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rURCHASED FOR THE
UNIVERSITY OF TORONTO LIBRARY
FROM THE
CANADÁ COVNCIL SPECIAL GRANT
Gramática
DE LOS
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DE LA LENGUA EUSKAKA.
PRIMERA EDICIÓN.
CASA. EDITOEIAL DE EUSEBIO LÓPEZ,
liáláliiá
DE LOS
CUATRO OIALÍCTOS LinBARIOS
DE LA LENGUA EUSKARA.
POR
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Cuskal-Erriaren alde. i
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Establecimiento tipogi-úflco de Eusebio López, Sucesor de la VniDA de Mhndizábal
Calle de la Solana, núm. 8.
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-'L 28 1967
Es propiedad del Edi-
tor, el cual se reserva
todos los derechos.
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|l |í|ÍNCIPE |üIS IüCIANO loJN^APARTE.
oxsEÑoii: Vuestro nombre no 2-^?¿6<:/(3 se-
pararse de ningún estudio que tenga 2)or
^objeto la lengua eusl-ara. Cualquiera que
^.í^^ ^ sea la dirección que se tome, enseguida se
"^^ encuentra en ella la estela luminosa de
(^ vuestro iklso.
Dignaos permitir, Monseñor, que procUune una
vez más esa solidaridad entre la ciencia bascófila y
vuestra persona. Es lo menos que jjueden hacer
los que, como yo, lian aprendido mucho en vuestros
libros, y saben cuan de corazón amáis á la Eus-
Txul-Er ría, puesta nuevamente en predicamento de
los sabios, merced á vuestros admirables trabajos.
Que Dios guarde largos años la pireciosa vida
de V. A.
Este es uno de los más fervientes votos que al
cielo dirige vuestro servidor
€iuu.to 6
ainoton.
Pamplona 30 de Junio de 1884,
ON PRESTUAI.
Zuen lege zar beneragarriyak galdii ziñituzten atzo.
Zorigáitz aiindi bat da galtze au.
Ez itzatzii, arreii, galdu orain zuen izkuntz parega-
bea; lotzez beteko zaituzte galtze orrec Jaiingoikoaren
eta Kondairaren aurrean.
Iruñan, 1884-garren iirteko Garagarrillaren 12-an.
«¡^..^^¿^^^^ (^ ú^-^^^íi^^ch^.
l¡E''o'(S'o!!e'©y '0'©¡ci'o''Ol 0 ©''©'0Íó:ó;o''<p''o s' ©'Oíoo:'© ^©i'©'©,'©:©'©.©:!© ©üo© o o Q'o':ts OhO©;,© ©,
ADVERTENCIA.
Este libro es liijo de nii movimiento de patriótica an-
gustia.
El brutal despojo de que fuimos víctimas á la termina-
ción de la guerra civil, me hizo comprender que había llega-
do la hora de combatir por retener todo lo que, siendo nues-
tro, se hallaba, merced á su propia naturaleza, fuera del al-
cance inmediato del legislador. Era imprescindible que con-
servásemos nuestro espíritu, nuestra alma, á fin de que
nuestras esperanzas mereciesen este nombre y no el de ilus-
siones. Entonces me avergoncé de llevar sangre euskara en
las venas y de ignorar la lengua nativa de los euskaros.
Pero el estudio es tan amable bajo su aspecto adusto, que
loque comenzó siendo desahogo de mi corazón, trocóse muy
pronto en deleite de mi espíritu, y concluí por estudiar el
euskara con el mismo desapasionamiento y encanto que
puede experimentar un aficionado á los estudios lingüísti-
cos, cuando sondea el mecanismo ó formula las leyes de
un idioma realmente hermoso.
Aunque el euskara fuese un lenguaje desabrido y torpe
le amara yo como á las niñas de mis ojos. Así es que di las
gracias á la lingüística y me quedé prendado de ella por que
me demostró que la divinidad valía infinitivamente más que
el culto que yo le consagraba.
Esta Gramática es el resultado de mis continuos estu-
dios; con ella aspiro á llenar un vacío que deploran en Es-
paña todos los que desean conocer el mecanismo y el genio
de un interesantísimo idioma, que es el heredero directo y
único del de los primitivos españoles.
Sea dicho con todo el respeto que merecen los nombres
do sus autores, especialmente el muy egregio del primero
de los que voy á nombrar: las Gramáticas de Larramendi y
Lardizábal, — tras de .ser de nniy difícil adquisición — no
responden, á las exigencias de la ciencia moderna. Se trata
de reemplazarlas con alguna \entaja. De aquí la utilidad
posible de mi libro, escrito teniendo á la vista la mayor par-
te de lo publicado acerca de la materia. No lie rebuscado
la ocasión de ser origina], aventurando teorías y explicacio-
nes propias; con más modesto criterio, he repetido anienu-
do lo bueno de otros, poniendo muy clara su procedencia,
que ni en asuntos literarios me gusta á mí faltar al séptimo
Mandamiento de la ley de Dios. Cuando he hablado por
cuenta propia, y lo he hecho varias veces, — aunque no tan-
tas como el volumen del libro lo consintiera, — teniendo
siempre presente cuál es la índole de la lingüística, le he
dado con los hechos médula al discurso.
La doble dedicatoria de mi Gramática marca exacta-
mente quienes son sus inspiradores. Ahora le pido á Dios
que no resulte indigna ni del patriotismo, ni de la ciencia.
Pamplona 12 de Junio de 1884.
•Introducción.
oíOío
CAPITULO I.
El progreso de un lenguaje está íntima y esencialmente
ligado al desarrollo intelectual del pueblo que lo habla.
Las lenguas de las razas más inferiores no contienen pa-
labras que indiquen idea alguna abstracta y genérica. Las
tribus australienses, que pueden considerarse como las más
salvajes del globo, en los idiomas que usan, carecen de térmi-
nos para indicar ideas de aquellas clases como árbol, yez,
2)ájaro, etc., y únicamente poseen términos específicos apli-
cados á cada variedad particular; son incapaces de contar
más arriba de cinco, y la palabra que expresa este último
número representa en su espíritu la idea de muchos obje-
tos, como entre nosotros los vocablos cien ó mil.^
Pero á medida que progresa la inteligencia del pueblo y
se ejercitan con lentos y continuados trabajos las funciones
de generalización y abstracción, se crean vocablos nuevos
que corresponden á las nuevas ideas. Cuanto más comple-
ja se torna la organización social, más necesidad hay de
1. Lubboek, L' Hoíihe PKEHisTortiQ-DE, pág. 407i
-12
aumentar su vocabulario, y de este modo, como oportuna-
mente observa Mr. de Baudrimont en su Historia de los
esl-aldinias primitivos, el lenguaje de un pueblo puede con-
siderarse como el inventario délos conocimientos que posee.
Acontece también, que las lenguas presentan grados de
parentesco unas con otras; que proceden, por derivación,
unas de otras, y la clasiñcación científica constituye
grupos con ellas, y busca su filiación, y establece, ci ve-
ces conjeturalmente, á veces positivamente, su genera-
ción y evolución, y consigue, no solo referirlas a un cierto
tipo de organización general, sino también á un tronco co-
mún del cual proceden varias ramas, ó mejor dicho, á una
matriz. Así sucede con las lenguas indo-europeas, cuyo pro-
genitor ha sido hallado por los lingüistas merced á sapientí-
simos trabajos de reconstrucción, tan delicados como
exactos.
Las lenguas, lo mismo que los individuos, nacen, se des-
arrollan y mueren con arreglo á leyes naturales, y con
esto dicho está, inmutables. Cuando una raza determina-
da, por causa bien sea externa, bien interna decae, decae
asimismo su lenguaje; si otras razas han llevado más lejos
que ella la cultura, la raza estacionaria se ve obligada á to-
mar prestada una porción de vocablos que desde luego re-
velan su origen exótico; si en el combate por la existencia
ha sido vencida, ó si las llamadas fatalidades históricas la
han colocado al lado de otras razas más numerosas, y por
consiguiente más fuertes, que de todas partes la cercan y
estrechan, la raza subyugada ó acorralada pierde su idioma
propio, ó éste sufre la gran inlluencia de los idiomas domi-
nantes, alterándose y corrompiéndose.
Bastan estas lijeras observaciones para hacer compren-
der la importancia que el estudio de las lenguas presenta pa-
ra la ciencia en general y sobre todo para la historia, trasfor-
mada hoy, merced á la aplicación de nuevos y más seguros
procedimientos de observación. En muchas ocasiones, las len-
guas solamente, examinadas con espíritu crítico, pueden
darnos razón de las evoluciones de los pueblos en las épo-
cas en que aún no existía la historia. Observando los
—13-
vocablos idénticos que conservan las lenguas del grupo
indo-europeo y relacionando su significado con las di-
versas fases del desarrollo que presentan las naciones en
su vida, ha podido deducirse la época en que se han
ido separando del tronco común los diversos pueblos de
la raza indo-europea y precisarse , por ejemplo, si tal
pueblo se disgregó en el período pastoral ó nómada, ó en el
sedentario y las relaciones que ha tenido con otras, y las
influencias que ha ejercido ó recibido.^
Tenemos, pues, por indudable que el estudio de las len-
guas es interesantísimo en la época ¡iresente; asilo demues-
tra, además de las reflexiones anteriormente expuestas y de
otras que podrían aducirse, el gran número de revistas y
publicaciones que se consagran á este ramo del saber.
II.
Hablada la lengua euskara por una raza de origen desco-
nocido, de filiación ignorada, á la que los más antiguos
documentos nos presentan como propietaria de la región
que hoy ocupa, por lo menos, y que se ha encontrado en
varias ocasiones frente á frente de otros pueblos que repre-
sentan gran papel en la historia, como son los celtas, la-
tinos, germanos y árabes, siempre combatiendo por la inde-
pendencia, y ejerciendo en ocasiones, decisiva influencia en
los destinos de España y Francia, parece inútil señalar el
aliciente que el conocimiento del euskara presenta. Pero
este aliciente es general, meramente especulativo y úni-
camente requiere para manifestarse afición á cierta cla-
se de estudios; mas á su lado se halla otro particular,
propio y exclusivo de los nacidos en la región euskal-
duna.
Para nosotros, en efecto, el euskara es algo, mucho más
que un instrumento de investigaciunes científicas; es la
1. Véase, eutre otras muchas obras que se pudierau citar, como prueba del valor histó-
rico de las lenguas, el tomo 1.° de la Historia de Roma de Momuasou.
-14-
lengua do nuestros padres y á adorarla nos lleva el senti-
miento natural del amor hacia las cosas nativas. Es un tes-
timonio vivo y fehaciente de nuestra jamás domada inde-
pendencia nacional; y es elemento que tiende á diferen-
ciarnos, á dotarnos de fisonomía propia, y por lo tan-
to, á crear obstáculos á nuestra completa asimilación, desde
hace tanto tiempo perseguida y puesta en pr¡íctica por tan
arteros medios. Por eso dije yo, no hace nnicho tiempo to-
davía, con exageración poética en la foriua, pero con in-
cuestionable verdad en el fondo: «cada palabra euskara que
se pierde, se lleva un pedazo del alma nacional.»^
«Enrique YIII, para recompensar, sin duda, á sus compa-
triotas (los habitantes del país de Gales), de hal)er colo-
cado á su padre en el trono de Inglaterra, resuelvo destruir
sus costumbres, los restos de su estado social y Jta.sta sil
lenguaje. Prohibe la traducción de las escrituras al cáml)ri-
co, hace buscar y destruir todos los manuscritos, todos los
documentos históricos, todos los archivos del país. ¡Vanos
esfuerzos! el idioma cámbrico subsiste aún, habiendo so-
brevivido él solo á todos los demás dialectos de la antigua
lengua bretona. Ni los Estuardos, ni Cromwell, ni la Casa
de Hannover han podido vencer á esos feroces montañeses,
que aún no han renunciado á sus viejas esperanzas, siem-
pre fallidas, jamás abandonadas y que no esperan más que
una ocasión de levantar la cabeza y reconquistar su inde-
pendencia.» "
La conducta de Enrique VIII con los habitantes del
país de Gales ]ia sido practicado constantemente por todos
los conquistadores; la lengua nativa es un poderoso elemen-
to de diferenciación^ y héaquí el motivo deque sea por ellos
perseguida. Y el mismo objetivo persiguen los gobiernos
que no fundan su acción en una conquista material, que si
es preciso, guardan las formas externas del derecho, pero
que desarrollan la idea de la omnipotencia del Estado cen-
tral, confundiendo torpe ó périidamente la unidad nacional
1. El EtisKARA, artícnloB piiblicacloB en ol periódico Iuitím ii La Paz.
2. Odysü-Darot, Lk'i ruKS suu i.a ruu-osoi'iuK 1>K l' Hiktoiojk, pA(!. lü'J.
—15-
con la unidad política, más ó menos adornada de teorías
doctrinarias y constitucionales. Á-n hon entendeitr, saliit.
Desgraciadamente, en España, fuera del país basconga-
do, la importancia científica del euskara lia sido completa-
ñiente desconocida y se ha dejado en completo olvido todo
estudio serio respecto á este punto. La necia afirmación de
Mariana en su Histuria de que «el bascuence es un lengua-
je bár])aro y grosero, y que no recibe elegancia,» era teni-
da por palabra de Evangelio al otro lado del Ebro; las
Academias jamás se ocuparon hasta há poco tiempo de ]o
que á estas provincias atañe, sino para denigrarlas y com-
batirlas;en el siglo pasado hubo un tal Traggia, académico
por oierto, que se atrevió á decir que «el bascuence es un
mosaico de lenguas hárharas, introducido probablemente á
mediados del siglo viii por los bascongados, .para figurar
total independencia del extranjero»; D. Gregorio Mayans y
Ciscar, hombre tenido por muy docto y que puede ser que
lo fuera, en otras cosas, continuó el gran crescendo ignaro
afirmando, «que la mayor parte del vascuence, si se obser-
van bien las raices de sus vocablos tiene su origen del latín
y que su conocimiento imipoYtíí muy jjoco)), y finalmente, la'
estupidez general señaló como una de las acepciones de la
palabra vascuence «lo que está tan confuso y oscuro que no
se puede entender,» lo cual no hay duda de que es una
gran verdad respecto al que ignora el euskara, como á mí
me sucede con el sánscrito ó el tamul.
Fué preciso que un extranjero ilustre dijera «que la Es-
paña pertenece al pequeño número de regiones que permi-
ten determinar con ayuda de una lengua aún viva qué pue-
blos la han habitado en su origen»^ para que después de
muchos años, y cuando sabios de la mayor parte de las;
naciones se ocupaban del euskara, abandonase España un'
tantico de su olímpico desdén tocante al idioma que tal.
vez fué el de sus aborígenes. Hoy algunas personas, aunque
pocas, utilizan dicho idioma en sus investigaciones, mere
1. Humboldt, EECHEEDEÍ3, etc. Trad. Mabkast., púg. 5.
-IG-
cienclo especial mención entre ellas, el profundo escudriña-
dor de las antigüedades españolas, mi respetable amigo el
E. P. Fidel Fita.
III.
En el país enskaro, por el contrario, no han faltado nun-
ca hombres amantes de su lengua que se han dedicado á su
estudio, desde que el insigue P. Larramendi abrió el camino
á esta clase de investigaciones con su célebre Arte de la Len-
gua Basco)igada, denominado también «El Imposible venci-
(lo'> y con el iiDiccíoncprio Triliiigüs»; muchos han criticado
el título de la Gramática^ del sabio jesuíta, sin r^mrar
en que era una réplica ala creencia general de los sabios es-
pañoles de su época, de que el bascuence era incapaz de su-
jetarse á reglas. Siguieron al P. Larramendi varios tratadis-
tas, de los que nombraremos los principales, señalando al
mismo tiempo alguna de sus obras. Mr. Harriet (notario de
Larresoro) autor de una Gramática hasco-francesa; D. Pe-
dro, Pablo de Astarloa, que lo es igualmente de la Apología
¿le la lengua, hascongada, en la que se oponen reparos á va-
rias afirmaciones del Diccionario Geográfico Histórico de
España, vertidas en el artículo Navarra, y de los estudios
filosóficos sobre la lengua primitiva, recientemente impresos
en Bilbao por el Sr. Merladet; el P. Cardaveraz, de las Be-
glas para, escribir, leer y liablar bien el bascuence (en euska-
ra); el abate Darrigol, de una Disertación crítica y apolo-
gética déla lengua bascongaJa; Mrs. A. Th. d' Abbadie y
A. Challo, de unos Estudios gramaticales sobre la. lengua
euslcara; además Chaho escribió la Introducción á la Histo-
ria de los Bascos del vizconde de Belsunce en la que trata
de varias cuestiones lingüísticas, y en la que se encuentra
La leyenda de Aitor, vertida por mí al castellano para la
Bevista EusJiara, y comenzó á publicar un gmn Diccionario
bascongado, francés, español y lati)io que quedó incompleto;
Fr. Juan Mateo de Zabala, del Verbo regular Ixi^rongado
1. Kiitro filos Miv Hovolac'<nio, fino on su liiNauíHiiQi'F, iiii¡,'. M, lo caliiicailo preíiuutuoso.
<!íi ■', .Tií iü
-17-
del dialecto hizcaíno, publicado bajo los auspicios del in-
signe Príucipe Bonapíiite; J. B. Archii, de una Gramática
Basco-francesa; Mr. Salaberry (d' Ibarolle),de iinVocahulario
de ¡yalahras hascongadas, (dialecto bajo-nabarro); D. Fran-
cisco Ignacio de Lardizábal, de una Gramática hascongada;
el Sr. canónigo Inchauspe, del Verbo bascongado, cuya pu-
blicación, igualmente, se debe al inagotable desprendimien-
to del Príncipe bascófilo; Mr. Louis Géze, de unos Elemen-
tos de Gramática bascongada (dialecto ñuletino); Mr. Du-
voisin, de varios artículos críticos y monografías entre las
(]ue podemos citar los concAenzndoa Estudios sobre la decli-
nación bascongada, los Estadios sobre la leng'ta bascongada
y la Formación de los nombres en bascuencc; mi malogrado
amigo D. José de Manterola, autor de la; tros series d-el
Cancionero basco, el cual, además de cont '.ler un extenso
Vocabidario basco-castellano-francés, abunda en atinadas
o])servaciones lingüísticas y gramaticales; D. Francisco de
Aizquíbel, de un gran Diccionario basco-es])añol. Finalmen-
te, el que estas lineas traza publicó, bajo el título de Orrea-
ga, una colección de textos correspondientes á los cuatro
dialectos literarios del bascuence y á diez y ocbo localida-
des bascongadas de Nabarra, acompañada de observaciones
gramaticales y léxicas, y un Ensaijo acerca de las leges foné-
ticas de la lengua eusJcara, incorporado á esta Grramática, de
la cual era im fragmento.
Como se ve, el contingente aportado á la euskarología
por los escritores del país, no es pequeño ni despreciable;
sin embargo, varios de estos han sido objeto en época re-
ciente, de acerbas y despiadadas críticas. Las muchas extra-
vagancias del abate d' Iharce de Bidassoet, ciertas infun-
dadas teorías de Astarloa (como por ejemplo la de la sig-
nificación de las letras) y algunas cuantas fantasías lingüís-
ticas de Chaho que en ciertas ocasiones se dejaba arrastrar
de su admirable imaginación poética, creemos que no dan
derecho para las violentas impugnaciones que se han diri-
gido á los tratadistas euskaros en general.^
1. Según Mr. Hovelacquo los dos i'inicos lingüistas en quienes so puede tener plena con-
flanza reapocto al euakara sou Mrs. Vlusou y Van Eya. (La LiNGt)is'j:iQDE, pég. 106.) ¡Qué me-
sura, qa<^ tacto, y sobre todo qué justicia resplandecen en esas palabras iiTonunciadas por quien,
probablemente, no habrá leído un solo tratado de lengua eiiskara! 2
-^IS -
Muchos (le los errores que so les achaca son hijos de la
upoca en (jue escribían; otros, y son los más frecuentas, del
patriótico y Uíitural deseo de encomiar una lengua que veían
tan vilipendiaday despreciada; pero el error de mayor bulto
que han cometido, se ha debido á la influencia de sus estu-
dios en las lenguas clásicas que les condujo á establecer
correlaciones gramaticales entre el euskara y el latín y el
griego, que muy amenudo están en oposición con el genio
de la lengua bascongada. A pesar de esto, en sus libros se
encuentran los elementos, los Itecliofs que después han servi-
do de base para otros estadios realixiados con siijeción á los
adelantos de la ciencia. Es muy fácil, por ejemplo, criticar
á Larramendi, pero es eíjuitativo también reconocer (pie él
fué el creador de la gramática bascongada, y que sin él, tal
vez, la euskarología no habría nacido; como él hay otros en el
país íl quienes la ciencia actual debe eterno reconocimiento
por la exactitud, minuciosidad y riqueza de sus -observacio-
nes. Reformemos, en cuanto nos parezca necesario, las exp.li-
(iíiciones de los antiguos tratadistas, pero no seamos im})la-
cables con sus errores, á menudo exagerados y abultados
por el mal (}uerer, y no olvidemos tampoco que aun las
ciencias que mayor grado de precisión alcanzan en el día,
tuvieron su largo período de vacilaciones, errores é hipóte-
sis anti-científicas.^
IV.
Según se habrá notado, en la lista anterior no figuran
más (pie nombres de autores bascongados. Ahora vamos á
dar una idea de la euskarología extranjertí y registraremos
nombres de Francia, Alemania, Inglaterra, Holanda y Hun-
gría, y comparando esta riqueza c(jn la falta de autores es-
pañoles no bascongados, podrá sacar el discreto lector las
deducciones que do este hecho se desprenden.
Los tratiulistas extranjeros pueden, desde luego, divi-
1. Dice ron iiuiiha lazAn ol Prínciju.» lioimimito qu ) ontr.- las jiublirftrioiu's ilo li>t. aiitoro»
l.:iscoiu;n(U>s, liay viiriin cniu iimlu ticiiuii <|iiii uuvi.l ar " l•l^» il" >">ln>» \»^í-\xíh. tomo w li Ub ilo
/.aljalii, luu)iau»ii(>, (V Abbodio y inuoikin. HaMAMyUíín, itc.iwi;. 00,
dirse en dos gnipos; uno de ellos constituido por los que Sé
han ocupado del euskiira, bajo el punto de vista lingüístico
ó gramatical, y otro, por loa que han empleado dicho idioma
como instrumento da investigacioneá históricas ó etnográ-
ficas. Nosotros únioamonto nos ocuparemos del primero,
porque el seguado trata do materias que no son de nuestra
incumbencia.
En este primer grupo tenemos á Mr. H. Lecluse, dis-
tinguido humanista francés, autor do una Disertación sobre
la U ligua basca y de una Gramática bascomjada; Mr. H. de
Cliarencey, de La lengua basca y los idiomas del Owral, do
las íiioedigaciones acerca de las leyes fonéticas de la lengua
basco/igada, de las Afinidades de la lengua basca con los
id io} fias df¿ Nuevo Mundo, do los Grados de dipienslún y
couiparacio/L en hascaence y do ios Nombres de los ani-
males domcsticos^ de las plantas cultivadas y ele los me-
tales en bascuence; el Príncipe Bonaparte, del Verbo bas-
congado en noadroSy acompañado de notas gramaticales se-
gim los ocho dialectos del eusJcara, etc., del Majja de las
siete promnclas eusJcaras, mostrando los limites actuales del
ensilara, etc, de las Memorias acerca de «L« lengua bascon-
gada y las lenguas fÍ7ie¿as* y do La lengua bascongada com-
parada con las lenguas urálicas, do una Nota acerca de los
pretendidos genitivos y dativos plurales de la lengua bascon-
gada, de unas Observaciones acerca de varias afirmaciones de
Mr. Abel Hovelacqiie que conciernen á la lengua bascongada,
acompañoAas de observaciones gramaticales y bibliográficas,
de unas Observaciones acerca del bascuence de Fuenterrabía,
Irún^ etc., de una Nota acerca de ciertas observaciones de
Mr. A, Luchaire, de unas Observaciones sobre ciertas no-
tas, ciertas observaciones y ciertas correcciones con las que
Mr. Vinsan ha acompañado «Bl Ensayo sobre la lengua bas-
congada^i de F. Bibary, de unas Observaciones sobre el bas-
cuence de algunos pueblos del valle de la Borunda, de unas
Ohsercaciowis sobre la ley de afinidad de las vocales en el
bascuence de Lizaso (valle de Ulzatna), de unas Observa-
ciones acerca del bascuence de Valcárlos,^ de una Carta
1. Todas estas Observaciones acerca üol Basvuence üq loa pueblos do NftV&nÁ Citatlos »d pa<
-20-
lingüística dirigida al autor de esta Gramática rectiftcando
algunos errores contenidos en el Ensayo acerca de las leyes
fonéticas, de varias etimologías de nombres euskaros, como
Orreaya, Bayona, Baigorri, etc., y otros artículos y notas
críticas. Además, este ilustre euskarizante, ha editado rica-
mente varias obras escritas en bascuence con objeto de que
sirvieran para el estudio comparativo de los dialectos, entre
lasque se pueden citar las siguientes: Jesús. CopL:V guisa, ba.-
TZUC MOLDE GUTITACOAC, CELEBRATUS JeSUS JaUNAREN AMOREAG
TA FAVOREAC. DoN JoAQUIN LiZARRAGAC COMPONDUAC, TA LuiS
Luciano Bonaparte Principeac arguitara emanac. (Dialecto
alto-nabarro meridional); El libro de liath, traducido por el
capitán Duvoisin (dialecto labortano); La profecía de Jonás,
traducida por D. Bruno Echeniqne (dialecto alto-nabarro
septentrional); la misma, traducida por el capitán Duvoisin,
(dialecto labortano); la misma, traducida por el Sr. Abate
Ca.zenave (dialecto bajo-nabarro oriental); el Cantar délos
Cantares de Salomón, traducido por el propio Príncipe (dia-
lecto guipuzcoano); el mismo, traducido por el capitán Du-
voisin (dialecto labortano); el mismo traducido pjr el
Padre J. A. de Uriarte, (dialecto bizcaino, en sus varieda-
des del centro de Bizcaya y de Marquina). La Parábola
del Sembrador (dialectos y variedades siguientes; guipuz-
coano, guipuzcoano meridional, bizcaino, bizcaino occiden-
tal , alto-nabarro septentrional , alto-nabarro meridional,
labortano, bajo-nabarro occidental, bajo-nabarro oriental,
salacenco , suletino y suletino roncales ).r Jesücristorex
Evangelio Sandua Juaneo dacarren guisara , Don Joa-
quín LiZARRAGAC EUSKARAN ITZULIA ITZEZ ITZ , DAlQÜEN DIÑA,
EGUIAREN AMOREZ, TA LuiS LUCIANO BüNAPARTE PllINCiFEAC
ARGUITARA EMANA. (Dialccto alto-iiabarro meridional.) Í!/7 Ca-
tecismo del P. Astcte traducido por los Sres. D. Pedro José
Minondo y D. Martín Elizondo al aezcoano; por D.Pedro José
Samper al salacenco y por D. Prudencio Hualde al ronca-
les. El Salmo qni/wuagrsimo traducido al aezcoano, al sa-
blirnron en la Rovista E iskaro do riiuii)l()ii», iiui>ortniito imlilicaeiiiii «ju» ilió, t>n o»ta ¡act» il«
lo' l'iriiníO', la ueijal tU'l KeiiKoiniíviUoüUi^kui'o.
-21-
lacenco y hI roncales por D. Martín Elizoudo, D. Pe-
dro José Samper y D. Mariano Mendigaclia, respectiva-
mente. El cántico (Je los tres niños. (Dialecto alto-nabarro
meridional, en sus tres variedades de Elcano, Puente la
Eeina, y Olza y Goñi.) Id., traducido al aezcoano, sa-
lacenco y roncales,. El cántico de los tres niños, rica edi-
ción, diversa de la anterior, conteniendo once dialectos y
variedades, dispiiestos para su estudio comparativo en ca-
sillas, por el orden siguiente: texto latino, dialecto bizcai-
no general, variedad de Ochandiano, variedad de Mar-
quina, dialecto guipuzcoano (central), dialecto guipuzcoano
(literario), dialecto alto-nabarro septentrional (variedad
de Baztán), dialecto labortano (literario), dialecto bajo-
nabarro occidental (variedad de Baigorri), dialecto bajo-na-
barro oriental (variedad de I\íixa), dialecto suletino (literario)
y dialecto suletino roncales. El Cantar de los Cantares, rica
edición comparativa, dispuesta como la anterior por el orden
siguiente: texto latino, dialecto guipuzcoano (literario), dia-
lecto bizcaino (variedad de Marqnina) y bizcaino general.
Mr. Fabre, autor del Guía de la conversación francesa-has-
Gongada y de un Diccionario francés-basco; Mr. W. — I. Van
Eys, que lo es de un Diccionario francés-basco, del Verbo
auxiliar hascongado, de un Estudio acerca del origen y for-
mación de los verbos auxiliares bascongados y de una Gra-
mática com.parada de los dialectos bascongados; Mr. J. Ri-
bary, de un Ensayo sobre la lengua bascongada; Mr. Julién
Yinson, traductor de la obra anterior y que lia publicado
varios Documentos liara servir al estudio histórico de la len-
gua bascongada y es autor de muchos artículos y estudios,
entre los que podemos citar, Golpe de vista sobre el estudio
de la lengua bascongada; Primer ensayo de fonética bascon-
gada; Muestras de variedades dialectales (Irún y Ustaritz);
el Método de la ciencia del lenguaje y sus aplicaciones al
estu'lio de la lengua bascongada, El Bascuence y las lenguas
americanas; Las pastorales bascongadas; Los cantos históri-
cos bascos; El dialecto basco suletino del siglo XVI; Los de-
rivados de la palabra ^9zVíZr<2. en Bascuence; La palabra
Díqs en Bascuence y en dravidiano; Los bascos del siglo XII
y otra porción do Lrevcs trabajos cío carácter mix.to, liistó-
rico-liugiiístico, desvalorados algunos por ia tendencia in-
justificada do privar al pueblo ouskaro do toda originalidad
y do deprimir sus cualidades; Mr. A. Liichaire,aiitor do Leít
origines Uvgüistiques de V Arjuitaine y do unos J ¡tunes sur
les idiomes lyyrcnécns; asimismo, 3' para tormiiVdr, íliremos
que el eminente antropólogo Dr, Broca publicó un trabajo
acerca do El origen y repartición de la lengua hasmngada.
acom]>añada de un mapa lingüístico, i^iendo esto imiy inlb-
vior al magnüico inapa del Príncipe Bonapartc do que lie-
mos liccho mención y del quo nos ocuparomos detenida-
mente, ^
CAPÍTULO 11,
I.
La más alta generalización á qne se ha llegado en ma-
teria do taxoiíomía lingüística ha sido la de constituir tres
grupos en que pueden entrar todos las lenguas ronocidns y
que son los siguientes: primer grupo; lenguas monosilábi-
cas; segimdo grupo; lenguas aglutinantes; tercer grupo;
lenguas de ñexión. Esta clasificación es en lingüística lo
que las tan conocidas clasificaciones de Baücr y Cuviev en
zoología, los cuales dividieron álos animales en vertebrados,
articulados, mohiscos y zoófitos, siendo más ó menos modi-
ficadas posteriormente por Leuckarb y otros naturalistnr.
modernos. Cada uno de los grandes grupos lingüísticos
mencionados revela una diferencia verdaderamente orgá-
niea^ y según el común sentir do los liugüisfcas contem-
poráneos, el tercer grupo procede de los a^iteriores por cvo-
1. J3stos pnn lof. ant.oros v obi-ai fino ("^nocco rliToctivmojito. l^Ti'. Tinsoii cu la Noticia Bihüo
gráfica gno pono ííomo torniin-inión fl'"l Ensayo do.Kibnvy, cilu. otros vu' ¡ns, ¡lo la quo ontr-, at-o
io«f!ií,'niontiir,: (íooríí. Aiij;. P'rifl. Ool<!iüintii, Cnmeníacifi c<i»attitVarum linguai-um vascoinini, h.'-lqnriirn
Cí ccítaruní, oN:., \V. von HnniboJrtt., ReiicSiti^iunjicn iind S'isa>f?o, ote., >\. I'r. Voit, V'-- - ' - río
FaMiiJoiiiiamen. X)r. C. A. J. Mtiluí, Doeiil<n>?.'!er dnr Baskischcrspracho, oro., W. J^rttini i'r
de i' etfdsfiue oi (!ii basque. Klíiproth, í.'0(;ipnai«rii lio! m«>is bascjites avcc r^fr; t'^íí ■
res, ote. fi. ['Inlliiis, Deber fias Istamistírin uiiil rom-.inischfl clomonl in d, ' •. ,\ i. -
liiiisr, Mitl;ri«li<to, t. n. pi'-c;. 9, .';o. «CaiitaDrisi'i orlor fias.íisch.» ninoo--'»' langi.cs
romanes!, t. T. pi'i;,'.l2r.— J(j;i. «Aiialysc do la l.in;jMe Im'.uvJ».» pLililoiohor, C >r,s, ¡'i
pina J 04—113. «Vaslíisclier Sprach^tanmn.» /. Monimsi-u Vcbcr «niavtendos • • ^isMSwiiom. :^i ino sn-
liüva •iloialiujuistio.il., estii iiolúíia bii'1io;'riiilca Ke amnoTitaiía coiisilov;'))(-moiiro. Aiinquo noa
aparlúu'lnnjo riel asunto, ino ü;i inipoiMlilo e.'vlln.r ol nombro iÍo iVÍ--, \Vo;'r ,vort Wolistov. tjuo Im
iuan';n>-fvlo Iivillantumonto el ostiulio cl-;l Fo!k-Loro li.isoorsailo y F" <> .'ii^i' oon tiran fruto on
iv.i.- stijx.rioiioado cirActor histórico y linsii^Jtjco vclativaa A ]a tic;.TA OHBkura, i^ la cual ilc-
WUvstru umcliKis riun>atlas.
Ilición, debiénriose induflabieinente este punto de vista á la
iniluencia sívasallíulora qne ejercen actuabnente las teorías
trasfortnistas do Gcethe, Lamarek, Darwin y Haeckel, muy
en })Oí>-a en la actualidad, tanto que por todas partes rompen
las fronteras de las ciencias naturales. Sin embargo, en estos
últimos tiempos se ha iniciado una reacción notíible contra
los principios y las coneinsiones de la escuela lingüístico-
naturálista representada porBopp, Grimm, Scbleichcr, IIo-
velaccpie,^ cuyas teorías á pesai* del tinte eminentemente
positivo de qu<í quieren revestirlas sus adeptos, son en más
do una ocasión conipletamente arbitrarias. Mas dejando
esto aparte, debo decir que la ciasiíicación trimembre está
re:ilniente de acuerdo con la naturaleza de las lenguas.
En las lenguas monosilábicas las palabras son simples
raices que no representan más que una idea esencialmente
general. Ninguna indicación de persona, género, número;
t;uupoco existen en ellas elementos de relación, ni conjun-
ciones, ni ]!reposiciones. Nada más que una idea muy am-
plia, mejor dicbo, muy vaga; una idea que ni aun represen-
ta siípiiera la forma tan iiideterminada de nuestro infiniti-
vo. La frase en dichas lenguas, se construye según la fórmu-
la siguiente; raíz-- j-aíz'-'rraiz, etc. Fácil es comprender que
el sistema de una sucesión de raices representativas de
ideas muy generales, no podía ofrecer sino medios muy res-
tringidos de expresión. Esta falta de determinación se salva
reglamentando muy rigorosamente la colocación de las
raices en el conjunto de la frase. De modo que la gramátí-
c:i do una lengua monosibíbica, no es ni puede ser otra cosa
más que una sintaxis.- A esto grupo de lenguas pertenecen
el chino, el annamita, el siamés, el birmán y el tibetano.
En el segundo grupo entra la mayor parte de los idio-
mas conocidos. En las lenguas aglutinantes, los diversos
elementos constitutivos de las palal)ras se justaponen, se
aglomeran, perdiendo cada uno de ellos su valor propio, su
valor primero, de tal modo que sólo uno de ellos lleva la idea
1. Y^ario la notable y rocíente obra del sabio profesor do Oxford M. Sayce, titulada. Intrc--
ducíion to iho sciance of lanij'jaje.
•2. HQvolac'que, La Liit^ulstique, pág. 9 y siguieutcs,
-24
principal, la idea de la significación, el sentido; los demás
elenient(js pierden por completo su valor independiente. Kn
verdad, aun estarán dotados de un alcance personal, indivi-
dual, pero nada m᧠que de un alcance relativo. De modo
que mientras el elemento cuya signillcación haya persistido
con su valor primitivo, por ejemplo, tomar, g uarJ a r, llegar,
verá agi'upársele elementos que determinarán los modos de
ser ó los modos de acción , otros, despojándose de su' valor
primitivo, se unirán á ese elemento cuya signiñcación se
conserva, y servirán para puntualizar los modos de ser o de
acción del elemento en cuestión.
Si representamos por R (inicial de la palabra raíz) el
elemento de significación conservada, y por una serie de le-
tras E los elementos convertidos en simples expresiones
de relación, podremos suponer en una lengua aglutinante
las formas siguientes de palabras: bR, ó sea raíz de signi-
ficación precedida de un jjrejíjo, signo de relación; 11 r., ó
sea, raíz seguida de un sufijo de relación; rR r., ó sea, raíz
entre dos elementos de relación y otras por -el estilo.
Cuando el elemento de relación se coloca antes de la
raíz principal se W^luieí prefijo; cuando se coloca detrás, su-
fijo: el nombre genérico de ambos es el de fffijos. ^ En este
segundo grupo se cuentan numerosas é interesantísimas
lenguas, entre las que podemos citar las del África me-
ridional (idiomas de los Hotentotes y Boschimanes), fas
Australienses {Kamilaroi, Kolai, KmJcí, etc.), las lenguas
Dravidianas {Tamul, Malaijala, TeJlnga, Kaludagu, etc.),
el Japonés, las Uralo-Altáicas (YuraJc, Samotjedo iimíssein,
Tavghí, Samogedo osfiaco, La pon, Pérmico , Votíaco, Mor-
divin, Vogul, Maggar, YaJait, Uigur, Nogalco, Kírghiz, Tur-
co j^rojñamente dicho, Kalmuho, etc.) y las lenguas ameri-
canas, inmensas en número, que se dividen, según Federi-
co Müller, en vcintiscis grupos.
Va\ la-^ leguas de flexión la raíz expresa, mediante una
modilicación do su propia formu, las relaciones que tiene con
tal ó cual raíz. Así, pues, la flexión os la posibilidad que
l. Bovolacqno, la Llnguistique, pAg. 57 y &B.
-25-'
posee una raíz de expresar, por propia alteración, una mo-
difií^acign do si;^nifica(io, y las relaciones pueden expre-
sarse anexionando sufijos y prefijos, y variando la forma de
la raíz.
Si represei^amos con el exponento x esta potencia de
la raíz, la fórmula ür de la aglutinación, podrá convertirse
en Il'^R, en el período de la flexión; la fórmula rR en rE" y
la fónnula rRr en r1í''r y así las demás/
Los lingüistas, dentro de la flexión, señalan las formas
particulares que denominan flexión semítica y flexión indo-
europea, y clasificadas dentro de uno y otro sub-grupo en-
contramos muchos idiomas, de los que nos limitamos, co-
mo hasta aquí hemos hecho, á citar algunos, que son el Cal-
deo, Siriaco, Asirlo, Hebreo, Fenicio, Árabe; las lenguas
Kliamiticas (Egipcio, Go/)to, Berchcr^ Soniali, etc.); e\ Sáns-
krito, Zend, Persa, Huzvareche, Armenio, Parsi, (xriego; las
lenguas Itálicas (Latín, Oseo, Umbricó, etc.); las Neo-latinas
(Francés, Casfcllann^ Porhigucf;, etc.), las Célticas (Irlari-
(Us, Erse, Gales, Bretón, etc.); las Cxermánicas (Gótico, Is-
landés, Noruego, Hueco ^Dinamarqués, Inglés, Holandés, Fla-
vienco, NcrJandés, Alemán) y las Eslavas {Buso, Butheno,
Tclicquc , Slovaeo , Sorabo , Búlgaro , Servio-croático y
Sloveiiú.)
II.
La lengua euskara pertenece al grupo de las lenguas
aglutinantes; esto no ofrece duda alguna y es, por todos los
lingüistas, reconocido; pero en cambio, las dudas aparecen
en cuanto se trata de designar puesto al euskara dentro del
grupo ya nombrado. Apartándome de la crítica de las di-
versas hipótesis expuestas, mo contentaré con expresar la
opinión que me parece más fundada, y es la que coloca al
euskara, dentro de la clasificación general de las lenguas
aglutinantes, entre las lenguas uralo-altáicas y las ame-
ricanas.
Hovelacquc, La Linü^Iatique, pág. 202
El enskara se habla actualmente en siete provincias per-
tenecioutoB á dos nacioualidaJí^s. ('Uatro oii España: Alaba,
Guipúzcoa, Nabarra y Bizcayu; tres en Francia: Baja-Na-
))arra-, í^abourd y Soule. ' A ooiisccuíMicia de su posición
Lícoí^rática el euskara se encuentra en contacto, y por lo
tanto, en luclia con dos lenguas litcnirias, oticialos, admi-
nistrativas y políticas, protegidas por la tiranía unitaria do
dos grandes n^uuonos que siempre tieaon la palabra libertad
en los bíbios y la coacción en las leyes; esas lenguas son el
castellano y el francos. También se halla en conflicto con
un i)atois en la región francesa; con el gascón/^
La lengua euskara no es la lengua exclusiva en ningu-
no de aquellos países; en todos ellos comparte su dominio
con el francés ó con el castellano, y en alguno, como sucode
en Alaba, por ejemplo, no es la lengua sino de uYia reduci-
dísima minoría de los habitantes. Únicamente en Guipúz-
coa y en el país basto-francés puede considerarse de uso
universal, porque en Nabarra y en Bizcaya, (sobre to<lo en
la primera), existen grandes é importantes territorios en los
que, desgraciadamente, se perdió por completo la hermosíi
lengua indígena.
La extensión territorial del euskara })resenta una zona
raixta en la que ei euskara se habbi únicamente por las per-
sonas muy ancianas; por ejemplo, Puente la Ptoina ó en
la que las personas jóvenes lo entienden algo; por ejemplo:
Yal-de Goñi. Es decir, existe una zona en la que el
euskara está en vías de extinción inmediata, zona que es
bastante extensa y muy variable, sobre todo en Nabarra.
íLiy un constante y sensible movimiento de retroceso
de la jurisdicción del euskara; en Francia la extensión geo-
gráfica de ese idioma suFre menos variación que en España.
1 Tí^nnnno on onontn, ijnc luo roiU-ro íi launti^íua (livi-ióu torritovial do la N.ifi.'.ii viHinii;
hoy la ríuBkr.l-orrift fvftiiccRa quo o.it.'i loimrtirld en los tror, arrondessmenls iIh Unyonn, Man!c6n
y blovón
2 lia mina doi bascuotico «mú laoilucitla no por cantiaR naturaios sino por cansan potilto.'is.
Dol conflicto con lan Kinfiuan vociims íialilifa alterado, poro no iniiorto, y onas altovaclonor, po-
drían norconiliatiflan («tlcazniouto pnv la litmatuva indí^ona. No -í») atribuya ol tiñunfo á la ina-
yor vitall(la-.l del oa'.tcllnno .1 rlol franct''"; ni o^ras l«nnna4 ostuvioson aoniotidaK al luisnio r.'KÍ-
jnrn (jno el bar-ruoiifío, nuonnihli-fan tambic''»; qiiion arpif voneo ofi la opVviBi.'>n <lol mayor nú-
tnnro y la s'iolr.ción dol ilorofho natunil de todo lioniUr.) do hablar fl« vroi>ia lontíita ¡líR vor-
rtad quo podi iiioü connolarnoa Icyondo on .ca'Unllaní» 6 on frani'úH las doclaracloiioa do doro-
CI191; lodiYidualc'i 'juv adornan lan píiyiua d.^ un.,;..! .ii'? c^'n-'UtiKiynv» de |'ai>(,l!
Mr. Broca en su Memoria sohrr el origen y repartición de la
lengua hasco/igada, explica este hecho atribuyéndolo á
que el euskara no se roza en sus fronteras con una lengua
oficial, admiíüst.rativa, política y literaria como el castella-
no, sino con un idloujia popular, con un \-íejo pafois (el gas-
cón), que carece de Tuerza expansiva y que se halla, por ei
contrario, sumido en la mayor postración/
No obstante lo diclio, es indudable que el retroceso del
euEiiara ante el gascón estíí probado por la existencia de
t.od;i una zona do pue])los y villas que hoy hablan el patois
y cuyos nombres son de innegable origen bascongado, como
Biarriiz, Bayrma , BidacJie, Ar ancón, Osscrain^ Cha.rre,
Lichas, Bidos, Anze ^ Aramitz , Azasj), Issor , Arrette y
otros."
En Alalvila vida del euskara agoniza; en Na])arrala ex-
tensión territorial que aun ocupa e^-: grande, pero el caste-
llano ¡lace lamentables progreso^^. De ningún modo puedo
admitir Ja inexacta añrmación de los eruditos Sres. Mari-
chalar y }ílai)r}que, en su libro acerca de las legislaciones
foraias de las Provincias Bascongadas y Nabarra, cuando di-
cen que lo «que parece })ositivo es qu.e en Nabarra no se
usó generalmente el bascuence, como han supuesto algu-
nos anticuarios».'' Basta lanzar una mirada sobre nn mapa
de Xabarva -parp.. conocer que la ívm/jnsa, 'mayoría de los
nombres de pueblos, terrenos, montes, ríos, bosques, etc.,
son bascongados.- Esto, sin más, demuestra, que el enskara
1 InliKlabUíjno la (¡xpiicación di-.I iUistro ai¡troi)oloc'ista fnincós enciorra uu ffran fonao do
vnrflad. Poro hay oti-aa cauKaK, propias fiel país basfco-oRpaíiol, oomo son lastros Rvandesfrunrrar,
rinr>--t.p c-ií.;¡o. !a ocüpaci'iu militar, ia inmif;rac-ióii vovaniogafiuc invurle hasta los más csconclirlOG
■¡mr'Mos y m¡iK aiiartadas coutar-, la oxihtoncia (íoiitro riel miRmo país, do granrlos fop.o", de
oafíoliano, i:tc.. vze. Todas ostan oaufia;!, yiáfl ó Jiionofi Jntr)ri;=aB y pormanontCR, "so ponvicrton en
i!ioi:t<ír?ras, gracian >i ia oscucln,, quo habitúa álos niños á hablar ol eastollano ontrc y rí ñ. rlnsrle-
íiw rlr- lonntia <\o sns paJiO!-;, pim-í I03 umofitros de los piKiiao'í, ainonudo car.tellnnón, profosan
al Oí-it-kara eso rtosprccio insoportable do los soiu ¡-ignorantes que se croen sabios, il las cosag
t'ínidas poi- ollo^ en uunos. Hay pueblos donde ol maoetro prohibe A los niños Imblar bas-
cücnco on la callo; puedo citar varios. Do todo lo dicho hay que rebajar las excoiicionos, qtio
gon.muy honro.-^a'i. dalo el .Ciípíritu oficial,. meaquino, vejatorio y entrometido, como todo cs-
],ívit'a bv,rocv:Uico y o1ip¡7ic.-.co.
P. ri'.i.rhaire Etiide euf les itííümcs pyrenceris, p.Vg. lOO.
:í MarichaJar y Manrique. Historia de ¡a Icflislaciór.. Fueros i!e Navarra, Vizcaya, Guipiizcon y
Aliv:;, ;>';?,'. 106. Eu el propio error incurre Yánguaa, Diccio.iarJo de antiafiodadcs de Navana, tomo
?.". \A'A. 73 y 74. - a
4. Kospocto á nombres do ciudades, villas y pncblos tonfío formada la siRuionto estadísticas
cuo, do experimeiirar inofliücaei'');!, la suiriri'i,, soRuraraonto, en el aumento del contingento
e iskaro. Do Ion ochocientos sesenta y cuatro iraoblos, villas y ciudades do Nabarra, setecíenlios
■tcchita y nno Ilovan nombres puiamonte ouskaros; treinta y uno sgij de flUacjóu dudosa y do los
(loiuiuó 011 todos los territorios del ;iuti<i;no Reino, y que
durante nniclios sif:jlos, precisamonte en la época de la com-
pleta independencia del mismo, fué la usual y corriente en
todas partes, por más que la preponderancia europea del
latín no la permitiese elevarse al rango de oficial, y abriese
el camino para que ocuparan este puesto sus herederas el
provenzal y el castellano.
Sería un error creer que el euskara era únicamente la
lengua popular. Eíistros quedan, escasos probablemente por
falta de investigaciones, y esos poco conocidos, de ha-
berse usado ese idioma en ceremonias públicas yoficia-
les. Cuando se coronaron los último*g Reyes legítimos de
Nabarra, D. Juan y Doña Catalina de Labrit (Albret), ini-
cuamente despojados de su Reino por el llamado Católico
D. Fernando, en las fiestas que se celebraron en Pamplo-
na, hubo representaciones teatrales en bascuence; la histo-
ria nos ha conservado alguna estrofa insultante puesta por
los traidores beaumonteses en boca de los coros. El Cronis-
ta del Reino P. Francisco Alesson compuso un elogio fú-
nebre en verso bascongado, que se puso en el túmulo real
levantado en la catedral de Pamplona para las honras del
Rey D. Felipe IV, celebradas por orden del Real Consejo
de Nabarra. El limo. Sr. Obispo de Pamplona, D. Antonio
Venegas de Figueroa organizó el año 1609 un certamen
poético en honor del Santísimo Sacramento de la Eucaris-
tía, estableciendo tres premios para los tres mejores roniíin-
ces en bascuence, que respectivamente ganaron D. Pedro
de Ezcurra, T). Miguel de Aldaz y D. Juan de Elizalde.
ciento dos restantes vúrios i)osecii dos iioiubrcs, uno liitiuo, romúuieo i> neo-latino y otro bascon-
i-iido: ramplona Iruña, Kstella Liiarra, Olito Erriberri. Kspinal Auritz-perri, Mojueal Elo, Viioutu lu
Koina Garés, líurgiiotu Auritz, Ronoesvallos Orreaga, Salinas do Oro Gatzaya. Torrano Dorrau, Val-
oíirlos Luzaide. ote. IíOB apellidos de la Ribera de Nabarra, o-; decir, do la rofiión do la cual ha
desaparecido el euskara hace siglos y on la «pie el tipo euskaro ha sufrido mayor trasfornia-
cii>n, estudiados en el último censo electoral arrojan los siguientes datos: setenta por ciento
ensknro; diez y siete por ciento provenzal (gascón, catalán, valenciano etc., el ciii z castiUauí'i y el
tres, vario (fnmci's, árabe, gútico, portuginV-; etc. Ku las cercanías y cu his orillas del libro, extri'-
mo meridional de la Kibcra, se encuentran varim ni>ndiri's territoriales genuiuam.Mite euska-
ros: Larra-ga, Lazaguria, Lerin, tniaz ((Jranja), Looz, Eguaras, Ufzanto, Basaun, Api'^rregui. etc. Y si su-
bimos A la nuirindadde Olite, los nond)ros bascongados pululan, hasta el extremo de que iu>
HO sabe cuales escoger como tfiiicos y caractt^rísticos: (iarinoain, Uarasoain, Iril)erri, Mutuirri?;-
quota. Olleta, Bariain, Mendibil, Sansoain, Muzípier, I jue, etc. Aymoric l'icaud, en un codex il>
C'ompostela do mediados del siglo XII, ¡sacado i'i luz por el Padre Kita, ilice terminaiitement»'
«Navarri et Hascli, unius similitudinis et qnalitatis, in cibls scilieot et vestibus et liiiflua utuu
tur». La opinión dí) Mariuhalar y YAnyuas es t)or lo tanto, i^íBostouible,
—29—
Según los cálculos del Príncipe Bonaparfce, las personas
que hablan el euskara son 800,000, de las que 640,000 viven
en España, y 140,000 en Francia.
El Sr. D. Ladislao de Velasco presenta la siguiente
estadística:
En Guipúzcoa 170.008
En Bizcaya 149.000
En Alaba 12.000
En Nabarra 60.000
País Basco-francés 80.000 ^
' Total. . . .~~471.000
Los datos del Sr. Velasco no pueden menos de ser erró-
neos. La diferencia numérica existente entre su estadística
y la del Príncipe Bonaparte es demasiado considerable aun
cuando se rebaje la pérdida sufrida por el contingente bas-
congado desde la formación del Mapa. El Príncipe recorrió
todo el país bascongado personalmente y tuvo que reunir
muchos y muy precisos datos para marcar en su Majya lin-
güístico, no sólo las localidades que hablan bascuence, sino
si lo habla la mayoría ó la minoría de sus habitantes y la
intensidad de estas. Así es que entre ambas estadísticas, la
elección no es dudosa. Por lo que hace á Nabarra, los datos
que yo tengo reunidos me permiten asegurar que el míni-
niim de nabarros que hoy poseen el bascuence como len-
gua nativa, es de 85,000.
III.
»Cada hombre adquiere su lengua por la vía de la tradi-
ción, y después de haberla recibido, trabaja en modificarla.
Su parte de acción es infinitesimal , sin duda, y proporcio-
nada á su importancia relativa como individuo respecto de
la sociedad; pero todas esas porciones infinitesimales cons-
tituyen el todo».' De aquí que las lenguas no sean ni inva-
1. L'»s Euskaros, púg. 450 y 488.
2. Whitney. La vie du langage, pág. 1*27.
- so-
nables ni uniformes. El castellano de un aragonés se dife-
rencia mucho del castellano de un andaluz; el francéíi de un
liónos, del francos de un normando.
Las lenguas se ñjan por la literatura; cuando esta falta
ó es muy deñciente, las tendencias de variación se desarro-
llan en plena libertad. Son muchas las causas que iníiuyen
en la multiformida-d de una misma lengua; su propia natu-
raleza, la posición geográlica de la raza, el cruzamiento de
esta con otras, la coexistencia de varias lenguas igualmente
nacionales, el rastro de una lengua antigua ya sin vida, la
íaciíidad de comunicaciones, el desar¥oliO de la cultura, la
educación, las profesiones, ia edad, mil fai-tores de potencia
desigual que obran constantemente.
hii naturaleza ílexible de las lenguas inlluye sobre ma-
nera; la lengua griega tenía cuatro dialectos principales, el
cólico, dórico, jónico y ático; el euskara está dotada de una
naturaleza de ésta especie. Asi es que bajo el iniiujo de las
causas ordinarias de variación , nada debe de extrañarnos
que haya revestido diferentes formas. Estas diferencias á
voces pequeñas, insigniñcantes, como son las que se obser-
van entre los diversos pueblos de una misma región, [)re-
sentan, otras, caracteres ospeciíicos, esenciales, llegando á
constituir verdaderos dialectos. Sus ciasiñcaciones son va-
rias; la más completa, la más metódica y la más exacta, por-
que está hecha con arreglo á datos recogidos sobre el terre-
no, es la del Príncipe Bonaparte.^ Paso á exponerla.
Los dialectos y sub-dialectos se dividen en tres grandes
grupos, á los que distinguiremos con las letras A. 13. C. Los
dialectos son oclio y cada uno de ellos llcvn un número ro-
mano, desde I hasta Vllí inclusive; los sub-dialcctos reci-
ben su correspondiente ninnero arábigo desde 1 hasta 25.
Estas advertencias permiten comprender á primera vista el
cuadro siguiente:
1. Verbo basque.
-31—
, 1. Oriental: Marqiiina.
1 i fGuernica,Bermeo,
I ^ \ Plencia, Arraiia,
4 1 ''>. Occidental:! Orozco, Arrigo-
J\.. < I. Bízcame. ' 1 i-^iaga , Ocliau-
11 \ diano.
i;3. Üe Guipúzcoa: Bergara, Sali-
i ñas.
4. Septentrional: Hernani, Tolü-
/ \ sa,Azpeitia.
II. Guipuzcoano. 'ü. Meridional: Cegama.
(ü. De Nabarrá: Boranda, Echarri-
Aranaz.
7. De ülza'ma: Lizuso.
I Í8. IJe Baztán: Eiizondo.
Uli. Alto nabarro \). De las Cinco Villaa: Bera.
I septentrional.ilO. De Arakil: Íluarte-Arakil.
T> / fil. De Aiaiz: luza.
^' \ 12. De Guipúzcoa: Irún.
' ^lo. Propio: Sara, Ainhoa , San
i IV. Labortano. Ju^ni de Luz.
^11. Híbrido: Arcangues.
.15. Cis-pamplonés: Egüéb, Olaibar,
\ Arce, Erro, Burguete.
Y. xVlto nabarro ^^^ p^ Ilzarbe: Puenteda-Eeina.
meridional. ^-^^^ Ultra-pamplonés: Oiza, Cizur,
\^ Guiina.
/ i 18. Propio: Tardets.
[VI. Suletino. 19. Koncalés: Bidangoz, Urzainki,
I ! üstarroz.
Q;^ ' ,20. Ciso-Mixano: Cisa, Mixa, Bar-
' iVII. Bajo nabarro \ dos, Arberoa.
! oriental. ¡21. Del Adour: Briscous, Urcuit.
122. Salacenco: Salazar.
;23. Baigorriano: Baigorri.
^^ IVIII. BajonabaiTü'24. Del Laboiird: Ustarits, Mcn-
I
occidental. j diondo.
'25. x\ezcoano: Aezcoa.
La repartición de estos dialectos, así bajo el punto de
vista de la intensidad como bajo el do la extensión, se halla
determinada, como pocas ó tal vez ninguna lengua podrá
jactarse de ello, merced á el Mapa Unguistico del Príncipe
Bonaparte, del que existen dos ediciones, una grabada y
otra litografiada, á cuj^a ejecución bien puede aplicársele
el epíteto de exquisita.
El Mapa lingüístico está hecho en ima hoja in-plano
que mide un metro de largo por un metro y 22 centímetros
de ancho, dispuesto de manera (]ue puede doblarse y guar-
darse en un estuche. El Mapa está levantado con arreglo á
la escala de millas a'eográficas de - - ^- - En el se indican:
" " 200.000
1.0 los dialectos (8); los sub -dialectos (25); las variedades
(50); 2.": las localidades en que el bascuence lo habla la ma-
yoría de los habitantes y las localidades en que lo iiabhi la
minoría;^ 3.° los nombres de los pueblos, villas y ciuda-
des, y el de muchas aldeas y caseríos; -1.": el límite del
Estado Euskaro, ó sea, el de las siete provincias bascon-
gadas; 5.": los límites de provincia, departamento, arron-
dissement, partido judicial y valle, además de indicarse los
ríos, sierras, montes y otros accidentes geográíicos. No se
puede pedir más abundancia de detíilles, de cuya exactitud
responde la manera que hubo de levantar el Mapa.
Los dialectos se indican por medio de colores y la den-
2. Mr. üroca cu su Memoria acerca dol oriqen y repart'ción do !a lon<]ua basconqada cali<\cu do
«mixtas» ú cicrtiia local idiiiles, biiju el vmito cU: vistii <U' lii loiij^im. A fíito i>iv'|"''''iti> i'l l'nnoli>o
]{onui)!ute, <lic(! lo sií^inoiitr:.... ••.>i' imiilo ilut ir <niu ti iniiyor ii4iiiia i> ili' Iuh vilhis y luiolilus do Iti
euskalerria küu mixtun, sin (^xcoi)tiiur Sau Suhui^tiiiii, 'l'üKi.sii. Miii'iiiuim, (iiioruicu, Sarii, San Jvmu
do IjUZ, Bni^jurri, Sun .Juan l'it'^ dul l'uortu. Tardots y Mauloóii, jnioi^to nuo un lodus uhtut) lujiuroH
el csiiañol ú el Irancós ctí la Iciii^uu. adi'iuÚH dol batoiionco, do una niinuiíft variablo do sus liiilii-
tantos orifíinarioH. A^ i oh iiiif ud t o puodo hablar iníis ijiio do uiayoriii <> iiiiiiuiia, ijiio i'iiodon
sor: la priniora, fuorto A poco luaroada, y la sot^unda iuiportuiito ó iiisit^nitlounto. Su dotorn.i-
jiacioii nos ha coi-tadi) tanto trabajo, (jui' t n una doooua, lo inihu»»;, do cat-oH, uo^ hon^^>^• visto
obligados A contar, niodiunto la ayuda do las por^onas nii'iH coiin»» t jutcs dt^ oada localidad, il
ni'unoro y aun Ioh uond)ros do los liabitantos oriyinarioa capncos do hablar ol bii-iouoncu.
Remarques sus plusieurs assertions de Mr. Abel Hovolacque. i>A)<. :t. Ti^iiKA-^t^ >■>>■.>' goosouto ijuo ti
Mapa Ku IcvMiiii'i ol níio isr.:i.
—33—
sidad de aquellos por el tono de estos: así es que á mayor
palidez de color, menos uso de bascuence corresponde. El
dialecto bizcaiiio lo distingue el Mcvpa con el color rojo; el
guipuzcoano, con el azul', el alto nabarro septentrional,
con el verde; el alto nabarro meridional, con el amarillo; el
labortano, con el naranja; el bajo nabarro occidental, con el
violeta; el bajo nabarro oriental, con el 'pardo (hrun) y el su-
letino, con el jimyítra.
La extensión y repartición de los dialectos del euskara,
es como sigue:
LÍMITES GENERALES.
Al Norte, desde Las Arenas (frente á Portugalete) has-
ta las inmediaciones de Biarritz, el límite es el mar Cantá-
brico; desde Biarritz hay que dirigirse hasta el río Nive,
pasando por Bassussarry, y luego por St. Marie y St. Fierre
d' Irube ir á buscar la orilla derecha de la ría Adour, la cual
hasta más allá de Urouit constituye el límite geográfico del
euskara. Algo más lejos de Urcuit el gascón domina en
ambas orillas, puesto que Urt no es ya país bascongado, á
pesar de su nombre. El bascuence, siguiendo la orilla de-
recha del río Joyeuse , vuelve á aproximarse mucho al
Adour, formando una especie de lyunta ó caho, desde
donde empieza nuevamente á perder terreno hasta Bardos
y el río Lihurry. En esta parte nos encontramos con el
cantón de Labastide-Clairence, que penetra en el país bas-
co, llevando hasta las cercanías de Ayherre el dominio del
gascón. Atravesando el cantón de Labastide, los límites del
euskara son: Charrite-Mixe, en cuyo territorio forma un
cabo llegando á tocar la orilla izquierda de la Bidousse,
Illarre , Arbouet , Domezain , Etcharri , Aroue , Arrast,
r Hópital-Saint-Blaise, Esquiule, Haux y St. Engrace.
Aquí penetramos en España por los montes del Eoncal.
Los límites de las provincias aragonesas de Huesca y Za-
ragoza, son también los límites del euskara por esta parte,
hasta Burgui y las cercanías de Bigüezal, donde el bas-
-»4-
ciieuce expirante, íiuii so dejaba oir en algunas bocas cuan-
do se formó el Mapa y donde hoy, acaso, sobrevivan algu-
nos euskaldunas, originarios de esa región conquistada por
el castellano. El Almiradio de Nabascués, igualmente cas-
tellano de lengua, nos obliga á buscar los límites del eus-
kara en Iziz, Gallués y Eacas-alto ; desde aquí el límite
extremo de la Euskal-Erria está formado por los pueblos si-
guientes: Adoain, Ongoz, Larequi, Uli, Mugueta, Turrillas,
Indurain, Guergetiain, Besolla, Izco , Abinzano, Ibarza- .
balza, Equisoain, Alzorriz, Zoroquiain, Yárnoz, Ezperun,
Guerendiain, Beriain, Iraclieta, Iriberri, Orisoain, Oloriz,
Mendivil, Barasoain, Garinoain, Añorbe, Puente la Eeina,
Artazu, Soracoiz, Garisoain, Muzquiz, Estenoz, Arzoz, Bi-
guria, Iturgoyen, Goñi, Torrano, Lizarraga, Ciordia. Aquí
dejamos áNabarra para penetrar en Alaba, es donde ya casi
no se habla bascuence. Los límites lingüísticos con que nos
encontramos son los siguientes: Larrea, Hermua, ütaza, Zua-
zo,Landa, Ullibarri-Gamboa,Luco, Ziriano, Buruaga, Berri-
cano, Olano, Astobiza, Lezama, Larrimbe, Luyando, Llodio
y Oquendo. Hemos llegado nuevamente á Bizcaya y diri-
giéndonos hacia nuestro punto de partida, marcamos los
últimos límites que siguen: Zoilo, Basauri, Begoña, Aban-
to, Deusto, Baracaldo y Lejona.
A.
íL dialecto bizcaino.
El dialecto bizcaino se habla en toda la Bizcaya bas-
congada, en una parte de Guipúzcoa y en la pequeña re-
gión basca de Alaba. En esta provincia se distinguen, desdo
luego, dos zonas; una en la que se habla el Euskara por
más ó monos individuos, })ero donn'nando ya el castellano;
otra, en que domina el euskiira, lengua do la mayoría do
los habitantes.
]ja primera zona la componen las localidades siguien-
tes: Larrea, Hermua, Ozaeta, Zuazu de Gand)oa, Ulibarri-
Gamboa, Landa, Luco, ]3uruaga, Borricano, Astobiza, Tjo-
zama, Larrimbe, Luyando y el vallo do Oquendo. En la se-
gunda zona tenemos, Elguea, Larriuzar, Marieta, Ciriano,
35-
Befcolaza, Urbiiia, Grojain, Villareal, Urrunaga, Nafarrate,
Elosn, Echagüen, Acosta, Cestafe, Larrinoa, Eribe, Onda-
tegui, Gopegui, Mannrga, Mnriia, Glano, Arrejola, Uribarri,
Olaeta, Ganzaga, Echagüen, Ibarra, Barajuen, Azcoaga,
Uncella, Barambio, valle de Llodio, Zabala, Bilorica, Are-
ta, Isasi y Duburi.
En Bizcaya, la región de escasa densidad del euskara
se limita á Baracaldo. Las localidades bizcainas que con-
servan su antigua habla son las siguientes: Ochandiano,
Mecoleta, Gordobil, Anteparoluceta, Ameitarme, Ubidea,
Ipiñaburu, Arangaren, Aldayen, Sagarnaga, Ipiña, Alzaga,
Goyoaga, Alzusta , Céanuri , Emaldigoicoa, Ogaragoiti,
Ogarabeiti, Iturrioz Iraurgui, San Miguel, Castillo, Plaza,
Larrindano, Billaro, San Blas de Urzugui, Casa-Blanca,
Urquia, Aunuza, Zuluaga, Elejabeitia, Zarosola, Aranzazu,
Lasarte, Echazo, Yurre, Plaza de Yurre, Zabala, Arraño,
Churiboqueta, Durandio, Ibarra, Grdomona, Sugazo,Unqui-
na, Zaratamo, Arrigorriaga, Martiartu, Lupardo, Arandia,
Udiarraga, Baquiola, Landaberde, Uribarri, Arbide, Zubi-
calday; Olalzar, Arilsa, La Plaza, Ceberio, Aracaldo, Anun-
cibay, Usia, Nafarrondo, Ampula, Torrezar-Angulo Murue-
ta, San Francisco, Mendieta, Zubiaur,Lecanduri, San Juan
de Orozco, Oquela, Orbe, Isasi iVlbizu-Elexaga, Plaza,
Arregui, Garay, Beraza, Asaola, Marzarbeitia, Uribiarte,
Jaureguia-Kiecola, Inos, Olarte, Gallarta, Ibarra, Arangu-
ren, Zaloa, Urgoiti, Ubidea, Zuluaga, Gastaco, Arrancu-
diaga, Arteche, Zebaya, Zoilo, Miravalles, Aguirre, Mada-
riaga. Venta-alta, Basauri, Artunduaga, Illunbeo, Ibaiza-
bal, Bolueta, Aguirre, La Cruz, Urgoiti, Mendieta, Bedia,
Arraibi, Lemona, Amorobieta, Izarra, Zornoza, Durango,
Elorriaga, San Pedro, Belamonte, Candarla, Aizpurua, Ga-
ray, Bernagoitia, Bediagas, Loyale, Irazabal, Garagoy, Ube-
roaga, Dima, Ibarra, Barrundia, Oba, Artemin, San Pedro
de Tabira, Olabarrieta, Yurreta, DURANGO, San Faus-
to, Izurzu, Manarla, Atermin, Arosteguieta, Aldegoye-
na, Axpe, Urrutia, Uribelar, Apata-Monasterio, Iguria,
Arrazola, Churtichaga, Udurricha, Marzana, San Agustín,
Elorrio, los Berrios, Zenita, Berriozabal-Miota, Muncharaz,
-36—
Abadiaiiü, Astolabeitia, Zaklibar, Berriz, Ocliaini, Pofcarri-
la, San Miguel, Lupata, San Lorenzo, Garay de Arriba,
Mallaria, Areitio, Ermua, Osraas, Aldasolo, Guerena, Bar-
maga, Alcibar, Echebarria, Puebla de Bolibar, Guerri-
caiz, Arbacegui, Guerrica, Cenarruza, Susaeta, ürrejola,
MAEQUINA, Jemein, Plaza, Berriafcua, Rentería, Ondarroa,
Mendeja, Lapusiato, Amoroto, F." Ardonegui, Santa Bár-
bara, Olalde, Izaron, Sarama, Guarda, Puebla de Aulestia,
Celoquiz, Matas, Murelaga, San Antonio, Andicoechea,
Guizaburuaga, Tracamal, Laranduelas, Ispaster, Gardata,
Lequeitio, Santiago, Bedaronoi, La Puebla de Ea, Gosti-
colo, Nachitua, Ibarrenlegua, Ibinagas, Elanchobe, Anzo-
ra, Acorda, Puebla de Gánala, Merua, Aldaraiz, Zuluaga,
Ereúo, Muriategui, Gauteguiz de Artiaga, Gabica , Cor-
tezubi, Orna, Barridia, Eentería-x\lbarca, Ajanguiz, Be-
lecica, Marmes , Arrazua, Astraguiz, Mendata , Aldaca,
Aldaolas, x\lbiz, Artizelaga, Ibarruri, Echano, San Pedro,
Arriaga, Cortaederra, Gorocica, ligarte de Mújica, Alleci-
llachu, Bidecoechechu, Luno, Achica, Rigoitia, Meacaur
de Morga, Lezama, Azaleriago, Larrabezua, Montori, Ur-
cullu, Saraicolea, Galdacano, Artolo, Lurzubieta, Errota-
barri, Erleche, Ecliebarri, Begoña, Abando, Baserto, 01a-
beaga, Deusto, Zorroza, Asua, Sondica, Derio, Zamudio,
Gamiz,Fica, Liona, Erquizabal, Borosabal, Erandio,Lujua,
Lacampa, Lejona, Las Arenas, Algorta, Gueclio, Berango,
Irolaga, Mortiartu, San Bartolomé, Baserri, Libarona, Lau-
quiriz, Laucariz, Achuriz, Zurbano, Gorondo, Sertucha,
Gática, ligarte, Bergariz, Dobaran, Elorzas, Urduliz, So-
pelana. Árdanla, San Andrés, Goyerri, Sundeliz, Musosu-
rieta, Arricoleta, Larreches, Barrica, Plencia, Gorliz, Er-
mua, Aurminza, Lemoniz, Salzagas, Ganitia, Andraca,
Arbina, Butrón, Goberbasas, Mendiondo, Billela, Marcaida,
Maruri, Jalabe, Cliaclamitas, Zumechar, Saracoeche, Ba-
sordaporta, San Pelayo de Báquio, Basigo de Báquio. Ale-
gría, Emerando, Larrauri, Meñaca, Munguía, Fruniz, Lí-
bano de Arrieta, Altamira, Alarbin, Artigas, Alboniga,
Aldauri, Bormeo, Mundaca, Meunis, Pedernales, Aspe de
Busturia, Charapiola, San Bartolomé, Coleta, Ornuiguleta,
—37-
San Cristóbal, Apraisco, Goyerri, Murueta, Foraa, Urdai-
bay, Landabercle y GUEENICA.
La región guipuzcoana que iiabla el dialecto bizcaino,
comprende las siguientes localidades: Salinas, Marin, Sari-
muz, Mazmela, Bolibar, Mendiola, Escoriaza, Arcaraso,
Apozaga, Aozaraza, Goronaeta, Arenaza, Uiibarri, Urréjola,
Olaberria, Oñate, Larrino, Arechabaleta, Guellano, Isurie-
ta, Bedoña, Zubillaga, G-alarza, Garagarza, Santa Águeda,
Mondragón, Uribarri, Udala, Anzuola^ BERGAKA, Uza-
rraga, Anguiozar Amillaga, Ibeda, Elgueta, Santiago, Pla-
cencia, Eibar, Elgoibar, San Antolín y Alzóla deAzpilcueta.
3>. II. El dialecto guipuzcoano.
El dialecto guipuzcoano se habla en gran parte de Gui-
púzcoa y en una región de Nabarra. En ninguna de las lo-
calidades que lo usan, es la lengua de la minoría de sus ha-
bitantes originarios, sino por el contrarió, el de la inmen-
sa mayoría de estos, y aun la de su totalidad.
He aquí el nombre de las localidades adscritas al dialec-
to guipuzcoano: Métrico, Deba, Astigarribia, Iziar, Zuma-
ya, Bedua, Oiquina, Ibañarriet;i, Arrona, Lástur, Mendaro,
Garagarza, San Isidro, Azcoitia, Urralegui, Elosua, Villa-
real, Zumárraga, Telleriarte, Legazpia, Zerain, Segura, Mu-
tiloa, Gabiria, Ormaiztegui, Beasain, Gudugarreta, Ichaso,
Ezquioga, Astigarreta, Arriarán, Yilhifranca, Isasondo, Le-
gorreta, Icasteguieta, Alegría, Albistur, Goyaz, Garin, Araz,
Beizama, Bidania, Ilrrestilla, Oñaz, AZPEITIA, Eegil, TO-
LOSA, Hernialde, Anoeta, Alquiza, Larraul, Asteasu, Zizur-
quil. Aduna, Sorabilla, Alzóla, Aya, Laurdain, Urdaneta,
Aizarna, Cestona, Aizarnazabal, Elcano, Artade, Asquizu,
Guetaria, Zarauz, Crio, Aguinaga, Usurbil, Zubieta, Lasar-
te, Hernani, Igueldo, SAN SEBASTIAN, Alza, Los Pasajes,
Rentería, Astigarraga, Urnieta, Andoain, Villabona, Irura,
Berrobi, Eldua, Eidua3^en, Berastegui, Gaztelu, Belaunza,
Izazcun, Ibarra, Leaburu, Lizarza, Oreja, Olazabal, Alzo,
ürendain, ligarte, Amezqueta, Bedayo, Abalzisqueta, Ba-
-36-
liarraia, Arama, Alzaga, Gaiuza, Zaldibia, Lazcano, 01a-
berria, Ataiui, Idiazabal, Ursuaráii y Zegama.
En Nabarra hablan el dialecto üjiiipnzcoano los pueblos
siguientes: Ziordia, Olazagutia, Alsásua, Urdiain, Itnrmon-
di, Bacaicoa, Lizarra-Bengoa, Echarri-Aranaz, Unániía, Li-
zarraga y Torrano.
-III. Alto nabarro septentrional.
B.
Este dialecto se habla en Nabari-a y en una pequeña
parte de territorio guipuzcoano. Se mantiene vigoroso y
fuerte todavía, sin perder terreno.
Las localidades que hablan dicho dialecto son, en Na-
barra, las siguientes: Burutain, Esain, Etulain, Ealegui,
Leazcue, Olagüe, Egozcue, Arizu, Urrizola, Galain, Gue-
rondiain, Elso, Zenoz, Iraizoz, Orquin, Araiz, Lanz, Alcoz,
Lozen, Lizaso, Glano, Guclbenzu, Ziganda, i\.rostegui,
Eguaras, Muzquiz, Erize, Yillanueva, Berasain, Eguillor,
Gorronz-Olano, Beunza-Larrea, Beunza, Larrainzar, Auza,
Juarbe, Ilarregui, Elzaburu, Oroquieta, Aizaroz, Unzubieta,
Erbiti, Garzarón, Yaben, Echalecu, Oscoz, Eraso, Zarranz,
Madoz, Goldaraz, Oderiz, Latasa, Urriza, Astiz, Udabe,
Beramendi , Arruiz , Ichaso , Jaunsarás, Beruete, Igoa,
Ecliarri,x\ldaz, Lecumberri, Muguiro, iVlli, Irañeta, Huarte-
Araquil, Murguindueta, Arruazu, Arbizu, Lacunza, Inza,
Baraibar, Iribas, Errazquin, Eraso, Albiasu, Uztegui, Gain-
za, Betelu, Azcarate, Lezaeta, Aspiroz, Arriba, Atallo,
Gorriti, Areso, Leiza, Huici , Arrarás, Ezcurra, Erasun,
Baldías, Labayen, Urroz, Arze, Igurin, Giz, Donamaria, Zu-
bieta, Labeaga, Aurtiz, Elgorriaga, Ituren, Santcstcban,
Oteiza, Narbarte, Legasa, x\scjarraga, Gaztelu, Oyeregui,
Bertiz, Oronoz, Lecaroz, Arrayoz, Zozaya, Ziga, Aniz, Be-
rrueta, Almandoz, Garzain, Irurita, ]3arrio de r)earniin,
Barrio de l^erro, Echalde-]\íalcor, Elizondo, Ansabor, El be-
tea. Barrio de Bergara, Barrio de Ain, Barrio de Costapolo,
Barrio de Tñarbil, Arizcun, Bozate, Errazu, Ordogui, Urra-
sun, Maya, Su])astu, Azpilicueta, Echálar, Aguirre, Álzate,
-39—
Bora, Zalain do Bora, Zilaiii do Lesaca, Lesaca, Yanzi,
Aranaz, Sumbilla, Goiziieta y Araño.
En Guipiizooa lo hablan Carrica, Ergoyen, Iturriotz,
Oyarzun, Lezo, Irún y Euenterrabía.
1
>, IV. Labortano.
Este dialecto se nsa en parte de la .antigua provincia
francesa de Labourd y en unas pocas localidades de la Na-
barra Española. Tampoco tiene zonas de mayor o menor
densidad.
Se habla en Hendaya, Behobia, Biriatou, Holhette,
Urrugne, Ziboure, Pocalet, Socoa, San Juan de Luz, Serres,
Plelbarron, Ascain, Saro, St. Nicolás, Yalar, Amotz, Ibarron,
Iliinx, Ahertz, Guetari, Haizpurn, Behereta, Oyhare, Bi-
dart, Ilbarrits, Arbonne, Bassussarry, Arcangues, Hiriberry,
St. Pee-sur-Nivelle, Urgury, Olha, Ainhoa; todos estos pue-
blos pertenecen ó Francia.
Los de España son: Landibar, Learda, Urdax, Alquerdi
y Zugarramurdi.
-V. Alto nabarro meridional.
B.
Este dialecto pierde diariamente terreno; el castellano
lo acorrala desde las tierras llanas á los más altos valles.
De él puede decirse que está en vías de extinción inmedia-
ta, por más que cuente todavía comarcas en su jurisdicción,
en las que el euskara vive lozano y vigoroso. La región de
escasa densidad que presenta es muy extensa; desde que se
levantó el Mapa (año 1863) es seguro que habrán desapa-
recido de muchísimos pueblos de dicha región, las personas
•ancianas, capaces de hablar bascuence, y que por lo tanto,
serán aquellos en la actualidad totalmente castellanos de
lengua.
La región en que se habla ■ el alto nabarro meridional
por una minoría, más ó menos pequeña ó insignificante de
habitantes originarios, está constituida por las siguientes
-40-
localidiides: Iturgoyen, Arzoz, Estenoz, Mnzqiiiz, Gorriza,
EchiiiTen-Clinlo, Ciuirgiiillano, Garisoain, Artazu, Puente
la l\eina, Übanos. Eneriz, Aúorbe, Tirapo, Olcoz, Muniartc
de lletn, Ucar, Adiós, Binrnin, Olaz, Larrain, Anriz, Murii-
zabal, Uterga, Legarda, Han Martín, 13asongaitz, Aquitunaiii,
Siibiza, Arlegni, Zariquiegni, Esparza, Guendulíiin, Astrain,
Galar, Barbatain, Muru, Undi^mo, Ecoyen, Sarria, Agos,
Sotes, Echarren, Villanneva, Argiiiñariz , Belascoain, Bi-
daurreta, Echarri, Ziriza, Elio, Ipasate, Zabalza, Arrai-
za, Otazu, Ubani, Larraya, Eriete, Echaiiri, Paternain,
Sagües, Zizur-mayor, Ziznr-menor, Gazolaz, Eiilza, Bara-
úain, Berrio-zar, Oronzospe, Aniznain, Berrio-plano, Azoz,
Oricain, Arleta, Asiturri, Olloqui, Alznza, Himrte, Arre, Vi-
llaba. Ártica, Ansoain, Burlada, Olaz, Egües,"Gorraiz, Men-
dillorri, Sarriguren, Mutilba-alta, Badostain, Mutilba-baja,
Cordobilla, Esquiroz, Zolina, Tajonar, Noain, Salinas (cabe
Panjplona), Zulneta, Imárcoain, Elorz, Zabalegui, Toires,
Otano, Beriain, Oriz, Ezperun, Guerendiain, Tiebas, Be-
riain, Echarri, Munarrizqueta, x\rtariain, Unzue, Orizin,Ba-
rasoain, Garinoain, Oloriz, Orisoain, Iriberri, Iracheta, Yar-
noz, Zabalzeta, Andricain, Zemborain, Unziti, Labiano,
GÓQgora, Ilundain, Laquidain, Aranguren, lelz, Azpa, Ar-
danaz, Ustarroz, Ibiricu, Elcano, Eclialaz, Eransus, Men-
dioroz, Redin, Oscariz, Uroz, Janariz, Lizoain,Lerruz, Aco-
taiii, Urroz, Idoate, Lizarraga, Olleta, Yillaba, Liberri,
Mendinueta, Artaiz, Reta, Zuazu, Ardanaz, Najurrietn,
Urbicain, Zoroquiain, Alzorriz, Salinas de Monreal, Equi-
soain, Idozin, Ibarzabalza, Lecann, Abinzano, Izco, San-
gariz, Ziligüeta, Besolla, Guerguetiain, Indurain, Izanoz,
Turrillas, Larrangoz, Beroiz, Iriso, Zuza, Zuasti, Ecay,
Erdüzain, Aoiz, Olaberri, Zazpe, Olorizes-iuíerior, Orbaiz,
Aloz, Osa, Ezcay, Rala, Górriz, Itoiz, Ayanz, A'illanueva,
Murillo, Artajo, Mugueta , Uli, ]\Ieoz, Larequi, Jaberri,
Cbastoya, Zori(|uieta, Artanga, Ongoz, Jacoisti, Adoain,
Ayechu, Elcoaz y Arangozqui.
La región en que se habla el allo-nabarro meridional
por una mayoría, más ó menos nutrida, de habitantes ori-
ginarios, comprende los pueblos (pie á continuación se po-
—11-
nen: Uli, Arizcuren, Olozi, Equiza, Artozqui, Aristu, Azpa-
rren, Lacabe, Muniain, Usoz, Arze, Gorraiz, Imizcoz, Ada-
sa, Üroz-Betelu, Arrieta, Villanueva, Burgaete, Roncesva-
Iles, Espinal , Zilbeti, Eiscarret, Mezquiriz, Ureta, Lin-
zoain, Esnoz, Ülondriz, Lusarreta, Uriiiza, Loizu, Anzioa,
Larraingoa, Urrobi, Saragüeta, Ardaiz, Urdiroz, Uriz, Es-
poz, Biorreta, Zandneta, Nagore, Asnoz, Gurpegui, Olori-
ces superior, Beortegui, Laboa, Zalba, Leyuu, Elía, Saga-
seta, EgLilbati, Aguinaga, Amocain, Zunzarren, Hoz, Gal-
diiroz, Ilurdoz, Belzunegai,Urrizelqui, Zay, Zaldaiz, Errea,
Aqucrreta, Irnre, Setuain, Larrasoaña, Ezquiroz, Ilarraz,
Urdaniz, O.steriz, Idoyeta, Imbuluzqueta, Zubiri, Giirbizar,
Erro, Leranoz, Saigos, Agorreta, Useclii, Urtasun, Eugui,
Iragui, Egozoue, Tirapegui, Ostiz, Beraiz, Zmdio, Sarasi-
bar, Osacaio, Osabidc, Idoy, Guendulain, Olabe, Zuriain,
Anchoriz , Iroz , Zabaldica , Sorauren , Ezcaba , Garrués,
Elisa, Aderiz, Maqiiirriain, Orrio, Nagiiiz, Olaiz, Elegui,
Anoz, Eiideriz, Aiiocibar, Ziaiirriz, Ripa-Giiendulain, La-
tasa, Gasciie, Usi, Amalain, Belziuize, Niiin, Beorbiiru,
Osacar, Osinaga, Larrayoz, Aristregiii, Garziriain, Marca-
lain, Nabaz, Ollacarizqiieta, Zildoz, Unzii, Elcarte, Sarasa,
Oteiza, Añezcar, Ballariain, Berriosiiso, Larragueta, Loza,
Iza, Orooyen, Arazuri, Landaben, Ororbia, Lizasoain, Ibe-
ro, Izciie, Artazcoz, Iza, Asiain, Egiiillor, Beasoain, Sal-
dise, Olza, Orderiz, Ziiasti, Aldaba, Ariz, Lete, Aldaz, Anoz,
Atondo, Ooliobi, Erice, Sarasate, Lariimbe, Larrainziz, Gu-
lina, Orayen, Aizcorbe, Aguinaga, Zia, Iriirzun, Izurdiaga,
Erroz, Urrizola, Ecay, Zuazu, Ecliarren, Eclieberri, Egia-
rreta, Yabar, Villanueva, Satrustegui, Olio, Ilzarbe, Zeno-
siain, Arteta, Ulzurrun, Goñi, Aizpun, ürdanoz, Azanza,
Munarriz, Guembe, Muniain, Bidaurre, Izurzu, Salinas de
Uro, Valdejunquera, Arguiñano, Biguria, Orendain y So-
racoiz.
(^, VI. SULETINO.
Se habla en la casi totalidad de la antigua provincia
-12-
francesa do la Soule, así como tambiúu en varias localida-
des de la Nabarra española. Excepto en una reducida por-
ción de esta provincia, en todas las demás partes ([ue lo
emplean, es el lenguaje de la gran mayoría de los habitan-
tes originarios. En Francia hablan el suletino las siguien-
tes localidades: Etcharry, Aroue, Charritte-de-bas, Arrast,
Larrory, Larrebieu, Undurain, Oyherc(j, Espes, Abense-
de-bas, Ainharp, Moncayolle, L'llópital-Saint Blaisc, Men-
dibieu, Berrogain, Laruns, Viodos, Cheraute, Mauleon,
Berraute, Licharre, Pagolle, Garindein, Libtirrenx, Koquia-
gue, Barcus, Esquiule, Basques, Tcirdets, Sorholus, Trois-
villes, Ossas, Sangüis, Saint-Etienne, Gotein, Musculdy,
Barretehiry, Saint-André, Laurziry, ürdiarp,Idaux, Mendy,
Menditte, Aussurucq, Suhare, Zihigue, Camou, Alos, Ábense
de Hiud, Sibas, Restoue, Laguingue, Hanx, Lieque, Ahe-
ruy, Etche])ar, Arlian, Liclians, Sanhar, Sunharetto, Alza-
behety, Alzay , Charritte-de-Haut , Lacarry , Larrau y
St. Engrace; en la Nabarra Española, Ustarroz, Isaba, Ur-
zainqui, Roncal, Bidangoz, y Garde. La zona de mínima
densidad está circunscrita á Burgui y su termino juris-
diccional.
C
• — —VII. Dialecto lajo-nabariío oriental.
So habla en una parte del L ibourd y de la Baja-Naba-
rra, en una pequeñísima región do la Soule y en varias lo-
calidades de la Nabarra Española. En todas partos, con
una sola excepción, es el lenguaje do la inmensa mayaría
de los habitantes originarios. Las localidades francesas (]ue
usan de dicho dialecto son: en el Labourd, Saint-Pierre
d' Irube, Mouguerre, Lihonze, Urcuit, Elizaborry, les Sa-
lines, Briscous, Lassarrade, Bardos y Burgain; en ]>aja-
Nabarra, Ayherre, la Place, Isturitz, Saint-Estében, Saint-
Martin d' Arberoue, Meharin, Beguios, Amoros, Suecos,
Lahorane, Oregue, Charritto-Mixe, Arraute, Biscay, Illia-
rre, Mazparraute, íjabets, iratibarre, Maillarroibarro, Pla-
zibarro, Gabat, Arbouet, Camou-^lixc, Sussaute, Mauliou-
rat, SomberrcUito, Aiiiüiidaix, Luxo, üiieix, Garrís, Saint-
Palais, Agoteta, Aizcrits, Snliast, Arbcríits, Billegue, Bo-
hasqiio, Lapiste, IJJiart-Mixe, Sorhapura, Larribar, Orsan-
co, Ainzy, Beyrie, Biirgubeny, Hclette , Armendarits,
llioldy, Ii'issarii, Ascombeguy, Suhescun, Lantabat, Saint-
Martin, Hasme, Ostabat, Harcembels, Arhansus, Pago-
lle-Oyhana , Jiixiie , Bunuis , Saint-Just , Ibarre, Ibarro-
lle, AiTüs, Larzeveau, Zibitz, Uxiat, Gamarthe, Ainhize,
Mongelos, Jaxu, Mandos, Bustinze, Lacarre, Zabalze, Iri-
beny, Ispoiue, la Madeleine, Ühart-Cixe, ügange, St. Juan
P.'^ de Port, Zaro, Saint-Michel, Ainzille, Bascassaii, Ahaxe,
Bastida, Alziettc, Ahaxa-Oliilo, Bussunarits, Sarrasquette,
Plosta, Lecunibeiii, Mendibe, Behorlegiiy, Esteren-Gnibel,
Estoronzuby, Pliagalzettc y Beherol)ia; en Soiile, Dome-
zain, l^eiraute, Ithoiots, Olhaiby y Lohitznn; en la Alta-
Nabarra, IzaJzii, Ocliagabia, Ezcaroz, Jaurrieta, Oronz, Es-
parza, Ibilzieta, Sarries, Izal, Kipalda, Igal, Güesa, Gallaos
é Iziz. Este dialecto tiene en su extremo Sur una pequeña
faja de escasa densidad constituida por el pueblo nabarro-
español de Kacas-alto.
\j,~ — VIII. Dialecto b ajo -n abarro occidental.
Ho, habla en parte de la Baja-Nabarra, así como en algu-
nos puntos del Labourd y de la Alta-Nabarra. Carece de
zonas do mayor y menor densidad. En Erancia lo hablan:
en el Labourd, St. Marie, Villefranque, Haraunts, Herau-
ritz, Hiril^ehere, Ustaritz, Saint-Michel, Jatxou, Larresore,
la Place, ídalsou, Portuita, Cambo, Bas-Cambo, Harsain,
Ürcuray, Elizaberria, líazparren. Larrea, Bonloc, Sorhano,
Elhorri, Greziette, La Place, Atissane, Mendionde, Leko-
rue,Makaye, La Place, Louhossoa, Ezpelette, Souraide, Ei-
nodieta, La Place ó Itxaxou; en Baja-Nabarra, Bidarray,
Uliarzan, Iriberry, Osscs, Gahardou, Ahaize, Exabe^ Saint
Martin d'Arossa, Eyhartze, Labastide, Urdos, Otticoren,
Leispars, Baigorry, Oecos, Iroulegi, Mussurits, Sorhueta,
Chubitoa, Ascarat, Lasse, Itholha, Erreca, Anhaux, Guer-
■n-
ziette, Saint-Etiene de Baigorry, JMicliülouiii, Ferrería de
Banca, la Fondorie, loa Aldudes, el Labiariiie, Eziiazu, üre-
pel, Aniegiiy, Bachoa y Oiidarollc. Las localidades españo-
las adscritas á este dialecto son: Valcarlos, Barrio de Gaiiie-
colcta, Orbaizeta, Orbara, Aria, Garralda, Aribe, Villanue-
ba, Garayoa, Abaiirrea-baja y Abaurrea-alta.
])e donde resulta, que Alaba y Bizcaya, únicamente,
poseen unidad de dialectos. La provincia más rica en estos
es la Nabarra española. El único dialecto que hablan Alaba
y Bizcaya, es el bizcaino: en Guipúzcoa se hablan tres,
que son: el bizcai lo, el guipuzcoano y el alto-nabarro sep-
tentrional. En la Alta-Nabarra siete, que son; el guipuzcoa-
no, alto-nabarro meridional, alto-nabarro septentrional, la-
bortano, bajo-nabarro occidental, bajo-nabarro oriental y su-
letino. En el Labourd tres, que son el labortano, bajo na-
barro occidental y bajo nabarro occidental y bajo nabarro
oriental. En la Baja-Nabarra dos, que son; los dos dialectos
bajo-nabarros y en la Soule también dos, que son: el bajo-
nabarrro oriental y el suletino. De todos ellos el que mayor
territorio ocupa es el bizcaino; y el que menor, el labortano.
IV.
Cuando se pasa del estudio de las lenguas clásicas, ó de
cualquiera otra de las que constituyen la gran familia árya,
ó indo-europea, al estudio de la lengua euskara, el espíritu
no puede menos de experimentar una viva sorpresa, produ-
cida por la divergencia que entre el mecanismo de las unas
y de la otra se advierte. Esta diversidad justiñca, en gran
parte, la reputación de extraña, y aun de maravillosa, que
muchos autores crearon al euskara; ésta lengua, por más
que en determinados puntos presente analogías con otras,
jamás dejará de merecer los dictados de original é intert^-
santísima, además do los de dulce, elocuente, llexible, ñlosó-
íica y rica que, sin jactancia patriótica, se le puede atribuir,
mal (pie les pese á los contaminados de anti-euskarismo.
Si puesta la vista en la construcción de las frases hubié-
ramos de caliticar á la lengua ouskara, diríamos que es una
lengua eminentemente pospositiva. El P. Gardaberáz ya
había llamado la atención acerca de este rasgo, cuando
dijo: BESTE IZKERA BEZALA, GUREAK ERE, BERE ITZALDI EGOKI,
CmT BIZIAK, BEREZKO TA BERARIAZKO EDERRAK DITU, BAÑA ERDA-
RAK ERA RATERA, TA EUSKERAK BESTERA. ONEK ERA I'OSPOSITI-
VO TA ARK PREI'OSITIVOAN, ESANNAIDU; GAZTELANIAKBETI AURRE-
TIK DAKARRENA, EUSKERAK AZKERRERONTZ BETI BOTATZEN DUELA;
ETA ITZAK BEREN LEKUAN GAZTELANIAREN KONTRA IFINTZE ORRE-
TAN EUSKERAREN ERA EDER, AIRE, EDO CHISTE GUZIA DAGO. ^
En efecto, la posposición es de uso general en cuskara;
se pospone el artículo al nombre, así como varios de los
pronombres; se pospone el adjetivo al sustantivo; se pospo-
nen las terminaciones que sirven para formar los noml)ros;
se posponen los suíijos que marcan las relaciones de ostos;
se posponen. las partículas relativas y conjuntivas al verbo;
se pospone la cosa poseída al agente posesor en el geniti-
vo; se posponen las palabras que marcan una modificación
de tiempo, de modo, de lugar, etc. en la acción expresada
y se pospone el verbo á todos los demás ' miembros de la
frase, por él acabada y concluida con majestad cicero-
niana. ^
Esta diferencia en la construcción, meramente externa,
entre el euskara y las lenguas neo-latinas, á las que me re-
fiero en este momento, reveladora es, y nada más, de otras
profundas diferencias internas.
Por más que este declarada por jurisprudencia lingüís-
tica la perfección de las lenguas «clásicas», sería un error
creer que el disjinto organismo de nuestro euskara es un
1. Euskeraren berri onak, pág. 58.
•2 Eu prueba do ello, vóasc la traducción literal de tres verísfculos del Evangelio de San
Lucas, en la versión hecha por Lizarraga. Luc. XV, II. halabeh eiíran zf.zan; gizon batek
ziTUKN Bi seme: Así mismo lo dijo; hombre uno los hal)ía dos hijo. 12. eta jietahik oazte-
NAK ERItAN ZERZON AITAEI.AITA, INDAK ONHASSUNETIK NIEI HELTZEM ZAITAD.'VN PAETEA. ETA
PAUTE ziETZEN ONAK. Y de aquellos el más joven le lo dijo al padre; Padre, dúmola tú del
bien :i mí por venir que estil ú mí — ú mí la parte. Y leslos partió los Ijionos.
13. ETA EGtlN GUTIHEN BITRUAN «TTZIAAK BILDrRIK SEME OAZTENOR YAIl EDIN HEIini DHTIUN
BATETARA; ETA HAN IIIION ZUZAN BERE ONlrANHSUNA PBODIOOKI BIZI IZANEZ. Y día de pOCO en
la cabeza (al cabo) los todos haljiendo reunido hijo aquel mus joven so puso país lejos ;'i uno;
y allá lo diñipo de si el bien pródigamente viviendo siendo.
Debo advertir que no be colocado en el sitio que ocupan en el original los sufijos que
marcan las relaciones gramaticales, para no oscui-ecer demasiado el sentido; por ejemplo, ai-
TAUi no es lit. «al padre» sino «padre al»; gaztenak no es «el inús joven», sino joven más el, etc.
-4f.-
signo do inforioridad rúípocto á aiaolla^ otras, posoodora^^
do ricas litorainras. No por estar coiistruido })ajo distinto
designio y plan diferente deja de ser sublimo una catedral
gótica puesta on parangón con un templo helénico. ^
Considerada la base ñsiológica del lenguaje, ó sean los
sonidos y las articulaciones, vemos que los unos y las otras
son en la lengua euskara abundantes, fáciles y matizados,
liaciendo á las palabras que constituyen, armoniosas, límpi-
das y sonoras. El oido de una persona que ignore el euska-
ra no so sentirá repelido por la percepción de esos sonidos
duros, guturales, violentos ó sordos que entorpecen y afean
á las lenguas septentrionales." Por el contrario, las articula-
ciones y sonidos dulces y suaves predominan en el euskara,
sin que por eso sean desconocidos otros varoniles y enér-
gicos, como lo es el de la r fuerte, cuya presencia comuni-
ca á las palabras en que figura, increíble temple. El que
liaya escuchado pronunciar en momentos de espectación
ó pe'ligro un aurrerá (adelante), podrá apreciar lo que
digo respecto al carácter de la r fuerte, altamente ex-
presiva en bocas bascongadas. Y la c/¿, cliu, ño, ya y otros
análogos cautivan y prendan el ánimo, cuando los pronun-
cian labios femeninos, especialmente si son de madres". Es,
pues, indudable que ha sido precisa una gran obcecación de
espíritu ó un torpísimo mal querer, para tiznar á tan terso
lenguaje con los caliñcativos de áspero y clesahri<la. Si los
sonidos de un idioma, como otros elementos ñsiológicos,
pueden servir de indicadores del carácter moral de un pue-
blo, diré que, á mi juicio, los de la euskara revelan perfec-
tamente el temperamento de la gente basca, que de ordi-
nario vive tranipiila y repasada o.itro labores, rezos, carifns
y canciones, poro que sabe, cu indo alguien la hostiga ó ata-
ca trocar peñascos en máquinas de guerra, y arados en es-
padas .
nOjiii;),ira lo ol bueinn.vi con ol 1 itíii, ol K^'it'^í'. ol fraile'' i y o'i'oi aoiinjimtiM iiliom im. (iiu»-
fli atii,- til ) ol oiíritT!- y lni)aro3-) (;i'it:im'iUr ui h n-m i lo ji'{a;itii iil 1 1 1) il i im iloíormo
(iiiat:n. (Mclnngcs (le lintjiistiqíio ct d' anthropolonio, p'i;;. 210.)
•2. llibl.i'il) '1'>1 l>ii,!ii iii;ío dij ) Si'xlígirJ: "Nihil bn'b.\ci, aut gtrilorií, aut auh'lituí ha-
bot/luniafiima or.t ct nuavissiimi.»
-47—
«Una circunstancia notable del bascuence, es que esta
lengua agota todas las niodiñcaciones do una manera per-
fecta.» Mr. d' Abbadie recuerda estas palabras de líunj-
boldt y añade, de su parte, las siguientes, que son muy
exactas: «Esa lengua se parece á una sabia álgebra; sus
elementos son sencillos; sus combinaciones numerosas y
y sus resultados satisfactorios.» ^ El rasgo distintivo de la
lengua euskara es la unidad de pyocedímíento; parece crea-
da por un genio amplio, pero motódico, que lleva basta sus
últimas consecuencias los principios generales propuesto-;.
Así es que apenas hay excepciones, y cada clase de proble-
mas se resuelve con una sola clave.
El artículo es uno; los nombres carecen de género; A
plural se forma de la misma manera siempre, con sin igual
sencillez; las relaciones gramaticales se expresan, no por
medio de declinaciones varias é irregulares, como en otros
idiomas, sino por medio de sufijos que so unen á los nom-
bres,á las pronombres y á los verbos, sin otras modiíica--
ciones que las exigidas por las leyes fonéticas.
La lengua euskara, de igual suerte que la griega, la alo-
mana y otras igualmente celebradas, posee una pasmosa
aptitud para crear palabras, valiéndose de los procedimien-
tos de la composición y derivación, sin que el neologismo
formado de esta última manera, por sutil, delicado y abs-
tracto que sea, pueda dejar en sombras la idea: ¡tan ricas y
matizadas son las partículas terminativas! Cada sufijo está
adscrito á la manifestación do un concepto lógico-gramati-
cal, y no á la de varios, á veces contradictorios. Sirva de
aclaración el siguiente ejemplo que revela la confusa po-
breza del castellano y la copiosa claridad del euskara: «F¿6'-
ne del monte, lleno do lodo, el dueño de los bosques de la
casado Miiníbe, y va do Martin á Juana, para preguntar
c6)no se perdió la espada do oro^^, que se traduce: «münibe/iO
ECUEA.reri OYMien jabea, loi^^; betea, mendi¿¿A: datok, eta ba-
DOA MAiiTmgandiJc JUA^Agajia, ñola tjriiezJco ezpata GxVLDu
ZAN, GALDETZEEA.» El castcllano repite siete veces la preposi-
1 Chaho et el' Abbadie. Etufies gramaticales sur la lanqic euskarienne, ¡¡á^;. 27.
—48-
ción (le para expresar conceptos (pío no son iguales, mien-
tras el bascuence dispone de tantos sulijos cuantos son los
conceptos diferentes; ho suñjo local, aren sufijo determinado
de posesión singular, en suñjo de posesión plural, z sufijo
instrumental-modal, tík suñjo de procedencia local, gandík
sufijo de procedencia personal y suñjo .?Ao de composición
material.
El punto de vista sintético de la ñexibilidad maravillosa
del euskara, se encierra en el siguiente axioma: toda palabra
puede conjugarse y declinarse, es decir, todo verbo puede
tratarse cual si fuera nombre y todo nombre cual si fuese
verbo. El pensamiento humano domina sin límites; es señor,
es rey, es autócrata de las palabras; éstas, á modo de dúcti-
lísima cera, reciben todos los sellos; se asiste al portentoso
avatár de los vocablos por la fuerza inñnita de la idea. Li
palabra toma toda las formas de esta; crece y se dilata, y
refleja sus colores, y se enciende en sus luces. Así, de
AuiiKE «delante», más el suñjo directivo va, se forma la voz
AUREERA «adelante», y añadiéndole la partícula demostrativa
che^ se logra hacer tan intenso el signiñcado,que lleva em-
bebido algo análogo á la frase castellana «ahí mismo»; y si
le suñjamos el comparativo go y luego la terminación ver-
bal f«, tendremos una nueva palabra que se conjugará como
cualquier otro verbo, y diremos AURRER.\cnEAGOTu zan\ con-
cepto complejo y altamente signiñcativo á la vez, (jue otras
lenguas menos peregrinas traducirán imperfectísimamente,
valiéndose de una enfadosa perífrasis; «se adelantó hacia allí
mismo un poquito más», ú otra análoga, perezosa, torpe y
desgarbada. El euskara, por lo tanto, tiene el don de expre-
sar toda clase de ideas, sin más límites que los de la inven-
tiva humana, con precisión, energía y colorido admirables,
reasumiendo, á veces, en una sola palabra toda una frase,
como cuando nuestro gran Arrese, atribulado por ver la
ruina del bascuence, increpó al mar cantábrico y verbizando
un sustantivo, mandóle concisa y csculturalmente que se
tornase tierra.'^
1. /an, tercora pcrhoiia Hiufular Jol iiupurfüuto do inclieativo del vuibo isAN, iáííiúttcu «ora».
-• iLiUUTU leiiAMOA! do Lfii «tioiTii» y 'i'u, toriniiiaiMíiii vorbiziidorn " \<-i\-m- Iu •ohi-ibia olf
Kin Ama KiisKiaiiAUi azkion AdunuAK.
-49-
Dtido el genio de hi lengua euskara, parece escusado
añadir que no había de fallar á sus procedimientos habitua-
les en lo que se refiere al sistema verbal, que es, sin dispu-
ta, uno de los más ricos que se conocen, si es que no ocupa
el primer lugar. Por lo tanto, no extrañarán mis lectores
que el bascuence haya huido del medio empleado por otras
lenguas en cuanto al desarrollo del verbo, consistente en
establecer diversas clases de conjugaciones, sin excusar, por
eso, la existencia de los irregulares y en hacer precisa una
multitud de reglas para la formación de los nombres del in-
finitivo (participios, gerundios, presentes, etc.), acompañada
de innumerables excepciones. Esto no quiere decir que la
conjugación bascongada sea fácil y sencilla. Pero la dificul-
tad y complicación nacen del gran número de formas vei'-
bales, expresivas de otras tantas relaciones gramaticales,
que posee el verbo bascongado, y no de la multiplicidad de
procedimientos adoptados. Las reglas que determinan la
formación de los nombres verbales (llamados tiempos de
nfinitivo por Larramendi, Lardizábal y otros gramáticos),
se aplican sin excepción, en todos los casos. La acción tran-
sitiva é intransitiva, que el verbo manifiesta, se traduce por
dos auxiliares diferentes, {haber para la acción transitiva y
ser para la intransitiva); por este medio el euskara, al aten-
der sólo á la naturaleza de la acción que se trata de expre-
sar, reduce la conjugación á la unidad, empleando las mis-
mas flexiones verbales, para la manifestación de la misma
clase de acciones. Por eso dice iltzen naiz, «muero»; etok-
TZEN NAIZ «vengo»; ekketzen naiz «me quemo»; saltzen naiz
«me vendo», é iltzen det «lo mato» jaten det «lo como», bo-
tatzen det «lo arrojo», ekketzen det, «lo quemo»; y saltzen
det «lo vendo». Al lado de esta conjugación llamada antigua-
mente regular y ahora perifrástica ó compuesta, coexiste
otra conjugación, circunscrita á cierto pequeño número de
verbos y usada, no en todos los modos y tiempos, sino en
algunos de ellos, conjugación á la que los primeros trata-
distas calificaron de irregular y á la que en el día, por lo
común, se conoce con el nombre de sencilla. Como quiera
que el número de verbos dotados de esta segunda especie
-50-
(le conju.L:fiit;ióu es, realinonte, escaso, y todos ellos piiolon
conjugarse, además, perifrásticamente, no destruye la regu-
laridad del sistema verbal eiiskaro.
La conjugación bascongada ha sido objeto de muchos
elogios que ocuparían grande espacio si hubiese de reprodu-
cirlos todos. Mr. Lecluse, dice: «La conjugación basconga-
da nos ofrece un aparato prodigiosamente vario Marca
las relaciones directas é indirectas de las diferentes perso-
nas entre ellas, con tanta riípieza y regularidad, ({ue })ue-
de justamente apreciarse cual obra maestra de ülosofía».^
«Terminaré el examen de una conjugación coir la que pue-
de ufanarse la lengua bascongada conjugación ipie, llevan-
do el sello del verdadero genio, bastaría sola, en mi opinión,
l)ara señalarle un lugar distinguido entre las lenguas más
ricas y ñlosóñcas».'-^ Mr. Darrigol, dice: «Encerrar en sí los
pronombres singulares y plurales de las tres personas; ago-
tar con nn laconismo perfecto todas las combinaciones ma-
temáticamente posibles entre los seis pronombres persona-
les expresar con una facihdad que admira, con una va-
riedad (|ue encanta, con una rapidez de expresión sin igual,
todas las actitudes ó situaciones respectivas que pueden to-
mar esos diversos pronombres, empleados, como sujeto y
complemento, como complemento directo y complemento
indirecto, tal es el mecanismo interesante y la riqueza sin-
gular de ese verbo incomparable».'^ El Príncipe Bonaparte
en un notabilísimo estudio comparativo, dice: «El Bascuence
solo en Europa puede jactarse de poseer un verbo tan rico
en íbrnias lógicys».^
En efecto, el verbo bascongado, además de poseer for-
mas verbales distintas para el tratamiento masculino y fe-
menino familiares, el respetuoso, y en uno de sus dialectos
(td bajo nabarro oriental) el dimiiuitivo, tiene, además, las
necesarias para expresar, in(;or[)orándolas á la llexión, his
siguientes relaciones: L^lielación de sujeto á régimen in-
i Manuel <lc la laii'ic bnsquc, (nl. Cazalz, ihíkb. -l'.i y 6ii.
■2 Míiniicl (le la l:i t jc hasque, ii;i;4. (í'J.
:í nisicrtuiion sjr la lanquc liasquc, oú. Cazáis, im;^. i'.)y5ii.
I Lanqiie bas'jtie ct lan^ucs tinnoiscs, pú^. ül.
directo, por ejemplo: zait «el me es», zaizü, «61 te es», z\yo
«el le es». 2.° Ptebicioii de sujeto á régimen directo; por
ejemplo: ñau «el me li;i», zaitü «él te Ir-i», du «el lo li;i».
3." Relación de sujeto á régimen directo y á régimen indi-
recto, á la vez; por ejemplo: dit «él me lo ha», dizkit «él me
los ha», Dizu «él te lo ha», dizkizu «él te los ha», dio «él le
lo ha», DizKio «él le los ha».^ Si á esto se añade que estas
relaciones pueden expresarse en once modos, veinticuatro
tiempos simples y noventa y un tiempos compuestos, nadie
extrañará que califique á la conjugación euskara de por-
tentosa.
De total independencia goza el bascuence en la cons-
trucción de las frases, por lo que se puede decir, que esta
parte importante del arte de hablar correctamente, más
es en el bascuence del dominio de la lietórica que del de la
Gramática. «Deferir la colocación de las palabras á la natu-
raleza del pensamiento; imitar, en su arreglo, la tranquili-
dad de las ideas contemplativas, ó seguir á nuestros senti-
mientos en su impetuosidad, en sus variaciones, en ese des-
orden que los hace atravesar, como por medio de un salto,
lo que la idea seguiría paso á paso; arreglar los elemenLos
del discurso al orden más propio para instruir, ó abando-
narlos á la influencia de la armonía, al iuego de la imaíriiui-
ción, al interés, para conmover y arrastrar; prestarse, por lo
tanto, á todos los géneros y á todas las circunstancias: he
aquí los privilegios de nuestra construcción».^
Tales son varios de los muchos primores y hermosuras
que atesora la lengua euskara, perseguida brutalmente por
la tiranía de los gobiernos centrales, cuando debieran estos
conservarla cual peregrino monumento de edades que, por lo
remotas, sobrecojen. Y no es eso lo más triste, sino que aquí,
en el mismo país, hay hijos espúreos que la combaten ó es-
carnecen y clases enteras — llamadas altas, tal vez, porque
en el deshonor y carencia de patriotismo hay también je-
rarquías— que tienen la insolencia de desdeñarla. Otra cosa
1 líonapartc. Le Vcibe basque, troisiciiiuie tabluau iiroliminiíirc.
■2 Darrigol. Dissertalion sur la lang-,ic basque, i>vA- 101 y IGü.
-52—
fuera si llevase el sello de ese conjunto do sandias prácti-
cas que usurpa el nouibre de buen tono! Entonces, incen-
sáranla sin parar nunca ol brazo, aunque fuese, no lo que
es, sino una grosera y con'onipida jorga do gitanos y secues-
tradores. Día llegará en (|ue ol patriota euskaro podrá escu-
pirles al rostro la frase slialvcsperiana: <'Sois como el Indio
vil que arroja una perla más preciosa (pie toda su tribu».
^:^ ¿|iisiii>!ii!§iii¿i!^||¿ii!l||ilfe#!i(í|il(^l:|ii
PRIMERA PARTE.
^t Itif i|«ci,tii^
CAPITULO ni.
FONOLOGÍA, TRASCRIPCIÓN Y SISTEMA FONÉTICO.
El estudio (le los sonidos, oonsiderados coino base fisio-
lógica del lenguaje, lia experimentado durante estos últi-
mos años, particularmente en Inglaterra, país que ha visto
la publicación de admirables trabajos, innegables progresos.
De los sonidos se ocupan bajo su respectivo punto de
vista, fisiologistas, físicos y matemáticos, ora estudiando
la emisión del hálito y el juego de los Húrganos productores
del sonido, ora sus propiedades y correlaciones, ora el nú-
mero de ondas sonoras que determinan su gravedad, altura,
timbre y velocidad.
Pero todavía no se ha organizado un sistema, un cuer-
po de doctrina uniforme que permita abordar la fonología
de todos los lenguajes, sin que en la exposición fónica de
unos y de otros se note la menor discrepancia salvo la con-
sistente en hallarse más ó menos poblados los cuadros de
las clasificaciones.
Una perfecta clasificación fonética debería atender, á mi
juicio, al iinpnlño inicial dol airo expirado, Rogúii sale libre
ó so (letiouo, á los órg'anos (jiio pono en Juego para toniir
forma, así como á la posición do estos, y á la impresión nri-
terial que el sonido produce en el oido. Hoy, sin duda por
no tenerse en cuenta todos estos factores, ó porque las
observaciones no son todavía bastante numerosas, ó porque
se mezcla demasiado la teoría con la práctica y la ¡msíbíli-
(lad con el hecJio, ó por la concurrencia de estas causas y de
otras, es lo cierto, que no existo conformidad ni acerca del
número de los sonidos, ni acerca de la naturaleza de todos
ellos y que, por lo tanto, la terminología y enumeración
andan más revueltas y confusas de lo que parecerá á los
que no se hayan ocupado en esta materia/
Yo, por lo tanto, renuncio á pretender dar la clasifica-
ción científica, invariable, de los sonidos de la lengua eus-
kara y me contentaré con que la siguiente no deje desaten-
didas las exigencias meramente prácticas de una Gramática.
j Puras, .a, r, i, o, ii, i'i.
A. Vocales.^ Nasales, j^/, c, /, o, ii, ü.
1 Mixtas. Ur, ¡I.
Las vocales puras a, e, i, o, n, suenan como en caste-
llano. La // tiene el sonido de la «/í» francesa en «lumiere^)
(luz), «nuage» (nube), etc. Lo usan el dialecto suletino pro-
pio, el bajo nabarro oriental (en la variedad de ]\Iixe y de
Bardos y en algunos otros puntos adscritos á este dialecto,
pero con carácter esporádico) y el segundo sub-dialecto del
1 A.loptar como única bas ) do cla^iirtcaciAn o\ nio.lo tlú laiiüftv y mxniobrar ol hálito,
sin aUMidor para n.i la al la<!liii- do la iiiit>i-osióii física, tif.ni) ol iiicoiivoiiiDnlo de i-miiu«nr un
oúiiuilo di! conociniiontos diflciloido hallar en los (in« no ho proponon conocer A fondo o-ita
parto do lalinünlstica, pntm to.ios los tVn.'.nionos ú ipio «o VKlloron non nioraniontü intoruos.
a lian vucaloa son proi>¡aniunlo sonidos; las producen vibraciones periódicas o isoi-rouaa
del aire elástico.
bajn-naliavro o:*ci(lental (variedades de Ustaritz y Meu-
di(jiido)/
Pasemos á las nasales. La a se pronuncia, aproximada-
mente, como la «an» nasal del francés; la c como la «in» na-
sal de la misma lengua; la / como «im» terminal portncfués;
o como on nasa,l francés; u como «un» final portugués y il
como la «u» nasal francesa."
La (E mixta es un sonido intermediario entre la a y la
e, semejante á la a breve inglesa. Se oye en los valles de
Erro }■ de Baztán (Alta Nabarra) y se debe á una permuta-
ción de la a bajo la inñuencia de una /, de una v y de una
e precedentes.'' La u mixta es un sonido intermediario entre
la /■;■ suletina y la ?/ ordinaria. Está en uso en Ustarroz en la
combinación n,' (variedad del suletino-roncalés), en el sub-
dialecto salacenco (bajo-nabarro oriental), pero con carácter
esporádico, en el sub-dialecto aezcoano en la terminación ''<7,
y en algunas regiones del Alto-nabarro meridional (valle de
Longuida, Urraul-alto, valle de Arze, Erro, Bm-guete) en
las combinaciones un, ne, así como en varias palabras aisla-
das. Únicamente los dialectos bizcaino y guipnzcoano están
totalmente desprovistos de ü y de ñ.^
Los principales diptongos bascongados son: ai, aii, ei,
cu, oí j ni.
Las consonantes, bajo el punto de vista de su reparti-
ción entre los diversos dialectos, admiten una clasificación
previa, en generales, que son los que pertenecen á todos los
dialectos; en dialectales, que pertenecen á uno sólo y en es-
porádicas que se escuchan en ciertas -localidades ó en boca
de determinados individuos.
1 üona paite. Le vcrbe basque, i>k'¿. 14 donde luiedon verse los alíuudautes detalles que lie
omitido trascribir en compañía de lo iniucipa).
•2 Bonaparte. Le Vcrbe basque. Alphabet.
H Eonaparte. Le Verbe basque, púg. 32, nota Í3.
i J'.onaparte. Le Verbe basque, p:'ig. 14, nota 2,
-56-
Fuoi'tos.
gutural,
identa;.
lücrital palatal nio-
' jada,
ilabial explosiva.
lauial continua.
I. MUDAS.
gutural,
(palatal,
^dental.
Suaves, 'dentilenaual.
ilabial explosiva,
'labial continua,
^labial sorda.
II. ASPIRADAS.
,-Cofisofiaíiles/
III. VIBRANTES.
Fuerte, ¡gjtjral coiitinua.
^iTiWiQ ^)}uljral sorda so-
tJUii\t.>), mi-aspirada.
dental.
palatal mojada,
lenjual fuerte.
engual suave,
labial.
,-P , dental.
iN ásales, .gutural.
palatal mojada.
Identi-labial.
- k
- t
;í
- 1'
■ i>
- K
- d
/ d (ronca-
) losa)
- b
- b
- b
palatales.
:iSi])¡laHtes'
5 >
dentales.
IV. FRICATIVAS.^ - SorcLis. .
palataicj
/dentales.
\palatal.
<\ Fuertes.
pí ( nJsal.
^1 Suave, palatal.
ai
'ch (fuorto)
Ich isuavo)
tz
\j (bizeaiiia)
I j (luoJLiJa)
) s
iz (siiletiiüv)
■z (Echari-i-
I y (ronca-
I lusa)
1 Sou, propiamonto, ruidos, porque los producon coiimocioiiea irrojíularos del airo elástico.
2 So llaman así, por imitación de los grit-fíos, que las donominaroii aphoni, &. consecuencia
de tpio (lutioiieii, por nu instante, conipletamonto, la emisión dt'l liúlito. 101 ostrochaniionto de
la cavidad oral es tan notable cnaudo so pi'odiice dichos sonidos, es decir, la nudiUcacióii
del órtíano productor prevalece tanto sobro el eleniento material del tono, que el soniílo
producido no es audible uiiis quo en ol momcntn un (pie id contacto do loa órganos fonaloros
cesa.
'.i So llaman asi porcino el soplo os emitiilo con bastante fuerza para hacer vibrar, no so-
lamento una membrana, sino altíuna parte blanda m;'is consiiieralile. i-oiuo li)s labios, la len-
(,Mia, etc. (Kllis, citado por Ma\-Miiller en sus Nouvelles le<, ins sur la sciencie du langage, pá^inaü
17'2 y 17.t).— listan letras tii'iien el can'tctor connin ile poilor ser pronunciada» solas, y du
La /.', es un sonido gutural fuerte idéntico al de la «q»
castellana y al de la «c» de este idioma en las silabas «ca»,
«co», «cu». La t es un sonido dental ordinario, como existe
en castellano. La t es un sonido especialísimo, que se
obtiene tocando con la lengua al paladar, al mismo tiem-
po que se hiere á los dientes. Los gramáticos del país
llamaban á este sonido t «dimidiada. » Yo he preferido
adoptar el calificativo de «mojado» (mouillé) que los lin-
güistas franceses suelen adjudicar á los sonidos de esta
naturaleza, que es verdaderamente gráfico, pues el sonido
primitivo parece como que se ablanda y humedece. Dicho
sonido se oye muy amenudo en Guipúzcoa y Nabarra, cuan-
do la t se. halla entre /, ¡(; por ejemplo, en ditüt «los tengo»,
dituzüte «los tenéis». En otras partes suena de igual suerte
delante de otras vocales, sobre todo cuando se habla en tono
muy cariñoso á los niños; por ejemplo: maitia «el querido»,
ó mejor, el «queridito»; aita «padre», ó mejor, «padrecito». El
uso de las localidades es la regla de este sonido , que no es
general ni obligatorio. La j^ explosiva suena del modo que
indica el calificativo, es decir, muy fuerte y muy breve,
cuando forma parte del grupo pr, como por ejemplo: pre-
mian «en necesidad'); este sonido no es obligatorio en nin-
gún dialecto; por lo tanto hay que atender al lenguaje de
las distintas localidades.
La g gutural tiene el mismo sonido que la g del caste-
llano en las silabas «ga», «go», «gu». La g suave no es un so-
nido general, sino esporádico; es análogo al de la g suave
prolongarse el sonido tanto como dure la emisión de la voz. Los griegos las llamaban emiphona
ó semi vocales.
4 Se llaman así á los sonidos que resultan del frotamiento del aire contra las paredes da
una estrecha abertura de la cavidad oral.
5. En castellano no está toimada la terminología de la ling;iística; la patria de Hervas sa
ha desentendido durante muchos años de esta iuteresautisiuua rama del saber humano. A fal-
ta de otro término más castizo é igualmente expresivo, no he vacilado en adoptar la palabi'a
francesa chuintante que merece mucho el último calificativo.
6 Como la característica de las semi-vocales consiste en ser sonidos que pueden pronun-
ciarse solos y prolongarte tanto como dure la emisíi^u de la voz, el grupo que constituyen
es susceptible de mucha mayor amplitud que la que le concedo en el texto; Y otros tratadiS'
tas se la dan, según sean los principios en que fundan su clasificación.
italiana, pero nn poco mojada; es un sonido semejante al de
la j francesa, pero modiñcado por el contacto de una íZ,
siendo simple y no compuesto^ el sonido; por ejemplo: en
EsruNDJA «esponja».^
La (I es un sonido dental, menos fuerte que su análogo
castellano. Pero existe otra d en el suletino roncalús, la cual
participa de los sonidos representados por la d ordinaria,
la r y la /; esporádicamente se halla en otros dialectos basco-
españoles. La h tiene tres sonidos; uno, explosivo muy mar-
cado, delante de las vocales iniciales, detrás de vi y en el
grupo hr; se produce separando los labios inmediatamente
después de haberse estos tocado; otro, labial puro, continuo,
que se liga perfectamente al sonido siguiente, como en las
palabras castellanas «barato», «bolsa», «bulto»; el tercero es,
igualmente, un sonido labial muy puro, pero muy apagado á
la vez, una verdadera h con sordina, que se aproxima al lo
inglés. Este sonido se nota, entre otros puntos, en Orozco
(Bizcaya), en Barambio (Alaba) y en Arrayoz del Baztán
(N abarra) ."
J, H.
La, y es un sonido dialectal, que se pronuncia en el fon-
do de la garganta, como en castellano. Está en uso en toda
Guipúzcoa, en la Bizcaya oriental y en los valles de la re-
gión noroeste de Nabarra, así como en Orozco y Puente la
Keina. Los Gramáticos guipuzcoanos (Larramendi, Lardi-
zábal) opinan que en lo antiguo este sonido no existía y ca-
lifican su uso de defectuoso.
Me parece que esto es resolver de plano una cuestión
dudosa y difícil. A mí no me repugna nada ver en la ¡ un
sonido, de fihación euskara; el que solo tenga uso en deter-
minada región del bascuence, poco significa; otros sonidos
se hallan en el mismo caso y nadie ataca su oriundez
Que la j pasó del castellano al bascuence. Eso se com-
1 Bonaparto. Le Verbe basque, pAfi. ;iO, nota C.
2 Jíonaparte. Le Verbe basque. Alpluilxt.
prendería fácilmente tratáncloRo de palal)ras tomada?? de
aquel idioma, pero no explica como el primitivo yan «comer»,
se pronuncia ahora jan. Además, tampoco se sabe como
apareció laj en el castellano.
Se ha dicho que ese sonido procede del árabe, pero no es
exacto, porque la aspirada gutural árabe se expresó en cas-
tellano con la labial /, trocada más tarde en h. ^ Y esto se
explica perfectamente. El sonido predecesor dela/no era una
gutural, sino una palatal, pues de existir la primera con ella
se hubiese expresado lac/¿ del gutural árabe. Tampoco es un
sonido de origen gótico; el gótico carece de aspiradas gutu-
rales propias'' Antes del año 1501 las aspiradas guturales
castellanas, /', g, ó x eran palatales, como lo son actualmen-
te en Portugal, en Clalicia, en Asturias y en las costas del
Este de España, Las causas que hayan podido influir en el
cambio de estos sonidos permanecen ignoradas.'^
Si la opinión de Larramendi y Lardizabal acerca de la
aparición relativamente moderna en el bascuence de laj
fuese exacta, y la época coincidiese con la de la trasforma-
ción de las palatales castellanas en guturales, podría creerse
que la misma causa produjo ambas clases de fenómenos. Y
si se probaba que la j euskara fué posterior á la trasforma-
ción de las consonantes castellanas, el parecer de la impor-
tación de la j al bascuence tendría un nuevo dato en que apo-
yarse. Pero yo creo que la opinión de Delius * respecto á la
improbabilidad de que á los Árabes se deba la introducción
de la particularidad orgánica productora de laj castellana,
es aplicable, y con mayor razón , al bascuence respecto de
los castellanos, cuyo lenguaje ha penetrado en el país basco
por inñltración y no por conquista. Es muy extraño, tam-
bién, que la j viva únicamente en aquellos dialectos y va-
riedades que no están en contacto inmediato con el caste-
llano. Yo, por lo tanto, estimo que la j del bascuence es un
1 Diez Gram. des lang. rom. Tomo t, pág. 306.
2 Diez. Gram. des lan rom. Tomo i, pág. 345.— Delius, según Diez, demostró muy bien
cuan poco probable es que los conquistadores árabes hubiesen podido introducir semejante
parti;'.ilaridad orgánica precisamente en España, y uo en niní,'uno de los países en que se esta-
blecieron; por ejemplo en Portugal.
3 Diez. Gram. des lang. rom. pág. 310 y 317.
1 Veáse la nota de la pág. lli.
-60-
sonido iiidígoiiiL. Aliorii; ¿pasó del eiiskaní al (;a.-^tellano? He
aquí una pregunta <]ue hoy no puedo iiallar cuin[)l¡da res-
puesta por falta de datos.
La segunda y es también gutural, pero mucho más sorda
que la anterior. So articula aspirándola ligeramente, así es
que constituye la transición del sonido gutural fuei'to á la
aspirada h. Este sonido lo he oido en muy diversa-s locali-
dades del país que posee la 7 fuerte; en Arbizu, en Urdiain,
en Olazagutia, en Bera (en las palabras jauna, jaungoikoa),
en los caseríos inmediatos á San Sebastián, en Zubieta, La-
sarte, Orio, y en varios pueblos cercanos á Tólosa, como
Larraul, Icasteguieta, etc. Suena laj sordamente delante de
a y <?, sobre todo si estas forman parte de la sílaba inicial
de la palabra y la precedente termina también en vocal.
La li es un sonido aspirado, como el de las lenguas ger-
mánicas, algo más pronunciado, del que se escucha en la
palabra francesa «honte» (vergüenza). Es un sonido per-
teneciente á los dialectos de Francia y que tampoco se
conserva en los dialectos del país basco-español que lin-
güísticamente pertenecen á Francia. En España se oye en
Zugarramurdi y en Alquordi, barriada de Urdax. Para oirlo
nuevamente es preciso p;isar la frontera. Como dice muy bien
el Príncipe Bonaparte, el país, mejor que el dialecto, deter-
mina la ausencia ó presencia de la li. El dialecto labortano
es, de todos los dia-lectos de Francia, el que en más parca
cantidad posee la aspiración. San Juan de Luz, Ciboure,
Urrugne, Behobia, Hendaya y Biriatou carecen de él. Co-
mienza á dejarse oirenAscain, y sobre todo en Guethary
y Bidart. Ese sonido afecta una tendencia á desaparecer,
con suma lentitud, del labortano. En cambio, el suletino
hace grande uso de la aspirada. ^
L, LL, 7?, J?, M, iV, A\
La / suena como la / castellana; la // lo mismo; la /• co-
mo la fuerte castellana inicial, ó la doble en medio de dic-
J Bonaparte. Le vcrbe basque, púg. XV. nota 0.
ción, por ejemplo en rosa, carro, rico, torrente, y la ?• como
su análoga castellana en caro, verídico, lüacentero.
El sonido r cuando forma parte de una sílaba, es afecta-
do por la consonante que la sigue ó precede. Si esta es fuer-
te, T es más vibrante, si sorda, más apagada. Por ejemplo
abre (g) «animaL) S9 pronuncia como está escrito, pero j^ri-
mu (s) «heredero» saena como si se escribiese jwriynu. Si la
h no fuese continua, GomoQnahr<\ contracción de abere, si-
no explosiva, como culambeo (g) <' niebla», la vibración más
sonora se verificaría igualmente. Esta diferencia de matiz
de la T, se observa en todos sus contactos con los sonidos
que se desdoblan en fuertes y suaves, c jmo J¿ y g, etc.
La m es un sonido labial puro, que sj pronuncia sin nin-
gún rastro de explosión, aproximando suavemente los la-
bios y sin interrumpir la emisión del hálito. Es por lo tanto,
un sonido continuo. La n representa dos sonidos. El uno,
más generahzado, es meramente dental, como el de la 11 de
«villano», «hermano», «serrano». El otro, (juturado, es debido
á la inmediación posterior de los sonidos guturales y aspirados
h, g, j, /¿, tal como se oye en las palabras castellanas tengoy
brinco, rango. La ñ es la n gutural, modificada por la apro-
ximación de la lengua al paladar; el soplo productor del so-
nido es impelido á la nariz, por lo que esta consonante tie-
ne un carácter nasal muy pronunciado.
F, CH, S, Ts, Z. Tz, J.
L /es un sonido denti-labial, idéntico al representado
por la misma letra en castellano. Es común sentir de los
euskaristas que la/ no es un sonido bascongado originario.
Pero se le encuentra en los libros más antiguos impresosen
bascuence, y particularmente en vocablos tomados de las
lenguas románicas y del latín. Caso raro; algunos neologis-
mos que en su forma primitiva carecían de /, al pasar al
bascuence, la adoptaron, trasformando para ello la consonan-
te correspondiente. Por ejemplo FROGA de j;7-o6f¿. (prueba),
FERDE de verde, foltsu (1q¡ pulso} El Príncipe Bonaparte se
1 Duvoisiu. De la formation des noms dans la lang'ie basque pág. 6.
siente inclinado á admitir que no siempre la/ hca perteneci-
do albasciience, pero recliaza la especie de que sea reciente
su importación, fundándose en que se encuentra en los mo-
numentos y reliíjuias más antiguas del euskara, y e¡i (jiio
todos sus dialectos lo usan frecuentemente, tanto en pala-
bras de origen indígena como extranjero. ^
¡f ^1 sonido palatal cli se desdobla en dos; uno fuerte, idén-
tico al castellano de cJiato, JiiiicJiar, JiacJia, y otro idéntico
al francés de cJ¿at (gato), charmant (encantador). En la ch
española, la parte anterior de la lengua se adhiere á la bó-
veda del paladar y se separa bruscamente, luego; en la cli
francesa la adherencia de la lengua no es cojnpleta y el há-
lito, desde el fondo de la garganta, sale al exterior do^5lizán-
dose entre el paladar y la lengua; es, por lo tanto, un ver-
dadero sonido soplante.
El sonido s es triple; uno, propio de los dialectos basco-
españoles, mas sibilante qne el de la s castellana; otro pro-
pio de los dialectos basco-franceses, más sibilante aún que
la s basca de España, y que frisa casi con la cli francesa; del
tercero hablaré después.
Ts es un sonido muy característico del bascuence y
del que dá una grosera idea el signo qu3 lo representa.
Véase que es un sonido sencillo y n:> un grupo de sonidos;
es decir, que no está compuesto de t-j-s, sino que es tn to-
do en un golpe. A falta de la viva voz, no me parece mala
la regla práctica de pronunciación que se encuentra en Lar-
dizábal.^ Dice que las dos letras del grupo gráfico deben
pronunciarse juntas, hiriéndolas como parte de bisílaba si-
guiente; u-tsa «el vacío» y no ut-sa; a-tso «nniger vieja» y no
AT-so; o-TSA «el ruido» y no ot-sa.
La ¿' es un sonido semejante á la llamada s dura de los
Franceses, y que se aproxima mucho á la -r de los Andaluces.
En este sonido existen varios matices, menos difíciles de
ser notados por el oido, que explicados por la pluma. Algu-
nas variedades dialectales tocan en las fronteras de la ¿■
1 Remarques, ote. píiK. 67.
I Gramática Vascongada, \^\\\i. 82.
-G3-
castellana, que es sonido embarazoso y sin gracia (por ejem-
plo en el Baztán;) otras lo dulcifican extraordinariamente,
convirtiéndolo en un sonido sui géneris delicioso al oido (por
ejemplo, en la costa guipuzcoana y especialmente en Irún),
y otras lo acercan tanto á la s castellana (por ejemplo, en la
Merindad de Marquina y costa deBizcaya), que los escri-
tores de esa región lo han representado con la ,s- y no con la z.
En la misma relación que la ts está con la s, se encuentra
la tz con la z. Téngase presente, para su pronunciación apro-
ximada, la regla de Lardizábal. Dígase o-tza «el frió» y no
OT-ZA, A-Tzo (utyero y no at-zo. El tz es un sonido simple co-
mo el ts.
La y bizcaina, sonido propio de este dialecto, es una modi-
ficación de la d, la cual se convierte en sonido mojado y si-
bilante.^ Se la encuentra yá en Ondárrua (primer puerto
de Bizcaya, siguiendo la costa guipuzcoana) y continúa por
la orilla del mar hasta Portugalete, internándose por toda
Eiz íaya puesto que en Ochandiano que confina con Alaba,
existe también." Hay otro sonido chuintante sordo, al-
go mojado, que en esta circunstancia únicamente se diferen-
cia de la y francesa; es propio del suletino.
S, Z.
El tercer sonido de la s pertenece al dialecto suletino; es
muy dulce y ocupa un lugar intermedio entre la ^ y la j
francesas.^
El dialecto suletino en algunas palabras deja oir una z
igual á la ^ francesa de zele (celo), zei^o (cero). En Echarri-
Aranaz, Lizarrabengoa, Lizarraga, Arbizu, y acaso en otras
localidades, existe una z esporádica, cuyo sonido se apro-
xima al de la z suave italiana. ^
1 Bonaparte. Lo Verbe basque. Alphabet.
2. El Príncipe Bonaparte, loe. clt., pág. ;J0 nota G, señala el principio de la j bizcaina en
Ii3'jncitio; yo la he oido perfectamente en Ondnrroa en las palabras ndijo «adiós», beqija «el
ojo», bizija "ia vida» y alRunas otras. Acaso este .sonido sea de reciente importsciúu á Oudarroa.
a. ]5ouaparte. Le Vcrbe basqie. Alphabct.
1. Bonaparte. Le Vcr!)e basque. Alpbabet y nota 2 de la pág. 12.
-61-
Y.
La // representa un sonido doble; el primero puede ser
fuerte ó suave. El fuerte es propio de la tj eufónica que mu-
chas variedades del bascuence introducen entre el artículo
u y la / ñnal de una palabra. Por ejemplo, de mendi «monte»
MENDIGA «el monte»; de aundi «grande», aundi//a «el grande»;
de Eiuíi «pueblo» erri//a «el pueblo». Esta dureza de la ¡j se
debe á que la emisión del sonido parece experimentar una
muy ligorísima pausa al llegar á la ¿, por efecto de que no
se establece ligadura entre dicha letra y la siguiente y. Asi
es que al proseguir la fonación, el esfuerzo que requiere re-
cae sobre la y, como en una nota stacatto. L i y es, aun en
este caso, un sonido dulce y que comunica especial gracejo
al habla de ciertas localidades (por ejemplo, Irún.)
El sonido suave de la y se escucha en todos aquellos
casos en que lo encontramos ocupando el lugar de la j gui-
puzcoana ó el que le corresponde con arreglo á la constitu-
ción de la palabra.
El segundo sonido de la // se halla en el sub -dialecto
roncales; es una consonante derivada de la ¿' nasal, de valor
intermediario entre la h y la //; es decir que es una nasal
gutural mojada.^
C— Sonidos compuestos. 'y^'j ^'"^^ ^[^^ ////,;""///, j>h, rh,
\ rJir, hl y ///.
Estos sonidos corresponden á sus simples, de los que se
diferencian nada más que en la aspiración con que se pronun-
cian. Como que no liay fusión entre los dos elementos que
les componen, ni tampoco puede prolongarse su sonido sin
que deje de oirse el primer componente del grupo, estos so-
nidos no pueden denominarse con propiedad sino dobles ó
compuestos. Son mucho más frecuentes en los dialectos
del territorio basco-francés.
1 Uonaparto. Le Verbe basque. Aliihabot.
II.
El insigne Axúlar en el prólogo de la obra maestra do
la literatura enskara antigua y moderna, al referirse á la
ortografía bascongada decía lo siguiente: bada eskiriba-
TZEAZ DENAZ BEZAN BATEAN ERE EZ NAIZ EGITEKO GABE; ZEKEN
bada hunetan ere dieferentzia. batak eskiribatzen du cka-
Jiero, bertzeak fjeJiero; batak cuedea, bertzeak (jadea; ba-
tak icJUlic, bertzeak, igílic, batak lacJioa, bertzeak, ¡(tjua,
BATAK choil, bertzeak yo¿Z; batak heclio, bertzeak l-¿(-j(); v.^^-
TAK chucJien, beet'aemí jii gen. eta hunela bada bertzerik
ERE ZEMBAIT HITZ, BATAK ETA BERTZEAK, NORK BERE HERRIKO EDO
ERRESUMAKO ARAUAZ DIFFERENTKI ESKIRIBATZEN BAITITUZTe/
Las quejas que el escritor nabarro profería en pleno si-
glo XVII, no hubier;t dejado de exhalarlas, auntjue su vida se
hubiese prolongado hasta muy cerca de nuestros días. En
materia de ortografía euskara, ha reinado durante mucho
tiempo, la más completa anarquía.; lo menos que cada escri-
tor practicaba era trasladar al bascuence las reglas ortográ-
ñcas corrientes en la nacionalidad á que su Reino ó provin-
cia pertenecía. Así veíase escrito houra y ura «agua», gui-
ZON y GiyoN «hombre», sgUA y escqa <da mano», gnavar, na-
VAR y NABAR «abigarrado», exe, eche «casa», etc. Y la confu-
sión subía de punto, cuando los escritores pretendían repre-
sentar gráficamente todos los sonidos del euskara, que en-
tonces ya los límites ernn los que cada imaginación tenía á
bien señalarse, dando por resultado, que como ningún es-
critor hacía escuela , un mismo sonido se trascribiera de
tres ó cuatro modos diferentes.
La reforma ha venido iniciada, justo es confesarlo, por
los escritores franceses, bascos y bascófilos. El Príncipe Bo-
naparte, después de mejorarla, ha contribuido mucho, con
1. Geroko gero, pá^'. xxi. ed. de 1804: rjayoua. — «Yaun para unificar la ortografía no lio de-
jado de tener que hacer, porque también en esto hay sus diferencias. Uno escribe chehero
y otro GEHERo; uno chedea y otro gedea; uno ichtlik, otro igilik; uno lachoa, otro lajoa;
uno CHOLL. otro joi^; uno kecho, otro ke.jo; uno ciicchicn, otro jugen. Y de esta suerte hay
también otras muchas palabras que cada cual escribe diversamente, según la usanza de su
pueblo y reino». (Trad. lib.)
-G6-
SUS herniosos trabajos á fíeneralizarla y acliiiiatavla. En Es-
paña el primero que llamó la atención acerca de este impor-
tante punto, fué mi respetable, sabio y modesto amigo Mon-
sieur DuYoisin, que escribió un artículo con este objeto en
la llevinta Etisl-ard (de Pam[)lona), iiivilando á los escri-
tores basco-españoles á seguir los paso " do sus hennanos
los basco-franceses. El famoso Aizqi íltel, en su Diccionario
basco-español, escrito hace ya bastantes años, adoptó de lle-
no el racional sistema ortográfico moderno; por lo tanto,
la actual reforma, que ha sido criticada por muchos apega-
dos á los antiguos y viciosos usos, no carece de respetables
precedentes en este lado de los Pirineos.
El principio en que vo fundo mi trascriv)jión, h )7 adop-
tada, con ligeras variantes, por la mayoría d3 los modernos
escritores, es el que informa á toda ortografífi, meriimsnte
fonótica; no dar á un solo sonido dos signos gráficos y rech i-
zar los caracteres mudos. El principio fonético de mi tras-
cripción no es, con todo, absoluto; para esto sería indispen-
sable multiplicar los signos gráficos. El Príncipe Bonaparte,
en su Verbo bascongado y en varios de los textos por él da-
dos á luz, lo llevó hasta sus últimas consecuencias, indivi-
dualizando gráficamente cada sonido, poro el Príncipe pro-
seguía un fin científico que tiene muchas más exigencias
que la práctica diaria y corriente de la litenitura privada y
púl)lica,y disponía de medios materiales de que no todas las
imprentas pueden disponer. Como observa oportunamente
Mr. Van Eys,^ los Italianos no emplean dos signos diversos,
uno para la z fuerte y otro para la z dulce, ni los franceses
escriben de dos maneras la e en la palabra ceritc, auncpie la
segunda tiene un s )nid() abierto y la primera uno cerrado.
