforma  relativn,  no  lo  es  en  menos  grado  que  por  efec- 
to de  la  atribución,  coini'letamente  ayudada  por  el  cambio  de 
núcleo,  ell^ascuence  está  en  posesión  de  un  subjuntivo  per- 
fecto en  cuanto   al  sign.ilioado.  íloy  ciiando  un  bascongado 
dice:  laugarrenean  eguzkia  ,  illargia  eta   izaiirak  egin  zi- 
TUEN,   ARGI-EGIN   zezciten   se  expresa  con   una  equivalencia 
completa  al  castellano  que  dice:    '«en  el  cuarto  (día)  hizo  el 
sol,  la  luna  y  las  estrellas,  para  que  aliDjibrasen»,  y  sería  un 
gran  error    traducir    argi-egin   zezaten   «que   alumbraban», 
por  más  que  la  forma  y  constitución  de  zezaten  correspon- 
dan á  un  pretérito  imperfecto.  Lizarraga   en  su    traducción 
de  El  Nuevo  Testamento,  tan  importante  en  el  estudio    his- 
tórico de  la  lengua,  se  vale  de  nuestras    actuales  flexiones 
del  pasado  de  subjuntivo  para  expresar  el  pretérito    imper- 
fecto de  indicativo.   Pero  la   diferenciación  y   subsiguiente 
adaj^taciOn  están  plenamente  realizadas,  porque  jamás  usa 
de  las  segundas  para  expresar  lo  que  entonces  y  hoy  expre- 
san las  primeras.  Me  ha  parecido  conveniente   aclarar    este 
punto,  que  podría  ilustrarse  con  miles  de  ejemplos,    porque 
ciertos  autores  se  expresan  como  si  realmente  el  bascuence 
careciera  de  un  verdadero  subjuntivo,    confundiendo  el  ori- 
gen de  las  flexiones  con  su  función. 

Ahora  veamos  las  flexiones  de  egin,  las  cuales  no  ofrecen 
ninguna  dificultad. 


-111- 


/>EGI  . 
BGlZ'Ute   . 

hEGife     . 


EGIíZaZU. 
BEG¿7 

egk/azute 

BEGlTEt  . 


EGIOZU     . 
BEGIO 
EGIOZUTE 
BEGIOTE  . 


EGI^^ZU. 
BEGI^Í¿  . 
EGI^//ZUTE 

IWÁUfJiCVr. 


_/\, Modo  TMrEriATivo. 

(i.)—Fle.vioi(es  objetivas. 

(1."  categoría). 

EGul-izu   .  . — tú  hazlo,  hazlos. 

.     hEGÍzH     .  . — él  hágalo,  hágalos. 

.     EGizlxizutc  . — vosotros  hacedlo,  liacedlos. 

ImGulxife.  . — ellos  hagan  lo,  hagan  los. 

(ii). — Flex¡o)ies  ohjefíco-2)roiioi>ii nales. 
(2.":  «á  mí»). 

egizkk/azu    . — tú  házmelo,  házmelos. 
.     BEGizKif    .     . — él  hágamelo,  hágamelos. 

egizkií/azute — vosotros  hacédmelo,  hacédme- 
los. 
.     begizkite^     . — ellos  háganmelo,  háganmelos. 

(3.":  «á  tí»). 

Caret. 

(4.";  «á  él»). 

.  egizkiozu.     . — tú  hazle  lo,  hazle  los. 

.  begizkio  .     . — él  hágale  lo,  hágale  los. 

.  EGizKiozuTE  . — vosotrosliaccdlelo,  liaccdlelos 

.  BEGizKioTE     . — cllos  háganle  lo,  háganle  los. 

(i5.":  «á  nosotros»). 

.     EGizKi^^Zü    . — tú  haznos  lo,  haznos  los. 
.     begizkií;».      . — él  háganos  lo,  lláganos  los. 
EGizKi^^zuTE — vosotros  liaccdnos  lo,  liacednos 
los. 
.     BEGiZKi(/?¿TE  . — ellos  liágannos  lo,  hágannos  los 

((*).":  «á  vosotros»), 

Carct. 


-445— 


Etíio/ezuTE 
BEGiote  . 

EGloteZUTE 

BE'iiote  . 


(7.":  «á  ellos».). 

,     EGi7Aiiotez\]TE — tú  házlcs  lo,  hazles  los. 
BEGiZKio/c      . — él  hágales  lo,  hágales  los. 
EGizKiotey^vTE — vosotros  hacedles  lo,  hacedles 

los. 
BEGiZKiote      . — ellos  háganles  lo,  háganles  los. 

(iii). — Fle.riones  pronominales. 

(8.'^:  «á  mí»). 

;l\gizu    .  .  . — tú  hazme. 

;^¿AGi  .     .  .  . — él  hágame. 

;¿A.GizuTE  .  . — vosotros  haceclme. 

«AGITE    .  .  . — ellos  háganme. 

(9-":  cátí.)). 

Caret. 

(lO-'"^  «á  nosotros.) 

. — tú  haznos. 

. — él  háganos. 

. — vosotros  hacednos. 

. — ellos  habíannos. 


^AGIZU  . 
(JAGIZ.  . 
í/AGIZUTE 
í/ AGITE     . 


Observaciones.  El  núcleo  verbal  en  todas  las  íiexiones 
enumeradas  experimenta  dos  cambios,  uno  constante  y  otro 
variable;  el  constante  es  la  elisión  de  n  final;  el  variable  la 
permutación  de  la  e  inicial  en  a. 

X>. Modo  subjuntivo. 

1.  Presente. 

(i)  . — Flexiones  objetivas. 
(1."   categoría.) 
clkGidan.     .     .     dLGukidan ,     . — yo  lo  haga,  los  haga. 


-J4G- 

dAGUun.     .     .     (¡AGiAiziiit .     . — tú  lo  llagas,  los  hagas. 

(IkGien    .     .      .     dkGizlxioi     .     . — v\  lo  haga,  los  haga. 

dkGigun.     .     .     dkGuliguii.      . — nosotros  lo  hagamos,  los 

hagamos. 

dkGiziiteii  .  .  dkGizlxizutoi  . — vosotros  lo  hagáis,  los  ha- 
gáis. 

dAGitcn  .     .     .     dkGizl:itcn  .     .—ellos  lo  hagan,  los  hagan 

{\í).—Fle.cione>i  ohjctico-pronoininaUs. 

(2.":  «á  mí))). 

dagiíZazun    .     daüizkk/azun    . — tú   me    lo    hagas,    me    los 

hagas. 
DAGid?AN  .     .     dagizkií/an  .     . —  él  me  lo  haga,  me  los  haga. 
dagiíZazuten     dagizkk/azuten — vosotros  me  lo  hagáis,  me 

los  hagáis. 
dagk/aten    .     DAGizKir?ATEN  .  — ellos  me  lo  hagan,   me  los 

hagan. 

(:>.":  «á  tí-)). 

DkGizüDk^    .     DAGizKi,;í7i)AN    . — vo  te  lo  luiga,  te  los  haga. 

DAGi-2'?/N  .     .     BkGizKuu^  .     . — él  te  lo  haga,  te  los  haga. 

DAGRí/GüN    .     DAGizKi^z¿GUN    . — nosotros  te  lo  liagamos,  te 

los  llagamos. 

DAGLíí¿TEN  .  DkGizKizuTEin  . — ellos  te  lo  hagan,  te  los  ha- 
gan. 

(4.^  «á  él.)). 

DAGioDAN.     .     DAGizKioDAN.     . — yo  le  haga  lo,  le  haga  los. 

DAGiozuN      .     DAGizKiozuN.     . — tú  le  hagas  lo,  le  hagas  los. 

DAGioN     .     .     DAGizKioN     .     . — él  Ic  haga  lo,  le  haga  los. 

DAGioGUN.     .     DAGizKioGUN.     . —  iiosotros  le  liaganios   lo,  le 

hagamos  los. 

DAGiozuTEN  .  DAGizKiozuTEN  . — vosotros  Ic  liagais  lo,  le  ha- 
gáis los. 

PAGicTEN-      .     DAGizKioTEN.     . — ellos  le   hagan  lo,  le  gagan 

los. 


-447-^ 


(5.":  «á  nosotros»)). 

DAGií/íízuN  .  DAGizKií/í^zuN  . — tú  iios  lo  liRgas,  iios  los  ha- 
gas. 

DAGi(7?¿N  .     .     DAGizKigim  .     .—él  iios  lo  haga,  nos  los  haga. 

DAGÍguzuTEN     BAGiZKigiizuTEB — vosotros  nos  lo  hagáis,  nos 

los  hagáis. 

BAGiguTEJü    .     DAGizKií/i^TEN    . — ollos  nos  lo  hagan,  nos  los 

hagan. 

(C":  «á  nosotros»). 

DAGiziifeBA-íí.     DAGizKií  «ZeDAN. — yo  OS  lo  haga,  os  los  haga. 

DAGizute^     .     DAGiZKi^«/eN     . — él  OS  lo  haga,  os  los  haga. 

DAGizuteGVÑ.     DAGizKizuteGV^. — nosoti'os  os  lo  hagamos,  os 

los  hagamos. 

DAGizute'Síi  .  DAGiZKizute-Ñ  . — ollos  OS  lo  hagan,  os  los  ha- 
gan. 

(7.":  «á  ellos»). 

DAGio/fDAN  .     DAGizKio2^f?DAN    . — yo  les  haga  lo,  les  haga  los- 

DAGioíí^zuN  .     DAOizKiofezuN    .— tú,  les  liagas  lo,  les  hagas 

los. 

DAGioíeN .     .     DAGiZKio/'eN  .     . — él  los  haga  lo,  les  haga  los. 

DAGioíeGUN  .     DAGiziaofíGUN    . — nosoti'os  les  hagamos  lo,  les 

hagamos  los. 

DAGioíezuTEN    DAGizKio^ezüTEN — vosotros  les   hagais  lo,  les 

hagáis  los. 

DAGio^éN .  .  BAGizKiote'íi  .  . — ellos  les  hagan  lo,  les  ha- 
gan los. 

(iii) . — Flexiones  pronominales. 

(S."":  «á  mí»). 

7ZAGIZUN    .  .  .  . — tú  me  hagas. 

7¿AGiEN     .  .  .  . — él  me  haga. 

71AGIZUTEN  .  .  . — vosotros  mo  hagais. 

?¿AGiTEN    .  .  .  . — ellos  me  hagan. 


-448- 


(í).":  aá  tí.)), 


XAGIÜAN 
¿'AGIEN. 

<;agígun 

<^AGITEN 


. — yo  te  haga. 

. — él  te  haga. 

. — nosotros  te  háganlos. 

. — ellos  te  haíran. 


^AGIZUN     . 
f/AGIEN 
Í/AGI/UTEN 
í/AGITEN      . 


(10.";  «á  nosotros»). 

. — tú  nos  hagas. 

. — él  nos  haga. 

. — vosotros  nos  luií^ais. 


(1 


^AGI^'eDAN . 

zrAGifeGUN. 
¿AGitejí 


(I). 


•ellos  nos  hagan. 


«á  vosotros»). 

. — 3'0  os  haga. 

. — él  os  haga. 

. — nosotros  os  hagamos. 

. — ellos  os  hagan. 

2.  Pasado. 
-Flexiones  objetivas . 
1."  catefíforía. 


UEGien     . 
ze/iEGie>i. 
zEGien 
geuEGien. 

zenEGiten 
zEGiteii   . 


uEGulien    . — yo  lo  hiciese,  los  hiciese. 
zeiiEGizlden. — tú  lo  hicieses,  los  hicieses. 
.íEGizJden     . — él  lo  hiciese,  los  hiciese. 
geiiEGizl-ien. — nosotros  lo  hiciésemos,  los  hicié- 
semos. 
zeiiEGizIaten — vosotros  lo  hicieseis,  los  hicieseis. 
zEGizJiiten    . — ellos  lo  hiciesen,  los  hiciesen. 

Observaciones.  Estas  flexiones ,  por  sn  forma,  pertene- 
cen á  un  pretérito  imperfecto  absolutamente  regular,  pues 
siendo  propio  de  este  tiempo  el  terminar  en  ;?,  ni  siquiera 
la  presencia  de  esta  disfraza  las  formas  ordinarias,  cojuo  su- 
cede con  DAGiDAN,  DAGiZKiDAN,  etc,  CU  las  quc  OS  preciso  se- 
parar  la  característica  de  sul)juntivo  para  que  resulten  las 
llexiones  do  indicativo  primitivas  paiüt,  i>A(;izkit,  etc. 


— tt49— 

(ii). — Flexiones  ohjetivo-pronomiiudes. 
(•2.'':  «á  mí))). 

ZENEGIíZaN      .       ZENEGIZKI/T^AN     . tÚ  UIG  lo  llicieseS,  lllG  loS  lli- 

cieses. 

zegií/an  .  .  zEüizKK?AN  .  . — él  lüG  lo  biciesG,  me  los  hi- 
ciese. 

ZENEGic?ATEN     zenegizkic/aten — vosotros  me  lo  hicieseis,  me 

los  hicieseis. 

zegiíZaten    .     zegizki(7aten    . — ellos  me  lo  hiciesen,  me  los 

hiciesen. 

(8.'^:  («átí»). 

NEGiz¿íN     .     NEGizKU'^^N    . — JO  tc  lo  Iliciese,  te  los  hiciese. 
zEGizí/N     .     zEGizKi¿-z/N    . — él  te  lo  hiciesc,  te  los  hiciese. 

GENEGI^?/N.       GENEGIZKKVÍN nOSOtl'OS  tc  lo  hÍCÍésemOS,  tC  loS 

hiciésemos. 
zEGi^2ZTEN .     zegizki,í7<ten — ellos  te  lo  hiciesen,  te  los  hi- 
ciesen. 

(4.^  «á  él»). 

NEGioN  '.     .     NEGiZKioN  .     .— -JO  le  hicicse  lo,  le  hiciese  los. 

ZENEGION      .        ZENEGIZKION      . tÚ  Ic  llicieSCS  lo,  le  llicicseS  los. 

ZEGION  .     .     zEGizKioN  .     . — él  Ic  liiciese  lo,  le  hiciese  los. 
GENEGio;¿   .     GENEGizKioN    . — nosotros  Ic  liiciéscmos  lo,  le 

hiciésemos  los. 

ZENEGIOTEN       ZENEGIZKIOTEN VOSOtrOS    Ic    hicieScis  lo,  le  lli- 

cieseis  los. 
zEGioTEN    .     zEGizKioTEN    . — cllos  le  hiciescn  lo,  le  hicie- 
sen los. 

(5.\*  «á  nosotros»). 

ZENEGií/z/N    .     ZENEGizKií7¿¿N    . — tú  nos  lo   lücieses,   nos  los 

hicieses, 

zEGi<7¿íN  .      .     ZEGizKií/¿¿N  .      . — él  nos  lo  liicicse,  nos  los  hi- 
ciese. 

ZENEGií7?¿TEN     zENEGiZKií/ztTEN — vosotros  nos  lo  liicieseis,  nos 

los  hicieseis. 
30 


-450- 


ZEGi^//TEN    .     zEGizKrí/¿/TEN    .— ellos  iios  lo  liiciesen,  nos  los 

hiciesen. 

(6.":  «ú  vosotros»)). 

NEGi¿7/feN     ,     NEGizKi,':?/i^í^N    .— yo  os  lo  hiciese,  os  los  hi- 
ciese. 
ZEGizute^     .     zEGizMzuteii    . — él  os  lo  luciese,  os  los  hiciese. 

GENEGI^Z^^fN.       GENEGIZKLíí/^6'N — nOSOtrOS  OS  lo  hiciéscmOS,  OS 

los  hiciésemos. 
ZEGizute^     .     zEGizKi<^¿/íé?N   . — ellos  OS  lo  hiciesen,  OS  los  hi- 
ciesen. 

(7.":  aá  ellos»). 

NEGioíeN     .     NEGizKíofeN   . — yo  les  hiciese  lo,  les  hiciese  los. 

ZENEGI0¿6N.       ZENEGIZKI0fí?N tÚ    IcS    llicicseS    lo  ,    IcS    llicic- 

ses  los. 

ZEGioí^N     .     zEGizKio^eN    . — él  Ics  hicicse  lo,  les  hiciese  los. 

GENEGioíeN      GENEGizKio/eN — nosoti'os  Ics   hiciéscmos  lo,  les 

hiciésemos  los. 

zENEGiü/t^N.  zENEGizKioft'N — vosotros  Ics  liiciescis  lo,  les  hi- 
cieseis los. 

zEGio/t'N  .  zEGizKiü/t'N  . — ellos  Ics  liiciescn  lo,  les  hicie- 
sen los. 

(ni) . — Flexiones  pronominales. 
(8.":  «á  mí»). 


í/ENtUZüN   . 
/¿ENGIEN      . 
//ENGIZUTEN 
/¿ENGITEN   . 


¿ENíilDAN  . 

^■EN(;iEN  . 

¿ENGIGUN  . 

¿ENíilTEN  . 


. — tú  me  hicieses. 
. — él  me  hiciese. 

. — vosotros  me  hicieseis. 
. — ellos  me  hiciesen. 

(9.^  «á  tí..). 

. — yo  te  hiciese. 

. — él  te  hiciese. 

. — nosotros  te  hiciésemos. 

. — ellos  te  hiciesen. 


— i51— 


(10.":  «á  nosotros»). 

<7ENGizuN  .  :  .  .- — tú  nos  hicieses. 

í/EMGiEN    .  .  .  . — él  nos  hiciese. 

í/ENGizuTEN  .  .  . — vosotros  nos  hicieseis. 

í/ENGiTEN  .  .  ,  . — ellos  nos  hiciesen. 

(11.*;  «á  vosotros»). 

á^ENGiíéDAN  .  .  . — yo  os  hicicsc. 

^-ENGiíeN    .  .  .  . — él  os  hiciese. 

^ENGifíGUN  .  .  . — nosotros  os  hiciésemos. 

^ENGiíeN    .  .  .  .• — ellos  os  hiciesen. 

Los  verbales  ekaeei  «traer»,  eeabilli  «menear»  ó  «mover», 
EEAMAN  «llevar»  é  ikusi  «ver»,  poseen  los  mismos  modos, 
tiempos  y  categorías  de  flexiones  en  su  conjugación  senci- 
lla que  el  verbal  iduki  «tener»,  con  cuya  conjugación  con- 
cuerdan  también  bajo  el  punto  de  vista  del  mecanismo, 
excepto  en  algún  ligero  detalle.  Los  núcleos  significativos  ó 
temas  verbales  se  obtienen  de  la  siguiente  manera:  a)  el 
adjetivo  indefinido  en  el  indicativo-presente,  cambia  la  vo- 
cal inicial  en  a  y  elide  la  letra  última,  cualquiera  que  ésta 
sea,  de  donde  resultan  los  formas  akae  de  ekaeei,  aeabil  de 
eeabilli,  aeama  de  eeaman,  akus  de  ikusi;  b)  en  el  pretérito 
imperfecto  suprimen  dichos  verbales  la  letra  última,  ex- 
cepto EEAMAN  que  la  conserva,  pues  por  ser  n  le  sirve  de  ca- 
racterística de  tiempo,  pero  manteniendo  inalterable  la 
inicial,  excepto  ikusi  que  la  cambia  en  e;  ekaeei  y  eea- 
billi infijan  una  n  epentética  en  el  núcleo  de  las  flexiones 
pronominales,  por  lo  que  resulta  enkae  y  eeanbil,  en  vez 
del  EKAE  y  eeabil  de  las  otras  flexiones;  ikusi  pierde  la  e 
inicial  del  núcleo  en  las  segundas  personas  de  singular  y 
plural  de  todas  las  categorías  de  flexiones  y  en  las  primeras 
de  plural:  los  temas  ekae  y  enkae  doblan  su  consonante  final 
siempre  que  la  composición  de  las  flexiones  le  arrima  una 
vocal,  y  lo  mismo  hace  eeabil  pero  no  eeambill;  c)  en  el  im- 
perativo el  núcleo  es  doble,  uno  para  las  flexiones  objetivas 


45a- 


y  objetivüs-pronoiiiiiiales,  y  otro  para  ks  pronominales:  el 
de  aquellas  es  el  ailjetivo  indefinido  desprovisto  de  su  letra 
íinal,  y  el  de  éstas  la  misma  forma,  pero  con  la  vocal  inicial 
permutada  en  (i. 

La  objetivación  plural  en  las  flexiones  objetivas  está 
desempeñada  por  la  pluralizadora  zki,  en  lo  cual  se  diferen- 
cian estos  verbales  de  su  tipo  eduki.  ekarri  y  erabilli  pre- 
sentan una  particularidad,  que  consiste  en  usar  concurren- 
temente de  dos  núcleos  verbales  en  las  ílexiones  de  la  4."  y 
7/  categoría  de  los  tres  tiempos  y  los  dos  modos.  Este  nue- 
vo núcleo  precede  inmediatamente  al  ufijo  pronominal  o; 
dichas  ñexiones  encomiendan  su  pluralización  objetiva  al 
afijo  z  y  como  el  nuevo  núcleo  (llamémosle  así  aunque  sea 
provisionalmente)  es  ki  podría  creerse,  á  primera  visto,  que 
su  pluralización,  era  la  ordinaria  zki.  ki  es  una  partícu- 
la cuya  patente  de  origen  está  bastante  embrollada:  co- 
mo más  adelante  la  hemos  de  encontrar  también  repre- 
sentando papel  en  el  verbo  intransitivo,  para  aquella  ocasión 
difiero  su  examen. 

Todos  los  restantes  elementos,  así  como  su  distribución, 
nos  son  familiares:  excuso,  por  lo  tanto,  dar  in-extenso  las 
ñexiones  de  estos  verbales.  Bastará  enumerar  algunas  de 
ellas,  para  que  en  su  vista  y  de  lo  advertido,  se  deduzcan 
con  exactitud  matemática  las  demás.  Ejemplos  de  indicati- 
vo presente. — V)kkar-iL)aliarzKi  «él  lo  trae,  los  trae». — Dura- 
bílDAT-'DarabUzKwyí:  «él  me  lo  menea,  me  los  menea». — T>a- 
ranutzi]-Dara)iia7dirz\j  «él  te  lo  lleva,  te  los  lleva». — dakauA/o- 
DAKAR^'Zio  «él  le  trae  lo,  le  trae  los»:  Bal- u so-Da IiUskio  «él  le 
ve  lo,  le  ve  los». — BaJianiU-DciJiarzKiGu  «él  nos  lo  trae,  nos 
los  trae. — DarabilzuTE-DarahLlzKizuTE  «él  os  lo  menea,  os  los 
menea». — dakabil//ote-daiiabilz/.¿ote  «él  les  menea  lo,  les 
menea  los»:  Dai'aiiiaYOTE-'DaraniazKio'TE  «él  les  lleva  lo,  les 
lleva  los». — yialits  «él  me  ve». — zalar  «él  te  trae». — v,arahil 
«él  nos  menea». — '/jiramaTE  «él  os  lleva». 

Observaciones.  Las  Hexiones  de  la  segunda  categoría 
y  de  tercera  persona  singular,  como  se  ve  en  el  ejemplo,  in- 
curren en  el  pleonasmo  del  pronominal  ¿  «á  mí».  En  la  obje- 
tivación plural  de  ikusi,  chocaban  la  sibilante  palatal  .v  del 
tema,  con  la  sibilante  dental  z  de  la  pluralizadora  zki,  y  en 


este  confiicto  de  dos  sonidos  similares  pero  de  poco  cómoda 
articulación  inmediatamente  consecutivo,  se  borró  el  se- 
gundo. 

Ejemplos  de  pretérito  imperfecto  de  indicativo, — ze- 
A'rt;v'EN-zeA'tirzKiEN  «él  lo  traía,  él  los  traía»:  zeraman-vxrama- 
ZKíEN  «él  lo  llevaba, él  los  llevaba»; — zEN6'Zv/rDAN-zENe/.T//'ZKi- 
DAN  «tú  me  lo  traías,  me  los  traías»:  zEN/.v/.sDAN-ZENZv/siaDAN 
«tú  me  lo  veías,  me  los  veías»; — zerabilzv^-zei-ahihKizvii  «él 
te  lo  meneaba,  te  los  meneaba»; — zelarKio'Ñ-zelarzKio^  «él 
le  traía  lo,  le  traía  los»;  zeJaiso^-zeJiíi skioi^  «él  le  veía  lo,  le 
veía  los»;  —zerahllGV'Ñ-zerahilzYaGVN  «él  nos  lo  meneaba,  nos 
los  meneaba»; — zeraniazvTE^K-zeirunazKizvTEt;  «él  os  lo  lleva- 
ba, os  los  llevaba»;  zí'/.r/rKioTEN-ze/.'rtrzíaoTEN  «él  les  traía  lo, 
les  traía  los»;  zeirtmaYOTEi^-zcramazKiOTK}^  «él  les  llevaba  lo, 
les  llevaba  los»;- — NeN/rv/sEN  «él  me  veía»; — zé'NÁrtrrEN  «él  te 
traía»; — Gera-HhilK^  «él  nos  meneaba»; — zeramaTE^  «él  os 
llevaba». 

Ejemplos  del  modo  imperativo. — JLlarzu-eÁ-arzKizu  «tú 
tráelo,  tráelos»; — crahilDAzv-ejdhilzKiDAzv  «tú  menéame  lo, 
menéame  los»; — eJiarKioz\j-el-arzKiozu  «tú  tráele  lo,  tráele 
los:  ercDJiaYOzv-eravHiziiiozu  «tú  llévale  lo,  llévale  los»; — 
eJaisGVZV-eJiUSKiGVzx]  «tú  vénos  lo,  vénoa  los»; — tíZvrrKiOTEZU- 
eJíarzKioiEzv  «tú  tráeles  lo,  tráeles  los»;  oriDiaYOTEzv-era- 
?7zazKiOTEZü  «tú  llévales  lo ,  llévales  los»; — Et^al-arzu  «tú 
tráeme»;--EG(7r«7?7(7Zü  «tú  tráenos». 


El  verbal  jakin  posee  únicamente  los  dos  tiempos  del 
modo  indicativo,  contraidos  á  las  flexiones  objetivas  y  obje- 
tivo-pronominales. Sus  núcleos  aki  (del  presente)  y  eki  (del 
imperfecto)  se  combinan  con  los  elementos  constitutivos  y 
característicos  en  la  forma  acostumbrada.  Bus  flexiones 
objetivas  generalmente  se  emplean  con  la  partícula  afirma- 
tiva ba  prefijada:  badakit-badakizkit  etc.,  «yo  lo  sé, los  sé»  de 
uso  más  común  que  dakít-dakizkit  á  secas. 

El  verbal  ieudi  «parecer»  ó  «asemejarse»  se  conjuga  tran- 
sitivamente, en  los  dos  tiempos  del  indicativo.  Posee  siete 
categorías,  pero  dentro  de  ellas  carece  de  todas  las  flexio- 


-154- 


nes  con  objetivo  plural.  Sus  núcleos  verbales  son  ihudi  y 
ARUDi.  El  primero  entra  en  todas  las  categorías  de  ambos 
tiempos  excepto  en  nna.  Los  siguientes  ejemplos  bastan  á 
dar  cuenta  exacta  de  su  estructura;  Dlnidí  «él  se  parece». — 
íianidi  «él  se  me  parece». — DÍrudizv  «él  se  te  parece»- — DÍru- 
dio  «él  se  le  parece»,  etc. — '¿iriidÍEi^  «él  se  parecía» — iiani- 
¿//en  «él  se  me  parecía» — 7uirudi'ÁV^  «él  se  te  parecía» — ziru- 
dÍAH  «él  se  le  parecía»,  etc. 

Observación.  La  categoría  «á  mí»  del  presente,  no  es  la 
que  en  mi  enumeración  suele  llevar  el  número  2,  sino  la 
octava,  ó  sea  la  que  ocupa  el  primer  puesto  entre  las  prono- 
minales; lo  mismo  digo  de  la  del  imperfecto:  por  eso  llevan 
por  cabeza  el  elemento  pronominal  ?¿  «á  mí». 


ii' 


El  verbal  egoki  «pertenecer»  posee  las  flexiones  objetivas 
del  presente  y  pasado  de  indicativo.  Como  este  verbo,  por 
su  significado,  forma  parte  de  los  que  se  llaman  en  caste- 
llano recíprocos  ó  reflexivos,  en  alguna  de  sus  flexiones  os- 
tenta elementos  pronominales. 

j^, Modo  indicativo. 

1.  Presente. 

(i). — Flexio7ies  objetivas. 

(Única  categoría). 

•Dagoiiif .     .  DagozKiT .     . — Me  pertenece  lo,  los. 

DagoKiziJ     .  DagozKizv    . — Te  pertenece  lo,  los. 

Dft,^oKio.     .  DcigozKio.     . — Lc  pertenece  lo,  los. 

BagoKiGí]    .  DcigozKiGV    .- — Nos  pertenece  lo,  los. 

Dí/<70KizuTE  Díz^ozKizuTE. — Os  pertcnecc  lo,  los. 

Da^oKTOTE  .  BagozKioTE  . — Les  pertenece  lo,  los. 

2.  Pasado. 

(i)  .  — Flex  i  o  nes  obje  t  ivas . 

(Única  categoría). 

y.í'^oKiDAN    .     zer/ozKiDAN    . — Me  pertenecía  lo,  los. 


ze^oKizuN    .  z^í/ozKizuN    . — Te  pertenecía  lo,  los. 

zegoKiot;      .  ze<7ozKioN      . — Le  pertenecía  lo,  los. 

Zé^oKiGUN    .  zeí/ozKiGUN    . — Nos  pertenecía  lo,  los. 

zé-í/oEizüTEN  zé-í/ozKizuTEN — Os  pertenecía  lo,  los. 

Z/?í70KioTEN  .  Zé?í/ozKiorEN  . — Les  pertenecía  lo,  los* 

Observaciones.  Estas  ñexiones  presentan  nna  circuns- 
tancia rara  y  notable;  la  de  expresar  el  objetivo  con  nn 
signo,  que  es  la  z,  colocado  á  la  cabeza  de  ellas,  como  la  r/ 
del  presente,  á  cuyas  formas  se  ajustan  en  un  todo.  Es  la 
primera  vez  que  en  el  pasado  vemos  una  cosa  semejante. 


IZEKI  «arder»  rige  su  conjugación  por  la  común  de  los 
transitivos,  con  una  excepción,  que  es  la  primera  persona  de 
plural  del  pasado,  la  cual  lleva  el  afijo  personal  sufijado.  y 
no  prefijado:  zizeka_í/¿/n  («nosotros  ardemos»  ó  «estamos 
ardiendo».  Posee  la  primera  categoría  de  presente  y  pasado 
de  indicativo  y  en  ambas  en  el  presente  el  núcleo  es  izeka,  al 
cual  se  le  preiñja  d  y  se  le  sufija  t,  zu,  gu,  .uife,  te  en  el  pre- 
sente, y  en  el  pasado  n,  zeh,  z,  y  gu,  te  y  n  h  son  prefijados 
y  suñjados  respectivamente.  Casisieiiipre  todas  estas  flexio- 
nes se  usan  precedidas  de  la  partícula  ha. 

ERAUSI  «hablar  mucho»,  «hablar  con  vehemencia»  está 
reducido  á  los  dos  tiempos  del  indicativo.  En  el  presente  el 
núcleo  es  arauski,  que  puede  revelar  una  forma  del  adjetivo 
verbal  más  primitiva,  erauski;  éste  es  el  núcleo  del  pasado. 
La  composición  de  las  flexiones  es  la  ordinaria;  algo  hay 
que  advertir:  que  la  característica  del  pasado  es  an  cuando 
se  une  al  núcleo  y  n  sola  cuando  se  une  á  la  pluralizadora 
te)  que  delante  de  ésta,  ó  sea  en  la  segunda  y  tercera  perso- 
na de  plural  se  conserva  la  a,  porque  la  pluralizadora  viene 
á  encajonarse  dentro  de  la  característica  del  pasado:  zene- 
RAUSKiciTEN  «vosotros  hablabais  mucho»,  ZERAUSKirtXEN  «ellos 
hablaban  mucho»,  en  vez  de  zenerauskiten,  zerauskiten. 

ERAUNTSI  significa  «manar»  ó  «derramarse  algún  líqui- 
do». Es  verbo  reflexivo;  posee  el  presente  y  el  pasado  de  in- 
dicativo en  la  primera  categoría  nada  más.  El  núcleo  del  pre- 


-15C- 


sente  es  araunts,  con  endurecimiento  de  la  sibilante;  el  del 
pasado  eraunts.  La  conjugación  es  perfectamente  regular. 
En  el  presente  va  primero  la  d  del  objetivo,  luego  el  in'icleo 
y  después  el  afijo  del  sujeto:  este  en  la  primera  persona  de 
singular  exige  la  interpolación  de  una  a  de  ligadura,  la  cual 
se  conserva  también  en  la  tercera  del  mismo  número,  á  pe- 
sar de  no  llevar  afijo  personal,  sin  duda  porque  pareció  dé- 
bil una  forniíi  que  terminase  con  la  sibilante  ts.  En  el  pasa- 
do el  orden  de  colocación  es,  igualmente,  el  ordinario:  afijo 
personal,  núcleo  y  n  característica  con  a  de  ligadura  á  no 
ser  que  la  flexión  termine  en  te,  en  cuyo  caso  aquella  va  de- 
lante de  la  pluralizadora.  La  forma  de  los  afijos  personales 
es:  /,  zit,  gu,  zute,  te,  n,  ze,  ge,  zete,  z-te;  entre  el  signo  del 
sujeto  terminado  en  e  y  el  núcleo,  se  introduce  la  corres- 
pondiente n  eufónica.  Estas  flexiones  se  usan  con  ha  ante- 
puesta. 

IÑOTSI  tiene  la  misma  significación  del  anterior,  y  le 
imita  en  todo.  Únicamente  diré  que  en  los  dos  tiempos  el 
núcleo  es  iñots  y  que  las  formas  del  afijo  personal  de  segun- 
da persona  de  singular  y  de  primera  de  plural  son  zi  y  gi, 
por  asimilación  á  la  inicial  del  núcleo. 

IR:VK[N  significa  «hervir»;  en  el  presente  y  en  el  pasado 
su  núcleo  es  iraki.  La  n  característica  del  pasado  toma  una 
c  de  ligadura  siempre  que  ha  de  sufijarse  al  tema,  ó  lo  que 
es  lo  mismo,  en  todas  las  flexiones,  excepto  en  la  segunda  y 
tercera  de  plural. 

IRAUN  significa  «durar».  Su  núcleo  conjugable  es  irau; 
se  conjuga  como  irakin;  en  ambos  la  letra  eufónica  que  des- 
truye el  hiato  de  los  afijos  personales  ze,  ge  y  el  tema,  es 
la  h. 

JARDUN,  significa  «estar  haciendo  algo»;  es  sinónimo 
del  verbal  modificable  ari  que  más  adelante  examinaremos. 
Su  núcleo  en  ambos  tiempos  es  iardu.  La  n  característica 
del  pasado,  se  sufija  inmediatamente  al  tema.  Su  conjuga- 
ción es  del  todo  regular. 

IlUTZr,  significa  «parecer.  Es  verbo  reflexivo,  y  sirvo 
también  para  expresar  lo  que  el  recíproco  castellano  «lla- 
marse»; «me  llamo»,  «te  llamas»,  etc.  El  núcleo  conjugable  do 


-457- 

los  dos  tiempos  es  eritz.  En  la  forma  externa  de  sus  flexio- 
nes es  iiuléntico  á  eeaüxtsi,  del  cual  se  diferencia  tan  solo 
en  que  la  letra  eufónica  de  que  se  vale  para  evitar  el  hiato 
de  ze  y  eje  con  el  tema  es  n.  Las  liexiones  de  estos  cinco 
iiltimos  verbales  se  emplean,  casi  siempre,  con  ha  prefijada. 
JAPtlO,  significa  «manar»  y  es  rellexivo.^  Posee,  como 
los  anteriores,  el  presente  y  pasado,  con  flexiones  objetivas 
singulares  y  plurales.  Los  núcleos  son  aeio,  eeio  é  ieio.  La 
phiralización  del  objetivo  se  obtiene  infijando  zki  después 
del  tema.  El  pasado  introduce  una  o  después  del  afijo  pln- 
ralizador  objetivo:  keriozkion  «yo  me  ios  derramaba»,  zeeio- 
zKioTEN  «ellos  se  los  derramaban»;  en  casos  análogos  suele 
figurar  una  a\  el  cambio  se  debe  aquí  á  la  asimilación.  El 
tema  erio  figura  sólo  en  la  primera  persona  de  singular  y 
tercera  de  plural. 


w 


Los  gramáticos  del  país  traen  bajo  la  rúbrica  del  verbal 
ESAN  «decir»,  unas  flexiones  que,  en  parte,  son  idénticas  á 
las  del  auxiliar  transitivo  y  en  parte  formadas  de  éstas.  Lo 
que  ninguno  de  mis  paisanos  dice  es  cómo  esan  ha  podido 
producirlas,  cuáles  son  los  anillos  intermedios  que  ligan,  por 
ejemplo,  diot  á  esan,  de  qué  suerte  la  segunda  forma  ha  pro- 
ducido la  primera,  con  la  cual  no  posee  en  común  ni  una 
sola  letra.  La  forma  basco-francesa  y  aun  casi  totalmente  na- 
barra  de  esan  es  erran.  Lizarraga  de  Briscous,  en  su  famosa 
versión  protestante  de  ií/  Nuevo  Testamento  nos  ha  conser- 
vado flexiones  perfectamente  formadas  y  cuya  derivación  no 
nos  ofrece  duda.  Tales  son,  por  ejemplo:  derroten  «que  le 
digan»,  EZTERROAN  «que  no  les  digas»,  junto  á  otras  más  oscu- 
ras y  muy  próximas  á  las  actuales  guipuzcoanas,  como 
DiosTE  «les  dice».  Esto  nos  permite  asegurar  que  esan  y  erran 
se  han  conducido  como  los  demás  verbales,  y  que  habrán 
tenido,  ó  habrán  podido  tener,  flexiones  iguales  ó  parecidas 
á  las  siguientes:  darrat,  darrazu,  darea,  «3^0  lo  digo»,  «tú  lo 
dices»,  «él  lo  dice»  y  dasat,  dasazu,  dasa;  nerran,  zeneeran, 


1    Cuaudo  hablo  do  reflexivos  ó  recíprocos  me  refiero  á  la  traducción  castellana  del  ver- 
|jal  euskaro;  pues  con  estos  no  cabe  propiamente  dicha  clasificación. 


-458- 


zERiiAN  «yo  lo  decía»,  «tú  lo  decías»,  «él  lo  decía»  y  nesan,  ze- 
NESAN,  ZESAN.  La  caida  ó  elisión  de  la  r  y  s  intermedias  son 
muy  ñ'ecuentes.  De  aquí  las  formas  daat,  daazu,  daanean, 
NEAN,  zENEAN,  zEAN.  Couio  lastres  primeras  formas  resultaban 
anti-eufónicas  vino  el  cambio  de  la  segunda  vocal,  que  bien 
pudo  trocarse  en  o  por  el  mismo  contraste  del  sonido,  resul- 
tando DAOT,  DAOZU,  DAO  y  posteriormente  por  reiteración  de 
fenómenos  fonéticos  diot,  diozu,  dio,  etc.  Una  vez  estable- 
cida la  o  en  el  presente,  por  correlación  simétrica  ocuparía 
puesto  en  el  pisado:  las  formas  neón,  zeneon,  ze:n  están  se- 
paradas de  las  usuales  por  un  corto  y  faoilísimo  intervalo 
que  lo  vemos  sulvar  á  cada  paso,  resultando  nion,  ziñion, 
zioN,  etc. 

Indudablemente  que  las  formas  objetivo-plurales  primi- 
tivas se  formaron  con  zki:  DAHRAZKir,  nerrazkien,  etc.  Pero 
acostumbrado  el  oido  al  empleo  de  diot,  nion  que  suenan  lo 
mismo  que  las  flexiones  íran5Ítivasdel  auxiliar,  oscurecida  la 
conciencia  de  la  lengua  y  establecida  la  preeminencia  de  la 
atrihucióii  sobre  la  etimología  que  es  consecuencia  del  largo 
uso  de  un  idioma,  se  tomarían  del  auxiliar  transitivo  desen- 
fadadamente las  formas  objetivo  plurales  que  hiciesen  falta. 
Precisamente  la  circunstancia  de  ser  nituen  ,  ziñitüen, 
ziTüEN,  etc.,  DiTur,  DiTuzu,  DiTü,  ctc,  los  pluralcs  objetivos, 
me  parece  una  nueva  prueba  de  que  Dior,  diozu,  dio,  etc., 
NION,  ziñion,  ZION,  etc.,  no  son  las  flexiones  del  auxiliar  tran- 
sitivo, que  en  ese  caso  estarían  apareadas  con  sus  objetivo- 
plurales  propias  DizKioT,  etc.,  nizkion,  etc.,  sino  alteraciones 
de  otras  más  primitivas  derivadas  de  erran  — esan.  También 
puede  suponerse  la  existencia  de  formas  primitivas  ditiot, 
etc.,  NiTioN,  etc..  que  sirvieran  de  intermediarias  á  las 
actuales. 

Todo  lo  dicho  es  meramente  hipotético,  pero  no  creo 
que  contradiga  los  procedimientos  ordinarios  del  bascuence. 
Mr.  Van  E3^s  asegura  «que  las  formas  citadas  por  Larra- 
mendi  y  Lardizábal  como  derivadas  de  esan  nada  tienen  de 
conuin  con  ese  nombre  verbal».^  Yo  creo  que  sí,  buscándolo 


1     Dict.  basq-franc,  i>mh.  404. 


-450- 


en  la  dirección  que  indico,  aunque  no  acaso  por  el  mismo 
camino.  Y  de  lo  contrario  hay  que  hallar  un  verhal  que, 
significando  «decir», dé  origen  alas  flexiones  cp.e  conocemos, 
ó  explicar  cómo  y  por  qué  diot,  etc.,  nion,  etc.,  han  llegado 
á  significar  de  hecho  «yo  le  he»  y  «yo  lo  digo»,  «yo  le  había» 
y  «yo  le  decía»,  etc. 

Ahora  pondré  toda  la  conjugación  usual  de  esan  en  gui- 
puzcoano. 

jf\, Modo  indicativo. 

1.  Presente. 

(i). — Flexiones  ohj etívo-pronomi nales . 

(1.''  categoría). 

— yo  lo  digo,  los  digo. 

— tú  lo  dices,  ](;s  (hces. 

—  él  lo  dice,  los  dice. 

— nosotros  lo  decimos,  los  decimos. 

— vosotros  lo  decís,  los  decís. 

— ellos  lo  dicen,  los  dicen. 


DIOT. 

DITÜT  . 

DIOZU      . 

DITÜZU       . 

DIO     . 

Dl'iU    . 

DIOGU 

DITÜGU      . 

DIOZUTE 

DITUZUTE. 

DICTE 

DITUZTE    . 

(u) .'—Flexiones  pronominales. 
(2.":  «á  mí»). 
Caret. 
(3.^  «átí») 


DIOTSUT 
DIOTSU 
DIOTSUGU 
DIOTSUTE 


. — yo  te  lo  digo. 

. — él  te  lo  dice. 

. — nosotros  te  lo  decimos. 

. — ellos  te  lo  dicen. 


Observaciones.  A  primera  vista  éstas  Üexiones  parecen 
tomadas  del  transitivo  bizcaino,  pero  no  es  así.  La  sibilante 
ts  revela  la  primitiva  presencia  del  verbal  esan;  compárense 
las  formas  hipotéticas  dasazut:=:daszut  =  datsut  con  dio- 
TSUT  y  se  verán  realmente  las  etapas  recorridas.  La  primera 
forma  es  la  completamente  correcta. 


— 100-- 


(í.":  «á  él.)). 


DIOTSAT      . 
DIOTSAZU  . 
DI0T8A. 
DIOTSAGU  . 
DIOTSAZUTE 
DIOTSATE   . 


. — yo  le  (ligo. 

. — tú  le  dices. 

. — él  le  dice. 

. — nosotros  le  decimos. 

. — vosotros  le  decís, 

. — ellos  le  dicen. 


Observaciones.  La  o  pronominal  se  ha  convertido  en  a, 
por  evitar  la  monotonía  de  las  formas  diotsot,  diotsozu,  etc. 

(5.^  «á  nosotros»). 

Caret. 

(G.'':  «á  vosotros»). 


DIOTSUTET 
DIOTSUTE   . 
DIOTSUTEGU 
DIOTSUTE   , 


. — yo  OS  lo  digo. 

. — él  os  lo  dice. 

. — nosotros  os  lo  decimos. 

. — ellos  os  lo  dicen. 


(7.":  «á  ellos»), 


DIOTSATET 
DIOTSATEZÜ  . 

DIOTSATE  . 
DIOTSATEGU  . 
DIOTSATEZUTE 
DIOTSATE  . 


. — yo  les  digo. 

. — tú  les  dices. 

. — él  les  dice. 

. — nosotros  les  decimos. 

. — vosotros  les  decís. 

. — ellos  les  dicen. 


NION  . 
ZIÑION       . 
ZION   . 
GIÑION       . 
ZIÑIOTEN. 
ZIOTEN      . 


2.   Pasado. 

(i). — Flexiones  objetivas. 

(1."  categoría). 

NiTUEN  .     . — yo  decía  lo,  decía  los. 

ziÑiTUEN     . — tú  decías  lo,  decías  los. 

ziTUEN  .     . — él  decía  lo,  decía  los. 

GiÑiTUEN     . — nosotros  decíamos  lo,  decíamos  los. 

ziÑiTUZTEN. — vosotros  decíuis  lo,  decíais  los. 

ziTüZTEN    . — ellos  decían  lo,  decían  los. 


-á61— 


(ii) . — Flexiones  ohjetivo-prorcomi nales. 

(2.*:  «á  mí»). 

Garet. 


(3/:  «á  tí»). 


NIOTSUN  . 
ZIOTSUN  . 
GINIOTSUN. 
ZIOTSUTEN 


. — yo  te  lo  decía. 

. — él  te  lo  decía. 

, — nosotros  te  lo  decíamos. 

. — ellos  te  lo  decían. 


Observaciones.  Las  flexiones  de  esta  categoría  y  las  de 
las  tres  siguientes  no  están  derivadas  del  tema  verbal  esan, 
sino  formadas  de  las  mismas  flexiones  del  presente,  obser- 
vando la  distribución  propia  del  pasado.  Son,  por  decirlo  así, 
flexiones  de  segunda  mano. 


(4,";  «á  él»), 


NIOTSAN  . 
ZIÑIOTSAN  . 
ZIOTSAN  . 
GIÑIOTSAN . 
ZIÑIOTSATEN 
ZIOTSATEN 


— yo  le  decía  lo. 

— tú  le  decías  lo . 

— él  le  decía  lo. 

— nosotros  le  decíamos  lo. 

— vosotros  le  decíais  lo. 

— ellos  le  decían  lo. 


(5.":  «á  nosotros»), 
Caref. 


(6.'^  («á  vosotros»), 


XIOTSUTEN 
ZIOTSUTEN 
GIXIOTSUTEN 
ZIOTSUTEN 


NIOTSATEN 
ZIÑIOTSATEN 
ZIOT  SATÉN 


. — yo  OS  decía  lo. 

. — él  os  decía  lo. 

. — nosotros  os  decíamos  lo. 

. — ellos  os  decían  lo. 


(7.":  («á  ellos»). 


. — yo  les  decía  lo. 
. — tú  les  decías  lo. 
. — él  les  decía  lo. 


-402- 

GiÑiOTSATEN  .     .     . — iiosotros  les  decíamos  lo. 
ziÑioTSATEN  .     .     . — vosotros  les  decíais  lo. 
zioTSATEN      .     .     . — ellos  les  decían  lo. 


ii' 


Existen  otros  verbales  que  únicamente  conservan  fle- 
xiones sueltas. 

De  EMAN  «dar»:  indazu  «dámelo»,  indazkizu  «dámelos», 
iGUzu  «dadnos  lo»,  iguzkizu  «dadnos  los»;  emayozu  «dadle  lo», 

DEMADAN  «yO  lo  dé»,  DEMAZUN  «tÚ  lo  dcS»,  DEMAN  «él  lo  dé»; 

DEMODAN  *«yo  le  dé  lo»,  DEMOzuN  «tú  le  des  lo». 

De  UTzi  «dejar»:  utzazu  «déjalo»,  ustazu  «déjame»,  uzta- 
zuTE  «dejadme». 

De  ARTu  «tomar»:  okizu  «tómalo»,  oeizute  «tomadlo».^ 


Ai- 


Las  ñexiones  de  indicativo  de  la  conjugación  perifrásica 
llevan  el  acento  prosódico  en  la  primera  silaba:  dét  «yo  lo 
he»,  DÍTuzu  «yo  los  he»,  ni'sn  «yo  lo  había»,  nítuen  «yo  los 
había»,  etc.  Sí  el  verbal  que  acompaña  á  éstas  íiexiones  es 
de  una  ó  dos  sílabas,  el  acento  puede  pasar  á  la  segunda: 
JAN  DEzú  «tú  lo  has  comido»  aetü  nizkízuten  «\  o  os  los  to- 
mé». El  potencial,  el  supositivo  del  potencial  y  el  impera- 
tivo guardan  la  misma  regla. 

Las  flexiones  da  subjuntivo  cargan  la  fuerza  de  la  pro- 
nunciación en  la  última:  ikusi  dezán  «él  lo  vea»,  eman  níza- 
YÚN  «yo  lo  diese  lo».  Las  acabadas  en  f3  suelen  acentuarse 
también  en  la  segunda:  ueratu  dezAten  «ellos  lo  rasguen», 
JAN  dizázuten  «ellos  te  lo  coman».  Las  del  condicional  en  la 
primera:  januo  ni'ke  «yo  lo  comería»,  ai.tüko  lizkidake  «él 
me  los  tomaría».  Las  del  supositivo  del  condicional,  en  la 
última:  autsi  balú  «si  él  lo  hubiese  roto»,  jango  bazindut  «si 
yo  te  comería». 

Toda   partííuÜH  introducida  entre  el  nombre  verbal  \'  la 


1    lias  formas  do  la  coujngacii'jn  soticilla  las  he  sacailo  de  Ui  Gramática  Vascongada  do  Lar- 
ilizúbal,  pi'igs.  U  y  HiKuioiituH. 


-463— 


flexión,  ó  puesta  á  la  cabeza  de  ésta,  hace  pasar  el  acento  á 
la  sílaba  siguiente:  ikusi  oí  dezú  «lo  acostumbras  ver»,  ba- 
DiTÚT  «si  los  tengo». 

Estas  reglas  valen  todas  para  la  conjugación  sencilla.^ 


1    Lari-amendi.  Arte  de  la  Lencjua  Bascongada,  desde  la  iulg.  357  hasta   la  301  y  desdo  la  303 
hasta  la  367;  y  Lai-dizábal,  Gramática  Vascongada,  págs.  84  y  85. 


-^■^--"^^3-— 


—464— 

CAPÍTULO  XV. 

CONJUGACIÓN    rElUl-'IÍÁSICA    DEL    VEEBO    LABOllTANO. 

(Vo<;  transí  tí  va — Tratamiento  'uidetenníiiadó). 

I. 

El  transitivo  labortiino  tiene  liiueha  semejanza  con  el 
guipuzcoano.  Conocida  la  derivación  de  las  flexiones  de  mía 
manera  práctica  por  la  enumeración  completa  de  las  gui- 
piizcoanas,  desde  aquí  en  adelante  no  daré  dentro  de  cada 
verbo  más  que  las  que  son  fuente  ú  origen  de  otras,  á  no  ser 
que  las  derivadas  piesenten  alguna  irregularidad. 

^^  , PrJjíEIÍ  TIEMPO    MATRIZ. 

1.  Presente  de  indicativo. 

(i) . — Flexiones  objetivas. 

(1."  categoría). 

'd?/t     .  DiTUT.     . — yo  lo  veo,  los  veo. 

ii)/ízu  .  DiTuZ-íU   .^tú  lo  ves,  los  ves. 

Iküs- D// .     .  DiTu  .     . — él  lo  ve,  los  ve. 

TEN,D?/GU  .  DiTUGU    . — uosotros  lo  veuios,  los  veiiios. 

[D//ZUE.  DiTu/vruE. — vosotros  lo  veis,  los  veis. 

D//TE  .  DiTuzTE  . — cUos  lo  vcn,  los  von. 

Observaciones.  El  núcleo  signiiicativo  es  n.  El  sujeto  zn 
ha  experimentado  en  las  segundas  personas  del  objetivo  plu- 
ral el  endurecimiento  de  la  sibilante.  Es  un  fenómeno  que 
se  veriíicará  muchas  veces  en  las  flexiones  de  ambos  núme- 
ros, aunque  con  mayor  frecuencia  en  las  del  plural.  El  lec- 
tor se  habrá  lijado  en  la  íbrnni  duzue,  por  duzuí'e.  La  elisión 
de  la  dental  del  alijo  phnalizador  es  casi  de  regla  general  en 
labortano. 


-áC5— 


(ii) . — Flexiones  objetivo-jjyonominales . 

(2.*:  «á  mí»)). 

tú  me  lo  ves,  me  los  ves. 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

Observaciones.  El  micleo  significativo  es  au.  Es  notable 
la  colocación  del  afijo  pronominal  en  la  tercera  persona  de 
plural,  la  cual  lo  lleva  por  remate.  La  forma  íntegra  y  lógi- 
ca,   supuesto  DÍ.UT,  pero  rechazada  per  anti-eufónica,  era 

DAUTETE. 


[dcw¿tazü  . 
Iküs- pcw/T  .      . 

TEN  pa2ÍTAZUE 
DCÍUTET     . 


DrtZ/ZKIDATZU  .- 
DrtWZKIT      . 
DCÍZ^ZKIDATZUE- 
DCIU  ZKITET 


,DAVtziLT  . 

iKUsADAVtzil     . 

TE^ÍDAVtzi(G\] 

^BAVtzilTE 


{3.":  «á  tí))). 

DxvzKitz-iiT  . — yo  te  lo  veo,  te  los  veo. 
BAUZKitmt    . — él,  etc. 
DAVZKitzuG\] — nosotros,  etc. 

DAJJZKltzitTE ellos,  ctc. 


pIOT       . 

Idiozü  . 

Ikus-]dio  .     . 

tenJdiogu  . 

'diozue, 

DIOTE    . 


(4.'':  «á  él))). 

DiotzaT      . — yo  le  veo  lo,  le  veo  los. 
Biotzazv    . — tú,  etc.  \ 

Biotza  .     . — él,  etc. 
motzaGv    . — nosotros,  etc. 
DiotzctTzxjE — vosotros,  etc. 
DiofzaTE    . — ellos,  etc. 

Observaciones.  Tenemos  un   nuevo    afijo  pluralizador 
objetivo  que  es  tza. 

(5,*:  «á  nosotros»). 

DAJjzKiguTzv  . — tú  nos  lo  ves,  nos  los  ves. 
DAUZKi^2¿  .     . — él,  etc. 

DAUZKIí/^TZUE VOSOtrOS,   ctC. 

DAüZKií7?/TE    . — ellos,  etc. 

Observaciones.  El  elemento  pronominal  de  las  ñexiones 
objetivo-singulares  conserva  la  gutural  fuerte  primitiva. 

31 


DAU/<^'ZU  . 

Iküs-(dau/>¿6 

TENlDAU/tiíZUE 
^DAU/i'¿/TE  , 


-100- 


DkvtzueT  . 
Ikus-)dau/^:7/6'    . 

TEN|l)AU//;7ítGU 

DwtzueTE 


(0.";  «á  vosotros»). 

DAV'AKlfíUCT  . yo  OS  lo   VOO,  OS  loS  VCO. 

BAVZKit^me    . — él,  etc. 
DAuzKi/'.c7/t'(iu — nosotros,  etc. 
DAUzKi^¿7/t'TE — ellos,  etc. 


Observaciones.  Siguiendo  el  mismo  procedimiento  que 
vimos  usado  en  el  guipuzcoano,  se  convierte  la  tercera  ca- 
tegoría «á  tí»  en  la  sexta  «á  nosotros»:  la  única  diferencia 
entre  ambos  dialectos  estriba  en  estar  ó  no  desprovista  de  la 
digital  la  pluralizadora. 


moteT 
^lozute 

IxUS-'DIOí'é'. 
TENjDIo/efeiU 

piozueTE 
\Diote. 


(7.":  «á  ellos»). 

DioTzkteT.     . — yo  les  veo  lo,  les  veo  los. 
DioTZATzu^t'  . — tú,  etc. 
BioTZkfe  .      . — él,  etc. 
DioTZAteGU    . — nosotros,  etc. 
DioTZATzueTE — VOS  )tros,  etc. 
DioTZA^e  .     . — ellos,  etc. 


Observaciones.  En  la  segunda  persona  de  singular,  com- 
parada con  la  misma  guipuzcoana,  hay  metátesis  del  afijo 
pronominal:  diozute  en  lugar  de  diotezu.  En  las  flexiones 
guipuzcoanas  la  pluralizadora  te  sigue  siempre  al  pronomi- 
nal o.  En  las  labortanas  pueden  estar  separados  por  el  agen- 
te de  segunda  persona  zu  y  por  la  pluralizadora  del  objeti- 
vo t,m. 

(iii) , — Flexiones  ¿jruiioininales. 

(S.":  «á  mí»). 

[/¿Auzu — tú  me  ves. 

T  v¿AU — él,  etc. 

Ikustbk  ,  . 

)y¿AUzuE — vosotros,  etc. 

f/¿AUTE — olios,  etc. 


-á07- 

(9/:  «á  tí>0. 

imuuT — yo  te  veo. 

T  \zaiTu — él,  etc. 

¡zanuGu     .     .     .     . — nosotros,  etc. 
'^rtiT?/zTE   :     .     .     . — ellos,  etc. 

Observaciones.  Otra  descomposición  de  las  presentes 
flexiones,  distinta  de  la  que  figura  en  la  pág.  371  y  siguien- 
tes puede  hacerse,  que  no  quiero  dejar  en  silencio,  por  más 
que  no  cambie  la  esencia  del  análisis,  y  que  es  también  apli- 
cable á  las  dos  categorías  siguientes.  Según  esta  manera  de 
ver  las  cosas,  el  pronominal  «á  tí»  sería  za,  el  núcleo  verbal 
u,  é  it  un  pleonasmo  del  primitivo  zii  plural.  Lo  que  me  re- 
trajo de  adoptar  esta  descomposición,  á  pesar  de  ser  plausi- 
ble, era.  el  aparecer  encomendada  á  un  añjo  objetivo  la  plu- 
ralización  personal,  cuando  era  innegable  que  el  transitivo 
guipuzcoano  había  establecido  una  marcada  línea  divisoria 
entre  ambas  especies  de  elementos.  No  existe  una  razón  que 
establezca  la  primacía  absoluta  de  un  criterio  sobre  el  otro, 
y  lo  dicho  bastará  para  que  los  que  prefieran  el  segundo 
puedan  aplicarlo  al  análisis  de  las  flexiones  que  son  relacio- 
nables  á  las  categorías  que  nos  ocupan  ahora. 

(10.":  «á  nosotros»). 

ií/AiTUTzu   .     .     .     . — tú  nos  ves. 

j  \'jÁ.iTV — él,  etc. 

Ikusten -^  '     ,  , 

i^AiTUTZüE.     .     .     . — vosotros,  etc. 

fí7AiTuzTE   .     .     .     . — ellos,  etc. 


(11.*:  «á  vosotros»). 

[<5'AITUZif< 

Ikusten 


l-e-AiTuziftíT  .     .     .  . — yo  os  veo. 

Uaituz^c^     .     .     .  . — él,  etc. 

\zAiTvzfeG\j.     .     .  . — nosotros,  etc. 

'zÁiTvzte     ...  . — ellos,  etc. 


_t>13. Tiempos  derivados. 

7.  Futuro  presente. 
Este  es  el  futuro   simple  del  auxiliar,  conjugado  como 


-468- 


(diaber»,  que  los  dialectos  basco-franceses  poseen.  Por  lo  tan- 
to DUKET,  DUKEzu,  etc,  Significan  «yo  lo  habré»;  en  la  conju- 
gación perifrásica,  es  decir,  cuando  deseinpeña  su  papel  de 
auxiliar  requiere  la  presencia  del  sustantivo  verbal  locativo. 
La  característica  de  este  tiempo  es  Ixc,  sufijado  ó  infijado.  En 
este  último  caso  se  coloca  entre  el  elemento  pronominal  ó 
personal  y  el  núcleo.'- 

(i)  . — Flexiones  objetivas. 
(1/  categoría). 


Í'DvJieT  . 
Du/i'éZU  . 
DuZ-e.  , 
DuZ'fGU  . 
Du/i-^ZUE. 
DuAeTE  . 


DiTuz/.fT.     . — yo  lo  veré,  los  veré. 
DiTuz/rezu     . — tú,  etc. 
DiTUz/i-e   .     . — él,  etc. 
DiTuz/í-^GU     . — nosotros,  etc. 
DiTUzA-eTzuE. — vosotros,  etc. 
DiTuzA-eTE     . — ellos,  etc. 

Observaciones.  La  regularidad  de  la  derivación  de  estas 
flexiones,  es  evidente.  La  pluralización  objetiva  tiene  un 
signo  redundante  de  ella:  la  z. 

(ii) . — Flexiones  objetivo-pronomiiiales. 
(2.":  «á  mí»). 

pAUÍAzuAe .     DAUzKicZATZuAe . — tú  mc  lo  verás,  me  los 
j       I  verás. 

Wu/i't'í  .     .     DMJZKÚet     .     . — él,  etc. 

TEN) 

DAVÍAZUeJiC       DAUZKIíÍATZUEZe VOSOtrOS,  ctc. 

DAvJiCTEt     .       DAUZKl/i-eTE/.       .  —  clloS,    ctc. 

(>3.":  «á  tí»). 

ÍDAulzuIíe'í  .  DAVzKitmliT  . — yo  te  lo  veré,  te  los  veré. 

DAviznle    .  DAM'LKitzuhc    . — él,  etc. 

DAMtzuheQi}  DAUZiaí*«/ie'Gu — nosotros,  etc. 

DAUÍ^'/¿/it'TE  DAUZKl/¿7/7rí'TE — cllos,  ctc. 


-469- 
(4.^  «á  él»). 

moleT    .  moTZÁlieT     . — yo  le  veré  lo,  le  veré  los. 

!mol-£G\]  .  DioTZA/.eGU  . — tú  ,  etc. 

iRusAoioA-e      .  diotza/íC  .     . — él,  etc. 

TEN  iDioA-eou  .  DioTZA/ieGu  . — iiosotros,  etc. 

pioAezuE  DioTZAAeTzuE — vosotros,  etc. 

\DI0/veTE  .       DIOTZA/ié'TE     . clloS,  ctc. 


(5.":  «á  nosotros»). 
:T)AvluzvJ:e  .     r 
Ikus- 


T)Avluzvl-e  .     DAVZKjgu'izvle  . — íú  nos  lo  verás  ,  nos 

los  verás. 
Dwhile.     .     DkvzKU/uJíe  .     . — él,  etc. 

TEN  ' 

BAvJiUZVEle     DAVZKiguTZjVElie — vosotros,  etc. 
'dau/.«/.cte  .     DAUzKig iil-eiE    .—ellos,    etc. 

(G.":  «á  vosotros»). 

íDAvizíieJi-eT  .  DAVZKitmieJieT . — yo   os  lo  veré,  os  los 
I        1  veré. 

DAvtzueJie    .  DAVZKitzueJce    . — él,  etc. 

iBAvtziiel-eGV  i>A\JZKifzueJieGTj — nosotros,  etc. 

^DAvéziiel-eTE  DAUZKifzuel-eTE — ellos,  etc. 

(T.*:  «á  ellos»). 

.moJi'eteT    .  moTZAJieteT    . — yo  les  veré  lo,  les  veré  los. 

wioJieziste  .  DioTZA/iezufe  . — tú,  etc. 

Ikus- JTHol'ete.     .  BioTZAl-ete.     . — él,  etc. 

TE^ÍDioJieteGH  .  DioTZAl-eteGU . — nosotros,  etc. 

(DioAezueTE  DioTZA/i-ezueTE — vosotros,  etc. 

mol-efe.     .  DioTZAlete.     . — ellos,  etc. 

(ni). — Flexiones  ijronominales, 
(8.*:  «á  mí»). 

iWAUzuA"e — tú  me  verás. 

T  mAvJie      ....     . — él,  etc. 

Ikusten\  7  '     ,  , 

jnAUZVEke      .     .     .     . — vosotros,  etc. 

\7?AuA-eTE  .     .     .     .     . — ellos,  etc. 


-470- 


Ikusten 


(O-":  «ii  tí..). 

/^AiTüzZ;-'T     .     .     .     . — YO  te  veré. 

\zAiTVz'ke — él,  etc. 

Ic-AiTUzA'eGU   .     .     .     . — nosotros,  etc. 
(^AiTUzAeTE  .     .     .     . — ellos,  etc. 

Observaciones.  La  z  que  precede  á  la  característica  /.e 
es  pleonástica  del  zu  primitivamente  plural. 

(10.":  «á  nosotros»). 


Ikusten 


í/AiTUZuA'e     .     .     .     . — tú  nos  verás. 
\gAiT\]zle —él,  etc, 


. — vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Ikusten 


í/AITUTZüEAe 

gMTVzkeTE 

(11.":  «á  vosotros»). 

.^AXTVzJieteT  .  .  .  . — yo,  etc. 

izAiTUzlete    .     .  .  . — él,  etc. 

IzAiTVzleteGV  .  .  . — nosotros,  etc. 

^AiTuzA-eíe    .  .  .  .—ellos,  etc. 


-Tiempos  deeivados. 


AA. 


IX. — Modo  subjuntivo. 

34.  Presente. 
(i)  . — Flexiones  objetivas. 

(1."  categoría). 

. — yo  lo  vea,  los  vea. 
. — tú,  etc. 
. — él,  etc. 
l.t^í«uu.^.     x,...^-....,    .—nosotros,  etc. 

fDC^rtZUEN       DE^ZATZUEN VOSOtrOS,  ctC. 

\De-?aTEN  .       DE^ZATEN     . — clloS,  ctC. 

Observaciones.  El  núcleo  verbal  en  las  flexiones  objeti- 
vo-singulares y  plurales  es  eza;  en  esto  se  diferencian  do  las 


Iküs 


De^'rtDAN 

[De^azuN 
XDezcm 


DEÍZADAN 
DEfZATZUN 
DEifZAN   . 


,De-'í'rtGUN  .       DEÍZAGUN 


(")•■ 


mezadkzv^ 


Ikus  BiezadAJ^ 

Die.i'adkzuE^ 
'  DiezadATEN  . 


-  171- 

guipiizcoanas,  cuya  objetivación  piíiral  corre  á  cargo  de  la 
sílaba  it  que  viene  á  ocupar  el  puesto  de  la  inicial  del  tema, 
reducido  á  za.  El  afijo  labortano  de  la  plurálización  objetiva 
es  t,  residuo  de  it. 

'Flexiones  objetivo -pronominales, 

(2.":  «á  mí»). 

D/é'T,2'rt/7ATzuN . — tú  me  lo  veas,  me  los 

veas. 
i>ieTzadk'^  .      . — ¿1,  etc. 
D/í^T^'rtí/ATzuEN — vosotros,  etc. 
d/Vt/.t/í/aten     . — ellos,  etc. 

Observaciones.  Se  diferencian  estas  flexiones  de  las  gui- 
puzcoanas  en  la  /  que  precede  al  núcleo  eza  nada  más.  Por 
su  forma  no  pueden  derivarse  de  las  flexiones  de  la  segun- 
da categoría  correspondiente  del   presente  labortano. 

Las  flexiones  actuales  son,  por  lo  tanto,  guipuzcoanas; 
nueva  prueba  del  origen  común  de  ambas  conjugaciones.  La 
/  procede  del  núcleo  transitivo  cu.  Revela  que  primitivamen- 
te el  subjuntivo  se  constituía  infijando  eza  á  las  flexiones 
de  indicativo,  puesto  que  diezadazun  (1)  «que  tú  me  lo  ha- 
yas» es  igual  á  uidazu  (g)  «tú  me  lo  lias»,  con  eza  y  n  añadi- 
dos como  infijo  y  sufijo.  Esta  observación  corrobora  lo  que 
dije  acerca  del  origen  del  subjuntivo  al  principio  de  lapág.  443. 

(3.":  «á  tí»). 


Ikus 


iDIEZA,í¿íDAN 
DIEZA¿'«N      . 

'ídieza-í-wgun 

VÜIEZA-í-^/TEN 


DIOZADAN 
DIOZAZUN 


Ikus 


?DIOZAN 
JDIOZAGUN  . 
plOZAZUEN 
\DIOZATEN  . 


DiETZAií^MDAN — yo  te  lo  vea,  te  los  vea. 
dietza/,í»n    . — él,  etc. 
dietza/.?«gun — nosotros,  etc- 

DIETZAf^?¿TEN elloS,   ctc. 

(4.^  «áél»). 
DioTZADAN    . — yo  le  vea  lo,  le  vea  los. 

DIOTZATZUN  . tú,   etc. 

DioTZAN  .     . — él,  etc. 
DioTZAGUN    . — nosotros,  etc. 

DIOTZATZUEN VOSOtrOS,   ctc. 

DIOTZATEN   . — ellos,  etc. 


-472- 

Obsei'vaciones.  El  núcleo  en  estas  ñexiones  es  z-a;  están 
derivadas  con  toda  regularidad  de  las  del  indicativo. 

(5.":  «á  nosotros»). 

¡DmzkguzVÑ  .     dietzaí/i/tzun  . — tú  nos  lo  veas,  nos  los 
\  veas. 

IkUS  DIEZA<7//N        .       DIETZAí/Z^N    .        . él,  etc. 

JDIEZAí/Z/ZUEN       DIETZA^/^TZUEN VOSOtrOS,  etc. 

[mEZAgUTE^  .       DIETZAí7»TEN      . clloS,     ctc. 

(6.^  «á  vosotros»). 

ÍDiEZA^í/eDAN  BiETZAizueDAJü — JO  OS  lo  vea,  OS  los  Vea. 

DIEZA^^é^N      .  DlETZAfzUe'Ñ      . él,   ctc. 

DIEZA^-ÍÍ^GUN  DIETZA/^rZteGUN nOSOtrOS,     ctc. 

DiEZAzueTKíi  .  mETZAtmieiE^ — ellos,  etc. 

(7.^  «á  ellos»). 
/DiozA^eDAN  .     DioTZA/eDAN    . — 3^0  les  vea  lo,  les  vea  los. 

iDIOZAZU^eN  .       DIOTZATZU/eN  . tÚ,     Ctc. 

j       'DiozAfeN.     .     diotza/ín  .      . — él,  etc. 

iDiozAfeGUN  .     diotza/ígun    . — nosotros,  etc. 

fDIOZAZUEfeN       DIOTZATZUEÍ^N VOSOtrOS,  ctc. 

[mozAtein      .     BioTZAte^  .     . — ellos,  etc. 

(iii). — Flexiones  pronominales. 

Las  tres  categorías  primeras  son  idénticas  á  las  gnipuz- 
coanas,  excepto  en  la  segunda  persona  plural  de  la  octava, 
á  la  que  le  falta  la  dental  de  la  pluralizadora:  nazazuen. 

(11.''  «á  vosotros»). 


Ikus 


!zwiZkzteDA}i  .  .  . — yo  os  vea. 

I^AiTZA^^cN   .  .  .  . — él,  etc. 

ízAiTZAzteQU^  .  .  . — nosotros,  etc. 

[zMTZkzte^   .  .  .  . — ellos,  etc. 


VIII.-— Imperativo. 

32.   Presente. 

(i) . — Flexiones  objetivas. 

(!.''  categoría). 

ZAZU     . 

TZATZU        . tú  véio,  velos 

BEZA     . 

.     BETZA  .      . — él,  etc. 

ZAZUE  . 

TZATzuE    . — vosotros,  etc, 

BEZATE 

.        BETZATE     . ellos,  Ctc. 

Ikus 


Observaciones.  Exceptuando  la  elisión  de  la  inicial  del 
tema  ó  núcleo  en  las  segundas  personas  y  el  endurecimien- 
to de  la  sibilante  en  la  objetivación  plural,  nada  hay  que  no- 
tar en  estas  ílexioncF.:  eso  endurecimiento,  que  es  fenómeno 

meramente  fonético   sin  alcaiKo    sigí  iíicativo,  se  debe  á  la 
presencia  de  la  t  pluralizadora, 

(ii). — Flexiones  objetivo-prononiinnles. 

(2.":  «á  mí»). 

[zAr^Azu  .     tzaí/atzu  . — tú  vóme  lo,  véme  los. 
y      yjiwÁkt     .     hi'ETZAt.      .--él,  etc. 

¡ZAf?AZüE.       TZAr/ATZUE. — VOSOtrOS,   ctc. 
WlEZhtE    .       biETZAÍE      .— clloS,  ctc. 

Observaciones.  Hasta  ahora  el  sujeto  de  tercera  perso- 
na del  imperativo,  se  nos  habia  presentado  reducido  á  una 
sola  letra,  b.  Era  difícil  sustraerse  á  la  idea  de  que  estaba 
truncado.  Las  actuales  flexiones  nos  suministran  una  forma 
bi  «él»  que  hipotéticamente  puede  ser  correcta,  y  que  realmen- 
te corresponde  á  ni  «yo».  Sin  embargo,  nada  se  opone  á  que 
la  forma  primitiva  sea  6^^,  dados  los  pronombres  z'u  y  gu. 
Lo  esencial  es  que  sabemos  que  á  b  le  pertenece  una  vocal, 

(8.^  «á  tí»). 

I      ^\Bmzkzu    .     BiETZAtzu     .—él,  te  lo  vea,  te  los  vea. 

'  JBIEZA¿«TE.       BlETZkfzUTE, elloS,  ctc. 


Ikus 


(4.":  «á  ól.)). 

ZOZU         .        T70T/U      . tú  Vl'le  lo,   \v\c  los. 

r.iAzo     .     15IATZ0     . — él,  etc. 
ZüzuE    .     TzoTzuE  . — vosotros,  etc. 

BIAZOTE.       BIATZOTE. elloS,   etc. 


Observaciones.  El  núcleo  ha  siüVido  la  más  violenta  con- 
tracción que  cabe,  en  las  segundas  personas  que  lo  presen- 
tan bajo  la  forma  z.  La  del  núcleo  de  las  terceras  az,  es, 
igualmente,  nueva. 

(5.'\-  «á  nosotros»). 
iZAguzv      .     TZAgiiTZJ]   .' — tú  vénos  lo,  vénos  los. 

j^      )bIEZA(/U       .       EIETZA(7?/      .  —  él,  ctc. 

')zA^//zuE    .      TZA^//TZUE. — vosotros,etc. 

^BIEZA/7//TE.        BIETZA(7?/TE—  elloS    CtC 

(0.":  «á  vosotros»). 
j    ,  ^BiEZA^?/^    .     BiETZAtziie    . — el  véaos  lo,  véaos  los. 

(BIEZA.íV/^TE       mETZAÍZUeTE clloS,  etC. 

(7.":  «á  ellos»). 


Ikus 


zo'zvte 

^BlAZOfe 

ízozuEte 

BlAZOte 


TZOTzvte  . — tú  veles  lo,  veles  los. 
BiATZofe  . — él,  etc. 
TzoTZUEí'é'. — vosotros,  etc. 
BiATzote    .- — ellos,  etc. 

(iii). — Flexiones  in'^i^omiimles. 
(M.":  oá  mí..). 


Tkus 


y/AZAZU. 
i1]E;¿EZA. 
«AZAZUE 

be;/ezate 


. — tú  véme. 
. — él,  etc. 
.• — "vosotros,  ote. 
. —  ellos,  etc. 


Observaciones.  Planteado  el  sistema  (jue  rige  en  la  com- 
posición del  imperativo,  obsér^•ese  cuánta  es   la   regularidad 


de  estas  ñexiones.  El  verbo  giiipiizcoano  se  salió  de  ella  al 
prescindir  en  estas  terceras  personas  del  sujeto  prefijado  h. 
Las  dos  flexiones  de  tercera  persona  están  tomadas  directa- 
mente de  las  subjuntivas  nezan,  neziten.  La  trasform ación 
de  hi  en  he  es  hija  de  la  asimilación,  por  ser  el  tema  eza. 

(9.":  «á  tí.)). 

iBEZAif¿Y/     .     .     .      . — él  te  vea. 


Iküs 


BEZAlf.irtTE. 


-ellos,  etc. 


10. 


,(7rtITZATZU 

Ij^^,spE/7raTZA    . 

"^jí/cnTZATZCT-: 


BEí/arrzATE 


«¡i  nosctros»). 


. — tú  vénos. 

. — él,  etc. 

. — vosotros,  etc 

. — ellos,  etc. 


Observaciones.  La  a  en  que  termina  la  tercera  persona 
de  singular  es  eufónica,  por  parecer,  sin  duda,  débil  la  ter- 
minación en  /,;■. 


Ikus 


IkuS' 


IL";   «á  vosotros»). 

\v.^7.kitzazte    .      .      . — él  véaos. 
¡BEZAirzazte    .     .     . — ellos,  etc. 

LT. — Potencial. 

12.  Futuro  presente. 
(i). — Flexiones  objetivas. 
'■"■      (1.""  categoría). 
DETZAKET      . — yo  lo  pucdo,  los  pucdo  ver.^ 

DETZAKETZU . tÚ,  ctc. 

DETZAKE   .        . él,   etc.     • 

DETZAKEGU  . nOSOtrOS,  ctc. 

DEZAKEZUE   DETZAKETZUE VOSOtrOS,  ctc. 

DEZAKETE  .   DETZAKETE   . cUosetc. 


DEZAKET 

Idezakezu 

DEZAKE 


DEZAKEGU 


1    Téngase  presente  que  éste  tiempo  en  todos  los  dialeotos,  como  se  ve  en  la  pág,  357,  tiene 
también  significaciíjn  ele  futuro. 


(ii). — F/e.r iones  ohjefivo-jwonomi nales. 
(2.":  «ú  mí»). 


[DiEZAr/AZUivE  .     dietzaíZatzuke  . — tú  me  lo  puedes,  me 

los  puedes  ver. 

dietzaJake  .      . — él,  etc. 
dietzaí/atzueke — vosotros,  etc. 
dietzac/akete    . — ellos,  etc. 


Ikus  diezaí/ake 
Ídiezaí/azueke 

DIEZAf/AKETE  . 


Observaciones.  Merece  señalarse  la  diferente  distribu- 
ción de  elementos  que  presentan  estas  flexiones,  en  sus  se- 
gundas personas,  comparadas  ccn  las  guipuzcoanas.  Estas 
colocan  la  característica  del  potencial  antes  del  afíjo  del  su- 
geto  y  las  labortanas  después:  DizAÁt'ZU,  dizadazu/í'^ .  La  plu- 
ralización  objetiva  la  verifica  t,  contracción  de  it.  Bajo  este 
pmito  de  vista  las  actuales  flexiones  también  se  distinguen 
de  las  guipuzcoanas.  Estas  presentaban  un  signo  de  pliira- 
lización  pleonástico,  que  era  zld^  en  lo  cual  las  imitaban  otras 
flexiones  con  eza,  según  lo  advertí  en  la  página  408.  La  ra- 
zón del  pleonasmo  es  la  siguiente:  el  endurecimiento  de  la 
sibilante  es  un  fenómeno  fonético  muy  común  y  que  solo 
mediante  el  análisis  revela  valor  significativo,  siendo,  ade- 
más poco  reparable  al  oido.  La  incorporación  de  ¿7  delante 
de  .í,  produce  prácticamente  el  sonido  f.r.  Así  es  que  dizada- 
KEzu  singular,  podía  confundirse  con  d — it — zadakezu  que 
suena  di — tzadakezü  plural;  y  para  marcar  daramenie  el 
número  del  objetivo  se  acudió  al  pleonasmo  zl-'i. 

(3.":  «á  tí.)) 


Ikus 


dieza-í-í/ket  . 

|DIEZA^«KE  . 
DIEZA,?¿/KEGU 
DIEZA-^Í/KETE 


íDIOZAKET 


Ikus 


'DIOZAKEZU 


dietza/^:«ket 
dietzaZ-c-z/ke. 

DIETZAí'.cí/KEGU 

dietza/^í/íkete 
(!.":  «á  él»). 

DIOTZAKET     . 
DIOTZAKETZU 


yo  te  lo  puedo  ver. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  le  puedo  ver   lo, 

ver  los. 
tú,  etc. 


—477— 

,DIOZAKE   .        . 

.       DIOTZAKE 

.    él,  le  puede  ver 

lo, 

1 

ver  los. 

Ikus^diozakegü    . 

piOZAKEZUE  . 

DIOTZAKEGU  . 

.    nosotros,  etc. 

.       DIOTZAKETZUE 

.    vosotros,  etc. 

DIOZAKETE      . 

.       DIOTZAKETE  . 

.    ellos,  etc. 

DIETZAf/UZUKE. 


Ikus  DIEZA<7?/KE. 

¡DlEZAgUZU'E.KE 


BmZAgUKETE 


(5.":  «á  nosotros»). 

DiETZAí/^/TzuKE  — tú  nos  lo  puecles,  nos 
los  puedes  ver. 

DIETZAí/^íKE  .        . él,  etc. 

DIETZAí/ZíTZUEKE— vosotros,   otc. 
DIETZAí7?<KETE    . clloS,  etc. 


Observaciones.  Estas  flexiones  se  diferencian  de  las 
guipiizcoanas,  por  la  distribución  de  la  característica  le  y 
del  pronombre  zic  en  las  segundas   personas:    DiZAGu/,ezu  = 

DIEZAGUZU/ie. 

(6.*:  «á  vosotros»). 

I  DIEZ kZ ti eiiET        DIETZA/,í7/eKET   . yO  OS   lo    piicdo,  OS  los 

\  puedo  ver. 

Ikus  DiEZA^¿íe£E  .     dietzaz^^'^cke    .—  él,  etc. 

fDIEZA-S^/íKEGU     DIETZAf,i:¿íeKEGU noSotrOS,     ctc. 

DIEZA^yZ^eKETE.  DIETZA/,i«eKETE  clloS,   etc. 

(7.^:  «á  ellos»). 

ÍDIOZAKEiíeT    .       DIOTZAKE^ef 


jDIOZAKEZUÍí?. 
IkUS\DIOZAKEZ'é?       . 

Idiozakez^íígü. 


. — yo    les   puedo   ver  lo, 
ver  los. 

DIOTZAKETZ^Í^e  . tÚ  ctc. 

DioTZAKE^e  .      . — él,  etc. 
DioTZAKE¿eGU    . — nosotros,  etc, 

ÍDIOZAREZUeTE     DIOTZAKETZUdTE VOSOSOtrOS,   etc. 

biozAKE^e     .     DioTZAKE/e        . — ellos,  etc. 

Observaciones.  Se  notará  la  posposición  de  la  pluraliza- 
dora  t — e  á  zic  y  su  preposición  á  gu.  Dada  la  economía  de 
estas  flexiones,  las  formas  lógicas  serían    diozaketezu,   dio- 

ZAKETEZUE. 


— i7«— 

(iii). — Flcxionen  pronominales. 
tí.":  «á  mí». 

,  /¿AZAKEZU     .     .     tú  me  puedes  ver. 

T-       ^¿AZAKE   .     .     .     él,  etc. 
Ikus (  '  , 

|/¿AZAKEZUE  .     .     vosotros,  etc. 

'  /¿AZAKETE       .        .        ellos,   ctc. 

(í).":  «íí  tí«). 

^víiTZAí'KET  .      .     yo  te  puedo  ver. 

T       ^.''rtiTZA^KE    .     .     él,  etc. 
Ikus  ,  ^ 

)¿'rtiTZA.':KEGU      .     nosotros,  etc. 

¿(iiTz AFRETE      .     ellos,  etc. 

Observaciones.  Estas  ílexiones  son  iguales  á  las  guipuz- 
coaiias  en  todo,  menos  en  la  z  que  precede  á  la  caracterís- 
tica. La  z  es  epentética  y  ]_)rimitivamente  fué  pleonástica 
cuando  .zn  era  plural.  ]ja  segunda  persona  del  tratamiento 
familiar  que  forzosamente  lia  sido  singular  siempre,  no  la 
presenta:  haitzaket. 

(10.":  «á  nosotros»). 

r/ííizAZA¿'KETET   .     tú  uos  puedcs  Ver. 
j^     ]  í/rtiTZA,rKE      .      .     él,  etc. 

j  r/ílITZA^KETZUE     .       VOSOtrOS,   ctc. 

r/íaxzA^'KETE  .     .     ellos,  etc. 

(11.":  <«á  vosotros»). 

zaiTASzK^tei      .     .     yo  os  puedo  ver. 
y       \zamzKZK^te  .      .      .     él,  etc. 

j*íMTZA.iKE¿í?GU     .        .        UOSOtrOS,   ctc. 

¿'tíiTZA.:KE/f  .      .      ,     ellos,  etc. 

TU. — Supositivo  del  potencial. 

1().   Presente. 

Este  tiempo  se  deriva  di>l  subjuntivo,  poniendo  en  prác- 
tica las  reglas  dadas  en  la  pág.  :>S7.   Ea  tercera  })ers()na  de 


—479- 


plural  de  la  segunda  categoría  únicamente,  presenta  alguna 
desviación  que  debo  señalar.  Su  originaria  del  subjuntivo  es 
DiEZAf/rtTEN  — DiETZAcZaTEN  y  parecc  que  en  vista  de  la  abso- 
luta regularidad  de  las  demás  derivaciones,  debía  de  produ- 
cir las  formas  BADiEZAr?rrrE=BADiETZAr/^í  te,  pero  las  formas 
usuales  son  badiezatet  =  badietzatet  cuyo  análisis  me  pare- 
ce escnsado. 

Las  flexiones  labortanas  no  introducen  el  verbal  modi- 
ficable  al  «poder»,  entre  el  radical  verbal  y  la  flexión,  como 
lo  hacen  las  guipuzcoanas;  así  es  que  este  modo  supositivo 
es  sólo  potencial  por  atiibución,  pues  no  encierra  ningún 
elemento  que  exprese  la  idea  de  potencialidad. 

II. 

_l3. Segundo  tiempo  mathiz. 

I,  Modo  indicativo. 

2.    PeETÉEITO  IjirEEEECTO. 

(i). — Flexiones  objetivas. 

(1."  categoría). 

i^UEN      .     NiruEN  .      . — yo  lo  veía,  los  veía. 
IziNUEN  .     ziNiTUEN     . — tú  lo  vcías,  los  vcías. 
Ikuis-)zuen      .     ziTUEN  .     . — él,  etc. 

lEN.GlNUEN   .        GINITU&N       . UOSOtrOS,   ctc. 

(ziNUTEN.        ZINITUZIEN. VOSOtrOS,   ctc. 

ZUTEN     .        ZITUZTEN      .- — clloS,   CtO. 

Observaciones.  Falta  la  d  de  refuerzo  que  señalamos  en 
las  flexiones  guipuzcoanas.  Se  diferencian  de  estas  también 
en  los  afijos  personales  ,:/,  gi  {zu,  gu). 

(lí).— Fie. r iones  ohjetivo-prononiinales. 

(•2.":  «á  mí))). 

T        [ZiNAu/fAZüN  .     zinauzkiJatzun  . — tú  me  lo  veías,  me  los 
Ikus-  ,  ' 

veías. 
TEN  ,  ,  M       , 


ZAU^AN 


zauzkicZan 


. — él,  etc. 


-480- 

zinau/azuen     ziNAuzKir/ATzuEN — vosotros  me  lo  veíais, 
"ten'  me  los  veíais. 

•  zau/aten     .     zauzkií/aten  .     . — ellos,  etc. 

Obsoi'vaciones.  Estas  llexiones  están  calcadas  sobre  las 
que  pertenecen  á  la  nii^ma  categoría  en  el  presente;  compá- 
rense con  daütazu,  daut,  etc.  El  núcleo  es  au.  Es  notable  el 
pleonasmo  del  agente  en  las  segundas  personas:  ^¿-nauta- 
zuN,  .'~¿-NAUTA-¿7/í'N.  El  plconasmo  de  las  segundas  personas 
es  muy  común  en  labortano.^  La  ¡i  inüjada  entre  el  agento 
y  el  tema  es  eufónica. 

(3.":  «á  tí). 

|NAu/.í»N    .     NAUZKi/,íV/N    .     yo  to  lo  Ycía,  tc  los  vcía. 

IkUS-  ZAUf¿^«N      .        Zk-üZKltzilN     .       él,   ctc. 

TENjGiNAU(f.':¿íN      GmkvzKitzu^      nosotros,  etc. 

|zAU/-í7¿TEN       ZAÜZKl/r^íTEN       clloS,   ctc. 

(4.";  «á  él.)). 
iNioEN     .     NioTZAN.      .     yo  Ic  vcía  lo,  Ic  vcí  I  los. 

IkJS-  ZINIOEN  .        ZINIOTZAN     .       tÚ,   ctc. 
TENJZIOEN        .        ZÍOTZAN.        .        él,   ctC. 

GINIOENv       GINIOTZAN     .        nOSOtrOS,  ctc. 

Iküs-  zinioten^-^ííiniotzaten  vosotros  le  veíais  lo,  le  veíais  los. 

TENfZIOTEN    .    ZIOTZATEN    .    clloS,  ctc. 

Observación.    El  núcleo  verbal  es  /. 
(5.":  «á  nosotrosv). 

-ziNAu/.í'/zuN     ziNAUzKir///TzuN  .      tú  nos  lo  vcías,  nos 

-r       V  los  veías. 

Ikus-)       ,  Mi. 

''ÁhXikun       .     ZAUZKi<7»N        .      .     el,  etc. 

ZmwJiHZUE'íi    ZINAUZKIf/Z/TZUEN  .        VOSOtrOS,    ctc. 
ZAuZv/TEN    .       ZAUZKIf///TEN     .        .        cUoS,  ctc. 


TEN. 


Observaciones,   Cambiando  el  pronominal    t  «á  mí»    do  la 
2."  categoría  i>ov  gii--k ti  se  obticvnen  las  flexiones  de  esta  ca- 


1     ll(llla|)lu■t(^  Le  Vcrbc  bas[)ue,  ]mu,.  xxii. 


—481— 


tegoría  5\  Las  2.''^  personas  presentan   el   pleonasmo  del 
sugeto,  zi  y  zu. 

(6.*:  «á  vosotros»). 
NAü^^^z/eN    .     NAuzKií'^z^eN     .     .     JO  OS  lo  veía,  os  los 


ÍKUS- 


veía. 


zAU¿^«eN    .     zAUZKi2^^¿¿eN     .     . — él,  etc. 
JGmkvtzuei^      GmAVZKitz II ejíi       . — nosotros,  etc. 
[ZAvtzueTEíi     zAüZKitzueiE^      . — ellos,  etc. 


Iküs- 

TEN' 


(7.*  «á  vosotros»). 

'NIOÍeN    . 

.       NIOTZA^eN     .       .       .- 

-yo  les  veía  lo , 
veía  los. 

les 

ZINIOTEN 

.       ZINIOTZA/eN        .       .- 

-tú,  etc. 

ZIOTEN    . 

ZlOTZAte-^    .       .       — 

-.él,  etc. 

GINIOTEN       , 

.       GINIOTZA^^eN        .       .— 

-nosotros,  etc. 

zimoteiü 

zimoTZAten     .     .— 

-vosotros,  etc. 

zio/eN    .     , 

.      ZlOTZAfe-Ñ    .      .      .— 

-ellos,  etc. 

(iii) .  Flexiones  pronominales.) 

(8.%(ámí))). 
Es  idéntica  á  la  gnipúzcoana. 


(9.''  á  tí»). 

p?*NTUDAN.      .     .     .     . — yo  te  veía. 
Ikus-U2NT2¿«n         .     .     .     . — él,  etc. 

teN|-^z'n?5ugun — nosotros,  etc. 

jzmTuzfeN      .     .     .     . — ellos,  etc. 

Observaciones.  En  tres  accidentes  de  pequeña  importan- 
cia se  diferencian  estas  flexiones  de  las  goipnzcoanas:  1.°  en 
el  endurecimiento  de  la  dental  de  refuerzo;  2.»  en  el  cambio 
del  núcleo  tie  por  ua;  3."  en  el  afijo  pluralizador  zte  que  re- 
emplaza á  t.  El  núcleo  primitivo  ue,  es  una  metátesis  de  eu, 

32 


[(//NTUTZUN 
lKUS-/y/NTUEN 
TENW7¿NTUTZUEN 
',(7¿NTUZTEN 


-J62- 

(10/:  «á  nosotros»). 

.     .     . — tú  nos  veías. 
.     .     . — él,  etc. 

. — vosotros,  etc. 

. — ellos,  etc. 

(11/:  «á  vosotros»). 

. — yo  os  veía. 
.     .     . — él,  etc. 

. — nosotros,  etc. 


Ikus-  i  zmTvzteía 
TEN  I  zmivzteGVÑ 

ziiíiTvzteJií — ellos,  etc. 

J3l>,- TÍEMPOS      DERIVADOS. 

IX- — Modo  suhjn utico. 

35.  Pasado. 

(i.)  Flexiones  objetivas. 

(1."  categoría.) 

NEfzAN  .  . — )'o  lo  viese,  los  viese. 

ziNEÍzAN  .  . — tú,  etc. 

ZE^ZAN  .  . — él  etc, 

GiNEÍzAN  .  . — nosotros,  etc. 

ZINEÍZATEN        . — VOSOtrOS  ctC. 
ZEfZATEN.    .        . ellos,  Ctc. 

Observaciones.  Las  diferencias  que  separan  á  éstas  fle- 
xiones de  lasgaipuzcoí  ñas  son  insignificantes:  zíy  gí  e.i  vez 
de  ze  y  ge^  y  la  objetivación  plural  á  cargo  de  t  en  vez  de  it, 

(ii.) — Flexiones  objetivo-pronominales. 

(2.^  «Á  nñ»). 

ziNie^arZAzuN     zin¿e/zadazun  .     . — tú  me  lo  vieses,  me 

los  vieses. 
Ikus'zií'-í'ííí/an      .      zíe/zadan  .     .     . — él,  etc. 

jziNie^ííY/AZUEN  zin/e/zadazuen     . — vosotros,  etc. 
v¿iezadii.TE\^  .     z/e/z adaten     .     . — ellos,  ote-. 


Ikus' 


^'&eza'^ 
zi^eza"^ 
zezaiü 


jGiNe^aN    . 

fZINe-arctTEN 
Zt^^rtÍEN    . 


—483— 


Observaciones.  Estas  flexiones  son  las  de  la  2/  categoría 
del  presente  de  subjinitivo,  con  la  d  inicial  de  ellas  cambia- 
da por  los  signos  del  sujeto,  y  utilizando  dos  núcleos,  i  y 
eza:  por  ejemplo  cl-izadan  equivale  á  zi-ezadan.  En  las 
2.^'  personas  liay  pleonasmo  del  afijo  del  sugeto;  bastaban 
ziNiEZADAN,  ziNiEZADATEN,  como  bastan  en  guipuzcoano  ziñi- 

ZADAN,  ZIÑIZADATEN. 


NIEZA^WN 
IkUS  ZIEZA^'ÍÍN 

raiNiEZA-ezíN 

,ZIEZA^?/TEN 


3    I 


(3.N<átí))). 
mwYZktzu^ 

'¿ÍETZktzU^ 
GmÍETZXtziCÑ    . 
ZlETZktzUTF,^  . 


. — yo   te   lo  viese,  te 

los  viese. 
. — él,  etc. 
. — nosotros,  etc. 
. — ellos,  etc. 


Observaciones.  Se  distingue  ésta  categoría  de  la  guipuz- 
coana  por  la  presencia  de  i,  ó  sea,  de  los  dos  núcleos. 


ÍNIOZAN       . 
ZINIOZAN  . 
ZIOZAN 
GINIOZAN  . 
ZINIOZATEN. 
ZIOZATEN. 


(4.^  «áél»). 

NIOÍZAN         .       . 

ZINIOTZAN     . 
ZIOTZAN 
GINIOTZAN    . 
ZINIOTZATEN       . 
ZIOTZATEN    . 


. — yo  le  viese   lo,  le 

viese  los. 
. — tú,  etc. 
. — él,  etc. 
. — nosotros,  etc. 
. — vosotros,  etc. 
. — ellos,  etc. 


Observaciones.     Estas  flexiones  llevan  dos  núcleos,  i,  za^ 
lo  mismo  que  las  tres  categorías  siguientes. 


(5.*:  «á  nosotros»). 

lZINIEZAí7«ZUN.     ZINIETZAí/ZíTZUN.  — tÚ   nOS  lo  vicSOS,  nOS 

I  los  vieses. 

IkusÍzieza(7?ín       .     ziETZAí/z/N.      .     . — él,  etc. 

JZINIEZA_(7«ZUEN.  ZINIETZAí/WTZUEN.  VOSOtrOS,  Ctc. 

[ziEZAí/¿¿TEN.         ZIE'1ZAÍ/«TEN.  . — clloS,  etC. 


mEz^zuen 


-íbá- 

(6.":  «á  vosotros»), 

mETZAtzue-Ñ.    .     . — yo  os    viese   lo,  os 

viese  los. 

IkUS  ZIEZA^WeN       .       ZIETZAÍ^?/(?N.     .       . él,  etC. 

/GiNiEZA^//t'N  .     (.imiETZktzne^.      . — iiosotros,  ctc. 

'ziEZA^//eTEN.       ZIETZA^^Í/e/t^N.    .     . — clloS,  ctC. 

(7/:  «á  ellos»). 

NIOTZAÍeN. 

ZINIOTZA^É?N. 
ZIOTZAiíeN  . 
GINIOTZAÍeN. 
ZINIOTZAfeN. 
ZIOTZA/eN.    . 


I  NlOZA^eN 

jziNIOZAÍeN 
iKUS^ZIOZAÍeN 

IGINIOZA^eN 
[ziNIOZA^eN 
ZIOZAÍí^N 


. — yo  les  viese   lo,  les 

viese  los. 
. — tú,  etc. 
. — él,  etc. 
. — nosotros,  etc. 
. — vosotros,  etc. 
. — ellos,  etc. 


(ni) . — Flexiones  pronominales^. 
(8.":  «á  mí».) 


Ikus 


;¿¿ntzatzun  . 

I^í/ntzan. 

I?¿¿NTZATZUEN. 
^,7^^NTZATEN.    . 


. — tú  me  vieses. 
. — él,  etc. 
. — vosotros,  etc. 
. — ellos,  etc. 


(9.":  «á  tí»). 


Ikus 


[^íntzadan. 

U/ntzan 


. — yo  te  viese. 
. — él,  etc. 
i-2;¿NTZAGUN.   .     .     . — iiosotros,  etc. 

f^ÍNTZATEN.     .       .       . ellos,  ctc. 


(10.*:  «á  nosotros»). 


líy/NTZATZUN. 
T         V//NTZAN. 

1<7¿NTZAZUEN, 
fí7¿NTZATEN. 


. — tú  nos  vieses. 
. — él,  etc. 
. — vosotros,  etc. 
. — ellos,  etc. 


-485— 

(11.":  «á  vosotros»). 

izmTZAzteDkJíi.  .  . — yo  os  viese. 

j      )zi-ÑTZkzfe^.  .  . — él,  etc. 

J^^NTZA^íeGUN.  .  . — nosotros,  etc. 

^ ziTííTZAzten.  .  .■ — ellos,  etc. 

Observaciones.  Estas  flexiones  se  diferencian  de  las  gui- 
pnzcoanas  en  los  siguientes  pinitos:  1.°  en  el  endureci- 
miento de  las  sibilantes:  2.°  en  la  elisión  de  la  dental  de 
la  pluralizadora  te  en  las  segundas  personas;  3.°  en  la  plurali- 
zación  del  pronominal  zu  en  la  11."  categoría,  encomendada 

á  ZTE. 

II. Modo  POTENCIAL. 

(i) . — Flexiones  objetivas. 

14.  Pasado  próximo. 

(1."  categoría). 

nezaAt.    .     .     netza/.'^' — yo  lo  podía,  los  po- 

i  dia  ver. 


]ziNEZA/.'e. 
Iküs  LEZa/i'é?.    . 

Igineza/i'^. 

fziNEZA/v'eTE 
LEZA/feTE. 


zmETZÉíl'e.  .  . — tú,  etc. 

leízaZ-6.     .  .  . — él,  etc. 

GiNEiízA/i'e  .  .  . — nosotros,  etc. 

'zmEtzkl'eTE.  .  . — ^vosotros,  etc. 


LEÍzA^-eTE  .     .     . — ellos,  etc. 

(ii) .  — Flexiones  objetivo-j^ronominales. 

(2.^:  «á  mí»). 

ziNiEZAcUzu/í-e  .  ziNiETZArÍAzuAe.     . — tú  me  lo  podías, 
i  me  los  podías  ver. 

Ikus  LiEZAAe^.     .     .  LiETZAl-et     .     .     . — él,  etc. 

piNiEZAíZAzuEA'e  ziNiETZAcZATZUEA'e  . — vosotros,  etc. 

1  LiTZAA'eTE^.       .  LiETZAA'eTEÍ  .    .     .-r-ellos,  stc. 

Observaciones.  La  derivación  de  las  actuales  flexiones  es 
completamente  regular,  pues  hasta  las  de  3.*  persona,  que 
más  parecen  separarse  de  sus  originarias  de  subjuntivo,  son 
fácilmente  reductibles  á  ellas  teniendo  á  la  vista  las  reglas 
de  la  página 401:  compárenselas  formas  zmtkdany  liwízkket. 


-486- 

(3-":  «íítí»). 
ImEZXzul'e.  .     mETZAizule.    . 

lY.VSLIEZAZnle.  .  LlETZktzuJie.  . 
jGimEZAZul-e  ,  GlMETZAtzuJie  . 
[lIEZA-cíí/iCTE.      LIETZAT^?í/i-eTE  . 


íNIOZA^-e    . 

}zimozAl-e. 

iKVs'hlOZAJie     . 

LGimozAJie. 

fziNIOZAA-eTE 
\LIOZAlceTE. 


(4.":  «áél»). 

NIOTZA^-e.    . 

ZINIOTZA/ie . 
hlOTZAJie.    . 
GINIOTZA/i-e . 
ZINIOTZA/veTE    . 
LIOTZAA,'eTE  .      . 


— yo  te  lo   podía,   te 

los  podía  ver. 
— él,  etc. 
— nosotros,  etc. 
— ellos,  etc. 


— yo  le  podía  ver  lo, 

ver  los. 
— tú,  etc. 
— él,  etc. 
— nosotros,  etc. 
— vosotros,  etc. 
— ellos,  etc. 


f  (5.":  «á  nosotros»). 

zimEZAguzvle.  zimETZAguTzvhe. — tii  nos  lo  podías,  nos 

I  los  podías  ver. 
LiEZAguJi-e .     .  LiEUZAguJce.    .     . — él,  etc. 

]ziNiEZA<7¿/zu/i-e  ziNiETZA<7/¿Tzu/ií. — vosotros,  etc. 

[hiEZAgiiheTE  .  hiETZAg II JiCTE.     . — ellos,  etc. 

(6.*:  «á  vosotros»). 

imEZAZuehe.  .  mETZAtzueJie   . — yo  os  lo  podía,    os  los 
I  podía  ver. 

Ikus  LiEZA2:z¿eZ;e .  .  hiETZAtzueJte   . — él,  etc. 

¡GimEZAzuehe .  GimEUZAtzueJce. — nosotros,  etc. 
'LiEZA<r¿¿í?/s;eTE.  hiETZAtziieJieTE. — ellos,  etc, 


imoz  Alíete. 

]ZINI0ZA/i-6^fd 

iKVS'LiozAJiete 
GimozAJiete 
zmiozAlietc, 
LiozxJiete,    . 


(7.":  «á  ellos»). 
moTZAJiete. 

zimoTZAJcete. 
LioTz  Alele, 
GimoTZAhete. 
zmioTZAlícte. 

LlOTZAlU'te. 


. — yo  les  podía  ver  lo, 

yerlos. 
. — tú,  etc. 
. — él,  etc. 
. — -nosotros,  etc. 
. — vosotros,  etc. 
. — ellos,  etc. 


I 


-487— 

(iii) . — Flexiones  pronominales. 
(8.^:  «á  mí»). 

Esta  categoría  es  idéntica  á  la  giiipuzcoana,  pero  tiene 
endurecida  la  sibilante  del  sugeto  Tzu.La  abnndancial  pier- 
de la  i^  en  la  2/  persona  de  plural. 

(9.":  «á  tí»). 

[^¿NTZA^ZeT  .    . — yo  te  podía  ver. 
T      y.zm'ízkzlie.    .     . — él,  etc. 

XKUS' 

j^¿NTZA^/»'eGU.    . — nosotros,  etc. 
Í^/ntza^Z-íte.    . — ellos,  etc. 

Observaciones.  La  z  que  precede  á  la  característica  lie 
es  un  pleonasmo  del  pronominal  zí  «á  tí». 

(10.":  «á  nosotros»). 

nji^TZkZTziílie  . — tú  nos  podías  ver. 
y       \gí^TZkzlie.        . —  él,  etc. 

Í^¿NTZA^/i-eTzuE . — vosotros,  etc. 
fí7¿NTZA^/ieTE.    . — ellos,  etc. 

Observaciones.  En  esta  categoría  la  z  es  un  elemento 
epentético  de  pluralización,  completamente  inútil  dada  la 
presencia  de  gu.  Parece  introducido  por  simetría  con  las 
formas  zintzazket,  etc. 

(11/;  «á  vosotros»). 

|¿'¿NTZA.?/ie¿eT.    . — yo  os  podía  ver. 
I      ]zi^TZkzliete.     . — él,  etc. 

\zm'YZkzlxeteQ\]  . — nosotros,  etc. 
\ze^TZkzlxete.     .—ellos,  etc. 

Observaciones.  Por  el  contrario,  en  las  presentes  flexio- 
nes, la  misma  z  es  pleonástica. 

15.  Pasado  remoto. 

Para  formar  este  tiempo,  véanse  las  reglas  dadas  en  la 
página   405.  Hay  que  advertir;  a)   que  no  se   les   añade  al 


—488- 

final  an  como  en  el  dialecto  giiipuzcoano,  sino  solamente  n, 
excepto  en  las  llexiones  terminadas  en  /,1a  cual,  como  siem- 
pre, se  trasforma  en  íZ,  exigiendo  a  deligadura:  así  por  ejem- 
plo; de  ziNZAZKETET  rcsulta  zinzazketedan:  h)  que  las  fle- 
xiones de  la  séptima  categoría  «á  ellos»,  cambian  de  lugar 
la  pluralizadora,  poniéndola  antes  de  la  característica  l<e  y 
nó  después,  como  sus  originarias;  así  de  niozakete  no  se 
forma   niozaketen,  sino  niozateken. 

Las  únicas  irregularidades  que  hay  en  la  derivación  de 
estas  flexiones,  pertenecen  á  las  3.^^  personas  de  la  2/  cate- 
goría «á  mí»;  A  LIEZAKET — LIETZAKET  correspondeh  ziezada- 

KEN ZIETZADAKEN  y  á  LIEZAKETET LIETZAKETET,  ZIEZADAKE- 

TEN  — ZIETZ  ADAKETEN . 

III. — Supositivo  del  potencial. 

17.  Futuro  conjetural. 

La  derivación  de  éste  tiempo  es  muy  regular;  sus  reglas 
constan  en  la  página  409.  No  lleva  el  verbal  al  de  que  usa 
el  correspondiente  guipuzcoano.  Hay  que  notar  únicamente 
los  siguientes  puntos;  á  las  flexiones  de  3."  persona  de  plu- 
ral de  la  categoría  6.^  «á  vosotros»  del  pasado  del  subjuntivo 
ziezazueten — ZIETZATZUETEN,  corrcspondcn  las  formas  ba- 
liezazue — BALIEZATZUETE  de  éste  futuro  del  supositivo  del 
potencial.  Acaso  el  que  no  tenga  muy  presente  todo  el 
procedimiento  derivativo  formará  mal  la  3."  persona  de  plu- 
ral de  la  2."  categoría,  no  obstante  su  regularidad.  Por  eso 
doy  aquí  estas  formas;  de  -sriEZAííaTEN — ^ietzaíZíiten,  proce- 
den Z)rt/lEZAteT — 5rt/lETZAfET. 

IV. — Condicional  . 

21.  Futuro  próximo. 

Ténganse  presentes  las  reglas  de  la  página  413. 

(i)  . — Flexiones  objetivas. 

(1."  categoría). 

Iku-  ínuZc.       ,     .     NiTu^/vc.      .     . — yo  lo  vería,  los  vería. 
siKO.  ¡ziNuAí".   ,     .     'zmnvrd-c.   .     . — tú,  etc. 


-489- 


Iku-  ]GmvJce.    . 

SIKO   ]ziNU/i-6TE. 
[LuA'eTE.    . 


LvrvzJie.       .  . — él,  lo  vería,  los   vería. 

GiNiTü^/ie.  .  . — nosotros,  etc. 

ziNiTU^-A-eTE  . — vosotros,  etc. 

LiTu¿'/i-eTE.  .  . — ellos,  etc. 

Observaciones.  El  núcleo  significativo  es  u;  la  caracte- 
rística de  condicionaliclad  l-e,  la  n  letra  eufónica,  el  afijo  de 
pluralización  objetiva  it,  que  coexiste  con  otro  pleonástico 
que  es  ^  y  los  alijos  personales  n,  zi,  I,  gí,  zi — te^  I — te. 

(ii) . — Flexiones  objetivo-pronominales. 

(2.*:  «á  mí»). 

'ziNAüÍAZüA-í.     zinauzkiíZatzu/i6    . — tú   me   lo    verías, 

me  los  verías. 


Iku- 

SIKO 


{LAVket. 


LAVZKll-et. 


. — él,  etc. 


ziNAuÍAzuEKE.  zinauzkiíZatzueA-6'.  — vosotros,  etc. 
iLAuAeTEÍ.     •     LAUzKi7i-(?TEÍ.     .     . — ellos,  etc. 

Observaciones.   El   núcleo  es  au;  reaparece  el  afijo  plu- 
ralizador  del  objetivo,  zJii. 


líikvtzuJce. 
'jjkvtzuJie. 

SIKO    J  ,       7 

[jjkJjtzuJiCTE 


imohe. 


Iku- 

SIKO 


|ziNio/ve.  . 
iLioJce. 
¡GmioJie.  . 

[ZINIoA-eTE. 

\Lio7ceTF.. 


{S.':  «á  tí»). 

i^W'AKltzuJx'e.     . 

hAVZKltzuJie.     . 

GmAVZKitzuJie. 

LAJJZEltzuJieTE. 

(4.^  «á  él»). 
moTZAlte.    .     . 

ZINIOTZAA'e. 
LIOTZAJce.     .       . 
GINIOTZAAe. 
ZINIOTZAA'eTE    . 

liotzaAtte. 


. — yo  te  lo  vería,  te  los 

vería. 
. — él,  etc. 
• — nosotros,  etc. 
— ellos,  etc. 


. — yo   le  vería   lo,   le 

vería  los. 
— tú,  etc. 
— él,  etc. 
— nosotros,  etc! 
— vosotros,  etc. 
— ellos,  etc. 


Observaciones.  El  núcleo  es  i;  nuevamente  cambia  el  afi- 
jo objetivo-plural:  ahora  es  tza» 


-490- 


Iku- 

SIKO 


(5.":  «á  nosotros)'). 

zmkvhizule.    zinauzkií/í/tzu/.c  . — tú   nos    lo    verías, 

nos  los  verías. 
LkvJii(Jie  .      .    hkVZKiguJie.     .     . — ól,  etc. 
zinauZ-í/zueA-c    ziNAUZKi^//TzuE/i'e. — vosotros,  etc. 
LAu/i?í/i6'TE.    •    LkH'ÁKiguJceTE  .     . — ellos,  etc. 


{().":  «á  vosotros»). 


Iku- 

SIKO 


^hvtzueJiC. 


NAuzKi/^?/e/i-í?  .     . — yo  os  lo   vería,   os 

los  vería. 
■LkTitzuele.    .     hkVZKitznele  .     . — él,  etc. 
GmkvtzueJxe.      GmkVZKifzuel-e     . — nosotros,  etc. 
■LkvtzueJiCTE.     LAVzKitzuel-eiE    . — ellos,  etc. 


{1.^:  «á  ellos»). 

¡moJiete    . 

.     moTZAlxete. 

. — yo  les  vería  lo,  les 
vería  los. 

-r       iziNioA'eíe. 

zi^ioizklxete.  , 

. — tú,  etc. 

'Liokefe.  . 

lAOTZk'kde. 

. — él,  ele. 

SIKO               7    , 
¡Gi'siokete. 

Gi^ioTZklxete.  . 

. — nosotros,  etc. 

\zimoJiete. 

zimo'vzkliete.  . 

. — vosotros,  etc. 

^hioJcete.  . 

liioTZkliete. 

. — ellos,  etc. 

(iii) . — Flexiones  pronominales. 
(8.*:  «á  mí»). 


,';¿ÍNDUZU/te  . 

Iku-  Vn/NDu/i-e.    . 

SIKO    j/H'NDUZUE/.'e 
(?2?NDU/>eTE  . 


. — tu  me  verías. 
. — él,  etc. 
. — vosotros,  etc. 
. — ellos,  etc. 


(9.":  «á  tí.)). 
^¿NTU^Z-eT  .     .     . — yo  te  vería. 


Iku-  U/NTU^/re.    . 

SIKO  J^/ntu^Zcgu. 

\^/ntu-';/.'í'te. 


. — él,  etc. 

. — nosotros,  etc. 

. — ellos,  etc. 


—491— 

Observaciones.  Estas  flexiones,  respecto  á  sus  origina- 
rias, presentan  un  afijo  epentético  que  es  la  z. 

(10.*:  «á  nosotros»). 

Íí/iNTUTZü/i'e.  .  . — tú  nos  verías. 

gmiuzJie.    .  .  . — él,  etc. 

(//NTUTzuE/ie  .  . — vosotros,  etc. 

gmTVzJíeTE.  .  . — ellos,  etc. 

(11.*:  «á  vosotros»). 

.zi^TjjzJ^eteT.  .  .■ — yo  os  vería. 

Iku-  \zijiiT\jzJiete  .  .  . — él,  etc. 

siKO  jzmivzketeGH  .  . — nosotros,  etc. 

^zmTüzJi-ete  .  .  . — ellos,  etc. 

22.  Futuro  remoto. 

Siguiendo  el  procedimiento  indicado  en  la  página  416  se 
forman  con  gran  regularidad  éstas  flexiones.  El  elemento 
sufijado  es  ?^y  nó  an;  las  flexiones  terminadas  en  t  ablandan 
la  dental  é  interpolan  entre  ella  y  la  carasterística  del  pasa- 
do una  a  de  ligadura.  En  la  2."  categoría  hay  una  trasposi- 
ción de  elementos  que  es  preciso  mostrar  para  impedir  for- 
maciones viciosas;  de  LkvJiet-lwzKihetse  derivan  ^AUÍA/ieN — 
zkVZKicUJce^,  y  de  lAvJieTEt — lA\jzKiJceTEt,  zAntAlceTE^ — zavz- 
KÍ¿ZAA-eTEN.  También  en  la  7.*  categoría  hay  trasposición; 
la  que  ya  señalamos  anteriormente  del  afijo  plurahzador. 
Así  de  NioA-eTE — NioTZA/iexE,  etc.,  resultan nio/i^ten — niotza- 
JceiES,  etc,. 

Y, — Supositivo  del  condicional. 

23.  Presente. 

Para  formar  éste  tiempo  véase  la  advertencia  que  figura 
en  la  página  420.  Al  separar  de  las  flexiones  del  futuro  pró- 
ximo del  condicional  la  le  final,  desaparece  también  la  z 
que  la  precede,  siempre  que  no  sean  flexiones  de  3.*  per- 
sona de  plural:  así  oimvzlve  «él  nos  habría»,  produce  bagintu, 


-402- 


«si  él  nos  ha»,  oiNTu^/reTE  «ellos  nos  habrían»,  produce  bagin- 
Tu^TE  «si  ellos  nos  han».  La  derivación  de  este  tiempo  es 
absolutamente  regular. 

III. 

Los  elementos  formativos  de  la  flexiones  labortanas  son 
los  que  siguen: 


J:\.        J 

I*  Li  ti  JM 

LUiNie 

J»  uu 

«SilTUTiVUS. 

Afijos  personaje 

s  6  del  sugeto. 

T.         .        .       . 

«yo». 

N.        .       . 

«yo». 

Zn,  tzií. 

«tú». 

Zi. 

«tú». 

Gil,      .       . 

«nosotros». 

Gi,       .       • 

«nosotros». 

B.        .       . 

«él». 

Bu       .       . 

«él». 

Be,       . 

«él». 

Z. 

«él». 

L.        .       . 

«él». 

Afijos  2'>ronominales, 

T,d «á  mí». 

N.        .       . 

«á  mí». 

Ni.       . 

«á  mí». 

Zuj  tzu. 

«á  tí.». 

Z. 

«á  tí». 

Za^  tza. 

«á  tí». 

Zi. 

«á  tí». 

Kn,  gu. 

«á  nosotros». 

ga. 

«á  nosotros». 

gi. 

«á  nosotros». 

g. 

«á  nosotros». 

0, 

• 

, 

«á  él». 

-á93- 


Afijos  de  ¡a  pluraUzación  perso7ial  y  pronominal. 


te^  e.     . 

• 

, 

«varios». 

zte. 

. 

. 

«varios». 

t.  .       .       . 

. 

• 

«varios». 

z. 

. 

• 

«varios». 

Combinación  de  los 

afijos ^ 

per 

sonales  y  pronominales 

con  sus  plural 

izadores. 

Tzue,  zue.   . 

«ávosotros». 

z — te.  . 

«á  vosotros». 

z — zte.       |. 

«á  vosotros». 

zi — zte. 

«á  vosotros». 

z — te.  . 

«á  vosotros». 

zi — te. 

«á  vosotros». 

tzue, — zue.  . 

«vosotros». 

zi — te. 

«vosotros». 

zi — zte. 

«vosotros». 

0 — te,  0 — e. 

«á  ellos». 

b     te.    .       . 

«ellos». 

bi — te. 

«ellos». 

be — te. 

«ellos». 

z — te.  . 

«ellos». 

z — zte. 

«ellos». 

1     te-    .       . 

«ellos». 

Afijos 

de  la 

objetivación. 

D.   .     .       . 

, 

«lo» . 

it,  t. 

^ 

«varios». 

zM. 

, 

«varios». 

tza. 

. 

• 

«varios»' 

z.  . 

, 

«varios». 

u . 

au, 
ai. 
i.  . 


Núcleos  significativos. 


.(«haber». 


-491- 


eza. 

' 

( 

za,  tza. 

z. 

az. 

\  ((haber». 

aza. 

/ 

11  c. 

i 

u. 

• 

\ 

ai(. 

• 

.  1 

lia.       ) 

• 

B. 

-.-Elementos  cabactebísticos. 

Nádeos  verbales. 

u. 

.         .         •)Deli3resente  de  indica- 

aii. 

i     th'O. 

ai. 

• 

■lie. 

u. 

aii. 

i. 

ua. 


eza. 

za. 

i. 


i*» 


¿<f^ 


•bel  pretérito  imperfec- 
•!  to  de  indicativo,  del 
•(  modo  condicional  y 
\     de  su  supositivo. 


'.Del  modo  subjuntivo 


^$. 


eza. 

za. 

(iza. 

az. 

z. 


:' Del  modo  imperativo. 


-495- 

Itza.    . 

•               •               •               . 

eza. 

'.              A 

aza.      , 

./Del  modo  potencial  y  SU 

za^  tza. 

.\     supositivo. 

az. 

•i 

i  (concurrentemente    con  eza\ 

y  sus 

alteraciones).              ./ 

Afijos. 

Ke.      . 

,         .jDel  futuro. 

le.        . 

.¡Del  potencial. 

he. 

.'Del  condicional. 

he—n. 

n. 
n, 
ha. 

A. 


jDel  pasado   remoto  del 

potencial,  pasado  re- 

i     moto  y  futuro  remoto 

'     del  condicional. 
.¡Del  pasado. 
.¡Del  subjuntivo. 
.|De  los  supositivos. 


C- 


-Elementos  estéticos. 

.¡De  ligadura. 


a. 

n. 

d,  t.     . 

z  residuo  de  zu 


.'Eufónicas. 


(Epentética  y  pleonásti- 

*i     ca.  -I- 


¿'■» 


Considero  inútil  hablar  de  la  conjugación  sencilla  labor- 
tana.  Los  autores  que  manejo  carecen  de  cuadros  de 
ésta  clase  de  flexiones.  Yo  los  formé  á  fuerza  de  pa- 
ciencia, pero  no  arrojan  de  sí  nada  que  merezca  una 
mención  especial.  Otra  cosa  sería  si  hubiera  de  ocuparme 
en  la  conjugación  del  labortano  antiguo;  pero  las  investiga- 
ciones meramente  históricas  rebasan  el  límite  de  ésta  obra. 


-496- 


Conocida  la  conjugación  perifrásica  gnipuzcoana  y  la- 
bortana,  y  la  sencilla  del  primero  de  estos  dialectos,  la  que 
corresponde  al  segundóla  enseñará  con  suma  facilidad  el 
uso,  que  si  alguna  sorpresa  reserva,  no  es,  ciertamente  en 
el  terreno  puramente  literario. 


Nota.— Ya  OH  la  soKnmla  vez  quo  la  niuorto  tío  porsonas  queridas  de  mi  faiuilia  vieno  i\ 
iutcri-uijii>ir  la  imblicacií'm  do  obras  inias  auorea  dol  hascuonco.  Hoy  lloro  la  ju^rdida  do  la 
idolatrada  abiiolita  de  mi  alma,  ü."  Cayotima  Iñarra  y  líota,  muerta  id  dia  l2'J  do  .Junio  do 
IHHO.  Suplico  ú  los  Ircturtís  rroyontos  y  piadosus  ln  iiiL'diiiioiidi'U  oii  sus  oraiii'Uos.  Ksto  libro, 
cuya  toriiiiiiaciAn  rcpi  (is(^iitiil)a  para  mí  ima  dulin  a't^;iía,  no  sirvirá  siuo  para  r»'i'ordnriiio 
quo  ya  no  thti'in  ú  mi  lado  todos  Ioh  nérus  qucridow  <iuo  vieron  publiearso  las  prinurus  cntru- 
t^aH  do  <'l.  iCuún  inciirta  condición  CB  la  nuestra!  entro  doa  líneas  do  ¿ata  cuartilla  de  i>ai>ol 
lia  cabido  la  utornidud! 


-107— 

CAPITULO  XVI. 

Conjugación  perifrásica  del  verbo  sületino. 

(Voz    ti'ansitiva. — Tratamiento    indeterminado) 

Del  verbo  transitivo  labortano  al  suletiuo,  ei  salto  es  mu- 
cho mayor  que  del  guipuzcoano  al  labortano. 

— Primer  tiempo  matriz. 


(DííT. 

pazü. 
Ikhusten.'   ..   .. 

iD/íGll. 


I.    Presente    de    indicativo. 

(i)  .  — Flexio  nes  o  hje  ti  vas. 

(1/  categoría). 

D¿í/iÍT.     . — yo  lo  veo,  los  veo. 

Bütüzii.  . — tú  lo  ves,  los  ves. 

mita.   .  . — él  lo  ve,  los  ve. 

D/f¿üGÜ.  .■ — nosotros  lo  vemos,  los  vemos. 
¡DiU'íE.  .  j)iit\\ztE. . — vosotros  lo  veis,  los  veis 
'd/e.      .  díUíe.     . — ellos  lo  ven,  los  ven. 

Observaciones.  El  núcleo  verbal  es  «y  la  resolución  de  dicho 
núcleo  i.  i7í  desempéñala  pluralización  objetiva.  El  afijo  plu- 
ralizador  personal  te,  pierde,  como  en  labortano,  la  dental. 
Cuando  la  a,  por  efecto  de  ésta  elisión,  ha  de  chocar  con  la 
e  se  resuelve  en  i;  así  düzie  ocupa  el  lugar  de  düzüte  y  die 
el  de  düte.  De  suerte  que  la  /  en  éstas  ñexiones  representa 
á  la  vocal  del  sujeto  zü  y  al  núcleo  ü  según  los  casos. 

(ii) . — Flexiones  objetivo-pronominales. 

(2.^  «á  mí»). 

,de/¿azü.  dei^tatzü  .     . — tú  me  lo  ves,  me  los  ves. 

T  wEit.     •  DEi.í'T    .     .     . — él  etc. 

Ik  rusten.'       ,  ,  , 

pEIÍAZIE.DEI^TATZlE.      . — VOSOtrOS,  ctc 
'nEltÁlje.    DEL^TAYE    .       . — cilos,  CtC 

33 


Observaciones.  El  núcleo  verbal  es  ei.  La  pluralizacion 
del  objetivo  z.  En  la  tercera  persona,  el  siih]0  plnralizador 
personal  es  y.,  cuya  forma  no  la  tengo  por  orgánica.  La 
elisión  de  la  dental  produjo  el  biato  ae  y  queriendo  evitar- 
lo se  recurrió  ala  letra  eufónica  ordinaria //.  Sin  embargo, 
para  mayor  comodidad  de  la  expresión  liabiare  de  ye  como 
de  una  pluralizadora  personal,  contentándome  con  advertir 
abora  que  se  compone  de  //(eufónica)  y  de  .  (elisión  de  ¿.). 
El  pronombre  verbal  t  usado  como  elemento  pronominal,  va 
seguido,  según  las  reglas  generales,  de  una  a  de  ligadura. 

(3.":  <.á  tí«) 
DEiízÜT.    . — yo  te  lo  veo,  te  los  veo. 
DEiízü.     . — él,  etc. 
DEiízÜGÜ  .—nosotros,  etc. 
DEiíziE  .   .—ellos,  etc. 

Aparece  el  pluralizador  objetivo  del  la- 


Ikhusten. 


ÍDEI-?ÜT 


DElz'ñ.    ■ 

deuügíx 

DEI^ÍE   , 

Observaciones, 
bortano,  t. 


Ikhusten.J 


DEYOT.  . 

Ídeyozü. 
'deyo.    . 

IDEYOGÜ. 

Ideyozie. 

DEY//E.  . 


(4.*:  «á  él»). 
DEiL^oT     .—yo  le  veo  lo,  le  veo  los. 
■DEitzoz\\  . — tú,  etc. 
DEitzo       ■ — él,  etc. 
DEIÍ-20GÜ  .—nosotros,  etc. 
DEií^ozíE  . — vosotros,  etc. 
vYAtzÜK     .     ellos,  etc. 


Observaciones.     El  núcleo  signiñcativo  es  f  en  las  ñexio- 
ncs  objetivo-singulares  y  ./  en  las  plurales.  La  //  que  prece- 
de al  pronominal  o  es  eufónica.  La  pluralizacion  del  ob  et  - 
vo  corre  á  cargo  de  fz.  En  la  tercera  persona   plural,  poi  ti 
clioque  con  la  e,  el  pronominal  o  se  (convierte  en  n. 
(5.**:  rtá  nosotros»). 
,DEi/.l/zü.    DEizKÍi/:ü.-tú  nos  lo  ves,  nos  los  vos. 
\mdü    .     DEizKÜ.     .— ül,etc. 

IKUUSTEN.       ^J,fi^^^      i>EI/KÜ/¿lE^VOSOtrOS,  Ctc 

'dei/.I/ve.    deizküye  .—ellos,  etc. 


Observaciones-.     La  sibilante  del  sujeto  se  endurece  para 
marcar  mejor  la  pluralización  objetiva. 

(6.":  <«á  vosotros.») 

1dei^¿'et.     deiíziet.  . — yo  os  lo  veo,  os  los  veo. 
pEizie.  .     DEi^^iE.     . — él,  etc. 

1KHUSTEN.{        ^.^^..       j^Ei^ziEGÜ.— nosotros,  CtC. 

[DEi^/e.       BEitde.     . — ellos,  etc, 

Observaciones.     La  8."  persona  del  plural  está  contraída; 
DEiziE  eN  vez  de  deizüte. 

(7;^;  «á  ellos..). 

¡DEYet.  .     DEiTzeT    . — yo  les  veo  lo,  les  veo  los. 

IdEYí'ZÜ.        DElTZEZil    . — ^tÚ,  etc, 

-r  Ideye,         deitzí'.      . — él,  etc. 

Ikhusten.  '  ■•  X  i 

iDEY^Gu.     DEiTzfGu  . — nosotros,  etc. 


Ideyízie     DEiTzrzíE  . — Yosotros,  ctc. 

DEYIC.    .       DEITZ<:'YE    , clloS,  CtC. 

Observaciones.  El  añjo  pronominal  es  e  en  lugar  de  o; 
es  propiamente  plural,  y  nó  necesita  de  ningún  otro  afijo 
para  manifestároste  número.  Algunas  variedades  guipuzcoa- 
níis  lo  conocen  también;  así,  á  diot,  diozü,  dio,  etc.  corres- 
ponden DIET,  DIEZU,  DIE,  ctC,  y  á  DAUKAYOT,  DAUKAYOZü,  DAU- 
KAYO,  etc.  DAUKAYET,  DAüKAYEZÜ,    DAUKAYE,  etc.  En  O     VCmOS 

una  contracci«'tn  de  oni;  en  e  ¿puede  verse  una  contracción 
de  AYEi?  esta  opinión  no  están  plausible,  porque  supone  la 
permanencia  de  una  letra  del  sufijo,  y  nó  de  una  del  tema- 
Acaso  la  e  es  un  mero  artificio  gramatical  para  marcar  con 
más  concisión  la  pluralización  del  régimen  indirecto.  De 
todas  suertes,  considerada  la  cuestión  prácticamente,  es  ira- 
posible  no  ver  en  e   un  afijo  plural  pronominal- 

(ii). — Flexiones  pronoinliiales. 

(8.':  «á  mí.)). 

¡?¿Aizü  .     .     . — tú  me   ves. 
y  inAi.     .     .     . — él,  etc. 

ÍKIIÜSTEN)  '      ,  , 

??.AiziE.     .     . — vosotros,  etc. 
'7ÍAYE    .     .     . — elloSj  etc, 


'  500  - 

Observaciones.  El  núcleo  es  ai;  en  la  tercera  persona  de 
plural  la  segunda  vocal  está  consonificada. 


(9.":  «á  tí.>). 


Ikhusten 


zunn  . 
i'imí  . 

I,"//TÜGÜ. 
¿"Í/TIE  . 


— yo  te  veo. 
— él,  etc. 
— nosotros,  etc. 
— ellos,  etc. 


(10.":  «á  nosotros»)). 


■T/Í/TUZU 


. — tú  nos  vos. 


\güm  .     .  .     . — él,  etc. 

\g:ÍTÜ: 

[gÜTiE.     .  .     . — ellos,  etc. 

(11.":  «á  vosotros»). 


Ikhustenj^;.^.-;^^;     ;     Lyosotros,  etc. 


!zü'neT     .     .     .—yo  os  veo. 
lííjTic.     .     .     . — él,  etc. 
íkhusten^^..^,^^^...   ^     ^     .—nosotros,  etc. 


,íí/Tií?  .     .     .     . — ellos,  etc. 

Observaciones.  La  pluralizadora  e  incorporada  entre  el 
tema  y  el  afijo  personal  hace  que  las  formas  de  la  9.*  cate- 
goría produzcan  las  de  la  11*.  La  inmediación  de  la  c  ori- 
gina el  cambio  normal  suletino  de  la  U  en  i. 


IkHUSTEN' 


Jr\ 

£%tt XllJUrU»    JUililUVAi^UO. 

7.  Futuro  presente. 

(I 

). — Flexiones  objetivas. 

(I."  categoría). 

Diil-eT  . 

.     DÜtüKET,     .     . — yo  lo  veré,  los  veré 

DüZ-C     . 

.     Dí//uKEZü    .     . — tú,  etc. 

DüZ-evE 

.     Díi/üKE  .     .     . — él,  etc. 

DúlcGÜ. 

.     DíííüKEGü    .     . — nosotros,  etc. 

Dü/i'eZIE. 

.     díííükeziü:   .     .—vosotros,  ote. 

DüZfYE. 

,     Díi/üKEVE    .     . — ellos,  eto. 

-oOl- 


Observaciones.  Son  casi  idénticas  á  las  flexiones  labor- 
tanas;  las  pmicipales  diferencias  que  las  separan  de  éstas 
son  el  afijo  pluralizador  objetivo  üt  y  la  desaparición  de  la 
^  pleonastica. 

(n). —Flexiones  ohjefivo-pronominales. 
(2.":  «á  mí»). 


lDElZ'(?f?AZÍi 

lKHÜSTEN'DElZe¿5 

JüEl/.-eíZAZIE 

!dei/i(?^/e  . 


DEizA-erZATzü.— tú  me  lo  verás,  me 

los  verás. 
DYAzl-et    .     .—él,  etc. 
LEizlcclATziE — vosotros,  etc. 
J)Eiz7i-edE.     .—ellos,  etc. 

^  Observaciones.   Están  perfectamente  derivadas  éstas  fle- 
xiones de  la  categoría  correspondiente   del    presente.    Las 
dos  flexiones  de  aspecto  menos  parecido  entre  sí,  que   son 
as  de  tercera  persona  de  plural,  se   reducen  fácilmente  la 

una  a  la  otra:  DEi^AYE  origina  DEiZ.DE  que  es   una   contrac- 
Clon  de  deiketaye. 

(3.'^:  m  tío). 


IkHUSTEN  DElZ-/?^//.  . 
JDElJieniGÜ 
[DElJieziE.   . 


'deiA'ot. 

jDElZ-OZÜ. 

Ikhüsten(dei/.-o  . 

pElZ'OGii. 

'deiZ'ozíe 

.DElZ-OYE. 


-DEikezÜT  .     DEizl-etzih  . 


DEizJietzü  . 
DEizl'etzÜGú. 
BEizÁ-etzie    . 

(4.»:  «áél.)). 

DEIZZ'OT  . 

DEIz/,-OTZU     . 
DEIZZ'O      . 
DEIZZ'OGÜ 
DEIZZ'OTZIE  . 
DEIZZ'OYE 


• — 3'0  te  lo  veré,  te  los 

veré. 
. — él,  etc. 
.'—nosotros,  etc. 
. — ellos,  etc. 


. — yo  le  veré  lo,   les 

veré  los. 
— tú,  etc. 
■ — él,  etc. 
— nosotros,  etc. 
— vosotros,  etc. 
— ellos,  etc. 


Ooservaciones.  Li  concurrencia  del  afijo  pronominal  o 
ycelacaractensticadetiempo  ke  producía  un  hiato  que 
se  na  salvado  suprimiendo  la  vocal  de  la  característica. 


^  5Ü-2- 


(5/:  «á  nosotros»). 


Ukoji^-     ■     i-Eizí-.^.B  .     .-ellos,  ctc 
Obse.vae.ones   .  ^¿e.e  en  cnan..  ^^^^^  ^^ 

í:SSníií-:ir;;ro. ... ..  ^  encont... 

moscón  í/ii.  ^^. ,.  ,,.^  ^^osotros»). 

.vT.A-.f.ieT     .-yo  os  lo  veré, os  los  veré. 

,,..     DBi-..^.^au    ^^;l      cellos,  etc. 

.Trv7TFTes   una   contracción  alteíada 

ñ.":  «á  ellos"). 

,  1  _vo  les  veré  lo,  les  veré 

I,rf.T.      .      "EI^>^-       ■       •      'los. 

I'-v"'^-Iei/.-..       •     ^«^^^;;  ■     •      __, esotros,  etc. 
^^^-    toBií-coü.  .     BJ-     ;-    •     ;_,„3otros,  etc. 

1dbií-«f..   .     nEizí«-E.    .     .     ello  , 

T  n  oavacterístiea  de  tiempo  cstA  rea«oi- 

(III.)— i^Ve./í'o/íe.s  p/'O/ío/z/z^írt^^s. 
(S^  "á  mi"). 
Umhv:.  .     .-tú  u.e  verAs. 
Wúc.     .     .-ol.otc. 
Ikiiorten.!   ^,,.^j,,K  ,     .—vosotros,  cl< . 
\,m!:í'Sv.  .     .-ellos,  etc. 


-503- 

(9/  áini). 


Ikhusten 


'iZilTül-eT    . 

jzüTiiJceGV. 

^í/Tü^'eYE. 


. — yo  te  veré. 
. — él,  etc. 
. — nosotros,  etc. 
. — ellos,  etc. 


Ikhusten 


(10.*:  «á  nosotros»). 

igimileziy  . — tu  nos  verás. 

i(jiiTül-e    .  . — él,  etc. 

\g iiTidezm.  . — vosotros,  etc. 

¡(jüTiíJcéYE.  .' — ellos,  etc. 


ere. 


Ikhusten 


(11.*:  «á  vosotros») 

^zuTH-íei .  . — yo  os  v 

J^'rtTüA/e  .  . — él,  etc. 

l^í/TüA'/eGü  .—nosotros,  etc. 

Vr/iTü/t/í^YE  . — ellos,  etc. 


Observaciones.  Están  calcadas  sobre  las  de  la  11.*  cate- 
goría del  indicativo;  las  alteraciones  que  presenta  ésta  de- 
rivación son  dos,  la  elisión  de  t  y  la  trasformoción  en  i  de 
la  vocal  de  la  característica.  De  zutiet  «yo  os  lié»  se  ha  deri- 
vado züTüKETET  y  posteriormente  zütükiet. 

IX- — Modo  subjuntivo. 

34.  Presente. 
(i.)  Flexiones  objetivas. 

(1.*  categoría.) 


Ikhus 


/De^ílDAN. 

Idí?-2¿izün. 

Vúezaoim. 
\Dezazms. 


DEÍZADAN. 
DE¿ZA/-2'ÜN 

de/zan  . 

DEtZAGÜN 
DE2^ZA¡(-?IEN 
DifzEN      • 


— yo  lo  vea,  los  vea. 

— tú,  etc. 

— él,  etc. 

— nosotros,  etc. 

— vosotros,  etc. 

. — ellos,  etc. 


-50á- 


Observaciones.  La  3/  persona  de  plural  es  una  contrac- 
ción de  una  llexión  primitiva  hipotética,  dezayex;  las  restan- 
tes se  explican  fácilmente  por  las  guipuzcoanas  ó  por  las 
labortanae. 


(ii) . — Flexiones  ohjetivo-pronominales . 
(2.":  «á  mí»). 

DIZAC?AZÜN.      DITZAr/ATZÜN.     . tÚ  mC    lo  véaS,     mC  loS 

\  veas. 

Ikhüs  '^dizaíZan    .  DiTZAr?AN.    .  . — él,  etc 

fDizAr/AziEN  ditzaíZatzien  . — vosotros,  etc. 

diza^Zen    .  ditzaí/en.    .  • — ellos,  etc. 

Observaciones.  Estas  flexiones  se  derivan  de  las  gui- 
puzcoanas; las  diferencias  que  en  éstas  presentan  saltan  á  la 
vista  y  no  requieren  explicación. 

(3.\-  «á  tí.)). 

/DIZA^üDAN.      DITZAf^'/íDAN.      . yO    te    lo     VCa  ,     tC     loS 

I  vea. 

Ikhüs  )diza¿'</n     .     ditza/^/jn.  .     . — él,  etc. 

JDizAzriCx'á's.    DiTZA^.er/íGüN     . — nosoti'os,  etc. 

(DIZA^ÍEiM.   .       DITZA^^/eN    .       . clloS,  Ctc. 

(4.":  m  él..). 


Ikhus 


DizoDAN.   .     DiTz  JDAN     .     . — yo  le  vca  lo,  le  vea  los. 

ÍdIZOZíiN.    .       DITZOTZÜN     .       • tÚ,  CtC. 

[dizon.       .     DiTzoN    .     .     . — él,  etc. 

I  DizoGiiN.   .     DiTZOüüN     .     — uosotros,  etc. 

ÍdIZOZIEN.  .       DITZOTZIEN  .       . — VÜSOtrOS,  Ctc. 
)DIZ//EN.       .       DITZ//EN.        .       . clloS,  ctC. 

Observaciones.  El  núcleo  verbal  es  i:.  La  flexión  más 
desligurada  es  la  correspondiente  á  la  3."  persona  de  plural, 
por  la  contracción  y  su!)siguionte  permutación  de  o  en  //. 
liopárese  cóm  )  obedece  el  verbo  sulotino  á  la  tendencia  la- 


-j03- 


bortana  de  endurecer  las  sibilitantes  de  los  afijos  del  sugeto 
en  las  formas  objetivo-plurales. 

(5.":  «á  nosotros»). 

,  DizAí/íízÜN.    DiTZAgiitzim     . — tú  nos  lo  veas,  nos  los 
\  veas. 

Ikhus  'przAgi'm.  .     ditza^ñn.    .     .- — él,  etc. 

fDIZA^/ífZIEN     DITZA(7¿"/TZIEN     . VOSOtrOS,  etc. 

'  dizaí/z'en  .     ditzaí/íen.  .     . — ellos,  etc. 


(6.":  «á  vosotros»). 
DizA^/eDAN    ditzat^/í'dan.  . — yo  os  lo  vea ,  os    los 


)  vea. 

Ikhus.  DizA^íeN  .  ditza^^/^n.  . — él,  etc. 

JDizAzieGi'm  DiizAizieGm.  .—nosotros,  etc. 