Y l(j propio sucede en otros idiomas igualmente cultos. Así
es que por donde p isan ellos, bien podemos seguir nosotros.
Mas en cuanto á la confusión de trascribir con diversos sig-
nos un mismo soni lo, quede para siempre desterrado.
Lis letras que pueden representar l;)s sonidos de la
lengua euskara, son las siguientes: a, /;, iT/, J, /', f/, //, /,./,
1 Dictionnnire bas'iic franjáis, iiúg. XXI.
/<", I, II, m, n, ñ, o, ¡J, r, /•, t, i, ts, ii, ii, y, zy tz. Respecto de la
mayoría de ellos nada hay que advertir, pues valen las re-
glas déla ortografía Ccistellana, y sobre todo, el oido indica
cuando deben de usarse.
Desde luego se notará qne del alfabeto anterior falta^
varias letras que figuran en el castellano. En primer lugar
he tachado la c, porque ese sonido no existe en bascuence.
Sin embargo, los escritores del país la empleaban en lugar
de la ,í, en los casos en que con arreglo á los preceptos orto-
gráficos castellanos se usa dicha letra con sonido idéntico
al de la z, es decir, delante de la e y de la i\ por ejemplo:
ciclo y cciui. Así es que vemos escritas con c en los escrito-
res euskaros muchas voces, como ceeua, gucia, ceeabillex,
etc., que deben escribirse con z. Yo no conservo la c, más
que en el grupo cli y así desaparece la redundancia que se
nota en la ortografía castellana de usar dos letras para el
mismo sonido, como se ve en las palabras cielo y liecliizo.
En el propio defecto incurrían los escritores euskaros que
después de haber escrito con c las palabras arriba citadas,
usaban de la z en otras como zuen, p.ezela, emazte, etc.,
sin más reglas que el capricho ó las tomadas de la ortogra-
fía castellana.
La cli en mi trascripción representará el sonido de la
chuintante fuerte y el de la suave, el de la cli española de
«charanga» y el de la ch francesa do «chat»). Los escritores
basco-franceses suelen destinguir ambos sonidos, trascri-
biendo con tcli la fuerte y con cJl la suave; por ejemplo:
ETCHE «casa», HECEíUPv «hucso». Sin negar las ventajas prácti-
cas que este modo de escribir pueda traer consigo, no lo
admito, porque la t es un n:ioro signo diferenciador que ca-
rece de representación fónica y hay que eliminar los carac-
teres mudos. Si se quiere diferenciar ambos sonidos de la
ch, es preferible adoptar cuakuiier otro signo; el del Prínci-
pe Bonaparte, una cli. con tilde.
La g se usará para marcar los sonidos palatal y gutural
de la muda suave, reservando la j para la aspirada gutural
continua. Este signo dará lugar á las combinaciones ga, ge,
gi, go, gu, sin que sea necesaria la a muda que en castella-
-08-
no se introduce á ñn de ablandar el sonido de la g delante
de e é ¿,1o cual permite escribir con notable inconsecuencia
gente, gigante, 'pasaje, gorjeo, guijarro, guerrero. Por lo tan-
to se escrii)irá gizon, egin, y no guizon, eguin; jende y no
GENDE, como antes.
La h en los dialectos españoles carece de representación
fónica, pero sirve para distinguir ciertas palabras lionióí'o-
nas; por ejemplo; nuiíA «aquel», de um «agua»;
La /.: en mi trascripción sustituye á dos letras castella-
nas, que son la c y la q, empleadas para representar un solo
sonido gutural fuerte de la muda, por ejemplo:. en querido y
caramba. Siempre que en nn vocablo euskaro apare^íca di-
cho sonido, se representará con la /.■, escri])iendo, por ejem-
plo: KENDU, GAIZTAKERIA, KATU, JAINKOAK, ctc, y UO (¿UENDU,
GAizTAQUERiA, CATU, JAiNCOAG couio lia veuido practicántlosc
por muchos hasta aliora.
La r queda dedicada á representar el sonido de la vi-
brante lengnal suave, idéntico á la /• castellana do caro, qu'¿-
rido y la /• el de la, fuerte, según se oye en rino, rosa, carro-
za. La variedad que la ortografía castellana atribuye á la r
que sola suena fuerte á principio de dicción, ó en medio de
ella si la palabra es compuesta y ya no suena así en los de-
más casos, de no venir redoblada (rr), queda sin aplicación
en bascuence una vez adoptado el signo /' .
Así mismo, no hay que echar mano para nada de la v
que en la ortografía del castellano representa \\n sonido
desusado hoy, el de la denti-labial suave, ó media /, que el
francés posee. Dicho sonido no existió ni ha existido nunca
en bascuence^ y su representación granea huelga totalmen-
te. Por lo tanto, se escribirá correctamente ecíieberuia la
casa nueva'), illun vbaiuiean «en el anoflijcoi"-), beuotü «calen-
1 Siipuosta la oriundez cuskara do vasco, vascón, Álava, Navarrs, Vijcaya, os un contrasen-
tido escribirlos con v en castellano, cuya ortografía jiríisiinio dn otiniolóf^ica; por oso yo U>s es-
cribo y escribirc con b, basco, b^sccn. Alaba, Nabatra, Bizcayí, luicntras no so ino jirucba que son
palabras do orifíon latino, roniiinico ó de lurliiiiiiT otro iüionia oii posiv ion de v. Los nntiKUos
oscritoi-üs dol país no usaban do la v sino do la b, aun al cscril ir la palabra Nal ana tpio pa-
roco chocar más, escrita do esto i'dtimo modo. Los l'rancosos han >\C.o, o\\ i)nito, mi'is vospotuo-
sos con la ctimolot,'ia, oscribioii'lo hizcayk, iíasqiik. poro pecan contra la cinsocncncia escri-
biendo, i'i la voz, va; ( ON, navahuk, etc.— I, a oxitrpación do la v do todo non;bro (pie sea bas-
conj;ado do oritíon y de uso, dol)o do ser completa; nada do vkua, vi:uoi/, viíkuik, iKN.Míne,
OLAVK, AllUOYAVK, JUTNIVK, VHA-ML'UOIA, siuo KKUA, liKUOlZ, l!l>:itl(l^, ti:NAUHK, OI^Anií, OtC.
-69-
tar» y nunca jamás en adelante Echeverría, illunavarrean
YEROTU, etc.
La X tampoco es necesaria; antiguamente era usada con
mucha variedad, en sustitución de la <?//, tz, ts.
El sistema ortográfico expuesto ha reunido numerosos
adeptos en el país basco- español y es de esiierar que antes
de mucho tiempo, todos los libros que se imprímanse
atemperarán á él.
TTT.
La fonética es la parte de la Círaivática que estudia los
sonidos de una lengua, y sus modiíicaciones y trasforma-
ciones. El teclado fónico varía en las diversas lenguas; unas,
por ejemplo, no admiten la agrupación de vocales, otras re-
chazan la de las consonantes; las de aquí carecen de ciertos
sonidos sibilantes, las de allá de otros guturales. Una esté-
tica inconsciente preside á la distribución de los sonidos
en cada idioma particular, produciendo combinaciones ca-
racterísticas y propias; así es que cuando una lengua se apro-
pia una palabra de otra, modifíca los elementos fonéticos
de que se compone para ponerlos de acuerdo con los que
ella misma usa. La asimilación de alimentos en los orga-
nismos, únicamente se verifica mediante una serie de tras-
formaciones. La palabra francesa Jiauthois, se ha convertido
en la castellana o/.'.Qr'; la palabra castellana hacanea, en haque-
iiée; la palabra \iíúmiv<i fantaccino, en la fnmcesíi fantassin;
la palabra castellana coinadre, en la euskara komai; la lati-
na ahhas, en la euskara avaiz, etc. Es decir, que la estática
y la dinámica de los sonidos de un idioma están sujetas á
reglas y principios; estos constituyen el sistema fonético
del mismo.
Desde luego se comprende la importancia que esta par-
te de la gramática tiene. Mr. Breal en su Ii/troduccióii al
segundo tomo de la Gramática comj^arrda de las lenguas
indo-eiiroiieas de Bopp, dice perfectamente: «Las reglas de
' -70 -
Innótica se h;ir;iii iiiás necesarias aún en el estudio liis-
tórico (le una lengua, si e^ta, en vez de liaber llegado hasta
nosotros bajo una forma única, como lia sucedido con el la-
tín, está representada por diferentes dialectos.... Que el
gramático franquee los límites de un corto período de tiem-
po, ó que extienda su vista más allá de un cierto dialecto, y
enseguida se verá arrastrado al e?tu,lio de la^ leyes fónicas).
La fonética se funda en la observación y en la experien-
cia; recoge hechos, los compara, los clasifica, deduce de ellos
leyes y las aplica á un número creciente de casos, obte-
niendo de esta manera la confirmación de los resultados
obtenidos. La fonética es el inapreciable instrumento que
permite establecer el parentesco de las lenguas, y recons-
truir sus formas primitivas.^ Según dice el mismo Mr. Breal
(da fonética nos permite aproximir lo que en apariencia es
distinto, de igual manera que nos obliga á separar lo que
á primera vista parece idéntico. Guiada por ella, la etimo-
logía no esta ya obligada á confiar en analogías falaces de
sonido ó significado.»
En esa clase de investigaciones históricas en que no S3
dispone de más medio que del idioma del pueblo ó raza que
se estudia, porque los demás documentos, si acaso existie-
ron alguna vez, se perdieron para siempre en el trascurso
de los tiempos, la utilidad do la fonética es innegable. To-
das esas polémicas, tan apasionadas, á veces, á que dieron,
origen, sobre todo en estos últimos tiempos, las etimologías
euskaro-ibéricas de Humboldt, polémicas que engendraron
audaces y livianas negaciones , proclamadas en nombre de
la ciencia moderna y positiva, por los que quieren hacer d^
los Bascos una tribu pirenaica «sin originalidad social, sin
nacionalidad política», (!) sin antepasados históricos, aislada,
solitaria, arrastrada por las aguas de las civilizaciones ex-
tranjeras, como los troncos de árbol por los ríos de las mon-
tañas, no recibirán una solución inapelable, mientras no so
funden los argum?ntos en la fonética euskara, cuidado^^a-
1 VeáHc AVliituoy. La Vio dii langage, puf:. 02
nion("o ostudiíidíi on los dialectos, sii])-flialectos _y varieda-
des del bascuence/
Todas las alteraciones fonéticas que pnede siifíir una
palabra están reducidas, en suma, á suprimir, intercalar y
permutar sonidos. En el euskara, estudiaremos, pues, los
fenómenos siguientes:
Permutación de vocales.
Elisión de vocales.
Permutación do consonantes.
Elisión de consonantes.
Letras de ligadura (intercalación de vocales).
Letras epentéticas (intercalación de vocales y conso-
nantes.
Letras eufónicas (intercalación de consonantes.)
Contracciones (elisión de vocales y consonantes).
Convergencia de alteraciones fonéticas.
(n.)
Es imposible formular bo}^ todas las leyes fonéticas de
la lengua euskara y aún acaso, pretender que las que se for-
mulen obtengan la nota de irrevocables y delinitivas. Algu-
nos dialectos y sub-dialectos son poco conocidos, y sucede
amenudo, que lo que parece regla general estudiando dos ó
tres de ellos, queda reducido casi á excepción después de
examinados los demás.
La mayor parte de las leyes fonéticas se cumplen con
más regularidad en el lenguaje vulgar que en el literario,
pues éste propende á conservar la forma original y etimoló-
gica de las palabras. Así, por ejemplo, el guipuzcoano lite-
rario escribirá maitca «el querido», mientras que en la ma-
yor parte de los pueblos de Guipúzcoa se oirá pronunciar,
vulgar j corrientemente, mait¿a. Como que la forma inde-
1. El Sr. Tubiuo es iiu bueu ejemplo de lo que afii*mo en el texto. En su curioso folleto
titulado «1.0S aborígenes ibéricos, ó ¡03 beréberes cr. la Peninsula», ptig. 156 y siguientes combate,
fi^'iiion lo á JVIr. Van Eys, según dice, algunas de las etimologías cuskaro-ibéricas de Humboldt.
Do liabísr conocido la fonética euskara el Sr. Tubino no hubiese negado, por ejemplo, la per-
initaí'.ión de r en I y por tanto, la jn-obable filiación bascougada de los nombres geográficos
antiguos de España. Iria Flavia, Uriuní, Ulia, Illa, Harcuris, lligor, líiberis, etc.
-72-
jliiida (lo este adjetivo es mmtp. «juerido», es iiidiida])le que
la forma pura y correcta, etiiii;)lógicaiiieiite hablando, es
i\[\ití'a; })ero el pueblo obedece, al realizar esa trasfornia-
ción, al inrtujo de la ley de la annonía de las vocales, la
cual, como toda ley fonética, es una fuerza espontánea que
ol)ra sobre el idionia,' trasformándolo á la larga, sobre todo,
si no hay literatura que fije y conserve las formas primiti-
vas. Así es que, las leyes fonéticas generales del euskara,
solamente se conocerán el día eu que después de reunidas
las fomias literarias tengamos las que les corresponden en
el lenguaje vulgar.
Las letras terminativas de las palabras bascongadas son
diez y seis; las vocales a, r, /, o, u y il y las consonantes
rJi, /, II, r, s, t, fs, tz y z, y la som i-vocal y.
Las palabras puramente euskaras no comienzan con r;
en las tomadas de otras lenguas se introdnce una e ó a pros-
tética. Por ejemplo ^ííege «rey», ^íiegiñi «reina», «razoya
«razón». El roncales, no obstante, se abstiene de la prosté-
tica en las palabras de origen románico. Se debe esto, sin
duda, á la inñuencia del castellano, con el cual se halla en
contacto inmediato el roncales.
La lengua euskara en su origen, ú por mejor decir, en
época relativamente antigua, debía de tener marcada repug-
nancia á las consonantes dobles iniciales. El latín crux pro-
dujo el euskaio k?/rutze «gbuz»; el castellano cristiano, el
euskaro g/ristino. Hoy, efecto, sin duda, del mayor comercio
de la vida, la repngnancia señalada ha disminuido en la
misma proporción en que ha aumentado la costumbre de
los oidos bascongados de percibir esa clase de sonidos. Así,
por ejemplo, los bascos del día, de la palabra castellana
fraile han formado la euskara pralle; en tiempos pasados
la forma más correcta hubiese sido iv/iialle.
El euskara es, en general, opuesto al hiato, ó sea, al
choque de vocales. Y digo, en general, porque algunos dia-
lectos, especialmente el bizcaino, lo admiten sin diri(Mdta<l.
Pero los demás recurren en nnichos casos, para evitarlo, á
la interposición de letras eufónicas, y en los restantes á la
elisión de una de las vocales.
-7:í-
La comparación del léxico de los diferentes dialectos
permite asegurar que el hiato es debido á la supresión de
una consonante, y que el bascuence en sus formas puras ó
primitivas rechaza el choque de vocales. Por eso, al lado de
la forma hiatada, que es una forma degenerada^ se encuen-
tra, muy amenudo, en otro dialecto ó variedad, la forma
prñnitiva, sin hiato. Las consonantes cuya desaparición pro-
duce más frecuentemente el hiato son; la li y la r. Véase,
en prueba ele ello, los siguientes ejemplos. Formas puras
z\k\n (1) «viejo», na//,as (1), «mezcla, confusión», le/¿engo (1)
«de antes >, meAe «delgado», ArABERA (1) «según», BArAizuRi
(g) «ajo», iK\rATU (g) «temblar». Formas alteradas; zaar (b),
NAAS (b), LEENGO (b), MEE (b) , AABEKA (s) , BAACHURI (s),
IKAATU (b). El hiato que en el dialecto guipuzcoano resulta-
ría de la desaparición de la Ji, se evita elidiendo una de las
vocales. Por ejemplo zar, ñas, me, etc.
El euskara no admite grupos de consonantes formando
una misma sílal)a, cuando ésta resulta de la aglutinación
de un sutijo al nombre. Por eso no dice bate (forma activa
indefiaida de bat «uno»), ni lank (activo indefinido de lan
«trabajo»), ni zeink (forma activa de zein «cual»), sino batck,
LANí^K, zEiNó'K, cou e de ligadura.
Pero esto de ninguna manera quiere decir que pueda
admitirse sin grandes restricciones lo que Mr. Vinson afir-
ma respecto á una supuesta repugnancia del euskara al
agrupamiento de consonantes. «Todo lo que se conoce de
bascuence antiguo y moderno presenta muy amenudo (sin
hal)lar de rtz, rtz, st, etc., en los monosílabos intz, ortz,
BOST» rocío, «diente», «cinco»), grupos tales como br, j^r, gr,
]¿r, y aun ^r, slir, tsr, chr, nr en ciertos dialectos, que no
pueden haber tomado los cinco últimos ni al español, ni al
gascón, ni al francés.^ El verbo salacenco y el roncales nos
proporcionan numerosas flexiones para ejemplo; zra, dra,
zradie, zrei, ztiiia, tzii, tzeí, tzayan, droJie, drohezu, droheh,
nrolcezii, nroJís, nroJcezeí, zrozJce, zéie, ztei, zrozJiei, etc. Igual-
mente carece del carácter de general la regla de fonética
1 Remarques, etc., p'igs. 6 y 7.
-71-
euskara que el mismo AIi-. Vinsoii foriiiiiLi, diciendo (|ue
z-\-z se trasforma en tz. Las frases ez zahaldii, haz zazii y
otras muchas <{iTe pudieran citarse, restringen considerable-
mente el alcance del principio sentado por Mr. Vinson.-^
Más adelante, al ocuparnos de las formas negativas de las
flexiones verbales, nos ocuparemos en esto.
Una consonante fuerte colocada al final de una pala-
bra, al tropezar con una consonante suave que sea inicial
de la palabra siguiente se elide, tornándose dura la suave.
Esta regla, aunque de frecuente aplicación, no es tampoco
obligatoria en absoluto. Por ejemplo onaZera «somos los
buenos», en vez de ona/i- ^era; echeraZazin «vamos á casa»,
en vez de echera/ í/azin.
Las dos explosivas fuertes I- y t no se siguen nunca. Su
choque se evita mediante la elisión ó las letras de ligadura.
Así, por ejemplo, haMde «compañero», de hat-lcide.
La -?' cambia amenudo la z subsiguiente en t. Por ejem-
plo, etzuen «no lo tenía» , en vez de ez ■\- zuen; etzera «no
eres», en vez de ez-X-zercv, etzan «no era», en vez de
ez '-j- zan.
La z endurece normalmente á la d y g que le si-
guen en una palabra distinta, cuando la tendencia, marca-
dísima á la contracción, del lenguaje hablado , hace de
ambas una sola. Por ejemplo Ezfu «no lo tiene», en vez de
EZ Du; janezAero «después de comer», en vez de janez <7Ero;
EztezAKET «no lo puodo», en vez de ez cZezaket.
Mr. Van Eys en la introducción á su Diccionario hasco-
f ranees ])ú\\\QYO, y en su Gramátiea comparada, ^i^. ^\,
después, tomando pié, sin duda, del hecho fonético de que
los nombres verbales guipuzcoanos terminados en n, al re-
cibir el sufijo local /.o, con el que se forma el futuro de la
conjugación perifrástica, lo cambian en 70, estableció como
regía general y absoluta del euskara , que n y /<• no pueden
seguirse, y que por lo tanto, la n obliga siempre á la pernui-
tación de /." en g. Verdad es que este fenómeno tiene lugar
en varios casos en el dialecto gaipuzcoano y en otros, pero
2 lionni'aitü. Remarques, ytc, \,m'¿
-75-
no Gíí menos cierto, también, que en ninguno delo^ dialectos
se aplica la regla de una manera absoluta , ni mucho me-
nos, y que por lo tanto no puede cuadrarle el calificativo
de regla general. Lo que sí tiene carácter más universal es
que n-lx no pueden formar parte de una misma sílaba, exi-
giendo su contacto letras de ligadura. El Príncipe Bona-
parte en su Yerbo bascongado nos ha dado á conocer el he-
cho de que en Puente la Reina (Nabarra),se formaba el fu-
turo en /.-o, aunque el nombre verbal terminase en n. Por
ejemplo de jan «comer», janA'o y no janí/o; de eman «dar»,
EMÍ.N.VO y no EMANí/o como en el dialecto guipuzcoano. La
com )ati!nl!dal de n y J¿ es un hecho que no admite dudas.
Así lo prueban los siguientes ejemplos: hunZitü (bn) «to-
car»; HBRRüN/tA (1) «rango, orden»; saun/^e (b) «ladrido»; tin/jo
(1) «comprimido»; egün/ja (bn) «día por día»; eten/jor (bn)
«rompible»; kürrin/ja (bn) «gruñido del cerdo»; chinA-a (bn)
«mil humor»; kaer\n/<'A (1) «chirrido); kon/vOR (1) «jorobado»;
labeinZ-eri (g) «seducción»; lan/,'ide (1) «compañero»; minA;or
(1) «amargamente»; ohoinA-eri (1) «latrocinio»; samin/.-iro (g)
«amirgamente»; soinka (bn) «á espaldas»; tanka (bn) «ruido
del choque de dos cuerpos duros»; trenkatü (bn) «romper»;
TRiNxo (bn) «espeso»; zanko (g) «pantorrilla»; zínka (bn) «gri-
to de alegría»; zinkuri (bn) «marmullo quejumbroso»; aeinki
(1) «ligeramente»; arronki (i) «sobriamente»; bakanki (1) «es-
casamente»; BARDiNKi (1) «igualmente»; errenkura (1) «in-
quietud»; JAINKO (1) «Dios»; zuzENKL (g) «justamente»; jinko-
LLO (s) «mariposa»; vonki (bn) «bien, buenamente» En suma;
la ley fonética de Mr. Van Eys queda en pié solo para la
formación del futuro en los dialectos que se valen del sufijo
lo, sin que e-íto quiera decir que fuera imposible ó difícil
hallar excepciones como la de Puente la Keina.
Otra regla de Mr. Van Eys que tampoco puede admi-
tirse con la generalidad que le atribuye. Dice este escritor
que delante de la Je desaparece la 7i. Mr. Duvoisin al hacer
la critica del Erisaijo de gramática hascoiígada escrito por el
euskarizante holandés, dijo que dicha eliminación eufónica
era una excepción y no una regla general. Así de min «vivo»,
se forma mtnki «vivamente», y no miki; de ehun «cien»,
-70-
EHUNKA «á cientoa» y no ehuka, etc. Esto no impido que la
observación de Mr. Van Eys sea exacta: lo que yo niego es
su carácter de general.
La ,r, s, ts poseen la propiedad de cambiar la t.z que las
sigue inmediatamente, en t. Por esta razón el nombre ver-
tal definido, el cual se obtiene mudando la vocal final ó la
última silaba del indefinido en fzea, sustituye esta sílaba
con tea, que es la reservada á los indefinidos acabados en
consonante, siempre que aquellas precedan á la vocal final
que se elide. Por ejemplo azi no hace aztzea «el criar», sino
aztea; ni onetsi hace onestzea «el parecer bien», sino ones-
TEA, ni iKusí hace ikustzea «el ver», sino ikustea.
En opinión de varios tratadistas, la » delante de las la-
• biales & y j) se convierte en m. Por ejemplo no/^/bait de
N071-BAIT; ME?;¿PE de me;¿pe. El Príncipe Bonaparte á quien
sometí esta cuestión se declaró partidario de la opinión co-
rriente. No obstante la grande autoridad que para mí tiene
el parecer del insigne bascófilo francés, á quien, sin ofensa
de nadie, hay que tener por el más conoceder de los hechos
del euskara entre todos les que nos dedicamos á su estudio,
yo no admito esta permutación. Creo que el hecho es cier-
to, pero cierto ortográficamente hablando, pues los escrito-
res basco-españoles se atienen á una regla de la ortografía
castellana que exige el uso de la m, delante de & y 2^', pero
en cuanto al hecho fonético en sí , tengo para mí que no
es exacto. Yo, al menos, no he conseguido notar diferencia
en la pronunciación de la n, según vaya seguida ó no de las
mencionadas labiales ó de otras letras.^
1 El Principo Bonapavto, on una Carta lingüística <iuo mo diiigii') y contenía una critica
(le la etimología do la palabra ig'zki «sol» (piü yo publiqur en la rovista Euskalerria ilo San So-
bastián, y otras obsorvacionos críticas sufíoriilas por mi Ensayo acerca de las leyes fonéticas,
carta linjíuística ijuo vio la \\va cu el número 110 rto la citada Uevista, insistió niunamontt» on
la trasformacii'in do n on m, aunquo añadiondo, con osa modestia que os patrimonio do la cien-
cia vordadora: «Con todo, no mo ati'ovo á ai;egnrar quo la ra/.ún no osté do parto dol Sr. C'am-
pión, porque en cuestión do sonidos, cada fonetista debo de so.tíuir á «n oido, pero me paroco
que para ol (pío admítalas dos n (dental y fíutural) la existencia do la n sonando unas voces
como n dental y otras como m no pueilo ponerse en duda".
El Priuiiipo lioniiparto distins;uo cuidadosamento el sonido m labial, la n dental do «mano»
y la n gutural do «vengo». Kste doblo sonido de la n so dolió á la clase do consonante que la
fiigno; 8i estaos gutural no nasal, y no permite una poqueíia pausa entre andms. la n os gutu-
ral tambií'in; por ojemplo «granguardia», «gran cai)itau>; si no lo os, la n conserva ol sonido den-
tal. Pero si la n precede ú nua labial, toma ol sonido do la ni entro los castellanos y entre los
l)aHconga<los, también. Así os quo «pamiiorcino» y «pan porcino» y oyan buru y oyamburii suenivu
tomo si tuviesen m on los dos casos.
- 77-
La 11 delante de r y de I se elide muy ameniido. Así,
por ejemplo, se dice noe.\ «á donde», compuesto de no/í-ka;
NORONZ «hacia donde», de no«-eonz; zuela «que lo tenía», de
zue/¿-la; dezala «lo tengo», de deza7¿la. A veces la intercala-
ción de las vocales de ligadura aje hace innecesaria la eli-
sión. La n posee también la propiedad de producir en mu-
chos casos la debilitación de las explosivas fuertes h y t.
Por ejemplo, JANí/o «de comer», y no janA'o; esan^/o «de decir»,
y no esan/í;o; emen<:Zik «de aquí», y no emenz^uí.
La forma causativa en el verbo es peculiar de los dialec-
tos labortano y suletino. Se obtiene anteponiendo á la for-
ma capital el monosílabo bai. ó BEI «Jí). La adjunción de
esta palabra ocasiona fenómenos fonéticos constantes. La d
inicial de la llexión verbal se cambia on í, la g en h y la ^
en tz; es decir, que la palabra bai posee la propiedad de en-
durecer á las consonantes mencionadas; de diee (1) «ellos
son», se forma baitiee; de gütíí (s) «él nos ha», beikíítü; de
ZEN (1) «él era», baitzen. En suletino hay que notar, asimis-
mo, otra particularidad; la i final de bei se elide delante de
la vocal, de la r ó de la n iniciales de la flexión. Por ejem-
plo AiGu (s) «nosotros te tenemos», hace behaigu (con inter-
pelación de Ji); LUKE (s) «él lo habría», hace belüke; niz (s)
«yo soy», hace beniz.^
La adjunción del adverbio de negación ez á las flexiones
verbales, produce en estos, alteraciones morfológicas que
dan nacimiento á verdaderas formas verbales negativas.
Estas alteraciones se reducen á lo siguiente: la b se trasfor-
ma en 79, la d en t, la g en J¿ y la z en tz. En este último
caso la z de cz se elimina.
Estas reglas son generales para todos los dialectos, pero
no son obligatorias en bizcaino y guipuzcoano. La forma
negativa de bilu (1) «si él lo hubiese», es ez|>alu; la de gutu
Aquí me aparto del Príncipe; estoy convencido do que la n bascongada no sonará gutural-
nionto delante de las labiales b y p, pero uo encuentro que se torno en labial, sino que segui-
rá si jndo dental. En el mismo ejemplo castellano del Príncipe es posible marcar una diferencia
entre «pan porcinos y «¡lamporoino), aunque so escriban juntas ambas ijalabras, «i)anporcino».
Paos bien, lo que es ;)as¡l)le en castellano, que es lengua que admito la trasformación do n en
m, en las eonalicioiiu;:; dichas, os un liecíio en bascu'enue, y á mis oidos oYArBUEU suena
así, y no OYAmBuut'.
1 Bonaparte. Le Verbe basque, púg. 7.
(s) «él nos ha», os ez/ utu; la de zer\ (g) es eízera. La forma
negativa es más común en el lenguaje hablando que en el
literario; pero en ambos puede muy bien deeirso, y se dice
frecuentemente, ez zeua, ez balu, etc. En este caso hay
frase negativa, pero no forma verbid negativa.^
El bascnence es refractario á la reiteración de conso-
nantes.^ Ortográficamente se observa en muchos casos; el
sonido de la i ha sido representado por algunos escritores
con el signo tt\ el sonido de la s basco-francesa, con el signo
ss; la /I, con nn y así otros. Pero estas reiteraciones carecen
en absoluto de valor fónicc. Lo propio sucede, generalmen-
te, con las reiteraciones que se producen por la aglutinación
de un sufijo á un nombre; por ejemplo emakumeakkin «con
las mujeres», debe de escribirse de este modo, pero en la
conversación vulgar se oirá muchos veces: emakumeakin.
En el sub-dialecto ulzamés (Nabarra), existe la tenden-
cia á suprimir las consonantes r y k y las silabas re y he,
lo cual es cansa de que so sacrifiquen, al hablar, las reglas
más elementales de la gramática.
La variedad borundesa ( Nabarra ) eh'de la /• y la e
en el sufijo de genitivo del número singular auen;'^ igual
observación puede hacerse en muchas localidades del
dialecto bizcaino, y aun en escritores que usaban de este
dialecto. (Olaechea, entre ellos). Por ejemplo oyaj onduan
en vez de oyaí-cn ondu\n «cerca de la cama»; mendiko uran
OTSA DA, en vez de mendiko ura;-¿n otsa da», es el ruido
del agua del monte». En la composición con gabe supriuij
la primera silaba. Por ejemplo aughkde «sin luz» en vez de
ARünuKGADE. En el sufijo plural posesivo en, cambia la c cu
i y conserva el artículo a. Por ejemplo eüskalduníí¿n, en vez
de EUSKALDUNc/?, «dc los bascongados». Elide amenudo la r
sin temor al hiato. Por ejemplo ikaatzen en vez de ika/'a-
TZEN «en el temblar»; eantzuten, en vez de e/-antzutex «en
el oir».''
1 Bonaimvtf. Lo Verbo bast|iie, imfi. 8.
2 lilaiiio roitcnición, i'i \o <|iii) otroa tratadistas iluiiouiiiuin ro;lol>laiiiionto.
U Aíiiif doy i'l HiUijo coiiiiilctado iioi' ul artículo y la Ictia dü li;.;iulura. Kl sufijo on !;u
loriiia pura y alistracta ok n.
i Kbto, unido ú lo dicho al Lab'ar tlol hiato dol dialecto bisscaiiu) i>oiuiitu a;ju¡;uiiir
En el valle de Larraiin (N abarra), suprimen el artículo a
casi siempre que se unen el signo del agente h y el sufijo
locativo n; por ejemplo indaetsuk «el fuerte», en vez de in-
DARTSUrtK; EERiN «en el pueplo, en ez. de erricín.
En el valle de Basaburua mayor (N abarra), al revés de lo
que sucede en el de Ulzama, donde existe el cambio con-
trario, es muy frecuente la permutación de e en a. Por
ejemplo zuaN «lo tenía», en vez de zuc^n; du«n «que tiene», en
vez de DueN.
En Bera (N abarra) suprimen el artículo a y la vocal de
los sufijos, ya sea propia, ya de ligadura. Por ejemplo ansiy-
REKíN «con el ansia», en vez de ansiy^e'^kiñ; zekubtan «en los
cielos», en vez de ZERüBeTAN; otsubkix «3on los lobos», en
vez de otsüBí?kiñ. Esta variedad presen l^a el singular fenó-
ineno de conservar las consonantes eufónicas &, ?/, cuando
el choque de vocales ó hiato, que es el que exije su interca-
lación, ha desaparecido ya, en virtud de la elisión mencio-
nada.
En Aezcoa los sonidos sibilantes z, tz son reemplazados
por la palatal cli en muchas ocasiones. Por ejemplo garbi-
c/¿EN «en el limpiar», en vez de GKK^itzew, Dk'^clik'^ «en la
danza», en vez de DAN¿,íaN. En el mismo sub-dialecto la z
endurece á la y convirfciéndola en A-. Por ejemplo ezA'auna
«no señor», en vez de ez/auna.
El dialecto suletino suprime amenudo la n final del sufi-
jo unitivo KiN, así como el dialecto bizcaino la h de los sufi-
jos TiK ó DiK «de» y GAITIK «por» Por ejemplo alkaereki .«jun-
tamente», en vez de alcarreki/¿; eneki «conmigo», en vez
de enekin; ARM\DAREKi«con el ejército», en vez de armadare-
Ki;¿; GOERiAREKi «cou lo cncamado», en vez de gorriarekdí;
ESKUTi «de mano», en vez de eskutik; büruti «de cabeza», en
vez de burutix; albo bateti bestera «de un lado á otro» en
vez de albo batetik; atsokaiti «por la vieja»; emakumia-
GAiTi «por la mujer». El dialecto alto-nabarro meridional si-
gue al suletino en la elisión de la n del unitivo.
que el hiato es sicnip -3 in-o:lncido por la supresión de una consonante y que el bascuenco cu
sus formas puras rocli iza el choque de vocales. Esto es tan cierto, que al lado do la forma
hiatada, la cual es uní forma por degeneración, es casi siempre posible colocar otra sin hia-
to, tomándola de uno ú otro dialecto, y si esa forma pura no se encuentra será porque se ha-
brá perdido, y en manera alguna porque no haya existido alguna vez.
-80-
(m.)
Uno de los fenómenos más característicos é importantes
ele la fonética euskara es, seguramente, la armonía de las vo-
cales. Acerca de esta interesantísima materia se encuentran
algunas ol)servaciones aisladas en los diferentes tratadistas;
pero el único que ha sistematizado los hechos, el único que
ha dado cuenta razonada de ello con nna claridad, una mi-
nuciosidad Y un lujo de detalles verdaderamente admirables,
ha sido el Príncipe Bonaparte en su precioso folleto Lan-
gue basque et langues finnoises, pág. '25 y siguientes, del
cual voy á reproducir lo más conducente á mi objeto, con-
vencido, como estoy, deque lo que yo dijese por mi cuenta,
sería mu}- incompleto.
Ni todos los dialectos bascougados, ni todas sus varieda-
des admiten la armonía de las vocales, pero una vez admiti-
da la observan jon sorprendente regularidad. Este género
de permutaciones es más prupia del lenguaje vulgar que del
literario, sobre todo, en los dialectos guipuzcoano y labor-
tan o.
Las permutaciones de las vocales presentan dos catego-
rías: I.'' Las que se deben á la inñuencia ejercida por la
vocal que sigue sobre la que precede inmediatamente; estas
únicamente la originan la a, la e y la o. 2.° Las que tienen
lugar por la influencia de la vocal que precede sobre la (pie
sigue, ya sea inmediatamente, ya en la sílaba consecutiva.
Estas se deben á la influencia de la í y de la u sobre Ja a.
Los cambios de la segunda categoría no son conocidos más
que en los dialectos de España.
Las palabras terminadas euíí deberían deformar el modo
definido mediante la aglutinación pura y shnple del artícu-
lo a; pero no sucede así. No obstante, conviene tener pre-
sente esa forma meramente teórica para darse cuenta exac-
ta del cambio de alaüa, alabar-ín, alabaiu, en alau/a, ala-
UeAREN, ALAB/aHEN, ATiAr.í'AÜI Ó ALAB/AIU ctc, ctc. ^
1. La forma aermidii lúgica de alaba «hija», os alabaa «lii hij i"
-81--
Del carnhio de una vocal determinado por la presencia de
otra vocal que signe inmediatamente . — La a que precede ó
debería preceder á otra a, se cambia en e ó ?', de no perma-
necer inalterable, según sea el dialecto ó variedad de que se
trate. Así por ejemplo: de alaba «la hija», se forma alabea ó
alaeía; de luma <da pluma», LU?reAÓLUM¿A, etc. Si no perma-
nece invariable, la e que precede á una a ó una o, se per-
muta en íi; de SEME (dlijo», SEMEA Ó SEM¿A «cl Ilijo»; dc BEOR
«yegua», b¿ok; de deabeu «diablo», díabru, etc. En la variedad
de Orozco y Barambio (Eizcaya) la e que precede á otra e
se cambia también en i. La o seguida de una a ó de una e
puede cambiarse en u\ por ejemplo; de arto «maiz», art¿¿a
«el maiz»; de oll'o «gallina», oll?/e «la gallina» en ulzamós.
La ii seguida de una a. se cambia en i en el dialecto bajo-
nabarro y en el roncales. De burzí. «cabeza», büeía «la cabe-
za». La ít seguida de una a ó de una e, se cambia siempre
en i. De bür/I, (s), se hace bíír¿a.
Del cambio de una vocal, determinado por la presencia
de otra vocal que la p)^'ecede, ya sea inmediatamente, ya en
la sílaba anterior de la misma pcdabra, ya en la (dtima sÜcl-
ha de la palabra que p)recede. — La a puede cambiarse en e
cuando está precedida de una i ó de una u, ya sea inmedia-
tamente, ya en la sílaba anterior de la misma palabra, ya
en la última sílaba de la palabra que precede, con tal que
la palabra que siga sea un monosílabo. De BEGia «el ojo»,
BEGie; de zERUtt «el cielo», zERue; de izrtR «estrella», izeR; de
AEGI B(fíT «una luzD, ARGí BCT, ctc. En las variedades biz-
cainas de Orozco y Barambio, la a precedida de n y seguida
de ?¿, se cambia, de una manera regular, en i. Por ejemplo
BURUÓ «en la cabeza», en vez de bürucín; zeru¿'n «en el cielo»,
en vez de zeruóyn, etc.
Combinación de las permutaciojies de las dos categorías.
— La a, la e y la o se trasforman necesariamente en i y en
u, siempre que una variedad admita los dos géneros de per-
mutaciones mencionadas. Esas últimas vocales que figuran
como efecto entre los cambios de la primera categoría, no
pueden menos de figurar como causa entre los de la segun-
da, todas las veces que estén inmediatamente seguidas de
7
-sa-
lina a. Do aquí, por ejemplo, las formas ocliandianesas ala-
B¿E, sem/e, oll?¿e, etc. Bajo el panto de vista de los cambios
eufónicos, las vocales bascongadas pueden clasificarse en
duras {(i e y o) y en dulces {i u a), dando por resultado las
reglas que quedan expuestas el principio que se debe llamar
de anfagovi.wio de las vocales, en virtud del cual, las da-
ras simpatizan con las dulces y las dulces con laa duras.
Las vocales dulces saben, sin embargo, resistir el poder mo-
tamorfoseador de las duras, mediante la intercalación de las
letras eufónicas ?/, b.
Las diferentes vocales permutan entre sí en la lengua
euskara con bastante, aunque no igual, frecuencia. El estu-
dio de cada uno de los dialectos no está lo suficientemente
adelantado para que pueda establecerse la ley de cada una
de estas series de permutaciones; día llegará, seguramente,
en que pueda decirse cuál es la forma adoptada por un dia-
lecto, vista la adoptada por otro. Las pernuitaciones de los
dialectos literarios serán fácilmente establecidas el día que
un espíritu paciente se dedique á ellas. Si llevo adelante,
como espero, mis trabajos léxicos, completaré la materia
que hoy diseño.
La permutación de a en e es muy frecuente. Por
ejemplo; NiNTzríN (g) nintz^n (1) «yo era»; jauN (g) jem (r)
«señor»; «iitean (g) í'RTEan (a. n. m.) «entre»; m^kar (g) bc-
KAR (id.) «légaña»; r^vEK (g) c'Bek (a. n. m.) «aquellos»; acikv-
KE (g) ACHí'Ki (id.) «pretexto»; jaer(7Itu (g)^ yarrí'iki (a. n. m.)
«seguir»; matr^ill (g) matiió^l (a. n. m.) «mejilla»; amagiarríí-
BA (g) AMAGINARR(?BA (Liz.) «SUCgra»; IIATZriMAN (s) ATZíMAN (g)
«coger, agarrar»; cizkazal (g) ízkezal (Ir.) «uña»; raiGi (g)
eKGi (Liz.) «luz»; s«ntu (g) s<?indu (s) «santo»; Bíxlcheeana (b)
B6LCHERANA (g) «uiorona»; üai (g) gci (b) «apto, capaz» y «ma-
teria primera»; v/alh (g) izé'r (b) «estrella»; aualkíítu (1) aual-
lieTu (s) «lamentar»; t^lkar (g) ¿'lkar (1) «juntamente»; es-
1 Dificultados matorialos quo piiiliovan salvavso, povo ú costa do retrasar In ;)ublicai'i>'>ii
dü esta Gramática, mo aeoiisojiin HiiHtitnir ul si;>n() r con mi luiiito onciiuaiior rr, auiujiio sufra
un poijuito ol rifíor í\v\ sisli'iui orLot;i-álico y no nut'p.i indicar el wonido fuerte ó ¡uuivo do las r
linalüH; por ojüniplo cu iir "avollana'" y ur «aiíiia», ijiio hacun urra «Ja avellana» y ura «el aj^ua». R
al iirincii)o do dicción BOiiarú fuortü, así como rr en el euerpo ilo la pahilnü en los dviui; ea-
aoH rsonarit auavo.— Do toda» nianoraí, la reforma ijuoda iniciada.
Kú^iN (1) ESKeNi (g) «ofrecer»; b^ltz (b) b^ltz (g) «negro»; maz
(g) iGez (b) «el año pasado»; chíirei (b) CHeERi (g) «cerdo»;
Lrt.EDiN (b) Bé-EDiN (g) «ignal»; jr/CHi (g) jecHi (id.) «bajar»; jr¿iKi
(g) jEiKi (bn) «levantarse»; een^i (g) EENe (1) «listo, despeja-
do»; AusPíXZ (1)) Auspcz (g) «de bruces»; asíxeee (b) AseEEE (g)
«cólera, enfado»; azuE (1) ezuE (g) «hueso»; Azr¿Ri (b) azcei
(g) «raposo»; b^kan (g) b^kan (1) «raro, escaso»; cnaETATU (s)
CHdETATU (g) «ingertar»; DESEEríKiDA (b) desee^kida (g) «discor-
dia»; EED^EA (g) ERDéEA (1) «Icugua extranjera»; EEftiN (1) ee^in
(g) «sembrar»; rtRNEGu (1) íenegu (g) «blasfemia, maldición»;
EER«z (g) EEEíZ (bn) «facil»; «eeazoi (g) seeazoi (b) «razón»;
EKai (Y) EKei (s) «material, asunto»; gald^tu (bn) GALDeTU (g)
«preguntar»; gíieei (b) gceei (g) «cintura»; lartE (g) ig^e (1) «seco»;
iGaEi(g) iGeEi (id.) «nadar»; mas (b) loes (g) «huida»; ikí^tz (g)
iKeTz (1) «carbón»; jai (g) jei(l) «fiesta»; gietímn (b) ihetcn (g)
«mango, asa»; kob^ñ (g) KODex (b) «guadaña»; KONDrtiEA (1)
KONDeEA (1) «historia, narración»; ob^to (b) obéto (g) «me-
jor»; SAUNKa (g) SAUNKe (b); «ladrido»; abeíiba (b) aee^ba (g)»
«hermana»; ezivín (g) ezpcin (aez.) «labio»; LrtGi (h) líge (g)
«ley»; LauN (b) líun (g) «lustroso, liso»; ee'/man (g) ee^man (1)
«llevar»; pich«e (g) pichce (1) «Ccántaro»; EEEazTUN (g) eercztün
(bn) «sortija»; nabcíla (g) nabcla (bn) «navaja»; HAMaKA (bn)
AMeiKA (g) «once»; iiaua-RaTzi (b) euejxeizi (g) «diez y nueve»;
osftBA (g) os6'B.v (bn) «tío»; ansíiea (g) ANStJRA (bn) «ganso»;
AEMirtEMA (g) AEMieEMA (1) «araña»; BiziTza (g) BiziTze (b)
«vida»; KiEííSTU (1) KiEesTu (bn) «echar mal olor»; GazA
(b) GezA (g) «insípido»; istííe (g) ist^e (id.) «muslo»; zEEBrtiT
(g) zERBeiT (aez.) «algo, alguna cosa»; OEai (sal.) onei (aez.)
«ahora»; <xuei (Puente, Olza, y (xoñi), euEi (g) «lluvia»; icna-
so (g) ICH6S0 (Olza, Goñi) «mar»; ospa. (bn) ospe (g) «renom-
bre, fama»; UNKa (1) UNKe (id.) «cansado»; uzTrtí (g) uzTei
(bn) «arco, círculo»; BEDEEríTzi (g) BEDEEeTZi (1) «nueve»; ga-
RaiTu (g) gaeé;itu (aez.) «vencer»; jfíiNKO (bn) jeiNKO (Dech.)
«Dios»; iTZftL (g) iTz^L (ulz.) «sombra»; BizríR (g) biz^e (ulz.)
«barba»; BULrrE (g) BULPr (ulz.) «pecho», tazeccr (g) bize^e
(ulz.) «espalda»; babe^yatu (1) BAEEeYATU (s) «destruir, espar-
cir»; BATítYATU (g) BATHeYATÜ (s) «bautíZar»; Gí/EBEN (g) GeEEEN
(s) terminación que sirve para íbrmar los ordinales; eihciea
-84-
(1) EiH^RA (s) «mcliiio»; ARzríDUN (g) HARTzeDUN (bii) «acreedor».
La permutación de a ene se presenta, según acaba de
verse, en todas las posiciones; lo mismo al principio de una
palabra, que al medio de ella, que al íin. El que la sigan
estas ó aquellas vocales y consonantes tampoco parece in-
fluir en la permutación.
Las formas de a se encuentran, gener¿ilmente, en los dia-
lectos guipuzcoano y bizcaino; este la ha conservado en ma-
yor número de palabras que el primero. De ser aplicables á
todas las lenguas los principios de fonética general, en las
palabras de a debemos ver las formas primitivas, y conside-
rar á las que la han permutado como degradaciones de aque-
llas, debidas á una alteración orgánica ocarrida en las mis-
mas por causas más fáciles de señalar en el terreno hipoté-
tico que en el positivo.
La forma conjuntiva de las flexiones del verbo suletino
y labortano terminadas en a, al recibir el suñjo conjuntivo
lay cambian la a en e. Así de da «el es», procede en los ci-
tados dialectos dcla «que es», en lugar del d^la bizcaino y
guipuzcoano.
La permutación de a en i es muchísimo menos frecuen-
te, y esto se explica sin dificultad. Siendo primitivas, según
opinión común, las vocales dt, f, íi, las palabras, al formarse,
necesariamente las adoptan; la permutación es una degrada-
ción de la forma primitiva, verificada mediante la sustitu-
ción de un sonido por otro, y esta sustitución es más natu-
ral que se verifique en obsequio de los sonidos nuevos ó
posteriores, que no en favor de los antiguos que entraron
como elementos formativos de la palabra en la época de su
creación. Este parecer es exacto, aunque admita restric-
ciones, y de más exactitud todavía tratándose del sonido a,
primitivo entre los primitivos, como que merece el dictado
de fundamental de la voz humana.
He aquí algunos ejemplos de la mencionada permuta-
ción: KARRrtKA (b) korr/ka (g) «corriondo»; g^/ra (b) g/ra (s)
«nosotros somos»; zí¿tzait (g) z/tzait (s) «tú me ores»; etz(/n
(g) etz¿'n (1) «acostarse»; n^tzaizu (g) N/rzAizu (s) «yo to soy»;
KiSKaLDu (g) kisk/ldu (b) «(juemar, tostar»; díídazu (uez.)
d^'dazu (g) «tú me lo has»; azkíizal (g) ezk¿zal (Fuent.) «uña»;
s«TS (bn) s/ts (g) «polilla»; b^ño (g) b/ño (Bet.) «pero».
Más numerosa que la anterior, pero menos que la pri-
mera, es la permutación de a en o. Por ejemplo: níik (g) nok
(b) «yo soy» (f. v. m.); NctN (g) non (b) «yo soy» (f. v. f.);
ZAZKrt (ronc.) zaizko (sal.) «él le es»; dez(7KET (g) dezoket
(a. n. m.) «yo lo puedo»; emíin (g) emon (b) «dar»; K(7-rraka (b)
KORRiKA (g) «corriendo»; emíxitz (g) emoitz (b) «regalo»; era-
MflN (g) ERAMON (b) «llcvar»; igar^n (s) igaro (g) «pasar»; ig«n
(1) iGON (b) «subir»; GiRTrtiN (b) girtoin (1) «mango, asa»; mokíi-
NEá (g) MOKONES (1) «paüuelo de narices»; n^-ski (1) noski (g)
«tal vez»; zí/n (g) zon (ceg.) «él era»; amarrain (bn) amorrai
(g) «trucha»; ardízi (bn) ardoi (g) «yesca»; AHrtsAPAi (1) aho-
sapai (g) «paladar»; ASMa (b) asmo (g) «resolución, proyecto»;
CHira (b) CHITO (g) «polluelo»; izek« (1) izeko (bn) «tía»;
osrtBA (g) osoBA (1) «tío»; iGríR (g) iDOR (1) «marcliito»; zrtURi-
Tu (g) zoLiTu (b) «herir»; bitartecín (g) bitarteo (a. n. m.)
«mientras»; zoLa (s) zulo (g) «agujero»; pacHELU (bn) pochelu
(id.) «estorbo, obstáculo».
Tan poco frecuente como la permutación de a en i y
por la misma causa, es el cambia de a en u. He aquí algu-
nos casos; zazu (a. n. s.) z2¿zo (Beinza-lab.) «tú he lo»; in-
GUdTU (s) INGURWTU (g) «rodcar»; KUTSríTU (g) KUTSZtTU (b)
«contagiar»; oARicHít (b) garichm (g) «berruga»; uk^bil (g)
UKzíMiL (1) «puño»; oRDEKct (g) ORDOK¿ (s) «llauura».
Aquí termina la serie de permutaciones que puede expe-
rimentar la «, componente de una palabra. Espero que los
trabajos posteriores de esta índole no alterarán la propor-
ción en que aparecen, así como tampoco las correspondien-
tes á las otras letras.
La segunda vocal está, asimismo, sujeta á la permuta-
ción con otras vocales. Acerca de algunas de ellas pueden
establecerse reglas fijas.
Las flexiones del verbo suletino terminadas en te^ al
adoptar la forma conjuntiva, cambian la e final en i; por
ejemplo: lizatc «él sería», forma lizatíala «que él sería»; nin-
TZATe «yo sería», nintzatíala «que yo sería»; LiRATe «ellos se-
rían», LiRAT¿ALA «que cllos seríau»; ginatc «nosotros sería-
mos», GiNATÚLA «que nosotros seríamos».
-8G—
Caaiido por efecto de la adopción de la forma conjun-
tiva liay que suprimir la /.• de las llcxiones verl)a]es termi-
nadas con esta consonante, resulta amenudo (jue las voca-
les e, i, o, u so encuentran en contacto con la a. En este
caso el dialecto bizcaino cambia la e en ¿ y la o en u. Las
otras dos vocales exigen la interpolación de letras eufóni-
cas. De DOK «tú lo has», resulta d«ala «que tú lo has»; de
DAIKCK «tú lo podrás», DAiK¿ALA «quo tú lo podrás».
La permutación de e en o no es de las más frecuentes
en euskara. De su existencia dan testimonio los casos que á
continuación se expresan; eTE (b) ote (g) «tal vez»; leizc (g)
LEUSo (Cant. de Lelo) «caverna»; mokancs (g) mokonos (1) «pa-
ñuelo de narices»; ^doi (1) odei (b) «nube»; ooei (g) ogoi (1)
«veinte»; ubé'lde (b) uholde (1) «aguacero, torrente»; nsre (g)
NORE (sal.) «mío»; BAoe (b) bako (id.) «nada»; üaldc (g) galdo
(bn) «pregunta»; zí-in (g) zoin (sal.) «cual»; zeKOR (g) chokor
(Fucnt.) «novillo»; illíba (ulz.) illoba (g) «sobrino»; dck (g)
DOK (b) «él es» (f. V. m.); iríki (g) iroki (a. n. s.) «abrir»;
ERiDCN (g) ERiDo (b) «cncontrar»; N(2Rabe (a. n. s.) norhabe
(1) «niño, muchacho»; ordíka (g) ordoki (1) «llanura»; toldí^
(i) THOLDo (bn) «grosero, torpe».
Por el contrario, el cambio de i en e se observa mucho
más amenudo. Por ejemplo; /gartü (g) (Jartü (a. n. m.) «se-
car»; id¿Ki (g) ID2KI (id.) «abrir»; keríz (b) ger^z (id.) «som-
bra»; ¿GORRi (1) eGORRi (bn) «enviar»; ban/ntza (1) baníntza (s)
«si él me hubiese»; b¿ldur (g) bcldur (1) «miedo»; esk/ni (b)
ESKeÑi (g) «ofre3er»; nigar (1) n^gar (g) «lloro»; ip/ni (g) ibí'ni (1)
«poner»; ¿ntz (g) cntz (b) «rocío»; /sriLLU (g) esriLLU (b)
«espejo»; ar/pz (g) ar 'ch (b) «roble»; ed/ (b) edc (g) «correa»;
í'iiezi (1) ciz (g) «caza»; ¿siri (g) esERi (id.) «sentarse»; ¿duki
(1) eDUKi (bn) «tener»; ¿billi (g) cbilli (b) «andar»; /cheki (g)
ccHEKi (bn) «aferrarse, asir»; ¿'rabazi (g) írabazi (id.) «ganar»;
?RAKAsi (g) cRAKAsr (b) «euscñar»; ¿rri (g) crri (s) «risa»;BEz/N
(g) BEzeN (bn) «tanto, como»; s\r¿ (bn) sarc (g) «recompen-
sa»; AG¿Ri (g) AG5RI (id.) «declaración»; yaaií (1) elí' (g) «reba-
ño de ganado mayor»; /kusi (g) í'kusi (ronc.) «ver»; /zagun
(ronc.) 6'ZAGUN (g) «conocer»; zot¿n (1) chotí'N (s) «hipo»; n/re
(b) Ní'RE (g) «mío»; orr/ (1) orr6' (bn) «enebro»; zedaür/ (1) ze-
-87-
DAEK6 (id.) «mojón, límite»; ^'guzki (1) eauzíu (g) «sol»; gald/'tu
(biz.) GALDc'Tu (íf¡) «preguntar»; mazt/ki (bis.) emazt^ki (1)
«mujer»; /ch¿ (ulz.) ecue (g) «casa»; lag¿ (b) legs (g) «ley»;
NEKAZAiu (g) NEKAZALe (b) «labrador»; sermo/ (g) sermoc (b)
«sermón»; oiu'ñ (g) oiieÑ (s) «ciervo»; betulí (b) betillc (g)
«pestaña».
La permutación de i en o es de las que menos se repiten
en bascuence; por ejemplo mord/ (b) imordo (id.) «racimo»;
SAKH¿ (1) sAKTio (bu) «licrida grave»; ed¿ki (g) edoki «abrir».
Los sonidos i, ¡i son muy afines; nada, pues, tiene de
extraordinaria su permutación; el dialecto suletino sustituye
con ¡i en muchas ocasiones la i de los demás dialectos; por
ejemplo; dítut (g) d/ítut (s) «yo los lie»; d/tüzu (g) díitvzu
(s) «tú los lias»; d¿tuk (g) d/ítíík (s) «tú los has» (f. v. f.);
d/tun (g) DwTÜN (s) «tú los lias» (f. V. m.); d¿tu (g) bütíj (s)
«él los ha»; d¿"tugu (g) d/¿tügü (s) «nosotros los habernos»;
N?*TüEN (1) NMTiAN (s) «yo los había»; ^tsü (g) wtsü (s) «ciego»;
■¿TURRi (g) «THÜRRi (s) «fucntc»; /nguru (g) /¿NGÜRÜ (s) «CU de-
rredor».
Las flexiones verbales suletinas acabadas en o que no
están precedidas de i, la cambian en n al tomar la forma
interrogativa, especialísiina de este dialecto; por ejemplo;
BADAGO «él está», ¿BADAG»A? «¿él CStá?»; NAGO «yO estoy», ^,NAGUA?
«¿yo estoy?»
No se ha sustraído la u á esa movilidad de las vocales
que dentro de una palabra, las sustituye á unas con otras;
por el contrario, presenta esa clase de fenómenos en tanta
ó mayor abundancia que cualquiera otra vocal.
La primera permutación de esta letra es la de ?¿ en e,
cual se observa en las siguientes palabras; íí-mezurtz (g)
eMAZURTZ (a. n. in.) «huérfano»; g*2¿zur (b) GezuR (g) «mentira»;
iR?/NTsi (b) iRóTsi (g) «tragar»; «kan (s) eKUN (ronc.) «tener»;
GZíLDiRo (Fuent.) gcldiro (g) «lentamente»; «rruti (g) eimuTi
(Bet.) «lejos»; gzíztera (1) g^ztera (bii) «piedra de afilar»;
2/rruki (b) eRRUEi (g) «compasión»; ardauntzü (ronc.) ardan-
Tze (a. n. m.) «viña»; biaram/ín (g) biharamc'n (s) «pasado
mañrma».
La u experimenta con mucha frecuencia la trasforma»^
-sa—
ción en i-, esta permutación do dos letras primitivas úiiica-
montc pnodo oxpliearse por la gran afinidad que existe entre
ellas, pudiéndose decir que la i es el adelgazamiento íouico
de la u. Así tenemos; zer?¿etan (g) zeur/etan (ronc.) «en
los cielos»; ord?¿an (g) ord/an (s) «entonces»; g^tuk (ronc.)
g/tuk (sal.) nosotros somos» (f. v. f.); na//zu (1) na/zü (s) «él
me ha»; na?/k (1) na/k (s) «tú me has» (f. v. m.); na¿/ (1) na¿
(s) «él me ha»; nazíkek (g) naíkik (s) «tú me habrás» (f. v. f.)
A?íT (g) A¿T (s) «yo te he» (f. v. m.); nití/kan (g) nit¿kan (1)
«yo los había» (f. v. m,); nit«nan (g) nit/nan (1) «yo los ha-
bía» (f. V. f.); ZIT7/KAN (g) ííit/kan (1) «él los había» (f. v. m.);
BAL//TU (ronc.) EAL¿TU (g) «SÍ él los hubiese»; g?ítu (ronc.)
G¿TU (sal.) «él nos ha»; zer» (g) zer¿ (s) «cielo»; í^rten (b)
íRTEN (g) «salir»; aingurz¿ (g) aingurí (ronc) «ángel»; «lun (ronc)
iLLUN(g) «oscuro, sombrío»; serbzíchari (ronc.) serbítzari
(g) «servidor»; ui«¿tü (b) uk/tu (g) «tocar»; «tzi (g) /tzi (b)
«dejar»;/t/Ri (b) m (g) «ciudad»; ?/reutitu (g) /rrutitu (id.)
«alejarse»; B2¿Luzi(bn) b/lluzi (1) «desnudo»; ak?/llu (g) ak/lo
(1) «aguijón»; ?¿ltze (b) ¿ltze (g) «clavo»; ch?/rul (s) ch/rol
(g) «silvo, hasc(i'tib¿a>y, ?/duri (s) í'üuri (b) «parecido, seme-
janza»; iNGZíRATu (g) inü/ratu (b) «rodcar»; táu (g) iz/ (1)
«espanto»; lcru (g) lek/ (s) «lugar, sitio»; neg/í (g) neg¿ (s)
«invierno»; vubkx (b) nsKA (g) «poco»; v/tzul (ronc.) itzuli
(g) «volver»; uistz^ (1) ich¿ (g) «cerrar»; ezkond?/ak (g) ezkon-
D^AK (bn)» los casados»; zurmmur?/ (b) chür/müR'¿ (g) «rumor»;
BURD2/N (s) burd/n (g) «liíerro»; ch^/murtu (s) ch/murtu (g)
«arrugar»; gorp¿/tz (g) gorr/tz (bn) «cuerpo»; gurr?/nka (1)
gurr/nka (id.) «gruñido, ronquido»; »r//n (b) /r/n (g) «harina»;
JÚ//PU (Baig.) l/pü (vale) «araña»; or^uz (g) ga/z (ronc.) «cosa»;
7/RUN (s) '/run (g) «hilar»; züB?t (s) zub¿ (g) «puente»; m//tiko
(b) m/thilko (s) «muchachito»; urr//n (b) urr/u (id.) «lejos»;
GA?¿. (g) ga/ (s) «noche»; ull?/ (s) ul/ (1) «mosca»; iferníí (sal.)
iBURNz' (ronc.) «infierno»; chau (sal.) cha/ (ronc.) «limpio»;
EEDRATz?/ (ronc.) BEDRATz¿ (sal.) «luicve»; A?/zo (g) a/zo (s)
«vecino»; a?/tortu (b) a/tortu (g) «confesar, manifestar»;
b?/hui:rt (s) r/urri (g) «torcido, perverso»; burd//ñ (s) burd/ñ
(g)«hierio»; arzv/lo (g) uarz/lo (s) «caverna»; uemeretz// (s)
EMERKTz?" (g) «diez y nueve»; n?/RULA (s) ch/rola (g) «gaita»;
-80-
n.Dvui (s) ¿DUEi (g) «parecitlo, semejanza»; ?/'lhun (s) /illun (g)
«sombrío»; ?/NHUDE (s) /ñude (g)«nodriza)>; urrííciia (s) urr/cha.
(g) «liembra»;'zrzuERi(s) ¿zuERi (g) «peste»; lengus?/' (g) lengu-
s¿Ñ (b) «primo».
En la forma interrogativo-verbal del dialecto suletino,
las flexiones verbales terminadas en ii, ü cambian estas le-
tras en i. Por ejemplo ikusi mi «lo ha visto», ¿ikusi d/a? «¿lo
ha visto?»; badüzu «tú lo tienes», ¿badííz¿a? «¿tú lo tienes?»,
HASi DÍÍZ7Í- «lo has principiado», ¿hasi dííz¿a? «¿lo has princi-
piado?»
Algo menos común que la anterior permutación, pero
no mucho menos, es la de v ú o. Por ejemplo: idzíki (g) idoki
(ronc.) «tener»; n//ke (g) noke (ronc.) «yo lo habría»; ?/ngi (bn)
ONGí (g) «bien»; guhe (g) gore (ronc.) «nuestro»; r-AroR (g) ra-
ruR «migaja»; bigaram^/n (g) riaramon (id.) «el día siguiente»;
M?ísu (g) Mosu (b) «beso»; ni?/NTZ (b) irontz (id.) «rocío»; Mvmt
(b) MUÑO (g) «colina»; giz/zn (bn) gizon (g) «hombre»; z?íri (g)
zoRHi (bn) «blanco»; butatu (1) botatu (g) «lanzar»; herr?ínka
(1) herroka (bn) «rango, orden»; dz¿gai (bn) dohain (1) «rega-
lo»; GAILDÍÍR (g) GALDOR (id.) «CUmbrC»; M7ÍSK//R (1) MOSKOR (g)
«borracho»; nagzísi (g) nagosi (b) «amo, caballero»; nz/n (b)
NON (g) «dónde»; í/ntzi (1) oñtzi (g) «vasija»; sz/n (b) son (g)
«hombro, espalda»; vmutu (b) uaiotu (g) «sazonar»; íi^tz (g)
HONTz (1) «yedra»; azaíi (b) azao (g) «haz»; ihwrtziri (Baig.)
inoRTzmi (Sald.) «trueno»; cmLB?¿R (Lezo.) chilbor (g) «ombli-
go»; KUL» (bn) KILO (1) «rueca»; k?ínk«r (bn) konkor (1) «joró-
balo»; NORZíNTZ (b) NORONTZ (g) «liácia dondc»; h?^na (bn) ona
(g) «h;') aquí;» s?/iaL (1) sokil (id.) «tronco para el fuego»;
E.\IAK?Í¡MI (g) MAKOMI (ulz.) «mujcr»; ABARR7/TS (urd.) ABARROTS
(g) «estruendo»; «nek (urd.) onek (g) «este»; AizK?m (sal.) aizkor
(g) «hacha»; ighes2¿ (b) ichaso (g) «mar»; z2/lo (g) zola (s)
«agujero».
De la existencia de la permutación de u en ü, última de
que he de ocuparme, dan testimonio los ejemplos siguientes,
además de varios de los que figuran en la permutación de u
en i; esta lista es susceptible de gran aumento, nada más
que con poner frente á frente el léxico del suletino y el de
los demás dialectos; ditiaqio (1) dutiagw (s) «nosotros los ha-
-90-
beuios» (f. V. m.); uda (í() //da (s) «vev.'ino»; entzíín (g) en-
Tz/íN (s) «oir»; ?/TZi (g) íítzi (s;) «dejar»; el?/ii (g) elii/íu (s) «nie-
ve»; SAiiTit (g) SARTH/f (s) «entrar»; ?/so (g) üiizo «paloma»; gal-
D?¿ (g) GALD/í «perder»; haet/¿ (1) iiAUTit (s) «tomar»; beldar
(g) BELDüR (s) «miedo»; EG?m (g) egí/n (s) «día»; ul«n (i'onc)
íílhíín (s) «oscuro, sombrío».
De todos los dialectos del bascuence, el que mejor com-
bina las vocales es el guipuzcoano; por regla general, evita
la reiteración, imposibilitando así la monotonía y dureza de
los vocablos. La abundancia de las a lo hace sonoro en su-
mo grado, y la feliz combinación de las restantes vocales le
comunica armoniosa belleza. No es esta, ciertamente, una
de las menores perfecciones de ese dulcísimo lenguaje, usa-
do por los más apuestos y gallardos representantes de la
hermosa y noble raza bascongada.
La consonificación de las vocales no deja de presen-
tarse algunas veces. La i tinal de las flexiones suletinas pre-
cedida de otra vocal se muda en 1/ en la forma conjuntiva;
Por ejemplo na/ «él me ha», na?/ala «que ól me ha». Las fle-
xiones bizcainas na« «él me ha» y da« «él lo ha», cambian la
u en h en dicha forma. Por ejemplo, nácela «que él mo ha»;
dámela «que él lo ha». Lo propio les sucede á las palabras
terminadas en 20 cuando reciben el artículo a. De gv?/ (g)
«noche», ga&a; de ku (Bet.) «boca», auá.
(IV,)
Llamo letras de ligadura, á las vocales qne se introdu-
cen en la sufijación y composición de las palabras, á ñn de
evitar el choque de consonantes incompatibles, ó lo que es
lo mismo, la aglomeración de sonidos contrarios á la íiid )-
le fonética de los vocablos euskaros.
Generalmente habl.mdo, el bascuence no emplea la i ni
la u par;i evitar el choque de dos consonantes incompati-
bles; para este caso prefiere la <x y la e.
El sufijo del agente es /.•. La sufijación de este signo á
los nom.])res propios, apelativos, ])ronombres y numerales
requiere la intercalación de la letra do ligadura c, cuando
—01—
aquellos terminan en consonante, puesto que la 1: no puede
estar precedida de ninguna otra consonante, especialmente
de la ??., de la t, de la r y de la I constituyendo una misma
sílaba. Por lo tanto, la forma activa de maetin, isabel, zein,
EDozEÑ, NOEBAiT, GizoN, BAT, AMAE, HiRUK, ctc. «Martín», «Isa-
bel», «cual», «cualquiera», «alguno», «hombre», «uno», «diez»,
«tres», etc., no es maetink, isabelk, zeiñk, edozeñk, noebaitk,
BATK, AMAEK, HIEUEK, etc, SÍnO MAETINe'K, ISABEL^K, ZEIÑeK,
EDOZEÑeK, NOEBAITCK, BATCK, AMAEECK, HIEUECE, ctc. COU la VO-
cal de ligadura e.
En los nombres apelativos, el sufijo del agente se une
en la forma definida, al artículo a; éste, en ciertas ocasio-
nes, sufre la trasformación fonética en c, sobre todo en de-
terminados dialectos. En la forma indefiíiida, si el apelativo
termina en consonante, se introduce la e de ligadura, y si
termina en vocal, se une directamente la h. Lo mismo su-
cede con los nombres propios terminados en vocal; por
ejemplo, de eedeo, pedeok; de antonio, antoniok. Los pro-
nombres terminados en vocal están sometidos á la misma
regla, por ejemplo, la forma activa de ni «yo», zu «tú» (resp.)
ou «nosotros», es nik, zuk, gük. Y aun los pronombres ter-
minados en r á pesar de la repugnancia del euskara á agru-
par la li con otra consonante en la misma sílaba, no exigen
la e de ligadura. Los pronombres bizcainos terminados en r,
la eliden: nok «quien», en vez de NorK; zek «qué», en vez de
ze7'e; iñok «ninguno», en vez de iñoí'e.
En las frases en que intervienen los pronombres relati-
vos, la característica del agente se sufija al nombre direc-
tamente si acaba en vocal, y se interpola la e de ligadura si
acaba en consonante; por ejemplo, ¿zee gizonek esan dio?
«¿Qué hombre le ha dicho?» Esta regla no tiene aplicación
en los demás casos, pues el sufijo del agente li se une direc-
ta é inmediatamente al artículo a que ocupa el lugar que
en la frase de arriba llena el pronombre interrogativo.
Los pronombres indefinidos zembat «cuánto» y zembait
«cuántos», obligan al nombre terminado en consonante que
los sigue á interpolar la letra de ligadura e, siempre que to-
man el sufijo Ix,; por ejemplo, ¿zembat gizonek iküsi dute?
—92-
«¿Cnántos hombres lo lian visto?» El nombre tnrmina-lo en
vocal, colocado en idónticas circunstancias, recibe la /■• di-
rectamente; por ejemplo, ¿zembait aiiuik jo dute? «¿Cuántas
piedras le lian pegado?»
La razón de todas las diferencias de esta clase en los
pronombres consiste en que el sulijo Z; no se une al artícu-
lo a como sucede cuando no intervienen diclios pronom-
bres. La presencia del artículo lo simplifica todo, porque al
propio tiempo que desempeña sus funciones propias sirve
de letra eufónica, evitando el choque de consonantes.
Las relaciones del nombre que en otras lenguas se mar-
can por medio de casos, preposiciones y posposiciones, se
expresan en euskara por medio de sufijos. La aglutinación
de estos á los nombres da lugar á choque de consonantes
que se evitan intercalando letras de ligadura. El principio
general en esta materia es que la consonante final del nom-
bre y la inicial del sufijo no pueden seguirse inmediatamen-
te. Por eso se dice: madeidcn «en Madrid»; PARiseN «en París»;
iRUNCN «en Irún»; ziLLAEnez «de plata»; berun^z «de plomo»;
ELURRezKO «de nieve»; züeczko «de madera»; PARiseTiK «de Pa-
rís»; LANeTiK «de labor»; buegos^koa «el Púrgales»; lurrí'Koa
«el terrenal»; vALLADOLiDeRA «á Valladolid»; oyancra «al bos-
que»; davidcgana «á David»; GAÑeRONTZ «hacia lo alto»;BERRiz-
eRAKO «para Perriz».
Como ya lo he indicado, los nombres terminados en vo-
cal reciben los sufijos directamente. Por eso se dice; erro-
MAN «en Roma»; iruñan «en Pamplona»; donostian «en San
Sebastián»; bilbon «en Bilbao»; arriz «de piedra»; kisuz «de
liieso»; BüRNizKO «de hierro»; uerrzko «de oro»; elizondotik
«de Elizondo»; basotik «del bosque»; arbizukoa «el Arbizua-
no»; ITSAS0K0A «el marítimo»; mugairera «á Mugaire»; men di-
rá «al monte»; JOSEGANA«á José»; berontz «hacia abajo»; eche-
RAKO «para casa».
La sufijación del signo del relativo n á las fiexiones ver-
vales se hace mediante la intercalación de las vocales di» li-
gadura a y e. Esta intercalación es obligatoria en las llo-
xiones que terminan en consonante. Exigen la interpola-
ción de a las flexiones cuyas últimas letras son A- ó /; por
-93-
ejemplo; jaten dee^n ogia «el pan que comes»; esan DiTUDrm
EGiAK «las verdades que he dicho» . Exigen la interpolación
de e las flexiones acabadas en Z, r, s y z; por ejemplo; dara-
BiLLeN sgñekoa «cl vestido que lleva»; DAKAREeN berria «la no-
ticia que traes»; dakuS(?n echea «la casa que vé»; doaz^n gi-
zoNAK «los hombres que van».
El sufijo causal lalio que -se une á las flexiones verbales,
necesita la e de ligadura siempre que las flexiones termi-
nan en consonante; por ejemplo: atsegin det DATOREeLAKO
«me alegro porque viene»; nabillelako «porque ando»; dara-
MATELAKO «pOrqUC lo llcVO».
En la forma conjuntiva las flexiones terminadas en 1í re-
ciben una a de ligadura; por ejemplo dek (g) Dmí (1), hacen
DEKííLA, DüEíiLA. Las flcxíones en I toman la e, y además,
en guipuzcoano, la I se moja; el bizcaino prefiere la a. De
NABiL «yo ando», se formai NABiLLeLA (g) nabill^la (b) «que
yo ando». Las acabadas en II usan indiferentemente de la a
y de la e. Las en n han adoptado la a\ por ejemplo dun (1)
«tú lo has» (f. f.), hace dun^la «que tú lo has». Lo mismo
acontece con las en //; por ejemplo: din (g) «él lo ha» (f. f.),
hace DiÑfíLA «que él lo ha». Las flexiones terminadas en r
toman la e en los dialectos guipuzcoano y labortano, y la a
en el bizcaino. Por ejemplo dator «él viene», hace datore6^la
(g. 1.) «que él viene» y datorr^la (b). Las en s reciben e en
guipuzcoano y ft en bizcaino. Por ejemplo de dakus «lo ve»,
se forman DAKUseLA (g) y darusíila (b) «que lo ve». Las en
t reciben a de ligadura, y el dialecto guipuzcoano exige la
sustitución de la dental fuerte por la suave, la cual no es
obligatoria en los demás dialectos; por ejemplo de?^ (g) do¿^
(b) «yo lo he», zkt (b) «él me es», hacen deíZ^la y doc^cíla
«que yo lo he» y ^ktahk «que él me es». Las flexiones en tz
toman e en guipuzcoano y labortano, y a en bizcaino y su>
letino. Por ejemplo: doaz «ellos van», hace doaz^la «que ellos
van»; naz (b) «yo soy», naz«la «que yo soy»; naiz (1) naizcla
y Niz (s) NizaLA. Varias flexiones guipuzcoanas ene^, toman
indiferentemente cualquiera de las dos vocales a y e.
La vocal de ligadura también se usa en las flexiones ver-
bales capitales, y entra en su composición, como es presu-
miblc, para evitar el clioque de consonantes incompatibles;
por ojeniplo en did^ík fe) DEUSTr/K (b) dautíik (1) y deití/k (s)
«tú me lo has», nadie negará, seguramente, que la a es de
ligadura, puesto que didk, deustk, dautk y deitk son con-
trarios á la fonología euskara.^
(V.)
Las vocales componentes de una palabra, no solamente
están sujetas á la permutación, sino también ,á la elisión.
Cuanto mayor sea la tendencia del dialecto á la brevedad
de sus términos, tanto mayor es, necesariamente, su afición
á las elisiones, las cuales se ejercen sin reparo alguno á ve-
ces, sobre vocales y consonantes, sin que merezcan mayor
respeto las verdaderamente esenciales, las que forman, por
decirlo así, el núcleo de la palabra, dando lugar á verdaderos
vocablos atrofiados. Por lo general, los dialectos bizcaino y
guipuzcoano son mucho menos i)artidarios de la contracción
que los dialectos nabarros; la misma toponimia bascongada
de los territorios en que se habla dichos dialectos proclama
esta verdad. Mientras que en jurisdicción del bizcaino y
guipuzcoano se encuentran frecuentemente nombres de lu-
gares largos como amorebieta, astigaeraga , emaldigoícoa,
OGArvAGOITI, CHOEIBOQUETA, AERIGORRIAGA, ASTOLABEITEA, AKIU-
COLETA, ArvECíIACALETA, ASTIGARRIBIA, GUDUGARRETA, CU jurisdic-
ción de los dialectos alto-nabarros es excepcional, relativa-
mente, la existencia de nombres como imbuluzqueta, iza-
GAONDOA, IGUZQUIZA, mientras abundan los breves como ostiz,
alcoz, garzain, auza, oiz, aniz, lanz, elso, yanci, allí, inza,
NOAIN, LOIZU, USI, UNZU, OLZA, GOiXI, AZOZ, etc.
Las variedades nabarras de Salazar y Roncal presentan
en las liexiones verbales una elisión de vocales que da lugar
á grupos de consonantes poco frecuentes en el resto del bas-
1 Voúso el monninontal Verbo basco del Principo líonapavto, páíí. 2:!. Sosúu at'iviui ostu
Si'ibio liiiyliista, 011 las llexionoíi vovhalos, las vocales onfi'uiicas y rüduiulaiites üstiiii roin-osoii-
tadiiK, un Keiieral, \uiv a ou bizcaino, laburlano do Arcan'^iios y sulolino; por a y O ou ;-;uipuz-
coain), laborliuio, roncaló m do ürx;ain<jui y Ll:.Un-ro/,, allívuabarro uioiiilional, ae/.ooaiio y laiju-
nabaiTü orionlal; por u casi aionipro un aUu-nabarro soiiloulrional; por i y por a on bajo na-
barro occidculal, en arboruano y ou briscuHiano; por O y a en roncales. (ISouaparlo: Vorbe bas-
que, pAR. 25).
-"95-'
ciience. Dichas variedades suprimen la vocal que debería
preceder á la r y estar seguida de z, g, t, d, ?z, s, tz, y cli.
Por ejemplo dea «ellos son», en vez de d/ea; deoke «ól lo pue-
de», en vez de d¿eoke; ge a «nosotros somos», en vez de g¿ea;
ZEA «tú eres», en vez de z¿ea; zeen «ellos eran», en vez de
z/een; neoke «él me pnede», en vez de n/eoke; sea «tii eres»,
en vez de s^'ea; echea» tn no eres», en vez de echz'ea. Estas
interesantes particularidades, así como otras de que no hay
oportunidad de hacer mérito, han sido da^das á conocer á los
lingüistas por el Príncipe Bonaparte, que es el primero y
único autor que ha estudiado estas curiosísimas variedades
n abarras.
La elisión de a se encuentra en bastantes palabras; por
ejemplo; basuede (g) BAsauEDE (b) «jabalí»; iz (s) caz (g) «tú
eres» (f. m.); zite (s) zaiTE (g) «tú sé»; banintz (g) banintz«
(sal.) «si yo fuera»; bayintz (aez.) BAYiNTzrt (sal.) «si él fue-
ra»; EETEN (s) EEErtTEN (1) «CU el dccir»; AEDO (g) AEDftO (b)
«vino»; SENAE (g) SENAaE (b) «marido»;^ aztu (g) ^aztu (1j)
«olvidar» (ah^tzí en bajo-nabarro); zae (g) zActE (b) «viejo»
(zAH<2E en labortano); eene (1) eenííi (g) «listo, despejado»;
NASTü (g) NAíisTü (b) «mczclar»; umutu (b) UMauTU (1) «sazo-
nar»; UNHaTU (1) «UNATU (g) «causarsc»; ieakin (g) iea^kin
(b) «hervir»; aei (g) aíüei (b) «carnero»; choet (g) choetíi (bn)
«gota»; lEULi (b) lEríULi (g) «tirar á tierra»; baet (g) BAEDrt
(bn) «ayer noche»; chal (g) cha«l (b) «ternera»; amoeeai (g)
AMurtEEAÑ (b) «trucha»; mukanes (1) bukanas« (s) «pañuelo de
narices»; uetiki (s) auETiKi (1) «arrojar»; astezken (bn) aste-
íizKEN (g) «miércoles».
Algo más frecuente, pero no mucho, que la elisión de a
es la de e. Veáse; por ejemplo zazu (1) ezAzu (g) «tú he lo»;
(f. m.); ZAN (1) ezAN (g) «tú he lo» (f. f.); zaguzu (g) ezAGUzu
(1) «tú he nos los»; zadazu (g) ezADAzu (1) «tú me lo hayas»;
ABE ATS (bn) ABeEATS (g) «ríCO»; BEDEATZI (bn) BEDeEATZI (g)
«nueve»; toeei (Baz.) eTOEEi (g) «venir»; man (Baz.) éman (g)
«dar»; obak (b) oseAK (g) «los mejores»; uei (1) euEi (g) «llu-
via»; izoTz (g) izoTze (id.) «hielo»; lize (g) l^ize (g) «caver-
1 Forma primitiva senanAr (1); recuérdese lo ano dijimos al hablar del hiato bizcaiuo.
-96-
na»; LEz (1) LEZE (a. n. s.) «caverna»; uli (1)) culi (g) «mosca»;
EiiixoTZ (b) Eiu'iÑOTZ (g) «laurel»; andhak (b) andeíak (g) «la
señora»; behkoi (bn) berckoi (g) «egoísta»; kedau (g) KEDAiiiie
(1)11) «hollín»; AERAÜLTZ (g) ARRAULTZe (1) «lllieVO»; AllTA (1)
AiuieTA (g) «cuidado»; baeatz (g) baratzc (1) «huerta»; eigahna
(sal.) BiGABReNA (g) «el segando»; zazpigaena (ronc.) zazpi-
üAERd'NA (g) «el séptimo»; me (g) Mse (b) «delgado»; üskaldun
(s) 6'USKALDUN (g) «bascongado»; makume (Baz.) cmakuiie (g)
«mujer»; maztiki (Bizc) ¿'Mazteei (1) «mujer»; far (g) barrcí (b)
«risa»; lizar (g) LeiZAR (1) «fresno»; abre (1) ab^re (g) «ani-
mal»; ULLU (s) tíULi (g) «mosca».
Más frecuente (jue las anteriores y que las demás, es la
elisión de i. De ella he anotado los siguientes ejemplos:
zATzu (1) ¿TZATzu (g) «tú lie los»; zoK (1) izoK (s) «tú he lo á
ól» (f. m.); zoN (1) ¿zoN (s) «tú he lo á él»; (f. f.); gasto (b)
GAiSTo (g) «malo»; orro (g) oeeoz' (id.) «mugido»; kusi (Baz.)
¿KUSI (g') «ver»; ARGIZAGI (S) ARGIZA¿TI (bll) (duiía»; LEZE (b)
LEÍzE (g) «caverna»; achur (g) ea¿tzur (1) «azadón»; Acn (b)
a/tz (g) «peña»; billos (g) billus¿ (1) «desnudo»; ego (g) ego¿
(b) «viento del Sur»; eebal (g) herbaz'l (1) «débil»; galdor (g)
GA¿LDUR (id.) «cumbre»; gazta (g) gaztaí (b) «queso»; gos (b)
GOiz (g) «mañana»; gozaldu (g) go¿zaldu (b) «almorzar»; ira
(g) IRÍA (b) «helécho»; l áster (g) la¿ster (1) «pronto»; lesar
(b) leítzar^I) «fresno»; oju (g) o/du (b) «grito»; zear (g) ze/har
(1) «oblicuo, torcido»; utzul (ronc.) itzul* (g) «volver»; noz
(b) NO¿z (g) «cuando»; lena (g) le¿'na (ronc.) «el primero»; utz
(sal.) UTZz (g) «dejar»; lacankeri (g) laba/nkeri (id.) «seduc-
ción»; SAHETs (bn) sa/iiets (1) «costado, costilla»; uzkal (bn)
uzKALÍ (id.) «tirar»; jagi (b) ja/ki (g) «levantarse»; ikuz (1)
IKUZ¿ (bn) «lavar»; apez (1) ape¿z (g) «sacerdote»; mate (Bet.)
MA¿TE (g) «querido»; ikusko (a. n. m.) ikus¿ko (g) «de ver»;
ZATZAT (g) ZATZAÍT (id.) «ms eres»; zintzadan (Goy.) zintza¿-
DAN (Bet.) «me era»; anho (bn) ano¿ (g) «provisión de los
pastores»; artaldria (b) ard/taldria (id.) «rebaño de ovejas».
Algunas llexiones sulctinas que tienen la vocal / segui-
da de ñ, eliden amenudo esa vocal al pasar á la forma cou-
juntiva; por ejemplo za/ñ «él te es», zañala «que él te es»: ní-
tza/ñ «yo te soy»; nitzañala «que yo te soy.»
-97-
La elisión de o es la menos frecuente de todas. Véase,
por ejemplo; aheki (1) ahoeei (id.) «mal de boca»; chit (g)
CHITO (b) «mucho, muy»; loa (g) olua (Fuent.) «la sien»;
AMEN (Bera) aomen (1) «renombre, fama»; oiuTU (bn) oeoitu
(g) «acordarse»; maeiiubi (1) makrubio (id.) «fresa».
De la elisión de //, en cambio, pue.Ien registrarse mu-
chos más ejemplares; por ejemplo: anitz (g) a7/nitz (b) «mu-
cho»; JACHI (g) JA?¿Tsi (bn) «bajar»; jabe (g) ja^íbe (b) «dueño»;
JANTZI(g)JA?¿NTZI(l) «vestir»; LAE0GEI (g) LAWEOGOI (1) «Oclieil-
ta»; UE (g) uzíR (b) «avellana»; mi (g) u«e (id.) «agua»; lur (g)
LUtíE (b) «'tierra»; eskaldun (1) ezískaldun (g) «bascongado»;
AEPEGí (g) AííEPEGí (-a, u. s.) «cara»; andi (g) a?¿nüi (a. n. s.)
«grande»; guazaita (Lezo) ugazaita (g) «suegro»; maegi (ronc.)
MAZíEGí (sal) «fresa»; amaeeain (bn) iiam/¿aeeain (1) «trucha»;
BELHAÑ (S) BELA»N (g) «rodilla».
Como se habrá notado en varios de los ejemplos de esta
sección, la apócope es muy frecuente en el indeíinido del
nombre verbal. Baste recordar kusi, man, toeei, «ver», «dar»,
«venir», en vez de íkusi, cman, ctoeei. Este fenómeno se
presenta, generalmente, en los dialectos nabarros, los cua-
les, como ya lo dije, son los más propensos á la contracción
de los vocablos.
(VI.)
Doy el nombre de letras epentéticas á aquellas vocales
y consonantes que sin formar parte orgánica del tema no-
minal, ni del suíijo, ni de la íiexión verbal, se interpolan
en las palabras, por más que no lo exijan las leyes fonéticas
del euskara. Como que el único resultado apreciable que
dan en la práctica, es el de alargar la palabra materialmente,
he creido que ningfm nombre las cuadraba mejor que el de
epentéticas. Acaso un análisis más profundo, ó una compa-
ración más extensa y completa del léxico del euskara, lle-
gue á despojar de este carácter á dichas letras, atribuyéndo-
les otro más grave é importante. Más adelante señalaré un
curioso caso respecto á la explicación de la presencia de
una h en ciertos nombres verbales, i que para Mr. de Cha-
8
-08-
renCCy eru una nioríi letra epentética ó eiifónioa, y que el
Príncipe Bonaparte ha demostrado admirablemente ser el
residuo del verbo egin «hacer», incorporado.
Pero aunque explicaciones de esta índolt sean en lo fu-
turo posibles, y aun probables, y por lo tanto, el número de
letras epentéticas quede sujeto á disminución, es lo cierto,
que de las que hoy me ocupo y partiendo de las formas co-
nocidas, no cabe mejor explicación. Tal sucede, por ejem-
plo, con la e de itzalóan «en la sombra». El tema nominal es
ITZAL, modificado por el sufijo de locativo n\ como este no
puede unírsele directamente, porque resultaría* dentro de
una misma sílaba el grupo incompatible /;/, es preciso que
haya una vocal que sirva de ligadura á ambas consonantes.
En el caso presente dicha vocal existe en el artículo a y por
lo tanto, las exigencias eufónicas de la lengua, estaban sa-
tisfechas plenamente en la forma itzalan. Sin embargo, la
práctica exige itzal^an. Mientras no se halle una forma in-
definida iTZALE en vez de la que conocemos itzal, la e de
ITZAL6AN, introducida en la palabra sin razón eufónica algu-
na que lo exiga, tendrá todos los caracteres de una letra
epentética.
La a es nuiy poco usada como letra epentética, fuera
de las fiexiones verbales; algunas veces reemplaza á la e
prostética que se une á las palabras de origen extranjero que
comienzan con rr\ por ejemplo (/iuiazoi «razón», cíiuíabta «ra-
bia». Contra la costumbre de Los demás dialectos, ni el sala-
cenco, ni el atzcoano, niel roncales hacen uso do la (t ó e
prostéticas; en el catecismo del P. Astete traducido á esos
dialectos por iniciativa del Príncipe Bonaparte y publicado
á expensas del ilustre euskarólogo, se ven todas las palabras
tomadas del castellano y del latín sin vocal inicial. Bernard
Dechepare , autor del primer libro bascongado inq)reso
(1545), usa unas veces de ella, y otras no; así, por ejemplo,
en sus poesías, leemos eegla ezak, eiooroski sin próstesis y
YAUN EEüEoiAK cou ella. Lizarmga (1571) escribe hesuma,
líEGE, líErROciiATZEN, ctc, pcro Axular (1 0-12) sc aticnc al
principio propuesto, y alarga ])rostéticiim(Mi(e (odas las pala-
bras de la clase mencionada; ri¡UE(U':, ^'lUioMv, ('Iíumuatua, etc.
-99-
Visto que Dinguna palabra genuinamente eiiskara comienza
con r fuerte, no es posible dejar de considerar el uso de la e
prostética como más conforme al genio de la lengua que el
no uso, y los casos del bajo-nabarro Dechepare nos revelan que
el uso es tan antiguo cuanto podemos subir en la escala del
bascuence impreso. El codex compostelano (siglo xn) entre
las diez y echo palabras bascongadas que contiene nos
mucstia en el décimo cuarto lugar la de é-eeege «rey». Hay
que rechazar, por lo tanto , la sospecha que los textos de
Lizarraga puedan despertar acerca de ser moderna, relati-
vamente, la próstesis de la e}
Los nombres terminados en consonante, al recibir el su-
fijo del locativo n, interpolan una e epentética, entre el tema
nominal y el ariículo que recibe el sufijo. Por ejemplo; lur
(■tiena», hace lueecan «en la tierra» y no lueean, como lo in-
dica la teciía: gañ (g) «encima», hace gañían y no gañan-;
AiTziN (1) «delante», hace aitzinsan y no aitzinan.
De igual manera, la e figura como epentética en algunas
palabras; por ejemplo: esEsio (b) sesio (g) «disputa», de «se-
sión»; eKENDU (aez.) kendu (g) «quitar».
En las palabras tomadas del latín ó lenguas derivadas
del mismo, es muy frecuente la interpolación de una i epen-
tética delante de la n, sobre todo en las sílabas finales y en
los dialectos basco-franceses; por ejemplo: a/ngueu «ángel»,
del latín "ángel ns))-. boto/n «botón», del castellano botón;
eeeaín «riñon», del francés «re^/^);FALK0IN, «halcón», del latín
([falconcvi)).
Esta letra se encuentra bastante amenudo en las pala-
bras: por ejemplo; se/ndi (s) santü (g) «santo»; aísaei (b)
AZAEI (g) «zorra»; ke/jatü (b) ke.jatu (g) «quejarse»; laeeos^'a
(b) LAEEOSA (g) «rosa»; ezpe/n (aez.) ezpañ (g) «labio»; ameíka
(g) HAMEKA (bn) «once»; oedp'ua (ronc.) oedua (g) «la hora»;
benedikat/ua (ronc.) benedikatua (g) «bendito»; saintíua
1 El Nif vo Tcsíaircrto rio Lizarracia, inaprfíciable por las formas arcaicas del verbo bascon-
í-'ndo, por ol liso do fus inoclos y tiempos y por los giros gi-amaticales que presenta, lo es mu-
cho Ilíones si consideramos al léxico, plagado de préstamos á lenguas extranjeras, en palabras
de uso vulgar y corriente; Holumbaí) (use), qiiuacle» (buiíi, Icntoi ), etc., epedazu» (zati), etc. Quien
tan añcionado se mostraba de acudir ú la lueiito latina en butca de palabras que no faltaban,
tpmpoto había de cuidarse de dar forma indígena ú las importaciones. Aquí, y no eu otra
parte, reside la causa de la falta de e iirostética.
-100-
(ronc.) SANTUA (g) «el santo»; mandament¿üak (roiic.) manda-
MENTUAK (ronc.) «los niandíuniontos»; buiu'qa (ronc.) uuiuja
(g) «la cabeza»; lek/ua (ronc.) lekua (g) «el lugar»; münd¿ua
(ronc.) MUNDUA (g) «el mundo»; sakhament/uak (ronc.) sakka-
MENTUAK (g) «los sacraiiientos»; izaíteko (ronc.) izateko (g)
«para ser»; ma/lla (1) malla (g) «grado, escalón»; n/abar (1)
NABAii (g) «pardo, abigarrado». El dialecto roncales, no obs-
tante ser tan propenso á la ¿' epentética, cambia la orgánica
en u á veces: por ejemplo guzi//az «de todo», en vez de gu-
z/az (g). En las palabras de origen euskaro, como no sean
compuestas, es imposible asegurar que la / sea ó no epenté-
tica; la comparación de los léxicos de los diversos dialectos,
es la única que da grandes caracteres de certidumbre á la
hipótesis.
La t se usa en algunos dialectos y variedades como le-
tra epentética, cuando dos palabras se unen en el lenguaje ha-
blado, constituyendo una sola, por efecto de la rapidez de la
pronunciación: por ejemplo: jiendiven/artian (b) «entre los
montes», de mendiyen -[- artian; arítz/aktetan (b) «entre
los robles», de aritz -j- artetan.
El sufijo étnico ar requiere la interpolación de una t
epentética, siempre que los nombres á que se une terminen
en consonante; por ejemplo; jerusaleníarra «el natural de
de Jerusalen», de jerusalen -|- arr -\- a; burgosí^arra «Bur-
galés, de burgos -|- arr -|- a; raris^'arra «Parisién», de pa-
rís -I- ARR -|- A.
El dialecto guipuzcoano usa amenudo epentéticamente
el sufijo AN, uniéndolo al infinitivo de los verbos y al sufijo
de procedencia tik ó dhí en los nombres. Yo creí, á primera
vista, que las formas nominales y verbales á que se reunía,
recibían, no el sufijo an, sino una sílaba epentética kan.
Pero una interesantísima carta que recibí del Príncipe 13ona-
parte, á quien sometí mis dudas, escrita el día *23 de Agos-
to de 1881, me suministró cuanta luz podía apetecer para
la resolución del prol)lema. Ya he dicho que el infinitivo
verbal es una de las palabras (pie reciben, á veces, epentéti-
camente, ese sufijo; por ejemplo: en vez de iKUsnuK, cierta
parte del guipuzcoano dice ikusuukíí//. Esta forma se des-
compone así; iKiJsi indelinido verbal; //■ su lijo precedidí) do
- 101-
la r eufónica y a)i snfíjo de locativo, compuesto de a de li-
gadura y 71. Este análisis morfológico nada deja que desear.
En cuanto al sentido, tampoco caben oscuridades; ikusiri-
Kan es á ikusirik como «en viendo» es á «viendo». Esto, por
supuesto, tomando en rigurosa cuenta todos los elementos
com])onentes de la palabra. Unido al suñjo de procedencia
til- ó diJc tampoco cambia el sentido de este; de manera que
si, por ejemplo, iKüsmiKau, echetik(x;í y emendikíi/í valen, ó
significan, en resumidas cuentas, igual que ikusirik, eche-
TiK «de casa» y emendik «de aquí», es evidente que an es en
estos casos un sufijo meramente epentético.
La a, la e, la i y la o desempeñan el papel de letras epen-
téticas en varias Üexiones verbales, por más que á primera
vista pueden parecer verdaderas letras orgánicas. Sin em-
bargo, el examen detenido de las variedades dialectales, las
cuales nos presentan flexiones en que dichas letras no figu-
ran, y la circunstancia de que su presencia no es necesaria
pira evitar el choque de condonantes ó vocales contrario al
genio de la lengua, son razones que me mueven á calificar
la presencia de esas letras do fenómenos de epéntesis, por
más que en casos semejantes sea muy difícil decidir sin ape-
lación, si las unas son formas contraidas y las otras formas
íntegras. ComO ejemplo de las flexiones verbales á que me
refiero, señalaré las siguientes, tomadas de la pág. XXIII del
Verbo Ixiscongado del Príncipe Bonaparte; NueN (g), nenduan
(b), Ni<7N (s), NioN (ronc.) ni/n (bn. occ), nicn (bn. or.), etc.,
cuyos equivalentes tenemos en nun (Vill. de Guip.), nendun
(b. occ), NiN (s. de Barcus), etc., etc. Estas flexiones, según
se ve, carecen de una de las vocales que figura en sus aná-
logas, sin que por ello resulte derogación de la fonología
euskara.
La sílaba epentética de es de bastante uso en ciertas fle-
xiones del indicativo del verbo intransitivo; por ejemplo
ZERAr/í «tú eres»; GERA.r/e «nosotros somos»; dira^/c «ellos son».
Es incompatible con las primeras personas de singular y
plural y con la tercera de singular; el dialecto guipuzcoano
y algunas ramificaciones del a. n. s. principalmente, la usan
con bastante frecuencia.
—loa-
Varias ílexionos di'l iiulicativo incorpor;in, asiiiiisino, la
{sílaba opoutótioa // on ciertos dialectos y variedatles; por
ejemplo ai/.' /da (a. n. m.) «ól me es», en lugar d'3 aida (s).
Las Üexiones bizcaiiuis zaea «ores» y diüa «son», su dila-
tan mediante la interpolación 'de una i epentética entre la
?• y la a, al tomar la forma conjuntiva; por ejemplo zak/ala
y no ZAEALA «que eres»; dir/ala y no dirala «que son».
Las llexiones terminadas en / toman e epentética en
guipazcoano y labortano y (i^ en bizcaino y suletino al pasar
á la forma conjuntiva. De daki «él lo sabe», resultan daki/jla
y dakmla «que él lo sabe».
En bizcaino las flexiones verbales nabe «ellos me han» y
DABE «ellos lo han», usan de la e para la forma conjuntiva;
por ejemplo nabecla y dabe<?la. Si la flexión termina en l-e
el dialecto guipuzcoano exige la interpolación de a y el su-
letino la de a ó e indiferentemente. De nuke (g) «yo lo ten-
dría», se forma nueeíila y de niiKE (s) NÜKErtLA. En este dia-
lecto NAiKA «él me habría» y aire «él te habría», así conjo nü-
TUKE «yo los tendré», con las demás flexiones transitivas de
régimen directo de tercera persona pertenecientes á este
tiempo, siguen á nüke y reciben á veces la a epentética,
cambiando la e flnal de la flexión en /, por virtud de la ley
de añnidad de las vocales, aunque también se trasforman en
conjuntivas ^in nnitacion de vocal ni interpolación epenté-
tica, pudiéndose decir naik¿Víla y naikela, áikíclla y airela,
NÍiTÜR¿(7LA y NÜTÜRELA. Las flcxioues do régimen indirecto,
no exigen vocal epentética. Así se dice, por ejemplo; geneiz-
RELA «que nosotros les habremos los» y no geneizre(íla. Fue-
ra de estas, las demás flexiones suletinas acabadas en he re-
ciben la a epentética, diciéndose; por ejemplo: dür/Víla «que
él lo ha])rá», de dure; zütür/V/la «que él te habrá», do zütürr;
gütür/íila «que él nos liabrá», de gütüke.
Por excepción de las flexiones terminadas en o, las cua-
les no requieren letra epentética, las formas verbales nago
«estoy» y dago «está», toman una e epentética; por ejemplo:
NAGoeLA «que estoy», dxcocla «que está.» Lo propio sucedo
con las flexiones verbales labortanas acabadas en o; por
ejemplo, dioí^'la «que él le ha ho». Asimismo, la c en los día-
lecfcos guipnzcoauo y labortano y la a en ol snletino, ñgii-
ran á título de cremento epentético, pero excepcional-
mente, en varias llexione^ terminadas en u y n. Tales
son Du «él lo ha», que hace ducla y no dula; ditü «él los
ha», DiTueLA y no ditula; zaitu «él te ha» zaitü^Za y no zai-
tula; gaitü «él nos ha», gaitüéíla y no gaitüla y sus co-
rrespondientes suletinos dü, DÜrzu, zütü, gütü, cuyas for-
mas conjuntivas (interviniendo, por supuesto, las leyes de
afinidad de las vocales) son: DirtLA, DÜTirM,A, züti^-la, gíjti-
r/LA. Las llexiones sulefcinas acabadas en ta adoptan la <x;
NAiTE «yo puedo», naití^íla «que yo puedo»; daipe «él puede»,
DAiT/VtLA «que el puede». Las Üexiones acabadas en ?', nece-
sitan e epentética en la forma relativa; DAiXABiLZKí'eN arriar
«las piedras que mueve»; daki-ín gizonak «ol hombre que lo
sabe»/
(vil.)
Así como las vocales, las consonantes están también su-
jetas á los fenómenos de permutación , elisión é intercala-
ción; de esta suerte es completa la movilidad de los elemen-
tos fónicos de las vocablos del euskara. Antes de entrar en
el examen particular y detallado de las series de permuta-
ciones y elisiones de consonantes, conviene adelantar algu-
nas ideas de carácter más general.
Las flexiones suletinas terminadas en h, al adoptar la
forma conjuntiva, cambian la le en y, aunque con alguna in-
significante excepción. Por ejemplo: nükek «yo seré» (f. m.)
hace NUKE//ALA «que él sería»; lüte.v «él sería» (f. m.), hace
lukü;//ala «que él sería». Por el contrario, \x^ flexiones biz-
cainas terminadas en dicha consonante la eliden.
El cambio de t en d en las flexiones guipuzcoanas que
terminan en la primera de estas consonantes, es un hecho
normal y obligatorio, al revestir la forma conjuntiva; por
1 Muchas de estas reglas se eiicuentrau dispersas cu l-is gi-a,miticas de Larrameiidi, Lar-
dizábal, Challo, Geze, etc. Pero donde están expuestas con to3a la amplitud de que la luatoiia
es susceptible y con igual solicitud de lo general y do lo particular, es en el Verbe basque del
Príncipe Bonaparte. Yo he tojnado por guía este trabajo, sin dejar, por eso, de tener á leii
vista los demás.
-104-
ejemplo: de/* «yo lo he», imdxLA, «qiio yo lo lie»: zait «él mo
es», zaií/ala «que él rao es»; zaitut «yo te ho», zaituc/ala, «que
yo te he». En labortano, bizcaino y snletiiio la permutación
no es obligatoria; pero hay que advertir que el segundo
dialecto no la usa nunca en las flexiones intransitivas del
auxiliar, ni cuando la t íinal va precedida de s, y que el ter-
cero la rechaza cuando le preceden un diptongo ó una z,
por ejemplo: jat (b) «él me es», jat^la «que él me es»; di-
raust (b) «él charla»; diraustala «que él charla»; deit (s) «él
me lo ha», deitala «que él me lo ha»; deizt (s) «él me los ha»,
DEIZTALA «que él me los ha».
En la forma negativa del verbo suletino, la z de la ne-
gación EZ se trueca en /¿ en las flexiones que comienzan
con vocal, y se elide en las comenzadas por consonante:
ctzait «tú me eres»; eZ/izait «tú no me eres»; niz «yo soy»,
ENiz «yo no soy».
El labortano y el guipuzcoano, si la flexión comienza en
d 6 hy el nombre que precede termina en /.•, cambian, en
algunas localidades, las combinaciones /.v/, l-b resultantes, en
t ó j7; por ejemplo: ona/ira «ellos son buenos», en lugnr de
onaX" í^ira; onajjaliera «si ellos fuesen buenos», en vez de
ona/j ¿altera. Cuando por efecto de la supresión do una vo-
cal la d debería encontrarse en contacto inmediato con la
z, estas dos consonantes se trasform m en tz. Por ejemplo:
Tzu (ronc.) en vez de duzu «tú lo has»; tzvn (ronc.) en vez
de DEZAN «él lo tenga». ^
La z de otros dialectos se cambia amenudo en j en el
bizcaino; zayo (g) «él le es»,yAKO (b). En alto nabarro meri-
dional la z delante de la t se permuta en s: tus-tf, «silos lo
han», en lugar de ditu¿te.
La t se cambia en d con bastante frecuencia en las pa-
labras de origen latino ó románico: íZorpe de /orpe; ^/orue
de /orre, í/embre de /imrre, í/enda de /ienda. .
El léxico de la lengua euskara nos presenta varias pala-
bras en las que ügara la gutural fuerte k; otras, idénticas á
las anteriores, con la gutural suave //; algunas en las (]ue la
1 Uoiiaimrtü. Le Verbo basque, i>i'ig. XXVII.
-105—
/• Ó la g han sido reeemplazaclas por la aspirada //, y final-
mente otras que no han conservado ninguna de las tres con-
sonantes mencionadas. Estos hechos convidan á reprodu-
cir el problema de cuál es la forma primitiva; felizmente,
este problema, al revés de otros de la misma índole, es de
los que pueden resolverse, á mi juicio, cumplidamente. El
problema ha sido planteado con anterioridad. Mr. Van Ej'S
en su Diccionario basco-francés, pág. IX, sostuvo, en con-
tra de la opinión del Príncipe Bonaparte, á quien siguió mi
particular y estimado amigo Mr. Yinson, que la I- no es pri-
mitiva, y que ocupa el lugar de la /¿ en muchas palabras
compuestas. Así, según Mr. Van Eys, zohaA-ekia «locura», pro-
cede de zoEA -|- //epja; loZ'aetu «tener sueño», de lo-[-//aetu;
suZ'ALDE «fogón», de su-¡-/¿alde; azA'Azal «uña», de ats- -/¿a-
ZAL, etc. Pero yo encuentro fuertes y numerosas razones
que no me permiten compartir las opiniones del euskarólo-
go holandés.
La Ji es un sonido que, según veremos, se pierde bas-
tante amenudo. La // que es un sonido aspirado, es una sim-
simple debilitación fónica de la gutural fuerte, de manera
que su presencia en uno de los componentes aislados que
cita Mr. Van Eys, debe de considerarse como un rastro que
dejó la /.• al alterarse. Al formarse la pulal)ra compuesta rea-
parece la /.• primitiva. Si se rechaza este punto de vista, no
queda otro arbitrio que admitir á la k entre las letras eufóni-
cas. Mas como quiera que la única razón que pudiera justi-
ficar el eufonismo de la Je sería el hiato, y este se halla destrui-
do completamente por la presencia de la h que cede el pues-
to á la /.•, hay que rechazar esta opinión. Muchas veces en
los compuestos reaparecen las formas primitivas de las pa-
labras; el dialecto guipuzcoano, por ejemplo, en contraposi-
ción á otros varios, tiene la forma del número cardinal «cua-
tro» alterada, lau en vez de lauk. Sin embargo, al tomar el
artículo dice LAurAK «los cuatro», reapareciendo la r primiti-
va. La J¿, la 7¿ y la í/ son letras que se eliden muy amenudo.
De que la J¿ es anterior á la g dan también buena prueba los
siguientes hechos. En la inmensa mayoría de los dialectos
el nombre del «sol», cualesquiera que sean, por lo demás, las
—106-
contvaccionos qiio haya sufrido, presenta el sonido de /•;
EGUz/.'i fe) EUs/[ (bn) e/.iii (s), etc.; cú Saldias (valle de Ba-
sabnrua mayor, Nabarra), por el contrario, se le llama eüuz-
gi, con g en lugar de Je. ¿Cabe decir que esta sea la forma
correcta y que la excepción de Saldias y algunas otras loca-
lidades tenga razón contra todos los dialectos del euskara?
Varios nombres tomados del latín ó castellano presentan
ambos sonidos, ó el sustituto de la />• solo. Tenemos, de ((cor-
2)us)) ^oEPüTS y A'ORPUTz; de ncatus)) A'atu y í/athu; d.e «rc/.s-f/'-
lluim) <7AZTELu; de «cámara» //ambara; de «caizas» (/al/.ak; de
«cuaresma» í/aeizun; de ncaniellus)) J^kmeloj í/ameiju; de «crux»
//URUTZE y í/urutze. Estos ejemplos no dejan lugar á duda.
Ellos y las demás consideraciones que acabo de aducir,
creo que me autorizan á formular el siguiente principio:
siempre que una palabra presente la /,• y haya además otras
formas de la misma con g, h ó con elisión de algunos de los
tres sonidos, la forma primitiva es la que ostenta />■. Este
sonido está sujeto, por encima de la elisión, á la degrada-
ción de su intensidad, recorriendo la siguiente escala; //, g,
//,y desaparición total. En algunas palabras se puede seguir
la serie completa de sus trasformaciones. Por ejemplo Zaü
(sal) ^Au (aez.) //au (1) au (g) «éste»; según se vé, la h va
perdiendo su fuerza de una manera gradual, hasta desaparcr.
La permutación de 1¿ en g y de esta letra en //, así como la
elisión de todas ellas, son fenómenos frecuentes del euskara.
Así lo demuestran, respecto á la permutación, los siguientes
ejemplos, y así lo demostrarán, respecto de la elisión, otros
más adelante y en el lugar correspondiente.
Permutación ele k en g y en h: /iUEUtze (sal.) í/ueutze (g)
«cruz»; Zola (ronc.) gohk (aez.) «así»; molde/aitz (g) molde-
r/AiTz (id.) «torpe-); senda/.ai (g) sendas/ai (id.) «remedio»; Ze-
rjz (b) //eres (id.) «sombra»; za/.i (b) zagi «odre» aual/e (s)
AUAL^/E (bn) «vergüenza»; Zarrazi (bn) í/arrazi (1) «grito vi(v
lento»; iZan (bn) ií/an (1) «subir»; ebaZi (g) ebaí/i (b) «cortar»;
ertanZara (1) ertan^ora (id.) «boca arrriba»; eZai (1) gM (g)
«materia, asunto»; Zar (1) í/ar (g) «llama»; Zharats (s) oa-
RRATs (g) «acre, amargo»; u^acii (ronc) uZ/aitz (s) «río»; jaiZi
(g) JAr/i (b) «levantarse»; Zari (g) //abi (bn) «nido»; Zirten (g)
—107-
rjiT,Tom (b) «mango, asa»; Z'OLKO (g) ^olko (1) «seno»; zuí/atz
(1)) zu/zAiN (s) «árbol»; onZi (rene) o^gi (g) «bien»; aulZi (g)
AULr/i (b) «banco»; elA'ar (g) elqku (bn) «juntamente»; /.'Emen
(g) í/EMEN (bn) «esfuerzo»; /vURTu (bn) í/uhtu (g) «inclinarse»;
jAK/ti (g) YAEY/I (bn) «asiento»; /i'akba (bn) í/aeba (g) «instru-
mento para aplastar el cáñamo»; A'OEOtz (g) í/oeotz (g) «ñemo,
abono»; Attrpil (b) í/uepil (g) «rueda»; Zoeeitz (ronc.) ^oepitz
(bn) «cuerpo»; /i'ENDU (g) ^endu (sal) «quitar»; /iUEA(ronc.) ^üea
(aez) /¿UEA (1) «aquel»; A'au (sal) gkv (aez) Jiav (1) «éste»; oZ'ee
(g) oiZ/EE (S. Pouv.) «torcido, oblicuo»; ideZt (g) iBigi (b)
«abriro; ir/EL (g) i//el (s) (-rana»; zií/oe (g) zi//oe (1) «pértica,
verga:>: i^ae (g) i//ae (s) «seco, árido»; uí/olde (g) u//olde (1)
«aguacero», torrente»; i^es (g) iZ/es (bn) «huida»; malluZi (b)
malluí/i (id.) «fresa»; A-emen (ronc.) ^emen (aez.) «aquí»; Z-an
(sal.) í/AN (aez.) /¿AN (1) «allá»; joan (g) r/AN (1) «ir»; zanZ'o (s)
zAN/yo (1) «pió, pata»; zaiZu (sal.) zai_^u (aez.) «él nos es»; li-
zaiZ-uke (sal.) LizAi.^UKc (aez.) «él nos sería»; zizaiZ'uken (sal.)
ZIZAI/7UKE (aez.) «él nos podía»; beí/aeri (Baz.) eeZ/aeei (1)
«oreja».
(VIII.)
Por más que hayan dicho otra cosa ciertos autores, la
permutación de r en I existe, y con bastante frecuencia, en
euskara. Si el hablar con tono dogmático de lo que no se
conoce á fondo, no fuera cosa común y ordinaria en estos
tiempos de ciencia j^ositiva, es indudable que los autores
someterían á cuarentena sus afirmaciones y negaciones. Con
motivo de etimologías ibéricas y afectando un desdén ver-
daderamente cómico hacia los Larramendi , Astarloa y
Humboldt, algunos tratadistas modernos han afirmado ex-
cátedra que la mencionada permutación no existe. La crí-
tica negativa es fácil y en esta época de universal descrei-
miento el papel de los Eróstratos obtiene muchos aplausos;
no de otra manera se explican las despiadadas censuras que
á lo existente en materia de estudios euskaros se prodigan.
Mirarán bien á lo que hacen los demoledores y no tendrán
que sufrir el bochorno de que algunos , desde el rincón de
— 1Ü8—
SU insigniñcancia los dijeran, que las minas amontonadas
por la incansable piqneta eran labor do bárbaros. La misma
etimología, de todo el mundo conocida, do la palabra eus-
ka/duna proclama la insuntancialidad de la negación que
ahora nos entretiene. Pero los intei-esados no oyeron osa
voz; veamos ahora si tampoco escuchan la elocuente lec-
ción, que entre otros muchos, liberalmente enseñan los
ejemplos siguientes: BurAR (ronc.) bu/ar (g) «pecho»; betar
(Cxoy.) BE^AR (g) «hierba»; zuy (g) zuZ (b) «madera»; irARGí (b)
i//argi (g) «luna»; iTzur/i (1) itzu/i (g) «volver»; nekaza/-i
(g) nekaza/i (b) «labrador»; Erou (b) e/du (g) «llegar»; e-ít.wi
(I)) esta/i (g) «cubrir»; soro (g) solo (b) «heredad, tierra de
labranza»; gatar (g) ga/iiar (bn) «árbol seco, rama muGrba»;
JüArE (b) juaZe (g) «campanilla del ganado»; Ii^au/- (s) ir\u/[
(g) «echar á tierra»; ko/'oka (bn) ko/oka (b) «canto de la gi-
Ihna»; MArruBi (g) iidluKi (b) «fresa»; o/"ITZ (g) oZirz (I) «le-
che primeriza»; ^¡AHAro (1) zaua/o (bn) «verga, azote»; Minur
(])n) MLíiu/ (id.) «muérdago»; mü;'Ko (1) mu/jo (Im) «montón»;
zama/dun «caballero», de ZAMAri-|-DUN «que tiene caballo»;
ga/büru (g) «cabeza de trigo», de GAri -|- buru; euska/dun
«bascongado, euskaro», de EUSKArA -|- dun, que tiene euslvi-
ra»; abe/gorri (Groy.) «ganado vacuno, ganado mayor,» de
ABE/'E -|- GORRT «animal rojo» (ht.); olla/tegi (s) «galleríi»,
de OLLAr -|- TEGI «sitio de gallos»; BiriGARRO (g) bi/ígaruo
(bn) «malviz»; bu/'UTE (g) bu/hüte (bn) «rodillo de trapo so-
bre el cual sostienen las mujeres la herrada en la cabe-
za»; ITZU7'BIDE (bn) «regresión»; de itzu/i -'- BmE «camino do
volver»; euskaZ-erria «país bascongado»; de euska7'A-|-erria
país del bascuence».
Por lo dicho se ve que si la certidumbre de ciertas eti-
mologías de Ilumboldt, duramente criticadas, depende do 1 1
realidad de la permutación de r on /, no podrá ya ser noga-
da justamente.
Pcniíutación de g en b. — Véase; por ejemplo: oí/en (g)
oZ^EN «vicio, culpa»; a^o (sal.) a/>o (g) «boca»; í/usar )ak (g)
AuRASOEK (a. n. m.) «los padres, los ascendientes»; \\\\\\(i\
(ir.) arua/>a (Fuent.) «fresa»; na//usi (g) na/>usi (bn) «amo, ca-
ballero»; U(/ENTu (tí) uZ^iENTU (id.) «ungOonto»; í/ürdi (g) /'UR-
-109-
DI (b) «carro»; í/iratu (g) ¿iratu (b) «volver»; mallu^/i (b) ma-
RRu5i (b) «fresa»; ^^uperi (b) ^uperi (id.) «delicado»; iiaí/un
(bu) ha/vüin (1) «espuma de la boca»; su^e (g) suZ^e (S. S.) «cu-
lebra»; SAí/u (g) sA¿u (Beinza-Lab.) «ratón»; .í/utun (g) ¿u-
THGN (1), «misiva, carta».
Fermiitaciúu de d e;¿ r. — Ejemplos: becZorri (g) BEroRRi
(id.), «ese mismo»; eíZan (g) ErAN (S. S.) «beber»; bicZaje (g)
BirAJE (id.) «viaje»; acZaki (1) ArAKi (g) «rama muerta, tronco»;
ena^Za (g) ENHArA (1) «golondrina»; e^Zasi (1) ErASi (bn) «cliar-
lar, murmurar»; ividi (1) lEiri (id.) «vado»; iche<:Zon (g) icho-
roN (id.) «esperar»; icZiki (g) iriKi (1) «abrir»; ingu^Za (g) in-
GurA (1) «yunque»; loí/i (g) lo/i (Fuent.) «gordo»; ocZei (g)
o/'Ai (Fuent.) «nube»; madacZikatu (b) madatieatu (g) «malde-
cir»; líZuzKi (u]z.) iruzKi (Urd.) «sol»; aíZitu (g) AriTu (id.)
«oir»; baíZa (g) baí'A (S. S.) «pues»; diíZazu (g) DirAzu (S. S.)
«tú me lo- has»; bkZali (1) bd'ali (Fuent.) «enviar»; zeraíZe (g)
ZERA7'E (S. S.) «tú eres»; deíZala (g) dez-ala (S. S.) «que yo lo
tengo»; eíZoki (ronc.) EroKi (id.) «tener».
Permutación de r en s. — Ejemplos: e/tan (1) E5AN (g) «de-
cir»; ErNATU (b) ESNATU (g) «despertar»; surTZAi (1) sustrai (g)
«raíz»; a/'nase (b) asnase (g) «aliento, respiración»; BArAiLL
(s) MASAiLL (g) «mejilla»; orzEGUN (1) ostegun (g) «jueves»;
BorTz (1) B06-T (g) «cinco»; be^zela (1) bestela (g) «de otro
modo, de otra manera»; BErzE (1) beóte (g) «otro»; illa/'GI
(g) iLASKi (sal.) «luna»; herzeak (bn) esteak (g) «los intes-
tinos».
Perniiitaciüii de b eu m. — Ejemplos: Z>ekar (b) 7/¿akar (1)
«légaña»; iZjeni (1) i;«iñi (b) «poner»; Z;ilgor (bn) 77¿ilgor (1)
«sebo»; ¿arraill (s) ?«asaill (g) «mejilla»; 7«akallu(1) del
castellano «bacalao»; /«agina (bn) «vaina», del latín wagina)))
ni Amo (1) del castellano «baño»; //¿entura (bn) del castellano
«ventura» í/íihimen (bn) del latíii auÍDien» //¿imbre; ukabil (g)
UKU7//IL (1) «puño»; laZ^ina (1) LA7/MÑA (g) «luida»; Z/iga (g) //mga
(b) «vaca joven»; Zjizirikatu (b) wzisiRníATu (id.) «hombre de
poco valer».
Permutación de r en g. — Ejemplos: uí/arte (g) «isla», de
ur -|- ARTE «en medio de agua»; hu/'Olde (bn) uí/olde (g)
aguacero, torrente»; büruza/i (g) buruzaí/i (id.) «jefe»; argi-
-110-
Zkt'i (1) AKGiZA^i (id.) «luna»; EiiNAri (1) ernA(7I (g) «besiia pre-
ñada»; E7-AZKT (a. n. m.) eí/azti (g) «pájaro»; ei'AN (a. n. iii.)
E^AN (g) «volar»; SArATS (1) sa^/ast (g) «sauce»; lavumbata (g)
LAÍ7UMI3ETA (ulz.) sábado; urARiii (g) ur/ARRi (id.) «escollo,
arrecife».
Penniitacióii, de d^en g. — Ejemplos: ciiiNcZuiuii (b) cniN-
í/uiuii (g) «hormiga»; bkZa (bn) mg\ (b) «dos»; dancZa (1) dan_(7A
(b) «campanada»; rZuPEL (1) íjuvel (id.) «cuba»; iníZar (g) iní/ak
(sal.) «fuerza»; bideziíZoh (b) bidecui^oh (id.) «senda»; md.\L-'
,DU (g) Bií/ALDU (id.) «enviar»; icíie(?on (g) iciio-yoN (g) «esperar.»
Periimtacióii de n // ñ en- r.— Ejemplos: belau?¿ikatu (g)
BELAuriKATu (a. u. m.) «arrodillarse»; iñontz (g) iruNrz (b)
«rocío»; Mu/7o (g) Muyu (b) «colina»; a?¿ima (g) a/'IMa (1)) «el
alma»; belau/i (g) belhau;- (a. n. m.) «rodilla»; egu/'aldi (g)
«buen tiempo», de egu;¿ -¡-on-I- aldi «vez de buen tiem-
po»; (lit.) oya/'bide (g) «camino del bosque», de oymi -;- bidé;
or¿UTS (g) orTUTs (1) «descalzo».
Permutación de p en b. — Ejemplos: ipiíii (g) iZ^enj (1) «po-
ner»; EJ9AKI (b) e6aki (g) «cortar»; ij;idi (1) limí (id.) «vado»;
pEBTz (g) Z)ERTz (1) «Caldera»; ^;ake (g) Zíake (b) «paz»; /;esuin
(1) Z>EsuiN (id.) «di(|ue»; poz (g) Z^oz (1) «alegría, júbilo');j7n>ER
(g) 6n^ER (1) «pimiento»; zuzen/>ide (1) zuzenZ^ide (g) «medi-
da, disposición»; aosa^ai (g) ahasaZ^ai (1) «paladar»; dem/^ora
(b) DEM^ORA (g) «tiempo».
Permutación de p en m. — Ejemplos: ^íoltz (g) y;¿0LTs (1)
«bolsa»; ipisi (g) i/;;,ini (h) «poner»; sinisjíen (g) sinis/^/en (id.)
«crédito, fó»;Liy>AR (1) ld^/ar (id.) «muestra»; atza^^ar (g) atz.\-
7y¿AR (b) «gana».
Permutación de p en f. — Ejemplos: ^urregiñ (b) /arre-
GiÑ (g) «reír»; al/^errik (g) al/errik (id.) «inútilmente»;
ipisi (g) i/iÑi (1) «poner»; a^mldu (b) a/aldü (g) «cenar».
Permutación de p en t. — Ejemplos: se^^a (1) sei^a (g)
«obstinación»; ai^;atü (bn) ai/atu (gj «mencionar»; aiz^^a (g)
aizZa (b) «liermana»; zo;>in (I)) zofiN (g) «hipo».
Permutación de 1 cu li. — bljemplos: be/aurt (g) iíe//arki
(1) «oreja»; le/engo (b) le//engo (1) «de antes»; be/arronuoxo
(g) be//arrünjjoko (I) «bofetón».
Permutaciótn de 1 cu n. — Ejemplos: he/tzahr (s) iz/chaur
-111—
(g) «nuez»; aítzinean (sal.) awtzinean (ronc.) «en frente, de-
lante»; u^TZE (b) u?¿Tze (id.) «clavo»; /ahar (1) ;^A^AE (bn)
«zarza, naaleza»; leZengo (b) le«engo (g) «primero»; ?aiiiíu
(g) 7ÍARRU (b) «piel, pellejo»; o/entzakua (Ir.) oz/entzarua
(id.) «la noche de Navidad»; gi/tzurrunak (g)Gü/¿TzuRRU «los
riñones».
Permutación de z ij tz en cli. — Ejemplos: ^utik (g) clw-
TiK (bn) «de pié, derecho»; giní^^aizkezukean (g) ginc'/zakezu-
ZAN (b) «nosotros te habríamos sido»; zvm (g) cAuri (1) «blan-
co»; EANIN/^^AITZU (g) BANINc7¿AZU (b) «si yO tc íllCSe»; NA?',e'AI-
Tzu (g) 1^ kcJi AZJj (b) «yo te soy»; na^^-ayo (g) nacAako (b) «yo
le soy»; aizur (1) acJivu (g) «azada»; ara^^ (1) arac/¿e (Ijn)
«ternero»; ariz'^j (g) aeicJl (b) «roble»; Aitz (g) acJl (b) «peña»;
AtziTU (g) Ac7¿iTU (b) «coger, alcanzar»; A£'AL (g) ac;/¿al (s) «cor-
teza»; a;.'eri (g) ac/zeri (b) «zorra»; -^otin (b) cAotin (bn) «hipo»;
¿iRzíL (1) cAiRGiL (id.) «sucio, desascado»; .j-urruta (1) 67¿u-
RRUSTA (bn) «corriente». Esta permutación están usual, que
podrían llenarse páginas enteras con ejemplos de ella. Es
igualmente frecuente el paso do las sibilantes dentales á las
palatales, de z á &, de tz á ts. Por no repetir la mayor parte
de los ejemplos apuntados dejo do corroborar con hechos
esta segunda serie de permutaciones. El empleo de unos y
otros sonidos varía según los territorios. En la parte baja de
Guipúzcoa y en buena porción de Bizcaya, por ejemplo,
usan la s y ts con preferencia. En Nabarra, por el contrario,
abundan más las tz y z; la z está desprovista de esa dulzura
que tan graciosamente suena en el guipuzcoano puro, hasta
aproximarse mucho en Baztán al sonido de la z española.
En Koncal menudea la palatal ch. En los dialectos basco-
franceses y en la mayor parte de los nabarros que no se de-
rivan del guipuzcoano, la s es una sibilante estridente y
prolongada, que se aproxima mucho, cuando no se confunde
con ella, á la ch francesa. Queda sentado que la s, ts, z, tz y
ch representa sonidos que tienen una gran movilidad, aun
dentro del mismo dialecto ó variedad.
Permntacióii de d en z y tz.— Ejemplos: nincZunan (g)
Nix/¿'ONAN (b) «yo era»; (f. f.);BANiNrZuN (g) raniní^on (b) «si yo
fuera» (f. f.); dakidakan (g) ^akidakan (1) «él me sea» (f. f.);
-iia-
fZAizKiDAKEN (g) ¿'AKizKiDAKEN (1) «ellüs 1116 pueclan» (f. f.);
BAí/aKIDAK (g) r.A^AKIDAK (1) «SÍ Ól lllG GS» (f. líl.); Í^AKIOKEN (g)
¿AKiuKEN (1) «úl le |)iiedü») (f. 1".); laí/akiok (g) ba^'AKIok (1) «si
él le es» (f. líl.); íZakigukan (g) ^akigukan (1) «él nos sou»
(f. m.); baí/akigun (g) ba^-akigun (1) «si él nos es» íZakizkio-
TENAN (g) rAKIZKIOTENAN (1) «ellos leS Sean» (f. f.); JiKEK (s)
zuíEK (1) «él lo iuibrá» (f. m.); (tZikeyagü (s) ^ikeagü (1) «nos-
otros lo habremos»; cZezareat (g) ^ezakeat (1) «yo lo puedo»
(f. m.); zakic/az (b) zaki/.cAT (s) «tú se me»; bií7au (s) bi^'ak
(g) «barba» (de pelo); arí/ulo (Vill. de Araq.) «caverna», de
AR-|-¿'ULo; >AFLATu (a. n. ni.) c/aflatu (Arru.) «birlar»; bu-
Lu^'i (bn) BüLUíZi (Ainz.)
Permutación de k en y. — Ejemplos: zitekeAan (g) zite-
KE//AN (1) «él podía»; gintezkeA'an (g) gintezke//an (1) «nos-
otros podíamos» (f. f.); zitezke/iAN (g) zitezke^an (1) cellos
podían» (f. f.); nachaAok (b) natza//ok (g) «yo le voy» (f. m.);
nachaA'pn (b) NATZA?/0N (g) «yo le soy» (f. f.); ninchaZon (b)
NiNTZA?/oN (g) «yo le era»: nintzakiokeZ'an (g) nintzakioke//an
(1) «yole podía» (f. m.); gintzazkioke/.'An (g) gintzaizkioke-
?/AN (1) «nosotros le podíamos» (f. m.); zitzaigukeA'AN (g) zi-
TZAIGÜKE//AN (1) «él iios liubíera sido» (f. m.); zatzaiz/iOTE (b)
ZATZA//OTE (g) «tú les OrOS»; NINTZAKIOTEKeA'AN (g) NINTZAKIO-
teke^an (1) «yo les podía» (f. m.) nezake/.an (g) nezake//an (1)
«yo lo podía» (f. m.); zituzke/>an (g) zituzke//an (1) «él los ha-
bría habido» (f. m.)
Ya vimos anteriormente que la permutación de d en t
se verifica cuando ciertas ílexiones verbales adoptan la for-
ma conjuntiva; es, además, muy común en todos los dialec-
tos, no solamente cuando se adoptan palabras de otros idio-
mas, según ya lo advertimos, sino también en palabras pu-
ramente euskaras. De la existencia de dicha permutación,
serán suñcientes á dar fé, los ejemplos que á continuación
pongo: BAGiNfZüzu (g) baginí'utzu (1) «si tú nos hubieras»; ba-
GiNc/uK (b) BAGiNiíuK (1) «sí tú uos hul)ieras» (f. m.); zinv/uz-
tegun (g) ziNifuzTEGUN (1) «uosotros te habíamos;)); iíaleí/i
(sal.) BALEÍi (ronc.) «si él fuese»; zaíZan (aez.) za^an (s:d.) «yo
lo huya»; í/an(7ai (bn) /'an/ai (id.) «árbol joven»; (7iti (bn) fni
(id.) «pezón, miima»; I'ikai;^/a (bn) pikau/a (1) «abigarrado»;
-113—
ONr?ASUN (1) ONÍASUN (g) «bien, riqueza»; AMiLrZu (g) amilíu
(b) «precipitarse»; BAZKALr?u (g) barazkal/ü (s) «comer»; men-
cIe (g) MENte (s) «siglo».
Permutación de n en ñ. — Ejemplos: egi7¿ (c) egim (g) «ha-
cer»; mn (g) mi// (id.) «dolor»; iru;i (g) iru/7 (b) «hilar»; mm
(1) iEi/7 (g) «harina»; lYim (1) ipi/7i (g) «poner»; iski;¿a (g) iski-
/1a (S. S.) «esquina»; lurei;/ (g) lueri/7 (id.) «vapor, aliento»;
ESKi;/i (b) ESKE/7I (g) «ofrecer»; Gowmn (1) gordi/1 (g) «crudo,
no maduro»; gurri/í (a. n. m.) gurri/7 (a. n. s.) «lechoncillo
de leche»; i;mAR (1) i/1ar (a. n. s.) «chispa»; la;/o (1) la/1o (g)
«vapor, niebla». En muchas ocasiones, la mojadura de ?i re-
sulta de la elisión de una i 6 u que preceden inmedia-
tamente: oin (b) 0/7 (g) «pié»; belmui (g) belha?7 (s) «ro-
dilla»; -LEimt (1) LE/7/Í (g) «linage»; mu¿// (!) mu/7 (g) «médula»;
ESKAi;i¿ (1) ESKE/7I (g) «ofrcccr, prometer»; ZEÍn (1) ze/7 (g)
«cuál»; SEÍii (1) se/7 (b) «niño»; soin (1) so/7 (g) «traje completo».
Junto á estas permutaciones — á las que cabe llamar
normales por su frecuencia, más ó menos grande, en todos
los dialectos de la lengua euskara, sin grave riesgo de in-
exactitud—existen otras que acaso estén bien calificadas
con el nombre de anormales, desde el punto de vista de su
menor uso. Helas aquí, someramente indicadas.
Permutación de m en n. — chi/;¿aurri (s) chi7¿.aurri (1) «hor-
miga»; BER///E (1) BER/¿E (id.) «tibia», (cl hucso); baberruwa (g)
BABERRu;¿A (Lezo) «la alubia».
Permutación de n en y. — eskui?¿a (bn) eskui//a (g) «la de-
recha»; ZEI//U (bn) ZEI//U (Mezq.) «campana»; arrau?za (g)
ARRAU/yA (Jauns.) «el remo»; ba?ía (1) ba?/a (b) «pero».
Permutación deheny. — bañaba (sal.) banat/e (aez.) «si 3^0
les hubiese lo»; balaZ/e (sal.) bala?/e (aez.) «si él les hubiese
lo»; A//EK (g) e6ek (a. n. m.) «aquellos»; ga^a (g) ga?/a (s) «la
noche».
Permutación de k en h ó p. — zeikigu/vAN (g) zekigu&an (b)
«él nos fuese» (f. m.); ninduA-an (g) nindu5an (b) «tú me ha-
bías» (f. m.); CHiZí (g) CHijji (bn) «pequeño»; chilA'O (1) chil-
bon (g) «ombligo»; izeAa (1) ize5a (g) «tía»; ausAo (Ax.) ausj^o
(g) «fuelle»; Autun (g) &utun (Ax.) «carta»; parrojjia (s) de
«parroquia»; erantzuAide (g) eranizu^ide (id.) «relación, in-
forme». 9
—114-
Perniufación de k en i. — nintzaZa fe) nintza/e (s) «yo se-
ria»; litzaZ'E (g) litza/e (r) «ól sería»; debeZa (g) debela
(Liz.) «prohibir»; erazZi (Ele.) eüaz/i (g) «ave, pájaro»; oñaz-
Z-AR (g) oñaz/ab (1) «relámpago»; patako (s), «de patata.»
Feniiidación de k eii z y tz. — be/^ala (a. n. m.) be-í'ala
(g) «como»; biZain (roñe.) be-íain (g) «como, así»; azZen
(b) a/^-en (g) «último»; ituZ'an (g) itu,íAn (b) «tú los Labias».
Fermntación de d en y. — ec/^eb (g) e?/ee (s) «hermoso»;
chaní7a (g) SAN7/A (b) «taiida, vez».
Permutación de g ^7? t. — maeean(/a (g) marran/a (1) «ron-
co, resfriado»; argizaí/i (s) argizai/i (luí) «luna». En composi-
ción es bastante frecuente; veáse por ejemplo: ee/ille (g)
«pestaña», de be/7I-|-ille «pelo del ojo» (lit.); o/azal (b) «cor-
teza de pan», de ogi «pan» -j- azal «corteza»; o/billa (b)
«torta de trigo», de o<7I-|-pill «torta»; ofoNDU (b) «sobra ó
resto de pan», de 0(/i-|-ondu «fin, término, cabo»; oí^apurrak»
las migajas del pan», de o^/i-I-apur «migaja»; orzare «cesta
del pan», de o<7I-¡-zare «cesta, cnévano».
Permutación deg en ch. — i^/az (g) r//Az (bn) «el año pasa-
do»; í/EDE (1) c/¿EDE (id.) «objeto, término».
Permutación de t en b. — natzaizuíe (g) naciiatzu^e (b)
«yo os soy»; nintzaizu/en (g) ninchatzu6en (b) «yo os era»;
bekizu/^e (g) BEKizu^E (b) «él OS sea»; neukizuííen (g) neuki-
zuZíen (b) «yo os fuese»; balekizüíe (g) balekizu6e (b) «si ól
OS fuera»; sorí'a (1) sor^'A (1) «haz».
Permutación de i en y. — zaizkioí'e (aez.) zaizkio//e (sal.)
vosotros sed le»; nitzai^a (aez.) nintza//a (ronc.) «yo te
era» (f. m.)
Permutación de s en]. — saski (g)yASKi (Ir.) «cesta»; -b'OLiiAS
(1) yoLAs (g) «conversación, recreo»; .s-inetsi (g)yiNETsi (aez.)
«creer»; -vei (aez.) jiú (g) «fiesta».
Permutación de 1 /y 11 en d. — zi//ar (g) ziíZar (b) «plata»;
eZur (g) TiduR (b) «nieve»; i//argi (g) ií7argi (Bur.) «luna.»
Permutación de z en t. — ma^'EL (1) ma^el (id.) «mejilla»;
¿taldo (Torr.) ¿alde (g) «rebaño, tropel».
i Son verdaderamente esporádicas las siguientes:
Glcn y. — PAN^ERU (1) panz/eru (id.) «caldera»; e^o (g) e//o (1))
«moler».
— lis—
G en i\.—kgiTz (g) A7MTZ (a. n. s.) «mucho»; kmgi (1) ami/ii
(s) «miaja».
G enm. — leí/ami (g) le/«ami (1) «levadura».
G en z. — cmE^iL (bn) zie,íil (1) «sucio, desaseado».
J en n. — jí'abaeei (g) 7¿abaeei (id.) «jaspe».
T en n. — Qkztk (g) gaz/¿a (1) «queso».
N en s. — MAERA?¿GA (bn) markasga (id.) «ruido, estruendo».
P en h. — AL/JEii (g) Au/¿EE (bn) «perezoso»; zipo (a. n. s.) zi/¿o
(1) «sebo».
Ph en cli — .j;//iNDAE (1) c/¿indae (g) «chispa».
P en 1. — -|7EsuiN (]) ^EsuiN (id.) «dique».
N en h. — o«oee (g) o//oe (1) «honor».
Ch cu t. Q\5clll (g) GU^^I (s) «poco».
J en d. — ;yosTATu (g) c/'ostatu (bn) «divertirse».
R en g. — Bor/'ATU (g) broí/atu (ronc.) «borrar». En composi-
ción es mucho más frecuente; nuroLDE (bn) uí/olde (g)
«torrente»; uí/alde de ur-¡-ALDE; uí/aete, de ur-|-ARTE;
Uí/AREI, de U?'-|-AREI.
B en d. — aoae (1) ac7ar (g) «rama.»
J en f. — -JOAN (g) /an (aez.) «ir.»
Tz e/¿ r. — zifoATEKAN (g) zD-ATEKiAN (s) «cUos hubieran sido».
Z en y. — bazinte-se (b) bazinte^e (s) «si vosotros fuerais».
Y en r. — go//ek (aez.) KoriEK (ronc.) «estos».
K en t. — kunA;ue (1) tuníue (bn) «jorobado».
T en m. — z^otel (g) ?;¿otel (id.) «tartamudo».
B en f. — KA&I (g) ka/i (1) «nido».
D en n. — aecí^o (g) ae?ío (1) «vino».
M en f. — nixim (1) /uin (id.) «méduh^».
3>®<0
Cuailío general de las permutaciones de consonantes,
A.=N0EMALES.
Mudas 1 .
Ífueutks .
(suaves . .
i k ü G = 1I = Y.
■( p II B = M = F = T.
( g II B.
.■ d II ll^G=T = Z = TZ
( b II M.
Vibrantes. .
\
1 1 II 11 - N -- U.
1 n II it = Ñ.
1 ñ II B.
/ r II s = G.
Sibi antes .
/
DENTALES.
]
1
i
. Z 1! S.
( U \l TS.
í .; 1
PALATALES
ts I^"
S II z.
( ts II TZ.
B.= Anormales.
Mudas . .
ifuektes .
/suaves . .
1 k II I5 = P = T = Z=TZ.
'1 i II B = Y.
1 g II T == CH.
■ í d li Y.
Vibrantes >
; !. ;-
\ m II N.
1 n II Y.
Sibi antes .
'DENTALE=?.
ll'ALATALES.
.i I = T.
,/ S = J.
C.= Esporádicas.
idas 1 .
IFUEKTKS .
1
¿SUAVKS . .
1
1 k 11 r.
.■ t II M^N.
' P '1 lí.
y g II M = N = Z = Y.
. d II N.
( b I1D = F.
íspiradas .
\
* j II N = Ü = P.
1 ph II CH.
Vibrantes ,
\
1
i
r II o.
J m II p.
|n II a = H.
Sibi antes .
|l'ALATAL .
'/DENTALES.
.] Ch 11 T.
1 l II Y.
° ' tz II u.
Semi-voca.
\
■ /
1 y " K.
-117-
Dejantlo á un lado las permutaciones esporádicas, el
examen de los casos de permutación registrados, nos arroja
la siguiente estadística. El grupo de las mudas permuta
con doce sonidos; él de las vibrantes, con ocho; el de las si-
bilantes con siete. Y si atendemos á la clase de sonidos per-
mutados y á las combinaciones que resultan, formaremos
el siguiente cuadro, que nos permite abarcar, de un sólo
golpe de vista, el número de permutaciones con sonidos del
mismo y de distinto grupo y el de las combinaciones que
de ellas resultan:
I. Las mudas
permutan con
II. Las vibran-
tes permutan
con
Mudas = 4
Aspiradas = 1
Vil)rantes = 2
Sibilantes = 3
Denti-labial = l
Semi-vocal = 1
Combinaciones
Mudas
Aspiradas
Vibrantes
Semi-vocal
Sibilantes
IIL Las sibi- / Mudas
lantes permu- j Aspiradas
tan con . . . ' Sibilantes
2
1
3 \ Combinaciones
1
1
1 )
1 Combinaciones
)
11
1
3
5
1
4
3
1
6
1
1
1
1
8
Espero haber conseguido reunir la mayor parte de las
permutaciones de sonidos del euskara. En cuanto á los ca-
liíicaiivos de normales, anormales y esporádicas con que las
califico, no me jacto de que sean definitivas; dados los ele-
mentos que me sirvieron para este estadio, las estimo exac-
tas, pero esos cuadros podrán modificarse á medida que se
extienda el campo de las investigaciones.
De otro reparo tengo de hacerme cargo. Machos juzga-
rán que no está bien justificada la relación en que se mues-
tran los términos de las series de ciertas permutaciones. Si
digo, por ejemplo: permutación de b en I, habrá acaso quien
-118-
J)regiinte: y ¿porqué no Je / en />? A e«tos he de contestar-
les qne tampoco aspiro á la inmutabilidad de los términos
de todas mis series; lo principal, me parece, que es, dejar
sentada la pernuitación, sin detenerse demasiado en averi-
guar las formas primitivas, lioy en muclios casos, inaveri-
guables. El bascuence está aislado en el mundo lingüístico;
su literatura impresa no se remonta mas allá del año 1545.
Por lo tanto, es imposible exigir y obtener el rigor científíco
que en otras lenguas, por ejemplo, en las románicas, cuyas
formas se pueden seguir en las literaturas modernas y clá-
sicas, en los documentos de la edad media, en las obras de
los escritores latinos del siglo de oro y de la decadencia, en
el latín vulgar, y además, compararlas con las formas de
otras muchas lenguas derivadas del sánscrito, y por último,
limpiarlas en las aguas cristalinas y abundantes de esta len-
gua madre.
A falta de tan copiosos medios de información, solo en-
cuentro yo unos cuantos principios para guía en esta clase
de estudios; 1.°: la comparación de las formas modernas y
de las relativamente antiguas; 2.°: la comparación de las
formas simples y de las formas compuestas; 3.°: la compa-
ración de las formas dialectales, en relación á la mayor ó
menor pureza del dialecto; 4.'': el estudio de los documen-
tos de la Edad Media en que se hallan nombres humanos y
toponímicos pertenecientes al país basco-nabarro, y 5.": la
aplicación cautelosa de los principios de lingüística general,
los cuales, como fundados, principalmente, sobre el estudio
de las lenguas aryas, no sabemos hasta qué punto preciso
son aplicables á las demás. Mediante dichos principios —
que he procurado observar en cuanto he sabido — posible es
obtener buenos resultados que amplíen y rcctiíiquen el bos-
quejo que acabo de trazar.
(IX.)
La analogía que existe entre las alteraciones fonéticas
á que están sujetas las vocales y las consonantes del euska-
ra, es completa. Capaces las primeras de pernnitación, lo
-119-
son igualmente las segundas, y así como aquellas se eli-
den, se eliden estas igualmente.
El dialecto l)ajo-nabaiTo elide las consonantes dulces y
la r suave medial; por ejemplo: eeaileat «un sembrador», en
vez de eeaíle /mt; ai «estar haciendo algo», en vez de A7i;
GAiNEAT «á arriba», de gaine;'at; iuzkia «el sol», en vez de
Eí/uzKiA. Asimismo, reemplaza el grupo iie de las flexiones
verbales, con ii; por ejemplo: karri z¿'/n «lo trajo», en vez de
EKARní 7yiieiü] dit//nak «el que los tenía», en vez de ditzí^nak.
El dialecto a. n, s. suprime la h del numeral hat cuando le
precede una palabra terminada en vocal; por ejemplo: ns-
KUAT «un poco», en vez de risKUA hkT] astuat «un burro», en
vez de asto hxn.
Los dialectos basco-españoles han perdido la li inicial y
la r final en los nombres de los números cardinales; por
ejemplo: mu (g) /¿iRur (1) «tres»; lau (g) LAur (1) «cuatro»; sei
(g) SED' forma anticuada que se halla en el plural citado por
Larramendi en su Diccionario, sei^ak «los seis».
La consonante final del indefinido verbal desaparece al
adoptar la forma sustantivada definida, la cual se obtiene
mediante la adjunción del sufijo tea; por ejemplo: de egitz
«hacer», emavz. «dar», joa;¿ «ir», iraga/¿ «pasar», erama^z- «lle-
var», JA/¿ «comer»; se forma egitea «el hacer», ematea «el
dar», JOATEA «el ir», iragatea «el pasar», eramatea «el llevar»,
JATEA «el comer», y no egi;¿tea, ema;¿tea, joa/¿tea, etc. A la
misma regla está adscrito el nombre verbal locativo, que se
forma mediante la sufijación de ten; egiten y no EomTEN
«en hacer», jaten y no jacten «en comer», etc. Igualmente
requiere la elisión de n el nombre verbal en locativo que re-
cibe el sufijo local /.o ó go: ikusteko y no iruste^iko «de
ver», JATEKO y no jate?zko «de comer», etc. El nombre ver-
bal en directivo obedece también á esta exigencia ds la fo-
nética euskara; por ejemplo: jatera «á comer», y no jate7¿ra;
IKUSTERA «á ver», y no ikuste/zra; ematera «á dar» y no ema-
tewra.
La forma conjuntiva de las flexiones verbales termina-
das en n, siempre que esta letra no sirva para indicar el tra-
tamiento familiar femenino, requiere la elisión de esa con-
-120-
ñonante; por ejemplo: de nintzen (1) «yo crii», nintzela qne»
3'0 era», y jamás nintzfj/la.
Los dialectos labortano y gnipuzcoano eliden la g de la
flexión verbal , cuando la palabra precedente termina en A.-
onaA'ERA «somos buenos»; emakumeZiñan «las mujeres éra-
mos», en vez de onak ^eea; emakumeak «/iñan.
Elisión de n. — Es muy frecuente, sobre todo, en el* dia-
lecto guipuzcoano. Ejemplos: oeai (s) oRAm (g) «ahora»; usai
(g) usai;? (b) «olor»; ieago (b) ieaga?¿ (1) «pasar»; ahatzi (bn)
AnA?/Tzi (1) «olvidar»; ekaitz (g) ;/ekaitz (bn) «tempestad»;
HEEROKA (bu) KEEEU^^KA (1) «raUgO, OrdcU»; UKITU (g) HU72KITU
(bn) «tocar»; emetik (1) eme;¿dik (g) «de aquí»; eeeai (g)
ERRAI71 (1) «entraña»; eeeakai (g) eeeeki?¿ (1) «combustible»;
AERAZOI (g) AEEAZOI/Í (1) «razÓU»; IKATZ (g) I^KHATZ (s) «Cai'-
bón»; ipui (g) irui;z (b) «cuento, fábula»; ieetsi (g) UEr;¿Tzi
(b) «tragar»; moeeoi (g) moeeoi». (1) «criado»; zai (g) zad¿ (1)
«guarda, custodio»; ze (b) zen (g) «quien»; aeeai (g) aerai7¿
(1) «pez»; izoKi (g) izoKiÑ (b) «salmón»; eotoi (g) botouz (1)
«botón»; eskui (g) eskudí (bn) «derecha»; nue (a. n. m.) nue?í
(g) «yo lo tenía»; ze (a. n. m.) za?¿ (g) «él era»; zute (a. n. m.)
zuTE?¿ (g) «ellos lo tenían»; zego (a. n. m.) zegoe;? (g) «él
estaba»; irule (bn) ieu;?le (g) «hilandera»; leoi (g) leoi;? (1)
«león»; adi (g) adi7¿ (b) «inteligencia»; bitaeteo (a. n. m.)
eitaetea;¿ (g) «mientras tanto»; pochi (bn) pochi;í (1) «peda-
zo»; AMOEEAi (g) amoeeai;í (bu) «trucha»; aeráu (bn) aerau;/
(g) «remo»; ieeintzi (g) ieeintzi?z (1) «grito peculiar de ale-
gría»; JARio (g) JAEI072 (b) «uiauar»; jaso (g) jasa?? (1) «levan-
tar, subir»; zue (aez.) zue?z (g) «él lo tenía»; ezl-e (g) e//zur
(roñe.) «hueso»; zut (1) zuTm (b) «tieso»; artzai (g) artzai;¿
(1) «pastor»; etiíorki (1) etoeki;? (g) «posteridad»; egu (aez.)
EGU?/ (g) «día»; OEAIKO (1) 0EAi;?G0 (1) «de ahora»; beaetsu (g)
BEAETSu;¿ (b) «necesitado, pobre»; egazti (g) egazti?? (1) «ave»;
AiTZiN (bn) Ai7¿TziN (1) «delante»; chimich (g) chimi;zch (b)
«chinche»; majadeea (g) mavmadeea (s) «pesebre», derivado
del francés (Q/iangei-», «comer»; erido (b) eeide/? (g) «encon-
trar».
Elisión de r. — Ejemplos: doke (sal.) BroKE (ronc.) «él lo
puede»; oí (Baz.) o/i (g) «ese»; eoei (s) EroRi (g) «caer»; aabe-
—121—
EA (s) Aí'ABEEA. (1) «según»; NOK (b) N07'K (g) «qiiieii»; nsTi (g)
prisTi (b) «fiera»; ernai (g) ERNAri (1)) «despierto, despegado»;
iRU (g) HiRur (1) «tres»; lau (g) LAur (1) «cuatro»; uso (g) ü7-so
(s) «paloma»; ano (bn) A7'no (1) «vino»; ahatara (1) ahaz-tara
(id.) «bocado»; au (g) hau/- (bn) «este»; baru (b) EARur (1)
«ayuno»; bost (g) boí'tz (1) «cinco»; chilko (1) chilbot (g)
«ombligo»; kau (sal.) kau7' (ronc.) «este»; baachuri (s) ba7-a-
TzuRi (g) «ajo»; ZE (b) ze7^ (g) «que, algo»; distiatu (g) disti-
7-ATU (1) «brillar»; día (Bur.) dd'a (g) «ellos son»; ai (Bur.) kti
(g) «estar haciendo algo»; eantzun (Bur.) ErANTZUN (g) «con-
testar»; IKAAKU (Bur.) iKArATU (g) «temblar»; iuzki (Baig.)
iruzKi (Vale) «sol»; lambo (1) LAMBro (g) «niebla»; esi (g)
HErsi (bn), «seto, cerca»; tinko (1) t;'inko (id.) «apretado»;
ONTASUN (g) 0NTA7'suN (ronc.) «bien, propiedad».
Elisión de g. — Ejemplos: diau (aez.) diaí/u (sal.) «nos-
otros lo habernos» (f. m.); eartu (a. n. m.) ií/artu (g) «secar,
marchitar»; au (g) í/au (a. n. m.) «este»; biaramon (g) bií/ara-
MUN (id.) «el día siguiente»; beiratu (s) beí/iratu (g) «mirar»;
zuAiTz (g) zu^ATZ (b) «árbol»; biueri (g) bi^ueri (id.) «perver-
so»; iuzki (bn) i^uzKi (Baz.) «sol»; eun (bn) eí/un (g) «día»; lo
(s) 1^0 (g) «subir»; leun (g) LEr/UN (1) «resbaladizo»; eialdu
(g) Bií/ALDU (id.) «enviar»; biar (1) bigar (g) «mañana»; utsune (g)
riUTSí/UNE (1) «falta, vacío»; une (g) í/une (bn) «momento, lu-
gar»; BEITARTE (1) BEí/ITARTE (g) «aCOgida»; ASTIGAR (g) CASTI-
GAR (1) «tilo»; UPEL (g) _^UPEL (i) «cuba»; ezaun (aez.) eza^ün
(g) «conocer»; letain (bn) letaí/in (g) «colmillo»; oroldio (g)
^OROLDio (1) «musgo»; ein (Baz.) e^/in (g) «hacer»; orí (g) cjov.i
(aez.) «ese»; tei (bn) TEíyi (g) «lugar, sitio»; oi (Bai.) ogi (g)
«pan»; near (sal.) neí/ar (g) «lloro»; bao (aez.) daí/o (g) «él
está»; PEAR (1) pe^ar (id.) «cántaro»; beirale (1) beí/irale (id.)
«custodio, protector»; iel (1) ií/el (g) «rana».
Elisión de 'k y de h. — Ejemplos: baendi (b) baendi/i; (g)
«si tú fueras» (f. m.); zioat (1) zioA'at (g) «yo le he lo» (f. m.);
BAHio (1) BAio/v (g) «si él le hubiese lo» (f. m.); zioteak (1)
(1) ziote/vAK (g) «yo le puedo lo» (f. m.); zioteagu (1) zio-
teZ;agu (g) «nosotros les podemos lo» (f. m.); nakian (ronc.)
NAKi/vAN (sal.) «yo te sea» (f. m.); gaizkian (sal.) gaizkiA'an
(aez.) «él te sea» (f. m.); auspez (g) a/¿ospez (bn) «de bruces»;
— 123—
EllüOI (g) //ERDOTLL (JA'Á.) «mollO»; LEOR fe) LE1//OR (Líz.)
«seco»; UKiTu (g) //uniutu (bn) «tocar»; doain fe) do//ain (1)
«regalo»; egazti fe) /¿egaztin (1) «ave»; erbal fe) /¿erbail (1)
«débil»; OKOTz (b) /.okotz fe) «barba»; ti (b) tiJí fe) «desde,
de»; ACHUR fe) /¿aitzur (1) «azada»; aide fe) a/¿aide (1) «pa-
riente»; ate fe) a/zate (1) «pato»; ide (b) Aide (1) «pareciilo,
igual»; ZAGí fe) za/zagi (bn) «odre»; zai fe") za/¿i (bn) «salva-
do»; ZAAR (b) za/zar (1) «viejo»; zur (g) zu//ur (1) «sabio, pru-
dente»; OE (g) o/.E (ürd.) «cama»; orí (g) A'ori (sal.) «ese»;
ONEK (g) /lONEK (saL) «oste»; erabai (b) erabaAi (g) «decidir,
resolver»; leengo (b) le//engo (1) «de antes»; mee (b) me//e
(1) «delgado»; nastu (g) na/¿as (1) «mezclar»; orobilatu (s)
ZoRoriLLATü (g) «anudar».
Elisión de b. — Ejemplos: iili (s) i^illi (g) «andar»; ere
(g) ¿ERE (b) «aún, todavía»; abazuza (bn) ¿abazuza (1) «grani-
zo»; uzTERiN (g) /;uzTARiN (1) «grupa del asno»; illoi (g)
iLLoZíi (b) «férebro»; uztarri (g) ¿uztarri (b) «yugo»; limuri
(g) limJuri (1) «resbaladizo, lúbrico»; dailtza (Bur.) da/)iltza
fe) «ellos andan»; azkaei (g) ¿azkaei (id.) «almuerzo».
Elisión de 1. — Ejemplos: isiu (g) Zistu (a. n. m.) «=;a]i-
va»; BEARRi (a. n. m.) be/arri (g) «oreja»; urrin (g) /üruin
(id.) «perfume»; afer (bn) aZfer (1) «perezoso»; itze (bn)
i^rzE (g) «clavo»; arrautz (b) arrau/tz (g) «huevo»; acheru
(s) aZtzairu (g) «acero».
Elisión de d. — Ejemplos: dein (ronc.) deíZin (g) «él sea»;
BAAIN (g) BAAí?IN (1)) «SÍ tÚ CrCS» (f. f.); EZAKAN (1) tZeZAKAN (1)
«tú lo hayas» (f. m.); baginu (sal.) baginí/u (aez.) «nosotros
lo habíamos»; gallur (g) gailc/ur (id.) «cumbre»; balín (bn)
balí/in (g) «si acaso»; BiLm^ (b) bilíZur (g) «miedo»; euki (g)
Er/uKi (bn) «tener, poseer»; goartari (g) gocZartari (bn) guar-
dador»; MENE (1) meníZe (g) «poder, jurisdicción»; anre (b)
aníZre (g) «señora»; burni (g) buríZin (b) «hierro»; laurren
(b) laurc/en (g) «cuarto».
Elisión de t. — Ejemplos: zaree (b) zareí^e (1) «vosotros
sois»; Guzi (g) GUzZi (1) «todo»; ra (g) raZ (1) «á» (nu)v¡iiHen-
to); dantzau (b) dantzaZu (g) «bailar»; asmau (b) asma/lj (g)
«adivinar, predecir»; mazuza (1) mazus¿a «mora salvaje.».
-123-
Elísión de s.— Ejemplos: moko (g) mosko (s) «pico»; labo
(bu) LAUSO (g) «miope» itu (Itur.) i.stu (g) «saliva».
Elisión de p. — Ejemplos: ikondo (Ij) ^^ikondo (g) «breve»;
iRU (Gainch.) pieu (Ir.) «pato»; iskor (Nag.) piskoe (1) «ani-
mado, gallardo, vigoroso».
Elisión de z. — Eje-mplos: balite (s) balitea (g) «si ellos
fueran»; ekidan (b) £'ekidan (g) «el me fuese»; ekizun (b) ,rEKi-
züN (g) «él te fuese».
Elisión de y. — Ejemplos: iz (sal.) yiz (aez.) «tii eres»
(f. m.); EIKE (sal.) t/eike (aez.) «tú puedes» (f. m.); izakioke
(sal.) 7/ITZAIKI0KE (aez.) «tú le serías» (f. m.); akio (sal.) ?/akio
(aez.) «tú se le» (f. ni.); aiz (g) v/aiz (ulz.) «tú eres» (f. m);
EIKE (sal.) ?/EiKE (aez.) «tú puedes» (f. m.); oke (sal.) ?/oke
(ronc.) «tú lo habrías» (f. m. y f.); u (sal.) //u (aez.) «él te sea»;
(f. m. y f.)
(X.)
Llamo letras eufónicas á las consonantes que se intro-
ducen en las palabras para evitar el choque de dos vocales,
ó sea, el hiato ó cacofonía; por ejemplo: la palabra begiííae-
te «rostro», compuesta de begi «ojo», y aete «entre», nos pre-
senta una t eufónica, la cual evita el hiato de ia.
En euskara existen bastantes palabras que terminan en
a. Al sufijárseles el artículo, que es también a, de conser-
varse la letra terminal resultaría hiato. Para evitarlo se pre-
sentaban, desde luego, dos caminos: ó introducir una letra
eufónica, ó suprimir la terminación. El euskara ha adoptado
ambos medios, con la diferencia de que el segundo tiene ca-
rácter de regla general y el primero de exce2^ción, pues, sólo
se ha encontiado hasta ahora, que 3^0 sepa, en la variedad
nabarra del valle de Salazar. El primero y único lingüista
que ha llamado la atención acerca de este curioso fenóme-
no, es el Príncipe Bonaparte, gran exhumador de hechos
interesantes y desconocidos.^ La letra eufónica que el sala-
1 Le Verbe basque, pág. xxx.
-124-
ccnco lia elegido es la r: pero es preciso, para usarla, que la
l);ilal)ra no reciba ningún sufijo. Así, mientras los demás dia-
lectos dicen alaba «la hija» é «hija», el salacenco dice ala-
LArA «la hija» y alaba «hija»; eliza^a «la iglesia» y eliza «igle-
sia» y no ELIZA «la iglesia» é «iglesia»; egia^a «la verdad» eglv
«verdad», y no egia «la verdad» y «verdad». Alguna porción
del dialecto bizcaino, fiel á la escasa repugnancia que este
manifiesta al hiato, ni suprime la terminación, ni mtercala
la /• eufónica. Dice aitaa, alabaa, arrebaa «el padre», «la
hija», «la hermana».
El sufijo negativo — interrogativo ¿7v, siempre que se une
á una palabra terminada en vocal, exige la interpolación de
r eufónica; por ejemplo: OGiriK, aita?-ik, EMAKUMEriK, andre-
;iK, ALABAriK, ESKuriK, LUZEriK, ZALDD'IK, que proceden de
OGI, AITA, EMAKUME, ANDRE, ALABA, ESKU, LUZE, ZALDI, «pan»,
«padre», «mujer», «señora», «hija», «mano», «largo», «caballo».
Esta r se interpola, igualmente, para evitar el choque de
vocales, con los sufijos que comienzan por una letra de esta
clase, en el número singular; por ejemplo: alabaz-en «de la
hija», ALABA71 «á la hija», alaba^-enizat «para la hija», etc.
En los nombres propios de lugar ó persona entra la r eufó-
nica con los sufijos, siempre que el nombre termine e i vo-
cal, y el sufijo comienzo por ella: joseten, PEDRori, antonio-
7'ENTZAT, ARBizurA, ctc, «dc Josc», «á Pedro», «para Autonio»,
«á Arbizu» (mov.) En el modo indefinido los sustantivos
que terminan con las vocales a, e, i, o, u, ü toman la ?"
en las condiciones marcadas; semez-en «de hijo», alaba?! «á
hija», etc. Igual principio rige con los pronombres; Nin «á
mí», etc.
El nombre bat tiene dos significados: «uno» y «alguno».
Significando lo segundo, va ^icompañado de un nombre, ol
cual recibe el sufijo de posesión, con r eufónica si el nombre
termina en vocal, y sin ella si en consonante; por ejemplo:
zald/ren bat dator «algún caballo viene»; gizonen batek jo
DIO «algún hombre le ha pegado».
Las palabras terminadas en i exigen en nnudiaí^ lotali-
dados do varios diale(;tos, la interpolación do una y ó de una
j eufónicas (esta última en el bizcaino, y es suj especial),
-125—
al recibir el artículo a ó un sufijo que empiezo por vocal.
Así de MENDi «monte» mendi?/a. «el monte»; azeri «zorrra»,
AZERI7/A «la zorra»; de andi «grande» andi/a «el grande»; de
APAiNDURi «adorno, gala», apaindup*i/'a «el adorno», y también
MENDI//EN «de los moutos», apainduei/an «en el adorno, etc. Si
la i procede de una e en virtud de la ley de armonía de las
vocales, el bizcaino no intercala la j eufónica; el guipuzcoa-
no, aun entonces, la intercala en varias localidades; por
ejemplo: el bizcaino dirá maitia «el querido» y no maitija
porque el tema nominal es maite, pero muchos guipuzcoa-
nos dirán también maiti^a, especialmente en la parte baja y
pueblos marinos de ella.
Las palabras terminadas en o, íi, introducen una /) eufó-
nica delante del artículo a y menos frecuentemente, de los
sufijos que comienzan en vocal; por ejemplo: de buru «cabe-
za», muchas localidades hacen bueuZ^a «la cabeza», y no bu-
rua; de aingeru «ángel», aingeeuZ>a» el ángel»; y no aingerua;
de ARTO «maiz» aeto&a «el maiz», y no artoa; piruSek «los
patos» (act.) y no piruek; judu7;en «de los judíos», y no ju-
duen; ordu&an «entonces», y no orduan. Ni la interpolación
de // ni la de h se usan en los dialectos franceses, fuera de
la excepción que luego se dirá; uno de los pueblos que me-
jor observan ambas es Irún. En algún territorio del Se-
ñorío de Bizcaya (Ergoyen), en vez de b intercalan uiiü,m:
ÁinoviA en vez de arto5a. Según afirma el Príncipe Bona-
parte en su preciso folleto Laiujue basque et langues fiíuioi-
ses esa interpolación es considerada «como muy grosera». La
interpolación de b detrás de o, según la misma autoridad,
sólo se usa en la variedad dialectal de Orozco y Barambio.
En parte del país basco-francés (la Baja-Nabarra) sepa-
ran las vocales ua por medio de una y eufónica, diciéndose
PARABizu^A «el paraíso»; mundu//a «el mundo», bekatu?/ak «los
pecados», ordu?/a «la hora», barkamendü//a «el perdón», sain-
DU//A «el santo», zatikatut/a «el azotado», ezkondut/ai «los ca-
sados», SÜ//A «el fuego». La mayor parte de los ejemplos ci-
tados están recogidos en las poesías de Bernardo Deche-
pare (siglo xvi). La 7/ se usa también en la variedad burun-
desa como letra eufónica, cuando en la conversación se
-120-
aglntinan dos palabras quo acaban y principian con las vo-
cales /, o; EKm/yoNEK «este pueblo», en vez de erri onek.
La forma interrogativo-verbal , propia del dialecto sule-
tino, se obtiene generalmente, según dije, añadiendo una a
á la llexión verbal. Cuando esta termina en dicha vocal, el
dialecto suletino, por aversión al hiato, sin duda, no la reite-
ra, sino que la trueca en e, é interpola, además, entre am-
bas vocales, una // eufónica; por ejemplo: giea (s) «nosotros
somos», hace ¿Gmeijú «¿somos nosotros?» En bis ílexiones
terminadas en lo: dezake «él lo puede», ¿dezake//a'? «¿él lo
puede?» BADIE «ellos lo han», ¿badie?/a? ¿ellos lo han?»; diza-
Kio «él le puede lo», ¿dizakio^/a? «¿él le puede lo?».
Las ñexiones verbales suletinas que comienzan con vo-
cal, al revestir la forma negativa, exigen la intercalación de
una li eufónica; por ejemplo: itzait «tú me eres», e/¿itzait
«tú no me eres»; entzaket «yo te podría», eAentzaket «yo no
te podría».
Las flexiones verbales del dialecto bizcaino terminadas
en I-, al recibir el sufijo conjuntivo la, eliden la Z-, según vi-
mos en el lugar correspondiente. Cuando por efecto de esta
supresión, las vocales e, i, o, u, se encuentran en contacto
con la a de hgadura que esas flexiones exigen, el dialecto
bizcaino cambia la e en i y la o en w, á la vez que intercala
una j eufónica entre la i y la «, y una h eufónica entre esta
última vocal y la ?¿. De igual manera que dok «tú lo has» y
DiRíEK «tú lo podrás», forman duala «que tú lo has» y dai-
KiALA «que tú lo podrás», jakuk «él nos es» y daik «tú lo pue-
des», se convierten en jaku^ala y dai/'ala.
El bascuence forma muchos verbos añadiendo al sustan-
tivo el nombre verbal egin «hacer». Así encontramos galde
EGíN «preguntar», (lit.) «hacer pregunta»; negar egin «llorar»,
(lit.) «hacer lloro»; ?ges egin «huir» (lit.) «hacer huida». Este
verbal egin, como que es tan usado, sufre, cual ningún otro,
la tendencia de toda lengua á la contracción de sus térmi-
nos, egin suele quedar reducido frecuentemente á ein, á in
y á ¿ sola, como en la locución baztanesa itaute «lo hacen»,
en vez de egiten dute. Estos preliminares son indispensa-
bles para entender lo ([ue vamos á decir.
i
-127- ■
En los dialectos basco-franceses se encuentran nombres
verbales en locativo que presentan una i, de la cual están
exentos sus correspondientes de otros dialectos. Tales son;
por ejemplo: ema^ten «en el dar», ereaíten «en el decir». Á
primera vista podría creerse que aquí no hay otra cosa más
que una sencilla dilatión del verbal, por efecto de una i
epentética, y no lia faltado autor que así lo estimase. Pero
esta opinión no puede sostenerse después de la luz que so-
bre ella ha proyectado el Príncipe Bonaparte. Según este
sabio bascóñlo, esa i intercalada hay que asimilarla á la i de
uiiTE¿TEN, AEKITUZTEN, emoz'ten y otros muclios vcrbalcs que
se emplean en ciertas variedades del sub-dialecto bizcaino
occidental, como abreviaciones de uete egiten, auekitu
egiten, emo egiten, y como sinónimos de ueteten, aekitu-
TEN, EMOTEN. Parccc, pucs, quo la i de jua¿'ten, ema¿ten,
jo'Íten, ükheíten pertenece al locativo del componente egi-
te, eiteó ete y no al locativo de la otra palabra. Bajo el
punto de vista morfológico, emaiten, abreviación de ema
EGITEN puede traducirse por «en acción de hacer don» y ema-
TEN por «en acción de dar». Bajo el punto de vista ideológico
emaiten y EMATEN uo prosoutau ninguna diferencia, por más
que el primero sea un compuesto de dos palabras, y el se-
gundo sólo una palabra en locativo.-^
(XI.)
El lenguaje vulgar del euskara so diferencia bastante
del literario, en virtud, sobre todo, de las contracciones. La
índole extremadamente aglutinativa del bascuence favorece
esa tendencia, que no es exclusiva de dicha lengua, sino
común de todas, en más ó menos grado. La misma ten-
dencia que arrastra al hombre á servirse de abreviaturas en
la escritura, y á tomar el atajo en vez del camino real, le
incita á la abreviación de las palabras en el lenguaje habla-
do. Para conseguirlo rechaza todas las partes de las pala-
bras que pueden ser eliminadas sin perjuicio del sentido, y
1 Verbe basque, six. tableau prei.
-128-
dispone de las restantes de la manera más cómoda y confor-
me á sus costumbres y preferencias. Esta tendencia explica
perfectamente la contracción gradual de las formas que se
ha producido en todas las lenguas/
Dicha tendencia á la abreviación que el euskara experi-
menta como todas las lenguas, unida á su mdole aghitina-
iiva, á la penuria de su literatura y á la carencia de un cen-
tro cientíñco que jije las palabras, sustrayéndolas á la acción
disolvente del capricho ó comodidad individuales, nos dan
razón de las numerosas y violentas contracciones del eus-
kara hablado.
Pretender establecer la norma y el número de todas
ellas es empresa imposible, al menos por hoy. Bajo el pun-
to de vista de las contracciones, apenas habrá dos locaHda-
des que hablen de la misma manera: en este punto la varie-
dad es infinita. Lo único que podemos hacer es decir, en
tesis general, que los dialectos menos aficionados á la con-
tracción, son el bizcaino y el guipuzcoano, y los más, los
dialectos de la Nabarra española.
Los siguientes ejemplos, cuidadosamente escogidos en-
tre las diversas clases de contracciones que pueden sufrir
las palabras, servirán para dar una idea aproximada y gene-
ral de esta curiosa especie de fenómenos prácticos, pues la
materia es tan vasta que pudiera servir de asunto á una
extensa monografía.
Ejemplos: mai (g) Ukham (b) «mesa»; bela (Baz.) BErc'-
luiJjS. (1) «enseguida»; geyo (s) geyc/í/o (g) «más»; sue (b) su-
diiix (g) «nariz»; eki (s) Eguzm (g) «sol»; betseiñ (g) beí/Zseiñ'
(b) «pupila del ojo»; eiz (g) eJuzí (1) «caza»;LEZ (b) LegEZ (id.)
«como»; ARTiNO (s) AiiTEraÑo (g) «hasta»; aetio (bn) AHTt^i/¿o
(]) «hasta»; behla (a. n. m.) BEnecihA (g) «enseguida»; do
(13ur.) Bago (g) «él está»; de (Bur.) DaialE (g) «ellos están»;
BAZKAUi (g) baívízkari (1) «alimouto, comida»; yago (a. n. m.)
gsYkGo (g) «nuis»; inbide (bn) t'í/iNBmE (g) «obligación»; izuiuii
(g) izuRRi/e (1) «peste»; tzan (ronc.) rZeTZAN (g) «él los tenga»;
TU) (a. n. m.) (/¿Tío (id.) «él le ha los»; tautzu (b. n. or.) di-
1 Whitiioy: La Vic du langaje, i>Af:;s. é'2 y 13.
-129-
TAUTZU (id.) «él te los ha»; zate (Ceg.) zArriTE (id.) «vosotros
sois»; DiT (s) DiziíT (id.) «yo lo he»; yateut (Baz.) yate/¿ rZuT
(id.) «3^0 lo como»; erteizu (Baz.) erróte ;¿ rZuzu (id.) «tú lo
dices»; BiA^/ETE (Bera) BEAr cIute «ellos tienen necesidad»;
EGiTE»y¿TE (Bera) egite?¿ cIiíte (id.) «ellos lo hacen»; itaiou
(ulz.) egiTEii düGJj (id.) «nosotros lo hacemos»; mataute (ulz.)
cMATE/z. r?UTE (id.) «ellos lo dan»; jatout (Puent. la E,ei.)
yate;¿ íZut (a. n. m.) «yo lo como»; jatongu (Puent. la Rei.)
YATEN diiG\j (a. n. m.) «nosotros lo comemos»; yankot
(Paent. la Eei.) yanko diiT (id.) «yo lo comeré»; errataut
(aez.) errate;¿ dvT (a. n. s.) «yo lo digo»; errautazu (aez.)
errate;¿ f?uzu (a. n. s.) «tú lo dices»; ikuskot (aez.) ikusiko
deT (g) «yo lo veré»; nakien (s) nakto^en (1) naí^-íikioíen (g)
«yo les sea»; siñestatzaut (ulz.) siñestatze/^i íZut (a. n. s.)
«yo lo creo»; damüt (ulz.) damu din (id.) «yo lo he sentido»;
JOANBIET (S. S.) JOAN BEítr cZet (g) «y O tongo necesidad de
ir»; BiAuzu (ulz.) bea7^ ¿Zuzu (a. n. s.) «tú tienes necesidad»;
KusuGU (ulz.) íktjsí íZugu (a. n. s.) «nosotros lo hemos visto»;
ITIAUTE (ulz.) EGITEW- cZaUTE (id.) «clloS lo liaCCn»; KUSEGUN
(ulz.) íkvsí dEzaGUN (g) «nosotros lo veamos»; erakusteigu
ERAKUSTE» r/iGU (g) «á uosotros nos lo enseña»; zten (sal.)
zitczTE^ (aez.) «ellos fueren»; balitzo (s) balitzíi^/wo (g) «si
él le hubiese los»; chekandra (s. n. s.) ccheko andeca (g) «la
señora de casa».
Además de estas contracciones que merecen el nombre de
orgánicas, puesto que obran alterando la contextura de las
palabras, hay otras que pueden llamarse gramaticales. Estas
contracciones se limitan á suprimir la expresión de ciertas
relaciones, que para hablar con entera propiedad, deberían
expresarse. Tal sucede con la frecuente eliminación de los
sufijos posesivo y derivativo-local , dejando á la colocación
de las palabras el cuidado de expresar el pensamiento; por
ejemplo: eche jaun «señor de casa»; en vez de echeA'o jaun;
AiDE NAGUSIAK «los jefes de los parientes», en vez de AWEen
nagusiak; oyan illuntasuna «la lobreguez del bosque», en vez
de OYk^aren illuntasuna; buru gañean dakarzki «los trae
encima de la cabeza», en vez de Bunuaren gañean, etc.; mai
AZPiAN «debajo de la mesa», en vez de MAiaren azpian. Estas
10
—130—
contracciones, oportuncamente empleadas, contribuyen á dar
vida y movimiento al discnrso. En cambio, son vituperables
y viciosas en alto grado, y no deben admitirse en la litera-
tura, ni aun á título de licencias poéticas, esas demasiado
frecuentes contracciones de los elementos gramaticales, que
dan por resultado, en sufijos y llexiones, la confusión de los
números singular y plural.
Hasta ahora han sido objeto de nuestra atención las mu-
taciones fónicas que experimentan los vocablos, individual
ó particularmente consideradas, Pero esa misteriosa diná-
mica que trasforma paulatinaiuente y sin cesar, á las len-
guas, no se contenta con ejercer su acción en un solo acto
sobre las palabras, sino que muy amenudo las somete á la
múltiple influencia de efectos acumulados. Véase; por ejem-
plo: la forma verbal conjuntiva derala «que yo lo he». La
forma capital de la flexión guipuzcoana de que se trata es,
DET. Las reglas fonéticas expuestas exigen que dicha fle-
xión, al revestir la forma conjuntiva, experimente la debilita-
ción de la consonante final, es decir, el cambio de t en d.
Según también hemos visto, el dialecto guipuzcoano es de
los que permutan la d conla /•. Todo ello da por resultado la
forma conjuntiva práctica derala, en vez de la forma teóri-
ca DETALA. Es decir, que una misma palabra ha sido altera-
da dos veces, en virtud de exigencias fónicas, perfectamen-
te conocidas y anotadas: aquí hay, pues, convergencia de
fenómenos fonéticos.
Desde luego se comprende que esta convergencia, como
debida al juego de una fuerza natural, no se sujeta á otros
límites que á los de la fuerza misma; es decir, que no pue-
den ser conocidos por el lingüista, pues este, lo más que
hará después de reunir muchos hechos, es decirla posterior i ,
que la fuerza se mueve dentro de tales ó cuales límites,
pero nunca podrá asegurar á priori^ que no los franqueará.
Mientras haya materia apropiada, la fuerza está en situación
de obrar. En efecto, ¿liay alguna razón que demuestre que
la convergencia ha de ser hija de la acumulación de ilos ó
tres fenómenos fonéticos, y no de más?
La permutación y elisión de vocales y c-onsonantes, así
-131-
como la contracción (elisión de dos ó más letras, formen, ó
no, silaba), amén de las letras eufónicas y de ligadura, se
combinan de diversa manera, trasformando mtás ó menos
profundamente á los vocablos. Los ejemplos ya citados en
el curso de esta sección proporcionan muchos casos de con-
vergencia. Recordaré algunos, nada más que como quien
pone jalones á un camino que puede abrirse en la materia.
La palabra irunesa ezivizAL «uña» ha sufrido, respecto á
la palabra guipuzcoana azKazAh , la convergencia de dos
efectos: permutación de dos vocales. Y lo mismo la pala-
bra roncalesa eKzm «tener», respecto á la suletina niían, y la
bizcaina kíikríika «corriendo», á la guipuzcoana koer/ka,
A veces, la convergencia se reduce á un simple cambio
de posición que produce una sencilla metátesis; tal sucede,
por ejemplo: con las poJabras guipuzcoanas irágo é jgkro
«pasar». La metátesis puede combinarse con una permuta-
ción: 'ESKüin (1) ESKení (g) «ofrecer».
Tenemos también permutación y elisión de vocales com-
binadas, por ejemplo: aiism (b) osin (g) «ortiga»; utzvl
(ronc.) ¿TZüL¿ (g) «volver». Permutación de vocal y conso-
nante: UKrt6iL (g) DKainiL (b) «puño»; igar (g) idor (1) «mar-
chito»; Murii (b) MUÑO (g) «colina». Permutación de vocal y
elisión de consonante: amagi?¿akríba (Liz.) amagiareíiba (g)
«suegra»; iGAmuí (s) igaeo (id.) «pasar»; BiTAUTEaii (g) bitar-
TEo (a. n. m.) «mientras». Contracción y permutación de vo-
cal: AZTí¿ (g) hhcLTzi (b) «olvidar». Permutación de dos con-
sonantes: MArruüi (g) iiaU\:'Ji1 (b) «fresa». Permutación de dos
consonantes y dos vocales: ?/AREei/ri (a. n. m.) JAnBaitii^ «se-
guir». Elisión de una vocal, permutación de otra y de'dos
consonantes: iiA'ihel (a. n. m.) isiATraill (g) «mejilla».
Las combinaciones binarias y terciarias son las más fre-
cuentes de todas. La convergencia obra unas veces simultá-
neamente, otras sucesivamente, y otras de ambas maneras
1 De la permutf ci'm do y en ¡, no consideró necesario hablar en ol texto; basta recordar
lo dicho acerca de la existencia del segundo de esos sonidos. Toda jialobra que en guipuzcoano
presento j, iiKará de y en los ilialoetos tjuo no la admiten: este ca el pn'ncii)io general. Hablan-
do estricta, rigorosamente, no hay pormnúación de j — y, sino empleo de dos sonidos diferen-
tes. La permutación verdadera presupone el uso admitido de los dos sonidos eu el mismo
dialecto.
-132-
á la vez. Hü aquí el motivo de que unas palabras ostenten á
la vista de todos la señal de dos ó mas alteraciones, mien-
tras que otras, habiéndolas sufrido en mayor número, solo
muestran acaso una, siendo preciso reconstituir Jiistórlca-
mente las demás.
No hay que perder de vista la convergencia por sustitu-
ción y reiteración. De esta manera se evitarán muchos erro-
res en la filiación de las palabras, y se explicarán f )rm:is
que aun hoy, habida consideración á las leyes fonéticas,
parecen anormales, erróneas, monstruosas. Supuesta lap3r-
mutación de un sonido por otro, el nuevo se trasforma en
otro, y así sucesivamente, hasta lograr la permutación entre
dos sonidos de permutación directa imposible. El hilo que
únicamente puede guiar por en medio de esos lal)3rintos, es
el principio de la convergencia por reiteración. Y de que esta
existe no necesitamos otra prueba que la que nos suminis-
tra la siguiente serie de ejemplos, tomada del bascuenco
actual, es decir, sacada de las entrañas mismas de la reali-
dad. El pronombre demostrativo guipuzcoano au «este», es
una forma atrofiada por la convergencia de cuatro fenóme-
nos fonéticos. La forma primitiva es la roncalesa rauh; esta
forma, en la variedad salacenca sufrió la elisión de r, que-
dando reducida á kau; el aezcoano debüitó la gutural fuerte
y dijo GAu; el labortano sustituyó la gutural suave por la
aspirada y formó hau, y finalmente el guipuzcoano elidien-
do la h dejó reducido el demostrativo á la forma au. ¿Es esta
la forma definitiva? Nadie es capaz de asegurarlo, ponjue
nadie puede decir donde concluye la facultad de la lengua
euskara de reiterar los fenómenos fonéticos.
Los fenómenos fonéticos que obran sobre los vocablos
sencillos obran sobre los compuestos. De algunos otros deta-
lles habrá ocasión de hablar más adelante; pero lo expuesto
basta para darse cuenta de las alteraciones fónicas del eus-
kara. De lo dicho, por analogía, se pasa fácilmente á lo
que estuviere sin decir.
-133-
CAPÍTULO IV.
EL ARTÍCULO.— LOS NOMBRES DEL NÚMERO. LOS GRADOS DE
COMPARACIÓN.
I.
El basc'iience posee un artículo que se coloca al final ele
las palabras, y que se une de tal manera á ellas en la pro-
nunciación y en la escritura, que pasa á constituir una nueva
sílaba do las mismas. A este procedimiento, que forma un
todo más ó menos homogéneo, reuniendo dos ó más elemen-
tos, se llama aglutinación.
El artículo es a para el singular y ali para el plural. De
aquí nace- el error, bastante extendido por cierto, de creer
que todas las palabras euskaras terminan en rt, pues lo común
es pronunciarlas, cuando se pregunta el nombre de alguna co-
sa, y escribirlas, cuando se forman vocabularios ó dicciona-
rios, con el artículo unido, diciendo echra «la casa»' y no
ECHE «casa»; emakumea «la mujer» y no emaküme «mujer», et-
cétera. Las palabras que verdaderamente terminan en a son
pocas, y es lo común suprimirla cuando se les aglutina el
artículo.
Cuando se quiere dar á la frase más expresión, se suele
cambiar la a del artículo plural en o; este cambio pa-
rece como que le comunica á la palabra que lleva el
artículo un carácter altamente exclusivo, que precisa de tal
manera su significado, que no puede extenderse más allá
del sentido extricto; por ejemplo: goazen biok «vamos los
dos», como quien añadiera «y nadie más que los dos»; gizo-
NOK JOANGO GERA «los hombres iremos», es decir, «nadie más
que los hombres». Si se trata de un numeral terminado en
«, entonces, entre ésta letra y la o, se interpola una r eu-
fónica; por ejemplo: laurok aetuko degu «los cuatro lo to-
maremos». A las palabras con artículo las llamaré definidas
ó articuladas; á las formas plurales con o, intensivas.
Mr. Van Eys ha promovido la cuestión de si k es el
-134-
si^no del plnrril, ó lo os alr, por ejemplo: ciüindo síí dice (n-
zoNAK (dos hombres», se trata de saber si el plural está for-
mado de GizoN-AK, ó de gizona-k. La cuestión carece de va-
lor práctico; pero no está desprovista do interés. A mí me
parece que el plural es ale y wo h. Me fundo en un lieclio
que es el siguiente. El subdialecto de Marquina (bizcaino
oriental), forma el plural añadiendo ah á la forma articula-
da singular, y dice, despreciando el hiato, gizonaak, emaku-
wiAAK.^ Para mí las formas marquine&as no tienen explica-
ción plausible, si se admite que /.• sola es el si^gno del plu-
ral: en la segunda a hay que ver entonces una letra de li-
gadura completamente innecesaria, cuya presencia no la
justifica ninguna ley fonética. En cambio, su desaparición
en los demás dialectos se comprende perfectamente, por la
mayor repugnancia de éstos al hiato.
El mismo autor, tomando pié de la r que aparece en al-
gunos sufijos unidos al artículo, dice que la forma primitiva
de a era ar. Esta afirmación me parece una hipótesis total-
mente injustificada; no conozco texto bascongado alguno ni
variedad dialectal, tampoco, que diga gizonar «el hombre»,
en vez de gizona. La presencia de la r en la sufij ación, la
justifica plenamente la eufonía.
Lo que sí es indudable es que el artículo a, como suce-
de en otras lenguas, no es otra cosa más que el pronombre
demostaativo a, usado hoy únicamente en Bizcaya con ese
carácter: gizon a «aquél hombre».^ Los demás dialectos lo
reemplazan con hura «aquel», diciendo, hura etorri da «aquel
ha venido» y reservan el vocablo a exclusivamente para ar-
tículo, al revés de los bizcainos, que lo usan como artículo
y pronombre á la vez.
Dado el origen pronominal del artículo, es muy posible
que en la forma intensiva antes mencionada, sea la o la letra
inicial de los demostrativos plurales oyek «estos»; oriek
«esos».
El artículo singular recibe siempre el acento de la pro-
1 Itoiiaparto. Langue basque et langues finnoises, \iú.u,. 11.
'2 Jioiuii.at'to. Langue basque et iangues fínnbises, in'ig. IH.
-135-
nunciacióii: el iirtíciilo plural, en cambio, es atónico, y el
acento se carga sobre la sílaba del nombre á que se une: se
pronuncia, por lo tanto, gizoná «el hombre», emakumeá «la
mujer», gizónak «los hombres», emakuméak «las mujeres». Or-
tográficamente, es conveniente acentuar las formas plu-
rales.
Cuando vienen varias palabras calificadas por el artícu-
lo, solo la última de ellas lo recibe; por ejemplo: «llegaron
los grandes, los pequeños, los ricos y los pobres», aundi, chi-
Ki, ABERATs ETA i'ROBÉAK ETOERi ziRAN. Exccptúanse, natu-
ralmente, aquellos casos en que se quiere marcar bien la
distinción entre unos y otros; por ejemplo: laugarrenean
EGUZKIA, IILAKGIA ETA 1ZARRAK EGIN ZITUEn/ «en cl CUartO
(día) hizo el sol, la luna y las estrellas»; denak, mundu on-
TAN BIZIADIOTENAK, AUNDIAK, CHIKIAK, ABERATSAK ETA BROBÉAK,
ILLKO DIRÁ, «todos los que tienen vida en este mundo, los
grandes, los pequeños, los ricos y los pobres, morirán».
Cuando el nombre está definido por otra palabra, nume-
ral, pronombre, adverbio de cantidad, no necesita artículo:
¿ZER LiBüRU? «¿qué libro?» ¡ZEMBAT gizon! «¡cuáuto hombre!»
ECHE oEi «esa casa»; iru chakür «tres perros». Sin embargo,
la regla no es absoluta más que con los pronombres, pues
con las otras palabras citadas puede convenir determinar el
concepto, y en ese caso se apela al artículo; por ejemplo:
«los tres hombres. y nó las cinco mujeres acabarán el traba-
jo», IRU GIZÓNAK ETA EZ BOST EMAKUMÉAK LANA BUKATUKO DUTE.
II.
La nominación numeral bascongada reposa en un siste-
ma sencillo. Hasta el número diez inclusive emplea una pa-
labra diferente; después se vale de la combinación de dicha
palabra diez, con las unidades que sean, para expresar la
cantidad de que se trata. El número once se ajusta, en par-
te, áeste principio: figura entre sus componentes la palabra
«diez», pero no la palabra «uno» que conocemos. El número
Larclizábal. Testamentu zarreko koiidaira, púg. l.
-136-
«veinte» posee, asimismo, un vocablo propio, y desde aquí
las cantidades se especifican combinando los nombres ya
conocidos, sin apelar á palabras nuevas más que para la re-
presentación de las cantidades «ciento», «mil», «millón».
Hé aquí los numerales bascongados:
Guipuzcoano.
Bizcaino.
id.
Labortano.
Suletino.
BAT. .
id.
- id.
— Uno.
BI .
id.
id.BIGA-
- id. id. -
Doíí.
IRU.
id.
HIRUR. -
- id.
Tres.
LAU.
id.
LAUR.
- id.
Cuatro.
BOST
id.
BORTZ. -
— BOST.
Cinco.
SEI.
— id.
id.
- id.
Seis.
ZAZPI
— id.
id.
- id.
Siete.
ZORTZI
id.
id.
- id.
Ocho.
BEDERATZI
id.
id.
— BEDERATZÜ .
Kucve.
AMAR . .
id.
HAMAR. -
- id.
Diez.
AMAIKA. .
AMEKA.
HAMAKA. -
— H AMEKA. -
Oucc.
AMABI .
— id.
HAMABI. -
— id.
Doce.
AMAIRU. .
id.
HAMAHIRUR.-
— id.
Trece.
AMALAU. .
id.
HAMALAUR. -
— id.
■ ^Catorce.
AMABOST.
id.
HAMABORTZ.-
— HAMABOST. .
Quince.
AMASEI.
id.
■ — HAMASEI.
— id.
Diez y seis.
AMAZAZPI
id.
■ — HAMAZAZPI. -
— id.
Diez y siete.
EMEZORTZI
AMA ZOR-
TZI.
HEMEZORTZI-
— HAMAZORTZI
Diez y ocho.
EMERETZI .
id.
HEMERETZI .-
— HEMERETZU
Diez y nuevo.
OGEI .
id.
HOGOI .
— HOGEI. .
Veinte.
OGEITABAT
id.
HOGOITABAT-
— HOGEITABAT
Veintiuno.
OGEITAMAr
— id.
HOGOITAMAR-
— HOGEITAMAR
Treinta.
OGEITAMAI
HOGOITA:\rA-
HOGEITAME-
KA. .
id.
KA .
— KA . .
Treinta y uno
BERROGEI
id.
BERROGOI. .-
— BERROGEI. .
BERROGE]
BERROGOI
BERROGEI
ETA AMAU
id.
ETA HAMAR. -
— ETA HAMAR.
Ciueueíita.
IRUROGEI
— id.
— nmuRuoGoi -
— HIRUR HOGEI
Sesenta.
IRUROGE]
HIRUUIIOGOI
HIRUR HOGEI
ETA Ai
ÍAR
- id.
ETA JIAMAR.-
— ETA AMAR .
Setenta.
—137—
Guipuzcoano.
Bizcaino.
Labortano.
LAROGEI. .
id.
LAURHOGOI .-
L A R 0 G E I
LAURHOGOI
ETA AMAR.
id.
ETAHAMAR.-
EUN. . .
id.
EHUN
MILLA . .
id.
MILIA . .
MILLOI . .- —
id.
• MILIU .
Suletino.
LAURHOGEI . Ochenta.
LAURHOGEI
ETA HAMAR. Noventa.
id. Cien.
MIL A. Mil.
. id. Millón.
Entre estos nombres, bt se parece al latín bis, hinis} La
existencia del labortano BiGAyde otras variantes comoBiDA,
rae impide admitir el préstamo al latín, apartándome de la
opinión del distinguido profesor húngaro: rja y da no pue-
den considerarse como sílabas epentéticas, pues aunque co-
nozco una sílaba de epentética en las flexiones verbales, no
conozco las sílabas mencionadas, en los nombres, hiru es
algo análogo al ñnno-úgrico horom, Jiolmo, l'olme; bost pare-
ce relacionarse con el tui'co bes y sei con el áryo sex. En
bederatzi podemos distinguir bat «uno», convertido por mu-
tación fonética en bed."^ emeretzi está compuesto de amar y
bederatzi, mediante la permutación de a en f, y la aféresis
de las dos primeras sílabas del segundo componente, ogei,
según Astarloa", está compuesto de o «alto» y de gei «más», de
modo que ogei todo junto quitre decir «el más alto» ó «la su-
bida mayor». Esto se debe á que los hombres primitivos co-
menzarían á contar por los dedos de los pies y de las ma-
nos. Según el mismo autor, la lengua iule (americana), á
«veinte» le lla,ma iselujauon, que se descompone en is «ma-
nos», elu «pies» y jaiLon «todos», ó lo que es igual, «todos los
dedos que hay en pies y manos», milla, milia, mila, milloi,
MILIU, son palabras áryas, ligeramente alteradas por el fo-
netismo euskaro.
Los ordinales se forman de los cardinales, nada más
que con añadirles la terminación garren (g. b. 1.) ó
1 Eibary. Essai sur !a langue bascjue, púg. 2'2.
2 Apología de la Lengua bascongada, p;igs. 304-36-3. Ecl. 1882.
3 Kibary. Essai sur la langue basque, pág. 22.
-138—
GERREN (s). Así «quillto» SG (livá IlOSTGARREN, BORTiíGA-
RREN, bostgerren; «í;egando»), bigarre>í, bigerren, etc. Es-
ta regla no tieuo más (jiie una excepción; la formación
del ordinal «primero», para la cual no se vale el eus-
kara de bat, sino que posee un nombre especial: lenbizi,
LENEIZIKO, LENDABIZI, LENDABIZIKO, LENENGO (g) LELENG0, LE-
LEENGO (b) LEHENBizi, LEHENBiziKo (1. s.) que siguiñca «prime-
ro». Esto no obstante, en los compuestos se emplea el bat
con la terminación ordinal: ogeita batgarren «vigésimo
primero», y nunca ogeita lenbizi, etc.
El numeral bat se pospone siempre al nombre que
acompaña; por ejemplo: gizon bat, emakume bat, atso bat
«an hombre», «una mujer», «una vieja», bi se antepone ó pos-
pone indiferentemente; es igual decir bi eche «dos casas»,
que ECHE BI «casas dos» (lit). Los dialectos labortano y sale-
tino que poseen las dos formas bi, biga y las variedades que
reemplazan esta última por bida, reservan la primera para
cuando el numeral acompaña á otro nombre; y la segunda
para cuando va solo, por ejemplo: bi ihel «dos ranas»; biga
GANEN diré «dos irán». Y si el numeral está determinado por
el artículo, asimismo se usa i;i. Por lo tanto, se dice biak
GANEN diré «los dos irán», y no bigak ganen diré. Los restan-
tes numerales se anteponen siempre, en todos los dialectos:
IRU ECHE, (g) LAUR IHEL, (1) «AMABOST ZALDI, (g) «trCS CasaS»,
«cuatro ranas», «quince caballos».
Los ordinales se colocan habitualmente antes del sus-
tantivo, y este en la forma articulada; por ejemplo: lenengo
IRAKURGAYA (g), BIGARREN ERAKUSALDIA (g) «primer Capítulo»,
«lección sexta».
Cuando varios ordinales se refieren á un mismo sustan-
tivo, únicamente el último de ellos recibe la terminación
ordinal: bost, sei eta zazpigerren gizuna (s) «el quinto, sex-
to y séptimo hombre».
El número de horas se expresa con el cardinal: por ejem-
plo: ¿zumbat orenak dirá? hirur orenak eta erdi (s) ¿qué
hora es? (cuántas horas son? (lit.); las tres y media».
La forma definida de los numerales se obtiene añadien-
do el artículo al numeral: biak jo naute (g) «los dos me han
—139—
pegado». El artículo se añade al numeral ó al nombre, según
el sitio que este ocupe: si va en primer lugar, el artículo se
une al numeral, y al contrario, si va en segundo: por ejem-
plo: EMAKUME BiAK iTz EGiNGO DüTE «kis dos mujcres habla-
rán»; lEU EMAKUMEAK JANGO DÜTE «las tres mujeres lo co-
merán».
Los numerales llevan el acento prosódico en la última
sílaba; láu, amáe (g) ogéi (id.); en su forma articulada, lo
conservan en el mismo puesto si están en plural, y lo tras-
portan á la última, si están en singular; bíak (g) «los dos»,
BLV (g) «el dos». Los ordinales van acentuados en la primera
de la terminación; irugáeeen (g) laugáeeen (id.) bostgáeeen
(id.) «tercero, cuarto, quinto». Las formas articuladas de los
ordinales, se atienen á las regias conocidas; laugaeeená (g)
«el cuarto» laugaeeénak (id.) «los cuartos».
El acento ortográfico debe reservarse para las formas
plurales.
III.
Las palabras no permanecen siempre inalterables bajo
su forma positiva, sino que, por el contrario, expresEin, muy
amenudo, además de la signilicación que les atañe, la idea
de la cantidad ó intensidad en que poseen la sustancia ó
cualidad significada, bien sea de una manera absoluta, bien
en comparación á otras.
Los grados de comparación, según dice acertadamente,
á mi juicio, Mr. Geze,^ son tres: 1.° Comparación de igual-
dad; por ejemplo: Juan es tan alto como Pedro. — 2.'' Com-
paración de superioridad ó inferioridad relativa (compara-
ción propiamente dicha); por ejemplo: el melocotón es más
sabroso que la nuez. — Y 3.° Comparación de superioridad
ó inferioridad absoluta; por ejemplo: el más áspero de los
montes; valientísimo; honradísimo.
Veamos como se expresan estos grados en bascuence:
C(Jmjpar ación de igualdad.-— yie hace posponiendo los
1 Elements de Gram, basque, p:igs. 37 y siguiente.
-140-
adverbios ain, adiña, anbat, zembat, bezain, bezanbat, ain-
BESTE, etc., según la afición de los dialectos y las reglas del
liso, al nombre de la persona ó cosa qne sirve de término do
comparación; por ejemplo: zu bezain ederra da «es tan her-
moso como tú»; AÜ adiña banaiz ni «yo soy tanto como este»;
ZUEK anbat egingo det «liai'é tanto como vosotros»; zembat
ANDiAGO, anbat obeago, «cuauto mayor, tanto mejor».
Comparación de superioridad ó inferioridad relativa. —
Se hace añadiendo el sufijo go al nombre, verbo y adverbio
que lo necesiten para expresar la idea que se desea. Cuando
se une al nombre, este debe de estar definido por el articu-
lo a: por ejemplo: ederrago «más hermoso», de eder-a; be-
ROAGO «más caliente», de bero-a; jakintsüago «más sabio», de
JAKINTSU-A y GO. Cuaudo se expresa la persona ó cosa que
sirve de término de comparación, la conjunción que, nsada
en castellano, se expresa en bascuence por medio de su
equivalente baño, baixo, beno, según los dialectos, colocada
siempre detrás de dicho término de comparación; por ejem-
plo: zü baño obeago «mejor que tú»; ederrago loreak baño
«más hermoso que las ñores»; otzago elürra baño, «más frío
que la nieve». El comparativo puede anteponerse ó pospo-
nerse indiferentemente en la construcción, y lo mismo da
decir zuriago elürra baño que elürra baño zuriago. Según
Lardizábal, esta segunda manera es muclio más elegante.^
El adverbio «menos» es guchi, giciii, guti, en los diversos
dialectos, y por consiguiente, su forma comparativa es gu-
cniAGO, GUTiAGo, GiCHiAGO. Eu cl dialecto suletino, y hablán-
dose de usos materiales, se usa apurrago en vez de gutíago.
Dicho dialecto expresa la comparación de superioridad en
el verbo, anteponiéndole los adverbios haboro ó gehiagj en
vez de sufijar al nombre verbal el go, como con raras excava-
ciones lo practican los demás dialectos; por ejemplo: haboro
BALIO DU GIZUN ZUHURRAK AZKARRAK BEN0 «ülás Valc el llOülbrO
sabio que el fuerte».^
La inferioridad relativa se expresa en todos los dialectos
1 Gramática vascongada, imi. 56.
1 Ui'zo, loe cit.
—141—
por medio de los adverbios guchiago, gichiago y gutiago pos-
puestos á la palabra cuyo valor se quiere disminuir.
La formación del comparativo sufijando el go es tan re-
gular y constante que únicamente se cita un adjetivo que
tenga forma irregular, y es el adjetivo on «bueno», ouyo
comparativo es obe «mejor», y no onago; también se usa la
forma obeago que es, una verdadera i'ücomparación. obe es
el único comparativo «orgánico» del bascuence que yo conoz-
co ó recuerdo.
ComjKí vació II de sujjcríoridad ó inferioridad absoluta. —
xV esta clase de comparaciones se las conoce con el nomln-e
de superlativos. Este puede ser de dos maneras: concreto y
abstracto, según su significado; simple y compuesto, según
su forma. El primero se hace sufijando al nombre el sufijo
EN característico de posesión y el artículo a; por ejemplo:
ANDiENA «el- más grande», de andi «grande»; labureena «el
más corto», de labue «corto»; onena «el mejor», de on «bueno» y
EN-|-A, que es como si dijese (lit.) «el de los grandes, el de
los cortos, el de los buenos», etc.; y como quiera que lleva em-
bebida la idea de excelencia sobre los demás de igual clase,
mediante una comparación tácita con los mismos, le llamo
concreto. Eige siempre sufijos que expresan la relación de cas-
tellana, ó sea en euskara en, dik, etatik, etakik y ko (este
último, sólo en suletino); por ejemplo: gizonen ó gizoneta-
TiK ANDIENA «el más grande de los hombres», gizunetako hu-
nena «el mejor de los hombres». También se usa, sobre todo
en guipuzcoano, el sufijo ik; por ejemplo: bere lambiderako
lagunik obénak (Lard.) «los mejores compañeros para su tra-
bajo»; gauzarik onenetatik ere artzen zuten jesusgatik
gaizki itzegiteko oña (Lard.) «tomaban })ié para hablar mal
por (de) Jesús, aun de las cosas mejores».
El superlativo abstracto, que es el que afirma el signi-
ficado del nombre en el grado de su mayor intensidad de
una manera categórica, y como inherente al sujeto ó cosa,
sin comparación con otros de igual clase, se hace: 1. "Antepo-
niendo al nombre cuyo superlativo se forma, los adverbios
de significado idéntico ó análogo á nuestro niuí/, cmT, cuito,
OHITEZ, GUZIZ, GUZTIZ, AGITZ, HANITZ, EZINAGO, ctc, SOgÚn loS
-142-
dialectos y el uso do cada localidad ; por ejemplo: ciirr ona
«muy bueno»; guziz ederra «muy hermoso»; agitz azkaura
«muy fuerte», etc. En este caso, el nombre lleva siempre
consigo el artículo a. — 2." Eepitiendo el nombre, y esta es
manera muy característica, expresiva y propia del euskara;
por ejemplo: zeru garei garbian «en el purísimo cielo»; ema-
KUME iTsusí iTSüsi BAT «ima mujer feísima».
Además de la comparación pueden los nombres expre-
sar otro concepto análogo, que es, el del aumento ó dismi-
nución do au propio significado. Los nombres aumentativos
se forman en euskara añadiéndoles á los positivos las sílabas
To, Ko, tzar; por ejemplo: gizato «liombrón», de giza «hom-
bre», únicamente usado en composición; mütilko «muclia-
chón», de mutil «muchacho»; zalditzar «caballazo», de zaldi
«caballo», y to, ko, tzar. Los diminutivos se hacen añadien-
do la sílaba cno, chu; por ejemplo; amacho «madrecita», de
AMA «madre»; aitaghu «padrecito», de aita «padre». En el dia-
lecto suletino tenemos también las terminaciones ño, ñi;
por ejemplo: chipiñi «infinitamente pequeño»; maiteñi «que-
rido peque ñito».^
El uso ha alteiMdü por completo el valor de las termina-
ciones en determinada-j palabras; así, por ejemplo: neskato
y MUTiKo significan vulgarmente «muchacha» y «chico», es
decir, dos diminutivos. Esta anomalía se explica muy bien;
NESKATO «miichaohona» (lit.) y mütiko «muchachón» (id.) co-
menzarían á aplicarse á las personas de ambos sexos que ya
estabín en el período de la pubertad; respecto á los niños,
eran realmente «muchachones» y «muchachonas»; pero res-
pecto á las mujeres y hombres formados eran «muchachas»
y «chicos» nada más. Hé aquí porqué se aplican á las perso-
nas jóvenes, como diminutivos, siendo realmente aumen-
tativos.
1. Clmlio. Etiid. ynm., pAg. 29. Ksto biillanto y entusiasta (v-tevitor, da ciionta <lo veinti-
nuevi; foniia'-. auinontativ.is y diinimitivas, quo ostivbleeou diforoucias tan poiiuoíias iU> cantidad
quü no I!-, f.icil, ni mnoho nunos, .iprooiarla'í ox.iutftinonto. Proscindiondo do la oxi^ítoncia on
,d limnn'iji •'Miii.l do Olas dil'nnuicia^ casi inllnitiiüiinalcn do hi','iiillcaoión, ilivó, anniiu) con
Kontinii'iiil,'», <(iio lu) !> iiMcj roina ali;iin.i citnfiisióti on o><a parto dol aprooial)ili !ini> li'.ilmJK
dol iluHtru osci'itur tjiilotino, ipiion, por ojoniplo, so baoo car¡,'o on osta souoiiSu do aiiuioulati-
vus y diniinntivort, de la toruiiiniui'in ka, la cual sirvo para formar locucionos advorliialos.
—143—
CAPÍTULO V.
EL NOMBEE. LA FORMACIÓN DEL NOMBRE.
I.
Excepto en la parte referente al género, todas las divi-
siones que del nombre acostumbran hacer las gramáticas,
caben en el nombre easkaro. Pero como la mayor parte de
ellas ninguna diferencia gramatical señala en este, y que-
dan, por lo tanto, reducidas á meras distinciones lógicas,
las paso por alto, y me concreto á las que gozan de alguna
utilidad práctica.
El nombre euskaro so divide en nominal y verhal, en
sustantivo .y adjetivo, y en simple y coinjuiesto. El nombre
verhal es el que sirve, mediante la adopción de ciertas for-
mas que más adelante estudiaremos y su combinación con
los auxiliares, para la conjugación. El nombre nominal es
el que desempeña las funciones propias de su ministerio, y
no he reparado en la redundancia del título que le he
puesto, para mejor marcar sus diferencias del verbal. La dis-
tinción d.el nombre, en sustantivo y adjetivo, es de impor-
tancia sintáxica; el segundo va siempre después del primero,
el calificativo sigue al calificado; por ejemplo: neskach ede-
RRA «la hermosa muchacha»; gizon prestu eta ónak «los hom-
bres honrados y buenos; eche beltm «casa negra»; mendi
LATZ «monte áspero», y nunca eder neskacha, prestu eta on
gizónak, etc.
En la concordancia de número del sujeto con su atribu-
to no siguen la misma práctica todos los dialectos. El biz-
caino y el guipuzcoano les dan á ambos el mismo número:
GizGNA iLKOERA DA «cl houibre cs mortal»; gizónak illkórrak
DIRÁ «los hombres son mortales». El labortano y el suletino
dejan al atributo en indefinido, es decir, sin artículo; gizo-
NA illkor da «el hombre es mortal»; gizónak illkor diré «los
hombres son mortales». Por Jo tanto, los dialectos basco-
franceses se ajustan más al principio, que no obstante las
-141-
excepciones, domina en la lengua, respecto á la expresión
(le las relaciones de los nombres entre sí: que no debe ex-
presarse dos veces la misma relación.
En el nombre hay que listinguir el tenia nominal.
Esta es la parte de aquél que permanece invariable al • ex-
presar todas las relaciones qu 3 es susceptible de expresar.
Por lo común, el tema nominal es el mismo nombre indefi-
nido. Sin embargo, hay ejemplos de degradación de éste, de-
bida á causas fonéticas, especialmente en composición.
El nombre carece de género. Amenudo, los seres que
tienen sexo se diferencian entre sí, sea por poseer un nom-
bre distinto para el masculino y femenino, como por ejem-
plo, SEME «hijo», ALABA «liija», ANAi «liennano», AEREBA, herma-
na (con relación al hermano), aizpa «hermana» (con relación
al hermano), zaldi «caballo», beor «yegua», etc.; sea porque
se sufijo el apelativo ar «macho», ó ExMe «hembra» al nom-
bre cu^y'-o sexo so quiere especificar, por ejemplo: ollar «ga-
llo», de OLL-[-Aa «gallina-macho» (lit.); katueme «gata-hem-
bra» (lit.), etc. He dicho «amenudo» porque existen noinl)res
que, aunque sirven para designar á seres que realmente tie-
nen sexo, pertenecen en euskara ala categoría de los llama-
dos epicenos, por ejemplo: lengusu «primo» y «prima»; illoba
«nieto» y «nieta». Tal vez esto se debe á que se perdieron cier-
tos antiguos vocablos, pues el sistema adoptado por el eus-
kara parece ser el de distinguir con nombres diferentes á los
seres racionales que tienen sexo, y aun á muchos irraciona-
les. Los nombres de cosas inanimadas carecen en absoluto
de género gramatical, así como los de seres animados, pues-
to que de estos, desde el momento en que sintáxicamente
considerados no exigen la llamada concordíincia de genero
no puede decirse otra cosa sino que poseen un género me-
ramente lór/lco. En efecto, lo mismo se dice gizon ónak «los
hombres buenos» (]ue emakume ónak «las mujeres buenas»;
iDi GiZENAK «los bucycs gordos» que bei gizénak las vacas
gordas».
Los nombres euskaros son, bajo el punto de vista do su
estructura, segim lo liemos indicado, simplesy compuestos.
Estos so Forman, i-oino 011 las lenguas áryas, por c()üq)Osi-
-115-
ción y por derivación^ La composición consiste en unir
dos ó más palabras para expresar una idea; artzain «pastor»,
de ART «carnero» y zain «guardador». La derivación consiste
en süñjar al tema una letra ó un grupo de letras, á fin de
modificar su significación: anditasun «grandeza» , de andi
«grande» y la terminación tasun.^
Esta sufijación se lleva á cabo con el nombre indefini-
do, el cual tiene aptitud para recibir las partículas ó desi-
nencias (artículo, sufijos y terminaciones) que precisan ó
alteran su significado, por lo que le cuadra bien el título de
tema nominal. Véase gizon-a «el hombre», eche-an «en la
casa», LUE-TAR «terrenal», que demuestran cómo se hace la
sufijación.
Los sufijos y las terminaciones se diferencian notable-
mente entre sí; los primeros indican relaciones gramatica-
les; las segundas sirven para formar palabras.^
11.
(!•)
La composición puede tener lugar en los casos siguien-
tes.* 1.'' Con dos sustantivos, por ejemplo: arrobi «cantera»,
de AERi «piedra» y obi «fosa, caverna»; arzulo «gruta», de
ARRi y ZULO «agujero»; burmun «seso», de buru «cabeza» y
MüN «médula»; upelategi «bodega», de upel «cuba» y tegi «lu-
gar»; SEÑAR «marido», de seix «niño» y ar «varón (padre)».
2.° Con un sustantivo y un adjetivo: por ejemplo: aitagoya
«abuelo», de aita «padre», y goi «alto, elevado»; burugogor
«terco», de buru «cabeza» y gogor «duro»; euskarazale «bas-
1 Van Eys. Gram. comp., pág. 450.
2 Mr. d' Abbadie eu sus Prolegómenos á la Gramática de Chaho, distinguió perfectamente
la composición de la derivación. Véase la pág. 9 de los Etudes gram. sur la lang. eusk.
3 Van Eys. Gram. comp. púg. 154.
4 Van Eys. Gram. comr»., i)ág. 457.
5 Mr. Van Eys, en su Dctionnaire basque-francais, pág. .3.3G, deriva señar del castellano
«''eñor»; la etimología del te.xto me parece la única verdadera; compárese betsein «pupila, niña
di ojo». — Por otra parte, no habían de carecer los euskaros de una iialabra propia para- indi-
car «el marido». Y de no tenerla, no es probable fueran & tomarla prestada de un vocablo quo
únicamcnt3 .significa «marido» por cxten.sión. «Señor» nunca significa «marido» bajo el punto de
vista del vínculo conyugal, sino bajo el del domicilio y el de la domesticidad afecta á él. Con-
viene advertir, que eu este conceiJto, las paises castellanos ó castellanizados que aou frontc"
rizos al país bascongado, se valen de la palabra «amo».
12
—110-
Cüfilo», do EüSKAiíA «bcLSciience» y zale^ «amante, aficiona-
clü»; ELTZECilLLE «ollcrO», clc ELTZE «olla» y EGILLE «luice-
dor»; AUNZAi «cabrero», de auntz «cabra» y zai «guardador»;
ATEZAiN «portero», de ate «puerta», y zain idéntico á zai.'-^
3." Con un sustantivo y un nombre verbal: buruauts «cavi-
hición», de buhu «cabeza» y autsi «romper»; emakume «mujer»,
de EMAN «dar», y kume (hoy hume, ume) «criatura, niño»; eda-
TOKi «abrevadero», de edan «beber», y toki «lugar»; zapatagin
«zapatero» de zapata «zapato» y egin «hacer»; jokalari «juga-
dor», de JOKATu «jugar» y aei, noml)re verbal que signiñca la
acción de «estar haciendo algo».
4." Con un adjetivo y un nombre verbal: jakingabe «igno-
rante», de JAKíN «saber» y gabe «despojado» y también «nada».
5." Con un sustantivo y un nmueral: BirAiiTE «intervalo»,
de Bi «dos» y aete "intervalo».
En bascuence existen muchos nombres compuestos por
reiteración y cambio de la letra inicial de la palabra repeti-
da; son muy expresivos y característicos; por ejemplo: giba-
¿lEA «vuelco»; hand[-j-???andiak «los poderosos de la tierra»;
DUDA-;/?UDAK «las perplegidades ó dudas»; naiias-7»ahas «con-
fusión, revoltijo»; itsu-í//isuka ««á ciegas»; tiua-¿íkaka «á sa-
cudidas»; zuBRU-iuERU «mezcla de objetos de poco valor». La
letra inicial de la palabra repetida se cambia generalmente
en 1)1 ó hj' Estas formaciones, son más usadas en los dialec-
1 ZALE cuando bc une k un nonibi-ü verbal, so convierto, ycnoriilmonto en tzalle ó
tzaille; por ejemplo: krakutzalle «maestro», de eiiakutsi «easoüar»; saltzalLiE «vendedor»,
de SALDU «vcndevu y tzalle.
2 Después de haber metodizado bastante esta materia en la teoría, como se vo en las di-
visiones dol texto (Ule trascril)o, :\[r. Va,n Kys viene ú uontnndirla al¡,'0 en la pr'-.ctioa. \m
composición consiste vn unir dos ó )n.i.s pnlabras para formar otra nueva; la dorivaeiún, en
fiulijar una letra ó un grupo de letras ú una i)alal>ia para modificar su si¡,'niücado; esto e<iuivalü
íi decir que las ttírminacionos no tienen si|,'nilicaciún alí,'una por si solas. Sin embarj^o, Mr. Van
Eys, apartrnidoso luego dts este punto de vista, (pie es el verdadero, coloca entre las termina-
ciones 11 vcirdadoros nombres, como son zali:, euim.k y Ti'.oi, cayendo en el mismo error nuo
Liocluse, Challo .y Salaberry d" IliaroUe.-i. Yo rosorvu para l.is ti'rmmacionos, y \K>r consif,'uion-
te, para la derivación, á las letras ó oripos de letras nue carecen üe significado al estar se|)aradas
de im nombre de cualtpiiera clase (pío scui, ó la han perdido en la actualidad, por más ipie
mediante el análisis sea posibln encontrárselo ó suponérselo, l'or este motivo considero á
EGILLE como nombro y pongo á i.e entro las terminaciones. Koira-E está conipneso de e<iin
i'liacer'i y la terminación i,e, la cua! os muy posible sea la última silaba de /.auc, pues el
Bignillcado etimológico, corresponde ni signillcado usual: Eoir.LE «hacedor", de kcíin -I-- «ai.k
«aficionado á hacer» (zai.e (ís tMjuival'nite al griego i'iin.os) ifoy se forman palal)ra>i con kmi.t.I':,
(illj;y I, i;, Liis ipie llevan los dos primeros vocablos las considero fornuidas por composición,
por hiibi r unión de dos nalnbras, lan iiue llevan el tercero, por derivación, pur haber unión du
una palabra y de un grupo do letras. Aurir|ue l,i; provenga de sale, como lo creo, n.-; lo cierto
i|ue por ni solo no significa nada: luego poseo el carácter de vtirdadcru terminación.
''I Duvuisin. De la formatiun des noms dans la languc basqite, pág. h.
-117—
to3 basco-franceses y nabarro-españoles: los ejemplos aco-
tados, pertenecen al dialecto laborfcano.
Desde luego se comprende que en la formación de nom-
bres por composición reina una grandísima libertad, y que
el genio del escritor y el donaire del orador tienen ancho
campo para correr. Esto no quita que haya algunas palabras
cuyo uso en la composición es muy constante; por lo tanto,
me parece conveniente dar aquí una lista de las principales
y explicar su uso.
alde: significa «región, costado, proximidad». Sirve para
formar palabras que indican la situación de una cosa; por
ejemplo: iparealde «región del norte», de ipar «norte»; ipiñal-
DE «poniente», de ipiñi «poner»; goizalde «alborada», de goiz
«mañana»; eghalde «propiedad rústica», de eche «casa»; iTU-
EKALDE «región de la fuente», de itueri «fuente» y alde.
ALDi: significa «vez, espacio de tiempo, ocasión», y sirve
para formar palabras en las que la idea principal se relacio-
na con otra de oportunidad para ejecutar la acción; por ejem-
plo: JANALDi «vez de comer»; de jan «comer»; edanaldi «vez
de beber», de eean «beber»; itzaldi «discurso», de itz «pala-
labra»; utsalpi «falta, defecto», de uts «vacío»; ateealdi «sa-
lida», de atePvA «sacar»; üealdi «aguacero», de ur «agua» y
ALDI.
ar: significa «varón, macho». Sirve. para formar los nom-
bres que indican naturaleza ó vecindad. Es, por lo tanto,
el componente propio del étnico, aplicable, en virtud del
uso, sin contemplación al sexo. A veces lleva una t ó d eu-
fónicas; la r final se endurece cuando sigue el artículo; por
ejemplo: hernanitar «habitante de Hernani», kernanita-
RRA «el habitante de Hernani»; donostiar «habitante de
San Sebastián», donostiarra «el habitante de San Sebastián»;
ELizoNDAR «habitante de Elizondo», elizondarra «el habitan-
te de Elizondo».
ARi: éste noDjbi-e verbal, acornpañado de las flexiones
intransitivas significa, según se ha dicho antes «estar ocu-
pado en alguna cosa»; con él se forman los nombres que in-
dican un estado habitual del sujeto: corresponde á la ter-
minación castellana or y otras análogas^; por ejemplo: dan-
—148-
TZARi «l)ailarín»), de dantza «baile»; jokalari «jugador», de joka.
«juego»; GEiiLARi «guerrero», de gerla «guerra»; eitzahi «eaza-
cior», de eitza «caza»; ahrantzaiii «pescador», de ariíantz «pes-
ca» y ARI. En los dialectos franceses ari conserva nuiy arne-
nudo, si no siempi-e, su forma primitiva kari; por ejemplo:
ARRAINKARI «pcscador», GATZKARI «salinero». En algunos de los
ejemplos anteriores se notará la presencia de una I eufóni-
ca, propia de la composición.
ARO: significa «tiempo, estación». Sirve para- formar pa-
labras que indican alguna de estas circunstancias; por ejem-
plo: AZARO «Noviembre», de azi «semilla»; gaztaro «juventud»,
de GAZTE «joven»; zarzaro «vejez», de zar «viejo»; luzaro «lar-
go tiempo», de luze «largo» y aro.^
ano: significa «porción, región, terreno». Su forma primi-
tiva es KANO. Sirve para indicar el sitio en que existe el otro
componente. Es muy usado en la toponimia; por ejemplo:
GALDiANO «terreno de mucho trigo»; de gari «trigo», di ter-
minación abundancial; garikano «terreno de trigo»; olano
«región de la ferrería», de da y ano ó kano.
ANTzo, ANTz: significa «apariencia, parecido» y sirve para
formar nombres que expresan cualquiera idea de semejanza
ó ilusión; por ejemplo: urreantza «parecido á oro», de muiE
«oro»; GizoNANTZ «aspecto humano», de gizon «hombre», y
ANTZ.
BAR, contracción (Te darruan, barruen, barren: significa
«dentro, en el fondo». Es muy usado en la toponimia euska-
ra; por ejem[)lü: hazparren, «dentro de la })eña», de haz,
contr. de haitz «peña»; barrenechea «casa de dentro», do
ECHE «casa»; eouebar «interior de la casa», de eche; mendi-
1 Chaho señala un ol caiiítiilo lU; hiis Estudios acerca do la leniua cuskara dostinadu n latí
torniinacioiies, las formas Auu y zaiio. lOsta última íoruia mo c. düsoonocitla, y la ton,iío jior
en-óiica; la z ()uo lo añado os ol siitijo instiniiiioiital z. Cualcjiíiora ilo los vocablos quo cita;
jior ejcmiilo: iiandizaiíc, (jiioosol pi-iiuoro (1»^ su lista, so dosooniiiono cu handi --1- z-1-- Alto
ouyo HiHiiiñeado luús litoral os "p'ando dn ticiuiio», ó sea, sof^úu la construcción castellana
y aplicación sif^'iiifioativa «tiempo ilo ^rando/.a' -Tanto Clialio como Ijocluso (y soliro todo,
este), andan bastante confuso-i en esto cajutulo do las türminaoionos. Amouudo nos ilmi
como distintas unas mismas torminacionos, solo iiorípi;» las leyes fonéticas ó las varii> la les
dialoctaloH anadón, suiírimen ó mudan iilnuna letra i>n anuellas. Adom/is, ni uno ni otro dis-
tinguen erilrii tenuinacioiies proiiianieido dichas y palabras componentes. Kl mismo delecto
es mucho más disciilpiiblo on Mr. Salaborroy {d'lbarrollosi, jioniuo otito KOiior no ho pro-
Iluso OHcribir una Gramática, sino simpli'i"'^'i''ü un Viucabulario (tpie os muy ostiumblu) de lo:»
Uialuctos bajo-nabarros.
—149—
BARRUAN «en el fondo del monte», de mendi «monte» y bar,
BARRUAN, BARRUEN ó BARREN.
BE, be: significa «bajo» y sirve para formar palabras en
las que ala idea principal se la caliliea con la accesoria de di-
cha posición; por ejemplo: estalpe «cubierto», de estali «cu-
brir»; LEORPE «cabana», de leor «seco»; menpe «posesión, im-
perio», de MEN «potestad»; menpeko «esclavo», de igual origen,
mas el sufijo ko que significa «de» (lit. «de bajo poder») y be
ó pe. Es muy usado en la toponimia euskara y por lo tanto,
figura en muellísimos apellidos bascos, que en gran propor-
ción son de origen territorial ; por ejemplo: iturbe «bajo la
fuente», BERR0ZPE «debajo del jaro», olabe «bajo la herrería»,
MUNÍDE «bajo la colina», arrufe «bajo la peña vacía», etc.
BIDÉ: significa «camino» y cuando se une á otras palabras,
indica la facilidad ó medio de realizar la idea que estas ex-
presan; por ejemplo: ikasbide «doctrina», de ikasi «aprender»;
LANBiDE «hecho, acción», de lan «trabajo»; EOiNBmE «obliga-
ción», de EGíN «hacer» y bidé. Es de uso en la toponimia;
iGARABiDE «camiiio del molino», de igar «molino»; bidegaiñ
«encima del camino», de gain «encima»; egurbide «camino de
madera», de egür «madera», etc.
dun: es la 3." persona de singular del presente de indica-
tivo de la voz transitiva, en su forma relativa, «que tiene».
Sirve para formar adjetivos que designan al poseedor de una
cosa, moral ó material; por ejemplo: biotzdun «valiente», de
BioTZ «corazón»; aurdun «preñada», de aur «niño»; zA^tiALDUN
«caballero», de zamari «caballo»; errudun «culpable», de erru
«falta, culpa»; guzialdun «Todopoderoso», de guzi «todo», al
«poder»; dirudun «adinerado», de diru «dinero» y dun.
egille: significa «hacedor», y sirve para formar los nom-
bres en los que entra la idea de agente; por ejemplo: lapiko-
GiLLE «alfarero», de lapiko «puchero»; zapataegille «zapate-
ro», de ZAPATA «zapato»; bacherille «alfarero», de bachera
«vasija»; ONGiLLE «bienhechor», de on «bien»; ehail%; «teje-
dor», de EHAiTU «tejer» y egille.
EKíN, egin: significa «hacer». Sirve para formar los nom-
bres que expresan acción; por ejemplo; zürgiñ «leñador», de
zuE «madera»; iltzagiñ «clavero», de iltze «clavo»' zillargiñ
•IJO-
«platovo», (le ziiiLAií «pl:i.t;i.); okiñ 4>!in!i(lorü», de cxiL <ip;in",
ZAi'ATAdiÑ «zapatero», de zapata «zapato» y lídiN ó ekim.
GAi, GEi, KAi: signiñca; 1.") como adjetivo, «apto, capaz», y
sirve para formar palabras en que al concepto de la idea
principal se le añade la nota de la disposición en que se
encuentra de realizarse: 2.°) como sustantivo significa «asun-
to, materia, material» y sirve para formar palabras en que
se indica la composición ó manera do ser de la cosa; por
ejemplo: andeegei «prometida, novia», de.ANDiiE «señora» (tí-
tulo de las mujeres casadas); ezkongai «soltero», de ezkondu
«casar»; sinisgai «testimonio», de sinistu «creer»; ixauskai «po-
dadera», de IÑAUSI «podar»; otozgai «oración», de otoitz «rezo»;
SENARGEI «amante», de senae «marido»; ageekai «documento»,
de AGERTU «manifestar» y gai, gei, kai.
GAiTz: significa «malo, difícil, enfermedad», y sirve para
formar nombres que indican una cualidad ó esencia mala ó
imposible; por ejemplo: sinisgaitz «increíble» , de sinistu
«creer»; amezkaitz «pesadilla», de ametz «sueño»; moldekaitz
«torpe», de molde «manera» y gaitz ó kaitz.
GAiN, GAÑ: significa «encima». Es de mucho uso en la to-
ponimia: EiDEGAiN «encima del camino»; mürugain «encima de
la colina»; berrogain «encima del jaro»; pagogaña «lo de en-
cima del encino»; ametzagaña «lo de encima de la cajiga»:
GAPii: significa «alto, superior, elevado». Forma muchos
toponímicos: echegarai «casa elevada»; mendigarai «monte
elevado»; dorregarai «torre alta»; elizagarai «iglesia alta».
KERi, forma primitiva de herí y eri; significa estricta-
mente «enfermedad». Sirve para formar aquellos nombres
que indican una cualidad mala ó viciosa; mejor dicho, debe-
ría formar solo esta clase de nombres, pero á veces se ve que,
sin duda, por olvido de su estricto significado, se usa de ella
fuera de sazón; por ejemplo: astakeei «estupidez», de asto
«asno»; zabarkeri «indiferencia, lentitud», de zabar «indife-
rente, lento»; arrokeri «vanidad», de arro «vanidoso, fanfa-
rrón»; oRDiKERi «borrachera», de ordi «borracho»; alperkeri
«holgazanería», de alper «perezoso» y keri.
men: significa «potencia, poder, jurisdicción». Sirve para
formar nombres que, en general, indican «capacidad», ya sea
en Rentido propio, ya en sentido figurado; por ejemplo; es-
KUMEN «puñadc», de esku «mano»; ahomen «bocado», de aho
«boca»; i^aimen «aprobación», de bai «sí»; ichodomen «esperan-
za», de iGiioEON «esperar»; idueiiníen «imaginación», de idüei
«imaginar»; sinismen «fé», de sinistu «creer» y men.
osTE, ozte: significa «gran cantidad, muchedumbre».
Sirve para formar nombres en los que se quiere figuren esos
conceptos aplicados al otro componente; por ejemplo; gen-
DEOSTE «gentío», de gende «gente»; dihuoste «caudal», de diru
«dinero»; ardioste «rebaño», de ardí «oveja» y oste.
TEGí: significa «lugar, sitio». Sirve para formar nombres
que designan el sitio propio de las cosas ó seres representa-
dos por ül primer componente; por ejemplo; artegi «redil,
aprisco», de ardí «oveja», ó ari «carnero»; ardotegi «bodega»,
de ARDO «vino»; lantegi «taller», de lan «trabajo»; arrandegi
«pescadería», de arrain «pescado»; sutegi «fragua, fogón», de
su «Luego». y tegi.
TOKi; idéntico significado. Idénticas funciones, cherri-
TOKi «pocilga», de cherri «cerdo»; iratzoki «helechal», de
iRATz «helécho»; sagardoi «manzanal», de sagar «manzana» y
TOKI.
une: significa «momento, sitio, coyuntura». Sirve para for-
mar aquellos nombres en que la idea principal se enuncia
como existente en un lugar ó momento determinados; por
ejemplo: utsune «falta, defecto», de uts «vacío»; urmeune «va-
do», de UR «agua», me «delgado» y une. La forma primitiva de
UNE era kune. Se encuentra en varios compuestos: artizkune
«sitio para ordeñarlas ovejas». También se encuentra en la
forma gune.
uts, ots; significa «vacío, desnudo» y por extensión «pu-
ro». Sirve para formar nombres que indican las ideas corres-
pondientes á su significado, y además las que en castellano
solemos expresar con el adjetivo «solo», ó el adverbio «sola-
mente»; por ejemplo: oxuts «descalzo» de oñ «pié»; ortots,
(id.), de ORPO «talón»; ezurruts «esqueleto», de ezur «hueso».
espíritu uts «espíritu puro» de espíritu «espíritu». Ejemplo
de la última acepción; eta arkitu ziran gorput^z illagabe,
-152-
iL-JANzi EDO MEZTiDURA UTSAKIN (Lai'd.) «y SG eiKíontraron sin
el cuerpo iiniorto, con solas las vesticlnras».
ZAi, zain: siguilica «^'uardai.lor, custodio». Sirve para for-
mar los nombres (pie indican que un sujeto está dedicado á
vigilar aquellas cosas ó seres expeciñcados por el otro com-
ponente; por ejemplo: aezai «pastor», de ari «carnero», urdain
«porquero», de urde «puerco»; atezai «portero», de ate «puer-
ta»; GURDizAi «carretero», de gurdi «carro» y zai. Este adjeti-
vo lia dado origen al apellido tan común en Nabarra: sanz.
zale, tzaille: significa «amante, aficionado». Sirve para
formar aquellos nombres que indican la afición del sujeto á
ciertas y determinadas cosas ó acciones; por ejemplo: eus-
karazale «bascófilo», de euskara «bascuence»; nekazale «obre-
ro, labrabor», de neke «trabajo, penalidad»; EomzALE «hace-
dor», de EGíN «hacer»; ontzaille, «bienechor», de on «bueno»;
SALTZAiLLE «vcndcdor», de saldu «vender» y zale, tzaille.
Estas son las palabras que más comúnmente se usan en
la composición. Veamos ahora como se verifica esta. Por de
pronto, ya he dicho antes que el nombte al que se añade
otro se toma en su forma indefinida, y ahora me resta aña-
dir que la composición puede tener lugar, ó por simple jux-
taposición,como por ejemplo en aitagoya «abuelo», compues-
to de AiTA-l-GOYA, ó de una manera más a»similadora, que
exiga una alteración morfológica en uno de los nombres, ó
en ambos á la vez: arzai «pastor», compuesto de ari ó ardí
-|-ZAI.
Si el noml)re se ha formado con dos sustantivos, el nom-
bre atributi^'o debe preceder; ya veremos más tarde que esta
regla rige en la construcción del genitivo de posesión, be-
TAZAL «párpado», se forma de begi-'-azal «ojo-corteza» (lit.);
ARROBi «cantera», de arri-|-obi «piedra-caverna», (lit.) Cuan-
do la palabra atributiva e^ un adjetivo, se coloca siempre
detrás del sustantivo, conforme á las reglas de la sintaxis.
eguerdi «medio día», de egun-|-erdi (lit.) «dia-mitad».^
Los adjetivos verbales admiten las siguientes combina-
ciones:
1 Van Eyn. 6r.im. comp., i>ágs. 151 y 453,
—153-
1." Un sastantivo con un adjetivo verbal. Este, gene-
ralmente, es ARTU «tomado», etsi «cogido» y también «esti-
mado, juzgado», y egin «hecho»; por ejemplo: sukartu «en-
cender», de su «fuego»; lokaetu «dormir», de lo «sueño»; se-
TARTU «obstinarse», de seta ó sepa «obstinación» y artu. —
siNETsi «creer», de sin «fé, juramento»; autetsi «escoger», de
AUT «elección» y etsi. — atsegiñ «respirar», de ats «aliento,
respiración»; igesegiñ «huir», de iges «huida»; ai^degin «sepa-
rarse, alejarse», de alde «región»; ametsegiñ «soñar», de amets
«sueño»; itzegin «hablar», de itz «palabra» y egin.
2.° Un adjetivo con un adjetivo verbal. Los mismos adje-
tivos verbales etsi, aetu, egin, se combinan con otros adje-
tivos de la clase de los nombres y forman numerosas pala-
bras, cuyo sentido bien claramente se revela por el de am-
bos componentes; por ejemplo: onetsi «amar, gustar de una
cosa», de on «bueno»; edekretsi «parecer bien algo», de eder
«hermoso» y etsi.
3." Un adjetivo verbal con otro adjetivo verbal. Los que
tienen este uso son mny pocos; puede decirse que están con-
cretados á ERAZO, ERAZI, ARAZI Ó ARAZO SeglUl los dialcctoS,
que significa «forzar, obligar» y ari «estar haciendo algo»/
Más adelante los encontraremos.
(II.)
La derivación se verifica añadiéndole al nombre una
letra ó un grupo de letras que se denominan terminaciones.
Actualmente, estas carecen de sentido ó significado cuando
están aisladas. Probablemente todas ellas habrán sido anti-
guamente nombres sustantivos ó adjetivos, cuya significa-
ción se perdió, ó por el desuso, ó por las alteraciones mor-
fológicas que han experimentado en el decurso del tiempo.^
Hé aquí las principales y más usadas terminaciones de
la lengua euskara:
1 Vau Eys. Gram. comp., pág. 453.
2 «Un derivado uo es sino un compuesto cuya última parto se ha convei-tido en terminación.
os decir, ha tomado uu sentido do tal manera abstracto que no parece ya significar nada por
sí misma, y sirve, tan solo, pai-a formar series de palabras.» (Beuloew. — Science comparativedes
langues, pág. 23 y 24.)
-151-
aga: indica «a])iin(lanci;i)) de lo sii^-niíicado por la palabra
á que so uno. l^ls muy Irocuento en la toponimia; por ejem-
plo; ARRiGOERiAGA (Biz.) «peüascal de piedras rojas», de aiiri
«piedra», gorri «rojo»; lizarraga «fresaal», de lizar «fresno»;
iNCHAURRAGA «nogupral» , de inchaur «nogal»; astigarraga
(Guip.) «arboleda de tilos», de astigar «tilo»; zumarraga
(Guip.) «olmedal», de zümar «olmo» y aga. La forma primiti-
va de AGA es AKA. Esta forma permite explicar por la lengua
euskara varios nombres que íiguran en la geografía antigua
de España, de los que ya se ocupó Humboldt en su clásica
obra acerca de los primitivos habitnntes de esta nación:
ARRIARA, URBIAKA, MALIAKA, otc.
DI, ti: indica «abundancia»; sus funciones son análogas á
las de la terminación aga. Hay un matiz diferente en ellas;
esta sólo se aplica á cosas materiales, mientras que la pri-
mera se aplica también á cosas espirituales oracionales; por
ejemplo: ondi «abundancia de buenos», de on «bueno»; gizon-
Di «abundancia de hombres», de gizon «hombre»; aritzti «ro-
bledal», de ARiTZ «roble»; lizardi «fresnal», de lizar «fresno»;
ZUGAZTI (Nab.) «arboleda», de zugatz «árbol»; aranzadi «es-
pinal», de ARANTZ «espina», y di ó ti.
DURA, TURA. Es terminación propia del suletino; sirve para
formar ciertos sustantivos, pero sin comunicarles signiñca-
ción especial; por ejemplo: deitura «nombre, apelación»,
de deitu «llamar»; eztidura «endulzamiento», de ezti «miel»;
EETEDURA «plenitud», de bete «llenar»; erredura «quemazón»,
de erre «quemar» y dura ó tura. Mr. Van Eys descompone
esta terminación en du- -ra. du es la terminación que sirve
para formar adjetivos verbales; ra es un sufijo que indica
movimiento, tendencia hacia un punto determinado, direc-
ción; se dice echera «á casa», tlazara «á la plaza». De modo
que esta terminación compuesta vendrá á indicar la tenden-
cia ó movimiento de la cosa á ser su significado. Así, ezti-
dura es «endulzamiento» y eztitasun «dulzura». La primera
palabra, gracias á su terminación, significa propiamente el
acto de endulzarse, el movimiento que la cosa experimenta
en su sustancia para hacerse dulce, mientras que la segun-
da, merced también á su distinta terminación indica el acto
-135-
completo y realizado/ Aquí se ve, con cnantísima exactitud
y facilidad podrían expresarse en bascuence las más sutiles
concepciones filosóficas.^
eta; formas primitivas keta, geta; significa «abundancia»
y es de mucho uso en la toponimia; por ejemplo: arpjeta
«pedregal», de aeei «piedra»; legarreta «cascajal», de legar
«cascajo»; iraeta «lieleclial», de iratze «helécho»; sagaseta
«manzanal», de sagae «manzana»; abarizketa «carrascal», de
abaeitz «carrasco»; laehageta (Nab.) «abundancia ó sitio de
muchos pastos», de larra «pasto» y eta, geta, keta. A veces
la a se trueca en o, resultando la forma eto que se encuen-
tra en varios nombres de localidades, como son olhaberrie-
To (Soule) y mokarreto (Labourd).'^ Son muy comunes las
formas contraidas de la terminación: arista (nombre de uno
de los primeros reyes de Nabarra; algunos fueron en busca
de su explicación hasta el griego) «robledal», de aritz «ro-
ble»; sagasta «manzanal», de sagar «manzana» y ta.
gaillu, kaillu; sirve para formar palabras con las que se
indica la idea de aptitud; por ejemplo: handikaillu «lo que
sirve para crecer», de íiandi «grande»; ederkaillu «lo que sir-
ve para hermosear», de eder «hermoso»; logaillu «venda»,
de lotu «atar»; onkaillu «abone» (agrie), de on «bueno» y
GAILLU, KAILLU. Es terminación propia de los dialectos de
Francia; no es de gran uso.'*
garrí: sirve para formar un gran número de adjetivos que
llevan embebida la significación activa de «inclinado á, pro-
vocador de» y también, aunque menos frecuentemente y des-
viándose de su significación primitiva, la pasiva de «digno
de»; por ejemplo: ierigarei «risible», de erri «risa»; kalte-
GAERi «perjudicial», de ealte «perjuicio»; izugarri «espanto-
1 Gram. comp., púg. 459.
2 Axular qno era tau entusiasta por el baseuence, como sabio en él escribió estas pala-
In-as que debían de aprender todos los baseongados: «obai badieudi euskae.vk ahalke déla,
ARKOTZ DÉLA, EZTELA IEXD'AKTEAX AUSAET, EREEGU, BlTHOllE ETA EZ TREBE. ZEREN ARE BERE
HEKRIKOEN AltTEAN ERE, EZPAITíUvITE BATZÜEK XOLA ESKIBIBA ETA EZ XOLA IRAKÜR.»
«B^UiDIN EGIN DALIZ EUSKARAZ HANBAT LIBURU, ÑOLA EGIN BAITA LATINEZ, FRAX2ESEZ EDO
BERTZE ERDARAZ ETA HITZKUNTZAZ, HEK BEZAIN ABERATS ETA KOMPLITU IZANEN ZEÜ EUSKARA
ERE, ETA BALDIN HALA EZPADA, EÜSK,VLDUNEK BEBEK DUTE FALTA, ETA EZ EUSKARAK». (GerokO
gero, púg. xxii, ed. 18C4).
n Luchaire. Etudes sur les idiomes pyrennes, púg. 154.
4 Chaho. Et.:d. gram., púg. 24.
SO», de izu «terror», espanto»; aurogauri «orgulloso», de arro
«vano, liincliado»; zoracarri «enloquecedor», de zoro «loco»;
MAiTAOARRi «querido, amable», de maite «amado»; estimagarui
«estimable», de estimatu «estimado», y garrí.
Gi; sirve para formar sustantivos que indican el lugar
propio de una cosa. Indudablemente es la sílaba final del
componente tegi; por ejemplo: gordagi «escondite», de gorde
«guardar»; igarangi «vado», de igaran «pasar»; jargi «asiento»,
de JARRi «sentarse»; sargi «entrada», de sartu «entrar» y gi.
giro: sirve para formar sustantivos que indican «tiempo ó
estación»; por ejemplo: belhaegiro «época de los henos», de
BELHAR, yerba, heno»; mahatsgiro «época dé las uvas», de
MAHATS «uva»; OGiGiRO «ticmpo del trigo», de ogi «pan» y en
algunas localidades «trigo».
Ki: sirve para formar sustantivos que expresan la idea de
«fragmento ó porción». Es propia del dialecto suletino; por
ejemplo: oihalki «pedazo de tela», de oihal «tela»; ezurki
«fragmento de hueso», de ezur «hueso»; idiki «tajada de buey»,
de iDi «buey»; achurki «tajada de cordero», de achuri «cor-
dero» y Ki.
kizun: sirve para formar sustantivos, sin significado es-
pecial, de los adjetivos verbales; por ejemplo: etorkizun «por-
venir», de ETORRi «venir»; eginkizun «acción», de egin «hacer»;
ASMAKIZUN «invención», de asmatu «adivinar, inventar» y
KIZUN.
Koi: sirve, uniéndose á los nombres verbales, para formar
adjetivos que denotan «aptitud, tendencia, inclinación á ser
una cosa determinada»; por ejemplo: ibilkoi «andariego», de
iBiLLi «andar»; iragankoi «transitorio», de iragan «pasar».
También se une á los nombres y pronombres; por ejem])lo:
BEREKOi «egoísta», de bere «suyo»; arnokoi «aficionado al vi-
no», de ARNo «vino» y koi.
kor: tiene la misma significación y uso de la anterior; por
ejemplo: ibilkor «andariego»; iragankor «transitorio»; ilkor
«mortal», de ill «morir»; galkor «perecedero», de galdu «per-
der» y KOR.
KUNDE, kunte: sc uuo á los nombres verbales i)ara formar
sustantivos que indican «impulsión ó tendencia» á cierta co-
sa; por ejemplo: jakiunde «saLiduna», de jakin «saber»; uste-
KUNDE «convicción», de usté «pensar, creer»; ohikunde «cos-
tumbre» de OHi «acostumbrar» y kunde ó kunte. También se
une á los nombres; por ejemplo: beldürkunte «temor, apren-
sión», de BELDUR «miedo»; handikunde «orgullo», de handi
«grande» y la citada terminación.
le: esta terminación, unida á los nombres verbales, sirve
para formar sustantivos que indican la idea del agente de
la acción expresada por el componente primero; por ejem-
plo: erakusle «enseñador, maestro», de erakutsi «enseñar»;
IRAKUELE «lector», de irakurei «leer»; adile «oidor», de aditu
«oir»; ESANLE «decidor», de esan «decir»; edale «bebedor», de
EDAN «beber»; jale «glotón», de jan «comer» y le.
pen: sirve para formar sustantivos con nombres verbales;
por ejemplo: erospen «compra», de erosi «comprar»; iduripen
«sospecha», de iduri «parecer»; oroipen «recuerdo», de oroitu
«acordarse»; hastepen «principio», de hasi «principiar» y pen.
TASUN, tarzun: esta terminación expresa la cualidad inhe-
rente al ser representado por el sustantiA^o;^ por ejemplo:
NAUSiTARZUN «douiinio», de NAUsí «amo»; anditasun «grandeza,
magnificencia», de andi «grande»; churitaezun «blancura», de
CHURi «blanco»; garbitasun «pureza», de garbi «limpio; zoro-
TASUN «locura», de zoro «loco» y tasun ó tarzun. Algunos
autores (Van Eys, Salaberry) dicen que tasun indica la ten-
dencia ó cualidad buena del primer componente, así como
la palabra kepja, usada en composición, denota la tendencia
ó cualidad mala. Otros (Larramendi, Lardizábal) dicen que
la terminación tasun se emplea cuando se quiere indicar que
la cualidad expresada le pertenece al agente de un modo
natural, espontáneo, involuntario, y la palabra keria cuando
se pretende denotar que dicha cualidad es hija de la volun-
tad del sujeto. Así, nos dicen, que zorotasun significa «lo-
cura», enfermedad natural y zorokeri «enloquecimiento,
arrebato, frenesí», producido por los impulsos de la pasión
desbordada. De ambas acepciones hay ejemplos prácticos;
pero á mí me parece que lo más prudente es concretarse á
1 Salaberry (d' Ibarrollcs). Vocab. des mots basq.-nav., párr. 194.
-158—
ver en dicha terminación, como ya lo dije, la expresión de
una cualidad, — buena ó mala — inherente al sujeto, por más
que el contraste de significado entre tasun y keeia sea, pro-
bablemente, exacta, atendiendo á su significación primitiva.
te: sirve para formar nombres que indican «abundancia»;
por ejemplo: elurte «nevada», de elur «nieve»; eufjte «agua-
cero», de EUEi «lluvia»; agorte «sequía», de agor «seco»; izoz-
TE «helada», de izotz «hielo» }'' te. Esta terminación parece
ser una simple variante fonética de di y ti.
TELí: es terminación propia del dialecto suletino, y sirve
para formar sustantivos que significan «montón, hacina-
miento» de cosas determinadas por el otro componente; por
ejemplo: egurteli «montón de maderas», de egür «madera»;
elurteli «montón de nieve», de elur «nieve»; arriteli «mon-
tón de piedras», de arri «piedra» y teli.
tiar, liar: es terminación propia de los dialectos basco-
franceses y sirve para formar adjetivos que indican afecto á
una cosa determinada; por ejemplo: goiztiar «madrugador»,
de Goiz «mañana»; jainkotiar «deista», de jainko «Dios»; be-
rantiar «retardatario», de beeandu «tarde»; bestaliar «festi-
vo» de besta, «fiesta» y tiar ó liar.
tsu: sirve para formar adjetivos que indican «abundancia»;
por ejemplo: dirutsu «adinerado», de diru «dinero»; arritsu
«pedregoso», de arri «piedra»; altsu «poderoso», de al «po-
der»; BIZARTSU «barbudo», de bizar «barba»; odoltsu «san-
griento», de ODOL «sangre»; urtsu «acuoso», de ur «agua»;
elhetsu «hablador» de elhe «palabra, discurso» y tsu.
tza: sirve para formar sustantivos que indican idea de
abundancia; por ejemplo: dirutza «montón de dinero»; odol-
tza «cantidad de sangre»; arritza «montón ó multitud de
piedras». Corno observa nmy oportuna y discretamente Lar-
dizábal,^TZA y tsu se distinguen en que la primera termina-
ción sirve para expresar la cantidad de la cosa y la segunda
para expresar que la abundancia por ella misma significada
pertenece al sujeto ó cosa que representa el primer compo-
nente.
1 Gramática vascongada, iiAr. 5H.
—159—
tze: sirve en los dialectos de Francia, para formar va-
rios nombres sustantivos; por ejemplo: sagaktze «manzano»,
de SAGAR «manzana»; udaritze «peral», de udapj «pera»; ge-
REZiTZE «cerezo», de geretzi «cereza»; aiíantze «ciruelo», de
aran «ciruela».
ZA, ZE, zi, zu, che, chu. Sou terminaciones toponí-
micas que indican la idea de abundancia. Todas ellas
derivan de la raíz che ó ze que significa «menudo, pequeño»
que ha formado el verbal ceieatu «desmenuzar, triturar» y
por lo tanto «abundancia», pues cuando se quiebra una cosa
en pedazos pequeños, estos son muchos. De che viene la
palabra chiki, chipi «pequeño». iV veces za parece tener un
significado más restringuido de «lugar, sitio» donde se en-
cuentran los objetos que el otro componente especifica; por
ejemplo: ibarzabalza (Nab.) «valle de las muchas piedras
anchas», de ib(ar) «valle», ar(ri) «piedra», zabal «ancho» ó
«sitio del valle ancho» como lo traduce Mr.LuchaireMe ibar
-| -zabal; gainza (Guip.) «lugar alto»; de gain «encima»; oteiza
(Nab.) OTAzu (id.) «argomal», de otei, ote «argoma»; learza
(Nab.) «cascajal», de legar «cascajo»; irache (Nab.) «hele-
chal», de iRATz «helécho»; elhurze (Soule) <f sitio de nieve »;^
ARANZAZU (Guip.) «CSpilial», dc ARANTZ «espilia»; LIZARAZU
(Baj.-Nab.) «fresnal», de lizar «fresno^ y za, ze, zi, zu,
CHE ó chu.
(III.)
El nombre simple ó indeterminado de varias sílabas, recibe
el acento prosódico en la penúltima ó en la iiltima de éstas.
El guipuzcoano, y en menos proporción el bizcaino, y sobre
todo el labortano, cargan en la última; el suletino en la pen-
última.^ Estos principios generales están sujetos á excepcio-
nes que la práctica únicamente enseña: esta varía en las
diversas localidades. Ha llamado mucho la atención el he-
cho de que las palabras bascongadas que figuran en los más
1 Etud. sur les id. pyr , púg. :00.
2 Id., i)ág. 167.
3 Gezo, Elcments de gram. basq., i)ú«. 3.
-160-
antiguos cartularios y pergaminos del país (los del siglo X,
por ejemplo) y son conocidas en la actualidad, no presenten
alteraciones sensibles en su forma. Mr. Lucliaire^ ha expli-
cado el fenómeno en los siguientes términos, ([ue me pare-
cen muy plausibles: «Es indudable que uno de los princi-
pios de alteración más poderosos en una lengua es la ley en
cuya virtud las sílabas colocadas después del acento tónico
se debilitan ó desaparecen, ya en parte, ya en totalidad. Co-
nocida es la influencia capital de esta ley, por ejemplo: en la
formación de los idiomas neo-latinos. Pues bien, en bas-
cuence, y sobre todo en el dialecto guipuzcoano, una de las
formas más puras del euskara, el acento tónico afecta casi
siempre á la última sílaba.... Seguramente, esa manera de
colocar el acento es extremadamente favorable á la conser-
vación de la palabra y creemos explica, en gran parte, la in-
mutabilidad relativa del léxico euskaro.^' Los nombres sim-
ples é indeterminados no requieren acento ortográfico.
Los nombres compuestos, llevan el acento tónico en la
penúltima sílaba; esto no obstante, muchos prefieren acen-
tuarlos en la última, diciendo osinagá «en vez» de osinága,
LARRETÁ en vez de lareéta, pero es más seguida la primera
regla. Este principio general, muy observado en el dialecto
guipuzcoano, es, en gran parte, aplicable á los demás. Las
formas articuladas compuestas se rigen por las reglas que ya
conocemos: beldurtiá «el miedosO)>, beldurtíak «los miedo-
sos». Las formas articuladas del plural, ya sean simples, ya
compuestas, llevarán acento ortográfico: odoltsúak, dieu-
ZALÉAK.
1 Sur les noms propres basques, etc., púg. 21 y
-161-
CAPÍTULO VI.
EL I^RONOJMBRE.
I.
La lengua eiiskara posee pronombres personales, perso-
nales-intensivos, posesivos, demostrativos, demostrativo-
intensivos, re-demostrativos, relativos é indefinidos.
En los pronombres hay que notar algunas particularida-
des: unos forman el plural ateniéndose á las reglas genera-
les de los nombres, otros poseen formas propias del plural,
otros no pueden revestirlas y con una sola sirven los
dos núme-ros, y otros se apartan radicalmente de los nom-
bres en el punto concreto de que sus formas activas son
distintas de sus formas pasivas. Así es que la sección relati-
va á los pronombres es la de menor uniformidad de toda la
Gramática.
Llamo forma pasiva al nombre mismo del pronombre,
cuando no lia tomado ningún sufijo todavía: equivale, en
cierto modo, por lo tanto, al tema de los sustantivos y adje-
tivos. En muchos pronombres la forma activa y la pasiva son
una misma.
Los pronombres personales son los siguientes:
Guipuzcoano
Bizcaino.
Labortano.
Suletino.
—NI .
NI .
NEU.
. NI . .-
. — «yo».
GU .
GEU.
. GU . .-
— GU .
, «nosotros».
I. .
EU. .
. HI .
— HI .
. «tú (familiar)
ZU .
ZEU.
. ZU . .-
— ZU .
. «tú (cortés).»
ZUEK. .
ZUEK.
. ZUEK. .-
— ZIEK.
. «vosotros».
•'iPoíma pasiva,
Las terceras personas de singular y plural se expresan
por medio de los pronombres demostrativos de tercer grado.^
1 «Larramencli, y á su cjeniplo LardizAbal é Iturriaga, presentan el pronombre demostra-
tivo de tercer grado como pronombre personal de tercera persona.» (Duvoisin, Etude sur la de»
dinaison basque, pi'ig. oT).
12
fclG2-
El pronombre i, eu, hi, pertenece al trato familiar. En la
literatura basco-española apenas so u?a sino cuando se quie-
re manifestar el desprecio que inspira alguna persona, ó
cuando el discurso se dirige á cosas inanimadas ó seres
irracionales, personalizándolos. En la práctica lo usan algo
las gentes del i)neblo bajo, especialmente del campo, siem-
pre que los interlocutores pertenecen á la misma categoría
social, pues se consideraría una insigne grosería, contraria
á todos los liábitos de respeto del pueblo euskaro, el que un
inferior se valiere del i dirigiéndose á un superior. Este «en-
canallamiento») del i es verdaderamente lamentable, porque
á diclio pronombre corresponde una riquísima conjugación,
tan completa como complicada, cuyo uso es de gran donaire
y viveza, y de la que jamás consiguen valerse con soltura
los que no la mamaron en la cuna. Los. dialectos basco-
franceses, tanto en la literatura como en el comercio diario
de la vida, tienen el empleo del i en mayor predicamento.
? Morfológicamente considerado, el pronombre de segun-
da persona zu presenta muy grande parecido con gu para
no admitirse que originariamente debió de tener la signifíca-
ción plural que lioy ostenta zuek.^ Mr. Yinsón, dice:' «Estu-
diando los paradigmas de la declinación y de la conjuga-
ción, se nota el constante paralelismo de las formas en hi y
NI (ó EU y NEu) de una parte, y las en zu y gu de otra. Las
formas en zuek tienen, pur el contrario, un carácter espe-
cial; indudablemente son derivadas, zu es, incontestable-
mente, el verdadero plural de hi, como gu lo es de ni; éste
pronombre se ha convertido hoy en el singular respetuoso
ú honorífico, y le han formado un plural por la regla común
añadiéndole /v.-zuek = zu-[-k con e adventicia». ]Mr. Van Eys^
admite también el cambio de significación de zu y lo expli-
ca lo mismo que Mr. A'insón explica la formación de zuek.
Descartada la cuestión de origen y de trasformación de
significado, es incuestionable que es completamente inexac-
1 El Principo Bonapartc fué ol primoro qiio ecñaló esto iiitorobiiuto lioclio oii ;su Vcibc
basque, im«. XVI.
•J, Essai sur la languc basque por liibury, acuuiiianudo du iiota:- L-oui|ilciiiciituriii'i por el tra-
ductor Mr. Viiihi'in, pá^. ItJl, nota 12.
;t Gram. comp., pá^s. 0-2 y 'J.'i.
—163-
to considerar I103' á zu como im plural. «No puede pertene-
cer al plural, por la razón sencilla de que desde hace siglos
no se emplea más que hablando á una sola persona.»^ Decir
que el zu bascongado es tan plural como el vous francés, es
decir, según nuestra opinión, una cosa muy poco exacta.
Vous francés es un verdadero plural, porque se le emplea,
muy araenudo, al dirigir la palabra á varias personas, mien-
tras que el zu bascongado no podría, absolutamente en nin-
gún caso, ser empleado, si se habla á más de una. El espa-
ñol ro.5, apesar de su origen plural, idéntico al del zu bascon-
gado, constituye en castellano un verdadero singular, porque
no se emplea más que dirigiendo la voz á uno solo, lo cual
tiene lugar en pocos casos. La comparación del zu bascon-
gado no es buena más que con el vos español y el genitivo
?//r.s holandés. Si ahora se reflexiona que estas deslenguas,
igualmente que el francés y el inglés emplean siempre el ver-
bo en plural con vos,gij, vous, you,y que el bascuence no con-
funde los centenares de terminaciones (del verbo) que se
refieren á zu con los centenares de terminaciones que se re-
fieren á zuEK, sei'á forzoso admitir que la comparación de zu
con ros y con gij, concretada á una sola palabra, se reduce
á una cosa tan mínima que se acerca á nada.^
Larramendi, Lardizábal y otros gramáticos colocan en-
tre los pronombres demostrativos, una clase especial de ver-
daderos pronombres personales. El significado de ellos es el
mismo que el de los personales análogos, pero más determi-
nado, más vivo, más intenso, solo traducible al castellano
por equivalencia. A esta forma de los pronombres persona-
les la llaman algunos modernos «intensiva». Se obtiene su-
fijando al pronombre personal un demostrativo.^ Esta fu-
sión de los dos pronombres es á veces tan íntima, gracias á
la alteración fónica de los componentes, que el significado
de estos se borra del espíritu del pueblo, el cual trata á la
palabra compuesta como si fuese sencilla, y se cree obligado
á reforzar su significación valiéndose de repeticiones, que
1 Bouaparte. Le Verbe basque, pág. XVI.
•3 Uonaparte. Le Verbe basque, p;ig. XVL nota 2.
;S Van Eys. Gram. comp,, pág. 93.
~1G4-
le parecerían ociosas, á conservar conciencia del valor de los
componentes. En guipuzcoano es muy común, por ejemplo:
usar frases como la siguiente: ni neronek ikusi det «yo mis-
mo lo he visto»; neronek está compuesto de ni «yo» y de onek
(forma activa) «éste». Apesar de eso, en la frase citada se
repite el ni, prueba evidente de que no se reconoce su pre-
sencia en el neronek. También se obtiene la forma intensi-
va en algún caso, duplicando el pronombre: berbera «el mis-
mo mismo» (lit.)
Los pronombres intensivos, cuyo significado castellano
traduciremos aproximadamente, son los siguientes:
NERAU.
. NERAU .
. NERONI.
. NIHAUR.
. «yo mismo».
GEROK.
. GEROK .
. GERONI.
. GIHAUR.
. «nosotros mismos»
ERORI.
. ERORI .
. HERONI.
. HIHAUR.
. «tú mismo» (fam.)
ZERORI.
. ZERORI.
. ZERONI.
. ZIIIAUR.
, "tú mismo» (cort.)
ZEROK.
. ZEROK .
. ZEROK .
. ZIHAUREK
. «vosotros mismos»
BER\ .
. BERA .
. BERBERA
. BERA. .
. »ól mismo».
BEROK.
. EÜROK .
. BERAK .
. — caret .
, «ellos mismos».
La parte del territorio labortano que habla una variedad
del dialecto suletino posee unos intensivos especiales debi-
dos á la combinación de dos demostrativos y un personal.
El uso de estos pronombres es antiguo. Se encuentran en
Dechepare con alguna ligera variación de su forma actual:
HAYEK ZER MERETSI DUTEN ZÜHAURORREK IKUSTZU. «Mirad VOS-
otros mismos lo que aquellos merecen», zuhaurorrek está
formado de zu-haur-orrek: como éste, se descomponen fá-
cilmente los demás. Hé aquí dichos pronombres suletinos
del Labourd:
NIHONI, NinORONI .
GUHORO, GUHORONI.
IIIORONI . . . .
ZUilORONI
ZUIIOKO ....
«j'o mismo».
■«nosotros mismos»,
«tú mismo» (fam).
«tú iiiisnio» (cortos).
.'VOsülro'í mismob».
-1C5-
La variedad de formas que se advierte entre los pronom-
bres personales-intensivos de los diversos dialectos depen-
de, como ya se comprende desde Inego, de la elección del
pronombre demostrativo que se une al personal.
Todos estos pronombres pueden ir ó por cabeza, ó por
final de la frase. No es preciso expresarlos cuando toda la
frase está constituida por un verbo.
II.
Los pronombres personales, mediante la aglutinación de
los sufijos posesivos,^ han formado los pronombres posesi-
vos del euskara, previas, naturalmente, ciertas y determi-
nadas variaciones fonéticas que no es difícil seguir paso á
paso en un análisis morfológico de los mismos.
Los pronombres posesivos son:
NERE .
NEURE.
. NEUllE
NERE
NURE
«mío».
GURE . .
GEURE.
. GURE, GEURE
— GURE. .
«uuestro'i.
IRÉ. .
EURE.
. HIRE, HEURE
HIRE, HEURE
«tuyo» (fara.)
ZUKE, ZEEE
ZEURE.
. ZURE.
.
ZURE. .
— '«tuyo'i (cort.)
ZUEN .
ZUEN.
. ZUEN.
.
ZIEN. .
EERE .
RERE.
. BERE.
.
^BERE. .
«suyo».
REREN. .
REREN.
. 'BERE.
,
BERE. .
«suyos».
El pronombre suletino ene lo usan también los demás
dialectos, aunque no constantemente. Ese pronombre es
irregular.
Los pronombres posesivos se anteponen siempre al
nombre de que van acompañados, el cual recibe el artículo,
pues la sixtáxis exige revista la forma definida; por ejem-
plo; NERE ECHE1 «mi casa», «la mi casa» (lit.), como de-
cía el antiguo castellano; bere idia «su buey». En la posición
correspondiente al vocativo de otras lenguas, se pospone el
1 Duvoisin. Etude sur la clecl. bas-iue, pág. 18.
-lüü
pronombre, recibiendo éste el articulo; por ejemplo: ¡a.ita
guiiea! «¡padre nuestro!»^
En el uso del pronombre posesivo de tercera persona
EERE «suyo») y BEiiEN «suyos», hay que fijar una distinción
interesante. Los mencionados pronombres se usan cuando
se refieren directa é inmediatamente al sujeto de la propo-
sición; por ejemplo: piarresek BERE ogia jan du «Pedro ha
comido su pan». Pero cuando nó, hay que girar la frase valién-
dose del pronombre personal de la tercera persona con su-
fijo de posesión; por ejemplo: piarresi esan diot AREN semea
iKusí NUELA. «He dicho á Pedro que he visto su hijo», (Ut.)
«el hijo de él»."
Los pronombres posesivos si vienen sin artículo, reciben
el acento prosódico en su última sílaba; por ejemplo; neré
«mío», züRÉ «vuestro», guré «nuestro». Acompañados del ar-
tículo singular cumplen la misma regla: nereá «el mío». Mas
con el artículo plural, el acento se trasporta á la penúltima:
zuRÉAK «los vuestros». En este caso únicamente conviene la
notación ortográfica.''
m.
Los demostrativos se dividen, generalmente, para mar-
car la diferencia de su significación en: demostrativos de pri-
mer grado, de segundo y de tercero, correspondientes á cada
nno de los dos números, singular y plural. Recorrámoslos
sucesivamente.
Demostrativos de 2'>rimer grado; singular.
G. 8. L. S,
AU . . AU . . IIAU . . HAU . . — éste.lForn»a luisiva.
Las formas primitivas de éste pronombre son, siguiendo
1 Laidizi'ibftl. Gramática vascongada, páj;. C.'i.
2 C¡e/,o. Elem. de gram bas(|., i'á','. ^'1-
a Larilizúbul. Gram.it¡ca bascongaüa, imí^. Hl.
-167-
el orden de enunciación, kaur (ronc.) kau (sal.) y gau (aez.),
dados á conocer por el Príncipe Bonaparte.
Ya dije anteriormente que varios pronombres presentan
la particularidad de usar amenudo dos formas distintas, una
para el agente y otra para el sujeto paciente. No conozco
razón alguna plausible que explique esta dualidad de for-
mas, pues nada se oponía á que el tema del pronombre, es
decir, la actual forma pasiva recibiese el sufijo h del agente
como lo reciben otros varios pronombres y todos los nom-
bres. La forma activa de los pronombres es de gran impor-
tancia; según lo hemos de ver más adelante es preferida
para la aglutinación de casi todos los sufijos. La diferencia
que media entre las formas pasivas y activas es tan grande
en la mayoría de los casos, que no cabe ver en estos alte-
raciones de una forma común, sino pronombres del todo
diferentes.
He aquí, ahora, las formas del pronombre demostrativo
de primer grado acompañadas del mencionado sufijo /.•;
advierto que aun sin esperar á la sección destinada á la su-
fijación de A-, es fácil analizar dichas formas. Basta separar
la // y la letra eufónica ó de ligadura que la preceda, para
obtener el tema del pronombre. Mas los temas así obtenidos
son meramente hipotéticos, pues jamás se los encuentra,
sino en la forma activa íntegra que sigue:
G. B. L. s.
ONEK. AUK . PIÜNEK. HUNEK. éstc. ¡Forma activa.
Como se ve, únicamente el dialecto bizcaino se vale del
mismo pronombre para las formas activa y pasiva.
Demostrativo dej^fimer grado; lüural.
G. B. L. s.
OYEK, OEK. ONEEK. — HAUKlEK, HAUK. — HAUK . — CStoS.
Los dialectos guipuzcoano y bizcaino usan la misma
forma en activo y pasivo; el labortano hace lo propio con la
—168-
forma iuukiek, poro no ooii la hauk qae resai-va pava el pa-
sivo, así como el sulotiiio h.vuk, paos dichos proiioinhíe i po-
seen formas plurales activas especiales:
L. S.
HAUEK. M.\UYEK. OStoS. ¡Forma activa.
Los dialectos guipuzcoano y bizcaiiio nunca poseen for-
mas plurales activas; el labortano y suletino las poseen
amenndo: cuando no dé forma activa, ha de entenderse, por
lo tanto, que hay sólo una para ambos casos.
Demostrativos de segundo grado; singular.
G. B. L. S.
ORI. . . OBI. . . HORI . .■ — -HOEI . . OSO. ¡ Forma pasiva.
OREEK. . OEREK. . HOEEEK HOREEK OSO. i Forma activa.
Demostrativos de segundo grado; plural.
o, B. L. • S.
ORIEK . ORIEK . HOIKIEK, HORIEK HOIK, HOEIK OSOS.
S
HOYEK. estos ', Forma activa.
Demostrativos de tereer qrado; singular.
HUEA A . HURA . HURA . aqUOl.¡ Forma pasiva.
AEK . AK. HAEEK. flAREK aqUOl.! Forma activa.
Demostrativos de tercer grado: lüiir al.
G. B. L 8
AYEK.— AEK. IIEKIEK, HEK.-- IIEK.- aquollos.
L. S.
HEKIK. HEYEK. aquellOS.| Forma activa.
—160—
HEKiK (1) corresponde á hek del mismo dialecto; el sule-
tino, cuando no preiiere la activa heyek, se vale de hek con
el mismo carácter activo.
Demostrativos intensivos. — Los dialectos guipuzcoano y
bizcaino poseen dos que son los que signen: berau-beronek
«éste mismo» y beroiii-beeoreek «ese mismo». Su composi-
ción no ofrece ninguna oscuridad; bera-|-au-onek, y ori-
oreek.
Pronombres -reclemostradivos. — ^Los mismos dialectos,
mediante la aglutinación del sufijo che al tema pronomi-
nal, aumentan la intensidad de su significado, resultando
linos pronombres á los que les cuadra perfectamente el
nombre de redemostrativos.
liedemostratiros de j)TÍiner grado; singular.
G. B.
AüCHE . . AUCHE. . éste mismo. ! Forma pasiva.
ONECHEK. AUCHEK. éste mismO. i Forma activa.
Bedemostrativos c^e jJ7'¿77¿er grado; j^^ural.
G. B.
OYECHEK. ONECHEEK . - -CStOS lllismOS.
Redemostrativos de segundo grado; singular.
G. B.
ORICHE. . ORICHE. . eSC inismO. | Forma pasiva.
ORRECHEK— OREECHEK éstC miSHlO. } Forma activa.
Bedemostrativos de segundo grado; inural.
G. B.
ORIECHEK. OEIECHEK — eSOS IBlSmoS.
Bedemostrativos de tercer grado; singular.
G. B.
HüEACHE. . ACHE . . aqUcl misiHO. I Forma pasiva.
AECHEK. . .ACHEK . aqncl mismo, j Forma activa.
—170-
Bedejiiosfrafiros de tercer grado; jihiral.
G. B.
AYECHEK. — AECHEK — aquellos mistnos.
Estos pronombres redemostrativos presentan bastante
variedad en la aglutinación de los suñjos, pues éstos unas
veces se aglutinan delante de che; por ejemplo: oniche «á
este» y otras veces detnás; por ejemplo; oyechei «á estos»);
de tales particularidades nos ocuparemos con la atención
necesaria al hablar de los sufijos.
Los pronombres demostrativos y redemostrativos en
oraciones en que rigen ó son regidos de algún verbo, siem-
pre se posponen al nombre; por ejemplo: bei au gizena da
(g) «esta vaca es hermosa»; motil oreek ekareiko du «ese
muchacho lo traerá».
El acento prosódico de los demostrativos y sus simila-
res va en la última sílaba; en las formas plurales lo común
es que se cargue en la primera, aunque también se oye ame-
nudo en la final.
IV.
El euskara posee tres pronombres relativos. La denomi-
nación que algunos autores modernos les dan de pronom-
bres interrogativos, es poco exacta; dichos pronombres no
son interrogativos por función propia, sino cuando se usan
en la frase en acepción interrogatoria. Helos aquí:
1.°
G. B. L. S.
ÑOR. .=NOR =NOR =NOR. .= quieU \llXl
NORK .=NORK, NOK . .=NORK = NORK .= quicu ¡J";"!'"*
care^' .=N0RTZUK. . ,—caret. . . . — ca re t .=■■ quienes
-171-
2.0
G. B. L. S.
ZEÑ . . = ZEIN, ZEÑ . ."ZEIN, ZOIN. .=ZUÑ. .= Clial
ZHÑEK. = ZEINEKjZEÑEK = ZEINEK, ZOINEK. := ZUÑEK. = Clial i l°tl^l
care f .^^z'EÑTzvK. . . — caret . . . . = ccwez^ . = cuales.
) Forma
i pasiva.
ZER. . — -ZER . . . . .
ZERK .=ZERK, ZEK . .
Carct . = ZERTZUK, . .
3.^
— ZER . .
— ZERK .
^= caret. .
■ ZER . .
:ZERK .
caret .
- nuP ' Forma
1 ( pasiva.
miP ' Forma
iji-ie , activa.
= qne (pim-ai).
Los anteriores pronombres están habilitados para todas
las fanciones que desempeñan sus análogos castellanos; por
ejemplo: sagarra, zeñak aun egin didan gaziegi zan <da man-
zana que me hizo daño era demasiado agria»; ikusi det ba-
SOA ZENTAN OTSOAK ARKITZEN DITUEN (die visto cl bosque CU cl
cual encuentra los lobos».
La opinión que ve en el uso de esos pronombres una
vana imitación del castellano ó francés, contraria al genio
de la lengua euskara, opinión sostenida por los Sres. Hove-
lacque, Yinsón y Van Eys, parece desprovista de todo fun-
damento.^ En primer lugar, sin el uso de esos pronombres
no sería posible la expresión de ciertos conceptos: es decir,
que son necesarios. En segundo lugar, los más antiguos do-
cumentos escritos en bascuence, nos presentan ejemplos de
su uso. En tercer lugar, dichos pronombres no son interro-
gativos más que cuando entran en frases interrogativas; por
lo tanto, no han sido desviados de sus supuestas funciones
normales. Y en cuarto, tampoco repugna al genio de las
lenguas aglutinantes el empleo de esos pronombres (sal-
vo, por supuesto, el aislamiento del euskara dentro de ese
1 Mr. Van Eys fué más lejos todavía-qiie los otros dos lingüistas citados. En la p¿g. 10
do su Diccionario basco-francés dijo redondamente: «el pronombre relativo tque» no existe, es
preciso formar la frase con un participio»,
-172-
«^Tiipo, lo cual clestrnye el valor cíe las analogías que quie-
ran levantarse sobre la circunstancia de la clasiñcación),
puesto que el húngaro, el finnes y otros idiomas del mismo
grupo poseen pronombres relativos.^
Cuando los pronombres relativos van acompañados de
nombres, se antej^onen á estos; por ejemplo: zer gizon «qué
hombre». Eelevan del empleo del artículo, pero no del signo
del agente h, necesario con todo verbo activo, y que natu-
ralmente pasa al nombre; por ejemplo: ¿zer gizon ill da?
«¿qué hombre se ha muerto?»; ¿zer üizonek ill du? «¿^^^^
hombre lo ha matado?» y no zerk gizon, etc.
El castellano se vale de los pronombres relativos para
las frases admirativas; el euskara acude á los demostrativos
anteponiéndolos, aunque también usa de los relativos. Pero
lo más correcto es decir: ¡au lana! «¡qué trabajo!» ¡au otza!
«¡qué frío!».
V.
(!•)
El euskara tiene varios pronombres indefinidos.
El numeral bat, en los dialectos bizcaino y guipuzcoano
sirve para expresar la idea encomendada al castellano «algu-
no». Basta, para conseguirlo, que el nombre que le acom-
pañe reciba el sufijo de posesión; por ejemplo: makillaren
bat dauka «algún palo tiene», ó sea (lit.) «del palo uno lo tie-
ne»; GizoNEN BATEK iTz EGíN DIO «algúu houibre Ic lia hablado».
BATzuEK (b, g. 1.) BATzu Ó BATzü (s) «algiiuos». La forma
activa plural suletina es batzuk ó batzük; por ejemplo: oi-
zoN BATZUEK ETOERi DIRÁ «alguiios lioiiibres liau venido». Este
pronombre tiene siempre la significación plural; Mr. Van
Eys^ se equivocó al ver en batzu un singular y en batzuk
su forma activa. La forma más primitiva, á no dudarlo, es
1 Bonaparto. Remarques sur plus. as. de 'Slv. A. Ilovolacque, pi'ig. 18.— Remarq. sjr o«rl. no-
tes, ote, púg. 27.
2 Diction. basq.-franc, pAg. 5¡1.
—173—
la suletina; cuando se formó, todavía poseía zu el significado
plural que después ha perdido.
ELiBAT es un pronombre propio del suletino y significa
también «algunos»: es sinónimo de batzu.^
BAKOiTZ (g. s.) BAKOCH (b. s.) «cada cual».
BATBEDEEA (1. s.) «uu cada uno».
BESTE (b. g. s.) BEKTZE (1. s.) «otio». Mr. Van Eys opina
que la forma labortana es la primitiva.^ Dada la frecuente
elisión de r, esa opinión me parece fundada.
INOR (b) IÑOR (g) NIHOE, NEHOR (1) NIHUR, IHUR (s) «uingU-
no»; por ejemplo: zeñari (errege fernandori) bertan utzie-
RAZO ZIOZKAN, IÑOREKIN ERE EGOTEKO LEKURIK EMANGABE, ESPA-
ÑAKO KOROiA «al cual (al rey Fernando) le obligaron allí mis-
mo á dejar la corona de España, sin darle ni aun tiempo
para hablar con ninguno». El insigne Larramendi que cono-
cía muy bien su lengua, no deja duda alguna acerca de su
significado. Oigámosle: «Ninguno; cuando viene sólo y se
aplica á alguna persona, iñor, iñork, nihor, nihork».'^ ((Algu-
no; cuando viene sin nombre norbait noebaitek».^ Mr. Ge-
ze'^ le da el mismo significado. Esto no obstante, Mr. Van
Eys en su gramática y Mr. Vinsón en sus notas comple-
mentarias al Ensayo del distinguido profesor húngaro Ri-
bary, alucinados por un concepto erróneo de Lardizábal, tra-
ducen iÑOR, NiHOR, etc., «alguno». El sentido negativo de
IÑOR es originariamente, tan pronunciado, que obliga al ver-
bo á tomar la forma negativa. Y de aquí nace, sin duda, el
error de los mencionados lingüistas, los cuales suponen que
para que iñor signifique «ninguno», es preciso que le acom-
pañe la negación ez. En bascuence, lo mismo que en caste-
llano, se dice iñor ezta «no es ninguno», y no iñor da «es
ninguno». Pero pregúntese ¿nor etorei da? «¿quién ha veni-
do?», y para responder «ninguno», se verá que basta decir iñor
á secas. °
'a GezG. Elements de gr. basq., pág. G6.
2 Gram. comp., pág. 107.
3 Diccionario trilinqüe, pág. 198, tomo n.
i Id., pág. G8, tomo I.
5 Elements de gr. basq., pág. 66.
6 El Príncipe Bouaparte refutó el error ele Mr. Vinsóii cu sus Remarques, etc., pág. 28.
-171-
Bajo el doblo punto do vista do su acopoióu originaria y
del uso de las personas que hablan peritísimamonte el cus-
kara, no cabe poner en duda el sentido negativo de iñok.
Pero el uso ha venido á confundir esta especie, como otras,
y en algunos puntos del territorio guipuzcoano la confusión
debe haber avanzado mucho, cuando vemos incurrir en olla
á escritores de nota y tan buenos hablistas como Lardizá-
bal. De la doble acepción de la palabra, da, asimismo, testi-
monio Aizquíbel. «iñor «nadie», ¿iñok BADAGO?«¿hay alguno?»;
INOREN UK011RIKBAGE,NEMINE DISCREPANTE, «sill dis.CrOpancia de
ninguno»/ (Uñor «alguno». — «Nadie, ninguno», inoren men-
DEAN EüON «depender de alguno»; inoren kaltebage «sin daño
de alguno»." Por lo tanto, iñor signitica amenudo, y debe
significar siempre, sin vque sea preciso el acompañamiento
de negación en el verbo, «ninguno». La confusión es debida
á la dificultad que experimenta el hombre para expresar las
ideas negativas; como que en resumidas cuentas todas son
afirmativas de la carencia de un accidente ó cualidad.
NORBAiT (g. b. 1.) NURBAIT (s) «alguuo». Es ol pr.inombro
de significación contraria al iñor; por ejemplo: norbait ba-
DATOR «alguno viene». Los dialectos guipuzcoano y bazcaino
poseen un plural norbaitzuek «algunos», compuesto de los
pronombres norbait y zuek.
zerbait (c.) «algo». Su plural, en los dos dialectos acaba-
dos de nondjrar es zerbaitzuek «algos».
zembat (g. b. 1.) zumbat (s) «cuanto».
zembait (g. b. 1.) zuMBAiT (s) «cuautos».
norbera (b) NORBERE (g. 1.) «cada uno». El dialecto sule-
tino obtiene un equivalente de este pronombre, mediante la
posposición del adverbio ere «aun también», al relativo nur
«quien», cuyo sentido natural altera. Los sufijos se unen al
segundo componente en todos los dialectos, y no en el dia-
lecto bizcaino imicamente, como afirma Mr. Van Eys."' En
el texto de Lizarraga que cita en apoyo de su 0]>inión ezen
nork ere naiii ukanen baitu bere bizia salbatu ha tomado
1 Diccionario basco-español, pi'i;,'. 118.
i! Diccionario basco-españo!, i';;^'. lltt.
;í Gram, comp., ih'ik. lO'J.
¡-17S-
EEE adverbio por bere pronombre. Se dirá siempre norbe-
líEAEEKíN «con cualquiera», y no norekin bebe.
EZER «nada»; por ejemplo: jaungoikoak mundu au, eta
EMEN DIRÁ GAUZA GUZIAK EZER EZETIK ATERA NAI IZAN ZITUEN
(Lard.) «El Señor había querido sacar este mundo y todas
las cosas que hay aquí, de la nada». Los mismos lingüistas
que antes hemos mencionado han incurrido, respecto á
EZER, en el propio error en que cayeron al prestar exclusiva-
mente una significación positiva á iñor. "Y sin embargo, la
etimología de esta palabra se pasa de clara: ez-|-zer «no
algo» (lit.) ó sea, «nada», en buen castellano. Cuando el se-
ñor Aguirre en sus Pláticas traduce el séptimo mandamiento
de la ley de Dios ez dezu ezer ostuko no usa de ez porque
sin esa negación ezer signifique «algo», sino porque es tanta
su fuerza negativa que exige la forma correspondiente en el
verbo, y viene á resultar la equivalencia de la frase caste-
llana mo robarás nada». En sentido afirmativo se usa de
ZERBAiT «algo»; por ejemplo: zerbait dakar «algo trae», y ja-
más, en todas los días de la vida, ezer dakar.
EDOZEÑ (g) EDOZEiN (b. 1.) EDOzuÑ (s) «cualquiera». Eu Biz-
caya , este pronombre conserva su plural edozeñtzuk
«cualesquiera».
Entre los indefinidos suelen poner los autores ciertas pa-
labras que estrictamente no son pronombres, pero que pue-
den hacer funciones de tales; por ejemplo: elkar (g) alear
(b) ALKHAR, ALGAR (s) «uuo y otro, recíprocamente»; anitz (g)
HANITZ, HAINITZ (1) ANHITZ (1. S.) «mUcllO»; GUTI (1. S.) GUCHI
(g. b.) «poco»; DEus (1. s.) «nada»; guzi (c.) gtjzti (g) «todo»;
batere (1. s.) «ninguno»; bakan (g. b.) bakhan (1. s.) «raro,
escaso»; zein NAm (1) zuñ nahi (s) «cualquiera»; nornai (g. b.)
NORNAHí (1) NUR NAHI (s) «cualquicra que sea», etc.^
Los indefinidos que van solos, se anteponen ó posponen
al verbo indiferentemente; cuando acompañan á algún nom-
bre van generalmente detrás, excepto edozeñ, zembat, zem-
BAiT que se anteponen.
1 Véase Duvoisin: Etude sur la decl. basq.. págs. 17 y 18.
-176-
(II.)
El enslvara carece de pronombre reflexivo, y lo suple va-
liéndose del sustantivo buuu «cabeza», sobre el cual dirige la
acción del verbo; por ejemplo: bere burua ill du» «ha muer-
to», ó sea, (lit.) «ha matado su cabeza»; beren buruak billo-
SAK iKüsi zuTENEAN «cuando SO vicrou desnudos», ó (lit.)
«cuando vieron desnudas de ellos las cabezas». Con estos
ejemplos á la vista se construyen fácilmente todas las fra-
ses que en castellano llevan el pronond)re se. Y por cierto
que la construcción euskara, traducida literalmente, da lu-
gar á frases que no dejan de ser muy curiosas, desd3 el pun-
to de vista del castellano. Sirva de ejemplo la siguiente fra-
se de Aguirre: bularretik sartu zion bere buruari ganibeta,
ETA ILL ZAN, «por el pcclio sc Ic cutró á su cabeza la navaja,
y murió».
—177-
CAPITULO VII.
HISTORIA Y CBÍTICA DE LA DECLINACIÓN BASCONGADA.