IDizA^/é'N.  .  DiTZA¿-¿'/t'X.  . — ellos,  etc. 

(7."  «á  ellos»). 


Ikhus 


DIZtíDAN. 
jDIZtíZÜN. 
pIZéíN    . 

MZeGÜN 
ÍDIZeZIEN 

DI6'ZEN. 


DITZííDAN. 

DITZííZÜN. 

DITZeN.    . 

DITZéGÜN. 

DITZéíTZIEN 

DItíTZEN. 


. — yo  les  vea  lo,  les  vea  los. 

. — tú,  etc. 

. — él,  etc. 

.' — nosotros,  etc. 

.—vosotros,  etc. 

. — ellos,  etc. 


(m) .  Flexiones  j)ro)iomi)iales.) 
(8."  «á  mí»). 
/«EZAzÜN.     .     . — tú  me  veas. 

Ikhus    ^^^^^'^-    •     '     — ¿1.  et^ 

i/¿EZAziEN.    .     . — vosotros,  ctc. 

'y¿EZEN.   .     .     ;— ellos,  etc. 

Observaciones.     La  3."  persona  de  plural  es  una  contrac- 
ción de  NEZATEN. 


34 


OOC 

- 

(9-": 

«á 

tí..). 

¿'¿TZADAN. 

U/tzan.   . 

j^/TZAdÜN. 

'.:/tzen    . 

• 

. — él,  ete. 

. — nosotros,  etc 

. — ellos,  etc. 

Ikiiu«. 


Observaciones.  Apenas  se  diferencian  dichas  Üexiones  de 
las  labortanas.  Mas  la  derivación  de  éstas  es  más  plausible, 
á  primera  vista,  que  la  de  las  suletinas.  Sin  embargo,  zitza- 
DAN,  etc.  se  derivan  con  bastante  regularidad  de  zütüt,  etc. 
Zü  y  zi  son  lo  mismo;  después  viene  la  incorporíición  de 
EZA,  contraído  en  tza,  ocupando  el  puesto  del  núcleo  /¿  y 
causando  la  eliminación  de  la  t  eufónica;  d  es  el  régimen 
indirecto,  trasformación  del  pronombre  verbal  t;  a  vocal  de 
ligadura  y  n  característica  de  subjuntivo.  Véase  grática- 
mente  zutÜT,  zií-í-cídan. 

(10.":  «á  nosotros»). 

r7¿TZATzüN  . — tú  nos  veas. 

\^¿TZAN     .  . — él,  etc. 

*  í/rrzATziEN  . — vosotros,  etc. 

/^/tzen     ,  . — ellos,  etc. 


Ikiiu 


(11.":  «á  vosotros»). 
izi's: 

1  -/'rr 

liaius 


4;¿TZEi)AN  . — yo  os  vea. 
¿/tzen.     . — él,  etc. 


i-í/tzegün  . — nosotros,  etc. 
'¿•/tzeyen  . — ellos,  etc. 

Observaciones.  El  nútdeo  queda  reducido  á  /^,   pues  la  e 
que  le  sigue  es  la  pluralización  del  [¡ronominal  ¿i. 

VI 11 . i  iMl'EllATIVO. 

ü'¿.  Presente. 
(i). — Flf.r.ioliCS  vhjftii'as. 
{{."  categoría). 

EZAZii.         .       ETZATZÜ     .-  -tÚ  \élo,    vélos. 


Ikhus. 


I5EZA    .     .     r.ET/A  .     . — él,  etc. 


Ikhus 


^EZAZIE. 


BEZE 


—507  — 

ETZATZIE 
BETZE 


. — vosotros,    etc. 
. — ellos,  etc. 


Observaciones.  Es  iiueTa,  respecto  á  los  otros  dialectos 
nó  respecto  al  snletino  qne  posee  otras  muchas  semejantes, 
la  contraí'ción  eeze  de  bezate. 

(ii.)  — Flexiones   ohjetirn-prov ominaJes . 

(2.":  «á  mí»). 


Ikhus 


izadaí/azü 

'BIZAi'   .        . 
lIZAr/AZIE  . 

[bizaí/e     . 


Ikhus 


|BIZA^?6. 

'\^lz^zíe. 


Ikhus 


IZOZíl 
IPIZo 
llZOZlE 
BIZZ/E 


.  itza(7atzií.  . — tú  véme  lo,  véme  los. 

.  bttza/      .  . — él,  etc. 

.  itzac/atzte  . — vosotros,  etc. 

.  BiTZAr/E  .  . — ellos,  etc. 

(8.":  «á  tí..). 

.     BiTZAf.í'íí   . — él  véate  lo,  véate  los, 
.     bitza/.í/e  . — -ellos,  etc, 

(4.^4  él..). 

iTzoTzü  . — tú  velo  lo,  vele  los. 

BiTzo  .  . — él,  etc. 

iTzc>TziE  .• — vosotros,  etc. 

BiTzZ/E  ,■ — ellos,  etc. 


izA<;»zü 


Observaciones.  Semejantes  á  las  Libortanas  éstas  flexio- 
nes, son,  con  todo,  más  correctas,  morfológicamente  ha- 
blando, pues  conservan  la  inicial  de  eza.  Blzue  es  contrac- 
ción de  BIZOTE. 

(/)."".  «á  nosotros..). 

.     itzai^íítzü    . — tú    vénoB  lo,  vénos 

los. 
.     BiTZAf/í¿ .     . — él,  etc. 

.       ITZA^Í/TZIE   . — -YOSOtlOS,  ctC. 

bitzaí/Ze.     . — ellos,  etc. 

(6.^^;  «á  vosotros.)). 

^BizA^íf.     .     'smzKtzíe  . — él  véaos  lo,  véaos  los. 
'BiZA^/e.     .     BiTZktzíe  . — ellos,  etc . 


Ikhus  bizacjü    . 

|1ZA,^/(ZIE. 

^biza^/Ze  , 


Ikhus/ 


Ikhus 


IZEZU  . 
BIZE  . 
)lZEZIE  . 
BIZEYE. 


-508- 

(7.":  «á  ellos»). 

TTZETzü.    . — tú  vele  lo,  vele  los. 


BITZE    . 

ITZETZIE 

BITZEYE. 


. — él,  etc. 

. — vosotros,  etc, 

. — ellos,  etc. 


(iii) , — Ficciones  pronominales. 

Las  flexiones  pronominales  del  imperativo  están  muy 
incompletas  en  suletino;  las  que  faltan  se  suplen,  en  la 
conversación,  con  las  del  subjuntivo. 

(8.*:  «á  mí».) 

T         \  ?/EZAZÜ,    . — tú  véme. 
Xkhus 

(nEZAZiE.   , — vosotros,  etc. 

(9.":«átí). 
Caret. 
(10.":  cá  nosotros»). 

T         <7iTZATzii  . — tú  vénos. 

,(7iTZATziE. — vosotros,  etc. 

(11.":  «á  vosotros»). 

Caret. 

II. —  rOTENCIAL. 

12.  Futuro  presente. 
(i)  .' — Flexiones  objetivas. 
(1."  categoría). 


dezaA'í'T  . 


\  deza/i*czü. 
Ikhus;  deza/it    . 

ÍdezaAy'gü. 
deza/."czie 
vdeza/íC'Yí;. 


DETZA/iX^T       . 

DETZa/iTZÜ  . 
DETZA/.-£'  .  . 
BETZa/i'CGII  . 
DETZa/.7íT^IE 
PETZa/.-í'YE    . 


. — yo  lo  puedo 
puedo  ver. 
.—tú,  etc. 
, — él,  etc. 
. — nosotros,  etc. 
, — vosotros,  etc. 
. — ellos,  etc. 


los 


-509 


(ii) .  — Flexiones  ohjetico-pronominales. 
{2.";  «á  mí))). 


mzkl-erlAZn 

Ikhus/dizaZ(Jc?aí. 
Idiza/i-ít/azie 

DIZkl'eclE. 


ditza/.yv/atzii   . — tú   me   lo  pnedos, 
me  los  puedes  ver. 
mTv.Aledhf  .      . — él,  etc. 
DiTZA/<er?ATziE  . — Yosotros,  etc. 
DiTzkl'eclE    .     . — ellos,  etc. 


Observaciones.     En  la  3."  persona  de   singular  el  prono- 
minal está  repetido. 


¡mzAl-ezÜT, 

Ikhus  umAÁ-ezü . 
/diza/.'<?^?/gü 

•  BlZAl'eziE. 


dizaHot. 

ÍDIZaJiOZÜ, 
^....Kj^  >DIZA/r/o      . 

JdizaA?ogü. 
[dizaAozie. 

^DIZA7í'?'0XE. 


(B.";  «á  tí»). 

DiTZA/.'^f^//T.  . — YO  te  lo   puedo,  te 

los  puedo  ver. 

DiTZAkefzü  .  . — él,  etc. 

DiTZA/ieizuG^í  . — nosotros,  etc. 

DiTZAJictzÍE.  . — ellos,  etc. 

(4.'^;áél.)). 

ditza/í'/ot.   . 


ditzaZ-otzü. 

ditza/.'¿o. 

ditzaJiÍogü. 

ditzaZ'ozie 

dítza/.'/oye 


— yo  le  puedo  ver  lo, 

ver  los. 
— tú,  etc. 
— él,  etc. 
— nosotros,  etc. 
— vosotros,  etc. 
— ellos,  etc. 


Observaciones.  En  la  2."  persona  de  singular  y  phrral, 
la  característica  ke  sufre  la  elisión  de  e.  y  en  las  restantes, 
la  trasformación  de  ésta  en  i. 


imzAkegiiz^'^ 

Ikhus  'pizAl^egü. 
VDizAkeg'úzm 
DlzAkegÍE, 


(5.*:  «á  nosotros»). 

,     DiTZA/í-e/7?íTzü   . — tu   nos  lo  puedes, 
nos  los  puedes  ver. 

.     rnTZAlegu    .     .' — él,  etc. 

,     DiTZAliegilTzm  . — vosotros,  etc. 

,     DmzkJx'egm  .     . — ellos,  etc. 


—410- 


(ü.";  «á  vosotros»), 


'DiT¿kkvt;:ie . 


-yo  os  lo  puodo,  os 

los  puedo  ver. 
■ól,  etc. 


T)\TÁfJxetzieCx^   . — nosotros,  etc. 


mzkkezie.     .     mTZkhetzie  .     . — ellos,  etc. 


mzhl'ieT  . 

\mz\lezü. 

Ikhüs  <mzklxic    . 

IdizaA¿(?gü 

JmzkJxeziE. 

mz\]{íexE 


(7.";  «á  ellos»), 

DlTZAkieT.     . 

mTZkkefzn  . 
ditzaA/V.     . 

DITZA/.'/t'GÍi  . 
DITZA/.rTZIE. 

ditza/.7Vye  . 


. — yo  les  puedo  ver  lo, 

ver  los. 
. — tú,  etc. 
. — él,  etc. 
. — nosotros,  etc. 
. — vosotros,  etc. 
. — ellos,  etc. 


Observaciones.  Para  evitar  la  cacofonía  se  convierte  la 
e  de  Jic  en  i  cuando  choca  con  el  afijo  pronominal.  En  la  2." 
persona  de  singular  y  plural  dicha  característica  queda  re- 
ducida á  /.•,  representando  la  e  inmediata  al  régimen  indi- 
recto. 

(iii.) — Flex-iones  i^rononii  nales. 

(8.'';  <.á  mí'.). 

(«EZA/.ézü.  . — tú  me  puedes  ver. 

j         }7¿itzaZ7'  .  . — él,  etc. 

'  ^ nc'sz^l^czm  . — vosotros,  etc. 

??itza/.-6'ye.  . — ellos,  etc. 

({).'*;  <.á  tí«). 

zhztJa't  .  . — yo  te  puedo  ver. 

T  ).:/TZA/.r    .  . — él,  etc. 

\zÍ7.\lrr)ü .  . — nosotros,  etc. 

uítzaJiÍe  .  . — ellos,  etc. 


-511- 


(10.«;  «á  nosotros»). 

gwLÚcezn,     . — tú  nos  puedes  ver. 
T         \í/itzaZ,c;    .     . — él,  etc. 

(jiTAAket'AiE  . — vosotros,  etc. 
'  í/iTZA/reYE.    . — ellos,  etc. 

(11.";  «á  vosotros»). 


Ikhüs 


zitzdiitíT.  . — yo  os  puedo  ver. 

U/tza/í'6'   .  . — él,  etc. 

^^¿'tza/i¿egu  . — nosotros,  etc. 

hhzkleY^.  . — ellos,  etc. 


(iii). — Bupositico  del  'potencial. 

16.  Presente. 

La  derivación  de  éstas  ñexiones  se  hace  de  la  misma 
manera  que  en  los  demás  dialectos;  pero  tienen  algunas 
irreguhtfidades  que  señalaré.  Todas  lasque  constituyen  éste 
tiempo  son  absolutamente  sinónimas  á  las  que  resultan  de 
sufijar  la  partícula  dubitativa  á  las  del  futuro  presente  del 
potencial  dezaket,  dezakezu,  etc. 

En  la  2."  categoría  la  2.'''  persona  de  singular  es  dizada- 
zÜT— ditzadatzüt  ,  derivada  de  la  del  subjuntivo  dizada- 
ziiN— ditzadatzün;  es  una  flexión  que  parece  errónea  por  el 
pleonasmo  del  pronominal  t  «á  mí«)  que  figura  al  remate  de 
ella,  como  suele  figurar  el  sugeto  t  «yo»"  en  las  ílexiones  de 
la  3.*  categoría. 

La  3."^  persona  del  plural  de  la  4.*  categoría  es  dizoe-di- 
zoE  en  lugar  de  dizue-ditzüe  que  correspondía  á  la  matriz 

TDIZUEN--DITZUEN . 

Las  2."'  personas  de  singular  y  plural  de  la  5."  categoría 
son,  respectivamente:  dizadazügü-ditzadatzügü,  dizadazie- 
GÜ--DITZADATZIEGÜ,  sícndo  así  que  correspondían  dizagüzü-- 

DITZAGÜTZÜ,  DIZAGÍiZIE— DITZAGÜTZIE  á    laS  matricCS     PIZAGÜ- 
ZÜN— DITZAGÜZÜN,  DIZAGÜZIEN— DITZAGÜZIEN. 


11-'- 


La  o."  persona  de  plural  de  la  7.»  categoría  es  dizeye-dit- 
zeye;  por  la  regla  general  correspondían  dieze-dietzen.  Lo 
mismo  sucede  en  la  8."  categoría  que  tiene  nezaye,  debien- 
do tener  NEZE,y  con  la  lü."  que  tiene  cutzaye  en  vez  de 
tJTZE.  La  misma  persona  de  la  11."  lia  experimentado  una 
ligera  alteración  fónica:  zitzaye  en  lugar  de  zitzeye. 


>.- 


11. 


Segundo  tiempo  matiíiz. 


NiaN.   . 

IzÜNmN. 

lKnüs-,z/aN.   . 

TEN        lüÍÍN¿(¿X. 

ízün/en. 
z/en.    . 


1. — Modo  indicativo. 
2. — Pretérito  imperfecto. 

(i.)  — Flexiones  objetiras. 
(1/'  categoría.) 

NÜT/rtN  .  .  . — yo  lo  veía,  los  veía. 

zii;¿T¿(íN  .  .  . — tú,  etc. 

'/Atuin    .  .  . — él,  etc. 

GÜ/¿T/a;¿.  .  . — nosotros,  etc. 

zii/¿T¿EN  .  .  . — vosotros,  etc. 

zÜTíEN   .  .  . — ellos,  etc. 


Observaciones.  El  núcleo  es  ia  é  ¿.  El  choque  de  la  ü 
del  SMgeto  con  la  ¿  del  núcleo  lo  evitan  las  ílexiones  obje- 
tivo-singulares con  una  n  eufónica,  la  cual  pasa  á  las  obje- 
tivo-plurales, á  pesar  de  no  ser  necesaria,  por  estar  yá  evi- 
tado coii  el  plaralizador  iiT,  que  es  precisamente  el  elemen- 
to en  el  cual  se  incorpora  la  n.  Pero  ésta  se  elide  en  las 
B."''  personas  de  singular  y  plural,  consiguiéndose  de  ésta 
suerte  diferenciarlas  externamente  de  las  'i.'***  Esta  es  una 
nueva  prucua  de  que  es  una  temeridad  pretender  encontrar 
sin  falta  actualmente  todos  lus  ele nientos  materiales ilela  sig- 
nijieaciún  Jleu-iüiial,  y  que  liay  que  tener  siempre  á  la  vista 
el  elemento  ideológico  ó  siibjelivo  que  los  coliexiona  y  se 
revela  por  medio  de  ellos,  sul)ordinándoloH. 


—513— 

(ii.)  — Flexio7ies  objetivo-pronominales. 

(2.*;  «á  mí»). 
[zENEiíAN  .     .zENeizÍAN.   .     1- — tú  me  lo  veías,  me  los 

Ikhus- 


\  veías. 


¡zei/an.      .     zeizÍAJíi.       .     . — él,  etc. 

ZENEIZÍAYEN      ZENe¿Z?^AYEN.       . VOSOtrOS,   etC. 

'zEiz^AYEN  .     zeiztAYEin.  .     . — ellos,  etc. 

Observaciones.  El  núcleo  es  ei;  el  plm'alizador  objetivo  z. 

{3'";  «á  tí»). 

NEi2;«N.     .     NEiT^i/N.      .     . — JO  tc  lo   veía,   te    los 

T         1  veía. 

Ikhus-  ,1     , 

]zEi^/¿N.     .     zEiTzim.      .     . — el,  etc. 

TEN        1 

ÍGENEI^í¿N.        GENEIT^i/N     .       . nOSOtlOS,  Otc. 

¡zEmEN.   .     ZEiTzien.     .     . — ellos,  etc. 

Observaciones.  Estas  flexiones,  perfectamente  regula- 
res en  su  formación,  se  diferencian  de  las  labortanas  en  el 
núcleo  verbal  ei  en  lugar  de  a2i,  y  en  el  pluralizador  objeti- 
vo t  en  lugar  de  zJci. 

(4.»  á  él»). 
NEYON  .     .     NEiTzoN  .     . — yo  lo  veía  lo,  le  veía  los. 


ZENEYON. 

Ikhus-Izeyon  . 

TEN.        jGENEYON. 
ZENEY?¿EN 
ZEYZ¿EN. 


ZENEITZOÑ.     . — tú,  etc. 

ZEITZON  .     . — él,  etc. 
GENEiTzoN.  . — nosotros,  etc. 
zENEiTzwEN  . — vosotros,  etc 
zEiTzí¿EN.     . — ellos,  etc. 


Observaciones.  El  núcleo  significativo  ei  queda  reduci- 
do en  algunas  flexiones  á  e;  el  pluralizador  del  objetivo 
es  tz. 

(5.*^;  «á  nosotros») 

/zENEíAlíN  .     zENEiz^í/N.  . — tú  uos   lo  vcías,   nos  los 

Ikhus-Í  ^®^^^* 

(ZEihi'm,     .     zeizMn  .     . — él,  etc. 

^ZENElAwYEN.    ZENÉIz/t'iíYEN VOSOtrOS,  etc 

\  ZEl/íi/YEN  .       ZEIzZlíYEN.     . clloS,   ctc. 

35 


Ikiius-;zei4:¿(?n. 


TEN. 


jGENEI¿^¿eN. 
ZEI^/eN.      . 


NEYCN. 

izENEYeN. 
lKHUS-|ZEYeN. 
TEN.       iGENEYíN. 

/zENEZieN 

Ueyi^n. 


NEITZí'N     . 

ZENEITZCN 

ZEITZíN     . 

GENEITZí'N. 

ZENETZIfN. 

ZEITZfYEN. 


-  r>u-  - 

(6.*;  «á  vosotros»). 

NEi¿^¿eN.  . — yo  os  lo  veía,  os  los  veía. 

ZEifzífm.  . — él,  etc. 

GENEi/^/eN  . — nosotros,  etc. 

ZEifzie-Ñ   .  . — ellos,  etc. 

(7.":  ni  ellos»). 

— yo  les  veía  lo,  les  veía  los. 

— tú,  etc. 

—él,  etc. 

— nosotros,  etc. 

— vosotros,  etc. 

— ellos,  etc. 

(iii.)  — Flexiones  pronominales. 

(8.";  «á  mí»). 

. — tú  me  veías. 
. — él,  etc. 
. — vosotros,  etc. 
. — ellos,  etc. 

{^.^  «á  tí»). 

-2;,7NTüDAN.  .     . — yo  tc  vcía. 
j  ^^,¿NTiAN  .     .     .- — él,  etc. 

IKHUSTEN.;  -^^..^..^    .     .—nosotros,  etc. 

/ár/mTiEN.      .     . — ellos,  etc. 
(10.^«átí»). 


?IÍÍNDIIZIIN 


Ikhusten.^,   ..     .. 

í71í/nd11zien 

\?íí(NDIEN. 


,'</í7NTÜZÜN. 

-r  UiiNTIAN. 

iKIIUSTEN.f     ,,„,-„^„ 

í///ntiizien 
I^/JIntien. 


. — tú  nos  veías. 
. — él  etc. 
. — vosotros,  etc. 
. — ellos,  etc. 


(11.'^;  «á  nosotros»). 


^j<NTI(?DAN 
,  Í^,}NTI¿'N. 

Ikuusten.'i     „„,^,."„ 

j^r/íNTIíGMN 
^'//NTIíV/. 


. — yo  os  veía. 
. — él,  etc. 
. — nosotros,  etc. 
. — ellos,  etc. 


—515- 


BB. 


IX. 


(I-)- 


—Tiempos  derivados. 
-Modo  subjuntivo. 
35.   Pasado. 


Ikhüs. 


ZENe^ílN. 

jGENe^aN. 
(zENeZEN. 

Ue^EN.  . 


Observaciones. 


'Flexiones   objetivas. 
(I.**  categoría.) 
NtíízAN.    .     . — yo  lo  viese,  los  viese. 

ZENEÍZAN.        .—tú,  etc. 

Zeízan.    .     . — él,  etc. 
GENEÍZAN.     . — nosotros,  etc. 

ZENEÍZEN.       . vosotros,  ctc. 

/lízEN.     .     . — ellos,  etc. 

Hasta  aipí  habíamos  visto  siempre  en 
este  tiempo  el  sugeto  de  3.''  persona  representado  por  z; 
ahora  lo  vemos  representado  por  Z  y  es  la  diferencia  más 
interesante  que  las  presentes  flexiones  nos  suministran, 
comparadas  con  las  de  los  anteriores  dialectos.  El  núcleo 
es  eza  con  su  contracción  ez. 

(ii.) — Flexiones  ohjetivo-'pronominales. 

(2."^  «á  mí»), 

,  ziNizAí^AN.     ziNiTZAr/AN  . — tú  me  lo  vieses,  me  los  vie- 

i  ses. 

IkHUS.  LIZAíZaN.    .       LITZA(ÍAN.       . él,  ctc. 

/zinizacZen.     zinitzaíZen  . — vosotros,  etc. 
'lizaíZen.  .     litzacZen.     . — ellos,  etc. 

Observaciones.  Salta  á  la  vista  la  derivación  de  ésta  ca- 
tegoría de  la  2.*  del  imperfecto  de  indicativo,  mediante  la 
sustitución  del  núcleo  y  la  dulcificación  de  la  dentales:  zi- 

NeÍTAN-ZINI^a^AN,  ctC. 

(8.*;  «á  ti»). 
mzA-^ííN    .     muzktzM.    . — yo  te  lo  viese,  te  los  viese. 

lAZkzi'm      .       LITZAT¿^í¿N.     . él,  CtC. 

|GiNizA^¿íN.    ginitzaZ^Un  . — uosotros,  etc. 
LizA-í-íEN  .     litzaZ^íen.  .— ellos,  etc. 


Ikhüs. 


-  516  - 


Ikhus. 


'NIZON    . 
ZINIZON. 

Ilizon  . 
Igínizon 

ZINIZ?¿E]S 
LIZiíEN 


(4.'^;  cií  ól»). 
NiTzoN.    .     . — yo  le  viese  lo,  le  viese  los. 


ZINITZON  . 
LITZON.  . 
aiNITZON  . 
ZINITZZÍEN 
LITZMEN    . 


. — tú,  etc. 
. — él,  etc. 
. — nosotros,  etc. 
.—vosotros,  etc. 
. — ellos,  etc. 


(5.'';  «á  nosotros»). 

,ziNizAí7í(N.  ziNiTZAí/ÜN  . — tú  nos  lo  vicscs,  nos  los 
I  viese. 

Ikhus., LizA(7¿íN.  .  litzaí/í/n.     . — él,  etc. 

zinizaí/Zen.  zinitzaí7¿en  . — vosotros,  etc. 

\LIZAí7¿EN.         LITZAí7¿EN.      .— clloS,  CtC. 

(6.''*;  «á  vosotros»). 


ímzkzte-^. 


Ikhus. ^LizA-szeN.  . 
Gimzkzie^. 


^hiZÁZie^. 


/NIZeN. 

IziNizeN. 


NiTZA/^/eN.   . — yo  os  viese   lo,    os  viese 

los. 
LiTZktzieíi     . — él,  etc. 
GimTzktzie'ííi . — nosotros,  etc. 
■LiTZktzie-iíi    . — ellos,  etc. 

(7.^  «á  ellos»). 


Ikhus. 


Ilizcn. 

GINIZeN. 

ZINICZEN. 

\LieZEN. 


NITZeN.  , 
ZINITZeN  . 
LITZCN.  . 
GINITZtíN  . 
ZINieTZEN. 
LieTZEN     . 


— yo  les  viese  lo,  les  viese  los, 
— tú,  etc. 
— él,  etc. 
— nosotros,  etc. 
— vosotros,  etc. 
-ellos,  etc. 


Observaciones.  En  la  '2^  y  8."  persona  de  plaral  el  añjo 
pronominal  e  está  incorporado  en  el  núcleo  iz,  al  cual  pe- 
netra como  una  cuña.  La  libertad  con  que  el  verbo  eus- 
karo  maneja  los  elementos  que  lo  constituyen  es  nniy 
amplia. 


-517  - 


(iii.)  — Flexiones  prono miiiales. 
(8.";  «á  mí))). 
¡/'¿eNTZAZÜN  .     . — tú  me  vieses. 

T  7Z6!NTZAN.        .        . él,   etc 

J.KHUS      I 

?2eNTZAziEN  .     . — vosotros,  etc. 
TieNTZEN.      .     . — ellos,  etc. 

Observaciones.  La  violenta  contracción  experimentada 
perla  3.'' persona  de  plural  hace  que  el  núcleo  quede  redu- 
cido á  tz. 

(9/;  «átí»). 


Ikhus. 


í^ííntzadan.  .  . — yo  te  viese. 

P¿"ntzan.  .  . —  él,  etc. 

U^NTZAGÜN  .  . — nosotros,  etc. 

'^¿NTZEN.  .  . — ellos,  etc. 

(10.''  «á  nosotros»)). 

UÍNTZATzÜN .     . — tú  nos  vieses. 

W^TZATZIEN.       .■ vosotros,  ctc. 

fp'ÍNTZEN.      .     . — ellos,  etc. 
(11.":  «á  vosotros»). 

!^¿NTZc'DAN     .  . yo   OS    vicSC. 

^¿NTzeN  .     .  .—él,  etc. 

zmuzeocxm    .  .=— nosotros,  etc. 

-^^¿NTzaYEN.  .  . — ellos,  etc. 

Observaciones.  Estas  flexiones,  comparadas  á  las  la- 
bortanas,  están  bastante  contraidas.  El  núcleo  ha  quedado 
reducido  á  tz  en  tres  flexiones  por  lo  menos.  La  pluraliza- 
ción  pronominal  corre  á  cargo  de  e,  residuo  de  zte.    En  la 


—518- 


tercera  persona  del  plural  es  posible  que  dicha  pluraliza- 
ción  corra,  excepcionalmentc,  á  cargo  de  a;  sino  zintzaycn 
será  una  contracción  de  ziNXZAYe/t^N. 

II. — Potencial. 

14.  Pasado  próximo. 

(i). — Flexiones  objetivas. 

(1."  categoría). 


/NEZA^e.      .  NETZA/ie  . 

lzENEZA/i"e.  ZENETZAA-e.  . 

-j-  JLEZA/i'e.       •  LETZA/ie  . 

'IgENEZa/iÍ  .  GENETZAÁ'e    . 

f ZENEZ a/i'6 YE .  ZENETZ A/i'é'YE 

'leza/.^ye.  litzaAcye.   . 


— yolopodía,lospodíaver. 

— tú,  etc. 

— él,  etc. 

— nosotros,  etc. 

— vosotros,  etc. 

— ellos,  etc. 


(ii) . — Flexiones  ohjetivo-^ronominales. 

(2.":  «á  mí»). 

zmizkhedkt  .     zinitza/^ííZat    . — tú  me  lo  podías,  me 

los  podías  ver. 
LiTZA/i-é'(7AT  .     . — él,  etc. 
zinitza/íC^/e      . — vosotros,  etc. 
litza/i'í?c?aye     . — ellos,  etc. 


Ikhus,  lizaZcc/a^ 
ÍzinizaA'cí/e 

LIZA/i'eí/AYE 


Observaciones.  La  2."  y  3."  persona  de  singular  ofrecen  el 
pleonasmo  del  pronominal  t  «á  mí». 

(3.^  «á  tí»). 

iniza/i(?^?/  .  .  mizkketzn.  . — yo  te  lo  podía,   te    los 
\  podía  ver. 

Ikhus. 'LiZA/.f^íV .  .  litza/i-6'/^/(.  . — él,etc. 

Ícjiniza/>t^/í  .  (iinitza/iY'íí^/í. — nosotros,  etc. 

[LizA/.e^ní.  .  hiTZAlefziE  . — ellos,  etc. 


'nizaZ;ío    . 

]ziniza/i¿o. 
Ikhus/lizaÁ'Ío    . 

ziniza/^oye 
.lizaA-^'oye 


-519— 

(4.^:  «á  él»), 
nitzaA'Ío. 

ZINITZA/iíO     . 

litza/i'?'o. 

GINITZA/í"¿*0    . 

zinitzaA'Íoye 
litzaa•^oye  . 


— yo  le  podía   ver   lo, 

ver  los. 
— tú,  etc. 
— él,  etc. 
— nosotros,  etc. 
■ — vosotros,  etc. 
— ellos,  etc. 


Observaciones.  Las  flexiones  labortanas  llevan  la  carac- 
terística del  potencial  Jie  suíijada  y  el  elemento  pronominal 
o  antes  del  núcleo;  he  aquí  las  causas  de  las  diferencias  ex- 
ternas que  las  separan  de  las  suletinas  que  acabamos  de  ver. 


zimzhkegü. 


Ikhus.  lA'Ákl-egü. 
IzimzAl-egiE 
-  {-LizAhegÍE. 


'^izkkezie. 


Ikhus. 'LizAA-e¿:íe. 
joiNiZA^-e^ie 
Ihizkhezie. 


(mzAkie    . 
zmizkhie. 
jLühius.{LiZA/ae    . 

jGINIZAHe. 

|ZINIZAA-¿tíYE 

>LIZA/i"?'eYE 


(5.":  «á  nosotros»). 

zimTZAlegü.     . — tú  nos  lo  podías,  nos 

los  podías  ver. 
lATZ  Al-e  gil   .     . — él,  etc. 
zmmzAlegm    . — vosotros,  etc. 
lAizAlxegm  .     . — ellos,  etc. 

{Q>.^:  «á  vosotros»). 

mTZAlietzie  .     . — yo  os  lo  podía,  os  los 
podía  ver. 

ijiTZAhetzie  .     . — él,  etc. 
GmmzAlietzie.  . — nosotros,  etc. 
hiTZAl-etzie  .     . — ellos,  etc. 


{!.':  «á  ellos»). 
mTZAkie . 

ZINITZA/v¿e     . 

hlTZAJiie  . 
GINITZA/t'^e     . 
ZINITZA/aeYE 
LITZA/WeYE    . 


. — yo  les  podía  ver  lo, 

ver  los. 
. — tú,  etc. 
. — él,  etc. 
. — nosotros,  etc. 
, — vosotros,  etc. 
. — ellos,  etc. 


-530- 

(iii.) — Flexiones  pronom  ¡nales. 
(8.^  «á  raí»). 

inc^TZkliez^í    . — tú  me  podías  ver. 
,  meBTZkJie  .     . — él,  etc. 

■  /¿eNTZAÁY'ziE  , — vosotros,  etc. 
'v¿eNTZA/.'6?YE    . — ellos,  etc. 

{9.':  «á  tí»). 

j^'d'NTZAA-eT.    . — yo  te  podía  ver. 

-r  '¿'/NTZA/i'e  .     . — él,  etc. 

iKIIUS.i  7      ..  '      ,  , 

réNTzAÁ'eGU  . — nosotros,  etc. 


Ikhus. 


Ikhus 


^/ntza/,-/e     . — ellos,  etc. 

(10.":  «á  nosotros»). 

í/íNTZA/ezü  . — tú  nos  podías  ver. 
j^eNTZA/i:6' .     . — él,  etc. 
geíiTZkheziE  . — vosotros,  etc. 
ge-ÑTZÚieYE  . — ellos,  etc. 

(11.*:  «á  vosotros»). 

ze^TZkJieyeT  . — yo  os  podía  ver. 

-2?eNTZA/ié;      .  . — él,  etc. 

'eNTZAZ-2>GÍi  . — nosotros,  etc. 

^  zmTZkl-ei/e  .  . — ellos,  etc. 


Observaciones.  La  pluralizadora  te  del  pronominal  ha 
desaparecido  totalmente  en  la  tercera  persona  de  singular, 
cuya  forma,  en  consecuencia,  no  expresa,  en  realidad,  la  re- 
lación «á  vosotros»,  sino  «á  tí».  Pero  se  distinguen  morfoló- 
gicamente ambas,  aunque  por  manera  insigniñcante,  pues  la 
primera  do  las  ílexiones  referidas  lleva  e  en  la  primera  síla- 
ba, y  la  segunda   /  en  el  mismo  punto. 

15.   Pasado  remoto. 

En  hi  derivación  de  éste  tiempo,  comprendido  en  la  re- 
gla general  ya  conocida,  hay  que  tener  presentes  las  obsor- 


-sal- 
vaciones que  siguen:  a).  Las  flexiones  objetivas  reciben  an^ 
excepto  en  la  segunda  y  tercera  persona  plural,  y  la  vocal 
de  dicha  característica  obliga  á  convertirse  en  i  á  la  e  del  he 
potencial  que  choca  con  ella;  así  tenemos  nizakian,  zeneza- 
KiAN,  etc.;  las  flexiones  exceptuadas  toman  n  sencillamente: 
b).  En  las  flexiones  de  segunda  categoría  hay  una  contrac- 
ción en  la  tercera  persona  de  plural;  mzakedaye  produce  zi- 
zakeden:  c).  En  la  tercera  categoría  se  introduce  una  i  epen- 
tética antes  del  afijo  pronominal,  excepto  en  la  tercera  per- 
sona de  plural  que  se  convierte  en  e,  á  la  vez  que  la  e  del 
he  potencial  se  convierte  en  i;  así  tenemos  nezakeizün  «yo 
te  lo  pude  haber»  y  zizakiszien  «ellos  te  lo  pudieron  haber»; 
además,  en  la  derivación  de  éstas  flexiones,  todas  las  i  de 
la  primera  sílaba  de  las  originarias,  bien  pertenezcan  al  afijo 
personal,  bien  al  núcleo,  se  couAáerten  en  e,  excepto  en  la 
tercera  persona  plural;  por  lo  tanto,  de  mzakezü,  etc.,  ten- 
dremos zezAKEizÜN,  etc.,  pero  de  lízakezie,  zízakiezien:  d) 
La  cuarta  categoría  toma  la  ?i  sola  al  final  y  no  experimen- 
ta otros  cambios  que  el  de  la  i  en  e  de  las  primeras  sílabas 
originarias:  n¿zakio — n^zakion,  l^zakio — Z(?zakion,  etc.  La 
quinta  cpitegoría  es  del  todo  regular;  se  le  sufija  la  ?i  sin 
ninguna  otra  alteración.  En  la  sexta  se  encuentra  la  i  epen- 
tética después  del  afijo  potencial  Z;e  y  la  permutación  de  ini- 
cial en  e;de  NiZAKEziE,NezAKE?'ziEN,  etc.  La  séptima  categoría 
imita  eii  todo  á  la  cuarta,  hasta  en  conservar  la  i  originaria 
en  la  2."  persona  de  plural;  por  lo  tanto,  tenemos  nizakie  y 
NezAKíEN,  etc.,  y  z¿'nizakieye  y  z¿nizakieye?i.  La  octava  ca- 
tegoría toma  n  en  las  dos  segundas  personas  y  en  la  tercera 
de  plural;  pero  an  en  la  tercera  de  singular,  permutando  en 
i  la  e  del  afijo  potencial;  de  nentzake,  NENTZAK^a?^.  A  las 
mismas  reglas  obedece  la  novena;  la  tercera  persona  de 
plural  cambia  la  i  originaria  de  la  sílaba  inicial  en  e;  de  z¿n- 
TZAKiE,  zeNTZAKíEN.  La  décima  imita  á  la  octava;  y  en  la  un- 
décima hay  que  observar;  1.°  una  desviación  del  tipo  origi- 
nario en  la  primera  persona,  debida  á  la  distinta  distribu- 
ción de  los  elementos  constitutivos,  zentzakiedan  de  zen- 
tzakeyet:  2.°  la  permutación  de  la  e  de  la  sílaba  inicial  en  i 
en  la  tercera  persona  de  singular,  z^ntzaken  de  zcntzake. 

36 


III. — Supositivo  del  potencial. 
17.  Futuro  conjetural. 

Este  tiempo  presenta  algunas  irregularidades  do  poca 
monta,  que  dejan  á  salvo  el  sistema  general,  que  ya  cono- 
cemos, de  su  formación.  Las  ílexiones  objetivo-plurales  de 
la  primera  categoría,  sufren  l'a  pormutaciun  de  la  c  de  la  sí- 
laba inicial  de  las  originarias  en  i,  y  algunas  de  ellas,  ciertas 
contracciones.  Las  contracciones  son  las  que  siguen:  bani- 

TZA,  BAZINTZA,  BALETZA,  BAGINTZA,  BAZINTZE,  BALITZE.  LaS  ob- 

jetivo-singulares  baneza,  bazeneza,  etc.,  son  del  todo   regu- 
lares. 

La  sétima  categoría  tiene  las  ñcxiones  de  segunda  y  ter- 
cera persona  de  plural  irregulares;  siendo  sus  originarias 
del  pasado  del  subjuntivo  ziniezen — zinietzen  y  liezen — 
LiETZEN,  las  que  ahora  nos  ocupan  son  bazinizeye — bazini- 
tzeye;  y  balizeye — balitzeye-  En  las  demás  nada  hay  que 
advertir. 

IV. — Condicional. 

ly.  Presente. 
(i)  . — Flexiones  objetivas. 
(1."  categoría). 
m\ke  .      .     .    NÍiTÜ/.p    .      . — yo  lo  viera,  los  viera. 


Ikiiusten. 


izÜNüAt'    .  .  zÜNTÜ/.í'  .  . — tú,  etc. 

IlíUc  .     .  .  LÜTÜ^t'    .  . — él,  etc. 

GÜNÜ/t'tí    .  .  GÜNTÜ/ífc'  .  . — nosotros,  etc. 

zÜNÜ/itíYE.  .  züNTfl/rcYE  . — vosotros,  etc. 

'LÜ/i-evE     .  .  líítü/.cye  . — ellos,  etc. 


Observaciones.  Estas  flexiones  ñus  ofrecen  la  particula- 
ridad de  no  estar  formadas  con  las  del  imperfecto  del  verbo 
suletino,  sino  con  las  del  imperfecto  labortano.  Poro  como 
suponíamos  fundadamente  que  el  imperfecto  suletino  es  una 
alteración  del  labortano,  éstas  Ílexiones  condicionales  vie- 
nen á  robustecer  esa  suposición,  pues  hay    miK  lia  más  ve- 


rosimilitud  en  ver  en  ellas  iina  perpetuación  del  tipo  primi- 
tivo qnc  no  nn  préstamo  de  otro  dialecto.  El  hiato  de  las  ü 
del  núcleo  y  del  sujeto  gü,  zü,  se  evita  con  una  n  eufónica, 
la  cual  se  trasmite  epentéticamente  á  las  formas  objetivo- 
plurales  que  no  la  necesitaban. 

(ii .)  —Flexión  es  o  hjetivo-pron  omiii  a  les . 

(2.":  «á  mí»). 

, ZENEi/í(?f  ,  .  ZENEiz/iCf  .  . — tú  me  lo  vieras, 
\  me  los  vieras. 

Ikhcsten.  luEiJi-et.     .  .  hEizl-et.     .  . — él,  etc. 

fzENEi/i'cr/E,  .  zeneizAcí/e  . — vosotros,  etc. 

■lei/.ccZe  .  .  LEizlecÍE  .  . —  ellos,  etc. 

Observaciones.  El  núcleo  es  i.  La  formación  es  muy  re- 
gular, como  se  verá  comparando  estas  flexiones  con  sus 
originarias  del  pasado  suletino. 

(8.^  «á  tí.)). 

¡^EÚrzil  .  .  ^Eizlefzü    .  . — yo  te  lo  viera,  te 
\  los  viera. 

Tkhusten.  ijFAJi-ezü  .  .  -LEVÁhetzil  .  . — él,  etc. 

íGENEíAe^//  .  geneiz /tí? /*■/■/  . — uosotros,  etc. 

'leiZ'(?,3'/e  .  .  LEizletzÍE  .  . — ellos,  etc. 

Observaciones.  La  derivación  del  imperfecto  es  comple- 
tamente regular. 

(4.%<áéi))). 

NEiAo .     .     .     NEizZo  .     .     . — yo  le  viera  lo,  le 

viera  los. 

ZENElAv)    .        .        ZENEIz/i'O      .        . tÚ,  etc 


lKnUSTEN.<LElZ;0. 

ÍgeneiA'o  . 

[zENEl/iOYE 
LElZ'OYE    . 


LEiz/iO  .     .  . — él,  etc. 

GENEiz/.o.   .  . — nosotros,  etc. 

zENEiz/i'OYE .  .- — vosotros,  etc. 

LEizZ'OYE     .  . — ellos,  etc. 


Observaciones.    La  característica   del    condicional  l-e  ha 
sufrido  la  elisión  de  e,  y  la  /  del  tema  verbal  ci  que   en   el 


5-21  - 


imperfecto  se  había  consoiiiñcado,  ha  vuelto  ú  ser  vocal  en 
las  presentes  flexiones,  cuya  derivación,   por   lo   demás,   es 


regular. 


(5/:  «á  nosotros»). 


zeneiZtí/// 


ZENEiz/i-e^;//.     . — tú  me  lo  vieras, 
me  los  vieras. 
Ikhusten.  LmJiegü   .     .     Lmz/iegü    .     . — ól,  etc. 

¡zE^Eikegi-E   .     zeneiz/.'í?<7¿e.    . — vosotros,  etc. 
[hEiJiegÍE  .     .     hEizJiegÍE  .     . — ellos,  etc. 

(6.":  «á  vosotros»). 

i-ÑEÚezie  .     .     iimzl-etzie  .     . — yo  te  lo  viera,  te 

los  viera. 
LEizhetzie  .     . — él,  etc. 
GENEiz/í-e^^í'e    . — nosotros,  etc. 
LEizJietzie  .     . — ellos,  etc. 


Ikhusten.  LEiJiezie  . 
GE^EiJiezie 
[LEÚezie  . 


iNEiZ-e 


(7."  «á  ellos»), 

NEIZ^-e. 


]ZENEl/.-e    . 

iKnUSTEN.'.LElZe.       . 

JGENEl/.C    . 

IZENElZcYE 

LElAcYE     . 


— yo  les  veía  lo,  les 

veía  los. 
— tú,  etc. 
— el,  etc. 
— nosotros,  etc. 
— vosotros,  etc. 
— ellos,  etc. 


ZENEIz/iT?   . 

LEizle. 
geneizZt  . 
zeneiz/.'cye 

hElzlCf/E   . 

(3bser vaciónos.  La  característica  del  condicional  ha  sufri- 
do la  misma  modificación  que  en  la  cuarta  categoría;  por  lo 
tanto,  la  sílaba  Jic  no  es  un  elemento  simple,  sino  un  com- 
puesto de  la  característica  de  modo  y  del  pronominal  c. 

(iii).  Flexiones  pronominales. 
(8."  «ámí»). 

Í?2í¿NDÜ/»(?zü  .  tú  me  vieras, 

nW^mxhe  .     .  ól,  etc. 

nmv>\\lieziE  .  vosotros,  ote. 

?i<'NDÜAvyE  .  ellos,  etc. 


-525— 


Observaciones.  El  núcleo  es  a,  y  la  n  y  d  que  le  prece- 
den son  las  letras  eufónicas  y  de  refuerzo  que  encontramos 
en  los  tiempos  pasados:  el  elemento  pronominal  es  7ia. 

(9-«:  cátí»). 

zi'mT\\J:eT.     .     yo  te  viera. 

T-  \  zü-^TXiJí-e  .     .     él,  etc. 

Ikhüsten.  \   .....     ..  '    ^ 

íziminkeGVi    .     nosotros,  etc. 

zi'mTV.JaE.     .     ellos,  etc. 

Observaciones.  La  característica  l-e  se  convierte  en  Jxi 
en  la  tercera  persona  de  plural  por  la  inmediación  do  r,  y  la 
d  de  refuerzo  en  t  en  todas. 

(10.":  «á  nosotros»). 

GimTiiJiezv    .     tú  nos  vieras. 

T-  \n¡"mTÜJ{c  .     .     él,  etc. 

iKnusTEN.r..     ..7  '     , 

IgimTiiheziE  .     vosotros,  etc. 

<7 ííNTüAeYE    .     ellos,  etc. 

(ll.**:  «á  vosotros»). 
zi'mTÍil-e?jeT  .    yo  os  viera. 

r  l^Z/NTÜ/«7E.       .      él,   ctc. 

Ikhusten.J   ........  '     , 

j^ZíNTiiAveGu  .    nosotros,  etc. 

[zimTÜkeYE    .    ellos,  etc. 

20. — Pasado  remoto. 

El  pasado  remoto  se  forma  añadiendo  á  las  flexiones  que 
acabamos  de  examinar  la  característica  de  pasado  71  ó  a7i  y 
sustituyendo  la  I  de  las  terceras  personas  por  z.  Las  flexio- 
nes acabadas  en  lie  toman  a??.;  por  ejemplo:  nüke,  nükian, 
lüke,  lükian,  y  lo  mismo  las  acabadas  en  f;  por  ejemplo; 
LEIKET,  zEiKEDAN;las  restautcs  71;  por  ejemplo:  neiko,  neikon; 
leikegü,  zeikegün;  neikezte,  neikezien;  leikoye,  zeikoyen. 

V. — Supositivo  del  condicional. 

23.  Presente. 

En  la  formación  de  este  tiempo,  ademas  de  las  reglas  ge- 


5ÜC- 

nerales  de  la  pá^.  420,   hay  que   tener   presenten   la?!    qne 
ísignen: 

1."  Cuando  por  la  supresión  del  ke  condicional  vienen 
á  ponerse  en  contacto  la  ü  del  núcleo  signiñcativo  con  una 
sílaba  c  ó  ¿/e,  dicha  \l  se  convierte  en  i  y  la  i  de  ¡/c  se  elide: 
de  ZÜN//KE//E,  bazüníe;  de  züntí/keyet,  bazünt/et;  de  zunt/í- 

KIE,  BAZÜNT¿E. 

2."  Las  flexiones  que  marcan  en  el  tiempo  origina- 
rio (el  presente  del  condicional)  con  z  el  plural  objetivo, 
lo  marcan  con  tz  en  el  actual  tiempo  derivado;  de  nei^tke, 
BANEI¿^E;  de  leu'ket,  baleií^at.  Se  exceptúan  las  formas  en 
que  la  sibilante  precede  á  una  dental:  balei^tade  de   lei^:- 

KEDE. 

3."  Las  segunda  y  tercera  persona  de  plural  de  la  se- 
gunda categoría  introducen  una  a  de  ligadura  después  del 
suíijo  pronominal,  y  éste  no  está  representado  como  en  las 
originarias,  por  la  dental  suave,  sino  por  la  fuerte:  de  zenei- 

KE(7e,  EAZENEI/cíDE;   de  LEIKEí/e,  BALEI^fADE. 

4."  En  la  cuarta  categoría  la  i  del  núcleo  el  se  conso- 
nifica  al  desaparecer  ke  y  chocar  con  la  o  pronominal;  de 
neíko,  bane?/o;  de  geneíko,  bagene?/o.  Son  irregulares  la  se- 
gunda y  tercera  persona  de  plural,  bazenozie — bazenotzie, 
BALEYUE — BALEiTZüE,  quc  procedcu,  respectivamente,  dc  ze- 

NEIKOYE — ZENEIZKOYE,  LEIKOYE — LEIZKOYE. 

5."  La  quinta  categoría  no  admite  la  permutación  de  ü 
en  i  del  elemento  pronominal  que  ofrecen  algunas  formas 
del  tiempo  originario  y  por  regresión  íigura  en  el  derivado 
la  gutural  fuerte:  así  tenemos  bazeneiM  de  zeneiZ-e^/ü  y  ba- 

ZENElA-/<YE  de  ZENEIKEf//E. 

6."  La  séptima  categoría  experimenta  las  mismas  modi- 
ficaciones que  la  cuarta;   sus  formas  irregulares  son:  baze- 

NEZIE  =  BAZENETZIE;  BALEYIE  =  BALEITZEYE. 

VI. — Optativo  del  Condicional. 

27.  Presente. 

Este  modo  es  también  derivado.  Sus  dos  tiempos  so  for- 
man de  las  llcxioues  del  presente  del  condicional,  despoja- 


-527- 


das  de  la  característica  J¿e,  y  de  las  del  futuro  conjetural 
del  supositivo  del  condicional,  despojadas  del  prefijo  ha,  y 
precedidas  todas  ellas  de  la  característica  a?",  la  cual  origi- 
na en  las  flexiones  cambios  iniciales.  Ai  ó  acli  debe  de  ser 
uno  de  esos  verbales  modificativos  de  que  nos  ocuparemos 
más  adelante.  A  éste  tiempo  lo  denomina  Mr.  Inchauspo 
«votivo»  y  el  Príncipe  T3onaparte  constituyo  con  estas  for- 
mas dos  modos,  á  los  que  denomina  «optativo  del  condicio- 
nal» y  «optativo  del  potencial  condicional».  Este  modo  pre- 
senta la  particularidad  de  que  las  flexiones  no  preceden  al 
nombre  verbal,  sino  que  lo  siguen.  Así  no  se  dice  ierusten 
AIKÜNÜ  «¡ojalá  nosotros  lo  veamos!»  sino  ¡AndÍNÜ  híhüsten! 
He  allí  el  motivo  de  que  distribuya  los  siguientes  paradig- 
mas en  distinta  forma  que  los  anteriores. 

(i.)  Flexiones  ühjetivas. 

(1."  categoría). 


Ojalá  yo  lo  vea,  los 

vea 

AINÜ     . 

.      AINÜTÜ       . 

Ojalá  tú,  etc . 

AITZÜNli     . 

.      AITZÜNTÜ. 

•i 

Ojalá  él,  etc.  . 
Ojalá  nosotros,  etc. 

AILÜ     . 
AIKÜNÜ       • 

.      AILÜTÜ       . 
.      AIKÜNTÜ    - 

f 

/IKHUSTEN 

•i 

Ojalá  vosotros,    etc. 

AITÜZNIE  . 

.      AITZINTIE . 

■] 

Ojalá  ellos,   etc  . 

AILIE   . 

.      AIL^^TIE      . 

1 

Observaciones.  En  las  cuatro  primeras  formas  el  núcleo 
es  ü  y  en  las  dos  últimas  i.  En  varias  objetivo-plurales  una 
n  epentética  viene  á  incorporarse  en  el  afijo  pluralizador  üt. 

(ii) . — Flexiones  ohjetivo'pronojninahs. 

(2.*:  «á  mí»). 


Ojalá  tú  me  lo  veas, 

me  los  veas     . 
Ojalá  él,  etc  . 
Ojalá  vosotros,   etc. 
Ojalá  ellos,  etc   • 


AITZENEIÍ. 
AILEI?^. 

AiTZINElfADE. 
AILEIiÍADE. 


AITZENEITZAÍ   . 
AlLEITZAÍ    . 
AITZINElZiÍADE., 
AILEIzfADE.        .) 


IKHUSTEN 


—528- 


Observacionos.  La  plurLilización  personal  está  encomen- 
dada á  de',  en  las  fle-Niones  originarias  llenaba  este  olicio  la 
e  Sola:  de  aquí  las  combinaciones  tzi  =  de,  «vosotros»;  l  =  de, 
«ellos». 


Ojalá  yo   te  lo  ven, 

te  los  vea  . 
Ojalá  él,  etc  . 
Ojalá  nosotros,   etc. 
Ojalá  ellos,  etc   . 


Ojalá  yo  le   vea  lo, 

le  vea  los  . 
Ojalá  tú,  etc  . 
Ojalá  él,  etc  . 
Ojalá  nosotros,   etc 
Ojalá  vosotros,   etc 
Ojalá  ellos,  etc  . 


(;].":  «á  tí»), 

AILELe.'i      . 

aiicenei^/í 
ailelí/e   . 

(L\  «áél»). 

AINEYO       . 
AITZE>ÍEYO       . 
AILEYO 
AIKENEYO. 
AITZENOZIE     . 
AILEY^E    . 


AINEI¿,^/¿    . 
MhElt.Zil    . 

Aihmtzm . 


AINETZO     . 

AITZENEITZO 

AILEITZO   . 

AIKENEITZO 

AITZENOTZIE 

A1LEITZZ¿E 


IKHUSTEN. 


'IKHUSTEN. 


Observaciones.  En  la  ílexión  aitzenotzie  es  pleonástica 
la  z  pluralizadora  que  va  después  del  afijo  pronominal,  pues 
el  sujeto  «vosotros»  estaba  completamente  representado  por 
tze  —  e:  dicha  ,2:  sirve,  en  resumidas  cuentas,  para  evitar  el 
hiato  oi  que  de  otra  manera  se  produciría.  La  i  del  núcleo 
ei  se  consonifica,  como  de  costumbre,  en  la  mayoría  de  las 
flexiones,  y  el  pronominal  o  se  convierte  en  u  en  dos  de 
ellas. 


(5.":  «á  nosotros»). 


Ojalá  tú  nos  lo  veas, 

nos  los  veas   . 
Ojalá  él,  etc  . 
Ojalá  vosotros,  etc. 
Ojalá  ellos,  etc  . 


AlTZENEl/''     . 
AlLElZ'i     . 
AITZ1NEi/m(YE 
AILElA''YE        . 


AITZENEIz/ú/     . 
AlLEIz/i/í,     . 
AITZlNEIz/./íVE 
AlLElz/i''VE.      . 


nUlUSTEN. 


-529- 

(0.":  «á  vosotros»). 
Ojalá  yo  os  lo  vea, 

os  los  vea     .     .    AmEizie  . 
Ojalá  él,  etc.     .     .    AiLEme  . 
Ojalá  nosotros,  etc.    ÁiKENEme 
Ojalá  ellos,  etc  .     .    mleizíb   . 


Ammtzie . 
kiLF,itzie . 
AiKE^mtzie 
kiLEitzie  :W. . 


IKHUSTEN. 


Observaciones.^  La  tercera  persona^  de  plural  está  con- 
traida;  falta  la  pluralización  de  e;  la  forma  íntegra  sería  ai- 

LEIZIEYE  ó  AILEIZEDE. 


i  IKHUSTEN. 


Ojalá  yo  le  vea   lo, 

le  vea  los  .     .     .  aineys     .  .  aineitz^  . 

Ojalá  tú,  etc  .     .     .  aitziney^  .  AiTZENEiTze 

Ojalá  él,  etc  .     .     .  aileyc      .  .  aileitz^  . 

Ojalá  nosotros,  etc.  aikeneys  .  .  aikeneitzs 

Ojalá  vosotros,  etc.  aiizen^zie  .  aitzensitze 

Ojalá  ellos,  etc   .     .  ailey¿e    .  .  aileitzéye 

Observaciones.  En  la  distribución  del  afijo  pronominal 
ésta  categoría  imita  completamente  á  la  cuarta.  En  las  tres 
personas  de  singular  y  primera  de  plural,  la  e  pronominal 
sirve  de  remate  á  la  flexión;  en  la  segunda  y  tercera  va  des- 
pués del  núcleo  y  7i  eufónica  subsiguiente,  dando  ocasión  á 
que  en  la  iiltima  se  convierta  en  i  para  evitar  la  reiteración 
que  originaría  la  presencia  de  la  e  pluralizadora  personal. 
Nótese  cuan  escrupulosamente  está  marcado  el  plural  en 
dicha  tercera  persona  y  cómo  se  diferencia  de  la  singular: 
AILEYE  y  AILEYIE  CU  lugar  de  AILEYETE,  conscrvándose  sus- 
tancialmente  todos  los  elementos  constitutivos  de  la  rela- 
ción, aunque  con  transformaciones  fonéticas. 

(ni) . — Flexiones  j^Tonommales. 


(8.*;  «á  mí»). 


Ojalá  tú  me  veas     . 
Ojalá  él,  etc  . 
Ojalá  vosotros,  etc. 
Ojalá  ellos,  etc  . 


AI7¿MNDUZÜ. 
MU  ¿¿NDÜ 
Ain  ÍÍNDÜZIE 
AI?^MNDIE      . 


IKHUSTEN. 


37 


Ojalá 
Ojalá 
Ojalá 
Ojalá 


sao  - 

(9/:  «á  tí). 

yo  te  vea  .     .  mízíoitüt  . 

el,  ote  .     .     .  Ai/^~if/iTÜ    : 

nosotros,  etc.  MtziuiTÜan 

ellos,  etc  .     .  kitzmmE  . 

(10.*:  «á  nosotros»). 
AiA-íiNTÜzii 

AlAííNTÜ      . 

aiAíÍntüzie 
aiá'ííntie    . 


IKHUSTEN. 


Ojalá  tú  nos  veas  . 
Ojalá  él,  etc  .  .  • 
Ojalá  vosotros,  etc. 
Ojalá  ellos,  etc  .     ■ 


)  IKHUSTEN. 


^  (11.*:  «á  vosotros»). 


Ojalá 
Ojalá 


Ojalá 


yo  os  vea . 
él,  etc  .     .     . 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc  .     . 


Aitzü^Tiei. 
MtzüntiE. 
Aitzi'mTieGV 
Mtzimiie. 

29.  Futuro. 


IKHUSTEN. 


(i). — Flexiones  objetivas. 
(1.*  categoría). 


AINEZA      . 
AITZENEZA 
AILEZA       . 
AIKENEZA. 
AITZENEZE 
AILEZE       . 


AINITZA  . 
AITZINTZA 
AILITZA  . 
AIKINTZA  • 
AITZINTZE 
AILITZE     . 


hKHüS. 


Ojalá  yo  lo  vería, 
los  vería  .  •  • 
Ojalá  tú,  etc.  .  • 
Ojalá  él,  etc  .  .  • 
Ojalá  nosotros,  etc. 
Ojalá  vosotros,  etc. 
Ojalá  ellos,  etc  .     . 

Observaciones.  El  núcleo  eza  aparece  en  esta  su  forma 

íntegra  V  en  las  siguientes:  iza,  ez,  iz,  sufriendo  \a  m.orvov^- 

Me\'^ny(\e\^  t  del  objetivo  plural   en  miz,  úz,   üza. 

La   üex  on  s'objetivo-plurales   prellorcn    las   íonnos  en  . 

Í^.Serencia  que  se  extiende  á  las  dol  af,o  del  su,eto:  /.  (,.) 

tzi  {zU). 


(ii) . — Flexiones  ohjetivo-jironominales. 

(2.";  «á  mí»). 

Ojalá  tú  me  lo  ve- 
rías, me  los  verías.  AITZINIZA.¿      .  AITZINITZA¿  ¡ 
Ojalá  él,  etc  .     .     .  ailizaí    .     .  ailitzaí  .     .) 
Ojala  vosotros,  etc.  aitziniza^/e  .  aitzinitzaí7e  i 
Ojalá  ellos,  etc  .     .  ailizacZe  .     .  ailitzaíZe 

(3.";  «á  tí»). 

Ojalá  yo  te  lo  vería, 

te  los  vería     .     .  ainiza^íí  .  ,  kminzktz'ú 

Ojalá  él,  etc  .     .     .  kiLizkzü  .  .  ailitza^^í¿ 

Ojalá  nosotros,  etc .  aikiniza^w  .  kiKmnzktzü'     ^^^' 

Ojalá  ellos,  etc  .     .  atliza^íe.  .  ailitza^^íe   . 

(4.^áél»). 


Ojalá  yo  le  vería  lo, 

le  vería  los     - 

AINIZO 

.      AINITZO      .       . 

Ojalá  tú,  etc  .     .     , 

AITZINIZO. 

.     AITZINITZO.     . 

Ojalá  él,  etc   . 

AILIZO.       • 

.      AILITZO     .        . 

Ojalá  nosotros,  etc  . 

AIKINIZO    . 

AIKÍNITZO.       . 

Ojalá  vosotros,  etc  . 

AITZINIZe^E 

AITZNITZZ<E    . 

Ojalá  ellos,  etc    . 

AILIZWE     . 

AILITZÍ/E  . 

IKHUS. 


(5.^  «á  nosotros»). 

Ojalá  tú  nos  lo  ve- 
rías, nos  los  verías.  AITZINIZA<7¿í     .  AITZINITZAí/íí . 
Ojalá  él,  etc  .     .     .  kiLiZkgü    .     .  kihiTZkg'd.     . 
Ojalá  vosotros,  etc.  aitzinitzaí/íe  .  aitzinitzaí^íeI 
Ojalá  ellos,  etc  .     .  ailizaí/ie  .     .  ailitza^íe 

(6.":  «á  vosotros»). 


Ojalá  yo  os  lo  vería, 

os  los  vería    .     .  AiNizA^ie.  .  kimizktzie  . 

Ojalá  él,  etc  .     .     .  kiLizkzíe.  .  kiLiiZktzie  . 

Ojalá  nosotros,  etc.  aikiniza^/^  .  kiKmiizktzie 

Ojalá  ellos,  etc  .     .  kiLizkzie.  .  kihiizktzie  . 


IKHUS. 


UKHüS. 


AlNIZtí 
AlTZlNIZe . 

AiLize.     • 

AIKINlZe 


AlNITZe  . 
AlTZlNlTZe 
AlLITZe      . 

AIKINITZÍ?. 

AlTZlNlTZeYE 

AlLiTZeYE 


(J.":  «á  ellos»). 
Ojalá  yo  les  vería  lo, 
les  vería  los   .     - 
Ojalá  tú,  etc.     • 
Ojalá  él,  etc.     • 
Ojalá  nosotros   etc  •     --^^ 
Ojalá  vosotros,  etc.     a  t 
Ojalá  ellos,  etc  .     •     ailizei. 

(in.)--Flexiones  ];)ronominales, 

(8.":  «á  mí>>.) 

Oialá  til  me  verías  .     aw^ntzazü.     . 
ujaid  lu  AincNTZi     .     ■ 

Ojala  el,  etc  .     ■     •  ^^^^^ie. 

^íf  Xet        .     ^-^-"''^     • 
Ojala  ellos,  etc  . 

(9.":  «á  él»). 

Ojalá  ellos,  etc  .     •     ^^^^^ 

(10.':  «á  nosotros»). 

Ojalá  tú  nos  varias,     m.™  . 

Ojala  el,  etc  .     •     •        ^  •     ^azie. 
Ojalá  vosotros,   etc.     au  m 

Ojalá  ellos,  etc    .    •     a^^^^^^^ 

(11.":  «á  vosotros»). 

Oialávo  os  vería.    .     aií^^^^z^t  : 

Ojala  el,  etc  .     •  .w./^tzígü. 

ojalá  nosotros    etc.     a  -^^^^^^^^^ 

Ojalá  ellos,  etc  .     •     ^i^^' 


AlKHUS. 


'*     1 


IKHXJS. 


IKHUS. 


IIKIIUS. 


>  IKHUS. 


-«v.in  qn  consonante 
Observaciones.  La  rl^valizadora  ?/..  r^^;'^  ,3,,,, 

inicial  cuando  estA  ^^^^^l,^,,K.B,  nuo   MX^H- 


-533- 


III. 


Recapitulemos  ahora  los  elementos  formativos  de  las  fle- 
xiones suletinas. 

^. Elementos   constitutivos. 

Afijos  ^personales  ó  del  sujeto. 

T,  d «yo». 

N  , «yo». 

Zü,  tz'úy  tz   .     ,     .     .  «tú». 

Ze^  tze «tú». 

Zijtzi «tú». 

Gil.,   l'ü «nosotros». 

G-e «nosotros». 

Gi,  Jci «nosotros». 

Ke,  hí «nosotros». 

B  .     , «él». 

Z «él». 

L «él». 

AFIJOS    rnONOMINALES. 

^,  í¿    ..'...  «á  mí». 

N «á  mí». 

Na «á  mí». 

Ne «á  mí». 

Zil,  tzii    ,     .     ,     .     .  «á  tí». 

Zi,  tzi «á  tí». 

Ze^  zi «á  tí». 

G^ít,  Tiü «á  nosotros». 

Giy  hi «á  nosotros». 

Ge. «á  nosotros». 

G «á  nosotros». 

Oy  11 «á  él». 

E,  i «á  ellos». 


-534- 

AFIJOS     DE     LA     PLURALIZACIÓN     PERSONAL 
Y  PRONOMINAL. 

Te,  de,  e «varios». 

Ye,  e «varios». 


COMBINACIÓN 

DE  LOS  AFIJOS  PERSONALES  Y  PRONOMINALES 

CON  SUS  PLURALIZADORES. 


Zí^e.      .      . 
Ze,  tzie    . 
Zii — ye,  zá — e 
Ze — ye,  ze — e 
Zí — ije,  tzi — ye 
Tzü-z-e    .     . 
Tzi-de,  tzi-ye,tzi-e 
Tze — e    .     , 
Zii — ye,  zü — e 
Zie — tzie 
Zi—e,  zi—a  (?) 
Ze — ye,  zí — ye 
Be—e.     .     . 
Ze — ye,  ze — e 
L — ye,  I — e  . 
L — de 


«vosotros». 

«vosotros». 

«vosotros». 

«vosotros». 

«vosotros». 

«vosotros». 

«vosotros». 

«vosotros». 

«á  vosotros». 

«á  vosotros». 

«á  vosotros». 

«á  vosotros». 

«ellos». 

«ellos». 

«ellos». 

«ellos». 


AFIJOS  DE  LA  OBJETIVACIÓN. 

•{^)  ^ «lo». 

Ut «varios». 

7j,  tz «varios». 

NÚCLEOS  SIGNIFICATIVOS. 

i' 1 

I    . «haber». 

El .) 


-535— 


E  . 

Ai. 
Eza 

Ez, 
Tza. 
Tz  . 


B. 


«haber». 


-Elementos  característicos. 


z! '   Del  presente  de 

•     ■     ■      ■     *     '     '      indicativo. 

j Del  pretérito  im- 

T-,. '/perfecto  de  indi- 

j^  (cativo,  del  modo 

/condicional  y  de 

^ isu  optativo  y  su- 

Eza^  ez jpositivo. 

Iza,  iz / 

Eza \ 

Ez i 

Iza [Del    modo    sub- 

Iz  ...'..     .[     jimtivo. 

Tza 

Tz ' 

7^        jDel  modo  impe- 

Tza  '.  ;.*.":  :'  "^*^^°- 

■L^  )  Del  modo  poten- 

Eza .  1        ^ 

rp^  cialysu  supo- 

j        SltlVO. 


-53C- 


AFIJOS. 


Ke,  Jií,  h ¡Del  futuro. 

ii'e,  /t¿,  h ¡Del  potencial. 

Ke^k }Del  condicional. 

Kian,  Iden    .     .     .     .(Del  pasado  remo- 
Ke — n j     to  del  condic. 

Kian |Del  pasado  remo- 
lí— n,  hi — R     .     .     .i     to  del  potenc. 

iV,  an ¡Del  pasado. 

N ¡Del  subjuntivo. 

Ba ¡De  lossupositiv. 

Ai ¡Del  optativo. 

(^, Elementos   estéticos. 

A ¡De  ligadura. 

^ / 

y,  íZ (Eufónicas. 

xY  ......     .) 

Y [Epentéticas. 

Tz ¡Pleouástica. 


-537- 

CAPÍTULO  XVII. 

EL  TRATAMIENTO  EESPETUOSO  DEL  TRANSITIVO  SULETI-  O. CONJU- 
GACIÓN SENCILLA  DE  LOS  VERBOS  SULETINOS  TRANSITIVOS. 

I. 

La  combinación  de  los  nombres  verbales,  dentro  de  cada 
dialecto,  es  siempre  igual;  voy,  por  lo  tanto,  á  concretarme 
ahora  á  dar  las  flexiones  del  tratamiento  respetuoso  pura  y 
simplemente,  especificando  los  tiempos  y  modos  á  que  per- 
tenecen. Marcaré  con  un  guarismo  (1,  2,  3)  la  persona 
á  que  corresponden,  y  con  una  inicial  (S.  P.)  el  nú- 
mero; en  cuanto  al  significado,  es  imposible  marcarlo 
en  castellano  correcto,  porque  entra  el  pronombre  que 
representa  á  la  persona  con  quien  respetuosamente  es- 
tamos hablando  en  la  fórmula  verbal;  en  la  primera 
persona  singular  del  presente  de  indicativo,  la  traduc- 
ción «yo  te  lo  he»  correspondería  con  alguna  aproxima- 
ción á  la  flexión  euskara;  pero  está  muy  lejos  de  ser  exacta, 
porque  zu  no  es  «tú»  y  además  resulta  idéntica  á  la  traduc- 
ción de  la  primera  persona  de  la  tercera  categoría  del  trata- 
miento indeterminado.  Si  dijésemos,  con  exactitud  de 
otra  especie,  «yo  se  lo  tengo  á  Vd.»,  aparecería  un  ele- 
mento reflexivo  que  para  nada  figura  en  el  original. 
Del  inconveniente  de  traducir  zu  por  «tú»  ya  he  ado- 
lecido en  toda  la  exposición  del  verbo  bascongado  que  has- 
ta ahora  llevo  hecha,  pero  ha  sido  por  no  andar  por  cami- 
nos más  embarazosos,  y  á  la  postre,  menos  exactos  tocando 
á  otros  puntos.  Las  flexiones  que  ahora  doy,  cuando  van  so- 
solas,  significan  «haber»  en  el  presente  y  pretérito  imperfec- 
to de  indicativo;  en  todos  los  demás  tiempos  requieren  para 
tener  ese  significado  su  combinación  con  el  verbal  ükhan. 

El  tratamiento  respetuoso  está  constituido  por  flexiones 
en  las  cuales  se  ha  incorporado  el  pronombre  ziL 

I. — Modo  indicativo. 

1. PRESENTE. 

1."  categoría.  S.  1,  di^^t — diti^/7t:  3,  mzü — diti^¿¿.  P.  di- 

38 


-  538  - 


¿í/íGÜ — DiTUííGu:  3,  Dizie — DiTi^ÍE. —  '2."  categoría.  S.  3.  dita- 
zii — mzTktzlL  P.  3,  dita^/e — diztaí^'¿e. — 3/  categoría,  caret} 
— 4."  categoría.  S.  1,  dio^íít — -Diotz'úT.  3.  dio^/¿ — ditzo^ü.  P. 
1,  dio^//'"gíí^ditzo<;/7gü:  3,dio-ó'Je — ditzo^-íe. — 5  '^  categoría.  S. 
3,  'Diki'izü — mzJi-utzif.  P.3,  diA/'^/e — mzl-iff. zíe. — G."  categoría, 
caret. — 7/  categoría.  S.  1,  die^IIt — ditze^íít.   3,  pie^/í — di- 

TZEZÜ.    P.  1,    DlE.í'/íGÜ DITZE£'/ÍGÜ:  3,  DIE^'/e DITZE¿¿E. — 8." 

categoría.  S.  3,  mzii.  P.  3,  mzÍE. — 9.''  categoría,  caret. — 10" 
categoría.  S.  3,  gitis'//.  P.  3,  citizíe. — 11.%  caret. 

Observaciones.  El  análisis,  que  ya  practicamos,  de  las  fle- 
xiones del  tratamiento  indeterminado,  nos  permite  hacer- 
nos inmediatamente  cargo  de  la  economía  de  éstas  flexio- 
nes respetuosas,  las  cuales  están  formadas  con  toda  regula- 
ridad. Algunas  de  ellas  se  confunden  con  ciertas  formas 
guipuzcoanas  que  expresan  otras  relaciones;  pero  dentro 
del  verbo  suletino  están  bien  diferenciadas,  generalmente. 
El  núcleo  es  constantemente  /.  Los  afíjos  personales,  los 
pluralizadores  y  los  pronominales  son  los  que  ya  conoce- 
mos: t,  ??,  gü,  lU,  zü,  e,  o,  e,  it  y  z. 

2. — Imperfecto. 

l.'^  categoría.  S.1,ni-2:/^n — niti^/ín:  3,  zl2;¿7n — zuizi'm.F.  1, 
GiNi^iJN — ginti^íín:  3,  zi^¿ÉN — ziTi4;¿EN. — 2."  categoría.  S.  3,  zi- 

TA^MN ZIZTAf^í/^N.  P.  3,    ZITADA¿'¿í?N — ZIZTAf-c/EN. 3.'^    Carct. 

— 4."  categoría.  S.  1,  nio.^'//n — nitzo^/ín:  3,  ziozl'm — zitzo^-I/n. 
P.  1,  GiNio^//N — GmTzozi'm:  3,  ziozícs^ — zitzo^zen. — 5.»  cate- 
goría.  S.  3,  ZIKÜ^ÍÍN — ZlZKXltza'A.  P.    3,  ZIKÜ2r¿EN ZIZKÜ^^ÍEN. 

— 6.»  categoría,  caret. — 7,"  categoría.  S.  1,  nie^//n — mtze- 

Zim:  3,  ZIE,c'/íN— ZITZE-i/'N.  P.  1,  GINIEí-í/N — ginitze.í/^n:  3, 
ZIEE.?¿EN ZIETZE¿f¿EN. 8."  CatcgCría.    S.    3,    NlNDI-s/íN.     P.     3, 

NiNDir/EN. — 9."  categoría,  caret. — lO."*  categoría.  S.  3,  ginti- 
zü^.  P.  3,  ginti^¿'en. — 11."  categoría,  caret. 

Observaciones.  Nótese  que  las  flexiones  objetivo-plurales 
no  corresponden  siempre  exactamente  en  su  forma  oxtorna 
á  las  objetivo-singulares,  ya  por  la  presencia  del  fz  (]ue  en- 


1    8u  usan  las  do  la  a.'»  catoRoría  quo  ya  conocüiuos,  y  lo  luismo  buuudo  uii  luh  il>  u 
faltan. 


—sao 


contramos  en  varias  del  tratamiento  indeterminado,  ya  por 
haber  experimentado  alguna  contracción.  Y  ésta  observa- 
ción se  aplica  á  las  flexiones  del  presente. 

7. — ^Fiitm^o  presente. 
!.'■'  categoría.  S.  1,  dike^íít — ditike^/ít.  3,  dikezu — ditike- 


dl 


P.   1,  DIKE,e77GÜ  =  DITIKE^/(fGÍÍ:    3,  mKEzie — bitikepjíe. — 2. 
categoría.  S.  3,  dikeda^/í — mzKEDktzíi.  P.  3,  dikeda^^e — diz- 
keda^'^/e.—S."  categoría,  caret.—4.''  categoría,  S.    1,  dikio- 

ZUT DITIKI0^/7t:  3,  DIKI0>7>' DlZKlotzlL    P,   1,  DIEIO,ri/GÜ — DI- 

tikio^vVgü:  3,  dikio^/e — ditikio^z'e. — S.'*  categoría.  S.  3,  dike- 
Giizii — BizKEGiitziL  P.  3,  dikegü^íz'e — DizKEGvtzm. — 6."  Catego- 
ría, caret. — 7^  categoría.  S.  1.  dikie^/^t — ditikie^/¿t:  3,   di- 

KlEzii — DniKIEZíL  P.    1,    mKIEZUGll DITIKIE^/íGÜ:  3,  DIKIE^^E 

— DiTiKiEá¿'E.— 8,"  categoría..  S.  3,  nike.^/í.P.  3,  nike^íe.— 9." 
categoría,  caret.— 10.''  categoría,  S.  3,  gitiee^w.  P.  3,  giti- 
ke^íe. 

11. — Potencial. 
12. — Futuro  presente. 

1.*  categoría. — S.  1,_dezake¿'«t — detzake^wt:  3,  dizake^w 

— DITEAKE¿77.  P.     1,     DEZAKE¿'«GÜ DETZAKE¿'¿7gÜ:     3,    DIZAKE- 

^¿e—ditzake^íe. — 2.^  categoría.  S.  3,  dizakeda^/í — ditzake- 
DAtzü. — P.  3,  dizakeda^íe — DiTZAKEDAf^^E. — 3."  Categoría, 
caret.— 4.^  categoría.  S.  1,  bizkkiozüt — ditzakioí^íít:  3,  di- 

ZkKIOZic DITZAKIOZÜ,    P.    1^    DIZAKIO^/¿GÜ DITZAKIOií^/íGÜ:  3, 

DIZAKIO¿:¿E~DITZAKIOZÍ^¿E.— 5."  Catcgoría.   S.  3,  DIZAKEGÜ^¿7— 

DiTZAKEGÜ^^íí.  P.  3,  mzAKEGiiziE — bitzá^egüízíe. — G.''  Cate- 
goría, caret. — 7."  categoría.  S.  1,  DiZAKíE^írr — ditzakie^^^^t: 

3,    DITZAKIE2'/¿ DITZáKIEtziL     P.    1,     DIZAKIE^ÍíGÜ DITZAKIE- 

tzuGiv.  3,  DizAKiE^¿E — DiTZAKíEÍ^cZE. — 8."  Categoría.  S.  3,   NI- 

TZAKEZU.  P.  3,  NITZAKEZIE.— 9.^  Cavet.—lO.''  S.  3,  GITZAKE^¿Í. 

P.  3,  gitzake^íe. — 11. "categoría,  caret. 

Observaciones.  La  única  forma  irregular  es  la  objetivo- 
plural  de  la  3.''  persona  de  la  primera  categoría,  que  formada 
regularmente  debía  de  ser  ditzakezU  en  lugar  de  diteakezü; 


-  540- 

pero  se  quiso  diferenciarla  más  de  la  segunda  persona  del 
tratamiento  indeterminado  que  es  detzakezü,  y  se  consi- 
guió reemplazando  el  núcleo  iza  por  ea. 

14.  Pasado  próximo. 

1."  categoría.  S.  1,  nezake^^/V — netzake^^/^':  3,  lezake^/í — 

LETZAKEÍ^?7.  P.  1,  GENEZAKE^/' — GENEZA/>-eí¿/¿:   3,  LEZAKE^í/e 

letzakeí^/e. — 2."  categoría.  S.  3,  lizakeda,jv7 — litzakeda¿^/¿: 
P.  3,  LiZAREDA^-Ze — litzakeda/-3í¿e. — 3.^  categoría,  caret. — 4." 
categoría.  S.  1,  nizakio-^/í — ^nitzaktoí.2í/7:  3,  lizakio^/¿ — litza- 

KlOtzil.  P.  1,  GINIZAKIO^/¿ GINITZAKIOf^'/í:  3,LIZAKI0¿'/e LITZA- 

Kio/^¿E. — 5.*  categoría.  S.  3,  lizakegíU''7 — litzakegüí^/7.  P. 
3,  LizAKEGÍi.2r/E — litzakegu^^t/e. — 6."  Categoría,  caret. — 7." 
categoría.  S.  1,  mzkKiEzll — nitzakieí^/^:  3,  lizakie-^¿7,  litza- 

KlETtzil.    P.     1,     GINIZAKIE,í/í GINITZAKIE¿^/¿:   3,    LIZAKIEX'íE 

hiTZkKiF.tzÍE. — 8."  categoría.  S.  3,  nintzake^/^  P.  3,  nintza- 
KE^iE. — 9.*  categoría,  caret. — 10.'*  categoría.  S.  3,  gin- 
TZAKE^/¿.  P.  3,  gintzake^-íe. — 11."  Categoría,  caret. 

15.  Pasado   remoto. 

Valen  las  mismas  reglas  tantas  veces  aplicadas  en  la  for- 
mación de  éste  tiempo:  sufij ación  de  7i,  y  reemplazo  de  la 
I  inicial  de  tercera  persona  por  z.  Hay  algunas  formas  que 
no  son  del  todo  regulares:  helas  aquí:  2."  categoría.  P.  3, 
zizakede¿7"en=zitzakedeíí.í'íen.  =  4."  categoría.  S.  3,  zeza- 
Kio-^//N  =  ZETZAKiof^/VN.  =  7.''  catcgoría.  P.  3,  zezakie^/en  = 
zetzakie/¿'¿en.  =  8.'''  categoría.  S.  3,  nentzake/^/Vn.  P.  3, 
NENTZAKiE-e7VN.  =  10."  categoría.  P.  3,  gentzake^/en. 

Aunque  son  perfectamente  posibles  las  formas  correspon- 
dientes á  los  dos  tiempos  del  supositivo  del  potencial,  son 
inusitadas.  El  lector  podrá  formarlas  con  la  mayor  facilidad 
si  gusta  est  idiarlas  desde  el  punto  de  vista  teórico. 

IV. — Condicional. 

18.  Presente. 

1."  categoría.  S.  1,  nike^/í — nitike-:/¿.   .),   like,:'' — litike- 


—541  — 


Zil P.   1,  GmiKEzil GINTIKE^¿7:     3,     LIKE^/e LITIEEá-^E. 2.* 

categoría.  S.  3,  likeda-s^/í — LizKEDAtzil.  P.  3,  likeda^¿e — liz- 
KEDA?^¿'¿E  =  3.^  categoría,  caret.  —  4:J'  categoría.  S.  1,  niko,^/í — 
mzKotzü:  3,  liko£¿7 — litziko/;.¿7 — P.  1,  QjimKOzU — gintziko- 
tzü.  3,  LiK0/:?E — LiTziEof-eiE — 5."  categoría.  S.  3,  likegü^ííÍ — 

lAZKEQÜtzil.  P.  3,  LIKEGÜ,:7E LIZEEOÍlf-HE.  —  6."  CatcgOrkl,  Cü- 

ret. — 7/  categoría.  S.  1,  niee;íc7 — NizKE^r//.  3,  liee^vV,  lizke- 

tzÜ.  P.   1,  GlNIKE^fí^— GINTZIKE/,r/í:   3,   LIKE27E LITZIKEÍ^ÍE. 

8."  categoría.  S.  3,  NiNDiKEr?7.  P.  3,  kikdike^¿e. — 9."  catego- 
ría, caret.  =  lQ^  categoría.  S.  3,  gintike,?/^.  P.  3,  gintike^ze. 
— ll**  categoría,  caret. 

20.  Pasado  remoto. 

En  general,  es  regular  la  derivación  de  éstas  flexiones; 
hay,  sin  embargo,  algunas  formas  que  es  preciso  conocer 
individualmente,  porque  de  lo  contrario  resultarían  vicio- 
samente formadas.  De  lizkedatzü  (forma  objetiva  plural  de 
la  segunda  categoría,  tercera  persona  de  singular),  procede 
ZITIKEDAZÜN,  j  de  LIZKEDATZIE  (id.,  id.,  tcrccra  persona  de 
plural),  ziTiKEDAziEN.  Dc  KiKozü — NIZKOTZÜ  (primera  persona 
de  la  cuarta  categoría),  nikiozün — nitikiozün,  y  á  éste  tenor 
las  tres  personas  restantes:  zikiozün — zitikiozün,  ginikiozün 
— GiNTiKiozÜN,  ziKozíEN— ziTiKozíEN.  En  la  6."  Categoría,  de 
LizKEGÜTziE,  (obj.-plural,  tercera  persona  plural),  zitikegü- 
ziEN.  En  la  sétima  categoría,  se  apartan  de  sus  originarias: 

ZIKEEZÜN — ZITIKEEZÜN,  GINIKEEZÜN — GINTIKEEZÜN,  ZIKEEZIEN 
ZITIKEEZIEN. 

En  los  tiempos  y  modos  restantes  el  verbo  suletino  ca- 
rece de  flexiones  respetuosas. 

II. 

El  dialecto  suletino  posee  también,  verbos  transitivos 
dotados  de  conjugación  sencilla;  pero  son  muy  pocos  en 
número,  y  en  poco  tiempo  les   pasaremos  á  todos   revista, 

JAKíN  «saber»). 


"542- 


A. InDID  ATI  VO . 

1.  Presente. 

(i). — Flexiones  objetivas, 
(1."  categoría). 


DAKIT .       . 

DAKITZAT . 

yo  lo  sé,  los  sé 

DAKIZÜ      . 

DAKIT Zil    . 

tú,  etc. 

DAKI    .       . 

DAKITZA    . 

61,  etc. 

DAKIGÜ      . 

DAKITZAGÜ 

nosotros,  etc. 

DAKIZIE     . 

.       DAKITZIE  . 

vosotros,  etc. 

DAKIE . 

.       DAKIT  ZE   -. 

ellos,  etc. 

Formas  respetuosas. 


DAKIZUT    . 
DAKIZÜ       . 

dakiziígU. 

DAKIZIE      . 


NAKIAN  . 
ZENAKIAN. 
ZAKIAN  . 
GENAKIAN. 
ZENAKIEN. 
ZAKIEN       . 


NAKIZUN   . 
ZAKIzilN    . 
GENAKIZUN 
ZAKIZIEN  . 


DAKITZUT. 
DAKIT  ZU    . 

dakitzügíí 
dakitzie  . 

2.  Pasado. 

(1."  categoría). 

nakitzan. 
zenakitzan 
zakitzan . 

GENAKITZAN 
ZENAKITZEN 
ZAKITZEN. 


yo,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  lo  sabía,  los  sabía, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Formas  respetuosas. 


NAKITZllN. 

zakitzUn  . 

genakitzun 

zakitzien. 


yo,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


I 


Observaciones.  El  núcleo  del  pasado  so  diferencia  dol  de 


J 


-543- 


igual  tiempo  y  verbo  del  dialecto  giiipuzcoaDo,  en  la  inicial 
del  radical:  ald  en  vez  de  eli. 


8,  Futuro. 
(1  /'  categoría.) 


DAKIKET  . 
DAKIKEZil. 
DAKIKE       . 

dakikegTu 
dakikezie 

DAKIKE       . 


DAKIZKET. 
DAKIZKETZi'l 
DAKIZKE    . 
DAKIZKEGÜ 
DAKIZKETZIE 
DAKIZKE    . 


yo  lo  sabré,  los   sabré, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,   etc. 


Formas  RESPETUOSAS.  í'^^^-'^í: i      "■' 

DAKIKEZllT      .       DAKIZKETZLIT       .       yO,   etC. 
DAKIKEZil.        .       DAKIZKETZÜ.        .       él,   CtC. 

DAKiKEGÜzü  .     dakizkegíitzU  .     nosotros,  etc. 

DAKIKEZIE       .       DAKIZKETZIE.       .       clloS,  etC. 


B 


-Condicional. 


NAKIKE  . 
ZENAKIKE . 
LAKIKE  . 
GENAKIKE. 
ZENAKIKE. 
LAKIKE       . 


1.  Presente. 

NAKizKE  .  .  yo  lo  supiera,  los  supiera. 

ZENAKIZKE  .  tÚ,  etC. 

LAKIZKE    .  .  él,  etc. 

GENAKIZKE  .  llOSOtrOS,  etC. 

ZENAKIZKE  '.  VOSOtrOS,   ctC. 

LAKIZKE  .  .  ellos,  etc. 


NAKIKEZU. 
LAKIKEZll. 
GENAKIKEZ  11 
LAKIKETZIE 


Formas  respetuosas. 


nakizketzu. 
lakizketzU. 

GENAKIZKETzll 
LAKIZKE  TZIE 


yo,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


-5li- 


2.  Pasado. 


NAKIKIAN  . 

ZENAKIKIAN 
ZAKIKIAN  . 
GENAKIKIAN 
ZENAKIKIEN 
ZAKIKIEN  . 


NAKITZAKIAN 

ZENAKITZAKIAN 

ZAKITZAKIAN 

GENAKITZAKIAN 

ZENAKITZAKIEN 

ZAKITZAKIEN 


yo  lo  hubiera,  los 
hubiera  sabido, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


FOEMAS  KESPETÜOSAS. 

NAKIKEZllN      .  NAKITZAKETZÜN.      .  yO,  etc. 

ZAKIKEzUn      .  ZAKITZAKETZÜN       .  él,  etC. 

GENAKIKEZIÍN  GENAKITZAKETZÜN.  llOSOtrOS,    ctc. 

ZAKIKEZIEN    .  ZAKITZAKETZIEN      .  ellos,  otc. 


C- 


BANAKI      . 

BAZENAKI. 
BALAKI  . 
BAGENAKI. 
BAZENAKIE 
BALAKIE    . 


■Supositivo  del  condicional. 
1.  Presente. 


BANAKITZA  . 

BAZENAKITZA 
BALAKITZA  . 
BAGENAKITZA 
BAZENAKITZE 
BALAKITZE  : 


si  yo  lo  supiera,  los 

supiera, 
si  tú,  etc. 
si  él,  etc. 
si  nosotros,  etc. 
si  vosotros,  etc. 
si  ellos,  etc. 


Carece  de  formas  respetuosas. 


Erabil  «hacer  ir»,  «agitar»,  «llevar». 

Este  verbal  solo  posee  los  dos  tiempos  del  modo  indicati- 
vo, poro  con  más  categorías  quo  jakin,  pues  está  en  pose- 
sión do  las  cuatro  categorías  pronominales. 


—545— 

j^ , Indicativo. 


DAEAEILAT 

DAEABILAZÜ 

DAEAEILA. 

DARABILAGLl 

DAEABILAZIE 

DAEABILÉ . 

Observaciones 


1.  Presente. 

(1."  categoría). 

PAÍIABILTZAT 
DAEABILTZATZÜ. 
DARABILTZA  . 
DABABILTZAGÜ    . 
^  DARABILTZATZIE 
DARABILTZÉ  . 


3^0  lo  agito,  los  agito, 
tú,  etc. 
él,  etc  . 
nosotros,  etc. 
vosotrcs,  etc. 
ellos,  etc. 


Es  evidente  el  parecido  de  éstas  flexio- 
nes con  las  giiipiizcoanas.  Se  diferencian  en  el  afijo  plnrali- 
zador  objetivo  t.?;;  en  el  endurecimiento  de  la  sibilante  del 
sngeto  de  segnnda persona,  en  la  a  eufónica  que  redondea  el 
núcleo  ARABiL  y  en  el  afijo  personal  de  tercera  persona  plu- 
ral contraído,  e. 


DARABILAZUT 
DARABILAZÜ  . 
DARABILAGÜZÜ 
DARABILEZÜ  . 


(Indetcrmia.Klü) 

WAEABILAZÜ . 
WARABILA  . 
DAEABILAZIE 
?ZARABILÉ       . 


Formas  respetuosas. 

.  darabiltzatzüt  . 

daeabiltzatzü.  . 

daeabiltzagützü  . 
.  darabiltzetzü.  . 

(8.";  «á  mí»). 

(Respetuoso), 
.  caret. 

.       NAEABILAZÜ . 

caTet 

.       NARABILEZÜ. 


yo,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


tú  me  agitas, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


zarabiltzat 
zarabiltza  . 
zaeabiltzagü 
zaeabiltzé  . 


(9.'';  «á  tí»). 

yo  te  agito, 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


-54G- 


(10.":  «á  nosotros»). 


(Iiulclcrmiiiadu). 

^ARABILTZATZÜ 
í/ARABILA 
í/ARABILTZAZIE 
í/ARABILÉ 


(Respetuoso). 
caret. 

GARABILAZil  . 

caret. 

GARABILEZll. 


tú  nos  agitas, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(11.'':  «á  vosotros»). 


^ARABILTZATeT 
^ARABILTZe 
^ARABILTZeGU  . 
^ARABILTZÍ 


yo  os  agito, 
él,  etc. 

nosotros,   etc. 
ellos,  etc. 


NAEABILAN  . 

ZENARABILAN 
ZARABILAN  . 

GENERABILAN 
ZENERABILEN 
ZARABILEN  . 


2.  Pasado. 
(1."  categoría.) 

NARABILTZAN 

ZENARABILTZAN . 
ZARABILTZAN 
GENARABILTZAN . 
ZENARABILTZEN  . 
ZAEABILTZEN   . 


yo  lo  agitaba,  los 

agitaba, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  Aparte  de  las  diferencias  que  ésta  cate- 
goría comparte  con  la  primera  del  presente  en  su  compara- 
ción con  el  verbal  guipuzcoano,  añade  otras  por  su  parte, 
que  son:  núcleo  arabil  en  vez  de  erabill  y  caractetística  do 
pasado  aii  y  no  e)i. 


NARABILA-Sí^íN    . 

zarabila^//n  . 

GENARABILA-í'/VN 
ZARABILE,?/'N    . 


FORMAS  RESPETUOSAS. 
NARABILTZA^//N      . 

zarabiliza^-z/n     . 
genarabiltzat^//n 
zarabiltze^/^n    . 


yo,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(Indelermiuadu). 
?z/ndarabilazan 
?1¿ndaeabilan. 
7i?'ndarabilazien 
??¿ndaeabilen. 


-Sáí- 

(iii) . — Flexiones  pronominales. 
{^.\  «á  mí».) 

(Hespeliioso). 
caret    . 

NINDARABILA^aN 

caret    . 

NINDARABILE.^¿EN 


tú  me  agitabas, 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(9.'^:  «á  tí), 


,e¿NTARABILADAN 
.eJNTARABILAN. 
-^¿NTARABILAGUN 
^¿NTARABILÉN. 


yo  te  agitaba, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(¡ndetcnninndo). 

^íntarabilazUn 

<7/ntarabilan  . 
^¿ntarabilazien 
</¿ntarabilén  . 


(10.":  «á  nosotros»). 

(rcspeliioso). 

caret     .     .     .     . 

gintarabila^s'Vn    . 

caret     .     .     .     . 

GINTAEABILE,^¿EN    . 

(11.'';  «á  vosotros»). 


tu  nos  agitabas, 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


¿'¿NTAEABILeDAN 
^¿NTARABILéN  , 
S'iNTARABILeGliN 
^INTARABILt'N     . 


yo  OS  agitaba, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


BRAMAN  «llevar». 

A  • InDIC ATIV  o . 

1.  Presente. 

(i). — Flexiones  objetivas. 

(1.*  categoría). 

DARAMAT    .       .       DARAMATZAT    .      yO  lo  llcVO,  los  IleVO. 


—548- 

DARAMAZU.       .       DARAMATZii       .  tÚ,  etc. 

DARAMA      .  DARAMATZA       .  él,  etc. 

DARAMAGÍl.       .       DARAMATZAGll.  nOSOtrOS,  OtC. 

DAllAMAZIE       .       DARAMATZTE     .  VOSOtl'OS,  etC. 

DARAMK      .       .       DARAMATZÉ      .  ellos,  etC. 

(iii.) — Flexiones  pronominales. 


(S.r 


^ÍARAMAZU 
7ÍARAMA    . 
71ARAMATZ1E 
?IARAMÉ    . 


(9 


^ARAMAT  . 
¿'ARAMATZA 
;^ARAMAGlÍ 
DARAMATZÉ 


«á  mí»). 


tú  me  llevcas. 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


«á  tí»). 


yo  te  llevo, 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  La  3."  persona  de  singular  tiene  por  final 
el  afijo  pronominal  tza  usado  pleonásticamente. 


(10.  «á  nosotros»). 

tú  nos  llevas, 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos  etc.. 


í/ARAMAZU       . 
í/ARAMA    . 
í/ARAMATZIE  . 
^ARAMÉ     . 

(ll.'^;  «á  V 


CARAMA  í^eT     . 
ZAHAUAtze 
^ARAMA^^ÍlGU. 
^ARAMA^^íJ 


osotros») . 

.  yo  os  llevo. 

.  él,  etc. 

.  nosotros,  etc. 

.     .  ellos,  etc. 

2.  Pasado. 


(1.**  categoría). 
NARAMAN     .     NARAMATZAN.     .     yo  lo  llevaba,  los  llevaba. 


ZENERAMAN . 
ZARAMAN 
GENARAMAN. 
ZENARAMÉN. 
ZARAMÉN   . 


-5á9— 

ZENERAMATZAN 
ZARAMATZAN. 
GENARAMATZAN 
ZENARAMATZÉN 
ZARAMATZÉN . 


tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(ni.) — Flexiones  pronominales. 


(8.";  «á  mí»). 


7ieNDARAMAZUN 

7ííndaraman  . 
?¿¿ndaramazien 
?¿/ndaramén  . 


(.^9;  «i 


^¿ntaramadan 
¿■¿'ntaraman  . 
^¿ntaramagiín 
^¿ntaramén   . 


tí») 


tú  me  llevabas, 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  te  llevaba, 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(10.'':  «á  nosotros»). 

tú  nos  llevabas, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

esotros»). 

^ÍNTARAMéDAN     .     .     3^0  OS  llcvaba. 

^¿NTARAMeN     .        .        .       él,   Otc. 

2;¿NTARAMíiGÜN     .     .     nosotros,  etc. 

0¿NTARAMeN     .       .       .       clloS,  ctc. 


-Imperativo. 


^ZNTARAMAZUN 
(/¿NTARAMAN    . 
(/¿NTARAMATZIEN 
í/iNTARAMÉN    . 

(11.^   «á  ^ 


ERAMAZü 


(i.) — Flexiones   objetivas. 

(1.^  categoría). 
ERAMATzü  .     .     tú  llévalo,  llévalos. 


-550- 

DARAMALA.       .       DARAMATZALA  .       él,  efcc. 
ERAMAZIE  .       .       ERAMATZIE  .       .       VOSOtrOS,  otc. 
DARAMELA.       .       DARAMATZELA  .       clloS,  ctc. 

Observaciones.  Las  flexiones  de  la  3."  persona  son  de  im- 
perativo únicamente  por  atribución,  pues  morfológicamente 
consideradas  son  las  formas  conjuntivas  del  presente  de 
indicativo;  en  castellano  liiy  muchos  verbos  que  carecen  de 
ciertas  formas  del  imperativo  y  que  las  suplen  con  las  del 
subjuntivo. 

(n.)  — Flexiones  jirononiínales. 


(8/'':  «ámí») 


6VÍARAMAZU  . 
/¿ÍIRAMALA  . 
e?^ARAMAZIE  . 
?ZaRAMELA     . 


tú  llévame 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(9.";  cá  tí»). 


^ARAMALA 
CARAMELA 


él  llévete, 
ellos,  etc. 


^í/ARAMAZU. 
(/AR AMALA  . 
egAB,kHA7AE 
í/ARAMELA    . 


(10.*;  «á  nosotros»). 

.     tú  llévanos. 
.     él,  etc. 

vosotros,  etc. 

ellos,  etc. 


zMíkUktzeijk 

^ARAMA^.Í'í'LA 


(11.":  «á  vosotros». 

.     él  lléveos. 


ellos,  etc. 


EDUKi  «tener»,  «contener». 


-551— 


A  • Indicativo. 

1.  Presente. 
(1."  categoría). 


DADÚKAT.        .        ,       DADÜZKAT      .        .       yO  lo  tcilgO,  loS  tcilgO. 
DADllKAZÚ      .        .       DADÜZKATZLÍ.        ,       tÚ,  ctc, 
DADUkA    .       .        .       DADÜZKA.        .        .       él,  ctc. 

dadIíkagü    .     .     daguzkagíi  .     .     nosotros,   etc. 

DADÜKAZIE     .        .       DADLIZKATZIE       .       VOSOtrOS,    etc. 
DADÜKE    .       .       .       DADÚZKE.       .       .       ellos,  etc. 

Observaciones.  Aquí  se  ha  conservado,  mejor  que  en  gui- 
puzcoano,  la  forma  del  núcleo  adIík. 

(iii.) — Flexiones  2^^' ono mínales. 

(8.^:  «á  mí»). 

.     tú  me  tienes. 
,     .     él,  etc. 

.     vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

(9.'';  «á  tí))). 

.     yo  te  tengo. 

él,  etc. 
.     nosotros,  etc. 
,     .     ellos,  etc. 

(10.^;  «á  nosotros))) 

í/ADÜKAzü    .     .  tú  nos  tienes. 

í/ADüKA  ...  él,  etc. 

í/ad'iíkazie  .     .  vosotros,  etc. 

í/ADiÍKÉ  .     .     .  ellos,  etc. 

(11.;  «á  vosotros))). 

¿íADÜKAÍeT    .     .     yo  te  tengo. 


?¿ADUKAZU 
?ZADÍÍKA  . 
7Z^ADlÍKAZIE 
«ADÚKÉ    . 


^ADUKAT . 
^ADÜKA  . 
^ADÜLAGÚ 
ZhBllKÉ    . 


-552- 


-s-ADÜEe   .     .     .     él,  etc. 
¿TADÜKieGU    .     .     nosotros,  etc. 
-^ADiiKc    .     .     .     ellos,  etc. 

2.  Pasado. 

(i.)  — Flexiones  objetivas. 

(1."  categoría). 


NADIIKAN. 

ZENADÜKAN 

ZADÜKAN. 

GENADÜKAN 

ZENADÜKEN 

ZADÜKEN 


NADUZKAN  . 
ZENADÍIZKAN. 
ZADÜZKAN  . 
GENADÜZKAN. 
ZENADllZKEN. 
ZADÍiZKEN       . 


yo  lo  tenía,  los  tenía, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(in.) — Flexiones  2)ronominales 
(8.";  «á  mí»). 


7ífNDADllKAZUN. 

?¿¿'ndadükén 
caret 

?lZNDADlÍKÉN 


tú  me  tenías, 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(9. 


^¿NTADUKAN 
¿;¿NTADllKÉN 


(/¿NTADiÍKAZUN 
<7¿NTADÍIKAN 

caret 

<7¿NTADllKÉN 


«á  tí»). 

.     él  te  tenía. 
.     ellos,  etc. 

(10.":  «á  nosotros».) 

tú  nos  tenías, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

(11.";  «á  vosotros») 


^ZNTADllKEN. 
-?¿NTADÍIKEN . 


él  os  tenía, 
ellos  etc. 


-553— 


ERRAN  «decir».  En  la  sección  correspondiente  á  la  conju- 
gación sencilla  de  los  verbos  guipuzcoanos,  hablé  del  origen 
probable  de  las  flexiones  del  verbo  esan  ó  erran,  flexiones 
tan  contraidas  y  alteradas  que,  sino  es  por  medio 
de  eslabones  intermediarios,  es  imposible  relacionarlas  al 
nombre  verbal  antedicho.  Como  contraste  de  aquella  opi- 
nión voy  á  citar  la  muy  respetable  de  Mr.  Inchauspe.  «Es- 
tos terminativos  no  pertenecen  al  nombre  verbal  basconga- 
do.  No  es  posible  considerarlos  como  formas  contraidas  de 
la  conjugación  regular,  como  son  todas  las  formas  irregula- 
res. Provienen,  evidentemente,  del  latín  dicere,  ó  de  las 
lenguas  románicas  sus  derivadas».^ 

A. Indicativo  . 


(I-)- 


(InJe(erminado), 
DIOT  . 
DIOZÜ 
DIO  , 
DIOGÜ 
DIOZIE  . 
DIOYE 


1.  Presente. 
-Flexiones  objetivas. 
(1."  categoría.) 
(Respetuoso). 

DIO^¿¿T 

caret. 


DIO. zu 
DIO^¿¿GlÍ 

caret. 


yo  lo  digo, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(Indeíermiiiado) 

NIOAN 
ZINIOAN    . 
ZIOAN 


2.  Pasado. 

(i.) — Flexiones  objetivas. 

(1."  categoría.) 

(Respetuoso). 

NIO^ÍíN     . 

caret. 
T^iozim    . 


yo  lo  decía, 
tú,  etc. 
él,  etc. 


(1)    Le  Yerbe  basque,  púgiua  458. 


39 


-554- 


GINIOAN  .       . 

.     ginio^vVn.     . 

.     nosotros,  etc 

ZINIOEN  .       . 

caret. 

vosotros,  eto 

ZIOEN       .       . 

.     zio^íen  . 

.     ellos,  etc. 

Existen,  además,  algunas  otras  formas  del  mismo  verbal: 
DiOTZA  «él  los  dice»,  zioTZAN  «él  los  decía»,  diot^tüt  (respetuo- 
so) «yo  lo  digo  á  V.»,  dioziet  «yo  os  lo  digo»,  diotso  «él  le  di- 
ce lo»,  DioTSE    «él  les  dice   los»,    diotsae  «ellos  le  dicen  lo», 

EREAZll  «dílo»,  ERRAZIE  «dccidlo». 

otros  verbales  poseen  algunas  ñexiones  sueltas:  egizu 
«hazlo»,  EGIZIE  «hacedlo»;  emazü  «dalo»,  emazie  (ídádlo»,  inda- 
zii  «dame  lo»,  indazie  «dádmelo»,  lolizU  «danos  lo»,  igUzie 
«dadnos  lo». 

Dije  anteriormente  que  los  verbales  dotados  de  conjuga- 
ción sencilla  simultanean  ésta  con  la  perifrásica:  hay  que 
señalar  una  curiosa  excepción  suletina.  dakit  «significa  «yo 
lo  sé»,  pero  jakiten  dut  «yo  lo  aprendo»;  nakian  significa 
«yo  lo  feabía»,  pero  jakiten  nian  «yo  lo  aprendía».  Por  lo  tan- 
to, no  cabe  la  simultaneidad  en  este  caso.  Si  se  quiere  usar 
de  JAKIN  con  el  significado  de  «saber»  en  conjugación  peri- 
trásica,  hay  que  echar  mano  del  adjetivo  verbal  infinitivo,  y 
se  dirá:  jakinik  dut,  jakinik  nían.^ 

Todas  las  flexiones  de  la  conjugación  sencilla,  escepto 
DioT,  DiozU,  etc.,  prefijan  ha  en  el  presente  de  indicativo, 
menos  cuando  se  emplean  en  sentido  interrogativo:  joha- 
NEK  BADAKi  HELTu  HizALA   «Juau    sabc  quc  tú    lias  llcgadü»: 

¿HORREK  ZER    DAKI?  «¿qué  Sabc  OSC?»^ 

La  distribución  del  acento  prosódico  en  el  transitivo  su- 
letino  está  sujeta  á  mucha  mayor  diversidad  que  en  el  giii- 
puzcoano.  Daré  las  reglas  que  he  formado  recapitulando 
mis  observaciones  de  detalle  respecto  al  tratamiento  inde- 
terminado. 

Indicativo,  presente  y  futuro.  ='Rn  tesis  general  el  acen- 
to va  sobre    la  primera    sílaba.    Cuando    hay  dos    /'   en  la 


1    InchauBpe,  Le  Verbe  Basque,  pág.  450. 

3    Id.,  pAg.  400 -La  coiijufiacii'>n  sencilla  sulotiiia  la  ho  sacado  do  la  obra  uioncioiíaiui,  lui- 
giuaH  440  A  40U. 


—555— 


flexión,  pasa  á  la  segunda  de  éstas:  dutúgIi,  dütúzü;  ex- 
ceptúanse  las  formas  del  futuro  dütííkézü,  zütUkégIi.^  Si  la  i 
no  forma  diptongo  con  la  e  subsiguiente,  toma  el  acento: 
DÜTÍE,  DÜzÍE,  DiÍTiizÍE,  gütíe,  gütüzíe.  No  sc  couforman  á  las 
reglas  dadas  zütiét,  zütiégíj.  La  o  y  la  e  pronominales  van 
acentuadas  en  el  futuro,  si  forman  parte  de  la  última  ó  pe- 
núltima sílaba  de  la  flexión;  se  exceptúan  déikozie  =déiz- 
kotzie,  déikezie  =  déizketzie.  Las  relaciones  «ellos  á  tí»,  «él 
á  vosotros»,  «ellos  á  vosotros»»  con  objetivo  ó  sin  él,  por  lo 
común  poseen  una  misma  forma  verbal;  en  este  caso 
se  distinguen  respectivamente  acentuando  la  primera  síla- 
ba, la  última,  y  pronunciando  muy  abierta  la  e  final:  déike- 
ziE,  DEIKEZIÉ,  DEIKEZIÉ.  Esta  observacióu  vale  para  todos  los 
tiempos  y  modos. 

j7;?/>e?/ecfo.  =  Las  flexiones  objetivas  acentúan  la  i;  ex- 
ceptúanse  zünién  =  ziintién,  zién  =  zütién.  Las  restantes  ca- 
tegorías acentúan  la  primera  sílaba  de  la  flexión,  cuando  és- 
ta tiene  dos,  y  si  tiene  más,  la  segunda;  néyen,  genéyen:  ex- 
ceptúanse  zéitayen  =  zéiztayen,  nUndIízién,  güntUzién. 

Subjuntivo,  ¡presente.  =  'Ei[  gvuTpo  ie  no  forma  diptongo,  sal- 
va excepción;  no  hay  que  olvidarlo  para  contar  bien  las  sí- 
labas. Distingamos  las  categorías.  En  la  primera,  llevan  el 
acento  en  la  segunda  sílaba  la  primera  persona  de  singular 
y  plural  y  la  segunda  de  singular;  la  tercera  de  singular  en 
la  primera,  dézan  =  dítzan;  la  segunda  de  plural  en  la  penúl- 
tima, DEZAZÍEN  =  DETZATZÍEN  y  la  tcrccra  en  la  final,  dezén  = 
DiTzÉN.  La  cuarta  y  sétima  categoría  imitan  á  la  primera, 
pero  se  distinguen  en  que  cargan  el  acento  en  la  última  en 
la  tercera  persona  de  singular,  dizón  =  ditzón,  dizén  =  di- 
tzén;  porque  ie  forma  diptongo  en  la  segunda  de  plural, 
vuelven  éstas  formas  al  principio  más  general  de  cargar 
en  la  segunda:  dizózien  — ditzótzien,  dizézien=ditzétzien. 

En  la  segunda  categoría  el  acento  va  en  la  penúltima, 
escepto  en  la  tercera  persona  de  plural,  dizadén  =  ditzadén. 
La  tercera,  quinta  y  sesta  cargan  en  la  penúltima,  distin- 
guiéndose las  formas  iguales  de  la  tercera  y  sesta  con   el 


Las  ú  acentuadas  son  ü  suletiuas,  pero  ha  sido  imposible    marcar   gráficamente   en    la 
la  letra  el  acento  y  la  diéresis:    téngase  presente  esta  advertencia   en  todo  el   curso  de 


1. 

misma 
é»ta  sección 


-53C- 


cambio  de  acento  que  ya  conocemos,  y  que  es  el  remedio 
ordinario.  La  octava,  novena  y  décima  cargan  en  la  prime- 
ra y  segunda  persona  de  singular  y  plural  la  penúltima 
sílaba,  en  la  tercera  persona  de  singular  la  primera  síla- 
ba y  en  la  tercera  de  plural  la  última;  y  la  undécima  ca- 
tegoría se  ajusta  á  las  precedentes,  pero  separándose  de 
ellas  en  acentuar  la  última  de  la  tercera  persona  de  singular. 

Pasado.  =  Jjí{,  primera  categoría  acentúa  la  primera  sílaba 
de  las  flexiones  que  tienen  dos  de  éstas  y  la  segunda  de  las 
que  tienen  tres;  en  cambio  acentúan  la  iiltima  la  segunda 
persona  de  plural  y  tercera  del  mismo  número.  La  segunda 
y  quinta  categoría  acentúan  la  "penúltima  en  el  número 
singular  y  la  última  en  el  plural.  La  torcera  acentúa  todas 
las  sílabas  penúltimas  de  sus  flexiones;  la  cuarta,  sesta  y 
sétima  las  últimas,  y  las  cuatro  restantes  categorías  se  por- 
tan como  sus  correspondientes  del  presente. 

Su2)ositívo  del  potencial.  Conserva  el  acento  donde  lo  lle- 
van las  flexiones  de  subjuntivo. 

J7?Z;/jeríif¿/¿'c'.  =  Las  flexiones  que  pertenecen  á  la  tercera 
persona  de  plural  están  acentuadas  en  la  última  sílaba;  be- 
zÉ,  BizuÉ,  Biz\GiÉ;  exceptúanse  la  de  la  segunda  categoría 
BÍZADE  =  BÍTZADE.  Las  flexiones  compuestas  de  dos  sílabas 
acentúan  la  primera  de  ellas  si  no  están  comprendidas  en  la 
regla  anterior:  béza  =  bítza.  Las  de  tres  ó  más  sílabas  la  se- 
gunda: izAGÚ zii,  BizÁGÜ.  La  cuarta  y  sétima  categoría  acen- 
túan la  o  y  la  e  pronominales,  sin  hacer  caso  al  lugar  que 
ocupen;  bizó,  bizk,  izózie,  izézie. 

%  Condicional.  =  Frésente.  =^?.  muy  grande  la  variedad 
que  reina  en  la  posición  del  acento  prosódico  de  é^tas  fle- 
xiones. Primero  me  ocuparé  de  las  siete  primeras  catogo- 
rías.  La  cuarta  y  la  sétima  acentúan  la  última  sílaba  siem- 
pre: NEiKÓ,  GENEiKK,  zeneikeyk,  así  couio  también  la  segun- 
da y  tercera  persona  de  plural  de  la  primera  categoría:  zii- 
nükeyé  =  ziiNTiiKEYÉ,  LÍiKEYíí  ~  líitükeyk.  Las  llexioues  do 
dos  sflíibas  acentúan  la  primera  de  ellas:  ntiíe,  li'ke.  Las 
de  más  de  tres,  la  antepenúltima:  zenéikede,  gexkikezie, 
etcétera.  En  cuanto  á  las  de  tres  sflabas,  se  dividen  en  dos 
grupos;  uno,  el  menos  numeroso,  constituido  por  las  flexio- 


— 5;57— 

nes  de  la  segunda  categoría,  acentúa  la  penúltima,  con  la 
excepción  de  la  tercera  persona  de  plural  que  acentúa  la 
primera,  léikede  =  léizkede;  el  segundo  grupo  carga  la  fuer- 
za de  la  pronunciación  en  dicha  primera  sílaba:  nÉikezIi, 
LÉiKEGiE,  etc.  Veamos  ahora  las  cuatro  restantes  catego- 
rías, advirtiendo,  de  paso,  que  ie  no  forma  diptongo:  la  no- 
vena categoría  acentúa  la  penúltima  síliba  de  todas  sus  fle- 
xiones, en  lo  que  le  imitan  la  octava  y  décima,  pero  con 
la  excepción  de  hacer  aguda  la  última  sílaba  de  la  tercera 
persona  de  plural:  níindükeyÉ,  zUntlikíe,  gIintiikeyé.  La  un- 
décima categoría  acentúa  la  penúltima  sílaba  de  la  primera 
personado  plural:  ziiNTaRÉau;  las  otras  tres  flexiones  aguan- 
tan el  acento  en  la  sílaba  ñnal. 

Fasado.  =  í^n  la  primera  categoría,  las  flexiones  que  tie- 
nen i^  la  acentúan:  NaKÍAN  =  NliTUKÍAx;  en  la  segunda,  terce- 
ra, quinta  y  sexta  las  flexiones  de  tres  sílabas  acentúan  la 
primera  y  las  de  cuatro  la  segunda:  zÉikedan,  genéikezün, 
zÉiKEGUN,  etc.:  ie,  en  todas  éstas  flexiones,  constituye  dip- 
tongo. En  la  cuarta  y  sétima,  las  flexiones  de  dos  sílabas 
acentúan  la  primera,  las  de  cuatro  la  antepenúltima,  y  las 
de  tres  la  penúltima,  excepto  las  correspondientes  á  la  ter- 
cera persona  de  plural  que  acentúan,  también,  la  primera: 

ZKIKOYEN  — ZÉIZKOYEN,     ZIÍIKEYEN  =  ZÉIZKEYEN.    En   la  OCtava, 

novena  y  décima,  si  hay  i  va  acentuada,  y  las  de  cuatro  sí- 
labas sufren  el  acento  en  la  penúltima:  nündükézíin,  züntlí- 
KÍAN.  En  la  undécima  categoría  no  es  la  ¿  la  acentuada,  sino 
la  e  que  le  sigue;  las  flexiones  de  tercera  persona  acen- 
túan la  última:  züntlikiíídan,  ziintükeyén. 

Siij^ositivo  del  condicional.  Sus  flexiones  se  acentúan  co- 
mo las  del  tiempo  del  condicional  del  cual  proceden. 

Pote7icial  =  Futuro  iwesente.-.-  La  primera  categoría  lleva 
acentuada  la  penúltima  sílaba  de  sus  flexiones,  excepto  la 
correspondiente  á  la  tercera  persona  de  plural:  dezakezíe, 
DEZAKEYÉ.  Eu  la  scguuda  y  quinta  categoría  va  acentuada 
la  penúltima  sílaba  de  la  segunda  persona  de  singular  y  plu- 
ral, la  primera  de  la  tercera  de  singular,  y  la  última  de  la 
tercera  de  plural;  dizakedazíe,  dizakegúzlí,  dízakegü,  diza- 
kedé.  En  la  tercera  y  sexta  categoría,  se  acentúa  la  penúl' 


tima  silaba;  ie  forma  diptongo:  dizakkzíit,  dizakkziet,  etc. 
En  la  cuarta  y  sétima  sufren  el  acento  los  afijos  pronomina- 
les oye,  menos  en  la  tercera  persona  de  singular  que  lo  su- 
fre en  la  i  que  los  precede:  dizakío,  dizakíe.  En  la  octava, 
novena  y  décima  se  acentúa  la  penúltima  sílaba,  excepto  en 
la  tercera  persona  plural  que  lo  recibe  en  la  última,  pero 
hay  una  excepción,  pues  la  novena  categoría  lo  conserva 
en  la  sílaba  antedicha:  nitzáke,  nitzakeyé,  getzakezíe,  zi- 
TZAKÍE.  La  undécima  categoría,  acentúa  las  últimas  sílabas; 
esto  no  obstante,  la  primera  persona  de  plural  acentúa  la 
penúltima:  zitzakiégU. 

Pasado  próximo '  =  Menos  las  flexiones  que  corresponden 
á  la  segunda  y  tercera  persona  de  plural  que  acentúan  la  úl- 
tima, todas  las  demás  de  la  primera  categoría  llevan  el  acen- 
to en  la  penúltima:  nezáke,  lezakeyé.  En  la  segunda  y  quin- 
ta categoría  las  flexiones  de  singular  cargan  la  penúltima  y 
las  de  plural  la  última:  zinizakédat,  lizakegié.  En  la  3."  y 
sexta  categoría  van  acentuadas  todas  las  sílabas  penúltimas: 
NizAKÉzü,  NIZAKEZÍE.  En  la  cuarta  y  sétima  los  afijos  prono- 
minales: NizAKió,  LiZAKiÉYE.  En  la  octava,  novena  y  décima, 
la  penúltima,  á  no  ser  que  se  trate  de  la  tercera  de  plural, 
que  carga  la  última:  nentzáke,  gentzakÉzü,  zentzakeyé.  La 
undécima  acentúa  la  última  sílaba  de  sus  flexiones;  existe 
la  excepción  de  zentzakiégii. 

PasacZo  ?-é'??zo/o.=  En  la  primera  categoría  va  acentuada 
la  i;  las  flexiones  correspondientes  á  la  segunda  y  tercera 
persona  de  plural  acentúan  la  última:  nezakían,  zenezake- 
YÉN,  ZEZAKEYÉN.  La  scgunda  categoría  acentúa  la  última  sí- 
laba de  sus  flexiones;  la  tercera  persona  de  singular,  la  pe- 
núltima: ziNiZAKEDÉN,  zizAKÉDAN.  La  tercera  y  sexta  cate- 
goría acentúan  la  penúltima:  zizakézün,  ginizakézien.  La 
cuarta  y  sétima  la  o  y  e  pronominales;  las  flexiones  que 
corresponden  á  la  tercera  de  plural,  la  última  sílaba:  neza- 
KiÓN,  ZENEZAKIÉYEN,  zEZAKioYKN,  ZEZAKIEYKN.  La  quíuta  Cate- 
goría, la  penúltima;  la  tercera  persona  de  plural,  la  última: 
ziNizAKÉGiEN,  zizAKEGiKN.  La  octava  y  la  décima  categoría 
establecen  una  división  entre  las  flexiones  de  singular  y  las 
do  plural;  aquellas  sufren  el  acento  en  la  penúltima;  éstas 


—559- 

en  la  última:  nentzakían,  gentzakieyén.  Todas  las  flexiones 
de  la  novena  categoría  están  acentuadas  en  la  penúltima: 
ZENTZAKÉDAN,  zentzakíen.  Dc  la  Undécima  categoría,  las  pri- 
meras personas  de  singular  y  plural  acentúan  la  penúltima, 
mientras  que  las  terceras  acentúan  la  última:  zentzakiégUn, 
zentzakeykn. 

Optativo  del  condicional.  — Voy  regla  general  las  flexio- 
nes de  éste  tiempo  conservan  el  acento  en  las  mismas  síla- 
bas en  que  lo  llevan  sus  tiempos  originarios  del  subjuntivo 
V  del  condicionaL 


—500— 

CAPÍTULO  XVIII. 

CONJUGACIÓN      PERIFRÁSICA      DEL      VERBO      BIZCAINO. 

(Voz  transitiva, — Tratamiento  indeterminado.) 

I. 

La  conjugación  del  verbo  l)izcaino  se  separa  de  la  de  los 
demás  dialectos  literarios  mucho  más  que  las  de  los  de  es- 
tos entre  sí.  Los  núcleos  significativos  que  conocemos  re- 
visten formas  nuevas,  y  por  otra  parte,  el  número  de  ellos 
es  mayor  que  el  que  usan  los  tres  dialectos  anteriores.  Aiz- 
kibel,  en  varios  pasages  de  sus  manuscritos,  asegura  muy 
paladinamente  que  el  verbo  bizcaino  es  el  que  ha  conserva- 
do mejor  las  formas  primitivas.  En  absoluto,  es  decir,  con- 
siderado el  Yerbeen  su  totalidad,  es  insostenible  éste  aserto; 
pero  fijando  la  atención  en  ciertas  y  determinadas  formas 
únicamente,  se  puede  admitir  sin  dificultad  el  parecer  del 
distinguido  lexicólogo  guipuzcoano.  Las  formas  primitivas, 
no  me  cansaré  de  repetirlo,  no  se  encuentran  en  éste  ó  en 
el  otro  dialecto,  en  una  ó  en  otra  conjugación,  sino  desigual- 
mente repartidas  por  todos  y  todas.  Para  reconstituirlas  es 
preciso  conocer  perfectamente  la  evolución  de  los  elemen- 
tos fonéticos  euskaros  y  haber  hecho  extensas  é  intensas  co- 
rrerías por  el  dominio  de  los  dialectos  populares. 

Dentro  de  la  gran,  unidad  del  verbo  bizcaino,  se  marcan 
claramente  algunas  dilerencias  que  corresponden  á  comar- 
cas y  territorios  del  Señorío.  Estas  variedades  son  las  que 
el  Padre  Zabala  llama  eufonías  bizcainas  que,  según  dice, 
son  cuatro:  las  marquinesas,  arratianas,  centrales  y  oroz- 
canas. 

Consiste  la  variedad  marquinesa  en  la  permutación  que 
experimentan  las  vocales  e,  o,  /,  n  al  chocar  con  otras  vo- 
vocales;  la  e,  al  encontrarse  con  la  a,  o,  i/,  se  muda  en  i] 
la  i  que  se  roza  con  cualquiera  otra  vocal  exijo  la  interpola- 


—561— 

ción  eafónica  de  la  /  bizcaina;  la  u,  en  igual  caso,  interpola 
una  h;  y  finalmente  la  o  se  cambia  en  u  antes  de  la  a  y  de 
la  e;  de  lbik^an,  dag¿an,  begíbí,  ziííaío  resultan,  en  virtud  de 
las  eufonías  diohas,  leík¿an,  dagijan,  cEGiyE,  zinaijo;  de  da- 

EOA,  NINTZAKOEN,  NIND.'ÍAN,  D07A(E:  BAliUÁ,  NÍNTZ¿K/ÍEN,  NINDU- 
¿AN,  DOZuZjE. 

Variedad  arratiana.  Cambia  la  a  qu3  constituye  la  últi- 
ma sílaba  de  una  flexión  ó  forma  parte  de  dicha  sílaba  en  e, 
siempre  que  la  vocal  precedente  sea  i  ó  i¿,  y  se  conserva  la 
permutación,  una  vez  realizada,  aunque  la  a  que  se  trans- 
formó, por  li  ibersele  unido  otras  silabas,  deje   de  ser  final. 

De  DIPví/,  NINTZr/N,  DEUTSaT,  DELTrt.T:  Dille,  NINTZíN,  DEUTS^T, 
deu^t;  NINTZí?LAKO,  DEUTSCDAZ,  DEUCGU. 

Variedad  cjutral.  Cambíala  e  y  l;i  i  como  las  marquine- 
sas  y  la  (7.  co;n  )  li.^  arratianas.  Da  GEaNío^ííN,  DAG¿VtN:  geün- 
K^eN,  DAGiy'c'N. 

Variedad  orozcana.  Usa  las  mism  is  permutaciones  que 
la  centra],  y  además  cuando  la  o  roza  con  la  a  le  hace  me- 
diar una  />,  y  si  á  la  u  sigue  a  sin  consonante  interpuesta, 
trueca  ésta  en  /.  De  doa;  Bohx.  De  nendu^n,  ZENDuaN:  nen- 
duí'n,  zex\du?'n.  También  muda  en  i  la  e  que  precede  inme- 
diatamente á  otra  e:  baud^e,  deuts^e,  zar^^e:  daud/e,  deu- 
'  TS¿E,  zár¿e/ 

La  regularidad  existente  en  todo  el  desarrollo  de  líis  fle- 
xiones bizcain:is  es  muy  grande. 

-Peimer   tiempo    matriz. 

I. — Modo  indicativo. 
1.  Presente. 

(i)  . — Flexiones  ohjetíras. 
(i."  categoría). 

yo  lo  veo,  los  veo. 
tú.  etc. 
él,  etc. 


IKUSTEN' 


(DOT 

Ídozu 
Dan 


DOGU  . 
DOZUBE 
DaBE  . 


DITUDA,^    . 
DITUZU.2:    . 
DITU^  . 
DITUGU^    . 
DITUZUBE^. 
DITÜBE¿'    . 


nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


l    Zabala.  El  verbo  regular  vascongado,  págs.  5^  y  55, 


-5C2- 


Observaciones.  El  núcleo  verbal  es  au  en  dos  flexiones, 
(puesto  que  la  h  de  la  3."  persona  de  plural  es  debida  á  la 
consoniflcación  de  la  u  de  a¡t)  y  o  en  las  demás.  La  segunda 
persona  de  plural  lleva  h  eufónica  para  evitar  el  choque  de 
la  u  del  sujeto  con  la  vocal  del  pluralizador  te  que  lia  perdi- 
do la  dental.  Las  formas  objetivo-plurales  ostentan  el  verda- 
dero pluralizador  bizcaino  del  objetivo,  el  afijo  z,  pero  en 
concurrencia  con  el  que  ya  conocemos  it,  que  aquí  es  pleo- 
nástico.  Existen  otras  formas  sin  dicho  pleonasmo:  dodaz, 
Dozuz,  etc.  ^ 

(ii) . — Flexiones  ohjetico-j^ronominales. 

(2^;  «á  mí»). 

.Beusfkzv     .  DEüsfAzuz     .  tú  mc  lo  ves,  me  los  ves. 

\Deust     .     .  DEUs¿Az    .     .  él,  etc. 

^^^^^^^jDezísÍAzuBE.  DEUSÍAZUBEZ.  vosotros,  etc. 

'DeustE   .     .  deus/ez   .     .  ellos,  etc. 

Observaciones.  El  núcleo  es  cus,  sacado  de  eutsi,  que  sig- 
nifica «tener»,  y  que  puede  muy  bien  ser  una  simple  varian- 
te dialectal  de  euki.  Estas  flexiones  no  incurren  en  el 
pleonasmo  de  la  pluraHzación  objetiva,  concretándose  al 
sufijo  z.  La  a  inmediata  al  pronominal  f  «á  mí»  es  de  li- 
gadura. 

i}-]^;  «á  tí»). 

ÍDEVtsUT     .       DEUtsUBAZ       yO  tc  VCO  lo,  tc  VCO  lOR. 

WEntsit.     .     DEvtsiiz.  .     él,  etc. 
"^^^^^^  DEUÍsiíGU .     DEUís?íGUz     uosotros,  etc. 

iDEUf&ZíBE  .       DEVtsUBEZ       clloS,    ctc. 

Observaciones.  La  z  de  zu  se  ha  convertido  en  la  palatal 
/spor  influencia  de  la  s  del  núcleo  en  su  forma  primitiva  eiis: 
DEuszuT  se  endureció  en  deutzüt,  y  luego,  en  virtud  de  las 
preferencias  fónicas  del  dialecto  y  de  la  mayor  semejanza  al 
sonido  originario,  se  trasformó  en  deutsut. 


l,    Vóaeo  on  lo»  Apéndices  la  Bci-ci/m  do  vnviantoa  corronroucHeutoij  al  vovbo  blacftUO. 


IKUSTEN 


DEUTSrZT  . 
DEUTSílZU. 
iDEUTSa  . 
jDEUTFíZCtU 
DEUTSaZUBE 
,EEUTSrE    . 


-56a- 

(4/;  «á  él»), 

DEUTSítDAZ       . 
DEUTSfíZü. 
DEUTSrtZ    . 

DEUTsrmuz     . 

DEUTSaZUBEZ. 
DEUTSf  EZ  . 


yo  le  veo  lo,  le  veo  los. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  El  núcleo  verbal  es  euts,  forma  más  co- 
rrecta, desde  el  punto  de  vista  morfológico,  qne  eus;  el  ele- 
mento pronominal  «á  él»  está  representado  por  a,  excepto 
en  la  3."  persona  de  plural  en  que  se  convierte  en  e,  por  asi- 
milación al  aíijo  pluralizador  te,  que  aparece  despojado  de 
su  dental.  ¿CUíál  es  la  causa  de  la  alteración  del  pronominal? 
Yo  la  encuentro  en  la  asimilación  que  debió  de  tener  lugar 
en  la  forma  objetivo-plural  de  la  1.''  persona:  BEUTsaBaz  en 
vez  de  deütscdaz,  de  donde  habría  pasado  á  las  restantes. 
Según  el  Príncipe  Bonaparte,  de  cuya  opinión  difiero,  ts  en 
bizcaino  es  una  característica  del  régimen  indirecto  en  el 
transitivo,  que  se  aplica  á  las  tres  personas  indistintamente 
y  precede  á  las  letras  ó  sílabas  pronominales  o,  a,  t,  gu,  zii 
e,  zue,  dando  lugar  á  tso  ó  tsa,  sf,  sJiU,  tsu  ó  s — zii,  tse,  tsiie 


o  s — Míe. 


ÍDEUSZ?^ZU 


IkUSTEN'DEUs/iZ¿. 

ÍdEUsZ:¿/ZUBE 
DEUSZ;¿/BE 


¡BBVtsUBeT 


(5.''  «á  nosotros»). 
.     DEus/r?/zuz 

.       DEUS7>7/Z      . 

DEVsJiUZUBEZ  . 
DEUSA'ÍÍBEZ 

(6.^  «á  vosotros») 


tú  nos  lo  ves, 

los  ves. 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


nos 


DEu/5»B(?DAZ.  yo  OS   lo  veo,   os  los 
\  veo. 

iKUSTEN'DEu/sí/Be.     .     DEulsiiBez    .  él,  etc. 

DEvtsuBeGV  .     DEvtsuneGvs:.  nosotros,  etc. 

[D'EvtsuBE      .     DEvtsuBeEz  .  ellos,  etc. 


I    Le  Verbe  basque,  pig.  XI,  nota  3. 


-  501 


Observaciones.  Estas  flexiones,  atendiendo  á  la  forma  de 
sus  elementos,  son  contraidas,  pero  atendiendo  al  número  de 
ellos,  íntegras.  Faltaladentaldela  pluralizadora,  que  produ- 
ciría DEUTSUTET,  DEUTSUTETE,  ctc;  SU  vacío  lia  sido  ocupado 
posteriormente  por  la  h  eufónica,  excepto  cuando  la  plura- 
lizacion  se  refiere  al  afijo  sugeto:  la  forma  deütsubebe  resul- 
taba demasiado  desprovista  de  gracia,  para  ser  admitida. 

(7.";  «á  ellos»). 

/DEUTseT  .     .     DEUTSé'DAz  .     .     yo  Ics-  Yco  lo,    les 

veo  los. 
Ideüts^zu.     .     DEUTsezuz  .     .     tú,  etc. 
ikusten/deutsí?     .     .     DEüTsez ...     él,  ctc. 

JDEUTSt'GU.     .     DEUTseauz  .     .     nosotros,  etc. 
[DEUTsezuBE  .     DEUTsezuBEZ.    .     vosotros,  etc. 

\DEUTSé'E    .        .       DEUTSeEZ       .        .       clloS,  ctC. 

(ni.) — Flexiones  iironominal  es. 
(8.";  «á  mí»). 

,wozu  ,     .     .     tú  me  ves. 

|7?AU    .     .     .     él,  etc. 
ikustenI  ,  , 

j?zozuBE    .     .     vosotros,  etc. 

'?zABE  .     .     .     ellos,  etc. 

Observaciones.  En  cuatro  flexiones,  tres  formas  distintas 
del  núcleo;  o,  au  y  ah:  éste  es  debido  á  la  consonificación 
de  la  ?/,  por  la  inmediación  de  la  e. 

(9.^  «á  tí») 

l^'aiTUDAz     .     .     yo  te  veo. 

-r  UaiTUz    .     .     .     él,  etc. 

Ikusten  '     ,  , 

;.'rtiTUGUZ     .     .     nosotros,  etc. 

[-:aiTUBEZ     .     .     ellos,  etc. 

Observaciones.  Es  verdaderamente  curiosa  la  insistencia 
con  que  la  lengua  bascongada  viene  marcando  epentética- 
mente un  plural  en  las  flexiones  do  ésta  categoría.  Las  quo 
ahora  tenemos  á  la  vista  lo  han  redoblado:  it  ó  tu  y  z. 


-565— 

(10.'':  «LÍ  nosotros»). 
,gaiTvzvz     .     .     tú  nos  vés. 

IKUSTEN  -í^^^"^^     ...       él,  etc. 

l^rtiTuzuBEZ.     .     vosotros,  etc. 
'^rtiTUBEz     .     .     ellos,  etc. 

(11.":  «á  vosotros»). 

í^raTUBc^DAZ  .     .     3^0  os  veo. 

j^íiiTüBeGuz .     .     nosotros,  etc. 
f^rtiTUBc'Ez    .     .     ellos,  etc. 

V Tiempos  derivados. 


IX. — Modo  subjuntivo. 

34.  Presente. 

El  núcleo  verbal  del  subjuntivo  está  sacado  del  verbal 
EGíN  «hacer». 

(i.) — Flexiones    objetivas. 
(1.^  categoría). 
ÍBagiBA-Ñ      .     D«(7¿DAZAN      .     yo  lo  vea,  los  vea. 

VDCtgizVÑ        .       Dílí/i'züZAN.        .       tÚ,  ctc. 

T        'Daí7¿jAN      .     Daí7¿ZAN     .     .     él,  etc. 

xKUSI'  •  . 

iD(X/7/gun  .  Drtí7¿"GuzAN.  .  iiosotros,  etc. 
paí/izuBEN  .  DríY//züBEZAN  .  vosotros,  etc. 
\BkGJJen .     .     jyagijEZA^.     .     ellos,  etc. 

Observaciones.  El  núcleo  es  agi,  con  la  permutación  co- 
mún de  la  vocal  primera.  El  choque  de  la  i  con  una  vocal 
cualquiera,  orgánica  ó  fonética,  requiere  la  interpolación  de 
la  y  bizcaina.  La  pluralización  del  objetivo  está  encomenda- 
da á  z,  la  cual  se  sufija  con  una  regularidad  absoluta  delan- 
te de  la  71  característica  del  subjuntivo,  provocando  la  pre- 
sencia de  una  a  de  ligadura.  Estas  flexiones  son,  pura  y  sen- 
cillamente, las  de  la  conjugación  no  perifrásica  de  egin. 


-506- 


(ii.) — Flexiones  objetivo- ijronominales. 
(2.":  «á  mí»). 


DAGIíÍAZUN. 


IkusIíüagi  /an     . 
Ídagií/azuben 
[dagkZen     . 


dagií/azuzan    .     tu  ino   lo   veas,  me 

los  veas. 
dagk/azan  .     .     ól,  etc. 
dagkZazuiíezan.     vosotros,  etc. 
dagiJezan   .     .     ellos,  etc. 


Observaciones.  Corresponden  éstas  flexiones  enteramen- 
te en  sil  formación  á  las  guipiizcoanas,  de  las  cuales  se  di- 
ferencian en  el  núcleo  y  en  la  pluralización  objetiva.  La  3.° 
persona  de  plural  está  contraída. 

(3.";  «á  tí.)). 


Ikusi 


Ikusi 


dagi^://dan 

DAGI^Í/N. 

dagi^z¿gun 
dagi^ííben 


/pagijodan 
Idagijozün 

'DAGNON      . 
DAGIJOGUN 
DAGIJOZUBEN 
DAGIJi/EN  . 


DAGi¿'?/DAZAN.  yo  te  lo  veu,  te  los  vea. 

DAGI-íZ/ZAN       .  él,    etc. 

DAGi^»GUZAN.  nosotros,  etc. 

DAGI¿'¿/BEZAN.  clloS,   ctc. 


(4.'';  «á  él.). 


DAGIJODAZAN 
DAGIJOZX^ZAN 
DAGIJOZAN  . 
DAGIJOGUZAN 
DAGIJOZUBEZAN 
DAGIJIÍEZAN  . 


yo  le  vea  lo,  le  vea  los. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


/DAGI^/íZUN. 


IkusiWgií7//x     . 
/dagií/í/zuben 

iDAGIf/Z/BEN. 


(5.";  '(á  nosotros.)) 

.     DAGií/// ZUZAN      .     tú  nos    lo  vcas,  nos 

los  veas. 

.       DAGI^i¿ZAN      .       .       él,  etc. 

.     DAGi//z¿zuBEZAN .     vosotros,  eto. 

DAGIí/Z/BEZAN         .       clloS,  ctc 


-567- 


DKGIZUBeDAlü 

IKUSI  (DAGlZUBe-Ñ  . 
|dAGI^?¿B(?GUN 
DAGI^'WBeEN  . 


¡DAGIJWtíDAN. 

jDAGIJZíeZUN. 

IKUSI  DAGIJZ/eN       . 

/DAGIJ^/eGUN, 

[DAGUZíeZUBEN 

DAGIJZíeEN   . 


(6.^;  «á  vosotros»). 


DAGUl/BeDAZAN  . 

í  ■  V" 
í  - 

DAGI^?/BeZAN 
DAGI2^Z¿B5GUZAN  , 
DAGI^'WBeEZAN 

(1.";  á  ellos»). 

DAGIJ«eDAZAN     . 


DAGIJ¿¿eZUZAN     . 
DAGIJI/eZAN  , 
DAGIJZ/eGUZAN    . 
DAGIJZíeZUBEZAN 
DAGIJZi^eEZAN 


yo  os  lo  vea,  os  los 
K   vea. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  les  vea   lo,    les 

vea  los. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,   etc. 


Observaciones.  Aquí  la  pluralización  del  primitivo  ele- 
mento pronominal  o  «á  él»  corrió  á  cargo  de  te.  Pero  como 
según  costumbre  del  dialecto  bizcaino  éste  afijo  pierde  su 
dental,  resultó  el  choque  de  vocales  oe,  y  su  inmediata  tras- 
formación  en  ue.  De  DAGuoíeDAN  provino  DAGuoeDAN  y  lue- 
go DAGijzíeDAN,  origen,  á  su  vez,  del  DAGuwBeDAN,  etc.,  de 
ciertas  variedades. 

(iii.) — Flexiones  jíTonomimücs. 

(8.'';  «á  mí»). 

[«AGizuN  .     .     tú  me  veas. 

-r  [/¿AGUAN     .       .       él,  CtC. 

Ikusi/  '    ,  , 

pAGIZUBEN      .       vosotros,   CtC. 

//¿AGÜEN  .     .     ellos,  etc. 

(9.'-^:  «á  tí»). 

I^AGIDAZAN     .     yo  tc  vca. 
-j-      ^  I^AGizAN    .     .     él,  etc. 

j^AGiGuzAN     .     nosotros,  etc. 

[4^AGIJEZAN        .       ellos,  ctc. 


-508- 


(10.":  «á  nosotros»). 

í/AGizuzAN.      .     tú  nos  veas, 
él,  etc. 


T  <7AGIZAN 

ir/AGIZUBEZAN 
Íí/AGIJEZAN  . 


vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Übscrvíiciones.  En  ésta  y  en  la  aiitcrior  categoría  persiste 
la  pluralización  redundante  de  los  elementos  pronominales 

í7  y  ^• 

(11.''^;  «á  vosotros»). 