La expresión de las relaciones de acción, pasividad, posi-
ción, dirección, movimiento, materia, procedencia, posesión,
etc., que modifican ó particularizan el sentido más abstrac-
to de las palabras puras, encomendada en otras lenguas á
los «casos de la declinación» y á las «preposiciones», se veri-
fica en euskara por medio de sufijos. Extrictamente hablan-
do, el bascuenco carece de declinación; nada hay que difie-
ra más de la serie de flexiones que alteran el significado pri-
mitivo de un vocablo, desarrollada de conformidad á distin-
tos tipos, tal como la encontramos en las lenguas clásicas,
que el sistema uniforme de partículas, aplicable á todos los
tipos de vocablos, ([ue nos ofrece el euskara.
No obstante lo dicho, que es incuestionable, la mayor
parte de los tratadistas del euskara nos hablan de la decli-
nación del nombre bascongado, como pudieran hablarnos de
la declinación del nombre latino. Esta adaptación de las
formas gramaticales «clásicas», á una lengua que por su na-
turaleza no las necesita, nada debe de extrañarnos: se ex-
plica perfectamente por la costumbre y mayor comodidad
del escritor y de sus lectores, así como tampoco nos extraña
ver en una gramática castellana ó francesa la declinación
de los nombres y pronombres, que realmente no exis-
te. x\sí es que, este procedimiento gramatical de exposición
no merece graves censuras, sobre todo, si se tiene en cuen-
ta que varios do los escritores que de él usaban, sabían per-
fectísimamente á qué atenerse en lo tocante á la existencia
ó no existencia de la declinación.
El Padre Larramendi que es el primero que de gramá-
tica euskara ha liablado de una manera completa, ó lo que
es lo mismo, explicando todas las materias que correspon-
den á esa rúbrica, inauguró el sistema de las declinaciones.
Grande, y merecida, era su autoridad, sobre todo en el país
bascongado, pero no avasalló todas las inteligencias. Algu-
13
-178—
nos años más tarde (1803) el famoso escritor durangués don
Pedro Pp.blo de Astarloa, en su Apología de la lengua has-
congada^ se explica en los siguientes términos: «El Bascuen-
ce no tiene casos ¿Pues cómo el Padre Manuel Larra-
mendi, dirá Traggia, pone seis casos en el bascuence?Es ver-
dad que este laborioso bascongado y también Harriet, aun-
que Traggia no tiene noticia de este nuestro gramático, dan
seis casos á los nombres; ¿pero qué extraño fué el que Larra-
mendi y Harriet se equivocasen si todos los gramáticos han
tenido el mismo error, aun cuando lian escrito gramáticas
de lenguas que no conocen la declinación, si lian hecho lo
mismo los ilustres cuerpos de nuestras sabias Academias
Europeas?» Astarloa no hizo escuela; Chaho, Lecluse y los
escritores sucesivos, unos por creer en la existencia de la
declinación, otros por juzgar más clara la exposición corrien-
te en las gramáticas modernas, continuaron hablando de
casos, con gran diversidad en su nombre y número. Mr. Ho-
velacque en su Lingüistique caliñcó de «pretendida» á la
declinación bascongada y Mr. Yan Eys en su Gramática
comparada rompió resueltamente con la tradición, á la cual
había sido dócil en sus anteriores E'/ísc/ //05, pero con la singu-
laridad de admitir sólo tres casos, quedando fuera de los
partidarios de la declinación, por ser su enumeración de ca-
sos deficiente, y fuera de los adversarios también por admi-
tir, en parte, aquella. De todo lo dicho resulta, que si hay
alguna gloria en haber reconocido que no hay declinación
en bascuence, corresponde de derecho á Astarloa que fué el
primero que lo dijo paladinamente.
Junto á las indudables ventajas prácticas de explicar las
modificaciones del sentido de las palabras por medio de la
declinación, existe el grave inconveniente de dejar fuera del
paradigma adoptado una porción de modificaciones que no
caben dentro de la enumeración clásica, ó el de aumentar
considerablemente el número de los casos, inventando nue-
vos noml)res para ellos é incluyendo relaciones que en nin-
guna lengua figuran dentro de la declinación. Esto si se
,1 l'i'if!?!. 11'2 y U;'. (Ui lii stíííuiiila odición.
—179— .
mira por el punto de visfca práctico; que en cuanto al teóir,'
co, la declinación no se ajusta á la naturaleza del euskara-
y por lo tanto, puede suprimirse sin peligro en una exposi-
ción gramatical fundada en principios científicos.
Pero antes de pasar á explicar los sufijos, siguiendo la
indicación de Astarloa y el buen ejemplo de Mr. Van Eys,
paréceme oportuno, á manera de introducción curiosa,
(apropósito, además, para dar una idea del conjunto de la
materia),' trascribir los paradigmas de la declinación adop-
tados por los principales gramáticos ó lingüistas.
PARADIGMA DEL SE. LARDIZÁBAL
CALCADO SOBRE EL DEL PADRE LAEEAMENDI.
Número singular.
iNominativo,
Genitivo.
Ablativo ,
Dativo. . . ^
í
Acusativo . ¡
Vocativo. , !
GIZONA, GIZONAK
GIZONAREN.
GIZONARENA. .
GIZONARENAK .
GIZONARI. .
GIZONARENTZAT.
GIZONA. . .
GIZONA.
GIZONAEEKIN .
GIZONAGATIK .
GIZONAGABE. .
GIZONAGAN
= el hombre.
= del hombre.
= lo del hombre.
= los del hombre.
=:al hombre.
= para el hombre.
= el hombre.
= hombre.
= con el hombre.
= por el hombre.
=:sin el hombre.
= en el hombre.
Número ^plural.
Nominativo. ; gizónak. . . . '. . = los hombres.
I GizoNEN = de los hombres.
Genitivo. . gizonena ==10 de los hombres.
( GIZ0NENAK ==los de los hombres.
i GizoNAi. . . . . = á los hombres.
Dativo
GIZONENTZAT
= para los hombres.
-180-
Acusaüvo . i GizÓNAK = los hombres.
Vocativo. . ¡ GIZÓNAK = hombres.
[ GizoNAKíN = con los hombres.
GizoNAKGATiK . . . = por los liombros.
GizoNAKGABE . . . . -= siii los liombres.
GIZONETAN, GIZONAKGAN. = 611 los llOmbreS.
Ablativo.
Aparte varios errores de concepto, como el de llamar
ablativo, que es el caso que indica de donde procede la
acción, á casos y desinencias que no son tal ablativo, y el de
dar tres formas al genitivo, mediante una nueva suñjación
del artículo, lo cual pudiera hacerse con todos los demás ca-
sos, diciendo; por cjenr)lo: gizünarekina «lo del con el hom-
bre» y GizoNAREKiNAK «los dcl cou el liombrc», etc., y el de
considerar vocativo al nominativo, puesto que ¡oh gizona!
es «¡oh el hombrel» y no «¡oli hombre!», este paradigma era
sumamente incompleto, quedando fuera de él varias é im-
portantes relaciones que el euskara expresa, las cuales, en
la misma sección, á manera de añadiduras, ó en otra, ha-
bían de figurar forzosamente.
Paradigma de Lecluse. — Lecluse^ no perfeccionó nada
la materia. Partiendo de algunas ideas de Astarloa, dividió
la declinación en simple y compuesta, y las relaciones por
ella expresadas en primarias y secundarias, comprendiendo
las primeras en cuatro casos que son: el acusativo ó pacien-
te, caracterizado precisamente por no tener característica;
el agente ó nominativo, por la característica c (k); el dativo
ó recipiente, por la característica / y el genitivo ó posesor,
por la característica en. Lo poco de bueno que hay en esta
sección de Lecluse, que es el señalamiento de las caracterís-
ticas (ó como diríamos hoy, el sufijo abstracto, despojado de
sus alteraciones fonéticas) pertenece á Astarloa: lo restante
está trastornado con numerosos errores de método y clasi-
ficación. Lecluse, bajo el nombre de declinación compuesta,
reunió ciertas relaciones, y agrupándolas bajo dos tipos, uno
1 Gram basq., i>»ks. II y sifíuientos.
-IBl—
para los nombres de cosas y lugares, y otro para los de per-
sonas, sin echar de ver, qne las diferencias entre ambos na-
cen, en unos casos, de meras alteraciones fonéticas , en
otros de las distintas desinencias usadas, (sufijos étnicos,
locales, etc.), y sobre todo, confundiendo lastimosamente la
forma definida con la indefinida, formuló el siguiente para-
digma, en el que ni siquiera dio nombre á los casos.
Número singular.
1 GTZONA, AK
2 GÍZONAREN. ,
3 GIZO->ÍAGANIK,
4 GEZONARIK .
5 GrZONAGANA ,
6 GIZONARI . ,
7 GIZONABAIIHAN
8 GIZONAZ. . .
9 GIZONAREKIN.
10 GIZONARENTZAT
11 GIZONAGAINO. .
ol hombre,
dol hombro,
del hombro,
del hombre,
al hombre,
al hombre,
en el hombre,
por el homlnT.
con el hombre,
para el hombre,
hasta el hombre.
BAYONA, AK.
BAYONAKO .
BAYONATIK .
BAYONARIK .
B A YON ARA .
BAYONARI. .
BAYONAN . .
BAYONAZ . .•
BAYONAREKIN
BAYONAKOTZAT
BAYONARAINO .
Bayona,
de Bayona,
de Bayona,
de Bayona,
á Bayona.
!i Bayona,
en Bayona,
por Bayona,
con Bayona,
para Bayona,
hasta Bayona.
Número plural.
1 GIZONAK, EK. .
2 GIZONEN. . . .
3 GIZONENGANIK .
4 GIZONETARIK. .
5 GIZONEI ....
O GIZONENGANAT.
7 GIZONENBAITHAN .
8 GIZONETAZ. . .
9 GIZONEKIN . . .
10 GIZONENTZAT. .
11 GIZONENGAINO .
los hombros,
de los hombres,
do los hombres,
de los hombres,
á los hombres.
ú los hombros,
en los hombres,
por los hombres,
con lo.s hombres,
para los hombres,
hasta los hombres.
INDIAK, EK
INDIETAKO
INDIETARIK
INDIRIK. .
INDIEI . .
INDIETARAT
INDIETAN .
INDIETAZ .
INDIEKIN .
INDIETAKOTZAT
INDIETARAINO .
las Indias,
de las Indias,
de las Indias,
de las Indias,
á las Indias.
i'i las Indias,
en las Indias,
por las Indias,
con las Indias,
para las Indias,
hasta las Indias,
Mas como esta declinación tampoco era suficiente á en-
cerrar todas las modificaciones de sentido que pueden expe-
—182—
rimentar los nombres bascongados, y como los pseudo-oasos
rebasaban por todas partes el ya bastante dilatado cuadro
de Mr. Leclnse, este discreto bascófilo se veía obligado á
inventar otra declinación á la que denominaba re-compues-
ta en la que entraban diez ¡j iiuere casos de singular, y otros
tantos de plural, sin que esa abundancia impidiese la falta de
ciertos casos que figuran en todas las declinaciones. Ni este
se^^undo paradigma, ni el arriba trascrito nuiícaban claramen-
te las diferencias de algunos casos entre sí, por lo que á ren-
o-Ion seguido tuvo que explicar, con auxilio del latín, la
sic^nificación de varios de ellos, retardando la de los demás
hasta los ejemplos de la sintaxis: es decir, que de una expli-
cación deficiente y embrollada tuvo que apelar á la práctica.
Paradigma (¡el abate Mr. Darrigol. — El distinguido y
entusiasta autor de la Disertación acerca, de la lengua has-
congada (que es una vigorosa y brillante refutación apologé-
tica de tanta y tanta necedad desdeñosa, lanzada contra el
euskara por los que no se han tomado la molestia de estu-
diarlo), proyectó un gran foco de luz sobre estas tinieblas.
Tomando pié de la errónea afirmación de un Mr. Estarac,
autor de una Gramática general, de que el bascuence poseía
verdaderos casos, exploró el circuito de la «pretendida decli-
nación», sembrando de paso algunas excelentes observacio-
nes, y mejoró considerablemente la obra levantada por La-
rramendi. El abate Darrigol distinguió la declinación defini-
da de la indefinida, y proclamó con mucha claridad, la cons-
tancia en la expresión de las mismas relaciones por medio
de los mismos casos, ^ ó lo que hoy daríamos á entender con
las sif^uientes palabras: la especialidad significativa de los
sufijos, que es, precisamente, la antítesis de lo que sucede,
por ejemplo, en castellano, en el que una misma preposición
sirve para expresar relaciones sin iiinguna analogía entre sí.
Darrigol establece dos tipos de declinación, así como
Lecluse; uno para los nombres de cosas animadas, y otro
para el de las inaminadas: helos ambos aquí.
1 Dissert. s'.:r la lang. hasq., pájía. 02 y Bi^íiiientca,
—183—
1.^"' TIPO.
Indefinido.
Nominativo.
Activo. .
Mediativo.
Positivo.
Dativo .
Genitivo.
Unitivo .
Destinativo.
Ablativo. .
Aproximativo
Nominativo.
Activo. .
Mediativo .
Positivo.
Dativo . .
Genitivo. .
Unitivo . .
Destinativo.
Ablativo. .
Aproximativo
Nominativo .
Activo. .
Mediativo
Positivo.
Dativo .
Genitivo.
Unitivo .
:MENDI. .
: MENDIK .
: MENDIZ .
:MENDITAN.
iMENDIRI .
:MENDIREN
- MENDIEEKIN
: MENDITAKO
-- MENDITARIK
rMENDITARAT
Singular
-=. MÉXDÍ A .
= MENDIAK .
-MENDIAZ .
= MENDIAN .
= MENDIAEI .
= MEXDIAREN
= MENDIAREKIX
= MENDIKO .
= MENDITIK .
= MENDIRAT.
Phnri
= MENDIAK .
=rMENDIEK .
= MENDIEZ .
= MENDIETAN
= MENDIRI .
= MENDIEN .
=^MENDIEKIN
: montaña.
: montaña.
de, por montaña.
: en montaña.
:á montaña.
:de montaña.
: con montaña.
:para montaña.
: de montaña.
rá, hacia montaña.
la montaña.
:1a montaña.
:de, por la montaña.
: en la montaña.
:á la montaña.
:de la montaña.
:con la montaña.
= para la montaña.
= de la montaña,
rá, hacia la montaña.
= las montañas.
= las montañas.
= de, por las montañas.
= en las montañas.
= á las montañas.
= de las montañas.
= con las montañas.
Destinativo.
Al)l:itivo. .
Aproxiniiitivo
Nominativo.
Activo. .
Mediativo .
Positivo.
Dativo .
Genitivo. .
Unitivo . :
Destinativo.
Ablativo. .
Aproxiniativo
Nominativo.
Activo. .
Mediativo .
Positivo.
Dativo .
Genitivo. .
Unitivo .
Destinativo.
Ablativo. .
Aproximativo
Nominativo.
Activo .
Mediativo .
Positivo.
-IHÍ-
= MENDIETAKO .
= MENDIETAHIK.
= ]MENDIETArvAT
2.° TIPO.
Indefinido.
= SEi\[E .
= SEMEK
= SEMEZ
= SEMETAN
= SEMERI
= SEMEREN
= SEMEREKIN
— SEMERENTZAT
= SEMERENGANIK
— SEMEREXaANAT
Hiuqular.
= SEMEA
= SEi\rEAK
= se:^[Eaz
=: SEMEAN
= SEMEARI
— SEMEAREN
= SEMEAREKIN
— SEMEARENTZAT
3: SEMEARENGANIK
— SEMEARENGANAT
J'litnil.
= SEMEAK .
= SEMEEK .
= BEMEEZ .
= SEMETAN .
= para las moni anas. "
- de las montañas.
= á, hacia las montañas
liijo.
:liijo.
de, por hijo,
en hijo.-
•d hijo,
de hijo,
con hijo.
:para hijo.
:de hijo.
:ií, hacia hijo.
el hijo,
el hijo.
de, por el liijo.
en el hijo,
al hijo.
:del hijo.
:con el hijo,
para el hijo.
:del hijo.
al, hacia el hijo.
= los hijos.
= l()s hijos.
= de, por los hijos.
= en los hijos.
-185-
Dativo . . . . = SE]MEAi . . . = á los hijos.
Genitivo. . . . = semeen . . .^cielos hijos.
línitivO . . . .rnSEMEEKIN . . — COll loS hijOS.
Destinativo. . .•=semeentzat . . —para los hijos.
Ablativo. . . . = SEMEENGANiK . = de los hijos.
Aproximativo . . = semeenganat . = á los, hacia los hijos.
Los anteriores paradigmas tienen la ventaja de distin-
guir la forma definida de la indefinida, y de abrazar mayor
número de relaciones que los de Larramendi, y de indivi-
dualizarlas todas ellas con nombres apropiados, y en mu-
chos casos, descriptivos de la relación. Además, todas las
correspondencias francesas del original, son cuan exactas
se puede pretender sean, dentro de la impropiedad de que
adolecen en esta materia las lenguas neo-latinas.
Los pronombres, los nombres de persona, los apelativos
y las cosas naturales poseen ciertos sufijos que les son pro-
pios; así, por ejemplo, se dirá echera bánoa ^voy á casa»,
pero no podrá decirse aitara bánoa «voy al padre», sino aita-
gana bánoa, porque ea es el sufijo directivo material y gana
el sufijo de igual clase, ^QYOiiersonal, lo cual, necesariamen-
te, produce la distribución de las declinaciones en dos ó más
tipos, amén de otros paradigmas para los pronombres y los
nombres propios. De idéntica manera la presencia ó au-
sencia del artículo a establece la diferencia de la declina-
ción definida y de la indefinida. Todo esto, y la multiplici-
dad de relaciones, no comprendidas todas tampoco por Da-
rrigol, y el concepto que cada gramático se forja de la natu-
raleza de la declinación y de la de las preposiciones, enclíticas,
casos, artículos, desinencias, sufijos, etc. (que estos y otros
muchos nombres han recibido los elementos gramaticales
que yo señalo con el último nombre),- explican maravillosa-
mente, que la reforma de Darrigol no fuese definitiva, y que
ñorecieran nuevos sistemas de declinación.
Paradigma de CUalio. El escritor suletino volvió al sis-
tema de Mr. Lecluse en cuanto á no dar calificativos á los
casos ¡Lástima grande que volviera, asimismo, á sus confu-
siones! La palabra que escogió para desarrollar su sistema
-18Ü-
de declinación fué handi «grande», y lo hizo en la siguien-
te forma:
Indefinido.
1 HANDI .
2 HANDIK .
3 HANDIZ .
4 IIANDITAN.
'5 HANDim .
G riANDlREN
7 HANDIRENTZAT
8 HANDIRENTAKO
9 HANDIRENGATIK
10 HANDIRENGANIK
11 HANDIRENGANA
12 HANDIREKI. .
13 HANDITAKO .
14 HANDITARIK .
15 HANDITARA .
IG HANDITARADINO
17 HANDIRIK. .
18 HANDITZAT .
19 HANDIKO . .
grande.
grande.
de, por grande.
en grande
á grande.
de grande.
para grande.
en favor de grande.
á pesar, por grande.
del lado, de la parte de grande.
hacia, hasta grande.
con grande.
para, en lugar de grande.
de grande.
á, hacia grande.
hasta grande.
de grande.
por, en lugar de, como grande.
de grande.
1 HANDIA .
2 PIANDIAK.
3 HANDIAZ .
4 HANDIAN.
5 HANDIARI.
G HANDIAREN
7 HANDIARENTZAT
8 ilANDIARENTAKO
9 HANDIARENGATIK
10 HANDIARENGANIK
11 IIANDIARENGANAT
Singular definido.
el grande.
el grande (sujeto activo).
de, por el grande.
en el grande.
del, al grande.
del grande.
para el grande.
en favor del grande.
á causa, á pesar del grande.
del grande.
hacia, hasta el grande.
12 HANDIAREKI ....
13 HANDITIK . . . .
14 HANDIKOA ....
15 IIANDIARAT, HANDIALAT
16 HANDIRADINO
—187—
con el grande,
del grande,
el del grande,
hasta el grande,
hasta el grande.
Plural definido.
1 HANDIAK . . .
2 HANDIEK
3 HANDIKZ .
4 HANDIETAN.
5 HANDIEI , HANDIERI
HANDIER.
6 IIANDIEN .
7 HANDIENTZAT , HAN
DIENTAKO .
8 HANDIENGANIK.
9 HANDIENGANAT
10 HANDIEKI .
11 HANDIENTAKO .
12 HANDIETAEIK .
13 IIANDIETAEAT .
14 HANDIETARADINO .
los grandes.
los grandes (sujeto activo).
de, por los grandes.
en los grandes.
á los grandes.
de, para los grandes.
en favor de, para los grandes,
del lado, de parte de los grandes,
hacia, hasta los grandes,
con los grandes.
para los grandes (lixblando de las cosas)
de los, del lado de los grandes,
liácia, hasta los grandes,
hasta los grandes.
La simple inspección de los anteriores paradigmas es
suficiente á demostrar que desde Darrigol á Chaho no hubo
progreso en la exposición de la declinación, sino antes bien,
retroceso, siendo muy sensible también, el que la traduc-
ción del bascuence no sea siempre del todo exacta. En
cambio, las varias reglas eufónicas que acompañaban á los
paradigmas vinieron á satisfacer una verdadera necesidad,
facilitando la adaptación de los' nombres al modelo propues-
to. Ajustándose, en cuanto cabía, á éste, Mr. Chaho dio la
declinación de los nombres propios y de los pronombres.
Paradigma de Mr. Duvoisin. El modesto y entendido
bascófilo, mi respetable amigo Mr. Duvoisin, muy diestro
en el manejo de su lindo dialecto labortano (el cual, entre
—188—
otros trabajos, le debe una hermosa traducción de la Biblia),
]mblii'ó el año 18()() un precioso folleto acerca de la decli-
nación bascongada. hln él la cuestión, por lo que atañe
principalmente al dialecto nativo del autor, está tratada á
fondo: reglas fonéticas, explicación de los modos, números
y casos, distinción de las declinaciones, fundada en la di-
versa clase de los nombres, diferencias entre la declinación
nominal y la pronominal, cuadros comparativos, función de
los pronombres, explicación razonada de las denominaciones
usadas, principios teóricos y reglas prácticas,, variedades
dialectales, cuanto se relaciona con el punto tratado, se en-
cuentra en ese Estudio, explicado en lenguaje claro y llano.
Admitido el principio de que hay una declinación bascon-
gada,no es fácil hacer más ni mejor que lo que ha hecho
Mr. Duvoisin. Su paradigma está construido de la siguien-
te manera:
Indefinido.
Pasivo . . .=:SEME = hijo.
Activo . . .tirSEMEK = hÍJ0.
Genitivo . . = semeeen = de hijo.
Dativo . . .=^SEMERi = ahijo.
Partitivo . .--SEMERIK — liijo.
Mediativo . . — semez = por, do hijo.
Positivo. . .— SEMETAN =:enhÍJ0.
Ablativo . . = SEMETArviK — de hijo.
Directivo . . = semetara = á hijo.
Modo definido.
Singular.
Pasivo . . .=iSEMEA =el hijo.
Activo . . .=SEMEAK = elhijo.
Genitivo . . = semearen = del liijo.
Dativo . . . = sEMEARi = al hijo.
Mediativo . . — semeaz = por, del liijo.
Positivo . . = SEMEAN = enel liijo.
—189—
Ablativo . . = SEMETiK = del hijo.
Directivo . , = semera. . . . . . . . = al hijo.
Positivo (res-
petuoso . . = SEMEAREN BAITHAN . . . = enelllÍJ0.
Ablativo (id) =semeaeen baitarik, ó ganik. = del hijo.
Directivo (id.) =semeaeen baitaea, ó gana. = al hijo.
Plural.
Pasivo .
Activo .
Genitivo
Dativo .
Mediativo
Positivo
Ablativo.
Directivo
. = SEMEAK .
. = SEMEK
. = SEMEEN .
. = SEMEI, SEMEEI .
. = SEMETAZ, SEMEEZ
. =:SEMEETAN
. :- SEMEETAEIK .
. = SEMEETAEA .
Positivo [u^os^Jf,; . = SEMEEN BAITHAN
Ablativo (id.) = semeen baithaeik ó ganik
Directivo (id.) =semeen baithara ó gana
= los hijos.
= los hijos.
= de los hijos.
= á los hijos.
= por, de los hijos.
= en los hijos.
= de los hijos.
= á los hijos.
= en los hijos.
= de los hijos.
— á los hijos.
Paradigma del Príncipe Boiiaparte. — Este ilustre lin-
güista no se ha ocupado especialmente en la declinación
bascongada, pero varias de sus obras contienen atinadas é
interesantes observaciones acerca de la materia, y hasta
paradigmas/ marcados, como todo lo que sale de tan docta
pluma, con la uña de león.
El Príncipe Bonaparte estima que el basouence no po-
see verdaderos casos, pero sí sufijos casuales como las len-
guas urálicas. Estos se diferencian de las posposiciones en
que, en el estado aislado, carecen absolutamente do senti-
do, por más que haya muchas probabilidades de que se de-
riven de palabras antiguamente revestidas de una siguifica-
ción independiente.^
1 Véanlo, sobi-o todo, Langue basque el lanjvies finnoises; Remarques sur plusieurs assertions de
Mr. Ai)el Hovelacque, ote. Observations sur le Ijasqic de Fontarrabie, etc.; Remarques sur certaines
notes, etc., de Mr. Vinsón; O'jsorvacioies sobre la ley de afinidi'l de las vocales en el bascuenco de Li-
zaro (1881. Revista Eus'orai; Observaciones acerca del bascuonc; tic Valcarlos (id., id.); Observaciones
acerca del bascuence de Betelu (1882, en id).
2 Remarques, etc., sur Mr. Abel Hovelacque, pág. 11.
-190-
Como los paradigmas publicados por ol Príncipe figura-
han en trabajos comparativos y dialectales,, le suplique se
dignara mandarme uno que sirviese para, esta gramática, y
así se sirvió hacerlo, remitiéndome el siguiente, aplicable á
los cuatro dialectos, y en el cual se ven, al lado de las for-
mas usadas, otras teóricas ó i)rimitivas, (jue demuestran có-
mo se verifica la imión del sufijo variable con el tema in-
variable.
Indcjinido.
1 BEGI .
2 BEGIK.
3 BEGIREN .-
4 BEGIRI .■
5 BEGIZ.
(j BEGITAKO.-
7 BEGITAN .-
8 BEGITARA.-
9 BEGITATIK.-
B.
-BEGI .
-BEGIK .
-BEGIREN
-BEGIRI .
-BEGIZ .
-BEGITAKO
-BEGITAN
-BEGITARA
-BEGITATIK
-BEGI .
-BEGIK
-BEGIREN
-BEGIRI
-BEGIZ .
-BEGITAKO
-BEGITAN
-BEGITARA
-BEGITAEIK
S.
-BEGI .
-BEGIK .
-BEGIREN .
-BEGIRI
-BEGIZ .
-BEGITAKO.
-BEGITAN .
-BEGITARA.
-BEGITAKIK .
Forma teórica.
BEGI.
BEGIK.
BEGIREN.
—BEGIRI.
BEGIZ.
BEGIKO.
BEGIX.
BE GIRA.
BEGITIK.
Número singular.
1 BEGI A.
2 BEGIAK .
3 BEGIAREN
4 BEGIARI .
5 BEGIAZ .
6 BEGIKO
7 BEGIAN .
8 BEGIRA .
9 BEGITIK .
-BEGI.JA.
-BEGIJAK .
-BEGIJAREN
-BEGIJARI .
-BEGI.TAZ
-BEGIKO
-BEGI.JAN .
-BEGIRA
-BEGITIK .
-BEGIA.
-BEGIAK .
-BEGIAREN
-BEGIARI .
-BEGIEZ .
-BEGIKO .
-BEGIAN .
-BEGIRA .
-BEGITIK .
-BEGIA.
-BEGIAK .
-BEGIAREN.
-BEGIARI .
-BEGIAZ .
-BEGIKO .
-BEGIAN .
-BEGIALA .
-BEGITIK .
-BEGIA.
-BEGIAK.
-BEGIAREN.
-BEGIARI.
-BEGIAZ.
-BEGIAKO.
-BEGIAN.
-BEGIARA.
-BEGIATIK.
Número plural.
1 BEGIAK . BEGI.TAK . BEGIAK . — BEGIAK .tt-BEGIAK.
2 BEGIAK . BEGIJAK . BEfni'Jv . BEGn<:K . BEGIAKEK.
-191—
3 BEGIEN . BEGLJEN . BEGIEN . BEGIEN . BEGIAKEN.
4 BEGIAI . BEGIJAI . BEGIEI . BEGIER . BEGIAKI.
5 BEGIAZ . BEGIJEZ . BEGIEZ . BEGIEZ . BEGIAKEZ.
6 BEGIETAKO. BEGIJETAKO BEGIETAKO BEGIETAKO. BEGIAKEKO.
7 BEGIETAN . BEGIJETAN BEGIETAN . BEGIETAN . BEGIAKEN.
8 BEGIETARA. BEGIJATAliA BEGIETARA jíj^g^^^^^^rj, —BEGIAKEKA.
9 BEGIBTATIK BEGIJETATIK BEGIETARIK BEGIETAJilK BEGIAKETIk/
Explanación: 1 nominativo; 2 activo; 3 genitivo; 4 da-
tivo; 5 instrumental; 6 relativo; 7 inesivo; 8 alativo; 9 abla-
tivo.
(Farnborough Hill, 18 Juuio 1884).
L. L. Bonaparte.)
Desde el paradigma del Padre Larramendi, remedo de
la declinación latina, hasta el del Príncipe Bonaparte, fun-
dado en los principios de la lingüística, la distancia recorri-
da es inmensa. Cuanto puede conseguir el arte , está com-
pleto. Pero la naturaleza del euskara exige otro espacio y
proporciones donde pueda removerse con entera libertad.
Sigamos á la naturaleza, pero sin que la mayor exactitud
del más desusado método sea parte á disminuir el agrade -
cimientoque debemos, á los que, practicando el antiguo,
recogieron, ordenaron, desbrozaron y pulieron materiales
que ahora hemos de aprovechar.
1 El sustantivo begi signiñca «ojo»; la traducción castellana puede muy bien sacarse de
los anteriores paradigmas; yo no la pongo por respetar el original.
-^^AAT )i()i( JWv-
-192—
CAPÍTULO VIII.
LA S U í' IJ A G I Ó N .
I.
De los sufíjos euskaros os posible hacer varias divisio-
nes. 8i atendemos al modo, hay sufijos del indefinido y del
definido; si al número, sufijos del singular y del plural; si á
su naturaleza, sufijos personales y materiales; si.á su forma,
sufijos simples y compuestos; si á la aghitinación , sufijos
mediatos é inmediatos, según se sufijen directamente al
tema ó á otro sufijo que sirve de intermediario; si á la fun-
ción gramatical, sufijos activos, étnicos, de procedencia, ne-
gativo-interrogativos, instrumentales, de posesión, unitivos,
causales, de materia, privativos, originarios, directivos, lo-
cativos (^e persona y cosa, destinativos, etc.
Los sufijos se unen á la última sílaba de la palabra cuyo
sentido abstracto se desea modificar ó precisar. La palabra
permanece inalterable siempre. Las alteraciones á que da
lugar dicha aglutinación obran sobre el sufijo, jamás sobre
el tema. Así es que en esta materia es donde más visible-
mente resalta la índole aglutinante del euskara.
La sufijación puede verificarse por simple juxtaposición
del sufijo al nombre. Otras veces da lugar á los siguientes
íeiiómenos fonéticos; a) choque de dos vocales, b) clio(|ue de
dos consonantes. El primero se salva por elisión ó interca-
lación de letra eufónica; el segundo, por intercalación de
una vocal de ligadura. El choque de las vocales que se obser-
va en la sufijación, jamás es primitivo: se debe á la elisión
de una consonante. Tal sucede, por ejemplo, en las formas
del plural, que han sufrido la supresión de la /.•: egiven «de
las verdades)), on vez de la primitiva kgiaken. Las formas de
singular, que han resistido mejor la acción destructora del
tiempo, suelen presentar una r eufónica (pie destruyo el hia-
to: así os que hi presencia de osa /• puculü sím-víi íIc caracte-
rística d(^ las formas singulares. I ja siilijación dilecta, ó por
—193—
yuxtaposición, posible siempre, da logar á las formas lógicas,
las cuales á veces son distintas de las gramaticales (con
eufonías, ó degradadas) que hoy están en uso. Cuando con-
venga, al lado de la forma gramatical pondré la lógica. La
suíijación nos presenta algunos fenómenos de epéntesis.
Los suíijos se unirán al nombre definido (con artículo),
ó al indefinido (sin él). Esta segunda es la sufijación usada
por los nombres propios y buena parte de los pronom-
bres. Toda la diferencia entre el modo definido y el indefini-
do, estriba, por lo tanto, excepto cuando existe sufijo espe-
cial de este último, en la presencia ó ausencia del artículo
A, AK.
Los sufijos son indeterminados respecto al número. Para
indicar el plural, el euskara recurre á alguno de los siguien-
tes procedimientos:
1.0 unir los sufijos al número plural del nombre: gizonak-
KiN «con los hombres».
2." unir el sufijo á otro sufijo, que en virtud de alteracio-
nes fonéticas liaya adoptado una forma plural: gizon-en-
TZAT «para los hombres».
3." unir el sufijo á una terminación que signifique plura-
lidad: ZELAY-ETA-N «CU los prados».
Al adoptar la división de los sufijos en cuanto al núme-
ro, hay que tener presente que jamás son plurales de por sí.
Si se mira al sufijo aislado, la división propuesta no cabe.
11.
(!•)
lí. = Es el sufijo del agente de la oración. Todo agente de
un verbo forzosamente lo lleva, y si son varios, el último de
ellos, como sucede con el artículo. Aunque el verbo haya
adoptado la forma pasiva, el agente recibirá el sufijo h, en
vez de ]-ecibir un sufijo que signifique «por», como en caste-
llano. El sujeto del verbo intransitivo, no requiere 1í: por
ejemplo: jesusek esan zion «Jesús le dijo»; jesús ageetu zi-
TZAYON BEiN SANTA MATILDEEI «Jesus SO aparcció Una vez á
14
--104-
Santa Matilde»; jainküak berak, esanak dirá egia oneek
«estas verdades han sido dichas por el mismo Dios»; zube
KONFESOREAK BEAR BEZALA ESTÜTZEN EZPAZAITU «SÍ til COllfeSOr
no te aprieta como es debido»; jaungoikoak egiña izan zan
MUNDUA «el mundo fué hecho por Dios»; gizona datoh «el
hombre viene».
Sucede amenudo que en una oración vienen dos verbos,
uno transitivo y otro intransitivo, refíriéndose al mismo su-
jeto agente. Lo general es que si el agente está más próxi-
mo al instransitivo que al transitivo no tome 1¿'. por ejem-
plo: DAVID ETZEG0AN ALAKO SOÑEKOAKIN OITUA, ETA OYEK UTZI-
RiK, ARTU ziTüEN ARTZAi-soÑEKOAK «David 110 cstaba acostum-
brado (á andar) con semejantes vestiduras, y dejando éstas,
tomó las ropas de pastor». No deja de encontrarse quien aun
en estas circunstancias dé al agente su signo propio.
En los dialectos guipuzcoano y bizcaino el agente sin-
gular se distinguirá del sujeto plural en el acento tónico,
que irá en la última sílaba ó en la pernúltima, respectiva-
mente: GizoNÁK «el hombre» (agente) gizónak «los hombres».
En el plural, dichos dialectos no distinguen con forma pro-
pia el agente. La acentuación ortográfica se reservará para
las formas plurales y ésta es una regla general de aplicación
constante. Por lo tanto, nos limitaremos de aquí en adelan-
te á hablar del acento prosódico.
No obstante la imitación que del artículo hace el sufijo k
en cuanto á unirse al último de los nombres que van juntos,
dejando á los restantes en su forma pura, hay que advertir:
el pronombre personal de tercera persona, no releva al nom-
bre que le acompaña de usar el sufijo del agente; por ejem-
plo: SALOMONEK BERAK ERR.VITEN DUEN BEZALA (Ax.) «COUIO dice
el mismo Salomón», en vez de salo.mon berak, etc.; au da
EGIA BAT FEDEGABEAK BERAK ERE EZAGUTZEN DUEÑA (Ag.) «ésta
es una verdad que el mismo incrédulo conoce», en vez de
FEDEGABE BERAK, ctc. Una cosa Semejante sucede con el
nombre en plural que va acompañado de un adjetivo y de
im demostrativo; éste se coloca tras el nombre, per.) ambos
toman (d signo del plural: gizon oyek guziak «todos estos
hombres» y no üízon guzi oyek. Por lo tanto existo cierta
—ios-
analogía entre la suíijación del agente cuando hay demos-
trativo y la sufijación del signo del plural en el mismo caso.
Fenómenos fonéticos. — Cuando el sufijo k se une al
nombre defioido nada hay que advertir: el artículo lo toma
inmediatamente. De bueu «cabeza» buruak «la cabeza»; de
ESKu «mano», eskuak «la mano»; de zezen «toro», zezenak «el
toro». Si se sulija al nondire indefinido hay que ver como
termina el nombre; acabando en vocal, se aglutina el sufijo
inmediatamente, pero acabando en consonante se interpola
una e de ligadura; por ejemplo: de abdo «vino», aedok; de
EGiA «verdad», egiak; de lan «trabajo», lansk y no lan'k; de
üR «agua», UE^K y no urk.
Los pronombres, además de la particularidad de poseer
formas activas distintas de las pasivas, presentan la de
no ajustarse siempre á las reglas fonéticas que rigen en los
nombres. Los terminados en r no toman e de ligadura; en
cambio, los terminados en otra consonante sí. De ñor, nork;
de iÑOR, iñork; de zeñ, zeñ^k; de norbait, norbait^k.
La razón de esta diferencia no la he hallado. Decir, co-
mo asegura Mr. Yan Eys^ que la vocal de ligadura e es ne-
cesaria desde el momento que la J: choca con una letra
que le sea incompatible no es soltar la dificultad, pues ésta
estriba en explicar por qué la r de ur es incompatible con la
h en UREK y no lo es la r de iñor en iñork. Sin embargo de
lo dicho, en suletino se conoce la forma nihaurek «yo mis-
mo», al lado de nihaurk, é hihaueek «tú mismo» al lado de
HiHAUEK, y GIIIAUEEK «uosotros mismos» al lado de gihauek,
y ziHAUREK «tú mismo», al lado de zihaurií.
Los pronombres terminados en vocal obedecen la ley
de los nombres; de ni, nik «yo»; de fflREA, hireak «el tuyo», etc.
(II.)
EK.=Es el sufijo agente del plural. Se conoce en los dia-
lectos basco-franceses, y en España lo poseen el alto-naba-
1 6rr.m. comp., iiir^. 51.
-1 c-
rro meridional y el sub-dialecto baztanés , adscrito al alto-
nabarro septentrional/
Ya dije que los sufijos son indeterminados respecto al
número, y que las formas plurales se obtienen, entre otras
maneras, aglutinándolas al artículo plural. Por lo tanto, las
formas lógicas plurales de arhi «piedra», zuk «madera», eche
«casa», zALDi «caballo», son arriakek, zurakek, ecpie\kek, zal-
DiAKEK, <das piedras», las maderas», «las casas», «los caballos».
El Príncipe Bonaparte, fundándose justamente en la analo-
gía que presentan estas formas con otras que hemos de en-
contrar con los sufijos de posesión y recipiente, no vacila
en admitir la existenciíi j^i'imit ira de ellas. -^
La constancia con que el sufijo ek se une á ios nombres
y pronombres, ya terminen en vocal , ya en consonante, me
revela que su forma pura es ek y no k, ó lo que es igual, que
que la e es letra orgánica y no eufónica, y que el bascuence
distingue deliberadamente el singular y el plural del agen-
, te. Si á ésta opinión quisiera objetárseme, por ejemplo, con
la variante labortana hekik en vez de hekiek, yo contestaría
con la forma, labortana también, aitek en vez de aitaek, y
explicar ambos por la simple regla eufónica que consiste en
evitar el choque de dos vocales mediante la elisión de una
de ellas.''
La contracción de arkiakek, zurakek, etc., en arriek,
ZUREK, etc., es debida al piincipio determinante de tantas y
tantas degradaciones morfológicas en los idiomas, al princi-
pio de la economía del esfuerzo fonador en la producción de
las palabras. Probablemente, la degradación habría comen-
zado suprimiéndose la k del plural, como ha sucedido en ca-
sos análogos, y luego, para evitar el hiato, habría ocurrido
subsiguientemente la elisión de la a. La fórmula de esta con-
■^tracción es como cigue: arriakek, arriaek, arriek.
1 i^n'nciiio Honapiiito. Obs. sur le basq. do Font., ote, pág. 4'2.
\¡ Remarq., oto., sur Mr. Hovelacq'je, p.'ií,'. lt>.
.'5 'l'óii^;>iKo pioMouto (|uo la foiiiia activa iihiviil ilo tpadres», supuosto sor K sij^iio del Agen-
to plural, lútíicaiiiouto Koiía ai'I'ak; pc^io onuio (luic^ra (jiio aitak «pailvos» so omifiiiulinn, con
AiTAK i'i'l padrt" (aconto KiiiMwlar), los iiuo opinen oonio !\lv. \'an l';vs opina, no dojarún do ox-
plicar la e do ai'I'kk iior nini nn'ia pt^iinntniiún do la vooal a, 4loliida al dosoo do ditoiTiiciiir
el aconto Kiní^nlar dol plnral.
La o,xplicaci('in dol ti^.xto, cpio so Inndií orí una ro;;la ^onoial dando oni>nta do las oxoopoio-
Uü8, uiüdianto la aiilicacióu di! una ronla loiiótioa oonstaiito, mu i)aioco mucho Uiúh plauHÍblo.
• No tocios los pronombres de los dos dialectos basco-
franceses que estudiamos, poseen la forma activo-pkiral in-
tegra. La tienen contraida en el labortano: gerok «nosotros
mismos», HEKiK «aquellos»; en el suletino batzuk «algunos» y
zuHOROK «vosotros mismos». Todos estos pronombres, excep-
to HEKiK, aunque plurales en su significado, son de forma
singular; por lo tanto, se comprende que imiten á los de ésta
clase en la sufij ación.
El plural de los pronombres, excepto en aquellos que
pueden definirse por el artículo (los posesivos y ciertos in-
definidos) es en ek: por ejemplo; zuek «vosotros», bekek
«ellos mismos», oyek, «estos», etc. Es visible el deseo de dife-
renciar la forma articulada de la inarticulada, reservando la
a para la primera.
Los dialectos que poseen el ek distinguirán gizonák ac-
tivo singular, de gizónek activo plural, pero confundirán, en
cuanto á la forma externa se entiende, gizonék activo inde-
finido, con GIZÓNEK activo plural. En la pronunciación el
acento tónico los distingue y en la escritura debe de distin-
guirlos el ortográfico.
Las analogías y diferencias de todas estas formas singu-
lares, activas y plurales se verán á primera vista en el si-
guiente cuadro:
Dialectos guipuz:coano y hizcaino.
GIZONÁK . . . . = el hombre (activo singular).
GizÓNAK . . . . = los hombres (pasivo y activo plurales).
GizoNÉK . . , . = hombre (indefinido activo).
Dialectos lahortaiio jj suletino.
GIZONÁK . . . . = el hombre (activo singular).
GIZÓNAK . . . . = los hombres (pasivo plural).
GizoNÉK . . . . = hombre (activo indeíinido).
GIZÓNEK . . . . = los hombres (activo plural).
III.
I. = Es el sufijo del recipiente, llamado dativo en los pa-
—198-
radigmas de la declinación. Indica la ])oi',süna ó cosa (lue
recibe la acción del verbo, ó ¡í (|nien se dirige ésta; auiuiarí
«al niño)); zaldia/' «á los caballos»; moisés faiiaon/ BosTGAr.REN
ALDiAN JOAN ziTZAYON BAiMEN ESKE (g) «Molsós se presentó á Fa-
raón por quinta vez en demanda de autorización»; jo dezogun
LANE¿', ENE SEMEA (1) «liijo mío, acometanios á los trabajos».
Fenómenos fonéticos. — Cuando el sufijo se une á la for-
ma articulada del nombre, resulta un choque anti-eufónico
de vocales. De agurea «el hombre viejo», la forma lógica de
su recipiente es aguheai «al hombre viejo», pero la forma gra-
matical es ch'stinta, porque se introduce una r eufónica entre
las dos vocales del fin: AGUREAri. En la forma indefinida del
nombre, si este termina en vocal, hay que introducir tam-
bién dicha consonante; AGUEEri «á hombre viejo», BURuri «á
cabeza».
El recipiente plural se obtenía sufijando i al nombre de-
finido por el artículo plural; por ejemplo: gizonak/ «á los
hombres», areiakí «á las piedras». Esta, que es la forma ló-
gica, ha resultado ser la forma real. El Príncipe Bonaparte la
ha desenterrado en los alrededores de Irún y Fuenterrabia.^
Pero fuera de éstas localidades, y acaso de algunas otras no
registradas todavía, dichas formiis lógicas son inusitadas
hoy. La forma usual, originada por la elisión de /.', es gizó-
NAi, AERIAI en guipuzcoano y bizcaino. Los dialectos labor-
tano y suletino truecan la a en e; gizónei, arriei.
A primera vista parecerá extraño que la infiuencia de
las eufonías se haga sentir en gizonaei «al hombre» y no en
GizÓNAi«á los hombres». Pero aparte de que de alguna mane-
ra se había de marcar la diferencia entre el singular 3^ el plu-
ral, hay una razón que explica esta aparente anomalía. La
forma primitiva de gizónai es gizonaki, paralela, bajo el pun-
to de vista de las eufonías, á gizonari, puesto que en ambas
se evita el choque de las vocales ai por medio de la k y de
la r. La elisión de la k solamente pudo comenzar á usarse,
cuando comenzó á iniciarse el movimiento de la decadencia
formal del ouskara, cuando se oscureció la conciencia de la
l Obs. SI r le ba>q. ('es env. de Fo it.
-199-
expresión de las relaciones gramaticaleñ.^ Esta degradación
gramatical está muy ligada á la degradación fonética; á me-
dida que las lenguas degeneran, se debilitan las fuerzas qne
regalan la distribución y combinación de sus sonidos. Por
eso las palabras que los bascongados toman al castellano ó
al francés en pueblos donde se oye mucho estos idiomas,
están menos basconizadas, menos asimiladas al euskara, que
las palabras tomadas en pueblos donde reina más exclusi-
vamente este idioma. Aquí tenemos explicada la existencia
de muchas formas (l(>bles de origen latino, unas asimiladas
y otras no: religio y eeligio «religión», bendikatu y bedei-
KATü «bendecir», maldiziñoia y madarikazioa «la maldición»;
etc. Las formas gizonAri y gizonaki son contemporáneas;
fueron usadas en una época de la lengua en que el movi-
miento decadente no se había aún iniciado, ó era poco in-
tenso aún. La misma causa disolvente que produjo la elisión
de Ji, destructora de un elemento gramatical, toleró el gru-
po AI, infractor de una regla fonética.
El dialecto suletino expresa el recipiente plural con er
ñufijado al tema nominal, pero suprimiendo la vocal final de
éste si es a ó e: idieh «á los bueyes», amer «á las madres»,
L^NER «á los trabajos», guzier «á todos», üskaldüner «á los
bascongados». Por influencia, sin duda, del labortano, com-
parte sil dominio con eí; Challo y Geze dan las dos formas
en el dativo, y se usan ambas, aunque más la primera en la
proporción en que es más puro el suletino.
IV.
EN. =Es el sufijo quesirve pava indicar la posesión. En la
frase, lo poseído va delante, el posesor detrás; por ejemplo:
ATVMien DiRüA(g) «el dinero del padre», (lit.) «del padre el di-
nero»; BAEATZAZAYARe/?. SEMEA (g) «cl liijo del liortclano», (lit.)
«del hortelano el hijo»; MUNDUARe-^ salbatzallea (g) «el Salva-
dor del mundo», (lit.) «del mundo el Salvador». Esta regla es
1 Es un hacho reconocido en liugiustic.i quo todxs las lengua? pasan por un período de
desarrollo y por otro de decadeíac ia.
-200-
tan absoluta ((ue no resulta grave inconveniente de supriniii-
el sutijo; la simple posición indica la relación gramatical;
por ejemplo: ama. oitura. zan «era la costumbre de la madre».
En este caso muchos escritores acostumbr¿in unir con un
guión los dos términos de la relación posesoria: ama- oitu-
ra ZAN.
En el modo definido del plural, primitivamente se su-
fijaba el en al artículo propio de ese número; así quedaba
perfectamente marcada la diferencia entre el singular y el
plural; por ejemplo: GizoNAKe?¿ «de los hombres»; arriak^?! «de
las piedras»; sEMEAKt^;¿ «de los hijos». Estas formas, primiti-
vas y lógicas, se conservan entre los cascros.de Irún y
Euenterrabía. ^ Las formas gramaticdes corrientes son hoy
otras, y el singular y el plural se diferencian eufónicamente
y no orgánicamente.
Fenómenos fonéticos. — La aglutinación del sufijo en al
nombre definido por el artículo ó al tema nominal termina-
do en vocal, da origen á un choque de vocales que se evita
por la intercalación de r eufónica. De anata «el hermano»,
ANAYArEN «del hermano»; de idia «el buey»,iDiArEN «del buey»;
de ARTOA «el maíz», artoafen «del maíz»; de zaldi «caballo»,
ZALDI/-EN «de caballo»; de jabe «dueño», jabez-en «de dueño».
¿Pero esta r es eufónica, como aseguro, ó pertenece al
artículo? Paréceme la ocasión presente la más oportuna para
discutir este problema. Mr. Van Eys afirma el segundo ex-
tremo. He aquí su teoría: «el n genitivo, se sufija á los nom-
bres definidos é indefinidos, seme- -n hace semeren «de
hijo»; la r es eufónica para evitar el hiato. semea-:-n, ó me-
jor, SEME-I-A- -N hace semearen «del hijo». La ?• no es eufó-
nica aquí; pertenece al artículo que era primitivamente ar,
y reaparece en el momento en que se añade un sufijo al
artículo; a-^k hace ark (a(iuel — activo); a- -gatik hace ar-
GATiK (por aquel), etc».
De modo, que para Mr. Yan Eys, la ;• del indefinido es
eufónica y la del definido no lo es. La razón de la eufonía
es, efectivamente, valedera; se trata de evitar el choque de
1 Bonaparto. Remarqjos sur plus, asserl. de Mr. A, Hovebcciue, i>át¡. 11.
-201—
dos vocales/pnes no comprendemos por qué no ha de serlo
en el segmido caso. De la existencia del primitivo artículo
AE no hay más rastros que los que Mr. Van Eys estima tales,
y yo creo que se explican satisfactoriamente de otro modo,
conservando á la r un carácter eufónico constante.
A. =Es el pronombre demostrativo de tercera persona, que
como en otras muchas lenguas, sirve de artículo. La forma
activa de los pronombres, es en e: onek, neronek, orrek, ze-
EORREK, BERONEK, BEEORREK, EDOZEÑEK, BATEE, BATZUEK, NOR-
BAiTEK, etc., sin que haya que registrar más variantes que
las originadas por la presencia del artículo en los definidos.
Nada de extraño es que primitivamente se creara, por imi-
tación, una forma activa aek; el choque de vocales resultan-
te se evitaría, naturalmente, con la sempiterna r eufónica,
resultando la forma arek, existente hoy mismo en los sub-
dialectos nabarros de Aezcoa, Salazar y Roncal. Dicha for-
ma activa se ha ido contrayendo gradualmente hasta venir
á reducirse á las formas bizcainas ak y aek, pero dejando
subsistentes en muchos casos, á modo de reliquia de su pri-
mitiva amplitud y en virtud de la ley de atavismo esa 7-, ori-
ginariamente eufónica y hoy, en los casos de los pronom-
bres citados por Mr. Van Eys, epentética. La subsistencia
de letras eufónicas, después de disipados los grupos de so-
nidos incompatibles cuya resolución les estaba encomenda-
da, según vimos en el capítulo descriptivo de los fenóme-
nos fonéticos, tiene precedentes.
La desaparición de la h del plural , trae consigo la vio-
lación de las leyes fonéticas. El euskara, por regla general,
no se cuida de destruir los hiatos resultantes de la elisión de
consonantes primitivas. Como el choque de las vocales se
hallaba evitado por la presencia de la le, y la elisión de ésta
solamente pudo producirse al iniciarse el período de deca-
dencia, no se sintió la necesidad de impedir ese hiato, que
hubiese repugnado en un período de mayor explendor del
idioma. Las palabras terminadas en vocal sufijan el en
inmediatamente, aunque también ocurre la elisión de la
terminal, si es a: de gauza «cosa» gauzaen y gauzen «de las
cosas»; de aita «padre», aitaen y aiten «de los padres».
—202-
}h\ iiuleliniílo está caraiterizatlo por la ausencia del ar-
tículo a; el deñnido singular por haber /• eufónica y el plu-
ral por no haberla. Así, se distinguirán claramente, j[rndi-
REN «de monte», mrndiaren «del monte» y mendien «de los
montes». Pero morfológicamente, el plural y el indeñnido
de los nombres acabados en coiisonante se confundirán,
distinguiéndose gracias al acento prosódico: jaunén «de se-
ñor», JÁUNEN «de señores».
V.
KIN, KI.=Es el suñjo unitivo. Sirve para <3xpresar la
compañía de una persona, ó la concurrencia de ésta ó de
una cosa para cualquier acción. La inliuencia del castella-
no, que expresa mediante «con», traducción de kin, la ma-
nera, el medio ó el instrumento con que ejecutamos las co-
sas, ha sido causa de que en las localidades donde se oye
mucho este idioma, se lo emplee viciosamente en esta fun-
ción. Así el tierno poeta Biilinch (de San Sebastián), en su
donosa descripción del caballo que servia para la limpieza
pública de las calles de la capital guipuzcoana, dijo:
KARTOYAKKIN EGIÑA '
DALA DIRUDI
«parece hecho con los cartones», usurpando el sufijo unitivo
el puesto al modai-instrumental.
El dialecto bizcaino no se vale de éste sufijo; el dialecto
suletino le suprime la 7i final. Sus funciones se ven clara-
mente expresadas en los siguientes ejemplos: emen jesusek
BERE ArOSTOLUAK/.m BAKARRIK JARRITA GALDETU ZIEN (g) «aquí
Jesús, haljiéndose puesto con sus discípulos les preguntó»;
BAÑA BERE JAKINDURI EZIN GSYAG0KOARE/í¿;¿ ESAN CIIAR ETA
AITZAKI GUZIAK EZEREZTU ETA DESEGIN ZITÜEN (g) «pCrO COU SU
sabiduría insuperable todos los malos dichos y pretextos los
disipó y deshizo»; gogo hobeareZ¿;¿ yaten dute oeduan (1)
«con mejor gánalo comen entonces»; ediren zien haurra,
MARÍA BERE AMAREKI (s) «encoutrarou el NiñO; con IMaría su
madre».
Este sufijo no se une á los temas nominales inmediata-
-203-
mente, sino mediatamente, previa la aglutinación del su-
fijo posesorio en, bajo las formas que corresponden á los di-
versos modos y números. El dialecto gaipuzcoano prefiere,
con todo, la forma articulada plural para expresar este nú-
mero con KIN.
Fenmnenos fonéticos. — La n del sufijo en se elide al re-
cibir el kin; por ejemplo; joserekin, martinekin, mendirekin,
EMAKüMEAREKíN, LAGüNEKíN, «con José», «con Martín», «con
montaña», «con la nnijer», «con los compañeros»; en vez de
JOSEKE/ZKIN, MARTINE7Z.KIN, MENDIRE/ÍKIN, ctc. La aglutinación
del KIN á las formas articuladas plurales, da por resultado la
reiteración de la /,■; gizonakkin, mendiakkin, la. akkin. Estas
formas lógicas, no son usuales; en la pronunciación jamás
se oye mas que una h; y aunque es bueno marcarla en la
escritura, por respeto á los elenientos gramaticales, ningún
inconveniente resulta tampoco de su supresión.
YL
TZi\.T, ZA.T, =Es el sufijo destinativo, que indica la perso-
na ó cosa para la que se ejecuta la acción del verbo; por
ejemplo: aren frütüa gozoa da nere eztarrien¿,íY¿í «su fruto
es dulce para mi garganta»; urin hura nihon den hobeena da
soRuoENf.cTí/, oüíE^ítzat ETA BERTZE UZTA GuziEN¿^r¿¿ (1) «aque-
lla grasa es de lo mejor para lai heredades, para los trigos
y para todas las demás cosechas».
De igual suerte que kin, se une al sufijo de posesión en,
sin que dé lugar á ningún fenómeno fonético. El sufijo en es
el que indica el número y el modo que reviste la palabra
armada del destinativo. Se distinguirán perfectamente el
definido singular deabruarentzat (g) «para el diablo», el
definido plural dantzarientzat (g) «pa.ra los bailarines», jo-
SERENTZAT (g) «para José».
Además de éste significado, tzat posee otro que podemos
llam.ar supositivo: se obtiene sufijándolo al tema nominal:
AITATZAT DAUKAT (g) «lo tcUgO pOr padre»; EROTZAT UTZI zu-
TEN (g) «por loco lo dejaron».
El sufijo TZAT unido al sufijo ko, previa la elisión de ¿ y
—204-
iiiiido al siüijo EN, constituye el destinativo de la mayor par-
te del dialecto bizcaino: ahen fuutua gogoa da ñire samea-
líEJutzaJiO «su fruto es dulce para ini garganta». En la varie-
dad marquinesa se usa el tzat simple.
VII.
N. = Es el suíijo locativo material; indica el lugar ó sitio
en que se halla una cosa, sucede un hecho ó se ejecuta una
acción: ni baño nor oiíeto bizi da luepia?/? (h) «quién vive
mejor que yo en la tierra?»; zeuee echia?¿ jangoikuaeen gra-
ziJA DAGO (h) «en tú casa está la gracia de Dios»; ni gauza
frogatuen gainea?¿ aintzinatzen naiz (1) «yo avanzo sobre
las cosas probadas»; baso-mortuaren erdiati argi bat ageri
ZAN (g) «en medio del desierto apareció una luz»; sorthu ze-
NiAN jesús bethleme judako ieia« (s) «cuaiido nació Jesús
en Belén, pueblo de la Judea». Excepto en los nombres pro-
pios y de localidad se une generalmente á la forma articu-
lada del nombre, por más que también cabe la suñjación al
indefinido.
Como varios de los sufijos hasta ahora explicados, ??
era incapaz de marcar por sí solo el plural. Ha. sido preciso,
por lo tanto, recurrir á una combinación con un elemento
gramatical que en sí llevase embebida la idea de pluralidad.
Al llegar á éste punto Mr. Van Eys se explica en los si-
guientes términos: «Para expresar la misma relación (loca-
tivo), pero en plural, se sufija la n al nombre plural y la k
signo de pluralidad se cambia en t\ eche — k-|-n no hace
ECHEKAN, sino ECHETAN Ó ECHEETAN «611 laS CaSaS»; HEK X SC
convierte en hetan «en estos». ^
La explicación es más sencilla; el bascuence se vale do
la terminación eta que indica pluralidad, y le sufija pura y
simplemente la n. ^ En el indefinido se usa también dicha
1 Gram. Comp., púg. 14S. _ *
2 La idoa do esta oxplicaeióu la ho tomado de las siguientes palabras del PriHcii>i3 Hotia-
parte: «No hay yue olvidar, hiu embargo, que ol plural os doblo en bascuence, el uno on ak
para los sufijos casuales no locales, y el otro en kta para los sufijos looalos. Ksto último, tpio
no os otra cosa sino la copulativa, nuiy propia, por su sentido adicional, para indicar la plura-
lidad en la agrupación do los objetos, etc. (Remarques sur plus, assert. de Mr. A. Hovelacnue.
pág. 15).
-203-
terminación: es decir, que no liay locativo indefinido en
cnanto á la forma gramatical, por más que lo haya en cuan-
to al sentido. Ejemplos: z'&nnetan. goerotorik ezta (g) «el
odio no existe en los cielos»; ogia eseas den Tomefaii (1) «en
los lugares que está escaso el trigo»; izakraeen ikhüstiaei
BOZTAEio Au HANDi/:rt;¿ jAERi ziEEN (s) «al ver la estrella entra-
ron en gran júbilo».
Fenómenos fonéticos. — Los nombres propios de locali-
dad, si terminan en vocal, reciben inmediatamente el su-
fijo locativo; por ejemplo: maüle;¿ «en Mauleón»; bayona?¿
«en Bayona»; erroma;¿ «en Eoma»; donostia?¿ «en San Sebas-
tián»; IRUÑA?¿ «en Pamplona»; baigoeri?? «en Baigorri». Si ter-
minan en consonante, requieren una c de lij^^adiira: buegos-
eN «en Burgos»; ustaritscn «en UstaiiLs»; LAKiLiUNeN «en La-
rraun».
Los demás nombres, en el modo indefinido, obedecen al
mismo principio. En el modo definido, el sufijo se une di-
rectamente al artículo; por Cijemplo: begia;¿ «en el ojo»; es-
KUA?¿ «en la mano»; hendía?? «en el monte». Pero hay que
advertir que si los nombres terminan en consonante, entre
el tema y el artículo es muy frecuente la interpolación de
una e epentética; por ejemplo: goizsan «en la mañana»; baz-
TEEEeAN «en el rincón»; itzal^an «en la sombra». Esta e se
convierte en i en el dialecto suletino, y en los demás que
observan el principio de la armonía de las vocales; por ejem-
plo: gerrenún «en el asador»; lurr¿an, en la tierra». El dia-
lecto guipuzcoano, aunque no de una manera obligatoria,
usa de la interpolación de e con los nombres acabados en ¿:
MAieAN «en la mesa»; LoieAN «en el lodo»; KuieAN «en la cuna».
Esto se debe á la consonificación de la i; así es que lo que
para Lardizábal es una excepción,^ está sujeto á la regla ge-
neral de los nombres acabados en consonante. Los ejemplos
anteriores se pronuncian, y se escriben también amenudo,
MATEAN, LOYEAN, KUYEAN.
Las formas plurales no ofrecen ninguna irregularidad.
La terminación abundancial se sufija al tema sin reparo al
1 Gramática vascongada, pág. 3, nota.
-206—
choque de vocales, y el sufijo, á la terminación; por ejem-
plo: SEMEETA7/, ECHEETA7?, BIDEETA?/, SOROETA??, IGANDEETA»,
baratzeta;?, mendieta?¿, lurketa/í «en los hijos», «en las ca-
sas», «en los caminos», «en las heredades», «en los domin-
gos», «en las huertas», «en los montes», «en las tierras». Al-
gunas veces se eliden las vocales terminales de los temas,
sobre todo si son a; por ejemplo: añiieretan (s) «en las go-
londrinas», de añhera; egietan (g) «en las verdades», de egia.
Lo dicho reza con las formas definidas; qué en cuanto á
las indefinidas la regla es otra. Si termina en vocal la pala-
bra, se elide la e de la terminación abundancial, y si termi-
na en consonante, se deja ésta intacta; por ejemplo: gerre-
netan (s) «en asadores»; ollotan (s) «en gallina». Mdrced á
la elisión de la <?, se consigue distinguir morfológicamente
la forma indefinida y la definida plural, las cuales se confun-
den, en las palabras que terminan en consonante; por ejem-
plo; AÑHERATAN (s) cs «CU goioudrina» y añheretan «en las
golondrinas»; semetan (1) es «en hijo» y semeetan «en los hi-
jos»; CHORiTAN (s) es «CU pájaro» y chorietan «en los pájaros»;
OLLOTAN (s) es «en gallina» y olloetan «en las gallinas»; zelu-
TAN (s) es «en cielo» y zelietan «en los cielos»; menditan (1)
es «en monte» y mendietan «en ios montes».
(II.)
Los nombres propios de personas y los apelativos de sé-
res racionales, en los dialectos basco-hanceses y en los dia-
lectos alto-nabarros septentrional y meridional, usan de for-
mas locativas especiales, á las que Mr. Duvoisin califica de
«perífrasis respetuosas».^ Se le da al nombre el sufijo de po-
sesión, se le une la palabra baitha (1) ó beitha (s) y á ésta se
le aglutina el locativo /¿.Por lo tanto, la diferencia de modo
y níimero resulta de la presencia del sufijo e>i ; el locativo
permanece invar¡:ible.
Es evidente que baitha, reitua, os un sustaiitivo capaz
de recibir ciertos sufijos, y que <lo ningún modo le cuadra el
1 Etudo sur la decl. basq., \wii. IH.
-207-
nombre ele partícula ó preposición que algunos le clan. En
cuanto á saber cuál es la verdadera significación de ella, no
es empresa fácil. Los Diccionarios y Yccabalarios se con-
tentan con presentar dicha palabra unida á los sufijos que
recibe, calificándola con la denominación gramatical que, se-
gún acabo de decir, no le cuadra, y de traducirla secamen-
te, corno si fuese una preposición ó sufijo «vulgar: baithan,
BEiTHAN «en»; baitharik, beitiiarik «de»; baithara, beithaua
«á». No parecen sospechar que se encierra algún misterio,
y no se ocupan de su significado separadamente del que
asignan al sufijo que lo acompaña. El Prmcipe Bonaparte
dice que baitha se encuentra en los di<alectos pertenecien-
tes á las dos ramas lombardas de la lengua galo itálica, con
el sentido de «cabana, choza, retiro» unas veces, con el de
«casa» otras y finalmente «con el de carbonería». Aquí en-
cuentra el Príncipe una nueva confirmación de la presencia
del antiguo bascuence en Italia. También pertenece esa pa-
labra á varias lenguas semíticas, tal como el hebreo, en el
que baith significa «casa».^ Esta curiosa opinión, tiene en su
abono la naturaleza de las relaciones que se expresan con
baitha y BEiTHA, las cuales siempre llevan embebida la sig-
nificación, más ó menos material, de sitio ó lugar.
Kespecto al uso de baitha, hallo las siguientes observa-
ciones en Mr. Duvoisin.^ «El sustantivo de lugar baitha
toma el signo casual del positivo (baithan) y se liga al nom-
bre de un ser razonable. Este, convirtiéndose entonces en
régimen de un nombre, se pone en genitivo. Si se dijera
AITAN Ez düt si::':ssterik, semean gutiago «no tengo confian-
za en el padre y en el hijo menos», bajo el punto de vista de
la sintaxis, la frase sería correcta; sin embargo, estará me-
jor dicho: aitaeen baithan, semearen baithan. La libertad de
elección no siempre existe. Un nombre propio merece más
respeto que un nombre genérico; el bascuence no permite
poner en casos directos^ es decir, en el positivo, en el abla-
tivo y en el directivo, el nombre de un hombre; aunque se
1 Remarques, etc., púgs. 10 y 23.
2 Etude sur la decl. basq., pág. 13.
-208-
trate del mayor criminal se le debe la fórmula del respeto.
He aquí por qué se dirá debuua zebilan judasen baithan «el
diablo se agitaba en Judas».
Nada hay que advertir respecto á esta sulij ación; basta
tener presentes las reglas de la aglutinación del posesivo oi.
Para hacer comprender esto fácil mecanismo, reunir algu-
nos ejemplos: joanaeen ijaithan (1) «en Juana»; semearen bai-
THAN (1) «en el hijo»; etsayen baithan (1) «en los enemigos»;
JAUNEN baithan (1) «CU los señores»>; haueren baithan (1) «en
los niños».
(III.)
GAN. = Es el suíljo locativo personal, que los dialectos
bizcaino y guipuzcoano emplean con los nombres de perso-
nas y seres razonables.
En cuanto á su origen etimológico y para completar lo
dicho respecto á baitha, trasladaré aquí la opinión del Prín-
cipe Bonaparte. «ga se encuentra tan próximo á ca, sinómi-
no dialectal italiano de casa^ que gan se traduce literalmen-
te por in casa ó in ca. Italia presenta, pues, en sus dialec-
tos, la palabra euskara baita, y el bascuence á su vez, la pa-
labra (ja, derivada del itálico ca ó casa: nueva prueba del
contacto basco-itálico. Hay, además, identidad perfecta en-
tre baita basco-loml)ardo, y casa ó ca ítalo-bascongado, to-
cante al régimen, cuando van acompañados del nombre del
posesor. Si á este lo representa un nombre común, el ita-
liano puede, ad-lihitiím, hacer ó no preceder el nombre del
posesor de la preposición di «de», lo mismo que el bascuence
puede, según los dialectos, y á veces en el mismo dialecto,
hacerlo, ó no, seguir del suíijo genitivo de posesión ot. Así
el guipuzcoano expresará «en el marido» con senariíagan ó
senarrarengan; el labortano con senharraren baithan; el
alto-nabarro meridional con senaera baitan, ni más ni me-
nos que el italiano traducirá «en cas:i del marido» con <u'n
casa del inarito)) y de luui manera elegante y toscana hasta
más no poder, con «/y/ casa el inarifo».^
1 Remarques, ctj., im^íi. ->i y -¿i.
-200 -;
El sufijo GAN se usa siempre que el locativo se aplica á
una persona; por ejemplo: ez det aekitu kulpaeik kvuBAgan
(g) ftno he hallado culpa en el niño»; ¿ñola bada, zure isil-
GAUZA iPiÑi DEzu EMAKUMEAí/^Jz? (g) «¿cómo pucs, has puesto
tu secreto en la mujer?»
La suñj ación de gan es sencilla. El nombre propio la re-
cibe: a) inmediatamente; h) mediatamente, previa la inter-
polación del sufijo posesivo; por ejemplo: josegan y joseren-
GAN «en José»; martingan y martinengan «en Martín»; maria-
GAN y MARiARENGAN «CU María». Los apelativos, en el modo
indefinido, unen el sufijo al tema: semegan «en hijo»; atso-
GAN «en vieja». Pero en el modo definido se requiere, ó la
presencia del artículo ó la del posesivo, pues de otra suerte
sería imposible marcar los números. De aquí semeagan y
seme arengan «en el hijo»; semeakgan y semeengan «en los hi-
jos»; EMAKUMEAGAN y EMAKUMEARENGAN «eU la mujcr»; EMAKU-
MEAKGAN y EMAKUMEENGAN «CU laS mujcrCS»; AURRAGAN y AU-
RRARENGAN «CU el uiflO»; AURRAKGAN y AUERENGAN «en loS HÍ-
ños». Por supuesto, que en el lenguaje hablado, excepcional-
mente suena el grupo hg; en unas localidades desaparece la
fuerte, en otras la suave. Es mejor este segundo procedi-
miento, porque lo diferencia de la forma singular; así, en
esos pueblos emakumeagan será «en la mujer» y emakumea-
KAN «en las mujeres». He aquí cómo'^meras particularidades
fonéticas se convierten en elementos gramaticales significa-
tivos.
VIII.
(I.)
EAT, EA, LAT, LA.=Es el sufijo directivo material que
indica el movimiento hacia alguna cosa ó lugar, ya se trate de
un movimiento efectivo, ya de una tendencia ó impalso del
ánimo; por ejemplo: ¿ze kulpa dauku beste opizijokuak zure
ERRIKO BARBERUBA BALDEESA, ARDAO/Tt EMONA, TA ASTAKI BAT
BADA? (b) «¿qué culpa tenemos los demás del oficio si el
barbero de tu pueblo es zafio, dado al vino y asno?»; jauna-
15
—210—
REN ECHEm GOGOZ SARTU ZAN (g) «seeiitro, con gusto, á la
casa de Dios»; emakumea ganen da EcnEraf (1) «la mujer irá
á casa»; ordian oihania/íííí du eramaiten (s) «entonces lo lleva
al bosque».
liAT lo usan los dialectos basco-franceses y ka los espa-
ñoles. Mr. Duvoisin dice que la t es eufónica, y que debe em-
plearse cuando la palabra siguiente comienza por vocal ó h;
por ejemplo: eskurat hartzen (b) «tomar á la mano»; lurre-
RAT aktiítkitzea (1) «arrojar á tierra».^ El uso constante de
RAT cuando no le sigue palabra que comienze por // ó vocal,
al menos en el lenguaje vulgar, me impide la aceptación de
ese punto de vista. Yo creo que rat es la forma primitiva y
RA la forma alterada.
Mr. Van Eys opina (|ue ra es una forma truncada, y se
funda en que ninguna palabra bascongada empieza con r.^
Mas como rat y ra jamás se emplean aisladamente, ó lo que
es igual, coino carecen de vida independiente, la razón pro-
puesta pierde parte de su fuerza. Mr. Van Eys la deriva de
ARAU «regla», de la cual, con el sufijo modal-instrumental, se
forma arauz «según». Dice que «según» y «bácia» se tocan en
el significado; otras lenguas expresan ambas ideas con la
misma palabra; tal sucede en alemán. En su concepto, esa
opinión está apoyada en el beclio de que varios sustantivos
terminados en ra, llevan embebido el sentido de «regla»; por
ejemplo: aztura «costumbre». Me ocurren algunas objecio-
nes. En primer lugar ra no sigDifica «bácia» sino «á»: «bá-
cia» se expresa propia y especialmente con el destinativo
RONTz, RUNTZ quc los dialcctos bizcaino y guipuzcoano po-
seen. En segundo lugar, y así lo reconoce el mismo Mr. Van
Eys, la significación de «regla» desaparece en varios sustan-
tivos que acaban en ra. Además, la terminación de esos vo-
cablos no es RA, sino dura ó tura, la cual descompuse, si-
guiendo la opinión de Mr. Van Eys, en tü-|-ra,-^ explicando
esta descomposición el sentido genuino de la terminación
mencionada. Aun después de rccbazada la sutil ó imagina-
1 Etud. sur la docl. basq., yim. 47.
2 Dict. basq.-franc, i>ú|.;. 3-28.
3 VóaHo ol caí), v, \»\n. 154.
—211-
ria doctrina de la significación natural de las letras, qué con
tantísimo ingenio defendió Astarloa en su Apología y Dis-
cursos filosóficos, siguiendo deliberada ó casualmente los prin-
cipios de Davies en sus investigaciones célticas, es indudable
que en el bascuence, la r, unida á diversas letras, sistemá-
ticamente expresa ideas de movimiento, y este concepto no
se compagina bien con el de «regla», que precisamente in-
dica constancia, tendencia uniforme, naturaleza estática y
no dinámica.
La permutación fonética común de r en I ha obrado tam-
bién sobre el sufijo ra.t. En la región labortana de las ori-
llas de la Nive y en los confines de la Baja-Nabarra, dicha
permutación tiene lugar, pero no constantemente, con las
palabras terminadas en a; por ejemplo: landala. «á la here-
dad» ó «á la pieza de labranza».^ Los suletinos poseen la per-
mutación constante, en el modo definido singular de los
nombres: así se ve, que la permutación se verifica siempre
por la influencia de la a vecina, pues en labortano es preci-
so que la palabra termine en esa letra para que eat se true-
que en la y en suletino es indispensable que la palabra sea
singular definida, es decir, que también termine en a; por
ejemplo: zeliala «al cielo»; lurrialat «á la tierra».
Todo nombre terminado en consonante, ya sea propio ó
apelativo, intercala una e de ligadura; por ejemplo: larraun-
eRA «á Larraun»; oyean^rat (1) «al bosque». Los acabados en
vocal, no la necesitan: mendira (g) «al monte»; sorora (g) «á
la heredad».
La forma plural se obtiene sufijando ra, rat á la termi-
nación abundancial eta, sin hacer caso del hiato; BEGietara
(g) «á los ojos»; OYB.k^etarat (1) «á los bosques»; izK^'B.etara
(g) «á las estrellas»; -^cK^etara (g) «á las casas»; B.KS.'Bietarat
(1) «á las piedras».
(n-)
El sustantivo baitha, beitha unido al sufijo posesivo, to-
1 Duvoisin. Etude sur la decl. basq., pág. 47.
-212-
m a el directivo eat, ea, constituyendo nna forma directiva
personal , propia de los dialectos labortano y siiletino; por
ejemplo: semeren baithara (1) «á hijo^ aitaeen baithaea (1)
«al padre»; yaunen baithaea «á los señores».
GANAT, GANA. = Es otro sufijo directivo personal, cono-
cido en los cuatro dialectos, que so aglutina á los nombres de
seres animados, aunque sean de animales, si se personalizan
en el discurso; por ejemplo: zoaz, nagia, CHiNAUEEAEENí7a?7<x
(Ax.) «vete, perezoso, á la hormiga»^; chichaeea dijoa
AEEASTAKA CRiEGURRiAg COI a (Itur.) «la cbicliarra se va á
rastras á la hormiga»; eta noizik behin ethoetzen zeizkidan
PLAZEE HETAEIK ILKITZEKO ETA JAmKOAgaJlflt ITZULTZEKO DES-
IRKUNDE BAizuK (Ax.) «y de cuando en cuando me venía un
deseo de salir de estos placeres y de volverme á Dios»; bada
ECHE AU AETZEN DOT GAUETIK OSTATUTZAT, GUADALUPEríl, EEEE-
GE(j((iia, NUAN AETEAN (b) «pucs esta casa, desde hoy, la tomo
por posada, mientras voy á Guadalupe, al rey». En este últi-
jno ejemplo se ve perfectamente la diferencia que existe
entre el uso de ea y el de gana.
GANx\ parece ser una forma contraída. En el lenguaje
vulgar es muy común contraer el directivo, sobre todo si el
nombre termina en a; por ejemplo: ieuxa «á Pamplona»,
HEENANiA «á Hemani», tolosa «á Tolosa», en vez do ieuñaea,
HEENANiEA, TOLOSAEA. Por lo tauto, GANA podría scr uua con-
tracción de GANEEA. A primera vista puede parecer extraña
la amalgama de un sufijo material, ea, con un personal, gan;
pero existen otros ejemplos de esta amalgama y por lo mis-
mo]no repugna admitirla en un caso más.
Los dialectos basco-franceses aglutinan, generalmente,
el sufijo GANA al sufijo EN, pero tampoco desconocen el pro-
cedimiento de sufijarlo á la forma articulada del nombre; los
dialectos bizcaino y guipuzcoano se ajustan con gana á las
mismas reglas que rigen para gan.
IX.
INO,IXO,ÑÜ, NO. = blst>l sufijo limitativo de dirección; indi-
-2i:j-
cael punto preciso en el que ha de suspenderse el movimien-
to proyectado o en vías de ejecución. Corresponde al «hasta»
del castellano; por ejemplo: naste galgakri au tabernaku-
LOAREN ONDORA/'/o ZAiíALDu zAN (g) «aquella pemiciosa mezcla
se extendió hasta cerca del Tabernáculo»; nik geijago esti-
METAN DOT BURUKO ULE TRENZA GERRIRAÑ0 ELDUTEN JATANA (b)
«yo, estimo más las trenzas de pelo que me llegan hasta la
cintura»; EZTA EDIREITEN EGIN ZUELA EGUNDA7'r¿0 yondone pau-
LOK YURAMENTURIK ESKIRIBUZ BAIZEN (Ax.) «UO 86 eUCUentra
que San Pablo juró hasta el día (jamás) sino por escrito».
No se aglutina directamente al nombre, sino á otro su-
fijo, que es el directivo material, en su doble forma de sin-
gular y plural: echeraxo (g) «hasta casa»; mendiet araño (g)
«hasta los montes»; hirialano (s) «hasta el pueblo»; handie-
TARADiNo (s) «liasta los grandes». La forma xo pertenece á los
dialectos guipuzcoano y bizcaino; las formas no, ino, ixo á
los dialectos de Francia. Los adverbios pueden recibirlo di-
rectamente: ONAÑo «hasta aquí»; ora ño «hasta ahora».
En las locuciones de tiempo se unen ño, no, ino, iño á la
tercera persona de singular del presente do indicativo del
verbo «ser», da «es». Por lo tanto, daño, rano son dos formas
distintas del mismo sufijo, y no una misma forma alterada
eufónicamente, como lo han supuesto algunos. El dialecto
guipuzcoano reserva la forma daño con rigor, para las locu-
ciones arriba nombradas; por ejemplo: gaurdaño «hasta hoy»;
BiARDAÑo «hasta mañana»; aurtendaño «hasta este año»; etzi-
DAÑo «hasta pasado mañana»; en los otros dialectos no se
observa con tanta puntualidad esta diferencia entre daño y
RANO. Uno de los ejemplos suletinos, handietaradino, nos
presenta la primera de estas dos formas con un adjetivo.
Fenómenos fonéticos. — da «es», al recibir ño, no, suele
cambiar la a qií ey en i en los dialectos bizcaino, labortano
y suletino, de donde resultan las] formas deño, diño, diño.
Hay que distinguir, en suletino, la forma diño, proveniente
de la trasformación de da en di, de la forma deino que, ade-
más de la permutación verbal, nos ofrece el sufijo íntegro
ino, y no creer, como ciertos autores, que ésta i es meramen-
te ortográfica, estando introducida para marcar la mojadura
-214-
de la ;¿, pues en algunos escritores basco-franceses se en-
cuentra escrito iÑ'o y no hemos de suponer que se valen de
dos signos, la / y la /'/, para expresarla alteración fónica de
la n.
La permutación de la /• en g la hallamos en el sufijo
compuesto bizcaino; en este dialecto se oye azkení/ixo «has-
ta lo último», en lugar de azkeníZiño.
(II.)
Hay ocasiones en que el sufijo ño, en vez de unirse al
sufijo directivo ra, etara, ó á la Üexión verbal da, se une al
sustantivo arte, resultando arteraño, que lit. significa
«hasta el espacio...» Esta manera de hablar la reserva,
por lo común, el dialecto guipuzcoano para los verbos, mien-
tras que el labortano, y el mismo suletino, suelen, frecuen-
temente, aglutinar ño á las flexiones verbales; por ejemplo:
NESKATO OSOKI GALDUAK DIRE/lo KONFIANZA IZPI BAT BADUT (1)
«hasta que las muchachas están completamente perdidas
conservo un ápice de confianza». Este sufijo ño pospuesto á
las flexiones verbales, sirve también , en los dialectos fran-
ceses, para expresar la idea de «mientras, en tanto», etc.;
por ejemplo: berri dire/Io egotzi behar dirá (Ax.) <anientras
son nuevos (los pecados) se deben de lanzar». El dialecto
guipuzcoano, sobre todo el de los buenos escritores, cuando
el adverbio «hasta» se refiere á un verbo, emplea preferente-
mente el arteraño: ikusi arteraño «hasta ver»; ill arteraño
«hasta morir». Tanto este dialecto como el bizcaino, com-
parten el uso de arteraño con artean (g) artian (b), que es
el mismo nombre en locativo: geresak alde d agiten artian
(b) «hasta que se alejen las sombras»; etziran gelditu, gu-
rutze batean iltzez josi.\ ta illa ekusi zuten artean (g) «no
se detuvieron hasta que lo vieron atravesado de clavos y
muerto en una cruz». El Padre Mendiburu, por nacido y
criado en Oyarzun, que habla el dialecto alto-nabarro septen-
trional, nos presenta ejemplos en que la manera de los dia-
lectos de Francia alterna con la que es corriente en Gui-
púzcoa y Bizcaya: gelditu zen jesús gurekin , gueekin ego-
-í?15—
TEKO, MUNDUAK IRA.UTEN ZUEÑO, EDO AZKEN JUIZIOKO EGUNA ETO-
RRi ARTEAN^ «Jesús SG qiiedó con nosotros, para estar con
nosotros mientras clr.ra el mundo ó hasta que venga el día
del último juicio».
Fenómenos fonéticos. — La concisión de la frase hablada
produce, á veces, la supresión de xo: ikusi arte «hasta ver»;
ILL ARTE «hasta morir». Estas locuciones son más propias del
dialecto alto-nabarro septentrional que de los demás.
La forma guipuzcoana típica arteraño ha sufrido en
otros dialectos notables mutilaciones. El labortano la ha re-
ducido á arteño y el suletino á artiño, y ambos también en
compañía de los bajo-nabarros, á artio, arteo que es la más
contraída de todas, pasando de ellos á los dialectos congé-
neres de España; por ejemplo: hemendik aintzina, orai arteo
RÉZALA (1) «de aquí en adelante, como hasta ahora».
El dialecto suletino tiene para los nombres una forma
especial del sufijo ño que es drano: por ejemplo: hirial adra-
no «hasta el pueblo»; zeltetaradrano «hasta los cielos.» Si
DRA no es la forma contraída de dirá «son», tal como la usa
el sub-dialecto roncales, no me doy cuenta de la composi-'
ción de drano. Algo me retrae de adoptar 27z. coyitinentí ese
punto de vista, la circunstancia de ser plural dirá y encon-:
trarla en uso en casos singulares. Se exphca perfectamente
zelietaradrano «hasta los que son cielos» (H^-)> P^ro no
HiRiALADRANO «liasta los quc son ciudad» (lit.). Mas como he-
mos de hallar otros muchos ejemplos de sufijos plurales ó
pluralizados para expresar el singular, y la misma deforma-
ción de DRA ha podido ser causa de que, oscureciéndose ó,
borrándose su significado, se haya extendido su empleo del
plural al singular, juzgo que la explicación propuesta es
admisible.
X.
HONTZ, EUNTZ.==Es el sufijo directivo que indica la
intención ó el acto de encaminarse, en sentido propio ó
1 Jesuse.i biotz maitearen debozioa, 2.a edición, púg. 52.
—210-
figurado, hacia algún sitio, pero de una manera indetermi-
nada, sin expresar el ánimo íirme de llegar allí; por ejem-
plo: ETA ADITURIK ÑOLA ISRAELDARllAK ZEUDEN JUSO-MORTUAN,
PRESTATU EZKEROZ, BASO-MORTUVO/^Y^ ABIATU Z.\N (g) «y luibíen-
do oido cómo estaban los israelitas en el desierto, después
de preparar su ejército, se encaminó hacia el desierto».
Este sufijo es propio de los dialectos guipuzcoano y biz-
caino. En los nombres de seres razonables, es muy común
sufijarlo al locativo personal gan; aitaganontz (g) «hacia el
padre»; gizonenganontz (g) «hacia los hombres». También se
aglutina simplemente al nombre articulado; aurraganontz
(g) «hacia el niño». Pero con los nombres de cosa, se sufija
al tema nominal, no haciéndose diferencia entre el indefini-
do y el singular; para el plural se recurre á la termina-
ción ETA.
Fenómenos fonéticos. — Si el nombre termina en vocal,
toma el sufijo inmediatamente; si termina en consonante,
se interpone una e de ligadura; por ejemplo: echerontz «ha-
cia casa»; mendirontz «hacia el monte»; bazterr^rontz «hacia
el rincón»; lancrontz «háuia el trabajo». La terminación eta
nada requiere: mendietarüntz «hacia los montes»; larreta-
EONTZ «hacia los trabajos».
XI.
GAITI, GATIK.=Es el sufijo causal, que vale para ma-
nifestar el por qué de la acción ejecutada, expresada y pro-
yectada; por ejemplo: erhegututen deutsuet jerusalengo
alabar, KAIvirOETAKO BASAUNTZAK ETA OREINAKf/a/r/ (b) «yO OS
ruego, hijas de Jerusalen, por las cabras monteses y los
ciervos do los campos»; ematen dituen oNDASUNAKí/a///.', jesus
DA MAiTAüARRiA (g) «por los bícues quo da, es Jesús adora-
ble»; BEARTZEA^rt///i' GU JESUSEK BERA MAITATZERA (g) «por oblÍ-
garnos Jesús á que le amemos á él mismo»; G\^zim¡,gatik
HAU DA EGiA SEGURA (1) «por todos ésta 63 Verdad segura».
GAITI es el causal del bizcaino; gatik el de los díMuás dia-
lectos.
La sufijación, en los cuatro dialectos, puede hacerse: a)
—an-
al nombre indeñnido, sin que sea precisa e de ligadura si
termina en consonante: h) á la forma articulada, singular y
plural: c) al nombre provisto del sufijo posesivo. Según
Mr. Geze, es la sufijación con el artículo, más propia para
expresar la idea de «á pesar de», y la sufijación con el pose-
sivo, mejor para interpretar la idea de «á causa de».^ Aunque
en el lenguaje escrito se trascribe el grupo lig^ que resulta
de encontrarse el artículo plural seguido del causal, en el
lenguaje hablado solo se oye el sonido fuerte. Ejemplos que
demuestran esta sufijación: bukugatik «por cabeza»; langa.-
TiK «por trabajo»; bueuagatik «]3or la cabeza»; buruakgatik,
por las cabezas»; lanarengatik «por el trabajo»; lanengatik
«por los trabajos». Y en el dialecto sídetino: lanagatik «á pe-
sar del trabajo»; lanakgatik «á pesar de los trabajos»; lana-
eengatik «á causa de, por el trabajo»; lanengatik «á causa
de, por las trabajos».
XII.
TIK, DIK, TI, DI, RIK. = Es el sufijo separativo, ó de
procedencia material. Presupone el concepto de movimien-
to, y sirve para marcar el lugar desde donde se viene ó
arranca la acción; por ejemplo: jakin baneu lenegoí'í' barberu
CHAR BAT BAÑO ETZINIALA (b) «sí Ilubiera sabído antes que no
eras sino un mal barbero»; baña kz dau inos mozolo izate¿¿
urten (b) «pero nunca sale de biiíio»; aní/Z/j bastee samaría
siTiATU zuEN (g)' «de allí pronto sitió á Samarla»; bmakume ba-
tee ATzoí¿7i' deadar egin zion (g)una mujer le gritó desde
atrás»; jainkoak zeruetatik euri-jasaeen gisan gaeia bialdu-
KO dio (g) «el Señor, á manera de una lluvia torrencial, le
enviará desde los cielos trigo»; laborariaren on guziak hel-
Du dirá iiiru gauzeta77"A- (1) «todos los bienes del labrador
proceden de tres cosas»; aisa joanen nuk gora zilota/yVj (s)
«fácilmente saldré arriba desde los agujeros»; arghi astian
o-í^Etik JAIKIRIK (s) «habiéndose levantado de la cama al ra-
yar del día»; hedatzen den ongarei;í¿7»; pharte bat baenegi
1 Elem. de afam. basq., iiág. 31.
-218-
SARTZEN DA (1) «del ñemo que está extendido, se entra una
parte más adentro».
Las formas sin k pertenecen al dialecto bizcaino; las for-
mas TiK y DiK son variantes eufonizadas, cuyo empleo está
subordinado á la clase de consonante que las precede, en
el dialecto guipuzcoano con mucha más regularidad y cons-
tancia que en los demás, que se muestren bastante indife-
rentes; si es n va dik y sino tik. La forma rik es propia de
los dialectos franceses, aunque también asoma por el bizcai-
no literario, como puede verse leyendo á Olaechea, cuyo
bascuence, dicho sea de pasada, es deplorable.
Acerca de la forma rik, Mr. Van Eys ha promovido una
cuestión. Mr. Geze da, como correspondiente á lo que él
llama ablativo de movimiento, las terminaciones ríe y tik;
por ejemplo: echerik elki da «ha salido de casa» y echetik
ELKi DA. ^ Mr. Duvoisin es también de opinión de que rik es
una variante de dik, y sostiene que se debe al deseo de
evitar confusiones entre el ablativo y el partitivo^ — no el
directivo — según dice Mr. Yan Eys en su crítica de esta
opinión, tomando por buena una mera errata de imprenta.
Para el euskarista holandés el uso simultáneo de dik y
EiK, se debe á una confusión producida por la influencia de
las lenguas románicas, en las que el partitivo y el destina-
tivo se expresan con la misma preposición «de».^ Yo no creo
en tal confusión; creo en un cambio fonético de la mudiv
dental fuerte, á la vibrante lengual suave. El desarrollo se-
rial del sufijo que nos ocupa ha sido; de tik á ti y á dik; una
vez obtenidas las formas suaves, el paso de la d á la r era
muy fácil , pues ésta permutación es bastante frecuente en
bascuence.
Este sufijo se aglutina siempre al nombre indefinido ó
tema nominal; se vale de e de ligadura si acaba en conso-
nante; LURRCTiK, LAN6'TiK «dc la, dcsdc la tierra», «del, desde
1 Elem. de Gram. basq., páRs. 21 y 2;{.
2 Etud. sur la decl. basq., iiá^. ;tU.— Mr. Duvoíríu llama partitivo al Rufljú que yo llamo inte-
rrogativo—uugativo, fonaamlü uua do las dos doiiomiiiacioiius quo lo dan Üybonart y Larra-
moudi.
\i Gram. comp., púg. CG.
-219-
el trabajo»; los adverbios no se rigen por esta regla: emen-
DiK «de aquí», andik «de allí», ortik «de ahí»).
La forma plural se obtiene recurriendo al procedimiento
que conocemos; oyhanetik «de los, desde los bosques; men-
DiETATiK «de los, desdc los montes». Claro es que en el plu-
ral sucederá lo que en singular: coexistencia de una forma
ETATiK y de otra etarik.
Mr. Yan Eys, en un párrafo de su Gramática (el 5.° del
cap. VI.), párrafo que no me parece muy claro, rechaza, en
concepto de viciosa y errónea, la forma etarik, que él juzga
es considerada como plural del sufijo ik. Y como ik para el
euskarista holandés es un ¡plural, resulta un contrasentido
la existencia de etarik, plural de un plural.
Se me figura que Mr. A-'an Eys ha reñido una gran ba-
talla con fantasmas. Un modesto, pero entendido gramáti-
co del país, puesto, por lo tanto, en el índice de cierta ca-
marilla lingüística, se expresó con toda corrección al tratar
este punto: «Cuando el nombre viene en plural — dice des-
pués de haber explicado el uso de dik con arreglo á las eu-
fonías— ya se acabe en consonante, ya en vocal, se aiiade
etatik; V. g.: lanetatik «de las labores; gañetatik «de los al-
tos»; ECHETATIK «de las casas»; basoetatik «de los montes».
En un dialecto, en lugar de etatik se dice etarik; v. g.: la-
NETARIK, BASOETARIK».^
Cambiando las palabras «un dialecto» por «los dialectos
de Francia», nada hay que reprender en el texto citado, el
cual, con pocas palabras, dice cuanto importa saber, etarik
nada tiene que ver con ik, sino con dik = rik del cual es plu-
ral. Todos los textos que ha reunido Mr. Yan Eys para su
trabajosa y poco necesaria discusión, confirman la certera
observación del tratadista guipuzcoano. joanesen baptismoa
ZERUTiK ZEN, ALA GizoNETARiK? «¿el Bautismo de Juan era
del cielo ó de los hombres?», procedencia plural la segunda
(etarik) y singular la primera; hura resüzitatu izandu
ILETARIK «lo había resucitado á aquel de los muertos» (es
decir, «de entre los muertos); procedencia plural»; eta othoi
1 Larclizábal, Gramática vascongada, pág, 74.
-2-20 —
BEGí SEZAN PEniLL GU/iETARiK «y iiiegíi lo presei've de todos
los peligros»; procedencia plural. Y si los guipuzcoanos, se-
gún observa Mr. Van Eys, habrían dicho: hura resuzitatu
IZAN DU iLLETATiK, no tendrán más razón que la que se halle
en admitir ó rechazar ésta, la otra, ó la de más ahí de las
permutaciones conocidas en bascuence , pero sin que pueda
deducirse de la preferencia ¡pie nos ocupa , la consecuencia
de estar confundido por labortanos y suletinos lo que los gui-
puzcoanos distinguen.
(n.)
GANDIK, GANIK. =Es el sufijo de procedencia perso-
mil, llamado elativo por algunos lingüistas. Se emplea exclu-
sivamente para marcar la persona ó ser razonable del cual
se aparta la acción realizada ó posible, gandir es la forma
guipuzcoana; ganik la de los tres restantes dialectos; por
ejemplo: ja.to zan harija BiRGmikganik (b) «nació de la Vir-
gen Maria»; ni iltzeko esküaldiarekin zaudela; baño eskual-
Di AU JÁmKOAgajidiJi datorkizu (g) «estás con jurisdicción
para matarme; pero esa jurisdicción te viene de Dios»; ham-
batenaz deabrua jaunago eta nabusiago, hambatenaz jain-
KOkganik urrunago eta apartago (Ax.) «cuanto más dueño y
señor el diablo, tanto más lejano y apartado de Dios».
Los nombres propios reciben este sufijo en el indefinido,
no siendo obligatoria la e de liyidura si terminan en conso--
nante: martingandik «de Maraiii); dabidí'Gandik «de David».
Los demás nombres lo toman en la forma definida: aurra-
gandik «del niño»; apeizakgandik «de los sacerdotes». Según
Larramendi^ es muy elegante unir este sufijo al de posesión,
diciendo: aurrarengandik «del niño»; apeizengandik «de los
sacerdotes». En los dialectos basco-franceses es obligatorio
este último procedimiento: semearenganik «del hijo»; etsayen-
GANiK «de los enemigos».
XIII.
IK.=: Es el sufijo interrogativo-negativo. «Oyhenart da á
1 Arte de la lengua bascongada, od. 17.29, iiú<;. :)-2C.
este caso el nombre de negativo, porque va amenudo acom-
pañado de negación. Larraniñndi observa que se emplea con
negación, sin ella y con interrogación. Lecluse deduce que
este caso debe ser considerado como un partitivo; este es el
nombre adoptado».^ Sus funciones con el nombre son muy
numerosas. Se emplea: a) cuando se pregunta: h) cuando se
niega: c) cuando se expresan cantidades indeterminadas: d)
cuando la palabra á que puede sufijarse se refiere á un su-
perlativo: é) cuando se habla hipotética ó condicionalmente;
por ejemplo: ¿nos jan dozube echian alango lapikorí'A? (b)
«¿cuándo habéis comido de semejante puchero?»; eztute izen
OBEAGORzVt; MEEEzi (g) ((uo mcreccn nombre mejor»; eskehe/Z-
asko emango dizkiozu nere partez (g) «le darás muclias gra-
cias de mi parte»; españako euskaldun/A geyenak «los más de
los bascongados de España»; ¡ah! dirüríVv balu (g) «¡oh! si
él tuviese dinero»; ezdigu aingeruen aitamen/Z; egiten (g) «no
nos: hace mención de los ángeles»; abelek bildots¿/>- obenak
eta gizenenak eskentzen ziozkalako (g) «porque Abel le ofre-
cíapos más gordos y mejores corderos»; ¿ñola bada, demboea
artan umerz'/í- etzenduen? (g) «¿cómo pues, en aquel tiempo
no tenías hijo?»; erran aintzinean ez dugula ongarrir^A* aski
EGITEN (1) «he dicho antes, que no hacemos bastante abono»;
¿IPHARRETIK HEG0ARA, NON DA JENDAKI ARGITU EDO SALBAYA ZUK
iKHUsí EZ DuzuNiA? (1) «¿dcsdc el norte al mediodía dónde
hay naciones ilustradas ó salvajes que no hayas visto?»; ez-
TUELA barkhamendur//.' merezi, zeren]maliziazkoa baita (Ax.)
«no merece perdón, porque es de malicia»; eta halakoak, ez
KONSEILLU ONL.":, EZ PREDIKARIEN EREANEZ, EZ BERE LAGUNAR
HILTZEN ZAIZaLA IKHUSTEAZ, ETA EZ HÜNELAKO BERTZE GAU-
ZAZ, EZTU KONTUR¿'A- EGITEN, ETA EZ PROBECHUR/A; ATHERATZEN,
kalteríA baizen (Ax.) «y los tales , ni por buen consejo,
ni por dicho de los predicadores, ni por el ver que se les
mueren los amigos, ni por otras cosas semejantes hacen
reparo, ni sacan provecho , sino perjuicio»; zeren hore-
TAN beitzen ardí beghirazale omh (s) «porque en los perros
tenía la oveja buena guarda»; ene ama orano dit egozkiten,
1 Etud. sur la decl. basq., pág. ü.
223
ERRATTEN DERRO aciiuríZ; (s) «toílavía mi madre me amaman-
ta, le dice el cordero»; ¿dago iñor ez dagiyan¿7i- ni nazala,
ODOL GARBITIK ETORRIA IZANDA liERE, GIZON LANDERRA? (b) «¿hay
nadie que no sepa, que aunque procedente de sangre lim-
pia, soy yo hombre llano?»; (¡üzürrezko onorer¿/v ezdot nai
NiK (b) «yo no quiero honor (hecho) de mentiras». Los dia-
lectos de Francia usan más del ih qae los dialectos guipuz-
coano y bizcaino; algunos de los ejemplos suletinos demues-
tran que estos dialectos extienden su empleo á casos que no
figuran en la enumeración del texto, que está formada con
arreglo á la práctica universal de los cuatro: de esos oasos
será maestro el uso. El nombre de interrogativo-negativo
que doy á este suñjo, está muy lejos de satisfacerme del
todo; pero á falta de otro más breve y expresivo y teniendo
en cuenta que describe dos de sus principales funciones, á
él me atengo.
Este suñjo, merced á la permutación fonética de t ó d en
r ha sido confundido con el sufijo de procedencia material.
Mr. Van Eys^ al hablar de sus diversas funciones dice que
corresponde á «de, cualquiera», y cita el ejemplo kz dago
GLORIARIK JAUNGOIKOAREN AGINDUAK GORÜEBAGE traducido CU
los siguientes términos: úl n y á ])as de gloire sans /' obser-
vance dss coinandemeiits de Dieib). Mr. Van Eys ha tomado
una particularidad de la sintaxis francesa por una función
del sufijo //•; (jue en francés no pueda decirse, en el sentido
del texto, «¿7 /i y á pas gloire» como se dice en castellano «no
hay gloria sin la observancia de los mandamientos de Dios»,
no significa, en manera alguna, que el sufijo iJí del texto
lleve embebida la preposición «de». Justo es declarar que,
posteriormente, Mr. Van Eys rectificó su opinión en los
siguientes términos: «el sufijo ik se emplea cuando el sus-
tantivo al que se une se toma en un sentido indefinido. En
otras lenguas á ese sustantivo, siendo indefinido, no le pre-
ceden ni preposiciones ni artículos , excepto en francés; la
sintaxis francesa exige que dicho nombre vaya precedido de
la proposición «de».... ik, por consiguiente, á los que expli-
1 Dict. basq-franc, v&ti- lOH.
-223-
can el bascuence refiriéndose á la lengua francesa, les ha
parecido corresponder á «de».^ Pero si en este panto concre-
to Mr. Van Eys destruyó la confusión de ik con dik ó tik,
esa confusión dejó muchos rastros en su espíritu, ocultán-
dole el verdadero carácter de ik en el cual vio un «plural in-
definido», así como en etaeik, etatik un plural de dicho plu-
ral DIK ó TIK y por lo tanto, una forma viciosa.
En apoyo de su parecer dice que «aun en las frases en
que se expresa el indefinido con el artículo indefinido «uno»,
siempre se sobreentiende el plural. Y cita la oración; suertez
ERE^NEUREI EDERRA GENDUKE, HITZKETARAKO BESTERIK EZPAGEN-
DU, que traduce: «de esta manera tendríamos una hermosa
medida si no tuviéramos otra».^ Pero basta leer este ejemplo
y cualquiera otro que lleve ik para convencerse de que no
existe semejante suposición de plural, ik comunica á la fra-
se un carácter indefinido, y aunque físicamente hablando las
cosas son singulares ó plurales — una ó más de una — es de
esencia de la verdadera concepción indefinida , tal como la
posee la gramática bascongada, el no determinar el número.
Si entramos en una paaadería, por ejemplo: y le pregunta-
mos al panadero: ¿badezu ogirik? «¿tiene V. pan?», el com-
prador solo se fija en la existencia de este artículo, impor-
tándole muy poco en el momento de formular la pregunta,
que ese pan exista en una unidad ó en varias, en un pan de
dos kilos, ó en cuatro de á medio. Por lo tanto, el sufijo ik
no lleva embebida significación plural ni singular: para es-
tos disponemos de los artículos a, ak.
Fenómenos fo'iéticos. — Toda la sufijación está reducida
á la observancia de una sola regla; si el tema del nombre
termina en vocal, se interpola una r eufónica; si termina en
consonante, se juxtapone el sufijo pura y sencillamente; por
ejemplo: BURuriK «cabeza», ANAiriK «hermano», auntzik «ca-
bra», KATAMOTZIK «tigre».
1 Gran», comp., págs. 37 y 39.
2 Falta en la traducción, «para las palabras», hitzketaeako.
— 2-24—
XIV.
GABE, BAGrE, BAGA.=Es el snfíjo privativo, que indi-
ca la carencia de la sustancia, atributo ó acción representa-
do por la palabra ó verbo á que se une. Lo coloco entre los
sufijos y le doy este nombre, refiriéndome á sus funciones,
pues por su naturaleza es un nombre que significa «caren-
cia, privación, nada»; siguiendo las cosas con todo rigor,
esta palabra debiera figurar en la sección destinada á la com-
posición, pero como su uso y empleo corresponden siempre
á los de la preposición castellana «sin», no me lia parecido
oportuno llevar el rigorismo gramatical hasta un punto que
acaso no le dejah'i al lector formarse un claro concepto de
las funciones ordinarias y de todos los momentos, de gabe;
por ejemplo: akdao-echetan sartuten dirá agura baldresak,
MUTiL GAisTo LOTSA/jíCf/rtAK (b) «CU las tabcmas entran viejos
zafios y jóvenes malos sin vergüenza»; ¿zer gura zeunkian?
¿iLL, GACHiK iGÁ'Rohaga? (b) «¿qué deseo tenías? ¿morir sin
pasar daño?»; AHB.oKEmhafje izan, eta liskartu nagidanik ez
IZAN (b) «ser sin orgullo y quien me baldone no haber»; oyek
AIN INDAR ANDIKÓAK IZAN ZIRAN , NON, LAGUNIKí/r/iíe (g) «estoS
fueron de tan grandes fuerzas que sin ayuda....»; iru egu-
NEAN vngahe ibilli (g) «en tres días andar sin agua»; eche-
TIARRAK ere, ESKVGAimKgahe, BERE NAUSIAZ EZ LAGUNDUA, URTE
CH ARRETAN AHAL DUEÑA EGITEN DU (1) «cl CaSei'O también, sill
potencia, no ayudado por su amo, en los años malos hace lo
que puede»; BEHARRiRiKr/fr/>í^ lur biribilian joaitia (s) «sin ne-
cesidad el ir en (por) la tierra redonda»,
BAGA, BAGE son las formas del dialecto bizcaino;
GABE pertenece á los demás. Con esta palabra suelen for-
marse ciertos sustantivos de mucho uso: eskergabe «ingra-
to» de ESKER «gracia»; bidebage «injusto», de bidé «camino» y
en sentido figurado «razón, derecho». En dichos vocablos
bage adquiere un significado análogo á la preposición «des»
del cnstellano: en ol primoio do los ejemplos se ve perfecta-
mente lo dicho, porque kskkugabe se ncerca muchísimo en
significado estricto y compcsición niatOrial del vocablo, á
«-223-
«desagradecido». Por lo demás, estas palabras son verdaderos
nombres formados por composición.
Este sufijo se ime al nombre articulado, cuando hay in-
tención de marcar el número de éste; por ejemplo: idiagabe
«sin el buey»; idiakgabe «sin los bueyes»; libueuagabe «sin el
libro»; liburuakgabe «sin los libros». En los demás casos, se
une al sufijo ik; libueukikgabe «sin libro»; lanikgabe «sin tra-
bajo»; DiRUEiKGABE «siu diucro». A vcccs ostos sufijos, CU ol
dialecto guipuzcoano especialmente, cuando se habla en
sentido indefinido y conservándole al nombre esta forma,
sufren una metátesis; bueugaberik «sin cabeza»; langaberik
«sin trabajo».
Una forma muy curiosa que puede revestir este sufijo es
la que resulta de aglutinarle el sufijo locativo material plu-
ralizado, al cual se le añade el interrogativo-negativo. La
alteración de sentido que resulta se comprenderá fácilmen-
te, teniendo en cuenta el valor de todos los elementos com-
ponentes, por más que no sea fácil expresarla en castellano,
ni en resumidas cuentas, sea considerable. Mejor que cual-
quiera regla aclararán este punto los siguientes ejemplos to-
mados de las fábulas de Iturriaga, en verso guipuzcoano: ez
DUELA BEÑEEE JATEN MOKADUEHÍ, — ADEREN A GU BIYOI EMAN-
gabetaníJi? «¿que no come jamás bocado, antes á nosotros
dos, sin en dar?» (lit.); askotan biuetzen naiz — zuloea lee-
TURIK ALECHO EAT BAKAERA BlLD^gabetaJlih, ((Gil mUGh£iS VC-
ces me vuelvo al agujero habiendo reventado (de cansancio)
un solo granito en sin recoger» (lit.); zeeen ezda munduan — ■
zoRiONAGOEiK — ÑOLA DAN BIZITZEA — BJjnjj gaheta7iiJc; «porque
no hay en el mundo más felicidad como es el vivir en sin
cabeza (sin amo}» (Ut.). Ya dije anteriormente^ que el sufijo
locativo singular se añade epentéticamente al de proceden-
cia TiK, DiK (y también al interrogativo-negativo); pues bien,
esta epéntesis se verifica igualmente con la forma del sufijo
privativo que acabo de señalar, siendo lo más extraño de
todo, que en el lenguaje hablado, y aun en el escrito, des-
aparece frecuentemente el sufijo locativo, quedando la vo-
1 Véase.'pág, 100, cap. III.
16
" 22C—
cal (le ligadura que lo acompañaba. Se oirá decir á menudo
BU'Rvgahetanila «en sin cabeza», en vez de BVB.ugahetan¡J¿ais)K
La forma de este sufijo, compuesto de gabe-|-tan-|-ik-'-
Ax, ó sea, do cuatro elementos, sin que semejante aglome-
ración modifique sensiblemente sus funciones, es una ver-
dadera forma hipertrofiada. La creo exclusiva del dialecto
guipuzcoano.
XV.
KO, GO. = Es el sufijo derivativo; sirve para marcar el
origen, la extracción, el indigenato natural y permanen-
te de una relación; por ejemplo: lot, abeahamen illoba,
ETA osaba BEZALA BIOTZ OXEKOA ETA ONGILLEA, UEl/iO ATEAN
ESEEiTA ZEGOAN (g) «Lot, sobriuo de Abraliam y como su tío
de corazón bueno y bienhechor, habiéndose sentado, estaba
á la puerta de la ciudad»; abrahamek, bazter ayetaZo beka-
TUAKKIN, ETA LOTEN ECHeA'O NAIGABE ETA EZ BEABBAKKIN IZU-
TURiK (g) «Abraham, de aquellas regiones con los pecados,
y de casa de Lot con las desgracias y disgustos, habiéndose
espantado»; lurbe/iO gizon-mota guziak zeatuko ditut (g)
«todas las especies de hombres de la tierra las pulverizaré»;
JAGIKO BAIJEA LUEPETIK ANCHINa/í-0 ASABAK, EZ LEUKEE SINIS-
TUKO BIZKAITAE, TA EUREN 0ND0REN^2¿AK DIRIALA GAUrA-0 JAUN,
ANDiKi TA ANDiKiGURAK (b) «sí SO levantaran de debajo de
tierra los abuelos de lo pasado, no podrían creer que eran
bizcainos, y descendientes suyos, los señores, grandes y
aspiraciones de grandeza del día»; bainan iiekien abereak,
¿suisA alde/i'oak baino ederragoak othe dirá? (1) «¿pero los
ganados de éstos, son acaso más hermosos que los de la re-
gión Suiza?»; ARRAIN I-IORI EZTA ERREKa/iOA; da ITSATSO/iOA (s)
«ese pescado no es de riachuelo; es de mar».
La vecindad de la n, sobre todo en los dialectos gui-
puzcoano y bizcaino, provoca la sustitución de la gutural
fuerte /.-, por la suave g: el dialecto suletino es mucho más
rebelde á esta influencia. El sufijo ko ó go reoi1>o el artículo
cuantas veces es necesario; en eso caso es usadísima la per-
mutación de o en u, resultando las formas iuuñakua «el do
-227-
Pamplona», leeingua «el de Lerín», etc. Fuera del bizcaino,
los demás dialectos literarios no suelen escribir esta permu-
tación, por más que sea muy corriente en el lenguaje vulgar.
Con este sufijo se crean adjetivos que llevan la signi-
ficación de verdaderos genitivos; lueeekoa «el de tierra» ó
ó «terrenal»; zeeukoa «el de cielo» ó «celestial»; paeabisukoa
«el de paraíso» ó «paradisiaco». Puede, yá en esta forma, to-
mar todos los sufijos; lueeekoakkin «con los terrenales»;
ZEEUKOETAN «CU los celcstialcs»; PAEABISUKOENTZAT «para los
paradisiacos», etc. La construcción de la frase en que figu-
ra Ko es idéntica á la de la frase posesoria; itsatsoko gizona
«hombre de mar» y no gizona itsatsoko.
Pero esto no significa que se pueda expresar indiferen-
temente, según afirma Mr. Yan Eys, el genitivo con go ó en.^
Los dos ejemplos de Lardizábal en que se funda este pare-
cer, no consienten, de ninguna manera , esa confusión; gi-
ZÓNAK, LUEEEKO ABEEÉAK , AIEEKO EGAZTÍAK; «loS llOmbrCS, loS
animales de la tierra, las aves del aire»; abeanen ondoeen-
GÓAK ITSASOKO AEÉAK BAÑO UGAEIAGÓAK IZANGO ZIEALA «que 86-
rán los descendientes de Abram más numerosos que las
arenas del mar». Si en vez del sufijo ko, hubiese usado del
EN Lardizábal, la significación de las frases trascritas sería
totalmente distinta; «los animales», «los pájaros», «las arenas»
pasarían á ser dueños, poseedores de la «tierra», del «aire»,
del «mar», en vez de proceder de ellos. iVsí el echeko jauna
es «el señor de casa», el oriundo de ella, el nacido en ella,
el solariego, mientras que el echeaeen jauna es el mero pro-
pietario; la primera frase indica una relación en cierto modo
étnica; la segunda, una relación jurídica.
KO se une al nombre indefinido, previa la intercala-
ción de e de ligadura si termina en consonante: OYHANeKO
«de' bosque», eeeiko «de pueblo». Si es preciso indicar la idea
de pluralidad se recurre á la abundancial eta, respetándose,
naturalmente, las diversas formas que toma en los dialectos
de Francia, de donde resulta que estos marcan la diferen-
1 Oict. basq.-franc, pág. IGl.
-228-
cia entre los distintos números: zerutako «do ciclo» (inde-
finido) ZERUKo «del cielo» y zeruetako «de los cielos» (plural).
El guipuzcoano y bizcaino distinguirán el indeñnido del
plunil , pero nada más, valiéndose de la abundancial siempre
que sea preciso indicar la idea de pluralidad, ko nunca so
une á las formas articuladas.
Este sufijo se combina con otros varios. Tenemos las
siguientes combinaciones:
)a. Con el sutijo de procedencia, en sulctino y labortano;
por ejemplo: LUREETiKrtKo «de tierra», LURRETATiKaivO «de
tierras».
)h. Con el sufijo locativo singular, en suletino; por
ejemplo; goizanko «de madrugada» o «matinal»; echenko «de
casa» ó «doméstico».
)c. Con el sutijo directivo personal. Así, por ejemplo, el
P. Mendiburu se lia valido de esta forma en la siguien-
te frase: gure jesusganako eskergabetasuna «de á nuestro
Jesús la ingratitud» (lit.).
)d. Con el sufijo unitivo, en los dialectos de España.
Aunque el análisis literal de esta combinación dé el resul-
tado «con de», equivale al «para con» del castellano; por
ejemplo; gizonekiko; «para con los hombres»; gizonarekiko
«para con el hombre».
)e. Con el directivo material ; por ejemplo: mendirako «de
á monte» (lit.) ó «para el monte»; echerako «de á casa» (lit.)
ó «para casa».
)/. Con el destinativo; muy usado con verbos; por ejem-
plo: EREETZEKOTZAT «dc para quemar»; izatekotzat «de para
ser». Es muy frecuente, sobre todo en los dialectos de Fran-
cia, la contracción del último sufijo: erretzekotz, izate-
KOTz. Esta forma, tan compleja ya, se combina asimismo
con el directivo; por ejemplo: ezen erregek artauakotzat
hauta eta izendatu zinituela (Ax.) «que el rey de á para
aquello (lit.) te ha nombrado y escogido».
)g. Con el unitivo y el directivo, trasforraado á la sule-
tina, en el dialecto labortano; por ejemplo: birtuteareki-
LAKO «con á do hi virtud» (lit.) ó «[):u'a con la virtud»; luktu-
TEEKiLAKO «coii á cle las virtudes» (lit.) ó «para con las virtu-
des».^ La ma^'^or parte de estas formas, si no todas, son in-
tensivas y pleonásticas; la claridad del concepto no requie-
re, las más de las veces, esa acumulación de elementos.
Otra de las funciones de ko es la de servir para las lo-
cuciones de tiempo, uniéndose á los adverbios correspon-
dientes: en este caso su significado corresponde al «para»
castellano; por ejemplo: ¿noizko egingo du? «¿para cuando lo
hará?»; biarko «para mañana»; betiko «para siempre»; bost
EGUNEKo «para cinco días». En este caso es muy usual su
combinación con el directivo: datokren asterako «para la
semana que viene»; lau urterako «para cuatro años».
XVI.
2]. --Es el sufijo modal-instrumental; corresponde, en sus
variados usos, á las preposiciones «de», «con», «por». Ejem-
plos: ¿ANDREEN ISILTASUNA,^ KOIPETUTEN ZARA? (b) «¿del silcU-
cio de las mujeres te engrasas?»; inguratu nagizue sagarre^
(b) «rodeadme de manzana»; bai egija^; alan bere ez dakit
NIK ZER DAN BAKOCHA BERE BURUBaREN JAUBE IZATIA (b) «SÍ COU
verdad; pero aun así no se yo que es el ser cada cual dueño
de sí mismo»; gürago dau otsuak baso bizitzia, jaatekua ne-
ke;: billatu biarra, eche — ghakür katia^ lotubaren eregu
ta ogi biguña baño (b) «más quiere el lobo la vida del bos-
que, la necesidad de buscar con trabajo el alimento, que el
pan tierno y el mimo del perro doméstico atado con cade-
na»; BERE EOPETA IZERDI^' ETA EURIYA^ ARRAS BUSTIYA, ETA AS-
NASE ESTUTUA zEUZKAN (g) «tenía cl alieuto corto, y su fren-
te muy mojada de lluvia y de sudor»; ¿urtearen zer dembo-
EA^ EGIN BEAR DU KRISTABAK , ELIZ AMA SANTAK AGINTZEN DUAN,
KONFESio AU? (g) «¿por qué tiempo del año debe de hacer el
cristiano esta confesión que le manda la Santa Madre Igle-
sia?»; SENDA EZAZU NEEE ANIMA BEKATUEN ZAURI¿' BETEA (g)
1 La calificación do (lit.) se refiere al sufijo compuesto de que nos ocupamos. El análí«
sis literal de toda la palabra sería otro; «de 1«. con ú de virtud», bietüte— A— ben— kin— LA— eoí
— ?30-
((sana á mi alma, llena de la herida de los pecados»; nokk ere
NAHI BAITU, BERE BURUA-^^ KONTU ONIK EMAN, BEHAR DITU BORTZ
ZENSUAK (Ax.) «quien quiere dar de sí mismo buena cuenta,
necesita los cinco sentidos»; egun batkz galdegin zerauka-
TEN FRAI GIL, SAN FRANZISKOREN LAGUN SAINDU HARI, EA ZER
MOLDEA, EDO ÑOLA GARAITEN ZITÜEN HARAGIAREN TENTAMENDUAK
(Ax.) «de (en) cierto día le preguntaron á Fray Gil, á aquel
santo compañero de San Francisco, de qué manera ó cómo
vencía las tentaciones de la carne»; galtzen da gogo-^ bir-
GiNiTATEA (Ax.) «la virginidad se pierde con el deseo»; egun
OROZ IKHUSTEN DA ABERATSA NAHIGABE^ , KHECHADURA^; ETA
eritasune^' zaürthua (1) «diariamente se ve el rico de disgus-
to y de queja y de enfermedad herido»; jainkoak estaltzen
DU LURRA OGI^ ETA ARTHO^, OIHANE^ ETA AZIENDA^ (1) «el ScflOr
cubre la tierra de trigo y de maiz, de bosque y de ganado»;
GUK ERAINAGATIK BIHIA, EZ LAITEKE HAZ BIHI HURA NAHIAREN IN-
DARRE^ (1) «porque nosotros sembremos el grano, no nacería
aquel grano por la fuerza de (nuestra) voluntad»; egun aipha-
TUKO DUGU ONGARRiA-e^ (1) «Iloy hablaremos del abono»; zauri-
Tu ziOTEN ESPATA^: (1) «Ic hirieron con la espada»; harén min-
zoAs- oihanak izan ziren lotsatiak (s) «con el grito de aquel
los bosques fueron espantados». Los escritores basco-fran-
ceses suelen usar más y mejor que los basco-españoles de
éste sufijo, pues estos suelen reemplazarlo amenudo, con
el unitivo y el de posesión. El nombre de instrumental-mo-
dal que le doy, por más que no sea cómodo, da una idea
bastante completa de sus funciones.
Otro uso hay muy característico del sufijo z en ciertas
frases de movimiento, cuando se repite uno de los nombres;
por ejemplo: «de calle en calle», «de monte en monte», «de
casa en casa». Al primero de los nombres repetidos se le
sufija el modal y el segundo se deja indefinido; por ejemplo:
ORRUAZ MENDI^ MENDI ZANEAN LEN BIZI (g) «autCS CUaudo VÍ-
vía, de monte en monte con los rugidos »; sasl? — sasi, or
SALTO, EMEN SALTO, erbiyak iges egin zuben (g) «de zarza en
zarza, aquí salto y allí también, la liebre huyó».
El sufijo z es un sufijo multiforme; pero sus trasfornui-
cioues no tienen nada do misteriosas, y pueden seguirse
-231-
paso á paso, por sernos ya conocidas en otras palabras. La
forma primitiva es kaz, que es la que usa el dialecto biz-
caino como unitivo, en sustitución del kin común; por ejem-
plo: Mosu E]\[ON BEGiT BEEE AGOKO iiosuAgciz, «déme beso con
el beso de su boca»; sendotu nagizüe loeakcí,?, «vigorizadme
con las flores». Se aglutina al nombre definido singular y
plural; GizoNAKrt,í «con el hombre», GizoNAK/i-a^ «con los hom-
bres». Estas dos formas son hoy meramente teóricas, por
más que me atrevería á asegurar que son las primitivas.
Pero dejando esto á un lado, la verdad es que actualmente
el singular y el plural no se distinguen orgánica, sino eufó-
nicamente. Conio era mu}^ violenta la reiteración de J¿ en
las formas plurales y tampoco se marcaba en la pronuncia-
ción GIZONAKKAZ, LOEAKKAZ, MOSUAKKaZ, Ctc, SO elidió UUa
de ellas, la del plural, j se marcó el singular sustituyendo la
conservada con la suave; así tenemos gizonagaz «con el
hombre»; gizonakaz «con los hombres»; loeagaz «con la flor»;
LORAKAZ «con las flores», etc.
Supuesta la debilitación fónica de /<■, hecho que natural
y casi forzosamente había de tener lugar, aunque no me-
diase preocupación alguna de índole gramatical, se inicia
otra serie de permutaciones que corresponde propiamente
al significado modal-instrumental que en todos los dialectos
posee el mencionado sufijo.
La g es una consonante que permuta con otras, ó se pier-
de. Cambióse en .z y resultó la forma zaz. Elidióse la z y tu-
vimos la forma az, la cual, llegando á la postrera fase de su
degradación, quedó reducida á z. Este residuo necesitó de
la c de ligadura cuando el sufijo se aglutinó á un nombre in-
defmido que terminara en consonante. He aquí, en breves
palabras, la historia de un sufijo que, merced á sus alteracio-
nes fónicas, parece á primera vista que no es uno sólo, sino
varios. De todas estas diversas formas pueden dar una
sucinta, pero suficiente idea, los siguientes ejemplos: jaunaz
oroitzen ez da «no se acuerda del Señor»; jabeakenzaz (1)
«del amo»; jaunenzaz (1) «de los señores»; mabtinez oeoitu-da
«se ha acordado de Martín»; autsez betea «lleno de polvo».
El carácter modal del sufijo z resalta vivamente en las
-232-
siguientes frases ndverbiales»; buruz «de memoria»; oñez
«á pié»; ¿ÑOLA MiNTZATu?^ — EusKARAZ, «¿Cüiiio lia liaLlado? —
en euskara».
La forma plural se obtiene merced á la abmidancial eta
que toma el sufijo en su forma más contraída, z. La distin-
ción entre las dos formas singular y plural, es de muy poco
uso, aun en los mismos dialectos basco-franceses, que pa-
rece se preocupan más de dicha distinción entre ambos nú-
meros. Y esto se comprende. La relación que explica el su-
fijo 2", no es de las que comúnmente se alteran por el con-
cepto de la cantidad. Cuando esta idea es importante den-
tro de la idea modal ó instrumental, no dejará de existir
manera de manifestarla. Un ejemplo aclarará lo que digo.
En la mayoría de los casos será indiferente decir «está hecho
de piedra» ó «está hecho de piedras», y siendo el concepto
idéntico en resumidas cuentas, es natural la fluctuación del
sufijo entre sus dos formas. Pero si decimos «está hecho con
dos brillantes», ó «está hecho con veinte brillantes», el con-
cepto de la cantidad adquiere verdadera importancia, y por
más que no lo expresara la forma del sufijo, no quedaría sin
expresarse en otros componentes de la frase.
La sufijación no ofrece dificultad. Si el nombre termina
en vocal — y puede terminar así: ci) naturalmente; IS) por la
presencia del artículo; c) por la de la abundancia! eta, —
se adiciona pura y simplemente el sufijo. Si termina en
consonante, se interpola la e de ligadura; por ejemplo: se-
mez «de hijo», semeaz «del hijo», semeetaz «de hijos», jaunez
«de señor», jaunaz «del señor», jaunetaz «de señores». De
aquí resulta que se confunden morfológicamente el indefini-
do de los nombres terminados en o; y el definido singular;
lo mismo se dice aitaz «de padre» que aitaz «del padre». El
dialecto bizcaino, de poco remilgo para la reiteración, en
muchas de sus variedades realiza la distinción manteniendo
el artículo: aitaz «de padre», aitaaz «del padre», alaba «de
hija», ALABAAZ «déla hija».
El dialecto suletino de una manera obligatoria, y el la-
bortano en concurrencia con la fornuí íntegra, hacen sufrir
una violenta contracción á la abundancial eta, elidiendo su
—233—
segiinrla, sílaba. De aquí gerrenez «de los asadores», lurrez
«de las tierras»), arrechez «de las terneras» y las formas la-
bortanas semeetaz y semez, aitetaz y aitez, etsayetaz y
ETSAYEz. Por lo tauto, en siiletino, las palabras terminadas
en consonante conñmdirán las formas del indefinido con las
del plural: gerrenez «de asador» y «de los asadores»; lurrez
«de tierra» y «de tierras», arrechez «de ternera» y «de ter-
neras».
XYII.
ZKO.=:Es el sufijo de materia, que indica la composi-
ción ó sustancia de un objeto ó ser; por ejemplo: urrego-
nmzJio katechuak egtngo deutsüguz (b) «te haremos cadenas
de oro»; mirra^-Zo chortachua da ñire laztana niretzako
(b) «hacecillo de mirra es para mí mi amado»; eta elcho^Zo
ODEI BELZ BATEK ERREINU GUZIA ILLUNTZEN ZUEN (g) «y UUa ne-
gra nube de mosquitos oscurecía todo el reino»; eta farao-
NEK UKATU ZIONEAN, EüLI ANDI I'0Z0NI¿7i0AK ERAKARRI ZITUEN
(g) «y cuando le negó Faraón, hizo traer las grandes moscas
de ponzoña»; haragi^Ao bekatüetatik ilki nahi duenak ez
DiTU BiLLATUKO OKHAsiNO GAisTüAK (1) «cl quc quicrc salir del
pecado de carne no buscará las malas ocasiones».
De igual suerte que el sufijo derivativo, solo sirve para
formar verdaderos adjetivos que luego toman el artículo y
todos los sufijos. Ya se ve bien clara esta formación en uno
de los ejemplos anteriores; eüli andi pozonizkóak «las gran-
des moscas de ponzoña» ó «ponzoñosas», ürregorrizko kate-
chuak corresponde al castellano «áureas cadenas»; jatorriz-
KO pekatua «pecado de origen» á «pecado original», etc. Y po-
drá decirse euli pozonizkoakkin «con las moscas ponzoño-
sas»; EULI pozonizkoarentzat «para la mosca ponzoñosa», etc.
XYIII.
El acento prosódico, por lo menos en el dialecto gui-
puzcoano, se ajusta en los nombres con sufijos á las reglas
del nombre articulado; gizonaeekín «con el hombre», gizó-
-231-
NRNTZAT «pai'íi los liomhres», gizonac.An «en ol hombre», gizó-
NEN «de los hombres», etc.
De todo lo dicho se infiero qne la sufij ación nominal no
ofrece serias dificultades. Una vez conocido el significado y
funciones propias del sufijo, su aglutinación se verifica con
gran regularidad. Las reglas fonéticas son siempre las mis-
mas, y excepto en algún sufijo que sea exclusivo del indefi-
nido, todas las diferencias de sus formas estriban en hallar-
se ó no articulado el nombre y en que éste reciba ó no el
sufijo inmediatamente.
Kesumiré aquí toda la doctrina en breve espacio para
que pueda retenerse de memoria, poniendo ejemplos de las
diversas clases de nombres, de tal suerte que aprendida esta
sección se sabrá ez^presar todas las relaciones del nombre
bascongado nada más que con nnular los nombres citados
por los que se quiera usar.
_^, Cuadro demostrativo de la aglutinación inmediata
y mediata de los sufijos.
Sufijos que se unen: a) al tema nominal; h) á la forma
articulada del nom])re. — k, i, ee, en, n, kin, ha-rat, gan,
GANA, RONTZ-EUNTZ, GATIK, TIK-DIK, DI-TI, RIK, GANDIR, IK, KO,
KAZ, TAZ, Z, ZKO, ETA, LA-LAT, GANIK, y GABE.
Sufijos que se unen al posesorio en. — kin, tzat, tzako,
GAN, GANA, GATIK, GANDIK, GANIK y BAITHA.
Sufijos que se unen al interrogativo-negativo ik. — gabe.
Sufijos que se unen al priwativo gaee. — eta.
Sufijos que se unen á la al)undancial eta. — n, ea-rat,
dik-tik, z, rik, ko.
Sufijos que se unen al directivo ea-la. — ino, ixo, ño, no,
kotzat, ko.
Sufijos que se unen al unitivo kin. — la, ko.
Sufijos que se unen al derivativo ko. — tzat.
Sufijos que se unen al sufijo de procedencia tik-dik, ko.
Sufijos que se unen al suíijo-sustantivo baitha.— n,
BA, EIK.
Sufijos que se nnen al locativo personal gan.— -<dik-
TIK, IK, KO, RONTZ.
Sufijos y sustantivos que se unen á nombres verbales y
á flexiones verbales. — arte, ño (á da «es») y no (á de-di, alte-
raciones iónicas de da, y á dirá «son» .)
Sufijos que se unen al sustantivo arte. — ra, ño, no.
Sufijos que se unen al sufijo n.- — ik, ko.
Cuadro general de la sufltacion nominal en los
cuatro dialectos.
1. — Agente.
Mariak «María»; martinek «Martín»; aurrek «niño»;
ATSOK «vieja»; lurrek «tierra»; echek «casa»; aurrak «el niño»;
atsoak «la vieja»; lurrak «la tierra»; echeak «la casa»; áurrek
«los niños»; atsóek «las viejas»; lúrrek «las tierras»; echéek
«las casas».
2. — jRecijnentc (á, á él, á los).
Mariari «á María»; martini «á Martín»; aurri «á niño»;
atsori «á vieja»; lurri «á tierra»; echeri «á casa»; aurraei «al
•niño»; atsoari «á la vieja»; lurrari «á la tierra»; echeari «á la
casa»; áurrai «á los niños»; atsóai «á las viejas»; lúrrai «á las
tierras»; echéai «á las casas»; áurrei «á los niños»; atsóei «á
las viejas»; lúrrei «á las tierras»; echéei «á las casas»; áurrer
«á los niños»; atsóer «á las viejas»; lúrrer «á las tierras»;
ÉCHER «á las casas».
3.— Po.sesorz'o (de, de él, de los).
Mariaren «de María»; martinen «de Martín»; aurren
«de niño»; atsoren «de vieja»; lurren «de tierra»; echeren «de
casa»; aurraren «del niño»; atsoaren «de la vieja»; lurraren
«de la tierra»; echearen «de la casa»; áurren «de los niños»;
ATSÓEN «de las viejas»; lúrren «de las tierras»; echéen «de las
casas».
— 23G—
4. — Uiiitiro (c.o]!).
Mariarekin «con María»; martinekin «con Martín»;
AURREKíN «con niilo»; ATsoREKíN «con vieja»; lurrekin «con
tierra»; echerekin «con casa»; aurrarekin «con el niño»;
ATS0AREKIN «con la vieja»; lurrarekin «con la tierra»; eche-
arekin «con la casa»; aurrékin «con los niños»; atsoékin «con
las viejas»; lurrekin «con las tierras»; echékin «con las ca-
sas»; AURRÁKKíN «con los niños»; atsóakkin «con las viejas»;
LÚRRAKKíN «con las tierras»; echéakkin «con las casas»; ma-
RiAGAz «con María»; martingaz «con Martín»; aurragaz «con
el niño»; atsoagaz «con la vieja»; lurragaz «con la tierra»;
ECHEAGAZ «con la casa»; aurrakaz «con los niños»; atsoakaz
«con las viejas»; lurrakaz «con las tierras»; echeakaz «con las
casas».
5. — Destinafiro (para, para el, para los).
Mariarentzat «para María»; jiartinentzat «para Mar-
tín»; AURRENTZAT «para niño»; atsorentzat «para vieja»;
LURRENTZAT «para tierra»; echerentzat «para casa»; aurraren-
TZAT «para el niño»; atsoarentzat «para la vieja»; lurraren-
TZAT «para la tierra»; echearentzat «para la casa»; áurren-.
TZAT «páralos niños»; atsóentzat «para las viejas»; lúrren-
TZAT «para las tierras»; echéentzat «para las casas»; maria-
RENTZAKO «para María»; martinentzako «para Martín»; aurren-
TZAKO «para niño»; atsorentzako «para vieja»; lurrentzako
«para tierra»; echerentzako «para casa»; aurrarentzako «para
el niño»; atsoarentzako «para la vieja»; lurrarentzako «para
la tierra»; echearentzako «para la casa»; áurrentzako «para
los niños»; atsóentzako «para las viejas»; lurrentzako «para
las tierras»; echkentzako «para las casas».
G. — Su2)osít¿vo (por, en concepto de).
Marlvtzat «por alaría»; riartintzat «por Martín»; aur-
TZAT «por niño»; atsotzat «por vieja»; lurtzat «por tierra»;
EciiETZAT «por casa».
-237-
7. — Locativo material (en).
LuRKEN «en tierra»; echen «en cíisa»; lurrean «en la
tierra»; echean «en la casa»; luerétan «en las tierras»; eciie-
ÉTAN «en las casas»; lurretan «en tierra»; echetan «en casa».
8. — Locativo 'personal (en).
Mariaeen baithan- «en María»; martinen baithan «en
Martín» ; aurraren baithan «en el niño»; atsoaren bai-
than «en la vieja»; aurren baithan «en los niños»; atsóen
BAITHAN «en las viejas»; mariagan «en María»; martingan «en
Martín»; aurgan «en niño»; atsogan «en vieja»; aurragan «en
el niño»; atsoagan «en la vieja»; aurrakgan «en los niños»;
ATSOAKGAN «eii las viejas»; mariarengan «en María»; martinen
GAN «en Martín»; aurrarengan «en el niño»; atsoarengan «en
la vieja»; áurrengan «en los niños»; atsóengan «en las viejas».
9. — Directivo material (á = movimiento).
LuRRERA «á tierra»; echera «á casa»; lurrerat «á tierra»;
ECHERAT «á casa»; lurralat «á la tierra»; echealat «á la casa»:
lurretara «á tierras»; egfieetara «á casas»; lurretarat «á
tierras»; echeetarat «á casas».
10. — Directivo personal (á = movimiento).^
Mariaren baitharat «á María»; martinen baitharat «á
Martín»; aurren baitharat «á iiijo»; atsoren baitharat «á
vieja»; aurraren baithara «al niño»; atsoaren baithara «á
la vieja»; aurren baithara «á los niños»; atsóen baithara
«á las viejas»; xMariagana «á María»; martingana «á Martín»;
AURGANAT «á nillo»; ATSOGANAT «á VÍCJa»; AUREAGANA al llillO»;
atsoagana «á la vieja»; áurrakgana «á los niños»; atsóakgana
1 Por ser tan periueña la diferencia del sufijo guipuzcoano y bizcaino ra, al basco-
írancés rat que no exije se repitan todos los ejemplos, be mezclado las dos formas.
—238—
«á las viejas»; mariarenganat «¡í María»; martinenganat «á
j\Iartín»; auiuienganat «¡í niño»; atsorenganat «á vieja»; aur-
RARENGANAT «al nÍño»; ATSOARENGANAT «á la viejfl»; ÁURRENGA-
NAT «á los niños»: atsoénganat «á las viejas».
11. — LunUdtivo (le dirección, tiempo y acción (hasta).
LuRRERAÑo «hasta tieiTci»; echeraño «hasta casa»; lu-
RRALAÑo «hasta la tierra»; ecuealaño «hasta la casa»; lurrata-
RAÑo «hasta tierras»; echeetaraño «hasta casas»; lurretara-
DiNO «hasta tierras»; echeetaradino «hasta casas»; echéala-
DRANO «hasta la casa»; lurretaradrano «hasta las tierras». —
GAURDAÑo «hasta hoy»; aürtendaño «hasta éste año»; gaur-
DEÑo «hasta hoy»; aurtendeño «hasta éste año»; gaurdiño
«hasta ho}'»; aurtendiño «hasta éste año»; gaurgiño «hasta
hoy»; AURTFNGiÑo «hasta éste año». — direño «hasta que son»;
DUTENO «hasta que lo tienen»; iküsi arteraño «hasta ver»; ill
ARTERAÑo «hasta morir»; ikusi artean «hasta ver»; ill artian
«hasta morir»; ikusi arte «hasta ver»; ill arte «hasta morir»;
IKUSI ARTEÑo «liasta ver; ill artiño «hasta morir»; ikusi arteo
«hasta ver»; ill artio «hasta morir».
12. — Directivo indeterminado (hacia).
Mariaganontz «hacia ^Nlaría»; martinganontz «hacia Mar-
tín»; aurreganontz «hacia niño»; atsoganontz «hacia vie-
ja»; mariarenganontz «hacia María»; imartinenganoxtz «hacia
Martín»; aurrarengaxoxtz «hacia el niño»; atsoarenganontz
«hacia la vieja»; áurrenganontz «hacia los niños»; atsoénga-
nontz «hacia las viejas»; lurreuontz «hacia tierra»; aurraga-
NONTZ «hacia el niño»; atsoaganontz «hacia la vieja»; aurrak-
ganontz «hacia los niños»; atsoakganontz «hacia las viejas».
echerontz «hacia casa»; lurretarontz «liácia las tierras»;
eciieetarüntz «hacia las casas»,
13. — Causal (por, á pesar de).
Mariagatik «por María»; martingatik «por Martín»;
-239—
AURGATiK «por niúo»; ATsoGATiK «por vieja»; lurgatik «por
tierra»; eciiegatik «por casa»; aureagatik «por el niño» y «á
pesar del niño»; atsoagatik «por la vieja — á pesar de la vie-
ja»; LURRAGATiK «por la tierra* — á pesar de la tierra»; echea-
GATiK «por la casa»; — á pesar de la casa»; aurrarengatik «por
el niño»; atsoaeengatik «por la vieja»; lurrarengatik «por la
tierra»; eghearengatik «por la casa»; áurrengatik «por los ni-
ños»; atsoéngatik «por las viejas»; lurréngatik «por las tie-
rras»; EGHÉENGATIK «por las casas».
14. — Sejjaratíuo material (de, desde).
LuRRETiK «de, desde tierra»; eghetik «de, desde casa»;
LURRERiK «de, désete tierra»; echerik «de, desde casa»; lurre-
TATiK «de, desde tierras»; echeetatik «de, desde casas»; lurre-
tarik «de, desde tierras»; eciieetarik «de, desde casas».
15. — Separativo lie rsonal (de, desde).
Mariagandhí «de, desde Marías; martingandik «de, des-
de Martín»; aürrigandik «de, desde el niño»; atsoagandik
«de, desde la vieja»; aurrakgandüí «de, desde los niños»;
ATSOAKGANDiK «de, dosdc las viejas»; aurrarengandik «de, des-
de el niño»; atsoarengandik «de, desdo la vieja»; aurrengan-
DiK «de, desde los niños»; atsóengandik «de, desdólas Adejas»;
AüRRARENGANiK «de, dosdo cl njño»; atsoarenganik «de, des-
de lavieja»; áurkenganik «de, desde los niños»; atsóenganhí
«de, desde las viejas».
IG. — ínter rogativo- liega tico,
Mariarik «María»; martinik «Martín»; aurrik «niño»; atso-
RiK «vieja»; lurrik «tierra»; echerik «casa».
11 .• — Privativo (sin).
Mariagabe «sin María»; martingabe «sin Martín»; aurra-
GABE «sin el niño»; atsoagabe «sin la vieja»; lurrabage
—240-
«sin la tierra»; echeabaga «sin la casa»; aurrakbage «sin los
niños»; atsoakbaga «sin las v¡f>jas»; lurrakgabe «sin las tie-
rras»; ECHEAKGABE «sin laS C:;r^as»; AURRARIKGABE «sin niflO»;
ATSOEiKBAGA «sin vieja»; luiví;i::rikbage «sin tierra»; echerik-
GABE «sin casa».
18. — De rí cativo (de).
Ikuñako «de Pamplonii»; lariíaungo «de Larraun»; lurre-
KO «de tierra»; echeko «de casa»; lurretako «de tierras»;
EGHEETAKO «de casas»; lurtako «de tierra»; (ind.) egiietako
(id.) «de casa»; lurretako «de tierras»; echeetako «de las ca-
sas»; LURREKO «de tierra» (def.); echeko «de casa» (id.)
10. — Modal-'uistniínental (de, con, por).