Ikusi 


¿rAGIJ6'DAZAN 
J^AGUeZAN    . 
Í^AGIJ(?GUZAN 
(«S^AGIJ^EZAN 


yo  OS  vea. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


VIII. — Imperativo. 
32.  Presente. 
(i.)  — Flexiones  objetivas. 
(1."  categoría). 

egizuz     .  tú  velo,  velos. 

Begiz.     .  él,  etc. 

^je^¿zuBE  .     egizvBEZ.  vosotros,  etc. 

^BegijE     .     BegijEZ    .  ellos,  etc. 

Observaciones.  También  en  este  tiempo  está  tomado  el 
núcleo  del  verbal  egin.  Con  este  tiempo  y  los  de  subjuntivo 
queda  completa  la  conjugación  sencilla  de  dicho  verbal  que 
hoy  conocemos. 

(ii.) — Flexiones  objetivo- pronominales, 

(2.";  «á  mi»). 


legizv, 

-r        jBegi 
Ikusi     -^ 

I 


Ikusi 


egiíZazu  . 

13EGIÍ  . 

egiíZazuce 
begií/e    . 


egkZazuz. 
begiJaz   . 
egic/azubez 
beokIez  . 


tú  véme  lo,  véme  los. 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


-5G0- 


Ikusi 


ÍEGIJOZU  . 
/BEGIJO     . 

/egijozube 
begijííe. 


Observaciones.  La  3.^  persona  ele  plural  está  contraída; 
la  forma  íntegra  es  BEGiDetE. 

(3/;  «á  tí.)). 

Ikusi'^^^^'^"'     •     ^E^i-s^íz     .     él   véate  lo,    véate  los. 
)begi^¿¿be  .     BEGi^z¿BEz.     ellos,  etc. 

(4.'';  «á  él»). 

EGiJozuz     .  tú  vele  lo,  vele  los. 

BEGiJoz .     .  él,  etc. 

EGiJozuBEz.  vosotros,  etc. 

BEGij^Ez    .  ellos,  etc. 

(5.**:  «á  nosotros»). 

EGi^zízuz.     .     tú  vénos  lo,  vénos  los. 
BEGií/z^z  .     .     él,  etc. 
EGIÍ//ÍZUBEZ  .     vosotros,  etc. 

BEGIí72¿BEZ      .       ellos,   ctc. 

(6.":  «á  vosotros»). 

BEGi<«Bez     .     él  os  vea  lo,  os  vea  los. 
BEGiziiBeEz  .     ellos,  etc. 

(7.';  «á  ellos»). 

EGijzíezuz     .  tú  veles  lo,  veles  los. 

BEGij^^ez .     .  él,  etc. 

EGiJz/ezuBEz.  vosotros,  etc. 

BEGLJweEz     .  ellos,  etc. 


\EGiguzv  . 

|EGIí7?¿ZUBE 


Iküsi 


BEGI^ÍÍBE. 

\  BEGI^Í¿Be  . 
/  BEGl4^¿¿Bé?E 


Ikusi 


rEQuuezv . 
BEGime    . 

/EGIJ¿^eZUBE 
'BEGIJMeE  . 


(^11-)  — Flexiones  pronominales. 
(8.^:«ámí»). 


wAGizu  .  .  tú  véme. 

iKusí!"^^^'      •  •  él,  etc. 

7^AGIZUBE  .  vosotros,    ctc. 

í^AGLjE  .  .  ellos,  etc. 


40 


-570- 

(9.":  «á  tí.)).- 

^AGiz  .     .     él  véate. 
^^^^^i^AGiJEz     .     ellos  véante.      , 

(10.'*:  «á  nosotros»). 

.^fAüizuz  .  .  tú  vénos. 

-j.        j^AGiz.     .  .  él,  etc. 

^^^^^ Wagizubez  .  vosotros,  etc.      . 

^í/AGiJEZ    .  .  ellos,  etc. 

(11. '-i;  «á  vosotros»). 

_        ( ^AGuez    .     .     él  véaos 
I^'^'M^-AGiJé'Ez.     .     ellos,  etc. 

:-5:-3.  Futuko. 

Este  tiempo,  propio  y  exclusivo  del  dialecto  bizcaino,  se 
obtiene  uniendo  la  sílaba  U,  característica  de  futuro,  a  1  is 
Üexiones  anteriores,  yá  por  el  procedimiento  de  la  nicorpo- 
ración,  vá  por  el  de  la  sufijación.  El  castellano  no  ha  conce- 
bido el'imperativo  como  un  futuro;  así  es  que  es  nnposible 
dar  la  exacta  traducción  de  este  tiempo. 

(i), — Flexiones  ohjHívas. 

{1."  categoría). 

lEGi/a'zu.     .     EGi/tCzuz     .     tú  lo  vcrás,  los  veras. 
JDEGiAe  .     .     BEGiA-(?z.     .     él,  etc. 

-^^^"^^  EGl/v6^ZUBE  .       EGlA-eZUBEZ.       VOSOtrOS,  Ctc. 
(BEGlA-fE.       .       BEGl/.-í'EZ      .       clloS,  ctc. 

(ii,) — Flexiones  ohjelívo-prononiinales. 
(2.":  «á  mí»). 

ÍEGI/.-Í3DAZÜ.     .     EGi/.rDAzuz     .     tú  mc  lo  vcrás,  mo  los 
\  verás 

IkUSI  BEGl/.-CT        .       .       BEGl/.t'DAZ  .       .       él,  ctc. 

IeGI/.X'DAZUBE    .       EGl/.X'DAZUBEZ.       VOSOtrOS,  otC. 
*BEGl/.rDE     .        .       BEGT/tPRZ  .       ,       olloS,  otC 


-571- 


Ikuri^ 


(S."^;  «á  tí»). 
EEGiZ-^zu     .     BEGiAezuz     .     ól  to  lo  vorá,  te  los  vevá. 

BEGl/ví?ZUBE.       BEGl/í-eZUBEZ.       elloS,  etc 

(4.*^:  «á  él».) 

EGl/.'/jOZU        .       EGl/r/jOZUZ   . 


Ikusi  BE  g  i  A' /jo  . 

JEGl/i'i.JOZUBE 
iBEGl/vfjUE 


begiHjoz     . 

EGl/r/jOZUBEZ 

begi/.'/juez  . 


tú  le  verás  lo,   le  ve- 
rás los. 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  La  trasformación  en  i  de  la  e  ele  he,  es  un 
nuevo  ejemplo  ele  asimilación;  aquí  la  vocal  asimiladora  es 
la  final  del  núcleo  egí. 


egi/.-íguzu   . 


Ikusi  begiA'é'GU 

/egi/i'^guzube 
BEG1/16GUBE . 


Ikusi 


1  BEGl/iTZUBE 
BEGI/^'é'ZUBEE 


(S."":  «á  nosotros»). 

,     EGiZeGUzuz  ,     .     tú  nos  lo  verás,  nos 

los  verás. 
,     BEGi/iéíGuz    .     .     él,  etc. 
.     EGiA-eGuzüBEz  .     vosotros,  etc. 

.       BEGl/i-CGUBEZ        .        elloS,  Ctc. 

(().":  «á  vosotros».) 

BEGi/i-ezuBEz  .     él  OS   lo  verá,  os  los 
verá. 

BEGl/rt^ZUBEEZ.       clloS,  ctc. 


Observaciones,  Como  el  dialecto  bizcaino  no  teme  al  hia- 
to, consigue  distinguir  varias  formas  plurales  que  otros  con- 
funden; así  para  «ellos  á  tí»  existe  la  flexión  begikezübe,  y 
para  «ellos  á  vosotros»  begikezubee,  aunque  la  primera  de 
las  nombradas  es  idéntica  á  begikezübe  «él  á  vosotros».  Esta 
observación  puede  aplicarla  el  lector  á  otras  muchas  formas 
de  otros  tiempos. 

(7.';  «á  ellos»). 

^        ÍegiHjuezu     .     EGI/.-/JUEZUZ    .     tú  les  verás   lo,   les 
Ikusi  1  verás  los. 


—572— 


ÍbegiAíjue  .     .     BEGi/»¿JUEz.     .     él,  etc. 
EGiZíJUEZUBE  .       EGl/jiJUEZUBEZ.       VOSOtrOR,  ctc. 
BEGlA:ÚüEE        .       BEGl/./jUEZ.       .       ellos,  ctc. 

(iii) . — Flexiones  pronominales. 

(8.*;  «á  mí»). 

NAGiAezu   .     .  tú  me  verás. 

j        JNAGi/re  ...  él,  etc. 

^  ^  ÍNAGiZ-ezuBE     .  vosotros,  etc. 

NAGiAíE     .     .  ellos,  etc. 

(9.'^;  «á  tí»). 

T       ^ZAGiZíz   .     .     él  te  verá. 
'zAGiA-éEZ.     .     ellos  etc. 

(10.";  «á  nosotros»). 

GAGiZezuz  .  .  tú  nos  verás. 

'oAGi/i'ez      .  .  él,  etc. 

ÍGAGi/iezuBEZ  .  vosotros,  etc. 

GAGiA'eEz    .  .  ellos,  etc. 

(11.'';  «á  vosotros») 

-,         zAGi/i'eEz    .     .     él  os  verá. 
(ZAGiAeEEz .     .     ellos,  etc. 

Observaciones.  El  desdén  hacia  el  cuidado  de  evitar  el 
choque  de  ciertas  vocales,  y  sobre  todo  su  reiteración , 
está  llevado  en  la  3.*  persona  phu-al  de  la  categoría  undéci- 
ma, hasta  el  último  límite:  así  es  que  figura  en  ella  una  e 
triple. 

II. — Potencial. 

12.  Futuro  presente. 

¿Cuál  es  el  núcleo  significativo  de  éste  tiempo,  y  de  su  an- 
tecesor en  el  orden  lógico,   el  presento  del  potencial?    lio 


— 573 — 

aquí  una  pregunta  interesante.  Mr.  Van  Eys  en  su  (rrcM/zá- 
tica  comparada  deY'iY.i  e^io^tiemjyos  de  un  verbal  mclim) 
ó  (iedim)  poder,  cuyo  emple.)  como  verbo  independiente  lo 
ha  conservado  tan  solo  el  dialecto  bizcaino.  ^  De  las  fle- 
xiones primitivas  dadit,  dadizu,  dadi,  etc.  formadas  con 
arreglo  á  los  principios  de  la  conjugación  sencilla  (dakit, 
DAKizu,  DAKi,  ctc.  dc  jakin),  SO  derivarían,  por  contraccióu ,  las 
del  presente  del  potencial,  y  de  éstas,  por  ministerio  de  ke, 
las  del  futuro  presente. 

Diré  de  pasada  que,  hoy  por  lo  menos,  es  completamen- 
te desconocido  en  Bizcaya  el  verbal  edin  «poder»,  y  que, 
sino  recuerdo  mal  (pues  en  el  lugar  en  que  me  hallo  al  es- 
escribir éstas  líneas,  me  es  imposible  comprobar  mi  aserto) 
ninguno  de  los  Diccionarios  y  Vocabularios  que  poseo,  in- 
cluso el  de  Mr.  Van  Eys,  traen  esa  palabra  con  ese  sen- 
tido ni  con.  otro.  Pero  de  todas  suertes,  no  es  preciso  ir 
á  buscar  tan  lejos  la  ex|'licación  del  potencial  bizcaino.  Así 
como  los  otros  dialectos  literarios  pidieron  prestado  al 
izan  transitivo  los  elementos  que  constituyen  el  núcleo  del 
tiempo  en  que  nos  ocupamos,  el  dialecto  bizcaino,  más  cons- 
tante y  consecuente  en  ésta  parte,  continuó  valiéndose  del 
mismo  núcleo  que  figura  en  varias  de  las  flexiones  de  su 
indicativo  y  en  muchas  guipuzcoanas,  labortanas  y  suleti- 
nas  de  dicho  tiempo.  Como  la  característica  del  potencial 
es  Jí'e,  le  bastó  echar  mano  de  e^la:  cualquiera  compi-ende 
que  si  DEZAKST,  por  ejemplo,  significa  «yo  lo  puedo»,  se  debe 
al  KE,  y  nó  al  eza,  ni  á  la  concurrencia  de  ambos  elementos. 
Tomando, pues,  el  núcleo  ai  que  ya  conocemos}'  el  Jic  carac- 
terístico, se  formaron  las  flexiones  daiket  «yo  lo  puedo»,  dai- 
kedaz  «yo  los  puedo»,  etc.  Pero  como  ke  es,  á  la  vez,  caracte- 
rística de  futuro, surgió  la  idea  de  separarla,  y  formar  con  el 
resto  de  la  flexión  otras  que  fueran  de  presente,  dait  «yo  lo 
puedo)),'^DAiDAZ  «yo  los  puedo».  Así  se  explica  también  que 
DAiKET,  etc.  posea  hoy  un  doble  significado  de  presente  y  fu- 
turo.^ En  mi  opinión,  las  flexiones  del  futuro  presente  son 


1  Pág.  219. 

2  Véase,  en  prueba  de  ello,  el  sóptimo  cuadro  preliminar  de  El  verbo  del  P.  Bonaparte. 


-571- 


cronolügicaiiiente  hablando,  anteriores  á  las  del  presente; 
sin  embargo,  en  mi  Cuadro  general  (pág.  357)  las  primeras 
llevan  el  número  1'2  y  las  segundas  el  11,  lo  cual  se  debe  á 
que  la  lógica  lo  exijía  así.  Pero  como  en  el  análisis  de  las 
ñexiones  concedo  preferente  atención  á  su  forma  y  á  su  de- 
senvolvimiento histórico,  estudiaré  en  primer  lugar  el  tiem- 
po que  aparece  en  el  segundo  en  el  Cuadro,  ó  sea,  el  futuro 
presente. 


]DAi7i'ezu. 

IKÜSI  DAll'e.  . 
/DAl/i'eGU. 
ÍDAlA-eZUBE. 

'daiA^e.  . 


(i). — Flexiones  objetivas. 
(1 ."  categoría) . 

.       .      DAlAeDAZ         .       .       . 


DAlZ'CZUZ . 

DAiA'ez 

DAl/i'^GUZ . 
DAlAeZUBEZ 
DAlJxeEZ    , 


yo  lo  podré,  los 

podré  ver.^ 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(ii) . — Flexiones  ohjetivo-iwonominales. 
(2.*:  «á  mí»). 


'Dkíliedkzv 

IKUSI  (  DAlJiCt .       . 

'  DAlAerÍAZUBE 

daiAcíZe    . 


ÍT^AihezuT 
IKUSI  ■pAiJcezn  . 

DAlJieZUGV 
^DAlkeZUBI^ 


BAÚedAZVZ. 

DAlAec^AZ 
DAl/ieíZAZUBEZ 

DAiledEz 
{3.'  «á  tí»). 


tú  me  lo   podrás, 
me  los  podrás  ver. 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 


ellos,  etc. 


DAil'ezuDAz  .     .     yo  te  lo  podré,  te   los 

podré  ver. 
BAíJiezuz.     .     .      él,  etc. 
DAiJcezuQVZ  .     .      nosotros,  etc. 
DAih'ZKBEz  .     .     ellos,  ctc. 


1    y  también  «yo  lo  i)Uoclo,  Ioh  imoilo  voi» 


-575— 


jDAlA'ijOT   . 

iKÜSTBKlJdjO  . 
jDAlA-WOGU 
[DAl/t/jOZUCE 


(DAiJieguzv . 

Ikusi  DAiA;e<7ií'     . 
ÍBAiJceguzvBE 
[DAiJcegiiBE. 


(4.^  á  él). 

DAlZ;áODAZ    . 

daiA'Íjozuz  . 
daiHjoz  . 

DAlA'WOGUZ    . 
DAlA-iJOZUBEZ 
DAlA'/jlíEZ.    . 


yo  le  podré  ver    lo, 

ver  los. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(5.*;  «á  nosotros») 

Dkil-eguzüz     .     tú  nos  lo  podrás,  nos 

los  podrás  ver. 
Dxileguz   .     .     él,  etc. 
DMl-eguzvBEZ,     vosotros,  etc. 
DAiJceguBEZ     .     ellos,  etc. 


DMkeziíBeT 
IKUSI  ( BAihezuBe 


(6.";  «á  vosotros») 

DAlJceZUBeBAZ. 


yo  os  lo  podré,  os  los 

podré  ver. 
él,  etc. 


BkúezuBez  . 
DkiJiezuBeGV .     DAiJi-ezuBeGVZ.  .     nosotros,  etc. 
DAiJieziiBeE   .     DAihezvBeEz-     .     ellos,  etc. 


iDAil-lmeT. 


(?.";  «á  ellos»). 
DAiJcimeDÁZ. 


VDAihijuezv. 

lKVSl{pAlliÍJUe. 

lj)AlJcÍ3lieG\J. 


i>AihÍ3uezvz: 
DAihiJuez.    . 

DAlJil3UeGVZ. 

BAiMmezvBE     DAiJiiiuez\]BEz.      vosotros,  etc. 
DAiMjueE.     .     DAiJimieEz.       .     ellos,  etc. 


yo  les   podré  ver  lo, 

ver  los. 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 


Observaciones.  Estas  formas  son  contracciones    de  las 
primitivas  daikejoí6t;  DAiKEJoíezu  etc. 


-S7C- 

(iii.) — Flexiones  ])ronominales. 
(S.-^;  «á  mí»). 


Ikusi 


«AlA'CZU    . 

.     tú  me  podrás  ver. 

iikihe  . 

.     él,  etc. 

nAlA'éZUBE 

.     vosotros,  etc. 

nAiAeE     . 

.     ellos,  etc. 

(9.'; 

«á  tí"). 

¿rAl/i6DAZ  . 

.     yo  te  podré  ver. 

ZkllitíZ 

.     él,  etc. 

zkikeGXiz  . 

nosotros,  etc. 

ZAlJiCEZ     . 

ellos,  etc. 

Ikusi 


Observaciones.  La  z  final  es  un  afijo  epentético  de  plura- 
lización  del  elemento  pronominal.  Prosigue  ésta  categoría 
manifestándose  como  las  demás  de  su  clase. 

(10.";  (íá  nosotros»). 

gxil-ezuz    .  .  tú  nos  podrás  ver. 

T        \gkil-ez  .     .  .  él,  etc. 

¡gkilezuBEz  .  vosotros,  etc. 

gkiJieEZ      .  .  ellos,  etc. 

(11.";  «á  vosotros»). 

zkiJceeBAZ  .  .  yo  os  podré  ver. 

-r        \zAiJieez.     .  .  él,  etc. 

[zkúeeGVZ  .  .  nosotros,  etc. 

zkiJieeEz.    ,  .  ellos,  etc. 

11.  Presento. 

Las  flexiones  de  éste  tiempo  se  forman  muy  fácilmente, 
suprimiendo  la  característica  l-e,  de  las  del  futuro  presente, 
lo  cual  dá  lugar  á  algunas  alteraciones  fonéticas  muy  co- 
munes. 


-577- 


/DAIT  . 

Idaizu 

T  ^DAI     . 

IkUSI' 

IDAIGU 

[daizube 
\daije 

(11)- 


[daiíZazu. 

IkUSI  BAit   .       .  ^ 
ÍDAir/AZUBE 

■daiíZe 


VDMZUT. 

Ikvsídáizu  . 

[DAI^iíGU 
^DA1^Z¿BE 


DAIJOT.      . 

idaijozu   . 
Ikusi'daijo  . 
Idaijogu    . 
Idaijozube. 

DALJZ¿E.     . 


Ikusi!í^aií7^zu. 


(i,) — Flexiones  objetivas. 

(1/  categoría). 

DAiDAz.     .  yo  lo  puedo,  los  puedo  ver. 

DAizuz.     .  tú,  etc. 

DAiz     .     .  él,  etc. 

DAiGUZ      .  nosotros,   etc. 

DAizuBEz  .  vosotros,  etc. 

DAiJEz.     .  ellos,  etc. 

■Flexiones  ohjetivo-'pronominales. 

(2.*;  «á  mí»). 

.     DAif?Azuz.     .     tú  me  lo  puedes,  me  los 

puedes  ver. 
.     daiíZaz     .     .     él,  etc. 
.     dai^Zazubez  .     vosotros,  etc. 
.     daicZez     .     .     ellos,  etc. 

(3.";  «á  tí»). 

DAi^¿¿DAZ .     .     yo  te  lo  puedo,  te  los  pue- 
do ver. 
T)kizii7i     .     .     él,  etc. 
DAi-^?íGuz.     .     nosotros,  etc. 
DAi^wBEZ.     .     ellos,  etc. 

(4.'';  «á  él») 


DAIJODAZ. 

DAIJOZUZ. 
DAIJOZ.    . 
DAIJOGÜZ. 
DAIJOZÜBEZ 
DAIJI¿EZ. 


yo  le  puedo  ver  lo, 

ver  los. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(5.*;  «á  nosotros») 


tú  nos  lo  puedes,  nos 
los  puedes  ver. 
•  41 


IKUSIDAIí/MZUBE. 
[DÁigUBE    . 


DMZUBeT  . 


-578- 

Diijguz.        .     .     él,  etc. 
DAi^wzuBEz.      .     vosotros,  ctc. 
DAi(7?/BEz.    .     .     ellos,  etc. 

(G/;  «á  vosotros»). 

DhIZUBeDhZ  . 


IKUSI  ',DAI^?¿Be     . 
tDMZllBeG'ü. 
\DMZUBeE  . 


DAIJi/eT. 


VDAUUeZV. 
IKUSI  <DAIJ2/e.      . 
¡DklJUeGV  . 
[DAIJ?¿eZUBE 

DAiJí^eE.  . 


DAI^?/BeZ. 
DMZUBeGVZ  . 
DMZUBeEZ.    ' 

(7.";  «á  ellos»). 

DAI.J»^DAZ.    .       . 

DAIJ?/eZUZ.    . 
DAIJ¿/eZ. 
DAIJ?/6GUZ.    .       . 
DAIJZ/eZUBEZ.      . 
DAIJZ/eEZ.       . 


yo  os  lo  puedo,  os  los 

puedo  ver. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc.  , 


yo  les  puedo    ver  lo, 

ver  los. 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


IKUSI 


«AIZU. 

;7iAi.    . 

/¿AIZUBE 

y¿AiJE  . 


IKUSI 


IKUSI 


(iii). — Flexiones  projwminales. 

(8.";  «á  mí»). 

.     .     tú  me  puedes  ver. 
él,  etc. 
.     vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

(Q.'*;  «á  tí») 

.     ,     yo  te  puedo  ver. 

.     él,  etc. 
,     .     nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

(10.";  «á  nosotros»). 

tjAizuz.    .  .  tú  nos  puedes  ver. 

I/7AIZ.  .     .  .  él,  etc. 

^AizuBEZ.  .  vosotros,  etc. 

'r/AiJEz.     .  .  ellos,  etc. 


¿AIDAZ  , 
*AIZ.   . 
¿'AIGUZ. 
'4ÍAIJEZ. 


IKUSI 


-579- 

(11.";  «á  vosotros»). 

I^AiJéDAz  .  .  yo  os  puedo  ver, 

]zkuez.     .  .  él,  etc. 

l^AueGUZ  .  .  nosotros,  etc. 

'^AiJéEZ.   .  .  ellos,  etc. 


(iii.) — Supositivo  del  potencial.  .'; 

16.  Presente. 

Su  derivación  del  presente  de  subjuntivo  es  del  todo  re- 
gular, sin  que  sea  preciso  mencionar  ni  la  más  lijera  excep- 
ción. 

VII. — CONSUETUDINABIO. 


'Dar  o  ai.  . 

ÍDaroazv  . 
IKUSI  JDaroa. 

Daroaov  . 
DaroazvB. 
DaroE. 


30.  Presente. 

(i.) — Flexiones  objetivas. 

(1.a  categoría). 

.      Da?'OaDAZ.     . 


ux\ 


Dfiroíizuz. 
Daroaz  . 
DaroaGWÁ. 
BaroazvEZ 

DíiroEZ     . 


yo  lo  suelo,  los   suelo 
ver.  ■_■■_ 

tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  El  núcleo  significativo  es  akoa,  proce- 
dente del  verbal  eroan.  ^  Significa,  actualmente,  en  el  uso 
común,  «llevar».  No  es  imposible  que  la  idea  de  «lle- 
var una  cosa»  haya  producido  la  idea  de  ^  «tener  costumbre 
de  ella,»  aunque  también  cabe  que  antiguamente  poseyera 
un  significado  más  próximo  al  que  ostenta  como  auxiliar. 
Eeoan  es  el  factitivo  (ó  causativo)  de  joan  «ir»^,  y  por  lo 
tanto,  etimológicamente  considerado,   significa '  «hacer  ir». 


1.    Zabala.    El  v«rbo  regular  vizcaíno,  pág.  66. 

3.    Bouaparte,    Remarques,  etc.  sur  Mr.  Abel  Hovelacque,  pág.  12. 


-580- 


De  la  coacción  ejercida  para  que  se  ejecute  una  cosa,  á 
producirse  la  costumbre  de  ejecutarla,  siempre  que  se  con- 
sidere al  hábito  como  una  coacción  psíquica,  no  tropieza 
el  concepto  significativo  con  ninguna  imposibilidad  que 
cierre  el  paso  á  esa  evolución  significativa.  En  cuanto  á  las 
flexiones  en  sí  se  notará  el  cambio  común  de  la  vocal  ini- 
cial del  núcleo  en  a,  y  la  contracción  ordinaria  de  las  2." y 
3.'  persona  de  plural,  que  deberían  de   ser  daroazute,  da- 

ROATE. 

(ii.) — Flexiones  objetivo-pronominales. ' 
(2.";  «á  mí»). 


ÍDAROAíÍAZU.    .       DAROAíZazUZ. 


ikusi  daroaí. 

IdaroaíZazue 
'daroaíZe. 


DAR0A¿<;?ÍT. 


IKUSI 'DAR0A/-S?¿. 

ÍdAR0AÍ2'?/GU 
DAROA¿-i?WE. 


daroaíZaz.    . 
daroaíZazuez. 
daroaíZez.   . 

(3.'';  «átí»), 

DAROAiíZUDAZ. 

DAROAÍ^ímUZ. 
DAROAf^«EZ. 


tú  me  lo  puedes,   me 

los  puedes  ver. 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  te  lo  suelo,  te   los 

suelo  ver. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  El  endurecimiento  de  la  sibilante  sue- 
le estar  justificado  en  las  formas  objetivo-plurales:  aquí,  en 
las  objetivo-singulares,  no  es  otra  cosa  que  un  capricho 
eufónico. 


/daroaAot. 

jdaroaAozu. 
IKUSI  JdaroaAo  . 
Jdaroa/i-ogu. 
[daroaAozue 
'daroaAoe. 


(4.";  «á  él». 
daroaAodaz. 

DAROA/iOZUZ. 

daroaAoz.  . 
daroa/oguz. 
daroa/.ozuez.  , 

DAROa/iOEZ. 


yo  le  suelo  ver  lo,  ver 

los. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


-58Í- 


Observaciones. 
la  primitiva:  residuo 
«éste» . 


La  forma  del   elemento  pronominal  es 
de  KONi,  recipiente  del  roncales   kaur 


DA^OÁgilZV. 


IKÜSI  DAE0Aí7?¿  . 

rDkHOAgUZVE  . 

'daroaí/z/e.    . 


DA'ROAtzueT    . 

IKÜSI   DAIlOAÍ^?/e.     . 

IDA'ROAtzUeGV. 

DAROAtzneE.  . 


:DATXOAl-oeT.    . 

wahoaJiOczu  . 

IKUSI<DAROAAotí. 

/DAROAA-OeGU  . 

[DAROA/iOeZUE 

DAROA^'OeE.     . 


(S.**:  «á  nosotros»). 

BA^OAgUZVZ. 


'DA'ROAgUZ.     . 
DAROAí/i/ZUEZ, 
DAROAí/WEZ    . 


tú  nos  lo  puedes,  nos 

los  puedes  ver. 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(6.*;  «á  vosotros». 

DAROAií^i/eDAz.  .     yo  os  lo  suelo,  os  los 
suelo  ver. 

DA'ROAtziiez.      .     él,  etc. 
DAROAÍ^-^eouz  .     nosotros,  etc. 
DAnOAtzueEZ.    .     ellos,  etc. 


((T.**;  «á  ellos»), 

DAROA/i'OeDAZ.     . 


DAROA/voeZUZ. 

DAB.Okli'OeZ. 

DAROA/iOeGUZ. 

DAROA/iOeZUEZ 

DAROA^-OeEZ. 


yo  les  suelo  ver  lo, 

ver  los. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(ni.)  — Flexiones  pronominales. 
(8.'^  «ámí»). 


IKUSI 


IKÜSI 


[ííAROAZü  . 

.     tú  me  sueles  ver. 

I^AROA.      . 

.     él,  etc. 

J?1AR0AZÜE 

.     vosotros,  etc. 

7ÍAR0E.      . 

.     ellos,  etc. 

(9.^;  «á  tí». 

l^AROADAZ. 

.     yo  te  suelo  ver. 

Í-S^AROAZ.    , 

,     él,  etc. 

—58-2— 

_      i^-AROAGUz.     .     nosotros,  etc. 

IKUSI  \  11  . 

¡zKixoEZ.    .     .     ellos,  etc. 

(10.*;  «á  nosotros»). 
i'í/AEOAzuz.     .     tú  nos  sueles  ver. 

^.0.'^ --■     lEusir""*^-  •  •  ¿■'«'o-   ^ 

u/AROAzuEz.  .     vosotros,  etc. 
'í7AR0Ez.   .     .     ellos,  etc. 

Observaciones.  La  z  final  de  éstas  flexiones  es  nn  afijo 
redundante  de  pluralización.  Como  en  los  estudios  gra- 
maticales sobre  la  lengua  euskara  reina,  según  lo  tengo  in- 
dicado anteriormente,  la  mayor  variedad  en  la  terminolo- 
"gía,  liasta  el  punto  de  que,  á  veces  parece  en  los  distintos 
autores  que  se  habla  de  cosas  diferentes,  porque  se  las  lla- 
ma de  diferente  manera,  considero  muy  importante  unifi- 
car el  lenguaje  científico.  Por  lo  que  á  esta  Gramática 
se  refiere,  he  de  calificar  con  más  constancia  que  hasta 
ahora,  destruyendo  las  sinonimias  de  la  práctica,  á  los  afi- 
jos innecesarios  para  expresar  la  relación  verbal  de  que  se 
trate,  ,contres  clases  de  nombres:  redundante?,  epentéticos  y 
pleonásticus. 

1.°  Afijo  redundante  es  el  afijo  repetido  que  no  es  idén- 
tico en  su  forma  al  primero,  por  ejemplo:  la  z  de  garoazu^". 
G  ha  sido  siempre  plural,  y  es  por  lo  tanto  escusada  la  pre- 
sencia de -í,  que  además  es  representante  de  un  elemento 
plural  distinto  de  g. 

2.°  Afijo  pleonástico  es  el  afijo  repetido  que  es  idéntico 
en  su  forma  ó  en  sus  funciones  al  primero;  por  ejemplo:  la 
z  de  GiNiTu-s^KE  y  la  t  de  dizakedaí.,  Efectivamente,  en  el  pri- 
mer ejemplo  z  é  it  significan  «los»,  y  en  el  segundo  t  y  d 
«á  mí». 

3.°  Afijo  epentético  es  el  afijo  que  primitivamente  era 
pleonástico,  pero  que  en  virtud  de  las  modificaciones  expe- 
rimentadas por  el  primero,  ha  dejado  de  ser  análogo  á  éste: 
por  ejemplo  la  it  de  zaitu  «él  te  ha»  y  la  z  de  zaitu^ket  «yo 
te  habré».  Z  era  primitivamente  plural;  así  es  que  los  plu- 
ralizadores  it  y  z  reincidían  en  dicho  plural,   eran  su  pleo- 


-583- 


nasmo;  pasó  z  á  singular  y  los  afijos  despojados  de  la  analo- 
gía que  á  él  los  relacionaban,  quedaron  como  elemento  va- 
no y  sin  valor:  por  lo  mismo,  les  cuadra  perfectamente  el 
calificativo  de  epentético. 

(ll.*;  «á  vosotros»). 

i'^ARoeDAZ.     .     yo  os  suelo  ver. 
Waro^z.    .     .     él,  etc. 

IKUSI ' 

j^AEo^Guz.     .     nosotros,  etc. 


'^^ARoez.    .     .     ellos,  etc. 
II. 

Jl> Segundo  tiempo  matriz. 

I. — Modo  indicativo. 

2.  Pretérito  imperfecto. 


(I.) 

Flexiones  ohje 
(1.*  categoría 

ti 

vas. 

/Ne^AN. 

NITÍÍZAN. 

yo  lo  veía,  los  veía 

Iz ENDURAN 

ZEND«ZAN.    . 

tú,  etc. 

le&AN     .        . 
IKrSTEN/ 

GEND2¿BAN 

ZIT¿6ZAN. 
GEND^ZAN.     . 

.     él,  etc. 

.     nosotros,  etc> 

/zENDZÍBEN 

ZEND2¿BEZAN. 

.     vosotros,  etc. 

\e5EEN  .       . 

ZIT«BEZAN    . 

ellos,  etc. 

Observaciones.  Consideradas  en  conjunto  éstas  flexio- 
nes son  muy  irregulares,  aunque  conocido  todo  lo  que  llevo 
dicho  en  el  análisis  verbal,  es  muy  fácil  darse  cuenta  de 
ellas.  Las  examinaré  recorriendo  separadamente  sus  dos 
grupos  de  objetivo-singulares  y  objetivo-plurales,  a)  j  b). 

a)  La  1.*  persona  lleva  por  núcleo  eu,  cuya  segunda  vo- 
cal se  ha  consonificado.  La  2.^  difiere  de  la  guipuzcoanaen 
haber  quedado  como  núcleo  sólo  la  u,  viniendo  la  interpo- 
lación de  la  b  eufónica  á  impedir  el  choque  con  la  vocal  sub- 
siguiente, que  es  la  a  de  ligadura,  de  nó  preferirse  ver  en 
ésta  una  trasformación  de  la  e  de  la  metátesis  2ie:  la   sérre 


— 5B4- 


de  formas,  en  todo  caso,  sería  zenduen,  zenduben  y  zendu- 
BAN.  La  3."  es  la  flexión  primera,  desprovista  del  preñjo  del 
sngeto  71,  nó  reemplazado  por  la  z  de  los  otros  dialectos. 
A  éste  propósito  dice  el  P.  Bonaparte;  <da  letra  z  que  se 
añade  á  la  tercera  persona  de  los  tiempos  pasados  del  in- 
transitivo, igualmente  que  á  los  del  transitivo  con  régimen 
directo  de  tercera  persona,  letra  que  el  bizcaino  suprime  casi 
siempre,  nó  puede  ser  considerada  sino  como  redundante 
pura  \  porque  en  vano  se  buscaría  su  razón  de  ser,  ja  eu- 
fónica, ya  gramatical.  Los  terminativos  bizcainos  como 
ehan  «él  lo  había»,  etc.  prueban  superabundantemente  que  la 
z  de  la  segunda  persona,  se  ha  unido  á  laterceraen  los  otros 
dialectos  por  entrometimiento»  ^.  Sabido  es  que  el  resultado 
de  mi  análisis  no  me  permite  aceptar  ésta  respetable  opi- 
nión. La  1.*  persona  del  plural  está  calcada  sobre  la  2." 
de  plural,  lleva  el  mismo  núclo  u  y  presenta  la  consabida 
elisión  de  ¿  y  la  subsiguiente  incorporación  bizcaina  de  la 
¿eufónica;  la  3.*  esreductible  á  la  8."  de  singular  pues  es 
ésta  más  la  pluralizadora  e  (te)  y  la  permutación  de  la  a  de 
ligadura  que  la  precede  en  e,  por  asimilación. 

b)  La  1.*  persona  está  sacada  del  guipuzcoano,  pero  se 
halla  pluralizada  objetivamente  á  la  bizcaina  con  z  pleo- 
nástica,  y  lo  mismo  les  acontece  á  las  3.^^  de  ambos  núme- 
ros. La  2."  de  singular  y  la  1."  de  plural  proceden,  igual- 
mente, del  guipuzcoano,  pero  nó  de  las  objetivo-plurales, 
sino  de  las  objetivo-singulares,  de  las  cuales  difieren  por  la 
pluralización  del  objetivo. 

(ii)  — Flexiones  ohjetivo-i^ronominales. 


(2.";  «á  mí»), 

iZEUSÍAN  . 

.     zeusíazan.   . 

tú  me  lo  veías,  me  los 
veías. 

IKÜSTEN  EUSÍAN.    . 

.     eusíazan.     . 

él,  etc. 

jzEUSteN  . 

.       ZEUSteZAN.    . 

vosotros,  etc. 

[eüsíen.  . 

.     eus^ezan. 

ellos,  etc 

1.    Las  letras  roduuclantos  del  Piínciiio  equivalon,  gouoraliuonto,  k  mis  opoiittHloas, 
8.    Le  Verbo  basque,  pi'ig.  XXIII, 


-585- 


Observaciones.     La  2/  y   3."   persona   de   plural   están 
contraidas  por  eufonía:  zeustaten,  eustaten. 


NEU/6'?/N  . 


IKUSTEN  EU/5?m      . 

/gEUN¿6-?/N. 

EU¿5Í/BEN. 


(3/;  «á  tí»). 

NEu/szíZAN,  .     yo  te  lo   veía,    te    los 

veía. 
Eu/swzAN.  .  él,  etc. 
GEUNifsiíZAN  .     nosotros,  etc. 

EU¡fS2¿BEZAN  .        clloS,  ctc. 


Observaciones.  La  traSformación  de  la  sibilante  dental 
de  zu  en  Li  palatal  /,9,  se  ha  producido  por  influencia  de  ens'. 
ya  lo  expliqué  anteriormente. 


jNEUTfrtN . 

jZEUNTSíZN. 
IKUSTEN' EUTSrtN.     . 
GEUNTSaN. 

ZEUNTSí'EN. 
EU^^S^EN    . 


[ZEUS^VÍN   . 

IKUSTEN  EUSA-I/N.    . 

/zEUS/i-i/BEN. 
'EUs/vWBEN. 


¡NEUÍSWBeN. 

IKUSTEN  EU2fs?¿BeN. 

jGEUNÍSZíBeN 

eu^siíb^en: 


(4.":  «á  él  .)). 

NEUTSfYZAN. 

ZEUNTSr^ZAN. 
EUTSíZZAN.     . 
GEUNTSílZAN.       . 
ZEUNTSCEZAN.     . 
EUTS3EZAN. 

(5.";  «á  nosotros»). 

,       ZEUSA-?ÍZAN. 

.       EUSA-«ZAN.     . 
,       ZEUSA:«BEZAN.    . 
EUS^ZtBEZAN.       . 

(G.*";  «á  vosotros»). 

NEUiíSWBeZAN.     . 

EUZ'5?¿BeZAN  . 
,       GEUNÍ£t¿BeZAN    . 
,       EU¿5WBeZAN . 


yo  le  veía  lo,  le  veía 

los. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


tú  nos  lo  veías,  nos 

los  veías, 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  os  lo  veía,  os  los 

veía, 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


-5tíG- 


/NEUTSeN  . 

IZEUNTSeN. 
IKUSTEN\EUTSeN.     . 

ÍGEUNTSeN. 
ZEUNTSeEN. 

VEUTSeEN    . 


(7.*;  «á  ellos»). 

NEUTSeZAN    . 

ZEUNTSeZAN, 
EUTSeZAN.  . 
GEUNTSeZAN. 
ZEUNTSeEZAN 
EUTSeEZAN  . 


yo  les  veía  lo,   les 

veía  los. 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

Observaciones.  La  2."  y  3."  persona  ele  plural  se  con- 
funden con  las  mismas  personas  de  la  4."  categoría,  nó  por- 
que primitivamente  dejasen  de  estar  bien  diferenciadas,  si- 
no porque  la  vocal  de  la  pluralizadora  personaUe  obró  poste- 
riormente sobre  la  a  pronominal,  asimilándosela. 

(ni.) — Flexiones-pronominales. 
(8.*;  «á  mí»). 


IKUSTEN< 


iWiNDUZUN. 
m'NDUBAN. 


tú  me  veías. 
él,  etc. 
J7WNDUZUEEN .     vosotros,  etc. 

\7Z4NDUBEN.      .       cUoS,  etc. 

Observaciones.     El  núcleo  vuelve  á  ser  u. 

(g.'*;  «átí»). 

(-2r¿NDUDAZAN  .        yO  tc  VCÍa. 


IKUSTEN 


^¿NDUZAN. 


p¿NDUGUZAN 
^¿NDUBEZAN 


él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(10.**:  «á  nosotros»). 


<7/NDUZUZAN, 


IKUSTEN 


^¿NDUZUBEZAN 
^¿NDUBEZAN. 


tu  nos  veías, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  Estas   flexiones  presentan  una  doble  re- 
dundancia pluralizadora  en  cíindu^ü.:an,  etc. 


—587— 


(11.":  «á  vosotros»). 


IKUSTEN 


^^NDUBeDAZAN 
UíNDUBeZAN . 
I^ÍNDUBeGUZAN 
^¿NDÜBeEZAN. 


yo  os  veía. 

él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


BB 


-Tiempos  derivados. 


NéNí/^JAN. 

jZeNí/íJAN 
IKUSILe^/jAN. 

loeNíz/jAN 

(zeNí/ÚEN 


35.  Pasado.  • 
(i.) — Flexiones   objetivas. 
(1.*  categoría). 

.       NeNí/iZAN.      . 


ZeN^lZAN. 

L6í7¿zan. 

GeN<7¿ZAN. 

ZeNí7¿JEZAN 

Leí/í'jEZAN. 


yo  lo   viese, 

se. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


los   vie- 


Observaciones.  El  micleo  significativo  es  egi,  qne  sufre 
en  la  mayoiia  de  los  casos  la  desarticulación  de  sus  compo- 
nentes por  causa  de  la  interpolación  de  n.  Yo  atribuyóla 
presencia  de  éstas,  á  la  influencia  que  ejerce  el  ¡iretérito 
imperfecto  en  los  demás  tiempos  formados  con  arreglo  á  su 
tipo.  Cuando  se  ven  sacrificados  amenudo  elementos  signi- 
ficativos y  tenazmente  conservados  otros  que  hasta  ahora 
parecen  de  puro  adorno,  aun  después  de  disipadas  las  exi- 
gencias estéticas  que  produjeron  su  razonable  empleo,  hay 
que  convenir  en  que  las  lenguas,  como  los  hombres,  se 
enamoran  de  lo  superfino . 

(ii.) — Flexiones  ohjetivo-yronominales. 

(2.*;  «á  mi»). 

[zengicZan.     .     zengiíZazan. 


IKÜSI' 


LEGIÍÍAN 


legiíZazan 


tú  me  lo   vieses,    me 

los  vieses. 
él,  etc. 


\  ZENair/EN. 

IKUSI  ,  7 


NENGLr?/N. 

IKUSI  (LEGI-2:?¿N  . 
GENGI<^¿<N. 
LEGIá^ííBEN, 


NENGIJON  . 
IzENGIJON  . 

iküsi'legijon    . 
Igengijon  . 
zengijí^en. 

XEGIJííEN  . 


iküsiIlegi(7?/n  . 
'zengií/z/ben 
legií//íben. 


NENGI^?/BeN 


IKÜSI  ^LEGI^WB^N. 

lGENGI^?¿Bé'N 
'LEGI¿;«BeEN 


IKUSI 


NENGIJ?¿CN. 


ZENGIJÍÍCN. 


— 5b8- 

zengkZezan.     . 
legií?ezan  . 

(3.^   «átí»). 
NENGI^¿¿ZAN. 

LEGI-^;¿ZAN     .       . 
GENGI^Í¿ZAN . 
LÉGI^ÍÍBEZAN       . 

(á.";  «áél.)). 

NENGIJOZAN  . 

ZENGIJOZAN  . 
LEGIJOZAN.     . 
GENGIJOZAN  . 
ZENGIJ«EZAN.      . 
LEGIJiíEZAN  . 


vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


tú  me  lo  vieses,  me 

los  vieses, 
él,  etc. 
vosotros  etc. 
ellos,  etc. 


yo  le  viese  lo,  le  viese 

los. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(5."  «á  nosotros»). 

ZENGI<7?/ZAN. 

LEGI^Z¿ZAN     . 

ZENGI^/ZBEZAN 

LEGIí/^BEZAN. 


tú  nos   lo  vieses,  nos 

los  vieses, 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(6.*;  «á  vosotros»). 

NENGI^Í/B^ZAN    .       yO  OS  lo   vicSC,    OS   loS 

viese. 
LEQizuBezA.^.    .     él,  etc. 
GENGi^^BezAN  .     nosotros,  etc. 

LEGI^Z¿B6^EZAN     .       CUOS,    Ctc. 


(7.";  á  ellos»). 

NENGIJ?<eZAN.      . 
ZENGIJ//eZAN.     . 


yoles  viese  lo,  les  vie- 
se los. 
tú,  etc. 


IKUSI 


[LEGIJMeN. 

GENGIJ«eN. 

ZENGIJ?/eEN 
[LEGIJÍ¿eEN. 


-589- 

LEGIJiíeZAN    . 
GENGIJZíeZAN. 
ZENGlJZíeEZAN. 
LEGIJZ^eEZAN. 


él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,    etc. 


(III.)- 


IKUSI 


-Flexiones  pronominales. 

(8.*;  «á  mí»). 

íwENGizuN.     .  tú  me  vieses. 

jíiENGiJAN.     .  él,  etc. 

pENGizüBEN  .  vosotros,  etc. 

r?¿ENGiJEN.     .  ellos,  etc. 

(9.'':  «á  tí))). 


Í^ENGIDAZAN 


IKUSI 


'^ENGIZAN. 

pENGIGUZAN 

Í^ENGIJEZAN. 


IKUSI 


IKUSI 


yo  te  viese, 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

(10.'^;  «á  nosotros))). 

í/ENGIZUZAN      .  tú  nos  vicSCS. 

í/ENGIZAN.  .  él,  etc. 

í/ENGIZUBEZAN.  VOSOtrOS,   ctC. 

í/ENGIJEZAN.      .  ellos,   ctc. 

(11.";  «á  vosotros»). 

Í^ENGUeDAZAN  .    JO  OS  vicSC. 

/^ENGuezAN.     .  él,  etc. 
^ENGueGuzAN .  nosotros,  etc. 
¿^ENGueEZAN.  .  ellos,  etc. 

II. — Potencial. 

14.  Pasado  próximo. 

(i.j — Flexiones    objetivas. 
(1."  categoría.) 


IKUSI 


lNe¿KE. 


ZINeZKE. 


NCTKEZ. 


ZINaKEZ 


yo  lo   podía,   los   podía 

ver. 
tú,  etc. 


IKUSI 


iLeiKE  .       . 

Iginc/ke    . 

|ZIN6'¿'kEE  . 
'LeiKEE.      . 


-590- 

Le^KEZ.    . 

GINe/KEZ  . 
ZINt'/líEEZ 
LeÍKEEZ     . 


él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  El  núcleo  es  ai,  alteración  fonética  de  ei. 

(ii.) — Flexiones  ohjetivo-'pronominales. 
(2.":  «á  mí»). 
zineikeíZaz. 


ZINEIKEÍ. 


IKUSI  jLEIKEf.      . 

IzineikecZe 
'leikeJe  , 


NEIKE2r¿/. 


IKUSI  JlEIKE^Z¿    . 

'gineike^ií. 

1 

leike^wbe. 


i'NEIKIJO.     . 

ÍZINEIKIJO. 
LEIKIJO.     . 
GINEIKIJO . 
ZINEIKIJ^/E 
LEIKIJÍ^E   . 


ZINEIKEí/¿¿. 


IKUSI  LEIKEí7?¿  . 

jZINEIKE^?/BE. 
\hElKY.gU]iE.    ■ 


LEIKErZAZ.      . 

zineikec/ez  . 

LEIKEr/EZ.      . 

(3.";  «á  tí»). 

NEIKE^¿/Z.      . 

h'EIKEZUZ.  . 
GmElKEZUZ  . 
LEIKE^ÍÍBEZ. 

(4.*;  «á  él»). 

NEIKIJOZ.       .       . 

ZINEIKIJOZ.    . 
LEIKIJO  Z  .       .       . 
GINEIKIJOZ      . 
ZINEIKIJZ¿EZ. 
LEIKIJííEZ.     . 


tú  me  lo    podías,   me 

los  podías  ver. 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  te  lo  podía,   te  los 

podía  ver. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  le  podía  ver  lo,  ver 

los. 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(5.*;  «á  nosotros») 

ZINEIKE(7«Z  . 


LEIKE^Í/Z.     . 

ZINEIKE/y/ZBEZ 

LEIKEr//<BEZ. 


tú  nos   lo  podías,  nos 

los  podías  ver. 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


-591- 


ismKEzuBe. 

IKUSl|LEIKE¿;?/Be. 
JGmEIKEZUBe 
iLEIKE^Z^Be. 


/NEIKIJZ¿e. 

jziNEIKIJí^e. 
IKUSI  |LEIKIJ2/e  . 
JGINEIKIJWe. 
IziNEIKIJÍ/eE 
LEIKIJWeE. 


(6.";  «á  vosotros»). 

ílEIKEZUBeZ  . 


LEIKE^WBeZ  . 
GINEIKE-S¿¿BeZ      . 
LEIKE2^2/BeZ. 

(7.'^;  «á  ellos»). 

NEIKIJ?/eZ.     . 

ZINEIKIJZ/eZ  . 
LEIKIJWez.     . 
GINEIEIJ?/eZ. 
ZINEIKIJZ^eEZ       . 
LEIKIJ?íeEZ    . 


yo  os  lo  podía,  os  los 

podía  ver. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo   les   podía   ver  lo, 

ver  los. 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(iii.) — Flexiones  i^ronominales. 
(8.*;  «á  mí)». 


IKUSI 


7ÍEIKEZU. 
7¿EIKE .       . 
7ÍEIKEZUBE 
7¿EIKEE.    . 


tú  me  podías  ver. 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  Estas  flexiones  no  se  diferencian  de  las 
de  la  misma  categoría  del  futuro  presente  del  potencial 
más  que  en  la  distinta  forma  del  núcleo:  ei  en  vez  de  ai. 
Los  elementos  de  que  disponen  las  flexiones  euskaras  para 
dar  forma  al  cúmulo  de  significados  que  les  corresponde 
expresar  son,  relativamente,  poco  numerosos.  Así  es  que 
nada  debe  estrañarnos  que  adquieran  importancia  meros 
accidentes. 

(O.'^;  «á  tí»). 


IKUSI 


^¿-NEIKEDAZ 
^¿NEIKEZ  . 
^¿NEIKEGUZ 
^¿NEIKEEZ. 


yo  te  podía  ver, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


IKUSI 


IKUSI 


-592- 

(10.*;  «á  nosotros»). 

/í/í'neikezuz    .  tú  nos  podías  ver. 

)í7/neikez  .     .  él,  etc. 

^/neikezubez  vosotros,  etc. 

<7¿NEiKEEz.     .  ellos,  etc. 

(11.";  «á  vosotros»). 

(^¿NEiKEeDAZ  .  yo  os  pudiese   ver. 

^¿NEíKEez.     .  él,  etc. 

¿"¿NEiKEeüuz .  nosotros,  etc. 

^<2:¿NEiKEeEz.  .  ellos,  etc. 

15.  Pasado  remoto. 

Las  flexiones  de  éste  tiempo  se  forman  de  las  del  anterior 
añadiéndoles  an  ó  n  con  sujeción  á  las  siguientes  reglas: 
1.*     Las  flexiones  acabadas  en    consonante,   toman   an\ 

ZINEIKEDAZ,  ZINEIKEDAZa?¿;  NEIKEZ,    NEJKEZa??;    LEIKIJUEZ,     LEI- 

KiJUEZ(2?¿.  2."  Las  de  la  1.'^  categoría,  terminadas  en  e,  to- 
man an,  cambiando  la  e  en  i,  pero  las  terminadas  en  ee  to- 
man w  sola,  permaneciendo  las  e  invariables:  neike,  NEiKm^i; 
ziNEiKEE,  zjNEiKEE/i.  3.*  En  las  demás  categorías,  las  termi- 
nadas en  vocal  toman  n:  neikezu,  neikezu/z;    leikijo,   leiki- 

30n\     LEIKEGUBE,     LEIKEGUBE7¿;    ZINEIKIJUEE,     ZINEIKIJUEEr¿.    4.» 

La  t  al  chocar  con  an,  se  dulcifica  ení^:  zineiket,  zineikeíZíi?^. 

13.  Futuro  conjetural. 

Este  tiempo  se  forma  con  las  flexiones  del  pasado  pró- 
ximo, á  las  cuales  se  les  suprime  la  final  lie.  Los  dos  pasa- 
dos del  potencial  y  éste  futuro  conjetural  se  diferencian  en- 
tre sí  por  la  terminación  de  las  flexiones,  que  son:  a)  l'e  en 
el  pasado  próximo;  b)  he-an  ó  n  en  el  pasado  remoto;  c)  y 
los  afijos  personales  ó  pronominales  simplemente  en  éste 
futuro. 

De  los  tres  el  más  primitivo,  porque  está  mejor  formado, 
— indudablemente  en  época  en  que  no  so  hallaba  oscurecida 
la  significación  individual  de  los  elementos  componentes, — 
es  el  pasado  remoto,  del  cual   con  posterioridad  so  segregó 


—593- 

el  próximo,  mediante  la  elisión  de  an  ó  n,  signos  del  pasa- 
do, pero  quedando,  sin  embargo,  marcado  el  carácter  de  pre- 
térito por  la  prefijación  de  los  afijos  del  sujeto.  Que  el  pasa- 
do remoto  despojado  de  Jce-an  ó  n  finales,  pase  á  significar 
un  futuro,  podrá  parecer  extraño  á  primera  vista.  Pero  tén- 
gase presente  que  estamos  hablando  del  potencial,  de  un 
modo  cuya  íntima  conexión  con  el  futuro  tengo  ya  esplica- 
da.  Las  flexiones  de  que  ahora  tratamos  son  potenciales  por 
estar  derivadas  de  otras  que  materialmente  lo  son,  no  por- 
que ellas  conserven  nada  que  revele  la  potencialidad;  y  ex- 
presan el  futuro  porque  reaparece  en  ellas  la  primitiva  ho- 
mogeneidad de  lo  posible  y  de  lo  venidero,  de  que  es- 
tán más  ó  menos  impregnadas  las  flexiones  del  modo  poten- 
cial y  de  los  tiempos  futuros.  De  todo  lo  dicho  resulta  que 
el  papel  que  la  atribución  desempeña  en  el  futuro  conjetu- 
ral, es  más  importante  que  el  desempeñado  por  la  cojnposi' 
cióji  material  de  él,  pues  ni  el  nombre  verbal  ni  las  flexio- 
nes presentan  á  la  vista  elementos  de  tiempo  futuro  ni  de 
modo  potencial  tampoco.  Tal  futuro  no  ha  podido  formarse 
ni  aclimatarse  más  que  ya  en  la  época  de  la  decadencia  del 
euskara. 

Los  tres  tiempos  á  que  me  vengo  refiriendo  carecen,  jus- 
to es  confesarlo,  de  un  significado  tan  categórico  y  propio 
como  el  de  los  otros  tiempos  de  los  demás  modos  del  verbo. 
Ke  es  característica  de  futuro,  de  potencia  y  de  condición, 
y  según  la  proporción  en  que  se  aprecien  esos  tres  concep- 
tos, así  varía  en  la  práctica  la  significación  de  las  flexio- 
nes. Yo  he  escogido  el  significado  que  me  ha  pareci- 
do más  conforme  á  la  estructura  general  del  verbo.  Pero 
repito  que  la  práctica  es  muy  varia.  Zabala  asigna  á 
las  flexiones  nei,  zinei,  leí,  etc.  (mi  futuro  conjetural), 
el  significado  de  «podría  (ahora)»  ó  «puede»  ó  «podrá  que 
(ahora)»;  á  neike,  zineike,  leike,  etc.  (mi  pasado  próximo), 
el  de  «pudiera»  ó  «podrá  (cuando  quiera)»  ó  «podrá  que  (á  su 
tiempo)»;  y  á  neikian,  zineikian,  leikian,  etc.  (mi  pasado 
remoto),  el  de  «pudo»  ó  «podía»  ó  «habría  podido»/   El  Prín- 


1.     El  verbo  regular  vascongado,  pág.  123. 

42 


504 


cipe  Bonaparte  aloja  éstas  flexiones  en  su  modo  «potencial 
condicional»  y  las  traduce  del  modo  siguiente:  nei,  zinei, 
leí,  etc.  «podría»;  neike,  zineike,  leike,  etc.  también  «podría»; 
NEiKiAN,  ziNEiKiAN,  LEiKiAN,  etc.  «pudicra,  quc  hubicsc podido, 
hubiera  podido,  que  hubiese  podido».  ^-  Conviene  tener  á  la 
vista  todas  éstas  variedades  de  acepción  para  que  no  nos  co- 
ja desprevenidos  la  practica. 

Es  escusado  que  dé  in-e.rfenso  las  flexiones  del  futuro 
conjetural;  pues  todo  el  secreto  de  su  formación  está  en  la 
eliminación  del  Ice,  la  cual  trae  consigo  la  interpeloción  de 
la.y  bizcaina  cuando  la  /  se  pone  en  contacto  con  la  e.  De 
NEIKIJO,  nei.jo;  de  neikezu,  neizü;  de  leikeez,  leijez,  etc*  etc. 

Estas  flexiones,  provistas  de  una  u  final,  producen  un 
nuevo  tiempo  que  lo  traen  las  obras  especiales  del  Príncipe 
Bonaparte  y  del  Padre  Zabala,  designándolo  respectivamen- 
te con  los  nombres  de  «pasado  del  potencial»  y  «pretérito 
imperfecto  del  potencial»,  cuya  equivalencia  castellana  en 
dichos  autores  es  «pudo»  en  el  primero  y  «podría»  ó  «podía» 
en  el  segundo. 

III. — Supositivo  del  potencial. 

17.  Futuro  conjetural. 

Es  completamente  regular  su  derivación;  al  desaparecer 
la  n  del  subjuntivo  y  su  a  de  ligadura  desaparece  también 
la  y  eufónica  bizcaina  que  la  precede,  endureciéndose  la  íZ 
que  había  de  constituir  la  final  de  la  flexión.  De  zengiíZíi/z, 

¿ÍIZENGIÍ;  de  NENGI/'rt?¿,  ¿rtNENGI,  CtC. 

yU. — CONSÜETUDINABIO. 

81.  Pasado. 
(i  .)  — Flex ¿o  n  es  o hje t í  cas . 
(1."  categoría.) 
N6/oiíiN.       .     NerortZAN.    .     .     yo  solía   ver   lo,    ver 


1.    LO  Verbe  basque,  scp.  tal),  piolinüiiaire. 


zeroia^ 
\eroiain. 
iKUSí  /Geroia^ 

Izeroz'EN. 
ero^EN. 


—595- 

zero«.ííAN. 

ero^-ZAN. 

GeroazAN. 

zeroEZAN. 

eroEZAN. 


tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc, 


Observaciones.  Varias  de  éstas  flexiones  parecen  reve- 
larnos la  existencia  de  una  forma  más  antigua  del  nombre 
verbal:  eroian  en  vez  de  eroan.  El  núcleo  verbal  reviste 
cuatro  formas,  eroia,  eroi,  eroa  y  ero.  Todos  los  demás 
elementos  los  conocemos. 

(ii) . — Flexiones  objetivo-pronominales. 


zeroacZan. 


iKusí  'eroaíZan. 
^zeroacZen. 
'  eroac/en 


NER0A¿^¿¿N. 


IKUSI  <EROAÍ^Z¿N. 
ÍGEB,OXtzU^. 
EROA¿^Í¿EN. 


íneroaA-on. 

ÍZEROaA'ON. 
EROA^-ON. 
GEROaA'ON. 
zeroaA-oen. 
eroaA'oen. 


(2.^;  «á  mí»). 
zeroaíZazan 

EROAí^AZAN    . 

zeroacZezan. 
eroaíZezan  .     . 

(3.";  «á  tí»). 

NER0AÍ^Z¿ZAN.     . 
ER0A^^?¿ZAN  . 

ger0aí^?¿zan     . 
eroaZ^mezan     . 

(4.'';  «á  él»). 

neroaZ:ozan. 

ZEROA/í'OZAN  .       . 
EROA/i'OZAN    . 

geroaAozan, 
zeroaAoezan    . 
eroaZoezan. 


tú  me  lo   solías,   me 

los  solías  ver. 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  te  lo  solía,  te  los 

solía  ver. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  le  solía  ver  lo,  ver 

los. 
tú,  etc. 
él,  etc.    ^ 
nosotros,  etc, 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


IKUSI 


ZER0Aí7?¿N. 


(5.*;  «á  nosotros») 

ZEROAí/ÍÍZAN. 


tú  nos  lo'solías,  nos 
los  solías  ver. 


-5'JC- 


IKUSI 


ER0Aí7«N. 
ZER0Aí7»EN. 
¡EROAí/í/EN. 


[NEROA/^//t'N 

IKUSI  ElXOAtzue'Ñ. 
IGEUOAtzUC'Ñ 
ElXOAtzueE^ 


NEROA/iOeN. 


IKUSI 


EROA(y//zAN  .  él,  etc. 

zEROAí/?/EZAN    .     vosotros,  etc. 

ERÜAf//('EZAN,       .       ellos,  ctc. 

(().*;  «á  vosotros»). 

NEROA^-í-í/t^ZAN 


EROA¡f^?/eZAN. 


yo  os  lo  solía,    os  los 

solía  ver. 
él,  etc. 


GETÁOAtzuezA^  .     iiosotros,  etc. 

EROA/,:»eEZAN     •       clloS,  ctc  ' 


ZEROA/iOeN. 
'eROa/i-0£N. 
GEEOA/iOeN, 

zeroaAo(?en 

EROAA'OeEN. 


(7/;  «á  ellos»). 

neroa/.'oczan.  . 

ZEROA/iOeZAN  . 
EE0A/v06'ZAN. 

GEROA/i'OeZAN  . 

ZEROA/i'OeEZAN  • 

eroaA'ocezan 


yo  les  solía   ver  lo, 

ver  los. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc 
ellos,  etc. 


(iii) . — Flexiones  pronominales. 
(8.";  «á  mí»). 
(«eroan.  .  tú  me  soIílls  ver. 


IKUSI  \ 


/¿EROAZUN. 


1/¿ER0AZUEN 
'7?ER0EN.    . 


él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


IKUSI 


(9.";  «á  tí»). 

f^^EROADEZAN  .       yO  to  SOlííl  VOr  . 
I^EROAZAN.       .        él,  etc. 
I^EROAGUZAN  .       llOSOtl'OS,  ctc. 

Ueroezan.     .     ellos,  etc. 


(U).'*;  «¡i  nosotros»). 
lí/EROAZUZAN  .     tú  iios  solías  vcr. 

V/EROAZAN.      .        él,  etc. 
IKUSI  i 

j^EROAZUEZAN        VüSOtrOS.   OtC. 

Í^eroezan.     ,     ellos,  etc. 


-597- 


IKUSI 


NeMNKE 


12e«-NKE 
IKUSI  IheUKE  . 

peimKH 

ízeumiEE 
xe?¿KEB 


(11.'';  «á  vosotros»). 

í'^íEROé'DAZAN  .  yo  OS  solía  Ver. 

'^EEoezAN,     .  él,  etc. 

j^ERoeGUZAN  .  nosotros,  etc. 

\e'EBoeEZAN.   .  ellos,  etc. 

IV. — Condicional. 

19.  Pasado  próximo. 

(i.)  — Flexiones  objetivas. 

(1."  categoría). 

Ne?/NKEZ   .  yo  te  lo  hubiese,   te  los  hu- 
biese visto. 

zewNKEZ    .  tú,  etc. 

LCUKEZ      .  él,  etc. 

GeumiEz  .  nosotros,  etc. 

zc^NKEEz ,  vosotros,  etc. 

LeicKEEz    .  ellos,  etc. 


Observaciones.  Este  tiempo  no  se  deriva  del  imperfecto 
bizcaino,  sino  del  guipuzooano,  ya  que  no  directamente,  al 
menos  por  descendencia  de  una  forma  anterior  y  común.  El 
núcleo  es  eit,  y  la  n  que  le  sigue  en  varias  flexiones  es  le- 
tra epentética,  introducida  por  imitación  á  las  formas  del 
tiempo  originario  que  la  llevan,  que  en  éste  servían  para  evi- 
tar ciertos  choques  de  vocales. 

(ii). — 'Flexiones  objetivo -pronominales. 


ZEUSKEÍ    . 
IKÜSI /lEUSKE^^    . 

ÍzeuskeíZe 
'leuskede 


{¡1^:  «á  mí)>). 

zEüSKErZAz    .     tú  me  lo  hubieses,  me 
los  hubieses  visto. 

LEUSKE(ÍAZ     .       él,  etc. 

zeuskecZez    .     vosotros,  etc. 

LEUSKEtÍEZ     .       ellos,  ctc. 


Observaciones.  Vuelve  á  ser  el  núcleo  eus. 


/neuske^íí. 

ikusi!leuske¿'». 
qevskhzu 
[leuske,4¿íbe 


¡NEUSKIJO  . 
ZEUSKIJO  . 
LEUSKIJO  . 
GEUSKIJO  . 
ZEUSKIJZ¿E 
LEUSKIJ¿¿E 


fZEVSKEgU 

IKÜSI  IhEUñK^gU 

/zEUSKEí/ííBE 

■■    'leuskeí7¿¿be 


í-ÑEVSKEZUBe.    i 

IKUSI  'LEUSKE^Z¿Be.  . 
¡GEJJSKEZUBe.  , 
LEUSKE^¿¿BeE  . 


,NEUSKIJ?/e. 

lzEUSKIJ?¿e. 

IKUSI  'LEUSKIJ2¿e. 

JGEUSKIJÍ^e. 

fzEUSKIJ¿íé!E 


LEUUKUlteE 


-598- 

(3.*;  «á  tí»). 

NEUSKE^ÍÍZ    . 

LEUSKE^2ÍZ  . 
GEUSKE£7/Z  . 
LEUSKE^ÍÍBEZ 

(4.";  «á  él») 

NEUSKIJOZ      . 

ZEUSKIJOZ  . 
LEUSKIJOZ  . 
GEUSKIJOZ  . 
ZEUSKIJZÍEZ  . 
LEÜSKIJ¿¿EZ  . 


yo  te   lo  hubiese,  te 

los  hubiese  visto, 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo   les  hubiese  visto 

lo,  visto  los. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(5.":  «á  nosotros»). 

ZEUSKEí/ÍÍZ'. 


LEUSKE^MZ. 

ZEUSKEí/ZíBEZ. 

LEUSKEí7«BEZ. 

(6.":  «á  vosotros».) 

NEUSKE^Z/BéíZ. 


tú  nos  lo  hubieses,  nos 
los  hubieses   visto, 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


LEUSKE^Z^BeZ.  . 
GEUSKE4rz¿,Bí?Z.  . 
LEUSKE^¿¿BeEZ    . 

(7.";  «á  ellos»). 

NEUSKIJ?¿eZ. 


ZEUSKIJi/eZ. 

LEÜSKIJ//eZ. 

GEUSKIJ«(?Z. 

ZEUSKIJÍ/6'EZ. 

LEUSKIJy/<^EZ. 


yo  OS  lo  hubiese,   os 

los  hubiese  visto, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  les  hubiese  visto  lo, 

visto  los. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


—509- 


(iii.) — Flexiones  pronominales. 
(8.'*;  «á  mí»). 

mNDUKEzu    .     .     tú  me  hubieses  visto. 

iKusí '^^í^^^^^  •     •     •     ^^'^*^' 

J?i¿NDUKEzuBE.     .     vosotros,  etc 

[/í/ndukee.     .     .     ellos,  etc. 
(9.":  «á  tí»). 

Í^/ndukedaz  .  .  yo  te  hubiese  visto, 

^¿NDUKEz .  .  .  él,  etc. 

-í¿NDUKEGUz  .  .  nosotros,  etc. 

^¿NDUKEEZ  .  .  ellos,  ctc. 

(10.^  «á  nosotros»). 

,<7¿NDUKEzuz  .     .     tú  nos  hubieses  visto. 
W/?NDUKEz .     .     .     él,  etc. 

IKUSI  ' 

)í7/ndukezubez     .     vosotros,   etc. 
'^//ndukeez     .     .     ellos,  etc. 

(11. S  «á  vosotros»). 


IKUSI 


|^?'NDUKEé'PAZ  .  .  yo  OS  hubicse  visto. 

|<^^NDUKEez      .  .  él,  etc. 

U/nduee^güz  .  .  nosotros,  etc. 

'^/NDUKEeEz    .  .  ellos,  etc. 

20.  Pasado  remoto. 

A  las  flexiones  que  acabamos  de  ver  se  les  añade  an  ó  ??, 
de  conformidad  á  las  siguientes  reglas:  1.*,  si  terminan  en 
consonante  fi;¿,  y  lo  mismo  si  terminan  en  l-e,  cuya  vocal 
se  trasforma  en  i  al  chocar  en  la  a,  interpolándose,  por  eu- 
fonía, la  j  bizcaina;  S.**,  en  los  demás  casos  se  les  aiiade 
n  sola. 


-000- 


IKUSTEN 


y Supositivo  del  condicional. 

23.  Presente. 

(i). — Flexiones  objetivas. 

(1."  categoría). 

si  yo  lo  viera,  los  viera. 

si  tú,  etc. 

si  él,  etc. 

si  nosotros,  etc. 

si  vosotros,   etc. 

si  ellos,  etc. 


BANEU  . 
BAZENDU 

Ibaleu  . 
i bagendu 
bazendube 

.BALEBE  . 


BANITUZ    . 

BAZENDUZ 

BALITUZ    . 

BAGENDUZ 

BAZENDUBEZ 

BALITUBEZ 


IKUSTENJBALEUSÍ  . 
(BAZEUS^E. 
^BALEUSte. 


(ii) . — Flexiones  ohjetivo-p'onominales. 

{2.^:  «á  mí»). 

si  tú  me  lo  vieras,  me  los 

vieras. 

si  él,  etc. 

si  vosotros,  etc. 

si  ellos,  etc. 


/BAZEUS^    .       BAZEUSiÍAZ  . 


BALEUSÍAZ. 
BAZEUSÍ^EZ  . 
BALEUStez . 


lBANEU/s¿¿. 
IKUSTEN  B ALEU tsU . 

Íbageun¡ís?¿ 

[bALEUÍS2¿BE 


/BANEUTSO    . 

Ibazeuntso. 

ikusten'baleutso  . 

Ibageuntso. 

(bazeuntsíe 

BALEUT9<?E. 


(3.^  ((á   tí»). 

BANEUÍSZ¿Z. 

BALEU¿SZ¿Z. 
BAGEUNZ^S¿/Z      . 
BALEUÍS2/BEZ    . 

(4.":  á  él). 

BANEUTSOZ. 

BAZEUNTSOZ 

BALEUTSOZ. 

BAGEUNTSOZ 

BAZEUNTSCEZ 

BALEUTSCEZ 


si  yo  te  lo  viera,  te 

los  viera, 
si  él,  etc. 
si  nosotros,  etc. 
si  ellos,  etc. 


si  yo  te  viera  lo,  te 

viera  los. 
si  tú,  etc. 
si  él,  etc. 
si  nosotros,  etc. 
si  vosotros,  etc. 
si  ellos,  etc. 


-GOl- 


Observaciones.  La  o  pronominal  se  convierte  en  e  en  la 
2."  y  S.""  persona  de  plural  por  asimilación  á  la  pluralizadora 
e  de  ^  «tú»  y  I  «él». 

(5.*;  «á  nosotros»). 


BAZEUSZ-?/   . 


IKUSTEN'BALEÜs/i'Z¿   . 
BAZEUS/i'^/BE 
fBALEUsZ;2¿BE 


BAZEUs/i;Z¿Z. 

BALEUs/i:»Z. 
BAZEUS^i/BEZ  . 
BALEUs/v»BEZ  . 


(6.'':  «á  vosotros»). 

ÍBANEUZ-S'í/BE  .        .       BA^EVtzUBeZ 


BAJjEVtzilBeZ 

BAGEUN¿^¿/BeZ 

BALEU¿^V/Bez 


IKUSTEN  BAL'EV tzime  . 
/BAGEUN¿4Í?/Be 
{BABEVtzUBe . 


si  tú  nos  lo  vieras, 

nos  los  vieras, 
si  él,  etc. 
si  vosotros,  etc. 
si  ellos,  etc. 


si  yo  os  lo  viera, 

os  los  viera, 
si  é],  etc. 
si  nosotros,  etc. 
si  ellos,  etc. 


{7.'\  «á  ellos»). 

BANEUTSeZ     . 


íBANEUTse.     .     BANEUTsez    .     .     si  yo  Ics   viera  lo, 

les  viera  los. 

BAZEUNTSeZ  .        .        si  tÚ,   ctc. 

BALEUTsez    .      .      si  él,  ctc. 
BAGEüNTsez.     .     sí  nosotros,  ctc. 

EAZEUNTSCEZ       .       SÍ  VOSOtrOS,   ctc. 
BALEUTSíJEZ.        .       SÍ  cUoS,  ctc. 

(iii.) — Flexiones  iJronominaJes. 
(8.*:  «ámí»). 


]BAZEUNTSe 
IKUSTEN  ■^BALEUTSe. 
BAGEUNTSe 
fBAZEUNTSeE 
iBALEUTSeE 


IKUSTEN< 


BA7WNDUZU    . 
BA7Z¿NDTJ  . 
mA?Z¿NDUZUBE 

1ba?¿/ndube  . 


si  tu  me  vieras, 
si  él,  etc. 
si  vosotros,  etc. 
si  ellos,  etc. 


(9,*^;  «á  tí»). 


IKÜSTEN/ 


jBA^^NDUDAZ 

!ba^¿nduz 


jBA^^NDUGUZ 

(ba^dubez 


si  yo  te  viera, 
si  él,  etc. 
si  nosotros,  etc. 
si  ellos,  etc. 


-60á- 

(10.*;  «á  nosotros»). 

BAí/iNDuzu  .     .  si  tú  nos  vieras. 

ba^/ndu  .     .     .  si  él,  etc. 

IKUSTEN^      '^.  ■  ^  , 

iBAí7¿NDUZUBE       .  SI  VOSOtl'OS,  etc. 

fBA<7¿NDUBE  .     .  si  ellos,  etc. 
(11.*;  «á  vosotros»). 

ÍBA^/NDUBeDAz   .  si  yo  OS  viera. 

iBA^/NDUBez  .     .  si  él,  etc. 
ikusten(  • 

BA^ÍNDUBeGUz   .  si  nosotros,  etc. 

'BA-2r¿NDUBeEZ        .  si  clloS,  Ctc. 


Aunque  no  figuran  en  mi  Cuadro  general,  pero  sí  en  la 
nota  de  la  pág.  360,  no  quiero  terminar  mi  exposición  de 
las  flexiones  transitivas  bizcainas,  sin  llamar  la  atención  de 
los  lectores  de  una  manera  más  particular  que  la  que  acaso 
hayan  consagrado  á  esa  nota,  acerca  de  la  existencia  de  dos 
futuros  construidos  con  el  adjetivo  verbal  indefinido  y  que 
corresponden  al  modo  supositivo  del  potencial,  siendo  am- 
bos de  bastante  uso.  Las  flexiones  de  ambos  futuros  proce- 
den de  las  formas  badagi,  etc.  y  balegi,  etc.;  se  forman 
añadiéndoles  la  característica  lie,  y  su  significado  correspon- 
de al  de  los  presente  y  pretérito  imperfecto  de  indicativo  cas- 
tellanos: IKÜSI  BADAGIKE  «SÍ  él  lo  vé»,  IKUSI   BALEGIKE    «si  él  lo 

veía».  Basta  lo  dicho  para  que  el  lector  no  esté  despreve- 
nido en  la  práctica  y  pueda  formar  dichos  tiempos  que  en 
lo  demás,nada  ofrecen  de  particular. 

III. 

Los  elementos  formativos  de  la  flexiones  bizcainas  son 
los  que  siguen: 

A. — Elementos  constitutivos. 

T,  ü  .  .  .  «yo», 
N  .  .  .  .  «yo», 
zu,  z  .     .     .     «tú». 

ZE.       ,      ,       .      «tú». 


-603— 


ZI  .   . 

.     .     «tú». 

GU,  G  . 

.     .     «nosotros» 

GE. 

.     •     «nosotros» 

GI  .   . 

.     .     «nosotros» 

B  .   . 

«él». 

L  .   . 

«él». 

AFIJOS  PRONOMINALES. 


T,  E 

a 

«á  mí». 

N  . 

. 

«á  mí». 

NI  . 

. 

«á  mí». 

TSU 

. 

«á  tí». 

ZU, 

TZU  .   . 

«á  tí». 

ZA, 

Z  .   .   . 

«á  tí». 

ZI  . 

.   .   • 

«á  tí». 

KU, 

GU   . 

.     «á  nosotros» 

GA. 

. 

«á  nosotros» 

GI  . 

. 

«á  nosotros» 

G  . 

.   . 

«á  nosotros» 

A  . 

, 

«á  él». 

E  . 

.   . 

«á  él». 

0  . 

, 

«á  él». 

U  . 

.   . 

«á  él». 

KO. 

,   , 

«á  él». 

E  . 

,   , 

«á  ellos». 

AFIJOS  DE  LA  PLURALIZACION  PER- 
SONAL Y  PRONOMINAL. 


E    . 
TU. 


«vanos», 
«varios». 


COMBINACIÓN  DE  LOS  AFIJO  5    PER- 
SONALES   Y     PRONOMINALES     CON 
SUS    PLURALIZADORES. 


ZU E 


«vosotros». 


1  Aunque  ya  lo  habrá  comprendido  la  inmensa  mayoría  de  los  lectores,  no  quiero  dejar 
de  advertir  que  el  guión  colocado  entre  dos  elementoi  verbales,  indica  que  promedia  alguna 
letra  ó  grupo  de  letras,  suprimidas  porque  no  forman  parte  orgánica  de  ellos.  ZDE  y  Zü— E  por 
lo  tanto,  revelan  una  distribución   distinta  de  unos  elementos  idénticos,  ' 


-f.01— 

ZUE       .       .       . 

«vosotros». 

ZE — E        .       . 

«vosotros». 

Z E   . 

«vosotros»' 

ZI E  .       . 

«vosotros». 

TSU — E     .       . 

«á  vosotros». 

ZA E 

«á  vosotros». 

ZU — E 

«á  vosotros». 

Z E  . 

«á  vosotros». 

TZUE    .       . 

,     «á  vosotros.» 

ZI — E  .       . 

.     «á  vosotros». 

B — E   . 

«ellos». 

L — E  .       . 

.     «ellos». 

UE. 

«á  ellos». 

KOE      .       . 

«á  ellos». 

AFIJOS  DE 

LA  OBJETIVACIÓN 

D,  T      .       . 

«lo» . 

IT  .       .       . 

«varios». 

z   .     .     . 

«varios». 

NÚCLEOS  SIGNIFICATIVOS. 


0   .      .      • 

•       1 

AU.       ,       . 

AB.       . 

EB. 

AI  .       . 

EU. 

jhaber. 

El  .       . 

U    . 

EUTS    . 

EUS       . 

ARO  A,  ARO       . 
EROIA,  EROI    . 

(«llevar   (hacer 

ERO A,  ER 

0      . 

Nota.    Euts  y  eus  signincan  tainlñoii  «tünor». 


agí 

EGI 


-605- 
I 


«hacer». 


B.' — ELEMENTOS    CAEACTEKÍS- 
TICOS. 


o    .      .      . 

AU.        .        . 

EUS,  EUTS 

EU. 

AB  .        .        . 


Del    presente 
de  indicativo. 


EB.      .      . 
u  .     .     . 

EUS,  EUTS 
EU, 


Del  pretérito 
imperfecto  de 
indicativo. 


EU. 

EUS,  EUTS 

U  .     .     . 


Del  modo  con- 
dicional y  SU 
)     supositivo. 


AÜI 

EGI 


iDelmodo  siib- 
■     juntivo. 


agí 

EGI 


IDel  modo  im- 
'     perativo. 


AI  . 

El  . 

agí 

EGI 


Del  modo  po- 
(     tencial  y  su 
supositivo. 


-606- 


ABOA,  ARO  .       1t^    1  1 

'  Del  modo  con- 

EROIA,  EROI  .  ,      T- 

'  (  suetiidinario. 

EROA,  ERO 


Arijos. 


KE.  . 
KE,  KI. 
KE,  KI. 


KIAN,        KE-N, 
KI-N. 


KIAN,        KE-N, 
KI-N. 


N 


BA. 


IDel  futuro  del 
^     imperativo. 

I  Del  potencial. 

)Del  condicio- 
\     nal. 

^Del   pasado  y 
futuro  remo- 
tos del  condi- 
cional. 

j  Del  pasado  re- 
'      moto  del  po- 
tencial. 

Del  pasado.^ 

¡Del   subjunti- 
vo. 


Délos  suposi- 
tivos. 


C. — ELEMENTOS    ESTÉTICOS. 
A,  E 


B  . 

J  . 

N  . 

D  . 


¡De  ligadura. 
Eufónicas. 


-607- 
Z    .        .        . 
N    .       .       . 


¡Epentéticas. 


z  .     .     .     .     jPleonástica. 
z  .     .     •     .     lEedundante. 


cr*ic 


-GOtt- 


CAPITULO  XIX. 


CONJUGACIÓN  SENCILLA  DE  LOS  VERBOS  BIZCAINOS  TRANSITIVOS. 


I. 


Los  nombres  verbales  bizcainos  que  poseen  una  conju- 
gación sencilla  son  bastantes  en  número,  y  la  regularidad 
de  su  mecanismo  muy  grande.  Comenzaremos  por 
poner  como  tipo  la  conjugación  del  verbal  euki,  á  fin 
de  que  nos  sirva  de  referencia  y  comparación  en  el  examen 
de  los  demás. 

j^ Indicativo. 

1.  Presente. 
(i)  .  — Flexio nes  o bje Uvas. 
(1."  categoría). 


DAUKAT  . 
DAUKAZU 
DAUKA  . 
DAUKAGU 
DAUKAZÜE 
DAUKE  . 


DAUKADAZ  . 
DAUKA ZUZ  . 
DAUKAZ  . 
DAUKAGUZ  . 
DAUKAZUEZ . 
DAUKEZ  . 


yo  lo  tengo,  los  tengo, 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


übservauiones.  L;i  prin(;ipal  diferencia  (pie  separa  á  estas 
formas  de  las  guipuzcoanas,  estriba  en  la  pluriilización  ob- 
jetiva con  z.  Además,  la  2."  y  3."  persona  de  plural  están  con- 
traidas, lo  cual  no  sucede  en  el  verbal  guipuzcoano. 


-G09— 


(ii) — Flexiones  ohjetivo-jn-onomincdes. 

(2.'';  «á  nií»>), 

DAUKAfZAZU      .     daukaíZazüz    .     tú  iiie  lo  tieDes,  me  los  tie- 
nes. 
BAVKkdAt  .     .     daukacZaz  -     .     él,  etc. 
daukac/azüe    .     üaura-íZazuez  .     vosotros,  etc. 
daukac/ae  .     .     daukaíZaez      .     ellos,  etc. 

Observaciones  La  o.""  persona  ele  singular  incurre  en  el 
pleonasmo  del  aíijo  pronominal,  pero  en  la  forma  objetivo- 
singular  únicamente;  á  esta  correspondía  lógicamente  dau- 
líkdktkz  como  objetivo-plural. 

(3.'^;  «á  tí))). 

Dk^iiktzwj:.  .  DkJjKktzuDkz  .  yo  te  lo  tengo,  te  los  tengo. 

BkVKAtzic  .  .  BkVKktzuz.     .  él,  etc. 

DAüKA^^^^GU  .  DkVKktzuauz  .  nosotros,  etc. 

BkUKktpjuE.  .  BkVKktziiEz    ,  ellos,  etc. 

.(4.^;  «á  él))) 

DkVKktsoi.     .     DkHKktsoDkz  .     vo  Ic  tengo  lo,  1g  tcugo  los. 

BkVKktsOZU       .       DAUKAí^SOZUZ    .        tÚ,  etc. 
BAVKktsO     .       .       BkJJKktsOZ.        .        él,   ctc. 

BkVKktsoGH     .     DkVKktsoGüz  .     nosotros,  etc. 

DAJJKktsOZXJE    .       DAUKA^ÍSOZaEZ,        VOSOtrOS,  ctc. 

BkJjKktsoE .     .     DkVKktsoEz     .      ellos,  etc. 

Observaciones.  Aquí  es  imposible  atribuir  el  sonido  ts  que 
precede  á  la  o  pronominal,  al  núcleo  verbal,  como  lo  hice 
en  la  conjugación  perifrásica  y  este  hecho  es  uno  de  los  me- 
jores que  abonan,  en  mi  concepto,  la  opinión  del  Príncipe 
Bonaparte  de  que  ts  es  una  característica  bizcaina  del  régi- 
men indirecto  de  singular  de  3,^  persona.  Pero  ¿qué  es  ts? 
¿es  un  elemento  fragmentario,  de  filiación  y  función  descono- 
cidas? Esto  es  muy  vago.  ¿Es  un  elemento  orgánico  de  una 
forma  primitiva  del  pronominal?  ¿Es  un  mero  elemento 
fonético?  ¿Cómo  y  porqué  es  característica  del  "régimen indi- 

43 


-ülü— 


recto  011  que  íiguní?  Nü  sé  responder  á  éstas  preguntas.  Yo 
veo  la  solución  por  otro  lado.  La  forma  antigua  de  o  es  Jw; 
luego  han  existido  las  flexiones  daukakot,  daukakozu,  etc.; 
pero  como  resultaban  duras  al  oido,  la  Je  permutó  con  tz  y 
ésta  consonante  posteriormente  con  ts,  sugiriendo  estos  cam- 
bios la  imitación  á  las  flexiones  auxiliares  por  causa  del 
mucho  uso  de  éstas. 

(5.";  «á  nosotros») 


DAUKAÍ7/ÍZU    .  DAUKA/;»ZÜZ     . 

DAVKAgU.        .  DAVKkgilZ  . 

DAUKAr/^ZUE.  DAUKAr/?^ZUEZ 

DAVKUgUE      .  DAUKAí/ZÍEZ 


til  noslu  tienes,  nos  los  tienes, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


BkVKAtzUeT    . 

baukaízue    . 

DAVKkfzueGV. 
DAVKAfzueB    . 


(()/;  «á  vosotros») 


DAUKAf¿',7(?DAZ 
BAUKAtzUeZ 
I>AVK\tzUeGl]Z 
DAVKkfzueE'Á 


yo  os  lo  tengo,  os  los  tengo, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


DAVKAtsoeT . 

DAUKAfsOé'ZU       . 
BAVKAtsOe     . 
DAUKA^SOeOU 
DAJJKAtsuezVEZ. 
DAVKAtsoeE  . 


(7.";  «á  ellos»). 

DAUKA^'SOCDAZ 


DAUKA/.S'OeZUZ 
DAUKA^S'OeZ  . 
DAVKAtsoeGVZ 
DAHKAÍSOeZÜEZ 

dauka/socez 


yo  les  tengo  lo,  les  ten- 
go los. 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(iii.)  — Flexiones  iironomínalcs. 
(8.";  «á  mí»). 


?IAUKAZU 
7ÍAUKA      . 
y/AUKAZUE 
«AUKE     . 


tú  me  tienes, 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


r-611- 

(9.^;  «á  tí»). 

^AiJKADAz      .     yo  te  tengo. 

-^AUKA      .     .     él,  etc. 

^AUKAGU  .     .     nosotros,  etc. 

^AUKE      .     .     ellos,  etc. 

(10.";  «á  nosotros»). 

^AUKAZuz     .     tú  nos  tienes. 
í/AUKAz     .     .     él,  etc. 
^AUKAZUEZ    .     vosotros,  etc. 
í/AUKEz    .     .     ellos,  etc. 

(11.";  «á  vosotros») 

^AUKeDAZ.     .     yo  os  tengo. 

^AUKez     .      .     él,  etc. 

^AUKeouz.     .     nosotros,  etc. 

^AUKez     .     .     ellos,  etc. 

2.  PASADO. 

(i.) — Flexiones  objetivas. 

(1.*^  categoría.) 

NEUKAN     . 

NEUKAZAN     .     yo  lo  tenía,  los  tenía 

ZEUNKAN . 

ZEUNKAZAN     .       tÚ, etc. 

EUKAN       . 

EUKAZAN   .        .       él,   etc. 

GEUNKAN . 

GEUNKAZAN     .       nOSOtl'OS,   CtC. 

ZEUNKEN   . 

ZEUNKEZAN    .     vosotros,  etc. 

EUKEN 

.     EüKEZAN  .     .     ellos,  etc. 

(I 

I.) — Flexiones  objetivo -pro nominales. 

(2.";  «á  mí»). 

zeunkaíZan 

zeunkaíZazan  .     tú  me  lo  tenías,  me  los  te 

nías. 

eukac/an  . 

.     eükaíZazan     .     él,  etc. 

ZEUNKAr^EN 

.       ZEUNK ACEZAN  .       VOSOtrOS,  ctc. 

eukacZen  . 

.     eukacZezan     .     ellos,  etc. 

-012- 


EVKA.tzi(li    . 

GEUNKA^^^N 

EÜKAÍ¿^¿/EN. 


neukaíson 
zeunka/son 
euka/son  . 

GEUNKA^50N 

ZEUNKAfsOEN 

EUKA^SOEN 


(3/;  «átí..). 
NEUKA¿^?/zAN  .     y  O  te  lo  tenía,  te  los  tenia. 

EUKAf£'?/ZAN       .       él,   etc. 
ÜEUNKAí'¿'//ZAN.       nOSOtlOS,  ctc. 

EUKAf^í/EZAN  .     ellos,  etc. 


neuka/sozan 

ZEUNKAlfsOZAN 

euka^sozan  . 
geunka/sozan 
zeunka/soezan 
eukaísoezan 


{á.'';  «á  él.)). 

3^0  le  tenía  lo,  lo  tenía  los. 

tú,  etc. 

él,  etc. 

nosotros,  oto, 

vosotros,  etc. 

ellos,  etc. 


ZEUNKAí/ÍÍZUN 

EHKkgim. 

ZEUNKAí/Í^ZUEN 
EUKA^¿¿EN     • 


NEUKAÍ¿?¿2N       . 

EVKAtzueJíi. 

GUEUNKAÍ-íTÍ/eN. 

EUKhtzuen. 


NEUKAÍSOeN  . 

ZEUNKAÍSOeN 
EUKAfsoeN      . 
GEUNKAÍSOeN 
ZEUNKA/ó'ÜCEN 
EUKAÍWeEN  . 


(5.";  «á  nosotros») 

ZEX3NKA,í7¿/ZUZAN 


EUKA^ÍÍZAN. 
ZEÜNKAí7«ZUEZAN 
EUKAí7?¿EZAN       . 


tú  nos  lo    tenías,  nos 

los  tenías, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(C";  «á  vosotros»). 
NEUKAÍ-e'z¿6ZAN  .     yo  OS  lo  tenía,  os  los  tenía. 

EUKAZ'^^^é'ZAN       .       él,  ctc, 

GEUNKAÍ^¿/ezAN.     nosotros,  etc. 

EUKAÍ^Z/eZAN        .       ellos,  Otc. 


(7.";  «á  ellos»). 

NEUKA^SOeZAN 


ZEUNKAÍó'OeZAN 
EUKAÍ*rOeZAN   . 
OEUNKA^SOí^EZAN 
ZEUNKA/6"06'EZAN 
EUKA^i'Ot'EZAN 


yo  les  tenía  lo,  les  te- 
nía los. 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ello?,  otj. 


-Ol:s- 


(iii) . — Flexioiies  2^t'onominales. 
(8.*;  «á  mí)». 
7¿EUNKAzuN    .     .     tú  me  tenías. 

7ZEUNKAN    ...       él,    etc. 

??<EUNKAzuEN  .     .     vosotros,  etc. 
?¿EUNKEN  .     .     .     ellos,  etc. 


(9.^;  «á  tí.)). 


^EUNKADAN 
^'EUNKAN  . 
^EUNKAGUN 
^í'EUNKEN     . 


yo  te   tenía, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(10.'';  «á  nosotros»). 


Í/EUNKAZUZAN. 
^EUNKAZAN  . 
^EUNKAZUEZAJ 
^EUNKAZEN       . 


tú  nos  tenías, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(ll.'':  «á  vosotros»). 


^EUNKeDAZAN. 
^EUNKé'ZAN 
^EUNKeOUZAN . 
^-EUNKíEZAN     . 


yo  OS  tenía, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


EÜKAZU  . 

EUKAZUZ 

BEUKA   . 

.   BEUKAZ  . 

EUKAZUE   , 

eukazue: 

BEÜKE   . 

.   BEUKEZ  . 

J3  • Imperativo 

1.  Presente. 

(i,) — Flexiones  objetivas. 

(I.**  categoría). 

tú  ten  lo,  ten  los- 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  ect. 


-C14- 


(ii.) — Flexiones  ohjetivo-pyo}¡oí)i¡)ia¡es. 

(2^:  «á  mí»). 

eükaíZazu  .  eukaíZazuz    ^  tú  ténme  lo,  fcéiime  los. 

beukaíZaí    .  beukaíZaz      .  él,  etc. 

eukaJazue.  euraí-Zazuez  .  vosotros,  etc. 

beukaí/e     .  beukaí/ez      .  ellos,  etc. 

(3.";  «á  tí»), 

BEVKAtzu.     .     BEVKAtzuz    .     él  téngate  lo,  téngate  los. 

BEUKAtzUE     .       BEVKAt¿'UEZ   .       elloS,  etC. 

(4.'  «á  él») 
EUKAÍsozu     .     EüKA^sozuz        tú  ténlc  lo,  ténle  los. 

BEVKktsO  .       .       BEUKa/sOZ       .       él,  ctc. 
EUKA^SOZUE    .       EUKAf^OZUEZ.       YOSOtrOS,  ctc. 
BEüKAfsOE       .       BEUKAtsOEZ    •       clloS,  etc. 

(5.";  «á  nosotros») 
EUKA^2¿zu     .     EUKAí7?/zuz    .     tú  ténnos  lo,  téiinos  los. 

BEUKAGU  .       .       BEUKAí7«Z        .       él,  etC. 

EUKAí7?/züE   .     EUKAí/zízuEz .     vosotros,  etc. 

BEUKAí7«E       .       BEUKA^2¿EZ     .       elloS,  etc. 

(6.*;  «á  vosotros»). 

BEVKAtz7ie    .     BEVKAfzuez  .     él  téngaos  lo,  téngaos  los. 
BEUKAÍ^?/eE  .     BExjKAtzueEz.     cUos,  etc. 

(7."  «á  vosotros»). 

EUKAÍsoezv  .  EUKA^soé'züz  .  tú  ténlcs  lo,  ténles  los. 

BEVKAtsoe     .  BEUKAtsoez  .  .  él,  etc. 

EUKAtsoezvE.  EUKAÍsotíZüEZ  .  vosotros,  etc. 

BEVKAtsoeE  .  BEUKAifsoeEZ  .  ellos,  etc. 

(iii) . — Flexiones  iironominales. 

(8.";  acareh), 

II. 

Verbales  que  iwseen  los  dos  Diodos  y  tres  tiem})Os  de  EU- 


— G15— 

Ki — 1 ."  EKAiiRi.  El  núcleo  del  presente  de  indicativo  es  akar. 
En  la  2.'"' categoría  la  3.'"'  persona  de  singular  carece  del  pleo- 
nasmo del  afijo  pronominal:  dakakt.  En  la  3.''  y  G."*  catego- 
ría la  sibilante  del  pronominal  es  suave:  dakae^ut,  etc.  da- 
kae¿:üet,  etc.  La  forma  del  pronominal  en  la  4."  cate- 
goría es  la  primitiva:  dakarkot  «yo  le  traigo  lo»,  etc.,  y  lo 
mismo  sucede  en  la  7.",  dakaeAoet,  etc.  En  la  9.»,  la  z  epen- 
tética forma  parte  de  todas  las  flexiones,  y  no  solamente 
de  la  que  corresponde  á  la  primera  persona,  como  sucede 
en  EUKi:  zakae^,  zakaegu¿,  zakae^^e,  etc.  La  3.*  persona  plu- 
ral de  la  10."  categoría  imita  á  ia  de  la  9.'',  gakae^e.  Tam- 
bién difieren  algo  de  las  de  euki  las  Üexiones  de  la  11-*  ca- 
tegoría:    ZAKAEZeZ,    ZAKAEGU<?Z,  ZAKAE^eEZ. 

El  núcleo  del  pasado  es  ekaé,  en  el  cual  se  infija 
la  n  epentética  en  los  mismos  casos  que  la  ostentan 
las  flexiones  de  euei.  Hasta  las  flexiones  pronominales  poco 
tengo  que  advertir;  empleu  de  la  sibilante  suave  en  ne- 
kae^un,  etc.,  NEKAE^üEN,  etc;  empleo  déla  gutural  fuerte  pri- 
mitiva en  nekae/vON  etc.,  nekaeAoen,  etc.  Las  flexiones  pro- 
nominales que  no  siguen  á  euki  son:  nénkaeeen  (él)  en  la 
8."  categoría;  zekaedan  (él)    zekaeden  (ellos)  en   la  9/;  zen- 

KAEDEZAN  (yo),  ZEKAEDEEN  (él)  ZENKAEGUEZAN  (uOSOtrOS),  ZE- 

KAEDEEZAN  (ellos)  CU  la  11.''.  En  la  3.*  persona  singular  de 
la  9.''  categoría  (zekaedan)  figura  una  (I  que  es  una  trasfor- 
mación  de  la  r  fuerte  que  debía  de  figurar  en  el  choque  del 
núcleo  con  la  vocal  de  ligadura:  la  forma  guipuzcoana  es 
ZENKAEEEN.  La  sílaba  de  que  figura  en  otras  varias  flexio- 
nes es  el  afijo  pluralizador,  yá  simplemente  personal,  yá  pro- 
nominal. La  reiteración  de  la  e  en  la  forma  zekaedeen  (él  á 
vosotros)  hay  que  atribuirla  al  deseo  de  diferenciarla  mate- 
rialmente de  ZEKAEDEN  (cllos  á  tí);  por  lo  demás  no  era  nece- 
saria, pues  en  la  primera  de  dichas  foimas  de  es  el  afijo  plu- 
ralizador del  pronominal  z  «á  tí»,  y  en  la  segunda  de  repre- 
senta al  sugeto  «ellos».  Hay  más;  etimológicamente  conside- 
rada la  forma  en  cuestión  es  viciosa,  porque  siendo  e  lo  que 
es,  ZEKAEDEEN  significa  realmente  «ellos  á  vosotros». 

El  núcleo  del  imperativo  es  también  ekae.  Hay  algunas 
irregularidades,  y   algunas  discrepancias  del  tipo  EtiKi:  be- 


-Olü- 

KAR^E  «ellos  traigan  los»,  en  lugar  de  la  forma  regular  beka- 
EREz.  La  3."  persona  de  singular  de  la  2."  categoría  carece 
del  pleonasmo  del  pronominal:  bekart.  La  sibilante  de  la 
3."  y  G.''  categoría  es  suave:  bekaií^tt,  ote.  bekar^ue,  etc.  El 
pronominal  déla  4."  y  7."  lleva  la  gutural  fuerte:  ekae/iO- 
zu,  etc.  ekaeAoezu,  etc. 

2.°  EP.ABILLI  ((menear»,  mover».  Su  núcleo  en  el  presente 
es  ARABIL.  La  sibilante  del  sugeto  en  la  1."*  categoría  es  fuer- 
te: DARABiLf^'U,  etc.  Sc  aparta  de  euki  en  la  forma  del  prono- 
minal de  la  4."  y  7."  categoría:  darabil7i-ot  «yo.  le  meneo 
lo»,  etc.  darabilA'OET,  «yo  les  meneo  lo,»  etc.  En  las  flexiones 
pronominales,  todas  las  sibilantes  que  no  son  el  afijo  z,  son 
fuertes:  narabiltzu  (tú  á  mí),  zarabiltze  (ellos  á  tí),  etc. 
Se  apartan  del  tipo,  en  más  ó  en  menos,  las  siguientes  for- 
mas: ZARABiLTZ  «ól  te  menea»,  zarabilguz  «nosotros  te  me- 
neamos», zarabiltze  «ellos  te  menean»,  garabildez  «ellos 
nos  menean»,  zarabildez  «yo  os  meneo»,  zarabiltzez  «él  os 
menea»,  zarabilguez  «nosotros  os  meneamos»,  zaeabiltzeez 
«ellos  os  menean». 

El  núcleo  del  pasado  es  erabil,  erabill:  ésta  segun- 
do cuando  le  sigue  alguna  vocal.  La  letra  de  ligadu- 
ra es  rt,  excepto  en  la  1.''  persona  de  plural  de  la  1."  catego- 
ría y  en  la  3-*  de  la  8.";  geeabillcn-gerabiltzcn  ((nosotros  lo 
meneábamos,  iosmeneábamos»,  neranrill^n «él  me  meneaba»: 
La  11  epentética  se  infija  en  el  núcleo,  cuando  la  llevan  las 
flexiones  tipos  de  eiiJci;  exeptuándose  precisamente  la  1." 
persona  plural  de  las  flexiones  objetivas  y  de  las  objetivo- 
pronominales.  Las  terceras  personas  de  la  categoría  3.",  pre- 
sentan la  particularidad  de  usar  del  afijo  de  tercera  persona 
z;  ^ERABiLTZUN  «él  tc lo  meneaba»,  ¿'eranbiltzuen  «ellos  to  lo 
meneaban»,  etc.  Tanto  en  este  tiempo  como  en  el  imperativo 
la  relación  «á  él»,  «á  ellos»  está  representada  por  ko,  koe. 
Las  formas  pronominales  que  se  apartan  del  tipo  son  las 
que  siguen:  nerabille^n  «ellos  me  meneaban»,  zeranbil/^an 
«él  te  meneaba»,  ZERAí^BiLií-e'EN  «ellos  te  meneaban»,  zeran- 
BiLt.<:ee-¡!i  «él  os  meneaba»,  zeranbil^'^'eezan  «ellos  os  monea- 
ban». 

El  imperativo  de  erabilli  está  en  posesión  do   llexioues 


— G17- 


pronominales;  en  cambio  lia  perdido  la  6.^  categoría  por 
completo.  El  núcleo  es  eríbil.  La  3/  persona  plural  de  la 
I.''  categoría  tiene  la  pluralizadora  personal  íntegra:  bera- 
BiLcle — BEEABiLc^É^z  «ellüs  meneen  lo,  meneen  los»;  la  sibilan- 
te del  feugeto  de  2.'^  peisona  es  fuerte:  eeabilíí^íu,  etc.  «tú  me- 
nea lo»,  etc.  EiíABiL?^-?üE,  etc.  «vosotros  meneadlo»  etc.  Las 
flexiones  pronominales  son  como  signen: 


(8.- 


77.EEABILTZU     . 
V/ERABIL      . 
?¿,ERABILTZUE  . 
7/ERABILLE 


(9." 


^ER  VBIE/,¿'A 


(10 


_7ERABILTZUZ   . 
//RIIABILZ    . 
^r/EllADILTZUEZ 
r/y.RABILTZE      . 


(11 


jiEn.kVAijizez 

^ERABIL"(í;v'eEZ 


«á  mí») 

tú  njenéame. 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

«á  tí») 

él  monee  te. 
ellos,  etc. 

";  «á  nosotros»). 

tú  menea  nos. 
él  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

";  «¡I  vosotros»). 

él  menee  os. 
ellos,  etc. 


3.°  iKUsí  «ver».  El  núcleo  del  presente  de  indicativo  es 
AKus,,  cnya  s  absorbe  á  la  z  del  sngcto  de  2."  persona,  pasan- 
do aquella  á  su  fuerte  ts,  y  lo  mismo  sucede  cuando  zu  es 
pronominal:  dakuíó'U — dakuísuz  «tú  lo  vés,   los   vés»,  daku- 

tsUE DAKU/SUEZ  «VOSOtrOS  lo     VCis,    los  VoiS)),  -DkKVtSJJT DA- 

KvtsuBAZ  «yo  te  lo  veo,  te  los  veo»,  etc.  La  3.-''  persona  de 
singular  de  la  2^  categoría  carece  del  pleonasmo  del  prono- 
minal: DAKUST — DAKusDAz  «tú  mc  lo  vés,  mo  los  vés».  La  3.* 
persona  plural  de  la  8.^  categoría  lleva  íntegro  el  afijo-plu- 
ralizador;  NAKUSí^e  «ellos  me  ven».  La  1."  persona  plural  de 


— Glb— 

líi  0."*  categoría  termina  con  una  z  pleonástica;  zaküsgu^. 
La  z  pleonjística  que  es  la  letra  final  de  las  fiexiones  de  la 
10."  categoría,  requiere  a  de  ligadura  en  la  3."  persona  de 
singular,  oAKUsaz  «él  nos  vó».  En  la  1."  persona  de  singular 
de  la  11."  categoría  la  vocal  de  ligadura  adoptada  es  e\  za- 
KusD6'z  ((3'oos  veo». 

El  núcleo  del  pasado  es  ekus,  en  el  cual  se  infija 
la  n  en  todos  los  casos  que  la  recibe  el  tipo.  La  absor- 
ción de  la  z,  y  la  trasformación  de  la  ,9  en  ts  se  verifica  en 
la  3."  y  6."  categoría:  ekütsun  «ól  te  lo  veía»,  ekutsuen  «él  os 
lo  veía».  En  las  íiexiones  pronominales  se  interpola  una  «de 
ligadura  detrás  del  núcleo:  NENKusazuN  «tú  me  veías»,  zen- 
KUSfíDAN  «yo  te  veía»,  etc.  Las  flexiones  que  se  apartan  del 
tipo  s.ni:  ZENKusa^rtN  «él  te  veía»,  zENEUSGU-s-aN  «nosotros  te 
veíamos»,  zenkuse^y/n  «ellos  te  veían,  GENKUsa^?¿N  «tú  nos 
veías»,  GENKusrt/r^reN  «vosotros  nos  veíais»,  GENKUse^aN  «ellos 
nos  veían». 

El  imperativo  se  vale  del  núcleo  ekus.  El  empleo  de  ts  se 
prolonga  en  las  condiciones  de  los  tiempos  anteriores.  La 
3."  persona  de  singular  de  la  2."  categoría  carece  de  pleo- 
nasmo: BEKüSií  «él  véame  lo».  Este  verbal  ha  conservado  las 
flexiones  pronominales: 

(8.";  «á  mí»). 

£'?zAKUTsu     .     .  tú  véme. 

heiiAKn^ ...  él,  etc. 

e?¿AKUTsuE  .     .  vosotros,  etc. 

ZíC'/íAKUSDE  .     ,  ellos,  etc. 

(9.";«á  tí.)). 

¿e.íAKUS  ...     él  véate, 
¿e<vAKusE     .     .     ellos  etc. 

(10.";  «á  nosotros»). 

í/AKUSAzuz    .     .     tú  vénos. 
DEr/AKUSAZ   .      .      él,  etc. 
r/AKUSAZUEZ.     .     vosotros,  etc. 

BE¿/AKUSEZ    .       .       ellos,  ctc, 


-G19— 

(11.'';  «á  vosotros») 

BE.e'AKUSííZ    .      .      él  véaos . 
BE^TAKUseEZ  .     .     ellos,  etc. 

4.°  yAREAiTU  «sogiiiD).  Carece  de  la  l.'\  S.^  9/,  10/ y  11/ 
categoría  en  los  tres  tiempos,  así  como  de  las  flexiones  con 
objetivo  plural.  El  núcleo  del  presente  es  arhai.  Nada  debo 
advertir  sino  que  la  8."  persona  de  la  2/  categoría  es  sin 
pleonasmo,  dap.rait  «él  me  sigue»,  y  que  el  pronominal  de 
la  4/  y  7/  está  representado  simplemente  por  o  y  oe  en  los 
tres  tiempos. 

El  núcleo  del  pasado  es  eurai,  con  ii  infijada  en  las  for- 
mas que  permutan  la  i  del  núcleo  en  ¡i.  Tiene  varias  flexio- 
nes que  se  apartan  del  tipo:  ERT.MDapjau  «ellos  me  seguían» 
que  rea- mente  está  formada  como  las  objetivo-plurales,  por 
donde  vemos  que  el  pluralizador  del  objetivo  z  desempeña 
funciones  de  pluralizador  personal,  puesto  que  la  flexión 
correspondiente  á  «él»  es  erraidan;  gerrauntsün  «nosotros  te 
seguíamos»,  erraitzuzan,  «ellos  te  seguían»,  gerralntson  ((no- 
sotros te  seguíamos»;  zerrauntseen  «vosotros  le  seguíais», 
ZERRAiozAN  «ellos  le  scguíau»;  zerraiüün  «tú  nos  seguías»,  ze- 

EEAIGUZAN    «VOSOtrOS  UOS  SCgUÍais»,  ERRAIGUZAN  «elloS    UOS   SC- 

guían»;  geerauntsuen  «nosotros  o^  seguíamos»,  erraitzuezan 
«ellos  os  seguían»;  gerrauntsuezan  «nosotros  les  seguíamos», 

ZEEEAUNTSEEZAN   «VOSOtrOS  IcS  SCgUÍais»,  ERRAOIEZAN  «clloS  leS 

seguían». 

En  el  imperativo  alternan  los  núcleos  aerai  y  errai;  el 
primero  forma  parte  de  las  segundas  personas  y  el  otro  de 
las  terceras.  La  flexión  correspondiente  al  número  singular  de 
la  segunda  categoría  no  es  pleonástica,  como  la  del  tipo:  be- 
erait  «él  sígame».   En  lo  demás  se  atempera  á  él  en  todo. 

5.°  eeago  ((insistir,  reiterar  una  acción  dada,  ejercitarse  en».^ 
Estos  son  los  tres  significados  castellanos  que  más  se  acer- 
can al  del   verbal  bizcaino,  el  cual  carece  de  las  flexiones 
pronominales  en  el  presente,  de  las  mismas  y  de  las  5."  6/ 


1    Aizquibel  en  su  Diccionario  le  asigaa  el  siguificalo  de  «continuari'. 


-C20- 


y  7."  en  el  pasado,  y  de  todas  las  dichas,  más  la  3/  en  el 
imperativo. 

El  núcleo  del  presente  es  arogo,  que  obliga  á  la  inserción 
de  la  eufónica  y  siempre  que  tropieza  con  otra  vocal.  La  1." 
y  la  4."  categoría  están  dotadas  de  formas  comunes;  lo  mismo 
se  dice  daeoyogot  para  «yo  lo  insisto»  que  para  «yo  le  insis- 
to lo».  En  la  2.",  3.*,  5.",  y  0."  categorías  aparece  una  i  an- 
terior al  elemento  pronominal,  que  revela  una  forma  primi- 
tiva EEAGOKi;  ésta?'  se  encuentra  en  las  formas  correspondien- 
tes del  pasado  y  del  imperativo,  ó  sea,  en  la  2."  y  3."  cate- 
goría del  primero  de  dichos  tiempos,  y  en  la  2."  del  segundo. 
La  regularidad  es  completa:  daeagoit  «él  á  mí»,  daragoitzu 
«él  á  tí»,  dabagoigu  «él  á  nosotros»,  dabagoitzue  «él  á  vosotros». 
daragoye  «él  á  ellos». 

El  núcleo  del  pasado  es  erago;  persiste  la  y  eufónica  en 
los  casos  del  presente  y  lo  propio  sucede  en  el  imperativo, 
cuyo  núcleo  es  el  mismo  del  pasado.  La  1.*  categoría  del  pa- 
sado está  calcada  sobre  la  del  presente:  neragoyon  «yo  lo  in- 
sistía», zeragoyon  «tú»,  etc.;  también  se  confunde  con  la  4.* 
categoría  «yo  le  insistía  lo»,  etc.  La  segunda  categoría  incur- 
re en  el  pleonasmo  del  afijo  pronominal,  con  la  circunstancia 
que  uno  de  ellos  está  colocado  á uso  délas  flexiones  pronomi- 
nales; por  lo  tanto  ésta  formación  se  aparta  de  las  vulgares: 

?ZERAGOIíÍAZüN  «tÚ  á  mí»,  72ERAG0If/AN  «él  á  mí»,  71ERAGOI(7aZUEN 

«vosotros  á  mí»,  ?2Eragoic/en  «ellos  á  mí».  Así  mismo  es  pleo- 
nástica,  pero  por  el  afijo  del  sujeto,  la  1."  persona  de  plural 
de  la  3."  categoría:  í/eragoitzu^z/n  «nosotros  á  tí». 

El  imperativo,  en  sus  pocas  flexiones,  es  una  reproduc- 
ción de  las  particularidades  de  los  dos  tiempos  anteriores; 
la  I.**  y  la  4.''  categorías  están  formadas  por  el  sistema  de 
sus  congéneres  del  presente  y  pasado:  eragoyozu  «tú  lo», 
«tú  á  él  lo»  beragoyo  «él  lo»,  «él  á  él  lo»,  etc.  La  2.*  categoría 
ninguna  mención  merece;  no  tiene  pleonasmo  del  pronomi- 
nal en  la  3.^^  persona  del  singular:  beragoit  «él  á  mí». 

ENTZÜN  «oir».  Posee  todas  las  categorías,  ecepto  la  7.",  en 
el  presente  y  pasado;  no  así  en  el  imperativo,  que  está  redu- 
cido á  la  1.",  2.",  4."  y  8.^  Los  dos  primeros  tiempos  carecen 
de  formas   objetivo-plurales  en   todas  las  categorías  que  no 


—Bal- 
són la  1.*  y  4.^;  el  imperativo  las  conserva,  igualmente,  en 
la  primera. 

El  núcleo  del  presente  es  antzu.  La  3.^  persona  singular 
de  la  2."  categoría  es  pleonástica:  danizu^^at  «él  me  lo  oye»; 
sino  fuera  por  el  pleonasmo  se  confundiría  con  la  I.""  de  sin- 
gular de  las  flexiones  objetivas,  dantzut  «yo  lo  oigo»,  y  ésta 
es  la  razón  que  ha  producido  tales  pleonasmos  en  éste  y  en  los 
demás  verbales.  La  3.*  y  6." categoría  exbornan  con  una  z  re- 
dundante final  á  las  flexiones:  dantzuguz  «nosotros  te  lo  oí- 
mos», dantzuzuez  «ellos  te  lo  oyen»,  dantzueguz  «nosotros  os  lo 
oimos»,  DANTZUZUEEZ  «cllos  OS  lo  oyen».La  4.^  categoría  com- 
parte con  la  1.*  las  mismas  flexiones,  lo  cual  se  verifica  asi 
mismo  en  el  pasado  y  en  el  imperativo.-  La  S.'""  categoría  es- 
tá formada  como  las  pronominales,  pero  tiene  repetido  el 
elemento  representativo  de  la  relación  «á  nosotros)»;  no  hay 
duda  que  primitivamente  éstas  flexiones  fueron  pronomina- 
les, pues  ese  pleonasmo  no  puede  expresar  realmente  al  ob- 
jetivo; pero  el  uso  y  el  desorden  en  que  ha  caído  la  conjuga- 
ción sencilla  han  hecho  posible  una  atribución  semejante. 
Las  formas  son  las  que  siguen:  gantzüguzu  «tú  á  nosotros  lo», 
GANTZUGU  «él  á  nosotros  lo»,  gantzugüzue  «vosotros  á  noso- 
tros lo»,  GANTZUGUE  «cllos  á  nosotros  lo».LaL^  persona  plu- 
ral de  laO.'"^  categoría  lleva  ?¿  epentética:  zantzuguz  «nosotros 
á  tí». 

El  pasado  tiene  por  núcleo  á  entzu.  Las  flexiones  que  se 
apartan  del  tipo  son:  zentzuda^^n  «tú  me  lo  oías»,  zentzu- 
DíX^?/(?N  «vosotros  me  lo  oíais»,  -2^ENTzuzur?rtN  «yo  te  lo  oía», 
¿-ENTZUZAN  «él  te  lo  oía»,  ^ENTZüzu^?í^fl.N  «uosotros  te  lo  oía- 
mos», ¿-ENTzuzüEZAN  «cllos  tc  lo  oíau»,  -í'ENTzuzuEr/aN  «yo  OS 
lo  oía»,  ¿;entzuzuezan  «él  os  lo  oía»,  ¿-ENTZuzuEí/^^^aN  «noso- 
tros OS  lo  oíamos»,  ^entzuzueezan  «ellos  os  lo  oían»,  zentzu- 
Dkzcm  «yo  te  oía»,  zentzu£'<in  «él  te  oía»,  zENTzuGU,e'<xN  «noso- 
tros te  oíamos»,  zenizue^^n  «ellos  te  oían». 

En  el  imperativo  comparten  el  imperio  antzu  y  entzu,  en 
las  segundas  y  terceras  personas  respectivamente,  con  exep- 
ción  de  la  8.^-  categoría.  :■  -      : 

Las  segundas  personas  de  la  1."  categoría  van  precedidas 
de  la  partículíi  hci  contraidas  en  h\  5antzuzu  «tú  óyelo»,  ^&n- 


-C22— 


TzuzuE  «vosotros  oítllo».  Dichas  segundas  personas  son  muy 
curiosas  en  la  2.''  categoría  por  llevar  prefijada  la  el  objetiva: 
íZaíítzudazu  «tú  óyeme  lo»,  c/antzudazue  «vosotros  oídme  lo». 
La  S."^  categoría,  de  que  carece  el  tipo  es  así: 

(8/;  «á  mí»). 
«ANTzuzü    .     .     tú  óyeme. 

BE/ÍANTZU      .       .       él,  etc. 

;¿ANTzuzuE  .     .     vosotros,  etc. 

BE^ANTZUE   .        .       cUoS,   ctc 

III. 

otros  verbales  no  poseen  mcás  <{ue  el  presente  y  el  pasado 
de  indicativo,  y  otros,  finalmente,  categorías  sueltas  de  uno 
y  otro  tiempo.  Estos  últimos  los  prí^sentaré,  para  ahorrar 
esplicaciopes,  en  cuadros. 

1.°  YAKíN  «saber».  Carece  de  tlexiones  pronominales.  El 
núcleo  del  presente  es  aki.  En  la  2.'''  categoría  son  irre- 
gulares, respeto  al  núcleo  euki,  las  formas  dakidaz-dakidaaz 
«él  me  lo  sabe,  me  los  sabe»;  dakidez-dakideez  «ellos  me 
lo  saben,  me  los  saben».  La  sibilante  del  pronominal  de  la 
3.*  y  G."^  categoría  es  suave  en  este  tiempo  y  en  el  pasado: 
dakizuz-dakizudaz  «yo  te  lo  sé,  te  los  sé»;  dakizuet-daki- 
zuedaz  «yo  os  lo  sé,  os  los  sé».  El  pronominal  de  la  4.*  es  o 
y  el  de  la  7.^^  oc  dakiot  «yo  le  sé  lo»,   dakioet  «yo  les  sé  los». 

El  núcleo  del  pasado  es  eki,  con  n  infijada  en  las  formas 
correspondientes  á  las  del  tipo  que  la  ostentan.  Todas  las 
categorías,  excepto  la  primera,  llevan  prefijada  la  partícula 
BA  afirmativa:  lazenkidan  «tú  me  lo  sabías»;  banekiozan  «yo 
le  sabía  los».  Les  fifijos  pronominales  de  la  4.=^  y  7.'»  catego- 
rías son  los  mismos  del  tiempo  anterior:  bazekion  «yo  le  sa- 
bía lo»,  BAZEKioEN  «yo  les  sal  ía  lo». 

2.°  iRUDí  «j)arecerse,  asemejarse».  Posee  las  categorías 
I.**,  4.'-*  y  7.\  sin  formas  objetivo-plurales,  naturalmente,  y  la 
8.*^,  9.%  10.'"'y  ll.\  El  núcleo,  en  ambos  tiempos,  es  ieudi 
pnra  las  categorías  objetivas  y  ()])jetivo-pronominalos,  y  AivU- 
Di  para  bis  proiioniinalüs.  Con  la  ;J.''  persona  do  las  siguien- 


-Cua- 
tes, pueden  formarse  fácilmente  las  demás;  dirudi  «él  lo  pa- 
rece», DiEUDio  «él  le  parece  lo»,  dieüdioe  «él  les  parece  lo», 
NARUDí  «él  me  parece».  Son  irregulares:  zakudidaz  «yo  á  tí», 
ZABUDiz  «él  átí»,  zAEUDiGuz  «nosotrosá tí»,  ZARUDiEZ  «ellos  á  tí»; 
GARUDizuz  «tú  á  nosotros»,  garudiguz  «él  á  nosotros»,  garudi- 
zuEZ  «vosotros  á  nosotros»,  garudigüez  «ellos  á  nosotros»;  za- 

EUDIZUEDAZ  «yO  á  vosotros»,  ZARUDIEZ  «él  á  vosotros»,  ZARU- 

DiGUEZ  «nosotros  á  vosotros»,  zarudiez  «ellos  á  vosotros». 

Del  presente  se  forma  el  pasado  teniendo  en  cuenta  las 
siguientes  reglas;  se  sustituye  la  d  prefijada  por  los  signos 
ordinarios  del  sujeto,  se  suprime  la  z  epentética,  pleonástica 
ó  redundante  que  termina  algunas  flexiones,  y  se  sufíja  la 
n  del  pasado,  ó  su  equivalente  an  cuando  hubiera  de  unirse 
á  la  i  del  núcleo:  de  dirudit,  nirudian;  de  dhiudiot,  nirudion; 
de  DiRUDioET,  nirudioen;  de  naeudizu,  naeudizun;-  de  zarudi- 
daz,  zarudidan;  de  gaeudizuz,  garqdizun;  de   zarudizuedaz, 

ZARUDIZUEDAN,   ctc,   Ctc. 

3.°  EZAGUTU  «conocer».  Posee  todas  las  categorías,  excepto 
la  7.'\  advirtiendo  que  las  formas  de  la  l.-"^  y  4.'^  son  comu- 
nes á  ambas,  y  que  sólo  éstas  conservan  flexiones  objetivo- 
plurales.  Por  una  corrupción  muy  grande,  éste  verbal  y  los 
demás  que  carecen  de  7.=^  categoría,  suelen  reemplazarla  por 
las  formas  objetivo -plurales  de  la  4.*,  viéndose  imposibilita- 
dos á  expresar  en  dicha  1^  la  relación  objetivo-plural.  Así 
dirán,  por  ejemplo:  dazaut  «yo  le  conozco  lo»,  dazaudaz  «yo 
le  conozco  los»,  Dí^zaudaz  «yo  les  conozco  lo»,  sin  poder  de- 
cir «3'0  les  conozco  los»;  si  á  ésto  se  añade  que  dazaut-da- 
ZAUDAZ  significan  á  la  vez  «yo  lo  conozco,  yo  los  conozco»,  se 
comprenderá  cuan  grande  es  la  decadencia  de  ésta  conju- 
gación y  de  las  que  han  sufrido  idénticas  pérdidas. 

El  núcleo  del  presente  es  azau  y  las  flexiones  se  forman 
con  mucha  facilidad  tomando  por  inmediato  modelo  á  enzun 
«oir».  Hay,  sin  embargo,  entre  ellas,  alguna  diferencia;  todas 
las  flexiones  de  la  9.**  categoría  y  sus  derivadas  de  la  11.* 
han  de  terminar  en  z:  zazauz  «él  te  conoce»,  zazaudez  «ellos 
te  conocen».  La  5.^-  categoría  está  formada  con  arreglo  al 
plan  ordinario  de  la  ciase  de  las  objetivo-pronominales:  da- 
zAUGüzu  «tú  nos  lo  conoces»,  dazauguz  «él  á  nosotros»,  da- 
ZAUGUZUE  «vosotros  á  nosotros»,  dazauguez  «ellos  á  nosotros». 


-Cál- 


El  núcleo  del  pasado  es  ezau,  sin  que  se  le  infije  en  nin- 
gún caso  la  11.  No  imitan  á  entzun  las  siguientes  formas: 
ZEZAUDAN  «tú  me  lo  conocías'),  zezauden  «vosotros  me  lo  co- 
nocíais»; NEZAUTZUDAN  «3^0  tc  lo  COnOCÍa»,  EZAUTZUN  «él  á  tí», 
GEZAGUTZUN     «DOSOtrOS  íl  tí»,  EZAUTZUEN  «clloS  á  tí»;  GEZAUGU- 

zuzAN  «tú  nos  lo  conocías»,  gezauguzan  «él  á  nosotros»,  ge- 
ZAUGUZÜEZAN  «vosotros  á  nosotros»,  gezauguezan  «ellos  á  no- 
sotros'?; nezautzue'dan  «yo  os  lo  conocía»  y  las  otras  tres  de 
ésta  categoría  (6.'')  derivadas  con  toda  regularidad  de  la 
S.-"*;  ZEZAUDAN  «yo  te  conocía»  y  zezauedan  «yo  os  conocía». 

4.°  EUTsi  «tener,  asir,  agarrar».  Carece  de  flexiones  obje- 
tivo-plurales. Posee  las  categorías  2.-'',  3  ^^  4.",  5.*,  6.»'  y  7.^ 
en  ambos  tiempos.  El  núcleo  del  presente  es  aus.  El  pro- 
nominal «á  mí»  está  representado  siempre  por  t;  él  «á  tí»  por 
tsu,  él  «á  nosotros»  por  Ini,  él  «á  vosotros»  por  tsiie^  él  «á  él», 
por  a  y  él  «¿1  ellos»  por  ee^  contracción  alterada  de  un  primi- 
tivo ate,  derivado  de  ote.  Véanse  las  terceras  personas: 
DAUST  «él  me  lo  tiene»,  dautsu  «él  á  tí»,  daütsa  «éláél»,  daus- 
KU  «él  á  nosotros»,  dautsue  «él  á  vosotros»,  dautsee  «él  á  ellos». 
Compárense  estas  íiexiones  con  las  que  figuran  en  las  cate- 
gorías objetivo-pronominales  del  presente  perifrásico,  y  se 
verá  confirmado  que  están  tomadas  de  eutsi. 

El  núcleo  del  pasado  es  eüs.  Todos  los  sugetos  están  re- 
presentados por  formas  en  e,  ne,  ze,  ge^  lo  cual  produce  la 
reiteración  de  dicha  vocal  en  todas  las  flexiones,  y  por  imi- 
tación hasta  en  las  terceras  que  carecen  de  afijo  de  sugeto. 
Todo  éste  tiempo  es  muy  regalar  como  lo  demuestran:  eeus- 
TAN  «él  me  lo  tenía»,  eeutsun  «él  te  lo  tenía»,  eeutsan  «él  le 
tenía  lo»,  eeuskun  «él  nos  lo  tenía»,  EEüTsuEEN«éloslotenia», 
EEUTSEEN«él  lestcnía  lo».  Ninguno  de  los  dos  "tiempos  asa 
de  flexiones  con  objetivo-plural. 

4."  iRAUNTsi  «molestar  con  la  charla».  Posee  las  categorías 
2.%  8.",  4.%  5.^  ().",  y  7.",  sin  formas  objetivo-plurales.  El 
núcleo  del  presente  es  jrauns.  El  pronominal  «á  mí»  corro 
á  cargo  de  t,  él  «á  tí»  de  tzu,  él  «á  él»  de  a,  él  «á  nosotros»  de 
/.//,  él  «á   vosotros»  de  tziiCj   él  «á  ellos»  de   e\  dirauns/,    di- 

lvAUNS/¿'//,  DniAUXS/.lY/.,  DIllAUNs/,-;7/í',  lUPiAUNS^^'C,  OtC. 

El  núcleo  del  pasíido  es  i:i!atins,   monos  en  bis   segundas 


—625— 


personas  de  la  2.^  categoría  que  es  ieauns,  el  cual  recibe 
prefijados  los  signos  del  agente  z  «tú»,  n  «yo»,  g  «nosotros»; 
la  3."  persona  singular  se  pasa  de  ellos,  como  acostumbra  el 
verbo  bizcaino.  Algunas  de  las  flexiones  de  este  tiempo  se 
apartan  del  tipo;  pondré  la  primera  que  se  encuentra  en  cada 
categoría,  para  facilitar  más  la  formación  de  las  restantes, 
pues  cada  una  de  ellas  dá  la  clave  de  la  variación  indicada: 

ZIEAUNSÍAZUN  «él  á  mí»,  NEEAUNSÍ^Zni  «JO  á  tí»,  NEEAUNSÍ^ÍIDAN 

«yo  á  él»,  zEEAUNs/i?/zuN  «tú  á  nosotros»,  NEEAUNs^^í/en  «yo  á 
vosotros»,  NEEAüNszí^eDAN  «yo  á  ellos». 


Los  verbales  que  solamente  poseen  algunas  categorías  se 
verán  en  los  siguientes  cuadros; 


EGOKi  «pertenecer».  ^ 

YAGOT. 

.   .   YAGOTAZ 

YAGOTAN  . 

.   YAGOTAZAN 

YAGOZU 

.   .   YAGOTZUZ 

YAGOTZUN 

.   YAGOTZUZAN 

YAGOKO 

YAGOKOZ 

YAGOKON  . 

YAGOKOZAN 

YAGOKU 

.   YAGOKUZ 

YAGOKUN  . 

.   YAGOKUZiN 

YAGOTZUE    .   YAGOTZUEZ 

YAGOTZUEN 

.   YAGOTZUEZAN 

YAGOKOE 

.   .   YAGOKOEZ 

YAGOKOEN 

.   YAGOKOEZAN 

Presente. 

Pasado. 

(1 

"  categoría). 

(1- 

*  categoría). 

1    El  significado  de  este  verbal  es  reflexivo;  «á  mí  me  pertenece»,  «á  tí»,  «A  él»,  etc.,  etc. 


44 


-020- 


DARIAT 

DARIAZU 

DARÍO  . 

DARIAGU 

DARIAZUE 

DARIOE 


ERioN,  YARiON  «manar,  derramar». 


DARIADAZ 

DARIAZUZ 

DARIOZ 

DARIAGUZ 

DARIAZUEZ 

DARIOEZ 


Presente. 
(1.*  categoría). 


ERIADAN 

ERIAZUN 

ERION  . 

ERIAGUN 

ERIAZUEN 

ERIOEN 


ERIADAZAN 

ERIAZUZAN 

ERIOZAN 

ERIAGUZAN 

ERIAZUEZAN 

ERIOEZAN 


Pasado. 
(1.a  categoría). 


1.  iRAUNSí  ((hablar  mucho».     2.  iraakin  «hervir». 


1. 

DARAUSKIT 
DARAUSKIZU       . 
DARAUSKIO 
DARAUSKIOGU    . 
DARAUSKIOZUE. 
DARAUSKIOE      . 


2. 

DIRAAKIT 

DIRAAKIZU 

DIRAAKI 

DIRAAKIGU 

DIRAAKIZUE 

DIRAAKIE 


Presente. 
(1."  categoría). 


1. 

NERAUSKION  . 
ZERAÜSKION  . 
ERAUSKION  . 
GERAUSKION  . 
ZERAUSKIOEN. 
ERAUSKIOEN    . 


2. 

NIRAAKIAN 

ZIRAAKIZUN 

IRAAKION 

GIRAAKIGUN 

ZIRAAKIZUFN 

IRAAKIEN 


Pasado. 
(1."  categoría). 


-027- 


1.  EEECiii  «parecer,  llamar».^  2.    iñaedun,  yardun  «estar 


DEEICHAT. 

DERICHAZU 

DERICHA    . 

DERICHAGU 

DERICHAZÜE 

DEEICHEE. 


2. 

DIAEDUT 

DIAEDUZU 

DIAEDU 

DIAEDUGU 

DIAEDUZUE 

DIAEDUE 


.    Presente. 
(1/  categoría). 


haciendo  algo». 


1. 

NEEICHON. 

ZEEICHAZUN 

ERICHON    . 

GEEICHAGUN 

ZEEICHAZUEX 

EEICHEEN. 


2. 

NIAEDUAN 

ZIÑAEDUAN 

ZIAEDUAN 

GIÑAEDUAN 

ZIÑAEDUEN 

ZTAEDUEEN 


Pasado. 
(1.''  categoría). 


1.  lEAUN  «durar,  perseverar».  2.  erakütsi  «mostrar,  enseñar». 

1.          2. 

1. 

2. 

DIEAUT   .   .   DAEAKUST 

NIEAUAN  . 

.   NERAKUSAN 

DIEAUZU  .   .   DAEAKUTSU 

ZIEAUAN  . 

.   ZEEAKUSAN 

DIEAU .   .   .   DAEAKUS 

lEAUAN 

.   EEAKUSAN 

DIEAUGU  .   .   DAEAKÜSGU 

GIRAUAN  . 

GERAKUSAN 

DIEAUZUE.   .   DAEAKUTSUE 

ZIRAUEN  . 

.   ZERAKUSEN 

DIEAUE   .   .   DARAKUSE 

lEAUEEN  . 

.   EEAKUSEN 

Presente. 

Pasado. 

(1.'''  categoría). 

(1 

"  categoría). 

1     Tambicu  es  reflexivo  el  significado  do  este  verbal. 


-62«- 


1.  iRETSEGí  «encenderse,  arder».    2.  iñotsi  «manar». 


1. 

DATSAKAT. 

DATSAKAZU 

DATSAKA    . 

DATSAKAGU 

DATSAKAZUE 

DATSAKEE 


2. 

BIÑOTSAT 

BIÑOTSAZU 

BIXOTSA 

BIÑOTSAGU 

BIÑOTSAZUE 

BIÑOTSEE 


1. 
DATSAKADAN 
DATSAKAZUN 
DATSAKAN . 
DATSAKAGUN 
DATSAKAZUEN 
DATSAKEEN 


2. 

BIÑOTSADAN 

BIÑOTSAZUN 

BIÑOTSAN 

BIÑOTSAGUN 

BIÑOTSAZUEN 

BIÑOTSEEN 


Presente. 
(1.*  categoría). 


Pasado. 
(1.*  categoría) 


Las  flexiones  de  iñotsi  parecen  revelar  una  forma  ante- 
rior BiÑOTSi,  á  no  ser  que  se  vea  en  la  h  inicial  una  contrac- 
ción de  la  partícula  ha.  Tanto  iñotsi  como  irstsegi  en  su3 
formas  del  pasado  demuestran  de  una  manera,  que  en  mi 
opinión  no  tiene  réplica,  que  la  n  final  es  característica  de 
dicho  tiempo,  pues  éste  se  halla  constituido  en  dichos  ver- 
bales por  las  flexiones  del  presente,  más  n. 

* 

El  acento  prosódico  del  verbo  bizcaino  va  generalmente 
en  la  misma  sílaba  en  que  lo  sufre  el  giiipuzcoano,  si  son 
de  una,  dos  ó  tres  sílabas  las  flexiones.  Pero  cuando  las  sí- 
labas son  cuatro  ó  más  de  cuatro,  el  acento  pasa  á  la  última, 
sin  que  nunca  la  palabra  se  convierta  en  esdrújula. 


^629— 


CAPITULO   XX. 

CONJUGACIÓN     PERIFRÁSICA     DEL     VEEBO      GUIPÜZCOANO. 

(Voz  intransitiva, — Tratamiento  indeterminado.) 

I. 

Los  gramáticos  del  país,  tomando  su  punto  de  apoyo  en 
el  hecho  de  que  izan  significa  «ser»,  afirman  que  todas  las 
flexiones  intransitivas  que  figuran  en  la  conjugación  peri- 
frásica,  son  un  desarrollo  y  derivación  de  dicho  nombre  ver- 
bal. Pero  así  como  el  análisis,  obrando  sobre  la  conjuga- 
ción transitiva,  ha  conseguido  descubrir  varios  núcleos  ver- 
bales, ha  conseguido  también  descubrirlos  en  la  conjuga- 
ción intransitiva. 

El  Príncipe  Bonaparte  se  expresa  en  los  siguientes  tér- 
minos: «Las  formas  que  corresponden  al  verbo  «ser»,  son: 
1.0,  las  que  encierran  en  el  intransitivo  iz,  itz,  intz,  iza, 
ITZA,  INTZA,  ZA,  TZA,  tal  como  SO  cucuentran  en  izan  «sido» 
ó  en  itz,  averbiun»,  ó  con  una  n  redundante;  2.<»,  las  que 
encierran  adi,  di,  ai,  ó  cualquiera  otra  variante  de  adi;  3.°, 
las  que  encierran  ki,  tal  como  se  encuentra  en  egoki  «per- 
tenecido».^ Mr.  Van  Eys  estima  inexplicables  las  flexiones 
directas  del  presente,  y  en  cuanto  á  las  restantes  las  deriva 
de  izan,  de  edin,  de  ekin,  de  adi.^  Mr.  Vinson  asienta  que 
las  formas  del  verbo  «ser»  son,  á  veces,  muy  refractarias  al 
análisis.^ 


1    Remarques,  etc.,  pág,  42. 

2  Gram.  Comp.;  véase  deEde  la  pig.  396  hasta  la  435. 

3  Nota  101  al  Ensayo  de  Mr.  Kibary,  pág.  113. 


-630— 


J^,             X1U3] 

LKii 

TIEMFU    MATKIZ 

I.— Modo 

INDICATIVO. 

(i).     Fie 

xíoiies  directas. 

a- 

categoría) . 

líikiz    . 

yo  caigo. 

\zera    . 

tú,  etc. 

'Da  .     . 

EROKTZEN' 

Gera    . 

él,  etc. 
nosotros,  etc 

zeraTE 

vosotros,  etc 

pira    . 

ellos,  etc. 

Observaciones.  Antes  de  todo  debo  advertir  que  éstas  fle- 
xiones y  las  del  pretérito  imperfecto,  conjugadas  por  sí  solas, 
es  decir,  sin  ningún  nombre  verbal,  sirven  para  expresar  el 
verbo  «ser»;  y  que  las  flexiones  restantes  acompañadas  del 
IZAN,  variado  según  las  reglas  de  la  formación  de  los  tiem- 
pos, completan  la  conjugación  de  dicho  verbo. 

Mr.  Van  Eys  dice:  «En  otra  parte  (en  el  Estudio  sobre  el 
origen  de  los  verbos  auxiliares)  hemos  ya  reconocido  la  di- 
ficultad de  explicar  el  presente  de  indicativo,  y  careciendo  de 
toda  hipótesis  plausible  que  ofrecer,  debemos  de  continuar 
confesando  nuestra  ignorancia,  en  cuanto  á  la  formación  de 
éste  tiempo  se  sefiere».^  A  primera  vista  la  sentencia  del 
tratadista  holandés  parece  sin  apelación;  pero  un  examen 
atento  destruye  ese  criterio  pesimista. 

La  1.*  persona  nos  muestra  claramente  iz,  núcleo  deriva- 
do de  izan;  na  es  el  sugeto  ni,  debiendo  atribuirse  la  permu- 
tación de  la  vocal  al  deseo  de  salvar  la  integridad  de  los 
elementos  componentes;  por  lo  tanto,  ésta  flexión  es  muy 
primitiva,  es  anterior  á  la  degradación  de  las  formas.  El 
dialecto  suletino,  el  bajo-nabarro  oriental,  las  variedades 
aezcoana,  salacenca  y  otras,  carecen  de  la  a,  pero  esto  no 
autoriza  que  se  la  califique  de  epentética.  Aizkibel  en  sus  ma- 


1    Gram  Comp.,  pag.  39G. 


-631- 

nuscritos  explica  dicha  flexión  n — aiz  por  una  metátesis 
de  N — IZA. 

¿El  núcleo  de  las  cinco  flexiones  restantes  está  sacado 
de  IZAN?  En  su  forma  actual  parece  muy  difícil  sostenerlo. 
El  Príncipe  Bonaparte  toma  nota  de  la  forma  roncalesa  gi- 
TRA  «nosotros  somos»,  en  la  cual  puede  verse  una  antigua 
GiTZA  hipotética,  que  perdió  su  ^  ó  la  permutó  en  r.  ^  Como 
así  mismo  existe  una  forma  litzateke,  sinónima  de  lirake 
(así  como  niz  es  sinónima  de  naiz  ó  naz),  cabe  la  suposi- 
ción de  que  las  actuales  pira,  zira,  ziran,  hayan  tenido  por 
sinónimas  en  otro  tiempo  á  ditzate,  zitzate,  zitzaten,  en 
las  cuales  está  patente  la  presencia  del  verbal  izan.^  De  ésta 
manera  queda  explicada  la  derivación  de  unas  formas  tan 
refractarias  en  apariencia  á  ella. 