Mariaz «de María»; Martínez «de Martín»; aurrez «de
niño»; atsoz «de vieja»; lurrez «de tierra»; echez «de casa»;
AUREAZ «del niño»; atsoaz «de la vieja»; lürraz «de la tierra»;
echeaz «de la casa»; aurretaz «de niños»; atsoetaz «de vie-
jas»; LURRETAZ «tlo tierras»; echeetaz «de casas»; aurrez «de
niños»; atsoez «de viejas»; lurrez «de tierras»; echeez «de
casas».
20. — Materia, composición (de).
Lurrez Ko «de tierra-; urregorrizko «de oro»; zillarrez-
Ko «de platíi»; arrizko «de piedras».^
1 Ka osto cna'lro genoral lio dejado de incluir los sufijos eu cuyas conibinacionos fisura
el derivativa ko; diiílios snfijoa estúii sujetos ú Ins reglas do sus compouontes. Como las varia-
ciones do la sulij loióii, bajo el punto do vista do los dialectos, están o.\i)licadas on la soccii>u
destinada á cada uno de los sntijos, no hu bocho int^rito de ellas en el cuadro, (luo se propone
dar una idea del conjunto y no do las particularidades. Por la niisnni razón no me be proo(!U-
l)ado do si la forma do lo.í nombres usados corresponde á to los los dialectos ó solo ú algu-
nos, ni tampoco do 'si existon ou tt)dos ellos. L) esencial era recapitular e! prt)coilimiento do
la sufljación, empleando, on lo jjosible, los mismos nombres, para cpio resaltasen las diferen-
cias.—lín la traducción castellana do los ejemplos del cuadro, me be abstenido de usar las
palabras »cl, los» cuando en el bascueiu i> no ll^'uraba (d articulo, i'i pesar de <iue es común
usarlas en miicbf)s do los casos proi)U(!.stos sobro todo si tl^íura la abundancial K/rA, so{;ún
puedo verse en el reto dil ciipíiulo, ddudo no be procedido con tanto rigorismo atento á
e.\)>rosar (d concepto equivalente de sntijos euskaros y preposiciones castollanas, múa quo el
nniterialismu de la comi)üsicic'in de aíjuellos.
—241-
CAPÍTULO IX.
LA SUI^'IJAGIÓN PRONOMINAL.
I.
Ya dije en el capítulo ii que era rasgo distintivo de la len-
gua euskara la unidad de procedimiento en la expresión de
unas mismas relaciones gramaticales. Los sufijos que se
aglutinan á los pronombres son , por lo tanto , los que se
aglutinan á los nombres. En rigor bastaría esta indicación
para que el lector reconstruyera por sí solo y con ayuda de
la práctica, las formas de la sufijación pronominal; pero el
trabajo le resultaría muy penoso, de no ser además deficiente,
porque las formas prácticas no corresponden siempre á las
formas teóricas que pudiesen deducirse del anterior capítu-
lo, sobre todo obrando sobre los cuatro dialectos, pues hay,
á veces, muchas diferencias entre los cis-pirináicos y los nl-
tra-pirináicos.
La falta de conformidad de la teoría á la práctica estri-
ba, principalmente, en la diversidad de formas activas y pa-
sivas de ciertos pronombres, en las leyes fonéticas que
obran sobre la sufijación y en la elección de los sufijos de
significado análogo ó idéntico para expresar la relación de
que se trate, elección que está determinada por la preferen-
cia de los dialectos. Lo dicho me mueve á ocuparme con
toda amplitud de la sufijación pronominal, aunque sea in-
curriendo en repeticiones, enfadosas para los que tienen
gran costumbre de esta clase de estudios ó son dueños de
una envidiable penetración lingüística, pero en suma, útiles
para la mayoría de los lectores que agradecerán, segura-
mente, todo ahorro de trabajo personal.
K.
Ya hice notar al ocuparme de la sufijación del signo del
agente á los nombres, la diferencia que, bajo el punto de
17
—242—
vista fonético, mediaba entre estos y los pronombres.^ Así
mismo, en el capítulo vi, di las formas activas de todos los
pronombres que las poseen diferentes de las pasivas. Por lo
tanto, dejando á un lado dichas formas activas, diré en re-
sumen:
a). Los pronombres terminados en ;• toman el sufijo Z:
sin letra de ligadura.
b). Los pronombres terminados en cualquiera otra con-
sonante reciben el sufijo />• intercalando e de ligadura.
e). Los pronombres terminados en vocal toman el sufijo
Je inmediatamente.
I.
Varios de los pronombres que poseen forma activa, á
ésta y no á la pasiva, aglutinan el sufijo /. Véanse las for-
mas de dichos pronombres:
Personales-intensivos . — neronek (b. g.) «yo mismo»; ero-
EREK (b. g.) «tú mismo» (fam.); zerorrek (b. g.) «tú mismo»
(cort.);BEREK (1) «ellos mismos»; gerok (1) «nosotros mismos».
Demostrativos. — onek (g) hunek (1. s.) «éste»; hauek (1)
HAUYEK (s) «estos»; ORREK (b. g.) HORREK (1. S.) «CSe»; HOYEK
HORIEK (s) «esos»; ARK (g) HAREK (1. S.) «aqUCl»; HEYEK (s)
«aquellos».
Beclemostrativos. — onecfiek (b. g.) «éste mismo»; orre-
CHEK (b. g.) «ese mismo»; archek (b. g.) «aquel mismo».
Demostrativo-intensivos. — beronek (b. g.) «éste mismo»;
BER0RREK (b. g.) «esc mismo».
Indefinidos. — batzuek (1) «algunos».-
Los demás pronombres se valen de la forma pasiva ó
mixta.^ Los pronombres compuestos siguen á sus sencillos,
1 Véase la púg. 195.
2 Las formas pasivas cío los prouoiabros arriba citados son: kebac (b. k.)«.vo nnsmo»;
ERORI (b. R.) «tú misino»; zkuoui (b. fi.) «tú mismo»: ukuak (1) «ellos mismos»; oekoni (1) nosotros
mismos»: au (b. g.) hau (1. s.) «ésto»; haukiek (1) uavk (1. s.) «estos»; orí (b. g.) hoiu (1. s.) «osos-
HOIK HoitiK (H) «osos»; HUUA (g. 1. s.) «aqiiol»; hkk (1) «aíiuollos»; auchk (b. g.)«éste mismo»; om.
CHE (b.g.) «ese mismo.; iiuraohe (g) «aquol mismo»; berau {b. g.) «éste mismo»; HEKOiu (b. g
«oso misino»; datzh (II «algunos».
.1 La forma es roiilmonto )íasiva cnanilo existo otra activa; os mista euan.lo una msima
os la ijue sirvo para anilios casos, como sucedo con los proni>nil)ri>s plurales biiscocspuñoles
quo igualmonto dicen, por ejomplo: oyek «estos», sujeto activo tpie pasivo, entiéndase por lo
tauto, (]Uü al hablar de formas pasivas, me rerteroA las propiamente tales y íi las lui.xta.s.
recibiendo los sufijos en el segundo componente. Los re-
demostrativos presentan una particularidad: en el singular
llevan la partícula che después del sufijo i y en el plural al
contrario. Con el demostrativo bizcaino au «éste» sucede una
cosa muy rara; posee la forma activa completamente regu-
lar AUK, y en los casos en que la sufij ación se verifica con
dicha forma activa, deja la suya propia, y sale en busca de
la guipuzcoana onek, á la cual añade los sufijos. Los pro-
nombres, ordinariamente, toman el sufijo en el tema prono-
minal ó forma indefinida, ejerciendo esta circunstancia, se-
gún se verá, influencia en la elección de ciertos sufijos. Pero
los posesivos obligatoriamente y algunos indefinidos volun-
tariamente, al paso de las necesidades del discurso, revis-
ten la forma definida ó articulada.
En la sufijación pronominal hay que atender á la letra
terminal del pronombre, pues de ésta depende que la sufija-
ción se practique inmediatamente (por justaposición), ó me-
diatamente (con eufonías).
Primera regla fonética. — Los pronombres terminados
en vocal intercalan una r eufónica para destruir el hiato.
Personales. — De neu (b) neuei, de ni (b. g. 1.) niri «á mí»;
de Eu (b) EUEi, de i (g) ipj, de hi (1. s.) miu «á tí»; de zeu
(b) zEURi, de zu (^. 1. s.) zuei «á tí»; de geu (b) geuei, de gu
(g. 1. s.) GUEi cá nosotros».
Intensivos.- — ^De neeoni (1) neeoniei «á mí mismo»; de ge-
EONi (1) GEEONIEI «á nosotros mismos»; de heeoni (1) heeoniei
«á tí mismo»; de zeeoni (1) zeeoniei «á tí mismo»; de beea
(b. g. s.) EEEAEi, de BEEBEEA (1) BEEBEEÁEI «á él mismo»; dc
NiHONi-NiHOEONi (s. del L.) NiiioNiEi NiHOEONiEi «á mí mismo»;
de HioEONi (s. del L.) hioeoniei «á tí mismo»; de zuhoeoni
(s. del L.) zuHOEONiEi «á tí mismo».
Posesivos. — De neueea (b. 1. s.) neureaei, de neeea (g. 1.)
NEEEAEI, de NUREA (s) NÜREAEI, dc ENEA (s) ENEAEI «al míO»;
de GEUREA (b. 1.) GEUREAEI, de GUEEA (g. 1. S.) GUEEARI «al
nuestro»; de eueea (b) eueeaei, de ieea (g) ieeaei, de mEEA
HEUEEA (1. S.) HIEEARI-HEUEEAEI «al tuyO»; dc ZETJEEA (b) ZEU-
EEAEI, de ZEEEA (g) ZEEEAEI, de ZUEEA (g. 1. S.) ZUEEARI «al
tuyo»; de züena (b. g. 1.) zuenaei, de ziena (s) zienaei «al
-241-
vuestro»; de berea (c) bereari «al suyo»; de berena (b.g.) be-
RENARi «á los suyos».
Indejiíiidos. — De bakocha (b. 1.) bakochari, de bakoitza
(g. s.) BAKOiTZARi «al cada cual»; de beste (b. g. s.) besteri,
de BERTZE (1. s.) BERTZERI «áoti'O»; de bestea (b. g. s.) bestea-
RI, de BERTZE (1. S.) BERTZE AEI (1. S.) «al OtrO».
Observaciones. — Las formas de los pronombres intensi-
vos de los dialectos bizcaino y guipuzcoano erori «tú mis-
mo» y ZERORI «tú mismo», así como el demostrativo-intensivo
BERORi «ese mismo», se apartan de la forma lógica-, pues con-
vierten al tema en recipiente nada más que con reforzar la
r: ERORRi «á tí mismo»; zerorri «á tí mismo»; beeorri «á ese
mismo». En cambio, las formas correspondientes labortanas
HERONiRi y zERONiRi sou perfectamente lógicas. En los pose-
sivos, el suletino emplea la forma ene y elidiendo su e final,
resulta: eni «al mío».
El indefinido labortano batzu «algunos», desecha la for-
ma lógica batzuri y lo que hace es introducir una e epenté-
tica, diciendo batzuei «á algunos». Esta epéntesis se debe á
la imitación, gran fautora de formas gramaticales: los de-
más dialectos llegan á un resultado idéntico, pero por otro
camino, gracias á la elisión de Ti escepto en el suletino, pues
batzu-batzü poseen la forma lógica batzuri-batzüri.
Segunda regla fonética. — Los pronombres terminados
en una consonante que no sea I-, toman el sufijo inmediata-
mente.
Intensivos. — De nihaur (s) nihauri «á mí mismo»; de oi-
HAUR (s) GiHAURi «á uosotros mismos»; de hihaur (s) hihauri
«á tí mismo»; de zihaur (s) zihauri «á tí mismo».
Relativos. — De ñor (b. g. 1.) nori , de nur (s) nuri «á
quien»; de zein (b. 1.) zeini, de zeñ (b. g.) zeñi, de zoin (1) zoi-
Ni (s) zuñí «á cual»; de zer (c) zeri «á que».
Indefinidos. — De bat (b. g.) batí «á alguno»; de bakoch
(b. 1.) BAKocHi, de BAKoiTZ (g. s.) BAKOITZI, «á Cada cual»; de
IÑOR (g)lÑORI, de INOR (b) INORI, de NIHOR-NEHOR (1) NIHORI-NE-
HORi,de NiHUR-iHUR (s)niuuui-ihuri «á nadie»; de norbait (b.g.l.)
NORBAiTi, de nurbait (s) nurbaiti «á alguno»; de zerbait (c)
-245—
«algo» zEEBAiTi «á algo»; de zembat (b. g. 1.) zembati/ de zum-
BAT (s) zuMBATi «á ciianto»; de zembait (b. g. 1.) zembaiti, de
züMBAiT (s) zuMBAiTi «á cuantos»; de ezer (c) ezeei «á nada».
Tercera regla fo7iética. — Los pronombres terminados en
h la eliden, elidiendo á la vez la e que en muchos casos
la precede.
Personales. — De zuek (b. g. 1.) zuei «á vosotros».
Intensivos. — De neeonek (b) neroni «á mí mismo»; de
GEROK (b. g.) GERoi «á nosotros mismos»; de zerok (b. g.) ze-
Roi «á vosotros mismos»; de eueok (b) eueoi, de beeok (g)
BEEoí «á ellos mismos»; de beeek (1) beeei «á ellos mismos»;
JJenwstratívos. — De onek (g) oni, de hunek (1. s.) huni
«á éste»; de oeeek (b. g.) oeei, de hoerek (1. s.) hoeei «á ese»;
de AEK (g) AEi, de haeek (1. s.) haei «aquel»; de aek (b) aei,
de AYEK (g) AYEi, de HEKIEK (1) HEKíEi (y también hekieri) «á
aquellos»; de oyek (b. g.) oyei, de hauek (1) hauei (y tam-
bién HAUEEI «á estos»); de oeiek (b. g.) oeiei, de hoikiek-horiek
(1) HOIKIEI (y HOIKIEEl) HOEIEI (y HOEIEEl) «á CSOS».
Indefinidos. — De batzuek (b. g. 1.) batzuei, á algunos».
Formas especiales del suletÍ7io. — De ziek, zier «á vos-
otros»; de ziHAUEEK, ziHAUEEE «á vosotros mismos»: de gu-
HOEO, GUHOEOE «á nosotros mismos»; de zuhoeo, zuhoror «á
vosotros mismos»; de hauyek, hauyee «á estos»; de hoeiek,
HOEiEE «á esos»; de heyek-hek , HEYEE-HEE«á aquellos», de
BATzu-BATZü BATZUER-BATZÜER «á algunos»; cstas son formas
eufonizadas; las lógicas presentarían reiteración, escepto las
dos últimas. Las he reunido aquí, sin fijarme en la letra
terminal, atendiendo á la circunstancia de que forman el
recipiente en ee. De todas maneras es muy sencillo averi-
guar cuales son los principios fonéticos á que obedecen.
Observaciones. — Todas las formas que proceden de la
elisión de A- son, á mi juicio, formas degeneradas: nada se
oponía á que el sufijo del recipiente se aglutinase inmedia-
tamente á la letra terminal, y tengo para mí que esas for-
mas lógicas habrán sido las primitivas.
1 Ya he dicho an-iba que los pronombres compuestos siguen ¿los sencillos; sin embargo
pondré algunas formas compuestas, para que so acostumbren al oido y la vista, pero no to-
das y sí variándolas. Así es que en ninguna de las enumeraciones se encontrará gompleta la
lista de los pronombres,
—2iQ—
El dialecto laborfcano, en algunas de sus variedades
observa las eufonías, destra3^endo el hiato con la r. De aquí
zuERi, HAUKiERi, HoiKíEiu. iiRiv (1) «a^uellos», 86 aparta do la
regla general de la elisión de /.•: forma el recipiente añadien-
do sencillamente el suíijo: hek[ «á «aquellos». Los relativos
bizcainos plurales tienenc;deNORTzüK, nortzuei «á quienes»;
de ZEÑTZUK, ZEÑTZUEI «á cuales»; de zertzuk, zertzuei «á que
(cosas)».
ZEROK (1) «vosotros mismos» hace el recipiente por la re-
gla de la elisión de />•, pero la forma gramatical .ó práctica
ZEROEi, no es la forma lógica zeroi que los dialectos bizcaino
y guipuzcoano poseen. Yo no veo aquí epéntesis de la e;
del recipiente labortano deduzco la existencia de un primi-
tivo ZEROEK, que se ajusta perfectamente á la forma común
de los sujetos plurales H(')Yek, horiek, etc. Así es que si ze-
ROEi no es lógico respecto á la forma degenerada zerok, lo
es respecto á la piimitiva zeroek. También creo que las for-
mas relativas plurales del bizcaino, serían primitivamente
NORTZUEK.
En.
A la lista de pronombres que toman el sufijo i en la for-
ma activa, dada en la anterior sección y que sirve también
para ésta, hay que añadir los pronombres que á continua-
ción se expresan.
Intensivos. — Nihonek (s. del L.) «yo mismo»; heronek
(1) «tú mismo»; hioronek (s. del L.) «tú mismo»; zeronek (1)
«tú mismo».
Posesivos. — Nereek (1) neureek (1. s.) nüreek (s) fnek
(s) «los míos»; hireek (1. s.) heureek (1. s.) «los tuyos»; geu-
EEEK (1) üureek (1. s.) «los uuestros»; zuenek (1) zienek (s) «los
vuestros».
Demostrativos. — IIekik (1) «aquellos».
Indefinidos. — Bertzeek (1. s.) besteek (s) «los otros».
Por lo tanto, todos estos pronombres y los que figuran
en la lista relativa al suíijo /, aglutinan el sufijo en á las di-
chas formas activas. Mientras no se advierta nada, se cntcn-
— 2-17—
derá que persiste la necesidad de aglutinar los demás sufijos
á las mismas.
La diferencia que señalé en los pronombres re-demos-
trativos al hablar del sufijo i respecto á su colocación de-
lante ó después de la partícula che, según fueran singular ó
plural, desaparece con el sufijo en y con los demás, quedan-
do por regla que esa partícula se interponga entre el tema
y el sufijo; por ejemplo: onechen «de éste mismo»; oyechen
«de estos mismos»; okrechen «de ese mismo»; óeiechen «de
esos mismos»; arechen «de aquel mismo»; áyechen «de aque-
llos mismos».
Primera regla fonctíca. — Los pronombres terminados
en vocal intercalan una r eufónica para destruir el hiato,
siempre que se trate de la forma definida singular, ó de la
indefinida; en el plural no se cuidan del choque de las vo-
cales, porque éste no es primitivo, sino secundario.
Intensivos. — De beba (b. g. s.) beraren, de berrera (1)
BERBEEAEEN «del mismo».
Posesivos. — De neueea (b. 1. s.) neurearen, de nerea
(g. 1.) NEEEAEEN, de NUREA (s) NÜREAREN, de ENEA (s) ENEAREN
«del mío»yNEUEEEN, nereen, nureen, enen «de los míos»; de
EUEEA (b) EUREAEEN, de IREA (g) IREAREN, dc HTREA-HEUREA
(1. S.) HIREAREN-HEUREAREN «del tuj^O» y BUREEN, IREEN, HIREEN,
HEUREEN «de los tuyos»; de zeurea (b) zeurearen, «de zerea
(g) ZEREAREN, dc ZUREA (g. 1. S.) ZUREAREN «del tuyO» y ZEU-
REEN, ZEREEN, ZUREEN «dc los tuyOS»; dc GEUREA (b. 1.) GEU-
REAREN, dOGUREA (g. 1. S.) GUREAREN «del nUCStrO» y GEÜEEEN,
GUREEN, de los nuestros»; de zuena (b. g. 1.) zuenaren, de
ZIENA (s) ZIENAEEN «del VUCStrO» y ZUENEN, ZIENEN «do loS
vuestros»; de beeea (b. g. 1. s.) beeeaeen «del suyo»; de be-
EENA (b. g.) BEEENAEEN «dc loS SUyOS».
Demostrativos. — De a (b) aren «de aquel».
Indefinidos. — De bakocha (b. s.) bakocharen, de bakoi-
TZA (g. 1.) BAKOITZAEEN «del cada cual»; de bestea (b. g. s.)
BESTEAEEN, de BEETZEA (1. S.) BEETZEAEEN «del otrO» y SES-
TEEN ( b. g. ) «de los otros»; de beste (b. g. s.) besteren,
de BEETZE (1. S.) BEETZEEEN «dc otrO»; de*NORBEEA (b) NORBE-
EAEEN, de NOEBEREA (g. 1.) NORBEREAREN «de cada uno»; de
—218—
BATBEDERA (1. S.) BATBEDERAREN «(le lili Cada llllO»; de BATZU
(1) BATZUEN «de algunos».
Observaciones. — Los pronombres personales, salva la
excepción del correspondiente «á vosotros» en labortano y
siiletino, no usan el snfíjo en, porque mediante la aglutina-
ción de éste formaron los posesivos. Así, por ejemplo: de
NI «yo» con permutación de e en i y apócope de la n, resul-
ta NERE «de mí», y en algunas variedades, ñire; de gu «nos-
otros» GURE «de nosotros». Y como «de mí» es igual á «mío»
y «de nosotros» á «nuestro», etc., los pronombres personales,
en los casos que debieran recibir el suñjo posesorio, cederán
su puesto á los posesivos de los que ellos proceden. El sule-
tino posee el irregular ene «de mí», del cual ha formado
también el posesivo enea «el mío».
Ya se habrá reparado, de conformidad á los términos de
la regla establecida, en cómo la inmensa mayoría de las
formas plurales no se cuidan del hiato, aunque éste consti-
tuya una reiteración. Algunos pocos observan las eufonías;
ENEN en vez de eneen ; norberen en vez de norbereen,
etc., BATZÜREN (s) CU vcz dc BATZUEN «de algiinos». Estc hiato
es debido, seguramente, á la desaparición de la A-; las for-
mas primitivas serían besteken «de los otros», gureken «de
los nuestros», etc.
Los pronombres intensivos del suletino, hablado en cier-
ta región del Labourd, guhoro, zuhoro, presentan una doble
particularidad: a) que aunque terminan en vocal, no usan
de r eufónica; h) que eliden la vocal del sufijo, evitando, de
ésta suerte, el hiato: guhoron «de nosotros mismos»; zuho-
KON «de vosotros mismos».
Sec/ujida regla fonética. — Es la misma dada para la su-
fij ación de i.
Intensivos. — De nihaur (s) nihauren «de mí mismo»; de
HiHAUR (s) HiHAUREN «de tí mismo»; de zihaur (s) zihauren
((de tí mismo»; de gihaur (s) giiiauren «de nosotros mismos».
lielativos. — De nor (b g. 1.) noren, de nur (s) nuren
«de quien»; de zein (b. 1.) zeinen, de zeñ (b. g.) zesen, de
zoiN (1) ZOINEN, de zux (s) zuñen «de cual»; de zer (c) zeren
«de (pie».
-249—
Imlefnidos. — De inor (b) inoren, de iñor (g) inoren, de
NIHOR-NEHOR (1) NIHOREN-NEHOREN, de NIHUR-IHür(s) NIHUREN-
IHUREN «de ninguiiO)); de bat (b. g.) baten «de alguno»; de
NORBAIT (b. g.) NORBAITEN, de NÜRBAIT (s) NURBAITEN «de
alguno»; de zerbait (c) zerbXiten «de algo»; de zembat
(b. g. 1.) zembaten, de zumbat (s) zumbaten «de cnanto»; de
ZEMBAIT (b. g. 1.) ZEMBAITEN, de ZUMBAIT (s) ZUMBAITEN «de
cuantos»; de ezer (c) ezeren «de nada»; de bakoch (b. 1.) ba-
KOCHEN, de BAKOITZ (g. s.) BAKOiTZEN «de Cada cual».
Tercera regla foní'tica. — Es la nuisma que rige para la
sufij ación de i.
Intensivos. — De neronek (b. g. 1.) neronen «de mí mis-
mo»; de ERORREK (b. g.) ERORREN, de HERONEK (1) HER0NEN «do
tí mismo»; de zerorrek (b. g.) zerorren, de zeronek (1)
ZERONEN «de tí mismo»; de nihonek-nihoronek (s. del L.)
NIH0NEN-NIH0R0NEN «de luí mismo»; de hioronek (s. del L.)
HI0R0NEN «de tí nnsmo»; de gerok (1) geroen «de nosotros
mismos»; de guhorok (s. del L.) gühoroen «de nosotros mis-
mos»; de ZEROEK (1) ZEROEN «de vosotros mismos»; de zuhoro-
nek (s. del L.) zuHORONEN «de tí mismo»; de berek (1) re-
ren «de ellos mismos»; de nihaurk-nihaurek (s) nihauren «de
mí mismo»; de hihaurk-hihauree (s) mHAUREN «de tí mismo»;
de ziHAURK-ziHAUREK (s) ziHAUREN «de tí uiismo»; de gihaurk-
GIHAUREK (s) GIHAUREN «do llOSOtl'OS mismOS»; de ZIHAUREK
(s) ZIHAUREN «de vosotros mismos».
Demostrativos. — De onek (g) onen, de hunek (1, s.) hunen
«de éste»; de oyek-oek (g) óyen-óen, de oneek (b) oneen, de
HAUKIEK-HAUEK (1) HAUKIEN-HAUEN, de HAUYEK (s) HAUYEN «de
estos»; de orrek (b. g.) orren , de horrek (1. s.) horren «de
ese»; de óriek (b.' g.) urien, de hoikiek-horiek (1) hoikien-
HORiEN, de horiek-hoyek (s) horien-hoyen «de esos»; de ark
(g) AREN, de A (b) AREN, de HAREK (1. s.) HARÉN «de aquol»; de
AYEK (g) AYEN, de AEK (b) AEN, de HEKIEK-HEKIK (1) HEKIEN-
HEKIN, de HEK-HEYEK (s) HEN-HEYEN «do aquellos».
Deniostrativo-inte)isivos.—De beronek (b. g.) beronen,
«de este mismo»; de BER0RREK (b.g.) berorren «de ese mismo».
Bedemostrativos. — De onechek (g. b.) onechen, de «éste
mismo»; de ónecheek (b) onecheen, de óyeohek (g) óyeohen
—250-
«de estos mismos»; do orreciiek (b. g.) orreciien «de ese mis-
mo»; de óiui'X'íiEK (b. g.) ÓKiECiTEN «do esos mismos»; de
AECHEK (b) AECHEN, dc AYECHEK (g) ÁVECIIEN «do liquellos
mismos».
Belatívos. — De noutzuk (b) nortzuen «de quienes»; de
ZEÑTZUK (b) ZEÑTZUEN «de ciiíiles»; de zertzuk (b) zertzuen
«de que (cosas)».
Indefinidos. — De batzuek (b, g.) batzuen «de algiinos»;
de NORBAITZUEK (b. g.) NORBAITZÜEN «do illglinOS'); do ZERBAI-
TZUEK (b. g.) ZERBAITZUEN, «do algOS»; dc BERTZEEK (1. S.) BER-
TZEEN, de BESTEEK (s) BESTEEN «do lüS otrOS».
Observaciones. — Algunas formas plurales observan las
eufonías, elidiendo la e del suñjo pava evitar el choque de
vocales. Tales son geron (b. g.) «de nosotros mismos», de
gerok: zeron (b. g.) «de vosotros mismos», de zerok; zuhoron
(s. del L.) «de vosotros mismos», de zuhoroek;^ euron (b)
«de ellos mismos», de eurok; beron (g) «de ellos mismos» de
berok; hekin (1) «de aquellos» de hekik.
En el dialecto bizcaiao se repite con el sudjo en. lo que
ya llevamos notado anteriormente; que abandona su forma
activa AUK «éste» para adoptar la del gaipuzcoano. arohek (g)
«aquel mismo», toma una e de ligadura: arechen. El bizcaino
lo imita; de achek, arechen.
Los pronombres demo.5tr¿itivos ak (b) ars (g) harek
(1. S.) AEK (b) AYEK (g) HEKIEK (1) HEKIK (1) HEYEK (s) median-
te la aglutinación del artículo al suñjo en, forman los adje-
tivos posesivos ARENA (b. g.) HA?>EXA (1. S.) «lo de él»; AYENA
(b. g.) HEKIENA (1) HENA (1) HEYENA (s) «lo do clloS», SUSCCpti-
bles de recibir, á su vez, los suíijos correspondientes á las
relaciones que hayan de expresar. La distinción del uso
entre estos y bere «suj^o», beren «suyos», quedó explicada
al hablar de los pronombres posesivos.''
1 Rsto pronombro ofroco la jiarticnlavidal do admitir ol choquo
y do roüliazarlo en ol i)osü8Ívo: esto í'ouóiiieuo os b.i'^taatü frociiünto.
2 Véase i)Ú£;. IGG.
—251—
EIN.
No lo usan ]os pronombres bizcainos.
Hay que atender, para la aglutinación de este sufijo, así
corno para la de los anteriores, á la letra final del pronom-
bre. Cuál sea esta nos lo indicará la aplicación del principio
siguiente. Los pronombres singulares ó de forma singular
cuyo significado no lo sea, (por ejemplo: zembait «cuantos»)
y los plurales de los dialectos basco-franceses, unen el sufijo
KiN á las formas pronominales revestidas del sufijo de pose-
sión en; los pronombres plurales del giiipuzcoauo lo unen
inmediatamente á los temas, elidiéndose una de las dos I:
que se siguen en la práctica, por más que los buenos es-
critores la mantengan.
Primera regla fonética. — ^Las formas terminadas en n
al recibir el sufijo kin, la eliden..
Personales. — Nirekin (g. 1. s.) enekin (s) <'Conmigo»; ire-
KIN (g) HIEEKIN (1. S.) «COntigO»; ZÜREKIN (g. 1. S.) «COUtigO»;
GUEEKíN (1. g. s.) «con uosotros»; zuekin (1) ziEKíN (s) «con
vosotros». Las formas lógicas serían nirenkin, irenkin, etc.
Intensivos. — Neeonekin (g. 1.) nihonekin-nihoeonekin
(s. del L.) NiKAüEEKíN (s) «coumigo mismo»; eeorrekin (g)
HEE0NEKIN (1) HIOEONEKIN (s. del L.) HIHAUEEKIN (s) «COntigO
mismo»; zeeoeeekin (g) zeeonekin (1) zuhoeonekin (s. del L.j
ziHAUEEKíN (s) «contigo mismo»; guhorokin - guhoeonekin
(s. del L.) GiHAUREKíN (s) «Cou uosotros mismos»; zihaurekin
(s) «con vosotros mismos»; zuhorokin (s. del L.) «con vos-
otros mismos»; beearebiin (g. s.) berbekaeekin (1) «con el
mismo»; berekín (1) «con ellos mismos».
Posesivos. — Nereaeekin (g. 1.) neurearekin (1. s.) nurea-
EEKIN (s) ENEAEEKIN (s) «COU el míO»; NEUEEEKIN (1. S.) NU-
EEEKIN (s) ENEEKIN (s) «COU loS UIÍOS»; lEEAEEKIN (g) HEÜEEA-
EEKIN - HIEEAEEKIN (1. S.) «COU el tuyO»; HIEEEKIN-HEUEEEKIN
(1. s.) «con los tuyos»; zeeearekin (g) zueeaeekin (g. 1. s.)
«con el tuyo»; zueeekin (1. s.) «con los tuyos»; güeeaeekin
(g. 1. S.) GEUEEAEEKIN (1) «COU cl nuestrO»; GUREEKIN (1. S.)
GEÜEEEKIN (s) «COU loS UUestrOS»; ZUENAREKIN (g. 1.) ZIENARE-
KIN (s) «con el vuestro»; zueneekin (1) zieneekin (s) «oou los
-252—
vuestros»; berearekin (g. 1. s.) «con el suyo»; beeenarekin
(l^) <*oon los suyos».
Demostrativos. — Onekin (g) nuNfiKiN (1. s.) «con éste»;
HAUKIEKIN-KAUEKIN (1) HAUYEKIN (s) «COU estOS»; HORREKIN
(1. s.) «con ese»; hoikiekin-hoiuekin (1) horiekin-hoyekin (s)
«con esos»; arekin (g) harekin (1. s.) «con aíjuel»; hekiekin
(1) HEYEKIN-HEKIN (s) «COU aquelloS».
Demostrativo-intensivos. — Beronekin (g) «con éste mis-
mo»; BERORREKíN (g) «cou ese niisuio».
Bedeinostrativos. — O^ECHEKíN (g) «con .éste mismo»;
ORRECHEKIN (g) «cou 686 mísmo»; ARECHEKIN (g) «coü aquel
mismo».
Relativos. — Noeekin (g. 1.) nurekin (s) «con quien»; zeñe-
KIN (g) ZEINEKIN-ZOINEKIN (1) ZUÑEKIN (s) COU CUal»; ZEREKIN
(g. 1. s.) «con que».
Indefinidos. — Batekin (g) «con alguno»; bakoitzekin
(g. s.) BAKOCHEKíN (1) «COU cacla cual»; bakoitzaeekin (g. s.)
BAKOCHAREKIN (1) «COU cl Catla CUal»; BAKOITZEEKIN (s) BAKO-
CHEEKíN (1) «con los cada cuales»; besterekin (g. s.) bertze-
REKíN (1. s.) «con otro»; bestearekix (g. s.) bertzearekin
(1. s.) «con el otro»; bestekin (s) bertzekkin (1. s.) «con los
otros»; XOEBAITEKIN (g. 1.) NURBAITEKIN (s) «COU algUUO»; ZEM-
BATEíaN (g. 1.) ZUMBATEKIN (s) «COU CUautO»; ZEMBAITEKIN
(g. 1.) ZUMBAITEKIN (s) «COU CUautoS»; NORBEREKIN (g. 1.) «COn
cada uno»; batzüekin (1) batzurekin (s) «con algunos»; bat-
BEDERAEEKIN (1, S.) «COU UU Cada UUO».
Observaciones. — Los pronombres gerok (1) «nosotros
mismos» y zerok (1) «vosotros mismos», cuyas formas pose-
sivas son GEKOEN y ZEROEN, al tomar el sulijo kin eliden,
generalmente, la c además de la n: gerokin «con nosotros
mismos», ZEROKiN «con vosotros mismos». En cambio, laibr-
mairregular labortana hekin «de aquellos» reproduce la e, que
elidió y dice: hekiekin. Las formas suletinas del Labourd
GUHOKON y zuTioRON quo crau irregulares por la referida eli-
sión, resultan correctas con el unitivo: guhokokin y zuuouokin.
Segunda regla fonética. — Los pronombres plurales del
dialecto guipuzcoano recil)en directamente el suíijo kin, ea
el tema, elidiendo la /.• del sulijo en el lenguaje vulgar.
—253—
PersoJiales. — Zuekkin «con vosotros».
Intensivos. — Gerokkin «con nosotros mismos»; zerokkin
«con vosotros mismos»; berokkin «con ellos mismos».
Posesivos. — Neeeakkin «con los míos»; ireakkin «con los
tuyos»; ZUREAKKIN ZEREAKKIN «COn los tliyOS»; GUREAKKIN
«con los nuestros»; zuenakkin «con los vuestros».
Demostrativos,- — Oyekkin «con estos»; óriekkin «con
esos»; ÁYEKKíN «con aquellos».
Bedeinostrativos. — Oyechekkin «con estos mismos»; órie-
CHEKKíN «con esos mismos»; áyechekkin «con aquellos
mismos».
Indefinidos, — Batzuekkin «con algunos»; bakoitzakkin
«con los cada cuales; besteakkin «con los otros»; norbai-
tzuekkin «con algunos»; zerbaitzuekkin «con algos».
TZAT, ZAT, TZAKO.
Se aglutina al sufijo en.
Personales. — Neuretzako (b) niretzat (g. 1. s.) «para mí»;
EURETZAK0 (b) IRETZAT (g) HIRETZAT (1. S.) «para tí»; ZEURE-
TZAKO ZURETZAT (g. 1. S.) «para tí»; GEURETZAKO (b) GURETZAT
(g. 1. s.) «para nosotros»; zeüentzako (b) züEíNTzat (g. 1.)
ziENTZAT (s) «para vosotros».
Intensivos. — Neronentzako (b) neiíonentzat (g. 1.)
NmONENTZAT — NIH0R0NENTZAT (s. del L.) NmAüRENTZAT (s)
«para mí mismo»; erorrentzako (b) erorrentzat (g) hero-
NENTZAT (1) HIORONENTZAT (s. del L.) HIHAURENTZAT (s)
«para tí mismo»; zerorrentzako (b) zerorrentzat (g) zero-
NENTZAT (1) ZUHORONENTZAT (s. del. L.) ZIHAURENTZAT (s) «para
tí mismo»; gerontzako (b) gerontzat (g) geroentzat (1) gu-
HORONTZAT GUHORONENTZAT (s. dclL.) GIHAURENTZAT (s) «para
nosotros mismos»; zerontzako (b) zerontzat (g) zeroentzat
(1) zuHORONTZAT (s. del L.) ZIHAURENTZAT (s) «para vosotros
mismos»; berarentzako (b) berarentzat (g) berberarentzat
(1) berarentzat (s) «para él mismo»; eurontzako (b) beron-
tzat (g) BERENTZAT (1) «para ellos mismos».
Posesivos. — Neurearentzako (b) nerearentzat (g. 1.)
neürearentzat (1. s.) nürearentzat (s) enearentzat (s) «para
—251—
el jnío»; neürentzako (b) nerentzat fe. 1. s. ) neurentzat
(1. S.) ENENTZAT (s) «páralos lílíOS)); EUREAHENTZAKO (1)) IREA-
RENTZAT fe) IlIREARENTZAT TIEUREAllENTZAT (1. S. ) «para
el tuyo»; eurentzako (b) irentzat fe^) hirentzat — heuren-
TZAT (s. 1.) «para los tuyos»; zurearentzako (b) zerearentzat
fe) zuREARENTZAT fe. 1. s.) «para el tuyo»; zeurentzako (b)
ZURENTZAT fe. 1. S.) ZERENTZAT fe) «para loS tuyOS»; GEUREA-
RENTZAK0 (b) (iUREARENTZAT fe^ 1. S.) GEUREARENTZAT (1) «para
el nuestro»; geurentzako (b) gurentzat fe. 1. s.) geürentzat
(s) «para los nuestros»; züenarentzako (b) -zuenarentzat
fe. 1.) ziexarentzat (s) «para el vuestro»; zuenentzako (b)
ZUENENTZAT fe. 1.) ZIENENTZAT (s) «para loS VUestrOS»; BEREA-
rentzako (b) BEREAREXTZAT fe^ 1. s.) para el suyo»; berena-
RENTZAKO (1)) BEREXAEENTZAT fe') «para los SU3'0S».
Demostrativos. — Onentzako (b) onentzat fe) hunentzat
(1. s.) «para éste»; oneentzako (b) oyentzat fe) haukien-
tzat-^hauentzat (!) HAUYENTZAT (s) «para estos»; orrem-
TZAKO (b) ORKENTZAT fe) HORRENTZAT (1. S.) «para CSe»;
ORIENTZAKO (b) ORIENTZAT fe) HOIKIENTZAT-HORIENTZAT (1) HO-
YENTZAT-HORIENTZAT (s) «para eSOS»; ARENTZAKO (b) ARENTZAT
fe) II ARENTZAT (1. s.) «para aqnel»; aentzako (b) ayentzat fe")
HEKTEXTZAT (1) I1EYEXTZAT (s.) «para aquellos».
Doniostrativo-intt'nsivos. — Berokentzako (b) beronen-
TZAT fe) «para éste mismo»; berokrentzako (b) eerorrentzat
fe^) «para ese mismo».
BediinostraiiooH. — Onechentzako (b) onechentzat fe)
«para éste mismo»; onecfíeentzako (I)) oyechentzat fe") «para
estos mismos»; orrechentzako (b) orrechentzat fe) «para
ese mismo»; oeiechentzako (b) oriechentzat fe) «para esos
mismos»; arechentzako (b) arechentzat fe") «para aquel
mismo»; aechentzako (b) ayechentzat fe') «para aquellos
mismos».
llelaticos. — Noeentzako (b) norentzat fe. 1.) nuren-
TZAT (s) «para quien»; nortzuentzako (b) «pnra quienes»;
ZEÑENTZAK0 (b) ZEÑENTZAT fe") ZEIXENTZAT /.01NENTZAT (1)
zuÑENTZAT (s) «para cual»; zeñtzuentzako (I O «paní cua-
les»; ZERENTZAKO (b) ZERENTZAT fe.l. S.) «para (jUe»; ZERTZUEN-
TZAKü (b) «para que»; zertziientzako (bj «paia que (cosas)».
-255-
Indefinidos. — Batentziko (h) batentza.t (g) «para algu-
no»; BATZUENTZAKO (b) BATZUENTZAT (g. 1.) BATZÜRENTZ AT (s)
«para algunos-); bakochentzako (h) bakoitzentzat (g. s.) ba-
KOCHENTZAT (1) «para cada cual»; bakocharentzako (b) bakoi-
tzarentzat (g. s.) BAKOCHARENTZAT (i) «para el cada cual»;
BESTEEENTZAKO (b) BESTERENTZAT (g. S.) BERTZERENTZAT (1. S.)
«para otro»; bestearentzako (b) besteaeentzat (g. s.) ber-
TZEARENTZAT (1. s.) «para el otro»; besteentzako (b) bestentzat
(g. S.) BERTZEENTZAT (1. S.) «para los otrOS»; INORENTZAKO (b)
IÑORENTZAT (g) NIHORENTZAT NEHORENTZAT (1) NIHURENTZAT-
IHURENTZAT (s) «para ninguno»; norbaitzentzako (1t) norbai-
TENTZAT (g. 1.) NURBAITENTZAT (s) «para algUUO»; NORBAITZUEN-
TZAKO (b) NORBAITZUENTZAT (g) «para algUUOS»; ZERBAITEN-
TZAKO (b) ZERBAITENTZAT (g. 1. S.) «para algO»; ZERBAITZUEN-
TZAKO (b) ZERBAITZUENTZAT (g) «para algOS»; ZEMBATENTZAKO
(b) ZEMBATENTZAT (g. 1.) ZÜMBATENTZAT (s) «para CUauto»;
ZEMBATTENTZAKO (b) ZEMBAITENTZAT (g. 1.) ZÜMBAITENTZAT (s)
«para cuantos»; norberarentzako (])) norberentzat (g. 1.)
para cada uno»; edozeinentzako (b) edozeñentzat (g) edo-
zeinentzat (1) EDOzuÑENTZAT (s) «para cualquiera»; edozein-
TZUENTZAKO (b) «para los cualquieras».
Ol)s?rc(icioiies. — Junto á ciertas formis plurales dadas
arriba, que presentan la elisión de e y son las más usadas,
coexisten otras que los que se precian de escribir ó hablar
con nimia corrección emplean: tales son, por ejemplo, ne-
REENTZAT «para los míos»; gureentzat «páralos nuestros», etc.
El labortano hekientzat «para aquellos», deja á un lado
su forma irregular hekin «de aquellos», al tomar el destina-
tivO TZAT.
Los relativos y sus compuestos pueden también recibir
el sufijo TZAT directamente en su forma indefinida; por ejem-
plo: ZEÑTZAT «para cual», edozeñtzat «para cualquiera». Es
práctica de varios autores y locEilidades. La de valerse del
EN es más elegante.
N.
El sufijo N es el correspondiente al locativo material yá
lo consideremos en su forma pura, ó en la compuesta etan.
--25C—
Siendo el pronombre , como sn misma apelación jiro no-
viem lo indica, una parte de la oración que se pone en
luf^ar del nombre, éste es de persona ó de ser racio-
nal, parece que su reemplazante debería tomar el sufi-
jo personal, dejando el material para cuando se refiriese á
cosas. Así, en la frase «e;¿ este Jiomhreo debiera usarse del
sufijo locativo-personal y en la frase «e;¿ ésta casa)) del sufijo
locativo material. Por supuesto que los pronombres perso-
nales y sus similares, como que no pueden referirse más
que á personas, debieran de estar adscritos perpetuamente
á los sufijos personales.
Esto sería lo perfectamente lógico; pero como las len-
guas son creaciones expontáneas, inconscientes, muchas
veces se apartan de nuestra lógica de gabinete. El trabajo
literario es el que, eligiendo entre los diversos elementos
naturales, suele rectificar las desviaciones del plan lógico
al que los idiomas se ajustan por una adaptación tan mis-
teriosa como evidente y que proclama la perpetua raciona-
lidad del espíritu liumano. Pero como la acción de la lite-
ratura en el bascuence ha sido muy escasa, no debemos
sor])rendernos de hallar ciertas inconsecuencias ó irregula-
ridades en su Graniática, IsLScimleSy puestas en parangón con
las de las más celebradas lenguas, i-esultan insignificantes.
Ante todo hay (|ue tirar una Uncu divisoria entre los dia-
lectos de España (pie estudiamos y los de Francia; los prime-
ros se han conformado, en tesis general, á la lógica. Se han
valido de suüjos personales con los pronombrespersonales, y
con esos otros pronombres susceptibles de referirse á co-
sas y personas, de sufijos personales y materiales según las
exigencias de la práctica. Así dirán egun onetan «en éste
dia», EMAKUME onecían «cn ésta mujer», egun oyetan «en éstos
dias» EMAKUME OYEKGAN «CU éstas mujercs». La diferencia
entre el singular y plural del locativo material, únicamen-
te puede proporcionarla el pronombre mismo (onek, oyek en
los ejemplos propuestos), pues el sufijo de ambos números es
totalmente idéntico. En el locativo-personal, la diferencia-
ción se obtiene mediante los tcmus pronoiuinalcs, distin-
tos para cada húuku'o.
-257-
Los dialectos franceses son los que más se han apartado
de la lógica; no usan del sufijo locativo personal gan en sin-
gular y se valen de la forma pluralizada etan que aglutinan,
sin ningún empacho, á los pronombres personales y á los
pronombres singulares, prevaliéndose de que la ausencia del
articulo le conuniicaá dicho sufijo compuesto cierto carác-
ter de indefinido, pero que no lo es en absoluto, ni mucho
menos, porque la significación plural continúa vinculada al
elemento eta.
Los pronombres zeuek (b) zuek (g.) gerok (b. g.)>i^o obs-
tante su naturaleza estrictamente personal, usan concu-
rrentemente del sufijo locativo-material y del personal.
Por ejemplo: zeuetan (b.) zuetan (g.) «en vosotros»; gerok-
TAN (b. g.) «en nosotros mismos»; zeroktan (b, g.) en voso-
tros mismos». Así leemos en las Pláticas de Aguirre: etze-
EATE, EZ, ZUEK ITZEGITEN DIZUENAK, BAIZIK ZUEN AITA ZERUKOA
DA ZUFJan ITZEGITEN DUEÑA \ «llÓ SOÍS VOSOtl'OS, llÓ, los qUB
habláis, sino vuestro Padre celeste el que habla en vos-
otros».
La sufijación del locativo al sustantivo-sufijo baitha se
verifica también en los pronombres de los dialectos basco-
franceses. Por aquí ha venido á buscarse , en ciertos casos,
una compensación al empleo de sufijos materiales con pro-
nombres personales ó relacionados á personas.
Los pronombres reciben el locativo: a) en el tema sin-
gular; b) en el tema plural; c) en el genitivo. Por lo tanto,
la letra que precede inmediatamente al locativo será muy
distinta según los casos. De aquí resulta la variedad de re-
glas fonéticas que hemos de registrar en esta sección. La
misma enumeración de las formas pronominales nos dirá
cuales son los pronombres que se valen del tema y cuales
del posesivo.
Primera regla fonética. — Los pronombres terminados^
en n toman el sufijo locativo-material pluralizado y no otro,
1 Tomo íir, iiág. 411.
2 Ténsase prescuto que en todas las reglas de este capítulo, al hablar de la terminación
de los proi)<;nil)res mo refiero k la terminación que ostentan cuando están preparados á reci-
bir el sufijo y no ú la leiminaciiu do su íoima pura, excepto eii los casos en qvie lo tomau
en el tema.
18
—258—
elidiendo la n terminal del posesivo y la e inicial do la
abundancial eta.
Intensiros. — • Neronetan (I) nihonetan-nihoronetan
(s. del L.) «en mí mismo»; heuonetan (1) hioronetan (s. del
L.) «en tí mismo»; zeronetan (I) zuhoronetan (s. del L.)
«en tí mismo».
Demostr at ¿vos. -"-O^ETAyi (h. g.) hunetan (1. s.) (*en éste»;
ONEETAN (b) OYETAN (g) HAUKIETAN-HAUETAN (1) HAUYETAN (s)
«en estos»; orretan (b. g.) hortan (1. s.) «en éste»; grietan
(b. g.) HOIKIETAN-HORIETAN (1) HORIETAN-HOYETAN ,(s) «en eSOS»;
ARTAN (b. g.) HARTAN (1. s.) «en aquel»; ayetan (b. g.) hekie-
TAN-HEKETAN (1.) HEYETAN (s) «en aquelloS».
Bedemostrativos. — Onechetan (b. g.) «en éste mismo»;
ONEECHETAN (b) OYECHETAN (g) «en estoS mismOS»; ORRECHE-
TAN (b. g.) «en ese mismo»; oriechetan (b. g.) «en esos mis-
mos»; ARECHETAN (b. g.) «en aqiiel mismo»; ayechetan (b. g.)
«en aquellos mismos».
Indefinidos. — Norbaitzüetan (b. g.) «en algunos».
Observaciones. — La caida de la n arrastró consigo la de
la e en hortan (1. s.) de la cual es forma lógica horrentan;
en artan (b. g.) hartan (b. s.) de las que son formas lógicas
ARRENTAN y HARRENTAN. Sc conocc quo la sufijación se ha ve-
rificado con el posesivo, únicamente en la permanencia
de la T eufónica. La única excepción á la regla gene-
ral se encuentra en los posesivos zuen (b. g. 1.) zien (s) los
cuales algunas raras veces conservan la n^ diciendo zuen-
etan (b. g. 1.) ZIENETAN (s) «CU vosotros», auuquc más co-
múnmente se atienen al principio general de la elisión.
Segunda regla fonética. — Los pronombres terminados
en vocal reciben el sufijo locativo-material pluralizado, eli-
diendo la e de la terminación abundancia] eta.
Personales. — Nitan (1. s.) «en mí»; hitan (1. s.) «en tí»;
zuTAN (1. s.) «en tí»; GUTAN (1. s.) «CU iiosotros».
Intensivos. — Guhorotan (s. del L.) «en nosotros mis-
mos»; zuHOROTAN (s. dol L.) «CU vosotros mismos».
Vosesivos. — Neuretan (1. k.) neretan (1) nuretan (s)
ENETAN (s) «en los míos»; uikktan-heuretan (1. s.) «on los
tuyos»; zuretan (1. s.) «en los tuyos»; (íeuretan (1) güretan
(1, 8.) «en los nuestros»; beuetan (1. s.) «on los suyos».
—259-
Indefinidos. —BATZJJTK^ (s) «en algunos»; bestetan (b. g.
s.) BEETZETAN (1. s.) «en otros»; NORBERETAN (1) «en cada uno».
Observaciones. — El pronombre intensivo suletino del La-
bomd GUHORO «nosotros mismos», tiene, además de ésta, otra
forma, que es guhoroni. Al sufijar el locativo se suprime la
última sílaba de ésta segunda forma, así es que guhorotan
corresponde á guhoroni y á guhoro. Las formas definidas
plurales de bertze y beste se distinguen de las inde-
finidas en que aquellas sufijan la terminación abundancial ín-
tegra: BESTEETAN (b. g, S.) BERTZEETAN (1. S.) «CU loS OtlOS».
Tercera regla fonética. Los pronombres terminados enZ;la
eliden al recibir el sufijo locativo-material pluralizado, así
como la vocal inicial de eta, si por causa de dicha elisión
la última letra del pronombre resulta e.
Fe:^\sonaIes. — zeuetan (b.) zuetan (g. 1.) zietan; (s.) «en
vosotros».
Intensivos. — zeroetan (1) «en nosotros mismos»; zeroe-
TAN (1) zmAURETAN (s) «CD VOSOtrOS misUlOS»; BERETAN (1) «CU
ellos mismos».
Indefinidos. — batzuetan (b. g. 1.) «en algunos».
Observaciones. — No obstante la regla, geroktan, (b. g.)
«en nosotros mismos»; zeroktan (b. g.) en vosotros mismos»;
BEROKTAN (b. g.) «en cllos mismos», conservan la A-. Estas son
formas doblemente irregulares, puesto que á la irregulari-
dad ya señalada hay que añadir la de la elisión de la inicial
de ETA, cuya presencia parecía necesaria, aunque solo fuese
á título de vocal de ligadura. La forma suletina zihauretan
procede de zmAUREK; la elisión de la h ocasionó la de la e,
sujetándose la forma resultante á la regia general dada arri-
ba de evitarla reiteración; zihauretan, está en lugar de zi-
HAUREETAN, COmO BERETAN CStá 611 lugar do BEREETAN etc; y
merced á la conservación de la e se distingue de la forma sin-
gular ziHAURTAN «CU tí mismo».
Cuarta regla fonética. — Los pronombres terminados en
r y /"¿toman el sufijo locativo plural elidiendo la e de la ter-
minación abundancial eta.
Intensivos. — ^Nih.\urtan (s) «en mí mismo»; hihaurtan
(s) «en tí mismo»; zihaurtan (s) «en tí mismo»; gihaurtan (s)
«en nosotros mismos».
— 2üU—
Belacíooi. — Nort.vn (1) nurtan (s) «3ii quisa»; zEifírAN-
ZOINTAN (1) zuñían (s) «311 Cll'll»; ZERTAN (b. 1. g. S.) «Gil qué».
1 11(1 eji ni dos. NmORTAN-NEHORTAN (1) NÍHURT AN-IÍIÜRTAN
«en ningimo»; ezertan (b. g.) «eii nada»; edozeintan (1) edo-
zuÑTAN (s) «en cualquiera».
Quinta regla fonética. — Los pronombres terminados en
t, tz y cli reciben el suñjo locativo-plural con la abundancial
ETA íntegra.
Indefinidos. — B atetan (b. g.) «en alguno»; bakoitzetan
(g. s.) bakochetan (b. 1.) «en cada cual»; norbaitetan (1) nür-
baitetan (s) «en alguno»; zemdatetan (b. g. 1.) zumbatetan
(s) «en cuanto»; zembaitetan (b. g. 1.) zümbaitetan (s) «en
cuantos»; zerbaitetan (c) «en algo».
Frononihres cine reciben el sufijo locativo-singular. — No
hay más regla fonética que la siguiente. Cualquiera que sea
la letra en que termine el pronombre, como no sea e, se in-
troducirá entre la forma articulada del sufijo y la terminal
del tema, una e de ligadura.
Intensivos. — Berean (b. g. s.) berberean (s) «en el
mismo».
Posesivos. — Neurean (b. 1. s.) nerean (g. 1.) nurean (s)
ENEAN (s) «en el mío»; eürean (b) irean (g) hirean-heürean
(1. s.) «en el tuyo»; zeurean (b) zerean (g) zurean (g. 1. s.)
«en el tuyo»; geürean (b. 1.) gurean (g. 1, s.) «en el nuestro»;
zuenean (b. g. 1.) ziENEAN (s) «en el vuestro»; berean (b. g. 1. s.)
«en el suyo».
Indefinidos. — Bakochean (b) bakoitzean (g) «en el cada
cual»; bestean (b. g. s.) bertzean (1. s.) «en el otro»; norbe-
eean (b. g.) «en el cada uno».
Ohscrvacio)ics. — Algunos pronombres no usan de la e
epentética. Tales son bakochan (1) bakoitzan (s) «en el cada
cual»; batbederan «en un cada uno».
Locativo personal en los dialectos basco-franceses. — Ui-
gen en esta snfijación todas las reglas dadas para la de en.
Por vía de ejemplo citaré algunos pronombres, nerebaithan
(1) «en mí»; zurebaithan (1) «en tí»; gurebaithan (1) «en nos-
otros», etc.
El sufijo locativo personal de los pronombres bizcainos
y guipuzcoanos es gan. Eeciben el sufijo directamente en el
tema los siguientes:
Personales. — Neugan (b) nigan (g) «en mí»; eugan (b)
iGAN (g) «en tí»; geugan (b) gugan (g) «en nosotros»; zeugan
(b) züGAN (g) «en tí»; zeuekgan (b) zuekgan (g) «en vosotros».
Intensivos. — Gerokgan (b. g.) «en nosotros mismos»; ze-
ROKGAN (b. g.) «en vosotros mismos»; eurokgan (b) beeokgan
(g) «en ellos mismos».
Posesivos. — Neureagan (b) neeeagan (g) «en el mío»;
NEUREAKGAN (b) NEREAKGAN (g) «en los míOS»; EUREAGAN (b)
iREAGAN (g) «en el tuyo»; eureakgan (b) ireakgan (g) «en los
tuyos»; ZEUREAGAN (g) ZEREAGAN-ZUREAGAN (g) «en el tuyo»;
ZEUREAKGAN (b) ZEREAKGAN-ZUREAKGAN (g) «CU loS tuyOS»; GEU-
REAGAN (b) GUREAGAN (g) «en el nuestro»; geureakgan (b) ou-
REAKGAN (g) «en los uuestros»; zuenagan (b. g.) «en el vues-
tro»; ZUENAKGAN (b. g.) «en los vuestros»; bereagan (b. g.) «en
el suyo»; berenakgan (b. g.) «en los suyos».
Demostrativos. — Oneekgan (b) oyekgan (g) «en estos»;
oRiEKGAN (b. g.) «en esos»; aekgan (b) ayekgan (g) «en
aquellos».
Peclemostratívos. — Oyechekgan (b. g.) «en estos mismos»;
OEIECHEKGAN (b. g.) «CU csos mismos»; AYECHEKGAN (b. g.) «en
aquellos mismos».
Belativos. — Norgan (b. g.) «en quien»; zeingan (b) zeñ-
GAN (b. g.) «en cual»; zergan (b. g.) «en que»; nortzuekgan
(b) «en quienes»; zeñtzuekgan (b) «en cuales»; zertzuekgan
(b) «en que (cosas).
Indefinidos. — Batgan (b. g.) «en alguno»; batzuekgan
(b. g.) «en algunos»; bakochagan (b) bakoitzagan (g) «en el
cada cual»; bakochan (b) bakoitzgan (g) «en cada cual»; bes-
-262-
TEAGAN (b. g.) «en el otro»; besteekgan (b. g.) en los otros»;
BESTEGAN (b. g.) «en otro»; inohgan (b) iñohgan (g) «en nin-
guno»; NORBAiTGAN (b. g.) «en alguno»; norbaitzuekgan (b. g.)
«en algunos»; norbehagan (b) nohbeeegan (g) «en cada uno»;
EDOZEÑGAN (g) EDOZEINGAN (b) «en Cualquiera»; edozeñtzuek-
GAN (b) «en cualesquiera».
Observaciones. — La forma plural de beste «otro» es bes-
TÉAK «los otros»; sin embargo, en el locativo la a se trasfor-
ma en e: besteekgan, de acuerdo con la tendencia de los
pronombres á adoptar dicba letra como desinencia caracte-
rística del plural. La conservación de la e final del tema
establece la diferencia entre el indefinido y el definido: bes-
tegan «en otro», besteekgan «en los otros». El grupo luj que
resulta en las formas plurales es puramente literario; el len-
guaje vulgar no lo emplea casi nunca, y la gutural sacrifica-
da suele ser, por lo común, en el dialecto guipuzcoano la
fuerte, y en el bizcaino, más lógicamente, la suave. Los
plurales de los relativos bizcainos presentan una e que no
se halla en el tema plural; por ejemplo: nortzü<?kgan de nor-
TZUK.
Todos los dichos pronombres se valen muy amenudo de
su forma posesiva para tomar el gan. No juzgo necesario
repetir las formas.
Los pronombres que toman el sufijo locativo en la for-
ma activa eliden la A-.
Intensivos. — Neronegan (b. g.) «en mí mismo»; erorre-
gan (b. g.) «en tí mismo»; zerorregan (b. g.) «en tí mismo».
Demostrativos. — Onegan (b. g.) «en éste»; orregan
(b. g.) «en ese»; agan (b) argan (g) «en aquel».
Demostrativo-intensivos. — Beronegan (b. g.) «en éste
mismo»; berorregan (b. g.) «en ese mismo».
Bedemostrativos. — Onechegan (b. g.) «en éste mismo»;
ORRECHEGAN (b. g.) «CU CSC misUlO».
El pronombre intensivo de tercera persona forma el lo-
cativo del posesivo y nó del activo; por eso dice arechegan
(b. g.) «en aquel mismo», y no archegan.
-26;í-
BAT, RA. '
Los pronombres pueden recibir el sufijo directivo, ya en su
forma simple, ya en su forma pluralizada etarat, etaea, sin
que el uso de esta última esté subordinado al número propio
de la relación que se desea expresar, puesto que es frecuente la
sufijación de dicha forma á pronombres de significado singu-
lar. Aunque es un directivo material, también se encuentra
empleado con pronombres personales ó relativos á personas.
Friviera regla fonctica. — Los pronombres teiminados en
vocal eliden la e de la abundancial eta, fuera de los casos en
que el sufijo" y el significado del pronombre son ambos
plurales.
Personales. — nitaha (1. s.) «á mí»; hitara (1. s.) «á tí»; zu-
TARA (1. s.) «á tí»; GUTARA «á nosotros».
Intensivos. — guhoroetara (s. del L.) «á nosotros mismos».
VoSesivOS. NEREETARA (g. 1.) NEUREETARA (b. 1.) <>á loS nUCS-
trOS»; EUREETARA (b.) IREETARA (g.) HIREETARAT-HEUREETARAT
(1.) «á los tuyos»; zereetara (g.) züreetara (g. 1. s.) zeuree-
TARA (b.) á los tuyos»; geueeetara (b. 1.) gureetara (g. 1.)
«á los nuestros»; bereetara (1.) á los suyos».
Indefinidos. — bestetara (b. g. s.) bertzetarat (1. s.) «á
otro»; BESTEETAEA (b. g. S.) BERTZEETARAT (1. S.) «á loS otrOS»;
BATZUETARAT (1.) «á algUnOS».
Observaciones. — Las excepciones no faltan; las formas plu-
rales suletinas no soportan la reiteración de la e; zuhopotara
1 Téngase presente que la fovma con t pertenece á los dialectos basco-franceses; pero
para no repetir los ejemplos, cuando me vea en el caso de referirme ¿i la vez á dialectos de
arnbas vertientes del Pirineo, me valdré del sufijo ea, que es conocido en los cuatro que se
estudian aquí.
2 En rigor el sufijo etaea es siempre plural; pero cuando se une á un pronombre sin-
gular, V. g.: NI y no está iutegio, v. g.: n'itara, creo que sin ningún peligro, y para las necesi-
dades de la exposición únicamente, puede admitirse la distinción del texto, fundada en la exis-
tencia de una forma i^luralizada que se vuelve il singularizar, en parte por la alteración de la
forma y eu parte por su uso. — Y ya que estoy aclarando la terminología, no me iiarece fuera
de ijropósito hacer una advertencia que se refiere á toda la sufijación, especialmente á la de
los nombres y que me ha parecido conveniente después de ver imin-eso el Cuadro general de
la sufijación nominal (págs. 235 y siguientes). Las palabras son indefinidas cuando no expresan
m'imero, por ejemijlo: gizon; definidas ó articuladas cuando lo expresan, GizoNAnel hombre», gi-
zóNAK «los hombresii. Pero para evitar confusiones hay que destruir esa sinonimia. Por lo tan-
to, reservaré el dictado de articuladas, para las palabras que llevan artículo, singular ó plural,
y el de definidas simplemente para las que manifiestan el número, poro sin artículo. Así
ECHEKO «de casan, es indefinido; echearen y echeen «de la casa» y «de las casas», es articulado
y ECHEETAKO «de casas» es definido. Téngase lo dicho por aclaración de la singnimia del texto,
de la cual purga>ré á cüte de aquí eu adelante.
-2G4-
(s. (leí L.) «á vosotros misinos»; enetara, nuretara neure-
TARA «á los iiiíos»; iiiRETAKA-iii'iurvErARA «á los tiiyos»; au-
KETARA «á* los nuestros»; beretara «á los suyos»; batzutara
«á algunos», guhoroetara (s. del L.) «á nosotros mismos»,
presenta alguna particularidad que debo de señalar; guho-
rok es la forma activa de guhoro y de guhoroni. Si referi-
mos guhoroetara á GUHORONI ocurrcu dos fenómenos: a),
elisión de ni; b.) conservación de la e, que los demás pro-
nombres suletinos eliden. Si referimos dicha forma á guho-
ro sólo tiene lugar el segundo de ellos.
De los tres pronombres terminados en n, dos de ellos re-
ciben íntegra la abundancial, el tercero le suprime la e ini-
cial; ZUENETARA (b. g. 1.) ZIENTARAT (s.) «á loS VLiestrOS»; BE-
EENETARA (b. g.) «á loS SUyOS».
Segunda regla fonética. — Los pronombres terminados en
/.- la eliden, destruyendo la reiteración de vocales que re-
sultaría de la aglutinación pura y simple, bien suprimiendo
la e de eta, si la que precede es orgánica, bien mantenien-
do la de la abundancial, pero en éste caso eliminando la e
de ligadura que precede á la /,-.
Personales. — zuetara (b. g. 1.) zietarat (s.) «á vosotros».
Intensivos. — neronetarat (1.) nihonetara-nihoronetara
(s. del L.) <»á mí mismo»; heronetírat (1.) hioronetarat (s.
del L.) «á tí misino»; zeronetarat (1.) zuhoronetarat (s. del
L.) «á tí mismo»; geroetarat (1.) «á nosotros mismos»; zero-
ETARAT (1.) ZIHAURETARAT (S.) «á VOSOtrOS misillOS»; BERETARAT
(1.) «á ellos mismos».
Demostrativos. — onetara (b.g.)«á éste»; ONEETARA(b.) oye-
tara (g.) HAUKIETARAT-HAUETARAT (1.) HAUYETARAT (s.) «á CS-
tos»; ORRETARA (b, g.) «á CSC»; GRIETARA (b. g.) HOIKIETARAT-
HOIRIETARAT (b.) HORIETARAT-HOYETARAT (s.) «á OSOS»; AYETA-
EA (b. g.) HEKIETARAT (1.) HETARAT-HEYETARAT (s.) «á aquellos».
Bedemostrativos. — onechetara (b.g.) «á éste mismo»; oye-
CHETARA (b. g.) «á estos mismos»; orrechetara (b. g.) «á ese
mismo»; oriechetara (b. g.) á esos mismos»; arechetara
(b. g.) «á aquel mismo»; ayechetara (b. g.) «á aquellos mis-
mos».
lielativos. — nortzuetara (b.) «á ([uienos»; zent/,uetara
(b.) «á cuales»; zeetzuetara (b.) «á que (cosas)».
—265—
Inclefinidns. — eatzüetar.^ (b. g.) «á algunos; norbaitzue-
TAEA (b. g.) «á algunos».
Observaciones. — x^lganos pronombres eliden la e orgánica
y ia e de ligadura; huntarat (1. s.) «á éste»; hartarat (1. s.)
«á aquel».
El pronombre labortano hekik «aquellos», suprímela e de
la abundancial, á pesar de que no resultaría reiteración de
adoptarla íntegra: hekitara «¡í aquellos». Los pronombres
basco-españoles son poco propensos alas amalgamas de su-
fijos plurales con temas singulares; los demostrativos en ésta
sección la admiten, manteniendo la diferencia del número,
como otras veces, por la distinta forma del tema pronomi-
nal.
Tercera regla fonrticn. — Los pronombres terminados en
r, n, fi, eliden la e inicial de la terminación eta.
Intensivos. — nihauetara (s.) «á mí mismo»; umAURTARA
(s.) «á tí mismo»; zmAURTARA (s.) «á tí mismo»; omAURTARA (s.)
«á nosotros mismos».
Belativos. — nortarat (1.) nurtarat (s.) «á quien»; zeinta-
EAT-ZOINTARAT (1.) ZUÑ'TARAT (s.) «á CUal»; ZERTARA (b. g.l. S.)
«á que».
Indefinidos. — -ezertara (b. g.) «á nada»; nehortarat-ni-
PIORTARAT (1.) NIHURTARAT-IHÜRTARAT (S.) «á ningUUO»; EDO-
ZEINTARAT (1.) EDOZUNTARAT (s ) «á CUalquicra».
Observaciones. — El demostrativo hoei «ese», experimenta
la supresión de la ¿ final, y queda comprendido en la regla
anterior: hortarat (1. s.) «á ese».
Cuarta regla fonética. — Los pronombres terminados en t,
tz, cli reciben íntegra la abundancial.
Indefinidos. — elibatetara (s.) «á algunos»; batera (b. g.)
«á alguno»; bakochetara (b. 1.) bakoitzetara (s.) «á cada
cual»; norbaitetaeat (1. s.) «á alguno»; zerbaitetara (c.) «á
algo»; ZEMBATETARA (b. g. 1.) ZUMBATETARAT (s.) «á CUauto»;
ZEMBAITETARA (b. g. 1.) ZUMBAITETARAT (s.) «á CUautoS».
J4.
La sufijación al directivo en su forma simple es mucho
-20Ü-
más sencilla. Todo pronombre al cnal se une termina en
vocal, ya naturalmente, ya por haber adoptntlo la forma arti-
culada; no requiere ninguna alteración fonética.
Intensivos. — berberaiut (1.) beralat (s.) «á él mismo».
P06-¿6'/¿"05.— NEUREAEA (b. 1.) NEllEARA (g. 1.) NEUREALAT-NU-
KEALAT (S.) ENEALAT (s.) «íí cl mio»; BUREARA (b.) IREARA (g.)
niREARAT-HEUREARAT (1.) HIREALaT-HEUREALAT (s.) «al tuyO»;
ZEUREARA (b.) ZEREARA-ZUREARA (g.) ZUREARAT (1.) ZUREALAT
(s.) «á el tuyo»; geureara (b. 1.) gureara (g. 1.) gurealat (s.)
«á el nuestro»; züenaua (]). g. 1.) zienara (s.) «á el vuestro»;
BEREaRA (b. 1. S.) BEKEALAT (s.) «á el SUyO»; BERENARA (I). g.)
«á los suyos».
Indefinidos. — bakochara (1.) bakoitzalat (s.) «al cada
cual»; batbederara (1.) batbederalat (s.) «á un cada uno»;
BERTZEARA (1.) BESTEALAT-BERTZEALAT (s.) «á el OtrO»; BESTERA
(b. g. 1.) RERTZERAT (1.) BESTELAT-BERTZELAT (s.) «á otrO».
Observaciones.- — Las formas directivas de los posesivos
son de muy poco uso. He aquí la razón; el nombre al cual
acompañan los posesivos va detrás de estos; por lo tanto, el
nombre recibe el sm^ijo. Las ocasiones de que aparezca solo
el posesivo, serán muy contadas rela^tivamente; he aquí
una frase, por vía de ejemplo: «¿á casado quién vas?— A la
mía». ¿NOREN ECHERÁ ZOAZ? NEREARÁ. Y aUU CU CStc CaSO,
en el que se provoca la separación del posesivo, lo probable
es que el bascongado responda «á mi casa», neee echera.
¿4.
El sustantivo baitha se emjilea también en los pronom-
bres basco-franceses en las mismas condiciones que con los
nombres, ó lo que es igual, cojí pronombres personales y
cd sufijo posesorio. Al emplear el caliíicativo de personales,
comprendo entre ellos á los que no llanjándosc así pueden
referirse á personas.
Versomdes. — nere baithara (1.) enebaithara (s.) «á njí»;
Hn^EBAITHARA (1. S.) «á tí»; ZUREBAITUARA (1. S.) «á tí»; (lURE-
BAITUARA (1. S.) «á UOSOtrOS»; ZTJENliAÍTIIARA (1.) ZIENBAmiARA
(s.) «á vosotros». Es inútil poner los demás, que como estos
se forman también del posesorio.
-2G7-
Los pronombres basco-españoles personales, y los que
sin estar comprendidos bajo esta denominación pueden re-
ferirse á personas, toman el sufijo directivo personal gana.
El dialecto labortano, comparte su uso coq el de baithaea.
Los dos primeros lo snfíjan al tema pronominal y el tercero
al sufijo posesorio, sin que estos principios deban tomarse
en sentido absoluto, ni nniclio menos, pues rae refiero á la
práctica que me parece más general, la cual en muchas lo-
calidades varía, como ya lo noté al lialjlar del nombro, pu-
diendo decirse, por lo tanto, que los tres dialectos conocen
y emplean ambas maneras de sufijar.
Pondré, á manera de ilustración, nada niás, que los pro-
nombres propiamente personales.
Personales. — neugana (b.) nigana (g.) ni^egana (1.) «á mí»;
EUGANA (b.) IGANA (g.) HIUEGANA (1.) «á tí»; ZEUGANA (b.) ZUGA-
NA (b.) ZUREGANA (1.) «á tí»; GEUGANA ,(b.) GUGANA (g.) GUEEGA-
NA (1.) «á nosotros»; zuekgana (b. g.) züengana (1.) «vosotros».
iy:o, iNo, xo, no.
El sufijo limitativo de dirección en los pronombres, de
igual suerte que en los nombres, jamás se aglutina solo, y
en aquellos, como en estos, se une no al tema, sino al di-
rectivo EA. Pero se distinguen los unos de los otros en que
los pronombres no se valen más que del directivo, y jamás
de la flexión verbal, ni del sustantivo arte.
Diclio esto, se comprende que la sufijación es muy senci-
lla, pues basta aglutinar el sufijo ño á las formas de los pro-
nombres que llevan el directivo material singular y plural
EA, ETAEA. Así es quo la única duda susceptible de presen-
tarse se referirá á los pronombres que no debieran admitir,
según la teoría, más directivo que el personal; pues bien, estos
se sujetan á la regla general. Por lo tanto tendremos las for-
mas NiEAÑo, HiEAÑo «liasta mí», «hasta tí», junto á las formas
ONETAEAÑo, HARTAEAÑo «liasta ésto», «liasta aquel», propias de
pronombres que pueden referirse á cosas. Los pronombres
— 2C8—
que poseen formas singulares y plurales, como son los de-
mostrativos, se valen del sulijo pluralizado eta en ambos
números.
RONTZ, RUNTZ.
Este suñjo directivo indeterminado se une á la forma ac-
tiva de los pronombres; en los que carecen de ella, se une
á la pasiva.
Primera regla fonética. — Los pronombres terminados en
/.-, ya sea ésta signo del plural, ya del activo, la eliden.
Personales. — zueeontz (1\ g.) «hacia vosotros».
Intensivos. — neroneeontz (b. g.) «hacia mí mismo»; eeo-
:.'rEEONTz (b. g.) «hacia tí mismo»; zeeoeeeeontz «hacia tí
mismo»; geroroniz (b, g.) «hacia nosotros mismos»; zero-
E )- Tz (b. g.) «hacia vosotros mismos»; eueoeuntz (b.) beeo-
EO -z (g.) «hacia ellos mismos».
D mostrativos. — oneeontz (b. g.) «hacia éste»; oneerontz
(b.) 0YER0NTZ-0EE0NTZ (g.) «llácia estoS»; OEEERONTZ (b. g.)
«hacia ese»; orieeoxtz (b. g.) «hacia esos»; aeeeontz (b. g.)
«hacia aquel»; aeeontz (b.) ayerontz (g.) «hacia aquellos».
Demostrativo- intensivos. — beeoneeoxtz (b. g.) «hacia
éste mismo»; beroeeeeontz (b. g.) «hacia ese mismo».
Bemostrativos. — onecheeontz (b. g.) «hacia éste mismo»;
ONECIIEEEONTZ (b.) OYECHEEONTZ «lliícia CSOS UlismOS»; ARE-
CHEEONTZ (b. g.) «hacia aquel mismo»; ayecheeontz (b. g.)
«hacia aquellos mismos».
Relativos. — noetzueuntz (b.) «hacia (juienes»; zentzü-
RUNTz (b.) «hacia cuales»; zertzuruntz «hacia que (cosas)».
Indefinidos. — batzuerontz (b. g.) «hacia algunos»; bate-
EONTZ «hacia alguno».
Observaciones. — Cuando los pronombres no distinguen el
singulardel plural por su forma externa comolo hacen otros,
v. g.: ONEK y OYEK, entonces para evitar confusionos, le dan
al sufijo la forma del plural, acudiendo á la terminación
abundancial eta. Tal sucede, por ejemplo, con los posesivos;
estos poseen una misma forma nere, etc. para el singular y
el plural; y diferencian los números de lacosaposeidapor el ar-
tículo: NEREi-NEREAK. Sí las form'is pliu'ale3 S3 sujetaran ala
regla de la elisión de la h, se confundirían las formas articu-
ladas de amljos números; NEREARONTZ, producido por la eli-
sión de la h y signiñcando «hacia los míos», tendría igual for-
ma que nerea-rontz «hacia el mío». Esta conufsión se salva
pluralizando el sufijo: neüreetarontz (b.) nereetarontz (g.)
«hacia los nuestros»; eureetarontz (b.) ireetarontz (g.) «ha-
cia los tuyos»; zeretarontz-zureetarontz (g.) zeüreeta-
RONTZ (b.) «hacia los tuyos»; geureetarontz (b.) gureeta-
RONTz (g.) «hacia los nuestros»; zuenetarontz (b. g.) «hacia
los vuestros»; berenetarontz (b. g.) hacia los suyos.»
Los pronombres ñuctúan entre dos sistemas; entre poner
todos los elementos del vocablo (tema y sufijos) de acuerdo
bajo el concepto plural, y marcar éste por medio del tema
sólo. No debe extrañarnos, por lo tanto, encontrar muy usa-
das al lado de las formas consignadas arriba, otras que de-
penden del primer sistema: oyetarontz, nortzuetarontz,
BATZUETARONTZ, ctc.
Segunda regla f o ni'¿ i ca. —Los pronombres terminados en
r, eliden la inicial del sufijo.
Belativos. — norontz (b. g.) «hacia quien»; zerontz (b. g.)
«hacia que».
Indefinidos. — inorontz (b.) iñorontz (g) «hacia ninguno»;
ezerontz «hacia nada.»
Tercera regla fonética. — Los pronombres terminados en
t, ch y tz intercalan ima e de ligadura entre el sufijo y el
pronombre.
Belativos.' — ^zeñeronts (b. g.) zeinerontz «hacia cual».
Indefinidos. — bakooherontz (b.) bakoitzerontz (g.) «hacia
cada cual; norbaiterontz (b. g.) «hacia alguno»; zerbaite-
EONTZ (b.) «hacia algo»; zembaterontz (b. g.) «hacia cuanto»;
ZEMBAITERONTZ (b. g.) «hácia CUautoS»; EDOZEÑERONTZ (b. g.)
EDozEiNERüNTz (b.) «liácia cualquiera».
Cuarta regla fonética. — Los pronombres terminados en
vocal toman el sufijo inmediatamente.
Personales. — neuruntz (b.) nirontz (g.) «hácia mí»; eu-
RUNTZ (b.) IRUNTZ (g.) «llácia tí»; ZEURUNTZ (b.) ZURONTZ (g-)
«hácia tí»; geurontz (b.) gurontz (g.) «hácia nosotros».
--270-
Tntensivos. — berarontz (1). <f.) «liácia el mismo».
FoffesíVOS. NEURRRUNTZ (1).) NERERONZ (g) «lláciíl míO»; NEU-
REARONTZ (b.) NEREARONTZ (g.) «llácia el míO»; EURERONTZ (b.)
IRERONTZ (g.) «llácia tuyo»; EUREARUNTZ (b.) IREARUNTZ (g.)
«llácia el tuyo»; zeureruntz (b.) zurerontz-zerergntz (g.)
«hacia tuyo»: zeurearontz (1).) zerearontz-zurea^rontz (g.)
"llácia el tuyo»; geureruntz (b.) gurekontz (g.) «hacia nues-
tro»; GEUREARUNTZ (b.) GüREARoxTz (g.) «liácia el iiuestro»;
BERER0NTZ (b. g.) «háciii suyo»; BEREARONTZ (b. g.) «liácia el
suyo».
Indejbiiílns. — bakoitzarontz (g.) bakoicharuntz (b.) «ha-
cia cada cual»; besterontz (b. g.) «hacia otro»; bestearontz
(b. g.) «hacia el otro»; norberarüníz (b.) nürbererontz (g.)
«llácia cada uno».
Observaciones. — El lenguaje literario 3^ buena parte del
vulgar, aglutinan elsuñjo ronts al suüjogana cuando se va-
len de los pronombres personales, á los cuales les dan, de
antemano casi siempre la forma posesiva; neureganuntz,
NEREGANONTZ, EUREItANUNTZ, ireganontz, zeuereganuntz, zu-
REGANONTZ, GEUREGANUNTZ, GUREGAN0NTZ, NEUGANUNTZ, NIGA-
NONTz, EüGANUNTz, iGANONTz, ctc. Las formas articuladas de
los pronombres posesivos y de los indefinidos son de muy
poco uso; es preciso que haya un verdadero empeño en pre-
cisar el objeto ó persona á que se refieren para que salgan
á plaza; en lo demás, cuando el giro de la conversación bas-
ta para destruir el equí\'oco, ó éste carece de importancia,
las formas usadas son bi'í indefinidas.
GAITI, CÍA TIK,
Los pronombres dotados de fornra activa, toman en ésta
el sufijo causal, previa l;i elisión de k. Por ejemplo; onegai-
Ti (b.) «|)or éste»; ojire;¡atik (b. g.) «por ese»; haregatik-uar-
GATiK (1. s.) «por aquíd», etc. Tjds demás pronombres, termi-
nen como terminen, lo aghitinan pura y sencillamente al
tema; por ejemplo: neugaiti (b.) «i)or mí»; ihgatik (1. s.)
«por tí»; zuEKGvTíK (b. g. 1.) «por vosotros»; eurokgaiti (b.)
«por ellos mismos'); NíüvuiiGAriK (s.) «por mí mismo»; zuho-
-271—
ROGATiK (s. del L.) «por vosotros mismos»; norgatik (g. i.)
«por quien»), etc., etc.
TIK, BIK.
Hay que distingir entre la aglutinación del sufijo sepa-
rativo ó de procedencia en los dialectos basco-españoles y
en los basco-franceses. La primera es sumamente regular;
toda su teoría se encierra en la siguiente regla: si el pro-
nombre posee forma activa, en ella se verifica la aglutina-
ción, después de eliminar la Tx final; si no la posee se aglu-
tina el sufijo al tema interpolando una e de ligadura siem-
pre que termine en consonante. Es excusado dar las formas
bizcainas y guipuzcoanas, supuesta la absoluta regularidad
de ellas.
Por el contrario, la sufijación de tik dik en los dialectos
basco-franceses es complicada é irregular, como sucede con
otros sufijos. Parece como que para el labortano y el sule-
tino se ha oscurecido algo, en ésta parte, el valor de los ele-
mentos gramaticales.
De poseer el pronombre dos formas distintas, una para
el singular y otra para el plural, de tal suerte que la confu-
sión entre ambos sea imposible, una y otra toman el sufijo
en su forma pluralizada etatik, etakik. La sufijación se ve-
rifica entonces eliminando unas veces la e de la abundan-
dancial, y conservándola otras. Varios pronombres basco-
franceses poseen, así mismo, forma activa y pasiva; no obs-
tante el principio que rige en los dialectos basco-españoles,
los basco-franceses íluctúan entre ambas, y unas veces aglu-
tinan el TIK á la activa y otras á la pasiva. Adoptada la ac-
tiva desaparece su h terminal y la e que la precede. El pro-
nombre que adopta la forma definida toma inmediatamente
el sufijo, ó lo recibe eliminando el artículo. En este caso re-
sulta, á veces, un choque de consonantes, 3;- el bascuence,
generalmente, lo amortigua con la ¿^ de ligadura, aunque no
siempre, pues también deja deponerla. El pronombre hori,
además de no valerse de su forma activa, suprime la i final
del tema pasivo. Estas observaciones preliminares explican
272
las formas de los pronombres basco-franceses, las cnales doy
in-extenso, á causa de su variedad.
Versonahs. — nitapjk (1. s.) «de mí»; iiitaeik (1. s.) de tí»;
zuTAiviK (1. s.) »de tí»; ciutahik (1. s.) de nosotros»; zuetarik
(1.) ziETARiK (s.) «de vosotros».
Intensivos. — neronetaiuk (1.) nihonetarik-nihoronetarik
(s. del L.) NIHAURTARIK (s.) «dc mí mismo»; heronetarik (1.)
HiORONETARiK (s. del L.) HiHAURTARiK (s.) de tí mísmo»; ZE-
RORRETARIK (1.) ZUHOEONETARIK (s. dcl L.) ZIAURTARIK (s.) «dc
tí mismo»; geroxetarik (1.) guhoroetarik (s. del.L.) gihaur-
TARiK (1.) «de nosotros mismos»; zeroetarik (I.) zuhorotarik
(s. del L.) ziHAURETARiK (s.) «do vosotros mismos»; berbera-
TiK (1.) BERETiK (s.) «do él mismo»; BERETAEiK (1.) «de ellos
mismos.»
Vosesiros. — nereatik (1.) neüreatik (1.) neuretik (s.) nu-
RETIK (S.) ENETIK (S.) «del míO»; NERETARIK (1.) NEURETARIK
(1. S.) NERETARIK (s.) ENETARIK (s.) «de los míOS»; HIREATIK-
HEUREATIK (1.) HIRETIK-HEÜRETIK (s.) «del tliyO»; HIRETAEIK-
HEmiETARiK (I s.) «de los tuyos»; zureatik (1.) zuretik (s.) «del
tuyo»; zuRETARiK (l.s.) «délos tuyos»; gureatik-geureatik (1.)
GURETiK (s.) «del nuestro»; guretarik (1. s.) geuretarik (s.)
de los nuestros»; zuexatik (1.) zienatik (s.) «del vnestro»;
ZUENETARIK (1.) ZIENETARÜv (s.) «dc los VUCStrOS»; BEREATIK (1.)
BERETIK (s.) «del suyo» y «de los suyos».
Demostrativos. — huntarik (1. s.) «de éste»; haukietarik-
HAUETARIK (1.) HAUYETARIK (s.) «do CStOS»; HORTARIK (1. S.) «de
éste»; liOIKIETARIK-nORIETARIK (1.) KORIETARIK-HOYETARIK (s.)
«de esos»; hartarik (1. s.) «de aquel»; hekietarik-hekitarik
(1.) HEYETARIK-HETARIK (s.) «de aqUClloS».
Relativos. — nortarik (1.) nurtarhv (s.) «de quien»; zrinta-
RIK-ZOINTARIK (1.) ZüÑTARIK (s.) «de CUal»; ZERTARUv (1. S.) «de
que».
Indefinidos. — batzuetaehv (1.) BATzÜTARnv (s.) «de algu-
nos»; bakoc'hetarik (1.) BAKOITZETARIK (s.) «de cada cual»;
BAKoc'MATiK (1.) BAKoiTZATUv-BAKorrzETiK (s.) «del Cada cuíd»;
lUTüEDERATnv (l-'s.) BATREDERETH': (S.) «d(> UU caibl UUO»; BER-
TZETARn: (1. S.) BESTET.^RÍK (s.) «de OtrO»; BERTZEATUC (1.) BER-
TZETiK (s.) «del otro»; bertzeetarik (1. s.) besteetarik (s.)
-273-
«de los otros»; nihortaeik-nehortaeik (1.) nihurtarik-ihurta-
EiK (s.) «de ninguno»; noebaitetarik (1.) nurbaitetarik (s.)
«de alguno»; zeebaitetarik (1. s.) «de algo»; zenbatetarik (1.)
ZUMBATETARIK (s.) «de CUauto»; ZEMBAITETARIK (1.) ZUMBAITE-
TAEiK (s.) «de cuantos»; norberetarik (1.) «de cada uno»;
EDOZEINTARIK (1.) EDOZUNTERIK (s.) de CUalquicra»; ELIBATE-
TAEiK (s.) «de algunos».
aANDIK, GANIK.
Acabamos de ver á los pronombres personales de los
dialectos basco-franceses usando, sin ningún empacho, del
separativo material. Los pronombres de los dialectos basco-
españoles no caen en esta grosera amalgama, sino que cuan-
do son personales, ó se refieren á personas por la naturaleza
de su relación en la frase, emplean siempre el separativo
personal que figura á la cabeza de éste párrafo; así dirá, «de
alguno procede», de «éste hombre procede», «de mí procede»,
NOEBAITGANDIK SORTZEN DA, GIZON ONEGANDIK SORTZEN DA, NI-
GANDiK SORTZEN DA; j sí cl pronombro es material, ó se refiere
á cosa, tomará el otro sufijo; «de estos montes viene», «de
algo lo sacó», «de esa casa había salido», mendi onetatik da-
TOR, ZEEBAITETIK ATEEA ZUEN, ECHE OEEETATIK IRTEN IZAN ZAN.
Si los pronombres poseen forma activa, se utiliza para la
sufijación; ésta puede verificarse ó en el tema, ó en el pose-
sivo; los dialectos franceses prefieren el segundo medio;
por ejemplo: norgandik (g) «de quien»; onengandik (g) «de
éste»; EDOZEÑGANDIK (g.) «dc cualquiera»; nereganik (1.) «de
mí»; ZEEOENGANIK (1.) «dc vosotros mismos»; beetzeeenganik
(1.) «de otro».
IZ.
La aglutinación de éste sufijo á los pronombres, está
sometida al mismo principio que rige en los nombres: á la
interpolación de la r eufónica cuando el tema acaba en vo-
cal. Por ejemplo: besterik (g.) «otro»; bakoitzik (s.) «cada
19
-274-
cual»; jamás se une á la forma articulada; pero si á la abun-
daiicial eta, íntegra ó contraída. Aunque en la teoría
nada se opone á su uso, en la práctica se ve éste casi con-
cretado á ciertos pronombres indefinidos, á los posesivos y
á los demostrativos,
GABE, BAGE, GABA.
El sufijo privativo se une, por principio general, al tema
de los pronombres y á la forma articulada, en su caso. De
existir dos formas, una activa y otra pasiva, se empléala
segunda. Sirvan de ejemplos de todo lo dicho: neubaga (b.)
«sin mí»; ziekgabe (s.) «sin vosotros»; geeonigabe (1.) «sin
nosotros mismos»; beragabe (g. s.) «sin él mismo»; zuhoroga-
BE (s. del L.) «sin vosotros mismos»; eurebage (b.) «sin tu-
yo»; ZUENAKGABE (b. 1.) «siu loS VUestrOS»; HIREGABE-HEURE-
GABE (1. s.) «sin tuyo»; geureabaga (b.) «sin el nuestro»; au-
GABE (g.) «sin éste»; oeigabe (g.) «sin ese»; huragabe (1. s.)
«sin aquel». Así mismo se une el privativo al interrogativo-
negativo; BESTERIKGABE (g. s.) bertzerikgabe (1. s.) «sin otro».
KO, GO.
El sufijo derivativo no lo toman inmediatamente los pro-
nombres, excepto el posesivo suletino ene «mío» en singular,
que dice eneko «de mío»; los demás lo aglutinan á la sílaba
abundancial, íntegra ó contraída. Ya contraída, generalmen-
te, cuando las formas singulares y plurales son distintas, no
siendo posible, por lo tanto, ambigüedad en la expresión; va
íntegra en el número plural, cuando la forma del pronom-
bre en éste número es la misma que la del singular.
Sin necesidad de dar in-extenso la lista de los pro-
nombres, unos cuantos ejemplos completarán el concep-
to de este mecanismo, nitako (g. 1. s.) «de mí»; gutako
(g. 1. s.) «de nosotros»; huntako (1. s.) onetako (b. g.) «de
éste»; hauetako-haukietako (1.) iiaüyetako (s.) oyetako-oe-
TAKO (g.) ONEETAKO (I),) «dcCStoS»; IIORTAKO (1. S.) 0RRETAK0
(b. g.) «de ese»; iíoikietako-horietakü (1.) houietako-hoykta-
-Í275—
Ko (s.) OEIETAKO (b. g.) «de esos»; hartako (1. s.) aetako (b.g.)
«de aquel»; hekietako-hekitako (1.) heyetako-hetako (s.)
AETAKO (b.) ATETAKO (g.) «de aquellos»; eneko (s.) «de mío»;
ENETAKO (S.) «de loS IHÍOS»; ZEMBATETAK0 (g.b. 1.) ZUM-
BATETAKO (s.) «de Cliailto»; ZEMEAITETAKO (g. b. 1.) ZUM-
BAITETAKO (s.) «de CUailtoS»; BATZUETAKO (g. b. 1.) BATZU-
TAKO (1. S.) BATZUETAKO (s.) «de algllllOS»; NORTAKO (g. b. 1.)
NUETAKO (s.) «de quien»; noetzutako (b.) «de quienes»; zee-
TAKO (c.) «de que»; zeetzutako (b.) «de que (cosas)».
Z.
El sufijo instrumental en su forma casi-primitiva gaz,
sirve de unitivo á los pronombres bizcainos. Estos lo toman
en su tema activo, si es que lo tienen, y suprimen la Z; fi-
nal, ya sea propia de dicho tema, ya del pasivo. Bastan unos
cuantos ejemplos: neugaz «conmigo»; geugaz «con nosotros»;
zEUEGAz «con vosotros»; agaz «con aquel»; aegaz «con aque-
llos»; NEÜEEAGAZ «COU el míO»; ONEGAZ «COU éstc»; ONEEGAZ
«con estos»; oyechegaz «con estos mismos»; eueokaz «con
ellos mismos»; noetzuegaz «con quienes»; edozeñzuegaz «con
cualesquiera»; bakochagaz «con el cada cual».
Observaciones. — La forma eueokaz demuestra que la
aglutinación se hizo al tema íntegro, es decir, al tema con
]i, y que en el conflicto de las dos guturales, se sacrificó la
suave; es un hecho que tiene lugar en otras muchas formas
plurales que sería supérñuo poner aquí.
Pasemos ahora á estudiar la aglutinación del sufijo ins-
trumental á los pronombres, cuando ejerce funciones de tal
instrumental.
Los dialectos basco-españoles prefieren la forma zaz:
neuzaz (b.) NizAZ (g.) «de por mí»; geuzaz (b.) guzaz (g.)
«de, por nosotros»; oyezaz (b. g.) «de, por éstos». Teniendo
forma activa el pronombre, se le suprime la k final y se le
adiciona el sufijo: aezaz (g.) azaz (b.) «de, por aquel»; oeee-
-27C-
2AZ (b. g.) nle, por ese». De lo contrario se une al tema pa-
sivo, suprimiéndole la /• terminal ele las formas plurales:
ZEUZAZ (b.) zuzAZ (g.) «de, por tí»; zeuezaz (b.) zuezaz (g.)
«de, por vosotros». Si el tema del pronoml)re al cual se ha
de unir el suíijo termina en consonante que no sea r, se
echa mano de su forma contraída az, á no preferirse la z
sola con e de ligadura; por ejemplo: zeinaz (b.) zeñaz (b.g.)
ó ZEÑt'z (id.) «de, por cual». Los terminados en r lo toman
íntegro: zerzaz (b. g.) «de, por que»; nokzaz (b. g.) «de, por
quien».
Los pronombres basco-franceses se apartan de esta re-
gularidad. Pero partiendo de la base de que el instrumental
reviste varias formas, la materia se simplifica mucho, que-
dando reducida á la expresión de unas cuantas reglas foné-
ticas. Antes de enumerarlas, debo de disipar una confusión
posible; el instrumental posee una forma taz, según varios
autores, y sería preciso distinguirla de la forma etaz resul-
tante de la aglutinación del sufijo atrofiado z á la abundan-
cial. Yo creo que taz 5^ etaz son lo mismo; están constitui-
dos por idénticos elementos, y la elisión de una c- no debe
ser ocasión de que se nos enmascare la identidad de aque-
llos. La aglutinación de taz á pronombres singulares ha si-
do causa, sin ningún género de duda, de que se crea es
una forma singular del instrumental; como nosotros ya te-
nemos noticia de otras inconsecuencias de ésta clase, no
nos llama la atención la presente.
Primera regla fonética. — Los pronombres terminados
en a, ya orgánicamente, ya por la presencia del artículo,
así como los terminados en e y en o, toman inmediatamen-
te el sufijo instrumental, en su forma atrofiada z.
Intensivos. — Guhoeoz (s. del L.) «de, con nosotros mis-
mos»; zuHOEOZ (s. del L.) «de, con vosotros mismos»; beej3E-
RAZ (1.) BERAZ (s.) «dc, COU cl misUlO».
Indefinidos. — Bakochaz (1.) bakoitzaz (s.) «del, con el
cada cual»; batbederaz (1. s.) «de, con cada uno»; bertzeaz
(1. s.) besteaz (s.) «del, con el otro»; bertzez (1. s.) bestez
(s.) «de, con otro»; bertzez (1. s.) bkstez (s.) «de los, con los
otros»; N0RBEREZ (1.) «do, cüu cada uno».
-277-
Ohservaciones. — Los pronombres intensivos suletinos
del Labourd, guhoeo, zuhoeo, toman también el instrumen-
tal compuesto, pero elidiendo la e para evitar el choque de
vocales: gühorotaz, zuhorotaz.
Segunda regla fonética. — Los pronombres terminados
en i, toman el sufijo compuesto con elisión de e, en su for-
ma TAZ, si pertenecen al dialecto labortano, y en su forma
TZAz si al suletino, imitándoles los personales acabados
en u.
Fersonales. — Nitaz (1.) nitzaz (s.) «de mí, conmigo»;
HITAZ (1.) HITZAZ (s.) «dc tí, COUtigO»; ZUTAZ (1.) ZUTZAZ (s.)
('de tí, contigo»; gütaz (1.) gutzaz (s.) «de, con nosotros».
Observaciones. — El demostrativo hori, sigue la regla,
pero elidiendo la i: hortaz (1.) hoetzaz (s.) «de, con ese»;
EATZÜ (s.) que no es personal, imita á los pronombres de la
primera regla no obstante acabar en u: batzüz (s.) «de, con
algunos».
Tercera regla fonética. — Los pronombres terminados en
r toman el sufijo compuesto con elisión de e, de igual ma-
nera y en los mismos casos que los pronombres adscritos
á la segunda regla.
Intensivos. — Nihauetzaz (s.) «de, conmigo mismo»; m-
HAUETZAZ (s.) «de, coutigo mismo»; zihauetzaz (s.) «de, con-
tigo mismo»; gihauetzaz (s.) «de, con nosotros mismos».
Relativos. — Noetaz (1.) nuetzaz (s.) «de, con quien»; zee-
TAz (1.) ZEETZAZ (s.) «de, cou quc».
Indefiniclos. — Nihoetaz (1.) nehortaz (id.) nihurtaz (b.)
IHURTZAZ (id.) «de, con ninguno».
Cuarta regla fonética. — Los pronombres terminados en
n toman el sufijo compuesto con elisión de e inicial, y los
terminados en /'/, t, cJi y tz el atrofiado z con e de ligadura.
Belativos. — Zeintaz-zointaz (1.) zuñez (s.) «de, con cual».
Indefinidos. — Edozeintaz (1.) edozuñez (s.) «de, con cual-
quiera»; BAKOCHEZ (1.) BAKoiTZEZ (s.) «de, con cada cual»; bá-
KoiTZEz (s.) «de, con los cada cuales»; noebaitez (1.) nuebai-
TEz (s.) «de, con alguno»; zeebaitez (1. s.) «de, con aJgo»;
zembatez (1.) ZUMBATEZ (s.) «de, con cuanto»: zembaitez (1.)
ZUMBAITEZ (s.) «de, con cuantos».
ITo obstante la regla, el labortano bakoch toma el sufijo
—278—
compuesto, y hace bien, porque evita la confusión con la
forma indefinida: bakochetaz.
Quinta regla fonética. — Los pronombres terminados en
h la eliden al tomar el instrumental, elidiendo á veces la e
que la precede y conservándola otras, y aceptando el sufijo
bajo su forma compuesta, con la diferencia correspon-
diente á los dialectos, y también bajo su forma atrofiada z.
Personales. — Zuetaz (1.) zietaz (s.) «de, con vosotros».
Intensivos. — Neronez (1.) nihonez-nihoronez (s. del L.)
«de, conmigo mismo»; heronez (1.) hioronez (s. del L.) «de,
contigo mismo»; zeronez (1.) zuhoronez (s. del L.) «de, con-
tigo mismo»; geroetaz (1.) «de, con nosotros mismos»; zeroe-
TAZ (1.) ziHAURETZAZ (s.) «de, cou vosotros mismos»; bere-
TAZ (1.) «de, con ellos mismos».
Demostrativos. — Hüntaz (1.) hüntzaz-hunez (s.) «de, con
éste»; HAUKIEZ-HAUKIETAZ (1.) HAUEZ-HAUETAZ (1.) HAUYETZAZ-
HAUYEz (s.) «de, con estos»; horrez (s.) «de, con ese»; hoikiez-
HOIKIETAZ (1.) HORIEZ-HORIETAZ (1.) HORIETZAZ-HORIEZ (s.) HOYE-
TZAZ-HOYEZ (s.) «dc, COU OSOS»; HARTAZ (1.) HAKTZAZ-HARTZEZ
(s.) «de, con aquel»; hekiez-hekietaz (1.) hekiz-hekitaz (1.)
HEYETZAZ-HEYEZ (s.) HEZ (s.) «dc, COU aqUClloS».
Las grandes irregularidades que se notan en la sufij ación
pronominal del sufijo instrumental dependen, según se ha
visto, del poco discreto empleo que hacen los dialectos
basco-franceses de las diferentes formas de éste, pues en
cuanto á la aglutinación en sí misma, es bastante regular.
La diferencia entre los números la establece, casi siempre,
la forma del pronombre y no la forma del sufijo, como era po-
sible sucediera. Confusiones, con todo, resultan pocas, gra-
cias á la naturaleza de la lengua, que lo que es, el hombre,
parece haber puesto empeño en producirlas: se notará la de
algunas formas indefinidas con otras plurales.
Es muy sensible que una lengua susceptible de una re-
gularidad casi absoluta haya caido en la anarquía que reve-
lan varias de las formas enumeradas, de las que el análi-
sis se da completa y clara cuenta, pero que de todas mane-
ras, requieren alguna reflexión y somero examen, cuando
toda la materia podría atemperarse á procedimientos unifor-
—279-
mes. Los escritores deben de hacer un trabajo de selección,
apropiándose las formas más regulares, y dejando que sean
absorbidas por el fondo común del lenguaje desusado, las
que no lo son tanto. Todo lenguaje produce un detritus ^ y
á éste debe de ir á parar lo que pudiendo ser lógico, no lo
es en el grado que la lengua, naturalmente, lo consiente.
II.
Analizadas detenidamente todas las formas produci-
das por la sufijación pronominal, réstame ahora presentarlas
más usadas en cuadros, para que de un solo golpe de vista,
el lector se familiarice con ellas, y las retenga fácilmente
en la memoria. Así se verá, que á despecho de tantas regias
y diferencias, la sufijación pronominal es casi tan sencilla,
bajo el punto de vista práctico, como la de los nombres.
Pondré un tipo de cada una de las maneras de sufijar,
arrimándole, por medio de una llave, los diversos pronom-
bres que le imitan. Las excepciones ó irregularidades deben
buscarse en la sección I de este capítulo: en la actual pro-
cederé como si no existieran.
xV« Pronombres bizcainos y guipuzcoanos.
1.^'' TIPO.
Pas.
. NEU .
NI. .
—yo.
Act. .
. NEUK . .
NIK
yo. ^
Eec.
. NEUEI .
NIRI .
— á mí.
Unit.
. NEUGAZ .
NIREKIN
. — conmigo
Dest.
. . NEÜKETZAKO
NIRETZAT
. — para mí.
Loe.
. NEX3GAN .
NIGAN .
. — en mí.
Direct.
'. NEUGANA
NIGANA
. — á mí.
Lim.
. NEUEAÑO
NIRAÑO
. — hasta mí
Der. in
d. . NEUEONTZ .
NIRONTZ
. — hacia mí
Caus.
. , NEUGAITI .
NIGATIK
. — por mí.
Siguen k és-
te los pro-
nombres: I—
llK, EU— EUK,
)ZU— ZUK, ZEU
ZEDK, GU —
GUK y GEÜ—
GEUK.
—280-
Sep. .
NEUGANDIK.
NIGANDIK.
— (le mí.
Priv.
. NEUBAGA .
NIGABE .
— sin mí.
Inst.
. NEUZAZ. .
NIZAZ. .
— de mí, conmigo
2.° Tipo.
Pas. . .
AU . . .
AU . . .
éste.
Act. . .
AUK . . .
ONEK
éste.
Reo. . .
ONI .
ONI .
á éste.
Pos. . .
ONEN
ONEN . .
de éste.
Unit . .
ONEGAZ . .
ONEKIN . .
con éste.
Dest. . .
ONENTZAKO .
ONENTZAT .
para éste.
T ipers.
ONEGAN .
ONETAN .
ONEGAN .
ONETAN . .
en éste.
(mat.
ONENGANA .
ONENGANA
á éste.
ONETAEA
ONETAKA.
ú éste.
Lim. . .
ONETAKAÑO .
ONETARAÑO
, hasta éste.
Dir. ind. .
ONETAEUNTZ
0NETARUNT2
^•^— búcia éste.
Caus. . .
ONEGAITI .
ONEGATIK
, por éste.
a \pers.
ONEGANDIK .
ONEGANDIK
. de éste.
ONETATIK .
ONETATIK
. de, desde éste
Int.-neg. .
ONETAEIK .
ONETAEIK
. éste.
Priv. . .
AUBAGA .
AUGABE .
, sin éste,
Deriv .
ONETAKO
ONETAKO.
. de éste.
Inst. . .
ONEZAZ . .
ONEZAZ .
, de, con éste.
Siguen á
éste, los pro-
nombres:oRi,
o R B E K,
i AUCHE— ONE-
\ CHEK, OBICHE
\— OBRECHEK-
/NERAU — NEI
BON'EK, EROR,
EBOBREK-
ZEROBI — ZE-
BORBEK, BE-
EAU — BERO-
NEK y BEROBI
1 — BEBOBREK,
TIPO.
G.
Pas. . . ONEEK. . i OYEK. . .— '
estos.
Act.
Kec.
Pos.
Unit.
Dest.
T \ pers.
( mat.
Dirjpers.
( mat.
Lim. .
Dir. ind. .
Caus. .
^ j mat.
Int. neg. .
Priv. .
Deriv . .
Inst. .
B.
(caret). .
ONEEI . .
ONEEN . .
ONEEGAZ .
ONEENTZAKO.
ONEEKGAN .
ONEETAN .
ONEENGANA .
ONEETAEA .
ONEETAEAÑO.
ONEETAllUNTZ .
ONEEKGAITI .
ONEEKGANDIK
ONEETATIK .
ONEETAEIK .
ONEEKBAGA .
ONEETAKO
ONEEZAZ .
—281—
G.
(caret).
OYEI .
OYEN.
OYEKKIN.
OYENTZAT
OYEKGAN.
OYETAN .
OYENGANA
OYETARA.
OYETARAÑO
OYETAEONTZ
OYEKGATIK
OYEKGANDIE
OYETATIK
OYETAEIK
OYEKGABE
OYETAKO.
OYEZAZ .
.caret).
-á estos.
-do estos.
-con estos.
-para'estos.
-eu estos.
-en estos.
-á estos.
-á estos.
-hasta estos.
-hacia estos.
-por estos.
-de estos.
- de, desde estos
—estos.
—sin estos.
—de estos.
-de, con estos. /
Siguen &.
éstos , los
I pronom-
\ bres : oeiek,
\oYECHEK,
/OBIE CHEK,
/ AYEK A F. K,
AYECHEK,
ZEUEK
y ZUEK.
5.° Tipo.
Pas.
Act.
Eec.
Pos.
Unit.
Dest.
T ,pers.
j mat.
Direct. .
Lim. .
Dir. ind. .
Caus. .
Sep. . .
Priv. . .
Inst. . .
B.
EUEOK. .
{caret). .
EÜEOI.
EUEON. .
EUEOKAZ .
EUEONTZAKO.
EUEOKGAN
EUEOKTAN. .
EUEOKGANA .
EUEOTAEAÑO .
EUKOTAKUNTZ .
EUEOKGAITI .
EUROKGANDIK
EUEOKBAGA .
EÜROZAZ . .
G.
BEEOK.
(caret).
BEEOI.
BEEON.
BEROKKIN. .-
BEEONTZAT .-
BEEOKGAN
BEEOKTAN
BEEOKGANA .-
BEROTAEAÑO .-
BEEOTAEONTZ-
BEEOKGATIK .-
BEEOKGANDIK-
BEROKGABE .-
BEEOZAZ . .-
-ellos mismos.
mis-
-(caret.)
_á ellos
mos.
_de ellos mis-
mos.
_con ellos mis-j
mos.
_para e 11 o si
mismos. I
_en ellos mis-|
mos.
_en ellos mis-
mos.
_á ellos mis-
mos.
_hasta ellos
mismos.
_hácia ellos
mismos.
_por ellos mis-
mos.
_de ellos mis-
~ mos.
_sin ellos mis-
mos.
_de, con ellos
mismos.
Siguen á
éste, los pro-
I nombres: zE"
E0K,GER0K.
-282-
O.o Tipo.
Pas. .
. ZER .
ZER .
Act. .
ZERK .
ZERK .
ilue.
Eec. .
. ZERI .
ZERI .
, ú que.
Pos. .
. ZEREN .
ZEREN
de que.
Unit. .
ZEREGAZ .
ZEREKIN .
con que.
Dest. .
ZERENTZAKO
ZERENTZAT
para que.
)mat
ZERGAN .
ZERTAN .
ZERGAN .
ZERTAN .
en que.
en que.
Dir.lP^"'
ZERGANA .
ZERGANA .
. ú que.
mat
ZERTARA .
ZERTARA .
• á que.
Lim. .
ZERTAEAÑO
ZERTARAÑO
hasta que.
Dir. ind.
ZERTARUNTZ
ZERTARUNTZ
liúeia que.
Caus. .
ZERGAITI.
ZERGATIK.
porque.
o pers
^ ■[ mat
ZERGANDIK
ZERGANDIK
, de que.
ZERTATIK.
ZERTATIK.
de desde que
Int.-neg.
ZERTARIK.
ZERTARIK.
, que.
Priv. .
ZERBAGA .
ZERGABE .
. sin que.
Der. .
ZERTAKO .
ZERTAKO .
, de que.
Inst. .
ZERZAZ .
ZERZAZ .
de, con que.
Siguen &
éste, los pro-
nombres:
HURA — ARK, A
— AK , NOU—
NOKK, ZEIN —
ZEINKK, ZKS
--ZEÑEK, INOB
> — I N' O K K ,
IÑOB— IÑORK,
EDOZEIN EDO-
ZEINEK, EDO-
ZEÑ-EDOZE-
ÑEK, EZ£R-
EZERK.
'í.
Tií'o.
Pas. .
. BESTE.
BESTE.
— -otro.
Act. .
. BESTEK .
BESTEK. .
otro.
Rec. .
. BESTERI .
BESTERI .
Pos. .
. BESTEREN.
BESTEREN.
Unit. .
. BESTEREGAZ .
BESTEREKIN
, con otro.
Dest. .
BESTEKENTZAKO
BESTERENTZAT
, para otro.
Loc.'P^^'^
) mat
BESTEGAN. .
BESTETAN.
BESTEGAN.
BESTETAN.
——en otro.
en otro.
Dir.^l""'^
) mat
BESTEGANA .
BESTETARA .
BESTEGANA .
BESTETARA
-ú otro.
Lim. .
BESTERAÑO .
BESTERAÑO .
basta otro, i
Siguen ú
éste, los pro-
nombres ui
— BIK , XOB-
llERE — NOB-
BEBEK, NEU-
UE-NEURKK,
NERE — NE-
UEK, El'BK —
El'UEK.lRE —
IBKK. ZKURB
— Z E r BB K,
Z I' R E — ZU-
BEK, ZERE —
ZKUKK, BEBE
— BEBEK.
-283-
Dir. ind.
Caus. .
c pers.
^ i mat.
Int.-neg. .
Priv. . .
Der. . .
Inst. .
B.
BESTERUNTZ .
BESTEGAITI .
BESTEGANDIK.
BESTETIK .
BESTERIK .
BESTEBAGA .
BESTEKO .
BESTEZAZ.
G.
BESTERUNTZ
BESTEGATIK
BESTEGANDIK
BESTETIK .
BESTERIK .
BESTEGABE
BESTEKO .
BESTEZAZ.
-búcia otro,
-por otro,
-de otro,
-de, desde otro,
-otro,
—sin otro,
—de otro,
—de, con otro
8.° Tipo.
Pas. . .
Act. . .
Kec. .
Pos. .
Unit. . .
Dest. . .
-r , pers.
Loc.^ ,
' mat.
' mat.
Lim. .
Dir. ind. ,
Caus. . .
^ ' mat.
Int.-neg. ,
Priv. . ,
Der. .
Inst. .
B.
BAT^ .
BATEK. .
batí . . .
BATEN
BATEGAZ .
BATENTZAKO.
BATGAN .
BATETAN .
BATEGANA .
BATERA .
BATERAÑO
BATERUNTZ ,
BATGAITI.
BATGANDIK ,
BATETIK .
BATIK.
BATBAGA .
BATEKO .
BATEZAZ .
BAT .
BATEK .
batí .
BATEN .
BATEKIN .
BATENTZAT
BATGAN .
BATETAN.
BATEGANA
BATERA .
BATERáÑO
BATERONTZ
BATGATIK
BATGANDIK
BATETIK .
BATIK
BATGABE.
BATEKO .
BATEZAZ.
Siguen á
este, los pro-
■ nombres :
ZUEN-ZUENEK,
BEREN -BERE-
NEK, NORBAIT
-NORBAITEK,
^ ZERBAIT-
; ZERBAITEK,
ZEMBAT—
ZEMBATEK
ZUIWBA/T—
ZUMBAITEK
BAKOCH— BA-
KOCHEK, BA-
KOITZ-BA-
KOITZEK.
1 Es el cardinal «uno» que sin el artículo y pospuesto al nombre ejerce funciones cid
pronombre indefinido, con el significado de «alguno».
—284—
9
0 Tiro.
B.
G.
Pas.
, BATZUEK .
BATZUEK .
algunos.
Act.
{caret). .
{caret). .
(caret.)
Kec.
. 13ATZUEI .
BATZUEI .
ú algunos.
Pos.
. BATZUEN .
BATZUEN .
de algunos.
Uiiit
. ,
. BATZUEKAZ .
BATZUEKKIN .
con algunos.
Dest
, .
BATZUENTZAKO
BATZUENTZAT
para algu-
nos.
Loe.
pers
. BATZUEKGAN .
BATZUEKGAN .
en algunos.
mat
. BATZÜETAN .
BATZÜETAN
en algunos.
Dir.
Lim.
pers
mat
BATZUENGANA.
BATZUETARA .
BATZUETAEAÑO .
BATZUENGANA
BATZUETARA
BATZUETAKAÑO
. á algunos.
. á algunos.
hasta algu-
nos.
Dir.
ind.
BATZUETAKUNTZ
BATZUETABOXTZ
hicia algu-
nos.
Caus
, ,
BATZUEKGAITI
BATZUEKGATIK Por algunos.
Sep;
mat
BATZUENGANDIK
. BATZÜETATIK .
BATZUENGANDIK
BATZÜETATIK
de algunos.
de, desde al-
gunos.
Int.-neg.
. BATZUETARIK.
BATZUETARIK
algunos.
Priv.
,
. BATZUEKBAGA.
BATZUEKGABE
sin algunos.
Der.
Inst.
•
. BATZUETAKO •
BATZUENZAZ .
ir
BATZUETAKO
BATZUENZAZ
.° Tiro.
G
NEREA .
de algunos.
de, pon algu-
nos.
Pas.
B.
NEUREA . .
el mío.
Act.
NEUREAK .
NEREAK
——el mío.
Eec.
NEUREARI .
NEREARI .
, al mío.
Pos.
NEUREAREN .
NEREAREN .
. del nn'o.
Unit
NEUREAGAZ .
NEREAREKIN
con el mío.
Dest
, .
NEUKEAUEX-
TZAKO.
NEllEABENTZAT
. para el niño.
Loe!
pers
mat
NEUREAGAN .
. NEUREAN . .
NEREAGAN .
NEREAN
en el mío.
, en el mío.
Dir. i
pers
NEUREAGANA .
NEREAGANA
al mío.
mat
NEURETARA .
NERETARA.
al mío.
Lim.
,
NEURETARAÑO.
NERETARAÑO
hasta el mío
Dir. ]
md.
NEURERUNTZ .
NERERUNTZ
hi'iciu el mío.
Siguen ú
BATZUEK los
pronom-
\ bro8: NOR-
/ BAiTZUEK,
7 EDOZENTZUK
/ NORTZUK,
ZEÑTZUK V
i ZERTZUK.
Siguen ¿
éste, los
JpronomV>res
sitíuieutos:
BÁKOITZA-
BAKOITZAK,
BAKOCHA-
BAKOCHAK.
BESTEA-
BESYEAK,
^BATA-BATAK,
MREA ÍREAK,
EUREA EU-
REAK, ZE-
REA ZE
REAX, ZUREA
ZUKEAK,
ZEUREA-
ZEUfiEAK,
GUREA GU-
REAK, GEU-
REA CEU
REAK.ZURE-
B.
G.
Caiis. .
Sep * P^'"'
Int.-neg.
Priv. .
Der. .
Inst. .
Pas.
Act.
Eec.
Pos.
Unit.
Dest.
y , pers.
Loe, ,
r>v- i pers.
Dir. ^ ,
mat.
Lim. .
Dir. incl. .
Caus. .
pers.
mat.
Int.-neg. .
Priv. .
Der. . .
Inst. .
Sep.
B.
KEUREAGAITI
NEUKEAKENGAN-
DIK.
NEUEETIK .
NEUEERIK .
NEUREBAGA
NEUEEKO .
NEUREAZ .
11
B.
\K0
NEUREAK
{caret).
NEUREI.
NEUREEN
NEUREKAZ.
NEUREENTZ.'
NEUREEKGAN .
NEUREETAN .
NEÜREAKGANA
NEUREETARA .
NEUEEETAEAÑO .
XEUKEETAllüNTZ
NEUREAKGAITI .
NEUREENGANDIK-
NEUREETATIK.
NEUREETARIK .
NEUREAKBAGA
NEUREETAKO .
KEUREETAZ .
NEREGATIK
NEREARENGAN-
DIK.
NERETIK
NERERIK
NEREBAGE
NEEEKO.
NEREAZ
.0 Tiro.
G.
NEREAK. .
{caret). .
NEREAI. .
NEREEN. .
NEREAKKIN
NERENTZAT
NEREAKGAN
NEREETAN
NEREAKGANA
NEREETARA
NEREETARAÑO
NEREETARONTZ
NEEEAKGATIK
NEREENGANDIK
NEREETATIK
NEREETARIK
NEREAKGABE
NEREETAKO
NEREETAZ .
-por el mío.
-del uiío.
-del mío.
-el mío.
-sin el mío.
del,
-desde mío.
_de , con el /
mío.
- los míos.
-(caret.)
á los míos.
do los míos.
con los míos.
para los
míos.
en los míos.
— -en los míos.
i'i los míos.
— á los míos.
hasta los
míos.
liácia los
míos.
por los míos.
de los míos.
de, desde los
míos.
los míos.
sin los míos.
de los míos.
de, con los
míos.
NA-ZUENAK.
BEREA-BE-
REAK, BERE-
NABE-RE-
NAK.
"Dialectos labortano y suletino.
1."" Tipo.
Pas.
iVct.
NI .
NIK.
NI •
NlK.
-yo
-yo,
-286—
Eec.
.
NIRI .
ENI.
á inf. \
Pos.
.
NEllE .
ENE
do mí.
Unit
.
NEREKIN .
ENEKI . .
■^— conmigo.
Dest
.
NERETZAT .
ENETZAT .
para mí. 1
Loc.j
mat.
pers.
HITAN .
NEREBAITHAN .
NITAN .
ENEBAITHAN
on mí. I
on mí.
Siguen il
éste, los
pronom-
Dir.|
mat.
pers.
NITARAT .
NEKEIÍAITHARA
NKKEGANAT. •
NITARAT .
ENEHAITHARA
ENEÜANAT.
á mí. \
. . 11 mí. /
bres: Hl-
HIK, ZU-
ZUK, GU-
GUK.
Lim.
.
NIRAINO, KIRANO.
NIRAINO, NIRANO
-. hasta mí. I
Cans
. .
NIGATIK .
NIGATIK
ENEGATIK •
por mí. 1
Sep.j
mat.
NITARIK .
NITARIK . .
de, desdo mil
pers.
NEREBAITHARIK
NEREGANIK. •
ENEBAITHARIK
ENEGANIK,
de, desde mí
Priv.
.
NIGABE. .
NIGABE. .
, sin mi.
Inst.
, ,
NITAZ .
NITZAZ.
, — —de, conmigo, y
2.° Tipo.
Pas. . .
HAU .
HAU . . .—
-este. '
Act. . .
HUNEK. .
HUNEK. . .—
—este.
Rec. . .
HUNI .
HUNI . . .—
-á este.
Pos. . .
HUNEN.
HUNEN. .
_de este.
Unit. . .
HUNEKIN .
HUNEKI. .
_con este.
Dest. . .
HUNETZAT.
HUNETZAT.
_para este.
T- / mat.
Lioc. ,'
ipers.
HUNTAN .
HUNENHAITHAN .
HUNETAN .
HUNENBAITHAN ._
_en este. 1
_en este. 1
-r^. /mat.
\pers.
Lim. .
HUNETARAT. .
HUNRNJ5AITHARA
HUNENGANAT.
IIUNERAINO, HU-
NERANO.
HUNTARAT. ._
HUNEXHAITHARA
HUNENGANAT. "
HUNEUAINO, HU-
NERANü. —
_á este. \
il este. /
hasta ostü.
Sigue &
este, el pro-
nombre :
HORI HO-
RREK.
Caus. .
HAUGATIK .
. HAUGATIK . ._
_por este. 1
Sep.i"^^*-
^ ^pers.
HUNTARIK .
. HUNTARIK .
de, desdo
este.
HUNENHAITHAKI
HUNENtíANIK.
i HUNENHAII'HARIK
HUNENGANIK. "
_.de este
Int.-neg. .
HUNTARIK .
. HUNTARIK .
esto.
Priv. . .
IIAUGABE .
. HAUGABE .
sin esto,
1
üer. . .
JIUNTAKO .
. HüNTAKO .
do esto.
Inst. . .
liUNTAZ .
HUNTZAZ, HUNEZ -
— do, con esto.
/
Pas.
Act.
Eec.
Pos.
Unit.
Dest.
LocJ
mat.
^pers.
\mat.
Dir. fpers.
Lim. .
Caus. .
I mat.
Sep.)
ipers.
Int.-neg. .
Priv. .
Der. . .
Inst. .
Pas.
Act.
—287-
3." Tipo.
L.
HAUKIEK = HAUK .
HAUKIEK = HAUEK .
HAUKIEI = HAUEI .
HAUKIEN = HAUEN .
HAUKIEKIN = HAUEKIN.
HAUKIENTiíAT = HAUEN-
TZAT ......
HAUKIETAN = HAUETAN. .-
HAUKIENBAITHAN = HAU-
ENBAITHAN.
HAUKIETARAT = HAUETA-
RAT ^
HAUKIENBAITHARA = HAU-
ENBAITHARA . , .-
HAUKIENGANAT = HAUEN-
GANAT .....
HAUKIETAEAINO = HAUE-
TARAINO . . . .-
HAUKIEKGATIK = KAUKGA-
TIK -
HAUKIETARIK = HAUETAEIK-
HAUKIENBAITHARIK = HAU-
ENBAITHARIK .
HAUKIENGANTK = HAUEN-
GANIK -
HAUKIETARIK = HAUETARIK-
HAUKIEKGABE = HAUKGABE-
HAUKIETAKO = KAUETAKO . -
HAUKIETAZ = HAUETAZ .-
HAUKIEZ = HAUEZ .
HAUYENBAI-
THARA.
-HAUK.'^
-HAUYEK.
-HAÜYER.
-HAUYEN.
-HAUYEKI.
-HAUYENTZAT.
-HAUYETAN.
- HAUYENBAI-
THAN.
-HAUYETARAT._
Siguen á
este pro-
nombre, los
siguientes:
HOIKIEK.HO-
\ RIEK, HO-
HAUYENGANAT ) ?e1Í~HE°'
kiek,'hek—
kekik, hek
-HAUYETARAI- ^^EK^ISEk
„ ZIEK y BA-
ÑO. TZU-BA-
"HAUKGATIK. ^^"^'^■
-HAUYETARIK.
- HAUYENBAI-
THARIK.
- HAUYENGA-
NIK.
-HAUYETARIK.
-HAUKGABE.
-HAUYETAKO.
-HAUYETZAZ.
-HAUYEZ.
4.0 Tipo.
S. del L.
ZERONI .
ZERONEK
,. tú mismo.
. tú mismo.
-288-
Eec. .
Pos. .
Ilnit. .
Dest. .
-r ) mat
Loe.
pers
T^. i mat
pers
Lim. .
Caus. .
r, 1 mat
Sep.
^ peíR
Int.-neg.
Priv. .
Der. .
Inst. .
Pas.
Act.
Eec.
Pos.
Unit.
Dest.
Loc.í
mat
i pers
rx. , mat
Dir,
\ pers
Lim. .
Caus. .
r, ' mat
Sep.;
^ I pers
Int.-neg.
Priv. .
Der, .
Inst. .
l l.n, {'iiiic
pronoiiiln-c'.h (1(
cual (^jorcu isii
proiioiuljres ew
ZERONIRI .
ZEHONEN .
ZEKONEKI .
ZEEONENTZAT •
ZERONETAN.
ZEEONENBAITHAN
ZERONETARAT ,
ZKHONENKAITHAKA
ZlíKüXENGANAT.
ZERONERAINO
ZERONIGATIK .
ZERONETARIK .
ZERONENBAITHARIK
ZEKONENGANIK.
ZERONIRIK .
ZERONIGABE
ZERONETAKO .
ZERONEZ .
S. del L.
ZEROK .
ZEROEK.
ZEROEI .
ZEROEN.
ZEROEKI .
ZEROENTZAT .
ZEROETAN .
ZEEOENBAITHAN
ZEROETARAT .
ZEIÍOENIÍAITHAKA
ZEKOENGANAT.
ZEROENERAINO.
ZEROKGATIK .
ZEROETARIK •
ZKIIOENHAITIIAIUK
/KKOENÜANIK.
ZERORIK
ZKROKGABE
ZEROETAKO.
ZEROETAZ .
A tí mismo.
do tí luísiiio.
contigo mismo.
para ti mismo.
en tí mismo.
on tí mismo.
il tí mismo.
íi tí mismo.
hasta tí mismo.
por tí mismo.
do, desde tí mismo.
do tí mismo.
_tii mismo.
_sin tí mismo.
—de tí mismo,
de, contigo mismo.
Tipo.
Siguen ú
este i>ro-
nombrc: NE-
RONI-NERO-
»NEK, NIHONI
-NIHONEK,
HERONI-HE-
RONEK, HIO-
RONI— HIO-
RONEK , ZU-
HORONI-ZU-
HORONEK.
— vosotros mismos.
vosotros mismos.
á vosotros mismos.
de vosotros mismos.
— con vosotros mismos.
— para vosotros mismos.
en vosotros mismos.
en vosotros mismos.
— á vosotros mismos.
— !i vosotros mismos.
— hasta vosotros mismos,
por vosotros mismos.
de, desde vosotros mis-
mos.
vosotros mismos.
vosotros mismos.
siu vosotros mismos.
do vo.sotros mismos.
do, con vosotros mismos
Siguen á
1 este los pro-
\ nombres:
\geroni-ge-
/roek, guho-
RO GUHO-
ROK, GU-
HOROMI-GU-
HOROK, ZU-
HORO-ZU-
HOROK (1).
pe(|uefia (lifüroncia práctica quo resulta entro lns formas do los tros últimos
la llave y las del (jiio pongo coímo tipo, estriha <. n la Taita do C dol aotivo, lu
inlluoiu'iii on toda la snli jiii'i''>ii doiivada iM uiisnm. Kl vuuipiontu do ostos tros
on er, con elisión do e.
—289-
6.0 Tipo.
Pas.
Acfc.
Kec.
Pos.
Unit.
Dest.
Loe.
Dir.
Lira.
Caus.
Sep.
i inat.
ipers.
/mat.
\pers.
) mat.
\pers.
Int.-neg.
Priv. .
Der. .
Inst. .
L.
ZER
ZERK .
ZEEI .
ZEREN .
ZEREKIN
ZERENTZAT
ZERTAN
ZEKENBAITHAN .
ZERTARAT.
ZBRENBAITHAKA
ZEKENCIANAT *
ZERTARAINO .
ZERGATIK .
ZERTARIK .
ZERRNBAITHA-
RIK.ZERENGANIK.
ZERIK .
ZERGABE .
ZERTAKO .
ZERTAZ
ZER
ZERK .
ZERI .
ZEREN .
ZEREKI
ZERENTZAT
ZERTAN
ZERENBAITHAN
ZERTARAT .
ZERENBAITHARA
ZERENGANAT
ZERTARAINO
ZERGATIK .
ZERTARIK .
ZBRENBAITHA-
RIK, ZERENGANIK
ZERIK . . .
ZERGABE .
ZERTAKO, ZEREK-
TAKO.
ZERTZAZ . . de, cou que
Siguen 5
este, los
pronom-
bres: ÑOR—
NORK, NUR
— NURK,
ZEIN-ZEI-
NEKZOIN-
ZOINEK,
ZUÑ-ZU-
ÑEK, MHOR
-NIHORK,
NEHOR,NE-
HORK, NI-
HUR-NI-
HURK, IHUR
-IHURK,
EDOZEIN
— EDOZEI-
NEK, EDO-
ZUÑ-EDO-
ZUÑEK, HU-
RA—HAREK.
NIHAUR-
NIHAURK,
HIHAUR—
HIHAURK,
ZIHAUR—
ZIHAURK.GI-
HAUR-GI-
HAURK, Zl-
HAUREK.
7.° Tipo.
Pas.
Act.
Kec.
Pos.
Unit.
Dest.
Loe.!
Dir. I
Lim.
mat.
pers.
mat.
pers.
BERTZE
BERTZEK .
BERTZERI .
BERTZEREN .
BERTZEREKIN.
BERTZERENTZAT
BERTZETaN .
BERTZERENBAi-
THAN.
BERTZETARAT.
BERTZERENBAI-
THARA.
BERTZEREN-
ÜANAT.
S.
BERTZE
BERTZEK .
BERTZERI .
BERTZEREN
BERTZEREKI
BERTZERENTZAT
BERTZETAN .
BERTZERENBAI-
THAN.
BERTZETARAT. -
BERTZERENBAI-
THARA.
BERTZEREN-
GANAT.
-otro,
-otro,
-á otro,
-de otro,
-cou otro,
-para otro,
-en otro,
-en otro.
■11 otro.
-á otro.
Siguen á
I éste, los pro-
nombres:
NORBERE—
NCRBEREK,
BATZU-BA-
TZUK,NEURE
NEUREK,
NURE— NU-
REK.NERE—
NEREK, ENE
— ENEK,
HIRE— Hl-
REK, HEURE
— HEUREK,
GURE-GU-
|REK, GEURE
-6EUREK,
BERE— BE-
REK.
BERTZERAINO . BERTZERAINO . basta otro.
20
-290-
Caus. . .
pers.
Sep.) ,
^ y mat.
Int.-neg. .
Priv. . .
Der. . .
Inst. .
BERT ZEGATIK .
BERTZEGATIK
por otro.
BERTZETARIK .
BERTZETARIK
de, dosdü
líEKT/.KUENHAI-
THAKIK. HKH-
TZKKKNGANIK '
BERTZEKENBAT-
THAUIK. 1U:K-
TZEUKNGANIK
otro.
de, desde
otro.
BERTZERIK .
BERTZERIK
BERTZERIK-
BERTZERIlv-
GABE .
GABE. .
,- — -sin otro.
BERTZETAKO .
BERTZETAKO
, de otro.
BERTZEZ .
BERTZEZ .
8." Tipo.
Pas. . .
NORBAIT .
NURBAIT .
alguno.
Act. . .
NORBAITEK
NÜRBAITEK
alguno.
Kec. . .
NORBAITI .
NURBAITI .
á alguno.
Pos. . .
NORBAITEN .
NURBAITEN
de alguno.
Uuit. .
NORBAITEKIN .
NÜRBAITEKI
, con alguno.
Dest. . .
NORBAITEN-
NURBAITEN-
TZAT ,
TZAT .
pii-aa'guno
j mat.
NORBAITETAN .
NURBAITETAN
, en alguno.
Loe.
NORBAITEN-
NURBAITEN-
Ipers,
BAITHAN. .
BAITHAN.
', 3n alguno.
i pers.
Dir.' mat.
XORBAITETAKAT.
NURBAITETARAT
. á alguno.
NORBAITRNBAI-
THARA.
NLRBAITENBAI-
THARA.
\
XORBAITEN-G.\-
NAT.
NrRBAITEX«A
NAT.
, H alguno.
Lim. . .
NOnBAlTERAINO.
NIRBAITERAINO
, hasta algu
no.
Caus. . .
NORBAITGATIK
NURBAITGATIl
i por alguno.
ipers.
NORBAITETARIK.
NIRBAITETARIK
do. desdo
• alguno.
^^P-mat.
N0RBAITENM5AI-
THARIK.
NURBAITENBAI
THARIK.
Uo, desde
alguno.
\
Siguen H
ste, los pro-
nombres:
ELIBAT-
ELIBATEK.
ZERBAIT—
ZERBAITEK,
ZEMBAT—
ZEMBATEK,
ZUMBAT—
ZUMSATEK,
ZEM3AIT-
ZEMBAITEK.
BAKOCH^
BAKOCNEK,
BAKOITZ-
BAKOITZEK,
zuEr; ZUE-
NEK, ZIEN—
ZIENEK.
NORBAlTl'.Níi \MK Nrt;|!Airi'..\(i ANIK de alguno.
Int.-neg.
Priv. .
Der. .
Inst. .
NORBAITERIK^
NORBAITGABE .
NORBAITETAKO
NORBAITEZ
-201—
S.
NURBAITERIK . alguno.
NURBAITGABE . sin alguno.
NURBAITETAKO de alguno.
NURBAITEZ ._de. conalgu-
9.» Tipo.
Si 71 guiar.
Pas.
NEREA .
ENEA . .
el mfo.
Act.
NEREAK . .
ENEAK.
Eec.
NEREARI .
ENEARI
al mfo.
Pos.
NEREAREN . .
ENEAREN .
del mío.
Unit.
NEREAREKIN .
ENEAREKI .
con el mío.
Dest
NEREARENTZAT .
ENEARENTZAT
para el mío.
Loc.¡
raat.
NEBEAN
ENEAN .
en el mío.
pers.
NEREARENBAI-
ENE.\RENBAI-
Qw gl mío.
THAN.
THAN.
)
mat.
NEREARAT.
ENEALAT .
, al mío.
Dir. '
NEREARENBAI-
ENEARENBAI-
^
pers.
THARA.
THARA.
al mío.
NEREARENGANAT
ENEARENGANAT
Lim.
.
NEREARAINO .
ENEARAINO
basta el mío
Cans
NEREAGATIK .
ENEAGATIK
, por el mío.
(
mat.
NEREATIK . .
ENETIK
de, desde el
mío.
bep.|
NEREARENBAl-
ENEARENBAI-
de, desde el
pers.
THARIK.
THARIK.
mío.
NEREARENGANIK.
ENEARENGANIK
Priv.
, ,
NEREAGABE .
ENEAGABE.
sin al mío.
Der.
^ ,
NERETAKO.
ENEKO . .
del mío.
Inst.
• •
NEREAZ . .
ENEAZ . .
de, con el
• mío.
10.° TIPO.
Plural,
Siguen k
éste , los
pronom-
bres: NEU-
REA-NEU^
REAK, NU-
REA— NU-
REAK, HIREA
— HIREAK,
HEUREA—
HEUREAK,
GEUREA—
GEUREAK,
GUREA— GU-
REAK.BEREA
— BEREAK,
BATBEDERA
-BATBE-
DERAK. BA-
KOCHA-BA-
KOCHAK, BA'
KOITZA— BA-
KOtTZAK,
BESTEA—
BESTEAK,
BERTZEA-
BERTZEAK.
Pas.
NEREAK.
ENEAK
-los mfos.
1 Es forma teórica, puesta para que sirva de modelo k los «tros pronombres que siguen
á éste y la tienen práctica.
Act.
Eec.
Pos.
Unit.
Dest.
Loe.
mat
k pers
j mat
Lim. .
Caus. .
j mat.
I
Int.-neg. .
Priv. . .
Der. . .
Inst. . .
NERKAK . .
NKHKKI, NEURUI.
NEREEN. .
NEREKIN .
NEREENTZAT .
NERETAN .
NEREENBAI-
THAN .
NEREETARAT .
NEREENBAI-
THARA .
NEREENGANAT.
NERETARAINO.
NERÉAKGATIK .
NEREETARIK .
NEREENBAI-
THARIK . .
NEREENGANIK .
NERETARIK
NERÉAKGABE .
NEREETAKO .
NERETAZ,NEKEZ.
ENKK .
ENKN .
ENEN .
ENEKI .
ENENTZAT
ENETAN
ENENBAITHAN
ENETARAT .
ENENBAITHA-
RA .
ENENGANAT
ENETARAINO
ENÉAKGATIK
ENETARIK .
ENENBATTHA-
RIK . .
ENENGANIK
ENETARIK .
ENÉAKGABE
ENETAKO .
ENEZ .
-loH míos.
-11 los míos,
-de los mfos.
-con los míos.
para los
míos.
-eu los míos. I
-eu los míofi.l
-11 los míos.
_de, desde los j
~ míos.
_de, desde los
míos.
-de los míos,
-sin los míos.
-de los míos.
_dc, con los ¡
míos.
CAPITULO X.
EL ADVERBIO, LA CONJUNCIÓN Y LA ÍNTER JECCiÓíí.
I.
El adverbio en la lengua eiiskava admite la misma de-
finición que en castellano. Es una parte de la oración que
sirve para modificar el significado de las otras que figuran
en el discurso, y puede unirse íá todas ellas, excepto á Ja
conjunción. Como en castellano, varios de ellos son verda-
deros nombres; pero en éste caso, es muy frecuente hallar-
los modificados por un sufijo.
Aizkibel, inspirándose en las ideas del abate Darrigol,
se explica, respecto al adverbio, en los siguientes términos:
«El adverbio, dice Mr. Beauzee, es equivalente á una pre-
posición con su complemento, y así en muchas lenguas tie-
ne igual significación; porque no teniendo igual forma, se
valen de la preposición con el complemento, v. gr.: «honra-
áamenter. con honrado. En bascuence ohoreki: ohoreare-
KiN, que equivale lo mismo. En francés (ihonovMevienh, de
«honorable», más la terminativa uient, ó enclítica, que dice
«con honor» ú «lionorablemente»). En bascuence este adver-
bio termina en ki, como hemos explicado en su lugar corres-
pondiente á las terminativas , en algunos dialectos en kin,
que es el cuín de los latinos, el con de los castellanos, que
ambas á dos son preposiciones del ablativo. Siendo, pues,
nombres unidos á la terminativa ki, debemos concluir con
que el euskara no tiene adverbio; pues que se declinan tam-
bién con esta adición terminativa, v. gr.: las palabras egun,
que en labortano significa «hoy», bihar en todos los dialec-
tos «mañana», son las formas indefinidas de los nombres
EGUNA «día» ó «el día» y biharra «el día de mañana». El mis-
mo Mr. Beauzee en su Gramática general dice, que se pu-
dieran reunir las preposiciones y los adverbios, como dos
especies de un mismo género, y mejor aún podemos decir
los bascongados que muchas veces los adverbios no son
-201-
más que uno de los casos del nombre, bien sea substantivo
ó adjetivo; pues hemos visto que la terminativa ki ó kin es
de ablativo, y se traduce con. Aun los mismos adverbios lo-
cales, examinándolos detenidamente, no son más que casos
de la declinación en el número indefinido, v. gr.: nun «en
donde»; nundik «de donde»; nura, ñora «á donde»; nukaño ó
NORAÑo «hasta donde»; nungoa «de donde»; nurako ó norako
«para donde», etc., y como generalmente son interrogantes,
la contestación se da en el mismo caso. Sancio, llamado el
Brócense, define de este modo: «Adverbium bidetür dici
QUASi ad verbuDí, quia veréis velut adjectivum adh.eret»,
pero en esta oración verhiim y verbis se deben traducir ^)a-
labra y palabras, y no darles el sentido ó significación de
verbo. En este caso no es más que una modificación de la
palabra, que precisamente coincide con nuestra opinión
para incluirle en la palabra declinable, ó llámese declina-
ción. La misma definición del adverbio hace ver palpable-
mente que no le hay en la euskera; porque es una parte in-
variable del discurso que se junta con los verbos y con los
adjetivos jpara modificarlos, y como en nuestra lengua son
palabras declinables , dejan ya de ser parte invariable del
discurso. Es inútil , pues, entrar á hacer la división ordina-
ria de los adverbios, como han querido algunos gramáticos
aun en nuestra lengua, cuando ya aun en otras empieza á
notarse la misma inutilidad; con mucha razón, pues, cami-
namos sobre las huellas de Mr. d'Abbadie en sus interesan-
tísimos prolegómenos, llenos de erudición y de filosofía»/
Paso por alto algunos reparos que pudiera oponer al
contexto del párrafo anterior para ocuparme tan solo en su
conclusión, que no es legítima. Según se definan las cosas.
1 Ms. de Aizkíbel: «de la palabra 6 del verbum— ITZ*, hoja 3.«— El 8r. Aizkíbel en su ma-
nuscrito titulado «Correcciones y adiciones i'i la preciosa obra del célebre ttlólogo prusiano
D. Guillermo Humboldt, intitulada Investigaciones, etc., se llama ú sí mismo» «Autor
de un vocabulario basco-español de noventa mil palabras, de un tratado general do
Etimologías bascongadas, de otro do dialectos bascongados, do la literatura y bibliografía bas-
congada, y de una Gramática general compuesta de los cuatro dialectos miis principales do la
euskera». Desgraciadamente, A juz;4ar por los muchos manuscritos do Aizkíbel que he tenido
en mis manos, ninguna do estas obras, excepto el Diccionario, pasi') del estado do proyecto. Se
encuentran notas, comienzos de capítulos y do tratados, capítulos cuteros en poco ui'uuoro y
cuadros ain6pticos de verbos, poro nada más. El autor revela poseer un clarísimo y completo
concepto de lo que debe de sor una Gramática bascongada. A título do curiosidad bibliognitlca,
cuando nodo información, daré á conocer algunos pasajes de los manuscritos de Aizkíbel, ast
como las variantes de las üoxiouou verbales que so bailen cu sus cuadros.