¿Pero  por  qué  esa  permutación  de  sonidos  que  no  tiene 
lugar  en  las  otras  muchas  flexiones  formadas  con  la  base  de 
IZAN?  El  verbo  bajo  nabarro  oriental  posee  las  formas  zira, 
gira,  DIRÁ  y  el  aezcoano  la  forma  zirate,  las  cuales  también 
existen  en  otras  variedades.  Todas  ellas  nos  revelan  un  nú- 
cleo IRA,  sacado  indudablemente  del  verbal  iraun  «durar»  y 
del  cual  es  alteración  el  guipuzcoano  era.  Entre  «durar»  y 
«ser»  la  distancia  no  es  tan  grande  que  no  pueda  salvarla  fá- 
cilmente la  asociación  de  las  ideas;  «ser»,  en  resumidas 
cuentas,  indica  también  la  permanencia  de  una  cosa,  y  nó 
su  inmutabilidad,  pues  ésta  se  atribuye  únicamente  á  la 
esencia  y  aquella  á  los  accidentes.  Así  es  que  al  decir  que 
una  cosa  es,  se  añrma,  en  sentido  restringido,  que  perma- 
nece en  la  forma  que  tiene  de  manifestársenos,  aunque  lata- 
mente se  afirme  así  mismo  que  la  cosa  seria  aunque  cam- 
biase de  forma;  por  donde  se  vé  que  el  primer  sentido  de 
«ser»  y  el  de  «durar»  se  tocan.  Este  núcleo  ira  ha  llegado  en 
la  3.*  persona  de  singular  al  máximun  de  contracción;  que- 
da solamente  a.  Indudablemente  desapareció  la  primera  vo- 
cal, así  como  ha  desaparecido  en  las  formas  roncalesas  gra. 
(gira),  zra  (zira),  zren  (ziren)  etc.,  etc.,  y  como  el  bascuen- 


1  Le  Verbe  basque,  pág.  XXVIII. 

2  Le  Verbe  basque,  pAg,  160,  notfv 


— 6;)2- 


ce,  excepto  la  variedad  del  Eoncal,  tomó  en  aversión  á  las 
formas  de  ésta  naturaleza,  quedó  da. 

Pues  si  DA  actual  es  contracción  de  dirá,  se  me  objetará 
seguramente,  ¿de  qué  manera  se  distiguían  «él  es»  y  «ellos 
son»?  Debo  de  advertir  que  aunque  dirá  hubiese  significado 
siempre  «ellos  son»  como  ahora  y  jamás  «él  es»  como  supon- 
go, tampoco  quedaría  expresada  la  relación  «ellos»;  en  z — era, 
z — ira,  g — era,  g — IRA  están  patentes  el  núcleo  y  los  suje- 
tos z  «tú»,  G  «nosotros».  Pero  en  d — ira  ¿dónde  está  el  repre- 
sentante de  «ellos»?  En  ninguna  parte;  mas  dirá  es  una  for- 
ma contraída;  el  guipuzcoano  vulgar,  el  suletino,  el  ronca- 
les y  otras  variedades  nos  presentan  ésta  y  otras  formas  con 
EA  seguidas  de  de,  y  tenemos  dira^e  «ellos  son».  ¿Quién  po- 
drá rechazar  la  idea  de  que  dicha  de  es  la  sílaba  pluraliza- 
dora  te,  la  cual  también  figura  como  redundante  en  la  fle- 
xión GERADE  de  las  variedades  antedichas  y  en  lo  más  anti- 
guo que  conocemos  en  materia  de  euskara  como  son  las  poe- 
sías de  Dechepare?  Al  publicar  mi  ÍJ7¿5í7?/o  acerca  de  las  leyes 
fonéticas,  siguiendo  la  opinión  más  generalizada,  califiqué 
de  epentética  á  esa  sílaba,  y  así  pasó  por  inadvertencia  al 
capítulo  III  y  pág.  101  de  ésta  Gramática,  no  obstante  que 
para  entonces  me  habia  ayudado  á  descifrar  éstas  flexiones 
tan  oscuras. 

En  las  terceras  personas  aparece  una  d  que,  en  mi  sentir, 
procede  de  dau  «éste»,  variante  de  gau,  kaur,  usada  como  su- 
jeto de  3."  persona;  el  sujeto  y  el  elemento  pronominal 
suelen  ser  idénticos  en  las  flexiones,  y  como  sabemos  tam- 
bién que  o,  residuo  de  oni  «á  éste», figura  en  las  flexiones  con 
régimen  indirecto  de  3.*  persona,  nada  nos  debe  extrañar  que 
ese  pronombre,  siguiendo  la  estructura  general,  pueda  figu- 
rar en  concepto  de  sujeto  de  tal  3."  persona.  Las  formas 
de  la  conjugación  sencilla  que  comienzan  con  d,  nos  vedan 
atribuir  esa  d  al  núcleo  izan,  del  cual  procedería  por  trans- 
formación de  la  sibilante:  za  =  da. 

(iii). — Flexiones  i)ronominales. 
(2.";  «á  mí»). 
EROETZEN  !  zATZAif     .     .     tú  mo  caes. 


-633- 


,ZAiT     ...     él,  etc. 

EEORTZEN  ZATZAIZKIÍ.        .       VOSOtrOS,  etC. 

(ZAizKií.     .     .     ellos,  etc. 

Observaciones,  t  no  figura  nunca  como  sujeto  en  las  flexio- 
nes intransitivas;  pero  conserva  su  uso  en  la  expresión  del 
régimen  indirecto  de  1.»  persona.  El  único  signo  personal 
que  hay  en  toda  ésta  categoría  es  za,  variante  de  zu,  al  cual 
pluraliza  el  a^jo  zki.  En  la  3.^  persona  de  singular  no  apare- 
ce ningún  afijo  personal  ó  del  sujeto;  en  la  3."  de  plural  lo  re- 
presenta el  afijo  pluralizador  zki;  el  procedimiento  de  mar- 
car el  sujeto  plural  por  un  afijo  pluralizador  solamente 
lo  conocemos  ya,  por  haberlo  visto  empleado  en  la  conjuga- 
ción transitiva.  La  3."  persona  de  singular  está  constituida 
pura  y  sí  ndilíimente  per  el  núcleo  verbal. 

Existe  un  afijo  personal  de  3.-'  persona.  Ese  afijo  es  z,  y 
lo  encontraremos  en  la  conjiigacióii  ntransitiva,  más  ade- 
lante. 

¿Cuáles  son  los  núcleos?  tzai,  zai.  Debo  de  advertir  que 
en  el  dialecto  guipuzcuano  existen  otras  flexiones  de  mucho 
usc,siri/;/ATZATj  zat,  etc.;  pero  las  que  doy  en  mi  paradigma 
son  más  literarias,  y  corresponden  al  más  puro  hablar  de 
Guipúzcoa.  Para  explicar  la  presencia  de  esa  i  caben  tres 
opiniones:  1."  que  es  epentética;  2."'  que  pertenece  á  un  nú- 
cleo AI,  usado  en  ésta  conjugación  cuyo  examen  comenza- 
mos, contracción  de  adi;  3.^  quo-íbrnia  parte  del  núcleo  tzai. 

La  más  superficial  de  las  tre?,  es  la  de  la  epéntesis;  en 
realidad  nada  explica,  porque  dá  como  pi-oducido  un  fenó- 
meno cuya  existencia  precisamente  se  trata  de  justificar. 
La  concurrencia  do  dos  núcleos,  z  (de  izan)  ,y  adi,  tampo- 
co está  justificada;  siendo  del  todo  suficiente  el  núcleo  deri- 
vado de  IZAN  no  se  vé  por  qué  motivo  se  le  había  de  reforzar 
con  otro.  A  mí  me  parece  más  plausible  la  tercera  opinión  y 
es  la  que  propongo. 

La  lengua  euskara  posee  varios  adjetivos  verbales  termi- 
nados en  KIIEGOKI,  JAEEAIKI,  JAIKI,  IDEKI,IRAZEKI,  EBAKI  ctc,  Ctc. 

Que  estos  verbales  en  ki  sean  formas  derivadas  de  otras  sin 
Ki;  que  ki,  según  opina  el  Príncipe  Bonaparte  ^  sea  un  sus- 


1    Remarques,  etc,  pAg.  ál. 


-G34- 


tantivo  como  baitua  al  cual  le  acompaña  el  sufijo  locativo 
N  cuando  se  usa  como  suíijo  uuitivo  kin,  ó  que  por  el  contra- 
rio sea  una  terminación  de  los  nombres  verbales  venida  muy 
á  menos,  hasta  el  punto  de  ser  casi  inusitada  en  el  dia,  no 
puede  impedirnos  de  admitir  la  existencia  de  una  forma  iza- 
Ki  ó  izANKi,  mucho  más  usada  en  la  conjugación  intransitiva 
que  la  forma  izan  conocida  puramente,  es  decir,  con  in- 
dependencia de  las  flexiones  intransitivas,  tzai  es,  por  lo 
tanto,  una  contracción  alterada  de  zaki,  como  lo  son  zaki 
de  IZAKI  y  ZAi  de  zaki  sin  alteración.  Por  medio  de  la  forma 
izAKi  explico  yo  con  mucha  facihdad  un  buen  número  de 
flexiones  que  causaban  indudable  embarazo  á  los  autores, 
obligándolos  á  hacer  intervenir  otros  núcleos.  Como  casi 
siempre  sucede,  la  verdad  estaba  cerca,  y  nó  lejos  de  nues- 
tras manos.  Más  adelante  volveré  á  insistir  confirmando  mi 
teoría  con  ocasión  del  supuesto  nÚ3leo  aki;  de  la  elisión  de  k 
que  origina  las  formas  tzai,  zai  no  hay  que  hablar:  ya  queda 
dicho  en  su  lugar  cuanto  conviene  conocer. 

(S.*^;  «á  tí»). 


NATZAI2:?/ 

.     yo  te  caigo. 

\zkizn      .     . 

.     él,  etc. 

|GATZAIZKI^?í 

.     nosotros,  etc- 

ZAIZKLíV/. 

.     ellos,  etc. 

EEORTZEN 

\ 

Observaciones.  El  afijo  de  la  primera  persona  es  na;  el 
pluralizador  personal  zki  está  usado  redundantemente  con 
el  de  primera  persona  de  plural  ga;  los  núcleos  son  los  mis- 
mos de  la  categoría  anterior:  zu  es  «á  tí». 

(4.'';  «á  él.)). 

,NATZA7/o.     .     .  yo  le  caigo. 

lzATZA//o.     :     .  tú,  etc. 

'ZA//0 ....  él,  etc. 

^^'^^'^^^^^GATZAZKio   .     .  nosotros,  etc. 

[zATZAZKio    .     .  vosotros,  etc. 

\zAZKio    .     .     .  ellos,  etc. 

Observaciones.   El  pronominal   «á  él»  representado  por  o 
va  precedido  de  una  y  eufónica;  los  núcleos  son  tza,  za. 


-635— 


(5.":  «á  nosotros»). 

ÍZATZAi^2¿     .     .     tú  nos  caes. 
'ZAií7¿6      ...     él,  etc. 

EEOKTZEN',        "^  •       ^  J  "='^^- 

izATZAizKi(7?í      .     vosotros,  etc. 
jZAiZKigu,     .     .     ellos,  etc. 

Observaciones.   Basta  cambiar   el  pronominal  f  de  la   se- 
gunda categoría  por  gu  para  obtener  la  presente. 

(O.'':  «á  vosotros»). 

¡-Ñ^TZAizute  .  .  yo  os  caigo. 

'ZALzute  .     .  .  él,  etc. 

GATZAizKi^-í/ré?  .  nosotros,  etc. 

\ZAi7Auzute   .  .  ellos,  etc. 

Observaciones.  Esta  es  la  3.''   categoiía,  con  el  pronomi- 
nal pluralizado  por  te. 


(7.";  «á  ellos»). 


|'NATZA?/0fe     . 

[zATZAyote    . 

yzAiiote    . 
eeoetzen'     ^  , 

Jgatzazkioiy;. 

[ZATZAZKIOife. 

^zAZ^iote. 


yo  les  caigo, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nocotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  Es  la  4:.^  categoría,  anmentadaco  n  la  plu- 
ralizadora  personal  te. 


i\  J\ TIEMPOS     DEEIVADOS. 

IX.  Modo  subjuntivo. 

34.  Presente. 

(i,)' — Flexiones  directas. 

(!.''  categoría). 

EEOEi  I  NafZíN  ...     yo  caiga. 


C:t6- 


/zrt^TEZEN  .     .     tú,  etc. 
\d¿v//n    .     .     .     él,  etc. 

ERORI  üa/TEZEN    .       .       llOSOtrOS,  ctc. 

/zrt¿TEzTEN .     .     vosotros,  etc 
|D¿TEZEN     .     .     ellos,  etc. 

Observaciones.  El  núcleo  verbal  es  adi,  y  sus  contraccio- 
nes y  alteraciones  ai,  edi,  i.  Aditu,  derivado  de  adin,  adi  «inte- 
ligencia», significa  «entender,  oir».  Por  una  primitiva  asocia- 
ción de  ideas,  la  cualidad  de  la  inteligencia  (pensamiento) 
y  el  sentido  del  oido  (sensibilidad)  han  podido  ser  conside- 
radas como  las  notas  del  «ser».  He  aquí  esplicada,  sin  es- 
fuerzo, la  presencia  de  adi  en  el  intransitivo. 

En  la  2."  persona  de  singular  hay  que  señalar  una  doble 
epéntesis;  z,te  pluralizadores,  introducidos  pleonásticamen- 
te  cuando  zü  era  plural.  Esta  forma  parece  derivada  del  im- 
perativo bizcaino  zaitez,  mediante  la  n  del  pasado  y  la  e  de 
ligadura.  Cuando  zu  se  contrajo  á  ser  singular,  hubo  nece- 
sidad de  crear  otra  forma  plural  que  reemplazase  á  la  que 
había  cambiado  de  número,  y  se  consiguió  triplicando  los 
afijos  pluralizadores:  z — ai — te — z — te — n.Sí  se  mira  al  fon- 
do de  las  cosas,  ambas  flexiones  están  separadas  por  el  signi- 
ficado que  se  les  atribuye,  pues  se  diferencian  muy  poco  en 
su  forma  externa  y  nada  en  sus  componentes,  gaitezen  y  di- 
tezen  son,  también,  redundantes:  les  sobra  te  ó  z.  Compá- 
rense todas  éstas  flexiones  con  las  alto-nabarras  meridiona- 
les ZAiTEN,  GAiTZEN,  zAizTEN,  DAiTZEN  y  con  las  bajo-nabarras 
orientales  ziten,  giten,  zizten,  diten. 

(ni) . — Flexiones  pronominales. 
(2.*;  «á  mí)». 

.zatzakk/an      .  .  tú  me  caigas. 

Idatzakk/an      .  .  él,  etc. 

izatzakizkkZan.  .  vosotros,  etc. 

(datzakizki/iAN.  .  ellos,  etc. 

Observaciones.  Los  núcleos  de  ésta  categoría  son  atzaki, 


-637- 

variante  de  izaki  y  la  contracción  zaki.  Ya  dije  qne  la  pre 
sencia  de  ki  intrigó  mucho  á  los  tratadistas;  oigámoslos,  y 
con  este  motivo  volvamos  sobre  mi  esplicación.  Mr.  Ribary 
compara  éstas  flexiones  con  las  de  la  2/'^  categoría  del  indi- 
cativo, que  en  su  paradigma  son  zatzat,  zat,  etc.  y  dice  que 
el  elemento  nuevo  en  ellas  es  la  sílaba  ki,  en  la  que  halla  el 
signo  del  modo.^  Mr.  Vinson  en  la  nota  complementaria  de 
la  traducción,  núm.  106,  replica  que  las  observaciones  por  él 
apuntadas  demuestran  que  ki,  lejos  de  ser  el  signo  del  mo- 
do, es  probablemente  la  marca  del  dativo.^ El  Príncipe  Bona- 
parte  comenta  el  texto  del  profesor  húngaro  3^  la  nota  del 
traductor  francés  en  los  siguientes  términos:  «en  zatzakidan 
«que  tú  me  seas»  el  radical  indica  el  subjuntivo,  como  lo  afir- 
ma con  razón  Mr.  Ribary,  puesto  que  zatzait  que  no  pre- 
senta esa  sílaba  expresa  el  indicativo  «tú  me  eres»....  En 
cuanto  al  ki  de  zatzakidan,  etc.,  aunque  haya  perdido  el 
sentido  de  «con»  que  guarda  en  egoki  para  nó  representar 
más  que  el  subjuntivo,  no  sabríamos  ver  tampoco  en  él  el  sig- 
no del  dativo  que  pertenece  únicamente  al  d,  derivado  del  t; 
porque  si  fuera  otra  cosa  no  se  alcanzaría  la  razón,  como  ya 
lo  hemos  notado,  de  que  zatzait  indicativo  no  presentara 
también  ese  pretendido  dativo  de  Mr.  Vinson,  ki».^  Mr.  Van 
Eys  enumera  las  flexiones  del  imperativo  y  del  subjuntivo 
y  dice  ser  evidente  que  no  están  formadas  de  izan,  ni  de 
EDiN.  «El  auxiliar  del  subjuntivo,  del  imperativo  y  del  poten- 
cial de  izan,  cuando  no  hay  que  expresar  régimen  indirecto 
es  EDiN,  como  ya  lo  hemos  dicho;  pero  es  indudable  que  aquí 
no  tenemos  que  habérnoslas  con  edin;  la  mutación  de  d  en  k 
no  existe:  ekin  es  el  tema».**  ekin  significa  «practicar,  empe- 
zar, comenzar,  atacar». 

Toda  esta  discusión  no  la  plantean  los  autores  hasta  que 
aparece  la  sílaba  ki  en  las  flexiones;  yo  la  tengo  planteada 
y  resuelta,  á  mi  modo,  desde  que  aparece  en  ellas  la  i,  re- 
siduo de  KI.  Ahora  esplicaré  por  qué  no  admito  ni  la  opinión 
del  Príncipe   Bonaparte,  ni  la  de  Mr.  Van  Eys;  en  cuanto  á 


1  Essai,  etc.  pág.  74. 

2  Essai,  etc.,  pág.  114. 

3  Remarques,  etc,,  pags.  43  y  áí. 

4  Gram.  Comp.  págs.  411  y  412. 


—cas- 
ia (le  ^Ir.  Vinson,  bien  rebatida  está  con  la  cita  que  he  he- 
cho del  Príncipe  Bonaparte.  zatzakidan,  etc.,  no  es  presente 
como  ZATZAiT,  etc.  sino  subjuntivo,  de  ninguna  manera  por- 
que lleve  Ki,  sino  porque  lleva  n  sutijada,  quo  es  caracterís- 
tica de  dicho  modo:  zatzakit,  etc.  si  existiera  en  la  actuali- 
dad, sería  tan  presente  como  pueden  serlo  zatzait,  zatzat, 
etc.;  pero  zatzaidan,  zatzadan,  etc.,  si  fueran  posibles,  per- 
tenecerían al  subjuntivo. 

El  significado  de  egon  es  «estar»;  el  de  egoki  «pertenecer». 
En  rigor  puede  admitirse  cierta  correlación  significativa  en- 
tre «ser»  y  «estar»;  el  castellano  la  conoce.  Por  lo  tanto  no 
repugnaría  á  priorí  el  que  egon  faese  un  auxiliar  del  intran- 
sitivo Pero  que  haya  quedado  como  núcleo  la  sílaba  ki,  ó 
lo  que  es  igual,  la  transforín adora  del  egon  «estar»,  relacio- 
nableáiZAN  «ser»,  en  egoki  «pertenecer»  que  rompe  esa  rela- 
ción, me  parece  inadmisible  á  todas  luces. 

El  significado  de  EKrx  es  esencialmente  transitivo,  yá  lo 
consideremos  en  la  actualidad,  yá  en  el  más  vago  y  primiti- 
vo de  «hacer».  Así  es  que  sería  extraordinaria  la  elección  de 
un  verbal  de  esa  clase  para  auxiliar  del  intransitivo.  Se  me 
replicará  que  en  la  conjugación  perifrásica  nohay  que  aten- 
der únicamente  al  significado  de  las  fiexiones,  sino  también 
al  del  nombre  verbal  á  quien  sirven;  que  tanto  es  así,  que 
hay  muchas  ideas  verbales  en  bascuence,  intransitivas  por 
su  naturaleza,  que  se  verbizan  con  el  auxilio  de  egin,  conju- 
gándose transitivamente,  no  obstante  el  significado  de  ellas, 
por  ejemplo:  iges  egin  det  «yo  huyo»  («huida  la  hago  yo»  lit.) 
de  iges  egin  «huir»  («hacer  huida»  lit.);  que  concretándonos 
á  las  flexiones  de  que  tratamos,  no  resulta  ningún  absurdo 
de  que  erori  zatzakidan  signifique  materialmente  «tú  me 
haces  caido»  en  vez  de  «tú  me  eres  caido».Todo  esto  es  muy 
cierto,  y  aminora  la  repugnancia  á  ver  empleado  un  auxi- 
liar eminentemente  transitivo  en  la  conjugación  intransitiva, 
porque  se  argumenta  con  verbales  que  ellos  mismos  marcan 
su  naturaleza.  Pero  pongamos  en  su  lugar  verbales  de  signi- 
ficación indeterminada  y  veremos  que  esa  opinión  es  insos- 
tenible; iLL  significa  «morir»  y  «matar»;  lo  primero  con  el 
auxiliar   intransitivo,  lo  segundo  con  el  transitivo.   Mas  si 


EKíN  es  núcleo  signiñcativo  resaltará  que  las  flexiones  en 
que  figura  caracterizarán  transitivamente  á  ill  y  que  nunca 
diremos  «morir»,  sino  siempre  «matar»:  ill  datzakidan  no 
significará  «él  se  me  muera»,  sino  «él  me  lo  mate»,  lo  cual  es- 
tá desmentido  por  la  práctica  fundada  en  la  necesidad  de 
expresar  esa  y  otras  acciones  intransitivas. 

Antes  de  llegar  á  éstas  flexiones  habrá  podido  creerse  que 
la  forma  itzaei  era  una  mera  hipótesis,  pero  nhora  se  nos 
manifiesta  casi  íntegra,  tzaki,  ó  ligeramente  alterada,  atzaki. 

(4.'';  «á  él»). 


EROEi; 


NATZAKION  . 
ZATZAKION  . 
DATZAKION  . 
GATZAKIZKION 
ZATZAKIZKION 
DATZAKIZKION 


yo  le  caiga, 
tú,  etc. 
élj^etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,'  etc. 
ellos,  etc. 


(5.^',  «á  nosotros») 


[ZATZAKIí7Z¿N 


1DATZAKI(7Z¿N  . 
EROEI',  ^ 

iZATZAEIZKIí7«N 


tú  nos  caigas, 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


DATZAKIZKIí/¿/N 

(6.*;  «á  vosotros») 


ERORI' 


DATZAKI^¿í¿eN 


yo  os  caiga, 
él,  etc. 


ERORi; 


GATZAKizKi^z/ifeN.     uosotros,  otc. 
¡DÁ.Tz\KizKiziite'Ñ.     ellos,  etc. 

(7.";  «á  ellos»). 

yo  les  caiga, 
tú,  etc. 
él,  etc. 


NATZAKIOí^eN. 
ZATZAKIo/eN. 
BAIZÁKloteiH. 
GATZAKIZKIOÍéN 
fZATZAKIZKIofeN 
DATZAKIZKIO/eN 


nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


-040- 
VIII IMPElíATIVO. 

1.  Presente. 

(i.)  — Ficciones  objetivas. 

(1."  categoría.) 

zr/¿TE.      .  .  tú  cae. 

Bedi    .     .  .  él,  etc. 

izazTEZTE.  .  vosotros,  etc. 

bítez  .     •  .  ellos,  etc. 

Observaciones.  El  núcleo  es  edi  y  sus  contracciones  ai  é  i. 
Los  añjos  te  y  z  quedan  explicados  al  tratar  del  presente  de 
subjuntivo.   La  actual  forma    zaitezte,  es  la  originaria  de 

ZAITEZTEN. 

(ii.) — Flexiones  i)ronoini}iales. 
(2.";  «á  mí»). 

JZATZAKI^ .     .     tú  cáeme. 

'beki^  ...     él,  etc. 
EEORIi  ,  '      , 

ZATZAKIZKIÍ  .       vosotros,    ctc. 

BEKizKií  .     .     ellos,  etc. 

Observaciones.  Aquí  aparece  una  nueva  forma  del  núcleo 
que  conocenius:  eki. 

(3.";  «átí..). 

beki-s-?/.     .     .     él  caígate. 
ERORI  „       ^  , 

iBEKizKi¿M      .     ellos,  etc. 

(4.'^;  «á  éL>) 

[zATZAKio .     .     tú  cáele. 
\bekio  .     .     .     él,  etc. 

ERORI  I  '       ,  . 

iZATZAKIZKIÜ  .       vosotros,  Otc. 

/bekizkio  .     .     ellos,  etc. 


-Gal- 


es."; «á 


\ZkTZAKigU 


EEOEI 


'BEKI^yZÍ 
[  '^ 

jZATZAKIZKIí/;/; 

ÍBEKIZKIí/Zií 


nosotros»). 

tú  cáenos, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

(6.":  «á  vosotros»). 


SBEKizíite  . 

EKORI  \  , 

(BEKizKi¿;2/re  . 
(7.^^; 


EEORI 


ZkTZAKIote    . 

'BEKiofe    .      , 

ZATZAKIZKIO^^e 
BEEIZKIote     . 


él  caígaos, 
ellos,  etc. 

«á  ellos»). 

.  tú  cáeles. 

.  él,  etc. 

.  nosotros,  etc. 

.  ellos,  etc. 


II — Potencial, 
12.  Futuro  presente. 


(I-)- 

-Flexiones  directas. 

(1."  categoría). 

imteJce     . 

, 

yo  puedo 

caer 

zAiteA'e  . 

,     , 

tú,  etc 

DiteTie 

, 

él,  etc. 

GAitezJce . 

nosotros. 

etc. 

ZAitezhe . 

.     vosotros, 

etc. 

DitezJie  ^ 

ellos,  etc 

. 

ERORI' 


Observaciones.  El  núcleo  verbal  es  i,  ai,  contracciones 
de  ADi.  La  explicación  de  la  presencia  de  e  en  éstas  flexio- 
mes  la  hallaremos,  saliendo  por  nn  momento  del  verbo 
gnipiizcoano,  y  refiriéndonos  al  tiempo  presente  del  bizcai- 
no  y  á  ciertas  flexiones  que  figm^an  en  el  tiempo  y  catego- 
ría en  que  ahora  nos  ocupamos  del  suletino.  Ya  hize  notar 
antes  la  asociación  de  ideas  primitivas  entre  el  futuro,  el 
potencial  y  el  ^condicional.  El  dialecto  suletino  termina 
en  TE  las  flexiones  '  directas  de  su   futuro  de  indicativo,  las 

45 


cuales  están  constituidas  por  las  del  presento,  más  dicha 
sílaba.  TE  es,  por  lo  tanto,  característica  del  futuro,  y  en 
virtud  de  la  asociación  de  ideas  recordada,  también  del  po- 
tencial. De  aquilas  flexiones  bizcainas  naite,  zaite,  etc.,  etc. 
«yo  puedo,  yo  podré»,  «tú  puedes,  tú  podrás»,  etc.  Otros 
tiempos  del  bizcaino  y  otras  flexiones  del  suletino  se  valen 
de  TE  y  KE,  lo  cual  demuestra  que  el  sentido  del  primero  de 
estos  afijos  se  iba  oscureciendo.  Mirando  en  conjunto  todas 
éstas  formas,  podemos  verlas  tres  épocas  ó  períodos  por  que 
ha  pasado  el  potencial:  1.'' época,  conciencia  clara  del  valor 
significativo  de  te;  2.'',  período  de  transición,  ó  sea  tiempos 
con  TE  sólo  y  con  te,  ke;  3."  oscurecimiento  completo  del 
valor  de  te  y  función  potencial  atribuida  exclusivamente 
á  ke:  ésta  época  tercera  la  representa  mejor  que  ningún 
otro,  acaso,  el  verbo  guipuzcoano.  El  sugeto  está  represen- 
tado por  N,  z,D,  G,z — z,  D — z.  Hay  una  ^epentética  con  g. 

(ii) . — Flexiones  i^ronomi  nales. 

(2.";  «á  mí»), 

jzatzakic7a/.í^    .     .     tú  me  puedes  caer. 
^^^^jDATZAKifZAAe    .     .     él,  etc. 

IZATZATZKIíZA/i'e.       .       VOSOtrOS,    Ctc. 
DATZAIZKIfZAA-e .       .       clloS,   CtC. 

(3.'*;  «á  tí»). 

,NATZAKU7¿Ae    .     .     yo  te  puedo  caer. 
iDATZAKLtí/Ae    .     .     él,  etc. 

ERORl'  ,  '       ,  ^ 

jGATZAIZKI¿'Z^/.-6'.        .       UOSOtrOS,  ctc. 

(DATZAizKi^?¿/.e .     .     ellos,  etc. 

Observaciones.  En  las  dos  categorías  anteriores,  y  en  otras 
que  vendrán  después,  hay  que  notar  en  las  flexiones  de  su- 
geto plural  la  forma  del  núcleo  atzai  y  compararla  con  el 
ATZAKi  délas  flexiones  de  singular.  Se  ha  suprimido  la  gutu- 
ral para  evitar  la  dureza  y  el  sonsonete  que  había  de  produ- 
cir, de  conservarse,  la  píuraliztidora  personal  zki.  Es  atzai 
un  eslabón  de  la  serie  de  contracciones  de  atzaki,  cojido, 
como  quien  dice,  in-fraganti. 


— 6i3- 


(4.'':  «á  él»). 


EEOEI 


NATZAKIo/ve. 

ZATZAKIo/ie. 

¡DATZAKIO^éí 

jGATZAZKIoA-e 

fZATZAZKIo/ie 

lDATZAZKI0Z.'e 


yo  le  puedo  caer, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


EEORI 


Observaciones.  El  núcleo  atzai  dá  en  éstas  flexiones  un 
nuevo  paso  en  el  camino  de  las  contracciones,  reduciéndo- 
se á  ATZA. 

(5.";  «á  nosotros»). 

zkTZkKigule  .  .  tú  nos  puedes  caer. 

\jykizkiiiguj¿e  .  .  él,  etc. 

ZkTZkizKiguJce  .  vosotros,  etc. 

^DkTzkIZIuguJ^e  .  ellos,  etc. 

(6.^•  «á  vosotros»). 

^kTZkKizutel'e  . 
BkTZkKizuteJce  . 
GkTzkiZKizuteJie. 
BkTZkizKizuteJie. 


EEOEI 


yo  os  puedo  caer, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(7.'';  «á  ellos»). 


EEOEI 


^kTZkKioteJte 
zkTZkKiotel-e 
DkTZkKioteJce 

■jGATZAZKIofeA^e 

IzkTZkZKiotehe 

iDATZkZKIofeJce 


yo  les  puedo  caer, 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


III. — Supositivo  del  potencial. 
16,  Presente. 

Es  completamente  inútil  que   dé  las  flexiones  correspon- 
dientes a  éste  tiempo;  el  lector  ha  visto  prácticamente  en 


-644- 

la  conjugación  transitiva  cómo  se  aplican  las  reglas  que  pre- 
siden á  su  formación.  Basta  que  recuerde  las  que  constan  en 
la  página  387,  para  que  aplicándolas  sin  ninguna  exepción 
reconstruya  todas  las  categorías  que  omito.  La  vocal  de  li- 
gadura que  desaparece  con  la  /¿  del  subjuntivo  es  e  en  las 
flexiones  directas  y  a  en  las  pronominales. 

II. 

jj Segundo  tiempo  matbiz. 

I. — Modo  indicativo. 
2.  Pretérito  imperfecto. 
(i)  .  — Flexio nes  directas . 
(1.*  categoría). 


NINÍ^aN 

[ziÑaN 

\zan    . 
erortzen;    _ 

ÍGixaN 
ZIÑaTEN 
zira^ 


yo  caía, 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  Los  núcleos  son  tzan,  zan  y  a,  último  gra- 
do de  la  contracción  de  izan,  verdadero  residuo  verbal,  para 
cinco  flexiones;  y  para  la  sexta,  ira,  de  iraun.  Esta  última 
está  contraida,  como  lo  acredita  la  variante  ziraden.  Los 
afijos  del  sujeto  son:  ni,  zi,  gi,  zi — te,  z — (te  elidido);  la  3." 
de  singular  está  constituida  simplemente  por  el  núcleo;  n  y  ñ 
son  letras  eufónicas.  En  la  n  del  núcleo  está  embebido  el 
signo  del  pasado,  por  lo  que  ideológicamente  los  núcleos 
están  reducidos  á  tza,  za. 

(ii.) — Flexiones  jprono7)iinales. 

(2.";  «á  mí»), 

zintzaií/an    .  .  tú  me  caías. 

zitzar7an.     .  .  él,  etc. 

zintzaizkií/an  .  vosotros,  ote. 

zitzaizki^/an.  .  ellos,  etc. 


erortzen 


-6Ji5- 


Observaciones.  Las  segundas  personas  se  diferencian  os- 
tensiblemente de  las  terceras  por  la  7i  infijada  que  lle- 
van. Pero  ésta  es  una  diferencia  muy  superficial,  aunque 
de  ella  depende  que  sea,  por  decirlo  así,  tangible  para  todos. 
El  análisis  ahonda  un  poquito  más.  Esa  n  epentética  está 
ahí,  como  en  otras  muchas  flexiones  del  imperfecto  y  sus 
derivados:  recuérdese  la  conjugación  transitiva.  La  diferen- 
cia más  trascendental  y  oculta  estriba  en  que  zi  es  «tú»  y  z 
«él»,  por  lo  que  la  i  pertenece  unas  veces  al  sugeto  y  otras 
al  tema  itzai. 


(3.'^  «á   tí»). 


ERORTZEN 


NINTZAI^WN 
ZITZAIá-^N    . 
jGINTZAIZKI^ÍÍN 
[ziTZAIZKI^^/N 


yo  te  caía, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  La   1."  persona  de  plural  lleva,    como  re- 
dundante, el  afijo  pluralizador  zki. 


(4.^  «á  él»). 


ERORTZEN 


NINTZAYON  . 

ZINTZAYON   . 

ZITZAYON      . 

jGINTZAZKION 

fZINTZAZKION 

\ZITZAZKI0N. 


yo  le  caía, 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


ERORTZEN 


ERORTZEN 


(5.";  «á  nosotros»). 

[ziNTZAií7?¿N      .     .     tú  nos  caías 
.]ziTZAi^wN  ...     él,  etc. 

JZINTZAIZKI^MN .        .       VOSOtrOS,  CtC. 

(ziTZAizKií7¿/N   .     .     ellos,  etc. 
(6.*;  «á  vosotros»). 

^NINTZAI^^í¿eN  .  .  yo  os  caía. 

zmzkizute^     .  .  él,  etc. 

GiNTZAizKi^wíeN  .  nosotros,  etc. 

[ziTZAizKi^?í?fé^N  .  ellos,  etc. 


HiC— 


(7/;  «á  ellos»). 


EEOETZEN< 


NINTZAYOiíeN  . 
ZINTZAYO^eN  . 
ZlTZAYoteJíl. 
GINTZAZKIO^fí^N. 
ZINTZAZKI0¡Í6'N. 
ZITZAZKIOÍeN    . 


yo  les  caía, 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


BB, 


•Tiempos  derivados. 


IX. — Modo  subjuntivo. 

35.  Pasado. 

(i-) — Flexiones  directas. 

(1.*  categoría.) 


EEORI 


¡NeNíZ^N      . 
iZINíZeZEN. 

jzefZ/N. 
jo/NcZezEN. 

fziNíZeZTEN 
lz¿TEZEN    . 


yo  cajéese, 
tú,  etc. 
él,  etc, 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  El  núcleo  es  edi,  ide,  de,  i,  procedente  de 
ADI.  Sobre  los  demás  componentes  puede  consultarse  lo  di- 
cho al  tratar  del  presente  del  subjuntivo,  al  cual  imita  en 
mucho.  La  n  infijada  es  epentética.  Manténgase,  por  su- 
puesto, la  distinción  entre  zi  y  z  que  arrojan  los  recientes 
análisis. 

(ii) . — Flexiones  pronominales. 
(2.":  «á  mí»). 


EIIORI 


íZENkií/an.     .  tú  me  cayeses. 

|'¿eki(/an  .     .  él,  etc. 

jZenkizkiíZan.  vosotros,  etc. 

[zekizkk/an  .  ellos,  etc. 


~6i7- 


ObseiTílciones.  El  núcleo  es  eki,  kt,  procedente  de  itzaki. 

(3.';  «á  tí») 

ÍNENEi^-ííN.     .  yo  te  cayese. 

ERORT  P^^i^"N   .     .  él,  etc. 

GENKizKi^?/N .  nosotros,  etc. 

'zEKizKiá-í/N    .  ellos,  etc. 


(4."'^:  «á  él')). 


ERORI    ( 


ERORI 


ERORI 


INENKION    . 

IzENKION    . 
ZEKION 

iGENKIZKION 
ZENKIZKION 
ZEKIZKION 


yo  le  cayese. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(5.":  «á  nosotros»). 

ZENKií7¿m.     .     tú  nos  cayeses. 

ERORI  ^:'^^^W(^  •     •     él,  etc. 

jzENKizKi(7¿/N.     vosotros,  etc. 
'zEKizKií/zíN  .     ellos,  etc. 


(6.":  «á  vosotros»). 

jNENKi^ííieN     .  yo  os  cayese. 

IzEKizuteíi.     .  él,  etc. 

lGENKizKi^?¿^ífeN  nosotros,  etc. 

ZEKizKi^^ifexN  .  ellos,  etc. 


(7.'\  «á  ellos»). 


NENKIOZfeN       . 
I  ZENKIOÍeN 
'ZEKIOiíeN  . 
j  GENKIZKIO^eN 
'zENKIZKIO^^é'N 


yo  les  cayese, 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 


,  ZEKizKio/eN  ,     ellos,  etc. 


ERORI 


— G48- 

II. — Potencial. 
14.  Pasado  próximo. 

(i). — Flexiones  directas. 

(1."  categoría.) 

N2NTEKE  .  .  yo  podía  caer. 

zínteke  .  .  tú,  etc. 

Ilíteke     .  .  él,  etc. 

|G/ntezke.  .  nosotros,  etc. 

Z¿NTEZKE.       •       vosotros,  ctc. 

LíTezKE   .     .     ellos,  etc. 

Observaciones.  El  núcleo  es  ?',  contracción  de  adi.  Todas 
éstas  flexiones  están  ya  explicadas  al  hablar  del  presente 
del  potencial.  Nos  suministran  una  nueva  prueba  de  cómo 
un  elemento  eufónico  llega,  por  su  constante  aplicación,  á 
ser  casi  característico.  El  infij amiento  frecuente  de  la  n  en 
las  flexiones  del  pasado,  hace  que  el  oido  y  la  inteligencia 
se  acostumbren  á  ésta  asociación  del  sentido  y  del  sonido. 
Las  flexiones  potenciales  del  pasado  son  sustancialmente 
idénticas  á  las  del  presente.  Se  diferencian  externamente, 
sin  embargo;  las  terceras  personas,  por  el  afijo  /,  y  las  de- 
más por  la  n  infij ad a. 

(ii) . — Flexiones  pronominales. 
(2.'';  «á  mí»). 

ziNTZAKií^AKE  .  tú  me  podías  caer. 

litzakicZake  .  .  él,  etc. 

jzintzazkií/ake  .  vosotros,  etc. 

(litzazkií/ake  .  ellos,  etc. 

(3.";  «á  tí»). 

NiNTZAKi^?a{E.     .     yo  te  podía  caer. 

,LITZAKI-2;ZÍKE    .       .       él,  ctc. 
ERORI  ,  . 

i(;iNTZAIZKI^//KE    .       UOSOtrOR,  ctC. 

LITZAIZKL?//KE       .       clloS,  ctC. 


-649- 


(4/;  á  él). 


EEORI 


NINTZAKIOKE 
iZINTZAKIOKE 

iLITZAKIOKE. 

jGINTZAZKlOKE 
ZINTZAZKIOKE 
LITZAZKIOKE 


ERORI 


yo  le  podía  caer. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

{5.":  «á  nosotros»). 

ziNTZAKi^z/KE  .     .     tú  nos  poclías  caer 

LITZAKIí7¿/KE      .        ,       él,  etc. 

\ziNTZAizKií7?¿KE     .     vosotros,  etc. 

ÍLITZAIZKI^¿íKE.        .       clloS,  ctc. 

(6.":  «á  vosotros»). 


ERORI 


LITZAKL^2¿¿eKE      • 


GINTZA1ZKI-2Z/ÍÍ6KE 

\Ln:zAizKizuteKE. 


yo  03  podíi  caer, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(7.*';  «á  ellos»). 
'nintzakio/iSKE   .     yo  los  podía  caer. 

IziNTZAKIOiíeKE    .       tÚ,   ctc. 
'LITZAKIOÍeKE.      .       él,   ctc. 

^^^^^piNTZAZKioíéKE.     nosotros,  etc. 
IziNTZAZKioíeKE.     vosotros,  etc. 

\LITZAZKIO¿eKE    .       clloS,  ctc. 

15.  Pasado  remoto. 

Es  absolutamente  regularla  formación  de  todo  éste  tiem- 
po; véase  lapág.  405.^ 


1.  En  la  conjugación  transitiva  guipuzcoana  no  me  contentaba  con  dar  las  reglas,  sino  que 
ponía  las  flexiones,  juzgando  que  las  cosas  entran  mejor  por  la  vista  que  por  la  inteligencia.  Pe- 
ro osa  abundancia,  como  todo  lo  que  no  es  necesario,  debía  de  tener  uu  límite,  y  se  lo  puse  en 
la  conjugación  transitiva  de  lor.;  demás  dialectos.  Ahora  lo  trasporto  á  la  conjugación  intransi- 
tiva guipuzcoana,  siempre  que  considere  que  no  daña  á  la  claridad  y  que  no  se  trate  de  tieni- 
ipos  importantes  que  caracterizan  á  un  modo  y  ú  sus  tributarios. 


-cr,o- 

III. — Supositivo  del  potencial. 

17.  Futuro  conjetural. 

También  es  del  todo  regular  la  formación  de  éste  tiempo; 
véase  Ja  página  409  donde  se  encuentran  las  reglas  aplica- 
bles al  caso. 

IV. — Condicional. 

21.  Futuro  próximo. 

(i.) — Flexiones  directas. 

(1."  categoría.) 

NiNTZA/;e.     .     .     yo  caería. 
ziÑA/re.    .     .     .     tú,  etc. 


iLiTZA/í-e  .     .     .     el,  etc. 

ERORIKO.  ^      .    7  '       ^  , 

iGiNAA-e.  .  .  .  nosotros,  etc 
/ziÑATE/>-e.  .  .  vosotros,  etc. 
\LiRAA'e.   .     .     .     ellos,  etc. 

Observaciones.  Todas  las  flexiones  de  éste  tiempo  se  ex- 
plican perfectamente  por  las  del  pretérito  imperfecto  de  in- 
dicativo, de  las  cuales  se  diferencian  por  la  presencia  de  ke, 
que  origina  algunas  alteraciones  fonéticas  de  poca  monta  y 
muy  vulgares. 

(ii.) — Flexiones  pronominales, 

(2.«;  «á  mí)». 

/ziNTZAiA-e¿  .     .     tú  me  caerías. 
\iATZkilxet.    .     .     él,  etc. 

ERORIKO.  7     ,  '  , 

'ziNTZAizKi/ré?r    .     vosotros,  etc. 
/LiTZAizKiA'e^.     ,     ellos,  etc. 

(8.*;  «á  tí')). 

iNiNTZAi^í¿/i-e.     .     yo  te  caería. 
^hi'í'AkiziLlxe  .     .     él,  etc. 


ERORIKO.  ' 


]aiNTZAizKi^?//.íj.     nosotros,  etc. 
'litzaizri-?///.7'.  .     ellos,  etc. 


EEOEIKO. 


EROItIKO. 


II 


EEORIKO. 


(4.';  «áél»). 

,NiNTZAYoAe  .  .  yo  le  caería,. 

ziNTZAYoZ'e  .  .  tú,  etc. 

LiizxYoJie.  .  .  él,  etc. 

',GiNTZAZKio/ie  .  nosotros,  etc. 

ziNTZAZKioA-e  .  vosotros,  etc. 

LiTZA7jKioJ¿e.  .  ellos,  etc. 

(5.*;  «á  nosotros»). 

zi-sTZMguJie.     .  tú  nos  caerías. 

lATZAigiiJie.       .  él,  oto. 

ziwizAizKigiil-e.  vosotros,  etc. 

[LiTZAizEigide.  .  ellos,  etc. 

(6.*;  «á  vosotros»). 

[NiNTZAizu¿e/ie    .  3^0  03  Caería. 

'lATZAizutelce.     .  ó-,  etc. 

pi^ÑTZAizKizuteJie  nosotros,  etc. 

ILiTZAiZKizn feJte.  ellos,  etc. 

(7.'';  «á  ellos». 

iNiNTZAYOiíe/jé.   .  yo  les  caería. 

lziNTZAYo¿e/te.    .  tú,  etc. 

hiTZAYofeJie       .  él,  etc. 

\ijiTZAZKiote/iC   .  nosotros,  etc. 

Izi^TZAZKiofel-e.  vosotros,  etc. 

IhiTZAZKioteJie  .  ellos,  etc. 

22.  Futuro  remoto. 

Se  forma  con  sujeción  á  las  reglas  que  figuran  en  la 
página  416.  La  3. '^  persona  plurcil  délas  flexiones  directas 
cambia  el  núcleo  ira  por  itza  y  pluraliza  al  sugeto  con  te, 
relación  que  omite  la  originaria:  zitzatekean.  Además  es  al- 
go irregular  en  la  distribución  de  los  elementos,  la  siguiente: 

{2."  categoría). 

EROBiKo  i  zintzakZakean.     .     yo  habría  caído. 


-652- 


ÍZITZAI(fAKEAN    .       .       él,  etc, 

ERORiKo.  zintzaizkiíZakean  .     iiosotros,  etc. 
(zitzaizkiíZakean   .     ellos,  etc. 

V. — Supositivo  del  condicional. 

23-  Presente. 

Apliqúense  sin  excepción  las  reglas  que  figuran  en  la 
página  420  y  se  tendrá  formado  éste  tiempo.  Debo  advertir 
que  en  las  flexiones  directas  desaparece  la  a  final  del  nú- 
cleo: BANINTZ,  BALITZ. 


A 


III. 

-Elementos  constitutivos. 


Afijos  personales  ó  del  sugeto. 


NA. 

«yo». 

NI. 

«yo». 

N. 

«yo». 

ZA. 

.  «tú». 

ZI. 

,  «tú». 

ZE. 

«tú». 

Z. 

«tú». 

D. 

«él». 

B. 

«él». 

Z. 

«él» . 

L. 

«él». 

GA.   , 

«nosotros» 

GI. 

,  «nosotros» 

G. 

.  «nosotros» 

afijos  pronominales. 

t,  D.    .     .     .  «á  mí». 

zu.       .     .     .  «á  tí». 

o «á  él». 

G «á  nosotros». 


-653— 

AFIJOS  DE  LA  PLURA.LIZ ACIÓN  PERSONAL 
Y    PRONOMINAL. 


TE,  DE. 

ZKI. 

Z.     .       . 


«vanos», 
«varios», 
«varios». 


COMBINACIÓN   DE   LOS   AFIJOS  PERSONALES 

Y  PRONOMINALES 

CON  SUS  PLURALIZADORES. 

ZI — TE,    Z — TE.       «vosotros». 
ZI — ZTE  . 


Z TEZ    . 

Z TEZTE 

ZA — ZKI  . 

ZE ZKI. 

ZI ZKIjZ — 

Z Z. 

ZUTE  . 
D — TEZ 
D — Z. 
D — ZKI 

B TEZ 

B ZKI 

Z TEZ 

Z ZKI 

L ZKI 

L — Z. 
OTE    . 

NÚCLEOS 


ATZAKI.    . 
EZAKI,  ITZAKI 
ATZAI,  ITZAI, 
TZAI,  ZAI. 
ATZA  .       . 
IZ,  ITZA  . 
TZA,  ZA,  A 
EEI,  El     . 


«vosotros», 
«vosotros», 
«vosotros», 
«vosotros», 
«vosotros». 
ZKI.     «vosotros», 
«vosotros», 
«á  vosotros», 
«ellos» . 
«ellos», 
«ellos, 
«ellos», 
«ellos», 
«ellos», 
«ellos», 
«ellos», 
«ellos», 
«á  ellos». 

SIGNIFICATIVOS. 


«ser». 


=-654— 

ERA.    .       .       . 

lUA !'((durar)). 

A  .       .       .       . 

ADI     . 

AI        .        .        . 

I  ....        .f  -1  •       1 

-«percibir»/ 
EDI    ...        '  ^ 

IDE     .       . 

DE      .       .       . 


B 


-ELEMENTOS  CARACTElÜSTICOS. 

En  ésta  conjugacióii  intransitiva  no  existe  la  tendencia 
que  en  la  transitiva  á  emplear  ciertos  núcleos  en  la  forma- 
ción de  ciertos  modos  y  tiempos.  Casi  todos  alternan  en  to- 
dos. Sin  embargo,  p  irtiendo  de  la  base  deque  los  núcleos  se 
reducen  á  tres;  itzaki  y  sus  variantes  y  contracciones,  ira  y 
las  suyas  y  adi  y  las  suyas  diré:  que  la  materia  de  las  flexio- 
nes del  indicativo,  condicional  y  supositivo  del  condicional, 
la  suministra  principalmente  itzaki  y  escepcionalmente  ira; 
la  del  subjuntivo,  itzaki  y  adi;  y  la  del  modo  imperativo,  del 
potencial  y  de  su  supositivo,  únicamente  itzaki.  Querer  de- 
tallar más  en  cuadros  como  lo  he  hecho  hasta  ahora  de  na- 
da serviría,  poque  solo  refíriendo  los  núcleos  á  sus  formas 
primitivas  es  como  se  encuentra  que  sirven  para  caracteri- 
zar, y  no  de  una  manera  muy  precisa. 


afijos. 

TE  . 

!Del  potencial. 

KE,   KI  . 

¡üel  potencial, 

1.  Me  valgo  ahoi'a  del  significado  mAs  general,  y  por  lo  tanto  más  cercano  al  primitivo 
que  imode  asignársele  i'i  adi,  en  vista  do  los  dos  tjuo  positivanionte  poseo.  El  primitivo  senti- 
do permitió  que  se  le  considerara  como  earnctcvistico  del  concepto  do  «ser».  Adi  con  el  sifjni- 
ftcado  do  «entender»  no  indica  la  operación  de  la  inteligencia  sobro  las  ideas  que  ella  crea  6 
tiene  yi'i  almacenadas,  sino  sobro  los  uíateriiiles  que  do  fuera  lo  vienen  por  ul  canal  de  loa 
sentidos:  he  alif  la  causa  de  que  signitique  también  loir». 

Ija  lengua  euskara  coni-erva  algunos  cnaiiti>s  radicales  que  indican  cómo  so  daba  cuenta  do 
las  operaciones  psíquicas  el  hombre  iirimitivo:  de  una  manera  material.  Esos  ra<licales  son 
generalmente,  muy  oscuros  é  indeterminados  para  nomtros,  sin  duda  por  haberse  iiertlido 
los  eslabones  intermedios.  Tal  sucede  ron  il<:  ikasl  fHprendcr»  signirtca,  etimológicamente  prin- 
cipio dü  ik  (cuyo  valor  signilicativo  descí  noicmos)  ó  toa,  según  la  sintá.\is  castellana,  •primipiar 
li  ik».  Ik  se  encuentra  cu  Ikusi  »ver«,  ikutu  ilocar»,  ote,  acciones  que  presuponen  una  scntucióu 
bruta,  tal  veií  lo  que  signillca  ik. 


EE  . 


-655— 


!Del  condicional. 


KEAN     . 

jDel  pasado  reino 
to    del  poten 
)     cial. 

KEAN     . 

jüel  futuro  remo 
.     >     to    del  coiidi 
)     cional. 

N      .       . 

.     i  Del  pasado. 

N      .       . 

¡Del  subjuntivo. 

BA  .       . 

(De    los     suposi 
tivos. 

C— 


ELEMENTOS  ESTÉTICOS. 


A      .       .       . 

E     .       .       . 

'De  ligadura. 

I      .       . 

¡Eufónica. 

N,  Ñ       . 

¡Epentética. 

ZKI.        .      • 

¡Eedundante. 

TE 

Epentéticas. 

TE Z. 

'Eedundantes 

-C56- 


CAPITULO  XXI. 

CONJUGACIÓN     SENCILLA   DE    LOS   YERBOS   GUIPUZCOANOS 
INTIÍANSITIVOS. 


I. 


Nos  servirá  de  tipo  egon  «estar». 

/V INDICATIVO . 

1.  Presente. 

(i,) — Flexiones  directas. 

(1."  categoría). 

Tuago.     .  .  yo  estoy. 

za^/DE    .  .  tú,  etc. 

Tiago.      .  .  él,  etc. 

GauD^    .  .  nosotros,  e^jc. 

zaiiDETE  .  vosotros,  etc. 

BaicDE    .  .  ellos,  etc. 

Observaciones.  El  núcleo  es  ago  y  su  contracción  au;  la  o 
se  trocó  en  u  por  la  inmediación  de  la  a.  La  2.*  persona  de 
singular  presenta  la  redundancia  del  afijo  de,  que  obligó  á 
repetir  el  pluralizador  en  la  '2."  de  plural;  también  la  1."  de 
plural  es^  forma  redundante.  Véase  cómo  dago  corresponde 
á  DA  y  DAUDE  á  DIRÁ  y  cómo  su  existencia  sola  bastaba  para 
autorizarnos  á  asegurar  que  ésta  última  estaba  contraída. 

(ii) . — Flexiones  pronominales. 


(2.";  «á  mí»). 


zagokií  . 
dagokií  . 
zagozki¿  . 
dagozki^  . 


tú    me  estás, 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(5.*  «á  nosotros»), 
zxGOKigu.     .     tú  nos  estás. 


DAGOKIí///. 
ZkGOZKigU 
DAGOZKigU 


él,  etc. 

vosotros,  etc. 
oJlos,  etc. 


-657- 


Observaciones.  El  núcleo  es  agoki,  alteración  de  egoki,  de 
igual  suerte  que  atzaki  es  alteración  de  itzaki.  La  plurali- 
zación  de  los  sujetos  z  y  d  corre  á  cargo  de  z.  Las  formas 
de  3/  persona  están  marcadas  en  todo  el  presente  con 
gran  rigor  por  íZ,  en  lo  cual  me  fundo  para  asegurar  que 
representa  la  d  al  sugeto;  en  egon  no  hay  ninguna  letra 
que  haya  podido  producirla  como  en  rigor  la  habría  en  zan 
si  se  quisiera  sostenerlo  respecto  áüA.  Por  lo  tanto,  si  el  ini- 
cial en  la  conjugación  sencilla  es  «él»,  ninguna  razón  hay 
para  que,  portándose  de  igual  manera  en  la  perifrásica,  no 
lo  sea. 


(3.' 


T^kGOKÍZU. 
VikGOKlZU. 
GAG0ZKI^Z¿ 
DAGOZKI^¿¿ 


(4; 


NAGOKIO  . 
ZAGOKIO  . 
DAGOKIO  . 
GAGOZKIO. 
ZAGOZKIO. 
DAGOZKIO. 


«á  tí»). 

yo  te  estoy, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

«á  él») 

yo  le  estoy. 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros, 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


6.*;  («á  vosotros»). 

NAGOKi^ííie  .  yo  os  estoy. 

'DkGOYAzute  .  él,  etc. 

GkGOZKizute .  nosotros,  etc. 

DkGOZKLzute.  ellos,  etc. 


(T.'';  «á  ellos») 


NAGOKIO^e. 

ZAGOKIofe. 

DAGOKIO  ife. 

GkGOZKlote 

ZkGOZKIote 

DkGOZKlote 


yo  les  estoy, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc¡ 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


2.  Pasado. 


(i)  .  — Flexiones  direc tas, 

(I.""  «categoría»). 

NeNí/oEN.     .     .  yo  estaba. 

zezmDEN.     .     .  tú,  etc. 

zeí/oEN   ...  él,  etc. 

GewNDEN.     .     .  nosotros,  etc. 

ze?¿NDETEN  .     .  vosotros,  etc. 

ze?¿DEN   .     .     .  ellos,  etc. 


46 


-Go8- 


Obsei'vaciones.  El  núcleo  es  ego  en  unas  flexiones  y  en 
otras  UE,  metátesis  de  eu,  que  procede  de  eo,  originada  por 
la  elisión  de  g.  En  la  2.*  persona  de  singular  y  primera  de 
plural  figura  la  pluralizadora  de,  por  lo  cual  hubo  necesi- 
dad de  repetirla  en  la  2."  de  plural.  La  presencia  de  una  e 
que  precede  al  afijo  del  pasado  n  en  la  1.»  y  3."  persona  de 
singular,  parece  obedecer  al  deseo  de  que  todas  las  formas 
sean  simétricas  terminando  en  en.  Excepto  las  3.*' personas, 
todas  las  demás  llevan  infijada  la  n  que  aparece  en  las  fle- 
xiones del  pasado. 

(ii) . — Flexiones  -pronominales. 

(2.'*;  «á  mi»).  I  (5.^-  «á  nosotros»), 

tú  me  estabas.'  zengokií/z/n 


ZENGOKIífAN 

zegokkZan.      él,  etc. 
zengozkicZan.  vosotros,  etc. 
zegozkií7an.     ellos,  etc. 

(3.'';  (-á  tí»). 

nengoki^í/n.     yo  te  estaba. 
ZEG0Ki^?/N.       él,  etc. 

GENGOZKI<rz¿N.    nQSOtrOS,  Ctc 

ZEGOZKi^?/N.     ellos,  etc. 


ZEG0KIí7?¿N. 

ZENGOZKIí/í/N. 

ZEGOZKIí/MN. 


tú  nos  estabas, 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(6.'*;  «á  vosotros»). 

NENGOKi^?/íé'N.  yo  OS  cstaba. 

ZEGOKi^zí^í'N.  él,  etc. 

GENGOZKU'«feN.  uosotros,  etc. 

zEGozKi^íífeN.  ellos,  etc. 


NENGOKION. 

ZENGOKION. 

ZEGOKION. 

GENGOZKION. 

ZENGOZKION. 

ZEGOZKION  . 


(4.'';«áéL>). 

yo  le  estaba, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosutros,  etc. 
ellos,  etc. 


NENGOKIOÍeN. 

ZENGOKIOÍeN. 

ZEG0KI0/í?N    . 

GENGOZKIO^'CN. 

ZENGOZKIOÍeN. 

ZEGOZKIOÍeN. 


(7.^  «á  ellos»). 

yo  les  estaba, 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


B. 


-Imperativo.' 


1.    Las  categorías  de  que  no  lia(;a  mcuci¿u  no  oxi^ton. 


-659- 


1.  Presente. 

(i.) — Flexiones  directas. 

(1."  categoría.) 


zawDE.  .     . 

.     tú  estáte. 

Bego  .     .     . 

.     él,  etc. 

ZaUD'ETE.      . 

.     vosotros,  etc 

BeílDE.     .       . 

.     ellos,  etc. 

Observaciones.     Las  flexiones    con  base   de  au  son  las 
mismas  que  figuran  en  el  presente  de  indicativo. 

(ii.) — Flexiones  pronominales. 


(2.*;  «á  mí»). 
zAGOKi¿  .     .     tú  estátenos. 


BEGOKI^  . 
ZAGOZKIií. 
BEGOZKI^. 


él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(5.";  «á  nosotros»). 

zkGOKigu.  .  tú  estátenos." 

BEG0Kií7z¿.  .  él,  etc. 

zkGozKigu  .  vosotros,  etc. 

BEG0ZKi^2¿  .  ellos,  etc 


Observaciones.  La  observación  relativa  á  la  primera  cate- 
goría puede  extenderse,  respecto  á  las  flexiones  con  ago,  á 
las  categorías  que  acabamos  de  ver  y  á  las  dos  que  siguen; 


(4.S  «á  él»). 

(7.a;  «á  ellos»). 

ZAGOKio  .     .    tú  estále. 

zAGOKio^^e.     ,    tú  estáles. 

BEGOKio  .     .    él,  etc. 

BEGOKioífe.     ,    él,  etc. 

.zAGOzKio.     .     vosotros,  etc. 

ZAGozKio^^e    .    vosotros,  etc. 

BEGOzKio.     .     ellos,  etc. 

BEGozKio^e    ;    ellos,  etc. 

II. 

Eefiriéndome  siempre  al  anterior  tipo,  voy  á  pasar  revis- 
ta á  los  verbales  intransitivos  qae  poseen  una  conjugación 
sencilla. 

1.°     Ibilli,  significa  «andar». 

ModoSj  tiemi)os  y  categorías. — Los  mismos  del  tipo. 


-000- 

Isfúcleos. — En  el  presente,  abil  para  las  liexiones  directas, 
ABiLKi  para  las  prononiinale;^;  los  núcleos  con  ki  se  usan 
siempre  con  ésta  última  clase  de  categorías.  En  el  pasado, 
EBiL,  EBiLKi,  los  cualcs  llcvan  infijada  n  (enbil,  enbilki)  en 
las  formas  correspondientes  á  las  1.^^  y  2."'^  personas  de 
ambos  números.  En  elimperarivo  alternan  los  cuatro  temas 
correspondiendo  los  del  presente  á  las  segundas  personas  y 
los  del  pasado  á  las  terceras. 

Observaciones. — a)  relativas  al  presente.  La  primera  per- 
sona de  plural  y  la  segunda  de  singular  llevan  por  final  un 
afijo  epentético  de  pluralización,  el  cual  figura  correctamen- 
te en  la  tercera  de  plural  refiriéndose  al  sugeto:  zabil^íz  «tú 
andas»,  Q^^Bihtza  «nosotros  andamos»,  dabil^^íi  «ellos  andan». 
— b)  relativas  al  pasado.  La  2."  persona  de  singular  de  la  1." 
categoría  lleva  za  epentética:  zenbil,í(7.n  «tú  andabas».  Lal.* 
persona  de  plural  de  todas  las  demás  infija  z  antes  de  la  sí- 
laba ki:  genbil^kizun  «nosotros  te  andábamos»,  genbil^^kion 
«nosotros  le  andábamos»,  etc.  En  la  1."  y  3."  persona  de  sin- 
gular de  la  I.*"  categoría,  la  vocal  de  ligadura  es  e,  y  la  I  del 
tema  se  convierte  en  //;  nenbillen  «yo  andaba»,  zebillen 
«él  andaba». — c)  relativas  al  imperativo.  La  2."  de  singular 
presenta  za  epentética:  ZABiL-crt  «anda  tú».  La  pluralización 
personal,  excepto  en  la  2.''  persona  de  plural  de  dicha  cate- 
goría que  usa  de  te,  zabilzaíí?  «andad  vosotros»,  corre  á  car- 
go de  ¿'infijada  antes  deKi:  dezABiLKiT  «tú  ándame»,  zabil^t- 
KiT  «vosotros  andadme»;  de  bebilkio  «él  ándele»,  bebilíKIO 
«ellos  ándenle»,  etc. 
2."     JOAN,  significa  «ir». 

Modos,  tiempos  y  categorías. — Las  mismas  del  tipo,  ex- 
cepto la  á."  y  6.*  categoría  del  imperativo. 

Núcleos. — En  el  presente  oa,  oaki.  En  el  pasado,  ijoa, 
iJOAKi.  El  primero  de  estos  figura  también  en  las  o."^  perso- 
nas de  la  1."  categoría  del  présente:  dijoa  «él  va»,  dijoaz 
«ellos  van».  El  núcleo  con  ra  no  figura  en  la  2.*  categoría: 
ziNJOADAN  «tú  me  ibas»,  etc.  La  ?i  se  infija  en  todas  las  per- 
sonas, excepto  en  las  8.''":  nin.ioan  «yo  iba»,cnN.roAZKizuN  ('no- 
sotros te  íbamos»,  ZIJOAZTEN  «ellos  iban»,  zijoazkioten  «ellos 
les  iban»,  etc.  En  el  imperativo  alternan  oa,  oaki,  ijoa,  ijoaki, 
como  alternan  los  núcleos  de  ibilli. 


-061- 


Ohserv aciones. — a)  relativas  al  presente.  Z  epentética  y 
redundante  se  sufija  á  la  S."*  persona  de  singular  y  1."  de  plu- 
ral de  la  1."  categoría:  zokz  «tú  vas»,  gokz  «nosotros  vamos», 
lo  cual  obliga  á  reincidir  en  la  pluralización  de  la  2.*  perso- 
na de  plural,  zokzic  «vosotros  vais».  Dicha  z  figura  con  el 
mismo  carácter  en  todas  las  demás  formas  pertenecientes  á 
las  referidas  personas,  infijada  antes  de  ki:  zoa^kit  «tú  me 
vas»,  GOA^Kizu»  nosotros  te  vamos»,  etc. 

En  lo  demás  es  pluralizadora  de  los  sugetos:  zokzyit^ti 
«vosotros  me  vais»,  cZoa^kizu  «ellos  te  van»,  ^oa^kiote  «voso- 
tros le  vais»,  etc. — h)  relativas  al  pasado.  Ha}^  z  epentética 
en  la  2.*^  persona  singular  de  la  1.''  categoría  y  redundante 
en  la  I.''  de  plural  de  las  categorías  restantes:  zinjoa^en  «tú 
ibas»,  GiNJOA^TKizuN  «uosotros  te  íbamos»,  ginjoa^kion  «noso- 
tros le  íbamos»,  etc.  Fuera  de  estos  casos, pluraliza  al  suge- 
to. — c)  relativas  ai  imperativo.  La  presencia  y  funciones  de 
la  z  se  atemperan  á  lo  dicho:  zoa^  «vete»,  zokzte  «idos»,  6i- 
jOA^Kio  «ellos  váyanle»,  zoa,í'kigu  «tú  vénnos»,  ¿?oa-^kigute  «ve- 
nidnos», etc, 

3.°  JAERAiTU,  significa  «seguir». 

Modos,  tiempos  y  categorías. — Carece  de  la  1."  categoría 
en  los  tres  tiempos  y  dos  modos  y  de  la  3.**  y  6."  en  el  im- 
perativo. 

Núcleos. — En  el  presente  aeraiki.  La  forma  alto-nabarra 
meridional  yarreiki  confirma  la  certeza  de  mi  teoría  acerca 
de  KI.  En  el  pasado,  ereaiki.  Entre  los  afijos  del  sujeto  y  el 
tema,  se  infija  ?¿  en  todas  las  segundas  personas  de  ambos 
números  y  en  la  primera  de  plural:  ze«eeeaikidan  «tú  me  se- 
guías», ge^ereaizkizun  «nosotros  te  seguíamos»,  ze7zerraiz- 
KioN  «vosotros  le  seguíais».  En  el  imperativo  alternan  arrai 

y  EEEAI,  AEEAIKT  y  EREAIKI. 

Observaciones. — Eelativas  al  pasado.  La  z  que  pluraliza 
al  sugeto  zENEEEAi^'KiDAN  «vosotros  me  seguíais»,  etc.  figura 
redundantemente  en  todas  las  primeras  personas  de  plural: 
GENERRAi^-KioN  «nosotroslc  scguíamos»,  etc. 

4.°  ETOEEi,  significa  «venir». 

Modos,  tiemjjos  y  categorías. — Los  mismos:  en  el  impera- 
tivo carece  de  la  3.^  y  6.-''  categorías. 


— CCG— 


Núcleos. — En  el  presente  ato,  ator,  atoki,  atorki.  En  el 
pasado  eto,  etor,  etoki,  etoriíi,  con  n  infijada  entre  la  pri- 
mera vocal  y  el  resto  del  tema  (ento,  entoki,  entorki,)  en 
todas  las  flexiones  que  no  corresponden  á  las  terceras  per- 
sonas de  singular  y  plural.  En  el  imperativo  ato,  atoki, 
etor,  etorki,  etoki. 

Observaciones. — a)  relativas  al   presente.    Los  núcleos 
ator,  atorki  fíguran  en  todas  las  primeras  y  terceras  perso- 
nas: NATOR  «yo  vengo»,  dator  «él  viene»,  datorkit  «él  me  vie- 
ne», etc.  Una  z  epentética  figura  en  todas  las  segundas  per- 
sonas, colocada  antes  de  ki  en  las  pronominales  y  al  final  en 
la  directa:    zato^  «tú  vienes»,  zato^kit  «tú  me  vienes»,  etc. 
Dicha  z  es  redundante  en  todas  las  primeras  personas  de 
plural:  gato^  «nosotros  venimos»,  gato^kizu  «nosotros  te  ve- 
nimos». En  los  demás  casos  pluraliza  al  sugeto:  íZatoz  «ellos 
vienen»,  ^ato^-kiote  «vosotros  le  venís»,  etc.,  concurriendo 
con  TE  en  zkTozte  «vosotros  venís». — h)  relativas  al  pasado. 
El  núcleo  etor  forma  parte  de  la  1."  y  3."  persona  de  singu- 
lar de  la  1."  categoría  y  de  las  tres  del  mismo  número  de  las 
demás,  etorki:  nentorren  «5^0  venía»,   zetorren   «él  venía», 
ZENTORKIDAN  «tú  me  venías»,  nentorkizun  «yo  te  venía»,  ze- 
TORKio  «él  le  venía»,  etc.  Lleva  z  epentética  la  2.*  flexión  di- 
recta únicamente:    zento^en  «tú  venías».  Pero  como  redun- 
dante aparece  en  todas  las  primeras  de  plural:  gento^^en  «no- 
sotros veníamos»,   gento^tkizun  «nosotros  te  veníamos»,  etc. 
Es  pluralizadora  del  sugeto  en  todas  las  restantes  flexiones, 
y  concurre  con  te  en  ¿'ENTo,íí^eN  «vosotros  veníais»,  zETOzte'm 
«ellos  venían». — c)  relativas  al  imperativo,  ato  es  núcleo  de 
las  segundas  directas,  etor  de  las  terceras;  atoki  de  las  se- 
gundas pronominales,  etorki   de  las  terceras  de  singular  y 
etoki  de  las  terceras  de  plural.  La  distribución  y  funciones 
de  la  z  se  ajusta  á  las  del  presente. 

5."  ETZAN,  significa  «estar  acostado». 
:    Modos,    tiempos  y  categorías. — No  conserva  más  que  las 
flexiones  directas  en  los  tres  tiempos  y  dos  modos. 

Núcleos. — En  el  presente  atza,  autza.  En  el  pasado  eu- 
TZA,  ETZA  con  11  infijada  en  todas  las  flexiones,  exepto  en 
las  de  3."  persomx.  En  el  imperativo  autza,  etza. 


—663- 

Ohserv aciones. — a)  relativas  al  presente,  atza  es  el  nú- 
cleo de  las  personas  del  singular  y  autza  de  las  del  plural. 
Los  afijos  del  sugeto  son  n,  z,  d,  g,  z — t.  La  tercera  de  plu- 
ral está  contraída:  dautza  «ellos  están  acostados». — h)  rela- 
tivas al  pasado,  etza  es  el  núcleo  de  las  terceras  personas, 
eutza  de  las  restantes.  Los  afijos  del  sugeto  son:  n,  z  (2."  y 
3/),  G,  z— TE  (2."^  y  3.*).  De  manera  que  hay  varias  ñexio- 
nes  que  únicamente  se  diferencian  hoy  morfológicamente: 
ZEUNTZAN  «tú  estabas  acostado»,  zetzan  «él  estaba  acostado», 
ZEUNTZATEN  «vosotvos  cstabaís  acostados»,  zetzaten  «ellos  es- 
taban acostados»,  pero  nó  etimológicamente. — c)  relativas 
al  imperativo.  En  las  segundas  personas  el  núcleo  es  autza, 
en  las  terceras  etza.  Los  signos  del  sugeto  son  z,  b,  z — te, 
B — te. 


Las  reglas  de  la  acentuación  prosódica  dadas  para  el  ver- 
bo transitivo,  valen  también  para  el  intransitivo. 


»->-!*'^^^«-<-«— 


-CGl— 


CAPITULO  XXII. 

CONJUGACIÓN  PEEIFEÁSICA  DÉLOS  VERBOS  LABORTANO  Y  SULETINO. 

{Voz  intransitiva. — Tratamiento  indeterminado) 

I. 

El  análisis  del  verbo  intransitivo  guipuzcoano  nos  abre 
una  puerta  muy  anclia  para  penetrar  en  el  de  los  verbos  la- 
bortano  y  suletino.  Creo  que  no  liabrcá  ningún  inconvenien- 
te, sino  antes  bien  ventajas  para  evitar  repeticiones,  en  pre- 
sentar simultáneamente  al  lector  ambos  verbos.  En  la  co- 
lumna de  la  izquierda  irán  las  flexiones  labortanas,  y  en  la 
de  la  derecha,  las  suletinas-  Con  la  letra  A  designarélas  ob- 
servaciones relativas  á  las  primeras,  y  con  B  las  relativas  á 
las  segundas.  Cuando  los  tiempos  ó  modos  de  ambas  conju- 
gaciones no  se  correspondan  entre  sí,  los  daré  por  separado. 

xk« Primer  tiempo  matriz. 

I.— Modo  indicativo. 

1.  Presente. 

(i.) — Flexiones  directas. 

(l.*^  categoría.) 


inaiz  .      . 

IslZ.     . 

.     yo  caigo. 

Viare  . 

zira  . 

tú,  etc. 

erortzen  ^ 

IDA.     . 

Gare  . 

.       DA.     .      .      • 

Gira  . 

.     él,  etc. 

.     nosotros  etc. 

zareTE    . 

zirai/e    . 

.     vosotros,  etc 

\mre  .     . 

.     dirá  .     .     . 

.     ellos,  etc. 

1.    Rocuírdcse  quo  el  tliaclecto  siilotiiio  Bviolo  formar  inny  fimonmlo  ol   sustantivo    vcrbftl 

con  TEN, 


—665- 


Observaciones.  A.  Elmicleo  are  es  metátesis  del  gui- 
piizcoano  era.  La  3."  persona  de  plural  ostenta  todos  sus  ele- 
mentos significativos,  pues  e  final  es  la  pluralizadora  te 
contraída:  el  núcleo  queda  reducido  á  ir. 

B.  La  1.^  persona  nos  presenta  al  sujeto  despojado  de  su 
vocal;  esto  se  debe  á  que  no  la  cambió  en  otra  y  la  i  de  ni 
se  fundió  con  la  i  del  núcleo  iz.  El  núcleo  tomado  de  iraun 
se  muestra  más  puro  que  en  los  dos  anteriores  dialectos. 
En  la  2.'' persona  del  plural  reaparece  la  pluralización  sule- 
tina  del  sujeto  por  medio  de  ye:  revela  una  forma  interme- 
diaria zlrae. 

(ii.)  — Flexiones  pronominales. 

(2.";  «á  mí»). 

/zATZAizKií. .     .     ziTZAiií.    .     .     tú  mc  caes. 
ZAi^^  ....     ZAií    ...     él,  etc. 

ZATZAIZKITEií      .       ZITZAIZiÍAYE   .       VOSütrOS,  etc 

zAizKi¿    .     .     .     zkizt  .     .     .     ellos,  etc. 


ERORTZEN, 


Observaciones.  A.  La  flexión  correspondiente  á  la  2.* 
persona  de  singular,  es  la  flexión  de  2."  persona  plural  del 
guipuzcoano.  Esta  atribución  de  formas  plurales  á  funciones 
singulares,  es  un  lieclio  muy  frecuente  en  las  categorías  la- 
bortanas,  y  sobre  él  llamo  la  atención  de  los  lectores  de 
una  manera  especia.1.  Tuvo  lugar  el  fenómeno  cuando  el  zu 
primitivamente  plural  cambió  de  número.  Así  es  que  como 
en  la  forma  atribuida  al  singular  el  signo  pluralizador  zki 
degeneró  en  epentético,  en  la  forma  plural  hubo  necesidad 
de  redoblar  la  pluralización  y  se  acudió  á  te.  Los  núcleos  son 
TZAi,  zAi.  El  sngeto,  za  «tú». 

B.  La  segunda  persona  de  plural  suletina  lleva  dos  afi- 
jos de  pluralización,  z  y  ye,  de  los  cuales  el  primero  pasa 
á  representar  al  sugeto  de  3.*  persona  plural.  Los  núcleos 
son  los  mismos  y  el  sugeto  es  zi  «tú». 


-665- 


C^.';  «á  tí..). 


EROETZEN. 


Zklt.lll.  . 
¡GklZKltzU 
ZklZKitzU 


mTZkizu  . 

.     yo  te  caigo. 

ZMZ il   . 

.     tú,  etc. 

GITZALí<¿  . 

.     nosotros,  etc 

ZAIT-í/V.      . 

.     ellos,  etc. 

Observaciones.  A.  En  la  primera  persona  de  plural  el 
afijo  pliiralizador  zki  es  redundante. 

B.  NI  y  Gi  son  los  afijos  del  sugeto  de  primera  persona; 
el  de  S.""  persona  plural  está  representado  por  t. 

(4.';  «á  él»). 


/NATZAYO  .       . 

NITZAYO.   .       . 

yo  le  caigo. 

IzATZAIZKO     .       . 

ZITZAYO     .       . 

tú,  etc. 

ZAYO  .       .        .       . 
ERORTZEN  < 

GAIZKO      . 

ZAYO   . 
GITZAYO     . 

él,  etc. 
nosotros,  etc 

fzATZAIZKOTE 

.       ZITZAY?/E. 

.     vosotros,  etc. 

IZAIZKO      .       . 

.       ZAITZO.      . 

.     ellos,  etc. 

Observaciones.  A.  El  afijo  zk  que  figura  en  cuatro  fle- 
xiones, siendo  en  ellos  epentético,  ó  redundante,  ó  simple- 
mente pluralizador,  ó  representante  del  sugeto  plural  de  3.* 
persona,  según  los  casos,  es  una  contracción  de  zki.  La  2." 
persona  de  plural  lleva  los  pluralizadores  personales  zk  y  te 
por  figurar  el  primero  de  estos  en  la  2.*  persona  de  singular. 

B.  Tz  es  el  afijo  pluralizador  que  representa  al  sugeto  de 
3."  persona  plural.  La  permutación  del  pronominal  o  en  it  la 
conocemos  de  antes,  así  como  su  causa. 


(5.":  «á  nosotros.)). 


ERORTZEN  \ 


ZkTZklZKigU. 
ZklliU.      . 


J  ZATZAIZKIí7«TE. 


zhizKigu. 


ZITZAl/iVí   . 
ZAl/i-</. 

zitzaiz/ivVye.. 

ZAIz/i/¿.     . 


tú  nos  caes, 
él,  etc 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


—667— 

(6.*:  «á  vosotros»). 


EROETZEN 


/NATZAIÍ^Z/e 

\zkitzue   . 

¡GAlZKlt.^  lie 

[zMZKitzue 


íflTZAlZte  . 

zkizie. 
GiTZkizie . 

ZkiTzie.    • 


yo  os  caigo, 
él,  etc. 
nosotros,  etc, 
ellos,  etc. 


Observaciones.  A.  Basta  añadir  la  pluralizadora  e  ala 
3."  categoría  para  que  resulte  la  G." 

B.  La  pluralizadora  e  añadida  á  la  3.*  categoría,  provoca 
la  ordinaria  permutación  de  ü  en  i. 


(7.*;  «á  ellos»). 


ERORTZEN 


iNATZAYo/(?. 

\zkTzkizlote 

¡zkYote.    . 

ÍGklZKOte  . 
¡ZkTZklZKOte 

zkizKote. 


NITZAYe 

ZITZAYe 

ZAY6    . 

GITZAYe 

ZITZAYIí? 

ZAITZC. 


yo  les  caigo, 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


!■: 


VA 


-TIEMPOS    DERIVADOS. 


7.  Futuro  presente. 


Este  tiempo  está  formado  perlas  flexiones  del  futuro  sim- 
ple del  verbo  «ser»,  el  cual  no  necesita  de  ningún  nombre 
verbal  para  tener  completo  su  significado:  daiteke  «él  cae- 
rá», etc.  La  primera  categoría  del  futuro  labortano  consti- 
tuye también  la    1.*  categoría  del  presente   del  potencial: 

ERORTZEN  DAITEKE  «él  SO  Cacrá»,  ER0R  DAITEKE  «él  SO  pucdc  Ó 

podrá  caer».  Por  todas  partes  surgen  pruebas  de  la  íntima 
conexión  primitiva  entre  las  ideas  de  futurizazión  y  poten- 
cialidad. 

(i.) — Flexiones  directas. 
(1.*  categoría). 


ERORTZEN  1  n^kitehe  . 


mzkte 


yo  caeré. 


-G08- 

¡zhitel-e  , 

.     zi-Rkte 

tú,  etc. 

VDAitele  . 

.     Dkte  . 

él,  etc. 

ERORTZEN  GAltezle. 

.     Giukte 

nosotros,  etc. 

zkitezJie. 

.     zira/cye  . 

vosotros,  etc. 

BitezJie  . 

.     Dmkte 

ellos,  etc. 

Observaciones.  A.  El  núcleo  es  ai,  i;  la  pliiralización  del 
sugeto  está  encomendada  á  /:',  la  cual  es  redundante  en  la 
1/  persona  de  plural.  Concurren  los  dos  afijos  de  futuro  te 
y  KE  á  caracterizar  el  tiempo. 

B.  La  sufij ación  de  te  al  presente  de  indicativo  suletino 
lo  convierte  facilísimamente  en  futuro. 

(ii.) — Flexiones  pronominales. 

(2.'^;  «á  mí.)). 

¡zkizKÍket .  .  .  ziTZkiket    .     .  tú  me  caerás. 

^zkilxet.     .  .  .  zkiket    ...  él,  etc. 

jZAizKi/.'eTEÍ  .  ,  zitzaiz/;^c7e      .  vosotros,  etc. 

\zkizKiket .  .  .  zkizJxet  .     .     .  ellos,  etc. 

Observaciones.  A.  La  2.*  persona  de  plural  usa  pleonás- 
ticamente  de  la  pluralizadora  personal  te,  para  distinguirse 
de  la  2."  de  singular  que  primitivamente  no  pertenecía  á  és- 
te  número,  como  lo  demuestra  la  infijación  de  zke. 

B.  También  la  2.'^  de  plural  suletina  lleva  repetidos  los 
pluralizadores  del  sugeto,  (z  y  e),  pero  la  causa  de  éste 
pleonasmo  no  la  conocemos. 

(8.^;  «á  tí»). 

NATZAi./¿r2/ZT.     .     mTZkilczn.     .     yo  te  caeré. 
[zkifzul-e.     .     .     zkil-ezll      .      .     él,  etc. 

ERORTZEN' 

iGkizkúzulxe      .     GiTZkilezic      .     nosotros,  etc. 
^zkiZKif zule.     .     zkizJieTzit  .     .     ellos,  etc. 

Observaciones.  El  sugeto  de  3."  persona  plural  está  repre- 
sentado por  los  afijos  z  y  f. 


EKORTZEN 


NATZAYOÁ'e     . 
ZATZAIZKO/Je 

'zAYo/^e    . 
QkizKohe 

ZATZAIZKo/veTE 
IzAIZKoA'e.       . 


-6C9- 

(4.^;  «á  él.)). 

.  NITZAI/l-O  . 
ZITZAlAo  . 
ZAl/i'O  . 

•  GITZAl/i-0   . 

•  ZITZAlz/iME 
.       ZklzlxO 


yo  le  caeré, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  B.  El  sufijo  característico  del  futuro  se 
ha  conti'aido  en  k  fundiéndose  con  el  inmediato  afijo  prono- 
minal o. 


(5.*;  «á  nosotros»). 


ERORTZEN' 


ZMZKiguke  . 
Zhikiike  . 

lZAIZKI;7?¿A-eTE 

fzAiZKjguJie  . 


znzkiJieg'd. 
zAiJiegii 

ZITZAIz/í-eí7¿E 

ZMzhegü   . 
(6.*;  «á  vosotros»). 


EROETZEN 


fNATZAi^^-ííe/ve  . 
yzAitzueJie   .     . 


mTZkiJiezíe 
zkilcezie     , 


pkTZkitzuehe  .     GiTZkilxezie 
[zkiZKitzuehe  .     zkizJieTzie. 

(7.";  «á  ellos»). 


EROETZEN 


síikTZkYoIiete 
zATZAizKoA'e^e 
zkY  oléete 
.GkizKoJiete  . 
IzkTzkizKoJiete 
\zkizKohete  . 


mTZkihe  . 
ziTZkiJie  . 
zkúe  .  . 
GiTZkihe  . 
ziTZAizA-eYE 
zkizlie 


tú  nos  caerás, 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  os  caeré. 

él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  les  caeré, 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  A.  El  sufijo  característico  de  tiempo  queda 
infijado  entre  el  pronominal  y  su  pluralizador. 

Unas  veces  la  vocal  que  antecede  al  núcleo  forma  parte 
de  éste,  y  otras  del  sugeto.  Daré  las  formas  de  éste  para 
evitar  toda  confusión  y  facilitar  la  segregación  de  los  nú- 


-670- 

cieos;  1/ categoría,  n,  z,  d,  g — z,  z — z,  d — z;  2.*  categoría, 
z — zKi  «tú»,  z — zKi — T  «vosotros»,  zKi  «ellos  (ideológicamen- 
te»); 3."  categoría,  na  «3'0)),  (1a  «nosotros»,  zki  «ellos»;  4."  ca- 
tegoría, NA  «yo»,  ZA — ZK  «tú»,  G — ZK  «nosotros»,  ZA ZK TE 

«vosotros».  Los  sugetos  de  la  5."  son  iguales  á  los  de  la  2.*, 
los  de  la  6.*  á  los  de  la  3."  y  los  de  la  4,^  á  los  de  la  7." 

B.  Los  afijos  del  sujeto  son:  en  la  1."  categoría,  n,  z,d, 
G,  z — YE,  faltando  el  de  3."  persona  .  plural  porque  la  for- 
ma DiRATE  es  ^ii^a  contracción  de  diratete.  En  la  2."  cate- 
goría, zi  «tú»,  zi — z — E  «vosotros»,  z  «ellos  (ideológicamente, 
como  todos  los  de  igual  clase)»;  en  la  3.*,  ni  «yo»,  gi  «noso- 
tros», z  «ellos»,  y  en  la  4.",  ni  «yo»,  zi  «tú»,  gi  «nosotros», 
zi — z  «vosotros»,  z  «ellos». 

IX. — Modo   subjuntivo. 

34.  Presente. 
(i.) — Flexiones  directas. 
(1.*;  «categoría»). 
iNADieN  .     .     NADiN     .     .     yo  caiga. 

IzAITEZEN      .        z/f¿AN      .        •       tÚ,  ctc. 

'dadkíí  .     .     DADiN     .     •     él,  etc. 

IGAITEZEN      .       G¿'¿iAN     .       .       nOSOtrOS,  ctc. 

IzAiTEZTEN  .     ziteYE^ .     .     vosotros,  etc. 
'ditezen.     .     bíHa.^    .     .     ellos,  etc. 

Observad ones.'^A.  El  sufijo   característico  del  pasado  es 
EN,  alteración  de  una  forma  primitiva  an. 
B.  Hay  que  señalar  los  núcleos  iti,  ite,  alteraciones  de  adi. 

(ii.) — Flexiones  pronominales . 

(2.";  «á  mí»), 

izakizkicZan    .     .     zakiz/an  .     .     .     tú  me  caigas. 
]DAKií?AN    .     .     .     dakk/an    .     .     .     él,  etc. 

íZAKIZKIcZaTEN.       .       ZAKIZÍADEN      .       .       VOSOtrOS,  ctC. 
ÍDAKIZKkZaN      .       .       DAKIZ^ADAN      .       .       clloS,  Ctc. 


-671- 


Observaciones.  B.  La  2."  persona  de  plural  termina  en 
EN  y  la  tercera  del  mismo  número  en  an  porque  ésta  sílaba  os 
simplemente  la  característica  de  tiempo  pasado,  mientras  que 
la  E  de  EN  es  la  pluralizadora  pleonástica  del  sugeto  z^  sien- 
do necesaria  su  presencia  por  figurar  epentéticamente  el 
pluralizador  z  en  la  2/  de  singular  y  para  que  las  formas 
de  ambos  números  no  se  confundan. 


(3/;  «á  tí))). 


EROB 


lNAKI^Í¿N 

)daki^¿¿n 


GAIZKI¿^¿¿N. 
ÍDAKIZKI^^¿m 


NAKI^ÍíN       . 
T>kY.\z['m 
GITZAKE^í/íN 
DAKIT^/íN     . 


yo  te  caigo, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  A.  De  que  aki,  y  por  consiguiente,  tam- 
bién AI,  es  una  contracción  de  izaki  (atzaki),  tenemos  otra 
prueba  más,  y  directa,  en  la  comparación  que  podemos  ha- 
cer con  las  formas  guipuzcoanas,  las  cuales  no  presen- 
te la  contracción  del  núcleo  que  las  labortanas.  ^ 

B.  La  1. apersona  de  plural  nos  presenta^^ íntegro  el  nú- 
cleo que  tantas  flexiones  nos  explica:  itzaki.  La  pluraliza- 
ción  personal  de  la  3.*  persona  la  verifica  el  afijo  t. 


EROR. 


/NAKIOEN  . 
IzAKIZKIOEN  . 
JDAKIOEN  . 

IGAIZKIOEN  . 
ZAKIZKIOTEN 
DAKIZKIOEN  . 


(4.*;  (tá  él))), 

NAKION     . 

ZAKITZON.  . 
DAKION      . 

GITZAKION  . 

ZAKITZZÍEN  . 

DAKITZON.  . 


yo  le  caiga, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


1  Sea  por  omisión  cíe  imprent  a  ó  por  omisión  del  manuscrito,  es  lo  cierto  que  la  categoría 
3.1  del  presente  de  subjuntivo  guipnzcoauo  ha  deiado  de  aparecer  en  la  púg.  639.  Me  apresuro 
a  subsanarla. 


EEOEI 


NATZAKIZUN. 
/DATZAKIZUN 
JGATZAKIZKIZUN 

DATZAKIZKIZUN 


yo  te  caiga, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc- 


-672-" 

Observaciones.  A.  En  cinco  flexiones  se  nota  mía  e  en  la 
última  sílaba.  Xocsprobablo  que  ésta  forme  parte  del  afijo 
de  tiempo  pasado  an,  porque  no  existe  la  única  causa  que  po- 
dría explicar  el  cambio  de  a  en  c  que  produce  un  choque  tan 
duro  de  vocales:  me  reñero  á  la  asimilación.  Por  lo  tanto,  ten- 
go por  cosa  segura  que  la  e  es  la  pluralizadora  y  que  dichas 
flexiones  poseyeron  primitivamente  las  pronominales  plura- 
les OTE,  atribuidas  posteriormente  al  singular. 

B.  El  afijo  Tz  pluraliza  á  íZ  y  por  figurar  con  z  singular 
viene  á  coexistir  con  el  pluralizador  e  en  la  2/  persona  de 
plural. 

(5.*;  «á  nosotros»). 

.       ZAKIzA-iíN.      . 


EROR. 


[ZAKIZKIí7«N  . 
pAKIí7¿^N  .       . 
ZAKIZKIí7¿¿TEN 
iDAKIí/l/TEN    . 


NAKI<rz¿(?N.      ; 

DAKI^Z¿(gN. 
EROR.( 

]GAIZKIT4r¿/eN  . 

(DAKIZKIT^Z/eN 


NAKIOÍeN. 

ZAKIZKÍof^N 

DAKIOÍdN. 

iGAIZKIOÍeN 

[zAKIZKIOiíeN 

DAKIZKIOÍeN 


EROR.< 


zaeizHen    .  . 

DAKIz/vl'íN       .  . 

(6.";  «á  vosotros»). 

NAKI^^i'íN.        .  . 
DAKI^ieN. 
GITZAKE^/eN. 

DAKIT^¿eN       .  . 

(7.=';  (á  ellos»). 

NAKíeN      .       .  . 

ZAKITZCN.       .  . 
DAKíeN      .       . 

GITZAKíeN      .  . 

ZAKITZeYEN   .  . 

DAKITZ(?N.      .  . 


tú  nos  caigas, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


3^0  os  caiga, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  les  caiga, 
tú,  etc, 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


VIII  — Modo  DirERATivo. 

32.  Presente. 
(i.) — Flexiones  directas. 
(1.*;  categoría)». 


EROR     ZAITE    •' 


zilc 


.     tú  cao. 


-G73- 


ÍBEDI       .       . 

BEDI 

.     él,  etc. 

EEOE  ZAITEZTE    . 

ziteYF. . 

.     vosotros,  etc. 

(BeÍTEZ .       • 

BÍte 

.     ellos,  etc. 

Observaciones.  A.  Hay  que  señalar  en  la  3.*  persona  de 
plural  una  nueva  forma  del  núcleo:  ei,  derivada  también 
de  EDI. 

B.  Estimo  que  ite  es  el  núcleo,  alteración  de  edi  y  de 
ninguna  manera  i  núcleo,  más  la  pluralizadora  te. 

(ii.) — Flexiones  pronominales. 


EEOP. 


/ZAKIZKI¿.     . 

Ibeki^. 
jzakizkiteí. 

'BEKIZKlf,      . 


(2.'';  «ámí.)). 

ZAKITZAií.     . 
BEKIl'. 
ZAKITZAíZe  . 
BEKITZAÍ.     . 


tú  cáeme. 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  B.  La  flexión  de  2-^  persona,  de  igual 
suerte  que  la  labortana,  presenta  un  afijo  epentético  tz  que 
corresponde  al  zki  de  ésta:  de- aquí  la  necesidad  de  -redoblar 
el  signo  pluralizador  {te,  e)  en  la  2  *  de  plural.  La  a  que  pre- 
cede al  pronominal  es  de  ligadura. 

(3.*;  «á  tí»). 


EROR 


EEOR 


EROR  ) 


|BEKIZ?¿. 
^'B'EKLZKltzU. 

.       BEKI^¿7. 

•       BEKIT^W.      . 

(4.'';«áéL0. 

• 
• 

él  caígate, 
ellos,  etc. 

zakizkio.     . 
Ibekio.     .     . 
1  zakizkiote  . 
bekizkio.     . 

.       ZAKITZO  .       . 
.       BEKIO.      . 
.        ZAKITZZÍE       . 
.       BEKITZO   .       . 

• 

tú  cáele, 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

(5.";  «á  nosotros 

,>). 

^  ZAKIZKI^Z^      . 
'(BEKI<7Z¿     . 

.       ZAKIz/t-W  .        . 
.       B'EiKigií    .       . 

• 

tú  cáenos, 
él,  etc. 

47 


EROll  * 


ZXKlZKUJltTE. 


'bekizkií;;/. 


\BEKÍZUte. 
EROR  /  ,       , 


,ZAKIZ£IÜ¿e 
)BEKIOfe 


EROR 


ZiKIZKIoff? 
BEKlZKlote 


-674- 

z\kiz/.v7ye. 

BERITZAí/Zí. 

(6/;  «á  vosotros»). 
üEKizie. 

(7.^;  «á  ellos»). 

,       ZAKITZe  .  .       . 

,       BEKíe.       .  .       . 

ZAKITZÍYE  . 

BEKITZÍ    .  . 


vosotros,  eto. 
ellos,  etc. 


él  caígaos, 
ellos,  etc. 


tú  cáeles, 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


II. — Modo  potencial. 
12.  Futuro  presente. 
(i,) — Flexiones  directas. 
(1.*  categoría). 


NAITEA-e  .       . 

NAlfc. 

ÍzaiteA'íj  .     . 

zxite. 

'DAITEA'e   . 
EROR •                 7 

.GAITEZA'^.       . 

BAite. 
Qife  . 

/zAITEz/.eTE  . 

zita/i^ye. 

\DiTEzA-e  .      . 

DITA/i'e     . 

Observaciones. 

B 

Los  núclec 

yo  puedo  caer, 
tú,  etc. 

él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


ADi.  Cuatro  flexiones  caracterizan  al  potencial  con  te  y  dos 
con  KE,  sin  concurrir  ambos  sufijos,  como  sucede  en  labor- 
tano.  En  ciertas  variedades  del  suletino  se  emplean  formas 
con  KETE,  idénticas  ó  muy  análogas  las  labortanas;  y  se  em- 
plean indistintamente  para  el  futuro  y  el  presente,  sin  que 
constituyan  dos  tiempos  diferentes,  como  acontece  en  el 
dialecto  bizcaino.  ^  A  las  o.'''  personas  de  plural  de  ambos 
dialectos  de  Francia,  les  falta  la  pluralizadora  personal. 


1.    Víase  Boiiaparto.  Le  Verbe  bastiue.  inxui.  tubl.  luuUui, 


EROB 


-675- 

(ii) . — Flexiones  pronominales. 
(2.';  «á  mí»). 
zkKizYÍket.  .     .     zitaJcH.  . 

DAKlJcet  .  .  .  BIT  Al-id  AT  . 
ZAKIZKlA-éTEÍ  .  ZlTAzJiidAYE 
BAKIZKlJcet    .        .       DITAhiztAt    . 


tú  me  puedes  caer, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  A.  Teniendo  en  cuenta  (y  es  imposible 
que  el  lector  no  lo  tenga,  á  causa  de  las  muchas  veces  que 
se  ha  producido  el  fenómeno)  que  el  zki  de  la 2."  persona  de 
plural  es  epentético  y  se  refiere  al  sugeto  z,  queda  esplicada 
dicha  forma  y  la  2."  persona  de  plural. 

B.  La  permutación  de  la  e  de  ke  en  i  se  debe  á  la  fuer- 
za asimiladora  de  la  inicial  del  núcleo  ita.  La  2.'  persona 
de  singular  y  plural  adoptan  el  pleonasmo  del  pronominal  t. 


EROR 


^AKizuJce.  . 
\í)AKiJcezii.  . 
jGAiZKitzuJce. 
DAKizhetzu  . 


(3."  «á  tí»). 

mTAJcizíL 
bitaMzü.     . 
gitaHzíL 
ditaJcUzü    . 


yo  te  puedo  caer, 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 


ellos,  etc. 


Observaciones.     A.  Es  curiosa  la  posposición  del  afijo 


característico  de  modo   al  pronominal  en  las  1.' 
y  su  anteposición  en  las  3.^^ 

(4.*;  «á  él»). 


personas, 


EROR 


EROR 


NAKIOZ;^. 

.     nitaHo. 

yo  le  puedo  caer. 

ZAKIZKloJce    . 

.     zitaJcío. 

tú,  etc. 

DAKiol-e  .     . 

.       DlTAldo.         .       . 

él,  etc. 

GAiZKioZ:e.    . 

.       GITA.^¿0.         .       . 

nosotros,  etc. 

DAKlZKloliete. 

.       ZITA^ioYE      .       . 

vosotros,  etc. 

ZAKIZKI0A:e    . 

.     ditaA;¿tzo    .     . 
(5.';  «á  nosotros»). 

ellos,  etc. 

ZAKizKiguke. 

ZlTAldgÜ.      . 

tú  nos  puedes  caer. 

DAKiguKe.    , 

DIT  AJcig  ¿6.      . 

él,  etc. 

-676- 


\z\Ki'¿KiguI>eTE  .     zita/,7"7¿e 

iDAKIZKIí/;/A-e.       .       DIT  aIizJíIC 


EROR 


EROR  < 


(NAKUWe/.-e.    . 

GAIZKlf-c/íí?/,-^ 
DAKIz/i'eí^?/e. 


NAKioZ-efe.    . 

ZAKIZKI0A-í?fe 

DAKiol-ete.   . 
GAizKio/.-e/e. 

ZAKIZKIo/vífc 
'DAKIZKIo/veíe 


(O/;  «á  vosotros»)). 

mTAhtzie.  . 

DiTüJxizie.  . 

VTiTkldzie.  . 

DiTkldTzie  . 

(7.*;  «á  ellos»). 


NITAA'/e. 
ZYYklie. 

DiTAlde. 
GiTkl-ie. 

ZITA/i-/eYE 
DITA/iiTZe 


vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  os  puedo  caer, 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  les  puedo  caer, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


III. — Supositivo  del  potencial. 
IG.  Presente. 

La  formación  de  éste  tiempo  en  el  verbo  labortano  es  del 
todo  regular;  imicamente  lüerece  mención  especial  la  fle- 
xión perteneciente  á  la  2.*  persona  de  plural  de  la  2."  cate- 
goría, BAZAKizKiTEf,  quc  cou  arrcglo  ásu  matriz  ú  originaria 
debería  ^r  bazakizkií7ate. 

El  tiempo  suletino,  es  como  sigue: 


ER0R< 


(i). — Flexiones  directas. 

(1.*  categoría). 

jBANADi.  .     .     .  si  yo  puedo  caer. 

Íbazitake.     .     .  si  tú,  etc. 

Ibadadi.  ...  si  él,  etc. 

jBAüiTAKE.    .  si  nosotros,  etc. 

Ibazitakeye  .     .  si  vosotros,  etc. 

^BADiTE    ...  si  ellos,  etc. 


-677- 

Observaciones.  La  forma  íntegra  de  la  3.*  persona  de 
plural  es  badadite;  es  meramente  teórica,  en  la  actualidad 
alo  menos. 

(ii.)  — Flexiones  j^ronominales. 

(2.*;  «á  mí»). 


EROR/ 


EEOE 


EROR 


bazitakiíZaíí. 
badakiíZat  . 
bazitakiíZe  . 
badakizí'aí  . 


.BANITAKI^ÍÍ 
|BADAKIZ/¿. 
BAGITAKI^d'í 
BADAKIT^W 


ibanitakio.  . 
ibazitakio.  . 
Ibadakio. 

iBAGITAKIO.  . 
BAZITAKIOYe. 
BADATKITZO  . 


si  tú  me  puedes  caer, 
si  él,  etc. 
si  vosotros,  etc. 
si  ellos,  etc. 

(3.*^;  «á  tí.)). 

si  yo  te  puedo  caer. 
si  él,  etc. 
si  nosotros,  etc. 
si  ellos,  etc. 

(4.*;   áéU). 

.     si  yole  puedo  caer, 
si  tú,  etc. 
si  él,  etc. 
si  nosotros,  etc. 
si  vosotros,  etc. 
si  ellos,  etc. 


(5.":  «á  nosotros»). 


BAZITAKI(7¿f* 
]BADAKIí7/f. 


EROR  / 
/ 
ÍBADAKIZ/.VV; 


jBAZITAKIí/^^YE 


si  tú  nos  puedes  caer, 
si  él,  etc. 
si  vosotros,  etc. 
si  ellos,  etc. 


(6.'':  «á  vosotros»). 


EROR 


iBAmTAKlZie  . 
jBADAKI^/e.  . 
JBAGITAKI^/e  . 
'üADAKIT^/e    . 


si  yo  os  puedo  caer, 
si  él,  etc. 
si  nosotros,  etc. 
si  ellos,  etc. 


-678- 


(7.";  «á  ellos»). 


EROR 


BANITAKíe. 
iBAZITAKíe.     , 
jEADAKle  . 
jBAGITAKíe. 
/BAZITAKíeyE. 
'sADAKITZe.    . 


si  yo  les  puedo  caer. 

si  tú,  etc. 

si  él,  etc. 

si  nosotros,  etc. 

si  vosotros,  etc. 

si  ellos,  etc. 


II. 


B 


■Segundo  tiempo  matriz. 


I. — Modo  indicativo. 
2.  Pretérito  imperfecto. 

(i.) — Flexiones  directas. 
(1."  categoría.) 


/NINTZEN  .       . 

.       NINTZAN  .       . 

.     yo  caía. 

IziNEN.      .       . 

.       ZINEN.       .       . 

.     tú,  etc. 

ERORT- 

JZEN.          .       . 

.        ZEN.    .       .       . 

.     él,  etc. 

ZEN 

Iginen.    .     . 

.       GINEN.      .       . 

.     nosotros,  etc 

IZINETEN  .       . 

.       ZINIEN.     . 

.     vosotros,  etc. 

\ZIREN.      .       . 

•       ZIREN.       .       . 

.     ellos,  etc. 

Observaciones.  A.  Se  diferencian  muy  poco  éstas  flexio- 
nes de  las  guipuzcoanas;  la  vocal  del  núcleo  es  e  y  no  a;  la 
consonante  infijada  (eufónicamente  ó  epentéticamente,  se- 
gún los  casos),  es  n  y  no  7i. 

B.  En  una  flexión  el  núcleo  es  i;  en  la  1."  persona  rea- 
parece la  a  del  núcleo  guipuzcoano. 

(ii). — 'Flexiones  pronominales. 

(2.*:  «á  mí»). 


•  zintzaizkiíZan. 

ZINTZEI^AN    .       • 

tú  me  caías. 

ERORT- 

jziTZAI^AN.           .       . 

ZEI¿AN.    . 

él,  etc. 

ZEN 

JzintzaizkiJaten  . 

ZINTZEIZ^ADEN  . 

vosotros,  etc. 

'ziTZAlZKIí/aN    .       . 

zeiz/an  .     . 

ellos,  etc. 

-079— 


Observaciones.  A.  Continúa  figurando  en  la  2.*  perso- 
na de  singular  el  afijo  epentético  zki. 

B.  El  núcleo  es  tzei — zei,  alteración  de  tzai — zai.  En 
la  2.*  persona  de  plural  espleonástico  el  sufijo  z,  pueslaplu- 
ralización  del  sugeto  estaba  lograda  con  de  solo. 

(S.-^;  «átí»). 


\NINTZAIÍ,^^/N      . 

.       NINTZEI^/m    . 

.     yo  te  caía. 

EEOET- 

IziTZAIÍ^WN 

z^izím. 

él,  etc. 

ZEN 

JGINTZAIÍ^ZÍN      . 

.       GINTZEI^:^¿VX   . 

.     nosotros,  etc. 

ZITZAIZKl/^UN 

.       ZEIT^ÍíN. 

.     ellos,  etc. 

Observaciones.     B.  El  sujeto  plural  de  3.*  persona  está 
representado  simplemente  por  t. 


(4.^  «á  él))). 


nintzayoen.     . 
zintzaizkoen  . 

ER0RT-    \zITZAYOEN    . 
ZEN         .GINTZAIZKOEN    . 
ÍZINTZAIZKOTÉN. 
'ziTZAIZKOEN.      . 


NINTZEYON  . 
ZINTZEYON.  . 
ZEYON.  . 
GINTZEYON.  . 
ZINTZEY^EN. 
ZEITZON. 


3^0  le  caía, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  B.  El  afijo  personal  de  3.*  persona  ó  re- 
presentante del  sugeto,  es  tz;  el  núcleo,  más  contraído  en  sus 
formas  que  el  de  las  categorías  anteriores  es  tze,  ze,  aunque 
también  cabe  atribuirle  la  y  considerándola  como  parte  in- 
tegrante de  él,  por  consonificación  de  la  í. 

(5.";  «á  nosotros»). 


EEORT- 

¡  ZINTZAIZKI^ÍÍN. 
ZITZAl/t-¿¿N    . 

ZmTZElJtií<i. 

ZEl/j/^N   .        . 

tú  nos  caías, 
él,  etc. 

ZEN 

jZINTZAIZKIÍ/í/TEN    . 

ZINTZEl/i'/h'EN   . 

vosotros,  etc. 

'  znzkizKigujü   . 

zeizAv7n 

ellos,  etc. 

(6.^ 

«á  vosotros»). 

EEOET- 

|NINTZAI^¿'?ííN    . 

NINTZEL?¿€N. 

yo  os  caía. 

ZEN 

)ziT7jAif  zue^.     . 

ZEI.f/í'N. 

él,  etc. 

-680- 


ERORT- 

)  Gmi'Ákifzue'^  . 

GINTZEI^/CN. 

.     nosotros,  etc. 

ZEN 

1  ZlTZMZKlfziie-¡^ 

(7."; 

ZEIT¿'¿eN. 

«á  ellos»). 

.     ellos,  etc. 

iNINTZAYO/eN.     . 

NINTZEYfiN.    . 

,     yo  les  caía. 

lziNTZAIZKOÍ(?N  . 

ZINTZEYeN     . 

.     tú,  etc. 

ERORT- 

IziNTZAYOÍÉíN.      . 

ZEYeN.      .       . 

.     él,  etc. 

ZEN 

jGINTZAIZKOÍeN  . 

GINTZEY^N     . 

.     nosotros,  etc. 

IZINTZAIZKOfeN  . 

ZINTZEYeN     . 

.     vosotros,  etc. 

'ziTZAIZKOfeN.    . 

ZEITZeN  . 

.     ellos,  etc. 

Observaciones.  A.  No  faltarán  lectores  á  quienes  cause 
estrañeza  el  hecho  de  que  habiendo  comprobado  repetidas 
veces  la  existencia  de  un  pronominal  ko,  no  lo  admita  en  el 
resultado  de  los  análisis  que  he  practicado  de  las  varias  cla- 
ses de  categorías  4.^  y  7."  que  muestran  esa  sílaba.  Mi  abs- 
tención no  proviene  ni  de  inadvertencia  ni  de  capricho.  Ke- 
párese  que  esa  sílaba  figura  en  flexiones  en  que  la  opinión 
más  razonable  es  admitir  un  primitivo  pleonasmo,  dei^enera- 
do  posteriormente  en  epéntesis,  (zk  con  zi  ó  zu  cuando  éste 
pronombre  era  plural,  en  la  2."  persona  singular  de  hoy),  ó 
una  redundancia  (zk  con  gi  ó  g,  en  la  1."  persona  plural),  ó 
un  pleonasmo  (zk,  con  otro  afijo  pluralizador  de  zi,  zu,  en  la 
2.»  persona  plural  formada  para  reemplazar  á  la  primitiva 
trasportada  al  otro  número).  Y  como  la  sílaba  zk  desempe- 
ña iguales  funciones  en  otras  categorías,  y  jamás  figura  en 
las  flexiones  de  l.*^  y  3."  persona  de  singular  que  no  experi- 
mentan dichas  epéntesis,  redundancias  y  pleonasmos,  es 
para  mí  evidente,  y  espero  que  para  todos  los  lectores  ahora, 
que  Ji  pertenece  al  pluralizador  zk  y  de  ninguna  suerte  al 
pronominal  ko. 

J3I3. 'Tiempos  derivados. 

IX. — Modo  subjuntivo. 

35.  Pasado. 
(i). — Flexiones  directas. 
(1."  categoría.) 
EROR  ÍNiNí7af?/EN  .     .    NENDiN.        .     .     yo  cayese. 


-081- 


iZINTEZEN.      . 

.       ZINTIAN. 

.     tú,  etc. 

lzat?¿EN   .      . 

.       ^EDIN.       .       . 

él,  etc. 

EROR 

GINTEZEN.      . 

.       GINTIAN. 

.     nosotros,  etc 

jZINTEZTEN     . 

.       ZINTIYEN.       . 

.     vosotros,  etc 

ZITEZEN. 

.       ZiTIAN.      .        . 

.     ellos,  etc. 

Observaciones.  A.  La  descomposición  de  éstas  flexio- 
nes es  como  signe.  El  núcleo  de  la  primera  flexión  está  to- 
mado de  la  3.^  persona  singular  del  presente  de  indicativo 
del  verbal  adi,  caya  conjugación  no  ha  llegado  hasta  noso- 
tros, sin  que  nada  se  oponga  á  que  haya  existido.  La  d  que 
signe  á  la  ?¿  infíjada  me  sugiere  ésta  hipótesis,  y  también 
pudi  r.i  ser  una  mera  letra  de  refuerzo.  En  la  2^  persona 
de  siiígular  y  plural  y  en  la  1.='  de  plural  el  núcleo  es  te,  al- 
teración contraída  de  ADI,  y  mejor  de  edi,  que  es  la  forma 
más  propia  de  los  pasados:  el  de  la  3.*  persona  de  plural  es 
I  TE.  Los  sugetos  son  ni,  zi — z,  z,  zi — zie,  z — z;  el  sufijo 
en  caiMcteriza  al  pasado. 

r.  La  mayor  confusión  que  puede  producirse  en  el  aná- 
lisis de  éstas  flexiones  suletinas  será  causada  por  la  sílaba 
Ti;  h  ly  que  tener  presente  que  dicha  sílaba  forma  parte  unas 
veces  del  núcleo  y  que  otras  es  el  pluralizador  del  sugeto. 
Los  núcleos,  ó  mejor  dicho,  las  diversas  formas  del  núcleo, 
son:  EDI  (1."  y  3/''  persona  de  singular),  iti  (2."  de  singular 
y  plural,  l.-"^  de  plural),  i  (3.''  de  plural).  Los  sujetos,  n,  z,  I, 
g,  z — ye  y  / — ti  Para  caracterizar  al  pasado  alternan  an  y  n. 
La  infij ación  de  la  n  la  sufren  simétricamente  uno  y  otro 
verbo.  Es  una  particularidad  del  suletino  marcar  la  3.*  per- 
son  i  con  I  en  éste  tiempo. 


(ii.) — 'Flexiones  jpronominales. 


izintzaizkic/an. 

^.ZAKlrZAN.       .       .       . 
EROK  '  , 

JZINTZAIZKI<2ATEN    . 

fzAKIZKIíÍAN.        .       . 


(2.*;  «á  mí)». 

zintzakicZan. 

lekiíZan. 

zintzakiíZen. 

LEKIZ^At^AN. 


tú  me  cayeses, 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


-689- 


Observaciones.     B.  En  la  3.»  persona  plural  hay  nn  pleo- 
nasmo del  afijo  pronominal. 


EEOR 


EEOR 


iNINTZAKI^?/N     . 

iGINTZAIZKlf^¿/N 
'  ZkKlZKlt  zim     . 


NINTZAKIOEN 
.  ZINTZAIZKIOEN  . 
'ZAKIOEN.  .  . 
IGINTZAIZKIOEN  . 
ZINTZAIZKIOTEN 
ZAKIZKIOEN  . 


(3/;  «á  tí..) 

NENKI.:vV«, 
LEKI^/¿N   . 
GlNTZAKL2r/c"N 
.       LEKIT^/íN.      . 

(4.';  á  ól). 

.       NENKION. 
ZINTZAKION. 
LEKION    . 
GINTZAKION. 
ZINTZAKIOYEN 
LEKITZON      . 

(5.";  "á  nosotros»). 


EROR 


IZINTZAIZKIÍ7?¿IÍ  . 
'zAKIí7?¿N.       .       . 
|ZINTZAIZKI^Z¿TEN 
ZAKIZKI(7¿/-N .       . 


ZINTZAKIí7¿7n 
LEKIí7'¿N. 

zintzaki^/en 
i^EZKigim    . 


yo  te  cayese, 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  le  cayese, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


tú  nos  cayeses, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.     B.  Es  curiosa  la  inusitada  infijación  del 
pluralizador  z  correspondiente  al  sugeto  I  tm  la  3."  persona 

de  plural. 

(G.":  «á  vosotros»). 


EROR 


EROR 


iNINTZAKI^¿¿(5N.    . 
'zAKI^Í¿eN. 
\GmTZAIZKltzUei^ 
'hEKlZKltztie'Ñ.     . 

NINTZAKIofeN       . 
ZINTZAIZKIo/d'N  . 
IzAKIOÍí'N. 

Í'GINTZAIZKIO^CN  . 
ZINTZAI/KIO^fN  . 
ZAKIZK10/(?N. 


NENKI^¿eN     . 
LEKI^/t'N 
GINTZAKI^/eN 
LEKIT-^ÍCN     . 

(7.";  «cá  ellos»). 

NENKIfN. 
ZINTZAKI(?N  . 
LEKíeN    . 
GINTZAKíeN. 
ZlNTZAKIt'N  . 
LEKITZí'N.     . 


yo  OS  cayese, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  les  cayese, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Eion  { 


zmtezJie 
)  hiteJce    . 

Gmtezl-e 
IzmtezJieTE 
'  Litezhe . 

Observaciones 


-683— 

II. — Potencial. 

14.  Pasado  próximo. 

(i)  .  — Flexiones  direc tas. 

(1.*  categoría.) 

NEiNÍe.  ...  yo  podía  caer. 

zmte.  .     .     .  tú,  etc. 

LEii^e.  ...  él,  etc. 

Gmte.  .     .      .  nosotros,  etc. 

zmteYE  .     .     .  vosotros,  etc. 

Lite.  .     .     ,  ellos,  etc. 


B.  Existen  variedades  con  teke,  á  las 
que  son  aplicables  las  observaciones  hechas  al  tratar  de  las 
correspondientes  al  futuro  presente.  Falta  la  pluralización 
del  siigeto  de  3.*  persona  de  plural. 

(ii) . — Flexiones  2^yonominales. 

(2.";  «á  mí»), 


EIIOR  * 


zmizkizKihet    . 

LAKlJxet   . 

ziNzzAizKiZ-eieí 
LAKizJcet. 


EROR 


jíimTZAKizuJ:e.   . 
iLkKizuke. 
\  GmTZkizKitzuJce 

L  AKIZKlt  Z  ule  e.     . 


zenein/i-¿¿   . 
LmJíit    . 
zenein/i-¿cZe 

LElzJiit  . 

(S.'^;  «á  tí))). 

nein/.-Ü'/í     . 
jjEllíiz'd. 
geneinA-/¿íí. 
jj'KizhiTz'd  . 


tú  me  podías  caer, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  te  podía  caer, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.     B.     La  3."  persona  plural  es  redundan- 
te en  los  afijos  de  la  pluralización  person?!:  t  con  z. 

{á.";  «á  él»). 

NEINKlZ;/o     . 

zeneinA'Ío  . 
Lml'io    , 


1  NlNTZAKIoZ:e. 
EROR  (  ZINTZAIZKIoA'e 
[LkKloJie  . 


yo  le  podía  caer. 
tú,  etc. 
él,  etc, 


-C84- 

/  GINTZAIZKIoZ-e    .       GENEIn/./o    . 
EROU      ZINrZAIZKIo/.-6'TE       ZENEIn/i:OYE. 
/  LAKIZKI0/."tí    .        .       LEIz/iiC». 


EROR 


(5.«;  «á  nosotros»). 

zenein/i-/^¿¿  . 
.     LEiJi-igü. 


^zmTZkizKigide 
^LAKigul-e. 
zmTZMZKiguJieTE .     zeneim/i/í/Ze  . 
LAKIZKI(7///i'e     .      .      'LEizligil. 

(6.'*;  «á  vosotros»)), 


EROR 


iNINTZAKI^?/e/.-e  . 

^ijkviizuelxe   . 
ümTzkizKifziieJie 
L&.KizKitz)( eJce  . 


/NiNTZAKio/t-eíe  . 
[zmTZkizKiohete 

¡LAKioJxete   . 

EROR  1  7     , 

iGmTZkizKiokete 
IzmTZkizKiokete 
LXKizKiohete.  . 


^EmJiizie. 
L'KiJiízie   . 
genein/i¿'^¿'<? 
LmzJdTzie. 

(T.*^;  «á  ellos»). 

.       NEINZ'/e.   . 
ZENEIN/.7'é? 
.       LElJiie. 

GENEInA'/,'^ 
.       ZENEINyl"¿Y6 

.     LEizJiíe.   . 


nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


tú  nos  podías  caer, 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  os  podía  caer, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  les  podía  caer 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  B.  En  la  segunda  persona  de  plural  la 
sílaba  KE  está  formada  de  la  característica  de  potencial  ke 
contraída  y  del  afijo  del  pronominal. 

15.  Pasado  remoto. 

La  derivación  de  las  flexiones  en  la  formación  de  éste 
tiempo  es  regular  en  el  dialecto  iabortano,  á  escepción  de 
doB  categorías. 

(2.'';  «á  mí»), 

ÍziNTZAizKpZA7re?¿  .  tú  me  pudiste  caer. 

zkKidklxen  .     .     .  él,  etc. 
7    7  4.  * 

ziNTZAiziaí/AAeTEN  vosotros,  etc. 

zkKvzKidaKen  .     .  ellos,  etc. 


—685- 


(7.^  «á  ellos»). 


EROR  ', 


[■ÑmTZKKiotehe7i. 
\zi^TZA.izKioteJieii 

!zkKioteJi-e^. 
GmTZkizKioteJie^ 

ZINTZAIZKIOÍeA'eN 

Zh.KizKioteke'Ñ. 


yo  les  pude  caer. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  Se  distingue  de  su  originaria  en  una  pe- 
queña circunstancia.  Aquella  lleva  el  afijo  del  potencial  in- 
mediatamente después  del  pronominal  o,  y  ésta  coloca  en 
su  lugar  al  plaraliza.dor  te. 


¿c 


Por  la  distinta  forma  délos  núcleos  empleados  siempre, 
y  por  la  distinta  distribución  de  los  elementos  algunas  ve- 
ces, no  es  regular  la  derivación  suletina  del  tiempo  en  que 
nos  ocupamos.  Por  éste  motivo  la  doy  in-extenso. 

(i.) — Flexiones  directas. 
(!•''  categoría»). 


.ninío-Han  . 

[zmtahik'^  . 
\zAife/:¿ÁN  . 

EROR  /        ,    7  . 

[ZINÍa/veYEN. 
\ZI¿«A-¿EN.     . 


yo  pude  caer, 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  La  característica  de  potencial  te  se  trans- 
forma en  TA  en  cinco  flexiones.  El  núcleo  es  ¿,  ai.  La  2.'' 
persona  se  distingue  de  la  •3.'»  en  ambos  números,  por  meros 
accidentes  externos  nada  más,  como  la  n  infijada,  pues  ana- 
lizados sus  elementos  componentes  ninguna  diferencia  arro- 
jau:  z  «tú»  =  ^«él»;  z — ye  «vosotros»  =  ^ — e  «ellos»;  i  (núcleo) 
=  AI  y  así  los  restantes  que  omito. 


EROR 


EFvOR 


-686- 

(ii) . — Flexiones  'pronominales. 

(2*;  «á  mí»). 

/ziN/a/ie(ZAN  .  .  tú  me  pudiste  caer. 

zi/ftA-ecZAN    .  .  él,  etc. 

\zmtaliedEYi .  .  vosotros,  etc. 

¡zi¿az/ie(ÍAN .  .  ellos,  etc. 

(3.'';  «á  tí»;) 

l^mtahEizm.  .  yo  te  pude  caer. 

]7.italíeizi'm  .  .  él,  etc. 

\Gmtalxeizm.  .  nosotros,  etc. 

'zií(2zA'ei^¿7N.  .  ellos,  etc. 


Observaciones.  El  núcleo  i  aparece  repetido;  pero  aun- 
que ambos  proceden  verosímilmente  del  mismo  adi  origina- 
rio, su  evolución  es  distinta.  El  primero  es  una  contracción 
de  ITA,  verificada  para  evitar  la  cacofonía  que  resultaba  de  la 
presencia  inmediata  de  te  potencial;  así  es  que  la  sílaba  ta, 
alteración  de  dicho  sufijo  característico,  reúne  un  doble  ca- 
rácter, pues  representa  ala  sílaba  final  del  núcleo,  á  la  cual  ha 
embebido,  alterándose  por  la  absorción  verificada,  además  de 
indicarla  potencialidad.  Esta  observación  debe  extenderse  á 
todas  las  flexiones  que  ostenten  esa  sílaba,  precedida  media- 
ta ó  inmediatamente  de  i.  El  segundo  núcleo  ó  núcleo  pleo- 
nástico,  es  sencillamente  la  última  letra  de  adi. 

(4.*;  «á  él»). 

NiNÍíi/i/oN.    .  .  yo  le  pude  caer. 

zmtal-ioiii.    ,  .  tú   etc. 

züaliio^ .     .  .  él,  etc. 

GmtaJdo^.   .  .  nosotros,  etc. 

fziNÍrt/.-¿"oYEN.  .  vosotros,  ctc. 

\ziírtz/v¿oN.    .  .  ellos,  etc. 

(5.*;  «á  nosotros»). 

}zmt(d-egníi  .     .     tú  nos  pudiste  caer. 
¡'¿itakegii^.   .     .     él,  etc. 


EROR 


EROR 


■687- 


EEOR 


ZIN¿a/i'(?<7¿EN 

zitazhegim. 


vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


{Q.^;  «á  vosotros»). 


EEOR 


^zitakeLzieii  . 
jGmtaJceizieíi. 
^  zitazheiTzie^ 


(7. 


EEOR 


¡zitahíe^. 

ZINifíZ/i/eYEN 

zitazJdeiíi. 


yo  os  pude  caer, 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

«á  ellos»). 

5^0  les  pude  caer, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


III. — Supositivo  del  potencial. 

17.  Futuro  conjetural. 

El  dialecto  labortano  forma  con  toda  regularidad  las  fle- 
xiones de  éste  tiempo:  véasela  pag.  409.  Hay  que  notar,  sin 
embargo,  que  la  3.*  persona  singular  de  la  1.'^  categoría 
cambia  la  a  del  núcleo  en  e:  de  zadien  originaria,  baledi.  Es 
irregular  la  2."  persona  de  plural  de  la  2.'' categoría:  á  zin- 
TZAizKiDATEN  corrcsponde  bazintzaizkitet. 


En  el  verbo  suletino  hay  más  numerosas  discrepancias 
entre  las  flexiones  originarias  y  sus  derivadas.  He  aquí  el 
tiempo  in-extenso. 

(i.)  — Flexiones  directas. 

(1.*  categoría)». 
(banendi  .     .     .     si  yo  pudiese  caer. 

EEOE  jBAZINTE  .        .        .       SÍ  tÚ,  ctC. 

-baledi    ...     si  él,  etc. 


=  688— 


/BAGiNTE.      .     .     si  nosotros,  etc. 

EROR  ¡BAZINTEYE     .        .       si  VOSOtrOS,  etc. 

/balite.  ...     si  ellos,  etc. 

(ii.) — Flexiones  ^pronominales. 

(2.*;  «á  mí»). 

jBazenen/i'/í.      .  si  tú  me  pudieses  caer. 

baleA-¿7  ...  si  él,  etc. 

bazenen/^deí   .  si  vosotros,  etc. 

BALEzlit.     .     .  si  ellos,  etc. 


ER0R 


Observaciones.  Estas  flexiones  están  derivadas  del  pasa- 
do de  subjuntivo.  El  núcleo  es  e,  que  se  lia  asimilado  la  vo- 
cal del  sujeto  de  2.*  persona  convirtiéndola  en  e.Ki  es  el  afi- 
jo característico  de  potencialidad. 

(3.*;  «á  tí»). 

[banenki2;¿7   .     .     si  yo  te  pudiese  caer. 
;BAi.EKmí.    .     .     si  él,  etc. 

EROR  (  ..  •  .  i. 

jBAGENENKI^¿í       .       SI  UOSOtrOS,  CtC. 

^BALEZKlTzic.         .       SÍ  clloS,  Ctc. 

(4.*;  «á  él»). 

.banenkio.    .     .     si  yo  le  pudiese  caer. 
Ibazenenkio  .     .     si  tú,  etc. 

1BALEKI0  ...       si  él,  etc. 
EROR  ^  .  ,  . 

iBAGENENKio  .     .     SI  nosotros  etc. 

BAZENENKIOYE     .       SÍ  VOSOtrOS,  Ctc. 

BALEZKIO.     .     .     si  ellos,  etc. 

(5.';  «á  nosotros»). 

iBAZENENKi^/í    .     si  tú  nos  pudicscs  cacr. 
'BALEKi^/7.    .     .     si  él,  etc. 
^^^^  iBAZENENKi^ie    •     sí  vosotros,  ctc. 

fl5ALEZKIf7/¿    .        .       si   ellos,  CtC. 

(0.*;  «á  vosotros»). 
EROR  1  BANENKi^¿V.     .       si  yo  OS  pudiese  caer. 


-G89- 

ÍBALEKlde.     .       . 
EROR   BAGENENKme.    . 
iBALEZKIT^^fe. 


si  él,  etc. 

si  nosotros,  etc. 

si  ellos,  etc. 


(T.'^;  «á  ellos»). 


EROR 


/BANENA'í'e.       . 
iBAZENENy^'ie  . 
lBALE/í:¿e    . 
JBAGENEN/í-í'e  . 
[BAZENEN/aeYE. 
iBALEzA'ie.       . 


si  3^0  les  pudiese  caer. 

si  tú,  etc. 

si  él,  etc. 

si  nosotros,  etc. 

si  vosotros,  etc. 

si  ellos,  etc. 


Observaciones.  Algunos  creerán  que  es  más  plausible 
atribuir  el.  ki  de  todas  éstas  categorías  al  núcleo,  recons- 
truyendo la  forma  tan  usual  de  eki.  Mi  razón  para  no  adop- 
tar ese  análisis  es  la  siguiente:  que  todas  esas  categorías  es- 
tán derivadas  del  pasado  próximo  del  potencial,  en  el  que,  1.°; 
figura  un  núcleo  que  no  suele  presentarse  con  la  conserva- 
ción de  la  sílaba  final  primitiva,  eso  aun  suponiendo  la  exis- 
tencia excesivamente  problemática,  por  no  decir  soñada,  de  un 
ADiNKi — ADiKi  primitivo:  2.°,  figura  un  ki  que  indudablemen- 
te es  potencial. 

IV, — Modo  condicional. 

18.  Presente.  ^ 
(i.) — Flexiones  directas. 
(1.*  categoría.) 

iNINTZA^e 

[zmAte. 


EROR-^LIZAÍe. 

TEN    ¡GmAte. 

íziNAiíeYE 

hiBAte 


yo  cayera, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


1.     Este  tiempo  pertenece  al  verbo  tuletino.   Véate  la  píg.  3C1  y  su  nota. 


48 


-G90- 


ObservacioDes.  La  característica  de  condicional  es  te. 
Acerca  del  origen  de  estas  funciones  nada  tengo  cjue  añadir 
á  lu  qne  llevo  manifestado  al  exponer  la  primitiva  asocia- 
ción de  ideas  de  lo  futuro,  de  la  condición  y  de  lo  posible. 
Los  núcleos  son  iza,  tza,  a,  ika.  Los  sujetos  ni,  zi,  l,  gi, 
zi — ye:  la  3/  persona  de  plural  está  contraída;  le  falta  el  afi- 
jo pluralizador  de  /. 

(ii.) — Flexiones  pronomí  nales. 

(2/;  «á  mí»). 


/ZINTZEl/i'e^    . 
EEOR-  LITZEl/i'í^      . 
TEN   íziNTZEIzA-t-í/E 

LiTZEiz/re^. 


tú  me  cayeras, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  Aquí  el  afijo  de  condicionalidad  es  el 
común,  KE.  En  la  2.**  persona  de  plural  los  afijos  pluraliza- 
dores  z  j  e  son  redundantes. 


ÍNINTZEl/i-í'^/V. 

EEOR-.'LITZEl/iC-evV"    . 

TEN    ÍgINTZEiA'^^'/V. 

[lATZ'ElzlieiZÜ 


/nintzeiAo.   . 

IziNTZElZo.    . 

ebor-'litzeiZo. 
ten  jgintzei/.o.    . 
/zintzeiz/.?/e 

^LITZEIz/íO.     . 


ZINTZEl/.(?í7/'.  . 
EliOJt-iLITZEl/ií'í/í'V   . 

TEN  JZ1NTZEIz/i7'í//e  . 

i.nzElz/.Yvy/V.  . 


(3.'';  «á  tí»). 

.  yo  te  cayera. 

.  él,  etc. 

.  nosotros,  etc. 

.  ellos,  etc. 

(4.*;  «á  él»). 

.     yo  les  cayera. 

tú,  etc. 
.     él,  etc. 
.     nosotros,  etc. 

vosotros,  etc. 

ellos,  etc. 

(5.';  «á  nosotros»). 

tú  nos  cayeras, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


—691- 

(G.":  «á  vosotros»). 
l'bímTzmkezie.    .     yo  os  cayera. 

EEOB-)LITZEl/>:e^¿e  .       .       él,  etc. 

TEN  íamTZEiJiezie.    .     nosotros,  etc. 
[hiTZEizJíeTzie   .     ellos,  etc. 


ININTZElA'e 
ZINTZElA'e 
LITZElA'e  . 
IGINTZEl/ve 
ZINTZEIz/i-eYE. 
.LITZEIzA'e. 


(7.'^;  «á  ellos»). 

.     yo  les  cayera. 
.     tú,  etc. 
.     él,  etc. 
.     nosotros,  etc. 

vosotros,  etc. 

ellos,  etc. 


20,  Pasado  remoto. 

La  derivación  de  éste  tiempo  es  del  todo  regular,  excepto 
en  su  primera  categoría.  Véase  la  pág.  416  y  obsérvense  las 
reglas  que  allí  se  dan  para  la  formación  del  futuro  remoto, 
pero  aplicándolas  al  presente  del  condicional  suletino. 

(i). — Flexiones  directas. 
(1.''  «categoría»). 


EEORI 


,NINTZA¿eZ-?'AN 

zmAtehiA-Ñ  . 

ZAÍe/i-¿AN. 
.GINTZAZ^eA-¿*AN 
[ZINA?íeA-¿*EN    . 

\zmAtekÍE^  . 


yo  hubiera  caidg. 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


jc 


La  vocal  de  ligadura  que  se  coloca  tras  del  pronomi- 
nal d  «á  mí»  de  la  2.^  categoría  es  a.  y  la  pluraliza- 
dora  del  sugeto  e:  zintzeizkede?^  «vosotros  á  mí»;  zitzeiz- 
KEDAN  «ellos  á  mí».  Lo  advierto,  aunque  huelgue  para  los  lec- 
tores atentos,  á  fin  de  evitar  una  formación  viciosa. 


"21.  Futuro  próximo.  ^ 

(i.) — Flexiones  directas» 

(].";  «categoría»). 

mmtehe  ...  yo  caería 

Vimtezlic.      .     .  tú,  etc. 

Eiío-  \Litelxe.    .     .     .  él,  etc. 

iiiKO  \GmtezJxe.      .     .  nosotros,  etc. 

Izmtezl-eTE.  .  vosotros,  etc. 

[LitezJie.       .     .  ellos,  etc. 

Observaciones.     Son  las   mismas   flexiones  del  pasado 
próximo  del  potencial. 

(ii). — Flexiones  pronominales. 

('2.*;  «á  mí»). 


IZINTZAIZKl/veí, 
EEO-  \lilT7iklliet.   ■ . 
BIKO    jZIKTZAIZKl/ieTEÍ 

ILITZAIzAé-/  . 


tú  me  caerías . 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

Observaciones.  Las  2.*^^  personas  son  idénticas  á  las  del 
pasado  próximo  del  potencial,  y  lo  propio  sucede  con  las 
mismas  personas  en  la  5.*  categoría. 

(>3.";  «á  tí»). 

mnTZAitznJce.    .     yo  te  caería. 
ERO-  \LiTZMtzuJie.      .     él,  ctc 
EiKO  \GmTZMtznl-e.    .     nosotros,  etc, 

[LlTZMZKlt zule  .       ellos,  ctc. 

(4.'^;  «á  él»). 
i'nintzayo/,7?.      .     yo  le  caería. 

EKO-  \  ,  í  '        1. 

'ZINTZAIZKo/.-t'.      .       tu,  etc. 

EIKO    /  ;  ,  1   '       , 

LITZAIYO/.'f?.  .       el,  ctc. 


1.    Ticmiio  corrcHiiomlioiiU'  lU  vjrbu  liibüitiuio. 


EKO- 
BIKO 


ÍGiNTZAiz/.-oA-e,  .  nosotros,  etc. 
ziNTZAiz/.'o/i'eTE.  vosotvos,  etc. 
[LiTZkizJwl-e.     .     ellos,  etc. 


(5^:  «á  nosotros»). 

IzmTZAizKigule.    .     tú  nos  caerías. 
ERO-  \litzaiJi  uJi-e.  .     él,  etc. 

RIKO   jZINTZAIZKIí/zJi'eTE  .       VOSOtrOS,  ctc 

[LiTZAizKiguJie.      .     ellos,  etc. 
(6.*;  «á  vosotros»). 

ím^TZ Alt. melé  ^  yo  os  caería. 

ERO-  jhnzAitzuelr.  .  él,  etc. 

RIKO  jGmTZAitzueJie.  .  nosotros,  etc. 

¡LiTZAiz'KifziLeJie.  .  ellos,  etc. 

(7.*;  «á  ellos»). 

l'NiNTZAYo/ió'fe.  .  yo  les  caería. 

IziNTZAizKo/.'ffé.  .  tú,  etc. 

ERO-  ^liiTZAYoJxcte.     .  .  él,   ctc. 

RIKO  jGiNTZAizKo/veife.  .  iiosotros,  etc. 

IziNT^AizKo/i'^re.  .  vosotros,  etc. 

\LiTZAizo/<T/e     .  .  ellos,  etc. 

22.  Futuro  remoto.- 

Este  tiempo  se  forma  añadiendo  á  las  flexiones  anteriores 
n  final  y  trocando  la  I  inicial  de  las  3.^"^  personas  por  z,  con 
absoluta  regularidad,  excepto  en  la  2.^  categoría  que  no  dis- 
tribuye sus  elementos  en  la  misma  forma  que  su  matriz. 

(ii) . — Flexiones  pronominales. 

(2.'^;  «á  mí)>). 

,ziNTZAizKic7AAeN    .  tú  mc  habrías  caído. 

ERO-   zitzaiz^aAcn.    .      .  él,  etc. 

RIKO    zintzaizkiíZaA-éíten  vosotros,  etc. 

ziTZAizKir/A/i'^N.     .  ellos,  etc. 


-C94— 


V. — Supositivo  del  condicional. 
23.  Presente. 

Tomando  las  flexiones  del  pretérito  imperfecto  de  indica- 
tivo, suprimiéndoles  la  n  final  con  su  e  6  a  de  ligadura  y 
haciéndolas  preceder  del  ba  supositivo,  se  obtienen  las  que 
desempeñan  papel  en  el  tiempo  y  modo  del  epígrafe.  El  afi- 
jo del  sugeto  de  3.*  persona  es  Z.  Hay  algunas  particulari- 
dades. 

A.  El  núcleo  de  la  3."''  persona  de  singular  de  la  1.*  ca- 
tegoría, es  iTz;  dezEN,  bklüz.  Es  irregular  la  2."  persona  de 
plural  de  la  2."  categoría  en  el  arreglo  de  los  elementos  pro- 
nominales y  pluralizadores;  ds  ziNTZAizKií^AifeN,  bazintzaiz- 
Kiiíe^.  La  e  epentética  de  la  4.*  categoría  del  imperfecto  de- 
saparece del  condicional;  de   nintzayocn,   zintzaizeo^n,  ebc. 

BANINTZAYO,  BAZINTZAIZEO,   etc. 

B.  El  núcleo  de  la  2/  persona  de  la  1.'''  categoría  es  a, 
igualmente  que  el  de  la  1.*  de  plural;  el  de  la  3."  de  singa- 
lar  iTz  y  el  de  la  de  plural  ira.  De  zinen,  bazin^;  de  .^eN,  ba- 
-LÍtz;  de  GiNeN,  baginii;  dezireN,  balí/-í^.  El  mismo  núcleo  itz 
figura  en  todas  las  3.^^^  personas  de  las  categorías  restantes: 
de  ^e¿TAN,  'ñh.'Litzeh]  de  zeiTzXm^  BAL¿¿^e¿Tzii;  de  ^eYON,  ba- 
lÁizeYO)  de  ^eÍTZON,  ^kiíitzeiizo,  etc.,  etc. 

VI. — Optativo  del  Condicional. 

27.  Presente. 

Trocando  el  prefijo  característico  ba  de  las  flexiones  del 
supositivo  del  condicional  por  ai,  resultan  las  flexiones 
propias  de  éste  presento  del  optativo.  Ya  que  no  he  dado  ca- 
bida á  aquellas  flexiones,  voy  á  extender  las  correspondien- 
tes al  tiempo  en  que  ahora  me  ocupo,  prefiriendo  más  pecar 
por  exceso  que  por  deficiencia.  Así  tendrá  el  lector  de  un  sólo 
golpe  las  formas  de  uno  y  otro  tiempo  á  la  vista. 


-695 


(i) . — Flexiones  directas. 
(1/  categoría.) 


Ojalá  yo  cayera. 
Ojalá  tú,  etc. 
Ojalá  él,  etc. 
Ojalá  nosotros,  etc. 
Ojalá  vosotros,   etc. 
Ojalá  ellos,  etc  .     . 


(n) 


a¿NINTZ.   , 

rt¿TZINA. 

aÍLlIZ. 

aÍKINA. 

«¿TZINIE. 

a  ¿"lira. 


)ERORTEN 


/ 

1 


-Flexiones  irronominaJes. 
(2.^*;  «á  mí»). 

Ojalá  tú  me  cayeras.  íiítzintzeiZ^. 

Ojalá  él,  etc.        .      .  «¿'litzeiZ'. 

Ojalá  vosotros,  etc.  íi^tzintzeizííade. 

Ojalá  ellos,  etc.       .  aihYYzmzt. 

(S.'i;  «á  tí»): 

Ojalá  yo  te    cayera.  a¿'NiNTZEi^/r. 

Ojalá  él  etc.        .     .  (^¿litzei^¿¿. 

Ojalá  nosotros,    etc.  r/¿'KiNTZEi0í¿. 

Ojaladlos,  etc.        .  ai-LiiZi^itza. 

(4.";  «áél»). 

Ojalá  yo  le  cayera 
Ojalá  tú,  etc. 
Ojalá  él,  etc. 
Ojalá  nosotros,  etc 
Ojalá  vosotros,   etc 
Ojalá  ellos,  etc. 

{5- 

Ojalá  tú  nos  cayeras 
Ojalá  él,  etc. 
Ojalá  vosotros,    etc 
Ojalá  ellos,  etc. 


EROETEN 


EROLTEN 


rtZNINTZEYO 

aÍTZINTZEYO. 

«¿LITZEYO. 

cí/kintzeyo. 

a'¿TZINTZEY«E. 
«¿LITZEITZO. 

«á  nosotros»). 

a/TZINTZEl/iVV. 
rtí'LITZElZ-'/i. 

arrziNTZEiz/i'f7YE  .i 

rtYLITZEIzZvV.  \ 


ERORTEN 


ERORTEN 


-COG- 

«á  vosotros»), 

aimiíiTZEizie. 
aiLvrzEizíe. 
aÍKiNTZEme. 
aihiTZEiTzie. 