-200-
existiráii ó no éstas. Pero no hay que confundir un concep-
to lógico del entendimiento, con la realidad. Los cosas, en
gramática, hay que definirlas con arreglo á í^w función, no á
su. forma gramatical, pues esta varía en las diversas lenguas.
Yo he tomado la del adverbio en Salva \ modificándola un
poco, y con arreglo á ella no puede negarse que existen
adverbios en bascuence. Aun adoptada la que siguió Aizkí-
bel, tampoco dejarían de existir algunos pocos. Pero desde
el momento en que repudiamos de la definición «una parte
invariable)), el adverbio tiene derecho á figurar en nuestro
cuadro gramatical.
Por otra parte hay gran exageración en ver en el adver-
bio una palabra declinahle como cualquiera otra. Desde el
momento que una palabra ejerce funciones de adverbio, ya
no puede recibir más que sufijos de ciertas y determinadas
categorías (posición, dirección, situación), es decir, que deja
de ser declinable totalmente, como dirían los que admiten
la declinación bascongada. Partiendo de la base de la fun-
ción, el adverbio se impone á todos sus contradictores; éste
será propio, ó por adaptación, segiin consista en una pala-
bra adscrita perpetuamente á ese oficio, ó en una palabra
que ejerza otras funciones: sean ejemplos de ambas cla-
ses EGUN (1) «hoy» y «día» y emen «aquí».
En euskara se forman adverbios por derivación, ó sea,
aglutinando una partícula terminativa á los nombres: éstas
partículas son zki, ki, ka, kal, ko, to, do.
Kr, ZKI. Desempeña un papel análogo al que desem-
peñó el ablativo del sustantivo mens en las lenguas neo -lati-
nas. Se une directamente al nombre. Algunas veces la in-
mediación de la n hace que la gutural pase de la fuerte á la
suave. La forma más primitiva de la terminació i me pare-
ce ZKI, compuesta del instrumental z y del unitivo ki; ésta
forma la conservan muchos nombres terminados en vocal.
Los adverbios más usuales obtenidos por la composición
de KI son: gaizki (c.) «malamente, difícilmente»; errazki (c.)
1 Gramática de la lengua castellana, púg. 92. Salva expresa en su deñnición que el adverbio
no se une ni á las conjunciones ni á las interjecciones. La última parte no es exacta ni en
castellano, ni en bascuellce; por ejemplo: ¡ay emen! i'iay, aquí»!'!
-200-
«fácilmente»; laburzki (s.) «pronto»; obeki (b. g.) hobeki (1. s.)
«mejor»; prestuki (g.) «honradamente»; polliki (b. g.) pulliki
(1. s.) «bonitamente, cuidadosamente»; egiazki (c.) «verdade-
ramente»; soiLLKi (s.) «solamente»; ederki (c.) «hermosamen-
te»; BEREziKi (b. g.) BERHEziKi (1. s.) «Separadamente»; emeki
(c.) «dulcemente, tranquilamente»; frangoki (1.) «abundante-
mente»; SEGURKi (c.) «seguramente»; hunki (s.) ongi (b. g b.)
«bien, buenamente»; zuhurki (1. s.) «prudentemente»; eztiki
(c) «melosamente»; goraki (s. 1.) «altamente»; andizki (b. g)
HANDiKi (s. 1.) «grandemente»; aski (c) «bastante»; itsüki (c.)
«feamente»; osoki (c.) «completamente»; ausarki (g.) «resuel-
tamente, atrevidamente»; egoki «á propósito»; erdizki (c.) «á
medias, partidamente»; geldiki (c.) «quietamente»; biribllki
(b. g.) «redondamente»; chukuxki (b. g.) «aseadamente, ilim -
pi amenté», etc., etc.
KA, KAL (s.) — Mediante esta terminación se forman
nombres adverbiales que indican la forma ó manera de eje-
cutarse la acción. Traduce las frases modales del ca stella-
no, que van precedidas de la preposición a. De zaldi «caba-
llo», ZALDiKA «á caballo» (es decir, algo semejante á la pala-
bra bárbara castellana cahallalmente); de oju (b. g.) oihu
(1. s.) «grito»; OJÜKA, oiHUKA «á gritos» (gritando); de ostiko
«coz, patada», ostikoka «á coces, á patadas»; de arri «piedra»,
ARRiKA «á pedradas»; de oix «pié», oinka (s.) «á pié»; de fereka
(1.) «caricia», férekaka «á caricias» (acariciando) \ La termi-
nación suletina kal se usa cuando en la frase hay un senti-
do de reparto ó tanda que conviene expresar adverbiando
una palabra; hirikal «por la ciudad»; makillakal «á palos».
TO, DO. — De significación y uso análogo á la termina-
ción Ki. De EDER «hermoso», ederto «hermosamente»; de on
«bueno», ondo «bien, buenamente». Es de poco uso.
KO. — Ya quedó explicada su función en las frass adver-
biales de tiempo, al manifestar sus usos como sufijo.
1 He ac(ii{ uil notable ejemplo de la potencia asimiladora del basc-iienco; nadie dir<a,
Bosmanicnte, ú primera Vista, <iiio PkHKKa, ni'.WKKA, sobro todo en su setíunda forma, os nada
más (luü lina frase francesa, desfigurada alt,'u por la torniiuación, y mucho por la ortofjrafía.
Del franci's taire oas «hacer oaso», el labortano, mediante la terminación verbal ti, formó el
VerJjo riouiiUAi'U «acariciar, cuidar» (Faire cas -tui y la palabra adverbial fi:i»kkaKv
•¿ VéaiJü la ¡nití. Ü2tf.
—297— •
RO. Suele unirse con mucha frecuencia á la termina-
ción Ki, sin que por eso cambie ele una manera apreciable,
en castellano, el significado del adverbio: zabalkirg (g) «mi-
nuciosamente», de ZABAL «ancho»; errazkiro (g.) «fácilmen-
te», de errazki; lokabekiro (g.) «libremente», de lokabeki,
(y lokabeki de lotu «atar», gabe «sin» y ki); ederkiro (g)
«hermosamente», de ederki; eriozkiro (g.) «inortalmente»,
de eriozki; alaikiro (g.) «alegremente», de alaiki, etc., etc.
RO parece ser una contracción de oro «todo». Lo cierto
es que éste, por composición , forma frases adverbiales,
uniéndose á. nombres que expresan el concepto de tiempo:
URTEORO (c.) «anualmente», egunoro (c.) «diariamente», illoro
(c.) «mensualmente». El adverbio oro-bat «igualmente», se
aparta de la composición general en su clase; pero su forma-
ción etimológica da perfecta cuenta de su significado: «todo
uno» equivale á «igualmente».
Si bajo el punto de vista de su forma, los adverbios son
simples y compuestos, bajo el de su significación se dividen
en adverbios de posición y lugar, de tiempo, de modo y com-
paración, de cantidad y de afirmación, negación y duda.
Adverbios de posición y lugar. — ^o^ (g. 1.) nün (b. g. 1. s.)
«donde»; emen (b. g.) hemen (1. s.) heben (s.) «aquí»; an (b. g.)
HAN (1. s.) «ahí»; OR (b. g.) hor (1. s.) «ahí»; orra (b. g.) horra
(1. s.) «he aquí»; gora (b. g. 1. s.) goiti (1. s.) «arriba»; goyen
(b. g.) GOYAN (b. g.) «en lo alto»; bera (b. g.) behera (1. s )
BEHERAT (1. S.) ZOLAN (s.) PEAN (b. g. 1. S.) BEAN (b. g. 1. S )
«abajo, en lo bajo»; azpian (b. g. 1. s.) «debajo»; gañean (g.)
GAINIAN (b.) GAINEAN (1.) GAÑEN (s.) «eucima»; BARRUAN (b.)
BARRUNEN (b.) BARRENEN (b. g.) BARRENEAN (g.) BARNEAN (1.)
BARNEN (s.) «dentro»; kampoan (b. g. 1. s.) «fuera»; kampora
(b. g. 1.) KAMPORAT (1. s.) «á fucra»; bertan (b. g. 1. s.) «en el
mismo (sitio); orotan(1. s,) «en todos (modos ó partes)»; bes-
tetan (b. g. 1. s.) «en otros (sitios»); aldean (g. 1.) aldian (b.)
HULEAN (S.) URREAN (g.) URRIAN (b.) HURREN (1.) HURBILL (1. S.)
«cerca»; ondoan (b. g.) khantian (s.) sayhetzian (1. s.) «jun-
-2'JH -
to»; AllRREAN (g.) AURRIAN (1).) AURKEAN (!)•) AURKHAN (1.) AUR-
KiNAN (s.) «delante»; atzean (g.) ondoken (g) atzian (b.) gi-
RELEAN (1.) GIRELIAN (s.) «(letl'ás»; ONA (b. g.) HUNA (1.) HUNAT
(1. s.) «aquí (venir á)>>; arabera (b. g. 1. s.) arauaz (1. s.) arauz
(b. g.) «según»; buruan (b. g. 1.) burian (s.) «al cabo». Ostean
(g.) osTiAN (b.) significa «detrás», y se usa también con el sen-
tido de «además»; por ejemplo: itz oyen ostean «además de
éstas palabras».
El más superficial examen de los adverbios trascritos
revela á cualquiera que la inmensa mayoría de ellos, si no
todos, son nombres modificados por ini sufijo; que son adver-
bios, nada más que por la función y que les cuadraría muy
])ien el título de nombres adverbiales. La mayor parte se
encuentra en locativo, y aunque no todos existen en su for-
ma pura, la comparación con los demás permite asegurar que
su formación es idéntica á la de los restantes. Así, por ejem-
plo, no se conoce ninguna forma de an distinta de ésta,
como se conocen buru y buruan, aurre y aurrean, aurre-
RA, etc.; pero esto no obsta á que descompongamos an en
A-J-N. Y como A es el demostrativo de tercera persona «aquel»,
AN parece ser su locativo, cuyo estricto significado «en
aquel», corresponde bastante exactamente al usual del
adverbio «ahí».
Con los nombres adverbiales en locativo, se indica el
número mediante el sufijo de posesión aglutinado á la pa-
labra precedente: jaungoikoaren aurrean «delante de Dios»;
GizoNEN aurrean «delante de los hom])res»; echearen aldean
«cerca de la casa»; basoen aldean «cerca de los bosques». En
el lenguaje vulgar, por lo general, se prescinde del posesivo.
El adverbio ondoren «detrás», se lia incorporado el sufijo
posesivo. Otros, como aurre, kampo, goi reciben, según las
necesidades de la locución, los sufijos ra ó n; aurrean, aurre-
ra; kampoan, kampora; gop^a, güiy/^n, etc. Arabera, arauz, etc.,
se deiivan de arau «regla»; arabera no está compuesto, se-
gún cree Mr. Yan Eys ' de arau-ra «hacia la regla» que re-
presenta bastante bien á «según». Ija e en este caso sería de
1 Gráni. CO itp,, i>á{j. 113,
-299—
ligadura, y aquí nada tiene que hacer una letra de esa clase.
Me parece más plausible la siguiente descomposición del
adverbio: ar.\u-era «modo, manera de regla», equivalencia
ideológica perfecta del «según» castellano. La consonifica-
ción de ii es un hecho frecuente. En cambio, creo tiene ra-
zón el citado tratadista, al descomponer az-pian en a «aquel»,
z instrumental y pe-an «en lo bajo»/ Eji rigor gramatical, de-
bía de venir en, sufijo posesivo, ocupando el sitio de .':; pero
hemos encontrado demasiadas veces esa incorrección para
que nos choque verla una vez más.
Además de los sufijos del locativo y directivo que gran
parte de los adverbios puede tomar, reciben también el de-
rivativo, el separativo, el directivo indeterminado, y el com-
puesto de directivo y derivativo. Así tenemos non «donde»,
NORA «á donde», nongoa «el de donde», nondik «de donde»,
NORONTZ «hacia donde», norako «para donde».
¿tm.
Adverbios de tiempo. — Gaur (b. g.) egun (1. s.) «hoy»; bi-
GAR (b. g.) BiAR (b. g.) BiHAR (1. s.) «mañana»; bijamona (b.)
BIARAMON (g.) BIHARAMÜN (1.) BIHARAMENA (s.) «el día dcSpués»;
ETZi (b. g. 1. s.) «pasado mañana»; etzi damü (b. g. 1. s.) «des-
pués de pasado mañana»; etzi dazu (b, g,) «tres días después
de mañana»; atzo (b. g. 1 s.) «ayer»; bart (b g.) barda (1)
«ayer noche»; areñegun (b.) erenegun (g.) herenegun (1. s.)
«antes de ayer»; goizik (1. s.) «de madrugada»; goizean goiz
(b. g.) goizean goizik (1. s.) «en el amanecer»; goiz (g.) mü-
GAiTz (b.) «temprano»; berandu (b. g.) berant (1. s.) «tarde»;
AURTEN (b. g.) AÜRTHEN (i. S.) «éstc año»; IGAZ (b. g.) IGEZ (b.)
IYEZ (b.) YAZ (1.) CHAZ (s.) «el ailo pasado».
Noiz (g. 1.) NOS (b.) NUiz (s.) «cuando»; iño (b.) iñoiz (g.)
NiHoiz (1.) NEHoiz (1.) «nuiíca»; beñere (g.) behinere (1. s.)
«jamás»; sekulan (g.) sekula (s.) egundaño (g) egundaino
(1. s.) JAGOin (s.) «nunca»; beti (g- b.) bethi (s. 1.) «siempre»;
LEN (b. g.) LEHEN (1. s.) «autcs»; AINTZINETIK (s.) «de aiitcs,
1 Gram. comp,. púg. 443,
— aco-
de antemano»; orañago fe.) «antes de ahora»; orain (b. g.)
ORAi (s. 1.) «ahora»: oraingo (g. 1.) oraiko (1.) «de ahora, re-
ciente»; oranche (g. 1.) «ahora mismo»; oraindik (b. g.) oraino
(L) ORANO (s.) «todavía»; gero (c.) «después»; orduan (g. 1.)
ORDEAN (b.) ORDiAN (s.) «entonces»; orduan danik (i.) ordutik
(g.) «desde entonces»; nosbait (b.) noizbait (g. 1.) «un día ú
otro»; NuizPAiTAKO (s.) «de (en) otro tiempo»; nosik bein (b-)
NOiziK BEÑ (g.) NOiziK BEHiN (1.) NüiziK (s.) «dc cuando en
cuando», «de cuando una vez» (Ht.); noizetik noizera (1.)
NUIZTARIK NJIZTARA (s.) «dc tieuipo á tiempO»; ARTEAN (g.)
ARTIAN (b.) BITARTIAN (b.) BITARTEAN (g.) BIZKITARTEAN (g. !•)
«mientras tanto».
AuRKi (g.) «en breve»; ardura (s.) maíz (g. 1.) sarritan
usu (1. s.) «amenudo, frecuentemente»; bereala (g.) beriala
(b.) BEREHALA (1.) BERHALA (s.) «euseguida»; BERTAN (s.) «muy
pronto»; sarri (c.) laster (c.) LABURzra (s.) «pronto»; berta-
TiK (b. g.) BERETARIK (1.) BERTARiK (L) «inmediatamente»; bat
batean (b. g.) «de pronto, repentinamente».
Algunos de estos adverhios son frases adverbiales: or-
duan DANIK, compuesta de ordu «hora, tiempo», n locativo,
dan «que es», forma relativa y el sufijo tik, que se ve íntegro
en la frase, también muy usada, orduan danetik.
Erenegun «antes de ayer», está compuesto de heren ó
EREN «tercero» y egun «día», por extensión,enlabortano,«hoy»;
respecto al día en que se liabla «antes de ayer» es tercero. A
ETZi «pasado mañana», etzi damu «después de pasado maña-
na» y ETzi DAzu «tres días después de mañana» los declara
Mr. Van Eys «verdaderos enigmas».^ A mí también me lo
parecen; en etzi se ve una gran analogía formativa con atzo
«ayer»; indudablemente ambas palabras proceden de una
misma raíz, pero me es imposible explicar cómo el cambio
de las vocales inicial y final convierte á «ayer» en «j)asa-
do mañana». El ilustre P. Fita ha recurrido al georgiano
para aclarar tan oscuros vocal)los, pero en mi concepto, la
oscuridad continúa.
Asimismo, es muy oscura la composición de üiaramun,
1 Dict. basij.-franc.. jiáy. i:»i,
-301—
BiAEAMON, etc. Mr. Van Eys sospecha la presencia del latín
mane «mañana» (sustantivo), en valaco muin: pero el signi-
ficado no corresponde á la etimología; aquel es «el día des-
pués», y ésta «de mañana mañanav. Y digo que la etimología
no corresponde al signiñcado de la palabra, porque para que
tal sucediera, sería preciso que la composición se hubiese
verificado con dos adverbios; ideológicamente,» de mañana
mañana», ó sea, biaubiar, puede significar «el día después»,
pero BIAEAMON está compuesta con dos sustantivos y signi-
fica, admitida la hipótesis de Mr. Van Eys, «de mañana ma-
ñana», ó «madrugada», es decir, la porción del día llamada
así. Yo, de ver en amon, amun, una palabra de cepa latina, da-
ría la preferencia al viejo adverbio francés «amont»; en éste
caso, BIAEAMON significaría algo parecido, traduciendo eti-
mológicamente, á «traspuesto mañana)'. Si alguna vez se hu-
biese usado la palabra euskara muño, muñ «colina» en un sen-
tido análogo al del amont francés, se podría descomponer la
forma labortana, que resultaría la más pura, en bihar {-ra
-|-MUÑ.
Adverbios de modo y comparación. — Kontra (b. g. 1.)
KONTRE (s.) «contra»; aitzitik (1. s.) «al contrario»; bere (b.)
EEE (g. 1. s.) «aun, también»; alan (1).) ala (g ) hala (1." s-)
HALATAN (s.) OLA (b. g.) HOLA (1. S.) «así»; LAIÑ (b. g.) LAGIÑ
(b. g.) AiN (b. g.) iiAiN (1.) HAN (s.) «tauto» (y con el artículo
los dos primeros significan «lo bastante», lo suficiente» (laiña,
lagiña); ñola (b g. 1.) nula (s.) «como»; adiña (g.) ainbat
(b.g.) ANBAT (b. g.) HAMBAT (1.) BEZAMBAT (b. g.) «tauto COmO»;
ANBATENAZ (b. g.) HAMBATENAZ (1. S.) ZEMBATENAZ (c) «tauto
más, cuanto más»; ainbeste (b. g.) hainbertze (1.) «otro tan-
to»; BASEN (b.) BEZIN (g. 1.) BEZAIN (g. 1.) BEZAÑ (s,) «tan, CO-
mo»; BEZANBESTE (g. s.) «cuauto otro»; LEGEz (b.) «como»); 153-
ZALA (g. S.) BEZELA (g. 1.) «así COUIO»; BEZALAICHEN (b. g.) «CO-
mo así mismo»; guziaz bere (b.) guziaz ere (g.) güziez ere
(1. s.) «aun con todo»; ala ñola (b. g.) hala ñola (1.) hala
nula (s.) «así como»; ala ñola baita (b. g.) hala ñola baita
(1.) hala nula beita (s.) «así como también»: ala-ala (g.)
hula-hula (1. s.) «así así»; alkarreki (b.) elkarrekin (g. 1.)
alkharreki (s.) «juntamente»; bakarrik (b. g.) bakharrik (1.)
—302—
«solamente»; ontsa (1. s.) «bien»; erruz (g.) gogotik (1. s.)
«gustosamente»; onla. (b.) iiunela (1.) onela. (g.) orrela (g.)
«de ésta manera»; doi-doya (g. 1.) «con diticultad, penosa-
mente»; POzíK (c.) «alegremente».
Entre estos adverbios se ven algunos cuya composición
no es común: los que llevan los sufijos kin é ik. Propiamen-
te hablando no son tales adverbios; el primero (elkarrekin,
etc.), es un nombre colectivo en unitivo, y los otros (aitzi-
TiK, ELKARREKIN, ctc), uu adjctivo cn interrogativo-negativo.
De ser yo muy extricto, tendría que desglosar, de toda ésta
sección muchos de los vocablos que en ella figuran. Por otra
parte, la enumeración de frases adverbiales iniciada, es sus-
ceptible de un gran desarrollo; pero me concreto á lo más
usual, sin invadir los límites del Diccionario.
Adverbios de cantidad.- — asko (b. g. 1.) «mucho»; anitz
(g.) HAINITZ (1.) HANITZ (s.) «muy, mUCllO»; TINT (b.) CHITO
(b.) CHíT (g. s.) AGITZ (g.) HAGiTz (1.) «muy»; ASKI (c.) «bas-
tante»; GEYEGí (b. g.) soBERA (1. s.) «deuiasiado»; geyago (b. g.)
GEIHAGO (1.) HAB0R0 (s.) «más»; GICHI (b. g.) GUCHI (g.) GUTI
(1. S.) «poco»; GICHÍAGO (b. g.) GUCHIAGO (g.) GUTIAGO (1. S.)
«menos»; beñ (b.) bein (g.) behin (l.s.) «una vez»; kasi (b. g.)
KAsiK (1. s.) «casi».
Adverbios de afinnación, negación ij duda. — bai (c.) «sí»;
EZ (c.) «no»; bayetz (g.) «sí ciertamente»; zin-zinez (1. s.)
«verdaderamente»; noski (g.) noaski (1.) «tal vez»; ete (b.)
OTE (g.) OTHE (1. S.) OTHIAN(s.) «acaso»; bidé (g. 1.) OMEN (g. 1.)
UMEN (s.) «tal vez, acaso»; agían (s.) «probablemente»; ausa
(g.) AUSAZ (g.) «por ventura».
II.
El euskara posee las siguientes clases de conjunciones:
a.) Copulativas: eta (c.) ta (c.) da (c.) «y». Su forma pri-
mitiva KETA nos impide ver en ella un préstamo al latín.
b). Condicionales: ba (c.) «sí»; baldinba (b. g. 1.) balinba
(S.) BALDIN (1). g. 1.) balín (s.) «SÍ».
En la conversación vulgar, se oye amunudo ha en lugar
de BAY «sí». l^iSto nos permite afirmar la unidad de origen
—sos-
de éste abverbio y de ésta conjunción. El mismo liecho ha
ocurrido en castellano; «sí» es añrmación, y condición y du-
da, á la vez.
c). Disyuntivas: edo (c.) biz (g.) «ó»; nai (b.) naiz (g.) na-
Hiz (1. s.) ('sea».
d). Adversativas: ordea (b. g. 1.) ordia (s.) ordian (s.)
«mas, sin embargo»; al aere (g.) alanbere (b.) halarikere
(s.) «no obstante, así mismo, aun con todo»; baya (b.) bañan
(g.) baño (g.) BAÑON (g.) BAINAN (1.) BAINO (1.) BAINON (1.) BAI-
NA (1.) BENA (s.) BEN0 (s.) «pcro, aunquc»: ea (b. g. 1.) eya
(g.) EAN (1.) «sí»; ANHARTiAN (s.) «siu embargo»; arren (g. s.)
«aunque, por lo tanto».
e.) Causativas: zeken (c.) zergatik (o.) zegaiti (1.) «por-
que, por lo que»; berhain (s.) «por tanto»; bada (c.) «pues»;
EZE (b.) EZEN (g. 1.)ezIK (g.) EZI (s.) EZIKERE (s.) «qUC, pUCS»;
BER (s.) «á menos que»; beraz (1. s.) berariaz (1. s.) «por lo
tanto, por lo mismo».
Atendiendo á sus funciones, existe otro grupo á las que
podemos denominar «verbales», pues solo con el verbo tie-
nen uso y empleo; son ¡i «que» relativa y la «que» conjuntiva.
Mr. Van Eys ^ explica la adversativa ordian por el loca-
tivo de ORDE (c.) que signiñca «lugar, sitio». El significado
lit. «en el lugar» pudo, en efecto, muy bien trasformarse des-
pués en «sin embargo», por cierta analogía de signiíicado, y
finalmente, en «mas».
Es imposible dar la trculucción exacta de varias de éstas
conjunciones; el valor de esta clase de expresiones comple-
mentarias varía mucho en los diversos idiomas. Lo mejor
es, cuando se puede, descomponer los elementos compo-
nentes, los cuales proporcionan el concepto exacto de la
expresión analizada.
El ANHARTiAN suletiuo correspoude, en su significado li-
teral, y en su acepción común, al ordian, ordea, etc., de los
restantes dialectos, y hasta en su composición material
imita cá estos bastante: an-|- harte-|-an «de allí en medio»
lit. — BAÑON, BAÑO, ctc, muestrau la presencia de bay ó ba; en la
1 Diction. basq.-franc, pág, 310,
—'Mi
terminación parece como que se rastrea la del adverbio de
lugar NON «donde». El signifícado analítico será, por lo tan-
to, «si donde», ó según la sintaxis castellana «donde si», que
es una verdadera frase de sentido adversativo. La mojadura
de la 7/ se ha verificado por la influencia inmediata de la i;
la degradación fonética de la palabra, ha debido seguir la
siguiente marcha: de bainon, baino; de bainon, bañon, baño;
de bainon, bainan, baina, bena, baya; de bainan, bañan
Zeren, zergatik, zegati, son las formas posesiva y causal
del pronombre relativo zer. Bada parece formado de la du-
bitativa y de la flexión verbal da «es». Ezen, eze es la ne-
gación, seguida del posesivo. Conviene muy bien este signi-
tioado «de no), al oflcio meramente copulativo ({ue desBuipe-
ña en las frases. Lo propio sucede coa laformí re-negativa
EziK, ezi; por ejemplo: eranizun zioten ezik etzirala bürak
EGONGO ETSAYAT ERAS33AGE IÑOLAKO M3DUZ ERE «leS COUtcsta-
ron que no estarí-^n ellos de ninguní manera sin atacar á
los' enemigos». Ber es un adjetivo que en suletino significa
«solo»; por lo tanto, se ve la relación que le une á su acep-
ción causativa, y explica berhain, formado por ber y el
comparativo hain «tanto». Inútil parece añadir que, como
sucede en los adverbios, son conjunciones nada más que
por el oficio.
III.
El lenguaje interjeccional, como que es la manifesta-
ción expontánea, irreflexiva, de los afectos del ánimo, varía
poco en los idiomas, tan distintos unos de otros, en lo demás.
Constituido, en gran ])arte, por gritos, el tono es en ello todo,
la aríiculación nada. «Eh» por t^emplo, es llamamiento unas
veces, é interrogación otras: «ay» expresa el júbilo y también
la tristeza. B-^jo el punto do vista de hi ej-j^resióii, elemento
capital de este lenguaje, y en cuanto á esa expresión corres-
ponda una forma dada, los signos holofrásticos — así llama-
dos, i)orque ecpiivalen á una frase entera — , son universales.
Pcr(j á medida ((ue la (ifrihiicinii de determinado sentido á
det(;rmiiia(l<» signo fónico va desarro^llando el leuLMuije de
-305-
nn pueblo, el lenguaje interjeccional se aleja de su origen
natural, y cede el paso á otras exclamaciones y frases ex-
clamativas que están sacadas, no ya del fondo común de la
expresión universal humana, sino de los elementos apropia-
dos por la evolución del idioma de que se trata. Por eso el
bascuence, como los demás idiomas, posee interjecciones
comunes á todos, y frases interjeccionales propias de él: de
las p3:imeras no liay que hablar.
. Ots (c), grito con el cual se llama la atención para eje-
cutar ó hacer ejecutar algún acto. Con forma lijeramente
distinta, lo conocieron los latinos; eta esan zien aitak se-
MEAi: OTS, GUAZEN ECHEiíA «y el padre les dijo á los hijos: ea,
vamos á casa».
Arren; esclamación angustiosa para mover el ánimo á
compasión; eta amak, errege aurrean auspez jarrita, erre-
geari esan zion, semearen biziya, arren, barkatü zezala «y
la madre, poniéndose de bruces delante del rey, le pidió
por favor, qae perdónasela vida del hijo».
¡ A Y EN E ! (c . ) « ¡ a}' de mí ! » .
¡Ona emen! (c.) «¡he aquí!».
¡Ara an! (c.) «¡he ahí!».
Iso (g.) isiLLiK «callando, silencio».
¿Bai ote? «¿será posible?».
¡Zer poza! (c.) ¡aypoza! (c.) «¡qué alegría!».
¡Zer lana! (c.) ¡au lana! (id.) «¡qaé trabajo!».
¡Zeu pena! (c.) ¡au pena! (c.) «¡qué pena!»
¡Balimba! (s.) esclamación de esperanza y deseo: ¡balinba
EDiRENEN Du! «¡ojalá lo encontrara!», (es la traducción menos
mala que cabe de esta frase, en la que el deseo se refiere á
un futuro categórico).
Las frases iuterjeccionales citadas bastan á dar una idea
de las más usadas. La materia, en cierto modo, carece de
límite. En bascuence es muy común y típica, la repetición
de la interjección, cargando mucho el acento sobre el vo-
cabl.) repetido: ay — áy, oy — óy se oyen frecuentemente en
todo el país bascongado y muy especialmente en la monta-
ña de N abarra.
Las frases admirativas castellanas que comienzan con
21
-30G-
iin pronombre rehitivo, se hacen en bascuence muy ame-
mulo con un demostrativo en posesivo, ¡oreen zoiugaitza!
«¡qué desgracia!» ó sea lit. «de ésto la desgracia!»
í-^^'
SEGUNDA PARTE.
LA CON J U .G A G I <_> N .
CAPÍTULO XI.
NATÜUALEZA, ESTRUCTUIÍA. Y FUNCIONES DEL VERBO
BASCONGADO.
I.
í4S)^ verbo, lia dicho un insigne tratadista, es la gloría y
'^^;^el orgullo de la lengua bascongada.^ Otro, que por ser
extrangero, juzgará más fríamente, ha escrito las si-
guientes palabras: «La ciencia del lenguaje clasifica al bas-
cuence entre los restos más preciosos de los tiempos anti-
guos, á causa de la construcción prodigiosa de su verbo». ^ A
mí so me representa como un edificio de colosales dimensio-
nes, levantado sobre anchos y resistentes cimientos. Si aten-
demos á la abundancia y á la solidez de los materiales, ca-
lificárnoslo de labor de cíclopes; pero en dirigiendo los
ojos á las esbeltas torrecillas y afiligranadas agujas, lo
debemos calificar de labor de hadas. Eegularidad, propor-
ción y armonía en las grandes lineas; minuciosa riqueza en
los infinitos detalles. La nave severa es un hormiguero de
1 luchauspo. Le Verbe basque, pág. 7.
2 Ribavy. Essai sur la langue basque, pág. 27.
-308-
formas: nn bosque, dentro de iin templo griego. El ánimo
empieza en sobrecogido para concluir en fascinado. Las inju-
rias del tiempo se pierden en la hermosura sin igual del con-
junto. Se admira... fja (jda aletea sobre los fríos análisis de
la exposición didáctica. Pasemos.
Tan maravillosa estructura no podía menos de provocar
la elaboración de numerosas teorías encaminadas á expli-
carla. Y así ha sucedido. Entre todas ellas, hay una á la que
denominaré «clásica». porque, con más ó menos atenuaciones
y restricciones, informa todos los escritos gramaticales de
los hijos del país. El Sr. Abate Inchauspo ha dado de ella
la fórmula más precisa en su importante Verbo hascongado}
He aquí sus palabras: «La lengua bascongada no tiene más
que un verbo. Este verbo tiene dos voces; la ro,c intransiti-
va y la rnz transitiva. La voz intransitiva da, niz, etc., sirve
para expresar un estado del sujeto, ó una acción recibida, ó
una acción ejecutada por el sujeto sobre él mismo; la voz
transitiva du, dut, etc., sirve para expresar una acción ejer-
cida sobro una persona, ó una cosa distinta del sujet;:» del
verbo... Esas dos voces son complemento una de otrn, y no
deben ser consideradas sino como constituyendo un solo
verbo. Efectivamente, la misma acción necesita las dos vo-
ces, de igual suerte que necesita los diversos modos para
expresar sus diversas relaciones. Así, la acción diQ perder, de
ofrecer, de principiar, de dar, de Jirrir, etc., y en general,
todas las acciones transitivas expresadas en francés por los
verbos activos, se combinan con la una ó la otra de esas vo-
ces, según la acción so ejerza sobre un objeto extraño, ó so-
bre el sujeto mismo. Para expresar «el lo ha ofrecido», se
dice ESKENTU DU, cou la voz transitiva; i)ara expresar «se ha
ofrecido», eskentu da, con ia voz intransitiva», etc.
La teoría de Mr. Darrigol, en el fondo, se aparta jioco
de la anterior; se la puede considerar más como un unicis-
mo mitigado ([ue como un dualismo c:itegórico. Después do
explicar los verbos sencillos (irregulares de Larramendi y
sus discípulos), á los que considera como subalternos, })ür
1 PiV;. 1.
—309-
la fusión de las formas transitivas é intransitivas en el in-
fíaitivo, escriba las siguientes palabras, que resumen todo
su pensamiento: «No resulta solamente de esas observacio-
nes que las fónnulas niz, dut son los dos verbos primitivos
de nuestra lengua; se hace preciso reconocer también que la
naturaleza del verbo no se encuentra más que allí donde se
halla, en cierto modo, fundida, alguna de las dichas fórmu-
las: lo cual nos conduce á esta última consecuencia: la len-
gua bascongada, propiamente hablando, posee únicamente
dos verbos... El primero responde ventajosamente al verbo
sustantivo « jev», conocido en todos los idiomas; se usa siem-
pre qu3 se trata de afirmar en cierta manera la sustancia
del sujeto. El segundo es una especie de verbo «haber», afir-
mativo de la acción más general posible de un sujeto sobre
otro».^
Astarloa que en sus ('Discursos Ji! oso/icos sohre la len-
gua primitiva'» ha hecho un larguísimo examen de la conju-
gación bascongada, en el que se encuentran muchas y muy
buenas observaciones, (dignas de su ingenio, sutil y sólido
á la vez), por más que caiga en el perpetuo error de ajustar
los hechos á una teoría formulada en vista de los mismos y
que se supone estarlo a priori^ de donde resulta que la len-
gua bascongada es la lengua tipo, encarnación viva de los
principios más generales y abstractos d(í la filosfía del len-
guaje, nos dio en su célebre ((Apología de la lengua bascon-
gada», los puntos capitales del sistema que desarrolló des-
pués. ;(Ei basGuence, en su verbo, es un vivo retrato de la na-
turaleza. Si ésta tiene dos modos distintos de accionar, los
analogiza nuestro idioma en la división que hace de su ver-
bo; con el verbo doble da á entender aquellas acciones que
los entes obran con el concurso de otro agente; con el sen-
cillo caracteriza las que activan los mismos entes sin con-
curso de otro sujeto...
«Para analogizar á la naturaleza en estos dos singulares
modos do accionar, divide el Bascuence su verbo en doble y
sencillo; usa del sencillo cuando los entes ejercen sus fa-
1 DIsscit, sur la Un^ue basque, pú^. 109.
— ;{in-
cultades por sí solos; y del doLle cuando con ellos entra
otro agente.
»Si nuestros yerbos no tienen características de doble
acción son sencillos; pero si después de la primera letra de
estos verbos vemos la sílaba ra, ya es doble: el verbo icasi
es sencillo, porque no vemos después de su primera i la ca-
racterística KA, y significa aprender por sí mismo; pero si
decimos ira-katz-zi, damos á entender que el ente ha
aprendido por ministerio de maestro, y con este verbo signi-
ficamos lo que el castellano con enseñar...
«Los entes unas veces hacen la acción representada por
los verbos, siendo otro ente el que padece; otras veces pa-
decen, y otras hacen y padecen al mismo tiempo. Las len-
guas para analogizar estos tres diferentes estados en que
pueden comunicarse las acciones, hnn de tener tres diferen-
tes inflexiones ó verbos, así en el sencillo como en el doble;
por lo mismo el bascuence ha dividido sus verbos sencillo y
doble, en activo, pasivo y mixto...
»Una es la conjugación de los verbos bascongados; con-
jugado el verbo amar está conjugado el leer, escribir, con-
tar...'
«Todos los idiomas tienen dos diferentes inflexiones en
sus verbos para distinguir la acción y la pasión, á quienes
llaman ordinariamente voz activa y voz pasiva»."
La teoría de Astarloa, como se demuestra en las citas
hechas, coincide con la de Mr. Inchauspe; y la de Mr. Darri-
gol es sustancialmcnto la misma, pues sus dos verbos acti-
vo y pasivo, no obstante la calificación de primitivos que les
otorga, viene á considerarlos como la doble y necesaria ma-
nifestación de la potencia verbizadora, ó lo que es lo mismo,
como dos voces. Si á lo indicado se añade que los verbos
sencillos, ó sea, los que se conjugan sin auxiliar, son poste-
riores á éstos; que se han formado por contracción, ó por
fusión del nombre verbal y el auxiliar, y que éste posee un
radical infinitamente variable, ó lo ijuc vale lo mismo, que
1 Apología de la ienqiia bascongada, púfís. 128, tü9, i:iO y I3t.
8 Discurtos filosóficos sobre la primitiva lengua, \w¿. \Y¿.
no existe ladical, tendremos sabidos los puntos capitales
de la teoría verbal de más aceptación en el país , á la que
por esta circunstancia, y por la de haber sido imaginada por
gramáticos naturales de él, se la pu-xle también llamar in-
dígena.
Esta teoría ha encontrado poca aceptación en los lin-
güistas extraños al país basco-nabarro; ha sido combatida
vivamente, á veces con lamentable acrimonia, como si se
pretendiera, nó rebatir una doctrina cientitica, sino zaherir
y desprestigiar á sus partidarios/
Daré una breve noción de algunas de estas teorías dis-
tintas de la clásica, para que se vea la distancia que media
entre unas y otras concepciones.
1 Entre todos so distingue por su virulencia Mr. Van Eys. Pai*a este incansable y duro
censor de las obras agenas, Lardiziibal tenía "conocimientos superficiales». (Etude sur I' orig. et
la fsrni. des verb. a-X. basq., p.'ig. 8); en ChaliO se encuentran «teorías que en cualquiera otra len-
gua carecerían de sentido común^i. (Id., pág. 11) y «si cabe sonreírse de sus frases hinchadas,
no sucede lo niisnio con sus asertos inexactos, que carecen de excusa» {Id., púg. lül; de Larra-
mendi dice que su DIccionaíiG ^aunque bueno para ser consultado, es, sin embargo, de menos
valor que lo (jue i>odría creerse... la parto etimológica es más que débil»; además, le acusa de
haber «fabricado uu número bastante grande de palabras, en completa oposici6n al carácter de
la lengua bascongadaí (int. al Dicl. basq.-íranc, págs. '6 y 4). El sistema que sigue Zabala al dar
las flexiones familiares del verbo «es una fabricación purtí y simi)lo, sin ninguna atención á la
etimología» (id., pág. 7); «la teoría do Zabala, con todos esos nombres inusitados, deslumhró á
ciertos autores, que tomaron por profundo lo que no era más que desorden, oculto bajo apa-
riencias de regularidad» (ürain. conip.,i)ág. 191); el Príncipe Bonaiiarteen sus dos artículos de la
revista inglesa The Acaueniy del 1 de ¡Setiembre y '20 de Noviembre de 187o, ha ijrobado sui)er-
abundantemente el respeto que profesa al talento del Padre Zabala, jicro «su respeto al ta-
lento de Zabala, no prueba que Zabala tenga talento; son dos cosas enteramente distintas»
(Id., pág. '28G). Y ni agoto la matei-ia, ni quiero extenderla hasta los autoras vivos. Pero tampo-
co puedo dejar pasar en silencio, el juicio que le merece j las varias obras escritas i)ara exi)li-
car la conjugación bascongada. «Hasta ahora no nos han dado más que cuadros, lo cual no
explica nada; vanamente se buscaría uu principio. Lo 'lue se necesitaba oran leyes, reglas, en
una palabra, uu método, etc.» (Id., pág. 114).
Hi alguna excasa puede alcanzar tan áspera soberbia, será la que le comunique la gloria
de un libro inmortal. Si la Gramática comparada de los dialectos basco.igados fuese como la Gra-
mática cotriparaUa de las ienj as iiidj-europeas de Bopp, es decir, mi libro fundamental y que
abre camino, los latigazos de Mr. Van E3-s serían menos insoportables. Yo que considero
loable todo esfuerzo sincero para e.\clareccr la ciencia, sin mirar á los resultados, y que en
tal concepto estimo y eplaudo los trabajos de Mr. Van Eys, cuyas exidicaciones adopto sin
prevención alguna cuando me parecen razonables, lamento que trate sin misericordia á quie-
nes tienen alcanzados solcmues títulos de agradecimiento, l'ongamonos la mano en el pecho,
y seamos indulgentes con los errores de todos. Hi ¡\ír. Van Eys nota entre pimtos de admira-
ción el aserto de Chaho de que düt es la síncope de da-i-hcra — t, entre puntos de admira-
ción iiodría también notarse la suya propia de que dut, duzu, etc., se derivan de eegan, y que
éste es una contracción de eiiazü-joan.
Mr. Van Eys es injusto y olvidadizo en demasía. En el preámbulo de su Gramática compa-
rada formaliza un inventario de las iimovaciones por él introducidas en el estudio gramatical
del cuskara, entre hn cuales ügiu'au, como partidas del mismo:
«El sistema fonético.
»La declinación no existe.
»E1 i)ronombre zu es un plural.
»E1 futuro perifrásico se e.Ki)resa por el genitivo del adjetivo verbal.
«Hay más de un auxiliar.»
Pues bien, observaciones fonéticas, particularmante relativas al verbo, se encuentran eu
las obras de Larramsncli, Lardizábal, Zabala, Astarloa; el Príncipe Bonaparte ha formulado
las leyes de la armonía do las vocales con un rigor y precisión tales, cpie dejan muy atrás á
cuantas han formulado todos los demás autores juntos, y no hay una sola obra del mismo
autor, publicada antes de la Gramática de Mr. Van Eys, sin exceptuar, por suiniesto, El VeriJO,
312—
Según Mr. Yinson, la conjiigacióii sencilla es anterior á
la compuesta ó perifrásica/ Los formas dut, etc., níz, etc.,
correspondientes á los verbos «haber» y «ser», son ver])os co-
mnnes, ordinarios, análogos en su constitución á los senci-
llos DAKAiiT «yo lo traigo», nalill «yo ando». La radical del
auxiliar transitivo dut, etc., es u, derivada de ukan, ukhan
UKHEN, empleado en el sentido de «haber» por ciertos dialec-
tos franceses; las variaciones que presentan los dialectos, son
debidas á alteraciones fonéticas de esa u primitiva. Dicha
u significa «haber», y de ello se convence cualquiera anali-
zando la forma de la conjugación sencilla dakaet «yo lo
traigo», que se descompone en d, representante del régimen
directo «lo», akar, radical verbal de ekarri «traer» y t «yo»,
rastro de un pronombre perdido que aparece en las conju-
gaciones; formación que corresponde exactamente á la de
DUT. Y puesto que en d-akar-t, la porción incluida entre los
representantes del régimen directo y de los pronombres
d y t es 'la radical significativa, lo propio sucederá con la
u de D-u-T que significa «yo lo tengo». La radical de niz, etc.,
«yo soy» existe en izan «ser», izaite «existencia», y es iz. Por
lo demás Mr. Yinson, recordando la indicación de Oilie-
nart, admite la existencia de varios radicales para la conju-
gación perifrásica."
La teoría de Mr. Yan Eys es más radical y amplia. Pe-
que no contenga muchas y muy variadas y muy nuevas y muy exactas observaciones de ca-
rácter fonético.
Quo la declinación no existe en Ijascuence, lo dijo hace nuichos años Astarloa.
Que el jn-onoml)re zu ha sido mi jilural primitivamente (porque ya no lo es, y yerra do
una manera inconcebible Mr. Yan Eys si otra cosa croe), lo afirmó el ^^'íncipe Bonaparto en
su Verbo basconjaclo.
Quo el futuro perifrásico se exprosa por el genitivo del adjetivo verbal, tampoco os noticia
fresca; la diú el Tríncipe en su citada obra y no la han itínoralo otros autores.
Quo hay más do un auxiliar lo dijeron Oyhanarto, y Huniboldt, (sigiiiendo ó-ito la opinión
vertida en los manuscritos do Astarloa), en las Correcciones y adiciones al 2." volÚTie.i del Milrida-
tes de Adeluii') (seiíún lo he leido en los manuscritos de .Vizkíbol, el cual cita i.i-extenso ol pasaje),
y el Padre Zabala, ú quien tan enconadanionto maltrata Mr. Van líys. Zabala señaló como
auxiliares á yoan, khoax, izan y kuki. Y por cierto (pie cuando ol ¡íramútico holandés, después
do renunciar i'i la imposible derivación do nuT, duzu, ote, do kiioan, deriva dichas formas de
KUKI y se vanagloria de ello, sin mentar al autor del hallaago, cometo un acto quo, de sor
preconcebido, merecoría gravo censura.
1 Así llamada, porque la constituye una i)erifrasis; tal en castellano lyo lo he (¡O comer»
respecto ú «yo lo comeré», lúii el «Oiccionaiici de bi lon^'ua c:istel¡ana no i'Ucuiutri) el adjetivo
correspondiente á perífrasis; tradu/.LV) el «iierifrastiqíié" francó-i, por perifrásico, i'.arei'iéndomo
é.sto vocal)lo mus currecto (jue peiifüisiico. Itesuelvan el problema los buenos hablistas.
2 ICstoy en el caso do advertir que no conozco la teoría verbal de Mr. V'iusoii miVs que
por lo quo do ella so descubre en las Notas al «Ensayo» de Mr. lUbary, y por las críticas do quo
ha Bido objuto. Sentiría mucho haber cometido alguna inexactitud, pero mu ha sido iniposiblu
acudir íi otraa fuentes mus copiosas y autenticas.
—313—
netra en el organismo del verbo, y lo descompone y des-
articula, repudiando tiempos, borrando modos y declarando
viciosas ó superfotadas las liexiones que son un obstáculo
á su doctrina. Las primeras ideas verbales de Mr. Van
Eys corresponden á la publicación del folleto <^Le Verbe
aiixiliaire basque)) (año 1874). Las flexiones del verbo auxi-
liar «haber», se derivan del frecuentativo bi/caino eroan <dle-
var», y por extensión «acostumbrar»; eroan es luia contrac-
ción de ERAZO-JOAN «liacer llevar».^ Las del imperativo, pro-
bablemente de AU «éste». Las del subjuntivo y potencial, de
EZA, excepto en el verbo bizcaino, cuyo imperativo y subjun-
tivo proceden de egin «hacer». De lo que es y significa eza
no se da ninguna noticia. Las flexiones llamadas por algu-
nos «relativas» pertenecientes al bizcaino, guipuzcoano y su-
letino, se derivan de eutsi «tener», y las del infinitivo de
EUKI, de igual significado.
Un año más tarde publicó el Etucle sur V origine et la
formatíon des verbes au.riliaires basques, en el que reprodujo
sustancialmente, pero con más desarrollo, la teoría del fo-
lleto. En este segundo trabajo admite, respecto al potencial
bizcaino, un radical ai, de sentido transitivo é intransitivo á
la vez,^ y al fin, — en el apéadice, — sospechando que la /.• es
sonido que se elide, re-inventa la teoría del P. Zabala, de
1 Mr. Viuson, objetando certeraniente ;l Mr. Van Eys, le decía: «No puedo admibir que
cuando un bascongado dico eztut ogiiíik «uo te;i^'o ijaní, diga realmente «no hago llevar el
pan'i. A lo que replicaba Mr. Van Eys, que un au.x.iliar no os auxiliar niú:, que cuando ha per-
dido su siguiflcación primitiva.
Pues entonces, desde la época en que la conjugación sencilla, declarada anterior á la peri-
fnisioa, comenzó á no servir ya para expresar todas las ideas del verbo, hasta la éi^oca en que
KROAN perdió su significado jírimitivo, ¿cómo hablaron los baseongado.s? Es indudable que la
decadencia de la conju,,'ación sencilla y la croacióu de la compuesta han teuido que seguir una
marcha paralela. De suerte que existió un tiempo, durante el cual, la conjugación sencilla y
EROAN co3xistiau, pues el imaginar que euoan estuvo arrinconado y desprovisto de su signi-
ficación primitiva hasta que lo sacaron con otra nueva para formar el auxiliar, soría un pro-
digio miyor que todos los que caliñsa de ta'.e.-? Mr. Van Eys. De donde resultaría que la muta-
ción de significado de eií,oa>i coincidiría con la época en que más uso alcanzó, lo que paréceme
imposible. Y si se supone que la mutación es muy anterior t'i la decadencia de la conjugación
sencilla, cómo se verificó el tránsito de «hacer llevar» á «tener»?, cómo se dio este gran salto?
¿Meiiaute una época de desuso? pues estamos dentro do la hipótesis rechazada. Paulatinamen-
te? pues vengan las formas intermedias, las alteraciones internas y e.xternas, los cambios de
sentido y de sonido: mientras tanto, nos hallamos frente ú frente de un misterio, ó de una
imposibilidad. Y lo que digo de eboan, os igaalmsufce aplicable á cualquiera otro auxiliar, cuyo
significado no se amolde, ó reduzca lógicani3ute, al qu3 le corrosi)onda en la perífrasis verbal.
Tampoco es admisible, sin grandes restricciones, se entiende, el principio do que un ver-
bo, para ser auxiliar, ha de haber perdido su primitiva significación: en castellano, por ejem-
plo, ser y hibsr son auxiliares, y como tales, y sin ser talos, conservan su significado original.
Lo mismo puedo acontecer, y de hecho acontece, en bascucnce.
2 A la existencia de un radical transitivo-intransitivo la llama Mr. Van Eys la marotte
de los gramáticos bascongados; marotte suena en francés, hasta cierto punto, como la palabrOi
chifladura en castellano.
-aii-
qiie las Hexiones del verbo auxiliar transitivo se derivan de
EDUKi. Esta es la gran novedad del Esindio^ así como una
trabajosa tentativa de análisis de las ñexiones del auxiliar
IZAN «ser». La raiz de todo este verbo es iz; el presente
de indicativo lo deja á un lado por inexplicable, y analiza el
imperfecto del indicativo y el condicional, mostrando la com-
binación de esta raiz con los demás elementos propios de
las ñexiones verbales bascongadas. El imperativo, el subjun-
tivo, el potencial y el optativo los deriva de la raiz adin.
Rigorosamente hablando, toda la teoría verbal de Mr. Van
Eys se encuentra ya íntegra en el Estudio; pero en su Gra-
viática comparada la lia desarrollado considerablemente, de-
dicándola trescientas veintinueve páginas, en las que sería in-
justo no ver un pacientísimo y metódico trabajo de análisis,
muy ceñido al asunto. Mr. Van Eys adopta plenamente la
insinuación lanzada en el apéndice de su Estudio, y renun-
ciando definitivamente á la derivación de eroan, explica el
presente y el imperfecto del auxiliar «haber») por el verbal
EDUKi, EUKi, mediante la contracción y alteraciones fonéticas
de las formas primitivas daukat, etc., neükan, etc. La lista
de los auxiliares se aumenta; he aquí los que señala para los
diferentes modos, dialectos, etc.: edüki, eutsi «tener»; ukfien
<') UKAN «haber» ó «tener»; izan «ser»; eüin «hacer»; edin «po-
der»; EZAN (?); EROAN «Ucvar»; joan «¡r»; ibilli «ir».^ El presen-
te de IZAN «ser», continúa envuelto en el misterio; á los auxi-
liares de la conjugación intransitiva enumerados, hay que
añadir, para el régimen indirecto, el verbal ekin «emprender,
atacar». Como se ve, la unidtul del verbo basco ha saltado.
Estamos muy lejos de las dos voces : ante los ojos tenemos
un mosaico, una ataracea.
Más cercana á la «teoría clásica», pero no junto á ella,
y en todo caso, muy distante de la que acabamos de ver
expuesta, se encuentra la del Príncipe Bonaparte. Como el
régimen directo (acusativo) forma siempre parte de las He-
xiones transitivas puras, — en bascuence es imposible decir,
por ejemplo: «yo veo»: hay que decir «yo lo veo», — no queda
1 Gram. comp., púj;. 190.— Iuilli no sigiúílca ni', sino "aiulai »
-315-
otro arbitrio que admitir la hipótesis de la presencia del de-
mostrativo, como base de dichas flexiones.^ Las sílabas áu,
DAU son las que representan el régimen directo singular de
tercera persona; au, tal como existe en su integridad primi-
tiva en DAU «él lo ha» del bizcaino , puede trasformarse en
A, E, I, o, u, ü, AI, El, Eu, AA, Ao, lE, 11, 00, üi, üü . La letra
o expresa el régimen indirecto singular de tercera persona,
que puede, además, estar representado por o, u, h, i, ho, /<■«,
yo, io, tsa, tso. El demostrativo au tiene por régimen indi-
recto singular oni «á éste», del que o es una abreviación, de
igual suerte que ko lo es de konj, forma conservada en el
salacenco y roncales.
El sujeto de primera persona de singular está indicado
por n ó por t; el régimen directo por )i; el régimen indirecto
por t. En el intransitivo y en los tiempos pasados del tran-
sitivo de régimen directo de tercera persona, lo mismo que
en sus derivados, es ii prepositiva la que indica el sujeto,
mientras que t pospositiva desempeña el mismo papel en el
transitivo de régimen de segunda persona, así como en los
tiempos presentes del transitivo de régimen directo de ter-
cera y en sus derivados: haiz ai/o soy»; ?zuen cíjo lo liabía»;
7ZIZUN «//o te lo había»; zAVivt (^jo te he»; dezí «//o lo he>; '??.au
«él me ha»; Zkit «él me es»; T>it «él vie lo ha».
El sujeto de primera persona de plural está indicado
por GU ó por g; el régimen directo por g; el régimen indirec-
to por GU. Este último reemplaza á la t de la primera perso-
na del singular, como la n inicial de ésta reemplaza á la g,
igualmente inicial, de la primera persona del plural. Si se
considera á g como una simple abreviación de gu, y por lo
tanto, menos primitiva que ésta iiltima, la t reempla-
zante de GU deberá igualmente ser considerada como más
antigua que la.7¿ de ni. La relación entre gu y t y entre
g y n iniciales es constante: ;íatzayo, í/atzazkio «^o le
soy, nosotros le somos»; 7¿uen, ^/enuen «/yo lo había, nos-
otros lo habíamos»; 7zion, í/iñion «?/o \(d\vci]Á-^\o, nosotros le ha-
bíamos lo»; 7ZINDUEN, í/iNDUEN «él lue había, él 7¿05 había»; ?¿aU;
8 Remarques, etc., iiiVg. 37.
—316—
<7AITU» él me ha, él nos lia»; y.kit, ZMgii «él me es, él nos es»;
zií/an, ZIÍ7//N «él )nc lo había, él nos lo liabía»; zaituí, zaitu-
í/» «//o te he, nosotros te habernos»; dio/, dioí/// «^0 le he lo,
nosotros le habernos lo»; mt, Digii «él 7»6 lo ha, él nos lo ha».
El sujeto (le segunda persona del singular, está indica-
do por // en los dos géneros; por /.', en el masculino; por ii
en el femenino. El régimen directo por //, el régimen indi-
recto por /.• ó n, según el género. La correspondencia que
se observa entre la h inicial de la segunda persona y la n,
igualmente inicial de la primera, lo mismo que la relación
existente entre la A- ó la n pospositiva de la una y la i, tam-
bién pospositiva de la otra, son á cual más regulares: nsiz
iiijo soy»; /¿Aiz dá eres»; ;¿uen «//o lo había»; /¿üen ^dá lo ha-
bías»; NAu/íAN ó NAu;¿AN «yo tú lo había»; hauta/iAN ó hauta-
;/AN (pleon.) dá me lo habías»; hau¿ «yo te he»; nauA' ó nau/í
«/« me has»; Duf «//o lo he»; duA* ó du/¿ dá lo has»; 7¿au «él me
ha»; //Aü «él te ha»; zai^ «él m3 es»; zaiA' ó zai/¿ «él te es»; dauzí
«él me lo ha»; dauA' ó dau/¿ «él te lo ha».
Las letras y las sílabas pronominales que representan á la
segunda persona respetuosa del singular, son: ^-ózuel suje-
to; z el régimen directo; zu, el indirecto. La relación es per-
fecta entre z y g, así como entre zu y gu: ^era, ^era «/íos-
otros somos, til eres»; í/enduen, ^enduen «nosotros lo había-
mos, tú lo habías»; (yiÑi^r/zN, zisigtm anosAros te lo habíamos
tunos lo habías»; z.k.n:\]gu, gMruzit «nosotros te habíamos,
tú nos has»; deí/;/, ji^zn «nosotros lo habemos, tú lo has»; gsi-
Tü, ^AiTu «él nos ha, él te ha»; zMgu, zkiz/i «él nos es, él te
es»; zkGU, mzn «él «os lo ha, él te lo ha».
El sujeto de la tercera persona del plural en el intran-
sitivo, es expresado; en guipuzcoano por zk, zki, zka, zte, y
á veces por z; en suletino por z, tz, t, zr, y á veces por zki
ó it; en bizcaino por z; en laborjano por zk, zki, y á veces
por ^. Ejemplos: ZAiT, zai^A/t (g. 1.); jat, jata^ (1).) zait,
z.uzt (s); él me es, ellos me son»; zato, 'ákzIío — zkxozha (g)
JAKO, JAKoi' (1).); zAYo, zAi,;7.o (1.) zwo, ZAi/ro (s) «él lees, ellos
le so/3»; DATZAKioKE, DATZA.:KioKE «él lo pucdc, ellos le pue-
den»; LITZAIKET, LiTZAií'KET (1) «él Ic Sería, eltos le serían»;
üAizü, zAi/¿'ü (s) «él te es, ellos te son»; dakidan, daki^~¿adan (g)
-317-
«qno él me sea, que ellos me sean»; r.\LiTZEiT,B.\LiTZELf/trr (s)
«si él me fuera, si ellos me fueran»; gtkidak, lí^eidak (s.) «él
me pudiera, ellos me pudieran». En el transitivo, el sujeto
plural es expresado por te en guipuzcoano ylabortano; por e,
EE, DE ó DEE en bizcaino y por ye ó e en suletino. Ejem-
plos: DU, DUté (g. 1.) DAU, DAue-DABí'e (1).) DÜ, me (s) «él lo tie-
ne, ellos lo tienen»; zituen, ziivztew (g. 1.); zituzan, znue-
ZAN (b.) zÜTiAN, zÜTieN (s.) «él los liabía, ellos los habían»;
NINDUKE, NINDU^^eKE (g.); NINDUKE, KINDUKEr? (b.); NINDÜKE, NIN-
DUKEfe (1.) NÜNDÜKE, NüNDÜKET/e (s.) «él me habría, ellos me
habríaN)).=NAU, 'NAcls-'ísAvdee (b.) «él me ha, ellos me han».
El régimen directo de tercera persona del plural e stá
representado, en guipuzcoano por it, zki, tzi, zka, zte ó z;
en bizcaino por z, y algunas Teces por it; en labortano por
IT, T, ZKI, TZA, ZKA, y á vcccs, por z; en suletino por üt, t, z,
Tz. Ejemplos: du, d¿7u (g. 1.); daü, D/Zü-n/fuz (b.); dü, Biltu
(s.) «él lo ha, él los ha». = DEZAN, d/7zan (g. s.); dagian, dagi-
¿'AN (b.) DEZAN, PEí'zAN (i.) «quc él lo haya, que él los hayo».
= DIT, m.tl-ÍT -Dlt.í'ÍT (g.) DEUST, DEUSTA,S (b.); DAUT, DAVzJilT
([.); DEiT, DEi.iT (s.) «él meló ha, él me los ha». = dio, di^A'¿o
-DlOzl-a (g.); DEUTSA-DEUTSO, DEUTZA.í^ - DEUTSO.í (b.); DIO,
Dio^.íCt - Dio-r/.'rt (1.); DEYo, DEi/^0 (s.) «él le halo, él le ha
/o.S)>. = DiE, DiE-'í'íe (g.); DEüTSE, DEUTSE,: (b.), «él les ha lo, él
les ha /05». = GINDUEN-GENDüEM , GIñ//UEN - GINDU,íEN (g.)
«nosotros lo habíamos, nosotros los habíamos».
Las sílabas que representan el régimen indirecto de ter-
cera persona de plural, son: en guipuzcoano ote, yote, e, ye;
en bizcaino, tse, ke, kee, koe, oe, e, te; en labortano ote,
yote; en suletino e ó ye. Ejemplos: dio, Dio/tí - Die; zayo,
Zkijote - zkije (g.); deutsa - deutso , DEufse; .jako, íkl-ec-
Jkhoe (b.) =■ DIO, T)iote', zayo zMjote (1.) =deyo - deko - deeio,
DE?/e-DERe-DER/e; zayo, zkye (s.) — jaron, jaZ/ín (b.) «él le halo,
el Zé'5 ha lo», «él le era, él /fsera». — litzakeo, litzakeoc (b.)
«él le sería, él les sería». =-begi, begic - BEGioe (b.) «que él le
tenga lo, que él les tenga lo»— deiko, deik^; zaiko, ZAiKf (s.)
«él le habrá lo, él les habrá, lo; el le será, él les será».
Las sílabas que expresan en el transitivo el sujeto plu-
ral de tercera persona, añadidas al sujeto de segunda persO'
-318—
na respetuosa del singalíir, sirven, en general , para expre-
sar el sujeto de la segunda persona del plural. Etn guipuz-
coano, no son las sílabas del sujeto plural transitivo, sino las
del sujeto plural intransitivo, las que se añaden al sujeto de
la segunda persona respetuosa de singular para trasformarla
en sujeto de segunda persona de plural, cuando se trata de la
voz intransitiva. En el intransitivo el guipuzcoano emplea z-
ZKi, z-ZK, z-ZKA, z-zte; el bizcaino z-E;el labortano z-te; el su-
letino z-YE, z-E. Ejemplos: zatzait, zaitzal^-Z^'t (g.) «tú me
eres, vosotros me sois»; zatzaigu, zATZAi^/t¿GU.«tíi nos eres,
vosotros nos sois»; zatzayo, zATZA.e'Z'/o-ZATZAYO.i'Za 411 le eres,
vosotros le sois»; zatzayote-zatzaye, ZATZA-e7i7"oTE - zatza-
Yo,c:/irtTE-ZATZAY^.:'/tí «til leseras, vosotros les sois»; cuyos equi-
valentes en los otros dialectos son: zachataz, zatachazó; za-
CHAKUZ, ZACHAKUZe; ZACHAKOZ - ZACHAKAZ , ZACHAK0Z6 - ZACHA-
KAZ(?; ZACHAKEEZ-ZACHAKOEZ, ZACHAKEEZe-ZACHAKOEZe (b.) =:ZA-
TZAIZKIT, ZXTZklZKltCT, ZATZAIZKIGÜ,'ZATZAIZKIGü¿e;; ZATZAIZKO,
ZATZAIZKO/e (1.) =ZITZAIT, ZITZAIZTA//í^; ZITZAIKÜ, ZITZAIZKÍÍ?/e;
ziTZAYO, ziTZAYCí'; ziTZAYE, ziTZAYií'. En el transitivo, el gui-
puzcoano expresa el sujeto plural de segunda persona con
ZUTE ó z-te; el bizcaino, con zue ó z-e; el labortano, con
zuE ó z-te; el suletino, con zie, ó con z-e y z-ye. Ejem-
plos; DEZU, BEZUte; ZENDUEN, ZENDüf6'N (g.) «til lo liaS, VOS-
otros lo habéis; tú lo habías, vosotros lo habíais». =dozü, do-
-;V/C; ZENDUAN, ZKNDUí'N (b.)=DÜZÜ, DVZUe; ZINUEN, ZINüíéN
(l.)i=DÍÍZU, DÜ^/6'; ZÜNIAN, ZÜn/cN (s.)
El régimen directo de segunda persona de plural está
representado por las sílabas que indican en el transitivo el
sujeto de tercera persona del plural, añadidas al régimen di-
recto de segunda persona respetuosa de singular. El biz-
caino y el suletino se valen de z-e para marcar el régimen
directo de segunda persona de })lural, y el guipuzcoano y
labortano de z-zte: la segunda .:• constituye un pleonasmo.
Ejemplos: zaitu, ZAiTu^^tí (g. 1.) «él te ha, él os ha». = ZAi-
TUZ, ZAITUí'Z (b.)=ZÍlTÜ, ZÜTl6> (s.)
El régimen indirecto de segunda persona de ^)lural corre
á cargo de zute en guipuzcoano; de tsue ó zue en bizcaino;
de ZUE en labortano y de yaf. on suletino. Ejouiplos: dizu,
-310—
mzute; zaizu, 7,M-:ute (g.) «él te lo ha, él os lo ha; el te es, élo.5
eS)).=DEUTSU, T>Y.\5ÍS}IC-, JATZU, :ikTZlie (b,)=DAUTZU, Dkli'YZUe;
ZAiTZü, ZAiT.':7/(3 (l.)=DEizii, DEizíe] zAizü, zk.izie{^). Es decir
que se obtiene la expresión de este régimen, añadiendo al
régimen indirecto de segunda persona respetuosa de singu-
lar, las silabas del transitivo pertenecientes al sujeto plural
de tercera persona.
Todo este análisis, ilustrado con numerosísimos ejem-
plos y extendido á todos los dialectos de la lengua euskara
y á las más notables de sus variedades, sostenido y reforza-
do por un amplio y penetrante estudio de las permutaciones
de las letras representantes de las relaciones estudiadas,
constituye una hermosa labor de benedictino y de crítico á
"la vez/
Para el Príncipe Bonaparte, es una ley fundamental del
idioma' enskaro, que los pronombres representantes del su-
jeto en. los «terminativos del transitivo, figuran siempre bajo
la forma de sujeto intransitivo (es decir, sin el sufijo del
agente Z), no obstante la facultad inherente al verbo tran-
sitivo, de obligar al sujeto á convertirse en activo: zu zeea
«tú eres», zuk dezü «tú lo lias». Esta facultad del transitivo
bascongado es una prueba de la presencia del verbo en el
terminativo, prueba tanto más preciosa, cuanto que ese mis-
mo terminativo no nos ofrece en su composición material
más que elementos no verbales, aunque éstos, mediante su
reunión, proporcionen la condición necesaria de la manifes-
tación verbal. Pues, si de una parte no existe sujeto activo
en el terminativo transitivo, no obstante que éste posea la
facultad de tornar en activo á todo sujeto distinto del que
entra e i su constitución, y de otra se prueba la presencia
del verbo gracias á dicha facultad, parece que debe dedu-
cirse que la manifestación de éste en la lengua bascongada
no es anteriora la reunión de los elementos pronominales.
Si otra cosa fuera, no se usaría de dezu, degu para decir «tú
lo has, nosotros lo habemos», sino de dezuk, degük».""^ Efec-
1 Vide Le Verl)e basque, desde la pls,'. xi á la xxi,
2 Le Verbe basque, pilg. xxii, nota a.
-320—
tívamente, este razonamiento, tan lógico como profundo, es
de gran peso, y al rechazar la teoría verbal d(d Príncinc, es
imposible no tenerlo presente.
Los elementos constitutivos de los «terminativos verba-
les» consisten, esencialmente, en pronombres, ya en estado
de sujeto, ya en estado de régimen directo o indirecto, ya
en el de alocución, unas veces en singular, otras en plural.
Letras pronominales que ocupan el lugar del pronombre, sí-
labas características de modo ó de futuro, letras eufónicas
que facilitan la unión íntima de todas esos elementos com-
pletan la serie. En el momento de la unión, el Yerbo, con
su cualidad esencial, que es la añrmación, se manifiesta.^
Previendo las modernas teorías, dijo también el Prínci-
pe; en cuanto á los terminativos que en el transitivo for-
man parte del indicativo, condicional, supositivo del con-
dicional y optativo del condicional, es inútil buscar un
nombre verbal como riulical: es inlialiable. Podrá alguien
entretenerse diciendo que en det y düt y dot y düt los
nombres verbales son e^ u, o, i\, ó que éstas vocales son
verbos, ni más ni menos que izan y egin son las radicales
verbales de dezadan y dagidan; pero será preciso probarlo.
U carece de todo sentido de nombre verbal, mientras que
IZAN y EGIN tienen uno bien evidente, por cierto. Decir
que li está ropres^nt indo á ukhan, y que dut no es sino la
forma abreviada de dukat sería más razonable en la apa-
riencia. Pero aun sugiriendo ésta idea á los que no piensan
como nosotros, nos apresurj.mos á caliíicarla de inadmisi-
ble, porque el bascuence no acostumbra sacriñcar á tan po-
co precio la /»• caracjterística de los nombres verbales. Que
JAK[N dé lugar á daki, ikusi á dakus, nada más plausible El
cambio iniei.d tiene lugar, pero la gutural fuerte persiste
en esos nom])res verbizados.^
El Príncipe Bonaparte denomina terminativos verl)ales
puros á los que no están compuestos nuis que de elementos
pronominales, es decir, á los que no revelan la presencia do
I Lo Verbo basque, pan. 159, so^niKla cnluiniia.
•1 Le Verbo basque, yikn. l.VJ, colmima priiiurn.
nombres verbales. El Acerbo, sin embargo, no pertenece á
ninguno de esos elementos, y no debe ser considerado como
el producto de dichos componentes materiales de la pala-
bra. El verbo puro es una cosa intangible que se manifiesta
en medio de elementos muy tangibles, y que muy lejos de
ser su producto, los domina con todo su poder al vivificar-
los. El verbo es la vida.^
El Príncipe Bonaparte no admite la prioridad de la con-
jugación sencilla sobre la perifrásica; esa opinión la califica
de «aserto gratuito».^ Esta manera de pensar, está muy de
acuerdo con su teoría del verbo, así como el calificativo de
((nombres verbizados» que da á ésta especie de conjuga-
ciones.'^
Me lia parecido conveniente dar un amplio extracto de
la teoría verbal del Príncipe Bonaparte, fundado en las ra-
zones de que procede de unapersona peritísima en esta cla-
se de estudios; de que está bien dotada de hechos é ideas;
de que la obra en que se encuentra es de difícil adquisición,
por lo que muchos de los que la combaten, empiezan por
no conocerla bien; de que es la mejor introducción que pue-
de ponerse al largo análisis de las flexiones verbales en que
después hemos de entrar, y de que, habiendo adoptado va-
rias de sus ideas, me ahorraré el trabajo de numerosas refe-
rencias, sin que por eso aparezcan como propias ideas que
son aefenas.
Las discrepancias de los autores, según queda especifica-
do, son de monta. Lo que no puede tolerarse es la acritud
de la crítica que se ha cebado en la ((teoría clásica». Es pre-
ciso decir que si aquella valiera en todas sus partes, caería
de plano sobre la mayor parte de los gramáticos de todos
los pueblos.
El gramático castellano, por ejemplo, que expone las
1 Le Verbe basque, pág. 159, columna segunda.
2 Remarques sur plus, assert. de h¡\r. A. Hovelacque, pág. 20.
3 Le Verbe basque, pág. 1.50.
22
flexiones del verbo «ser», no se detient á manifestar que el
presente «.so//», i^ereft», etc., se deriva del latino wsse», pero
que el pretérito «fui)), fuiste)), etc., se deriva del latino inusi-
tado (fuere)), porque «esse)) era defectivo y tení-i que tomar
prestado á otros. Ni tampoco se preocupa de que «ro?/, vas,
va, etc., presente, procede de una raíz latina, y de que «//ja,
ibas, ihcD), etc., pretérito imperfecto, procede más directa-
mente de nna raíz sánskrita. Toma las cosas tales y como
son, y deja á un lado lo que fueron. Su punto de vista es
ideológico y no histórico. Aquel es, precisamente, el punto
de vista de los tratadistas bascongados, con quienes se lia
extremado nna crítica soberanamente injusta, ¡como si ellos
fueran los únicos que al explicar una lengua abandonasen el
terreno histórico de la cuestión!
Y lo que es, bajo el punto de vista de los hechos verba-
les, de la organización actual del verbo, no les faltaban ra-
zones para elaborar su teoría en la forma que lo hicieron.
Kecapitulemos las piincij^ales.
En los dialectos bizcaino, guipuzcoano, labortano, alto-
nabarro septentrional, alto-nabarro meridional, parte del
bajo-nabarro occidental y parte del bajo-nabarro oriental, es
decir, en la casi totalidad de los dialectos de la lengua eus-
kara, izan significa «ser» y «haber». Así, «el ser» y «el haber»
sonarán lo mismo: izatea. Este nombre verbal sirve de auxi-
liar para formar ciertos tiempos compuestos; el futuro de
uno y otro significado coincidirán, por ejemplo, en uno de
los componentes: i;<ango det «yo lo habré», izango naiz «yo
seré». El camino estaba abierto, como quien dice, de por sí,
para considerar á det, natz, etc., cual modificaciones del
izan de doble sentido. Como todo verbo, según sea transi-
tiva ó intransitiva la acción que manifiesta, se vale de las
fiexiones correspondientes á det ó naiz con izan del que se
suponían manifestaciones verbales, y como por otra parte,
en el bascuence existe una manera de luiblar peculiar suya,
que consiste en sustituir las fiexiones intransitivas por las
transitivas dentro de los límites que más tarde han de verse,
pudiéndose decir ¿Noii zaitut, ene semea? «¿quién eres tú,
hijo Uiío?» (lit. «¿(juien te tengo, hijo mío?»), en higar de
¿NOE ZEEA, ENE SEMEA?, toclo couviclalm íí coiisiderar A las fle-
xiones DET, NAíz, etc., como las voces transitiva é intransi-
del IZAN «ser, haber», transitivo é intransitivo, y á no bus-
car más lejos la moderna opinión de que el doble significa-
do de IZAN se debe á un «extraño error popular», á un «sin-
gular abuso» y que éste nombre verbal es uno de tantos nom-
bres verbales euskaros conjugados con distintos auxiliares.
Lo dicho aci edita la dificrdtad inmensa del análisis del
verbo euskaro. Ninguna de las teorías recopiladas explica,
acaso, todas las flexiones, todas las formas de los distintos
modos y tiempos de los auxiliares transitivo é intransitivo.
A mi modo de ver, no será esto posible hasta que se hayan
reunido las formas y flexiones de cuantos dialectos y varie-
dades dialectales posee el euskara. Formas que hoy son ver-
daderos .misterios, se aclararían al descubrirse los eslabones
que las unen á otras; entonces sería posible reconstruir el
verbo en su regularidad primitiva.
Pero felizmente, la dificultad del anáhsis no presupone
la dificultad de la exposición; aceptando los hechos actua-
les, el verbo se desarrolla las más de las veces con una re-
gularidad sorprendente; la duda , la vacilación nacen cuan-
do se le mira por dentro, no por fuera. Yo no olvido que
una Gramática de la índole de la presente, es ante todo,
una exposición práctica de las formas usuales. Por eso me
limitaré á analizar, en cuanto sepa, la composición de las
flexiones verbales, dejando para un capítulo aparte, y final
de esta sección, el desarrollo de la teoría verbal que por
más conforme la tengo á los hechos.^
II.
La lengua bascongada está en posesión de dos maneras
de conjugar. La una normal , común, completa en modos.
1 Hasta aliora no balu'a iuconveuicute, antes bien ventajas, eu estudiar simultáneamen-
te los cuatro dialectos, jiorque sus diferencias eran de poca monta. El que quiera aprender á
conjugar debe dedicarse al estudio del verbo de un sólo dialecto; yo le aceusejo que elija el
guipuzcoaiío. Una vez, aprendido, puede acometer los demAs. Esta es la marcha que sigo en
el texto: exponer las cuatro conjugaciones ala vez seria acaso más científico, pero apenas
práctico. — La exposición separada la reservo para el estudio de las flexiones; el del nombre ver»
bal admite, pei-fectauíente, la simultaneidad. [
-.'J24-
tiempos y personas, aplicable á todos los verbos; la otra,
propia de algunos de estos, de poco uso, fragmentaria, redu-
cida en tiempos, modos y personas.
La primera consiste en la combinación de un auxiliar
con un nombre verbal, y se llama jíerí/rasiCrt. La segunda,
en la modiíicación y arreglo de los elementos formativos del
verbal y en la combinación de estos con elementos verbales;
se llama sencilla. Esta clasificación se funda, por lo tanto,
en la forma externa de las conjugaciones.
La conjugación sencilla no excluye á la perifrásica; no
todo verbal conjugable perifnísicamente es conjugable sen-
cillamente, pero sí lo contrario. 8e dice dakít «3'o le sé», y
puede decirse .takiten ket; nator «yo vengo», y etortzen
NAíz; ZABiLTZA «tú audas» ó iniLTZEN zEiiA. La viveza y con-
cisión del discurso ganan mucbo con el uso de la conjuga-
ción sencilla; por eso los diestros en hal)lar bascuence ja-
más dejan de emplearla cuando existe. Pierde terreno dia-
riamente ante la perifrásica, cuyo conocimiento, además de
ser imprescindible, somete á toda la expresión verbal á una
vigorosa unidad. Como excepción de la perifrásica la lian
llamado, sin duda, irregular, pues en su modo de desarro-
llarse no lo es
Nombre verbal es la palabra que representa la acción
expresada por un verbo; por ejemplo: artu «tomar», egin «ha-
cer», EDUKi «tener», eman «dar», josi «coser», ibilli «andar»,
JOAN «ir», ETORUi «venir». Este nombre verbal toma todas las
inñexiones propias del nombre común. Si carece de conju-
gación sencilla, es incapaz de manifestar por sí solo la
serie de relaciones constitutivas de una conjugación. Así,
por ejemplo, en jaten det , la primera palabra (el nombre
verbal) expresa la idea del verbo en un momento que es
actual; la segunda exprésala acción ejecutada, con relación
á la persona y al objeto. De la cond)inación de ambas resul-
ta el presente de indicativo «yo lo como», cuyo análisis lit.
corresponde á la frase castellana «en el comer lo lie yo», jan
DET nos ofrece otra combinación que se diferencia de la
anterior nada más que en el nombre verbal, cuya- forma
corresponde á la ox|)resión do un momento pasado: esta fra-
se bascongada so traduce ideológicamente :i1 enstcllano ]ior
«yo lo he comido», diferenciándose solo por la sintaxis de la
tradnción literal «comido lo he yo».
En la lengua eiiskara son ahimdantísimos los verbos de-
nominativos, ó sea, los derivados de un nombre sustantivo
ó adjetivo. Todo nombre puede convertirse en verbo ó colo-
carse en situación de ser conjugado, añadiéndole la silaba
verbizadora tu ó du; de atjk «niño», aurtu «aniñar»; de arri
«piedra», arritu «^petrificar»; de gabe «nada», gabetu «nihili-
zar»; de mozkor «borracho», mo/kortü «emborracliar»; de ur
«agua», URTU «derretir (aguar)»; de gizon «hombre», gizontu
«hacerse homl)re (hombrear)». Lo propio puede hacerse con
los adverbios. De hurrun «lejos», hurrunt.u (s.) «alejar»; de
HARÁ «allí». HARATU «ir á allí»; de noka «á donde», noratu «ir
háciaalgún sitio (desconocido para el que habla): ¿noratu da?
«¿á dónde se ha ido?»; de bezala «como», bezalatu «aseme-
jar», etc., etc. Igualmente los pronombres son fuente de va-
rios verbos»; de geure «nuestro», geuretu «hacer nuestro»;
de ZEURE «tuyo», zeuretu «hacer tuyo»; de neure «mío»,
NEURETU «hacer mío», etc. Cuando el verbo ha de expresar
alguna idea de movimiento, propio ó ñgurado, es muy fre-
cuente que el sufijo ra preceda á la verbizadora tu. De on
«bueno», oneratu «mejorar»; de begi «ojo», becuratu «mirar»,
etc. Otras veces, aunque pocas, se echa mano de los sufijos
KA y z.
El colorido, donaire y precisión que las frases pueden
adquirir por ésta admirable propiedad de las palabras bas-
congadas, es incalculable. Evita enfadosas y torpes perífra-
sis, y favorece la expresión de las más sutiles y abstractas
concepciones. Como modelo de bella y expresiva concisión
citaré algunos ejemplos; ezkontzak egin ziren jaixkoaren
haurren eta gizonen iiaurrex aetean, eta orrela güziak
BAT BEZALk/iatn ziRAN (Etclicberry) «se hicieron matrimonios
entre los hijos de Dios y los hijos de los hombres, y de ésta
manera todos formaron como una raza»; iTURRircíf/iTZEN da
KANTAZ, BAÑO ECHEríif^TZEN DA xiGAEREZ «se encamina á la
fuente cantando, pero se encamina á casa llorando»; neska-
Tlhktu BEÑO LEHEN, EMAZTETURIK AGERTU ZEN «autcS de llegar
á muchaha, se mostró mujer ya». Es completamente impo-
sible traducir en castellano la sobria y expresiva signiñca-
ción de estos verbos, derivados de eezala «como», de iTuimi
«fuente», de eche «casa», de neskatila «muchacha» y de emaz-
TE «mujer».
La acción del verbo puede considerarse de tres mane-
ras; a) ó recae necesariamente sobre un ser ú objeto exte-
rior al suñjo; por ejemplo: «yo lo mato»; h) ó es susceptible
de permanecer en el sujeto, ó de recaer en un objeto, por
ejemplo; «3'0 me muevo», «yo lo muevo»; e) ó necesariamen-
te permanece en el sujeto; por ejemplo; «yo muero». Esta
distinción es la que consagran los gramáticos del país con
su clasificación del verbo en activo, mixto y neutro ó pasi-
vo. Pero si se reparan bien las cosas, se conocerá que la ma-
yor parte de los verbos está comprendida en la segunda ca-
tegoría y que, en puridad, los tres ]niembros solo compren-
den dos extremos diferentes, porque los verbos ó dirigen su
acción fuera de su sujeto ó no, siendo indiferente que no la
dirijan por impotencia natural ó por voluntad del orador.
La división trimembre, exacta en el terreno de la lógica es-
tricta, carece de interés práctico, aventajándola, con mucho,
la de las voces.
Se llama voz transitiva la que emplea el verbo cuando
su acción sale fuera del sujeto: «él mata, tú me meneas, yo
leo», é intransitiva la que no sale, «él se muere, yo me me-
neo, tu andas». La primera requiere en bascuence las flexio-
nes DET, DEZU, DU, etc, «yo lo he», «tú lo has», «él lo ha», etc.,
y la segunda las flexiones naiz, zeiia, da, etc., «yo soy», «tú
eres», «él es», etc.
La naturaleza ó la acepción transitiva ó intransitiva del
verbo indicarán qué auxiliar es el que debe usarse. Así el
])ascuence, con un mismo nombre verbal podrá expresar
dos acciones diferentes sin confusión de ellas; illtzen det
«yo lo mato», illtzen naiz «yo me muero»; izango dii «él lo
tendrá», izango da «el será». Claro es que la inmensa mayo-
ría de los verbales, es susceptible de emplear ambas voces.
La voz pasiva que el verbo latino poseía, no existe en bas-
cuence. Nadie la echa en falta; se suple con cierta cond)i-
nación del sujeto agente, del nond)re vcrbíil y del auxiliiu'
-Pir-
que ya se verá á su tiempo. Cuando hablo de dos voce^, lo
hago desde el punto de vista del nombre verbal que va á
conjugarse perifrásicamente, de ninguna manera desde el
de los auxiliares. Pertenece esta división al concepto ideo-
lógico del sisteíiia verbal euskaro.
El verbo bascongado es el más rico de Europa en formas
lógicas.^ Sus flexiones expresan un cúmulo de relaciones á
que no se acercan siquiera, las lenguas más celebradas por
la riqueza de su organismo.
a) La voz transitiva expresa que la acción recae sobre
un objeto exterior al sujeto: «yo como el pan». Este objeto
exterior, naturalmente, tiene que ser singular ó plural , uno
ó varios; <'}0 veo el hombre», «yo veo las mujeres». De aquí
el que esta clase de flexiones transitivas, por llevar embebi-
do el acusativo, posea formas dobles: unas para el acusati-
vo singular y otras para el acusativo plural. «Yo como
el pan», jaten det ogia; «yo como los panes» jaten di-
tub OGIAK. A esta categoría de flexiones las denomino oh-
Jet ivas, singulares y plurales según el acusativo, porque el
número y la presencia de éste constituyen el rasgo más sa-
liente de ellas.
h) La voz transitiva, en vez de recaer sobre un obje-
to exterior á los interlocutores, puede hallar su termino en
los pronombres personales distintos de los que ñguran como
sujetos: «yo te mataré», illko zaitut; «tú me matas», illtzen
NAzu. El número del recipiente está indicado por los pronom-
bres; por lo tanto no es necesaria la doble íbrma singular y
plural délas flexiones objetivas. La categoría de las que aho-
ra me ocupan está incompleta hoy en bascuence, porque sólo
pueden figurar como régimen directo los pronombres de pri-
mera y segunda personade singular y plural. Es decir que
existen las relaciones «ámí», «átí», «á nosotros», «á vosotros»,
1 Bonapaite. Lang. bas:]. et lang. finn., púg. 21.— Los terminativos de doble régimen no
pueden presentar el réfiimoii directo más qiio en la tercera persona; no siempre ha sucedido
lo mismo, como lo probamos llamando por primera vsk la atención de los lingüistas con los
terminativos sií^uientes, extraídos del Nuevo íestamento, traducido al bascuence por Juan de
Lizarraga <le BriscouH, inipreso en la Pooeliola en 1571. So verá por los ejemplos que siguen
que la eonjugacióu Ijascongada, aunque maravillosamente rica todavía, no por eso ba dejado
de perder la tercera parte de sus terminativos próximamente. Bonaparte. Le Verbe basj^ue,
l'i'ig. *^3.
y faltan «¡i él»>, «¡í ellos». Por ser esta relación á iin pronom-
bre lo más característico de dichas flexiones, las llamo j;ro-
nominales.
c) La voz transitiva puede marcar las dos relaciones
anteriores á la vez; el objeto que sufre la acción, y la perso-
na á quien se trasmite; por ejemplo: «yo le digo la verdad al
padre», aitaei esaten diot egia; «yole digo las verdades al
padre», aitari esaten dízlciot egiak. Semejantes flexiones,
en virtud del elemento objetivo que encierran, son singula-
res y plurales. Las llamo, caracterizando su doble relación, y
á virtud de la terminología adoptada, ohjetivo-pyonoininales.
La naturaleza de sus funciones no le permite á la voz
intransitiva marcar más que dos géneros de relaciones:
a) La acción experimentada por la persona, ya sea sujeto
ó paciente de ella; por ejemplo; «yo ando», nabtll; «tú andas»,
ZABiLTZA. Las denomino flexiones ■intransitivo-directas.
h) La acción experimentada por el sujeto ó paciente y
trasmitida á otra persona, por ejemplo: «yo te soy», natzazu;
«tú me eres», zat; «aquellos les son», zayezte. Las llamo fle-
xiones Í7itransitivo-pronominales.
El número de flexiones verbales que en cada tiempo re-
sultan, en el tratamiento indeterminado ó común, que es
el que hemos de estudiar en detalle, es como se demuestra
en los siguientes cuadros.
jf\«' Voz transitiva.
I. Flexiones objetivas. = li2. Tres de persona singular y
tres de plural con jicusatWo_sin¿[u «yo lo como, nosotros
lo comemos», etc. Tres de singular y tres de plural con ^qxí-
sativo plurahjyo los como, nosotros los comemos», etc.
IL Pronominales = 10. Dos de singular y dos de plural
con régimen dJ_recto de primera persona siiigular; «tú me
ves, vosotros me~^^», etc.DoslI'e~sml>ñílaF'y oos de plural,
con régimen directo de segunda persona singular: «yo te veo,
nosotros te vemos», etc". Dos" de shigHilar y dos de plural con
reg. dir. do primera persona de plural: «tú nos ves, vosotros
—aba-
nos veis», etc. Dos de singular y dos de plural con i\'g. dir. de
segunda ijei^^uia jDhjral: «yo os veo, nosotros os vemos")".
III. Ol5etivo-pronominales. = 56. Tres de singular y tres
de plural C;On_acusa1:ivo singular; id., id,, con acusativo plu-
ral:, las doce flexiones con régimen indirecto de tercera per-
sona sinfflllar. — Tres de singular y tres de plural con acusa-
tivo singular] id., id., coil acusativo_j3lj,u:al: las_doce, con
reg.jjjclT de tercera p.e^pjm jUiíra]^ «Yo le veo lo,''yo'Te veo
los, etc.; «yo les veo lo, yo les veo los», etc.
Dos de sino'ular y dos de plural con acusativo sincni-
lar; id., id., con ac u s attvo_£lural : las oclio flexiones con
rég. ind.-de primera i^iersona sin.^ular. — Dos de singular y
dos de plural con acusativjO__sin^ular; id., id.,' con acusativo
plural^las jocliQ con rég. i nd. de primera persona pIuf"aTr<<Tu.
me lo ves,- liTme los ves», etc.; tii nos lo ves, tú nos los
ves, etc.
Dos de singular y dos de plural con acusativo singular;
id. ,17177 con acusativo 'plural: las ocjio, coirrég."ind, de_,j£z.
gunda persona singular.— Dos dé^'^singular y dos de plural
con acusativo singular; id.,"~Kl., con acusativo plural: las
ocho^con rég. ind. de segunda p^ersona plur¿d. «Yo te lo
vetT;"f o te los veo, etc.; (jo os lo veo, yo os los veo», etc.
Tomando por base la flexión correspondiente d la terce-
ra persona de singular, sujeto del verbo, que existe en todas
las categorías de flexiones, se levanta el siguiente
Cuadro demostrativo de las relaciones expresadas por Ja vo.^
. transitiva del verbo hascongado. '
i. Flexiones ohjetivas. .
El ^1 Obtiene.
El los, tiene.
Dü DITU.^
1 Las flexiones quo sirven ele ejeunilo, están tomadas clel vevlio gnípnsjcoano,
— a;jO—
II. Flexiones ohjetlvo-pronoml nales.
C2.") (3.") (4/)
El me lo tiene. — El te jo^tiene. — E 1]^ tiene _lo^ — •
El iñe los tiene. — ElTe los tiene. — El le^^tiene los. —
DIT DIZKIT . DIZU DIZKI/U.— DIO^DIZKIO . ■
('>.") (<>.'^) (7.")
El nos lo^ tiene. — El os lo tiene.— El les_ tiene ^o.
El n'ós'los tiene. — El os los tiene, — El les tiene los.
LUCrU DiZllilüU ." DIZKIZÜTE. ' DIZKIOTE,
III. Flexiones pronominales,
{S.") (9:) (10.") (11.0
El me tiene. — El te tiene. — El nos tiene. — El os tiene.
^ZU. . ■ 'zUTU. . GAITU. . — • Z^ímiZTE.
Ahora pasemos al examen del número de flexiones que
resultan en cada uno de los tiempos de la voz intransitiva,
según el tratamiento prefijado.
15, Voz INTRANSITIVA.
I. Directas — G. Tres de persona singular y tres de plu-
ral.
II. Pronominales — 28. Do§ de singular y dos de plural
con rég. ind. de primera persona do singular: Tfií me eres»,
etc. — Dos de singular y (los de plural con rég. ind. de se-
gundajiersona de singular «yo te soy», etc. — Dos de singu-
lar y dos de plural, con rég. ind. depmnerajersona dü-
pluralT^tú nos ores», etc. — Dos de singular y dos de plural
con rég. ind. de segaiijla.piU^Qlla.xlü^iluvah ayo os soy-, etc.
— Tres'de'sínguiar y tres de plural con rég. ind. de tercera
ra peí'sona de plural: «yo les soy», etc.
-331—
Cuadro demostrativo de las relaciones expresadas por la
voz intransitiva del verho hascongado.
I. — Flexiones dieectas.
El es.
Ellos sen.
DA DIRÁ.
11. Flexiones pironominales.
2.
El ine es.
Ellos me son.
ZAT-ZAZKIT.
El nos es,
Ellos nos son.
ZAGU-ZAZKIGU.
3 tt t .-
El te es. -
Ellos te son.
ZATZU-ZAZKITZU.
El os es.
Ellos os son.
ZATZUTE-ZAUKITZUTE.
El le es.
Ellos le son.
ZAYO-ZAZKIO.
El les es.
Ellos les son.
ZAYE-ZAYEZTE,
Cada una de éstas relaciones «á mí», «á él», «lo», «los»,
etc., constituye una categoría, y las he numerado para hacer .
más fácil las referencias en las observaciones comparativas
de los diversos dialectos, tiempos, modos y flexiones. Así,
por ejemplo, si al examinar las ilexiones objetivas del pasado
del condicional nukean, nitukean, etc., dijese que se deriva-
van de las flexiones de la misma categoría del futuro de di-
cho tiempo, se entenderá que me refiero á las objetivas nu-
KE, NiTUKE, etc., puosto quc ambas tienen el mismo núme-
ro de orden en los tiempos (el primero). Si al examinar las
flexiones «á vosotros» del presente dizutet, dizkizutet, etc.,
dijere que se derivan de las de la catet^'oría tercera del mis-
mo tiempo, enseguida hallaremos las flexiones dizut-dizki-
zuT, etc.; gracias á ésta numeración, y sin más que señalar
la clase de voz y el número de las personas, podremos ma-
nejar, sin gran embarazo el gran cúmulo de formas verbales
de la conjugación bascongada.
El Principo J3ona])avte, en el cuadro preliminar tercero
do su \'erbü hascongculo expresa las reliiciones antedichas
en la siguiente forma: — Kelación de sujeto árégimenindirec-
to. DA «él es», z.VYo «él le es». — Relación de sujeto á régimen
directo, ñau «ól me ha», du «él lo ha». — llelaciónde sujeto á
régimen directo é indirecto ala vez, dit «él me lo ha», dio «él
lo ha lo». No me he atenido á esta clasificación, porque no
obstante ser exactísima y científica, no la hallo muy expedi-
ta para un trabajo en el cual hay que hacer muchas referen-
cias á éstas relaciones. He preferido caracterizarlas con cali-
íicativos, que siempre se manejan con mayor soltura.
Las relaciones objetivas , pronominales , etc. , que
se acaban de ver. Jas sabe expresar el verbo bascoongado
indicando en la misma flexión la calidad de las pesonas á
quienes dirijimos las palabra. Sobre éste punto dice muy
discretamente el P. Zabala: «He dicho que es propio y pecu-
liar dql vascuence el tener conjugaciones corteses y familia-
res. Ciertamente, las antiguas lenguas no las conocieron,
y entre los hebreos, caldeos, persas, árabes, griegos y roma-
nos se tutearon mutuamente, y en unos mismos artículos,
el esclavo y el señor, el vasallo y el rey. Tampoco las tienen
las modernas, y si en ellas se vé practicada la distinción de
tratos, no es por medio de diversas conjugaciones, sino, ó
por multitud de pronombres, como lo hacen los japoneses,
ó tratando de tercera persona á la primera y segunda como
los chinos, ó á sola la segunda como los españoles, italianos,
alemanes, griegos modernos, va,lacos, húngaros; 6 de según
da de plural á la singular, como los mismos españoles, fran-
ceses, ingleses, etc.^
Los tratamientos son cuatro: a) el indeterminado; h) el
familiar, que se subdivide en masculino y femenino; r) el
rspetuoso y d) el diminutivo. De considerarse al masculir.oy
femenino del familiar como tratamientos separados—según
lo hacen algunos tratadistas— resultan cinco. Este es el cri-
terio del Príncipe Bonaparte.
Llamo yo tratamiento indeterminado al que los gramá-
1 El Verbo icg. Vascony. \k\.'¿. 5
—333—
ticos del país acostumbran denominar «cortés»; ó sea, á las
ñexiones correspondientes ai zu. Le doy el nombre de inde-
terminado, porque al revés de los restantes, no especifica
ni el sexo, ni la edad de la persona con quien se habla, poro
si que á quien se trata es «ccm coniedíinieiüo ij cortesiü)).
El tratamiento familiar es el correspondiente al pronom-
bre i-iK, EU-EUK etc.; con el masculino se dirige la palabra cá
los varones, y con el femenino á las hembras. Estas ñexio-
nes, según Zabala\ se llaman de itano en Bizcaya, y de ita-
To en Guipúzcoa. Son objetivas singulares y plurales, prono-
minales, objetivo-pronominales, directas y pronominales iu-
transitivas, lo mismo que las de zu. Una advertencia; las
flexiones relativas á la segunda persona de plural son las
mismas del tratamiento indeterminado; por lo tanto hay
que rebajarlas del número de las flexiones del familiar. La-
rramendi, á pesar de su pericia, creyó que las flexiones fa-
miliares únicamente existid n en las que podemos llamar
formas locutivas ó parlamentarias, porque sirven para dirigir
la palabra á una persona. Pero la mayoría de ios gramáticos
posteriores, á contar desde el padre Zabala, yá fuesen natu-
rales, yá extranjeros, conocieron la conjugación familiar ín-
tegra.
Este tratamiento es riquísimo, gallardo, y típicamente
euskaro. En España está en complela decadencia. «Los bas-
congados españoles se han poseído comúnmente de la idea
de que es un tratamiento demasiado bajo y descortés. Mas
ésta preocupación ha debido su principio y fomento, á los
que hablando habitualmente el castellano, ó ignoran los
artículos^ de diclni lengua, ó los saben mal, ó á lo menos,
quieren nivelar el vascuence por las reglas y gusto de aquel....
Así es que ha desmerecido más en las villas, caminos reales,
y pueblos limítrofes á estos, ó al país castellano. En los de-
más, ta,mpoco está tan en boga como estuvo antiguamente;
y apenas se da de ordinario á los jóvenes adultos))^
1 Zabala. El verbo reg. vascong. pAg. G
2 Flexionefs, ou mi terminología.
3 Faclro Zabala. El verbo reg. vascong., piíg. 107,
—334—
La conjugación en zu ha ocupado paulatinamente él lu-
gar de la de i-ik, etc., así es que ha parecido oportuno in-
ventar otra manera de hablar más ceremoniosa. Y esto se
ha conseguido usando de las ilcxiones de tercerii persona de
singular, — y del pronombre berori, con lo cual resulta el con-
tubernio, que ya lo poseen otras lenguas de muchas campa-
nillas,—de un pronombre de segunda persona y una ñexión
de tercera. La filosofía de esta invención, dice severa y atina-
damente el Padre Zabala, que corre parejas con «la ignoran-
cia, irrefiexion y capricho» de sus nutores.^
Los basco-franceses, conservan la donosa y abundante
conjugación de tk, en el lenguaje vulgar y en el literario. Por
lo que siendo de tanto mérito y riqueza, no puedo por me-
nos de suscribir al parecer del sabio tratadista bizcaino: «si
conservamos algún cariño á éste nuestro idioma patrio, que
tanto honor nos hace, á este tan antiguo idioma que ignora
la fecha de su origen, tan hermoso que se va haciendo céle-
bre en Europa, y le estudian algunos que nacieron lejos del
Pirineo occidental, ó si al menos tenemos algo de buen sen-
tido, debemos procurar que refiorezca este tratamiento filo-
sófico, formado con el más delicado primor y esquisitez, y
que lleva en sí la marca de la sabiduría de su inventor, que
por medio de él y del de zu, sapo hermanar la propiedad del
trato de las personas que habla, á quién habla, y de (|uién
habla, con la cortesía y llaneza de aquel con quien se trata»."
El tratamiento respetuoso, ó lo que es igual, un trata-
miento superior al zu, existe solo en el dialecto suletino; por
ejemplo: xüzü corresponde á niz «yo soy», düzü, á da «él es»,
DizÜT, á DÜT «yo lo he», dizü, á dü «él lo ha». No existen fie-
xiones correspondientes á las segundas personas de singu-
lar y plural, porque como ésta forma respetuosa estriba en
relacionar la acción al interlocutor, y las Üexiones indeter-
minadas ya la han relacionado, de ellas no pueden ya vol-
verse á valer.
La elección de la clase de Üexiones sufre la inlluencia
del diálogo, especialmonto si os clumcoro ó jocoso, el cual
1 El verbo reg. vascong., \»'hí. 109.
2 1<1., id., i'iif,'- lOa.
se aviene muy bien con el tratamiento familiar. Cuando
queremos marcar que dirigimos directamente la palabra á
nuestro interlocutor, tanto en la voz transitiva como en la
intransitiva, podemos sustituir las flexiones objetivas y direc-
tas con agentes de primera y tercerapersonas, por las prono-
minales de segunda persona; por ejemplo: en lugar de decir,
NIK OEEA BAÑO LEN, BETI UE BEDEINKATUA ABTUTEN dot (b.) «yO,
antes de ir á la cama siempre tomo agua bendita», se dirá
NIK OERA BAÑO LEN, BETI UR BEDEINKATUA ARTUTEN d(Uítsuf,
«antes de ir á la cama siempre te tomo agua bendita»; en lu-
gar de decir, erri orretan askotan egon naz (b.) «en éste
pueblo, muchas veces lie estado)), se dirá erri orretan asko-
tan egon natzatzu «en este pueblo te he estado muchas ve-
ces», reemplazando deutsut «yo te lo he», por deutsuet «yo
os lo he» y natzatzu «yo te soy», por natzatzue «yo os soy»,
si se habla á varias personas.^
De igual suerte en la voz intransitiva las flexiones di-
rectas de primera y tercera persona, se sustituyen con las
flexiones objetivas y pronominales transitivas de primera
y tercera con agentes de segunda, nozu «tú me has» en vez
de naz «yo soy», dozu «tú lo has», en vez de da «el es», etc.,
y las flexiones directas intransitivas de segundas personas
por las pronominales transitivas de segunda persona; por
ejemplo, como escribió Larregui en su tcstament zaharreko
HISTORIA, ¿ÑOR Zaitut ENE SEMEA? CU VeZ de ¿ÑOR zeva ENE
semea? «¿quién te tengo, hijo mío?», en vez de «¿quién eres,
hijo mío'?».^ Por lo tanto, no solo existe la sustitución de fle-
xiones en cuanto á las personas dentro de la misma voz,
sino lo que es más extraordinario^ la sustitución de flexio-
nes en cuanto á las personas y á la voz.
El tratamiento diminutivo lo posee el dialecto bajo-
nabarro oriental, y sirve para dirigir la palabra á los niños.
No tenemos para que ocuparnos en él, pues se sale de nues-
tro asunto. Quien desee conocerlo á fondo debe consultar
1 Zabala. Verbo req. vascong., púK. 9.
2 Padre Zabala. EÍ verbo reg. vasconq.. p<Í!,'. 9.
3 De la primera cxistcu ejemplos algo parecidos en el francés vulgar j'avuiís «yo habe
tuo8 (lit.), etc.
-330 —
el Decimocuarto cuadro siijiJenioitarío de El Verlo hascon-
gado y las excelentes Notas que lo acoiupañan, del Príncipe
Bonaparte.
Las ñexiones verbales, llamadas por otros autores «ter-
minativos, terminaciones, artículos, desinencias», etc., se
presentan bajo un doble aspecto á nuestra vista: ó bien
signitícan de una manera absoluta la idea que va en ellas
encarnada, dauka.t «yo lo tengo», zabiltza «tu andas», zuen
«él lo liabía», ñau «él me ha», ó bien, además de la idea ca-
racterística ó propia, expresan otra idea accesoria, que mo-
difica á la principal; daukadana«1o que yo tengo», zabiltzala
«que tú andas», etzüen «él no lo había», banau «ciertamente
él me lo ha». A las primeras las llamo ñexiones capitales, á
las segundas alteradas.
Las flexiones, por su forma, no obstante sus diferencias,
se derivan de dos tipos principales , que las engendran por
medio de modificaciones diferentes. Estos dos tipos, sobre
todo en el dialecto guipuzcoano, están comprendidos en el
presente y el pasado del indicativo. «El presente y el pasado
del indicativo pueden ser considerados como los dos únicos
tiempos radicales, mientras quelos demás no son sino sus deri-
vados ó tributarios».^ K estos tiempos y sus flexiones los
llamaré matrices, y á los otros derivados. Gracias á esta dis-
tinción cabe establecer un orden morfológico, altamente
nienemotécnico en la exposición de las flexiones, reservando
el golpe de vista sintético del verbo conjugado, para los cua-
dros sinópticos.
Además de los auxiliares, el nombre verbal suele valerse
de ciertos otros nombres verbales, para alterar el valor de
los tiempos. Dichos verbales que son gura (b.) nai (b. g.)
NAHí (1. s.) «voluntad (querer)»; al (b, g.) ahal (1. s.) «poder»;
01 (b. g.) oHi (1. s.) «costumbre (acostumbrar)»; beak (b. g.)
BEHAR (1. s.) «necesidad»; uspe (c.) «opinión, creencias (opi-
nar, pensar)»; jiaite (c.) «queridj (querer)»; Eius3 (h. g.) aua-
zo (1.) ERAzi (s.) «hacer ejecutar, forzar»; e/in (c.) «no poder»
1 Bonaparte. Lo Vcrbe basque, p/i^'. V^,
—337—
han sido denominados por Mr. Van Eys «invariables».^ Este
calificativo no les cuadra; veremos que para el fiitm-o y
tiempos compuestos como él, varían como los demás ver-
bales. Yo los llamo modijicativos, porque modifican el valor
ordinario del verbo. De ellos, así como de las flexiones ca-
jntales me ocuparé cuando haya dado á conocer completa-
mente la conjugación periíVásica y sencilla, transitiva é in-
transitiva de los cuatro dialectos.
Ni en los modos, ni en los tiempos de estos convienen
los tratadistas. Pero ello se debe, no á la confusión é inde-
terminación del mismo verbo, sino al concepto, más ó me-
nos exacto, que cada autor forma de las conjugaciones.
Astarloa y Zabala, por ejemplo, constituyen modos especia-
les con los verbales modificativos y resultan los modos «vo-
luntario», «forzoso», «penitudinario», etc., que otros no admi-
ten. Como los tiempos son simples y compuestos, y estos se
obtienen combinando los nombres verbales entre sí, resulta
un desarrollo de tiempos perfectamente lógicos y compren-
sibles hasta por los más toscos bascongados, pero que acaso
no se usan en absoluto, ó son de poca circulación. Las dis-
crepancias de los tratadistas, de las que tanto se ha abusado
para roer miseraijlemente la amplitud del verbo bascongado,
bajo el pretexto de una conjugación primitiva que ciertos
lingüistas hallaron en los archivos de su imaginación, es
más aparente que real. Todo queda reducido, en cuestión
de modos, á trasladar las modificaciones de la acción expre-
sada por el verbo, de esta á aquella sección. Tanto le mon-
ta, al que no se para en frases, que se diga es del modo vo-
luntario la flexión compuesta nai det «yo quiero (yo he vo-
luntad)», como es que se diga del modo indicativo modificado.
Y en cuanto á los tiempos compuestos, aunque la acusa-
ción tenga visos de más fundada, no trae consecuencia; la
riqueza del verbo no estriba en unas cuantas combinaciones,
máspó menos usadas, de los nombres verbales, sino en las
flexiones diferentes que los acompañan y que son de todos
conocidas entre los bascongados.
1 Gram,comp., pág. 12G.
23
—338—
Los modos pueden dividirse en originu-ios y derivativos.
Los originarios son seis: indicativo, condicional, imperativo
subjuntivo, potencial y consuetudinario. Los derivativos son
los supositivos del potencial y del condicional, y el optativo.
Dicha división lia de considerarse como una aplicación de la
délas ñexiones en matrices y derivadas; pero esta es mucho
más honda porque se refiere á la derivación Üexional, y más
extensa á la vez, porque comprende á la segunda.
En los verbos auxiliares, son simples tres tiempos; el
presente, pasado y futuro. En materia de modos y tiempos
simples, yo parto de ia clasificación del Príncipe Bonaparte,
difiriendo en que doy cabida al consuetudinario bizcaino y
en otras varias modificaciones que nada importa expresar. De
los tiempos compuestos, conservo los de más usual empleo
que enumera El Verbo bascongado, obra que, — bueno es
advertirlo de pasada, — no contiene una sola forma que no
esté en uso entre las gentes del camp;) de aquí ó de allí del
país basco-nabarro, habiendo sido r cogidas todas de boca
de ellas.
Las conjugaciones de los diversos dialectos se diferen-
cian también entre sí por el número de tiempos y modos
que conocen. Más adelante detallaremos esta indicación.
-339—
CAPÍTULO XII.
EL NOMBEE VERBAL. FOEMACIÓN DE LOS TIEMPOS
COMPUESTOS.
I.
El nombre verbal, que en cuanto á las personas, modo
y tiempo ha de desarrollar su propio significado mediante
los auxiliares, reviste varias formas. Y como es un verdade-
ro nombre, puede recibir la mayor parte, si no todos, de los
sufijos que se aglutinan al nombre propiamente dicho, ya
previas algunas alteraciones fonéticas, ya sin alteraciones
de ninguna especie.
En todo nombre verbal, como en todo otro nombre, hay
que distinguir el tema, llamado por otros ((radical». El tema
verbal es aquella porción del vocablo á la cual se unen, per-
maneciendo ella invariable , la mayor parte de los sufijos
que han de modificar su significado. Y digo la mayor
parte porque algunos de estos se aglutinan pura y
simplemente al nombre verbal mtegro. El tema se obtiene
nada más que con suprimir la sílaba final del sustantivo ver-
bal en locativo, ó la última y la antepenúltima si el locativo
se .ha formado con el nombre verbal íntegro. Siendo eroei-
TZEN, IKUSTEN, IBILLTZEN , ADITUTZEN VCrbalcS CU locativO,
EEOE, iKus, iBiLL, ADi sou los tcmas vcrbalcs. En los dialec-
tos basco-españoles el empleo del tema obedece á razo íes
meramente eufónicas, y no á razones sintáxicas, como en
los basco-franceses.^
El nombre verbal es la palabra que designa á un verbo,
ó sea, su propio nombre. Expresa la idea verbal con la ma-
yor indeterminación de que es susceptible el sistema de la
conjugación euskara. Así se explica el que sea siempre tra-
ducido por el infinitivo de otras lenguas, por más que su tra-
ducción exacta corresponda á un participio pasado. Hecha
1 Bonaparte. Le Verbe basque. Ciuq. tab. prelim.
-aló-
la advertencia, me conforumré á la oo^fcumbre general; por
ejemplo: nai det erosi, la tradiiciró «yo lo (juiero comprar», en
vez de «yo lo ipiiero comprado» y croo que, no ol)stanto el
significado material de la palabra en cuesti()n, la traducción
primera será ideológicamente más exacta. Atendidas la inde-
terminación y el significado literal de este nombre, lo deno-
minare'" adjetivo verbal indefinido, reservando el calificativo
do «nombre verbal» á socas, para designar á todas las formas
de que me ocupo en esta sección. Termina en n, i, tu, e, o,
L, A, Du'; por ejemplo: iragan «pasar», egin «liacer», ihun «hi-
lar», EGON «estar», entzun «oir», ibilli «andar», garbitu «lim-
piar», ERRE «quemar», jo «pegar», atera «arrancar», ondú «me-
jorar», etc.
Sirve también el adjetivo verbal indefinido para indicar
la privación ó carencia de la idea del verbo, mediante la su-
fijación de gabe; emangabe «sin dar», erakutsigabe «sin ense-
ñar» y para traducir las oraciones castellanas que llevan Jia-
hieiulo ú otro gerundio, siempre que se le liaga seguir la con-
junción ¿'fa, aglutinándola; por ejemplo: jxj^eta, bereala
JOAN ZAN «habiendo comido, se fué (comer y, se fué,lit,)». Y
para manifestar la posterioridad de una acción ejecutada,
sufijándole al adjetivo verl)al el sufijo instrumental y el
adverbio gero con la gutural endurecida; jan ezJci^ro, joan
ZAN «después de comer, se fué>; ikusi ezJiero, eman dio «des-
pués de ver, le dio». Con la negación ez prefijada, suple á
las segundas personas del imperativo y del subjuntivo: ez-
KENDU orí «no quites ó quitéis eso», en vez de etzazu kendu
orí ó kendu ez dezazula ori."^
El sustantivo verbal se obtiene suíijando al adjetivo ver-
bal indefinido las sílabas tzen, ten ó tan. Si éste termina en
consonante se elide, y se le añ^de ten en los cuatro dialec-
tos; por ejemplo: de joan «ir», joaten (g.) «en ir»; de van «co-
mer, YATEN (1.) «en comer», de eramon «llevar», eramoten
(b.) «en llevar»; de iragan «j^isar» iragaten (s.) «en pa-
sar». Si termina en vocal, puede formarse de dos maneras:
1 Víase la Ñola 50 do Mr. Víhkoh al Ensayo ilü llibar> , y la Observación coniluliva iKl l'iiu-
cil>u Hoimi>artc. -i^'
Ü Laidizábal. Gram. vascon., l)^l^í. 05.
a). Aiu'.diéndole la sílaba tzen al iiidelinido; de aditu (íoir»,
aditüízen; de ibilli «andar», ibilliizen. h). Suprimiendo la
últimí sílab:i; de aditu, aditzen; de ibillí, ibilltzen. Las
primeras son formas íntegras; las segundas contraidas. Si
la letra que precede á la sílaba suprimida es alguna sibilan-
te, en lugar de tzen se usa ten; de azi «crecer», azten; de
iKUSí, «ver» ikusten; de oinetsi «agradar», (inesten. Lo dicho
reza con el dialecto guipuz^coano. El bizcaino en todo caso
usa de ten; deituten «en llamar», argiten «en alumbrar», idi-
GiTEN «en abrir». Los dialectos basco-franceses prefieren las
formns contraidas, pues las íntegras, más son excepcionales
que otra cosa, aun dentr ) del bizcaino y guipuzcoano. El
labortano sigue á éste en cuanto á la influencia de las sibi-
lantes: haüsten «en el romper», de hautsi; rusten «en el ya-
ciar», de hutsi; en lo demás, se vale de tzen: eskontzen «en
el casar», de ezkondu; pagatzen «En el pagar», de tagatu. El
suletino observa la regla de las sibilantes, pero simultanea,
el ten con el tzen, dando mayor preferencia á éste último:
por ejemplo; eskuntzen «en casar», aiígitzen «en alumbrar»,
BUSTiTEN «en mojar», idokiten «en abril-».
Los sustantivos verbales bizcainos terminados en etan
son los que en el indefinido acaban en aii, iu, clu ó en a ó r.
Los en au, da y a cambian dichas finales en etan; los en lu
no cambian en etan más que la ii íinal , y los en p añaden bi
final tan al indefinido^; por ejemplo, pagetan «en pagar», de
TAGAu: EZKONETAN «CU casar» , de ezkondu ; ateeetan «en
arrancar», de atera; betetan «en llenar», de bete. Los ver-
bos GALDu «perder», SALDu «vender», kendu «quitar», artü «to-
mar», SARTu «entrar» del mismo dialecto, usan de tzen ó
tzaiten; saltzen ó saltzaiten; kentzen ó kentzaiten. Los
acabados en el indeiinido en / la suprimen al tomar la sílaba
TEN, á no ser que esté precedida de Ins guturales /.' ó g; de
EGOSi «cocer», egosten; de yosi «coser», yosten; de imini «po-
ner», iminten; de idigi «abrir»; idigiten."^ El saletino presenta
algunas pocas formas del sustantivo verbal con /; por ejem-
1 Bonapai-te. Le Veró'e basqje, Ciiiq. tab. iircliiii. Xo'.a 2.
2 P. Zabala. El Verbo reí. vascong., púg. 1 j.
— 3.1'2-
plo; jo/ten «en pegar», de jo. Tanil)ión deja oir esta i el snb-
dialecto bizcaiiio central, cuando los indeñnidos terminados
en /; revisten [la l'ornia de sustantivo verbal; emoíten «de
EMON «dar»; izaíten, de izan «ser»/ Ya sabemos que esta ¿,
así como la de tz a/ten representa al verbal egin «liacer».^
YA sustantivo verbal — inútil parece decirlo — es un nom-
bre verbal en locativo; desempeña las mismas funciones que
el infinitivo castellano, cuando éste viene regido de otros
verbos; por ejemplo: «déjame comer», uztazü jaten «en co-
mer déjame (lit.)»; «no le dejaré beber», ez diot utziko eda-
ten «en beber no le dejaré (lit.)»; «lo he visto enviar el mu-
chacho», mithilaren iGOETEN iKHüsi DÜT (s.) «del mucliaclio CU
enviar yo le he visto») (lit.); «principia á andar», basten da
EBiLTEN (s.) «en andar se principia» (lit.). Y las de los infini-
tivos castellanos regidos de la preposición «de»: jaten ema-
TEN BADiT «si me da de comer», ó «si me da en comer» (lit.)
Existe una forma intensiva del sustantivo verbal. Bas-
ta, para obtenerla, cambiar la n final en v; el significado que
adquiere entonces es la de estarse realizando la acción en
aquel mismo instante; por ejemplo: egunak betetzer ziran
JAiNKOAREN SEMEA GizoN EGiTEKo (Lard.) «SO cstabau llcuando
(entonces mismo) los días para que el hijo de Dios se hiciese
hombre».
También suple el sustantivo verbal en locativo á los ge-
rundios del castellano; por ejemplo: oartu zanean, bere oñ-
AZPIKO LURRA IKARATZEN, ARRIAR ZARRAKATZEN, OBIAK IDIKITZEN,
eta onelako beste mirari asko egiten, larritu zan (Lard.)
«cuando vio á la tierra temblando bajo sus pies, á las pie-
dras chocando unas con otras, á las tumbas abriéndose y
aconteciendo otros muchos milagros de esta índole, se es-
pantó».■'
Suprimiendo la n del locativo, queda el sustantivo ver-
bal indefinido; heltze (s.) (Jlegada», joaite (s.) «ida», igaite
1 Zabala. El Verbo rcg. vascong-, piig. l.'i.
a Virase 011 ol caiiítiilo ni, laa pá{{s. líJtí y 127.
.1 Tiad. casi-lit. «Cuando ho apoicibió. dobajo dol pióla tiena on temblar, las piodraa
On chocar, lau tumbas cu abrir, y otros muchos milagros semt'jantüs eii Imcor» ote
— 3i3=^
(s.) «subida», EMi^TE (s.) «dádiva», etc. Son de mucho más uso
en los dialectos basco-franceses que en los basco-españoles.
Estos se concretan, por lo común, á un número restringido
de vocablos, muy frecuentes en la conversación; ízate «ser,
existencia»; eskentze «ofrecimiento», etc.
Del sustantivo verbal indefinido procede, el sustantivo
verbal articulado, añadiéndole a; por ejemplo: emjtea (b.)
«el dar»; damützea «el arrepentir»; gatea (1.) «el ir»; moKiTEA
(s.) «el abrir»; irainíen aztea ona da bañon parkatzea obeago
«es bueno el olvido de las injurias, pero el perdón mejor»; gi-
zünari beharreziío da jatia (s.) «el comer es de necesidad al
hombre»; esatea eta egitea eztirade gauza berdinak «el de-
cir y el hacer no son cosas iguales».
El adjetivo verbal indefinido, se traeca en articulado, de
igual suerte que el sustantivo; eroria «el caido», jana «el co-
mido», EÍ3IÑA «lo hecho», EMANA «lo dado».
Excepto en el dialecto suletino, sirve para expresar la voz
pasiva que otros idiomas poseen; «se hacaido), erori da; «está
caido», erori dago. Las oraciones de pasiva se hacen con un
nominativo agente, con el adjetivo verbal articulado y las
flexiones de la voz intransitiva; por ejemplo; jaungoikoak
EGiiXA IZAN ZAN MUNDUA «cl muudo fué lieclio por Dios», en
vez de jaungoikoak egiñ zuen mündua «Dios hizo el mundo».
Por imitación del castellano y del francés, algunos, en lugar
de marcar el nominativo agente con su signo propio J¿^ re-
curren al sufijo causal gatik, ó al instrumental z: mündua
JAUNGOIKOAZ Ó JAUNGOIKOAGATIK EGiÑA IZAN ZAN. Semejantes
locuciones, viciosas hasta dejarlo de sobra dado el genio de
la construcción bascongada, deben de desterrarse.
El adjetivo verbal posesivo se obtiene añadiéndole al in-
definido el sufijo en; de gan «ir», ganen «de ir»; de eman «dar»,
EMANEN «de dar»; de ibilli «andar», ibilliren «de andar».
Sustituyendo el sufijo en por el sufijo ko, resulta el adje-
tivo verbal derivativo; emango, ibilliko.
El sustantivo verbal destinativo se forma del sustantivo
verbal indefinido añadiéndole el mismo sufijo ko. De etor-
TZE, etortzeko «para venir»; de jate, jateko «para comer»;
de edate, edateko «para beber»; de busiitz, bustitzeko «para
mojar».
—311-
Pnede suplir al imperativo, cuando se liabla á alguna
ó algunas personas, sobre todo en guipuzcoano; por ejemplo:
MAEiYA, ETOBTZEKo, «María, para venir», en lugar de mariya,
ATOz «María, ven». Keemplaza á los tiempos del subjuntivo,
cuando vienen expresos el verbo determinado y el determi-
nante: TRENTOKOELIZ-BAT/ARREAK AGINDU ZUEN IKASBIDE-LIBURU
AU EQiTEKO «el Concilio de Trento lo mandó éste catecismo
para hacer», en lugar de ikasbide-libuku au egin dezaten
«óste catecismo que lo hiciesen»; goazen ikusteko «vamos
para ver», en lugar de goazen iküsi uezagun «vamos, que lo
veamos». El P. Zabala llama á esta sustitución del subjun-
tivo «elegante» y propia de «buenos bascongados»/
Con el sufijo directivo ra, eat aglutinado al sustantivo
verbal indefinido, se obtiene un sustantivo verbal directivo:
ETORTZEEA «á vcnir», JATERA «á couier», bustitzera «á mojar».
Naturalmente, se emplea siempre que la acción expresada
supone un movimiento: joango naiz ERosrERA«iré á comprar»;
ETORRiKo ZAZKiGU CHORTA BAT EDATERA «sc uos Vendrán á be-
ber mi trago».
'^ ; Existe un adjetivo verbal instrumental; puede formarse
de dos maneras; a) del adjetivo verbal articulado: b) del in-
definido, con vocal de ligadura, si termini en consonante:
ERORTAZ «del, por el caer», janaz «del, con el comer», eroriz
«de, con caer»; janez «de, con comer».
Además de los usos comunes que cualquiera puede su-
poner en vista de su significado, sirve para traducir los ge-
rundios castellanos; por ejemplo: adanek lanbide gaizto
artatik gaebitu nayez, gaizki egiña emazteari ezarri zion,
ESANAZ, FRUrA DEBESATÜA ONEGANDIK ARTU ZUELA (Lard.)
«Adán, de a;piella mala acción queriéndose limpiar (con que-
rer limpiar, lit.), lo malamente obrado á la mujer le lanzó,
diciendo, (con decir, lit.) que tom3 de esba íVuta prohibida».
El sustantivo verbal instrumental procede del articula-
do y del indefinido; ikustez, iküsteaz, jatez, jateaz. Las
formas indefinidas apenas se usan en los dialectos de Espa-
ña. La aplicación de unas y otras, que oa la propia de sus
1 El verbo reg. vascong., iiúg. 28,
respectivos significados literales , se comprende con el si-
guiente ejemplo: ezta erraz bidé haeen, eta handik iragai-
TEAZ HABTU DUEN USANTZAREN, ABIADUREN ETA LASTERRAREN
GAL ARAZiTZEA, (Ax.) «no cs fácil de aquel camino y de allí
con el pasar del que tomó la costumbre, el curso y la pres-
teza el hacer perder».
El sufijo interrogativo-nega.tivo se une al adjetivo verbal
indefinido y resulta un adjetivo verbal infinitivo; de bildu
«reunir», bildurik; de JO «pegar», jorik; de saldu «vender»,
SALDURIK.
Expresa en bascuencc lo que en castellano el participio
pasado compuesto, ó sea la combinación del gerundio y del
participio pasivo; por ejemplo: kainen pozonia jainkoak eza-
GUTURiK (Lard.) «el odio de Cain habiendo el Señor conoci-
do»; NOEMiK, RUTHEN iRMOA iKUsiiuK (Lard.) «Nocmi, de Kuth
habiendo visto el temple»; baulo abade zahar hura, palma
ADAR BATzuK ARTPRiK (Ax.) «aqucl vicjo abad Paulo, algu-
nas ramas de palma habiendo tomado». Aunque traduce
al participio pa.sado compuesto del castellano, no es sino
un adjetivo verbal simple como puede verse, dentro del
mismo idioma castellano, girando convenientemente los
ejemplos anteriores, y los que siguen: orain bere aita
JANGOIKÜAREN ESKUMATATI ZERÜBAN JAREIRIK DAGUANA (b.)
«ahora, de su padre el Señor á la derecha en el cielo el
que está puesto (ó habiéndose puesto); ni beti narabillte
— arras zamaturik (Itur.) «á mí siempre me andan muy
cargado (ó habiéndome cargado); burutik oñetara — izer-
Diz BusTiRiK (Itur.) «desdo la cabeza á los pies mojado
de sudor (ó habiéndose mojado); ordea, zeren apartaturik
IBILTZEAK, ELKHARREN INKONTRUETARIg: IHES EGITEAK, ctc. (Ax.)
«sin embargo, porque el andar apartado (habiéndose aparta-
do) y el huir de los mutuos encuentros» etc. Y si casi siem-
pre se acostumbra traducir tal adjetivo verbal por el partici-
pio compuesto, es porque éste nota mejor el carácter de re-
sueltamente pasado que aquel tiene, más la absoluta inde-
terminación del número singular ó plural de las personas ó
cosas á que se refiere, y porque no siempre la sintaxis cas-
tellana ó francesa, ó la propia índole del verbo, consienten
-;ilO-
el empleo del participio simple. Tal sucede en la traducción
del siguiente ejemplo de Iturriaga: indarrak galdu eta — ■
EzíN iGuiTUPviK «perdidas las fuerzas, y no pudiendo mo-
verme», en vez de «no poder movido», que es traducción li-
teral en cuanto al iguiturik. El dialecto suletino se vale de
él para expresar la voz pasiva; por ejemplo: emanik da «él es
dado». De ésta suerte consigue distinguir dos conceptos que
los restantes dialectos confunden: galüuhik da «él es perdi-
do», GALDÜA da «él se lia perdido», dice el suletino, mientras
que los demás tienen que decir galdua da para «él es perdi-
do» y «él se ha perdido».
El adjetivo verbal indefinido toma muy amenudo la co-
pulativa ETA, bien sea íntegra, bien alterada por las eufo-
nías, y á la forma que resulta la suelen llamar algunos gra-
máticos del país «ablativo absoluto». Por ser la aglutinación
de ambos elementos completos le doy cabida en esta sección,
pues en realidad no pasa de ser una locución y muy caracte-
rística, del bascuence. Yo lo llamo adjetivo verbal indeter-
minado, porque parece que dicha copulativa suspende el
sentido del verbal: de jan, janeta, janda «comer y» (lit.); de
EGíN, EGINETA, EGiNDA «haccr y»; de JO, JOTA «pegar y»; de
saldu, salduta «vender y». Se comprende, por lo tanto, fá-
cilmente, que traduzca los gerundios y los participios com-
puestos del castellano cuando estos se relacionan con otro
verbo: ukiaren zorigaitza ikusita joan zan «habiendo visto
(ver y) la desgracia de la ciudad, se fué»» que es como si di-
jese en buen castellano «y vista la desgracia de la ciudad se
fué», la cual es la verdadera traducción, pues ya sabemos que
rigorosamente hablando los indefinidos bascongados no
significan un infinitivo castellano, y que por lo tanto ikusi
es «visto» y no «ver», por más que los traduzco siempre de la
segunda manera para conformarme á la costumbre estable-
cida, y para que el lector sepa que se habla de verbos.
La analogía do las funciones de este adjetivo verbal in-
determinado, y de las del infinitivo saltan á la vista. Pero
hay entre ellos una diferencia muy marcada de matiz; el ik
se refiere á una acción pasada en el momento mismo en que
se habla, á un pasado actual, si vale la frase, mientras quo
-347—
el ETA se refiere á una acción pasada con gran anterioridad
al momento presente; por ejemplo: davidek sizeleken bi
EGUN ZERAMAZKIEN, AMONTARRAK DE3EGINDA ITZÜLI EZKERO, etc.
«David llevaba dos días en Siceleo, habiendo deshecho á los
Ammonitas después de volver, (los Amrnonitas deshacer y,
después devuelto, lit.), etc.»^
CUADRO DE LAS FORMAS DEL NOMBRE VERBAL.
1. Eadical — eror, ikus.
2. Sustantivo verbal indefinido. . . — EBOJitze, mvsfe.
3. Sustantivo verbal articulado, . . — -Eiíonizea, iKUstea.
4. Sustantivo verbal locativo. . . . — -E-Roiítzen, iKVsfen.
5. Sustantivo id. locativo-intensivo. — Euontzer, iKVster.
6. Sustantivo verbal destinativo. . . — 'EUOBtzel'o, iKVsfel'o.
7. Sustantivo verbal directivo.. . .—EB,ontzera,iKVstera.
8. Sustantivo verbal instrumental ar-
ticulado — EB.OB.fzeaz, iKUsteaz.
9. Sustantivo verbal instrumental in-
definido . . — Enoiitzez,''iK'üsfez.
10. Adjetivo verbal indefinido. . . — eror¿, ikus¿.
11. Adjetivo verbal articulado. . . — EROR¿a, iKUsm.
12. Adjetivo verbal posesivo. . . . — ERORire;¿, iKUSire??.
13. Adjetivo verbal derivativo. . . . — -erori/íO, ikusiZo.
14. Adjetivo verbal instrumental ar-
ticulado — ^ERORI Cl*', IKUSIrt^^.
15. Adjetivo verbal instrumental inde-
finido . ERORLí', IKUSI-2^.
16. Adjetivo verbal infinitivo . . .— ERORiri/v, iKUsrr¿7í;.
17. Adjetivo verbal indeterminado. .- — eroriííi, iKusita.^
Todas estas formas merecen, propiamente hablando, el
dictado de verbales, porque, ó son de uso continuo en la
conjugación, ó no se conocen entre los nombres, ó porque
1 La traducción de esa frase cu correcto castellano sería como sigue; «Desde el regreso
de la expaclición eu la que derrob6 á los Ammonitas, llevaba ya David dos días eu Sicelec».
2 líRORi «caer», ikusi «ver», están puestos como modelos del dialecto guipuzooauo, pero
fácilmente se sacarán por ellos los demás, teniendo eu cuenta las ligeras variaciones quQ so
Sipuntan en el testo.
-348-
los F?níijoí=i empleados toman algnn sif^mifieado especial, ya
diroctameiite, ya en traducción. Tjos nombres verl)ales, bajo
su doble forma de sustantivos y adjetivos son susceptibles,
teóricamente á lo menos, de recibir cuantos sufijos reciben
los demás nombres adjetivos y sustantivos, y de recibirlos
en su forma indefinida, articulada, singular y plural: en una
palabra, son verdaderos nombres. Esto no quiere decir, — y
por eso me he valido del adverbio teóricamente — que todas
las formas posibles se usen en todas las localidades del bas-
cuence; dicho uso se halla subordinado á la mayor ó menor
pureza del lenguaje y al gusto reinante; pero las formas alu-
didas, en su totalidad, son perfectamente correctas é inte-
ligibles.
Gomo ihistración de lo dicho, y para que sea gráficamen-
te conocida la manera de aprovechar en la conversación los
nombres verbales, voy á tomar prestados á la hermosa obra
de Mr. Inchauspe los siguientes característicos ejemplos,
advirtiendo que pertenecen al dialecto suletino:
Sustantivos verbales indefinidos.
Zer Ízate tpjstia «qué triste existencia»; jite hori luza-
TZEN Du «él retarda esa llegada». (Indefinido).
EzTA izateriJi-, wátk joaiterih «no liay ex istencia» «no hay
marcha». (Interrogativo-negativo) .
Harén ililuistez aserik niz «estoy harto de verlo». (Ins-
trumental) .
Juan da amaren iJiliustera «ha ido á ver á su madre».
(Directivo).
Amaren lagnntzel-o behar dü «lo necesita para acompa-
ñar á su madre». (Destinativo.)
Ikhusi dut haurraren Joiten «lie visto pegar al niño».
(Locativo.)
Aun(]ue menos usadas, también se conocen y emplean
las formas indefinidas: ízate/', galtze/', de izan «ser», galdu
«];)erder»;izATErc/¿, GALTZE?-('^/; ízate/./, galtze/./; ízate/"/, gal-
-349-
TZEri; iZAT'EgatiJx, iZATEreiif/atil-, GALTAEgatil-^ GkLiz'Ei-enga-
ilh; iZATnraiio, GAhTZEraíio.^
Snsfantívos verbales articulados.
AiTAixE-ííí jo aít i a, makhilaren liartzia, mithilaren igort'ui
«el ir del padre», «la toma del bastón», «el envío del criado».
(Articulado).
AiTAREN ikhustíaJí BozTu NAi «la vista de mi padre me ha
alegrado»; harén entzutíali gaiztu du «el oírlo de él le ha
irritado». (Activo).
Hiltziaren beldurra «el miedo del morir». (Posesivo).
Harén joaitiari nigar eciin du «al ir de él ha llora-
do»; iJiJtustíari iziTü da «al ver se ha espantado». (Kecipiente).
Guthunaren eslxeiitzían, «en el ofrecer de la carta»; aita-
een lagiuitzian «en el ayudar del padre». (Locativo).
Joaitetík GiBELTU DUT «de la ida lo he disuadido»; begira
ziTE 6';;¿íí¿Ye//Z' «guardaos de dádiva». (Separativo).
HiTZEMAiTETiK egitlaUi BADA BIDÉ «de la promesa á la
acción hay distancia». (Directivo).
Horren urgaiztiarentalxo zer nahi egix lézake «de éste
para el alivio haría cualquier cosa». (Destinativo-derivativo).
Harén yoa/7¿íí^ iziturik izan da «de su marcha se ha ex-
trañado»; zuRE galtzíaz eztaite konsola «de vuestra pérdida
no se puede consolar». (Instrumental).
Heltziarehí erran deit «con el llegar me ha dicho»; hu-
nen emaitiarelxi erranen deyozu «con el dar de esto le di-
réis». (Unitivo).
Begira hezazü ene jitialano «guardadlo hasta mi llega-
da». (Limitativo).
ZuRE egiirulvítziarengatik egon nuzu «me he estado de
vos por el esperar»; zure Jiechatziagatik, zure huliurtziaga-
tíh EGiNEN DizuT «á pesar de vuestro enfado, á pesar de vues-
tra oposición yo lo haré». (Causal).
Todos estos sustantivos verbales pueden ponerse en plu-
1 Le Verbe basque, p.lg. 8.
—aso-
ral; pero la misma natm'aleza de ellos hace que sean muy
rara vez usados/
Adjetivos verbales indefinidos.
Galdu DUT «3^0 le lie perdido»; joan da «él se lia ido»;
eman du «él lo ha dado». (Indefiíndo).
Ilxliusirili joAíí ziNELA «vísto Ó liaLieiido visto que ha-
bías marchado»; cginil- da «está hecho»; galdu rili ukhen du
«perdido lo ha tenido». (Infinitivo).
Gaiza galdíik eta zuhaiñ eiJiartnJ,- balio diana «lo que
vale cosa perdida y árbol seco». (Activo).
Emanen dut zeebait «yo daré algo»; galduren du guzia
«él perderá io^o»; joanen da egun «marchará hoy». (Posesivo).
Galdulo du guzía, esJientul-o deyot zerbait «lo perderá
todo, le ofreceré algo». (Derivativo).
Gaiza galdiiri eta edíreni «á cosa perdida y hallada».
(Recipiente) .
Gaiza galdufan eta cslentutan ehadila beema «no fíes
en cosa perdida y en ofrecida». (Tndeterminado-locativo).
HoNTAEZüN ¡iiorritarili eta hur ichuritarili ¿zer bil daite?
«de fortuna gastada y de agua derramada ¿qué se puede re-
coger?» (Indeterminado -separativo).
Bago erorira egurkariak egur bilha «los leñadores van á
buscar leña á la encina caida»; bi zamari erositara noa «voy
hacia dos caballos comprados». (Directivo).
HoLAKO herri galdutarat etzitiala joan «no vayas á países
perdidos de esa manera». (Directivo).
Galdutalo utzirik da «ha sido dejado por perdido», iiile-
TAKO «por muerto». (Indeterminado-derivativo).
Ebiliz ehiliz helturen gira «con andar llegaremos»;
adiskidia, ihliertnzy piar hezak «el amigo, con probar, tóma-
lo»; galdu z geroz «de después de perdido». (Instrumental).
HoLAKO emazte galdueJií bizitzia, ifernu bat da «es un
infierno vivir con semejantes mujeres perdidas». (Unitivo).
1 Inchauspo. Le Verbe basque, pi'igs. 8 y 9.
—351—
Galclutarano, erahílítarano «hasta perder, liasfca andar».
(Limitativo) .
Bi OLLO galdurengatili eztut nigar eginen «por el perder
dos gallinas no lloraré»; holako bi gizon galdugatilx aitzina
JOANEN Niz «iré adelante á pesar de dos hombres perdidos de
esa clase». (Causativo).
IJcusha EGINEN DUGU «á vista (mirando) lo haremos»; joka
«á golpe (pegando), EMANKA «á dádivas (dando)». (Adverbial).^
Adjetivos verbales definidos.
Behi galdia «la vaca perdida»; emana hon da hartzeko
«lo dado es bueno para tomar»; behi galdiali ediren dirá «las
vacas perdidas se han encontrado». (Articulado).
Harri erahillial- eztu biltzen orolderik «la piedra mo-
vida no recoge musgo»; zamari saldiel- eráman die «los caba-
llos vendidos lo han llevado». (Activo).
BEm galdiaren humia da «es la cría de la vaca perdida»;
ardí erosien ilbil «la lana de las ovejas compradas. (Posesivo) .
Alhor erosilw ogía «el trigo del campo comprado»; alhor
ereiñetaho belharra «la yerba de los campos sembrados».
(Derivativo).
Gaiza ulilienari edo enianari etzayo behar sobera so
EGíN «no es preciso examinar demasiado á una cosa recibida
ó dada»; sorho ebal-ier «á los prados segados». (Recipiente).
Ardu edanan, diharu igqrriaz ardanoya ezta arrankura
«del vino bebido, del dinero gastado no se apena el borra-
cho»; idi erosiez serbutza zite «servios de los bueyes compra-
dos» . (Instrumental) .
Alhor ereiñian eztezala utz abererik «no dejes ganados
en el campo sembrado»; zakü zilaéietan, sorho ehaJcietan «en
los sacos agujereados, en los prados segados». (Indetermina-
do-locativo).
Ardu ul-lieyíetil- edo erailatih emaiten da, erositik beno
1 lucbauspG. Le Verbo beisque, púgs. 9 y 10.
GOGo HüBEz «con uiejoi' gana se da del vino recibido ó cose-
chado, que del comprado»; ardí l-liiintatietaril- otsoak eua-
MAiTEN Du «de las ovejas contadas lleva el lobo». (Indetermi-
do-separativo).
Bago croriala lástek eguPvKabia «el leñador pronto (va)
á la encina caida»; lan HASiALA«al trabajo comenzado»; aha-
Bi erosieturat joaten niz «á los carneros comprados voy».
(Directivo).
Nekez hildiarencalo iiiürk bada esker haboro, eziez
EHiKi ulilienarentalxo «alguno más gratitud tiene para lo (de)
reunido con tral)ajo, que para lo (de) obtenido' íacilmente».
(Destinati vo-derivativo) .
Haritz egochietariDiü banoa «voy hasta los robles tum-
bados»; JARRAIKI NiTZAYO ALHOR eret/ilalano, «le he seguido
hasta el campo sembrado». (Limitativo).
EroHiareld eta ¡dlienareld zerbait eginen dügu «hare-
mos algo con lo comprado y con lo recibido»; zamari crosieki
JOAN da «se ha ido con los caballos comprados». (Unitivo).
ZuK igorrlayeiujatH-, eginen dut «yo lo haré á causa del
que habéis enviado»; zük igorn'engatíl-, zuk gomendatioiga-
til- eginen dut «yo lo haré á causa de los que has enviado,
á causa de los que has recomendado». (Causal).
Zer nahi zük erranagatil- eginen du «yo lo haré á pesar
de todo lo que has dicho»; mezu igorrial-gatü-, mehachu egí-
hal-gatil-, aitzina joanen niz «iré adelante á pesar de las
advertencias que se me han enviado, á pesar de las amena-
zas que se me han hecho», (Causal).^
El verbal izan en su doble acepción de «ser» y «haber» y
ÜKUEN (s.), poseen la propiedad de combinarse con varios do
los nombres verbales, para ayudarles á formar los tiempos
compuestos. Las principales combinaciones son las si-
guientes:
1 luuluiitspo. Le Verbo basqic, ¡«í^s. lo y ii.— Kociiíidosc lo iliihoon In 1M^'. '217 ivccit-a tío
la (lol)lu iicc'iicióii (It 1 siitiji) (¡AilK iii siiUaiiio, M1HÚU hü una iil siihjo KN ó iil luliiMilo. \'a\ tVsto
BoguiiUo uaijo, ijuc OH ol lio los i'jt'uijilos (lol tivto, soi'íii mus i>rii|iio ileiiüiuinavlo uUvursivtivo.
- 353—
1." Indefinido con indefinido; eboei izan «sido caido»,
IKUSI IZAN, IKHUSI ÜKHEN «visto liabido».
2." Articulado con indefinido: ekokia izan «sido el caido»,
iKusiA izan, «habido el visto». El dialecto suletino no acepta
esta forma; en cambio posee otra con el adjetivo verbal in-
finitivo, EEOEiRiK izan «sido caido»; ikhusieik ÜKHEN «habido
visto».
3." Indefinido con adjetivo verbal posesivo: eroei izanen
(1.) «de sido caido»; ikusi izanen (1.) «de habido visto». El su-
letino, en vez de ésta, posee otra combinación que le es pro-
pia: EEOEiEiK izanen «de sido caido»; ikhusieik ükhenen «de
visto habido».
4.'' Indefinido con adjetivo verbal derivativo: eeoei izan-
GO (b. g.) «de sido caido»; ikusi izango (b. g.) «de habido
visto ».^
Hay" algunas otras combinaciones dobles, y aun triples
(en bizcaino) que por ser de poco uso y de fácil inteligen-
cia, no se ponen aquí.
11.
Cinco formas del nombre verbal principalmente, solas ó
en combinación con izan, hacen posible la formación de los
tiempos compuestos del verbo bascongado. El sustantivo
verbal en locativo, eeoetzen, ikusten, etc.; el adjetivo ver-
bal indefinido, eeoei, ikusi, etc.; el radical, eeoe, iküs, etc.;
el adjetivo verbal derivativo, eeoeiko, ikusiko y el adjetivo
verbal posesivo eeoeieen, ikusieen, etc. En mi enumeración
de los tiempos compuestos no daré más que los producidos
por dichos verbales; los demás que se usan son fácilmente
comprensibles, por no encerrar ningún elemento descono-
cido para mis lectores.
Los tiempos simples, además de los existentes en la
conjugación sencilla, son: el presente y el pretérito imper-
fecto de los auxiliares transitivo é intransitivo del modo in-
1 Eouaparto. Le Verbe basque: Cinq. tab. prel— Eii éste pueJcii verse todas las formas
aoj e.i y triplo; do Jas combinaciones de los uombros verbales.
24
clicativo, cuando se usan cii la acepción propia de su signi-
fícadü y los futuros categóricos de los dialectos labortano y
suletino en el mismo caso. Ahora veamos los tiempos que
forman dichos nombres verbales.
Susfiinfiro rerhal en locativo. Forma el presente y el
pretérito imperfecto de indicativo de la conjugación peri-
frásica, el futuro presente de los dialectos labort mo y sule-
tino, el presento del supositivo del condicional, el presente
del optativo del condicional y el presente del condicional
en el suletino.
Adjetivo verbal indefinido. El pasado próximo, el pasa-
do remoto y los dos pluscuamperfectos, menos y más remo-
tos de indicativo, combinado con izan en los pluscuamper-
fectos; el jiresente y el futuro de i¡nperativo de los dialectos
guipnzcoano y bizcaino; el presente y pasado de subjuntivo
de dichos dialectos; el presente, futuros presente y conjetu-
ral, pasado próximo y pasado remoto del potencial de los
mismos; el presente y el futuro conjetural del supositivo del
potencial bizcainos y guipuzcoanos; los pasados próximo y
remoto del supositivo del condicional, éste último combina-
do con IZAN, el presente y el pasado del consuetudinario biz-
caino, y los pasados, próximo y remoto, del condicijnal.
Tema verbal. En los dialectos labortano y suletino for-
ma el presente de imperativo; el pasado y presente de sub-
juntivo; el futuro presente, el pasado próximo y el remoto
del potencial; el presente y el futuro conjetural del suposi-
tivo del potencial, y el futuro del optativo condicional.
Adjetivos verbales posesivo // derivativo. Forman los fu-
turos categórico, conjetural próximo y conjetural remoto del
indicativo; el futuro próximo del condicional (reemplazado
en el dialecto suletino por el futuro presente del potencial)
y el futuro remoto del mismo modo, (combinación que no
existe en suletino y que en los otros dialectos es muy ame-
nudo sustituida por el futuro conjetural próximo did indica-
tivo) y el futuro del supositivo del condicional ((pie taujpoco
existe en suletino).
La estrañeza que una construccióii do esta índole ha do
causar en el espíritu de los ([ue si)laiui'iite conocen el cas-
tellano, ó alguna otra lengua derivada del latín, se amino-
rará de cierto si reflexionan que la conjugación castellana
ha hecho un amplio uso de la perífrasis, y que ésta existe
en formas verbales en las que la costumbre nos la oculta.
Tal sucede con el futuro, que en toda la jurisdicción romá-
nica se hizo perifrásico, por haber naufragado el futuro
simple latino. Así, el futuro perfecto castellano lo forman el
infinitivo y el auxiliar «haber» pospuesto: acíi\itiii'é = cantar -
HE», cantarás = ctí /zicir-HAS», «cantaremos = cantar-iikB-K^ioB,
etc., equivalentes á «he de cantar», «has de cantar», «hemos
de cantar», idéntica construcción á la bascongada JiantatuJiO
DET, Ji-antatul'o dezu, nantatuJxO degu, etc.
Ya he indicado que los dialectos labortano y suletino
poseen un futuro simple de que carecen los españoles; estos,
siempre que quieran expresar el futuro, tendrán que valerse
de la perífrasis. No así los franceses que pueden expresar
esa idea con la conjugación sencilla, siempre y cuando que
conjuguen el auxiliar con su significado propio, es decir, no
como auxiliar: duket (1.) «yo lo habré» «equivale á izango det
(g). Pero cuando dichos dialectos combinan su futuro con
algún noml)re verbal, entonces no se distinguen las conju-
gaciones labortanas y suletinas de las bizcainas y guipuzcoa-
nas en no ser perifrásicas, sino en usar de distintas flexio-
nes para su perífrasis y de distintos nombres verbales, que
son ea España el adjetivo verbal derivativo con las flexio-
nes del presente ó imperfecto, y en Francia el sustantivo
verbal en locativo con las flexiones propias de futuro, ó los
adjetivos verbales derivativo y posesivo con las flexiones del
presente é imperfecto. De suerte que los dialectos de Francia
son dueños de un futuro diferente de el de los dialectos de
España en el nombre verbal y en las flexiones, y además com-
parten con ellos otros idénticos ó análogos. Ahora surge la
cuestión: ¿cuándo se usa de la forma propia, esclusiva, espe-
cial, y cuándo de la común? De lo que tengo observado en la
práctica no me parece que podría sacarse una regla muy se-
gura, pues reina una gran tendencia al empleo indiferente de
ellas. Según el Príncipe Bonaparte, el futuro del indicativo
en lubortcino, tiene un significado que es siempre conjetural
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y que difiere de la del futuro compuesto;^ sin embargo tra-
duce iKusiKO DU «él lo verá»), lo mismo que traduce el ikus-
TEN DUKK, no sé si por imposibilidad de trasportar en francés
el )iinfi;j de ambas locuciones, ó por sor, en puridad, nno
mismo."^ De lo que indica el Sr. Abato Incliauspe parece de-
ducirse que el futuro espacial basco-francés se emplea
para expresar que estará sucediendo alguna cosa, que sin
duda, por no estar presente á ella el que habla, la cuenta
como futura. De locuciones de esta especie hay ejemplos
sin cuento en castellano: «ahora que son las once, estará ya
en la estación del ferro-carril mi hija». Es lo que á mi modo
de ver indica Mr. Incliauspe en la traducción de las ejem-
plos: EMAiTEN DUKE «él dará (él estará en acción de dar)»;
IGOETEN DUKE «él lo euviará (él lo habrá en acción de enviar,
él lo habrá en envío) «.'^ Todo esto nos demuestra que las di-
ferencias no son muy profundas.
El dialecto suletino ha sistematizado más el empleo del
adjetivo verbal posesivo, que no el labortano 3^ los otros dia-
lectos de Erancia. Véase cómo Axular en un mismo pasaje
se vale indiferentemente de ambos: justua ere zazpitan ero-
lll/iO DA, ZEMBAIT BEKATU BENIALETAN BEDERE BEAZTOBATUreM
DA «aun el Justo en siete veces caerá, por lo monos en cuan-
tos pecados mortales tropezará».
1 Verbe basque. Prem. tab. ineliiu.
'2 Le Verbe basque. So\i. tnb. pi-oliía.
3 Le Verbe basque, i>¡ig. 50.
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—363—
He procurado denominar á los tiempos atendiendo á su
significado, y cuando nó, á su composición, fijándome en la
forma del nombre verbal, pues de adoptar distinto procedi-
miento me hubiera hallado en el caso de emplear títulos
desusados ó nuevos, lo cual es sieinpre un inconveniente.
El más somero análisis del cuadro precedente convence
á cualquiera de que la formación de los tiempos basconga-
dos no ofrece ninguna dificultad seria. Los modos están per-
fectamente caracterizados, y todo ello queda reducido á
combinar cierto número de nombres verbales con las íiexio-
nes auxiliares; y éstas se ve á primera vista que se deducen,
en gran parte, unas de otras, y todas de los dos tipos á que
ya me referí más arriba. La dificultad de la conjugación bas-
congada estriba, por lo tanto, en las numeros-as categorías
de flexiones, y aun éstas, se ajustan en su formación á un
plan bastante rigoroso para que una vez en posesión de su
clave, se puedan formar lór/icaniente, es decir, .) priori en la
mayor parte de los casos. Por lo tanto, nadie podrá contra-
decir que la lengua bascongada ha obtenido un resultado
prodigioso valiéndose de los elementos más sencillos que ca-
be para llegar á él; bien es verdad que de reinar en su siste-
ma verbal la complicación que reina en los de otros idiomas,
fuera totalmente imposible la retención en la memoria del
que ahora celebramos.
En el indicativo entran cinco nombres verbales: el sus-
tantivo en locativo, ikusten, ekortzen, etc., el adjetivo ver-
bal indefinido ikusi, erori, etc., el adjetivo verbal derivativo
iKUSiKO, EEOPJKG, cl Verbal indefinido izan y su adjetivo ver-
bal derivativo izango; el dialecto suletino sustituye el deri-
vativo por el posesivo, iküsiko por ikusieen, y el verbal tran-
sitivo IZAN por ükhen; el labortano hace la primera de las
sustituciones con el indefinido izan, diciendo izanen y no
IZANGO. En el potencial, dos nombres verbales, uno en cada
grupo de los dialectos que estudiamos, el adjetivo verbal
indefinido y el radical ikus, eeoh; los mismos en el supositi-
vo del potencial; en el condicional, el sustantivo-locativo,
el adjetivo-derivativo, el adjetivo indefinido; los dos y solo y
en combinación con izan ó ükhen el indefinido en el suposi-
tivo del condicional. El optativo se vale de tres, que son: el
- :!(U-
sustaiitivo-locíitivo, el acljetivo-iiideñiiido y el riidical; el
consuethdinario del adjetivo -iiideftcido; el imperativo y el
subjuntivo, de dicho adjetivo-iudeftnido y del radical. Total,
cinco nombres verbales de diferente form i y dos nombres
verbales auxiliares izan y ükhen (|ue revisten dos de las cin-
co formas de los otros.
En los dialectos labortano y guipiizcoano el futuro con-
jetural próximo de indicativo reemplaza muy amenudo al
pasado del condicional: iküsiko zuen en el sentido de «él lo
habría visto», en vez de ikusiko zurean (g.) é ikusiKO züken
(1.) El futuro conjetural próximo tiene en bizcaino un sen-
tido conjetural muy marcado, que requiere en la traducción
castellana el empleo de frases conjeturales; ikusiko eban «se
supone que los habrá visto» que es lo mismo que, según lo in-
dicamos ya, le sucede al futuro simple labortano. El pasado
próximo del potencial reemplaza , en suletino, al futuro del
condicional de los otros dialectos; ikhüs lezake en vez de los
IKUSIKO LUKE é IKÜSIKO LEUKE del guípuzooano y bizcaino. El
labortano le imita también en la sustitución, que alioramere-
ce propiamente este nombre, pues el suletino carece de futu-
ro condicional (aunque posee tiempos de análogo significado)
y lio el labortano. El suletino, en la voz intransitiva prefiere
el pasado remoto del condicionil al futuro conjetural próxi-
mo de indicativo, eroki zatekian á eeioiuko zen.^ El futuro
presente del potencial en guipuzcoano, labortano y suletino
expresa al mismo tiempo el presente de dicho modo: ikusi
dejare «él lo podrá ver» ó «él lo puede ver». En labortano,
el futuro simple de indicativo, en la voz intransitiva, está
constituido por las fiexiones que figuran en el futuro pre-
sente del potencial; daiteke, e;ioh daiteke; en la práctica,
las fiexiones del potencial hm venido á confundirse también
con las del modo condicional, pero no obstante, se distin-
guirán perfectamente las formas resultantes por el nombre
verbal, que en el potencial e-j el radical Euoíi, ikus, y en el
indicativo'-^ y condicional jamás lo es, sino el adjetivo verbal
1 Vúasü Le Verbe bai:)je(ljl rrinnin ISaimiiarto, notas al Sep. tab. prel.
2 Mu rotíoro al iKniibnu- ol iii lii-ativo, ya no ú su futuro siiin)lo, como un luuiuito Mt\fi
-303-
indeterminado ó el derivativo, en las formas que pudier^^^
presentar ambigüedad.^
CAPÍTULO XIII.
CONJU-^ACIÓN PEllIFRÁSICA DEL VERBO GUIPUZCOANO.
(Voz tram-itiva. — Trataniientu indeterminado.
I.
Tenemos ya estudiado el primer elemento componente
de todo tiempo periñásico: el nombre verbal. Ahora le llega
su turno al segundo, que es la flexión, la cual precisa y
desarrolla el significado de aquel. En este estudio queda
descartada, toda cuestión de origen. El anatómico describe
el número, la forma, la situación, las relaciones, conexiones
y estructura de los órganos del cuerpo; el fisiólogo, las fun-
ciones normales de ellos: ambos dejan al biólogo, la explica-
ción de los fenómenos de génesis. Sino pareciera pretencioso,
diría que ahora nos íbamos á ocupar en la anatomía y fisio-
logía de las flexiones; es decir, en examinarlas por dentro,
en aislar sus componentes, en notar su disposición y arreglo,
en precisar los fenómenos funcionales que realizan, en inves-
tigar el juego complejo y combinado de sus aparatos. Más
después, en otro capítulo ad Jioc, será ocasión de investigar
las evoluciones que ha verificado «lo que es», hasta llegar á
serlo, y como entonces las opiniones ya no serán velo de los
hechos y el lector podrá repudiarlas fundándose en estos, no
me rehusaré el fácil placer de exponer las que mé son
propias.
Una flexión euskara es un compuesto gramatical mucho
arriba, sino ú los futuros que pueden constituirse con un nombre verbal y las flexiones pro-
pias de futuro; por ejemplo: EROHTZEN D.MTEKE «el se eaci-ii», ERORI DAITEKH «él será caido», ERO-
RIA DAITEiíE «él ya será caído», ERORI IZAÍil D.'MTEKS «el será caido», ERORIA ¡ZAN DAIíEKE«élya
será caido», ERüftIKO DAiTtKc «él se caerá», Ef.CRI IZANEN DAITEkE «él será caido», ERORIA iZANEN
DAITEKE «él ya será caido». Y como en mi cuadro no figura -más que el primero de ellos, y tam-
poco he puesto por nótalos tiempos compuestos del intransitivo, que son distintos de los que
tienen cabida en dicho cuadro, los pongo aquí para hacer más inteligible la observación del
texto.
1 ])Onaparte. Le Verbe basque; notas al Premier tab. prej.
-.ice-
Illas complejo (lo lo que á priniera vistii parece. En todas
ollas se encuentra, por lo nienos, un lu'icleo signifícativo ó
tema que encierra la idea verbal y adenüís un elemento per-
sonal que denota el sujeto, ó un elemento pronominül que
denota el régimen.
El elemento personal, como que se refiere también á su-
jetos plurales, tiene que revelar ésta circunstancia de algu-
na manera; y lo hace incorporando á la flexión ciertos afijos,
que por sus funciones pueden llamarse de pluralización per-
sonal.
La voz transitiva está en condiciones de manifestar el
objeto y cuando lo manifiesta se vale de elementos objeti-
vos ó afijos de objetivación singular y plural, según sea el
número de aquel. La expresión de la relación pronominal, ó
del recipiente de la acción verbal, está encomendada á ele-
mentos pronominales, que son los pronombres que co-
nocerlos, ya íntegros, ya reducidos á una sola de sus le-
tras, ú otros desconocidos, á los que llamaré pronombres
verbales porque no aparecen más que en el verbo. Los ele-
mentos personales nos son, igualmente, proporcionados, por
los pronombres de ambas clases.
Pero la aglomeración ó incorporación do todos estos ele-
mentos, está subordinada á los principios estéticos de la
lengua; de aquí las letras de ligcxdura, las eufónicas, las
epentéticas, las de refuerzo, las redundantes que hacen sim-
plemente aceptables las combinaciones, ó las hermosean
fónicamente.
Todos los hasta ahora nombrados son elementos cons-
titutivos, elementos que forman el cuerpo de la flexión; pero
en esta i)ueden liallarse igualmente otros característicos,
porque particularizan á las flexiones bajo el concepto del
modo ó del tiempo. Los elementos de ambas clases revis-
ten, en lo general, la forma do atijos, y algunos más espe-
cialmente la de prefijos, infijos ó sufijos, según su coloca-
ción, aunque es preferible designarlos con la primera de es-
tas denominaciones, por ser la más lata.
Ya. dije que, moi-fológicamentL^ hiblando, bis llexiones
auxiliares de la conjugación compuesta pueden considerarso,
-3G7-
en sil mayor parte, y sobre todo en el dialecto gnipnzcoano,
como «derivadas ó tributarias» de las que figuran en el pre-
sente y el pretérito imperfecto de indicativo. Por lo tanto
agruparé alrededor de estos dos tiempos matrices ó radica-
les les ñexiones que de cada una de ellas se derivan, para fa-
cilitar la retención y la comparación de tan numerosas for-
mas. Esta disposición la hemos de considerar como un anda-
miaje que se quita en cuanto está levantado el edificio.
Las ñexiones que inmediatamente vamos á analizar son
la que tienen forma distinta, no haciendo caso de los tiem-
pos, los cuales nos obligarían á muchas repeticiones por es-
tribar muy ameniido en la sola combinación de unas mis-
mas flexiones con distintos nombres verbales. Pero una vez
conocidas las flexiones á que me refiero, es claro que lo será
también el verbo íntegro, por quedar todo reducido á las
consabidas combinaciones. Y para facilitar éstas, conservaré
la misma numeración y señalamiento que figuran en los
Cuadros generales de los modos ¡j tiempos ij flexiones.
A.
Pkimek tiempo matriz.
I. — Modo indicativo.
1. Presente.
(i) . — Flexiones objetivas.
(!.'' categoría).
'DÍt\3t . . — yo lo veo, los veo.
DiTz/zu . — tú lo ves, los ves.
DiTU . . — él lo ve, los ve.
DiTUGU . — nosotros lo vemos, los vemos.
diTTjzute . — vosotros lo veis, los veis.
DiT\]zte . — ellos lo ven, los ven.
Observaciones. El núcleo significativo es eu, u que repre-
senta la idea de «haber». Los elementos personales ó signos
del sujeto son t, zii, gii, te y zte. T es un pronombre verbal,
ó el representante de un pronombre verbal que significa «yo».
Ikusten
viiiíí, T ._^.
—308—
Aizkibel en sus manuscritos inéditos opina que es la última
letra del personal ////", perdida en el trascurso del tiempo.
Te y zte son un mismo añjo pluralizador personal, que sirve
para convertir al sujeto zn «tú'>, en vosotros» .m-te. Osten-
ta muclia analogía con la terjninación abandancial ti, y aca-
so tengan ambas el mismo origen. D es un preñjo que re-
presenta la relación objetiva singular «lo»; combinada con it
que es un suñjo pluralizador, representa la relación objetiva
plural «los». Las flexiones de tercera persona singular care-
cen de elemento personal que represente á djclia tercera
persona como sujeto; pero por lo mismo, pueden muy bien
relacionarse con ella, ya aparezca expresa, ya tácita en el
discurso.
Descompongamos dos Hexiones, como demostración de
lo dicho: det^d «lo» — e «haber» — t «3^0»; dítiit = d — it «los»
— ?/ «haber» — t «yo»: y así las demás.
(11) . — Flexiones ohjetico pronominales.
('2.'': «á mí»).
íDir/Azu . dix///dazü . — túmelove^s,melosve^s.
\ D¿T . . DizKiT . . — él me lo vej^, me los veí^.
-r /DiDíízuTE. d/zkídazute— vosotros mc los veíais, me
j los ve^s.
/didate . DizKiDaTE . — ellos me lo vej^^^n, me los
' veíi^i.
Observaciones. El núcleo verbal es /; / que en las ñe-
xiones objetivas representaba al sujeto «yo», en las actuales
representa al réginum indirecto «á mí», pero pasando de la
dental fuerte á la suave en seis de las ocho llexiones; la n
que le sigue es una vocal de ligadura. La objetivación plu-
ral corre á cargo de \u\ nuevo sufijo: zli.
DiDAzu — íZ «lo» — i «haber» — d «á mí» — ,i'» «tú»; dizkidazu
= d «lo» — / «haber» — .ú-i «varios» (reltitivo al d) — d «á mí» —
zii «tú», etc.^
1 IjOH HÍ(jMOM «le iihn-iili/Miióii ixrsdiial objüiiva Ids trtiilü/.co irií olóqicaiticnto i'or «varins»
puro h'\\\ priitoinlür (|iii! fnatcriahvnto sitíiiilltiucu esa imliilirn fawtollium. I)(<sciui>i.'íiuh uim fun-
ción Hiiúloh'a ú la (lo la s i.asti llana: (! t Kuona i-oiiio >li) s»; (t zki luiiiiiiK».
— SCO—
(3/: «á tí)>).
mziiT . mzKLmT . — yo te lo veo, te los veo.
mzii -;' . mzKizic . — él te lo ve, te los ve.
lKis&TEmT>izu(Mj . mzKimiGH. — iiosotros te lo vemos, te los
'^ vemos.
Di.?iiTE. DizKLí7/TE. — ollos te lo veii, te los ven.
Observaciones. El pronombre zu que hasta ahora ha
desempeñado el papel de sujeto, pasa á desempeñar el de
régimen indirecto «á tí». T vuelve á ser elemento personal;
de manera que tanto zu como t pasan de elementos perso-
nales á pronominales según el lugar que ocupan. Al final de
la flexión son sujetos; incorporados, son régimen indirecto,
Diz¡tt = d «lo» — i «haber» — zu «á tí» — t «yo», etc.
(4.": «á él»).
iüioT . . DizKioT. . — yo le veo lo, le veo los.
Idiozu . DizKiozu . — tú le ves lo, le ves los.
'dio . . DizKio . . — él le ve lo, le ve los.
Iküsten DioGu . DizKioGu . — uosotros le vcmos lo, Ic vc-
i mos los.
piozuTE. DizKiozuTE. — vosotros Ic vcís lo,le voís los
DioTE . DizKioTE . — cllos Ic von lo, le ven los.
Observaciones, El componente desconocido de estas fle-
xiones es o, que es un elemento pronominal. Como lo ha de-
mostrado el Príncipe Bonaparte, es un residuo del recipiente
ONi «á éste».
DioT — í? «lo» — / «haber» — o «á aquel» — t «yo», etc. Tra-
duzco o «á aquel» porque éstas flexiones se refieren á las
personas que no son ni la que habla ni aquella con quien se
habla, sin que señalen los matices de su mayor ó menor pro-
ximidad; así es que me parece mejor valerme de un término
que comprenda á los tres grados de un modo general, aun-
que no sea la verdadera tj-aducción etimológica del elemen-
to en cuestión.
25
iDígit7.\] .
[mgu . .
Ikusten. -^
¡DigUTE .
— b70-
(5.": («á nosotros»).
DIZKI////ZU . — tú i'ios lo ves, nos los ves.
T>r¿Kigii . . — él nos lo ve, nos los ve.
DizKir///zuTE— vosotros nos lo veis, nos
los veis.
DizKi<7//TE . — ellos nos lo ven, nos los
ven .
Observaciones. Keciiérdese lo que dejamos dicho res-
pecto á la alteración de sujeto á régimen indirecto que su-
fren t y zu á compás de su cambio de posición, porque es
aplicable en todos sus términos á gii.
DiGUzu = r7((lo))-
iiazvteT .
\mz\jte .
Ikusten dizu^^gu.
\Dizute .
Observaciones.
/ «haber»— f/« «á nosotros» — ¿11 *<tn)),etc.
(().*: «á vosotros»).
DizKizuíeT . — yo os lo veo, os los veo.
DizKizuíe . — él os lo ve, os los ve.
DizKizuffGU, — nosotros os lo vemos, os
los vemos.
DizKizuíe . — ellos os lo ven, os los ven.
Estas liexiones son las mismas de la ter-
cera categoría, más el añjo pluralizador te, que convierte á zii
«tú» en «vosotros» ^11 — te. La ñexión de tercera persona es
ima flexión contraida por eufonía, pues falta la pluralización
del sujeto; pero como de conservarse ésta resultaría la forma
anti-eufónica dizutete, se ha elidido una de las pluralizacio-
nes. Larramendi la da íntegra^ Lardizábal sin t, es decir,
con hiato, dizutee"; la primera es meramente teórica, la se-
gunda se usa, aunque menos que la de mi paradigma, que
es la vulgar y corriente.
DizuTET = c7 «lo» — / «haber» — .:ute «á vosotros» — t «yo».
(7.'^: «á ellos»).
mioteT. . in'AKioteT. . — yo les veo lo, les veo los.
Ikusten Dio^ezu
imoée .
DizKio/í'zu . — tú les ves lo, les ves los.
mzKiote . . — él les ve lo, les ve los.
W 1 l'!l Arto del IjaHiuuiuco, pAff. 1'2C, tid. il<) 17'20.
^ '2 Gramática vascongada, \>iu '27. S(í^í^lIl liivrdiziUal (i>á¡^. 'M\ v^n funiiii ¡.o oiKiK'nlia liim-
biéli i>luiuliuiuhi culi a y con z: di/.utka, inzv'ri:¿\.
—371 —
imoteGTj . mzKioteGv . — nosotros les vemos lo, les
\ vemos los.
iKusTEN'DioíezuTE DizKio^ezuTE — vosoti'os les voís lo , les
i veis los.
\T>iote . . DizKio^'e . . — ellos les ven lo, les ven los.
Observaciones. Las flexiones de la cuarta categoría, pro-
vistas del afijo pluralizador personal aplicado al elemento
pronominal, se convierten en las presentes, cnyo régimen
«á ellos» es plural. La flexión de tercera persona de este nú-
mero está contraída por eufonía.
(iii) . — Flexiones pronominales.
(8.^ «á mí»).
[7UZU. . . . — tú me ves.
-r Naz¿ . . . .—él me ve.
Ikusten , .
INazuTE . . . — vosotros me veis.
NAUTE . . . — ellos me ven.
Observaciones. El núcleo es au (alteración fonética de
eu) y «■, contracción de au. N inicial del pronombre ni «yo»,
colocada en forma de prefijo á la cabeza de la flexión es un
elemento pronominal, representante de la relación «á mí».
'Nkzv = n «á mí» — a «haber» — zu «tú»; nau = n «á mí» —
au «haber», que por lo mismo que no tiene sujeto expreso,
como todas las flexiones de igual clase, es lógicamente rela-
cionable á «él», etc.
(9.^ á tí).
¡ZÁITTJT . . . . — yo te veo.
-r ] za¿Tu — él te ve.
Ikusten ; , , ,
zMtuGu . . . . — nosotros te vemos.
' ZAiTüzTE. . . . — ellos te ven.
Observaciones. Aquí se nos presenta la primera dificultad
del análisis de las flexiones. El elemento pronominal z es la
inicial del pronombre zu, que indica el régimen indirecto «á
tí». Ai es el núcleo verbal, alteración fonética de eu, como aw,
la / terminal de la primera ílexión os el pronombre verbal
«yo»; -r/é' es el afijo pluralizador personal que representa el
agente» ellos»; <ju~ es el pronombre «nosotros», agente de prime-
ra personado plurnl. Todos estos elementos constitutivos los
conocemos, y ellos bastarían para constituir unas flexiones
perfectamente reprefíentativas de las relaciones que osten-
tan las presentes. Pero en todas aparece la sílaba tu y
surge la pregunta: ¿qué significa este nuevo elemento, cuyas
funciones eufónicas ó significativas, por lo menos á primera
vista no se descubren, sino antes bien suenan a cosa inútil
y sobrepuesta? Mr. Eibary, en su precioso y concienzudo
análisis del verbo guipuzcoano (guía y modelo del presente
en buena parte), dice: «la sílaba tu no marca el plural, como
en las dos formas siguientes; no puedo dar explicación de
ella».^ Mr. Alnsón en la nota por él puesta á la traducción
de este párrafo dice: «al contrario, esta forma es plura], aun-
que en la época moderna su significación se haya converti-
do en singular respetuosa: zaitu y gaitu «él te ha» y «él nos
ha» son, y deben de ser, morfológicamente, análogos; zaituz-
TE «el os ha» es una derivación pleonástica, mediante la adi-
ción de te, signo de pluralidad, como zuek proviene de zu
por la adición del signo de pluralidad U} A lo cual replica
el Príncipe Bonaparte: «el pleonasmo nada tiene que ver con
el te de zaituzte que nunca podrá ser pleonástico, porque es
absolutamente necesario para que zaitu, ó su sinónimo pleo-
nástico zAiTuz «él te ha», se convierta en zaituzí^ «él os ha».^
Mr. Van Eys explica de otra manera la composición de
estas flexiones: «el tema verbal es siempre au, y el plural del
pronombre está indicado otra segunda vez por la sílaba it
intercalada. Z — au — t hubiese sido suficiente para expresar
«yo te he»; pero la lengua bascongada añade un signo de
pluralidad, y z — un — t se ha convertido en z — a — it — u —
í».'' ¿Pero por qué razón zu que es, ó representa un singular,
ha recibido un signo pluralizador, siendo la ílexiún precisa-
1 Essai sur la langue hasqup, i-ii^;. .'¡I
1 Essai'.sur la languc basque, i>á(<. l'JO,
•¿ Ren-.i rqjes, etc., \w[i. .'ti.
:i Gran-, oamp., \»m. \\\yjí.
mente de régimen indirecto singular? He aquí lo que omite
decir Mr. Van Eys. Astarloa, después de añrmar que Oñate
y otros pocos pueblos están en posesión de íiexiones de esta
categoría y otras análogas regularmente formadas, dice: «con-
tinúen, pues, los oñatienses y demás pueblos el uso de
las bellas conjugaciones il-zau («él te lia nmerto») é il-üau
(«él nos ha muerto»), y siga el resto de los bascongados su
ejemplo, desprendiéndose de las torpes que sustituyen en
su lugar. En efecto; ¿cuales son estas conjugaciones? Son
IL-ZAITU «aquél lo lia muerto á usted»; il-gaitü «aquel nos ha
muerto». Sepan que la radical itu pluraliza la persona pa-
ciente; y..,, su IL-ZAITU no significa lo que quieren dar á en-
tender, esto es, «aquel ha muerto á usted», sino «aquel ha
mueruo á ustedes»,^ etc.
Es por lo tanto muy natural la declaración de ignoran-
cia que hizo el sabio y modesto Mr. Eibai-y. En mi opinión
la presencia de esa sílaba pluralizadora demuestra que las
flexiones de que trata]no3,y otras análogas que irán saliendo,
se formaron cuando m tenía significado plural; en dicha
ocasión la pluralizadora te relativa á zu constituía una re-
dundancia, pero no un absurdo. Pasó .ui á ser singular, y las
flexiones primitivas se convirtieron en singulares; pero como
para esta época la conciencia del valor significativo de los
elementos se hallaba oscurecida, conservóse la redundan-
cia, peitliendo su carácter de tal, y quedando relegada á la
categoría de residuo inorgánico, por imposibilidad de asimi-
lación. Tu me parece una simple variante de te^ y es epen-
tética cuando figura en las flexiones pronominales singula-
res, y pleonástica cuando figura en las plurales.
(10.'': «á nosotros».
.GAiTuzu . . . . — tú nos ves.
-j 'GAiTu .... . — él nos ve.
Jkustení
ígaituzute. . . . — vosotros nos veis.
\GAiTüZTE . . . .—ellos nos ven.
1 Discurs. files, sobre la leng. primít.. púg. 710,
-:!7I-
Ikusten<
(11.*: «á vosotros»).
.zhiTVxteT . . . . — yo os veo.
\zMTVz'te . . . . — él os ve.
ZAlTV^feGU
ZAITU^Íd .
. — nosotros os vemos.
. — ellos os ven.
Observaciones. Estas son las flexiones de la novena ca-
tegoría, provistas de la sílaba pluralizad ora personal que, re-
firiéndose al elemento pronominal ,r, se incorpora entre la
sílaba pleonástica y los signos del sujeto, y hace que «á tí»
sea «á vosotros».
xV A. Tiempos derivados.
IX. — Subjuntivo .
85. Presente.
(i) . — Flexiones objetivas.
(1." categoría).
/ Bezajyan
i
i Dezazun
yBezaíi .
IkUSI ' TtCZCLGUn
D¿!^(r¿zuTE;¿
DezaTWi .
DÍtz¡t.Dan . — -yo lo vea, los vea.
Diz'^Azu» . — tú lo veas, los veas.
T>itzA)i . . — él lo vea, los vea.
D¿7zAGu;¿ . — nosotros lo veamos
veamos.
BitzxzuTEu — vosotros lo veáis, los veáis.
d¿^zate;¿ . — ellos lo vean, los vean.
los
Observaciones. ¿\. primera vista nos presentan estas flexio-
nes dos elementos nuevos; la salaba za, y la final an ó n. Así
es que, el primer movimiento analítico, consiste en descom-
poner las flexiones de esta manera: d «lo» — e «haber» — za
«elemento nuevo» — d «yo» — an «elemento nuevo», etc., ó lo
que es igual, las flexiones del presente, más za y an ó n, en
los que residiría la nueva especialización del significado pri-
mitivo. Mr. liibary^ ve en za un sufijo que indica «necesidad»;
1 Essai sur la Zangue basque, i)úg. 49,
— 375 —
esto es insostenible. Mr. Yan Eys^ afirma que estas ñexio-
nes pertenecen á iin nuevo auxiliar, al auxiliar ezan (cuyo
significado se ignora, y del que no se conoce otra cosa más
que su empleo en éste tiempo, por lo que su existencia es
meramente hipotética), más la n relativa ó «que» castellano,
por no ser todo subjuntivo más que un indicativo en el fon-
do: DEZADAN sería, por lo tanto, igual á dezat — «, ó sea, eufó-
nicamente, á DEZAD— AN. Mr. Van Eys se acercó más á la
verdad, la cual era ya vieja para entonces, y nada tenía que
ver con ese soñado ezan.-^ El Príncipe Bonaparte considera
á EZA como una incorporación del verbal transitivo izan «ha-
ber», de igual suerte que en dagian «que él lo haga» y en
DAREAN «que él lo diga» todo el mundo reconoce la incorpo-
ración de EGi — {n) y erra — {ii) «hacer» y «decir», presentan-
do todas estas formas el rasgo comú i del cambio de la vo-
cal inicial».
Supuesto lo dicho, el análisis de estas flexiones arroja el
siguiente resultado: dezadan^c? «lo» — eza «haber» — d (t)
«yo» — a «vocal de ligadura» — ii «que», etc. La objetivación
plural va encomendada á it, que por estar seguida de la z, pro-
duce la sibilante pEilatal t¿\'FjS indudable que tes un compo-
nente del afijo pluralizador it; pero en la práctica es induda-
ble asimismo que ha originado el endurecimiento de la ^, pro-
nunciándose di — TZAN y no dit — zan, di— tzagun y no dit^
ZAGUN, etc., por lo que cabría decir que la pluralización obje-
tiva se debe á dicho endurecimiento, en lugar de á la incor-
poración de it; pero esta aseveración, exíicta desde el punto
de vista fonético y absolutamente contraída á dicha conso-
nante, no lo es desde el etimológico.
1 Gram. comp., piíg. IGO.
2 Mr. Van Ey» ha orraclo aquí por culpa de su dcsprocio ú las obras de los demás. En la
piig. 505 de su Gramática comparada, discutiendo con Mr. Vinsón dice «que ya comprenderá aho-
ra que no experimente esa necesidad (la de leer E! Verbo bascongado del Príncipe Bonaparte) tan
fuertemente como él». Y en efecto, por no haber leído esa obra ó haberla leído de prisa, el es-
critor holandés estampa gravemente en la pág. 514 de su citada Gramática, publicada el año
1879, las siguientes frases: «Si el Principe Bonaparte hubiera sabido que el subjuntivo no existe,
si hubiera sabido que la n es la conjunción «que», etc., siendo así que el Principo Bonaparte, en
su Verbo bascongado que vi6 la luz el año 18tí9 había dicho «los terminativos del subjuntivo
pertenecen necesariamente á la forma relativa («pág. xxvi);» el presente de subjuntivo se com-
pone de la forma relativa del presente de indicativo, fundida, por decirlo así, con el nombre
verbal izax, que se convierte en eza en este caso por la supresión de la n final y cambio de la
vocal inicial, exactamente como eraman se cambia en arama en daeama «él lo lleva», («pág. 156),
siendo de notar que el Príncipe Bonaparte llama formas relativas á las capitales seguidas de
n «que» (Cuarto cuadro preliminar), por lo que no cabía ninguna duda en la inteligencia de esos pa
sajes. — El desdén sistemático conduce á hacer estas planchas, y otras mayores.
— a7G-
El Riil)¡nntivo está caracterizado perfectaiuento por la//,
«que», en cuanto toca al significado, y en cuanto toca á la
íbrma, por la atribución de izan á dicho tiempo.
(ii). — Flexiones ohjetivo-pronümhiaJeH.
(2.": «á mí»).
Íj)izaT)k'¿\jn . D/,--azKiDAZu/¿ . — tú me lo veas, me los
i veas.
ypiza'Dan . . D/,iYíZKiDrt/¿ . . — él me lo vea, me los vea.
Ikusi<d¿"¿'(ídazute« d/.£tízkidazüte/¿ — -vosotros me lo veáis,
1 me los veáis.
íDÍ^íiDATE» . d/.s'íízkidate/í . — cllos me lo vean, me
1 los vean.
Observaciones. El micleo verbal aparece sin otra altera-
ción que la pérdida de la n final, iza por izan. Introducido
este y puesta la n relativa como remate de las flexiones, las
de la segunda categoría del indicativo quedan convertidas
en las de la misma del subjuntivo.
(3.": «á tí»).
Dz',írtZKizüDrt7¿ — yo te lo vea, te los vea.
D/¿azKizuy¿ . — él te lo vea, te los vea.
D¿¿Y/zKizuGu;¿ — nosotros te lo veamos, te
los veamos.
D/.mzKizüTE?? — ellos te lo vean, te los vean.
\\)izkZX¡'Da]i.
\pizaz\}n .
IkUSI D¿írtZUGU?¿.
D¿^aZUTE?¿.
Observaciones. La derivación del indicativo es perfecta-
mente regular; ambas categorías se diferencian solamente
en la presencia y ausencia de los elementos característicos
del subjuntivo y en la debilitación fónica del pronombre
verbal t.
{A.K <(á él»).
iDizayoDan.
\pizaijoz\jn.
Ikusi DÍzaijon .
mizayoGVn,
DÍzazKioDan. — yo le vea lo, le vea los.
D/-razKiozu/i. — tú le veas lo, le veas los.
Dizii'/Aíioii . — él le vea lo, le vea los.
DizazKioQvn. — nosotros le veamos lo, lo
veamos los.
,D?',:'(7//ozuTE??. D/r(7ZKiozuTE7¿ — vosotros le veáis lo, le
T veáis los.
VDizayoTEu . DizazKiotoi . — ellos le vean lo, le vean
los.
Observaciones. Persiste la regularidad; la /y, es letra
eufónica, introducida para evitar el choque do.
(o.*: «á nosotros»).
tDizaGVZXjn . DÍzazKiovz-ün . — tú nos lo veas, nos los
I veas.
IdzVíigü;^ . . d/,':í7.zkigu;/ . .—él nos lo vea, nos los
IKÜSI . . ^'f •
|D¿¿'rtGUzuTE?¿ D/,íí7ziaGuzuTE;? — vosoti'os nos lo veáis,
nos los veáis.
hipjciGVTE)} . J)iz-azKiGiiTEu . — ellos nos lo vean, nos
los vean.
(6.'': «á vosotros»).
/dizazu/¿dan DizAZKizu/eDAN — yo os lo vea, os los vea.
InizAZüfeN . dizazkizu/é^n . — él os lo vea, os los vea.
j 'DizAZufíGUN DizAZKizuzíeGUN — nosotros os lo veamos
J.KUSI( ,
OS los veamos.
ÍDizAzui^í'N . DizAZKizu/í^N . — ellos OS lo Vean, os los
\ vean.
(7.^ «á ellos»).
DIZAYO/eDAN . DIZAZKIOfé'DAN . yO IcS VCa lo , IcS
vea los.
¡DizAYofézuN . DizAZKio/ezuN . — tú Ics vcas lo, les
veas los.
JDiZAYoíeN . . DizAZKio/eN . .—él les vea lo , les
Ikusi ^^^ ^°^'
\DiZAY02f^GUN . DizAZKiofíGUN . — nosotios les vcamos
lo, les veamos los.
|dizayo?'(?zuten dizazkio^'czuten — vosotros les veáis lo,
les veáis los.
[DizAYoíeN . . DizAZKioíeN . . — ^sllos les vean lo, les
vean los.
—378-
Observaciones. La G." y 7." categoría están formadas de
la 3." y 4.", sin más alteración que incorporar el pluraliza-
dor te después del elemento pronominal.
(iii). — Flexiones pronominaJea.
(8."' «á nn'»).
Ikusi
íNf^rrazu» . . . . — tú me veas.
Ixcí^aN — él me vea.
N'íí^'íj'.zuTE??. . . . — ^vosotros me veáis.
mazaTT^ii . . . . — ellos me vean.
Observaciones. Las liexiones del indicativo (8." cate-
goría), provistas de n relativa, y cambiado el núcleo verbal,
dan por resultado las presentes ñexiones; la / de iza se ha
convertido en a.
i^).': «á tí))).
Ikhsi
zaitzaDk-Ñ. . . . — yo te vea.
zaitza^ . . . . — él te vea.
\zaitzaQ\]'Ñ. . . . — nosotros te veamos.
IzaitzaiE^. . . . — ellos te vean.
Observaciones. En estas ñexiones llama desde luego
la atención la a de la primera síiaba, la enalba sido produ-
cida por una alteración de la de la vocal de zu. El verbal
izan lia sufrido la incorporación de una t que es residuo
de la sílaba pluralizadora te, ó sinónima de esta, si se
quiere, sufijada pleonásticamente cuando la 9." categoría
era plural. La permutación de la ii de zu, en a, la atribuyo
á la imitación de zaitut; la influencia f[ue las flexiones
pronominales de indicativo han ejercido en las prono-
njinales de subjuntivo é imperativo es innegable, tratándo-
se de la presencia de a.
(10.": «á nosotros»).
Ikusi j Qkitzazvn. . . . . — tú nos veas.
.Gkmzan . .
IkUSI GA¿T^aZUTE7¿
fGA¿T^aTE;i .
— 37'J—
. — él 1103 vea.
— vosotros nos veáis.
. — ellos nos vean.
Ikusi^
Ikusi;
(11.'': «á vosotros»).
iZAiTZA/eDAN. . . . — yo OS vea.
IzAiTZAfí^N . . . . — él OS vea.
ZAiTZAÍeGUN. . . . — nosotros os veamos.
ZAiTZAí^eN . . . . — ellos os vean.
VIII . Imí'ER ATI V o .
32. Presente.
(i) . — Flexiones objetivas .
(I."" categoría).
iT,3'ctTzu . — tú ve lo, ve los.
hiTza . . — él vea lo, vea los.
itzKt,iinE.- — vosotros ved lo, ved los.
biTZAfe .—ellos vean lo, vean los.
|e¿'rtzu
'&EZA.
ezazvTE
\b'EZkte
Observaciones. La composición de estas flexiones es
muy clara, el tema verbal ó núcleo es za, que en la obje-
tivación plural recibe el afijo plnralizador //; zu y zute son,
como siempre, el sujeto singular y plural de segunda per-
sona. Queda por explicar la b de las terceras personas.
Mr. Vinsón adopta el parecer de Mr. Eibary. «Esta b será
representante del pronombre reflexivo beea «sí mismo» .^
El Príncipe Bonaparte, después de refutar el error de que
BEEA signifique «sí mismo» y de que éste sea el pronom-
bre supuesto por los dos lingüistas nombrados, que se expre-
sa en bascuence con befíe buru, quedándole á beba su pro-
pio é indudable significa de «él mismo», dice que la b inicial
de los imperativos pertenece al ba afirmativo, usado en va-
rios dialectos y sinónimo de bai «sí»; de suerte «|ue estamos
dispuestos á no ver en beza que «él lo haya», más que una
1 Essai sur la langue basque.— Nota 87, pág. Ilí2.
abreviación de badeza en el sentido de «ya lo haya» castella-
no».^ Sin negav la gran verosimilitud de esta explicación yo
me inclino á ver en h la inicial de lui pronombre de tercera
persona, perdido en lo demás, y que por esta causa merece
el nombre de verbal. La objección que pudiera oponerse de
que las terceras personas de singular suelen carecer de
signos del sujeto no tiene nnicha importancia en el caso pre-
sente, porque no se trata de un principio general; en cam-
bio, la analogía de forma que presenta h-te con zii-te, z-te,
o-te, etc., y otras formas semejantes de pluralización de ele-
mentos personales ó pronominales, es demasiado evidente
para que se oculte á los ojos de nadie. Hay que notar la
particularidad de ir el elemento zu detrás del núcleo, y
el elemento b delante, siendo ambos representantes del
sujeto, así como el endurecimiento de t>a en las formas ob-
jetivo plurales, debido á la imitación del tz anterior hijo de
la sílaba ¿7, según se advirtió al tratar de ditzadan etc.
(ii). — Flexiones ohjefiio-2')ro)wi)ü)iaIes.
(2.": («á mí»).
ízAd((Z\] . ZAZKi(7rtZu . — tú vé me lo, vé me los.
Iliza/ . . EiZAZiaz" . . — él vea me lo, vea me los.
Iküsi zAíZíizuTE zazkk/(/zute — vosotros ved mo lo , ved
1 me los.
\BizAfE . BirzAZKi/E . — cllos vcau me lo, vcau uie los.
Observaciones. El núcleo significativo ha experimentado
la elisión de la inicial; t y d son los elementos pronomina-
les, seguidos de a de ligadura en los casos en que había de
producirse un choque de consonantes. El paralelismo de
estas formas con las de la segunda categoría de indicativo
es completo: didazü = zadazu; dit — bizat. La flexión de ter-
cera persona plural está contraída; la forma más regular y
lógica sería bizate/; se conoce que la forma plural primitiva
fué BizAi^ETE, es decir, la correspondiente á la tercera perso-
na singular, más el alijo pluralizador, el cuid, jior eufonía,
1 Remuqucs, etc., pAg. 38.
-381—
fué posteriormente suprimido. Eii el te de la flexión qne nos
ocupa, debe verse, á mi juicio, el elemento pronominal y la
e final del signo de la pluralización personal: h «él» — iza «ha-
ber»— t «á mU—e (contracción de té) «varios» (referente á h).
(3.^ «á tí»),
T \jiizkzu . BiZAZKi^7/. .' — él te lo vea, te los vea.
_LKUSI''
^-Bizhpjute. mzAZKiz-iite. — ellos te lo vean, te los vean.
Observaciones. Los flexiones de tercera persona de sin-
gular de la segunda categoría producen las actuales con
nada más que sustituir el elemento pronominal t «á mí, por
el de igual clase za «á tí».
(4.'^: «á él.)).
/ZA//OZU .
Ikusií '^
ZAZKiozu . — tú vé le lo, vé le los.
BizAZKio . — él vea le lo, vea le los.
zAZKiozuTE. — vosotros ved le lo, ved le los.
BizAZKioTE . — ellos vcau le lo, vean le los.
^BIZA?/OTE
Observaciones. Persiste la regularidad ; compárense
estas flexiones con las de la primera categoría, y se verá que
entre unas y otras no liay más diferencia notable que la es-
trictamente debida á la presencia de los elementos corres-
pondientes al significado de las relaciones que están llama-
dos á'expresar.
(5.'": «á nosotros»).
ZAGUZU .
xuegiav .
IkUSI ZAGUZUTE
BegiGJJTE.
ZAZKiüUzu . — tú vé nos lo, vé nos los.
Beg/'zÁiíGV . — él vea nos lo, vea nos los.
ZAZKIGUZÜTE — vosotros véd nos lo , ved
nos los.
Begi'/jKiGVTE. — ellos vean nos lo, vean nos los.
Observaciones. La única novedad , sin duda alguna in-
teresante, que estas flexiones nos ofrecen, es la sustitución
del núcleo iza por ecii, procedente de egin «hacer», que apa-
rece hecha en las flexiones de tercera persona singular y
plural: begigu = 6 «él» — egi «hacer» — gii «á nosotros», etc.
—382-
(í),"; («á vosotros»).
\m'AAzufc. mzk'/AU.íiite. — el os lo vea, os los vea.
^^^^'¡Bi'/.kznfe- Br¿.\ZKuiite, — olios os lo vean, os los vean.
Observaciones. Estas flexiones se confunden entre sí, y
con la correspondiente á la tercera persona plural de la ter-
cera categoría «á tí». Téngase presente que enBizAZUTE «ellos
te lo hayan», te pluraliza á h «él», resultando h-fc «ellos,
mientras que en bizazute «él os lo haya», pluraliza á .vii «tú»,
resultando z jte «vosotros». De aquí se deduce que la flexión
de tercera persona plural bizazute «ellos os los hayan» es
una flexión incompleta en su composición signiñcativa, pues-
to que le falta la pluralización de h. La íntegra sería bizazu-
TETE que por anti-eufónica, no se usa; muchos marcan este
plural diciendo, según lo ya notado, bizazutee.
(7.": «á ellos»).
,'zAYo/ezu . zAZKio/ezu . — tú vé les lo, vé les los.
BizKYote . Biz\ZKiof(? . — él vea les lo, vea les los.
zAYO^í-zuTE ZAZKioftízuTE — vosotros véd Ics lo , véd
les los.
. BizAZKio^e . — ellos vean les lo, vean
les los.
(ni) . — Flexiones i^ronom'uiaJcs.
(8.": «á mí»).
Inazazu — tú vé me.
-j- Waza —él véame.
^^^^.NAZAzuTE — vosotros véd me.
NAZATE — ellos vean me.
Observaciones. Estas flexiones son las mismas del sub-
juntivo, despojadas de la ii relativa.
(í).": «á tí..).
-j- ,BiZA/7zA — él te '/ea.
^^^^^(BizA¿7zATE - ellos tc vciui.
-383-
Observacioiies. La constante penetración que revela
Mr. Eibary en el análisis de las flexiones, paréceme que ha
sufrido un eclipse en el de las presentes.^ Me parece proba-
ble la siguiente descomposición; h «él» — iza «haber» — it
sufijo pluralizador objetivo aplicado al elemento personal
— za (alteración fonética de zu) «á ti». Acaso la i es simple-
mente una letra epentética, debida cá la imitación de la fle-
xión z-aitzan, madre de las actuales. Esta opinión es más
conforme al constante carácter de pluralización objetiva que
posee itj y la pluralización primitivamente pleonástica, es-
taría contraída á t sola, quedando éstas flexiones dentro de
la regla general de las de su clase.
(10.": «á nosotros»).
[í/AiTZAZu — tú ve nos.
T Uaitza — él vea nos.
-LKUSI'
í/AiTZAzuTE . . . . — vosotros ved nos.
fí/AiTZATE . . : . . — ellos vean nos.
Observaciones. Son las mismas flexiones del subjuntivo,
menos la n relativa. En unas y otras el elemento pronomi-
nal «á nosotros» está representado por g inicial; es lo que se
observa en muchas flexiones de relación idéntica.
(11.": «á vosotros»).
T Ibizaitza/(? — él os vea.
IKUSl' , TI
/BizAiTZAre — ellos os vean.
Observaciones. En la última flexión falta la pluraliza-
zación de h.
X He aquí las palabras del profesor húngaro: «el rarlical es i, repetido delante del sufijo
del modo y del que representa el régimen directo; la sílaba za es el régimen directo de segun-
da persona, y el radical la vocal a; el sufijo za ostA reducido ú tz, y forma la característica del
modo». (Essai sur la langue basque, púg. 03).
de/aAc^t
bEZA/)-ezu .
IkUSIiDEZA/iY? .
ÍDEZAZeGU .
ÍDEZAAeZUTE
'iDEZAA'eTE .
-384—
II. — Modo potencial.
12. Fiitiiio presente.
(i) . — Fie j- iones ohjetivas.^
(1." categoría).
ditzaA'ó'T . — yo lo puedo, los puedo (ó
podré) ver.
DiTZA/.-ezu . — tú lo puedes, los puedes ver.
ditza/iy^ . . — él lo puede, los puede ver.
ditza/.y'üu . — nosotros lo podemos, los
podemos ver.
DiTZA/.t'zuTE — vosotros lo podeis, los po-
déis ver.
DiTZA/táTE . — ellos lo pucdcn , los pue-
den ver.
Observaciones. Los elementos de estas flexiones, excep-
to uno, nos son conocidos. El nuevo es la sílaba lie, caracte-
rística de la idea potencial, intercalada entre el núcleo iza
y los afijos personales ó pluralizadores. Todo este tiempo
está derivado con una regularidad absoluta, del presente de
subjuntivo, mediante la supresión de la n final, la de la vo-
cal de ligadura, y la incorporación de l-c. Compárese deza-
(lan con dezaIcij dezan con deza/.'í, etc.
(ii) . — Flexiones ohjeiivo-prononiiiíales.
('2.'': á mí»).
[dizadaZczu . ditzazkida/y^zu . — tú me lo puedes, me
los puedes ver.
Idizada/.í' . . ditzazkida/.v,' . . — él me lo puede, me
los puedo ver.
-r Ídizada/v'zute. ditzazkida/y'zute — vosotros me lo po-
deis, me los po-
deis ver.
DizADA/.t'TE . ditzazkipa/v'TE . — cllos mo lo pucdcu,
me los pueden
ver.
— ses-
ea/: «á tí).).
;DizAZu/v¿T . DiTZAZKizu/i'eT . — yo te lo puedo , te los
1 puedo ver.
Idizazu7.'6 . DiTZAZKizu/ve . — él te lo puede, te los
I puede ver.
^^^^DIZAzu/l•6^GU DiTZAZKizuZé'GU — iiosotros te lo podemos,
I te los podemos ver.
[dizazuA^te DiTZAZKizuZeTE — ellos te lo pueden, te los
pueden ver.
(4.»: «á él»).
DizAYo/>eT . DiTZAZKioZ'eT .■ — yo le puedo ver lo,
! ver los.
¡DizAYo/rt^zu . DiTZAziao/it^zu . — tú le puedes ver lo,
I ver los.
iDizAYo/re . . DiTZAZKio/ití . . — él le puede ver lo,
! ver los.
^^^^ DizAYoZ<?GU . DiTZAZKioZ'^GU . — uosotros lo podemos
I ver lo, ver los.
fDizAYo/ví^zuTE DiTZAZKioA'ezuTE — vosotros le podéis
ver lo, ver los.
DizAYoA-eTE . DiTZAZKioZ;eTE . — ellos le pueden ver
lo, ver los.
(o.": «á nosotros»).
DizAGuZezu . DiTZAZKiGu/»-ezu . — tú uos lo puedes,nos
I los puedes ver.
[DizAGu/.e . . DiTZAZKiGuZe . . — él nos lo puede, nos
I los puede ver.
-r DIZAGU/íé'ZUTE DITZAZKIGUZ'éZUTE VOSOtrOS nOS lo pO-
_Lkusi/ • 1
deis, nos los po-
déis ver.
[DizAGuAeTE . DiTZAZKiGuA-eTE . — ollos nos lo pueden,
nos los pueden
ver.
26
—386--
(6.*: «á vosotros»).
dizazuteA-6T . DiTZAZKizuTE/reT . — yo os lo puedo, os
I los puedo ver.
DizAZüTEAe . DITZAZKIZUTE/.-6 . — él OS lo puede, os
los puede ver.
iKUSLDiZAZUTEA-eou ditzazkizuteA-^gu — iiosotros os lo pode-
mos, os los pode-
mos ver.
[üizAZUTEA-e . DiTZAZKizuTEAe .— ellos os lo pueden,
os los pueden ver.
Ikusi
dizayoteA^t
dizayoteA^zu
dizayoteA-<? .
'dizayoteAcgu
(7.": «á ellos»).
ditzazkioteA'ít
DITZAZKlOTEAeZU
ditzazkioteAe .
ditzazeioteAcgu
yo les puedo ver
lo, ver los.
tú les puedes ver
lo, ver los.
-él les puede ver
lo, ver los.
-nosotros les po-
demos ver lo,
ver los.
DizAYOTEAezüTE ditzazkioteA-^züte — vosotros les pe-
deis ver lo,
ver los.
dizayoteAí; . . ditzazkioteAe . . — ellos les pueden
ver lo, ver los.
(m) . — Flexiones jpronominales.
(8.*: «á mí»).
,NAZAA-ezu . . . . — tú me puoües ver.
(nazaA-^ —él me puede ver.
^^^MnazaAezute . . . — vosotros me podéis ver,
' NAZAAeTE . . . . — ellos me pueden ver.
Ikusi
IkusI',
Ikusi
ZAITZAAeT .
zaitza/í-^gu
ZAITZA/.(?TE
GAITZAAeZU .
gaitzaZ^ .
j GAiTZAAeZUTE.
gaitza^-^te .
zaitzaA'ítet .
zaitzaA^te
zaitzaZ-^tegu.
ZAITZa/í-6TE .
—387—
(9.^ «á tí))).
. — yo te puedo ver.
. — él te puede ver.
. — nosotros te podemos ver.
. — ellos te pueden ver.
(10.* «á nosotros))).
. — tú nos puedes ver.
. — él nos puede ver.
.^vosotros nos podéis ver.
. — ellos nos pueden ver.
(11.'^: «á vosotros»).
. — yo os puede ver.
. — ^él os puede ver.
. — nosotros os podemos ver,
. — ellos os pueden ver.
III. — Supcsitico del 2mtencial.
16. Presente.
Las flexiones de este tiempc) se derivan directamente de
las del presente de subjuntivo, mediante la prefijación de la
partícula condicional ha, la supresión de la n relativa con sfi
letra de ligadura, y el endurecimiento de la d que resulta
final, ó mejor dicho, su regresión al sonido primitivo. En el
dialecto guipuzcoano únicamente , se Lace precisa la inter-
calación del verbal al «poder» entre el adjetivo indefinido y
la característica ha.
Ikusi
(i). — Flexiones ohjetivas.
(1.* categoría).
íal-haBEZÁ. , . al-haBiizAT . — Si yo lo puedo, los
puedo ver.
aí-baD'EZAZJj . al-ha-DiTZAzv .—Si tú lo puedes, los
puedes ver.
— 3fl8—
'al'haDEZA. . . al-bamizh , . — Si él lo puede, los
puede ver.
\al-baDEZAGV . al-laDiTz\GV . — -Si nosotros lo pode-
mos, los podemos
Iküsin ver.
aZ-6aDEZAZUTE al-haDiTZkzvTE — Si vosotros lo podéis,
los podéis ver.
al-bíWEz\TE . al-haBiTZME . — Si ellos lo pueden,
los pueden ver.
(ii) . — Flexiones ohjetivo-proiwmmales.
(2.": «á mí')).
|¿iZ-2)aDiZADAzu . «/-¿aDizAZKiDAZU . — SÍ tú me lo pUG-
/ des, me los
puedes ver.
al-ham7.k'i . , al-hai>izkzKiT . . — Si él me lo pue-
de, me los
puede ver.
lKUSi(aZ-5aDiZADAzuTE rt^Z)aDIZAZKIDAzuTE — Si vosotros me
lo podéis, me
lospodeisver.
íiZ-6aDizAZKiDATE . — Si ellos me lo
pueden, me
los pueden
ver.
(8.*: «á tí»).
al-haDizkZKizvi . — Si yo te lo puedo,
te los puedo
ver.
al-hamz kZKizx] . — Si él te lo puede,
te los puede
ver.
flZ-¿)rtDizAZKizuGu . — Si nosotros te lo
podemos, te los
podemos ver.
al-bamzAZKizvTE . — Si ellos te lo pue-
den, te los pue-
den ver.
al-bamzkDATE
Ikusi
¡al-bamzkzuT!
lal-baDizkzu.
al-ba^iZAziGu
al-bamzAZUTE
Ikusi:
—389—
(4.*: «á él»).
al-hamz\YOT . al-baDii\7Aii0T ,-
al-haDiZAYOzv , al-bamzAZKiozv.-
\al-hamzAYO. . alhaDiz\zKio . . —
al-bamzkYOG\] . a/-7M-Dií5AZKiOGU. —
al-hamzAYozvTíi al-haTyizAZKiozxjTK —
alhüDlZAYOTE . al hamZAZKlOTE. —
(5.^ «á nosotros»).
ít/ /^rtüIZAGUZU . rí/-/>ííDI/AZKIGUZU.—
Si yo le puedo ver
lo,' ver los.
Si tú le puedes ver
lo, ver los.
Si él le puede ver
lo, ver los.
Si nosotros le po-
demos ver lo,
ver los.
Si vosotros le po-
déis ver lo,
ver los.
Si ellos le pueden
ver lo, ver los.
■Si tú nos lo pue-
des , nos los
puedes ver.
[al haDiZAGV . al hamzAZKiGU . — Si él nos lo pue-
de, nos los pue-
de ver.
lKUSI^,fl/-5rtDIZAGUZUTE «/-¿¿ÍDIZAZKIGUZUTE SÍ VOSOtrOS UOS lo
podéis, nos los
podéis ver.
alhamzAGVT^ . al -bamzAZKiGXJTE. — Si ellos nos lo
pueden, nos los
pueden ver.
Ikusi<
(6.^ «á vosotros»),
aZ-&aDIZAZüTET aZ-ZjfíDIZAZKIZUTET ,
aZ-Z>aDIZAZÜTE . aZ-¿flDIZAZKIZUTE. —
-Si yo os lo pue-
do, os los pue-
do ver.
Si él os lo pue-
de, os los pue-
de ver.
-390-
,Yi/-5rtDIZAZUTEGU
iKusr
al-bamzAZUTE
Iküsi
IkusI'
íi?-6rtDizAZKizuTEGu — SÍ nosoti'os OS lo
podemos, os los
podemos ver,
al-hciDizkZKizüTE. — Si ellos os lo pue-
den, os los pue-
den ver.
(7/: «á ellos»).
r¿7-Z^r7DizAYOTET . í7/-¿(7DizAZKi0TET . — SÍ yo le puedo
ver lo, ver
los.
íiZ- ¿«DIZ AYOTE >:u. rí7-?MDizAZKioTEzu. — Sítúlepuedes
ver lo, ver
los.
íiZ-Z)aDiz AYOTE . rtZ-^rtDizAZKioTE . — Sí él le puede
ver lo, ver
los.
rti-6aDizAY0TEGU. <7^¿aDizAZK[0TEGU — Sí nosotros le
podemos ver
lo, ver los.
rt7-&(7DIZAYOTEZUTE a/-5rtDIZAZKI0TEZUTE Sí VOSOtrOS IC
podéis ver
lo, ver los.
a/-Z^(7DiZAY0TE . rtZ-iíZDi^AZKioTE . — Sí ellos le pue-
den ver lo,
ver los.
(iii) . — Pronominales.
(8.^ á mí»).
aZ-¿rtNAZAZu . . . . — Sí tú me puedes ver.
al-haííAz\ — Sí él me puede ver.
rti-¿rtNAZAZUTE
Ctl-baíiAZXTE .
-Sí vosotros me podéis ver.
-Si ellos me pueden ver.
Irusi/
¡al-bazAnzAT
al-bazAiTZA
al-h(lZAlTZA(M]
al-baZMTZATE
(9.^ «á tí»).
. — Si yo te puedo ver.
.--Sí él te puede ver.
. . — Si nosotros te podemos ver.
. — Si ellos te pueden ver.
-391—
Ikusi
al-baGMTZAzv
al-haGMTZA .
a¿-5aGAITZAZUTE
a/-¿ílGAITZATE
Ikusi
(7Í-7;ríZAITZATET
al-hazkUZATE .
al-hri ZAVYZkTEGU
[al-h(l¿M'TZ\TE .
(10.*: «á nosotros»).
. — Si tú nos puedes ver.
. — Si él nos puede ver.
. — Si vosotros nos podéis ver.
. — Si ellos nos pueden ver.
(11.*: «á vosotros»).
. — Si yo os puedo ver.
. — Si él os puede ver.
. — Si nosotros os podemos ver.
.■ — Si ellos os pueden ver.
B.— Se
II.
GUNDO TIEMPO MATRIZ.
[¿endvEn
]zvwi .
IkUSTEN '(/eNDUEN
I. — Modo indicativo.
2. Pretérito imperfecto.
(i) . ■ — Flexiones o hje fivas.
(1.* categoría).
;nTUE;¿ . — yo lo veía, los veía.
zÜiíTUEn . — tú lo veías, los veías.
ZITUE71. .■ — él lo veía, los veía.
gi^iTVEn .■ — nosotros lo veíamos , los
veíamos.
f^eNDUÍeN. .^¿ÑiTu^^eN. — vosotros lo veíais, los veíais.
\zuTE?i . ziTVztem . — ellos lo veían, los veían.
El sistema de composición de las flexiones cambia osten-
siblemente en este tiempo. Las novedades son importantes;
ha desaparecido el pronombre verbal t «yo» y el prefijo de
objetivación singular d «lo». Los signos personales singula-
res, en las flexiones que los contienen, pasan á ser constan-
temente prefijos, siendo fácil reconocer á ni «yo», zii «tú», gu
«nosotros», en los n, ze, zi, ge, gi iniciales, así como á un
equivalente de zuek «vosotros», en los mismos ze, zi, con la
-392-
plnralizadora te ó zte incorporada. El análisis do estas fle-
xiones tropieza con algunas oscuridades que no encueatrí» el
de las del presente de la misma categoría.
¿Cuál es el núcleo significativo? Yo creo reconocerlo en la
sílaba /íí', metátesis de en, y sin género de duda en la «sola
de otras flexiones. ¿Y la final iC! Hay varias opiniones acerca
de su valor. El Príncipe Bonaparte dice que es una letra re-
dundante, y cita en apoyo de su opinión: a) las flexiones del
dialecto alto-nabarro meridional (nüe-nitue,zendue-zinditue,
ZUE-ZITUE, GINDUE-GINDITUE, ZINDUTE-ZIiNDUZTE , ZUTE-ZUZTE)
y del bajo-nabarro occidental aezcoano (nue-nítue, zindue-
zinduze, zue-zitue, gindue-ginduze, zindute-zinduzte, zute-
zitüzte); /;)y el hecho de que en las formas conjuntivas el la
se une en todos los dialectos á las flexiones despojadas de
■n, 6 sea, á las primitivas, y nó en virtud de una incompati-
bilidad entre n y /, pues esta se salvaría por medio de una
letra de ligadura, como se salva en las flexiones femeninas
DUNíiLA «que él lo ha», dezakeníila «que él lo podrá», etc.,
que son como van escritas, y no dula, dezakela, etc.^
Mr. Yinson opina como el Príncipe.'^ Mr. Yan Eys al tratar
de esta n dice que puede considerarse como el adverbio aii
«ahí». Le parece que la idea abstracta de un tiempo pasado,
lejano, ha podido muy bien traducirse por una palabra que
expresa el alejamiento en el espacio, y la palabra más pro-
pia para expresar esta idea era, tal vez, el demostrativo an
«ahí».'^ Mr. Eibary ve en la final en el sufijo del pasado.^^
De mucha fuerza es el argumento del Príncipe Bona-
parte de que, las flexiones femeninas (las cuales presentan
una 71 que forzosamente es orgánica), acuden á una letra de
ligadura cuando toman el sufijo la conjuntivo y la conser-
van, de donde puede deducirse muy legítimamente que si la
n final de todas estas flexiones fuera realmente orgánica
acudiiíase al mismo procedimiento y se diría zuen^la, gendue-
NeLA, etc., y no zendüela, genduela, etc.; pero no obstante
1 Le Verbe basque, págs. xxui y xxiv. Remarques, etc., sur Mr. Abel Hovelacqje, uotii.s do las
píigs. 9 y 10.
2 Notas c'oiiiplcinontariiis dol Essai de Uibary, pi'ig. 111.
:i Etude sur lorig. et la form. des vcrb. a-:x. basq.
i Ess.li, utc, img. iO.
adopto el parecer de Mr. Kibary de que ;?, (no en), es la ca-
racterística del pasado. ¿Y sino, dónde se halla este elemen-
to del p iSLido? ¿En la distribución de los componentes, en
que los signos pronominales y objetivos hayan cimbiado de
lugar? Esto no puede tener un alcance de esa naturaleza.
No se olvide que los elementos constitutivos de las flexiones
del imperfecto, son iguales ó análogos á los del presente; que
por lo tanto, la significación que les corresponde es idéntica.
Luego si tienen un significado nuevo, algo so lo comunica, y
como solamente hay un elemento nuevo que sea constante,
en dicho elemento, que es la ii, puede inscribirse, sin teme-
ridad, la ñmción do caracterizar el tiempo. 8i no'Jnibiese
ningún elemento nuevo y constante, diríamos que el repre-
sentar (1 pasado les venía á estas fiexiones por atrihiición.
La repugnancia á un choque ni es indudable, y en la elisión
de la /¿ iJnal de estas lifexiones del tratamiento indetermina-
do y en la interpolación de la a de ligadura que verifican las
del tratamiento femenino se ve la influencia de un mismo
principio íonético. Como la elisión de n es muy frecuente,
las flexiones alto-nabarras meridionales y aezcoanas la ha-
brán sufrido.
La flexión zenduen es muy oscura. Mr. Ribary deriva
ZEN inicial de zuk, alterado por razones de eufonía que
no expresa, de igual modo que zu lia producido zeroei.^
Todo esto es muy vago, y el ejemplo está, muy desgracia-
damente aducido: en zeroei no hay derivación, sino compo-
sición, ó mejor dicho, juxtaposición de dos pronombres dis-
tintos. El Príncipe Bonaparte dice que ciertas flexiones usa-
das en Salinas, entre la que so cuenta zeben, demi;estran
que la n y la d de los otros dialectos son redundantes, y
están introducidas para evitar la confusión de la segunda
persona con la tercera.^ Por lo tanto, podemos suponer que
ze está en vez de zu, y como el tema verbal inmediato pro-
ducía una aglomeración de vocales , se introdujo una n eufó-
nica, resultando la flexión zenuen que existe, por cierto, en
1 Essai sur la langue basque, púg. 40.
2 Le Verbe basque, púg. xxiii, nota.
-394-
labortano con una ligera alteración: zinüen. Donde no se in-
trodujo la )i eufónica, la u se consonifícó y produjo la forma
salincsa zeben, que reemplaza á zeuen. A la vez, otras varie-
dades del guipuzcoano empleaban zeuen en lagar de züen
como tercera persona, «él lo había». Y como quiera que la 11
e^ una letra que se pierde con frecuencia, hubiera sucedido
que la flexión zenuen «tú lo habías», perfectamente eufónica,
hubiese cedido el paso á zeuen, y esta flexión habría coexis-
tido con la zeuen de tercera persona, existente en las varie-
dades que se valían primitivamente de zenduen para la se-
o-unda, resultando en la práctica la confusión de ambas per-
sonas.'El dialecto guipuzcoano quiso evitarla, y lo consiguió
reforzando á la 7^ con una d que la hizo más resistente. He
aquí el análisis de dicha flexión; ze en lugar de z'u «tú»— ?¿
letra eufónica — d letra de refuerzo — ue «haber» — n caracte-
rística del V asado. ^ Lo dicho se apliea á todas las flexiones
que presentan el grupo iid.
ZuEN presenta una z inicial, calificativa de misteriosa;
cabe hacer con ella la misma suposición que hicimos con f,
y considerarla como el representante ó el residuo de un pro-
nombre desaparecido. Genduen nos da una forma de gu iini-
lof^a al ze de zii. Zenduten es un calco de zenduen, más el
signo pluralizador t residuo de te. Züten se deriva de zuen
por el mismo procedimiento.
Las flexiones objetivo-plurales requieren nuiy breve men-
ción. La permutación de e en i en zi {zu) y gl (gu) y la de la
eufónica n en ñ.
1 A fin de que se comprenda mejor mi razonamiento, pongo á la vista toJos los para-
digmas á que me he referido:
Guip. lit.
HUEN . .
zenduen .
ZUEN .
genduen .
zenduten.
ZUTEN .
Guip. vulg.
NUEN .
ZENDUEN .
ZEUEN.
GENDUEN .
Z EN DE U EN.
ZEUEN .
Bizc de Salinas.
NEBEN .
ZEBEN .
EBEN .
GEBEN .
ZEUr.EN .
EUBEN. .
Lab.
NUEN .
ZINUEN
ZUEN .
GINUEN
ZINUTEN
ZUTEN.
Hipoté'.lco.
»
ZEUEN
»
IkUSTEN:
(ii). — Flexiones ohjetivo-j^ronominalts.
(2.": «á mí))).
^•íñidan . zi/'/izKiDAN . — tú me lo veí'cis, 1116 los veías.
zic/an. . zizkií/an . .— él me lo veía, me los veía.
ziñ/daten ziñ/zkid\ten — vosotros me lo veíais, me
los veíais.
(ziDATEN . zizKiDATEN .-el) OS me lo voían. me los
veían.
Observaciones. Compárense estas flexiones con las de la
misma categoría del presente y quedarán explicadas. Las
flexiones verbales no repugnan que su última letra sea la t.
Yéase que las que ahora nos ocupan estaban completas, des-
de el punto de vista de su significado, siendo ziñit, zit, ziñi-
DATE, zi.DATE, y quc jamás pasa la dental fuerte á la suave en
el dialecto guipuzcoano sino cuando deja de ser tal final. La
n no puede coexistir con la d ó t más que con el auxilio de
una vocal de ligadura. Ahora bien, cabe que una convergen-
cia fenómenos tan caracterizados como son la permutación
y la intercalación se proponga nada más que mantener una
n redundante, inútil? Se me figura que esta reflexión es una
nueva prueba de que n caracteriza al pasado.
^Z¿ZüN .
Ikusten giñz'zun.
ZLJV/TEN.
Ikusteiv
NION .
ZIÑÍON .
JZION . .
/GIÑiO í .
ZIÑIOTEN.
ZiOTEN .
(3.'^; «á tí»).
??izKizuN . — yo te lo veía, te los veía.
nzKizuN . — él te lo veía, te los veía.
Í//ÑIZKIZUN. — nosotros te lo veíamos, te los
veíamos.
,eizKizu/eN.- — ellos te lo veían, te los veían,
(4.^ «á él»).
7ZIZKI0N . — yo le veía lo, le veía los.
^¿ÑizKioN . — tú le veías lo, le veías los.
£^¿"zKioN .■ — él le veía lo, le veía los.
.í7¿ÑizKi0N . — nosotros le veíamos lo, le
veíamos los.
d^izlaoteY^ — vosotros le veíais lo , le
veíais los.
ziziiiofe^ .—ellos le veían lo, le veían los.
— 3'JC-
Observacioncs. El eleinento pronominal es o; el núcleo
verbal constante /; los signos personales, ;z, zi^ z, gí, zí-te y
zte; la objetivación plural zlxi. En la categoría tercera exis-
ten de estos elementos los que son precisos para la relación
que expresan y el pronominal za en lugar de o.
(5/: «á nosotros»).
-ziÑi^»N . ziÑizKi(7//N . — tú nos lo veías, nos los
I veías.
|zi<7¿/N . . zizKií/»N . . — él nos lo veía, nos los veía.
Ikusten'ZIñi<7¿¿ten. ziñizei^^ten — vosotros nos lo veíais,
i nos los veíais.
[zi/7//TEN . ZIZKIÍ///TEN . — ellos nos lo veían, nos
1 los veían.
(6.": «á vosotros»).
'mzate^ . NizKL'://fí'N . — yo os lo veía, os los veía.
Ízi^///é'N . 7AZ\{izute^ . — él os lo veía, os los veía.
T ítIñ-1^7/ f fN GisjzKU/ if.'-Ñ — nosotros os lo veíamos, os
' I los veíamos.
IzuiiteN . zizKi.ev/Zé^N . — ellos os lo veían, os los
1 veían.
(7.'': «á ellos»).
mote-Ñ . NizKio^^N . — yo les veía lo, les veía los.
ziÑio^í'N ziÑizKio^eN — tú les veías lo, les veías lo.
zioí^N . ziZKiote^ . — él les veía lo, les veíalos,
jgy |GiÑioí<?;¿ GiÑizKio/í'N — nosotros les veíamos lo, les
veíamos los.
IziÑio^'t^N ziÑizKio¿6'N — vosotros les veíais lo, les
veíais los.
zio^eN . zizKiofc'N . — ellos les veían lo, les veían los.
—397—
(iii) . — Flexiones 'pronominales.
(8.'': «á 1111))).
Ikusten
?r¿NDUZUN .
n/nduen.
?z¿nduzuten
?¿¿NDUTEN .
. — tú me veías.
. — él me veía.
. — vosotros me veíais.
. — ellos me veían.
Observaciones. En estas flexiones cambia nuevamente
la posición de los elementos significativos; 7ii es «á mí», n
letra enfónica, d la letra de refuerzo conocida, u el núcleo
significativo, zu el sujeto, n final la característica del tiem-
po. Esta distribución reina en las tres categorías siguientes.
{S).\ «á tí.)).
.^¿NDUDAN
IkUSTEN'
I
í^iNDUEN
^¿NDUGÜN
\^?NDUTEN
. — yo te veía.
. — él te veía.
. — nosotros te veíamos.
.— ellos te veían.
(10.'': «á nosotros»).
iV/Znduzun . . . . — tú nos veías,
-r 'í7/nduen — él nos veía.
i KTISTFN
ií7¿NDuzuTEN. . . . — vosotros nos veiaís.
>/¿NDUTEN . . . . — ellos nos veían.
(11.'': «á vosotros»),
Ikusten
p¿NDU^CeDAN
\ ?¿NDU¿'2ÍeN .
l^^NDU^-reGUN
. — yo os vera.
. — él os veía.
. — nosotros os veíamos.
. — ellos 08 veían.
BB.
-398-
- Tiempos derivados.
II. — Modo subjuntivo.
3o. Pasado.
(íJ.—Fle .r i o n es o hj e t i v a s .
(1." categoría).
Nt'-cííN . . n//zan. . — yo lo vea, los vea.
ZENexííN . ziñ//zan . — tú lo veas, los veas-
zezü}^ . . z¿7zAN. .—él lo vea, los vea.
Ikusi GENe4í7N . GiÑ/fzAN . — Rosotros lo veaiiios, los vea-
j mos.
[zEN^^-íiTEN ziÑ\'7zATEN — vosoti'os lo veais, los veáis.
Zé'^'rtTEN . ZZ/'ZATEN . — clloS lo VCHR, los Veail.
Observaciones. Todas estas ñexiones son muy claras.
Es inútil explicar su composición. En la manera de pronun-
ciar las objetivo-plurales, parece que está íntegro el sujeto
ii¿ y que el núcleo verbal li i sufrido la elisión de su inicial
y el endurecimiento de la z; pero el análisis no consiente se
ponga en duda la presencia de ¿t. Por lo tanto nitzan, etc.,
está compuesto de n-it-za n, y solo por corrupción se pro-
nuncia ni-tzan.
(ii). — Flexiones ol)jetiüo-pronomí)iaJcs.
{'1.": cá mí»).
/ziñizaí/an . ziñ/.í'(ízk['/an . — iú nio lo vieses, me los
I vieses.
izizaíZan. . z/^y/zkp/an . . — él me lo viese, me los
T- 1 viese.
iKusr . 7 . . 7 , 1 • •„
izinizaíZaten ziN¿^(iZKirtATEN — vosotros me lo vieseis,
I me los vieseis.
fzizAc/ATEN . z/.:7ízki/7aten . — olloá luo lo viescu, me
los viesen.
Observaciones. Va\ las flexiones objetivo-plurales se nota
el cambio de la e de eza on i por atavismo ó regresión á la
forma primitiva.
— 39Ó-
(3.": «á tí..).
Ikusi
mzAzim . liizazrAzim . — yo te lo viese, te los viese.
iZizA-^^N . zi.zazKizu}i . — él te lo viese, te los viese.
Igiñiza^^ín GiSiiza'/Aiizun. — nosotros te lo viésemos, te
los viésemos.
fziZA^^TEN zitazEizuTE-ii — ellos te lo viesen, te los
viesen.
Ikusi/
jNIZAYON.
ZIÑIZAYON .
iziZAYON.
IGIÑIZAYON .
/
IZIÑIZAYOTEN
IziZAYOTEN .
(4,*: «á él.)).
NizAZKioN . . — yo le viese lo, le viese los,
ziÑizAZKioN .- — tú levieseslojle vieses los.
ziZAZKioN . . — él le viese lo, le viese los.
GiÑizAZKioN . — iiosotros le viésemos lo,
le viésemos los.
ziÑiZAZKiOiEN — vosotros le vieseis lo, le
vieseis los.
zizAZKioTEN . — ellos Ic vieson lo, le vie-
sen los.
Iküsi
(5.*; «á nosotros'.).
ziñiZazki<7«n
-tú nos lo vieses, nos los
vieses.
zizAZKigun. . — él nos lo viese, nos los
viese.
ziÑizAZKií/¿^TEN— vosotros nos lo vieseis,
nos los vieseis.
zizAZKií/ííTEN .—ellos nos lo viesen, nos
los viesen.
(6.*: «á vosotros»).
ImzkzuteY!. . mzkZKizute^ . — yooslo viese, os los viese.
[zizkziite^ . zizkzmzuteY^ . — él os lo Aaese, os los viese.
^GiKizAzute-Ñ GiSiizkZKizute-s — nosotros os lo viésemos,
-*-^^^^'i os los viésemos.
IziZAznte^ . zizkZKizutt^ . — ellos os lo viesen, os los
' viesen.
-400—
(?.": «á ellos.)).
mzwüte'Ñ . NizAZKioifiN .■ — yo les viese lo, les viese los.
ziÑizAYO^fN ziÑizAZKio/6'N — tú les vieses lo, les vieses
los.
zizAYí^feN . zizAZKio/t-N . — él les viese lo, les vieso los,
-r /(ilÑIZAYofí'N GlÑlZAZKIOí'í N nCSOtlOS loS viéseillOS lo,
iKnsí 1 •' 1
les viésemos los.
|ziÑizAYo/e'N ziÑizAZKiofeN — vosoti'os les viescis lo, les
vieseis los.
ziZAYoft'N . zizAZKio/fN . — ellos les viesen lo, les vie-
* sen los.
(ni).- — FIíÁiLiies jívoncmiiiales.
Las cuatro categorías siguientes se derivan de las del
imperfecto, camijiando el núcleo verbal n por za, y supri-
miendo á la vez la d epentética de refuerzo.
(8.": «á mí»).
iNiN-z-azuN — tú me vieses.
T 'nin-ctí/n — él me viese.
Ikusi, ,
iNiN.ífi'zuTEN . . . . — vosotros uio vicseis.
NiN.íííTEx — ellos me viesen.
(í).": «á tí..).
.ziN^TíDAN — yo te viese.
r 'ziN.2aN — él te viese.
Ikusi. , ,
iZiN^rtGUN — nosotros te viésemos.
fziN^ííTEN — ellos te viesen.
(10.": ('á uofotros»).
G1N-£T/ZIN — 1Ú l.CS vieUS.
T |g]N,:(7N — él r.cs vieee.
iKUSI' .
.GiN^í/zuTEN . . . . — vosotros nos vieseis.
[GiN-e-aTEN — ellos nos vieseu.
/;
— áOl—
(1
Ikusi
/ZIN^rtTEDAN
iziN^íZTEN .
íziN^rtTEGUN
'ziN^aTEN .
«á vosotros»).
, — yo os viese.
. — él os viese.
. — nosotros os viésemos.
. — ellos os viesen.
II. — Modo potencial.
14. Pasado próximo.
Todas las flexiones del tiempo que nos ocupa se forman
con la mayor regularidad. Se toman las del subjuntivo, y
se les suprime la n final, añadiéndoles en cambio la ca-
racterística KE. Las terceras personas de singular y plu-
ral poseen una I que hasta ahora no hemos visto. ¿Es
característica del tiempo? ISÍó, porque solamente aparece
en las terceras personas de singular y plural. ¿Es resto de al-
gún antiguo pronombre, perdido en el dia, ó permutación
fonética del re3Íduo de ese pronombre? Probablemente lo
primero, aunque no haya de ello otra prueba que su presen-
cia, como sucede con ¿y con,-;. Pero siendo totalmente inad-
misible que I forme parte del tema verbal y no mereciendo
más crédito tampoco la hipótesis de que sea una letra eu-
fónica, pues ninguna repugnancia experimenta el bascuence
en comenzar sus flexiones con e, no hallo otro punto de
vista plausible que el que considera á la I como reliquia de
un pronombre.
(i.) —Flexiones ^yvoiioyuinales.
(1." categoría).
(NEZAA'e . . NITZAA-e.
ZIÑITZA^-e.
Ikusi
/ZENEZA^-e.
\l^Zklxe
27
. — yo lo podía, los podía
ver.
. — tú lo podías, los podías
ver.
. — él lo podía, los podía
ver.
Ikusi
GENEZA/ie
ZENEZA/.-6'TE .
ZezaActe . .
—102—
GIÑITZA^'e. .
ziñitza/.-6^te.
/iTZA/>'6TE. .
. — nosotros lo i:)odíamos,
los podíamos ver.
.—vosotros lo podíais,
los podíais ver.
. — ellos lo podían, los
podían ver.
(ii.) Flexiones objetivo pronominales,
(2.": «á mí»).
,'ZIÑIZADA/í'^ . ziñitzazkida/»c .-
l/lZADA/»e . . /iTZAZKIDA/.e. .-
^^^^ZIÑIZADA/vCTE ZIÑITZAZKIDA/ieTE-
/iZADA/iETE . /iTZAZKIDAZeTE .-
/NIZAZuA-e .
ZizAzuAe .
(3.'': «á tí»).
NITZAZKIZuAe .-
ZlTZAZKIZuAe .-
^^^^'iGIÑIZAZUAe . GIÑITZAZKIZuAt'-
ÍZlZAZUAeTE . ?ITZAZKIZuA-eTE-
Ikusij
NIZAYoAe .
IziÑizAYoAe
/izAYoAe .
(4.": «á él»),
NITZAZKIoAe. .
ZIÑITZAZKIoAe. ,
?ITZAZKI0A-e, .
-tú me lo podías, me
los podías ver.
-él me lo podía, me los
podía ver.
-vosotros me lo podíais,
me los podíais ver.
-ellos me lo podían,
me los podían ver.
-yo te lo podía, te los
podía ver
-él te lo podía, te los
podía ver.
■nosotros te lopodíamos,
te los podíamos ver.
-ellos te lo podían, te
los podían ver.
-yo le podía ver lo, ver
los.
-tú le podías ver lo,
ver los.
-él le podía ver lo, ver
los.
GIÑIZAYOKE
lEUSI;ZIÑIZAY0/i-eTE
f/lZAYoA'eTE .
zixizAGuA'e .
uizAGu/re .
Ikusi' _ 7
|ZINIZAGUA-é?TE
ZlZAGU/veTE .
1
/NIZAZUTE/.-e .
l/lZAZUTEA-e .
Ikusi GiÑizAzuTEA'é
7lZAZüTE/ití .
íNIZAYOTE/i'e .
iziÑiz AYOTE A-e
Ikusi , ,
l¿IZAYOTEA'e .
GIXIZAYOTE/ie
—403—
•GiÑiTZAZKioAe. . — nosotros le podíamos
ver lo, ver los.
ziÑizAZKioA'^TE. — vosotros le podías ver
lo, ver los.
¿¿TzAZKioAeTE. . — ellos le podían ver lo,
ver los.
(5.^ «á nosotros»).
ziÑiTZAZKiGuAe. — tú nos lo podías, nos
los podías ver.
/iTZAZKiGuAe. . — éi nos lo podía, nos
los podía ver.
ziÑizAZKiGuA-(?TE — vosotros iios lo po-
díais, nos los podíais
ver.
tozAZKiGu/veTE. — ellos nos lo podían,
nos los podían ver.
{6.^: «á vosotros»).
NiTZAZKizuTEA-e . — JO OS lo podía, os los
podía ver.
ZiTZAZKizuTE/ve . — él OS lo podía, os los
podía ver.
GiÑiTZAZKJzuTE/i-e — nosotros os lo podía-
mos, os los podía-
mos ver.
ZiTZAZKizuTE/ie . — ellos os lo podían, os
los podían ver.
(7.*: «á ellos»).
NiTZAZKioTEA-e . — yo les podía ver lo,
ver los.
ziÑiTZAZKíOTEA-e — tú les podías ver lo,
ver los.
?iTzAzKioTEA-e . — él les podía ver lo,
ver los.
GiÑiTZAZKioTEA-e — nosoti'os les podíamos
ver lo, ver los.
-401-
íziñizayoteZc ziñitzazkiote/i'c— vosotros les podíais ver
Ikusi ^^' ^®^' ^°^-
ZizAYOTEAe . ?iTZAZKiOTEA-e . — ellos les podían ver lo,
ver los.
(iii) . — Flexiones pronomiales.
(8/:«ámí))).
i'ínmizAhezv . . . .• — tú me podías ver.
T jNiNf^AA-e — él me podía ver.
iNiNf^A/i-ezuTE . . . — vosotros 1110 podíaís ver.
[niní^aZete . . . .■ — ellos me podían ver.
Observaciones. Estas ñexiones se derivan de las corres-
pondientes del pasado de subjuntivo, por el procedimiento
ordinario del potencial: suprimiendo la n final, y aglutinan-
do la sílaba l-e. Las flexiones actuales colocan la caracterís-
tica Ji'e antes del elemento del sujeto. Merced á esta metáte-
sis y á la conservación de la )i anterior al tema, eufónica en el
tiempo matriz y ahora meramente epentética, se distingüela
primera flexión de esta categoría, de la primera de la terce-
ra, cuyos componentes son esencialmente iguales: nizazüke
«yo te lo podía», nintzakezu «tú me podías». El temí za ha
experimentado el endurecimiento d3 la sibilante; y como
aquí no cabe atribuirlo á la incorporación de una pluraliza-
dora, hay que ver en él un mero fenómeno fonético de imi-
tación, causado por la existencia de las categorí is 9.", 10.* y
11. La distribución de los sonidos obedece, muy amenudo,
al principio de simetría en las formas.
(9.": á ti»).
[zmtzÁ.iJxeT . . . . — yo te podía ver.
j jzmtzxike — él te podía ver.
\zmtzMJieG\j . . . . — nosotros te podíamos ver.
[zmtzAÍli-eTE . . . . — ellos te podían ver.
Observaciones. No hay que asimilar el fz de estas fle-
xiones al de la categoría anterior. El fz actual se debo á la
presencia de la pluralizadora t, introducida pleonásticamen-
—105-
te cuando el zii era plural. La / que se ve delante de la ca-
racterística 1x6, es, para mí, una alteración fonética del nú-
cleo eu, coexistente con el que procede de izan transitivo,
porque este segundo debió ser incorporado primitivamente
á flexiones ya existentes, y nó usado por vez primera en for-
mas creadas de una pieza. El verbo labortano nos suminis-
trará nuevas pruebas de ello.
(10.
Ikusi
GINi'zAAeZU .
GIN/ZA/e .
GINfZA/i'eZUTE
GIN2'ZA/)eTE .
(11
Ik.si
izin¿zaizte/>et .
'ziNfZAIZTEZ-e
zin/zaizte/.cgu .
fziN/ZAIZTE/ie
á nosotros»).
— tú nos podías ver.
— él nos podía ver.
— vosotros nos podíais ver.
— ellos nos podían ver.
«á vosotros»).
. — yo os podía ver.
. — él os podía ver.
. — nosotros os podíamos ver.
. — ellos os podían ver.
15. Pasado remoto.
Todas las flexiones de este tiempo se forman con abso-
luta regularidad de las del tiempo anterior, sin más que
añadirles por final la sílaba an. Que ahora sea any no 7¿ésta
característica del pasado entiendo yo que se debe al deseo
de diferenciar las formas relativas del tiempo anterior, de
las flexiones propias del actual. Así no se confundirá, por
ejemplo: ikusi gintzakezun «que tú nos podías ver» con iku-
si GiNTZAKEzuAN «tú uos pudístc vcr» . Eu las tareeras perso-
nas desaparece la I inicial reapareciendo la z, propia de los
tiempos pasados comunes.
(i) . — Flexiones pronominales.
(1." categoría).
ÍNEZAKEíl?¿ . . NITZAKEa?l. , yO lo pudo, loS pude
Ikusi
ver.
-406-
ZENEZAKErtV/ . ZIÑITZAKEfí// . tÚ lo pudiste, los pil-
I diste ver.
lzEZAKErt/¿ . . ziTZAKEa;¿. . — ól lo piidü, los pudo
1 ver.
j |üENEZAKErtV¿ . GIÑITZAKEa;¿ . llOSOtrOS lo pudilUOS,
los pudimos ver.
ZENEZAKETEíZ/i ZIÑITZAKETErt/i VOSOtrOS lo pudísteíS,
los pudisteis ver.
zEZAKETEa?¿ . ziTZAKETEa?¿ . — ellos lo pudieroii, los
1 pudieron ver.
(ii). — Flexiones objetivo-pronominales.
(2.*: «á mí»).
|ziÑlZADAKErt/¿ . ZlÑlTZAZKIDAKErt/¿ . tlT me lo pudis-
/ te, me los pu-
diste ver.
ZIZADAKErt?¿. . ZITZAZKIDAKE«?¿ . . el me lo pudo,
me los pudo
ver.
lKUSIlZIÑIZADAKETEa?¿ ZIÑITZAZKIDAKETEa» VOSOtrOS me lo
pudisteis, me
los pudisteis
ver.
lziZADAKETErt;¿ . ZITZAZKIDAKETErt?? , — ellos me lo pU-
dieron,melos
I pudieron ver.
(3.^ «á tí»)
ÍNiZAZUKErtíi . NiTZAZKizuKE(¿/¿ . — j^o te lo pude, te los
pude ver.
zizAzuKEa?i . ziTZAZKizüKEay¿ . — él te lo pudo, te los
pudo ver.
GiÑizAZUKEaíi üii;;iTZAZKizuKErt/¿. — nosotros te lo pudi-
•^^^«^ mos, te los pudi-
mos ver.
zizAZUKETEa/i ziTzAZKizuKETErr;¿ — ellos te lo pudie-
ron, te los pudie-
ron ver.
—407—
Ikusi
IíIZAYOKErt;Z .
ZIÑIZAYOKErt«
ZIZAYOKEa;i .
iGIZIZAYOKEa/Z
ZIZAYOKETEa;?
Iküsi
(4.'^: «á él.>).
NiTZAZKioKEa?¿. . — yo le pude ver lo,
ver los.
ziÑiTZAZKioKErí/¿ . — tú le pudiste ver
lo, ver los.
ziTZAZKioKE«?i. . — él le pudo ver lo,
ver los.
GiÑiTZAZKiOKE(7/¿ . — iiosotros le pudi-
mosverlOjVer
los.
ZINIZAYOKETEa;? ZIÑITZAZKIOKETEr/?¿ VOSOtrOS lo pU-
dísteis ver lo,
ver los.
zitz"azkiokete<7« . — ellos le pudieron
ver lo, ver los.
(5.": «á nosotros»)
ziÑizAGUKErt;¿ , ZIÑITZAZKIGUKE(I?^ . — tú uos lo pu:lis-
I te, nos los
pudiste ver.
. — él nos lo pudo,
nos los pudo
ver.
|ZIXIZAGUKETE<7?¿ ZIÑITZAZKIGÜKETEa?Z VOSOtrOS UOS lo
pudisteis, nos
los pudisteis
ver.
ZITZAZKIGUKETE(^7^ . — ellos nos lo pu-
dieron , nos
los pudieron
ver.
lZIZAGUKEí77Z.
ZIfZAZKIGUKEa;¿
ZIZAGUKETErt??
Ikusi
NIZAZIíTEKErt?¿
(6.^ «á vosotros»).
NITZAZKIZüTEKErWÍ . yO OS lo pude,
OS los pude
ver.
/ziZAZUTEKErt»
1GIÑIZAZUTEKE«71
Ikusi
ZIZAZUTEKEíí?¿
—408—
ZITZAZKIZUTEKE(7N . — él OS lo pildo,
OS los pudo
ver.
GIÑITZAZKIZUTEKErt?^ llOSOtrOS OS lo
pudimos, OS
los pudimos
ver.
ziTZAZKizuTEKert;¿ . — ellos os lo pu-
dieron, os los
pudieron ver.
(7/: «á ellos»).
lNIZAYOTEKEa?l . NITZAZKIOTEKErt/¿
Ikusi
íZIÑIZAYOTEKEíl?^ ZIÑITZAZKIOTEKEa??-
iziZAYOTEKErt?¿ . ZITZAZKIOTEKEíl/i .-
{ GIÑIZAYOTEKE«?i GIÑITZ AZKI0TEKEÍ171-
ZIÑIZAYOTEKE«?^ ZIÑITZAZKIOTEKEíl?l-
•yo les pude ver
lo, ver los.
tú les pudiste
ver lo, ver los.
-él les pudo ver
lo, ver los.
•nosotros les pu-
dimos ver lo,
ver los.
-vosotros les pu-
disteis ver lo,
ver los.
zi2AY0TEKEa?z ". ziTZAZKioTEKEa7¿ . — ellos les pudie-
ron ver lo, ver
los.
Observaciones. Todas estas categorías, en sus formas
objetivo-plurales, tienen endurecida la sibilante del tema.
Esto dependerá, ó de una mera alteración fonética muy co-
mún, ó de la incorporación de un afijo pluralizador; me pa-
rece más probable lo segundo, porque no faltan, según se
lia visto, muchos fenómenos de pleonasmo en las iiexiones.
La razón de este plonasmo y de otros que se observan en
flexiones formadas con eza, la daremos al analizar el verbo
transitivo labortano.
-40'J-
(iii) . — Flexiones ■pronoininales.
(S/: «á mí»).
Ikusi
NINTZAREZUa;? .
NINTZAKEft/Z-
JNINTZAKEZUTE«;¿
NINTZAKETE(n^?¿.
Ikusi
ZINTZAIKED<X72 .
)ZINTZAIKE(7« .
ZINTZAIKEGUcni
ZINTZAIKETErí;¿
Ikusi
GINTZAKEZUrt/i.
GINTZAKEft;¿
GINTZAKEZUTEa»
GINTZAKETEíI»-.
. — tú rae pacliste ver.
. — él me pudo ver.
. — vosotros me pudisteis ver.
. — ellos me pudieron ver.
(9.-^: «á ti»).
. — ^^yo te pude ver.
. — él te pudo ver.
. — nosotros te pudimos ver.
.-—ellos te pudieron ver.
(10.": <ux nosotros»).
.- — tú nos pudiste ver.
. — él nos pudo ver.
. — vosotros nos pudisteis ver.
. — ellos nos pudieron ver.
(11."; «á vosotros»).
Ikusi
ZINTZAIZTEKEDa/¿ .
IziNTZAIZrEKErt;?- .
|ziNTZAIZTEKEGUíí-?l
ZINTZAIZTEKECÍ/i .
-r.
. — yo os pude ver.
.—él os pudo ver.
. — nosotros os pudimos ver.
. — ellos os pudieron ver.
111.— Su.jyositívo del ijotencial.
17, Futuro conjetural.
Las flexiones de este tiempo se forman de las del pasa-
do del subjuntivo, haciéndolas preceder de ha y suprimién-
doles la n final, con la vocal de ligadura \\\^ anienudo la
acompaña. La z de las terceras personas se convierte en /,
y entre la flexión y el adjetivo se introduce al.
(i). — Flexiones ohjetivas.
(1.* categoría).
al-ha^mzk. . — Si yo lo pudiese, loa
pudiese ver.
ISÜSI'*^^'^^^^^^ .
rti-Z>í¿ZENEZA . <il-ba7AmTZA. . — BÍ tú lo pudieses, los
pudieses ver.
,(il-h(iLEZ\ . . <i]-ha\AT'A\. , — Si él lo piuliese, los
pudiese ver.
\(d-h((LiEi^K'A\ . al-haGmiT7u\ . — Si nosotros lo pudié-
semos , los pudié-
semos ver.
íkusi i^/./^^;2ENEzate al-ha'ÁmiTZXTE — Si vosotros lo pudie-
seis, los pudieseis
ver.
al-hccLEZkTE . aI-haLuz\TE . — Si ellos lo pudiesen,
los pudiesen ver.
(ii) . — Flexiones ohjetiro-¡jro)tonunaIes.
(2.'". <'á mi»).
\al -ha ziSiiy.kT . aJ-baziKizkzKiT . — Si tú me lo pudie-
ses, me los pu-
dieses ver.
{al-haLizKi . aJ-haiAZkZKiT . . — Si él me lo pudie-
l se, me los pu-
] diese ver.
^^^^^■rí/-6r?ziÑíDATE c/Z-/>ríziÑiZAZKiDATE — SÍ vosotros me lo
i pudieseis, me los
( pudieseis ver.
«/-//íylizalDate cí/-/>rtLizAZKiDATE . — SÍ ellos me lo pu-
diesen, me los
pudiesen ver.
(3.'^: «á tí-.).
al-hamzhzu . (il-hamzkZKiz\j . — ^Si yo te lo pudiese,
¡ te los pudiese ver.
Irtí-ZíaLizAzu . fí/-Z>rtLiZAZKizu . — Si él te lo pudiese,
I te los pudiese ver.
ic//-Z>(^/GiÑizAzu ¿¿/-Z^aGiÑiZAZKizu — SÍ uosotros te lo pu-
^^^^^^ diésemos, te los
pudiésemos ver.
\nl-ha'LV¿kz\]'iE «/-^ríLizAZKizUTE — Sí oIlos to lo pudie-
sen, te los pudie-
sen ver.
(4."': «á él»).
aI-bamziiYO. . aJ-ha^iZAzmo. . — Si yo le pudiese
ver lo, ver los.
al-bazmizAYO . al-haziS^izAZKio . — Si tú le i^ndieses
ver lo, ver los.
\al-haLiz.\YO. . al-ha'LizkZKio. . — Si él, le pudiese
ver lo, ver los.
/cí^^aGiÑizAYo . al-haGiS:izAZKio . — Si nosotros le pn-
Ikusi/ diésemos ver
lo, ver los.
\al-haziÑizAYOTE al-haziKizAZKioTE — Si vosotros le pu-
dieseis ver lo,
ver los.
' al-hoLizAYOTE . al -h a hVÁ A zKioTE . — Si ellos le pudie-
sen ver lo, ver
los.
(5.*: «á nosotros»).
aI-baziKLZAG\] . rí/-Z;(7ziÑiZAZKiGU .--Si tú nos lo pu-
I dieses, nos los
pudieses ver.
al-baLizAG\j . . al-baLiZAZKiGU . . — Si él nos lo pu-
diese, nos los
pudiese ver.
IkusiV^-^'^'^ziñizagute r//-Z^r/ziÑizAZKiGUTE — Si vosotios nos
1 lo pudieseis,
nos los pudie-
' seis ver.
al-bc(LiZAG\jTE . al-baiizÁZKiGVTE .■ — Si ellos nos lo
pudiesen, nos
los pudiesen
ver.
(G."": á vosotros»).
\al-bamzAZVTE . al-bamzAZKizuTE . — Si yo os lo pu-
IkusiJ diese , os los
pudiese ver.
-11'2—
<//-/>í/LizAZUTE . íy/-/;ríLiZA/KizuTE . — SÍ él OS lo piulie-
se, os los pii-
diese ver.
iKÜSI^íZ-id'GIÑIZAZUTE í//-Z>^KiIÑIZAZKIZÜTE — SÍ nOSOtl'OS OS lo
pudiésemos ,
i os los pudié-
semos ver.
al-hajAZk'AVTE . al-hoLiZkZKizvTE . — Si ellos os lo pu-
^ diesen, os los
pudiesen ver.
(7.^ «á ellos»).
al-hamz ¿íYote . aZ-^aNiZAZiaoTE . — Si yoles pudiese
ver lo, verlos.
a/-/yaziÑizAYOTE rt/-^(/ziÑiZAZKioTE — Sí tú les pudie-
ses ver lo, ver
los.
\al - ha Lizw GTE . aI-h(iLiZÁ.zKioTE . — Si él les pudiese
ver lo, ver los.
Ud-haciisizxYOTE al -IxtGi^izAZKioTE — Si nosotros les
^^^^"^ pudiésemos
ver lo, ver los.
irtZ-¿aziÑizAYOTE rt/-Z>(7ziNizAZKioTE — Sí vosotros les
pudieseis ver
lo, ver los.
«/-¿^íviizAYOTE . al -h a hizkZKioTE . — Sí ellos les pu-
diesen ver lo,
ver los.
(iii). — Fler iones 'pronominales.
(8.'^: «á mí..).
aZ-Z;r¿NiNZAzu . . . — Si tú me pudieses ver.
-|- \al-ham^zk. . . . — Si él me pudiese ver.
^^^^íal-ham^zkz\^iE . . — Si vosotros me pudieseis ver.
'a/iítNiNZATE . . .■ — Si ellos me pudiesen ver.
(0.": «á tí..).
Ikusi ! al-hazmzkT . . . — Si yo te pudiese ver.
-413-
íal-ba7A^ZA
iKusr.aZ-^rtziNZAGU
!rt^¿>r¿ZINZATE
-SI él te pudiese ver.
-Si nosotros te pudiésemos ver.
'Si ellos te pudiesen ver.
(10.*; «nosotros»).
Ikusi
aI-haGmzkz\j .
al-baGmzA
al-bciGL^ZAZUTE
r¿Z-5(7GINZATE .
-Si tú nos pudieses ver.
-Si él nos pudiese ver.
-Si vosotros nos pudieseis ver.
-Si ellos nos pudiesen ver.
(11.": «á vosotros»),
IkusI'
al-hazmzATET
al-bazmzATE .
al-bazmzATEGJJ
al-bazmzATE .
■Si yo os pudiese ver.
-Si él os pudiese ver.
-Si nosotros os pudiésemos ver.
-Si ellos os pudiesen ver.
lY. — CondicionaL
21. Futuro próximo.
Se forma del pretérito imperfecto de indicativo, supri-
miendo á sus flexiones la n final con su vocal de ligadura;
estas letras se reemplazan con la sílaba característica Ze,
colocada al fin de la flexión, excepto cuando forman parte de
esta los elementos personales t «yo», fju «nosotros» y te plu-
ralizadora del sujeto, que suelen estar pospuestas general-
mente. En las terceras personas reaparece la / inicial.
(i). — Flexiones objetivas.
{1.^ categoría).
. NiTu/.e. . — yo lo vería, los vería.
Iküsiko
NuZ'e .
iZENDuA-e
'GENDU/.-e
ziÑiTuAe . — tú lo verías, los verías.
IiTvl-e . . — él lo vería, los vería.
GiNiTuZe . — nosotros lo veríamos, los
veríamos.
'zENDu/.-eTE ziNiTuZeTE — vosotros lo vcríais, los ve-
ríais.
LuAeTE . ZiTu/.exE . — ellos lo veríaUj los verían,
-411-
Observaciones. Nada do nuevo, excejDfco lie como carac-
terística de coiidicionalidad, contiene esta categoría, ni tam-
poco lo contendrán las siguientes. El núcleo verbal con-
traído en u ó /; ;¿ y t representando al sujeto de primera
persona, ze ó zi al de segunda, / al de tercera, en el singu-
lar; y en el plural ge ó <]'( á «nosotros», ze-te^ zí-te á «vosotros»,
3' l-te á «ellos»; it ó zli, al objetivo plural «los»; d, al prono-
minal «á mí», zu, zi, al «á tí», zu-te, zí-te, al «á vosotros», o, al
«á él», o-te al «á ellos», gn, gi, al «á nosotros», y las letras de
ligadura, eufónicas y de refuerzo a, n, ii y d^ lie aquí todos
los elementos constitutivos de las flexiones de este tiempo.
(2.": «á mí»).
zixIdaAc^ . ziNizKiDAZ-e . — tú me lo verías, me los
verías.
j/iDAKE . . ZizKiDA/.f . . — él me lo vería, me los
-r ; vería.
Ikusiko .7 7 , , , .
¡ZIMDAA'6'TE ZIxIZKIDA/.'t'TE VOSOtrOS UlC lo VCriaiS,
me los vería,is.
/ida/.-6'te . /izkida/.í'te . — ellos me lo verían, me
los verían.
(S."^: «á tí»).
jKizu/ít' . xizKizu/>e . — yo te lo vería, te los vería.
¡/izü/i6' . /izKizu/.í? . — él te lo vería, te los vería,
-r 'üiÑizu/.'^ GiÑizKizu/.<? — uosotros tc lo vcríamos, te
IKUSIKO T
I los venamos.
í/izu/icTE /izKizuATTE — ellos tc lo vcríau, te los ve-
' rían.
(4.": «á él»).
,Nio/«-(? . . NizKio/.e. , — yo le vería lo, le veiía los.
[ziÑio/te . ziNizKioZt' . — tú le verías lo, le verías los.
\¡iol-e . . /izKio/i-e . . — él le vería lo, le vería los.
Iküsiko GiÑio/.-c . GiÑizKio/.d . — uosotros Ic vcríauíos lo, Ic
veríamos los.
'ziñioAy?te ziñizkio/(6'te — vosotros lo veríais lo, le
veríais los.
Ikusiko^^^^''''^™ • ^i^Kio/vé^TE . — ellos le verían lo, le ve-
I rían los,
(5.": «á nosotros»)).
/ziÑiGu/re . ziÑizKiGuA-e . — tú nos lo verías, nos los
I verías.
ViGuA-e . . /izKiGuZ-e . . — él nos lo vería, nos los
T ] vería.
Ikusiko, 7 . • 7 , 1 , .
IziÑiGu/.-í^TE ziNizKiGUAeTE — vosotros nos lo veríais,
I nos los veríais.
lliGuleTE . ZizKiGuA-eTE . — ellos nos lo verían, nos
^ los verían.
(C).": «cá vosotros»).
!NizuTE/ítí . NiZKizüTEAe . — 3^0 OS lo veiía , os los
vería.
/izüTE/í-e . /izKizuTE/.e . — éloslo vería, os los vería.
^.>.v.Mx.w GiÑizuTE^-e giñizkizuteZ'é? — nosotros os lo veríamos,
i os los veríamos.
llizuTEli-e . /izkizute/íY' . — ellos os lo verían, os los
[' verían.
(7.'-: «á ellos»).
nioteZ-^ . NizKioTEAe .■ — yo les veiía lo, les vei'ía los.
íziñiote/.'^ ziñizkiote/.'c — tú les verías lo, les verías
l^ioTEKE . ZizKioTEAfe! . — él les veiía lo, les vería los.
T GiNioTEÁe GiÑizKiOTEA-e — nosotros les veríamos lo,
Ikusiko; i ' i
\ les venamos los.
ziÑjoTE/ve ziÑizKioTEA-e — vosotros les veríais lo, les
veríais los.
¿lOTE/i-e . /izKioTE/i'e , — ellos les verían lo, les ve-
1 rían los.
(111) .—Flexiones pronominales.
(8.**: «á mí»).
Ikusiko ! NiNDUzu/ie . . . . — tú me verías.
—416—
íNinduZ'^ — él me vería.
Ikusiko ninduzute/.í . . . — vosotros me veríais.
'ninduteA-é? . . . . — ellos me verían.
(9.^<(á tí..).
.ziNDuZrT . . . . — yo te vcrías.
T 'ziNDuZx' — él te vería
IkUSIKO< , . . . ci Le \eiici.
jziNDu/.'6'GU . . . . — nosotros te veríamos.
\zinde/.7'te . . . . — ellos te verían.
(10.'': «á nosotros»),
í JiNDuzuZtí . . . . — tú nos veiías.
jGiNDUzuTE/ití . . . — vosotros nos \eríais.
[gindute/.y^ . . . . — ellos nos verían.
(11.": «á vosotros»).
zinduteAct . . . . — yo os vería.
T (zindüteA(^ . . • .■ — él os vería.
Ikusiko^ ,
iZiNDUTE/Ví'Gu . . . — nosotros os venamos.
'zinduteZ-^ . . . . — ellos os verían.
Observaciones. La identidad de forma entre las ñexio-
nes de tercera persona singular y plural se debe ahora, como
en los nnichos casos en que se produce, al anti-enfonismo
de la forma íntegra: zindutekete.
22. Futuro remoto.
De las flexiones del tiempo anterior, provistas de la sí-
laba terminal a/i y de la z inicial de las terceras personas,
resultan las del actual.
(i) . — Flexiones objetivas.
(1." categoría).
Ikusiko,
NUKErn/ . . NiTUKEr///. . — yo lo habría, los ha-
bría visto.
zENjJUKKí//¿ . ziÑiTUKF.íí// . — (ú lo liabrías, los ha-
brías visto.
Ikusiko
■ ZVKECDl .
íGENDUKEa;¿ .
ÍZENDUKETEa;¿
ZVKETEClll
IziSilBAKEa 11. .
\zwAKEan .
TkUSIKO( ZIÑIDAKETEÍ6 '/
!ZIDAKETE(/;¿ .
-417-
ziTUKErt7¿. . — él lo habría, los ha-
bría visto.
GiÑiTUKErt;^ .—nosotros lo habría-
mos, los liabríamos
visto.
ziÑiTUKETEa?¿ — vosotros lo habríais,
los habríais visto.
ziTUKETE«/¿ . — ellos lo habrían, los
habrían visto.
(2.'': «á mí»),
ziÑizKiDAKEa7¿ . — tú me lo habrías,
me los habrías
visto.
zizKiDAKErt/i. . — él me lo habría, me
los habría visto.
ziÑizKiDAKETEa« — vosotros me lo ha-
bríais, me los
habríais visto.
zizKiDAKETEa;z . — ollos me lo ha-
brían, me los ha-
brían visto.
;NIZüKEa« .
lziZUKE<7?i .
lKUSIKOkiIÑIZUKEa/¿
;ZIZUKETE(í/¿
\
lKUSIKoSNIOKErt;¿. .
(3.^: «á tí))).
NizKizuKEa;^ . — yo te lo habría, te los
habría visto.
zizKizuKE(7.?¿, . — él te lo habría, te los
habría visto.
GiÑizKizuKEa;¿ — nosotros te lo habría-
mos, te los habría-
mos visto.
zizKizuKETErt/z — ollos te lo habrían, te
los habrían visto.
(4.': «á él))).
NizKioKEa/z. . — yo le habría visto lo,
visto los.
28
/Ziñiokeí/;í
iZIOKEd II
IGIMÜKEAN
Ikusiko,
ziñizkiokeíí;/ . — tú le liabrías visto lo,
visto los.
/iZKioKEí¿/¿ . . — ól le habría visto lo,
visto los.
GiÑi/KiOKEí^y/ . — nosotros le habría-
mos visto io, vis-
to los.
'ziÑIOKETEí/// ZIXIZKIOTEKEÍ///— \0S0tr0S Ic luiblíais
visto lo, visto los.
ziZKiOKETEíí» . — ellos le habrían visto
lo, visto los.
('"5.''': «á nosotros»).
ZI0KETErt/¿
Ikusiko,
,ziÑiüUKE(íy¿ . ziÑizKiuuKErt/t . — tú nos lo habrías,
nos los habrías
visto.
ziGUKErt// . . zizKiGUKEíí// . . — Ól nos lo lia])ría,
nos los habría
visto.
ziNiGUKETE(7// zi^izKiGUKETEíif // — vosotros nos lo ha-
bríais, nos los ha-
bríais visto.
fziGUKETEa/z . ziZKiGUKETE«« . — ollos nos lo ha-
brían , nos los
habrían visto.
(G.'': ("á vosotros»).
iKÜSIKOf
nizutekecí;¿ . NizKízuTEKE(i/¿ . — yo os lo habría, os
los habría visto.
lzizuTEKEa;¿ . zizKizuTEKEí/;/ . — él OS lo habría, os
los habría visto.
GiÑizuTEKErt;/ giñizkizutekeíí;¿ — nosotros os lo ha-
bríamos, os los
habríamos visto.
zizuTEKEfí// . ziZKizuTEKErt// . — oUos OS lo habrían,
os los habrían
visto.
NI0TEKEr¿?2
—419—
(7/: «á ellos»).
NizKioTEKE<T?i . — yo les habría visto
lo, visto los.
zL\ioTEKE(r¿?¿ zixizKiOTEKEct» — tú les liabiías visto
lo, visto los.
zizKioTEKEdE/ü. . — él les habría visto lo,
visto los.
GiÑizKioTEKEftji — nosoti'os les habría-
mos visto lo, vis-
to los.
ziÑizKioTEKEr¿;¿ — vosotros les habríais
visto lo, visto los.
zizKioTEKErt^i . — ellos les habrían vis-
to lo, visto los.
ZIOTEKEíl?^
IkusikoÍ .
\GIXlOTEKErt;¿
ZIÑIOTEKErt;¿
iZIOT.EKE«;¿ .
Ikusiko;
[NINDUZUKEfi[;í
NINDUKErt»
(iii) . — Flexiones pronominales.
(8.": «á mí.)).
.-—tú me habrías visto.
. — él me habría visto.
. — vosotros me habríais visto.
. — ellos me habrían visto.
NINDUZUTEKEa»
NINDUTEKErnt .
(9.": «á tí))).
Ikusiko
,ZINDÜKEr7rt/¿
IziNDUKErt/Z .
IZINDUKEGU<7.7Z
'ziNDUKETECÍ»
, — yo te habría visto.
, — él te habría visto.
, — nosotros te habríamos visto.
. — ellos te habrían visto.
(10.": «á nosotros))).
Ikusiko
[GHNDUZUKErn¿ .
'gindukeíz?? .
I
'iGINDUZUiEKEfl?¿
ÍGINDUTEKE(rí;¿ .
-tú nos habrías visto,
-él nos habría visto,
-vosotros nos habríais visto,
-ellos nos habrían visto.
Ikusiko
(11.": «á vosotros»).
\ ZINDUTEKEDÍ171 . . . — yo OS habría vísto.
ziNDUTEKEa;¿ . . . — él OS habría visto.
-lUü-
Ikusikü
\ ziNDUTEKEGUí/y/. — iiosotros OS li;il)ríamos visto.
) /jNDUTEKEí/» . . . — ellos OS habrían visto.
ÍBANU .
Ibazendu
IBALU .
Ikus-'bage>^du
TEN 1
Y. — Siij'u.sifiro del coiidiciundl.
'2H. Presente.
Esto tiempo se forma suprimiendo la sílaba ñnal Jic á las
llexionos del futuro próximo del conjlictional, y haciéndolas
preceder de ha,
(i) . — FlexioncH ohjetiva:^.
(i.'* categoría).
BANiTu . . — Si yo lo viera, los viera.
BAzixiTU . — Si tú lo vieras, los vieras.
BALiTu . . — Si él lo viera, los viera.
BAGiÑiTU ,— Si nosotros lo viéramos, los
i viéramos.
¡BAZENDUTE BAziÑiTuzTE — SÍ vosotros lo viérais, los
f viérais.
BALUTB . BALiTUZTE .-—SÍ ellos lo vicran, los vieran.
(n). — Fle.r iones i^roiwminaJes.
(2.": <'á mí»).
BAziÑizKiT .— Si tú me lo vieras, me los
vieras.
. BALizKiT . . — Si él me lo viera, me los
Ikus-1 viera.
TEN \baziñidate baziñizkidate — SÍ vosotros me lo viérais,
me los viérais.
BALIDATE . BALIZKIDATE . — Sí olloS me lo vícrail, ülC
los vieran,
(8.^ «á tí-).
ÍBANizü . BANizKizu .-—Sí yo tc lo viera, te los viera.
Ikus-1i5alizu . BALizKizu . — Sí él te lo viera, te los viera.
ten'baoiñizu BAOiÑizKizu. — SÍ nosotros te lo viéramos, te
f los viéramos.
Ikus-^balizute balizkizüte^ — Si ellos te lo vieran, te los
TEN ' vieran.
(4/: «á él.>).
BANio. . BANizKio. . — SÍ yo le viera lo, le viera los.
JBAziÑio . BAziÑizKio . — SÍ tíi le vieras lo, le vieras los.
iBALio. . BALizKio. . — SÍ él le viera lo, le viera los.
Ibagiñio . BAGiÑizKio . — SÍ nosotros le viéramos lo,
^^^"; le viéramos los.
^^^ íBAziÑíOTE BAziÑi/KioTE — Sí vosotros le víéraís lo, le
I vierais los.
[baliote . BALizKioTE . — Sí ellos Ic víeran lo, le vie-
ran los.
(o.''; «á nosotros»).
,BAziÑiGu . BAZiÑizKiGü . — Sí tú nos lo víeras, nos los
i vieras.
Íbaligu . . BALizKiGU. . — SÍ él nos lo víera, nos los
Ikus-1 viera.
TENiBAGTÑizuTE BAziÑizKiouTE — SÍ vosotros nos lo viéraís,
j nos los vierais.
[baligute . BALTZKiouTE . — Si cllos nos lo víeran, nos
los vieran.
(í).': «á vosotros»).
BANizuTE . BANizKizuTE. . — Sí yo OS lo vicra, OS los
víera.
Ibalizute . BALI2KIZUTE. . — Sí él OS lo víera, os los
Ikus-! viera.
TEN jBAGiÑizuTE. BAGiÑiZKizüTE . — Sí nosotros OS lo víéra-
f mos, os los viéramos.
\balizute . BALizKizuTE. . — Sí ellos OS lo vieran, OS
I los vieran.
(7.': «á ellos.)).
I ÍBaniote . BANizKioTE . — yo les viera lo, les viera los.
'<BAziÑioTE BAziÑizKioTE — tú les víeras lo, les vieras los.
(baliote . BALizKioTE . — él les víera lo, les viera los.
¡BAGiNiOTE BAGiÑizKiOTE — iiosotros los viévaiuos lo, les
viéramos los.
BAziÑiOTE BAZiÑizKioTE — vosoti'os les viérais lo, les
vierais los.
BALiOTE . BALizKiOTE . — ellos les vicran lo, les vie-
\ rail los.
(iii). — Flexiones pronominales.
(8.": «á mí»).
iBANiNDUzu . . . . — Si tú me vieras.
iBANiNDU — Si él me viera.
•^^^^^'^^^'iBANiNDUzüTE . . . — SÍ vosotros me viérais.
(banindute . . . . — Si ellos me vieran.
(9.": «á tí»).
,'BAZiNDUT . . . . — Si yo te viera.
Jbazindu .... . — Si él te viera.
-•-^^^^^^'Íbazindugu . . . . — Si nosotros te viéramos.
(bazindute . . . . — Si ellos te vieran.
(10.'': «á nosotros»).
íBAGiNDUzu , . . . — Si tú nos vieras.
1BAGINDU — Si él nos viera.
■^^^^"^^^Jbaginduzute . . . — Si vosotros nos viérais.
[bagindute . . . . — Si ellos nos vieran.
(11."; «á vosotros»).
[bazindutet . . . . — Si yo os viera.
^ Jbazindute . . -. . — Si él os viera.
"^^^^^^'jBAziNDUTEGU . . . — Sí nosotros os viéramos.
[BAZINDUTE . . . . — SÍ cllos OS vicran.
III.
Ya dije anteriormente que las flexiones del verbo enska-*
ro eran un compuesto complejo, y que en ellas so cncontra-
Lan elementos constitutivos, característicos y estéticos; los
-423-
primeros son los que, rigorosamente hablando, hacen posi-
ble la existencia de la ñexión, comunicándole la propiedad
de significar; los segundos, los que se añaden á la fle-
xión 3^a formada, para particularizarla en orden al modo y
al tiempo; y los terceros, los que no se proponen mudar, ni
alterar, ni precisar el significado, aceptado por ellos como
un hecho, sino únicamente ligar y coliexionar dichos ele-
mentos de formación, distribuyendo ó modificando sus soni-
dos ó puliendo y adornando su forma con arreglo al criterio
fonético de la lengua, pues éstas, comojnnichos organismos
vivos, poseen el instinto de la belleza. «El hombre no habla
únicamente para dar un cuerpo á su pensamiento; quiere,
además, que ese cuerpo le sea agradable, que esa forma plaz-
ca, no solamente al que la pronuncia, sino también á los que
la escuchan. La palabra no os solamente un signo; es un cua-
dro, y por decirlo así, un cuadro cantante y parlante; la pa-
labra es una melodía, ó un fragmento de melodía. El instin-
to musical amasa los sonidos, los modifica, los divide, los
une, los altera con un fin exclusivamente estético. Este lado
artístico de la forma de la palabra, poco atendido por los
grínnáticos, lejos de dañar á la función lógica, concurre á su
realización. La armonía es un elemento de la claridad; la
belleza es la expresión, y la palabra expresa, á la vez que
significa. La significación que no está completada por la ex-
presión, es como una figura regular sin movimiento, sin
vida, sin gracia, y puede decirse que la expresión completa
á la significación».^ Por eso no hay que rechazar ligeramen-
te, como fáciles escapatorias de una ignorancia real, esos
calificativos de letras ó sílabas redundantes, eufónicas, epen-
téticas, etc., con que suelen designarse á esos elementos
que no nos parecen ni significativos, ni característicos. Aca-
so algunos reputados como pertenecientes á estas clases
cuyo alcance se ha buscado trabajosamente y acaso
también sin éxito, no son más que elementos puramen-
te estéticos. Pero como el instinto de la belleza en las
1 Cha!f,'i et. La pnilosojiliie de la science du langa^e, pú,'. lO'J.
- 4-24—
lenguas es más fácil de ser sentido en general, ([ue no de-
signado en cada caso particular, puede fácilmente conver-
tirse, y de hecho se ha convertido en ocasiones, en el común
denominador de todos los límites del análisis positivo; he
aquí el motivo de que haya usado parcamente de él. Mas
creo haber puesto fuera de toda duda que las flexiones eus-
karas contienen las tres clases de elementos ¡.irriba nom-
brados.
Entre los característicos, hay uno que merece algúnexa-
men, y es l'e. Figura en los modos potencial y condicional,
y en otros dialectos además en algunos tiempos de futuro. A
primera vista sonará esta pluralidad de funciones á confusión.
Pero este cargo se desvanece, á poco que se reflexione acerca
de la manera que tiene de desarrollarse el concepto del tiem-
po en el verbo. El hombre primitivamente (y no hay modo
de expresarse de otra suerte tratándose del euskara,por más
relativo que sea el significado de primitivo), concibe con fa-
cilidad el hecho existente, el ya existido y el que existirá;
así es que una lengua que pertenezca á una raza cuya inte-
ligencia haya salido de su período infantil, sabrá marcar el
pasado, el presente y el futuro. Pero este último tiempo no lo
concibe el hombre de idéntica manera que los otros dos.
El principio de causalidad, el concepto de que un fenóme-
no es el antecedentenecesariodeotro,y este el consiguiente
de aquel, lo va adquiriendo el hombre en virtud de una serie de
observaciones parciales. En la mayor parte de los casos el
hombre no puede afirmar categóricamente que tal hecho se
producirá, como afirma categóricamente que se está produ-
ciendo ó que se produjo; así es que la noción del futuro es
una noción vaga, indeterminada. Lo que será, aparece pro-
blemático, ■pofiihle; en muchas ocasiones dependerá de otros
hechos, los cuales son su condición: aquí se ve claro el enlace
del tiempo futuro con los modos potencial y condicional, ó
mejor dicho, la generación de estos por aquel.
Así es que si el bascuence se valió primitivamente de la
sílaba he para marcar toda clase de futuros, ó solamente la
clase de futuros conjeturales, según aparece de la actual
práctica labortana, no había más que un paso para expresar
— 4Í25—
con hí misma los conceptos de posibilidad y de condición.
¿Se argüirá que es distinta esta posibilidad, (que no es sino
una condicionalidad sin formular, extendida como un velo
sobre la serie de los fenómenos naturales), del concepto po-
tencial atribuido como cualidad propia del sujeto, que es
precisamente lo que expresa dicho modo potencial? Pues
responderé que no hay tal diferencia; lo que al principio fué
conocido como simplemente posible en general, se atribuyó
después á la persona, declarándola agente de esa posibili-
dad, condensándose así una noción que estaba difusa ante-
riormente.
Los elementos formativos de las ílexiones guipuzcoanas
son los que siguen:
' Ae Elementos constitutivos.
Afijos ijcr sánales ó del sujeto.
T, D ^«yo».
zu, TZU = «tÚ)).
N ==«yO)).
ZE = «til».
ZI -=r«tÚ)).
GU . . . . . • . = «nosotros».
GE = «nosotros».
Gi — «nosotros».
B = <(él».
z = «él» .
L = «él».
Afijos jyyonominaJes.
T, D .=^«á mí».
N . . = »á mí».
NI = «á mí».
zu = «á tí».
z = «á tí».
ZA , = «á tí».
1-2G-
zi = «á tí».
GU = «íi nosotros».
GA = «á nosotros».
G = «á nosotros».
Gi = «á nosotros».
o = «á él».
Afijos de la phiralizaciuiipcrsonal ¡j pronominal.
TE = «varios».
TU = «varios».
T . . = «varios».
ZTE. . = «varios».
Comhinaclón de los afijos personales y pronominales
con sus phiralizadores.
/zuTE = «vosotros».
En el pri-lzuTE = «ú vosotros».
mer tiempo 'z-zte = «á vosotros».
matriz y suS|Z-TE = «á vosotros».
derivados. Io-te = «á ellos».
B-TE = «ellos».
ZE-TE = «vosotros».
En el se-lzi-TE = «vosotros».
gando tiem-]zi-zTE — «vosotros».
po matriz y zi-zTE = «á vosotros».
sus deriva-lz-TE = «ellos».
dos. Íz-ZTE = «ellos».
L-TE = «ellos».
Afijos de l(( objetivación.
D = «lo».
IT = «varios».
ZKi :=« varios».
—427—
Núcleos significa fivos.
E.
EU
U
AU
AI
A
I /«haber».
EZA .......
IZA
AZA . . ....
ZA ...... .
UE
TZA
. EGi = «hacer)).
Me he vahclo de la pahibra «afijos» constantemente por
La ma^or comodidad que ofrece para una eniuneración ge-
neral, sin que esto signifique que repudio los nombres más
precisos de infijos, prefijos y sufijos que les corresponde á
algunos de ellos; el trabajo de calificar los elementos se-
gún la posición que ocupen en la construcción flexional,
puede muy bien ejecutarlo cada uno de mis lectores. En
cuanto á traducir, por «varios» los afijos de pluralización
personal y objetiva me remito alo ya advertido en la nota de
la pcág. oG8. Te en las flexiones de tercera persona de plu-
ral hace el papel de sujeto, como un pronombre perfecto,
así es que equivale propiamente á «ellos». Su forma primi-
tiva ó íntegra es zte, de la cual proceden te y t, y de te,
TU. El significado de los elementos constitutivos se debe
muchas veces á la sola atribución; varios de los afijos per-
sonales pasan á ser pronominales en otras categorías. En las
combinaciones que resultan de la pluralización personal y
pronominal , hay algunas que bajo idéntica forma expresan
relaciones muy diferentes; por ejemplo: z-te «á vosotros» y
z-TE, «ellos». Sin embargo, sení imposible que resulte nin-
guna confusión si nos penetramos bien de cuáles son los
tiempos en que dichas combinaciones representan papel:
por eso los lie sacado- cuitladosameiite al margen. Como los
derivados del segundo tiempo inatriz inician amenudo con
una z las Üexiones de segundas personas de singular y plu-
ral, así como las de tercera, conviene hacer una advertencia;
la vocal que sigue á z forma parte de este alijo siempre que
signifíca «tú», y pertenece al núcleo verbal cuando significa
«él»; la diferencia entre las personas de singular y plural,
ocioso parece advertirlo, la establece la pluralizadora te.
"Elementos característicos.
Los núcleos verbales son una de las marcas más claras
que pueden proporcionarse para conocer los modos, y aun
los tiempos. Esto no quiere decir que exista una relación
necesaria entre el significado de estas y la clase de aquellos;
pero es un hecho que en la manera con que aparecen distri-
buidos dichos núcleos por todo el verbo se revela una rela-
ción de atribución constante: así eu y eza, por ejemplo,
significarán ambos «haber», pero el primero no formará parte
del subjuntivo, ni el segundo del indicativo. Otras veces la
atribución se ejerce sobre núcleos que no tienen el mismo
significado, como sucede con el subjuntivo bizcaino que se
vale de egín «hacer» en lo que le imitan algunas Hexiones
guipuzcoanas del imperativo. En este sentido son caracte-
rísticos los núcleos verbales que conocemos.
eu
e
u
AU
A
AI
I
)Del presente de indicativo.
UE
u
I
.¡l^ol jn-otérito imperfecto de indicativo,
.. del modo condicional y de susuposi-
) tivo.
-120-
EZA
IZA
AZA
ZA
Del modo subjuntivo.
EZA
IZA
AZA
ZA
EGI
Del modo imperutivo.
EZA
IZA
AZA
ZA .
TZA
KE .
KE .
KE-AN
N .
N .
BA .
(Del modo potencial y supositivo.
Afijos.
.[ Del potencial.
.; Del condicional.
.' Del pasado remoto del potencial y fu-
• turo remoto del condicional.
.; Del pasado.
• i Del subjuntivo.
. J De los supositivos del potencial y del
\ condicional.
(_,/, Elementos estéticos.
A .
Y .
N .
Ñ .
D .
N .
.'De ligadura.
) Eufónicas.
.; Epentética.
-430-
CAPÍTULO XIV.
CONJUGACIÓN SENCILLA DE LOS VERBOS GUIPUZCOANOS
TRANSITIVOS.
I.
Los nombres verbales que se conjugan sin auxiliar, lla-
mados verbos irregulares por los antiguos gramáticos, y sim-
ples ó sencillos por varios modernos, se refieren á dos tipos:
a) al transitivo; h) al intransitivo.
Ningún verbo sencillo posee todos los tiempos, modos y
categorías que acabamos de analizar en el verbo perifrásico
ó compuesto. Los más nutridos jamás rebasan las formas
que corresponden á dos tiempos^ y dos modos; á los tiempos
presente y pasado, á los modos indicativo é imperativo.
Lo dicho puede autorizar el que se formula las siguientes
proposiciones: 1." la lengua euskara ha poseído siempre
una conjugación perifaísica; 2.* todos los modos y tiem-
pos que conocemos se han derivado de algunos de dichos
modos y tiemi)03 de varios verbos sencillos. La segunda de
estas proposiciones está demostrada por ol análisis morfoló-
gico de las flexiones, y en el hecho de que no se conoce
realmente ningún otro modo ni tiempo en la conjugación
sencilla más que los ya nombrados, pues cuando oxcepcional-
mente poseen algún otro, su derivación es tan evidente, que
queda comprendida dentro de la regla general. La primera es
el resultado de una inducción fundada en los datos conocidos,
según los cuales, tan alto como podemos subir en la lengua
Jiisfórica, hallamos la conjugación perifrásica. Verdad es que
la lengua euskara es antiquísima y sus monumentos escritos
muy modernos, ó bastante modernos, por lo menos. Así es quo
eso dato solo, comunicaría poca fuerza al raciocinio, pero la
solidez de este depende de la combinación de a(]uel con otros.
1 Kntipiiilasc fino ino rrlluro ú tioiiinoi dotados do lumias diblititas entro s(, iii'i ii los quo
so obtienen siitíjumlo una pa» tíeula caiacton'stica á las flcxionos do uu tiomiio dado, penutt-
nociüiido «''stas, on lo demás, invarialilos,
— 4;ii-
Conocemos bastantes verbos sencillos, y todos ellos poseen
uno ó dos tiempos y modos á lo sumo. ¿Cómo puede expli-
carse, si no es por medio de un verdadero milagro, tan com-
pleta sumersión de flexiones? Puesto que coexisten las con-
jugaciones perifrásica y sencilla de un mismo verbal en el
presente y pasado de indicativo y en el presente de impera-
tivo, diciéndose, ó pudiéndose decir, por ejemplo: dakakt
y EKAKTZEN DET «yO lo traigO», NENKAEREN }' EKARTZEN NUEN
«yo lo traía», ekarzu y ekarei ezazu «tíi tráelo», ¿por qué no
habían de coexistir las flexiones de otros modos y tiempos
en alguno siquiera de los numierosos verbos que han llegado
hasta nosotros con ambas conjugaciones? Si toda la conju-
gación perifrásica se deduce, en suma, de dos tiempos radi-
cales, y los verbos sencillos están casi en absoluto reduci-
dos á aquellos, ¿dónde haJlaremos una base que nos con-
sienta levantar sobre ella la hipótesis de una conjugación
sencilla completa? Y si con la conjugación sencilla que co-
nocemos hoy, sin que nada nos demuestre que hubiese al-
canzado en lo antiguo muchos mayores grados de desarrollo,
era imposible salir de la expresión de un par de tiempos ó
tres; ¿cómo no admitir que para completarla se hubo de
echar mano delaperífrasis y que, por consiguiente, ésta exis-
tió desde el instante en que el pensamiento euskaro necesitó
el instrumento adecuado de su manifestación ó sea la len-
gua ya completamente desarrollada? Hablar de una época
en la que el bascuence carecía de conjugación perifrásica,
es entrar de lleno en el terreno de la hipótesis pura, algo
más peligroso, ciertamente, que el «metafísico» que tanto
ofusca á determinados autores, para quienes la palabra «me-
tafísica» suena como la palabra «madres» á los oidos de
Faust, es decir, de una manera muy extraña y misteriosa. Es
referirnos á cuando el espíritu bascongado no concebíala no-
ción del tiempo más que como pasado y como presente y la
modalidad de la acción más que categórica é imperativamen-
te,siendo probable que en proporción de este estado embrio-
nario del verbo se hallara el resto del sistema gramatical. Y
aunque fuera forzoso admitir la realidad de tal estado, no
por eso dejaría de ser impertinente rechazar lo conocido por
-432-
lo que no se conocerá jamás, y atribuir al organismo del
todo formado, lo que tal vez no fué propio ni de las prime-
ras fases do su embrión.
Cabía perfectamente suponer que la conjugación senci-
lla era una contracción de la perifrásica,yasíselia supuesto.
Pero si miramos de cerca las cosas veremos que en las fle-
xiones del verbo sencillo figuran los elementos formativos
tan íntegros como en las del perifrásico. Por otra parte, el
lenguaje vulgar posee muchas verdaderas contracciones, y
todas muestran claramente los elementos de la conjugcición
perifrásica, cosa que no acontece en las flexiones' del verbo
sencillo, que no presentan más que los componentes propios
de la flexión, pero no los del nombre verbal; por ejemplo:
EMATEUT (1.) «yo lo doy», de emate;í í/ut; mataute (a. n. s.),
«ellos lo dan», de eMkTen t/üte; ARTZAUT(a. n. s.) «yo lo tomo»,
de AETzé?^¿ rZuT; jankot (Puente la Reina) «yo lo comeré», de
jANKo (hn; JANKOGU (id.) «nosotros lo comeremos», de janko
duGi'y etc.^ La contracción, como madre de la conjugación
sencilla, no puede admitirse, en tesis general, á virtud ^ la
distinción quepropongo éntrelas contracciones «vulgares» y
las flexiones de la conjugación sencilla, pero varias ó mu-
chasformas del imperativo tienen, ciertamente, ese origen.
II.
Las conjugaciones sencillas de los verbos transitivos gui-
puzcoanos pueden referirse de una manera general al tipo
de las flexiones de iduki ó euki «tener. Por lo tanto, las co-
loco á la cabeza de esta sección destinada á la conjugación
nó perifrásica.
_A, Modo indicativo.
1. Presente.
(i) Flexiones objetivas
1." categoría.
DA7//.AT . . . DAU-iKAT. . . yo lo tcugo, yo los teugo.
Estos ejoniiilos t-strní toiundo.s d.' la ¡..i^^. ir.ii >U- El Verbo bascongado, dol riiin.i|>o liona»
parte.
—433-
DAUKazu. . . DAU^'KAzu . . — tú lo tieiies, los tienes.
TtanJiA. . . . DAü^KA . . . — él lo tiene, los tiene.
DAUKrtGU. . . DAU^KAGu . . — nosotros lo tenemos, los
tenemos.
Btiul-AZVTE . . DAU-í'KAZUTE. . — vosotros lo teneis, los te-
neis.
DAUKrtTE. . . DAVzKkTE . . — -ellos lo tienen, los tienen.
O'bservaciones. El núcleo verbal es auk, alteración fo-
nética de EUKi; la a que le sigue es letra de ligadura y la ^
encajonada en dicho núcleo, un sufijo de pluralización ob-
jetiva, residuo del íntegro zJxí.
(ii) . — Flexiones ohj eti vo-in-onominales.
(á.'"": «á mí»).
daukaíZazü .
T>k\SKkdkt .
DAUKAr/AZUTE
DAUKA(/.\TE .
dauka^Z/dazu .
dauka¿'z-¿dat .
dauka^/vz"dazute.
D AUK A,?/- /date .
Observaciones. El sufijo pluralizador objetivo está ín-
tegro, zlñ. En la tercera persona de singular se encuentra
la redundancia del elemento pronominal t «á mí»; la a que
le precede es de ligadura; la flexión estaba completa siendo
d—aul- — ad (7) «á mí tenerlo»; pero ésta flexión resultaba
idéntica á la objetiva de la primera persona del presente de
indicativo, y para distinguirla, sin duda, se introdujo el
pleonasmo at.
(3/: «á tí»).
DkVKkzKizuT . . — yo te lo tengo, te los
T> kJJK kVAllZU
DkHKkZUT.
DkVKkZil .
DkVKk.l'UGU
tengo
. — él te lo tiene, te los
tiene
D AUKAZKi4?/Gu .■ — nosotros te lo tenemos,
te los tenemos.
29
-«•1-
DAUKA-Í7/TE . '. DAUKAZKK7/TE . — clloH tc lü tieiieil, tc
los tienen,
(4.": «H vh),
DAUKAYOT . . DAUKAZKioT. . — yo le tengo lo, le tengo
los.
DAUKAYozu . . DAUKAZKiozu. . — tú le tienes lo, le tienes
los.
DAUKAYo. . . DAUKAZKio . . — él le tiene lo, le tiene los.
DAUKAYoGU . . DAUKAZKiOGU. . — nosoti'os le tenemos lo,
le tenemos los.
DAUKAYOzuTE . DAUKAZKiozuTE. — vosoti'os le teneis lo, le
tenéis los.
DAUKAYoTE . . DAUKAzKioTE. . — ellos le tienen lo, le tie-
nen los.