EROETEN 


)EEORTEN 


Ojalá  yo  os   cayera. 
Ojalá  ól,  etc. 
Ojalá  nosotros,  etc. 
Ojalá  ellos,  etc. 

(7.'^;«á  ellos»). 

Ojalá  yo  les  cayera.  aim^TZEYe. 

Ojalá  tú,  etc.       .     .  íi/tzintzey^. 

Ojalá  él,  etc.       •     .  aihiTZEYe. 

Ojalá  nosotros,  ele.  «¿KiNTZEYe. 

Ojala  vosotros,  etc.  aÍTziNTZEYíe. 

Ojaladlos,  etc.        .  «¿LiTZEiTze. 


29.  Futuro. 

Por  el  mismo  procedimiento  que  queda  explicado  al  tra- 
tar del  tiempo  anterior,  se  forman  las  flexiones  de  éste  futu- 
ro, tomando  como  materia  las  del  futuro  conjetiuMl  del  su- 
positivo del  potencial.  Conocidas  éstas  in-extenso  me  pa- 
rece del  todo  inútil  darlas  de  nuevo  sin  otro  cambio  que  el 
de  BA  en  at. 

III. 

A^ Elementos  constitutivos. 

Afijos  personales  6  del  siigeto. 


NI.  .        .       . 

NI.    .        . 

«yo» 

NA.          .       . 

()'■    • 

«yo» 

N.    . 

N.      . 

«yo». 

ZA   \      . 

O  .    .    . 

«tú». 

ZI. 

ZI,     TZI. 

«tú». 

z.    . 

Z.      . 

«tú». 

()•    . 

ZE.   . 

«tú». 

(1)  Con  ésto  eigno  (  )  indio  la  carencia  do  afijo. 

(2)  Doy  aquf  ül  nilljo  p^ro,  qiiioro  docír,  dospojailo  do  tolo  eloiiionto  cpontótico  6  pleo- 
UíiHtico.  MÚH  adolanto,  cu  otio  ininiifo  do  tVsta  misma  Hocción,  daió  loa  suttjos  dol  BU(,'otO  iuto- 
groH,  talen  como  fit^urau  en  la  comiioüicióii  c!o  la«  Iloxion  a. 


-697- 


D. 

B. 

Z. 

L. 

GA. 

GI. 

G. 

()• 


T,  D. 


D.         .       . 

B.          .        . 

Z. 

L.         .        . 
.        ().      . 
.       El,  GI. 
.       G. 
.       GE.      . 

«él». 

«él». 

«él» . 

«él». 

«nosotros». 

«nosotros». 

«nosotros». 

«nosotros». 


Afijos  pronominales. 


ZU, TZU. 

o. 

KU,  Gü. 

()•    • 


T,  D.  .       . 

ZÜ.      .       .       . 
O,  U.  .       . 

KÜ,  KI,  GÜ,  GI. 
E.         .       .       . 


«a  mi». 

«á  tí». 

«á  él». 

«á  nosotros», 

«á  ellos». 


Afijos  de  la x>luralización  ijersonal  y  pronominal. 


TE,   E.        .        .        .  TI. 

TE,  (redundante).     (). 

ZKI.     ....  (). 

ZKI  (epentético)   .  ( ). 

ZKI, ZK  (redundante)  ( ). 

ZK.    .....  (). 

ZK  (epentético).  .  ( ) 
z  (redundante) 
z  (epentético). 

()■  • 
()•  • 
()•  • 
()•  ■ 
()•  • 
()•  • 


o- 
()■ 

YE,  E. 


«vanos», 
«varios», 
«varios», 
«varios», 
«varios», 
«varios», 
«varios», 
«varios», 
«varios», 
«varios», 
«varios», 
«varios». 


.     •     Tz,  (epentético) «varios», 
z.       ...     «varios», 
z  (pieonástico)  «varios». 
(  ) z  (epentético)  «varios». 

Combinación  de  los   afijos  'personales   y  p)rono7ni- 
nales  con  sus  plur atizadores . 


ZA — ZKI,    ZA — ZK.       ( ). 
ZI — ZKI,  ZI ZK.     .        (  ). 


«tú» . 
«tú». 


-698- 


ZI — z.     . 

()■     ... 

«tú». 

Z ZKI.   .        .        . 

()•     ... 

«tú». 

Z Z.         .       .       . 

Z Z,    Z TZ. 

«tú». 

Z TEZ. 

().     ... 

«tú». 

GI — ZKI,  GI ZE 

:.  o;     ... 

«nosotros». 

G — ZKI,     G — ZK 

■   ().     .    . 

«nosotros». 

G TEZ. 

().     •    . 

«nosotros». 

G. Z.      .       .       . 

().     •    . 

«nosotros». 

ZA — ZKITE. 

().     •    . 

.     «vosotros». 

ZA ZK — TE.      . 

().     •    . 

.     «vosotros» 

ZI — ZKI TE.     . 

().     •    • 

.     «vosotros». 

ZI — ZKITE.    .       . 

().     •    . 

.     «vosotros». 

ZI ZK TE. 

().     •    . 

.     «vosotros». 

ZI ZTE.        .       . 

().     •    . 

.     «vosotros». 

ZI TE.   .       .       . 

().     .    . 

.     «vosotros». 

().... 

,       ZI — Z DE.     , 

«vosotros»' 

().... 

.       ZI Z E. 

«vosotros». 

().... 

.       ZI — Z YE. 

.     «vosotros». 

().... 

.       ZI YE,  ZI E.     «vosotros» 

()•      .       .       . 

.       TZI — Z — DE. 

«vosotros». 

()•      .       .       . 

.       TZI E.      . 

.     «vosotros». 

().... 

.       ZE DE.     . 

«vosotros». 

().... 

.       ZE YE,   ZE — 

-E.  «vosotros». 

Z ZKI TE. 

.    ().     .    . 

.     «vosotros»; 

Z ZKITE.      . 

.    ().     •    . 

.     «vosotros». 

Z Z TE.    . 

•    ().     .    . 

.     «vosotros». 

Z TEZTE.    . 

().     .    . 

«vosotros». 

Z TE.     .       . 

.    ().     .    • 

.     «vosotros». 

Z Z.        .       . 

.    ().     .    . 

«vosotros». 

í   ).      .       •       . 

Z TZ YE. 

«vosotros». 

\  /•      •       •       • 

.       Z Z YE. 

.     «vosotros». 

(  ).      •       •       • 

Z TZ E. 

«vosotros». 

(  ).      . 

Z Z E. 

«vosotros». 

(  ). 

.       Z YE,   Z E. 

«vosotros». 

(  ) .      . 

.       TZI Z YE. 

«vosotros». 

ZUTE,      TZUTE. 

.    ().     .    . 

."     «;l  vosotros». 

ZUE,  TZUE.     . 

.    ()■     .    . 

«á  vosotros» 

()•   •    .    . 

.    ziE.    :    . 

.     «á  vosotros» 

-699— 


D ZKI.   .       . 

()•   . 

.     «ellos». 

D TEZ. 

().  ■ 

.     «ellos». 

D Z.        .       . 

.      D.  Z. 

«ellos». 

D E.        .        . 

•       ()■    . 

.     «ellos». 

D TE.     .       . 

.       ().     . 

«ellos». 

().  .    •    . 

.       D TZ. 

«ellos». 

()•  ■    •    . 

.       D T. 

«ellos». 

B TEZ.  .       . 

•    ()•   • 

«ellos». 

B ZKI     .        . 

().   . 

«ellos». 

().... 

.       B TZ. 

.     «ellos». 

()•   .    .    . 

.       B TE. 

«ellos». 

0 

B T. 

«ellos». 

Z ZKI,     Z — ZK 

().   . 

«ellos». 

Z E. 

Z E. 

«ellos». 

Z — Z.       .       .       . 

Z Z. 

«olios». 

()•   .    .    . 

Z — T. 

«ellos». 

()■   .    .    .    • 

Z Z T 

«ellos». 

L. ZKI.          .       . 

()■  . 

«ellos». 

L Z.        .        .        • 

L — Z. 

«ellos». 

().  .    .    .    • 

L Z T 

«ellos». 

().  .    .    .    • 

L TZ.     . 

«ellos». 

O 

L TI.       . 

«ellos». 

()•   •    .    .    . 

L T. 

«ellos». 

0 TE.     .        .        . 

0 TE.     . 

«íí  ellos» 

■    Núcle 

OS  significativos. 

()■  •  . 

IZA      ....       ] 

IZ    .        .       . 

IZ.       ,       .       . 

.    i 

ITZAI     .       . 

ITZAKI,  ITZAKE 

.    I 

TZAKI    .        . 

O    .    .    ■ 

.    f 

()•    •    . 

ITZEI .       .       . 

.    1 

TZAI       .       . 

TZAI   .       .       . 

.    \«ser». 

ZAI.        .       . 

ZAI      .       .        . 

TZA        .        . 

TZA     .        .        . 

ZA   .        .        .. 

ZA        .       .        . 

'■  1 

TZE 

TZE     .       .       . 

ZE  .       .       . 

ZE        .        .        . 

().    .    . 

rzEi  .     . 

• 

i  / 

-700- 


()•    • 


ZEI 


I     .     . 

.       I    . 

B     .      , 

•   O 

()•       • 

.       AI. 

()•       . 

.       A  . 

AKI.       . 

.       AKI 

EEI.       . 

.       EKI 

IR    .       . 

•    O 

ARE       . 

•    O 

A     .       . 

.       A. 

()•    • 

.       IRA 

().    • 

.       IRÉ 

'«ser». 


í  «durar». 


ADI,  DADI 

ADI,  DI     . 

AI  .        . 

AI.        . 

I      .       . 

I    . 

EDI.       . 

EDI 

El  . 

El 

ITE. 

ITE 

()■    • 

ITI       ' 

()•    • 

ITA 

TE  .       . 

0 

!  «percibir». 


-ELEMENTOS  CARACTERÍSTICOS. 


Aun  menos  que  en  el  verbo  guipuzcoano  son  característi- 
cos los  núcleos  del  labortano  y  del  suletino,  sobre  todo  si 
se  considera  la  forma  individual  que  van  revistiendo,  como 
modiñcaciones  de  los  tres  tipos  itzaki,  adi  c  iraun.  El  úni- 
co, pero  pequeño  resultado  al  que  por  éste  camino  puede  lle- 
garse, es  que  el  verbal  iraun  entra  on  el  modo  indicativo 
del  verbo  labortano,  y  en  el  indicativo  y  condicional  del  ver- 
bo suletino. 


—701- 

Afijos. 


TEKfi,  TE KE. 

()• 


KE 


TE  . 
TEKE 
KE  . 


TEKEN. 


O- 
()• 

KEN 
KE N 

()■ 

TEKE,  TE — KE 
KE. 

()• 


TEKEN,  TE — : 
KEN,  KE N. 


()• 


N. 


N. 
EN. 

O' 


BA. 


O- 


()• 

TE    . 
KE,  K 


TE 


O 


KE,  KI, 

TEKIAN 
TaKIAN 
TAKE— 


O 


KE N 

KIEN,  KI N 

(). 
KE,  K. 

TE. 


KEN. 


TEKIAN 
KE — N, 
KE AN 

N.    . 


AN. 


N. 

O 

AN. 


.    BA. 


AI. 


AN 


TEKI — N 
K N. 


•       •       • 


C — Elementos  estéticos 


Del  futuro. 


Del  potencial. 


Del  pasado  re- 
moto del  po- 
tencial. 


Del  condicio- 
!      nal. 

Délos  tiempos 
remotos    del 
I  condicional. 

'Del  pasado. 

¡Del  subjuntivo. 

jDe  lossuposi- 
^tivos. 

¡Del  Optativo. 


Eufónicos. 


1  En  esta  sección  tendrían  también  lógico  puesto  los  afijos  phiralizadores  roclimdantos, 
pleonásticos  yerentéticos  que  figuran  bajo  la  lúbrica  ífijos  ic  la  pluiarzación  persoral  y  ;  rongnii- 
nal,  pero  l»s  omito  por  evitar  lepeticiones. 


-702- 
E 


•     •     •     •   ( )•      .     •     •     •   ¡Epentéticos. 

N N •     ) 

^ .A |De  ligadura. 

O '  ^•^(lf~^^^^)-¡Pleonásticos. 

().       ....    I  (del  verbal  adi).^ 


—703— 


CAPITULO  XXIII. 

EL   TRATAMIENTO  EESPETUOSO  DEL  INTRANSITIVO  SULETINO. CON- 
JUGACIÓN SENCILLA  DE  LOS  VERBOS  SULETINOS   INTRANSITIVOS. 

I. 

I. — Modo  indicativo. 

1.  Presente. 

1.*"  Categoría.  S.  1,  mizü:  3,  miztl.  P.  1,  GÜTlk¿7:  3,  dütIí- 
zü. — 2.' S.  3,  ziTA^¿7.  P.  3,  zizTATzif. — 3.%  caret. — 4.' S.  1, 
NiTZo^w;  3,  ziozfi  P,  1,  GiTzo^/¿:  3,  zitzot^?¿ — 5."  S.  3,  zikü- 
zi(.  P.  3,  zizKÚTz/(. — 6.»,  caret. — 7.*  S.  1,  NiTZE^dV:   3,  zmzU. 

P.   1,  GITZE<r/V:  3,  ZIZET¿r¿V'. 

Observaciones.  El  más  superficial  examen  de  las  anterio- 
res categorías  revela  á  cualquiera  que  sus  flexiones  proce- 
den de  dos  orígenes:  uno  transitivo  y  otro  intransitivo.  Es 
decir  que  unas  son  flexiones  verdaderamente  respetuosas 
del  intransitivo,  mientras  que  otras  pertenecen  á  esa  clase 
de  flexiones  de  doble  uso,  producida  por  la  sustitución  que 
de  la  voz  intransitiva  se  hace  con  la  transitiva,  á  tenor  de  lo 
que  indiqué  en  la  pág.  335,  á  la  cual  me  remito.  Las  flexio- 
nes transitivas  que  figuran  en  ésta  conjugación  lo  son  por 
su  origen,  ó  lo  que  es  igual,  están  formadas  por  el  mismo 
procedimiento  que  las  transitivas  comunes,  y  en  ocasiones 
también  es  idéntica  su  forma  externa  á  la  de  las  que  cono- 
cemos. 

Los  núcleos  son  íi,  itz,  i.  Los  afijos  del  sujeto  simples  y 
compuestos  n,  d,  giU,  cl'dt;  el  pluralizador  i'd  es  redundan- 
te con  g.  Y  además,  z  «él»,  z — z — t  «ellos»,  z — t  «id»,  siendo 
t  pleonástico  en  el  segundo  de  éstos  casos, 

2.  Imperfecto. 
1.*  categoría.   S.  1,  niíndü^«n:   3,  ziizlm.  P.  1,  güntü^^wn; 


—704- 


3,  ziÍTii¿'/¿N. — 2."  S.  3,  ziTA£r//N.  P.  3,  zizTÁ.Tzlm. — 3.",  ca- 
ret. — 4."  S.  1,  -í^mi-zozim:  3,  ziozi'm.V.  I,gintzo^'/ín:  3,  zizot- 
zim. — 5.*  S.  3,  ziKúzim.  P.  3,  zizkut^^/c'n. — 6.*,  caret', — 7.? 
S.  1,  nintze^'/c"n:  3,  zie¿v7n.  P.  1,  GmizEzi'm.  3,  zitzet¿í¿7n. 

7.  Futuro  presente. 
1^  categoría.  S.  1,  nüke^¿7:  3,  díike^/í.  P.  1,  oiiTÜXE^fV:  3, 

DUTÍlKE^/¿. 2."  S.   3,   ZIKEDA2í/¿.  P.  3,  ZIZKEDAT^/í. 3.',  CCiret. 

— 4."  S.  1,  NiTziKO^/V:  3,  ziKOzü-  P-  1,  gitziko^/í:  3,  zizkot^¿7. 
5."  S-  3,  ziKEGÍi^/¿.  P.  3,  zizKEGÍiT2'/í. — C).",  caret- — 7.''  S.  1, 
NITZIKE^/r.  3,  ziK-Ezii.  P.  3,  gitzike^/í:  zizket^/¿. 

Observaciones. La  infijación  dése,  ya  íntegro,  ya  atenuado 
en  K,  convierte  á  las  flexiones  de  presente  en  flexiones  de 
futuro.  Hay  que   señalar  el  nuevo  núcleo  itzi. 

II. — Potencial. 

12.  Futuro  presente. 
1.*     categoría.  S.  1,  nite-^/¿:  3,  DmyLzll  P'  1,  gite^//:  3,  di- 

TAKE^¿¿. 2."  S.  3,  DITAKIDA^/í.  P.  3,  DITAKIZTAT^/í. 3.'',Caret. 

4.*   S.   1,  ^ITkKIOZiJ:   3,  DITAKI0e¿7-  P.  IjGITAKIO^/^ — 5.*  S.3, 

DITAKIGÍk/¿.    P.  3,     DITAKIZKUT^¿7. 6.°,  caret. 7.'*  S.  1,  NITA- 

KIEZih  3,  DITAKIE^-?;.  P.   1,  GITÁKIEZil:  3,  UITAiaTZET£'/¿. 

Observaciones-  Estas  flexiones,  cuando  no  se  diferen- 
cian de  las  del  futuro  en  el  uso  del  afijo  te,  se  tienen  que 
valer  de  accidentes  meramente  externos,  como  una  distinta 
forma  del  núcleo,  un  afijo  personal  diferente  etc.  etc.,  para 
no  resultar  idénticas  á  las  del  futuro. 

14.  Pasado  próximo. 

1."     categoría.  S.  1,  ninte^/^:  3,  lite^-Zí.  P.  1,  ginte^/^:  3, 

LITAKEZii. 2."  S.  3,  LIKlDkzH.  P.    3,  LITIKIDAT^/¿. 3.",  Cavet. 

— 4."  S.  1,  ^Ei^iiozil:  3,  LiKio;:;/;.  P-  1,  geneinkio^/c":  3,  liz- 
kiot^¿¿. — 5."   S.  3,   LiKKiWzü.   P.  3,  litikigüt^cV. — 0.^  caret. 

7.*  S.  1,  NEINKIE^/V:  »,LIKIEZÍÍ.  P.  1,  GENEINKIE^'¿7:  3,  LIZKlET^íV. 


—705— 

15.  Pasado  remoto. 

1.*.  categoría.  S.  1,  nintake^/ín:  3,  zitake^/ín.  P.  1,  gin- 
TAKEzm:  3,  ziTAKiTzím. — 2.*  S.  3,  zitakeda^¿7n.  P.  3,  zitaz- 
K^-DATzüK. — 3.*,  caret. — 4."  S.  1,  nintakio/lin:  3,  zitakio^¿¿n. 
P.  1,  gintakio/ün:  3,  zitazkiot^¿7n. — 5/  S.  3,  zitakegUziín. 
P.  3,  ziTAZKEGliT^iíN— 6/,  cavet. — 7.*  S.  1,  nintakie^¿7n. 
3,  zitakie^¿¿n:  P.  1,  gintakie^/ín:  3,  zitazkietzwn. 

IV.  ^-Condición  AL . 

18.  Presente 

1.*     categoría.  S.  1,  nIíndüke^¿7:  3,llike^/í.  P.  1,  güntlíke- 

ZÜ:  S,  LÜTllKE^¿¿. 2."  S.   3,  LITZIKEDA^Í¿.  P.  3,  LITZIZKEDAT^Í¿. 

3.',  caixt.  4.*  S.  1,  NiNTZiKO^¿¿:3,LiTziK02'¿¿.  P.  1,  gintziko^¿¿: 

3,  LITZIZK0T2ÍÜ. 5.*   S.    3,   LITZIKEGU^VV'.   P.   3,  LITZIZKEGÜT^W. 

— 6.*,  caret. — 7."  S.  1,  nintzike^/í:  3.  litzike^¿¿.  P.  1,  gintzi- 
KEzü:  3,  litzizket^/í. 

20.  Pasado  remoto. 

1.*  categoría.  S,  1,  NÜNDÜKE^r/iÍN;  3,  züke^^Vn.  P.  1, 
güntiike^t^Vn:  3,  zlitüke^¿7n. — 2."  S.  3,  zitzikeda^^Vn.  P.  3, 
ziTzizKEDAT^¿m. — 3.'',  cavet,  4."  S.  1,  nintzikio^iíü:  3,  zitzi- 
Kiozim.  P.  1,  gintzikio^¿7n:  3,  zitzizkiot^¿7n. — 5.^  S.  3,  zitzi- 
kegü^¿7n,  P.  3.  zitzizkegüt^¿7n. — 6.*,  caret. — 7."  S.  1.  nin- 
TziKiEzüw.  3,zitzikie^¿7n.P.  1,  gintzikie^¿7n:  3,  zitzizkiet^wn. 

II. 


JOAN   «ir». 


A 


-indicativo. 


1.  Presente. 

(i). — Flexiones  directas. 

(l,*^  categoría.) 

NOA yo  voy 

NOEZÜ.    ...     tú,  etc. 


^49 


-700- 


GOATZAN.       . 

nosotros,  etc. 

ZOAZTE. 

vosotros,  etc. 

DOATZA. 

.     ellos,  etc. 

Formas  respetuosas. 

NOAZll. 

.     yo,  etc. 

DOATZ/i. 

.     él,  etc. 

GOATZll. 

.     nosotros,  etc. 

DOATZÜ.         .       . 

.     ellos,  etc. 

(ii) . — Flexiones  ^pronominales. 

(2.'-'; 

«á  mí»). 

(5.*;  «á  nosotros»). 

ZOAZKIT.       . 

.  tú  me  vienes. 

zoAZKiGÜ.    .     .tú  nos  vienes 

DOAKIT. 

.  él,  etc. 

doakigIí.      .     .él,  etc. 

ZOAZKITET. 

.  vosotros,  etc. 

zoAZKiGiE.    .     .  vosotros,  ctc 

DOAZKIT.       . 

.  ellos,  etc. 

DOAZKiGii.    .     •  ellos,  etc. 

Formas  respetuosas. 

DOAKIDAZli.     . 

él,  etc. 

DOAKiGiiz/^      él,  etc. 

DOAZKIDATZll. 

ellos,  etc. 

DOAZKIGUTZll.    clloS,  ctc 

(3.^  «á 

tí»:  resp.)- 

6.»;  «á  vosotros»). 

NOAKIZU. 

yo,  etc. 

NOAKiziE.     .     yo  os  voy. 

DOAKIZLl. 

él,  etc. 

DOAKIZIE.        .       tú,  etc. 

GOAZKITZÜ.     . 

nosotros,  etc. 

GOAZKiTziE.      nosotros,  etc. 

DOAZKITZll.     . 

ellos,  etc.  ^ 

DOAZKiTziE.      ellos,  etc.^ 

(4.« 

;  «á  él») . 

(7 .';  «á  ellos») . 

XOAKO.       .       . 

yo  le  voy. 

NOAKE  ...     yo  les  voy. 

ZOAZKO.     .       . 

tú,  etc. 

zoAZKE  .  ^\  .     tú,  etc. 

DOAKO.       .       . 

él,  etc. 

DOAKE.     .     .     él,  etc. 

GOAZKO.     , 

nosotros,  etc. 

GOAZKE.   .     .     nosotros  etc. 

ZOAZKO YE.       . 

vosotros,  etc. 

zoAZKEYE.     .     vosotros,  etc. 

DOAZKO.    . 

ellos,  etc. 

DOAZKE.  .     .     ellos,  etc. 

1    Carocejdcl  tratamiento  inlotoiiuiíiaao. 
•i     Carece  dol  trataniiciito  rot-ix-tiioso. 


—707- 

Formas  respetuosas. 

NOAKOzli.      :     yo,  etc.  noakezü.     .  yo,  etc. 

DOAKOTzü.    .     él,  etc.  DOAKEzü.  él,  etc. 

GOAZKOTZÜ.  .     nosotros,  etc.   j  goazketzü.  nosotros,  etc. 

DOAZKOTzii.  .     ellos,  ctc.         \  DOAZKETzü.  ellos,  etc. 


2.  Pasado. 
(i). — Flexiones  directas. 
(1.*  categoría.) 
NiNDOAN.      .     .     yo  iba. 

ZINDOAN.         .       .       tú,  etc. 

zoAN.      ...     él,  etc. 

GINDOATZAN.        .       nOSOtrOS,  ctc. 
ZINDOAYEN.  .       VOSOtrOS,   ctC. 

zoATZAN.      .     .     ellos,  etc. 

respetuosas. 

yo,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Formas 

NINDOAZÜN. 
ZOAZÜN. 
GINDOATZÜN. 
ZOATZÜN. 


(ii) . — Flexioves  pronominales. 


(2.*;  «á  mí»). 

ziNDOAKiDAN.  ,  tú  me  ibas. 

ZOAKIDAN.      .  .  él,  etc. 

ZINDOAKIDEN.  .  VOSOtrOS,  ctc. 

ZOAZKIDAN.  .  ellos,    ctc. 


(u.^;  «á  nosotros»). 

ziNDOAKiGÜN.  .  tú  nos  ibas. 
zoAKiGÜN.        .  él,  etc. 

ZINDOAKIGIEN.    VOSOtrOS,   eto. 

zoAZKiGÜN.      .  ellos,  etc. 


Formas  respetuosas. 


ZOAKIDAZÜN.     .   él,  etc. 

zoAZKiDATzliN .  ellos,  etc. 


zoAKiGÜzÜN.    .  él,  etc. 

ZOAZKIGÜTZÜN  .  clloS,  ctC. 


—708- 


(3."':  «á  tí»;  resp.) 

NiNDOAKizÜN      .  yo,  etc. 
zoAKizuN     .     .él,  etc. 

GINDOAZKITZÜN  .  llOSOtrOS,  etc. 
ZOAZKITZlÍN.       .  ellos,  stc.^ 

(4.'':«á  él))). 
NiNDOAKON  .  .  yo  le  iba. 

ZINDOAKON  .   .  tú,  etc. 

ZOAKON  .  .  .él,  etc. 

GINDOAZKON  .       .  llOSOtrOS,  ctc. 
ZINDOAZKOEN.      .  VOSOtrOS,  Stc. 

zoAZKON .     .     .  ellos,  etc. 


(6.'':  «á  vosotros))). 


NiNDOAKiziEN    .  yo  OS  iba. 
zoAKiziEN     .     .  él  etc. 

GINDOAZKITZIEN.  llOSOtrOS,  ctc. 

zoAZKiTziEN.     .  ellos,  etc*^ 

(7.":  «á  ellos))). 
NiNDOAKEN  .     .  yo  les  iba. 

ZINDOAKEN     .       .  tÚ,  stc 

zoAKEN  .     .     .él,  etc. 

GINDOAZKEN  .   .  DOSOtrOS,  etc. 
ZINDOAZKEYEN  .  YOSOtrOS,  ctc. 

zoAZKEN.     .     .  ellos,  etc. 


Formas  respetuosas. 


NINDOAKOZllN       .  yO,  CtC. 

ZOAKOZÜN     .     .  él,  etc. 
GiNDOAZKOTziiN.  nosotros,  etc. 

ZOAZKOTZIEN       .  clloS,  CtC. 


NINDOAKEZÜN      .  yO,  ctc. 

ZOAKEZÜN    .     .  él  etc. 

GINDOAZKETZllN.  llOSOtrOS,  etc. 
ZOAZKETZUN.       .  cllüS,  etc. 


B. 


-Imperativo. 


1.  Presente. 
(i). — flexiones   directas. 
(1."  categoría). 


ZOAZA,  ZOAZALA    . 
BinOA,  DOALA . 
GOATZAN      .... 
ZOAZTE,  ZO\ZTELA      . 
BIHOATZA,  DOATZALA  . 


tú  vete, 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


1  Caroco  dol  trataiuionlo  iiirlütdvuuuaiio. 

2  Id.      clül  tnitauíiuuto  raHiiotiiüsu. 


-709— 


(ii), — Flexiones  pronominales. 
(2.":  «á  mí»). 
zoAZKiT,  zoAZKiDALA    •     .     tú  vónme. 

BIHOAKIT,  DOAKIDALA     .        .       él,   etc. 
ZOAZKITET,   ZOAZKIDELA       .        VOSOtrOS,  etc. 
BIHOAZKIT,  DOAZKIDALA        .        elloS,  etC, 

(3.":  «á  tí»). 

BiHOAKizu él  váyate- 

BiHOAZKiTzu ellos,  etc 

(4.*:  «á  él»). 

ZOAZKO,  ZOAZKOLA    .        .        .       tÚ  véle. 
BIHOAKO,  DOAKOLA  .        .        .       él,   etC. 

GOAZKON .'     nosotros,  etc. 

ZOAZKOYE,  ZOAZKOYELA.        .       VOSOtrOS,   etc. 
BIHOAZKO,  DOAZKOLA      .        .       elloS,   etC. 

(S.^^:  «á  nosotros»). 
ZOAZKIGÜ,  zoAZKiGÜLA  .  .  tú  vénnos. 

BIHOAKIGÍi,  DOAKIGLÍLA     .        .       él,   etc 

zoazkigUye,  zoazkigIíyela,     vosotros,  etc. 
BiHOAZKiGÜ,  doazkigUla     .     ellos,  etc. 

(6.*:  «á  vosotros»). 

BIH0AKIZIE,  DOAKIZIELA     .■      .       él  váyaOS. 
BIHOAZKITZIE,  DOAZKITZIELA  .       clloS,   etC 

(7.*:  «á  ellos»). 


zoazke,  zoazkela 
bihoake,  doakela 
goazken 


tú  veles, 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


UUA.^iVJ!jr<         ..... 

ZOAZKEYE,  ZOAZKEYELA    , 

BIHOAZKE,  DOAZKELA.        .        .       euOK,  t!LU. 

Observaciones.  Las  flexiones  que  terminan  en  la  son  for- 
mas conjuntivas.  Las  de  I."*  persona  de  plnral  por  su  forma, 


—710— 


y  aun  por  su  sentido  en  ocasiones,  pertenecen  al  presente 
de  subjuntivo.  Algunas  de  las  flexiones  de  éste  tiempo  son 
iguales  á  las  del  presente,  pero  se  distinguen  en  que  las  del 
indicativo  se  emplean  siempre  precedidas  de  la  partícula 
afirmativa  bao  de  la  negativa  ez,  e,  según  los  casos,  mientras 
que  las  del  imperativo  se  usan  solas  \  Las  flexiones  prono- 
minales han  caído  en  un  desuso  casi  absoluto. 


EGON  «estar». 


A 


-íí^ 


-Indicativo. 


1.  Presente. 

(i.) — Flexiones  directas. 

(1.*  «categoría») 


NAGO .       .       . 

.     yo  estoy. 

ZAUDE       .       . 

.     tú,  etc. 

DAGO .       .       . 

.     él,  etc. 

GAUDE       .       . 

.     nosotros. 

etc. 

ZAUZTE    . 

.     vosotros, 

etc. 

DAÜDE       . 

ellos,  etc 

Formas 

respetuosas. 

NIAGOZLl. 

.     yo,  etc. 

DIAGOZ/í. 

.     él,  etc. 

GIANDETZÜ. 

.     nosotros, 

etc. 

DIANDETZl'l. 

.     ellos,  etc 

. 

(ii). — Flexiones  pronominales. 


(2.";  «á  mí»). 
ZAUZKiT.     .     .  tú  me  estás. 

DIAGOKIDAT.       .  él,  ctc. 

ZAUZKiDE.   .     .  vosotros,  ctc. 

DAUZKIDAT.  .  cUoS,  ctc. 


(5.";  «á  nosotros»). 
ZAUZKiGÚ.       .  tú  nos  estás. 

DAGOKIGÜ.         .  él,  etc. 

zAUZKiüíE.      .  vosotros,  etc. 
DAuzKiGÜ.      .  ellos,  etc. 


1.    JucbauBpo.  Lo  Verbe  Basque,  i^íi^.  lia 


-Til- 


Observaciones.  Las  diferencias  que  éstas  formas  arrojan 
de  su  comparación  con  las  giiipuzcoanas,  consisten  principal- 
mente, en  el  empleo  del  núcleo  ^uki,  contracción  alterada 
de  AGOKi,  del  añjo  epentético  z  y  del  pronominal  pleonás- 
tico  d  en  la  tercera  persona  de  singular.  La  forma  del  nú- 
cleo lAGo  hace  pensar  en  un  primitivo  verbal  iegon. 


(3.";  «á  tí»:  (resp.) 


NIAGOKIZU. 
DIAGOKIZÚ. 
GIAUZKITZli. 
DIAÜZKITZÜ. 


yo  os  estoy, 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc.  ^ 


(6.*^  «á  vosotros.) 


NIAGOKIZIE. 
DAGOKIZIE. 
GIAUZKITZIE. 
DIAUZKITZIE. 


yo  os  estoy. 
él  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc.^ 


(4-'';  «á  él»). 


NAGOKO.  . 
ZAUZKO.  . 
DAGOKO.  , 
GAUZKO.  . 
ZAUZKOYE. 
DAUKO.   . 


yo  le  estoy. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(7.";  «á  ellos»). 


NAGOKE. 

ZAUZKE. 

DAGOKE. 

GAUZKE. 

ZAUZKEYE. 

DAUZKE. . 


yo  les  estoy, 
tú,  etc. 
él.  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  La  3."  persona  plural  de  la  4.*  categoría 
pertenece  á  ese  número  únicamente  por  atribución;  sus  ele- 
mentos etimológicos  son  los  mismos  que  figuran  en  la  de 
singular. 


Formas  resjjetuosas. 


NIAGOKOZU. 
DIAGOKOZll. 
GIAUZK0TZÍ3. 
DIAUKOTZÜ. 


yo,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


NIAGOKEZU. 
DIAGOKEZli.  . 
GIAÜZKETZll. 
DIAUZKETZll. 


yo,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


1  Carece  dol  tratamiento  indeterminado. 

2  Carece  del  tratamiento  respetuoso. 


-712— 


2.  Pasado. 


(i) — Flexiones  directas. 
(1."  «categoría). 


NINDAGON  . 
ZINAUNDIAN 
ZAGON  . 
GINAUNDEN 
ZINAUNDEN 
ZAUDEN   . 


yo  estaba, 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  Las  formas  del  núcleo  son  ago  y  au;  sien- 
do notable  que  la  primera  de  éstas  no  se  nos  maestre  con 
e  inicial,  como  corresponde  á  la  forma  del  verbal  y  es  de 
uso  en  el  pasado,  generalmente.  El  afijo  de  phiraliza  al  su- 
jeto, yá  redundante  yk  propiamente.  Bajo  el  primero  de 
ambos  conceptos  figura  también  en  la  2.*  persona  de  singu- 
lar, pero  ligeramente  alterado  por  la  inmediación  de  la  a. 


B 


-IMPEEATIVO. 


1.  Presente. 

(i), — Flexiojies  directas. 

(1.*  categoría). 

ZAUDE tú  estáte. 

BEGO él,  etc. 

ZAUSTE vosotros,  etc. 

BEUDE ellos,  etc. 


-713- 


EBiL,  EBiLi  «andar». 

A, Indicativo  . 

1.  Presente. 

(i)- — Flexiones  directas. 

(I-*  «categoría»). 


NABILA. 
ZABILTZA    . 
DABILA. 
GABILTZA.   . 
ZABILTZE     . 
DABILTZA.  . 

Fon 

NABILAZii.  . 
DABILAZÜ.    . 
GABILTZAZÜ. 
DABILTZAZli. 


yo  ando, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


las  respetuosas. 


yo,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


2.  Pasado. 

(i.)  Flexiones  directas. 

(I.*"  categoría). 


NEBILAN,  NEMBILAN. 


.  yo  andaba. 

ZEBILTZAN,  ZEMBILTZAN.    .       :  tÚ,  ctc. 

ZEBILAN.        ......  él,  etc. 

GEBiLTZAN nosotros,  etc. 

ZEBILTZEN VOSOtrOS,  Ctc. 

ZEBILTZAN elloS,  ctc. 

Formas  respetuosas. 

.  yo,  etc. 

.  él,  etc. 

.»  nosotros,  etc. 

.  ellos,  etc. 


NEBILAZUN,  NEMBILAZUN. 
ZEBILAZÜN.     .   .   . 
GEBILTZATZÜN.    .   . 
ZEBILTZATZÜN.    .   . 


—714- 


-]MrERA.TIVO. 


B 

(i.) — Flexiones  directas. 
(1."  categoría). 

ZABILTZA,  ZABILTZALA.    .  tÚ  anda. 

DABILALA él,  etc. 

ZABILTZE,   ZABILTZELA.        .  VOSOtrOS,  fetc. 

DABILTZALA elloS,  etC. 


Ahora  vamos  á  examinar  la  distribución  del  acento  pro- 
sódico en  las  flexiones  intransitivas  de  la  conjugación  peri- 
frásica. 

InJicativo  presente. — En  la  primera  categoría  se  acentúa 
la  primera  sílaba,  excepto  en  la  2.'' persona  de  plural,  zirayé. 
En  las  restantes,  cuando  las  flexiones  son  de  dos  sílabas  la 
primera,  y  cuando  son  de  tres,  la  penúltima:  zÁiKii,  nitzáye. 

Futuro. — Se  observa  siempre  la  regla  de  las  flexiones  de 
dos  y  tres  sílabas  del  presente;  pero  si  están  formadas  por 
cuatro  sílabas,  se  acentúa  la  antepenúltima:  date,  zitzái- 
KET,  GiTzÁiKEziE.  Tambícu  es  muy  común  acentuar  la  últi- 
ma sílaba  de  las  categorías  4.*  y  7.*  cuando  están  formadas 
de  tres  ó  menos  de  tres,  ateniéndose  á  la  regla  general  en  lo 
demás:  nitzaikó,  gitzaiké,  zitzáizküe. 

Imperfecto. — La  1."  categoría  acentúa  la  iiltima  sílaba, 
menos  en  la  primera  persona  queacentúalaprimera:  níntzan, 
GiNÉN.  En  las  restantes  categorías  la  penúltima:  zkizíin, 
NiNTzÉYEN  á  no  ser  que  la  flexión  tenga  cuatro  sílabas,  en 
cuyo  caso  se  acentúa  la  penúltima:  zintzkiztaden. 

Subjuntivo:  presente. — En  la  1."  categoría  está  acentuada 
la  primera  sílaba,  á  no  ser  que  en  la  flexión  exista  el  grupo 
ia,  en  cuyo  caso  el  acento  recae  en  la  i:  nádin,  ditían.  En  la 
2.*  y  5.'  el  acento  recae  sobre  la  penúltima  sílaba  excepto  en 
la  2.'  persona  de  plural*  que  pasa  á  la  últiuui;  zakiztadí:n,  za- 


-715- 


KiZKiÉN.  En  la  3.*  categoría,  el  acento  vá  siempre  en  la  pe- 
núltima: nakízün,  gintzakétzün.  En  la  6.*  categoría  hay  un 
grupo  íe  que  por  medio  del  acento  no  forma  diptongo  en 
ninguna  de  las  flexiones:  nakizíen.  La  4/  y  7.*  acentúan 
siempre  la  última  sílaba. 

Pasado. — Valen  las  mismas  reglas  del  presente. 

Su'positíi'o  del  potencial. — Se  rige  en  sus  dos  tiempos  por 
las  reglas  que  observan  el  presente  y  pasado  del  subjuntivo. 

Imjjerativo. — La  2.*  persona  de  plural  de  la  1.*  categoría 
va  acentuada  en  la  última  sílaba,  ziteyé:  las  otras  tres  per- 
sonas en  la  primera.  En  la  2.",  3.*  y  5."  categoría,  si  las  fle- 
xiones son  de  dos  sílabas,  llevan  acentuada  la  primera  y  si 
son  de  más  la  penúltima,  excepto  la  2.*  de  plural  que  acen- 
túa la  última:  békit,  bekízü,  zakizklíyé.  La  6.*  acentúa  la  i 
de  ie  y  la  4.*  y  7."  acentúan  la  última  sílaba. 

Condicional:  lyreseiite. — En  todas  las  categorías  se  acen- 
túa la  segunda  sílaba  de  la  flexión:  nitzáte,  zintzeízkede. 

Pasado. — Lo  mismo  que  el  anterior,  con  la  excepción  de 
la  3.*  persona  de  singular  de  la  1."  categoría  que  tiene  acen- 
tuada la  primera  sílaba:  zátekian. 

Supositivo  del  condicional. — Se  atiene  en  la  distribución 
del  acento  prosódico  á  su  tiempo  originario. 

Potencial:  futuro  lore senté. —h'cxs  tres  personas  de  singu- 
lar de  la  1.*  categoría  y  la  primera  de  plural,  están  acentua- 
das en  la  primera  sílaba;  la  2.*  de  plural  en  la  última,  zita- 
KEYÉ  y  la  3.*  del  mismo  número  en  la  penúltima,  ditáke.  En 
la  2.*,  3.*  y  5.*  se  acentúan  las  penúltimas  sílabas,  si  la  fle- 
xión no  pertenece  á  la  2."  persona  de  plural:  zitakidayé,  zita- 
KiGiÉ.  En  la  6.*  la  i  de  ie;  en  la  4.*  y  7.*  la  última  sílaba:  dita- 

KITZÍE,  ZITAKIÓ,  DITAKITÉ. 

Pasado  próximo. — La  2.*  persona  de  plural  de  la  1."  ca- 
tegoría vá  acentuada  en  la  última  sílaba;  en  todas  las  demás 
flexiones  de  éste  tiempo  hay  que  atender  al  número  de  síla- 
bas de  que  están  formadas.  Si  éstas  son  dos,  se  acentúa  la 
primera;  si  son  más  de  dos,  la  segunda.  No  obstante  lo  di- 
cho, también  se  acentúan  en  la  primera  sílaba  la  1.*  persona 
de  singular  y  las  dos  terceras  de  la  3."  y  6.*  categorías:  néin- 

KIZÜ,'  NÉINKIZIE,  LÉIKIZÜ,  LÉIKIZIE,  LÉIZKITZÜ,  LÉIZKITZIE. 


-716- 


Pasado  remoto. — En  la  1.'  categoría,  las  flexiones  que 
tienen  la  acentúan  la  i,  exceptóla  3.*  de  singular  záitekian; 
las  dos  que  terminan  en  e  la  acentúan:  zintakeyén,  zitakian. 
En  la  2.',  3.',  5."  y  6."  categoría,  como  no  sea  la  2."  persona 
de  plural  que  acentúa  la  última,  el  acento  tónico  recae  sobre 
la  penúltima:  nintakéizün,  nintakéizien,  zintakegién.  En  la 
4."  categoría  el  acento  gravita  sobre  la  i  que  precede  al  pro- 
nomial  y  en  la  7.*  sobre  éste:  nintakíon,  zintakiéyen. 

Optativo  del  condicional. — Generalmente,  el  acento  se 
conserva  en  el  mismo  punto  que  lo  sufren  los  tiempos  origi- 
narios del  subjuntivo  y  del  condicional. 


-717— 


CAPITULO  XXVI. 

CONJUGACIÓN       PERIFKÁSICA      DEL      VERBO      BIZCAINO. 

(voz  INTRANSITIVA. TRATAMIENTO  INDETERMINADO.) 

I. 
A. PRIMER  TIEMPO  MATRIZ. 

I. — Modo  indicativo. 

1.  Presente. 

(i). — Flexiones  directas. 

(!.'  categoría.) 


ÍNAZ. 

Izara 

'DA   . 

jausten< 

GARA 

Izaree 
'dirá 


yo  caigo. 

tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  El  núcleo  tomado  del  verbal  izan  ha  que- 
dado reducido  á  z  en  la  primera  persona. 

(ii) . — Flexiones  pronominales. 

(2.*;  «á  mí»). 

,'zACHAÍAZ     .     .     tú  me  caes. 
^3kt    ....     él,  etc. 

JAUSTEN 

jZACHA^AZE    .        .       vosotros,  CtC. 


'jAÍAZ      .     .     .     ellos,  etc. 

Observaciones.  A  primera  vista  éstas  flexiones  parecen 
muy  extrañas,  pero  un  poco  de  reflexión  nos  revela  que  no 
hay  en  ellas  nada  que  no  pertenezca  á  lo  común  y  ordinario. 
Las  formas  del  núcleo  son   cha  y  ja,  alteraciones  fonéticas 


-7  is- 


cle ZA.  ZE  y  ^  son  dos  afijos  plnralizadores,  de  los  que  el  se- 
gundo "figura  como  epentético  en  la  2.*  persona  de  singular. 
La  a  que  sigue  al  pronominal  t  es  de  ligadura. 

(3.*;  «á  tí»). 
[nacha¿^?¿.       .     yo  te  caigo. 
]3Á.tzu.   ...     él,  etc. 
'■^^^^^^^jGACHA^^i/z.      .     nosotros,  etc. 
'jAtzuz.      .     .     ellos,  etc. 

Observaciones.  La  1."  persona  de  plural    lleva  como  afijo 
redundante  de  pluralización  á  z  sufijado. 

(4.^  «á  él))). 


JAUSTEN  i 


(nachaZ:o.  . 
Ízacha/iO.  . 
;jaZ:o.    . 

JGACHA/tOZ. 
[ZACHa/vOZE. 
JA^'OZ. 


yo  le  caigo.] 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  El  pronominal  conserva  la  forma  primitiva  ko. 

(5.*;  (á  nosotros). 
[zacha7¿wz.      .     tú  nos  caes. 
!jaA-¿¿.    .     .     .     él,  etc. 
"^^^^"^^^'zachaA-wze.     .     vosotros,  etc. 
IjaAuz.       .     .     ellos,  etc. 
(6.*;  «á  vosotros»). 

yo  os  caigo, 
él,  etc, 
"jGACHAÍ-s'z/BEZ.       nosotros,  etc. 
Ijaízubez.  . 


JAUSTEN< 


Inacha¿^¿<be. 

h\tzUB'E.      . 


JAUSTEN 


.  ellos,  etc. 

(7.";  «á  ellos».) 

NACHAZ;eez     .  .     yo  les  caigo. 

ZACHA^-^dz      .  .     tú,  etc. 

jhl'ee  .     .     .  .     él,  etc. 

Ghciikl'eez      .  .     nosotros,  etc. 

ZACHA^ec'ZE    .  .     vosotros,  etc. 

Jkkeez.      .     .  .     ellos,  ote. 


-719- 


Observaciones.  El  afijo  pronominal  pluralizado  debió  ser 
primitivamente  en  éstas  flexiones  ote.  Se  produjo  la  elisión 
de  t  y  posteriormente  por  asimilación  tuvo  lugar  el  cambio 
de  la  o  en  e.  Pareciendo  que  no  estaba  suficientemente  mar- 
cada la  relación  plural  del  pronominal,  se  sufijo  z  con  ca- 
rácter pleonástico  en  algunas  flexiones. 


AA 


-TIEMPOS  DEEI VADOS. 


IX. — Modo  subjuntivo. 

34.  Presente. 

(i.). — Flexiones  directas. 

(1."  categoría.) 


NA  DIN.       . 

.     yo  caiga. 

ZAITEZAN. 

.     tú,  etc. 

DEDIN. 

.     él,  etc. 

GAITEZAN 

.     nosotros,  etc 

ZAITEZEN 

.     vosotros,  etc. 

DITEZEN   . 

ellos,  etc. 

JAUSI' 


(ii.) — Flexiones  projiominales. 

(2.";  «á  mí»). 

iZakiíZazan  ...     tú  me  caigas. 
'dakiíZan.     ...     él,  etc. 

JAUSI'  7  '  , 

ízakic/azen  .     .     .     vosotros,  etc. 
'dakiíZazan  .     .     .     ellos,  etc. 

Observaciones.  El  pronominal  d  y  el  pluralizador  z  re- 
quieren, cada  uno  por  su  parte,  la  presencia  de  una  a  de 
ligadura;  aunque  la  2.*  persona  de  singular  y  la  3.*  de  plu- 
ral no  difieren,  externamente,  más  que  por  el  sufijo  del  su- 
geto  {z  y  ¿Z),sus  diferencias  reales  son  más  profundas,  pues- 
to que  la  sílaba  za  está  formada,  en  un  caso,  por  un  plura- 
lizador epentético,  y  en  el  otro  por  un  pluralizador  propio, 
ú  orgánico. 


—720— 


JAUSI 


/NAKIárí¿N.     . 
DAKI^WN 
GAKie¿¿ZAN. 


{3.";  «á  tí))). 

yo  te  caiga, 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


DAKIZUZA'Ñ. 

(4.*;  «á  él»). 


JAUSI 


iNAKIJON.      . 
izAKIJOZAN. 

Idakijon.     . 
Igakijozan. 
zakijozen. 
dakijozan. 


yo  le  caiga, 
til,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(5.*;  «á  nosotros»). 


¡ZAKI^Z^ZAN. 


JAUSI 


DAKI<7?ÍN.  . 
ZAKIÍ/ZÍZEN. 
DAKIí/i/ZAN. 


tú  nos  caigas, 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(6.";  («á  vosotros». 


JAUSI ' 


DkKIZUBeU. 
GAKI^Z/BeZAN 
iDÁKlZUBeZA^ 


yo  os  caiga, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


JAUSI 


(7.*;  «á  ellos))). 

iNAKiJz/eN    .  .  yo  les  caiga. 

IzAKiJí/ezAN.  .  tú,  etc. 

JDAKiJíieN    .  .  él,  etc. 

GAKiJíiezAN  .  nosotros,  etc. 

zAKiJ^ezEN  .  vosotros,  etc. 

DAKiJz¿ezAN  .  ellos,  etc. 

Observaciones.   El  pronominal  iie  es  una  contracción  al- 
terada de  ote. 


-T21- 


La  infijación  de  ki,  variante  de  ke,  á  las  anteriores  flexio" 
nes  produce  un  futuro  presente  cuyas  formas,  derivadas  con 
gran  regularidad,  pueden  verse  en  las  obras  especiales.  Así 
tenemos  jausi  dedikian  «él  caiga»  ,  jausi  dakikedan  «él 
me  caiga»  ,  jausi  dakikezun  «él  te  caiga»  ,  jausi  dakiki- 
joN  «él  le  caiga»,  jausi dakikegun  «él  nos  caiga»,  jausi dakike- 
zuben  «él  os  caiga»,  jausi  dakikijuen  ,  «él  les  caiga»,  etc. 

VIII — Imperativo  . 

32.  Presente. 

(i). — Flexiones  directas. 

(1.*  categoría). 


jausi 


'ZAITE    ,  .  tú  cae. 

Ibedi.     .  .  él,  etc. 

iZAiTEZE.  .  vosotros,  stci 

'beitez  .  .  ellos,  etc. 


JAUSI 


(ii) . — Flexiones  pronominales. 
(2.*;  «á  mí»). 
izakiíZaz     .     .     tú  cáeme. 

IBEKIÍ 


zakiíZaze  . 
bekiíZaz     . 


(3.";  «á 


él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

tí). 


JAUSI 


S  JAU 


|beki^¿¿     .  .  él  caígate. 

|beki^2¿z  .  .  ellos,  etc. 

(4,';  «á  él»). 

zAKiJoz    .  .  tú  cáele. 

JBEKiJo      ,  .  él,  etc. 

ZAKIJOZE .  .  vosotros,  etc. 

BEKiJozB.  .  ellos,  etc. 


50 


722  — 

(5.';  «á  nosotros»). 

ÍzK¥iguz.  .  .  tú  cáenos. 

B'&Kigu.  .  .  él,  etc. 

zAKir7«ZE.  .  .  vosotros,  etc. 

QEKiguz.  .  .  ellos,  etc. 

(6.*;  «á  vosotros»). 

[BEKUuBe .     .     él  caígaos.        . 
^^^^^¡BERizuBez     .     ellos,  etc. 

(7.';  «á  ellos»). 

■  zAKmíez  .  .  tú  cáeles. 

iBEKiJz/e    .  .  él,  etc.. 

"^^^^^jzAKiJz/ezE  .  vosotros,  etc. 

BEKUuez ,  .  ellos,  etc. 

33.  Futuro. 

(i). — Flexiones  directas, 

(1."  categoría). 

(zAiTEA-ez    .     ,  tú  caerás. 

'bediA-^  ...  él,  etc. 

"^^^^^IzAiTE/x-ezE .     .  vosotros,  etc. 

BEiTEÁez    .     .  ellos,  etc. 

(ii) . — Flexiones  ^pronominales. 
(2.*;  «á  mí»). 

IzkKÚedkz.  .  .  tú  me  caerás. 

BEKi/.-e¿     .  .  .  él,  etc. 

•^^"^MzAKiA-er/AZE  .  .  vosotros,  etc. 

'beki/vCíZaz  .  .  ellos,  etc. 

(3.';  «á  tí»). 

bekiAy'^í/  ...     él  te  caerá. 
^^^^%EViúezuz      .     .     ellos,  etc. 


—723— 

(4.";  «áél»). 

(ZAKiA'woz.     .     .  tú  caerás. 

.  él,  etc. 

.  vosotros,  etc. 

.  ellos,  etc. 


^B-EKlJciJO     . 
JAUSI  I  7  . 

IZAKjklJOZE 

BEKiA-WOZ  . 


JAUSI 


JAUSI 


JAUSI 


JAUSI 


(5.*;  «á  nosotros»). 

'zkKikeguz    .  .  tú  nos  caerás. 

iBEKiIcegic     .  .  él,  etc. 

¡zAKiheguzE .  .  vosotros,  etc. 

BEKiJieGVz    .  .  ellos,  etc, 

(6.";  «á  vosotros»). 

\BEKiJieziiBe  .     .     él  os  caerá 
¡BEKikezicBez     .     ellos,  etc. 

(7.^;  «á  ellos»), 

[zkKiJdmez  ...  tú  les  caerás. 

]BEKiJiijue   ...  él,  etc. 

jzAKi/v¿'jt/ezE     .     .  vosotros,  etc. 

JBEKiJcijuez .     .     .  ellos,  etc. 

II. — Potencial. 

12.  Futuro  presente. 

(i). — Flexiones  directas. 

(1."  categoría). 

yo  podré  caer.  ^ 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


NAITEKE 
izAITEKEZ 

Jdaiteke 
Igaitekez 

fZAITEKEZE 
DAITEKEZ 


1    Y  también  «yo  puedO",  etc. 


-724- 


(ii) . — Flexiones  pronominales. 


JAUSI 


JAUSI 


(2.';  «  á  mí»). 

'zAKl/i-eíZAZ  .       .       . 
]DAKlJiet. 
\ZAKll'edA.ZE 
BAKÚedAZ   . 

(3.';  «á  tí») 

f^AKlliCZU  . 
IDAKlJieZll   . 

^GAKiJcezuz. 

'BAKÚeZUZ 


tú  me  puedes  caer. 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  te  puedo  caer, 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


JAUSI 


%AKIJO  . 
ZAKIJOZ  . 
DAKIJO  . 
GAKIJOZ  . 
ZAKIJOZE 
DAKIJOZ  . 


(4.^  «á  él»). 

.     yo  le  puedo  caer. 
.     tú,  etc. 
.     él,  etc. 

nosotros. 

vosotros,  etc. 

ellos,  etc. 

(5.";  «á  nosotros»). 


zAKiJiegii 


mAKiJiequ 
JAUSI'         7   "^ 
iZAKi/iegiLZ 

'-DAKiJ^eguz 


tú  nos  puedes  caer, 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(6.*:  «á  vosotros») 


hjAKiIiezuBe  . 
^T>AKiJiez7iJie  . 

JAUSI  7 

mA'Kikezu^ez 
{-DAYAkez^ii&ez 


(i: 


mAYLÚiiue    . 

JAUSl)zAKl/.-/j//CZ    . 
(dAKI/i-¿J¿/6'       . 


yo  OS  puedo  caer. 
él,  etu. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

«á  ellos».) 

yo  les  puedo  caer, 
tú,  etc. 
él,  etc. 


-725 


ÍGk'KiJíUuez  .     .     nosotros,  etc. 
jAüSi  zAKi/aji/.ezEz     .     vosotros,  etc. 
WÁ.Kikíjuez  .     .     ellos,  etc. 

11.  Presente. 

Se  forma  con  absoluta  regularidad  suprimiéndoles  á  las 
anteriores  flexiones  su  afijo  ke  ó  ki. 

III. — Supositivo  del  potencial. 

16.  Presente. 

Así  mismo  es  del  todo  regular  la  derivación  de  este  tiem- 
po, mediante  la  eliminación  que  se  hace  de  ari,  en  ó  n  fina- 
les de  las  flexiones  del  presente  de  subjuntivo.  Lo  único 
que  hay  que  tener  muy  presente  es,  cuándo  la  vocal  que 
precede  á  la  7i  es  de  ligadura,  y  cuándo  es  orgánica,  pues  en 
el  primer  caso  desaparece,  pero  no  así  en  el  segundo.  De 
ZAiTEzeN  se  formará  bazaiteze,  y  de  ditez^n,  baditez. 

VII. CONSUETUDINAEIO. 

30.  Presente. 

(i). — Flexiones  directas. 

(1.*  «categoría»). 


NOíl     . 

Izoaz . 
]T>oa   . 

JAUSI/ 

jGoaz . 
jzoazE 

\i>oaz . 


yo  saelo  caer, 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  El  núcleo  es  oa  y  está  tomado  del  verbal 
YOAN  ((ir».  Entre  (ár  haciendo  una  cosa»  (la  significada  por 
el  nombre  verbal:  ((caer»  en  la  presente  conjugación),  que 
diríamos  en  castellano,  y  ((acostumbrar»,  la  asociación  de 
ideas  se  descubre  fácilmente.  Por  lo  tanto  no  puede  extra- 
ñarnos el  empleo  de  yoan  como  auxiliar. 


-72C- 


JAUSI 


(ii) . — Flexiones  pronominales, 

(2.*;  «á  mí»). 

^zoAÍAz     .     .  tú  me  sueles  caer. 

]YOAt   ...  él,  etc. 

zoAÍAZE  .     .  vosotros,  etc. 

YOAÍAZ     .     .  ellos,  etc. 


Observaciones.  La  3."  persona  está  formada  por  el  verbal 
desprovisto  de  su  n  final  y  en  el  número  singular  carece  de 
afijo  del  sujeto,  pero  nó  en  el  plural  en  que  está  represen- 
tado por  z. 


JAUSI 


JAÜSI 


iN0A¿^2¿ 
JYOAtzU 
ÍQOktzUZ 

{yoúzuz 


|NOaZ;o  . 
xzokkoz  . 
)yoAA:o  . 
Igoa/joz  . 
[zoaA'oze 

YOA/fOZ  . 


JAUSI 


, zo khu    . 

Yokliii  . 
zoaA7¿ze 
YOkkuz  . 


\^Oktzue 
yioktzue 

JAUSI  , 

jQOktzuez 
YOktzuez 


(S.';  «á  tí»). 

yo  te  suelo  caer, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

(4.";  «á  él))). 

yo  le  suelo  caer, 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

(5.';  «á  nosotros))). 

.     tú  nos  sueles  caer. 
.     él,  etc. 

vosotros,  etc. 
.     ellos,  etc. 

(6.';  «á  vosotros»). 

.  yo  os  suelo  caer. 

.     .  él,  etc. 

.     .  nosotros,  etc. 

.  ellos,  etc. 


—727— 


JAUSI 


(7.-; 

«á  ellos»). 

NOAA-e.     . 

.     yo  les  suelo  caer. 

zokkez    , 

.     tú,  etc. 

YOkke. 

.     él,  etc. 

^OÁ-Iiez    , 

.     nosotros,  etc. 

zoA/í;ezE  . 

.     vosotros,  etc. 

YOAlieZ      . 

.     ellos,  etc. 

Observaciones.  La  forma  ke  del  pronominal  es  nueva.  Es 
una  contracción  del  primitivo  kote.  Kecordemos  que  en  el 
transitivo  nos  encontramos  con  koe,  forma  intermediaria. 

Todas  estas  categorías  constituyen  el  presente  de  indi- 
cativo de  la  conjugación  sencilla  de  yoan. 


B 


II. 

SEGUNDO  TIEMPO  MATRIZ. 

I. — Modo  indicativo. 

2.  Pretérito  imperfecto. 

(i). — Flexiones  directas. 

(!.''  categoría.) 


JAÜSTEN' 


nintzan 

iziÑAN  . 
'zAN      . 


1GINAN , 
(ZIÑEN  . 

\ZIRIAN 


yo  caía, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc.^ 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  La  2.*  persona  de  plural  está  contraída. 
Eespecto  á  la  tercera  hay  que  observar:  1."  que  su  núcleo  se 
ha  convertido  en  iri  por  asimilación  de  la  última  vocal  de 
IRAUN  á  la  ^  de  zi.  2.°  que  la  a  de  la  última  sílaba  no  per- 
tenece, en  mi  concepto,  al  afijo  del  pasado  an,  sino  que  es 
una  permutación  de  la  pluralizadora  e  del  sugeto  zi. 


-7-28- 

(ii) . — Flexiones  pronominales. 


JAÜSTEN 


JAUSTEN 


(2.*;  «á  mí»). 

ZINCHA^AZAN      .       . 

JA^AN       

ZINCHAÍAZEN      . 
fJAÍAZEN.       .       .       . 

(3/;  «á  tí»). 

ININCHA¿^2¿N 
UAtzU-Ñ    .... 

Jgincha¿^»zan  . 


tú  me  caías, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


yo  te  caía  i 
él,  etc. 

nosotros,  etc, 
ellos,  etc. 


Observaciones.  Aunque  en  la  sílaba  za  de  la  3."  persona 
plural  pudiera  muy  bien  verse  una  simple  variante  fonética 
del  pluralizador  ze,  que  suele  servir,  cuando  vá  solo,  de  su- 
jeto, me  parece  más  probable  la  hipótesis  de  que  en  ac^uella 
tenemos  á  dicho  pluralizador  contraído,  más  la  a  de  ligadu- 
ra común. 

(4.*;  «á  él»). 

;  NINCHaA-ON       . 

IzinchaZ;ozan  . 
'jaA-on  . 

jGINCHA/vOZAN  . 

'zincha/jozen  . 
IjaA'ozan    . 


JAUSTEN 


yo  le  caía. 

tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(5.*;  «á  nosotros»). 

zinchaA-z/zan   .     .  tú  nos  caías. 

.  él,  etc. 

.     .  vosotros,  etc. 

.  ellos,  etc.' 


ua/i?¿n    . 

JAUSTEN^  7 

ZINCIiAA'¿¿ZEN 

JA/r«ZAN 


(6.";  «á  vosotros»). 


JAUSTEN 


ININCHAÍ^WBeN  . 
GINCHA¿^'//BeZAN 

ja/^^wbczan.     . 


yo  os  caía, 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


JAUSTEN 


-729- 

(7.";  «á  ellos»). 

/NINCHA^-eeN        .       . 
IziNCHAA'éeZAN  . 

hkkee's^  .... 

GUINCHA/jeeZAN 

ziNCHA/i'eezEN  : 


yo  les  caía, 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


BB 


-TIEMPOS  DERIVADOS. 


IX — Modo  subjuntivo. 

1.  Presente. 
(i.) — Flexiones  directas. 

(1.*  categoría.) 

'n^níZ/n 


JAUSI 


ZINÍeZAN 

zedi^ . 

GINÍeZAN 
ZINÍeZEN 
ZÍTEZAN 


yo  cayese. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.  Las  formas  del  núcleo  son:  e — di,  edi,  te, 
i.  No  hay  que  confundir  la  sílaba  te  de  la  2."  persona  de 
plural  con  la  sílaba  te  de  la  3.*.  En  el  primer  caso  es  núcleo, 
y  en  el  segundo  es  el  pluralizador,  cuya  presencia  se  hizo 
necesaria  para  distinguir  perfectamente  esta  forma  de  la  se- 
gunda singular,  con  la  cual  se  hubiese  confundido,  por  con- 
tener dicha  flexión  el  pluralizador  epentético  z.  En  efecto, 
si  zi — z  de  la  2.*  de  singular  es  «tú»  y  z — z  de  la  3.*  de  plu- 
ral podía  muy  claramente  representar  á  «ellus»  sin  confusión 
de  ninguna  clase,  como  daba  la  casualidad  de  que  el  núcleo 
era  i,  resultaba  prácticamente  un  zi — z  idéntico  al  primero: 
y  para  diferenciarlo  se  apeló  á  te.  No  siempre,  como  ya  sa- 
bemos, ha  sido  la  lengua  euskara  tan  escrupulosa  en  con- 
servar todos  los  elementos  formativos  de  sus  flexiones,  con 
absoluto  respeto  á  la  etimología. 


—730- 

(ii). — 'Flexiones  pronominales. 

(2/;  «á  mí»). 

,'zenki(7azan.  .  tú  me  cayeses. 

IekiíZan.       .  .  él,  etc. 

"^^^^^jzenkiíZazen.  .  vosotros,  etc. 

(ekiíZazan.    .  .  ellos,  etc- 

(3.';  «á  tí») 

iNENKizwN.    .  .  yo  te  cayese.  • 

¡EKi^rwN.  .     .  .  él,  etc. 

'^^^^JGENKi^'wzAN.  •  nosotros,  etc. 

(eki^íízan.    .  .  ellos,  etc, 

(4.';  «á  él»). 


NENKIJON.       , 
IzENKIJOZAN. 

Iekijon.   .     . 
JAUSí; 

GENKIJOZAN. 

/ZENKIJOZEN. 

EKIJOZAN.       , 


yo  le  cayese, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(S.*^;  «á  nosotros»). 

,zENKi<7?¿ZAN,  .  tú  nos  cayescs. 

\EKi^z/N'       .  .  él,  etc. 

'^'^^^^zENKI^wzEN.  .  vosotros,  etc. 

(eki^í¿zan.    .  .  ellos,  etc. 

(6.»;  «á  vosotros»). 

NENKi^ííBEN.     .  yo  OS  cayesB. 

lEKi^z¿BEn.    .     .  él,  etc. 

"^^^^^  GENKi^i¿BE^a7i  .  nosotros,  etc. 

(EKi^i¿BE^aw.      .  ellos,  etc. 

(7.";  «á  ellos») 

íNENKm¿eN.  .     .     yo  les  cayese. 

JAUSl!zENKIJi¿eZAN.      .       tÚ,  ctC 

ERiJ/íé-N.      .     .     él,  etc. 


-731- 

GENKiJíiezAN-    .     nosotros,  etc. 


JAUSI  (ZENKIJÍ^eZEN. 
EKIJl¿eZAN.     . 


vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


^ 


Las  anteriores  flexiones,  combinadas  también  con  el  ad- 
jetivo verbal,  pero  provistas  de  la  sílaba  Ice  infijada  que  se 
convierte  en  M  cuando  choca  con  la  a  de  ligadura  ó  se  asi- 
mila á  la  i  de  las  flexiones  originarias  de  la  4.*  y  7."  catego- 
ría, constituyen  un  tiempo  denominado  por  el  P.  Bonapar- 
te  «futuro  pasado»,  de  significación  castellana  enteramente 
igual  al  pasado  del  subjuntivo.  Sirvan  de  ejemplo  las  flexio- 
nes: ZEDUvIAN,  EKIKEDAN,  EKIKEZUN,  EKIKIJON,  ctc;  dc  ésta  SUCI- 

te  sigue  toda  la  formación. 

II. — Modo   potencial. 

14.  Pasado  próximo. 

(i). — Flexiones  directas. 
(1.*  categoría). 


JAUSI 


NEiNÍeA-e. 

\zm^tehez. 

]iim.teT<,e.  . 

iGEmteJcez. 

zmíiteJcezE. 

LEiteJcez. 


yo  podía  caer, 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


Observaciones.     El  núcleo  es  ei,  contracción  de  edi. 
(ii) . — Flexiones  'pronominales . 
(2.*;  «á  mí»). 


IZENKl/ieíZAZ. 

]LRE.iket. 

JAUSI  7       7 

jZENKiA-eaAZE. 
fLEKI^-eí^AZ. 


tú  me  podías  caer, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


JAUSI 


JAUSI 


—732- 

(3.»;  «á  tí»). 

lüEiHKikezu.  .  yo  te  cayese. 

\LF.KiJcezu.  ..  .  él,  etc. 

iGE^KiJceziiz.  .  nosotros,  etc. 

^hEKÚezuz.  .  ellos,  etc. 

(4.*;  «á  él»). 

iNENKiZ:iJo.  .  .  yo  le  podía  caer. 

IzENKi/tíjoz.  .  tú,  etc. 

)leki/i?'jo.     .  .  él,  etc. 

jGENKiA-iJoz.  .  nosotros,  etc. 

ZENKi^i'jozE.  .  vosotros,  ctc. 

[lekiá;¿joz.   .  .  ellos,  etc. 

(5.»;  «á  nosotros»). 

iZENKi/ie<7«z.  .  tú  nos  podías  caer. 

^LEKiJiegu,     .  .  él,  etc. 

^^^^^\zE^Ki'keguzE.  .  vosotros,  etc.  " 

¡LEKiJieguz.  .  ellos,  etc. 

(6.*;  «á  vosotros»). 

jíiEJiiKiJcezuBe.    :  yo  os  podía  caer. 

[hEKiJiezuBe.      .  él,  etc. 

'^^^^^iGE^Kil-ezuBez.  .  nosotros,  etc. 

^LEKikezuBez.     ■  ellos,  etc. 

(7.*;  «á  ellos»). 

NENKi/i/jí¿e.  .  yo  les  podía  caer. 

[zE^Kihmiez.  .  tú,  etc. 

'LEKihijue.    .  .  él,  etc. 

"^^^^^ENKiZr/ji/ez.  .  nosotros,  etc. 

fzENKi/i'¿Jí/ezE.  .  vosotros,  etc. 

^LEKiJiíjuez.  .  ellos,  etc. 

15.  Pasado  remoto. 
Su  derivación  de  las  ílcxiones  anteriores  es  casi  absoluta. 


—733- 

En  las  flexiones  pronominales  se  añade  an  cuando  terminan 
en  z  ó  T,  y  N  en  los  demás  casos:  así  de  lekikeí,  lekikedí772; 
de   ZENKIKIJO^,   ZENKiKiJozaw;  de  nenkikezu,  nenkikezu7i;  de 

LEKIKIJO,     LEKIKIJOTí;    de  NENKIKEZUBE,  NENKIKEZUBE?Z-.     En  laS 

flexiones  directas  hay  una  pequeña  irregularidad;  zeintekez 
pierde  la  z  final  y  resulta  zEiNTEKm/z;  las  dos  flexiones  ter- 
minadas en  KE  reciben  an,  previa  la  permutación  de  e  ení, 
y  las  tres  restantes  se  ajustan  á  las  reglas  que  rigen  en  las 
pronominales. 

13.  Futuro  conjetural. 

Se  toman  las  flexiones  del  pasado  próximo  y  se  les  supri- 
me la  KE  ó  Ki  potenciales  que  en  ellas  figura.  De  ésta  suerte, 
y  sin  ninguna  escepción  se  forman  todas  las  flexiones  de  és- 
te tiempo:  leite,  lekit,  lekizu,  leikijo,  lekigu,  lekezube, 
lekijüe,  etc.,  etc. 


Las  flexiones  del  futuro  conjetural  son  susceptibles  de  re- 
cibir el  afijo  AN  ó  N  por  final,  dando  origen  aun  nuevo  tiem- 
po que  nó  figura  en  mi  Cuadro  general,  pero  sí  en  las  obras 
especiales,  al  cual  denomina  el  Príncipe  Bonaparte  «pasado» 
y  cuya  equivalencia  castellana  es  vaga:  «él  podía  caer,  que 
él  pudo  caer,  él  hubiera  podido  caer,  que  él  hubiese  podido 
caer».  La  derivación  de  éste  tiempo  obedece  á  las  siguien- 
tes reglas:  1.^  se  sufija  an  cuando  la  flexión  termina  en  te 
ó  t  convirtiéndose  la  e  en  ^,  y  la  ¿  en  d\  de  neinte,  neintian; 
de  LEKIT,  LEKiDAN.  2.*,  igualmente  se  sufija  an,  cuando  ter- 
mina en  z\  de  zeintez,  zeintezan;  de  genkijoz,  genkijozan. 
3.*,  se  sufija  n  cuando  termina  en  vocal,  aunque  sea  e 
(como  nó  la  preceda  t  se  entiende,  por  supuesto);  de  lekizu, 
lekizun;  de  nenkijo,  nenkijon;  de  nenkizube,  nenkizuben. 

III. — Supositivo  del  potencial. 

17.  Futuro  conjetural. 

Apliqúense  las  reglas  de  la  pag.  409  á  las  flexiones  del  pa- 
sado de  subjuntivo  y  se  obtendrá  el  tiempo  que  ahora  se  acá- 


-7S4- 


ba  de  nombrar.  Hay  qne  advertir,  sin  embargo,  que  es  pre- 
ciso proveer  del  afijo  personal  I  á  todas  las  terceras  perso- 
nas, por  más  que  las  flexiones  originarias,  escepto  en  la  pri- 
mera categoría  que  llevan  z,  no  usen  de  signo  del^  sugeto: 
así  de  EKiDAN,  baZekit;  de  ekizu,  ba/ekizu;  de  ekijon,  baZeki- 
jo,  etc.,  etc. 


Las  flexiones  del  tiempo  anterior  pueden  recibir  la  sílaba 
KE  ó  Ki;  en  éste  caso  constituyen  un  nuevo  tiempo  que  lleva 
el  número  84  en  el  séptimo  cuadro  preliminar  del  Príncipe 
Bonaparte,  bajo  la  denominación  de  futuro  del  modo  supo- 
sitivo del  potencial-condicional.  ^  Su  traducción  castellana 
en  el  verbo  que  estamos  conjungado  sería  «si  yo  ca- 
yese», etc.,  etc. 

Veamos  ahora  cómo  se  verifica  la  sufij ación  é  infij ación 
de  KE.  En  las  tres  primeras  personas  de  singular  de  la  pri- 
mera categoría  vá  por  remate  de  la  flexión:  banendike,  etc. 
En  las  tres  de  plural  se  infija  antes  de  z  redundante  y  de 
ZE  ó  z  pluralizadores  del  sujeto:  bagintekez,  etc.  En  las 
otras  seis  categorías  se  infija  siempre  delante  del  pronomi- 
nal, valiéndose  de  la  forma  ki  en  la  4."  y  7."  categoría:  ba- 

ZENKIKEDAZ,  BANENKIKIJO,  BALEKIKEGU,  Ctc,  ctC. 

VII — Consuetudinario. 


31. 

Pasado. 

(i.) — Flexiones  directas. 

(!•' 

categoría.) 

niñoz'an  . 

.     yo  solía  caer. 

IziÑoazAN 

.     .     tú  etc. 

V/OÍAN        .       , 
JAUSI  j 

\GINOaZAN 

.     él,  etc. 

.     nosotros,  etc. 

IziÑoazEN 

.'     vosotros,  etc. 

Ijoazk^^  . 

.     ellos,  etc. 

1    V<^aso  Le  verbe  basque. 


— T85— 


Observaciones.  El  núcleo  en  sus  diversas  formas  es  yoi, 
01,  YOA,  OA.  A  éste  se  unen  los  afijos  del  sugeto,  letras  de  li- 
gadura y  eufónicas,  y  afijos  epentéticos  y  redundantes  que 
ya  conocemos. 

(ii). — Flexiones  pronominales. 


(2.';  «á  mí»). 

ziÑOA^AZAN.     .     ;     tú  me  solías  caer. 
YOA^^AN  ....     él,  etc. 
jziÑOA^^AZEN.     .     .     vosotros,  etc. 

YOAi^AZAN      .       .       .       ellos,    ctc. 

(3.';  «á  tí») 

^imktzim  ...  yo  te  solía  caer. 

YOAtzu-Ñ     .     ,     .  él,  etc. 

GimktziizAia    .     .  nosotros,  etc. 

YOAtzuzkíí .     .     .  ellos,  etc. 


JAUSI 


JAUSI 


(4.«;  «á  él»). 


JAUSI 


JAUSI 


JAUSI 


'  niñoaA-on 
I  ziñoaAozan  . 
IyoaA-on  . 
j  giñoaA'ozan  . 
ziñoaAozen  , 
, yoaAozan     . 

(5^,  «á 

i'ziñoaA^zan. 
)yoaAz/n  .     .     . 
JziñoaZ:?¿zen. 
[yoaAwzan    . 

(6.";  «á 

iNIÑOAÍZÍ^eN. 

JYOAtzue'íí    . 

ÍGlS^OAtzueZAlí    . 
YOAtzueZATÍi 


yo  le  solía  caer, 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

nosotros»). 

tú  nos  solías  caer, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 

vosotros»). 

.  yo  os  solía  caer. 

.  él,  etc. 

.  nosotros,  etc. 

.  ellos,  etc. 


-736- 


JÁÜSI 


NIÑ0A7r<?N 

zixoa/jí^zan 

'  YOAA'eN     . 

I  GIÑOAA-eZAN 
ZIÑOA/i'dZEN 
YGA^-eZAN 


7.';  «ú  ellos»). 

yo  les  solía  caer. 
.     tú,  etc. 

él,  etc. 
.     nosotros,  etc. 

vosotros,  etc. 
\     ellos,  etc. 


IV. — Condicional. 
19.  Pasado  próximo. 
(i). — Flexiones  directas. 
(1.'  categoría). 


JAUSI 


Yirntzatehe. 
zmfzateJcez. 
^JAtzatehe.    . 
\Gmtzatelxe7i. 
ziiitzateJcezE. 
idtzatehez. 


yo  me  hubiese  caido. 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc, 


(ii) . — Flexio7ies  pronominales. 
(2.*;  «á  mí»). 


JAUSI  \ 


ziNCHA/>:eíZAZ.  . 

yhiTZkJtet.     .  . 

jziNCHAA-erZAZE  . 

LITZA/reí^AZ. 


tú  me  hubieses  caido. 
él,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(3.";  «á  tí»). 


JAUSI 


mucHAJcezu. 
lAUzkhezu.  . 

Gli^CRklxezUZ. 

Ln:z.\Jiezi¿z. 


yo  te  hubiese  caido. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


-737— 


(4.»;  «á  él))). 


JAUSI 


mncRAkijo  . 
jZinchaA-íjoz. 
ilitzaJcíjo.  . 
Igincha/vÍjoz. 
'  zincha^woze 

LITZA^íJOZ    . 


yo  le  hubiese  caido. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(5.*;  «á  nosotros»). 


IzmcBAJcegiiz 
!LiTZkJc€gu 


tú  nos  hubieses  caido. 
,-.^„^...^..    .     .     él,  etc. 
¡zmcuAlieguzE  .     vosotros,  etc. 
LiTZAlceguz .     .     ellos,  etc. 

(6.*;  «á  vosotros»). 

m-íicuklcezuBe   ,     yo  os  hubiese  caido. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


JAUSI 


]LITZAJieZUBe. 

GmcuAJ^ezuBez 
lAizAliezuBez 


JAUSI 


(7.' 

,NiNCHAZ:úwe. 

iZINCHAA-¿Jl/eZ 
iLITZAA'ijZ/e    . 
|GINGHAHjWeZ 
'ziNCHAAwiíeZE 

lAizAkisuez . 


«á  elloa») . 

yo  les  hubiese  caido. 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


20.  Pasado  remoto. 

Este  tiempo  se  forma  del  anterior:  1.°,  añadiendo  an  á 
las  flexiones  que  terminan  en  he  (cuya  vocal  permuta  con  ^), 
z  ó  t,  debilitándose  ésta  consonante  en  su  afin  d;  por  ejem- 
I)lo:  NiNTZATEKiAN,LiTZAKEDAN,  ziNCHAEiJ0ZAN,etc.,etc.  2.°,  aña- 
diendo n  á  todas  las  demás;  por  ejemplo:  ninchakezun,  li- 
TZAKiJON,  etc.,  etc. 

51 


— T38— 

V. — Supositivo  del  condicional. 
23.  Presente. 
(i)  .  — Fl exiones  directas. 

(1.*  «categoría»). 


JAUSTEN' 


BANINTZ 

BAZIÑA 

BALITZ 

BAGIÑA 

BAZIÑE 

BALIRA 


SI  yo  cayera, 
si  tú,  etc. 
si  él,  etc. 
si  nosotros,  etc. 
si  vosotros,  etc. 
si  ellos,  etc. 


Observaciones.  El  núcleo  de  la  2.'  persona  de  plural  es 
e,  debido  á  la  asimilación  obtenida  por  la  pluralizadora  ¿e, 
cuando  dicha  flexión  estaba  íntegra:  baziñete. 

(ii) . — Flexiones  jproyiominales. 

(2.*;  «á  mí»). 

ibazinchaíZaz     .     si  tú  me  cayeras. 
Ibalitzaí.     .     .     si  él,  etc. 

JAUSTEN^  7  •  i.  i. 

íbazinchaíZaze  .     SI  vosotros,  etc. 
I  balitza^/az  .     .     si  ellos,  etc. 

(3.*;  «á  tí»). 

iBANiNCHA^2¿.     .     SÍ  yo  te  caycra. 
IBALITZA2?/    .     •     si  él,  etc. 

JAUSTEN' 

iBAGiNCHA^?¿z     .     si  nosotros,  etc. 
(balitza^2¿z  .     ,     si  ellos,  etc. 

(4.";  «á  él»). 

Ibanincha/iO  .     .     si  yo  le  cayera. 
uAziNCiiA/roz     .     si  tú,  etc. 
balitza/io    .     .     si  él,  etc. 


—739- 


IbaginchaA-oz.    .     si  nosotros,  etc. 
jausten/bazinchaA'oze.  .     si  vosotros,  etc. 
WlitzaZ-oz.      .     si  ellos,  etc. 

(5.";  «á  nosotros»). 

ibazinchaA-mz.   .     si  tú  nos  cayeras. 

JAüSTEN ''^'^'^^^^■^'-       •     si  él,  etc. 

;bazinchaZ;?¿ze  .     si  vosotros,  etc. 
[balitzaAmz.      .     si  ellos,  etc. 

(6.";  «á  vosotros»). 
JBANiNCHA^wBe     .     SÍ  yo  OS  Cayera. 

JAUSTENp^^^^"^^^'^^    •       •       si  él,  etc. 

JBAGiNCHA^z^Bez    .     SÍ  nosotros,  etc. 

[BALITZA^Z¿Bez.       .       SÍ  clloS,  ctc. 

(7.";  «á  ellos»). 
/BANiNCHAZ-e   .     .     si  yo  les  cayera. 


jBAZINCHAA-eZ  . 

iBAGINCHAA-eZ  . 
/BAZINCHA^-eZE 
'.BALITZA/í-eZ      . 


si  tú,  etc. 
si  él,  etc. 
si  nosotros,  etc. 
si  vosotros,  etc. 
si  ellos,  etc. 


III. 

-A.— —ELEMENTOS  CONSTITUTIVOS. 

Afijos  personales  ó  del  sugeto. 

^^ «yo». 

^^ «yo». 

^' «yo». 

^^ «tú». 

zi «tú». 

z :  «tú». 

»•••....  «él». 

^-    '     •     •     •     .     .  «él». 


-740- 


ZI,   z 

h'  . 

GA  . 
GI  . 
O.  . 
ZE,  Z 


«él». 

«él». 

«nosotros». 

«nosotros». 

«nosotros» . 

«varios». 


Afijos  prono7n¿naIes. 


T,  D «a  mi». 

zu,  TZU «á  tí». 

KO. «á  él». 

o «á  él». 

KU,  GU «á  nosotros». 

KE «á  ellos*. 

Afijos  de  la  pluralizacióii  -personal 

y  pronominal. 


TE,  E  .  .  .  . 
TE  (redundante). 

E,  A 

ZE,  Z  .       . 

z  (redundante) . 
z  (epentético)  . 
z  (pleonástico)  . 

Combinación  de  los  afijos   personales  y 

pronominales  con  sus  pluralizadores. 


«vanos», 
«varios», 
«varios», 
«varios», 
«varios», 
«varios», 
«varios». 


zi — z. 

, 

«tú». 

z — z   .      . 

, 

. 

. 

«tú». 

Z — TEZ. 

«tú». 

Z — TE. 

«tú». 

GA — Z. 

«nosotros». 

GI — Z    . 

«nosotros». 

G TEZ. 

.     «nosotros». 

G Z.    . 

.     «nosotros». 

ZA ZE. 

.     «vosotros». 

ZI — ZE. 

«vosotros». 

I 


—741- 


Z — TEZE. 

«vosotros». 

Z — ZE. 

«vosotros». 

Z — E. 

«vosotros». 

TZUE. 

•     .     .      «á  vosotros» 

TZU E. 

•     .     .     «á  vosotros». 

ZU E. 

•     .     .     «á  vosotros». 

D TEZE 

«ellos». 

D Z. 

«ellos». 

B — TEZ. 

«ellos». 

B ZE. 

«ellos». 

B Z. 

«ellos». 

ZI A. 

«ellos». 

Z TEZ. 

•     .     .     «ellos». 

L — Z. 

«ellos». 

KEEZ. 

,     «á  ellos». 

UE. 

.     .     «á  ellos». 

Núcleos  significativos. 

ITZA \ 

ITZ. 

TZ. 

TZA. 

CHA. 

• 

JA. 

)  «ser». 

AZ. 

A,  E. 

AKI. 

EKI.       , 

•    / 

♦ 

IRA.       ......       1 

mi. 

. 

. 

.  . 

ARE.      . 

. 

. 

'  «durar». 

ARA.      . 

. 

,       , 

•     1 

A. 

• 

•       • 

•     .     1 

* 

ADI.       ...              .       .       i 

AI. 

, 

, 

.     .     ( 

«percibir», 

-742- 

EDI 

El 

I •       .       . 

TE 

YOA 

OA • 

YOI 

01  ......       . 


«percibir». 


«ir». 


B 


-ELEMENTOS  CAEACTEEISTICOS. 


Hablando  estrictamente,  únicamente  lo  son,    en  cuanto 
de  núcleos  se  trata,  los  siguientes: 

YOA,  OA    .     .     .     .     .     ./Del    consue- 

Yoi,  01.     .."...     .(      tudinario. 

Afijos. 

KE.      ......     .|  Del  futuro  del 

Ki i      imperativo. 

¥■ 

TEKE 

KE.      •        •  •       •       • 

KI.        .       .  ... 

TE.       .       .  ... 

KIAN J-Pk   1  1 

Del  pasado  re- 

KI — N 4.    1  1 

nioto  del  po- 

KE — AN •      i.         -1 

tencial. 

KE — N I 


TEKE.. .¡  Del  condicional. 


Delpotencial. 


-743- 


KE. 
KI. 


TEKIAN.      . 
TEKE  —  AN 

TEKE N 

KE — AN. 
KE — N. 
KI — AN. 
KI — N. 


,^Del  condicio- 
,/      nal. 


^ 


De   los  tiem- 
(,   pos  remotos 
del  condicio- 
nal. 


jc 


N I  Del  pasado. 

N I  Del  subjuntivo 

BA I  Délos  supositivos. 


B 


-ELEMENTOS  ESTÉTICOS. 


N,  N 
I.    . 
B    . 


Eufónicos. 


N ¡Epentético. 

A ¡De  ligadura. 


-744- 


CAPITULO  XXV. 


Conjugación  sencilla  de  los  verbos  bizcainos  intransitivos. 


EGON,  «estar». 


I. 

_A INDICATIVO. 

T.  Presente. 

(i). — Flexiones  directas. 

(1.*  categoría.) 

NAGO   .  .  yo  estoy. 

ZAGoz  .  ,  tú,  etc. 

DAGO   .  .  él,  etc. 

GAGOz .  .  nosotros,  etc. 

ZAGOZE  .  vosotros,  etc. 

DAGOZ .  .  ellos,  etc. 

Observaciones.  Es  notable  la  bella  regularidad  en  el  uso 
del  núcleo  ago,  sin  las  contracciones  y  alteraciones  de  los 
otros  dialectos. 


(2.»;  «á  mí»). 


ZAGOÍAZ.  : 
DAGOKA^.  . 
ZAGOÍAZE  . 
DAGO^AZ.     . 


tú  me  estás, 
él  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(3.";  «á  tí»); 


^AGOtzU, 
DAGOtzU. 
GAGOtzilZ 
DkGOtzUZ 


.  yo  te  estoy. 
.  él,  etc. 


(5.*;  «á  nosotros»). 

zAGoA-?¿z  .  .  tú  nos  estás. 

DKGo'ku    .  .  él,  etc.' 

ZAGoAi¿EZ  .  vosotros,  etc. 

DAGoIiUEz  .  ellos,  etc. 

(G.*:   «á  vosotros»). 


TüAGoizue. 

DAGotzue. 

.  nosotros,  etc.    I  gaüo^^w^z     .  nosotros,  etc. 
.  ellos,  etc.  DAGotzuez    .  ellos,  etc. 


.  yo  os  estoy. 
.  él,  etc. 


-745- 


(4.*;  «á  él»). 

(7.-; 

«á  ellos»). 

NAGo/i'íi .    .     ,  yo  le  estoy. 

NAGoZ:ee  . 

.  yo  les  estoy. 

zkGolxüz    .     .  tú,  etc. 

zKGoT^eez. 

.  tú,  etc. 

TfkGoha.     .     .  él,  etc. 

DAGoJcee  . 

.  él,  etc. 

GAGoA-(XZ    .     .  nosotros,  eto. 

Gk.Gokeez. 

.  nosotros,  etc 

zAGoA-azE  .     .  vosotros,  etc. 

zkGolxeez. 

.  vosotros,  etc 

DAGo/iaz.  .     .  ellos,  etc. 

DkGoTíeez. 

.  ellos,  etc. 

Observaciones.  Hemos  visto  en  muchas  ocasiones  á  la 
asimilación  obrar  sobre  las  vocales;  en  la  4.*  categoría  ve- 
mos la  acción  de  una  fuerza  absolutamente  contraria,  que 
podría  denominarse  de  desasimilación,  ó  en  términos  más  ge- 
nerales, de  variabilidad.  La  forma  natural  de  esas  flexiones 
era  nagoko,  zagokoz,  etc.;  pero  sin  duda  en  algún  tiempo  pa- 
reció dura  é  ingrata  esa  constitución  fonética  y  se  permutó  la 
o  en  a. 

2.  Pasado. 

(i). — Flexiones  directas. 


(1."  categoría). 


NENGOAN. 
ZENGOZAN 
EGOAN.  . 
GENGOZAN 
ZENGOZEN 
EGOZAN  . 


yo  estaba, 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(ii) . — Flexiones  'pronominales . 


(2.*;  «á  mí»), 

ZENGOÍAZAN    .  tú  mc  estabas. 
BGOÍAN.     .     .  él,  etc. 

ZENGOÍEZAN      .    VOSOtrOS,  ctc. 

EG02^AZAN  .     .  ellos,  etc. 


(5.*;  «á  nosotros»), 

ZENGoZ;wzAN.  tú  nos  estabas. 

EGO^'ttZAN.    .  él,  etc. 

ZENGoA;zíEZAN  vosotros,  etc. 

EGoZ;wEZAN   .  ellos,  etCr 


-74G- 


(3.»;  «á  tí»). 


EGO¿£'?/N.     . 
GENGO¿-^?/ZAN  . 
EGO¿^Z¿ZAN. 


yo  te  estaba, 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(6.*;  «á  vosotros»). 


(4.';  «á  él»). 


NENGOA-ÍIN  . 
ZENGO^aN  . 
EGOA'ílN.      . 

gengoZ:azan 

ZENGO/vaZAN 
EQ0A-«ZAN. 


yole  estaba, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


NENGo/^?/eN  .  yo  os  estaba. 
EGotziien  .    .  él,  etc. 
GENGof-2r2¿ezAN  nosotros,  etc. 
^GotzuezAíi    .  ellos,  etc. 

(7.";  «á  ellos») 

NENGoteN.    .  yo  les  estaba. 
ZENGoA'eeN.    .  tú,  etc. 
EGoA-eeN.        .  él,  etc. 
GENGoA-eezAN.  nosotros,  etc. 
zENGoA-eezAN.  vosotros,  etc. 
EGoA'eezAN.    .  ellos,  etc. 


X> 'IMPERATIVO. 

1.  Presente. 

(i). — Flexiones  directas. 

(1.*  categoría). 


ZAGOZ  . 
BEGO  . 
ZAGOZE 
BEGOZ  . 


tú  estáte, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(ii). — Flexiones  pronominales. 


(2.";  «á  mí»). 
ZAGOÍAZ.    .     .  tú  estáteme. 

BEAGOKAÍ    .       .    él,  etc. 

ZAGOÍAZE  .     .  vosotros,  ctc. 

BEAGOÍAZ    .       .    ellos,   ctc 


(5,*;  «á  nosotros»). 

zAGoA'wz  .  .  tú  estátenos. 

BEAGo/i-?¿  .  .  él,  etc. 

zAGo7.2/Ez  .  vosotros,  etc. 

BEAGoZ:?/Ez  .  ellos,  etc. 


Observaciones.   En  estas  ñexiones  se  vé  claramente  que 
cuando  el  afijo  personal  de  8.*  persona  suele   figurar  en  lo9 


-747- 


imperativos  bajo  la  forma  h  está  contraído,  pues  ahora  se 
nos  presenta  bajo  la  forma  he. 


(3.*;  «á  tí»), 

'B^kGotzu  .     .  él  estéte. 
B-ELGotzuz.     .  ellos,  etc. 


(4.";  «á  él»). 


ZAGOA'ÍIZ  . 
BEAGO/i'a  . 
ZAGO/vaZE  . 
BEAGO/faZ   . 


.  tú  estále. 

.  él,  etc. 

.  vosotros,  etc. 

.  ellos,  etc.  . 


(6.*;  «á  vosotros»). 

BEAGo^^we  .  él  estéos. 

BEAGotzuez.  ellos,  etc. 

(7,*;  «á  ellos»). 

ZkGohaze    .  tú  estáles. 

BEAGoZ;ee.  ,  él,  etc. 

ZAGo/tcez.   .  vosotros,  etc. 

BEAGoA'eez  .  ellos,  etc. 


Observaciones.  En  la  2."  persona  de  singular  de  la  7.* ca- 
tegoría se  vé  una  nueva  fase  que  ha  seguido  el  afijo  prono- 
minal kote;  la  forma  primitiva  de  esa  flexión  debió  de  ser 
zAGOKOTEz;  dcspués  se  elidió  la  dental  ínfijándose  la  plura- 
lizadora  epentética,  y  mientras  que  en  dicha  flexión  de  2.* 
persona  obraba  la  fuerza  de  variabilidad  sobre  la  o  convir- 
tiéndola en  a,  en  las  restantes  la  elisión  de  t  dio  ocasión  á 
la  fuerza  de  asimilación,  permutándose  la  o  en  e. 


iBiLLi  «andar». 


A- 


-INDICATIVO. 


1.  Presente. 


(i). — Flexiones  directas. 


(l.»( 

categoría) . 

NABIL  .       . 

.     yo  ando. 

ZABILTZ     . 

.     tú,  etc. 

DABIL  .        . 

él,  etc. 

GABILTZ     . 

nosotros. 

etc 

ZABILTZE  . 

vosotros; 

etc. 

DABILTZ    .       . 

ellos,  etc 

. 

-748- 


(ii) . — Flexiones  pronominales. 


(2.';  «á  mí»). 

ZABiLíÍAZ  .  .  tú  me  andas. 

DABiLÍ .     .  .él,  etc. 

ZABiLr/AZE.  .  vosotros,  etc. 

dabilcZaz  .  .  ellos,  etc. 


(5.*;  «á  nosotros»). 

ZABiLTzZ:z¿z  .  tú  nos  andas. 
dabil/i-z¿  .     .  él,  etc. 

ZABILTz/i?¿EZ.    vosotros,  OtO. 

babilJíuz.     .  ellos,  etc. 


(3.'';«átí). 


NABIL¿^i¿  . 
BkBlhtzU  . 
GkBlhtzUZ  . 
DKBlhtzUYj  . 


yo  te  ando, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(6.';  «á  vosotros»). 


NABIL/^We 

DABiht  zue 

QA.Bihtzuez 

BkBihtzuez 


yo  os  ando, 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


(4.';  «áél»). 


nabilA'o.    . 

ZABILTzAo. 

dabilA'o.    . 

GABILTzA'OZ 
ZABILTZA:0Z 
DABILTzA'O. 


yo  le  ando, 
tú,  etc. 
él,  etc. 
nosotros,  etc. 


(7.';  «á  ellos»). 


NABiLA'oe.      .  yo  les  ando. 

zABiLTzA;oe.  .  tú,  etc. 

BABiLTzJcoe.  .  él,  etc. 

GABiLTzA-oez.  nosotros,  etc. 
vosotros,  etc.  I  zABiLTzA-oez.  vosotros,  etc. 
ellos,  etc.         1  DABihTzkoez.   ellos,  etc. 


2.  Pasado. 


(i). — Flexiones  directas. 


(1.'  categoría). 


NENBILTZAN. 

ZENBILTZAN. 

EBILLEN. 

QENBILTZAN. 

ZENBILTZEN. 

EBILTZEN.     . 


yo  andaba, 
tú,  etc. 
él,  etc. 

nosotros,  etc. 
vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


-7<9- 

(ii) . — Flexiones  'pronominales. 


(2.';  «  á  mí»). 

zenbilíZazan.  tú  me  andabas. 
ebilíZan.  .     .él,  etc. 
zenbilíZezan.  vosotros,  etc. 

EBILíÍAZAN.     .  ellos,  Ctc. 


(3.";  «á  tí»). 

NENBiLÍ^z/N   .  yo  te  andaba. 
EBiLÍ^2¿ií  .     .él,  etc. 
GENBiLí^t¿ZAN  nosotros,  etc 

EBILZÍ^MZAN  .  clloS,  etc. 

(4.';  «á  él»). 

NENBiL^oN .     .  yo  le  andaba. 
zenbilA'on  .     .  tú,  etc. 
ebilA'on.     .     .  él,  etc. 
GENBiLTzA'ozAN  nosotros,  etc. 

ZENBILTZA'OZAN  VOSOtrOS,  ctc. 

ebilA:ozan  .     .  ellos,  etc. 


(5.*;  «á  nosotros»). 

ZENBIL<72¿ZAN.    .  tú  nos    anda- 
bas. 
ebilZ;i¿n.       .     .él,  etc. 

ZENBILTZAWEZAN  VOSOtrOS,  ctc. 
EBIL^Z¿EZAN.         .  clloS,  ctc. 

(6.';  «á  vosotros»). 

NENBiL¿¿í¿^eN.     .  yo  os  andaba. 
EBiL^^2¿eN.    .     .él,  etc, 

GENBIL?^^Wí?ZAN    .    nOSOtrOS,  OtC. 

EBiL¿2r2¿ezAN.      .  ellos,  etc. 

(7.^;  «á  ellos»), 

NENBiLA'oeN  .     .  yo  le  andaba. 
zENBiLZ;oeN  .      .  tú,  etc. 
ebilA-ocn.     .     .él,  etc. 
GENBiLTzA'OéZAN.  nosotros,  etc. 

ZENBILTzA-OíiZAN.  VOSOtrOS,   ctc. 

ebilA-oízan  .     .  ellos,  etc. 


B 


IMPEEATIVO. 


1.  Presente. 


(i). — Flexiones  directas. 
{1."  categoría.) 


ZABILTZ. 
BEBIL.     . 
ZABILTZE 
BEBILTZ. 


tú  anda, 
él,  etc. 

vosotros,  etc. 
ellos,  etc. 


—750- 


(ii) . — Flexiones  pronominales. 


(2.';  «á  mí»). 

zabilcZaz   .     .  tú  ándame. 

BEBiLÍ.       .     .  él,  etc. 

zabilíZez   .     .  vosotros,  etc. 

bebilíZaz  .     .  ellos,  etc. 

(3.';  «á  tí»). 

BEBiLf^?¿    .     .  él  ándete. 

BEBihtzKz  .     .  ellos,  etc. 

(4/;«áél.)). 

zABiLTzA'o  .     .  tú  ándale. 

bebilA'o     .     .  él,  etc. 

ZABiLTzA'oz     .  vosotros,  etc. 

BEBILTzA'O  .       .  ellos,  ctc. 


(5.*;  «á  nosotros»). 

ZABiLTZí/z/z.  .  tú  ándanos. 

bebilZ:z¿.     .  .él,  etc. 

ZABiLTz/í-2íEz  .  vosotros,  etc. 

bebilA'í/z  .  .  ellos,  etc. 

(6.*;  «á  vosotros»). 

BEBiL^^í^e.      .  él  ándeos. 
BEBiLT^¿¿ez.    ,  ellos,  etc. 

(7.';  «á  ellos»). 

zABiLTzA'oe.  .  tú  ándales. 
BEBiLA'oe..     .  él,  etc. 
zkBiLTzJioez .  vosotros,  etc. 
BEBiLz/i'oez  .  ellos,  etc. 


II. 

ETOKRi,  «venir». 

Bajo  el  modelo  de  egon  se  conjuga' muy  fácilmente  éste 
verbal.  Marcaré  las  diferencias,  y  las  particularidades  que  no 
se  conciban  por  el  sólo  modelo. 

Presente. — El  núcleo  es  ator,  ato.  Este  segundo  se  usa 
únicamente  en  zatoz  «tú  vienes»,  gatoz  «nosotros  venimos», 
ZATOZE  «vosotros  venís».  En  la  2.*  categoría  hay  que  adver- 
tir: a)  que  el  afijo  del  sugetode  3.' persona  es  y',  que  me  pare- 
ce permutación  fonética  de  d.'  h)  que  la  2.*  persona  de  plural 
termina  en^^,  zatortez  «vosotros  me  venís».  En  la  4.*;  a)  que 
el  pronominal  es  ko,  excepto  en  ^2."^  y  3.*  persona  de  plural 
que  está  contraído  en  A-,  fundida  con  ez  pluralizador:  zator- 
KEz,  JATORKEz:  h)  quc  el  afijo  del  sujeto  de  3."  persona 
es  y,  lo  mismo  que  en  las  restantes  categorías,  de  donde  re- 
sulta que  (I  únicamente  se  emplea  en  la  1.*  y  3.»  categoría.  El 
afijo  pronominal  déla  7. <*  es  koe,  y  la  2.»  persona  de  singu- 
lar no  termina  en  ze  sino  en  z:  zatorkoez. 


-751- 

Pasado. — Los  núcleos  son  entor,  ento,  etoe.  En  la  pri- 
mera categoría  entor  figura  en  la  1.*  persona  y  etoe  en  la 
3."  de  singular,  exigiendo  ambas  mía  e  de  ligadura:  nento- 
REEN,  etorren;  ENTO  forma  parte  de  las  restantes  flexiones 
de  la  misma  categoría — y  yá  no  vuelve  á  aparecer  más — con 
e  de  ligadura  en  vez  de  la  a  del  modelo,  sólo  en  la  tercera 
persona  de  plural,  etozen  «ellos  venían».  En  las  restantes 
categorías  etoe  es  núcleo  de  las  3,'"'  personas  y  entor  de 
las  demás.  En  la  4."  categoría  el  pronominal  es  ko;  se  apar- 
ta del  tipo  la  flexión  zentoekozan  «tú  le  venías»,  y  es  irre- 
gular en  la  forma  del  pronominal  zetoekezan  «vosotros  le 
veníais».  Tampoco  se  ajusta  al  tipo  en  la  1."  categoría,  etor- 
kun  «él  nos  venía».  El  pronominal  de  la  7."  es  koe:  nentoe- 
KOEN  «yo  le  venía»,  etc. 

Imperativo. — Los  núcleos  son  ato,  etoe,  eto.  ato  figura 
en  las  2.''^  personas  de  la  1.*  categoría  y  eto  en  la  3.*  de  plu- 
ral; etoe  en  la  3.*  de  singular  de  esa  categoría  y  en  todas  las 
3.^^  de  las  demás.  El  afijo  de  3.*  persona  está  reducido,  co- 
mo ordinariamente  sucede,  á  .h.  La  tercera  persona  de  sin- 
gular de  la  2.*  categoría  carece  de  la  sílaba  ka  que  figura  en 
el  tipo;  BETOET  «él  véngame».  Los  pronominales  de  la  4."  y 
7.'  son  KO  y  koe,  y  en  estas  dos  y  en  la  S.*"  se  apartan  del 
tipo  en  algunas  pequeñas  particularidades  las  formas  zatoe- 
Ko  «tú  vénle»,  zatoeku  «tú  vénnos»,  zatorkuez  «vosotros  ve- 
nidnos», betorkuz  «ellos  véngannos»,  zatoekoeze  «vosotros 
venidles»  y  betorkoez  «ellos  vénganles». 

En  lugar  de  zatoz,  zatoze  es  muy  frecuente  el  empleo 
de  EEDu  «ven,  llega»,  eedue  «venid,  llegad»;  la  primera  de 
estas  formas  es  el  adjetivo  verbal  erdu  «venir,  llegar»  usado 
imperativamente,  y  el  segundo  el  mismo,  provisto  del  plu- 
ralizador  personal  e. 

ETZAN,  «estar  acostado,  tenderse  á  lo  largo». 


—752— 


A INDICATIVO . 

1. 

Presente. 

2. 

Pasado. 

(1.^ 

categoría.) 

(1.^ 

categoría). 

NATZA,  NATZ 

.  yo  estoy  acos- 

NENTZAN.    . 

.  yo    estaba 

tado. 

acostado. 

ZATZAZ 

,              , 

.  tú,  etc. 

ZENTZAZAN. 

.  tú,  etc. 

DATZA,  DATZ 

.  él,  etc. 

ETZAN    .       . 

.   él,  etc. 

GATZAZ 

^              ^ 

.  nosotros,  etc. 

GENTZAZAN. 

.  nosotros,  etc. 

ZATZEEZ 

^              ^ 

.  vosotros,  etc. 

ZENTZAZEE^ 

[    .  vosotros,  etc. 

DATZEEZ 

•       • 

.  ellos,  etc. 

EiZAZAN.     . 

.  ellos,  etc. 

X> IMPEEATIVO, 

(I.''  categoría). 

ZATZAZ  ...     tú  estáte  acostado. 

BETZA.    ...     él,  etc. 

ZATZEEZ.       .       .       vosotros, 

etc. 

BETZAZ    .        .       . 

ellos,  etc. 

Kespecto  al  acento  prosódico  dése  aquí  por   reproducido 
lo  que  dije  en  la  página  628. 


-753- 


CAPÍTULO  XXVI. 

MODIFICACIÓN  SIGNIFICATIVA  DE  LOS  NOMBRES  VERBALES. MODI- 
FICACIÓN   SIGNIFICATIVA    DE    LAS    FLEXIONES    VERBALES. CONS- 
TRUCCIÓN DE  LAS  FRASES. 

I. 

Conocemos  yá  todo  el  desarrollo  de  que  es  susceptible 
la  idea  verbal  enskara  bajo  sn  cuádruple  aspecto  transitivo 
é  intransitivo,  perifrásico  y  sencillo,  que  corresponden  los 
primeros  á  la  significación  general,  y  los  segundos  á  la  con- 
jugación propiamente  dicha. 

Pero  ese  desarrollo,  aun  con  ser  inmenso,  quedaría  como 
petrificado  en  la  expresión  de  los  elementos  componentes 
que  á  él  concurren,  de  no  haber  conservado  la  plasticidad 
suficiente  para  amoldarse  á  otras  exigencias  del  pensamien- 
to. Estas  exigencias  son  de  dos  géneros:  unas  se  refieren  al 
significado  mismo  del  nombre  verbal  y  otras  al  significado 
de  las  ñexiones  auxiliares,  y  nó  por  poder  concurrir  á  la 
vez  en  un  mismo  punto  producen  otras  nuevas  modifica- 
ciones gramaticales  correspondientes,  sino  que  todo  queda 
reducido  á  la  oportuna  combinación  de  ellas. 

Tomemos  como  ejemplo  el  concepto  que  expresa  la  si- 
guiente frase:  jaten  det  oguia  «yo  como  el  pan».  En  vano 
haremos  que  esafrase  se  combine  con  los  numerosos  tiempos, 
modos  y  categorías  de  la  conjugación  euskara;  siempre  per- 
manecerá escuetamente  idéntica,  designando  el  acto  de  co- 
mer pan,  sino  hallamos  manera  adecuada  de  sacarla  de  esa 
relativa  indigencia  adoptándola  á  una  porción  de  ideas  se- 
gundarias y  eventuales  que,  careciendo  de  un  nombre  ver- 
bal individualizado  porque  son  conceptos  generales  aplica- 
dos á  conceptos  particulares,  modifican,  sin  embargo,  el 
primitivo  concepto,  á  la  vez  que  conservan  la  esencia  de  su 
significación.  P.  ej:  «yo   quiero  comer  el  pan»,  «yo  suelo  co- 

52 


-754- 


mer  el  pan»,  «yo  debo  comer  el  pan»,  «yo  no  puedo  comer  el 
pan»,  «yo  hago  comer  el  pan»,  etc. 

Esta  necesidad,  según  ya  lo  indiqnó  en  las  pags.  3oG  y 
337,  la  satisface  con  toda  perfección  y  sencillez  el  enskara 
por  medio  de  nombres  verbales,  á  los  que  completiimente 
les  cuadra  el  nombre  de  modificativos.  Y  con  respecto  á  es- 
tos, los  demcás  podrán  llamarse  para  los  efectos  de  su  mu- 
tua contraposición,  modificables. 

La  flexión  verbal  á  lo  sumo  expresa  el  sugeto  y  doble  ré- 
gimen directo  é  indirecto,  de  una  manera  absoluta;  es  evi- 
dente que  las  exigencias  del  discurso  son  más  numero- 
sas, pues  hay  que  relacionarla  á  un  agente,  ó  á  un  paciente, 
ó  á  otra  acción  verbal,  ó  á  una  afirmación,  ó  á  una  nega- 
ción, ó  á  una  duda,  ó  á  una  disyuntiva,  ó  á  una  interroga- 
ción. Sea  el  mismo  ejemplo:  «3^0  como  el  pan»,  y  veremos 
que  manteniendo  inalterable  el  significado  de  comer,  fun- 
ción del  nombre  verbal,  cabe  alterar  el  sign'ficido  de  su  re- 
lación; «yo  que  como  el  pan»,  «el  pan  que  yo  como»,  «diré 
que  yo  como  el  pan»,  «sí,  yo  como  el  pan»,  «3^0  nó  como  el 
pan»,  «si  yo  como  el  pan»,  «yo  como  el  pan  ó  no»,  «yo  como 
el  pan?»,  función  de  la  flexión  que  se  obtiene  alterando  su 
forma. 

Por  lo  tanto,  á  tenor  de  lo  dicho  en  la  pág.  336,  llamo 
flexión  capital  á  la  que  expresa  el  significado  de  su  relación 
de  una  manera  absoluta  y  alterada  á  la  que  no  lo  expresa 
de  esa  manera,  por  estar  enriquecida  con  una  nota  que  no 
le  pertenece,  ordinariamente. 

«• 

Los  verbales  modificativos  poseen  un  significado  propio, 
del  cual  se  valdrán  independientemente,  como  cualquiera 
otro  verbal,  más  ó  menos  ampliamente,  según  la  práctica  de 
cada  dialecto  ó  variedad.  En  este  concepto  forman  parto  do 
laclase  común  de  los  verbales,  y  no  nos  importan.  No  les  do- 
nomino  invariables  porque  en  cuanto  pertenecen  á  la  clase 
común  no  lo  son,  y  en  'cuanto  constituyen  la  especial  do 
los  ]uo(lilicativos  no  lo  es  tampoco  una  buena  porción  do  ellos. 


—755- 

Los  modificativos,  salva  una  escepción  que  se  especifica- 
rá, se  colocan  siempre  delante  de  las  flexiones;  la  regla  que 
asientan  algunos  gramáticos  de  que  se  coloque  en  primer 
lagar  el  modificable,  después  el  modificativo  y  al  último  la 
flexión,  se  observa  tantas  veces  como  deja  de  observarse: 
JAN  nai  DET  ó  7iai  det  jan. 

De  los  modificativos  se  puede  formar  dos  grupos;  el  pri- 
mero compuesto  de  al  (b.  g.)  ahal  (1.  s.)  «poder»;  oí  (b.  g.) 
OHi  (1.  s.)  «acostumbrar»;  maite  (c.)  «querer»  (lit.  su  signifi- 
cado, como  el  de  todos  éstos  modificativos,  es  el  de  un  ad- 
jetivo, y  por  consiguiente  «querido»);^  ari  (b.  g.)  hari  (1.  s.) 
«estar  haciendo  algo».  El  segundo,  de  xtste  (c.)  «opinar,  pen- 
sar, creer»;  bear  (b.  g.)  behar  (1.  s.)  «necesitar»;  nai  (b.  g.) 
NAHí  (1.  s.)  «querer»;  erazo  (b.  g.)  arazo  (1.)  erazi  (s.)  «for- 
zar, obligar  á  ejecutar».  Los  verbales  del  primer  grupo  son 
realmente  invariables  en  el  desempeño  de  sus  funciones 
modificativas. 

ARI,  hari  en  virtud  de  su  significación  sirve  para  indicar 
que  la  acción  expresada  por  el  verbal  modificable  se  veri- 
fica de  una  manera  continua,  sin  solución  ó  intermi- 
tencias. De  significado  idéntico  á  jardun,  precede  inme- 
diatamente á  la  flexión,  con  la  particularidad  de  que 
ésta  ha  de  ser  siempre  intransitiva,  por  más  que  la  acción 
expresada  sea  transitiva:  iskiribatzen  ari  naiz  «yo  estoy  es- 
cribiendo (ocupado  en  escribir»);  iltzen  ari  da  «él  se  está 
muriendo»;  itzegingo  ari  zera  «tú  estarás  hablando».  La 
misma  significación  de  éste  verbal  lo  hace  más  apto  para 
expresar  tiempos  presentes-  ó  pasados  que  futuros. 

maite  es  un  adjetivo  que  todos  los  dialectos  conocen,  pe- 
ro que  los  de  Francia  emplean  más  comúnmente,  combinán- 
dolo con  las  flexiones  transitivas,  en  reemplazo  del  presen- 
te y  pretérito  imperfecto  ordinarios,  maite  düt  «yo  lo  quiero 
(yo  lo  tengo  querido,  lit.)»;  maite  zían  «él  lo  quería  (él  lo  te- 


1  Hago  ésta  salvedad,  porque  aunque  en  bascuence  no  hay  infinitivos,  la  práctica  general 
os  suponer  ese  signiñcaioíi  los  adjetivos  verbales;  pov  lo  tanto  oí,  aei,  etc.  se  encontrarán  en 
los  diccionarios  cutre  los  verbos,  mientras  que  maitu  será  considerado  como  adjetivo;  la  tra- 
duc  ifni  verbal  queda  reservada  en  aquellos  para  maitetu  6  maitatu. 


-750- 

iiía  querido)»,   en  vez  de   maitatzen   dut,  maitatzen  zían. 
A  MAiTE  imitan  il  «morir?),  bizi  «vivir». 

Uniendo  oí,  ohi  á  las  flexiones  transitivas  ó  intransitivas 
todos  los  tiempos  y  modos  en  que  figiu'e  adquirirán  signifi- 
cación consuetudinaria.  El  dialecto  bizcaino,  dueño  de  fle- 
xiones especiales,  no  necesita  valerse  de  oí  en  el  presente  y 
pasado  de  indicativo,  pero  sí  en  los  otros  tiempos  y  modos. 
Oí — OHI  permanece  invariable,  y  los  modificables  toman  los 
sufijos  que  requieren  los  tiempos.  Por  más  que  ninguna  ra- 
zón baya  que  lo  impida,  que  varios  esciitores  lo  usen,  que 
algunos  tratadistas  lo  prescriban  \  que  no  sea  desconocido 
en  la  práctica  y  que  merezca  el  nombre  de  más  lógico,  lo 
cierto  es  que  el  procedimiento  corriente  es  sustituir  elsns- 
tantivo  verbal  en  locativo  por  el  adjetivo  verbal  indefinido, 
en  los  tiempos  que  se  cc-mponen  con  aquel:  jan  oí  det  «yo  lo 
suelo  comer»,  jan  oí  nuen  «yo  lo  solía  comer»,  que  reempla- 
zan á  JATEN  01  DET,  JATEN  01  NUEN.  Dc  aquí  naccn  confusio- 
nes verdaderamente  gratuitas  entre  los  tiempos  que  se  dis- 
tinguen por  dichas  formas  del  nombre  verbal,  que  el  sentido 
del  discurso  ó  el  empleo  del  adjetivo  verbal  izan  evitarán, 
siendo,  con  mucho,  preferible  éste  segundo  medio:  jan  izan 
01  DET  para  el  pasado  próximo,  jan  izan  oí  nuen  para  el  pa- 
sado remoto.  Esta  manera  inutiliza  á  los  tiempos  pluscuam- 
perfectos, pero  con  escaso  perjuicio,  pues  el  discurso  puede 
prescindir  de  ellos  sin  detrimento  notable  de  su  precisión. 

Al — ahAl  se  une  á  las  flexiones  transitivas  ó  intransiti- 
vas, comunicando  á  los  modos  y  tiempos  significación  po- 
tencial. Le  son  aplicables  las  observaciones  que  he  hecho 
respecto  á  oí.  Como  todos  los  dialectos  poseen  un  modo  po- 
tencial, no  se  usan  correctamente  ni  deben  de  usarse  con  el 
presente  é  imperfecto  de  indicativo.  Sin  embargo,  bastantes 
localidades,  por  desgracia,  han  olvidado  ó  dejado  caer  en 
desuso  las  flexiones  genuinamente  potenciales,  y  por  ser  el 
procedimiento  á  que  me  refiero  sumamente  sencillo  y  expe- 
ditivo, se  oirá  con  alguna  frecuencia  jan  ó  jaten   aldet  «yo 


1.    LnrramciHU.  Arfe  (¡el  baso   im^.  107  y  lOH. 


-T57- 


lo  puedo  comer»),  en  vez    de  jan  dezaket  y  jan  ó  jaten   al 
NüEN  «yo  lo  podía  comer»,  en  vez  de  jannezake. 

Otro  uso  posee  al  en  el  dialecto  guipuzcoano,  á  lómenos. 
Dice  Larramendi  explicando  lo?  sentidos  de  ese  verbal:  «el 
segundo  es  cuando  se  usa  en  circunstancias  de  alguna  duda, 
disimulo,  ironía,  y  en  éste  sentido  no  tiene  correspondiente 
en  otras  lenguas».  ^ 

(II), 

El  segundo  grupo  de  modificativos  es'á  caracterizado  por 
la  variabilidad  de  su  forma,  ó  lo  que  es  lo  mismo,  por  su 
aptitud  para  recibir  los  afijos  que  se  unen  á  los  adjetivos 
verbales  que  figuran  en  la  conjugación  perifrásica,  á  la  vez 
que  los  modificables  permanecen  inmóviles  en  su  forma  de 
adjetivos  indefinidos.  He  dicho  adjetivos  verbales  porque 
no  se  usa  darles  la  forma  de  sustantivos.  Es  tan  grande  la 
tendencia  á  mantener  la  identidad  morfológica  del  nombre 
verbal  que,  no  obstante  el  aprovechamiento  de  los  adjetivos 
posesivo  y  derivativo  (ikusiken,  iKUsiKo)para  elfuturo,  como 
los  tiempos  en  que  hayan  de  representar  papel  dichos  dos 
adjetivos  estén  dotados  de  flexiones  características  que  no 
consientan  confusiones,  se  mantiene  el  adjetivo  indefinido: 
EERAN  hear  nuke  «yo  lo  debiera  decir»,  en  vez  de  erean  hear- 
Jco  nuke;  7iai  nuke  egon  zürekin  «yo  quisiera  estar  contigo» 
en  7ez  de  Jiaiko  nuke  egon  zueekin,  aunque  éstas  construc- 
ciones no  sean  en  absoluto  desconocidas.  Los  futuros,  cuan- 
do no  poseen  ó  consienten  flexión  propia,  exigen  constante- 
mente la  aglutinación  del  sufijo  correspondiente  al  modifica- 
tivo: EZTA  EDIRENEN  PENARIK  ETA    EZ    ATSEKABERIK    KONDENATÜ 

BATEK  PAiRATU  bekarJco  EZTüERiK  (Ax.)  «no  se  encontrará  pena 
ni  aflicción  que  un  condenado  no  lo  deberá  de  sufrir».  La 
confusión  proviniente  del  uso  del  sustantivo  verbal  puede 
evitarse  con  izan  interpuesto:  egin  bear  det  «yo  lo  debo 
hacer»,  egin   izan  bear  det  «yo  lo  he  debido  hacer»,  etc. 

Aunque  USTÉ  está  incluido  justamente    en  éste   segundo 
grupo,  también  se  le  puede  incluir  en  el  primero  atendien- 


X    Arte  del  base,  pág.  20G. 


—758- 


"  do  á  una  de  sus  acepciones.  Unido  al  verbal  izan  significa 
propiamente  «opinar,  pensar,  creer»;  ésta  unión  se  verifica 
en  todos  los  tiempos  que  no  son  el  presente  y  el  pretérito 
imperfecto  de  indicativo,  pues  para  éstos  dos  basta  por  sí 
solo:  USTE  DET  «y O  lo  pienso»,  usté  nuen  «yo  lo  pensaba».  Y 
como  en  los  tiempos  restantes  el  sufijo  lo  toma  izan,  üste 
IZANDO  DET  «yo  lo  Opinaré»,  usté  izando  nuke  «yo  lo  pensara», 
resulta  que  usté  pertenece  al  grupo  de  los  invariables.  Pero 
cuando  usté  se  emplea  como  modificativo  de  otro  verbal 
cualquiera,  entonces  recibe  los  mismos  sufijos  que  los  ver- 
bales del  segundo  grupo,  de  los  cuales  entra  á  formar  parte: 
JAN  usteA'o  det  «yo  lo  pensaré  comer».  En  el  presente  y  el 
pretérito  imperfecto  usté  se  construye  también  con  el  sus- 
tantivo verbal  locativo:  así  Lardizabal    en   su    testamentu 

ZAKREKO    ETA     BEERIKO   KONDAIRA     CSCribe:  USTE  izateil    ZUTEN 

«ellos  lo  opinaban». 

EZíN  expresa  la  idea  de  la  impotencia  en  la  acción  verbal. 
Presenta  la  particularidad  de  que  se  coloca,  indifeientemen- 
te,  delante  ó  detrás  del  modificable,  y  según  el  lugar  que 
ocupa  toma,  ó  no,  los  afijos  de  la  conjugación  perifrásica: 
EzíN  iKUSiA-oDET  «uo  podré  verlo»,  é  ikusi  ezingo  det.  ezin  se 
combina  con  las  flexiones  del  modo  potencial,  y  entonces  la 
idea  de  impotencia  se  marca  de  una  manera  tan  enérgica 
que  es  absoluta:  ezin  ukatu  daitereana  «lo  que  no  se  puede 
negar»;  ezin   esan  daiteke  «no  se  puede  decir». 

NAi,  NAHí,  GURA  exprcsaii  la  idea  de  la  volición  en  la  ac- 
ción verbal:  nik  izan  naiA-o  konturik  «yo  querré  tener  cuida- 
do»; NAi  DET  EROSi  ECHE  BAT  «yo  quicro  comprar  una  casa». 
Siendo  la  acción  de  «querer»  eminentemente  transitiva,  lo 
común  es  construir  la  frase  con  las  flexiones  transitivas, 
aunque  el  modificable  sea  intransitivo:  nai  det  ibilli  «yo 
quiero  andar».  Otra  cosa  será  cuando  se  ha  de  expresar  la 
idea  intransitivamente:  nai  da  ibilli  «se  quiere  andar». 

BEAR,  BEHAR  iiidica  la  uccesidad,  física  ó  moral,  de  la  ac- 
ción: iTz  EGíN  BEAR  DEZU  GOGORKi  «dcbcs  hablar  duramente»: 
ERRAN  BEHAR  NUKE  «y O  lo  debiera  decir».  Eespecto  á  la  clase 
de  flexiones  que  se  han  de  usar,  le  es  aplicable  lo  advertido 
en  el  párrafo  dedicado  á  nai. 


—759- 

Con  el  modificable  erazo,  arazo,  erazi  se  forman  los  ver- 
bos á  los  que  llaman  ¡o-í  gL-amáticos  del  país  «dobles»  ^  ,  y 
otros  tratadistas  «factitivos»  y  «oausativos».  En  estos  verbos 
la  acción  se  manifiesta  como  impuesta  por  un  agente  á 
otro,  mediante  dos  acciones  combinadas.  El  modificativo 
se  une  siempre  al  adjetivo  verbal  modificable,  y  la  combi- 
nación resultante  se  trata  en  todo  como  un  verbal  ordina- 
rio. De  JAN  «comer»,  jan-erazo  «hacer  comer,  jan-erazoten 
DET  «yo  hago  comer»;  de  ostu  «robar»,  ostu-erazo  «hacer  ro- 
bar», osTU-ERAzoTEN  ZEXDUEN  «tu  lo  hacías  robar».  En  los 
dialectos  labortano  y  suletino  se  emplea  el  radical  verbal: 
YAR-ERAzi  «hacer  sentar»,  de  yarri;  hah-erazi  «hacer  tomar», 
de  HARTU.  También  se  puede  echar  m-.aio  de  un  nombre  co- 
mún: BERO  erazi  «hacer  calentar»,  de  bero  «calor»;  handi- 
ERAZi  hacer  creer»,  de  handi  «grande».  Nada  se  opone  á  ésta 
formación  en  los  dialectos  de  España;  pero  apenas  se  usa. 

Dichos  modificativos  contraidos  en  era  que  se  infijaó  pre- 
fija han  dado  nacimiento  á  muchos  verbales  que  han  adqui- 
rido amenudo  un  sentido  bastante  diferente  del  primitivo: 
de  EGIN  «hacer»,  eragin  «hacer  hacer»;  de  igarri  «adivinar», 
iRAGARRi  «hacer  adivinar»;  de  ikusi  «ver»,  erakutsi  «hacer  ver 
(enseñar,  mostrar)»;  de  ibilli  «andar»,  erabilli  «hacer  an- 
dar (menear)»;  de  ikasi  «¡iprender»,  jrakatsi  «hacer  aprender 
(enseñar)»;  de  entzun  «oir»,  erantzun  «hacer  oir»  (respon- 
der)»; de  EMAK  «dar»,  eraman  «hacer  dar  (llevar)»,  etc.,  etc. 
Y  yá  en  ésta  forma,  pueden  tomar  de  nuevo  erazo,  arazo, 
erazi,  adquiriendo   un   doble   sentido  causativo:  erantzun- 

ERAZI,  ERAMAN-ERAZO,   etc,  etc.  ^ 

De  la  misma  índole  es  el  verbal  etsi  que  sirve  para  expre- 
sar la  idea  de  una  impresión  moral,  formando  verbales  ordi- 
narios: oNETsi  «agradar,  encontrar  bueno»,  de  on  «bueno»; 
BAiTETsi  «aprobar»,  de  bai  «sí»;  gaitzetsi  «desaprobar,  encon- 
trar malo  algo»,  de  gaitz  «malo»;  ederretsi  «admirar,  encon- 
trar hermoso  algo»,  de  EDER  «hermoso»^.  Esta  composiciones 
más  usada  en  Francia  que  en  España. 

Otra  manera  de  modificar  el  sentido  verbal  estriba  en  in- 


1    Larclizábal,  Gramática  vascDnyad  ■,  pág.  67. 
a    lucbauspo.  Le  Vertie  basque,  pi'ig.  44:í. 
3    luchansí  e.  Le  Ver'oe  basqi;e,  pág.  443, 


— 7C0- 


trodiicir  entre  la  flexión  y  el  nombre  verbal,  ó  colocar  detrás 
de  la  flexión  ciertos  adverbios  de  dada  y  ciertas  conjuncio- 
nes condicionales,  entre  los  que  merecen  especial  mención: 

BIDÉ,     OMEN,     UMEN,   ETE,     OTE,     OTHE,     OTHIAN,     BALIMBA,    BER, 

BAiT,  los  que  comunican  á  las  frases  un  sentido  de  duda,  in- 
terrogación, sorpresa,   compasión,  deseo,    esperanza,  según 
su  respectiva  acepción:  zuk  jan  hiele  zenduen  sagarra,  «pa- 
rece que  lias  comido  la  manzana»;  zuk  esan  ornen  dio'av  «aca- 
so le  has  dicho  tú»;  iieltu  umen  da  «parece  que  ha  llegado»; 
AGERTÜ  ete  DABE,  «acaso  lo  han  declarado»;  ¿etorriko  ote  da? 
«vendrá  por  ventura?»;  JOk^othe  da?  «acaso  se  híiiáo))?ot//ia?i 
galdü  dUzia?  «¿es  posible  que  lo  hayas    perdido?»;  halimha 
EDiRENEN  Dii,  «cspero  (ojalá)  que  lo  encontrará»;  ikhusten  du- 
dan her  «con  tal  que  yo  lo  vea»;  dantza  ledin  ber   «con  tal 
que  bailase»;  zl'i  jin  hait  eginik  duket  «para  tu  llegada  yo  lo 
habré  hecho»/  El  signiñcado  de  bait  es  el  de  «para  el  tiem- 
po, para  la  época»,  etc.  ber  se  usa  con  las   flexiones  en  for- 
ma relativa,  y  para  indicar  el  tiempo  futuro  se  vale  del  pre-. 
senté  ó  pasado  del  subjuntivo,   según  sea  más  ó  menos  re- 
moto lo  venidero.  La  colocación  de  estos  modificativos  la 
deducirá  el  lector  de  los  ejemplos  puestos,  sacando  la  regla 
general  del  hecho  concreto.  Advierto  que  la  traducción  que 
de  ellos  he  hecho  es  meramente  aproximativa,  del  sentido 
y  nó  literal. 

El  verbal  egin  puede  equipararse,  bajo  cierto  aspecto,  á  los 
modificativos.  La  locución  de  que  voy  á  dar  cuenta  es  muy 
usada  entre  los  bascongados  de  España,  y  consiste  en  usar 
como  invariable  el  verbal  que  expresa  la  acción  y  calificarlo 
con  egin,  al  cual  se  le  comunican  las  formas  que  requieren 
los  tiempos:  jo  egiten  ñau  «pegar  me  hace»,  en  vez  de  jo- 
TZEN  ÑAU  «me  pega»;  ekarri  egingo  ziñidake  «traerme  lo  hi- 
ciera», en  vez  de  ekarriko  ziñidake  «tú  me  lo  trajeras»,  etc. 

Uniendo  egin  á  un  nombre  común  ha  formado  el  bascuen- 
ce  bastantes  verbos:  itz  egin  «hablar  (hacer  palabra)»;  usai 
egiñ  «oler  (hacer  olor)»;  atsegiñ  «gustar,  complacer  (hacer 
rascadura)»,  etc.  etc.:  Y  debo   advertir  que  apesar  de  que  la 


1    I,anamoiuli;  Arte  del  base,  l-Ag.  309.  Lardizábal:  Gram.  vascong.  i>iig.  C6.  lucbauspo.  Le  verbo 
basque,  i>^>g.  444. 


—761— 

acción  denotada  por  el  nombre  sea  intransitiva,  se  emplean 
las  flexiones  transitivas:  iges  egin  DET«yo  huyo  (yo  hago  hui- 
da)»,  siempre  que  no  convenga,  dicho  se  está,  marcar  el  ca- 
rácter intransitivo  de  la  acción:  iges  egin  da  «se  ha  huido 
(hecha  es  huida).  Empleado  de  ésta  suerte  egin,  á  imita- 
ción de  otros  modificativos,  no  toma  la  forma  del  sustantivo 
verbal,  egiten. 

Con  los  modificativos  oí — om,  al — ahal,nai — gura,beae- 
behar,  erazo — ARAZO — ARAZI,  ERAGíN,  ctc.  y  la  coDJugación 
disyuntiva  edo,  ha  formado  respectivamente  Astarloa  sus 
tiempos  de  los  modos  «habitual,  potencial,  voluntario,  nece- 
sario, forzoso,  dudoso  y  probable»  ^.  Por  ese  camino  pudie- 
ra irse  muy  lejos  en  la  enumeración  de  tiempos  y  modos,  pues 
de  los  modificativos  que  yo  he  citado  en  el  curso  de  este 
capítulo  han  quedado  fuera  de  la  cuenta  de  Astarloa  varios. 
Pero  ni  los  tales  modos  y  tiempos  así  formados  lo  son  ni  lo 
serían  de  veras,  ni  puede  esperarse  de  ellos  más  que  confu- 
sión y  oscuridades  en  un  trabajo  que  no  sea  meramente  ra- 
cional ó  filosófico  como  el  del  ingenioso  é  ilustrado  bascófi- 


durangués. 


II. 


Las  alteraciones  que  en  su  forma  y  en  su  sentido  pueden 
experimentar  las  flexiones  capitales  son  siete,  dando  lugar 
á  otras  tantas  especies  de  formas  verbales  á  las  que  denomi- 
na,ré,  siguiendo  al  Príncipe  Bonaparte,  ^  conjuntivas,  relati- 
vas, afirmativas,  dubitativas,  negativas,  causativas  é  interro- 
gativas. La  sexta  especie  pertenece  á  ambos  dialectos  de 
Francia  y  la  séptima  al  suletino  únicamente. 

El  empleo  de  estas  flexiones  alteradas  está  indicado,  en 
general,  por  su  misma  significación.  Pero  también  les  corres- 
ponden funciones  especiales  que  ya  indicaré  cuando  haya 
lugar. 

Varias  de  éstas  formas  están  definidas  por  su  mismo  nom- 
bre: otras  exijen  alguna   aclaración.  Flexión   conjuntiva  es 


1.    Véase  Discursos  filosóficos,  desde  la  pág.  G97  A  la  706  inclusive. 
2-    Véase  el  cuarto  cuadro  preliminar,  de  Le  Verbe  basque. 


-7C2- 


la  que  se  refiere  coordinadaniente  á  otra  de  lui  verbal  que 
figura  en  la  misma  oración:  suple  al  que  conjunción  castella- 
na. Flexión  relativa  es  la  que  se  refiere  al  sujeto  ó  al  pacien- 
te de  una  acción  verbal:  suple  al  que  pronombre  relativo 
castellano.  Flexión  causativa  es  la  que  robustece  su  sentido 
positivo  con  una  relación  de  causalidad  sacada  de  ella  mis- 
ma: ejemplos  castellanos:  «porque  lo  tiene»,  «porque  es». 

(I) 

La  flexión  capital  se  hace  conjuntiva  sufijándole  la  par- 
tícula la.  Esta  sufijación  produce  fenómenos  fonéticos  di- 
ferentes, según  sea  la  letra  final  de  la  flexión.  Algunos  de 
éstos  son  comunes  á  los  cuatro  dialectos,  otros  especiales. 
Para  mayor  claridad  los  explicaré  separadamente. 

A  (dialecto  guipuzcoano).  1.°  Las  flexiones  terminadas 
en  íi,  e,  ¿e,  o,  ?/,  aglutinan  directamente  el  sufijo  conjuntivo 
la:  de  darama  «él  lo  lleva»,  daeamala  «que  él  lo  lleva»;  de  na- 
ZA  «él  hágame»,  nazala  «que  él  hágame»;  de  daukate  «ellos 
lo  tienen»,  daukatela  «que  ellos  lo  tienen»;  de  dute  «ellos 
lo  han»,  DUTELA  «que  ellos  lo  han»;  de  dio  «ello  dice»,  diola 
«que  él  lo  dice»;  de  daukayo  «él  le  tiene  lo»,  daukayola  «que 
él  le  tiene  lox;  de  dezu  «tú  lo  has»,  dezula  «que  tú  lo  has». 
Llevan  íi  ó  6  epentética,  nago  «yo  esto}'»,  nagüela,  nagoíila 
«que  yo  estoy»;  dago  «él  está»,DAGoeLA,  DAGoaLA«que  él  está», 
y  e,  Du — DiTU  «él  lo  ha,  los  ha»,  dusla — ditu^la  «que  él  lo 
ha,  los  ha»;  zaitu  «él  te  ha»,  zaitusla  «que  él  te  ha»;  ñau  «él 
me  ha»,  ñauóla  «que  él  me  ha»;  gaitü  «él  nos  ha»,  gaitu^la 
«que  él  nos  ha». 

2.°  Las  terminadas  en  ke,k,  ÑyT  (pasando,  además, 
ésta  dental  á  la  suave  correspondiente),  aglutinan  el  sufijo 
LA  interpolando  una  a  de  ligadura:  de  nuke  «yo  lo  habría», 
NUKEdLA;  de  DEZAKE  «él  lo  pucdc»,  dezake^la;  de  dek  (f.  m.) 
«tú  lo  has»,  DEKaLA:  de  nak  (f.  m.)  «yo  soy»,  nakcila;  de  din 
(f.  /.)  «él  lo  ha»,  díñala;  de  det  «yo  lo  he»,  dedííla;  de  diat 
(f.  m.)  «yo  lo  he»,DiADaLA.  ^ 


1  Para  nniflcar  la  doctrina  y  no  volver  sobro  mis  pasos  mo  ha  parocido  convonifii'o  dar 
cabida  on  (•.nux,  socciAn  á  todas  las  tüniiinacioiiüs  do  hiH  lloxioiios  aún(|iio  portono/.i'uii  al  ira- 
taniiouto  familiar  masculino  (f.  m.)  y  iil  íomciiiuQ  (f.  f,).  Kstaa  íloxioiios  las  üuuoatrará  ( I  loü- 
tor    on  los  apéndices. 


—763- 

3.°  Las  terminadas  en  ^  requieren  e  epentética:  de  daki 
«él  lo  sabe»,  DAKieL\;  de  dakuski  «él  los  vé»,  daruski^la. 

4."  Las  terminadas  en  Z,  r,  s  y  ^  aglutinan  el  sufijo  la 
por  medio  de  una  e  de  ligadura,  convirtiéndose  la  primera 
de  aquellas  consonantes  en  ll\  de  nabil  «yo  ando»,  nabill^la; 
dcNATOR  «yo  vengo»,  natorr^la  ^;  de  daküs  «él  lo  vé»,  daku- 
seLA;  de  naiz  «yo  soy»,  naiz^la. 

5."  Las  terminadas  en  n  proceden  de  tres  maneras  dis- 
tintas: a)  si  les  precede  ^  la  I  del  sufijo  se  trueca  en  II  y  se 
elide  la  n:  de  nendin  «yo  fuese»,  nendi¿/a;  de  zedin  «él  fuese», 
zendiZ/a:  &),  si  es  característa  del  tratamiento  femenino,  se 
interpola  una  a  de  ligadura;  de  den  «tú  lo  lias»,  dencila;  de 
NAN  «yo  soy»,  naníila:  c),  en  cualquier  otro  caso  se  elide;  de 
ZENDUEN  «tú  lo  habías»,   zenduela;  de  zidan  «él  me  lo  había», 

ZIDALA  ^. 

B.  (dialecto  labortano).  1.°  Las  flexiones  terminadas  en 
a  si  pertenecen  á  la  conjugación  perifrásica,  la  cambian  en 
e  para  recibir  el  sufijo  la,  y  si  pertenecen  á  la  sencilla  no 
experimentan  variación;  de  da  «él  es»,  déla;  de  darama  «él 

lo  lleva»,  DARAMALA. 

2.°  Las  terminadas  en  e,  ¿e,  /ve,  o,  u  aglutinan  directa- 
mente el  sufijo  la\  de  diré,  ellos  son»,  direla;  de  dute  «ellos 
lo  han»,  dutela;  de  nuke  «yo  lo  habría»,  nukela;  de  natzayo 
«yo  le  soy»,  natzayola;  de  duzu  «tú  lo  has»,  duzula.  Las 
terminadas  en  o  pueden  tomar  e;  de  dio  «elle  ha  lo»,  DioeLA. 
Se  exceptúan  de  la  regla  general  ñau,  du-ditu,  zaitu,  gaitu, 
que  dan  origen  á  ñauóla,  DueLA-DiTUéLA,  zaitu^la,  gaitu<?la. 

3.°  Las  terminadas  en  li  y  t  aglutinan  el  sufijo  la  inter- 
polando a  de  ligadura;  la  sustitución  de  la  dental  fuerte  por 
la  suave  no  es  obligatoria:  deDUK  (f.  m.)  «tú  lo  has»,  duko-la; 
de  DUT  «yo  lo  he»,  dutíxla,  dudóla. 

4.°  Las  terminadas  en  i  requieren  e  epentética;  de  daki 
«él  lo  sabe»,  dakisla. 


1  Eu  esa  flexión  y  en  las  que  1 ;,  imitan  no  hay  alteración  fonática  alguna  en  el  tema,  como 
pudiera  creerse  íl  i^rimera  vista,  porque  la  r  final  es  tau  fuerte  antes  cíe  chocar  con  la  letra 
de  ligadura  como  después.  Nueva  prueba  de  la  ventaja  que  traería  el  uso  del  signo  r,  evitan- 
do el  error  do  atribuir  ;'i  variación  fonética,  lo  que  es  simi)le  variación  ortogiáñca. 

2  Larramendi.  Arte  de  la  leiig.  bascong.,  págs.  305  y  sigs.— Lardizábal.  Gramát.  Vascong.,  página 
G8,— Bonaparte.  Le  Verbe  basq  .e,  págs.  V  y  VI  y  el  cuarto  cuadro  preliminar. 


-7C4- 

5.°     Las  terminadas  en  r  y  z  toman  e   de  ligadura:  de 

DATOR,  D.\T0RR6'LA;  de  NAIZ,  V,M'¿ehk. 

6."  Las  terminadas  en  n  coinciden  en  todo  con  las  gui- 
puzcoanas.  ^ 

C  (dialecto  suletino).  1.°  Las  terminadas  en  a,  como 
las  labortanas. 

2."  Las  terminadas  en  e,  o,  ü  siguen  á  las  labortanas: 
DÜ-DÜTÜ,  zliTÜ,  GÜTLi  reciben  a  epentética,  con  permutación 
de  ü  en  i\  D¿V¿LA-DiiT/aLA,  züi/aLA,  gut/íila. 

3."  Las  terminadas  en  te  cambian  la  e  en  i  é  intercalan 
a  epentética:  de  lizate  «él  sería»,  lizat¿¿ila. 

4.°  Las  terminadas  en  lie  se  dividen  en  tres  grupos:  a) 
NAiKE  «él  me  habrá»,  aike  «él  te  habrá»  y  nUtIike  «yo  los  ha- 
bré» con  las  demás ñexiones  de  régimen  directo  de  3,*  perso- 
na que  pertenecen  á  ese  tiempo,  toman  indiferentemente  a 
epentética  ó  no  la  toman,  con  permutación  de  e  en  t  en  el 
primer  caso:  nlikzVíla,  nUkela;  aik/o-la,  airela,  etc.:  ¿),  ni- 
TZAiKE  «yo  les  seré»  con  todas  las  flexiones  de  régimen  indi- 
recto, como  NiNTZEiKE  «yo  les  sería»,  deike  «él  le  habrá  lo», 
aglutinan  inmediatamente  el  sufijo  Ja:  nitzeikela,  deike- 
LA,  etc.:  c),  las  restantes  flexiones  exigen  a  epentética;  de 
DÜKE  «él  lo   habrá»,  DiÍK¿aLa;  de  zütííke  «él  te  habrá»,  zütIí- 

KmLA. 

6!^  Las  terminadas  en  h  interpolan  a  de  ligadura  á  la 
vez  que  permutan  dicha  consonante  por  y.  de  dIí/i,  díí//ala. 
La  permutación  es  la  regla  general,  pero  también  se  usa  con 
menos  frecuencia  la  elisión  y  en  este  caso,  no  obstante  la  ley 
de  la  afinidad  de  las  vocales,  no  se  permuta  la  e  en  a  en  el 
choque  originado  por  la  elisión:  de  deyek  (f.  m.)  «tú  les  has 
lo»,  de  ye  AL  A  y  nó  deyiala. 

6.°  Las  terminadas  en  7i  toman  a  de  ligadura,  y  lo  mis- 
mo las  terminadas  en  t;  de  zalñ  (f.  f.)  «él  te  es»,  zalñííla;  de 
DÜT  «yo  lo  he»,  DiiDaLA.  La  i  que  precede  á  la  ñ  se  suprime 
en  algunas  flexiones;  de  zaiñ,  zañala;  de  nitzaiñ,  nitzañala. 
La  t  no  se  suaviza  en  d  cuando  la  preceden  un  diptongo  ó 
una  z^  de   deit  «él  me  lo  ha»,  deitala;  do  deizt  «él  me  los 


1    liouaixuto,  Le  Vcrbe  basque,  i)iit'9.  V  y  VI. 


—765— 

ha»,  DEizTELA.  Excepcionalmente  ait  (f.  m.)  «yo  te  he»,  dá 
higar  á  aidala- 

7.°     Las  terminadas  en  í!  toman  a  epentética;   de  daki, 

DAKIALA. 

8.°  Lo  mismo  practican  las  terminadas  en  z;  de  niz,  ni- 
zaLA. 

9.*'     Las  terminadas  en  n,  como  las  guipnzcoanas.  ^ 

D.  (Dialecto  bizcaino).  1.°  Las  terminadas  en  a,  e,  te, 
lie,  o,  li  reciben  el  sufijo  la  directamente:  zara  «tú  eres»  y 
DIRÁ  «ellos  son»,  suelen  recibir  una  i  epentética:  zar/ala,  di- 
r¿"ala.  De  DARUA  «él  lo  lleva»,  daruala;  de  dozube  «vosotros  lo 
habéis»,  dozubela;  de  naite  «yo  lopuedo»,  naitela;  de  neun- 
KE  «yo  te  lo  hubiese»,  neunkela;  de  nachako  «yole  soy»,  na- 
chakola;  de  dozu  «tú  lo  has»,  dozula.  Las  flexiones  ñau  «él 
me  ha»  y  dau  «él  lo  ha»,  consonifican  la  u\  na5ela,  da6ela. 

2."  Las  terminadas  en  Z;  y  t  necesitan  a  de  ligadura;  la 
li  se  elide,  la  t  no  se  suaviza  en  d,w\  en  el  modo  indicativo, 
ni  cuando  está  precedida  por  una  ,s:  en  los  demás  casos,  la 
práctica  es  varia.  De  dok  (f.  m.)  «tú  lo  has»,  duala;  de  dot 
«yo  lohé»,  dodíila;  de  jat  «él  me  es»,  JATrtLA;  dcDEusT  «él  me 
lo  ha»,DEUSTaLA.  Cuando  por  supresión  de  la  li  las  vocales  e, 
i,  o,  u  se  encuentran  en  contaoto  con  la  a,  la  e  se  cambia  en 
?i  y  la  o  en  u,  y  se  intercala  j  éntrela  z  y  la  «  j  h  entre  és- 
ta vocal  y  la  u:  de  dok,  dz/(7La;  de  daik^k  (f.  m.)  «tú  lo  po- 
drás», DAiKmLA;  de  jakuk  (f.  m.)  «él  nos  es»,jAKU¿)aLA;de  dait 
(f.  m.)  «tú  lo  puedes»,  DAiy'aLA. 

3.°  Las  terminadas  en  i  toman  a  epentética  y  se  inter- 
cala y  eufónica,  á  menos  de  que  la  i  proceda  de  una  permu- 
tación de  e,  debida  á  la  afinidad  délas  vocales;  de  daki,  da- 
Kiy'eLA. 

4.°  Las  terminadas  en  lió  I  toman  e  ó  a  indiferentemen- 
te; de  NABILL NABIL  «yO  audo»,  NABILLrtLA NABILLgLA,  NABI- 

LílLA NABILÍLA. 

5.°  Las  terminadas  en  r,  s,  tz  y  z  toman  a  de  ligadu- 
ra; de  DATOR;  DATORRaLA;  dc  DAKUS,  DAKUSaLA;  dc  DATZ  «él  CS- 

tá  echado»,  datzííla;  de  naz,  NAzaLA. 


1    Bouaparte;  Le  Verbe  basque,  págs.  V  y  VI. 


— 76G- 

C."     Las  terminadas  en  n,  como  las  guipuzcoanas. 

Dos  verbos  pueden  estar  relacionados  para  expresar  un 
concepto,  de  tal  suerte  que  uno  de  ellos  determine  y  rija  al 
otro.  Esta  relación  ó  nexo  de  ambos  miembros  está  enco- 
mendado ala  flexión  conjuntiva.  «Dijeron  que  tenian  de  fue- 
ro y  costumbre»,  esan  zuten  füekoz  fta  oituraz  zutela; 
«no  parece  sino  que  es  de  hierro»,  ez  dirudi,  balzen  burniz- 
KOA  déla;  «no  dirán  sino  que  eres  bueno»,  ez    dute    esango 

BAIZIK  ONA   ZERALA. 

Sin  excusar,  por  supuesto,  la  presencia  de  la  flexión  con- 
juntiva suele  también  introducirse  entre  el  verbo  determi- 
nante y  el  determinado  la  conjunción  causativa  ezen,    eze, 

EZIK,  EZI:  esan  ZUTEN  EZIK  FUEEOZ  ETA  OITURAZ   ZUTELA.   Cuan- 

do  no  hay  conjunción,  el  determinante  se  puede  posponer: 

FUEROZ    ETA  OITURAZ  ZUTELA,  ESAN  ZUTEN.   Eli  cl  CaSO  COUtrario 

se  antepone  siempre. 

En  las  oraciones  ponderativas,  ó  sea,  en  las  que  llevan 
los  abverbios  «tanto,  cuánto,  tan»  en  castellano  y  anbeste, 
AiNBAT,  etc.  en  bascuence,  se  usan  las  flexiones  conjuntivas 
con  las  conjunciones  causativas  arriba  nombradas:  «tanto  le 
quiero,  que  me  enloqueceré»,  ainbéste  nai  diot  ezen  zora- 

TUKO  NAIZALA. 

(II). 

Las  formas  conjuntivas  se  convierten  en  relativas,  sus- 
tituyendo el  sufijo  LA  por  el  sufijo  7i,  con  a  de  ligadura  ó  sin 
ella.  Ya  sabemos  que  muchas  flexiones  terminan  en  7i\  á  és- 
tas no  se  les  añade  el  sufijo  relativo,  y  se  diferencian  de  sus 
capitales  en  que  acentúan  siempre  la  última  süaba.  Hay 
que  observar; 

1-°:  que  las  flexiones  guipuzcoanas  en  que  a  ha  de  pre- 
ceder á  la  toman  //  y  no  an:  de  nukeala,  nuken:  pero  naiz 
«yo  soy»  y  aiz  «tú  eres»,  dan  lugar  siempre  á  naizan,  aizan. 

2.°  las  flexiones  bizcainas  terminadas  en  ai  é  ei  interpo- 
lan j  eufónica  y  utihzan  como  letra  do  ligadura  á  la  a:  de  dai 
«él  lo  puede»,  daij^n;  de  leí  «él  lo  podría»,  leijíin. 


-767— 

3.°:  las  flexiones  suletinas  que  terminando  en  ke  reciben 
indiferentemente  ala  ó  la,  toman  a  epentética  y  permutan 
la  e  en  ¿;  de  naike,  naik^n;  de  nüke,  NÜKmN.  Dük  y  dütük  al 
pasar  á  la  forma  relativa  producen  las  formas  düz/^n  ó  man 
y  DÍiTLÍ?/aN  ó  DiÍTiaN.  Eesulta  el  inconveniente  de  que  dian  y 
DÜTiAN  son,  á  la  vez,  formas  relativas  de  dük  (f.  m.)  «tú  lo 
has»,  DÜTÜK  (f.  m)  «tú  los  has»,  y  de  dü  «ello  ha»,  dütü  «él 
los  ha.  ^ 

El  pronombre  relativo  «que»  castellano  puede  referirse 
al  sujeto  y  al  régimen  directo  del  verbo:  veamos  como  ex- 
presa el  bascuence  éste  género  de  locuciones.  La  flexión 
verbal,  en  todo  caso,  toma  la  forma  relativa.  Si  el  relativo  se 
refiere  á  la  persona  ó  cosa  sobre  las  que  recae  la  acción  del 
verbo,  este  precede:  «la  manzana  que  come»,  jaten  duen  sa- 
gaera;  «el  hombre  que  he  visto»,  ikusi  nuén  gízona;  «la  recom- 
pensa queme  ha  dado»,  eman  didan  sabia.  Si  el  relativo  se  re- 
fiere al  sujeto  se  conserva  el  mismo  orden  de  colocación,  y 
si  hay  régimen  directo  expreso  éste  precede  al  verbo:  «los  pa- 
dres que  crían  bien  á  sus  hijos»,  beee  umeak  ondo  azitzen 
dituzten  gueasoak.  Según  el  P.  Larramendi  el  pronombre 
personal  al  que  se  refiere  un  relativo  debe  ser  reforzado  por 
los  demostrativos  singulares  onek,  orrek  ó  los  plurales  oyek 
oeiek  ocupando  el  pronombre  personal  su  puesto  al  frente  de 
la  oración:  «yo  que  lo  veo»,  nik  ikusten  deban  onek;  «tú  lo 
vés»,  zuk  ikusten  dezun  orrek  ^  Estas  locuciones,  muy  ele- 
gantes sin  duda  alguna,  son  poco  usadas.  El  sujeto  de  un 
verbo  intransitivo  se  coloca,  según  la  regla  general,  detrás 
de  la  flexión  relativa:  «él  hombre  que  se  muere»,  iltzen  dan 
gízona. 

Las  flexiones  relativas,  sustantivadas  por  el  artículo,  ad- 
quieren la  aptitud  de  convertirse  en  sujetos  de  otros  verbos: 
«los  que  comen,  van»,  jaten  dutenak,  badoaz;  «el  que  mal  an- 
da, mal  andará»,  GAizKi  ibilli  daña,  gaizki  ibilliko  da;  «lo  que 


1  Bonaparte.  Le  Verbe  basque.,  pág.  VIL— Lanamcncli.   Arte  déla   leng.   bascong.,    págs,    305 
y  sigs. 

2  Arte  de  la  leng.  bascong.,  pág.  279. 


—768- 


ha  sucedido  liemos  visto»,  geetatü  daña  ikusi  dequ;  «el  que 
compra,  vende»,  erosten  düenak,  saltzendu. 

Cuando  viene  expreso  el  sujeto,  la  oración  de  relativo 
puede  construirse  de  otra  manera.  Se  articula  el  sujeto,  é 
inmediatamente  se  coloca  el  pronombre  relativo  zeñ  y  sus 
equivalentes  dialectales,  también  articulado,  y  provisto  del 
añjo  h  si  es  agente, y  sin  él  encaso  contrario;  «el hombre  que 
vino  ayer  morirá  hoy  ó  mañana»,  gizona,  zeña  atzo  etorki 
ZAN  GAUR  EDO  BiGAR  iLKO  DA;  «la  mujerquc  ha  comprado  la  ca- 
sa es  extranjera»,  emakumea,  zeñak  erosi  duen.  echea,  er- 
DALDUNADA.  Estas  locucioues  reemplazan  á  las  siguientes: 

atzo  ETORRI  ZANGIZONActc,  EGHEA  EROSI  DUEN  EMAKUMEAK  Ctc. 

Siempre  que  el  relativo  figura  en  la  frase,  aunque  sea  con 
el  carácter  de  régimen  indirecto,  la  flexión  verbal  adopta  la 
forma  relativa:  «no  sé  de  quien,   de  qué  y  de  cuál    hablas», 

EZ    DAEIT  NOllZAZ,   ZERZAZ,    ZEÑZAZ     ITZ  EGUITEN  DEZUNJ    «Sabe- 

mos  á  quién,  á  qué,  y  á  cuál  reverencias»,  badakigu  nori,  ze- 

RI  ETA  ZEÑI  AGUR  EGUITEN  DEZUN)   «cl  prado  CU  cl  CUal  eUCOll- 

tré  á  los  rebaños»,  zelaya  zeñtan  artaldeak  auekitu  nituen. 

El  P.  Larramendi  no  admite  que  el  bascuence  emplee  lo- 
cuciones relativas  con  nombres  propios,  y  previene  que  se 
busque  la  equivalencia  de  la  expresión  en  otros  giros.  Así, 
la  frase  «Pedro,  que  tiene  tanto,  para  qué  quiere  más?»,  po- 
drá traducirse  por:  pedrok,  aimbeste  izanik,  zertaco  nai  du 
GUEYAGo?  (con  el  adjetivo  verbal  infinitivo);  pedrok,  aimbes- 
te DUELA,  etc.,  (con  la  forma  conjuntiva  de  las  flexiones); 
PEDROK,  aimbeste  baldin  badu,  ctc,  (cou  uua  oración  supo- 
sitiva,) etc.,  ^ 

Así  mismo,  las  flexiones  relativas  se  usan  en  las  frases 
interrogativo-dubitativas  que  llevan  en  castellano  la  condi- 
cional «sí»:  «¿quiero  saber  si  venimos?»,  jakin  nai  du  gato- 
ZEN?;  «está  preguntado  si  lo  viste?»,  galdez  dago  ikusi  zen- 
duén?;  «pregunta  si  estoy  en  casa?»,  galdetzen  du  echean 
NAGOEN?  La  conjunción  adversativa  va  y  sus  variantes  dia- 
lectales y  equivalentes  adverbiales,  ocupan  muy  frecuente- 
mente el  puesto  de  la  conjunción  castellana:  jakin  nai  du 
EA  gatozen,  etc. 


1    Arte  de  la  leng.  bascong.,  pág.  280. 


-769- 

Y  cuando  en  la  frase  figura  el  verbo  «estar»,  indicando  el 
momento  en  que  la  acción  expresada  por  otro  verbo  se  veri- 
fica, el  segundo  adopta  la  forma  del  sustantivo  verbal  loca- 
tivo, y  la  flexión  del  primero  pasa  ala  forma  relativa,  segui- 
da del  adverbio  de  tiempo  orduan  ó  sus  variantes:  «estando 
yo  comiendo,  vino»,  jatennagoen  orduan, etorpjzan  (lit.  «en 
comer  yo  que  estaba  entonces,  etc»).  La  misma  construc- 
ción se  usa  si  figura  en  la  frase  el  adverbio  «cuando». 

En  las  locuciones  particularizadas  por  un  adverbio  de 
tiempo,  «mientras,  entretanto,  etc.»,  hay  que  valerse  de  las 
flexiones  relativas:  «mientras  estoy  aquí»,  emen  nagoen  bi- 
tartean.  y  lo  mismo  cuando  se  expresa  la  causa  de  la  ac- 
ción de  un  verbo  por  otro,  anteponiéndose  la  conjunción 
causativa  correspondiente  al  segundo  verbo:  «lo  siento  por- 
que ha  dado  el  dinero»,  damü  det  zeren  eman  duen  dirua. 

(III). 

La  flexión  capital  se  convierte  en  afirmativa  haciéndola 
preceder  de  la  partícula  afirmativa  hci,  contracción  de  hai 
«sí».  La  traducción  castellana  más  aproximada  es  la  que  re- 
sulta de  la  intervención  de  la  partícula  «ya»:  bádu  ogia  «yá 
tiene  el  pan».  La  forma  afirmativa  se  antepone  al  sustanti- 
vo, mientras  que  la  flexión  capital  generalmente  se  pospone: 
ogia  du.  La  forma  afirmativa  de  la  flexión  da  «es»,  la  reem- 
plazan muchas  veces  los  dialectos  bizcaino  y  guipuzcoano 
por  la  flexión  dago:  «hay  agua»,  ura  dago  y  bada  ura.  En 
suletino  á  las  flexiones  que  principian  con  vocal  se  les  aña- 
de una  /¿:  de  ua  (f.  f.)  «tú  vas»,  báhua.  La  forma  afirmativa 
no  cabe  en  la  conjugación  perifrásica,  ni  cuando  en  la  con- 
jugación sencilla  interviene  alguno  de  los  verbales  modifica- 
tivos, como  BEAR,  NAI,  ctc.  ^ 

(IV). 

Las  formas  dubitativas  se  obtienen  por  el  mismo  proce- 
dimiento que  las  afirmativas:  prefijándoles  ha.  En  bascuen- 
ce,  como  en  castellano,  ha  «si»,  posee  dos   acepciones;  una 


1    Bouaparte:  Le  Verbe  basque,  púg.  VIL— Larramendi:  Arte  de  la  leng.  bascong.  iulgs.  305  y  sigs 

53 


-770- 

Je  añrmación  y  otra  de  duda.  En  funciones  dubitativas  ha 
se  une  á  las  flexiones  de  la  conjugación  perifrásica:  j^ten 
BADiTUT  «si  yo  los  como»;  etortzen  lazat  «si  él  me  viene». 
Por  lo  tanto,  cuando  se  vú  una  locución  verbal  perifrásica 
con  ha,  no  hay  duda  de  que  es  dubitativa.  En  cambio,  las 
flexiones  dubitativas  sin  nombre  verbal,  ya  sea  porque  per- 
tenecen á  la  conjugación  sencilla,  yá  porque  pertenecen  á 
los  auxiliares  usados  en  su  sentido  ¡^articular,  tienen  la  mis- 
ma forma  que  las  afirmativas:  baditut  significa  «si  los  tengo» 
y  «sí  los  tengo».  Se  distinguen,  empero,  por  el  tono  de  la 
voz,  por  el  acento  prosódico,  que  en  las  afirmativas  se  car- 
ga sobre  el  ha  y  en  las  dubitativas  sobre  la  flexión,  y  por  la 
presencia  de  las  conjunciones  condicionales  en  la  oración, 
las  cuales,  aunque  no  obligatoriamente,  también  concurren 
con  los  verbos  perifrásicos  que  por  sí  solos  deshacen  todo 
equivoco.  En  virtud  de  la  asimilación  la  a  de  ha  se  cambia 
en  e  en  las  flexiones  bizcainas  que  comienzaii  por  ésta  letra: 

JATEN  BEEEAN  «si  él  lo  COmía». 

(v). 

Forma  negativa  es  la  que  resulta  de  la  incorporación  del 
adverbio  negativo  ez,  produciéndose  en  consecuencia  una 
alteración  fonética  en  esa  flexión  ó  en  ese  adverbio.  Sino  se 
produce  la  alteración,  si  todo  queda  limitado  á  la  presencia 
pura  y  simple  del  adverbio  delante  de  la  flexión,  habrá  fra- 
se negativa,  pero  de  ninguna  suerte  forma  verbal  negativa: 
zu  Ez  ZERA  GizoNA  «tú  uo  ercs  el  hombre». 

En  los  dialectos  guipuzcoano  y  bizcaino  las  formas  ne- 
gativas no  son  obligatorias,  como  en  el  labortano  y  el  sule- 
tino;  se  puede  decir,  con  igual  corrección:  eztu  y  ez  du,  ez 

GERA  y  EZKERA,  CtC. 

La  prelijación  de  ez  origina  dos  órdenes  de  fenómenos  fo- 
néticos: a)  alteración  flexional;  h),  alteración  adverbial.  El 
segundo  no  puede  verificarse  sin  el  primero  y  tiene  lugar, 
casi  exclusivamente,  en  el  dialecto  suletino. 

Alteración  flexional. — Esta  se  produce  en  la  primera  le- 
tra de  la  flexión;  la  h  se  convierte  en  y>,  la  d  en  t,  la  y  en  /.•, 
la  z  en  tz,  es  decir,  (|uo  la  pri>sencia  de  la  negación  enduro- 


-771- 

ce  al  sonido  inmediato.  De  balu,  ez^jalu;  de  Dir.E,  ezííire;  de 
GEEA,  ez/vEIia;  de  ZEN,  -EtzTi^. 

Alteración  adverhíal. — En  los  cuatro  dialectos  se  supri- 
me la  z  de  la  negación,  cuando  la  consonante  siguiente  es  z, 
de  ziÑAN,  etziñan;  de  zendüen,  etzenduen.  En  el  dialecto  su- 
letino  se  elimina  esa  z  delante  de  todas  las  flexion9s  que 
comienzan  por  vocal,  //,  n  ó  /,  introduciéndose  la  li  delante 
de  la  vocal;  de  itzait  «tú  me  eres»,  ehitzait  «tú  no  me  eres»; 
de  HAiGU  «nosotros  te  habernos»,  ehaigu;  de  niz  «yo  soy»,  eniz; 
de  LÜKE  «él  te  habría»,  elüke.  En  los  tres  otros  dialectos,  las 
flexiones  comenzadas  por  vocal,  Ji,  71  6  I  no  se  revisten  de 
forma  negativa:  permanecen  siempre  encerradas  en  la  cate- 
goría de  locuciones  negativas  ^ 

(VI). 

La  forma  causativa  se  obtiene  prefijando  á  las  flexiones 
labortanas  hai  y  á  las  suletinas  hei.  Esta  prefijación  produ- 
ce los  mismos  fenómenos  fonéticos  que  la  sufij ación  de  ez. 
La  i  de  bei  se  elide  en  los  mismos  casos  que  se  elide  la  z  de 
ez,  con  la  consiguiente  interpolación  de  h;  de  entzaket  «yo 
te  podría»,  behentzaket;  de  haigü  «nosotros  te  habernos», 
behaigü;  de  niz  «yo  soy»,  beniz;  de  lüke,  belUke.  La  forma 
causativa  es  reemplazada  en  bizcaino  y  guipuzcoano  por  la 
forma  relativa;  nun  beita  zuee  tresora,  han  dUzIí    zure  bi- 

HOTZA  (s),  NON  baifa   ZURE  TRESORA,  HAN  DA  ZURE  BIHOTZA  (Q, 

NON  dagoen  zure  tesoroa,  an  bago  zure  biotza  {g),  nun  da- 
guan  zure  tesorua,  an  bago  zure  bijotza  (b.)  «donde  está  tú 
tesoro,  ahí  está  tú  corazón»  ". 

(VII). 

La  forma  interrogativa  es  exclusiva  del  dialecto  suletino. 
A  las  flexiones  terminadas  en  consonante  se  les  añade  a; 
BADiiK  «tú  lo  has»,  badüka?  «tú  lo  has?»;  banian  «yo  lo  había», 
BANIANA?  «yo  lo  había?»;  niz  «yo  soy»,  niza?  «yo  soy?».  Las  ter- 
minadas en  a  la  acentúan  ó  la  cambian  en  ejja;  dirá  «ellos 
son»,  DIRÁ  ó  Bmeya  «ellos  son?».  A  las  terminadas  en  e  se  les 


1  Bonaparte:  Le  Verbe  basque,  pág.  VIII;  nota  4  al  cuarto  cuadro  preliminar. 

2  Bonaparte:  Le  Verbe  basque,  uota  2  al  cuarto  cuadro  preliminar  págs  VIL 


--772- 


añada //íí,  ó  siuipleuiente  a,  periimfcandola  e  en  i;  dezake  «61 
lo  puede»,  dezake//^  ódezakÍ(7?  «úl  lo  puede?».  Las  terminadas 
en  ie  reciben  ya;  badie  «ellos  lo  han»,  Jxidieya?  «ellos  lo 
han?»  y  lo  mismo  las  terminadas  en  io:  dezakio  «61  le  puede 
lo»,  DEZAKio/ya?  «61  le  puede  lo?».  Las  terminadas  en  i  reciben 
a\  BADAKi  «él  lo  sabe»,  badakiíi?;  las  en  o  lo  mismo,  pero  cam- 
biando esa  vocal  en  u:  badago  «él  está»,  badagua?  Las  termi- 
nadas en  ¡I  toman  así  mismo  a  y  cambian  la  ü  en  i:  hadUzii 

«tú  lo  has»,  BADÜz/rt?  \ 

* 

Las  formas  hasta  ahora  explicadas  son  simples;  caben 
varias  combinaciones  que  producen  formas  compuestas,  co- 
mo lo  demuestra  el  siguiente  cuadro: 


-DE  LOS  CUATRO  DIALECTOS. 


Afirmativo-conjuntiva. 
Dubitativo  relativa. 
Negativo-conjuntiva. 
Negativo-relativa. 
Negativo-dubitativa. 


BADüELA  (g)  «que  sí  lo  ha»  ". 
BADUEN    (g)  «que  sí  lo  ha». 
EZTUELA  (g)  «que  nó  lo  ha». 
EZTUEN    (g)  «que  nó  lo  ha». 
EZPADU     (g)  «si  él  no  lo  ha». 


B— 


DEL  LABORTANO  Y  SULETINO. 


Afirmativo -relativa.       .     .  baduen  (1)     «que  si  él  lo  ha. 
Negativo-causativa.       .     .  ezfaitu  (1)     «porque  él  no  lo  ha. 


C 


-DEL  DIALECTO  SULETINO. 


Afirmati-70-interrogativa.  .  badia?  «él  sí  la  ha?». 

Negativo-interrogativa.      .  eztia?  «él  nó  lo  ha?». 

El  significado  de  éstas  formas  y  las  reglas  dadas  al  tra- 
tar de  las  sencillas  me  relevan  de  hacer  ninguna  indicación 
relativa  á  su  empleo. 


1    nonaparto:  Le  Verbe  bas(|ue,  \>\r.  VIL 

2.    Pai-ft  abroviar,  no  1)ohmi>  los  i'ioinplos  uiús  quo  Olí  un  sólo  diiilocto. 


-773- 


(VIII). 

Dije  anteriormente  (pág.  348)  qne  los  nombres  verbales 
podían  recibir  los  mismos  sufijos  que  los  nombres  comunes: 
lo  propio  les  sucede  á  las  flexiones.  Pero  necesitan  quedar 
preparadas  convenientemente  á  ello,  y  lo  están  de  hecho 
cuando  revisten  las  formas  conjuntiva  ó  relativa;  singular- 
mente la  segunda,  la  cual  abre  la  puerta  á  toda  lasufijación 
nominal,  dakit  «yo  lo  sé»,  DAKmANA.  «lo  que  yo  sé»,  dakienak 
«el  que  lo  sabe»,  dakiténak  «los  que  lo  saben»,  dakienaeen  «del 
que  lo  sabe»,  dakienaiu  «al  que  lo  sabe»,  dakitenai  «á  los  que 
lo  saben»,  dakitenen  «de  los  que  lo  saben»,  pakienarentzat 
«para  el  que  lo  sabe»  etc;  dakienaeena  «el  del  que  lo  sabe», 
DAKITENENA  «cl  de  los  que  lo  saben»,  dakienarenaei  «al  del 
que  lo  sabe»,  dakitenenaei  «al  de  los  que  lo  saben»,  dakienaee- 
NAi  «á  los  del  que  lo  sabe»,  dakitenen  ai  «á  los  de  los  que  lo 
saben,  dakienarenarentzat  «para  el  del  que  lo  sabe»,  daki- 
tenenaeentzat  «para  el  de  los  que  lo  saben»,  dakienaeenen- 
TZAT  «para  los  del  que  lo  sabe»,  etc..  etc.  sin  más  hmites  que 
los  que  deba  poner  la  claridad  del  discurso.  Las  formas  con- 
juntivas, por  el  contrario,  no  pueden  tomar  más  que  deter- 
minados sufijos,  los  que  son  compatibles  con  sus  funciones 
de  establecer  la  coordinación  y  dependencia  entre  dos  pro- 
posiciones. 

Pero  tanto  las  conjuntivas  como  las  relativas,  al  recibir 
algunos  de  esos  sufijos  no  expresan  la  misma  relación  que 
expresarían  con  ellos  los  nombres  y  que  es  la  que  las  flexio- 
nes también  significan  concurrentemente  con  éste  seo^undo 
sentido:  es  decir,  que  se  especializa  su  significado.  De  aquí 
que  es  muy  conveniente  dividir  las  formas  nominales  de  las 
flexiones,  ó  sea,  las  flexiones  provistas  de  los  sufijos,  en  es- 
peciales y  comunes.  Solo  dedicaré  mi  atención  á  la  primera 
clase,  pues  la  segunda  nada  nuevo  contiene  respecto  aloque 
fué  materia  de  la  sufij ación  de  los  nembres.  Pero  no  se  ol- 
vide que  la  significación  expecial  no  excluye  á  la  común,  y 
que  los  poseedores  de  la  segunda  lo  son  igualmente  de  la 
primera. 


-771- 

Las  formas  especiales  constan  en  los  siguientes  cuadros: 


A 


-DE  LOS  CUATRO  DIALECTOS. 


p     .     , .     /Derivativo-/  duelakoan    (g.)     «suponiendo     que 
^  '(      locativa.}  lo  ha». 

j Derivativa.    .  dueneko  (g.)  «para  cuando  lo  lia», 
Kelativas.   Locativa.       .  duenean  (g.)  ^cuando  lo  ha» 
jlnstrumental.  duenez  (g.)  «según  lo' ha». 

La  forma  relativo-locativa  puede  emplearse  en  las  ora- 
ciones en  que  figuran  el  verbo  «estar»  ó  el  adverbio  «cuando», 
sustituyendo  á  los  giros  que  anteriormente  enumeré:  jaten 
nagoenean  «estando  yo  comiendo»  ó  «cuando  estoy  yó  co- 
miendo». Esta  misma  frase  todavía  es  susceptible  de  otra 
construcción,  con  la  forma  conjuntiva:  jaten  nagoela  (lit., 
«en  comer  que  yo  estoy»). 

La  forma  relativo-instrumental  se  usa  en  las  locuciones 
supositivas:  züek  diozutenez  «según  lo  decís  vosotros»;  eus- 
kaldunak  egin  zutenez  «según  lo  hicieron  los  Bascongados». 


B 


-del  bizcaino,  labortano  y  suletino. 
Relativa'  Disyuntiva.     .  debenez  (b)  «61  lo  ha  ó  no». 

Son  partes  integrantes  de  éstaformn,  como  ya  lo  revelan 
su  nombre  y  senti'do,  la  conjunción  disyuntiva  edo  contraí- 
da y  la  negación  ez  aglutinadas  á  la  forma  relativa;  y  de 
aquella  conjunción  y  de  éste  adverbio  se  vale  el  dialecto 
guipuzcoano  que  carece  de  la  forma  verbal  disyuntiva:  dan 
edo  ez  «que  es  ó  no»,  duen  edo  ez  «que  lo  tiene  ó  no»  \  En 
los  dialectos  de  Francia  la  contracción  suele  tocar  su  último 
estremo:  danz,  duenz  y  así  las  usa  constantemente  el  insig- 
ne Axular. 


1    ]3onai)o.ito.  Le  Verbe  basque,  cuarto  cuadro  prclini.  y  uolas  H  y  9  del  mismo. 


C- 


—775- 
-DEL  GUirUZCOANO  Y  BIZCAINQ* 


Conjuntivaj  Derivativa.     .  duelako  (g)  «porque  él  lo  ha». 

En  estos  dos  dialectos,  las  oraciones  que  se  construyen 
con  la  conjunción  causativa  zeren  etc.  y  la  forma  relativa, 
se  construirán  también  con  la  forma  conjuntivo-derivativa: 
DAMU  DET  EMAN  DUELAKO  DiRUA  «lo  sicnto  porque  lo  lia  dado 
el  dinero». 


D 


-DEL  LABORTANO  Y  SULETIXO. 


Eelativaj  Infinitiva  .     duelaeik  (1.)  «mientras  que  él  lo  ha»». 
Eelativa!  Limitativa      .     dueño  (1.)  «en  tanto  que  él  lo  ha». 

Foreste  sentidoque  adquiere,  reemplaza  la  forma  infinitiva 
á  los  participios  pasados  compuestos  y  á  los  gerundios  del 
castellano:  lo  artan  zelarik  «estando  en  aquel  sueño»  begi 
ONEZ  BEHATU  ziOELARiK  «habiéndole  mirado  con  buenos  ojos», 
significado  que  es  sustancialments  idéntico  al  expresado 
por  «en  aquel  sueño  mientras  que  estaba»,  «con  buenos  ojos 
mientras  que  I3  miró». 

Iturriaga,  á  pesar  de  ser  guipiizcoano,  usó  de  esta  forma 
bastante  amenudo:  «esaten  dielarik-chimuechi  bateiqn  «di- 
ciéndoles  ton  una  mueca».,  etc.  También  se  encontrarían 
ejemplos  en  el  bizcaino,  por  lo  que  no  puede  decirse  que  es 
del  todo  desconocida  en  estos  dos  dialectos. 

Las  oraciones  que  en  el  dialecto  guipuzcoano  se  hacen 
con  un  adverbio  de  tiempo  y  la  forma  relativa  de  la  flexión, 
se  hacen  en  labortano  y  suletino  con  la  relativo-limitativa: 
EMEN  NAGOENO  «mientras  estoy  aquí»,  yaten  dueño  «mientras 
como».  El  significado  ideológico  de  estas  formas  es  «hasta 
que  acabo  ó  dejo  de  estar  aquí»,  «hasta  que  acabo  ó  dejo  de 
comer»,  el  cual  expresa  lo  mismo  que  el  «mientras»,  «en 
tanto»,  etc.  del  castellano  y  el  bitartean,  bizkitartean,  etc, 
del  bascuence. 


-77G- 


E— 


DEL  BIZCAINO. 


ri       .        . .        DeriViltlVO-  .        t  n^     ^ 

Coniuntiva'      ,.     .    ^    idabelakua  «suponiendo  que  el  lo  ha». 


DEL    SULETINO. 

jDerivativo-] 

n     .     ,•     f  instriimen-DiALAKOz  «porque  lo  ha». 
Conjuntiva'     ,  ,  ^    ^ 

'Destinativa'DiALAKOTZAT  «suponiendo  que  él  lo  ha» 

El  dialecto  labortano  conoce  también  una  forma  conjun- 
tivo-destinativa  duelakotz  ,  duelakotzat,  cuyo  significado 
no  corresponde  á  la  conjuntivo-destinativa  del  suletino  «su- 
poniendo que  lo  ha»,  sino  á  la  conjuntivo-derivativo-instru- 
mental  de  este  último  dialecto,  «porque  lo  ha». 

La  conjuntivo-destinativa  del  labortano  (duelakotz)  y  la 
conjuntivo-derivativo-instrumental  del  suletino  (dialakoz), 
admiten  el  mismo  uso  que  la  conjuntivo-derivativa  del  gui- 
puzcoano   y  bizcaino  (duelako,  dubelako):  damu  dut  dikua 

EMAN  duelakotz   (1.),  E^IAN  DIALAKOZ   (s.)   «lo  sieilto  porqUC  lo 

ha  dado  el  dinero». 

(IX). 

Las  anteriores  formas,  combinadas  con  las  afirmativo-con- 
juntivas,  dubitativo-relativas,  negativo-  conjuntivas  y  nega- 
tivo-relativas dan  lugar  á  las  siguientes: 

Formas  re-compuestas. 
Primer  grupo:  afirmativas. 


A- 


-DE  LOS  CUATRO  DIALECTOS. 


p     .       ) Derivativo-!  baduelakoan    (g)    «suponiendo   que 
°^''*  '  \      locativa.!  SÍ  lo  ha». 


-777- 


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—779- 

El  labortano  posee  una  forma  conjuntivo-destinativa  ez- 
TUELAKOTz,  EZTUELAKOTZAT,  cuyo  significado  63  «porqiie  no 
lo  ha»  \ 

III. 

Tanto  en  la  infij ación  como  en  la  conjugación  y  al  tratar 
de  los  modificativos  de  los  verbales  y  de  las  alteraciones  de 
las  flexiones  he  procurado  establecer  las  reglas  y  declarar 
los  principios  á  que  están  subordinados  la  colocación  inme- 
diata y  el  uso  común  de  cada  uno  de  los  elementos  grama- 
ticales que  constituyen  la  materia  propia  de  mi  exposición 
gramatical.  Así  es  que  en  esta  sección  determinada  de  la 
construcción,  tan  sólo  queda  por  decir  lo  que  no  ha  podido 
tener  antes  de  ahora  lugar  y  asiento,  á  menos  de  prescindir 
del  orden  lógico.  Y  como  la  libertad  del  bascuence  es  muy 
grande  en  la  construcción  de  las  frases,  todavía  queda  más 
restringida  esta  parte  dedicada  á  la  reglamentación  de  ellas 
que  tanta  importancia  suele  adquirir  en  otras  lenguas  más 
cohibidas  y  aprisionadas  por  las  exigencias  de  una  sintaxis 
imperiosa. 

(I) 

Los  nombres  que  se  hallan  en  la  misma  relación  grama- 
tical permanecen  en  su  forma  indefinida,  excepto  el  último 
de  ellos  al  cual  se  le  aglutina  el  sufijo  que  conviene  á  todos: 
«con  la  muger  buena,  hermosa  5^  joven»,  emakume  on,  edee' 
ETA  gazteakekin;  «mil  afectos  á  todos  nuestros  hermanos  y 
hermanas»,  mila  goeaintzi  guee  anai  etaaeeeba  guziei  (1). 

La  flexión  transitiva  concuerda  en  número  con  su  régi- 
men directo  ó  acusativo:  «tú  compras  el  caballo»,  eeosten 
dezu  ZALDIA  (g.);  «en  el  principio  Dios  hizo  el  cielo  y  la  tie- 
rra», HASTEAN  JAINKOAK  EGIN  zituen  ZEEUA    ETA  LUEEA    (1.);  «tÚ 

vendes  las  casas»,  saltzen  dituzu  echeak  (g.).   Estos  ejem- 
plos comprenden  los  tres  casos  que  pueden  ocurrir:  régimen 


1  Toda  la  enumeraeióu  y  clasificación  de  estas  formis  está  sustancialmente  tomada  del 
cuarto  cuadro  prelim.  de  Le  verbe  basque  del  P.  Bonaijarte.  Digo  sastaucialmente  porque  he  mo- 
diñcado  la  tcriuiuolofíía,  he  reducido  el  número  de  formas  admitidas  en  el  cuadro  y  be  Otor- 
gado carta  de  naturaleza  á  otra  nueva:  ú  la  relativo-instrumental. 


—780— 

directo  expresado  por  un  nombre  («el  caballo»),  régimen  di- 
recto plural  («las  casas»)  y  régimen  directo  expresado  por 
dos  nombres  singulares  («el  cielo  y  la  tierra»).  De  modo  que 
la  flexión  objetivo-plural  es  obligatoria  con  todo  régimen 
plural,  yá  pertenezca  á  este  número  lógica,  yá  gramatical- 
mente. 

El  diacleto  suletino  procede  de  distinta  manera.  Si  el  ré- 
gimen directo  está  definido  y  determinado  por  el  artículo 
«los»,  el  verbal  tómalas  flexiones  objetivo-plurales:  «hada- 
do los  libros»,  EMAN  diltít  libriak;  «he  visto  venir  á  los  hom- 
bres», iKHUSí  dütüt  GizoNAK  JiTEN  ^  SÍ  el  régimen  directo 
plural  no  está  determinado  ó  definido  por  el  artículo  «los»,  la 
flexión  usada  es  la  objetivo-singular:  «he  visto  en  París  hom- 
bres, mugeres,  niños,  casas,  caballos,  carros  y  coches»,  ikhu- 

SI    diit  PARISEN    GIZON    ETA    EXIAZTE    ETA   HAUR    ETA    ECHE    ETA 

ZAMARi  ETA  ORGA  ETA  karrucha;  «me  lia  dado  manzanas  y 
nueces  y  peras  y  cerezas  y  ciruelas  y  avellanas  y  mízperos», 

EMAN  deit  SAGAR  ETA  INTZAUR  ETA  UDARI  ETA  GEREZI  ETA  ARHAN 
ETA  HUR  ETA  MIZPIRA. 

El  régimen  directo  se  pone  en  su  forma  definida  por  el  ar- 
tículo ó  simplemente  indefinida,  porque  el  bascuence  no  dis- 
tino-ue  externamente  el  nominativo  del  acusativo,  aunque 
sí  el  agente  del  sujeto  puro  y  del  paciente.  Por  la  comodi- 
dad del  lenguaje  tan  sólo,  cabe  habla,r  de  nominativos  y 
acusativos  en  una  lengua  que  carece  de  decHnación. 

En  el  empleo  de  las  flexiones  pronominales  y  objetivo- 
pronominales  difieren  los  dialectos  de  España  de  los  de  Fran- 
cia. Los  primeros,  siempre  que  en  la  oración  hay  régimen 
indirecto,  ya  esté  expresado  por  nombres,  yá  por  pronom- 
bres, se  valen  de  las  flexiones  objetivo-pronominales  ó  pro- 
nominales, según  la  voz  empleada  sea  transitiva  ó  intransi- 
tiva; «Jesús  les  dijo  á  sus  discípulos»,  jesusee  bere  diszipü- 

LUAI  ESAN  ZÍe7l  (g.))  «Ic  llegó»,  ETORRI  ekllt   (g). 

Los  segundos,  de  estar  expresado  el  régimen  indirecto  por 
un  nombre,  usan  ó  nó  usan,  indiferentemente,  de  las  flexio- 
nes pronominales  y  de  las    objetivo-pronominales,    ó  de  las 


1    Incbauspo.  Lo  Vcrbe  Bagquo,  pftg.  432. 


—781— 


objetivas  y  directas:  «ha  dado  á  Juan  un  bastón»,   eman  dll 

JOHANEEI  MAKHILLA  BAT  y  EMAN  rZe?/0  JOHANEEI   MAKHILA  BAT  (s.); 

«les  he  enviado  á  los  trabajadores  un  cántaro  de    vino»,  igo- 

EEI  cllit  LANGILEE  PEGAE  BAT  AEDU  y  IGOEEI  cleyct  LANGILEE  PE- 

GAE  BAT  AKDü  \  Pcro  en  cnanto  el  régimen  indirecto  está  ex- 
presado por  un  pronombre,  se  emplearán  las  flexiones  que 
le  corresponden:  «le  ha  dado  un  bastón»,  eman  deyo  makhila 
bat;  «les  ha  enviado  un  cántaro  de  vino»,  igoeei  deyet  pegar 
BAT  AEDU.  Las  locucioues  de  la  primera  clase,  amparadas  por 
el  uso,  son  viciosas  y  contrarias  al  genio  de  la  lengua;  la 
práctica  guipuzcoana  y  bizcaina  es  más  correcta  y  castiza. 
La  basco-francesa  abre  una  marcha  que  puede  conducir  á 
la  pérdida  de  la  mayor  parte  délas  categorías  de  la  conjuga- 
ción bascongada,  pues  niuguna  razón  hay  para  que  los  pro- 
nombres solos  disfruten  el  }  rivilegio  de  disponer  de  las  fle- 
xiones propias  ,  y  si  se  dice  eman  du  johaneei  makhila  bat, 
se  debe  de  temer  la  tan  lógica  corrupción  de  privarle  al  pro- 
nombre de  la  flexión  que  le  corresponde ,   diciéndose,  eman 

DÜ  HAEI  MAKHILA  BAT. 

El  nombre  puede  presentarse  como  régimen  de  un  sustan- 
tivo verbal.  Hay  que  distinguir  si  aquel  está  definido  por  el 
artículo  ó  no.  En  el  primer  caso  los  dialectos  labortano  y 
suletino  modifican  al  nombre  con  el  sufijo  de  posesión:  «he 
visto  enviar  el  criado»,  iKHUSí  düt  mithüaren  igoeten  (Hb. 
(do  he  visto  del  criado  en  enviar»);  «ha  ido  á ver  á  su  madre», 
JOAN  DA  BEEE  ¿t7?^rtr(^7MKHUSTEEA  (lit.  «ha  ido  dc  Ja  madre  á 
ver»);  «para  hacer  el  trabajo  se  necesita  tiempo»,  lañaren 
EGiTEKo  BEHAE  DA  DEMBOEA  (lit.  «del  trabajo  para  hacer  nece- 
sidad es  el  tiempo»).  En  el  segundo  caso  el  nombre  perma- 
nece en  su  forma  indefinida;  «ha  ido  á  recoger  hoja»,  osto 
BiLTZEEA  JOAN  DA.  Los  dialcctos  guipuzcoano  ybizcaino,  esté 
ó  noel  régimen  definido  por  el  artículo,  no  utilizan  el  sufijo 
posesivo:  «he  visto  enviar  al  muchacho»,  ikusi  det  moeeoya 
BiALTZEN  (g.);  se  ha  ido  á  comprar  carne»,  aeagi  eeostera 
Joan  da  (g.).^ 

Cuanto  más  se  remonta  la  serie  de  documentos   escritos 


1,    Inchanspe.  Le  Verbe  basque,  pág.  433. 


—782- 

bascongados,  más  claramente  se  vó  que  los  sustantivos  ver- 
bales, solos  ó  acompañados  de  sufijos,  comoBETiJATZE,BETHA.- 

TZEN,  BETHATZEA,  BETHATZEAK,  BETÍIATZEK,  BETHATZEBI,  BETHA- 
TZEZ,    BETIIATZEKO,     BETHAT/IUIA,     BETHATZETIK,  Ctc.    SO    COUS- 

truían  siempre  con  el  nombre  provisto  del  sufijo  posesivo. 
Y  nada  significa  la  práctica  contraria  del  guipuzcoano,  del 
bizcaino  y  de  una  parte  del  labortano,  porque  el  dialecto 
suletino  y  el  labortano  antiguo  están  alií  para  probar  que  el 
uso  de]  régimen  directo  es  un  préstamo  de  las  lenguas  neo- 
latinas al  bascuence,  y  que  por  el  contrario,  el  empleo  del 
sufijo  en  no  puede  provenir  de  esas,  que  lo  ignoran  ^ 

El  orden  general  de  colocación  de  las  palabras  es  muy  li- 
bre; Mr.  Incliauspe  lo  demuestra  con  el  siguiente  ejemplo: 
«el  niño  dio  la  mano  á  su  madre»,  haukkak  eman  zían  eskía 
AMAEi,  eman  zían  hauerak  amari  eskía,  eskía  haubrak  amari 
eman  zían,  etc.  y  así  hasta  veinticuatro  combinaciones  dife- 
rentes, todas  regulares  ^. 

El  orden  racional  que  i^starloa  preconiza  como  derivado 
de  la  misma  naturaleza  de  la  lengua  euskaraes  el  que  sigue: 
el  antecedente  y  luego  su  consecuente  lógico  ó  cronológico, 
GAU  ETA  EGUN  «el  día  y  la  noche»,  jo  ta  bota  «sacudir  y  derri- 
bar», JANDA,  JOANGO  NAíz  «dcspucs  dc  comcr,  iré»;  el  adverbio 
y  luego  el  verbo,  ondo  egin  dau  «bien  lo  ha  hecho»,  gichi  jan 
DAU  «poco  ha  comido»;  las  conjunciones  en  el  centro  de  los 
extremos  que  enlazan;  el  agente  delante  de  los  recipientes  y 
paciento^  de  su  acción,  ó  en  otros  términos,  delante  de  los 
régimen  indirecto  y  directo^. 

Los  buenos  escritores  y  hablistas  rematan  la  frase,  por 
lo  común,  con  el  verbo  principal  de  ella. 

(II). 
En  una  frase  pueden  venir  varios  verbos  que  expresen  to- 
dos la  misma  clase  de  relación  en  cuanto  al  modo,    tiempo, 
persona,  número,  régimen  etc.  En  éste  supuesto,   la    loy  de 
economía  del  esfuerzo  y  el  principio  estético  de  evitaré  dis- 


1.    Honaimtd.  Remarques,  ote,  púg.  50. 

'J    Le  Verbe  basque,  \iiv^.  '130. 

3    Discursos  filosóficos  iiúgB.  7Qi  y  uit'B. 


—783- 

minuir  las  repeticiones  prescriben  que  una  única  flexión  ca- 
lifique á  todos  los  nombres  verbales:  «nosotros  comemos,  be- 
bemos y  trabajamos  en  casa»,  guk  echean  jaten,  edaten  eta 

LAN  EGITEN  clegu,     CU  VCZ  dc  GUK  ECHEAN   JATEN  DEGU,     EDATEN 

DEGU  ETA  LAN  EGITEN  DEGu;  «porquc  uo  hay  ni  alimento  ni 
bebida  que  como  el  agua,  limpiamente  y  completamente  que 
se  vacía,  derrama  y  seca»,  zeeen  ezta  ianharirik,  eta  ez  eda- 

EIKIK  URA  BEZAIN  GAKBIKI  ETA  OSOKI  HÜTSTEN,  ISURTZEN  ETA  CHU- 

katzen  duenik  (ax.) 

Por  principio  general  el  nombre  verbal  y  sus  flexiones  se 
siguen,  cualquiera  que  sea  el  puesto  de  precedente  ó  subsi- 
guiente que  mutuamente  ocupen;  pero  es  una  manera  muy 
elegante  de  expresarse,  sobre  todo  en  las  frases  negativas,  la 
que  consiste  en  interpolarles  la  oración,  ó  parte  de  e\h, 
siempre  que  no  sufra  la  claridad,  principal  adorno  del  dis- 
curso; la  flexión  ha  de  preceder  al  verbal  en  este  caso:  e^rli- 
git  AINGERUEN  AiTAMENiK  egiteu  «uo  uos  liacc  mención  de  los 
ángeles»;  daldon  egitekok  kalterik  eginen  (Ax.)  «no  le  ha- 
rá ningún  perjuicio  la  adversidad  que  le  acontezca»;  hala- 
tan  etzen  lege  naturalean  ere,  zerbait  moldez,  gogoz    eta 

BIHOTZEZ  BEDERE  KOFESATUGABE  NEHOE  SolbaUen   (Ax.)    «así,  ni 

aun  en  la  ley  natural  se  salvaba  nadie  sin  confesarse  de 
cualquiera  suerte,  de  pensamiento  y  de  corazón  por  lo  me- 
nos»; ETA  BIDÉ  zitzaion -QVKU  ABTA^  jar r¿  (Itur.)  «y  acaso  se 
le  puso  en  aquella  cabeza». 

Pero  si  el  nombre  verbal  y  su  flexión  no  están  separados 
por  la  frase  que  se  interpola  y  el  sentido  de  ésta  es  afirma- 
tivo, el  nombre  verbal  precede  y  la  flexión  sigue:  eman  du 
ESKüA  «ha  dado  la  mano»  y  nó  du  eman  eskua.  Si  la  propo- 
sición es  negativa  la  flexión  precede  y  el  nombre  verbal  si- 
gue: EZ  DU  EMAN  ESKÜA  «uo  lia  dado  la  mano».  La  forma  ne- 
gativo-relativa y  las  formas  re  compuestas  negativas  se  co- 
locan indiferentemente  en  uno  ú  otro  puesto:  zük  eman  ez- 
TÜzÜNA  «lo  que  tú  no  has  dado»  y  zük  eztüzüna  eman;  hasi 
EZTLiGiiLAKOTz  y  eztiigíílakotz  HASI  «porquc  nosotros  no  lo 
hemos  comenzado»;  hartü  eztianian  y  eztianian  iiartü 
«cuando  no  lo  ha  tomado»  \ 


1    Inchauspe:  Le  Verbe  basque,  púg.  430. 


—784— 


Hay  ocasiones  en  que  se  desea  marcar  con  más  intensi- 
dad que  la  ordinaria  el  carácter  del  sugeto  de  una  oración 
afirmativa;  en  castellano  suelo  conseguirse  empleando  algún 
tiempo  del  verbo  «ser».  En  el  dialecto  sulotino  se  le  comu- 
nica á  la  frase  la  significación  intensiva  que  se  pretende, 
posponiendo  el  nombre  verbal  á  la  flexión:  «soy  yo  quien 
ha  enviado  el  niño»,  nik  düt  igorri  haurra;  «Juan  es  quien 
marchó  el  primero»,  johanes  zen  joan  leheni  ^ 

Otro  giro,  propio  igualmente  del  dialecto  suletino,  es  el 
de  prefijar  la  negación  al  nombre  verbal.  Se  usa  cuando  se 
quiere  negar  con  mucha  energía:  nik  düt  ez  nahi  «yo  no  lo 
quiero»;  (equivalencia  castellana  «soy  yó  quien  no  lo  quiere»)  ^. 

Las  oraciones  ponderativas  pueden  construirse  con  el  ad- 
verbio de  lugar  non,  nun  colocado  como  nexo  de  los  dos  tér- 
minos de  la  proposición,  en  el  lugar  del  «que»  castellano, 
permaneciendo  las  flexiones  en  su  forma  capital:  «es  tan 
hermosa  que  parece  una  estrella»,  ain  edeera  dá  nun  dirudi 
izarra  bat.  Admite  la  flexión  relativa:  ain  ederra  dá,  nun 
DiRUDiEN  IZARRA  BAT.  Estas  oracioucs  ponderativas,  pueden 
traer  alguna  negación  y  en  éste  caso  admiten  la  siguiente 
construcción:  el  nombre  ponderado  toma  el  afijo  ik  y  lo  mis- 
mo hace  la  forma  relativa:  «nadie  es  tan  imbécil  que  lo  sea 
para  sí»,  ezta  iñor  ain  ergelarik  beretzat  ere  danik;  inme- 
diato al  término  al  cual  hace  referencia  el  segundo  verbo  se 
coloca  el  adverbio  de  modo  ere,  bere. 

El  adverbio  ez  tiene  cabida  en  las  locuciones  exceptuado- 
ras  ó  segregativas,  como  sustituto  del  castellano  «menos»; 
«todo  lo  haré,  menos  robar»,  guzia  egingo  det,  ostutzea  ez. 
Y  sustituye  á  la  conjunción  negativo-disyuntiva  castellana 
«ni»,  pero  colocándolo  antes  del  nombre  verbal,  y  nó  antes 
déla  flexión:  «ni  comernos  deja,  ni  beber»,  ez  jaten  uzten 
DiGU,  ez  edaten. 

El  pronombre  demostrativo  au-onek  entra  en  algunas  lo- 
cuciones refiriéndose  á  un  pronombre  de   primera  persona, 


1  InhauBpo:  Le  Verbe  basque,  pá^.  Uú. 

2  Id-,  id.,  id. 


—785— 


el  cual  queda  muy  intensamente  señalado  como  térnino  de 
la  a.cción  jauna,  küpidaz  begira  zadazu,  bekatari  andi  oni 
(Ax.),  cuya  traducción  literal  «Señor  con  piedad  mírame,  á 
éste  gran  pecador»,  está  representada  bastante  exactamente 
por  la  traducción  ideológica  «Señor,  ten  piedad  de  mí  que 
soy  tan  gran  p^iador». 


54 


-7bO— 


CAPITULO  XXVII. 


013SEUVACIONES    CIÚTICAS    Y    TEüEICAS    ACERCA    DEL     ÜIUGEN 

DEL    VEEBO. 


Mientras  el  largo  análisis  de  las  flexiones  de  los  cuatro 
dialectos  literarios  del  bascnence  en  sus  tratamientos  inde- 
terminado y  respetuoso,  dije  lo  bastante  á  indicar  cuales  son 
mis  opiniones  teóricas  respecto  déla  conjugación euskara. Lo 
principal,  ciertamente,  era  mostrar  la  lógica  y  regularidad 
que  presiden  á  tan  prodigioso  desarrollo  de  formas,  indicar 
algunas  de  las  fases  históricas  recorridas  por  estas,  y  sumi- 
nistrar al  lector  una  clave  que  le  facilitase  la  asimilación  y 
retención  de  tantos  tiempos,  modos  y  categorías,  empresa, 
que  muchos,  á  primera  vista,  tendrían  por  imposible  y  que, 
sin  embargo,  no  ofrece  dificultades  más  serias  ni  numerosas 
que  las  de  otros  sistemas  verbales  diariamente  estudiados  y 
aprendidos. 

Las  cuestiones  de  origen  son  interesantes,  pero  no  nece- 
sarias; pertenecen  á  la  ciencia  pura,  y  por  lo  tanto,  podía  yo 
muy  bien  prescindir  de  ellas.  Pero  ya  que  no  se  despegan  do 
la  índole  del  presente  trabajo,  me  parece  oportuno  precisar 
algún  tanto  las  opiniones  que  quedaron  apuntadas  anterior- 
mente: si  resultan  inadmisibles  y  mis  temores  reciben  por 
ello  su  justificación  inapelable,  á  lo  menos  no  afectarán  á  la 
parte  práctica,  y  todo  quedará  reducido  á  decir:  una  teoría  • 
más. 

Recapitularé  brevemente  los  principales  resultados  quo 
con  la  notado  indubitables,  en  mi  opinión,  suministra  mi 
análisis.  Luego  indicare  los  probables;  en  unos  y  en 
otros  ha  de  referirse  el  lector  á  las  doctrinas  do  au- 
tores, de  líisquo  so  tomó  rnzón  en   el  capítulo   XI,  pues  en 


—787- 


ellas  están  fundadas  las  mías  propias,  y  con  varias  guardan 
íntimas  relaciones. 

El  sistema  verbal  délos  cuatro  dialectos  (que  para  el  caso 
representan  á  toda  la  lengua  euskara),  es  tino  en  su  natura- 
leza y  nno  en  sus  procedimientos,  aunque  vario  en  su  desa- 
rrollo. El  carácter  meramente  dialectal  que  ostentan  los  di- 
versos representantes  de  la  lengua  euskara  hoy  conocidos, 
estalla,  acaso  con  más  viveza,  en  la  conjugación.  Los  pun- 
tos de  contacto  son,  empero,  muy  numerosos  y  los  de  dife- 
rencia se  explican  perfectamente  por  el  influjo  natural  de 
fuerzas  que  nos  son  muy  familiares.  En  vano  diferirán  entre 
sí  los  dialectos  en  modos  y  tiempos;  el  análisis  reducirá  á 
los  disidentes  á  la  ley  de  la  unidad,  y  nunca  encontraremos 
otra  cosa  que  nuevas  aplicaciones  de  la  misma  virtualidad  ó 
idea  verbal  que  palpita  en  todas  y  cada  una  de  las  conjuga- 
ciones-propias délos  dialectos,  sub-dialectos  y  variedades. 
Si  tratándose  de  un  territorio  reducido  y  de  condiciones  fí- 
sicas y  morales  casi*  idénticas  en  suma,  la  diferenciación 
dialectal  ha  alcanzado  los  grados  que  actualmente  medimos, 
se  impone  la  consecuencia  de  que  repartida  la  raza  euskara 
en  un  territorio  extenso  y  sometida  á  condiciones  físicas  y 
morales  profundamente  diversas,  las  variaciones  en  el  len- 
guaje han  debido  de  estar  en  proporción  con  aquellas,  hasta 
el  punto  de  que  hayan  pasado  por  lenguas  tan  absolutamen- 
te extrañas  entre  sí  como  se  reputaron  las  de  la  cepa  indo- 
europea antes  que  la  moderna  lingüística  aprendiese  el  ca- 
mino de  subir  á  las  formas  primitivas  y  reconstituir  las  co- 
munes, ó  como  en  la  actualidad  lo  parecen  las  de  la  cepa  la- 
tina á  las  personas  totalmente  desprovistas  de  cultura  lin- 
güística. De  todas  suertes,  y  aunque  se  admita  con  grandes 
restricciones,  es  pié  forzado  de  toda  buena  exéjesis  de  los 
textos  históricos  referentes  á  las  antigüedades  ibéricas  y 
aquitánicas,  el  principio  de  que  la  raza  euskara  debió  de  ha- 
blar variedades  dialectales  lo  suficientemente  desemejantes 
para  ser  reputadas  idiomas  por  los  extrangeros,  si  es  que 
realmente  no  lo  fueron,  yá  que  nó  en  la  grave  proporción  de 
los  descendientes  del  sánscrito,  en  la  más  leve  délos  descen- 
dientes del  latín. 

La   conjugación  nos  revela  la  existencia  de  un    sistema 


-788- 


de  pronombres  más  rico  que  el  actual,  con  serlo  tanto.  In- 
corporados al  verbo  se  han  salvado  de  una  total  sumersión 
uno  de  primera  persona,  t — d  «yo»)  y  tres  de  tercera  z,  I  y 
b,  además  de  varios  sulijos  de  pluralización  ó  abundancia- 
Íes  que  yá  no  entran  en  la  composición  ni  derivación  nomi- 
nal, y  ciertas  formas  arcaicas  de  los  pronombres  perdidos 
para  el  dialecto,  aunque  nó  para  la  lengua,  por  persistir  en 
algunas  variedades,  como  lit  «nosotros»,  ho-{ni)  «á  éste». 

Los  auxiliares  son  varios  y  cada  uno  de  ellos  es  suscepti- 
ble de  revestir  varias  formas,  por  efecto  del  especial  fone- 
tismo  euskaro.  La  tendencia  general  es  la  de  dedicar  á  ca- 
da modo  un  auxiliar  especial  ó  una  partícula  característica: 
también  se  usa  sólo  el  segundo  procedimiento. 

Las  flexiones  están  constituidas  todas  ellas  por  un  nücleo^ 
al  cual  se  incorporan  los  elementos  pronominales  que  mar- 
can el  agente  y  el  régimen  directo  é  indirecto,  en  los  núme- 
ros singular  y  plural  los  tres. 

Pero  ¿qué  es  este  núcleo?  Aquí  entramos  en  el  terreno  de 
los  resultados  probables.  El  problema  que  nos  toca  resolver 
se  contrae  al  presente  {det,  etc.)  y  al  pasado  (niien,  etc.)  de  la 
voz  transitiva;  ambos  tiempos  son,  lógica  y  cronológicamen- 
te considerados,  los  primitivos.  Verdad  es  que  el  núcleo 
de  los  tiempos  en  que  no  me  ocupo  pertenecerá  á  otros  temas, 
pero  figura  con  el  mismo  carácter  que  en  esos  dos  tiempos, 
y  las  dudas  no  estriban  en  averiguar  de  dónde  procede,  sino 
en  qué  estado  entra  á  formar  parte  de  las  flexiones.  Foreste 
motivo  tampoco  me  detendré  en  la  voz  intransitiva. 

Zabala  y  Mr.  Van  Eys  consideran  á  det,  etc.  nuen,  etc. 
como  contracciones  de  la  conjugación  sencilla  de  euki  ó 
EDUKi.  El  P.  Bonaparte  opone  una  fuerte  objeción  al  recha- 
zar la  elisión  de  la  A",  de  la  que  no  se  desprenden  los  verba- 
les que  la  poseen;  daküst  de  iküsi;  dakit  de  jakin,  dakakt 
de  EKARiii,  DiiiAKiT  dc  iRAKíN,  ctc,  ctc.  Pero  á  la  vez  es  in- 
cuestionable que  la  k  se  elide  muy  frecuentemente  en  las 
palabras,  y  que  una  vez  eliminada  de  daukat,  etc.,  neu- 
KAN,  etc.,  (y  no  veo  razón  alguna  para  declarar  imposible 
la  eliminación),  casi  fatalmente  se  producirían  las  contrac- 
ciones y  pcrinutacionos  que  nos  conducirían  á   las  formas 


actuales:  daut,  deut,  det,  dut,  dUt,  dot;neuan,  neuen,  nuen, 
NÜEN,  etc. 

Me  parece  qne  la  teoría  de  Zabala  y  Mr.  Van  Eys  está  re- 
futada con  solo  consignar  la  coexistencia  de  daukat  y  det.  La 
elisión  de  la  li  se  produjo  en  la  primera  de  éstas  flexiones;  los 
subsiguientes  fenómenos  de  contracción  y  permutación  se 
produgeron  también.  Esta  fuerza  modificadora  no  pudo 
obrar  sólo  en  un  sentido,  corriendo  por  el  lado  de  la  conju- 
gación perifrásica  y  parándose  por  el  lado  de  la  sencilla.  Si 
DAUKAT  y  NEUKAN  sc  alteraron,  alteradas  quedaron,  y  no  se 
concibe  que  á  la  vez  se  mantuvieran  íntegras,  pues  la  con- 
jugación sencilla  de  ese  verbal  no  es  una  conjugación  arcai- 
ca, ó  conservada  fragmentariamente,  que  el  análisis  desen- 
tierre, sino  una  conjugación  viva,  de  uso  diario  y  vulgar. 
En  la  práctica,  además,  sucede  una  cosa  muy  distinta:  egin 
y  EEOAN  son  verbales  auxiliares  de  la  conjugación  perifrási- 
ca  bizcaina,  y  sus  flexiones  auxiliares  son  las  mismas  que 
constituyen  la  conjugación  sencilla  que  poseen;  no  se  repi- 
te la  singularísima  anomalía  que  se  supone  acaecida  con  las 
flexiones  auxiliares  del  indicativo,  de  conservarse  íntegras 
para  un  uso  y  hallarse  contraidas  para  otro.  Por  consiguien- 
te, ó  DET  no  procede  de  daukat,  ó  es  incomprensible  que 
no  se  diga  det  «3^0  lo  he»  siempre,  ó  que  existiendo  daukat 
no  se  diga  jaten  daukat  en  lugar  de  jatex  det. 

La  teoría  de  mi  particular  é  ilustrado  amigo  Mr.  Vinsón 
toma  por  punto  de  partida  la  idea,  á  mi  humilde  entender 
exacta,  de  que  en  las  flexiones  ha  de  haber  un  elemento 
que  represente  la  idea  verbal;  que  ésta,  valiéndome  de  tér- 
minos de  escuela,  hoy  muy  generalizados,  no  es  meramente 
subjetiva,  sino  objetiva  también.  Toda  la  cuestión  verbal, 
dice,  se  contrae  á  lo  siguiente:  ¿u,  radical  que  se  encuentra 
siempre  en  el  indicativo,  significa  «ésto»,  ó  «él»,  ó  bien  tiene 
el  sentido  de  «haber»?.  Se  declara  partidario  de  la  segunda 
opinión:  1°  porque  dut  (det)  significa  «yo  lo  hé»,  y  estapa- 
labra  debe  de  encerrar  los  elementos  materiales  que  signi- 
fican «lo»,  «haber»  y  «yo»,  d — u — t;  2.°  porque  no  está  de- 
mostrado que  formas  tales  como  dakart,  dakust  sean  relati- 
vamente más  modernas  que  dut,  y  en  esas  expresiones  los 


-7'JO— 


radicales  ekar,  eküs  cuyo  sentido  verbal  es  innegable,  co- 
rresponden exactamente  á  la  ii  de  di¿t;  3.°,  porque  el  radi- 
cal 21  existe  en  uken,  ükan,  ekun  «haber». 

El  Príncipe  Bonaparte  admite  la  «simple  posibilidad»  de 
la  hipótesis  del  distinguido  profesor  de  tamul,  pero  estima 
á  la  vez  menos  improbable  la  suya  propia  que  se  basa  en  la 
existencia  real  del  demostrativo  ait.  ^  Esta  teoría  explica 
muy  satisfactoriamente  la  presencia  constante  del  régimen 
directo  en  las  flexiones  transitivas  y  nos  suministra  una 
materia  capaz  de  sufrir  todas  las  metamorfosis  que.  el  núcleo 
au  experimenta  en  los  dialectos,  sub-dialectos  y  variedades 
del  bascuence.  Pero  en  otros  puntos  ya  no  es  tan  decisiva  y 
deja  subsistentes  algunas  dificultades. 

Según  ella,  la  d  inicial  pertenece  al  demostrativo,  por 
permutación  de  la  gutural  primitiva  de  las  formas  más  ín- 
tegras KAUR,  KAU,  GAU.  De  scr  esto  exacto,  ¿por  qué  aparece 
la  d  en  esos  otros  «nombres  verbizados»  como  dakust,  daki- 

ZU,  DABAMA,  DAKAEGÜ,  DAEABILZUTE,  DARAUSKIOTE,  en    loS  CUa- 

les  es  evidente  que  el  demostrativo  dau  variante  de  gau  no 
forma  parte   de  los  temas  akus,  aki,   arama,  AKá.R,   arabil, 

ARAUS? 

La  flexión  det  analizada  etimológicamente,  según  el  pa- 
recer del  Príncipe  Bonaparte  significa  «yo — esto»,  de — t  (en 
vez  de  dau — t);  y  lo  mismo  las  demás,  de — zu  «tú — esto» 
(dau — zu);  DI — o — zü«tú — ésto  á  él»  (dau — o — zu),  etc.,  etc. 
De  la  simple  afirmación  del  sujeto  y  del  objeto,  base  de  to- 
da flexión  transitiva,  á  la  afirmación  de  «haber»,  no  vislum- 
bro la  asociación  de  ideas  que  la  ha  hecho  posible.  Si  det, 
DEzu,  etc.,  no  se  usaran  jamás  solos  la  dificultad  sería  me- 
nor; el  nombre  verbal  que  puede  acompañar  á  esas  flexio- 
nes, puntualiza  algo  más  el  concepto,  como  se  vé  en  la  tra- 
ducción de  JATEN  DET  por  «yo — ésto  en  comer»,  en  que  se 
dibuja  una  representación  ideológica  muy  material  é  imper- 
fecta, y  por  lo  tanto,  realmente  primitiva,  .de  una  acción 
transitiva.  Pero  no  es  este  el  caso;  det,  dezu,  etc.,  se  usan  sin 
ningún  nombre  verbal  para  significar  «yo  lo  he»,  «tú  lo  has», 
etc.,  lo  cual  demuestra  que  han  tenido  vida  independiente, 

1    Remarques,  ote,  doiit  Mr.  Abol  llovülaciiuo,  ote,  fág.  20. 


—791- 


propia,  que  no  han  nacido  á  líi  sombra  de  los  nombres  ver- 
bales, sino  que  han  sido  nfilizidas  por  estos  para  los  fines 
de  su  conjugación. 

La  consecuencia  de  esa  doctrina  es  que  la  idea  verbal  no 
está  representada  en  la  flexión  y  como  sin  ella  es  verdade- 
ramente inconcebible  que  exista  el  verbo,  el  Príncipe  Bo- 
naparte  la  pone  en  el  espíritu.  Recordemos  sus  palabras; 
«El  verbo,  sin  embargo,  no  pertenece  á  ninguno  de  esos  ele- 
mentos, y  no  debe  ser  considerado  como  el  producto  de  di- 
chos componentes  materiales  de  la  palabra.  El  verbo  puro 
es  una  cosa  intangible  que  se  manifiesta  en  medio  de  ele- 
mentos muy  tangibles,  y  que  lejos  de  ser  su  producto,  los  do- 
mina con  todo  su  poder  al  vivificarlos.  El  verbo  es  la  vida». 

Por  lo  mismo  que  es  tan  imperiosa  esa  idea  verbal,  me 
resisto  á  creer  que  no  esté  objetivada.  Eleuskaraque  tan 
materialmente  ha  ido  marcando  las  relaciones  personales, 
objetivas  y  pronominales,  no  podía  preterir  la  que  precisa- 
mente trataba  de  formular,  la  afirmación  verbal.  Y  hasta 
aquella  faculta.d  del  transitivo  bascongado  de  obligar  al  su- 
jeto á  tomar  el  sufijo  de  agente  h  (véase  la  página  319), 
que  es  de  mucho  valor  para  la  doctrina  del  Príncipe  Bona- 
parte,  perderá,  acaso,  su  fuerza  probatoria,  si  se  objeta  que 
la  creación  del  sufijo  del  agente  debió  de  ser  posterior  á  la 
creación  de  las  flexiones  tran:-;itivas,  como  que  rea,lmente  es 
una  fineza,  un  primor  djl  idioma,  que  obedece  al  deseo  de 
marcar  gráficamente  la  relación  lógica  entre  el  agente  y  la 
acción  transitiva,  siendo  evidente  que  era  preciso  que  ésta 
estuviese  creada  de  antemano. 

La  filología  moderna  ha  reconocido  que  conjugar  no  es 
otra  cosa  que  reunir  los  pronombres  personales  á  la  raíz,  y 
que  primitivamente  se  dijo,  sin  duda,  '(dar — yo»,  «dar — tú», 
«dar — nosotros»  ^.  Las  desinencias  personales  son  las  que 
constituyen  el  verbo;  siempren  que  faltan,  en  el  infinitivo, 
en  el  participiOj  tenemos  á  la  vista  formas  nominales  y  nó 
formas  verbales^.  Reducido  á  su  forma  más  sencilla,  el  ver- 
bo  se  compone  de  dos  raices  juxtapuestas,  la  una  atributi- 


1  Benloew.  Science  comp.  des  lang.  pág.  24. 

2  Breal.  Intr.  al  tercer  tomo  ríe  la  Grain.  comp.  de  las  lenguas  i:id-europ.  de  Bopp.  píg-  LI, 


792- 


va,  como  ad  «comer»,  la  otra  pronominal  como  771a  «yo»  ^ 
Adoptando  este  punto  de  vista  que  nada  me  indica  á  príori 
que  sea  inaplicable  á  la  lengua  euskara,  afirmo  desde  luego 
la  existencia  de  un  elemento  verbal  en  la  flexión.  Y  aho- 
ra vuelvo  á  mi  punto  de  partida,  á  buscar  la  filiación  'del 
núcleo  en. 

EU  está  tomado  de  euki  directamente,  no  de  EUKiyá  con- 
jugado, como  suponen  '^Zabala  y  Mr.  Yan  Eys.   Cuando*  se 
hizo  este  préstamo,  daukat,   daukazu,  etc.,  no  existían,  co- 
mo tampoco    ningún  género   de  conjugación,   euki  era  un 
nombre    idéntico  á  todos  los  demás  que  constituían  ercau- 
dal  léxico  del  euskara  y  significaba,  literalmente,  como  aho- 
ra,  «tenido»).  Su  etimología   parece  ser  la  siguiente:  eu  va- 
riante de  AU  «ésto»  y  ki,  nombre  primitivo  que,  á  juzgar  por 
sus  derivados,  significa  «compañía,  reunión,  ú  otro  concepto 
análogo  ^.   Ese  ki,   igualmente  que  gabe,  baitha,  servía,   al 
unirse  á  otro  nombre  más  principal  en  el  discurso,  para  in- 
dicar una  relación  de  él;   combinado  con  el  locativo  n  pro- 
dujo el  unitivo  kin,  que  propiamente  significa  «en  con»;  así 
es  que  euki  significaría  primitivamente  «ésto   compañía»,  y 
mas  posteriormente  «esto  con  (con  esto»,  según  la  construc- 
ción castellana)  desde  el  instante  mismo  en  que  el   sentido 
abstracto  de  la  relación  gramatical  á  él  encomendado  pre- 
dominó sobre  el  sentido  concreto  poseído  por  ki  antes  de 
quedar  adscrito  de  una  manera  permanente  á  sus  funciones 
de  sufijo. 

La  palabra  euki  «con  esto»,  relacionada  á  un  sujeto,  ex- 
presó con  bastante  propiedad  y  precisión  el  concepto  de  lo 
«habido,  tenido  ó  pertenecido»  («yo  con  esto»,  ni  euki,  etc). 
Es  evidente  que  este  concepto  resultó  de  la  combinación 
de  esos  elementos  individualmente  citados;  simultáneamen- 
te NI,  etc.,  y  KI  estaban  dotados  de  vida  independiente  y  se 
usaban  á  cada  paso  fuera  de  esa  combinación;  por  lo  tanto, 
no  es  extraño  que  mediando  el  trascurso  del  tiempo,  habi- 
tuado yá  el  espíritu  ala  asociación  de  las  ideas  expresadas 


1  Remarques,  ote.  tlout  Mr.  Abol  Hovolacquo,  ote.  pAg.  20. 

2  Véaso  Rtmarquts,  ote.  dout  Mr.  Vinson,  ote.  por  el  1'.  Uoiiaparto,  pAy.  43. 


-7»3— 


porEUKi,  y  olvidado  el  procedimiento  formativo  á  que  debió 
sa  existencia  ese  vocablo,  y  por  lo  tanto,  su  etimología,  no  es 
extraño,  repito,  que  paulatinamente  se  localizara  la  idea  de 
«habido  ó  tenido»  en  la  sílaba  en,  la  cual  quedó  yá  conve- 
nientemente preparada  para  cuando  el  espíritu  euskaro,  en 
más  avanzado  desarrollo,  aprendiese  á  unir  los  pronombres 
á  una  raíz  significativa  y  crease  la  conjugación. 

El  espíritu  humano,  en  el  orden  de  sus  conocimientos  po- 
sitivos, pasa  de  lo  simple  á  lo  compuesto,  de  lo  particular 
á  lo  general,  de  lo  analítico  á  lo  sintético,  de  lo  concreto  á 
lo  abstracto.  Esta  ley  del  desarrollo  de  la  inteligencia,  es  la 
ley  del  desarrollo  interno  del  lenguaje,  y  la  vemos  con 
tanta  mayor  evidencia  cuanto  más  extenso  es  el  campo  de 
nuestra  observación  y  cuanto  más  acertamos  á  formular  los 
principios  de  la  lingüística  general. 

El  idioma  euskaro  carece  de  infinitivos  propiamente  di- 
chos; el  infinitivo  no  es  una  forma  verbal,  es  una  forma  no- 
minal, pero  on  mucho  menor  grado  que  nuestros  adjetivos 
verbales  euskaros,  los  cuales  expresan  el  sentido  menos  de- 
terminado, más  general,  más  abstracto  que  puede  expresar 
el  bascuence  respectivamente  á  una  acción  verbal.  Y  puesto 
que  son  inconjugables  privados  del  concurso  de  los  auxilia- 
res, es  evidente  que  mientras  no  se  crearon  estos,  no  hubo 
conjugación.  De  haber  salvado  por  sí  mismos  los  nombres 
verbales  la  distancia  que  los  separaba  del  verbo,  hoy  posee- 
ríamos un  sistema  completo  de  conjugación  sencilla,  ala  vez 
que  formas  análogas  ó  idénticas  á  los  infinitivos  de  otros  idio- 
mas, en  sustituciúQ  de  esos  adjetivos  y  sustantivos  verbales 
que  con  su  misma  forma  están  (declarando  su  impotencia 
conjugadora,  la  categórica  necesidad  en  que  yacen  constitui- 
dos de  que  otros  elementos,  á  ellos  extraños,  los  levanten  ala 
vida  verbal.  Esa  línea  divisoria,  esa  frontera  entre  nombres  y 
verbos  se  rompió  por  un  sólo  punto;  lo  restante  fué  imitación 
y  adaptación  de  la  reforma  lograda. 

En  la  aglutinación  délos  elementos  personales  y  prono- 
minales al  núcleo  en  ocurrieron  alteraciones  fonéticas,  y  na- 
da más.  Posteriormente,  en  la  verbización  de  los  nombres 
verbales  poseedores  de  conjugación  sencilla  ocurrieron  cam- 


—794- 

bios  internos  de  la  raiz,  fenómenos  de  deflexión,  d.vkust  de 
iKUSí,  DAiíAMAT  de  ERAMAN,  efcc.  Pero  constituida  desde  el  orí- 
gen  la  forma  perifrásica,  agotó  de  tal  suerte  la  savia  verbi- 
zadora  deleuskara,  que  las  nuevas  creaciones  se  marchita- 
ron en  ñor;  así  es  que  la  conjugación  sencilla  es  embrión  y 
nó  residuo,  como  creyeron  muchos. 

¿Y  la  d  prefijada  á  las  flexiones  del  presente?  Sus  funciones 
se  dibujan  muy  claramente  en  el  tratamiento  indetermi- 
nado, comparando  kauzu  «tú  me  has»  á  dezü  «tú  lo  has»,  y 
NARAMAzu  «tú  Hie  llcvas»  á  DARAMAZU  «tú  lo  llcvas»;  éstas,  y 
otras  muchas  formas  que  se  podrían  comparar,  entre  sí,  de- 
muestran que  des  «lo».  Esta  dno  aparece  más  que  en  el  pre- 
sente de  indicativo  y  tiempos  creados  á  su  imitación;  dicho 
tiempo  es  el  primero  que  debió  formarse,  porque  la  pri- 
mera conciencia  del  orden  en  que  se  desenvuelven  los  suce- 
sos, es  la  referente  á  la  categoría  de  la  actualidad;  lenguas 
hay  que  no  han  sabido  desarrollar  otra  en  la  conjugación,  y 
que  se  ven  en  el  caso  de  echar  mano  del  pobre  recurso  de 
unirá  las  formas  del  presente  palabras  como  «mañana»,  «ayer», 
«antes»,  «después»  etc.,  etc.,  para  indicar  el  futuro  y  el  pa- 
sado. En  virtud  de  la  ley  de  desarrollo  del  lenguaje  arriba 
formulada,  la  expresión  primitiva  de  las  relaciones  gramati- 
cales ha  tenido  que  ser  más  material  que  la  posterior.  El 
presente,  que  es  el  tiempo  primitivo  de  la  conjugación  bascon- 
gada,  obedeciendo  á  esa  ley,  marcó  concreta  y  particular- 
mente cada  uno  de  los  elementos  comprendidos  en  la  rela- 
ción; por  eso  prefijó  ít^.  Pero  como  no  era  realmente  precisa 
esapuntualiza'ción,  como  constituía  con  verdadero  pleonas- 
mo, porque  eü  al  retener  el  significado  de  «haber»  connotaba 
la  idea  de  haber  «algo»,  apenas  progresaron  las  facultades 
analíticas  del  espíritu,  se  prescindió  de  la  d  quedando  tan 
sólo  en  las  formaciones  correspondientes  al  tipo  primitivo. 
En  cuanto  al  origen  de  la  d  aventuraré  una  hipótesis: 
que  es  un  resto  del  vocablo  deus  «algo».  Las  lenguas  incor- 
•porantes  ú  holof rústicas,  clase  muy  nutrida  de  las  agluti- 
nantes, llevan  el  sintetismo  hasta  el  punto  de  embeber  en 
el  verbo,  no  yá  el  régimen  directo  é  indirecto  como   el   bas- 


—795- 


cuence,  sino  la  frase  entera.  ^  Mi  hipótesis  presupone  el  he- 
cho, también  del  todo  hipotético,  de  que  la  lengua  euskara 
ha  pasado  por  un  período  de  incorporación:  éste  procedi- 
miento, denominado  inccq^sidación  es  propio  de  un  espíritu 
pobre  en  sus  funciones  analíticas,  de  imaginación  muy  viva 
é  impresionable,  que  son  rasgos  muy  inherentes  al  espíritu 
primitivo.  La  incorporación,  por  lo  tanto,  correspondería  á 
la  infancia  de  la  raza  euskara. 

La  aglutinación  de  los  afijos  personales  y  pronominales  á 
un  núcleo  sacado  de  uno  ú  otro  nombre  verbal,  resalta  en 
todas  las  restantes  flexiones  auxihares,  transitivas  é  intran- 
sitivas: sean  los  núcleos  eza,  egi,  iz  ó  cualquiera  otro,  el 
sistema  formativo  es  siempre  el  mismo.  En  tal  concepto, 
arrancar  su  secreto  á  det,  etc.  NUEN,etc.  es  deshacer  el  enig- 
ma que  propuso  á  la  lingüística  la  esfinge  de  la  conjugación 
bascongada. 


1  Ea  iroqués,  p.  ej:  la  frase  «yo  doy  dinero  i.  los  que  han  llejado,  para  comprarles  con  ese 
pan»,  se  expresa  con  una  palabra  couipuasta  de  veintiún  letras.  Estos  estraños  compueBtoa 
son  aglomeración  de  radicales  y  de  palabras,  violentamente  contraidas. 


K 


inii  "'1^  ^'í 


TEXTOS   BASCONGADOS, 

VAEIEDADES  VEEBALES, 

TRATAMIENTO  EN  IK  DE  LA  CONJUGACIÓN  TRANSITIVA 
É   INTRANSITIVA. 


Apéndice  núm.  1.— TEXTOS  BASCONGADOS. 


A. — Dialecto  guipuzcoano. 


Kalbarioko  mendira  igo- 
TZEKO  JernsaJen  giizia  ibilli 
bear  zan,  eta  ibar  cbiki  bat 
IGAROTA  GERO,  IGO.  Beragatilv 


De  Calvario  al  monte  para 
subir  Jerusalen  todo  se  debia 
andar,  y  un  valle  pequeño 
después     de    haber   pasado, 


Observaciones,  igotzeko  sustantivo  verbal  destinativo 
d':l  nombre  verbal  igo  «subir».  Sirve  para  las  locuciones  fi- 
nales y  destinativas. 

Ibilli  bear  zan;  el  modificativo  bear  se  construyo  gene- 
ralmente con  las  flexiones  transitivas,  aunque  el  significado 
propio  del  nombre  verbal  sea  intransitivo,  á  no  ser  que  el 
sentido  requiera  la  flexión  intransitiva.  Esto  dije  en  la  sec- 
ción correspondiente  y  aquí  encontramos  su  confirmación; 
el  carácter  abstrato  de  la  necesidad  de  que  se  trata  y  su 
enunciación  impersonal  requirieron  ibilli  bear  zan  «se  de- 
bia dé  andar»,  en  vez  de  la  construcción  común  del  hear^ 
IBILLI  bear  zuen  «lo  dcbia  de  anc'iar»,  que  expresaría  una  idea 
muy  distinta. 

Igarota  gero.  Igarota  es  el  adjetivo  verbal  indetermina- 
do de  IGARO  «pasar».  Suple  al  participio  compuesto  castella- 
no «haber  pasado».  Unido  á  GERo  su  traducción  literal  es: 
«pasado  y  después»  (después  de  haber  pasado)». 

Igo.  Es  el  adjeti/o  verbal,  desempeñando  las  funciones 
propias  del  infinitivo  castellano. 


■ 


II 


Jesiisoi'íiiiidik  ere  Jerusalen- 
darreii  ikuskahritzat  agortii 
bear  zan.  Ikusi  izan  zuten 
gaiiza  onak  ehakusten;  jayo- 
tzatik  itsuak  aegitzen;  ogeita 
emezortzi  urtean  elbarri  bizi 
ziRANAK  sendatzen;  lau  egu- 
nean  ilda  zezatenak  liztu- 
tzen;  ikusi  izan  zuten,  Mesia- 
sen  izenian  Elizan  agintzen; 
Anas,  Kaifas,  Herodes  eta 
PILATOREN  echera  lotuta  eea- 
maten:    gurutzea    sorbaldan 


subir.  P. ir  lo  mismo  aún  Je- 
sús todavía  de  los  Jera  sale- 
mitas  por  espectáculo  se  de- 
bía mostrar.  Lo  habían  visto 
cosas  buenas  enseñar;  desde 
el  nacimiento  á  los  (que  eran) 
ciegos,  iluminar;  en  treinta 
y  ocho  años  estropeados  á 
los  que  vivieron,  curar;  en 
cuatro  dias  habiendo  muerto 
á  los  que  estaban  acostados, 
resucitar;  lo  hablan  visto  en 
el  nombre  del  Mesías  en  la 


Ikuskarritzat.  Formado  por  derivación,  de  ikusi  y  la  ter- 
minación KAERI,  antecesora  de  garrí.  Se  aplica  con  especia- 
lidad á  los  espectáculos  risibles  y  grotescos.  El  sufijo  tzat 
está  aquí  empleado  con  su  acepción  supositiva. 

Erakustex,  argitzen,  sendatzen,  biztutzen,  agintzen, 
eramaten,  sustantivos  verbales  en  locativo  de  erakutsi  «mos- 
trar, enseñar»,  argüitu  «dar  luz,  iluminar»,  sendatu  «mandar, 
ofrecer,  prometer»,  braman  «llevar»,  que  por,[estar  regidos  de 
otros  verbos  desempeñan  las  funciones  del  infinitivo  caste- 
llano. 

Urtean.  El  numeral  ogeita'emezortzi  que  le  precede,  por 
su  forma  es  singular:  por  eso  el  sustantivo  urte  «año»  que 
por  él  está  calificado,  se  vale  del  afijo  singular;  urtean  en 
vez^de  urtetan. 

Bizi  ziranak,  «los  que  vivían»,  forma  relativo-articulada. 

Ilda.  Es  el  adjetivo  verbal  indeterminado  de  ill  «morir, 
matar»,  con  la  dental  debilitada.  Sustituye  al  participio 
compuesto  castellano  «habiendo  muerto». 

zetzatenak,  forma  relativo-articulada  del  pretérito  im- 
perfecto de  etzan,  en  su  conjugación  sencilla. 

PiLATOREN.  El  sufijo  poscsivo  EN  sc  refiere  á  los  restantes 
nombres  propios  también,  Anas,  Caifas  y  Herodes,  los  cua- 


m 


züELA,  Kalbarioko  mendira 
iGOTZEA  beste  zer  ikusibik  ya 
ETZUTEN,  eta  au  ere  etorri 
zitzayen.  Jesús  Jerasalengo 
karrika  guzietatik  barrena 
bazucan;  baña  atzeneko  arra- 
tsean  soldadu  giza-chaerak 
erakutsi  ziotenarekin,  eta 
goizean  emandako  azoteakkin 

ODOL-USTU  ZUTELAKO,  paUSO  aS- 


Iglesia  mandar;  de  Anas,  Cai- 
fas, Heredes  y  Pilatos  á  la 
casa  habiéndolo  atado  llevar; 
la  cruz  en  la  espalda  que  te- 
nía de  Calvario  al  monte  el 
subir  otro  que  ver  yá  no  lo 
tenian,  y  aun  ésto  se  les  vi- 
no. Jesús  por  todas  las  calles 
de  Jerusalen  adentro  iba;  pe- 
ro de  último  en  la  noche  los 


les  permanecen  invariables,  evitándose  la  monotonía  de  la 
reiteración  de  un  mismo  signo. 

Igotzea  «el  subir»,  sustantivo  verbal  articulado  de  igo. 

Ikusirik.  Adjetivo  verbal  provisto  del  sufijo  ik,  por  ser  la 
frase  negativa:  su  sentido  literal  es  «visto». 

Etzuten,  forma  negativa  de  la  3. apersona  de  plural  del  pre- 
térito imperfecto  de  indicativo  del  auxiliar  transitivo,  toma- 
do en  su  acepción  propia  é  independiente  de  «tener  ó  haber». 

Guzietatik.  El  sufijo  separativo  que  figura  en  ésta  palabra 
se  emplea  también  en  bascuence  para  expresar  el  lugar  por 
donde  ocurre  una  acción.  Así  es  que  karrika  guzietatik  sig- 
nifica «desde  todas  las  calles»  y  también  «por  todas  las  calles». 

Bazucan.  Forma  afirmativa  de   la  flexión  zuoan  «él  iba». 

G-izA-CHARRAK.  GizA  signiflca  la  cualidad  abstraía  de  huma- 
nidad, ó  de  lo  que  es  propio  del  hombre:  se  usa  en  composi- 
ción, habiendo  producido  muchas  palabras  compuestas.  Gi- 
ZA-CHAR  puede  traducirse  por  «ruin,  villano». 

Ziotenarekin.  Forma  relativa  provista  del  sufijo  unitivo 
compuesto,  zioten — a — rekin. 

Emandako.  Adjetivo  verbal  indeterminado  de  eman  «dar», 
con  el  sufijo  derivativo  ko. 

Odol-ustu  zutelako.  Verbal  formado  por  composición  de 
ODOL  «sangre»  y  ustu  «vaciar»:  zutelako,  forma  conjuntivo- 
derivativa  de  la  flexión  zuten,  empleada  para  expresar  la 
causalidad  de  la  acción. 

55 


IV 


ko  eman  baño  lenago  ayeka.- 
TUTA,  guriitzearen  pisuak  lu- 
rrera  ezarri  zuen. 


Lenengo  eeoriko  onetatik 
nolabait,  nekez  beclere,  jai- 
kita  laster,  bere  Ama  gnziz 
Santa,  Apostóla  San  Juan 
eta  emaknme  on  batziiekin 
irten  zitzayon.  Zer  pena  ikn- 
si  onetan  Amak  eta   semeak 

IZANGO  ZUTEN,  EZIN  OSan  DITE- 

KE.   ¡Nork  ADiERAZO   bi  biotz 


soldados  de  mala  liumanidad 
con  lo  que  le  mostraron,  y 
en  la  mañana  de  habiéndole 
dado  con  los  azotes  porque 
lo  desangraron,  muchos  pa- 
sos que  dar  más  antes  ha- 
biéndose debilitado  ,  de  la 
cruz  el  peso  á  la  tierra  lo 
puso  (lanzó). 

De  ésta  primera,  caida,  de 
algún  modo,  aunque  con  tra- 
bajo, habiéndose  levantado 
pronto,  su  Madre  Santísima 
con  el  x\póstol  San  Juan  y 
algunas  buenas  mujeres  al 
camino  se  le  salieron.  Qué 
pena  en  ésta  vista  la  Madre  y 
el  hijo  habrían  tenido   no  se 


Ayekatuta.  Adjetivo  verbal  indeterminado  de  ayekatü 
«debilitarse,  deprimirse». 

Eroeiko,  adjetivo  verbal  derivativo  de  erori  «caer»;  está 
tomado  en  sentido  de  sustantivo:  eroeiko  «de  caído»  ó  «cai- 
da» . 

Onetatik.  N.  S.  Jesucristo  se  levantó  de  la  caida,  y  para 
indicar  el  origen  de  la  acción  realizada,  se  usa  el  sufijo  sepa- 
rativo. 

IzANGO  ZUTEN.  Futuro  conjctural  próximo  del  verbal  izan 
«haber»,  usado  en  sustitución  del  pasado  del  condicional, 
como  muy  frecuentemente  lo  emplean  el  guipuzcoano  y  el 
labortano. 

EzíN  ESAN  DITEKE.  El  modíficable  ezin  «no  poder»,  combi- 
nado con  la  flexión  potencial  diteke;  exprosa  una  impoten- 
cia absoluta,  con  mucha  energía  y  concisión. 

Adierazo,  forma  causativa  del  verbal  adi,  aditu  «oír,  en- 
tender». 


maitagarri  ayekELKAERi  esan- 
go  ziozkaten  AMODiozKoiTzak! 


Pauso  negargarri  onetatik 
bereala,  Veronika  zeritzan 
emakume  on  bat  Jesiisi  al- 
deratu  zitzayon,  eta  arpegi- 
KO  izERDi-oDOLAK  zapi  batekiii 
garbitu  ziozkan,  eta  Jesiisek 
LANBiDE  on  onen  saritzat  bere 
arpegui  ederraren  antza  za- 
pian  utzi  zion.  Jakintsúak 
diote,  Veronika  aii  zalá,  Jai- 
roren  alaba  biztutzera  Jesús 
zijoala,     mantiiaren    erfczari 

UKITU     UTSAREKIN  ,    ASPALDIAN 


puede  decir.  ¡Quién  hacer  en- 
tender (podrá)  aquellos  dos 
amables  corazones  juntamen- 
te les  habrían  dicho  las  amo- 
rosas j)alabras! 

De  éste  paso  lamentable 
enseguida,  Verónica  (que)  se 
llamaba  una  mujer  buena  á 
Jesús  se  le  acercó,  y  los  su- 
dores de  sangre  del  rostro  con 
un  trapo  le  limpió,  y  Jesús 
de  ésta  buena  acción  para 
recompensa  de  su  rostro  her- 
moso la  imagen  le  dejó.  Los 
sabios  dicen,  ésta  Verónica 
que  era,  de  Jairo  la  hija  á  re- 
sucitar que  iba  Jesús,  del 
manto  el  borde  con  el  puro 


Elkarri,  locución  abverbial,  «juntamente,  simultánea- 
mente». En  su  combinación  con  el  verbo  que  le  sigue,  co- 
munica á  éste  un  sentido  de  «reciproco  ó  reflexivo».  La  tra- 
ducción correcta  de  esta  frase  en  castellano  es:  «quién  podrá 
dar  á  entender  las  amorosas  palabras  que  aquellos  dos  ado- 
rables corazones  se  habrían  dicho  mutuamente!». 

Amodiozko  itzak.  El  sufijo  de  materia  zko  indica  perfeo- 
tisimamente  que  la  sustancia  de  las  palabras  del  Salvador  y 
su  Santa  Madre  eran  esencialme^ite  amorosas  y  nó  acciden- 
talviente. 

Arpegiko  izerdi-odolak.  El  sufijo  derivativo  ko  aglutina- 
do al  sustantivo  arpegi  «rostro»,  indica  que  el  sudor  de  san- 
gre procedía  de  ésta  parte  del  cuerpo  y  nó  de  otra  alguna. 
IzERDi-ODOLAK,  vocablo  compucsto  por  simple  justa-posición. 

Lanbide  «acción,  empresa».  Palabra  formada  por  compo- 
sición; lit,  significa  «camino  de  trabajo». 

Ukitu  UTSAREKIN.  Ejcmplo  de  la  acepción  que  toma  el  ad- 
jetivo UTS  al  unirse  á  los  nombres  y  verbos,  de  la  cual  ha- 
blé en  la  páj.  151. 


VI 


nozitzen  zuen  odol  míña,  sen- 
datu  zitzayon  emakumea. 

Jesiis,  bere  gurutzetzarra 
sorbaldan  zuela  ,  bazijoan, 
eta  uritik  irteeran  bigarren 
aldian  lurrera  erori  zan.  Aren 
ETSAYAK  ikiisirik,  hirrean  ze- 
tzala,  Kalbarioko  mendira 
baño  lenago  ilko  zitzayen 
eta  gurutzean  josita  ikusiko 
etzuten  bildurrak  artiizituen. 
Ordiian  Alejandro  eta  Eufo- 
reii  aita,  Simón  zeritzan  Zi- 
reneko  seme  edo  jatorri  bat 
bere  bas-eclietik  zetorren, 
eta  Uriko  atean  sartzean  ar- 
tu  ziiten  gurutzea  er amaten 
Jesusi  laguntzeko. 


tocar,  en  largo  tiempo  que 
le  dañaba  el  flujo  de  sangre 
que  se  le  curó,  la  mugar; 

Jesús,  su  enorme  cruz  en 
el  hombro  que  tenía,  iba,  y 
de  la  Ciudad  en  la  salida  en 
segunda  vez  atierra  cayó.  De 
él  los  enemigos  habiendo 
visto,  en  la  tierra  que  yacía, 
de  Calvario  al  monte  antes 
que  (llegar)  se  les  habría 
muerto  y  en  la  cruz  clavado 
que  nó  lo  habrían  visto  el 
miedo  los  tomó.  Entonces  de 
Alejandro  y  de  Eufo  el  pa- 
dre, Simón  que  se  llamaba, 
un  hijo  ú  originario  de  Cire- 
ne  desde  su  casa  de  campo 
que  veníay  de  la  Ciudad  en  la 
puerta  en  el  entrar,  lo  toma- 
ron la  cruz  en  llevar  á  Jesús 
para  ayudar. 


Nozitzen  zuén  odol  miña.  La  flexión  zuén  está  en  la  for- 
ma relativa,  pero  no  se  conoce  externamente,  porque  ter- 
mina en  n.  La  colocación  de  los  sustantivos  siguientes  reve- 
la la  existencia  del  relativo. 

Irteeran  «en  la  salida»;  irteera  es  una  palabra  formada 
por  composición;  con  el  nombre  verbal  irten  que  pierde 
su  consonante  ñnal  y  el  sustantivo  era  «manera,  modo». 

Aren  etsayak  «los  enemigos  de  él».  Conforme  á  la  regla 
que  di  en  la  pág.  160  está  usado  aquí  el  pronombre  perso- 
nal de  3."  persona  en  vez  del  posesivo:  compárese  ésta  frase 
con  la  que  comienza  el  párrafo:  Jesús,  i;ere  gurutzetzarra. 

Eramaten laguntzeko.  Eramaten  os  el  sustantivo  ver- 
bal locativo  de  ERAMAN  «llevar»  que  está  regido  por  olsustanti- 


vlí 


Simón  onek  ematea  zion 
laguntzarequin  Jesús  zerbait 
bizkortu  zao,  bideari  jarrai- 
tzeko,  eta  bazijoan  Escriba, 
Fariseo,  kaegudun  eta  Apaiz- 
BURUAK  gendetza  ezin  esan 
alakoarekin  oepoz  orpo  ze- 
rraizkiola;  bada,  pauso  batean 
ere  begietatik  uzten  etzuten. 
Jesusek,  nork  galdn  askoBA- 
ziTUEN  ere,  chit  ondo  nai  zio- 
TENAK  ere  bazituen,  endemas 
Israelko  emakumeen  artean. 


Este  Simón  que  le  daba 
con  la  ayuda  Jesús  algo  se 
reanimó,  al  camino  para  se- 
guir é  iba  con  semejante  in- 
decible muchedumbre  de  Es- 
cribas, Fariseos,  Cargo-ha- 
bientes y  Príncipes  de  los 
sacerdotes  que  le  seguían 
tras  los  talones;  pues  ni  aun 
en  un  paso  de  los  ojos  no  lo 
dejaban.  Jesús,  quién  perder 
muchos  si  los  tenia  aun  (si 
tenia   Jesús  muchos   que  le 


vo  verbal  destinativo  dcLAOUNDU  «ayudar,  acompañar»,  como 
si  fuere  un  infinitivo  castellano.  Así  es  que  la  traducción  co- 
rrecta castellana  es:  «para  ayudar  á  Jesús  á  llevar  la  cruz». 

Bazijoan.  Forma  afirmativa  de  la  3."  persona  de  singular 
del  pretérito  imperfecto  de  indicativo  del  verbal  joan  «ir». 
Comunica  mucha  energía  á  la  frase  en  que  figura. 

Kargudun.  Palabra  compuesta  por  composición  de  karqu 
«cargo,  oficio,  empleo»  y  dun  «que  tiene». 

Apaiz-buruak.  La  mera  colocación  de  ambas  palabras  in- 
dica la  relación  posesoria  que  las  une:  lit.  «cabezas  de  los  Sa- 
cerdotes», y  como  la  «cabeza»  se  reputa  la  parte  principal  y 
más  noble  del  cuerpo,  así  en  bascuence  se  emplea  para  in- 
dicar los  grados  mas  eminentes  de  toda  gerarquía. 

Ezin  ezan;  lit.  «no  poder  decir»,  que  he  traducido  por  «in- 
decible» por  resultar   oscura  la   traducción  mcás  literal. 

Orpoz  orpo.  Frase  adverbial  construida  con  el  auxilio  del 
sufijo  z:  lit.  «de  talón  talón», 

Bazituen.  Forma  dubitativa  de  la  flexión  zitüen  «él  los 
tenía». 

Nai  ziotenak.     Forma  relativo -articulada  de  nai  zioten 
«le  querían». 
Bazituen.  Forma  afirmativa  de  la  flexión  zituen  (él  los  tenía». 


VIII 


Oyetatik  zembait  ondoreii 
zijoazkion,  beren  ongille  ona 
erreki  artanikusita,  negareez 
URTUTZEN.  Jesiisek  bidé  ertz 
batean  ikiisi  zituen,  eta  esan 
zien;  Jerusalengo  alábak,  ez 
niri  negarrik  egiii,  ezpada 
ZUEK  ZEROKGATiK,  eta  zeroii 
iimeakgatik;  zeren  egúnak 
bádatoz,  esango  dutena;  zo- 
rionekóak  emakume  agórrak, 
eta  aurrik  artu  ez  duten  e- 
rráyak,  eta  eznerik  eman  ez 
duten  bulárrak.  Ordnan  men- 
diai  ASiKO  ZAYEZTE,  esaten: 
atozte  gure  gañera,  eta  mu- 
ñatsai  ,  estali  gaitzatzute, 
zergatik  eze,  baldin  arbola 
ezean  au  egiten  badii,  ¿igar- 
tuak  zer  egingo  du?  Baldin 
Aita  Eternoak  iizten  badu 
bere    Seme   giiziz    Santiiari 


qiierian  perder), muy  bien  los 
que  le  querían  yá  los  tenía 
también,  sobre  todo  entre  las 
mujeres  de  Jerusalen.  De  és- 
tas cuántas  detras  le  iban, 
su  buen  bien  hechor  en  aquél 
trance  habiendo  visto,  derri- 
tiéndose en  lágrimas,  Jesús 
en  una  orilla  del  camino  las 
vio,  y  les  dijo:  «hijas  de  Jeru- 
salen, no  á  mi  hacer  lágri- 
ma (llorar),  sino  por  vosotras 
mismas  y  de  vosotras  mis- 
mas por  los  hijos;  porque  yá 
llegan  los  dias,  el  que  dirán: 
felices  las  mujeres  estériles, 
y  las  entrañas  que  no  han 
tomado  niño,  y  los  pechos 
que  no  han  dado  leche.  En- 
tonces á  los  montes  se  les  co- 
menzará, diciendo:  venid  so- 
bre nosotros,  y  á  las  colinas, 


Negareez  urtutzen.  La  construcción  de  un  nombre  pro- 
visto del  sufijo  instrumental  con  un  nombre  verbal  es  muy 
elegante  y  expresiva;  lit.  «de  lloro  en  derretir». 

Ezpada.  Forma  negativo-dubitativa  de  la  flexión  da  «él  es». 

ZuEK  ZEROKGATIK.  El  pronombre  personal  zuek  «vosotros», 
más  el  intensivo  zeeok  «vosotros  mismos»,  comunican  á  ésta 
frase  un  relieve  extraordinario,  indican  que  las  palabras 
del  Salvador  se  contraen  absolutamente  á  las  personas  á 
quienes  van  dirijidas. 

AsiKo  ZAYEZTE.  El  modificablc  invariable  asi  viene  como 
verbal  independiente  ó  común;  por  eso  toma  el  sufijo  ko. 
Rige  al  sustantivo  verbal  locativo  esaten  que  desempeña 
las  funciones  do  un  infinitivo  castellano. 


IX 


bekatariakgatik  au  egiiiten, 
bekatari  berai  ¿zer  egingo 
die».? 


Emakume  on  ayei  etorki- 
zuii  negargarriak  ikiisteko 
prest  egon  zitezela ,  onela 
adierazota,  Kalbariora  bazi- 
joan;  baña  mendiareii  alda- 
tsera  zanean  ,  gurutzearen 
pisuarekin  berriz  ere  Inrrera 
jauzi  zan.  ¡Ain  aula  eta  ke- 
MENGABEA  zegoan!  Jaiki  nai 
etaezinjaiki  ibillita,  geroe- 
neanjaiki  zan,  eta  mendi  ga- 
ña iritsi  zuen.  Jesusen  lotsa 
geyagorako  bi  lapur  gaizto 
ere  igo  zifcnzfcen,  Jesusekin 
batean  iltzeko. 


cubridnos,  porque  en  el  ár- 
bol húmedo  ésto  si  lo  hace, 
¿en  el  seco  qué  lo  hará?  Pues 
si  el  Padre  Eterno  dejaá  su  hi- 
jo Santísimo  por  los  pecado- 
res ésto  hacer  (que  le  hagan), 
¿i  los  mismos  pecadores  que 
les  hará»? 

A  aquellas  buenas  muje- 
res el  porvenir  lamentable 
para  ver  preparac^as  que  estu- 
viesen, de  ésta  manera  ha- 
biendo indicado,  al  Calvario 
iba;  pero  del  monte  á  la  cues- 
ta cuando  era  (cuando  llegó), 
de  la  cruz  con  el  peso  toda- 
vía de  nuevo  á  la  tierra  se  ca- 
yó. ¡Tan  débil  y  desmedrado 
estaba!  Querer  levantar  y  nó 
poder  levantar  habiendo  an- 
dado, finalmente  se  levantó, 
y  la  cumbre  del  monte  alcan- 
zó. De  Jesús  para  mayor  ver- 
güenza también  dos  malos 
ladrones  subieron,  con  Jesús 
en  una  (ala  vez)  para  matar  ^. 

LAEDIZABAL. 


Zanean.  Forma  relativo-locativa  de  la  flexión  zan  «él  era». 
Kemengabea.  Nombre  formado  del  sustantivo  kemen  «esfuer- 
zo», el  sufijo  privativo  gabe  «sin»  y  el  artículo  a  «él»:  «él  sin 
esfuerzo  «ó»  desmedrado». 

Zegoan.  En  las  oraciones  admirativas  es  de  rigor  la  forma 
relativa* 


J.    Testamentu  larreko  eta  bcrriko  kontíaira   pAg.  457  y  IJS- 


B. — Dialecto  labortano 


Handiak  eta  izngarriak  di- 
rá ifernuko  pena  hek.  .Eta 
baldin  oraino,  pena  heken 
nehoiz  akhabatzeko,  arintze- 
ko,  laburtzeko  edo  gutitzeko 
esperantzarik  balitz  ere,  ba- 
dirudi  balizatekeyela  zembait 
konsolamendu.  ¡Baina  ham- 
bat  pena!  hain  handiak!  eta 
finik  ez;  eta  ez  finik  izateko 
usterik  ere;  haur   da   gauza 


Grandes  y  espantosas  son 
del  infierno  éstas  penas.  Y 
si  todavia,  de  éstas  penas  al- 
guna vez  para  acabar,  para 
aliviar,  para  acortar  ó  dismi- 
nuir si  sería  (liabria)  esperan- 
za, parece  que  ya  les  seria 
algún  consuelo.  ¡Pero  tanta 
pena!  tan  grandes!  y  fin  nó; 
y  ni  fin  para  tener  aun  pen- 
samiento (ni  aun   esperanza 


GüTiTZEKO,  verbal  derivado  del  adverbio  guti  «poco»  gra- 
cias á  la  flexibilidad  asombrosa  del  euskara. 

Zembait  significa  «cuantos»  y  es  uno  de  Jos  pronombres 
indefinidos.  Combinado  con  un  nombre  que  permanezca  en 
la  forma  indefinida,  ejercita  los  misuios  oficios  que  el  cas- 
tellano «alguno»;  el  nombre  que  le  califica  revela  que  se  tra- 
ta de  uno  de  los  varios  que  comprende  el  pronombre:  lit. 
zembait  konsolamendu  «cuantos  consuelo»  ,  es  decir,  «un 
consuelo  de  entre  varios»,  ó  propiamente,  «algún  consuelo». 

Haur,  forma  intermedia  de  la  degradación  sufrida  por  el 
primitivo  demostrativo  kaur  «éste». 


1.  El  bascuonco  de  Axulúr  no  os  labortano  puro,  y  presenta  locuciones  y  form  s  anticua- 
das; poro  ósto  uo  uiü  rotriiü  ilo  oncoiuoudar  íi  un  tuxlo  suyo  la  roprosontaeiiiu  do  a<iuol  dialec- 
to, que  constituyo  el  fondo  de  su  luiiKuaje,  en  atenci6n  A  ipio  el  insinuó  escritor  nabarro  es  el 
que  coH  mils  elocuencia,  majestad,  elü^aiicia,  donaire  y  ri(iuc/.  ha  manejado  basta  el  dia  en 
prosa  la  lengua  ousUara,  douiostraiido  (]uo  con  ella  so  puedo  ex  rosar  lo  que  las  lenguas  clasi- 
cas, tan  cultivadas,  expresaron  en  las  uiatorias  propias  do  la  toolo^fa  moral  y  dotíiuática,  en  la 
apolü^ótica  ti  historia  sacra  y  profana  Sus  t;irus  son  siempre  castizos,  pero  nó  así  un  lengua- 
je, que  toma  sin  empacho  del  araouttl  lúsico  latino  muchüti  vocubloa  (íuü  piiáiorüU  saeavso  ael 
OUtíkaro  y  ü:íiutían  cu  61. 


^í 


latza,  haiir  da  aitzin-gibel 
BEHA-ABAziTZÉKO,  eta  gogoeta 
eragiteko  pontn  izigarria! 
Zeren  esperantzarik  eztue- 
na,  presenteko  penak  bezala, 
ethorkizunekoaz  erepenatzen 
du;  hura  ere  ikhusten  du; 
hura  ere  presentean  bezala, 
eta  bere  gainean  bezala  da. 
duka.  Zeren  baitaki  haren- 
tzat  dagoela,eta  eztela  akha- 
batuko. 


Orain  hemen  dolorez  eta 
oinhazez  inguratua  zar.de- 
nean,  edireiten  da  zembait 
bidé  hats  hartzeko  eta  kon- 
solatzeko.  Eri  zarenean,  e- 
thortzen  zaizkitzii  adiskidéak 
ikhustera  eta  hek  aphur  bat 
gaitza  arintzen  deratznte; 
inidikna  bisitatzera,  hark  ere 
esportzatzen  zaitu.  Eta  gnz- 
tien   gainetik    bethiere    bizi 


de  que  tendrán  fin);  ésta  es 
cosa  áspera,  ésto  es  para  ha- 
cer mirar  al  pasado  y  al  por- 
venir, y  meditación  para  obli- 
gar á  hacer  punto  espantoso! 
Porque  el  que  no  tiene  espe- 
ranza, como  las  penas  de 
presente,  lo  del  porvenir  tam- 
bién lo  atiije;  aquello  también 
vé;  aquello  aun  como  en  el 
presente  y  como  encima  de 
sí  lo  tiene.  Porque  sabe  para 
él  que  está  y  que  no  se  aca- 
bará. 

He  aquí,  de  dolor  y  sufri- 
miento rodeado  cuando  estás, 
se  encontrará  algún  camino 
para  tomar  aliento  y  para 
consolar(sc).  Cuando  eres 
(estás)  enfermo  ,  te  vienen 
los  amigos  á  ver,  y  éstos  una 
miaja  el  mal  te  alijeran;  el 
médico  á  visitar,  él  también 
te  reanima.  Y  de  todos  de 
encima  (por  encima  de  todo) 


Beha-arazitzeko.  Forma  causativa  del  verbo  eehatu  «mi- 
rar»; el  moditicable  está  unido  al  radical  y  nó  al  adjetivo 
verbal,  en  lo  que  difieren  los  dialectos  de  ambas  vertientes 
del  Pirineo. 

Eei  zarenean.  Los  dialectos  de  Francia  hacen  más  uso  que 
los  de  España,  de  la  forma  indefinida  de  los  nombres,  ga- 
nándoles á  los  segundos  en  corrección  y  precisión  por  éste 
concepto.  El  dialecto  guipuzcoano,  por  ejemplo  hubiere  di- 
cho ERIA  ZERANEAN  «cuando  cres  el  enfermo»,  en  vez  de 
«cuando  eres  enfermo». 


XII 


;^ara  gaitza  arindiiko  zaitzu- 
LAKO  esperaiitzan,  eta  espe- 
rantza  hark  konsolaiiiendu 
lianclia  emaiten  deratzu.  13ai- 
na  ifernuko  eritasiinean,  ban- 
go penetan,  lialako  moldez 
daude  esperantzaren  atliéak 
liertsiak  eta  portúak  hartuak, 


continuamente  vives  el  mal 
de  que  se  te  habrá  de  alije- 
rar  en  la  esperanza,  y  aque- 
lla esperanza  consuelo  gran- 
de te  dá.  Pero  del  infíerno 
en  la  enfermedad,  de  allí  en 
las  penas  de  tal  modo  están 
de  la  esperanza   las  puertas 


non  bala  dauden  dolorezkóek     cerradas  y  los  puertos  toma- 
eta  ban  daudenek,  ezpaitüte     dos,  donde  así  los    doloridos 


nebondikan  ere  konsolamen- 
duren  sartzeko  argirik  ikbus- 
ten.  Claiisa  est  ianua:  liertsi 
b  al  ako  ent  z  at  mi  seri  kordiaren 
atbea  ,    üreikalmenduarena, 

ARARTEKOTASUNARENA  ,  MERE- 
ZIMENDUARENA  ,     GAEAZIARENA, 

fincan  ontasun  guztiena. 


Aberats  abariziosa  ifernu- 
tik,  erretzen  zegoen    lekbu- 


que  están  y  allí  los  que  están, 
no  vén  de  ninguna  suerte  del 
consuelo  para  entrar  la  luz 
(no  ven  entrar  la  luz  del  con- 
suelo). C/^z/sa  est  ianua;  ce- 
rrada es  para  los  tales  de  la 
misericordia  la  puerta,  la  de 
la  compasión,  la  de  la  me- 
diación, la  del  merecimiento, 
la  de  la  gracia,  en  el  fin  (fi- 
nalmente) la  de  todo  bien. 

El  rico  avariento  desde  el 
infierno,  en  quemar  que  es- 


Zaitzulako.  Forma  conjuntivo -derivativa,  pero  con  el  sig- 
nificado común  de  los  sufijos  que  le  están  aglutinados. 

Hark.  Axulár,  como  ya  se  babrá  reparado  en  éste  texto, 
usa  muy  amenudo  del  demostrativo  del  tercer  grado  en  los 
casos  en  que  comumente  boy  se  utilizaría  el  de  primero. 

Ezpaitüte ikhusten.  La  forma  negativa  de  la   flexión 

con  que  se  abre  la  frase  pertenece  al  nombre  verbal  locati- 
vo que  la  cierra. 

UrRIKALMENDUARENA,     ARARTEKOTASUNARENA    ctc.     llOmbrCS 

posesorios  formados  por  el  sufijo  de  dicba  relación  más  el 
artículo,  y  aptos,  en  ésta  forma,  á  recibir  cuantos  sufijos  se 
quiera. 


XIII 


tik,  hasi  zeikan  oihnz  eta  o- 
thoitzez  Abrahani,  erraiten 
zioela:  Aita  Abrahan,  bada- 
kustizu  ñola  nagoen  suliime- 
tan  errea  eta  idor  elkhortua, 
enzii  bada  nitzaz  niiserikor- 
dia,  efca  egor  iazadazn  Láza- 
ro: hark  bere  erhi  pimtaz, 
urean  bustirik,  miliian  iitki 
nazan,  aphiir  bat  heza  na- 
zan.  Eske  banr  egiten  dera- 
tzat,  haor  da  ene  othoiza 
CHOiLA,eztezadazulaa/'^^¿¿/iíi. 

Zer  eske  eskasagorik,  edo 
othoitz  chipiagorik  egin  ahal 
ziAZAioN?  Etzeikan  aiisarta 
othoiztera  egor  ziazola  picher 
bat  iir,  cdo  esku  guztia  urean 


taba  desde  el  sitio,  principió 
con  grito  y  con  ruego  (gritan- 
do y  rogando)  á  Abrahan, 
que  le  decia  (diciéndole): 
Padre  Abraham,  ya  vés  cómo 
que  estoy  en  éste  fuego  abra- 
sado, seco  y  enjuto;  ten,  pues 
de  mí  misericordia,  y  envíame 
á  Lázaro;  aquel  con  la  punta 
del  dedo,  en  el  agua  mojada, 
en  la  lengua  me  toque,  una 
miaja  me  humedezca.  Esta 
petición  te  hago,  ésta  es  mi  so- 
la plegaria,  no  me  lo  rehuses. 
Qué  petición  más  escasa 
ó  ruego  más  pequeño  le  pu- 
do hacer?  No  se  atrevió  á  ro- 
gar que  le  enviase  un  cánta- 
ro de  agua,  ó    toda  la    mano 


Idor  elkhortua,  expresión  pleonástica  de  mucha  fuerza; 
IDOR  signiflca  «seco»  y  elkortu  también,  pero  endureciéndo- 
se el  objeto  por  la  absorción  que  el  fuego  ó  calor  verifica  de 
todos  sus  jugos:  lo  cual  conviene  muy  bien  á  un  cuerpo 
que  se  tuesta  en  las  llamas. 

CHOiL,  soiL  significa  propiamente  «estéril»,  «desierto»,  «des- 
pojado», «desnudo»  y  por  extensión  «único,  solo».  Desde  el 
punto  de  vista  de  tener  dos  significados  y  acepciones  dife- 
rentes según  se  le.  use  como  sustantivo  ó  adjetivo  presenta 
bastante  analogía  con  uts.  La  opinión  de  Mr.  Van  Eys  que 
encuentra  en  esa  palabra  el  radical  su  «fuego»,  me  parece 
muy  aceptable.  Los  efectos  de  ese  elemento,  sobre  todo  en 
el  campo,  corresponden  muy  bien  al  significadu  de  choil. 

Ahal  ziazaion.  Por  ser  el  tiempo  un  pasado  remoto  se  usa 
del  modificable  ahal  en  vez  de  la  flexiones  propias  del  po- 
tencial, exclusivas  del  presente  y  pretérito  imperfecto. 


XIV 


sar  zezala  ,  eta  ez  are  erhi 
giiztia  ere.  Baina  liaren  cles- 
irkunde  guztia  zen,erlii  pun- 
ta urean  sar  zezan,  eta  har- 
tzaz  mihia  utki  ziazan,  pla- 
zer  hura  egin  ziazon.  Gaiiza 
aphurra  zen,  desirkimde  chi- 
pia zen.  Baina  hura  ere,  chi- 
piago  bazan  ere,  etzuen  er- 
dietsi,  hain  plazer  gutia 
etzeikan  egin;  yakin  dezagun 
ezen  haktaeaz  geeo  den  phi- 
zerik  chipienari  eta  konsola- 
mendurik  aphurrenari  ere 
athéak  hertsi  zaiztela. 


Itsas  zabalean  erortzen  de- 
nak,  badarabiltza  eskuak  zer- 
baiti  lothu  nahiz,  hersten  di- 
tu,  baina  alferrik.  Zereneztu 
hmburtzen  eta  itzurtzen  zai- 
kan  ur  enganagarririkbaizen 
edireiten.  Hala  gerthatzen 
zaye  bada,  ifernu  zabal,  lion- 
dargabean  erortzen  direnei 
ere.  Eztute  edireiten  non  oi- 


en  el  agua  que  la  entrase,  ni 
aun  tampoco  todo  el  dedo. 
Pero  de  él  el  deseo  todo  era, 
del  dedo  la  punta  en  el  agua 
que  entrase,  y  con  aquel  la 
lengua  que  le  tocase,  aquel 
placer  que  le  hiciese.  Cosa 
ínñmaera,  deseopequeñoera. 
Pero  aquel  ,  más  pequeño 
aun  si  era  (aunque fuese),  no 
lo  alcanzó,  tan  poco  placer 
no  lo  hizo  ;  sepamos  que 
después  de  entrar  allí  aun  al 
placer  más  pequeño  y  al  con- 
suelo más  insignificante  que 
es  (hay)  las  puertas  se  les  ce- 
rraron, 

En  el  mar  ancho  el  que  se 
cae,  ya  se  menea,  las  manos 
á  algo  atar  con  querer  (que- 
riendo) las  aprieta,  pero  inú- 
tilmente. Porque  no  encuen- 
tra sino  agua  engañosa  que 
se  le  resbala  y  derrama.  x\sí 
les  sucede,  pues,  en  el  infier- 
no ancho  sin  arena  (fondo) 
á  los  que  se  caen.  No  encuen- 


HARTARAz  GERO.  Rcpárcse  la  sobriedad  vigorosa  de  ésta 
frase;  hark  significa  «aquello»  ó  «aquel»  y  se  refiere  al  in- 
fierno; provisto  del  sufijo  directivo  ra  indica  el  movimiento 
hacia  su  significado;  viene  luego  el  adverbio  de  tiempo  qero 
«después»  que  rige  sufijo  instrumental  y  con  ésta  combina- 
ción de  dos  palabras  se  expresa  perfectamente  lo  mismo  que 
con  la  frase  castellana  «después  de  penetrar  allí»  ó  «después 
de  llegar  allí»  etc.  etc. 


XV 


na  fintka;  eztute  cdireiten 
zeri  lot;  eztute  edireiten  gir- 
^thanik,  esku-tokirik,  sosten- 
gurik,  ez  konsolaizeko  bide- 
rik,  eta  ez  esperantzarik. 

Bada  konsolamendugabe- 
ko,  fingabeko  eta  fin  izateko 
esperantzarikgabeko  pontu 
hunetan  nahi  nnke  iben  ba- 
ziNiTZA  begiak ,  huni  beha 
EAZiNiAZO,  haurkonsidera  BA- 
zeneza;  eta  animalia  suerte 
batzuek,  gauaz  hausnaur  egi- 
ten  duten  bezala,  zuk  ere  gau- 
zahunctzaz,  zembaifc  aldiz 
bedere,  hausnaur  eta gogo  eta 

eginBAZENEZA. 

Eta  hunetakotzat,  konsi- 
dera  ezazu,  eriak  gau  luzcan 
iragaiten  duen  trabaillua, 
guztiz  ereeritasuna  zorrotza 
eta  bortitza  denean;  ñola 
iraulkatzen  den;  ñola  orenak 
kontatzen  dituen;  zein  luze 
iduritzen  zaitzan,  eta  ñola 
argia  desiratzen  duen.  Bada 


tran  dónde  afianzar  el  pié; 
no  encuentran  á  que  atar  (se) , 
no  encuentran  mango,  em- 
puñadura ,  sosten,  ni  para 
consolar  camino,  y  ni  espe- 
ranza. 

Pues  de  sin  consuelo,  de 
sin  fin  y  fin  de  para  tener  sin 
esperanza  en  éste  punto  yo 
quisiera  si  pusieses  los  ojos, 
á  ésto  si  le  mirases,  ésto  si 
considerases;  y  algunas  espe- 
cies de  animales,  de  noche 
como  olfatean,  tú  también 
con  ésta  cosa  á  lo  menos  al- 
guna vez,  olfateo  y  medita- 
ción si  hicieses. 

Y  para  ésto,  considera  el 
enfermo  en  la  noche  larga  el 
trabajo  que  pasa,  sobre  todo 
la  enfermedad  aguda  y  fuerte 
cuando  es;  cómo  se  revuelve; 
cómo  las  horas  cuenta;  cuan 
larga  se  le  figura  y  cómo  la 
luz  desea.  Pues  si  de  aquí  al 
enfermo,  de  aquí  la  noche, 
tan  pronto  la  que  se  pasa,  tan 


Bazinitza BAziNiAzo  ctc.  ctc.  En  concepto  de  Axulár 

es  dudoso  que  el  pecador  á  quien  se  dirije  llegue  á  hacerse 
las  reflexiones  que  pudieran  apartarle  del  camino  de  perdi- 
ción; por  eso  emplea  la  forma  dubitativa  de  las  flexiones,  en 
vez  de  las  formas  puras  ó  capitales  que  el  castellano  em- 
plearía, prescindiendo  del  estado  subjetivo  del  autor.  La 
traducción  correcta  castellana  será:  «yo  quisiera  que  pusie- 
ses los  ojos  en  éste  punto,  que  mirases  ésto  etc». 


XVI 


baklÍD  hemengo  eriari,  lie- 
nieiigo  gana,  liain  fite  iragai- 
ten  dena,  hain  luze  icluritzen 
bazaika;  zer  idurituko  zaika 
iíernuan  daüoenari  ,  liango 
gau  luze,  eterno,  lingabeko 
hura?  Hagan  Inzea!  Gan  bel- 
iz, ilhnn,izigaiTÍa!  Arginrra- 
tzegabea,  oillariterik  iza- 
nen  eztnena,  seknlan  argitu- 
ko  eztenaetaez  akhabatnko! 
Zer  pena,  zer  dolore  eta  on- 
diko  izanen  da,  argitnko  ez- 
ten  gan  hartan,  ez  hemengo 
eriakbezala,  che  bera  onean, 
baina  labe  gorri  beroan,  su- 
gina  gogorrean  sekulakotzat 
etzatea,  iranlkatzea  etaegoi- 
tea?  Arrazoinekin  galdegiten 
du  Isaías  prophetak:  Quis 
hahitahít  de   vohis  cum    igne 


larga  si  se  le  fignra  ;  qné 
le  habrá  de  parecer  en  el  in- 
fierno al  que  está,  de  allí  la 
noche  larga,  eterna,  sin  fin 
aquella?  A.h  noche  larga!  No- 
che negra,  sombría,  espanto- 
sa! La  sin  romper  (en)  luz, 
aurora  la  que  no  tendrá,  nun- 
ca la  que  no  se  iluminará  y 
no  se  acabará!  Qué  pena,  qué 
dolor  y  castigo  será,  en  aque- 
lla noche  que  no  se  alumbra- 
rá, nó  de  aquí  como  el  enfer- 
mo, en  cama  blanda  buena, 
sino  en  horno  rojo  caliente,  en 
hoguera  dura  para  siempre 
acostado,  revolcado  y  perma- 
necido? Con  razón  pregunta 
Isaías  el  Profeta:  Qids  hahi- 
tahit  de  vohis  cum  igne  devo- 
ra7ite?  Quis   I/ahitahit  de  vo- 


Dagoenari;  forma  nominalizadade  la  flexión  dago  «el  está», 
producida  por  el  sufijo  relativo,  el  artículo  y  el  sufijo  de  re- 
cipiente. 

OiLLARiTE.  Esta  palabra,  está  compuesta  de  oillar  «gallo» 
é  iTE  contracción  de  egite  «acción»,  y  significa  propiamente 
«cacareo»,  aunque  metafóricamenten  se  aplica  á  la  «auiora» 
al  «amanecer»,  porque  entonces  canta  el  gallo.  Es  mucho 
más  usada  por  los  antiguos  como  Lizarragay  iVxulár  que  por 
los  modernos. 

Sekulakotzat;  palabra  de  origen  latino.  Su  significación 
estricta  es  «nunca,  jamás»,  y  así  la  he  traducido  unas  líneas 
mas  arriba.  Pero  como  «para  nunca»  no  hubiese  formado  sen- 
tido en  castellano  en  la  clausula  actual,  he  salvado  el  senti- 
do de  la  frase  con  «para  siempre». 


XVII 


devGJ'ante?  Qiiis  liabitchit  de 
vobis  cuvi  ardorihus  sevijñ- 
ternis?  Halako  lekhnan,  hain 
su  beroan  ,  gar  eternalean, 
ñor  egonen  da?  Ñor  biziko 
da?  Nork  iraunen  du?  Nork 
izanen  da  sorbaldarik  sosten- 
gatzeko?  Indarrik  yasaiteko? 
Eta  pairiirik,  eta  patzientza- 
rik  sofritzeko?  Orai  hemen 
den  penarik  chipienak,  su 
ihar  batek  kilikatzen  zaitu, 
asaldatzen  zaitu:  zer  izanen 
da,  bada,  suz  eta  kharrez, 
kampoan  eta  barrenean,  ari- 
man  eta  gorputzean,  hartun, 
inguratua,  eta  burdin  gorri- 
tua  bezala,  gorritua  eta  su- 
tua  zaudenean?  Eta  seknla- 
kotzat  hala  egon  beharko  du- 
zunean? 

Otho  dugu  zentzurik?  Othe 
dugu  adimendurik?  Ala  el- 
héak,  amétsak  edo  gezúrrak 
othe  dirá  hauk?  Edo  guri  ez 
othe  dirá  mintzo?  Guri  ez 
othe  dagozkigu,  alabaina  ber- 
tzeri? — Fedeak  erraiten  do- 
raku  crnii  da^ozkiírula,  2;uri 
mintzo  direla ,  guréak  eta 
guretzat  dii-ala.  Eta  eztirela 
ez  elhéak,  ez  amétsak,  eta 
ez  gezúrrak;  baina  egíak,  eta 
egiazki  (bal din  hobeki  gober- 
natzen  ezpagara)  iragan  be- 
harko ditugunak  direla.  Edo 
hobeki  mintzatzera  ;    belim 


bis  cinn  ardorihus  sempifer- 
nis?  En  semejante  sitio,  en 
fuego  tan  caliente,  en  la  lla- 
ma eterna,  quién  se  estará? 
Quién  vivirá?  Quién  durará? 
Quién  tendrá  espalda  para 
sostener?  Fuerza  para  levan- 
tar? Y  aguante  y  paciencia 
para  sufrir?  Ahora  aquí  la  pe- 
na que  es  más  pequeña,  un 
fuego  seco  (sin  vigor)  te  cos- 
quillea, te  trastorna;  qné  será 
pues,  con  fuego  y  con  llama- 
rada, dentro  y  fuera,  en  el 
alma  y  en  el  cuerpo,  tomado, 
rodeado  y  como  el  hierro 
enrojecido,  enrojecido  y  en- 
cendido cuando  estás?  Ypara 
siempre  así  cuando  habrás 
de  estar? 

Acaso  tenemos  sentido? 
Acaso  tenemos  entendimien- 
to? Asi,  habladurías,  sueños 
ó  mentiras  acaso  son  éstos? 
O  á  nosotros  acaso  no  se  nos 
habla?  A  nosotros  acaso  no 
nos  pertenece  (atañe),  pues- 
to que  á  otro?  La  fé  nos  di- 
ce á  nosotros  que  nos  per- 
tenece, á  nosotros  palabra 
que  son,  los  nuestros  y  para 
nosotros  que  son.  Y  no  son 
]iü,  habladurías,  ni  sueños, 
ni  mentiras;  pero  verdades  y 
verdaderamente  (si  mejor  no 
nos  gobernamos)  las  que  de- 
beremos   pasar,  que    son.  O 


XVIII 


ereiragangabe,bethiere  egoi- 
tzaz,  gurekin  egonen  dirénak, 
tlirela. 

Zeren  oraino,  pena  hek, 
bertze  penen  artean,  izanen 
dute  pena  liaiir  ere  geliiago, 
egonen  báitira  bethiere  esta- 
tu  batetan,  egoitza  batetan, 
molde  berean,  bethi  berde. 
Ezta  ihartzerik,  ezta  chipi- 
tzerik,  ezta  mutbatzerik,  eta 
ez  aldatzerik.  Mnndii  hune- 
tako  gauzak  eztaiide  behin 
ere  krozkabatean;  igaiteneta 
yausten  dira;egiten  etaDESE- 
GiTEN  dirá;  maiz  aklatzen  di- 
rá. Baditu  itsasoak  beregora- 
behérak,  bere  maréaketa  mu- 
thantzak,  Presúnak,  hazién- 
dak,  echéak,  ónak,  eta  erita- 
súnak  ere,  ezfcande  bebinere 
batetan.  Ezta  siikbarrik  bain 
handirik,  non  ponta  batetara 
iganez  gero,  ezpaita  bebeiti- 
tzen  etachipitzenjetaez  oin- 
hazerik  hain  zorrotzik  eta 
bortbitzik,  gorenera  denean, 


mejor  á  bablar;  aun  una  vez 
sin  pasar,  continuamente  con 
residencia,  con  nosotros  las 
que  se  estarán,  que  son. 

Porque  todavia  éstas  pe- 
nas, de  otraspenas  en  medio, 
tendrán  aun  ésta  pena  mas, 
estarán  siempre  en  un  esta- 
do, en  una  situación,  en  el 
mismo  molde  (forma)  siem- 
pre verde  (s).  No  es  (hay) 
marchitadura,  no  es  dismi- 
nución, no  es  mudanza  y  nó 
transporte.  De  éste  mundo 
las  cosas  no  están  siempre  en 
un  quicio;  suben  y  bajan;  se 
hacen  y  deshacen;  amenudo 
se  cambian.  Yá  tiene  el  mar 
sus  altos  y  bajos,  sus  mareas 
y  mudanzas.  Las  personas, 
los  ganados,  las  casas,  los 
bienes  y  aun  las  enfermeda- 
des, no  están  siempre  en  uno. 
No  es  calentura  tan  grande, 
donde  á  un  punto  después  de 
subir,  no  se  baje  y  empeque- 
ñezca; y  nó  dolor  tan  agudo 
y  fuerte,  á  lo  alto  cuando  es 


Desegiten.  En  bascuence  existe  una  porción  de  palabras 
formadas  con  la  partícula  latina  «des»,  que  son  otros  tantos 
barbarismos.  Por  éste  texto  se  vé  que  su  uso  es  relativa- 
mente antiguo  y  que  hay  injusticia  en  achacar  su  introduc- 
ción á  Larramentli,  como  paroce  hacerlo  Mr.  Van  Eys  en  su 
Diccionario. 


XIX 


ematzen  eta  eztitzen  eztenik. 
Finean ,  mimdiiko  trabaillu 
guztiak  eta  egitekóak,  dem- 
borarekin  batean  haustea  di- 
rá, iraungitzen  dirá,  ezezta- 
tzen  dirá;  baina  ez  ifernnko 
sua  eta  pena.  Pena  hura  bera 
da,  eta  ez  bertzerik.  bethi 
berde  dena,  bethi  bizi  dena, 
estante  batean  dagoana,  mu- 
thatzen  eztena.  Hango  su- 
kharraetaberotasunaeztabe- 
hinere  yabaltzen  eta  ez  be- 
heititzen,  bethi  dago  goren 
pontnan  eta  leheneko  erredu- 
ran.  Zer  ahal  dateke  bada 
tormenta  andiagorik  eta  ne- 
khagarriagorik;  bethiere  le- 
khu  batetan  eta  molde  be- 
rean,  higitngabe,  aldatugabe 
eta  muthatngabe,  harritua 
bezala,  pena  minetan  geldi 
egoitea  baino?  Mnnduko  ya- 
nharirik  preziatuena  ere,  be- 
thiere harturik,  bertzetara 
aldatu  gabe,  yaten  denean, 
gaitzesten  da,  higintzen  da. 


Ezin   zatekeyen  gure   ar- 
tean    yanharik    hobeagorik, 


el  que  no  se  suaviza  y  endul- 
za. Finalmente,  del  mundo 
todos  los  trabajos  y  todos  los 
negocios,  en  el  tiempo  en 
uno  se  rompen,  se  apagan, 
se  destruyen;  pero  nó  del  in- 
fierno el  fuego  y  la  pena. 
Aquella  pena  es.ya  misma, 
y  nó  otra,  siempre  verde  la 
que  es,  siempre  la  que  vive, 
en  un  estado  la  que  está,  la 
que  no  se  muda.  De  allí  la 
calentura  y  el  calor  ni  una 
vez  no  se  extiende  y  nó  se 
abaja,  siempre  está  de  alto 
en  el  punto  y  en  el  primer 
ardimiento.  Qué  (cuál)  pue- 
de ser,  pues,  tormento  ma- 
yor y  más  trabajoso:  conti- 
nuamente en  un  lugar  y  en 
la  misma  forma  sin  mover, 
sin  cambiar,  sin  mudar,  co- 
mo petrificado,  en  las  penas 
amargas  quieto  que  el  estar? 
Aun  del  mundo  el  alimento 
más  preciado,  continuamen- 
te tomado,  á  otros  sin  cam- 
biar, cuando  se  come,  se 
ofende,  se  disgusta. 

No  podía  ser  entre  noso- 
tros  alimento    mejor    y    ni 


Ahal  dateke.  El  verbal  ahal  «poder»,  construido  con  las 
ñexiones  del  potencial  expresa  la  idea  de  potencialidad  de 
una  manera  absoluta,  que  no  consiente  ninguna  atenuación, 
condición  ni  duda. 

56 


XX 


eta  ez  biandíi  gozoagorik, 
Yainkoak  berak  Israeleko  se- 
mei  zerntik  eman  zerauena 
baino.  Ordea,  zeren  hartarik 
beretik,  bertzetara  aldatnga- 
be,  bethiere  yaten  báitzuten, 
hain  higindu  zeyen,  non  ya- 
TERAKOAN  gora-gale  bat  ethor- 
tzen  báitzeyen.  Eta  hala  olie 
on  batean  ere,behin  erehigi- 
tiigabe,  alde  batera  edo  ber- 
tzera  itziiligabe,  bethi  geldi 
egoitea  eta  etzatea  ere,  zer 
pena  lizate?  Nork  paira  leza- 
ke?  Bada  baldin  dembora  lu- 
zeaz  lekhu  batean  dagoena 
ongiii  badago  ere  penatzen 
eta  nekhatzen  bada,  zer  iza- 
nen  da  pena  eternalean,  sn 
fingabekoan  dagoenaz?  ^ 


vianda  más  sabrosa,  el  mismo 
Dios  de  Israel  á  los  hijos 
desde  el  cielo  que  el  que  les 
dio.  Sin  embargo,  porque  de 
aquél  mismo,  á  otros  sin  cam- 
biar, continuamente  comían, 
tanto  se  les  aborreció,  don- 
de en  el  acto  de  comer  una 
náusea  se  les  venía.  Y  así  to- 
davía en  una  cama  buena,  aun 
una  vez  sin  mover,  á  un  lado  ó 
á  otro  sin  volver,  siempre 
quieto  el  permanecer  y  el  es- 
tar acostado,  qué  pena  sería? 
Quién  lo  podría  aguantar? 
Pues  si  con  tiempo  largo  en 
un  sitio  el  que  está,  bien 
aun  si  está  (no  obstante  que 
esté),  pena  y  se  cansa,  qué 
será  en  la  pena  eterna,  en  el 
fuego  sin  fin  del  que  está? 

AXULAE. 


Yaterakoan.  El  sustantivo  verbal  directivo  provisto  de 
los  sufijos  derivativo  y  locativo  indica  un  suceso  que  es  pa- 
sado, pero  qlie  se  supone  está  sucediendo  en  el  momento  de 
la  narración;  su  significado  lit.  es  «en  de  á  comer». 


1  Geroko  gero,  pág.  429  ú  131,  ed.  de  186i. 


XXI 


C DIALECTO  SULETINO. 


Egiirkari  gaichocho  bat  kha- 

parrez 

Eta  adinez 

Kargatlirik, 
Hasperenez,   inziriz   bazoen 

Akhitiirik, 
BereECHOLALAheltiinahizen. 

Azkenian  indarrez 

Eta  dolorez 

Ezintürik, 
Aurthiki  ziren  bere  hachea. 
Triste  zen  harén  bizitzea. 

Bere  gogoan 

Hola  zioan: 
Oraidano   nik  mlmdian 
ÜKHEN  DÜTA  plazcrik? 
Bada  llir  bmbüian 
Ni  bezain  eskelerik? 
Behin  batez  ez  oghirik 

Sekülan  aldiz  phausürik: 


Un    pobrecito    leñador,    de 
chaparros 

Y  de  edad 
Cargado, 

Con    suspiros    (suspirando), 

Con  gemidos  (gimiendo)  iba 

Fatigado, 

A  su  cabana  quería  llegar. 

Finalmente  de  esfuerzo 

Y  de  dolor 

No  pudiendo  más, 
Lanzó  su  carga. 
Triste  era  de  él  la  vida. 
En  su  pensamiento 
Así  decía: 

Hasta  ahora  yo  en  el  mundo 
He  tenido  placer? 
Hay  en  la  tierra  redonda 
Tanto  como  yo  (un)  mendigo? 
De  un  vez  una  (jamás)  no 

pan 
Jamás,  por  otra  parte,  des- 
canso; 


Gaichocho  La  primera  ch  tiene  el  sonido  de  la  ch  fran- 
cesa y  la  segunda,  propia  del  disminutivo,  uno  intermedio 
entre  la  ch  española  y  la  í  mojada. 

EcHOLALA.  Aquí  aparece  el  sufijo  directivo  suletino  la. 

ÜKHEN  DUTA.  Es  el  vcrbal  ukhen  que  en  suletino  reempla- 
za á  IZAN,  seguido  de  la  forma  interrogativa  de  la  flexión  dü. 


XXII 


Eue  emastiak,  ene  haurrek 
Soldadoek  ata  legarrek 

Eztaite  thaik  emaiten. 
Herioavi  oihii  dii  egiten, 
Herioa  behala  jiten. 
ZernaidUk?  deio  galthatzen. 
— Aigii,  lagnnt  nezak, 
Dio  egürkariak 
Haclie  lionen  alcliatzera, 
Bizkarriala  ezartera, 
EztUk   lianitz  berantliren. 
Herioak  oro  diitii  sendotzeii. 
Hobe  da  ghien  bezala  egoitia 
Ezi  ez  eta  liijzia. 


Mi  mnger,  mis  hijos 
Los   soldados   y   las   contri- 
buciones 
No  me  dan  tregua. 
A  la  Muerte  grita, 
La  Muerte  enseguida  vá. 
Qué  quieres?  le  pregunta 
— Ven,  ayúdame, 
Le  dice  el  leñador 
De  ésta  carga  á  levantar, 
A  la  espalda  á  poner 
No  tardarás  mucho. 
La  Muerte  todos  los  cura. 
Mejores  como  éramos  el  estar 
Que  no  y  el  morir. 

ARCHU  \ 


Behala;  contracción  de  berehala  «enseguida». 

Ghien,  contracción  de  la  ílexión  ginen  «nosotros  éramos». 


1.  Jesusek  bádü  orai  be- 
re  zelliko  erresumaren  ma- 
thazale  lianitz;  bena  khurti- 
tziaren  kharreyazale  gilti. 

Eádií  konsolazioniaren  de- 
sirazale  lianitz,  naigabiaren 
aphrir.  Edireiten  dii  mahai- 
neko  lagün  hanitz,  bariireko 
giiti. 

Orok  nai  die  hareki  pharte 


1.  Jesús  tiene  ahora  de 
¡  su  reino  del  cielo  muchos 
amantes;  pero  de  la  cruz  po- 
cos llevadores. 

Tiene  del  consuelo  mu- 
chos deseosos,  del  sufrimien- 
to pocos.  Encuentra  de  la 
mesa  muchos  compañeros, 
del  ayuno  pocos. 

Todos  quieren  con  él  parte 


1    Lafontainaren  aleghia-berheziak.    H«  ioa  eta  ejürkaria,  tnig.  ii7. 


XXIII 


boztarioan,  bena  aphüriiek 
nahi  tlie  harengatik  zerbait 
igurtzi. 

Hanitz  jarraikiten  dirá  Je- 
siisi  ogiaren  haustialano;  be- 
na aplilir  harén  pasioneko 
kalitziaren  edatialano. 

Hanitzek  harén  inirakii- 
hak  gorezten  diitie,  aphür 
harén  khnrutziartn  ahalkia- 
ri  jarraikiten  dirá. 

Hanitzek  maite  die  Jesiis, 
nahigaberik  gerthatzen  etza- 
YENO.  Hanitzek  laidatzen  eta 
betiedikatzen  die,  konsoh.o 
zerbait  hareganik  ukheiten 
DiENo;  bena  Jesús  gordatzen 
bazaye  eta  aphlir  bat  iizten 
badütü;  edo  zinkuriz  basten 
dirá,  edo  bihotz  galtzen. 

2.  Bena  Jesús  Jesusen- 
gatik  maite  dienek  eta  ez 
harenganik  ukheiten  dütien 
eztitarzunegatik,  hura  bene- 
dikatzen  die  nahigabe  glizie- 
tan  eta  bihotzeko  hersidüre- 
tan,  hala  nuhi  sirats  handie- 
netan. 


en  la  alegría,  pero  pocos  quie- 
ren á  causa  de  él  algo  sufrir. 
Muchos  siguen  á  Jesíis  del 
pan  hasta  el  romper;  pero 
pocos  del  cáliz  de  la  pasión 
de  él  hasta  el  beber. 

Muchos  de  él  los  milagros 
admiran,  pocos  á  la  ignomi- 
nia de  la  cruz  de  él  siguen. 

Mochos  amana  Jesús,  dis- 
gusto hasta  que  no  les  suce- 
de. Muchos  lo  alaban  y  ben- 
dicen algo  (<le)  consuelo  de 
él  mientras  tienen;  pero  Je- 
sús si  se  les  oculta  y  un  po- 
co si  los  deja;  ó  con  murmu- 
ración empiezan,  ó  se  desco- 
razonan. 

2.    Peroá  Jesús  por  Jesús 
los  que  aman  y  no  de  él  por 
el  endulzamiento  que  tienen, 
I  aquel  (á  él)  lo  bendicen   en 
!  todas   las   aflicciones   y   del 
!  corazón  en  los  aprietos,   así 
i  como  en  los  consuelos  gran- 
des. 


Aphürrek.  La  palabra  aphlir  significa  propiamente  una 
«miaja»  una  «cantidad  pequeña»  de  seres  ú  objetos  diversos. 
En  este  texto  se  refiere  tácitamente  al  sustantivo  «hombres». 

Haustialano edatialano.   Sustantivos  verbales  articu- 

lado-hmitativos.  etzayeno:  forma  relativo-hmitativa  en 
su  acepción  común  ú  ordinaria  de  «hasta». 

Dieno.  Forma  relativo-limitativa  también,  pero  ésta  vez 
en  su  acepción  especial  de  «en  tanto»  ó  «mientras  tanto». 


XXIV 


íita  nahi  ezpaleye  eman 
behinere  konsoliorik,  halerik 
ere  bethi  laida  lezakeye,  eta 
betlii  esker  eiuan  likioye. 

3.  Ob,  zoinen  azkar  den 
Jesusen  amurio  cbaia,  ezte- 
nian  nabasirik,  nurk  beraren 
amurioareki  eta  untsa  nahia- 
reki! 

Eztireya  pakhiagatik  la- 
man ari  direnak  lidiiri,  bethi 
siratsen  edo  konsolioen  im- 
doan  direnak? 

Eztieya  irakusten,  bere 
biiriak  Jesús  beno  maitiago 
dütiela,  betlii  gogoa  bere  un- 
tsa izatian  eta  irabazian  die- 
nek? 

Ob!  nun  edirenen  da,  Jin- 
koa  dobain  zerbücbafú  nahi 
diana?  ^ 


Y  sino  les  quisiese  dar 
una  vez  (nunca)  consuelo, 
aun  así  siempre  lo  alabarían 
y  siempre  gracias  le  darían. 

3.  Ob,  cuan  fuerte  que  es 
de  Jesús  el  amor  puro,  cuan- 
do no  es  mezclado,  quién  de 
él  mismo  (de  sí  mismo)  con 
el  amor  y  con  el  bien  querer! 

No  se  parecen  por  la  paz 
en  el  trabajo  los  que  se  están, 
siempre  de  los  consuelos  de- 
trás los  que  son? 

No  muestran  á  sus  cabezas 
que  á  Jesús  más. que  aman 
(que  aman  á  sí  mismos  más 
que  á  Jesús),  siempre  el  pen- 
samiento su  bien  en  el  tener  y 
en  la  ganancia  los  que  son? 

Ob!  donde  se  encontrará, 
el  Señor  galardón  (siendo  el 
único  don  ó  recompensa  el 
Señor)  el  que  le  quiere  servir? 

INCHAÜSPE. 


Pakhia.  Estrictamente  significa  «paz»,  pero  aquí  está 
usada  en  el  sentido  de  recompensa  ó  premio.  Este  paraje 
suele  encontrarse  traducido  en  los  siguientes  términos:  «no 
parecen  mercenarios  los  que  siempre  andan  detrás  de  los 
consuelos? 


1      Jesu-kristen  Imitaziouia.— XI  kapituluft.  II  libria.  Jesuseü  kbilriitziareü  maithftzaleu 
aphUrraz. 


XXV 


D — DIALECTO    BIZCAINO. 


Maisu  Juan — Ezcondiiba 
naz,  ta  báditnt  irii  nme;  ba- 
ña Amak  danka  dokfcrinia  ira- 
kasteko  arduria.  Ezda  ori  iii- 
re  opizijua.  Ez  eban  Jesu- 
Kri  stok  euskerarik  BEEBA  EGíN . 

Pera — Ederto:  ezda  znre 
erdera  mordoUiian  bere:  ba- 
ña nork  nai  jakin  biar  dan 
Aita  gnria  bere  Amaren  sa- 
beleti  ikasi  eban  berbeetan. 
Zuri  jaotzu  Amari  baño  geja- 
go  umiai  gauza  on  guztiak 
irakastia.  Baña  ez  da  orain 
berba  egiteko  demporia  ta 
gagijo7Aiuiu\YYeYa,.Doeguztu'7i 
ernolia  ta  gure  Jauna;  zure 
eslniti  guh  artu  ta  jan  hiar 
dogun  guztia,  zuk  hedeinJcatu 
cgizu,  Jesii-Kristo  zeure  se- 
miagaiti,  ta  heve  izeniari.  Ai- 
ta, Seme  ta  Espíritu  Santu- 
hak  GuzTioK  bedeinkatu   ga- 


Maese  Juan  —  Casado 
soy,  y  tengo  tres  criaturas; 
pero  la  Madre  tiene  la  doc- 
trina para  enseñar  el  cuida- 
do. No  es  ese  mi  oficio.  No 
habló  Jesucristo  bascuence. 
Pedro — Plermosamente:  no 
es  aun  (ni  tampoco)  en  tu 
castellano  enrevesado:  pero 
quien  quiera  (cualquiera)  de- 
be saber  el  Padre  nuestro  des- 
de el  vientre  de  su  madre  en 
las  palabras  (en  el  idioma)  que 
aprendió.  A  tí  te  atañe  que  á 
la  Madre  más  á  las  criaturas 
las  cosas  buenas  todas  el  ense- 
ñar. Pero  no  es  ahora  para  ha- 
blar el  tiempo  y  hagamos  ade- 
lante. De  todos  los  dones  el 
dador  y  nuestro  Señor:  de  tu 
mano  nosotros,  todo  lo  que 
tomamos  y  d.ehemos  comer, 
tú.  bendícelo,  por  tu  hijo  Je- 


Berba  egin.  Verbal  compuesto  del  vocablo  latino  veebun 
«palabra»  y  del  euskaro  egin  «hacer»,  análogo  al  itz  egin  gui- 
puzcoano  y  al  basco-francés  nuntzatu  «hablar». 

GuzTioK.  El  adjetivo  guzti  «todo»,  está  determinado  por 
la  forma  intensiva  del  artículo  plural:  ok. 


XXVI 


gizala.    Alan    izan    dedilla. 


Maisu  Juan. — Peni,  nun 
ikasi  dituzu  erretalla  luze 
orreek? 

Perú — Erretallak  esango 
zeuduke  Elesako  erregu  ta 
mai  bedeinkatutekuakgaiti? 
Obeto  eguingo  zenduLan  ken- 
du  bazendu  buruko  kerizga- 
rri,  zuben  auan  sombrelluba 
derichona,  guk  kendiiteii 
dogun  legez  BUEU-cHArELA. 
Egija  da  zuben  kapela  barre- 
garri,  ta  asmo  barrikook  ez 
diriala  gauza,  ez  euriti,  ez 
eguzkiti  gizona  gordeetako. 
Asko  da:  jan  daigun. 

Maisu  Juan. — Ze  okela  pla- 
ga da  au?  Zalago  dago  zoru- 
ba  bera  baño.  Azook  balzak 
ta  keetsubak   jabaozak.    Ar- 


sucristo  y  en  S2t  nombre.  Pa- 
dre, Hijo  y  Espíritu  Santo 
á  todos  que  nos  bendiga.  Así 
que  sea. 

Maese  Juan. — Pedro, 
dónde  lias  aprendido  esa  lar- 
ga retahila? 

Pedro— Ketaliilas  dirías 
de  la  Iglesia  por  los  ruegos 
y  bendiciones  de;  las  misas? 
Mejor  lo  habrías  hecho  si  hu- 
bieses quitado  de  la  cabeza 
el  sombreador,  en  vuestra 
boca  sombrero  el  que  se  lla- 
ma, nosotros  como  quitamos 
la  montera.  Yerdad  es  vues- 
tros sombreros  risibles  y  de 
nueva  invención  que  no  son 
cosa,  ni  de  la  lluvia,  ni  del 
sol  el  hombre  para  guardar. 
Mucho  es  (basta):  comamos. 

Maese  Juan. — Qué  pla- 
ga de  carne  de  buey  es  esta? 
Más  fuerte  (dura)  está  que  el 
mismo  suelo.  Las  berzas  ne- 


BuRU-cHAPELA.  CHAPELA  cs  uua  palabra  genérica  que  se 
aplica  á  toda  prenda  de  vestir  con  que  se  cubre  la  cabeza: 
he  traducido  buru-chapela  por  «montera»,  teniendo  en  cuen- 
ta el  uso  de  los  bizcainos  en  tiempos  de  Peru-Abarca. 

Jaraozak.  Esta  palabra  me  ha  intrigado  mucho.  Pero 
atendiendo  al  sentido  de  la  frase  y  á  que  jar,  jarri  significa 
«sentar»  y  también  «poner,  acomodar,  aparejar»  por  extensión, 
he  creído  que  su  significado  corresponde  al  (pie  he  adopta- 
do para  mi  traducción. 


XXVII 


bijak  gogor   egosibagaak. 


Peni. — Maisuba,  ondo  mi- 
lika,  ta  biipería  zagoz.  ¿Usté 
zenduban  ipiniko  euskube- 
zala  eperrak,  ollandak,  olla- 
gorrak,  ta  andikijeii  maijeta- 
ko  janari  gozaak?  Okelatzat 
ipini  jaku  aketirenaren  aragi 
gazituba.  Idi  gizen,  ta  zezin 
egitekuak  eruaten  dituguola- 
gizon,  ta  aberatsen  eclieeta- 
ra,  dini  ederrak  avtuteko,  ta 
galangiienecheetarakogorde- 
ten  ditiiga  chaalchu,  idisko, 
bei  zar  edo  aketireaak.  Gose 
onarentzat  ez  dago  jaaki  don- 
garik.  Aberatsen  maijetan 
ecliakee  ain  gogoz  ekiten  geeli 
gizen,  ta  egaztijai,  zelan  ba- 
SERRIECHEETAN  arbi,  aketiren, 
ta  azalurruna  daeijüenai.  Ogi 
zurija  aentzat  baño,  gozua- 
goa  da  guretzat  arto  erregu- 


gras  y  ahumadas  servidas 
frías.  Los  nabos  duros  sin 
cocer. 

Pedro. — Maestro,  bien  me- 
lindroso y  suceptible  estás. 
¿Pensabas  que  nos  pondrían 
perdices,  pollas,  becadas  y 
de  las  mesas  de  los  grandes 
los  alimentos  sabrosos?  Para 
carne  de  buey  (para  cocido 
ó  puchero)  se  nos  ha  pues- 
to de  cabrito  la  carne  salada. 
Los  bueyes  gordos  y  los  he- 
chos cecina  los  llevamos  de 
los  ferrones  y  de  los  ricos  á 
las  casis,  dineros  hermosos 
para  tomar,  y  de  los  gloto- 
nes paralas  casas  guardamos 
las  ternerillas,  los  novillos  y 
las  vacas  viejas  ó  los  cabritos. 
Para  el  hambre  buena  no  está 
guisote  malo.  De  los  ricos  en 
las  mesas  no  se  les  ataca  con 
tanto  gusto  á  la  tajada  gorda 
de  buey  y  á  las  aves,  como  en 


Baserri  echeetan.  baserri  significó  originariamente  «pue- 
blo» ó  «país  del  monte,  de  la  selva»,  y  en  Guipúzcoa  y  en 
parte  de  Nabarra  se  aplica  á  los  «caseríos».  En  este  texto 
conserva  su  primitivo  significaao:  así  es  que  baserri  echee- 
tan suena  como  «en  las  casas  rústicas»  ó  «en  las  casas  del 
despoblado»,  morada  la  más  común  y  ordinaria  de  las  cla- 
ses rurales  del  país  euskaro. 

Daeijüenai.  Flexión  correspondiente  á  la  T.**  categoría  del 
verbal  jarion  «manar,  derramar,  exhalar»,  en  su  forma  rela- 
tiva y  con  el  sufijo  de  recipiente. 


XXVIII 


tadca  galanta.  Talo  ondo  egi- 
ña  auspian,  eznia,  gaztañak, 
ta  sagarrak  daukazan  neke- 
zalia,  dontsuago  da  andiki 
guztiak  baño.  Milikerijen  ar- 
tian  ezda  aragi  sendorik  egi- 
ten.  Begiratu  baserri  mutill, 
ta  gizon  gaztiai,  zeiii  mardo 
ta  inamintsubak  daukeezan 
matralla  alde  ta  zankuak.  Zi- 
mentu  onak  daukazan  ecliia, 
iraunkorrago  da  argalak  dau- 
kazana  baño.  Ikusi  egizuz 
andiki  askoren  alabak  loraz 
ta  bichiz  beteta.  Ichurgatn, 
ta  zurbilduta,  gauza  ez  ba- 
tzuk,  argal,  erkin,  aise  apur 
batek  oeraten  ditubala,  oñak 
zerbait  ezkotii,  edo  bustiten 
bajakeez,  ESTULOAito  biar  da- 
beela.  Barriz  giire  neskatilla, 
euh  ta  ateri,  egiiraldi  on  edo 
char,  ortozik,  edo  abarka  zu- 
latubakaz  dabiltzanak  ¿zein 
desbardiñakbesteetati?Aclm- 
rren,  laijetan,  irabatiiten, 
landara  jorraan  ta  biargeirik 
gogorrenetan,  gizonen  albo 
IBILLIAEREN,  eztarabe  ain 
erraz  eztulik  atera;  ez  osagi- 


las  casas  del  monte  á  los  na- 
bos, cabritos  y  berzas  perfu- 
me que  manan  (exbalan).  Que 
para  ellos  el  pan  blanco,  más 
sabroso  es  para  nosotros  el 
maíz  (pan  de)  tostado  her- 
moso. La  torta  de  maíz  bien 
hecha  debajo  de  la  ceniza,  la 
leche,  las  castañas  y  las  man- 
zanas el  labrador  que  tiene 
(el  labrador  que  tiene  le- 
che, etc.),  más  feliz  es  que 
todos  los  grandes.  De  melin- 
dres entre,  no  se  hace  carne 
vigorosa.  Mira  los  mucha- 
chos de  los  caseríos  y  los 
hombres  jóvenes,  cuan  rolli- 
zas y  pulposas  tienen  de  las 
mejillas  la  región  y  las  pier- 
nas. Cimientos  buenos  la  ca- 
sa que  tiene  más  duradera  es 
flacos  que  la  que  tiene.  Ved 
de  muchos  grandes  las  hijas 
de  flor  y  de  adorno  habien- 
do (se)  llenado.  Desflgurán- 
dose  y  perdiendo  el  color 
(tornándose  macilentas),  co- 
sa (son)  algunas,  flacas,  dé- 
biles, una  miaja  de  aire  que 
las  encama,  los  pies  algo  si 


EsTULGA.  La  terminación  adverbial  ka  está  aquí  dulcifi- 
cada, sin  duda  por  la  inmediación  de  la  1:  estülga  «á  toses», 
ó  «tosiendo». 

Ibilliahren.  La  r  que  figura  en  la  aglutinación  del  sufijo 
de  posesión  suele  endurecerse  cuando  éste  se  une  á  un  nom- 
bre verbal. 


XXIX 


lie  edo  mecliku  atzian  ibilli. 
Barijecubetan  okelia  jaateko 
gach  andija  biarko  dabee. 
Jatsiko  dirá  meza  enzutera 
jai  egunetanindriska  ta  edu- 
rra  bada  bere;  ta  ain  sendo 
ta  indartsubak  dirá,  zein  da 
iirun  zakn,  edo  zorro  andi 
bat  buruban  dabeela,  artuko 
litukee  besape  bijetan  andi- 
kikume  bi,  bidé  Inzian  erua- 
teko.  Ez  dá alan?  Maisu  Juan, 
zetako  zabiltz  bada  arpegi 
char,  igina  ta  miikertasuna 
agertuten  erretillu  onetan 
bota  deüskubezan  lapiko- 
knai?  JAizu  arin  ^ 


les  humedecen  ó  mojan,  to- 
siendo que  se  deben  de  aho- 
gar. Por  el  contrario  nuestras 
doncellas,  lluvia  ó  raso  (ya 
llueva  ó  esté  raso)  tiempo 
bueno  ó  malo  (ya  haga  buen 
tiempo  ó  malo),  descalzas  ó 
con  abarcas  agujereadas  las 
que  andan,  cuan  diferentes 
de  las  otras?  De  las  azadas, 
en  las  layas,  en  revolver,  ade- 
más en  la  escarda  y  en  las 
labores  más  duras,  de  los 
hombres  costado  (junto  á)  del 
andar,  no  sacan  tan  fácilmen- 
te tos;  no  del  cirujano  ó  mé- 
dico detrás  andar.  En  los 
viernes  trozo  de  carne  para 
comer  gran  mal  deberán  te- 
ner. Bajarán  la  misa  á  oir  de 
fiesta  en  los  dias  ventisca  y 
nieve  aun  si  es;  y  tan  vigo- 
rosas y  fuertes  son,  cual  es 
un  saco  de  lienzo  ó  costal  en 
la  cabeza  que  lo  tienen,  los 
tomarían  en  debajo  de  los 
dos  brazos  hijos  de  grande 
dos,  en  camino  largo  para 
llevar.  No  es  así?  Maestro 
Juan,  para  qué  andas  pues 
cara  mala,  el  rencor  y  la  es- 
quivez en  mostrar  (mostran- 
do) en  este  plato  que  nos  han 
echado  á  las  (cosas)  del  pu- 
chero? Cómelo  listo. 

MOGUEL   (J.  A.). 


Jaizu.   Contracción  de  jan  egizü  «cómelo». 


1    Peru-Abarka,  pág.  57  y  siguientes. 


XXX 


Arbola  bat  zan  Paraclisoan 
Jaunak  apropos  jarria, 
Mnndu  guzia  artu  egoian 
Lotsa  ta  izal  andia. 
Bere  azpiaii  bizitea  zan 
Aita  Adanen  gloria. 
Andik  kampora,  ¿zer  topan 

eban 
Ezpada  negargarria? 


Arbola  santu  aren  azpian 
Bizi  zan,  zeriian  leguez, 
Eiikazalako  atsegin  danak 
Eta  nekerik  baperez. 
¡Ay,  begiratu  baleutsa  beti 
Lotsa  on  eta  itzalez! 
Mundua  etzan  gaur  arkitnko 
Onembeste  atsekabez. 


Arbola  bat  zan  Bizkayan 
bere. 


Un  árbol  era  en  el  Paraíso 
Por  el  Señor  apropósito  pues- 
to 
El  mundo  todo  para   que  le 

tomase 
Temor  y  respeto  grande. 
En  su  debajo  el  vivir  era 
Del  padre  Adán  la  gloria. 
De  él  fuera  ¿qué  encontraba 
Sino  lo  lamentable? 


De  aquel  árbol  santo  debajo 
Vivia,  como  en  el  cielo, 
Porque  tenía  todos  los  place- 
res 
Y  ni  un  solo  trabajo; 
¡Ay    si    le    liubiese    mirado 
siempre 
Con  temor  bueno  y  respeto! 
El  Mundo  no  se  habrin   en- 
contrado 
Con  tanta  aflicción! 

Un  árbol  era  en  Bizcaya 
también 


Jaunak jauría.     El  sufijo  del  agente  llena  las  mismas 

funciones  que  el  «por»  castellano,  como  es  propio  ilelas  ora- 
ciones de  pasiva:  «por  el  Señor puesto». 


XXXI 


Nenre  anayak  la.ztaxak, 
Zeiñen  azpian  pozez  beterik 
Egoten  ziran  asabak; 
Kerispe  zabal  artan  jarririk 
Eginda  enren  Batzarrak, 
Bustarribaga,  nasai  ta  libre, 
Bizi  ziran  bizkaitarrak. 


Bere  azpian  umildn  ziran 
Errege  Gaztelakoak, 
Efca  lekurik  ez  eben  izan 
Sekula  barriz  moroak; 
Atzera  gura  badogu  izan 
Libre  len  giúan  lakcak, 
Ichi    daiguzan    erdaldunen- 

tzat 
Erdaldan  dirán  kontuak. 


Aztu  daiguzan  geure  artean 
Izan  dirán  aserreak, 
Izan  gaitean  anaiak  eta 
Euskaldun  zintzo  garbiak: 
Betor  guraso  zarren  fedea, 
Betoz  asaban  legeak, 


Mis  queridos    hermanos   del 

alma, 
Del  cual  debajo,   de    alegría 

llenos 

Se  estaban  los  abuelos  (cin- 

tepasados); 

En    aquella    sombra    ancha 

puestos 
Haciendo  sus  Asambleas, 
Sin  yugo,  holgados  y  libres 
Vivieron  los  bizcainos. 

En  su  debajo  se  humillaron 
Los  Reyes  castellanos, 
Y  lugar  no  tuvo 
Jamás,  por  el  contrario,    el 

moro; 
Atrás  (para  volver  hacia  atrás) 
el  deseo  si  tenemos 
Libres  antes  como  éramos. 
Dejemos  para  los  castellanos, 
Castellanos  los  cuidados  que 

son. 


Olvidemos  de  entre  nosotros 
Las  discordias  que  han  sido. 
Seamos  hermanos  y 
Bascongados  prudentes  y  pu- 
ros 
Venga  de  los   padres  viejos 

la  fé. 


Laztanak.  La  palabra  laztan  significa  «abrazo  apretado». 
Se  usa  como  adjetivo  en  el  sentido  de  «querido»,  pero  con 
cariño  muy  intenso  y  vivo.  Para  marcar  bien  el  significado, 
he  añadido  en  mi  traducción  la  frase  «del  alma»  á  la  palabra 
«queridos». 


XXXII 


Bere  negarrak  leortu  daizan 
Ni  jayo  nintzan  Erriak. 


Oh  neiire  erri  maite  maitea! 
Zakustaz  triste  negarrez, 
Zure  alabak  euren  buruak 
Baltzez  estaldu  dituez, 
Trentza  mardoaktiraka  atera 
Ta  sutara  bota  dabez, 
Ganr     eiiskaldunak      dirala 

orreek 
Ezin  ezagutu  leikez. 


Isildii    ziran  neskachen 
kantak, 
Miitiitii  artzain  chistiiak, 
Zelai  zabal  ta  jolas  lekuak 
Gaiir  dirá  basamortiiak: 
Arroak  beera  icliasoriintza 
Doiazan  errekachuak, 
Gau  eta  egun  chilioz  dagoz 
¡Ay,  gara  gaztelakuak! 


Bakarrik  dakust  pozgarri- 
clio  bat, 
Euskaldnn  amen  fedea, 
Benturaz  oneek  bigundii  lei- 

ke 
Jaungoikozko  aserrea, 
Eta  zerutik  jatsi  barriro 


Vengan  de  los  antepasados 
las  leyes, 
Sus  lloros  que  seque 
El  Pueblo  (en)  que  yo  nací. 

Oh  mi  Pueblo  amadísimo! 
Te  veo  triste  con  lloro  (llo- 
rando) 
Tus  hijas,  de  ellas  las  cabezas 
De  negro  las  han  cubierto. 
Las  trenzas  gruesas  á  tirones 
las  han  arrancado 
Y  al  fuego  las  han  arrojado. 
Hoy  Bascongadas    que    son 

esas 
No  se  podría  conocer. 

Se  callaron  de  las  mucha- 
chas los  cantos. 
Enmudecieron  de  los  pasto- 
res los  silbos. 
Los  prados  anchos  y  de  las 
pláticas  los  lugares 
Hoy  son  desiertos: 
Hinchados  abajo  hacia  el  mar 
Van  los  arroyuelos, 
Dia  y  noche  con  alaridos  es- 
tán (diciendo) 
jAy,  somos  castellanos! 

Solamente  veo  un  consue- 

lito, 
De  las  madres  bascongadas 

la  fé, 
Por   ventura    éstas   pueden 

aplacar 
La  Divina  cólera, 


XXXIII 


Galdu  zan  libertadea, 
Mendua  mundu  bizi  dakigun 
Geniikako  arbolea/ 


Y  desde  el  cielo  bajar  nueva- 
mente 
La  libertad  que  se  perdió 
El  mundo  (mientras  que  es 
mundo)  que  nos  viva 
De  Guernica  el  árbol. 


AEEESE. 


1    Arbola  bat. 


XXXIV 


Apéndice  segundo.— VARIANTES  VERBALES 


Voz  transitiva. 

A DIALECTO     GUIPUZCOANO. 

Indicativo:  presente. 


(4.*  categoría) 

{7." 

categoría) 

(7."    categoría) 

(los) 

(lo) 

(los) 

(los) 

DIOZKAT 

DIET  . 

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DIOZKATET 

DIOZKAZU 

DIEZU 

DIEZTEZU 

DIOZKATEZU 

DIOZKA 

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DIOZKATE 

DIOZKAGU 

DIEGÜ 

DIEZTEGU 

DIOZKATEGU 

DIOZKAZUTE 

DIEZUTE  . 

DIEZTEZUTE 

DIOZKATEZUTE 

DIOZKATE 

DIETE 

DIEZTEE 

DIOZKATEE 

(4.*   categoría) 
(los) 

NIOZKAN 

ZIÑIOZKAN 

ZIOZKAN 

GIÑIOZKAN 

ZIÑIOZKATEN 

ZIOZKATEN 


Pretérito  imperfecto. 

(7."    categoría) 
(lo)  (los) 


NIEN   . 

ZIÑIEN 

ZIEN   . 

GIÑIEN 

ZIÑIETEN 

ZIETEN 


NIEZTEN 

ZIÑIEZTEN 

ZIEZTEN 

GIÑIEZTEN 

ZIÑIEZTEEN 

ZIEZTEEN 


(7."   categoría) 
(los) 

NIOZKATEN 

ZIÑIOZKATEN 

ZIOZKATEN 

GIÑIOZKATEN 

ZIÑIOZKATEN 

ZIOZKATEEN 


1  La  materia  de  esta  seccióu,  si  entrásemos  en  los  detalles  y  mouudoncias  do  que  es  sucop- 
tiblc  sería,  por  decirlo  asi,  ina(,'otablo.  Yo  nio  limito  ádar  ú  conocer  Ins  variantes  dolos  tiem- 
pos principales  do  uso  litoraricj,  ijiie  más  separadas  ostiin  por  su  forma  do  las  puestas  on  el  texto. 
Así  inismo,  pruHcindirt'  do  las  variantes  do  la  conju¡,'acii)n  sencillti,  aumpiücou  sentmiento,  por- 
que ¿sto  libro  os  yá  demasiado  voluminoso. 

Tampoco  comi)r(jniIo  on  ósto  api'^ndico  las  variantes  suletinas  Ifi  por(iue  éstas  so  rotteren 
goncralmüutu  ú  formas  aisladas,  lo  cuiil  es  peniitrar  do  lleno  en  el  terreno  do  lo  particular  y 
detallado;  2"  por(iU(i  pocas  veces  ton  puras,  estando  i  or  lo  común  bajo  la  influencia  do  loa 
dialactoH  bajo-nabarros  y  .1."  ponjuo  en  la  actualidad  no  so  usan  en  la  literatura,  siuó  con  ca- 
rácter esc  pcional,  otias  tjue  las  (juts  conocen  y»  los  lectores. 


XXXV 


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XLIV 


C. DIALECTO    BIZCAINO. 

Indicativo:  presente. 

(1."  categoría) 
(los). 

DODAZ. 

DOZUZ. 

DITU. 

DOGUZ. 

DOZUEZ, 

DABEEZ. 

Potencial:  Futuro  presente. 


(4.*  categoría), 


(lo). 

DAIKEOT  . 
DAIKEOZU. 
DAIKEO  . 
DAIKEOGU. 
DAIKEOZUE 
DAIKKOE    . 


(los). 

DAIKEODAZ. 

DAIKEOZUZ. 

DAIKEOZ. 

DAIKEOGUZ. 

DAIKEOZUEZ. 

DAIKEOEZ. 


(7.*  categoría). 


(lo). 

DAIKEOET. 

DAIKEOEZU 

DAIKEOE    . 

DAIKEOEGU 

DAIKEOEZUE 

DAIKEOEE. 


(los). 

DAIKEOEDAZ. 

DAIKEOEZUZ. 

DAIKEOEZ. 

DAIKEOEGUZ, 

DAIKEOEZUEZ. 

DAIKEOEEZ. 


Pasado   próximo. 


(4.*  categoría). 


(lo). 

NEINKEO  . 
ZEINKEO  . 
LEIKEO  . 
GEINKEO  . 
ZEINKEOE. 
LBIKEOE    . 


(los). 

NEINKEOZ. 

ZEINKEOZ. 

LEIKEOZ. 

GEINKEOZ. 

ZEINKEOEZ. 

LEIKEOEZ. 


(7."  categoría). 


(lo). 

NEINKEOE. 

ZEINKEOE. 

LEIKEOE    . 

GEINKEOE. 

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LEIKEOEE. 


(los). 

NEINKEOEZ. 

ZEINKEOEZ. 

LEIKEOEZ. 

GEINKEOEZ. 

ZEINKEOEEZ. 

LEIKEOEEZ. 


^ 


XLV 


Voz  intransitiva. 

A. — Dialecto  guipuzcoano. 

Indicativo:  Presente. 

(4/  categoría).!    (7.'  categoría).     (7.»  categoría) 

NATZAYE. 

ZATZAYE. 

ZAYE. 

GATZAYEZTE. 

ZATZAYEZTE. 

ZAYEZTE. 


GATZAYOZKA. 
ZATZAYOZKA. 
ZAYOZKA. 


GATZAYOZKATE. 
ZATZAYOZKATE. 
ZAYOZKATE. 


Pretérito  imperfecto. 


(4.*  categoría). 


GINTZAYOZKAN. 
ZINTZAYOZKAN. 
ZITZAYOZKAN. 


(7.'^  categoría), 

NINTZAYEN. ' 

ZINTZAYEN. 

ZITZAYEN 

GINTZAYBZTEN 

ZINTZAYEZTEN 

ZITZAYEZTEN 

Potencial. 


(7.''  categoría), 


GINTZAYOZKATEN 

ZINTZAYOZKATEN 
ZITZAYOZKATEN 


Futaro  presente. 
(2.*  categoría). 

ZATZAKIKET 
DATZAKIKET 
ZATZAZKIKET 
DATZAZKIKET 

Pntnro  presente. 
(7."  categoría). 

NATZAKIEKE 

ZATZAKIEKE 

DATZAKIEKE 

GATZAZKIEKE 

ZATZAZKIEKE 

DATZAZKIEKE 


Pasado  próximo. 
(2."  categoría). 

ZINTZAKIKET 
LITZAKIKET 
ZINTZAZKIKET 
LITZAZKIKET 

Pasado  próximo. 
(7."  categoría.) 

NINTZAKIEKE 

ZINTZAKIEKE 

LITZAKIEKE 

GINTZAZKIEKE 

ZINTZAZKIEKE 

LITZAZKIEKE 


XLVi 

Condicional:  futuro  próximo. 

(7."  categoría). 


(4.*  categoría).  ¡    (7.*  categoría). 

NINTZAYEKE 

ZINTZAYEKE 

LITZAYEKE 

GINTZAYEZTEKE 

ZINTZAYEZTEKE 

LITZAYEZTEKE 


gintzayozkake 
zintzayozkake 
litzayozkake 


GINTZAYOZKATEKE 
ZINTZAYOZKATEKE 
LITZAYOZKATEKE 


Imperativo:  presente. 


(4."  categoría). 


ZATZAKIOZKA 
BEKIOZKA 


(4.*  categoría), 


GATZAKIOZKAN 
ZATZAKIOZKAN 
DATZAKIOZKAN 


(4."  categoría), 


GENKIOZKAN 
ZENKIOZKAN 
ZEKIOZKAN 


(7.*  categoría). 

ZATZAKIE 
BEKIE 

ZATZAKIEZTE 
BEKIEZTE 


(7."  categoría). 


ZATZAKIOZKATE 
BEKIOZKATE 


Subjuntivo:  presente. 


(7.»  categoría). 

NATZAKIEN 

ZATZAKIEN 

DATZAKIEN 

GATZAKIEZTEN 

ZATZAKIEZTEN 

DATZAKIEZTEN 

Pasado. 
(7."  categoría). 

NENKIEN 

ZENKIEN 

ZEKIEN 

GENKIEZTEN 

ZENKIEZTEN 

ZEKIEZTEN 


(7.*  categoría), 


GATZAKIOZKATEN 
ZATZAKIOZKATEN 
DATZAKIOZKATEN 


(7."  categoría). 


GENKIOZKATEN 
ZENKIOZKATEN 
ZEKIOZKATEN 


XLVII 


B — Dialecto  laboetano. 


Indicativo:  pretérito  imperfecto. 


(4.*  categoría). 

NINTZAYON 

ZINTZAYON 

ZITZAYON 

GINTZAZKION 

ZINTZAZKION 

ZITZAZKION 


(7/  categoría), 

ZINAIZKOTEN 
ZITZAYOTEN 

GINAIZKOTEN 
ZINAIZKOTEN 


Potencial:  futuro  presente. 


(2 ."  categoría) .  ¡  (5 ."  categoría) 

ZITAZKIKET  j  ZITAZKIGU 

I  DAKIKEGU 

ZITAZKIKETET  |  ZITAZKITEGU 

DAKIZKET  I  DAKIZKEGU 


(S.--»  categoría). 

NAKIKEZU 
GITAZKETZU 


(6.*  categoría), 

NAKIKEZUE 
GITAZKETZUE 


(4.*  categoría). 


ZITAZKIOKE 


(7."  categoría). 


ZITAZKIOKETE 


GITAZKIOKE 

ZITAZKIOKETE 

DAKIOKETE 


GITAZKIOKETE 

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DAKIOKETEYE 


XLVIII 


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XLIX 


Subjuntivo :   presente. 


(1.*  categoría). 

NADIN. 
ZAITEN. 
DADIN. 
GAITEN. 

PAITEN. 


(5."  categoría). 

ZINTAZKIGUN. 

ZINTAZKIGUTEN. 
ZITAZKIGUN. 


(4.*  categoría,). 

NAKION. 

ZATZAIZKION. 

DAKION. 

GAIZKION. 

ZATZAIZKIOTEN. 

DAKIZKON. 

Pasado. 
(3.*  categoría). 

NINTAKIZUN. 

GINTAZKITZUN. 
ZITAZKITZUN. 


(7.»  categoría). 


ZATZAIZKIOTEN. 


ZATZAIZKIOTEN. 
DAKIZKOTEN. 


(6.*  categoría). 

NINTAKIZUEN. 

GINTAZKITZUEN. 
ZITAZKITZÜEN. 


(4.^  categoría). 

NINTAKION. 

ZINTAZKION. 

ZAKION. 

GINTAZKION. 

ZINTAZKIOTEN. 

ZITAZKION. 


(7.^  categoría). 

NINTAKIOTEN. 

ZINTAZKIOTEN, 

ZAKIOTEN. 

GINTAZKIOTEN. 

ZINTAZKIOTEYEN. 

ZITAZKIOTEN. 


C. — Dialecto  bizcaino. 


Potencial:   Futuro   presente. 


(4.*  categoría), 

NAKIKEO. 

ZAKIKEOZ. 

DAKIKEO. 

GAKIKEOZ. 

ZAKIKEOZE. 

DAKIKEOZ. 


(7.''  categoría). 

NAKIKEOE. 

ZAKIKEOEZ. 

DAKIKEOE. 

GAKIKEOEZ. 

ZAKIKEOEZE. 

DAKIKEOEZ. 


(4.*  categoría). 

NEINKIKEO 

ZEINKIKEOZ 

LEIKIKEO 

GEINKIKEOZ 

ZEINKIKEOZE 

LEIKIKEOZ 


Pasado  próximo. 

(7."  categoría). 

neinkikeoe' 

zeinkikeoez 

miikikeoe 

geinkikeoez 

zeinkikeoeze 

leikikeoez. 


CUADRO  I. 


Flexiones  correspondientes  al   tratamiento   familiar  de  la   voz   transitiva  del 


6 

s 

i 

IZA  calegoria:  \o)                             (2»  categoría:  los) 

(3.*  calegoria:  lo) 

(3.1  categoría:  los)             i 

(4.»  categoría:  lo) 

(4.*  catogofin:  ios) 

(5  a  categoría:  lo) 

(5.tt  categoría:  los) 

/      " 
1 

1 

d»  categoría:  lo) 
(liat,  diñat 

dOK,  flfU 

díK.  din 
dlagu,  dlñogn 

ZOtlKat,  TX-íiiiHi 

dituK.  ditun 

XUtiK,   ZOtiíi 

setiKagu,  Eotmagu 
zetiteK,  zetiton 

didaic,  didan 

zidaK.  zidan                      / 

zidateK.  zldaten                  < 

.  —           —                                         díEiKat,  diEiñat 
dizKÍdaK,  dizKidau                              I          —           — 
zizuidaK,  ziZKÚlaii                              1  diK,iK,  disifi 

—            —                                         :   diKiKagu.  diKloagu 

z  ZKidttteK,  aizKidateii                       |  diKiteK.  dislten 

diZKiEat,  dizKiíiat 

diZKÍK,  diZKÍÜ 
diZEÍE-igU,  -iizKiñagu 

dizEiteE,  dizKiton 

ziosat,  zioñat                                  zizKíoKat,  zi/.Kiouat 
dioK,  diou                                             dizKioK.  dizKiou 
ZioK,  Zion                                                       ZlZKiOB,  ZiZKiOU 

zioKagu,  zionagu                            zizKioEagu,  zizElonaga 
ziotes,  ziotou                               ziZEiotoE.  zizKloton 

di^uR,  digiin 
ZlgUK,  ziguii 

zlgutos,  zigutou 

dlZKiguR,  dizRtgvín 
ziZRigiiE,  zizsigua 

zlzEigutos,  zizEíguten 

|5 
II 

nÍKan,  niñ&n 

zíRan,  zifian 
giíiiEao,  eifiinan 

nituKan.  uitunan 
itiiKan,  Uuoau 
zltuKan.  zituuan 
gindiiERD,  eiudtmm 

tituoKan,  zituenan 

ídaKan,  idauan 
zidaEau,  zidanan 

zidaEaten,  zidanatou 

—           —                                      '   uiEiKan,  níKiftau 
iZKidaKan,  iziíidaiiau                         I           —           — 
zizKidaEan,  zizEidaiian                         zisiKAn,  ziKíñan 

—                                          ¡   ginKÍEan,  ginKiiian 

zizKidiKaton,  zizEidanaten              |  ziKiKat;n,  ziKiñaten 

uizEiKau,  niziáüan 

zizKÍKan,  ziZKíñan 
gíuzKÍKan,  giuzEiñaa 

zizEíKaten.  zizEiñateu 

uioKan.nioiían 

ioBon,  ionan 
zioKau.  zionnn 
giuicKan  giftloiian 

ziosaton.  ziouaten 

níZKioEan.  niZKionan 
izKioKan.  izKiouan 
zizKiüEau,  zÍ¡''Kionan 
giíiizKioKiin.  RiüizKionan 

zizEtoKatpon.  zizsiouatou 

igusan,  ignnan 
ziguKou,  ztgunau 

zigusaton,  ziguuatea 

IzRiguKan,  iZKigunan 
zlZKÍguRau,  zizKlguuau 

zizRigiiEatcn.  ziZKlguuaton 

j 

e« 

^1. 

dozaKeat,  dezAEon&t 

doKaKOK,  dii;iuKon 
dozaEoagu,  dozaiíonagu 

ditsaseat,  ditzaEeuat 
itzaKOK,  itzaKuQ 
ditzaKcu.  ditzaKfti 
diizaKoagu,  ditzanenagu 

di;zaKe:«K,  ditzaKeten 

ezadaKes.  ezadasen 
dizadaKoK,  dizadaEon 

dizadaKetoK,  « izadaKoten 

—  —                                      I  dizaKcat,  dizaKcnat 
zazKidaKGE,  zazEidasen                     1          —           — 
diizazEídaEeE,  ditzazKídaEeu          !  dizaseE,  dizaKcii 

—  —                                      ;  dizuK-jBgu,  dizaiionagu 

ditzazKidaEutcE,  ditzazEidaEoton  ;  diz  KoteE,  dizaEcten 

ditzazKiEoat,  ditzazKÍEenat 

ditzazKÍKot,  ditzazKÍEcu 
ditzazKiKuagu,  ditzazEiKenagu 

ditzazEÍEet  k,  ditzivzEisüton 

dizayoKeat;.  dizayoaoiiat 
izayoaeE,  izíiyuKon 
dizayoKaií.  diz  lyoKon 
dizayoKougu.  dizayouenagu 

dizayoKotcK,  dizayoKoton 

dltzazEioEoat,  ditzazKiosouat 
ítzazEijKeK,  itzazKiOEou 
ditzazEioKoK,  ditzazKioEon 
ditzazKioKniLgu,  ditzazEioEOuagu 

ditzazEiostitoE,  ditzazRioEctcu 

zaguses,  zaguiwn 
dlzoguEOK,  dizaguEon 

dizaguEutoK,  dizagimoten 

ziizuignnoR,  zaZEiguEcu 
(Utza/.EiguKCK,  ditZttZJiiguEen 

dilzazKíguEotüK,  ditzazEÍguRetcu 

i 

í  ó 

DOZaEOS.  DOZaEOU 
loZIlKOK,  loKflKen 

goDzaKos,  gotuaaon 

utUaKOK,  uit/auon 
iesaEtis.  HzaKvu 
litzasoE,  lítzaKun 
glutzaKeH,  giutzaKoa 

lltzaKetoK.  litzaEotoD 

cnzadaKeK, euzadaKen 
lizadaEeE,  HzadaBon 

UzadaEoteE,  lizadaseteii 

itzazEídaKoE.  itzazEidasen 
litzazEidaa«K.  litzazEidaKjn 

lítzazEídasetoK,  lítzazEidaEeteu 

nizaESK,  nizaseu 
liüaKeK.  lizaEcu 

lizaKeteE,  lizaKcten 

iiitzazKÍEet,  uitzazEÍEau 

litzazKÍKeE,  litzazKíKeu 
giutzazKiEeE,  giutzazEiKen 

HtzazEiKoteK,  litzazKÍEeten 

utzayoKOK,  nizayoKcu 
iicayoRCK,  izayuKen, 
lizayoEeK,  lizayoEen 
)^iazayoEeK,  ginzayuEoa 

lizayoKotoE,  Uzaj^Kott» 

itZilZKluKtíK,  itZnZEioKtiU 
lil/.azitioKüE,  litZoZRiuKüU 
gin.ziizKioKOK,  gintzuzEiuEon 

litzazEÍOKoteK,  litzazEioEetoD 

enzaguKoB.  oiizaguEen 
lízaguEúE,  li/.agtiuuu 

lizogusetoE,  lizngtiKoton 

intzazEiguKOK.  intzaziciguKen 
litzazKiguKoK,  lítzazKigLUíou 

lltzaiíKigiiKotüR.  litzazKigutteton 

niEoE,  DtEen 

liKOK,  liKon 
eluKos.  giDKOn 

ntttizKoK,  nituzuea 

itUZEOE.  ítUZKOU 
litUZKOK,  litUZKUll 

ginduzKes,  giuduzK6D 
lituzRtítuK,  li  iizKoten 

idaEOE,  IdaHen 
lidaEuE,  lidaKen 

lidasetoE,  lidaEcten 

izKidttKeE.  izEidason 
liZKidaEeK,  liZEidaEon 

liZEidaEeteE,  lizEídasoton 

niKÍKeE,  níEiseb 

liEÍEOE.  liEiKen 
ginEíKeE,  giuEisen 

liKiK  teE,  liEiEeten 

nizEÍEOE,  nizKiKon- 

lizuiKOK,   ItZKÍKOn 

giuzEiECK,  ginzKiaon 
lizKÍEotcE,  lizsiEcteu 

iiioKeK,  nioEon 
lioRefK,  lioRen 

giídOKOK,  giíiiOKün 

lioKeteK,  lioKoteu 

UiZEtOKOE.  DÍZSiOEeU 

izEioEen,  izxioKou 
lizEioEQE,  lizoioKen 

gii^iZKioKOE,  glfitZEioKon 
liZEÍOKOtOE,  HzKioKOtoU 

igUEOK,  itíUKüU 
ligllROE,  ligUROU 

liguEeteK,  ligUKOtüQ 

¡ZRigllROR,  iZKigUROn 
liZUlgUIIuK,  liZKlgURCU 

liZBlgllKüteK.  lizKigviKütun 

0.0 

|i 

i  ' 

si 

S 

baniK,  banln 
bnuK,  baim 
baliK.  ballii 
bogifíiK,  basiriln 

baiiituzaE,  bauituzau 
baltuzuK,  baituzau 
balltuzaE,  balit tizan 
baginduzaE,  bagiuduzan 

balituzaE,  balituzan 

baidaK,  baldan 
balidaK,  baltdan 

balidatOB,  balidatou 

baizKídaK,  baizEidan 
balizKidan,  baliZEidan 

balizEidatoE,  balizEidaten 

baniííÍK,  baníKin 

balJKiE.  baliuin 
bagiuEiK,  bagiuKin 

balíKi  eE,  baliEitcn 

banizEÍE,  baniZEin 

balizEiK.  balizKin 
b-ginzKiK,  b  igiuzKin 

balizEítes,  balizKiton 

banioE,  baníon 
baiOK,  baiou 
ImlioK,  balion 
bagiñioK,  bajíifíion 

balioteH,  balioten 

banizKioK.  banizKiuu 
baiZKioE,  baizEÍou 
baliZKioE.  balizEion 
bagliiiZEioK,  bagiAizsioa 

balizKloteE,  balizuiotcn 

baiguK,  baigiin 
baliguK,  baligua 

balígutoE,  baligutea 

bnlzRlgUG.  baíZBigiin 
baUzBlguB,  b&lizKlgun 

balizBigutes,  balizRiguton 

^1 

. ! 

isax.  Izan 

zadaEi  zadan 

zazEidaK,  zazKídan 

z     z 

z     z 

ziyoB,  zayou 

zazEíoE,  zazRion 

zaguK,  zagun 

zazKÍguR,  zazEigun 

• 

s 
s 

£ 
9Í 

dozaKadan,  desaaadan 

duKaKan,  dozaaan 
dozaKaguQ.  dutanagun 

dezuKatoo,  duEauaton 

ditzaKadan,  ditzauadau 
ttzaRaii,  itzanaii 
dttzaEaa.  ditzanan 
ditzaxaguu,  ditz&aagua 

díUaKaton,  ditzaDatcn 

ozadaEan, czodanan 
dizadoEau,  dizadauan 

dizadaKaten,  dizadanateu 

zazRídaEan,  zazKidanan 
dizazKidaKau,  dizazEidanan 

dizazKidaEaten,  dizazEidanaten 

dizaKadan  dizanadau 

dizaiían,  dizanan 
dizaKagun,  dizanaguu 

dizaEaten,  dizanateu 

dizazKiEadau,  dizazEiñadan 

dizazKÍKan,  dizaZKÍñau 
dizazKtEaguu,  dizazEiñaguu 

dizazEÍEaten,  dizaZEíñaton 

dizayoEttdan  dizayonadan 
izayoKfwu.  izayonan 
dizayoxau,  dizayouan 
dizayoEaguii,  Uizayonagun 

dizayoKaten,  dízayonaten 

dizazKíoEadan.  dizazEíonadan 
izaZKioEau,  izazEiouau 
diztiZKioKau,  dizazEionan 
dizazEÍoKaguu,  dizazEiouagun 

dizazuioKateu,  dizazsiouatea 

zaguKan,  zagunan 
dízaguEau,  dlzauuuau 

dizaguKatOD,  dizagunaton 

zazKignKan,  zazBigunau 
dizazidguRau,  dizazuigunan 

dizazBiguBaton,  dlzazEtgunateu 

1 

— — — .^ 

gousaKan,  gouzauui 
Bozasftten.  zozauaten 

iiitzasan.  iiitz  nan 
ittaKan.  itzanan 
ziUasau,  zitzauan 
giutzaKan,  giutzauau 

zUsaKQtfiD,  ziUanaten 

oDzadaEan.  enzadanan 
ztzadaEaii,  zizadauau 

zizadaKaten,  zizadanaton 

izazEidaEan,  izazEidanan 
zizazEidaKau.  zizazEidauan 

zizazEídaKateu,  zizazEidanaten 

ginzüEau,  ginzao^n 
zizasaten,  zizanatea 

nízazEísan,  nizazEiñaa 
zÍzazEÍE,an,  zizazB.ifian 

zizaZEÍEatcu,  zizazEiñaten 

nizayoEau,  nizayonan 
izayoEac,  izayonan 
zizayoEan,  zlzayouan 
gínzayoEan,  ginzayonan 

zizayoEatcu,  zlzayonaton 

nlzazKíoKan,  nizazKionan 
izazRioKau,  izazRiouun 
zizazEioEau.'zizazKlouan 
ginzuZEioEan.  ginzazRiuuan 

zizazEioBaten.  zizaZEíonatoa 

onzaguRan,  onzagimau 
ZtizaguKau,  zuzagunau 

zozagUEatoa,  zuzagunuton 

inzBzxigUBan,  InzazKinunau 
zizazRiguRau,  zlzazKiguuau 

zizazKÍgURatou,  zizaziiiguuatou 

OBSERVACIONES.    El  líala  miento  en 
obstáculo  sório   (lue  les  impida  aislar  los 
gUüas  ocaBioDCS,  la  primera  de  estas  caraclerjslicas  ha  liesaparecido  por  elisión 


ik  pos,'e  íTíneralmerite  liahlamlo  los  mismos  moJos  v  tiempos  ,|uc  el  Irataraiealo  en  2«.  Coq  las  reglas  que  repeli.Iamente  h^in  sido  expuestas,  será  empresa  imiy    sencilla  el  recouslituir  ¡'""f  >' "|™*-J.^' ."^'^^^^^ 

,  u-jclcüs  V  10.103  los  demás  elementos  constitutivos,  siguilicalivos  y  eslélicos.  Aunque  este  auálisis  daiia  ocasión  á  muy  iuteiesautes  observaciones,  tengo  ya  acotado  con  exceso  el  espacio  de  que  la^onablemeutt  putdo  m.pouti,  y  pit.cui 


1   tratamiento   familiar  de  la    voz    transitiva  del    verbo  guipuzcoano. 


(5.*  categofia:  lo) 


(5.»  categoría:  los) 


I    (6.a  categoría:  lo)    i   (6.»  categoría:  los 


(7.a  categoría:  lo) 


zigutes,  zigutoi 


zigusaten,  iiiguuaten 


dizogusotoK,  dizagusoton 


zizsigatoK,  zlzKiguten 


iZKiguRan.  izKiganaii 
zizuijfíiKau,  zizKiguuau 


zízulgimatcii,  ziZKigtiiiaten 


lizagusotoE,  lizagiiseten 


ligUEetOE,  ]igllKetOD 


baligutoE,  baliguteu 


zaguK,  zogun 


zaguKan,  zaguuan 
dizagüKau,  dizoKuuou 

dizaguE&tOD,  dizagunaton 


zozaguxatoD,  zozoguuuton 


znzuigiiTcoK,  zazsiguKcn 
dltzazKigiiKCK,  ditzaZKiguseu 


ditzaKKíguEotoB,  ditzozsiguKete 


intzazKíguKCK.  intzazKíguKen 
lilzazKti;tiKeK,  litzazKíguKúu 


litzazKigUKOteH.  litzazEJgoKeton 


lizEigiiKetoR,  HzEiguKeten 


baliZKigutoE,  baliZKiguten 


zazKígus,  zazEigun 


dizozKiguxaten,  dizazsigunatou 


zizazKígUEaton,  zizazEiguuato: 


zioteEat,  zlotenat 
díoteK,  dioteo 
zioteK,  zíoten 
ziotCEagu,  zioteuag 


nioteKan,  niotcnan 
iotuKan,  ioteuau 
ziüteitaa,  zioteuau 
giniotuEau,  gifíiotüuan 

ziotüEaCúD,  ziotenuten 


(7.a  categoría:  los) 


zizKÍeKatet,  zizKienatet 
diZKíeKateE.  dizKieuateu 
zizEiüSateE,  zizKienaten 
zizEJeguteE,  ziZKiegutcu 

ZizKieKateE,  zíZKienaten 


gifiizKíeKan,  giüizKieuau 
zizEíeteKan,  zizEietenan 


dizayeKeat,  dizayeKeuat 
izaycKeK.  izayeKeu 
dizaycKeK,  dizayeKen 
dizaycEeagu,  dizayettenagu 

dizayeKeteK,  dízayuEeteu 


ditz  izicieEeat,  ditzazEíesenat 
ítzazEieKeK,  itzazKieEen 
di'zazKieKeK,  ditzazEieEen 
ditzazKieKeagu,  ditzazKioEenagu 

ditzazKieKeteK,  ditzazKíeKeten 


I  nizayeKeE,  uizayeKeu 
¡  ízayeKeK,  izayoKüU 
I  lizayeKeK,  lizayesen 
giuzayeKeE,  gínzayeEOQ 

lizaycEet-K,  HzayeKeten 


nibteReE,  uíoteEea 
íoteEeK,  íoteKen 
líoteEeK,  liottiKen 
giüioteKeK.  giñiotoKen 

lioteKeE,  lioteKou 


banioteji,  bauioteu 
baioteE,  baloten 
baliotsE,  baliotou 
bagiüioteE,   bagiñioteu 

balloteE,  balioteu 


zayotüE,  zayoteu 


dizayeKadan,  dizayenadan 
izayeKau,  izayenau 
dizayeKan,  dizayeuan 
dizayeEaguD,  dizayenagun 

dizayesaten,  dizayenaten 


nizayeKan,  nizayonan 
izayeEaii,  izayeuau 
zizayeEau,  zizayenQU 
giuzayeKan,  giuzayeuau 

zizayeEaten,  zlzayenatei] 


giutzazKJeKeK,  gin.zazEieKen 
litzazEÍeEeteE,  litzazEieseten 


nizEiGECE,  niZKieEeu 
izEieEeE,  i 
liZEioEeE,  li: 
giñizEieESE,  gifíii 


liZEieEeteE,  liZEieEeten 


eteE,  balizEieteu 


zazEieE,  zazKiea 


dizazEíeEadan,  dizazEienadan 
ízazEÍeEau,  izaZEíeuan 
dizazKicEan,  dizazEienan 
dizazEie£.agtin,  dizazKieuagun 

dizazEicEaten,  dizazEienateu 


gmzazEieEau,  giuzazEienan 
zizazEÍeEateu,  zízazEieuatea 


nacbioE.  nacbion 
nachjoteE,  uacliioteu 


uíucbioKaton,  niiicliiouaten 


nazadaEOE,  nazadaEcn 


uazaEetcE,  uazaEeten 


niutzaKoteE,  uiutzaxeten 


ninchouduKeteK,  uincheuduEeten 


baniucbonduteE,  baninchenduten 
DazaE,  nazau 


uazadaEan,  nazad  lU 


nazaKattíu,  uazauaten 


neuzaEatcu,  ueuzauaten 


I      íll.a  categoría) 


induKadau,  iudunadan 


iuduEateo,  induuateii 


azaEoKat,  azasenat 


azasetoE,  azaEeten 


íntzaíEeEat,  iutzaíRenat 

íiitzaíKeE,  iutzaiKen 
iutzaíEeEagu,  iiitzaiEenagu 

iutzaiEeteK,  íntzaiseteu 

iuduseEat,  iadusenat 

induKOE,  iuduEea 

iuduEetGE,  iuduEeten 
bainduEat,  baíndunat 
baiuduE,  baiudua 

bainduteE,  baíoduten 


azadanaii,  azadanan 


azaKagim,  azaiiaguu 
azaEatcD,  azanaten 


utzadaKau,  iutzadoDAn 


utzaKaten,  intzauatcu 


gacbetitoE,  gaulietitcn 


gínchioKatcn,  giiicbionatou 


gaí:  zaKoteE,  gaitzaKoten 


gintzaEoteE,  giutzaseteu 


gmcbenduEoteE,  gíuclionduEetcu 


bagiuduzKUE,  bagiuduzKiin 
baginchenduK,  bagiucbüudun 

baginchenduteE,  bagiachenduben 


gaítzas,  gaitzaii 


gaitzakaten,  gaitzanateu 


.¡nzasaton,  ^inzanatcn 


a  el  recousliUiir  unos  y ,  .  . 

10  el  espacio  tic  (jiie  raíoiialjlemenle 


olios,  Y  el  fuimíir  las  flexiones  que  les  correspondeo    y  uo  figuran  ea  el  cuadro  anterior.  La   regularidad  que  preside  á  lodíis  oslas   formaciones  es   en  verdad  muv   gn 
ablemenle  puedo  disponer,  y  prescindo  de  él.  Las  llexioues  del  iratanñeulo   masculino  esláu  cai-acterizadas  por  k  (sola  ó  con  vocal  de  ligadura),  y  las  del  fcintMiino  por  n  ó  /íse^ni 


oslas   formaciones  es   en  verdad  muy   grande,    y   los    lectores   no  enconlrafc-ín  ningún 


i 


CUADEO  JI. 


Flexiones  correspondientes  al  tratamiento  familiar  de  la  voz  intransitiva  del  verbo  gaipuzcoano. 


!— -^ 

|1.i  categoría.) 

(2.1  categoría.) 

.    (3.a  categoría.) 

(4.a  categoría.) 

(5.a  categoría.) 

(6.«  categoría.) 

l7.i>  categoría.) 

i   g 

s 

a 
z 

1 
£ 

aiz.'ftiz 

tloK.  (Icil 

gaítiiK.  ii&  tuii 
(^itiii:,  clituti 

atzait.  atzait 
zaitadaK,  zaitaclan 

zaiZRidaR,  zaizKidau 

uatzaíE,  aatzain 

zain,  zain 
gatzaizKíK.  gatzaizKin 

zftizEiK  zaizKiu     - 

natzayoE,  natzayou 
atznyoK. atzayon 

gatzazKioE,  yatzaZEíon 

zazEÍoB  zazEion 

nictzaEioEan,  iiintzaEioiíaa 
zitzaKÍOEan.  zitzaRÍoiian 

zitzazEioaan,  zitzazaionau 

atzaiguE.  atzaigun 
zaiguK,  zaiguu 

zaizBiguE,  zaizEiguu 

■  z      z 

natzayotfcR.  uatzayoteii 
atzayoteH,  atzayoten 
zayotes,  zayoteii 
gatzazEieE,  gatzazRien 

II 

nimliiRau.  nindunan 
iut7,asaD,  iutz&uau 

giiuliiBan,  gindunan 

ituEan,  ttanan 

JDtzaidaEan,  ¡Dtziidauau 
z itz ai (1  altan,  zitzaidauau 

zitzaizEíd&Kau,  zítzaizuidanan 

nintzaKiKin.  uintzaEiñan 

zitZbEÍEau,  zítzaKíñañ 
gmtzaizEíEan,  gintzaizEiñan 

idtzaizEiEan,  zitzaizEíúau 

intzaÍEiguBau,  intzaiKignnan 
zitzaiEiguEan,  zitzaiEigunaii 

zitzaizEÍguEan,  zitzaizEigiitiiin 

OEignECE.  aRiguEon 
daKiguEtíE.  daEiguKGii 

daiZEigUEeE,  daizEigiiEOU 

z     z 

nintzayotoEan,  iiintzayotenan 
intzayoteEan,  intzivyotonan 
zitz  yotoEan,  zitzayoteuan 
giutzazRieKau.    gintzazRieuan 

zitzazEioEan.  zitzazEieuau 

o 

o. 

1 

-1 

nitüECK,  nitesen 
aitcKOK,  aiteReii 
(litwKeK.diteKon 
eaitezKOK,  gaitezKcn 

ditezaoK,  ditezEen 

aKidnKoK.  aKidaKen 
daRidaiieR,  daKidaRen 

daizKidaKeK,  daiZKidaKen 

naKíEGE,  naEineu 

daEiEmí,  daKíEen 
gaizEíECE,  gaizKiEen 

daízEiseE,   daizEÍEeu 

naEíoEOE,  naEíoEen 
aEioECE,  asioKeu 
daRioEeK.  daEiOEon 
gaizEíoKeE,  gaizEioEen 

daizEioKeE,  daizEioEon 

z     z 

naKíoteECE,  naRioteKeu 
aEíotoReE,  aKioteEeu 
daEiotoEeE,  daRiotoReii 
gaizRiotJEeE,  gaízEioteBeii 

daizBioteEBK,  daiZBiotoKeu 

1.1 

ninteKeK.  RinteKon 

illlt'KOK,  illtORÚU 

íit.íKfK.  mesón 
({ititezKOK,  RintozKGn 

HtozKOK,  litezEon 

intzaKidaKeK,  intzaKí'laKcn 
litzaKidaKeK,  HtzaKidaKtíU 

litzaizaidaEoE,  UtzaizsidaEeu 

iiiutzasiEQK,  DÍutzaEiEen 

litzattiBeK.  litzaEiKGn 
gintzaizEiEGE,  gintzaizEtEen 

litzaizEiEOE,  litzaizEiEon 

uiutzaEiOEBE,  nintzaEiOEen 
intzaRioKeE,  intzaEioEeu 
litzaEioReE,  litzaKionen 
gintzazEioseR,  giutzaísEioEeu 

litzazEioEeE,  JitzazKioEen 

intzaEigiiEGE,  intzaEiguBen 
litzaEiguEeE,  litzaBiguEen 

litzaiERiguBeE,  litzaizEiguEeii 

z      Z 

uiutzaEioteBeE,  nintzaRíotOEou 
intzaRiottíRuB,  intzaEiotoRen 
litzaKioteROR,  litzaBioteken 
giDtzazEioteEeE,  giutzazHioteKen 

litzazKiotcReE,  litzazkioteRon 

IV.  CONDICIO- 
NAL. 

21.  Futuro 
próximo. 

niiultiKeK,  ninduRen 
iutzaKfiK,  intzaReu 
litzaRUR.  litzaReu 
giiiduRtíK.  giuduKen 

litzaKütiíK,  litzaKe'en 

intzaidaKeK.  imzaidaKen 
litzaidaEeK,  litzaidaEuii 

litzaizRidaKeK,  litzaizEidasen 

nintaaEÍEGE,  nintzaEiEen 

litzaKiEGE.  litzaEiEen 
gintzaizEÍEfE,  gintzaizEÍEen 

litzaizEiEeB,  litzaizKiKen 

iiiiitzaEioEei;.  iiintzaKioEon 
iutzoKioEeE,  ititzaKioEeii 
litziEioEeK,  lirzaBioRen 
gintzazEioBcE,  gintzazEioEen 

litzazEioKeB,  litzazKioEeu 

intzaiguEeE,  intzaíguEen 
litzaigviEeH,  litzaiguEeii 

JitzaizBigUEeE,  litzaizEiguKoii 

-      - 

nintzayoteRGE,  nintzayoteHon 
intzayoteRoR,  intzavoteKeii 
litzayotoEtíR.  litzay'otOEeu 
gmtáayotezKeE.  gintzayotezReu 

litzayotezkek,  litzayotezHcn 

!  V.  SUPOSITIVO 
DEL  CONDICIO 

NAL. 

23.  Presente. 

banindiiK,  baninduQ 
baititzHK.  baiutzan 
balitzaK.  l>alintzau 
buginduii,  baginduK 

balitzateK,  balitzaten 

bftintzaidaK,  baintzaidan 
balitzaidaK,  balitzaidan 

balitzaizKidaK,  balitzaizKidau 

banintzaKiE,  baniutzaKiii 

balitzaKíE.  balitzaKÍn 
bagintzaizKiE,  bagintzaizEin 

balitzaizEiE.  balitzaizKiu 

banintzaKioK,  baiiiuLzaHíoii 
baiu  zaEioK.  baiutza.KÍon 
balitzaBJoB,  balitzaEion 
bagiutzazEioB,  bagiutzazEion 

balitzazEicE.  balitzazKion 

baintzaiguR,  baintzaíguu 
balitzaigiiE,  balitzai^nu 

balitzaizEigUE,  balitzaiZKifíiiii 

z     z 

banintzayotoR,  batiintzayoteii 
baintzayotcH.  baintzayoten 
balitzayoteR,  balitzayoten 
bagintzayotezaH,  bagiutzayotozaii 

balitzayotezaH.  balitzayotvzan 

VIII.  IMPE- 
RATIVO. 

32.  Pre- 
lente. 

odi.  ftdi 

aEít,  aRit 

E    z 

aEio^aHio 

aBiguE,  aBigun 

z     z 

aRioteE,  aEioten 

BlUNTIVO. 
34.  Presente. 

uaiKau,  naiñan 
aÍRan,  aifian 
doíKau.  deifian 
gaituRau,  gaiteñan 

ditczRau,  ditezuau 

aKidaKan,  aEidanan 
daEidaKau,  daKidauan 

daRízsidaEau,  daiuzEídauau 

naEiEan,  uaEíñan 

daEÍEan,  daKiíian 
gatiZEíEan.  gatizEiñan 

daEiZEiEttn,  daEizEiüan 

naEioKan,  naEionau 
aEioEan,  aEionan 
daEioEau,  daEionan 
gaEizEioEan.  gaEizEÍouan 

daEizKiosau,  daRíXEionail 

aRiguEan,  aRigiman 
daEiguEan,  daBigunan 

daBiZEíguEan,  daBizEígunaii 

z     z 

naEíoteEan,  naEtotenaD 
asioteEan.  aRioteuaD 
daKíoteBan.  daEioteuan 
gaEizRioteuan,  gaEizEiotenan 

daHiZRiotL'Raii,  daEizEiotenan 

'í 

4 

i 

O. 

nonaiEan.  nendiñan 
eudíKan,  endiñau 
xediRan,  zo.liñan 
gindüzoRan,  giudozenau 

zitezeKAU,  zitezouan 

eiKidaEan.  eíEÍdanau 
zeiKidaRau,  zeiEidman 

zeíKizEidaEaD,  zelEizEÍdanau 

neKiEau,  ncEiüau 

zeEiEan,  zeEiñan 
geuEizKiEau,  geuEiZKiñan 

zeEizEíEan,  zeEiZEiñau 

SeuEizRioEaii,  geuEizRÍonan 
zeEíZEioEaD,  zeBizEionan 

eiEiguBan,  eiBigunan 
zeiEígaBan,  zeíEigunan 

zeiEizKiguEan,  zeíBizEigimaii 

z     z 

nenEíoteRan.  nenEiotenan 
enEioteEaii,  enEtotetian 
zeRioteRau,  zeRiotenan                               | 
gcuEÍZEioU'Rau,  getiEíZRio  enati            i 

zeEiZEÍoteEau,  zeRíZRíotenau                 I 

CUADEO  ni. 


Flexiones  correspondientes  al  tratamiento  familiar  de  la  voz  transiti\ 


(t.a  calagoria:  Im) 

{2*  cat«sorÍa:  lo) 

(2.ft  cateBOria:  los) 

<3.ft  categoria:  (oV 

(3>  categoría,  los) 

{4.>  calegoría:  lo)              1 

(4.«  ealegorla:  lot) 

(B.«  categortí:  \o)             I 

(5.»C 

1 

diat.  diaat 
duK,  dun 
dJK,  din 
dloAU,  dinamo 

ditoK,  diñe 

diiiat.  dilinat 
dituK,  ditim 
■litiK.  diiin 
ditlBfto,  ditluoeu 

dltizteK.  ditine 

dautoK,  dautaii 
ziautaK,  eiautan 

zlaiitatoK,  ziauUten 

ilauZKidaK,  danzxidan 
ziauzxidas,  ziauZKidaii 

ziauZEidateK,  zianzxidane 

ilauat,  daiiuai 

dauE,  dduti 
diuiagii,  (iaunafni 

dr.titeE,  dauue 

dauzRiat.  datuxtuAt 

d.^uZEix,  dauzKin 
daiizRiagu.  dauzííiuAgu 

dauZEitex,  dauzRlna 

zioat.  zionat                                 ■ 
rtiOR.  dioii                                             I 
zioK,  ilion                                      1 
zioatíu.  zionaüii                            i 

ziotcK.  ziono 

ziotzaat,  z  ot/.mat 
diotzaK,  dforzan 
KiotzaR,  ziotzau 
ziotzaat:u.  zlot/.anag\i 

ziolzatoR.  zloi.^ano 

dauKUK,  dauKUQ 
r.tauKiiK,  BlnuKini 

slauxuton,  Kiaiixiino 

daiizItiRUR.  ( 
ziauzuifíuii, 

ZluilZKigUtOK 

O 

o 

i 

il 

nlKan.  nlnan 
liuon.  huon 
ziRai).  xinnn 
giniRan,  ({IntDan 

BitOKftn.  zitcnan 

Ditix&n.  nltinan 
bituon.  hUuon 
ziliXAii.  zttinKn 

gtnMRaD,  KlDitiDAn 
zitiztcxan.  zitiztccan 

liautnsan,  hautanan 
ziauUHan.  zlauUnan 

ziautatoRan,  ziautatenan 

lianzKidaEan,  haiiZKidnnan 
ziauzKidaKan.  ziauZKidanan 

ziauzKidatoKan.  ziaiizKídatenan 

z.MlteKan,  Kautenau 

nanzKiEan.  naitzKiuan 

zatizRiKnn,  zaiiKKíiian 
^Ina-.izKÍKan,  ginauzKinan 

zanzKitüKftn,  za'izxitouan 

hinnn'hinim'"' 
Kinioivan.  Ü-iiiionan 
zíoteErtti   ziotcnan 

iii..tZBKaii,  uiotzanan 
biotx.iii.  biotzan 
ziotzaKnn,  ziotzanan 
giniotzaKiin,  iiiuiotzanan 

Zini/.   (.:.  iii.  ;;Ínl;'.atenan 

zi<>'  ..••»•  ■>   •>.  <..^';^i.uuuagu 
ziotzABotoK.  ziotzaxeno 

hauxuxan,  baiix  mnn 
ZlauKUxnn.  ziaiixiinaii 

zlanxtitoxan.  ziauRutonan 

daiixuxuR,  daiiRiiRon 
ziauBiiKux,  ziaiiniiRon 

ziauKURotuK,  zlanKURono 

ImiizKluuRaL 

ziausitiuuua 

ztauzxiciitof 

KlKoat,  zlHonat 
duKOK.  duxon 
zUtvE,  zlKun 
ztKoagu,  islKonaga 

ZiKOtOK.  ZlKODO 

zitizKovt.  zitizKenat 
dttuzRox,  dituzKen 
«ItizRüR.  zHizneii 
EitizKoaíiu.  zltizKenafiU 

zitliKotoK.  zítlzKono 

clautaRoK,  dautasen 
ziauRoat,  ziauKonat 

ziauRútoat,  ziauRetoDOt 

dauzKidaEoK.  daiiZEitlaxen 
ziauZKiKeat,  ziauzEÍEouat 

ziauKKltoEoat,  ziatizxiteKenat 

daiiKeat,  dauEonat 

dniíKOK,  dauKcu 
douKea^t,  dauxenagu 

da'.iEoteE,  dauKono 

danzxixoat,  dauzEÍK«nat 

dauZRiReK.  dnuzRiRon 
dauEHiKeagu,  diuzTiiRcnaRu 

dauzxiKotoK.  dnuzKiKfmo 

zioK(>at,  zioHonat 
dioKoR,  dioKon 
BÍOHCK.  zlüKnn 

zioEoivsu,  zIoRonaeu    . 
zioEotex,  zioKeiio 

daiizxlh'iiitei 
ZtaUZKlKUKQ 

zlaiiZKlKiiKo 

Il 

^  s 
si- 

zoz&Koat.  zozaKonM 
duzaKOK.  duzaKon 

zozaKoa«u,  zoznKonacu 

zozAKotoK,  sozaxone 

zetziKcat,  ZützaKODat 
dotZAKoK,  dctzaRon 
zotzaLRciK,  ztitzaKon 
zoUaKoanQ,  zottaxcuagu 

XOtzaKOtOK,  ZOlZAEODO 

diozadnKAK,  diozaclauen 
ziozadaKex,  ziozadasen 

ziozadaKotos,  ziezadaiiouo 

(lietzadaKOR,  dietzadaKen 
zietzadoEeE,  zietzadaRon 

ziotzadaKotoE,  ^iotzadaEene 

diozaEoat,  diczuEcuat 

diozaseagti,  divzaKonagu 
dauKGtoE.  dauKcuo 

dietziiKcat,  diotzaEonat 

diútKaKcK,  diotzaRf^n 

diotzaEoafí".  tlietzaKennRu 

diotzaKotcR.  diutitaReno 

ziftzaKcat.  ziozaRonat 
iliozaKMK,  (liozaKon 
zinzaKCR,  :iiozaRon 
Kioz<iRoa[{i),  ziozaKoua^ii 

7.iozaKotou,  ziozaRuno 

niozauoK.  nioüanen 
bto/aite.  iiiúzaxo 
ünzaKtt,  liozaKen 
RiiiiozaKOK,  giuiozaEon 

liozaRotóR,  lIozaKono 

nioRüK,  nioRen 
bioKi-,  bioKo 

liOEi?K,  liOKon 

ginioKü»,  ginloEon 
liOKOtBE,  IfoEeuo 

banioR.  banion 

bHbio,  bahio 
balioK.  bttlioii 
baíííuioK,  brijíinion 

baliotnx,  baliono 

zÍntzaRr«at,  -'totRARonat 
diot/.aKi'K,  diotzaKüU 

ziotzftKt'Hi'u.  ziotzasona^u 

ziotzasu'.oB,  ziotzaxoDO 

dÍazartuTt»K,  dloznqiixi'n 
ziozaijuRuK.  zlüzatjiiKun 

sioZKKnKotoK,  ztozacuxunú 

dlotzafíiiKni 
ziotzu^fnnttR 

xlnt/UHUKüt 

o 

e   . 
Se 
2¿ 

lioztRo.  liozaKo 
lozaKOK,  ll'MKvn 
glDozajLuK.  KiiiczaKi'n 

lOZAKOteK,  10ZaKOD« 

notzaKoR.  notzaKon 
faotzaKo,  betzaxe 
IctZAKOK.  lotzaKon 
RtnutziUEuK.  eiuotzaxcii 

lotzaKot«K,  lotzaKoton 

biozadaKOK,  biezadaEon 
liüzauoat,  liozdKQiiat 

liozaKütoat,  liezaKotanat 

biotzadaEúK,  bietzndaKen 

liotzaEoat,  lietzaRouat 

ItotzaKeteat,  lietzaEetonat 

utuzaEoK,  niozaxeo 

lii-zaKeE.  llezaKOU 
eiuiczaHeK.  giuiezaKou 

liczaKctcu.  )iczaRODO 

nietzaEcE,  niotnaEon 

Hetzasex.  lio'.zaRnn 
giuiotzaKok,  einiotzaRcn 

liotzaKotoE,  lietzaKeuo 

niotzaxcx.  niotzaXQD 
hiotzuKi:,  hiotzaxo 
liotzaxL'K.  liotzaRon 
KiniotzuiuR.  uiniotzaxon 

liotzaxotuK.  liotzaxono 

niotzax.K.  ntotzAXon 
biotxaKff.  blotmiKo 
Iiotz.iRoK.Ílo!zaKon 
t'iniotKttROK,  K  niotzaxon 

liotzaxotoK,  Uotzaxeno 

b.iniotzax.  bauiotzau 
babiotza.  baiiiolza 
ImllotKax.  baliutzan 
baginiotsax.  l'auiniotzan 

baliotzaton,  balíotzano 
otzoK,  otzon 

htazaf;uKOR.  bloxaf^iKim 
IÍoca4;iiUt)K,  liozaijUKi'n 

llOZOfltlKottiK,  llKZaaUKUllO 

baiinuRi-K,  hamuiRoii 
lauKUKüK.  iaim  non 

lansuKotoE,  lauRunena 

liabauKiiR.  Iialinuiíiin 
balpiURiiK.  baluiKini 

bnlnurciiLt'K,  IiaTauxiniQ 
ozaguK.  ozaeiiit            v 

biotzaiíintoi 
lk't/nKiiE()K 

lk*tznRiiKot( 

o        1 

u   íi 

nlROK,  UlKOD 
llUKC,  buKO 

UsoR.  llKon 
glniKoK,  glniKon 

liKcUx,  llKone 

nitiZKflX.  DitixKen 
bUuzxe,  bitiizKe 
IttlZKi'K,  lltizKen 
ginitizKox,  giuitizxon 

litlsxutox,  litizKeno 

hautaxoK,  bautaxen 
lauKuat,  laitKonat 

lauKeteat,  lauxetouat 

bauzEidaxúE,  bauzKidaEen 
lauzKtxoat,  lauzKÍseuat 

lauZRlEoteat,  lauzuíEetonat 

DriiiKCK,  iiauKeii 

laUKoK,  lauKOii 
gitiuuKex,  fíinauxen 

lanKetes,  lauxeno 

banuuK,  bauaun 

batauE.  balaun 
bagiuauK,  bagiuaUK 

balauteE,  balauno' 

nanzKÍEeK,  nauzEixen 

lanzKiKPK.  lauZEÍEen 
einauZRiKüE,  BlnauzKÍEen 

lauzKÍKoteK  laiiZKiRono 

haiizuÍRUKii 

laUZKlKUlllM 

lauzKlsiiEet 

V.  SUPOSITIVO 
OEL  CONOI- 
CIOWAL. 

23.  PrmMi». 

banlK,  banin 
baliu.  lialiu 
baliK,  balin 
bagiulR.  bagiulD 

balitcK,  ballDO 

banitix.  baDÜin 
batiitu.  b&bitu 
baJítlx.  balitin 
bagtultix.  bacinitin 

b*litizux,  bftUtlne 

bautax,  bautan 
balautnK,  balautau 

balautoat,  balauteuat 

babauzEiilaK.  babauzEidan 
balauzRídaR,  b.lauzEidau 

balauzKiteat,  balauzEitenat 

biinauzKíE,  baiiauzEín 

balauzniK,  bala'iZKin 
boííhiauzKfK,  baginauzícin 

balaiizRitoK,  balaiiZHÍno 

babaiiXHliíu 

l)alauzulgui 

bal  uzKlfiut 

sí 

zax,  taa 

etsax.  otun 

tízadau,  uzodan 

etzadaE, etzadau 

biuzaK.  biczaa 
biozateE,  biezano 

bietzax,  biotzan 
bietzatnE,  biutzane 

■  otzai{ui{,  oty 

o 

d 
1 

i 

dezuudan,  deauíadui 
d«zaxiui.  dos«nan 
dMaxftD,  dexauan 
duaxa«an,  deiaaa«un 

dasatexan.  daxateuan 

detxuudan,  detzanadAu 

dotzaxan,  dotzanan 
dotzaxaii.  detzuuan 
dettaxa^uu.  'lotziuiafjun 

datzatexan.  dotiatonan 

diozadaKan,  diozadaiian 
diozadaKait,  diezadanau 

diizadaUxaD,  diezadatonan 

(lietzadaKftn.  dietzadanan 
diützadaKau,  dietzadauau 

dietzadateKau,  dictzadat«naii 

dictzasadao.  dieüanadau 

diozaEan.  diczaiKiii 
diüzasaguD,  diüzana^uu 

diezatesan,  tliczatcnan 

dietzaEadan,  diutzauadan. 

dietzaKaii,  diotzanau 
dititzaKagUD,  dio:zaiiaguii 

diotzateKau,  dioUateuan 

diozaKadan.  diozana:Ian 
diozaKaii.  diozuiiAu 
difizaiian,  diozatmn 
diozaKUijun.  diozaiiagtiu 

díozaUiUan.  diozatenan 

diotzAXadaM,  dio  zanadan 
dÍol7,aKan,  diotzaimii 
diotxanun.  díotzaiiaii 
dÍotzaKa({un,  diotzanaKun 

diotra'c'Kau.  dlotzatenan 

nioUaKan,  nlotxaaau 
biotzan,  htutzau 
zlot/.uKui,  ziutzanan 
tjiDÍutzaxan,  ({luiotzanau 

ziotzatvxan,  ziotzaUnan 

dtozaAnxan,  Ato7,.Xttntt%n 
dliíZntfUKun,  dIoza|{unan 

diozaitutoxan.  dlczimutouan 

blczuKUK-iu,  biPzatfutian 
ziuzaciiKan,  zii-zaKUiiaii 

zifizaftutoR  n,  zfozagutenaa 

dluíZiLf-tilcaí 
dfotZItüUKIll 

dtatzaéutcu 

K 

nozaxau.  nozanan 
hosau.  bozau 

gíDozaKui,  gluoxaoan . 

zoiaUxan.  xoialcuan 

netxaxAxi.  uetzao&n 
bfltz&u.  botzan 
xotzaAau,  zetzanan 
glnetzaxau.  Kiuutzanaa 

zotzatoxan.  zatzateuao 

biezodaKai),  biozadauaa 
ztozadaxaa,  ziezadauan 

ziozadateKaD,  ziezadatonan 

bietzidaEan,  bietzadauan 
zíetzadasaD,  zietzadanau 

ziotzadaCesaD.  ziotzadatouan 

niezasau,  niezauau 

git^iúzaEan,  t;iuiuzauau 
zieza tesan,  zieza  teñan 

nietzaKau,  uieteanau 

ziotzaKan,  ziutzauan 
ginietzasau,  gitiíetzauau 

zietzatexan,  ziutzatonao 

liiozaKaii,  niozaiiau 

ziüZiiRun,  zlozanan 
liiuiozaKuu,  h'inluzanaii 

ziozatoxan,  ziozatonau 

]iÍutzn(íuKai 

zlutzaKuiíai 

ziotzaguteR 

ntes  al  tratamionto  familiar  de  la  voz  transitiva  del  verbo  lubortano. 


nA%n   <1tf>  ifttifttUii 


|8  •  ct'.igeril:  1»    ' 

IS  •  ClItlOtll:  Ion    1 

( í.»  catUfí»:  l«)              1 

(7*  calcgofia:  ioi) 

•  8>  catcgorii' 

<9*cal«gorU< 

lio  •  citcgarlii 

III  •  citigorlt)      1 

lUaftuc  ilMUian 

huñun  hlu»   .....                           >»l|(U«»n.  huuKunu 
.l.oíal.«u.T«l..,..,l.n.D            ....iíX«.....a^  »«u.Elt,u,n»u 

.1ui»«.«  •üu>                                                 "      ''•«xlguRcn 
ÍK."V"¿  ."u'r.  ,      -                            _        .-...l.a«tau..« 

,ii...„  ... ,  ,                   „              .1..  (junroRm,  ilit.i..t.«MiiK.Mi 

jí..     ,    ¡'      .                         1.,.;.                        .-..  iMííUKrE.   «1.-I«^llltl--H 

li.  rui'i..  I-'.    il-Oíuvn»           r.¡.-lí.«aii.lcí.jlo«.u»..iio 
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Uunit.i                                               ./lltllEn.  teutKliiuliiia 

lainñuum.'üaitMnH    ..       1  luinlt«s>to«.  .auul|piK>Mic 

li«h>u«till.  iMiuiBdU                 i  tehuaulmi.  Uluuit>ii(iiu 
l»Uuxn(.l>ü<wilili     '              ;  laUuulguK.  l>«lauul(uu 

lailuti^iutrt.  Ix»                                  "    uUltuML  taluUKljinuo 
«•MUÍ.  •ucnii            •                     '•.»■'.  «luauB 

— -""'"•«•iMllllll.ll 

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blrtaiiui;*!).  li.cMtonuí                              ."'  hfataacvuui 
Ki<.Bacuftan.  ■!< ««ciiDAtt                               .ti.  xt«ua«uoA& 

lililí  i  1 ; 1 , 1  lililí 

1  !  II  1  1   1  1  1  1  !    i  1  1  1  1  1 

lililí    lili         1  1  1  1  1 

i 

1  M  N  1  1  1  1  1  1  1  1  1  1  1  1  1 

xloteftt,  ziotODSt 
ilinUK.  diuU'U 

ziutcK.  ztone 
ziotcscQ,  xluU-oi«:a 

ZiuU'X.  zfoDO 

aiotzauat.  ziotzntoQat 
diotZAtcK,  diotzaUm 
zÍutiL«U5K.  KÍotzanv 
Kiotzatcaeu.  liotiaUíoa^U 

zio'zah'K.  ziotzano 

tiaux,  ñauo 
uiaK.  uUu 

nlattfc,  nlano 

n'nduKan,  niudanaa 
nindixai),  uindluaa 

Llndltoxan,  nlnditoiían 

hftut.  liaut 

bao,  baa 
baugu,  bauffu 

hauta,  baut« 

blntudan.  blnludaS 

biutuon.  biiituen 
blutuK"U,  biutugioi 

biniiuuti.  blntusMn 

i¡  ltuK.iallur) 
tftalttK.  gi^un 

glalUitai.  Bl«lllnO 

11)111 
lililí 

niotoKftn.  DJoMuui 
hiotfií.  liiot«D 
zloti-Kno.  ztot«!0«a 
i¡lnÍoUK«n,  einlotoDAQ 

zloUiK  n.  sioteíAC 

niotz-ttcKan.  níotzat«uan 
hioU.toD.  hiotZ!tton 
siotzsUtKso.  liutzAtonan 
eialoUat«Kan,  K'niuUalenan 

sÍotx*t«Kaii,  lioLzaUjnaii 

Clutuxan.  ilntanaa 
glnllKan,  gtotlnan 

irlntlitoKan,  glntlttanan 

-          - 

/iuKPtCAt.  KioKOtnnftt 
ZinKoU-K.  zioKTIlM 

ZloKVtuK.  StaUDO 

ifotzAKeteat.  ziotz«Ki*t<-nat 
dioUAjcet«x.  dlolUlK>-t4>ll 
KÍutzaKet«K.  EtotzaKt'iio 
Ztotuixotcagu,  iiotzjiKi5t«'iia(*ii 

siotxaKotex.  xtulzasena 

iiauKoK,  naunoii 
uiauKcK.  uíauKon 

nÍauKet«K.  niauKono 

baiiKin.  bauKút 

hnttxo.  hnuKK 
tintiRo^n,  baiiKOHa 

bauKat«,  baiiKoto 

baitziutut,  haitiaxtt 

liiiit/itKu.  hnítxaKo 
hatt/AKO|;u.  baitXUogU 

lialUAXota,  baltu^Dto 
blntzaKet,  bintiMWt 

hintzaKo.  hiiitcaxa 
bltitzaxuK".  btutatfcgu 

bliitzaKtito.  blutzaaota 

RltniKOK,  RttUZKOn 

glaltUxoa.  giaiiiiHtfn 
flaltltsatos.  KtaltUseno 

lililí 
lililí 

::      ::          -     z 

díoKniti.U'ii,  (HoMKfltwn 

XÍ<>UIXt't«'K    ZloXAlíout) 

iin»Kote«iru,  il<iK*xoton»ca 

;■!■.. ■■.!,■  '..■;  ,  .-¡>>7jillcno 

1                 .    ■    '.-ftiton* 

ülllioKAKUluK.  IpIlloE&ltOnO 

lluZítXrtUK.  IluZMKono 

nioKt'l«<K.   liiciKDtlU 
liloKcIr.  hioK.t.t 
lÍi>KI>tUK.    liOKHUtl 

|[ílliOK,oUtlt.  iiiiiiuKono 
liOKfU'K,  1ÍOBeD« 

l>nnín|fK.  iMtiiou» 
l.ftU7ut«.  iMÜiiatu 
l*«UutAK    b&ltotio 
buuliiiu'.oK,  bA«iDione 

tallo tcK.  ballena 

siotxaxftaat.  zloizaxvt^mat 

dioUAKnttiK  dti>tzakvUtn 
zÍutz«Kut<K,  ziutzaKrtitt 
slotKaKrtca(,'u,  tiutzaXL'UfuaRU 

1,    ,                                                 ....    !.. 

h„;,-„,  ..  „ ..„^.iiu 

6luiut^uu>.L:t,cK,  t;iuiutzaKono 

liotzaxotex.  ItotxaxuDo 

nazaKUK.  DazaKvii 

Dk'ZaxuK.  uiuzaxun 

niezaKuluK,  niozasuno 

iiiutzaKoR,  ulutzaKou 
uluutzaxuK.  oluutzaxun 

nleDtzaKot«s.  nloutzaxono 

ItaltaazKex.  galtzaaxfn 
gloltiaxxoK.  gloiuazaon 

glaliiaxKetoK,  gleltzaxxono 

1  1  1  M  1   lililí   1  1  1  1  1  1 
lililí   lililí   lililí 

1 1 1 1 1 

lililí 

i  1  1  1 
1  1  1  1 

glntxaiKox.  glutiaxxen 
gloDtzazxex.  glontaaaxoO 

glen'iazKotoK.  gÍenzaiK»n« 

_ — 

lililí  lililí 
lililí   1  1  1  1  1  'l 

ni»t»xt>tüK.  niotz.Ki-no 
liU)t/.uil-te.  )iMzaK..Ui 
llul/jKK«<t«<K,  liutzaxeiiu 
UmiutitaKutiiK,  KiolotzaXUlio 

UoUaKotox,  liotsaxeno 

baDlotzitcK.  baníotzane 

bahiot  ato,  hahlotzatti 
b.>llí>tzaU>K.  ballutzaou 
ba^uioUateK,  bob'iiiiutzano 

baJtoUatas.  baliotxaDo 

uinduEoK.  olnduRon 
DiudlKoK,  uludlKuu 

■IndUotoK,  nlndlKone 

liiutiiKct,  bintuxot 

billtUKO,  bllitiIKO 

btutuK«gu,  blntuMgu 
blntuKut«f.  blntOBa^ 

ginluzKAK.  glnluixan 

glOtUXOK,  glUtllKCD 

ginklXKAtox,  «iaUn«no 

bauiuduK,  baulndua 
bauiudlK,  bauitidiu 

banludItvK,  baniudlna 

bablutut,  bablutal 

habintu,  babtntu 
babliitugu.  bablnktvn 

bahintuzto.  balilDtVzta 

_     _          ■      ■ 

l»«<1nttiK.  bttiiintoii 
bi^lntlc,  baclutlo 

iMtflolliul.  bagUtlna 

-_-       _ 

=     = 

soteE.  sotan 

•Uotox.  etzotac 

nazax,  nazan 

buhaitza,  bebaitift 

gkUlJUl,  g»ilxaa 

I  1  1  1 

lili 

- 

-        - 

dio  uteKkdan,  dioutenadan 
dtuMtoKao.  dioEatooaD 
dÍozat«Kan.  dioxatvnaii 
dioza  uKa(;un.  dioXAU-'liaguu 

diozatcKaii,  diozntonaa 

dioUat«Kadaii.  diotzatenadao 
diutzatexao.  díotzat«Dao 
ctiut7^toKau.  dlotzatc'UAn 
dio  /.atvIUMjUD,  diot2at4jua|;uu 

dtotsaloxan,  diotiattiuau 

uiezaxau,  uiezaaan 
Dtesat«Kan,  iií^zatenao 

baitzadan.  halliadin 

liaitcRii.  ha.tian 
baitza^uu.  Iiaitz«(«li 

liai  tza  t«u .  "baltzalM 

blotxadan,  blotxadao 

blutzao.  bintxao 
btnlxa^Q,  blDtJMfta 

blntjtatoo.  blntsalan 

gslluus.  lailuiMil 
■toluuan.  (icltisaao 

gWlulcUD.  (ialluMnan 

-       z 

3     ~ 

-       z 

titouttuiaii.  niockwnan 

EloZalOKall,  ziotAtvoao 
L'iuiuzatoaaa.  giDiozauman 

xlüxaUium,  liozatooaD 

níotzat  xan.  niotKatoDau 
hiotzaten.  btoizatvn 
ziutzatcKati,  ziutzat«Daa 
tpuiutzaWKui.  giDiutzatunan 

ztotsatoxan.  ziotx^taoaa 

nl«ntxat«xan,  nieutzatotiau 

_           _                         ' 
Rlntuun.  Blnlutun 
líloniuxAO,  glsutzanaa 

0«nlnl«B«ii.  fl«aiui<nsa 

Z       - 

CUADRO  V. 


"^  r. 


II 


s! 


diKitynt,  (liKefimt 
I    (lUHftK.  iirttvu 
(llKCK.  illKon 
íliKit>iH(<l,  dlKuriOtfa 


.  IIOMlieD 


5 

s 

ú 

i 


.  ulK«a 


lítumoit,  BlnUum 


SI 


Flexiones  correspondientes  al     tratamiento  fum 


dOtOK.  itllCllll 
dltíE.  dilln 
dltlnKA,  dltlftkga 

ditiu,  dlliíio ^_^ 

nitfft.  nUI6A 
otUii.  atiui 
zitift.  zlttfia 
Ifluli*.  Kiiitiíia 

ZUiL>ft.  xlU-ím^ 

dltlKuVkK,  iIltiKoftAK 
dUtOKfK.  dUiaxcD 
dltlHnK.  ilitlKfn 

di tiKH >•!;().  ditíKofiagn 


diUJt,  dllAU 
(lltftyo,  diUbe 


zltadieys.  zitadieSa 


dfztayc,  diztaíio 


Eiztadfeya,  zittsdiefift 


dltiutoyo,  dltzucoft^ 
neUaxeit,  ntUaien 

Ivty-ailuK.  lütlftKcn 

gUUOtZftllUti 


dlKodio,  dJKodaAe 


dfKuodaye,  úixmáÚí*  . 


dízEedie,  dizKudaiíe 


iiuuro.  iitUo6o 


bahota,  babota 


d«Uaya,  dvUafta 


lizasitdaye,  llzasejafté 


ÜKodayo,  liKadafte 
baliutt.  bahett 


ditsaKodayo,  ditsaKodafio 


litzaKcdayo,  litZflKudafio 


HzKodaye,  HzKodafto. 


bahelzt,  bahoizfe 


ahitzat,  ahitzaC 


itaadas.  itsadac 


diteada,  ditzadaña 


Itsadan.  itzadau 


(3.*  categoriai  los 


dcyut  dofic 


z«yea,  zoyeüa 
deíKeyat,  deineñat 


doíKoye.  dtfiKeüo 


dizaKeyat,-  dizaKefint 


nizaKeK.  uiZKsen 


li/aKuyo,  llzaKdü 


teiKoyo,  leisebe 
bnueiK,  baneíñ 


aíKinizas, 
ailízaya.  aili 


bizaE,  bizau 

bizaye,  bizaño 


dizayada,  dizañada 


dizaycD.  dizañc 

Dizaya,  nizafia 


doitzayo.  duitzaño 
Deitza}'a,  Doitzaña 


zoitzeys',  zoitzoüa 


deizKuyat,  ituizKoñat 

doizKOK,  duizKon 
dei;íKoyaf;tl,  duizKeña^ü 

deizKoyo.  dciZKuíiQ 
dítzaKoyat,  dítaaKoftat 

dltzaKeK.  ditZAEon 
clitzaKuyagU.  diczaKoñoe^l 

ditzaKeyo,  ditzaKono 

IlítZaKOK,  llitZUKUU 
litzaKOK,  titZ    KOll 

giuit^aKoK,  ginitzaKoii 
litzaKoye,  litzaKofio  -^ 


lizayeti,  lizaóen 


leizseye,  loizKoño 
baucitzaK,  baueitzan 


baloitcaye.  baloítzaflo 
aineitzaK,  aiiieitzan 


.ilcitzayo,  aileitzafie 
LJnitzaE,  ainitzan 


uioya,  uioAa 
oyuUt  oyon 
zioya,  zioha 
ginioya,  0niofta 


diKioyagtl,  dÍRtoñatfO 


dizoKioyo,  diznEio&o 

UizaKiok.  DÍKAKiOIl 

Í>!aKlo,  izoiiio    . 
lizaEioK,  lÍKaKion 
glriizaEioK,  ginizoiiion 

lizoEioyo,  liznKiofio 
níKOK,  tiíKon 

OiKO,  uiKO 

liRoK,  liRon 
giuixox,  giuiuon 


duitzoK.  (iuitzon 
ditztiK,  dlt¿ou 
dltzoyat¡it,  dltzoDaefl 

dltzoyo,  ditzoAo 
uitzoya,  ntUona 
eitxou,  oitzifu 
zUzoya,  zltKtAa 
gintzoya,  gtntzúfta 

sltinoya,  zitinofia 
daÍElo)-at.  ditiEionat 

doiZEOK,  dt*iZKOn 

dizKloE.  dlzElon 
ditÍEioyagil,  (UtlKloriagii 


du.,M 
diy.L»K...w,K 

ditzaKioyo,  ditzasfofio 
iiitzaKioK,  iiititaKlou 
itzaKío.  ItzaKio 
lit/AKiüK,  litzanlon 
glnitzaKiuK.  KiiiltzaEion 

JItzaKioyo.  UtzaElofto 

nizKOK,  niZEOQ 


HtzlKoyo,  liCslEobo 


aintzaya.  aUitzaño 


bitzayo.  bitzañí 
ditzayada,  ditz 


ditzaye 

DiCzaya 


I,  ditzafiei 
nitzafia 


babeitzo,  babel 


aheitzo,  alieftzo 


dizagüya,  dlaonaa» 


I  dltzaffOya.  ditza« 


itziih'llii,  itZ&K'lii 


=i  al 


tratamiento  laijim 


el  verbo  siiletino. 


álmny».  dUllfto 


llitajiagnit.  lixuvftQu 


IÍEILK««lH,  \ÍtUtVUM>K 


HKPgla.  llKJgOlf 


tialiolxfl,  IwtialKO 


iililxafi(l,aliUi«Q 


I  dlxKDyo,  (]l2Kllfto 


xizKley»,  zl/Híu/ia 


"  catejoiia:  lo>i    | 


<  7.*  categoría:  lo» 


:  itz«K««ti.  ltataKi'»;n 

I    lltUHüüK'U'.  )lt/ftK(>t;>)ño 
r    ClKKceil.  f>j/K4>f:ll 

I     z      z 

I  bftlieUitA.  balwlsKa 


dfoye,  diefie 
nioya,  atefia 
*yen.  oyon 
zlcya.  zieña 
Kinkiya,  gioiei 


dit9:eyat.  ditzoñat 
ileitzoE.  dt>itzi>ii 
ditxeK,  ditzen 
dUzeyAgñ,  dUzeria^ü 


ahHxxfl.  alictznn 


iuasBytt,  diaacOflA  .  f.       dflsa«aym.  i 


—        —        "      Z 


xieeya. 


(lÍKipyogQ.  aixioíKigu 
I  diKieyo,  diicieim 

(  ilizaKi  yat,  di/ttuieftat 
dlzaKoK.  dfzanuu 
dtzaKJvK,  dizüKiou 
itJüaKíoyagit,  üizaK(oftftg(t 

I  diüaKloyr,  dízaKicfio 


JtZOKittyo,  liXftKieno 
olKüf  eíKe 


ultzeya,  nitzefta 
eitzeu.  eitzeu 
Eítaeya.  sitzoi'ia 
ginitzeya,  giuitzofia 

sietzeya,  zietzeria 
ditikteyat.  ditistcñat 

doiZKOK.  dutZKOQ 

ditiKíeK.  (litiKíon 
ditiKicyagü.  diliKioñacn 

diiíKieyo.  ditiKÍofiu 
dítzaKÍt>yat,  dítzaKlcCiat 
ditzaKoK,  ditzanon 
ditzaKicK.  ditziiKiou 
dit2aKioya{;a.  ditzaKioriagil 

ditzaKÍoye.ditzaKtofio  ^ 


lüceyo,  IfRoñi 


hohoyo.  balieyc 


litsaxieye,  litzaKiofio 
nlBReK,  nizseD 
eiKKe,  oiZKe 

HtZÍKeK,  liCZÍKOll 
giniSKBK    gÍDiZKtn 

1  tzixúyo,  litziRehu 
baheitze,  bahojtzo 


nfndioya  ufudioAa 
naÍKOK,  QaiKon 


nttzaKoyo,  uitzaicone 


nintzaicoyo,  nintzaKene 


liiulíKoyo,  nlndiRofio 
banlludftK.  banllnduii 


i  aheíize,  aheitze 


ohitzc,  ahitze 


dUxeya,  ditzeña 


ainnndOs,  aluftndttn 


entzas,  aiueutzan 


Dezas.  nezan 


loiitzaya,  nentuAm 


ayo,  ayo  

nndndoii,  and>)daii 


Ündfon.  UddlÁi 
aiKvt,  aiKot 


oiKe,  aJKe 
(itici'gil,  alxotfB 

aiKoyo,  aÍKey4 
GtzaKot,  otzoX'^'t 

otzaKo.  otz  iKO 
otZQKL'gi',  ctzaitogii 

otzaKoyc,  otza;%eyo 
uutznKot,  ontxnKot 


ontzaReyo,  onicaseyo 
tliidi'iKot,  ündHliot' 


•iiiU-,  iindiÍEio 
imíliit.  bahtuidüt 

'   bali.in.hí.  bahülla•^ 
l)iibtitidiigii,  bahiludiigü 

baJiikndie.  bahiliidíu 
abiindilt,  ab  indut 

uhíiiidii,  aliiindü 
abiiudiigii,  abUoilugú 

aliüDdic,  abiindie 
abont  ^at ,  aboñtati  t 

aliciitza,  ahonist 
aliontzatfti,  absiuzagíl 

abentxo,  Abontac 


ozadan,  exadan 


tlO>  calago 


giiitiuya,  gintiofia 


glUKüyo,  HltlxeAo 


gitzaKfvc,  uitzaKufiQ 


giiitzaKeyo,  gtutzaKonü 


RiiitiKoyc,  glutisoAo 


bagilutOs,  bagüntOu 


aíKintZAK.  ftüíliilB«n 


ontziulan.  ci 


iriLz«u.  tQt>«n 


gltzaya.  ffilsafla 


giutzaya  gintzana 


CUADRO  vil. 


Floxionos     corroApondiontcs  al  tratamiento  familiar  de  la  voz  t 


I  I  i 


í  ' 


u 


Wlii 


m  «I  un.  >« 


■(i 


pi«ir)i»i  I 


f^fM**»»*.  )*<cMaj»«^«n 


ImvvUak.  hmgtaMa 


>«n>^wa.  r>riaa< 


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|J«Í*)-M>>.<|| 

i..>. .Ii 

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-   f 

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endientes  al  tratamiento  familiur  de  la  voz  transitiva  del  verbo  bizcaino. 

(6.«  catcfloria:  lo»             !                0."  cateíoria:  loi) 

(6."  calegoria:  loi 

i6.>  categoría:  los) 

(7.a  categoría:  lol              ¡                0-"  categoría;  ros) 

ffl.a  categoría) 

(S.»  categoría) 

lio.»  categoría) 

(11,"  catogoria)      ! 

,  júutsanadaz 
doutsazan 
jeutHazau 
jüutsauayuz 

_           -                              1          „           _ 
dousKUE.  douBKun                          rleuFticuzaK.  dcu^iRUzan 
jouBKUK.jüiiRKun                         !  jeu>«uzaK.  jousKuzan 

E    z 

=      z 

jeiitJoet.  jeutKeiiat 
doutscK,  deutsen 
jentBcH,  ¡eutseu 
jeiitseegu,  jeutsenagu 

joiitaecE.  jeutsone 

jeutseedaz.  jeutseuadaz 
deursozaK.  deutsezau 
jeutstízaK,  jeutfeezan 
jeutseeguz,  jeutseuaguz 

jeutseezBK,  jeutseozau 

najoE,  uajon 
uajueE,  najueu 

aut.  aunat 

aiigu,  aunagu 
abfl.  auuoo 

gaitiizaR,  gaitiizau 
gajaituzaK.  gajaituzaii 

gajaittibezaE,  gajaitubozau 

z     z 

an.  n-'jeutsanazan 

,  euDtHaaazan 

jeutdanazan 
¿an,  gajeuntsanazatt 

ODBKuban,  onitKunan 
JouBSuban,  JeuHKUjian 

juUBKnbe«u.  Jcqhkudoii 

euKKubazan.  i.  ii«Kiiuazan 
JeiisKubazun,  jwuintunazau 

jeuKKuboezan,  jeusKonczan 

z     z 

z     z 

iiAjetitsotin,  najeutseuan 
eiiutácen.  ountseunn 
jeiitseen,  jeutsenan 
gajeuiitsceu,  gajeuntseiian 

jeatseen,  jeutseueu 
jaiKijiiect,  jaiKijuenat 
d&íKijueK,  daíKíjuou 
jaíKijueK.  jaiKijiien 
jftiKíjneegu,  jaiKÍjuonagü 

jaíKijueeK.  iaiKijnene 

najeutseozan.  uajeutsenazau 
euntseezan,  eautsanazan 
jeutseezan,  jeutsouazan 
gajouiitseczan,  gajeuutsenazau 

jeutseezau,  jerutseuezan 
jaiKijuedaz,  jaÍKÍjueuadaz 
daíKíjnezaE,  daiEijnezan 
jaiKijaezaK,  jaiEiJuezan 
jaiKijueeguz,  jaiKijuenaguz 

jaiKÍjueezaK,  jaiKijueezau 

uiuduban,  nindiiuau 
naindnban,  uainduuau 

uaiudubeen,  naíiiduueu 

indudou,  induiiAdau 

iuduau,  indiinan 
indngim,  iuduuíiguu 

iuduben,  induuen 

gindubazan,  gtudunazau 
guiudubjzan,  gaiuduuazan 

eaindubeozAi),  gaJudunczan 

z      Z     1 

.  jaiKijoDarlaz 
dttlKijozan 
JaÍKiJozau 
jaiKijonaguz 

(laiKeguK,  (laiRogiin 
jaiKeguE,  JaíKegub 

jalKoguboK,   jatxeíono 

daiKognzaK,  daÍKeguzau 
jaisoguzaK.  jaíKüguzao 

jaíKoguboMK,  JaiKcgiibozan 

z     z 

z     z 

uaineE,  uaiseu 
najaiEGE,  uajaiEen 

najaíKeeE,  najaiEcon 

aiKot,  aiKonat 

aiKO,  aiEou 
aíKcgu,  aiEciiagu 

gaíEezaE,  gftiiíozan 
gajaiKüZaK,  gajatEOzaii 

gajaÍKeezaK,  gajaÍK-iczan 

=     z 

K,  najcJKij^sian 
iueiKijozan 
,  laJoíKijozan 

nK.  ^aineÍKiJozau 

KTlajüisijuozan 

iuelKoguK,  iDoiKOfnm 
laJoiKeguK,  laJuiKOgUQ 

IttJoiKegiiboK,  lajoiiíogotio 

inaiXoguzaK,  iueíiítíguzan 
laJelEi)|{uzaK.  lajeiEOguzau 

]aJúÍKegiib<-zaK,  lajpiKeKubeZaii 

z     z 

z     z 

nojeiKijueK.  najeiKijueD 
ineiKijueK,  ineittijuen 
lüjoiKijaek,  lajciEijuen 
gaineiKijiicK,  gaiueiKijueu 

lajeinijintcE,  laloiBijuenc 

ijajeiKijuezaE.  najaiKiiuezan 
ineiKijuozaK,  iuoiEijuezaii 
laioiKijuezaK,  la^ioiEijuezan 
gaineiEiJuezoE,  ef^iueiEijuezan 

lajeikijueezaK,  lajeiKijueezan 

UGÍKeK,  neisen 
uajeiueE,  najeisen 

najeiEeeE,  najeiKeen 

ineíEeK,  ineiivouat 

ineücee,  ínoiKoeu 
iiiciKegu,  iüQiKcuagu 

iuoíEee,  lueiEoen 

giuoiEdzaK,  gínoiEozau 
gajelKozaK,  gajelEuzan 

ga>ÍRoezaR,  gi^joiROOzan 

z     z 

au,  iiftjeuHKijoZflQ 

0U8K1JOZA» 

iR.lujuusKijozan 
uit,  KaJeusKiJoKan 

au,  lajousKljuozan 

OtlHKegllK,  OUflKOgUn 

liijouBRegUK,  laJutiHKeguii 
lajousKogiiboK,  laJeuBSivuiio 

cuBKogiizaK,  eiiRRcguzan 
laJcuHKtí^fuzas,  lajeiisKuguzau 

laieiisKOKubuZAK,  lajuuRK^gubozaii 

z     z 

z      z 

'najeusKijueK.  najeusKijuon 
eutiKijiiüK,  eusRijuou 
lajeusutjiieE,  lajousEíjuen 
güjeusHíjueK,  gaieiisiíijutjn 

lajuusKijueeK,  lajoiisKijucue 

uajenBKíjnezaE,  Da.ieusEijuozan 
eusEijuezaK,  eusKijubZaii 
lajcusKiiuezaK,  laieuBKiiuezan 
gajeusEijuezaK,  gajeusKijuezau 

lajousRijucezaK,  laJousEijuoozau 

nindiiEes.  nicdiiEeu 
naiuduEeK,  iiaiuduKen 

nainduKeeK,  uainduRCOU 

induKOt,  IncluEcuat 

iuduKQ.  induKon 
iudtiKegu,  induEouagu 

iiiduKee.induEeeu 

ginduBczaK,  ginduKCzan 
gaindiiRezaK.  gaindiiKozaii 

gaiiiduKoezaK,  galnduKeozau 

z     z 

ai{,  banajoutBozau 
K,  buountHOzau 
a,K,  balajentsozan 
Z1I.K,  bagajeuntuozan 

zaK,  balajuutRüozan 

búOUSKUK,  boouHKun 
balajeiiBKUH.  balaJoiUKun 

balaJeuKEuboK.  balojaliíiKuno 

boeuRXuzaK.  bceusKuzan 
balajQUBRUzas,  balajeuBKuzan 

balaJouKkubezak,  balajeuakubezan 

■-       - 

z  '   z 

baiiBJeutseK,  bauajeiitsoii 
beountseK,  beeunttíen 
halajeuts^K,  balajeutsea 
bagajeuuíseK.  bagiijeiintsen 

balajeutseeK,  balajoutseuo 

banaJoíitsezaK.  bauajeutüezin 
beeuutsozaK,  beeuutsezau 
balajeiitsezaK,  balajeutsezau 
bagajeuDtsezaE,  bagajeuutsezau 

balaJcutseezaK,  balajeutseezan 

bauiuduE,  baniudun 
bauaiuduE,  bauaínduu 

banaiudubeK,  banainduben 

baiudut,  baindunat 

baindu,  baiudun 
baiudugu,  biüuduuagn 

baindubo,  baindune 

baginduK.  bagtndtin 
ba^faindiis,  bagainduu 

bagaindubeK,  bagatnduben 

_- — -_ 

I.  yaroaKonadBZ 
daroasoEan 
yarüaKuüaii 

Z,  yaroaKoiiagu/. 

i,  yaroaKOüzan 

daroaguK.  daroacun 
yaroagiiK,  yarojgun 

ym-oaguoK.  yaroagitcii 

daroagiizaK.  daroaguzan 
yaroaguzaK.  yaroaguzaii 

yaroaguoxax,  yaroaguczan 

z     z 

z     z 

yavooKoet,  yai-oaKoenat 
daro:iKoeE,  daroanoen 
yaroaKoeK,  yaroaHOBn 
yaroaKoejíu,  yaroJKoeuagu 

ya  oaKoceK,  yaroaKoeeu 

yaroaKoedaz,  yaroaEoenadaz 
daroaKoezaE,  daruaEoezan 
yarottKoozaK,  vitioaKoezaa 
yaroaEoegiiz,  yaruaKoenaguz 

yaroaEooczaK,  yaaoaEoeezan 

uayaroaE,  nayaroau 
nayaroeK.  nayaroen 

aroat.  aroanat 
aiottgu,  aroaiiagn 

garoazaK,  garouzaii 
gayai-oazaK,  gayaroazau 

gayaroczaB,  gayaroozan 

¿au,  iiayuroaKonazan 

.  yeroaKoiiazau 
au,  gayoruauünazan 

,  yoroaKúuuzau 

oroaguan,  oíonf^uuan 
yeroaguau,  yüroagunan 

yoroaguon,  yoroagunon 
cgigus,  ogigun 
büjtigiguR,  bt'Jegigun 

bojogigubeK,  bologigunt 

orooguazaQ.  croaguuezau 
yoroaguazan,  yeroagiiuazan 

yoroagiiozaii,  yoroaguoezan 

~      ~ 

z     z 

nayorojKoen,  nayeroaKoeuau 

yeroaKoeu,  yeroaKoeuau 
gayeroaKoen.  gayeroaEoenan 

yeroaKoen,  yeroaKoeuen 

nayeroaKoezau.  nayeroaKoeuazan 

yeroaKoezau, yeroaKoenazan 
gayeroasoezan,  gayeroaEoonazan 

nayeroaan,  uayeroanan 
nayeroeu,  nayeroaneu  . 

ci-oadan.  oroauadan 

eroan,  oroauau 
eroagun,  eroanaguu 

eroen,  eroaneu 

gcvoaazait,  gcroauazan 
gayuruiazau,  gayoroaiiazan 

gayeroüzaD.  gayoroanozan 

—I— I— 

Jozan 

büjegijoieau 

,  bojogijuezan 

egiguzaK.  osiguzan 
beJegiguzaK,  bejegiguzaii 

bejegigubezaK,  bejogfgtibezan 

z     z 

z      z 

egijuoK.  egijuen 
bejegijueK,  bejogijuea 

bejegijueeK,  bejogijuene 

egiinozaK,  egijuezau 
bejegijuezaE,  bejegijuezan 

bejegijueezaK,  bejegijueezaa 

uagiE,  nagiu 
uajegíE,  najegin 

uajegijeK,  iiajegijen 

agí,  agin 
"agije,  agina 
agidan,  agintdan 

agi=an,  a«¡iiau 
agiguu,  aginiigun 

agijcn,  agineu 

gagizaE.  gogizaii 
gajogizaK,  gajogízan 

gajogijozaB,  gajogiiozan 

ca.>i¡azau,  rasinazau 
t;ajagi¡azan.  gnjagluazaa 

gajaa'jeezan.  ga;agiuezan 

,  jagijonadazau 

doRÍJouazau 

agijouazau 

.  jagijouaguznu 

jagijuuezau 

dagfgubau,  da^icunan 
jagigubau,  jagigunau 

jagiguboD.  jagigtiuou 

dagigubazan.  dagígunazau 
jagigubazau.  jiigigunazau 

Jogigubuuzau.  ja^i^'uuc-Kau 

z     z 

z     z 

jagijiieodan,  jagijuenudau 
dagijuoeu,  dagijueuan 
jagijueen.  jagijuonaa 
jagijueeguu,  jagijueuagun 

d  gUueeen,  dacijueuen 

jagijueedazan,  jagijuenadazan 
dagijueezaii,  dagiiueuazan 
jagiiueezan.  jagijueuazan 
jagijueeguzan,  jagijueuaguzan 

iagijueeezanjaííijuenezaa 

nagijan,  uaginan 
najagijau,  uajaginau 

najagijeen,  uajagiueu 

n,  ua)Qiigijouazaii 
oiigijouazau 
etíijoimzuii 
u,  iiajungijounztiu 

jogijouezau 

cngigiiban,  oiik'iguDau 
juKit-iibaQ.  jegiRiiimn 

joyignbtitii.  jt-gitíunoii  _^  ^ 

engigubazaii.  ■  ugigiinazan 
jogigiibazaii.  jogigunazan 

jogiRiibcL'Jiau.iegigiiueZín     __ 

=     z 

z      z 

Qajeugijueen,  najengijucuan 
eugijueen.  engijucnau 
jegijueen.  jegijueuan 
gajeugijuoen.  gajeugiiuenau 

jegijueeen.  jesijueuen       _  _ 

najeugijueezan,  najengijuenazan 
eugijubezan,  engijaenazan 
jegijiieezm,  ¡egijuenazan 
gajeugijaeezau,  gajeugiiiienazan 

jegijueeezau.jegiiuenezan 

neugijan,  ueoginan 
najengijan,  najenginan 

najengi¡een,  najenginon 

engidaD,  eneinadau 

ongfjan.  «ngirian 
(-■iigigiiQ,  engiuagun 

engijoii,  enginon 

(Teii'iíjazan,  goneínazau 

gajcn^ijazan,  gajonginazan 

gaienjiijeczaii,  ca'cngiuozan 

CUADRO  VIII. 


Flexiones  correspondientes  al  tratamiento  familiar  de  la  voz  intransitiva  del  verbo  bizcaino. 


ll    - 

(M  categoría.) 

(2>  cateflorií.) 

(S.ft  categoría) 

(4.a  cateqoria.) 

(6.»  categoría.) 

(6.*  categoría.) 

[7.»  categoría.) 

ATIVO. 
1.  Pretentg 

(loK,  don 
(¡aituK,  gaituu 

dituK,  ditun 

acbat.  acbatan 
jataE.  ¡atau 

jatazaE, jatazan 

nochatac,  n achatan 

jataa.  jaiaan 
gachataaz,  gachataasan 

jataaz, jataazau 

nachaEOE,  nacbaRon 
acbaEO,  achason 
jaECK,  jaEon 
gachaEozaE,  gacbaEozan 

jaEozas,  jaEozan 

acbaKu,  achasun 
jaEuE,  jaKiin 

jaEüzaK,  jaxuzaa 

z     z 

nacbaEfíOK,  nacliaEee» 
acliaEüo.  achaKoen 

jaEceK,  jaKceii 
gacbaEeezaE,  gac)mK-.'ozan 

jaEeczaK  JaKoczan 
niucliaKoian,  nínc)iaK«tcnan 
iuKlmKeon.  incliiiKuenan 
jaEeian,  jaEeentin 
ginchaEtíiazan,  gmch  i  Eucnazan 

jaEoiazau,  jaRoouazau 

1.  INDÍC 

2.  PreMrilo 
impwlocto. 

nintziían,  iiíotzoDaa 
iutzaD,  intzanan 

giutziíazau,  eintzonazan 

incbatau,  iiicbataiiaii 
jataau,  jatanan 

jataazan,  jatanazaD' 

ninchataaD,  niucbítanaii 

jataan,  jatanan 
gincbataazan,  gincbataauazan 

jataazan   jataanazau 

nincbaEuan,  níncbaEonau 
ÍQchaKon.  inchaKonau 
jaEuan, jaEonan 
giuchiKuazan,  giucbaaouazAn 

jaEuazan.  jaKonazan 

incbaEUu,  incbaEuuau 
jaKubau,  jaEunau 

jasubazan.  jaEunazan 

z      z 

!  ,     ll 
i    _y 

1  Mi 

■U    íi 

-8=     á 

iiujaitoKCK,  iiBJaitcEeu 
aitoKe,  aitüKun 
jaittiBúE.  jaiteKen 
gajaituEozas.  gajaitesezan 

j&ituKezaE,  Jaitesezan 

aEÍEet,  asiKenat 
jaHiKedaE,  jaKiEedaii 

jaEiEedazaK,  jaEÍKedazau 

uaciKeE,  iiaEÍEen 

daEÍECE.  dasiseu 
gaEÍEezaK,  gaKiEezau 

daBÍEezaE,  daEÍEezan 

najaKíEijoK,  najasÍEijon 
aEísijo,  aKÍKijoii 
jaEiEijoE,  jaKiEijon 
gajaEisijozaE,  gajaEÍE¡joaau 

jaEÍEijozaK.  jaEiEijozm 

aEÍEegu,  aEiKegun 
jaEÍBegnE,  jdEiEegun 

jaEiEeguzaE,  jaEÍEegnzaii 

1      z 

najaKÍKijnuK.  najaKÍRijiicn                       ] 

jaKÍKljtluE,  jaEÍKijuoii 
gHjaEíKijuezaK.  gujaEÍEijucz-in 

j:\KiEij:iozaE.  jaKixijueean 

naiutoKOK,  Daintexeu 
eiiituEO,  oiutcEcn 
laitoEoK.  laituEcn 
gainU<KezaE,  gaiiiteEezan 

laitoK«ziiB,  laitekezan 

einKiKHt.  eiiiKiEodan 
lajeiBiKiadaK,  lajeÍEíEedan 

lajeiKiKíaaaZAKTTftíeiaiEedazan 

neinEiEiaK.  neinEÍEiiiu 

eiiiEiKiaK,  einEisian 
geiuKÍKiazaE,  geinEíEÍazan 

najeinKÍEijoE,  uajeinKiEijon 
eíuKikíjoE,  einEÍEijou 
lajaiKÍEijoK,  lajeiKÍEijon 
gajoinEÍKÍjozaE,  gajeinKÍKijozan 

lajeiKisijozaE,  lajoiKiKjozan 

eiuEiKegu,  einEiEGgun 
lajeiKiEoguK,  lajeiKiEegun 

lajeisiKeguzas,  lajeisisegiizan 

z     z 

iiajoinEÍEÍjueK,  uajeinRiKijueu 
cinEÍKijuuK,  einEÍEijuon 
lajeiKíEiineK,  lajeíEÍEijuen 
gajtíinKiRijuozaKigajtíinKlKlJuozun 

lajeiRíEijuezaE,  lajoiRiRijuezan 
nindiaEijuL'E,  uiucbuRijuoii 
inehaE  juo,  íncliaEijuen 

gintzaRijuezaR,  gintzaRíjuez  n 
litzaEiiuozaR,  ¡jtzaEijuezai; 

nintáMGKíK,  iiiDtzatuEen 
intzftteko.  ilitzatíísen 
litzatOKOX.  lítzateKcm 
fiintzaWKezhH.  giutzatoKezau 

litzatoxozftR.  litzateKGzan 

inchaKet,  incbaBüdan 
litzasedaK,  litzaaedaii 

litzaEedazaK,  litzaradazau 

ninchaKes,  ninchiKen 

litzaEGE,  litzasen 
SinchaEezaE.  ginchax«ian 

lilzaKezaE.  ützaKezan 

umcbaEijoE,  niucbasijon 
ínchiKijo,  inL-haEijon 
litzaEijoB,  HtzaBijon 
gincbaEijozaK,  gincbaEijozan 

litzasijozaE,  litzaEijozín 

inchanegu,  inchaKegun 
litzaEeguE,  litzaEegun 

litzaEeguzaE,  litzaEeguzan 

-       - 

bauititzo^t*  baniutzou 
)mintz,^l>aint/on 
balitzoE.  balitzoii 
bagintzoxftK.  bagíntzozaa 

IjalitzozaK,  balitKozaa 

hainchat,  baini&adoa 
balitzadaH,  bal^tzadau 

balitzadazi&,  balitzadazau 

banincbaE,  baniucbau 

balitzaE.  balitzan 
baginchazaE,  bagincbazau 

balitzazaE,  balitzazan 

baniutihaEOE,  bauinchason 
biincbako,  baiufhaEou 
balitzaBOK.  balitz  iEon 
baginchaKOKftE,  bagiurjhaEozan 

balitzaKozaE,  balitzaEozín 

baincbaKu,  baínchaBun 
balitzasuE,  balitzasun 

balitzaEuzaK,  balitzaRuzau 

z      z 

baninchaHoE.  baoinchaKen 
baincbaRo,  ))ainebaE-'n 
balitzaEüR,  babtzaRun 
baginchaEozaR,  bagincbosozan 

balitzaEuzaR,  balitzaRezan 

líJ 

naj-oaK,  nayoan 

yoáic,  yoaii 
gayoozaK,  gayoazau 

oat,  oanat                                    , 
yoataK,  yoatau 

yoatazaE.  yoatazan 

noatat,  noataa 

yoataa.  yoatan 
goataaz,  goatazan 

yoataaz,  yoatazan 

nayoaKOK,  uayoaKou 

yoaKoE.  yoaEon 
gayoaKOzait,  gayoaBozan 

yodEozaE.  yoaEozan 

oaau,  oaEun 
yoaEu,  yoaaun 

yoaEUzaK.  yoaKU2J.n 

-      - 

nayoaReR,  nayoaEOii 

yoaKeR,  yoaRen 
gayuaEtíZüE.  gayoEEOZcn 

yoaEozaE,  yoaEozan 

1(1 

ii    H 

• 

S 

1     1 
^     1 

■  s 

□Inyooaii,  biuyoauan 
itiyoan,  iuyoanan 
yoiaan,  yoiaiiau 
giuyouazaK,  gínyoaazati 

yoiaazan,  yoiauazan 

inyoatan,  iuyoatanau 
yoatoan,  yoatanan 

-    -         r^-s 

yoataazan,  yoatanazan        ' 

uiuyoataan.  ninyoatauan 

inyoataan.  inyoatanan 
ginyoataazau,  gmyoatauazan 

inyoatajsan,  inyoabanazan 

ninyoaEoan, uinyoaEonan 
inyGaEoan,  iuyoaEonan 
yoaE  jan.  yoaEonan 
ginyoaEoazan,  ginyoaEonazan 

yoaEoazau,  yoaKonazan 

inyoaEun,  inyoaKuoan 
yoaEuan,  yoaKunaa 

yoaEuazan,  yoaKanazan 

z     z 

ninyoaReaii,  ninyoaxenan 
inyoaRen,  iiiyoaEenan 
yoaRean,  yoaReuau 
ginyoaKeazan,  ginyoaRonozan 

yoaReazau,  yoaKonazan 

aili,  adi 
bejodiK,  bejedÍQ 

bejoitczaK.  bejeitezan 

aEit.  asidan                    j 
bejoEidaK.  bejeKidan  f 

bejeEidazaa,  bejeEidazau 

beEÍK,  beEiii 
beEizaE,  beEizan 

aBijo,  aKijon 
bejoKijOK,  uejeEijon 

bejeEJjozaE,  bejeKijozan 

FEigu.  aBigun 
bejeEiguE,  bejeEÍgun 

bejeEfguzaK,  bejesiguzan 

z      z 

aRijue,  aRijuen 
bejeRijuüR.  bejeHijuen 

beÍL>EijuezaR,  bejeEíjuezan 

najadm.  najadiuan 
adin.  adinaii 
jadiii.  jadíuao 
gajaitezan,  gajaítenazau 

jaitpian  jaitenazan 

aEidan,  aEidauan 
jaEidan,  jaEidanan 

jaEid.zin.  jaEidanaza» 

noEíjiin,  iiasinan 

daKijau,  daninau 
gaEijazau,  gasinazan 

^aEijazai).  daEinazan 

najaaijuau.  najaEijouan 
aEijon.  aEÍjonan 
jaKíJLtan.  juKijonan 
gajaKijuazau.  gajaEijonazan 

jaEijuazan,  jaKijonazan 

aEiguu,  aEÍguuan 
jaEigubau,  jaEiguuan 

jaEigubazan,  jaEÍgunazan 

z     z 

najaEijneen,  najaRijuenan 

jfiEijueen,  jaKJiuonin                                  j 
g  jtíRijueezan,  gajaRijueiiazari                ¡ 

jaRÍjueczan,  jaRijuouazan 

1 

Dajondin.  najendinan 
ondiu,  üudinan 
i'ídin.  jedinan 
gajíDtiazau,  gajiutenaxan 

itiazau,  jitouazm 

enEidau.  euKidanan 
jeKidaa,  jeEidauan 

jeEidazan,  jeEidanazau 

eoEijan,  euKinan 
genEijazan,  genKinazan 

eDEijazau,  eoEínazan 

najeuEíjuan,  n<jeuEijouan 
enEijon,  enEíjonan 
jeEijuazau,  jeKijonazau 
gajeuEijuazan,  gajenEijonazan 

jegiJLiazau,  jegijonazan 

enKigun,  euEigunau 
jjEigubau,  jeEiguuan 

joKignbazan,  ieKÍ''unazan 

z     z 

najeiJRijueon,  najenHiJuenau 
cuRijuon,  enEíjucnn 
jcKijnecn,  joRíjuenau 
gajc'uRijueozau,  gaieriRijiioiiaiían 

^fe  -^fe-^Ie^^s^Ms^M^I^^^^^Í^ 


Página  21,  linca  22:  cuando  se  coloca  (leli'ás,  sufijo; — cuando 
so  co  ü::a  den  lio,  infijo. 

Fág.  5'2.  Es  lan  ínliina,  tan  profunda,  tan  com[)L'U  la  conexión 
reinante  enlre  un  puei:)lo  y  su  idioma  que,  sin  exigeración  lia  po- 
tlido  decirse:  «cambiar  de  lengua  es  cambiar  de  alma».  La  lengua 
es  el  inslfumenlo  por  medio  del  cu;d  la  personalidad  humana  ex- 
Iciioriza  su  vida  espiritual  en  el  tiempo  y  en  el  espacio:  atacar  á  la 
lengua  es  atacar  á  esa  personalidad. 

Un  tratadista,  de  sentido  muy  co:iservador,  teórico  de  cámara 
de  un  imperio  muy  poco  tierno  para  los  derechos  nacionales,  lo 
reconoce  explícitamente:  «La  lengua  es  el  bien  más  esencialmente 
propio  del  pueblo,  la  manifestación  más  neta  de  su  carácter,  el  lazo 
más  fuerte  de  la  cultura  común ».^ 

La  consecuencia  (pie  de  aquí  se  desprende  s  dta  ala  vista:  «El 
Estado  no  tiene  el  derecho  de  arrancar  á  un  pueblo  su  idioma,  ni 

de  impedir  su  progreso,  ni  su  literatura Proscribir  de  la  Iglesia 

y  de  la  escuela  la  lengua  de  un  pueblo  civilizado,  es  una  amarga 
nijuslicia».^  Las  legislaciones  que  en  más  ó  menos  grado  cometen 
esta  injusticia,  como  la  castellana  y  la  francesa,  son  unas  legisla- 
ciones bárharas. 

Sien  nomhre  del  mero  derecho  natural,  base  del  derecho  polí- 
tico, nos  asiste  razón  pai'a  perseguir  la  d\.'rogación  de  esas  abomi- 
nables leyes,  todavía  estamos  mejor  fundados  para  reclamarla 
en  nombre  de  la  cultura  moral.  Es  un  hecho  que  allí  donde  des- 
aparece la  lengua  euskara,  por  lo  general,  las  costumbres  se  vuel- 
ven ásperas,  desabridas,  violentas;  las  pasiones  se  desordenan,  lo.^ 


1  La  frase  que  vi  dotrás  del  f,'uiüu  e.s  la  que  ha  de  añadirse  al  texto. 

2  Bluntschli,  Theorie  genérale  de  l'ctat,  pág.  77- 

3  Id.    id, 

58 


LX 

iiisUalos  se  desatan,  los  hábitos  se  pervierten.  Donde  imperaba  un 
lenguaje  morigorado  y  respetuoso,  se  escachan  expresiones  soe- 
ces é  inmundas  hlaslemias.  La  facultad  del  res^teto  se  oblitera;  el 
antagonismo  social  surge.  A  la  insolente  grosería,  á  las  tristes  en- 
vidias de  abajo,  resi)onden  el  orgullo  y  el  desdén  de  arriba,  mar- 
cándose de  hecho  en  todas  las  relaciones  sociales  la  división  de  cla- 
ses, fundidas  hasta  entonces  en  li  viva  conciencia  de  la  comuni- 
dad de  origen,  creadora  de  una  práctica  democracia  cristiana.  Los 
gestos,  las  acliiudfs,  his  frases,  los  chistes,  los  cuentos,  los  juegos, 
los  bailes,  las  canciones,  todos  los  elementos  que  constituyen  el 
trato  ordinario  de  la  vida  popular  se  embastecen  y  encanallan;  des- 
pierta la  codicia,  aprende  á  pisotear  lodos  los  frenos;  la  vil  navaja 
se  permite  innobles  venganzas,  y  los  rasgos  de  tan  completa  tras- 
formación  se  van  revelando  incesantemente  con  avasalladora  elo- 
cuencia en  la  estadística  criminal,  que  siempre  ha  llenado  y  llena 
pocas  de  sus  casillas  con  nombres  de  bascongados  que  hablan 
bascuence.^ 

Aun  entre  hijos  del  país,  y  en  mayor  grado  entre  los  que  ajenos 
á  él  no  nos  son  afectos,  pasan  por  quimeras  y  devaneos  de  la 
fantasía  los  esfuerzos  que  desde  hace  algunos  años  so  viene  ha- 
ciendo en  el  país  para  conseguir  la  cultura,  llorecimiento  y  con- 
servación del  euskara.  Nos  hablan  de  no  sé  qué  leyes  de  hierro, 
de  no  sé  qué  evoluciones  fatales,  de  no  sé  qué  corrientes  incoer- 
cibles de  la  civilización  que  la  condenan  á  inevitable  ruina.  Nos 
llaman  idealistas,  soñadores,  románticos.  Nos  dicen  que  ( 1  bas- 
cuence  está  acorralado;  que  es  inútil  pai'a  los  usos  oüciales,  que 
las  clases  ilustradas  del  país  prácticamente  lo  desdeñan  al  valerse 
siempre  entre  ellas  del  castellano  ó  del  francés;  (lue  es  el  habla  de 
la  gente  tosca  é  ignorante;  que  para  expresar  con  él  alguna  idea 
un  poco  elevada  se  hace  preciso  inventar  palabras  que  la  con- 
vierten en  una  especie  deidiomahierático  inisequible  al  vulgo,  por 
lo  que  la  mayor  parte  de  los  escritos  de  alguna  pretensión  litera- 
ria tienen  que  acompañarse  de  peínenos  vocabularios,  para  ser 
inteligibles;  que  la  literatura  conlempjránea  es  una  litei'atura 
amanei'ada,  académica,  IVia,  estéiil;  que  el  fi'ancés  y  el  castellano, 
lenguas  sabias,  administrativas,  literarias,  (¡olíticas, ahogaran  fdtal' 
mente  al  bascuence,  lengua  puramente  familiar. 


1  La  raatoiia  os  odiosa  y  mo  abstcinjío  do  eitav  hechos  y  scM'i.vlar  torritorios.  l'osoo  t>ii  ex- 
traordiiiai  ia  abiiudainjia  daton  jiistitlcativoa,  (]iio  son,  oii  vurilad,  imuieosariotí  jiara  Ioíi  íjuo  üo- 
liouuii  al  I  aíd  dü  vÍ3U.  Uo  diohj  ua  (luita  (juij  odo.s  i>uuL>lo.s  dosüuidkai'izadod  cou!>urvou  ruluvttul»)! 
CualidaUüs. 


LXI 

¡Cuan  tristes  teorías  de  muerte  son  estas!  ¡Qué  decadencia  pre- 
suponen en  las  sociedades  que  las  dan  por  buenasi  ¡Cuan  falsas 
son,  á  la  vez,  como  todas  las  teorías  puramente  materialistas!  Sería 
cosa  de  desespenr  si  á  estos  hechos  (suponiéndolos  exactos  to- 
dos, que  no  lo  sóu),  no  se  les  pudiera  contraponer  el  hecho  verdade- 
ramente luimano,  engendrador  de  mihigros,  la  voluntad! 

Ciertamente  que  el  euskara  es  la  lengua  de  los  humildes;  que 
no  resuena  habitualmente  en  los  lábio>!  de  la  delicada  y  elegante 
dnna  vestida  á  la  última  de  Paiís,  ni  en  los  del  hombre-hem- 
bra siervo  del  pscfmtt,  ni  en  los  espléndidos  salones  del  hotel,  sino 
en  los  labios  de  la  rústica  labradora  d  'scalza,  en  los  d¿[  rudo  y 
atezado  marins»,  engendrador  de  Oquendos  y  Elcanos,  en  las  ahu^ 
madjs  cocinas  de  las  bordas  y  caseríos  monlañeses.  Ciertamente 
que  ese  olor  á  taileí-,  á  brea  y  á  heléchos  que  exhala  no  lo  reco- 
mienda á  la  benevolencia  de  los  que  compenüian  toda  la  existen- 
cia humana  en  un  hgurln  de  modas  ó  en  un  código  de  buenas 
maneras,  ya  pertenezcan  á  los  que  ocupan  naturalmente  los  prime- 
ros puertos  de  nuestra  socied  ul,  ya  formen  parle  de  la  imitación 
grotesca  de  nuestr¿is  clases  medias  recien  pulidas.  Pero  aunque  ese 
mundano  y  huei'o  criterio  constituyi  ni  euskara  en  un  estado  de 
inmerecida  y  anti-patriótica  inferioridad,  no  le  cuadra  á  ese  desdén 
el  nombre  de  causa  fatal,  ni  han  dejado  de  experimentarlo  tampo- 
co oíros  idiomas  posteriormente  reintegrados  en  el  honor  que  les 
corrrespondía.^ 

Los  hechos  de  la  bistoria  nos  demuestran  que  podemos  salvarlo: 
he  aquí  algunos. 

«Tengo  entre  las  manos  una  historia  nacional  (la  Istoria  Roma- 
nilora,  deLauriami),  cuyo  autor  ha  tenido  que  insertar  en  cada  vo- 
lumen un  vocabulai'io  de  palabras  nuevas;  sin  esc  cuidado  serían 
ininteligibles  á  los  lectores...  Por  lo  lanío,  existen  de  esta  suerte  dos 
lenguas,  como  bajo  el  italiano  de  la  Crusca  están  los  dialectos  de 
Italia,  y  bajo  el  fiancésde  Rimneal  pataó  de  las  aldeas,  y  bajo  el 
romano  de  Virgilio  el  lalín  vulgar».^  Los  escritores  rumanos, cuando 
notaban  vacíos  en  su  idioma,  tomaban  en  préstamo  vocablos  á  las 


1  En  este  punto  hay  que  establecer  una  diferencia  entre  el  país  basco-español  y  ol  fran- 
cos. Al  otro  lado  de  los  Pirineos  las  gentes  de  la  buena  sociedad  usan,  bastante  amenudo,  del 
euskara  en  su  trato  mutuo,  y  bástalas  familias  más  distinguidas  cuidan  con  loable  solicitud 
de  que  sus  niños  lo  aprendan. 

La  Kevolución  francesa  aborA  de  un  solo  ffolpe,  radicalmente,  las  viejas  libertades  de  lo.? 
Hasco-francesos.  Estos,  instintivamente  acaso,  se  asieron  con  más  energía  al  v'niico  elemento 
diferenciador  que  les  quedaba.  En  España  asimismo,  el  cultivo  del  bascuence  ha  sido  provoca- 
do por  la  abolición  de  los  fueros.  Lo  que  allí  fué  un  movimiento  inconsciente,  aquí  se  ha  ve- 
riftcado  coa  pleno  conocimiento  de  causa,  aunque  en  peores  condiciones,  por  haber  avanzaiQ 
mucho  la  invasión  del  castellano. 

2  Edgar  Quinet.  Les  Roumains,  púg.  5á, 


LXII 

lenguas  románicas  del  Occidenle;  «así  se  formaba  una  lengua  culla, 
peio  ai'liru'ial,(iueel[)uehlo  (liíírilmenleenlendia.si  es  (jue llegaba <i 
taulo».^  «Los  liiimani)>  al  despei'lar  de  un  lai'go  sueño,  no  encou- 
Iraron  alrededoi' de  ellos  ningún  monumento  escrilo,  ningún  gran 
escrilor  nacional  (jue  diese  teslimonio  de  su  pasado.  En  medio  de 
esa  noche  prol'umla  de  su  hisloria,  no  hallaron  para  oiientarse 
á  través  de  la  especie  humana  más  que  un  eco  tle  la  palabra  an- 
tigua en  la  boca  de  los  aldeanos,  de  los  monlañercs,  de  [osphiessi 
ó  cazadores «."-^  La  lileratma  de  esla  suerte  foi'mada  no  ha  sido  es- 
téril; la  lengua  rumana  vive  y  es  el  órgano  de  una  nacionalidad. 

«Las  reivindicaciones  de  las  nacionalidades  son' la  consecuencia 
inevitable  del  desarrollo  de  la  cuitara  lileraria,  de  la  prensa,  de 
la  democracia.  El  ejemplo  más  curioso  de  esos  renacimientos  na- 
cionalistas se  encuentra  en  Finlandia.  La  civilización  era  completa- 
mente sueca;  el  ünnés,  lengua  desdeñada,  estaba  acorralada  en 
el  fondo  de  los  campos.  Hoy  el  linnés  es  la  segunda  lengua  o/icial. 
La  enseñanza  primaria  se  dá  casi  en  todas  partes  en  ese  idio- 
ma; existe  un  teatro  nacioi^-d  donde  he  oido  cantar .]/(/////«  en  lin- 
nés. En  Gaützia  el  polaco  ha  reemplazado  completamente  al  ale- 
mán, y  cuando  la  última  visita  del  Empei'ador,  el  discurso  de  re- 
cepción le  fué  dirigido  en  polaco.  En  líohemia  el  tcheque  triunfa 
dehnilivamenle  y  amenaza  eliminar  n\  alemán.  Al  abrirse  la  Die- 
ta, el  gobernador  pronuncia  su  alocución  en  las  dos  lenguas.  En 
Praga,  junto  á  la  Univei'sidad  aleniana,  se  ha  creado  recientemente 
una  Universidad  tcheque,  que  es  el  símbolo  del  triunfo  de  la  causa 
nacional. 

«¿Qué  lugar  ocupaba  en  el  siglo  XVlll  la  lengua  alemana,  Qxun- 
do  Federico  11  se  Jactaba  de  ignoraila  y  de  escribir  el  francés  tan 
bien  como  Voltaire?  Era,  sin  duda,  siempre,  la  lengua  de  Lulero, 
pero  no  era  ni  la  de  las  clases  superiores  que  preíeiían  el  fran- 
cés, ni  la  de  la  ciencia  que  se  valía  del  latín.  Hace  cuarenta 
años  el  magijar  era  el  idioma  despreciado  de  los  pastores  de  la 
Puzta.  La  lengua  de  la  alti  sociedad  y  de  la  adminisli-ación  era 
el  alemán,\:x  de  la  Dieta  y  de  las  escuelas  superiores  6'/  laíin.  Igua- 
les comiuistas  del  dialecto  nacional  en  Croacia,  en  liohemia,  en 
Galitzia,  en  Rumania,  en  Servia,  en  Bulgaria.  En  todas  parles,  el 
renacimiento  lil'Míirio  precede  á  las  reivindicaciones  i»olílicas. 

«El  dialecto  esloveno,  el  mási»uro  délos  idiomas  yugo-eslavos. 


1    Quinot,  Les  Roumains,  pA^.  54. 
t   Id.    id.  i)ás.  yy. 


LXIII 

se  liabia  conveilido  en  una  jerga  hablada  solamenie  por  los  al- 
deanos. Líi  lengua  de  la  adininislración,  de  la  lileralura,  de  las 
clases  acomodadadas,  en  una  palabra,  de  la  civilización,  era  el 
alemán.  Todo  el  país  parecía  definilivamenle  germanizado;  pero 
en  1835,  Luis  Gai,  al  fundur  ei  primer  periódico  croata,  dio  la 
señal  de  la  resurrección  de  la  literatura  nacional.  Después  de 
I8i8,  la  concesión  del  derecho  electoral  produjo  la  resurrección 
de  la  nacionalidad  eslovena,  gracias  á  laactividad  intelectual  de  una 
legión  de  poetas,  de  escritoi'es,  de  periodistas,  de  maestros,  y  sobre 
todo,  de  sacerdotes  Jos  cuales  veían  en  el  idioma  nacional  una  ba- 
rrera contra  las  invasiones  del  librepensamiento  germánico.  Eoy 
los  eslovenos  llenen  la  mayoría  en  la  Dieta  déla  Carniola.El  eslove- 
no es  la  lengua  de  la  esencia,  áeipálijito  y  de  la  administra- 
ción provincial.  El  alemán  no  se  emplea  sino  en  las  relaciones 
con  Viena  y  los  documentos  oficiales  se  publican  en  las  dos  len- 
guas».^ 

Las  lenguas,  como  todos  los  organismos  vivientes,  perecen  por 
causas  naturales,  pero  son  las  menos,  como  son  los  menos  los  hom- 
bres que  mueien  de  pura  vejez;  pero  este  no  es  el  caso  de  la  len- 
gua euskara.  Su  fuerza  vital  no  está  agotada:  no  se  muere,  la  ma- 
tan. Proscripta  de  la  enseñanza,  arrojada  de  la  vida  oficial,  víctima 
de  un  tenaz  ojeo  buroci'ático,  huérfana  de  la  menor  protección, 
acordonada  como  un  foco  infeccioso,  sufre  el  mismo  destino  que 
el  altivo  francés  y  el  orgulloso  castellano  sufrirán  el  dia  que  sobre 
ellos  caigan  garras  tan  crueles  y  despiadadas. 

Uno  de  los  lugares  más  comunes  en  boga  actualmente  consiste 
en  aíii-mar  que  las  lenguas  órganos  de  una  gran  cultura,  están 
privilegiadas  para  la  lucha  por  la  existencia,  y  que  puestas  en  con- 
tacto con  las  lenguas  poco  cultivadas,  mecánica  y  fatalmente, 
efecto  de  la  selección  natural,  las  sofocan  y  suplantan,  Pero  la 
verdad  es  que  nada  de  esto  sucede  si  la  lengua  culta  no  dispone 
de  una  fuerza  pública  que  la  preste  su  influencia.  Lo  que  hay  es 
que  existe  una  correlación  frecuente,  pero  no  necesaria,  entre  la 
cultura  de  la  lengua  y  el  poder  del  pueblo  que  la  habla.  Si  se 
analizan  detenidamente  esos  casos  de  supuesta  selección  natural, 
se  ve  que  todos  los  verdaderos  factores  de  ella  son  políticos,  socia- 
les, religiosos,  es  decir,  públicos,  externos.  Allí  donde  el  griego — 
(lue  era  una  lengua  de  hlósofos,  de  poetas,  de  artistas,  de  pensa- 


1    Mr.  Emile  de  Laveleye,  en  la  Revista  de  Ambos  Mundos. 


LXIV 

dores  incomparables,  y  el  órgano  bello  y  perfeclo  do  la  máb  el^íva- 
d),  compleja  y  liiimana  ciiitina  de  la  aiilÍLiiiedad,--so  ba  vlslo  ro- 
deado por  el  latín,  órgano  de  una  civilización  do  segunda  mano  y 
de  calidad  incueslionablemenle  infeiior,  ¡lero  rica  como  pocas  en 
apliludes  é  insirumentos  de  prensión  y  asimilación,  el  griego  pe- 
reció: tal  en  Sicilia. 

Abora  volved  la  vista  á  Oriente,  y  veréis  (lue  al  alemán  no  le  es- 
tá sirviendo  de  nada  el  ser  lodo  lo  que  el  castellano  y  el  francés 
son  respecto  del  bascnence,  y  que  á  pesar  de  Goelbc,  de  Scbiller, 
de  Lessing,  de  Juan  Pablo,  de  Heine,  de  Ilerder,  de  Creutzcr,  de 
Kant,  de  Hegel,  de  Scbopenbauer,  de  Tbibaut,  de  Savigny,  de 
Niebbur,de  Hugo,  de  Slbabde  Scbliermacbcr,  de  Wete,  de  EwaM, 
de  Strauss,  de  Scbleicber,  de  Grimm,  de  Bopí),  de  Üiez,  de  Putt, 
de  Weber,  de  Gregoriovus,  de  Ocrvinus,  de  Mümnisem,  de  Ilum- 
boldt,  de  Yogt,  de  Vircbow,  de  JMozart,  de  Beelboven,  de  AYagner, 
de  Kaulbacb,  á  pesar  de  esa  pléyade  de  filósofos,  de  poetas,  de 
músicos,  de  pintores,  de  sabios  que  lian  creado  la  universal  cul- 
tura germánica,  le  aguarda  el  mismo  fin  que  le  tienen  pronostica- 
do al  bumilde  idioma  de  los  carboneros  de  Val  de  Erro  y  de  los 
pescadores  de  Ondárroa. 

El  bascuence  puede  salvarse y  salvarnos.  Querer  es  poder. 

Su  muerte  no  bay  que  atribuirla  ala  intervención  de  una  ley  fatal, 
superior  á  las  voluntades  de  los  bombres.  La  carencia  de  sentido 
jurídico  de  los  Estados  español  y  fr¿incés,  auxiliada  por  la  tibieza 
de  nuestro  patriotismo,  serán  los  causantes.  Tenemos  el  durecbo 
de  reclamar  la  derogación  de  unas  leyes  que  nos  arrebatan  nues- 
tra misma  personalidad.  Pero  conjuntamente  estanios  obligados, 
por  piedad  filial  y  bonor  de  raza,  á  restauíar  el  imperio  del  euska- 
ra  dentro  del  país  euskaro.  ¿Cómo  lian  de  respetar,  los  ágenos 
aquello  que  los  propios  desatienden  y  abandonan:'  El  pueblo  eus- 
kalduna  verá  si  (piiere  mancbar  su  honrada  y  é[iica  historia,  con 
una  irredimible  y  degradante  abdicación. 

Pág.  59,  linea  ÍO:  véase  la  nota  de  la  pág.  1 1 ! — de  1 1  citada 
obra  de  Diez. 

Pág,  83,.  linea  19.  En  el  texto  figuran,  en  calidad  de  ejiMuplos, 
LAfii  (b)  y  LFA'.E  (g)  "ley".  Táchense,  pues  derivándose  esla  pala- 
bra del  vocablo  lalino  (i'(/e,  hay  permutación  de  o  en  a,  y  no  de 
a  en  e. 

Pág,  102,  linea  1.  Tand)ien  hay  que  suprimir  el  párrafo  relati- 
vo á  ¡a  epéntesis  de  /,/,  cuyo  oiigen  se  explica  posleriormenle  en 
el  texto  al  baldar  de  los  núcleos  verbales  de  las  ilexiones  inlraii- 
sifivas. 


LXV 

Pág.  113,  linea  i  y  siguientes.  Gomo  ejemplos  de  permutación 
de  h  en  h  regislro  dos  ílexiones  guipuzcoanas  y  dos  bizcainas.  No 
hay  tal  permutación,  sino  elisión  de  la  h  é  interpolación  subsi- 
guiente de  b  eufónica  en  las  ílexiones  bizcainas. 

Pág.  114.  linea  2.  Aquí  también  hay  dos  ejemplos  viciosos  de 
permutación  de  h  en  t:  la  sílaba  he  de  la  ílexión  guipuzcoana  es 
característica  de  potencialidad,  y  la  te  de  h  sulelina  de  futuriclón. 

Pág.  114,  linca  :21  y  sigls.  Los  ejemplos  de  permutación  de  t  en 
b  consistentes  en  ílexiones,  no  son  pertinentes;  la  b  es  eufónica 
y  se  debe  á  la  elisión  de  t. 

Pág.  115,  linea  24.  La  permutación  de  h  en  t  figura  entre  las 
esporádicas,  después  de  haber  figurado  entre  las  anormales.  Desa- 
parezca de  entre  aquellas,  y  reclifíí¿uese  en  vista  de  dicha  esclu- 
sión  el  cuadro  general  de  las  permutaciones. 

Pág.  124,  linea  2í.  Hay  que  tachar  el  ejemplo  arbizura  «á  Ar- 
bizu».  La  r  no  es  eufónica  aquí,  es  orgánica;  pertenece  al  su- 
fijo ra. 

Pág.  158,  linea  19.  Jaixkotiar  además  déla  acepción  «deísta» 
posee,  con  carácter  más  general,  la  de  «devoto». 

Pág.  165,  linea  22.  El  pronombre  reren  indica,  no  que  las  co- 
sas poseídas  son  muchas,  sino  que  los  poseedores  son  varios.  Pa- 
ra expresar  «suyos»  cuando  el  poseedor  es  único,  hay  que  valerse 
de  BEREAK,  y  cuando  son  más,  de  berexak.  La  diferencia  entre 
BERE  y  BEREN  exisle  en  los  dialectos  bizcaino  y  guipuzcoano;  el  la- 
bortano  y  el  sulelino  se  valen  de  bere  siempre,  ya  se  trate  de  un 
solo  poseedor,  ya  de  muchos. 

Pág.  23'2,  linea  4  y  sigts.  Dije  que  en  la  aglutinación  del  sufijo 
pluralizado  etaz  se  introducía  e  epentética  cuando  el  nombre  ter- 
minaba en  consonante.  Fué  por  inadvertencia.  La  simple  lectura 
de  !as  palabras  con  etaz  revela  que  esa  e  pertenece  á  la  abun- 
dancial. 

Pág,  238,  linea  G  y  sigts.  Las  formas  indefinidas  del  limitativo 
llevan  el  suíijo  abundancial  contraído  ta,  lo  cual  no  impide  que  se 
confundan  con  las  definidas  plurales  de  palabras  que  terminan 
en  consonante,  las  cuales  requieren  ede  ligadura;  así,  lurretara- 
Ño  podrá  significar  «hasta  rasa»  y  «hasta  Jas  casas».  No  cabe  se- 
m.'Jante  confusión  en  las  palabras  que  acaban  en  vocal:  begitara- 
Ñü  «hasta  ojo»  y  BEG1ETARAÑ0  «hasta  los  ojos»  Téngase  muy 
presente  el  final  de  la  nota  á  la  pág.  240,  desde  el  guión. 

Pág.  263,  linea  9  y  sigts.  La  primera  regla  fonética  de  la  aglu- 
tinación de  raT,  ra  á  los  pronombres,  esttá  tan  pésimamente  for- 


LXVI 

iniil:i(l:i  ({;iú  vioiic  á  tlí^ir  (j  i'a  l'i  e  de  lír.v  sj  olidi  I'ikí.m  d.i  los  ci- 
sos  011  (lue  no  se  elide.  Lo  ([iie  djbí  y  (¡ais^  decir  e;  lo  slgiiienle: 
«Los  lu'onoinhres  hM'minados  eo  vocal  provocan  la  elisión  de  la  e 
de  la  ahiiiidaiicial  ki'a,  íiieri  d.i  los  caso;  e.i  [iie  el  si;jiiiilicado  del 
dichos  pronombres  es  |)liiral.  E\  pronombre  GU  que  hace  gutaha 
coiisliUiye  una  escepción  de  1 1  ([iie  les  tocaba  h  icei'se  cargo  á  las 
observaciones. 

Pág.  á95.  Entre  las  partículas  ([ue  sirven  para  formar  nombres 
adverbiales  dejé  de  incluir  á  xa  ó  ña;  ésta  se  une  á  los  nom!)res  lin 
número.  De  sus  funcionas  da  completa  idea  el  siguieide  ejemj)lo: 

DMNl'ORA  AUTAN  ARKUME  BP]UR1TAKÓAK  EROSTE.X  ZlllAN  LAUNA 
E1\UHALEA.\.  GAZTA  ERE  BAI  LIBRA  BOST  KOARTOAX.  ARDÍ  LAUUÚAK 
ZORTZIÑA  KOARTO.    ARlvUMEEXAK  iUJSTXA.    «Eli    aiJUel   liem[)0    loS 

corderos  recentales  se  compraban  á  cuatro  reales.  También  el 
([ueso  en  cinco  cuartos.  Las  pieles  de  oveja  á  ocho  cuartos.  Las  de 
los  corderos  á  cinco ».Míat  piei'dela  dental  y  baxa  significa  «ca- 
da uno»;  emaxgo  dizkizutet  eun  SAGÁUBAXA,  ><os  '!aré  á  Cada 
ciento  de  manzanas «. 

Pág.  302,  linea  5  y  sigls.  La  redacción  de  este  párrafo  por  erra- 
la  de  imprenta  (la  repetición  de  elkaruekix  que  ocupa  el  puesto 
([ue  le  correspondía  á  bakaurik)  y  por  omisión  de  concepto  resul- 
la oscura  y  deficiente.  Debe  sustituirse  con  la  que  sigue:  «Entre  es- 
tos adverbios  se  ven  algunos  cuya  composición  no  es  común;  los 
que  llevan  los  sufijos  kix,  ík  y  tik.  Propiamente  hablando  no  son 
lates  adverbios;  elkabreklx,  por  ejemplo,  es  un  nombre  colectivo 
en  unitivo;  bakarrik  un  adjetivo  en  interrogaüvo-negativo;  aitzi- 
TiK  un  sustantivo  en  separativo-',  etc. 

Pág.  358,  lineas  3  y  4.  En  los  dialectos  guipuzcoano,  libortano  y 
suletino  el  supositivo  del  potencial  está  deri\ado  inmediatamente  de 
las  flexiones  potenciales,  mediante  la  eliminación  dcKE.  Así  se  e.\- 
[)lica  que  haya  conservado  el  sentido  potencial,  depués  de  perder 
el  elemento  característico  de  e-e  modo.  Pei"o  esto  no  li.Mie  lugar 
en  la  actualidad  de  un  modo  general  más  que  en  el  dialecto  sule- 
tino. IKUSI  badeza,  iKi'si  baleza  signilican  en  los  dos  dialectos 
«si  él  lo  ve»,  »si  él  lo  veía  ó  lo  viese»,  v  en  suletino  «si  é  I  lo  puede 
ver»,  «si  él  lo  podia  ó  lo  pudiese  ver».  Para  expresar  estos  coii-ei»- 
los,  los  dos  dialectos  echan  mano  de  las  formas  diibilalivas  iiol 
potencial,  ikusi  badezake,  ikusi  balezake.  En  bizcaino  la  deri- 


1     Iztueta.  Gipuzkoako  Konflaira,  im<r.  172. 


LXVII 

vacióii  no  se  ha  veriti;a(lo  del  potencial,  sino  del  subjuntivo,  así  es 
quejimás  ha  tenido  en  ese  dialecto  el  signilioado  que  conserva  en 
süleiino:  es  un  verdadero  supositivo  del  presente  en  la  forma  y  en 
el  sentido,  mientras  que  en  guipuzcoano  y  laljorlano  lo  e:>  hoy 
únicamente  en  el  senlido.  Atendiendo  al  rigor  de  la  forma  y  al 
signiticado  suletino  era  plausible  que,  á  reserva  de  la  presente 
aclaración,  constituyese  con  las  flexiones  baüeza,  etc.,  baleza, 
etc.,  el  modo  supositivo  del  potencial,  pei'O  de  ninguna  manei'a 
debí  incluir  en  él  á  las  flexiones  bizcaiuas  badagi,  balegi,  á  las 
(¡ue  les  correspondía  de  lleno  un  supositivo  del  indicativo.  Todo 
lo  dicho  es  aplicable  á  la  voz  intransitiva,  y  por  referirse  á  una 
confusión  de  verdadero  alcance  práctico  no  quiero  dej  w  de  disi- 
parla. 

Pág.  359,  linea  10  y  sigts.  En  la  enumeración  de  los  tiempos 
compuestos  que  trae  el  Príncipe  Bonaparle  en  su  Verbo  Bascon- 
gado  dejé  de  incluir  seis,  dos  por  omisión  de  copia  y  cuatro  p jr- 
que  no  üguran  sus  flexiones  en  el  Sétimo  cuadro  preliminar  de 
esa  obra,  debido  á  ipie  no  pertenecen  á  los  dialectos  literarios  y 
á  estúr  esla  sección  relegad  i  <á  la  tercera  parte,  todavía  inédita,  de 
El  Verbo.  Pero  como  en  1 1  nota  delapr^g.  359  hablo  de  los  91 
tiempos  del  Príncip;^  no  sale  la  cuenta.  Gracias  á  la  perenne 
amabilidad  del  insigne  bascóOlo  puedo  hoy  reclificar  mi  texto,  es- 
tractanrlo  las  notas  que  se  sirvió  remitirme.  Los  tiempos  omitidos 
involuntariamente  llevan  los  ni'rneros  15  y  8  t-  en  el  Cuadro  ;>/■(?//- 
ííimar:  15.  IIvUSI  IZAXGO  ZUEX  (g)  ikusi  izanen  zuen  <'I)  «él  lo 
habría  visto  (futuro  pasada  anterior,  del  indicali^o);  8í-.  ikusiba- 
LEGiKE(h)  «si  él  lo  viese»  (futuro  del  supositivo  del  potencial  condi- 
cional). Los  otros  cuatro  tiempos  (¡ue  na  pule  incluir  en  mi  nota 
hasta  conocer  sus  ílexiones  son:  78.  iKUSí  balez  (a.  n.  m.)  futuro 
absoluto  del  sup jsitivo  d.'l  potencial  condiciona!;  81. 1KÜSI¡\()  ba- 
'LEf.  (a.  n.  m  ;  f  ituro  doble  d^'l  mismo  tiempo;  82.  iKUSl  I'.AIN  BA- 
LEZ (a.  n.  in.)  futuro  dable  an  crior  del  mismo  y  83.  iiíUSí  iz.víN 
BALE/.  (.1,  n.  m.)  futuro  doble  absoluto  del  mismo.  Las  denomina- 
ciones son  lis  del  Príncipe.  En  la  m.jncijnidi  nota  hay  varias  repe- 
ticiones de  tiempos;  unas  proce.l  'ii  de  ügurardos  veces  el  tiempo 
en  la  nota,  y  otras  de  Ügurai'  ea  éjta  y  ea  el  Cuadro:  bast  i  que 
el  lector  esté  prevenido. 

Pág.  360,  linea  18.  No  existe  en  suletino  el  tiempa  compuesto 
IKHUSI  üKEX  LüKE  quc  SO  mencíoua. 

Pág.  387,  linea  21  y  sigts.  Que  unas  ílexiones  derivadas  del  po- 
tencial y  reforzadas  con  el  verbal  ÁL  «poder»  posean  el  signiüca- 
do  de  un  simple  dubitativo  del  indicativo  presente,  á  tenor  de  mi 


LXVIII 

adición  y  corrección  á  la  pá^^ina  ¡i.líS,  parecerá,  y  es  rcalinenleex- 
Iraordiiiario.  Algo  conseguirá  aminorar  la  sori)resa  que  causa  un 
resultado  lan  inipreviálo  é  inadecuado  á  los  elementos  que  lo  pro- 
(.lucen,  la  reílexión  de  (pie  el  concepto  «|)oder»  no  solo  indica  la 
lacidtad  de  ejecutar  una  acción,  sino  también  la  posibilidad  de  que 
acontezca  un  hecho:  «yo  p;iedo  comer»,  «puede  que  llueva».  Así 
se  ex[)lica(iuj  ikusi  al  ij.U)i<]/.a  signüicando  elimalógicimenle  «si 
el  lo  puede  ver»,  haya  venido  en  la  práctica  á  signiücar  «si 
yo  lo  veo » . 

IVig.  450,  |in'3a  18  y  sigls.  Temo  ([ue  mi  explicación  del  texto 
no  sea  l)astante  clai'a  para  formar  las  Ihxiones  del  pasado  deiZEKi. 

Su  núcleo  es  izeka  y  le  preceden  n,  zea  y  z,  afijos  de  los  suje- 
tos singulares;  la  piimera  persona  del  plural  prísenta  la  particu- 
laridad de  llevar  como  prolijo  z;  ya  y  te  van  co  nj  siilijos,  distin- 
guiéndose la  segunda  persona  de  plural  de  la -tercera  del  mismo 
número  en  (pie  el  prolijo  de  aquella  es  zeñ  y  el  de  ésta  3.  Todas 
ellas,  naluralmente,  ternonan  en  n. 

Vág.  485,  linea  6  y  sigts.  La  verdadera  diferencia  morfológica 
entre  las  flexiones  ile  la  undécima  calegoiía  del  labortano,  y  la 
del  guipuzcoano  radica:  i."  en  el  cndurecimienlo  de  la  sibilante 
del  tema;  '-2°  en  el  Cinpleo  del  sufijo  pluralizador  zte. 

Pág.  582,  linea  20  y  sigts.  De  lo  dicho  en  el  lexto  se  iníiere  que 
la  diferencia  entre  el  alijj  epentético  y  el  pleonáslico  consiste  en 
que  el  primero  es  considerado  b:ijo  su  aspecto  histórico,  y  el  se- 
gundo bajo  su  «aspecto  aclual. 

l*ág.  031),  lineas  10  y  sigts.  Debió  de  incluirse  en  éste  lugar  la 
3.*  categoría;  va  por  nota  en  la  pág.  071. 

l*ág.  072,  linea  9  y  sigls.  El  p:ii'rafo  del  texto  adolece  de  oscuri- 
dad [)or(pie  no  se  especiíican  las  floriones  de  su  referencia.  «El 
alijo  /:;  pluraliza  á  il  en  la  flexión  DAKirzoN,  y  [)or  ügurar  con  z 
singular  en  zakitzox  viene  á  coexistir,  etc.» 

IMg.  700.  I/;  t>)rma  conjunüva  se  usa  también  en  sustitución 
de  los  gerundios  castellanos;  ésta  consirucción  es  Uiuy  común  en 
el  Nueoo  Testamento  de  Lizarraga:  eta   handik  híauaiten  zela 

JESUSEIv   IKUS    ZEZAN    (ii/.0.\  n.VT   PEAílE  LEKU.VN   lAUniA,   MATUEII 

nnrrzícx  zenik,  «y  |)asin¡lo  Jesús  de  allí  vio  a  un  hombre  (¡ue  es- 
taba sentado  al  banco,  llam;ulo  Maleo».  ET.v   .m:si's   iiAxniK   m.v- 

ÜAITEN  zela  lAUUElKl  IZAN  ZAIZKAN    MI    ITSU    OlllUZ    ZCIulela    ETA 

zioitela  «y  t>as;uidi)  .Jesús  de  ai[uel  lugar  le  siguieron  y\()í<  ciegos, 
gritando  y  dicicMido». 


LISTA  DE  LAS  OBKAS  Y  PUBLICACIONES 


CITADAS  EN  EL  TEXTO. 


Aizkibel  (D.  J.  Francisco  dej.  Diccionario  Basco- Español,  lilii- 
lado  Euskeratik  cvílciara  biurtzcko  ilzleyia,  Tolosa,  año  1883. 
Editor  é  impresor  D.  Ensebio  López. 

Arcliu  (J.-B.).  La  Fontainarcn  alcghia  berJieziak,  neurí-hilzcz 
franzescíik  uskarara  itzuliak.  La  Rcollc,  año  1848.  Impresor. 
Pasquier. 

Astarloa  (D.  Pablo  Pedi'O  de).  Discursos  filosóficos  sobre  la  len- 
r/ua  primitiva,  ó  Gramática  y  análisis  razonada  de  la  euskara 
ó  bascuence,  Bilíjao,  año  1883.  Impresor,  D.  Pedro  Velasco. 

Id.  A[iologia  de  la  Icnyna  bascongada,  ó  cnsai/o  crítico- fdosó- 
fico  de  su  perfección  y  antigüedad  sobre  lodas  las  que  se  cono- 
cen: En  respuesta  á  los  reparos  propuestos  en  el  Diccionario 
geográfico  Iñstóricode  España,  tomo  segundo,  palabra  Sabarra. 
Segunda  edición.  Bilbao,  año  1882.  Edilor,  D.  Pedro  Maria  de 
Merhidel  y  Lasgoilia.  Impresor,  D,  Pedi'o  Yelasco. 

Axular.  Gueroco  güero,  edo  arimiaren  eguitecoen  gueroco  utz- 
teac  zembat  caite  el  a  2origait~  dak/iarqnen.  Edicione  berria, 
garbitud,  clnuliendua  etabere  baithaco  ordenan  emana.  V>\\\y)- 
na,  año  I8G4.  im4)rcsor,  Y^®  Lamaignére. 

BenioL-w  (Lenis).  Apcrcu  general  de  la  science  comparatice 
des  langues,  pour  seroir  d'  iniroduction  á  un  traite  tfjmpuree 
des  langues  indo-européennes.Viwis, imo  1858. Librería  A.Onraiid. 

Bonaparlc  (el  Principe  Lonis  Lucien).  Le  Yerbe  basque  en  la- 
bleaux,  accomp'igné  de  notes  grammaíicales,  selon  les  huit  dia- 
lectes  de  C  euskara:  Le  guipu2coan,  le  biscaien,  le  liaut-nava- 
rrais  meridional,  le  labourdin,  le  basnavarrais  occidental,  )e 
bas  navarrais  oriental  et  le  souletin;  avec  les  difj'érences  de 
leurs  sousdialectes  et  de  leurs  varietés.  RecueUli  sur  les   lieux 


LXX 

mi'mes  de  la.  hoichc  íIcs  gens  de  la  eampagne,  dnns  cinq  exciir- 
sions  liuíjiu'stitjues  ftiites  dans  les  se.pt  proriuces  h.isqiies  í/'  Es- 
}>(i!/ne  el  de  Franee  pcndant  les  anees  IHüV),  1857,  i  800,  1807, 
1801).  Londres,  a  fio  i8()9. 

Id.  lieinarques  sut  plnsieiirs  assertions  de  M.  Abel  IkvelacquJ 
eoneeriuinl  la  hmgue  busque,  aecoitipagnées  d^  obséivad'ons  gra- 
imtialicales  el  bibiiographiqíies.  (IvXlraiL  ele  l;i  «licviio  de;  IMiilolo- 
gic  el  d'  Elliiio.uraphie, »  publiée  por  Cli.  E.  de  Ujfalvy.Toiiie  deu- 
xieiiie,  i\o.  ;j.  Vims  1870).  Londres,  1870. 

Id.  Obseiidtions  sur  le  basque  de  Foniarabie,  d'  Irun  ele. 
París,  afio  1877.  Ernesl  Leroiix,  edilor  de  la  Sociélé  philolo^iíiuo 
ele.  Aeli's  de  la  sociélé  pliilologiipie,  lome  VI.,  N."  ^.-Decembrc 
1870.  Le  l'iiy,  (i[)Oíiraíia  M-P.  Marcliessoii. 

Jd.  Note  sur  eertaines  remarques  de  iM.  A.  Liichaire.  Londres, 
21  Jniiio.  año  1877.  (La  lengo  eiiciiadei'nad  i  sin  cubierta,  y  no 
puedo  dar  mas  detalles.  Probablemente  se  trata  de  una  publicación 
idéntica  á  la  anterior. 

Id.  liínifirques  sur  eeifaines  notes,  eertaines  observations  el 
eertaines  correetions  dont  M.  J.  \lnson  á  aeeonipagné  I'  Essai 
f^nr  1(1  langue  basque  par  F.  liibanj.  (Piuis,  1877.  Franck).  (Ex- 
Irait  des  «Acles  de  la  Sociélé  philologique».  Tome  Vil.  n.°  ^.  Pa- 
rís 1877).  Londies,  año  1877. 

Id.  Langue  basque  et  langues  finnoises.  Londres,  año  1802. 

Id.  Obserr aciones  sobre  la  leí/  de  la  afinidad  de  las  vocales  en 
el  vascuence  de  Lizaso,  valle  de  Ubania,  provincia  de  Xaoarra. 
Uevisla  Euskara.  Año  cuarto.  Pamplona,  año  188  L  Impresor  1). 
Joa([uin  Lorda 

Id.  Observaciones  sobre  el  vascuence  de  algunos  ])ueblos  del 
valle  de  la  Burunda.  Id.  id,  id,  id. 

Id.  Observaciones  acerca  del  vascuence  de  Valcarlos.  Id,  id,  id. 

Id.  Observaciones  acerca  del  vascuence  de  ¡lelelu.  Id,    id.  id. 

U\.  Carie  des  sept provinces  basques,  inontrant  la  deliniila- 
tion  actnelle  de  I'  euskara  et  sa  división  en  diulecles,  sous-dia- 
lecfes,  et  varietés.  Londres,  año  1803. 

Hopp  (Francoisj.  (iroinniaire  coniparée  des  langues  nido-eu- 
ro¡)rnn."s  cdniprenanf  le  sanscrit,  le  zend,  /'  arniénien,  le  gree,  le 
lalin,  le  lilhunnien,  /'  anden  slave,  le  gothiqne  el  /'  alleiunnd. 
Traducida  por  M.  ¡VÜchel  Hreal;  i  tomos,  precedidos  cada  uno  de 
una  Introducción  del  traductor.  París,  año  18r»0.  Librería  de 
L,  llaclielle  et  {>'. 


LXXI 

Broca  (elDoclor).  Sur  I'  origine  el  la  repartition  de  la  langiie 
basque.  Paris,  año  1875.  Revuo  d'  anUii'0[)ologie,  tomo  IV. 

Cardaberaz  (Padi'e  Aguslin  de).  Easquerareii  berri  oiiac:  eta 
Olido  escribitceco,  oiido  iracurteco,  ta  ondo  itzeguiteco  erreglac: 
Cura  Jann,  ta  Escola  Muisu  Celosai  Jesnseii  Compaüiaco  Aita 
Aguslin  Cardaherazec  esquentcen,  ta  dedicatrendie.tenac.  Vixm- 
ploUcí,  ano  1761.  Antonio  Castilla,  libi'cro. 

Challo  ct  d"'  Abbadie.  Eludes  gtainniaticales  sur  la  langue 
euskarienne,  Paiis,  abo  1830.  Arllius  Herlrand,  librero.  Imprenta 
y  fundición  de  I\ignuux. 

Chaignet  (A.  Ed.)  La  pJulosophie  de  la  science  du  langaje  étu- 
diéedans  la  formation  des  niots.  Paiis,  año  1875.  Libi'ena  aca- 
démica de  Didier  el  G'^ 

Dariigol.  Dissertation  critique  ct  apologrtique  sur  la  langue 
basque.  Ikiyona.  Iniprcnla  de  iJnliart-Fauvel. 

Diez.  (Frédéiic).  Grauímaire  des  langues  romanes.  Tradacida 
por  AI.  i\J.  Angiisle  Brachel,  Gastón  Paris,  AltVeJ  Morel-Fatio;  3 
lomos.  Paris,  año  1874.  Librería  A.  Franck. 

Duvoisin  (el  capilan).  De  la  foruialion  desnonis  dans  la  langue 
basque.  Exlrdil  du  compte-rendii  des  Iravaux  du  Gongrés  Scien- 
lifiíiue  de  Franco.  XXXIX°  session  a  Pau.  Pau,  año  1874.  Imprcn- 
la  y  litografía  V''  Vignancour. 

td.  Elude  sur  la  déclinaison  basque.  Bi\\on:\,  año  1800.  Im- 
prenta de  V''  Lamaigncre. 

Géze  (Louis).  Elemeuls  de  grainuiaire  basque,  dialecte  souletiu 
siitvis  f/'  un  Vocabulaire  basque-francais  et  franrais-basque. 
Bayona,  año  1873.  Imprenta  de  \^^  Lamaigncre. 

Hovelacque  (Abel).  La  linguisliqae.  Segunda  edición.  Paris,  año 
1877.  Bibliollieque  d^es  scienees  conlempoi'aiiies;  C.  Reinwald  y 
C'®  libreros- ed  i  lores.  * 

Humboldt(Guillaume  de).  Rechervhes  surleslmbitants  primi- 
iifs  de  V  Espagne  á  I'  aide  de  la  langue  basque.  Traducida  por 
M.  A.  iMairast.  Paris,  año  1800.  Librería  Fianck. 

Inchauspe  (el  abale).  Le  Yerbe  basque.  Publicado  por  el  P.  Luis 
Luciano  Bonaparte.  Bayona,  año  1858.  Imprenl.i  do  V''  Limaig- 
nere. 

Id.  Jesu-Knslen  Lnitacionia,  Guberouco  uscaralat  iitzulia. — 
Eguiazco  erreligionia.  li^yona,  ano  1883.  Imprenta  de  V'''' La- 
maignere. 

Iturriaga  (D.  Aguslin  de).  Ipuyac  eta  beste  moldaera  batzuec 
Giiipuzcoaco  izqueran  neurtubac  euskal-erderazco  ítztegui  labur 


LXXII 

haicquin  itzic  illnnchoenac  arguítceco.  Tolosa,  año   1 884.  Editor 
1).  Enso!)io  López. 

Larili/.ab'tl  (i).  Francisco  Ignacio  di;).  Grnmá/ica  Vascongada. 
San  Sobaslian,  año  1850.  Imprenta  de  Ignacio  Hamon  liaroja. 

Id.  Testamnita  zarrcco  eta  bcrrico  condaira,  edo  muiulnaren 
asicralic  Jesa-CristorcnEüanrjelioa  Apostolaac  eraciitsi zulen  ar- 
terañoco  bei  vi.  Escritura  Sanlatic  atora  eta  euscaraz  ipihi  di- 
lucnac  etc.  Tolosa.  año  1855.  Impresor,  1).  Andrés  Gorosabel. 

Larramendi  (el  Padi'c  Manuel  de).  El  Imposible  vencido.  Arte 
de  la  lengua  bascongada.  Salamanca,  año  1729.  Antonio  José 
Villagordo  Alcaráz,  impresor. 

hl.  Diccionario  trilingüe  Castellano,  Bascuence  y  Lalin.  San 
Sebastian,  1853.  Editor  é  impresor  D.  IMo  de  /iia/Aia. 

Léclnse  (M.  H.)  Manuel  de  la  languo  basque.  Nueva  edición. 
Bayona  1874.  Imprenta  y  Librería  de  i*.  Cazals^. 

Lizarraga  (de  Briscous)  El  Xueco  Testamento,  impreso  en  la 
Bóchela,  año  1571.  Su  título  original,  según  el  diligente  iVIr.  Vin- 
son,  es  como  sigue:  íems  Crist  gvre  iaomiren  Testamento  berría. 
El  ¡mpi'esor  se  llama  Pierre  Haulin.  Do  éste  precioso  documento 
se  conocen  únicamente  trece  ejemplares,  según  el  mismo  Mr.  Vin- 
son.  Yo  poseo  las  dos  siguientes  reproducciones  parciales.  Evan- 
gile  selon  Saint  Mattfiien,vQeí][\'M\o  por  Vr.  Van  Eys:  su  titulo 
en  bascuence  lescs  Clirislen  Ecangelio  SaindvaS.  Matlhevenara- 
vra-  Paris,  año  1877.  Maisonneuve  et  O*" ,  editores.-L'  Eoangile 
selon  Saint  Maic,  i-eeditado  por  Mr.  Vinsjn;  forma  parte  de  los 
Documcnts  pour  servir  á  l'elude  historique  de  la  langue  basque; 
Ululo  en  bascuence,  lesvs  Christen  evangelio  i  S.  Marc-en  aravra. 
Bayona,  año  1874.  W  Ga..als,  impresor-libi'cro. 

Lubbock,  (sir  Juhn).  Eiiomme  pre/iistorique  étudie  cVaprés  les 
monuments  retrouvés  dans  les  difjerentes  parties  du  monde.  Pa- 
rís, año  187().  Librería  Germer  Bailliere. 

Luchaire  (Acbille).  Sur  les  noms  proprcs  basques  contenus 
dans  quelques  documents  pi/rénéens  des  \T  ,  AVi*'  et  A7//°  sié- 
des.  (Mi  ejemplai'  es  un  folleto  de  2^2  páginas,  sacado  de  alguna 
Bcvista,  sin  duda,  sin  pié  de  imprenta). 

Id.  Elude  sur  les  idiomes  pi/rénéens  de  la  región  frangaise. 
I'arís.  año  I87Í).  Maisonneuve  et  G.*"  Editores. 

Mariiiíalar  (Amalio)  y  Mam'i(.pie  (Gayelant)).  Historia  de  la  le- 
gislación y  recitaciones  del  Derecho  ciril  de  España.  Enero  de 
Navarra,  Vizcaya,  (luipúzcoa  y  Álava.  Segunda  eilición  corregi- 
da y  aumentada.  Madrid,  anj  18j8. 


LXXIII 

Müllcr  (Max)  Nouvelles  lecons  sur  la  science  du  langage.  Trada- 
cidas  del  inglés  por  M.  Georges  Harris  et  M.  Georges  Perrot:  dos 
lomos.  Pans,  año  1868.Diirandy  Pedone-Liiir¡el,libroros-cdil.ores. 

iMendiburu  (el  Padre  Sebastian  de).  Jesusen  biotz  mailearen 
debodoa. — Orahí  herriro  Jesusea  Logundi  edo  Compañi  bereco 
Alta  Eascaklun,  batee,  animen  oneraco,  arretaz  icustatu,  ela 
iitsegaiñac  kenduric,  obetu  ta  gueitu  dueña.  Tolosa,  año  188^. 
Imprenta  de  D.  Ensebio  López. 

Moguel  (D.  Jnan  Anloniú  de).  El  Doctor  Pera  Abarca,  catedrá- 
tico ele  la  leni/iia  bascongada  en  la  Universidad  de  Basarte,  ó 
Diálogos  entre  un  rústico  solitario  bascongodo  y  un  barbero  ca- 
llejero llamado  Maisu  Juan.  Durango,  año  1881.  Imprenta  y  li- 
brería de  D.  Jnlian  de  Elizalde. 

Mommsem  (Tb.)  Histoire  Romaine  Nueva  edición,  tralncid  .  por 
de  Guerle.  París,  año  1882.  C.  Marpony  E.  Flaniniarion,  edito- 
res; siete  volñmenes. 

Odise-Barol.  Lettres  sur  la  pliilosopliie  de  l'liisfoire.  París, 
año  1886.  Germer  Bailliere,  librero-editor. 

Ribary  (Francois),  £s',sYí/  sn,r  le  langiie  basque,  traducida  del 
liúngaro  por  Mr.  Vinson  con  notas  cümplemeniarias  y  una  noticia 
bibliográfica  del  traductor.  Paris,  año  1877.  J.  Vieweg,  bbrero -edi- 
tor. Imprenta  'le   Gouverneur,  G.  Daiipeley  en  Nogent-le-liotrou. 

Salabei'ry  (d'  IbarroUe).  Vocabulaire  de  moís  basqaes-nava- 
rrais  traduits  en  langne  francaise.  Bayona,  año  1857.  Imprenta 
de  V"  Lamaigrére. 

Salva  (I).  Vicente).  Gramática  de  la  lengua  castellana  según  aho- 
ra se  habla.  Octava  edición.  Valencia,  ano  I8i7.  IJbi'eiía  de  Ma- 
llen. 

Sayce.  Introdnction  to  the  science  of  langiiaje.  (No  le.igo 
actualmente  ala  vista  el  ejemplar  de  ésta  obraj 

Tubino  (Francisco  M.j  Los  aborigénes  ibéricos  ó  los  bereberes 
en  la  Península  (Folleto  de  190  p.iginis,  sacado  du  1 1  Revista  de 
Antropología). 

Van  Eys  (W.  .J.j  Dictionaire  basque  [raneáis.  Paris,  año  1873. 
Maisonncuve. 

Id.  Grammaire  comparée  des  dialectes  basques.  Paris,  año 
1879.  Maisoimeuve.  Imprenta  de  Alf.  Louis  Perrin  et  Marínet, 
l.yon. 

Id.  Elude  suri"  origine  ella  formation  dcsverbes  auxiliaires 
basques.  Paris,  año  1875,  Maisonncuve.  Imprenta  de  Loman,  Kir- 
bcrger  y. Van  líes t eren:  Amslcrdan, 


LXXIV 

Id.  Le  verbe  auxiUairc  basque.  Vam,  ano  i  87  i.  Muisonneuve. 
ImpiUMila  de  Li)m;iii  ele. 

N'elasco  (D.  Ladislao  de).  Los  Euskaros  en  Álava,  Guipúzcoa  y 
Vizcaya.  Bai'celona,  año  1880.  Irni)r(3nla  Barcelonesa. 

Viiison  (Julien).  Mélanges  de  liiu/'aisfirjue  et  d'  anthropologie 
(en  colaboración  con  M.  M.  Hovclicque  y  Picol).  París,  año 
1880.  Erncst  Leroux,  edilor. 

NVhitney  (W.  D.)  La  vie  du  ¡angac/e.  Segunda  eilición.  Paris, 
1877.  Librei'ia  de  (icriner  Bailliere  et  C'^. 

Yangnas  (ü.  José].  Diccionario  de  anligüodades  del  Reino  de 
Navarra.  Cuatro  lomos.  Pami)lona.  año  1840.  Imprenta  de  José 
Iniaz  y  Gadea. 

Zabala  (P¿idre  I).  Juan  Maleo  de.)  El  verbo  regular  vascongado 
del  dialecto  rizcaino.  San  Sebas'Jan,  año  1848.  Imprenta  de  Ig- 
nacio Ramón  Baroja. 


ISíHí^QSSTS--" 


CLAVE  DE  LAS  ABREVIATURAS 


USADAS  EN  EL  TEXTO. 


Ao.,  (act.) 
(aez.) 
(agrie).      . 
(Ainz.) 
(a.  n.  m.) 
(a.  n.  s.) 
(Baig.),  (Bai 
(Baj-Nab.) 
(Baz.) 

(Beinza-Lab, 
(Bet.) 
(biz.),  (b.) 
(bn.)    .     . 
(bn.  occ.) 
(1)11.  or.)    . 
(Bur.)       . 
(c)       .     . 
(Cant.  de  Leí 
Caus    . 
(ceg.)  .     . 
Coiij    .     . 
(cort.) 
(Dech.)     . 
(def.)   .     . 
Deriv  . 
Dest    .     . 
Direct 
Dir.  ind    . 


o.) 


Activo. 

aezcoano. 

agricultura. 

Ainzioa  (nombre  de  localidad). 

alto-nabarro  meridional. 

alto-nabarro  septentrional. 

Baigorri  (n.  de  loe.) 

Baja-N  abarra. 

Baztan  (valle  de). 

Beinza-Labayen  (n.  de  loe.) 

Beterri  (región  baja  de  Guipúzcoa)- 

bizcaino. 

bajo-nabarro. 

bajo-nabarro  occidental. 

bajo-nabarro  oriental. 

Bnrnnda  (valle  de  la). 

común  (en  oposición  á  dialectal). 

Canto  de  Lelo. 

Causativo. 

cegamos  (n.  de  loe.) 

Conjuntivo. 

cortés. 

Decliepare  (n.  de  autor). 

definido. 

derivativo. 

destinativo. 

directivo. 

directivo  indeterminado. 

^59 


LXXVI 

ed edición. 

(í'am.) 

familiar. 

(f.  f.)    .     . 

flexión  femenina. 

(f.  m.)       . 

flexión  maseulina. 

(f.  V.  f.) 

flexión  verbal  femenina. 

(f.  V.  m.) 

flexión  vei'bal  maseulina. 

(Fuent.)   . 

Fu enter rabia  (n.  de  loe.) 

(g.)      .     . 

guipiizcoano. 

(Gainch.) 

Gaincliurizqueta  (n.  de  loe.) 

(Goy.)       . 

Goyerri  (región  alta  de  Gulpúzeoa 

•) 

(Gnip.)     . 

Guipúzeoa. 

id   .     .     . 

Ídem. 

(ind.)  .     . 

indefinido. 

Inst     . 

Instrumental, 

Int. — neg 

Interrogativo-negativo 

(Ir.)     . 

Irún  (n.  de  loe. 

(Itiir,) 

Iturmendi  (n.  de  loe.) 

(Jauns.) 

Jaunsarás  (id). 

(1.)       . 

labortano. 

(lab.)   . 

labortano. 

Lim     . 

.     limitativo. 

(lit.)  . 

.     literal,  literalmente. 

(Liz.) 

.     Lizarraga  (n.  de  autor). 

Loe 

.     loeativo. 

loe.  eit 

.     loco  eitato. 

mat 

.     material. 

(Mezq,) 

.     Mezquiriz  (n.  de  loe.) 

Ms .     . 

.     Manuscritos. 

(Nab.) 

.     N  abarra. 

(Nag.) 

.     Nagore  (n.  de  loe.) 

(n.  de  loe 

) 

.     nombre  de  localidad.    • 

Paj.     . 

.     pajina. 

Pas      . 

pasivo. 

pers     . 

.     personal. 

(pleon.) 

.     pleonástico. 

Pos      . 

.     posesivo. 

Preiü.  tab.  prelini 

.     premier  tablean  préliminaire. 

Priv     . 

• 

. 

. 

.     privativo. 

(Puenfc.  la  Eei.) 

(r.)       . 

Eec 

reg.  dir 

reg.  ind 

Eelat  . 

(sal.)    . 

(Sald.) 

(S.  S.) 

Sep.  tab.  prelim 

(s.)     (Slll.) 

(s.  del  L.) 

(s.    de    Barciis.) 

(S.  Pouv.)     .     . 


(Torr.)  .  .  . 
trad.  lib  . 
Unit  .... 
(ülz.).  .  .  . 
(Urd.)  .  .  . 
(Urd)  .  .  ,  . 
(Vale.)  .  .  . 
(Vill.  de  Araq.) 
(Yill.   de  Giiip.) 


LXXVII 

Puente  la  Eeina. 

roncales  (n.  de  loo.) 

recipiente. 

régimen  directo. 

régimen  indirecto. 

Eelativa. 

salacenco. 

Saldías  (n.  de  loe.) 

San  Sebastian  (id.) 

Septieme  tablean  preliminaire. 

suletino. 

suletino  del  Labourd. 

suletino  de  Barcns. 

Silvain  Pouvreau  (autor  de  un  pre- 
cioso Diccionario  hasco-f ranees  que 
se  conserva  inédito  en  la  Bibliote- 
ca Nacional  de  Paris). 

Torrano  (n.  de  loe.) 

traducción  libre. 

unitivo. 

Ulzama  (valle  de). 

Urdiain  (n.  de  loe.) 

Urdax  (id). 

Valcárlos  (id). 

Villa  nueva  de  Araquil.  (id). 

Villafranca  de  Guipúzcoa  (id) . 


TABLA  DE  MATERIAS. 


1) 


Pajinas. 

Dedicatoria  al  Principe  Bonaparle 5 

Dedicatoria   ¿i  los  Bascongados 7 

Adyerlencia 9 

INTEODUCCION. 

Capitulo  I. 11 

1.  Importancia  délos  estudios  lingüisticos,  pájs,  11  á  13. — 11.  Im- 
portancia del  euskara  como  instrumento  de  investigaciones  liistó- 
ricas  y  como  elemento  integrante  de  un  carácter  nacional:  13  á  16. 
— 111.  Bibliogralia;  autores  bascongados:  IG  á  18. — lY.  Bibliogra- 
fía; autores  extranjeros:  18  <á  22. 

Capitulo  II 22 

I.  Clasificación  de  las  lenguas:  22  <á  2o. — lí.  Territorialidad  del 
euskara:  25  á  29. — III.  Los  dialectos  dol  euskara;  su  repartimiento 
geográfico:  29  á  44.— Apología  del  euskara:  44  á  52. 

PEIMEEA  PAETE. 

LA  SUFIJACION. 

Capitulo  111.  Fonología,  trascripción  y  sislem.n  fonético 53 

I.  Sonidos  del  euskara;  53  á  64. — II.  Ortografía  fonética  del  euska- 
ra: 65  á  69. — III. — (i).  La  fonética;  fenómenos  que  comprende:  69 
á  71. — (ii).  Generalidailes  acerca  del  fonetismo  euskaro  y  particu- 
laridades dialectales:  71  á  79. — (iii).  Permutación  de  vocales:  80 
a  90. — (iv).  Letras  de  ligadura:  90  á  94.— (v).  Elisión  de  vocales: 
94  á  97.-  (vi).  LetiMs  epentéticas:  97  á  103. — (vii).  Generalidades 
acerca  de  la  permutación  de  consonantes:  103  á  107._(viii.)  Per- 
mutación de  consonantes:  107  á  118.— (i\). — Elisión  de  consonan- 
tes: 118  á  123.— (x). Letras  eufónicas:  i23  ál27.— (xi).  Contracción 
de  las  palabras:  127  á  132. 

Capítulo   IV.  El  artículo. — Los   nombres   del  número.— Los  gra- 
dos de  comparación ,    . 133 

I.  El  artículo  euskaro  y  su  uso:  133  á  135. — II.  Nombres  del  núme- 
ro: 135  á  139. — 111.  Los  grados  de  comparación:  139  á  142. 


1    Las  indicaciones  de  página  ú  pagina  han  de  entenderse  inclusivamente. 


LXXX 

CapítulúX,  El  nombre— La  fonnación  dd  nombre 143 

I.  El  nombre  eiiskaro;  sus  clases  y  propiedades:  143  á  14o.— II.  (i). 
Formación  de  los  nombres  poi-  composición:  145  á  153.  (ii).  For- 
mación de  los  nombres  por  derivación:  153  á  loí).— (iii).  .Vccnlua- 
eión  |irosód¡ca  v  ortoíírálica  del  nombre:  159  á  100. 

Cwii.vLO  \\.  El  pronombre ICl 

I.  Generalidades;  los  pronombres  personales:  101  á  1(55. —II.  Los 
pronombres  posesivos:  1(55  á  l(j(K— 111.  Los  deinosíralivos:  KHJ  á 
170.— IV.  Los  relativos:  170  á  172.  Y.  (i).  Los  indetinidos:  172 
a  175.— (ii).  El  snslanlivo  burn  como  pronoml)rc  rellcxivo:  170. 

^■'^y'i'rvio\]¡.  llistoriii  !i  critica  líe  la  (ieclinacióii  bascongada  ...  177 
La  supucsla  declinación  bascongada;  causas  do  esta  suposición  v 
motivos  de  mantenerla:  177  á  179.  Paradigma  del  P.  Larramcnd'i 
y  de  L.irdi;íábal;  179  á  180.  Id.  de  Lecluse;  180  á  182.  Id. de  Darri- 
gol;  i 82  á  185.  Id.  de  Clialio;  185  á  187.  Id.  de  Mr.  Diivoisin;  187  á 
^89.  Id.  del  Príncipe  Bonaparte;  189  á  191. 

Capítulo  VIII.  La  sufijación 192 

1.  Generalidades  acerca  de  la  sulljación  v  de  los  sulijos;  192  á  193." 
— II.  (i). /í';agente  smguhir;  193  <á  195.— (ii).  Ek;  agente  plural; 
195  á  197.  III.  /;  recipiente;  197  á  199.  IV.  En;  posesivo;  199  a 
202.  Y.  Kin,  hi;  unitivo:  202  á  203.— YJ;  T:at,  zal\  deslinalivo;  203 
a  204.  MI.  -(i).  íY;  locativo  material:  204  á  200. -(ii).  Baithan,  bei- 
tf/un;  locativo  persona!;  200  cá  208.— (ui).  Gan;  locativo  personal: 
208  á  209.— VIH.- (i).  Bat,  ra,  lal,  la;  directivo  material:  209 
á  211.— .(ii).-  Baithara,  beitliara.  ganat.  gana;  directivo  perso 
nal:  211  á  212.— IX.— íi).  Ino,  ino,  ño,  no;  limitativo  de  di- 
rección; 212  á  214.— (li).  Elsulljo  compuesto  arleraño.sm  va- 
riantes y  siislilntos;  214  á  215.— X.  Bont:,  runt:;  directivo  indeter- 
minado: 215  á  210.— XI  Gaiti,  gatik;  causal:  210  á  217.— XII.— (i). 
Tik,  dik,  ti,  di,  rik;  separ.itivo  material:  217  á  220. — (ii). — Gandik, 
ganik;  separativo  jiersonal:  220.— XI II.  7/,;  interrogalivo-negativo; 
220  á  223.— XIV.  Gabe,  bage,  baga;  privativo:  22 i  á  220.— XV.  Go, 
ko;  derivativo:  220  á  229.— XVI.  Z;  inslruinenlal;  229  a  233.— XVII. 
-^/."o;  de  materia;  233.— XYIII.  Acento  pi'osódico  en  los  nombres 
jtrovistos  de  sulijos:  233  á  234.  Cuadro  de  la  aglutinación  inme- 
diata y  mediata  de  los  sulijos;  234  cá  235.  Id.  de  la  sulljación  nomi- 
nal 811  los  cuatro   dialectos:  235  á  240. 

Cai'Ítui.o  IX. — Tm  snfiiación  pronominal 241 

I.  Aglutinación  de  los  snlijos  á  las  diversas  clases  de  pronombres: 
a;  241  á  242;  7,  242  á  240;  En,  240  á  250;  Kin,  251  á  253;  T:at, 
:at,  t:ako,  253  á  255;  A',  255  á  2{)2;  Bat,  ra,  203  á  207;  Iho,  ino,  ño, 
no;  207  á  2(58;  Bont:,  runt:,  208  á  270;  Gaiti,  gaitik,  270  á  27!; 
Tik,  dik,  271  á  273;  Gandik,  ganik,  273;  Ik,  273  á  274;  Gabe,  bage, 
gaba,  274;  Ko,  go,  274  á  275;  /,  275  á  279.— II.  Cuadro  de  la  agiu- 
linación  pronominal  de  los  dialectos  de  España,  dividido  en  II  ti- 
pos, 279  á  285.  Id.  de  los  dialectos  de  Francia,  dividido  en  10  ti- 
pos, 285  á  292. 

Cai'Ítui.o  X.  El  adnrbio,  la  conjunción  \i  la  interjección 293 

I.  El  adverbio  (Miskaro,  su  naturaleza:  293  á  295.  Adverbios  forma- 
('os  poi-  deri\ ación:  295  a  297. Adverbios  de  posición  y   lugar;  297 


LXXXI 

á  2dd;  de  Ihmpo:  2Í)J  á  331;  de  modo  y  compilación:  331  á  392; 
de  caiiLtd.id:  30á;  de  aünincióu,  iiei^acióii  y  líu  1 1:  30á.— II.Li  cou- 
jiincióíi,  sus  clases  y  uatiii'alezj;  332  á  "ijOi.— ill.  Lis  iiU'ii-jec- 
cioiies  y  las  fcasss  inleij acciónalos:  30'i  á  30 3. 

SEG-ÜNDA  PAKTE. 

LA  CONJUGACIÓN. 

Capítulo  XI.  Naturaleza,  estructura  y  funciones  del  verbo  has :on- 
gado 307 

I.  Teoi'ias  verbales:  de  Mr.  Incliauspe,  308;  de  D  irrigol,  308  á  300; 
de  Aslarloa,  309  á  311;  de  Mr.  Viiison,  31á;  de  Mr.  Van  Eys,  312  á 
314;  del  Principe  Bonapaile:  su  análisis  del.s  formas  Verbales, 
314  cá  321;  hechos  (jue  sugerieron  la  teoría  «clá.ica.»  321  á  323.— 

II.  La  coDJugación  sencilla  y  la  periíVásicaj  323  á  324.  líl  nombre 
verbal:  324  á  32o,  Los  verbos  denoniinalivos:  325  á  32(3.  La  voz 
Iransiliva  y  la  inli-ansiliv;i:  32(5  á  327.  Uii|iiPza  del  verb')  bascon- 
ííado  en  roruLis  lógicas.*  relaciones  (|U'!  exprés i_,  327  á  332.  Los 
Iralamicnlos:  .332  á  33(3.  SusTtTTrrtmrrt^'lte^xiTOSr^  la 
pei'sona  y  en  cnanlo  á  la  voz^  33o.  Flexiones  cai)il,ales  y  llexio  íes 
alleradas:  33(5.  Tiempos  matrices  y  deriVcidos.-  33(5.  Verbales  modi- 
íicativos;  33G  á  337.  Discrepancia  tío  los  tratadistas  en  molos  y 
tiempos  sus  causas:  337.  Modos  oiúginarios  y  tierivallvos:  338. 
Tiempos  simples  de  los  auxiliares:  338. 

Cai'Ítulo  XII.  El  nombre  verbal. — Formación  de  los    Vumjos  co  n- 
puestos 339 

I.  El  nouibre  verba!  y  sus  diversas  loi-mas;  funciones  (|ue  éstas  de- 
sempeñan: 339  cá  347.  (Cuadro  de  las  formas  del  nombre  verbal: 
347.  El  nombre  Yerbal  con  los  sidijos,347  á  3o2:  combinaciom'S  do 
los  veilíales  izan  y  iiklien  con  otios  nombres  vei-bale.s_,  3o2á  3o3.— 

II.  Tiempos  compuestos  (jue  se  forman  con  el  sustantivo  verltd 
locativo^  con  el  adjetivo  verbal  indelinido,  con  el  buna  verbal  v 
con  los  adjetivos  verbales  posesivo  y  derivativo:  3o3  á  334.  El  fu- 
turo perifrásico  de  los  dialectos  de  Españ  i  y  Fi'ancia  y  el  futuro 
simple  de  los  dialectos  de  Fi-ancia:  35o  ;i  3o0.  (^üadro\goueral  de 
los  modos  y  tiempos  del  verbo  basc^ngado:  voz  transitiva,  3o7  á 
359:  voz  inti-ansitiva,  300  á  3(52.  Nombres  verbales  (jue  entran  en 
cada  uno  tle  los  uueve  modos:  303  á304.  Sustitución  de  unos  tiem- 
pos por  otros:  304. 

Cai'Ítiílo  XUI.  Conjugación  perifrásica  del  verbo  rjuipuzcoano.  (Voz 

transitiva. — Tratamiento  indeterminado).  .    .     , 305    — -" 

1.  Análisis  de  las  ilexiones  verbales;  sus  elemenlos  constitutivos^ 
caracteiísticos  y  estéticos:  303  á  300.  A.  Pi-imor  tiempo  m;!triz."  In- 
dicativo presente,  307  á  374,  A.  A.  Tiempos  derivados:  Subjiinlivo, 
pi-esente,  374  á  379;  Imperativo,  presente,  379  á  383;  Potencial,  fu- 
turo presente,  384  á  387;  Supositivo  del  potencial  presente,  387 
á  391. — II.  B.  Segundo  tiemi)o  matriz:  Indicativo,  preléiiio  imper- 
fecto, 391  á  397.  \i.  13.  Tiempos  derivados:  Subjuntivo,  pasado,  398 
3  401;  Potencial,  pasado  próximo,  401  á  403:  pasado  remoto,  403  \ 


LXXXII 
á  401);  Siipüsilivo  üt;l  püleucial,  luliiro  conjetural, 40!)  á  413;  Coiiili- 
cioiial,  fiiluro  próximo,  41:3  á  41(5:  CiUiirü  remolo,  410  á  420;  Supo- 
siiivo  (tul  coiiiiicional,  présenlo,  4iO  á  422.— III.  Fiineioues  ilc  los 
elementos  conslilutivos,  caractoi-isiicos  y  estéticos;  el    iiiílinlo  ile      ^ 
la  belleza   eu  las   leniíiias:  422  á  424.  Las  tres  tunciones  de  la  ca-      \ 
raclerislica  /w:  424  á  425.  Elementos  constitutivos  de  las  tlexioues 
guipuzcoanas:  42o  á  428.  Elementos  caractcrislicos:  i28  á42ü.  Elc- 
menlos  estéticos:  429. 

Capítulo  XIV.  Conjugación  sencilla  délos  verbos  guiínizcoanos  tran. 

sitióos 430 

I.  Si  la  conjugación  perifrásica  es  ó  nó   primitiva^   430  á  432;  las 
contracciones  de  las  ilexiones  no  son  el  origen  déla  conjugación 
sencilla,  432. — II.  Conjugación  úe  cala  ó  /'dufii  como  tipo  de   las 
conjugaciones  sencillas  transitivas:  432  á  442.-111.  Oi-igen  del  mo- 
do subjuntivo;  por  (¡ué  usa  de  distinto  núcleo  que   el  indicativo:       '. 
442  á  443.  Conjugación  de  egin  <'liacer»^  444  á  451;  de 6V.:(/ív7« traer»,       \ 
erabdli  «menear^  mover»,  eranian  «llevar»^,  ikasi  «ver»,  451  á  453;        \ 
úejakin  «sabei»^  453;  de  inidi  «parecer,»  453  á  454;  de  egoki  «per-       / 
tenecer»^  454  á  455;  de  i::eki  «arder»,  eruasi «liablarmuclio»,455;de       • 
erauntsi  «manar»,  455  á  456;  de  iíiotsi  «manar»,  irakin   «hervir»,       i 
iraun  «áüvüv»,  jarda n  «estar  haciendo  algo»,  450;  c\q  iril:i  «pare- 
cer», 450  á  457;  de  jar  ¿o  «manar»,  457.  Derivación  de  las  llexiones 
^  de  C4<üí_  <'decir»,  451)  á  402.  Acento  prosódico  de  las  flexiones        i 
/^transitivas  guipuzcoauüs:  402  á  403.  / 

Capítulo  xv.  Conjugación  perifrásica  ddjiQiJmlaMrtano.  (Voz  tiv'.n- 

siliva. — Tratamiento  indeterminado) 404 

I.  A.  Primer  tiein[)()  matriz;  Indicativo  presente,  404  á  4()7.  A.\. 
Tiempos  derivados:  lndic;aivo,  futuro  presente,  407  á  470;  Subjun- 
tivo, presente,  470  á  472;  Imperativo,  presente,  473  á  475;  Poten- 
cial, futuro  presente,  475  á  478;  Supositivo  tlel  potencial,  presente, 
473  á  475;  Potencial,  futuro  presente.  475  á  478;  Supositivo  del  po- 
tencial, presente:  su  foi'niación  y  particulariiladesde  su  derivación, 
478  á  479. — 11. 13.  Segundo  tiempo  matriz:  Indicativo,  pretérito  im- 
perfecto, 479  á  482.  B.  13.  Tiemi>os  ilerivados:  Subjuntivo,  pa.sado, 
482  á  485;  Potencial,  pasado  próximo,  485  á  487.*  pasado  remolo, 
su  fo?-mación  y  particulai-id^des,  487  á  488;  Supositivos  del  potim- 
cial,  futuro  conjetural,  su  foi-mación  y  parlicularid  ules,  488;  C.on- 
dicional,  futuro  pióximo,  488  á  491;  Supositivo  del  condicional, 
presente,  su  formación  y  particularidades,  491  á  492  —  111.  Elemen- 
tos constitutivos  de  las  llexiones  lal.urlanas:  492  á  494.  Elementos 
caracteríslicos:  494  á  495.  Elementos  cstétici)s:  495. 

Capítulo  xvi.  Conjugación  peri/rásimdel  cerbo  sutetino  (Voz  transi- 
tiva.— Tratamiento  indeterminailo).  •  'i97 
I.  A.  Primer  tiempo  matriz.-  Indicativo,  presente,  497  á  500.  .\.  .\. 
Tiempos  derivados:  Indicativo,  futuro  presente,  500  á  50.3;  Subjun- 
livo,  presento,  503  á  500;  Imptírativo,  presente,  500  á  508;  Poten- 
cial, futuro  |»resenle,  508  á  511;  Supositivo  del  potencial,  presente, 
su  formación  y  paiticularidades,  511  á  512—11.  13.  Segundo  tiempo 
jnatriz:  IndicaliNo,  pre'érilo  iuíperfeclo.  512  á  514.  13.  13.  Tiempos 
derivados;  Sidtjunli\o,  [tasado,  515  á  518;  Potencial,   pasado  |M'ó\i- 


LXXXIli 
ino,  íilS  n  5i0:  p.is.iilo   remólo,  su    form;ic¡ó:i    \    parliciilariilades, 
iJ'áO  á  ri^l;  Siiposilivo  del  potencial,  íiiliii-o  conj''liir'nl,sii  formación 
y  p.-irliculariihides.  5ií2;  Condicional,  ])re.senle  522,  á   o2o:  pasado 
i"emot(),,  s;i  l'orniación,  525;  Snposiiivo  <lel  condicional^ piesenle,  su 
íoi-niación  y  pai'licnlaridatles,  625  á  520;    ü()laiivo  del  condicional, 
présenle,  o2()  á  530;  falnro,  530  á  532.— III.  Eiemenlos  consüluli- 
vos  de  las  llexiones  sulelinas:  5;i3  á  535.  Eiemenlos  caracleristi- 
cos;  535  á  530.  I'demenlos  estéticos:  530. 
('ai'Ítulo  XVII.  El  tratamiento  respetuoso  del  traasilioo  suletiao. — 
Conjagacióii  sencilla  de  los  verbos  sitletinos  transitivos.  .      ~T  V   \      557 
1.  Fli'xioncs  respetnos.is:  del  pi'esenle  d«;  indicalivo,  537  á  538;  del 
imperfecto,  538  á  539;  del  futuro,  539;  del  futuro  presente  del  po- 
tencial, 539  á  5'íO;  del  |Kis  ido  próximo,  540;  del  pasado    remoto, 
540;  d.d  presente  del  condicional,  540   ;i  541;  del    pasado   remolo/ 
541.— II.  (lonjusación  úe  jalan  «saher»,  542  á  544;  de  ^./-íti// «hacer 
ir,  agitar,  llevar»,  544  á   547;  de  erainan   «llevar»,  547  á  550;  de 
cdithi  «tener,  conlenei*»,  550  á  552;  ilc  erran  «decir^,  553  á  554. 
Acenlo  pi'osódico  do  las  IK'xioncs  transitivas  sul''tinas,  554  á  559. 
C.\pÍTL'i-o  XVIII.  Conjugaciúu  perifrásica  del  verbo  bizcaino.{\o'¿  tran- 
sitiva.— Tralamieiilo   indeterminado).    .  ~~;     7~~.     :     :    T~-r  .     .      560 
1.  Las  cual-o  variedades  del  verlio  bi/,caino,  500  á  501.  A.  Primer 
tiempo  malriz:  indicalivo,  presente,  501  á  505.  A.  A.  Ti^'mpos  deri- 
vado>:  Subjuntivo,  presente,  505  á  508;  Imperativo,    presente,  568 
á  570:  fuiuro,  570  á  572;  Potencial,  cuál  es  el  núcleo  de  éste  modo, 
572  á  574.-rutnro  presento,  574  á  570:   préseme,  576  á  579;  Con- 
siicludinario,  579  á  582.  Alijos  redundantes,  pleonásticos  y  epen- 
téticos; su  delinición:  582  á  583. — 11.  B.  Seííundo  tiempo    matriz: 
Indicativo,  pn'térilo  imperfecto,  583  á  587.  B.  B,   Tiempos  deriva- 
dos:   Snhjnnlivo,  pasado,  587  á  589;  Poten -ial,  pasado   próximo, 
589  á  592:  pa.sailo  remolo,  592:  futuro  conjetural,   importancia  de 
\;i  atribución  en  éste  ti  mpo,  su  derivación,  sus  va i'i;is  acepciones, 
592  a59'i;  Suposilivo  dtd  [tolencial,  futuro   conjetural,  su   deriva- 
ción, 594;  (^onsueludinario,  pasado,  59'i  á  597;  Condicional,  pasa- 
do próximo,  597  á   599:   pasado  remolo,  su   dcü-ivación,  599;  Su- 
posilivo del  co:ulicional,  presente,  600  ;i002. — 111.  Elementos  cons- 
titutivos de  las   llexiones  liizcainas   transitivas:  602   cá   605.    Ele- 
iTienlos  característicos:  005  á  600.  Elementos  estéticos:  606  á  607. 
Capítulo  xix.  Conjugación  sencilla  de  los  verbos  bi:cainos  transitivos.      608 
I.  Conjugación  de  eaki  como  tipo    de  las  conjugaciones  sencillas 
transitivas:  008  á  614.— II.  Conjugación   de  ekarri  «traer»,   615  á 
616;  de  crabilli  «menear,  mover»,  616  á  6i7;  de  ikusi  «ver»,  617  á 
619;  de  yarraitti  «seguir»,  619;  de  erago  «insistir»,  619  á  620;   de 
entzun  «oir»,  620  cá  022. — III.  Conjugación  de  yakin  «saber»,  622: 
de  irudi,  «parecerse,  asemejar.si'»,622  á  623;  de  ezagutu  «conocer», 
623  á  624;  de  eulsi  «tener,  asir,  agarrar»,  624;  de  irauntsi  «mo- 
lestar charlando»,  624  á  625;  de  egoki  <f  pertenecer»,  625;  de  erión, 
yarión  -Mnanár,  derramar»,  626;  de  iraunsi  «haldár   mucho»,  626; 
úeiraakin  «hervir»,  (.26;  de  erechi  «parecer,  llamar»,  627;  de  iítar- 
dun.yardun  «estar  haciendo  áigo»,  627;  de  Iraim  «durar,  perseve- 
rar», 627;  úe  erakntsi  «mostrar,  enseñar»,  627;  de  iretscgi  «encen- 
derse, arder»,  628;  de  iíiotsi  «manar»,  628. 

60 


LXXXIV 

Capítulo  xx.  Conjugación  perifrúsica  del  verbo  guipú:co<uio  (Voz 
intransitiva, — Tralaniicnto  imleleniiiiiado)       ...:...     .      (I^O 
I.  Derivación  ile  las  tlexiunes  intransitivas:  OáU.  A,  Pi'inior  tiempo 
matriz:  hulicalivo,  prosenití,  OíU)  á  035.  A  A.   Tiempos  iliM-ivados: 
Sulijiíniivo,  presente,  1535  á  ()3i);  lin|)eralivo,  pre^cnle,   (ilO  á  ()41; 
Potencial^  fnturo  presente^  (541  áü43;  Supositivo  del  poteücial^pre-' 
sente^  su  derivación,  043  á  (544— II.   B.  Segundo  tiempo   matriz:  i 
indicativo,  pretérito  imperfecto.  (544  á  (54(5.  B.  13.  Tiempos  deriva- 
dos; Subjuntivo,  pasado,  ()4ü  á  (547;  Potencial  pasado   próximo,  648 
á  (541):  pasado  remolo,  su  derivación,  G4ÍÍ;  Supositivo  del  potencial, 
futuro  conjetural,  su  derivación,  (550;  Condicional, futuro  próximo,  ; 
(530  á  (551;  futuro  remoto,  su  derivación,  (5ol  á  (55^;  Su|>o^ilivo  del  í 
condicional,  présenle,  su  derivación,  (552.— 11,1.  Elementos  consti- 
tutivos de  las  lle\ioues  inti'ansilivas  guipAzcoanas;  (552  ;i  (554.  Ele- 
mentos característicos:  (554  á  655.  Elemeidos  estéticos:  655., 
Cafitvlo  \\i.  Conjugación  de  los  verbos  guipu:cúanos  intransitii'os.      656^ 
1,  Conjugación  de  egon  «estar»,  como  tipo   de  las   conjugaciones     j 
sencillas  intransitivas:  656 á. (55*.).— II.  Conjugación  tie  ibiUí  «andar»,     I 
659  á  (5(50;  de  joan  «íi'>,  660  á  (561;  de  jarraitti   «seguir», (5(51;  de     \ 
í'to//7  «venir»,  661  á  662;  de  t'Lviu  «estar  acostado»,  (562  á  (5('>3. 
Acento  prosódico  de  las  llexiones  intransitivas  guipuzcoanas;  (5(53. 
CvAPÍTiiLO  xxn.  Conjugación  perifrúsica  de  los  verbos  labortano  y  sule- 
tino.  (Voz  intransitiva.— Tratamiento  indeterminado).  664 

I.  Estudio  simultáneo  de  los  intransitivos  lal)orLauo  y  suleliiio: 
664.  A.  Primer  tiempo  matriz.-  Indic  divo,  presente.  (564  á  667.  A.\. 
Tiempos  derivados:  Futuro  preseide,  (5(57  á  (570;  Subjuntivo,  pre- 
sente, 670  ;i  (572:  Imperativo,  présenle,  672  á  674;  Polencial.  futuro 
presente,  674  á  (57(5;  Supositivo  del  polencial,  pn-sente,  su  deriva- 
ción (en  labortano),  67(5,  sus  tlexi(Uies  (eu  suletino),  676  á  (578. — 

II.  B.  Segundo  tiempo  matriz:  Indicativo,  pretérito  imperfecto,  678 
á  680.  B.  B.  Tiempos  deiivailos:  Subjuntivo,  pasado,  (580  á  682; 
Polencial,  pasado  ¡)ióximo,  683  á  (■584;  p.isado  remolo,  su  deriva- 
ción (ea  labortano),  (584  á  685;  sus  llexiones  (en  suletino),  (585  á 
(587;  Supositivo  del  potencial,  futuro  conjetural,  su  derivación  (eu 
laborlano),  (587;  sus  llexiones  (en  suletino),  687  á  680;  Condicional, 
présenle  (suletino),  680  á  601.-  pasado  remolo,  su  derivación  (eu 
suletino),  (501:  futuro  próximo  (labortano),  (502  á  (593:  futuro  re- 
moto (laboi'tano),  su  derivación,  (593;  Suposilivít  del  condicional, 
presente,  su  derivación,  (594;  Optativo  del  condicional,  presente, 
694  á  (59(5:  futuro,  su  derivación,  (596.-  i II.  Elementos  constituti- 
vos de  las  llexiones  intransitivas  labortaiias  y  suletinas:  (59(5  á  700. 
Elementos  caracterislicos,  700  á  701.  Elementes  estéticos,  700 
á  701. 

Caiutulo  xxiii.  El  tratamiento  respetuoso  del  intransitivo  suletino.— 

Conjugación  sencilla  de  los  verbos  suletinos  intransitivos 703 

I.  Flexiones  respetuosas  del  presente  de  indicativo,  703:  del  imper- 
fecto, 703  á  704.- del  futuro  presente,  704;  del  futuro  presente  del 
potencial,  704:  del  jiasado  próxiuu),  704:  del  pasado  remolo,  705; 
del  presente  delcoudicional,  705:  del  pasado  remoto,  705.-II.  Con- 
jugación (\ejoan  «h'%  705  á  710;  de  egon  «estar»,  710  ;i  712;  do 
í'^iV,  í'^íVí,  «andar*,  7J3á714.  Acento  [irosódico  délas  llexiones 
inlransilivas  sulelinas:  714  á  716. 


txxxV 

Capitulo  XXIV.  Conjugación  perifnuicn  del  verbo  bizcaino.{\ozm- 

trniisiliva.  -i'i\!laniieiilo  iii'lelerniiii.iilo).       .     .     ."" 7i7 

I.  A.  Priin.M-  tiempo  m.ilfiz:  liidic-ilivo,  prcserile,  717  ;í  719.  A.  A. 
Tieinpo.s  (leri\;iiloí:  Sulijiiiilivo,  pri'seiil.',  719  á  721;  Imperativo, 
|)i'eseiite,  7il  á  'rli:  futuro,  72á  á  7"2o;  Píjt^-iicial,  l'uinro  pre.seiile, 
7:23  á  725:  pri  seiile,  su  derivación,  72.*);  Supositivo  del  potencial, 
presente,  su  derivación,  725;  Consnetiidiiiario  ,  preseiite^723  á 
727. — II.  B.  Sí^írniido  tiempo  matriz.-  Indiralivo,  pretérito  imper- 
leclo,  727  á  729.  13.  B.  Tiempos  derivados:  Snhjiintivo,  presente, 
729  á  731;  PotMicial^  pasado  próximo,  731  á  732:  pasado  remoto^ 
su  derivación,  732  á  733:  futuro  conjetui'al,  su  derivación  733;  Su- 
positivo del  pottíucial,  fuluro  conjetural,  su  derivación,  733  á  73i; 
Consuetudinario,  pasado,  734  á  73(i;  t^ondicional,  pasado  próximo, 
73()  á  737:  pasado  remolo,  su  derivación,  737;  Supositivo  del  con- 
dicional, présenle,  738  á  739.--III.  ['elementos  constitutivos  de  las 
flexiones  intransilivas  bizcainas:  739  á  742.  Elementos  caracleris- 
licos:  742  á  743.  Elementos  estéticos:  743. 

('ai'Ítulo  XXV.  Conjugación  sencilla  de  los  verbos  bizcamos  iitlran- 

sUivos .     .'"  ,     .     .      744 

I,  ConJM.íración  do  egon  restar»,  744  á  747;  de  ibilU  «andar*,  747  á 
á  7oü.-  I!,  (-(uijii.^ación  d.;  elorri  «venir*,  7o0  á  7ol;  de  et:an  «es- 
tar acostado*,  751  á  752.  Acento  prosódico  de  las  llexiones  bizcai- 
nas inirausitivas:  752. 

Capítulo  XXVI.  Modi¡icación  signijicativa  de  los  nombres  verbales. — 
Modificación  slgni/icaliva  de  las  fle.fioncs  verbales. — Contracción  de 

las  frases 753 

1.  Modilicación  en  el  signilicado  del  nombre  veibal  y  en  el  siffnili- 
cndo  de  la  llexióii:  753,  754.  (i).  Los  modificativos  verbalrs:  734  á 
755.  Los  modilicalivos  vei-bales  invariables:  «/•/,  hari,  755;  maite, 
755  á  75(5;  o/,  obi,  75G;  al,  abal.  75ü  á  757.  (11).  Los  modilicativos 
verbales  invariables,  forma  (¡iie  revisten,  757;  usté,  como  variable 
y  como  invaiiablí-,  758;  ezin:  758;  nai,  nahi,gura,  758;  bear,  behar, 
758.  Erazo,  urazo,erazi,  veibal  taclitivo:  759.  Yei-bales  compues- 
tos con  era  y  con  i'lsi,  759.  JVIodilicación  por  medio  de  adverbios, 
759  á  7G0.  Egin  como  modilicativo  y  como  componente,  7oO  á  701. 
—II.  Las  siete  modiíicaciones  de  la  ilexión  capital:  761  á  7ü2.  (i)  La 
forma  conjiifitiva,  su  formación,  7G2  á  7('G;  sus  funciones,  766. 
(11).  La  forma  r.-lativa,  su  formación,  766  á  767;  sus  funciones,  767 
á  7()9.  (111)  La  forma  alii-mativa:  769.  (iv).  La  forma  dubitativa,  769 
á  770.  (v.)  La  forma  n-gativa,  su  formación,  770  á  771.  (vi).  La 
forma  causativa;  771.  La  forma  interrogativa:  771  á  772.  iluadro  de 
las  formas  modiücadas  compuestas:  772.  (vii).  Aglutinación  de  los 
sufijos  á  las  llexiones  verbales:  773.  Cuadro  de  las  formas  nomina- 
les de  las  llexiones  dotadas  de  signilicado  especial;  774  á  776.  tala- 
dro de  las  foi-mas  nominales  re-compuestas  de  las  llexiones:  776  á 
779.— 111.  La  construcción  de  las  frases:  779.  (1).  Construcción  de 
vai-ios  nombres  con  un  sulijo,  779;  de  la  llrxión  transitiva  con  su 
régimen  directo,  779  á  780;  de  las  flexiones  con  el  i'égimen  indi- 
recto, 780  á  781;  del  nombre  con  un  sustantivo  verbal,  781  á  782. 
Urden  general  de  la  colocación  de  las  palabras  en  la  frase:  782. 
(11)  Construcción  de  varios  nombres  verbales  con  uoa  sola  tlexión: 


iiXXXVi 

782  á  783.  Colocación  del  noml)rt>  vcrltnl  y  de  sus  llexioiics:  783  á  / 

78'i.  Frase  negaliva  en  suleliiio:  78't.  Oraciones  poiideralivis,  784;  f 

exceitUiadoras  ó  sesregalivas,  784.  VA  i»i-on()ini«rc  persona!  con  el  \ 

deraoslralivo,  784,  785. 
Capítulo  XXVII.  Observaciones  criticas  //  teóricas  acerca  del  origen 

del  verbo  bascongado 786 

Uesiillados  indubiiables  (|ue  arroja  el  análisis  de  las  (lexio:ies  ver- 
bales: (|ne  el  sistema  verbal  es  «/¿o  en  su  naturaleza  y  en  .sus  pro- 
cedimientos, 787;  (|Ufi  el  sistema  pronominal  pi'imitivo  rra  más 
rico  (|ue  el  actual,  787  á  788;  (|ue  los  auxdiares  son  varios,  788; 
(jue  las  llexiones  están  constituidas  por  un  núcleo ^verb.-^ I,  y  por 
elementos  [)ronominales  y  objetivos  incorporados,  78().  D  scusion 
acerca  del  núcleo;  opinión  de  Zabala  y  de  Mr.  Van  Eys,  78  >  á  789; 
opinión  de  Mr.  Yinson,  789  á  790;  opinión  del  Principe  Ba  laparte, 
790  á  791.  La  idea  verbal  objetivada  en  la  flexión:  791.  Resultados 
probables  del  análisis:  (]ue  el  núcleo  eu  está  tomado  directamente 
de  euki,  792;  (jue  el  sentido  de  «haber»  llegó  á  localizarse  en  la 
silaba  eu,  792  a  793;  (pie  mientras  no  hubo  auxiliares  no  hubo 
conjugación,  793  á  794;  (|ue  la  d  prelijada  á  las  llexiones  repre- 
senta al  objetivo,  79i;  (jue  esa  d  es  un  residuo  de  deas,  79i  á  79o; 
que  la  lengua  euskara  ha  conocido  el  procedimienlo  de  laincap- 
sulación,  795. 
Apéndicks. 

Apéndice  primero.  Textos  bascongados i. 

Apéndice  segundo.  Variantes  verbales \xxiv 

Apéndice  tercero.  Cuadros  sinóplicrs  de  la  conjupación  transitiva  ó 
intransitiva  en  el  tratauíiento  de  ik  de  los  cuatro  dialectos    .     .  u 

Addenda  et   corrigenda nx 

Lisia  de  obras  y  pubUcaciones  citadas  en  el  texto lxix 

Clave  de  las  abreviaturas  usadas  6U  el  texto lxxv 


FÉ  DE  ERRATAS. 


PAJINA. 


LÍNEA. 


Dice. 


LÉASE. 


7 

5 

17 

30 

20 

£4 

22 

36 

24 

22 

30 

22 

35 

13 

35 

21 

35 

23 

3C 

12 

37 

10 

40 

12 

41 

29 

44 

.15  y  IG 

45 

37 

45 

38 

56 

56 

57 

60 
73 

78 
79 
81 
83 
95 
104 
104 
107 
108 
111 
112 
121 
125 
126 
129 
150 
163 
165 
168 
169 
170 
170 
172 
173 
174 
176 
187 
191 
212 
217 
221 


32 
11 

2 
21 
17 
37 
17 
21 
22 
30 
35 

5 
12 
12 
34 
10 
23 
24 

3 
22 
14 
21 
27 
28 
26 

5 
30 

4 

4 

6 

13  y   14 

34 

a 


itzatzu          —       —  —  — 

Bidassoet     —        —  —  — 

coano            —        —  —  — 

Mikridate    —        —  —  — 

ambos          —       —  —  — 
otras,  caracteres  especíñcos    — 

Iturrioz  Iraurgui  —  —  — 

Torrezai-Augulo  Murueta  — 

Isasi  Albizu-Elexaga  —  — 

Ibarrenlegua         —  —  — 

Anguiozar  Amillaga  —  — 

Anizuain     —        —  —  — 

Z  nosiain    —        —  —  — 

bajo  nabarro  occidental  y  ba — 

jo   nabarro  occidental  y  bajo 

nabarro  oriental 

guziaak         —       —  —  — 

onhanssuna  —       —  —  — 

lengual  fuerte  r     —  —  — 

leugual  suave  r 

La  t  es  nn  sonido  cspecialfsimo 

R,  R     —        —       —  —  — 

de  rtz,  rtz     —        —  —  — 

lenguaje  hablando  —  — 

<ien  el  limpiar»        —  —  — 

de  brii  (s)     —       —  —  — 

gArben  (g)     —       —  —  — 

«en  el  decir»           —  —  — 

onapaliera    —       —  —  — 

onaK  saliera          — ■  —  — 

tendrán        —        —  —  — 

Gusaroak      —       —  —  — 
guNtzurru      —        — 

buluDJ  (Ainz.)         —  — ■  — 

(Vale.)          _        _  —  _ 
ezkonduyAi  «los  casados»  — ■ 

terminados  en  io,  —  — 

(s.  n.  s.)        — ■        —  —  — 

Gari    —       —       —  —  — 

Decir            —        —  —  — 

«suyos»          —        —  —  — 

Hoyek. — éstos         —  —  — 

este  mismo            —  —  — 
ñor 

nork    —       —       —  —  — 

batzu  ó  balzii  (s.)  —  —  — 

bakoch  (b.  s.)        —  —  — 

ere  «aun  también»  —  — 

«ha  muerto»           _  _  — 

hasta  el  grande     —  —  — 

begijatara     —       —  —  — 

me  venia  un  deseo  —  — 

onetik  jaikirik         —  —  — 
«cuando  habéis  comido  de  se — 
me  jante  puchero?» 


ezazute 

Bidassouet 

coano  literario 

Mitridate 

todos 

otras,  de  caracteres  específicos 

Iturrioz,  Iraurgui. 

Toriezar -Ángulo,  Murueta 

Isasi,  Albizu-Elexaga 

Ibarrengnelua 

Anguiozar,  Amillaga 

Ainzuain 

Senosiain 

bajo  nabarro  occidental  y  bajo 

nabarro  oriental. 

guziak 
onhassuna 

lengual  fuerte  r 

lengual  suave  r 

La  t  es  un  sonido  especialísimo 

R,  R 

de  rtz,  rts 
lenguaje  hablado 
«en  limpiAr». 
de  bttrü  (s.) 
gArren  (g) 
«en  decir» 
onapallra 
onaK  Balira 
tendrían 
Gurasoak 
guNtzurrunak 

bulUDJ  (Ainz.)  «desnudo». 
(Vale.) 

ezkonduyAi  «4  los  casados», 
terminados  en  io,  ie 
(a.  n.  s.) 
Garai 
«Decir 
«suyo». 

Horiek,  hoyek— esos 
ese  mismo 
nur  (1) 
nurk  (2) 

batzu  (1.  s.)  ó  batzü  (s.) 
bakoch  (b.  1.) 
ere«iun,  también», 
«se  ha  muerto» 
hasta,  hacia  el  grande 
begijetara 

me  venían  algunos  deseos 
oyetik  jaikirik 

«cuando  habéis  comido  en  casa 
de  semejante  puchero?» 


(1)  Esta  corrección  se  refiere  á  la  forma  suletina. 

(2)  Id. 


PAJINA. 


LÍNEA. 


Dice. 


Líase. 


S23 

Ü34 
•¡M 
240 

242 
24.5 
255 
256 
200 

272 
279 
2«0 
280 
284 
284 
285 
285 
2R7 
287 
2«9 

290 


290 


1  erraiten  derro  achurik  — 
23  al  i>osesovio  oii  —  — 
33  tik— dik,  ko  —  —  — 
31  me  lio  abstenido   de  usar 

33  y  34  Ori.  Che        _       _  — 

14  hari  «aquel» 

11  norbaitzentzakn  (h)—  — 

3  i'>ste  e.s  do  persona  — 
18  una  e  de  lit;adura  — 
27  t'^ste»'—        _.       _  _ 

31  Der.  ind       —        —  — • 
12  y  13  (1)    Neironek       —       —  — 

13  (2)    Eror    —       —       —  — 

29  para  el  niño           —  — 

32  (3)    Zure    —        —        —  — 

4  (4)  Nabe— re  _  —  — 
O  desdo  mío  del        —  — ■ 

2  G  -        —        —  — 

12  (5)    Hek     Zuek    —       —  — 

13  (6)    Nehor,  Ne      —       —  — 

(pcrs....Norba¡tetarat 

10  Dir.imat....Norbaitenbaithara 


19 


294 

24 

302 

32 

311 

26 

319 

37 

324 

35 

326 

7 

331 

IG 

331 

32 

338 

11 

343 

18 

343 

19 

343 

38 

:!ss 

6 

358 

15 

359 

14 

359 

16 

359 

15 

359 

21 

359 

24 

:íco 

20 

360 

22 

361 

5 

H&l 

9 

361 

21 

368 

19 

368 

20 

368 

21 

368 

22 

370 

21 

373 

20 

374 

13 

375 

8 

:<79 

18 

383 

5 

383 

14 

383 

20 

393 

9 

Norbaitenganat          —  — 

,pevs....Norbaitetcrik  — 
Sep.'mat...  .Norbaitenbaitharik  — 

'            NorbTÍtenganik  — 

aun  en  nuestra  lengua  —  — 

préstamo  al  latiu            —  — 

el  Príncipe  Houaparte  —  — 

pág.  xxn,    —      —      —  — 

«en  el  comer  lo  he  yo»    —  — 

al  sufijo;       —        —        —  — 

Zaukitzute     =        —       —  — 

gran  el  cúmulo     —        —  — 

simples,  yo  parto  —        —  — 

ese  ha  caido»,  erori  da     —  — 

erori  dago     —        —       —  — 

bustitz           —        —        —  — 

ikhusten  luke           —        —  — 

ikusiko  baleu           —       —  — 

ikusia  izan    dau  dn           —  — 

ikusia  ¡zango  du  (b.  g.)    —  — 

ikusia  ¡zango  dau  (b.)       —  — 

ikusia  leuklan  (b.)  —        —  — 

ikusia  izan  dezan  (1  )         —  — 

ikusiko  zukean   (1.)            —  — 

Ikuíia  izan  balu    ií,'.)          —  — 

erori  diteke    —       —       —  — 

erorbaladi     —       —       —  — 

ésto  tiempo:  izaten  litzateke  — 

tu  me  lo  veías,  me  los  veías  — 

él  mo  lo  veía,  me  los  veía  — 
vosotros  me  los    velas,    mo  los 

veíais. —    -—        —        —  — 
ellos  mo  lo  veían,  mo  los  veían 

de  torcera  persona          —  — 

la  pluralir.adora  te          —  — 

35.  Presento             —        —  — 

Mr.  Van  Eys  so  acercó  —  — 

es  za  —        —        —        —  — 

al  elemento  personal     —  — 

gaitzatzu       —       —       —  — 

lopresentado  por  g  inicial  — 

Luego  'i  tion  n     --        —  — 


erraiten,  derro  achurik 

al  posesivo  en 

tik,  dik— ko 

niü  lio  abstenido,  generalmente, 

do  usar 
O'i— che 
hari  "ii  aijuol» 
norbaitcntza.o  ib 
si  ésto  OS  do  püvsv-ina 
una  (!  epentética — 
eso» 

Dir.  ind 
Ne— ronek 
Erori 

para  el  mío 
Ziie 

Na,  Bcre 
del  mió 
S 

Zuek 
Nehor— Ne 

(mat....Norbailetarat 
Dir  i  pors...Norl)aitenbaithara 
Norbaitenganat    (7) 
mat....Norbaitetarik 
Sep*pcrs...  Norbaitenbaitharik 
'  Norbaittnganlk    (.s) 

en  nuestra  lengua 
préstamo  del  latín 
«ol  Príncipe  líonaparte 
pág.  XX, 

«en  comer  lo  hé  yo» 
al  sugeto; 
Zazkitzule 
el  cúmulo 
yo  parto 

«os  caido",  erDria  da 
croria  dago 
busti 

ikhusten  lüke 
ikusiko  balii 
ikusija  dau  (b.) 
ikusia  ¡zango  di  (g  ) 
ikusija  ¡zango  dau  (b.) 
ilíusija  leuklan  ib.) 
ikusia  izan  zezan  (1) 
ikusiko  zukean  (g.) 
ikusia  ¡zango  balu  (i.) 
erori  üteke 
eror  baledi 
éstos   tionnios;    ¡zaten    litzateke, 

izaten  litzatek¡an. 
tú  m.>lo  vos,  me  los  ves 
él  me  lo  ve,  m  j  los  vq 
vo.sotros   mo    lo    veis,    me   los 

veis, 
ellos  mo  lo  von,  me  los  ven 
de  torcera  persona  plural 
la  pluralizadora  tu 
34.  Presente 
En  ésta  última  parto    Mr.  Van 

Eys  se  acercé 
o  i  za  y  eza. 

al  elemento  pronominal 
gaitzatzu  (9) 

reprosontado  por  ga  inicial 
Lueijo  si  dichos  tlexionos  tionoii 


(1)  Estaerrat&hay  que  busculaen  la  parto  derecha  do    la  llave  del  piiiadigma.   (2)  Id.  (3 
Id.  (4)  Id.  (5)  Id.  (6)  Id. 
(7).  I-a  mifma  errata  se  ha  coinotido  en  la  coU^nn^  del  sulotino  (H)  Id. 
(9)    Estiéndase  la  corrección  i\  las  tros  flexiones  rostantes. 


pAjina. 

LÍXKA. 

396 

23 

397 

:l 

398 

'2 

398 

0 

áOl 

2", 

40T 

8 

416 

8 

421 

]H 

433 

11 

455 

11 

455 

11 

466 

20 

467 

;í;2 

469 

;} 

475 

15 

478 

19 

480 

7 

485 

£9 

486 

19 

487 

20 

497 

fi 

499 

:'>¡) 

500 

27 

500 

£8 

504 

i:! 

511 

H 

511 

3-5 

511 

27 

524 

10 

521 

17 

526 

5 

527 

23 

529 

.M 

530 

2i) 

530 

ÍH 

547 

5 

650 

10 

550 

27 

552 

10 

563 

7 

580 

12 

580 

13 

582 

30 

585 

30 

690 

5 

590 

r. 

612 

22 

612 

i.'9 

614 

29 

622 

17 

623 

24 

632 

35 

636 

28 

641 

12 

641 

25 

649 

19 

651 

í''i 

666 

3 

668 

21 

071 

U 

675 

28 

675 

29 

705 

:!0 

708 

17 

717 

1 

718 

1 

718 

20 

721 

ÍH 

723 

2 

733 

14 

Dice. 


Lkase. 


les  veías  lo  —  —  —  —  les  veías  los 

u  el  núcleo  —  —  —  —  u  y  ue  los  unclcos 

II.  Modo  subjuntivo  —  —  IX.  IVÍodo  subjuntivo 

yo  lo  vea,  los  vea  —  —  —  yo  lo  viese,  los  viese  (1) 

(ij—Flexiones  pronomiualcs  —  (i).— Flexiones  objetivas. 

gizizayokean  —  —  —  —  giñizayokean 

zindekete       _  _  —  —  zindukete 

bagiñiziite     _  _  —  —  baziñigute           ^ 

daukazkidazu  —  —  —  daukazkidazu   «tu  me  lo  tienes, 

me  los  tienes»  (2) 

artlemosii      —  —  —  —  ardíamos,, 

«estamos       -  —  —  —  "estiibamos 

pronominal  _  —  _  pluralizador 

BB      —        —  —  -  —  A.  A.         _,.      ,    , 

diokegu....diotzakegu  —  —  diokezu diozaketzu 

es  eufónica  —  —  —  —  es  epentética 

gaizazazketet  —  —  —  gaizazkctet 

agente          _  _-  _  _  sujeto 

litzaketet       _  —  _  _  liezaketet               _ 

ziniezaguzuke....zinietzagutzuke  —  z¡niezaguzueke.....zinietzagutzueke 

zentzazkete   —  —  —  —  zintzazkete 

I         _       -----  A. 

(II)  _       —  —  —  —  (ni) 
diike    —       —  —  —  —  dükezii 
dükeye          —  —  —  —  düke 
que  en  éstas  —  —  —  que  éstas 

(III)  -        —  —  —  -  III 
dlzoe-d¡-        —  —  —  —  dizoe-dit- 
tdizuen          _  —  —  —  dizuen 
les  veía         —  —  —  —  les  viera 
veía  los         —  —  —  —  viera  lo 
la  i  de  ye     —  —  —  —  la  y  de  ye 
ailiiznie         _  —  —  —  aitzfinie 
ainündiizü      —  —  —  —  ainünduzu 

en  esta  su  forma  —  —  —  en  su  forma 

sufriendo     —  —  —  —  sufre 

nindarabilazan  —  —  —  nindarabilazün 

(II)  —       —  —  —  —  (m). 
eduki  —       —  —  —  —  edüki 
nindadükén    —  —  —  —  nindadükan 
aeutsee         _  —  —  —  deutsee 

tú  me  lo  puedes  —  —  —  tú  me  los  sueles 

los  puedes  ver  —  —  —  los  suele  ver 

it  y  z  —        —  —  —  —  it  Ó  ut  y  zu 

geutiTzubezan  —  —  —  geunTsubeza 

es  ai    —       —  —  —  —  es  ei 

de  ei  —       —  —  —  —  de  ai 

gueunkatzuen  —  —  —  geunkatzuen 

eukatzoezan  —  —  —  —  eukatsoezan 

(8.a:  caret)    —  —  —  —  8.a  y  sigs:  caret) 

al  núcleo      —  —  —  —  al  tipo 

&  expresar   —  —  —  —  de  expresar 

(iii)     —        —  —  —  —  (II) 

(III)  —       —  —  —  —  (n) 
nosotros       —  —  —  —  vosotros 
presencia  de    e  —  —  —  presencia  de  te 
yo  los  podía  —  —  —  yo  les  podía 

yo  habría  caido  —  —  —  tú  me  habrías  caído 

tu,  etc.          —  —  —  —  él.  etc. 

zke —  _  _  —  zki 

gitzakezün—  —  _  —  gitzakizün 

dakizkio  kete  —  —  —  zaklzkioKETE 

zakizkioke     —  —  —  —  dakizkioke 

noezü            —        —  —  —  noazü 

zoazketzun    —  —  —  —  zoazketzün 

XXVI-         —  —  —  -  XXIV 

de  za  ze  y  z  —  —  —  de  za;  ze  y  z 

zachahuz       —  —  —  —  zachakuz 

Sjau    —       _  —  —  —  Jausi 

tu  caerás      —  —  —  —  tu  le  caeríis 

lekezube        —  —  —  —  lekizube 


(1)    Estiéndase  la  corrección  á  toda  la  categoría.    (2)    Estiéndase  la  corre  ccíAn  á  toda  ía  ca- 
tegoría. 


PAJINA  LÍNEA.  Dice. 


757 

30 

768 

32 

774 

1 

779 

5 

780 

33 

782 

H 

782 

21 

783 

18 

785 

2 

788 

15 

Lkase. 


795  17 


sustantivo  verbal  —  —  —  adjetivo  verbal 

«estil  preguntado   —  —  —  "esti'i  preguntando 

Las  formas  especiales—  —  Las  formas  nomlualeü   especia- 
lizadas, 

iufljación      _        _  _  _  sufljauióii 

etorri  eidu     —       —  —  —  eJdu  zitzayon 

sufijo  en         —        —  —  —  tíiro  poscsiv.) 

"el  diay  la  noche"  —  —  "la  noche  y  el  dia" 

dakion           —       —  —  —  ez  dakion 

la  acción  Jauna      —  —  —  la  acción:  Jiuna 

se  incorporan    los  elementos  se  incorporan  los  eleniontos  ob- 

prouominales     —  —  —  jetivos  y  pronominales 

con  ese         —        —  —  —  con  eso 


Nota.  He  dejado  de  incluir  en  la  anterior  enumeraciúii  las  erratas  (|iie 
se  limitan  á  desllgurar  la  forma  do  las  palabras  castellanas,  pero  sin  tor- 
narlas incomprensililes.  En  materia  de  erratas  castellanas  lie  salvado  todas 
aquellas  que  ¿í  mi  juicio  alteraban,  uscurecian  ó  dilicultahan  nolahlemenlo 
el  sentido  y  las  (pie  suministraban  traducciones  inexactas  d;  palabras  ó 
frases  euskaras.  Las  referentes  á  esla  última  lengua  be  pi-ocurado  rectili- 
carlas  todas. 

Hay  otra  clase  de  erratas  de  (|ue  igualmente  be  prescindido;  las  que 
consisten  en  omisiones  de  la  paginación^  de  las  cabezas  ó  títulos  de  las  di- 
versas subdivisiones  de  las  materias  v  de  la  numeración  (L-  las  categorii.s 
así  por  ejemplo,  en  la  página  414,  línea  12  falla  la  rúbrica  {]\)—fh:rioiies 
objetiro-pionominaler,  en  la  [)ágina  28o,  falla  éste  número;  e  i  l.i  página  44o, 
línea  24  falta  la  rúbrica  (11.";'  «á  vosotros»).  Las  varias  erratas  de  ésta 
clase  las  salvarán  los  lectores  por  .sí  mismcs  sin  ninguna  dilicullad,  a.^í  c  <- 
mo  aquellas,  muy  escasas,  ipie  consisten  en  la  inclusión  de  lítulos  ó  cabe- 
zas donde  no  hacen  falla;  por  ejemplo:  en  la  página  470,  linea  18  aparece 
la  rúbrica  A  A — Tiempos  delirados  que  debe  desaparecí  r. 

Otras  ocupaciones  de  muy  diver.s.i  índole  y  las  perentorias  evijencias 
de  la  publicación  por  cuadernos  me  lian  impedido  dedicar  á  la  corrección 
de  pruebas  toda  esa  es(juisita  vigilancia  que  l.is  ediciones  modelos  exigen; 
de  muchas  erratas  soy  vó  completamente  ii-responsable  y  b  ly  ipie  achacar- 
las á  la  falta  de  costumbre  de  componer  obras  de  la  naturaleza  y  deja  es- 
tensión  de  la  presente.  No  ha  faltado  ciertamente  la  mejor  voluntad  en  la 
casa  editorial;  y  dados  los  elementos  (pie  [¡iiede  reunir  una  localidad  de 
las  circunstancias  de  Tolosa,  la  impresión  de  este  libro  reiu-e.seiita  un  ga- 
llardo alarde  de   inteligencia,  de  tuerza  de  voluntad  y  de  p  itrio! ismo. 

Yo  no  he  escaseado  trabajo  algiinc»;  si  el  fruto  es  agrio  é  indigesto  es  (pie 
el  árbol  es  incapaz  de  dar  oíros.  Cnanto  estaba  en  mi  maro  lo  he  puesto. 
Mi  última  y  pe.sadisima  labor  ha  sido  la  formación  de  una  tabh  ó  Índice 
analítico;  pero  la  retiro.  No  me  .lelermino  á  dil'eiir  más  la  terminación  de 
ésle  libro,  empezado  á  publicarse  hice  dosaño.-í^  ni  áauin^:ilar  con  otras 
60  páginas  su  abultado  volúinen.  Yo(pielosoñé  con  alas  y  luminoso  y  ca- 
liente como  un  rayo  de  entusiasmo!  Ahora  lo  veo  sobre  liii  me.>;a,  enzado 
de  fórmulas  y  términos  técnico.s  á  lo  sumo,  y  si  acaso,  severo  desperta- 
dor de  la  inteligencia  y  iió  llamada  conmovedora  á  las  almas  euskaras. 

Con  pena  me  separo  de  é';  má-Kpie  salir  de  mis  minos,  si'.la  de  mi  co- 
razón; es  un  viejo  amigo,  un  diario  conlidenle  (p.i  í  se  alej  i.  Kiiipreiule  su 
camino  en  éste  glorioso  dia  d,;  San  Juan,  en  (pie  la  luz  rep>;!(i  hasla  los  úl- 
timos límites  el  imperio  de  las  sombras.  Sea  ésta  circunstancia  leliz  augu- 
rio de  sus  destinos  y  dignese,  Dio.s,  cuyo  santo  nombre  lien  ligo  dar  \idi 
á  las  aspiraciones  ipie  iik!  ins|>iraroii  ésle  acto  de  amor. 
Pamplona  24  de  Junio  de  I88(>. 


LiSTUELOSSEÑOetSSySCfilTOñES 


A    ESTA 


GRAMÁTICA. 


GUIPÚZCOA.— San  Sebastian. 

La  Excelentísima   Diputación    provincial  de   Guipúzcoa 
se  suscribe  por  veinticinco  ejemplares. 

El  Excelentísimo  A.yuntamiento  de  San  Sebastian  se 
suscribe  por  tres  ejemplares. 

D.  Manuel  Goroslidi.  =  José  Domercq,  dos  ejemplares. 
=  José  León  y  Pablo  Leunda.  =  Julián  de  Egañay  Arregui. 
=  Kamon  Usabiaga.  =  Eamon  Manterola.  =  Joaquín  Bfunet. 
=  Nicolás  de  Soraluce.  =  Ramón  Brunet.  Gaspar  Oregui. 
presbítero.  =  José  Echeverría  y  Múgíca.=r  Martin  de  Urreiz- 
tieta.  =  Tomás  Gros.  — Pedro  de  Brunet.  =  José  Irastorza, 
—  José  Aldazabal. —Fernando  Colmenares.  =  José  Manuel 
Aguirre  Miramon.  =  Casildo  Zabala.  =  Joaquín  Martínez 
Velasco.  =  Blas  Escoriaza.  =  Domingo  Goñi,  Pbro.  =  Alfredo 
Laffitte.  =  Miguel  Oteiza,  dos  ej.  =  Manuel  Tornero.  =  M i- 
guel  Salaverría,  dos  ej.  =  Marcial  Berrueltar.  — Rafael  Ber- 
nabé Bats.  =  Sebastian  de  Córdoba.  =  Fermín  de  Lasala. — 
Pedro  Haríspe,  Pbro.  =  P;itiicio  de  Satnistegui.  =  Daníel 
Samaniego.  =  Rufino  Machíandiarena.  =  Antonio  i\.rzac.  — 
Melchor  de  Arocena.  =  Canuto  Ignacio  Muñoz.  =  Luis  de 
Santa  María.  =  Manuel  Sai  z  y  Ochoa.  =  Marcelino  So- 
roa.  =Ramon  de  Li]i-Idiaquez.  =  Victoriano  Iraola.  =  Igna- 
cio Recondo.  =  Sabino  Ucelayeta.  =  José  Joaquín  Azpiazu. 


Antonio  Egaña.  =  Biimon  Zabala.  =  Gregorio  Manterola.  = 
Cándido  Ilios  y  Eial,  Cat.''  =  Josó  Elósegui-Aguirre  Mira- 
mon.— Tadeo  liuiz  de  Ogarno.=: José  Domingo  de  Arrieta. 

l'oLosA.  El  Ayuntamiento  =  Joaquin  Larreta,  dos  ej.= 
D.  Antonio  de  Castro.  =  (fregorio  de  Eetana,  Pbro.=  Ale- 
jandro Lulama,  Pbro. —Patricio  de  Orcaiztegai,Pbro.  =  Ju- 
lián Izaguirre.  =  Miguel  Arcante.  =Basilio  Azcune.  — Fran- 
cisco Muguerza.  —  Eamon  Moraiz.  Deinetrio  Eugel.  Eamon 
Azcue.  =  Alejandrino  Irazu,  Pbro.  =  Eustaquio  Ecliave  Sus- 
taeta.  —  León  Vidaller,  Rector  délas  Escuelas  Pias  dos  ej.  = 
Francisco  Sarasola.  =Fray  Crispin  de  Beovide.'=:Bamon 
Zabalay  Salazar.  =  AlvaroNavaá.  - AntonioElósegui.  =  Juan 
Suarez.  =  Joaquín  Maria  de  Osinalde.  =  P.  Diego  Muñagorri. 
P.  MarianoYalles.  =  J.  Y.  Araquistain.  =  Martin  Garmendia. 

Orio.  D.  Juan  Antonio  de  Macazaga,  Pbro.  =  Josó  Ma- 
nuel Salaverrieta, 

Deva.     D.    Lorenzo  de   Duneta,. -=  Cándido  Olascoaga. 

FüENTELEABiA.  D.  Claudio  Otacgui.  =  Convcnto  de  Ca- 
puchinos, dos  ej.  =  Alfonso  Maria  Zabala,  Puro.  =  José  [Ide- 
fonso  Iturrino,  Pbro.  =  Eugenio  Tellería,  Pbru. 

Pasajesde  San  Juan-     D.  José  Basilio  de  Seguróla,  Pbro. 

Alza.     D.  Ramón  de  Olariregui,  Párroco. 

Leaburu,     Felipe  Ayerbe. 

Zumaya.     D.  Manuel  Beovide. 

ViLLABONA.  D .  Miguel  Lanz .  =  Joaquín  Aldea.  =  Bonifa- 
cio Urrestarazu.  =  Antonio  Caminaur.— Florencio  Lasarte. 

CizuRQUiL.     D.  Juan  Jjorenzo  Garmendia,  Pbro. 

ViLLAFKANCA.  D.  Isidro  Maria  Aizpurua.  =  Podro  Gui- 
belalde,  Pbro.=Bonifacio  de  Lasa,  Pbro.  =  Ayuntamiento. 

OiiMAi^TEGüi.  Ü.Juan  ütaño.  =  Serapio  Múgica.  ~  José 
Martin  Zuñria,  Pbro. 

Oreja.     Claudio  Menendez,  Pbro. 

Irun.  D.  Ramón  Elizalde.  =  Leoncio  Másmcla,  Pbro.  = 
Salustiano  Olazabal. 

Rentería.  D.  José  Gil  de  Zalacaín  Pbro.  =  Secundino 
Ignacio  Cogorza,  Pbro. 

Belaunza.     Sr.  Zufiria,  Rector. 

MoTRioo.  P.  Garagarza  Garagarza,  presbítero.  =  Miguel 
Echeverría,  P])ro. 


IsASONDo.  Manuel  Maria  Ay estarán,  Pbro.  =  Juan  Martin 
Sarasola. 

Heenialde.     D.  Lúeas  Alvarez,  presbítero. 

Vergara.  Rector  del  Seminario.  =  Felipe  Sabater.= 
José  de  Ibarzabal.  =  Domingo  Iturbe.  =  Marqués  do  Valde- 
Espina. -G-abriel  de  Arrúe.  =  José  Joaquin  de  E.,MÚa.— 
Francisco  Aranzadi.  =  Ángel  Elústizar  =E1  Ayuntamiento. 
=  Conde  de  Yillafranca  de  Gaytañ.  =  José  Maria  de  Unceta. 
=  MarcosEmaldi.=Telesforo   de    Monzón. — Juan  López. 

Ataün.  D.  José  Ayerdi.=Inocencio  Dorronsoro,  dos 
ejemplares.  =  José  Martin  Dorronsoro.  =  R.  Quintín  de 
Aramendi.=Ijiborio  de  Echave.  =  Ayuntamiento. 

Beizama.  D.  Domingo  Arrazola,  Pbro.  =  Ángel  Antonio 
Arrese. 

Beasain.  D.  Eestitut3  Larrondobuno.  =  Jerónimo  Zun- 
zunegui.  =  José  Francisco  Urdangarru.:=José  Maria  Ibar- 
laburu .  =  Ayuntamiento . 

Regil.  b.  Juan  Bautista  Pagadizabal,  Pbro.=D.  José 
Isidoro  Arregui,  Pbro. -- José  Gil  Aguirre,  Pbro. 

Olaverria.      D.  José  Agustín  Legarra,  Pbro. 

Urnieta.  D.  Manuel  Antonio  Antía,  Rector.  =  Francis- 
co Zubeldia. 

Alqüiza.  D.  Francisco  José  Alquizalete  Pbro.  =  Román 
de  Lasquibar,  Pbro. 

Azpeitia.  D.Juan  Bautis  Acilona.  =  Agustín  de  Jáure- 
gui,  Pbro.  =  Ignacio  de  Ibero.  =  Ignacio  Elorza. — Leoncio 
Ventura.  =  Benito  Guibert.  —  Sebastian  Ai/puru.  =  Juan  Jo- 
sé Celaya.  =  José  Guerricagoitia.  =  Colegio  de  Loyola,  dos  ej. 

Irura.  I).  José  Raguan.  =  José  Benito  Izaguirre.= 
Francisco  de  los  Infantes.  =  Telesfüro  Subijaua.  =  Juan 
Atorrasagasti.  =  Narciso  Glano.  =  Faustino  Arámburu,Pbro. 

LizARZA.     D.  Tomás  Eguibar,  Pbro.=Mariano  Marco. 

Berástegui.  El  Ayuntamiento.  ==D.  Martin  Lavayen, 
presbítero.  =  Casiano  de  Aramburu,  médico. 

Segura.  D.  Domingo  Bereciartua.=Esteban  de  Zur- 
bano.  =  Leoncio  Zaragozano,  Pbro.: -Teodoro  de  Ugalde, 
Pbro.  =  Prudencio  de  Arrieta,  Pbro.  — Juan  Arámburu. 

Cerain.  D.  José  Francisco  Alústiza,  Pbro.  =  Pedro  Cur- 
tavarria,  Pbro. 


MuTiLOA.     D.  José  Letamenc)i.=:  Francisco  Tellería. 

Idiazabal.  D.  José  Andrés  de  Vicuña.  =  Francisco  Maria 
de  ])enísátogui.==  Gregorio  Tellería.  =  Mauricio  de  Luzuria- 
ga,  párroco. 

AsTiGAiuiAGA.  D.  José  Eccalde,  párroco.  =  Cándido  Orbe. 
=  José  M.  Eleisegui,  Pbro. 

ZuMAimAGA.  D.  Joaquin  de  Castañeda.  =  J.  Francisco 
de  Oyarbide.  =  Silberio  Zaldua.  =  José  Maria  de  Lasa,  Pbro. 
=  Ayuntamiento.  =  Justo  Artiz.  =  Miguel  M.  de  Esnaola.  = 
José  Antonio  Alberdi. ^Ignacio  Artiz.  =  Victor  Claran.  = 
Manuel  de  Francisco  y  Morca.  =  Julián  Aranguren.  =  Tori- 
bio  Iriondo,  Pbro. 

ViLLAREAL.  D.  José  Lorcuzo  de  Antía,  Pbro.  =  Ayunta- 
miento.=  José  Felipe  Astaburuaga.  =  Manuel  Lascurain, 
Pbro.  — Ignacio  Maria  de  Bagargoitia. 

Cegama. —  Ayuntamiento.  =  Francisco  Miguel  de  Eche- 
verria.  =  Domingo  Berraondo,  Pbro.  =  José  María  Peroste- 
rena,  Pbro. 

Hernani.  D.Juan  Manuel  Soroa.  =  Euperto  Erice.  = 
José  Erauskin.  =  Ayuntamiento. 

Alegría.  D.  Santiago  Letamendia, presbítero.  =  Ayunta- 
miento. 

Aldaya.     Tomás  Beloqui. 

Icasteguieta.  ü.  Juan  Bautista  Olaechea,  Pbro.= 
Evaristo  Esnaola. 

Legorreta.     D.  Juan  José  de  Lasa.  =  Bartolomé  Arcaya. 

Legazpia.  Ignacio  Antonio  Zabaleta,  Pbro.  =  Cayetano 
de  Zabaleta. 

UÑATE.  D.  José  Maria  de  Verzosa.  =  Pio  M.  Mortara.= 
Gelosio  Borsotti.  =  Miguel  de  Gordon.  =  Juan  de  Cortaba- 
rria.  =  José  Bautista  Irizar.  —  Ladislao  Sagastizabal.  —  Juan 
Carlos  de  Alzaa.  =  Vicente  de  Artazcoz.  =  Felipe  Zulueta.  == 
Isaac  Guereca. 

MoNDRAGON.  D.  Juau  Cárlos  de  Guerra.  =  Vicente  do 
Oquendo.  =  Conde  de  Monterron.  =  Ildefonso  Dorronsoro, 
Pbro.  =  Cárlos  Podriguez.  =  Pablo  Ugarte.  --=  Ayuntamiento. 

Salinas.     D.  Luis  Meave,  Pbro. 

EscoRiAZA.     D.  Andrés  Anduaya,  Pbro. 

Arechavaleta.     Ayuntamiento. —Francisco   de  Musgoa. 


Placencia.  D.  Agustín  M.  Sastaeta.  =  PHntaleon  Zava- 
la.  =  Bernardo  ZnbizaiTeta.  =  Anacleto  Gaztaaiuli.  =  Ma- 
nuel Casimiro  Leciimberri. 

EiBAR.  D.Vicente  Aguirre.^  Francisco  Muño2.  -  SiJ- 
verio  Echeverria,  Pbro.  =  Serapio  Larreategui.  -  Eugenio 
Berasaluce.  =  Enrique  Biardeau.  =  Segundo  Mayora.  =  Plá- 
cido Zuloaga.  =  Orbea  hermanos. 

GoYAZ.     D.  José  Antonio  de  Arrúe,  presbítero. 

AzcoiTiA.  D.  Juan  Virtuz  y  Miguel.  =  J.  Antonio  Una- 
iiue.  =  JoséL.  Zabala.  =  Pedro  Landa,  Pbro.  =  José  Ignacio 
Aldalur,  Pbro.  -  Juan  M.  de  Eguino. 

Andoain.  D.  Manuel  Maria  Alcain.  =  Juan  Ignacio  de 
Munita,  Pbro.=Braulio  Eezola.=F.  de  Cipitria.  — Cecilio 
Goicoechea. 

Galarza.     D.  Pedro  Burgoa,  presbítero. 


ESCUELAS  DE  GUIPÚZCOA. 

ToLOSA.     D.  Antonio  Castro.  =  I).  Pedro  Fernandez. 

Beerobi.     D.  Isidoro  UrdapilJeta. 

AüALCisQUETA.     D.  Luis  Balerío  Aranguren, 

Orendain.     D.  Domingo  Aramburu. 

Alegría.  D."'  Narcisa  Castrariense.=  Ignacio  Antonio 
de  Barreta. 

Legorreta.     Eobustiano    Elorza.  =  Antonia    Lizarraga. 

IsASONDO.  D.  Bernardo  Sarasola.  =  Micaela  Semperte- 
gui. 

Ataun.     D.  Manuel  Arrese. 

Cegama.  D.  Joaquín  Campos.  =  Modesta  Zumalacarre- 
gui. 

Ormaiztegui.     D.  Juan  Antonio  Ayerve. 

Arechavaleta.     Norberto  Almorza.  =  Isabel  Cormenzana 

Lezo.     Escuelas  de  niños. 

Pasajes  de  San  Juan.     José  Joaquín  Otegui. 

San  Sebastian  El  Antiguo.     D.  Miguel  Charola. 

Zaldivia.     D.  Juan  Martin  de  Armendariz. 

Andoain.  D.  Manuel  María  Alcain.=Fermína  Astraín. 
=  Natalio  Pajarin. 


Urnikta.     D.  x\lvaro  de  Oiaegui. 

IvENTEiüA,     D.  José  Miguel  Bizcarrondo. 

Arechavaieta.     Norveito  Almorza. 

MoTEico.     D.  Elias  Zapatero. — Faustina  Gangutia 

AsTiGAiuíETA.     D.  Juaii  i\Iigiiel  Tellería. 

YiLLAHEAL.     D.  José  Chincliurreta. 

Pasajes  de  San  Fedro.     Escuela  de  niños. 

VIZCAYA.— Bilbao. 

La  Excelentísima  Diputación  provincial   de  Vizcaya  se 
suscribe  por  veinticinco  ejemplares. 

El  Excelentísimo  Ayuntamiento  de    Bilbao  S3    suscribe 
por  diez  ejemplares. 

Instituto  vizcaíno. — D.  Francisco  de  Sevilla. — Venancio 
de  Orbe. — León  de  Longa. — Leonardo  de  Oliavarri. — En- 
rique de  Salazar. — José  de  C  unirá iga. — Galestino  de  Rsa- 
teria.' — Urbano  de  Agnirre. — Florentino  de  Larrinaga. — 
Miguel  de  Luzuriaga. — Pablo  de  Basterra. — M.  Oolioa  de 
Zabalegui. — Evaristo  de  Elizalde. — Rafael  Ugalde. — Ra- 
miro Ecliaide. — Jerónimo  de  Uria  y  Elosegui. — Sociedad 
Euskal-erria,  dos  ej. — José  Maria  Jjizana. — Cipriano  Ijuce- 
na. — Santiago  de  Meabe. — Antonio  de  Trueba. — Fidel  de 
Sagarrainaga. — ísicétas  de  Aróstegui,  presbítero. — Juan 
Tomás  de  Ugarte. — Ramón  de  Bergé. — Miguel  de  Irala. — 
Miguel  Cuadrado. — Fermín  de  Alegría. — Ernesto  Bour- 
geaud, — Evaristo  de  Churruca. — Guillermo  de  Goi<;oecliea. 
— Andrés  de  Isasi. — Pedro  M."  de  Merladet. — José  de  Uma- 
rán. — Sociedad  Bilbaína. — Telmo  de  Tbarra. — Manuel  de 
Lecanda. — Enrique  de  Libura. — José  Acillona  y  Garay. — 
N.  de  Madariaga. — Julián  de  Olaso. — José  A.  de  Errazquin. 
— Elisardo  M."  Stum. — Eduardo  Belmas. 

DuRANüo.  1).  José  Maria  Ampuero. — Julián  Elizalde. — 
Antonio M.'  Arguinzoniz,  dos  ej. — Gregorio Ibarra,Pbro. — 
Balbino  de  Garita-Onandia,  Pbro. — Juan  Cruz  de  Iturriaga, 
Pbro. — iVyuntamiento,  tres  ej. — Ramón  deOlalde. — Carlos 
ürue,  Pbro. — Santiago  Apraíz,  Pbro. — Ramiro  de  Arana. 
—  Samuel  de  Baertel,  seis  ejemplares. 

AuAUíANo.      D.  Pedro  Vicente  do  Alzaga,  Pbro. 


Amurrio.      D    Santos  Ipiña,  Pbro. 

Castko-í Tedíales.     Enrique  Enrrile. 

Amoeobieta.  Ayuntamiento. — D.  José  Urrangoechea, 
tres  ej. — Manuel  Silvestre  Yarza,  Pbro. — Manuel  Goicolea, 
Pbro. — Mariano  Itarriza. — Eugenio  Aranzabal. 

PoKTUGALETE.     D.  Fi'ancisco  del  Coro. 

Zaldua.     D.  José  Cruz  Astarloa.  Pbro. 

Elorrio.  D.  Guillermo  de  Gangutia,  Pbro. — Vicente 
Vidasolo. — León  de  Capelastegui. — Ayuntamiento. 

GoELiz.     D.  Anselmo  de  Gortázar,  Pbro. 

Mallabia.     D.  José  Ignacio  Astarloa,  Pbro. 

Eemua.  D.  Ezequiel  de  Echeverria,  Pbro. — Tomás  de 
Guísasela. 

Abando.     El  Ayuntamiento,  dos  ejemplares. 

S.  Antonio  de  Uequiola.     D.  Tomás  de  G'ogencia,  Pbro. 

Abacegui.     D.  Andrés  de  Iturrioz,  Pbro. 

AuLESTiA.  D.  Antonio  de  Arrizubieta,  Pbro. — José  Ma- 
ría de  Aboitiz,  Pbro. 

Inspastee.  ■]).  Juan  Bautista  de  Zabala  y  Longa,  Pbro. 
Juan  Bautista  de  Zabala,  Pbro. 

Veeriz.     I).  Carlos  M."  de  Solache,  Pbro. 

Aspe  de  Bustueia.      D.  Ángel  Arranategui,  Pbro. 

Gaucecüi  de  Aeteaga.  D.  Isidro  M."  ele  Arrecliedeneta, 
Pbro.- — Vicente  do  Barojain. 

Plencia.     Ayuntamiento. 

Maequina.  D.  Juan  José  de  Guisasola,  Pbro.^ — José 
Martin  de  Arrate,  dos  ej. — Domingo  Cliopitea,  Plu'o. — 
Nicasio  Eerriztain. — José  Miria,tegui. — Modesta  Alcalde. 
— Miguel  Antonio  de  Martitegui,  Pbro. — Pió  de  Barrueta- 
beña. — Bruno  de  Salazar. — Federico  de  Huagon. 

Üeduña.     D.  Daniel  de  Basaldua. 

Eciiano.     D.  Martin  de  Ormaeclie,  Pbro. 

Ochandiano.     Ayuntamiento. — D.  Felipe  Arrese. 

Begoña.     Ayuntamiento.— José  Antonio  de  Ealo. 

Deusto.     Superior  de  los  PP.  Pasionistas. — Ángel  Orue. 

Baracaldo.     William  Geli. — Alfonso  Etchals. 

Santuece.     D.  Gustavo  Cobreros. 

Algorta.     D.  Manuel  de  Zubiaga. 

Mfñaca.     D.  Juan  José  Ortuzar,  Pbro. 


(JüiiTÉzüBi.     Félix  de  Píaaga,  Pbro. 

GuERNicv.  D.  Anaoleto  de  Olaortiia. — Teodoro  de  Ara- 
na.— Tiburcio  de  Obieta. — Salvador  de  Olazabal. 

AiiKíETA.     D.  Francisco  de  Leciinibarri  y  ürrnaeclie. 

Ceanuhiz.  D.  Lnisde  Ortuzar,Pbrü. — MatiasSagarna. — 
JuanB.  Alcivar. — Fermin  Elorriaga. — José  Antonio  de  Uri- 
be,  Pbro. — Benito  delUidúrraga,  Pbro. 

DiMA      1).  Martin  de  Uriarte,  Pbro. 

Aranzazu.     D.  José  de  Zngazabeitia,  Pbro. 

Lemona.     D.  José  Alariano  Echevarría  Garay,  Pbro. 

YüERE.  D.  Tomás  de  Urqniola,  Pbro. — Lúeas  de  Ugal- 
de. — x\nibrosio  de  Urizar,  Pbro. — Tomás  de  Larrizquitu. — 
Matilde  Sotez  de  Vildósola. — José  Antonio  Lizardi., 

Castilloelejaceitia.     D.  Juan  Manuel  Zngarzaga,  Pbro- 

ViLLARo.     D.  Francisco  de  Capelastegni  Pbro. 

Ceberio.  D.  Juan  Martin  de  Aldecoa,  Pbro. — Roque 
de  Ibarrondo,  Pbro. — Juan  José  de  Ipiña,  Pbro. 

Orozco.  D.  Pedro  P.  Salcedo,  Pbro. — Jesús  de  Sagar- 
mínaga. 

Arrigorriaga.  D.  Saturnino  de  Pdgazaustundua,  Pbro. 
— Manuel  de  Isasi. 

Baquio.     D.  José  M.''  de  Jaureguizar. 

Colación  de  Bedia.     D.  Juan  Arteche. 

Ondarroa.  D.  Pedro  García  de  Salazar,  Pbro. — José 
Antonio  de  Afarramiola. — José  Agastiii  de  Cenarruzabei- 
tia,  Pbro. 


NAVARRA .  —Pamplona . 

L  Excelentísima  Diputación  de  Navarra  se  suscribe  por 
veinte  ejemplares. 

El  líustrísimo  Sr.  Obispo  de  Pamplona. — D.  Arturo 
Campion,  autor  de  esta  Gramática,  se  suscribe  por  veinte 
ejs. — P.  Guibert. — Gervasio  Etayo  y  Eraso. — Estanislao 
Áranzadi. — Juan  S.  Julián. — P.  Guardian  de  Capuchinos, 
dos  ej. — Salvador  Echaide. — Benito  Diez. — Joaquín  Boles- 
tena. — Fernando  de  Gorosábel. — Luis  Echeverría. — José 
Obanós. — Santiago    Alonso. — Domingo    Alnia. — Pedro  J. 


Arraiza. — Miguel  Ormaeche. — Mauro  Ibañez. — Joaquín 
Ciga. — Javier  Yarnoz. — Joaquin  Lorda.-Joaquin  Aguinaga. 
— Martin  Irigarray. — Juan  Iturralde  y  Altamira. — Hermi- 
lio  Olóriz. — Eusebio  Echalecu. — Francisco  Guillen,  Pbro. 
Domingo  Sagües  y  Muguiro. — Marqués  del  Amparo. — Fe- 
lipe Gaztelu. — Alejandro  Ororbia. —  Sebastian  Sanz. — Ca- 
listo  Nagore. — Conde  de  Ezpeleta. — Ignacio  Loidi. — Ino- 
cente Arrillaga. — Miguel  García  Tuñon. — Nuevo  Casino  de 
Pamplona. — Dámaso  Legaz,  Pbro. — Nícasio  Landa. — 
Huarte  hermanos. 

Gaeayoa.  D.  Kegino  Isturiz. — Basilio  Elcid,  presbítero. 
— Nicanor  Monreal. 

KoNCESBALLES.     D.  Francísco  Polit,  Prior. 

•Betelü.     Doctor  Casulleras. — Cecilio  Kecalde,  Pbro. 

ZuGARRAMUEDi.     D.  José  Antonío  Aldúncin. 

Alsasua.  D.  Félix  Araño. — Martin  Leyaristi. — Valen- 
tín Lopetegui,  Pbro. 

Irurzun.     D.  Manuel  Irañeta,  dos  ejemplares. 

Maya.     D.  Juan  Bautista  Gorosurreta. 

Bacaicoa.     D.  Bautista  Goñi. 

Elizondo.     D.  Meliton  íturria. — Manuel  Vergara, dos  ej. 

Vera.  D.  Ignacio  Beraza,  Pbro. — Antonio  María  Ira- 
zoqui,  Pbro. 

EoNCAL.     D.  Julián  Gayarre. 

Inirozqüin.  D-  Severíano  Blanco. — Pedro  Santa  Cruz^ 
presbítero. 

Oroz  Betelu.     Viuda  de  J.  M.  Garmendia. 

Oricain.     José  Goicoechea. 

Garralda.     Germán  Garramendia. 

Atallo.     D.  Ventura  Oterrain,  Pbro. 

Estella.     D.  Lúeas  Garnica  Martínez. 


r 


Funes.     D.  Ignacio  Ibarbia. 


ÁLAVA.— Vitoria. 

La  Excelentísima  Diputación  de  Álava  se  suscribe  por 
doce  ejemplares. 

D.  Juan  José  Herranz. — Abdon  Goitía  y  Cerain. — Agus- 
tín de  Echevarría. — Antonio  Esteban  Echevarría. — Isaac 

61 


Ortiz  de  Zarate. — Félix  ürtubi. — Federico  Baraibar,  dos 
ejemplares. — Francisco  Juan  de  Ayala. — Kamon  Arbili, 
presbítero. — Seminario  Conciliar  de  Vitoria. — Félix  de  Lan- 
da. — Cecilio  Egaña. — Juventud  católica  de  Vitoria. — Cír- 
culo Vitoriano. — I.  Sr.  Provisor  y  Canónigo  de  la  Catedral. 
— Eduardo  de  Guevara. — Cruz  Ocboa. — Conde  de  Villa- 
fuertes. — Eduardo  Velasco  y  López  Cano. 

Llodio.  D.  Eugenio  de  Elorza. — Federico  Berastigui- 
goitia. 

ViLLARREAL  DE  Alava.  Ayuntamiento. — D.  Juan  Urtu- 
zar,  Pbro. — Andrés  de  Iturzaeta,  Pbro. — Francisco  Burgoa. 

Amuerio.     D.  Santos  Ipiña,  Pbro. 

Oqüendo.     D.  Eustaquio  de  Medina,  Pbro. 

Madrid. 

R.  P.  Fidel  Fita  y  Coloma.— Manuel  Torre  Ortiz  y  Gil. 
Domingo  de  Illacurriaga. — Juan  Maria  Cendoya. — José 
Manuel  Urritavizcaya. — Claudio  Unamunu. — Luis  Aspe. — 
Alvaro  Ansorena. — Francisco  Gorostidi. — Juan  Caballero. 
— Mariano  Murillo,  dos  ej. — Antonio  Serra. — José  de  Yan- 
tua. — Juan  de  Lapaza  y  Martiartu. — Luis  Mazzantini. — 
Círculo  Mercantil  Industrial, — Gabriel  Sánchez. — Fuentes 
y  Capdevilla,  tres  ejemplares. 

Barcelona.  I.  Sr.  Aristides  Artiñano,  dosej. — Pablo  de 
Gazteiz. — Sabino  Arana. — Luis  Arana. — Eicardo  Larra- 
ñaga. — Luis  de  Lezama  Leguizamon. — Manuel  Barrera  y 
Eguía. — José  Rovira  Dalmau. 

Falencia.  D.  Ricardo  Becerro  de  Bengoa. — Antonio  de 
Arangüena. 

Gijon.     Gerardo  Uria  Valledor. 

Santander.     Carmelo  Echegaray. 

Sevilla.  Daguerre  Dospital  hermanos,  dos  ejemplares. 
— Hijos  de  Fé,  libreros. 

Irura.     D.  Narciso  Glano. 

FRANCIA.— París. 

Mr,  Octave  Lacroix. — Jules  Viuson. — José  M."  Santa 
Maria. 


Burdeos.  M.  Víctor  Stempf. — Apestegui  Fréres. — Hen- 
rri  Rozier  Fils. — Diipac. 

Sara.     Rev'^  AVentivort- Webster. 

San  Juan  de  Luz.  D.  Juan  Mandiola,  Pbro. — Francis- 
co M.^  Urreta,  Pbro. — Juqnier. — Tirso  de  Olazabal. — Eloy 
Udave,  Pbro. — Benito  de  Amestoy. — Dr.  A.  Goyeneche. — 
Martin  Irigoyen. — Dargaignaratz. — Bernard  Ahetz-Etche- 
ber. — Marqués  de  Santa  Coloma. — D.  Ortala,  director  del 
Colegio  de  Santa  Mari  a. 

Ciburu.  Ignacio  de  Lardizabal. — L'abbé  Castet,  vicai- 
re. — Capitain  Duvoisin. 

Bayona.  Mr.  Inchauspe,  Chanoin  et  vicaire  general. — 
Bibliothéque  de  la  ville. — Mocochen,  librero,  tres  ejs. 

Hasparren.     lí.  P.  Domingo  Harriet. 


INGL  ATERRA . —Londres . 

S.  A.  R.  Príncipe  Luis  Luciano  Bonaparte,    dos  ejs.- 
Edward  Spencer  Dodgson. 


AMERICA.  — Buenos-Aires. 

D.  Juan  Benito  Goñi,  presidente  de  la  Sociedad  «Lau- 
rac  bat»,  por  veinticinco  ejemplares. — Ramón  Lizarralde. — 
Daniel  Lizarralde. 

Montevideo. 

D.  Cenon  Tolosa,  por  veinticinco  ejemplares. 

AUSTRIA .  — Vi  ena. 

R.  Ditmar  Wieu: 


Campíén  y  Jairae-Bon,   Arturo 

Gramática  de  los  ciiatro 
dialectos  literarios  de  la 
lengua  euskara 


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