Observaciones. La // que antecede al pronominal o en
las flexiones objetivo-singulares, es eufónica: el choque ao
de ellas es mucho más duro que el io de las objetivo-plura-
les, y por eso no lo toleran.
(5.": «á nosotros»)
VAVKhguzv . . DAVKAZKiguzíj . . — tú uos lo tienes, nos
los tienes.
DAUKAGU • . DAUKAZKi(7í¿ . . — él nos lo tiene, nos los
tiene.
DAUKAí/2/ZUTE . DAUKAZKI^«ZUTE . VOSOtrOS nOS lo tencis,
nos los teneis.
DAUKA<7?rrE . . daukazk/í/ííte . . — ellos nos lo tienen, nos
los tienen.
(6.*: a vosotros»).
'DkKkzute'ií . . DAUKAZKi^7^/6'T . . — y O OS lo tengo, OS lo8
tengo.
DAUKA^'í/ít' . . DAUKAZKU'í/^e . . — él OS lo ticUC, OS los
tiene.
BAVKAZUteGV
BAVKA.Z lite .
DAUKATO^eT .
DAUKAYOÍeZU
DAUKAYO^'e .
DkVKkYOteGU
DAUKkYOfeZÜTE
DAVKAYOte .
—435—
DAUKAZKI-2l¿TEGU
BAVKAZKWUte .
. — nosotros os lo tene-
mos, os los tene-
mos.
. — ellos os lo tienen, os
los tienen.
(7.^- «á ellos»).
DAUKAZKIOZ'eT .
DAUKAZKIofeZU.
DAUKAZKlote .
DAUKAZKIOÍeGÜ
DAUKAZKIo/eZUTE
DAUKAZKIo/e .
— yo les tengo lo, les
tengo los.
— tú les tienes lo, les
tienes los.
— él les tiene lo, les tie-
ne los.
— nosotros les tenemos lo,
les tenemos los.
-vosotros les tenéis lo,
les tenéis los.
-ellos les tienen lo, les
tienen los.
(iii.) Flexiones i^ronominaUs.
En todas estas flexiones, los elementos pronominales pa-
san, en concepto de prefijos, á la cabeza de la flexión. El
núcleo continúa el mismo.
(8.*: «á mí»).
;¿AüKAZu. . . — tú me tienes.
7?AUKA . . . — él me tiene.
«AUKAzuTE . . — vosotros me tenéis.
«AUKATE. . . — ellos me tienen.
(9^: «á tí»).
za\jzkati . . . — yo te tengo
^Au-íKA . . . — él te tiene.
¿Au^KAGu . . — nosotros te tenemos.
¿'AUá^KATE . . — ellos te tienen.
-ím -
Observaciones. Coino todas las flexiones de esta cate-
goría que hasta ahora hemos ido registrando, las actuales
presentan también un elemento epentético, primitivamente
pleonástico, de pluialización, que es la .i'.
(10.": «á nosotros»).
í/AUZKAZu . .--tú nos tienes.
^AUZKA . . . — él nos tiene.
í/AUZKAZUTE. . VOSOtrOS UOtí tcucis. .
í/AUZKATE . , — ellos uos tienen.
(11."; "á vosotros»).
¿'AUZKAÍeT . . — yo os tengo.
¿AUZKA/á; . . — él os tiene.
• ¿'AUZKA^eou . . — nosotros os tenemos.
¿'AUZKAÍ6 . . — ellos os tienen.
'2. Pasado.
(i). — Flexioíies ohjetivati.
{iJ" categoría).
•í;eul-k^ . . . Ne«¿/.AN. . . — yo lo tenía, los tenía.
ZENezí/i-AN . . ZE^euzJx-Á^ . . — tú lo tenías, los tenías.
zeulik^ . . . ze¿/,':7.AN . . . — él lo tenía, los tenía.
GENe?//>-AN . . GENe7/.':7.-AN . .— uosotros lo tcníamos, los
teníamos.
ZENe?//.ATEN. . ZENt^?/^7iATEN. . — VOSOtrOS lo tcníclis, los
teníais.
ze«/i-ATEN. . . zei(Z'JiATE-¡i . . — cllos lo tciiíau, los te-
nían.
Observaciones. Estas flexiones demuestran más, si ca-
be, que las vistas hasta ahora, ((uc la ii (jue precede al nú-
cleo, calificada por alguno de ««misteriosa», es una simple
-137-
letra eufónicci. Obsérvese que solamente tig'ira en aquellas
flexiones que habían de incurrir en cacofonía, por haberse
convertido en e la vocal del sujeto m y gu.
(ii). — Fle.rioues objetiro-prnuomwalrs.
(2.": «á mío).
ZENEUKAr/AN . zeneukazki^/an . — tú uic lo teuías, rae los
tenías.
zEUKAr/AN . . zeukazk/V/an . . — él uic lo tenía, me los
tenía.
zeneukac/aten zeneukazkk/aten — vosotros me lo teníais,
me los teníais.
zeukaí/aten . zeukazk/Jaten .--ellos me lo tenían, me
los tenían.
{3.': «á tí»)
NEüKA.r^N . . neukazklí/cn . . — yo te lo tenía, te los tenía.
ZEUKA,??/N . . zEUKAZKi,r//N . . — él te lo tenía, tc los tenía.
GENEUKA¿7íN . GENEUKAZKi.r¿/N . — uosotros te lo tcuíamos,
te los teníamos.
ZEüKA.:v/TEN . zEUKAZKi.e7/TEN . — ellos te lo tenían, te los
tenían.
(4.": «á él'»).
NEUKAYON . . NEUKAZKioN . . — yo Ic tcuía lo, Ic tenía los.
ZENEUKAYON . ZENEUKAZKION . tÚ le teuíaS lo, Ic tCUÍaS
los.
ZEUKAYON . . ZEUKAZKioN . .- — él Ic tcuía lo, Ic tenía los.
GENEUKAYON . GENEUKAZKION . UOSOtrOS Ic tcuíamOS lo,
le teníamos los.
ZENEUKAYOTEN ZENEUKAZKIOTEN . VOSOtrOS l8 tcuíais lo, le
teníais los.
ZEUKAYOTEN . ZEUKAZKIOTEN- . — cllos le tenían lo, le te-
nían los.
(5.'^: «á nosotros»).
ZEHEUKAí7?/N . ZENEUKAZKI</»N . — tÚ UOS lo teuíaS, UOS loS
tenías,
ZEUKAí/?/N . .
ZENEÜKA<7?¿TEN
ZEUKAí//¿TEN .
NEUKA-JrUÍeN .
ZEVKAZUte'Ñ '.
GENEUKA¿'?í/í?N.
ZEVKXZUte'Ñ ,
NEUKAYO^eN .
ZENEUKAYOÍÍN.
ZEUKAYOÍeN .
GENEUKAYO^^N.
ZENEUKAYOfé'N .
ZEUKAYO/^N .
—íM—
ZEUKAZKií/»N . . — él nos lo tenía, nos los
tenía.
ZENEUKAZKi(7?íTEN — vosotros nos lo teníais,
nos los teníais.
zEUKAZKií/wTEN . — ellos nos lo tenían, nos
los tenían.
(G.": «á vosotros»).
íiEVKkZKiz II te^ . — yo os lo tenía, os los tenía.
ZEUKAZKLi/^feN , — él OS lo tonía, os los tenía.
GENEUKAZKi4«f6'N. — nosotvos OS lo teníamos,
os los teníamos.
ZEUKAZKi^^^eN . — ellos OS lo tenían, os los
tenían.
(7.*: «á vosotros»).
NEUKAZKioíeN . — yo les tenía lo, les tenía los.
zENEUKAZKiofeN — tú les tonías lo, les tenías
los.
zEUKAZKio^eN . — él Ics tenía lo, les tenía los.
GENEUKAZKioíeN — nosotros les teníamos lo,
les teníamos los.
ZENEUKAZKioíeN — vosoti'os les teníais lo, les
teníais los.
zEUKAZKio/íN . — ellos les tenían lo, les te-
nían los.
(iii). — Flexiones j^rononiinales.
(8.": «á mí»).
. — tú me tenías.
ne'üiDulazv'sa
?ieND2</»aZUTEN
?ZeND¿/AaTEN
. — él me tenía.
. — vosotros me teníais.
. — ellos me tenían.
Observaciones. Los elementos pronominales están como
preñjos y los personales como sufijos. Ne es «á mí» y el tema
ó núcleo verbal se muestra más contraído que en las ante-
riores ílexioneSj habiendo quedado reducido á uka.
- 439-
(9/: «á tU).
^óNDU^ZKADAN . . — yo te tenía.
^eNDU^KAN . . . — él te tenía.
^^NDU^KAGUN . . — nosoti'os te teníamos.
.^é'NDu.'^KATEN . . — ellos te tenían.
Observaciones. Infijado en el núcleo ula, aparece, co-
mo siempre, el añjo epentético de pluralización, que aquí
es z. Ze es «á tí», como fje será luego «á nosotros».
(10.": «á nosotros»).
<7(?MDUZKAZUN . — tú uos tcnías.
r/eNDuzKAN . . — él nos tenía.
. (/¿NDuzKAGUN. . — vosotros uos teníais.
^í/PNDuzKATEN . — cllos UOS tenían.
(1 1."; «á vosotros»).
.ÍT'NDüZKAfí^DAN . y O OS tCUÍU.
ze-íiDVZKkfe'^ . — él os tenía.
,2'eNDuzKAií<fGUN . — uosotros OS tcuíamos.
;.'exDUZKA^í'N. . — ellos os tenían.
O, Modo imperativo.
1. Presente.
(i). — Flexiones objetivan.
(1." categoría).
EUKA.e-?/ . . , -EXiZKkzu. . . — tú tcu lo, ten los.
¿EUKA . . . ¿EUZKA . . . — él tciiga lo, tenga los.
EVKkznte . . EUKZ Azute . .—vosotros tened lo, tened
los.
hEUKkfe , . . ¿EuzKA^e , . — ellos tengan lo, tengan
los.
Observaciones. El núcleo verbal vuelve á ser euka.
(ii). — Flexiones ohjetíco-p)-()no)ni nales.
(2.": «ú mí))).
eukaí7azu . . eukazkií7a/u , — tú téiime lo, tónme los.
¿eukaí7at. . . ¿eükazkk/at . — él téngame lo, téngame
los.
eukaíZazute. . eukazkií/azute. — vosotros tenedme lo, te-
nedme los.
¿eukaíZate . . ¿eukazkií/ate . — ellos ténganme lo, tén-
ganme los.
Observaciones, beukadat presenta el suñjo pronominal
t repetido; es una verdadera forma intensiva, originada por
el principio de correlación simétrica: beukadat está calcado
sobre eueaít/íi^?/.
(3.'': «á tí»).
Garet.
(4.^: «á él.)).
EUKAYOZU . . EUKAZKiozu. . — tú ténle lo, ténle los.
BEUKAYo. . . BEUKAZKio . . — él téngale lo, téngale los.
EUKAYozuTE . EUKAzKiozuTE . — vosotros tencdlc lo, te-
nedle los.
BEUKAYOTE . . BEUKAZKioTE . — ellos ténganle lo, ténganle
los.
(5.": «á nosotros»).
EUKA^z/zu . . EUKAZKi<7¿/zu. . — tú ténnos lo, ténnos los.
BEUKAí7?¿. ,. . BEUKAZKií/?^ . — él ténganos lo, ténganos
los.
EUKA^zíZUTE. . EüKAZKií/^zuTE — vosotros tcncdnos lo, te-
nednos los.
BEUKAí7«TE. . BEUKAZKi^//TE . — cllos téngannos lo, tén-
gannos los.
Observaciones. Sustituyendo el alijo pronominal t n\
—111-
mí» por gii «á nosotros», las liexiones de la segunda catego-
ría se convierte en las que se acaban de insertar.
(Í5.''; «á vosotros»).
Garet.
EUKAYOÍ^eZU .
B'Emih.Yote .
EUKAYOí'íZUTE
BEUKAYofe .
{l.\ «á ellos»).
. EUKAZKioifezu . — tú ténles lo, ténles los.
. BEiTKAZKio¿e . — él téngales lo, téngales
los.
EUKAZKiofé'zuTE-— vosotros tcnedlcs lo, te-
nedles los.
. BEUKAZKiofe. . — ellos ténganles lo, tén-
ganles los.
(iii) . — Flexiones iironouiinales.
(8.^: «á mí»).
e?¿AÜKAZU
Be;ZAEKA.
-tú ténme.
■él téno-ame.
e^iAUKAzuTE . — vosotros tenedme.
Be^íAüKATE . . — ellos ténganme.
Observaciones. El núcleo verbal vuelve á ser otra vez
aiLJ¿a. El elemento pronominal es en «á mí» que recuerda á
keni suletino, del cual parece ser el residuo. En las terce-
ras personas es notable la posición colindante del aíijo per-
sonal h y del pronominal.
(9.^: «á tí»).
Caret.
(lo.*": «á nosotros»).
e^AU^KAZU
Beí7AU,e'KA
tú ténnos.
él ténganos.
—412-
í'<7AU.?KAZüTE. . vosotros teiicduos.
Bf í/AU-rivATE . . ellos téiiganiios.
Observaciones. El elemento pronominal es eg^ que pa-
rece estar calcado sobre en. ¿Ha existido una forma egi «á
nosotros» correspondiente á cni «á mí»? ¿O primitivamente
dicha flexión y la de la segunda persona de plural comen-
zaban por g solas y la e inicial se introdujo epentéticamen-
te por imitación de todas las otras flexiones de segundas
personas, que en las demás categorías comiezan por e! Am-
bas hipótesis son muy plausibles: me inclino yo más á la
primera.
(11.'': «á vosotros»).
Caret.
III.
El nombre verbal egIíM «hacer» entre los verbales de con-
jugación sencilla posee excepcionalmente el presente y pa-
sado de subjuntivo. Digo posee y no conserva porque, á mi
juicio, ésta es una de esas excepciones que confirman la re-
gla general.
Egin carece en la actualidad de presente y pasado de
indicativo; pero como estos dos tiempos del subjuntivo no
son, morfológicamente considerados, más que dichos tiem-
pos del indicativo provistos de la n. relativa «que» sufija-
da, es muy fácil reconstituir las flexiones de ambos tiempos
desaparecidos. Hecha la reconstitución se ve que las flexio-
nes de EGIN son flexiones de indicativo ligeramente altera-
das algunas de ellas por lapresenciade la?/, y así se demues-
tra la exactitud de la regla general de que la conjugación
sencilla no se extiende más allá de los modos que se indica-
ron anteriormente.
Las flexiones de egin revelan que las pertenecientes á
la conjugación perifrásica transitiva en su modo subjuntivo
son más modernas (pie las que resultarían de la sinq)le su-»
fijación de n á las de indioativo '|ne hoy conocemos. Proba-
blemente, la Sustitución del núcleo eu por eza se debió al
deseo de diferenciar las flexiones transitivas relativas de in-
dicativo, de las flexiones propias del subjuntivo. Dedan «que
yo lo haya» forma, hipotética del subjuntivo primitivo, aná-
loga á DAGiDAN «yo lo haga» existente, resultaba idéntica á
DEDAN «que yo le he», forma relativa de det «yo le he». Para
destruir esta identidad, aunque no fuese más que externa-
mente, se acudió al remedio de cambiar el núcleo significa-
tivo ó tema verbal, tomándolo de doiide más cerca se en-
contraba con significación adecuada, del verbal izan, y resul-
taron las flexiunes DEZADANjDEZAzuN, ctc, Pcro si cscicrto his-
tórica y etimológicamente que el subjuntivo es un indicati-
vo en jforma relativn, no lo es en menos grado que por efec-
to de la atribución, coini'letamente ayudada por el cambio de
núcleo, ell^ascuence está en posesión de un subjuntivo per-
fecto en cuanto al sign.ilioado. íloy ciiando un bascongado
dice: laugarrenean eguzkia , illargia eta izaiirak egin zi-
TUEN, ARGI-EGIN zezciten se expresa con una equivalencia
completa al castellano que dice: '«en el cuarto (día) hizo el
sol, la luna y las estrellas, para que aliDjibrasen», y sería un
gran error traducir argi-egin zezaten «que alumbraban»,
por más que la forma y constitución de zezaten correspon-
dan á un pretérito imperfecto. Lizarraga en su traducción
de El Nuevo Testamento, tan importante en el estudio his-
tórico de la lengua, se vale de nuestras actuales flexiones
del pasado de subjuntivo para expresar el pretérito imper-
fecto de indicativo. Pero la diferenciación y subsiguiente
adaj^taciOn están plenamente realizadas, porque jamás usa
de las segundas para expresar lo que entonces y hoy expre-
san las primeras. Me ha parecido conveniente aclarar este
punto, que podría ilustrarse con miles de ejemplos, porque
ciertos autores se expresan como si realmente el bascuence
careciera de un verdadero subjuntivo, confundiendo el ori-
gen de las flexiones con su función.
Ahora veamos las flexiones de egin, las cuales no ofrecen
ninguna dificultad.
-111-
/>EGI .
BGlZ'Ute .
hEGife .
EGIíZaZU.
BEG¿7
egk/azute
BEGlTEt .
EGIOZU .
BEGIO
EGIOZUTE
BEGIOTE .
EGI^^ZU.
BEGI^Í¿ .
EGI^//ZUTE
IWÁUfJiCVr.
_/\, Modo TMrEriATivo.
(i.)—Fle.vioi(es objetivas.
(1." categoría).
EGul-izu . . — tú hazlo, hazlos.
. hEGÍzH . . — él hágalo, hágalos.
. EGizlxizutc . — vosotros hacedlo, liacedlos.
ImGulxife. . — ellos hagan lo, hagan los.
(ii). — Flex¡o)ies ohjefíco-2)roiioi>ii nales.
(2.": «á mí»).
egizkk/azu . — tú házmelo, házmelos.
. BEGizKif . . — él hágamelo, hágamelos.
egizkií/azute — vosotros hacédmelo, hacédme-
los.
. begizkite^ . — ellos háganmelo, háganmelos.
(3.": «á tí»).
Caret.
(4."; «á él»).
. egizkiozu. . — tú hazle lo, hazle los.
. begizkio . . — él hágale lo, hágale los.
. EGizKiozuTE . — vosotrosliaccdlelo, liaccdlelos
. BEGizKioTE . — cllos háganle lo, háganle los.
(i5.": «á nosotros»).
. EGizKi^^Zü . — tú haznos lo, haznos los.
. begizkií;». . — él háganos lo, lláganos los.
EGizKi^^zuTE — vosotros liaccdnos lo, liacednos
los.
. BEGiZKi(/?¿TE . — ellos liágannos lo, hágannos los
((*).": «á vosotros»),
Carct.
-445—
Etíio/ezuTE
BEGiote .
EGloteZUTE
BE'iiote .
(7.": «á ellos».).
, EGi7Aiiotez\]TE — tú házlcs lo, hazles los.
BEGiZKio/c . — él hágales lo, hágales los.
EGizKiotey^vTE — vosotros hacedles lo, hacedles
los.
BEGiZKiote . — ellos háganles lo, háganles los.
(iii). — Fle.riones pronominales.
(8.'^: «á mí»).
;l\gizu . . . — tú hazme.
;^¿AGi . . . . — él hágame.
;¿A.GizuTE . . — vosotros haceclme.
«AGITE . . . — ellos háganme.
(9-": cátí.)).
Caret.
(lO-'"^ «á nosotros.)
. — tú haznos.
. — él háganos.
. — vosotros hacednos.
. — ellos habíannos.
^AGIZU .
(JAGIZ. .
í/AGIZUTE
í/ AGITE .
Observaciones. El núcleo verbal en todas las íiexiones
enumeradas experimenta dos cambios, uno constante y otro
variable; el constante es la elisión de n final; el variable la
permutación de la e inicial en a.
X>. Modo subjuntivo.
1. Presente.
(i) . — Flexiones objetivas.
(1." categoría.)
clkGidan. . . dLGukidan , . — yo lo haga, los haga.
-J4G-
dAGUun. . . (¡AGiAiziiit . . — tú lo llagas, los hagas.
(IkGien . . . dkGizlxioi . . — v\ lo haga, los haga.
dkGigun. . . dkGuliguii. . — nosotros lo hagamos, los
hagamos.
dkGiziiteii . . dkGizlxizutoi . — vosotros lo hagáis, los ha-
gáis.
dAGitcn . . . dkGizl:itcn . .—ellos lo hagan, los hagan
{\í).—Fle.cione>i ohjctico-pronoininaUs.
(2.": «á mí))).
dagiíZazun . daüizkk/azun . — tú me lo hagas, me los
hagas.
DAGid?AN . . dagizkií/an . . — él me lo haga, me los haga.
dagiíZazuten dagizkk/azuten — vosotros me lo hagáis, me
los hagáis.
dagk/aten . DAGizKir?ATEN . — ellos me lo hagan, me los
hagan.
(:>.": «á tí-)).
DkGizüDk^ . DAGizKi,;í7i)AN . — vo te lo luiga, te los haga.
DAGi-2'?/N . . BkGizKuu^ . . — él te lo haga, te los haga.
DAGRí/GüN . DAGizKi^z¿GUN . — nosotros te lo liagamos, te
los llagamos.
DAGLíí¿TEN . DkGizKizuTEin . — ellos te lo hagan, te los ha-
gan.
(4.^ «á él.)).
DAGioDAN. . DAGizKioDAN. . — yo le haga lo, le haga los.
DAGiozuN . DAGizKiozuN. . — tú le hagas lo, le hagas los.
DAGioN . . DAGizKioN . . — él Ic haga lo, le haga los.
DAGioGUN. . DAGizKioGUN. . — iiosotros le liaganios lo, le
hagamos los.
DAGiozuTEN . DAGizKiozuTEN . — vosotros Ic liagais lo, le ha-
gáis los.
PAGicTEN- . DAGizKioTEN. . — ellos le hagan lo, le gagan
los.
-447-^
(5.": «á nosotros»)).
DAGií/íízuN . DAGizKií/í^zuN . — tú iios lo liRgas, iios los ha-
gas.
DAGi(7?¿N . . DAGizKigim . .—él iios lo haga, nos los haga.
DAGÍguzuTEN BAGiZKigiizuTEB — vosotros nos lo hagáis, nos
los hagáis.
BAGiguTEJü . DAGizKií/i^TEN . — ollos nos lo hagan, nos los
hagan.
(C": «á nosotros»).
DAGiziifeBA-íí. DAGizKií «ZeDAN. — yo OS lo haga, os los haga.
DAGizute^ . DAGiZKi^«/eN . — él OS lo haga, os los haga.
DAGizuteGVÑ. DAGizKizuteGV^. — nosoti'os os lo hagamos, os
los hagamos.
DAGizute'Síi . DAGiZKizute-Ñ . — ollos OS lo hagan, os los ha-
gan.
(7.": «á ellos»).
DAGio/fDAN . DAGizKio2^f?DAN . — yo les haga lo, les haga los-
DAGioíí^zuN . DAOizKiofezuN .— tú, les liagas lo, les hagas
los.
DAGioíeN . . DAGiZKio/'eN . . — él los haga lo, les haga los.
DAGioíeGUN . DAGiziaofíGUN . — nosoti'os les hagamos lo, les
hagamos los.
DAGioíezuTEN DAGizKio^ezüTEN — vosotros les hagais lo, les
hagáis los.
DAGio^éN . . BAGizKiote'íi . . — ellos les hagan lo, les ha-
gan los.
(iii) . — Flexiones pronominales.
(S."": «á mí»).
7ZAGIZUN . . . . — tú me hagas.
7¿AGiEN . . . . — él me haga.
71AGIZUTEN . . . — vosotros mo hagais.
?¿AGiTEN . . . . — ellos me hagan.
-448-
(í).": aá tí.)),
XAGIÜAN
¿'AGIEN.
<;agígun
<^AGITEN
. — yo te haga.
. — él te haga.
. — nosotros te háganlos.
. — ellos te haíran.
^AGIZUN .
f/AGIEN
Í/AGI/UTEN
í/AGITEN .
(10."; «á nosotros»).
. — tú nos hagas.
. — él nos haga.
. — vosotros nos luií^ais.
(1
^AGI^'eDAN .
zrAGifeGUN.
¿AGitejí
(I).
•ellos nos hagan.
«á vosotros»).
. — 3'0 os haga.
. — él os haga.
. — nosotros os hagamos.
. — ellos os hagan.
2. Pasado.
-Flexiones objetivas .
1." catefíforía.
UEGien .
ze/iEGie>i.
zEGien
geuEGien.
zenEGiten
zEGiteii .
uEGulien . — yo lo hiciese, los hiciese.
zeiiEGizlden. — tú lo hicieses, los hicieses.
.íEGizJden . — él lo hiciese, los hiciese.
geiiEGizl-ien. — nosotros lo hiciésemos, los hicié-
semos.
zeiiEGizIaten — vosotros lo hicieseis, los hicieseis.
zEGizJiiten . — ellos lo hiciesen, los hiciesen.
Observaciones. Estas flexiones , por sn forma, pertene-
cen á un pretérito imperfecto absolutamente regular, pues
siendo propio de este tiempo el terminar en ;?, ni siquiera
la presencia de esta disfraza las formas ordinarias, cojuo su-
cede con DAGiDAN, DAGiZKiDAN, etc, CU las quc OS preciso se-
parar la característica de sul)juntivo para que resulten las
llexiones do indicativo primitivas paiüt, i>A(;izkit, etc.
— tt49—
(ii). — Flexiones ohjetivo-pronomiiudes.
(•2.'': «á mí))).
ZENEGIíZaN . ZENEGIZKI/T^AN . tÚ UIG lo llicieseS, lllG loS lli-
cieses.
zegií/an . . zEüizKK?AN . . — él lüG lo biciesG, me los hi-
ciese.
ZENEGic?ATEN zenegizkic/aten — vosotros me lo hicieseis, me
los hicieseis.
zegiíZaten . zegizki(7aten . — ellos me lo hiciesen, me los
hiciesen.
(8.'^: («átí»).
NEGiz¿íN . NEGizKU'^^N . — JO tc lo Iliciese, te los hiciese.
zEGizí/N . zEGizKi¿-z/N . — él te lo hiciesc, te los hiciese.
GENEGI^?/N. GENEGIZKKVÍN nOSOtl'OS tc lo hÍCÍésemOS, tC loS
hiciésemos.
zEGi^2ZTEN . zegizki,í7<ten — ellos te lo hiciesen, te los hi-
ciesen.
(4.^ «á él»).
NEGioN '. . NEGiZKioN . .— -JO le hicicse lo, le hiciese los.
ZENEGION . ZENEGIZKION . tÚ Ic llicieSCS lo, le llicicseS los.
ZEGION . . zEGizKioN . . — él Ic liiciese lo, le hiciese los.
GENEGio;¿ . GENEGizKioN . — nosotros Ic liiciéscmos lo, le
hiciésemos los.
ZENEGIOTEN ZENEGIZKIOTEN VOSOtrOS Ic hicieScis lo, le lli-
cieseis los.
zEGioTEN . zEGizKioTEN . — cllos le hiciescn lo, le hicie-
sen los.
(5.\* «á nosotros»).
ZENEGií/z/N . ZENEGizKií7¿¿N . — tú nos lo lücieses, nos los
hicieses,
zEGi<7¿íN . . ZEGizKií/¿¿N . . — él nos lo liicicse, nos los hi-
ciese.
ZENEGií7?¿TEN zENEGiZKií/ztTEN — vosotros nos lo liicieseis, nos
los hicieseis.
30
-450-
ZEGi^//TEN . zEGizKrí/¿/TEN .— ellos iios lo liiciesen, nos los
hiciesen.
(6.": «ú vosotros»)).
NEGi¿7/feN , NEGizKi,':?/i^í^N .— yo os lo hiciese, os los hi-
ciese.
ZEGizute^ . zEGizMzuteii . — él os lo luciese, os los hiciese.
GENEGI^Z^^fN. GENEGIZKLíí/^6'N — nOSOtrOS OS lo hiciéscmOS, OS
los hiciésemos.
ZEGizute^ . zEGizKi<^¿/íé?N . — ellos OS lo hiciesen, OS los hi-
ciesen.
(7.": aá ellos»).
NEGioíeN . NEGizKíofeN . — yo les hiciese lo, les hiciese los.
ZENEGI0¿6N. ZENEGIZKI0fí?N tÚ IcS llicicseS lo , IcS llicic-
ses los.
ZEGioí^N . zEGizKio^eN . — él Ics hicicse lo, les hiciese los.
GENEGioíeN GENEGizKio/eN — nosoti'os Ics hiciéscmos lo, les
hiciésemos los.
zENEGiü/t^N. zENEGizKioft'N — vosotros Ics liiciescis lo, les hi-
cieseis los.
zEGio/t'N . zEGizKiü/t'N . — ellos Ics liiciescn lo, les hicie-
sen los.
(ni) . — Flexiones pronominales.
(8.": «á mí»).
í/ENtUZüN .
/¿ENGIEN .
//ENGIZUTEN
/¿ENGITEN .
¿ENíilDAN .
^■EN(;iEN .
¿ENGIGUN .
¿ENíilTEN .
. — tú me hicieses.
. — él me hiciese.
. — vosotros me hicieseis.
. — ellos me hiciesen.
(9.^ «á tí..).
. — yo te hiciese.
. — él te hiciese.
. — nosotros te hiciésemos.
. — ellos te hiciesen.
— i51—
(10.": «á nosotros»).
<7ENGizuN . : . .- — tú nos hicieses.
í/EMGiEN . . . . — él nos hiciese.
í/ENGizuTEN . . . — vosotros nos hicieseis.
í/ENGiTEN . . , . — ellos nos hiciesen.
(11.*; «á vosotros»).
á^ENGiíéDAN . . . — yo os hicicsc.
^-ENGiíeN . . . . — él os hiciese.
^ENGifíGUN . . . — nosotros os hiciésemos.
^ENGiíeN . . . .• — ellos os hiciesen.
Los verbales ekaeei «traer», eeabilli «menear» ó «mover»,
EEAMAN «llevar» é ikusi «ver», poseen los mismos modos,
tiempos y categorías de flexiones en su conjugación senci-
lla que el verbal iduki «tener», con cuya conjugación con-
cuerdan también bajo el punto de vista del mecanismo,
excepto en algún ligero detalle. Los núcleos significativos ó
temas verbales se obtienen de la siguiente manera: a) el
adjetivo indefinido en el indicativo-presente, cambia la vo-
cal inicial en a y elide la letra última, cualquiera que ésta
sea, de donde resultan los formas akae de ekaeei, aeabil de
eeabilli, aeama de eeaman, akus de ikusi; b) en el pretérito
imperfecto suprimen dichos verbales la letra última, ex-
cepto EEAMAN que la conserva, pues por ser n le sirve de ca-
racterística de tiempo, pero manteniendo inalterable la
inicial, excepto ikusi que la cambia en e; ekaeei y eea-
billi infijan una n epentética en el núcleo de las flexiones
pronominales, por lo que resulta enkae y eeanbil, en vez
del EKAE y eeabil de las otras flexiones; ikusi pierde la e
inicial del núcleo en las segundas personas de singular y
plural de todas las categorías de flexiones y en las primeras
de plural: los temas ekae y enkae doblan su consonante final
siempre que la composición de las flexiones le arrima una
vocal, y lo mismo hace eeabil pero no eeambill; c) en el im-
perativo el núcleo es doble, uno para las flexiones objetivas
45a-
y objetivüs-pronoiiiiiiales, y otro para ks pronominales: el
de aquellas es el ailjetivo indefinido desprovisto de su letra
íinal, y el de éstas la misma forma, pero con la vocal inicial
permutada en (i.
La objetivación plural en las flexiones objetivas está
desempeñada por la pluralizadora zki, en lo cual se diferen-
cian estos verbales de su tipo eduki. ekarri y erabilli pre-
sentan una particularidad, que consiste en usar concurren-
temente de dos núcleos verbales en las ílexiones de la 4." y
7/ categoría de los tres tiempos y los dos modos. Este nue-
vo núcleo precede inmediatamente al ufijo pronominal o;
dichas ñexiones encomiendan su pluralización objetiva al
afijo z y como el nuevo núcleo (llamémosle así aunque sea
provisionalmente) es ki podría creerse, á primera visto, que
su pluralización, era la ordinaria zki. ki es una partícu-
la cuya patente de origen está bastante embrollada: co-
mo más adelante la hemos de encontrar también repre-
sentando papel en el verbo intransitivo, para aquella ocasión
difiero su examen.
Todos los restantes elementos, así como su distribución,
nos son familiares: excuso, por lo tanto, dar in-extenso las
ñexiones de estos verbales. Bastará enumerar algunas de
ellas, para que en su vista y de lo advertido, se deduzcan
con exactitud matemática las demás. Ejemplos de indicati-
vo presente. — V)kkar-iL)aliarzKi «él lo trae, los trae». — Dura-
bílDAT-'DarabUzKwyí: «él me lo menea, me los menea». — T>a-
ranutzi]-Dara)iia7dirz\j «él te lo lleva, te los lleva». — dakauA/o-
DAKAR^'Zio «él le trae lo, le trae los»: Bal- u so-Da IiUskio «él le
ve lo, le ve los». — BaJianiU-DciJiarzKiGu «él nos lo trae, nos
los trae. — DarabilzuTE-DarahLlzKizuTE «él os lo menea, os los
menea». — dakabil//ote-daiiabilz/.¿ote «él les menea lo, les
menea los»: Dai'aiiiaYOTE-'DaraniazKio'TE «él les lleva lo, les
lleva los». — yialits «él me ve». — zalar «él te trae». — v,arahil
«él nos menea». — '/jiramaTE «él os lleva».
Observaciones. Las Hexiones de la segunda categoría
y de tercera persona singular, como se ve en el ejemplo, in-
curren en el pleonasmo del pronominal ¿ «á mí». En la obje-
tivación plural de ikusi, chocaban la sibilante palatal .v del
tema, con la sibilante dental z de la pluralizadora zki, y en
este confiicto de dos sonidos similares pero de poco cómoda
articulación inmediatamente consecutivo, se borró el se-
gundo.
Ejemplos de pretérito imperfecto de indicativo, — ze-
A'rt;v'EN-zeA'tirzKiEN «él lo traía, él los traía»: zeraman-vxrama-
ZKíEN «él lo llevaba, él los llevaba»; — zEN6'Zv/rDAN-zENe/.T//'ZKi-
DAN «tú me lo traías, me los traías»: zEN/.v/.sDAN-ZENZv/siaDAN
«tú me lo veías, me los veías»; — zerabilzv^-zei-ahihKizvii «él
te lo meneaba, te los meneaba»; — zelarKio'Ñ-zelarzKio^ «él
le traía lo, le traía los»; zeJaiso^-zeJiíi skioi^ «él le veía lo, le
veía los»; —zerahllGV'Ñ-zerahilzYaGVN «él nos lo meneaba, nos
los meneaba»; — zeraniazvTE^K-zeirunazKizvTEt; «él os lo lleva-
ba, os los llevaba»; zí'/.r/rKioTEN-ze/.'rtrzíaoTEN «él les traía lo,
les traía los»; zeirtmaYOTEi^-zcramazKiOTK}^ «él les llevaba lo,
les llevaba los»;- — NeN/rv/sEN «él me veía»; — zé'NÁrtrrEN «él te
traía»; — Gera-HhilK^ «él nos meneaba»; — zeramaTE^ «él os
llevaba».
Ejemplos del modo imperativo. — JLlarzu-eÁ-arzKizu «tú
tráelo, tráelos»; — crahilDAzv-ejdhilzKiDAzv «tú menéame lo,
menéame los»; — eJiarKioz\j-el-arzKiozu «tú tráele lo, tráele
los: ercDJiaYOzv-eravHiziiiozu «tú llévale lo, llévale los»; —
eJaisGVZV-eJiUSKiGVzx] «tú vénos lo, vénoa los»; — tíZvrrKiOTEZU-
eJíarzKioiEzv «tú tráeles lo, tráeles los»; oriDiaYOTEzv-era-
?7zazKiOTEZü «tú llévales lo , llévales los»; — Et^al-arzu «tú
tráeme»;--EG(7r«7?7(7Zü «tú tráenos».
El verbal jakin posee únicamente los dos tiempos del
modo indicativo, contraidos á las flexiones objetivas y obje-
tivo-pronominales. Sus núcleos aki (del presente) y eki (del
imperfecto) se combinan con los elementos constitutivos y
característicos en la forma acostumbrada. Bus flexiones
objetivas generalmente se emplean con la partícula afirma-
tiva ba prefijada: badakit-badakizkit etc., «yo lo sé, los sé» de
uso más común que dakít-dakizkit á secas.
El verbal ieudi «parecer» ó «asemejarse» se conjuga tran-
sitivamente, en los dos tiempos del indicativo. Posee siete
categorías, pero dentro de ellas carece de todas las flexio-
-154-
nes con objetivo plural. Sus núcleos verbales son ihudi y
ARUDi. El primero entra en todas las categorías de ambos
tiempos excepto en nna. Los siguientes ejemplos bastan á
dar cuenta exacta de su estructura; Dlnidí «él se parece». —
íianidi «él se me parece». — DÍrudizv «él se te parece»- — DÍru-
dio «él se le parece», etc. — '¿iriidÍEi^ «él se parecía» — iiani-
¿//en «él se me parecía» — 7uirudi'ÁV^ «él se te parecía» — ziru-
dÍAH «él se le parecía», etc.
Observación. La categoría «á mí» del presente, no es la
que en mi enumeración suele llevar el número 2, sino la
octava, ó sea la que ocupa el primer puesto entre las prono-
minales; lo mismo digo de la del imperfecto: por eso llevan
por cabeza el elemento pronominal ?¿ «á mí».
ii'
El verbal egoki «pertenecer» posee las flexiones objetivas
del presente y pasado de indicativo. Como este verbo, por
su significado, forma parte de los que se llaman en caste-
llano recíprocos ó reflexivos, en alguna de sus flexiones os-
tenta elementos pronominales.
j^, Modo indicativo.
1. Presente.
(i). — Flexio7ies objetivas.
(Única categoría).
•Dagoiiif . . DagozKiT . . — Me pertenece lo, los.
DagoKiziJ . DagozKizv . — Te pertenece lo, los.
Dft,^oKio. . DcigozKio. . — Lc pertenece lo, los.
BagoKiGí] . DcigozKiGV .- — Nos pertenece lo, los.
Dí/<70KizuTE Díz^ozKizuTE. — Os pertcnecc lo, los.
Da^oKTOTE . BagozKioTE . — Les pertenece lo, los.
2. Pasado.
(i) . — Flex i o nes obje t ivas .
(Única categoría).
y.í'^oKiDAN . zer/ozKiDAN . — Me pertenecía lo, los.
ze^oKizuN . z^í/ozKizuN . — Te pertenecía lo, los.
zegoKiot; . ze<7ozKioN . — Le pertenecía lo, los.
Zé^oKiGUN . zeí/ozKiGUN . — Nos pertenecía lo, los.
zé-í/oEizüTEN zé-í/ozKizuTEN — Os pertenecía lo, los.
Z/?í70KioTEN . Zé?í/ozKiorEN . — Les pertenecía lo, los*
Observaciones. Estas ñexiones presentan nna circuns-
tancia rara y notable; la de expresar el objetivo con nn
signo, que es la z, colocado á la cabeza de ellas, como la r/
del presente, á cuyas formas se ajustan en un todo. Es la
primera vez que en el pasado vemos una cosa semejante.
IZEKI «arder» rige su conjugación por la común de los
transitivos, con una excepción, que es la primera persona de
plural del pasado, la cual lleva el afijo personal sufijado. y
no prefijado: zizeka_í/¿/n («nosotros ardemos» ó «estamos
ardiendo». Posee la primera categoría de presente y pasado
de indicativo y en ambas en el presente el núcleo es izeka, al
cual se le preiñja d y se le sufija t, zu, gu, .uife, te en el pre-
sente, y en el pasado n, zeh, z, y gu, te y n h son prefijados
y suñjados respectivamente. Casisieiiipre todas estas flexio-
nes se usan precedidas de la partícula ha.
ERAUSI «hablar mucho», «hablar con vehemencia» está
reducido á los dos tiempos del indicativo. En el presente el
núcleo es arauski, que puede revelar una forma del adjetivo
verbal más primitiva, erauski; éste es el núcleo del pasado.
La composición de las flexiones es la ordinaria; algo hay
que advertir: que la característica del pasado es an cuando
se une al núcleo y n sola cuando se une á la pluralizadora
te) que delante de ésta, ó sea en la segunda y tercera perso-
na de plural se conserva la a, porque la pluralizadora viene
á encajonarse dentro de la característica del pasado: zene-
RAUSKiciTEN «vosotros hablabais mucho», ZERAUSKirtXEN «ellos
hablaban mucho», en vez de zenerauskiten, zerauskiten.
ERAUNTSI significa «manar» ó «derramarse algún líqui-
do». Es verbo reflexivo; posee el presente y el pasado de in-
dicativo en la primera categoría nada más. El núcleo del pre-
-15C-
sente es araunts, con endurecimiento de la sibilante; el del
pasado eraunts. La conjugación es perfectamente regular.
En el presente va primero la d del objetivo, luego el in'icleo
y después el afijo del sujeto: este en la primera persona de
singular exige la interpolación de una a de ligadura, la cual
se conserva también en la tercera del mismo número, á pe-
sar de no llevar afijo personal, sin duda porque pareció dé-
bil una forniíi que terminase con la sibilante ts. En el pasa-
do el orden de colocación es, igualmente, el ordinario: afijo
personal, núcleo y n característica con a de ligadura á no
ser que la flexión termine en te, en cuyo caso aquella va de-
lante de la pluralizadora. La forma de los afijos personales
es: /, zit, gu, zute, te, n, ze, ge, zete, z-te; entre el signo del
sujeto terminado en e y el núcleo, se introduce la corres-
pondiente n eufónica. Estas flexiones se usan con ha ante-
puesta.
IÑOTSI tiene la misma significación del anterior, y le
imita en todo. Únicamente diré que en los dos tiempos el
núcleo es iñots y que las formas del afijo personal de segun-
da persona de singular y de primera de plural son zi y gi,
por asimilación á la inicial del núcleo.
IR:VK[N significa «hervir»; en el presente y en el pasado
su núcleo es iraki. La n característica del pasado toma una
c de ligadura siempre que ha de sufijarse al tema, ó lo que
es lo mismo, en todas las flexiones, excepto en la segunda y
tercera de plural.
IRAUN significa «durar». Su núcleo conjugable es irau;
se conjuga como irakin; en ambos la letra eufónica que des-
truye el hiato de los afijos personales ze, ge y el tema, es
la h.
JARDUN, significa «estar haciendo algo»; es sinónimo
del verbal modificable ari que más adelante examinaremos.
Su núcleo en ambos tiempos es iardu. La n característica
del pasado, se sufija inmediatamente al tema. Su conjuga-
ción es del todo regular.
IlUTZr, significa «parecer. Es verbo reflexivo, y sirvo
también para expresar lo que el recíproco castellano «lla-
marse»; «me llamo», «te llamas», etc. El núcleo conjugable do
-457-
los dos tiempos es eritz. En la forma externa de sus flexio-
nes es iiuléntico á eeaüxtsi, del cual se diferencia tan solo
en que la letra eufónica de que se vale para evitar el hiato
de ze y eje con el tema es n. Las liexiones de estos cinco
iiltimos verbales se emplean, casi siempre, con ha prefijada.
JAPtlO, significa «manar» y es rellexivo.^ Posee, como
los anteriores, el presente y pasado, con flexiones objetivas
singulares y plurales. Los núcleos son aeio, eeio é ieio. La
phiralización del objetivo se obtiene infijando zki después
del tema. El pasado introduce una o después del afijo pln-
ralizador objetivo: keriozkion «yo me ios derramaba», zeeio-
zKioTEN «ellos se los derramaban»; en casos análogos suele
figurar una a\ el cambio se debe aquí á la asimilación. El
tema erio figura sólo en la primera persona de singular y
tercera de plural.
w
Los gramáticos del país traen bajo la rúbrica del verbal
ESAN «decir», unas flexiones que, en parte, son idénticas á
las del auxiliar transitivo y en parte formadas de éstas. Lo
que ninguno de mis paisanos dice es cómo esan ha podido
producirlas, cuáles son los anillos intermedios que ligan, por
ejemplo, diot á esan, de qué suerte la segunda forma ha pro-
ducido la primera, con la cual no posee en común ni una
sola letra. La forma basco-francesa y aun casi totalmente na-
barra de esan es erran. Lizarraga de Briscous, en su famosa
versión protestante de ií/ Nuevo Testamento nos ha conser-
vado flexiones perfectamente formadas y cuya derivación no
nos ofrece duda. Tales son, por ejemplo: derroten «que le
digan», EZTERROAN «que no les digas», junto á otras más oscu-
ras y muy próximas á las actuales guipuzcoanas, como
DiosTE «les dice». Esto nos permite asegurar que esan y erran
se han conducido como los demás verbales, y que habrán
tenido, ó habrán podido tener, flexiones iguales ó parecidas
á las siguientes: darrat, darrazu, darea, «3^0 lo digo», «tú lo
dices», «él lo dice» y dasat, dasazu, dasa; nerran, zeneeran,
1 Cuaudo hablo do reflexivos ó recíprocos me refiero á la traducción castellana del ver-
|jal euskaro; pues con estos no cabe propiamente dicha clasificación.
-458-
zERiiAN «yo lo decía», «tú lo decías», «él lo decía» y nesan, ze-
NESAN, ZESAN. La caida ó elisión de la r y s intermedias son
muy ñ'ecuentes. De aquí las formas daat, daazu, daanean,
NEAN, zENEAN, zEAN. Couio lastres primeras formas resultaban
anti-eufónicas vino el cambio de la segunda vocal, que bien
pudo trocarse en o por el mismo contraste del sonido, resul-
tando DAOT, DAOZU, DAO y posteriormente por reiteración de
fenómenos fonéticos diot, diozu, dio, etc. Una vez estable-
cida la o en el presente, por correlación simétrica ocuparía
puesto en el pisado: las formas neón, zeneon, ze:n están se-
paradas de las usuales por un corto y faoilísimo intervalo
que lo vemos sulvar á cada paso, resultando nion, ziñion,
zioN, etc.
Indudablemente que las formas objetivo-plurales primi-
tivas se formaron con zki: DAHRAZKir, nerrazkien, etc. Pero
acostumbrado el oido al empleo de diot, nion que suenan lo
mismo que las flexiones íran5Ítivasdel auxiliar, oscurecida la
conciencia de la lengua y establecida la preeminencia de la
atrihucióii sobre la etimología que es consecuencia del largo
uso de un idioma, se tomarían del auxiliar transitivo desen-
fadadamente las formas objetivo plurales que hiciesen falta.
Precisamente la circunstancia de ser nituen , ziñitüen,
ziTüEN, etc., DiTur, DiTuzu, DiTü, ctc, los pluralcs objetivos,
me parece una nueva prueba de que Dior, diozu, dio, etc.,
NION, ziñion, ZION, etc., no son las flexiones del auxiliar tran-
sitivo, que en ese caso estarían apareadas con sus objetivo-
plurales propias DizKioT, etc., nizkion, etc., sino alteraciones
de otras más primitivas derivadas de erran — esan. También
puede suponerse la existencia de formas primitivas ditiot,
etc., NiTioN, etc.. que sirvieran de intermediarias á las
actuales.
Todo lo dicho es meramente hipotético, pero no creo
que contradiga los procedimientos ordinarios del bascuence.
Mr. Van E3^s asegura «que las formas citadas por Larra-
mendi y Lardizábal como derivadas de esan nada tienen de
conuin con ese nombre verbal».^ Yo creo que sí, buscándolo
1 Dict. basq-franc, i>mh. 404.
-450-
en la dirección que indico, aunque no acaso por el mismo
camino. Y de lo contrario hay que hallar un verhal que,
significando «decir», dé origen alas flexiones cp.e conocemos,
ó explicar cómo y por qué diot, etc., nion, etc., han llegado
á significar de hecho «yo le he» y «yo lo digo», «yo le había»
y «yo le decía», etc.
Ahora pondré toda la conjugación usual de esan en gui-
puzcoano.
jf\, Modo indicativo.
1. Presente.
(i). — Flexiones ohj etívo-pronomi nales .
(1.'' categoría).
— yo lo digo, los digo.
— tú lo dices, ](;s (hces.
— él lo dice, los dice.
— nosotros lo decimos, los decimos.
— vosotros lo decís, los decís.
— ellos lo dicen, los dicen.
DIOT.
DITÜT .
DIOZU .
DITÜZU .
DIO .
Dl'iU .
DIOGU
DITÜGU .
DIOZUTE
DITUZUTE.
DICTE
DITUZTE .
(u) .'—Flexiones pronominales.
(2.": «á mí»).
Caret.
(3.^ «átí»)
DIOTSUT
DIOTSU
DIOTSUGU
DIOTSUTE
. — yo te lo digo.
. — él te lo dice.
. — nosotros te lo decimos.
. — ellos te lo dicen.
Observaciones. A primera vista éstas Üexiones parecen
tomadas del transitivo bizcaino, pero no es así. La sibilante
ts revela la primitiva presencia del verbal esan; compárense
las formas hipotéticas dasazut:=:daszut = datsut con dio-
TSUT y se verán realmente las etapas recorridas. La primera
forma es la completamente correcta.
— 100--
(í.": «á él.)).
DIOTSAT .
DIOTSAZU .
DI0T8A.
DIOTSAGU .
DIOTSAZUTE
DIOTSATE .
. — yo le (ligo.
. — tú le dices.
. — él le dice.
. — nosotros le decimos.
. — vosotros le decís,
. — ellos le dicen.
Observaciones. La o pronominal se ha convertido en a,
por evitar la monotonía de las formas diotsot, diotsozu, etc.
(5.^ «á nosotros»).
Caret.
(G.'': «á vosotros»).
DIOTSUTET
DIOTSUTE .
DIOTSUTEGU
DIOTSUTE ,
. — yo OS lo digo.
. — él os lo dice.
. — nosotros os lo decimos.
. — ellos os lo dicen.
(7.": «á ellos»),
DIOTSATET
DIOTSATEZÜ .
DIOTSATE .
DIOTSATEGU .
DIOTSATEZUTE
DIOTSATE .
. — yo les digo.
. — tú les dices.
. — él les dice.
. — nosotros les decimos.
. — vosotros les decís.
. — ellos les dicen.
NION .
ZIÑION .
ZION .
GIÑION .
ZIÑIOTEN.
ZIOTEN .
2. Pasado.
(i). — Flexiones objetivas.
(1." categoría).
NiTUEN . . — yo decía lo, decía los.
ziÑiTUEN . — tú decías lo, decías los.
ziTUEN . . — él decía lo, decía los.
GiÑiTUEN . — nosotros decíamos lo, decíamos los.
ziÑiTUZTEN. — vosotros decíuis lo, decíais los.
ziTüZTEN . — ellos decían lo, decían los.
-á61—
(ii) . — Flexiones ohjetivo-prorcomi nales.
(2.*: «á mí»).
Garet.
(3/: «á tí»).
NIOTSUN .
ZIOTSUN .
GINIOTSUN.
ZIOTSUTEN
. — yo te lo decía.
. — él te lo decía.
, — nosotros te lo decíamos.
. — ellos te lo decían.
Observaciones. Las flexiones de esta categoría y las de
las tres siguientes no están derivadas del tema verbal esan,
sino formadas de las mismas flexiones del presente, obser-
vando la distribución propia del pasado. Son, por decirlo así,
flexiones de segunda mano.
(4,"; «á él»),
NIOTSAN .
ZIÑIOTSAN .
ZIOTSAN .
GIÑIOTSAN .
ZIÑIOTSATEN
ZIOTSATEN
— yo le decía lo.
— tú le decías lo .
— él le decía lo.
— nosotros le decíamos lo.
— vosotros le decíais lo.
— ellos le decían lo.
(5.": «á nosotros»),
Caref.
(6.'^ («á vosotros»),
XIOTSUTEN
ZIOTSUTEN
GIXIOTSUTEN
ZIOTSUTEN
NIOTSATEN
ZIÑIOTSATEN
ZIOT SATÉN
. — yo OS decía lo.
. — él os decía lo.
. — nosotros os decíamos lo.
. — ellos os decían lo.
(7.": («á ellos»).
. — yo les decía lo.
. — tú les decías lo.
. — él les decía lo.
-402-
GiÑiOTSATEN . . . — iiosotros les decíamos lo.
ziÑioTSATEN . . . — vosotros les decíais lo.
zioTSATEN . . . — ellos les decían lo.
ii'
Existen otros verbales que únicamente conservan fle-
xiones sueltas.
De EMAN «dar»: indazu «dámelo», indazkizu «dámelos»,
iGUzu «dadnos lo», iguzkizu «dadnos los»; emayozu «dadle lo»,
DEMADAN «yO lo dé», DEMAZUN «tÚ lo dcS», DEMAN «él lo dé»;
DEMODAN *«yo le dé lo», DEMOzuN «tú le des lo».
De UTzi «dejar»: utzazu «déjalo», ustazu «déjame», uzta-
zuTE «dejadme».
De ARTu «tomar»: okizu «tómalo», oeizute «tomadlo».^
Ai-
Las ñexiones de indicativo de la conjugación perifrásica
llevan el acento prosódico en la primera silaba: dét «yo lo
he», DÍTuzu «yo los he», ni'sn «yo lo había», nítuen «yo los
había», etc. Sí el verbal que acompaña á éstas íiexiones es
de una ó dos sílabas, el acento puede pasar á la segunda:
JAN DEzú «tú lo has comido» aetü nizkízuten «\ o os los to-
mé». El potencial, el supositivo del potencial y el impera-
tivo guardan la misma regla.
Las flexiones da subjuntivo cargan la fuerza de la pro-
nunciación en la última: ikusi dezán «él lo vea», eman níza-
YÚN «yo lo diese lo». Las acabadas en f3 suelen acentuarse
también en la segunda: ueratu dezAten «ellos lo rasguen»,
JAN dizázuten «ellos te lo coman». Las del condicional en la
primera: januo ni'ke «yo lo comería», ai.tüko lizkidake «él
me los tomaría». Las del supositivo del condicional, en la
última: autsi balú «si él lo hubiese roto», jango bazindut «si
yo te comería».
Toda partííuÜH introducida entre el nombre verbal \' la
1 lias formas do la coujngacii'jn soticilla las he sacailo de Ui Gramática Vascongada do Lar-
ilizúbal, pi'igs. U y HiKuioiituH.
-463—
flexión, ó puesta á la cabeza de ésta, hace pasar el acento á
la sílaba siguiente: ikusi oí dezú «lo acostumbras ver», ba-
DiTÚT «si los tengo».
Estas reglas valen todas para la conjugación sencilla.^
1 Lari-amendi. Arte de la Lencjua Bascongada, desde la iulg. 357 hasta la 301 y desdo la 303
hasta la 367; y Lai-dizábal, Gramática Vascongada, págs. 84 y 85.
-^■^--"^^3-—
—464—
CAPÍTULO XV.
CONJUGACIÓN rElUl-'IÍÁSICA DEL VEEBO LABOllTANO.
(Vo<; transí tí va — Tratamiento 'uidetenníiiadó).
I.
El transitivo labortiino tiene liiueha semejanza con el
guipuzcoano. Conocida la derivación de las flexiones de mía
manera práctica por la enumeración completa de las gui-
piizcoanas, desde aquí en adelante no daré dentro de cada
verbo más que las que son fuente ú origen de otras, á no ser
que las derivadas piesenten alguna irregularidad.
^^ , PrJjíEIÍ TIEMPO MATRIZ.
1. Presente de indicativo.
(i) . — Flexiones objetivas.
(1." categoría).
'd?/t . DiTUT. . — yo lo veo, los veo.
ii)/ízu . DiTuZ-íU .^tú lo ves, los ves.
Iküs- D// . . DiTu . . — él lo ve, los ve.
TEN,D?/GU . DiTUGU . — uosotros lo veuios, los veiiios.
[D//ZUE. DiTu/vruE. — vosotros lo veis, los veis.
D//TE . DiTuzTE . — cUos lo vcn, los von.
Observaciones. El núcleo signiiicativo es n. El sujeto zn
ha experimentado en las segundas personas del objetivo plu-
ral el endurecimiento de la sibilante. Es un fenómeno que
se veriíicará muchas veces en las flexiones de ambos núme-
ros, aunque con mayor frecuencia en las del plural. El lec-
tor se habrá lijado en la íbrnni duzue, por duzuí'e. La elisión
de la dental del alijo phnalizador es casi de regla general en
labortano.
-áC5—
(ii) . — Flexiones objetivo-jjyonominales .
(2.*: «á mí»)).
tú me lo ves, me los ves.
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. El micleo significativo es au. Es notable
la colocación del afijo pronominal en la tercera persona de
plural, la cual lo lleva por remate. La forma íntegra y lógi-
ca, supuesto DÍ.UT, pero rechazada per anti-eufónica, era
DAUTETE.
[dcw¿tazü .
Iküs- pcw/T . .
TEN pa2ÍTAZUE
DCÍUTET .
DrtZ/ZKIDATZU .-
DrtWZKIT .
DCÍZ^ZKIDATZUE-
DCIU ZKITET
,DAVtziLT .
iKUsADAVtzil .
TE^ÍDAVtzi(G\]
^BAVtzilTE
{3.": «á tí))).
DxvzKitz-iiT . — yo te lo veo, te los veo.
BAUZKitmt . — él, etc.
DAVZKitzuG\] — nosotros, etc.
DAJJZKltzitTE ellos, ctc.
pIOT .
Idiozü .
Ikus-]dio . .
tenJdiogu .
'diozue,
DIOTE .
(4.'': «á él))).
DiotzaT . — yo le veo lo, le veo los.
Biotzazv . — tú, etc. \
Biotza . . — él, etc.
motzaGv . — nosotros, etc.
DiotzctTzxjE — vosotros, etc.
DiofzaTE . — ellos, etc.
Observaciones. Tenemos un nuevo afijo pluralizador
objetivo que es tza.
(5,*: «á nosotros»).
DAJjzKiguTzv . — tú nos lo ves, nos los ves.
DAUZKi^2¿ . . — él, etc.
DAUZKIí/^TZUE VOSOtrOS, ctC.
DAüZKií7?/TE . — ellos, etc.
Observaciones. El elemento pronominal de las ñexiones
objetivo-singulares conserva la gutural fuerte primitiva.
31
DAU/<^'ZU .
Iküs-(dau/>¿6
TENlDAU/tiíZUE
^DAU/i'¿/TE ,
-100-
DkvtzueT .
Ikus-)dau/^:7/6' .
TEN|l)AU//;7ítGU
DwtzueTE
(0."; «á vosotros»).
DAV'AKlfíUCT . yo OS lo VOO, OS loS VCO.
BAVZKit^me . — él, etc.
DAuzKi/'.c7/t'(iu — nosotros, etc.
DAUzKi^¿7/t'TE — ellos, etc.
Observaciones. Siguiendo el mismo procedimiento que
vimos usado en el guipuzcoano, se convierte la tercera ca-
tegoría «á tí» en la sexta «á nosotros»: la única diferencia
entre ambos dialectos estriba en estar ó no desprovista de la
digital la pluralizadora.
moteT
^lozute
IxUS-'DIOí'é'.
TENjDIo/efeiU
piozueTE
\Diote.
(7.": «á ellos»).
DioTzkteT. . — yo les veo lo, les veo los.
DioTZATzu^t' . — tú, etc.
BioTZkfe . . — él, etc.
DioTZAteGU . — nosotros, etc.
DioTZATzueTE — VOS )tros, etc.
DioTZA^e . . — ellos, etc.
Observaciones. En la segunda persona de singular, com-
parada con la misma guipuzcoana, hay metátesis del afijo
pronominal: diozute en lugar de diotezu. En las flexiones
guipuzcoanas la pluralizadora te sigue siempre al pronomi-
nal o. En las labortanas pueden estar separados por el agen-
te de segunda persona zu y por la pluralizadora del objeti-
vo t,m.
(iii) , — Flexiones ¿jruiioininales.
(S.": «á mí»).
[/¿Auzu — tú me ves.
T v¿AU — él, etc.
Ikustbk , .
)y¿AUzuE — vosotros, etc.
f/¿AUTE — olios, etc.
-á07-
(9/: «á tí>0.
imuuT — yo te veo.
T \zaiTu — él, etc.
¡zanuGu . . . . — nosotros, etc.
'^rtiT?/zTE : . . . — ellos, etc.
Observaciones. Otra descomposición de las presentes
flexiones, distinta de la que figura en la pág. 371 y siguien-
tes puede hacerse, que no quiero dejar en silencio, por más
que no cambie la esencia del análisis, y que es también apli-
cable á las dos categorías siguientes. Según esta manera de
ver las cosas, el pronominal «á tí» sería za, el núcleo verbal
u, é it un pleonasmo del primitivo zii plural. Lo que me re-
trajo de adoptar esta descomposición, á pesar de ser plausi-
ble, era. el aparecer encomendada á un añjo objetivo la plu-
ralización personal, cuando era innegable que el transitivo
guipuzcoano había establecido una marcada línea divisoria
entre ambas especies de elementos. No existe una razón que
establezca la primacía absoluta de un criterio sobre el otro,
y lo dicho bastará para que los que prefieran el segundo
puedan aplicarlo al análisis de las flexiones que son relacio-
nables á las categorías que nos ocupan ahora.
(10.": «á nosotros»).
ií/AiTUTzu . . . . — tú nos ves.
j \'jÁ.iTV — él, etc.
Ikusten -^ ' , ,
i^AiTUTZüE. . . . — vosotros, etc.
fí7AiTuzTE . . . . — ellos, etc.
(11.*: «á vosotros»).
[<5'AITUZif<
Ikusten
l-e-AiTuziftíT . . . . — yo os veo.
Uaituz^c^ . . . . — él, etc.
\zAiTvzfeG\j. . . . — nosotros, etc.
'zÁiTvzte ... . — ellos, etc.
_t>13. Tiempos derivados.
7. Futuro presente.
Este es el futuro simple del auxiliar, conjugado como
-468-
(diaber», que los dialectos basco-franceses poseen. Por lo tan-
to DUKET, DUKEzu, etc, Significan «yo lo habré»; en la conju-
gación perifrásica, es decir, cuando deseinpeña su papel de
auxiliar requiere la presencia del sustantivo verbal locativo.
La característica de este tiempo es Ixc, sufijado ó infijado. En
este último caso se coloca entre el elemento pronominal ó
personal y el núcleo.'-
(i) . — Flexiones objetivas.
(1/ categoría).
Í'DvJieT .
Du/i'éZU .
DuZ-e. ,
DuZ'fGU .
Du/i-^ZUE.
DuAeTE .
DiTuz/.fT. . — yo lo veré, los veré.
DiTuz/rezu . — tú, etc.
DiTUz/i-e . . — él, etc.
DiTuz/í-^GU . — nosotros, etc.
DiTUzA-eTzuE. — vosotros, etc.
DiTuzA-eTE . — ellos, etc.
Observaciones. La regularidad de la derivación de estas
flexiones, es evidente. La pluralización objetiva tiene un
signo redundante de ella: la z.
(ii) . — Flexiones objetivo-pronomiiiales.
(2.": «á mí»).
pAUÍAzuAe . DAUzKicZATZuAe . — tú mc lo verás, me los
j I verás.
Wu/i't'í . . DMJZKÚet . . — él, etc.
TEN)
DAVÍAZUeJiC DAUZKIíÍATZUEZe VOSOtrOS, ctc.
DAvJiCTEt . DAUZKl/i-eTE/. . — clloS, ctc.
(>3.": «á tí»).
ÍDAulzuIíe'í . DAVzKitmliT . — yo te lo veré, te los veré.
DAviznle . DAM'LKitzuhc . — él, etc.
DAMtzuheQi} DAUZiaí*«/ie'Gu — nosotros, etc.
DAUÍ^'/¿/it'TE DAUZKl/¿7/7rí'TE — cllos, ctc.
-469-
(4.^ «á él»).
moleT . moTZÁlieT . — yo le veré lo, le veré los.
!mol-£G\] . DioTZA/.eGU . — tú , etc.
iRusAoioA-e . diotza/íC . . — él, etc.
TEN iDioA-eou . DioTZA/ieGu . — iiosotros, etc.
pioAezuE DioTZAAeTzuE — vosotros, etc.
\DI0/veTE . DIOTZA/ié'TE . clloS, ctc.
(5.": «á nosotros»).
:T)AvluzvJ:e . r
Ikus-
T)Avluzvl-e . DAVZKjgu'izvle . — íú nos lo verás , nos
los verás.
Dwhile. . DkvzKU/uJíe . . — él, etc.
TEN '
BAvJiUZVEle DAVZKiguTZjVElie — vosotros, etc.
'dau/.«/.cte . DAUzKig iil-eiE .—ellos, etc.
(G.": «á vosotros»).
íDAvizíieJi-eT . DAVZKitmieJieT . — yo os lo veré, os los
I 1 veré.
DAvtzueJie . DAVZKitzueJce . — él, etc.
iBAvtziiel-eGV i>A\JZKifzueJieGTj — nosotros, etc.
^DAvéziiel-eTE DAUZKifzuel-eTE — ellos, etc.
(T.*: «á ellos»).
.moJi'eteT . moTZAJieteT . — yo les veré lo, les veré los.
wioJieziste . DioTZA/iezufe . — tú, etc.
Ikus- JTHol'ete. . BioTZAl-ete. . — él, etc.
TE^ÍDioJieteGH . DioTZAl-eteGU . — nosotros, etc.
(DioAezueTE DioTZA/i-ezueTE — vosotros, etc.
mol-efe. . DioTZAlete. . — ellos, etc.
(ni). — Flexiones ijronominales,
(8.*: «á mí»).
iWAUzuA"e — tú me verás.
T mAvJie .... . — él, etc.
Ikusten\ 7 ' , ,
jnAUZVEke . . . . — vosotros, etc.
\7?AuA-eTE . . . . . — ellos, etc.
-470-
Ikusten
(O-": «ii tí..).
/^AiTüzZ;-'T . . . . — YO te veré.
\zAiTVz'ke — él, etc.
Ic-AiTUzA'eGU . . . . — nosotros, etc.
(^AiTUzAeTE . . . . — ellos, etc.
Observaciones. La z que precede á la característica /.e
es pleonástica del zu primitivamente plural.
(10.": «á nosotros»).
Ikusten
í/AiTUZuA'e . . . . — tú nos verás.
\gAiT\]zle —él, etc,
. — vosotros, etc.
ellos, etc.
Ikusten
í/AITUTZüEAe
gMTVzkeTE
(11.": «á vosotros»).
.^AXTVzJieteT . . . . — yo, etc.
izAiTUzlete . . . . — él, etc.
IzAiTVzleteGV . . . — nosotros, etc.
^AiTuzA-eíe . . . .—ellos, etc.
-Tiempos deeivados.
AA.
IX. — Modo subjuntivo.
34. Presente.
(i) . — Flexiones objetivas.
(1." categoría).
. — yo lo vea, los vea.
. — tú, etc.
. — él, etc.
l.t^í«uu.^. x,...^-...., .—nosotros, etc.
fDC^rtZUEN DE^ZATZUEN VOSOtrOS, ctC.
\De-?aTEN . DE^ZATEN . — clloS, ctC.
Observaciones. El núcleo verbal en las flexiones objeti-
vo-singulares y plurales es eza; en esto se diferencian do las
Iküs
De^'rtDAN
[De^azuN
XDezcm
DEÍZADAN
DEfZATZUN
DEifZAN .
,De-'í'rtGUN . DEÍZAGUN
(")•■
mezadkzv^
Ikus BiezadAJ^
Die.i'adkzuE^
' DiezadATEN .
- 171-
guipiizcoanas, cuya objetivación piíiral corre á cargo de la
sílaba it que viene á ocupar el puesto de la inicial del tema,
reducido á za. El afijo labortano de la plurálización objetiva
es t, residuo de it.
'Flexiones objetivo -pronominales,
(2.": «á mí»).
D/é'T,2'rt/7ATzuN . — tú me lo veas, me los
veas.
i>ieTzadk'^ . . — ¿1, etc.
D/í^T^'rtí/ATzuEN — vosotros, etc.
d/Vt/.t/í/aten . — ellos, etc.
Observaciones. Se diferencian estas flexiones de las gui-
puzcoanas en la / que precede al núcleo eza nada más. Por
su forma no pueden derivarse de las flexiones de la segun-
da categoría correspondiente del presente labortano.
Las flexiones actuales son, por lo tanto, guipuzcoanas;
nueva prueba del origen común de ambas conjugaciones. La
/ procede del núcleo transitivo cu. Revela que primitivamen-
te el subjuntivo se constituía infijando eza á las flexiones
de indicativo, puesto que diezadazun (1) «que tú me lo ha-
yas» es igual á uidazu (g) «tú me lo lias», con eza y n añadi-
dos como infijo y sufijo. Esta observación corrobora lo que
dije acerca del origen del subjuntivo al principio de lapág. 443.
(3.": «á tí»).
Ikus
iDIEZA,í¿íDAN
DIEZA¿'«N .
'ídieza-í-wgun
VÜIEZA-í-^/TEN
DIOZADAN
DIOZAZUN
Ikus
?DIOZAN
JDIOZAGUN .
plOZAZUEN
\DIOZATEN .
DiETZAií^MDAN — yo te lo vea, te los vea.
dietza/,í»n . — él, etc.
dietza/.?«gun — nosotros, etc-
DIETZAf^?¿TEN elloS, ctc.
(4.^ «áél»).
DioTZADAN . — yo le vea lo, le vea los.
DIOTZATZUN . tú, etc.
DioTZAN . . — él, etc.
DioTZAGUN . — nosotros, etc.
DIOTZATZUEN VOSOtrOS, ctc.
DIOTZATEN . — ellos, etc.
-472-
Obsei'vaciones. El núcleo en estas ñexiones es z-a; están
derivadas con toda regularidad de las del indicativo.
(5.": «á nosotros»).
¡DmzkguzVÑ . dietzaí/i/tzun . — tú nos lo veas, nos los
\ veas.
IkUS DIEZA<7//N . DIETZAí/Z^N . . él, etc.
JDIEZAí/Z/ZUEN DIETZA^/^TZUEN VOSOtrOS, etc.
[mEZAgUTE^ . DIETZAí7»TEN . clloS, ctc.
(6.^ «á vosotros»).
ÍDiEZA^í/eDAN BiETZAizueDAJü — JO OS lo vea, OS los Vea.
DIEZA^^é^N . DlETZAfzUe'Ñ . él, ctc.
DIEZA^-ÍÍ^GUN DIETZA/^rZteGUN nOSOtrOS, ctc.
DiEZAzueTKíi . mETZAtmieiE^ — ellos, etc.
(7.^ «á ellos»).
/DiozA^eDAN . DioTZA/eDAN . — 3^0 les vea lo, les vea los.
iDIOZAZU^eN . DIOTZATZU/eN . tÚ, Ctc.
j 'DiozAfeN. . diotza/ín . . — él, etc.
iDiozAfeGUN . diotza/ígun . — nosotros, etc.
fDIOZAZUEfeN DIOTZATZUEÍ^N VOSOtrOS, ctc.
[mozAtein . BioTZAte^ . . — ellos, etc.
(iii). — Flexiones pronominales.
Las tres categorías primeras son idénticas á las gnipuz-
coanas, excepto en la segunda persona plural de la octava,
á la que le falta la dental de la pluralizadora: nazazuen.
(11.'' «á vosotros»).
Ikus
!zwiZkzteDA}i . . . — yo os vea.
I^AiTZA^^cN . . . . — él, etc.
ízAiTZAzteQU^ . . . — nosotros, etc.
[zMTZkzte^ . . . . — ellos, etc.
VIII.-— Imperativo.
32. Presente.
(i) . — Flexiones objetivas.
(!.'' categoría).
ZAZU .
TZATZU . tú véio, velos
BEZA .
. BETZA . . — él, etc.
ZAZUE .
TZATzuE . — vosotros, etc,
BEZATE
. BETZATE . ellos, Ctc.
Ikus
Observaciones. Exceptuando la elisión de la inicial del
tema ó núcleo en las segundas personas y el endurecimien-
to de la sibilante en la objetivación plural, nada hay que no-
tar en estas ílexioncF.: eso endurecimiento, que es fenómeno
meramente fonético sin alcaiKo sigí iíicativo, se debe á la
presencia de la t pluralizadora,
(ii). — Flexiones objetivo-prononiinnles.
(2.": «á mí»).
[zAr^Azu . tzaí/atzu . — tú vóme lo, véme los.
y yjiwÁkt . hi'ETZAt. .--él, etc.
¡ZAf?AZüE. TZAr/ATZUE. — VOSOtrOS, ctc.
WlEZhtE . biETZAÍE .— clloS, ctc.
Observaciones. Hasta ahora el sujeto de tercera perso-
na del imperativo, se nos habia presentado reducido á una
sola letra, b. Era difícil sustraerse á la idea de que estaba
truncado. Las actuales flexiones nos suministran una forma
bi «él» que hipotéticamente puede ser correcta, y que realmen-
te corresponde á ni «yo». Sin embargo, nada se opone á que
la forma primitiva sea 6^^, dados los pronombres z'u y gu.
Lo esencial es que sabemos que á b le pertenece una vocal,
(8.^ «á tí»).
I ^\Bmzkzu . BiETZAtzu .—él, te lo vea, te los vea.
' JBIEZA¿«TE. BlETZkfzUTE, elloS, ctc.
Ikus
(4.": «á ól.)).
ZOZU . T70T/U . tú Vl'le lo, \v\c los.
r.iAzo . 15IATZ0 . — él, etc.
ZüzuE . TzoTzuE . — vosotros, etc.
BIAZOTE. BIATZOTE. elloS, etc.
Observaciones. El núcleo ha siüVido la más violenta con-
tracción que cabe, en las segundas personas que lo presen-
tan bajo la forma z. La del núcleo de las terceras az, es,
igualmente, nueva.
(5.'\- «á nosotros»).
iZAguzv . TZAgiiTZJ] .' — tú vénos lo, vénos los.
j^ )bIEZA(/U . EIETZA(7?/ . — él, ctc.
')zA^//zuE . TZA^//TZUE. — vosotros,etc.
^BIEZA/7//TE. BIETZA(7?/TE— elloS CtC
(0.": «á vosotros»).
j , ^BiEZA^?/^ . BiETZAtziie . — el véaos lo, véaos los.
(BIEZA.íV/^TE mETZAÍZUeTE clloS, etC.
(7.": «á ellos»).
Ikus
zo'zvte
^BlAZOfe
ízozuEte
BlAZOte
TZOTzvte . — tú veles lo, veles los.
BiATZofe . — él, etc.
TzoTZUEí'é'. — vosotros, etc.
BiATzote .- — ellos, etc.
(iii). — Flexiones in'^i^omiimles.
(M.": oá mí..).
Tkus
y/AZAZU.
i1]E;¿EZA.
«AZAZUE
be;/ezate
. — tú véme.
. — él, etc.
.• — "vosotros, ote.
. — ellos, etc.
Observaciones. Planteado el sistema (jue rige en la com-
posición del imperativo, obsér^•ese cuánta es la regularidad
de estas ñexiones. El verbo giiipiizcoano se salió de ella al
prescindir en estas terceras personas del sujeto prefijado h.
Las dos flexiones de tercera persona están tomadas directa-
mente de las subjuntivas nezan, neziten. La trasform ación
de hi en he es hija de la asimilación, por ser el tema eza.
(9.": «á tí.)).
iBEZAif¿Y/ . . . . — él te vea.
Iküs
BEZAlf.irtTE.
-ellos, etc.
10.
,(7rtITZATZU
Ij^^,spE/7raTZA .
"^jí/cnTZATZCT-:
BEí/arrzATE
«¡i nosctros»).
. — tú vénos.
. — él, etc.
. — vosotros, etc
. — ellos, etc.
Observaciones. La a en que termina la tercera persona
de singular es eufónica, por parecer, sin duda, débil la ter-
minación en /,;■.
Ikus
IkuS'
IL"; «á vosotros»).
\v.^7.kitzazte . . . — él véaos.
¡BEZAirzazte . . . — ellos, etc.
LT. — Potencial.
12. Futuro presente.
(i). — Flexiones objetivas.
'■"■ (1."" categoría).
DETZAKET . — yo lo pucdo, los pucdo ver.^
DETZAKETZU . tÚ, ctc.
DETZAKE . . él, etc. •
DETZAKEGU . nOSOtrOS, ctc.
DEZAKEZUE DETZAKETZUE VOSOtrOS, ctc.
DEZAKETE . DETZAKETE . cUosetc.
DEZAKET
Idezakezu
DEZAKE
DEZAKEGU
1 Téngase presente que éste tiempo en todos los dialeotos, como se ve en la pág, 357, tiene
también significaciíjn ele futuro.
(ii). — F/e.r iones ohjefivo-jwonomi nales.
(2.": «ú mí»).
[DiEZAr/AZUivE . dietzaíZatzuke . — tú me lo puedes, me
los puedes ver.
dietzaJake . . — él, etc.
dietzaí/atzueke — vosotros, etc.
dietzac/akete . — ellos, etc.
Ikus diezaí/ake
Ídiezaí/azueke
DIEZAf/AKETE .
Observaciones. Merece señalarse la diferente distribu-
ción de elementos que presentan estas flexiones, en sus se-
gundas personas, comparadas ccn las guipuzcoanas. Estas
colocan la característica del potencial antes del afíjo del su-
geto y las labortanas después: DizAÁt'ZU, dizadazu/í'^ . La plu-
ralización objetiva la verifica t, contracción de it. Bajo este
pmito de vista las actuales flexiones también se distinguen
de las guipuzcoanas. Estas presentaban un signo de pliira-
lización pleonástico, que era zld^ en lo cual las imitaban otras
flexiones con eza, según lo advertí en la página 408. La ra-
zón del pleonasmo es la siguiente: el endurecimiento de la
sibilante es un fenómeno fonético muy común y que solo
mediante el análisis revela valor significativo, siendo, ade-
más poco reparable al oido. La incorporación de ¿7 delante
de .í, produce prácticamente el sonido f.r. Así es que dizada-
KEzu singular, podía confundirse con d — it — zadakezu que
suena di — tzadakezü plural; y para marcar daramenie el
número del objetivo se acudió al pleonasmo zl-'i.
(3.": «á tí.))
Ikus
dieza-í-í/ket .
|DIEZA^«KE .
DIEZA,?¿/KEGU
DIEZA-^Í/KETE
íDIOZAKET
Ikus
'DIOZAKEZU
dietza/^:«ket
dietzaZ-c-z/ke.
DIETZAí'.cí/KEGU
dietza/^í/íkete
(!.": «á él»).
DIOTZAKET .
DIOTZAKETZU
yo te lo puedo ver.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
yo le puedo ver lo,
ver los.
tú, etc.
—477—
,DIOZAKE . .
. DIOTZAKE
. él, le puede ver
lo,
1
ver los.
Ikus^diozakegü .
piOZAKEZUE .
DIOTZAKEGU .
. nosotros, etc.
. DIOTZAKETZUE
. vosotros, etc.
DIOZAKETE .
. DIOTZAKETE .
. ellos, etc.
DIETZAf/UZUKE.
Ikus DIEZA<7?/KE.
¡DlEZAgUZU'E.KE
BmZAgUKETE
(5.": «á nosotros»).
DiETZAí/^/TzuKE — tú nos lo puecles, nos
los puedes ver.
DIETZAí/^íKE . . él, etc.
DIETZAí/ZíTZUEKE— vosotros, otc.
DIETZAí7?<KETE . clloS, etc.
Observaciones. Estas flexiones se diferencian de las
guipiizcoanas, por la distribución de la característica le y
del pronombre zic en las segundas personas: DiZAGu/,ezu =
DIEZAGUZU/ie.
(6.*: «á vosotros»).
I DIEZ kZ ti eiiET DIETZA/,í7/eKET . yO OS lo piicdo, OS los
\ puedo ver.
Ikus DiEZA^¿íe£E . dietzaz^^'^cke .— él, etc.
fDIEZA-S^/íKEGU DIETZAf,i:¿íeKEGU noSotrOS, ctc.
DIEZA^yZ^eKETE. DIETZA/,i«eKETE clloS, etc.
(7.^: «á ellos»).
ÍDIOZAKEiíeT . DIOTZAKE^ef
jDIOZAKEZUÍí?.
IkUS\DIOZAKEZ'é? .
Idiozakez^íígü.
. — yo les puedo ver lo,
ver los.
DIOTZAKETZ^Í^e . tÚ ctc.
DioTZAKE^e . . — él, etc.
DioTZAKE¿eGU . — nosotros, etc,
ÍDIOZAREZUeTE DIOTZAKETZUdTE VOSOSOtrOS, etc.
biozAKE^e . DioTZAKE/e . — ellos, etc.
Observaciones. Se notará la posposición de la pluraliza-
dora t — e á zic y su preposición á gu. Dada la economía de
estas flexiones, las formas lógicas serían diozaketezu, dio-
ZAKETEZUE.
— i7«—
(iii). — Flcxionen pronominales.
tí.": «á mí».
, /¿AZAKEZU . . tú me puedes ver.
T- ^¿AZAKE . . . él, etc.
Ikus ( ' ,
|/¿AZAKEZUE . . vosotros, etc.
' /¿AZAKETE . . ellos, ctc.
(í).": «íí tí«).
^víiTZAí'KET . . yo te puedo ver.
T ^.''rtiTZA^KE . . él, etc.
Ikus , ^
)¿'rtiTZA.':KEGU . nosotros, etc.
¿(iiTz AFRETE . ellos, etc.
Observaciones. Estas ílexiones son iguales á las guipuz-
coaiias en todo, menos en la z que precede á la caracterís-
tica. La z es epentética y ]_)rimitivamente fué pleonástica
cuando .zn era plural. ]ja segunda persona del tratamiento
familiar que forzosamente lia sido singular siempre, no la
presenta: haitzaket.
(10.": «á nosotros»).
r/ííizAZA¿'KETET . tú uos puedcs Ver.
j^ ] í/rtiTZA,rKE . . él, etc.
j r/ílITZA^KETZUE . VOSOtrOS, ctc.
r/íaxzA^'KETE . . ellos, etc.
(11.": <«á vosotros»).
zaiTASzK^tei . . yo os puedo ver.
y \zamzKZK^te . . . él, etc.
j*íMTZA.iKE¿í?GU . . UOSOtrOS, ctc.
¿'tíiTZA.:KE/f . . , ellos, etc.
TU. — Supositivo del potencial.
1(). Presente.
Este tiempo se deriva di>l subjuntivo, poniendo en prác-
tica las reglas dadas en la pág. :>S7. Ea tercera })ers()na de
—479-
plural de la segunda categoría únicamente, presenta alguna
desviación que debo señalar. Su originaria del subjuntivo es
DiEZAf/rtTEN — DiETZAcZaTEN y parecc que en vista de la abso-
luta regularidad de las demás derivaciones, debía de produ-
cir las formas BADiEZAr?rrrE=BADiETZAr/^í te, pero las formas
usuales son badiezatet = badietzatet cuyo análisis me pare-
ce escnsado.
Las flexiones labortanas no introducen el verbal modi-
ficable al «poder», entre el radical verbal y la flexión, como
lo hacen las guipuzcoanas; así es que este modo supositivo
es sólo potencial por atiibución, pues no encierra ningún
elemento que exprese la idea de potencialidad.
II.
_l3. Segundo tiempo mathiz.
I, Modo indicativo.
2. PeETÉEITO IjirEEEECTO.
(i). — Flexiones objetivas.
(1." categoría).
i^UEN . NiruEN . . — yo lo veía, los veía.
IziNUEN . ziNiTUEN . — tú lo vcías, los vcías.
Ikuis-)zuen . ziTUEN . . — él, etc.
lEN.GlNUEN . GINITU&N . UOSOtrOS, ctc.
(ziNUTEN. ZINITUZIEN. VOSOtrOS, ctc.
ZUTEN . ZITUZTEN .- — clloS, CtO.
Observaciones. Falta la d de refuerzo que señalamos en
las flexiones guipuzcoanas. Se diferencian de estas también
en los afijos personales ,:/, gi {zu, gu).
(lí).— Fie. r iones ohjetivo-prononiinales.
(•2.": «á mí))).
T [ZiNAu/fAZüN . zinauzkiJatzun . — tú me lo veías, me los
Ikus- , '
veías.
TEN , , M ,
ZAU^AN
zauzkicZan
. — él, etc.
-480-
zinau/azuen ziNAuzKir/ATzuEN — vosotros me lo veíais,
"ten' me los veíais.
• zau/aten . zauzkií/aten . . — ellos, etc.
Obsoi'vaciones. Estas llexiones están calcadas sobre las
que pertenecen á la nii^ma categoría en el presente; compá-
rense con daütazu, daut, etc. El núcleo es au. Es notable el
pleonasmo del agente en las segundas personas: ^¿-nauta-
zuN, .'~¿-NAUTA-¿7/í'N. El plconasmo de las segundas personas
es muy común en labortano.^ La ¡i inüjada entre el agento
y el tema es eufónica.
(3.": «á tí).
|NAu/.í»N . NAUZKi/,íV/N . yo to lo Ycía, tc los vcía.
IkUS- ZAUf¿^«N . Zk-üZKltzilN . él, ctc.
TENjGiNAU(f.':¿íN GmkvzKitzu^ nosotros, etc.
|zAU/-í7¿TEN ZAÜZKl/r^íTEN clloS, ctc.
(4."; «á él.)).
iNioEN . NioTZAN. . yo Ic vcía lo, Ic vcí I los.
IkJS- ZINIOEN . ZINIOTZAN . tÚ, ctc.
TENJZIOEN . ZÍOTZAN. . él, ctC.
GINIOENv GINIOTZAN . nOSOtrOS, ctc.
Iküs- zinioten^-^ííiniotzaten vosotros le veíais lo, le veíais los.
TENfZIOTEN . ZIOTZATEN . clloS, ctc.
Observación. El núcleo verbal es /.
(5.": «á nosotrosv).
-ziNAu/.í'/zuN ziNAUzKir///TzuN . tú nos lo vcías, nos
-r V los veías.
Ikus-) , Mi.
''ÁhXikun . ZAUZKi<7»N . . el, etc.
ZmwJiHZUE'íi ZINAUZKIf/Z/TZUEN . VOSOtrOS, ctc.
ZAuZv/TEN . ZAUZKIf///TEN . . cUoS, ctc.
TEN.
Observaciones, Cambiando el pronominal t «á mí» do la
2." categoría i>ov gii--k ti se obticvnen las flexiones de esta ca-
1 ll(llla|)lu■t(^ Le Vcrbc bas[)ue, ]mu,. xxii.
—481—
tegoría 5\ Las 2.''^ personas presentan el pleonasmo del
sugeto, zi y zu.
(6.*: «á vosotros»).
NAü^^^z/eN . NAuzKií'^z^eN . . JO OS lo veía, os los
ÍKUS-
veía.
zAU¿^«eN . zAUZKi2^^¿¿eN . . — él, etc.
JGmkvtzuei^ GmAVZKitz II ejíi . — nosotros, etc.
[ZAvtzueTEíi zAüZKitzueiE^ . — ellos, etc.
Iküs-
TEN'
(7.* «á vosotros»).
'NIOÍeN .
. NIOTZA^eN . . .-
-yo les veía lo ,
veía los.
les
ZINIOTEN
. ZINIOTZA/eN . .-
-tú, etc.
ZIOTEN .
ZlOTZAte-^ . . —
-.él, etc.
GINIOTEN ,
. GINIOTZA^^eN . .—
-nosotros, etc.
zimoteiü
zimoTZAten . .—
-vosotros, etc.
zio/eN . ,
. ZlOTZAfe-Ñ . . .—
-ellos, etc.
(iii) . Flexiones pronominales.)
(8.%(ámí))).
Es idéntica á la gnipúzcoana.
(9.'' á tí»).
p?*NTUDAN. . . . . — yo te veía.
Ikus-U2NT2¿«n . . . . — él, etc.
teN|-^z'n?5ugun — nosotros, etc.
jzmTuzfeN . . . . — ellos, etc.
Observaciones. En tres accidentes de pequeña importan-
cia se diferencian estas flexiones de las goipnzcoanas: 1.° en
el endurecimiento de la dental de refuerzo; 2.» en el cambio
del núcleo tie por ua; 3." en el afijo pluralizador zte que re-
emplaza á t. El núcleo primitivo ue, es una metátesis de eu,
32
[(//NTUTZUN
lKUS-/y/NTUEN
TENW7¿NTUTZUEN
',(7¿NTUZTEN
-J62-
(10/: «á nosotros»).
. . . — tú nos veías.
. . . — él, etc.
. — vosotros, etc.
. — ellos, etc.
(11/: «á vosotros»).
. — yo os veía.
. . . — él, etc.
. — nosotros, etc.
Ikus- i zmTvzteía
TEN I zmivzteGVÑ
ziiíiTvzteJií — ellos, etc.
J3l>,- TÍEMPOS DERIVADOS.
IX- — Modo suhjn utico.
35. Pasado.
(i.) Flexiones objetivas.
(1." categoría.)
NEfzAN . . — )'o lo viese, los viese.
ziNEÍzAN . . — tú, etc.
ZE^ZAN . . — él etc,
GiNEÍzAN . . — nosotros, etc.
ZINEÍZATEN . — VOSOtrOS ctC.
ZEfZATEN. . . ellos, Ctc.
Observaciones. Las diferencias que separan á éstas fle-
xiones de lasgaipuzcoí ñas son insignificantes: zíy gí e.i vez
de ze y ge^ y la objetivación plural á cargo de t en vez de it,
(ii.) — Flexiones objetivo-pronominales.
(2.^ «Á nñ»).
ziNie^arZAzuN zin¿e/zadazun . . — tú me lo vieses, me
los vieses.
Ikus'zií'-í'ííí/an . zíe/zadan . . . — él, etc.
jziNie^ííY/AZUEN zin/e/zadazuen . — vosotros, etc.
v¿iezadii.TE\^ . z/e/z adaten . . — ellos, ote-.
Ikus'
^'&eza'^
zi^eza"^
zezaiü
jGiNe^aN .
fZINe-arctTEN
Zt^^rtÍEN .
—483—
Observaciones. Estas flexiones son las de la 2/ categoría
del presente de subjinitivo, con la d inicial de ellas cambia-
da por los signos del sujeto, y utilizando dos núcleos, i y
eza: por ejemplo cl-izadan equivale á zi-ezadan. En las
2.^' personas liay pleonasmo del afijo del sugeto; bastaban
ziNiEZADAN, ziNiEZADATEN, como bastan en guipuzcoano ziñi-
ZADAN, ZIÑIZADATEN.
NIEZA^WN
IkUS ZIEZA^'ÍÍN
raiNiEZA-ezíN
,ZIEZA^?/TEN
3 I
(3.N<átí))).
mwYZktzu^
'¿ÍETZktzU^
GmÍETZXtziCÑ .
ZlETZktzUTF,^ .
. — yo te lo viese, te
los viese.
. — él, etc.
. — nosotros, etc.
. — ellos, etc.
Observaciones. Se distingue ésta categoría de la guipuz-
coana por la presencia de i, ó sea, de los dos núcleos.
ÍNIOZAN .
ZINIOZAN .
ZIOZAN
GINIOZAN .
ZINIOZATEN.
ZIOZATEN.
(4.^ «áél»).
NIOÍZAN . .
ZINIOTZAN .
ZIOTZAN
GINIOTZAN .
ZINIOTZATEN .
ZIOTZATEN .
. — yo le viese lo, le
viese los.
. — tú, etc.
. — él, etc.
. — nosotros, etc.
. — vosotros, etc.
. — ellos, etc.
Observaciones. Estas flexiones llevan dos núcleos, i, za^
lo mismo que las tres categorías siguientes.
(5.*: «á nosotros»).
lZINIEZAí7«ZUN. ZINIETZAí/ZíTZUN. — tÚ nOS lo vicSOS, nOS
I los vieses.
IkusÍzieza(7?ín . ziETZAí/z/N. . . — él, etc.
JZINIEZA_(7«ZUEN. ZINIETZAí/WTZUEN. VOSOtrOS, Ctc.
[ziEZAí/¿¿TEN. ZIE'1ZAÍ/«TEN. . — clloS, etC.
mEz^zuen
-íbá-
(6.": «á vosotros»),
mETZAtzue-Ñ. . . — yo os viese lo, os
viese los.
IkUS ZIEZA^WeN . ZIETZAÍ^?/(?N. . . él, etC.
/GiNiEZA^//t'N . (.imiETZktzne^. . — iiosotros, ctc.
'ziEZA^//eTEN. ZIETZA^^Í/e/t^N. . . — clloS, ctC.
(7/: «á ellos»).
NIOTZAÍeN.
ZINIOTZA^É?N.
ZIOTZAiíeN .
GINIOTZAÍeN.
ZINIOTZAfeN.
ZIOTZA/eN. .
I NlOZA^eN
jziNIOZAÍeN
iKUS^ZIOZAÍeN
IGINIOZA^eN
[ziNIOZA^eN
ZIOZAÍí^N
. — yo les viese lo, les
viese los.
. — tú, etc.
. — él, etc.
. — nosotros, etc.
. — vosotros, etc.
. — ellos, etc.
(ni) . — Flexiones pronominales^.
(8.": «á mí».)
Ikus
;¿¿ntzatzun .
I^í/ntzan.
I?¿¿NTZATZUEN.
^,7^^NTZATEN. .
. — tú me vieses.
. — él, etc.
. — vosotros, etc.
. — ellos, etc.
(9.": «á tí»).
Ikus
[^íntzadan.
U/ntzan
. — yo te viese.
. — él, etc.
i-2;¿NTZAGUN. . . . — iiosotros, etc.
f^ÍNTZATEN. . . . ellos, ctc.
(10.*: «á nosotros»).
líy/NTZATZUN.
T V//NTZAN.
1<7¿NTZAZUEN,
fí7¿NTZATEN.
. — tú nos vieses.
. — él, etc.
. — vosotros, etc.
. — ellos, etc.
-485—
(11.": «á vosotros»).
izmTZAzteDkJíi. . . — yo os viese.
j )zi-ÑTZkzfe^. . . — él, etc.
J^^NTZA^íeGUN. . . — nosotros, etc.
^ ziTííTZAzten. . .■ — ellos, etc.
Observaciones. Estas flexiones se diferencian de las gui-
pnzcoanas en los siguientes pinitos: 1.° en el endureci-
miento de las sibilantes: 2.° en la elisión de la dental de
la pluralizadora te en las segundas personas; 3.° en la plurali-
zación del pronominal zu en la 11." categoría, encomendada
á ZTE.
II. Modo POTENCIAL.
(i) . — Flexiones objetivas.
14. Pasado próximo.
(1." categoría).
nezaAt. . . netza/.'^' — yo lo podía, los po-
i dia ver.
]ziNEZA/.'e.
Iküs LEZa/i'é?. .
Igineza/i'^.
fziNEZA/v'eTE
LEZA/feTE.
zmETZÉíl'e. . . — tú, etc.
leízaZ-6. . . . — él, etc.
GiNEiízA/i'e . . . — nosotros, etc.
'zmEtzkl'eTE. . . — ^vosotros, etc.
LEÍzA^-eTE . . . — ellos, etc.
(ii) . — Flexiones objetivo-j^ronominales.
(2.^: «á mí»).
ziNiEZAcUzu/í-e . ziNiETZArÍAzuAe. . — tú me lo podías,
i me los podías ver.
Ikus LiEZAAe^. . . LiETZAl-et . . . — él, etc.
piNiEZAíZAzuEA'e ziNiETZAcZATZUEA'e . — vosotros, etc.
1 LiTZAA'eTE^. . LiETZAA'eTEÍ . . .-r-ellos, stc.
Observaciones. La derivación de las actuales flexiones es
completamente regular, pues hasta las de 3.* persona, que
más parecen separarse de sus originarias de subjuntivo, son
fácilmente reductibles á ellas teniendo á la vista las reglas
de la página 401: compárenselas formas zmtkdany liwízkket.
-486-
(3-": «íítí»).
ImEZXzul'e. . mETZAizule. .
lY.VSLIEZAZnle. . LlETZktzuJie. .
jGimEZAZul-e , GlMETZAtzuJie .
[lIEZA-cíí/iCTE. LIETZAT^?í/i-eTE .
íNIOZA^-e .
}zimozAl-e.
iKVs'hlOZAJie .
LGimozAJie.
fziNIOZAA-eTE
\LIOZAlceTE.
(4.": «áél»).
NIOTZA^-e. .
ZINIOTZA/ie .
hlOTZAJie. .
GINIOTZA/i-e .
ZINIOTZA/veTE .
LIOTZAA,'eTE . .
— yo te lo podía, te
los podía ver.
— él, etc.
— nosotros, etc.
— ellos, etc.
— yo le podía ver lo,
ver los.
— tú, etc.
— él, etc.
— nosotros, etc.
— vosotros, etc.
— ellos, etc.
f (5.": «á nosotros»).
zimEZAguzvle. zimETZAguTzvhe. — tii nos lo podías, nos
I los podías ver.
LiEZAguJi-e . . LiEUZAguJce. . . — él, etc.
]ziNiEZA<7¿/zu/i-e ziNiETZA<7/¿Tzu/ií. — vosotros, etc.
[hiEZAgiiheTE . hiETZAg II JiCTE. . — ellos, etc.
(6.*: «á vosotros»).
imEZAZuehe. . mETZAtzueJie . — yo os lo podía, os los
I podía ver.
Ikus LiEZA2:z¿eZ;e . . hiETZAtzueJte . — él, etc.
¡GimEZAzuehe . GimEUZAtzueJce. — nosotros, etc.
'LiEZA<r¿¿í?/s;eTE. hiETZAtziieJieTE. — ellos, etc,
imoz Alíete.
]ZINI0ZA/i-6^fd
iKVS'LiozAJiete
GimozAJiete
zmiozAlietc,
LiozxJiete, .
(7.": «á ellos»).
moTZAJiete.
zimoTZAJcete.
LioTz Alele,
GimoTZAhete.
zmioTZAlícte.
LlOTZAlU'te.
. — yo les podía ver lo,
yerlos.
. — tú, etc.
. — él, etc.
. — -nosotros, etc.
. — vosotros, etc.
. — ellos, etc.
I
-487—
(iii) . — Flexiones pronominales.
(8.^: «á mí»).
Esta categoría es idéntica á la giiipuzcoana, pero tiene
endurecida la sibilante del sugeto Tzu.La abnndancial pier-
de la i^ en la 2/ persona de plural.
(9.": «á tí»).
[^¿NTZA^ZeT . . — yo te podía ver.
T y.zm'ízkzlie. . . — él, etc.
XKUS'
j^¿NTZA^/»'eGU. . — nosotros, etc.
Í^/ntza^Z-íte. . — ellos, etc.
Observaciones. La z que precede á la característica lie
es un pleonasmo del pronominal zí «á tí».
(10.": «á nosotros»).
nji^TZkZTziílie . — tú nos podías ver.
y \gí^TZkzlie. . — él, etc.
Í^¿NTZA^/i-eTzuE . — vosotros, etc.
fí7¿NTZA^/ieTE. . — ellos, etc.
Observaciones. En esta categoría la z es un elemento
epentético de pluralización, completamente inútil dada la
presencia de gu. Parece introducido por simetría con las
formas zintzazket, etc.
(11/; «á vosotros»).
|¿'¿NTZA.?/ie¿eT. . — yo os podía ver.
I ]zi^TZkzliete. . — él, etc.
\zm'YZkzlxeteQ\] . — nosotros, etc.
\ze^TZkzlxete. .—ellos, etc.
Observaciones. Por el contrario, en las presentes flexio-
nes, la misma z es pleonástica.
15. Pasado remoto.
Para formar este tiempo, véanse las reglas dadas en la
página 405. Hay que advertir; a) que no se les añade al
—488-
final an como en el dialecto giiipuzcoano, sino solamente n,
excepto en las llexiones terminadas en /,1a cual, como siem-
pre, se trasforma en íZ, exigiendo a deligadura: así por ejem-
plo; de ziNZAZKETET rcsulta zinzazketedan: h) que las fle-
xiones de la séptima categoría «á ellos», cambian de lugar
la pluralizadora, poniéndola antes de la característica l<e y
nó después, como sus originarias; así de niozakete no se
forma niozaketen, sino niozateken.
Las únicas irregularidades que hay en la derivación de
estas flexiones, pertenecen á las 3.^^ personas de la 2/ cate-
goría «á mí»; A LIEZAKET — LIETZAKET correspondeh ziezada-
KEN ZIETZADAKEN y á LIEZAKETET LIETZAKETET, ZIEZADAKE-
TEN — ZIETZ ADAKETEN .
III. — Supositivo del potencial.
17. Futuro conjetural.
La derivación de éste tiempo es muy regular; sus reglas
constan en la página 409. No lleva el verbal al de que usa
el correspondiente guipuzcoano. Hay que notar únicamente
los siguientes puntos; á las flexiones de 3." persona de plu-
ral de la categoría 6.^ «á vosotros» del pasado del subjuntivo
ziezazueten — ZIETZATZUETEN, corrcspondcn las formas ba-
liezazue — BALIEZATZUETE de éste futuro del supositivo del
potencial. Acaso el que no tenga muy presente todo el
procedimiento derivativo formará mal la 3." persona de plu-
ral de la 2." categoría, no obstante su regularidad. Por eso
doy aquí estas formas; de -sriEZAííaTEN — ^ietzaíZíiten, proce-
den Z)rt/lEZAteT — 5rt/lETZAfET.
IV. — Condicional .
21. Futuro próximo.
Ténganse presentes las reglas de la página 413.
(i) . — Flexiones objetivas.
(1." categoría).
Iku- ínuZc. , . NiTu^/vc. . . — yo lo vería, los vería.
siKO. ¡ziNuAí". , . 'zmnvrd-c. . . — tú, etc.
-489-
Iku- ]GmvJce. .
SIKO ]ziNU/i-6TE.
[LuA'eTE. .
LvrvzJie. . . — él, lo vería, los vería.
GiNiTü^/ie. . . — nosotros, etc.
ziNiTU^-A-eTE . — vosotros, etc.
LiTu¿'/i-eTE. . . — ellos, etc.
Observaciones. El núcleo significativo es u; la caracte-
rística de condicionaliclad l-e, la n letra eufónica, el afijo de
pluralización objetiva it, que coexiste con otro pleonástico
que es ^ y los alijos personales n, zi, I, gí, zi — te^ I — te.
(ii) . — Flexiones objetivo-pronominales.
(2.*: «á mí»).
'ziNAüÍAZüA-í. zinauzkiíZatzu/i6 . — tú me lo verías,
me los verías.
Iku-
SIKO
{LAVket.
LAVZKll-et.
. — él, etc.
ziNAuÍAzuEKE. zinauzkiíZatzueA-6'. — vosotros, etc.
iLAuAeTEÍ. • LAUzKi7i-(?TEÍ. . . — ellos, etc.
Observaciones. El núcleo es au; reaparece el afijo plu-
ralizador del objetivo, zJii.
líikvtzuJce.
'jjkvtzuJie.
SIKO J , 7
[jjkJjtzuJiCTE
imohe.
Iku-
SIKO
|ziNio/ve. .
iLioJce.
¡GmioJie. .
[ZINIoA-eTE.
\Lio7ceTF..
{S.': «á tí»).
i^W'AKltzuJx'e. .
hAVZKltzuJie. .
GmAVZKitzuJie.
LAJJZEltzuJieTE.
(4.^ «á él»).
moTZAlte. . .
ZINIOTZAA'e.
LIOTZAJce. . .
GINIOTZAAe.
ZINIOTZAA'eTE .
liotzaAtte.
. — yo te lo vería, te los
vería.
. — él, etc.
• — nosotros, etc.
— ellos, etc.
. — yo le vería lo, le
vería los.
— tú, etc.
— él, etc.
— nosotros, etc!
— vosotros, etc.
— ellos, etc.
Observaciones. El núcleo es i; nuevamente cambia el afi-
jo objetivo-plural: ahora es tza»
-490-
Iku-
SIKO
(5.": «á nosotros)').
zmkvhizule. zinauzkií/í/tzu/.c . — tú nos lo verías,
nos los verías.
LkvJii(Jie . . hkVZKiguJie. . . — ól, etc.
zinauZ-í/zueA-c ziNAUZKi^//TzuE/i'e. — vosotros, etc.
LAu/i?í/i6'TE. • LkH'ÁKiguJceTE . . — ellos, etc.
{().": «á vosotros»).
Iku-
SIKO
^hvtzueJiC.
NAuzKi/^?/e/i-í? . . — yo os lo vería, os
los vería.
■LkTitzuele. . hkVZKitznele . . — él, etc.
GmkvtzueJxe. GmkVZKifzuel-e . — nosotros, etc.
■LkvtzueJiCTE. LAVzKitzuel-eiE . — ellos, etc.
{1.^: «á ellos»).
¡moJiete .
. moTZAlxete.
. — yo les vería lo, les
vería los.
-r iziNioA'eíe.
zi^ioizklxete. ,
. — tú, etc.
'Liokefe. .
lAOTZk'kde.
. — él, ele.
SIKO 7 ,
¡Gi'siokete.
Gi^ioTZklxete. .
. — nosotros, etc.
\zimoJiete.
zimo'vzkliete. .
. — vosotros, etc.
^hioJcete. .
liioTZkliete.
. — ellos, etc.
(iii) . — Flexiones pronominales.
(8.*: «á mí»).
,';¿ÍNDUZU/te .
Iku- Vn/NDu/i-e. .
SIKO j/H'NDUZUE/.'e
(?2?NDU/>eTE .
. — tu me verías.
. — él, etc.
. — vosotros, etc.
. — ellos, etc.
(9.": «á tí.)).
^¿NTU^Z-eT . . . — yo te vería.
Iku- U/NTU^/re. .
SIKO J^/ntu^Zcgu.
\^/ntu-';/.'í'te.
. — él, etc.
. — nosotros, etc.
. — ellos, etc.
—491—
Observaciones. Estas flexiones, respecto á sus origina-
rias, presentan un afijo epentético que es la z.
(10.*: «á nosotros»).
Íí/iNTUTZü/i'e. . . — tú nos verías.
gmiuzJie. . . . — él, etc.
(//NTUTzuE/ie . . — vosotros, etc.
gmTVzJíeTE. . . — ellos, etc.
(11.*: «á vosotros»).
.zi^TjjzJ^eteT. . .■ — yo os vería.
Iku- \zijiiT\jzJiete . . . — él, etc.
siKO jzmivzketeGH . . — nosotros, etc.
^zmTüzJi-ete . . . — ellos, etc.
22. Futuro remoto.
Siguiendo el procedimiento indicado en la página 416 se
forman con gran regularidad éstas flexiones. El elemento
sufijado es ?^y nó an; las flexiones terminadas en t ablandan
la dental é interpolan entre ella y la carasterística del pasa-
do una a de ligadura. En la 2." categoría hay una trasposi-
ción de elementos que es preciso mostrar para impedir for-
maciones viciosas; de LkvJiet-lwzKihetse derivan ^AUÍA/ieN —
zkVZKicUJce^, y de lAvJieTEt — lA\jzKiJceTEt, zAntAlceTE^ — zavz-
KÍ¿ZAA-eTEN. También en la 7.* categoría hay trasposición;
la que ya señalamos anteriormente del afijo plurahzador.
Así de NioA-eTE — NioTZA/iexE, etc., resultan nio/i^ten — niotza-
JceiES, etc,.
Y, — Supositivo del condicional.
23. Presente.
Para formar éste tiempo véase la advertencia que figura
en la página 420. Al separar de las flexiones del futuro pró-
ximo del condicional la le final, desaparece también la z
que la precede, siempre que no sean flexiones de 3.* per-
sona de plural: así oimvzlve «él nos habría», produce bagintu,
-402-
«si él nos ha», oiNTu^/reTE «ellos nos habrían», produce bagin-
Tu^TE «si ellos nos han». La derivación de este tiempo es
absolutamente regular.
III.
Los elementos formativos de la flexiones labortanas son
los que siguen:
J:\. J
I* Li ti JM
LUiNie
J» uu
«SilTUTiVUS.
Afijos personaje
s 6 del sugeto.
T. . . .
«yo».
N. . .
«yo».
Zn, tzií.
«tú».
Zi.
«tú».
Gil, . .
«nosotros».
Gi, . •
«nosotros».
B. . .
«él».
Bu . .
«él».
Be, .
«él».
Z.
«él».
L. . .
«él».
Afijos 2'>ronominales,
T,d «á mí».
N. . .
«á mí».
Ni. .
«á mí».
Zuj tzu.
«á tí.».
Z.
«á tí».
Za^ tza.
«á tí».
Zi.
«á tí».
Kn, gu.
«á nosotros».
ga.
«á nosotros».
gi.
«á nosotros».
g.
«á nosotros».
0,
•
,
«á él».
-á93-
Afijos de ¡a pluraUzación perso7ial y pronominal.
te^ e. .
•
,
«varios».
zte.
.
.
«varios».
t. . . .
.
•
«varios».
z.
.
•
«varios».
Combinación de los
afijos ^
per
sonales y pronominales
con sus plural
izadores.
Tzue, zue. .
«ávosotros».
z — te. .
«á vosotros».
z — zte. |.
«á vosotros».
zi — zte.
«á vosotros».
z — te. .
«á vosotros».
zi — te.
«á vosotros».
tzue, — zue. .
«vosotros».
zi — te.
«vosotros».
zi — zte.
«vosotros».
0 — te, 0 — e.
«á ellos».
b te. . .
«ellos».
bi — te.
«ellos».
be — te.
«ellos».
z — te. .
«ellos».
z — zte.
«ellos».
1 te- . .
«ellos».
Afijos
de la
objetivación.
D. . . .
,
«lo» .
it, t.
^
«varios».
zM.
,
«varios».
tza.
.
•
«varios»'
z. .
,
«varios».
u .
au,
ai.
i. .
Núcleos significativos.
.(«haber».
-491-
eza.
'
(
za, tza.
z.
az.
\ ((haber».
aza.
/
11 c.
i
u.
•
\
ai(.
•
. 1
lia. )
•
B.
-.-Elementos cabactebísticos.
Nádeos verbales.
u.
. . •)Deli3resente de indica-
aii.
i th'O.
ai.
•
■lie.
u.
aii.
i.
ua.
eza.
za.
i.
i*»
¿<f^
•bel pretérito imperfec-
•! to de indicativo, del
•( modo condicional y
\ de su supositivo.
'.Del modo subjuntivo
^$.
eza.
za.
(iza.
az.
z.
:' Del modo imperativo.
-495-
Itza. .
• • • .
eza.
'. A
aza. ,
./Del modo potencial y SU
za^ tza.
.\ supositivo.
az.
•i
i (concurrentemente con eza\
y sus
alteraciones). ./
Afijos.
Ke. .
, .jDel futuro.
le. .
.¡Del potencial.
he.
.'Del condicional.
he—n.
n.
n,
ha.
A.
jDel pasado remoto del
potencial, pasado re-
i moto y futuro remoto
' del condicional.
.¡Del pasado.
.¡Del subjuntivo.
.|De los supositivos.
C-
-Elementos estéticos.
.¡De ligadura.
a.
n.
d, t. .
z residuo de zu
.'Eufónicas.
(Epentética y pleonásti-
*i ca. -I-
¿'■»
Considero inútil hablar de la conjugación sencilla labor-
tana. Los autores que manejo carecen de cuadros de
ésta clase de flexiones. Yo los formé á fuerza de pa-
ciencia, pero no arrojan de sí nada que merezca una
mención especial. Otra cosa sería si hubiera de ocuparme
en la conjugación del labortano antiguo; pero las investiga-
ciones meramente históricas rebasan el límite de ésta obra.
-496-
Conocida la conjugación perifrásica gnipuzcoana y la-
bortana, y la sencilla del primero de estos dialectos, la que
corresponde al segundóla enseñará con suma facilidad el
uso, que si alguna sorpresa reserva, no es, ciertamente en
el terreno puramente literario.
Nota.— Ya OH la soKnmla vez quo la niuorto tío porsonas queridas de mi faiuilia vieno i\
iutcri-uijii>ir la imblicacií'm do obras inias auorea dol hascuonco. Hoy lloro la ju^rdida do la
idolatrada abiiolita de mi alma, ü." Cayotima Iñarra y líota, muerta id dia l2'J do .Junio do
IHHO. Suplico ú los Ircturtís rroyontos y piadosus ln iiiL'diiiioiidi'U oii sus oraiii'Uos. Ksto libro,
cuya toriiiiiiaciAn rcpi (is(^iitiil)a para mí ima dulin a't^;iía, no sirvirá siuo para r»'i'ordnriiio
quo ya no thti'in ú mi lado todos Ioh nérus qucridow <iuo vieron publiearso las prinurus cntru-
t^aH do <'l. iCuún inciirta condición CB la nuestra! entro doa líneas do ¿ata cuartilla de i>ai>ol
lia cabido la utornidud!
-107—
CAPITULO XVI.
Conjugación perifrásica del verbo sületino.
(Voz ti'ansitiva. — Tratamiento indeterminado)
Del verbo transitivo labortano al suletiuo, ei salto es mu-
cho mayor que del guipuzcoano al labortano.
— Primer tiempo matriz.
(DííT.
pazü.
Ikhusten.' .. ..
iD/íGll.
I. Presente de indicativo.
(i) . — Flexio nes o hje ti vas.
(1/ categoría).
D¿í/iÍT. . — yo lo veo, los veo.
Bütüzii. . — tú lo ves, los ves.
mita. . . — él lo ve, los ve.
D/f¿üGÜ. .■ — nosotros lo vemos, los vemos.
¡DiU'íE. . j)iit\\ztE. . — vosotros lo veis, los veis
'd/e. . díUíe. . — ellos lo ven, los ven.
Observaciones. El núcleo verbal es «y la resolución de dicho
núcleo i. i7í desempéñala pluralización objetiva. El afijo plu-
ralizador personal te, pierde, como en labortano, la dental.
Cuando la a, por efecto de ésta elisión, ha de chocar con la
e se resuelve en i; así düzie ocupa el lugar de düzüte y die
el de düte. De suerte que la / en éstas ñexiones representa
á la vocal del sujeto zü y al núcleo ü según los casos.
(ii) . — Flexiones objetivo-pronominales.
(2.^ «á mí»).
,de/¿azü. dei^tatzü . . — tú me lo ves, me los ves.
T wEit. • DEi.í'T . . . — él etc.
Ik rusten.' , , ,
pEIÍAZIE.DEI^TATZlE. . — VOSOtrOS, ctc
'nEltÁlje. DEL^TAYE . . — cilos, CtC
33
Observaciones. El núcleo verbal es ei. La pluralizacion
del objetivo z. En la tercera persona, el siih]0 plnralizador
personal es y., cuya forma no la tengo por orgánica. La
elisión de la dental produjo el biato ae y queriendo evitar-
lo se recurrió ala letra eufónica ordinaria //. Sin embargo,
para mayor comodidad de la expresión liabiare de ye como
de una pluralizadora personal, contentándome con advertir
abora que se compone de //(eufónica) y de . (elisión de ¿.).
El pronombre verbal t usado como elemento pronominal, va
seguido, según las reglas generales, de una a de ligadura.
(3.": <.á tí«)
DEiízÜT. . — yo te lo veo, te los veo.
DEiízü. . — él, etc.
DEiízÜGÜ .—nosotros, etc.
DEiíziE . .—ellos, etc.
Aparece el pluralizador objetivo del la-
Ikhusten.
ÍDEI-?ÜT
DElz'ñ. ■
deuügíx
DEI^ÍE ,
Observaciones,
bortano, t.
Ikhusten.J
DEYOT. .
Ídeyozü.
'deyo. .
IDEYOGÜ.
Ideyozie.
DEY//E. .
(4.*: «á él»).
DEiL^oT .—yo le veo lo, le veo los.
■DEitzoz\\ . — tú, etc.
DEitzo ■ — él, etc.
DEIÍ-20GÜ .—nosotros, etc.
DEií^ozíE . — vosotros, etc.
vYAtzÜK . ellos, etc.
Observaciones. El núcleo signiñcativo es f en las ñexio-
ncs objetivo-singulares y ./ en las plurales. La // que prece-
de al pronominal o es eufónica. La pluralizacion del ob et -
vo corre á cargo de fz. En la tercera persona plural, poi ti
clioque con la e, el pronominal o se (convierte en n.
(5.**: rtá nosotros»).
,DEi/.l/zü. DEizKÍi/:ü.-tú nos lo ves, nos los vos.
\mdü . DEizKÜ. .— ül,etc.
IKUUSTEN. ^J,fi^^^ i>EI/KÜ/¿lE^VOSOtrOS, Ctc
'dei/.I/ve. deizküye .—ellos, etc.
Observaciones-. La sibilante del sujeto se endurece para
marcar mejor la pluralización objetiva.
(6.": <«á vosotros.»)
1dei^¿'et. deiíziet. . — yo os lo veo, os los veo.
pEizie. . DEi^^iE. . — él, etc.
1KHUSTEN.{ ^.^^.. j^Ei^ziEGÜ.— nosotros, CtC.
[DEi^/e. BEitde. . — ellos, etc,
Observaciones. La 8." persona del plural está contraída;
DEiziE eN vez de deizüte.
(7;^; «á ellos..).
¡DEYet. . DEiTzeT . — yo les veo lo, les veo los.
IdEYí'ZÜ. DElTZEZil . — ^tÚ, etc,
-r Ideye, deitzí'. . — él, etc.
Ikhusten. ' ■• X i
iDEY^Gu. DEiTzfGu . — nosotros, etc.
Ideyízie DEiTzrzíE . — Yosotros, ctc.
DEYIC. . DEITZ<:'YE , clloS, CtC.
Observaciones. El añjo pronominal es e en lugar de o;
es propiamente plural, y nó necesita de ningún otro afijo
para manifestároste número. Algunas variedades guipuzcoa-
níis lo conocen también; así, á diot, diozü, dio, etc. corres-
ponden DIET, DIEZU, DIE, ctC, y á DAUKAYOT, DAUKAYOZü, DAU-
KAYO, etc. DAUKAYET, DAüKAYEZÜ, DAUKAYE, etc. En O VCmOS
una contracci«'tn de oni; en e ¿puede verse una contracción
de AYEi? esta opinión no están plausible, porque supone la
permanencia de una letra del sufijo, y nó de una del tema-
Acaso la e es un mero artificio gramatical para marcar con
más concisión la pluralización del régimen indirecto. De
todas suertes, considerada la cuestión prácticamente, es ira-
posible no ver en e un afijo plural pronominal-
(ii). — Flexiones pronoinliiales.
(8.': «á mí.)).
¡?¿Aizü . . . — tú me ves.
y inAi. . . . — él, etc.
ÍKIIÜSTEN) ' , ,
??.AiziE. . . — vosotros, etc.
'7ÍAYE . . . — elloSj etc,
' 500 -
Observaciones. El núcleo es ai; en la tercera persona de
plural la segunda vocal está consonificada.
(9.": «á tí.>).
Ikhusten
zunn .
i'imí .
I,"//TÜGÜ.
¿"Í/TIE .
— yo te veo.
— él, etc.
— nosotros, etc.
— ellos, etc.
(10.": «á nosotros»)).
■T/Í/TUZU
. — tú nos vos.
\güm . . . . — él, etc.
\g:ÍTÜ:
[gÜTiE. . . . — ellos, etc.
(11.": «á vosotros»).
Ikhustenj^;.^.-;^^; ; Lyosotros, etc.
!zü'neT . . .—yo os veo.
lííjTic. . . . — él, etc.
íkhusten^^..^,^^^... ^ ^ .—nosotros, etc.
,íí/Tií? . . . . — ellos, etc.
Observaciones. La pluralizadora e incorporada entre el
tema y el afijo personal hace que las formas de la 9.* cate-
goría produzcan las de la 11*. La inmediación de la c ori-
gina el cambio normal suletino de la U en i.
IkHUSTEN'
Jr\
£%tt XllJUrU» JUililUVAi^UO.
7. Futuro presente.
(I
). — Flexiones objetivas.
(I." categoría).
Diil-eT .
. DÜtüKET, . . — yo lo veré, los veré
DüZ-C .
. Dí//uKEZü . . — tú, etc.
DüZ-evE
. Díi/üKE . . . — él, etc.
DúlcGÜ.
. DíííüKEGü . . — nosotros, etc.
Dü/i'eZIE.
. díííükeziü: . .—vosotros, ote.
DüZfYE.
, Díi/üKEVE . . — ellos, eto.
-oOl-
Observaciones. Son casi idénticas á las flexiones labor-
tanas; las pmicipales diferencias que las separan de éstas
son el afijo pluralizador objetivo üt y la desaparición de la
^ pleonastica.
(n). —Flexiones ohjefivo-pronominales.
(2.": «á mí»).
lDElZ'(?f?AZÍi
lKHÜSTEN'DElZe¿5
JüEl/.-eíZAZIE
!dei/i(?^/e .
DEizA-erZATzü.— tú me lo verás, me
los verás.
DYAzl-et . .—él, etc.
LEizlcclATziE — vosotros, etc.
J)Eiz7i-edE. .—ellos, etc.
^ Observaciones. Están perfectamente derivadas éstas fle-
xiones de la categoría correspondiente del presente. Las
dos flexiones de aspecto menos parecido entre sí, que son
as de tercera persona de plural, se reducen fácilmente la
una a la otra: DEi^AYE origina DEiZ.DE que es una contrac-
Clon de deiketaye.
(3.'^: m tío).
IkHUSTEN DElZ-/?^//. .
JDElJieniGÜ
[DElJieziE. .
'deiA'ot.
jDElZ-OZÜ.
Ikhüsten(dei/.-o .
pElZ'OGii.
'deiZ'ozíe
.DElZ-OYE.
-DEikezÜT . DEizl-etzih .
DEizJietzü .
DEizl'etzÜGú.
BEizÁ-etzie .
(4.»: «áél.)).
DEIZZ'OT .
DEIz/,-OTZU .
DEIZZ'O .
DEIZZ'OGÜ
DEIZZ'OTZIE .
DEIZZ'OYE
• — 3'0 te lo veré, te los
veré.
. — él, etc.
.'—nosotros, etc.
. — ellos, etc.
. — yo le veré lo, les
veré los.
— tú, etc.
■ — él, etc.
— nosotros, etc.
— vosotros, etc.
— ellos, etc.
Ooservaciones. Li concurrencia del afijo pronominal o
ycelacaractensticadetiempo ke producía un hiato que
se na salvado suprimiendo la vocal de la característica.
^ 5Ü-2-
(5/: «á nosotros»).
Ukoji^- ■ i-Eizí-.^.B . .-ellos, ctc
Obse.vae.ones . ^¿e.e en cnan.. ^^^^^ ^^
í:SSníií-:ir;;ro. ... .. ^ encont...
moscón í/ii. ^^. ,. ,,.^ ^^osotros»).
.vT.A-.f.ieT .-yo os lo veré, os los veré.
,,.. DBi-..^.^au ^^;l cellos, etc.
.Trv7TFTes una contracción alteíada
ñ.": «á ellos").
, 1 _vo les veré lo, les veré
I,rf.T. . "EI^>^- ■ • 'los.
I'-v"'^-Iei/.-.. • ^«^^^;; ■ • __, esotros, etc.
^^^- toBií-coü. . BJ- ;- • ;_,„3otros, etc.
1dbií-«f.. . nEizí«-E. . . ello ,
T n oavacterístiea de tiempo cstA rea«oi-
(III.)— i^Ve./í'o/íe.s p/'O/ío/z/z^írt^^s.
(S^ "á mi").
Umhv:. . .-tú u.e verAs.
Wúc. . .-ol.otc.
Ikiiorten.! ^,,.^j,,K , .—vosotros, cl< .
\,m!:í'Sv. . .-ellos, etc.
-503-
(9/ áini).
Ikhusten
'iZilTül-eT .
jzüTiiJceGV.
^í/Tü^'eYE.
. — yo te veré.
. — él, etc.
. — nosotros, etc.
. — ellos, etc.
Ikhusten
(10.*: «á nosotros»).
igimileziy . — tu nos verás.
i(jiiTül-e . . — él, etc.
\g iiTidezm. . — vosotros, etc.
¡(jüTiíJcéYE. .' — ellos, etc.
ere.
Ikhusten
(11.*: «á vosotros»)
^zuTH-íei . . — yo os v
J^'rtTüA/e . . — él, etc.
l^í/TüA'/eGü .—nosotros, etc.
Vr/iTü/t/í^YE . — ellos, etc.
Observaciones. Están calcadas sobre las de la 11.* cate-
goría del indicativo; las alteraciones que presenta ésta de-
rivación son dos, la elisión de t y la trasformoción en i de
la vocal de la característica. De zutiet «yo os lié» se ha deri-
vado züTüKETET y posteriormente zütükiet.
IX- — Modo subjuntivo.
34. Presente.
(i.) Flexiones objetivas.
(1.* categoría.)
Ikhus
/De^ílDAN.
Idí?-2¿izün.
Vúezaoim.
\Dezazms.
DEÍZADAN.
DE¿ZA/-2'ÜN
de/zan .
DEtZAGÜN
DE2^ZA¡(-?IEN
DifzEN •
— yo lo vea, los vea.
— tú, etc.
— él, etc.
— nosotros, etc.
— vosotros, etc.
. — ellos, etc.
-50á-
Observaciones. La 3/ persona de plural es una contrac-
ción de una llexión primitiva hipotética, dezayex; las restan-
tes se explican fácilmente por las guipuzcoanas ó por las
labortanae.
(ii) . — Flexiones ohjetivo-pronominales .
(2.": «á mí»).
DIZAC?AZÜN. DITZAr/ATZÜN. . tÚ mC lo véaS, mC loS
\ veas.
Ikhüs '^dizaíZan . DiTZAr?AN. . . — él, etc
fDizAr/AziEN ditzaíZatzien . — vosotros, etc.
diza^Zen . ditzaí/en. . • — ellos, etc.
Observaciones. Estas flexiones se derivan de las gui-
puzcoanas; las diferencias que en éstas presentan saltan á la
vista y no requieren explicación.
(3.\- «á tí.)).
/DIZA^üDAN. DITZAf^'/íDAN. . yO te lo VCa , tC loS
I vea.
Ikhüs )diza¿'</n . ditza/^/jn. . . — él, etc.
JDizAzriCx'á's. DiTZA^.er/íGüN . — nosoti'os, etc.
(DIZA^ÍEiM. . DITZA^^/eN . . clloS, Ctc.
(4.": m él..).
Ikhus
DizoDAN. . DiTz JDAN . . — yo le vca lo, le vea los.
ÍdIZOZíiN. . DITZOTZÜN . • tÚ, CtC.
[dizon. . DiTzoN . . . — él, etc.
I DizoGiiN. . DiTZOüüN . — uosotros, etc.
ÍdIZOZIEN. . DITZOTZIEN . . — VÜSOtrOS, Ctc.
)DIZ//EN. . DITZ//EN. . . clloS, ctC.
Observaciones. El núcleo verbal es i:. La flexión más
desligurada es la correspondiente á la 3." persona de plural,
por la contracción y su!)siguionte permutación de o en //.
liopárese cóm ) obedece el verbo sulotino á la tendencia la-
-j03-
bortana de endurecer las sibilitantes de los afijos del sugeto
en las formas objetivo-plurales.
(5.": «á nosotros»).
, DizAí/íízÜN. DiTZAgiitzim . — tú nos lo veas, nos los
\ veas.
Ikhus 'przAgi'm. . ditza^ñn. . .- — él, etc.
fDIZA^/ífZIEN DITZA(7¿"/TZIEN . VOSOtrOS, etc.
' dizaí/z'en . ditzaí/íen. . . — ellos, etc.
(6.": «á vosotros»).
DizA^/eDAN ditzat^/í'dan. . — yo os lo vea , os los
) vea.
Ikhus. DizA^íeN . ditza^^/^n. . — él, etc.
JDizAzieGi'm DiizAizieGm. .—nosotros, etc.
IDizA^/é'N. . DiTZA¿-¿'/t'X. . — ellos, etc.
(7." «á ellos»).
Ikhus
DIZtíDAN.
jDIZtíZÜN.
pIZéíN .
MZeGÜN
ÍDIZeZIEN
DI6'ZEN.
DITZííDAN.
DITZííZÜN.
DITZeN. .
DITZéGÜN.
DITZéíTZIEN
DItíTZEN.
. — yo les vea lo, les vea los.
. — tú, etc.
. — él, etc.
.' — nosotros, etc.
.—vosotros, etc.
. — ellos, etc.
(m) . Flexiones j)ro)iomi)iales.)
(8." «á mí»).
/«EZAzÜN. . . — tú me veas.
Ikhus ^^^^^'^- • ' — ¿1. et^
i/¿EZAziEN. . . — vosotros, ctc.
'y¿EZEN. . . ;— ellos, etc.
Observaciones. La 3." persona de plural es una contrac-
ción de NEZATEN.
34
OOC
-
(9-":
«á
tí..).
¿'¿TZADAN.
U/tzan. .
j^/TZAdÜN.
'.:/tzen .
•
. — él, ete.
. — nosotros, etc
. — ellos, etc.
Ikiiu«.
Observaciones. Apenas se diferencian dichas Üexiones de
las labortanas. Mas la derivación de éstas es más plausible,
á primera vista, que la de las suletinas. Sin embargo, zitza-
DAN, etc. se derivan con bastante regularidad de zütüt, etc.
Zü y zi son lo mismo; después viene la incorporíición de
EZA, contraído en tza, ocupando el puesto del núcleo /¿ y
causando la eliminación de la t eufónica; d es el régimen
indirecto, trasformación del pronombre verbal t; a vocal de
ligadura y n característica de subjuntivo. Véase grática-
mente zutÜT, zií-í-cídan.
(10.": «á nosotros»).
r7¿TZATzüN . — tú nos veas.
\^¿TZAN . . — él, etc.
* í/rrzATziEN . — vosotros, etc.
/^/tzen , . — ellos, etc.
Ikiiu
(11.": «á vosotros»).
izi's:
1 -/'rr
liaius
4;¿TZEi)AN . — yo os vea.
¿/tzen. . — él, etc.
i-í/tzegün . — nosotros, etc.
'¿•/tzeyen . — ellos, etc.
Observaciones. El nútdeo queda reducido á /^, pues la e
que le sigue es la pluralización del [¡ronominal ¿i.
VI 11 . i iMl'EllATIVO.
ü'¿. Presente.
(i). — Flf.r.ioliCS vhjftii'as.
{{." categoría).
EZAZii. . ETZATZÜ .- -tÚ \élo, vélos.
Ikhus.
I5EZA . . r.ET/A . . — él, etc.
Ikhus
^EZAZIE.
BEZE
—507 —
ETZATZIE
BETZE
. — vosotros, etc.
. — ellos, etc.
Observaciones. Es iiueTa, respecto á los otros dialectos
nó respecto al snletino qne posee otras muchas semejantes,
la contraí'ción eeze de bezate.
(ii.) — Flexiones ohjetirn-prov ominaJes .
(2.": «á mí»).
Ikhus
izadaí/azü
'BIZAi' . .
lIZAr/AZIE .
[bizaí/e .
Ikhus
|BIZA^?6.
'\^lz^zíe.
Ikhus
IZOZíl
IPIZo
llZOZlE
BIZZ/E
. itza(7atzií. . — tú véme lo, véme los.
. bttza/ . . — él, etc.
. itzac/atzte . — vosotros, etc.
. BiTZAr/E . . — ellos, etc.
(8.": «á tí..).
. BiTZAf.í'íí . — él véate lo, véate los,
. bitza/.í/e . — -ellos, etc,
(4.^4 él..).
iTzoTzü . — tú velo lo, vele los.
BiTzo . . — él, etc.
iTzc>TziE .• — vosotros, etc.
BiTzZ/E ,■ — ellos, etc.
izA<;»zü
Observaciones. Semejantes á las Libortanas éstas flexio-
nes, son, con todo, más correctas, morfológicamente ha-
blando, pues conservan la inicial de eza. Blzue es contrac-
ción de BIZOTE.
(/)."". «á nosotros..).
. itzai^íítzü . — tú vénoB lo, vénos
los.
. BiTZAf/í¿ . . — él, etc.
. ITZA^Í/TZIE . — -YOSOtlOS, ctC.
bitzaí/Ze. . — ellos, etc.
(6.^^; «á vosotros.)).
^BizA^íf. . 'smzKtzíe . — él véaos lo, véaos los.
'BiZA^/e. . BiTZktzíe . — ellos, etc .
Ikhus bizacjü .
|1ZA,^/(ZIE.
^biza^/Ze ,
Ikhus/
Ikhus
IZEZU .
BIZE .
)lZEZIE .
BIZEYE.
-508-
(7.": «á ellos»).
TTZETzü. . — tú vele lo, vele los.
BITZE .
ITZETZIE
BITZEYE.
. — él, etc.
. — vosotros, etc,
. — ellos, etc.
(iii) , — Ficciones pronominales.
Las flexiones pronominales del imperativo están muy
incompletas en suletino; las que faltan se suplen, en la
conversación, con las del subjuntivo.
(8.*: «á mí».)
T \ ?/EZAZÜ, . — tú véme.
Xkhus
(nEZAZiE. , — vosotros, etc.
(9.":«átí).
Caret.
(10.": cá nosotros»).
T <7iTZATzii . — tú vénos.
,(7iTZATziE. — vosotros, etc.
(11.": «á vosotros»).
Caret.
II. — rOTENCIAL.
12. Futuro presente.
(i) .' — Flexiones objetivas.
(1." categoría).
dezaA'í'T .
\ deza/i*czü.
Ikhus; deza/it .
ÍdezaAy'gü.
deza/."czie
vdeza/íC'Yí;.
DETZA/iX^T .
DETZa/iTZÜ .
DETZA/.-£' . .
BETZa/i'CGII .
DETZa/.7íT^IE
PETZa/.-í'YE .
. — yo lo puedo
puedo ver.
.—tú, etc.
, — él, etc.
. — nosotros, etc.
, — vosotros, etc.
. — ellos, etc.
los
-509
(ii) . — Flexiones ohjetico-pronominales.
{2."; «á mí))).
mzkl-erlAZn
Ikhus/dizaZ(Jc?aí.
Idiza/i-ít/azie
DIZkl'eclE.
ditza/.yv/atzii . — tú me lo pnedos,
me los puedes ver.
mTv.Aledhf . . — él, etc.
DiTZA/<er?ATziE . — Yosotros, etc.
DiTzkl'eclE . . — ellos, etc.
Observaciones. En la 3." persona de singular el prono-
minal está repetido.
¡mzAl-ezÜT,
Ikhus umAÁ-ezü .
/diza/.'<?^?/gü
• BlZAl'eziE.
dizaHot.
ÍDIZaJiOZÜ,
^....Kj^ >DIZA/r/o .
JdizaA?ogü.
[dizaAozie.
^DIZA7í'?'0XE.
(B."; «á tí»).
DiTZA/.'^f^//T. . — YO te lo puedo, te
los puedo ver.
DiTZAkefzü . . — él, etc.
DiTZA/ieizuG^í . — nosotros, etc.
DiTZAJictzÍE. . — ellos, etc.
(4.'^;áél.)).
ditza/í'/ot. .
ditzaZ-otzü.
ditza/.'¿o.
ditzaJiÍogü.
ditzaZ'ozie
dítza/.'/oye
— yo le puedo ver lo,
ver los.
— tú, etc.
— él, etc.
— nosotros, etc.
— vosotros, etc.
— ellos, etc.
Observaciones. En la 2." persona de singular y phrral,
la característica ke sufre la elisión de e. y en las restantes,
la trasformación de ésta en i.
imzAkegiiz^'^
Ikhus 'pizAl^egü.
VDizAkeg'úzm
DlzAkegÍE,
(5.*: «á nosotros»).
, DiTZA/í-e/7?íTzü . — tu nos lo puedes,
nos los puedes ver.
. rnTZAlegu . .' — él, etc.
, DiTZAliegilTzm . — vosotros, etc.
, DmzkJx'egm . . — ellos, etc.
—410-
(ü."; «á vosotros»),
'DiT¿kkvt;:ie .
-yo os lo puodo, os
los puedo ver.
■ól, etc.
T)\TÁfJxetzieCx^ . — nosotros, etc.
mzkkezie. . mTZkhetzie . . — ellos, etc.
mzhl'ieT .
\mz\lezü.
Ikhüs <mzklxic .
IdizaA¿(?gü
JmzkJxeziE.
mz\]{íexE
(7."; «á ellos»),
DlTZAkieT. .
mTZkkefzn .
ditzaA/V. .
DITZA/.'/t'GÍi .
DITZA/.rTZIE.
ditza/.7Vye .
. — yo les puedo ver lo,
ver los.
. — tú, etc.
. — él, etc.
. — nosotros, etc.
. — vosotros, etc.
. — ellos, etc.
Observaciones. Para evitar la cacofonía se convierte la
e de Jic en i cuando choca con el afijo pronominal. En la 2."
persona de singular y plural dicha característica queda re-
ducida á /.•, representando la e inmediata al régimen indi-
recto.
(iii.) — Flex-iones i^rononii nales.
(8.''; <.á mí'.).
(«EZA/.ézü. . — tú me puedes ver.
j }7¿itzaZ7' . . — él, etc.
' ^ nc'sz^l^czm . — vosotros, etc.
??itza/.-6'ye. . — ellos, etc.
({).'*; <.á tí«).
zhztJa't . . — yo te puedo ver.
T ).:/TZA/.r . . — él, etc.
\zÍ7.\lrr)ü . . — nosotros, etc.
uítzaJiÍe . . — ellos, etc.
-511-
(10.«; «á nosotros»).
gwLÚcezn, . — tú nos puedes ver.
T \í/itzaZ,c; . . — él, etc.
(jiTAAket'AiE . — vosotros, etc.
' í/iTZA/reYE. . — ellos, etc.
(11."; «á vosotros»).
Ikhüs
zitzdiitíT. . — yo os puedo ver.
U/tza/í'6' . . — él, etc.
^^¿'tza/i¿egu . — nosotros, etc.
hhzkleY^. . — ellos, etc.
(iii). — Bupositico del 'potencial.
16. Presente.
La derivación de éstas ñexiones se hace de la misma
manera que en los demás dialectos; pero tienen algunas
irreguhtfidades que señalaré. Todas lasque constituyen éste
tiempo son absolutamente sinónimas á las que resultan de
sufijar la partícula dubitativa á las del futuro presente del
potencial dezaket, dezakezu, etc.
En la 2." categoría la 2.''' persona de singular es dizada-
zÜT— ditzadatzüt , derivada de la del subjuntivo dizada-
ziiN— ditzadatzün; es una flexión que parece errónea por el
pleonasmo del pronominal t «á mí«) que figura al remate de
ella, como suele figurar el sugeto t «yo»" en las ílexiones de
la 3.* categoría.
La 3."^ persona del plural de la 4.* categoría es dizoe-di-
zoE en lugar de dizue-ditzüe que correspondía á la matriz
TDIZUEN--DITZUEN .
Las 2."' personas de singular y plural de la 5." categoría
son, respectivamente: dizadazügü-ditzadatzügü, dizadazie-
GÜ--DITZADATZIEGÜ, sícndo así que correspondían dizagüzü--
DITZAGÜTZÜ, DIZAGÍiZIE— DITZAGÜTZIE á laS matricCS PIZAGÜ-
ZÜN— DITZAGÜZÜN, DIZAGÜZIEN— DITZAGÜZIEN.
11-'-
La o." persona de plural de la 7.» categoría es dizeye-dit-
zeye; por la regla general correspondían dieze-dietzen. Lo
mismo sucede en la 8." categoría que tiene nezaye, debien-
do tener NEZE,y con la lü." que tiene cutzaye en vez de
tJTZE. La misma persona de la 11." lia experimentado una
ligera alteración fónica: zitzaye en lugar de zitzeye.
>.-
11.
Segundo tiempo matiíiz.
NiaN. .
IzÜNmN.
lKnüs-,z/aN. .
TEN lüÍÍN¿(¿X.
ízün/en.
z/en. .
1. — Modo indicativo.
2. — Pretérito imperfecto.
(i.) — Flexiones objetiras.
(1/' categoría.)
NÜT/rtN . . . — yo lo veía, los veía.
zii;¿T¿(íN . . . — tú, etc.
'/Atuin . . . — él, etc.
GÜ/¿T/a;¿. . . — nosotros, etc.
zii/¿T¿EN . . . — vosotros, etc.
zÜTíEN . . . — ellos, etc.
Observaciones. El núcleo es ia é ¿. El choque de la ü
del SMgeto con la ¿ del núcleo lo evitan las ílexiones obje-
tivo-singulares con una n eufónica, la cual pasa á las obje-
tivo-plurales, á pesar de no ser necesaria, por estar yá evi-
tado coii el plaralizador iiT, que es precisamente el elemen-
to en el cual se incorpora la n. Pero ésta se elide en las
B."'' personas de singular y plural, consiguiéndose de ésta
suerte diferenciarlas externamente de las 'i.'*** Esta es una
nueva prucua de que es una temeridad pretender encontrar
sin falta actualmente todos lus ele nientos materiales ilela sig-
nijieaciún Jleu-iüiial, y que liay que tener siempre á la vista
el elemento ideológico ó siibjelivo que los coliexiona y se
revela por medio de ellos, sul)ordinándoloH.
—513—
(ii.) — Flexio7ies objetivo-pronominales.
(2.*; «á mí»).
[zENEiíAN . .zENeizÍAN. . 1- — tú me lo veías, me los
Ikhus-
\ veías.
¡zei/an. . zeizÍAJíi. . . — él, etc.
ZENEIZÍAYEN ZENe¿Z?^AYEN. . VOSOtrOS, etC.
'zEiz^AYEN . zeiztAYEin. . . — ellos, etc.
Observaciones. El núcleo es ei; el plm'alizador objetivo z.
{3'"; «á tí»).
NEi2;«N. . NEiT^i/N. . . — JO tc lo veía, te los
T 1 veía.
Ikhus- ,1 ,
]zEi^/¿N. . zEiTzim. . . — el, etc.
TEN 1
ÍGENEI^í¿N. GENEIT^i/N . . nOSOtlOS, Otc.
¡zEmEN. . ZEiTzien. . . — ellos, etc.
Observaciones. Estas flexiones, perfectamente regula-
res en su formación, se diferencian de las labortanas en el
núcleo verbal ei en lugar de a2i, y en el pluralizador objeti-
vo t en lugar de zJci.
(4.» á él»).
NEYON . . NEiTzoN . . — yo lo veía lo, le veía los.
ZENEYON.
Ikhus-Izeyon .
TEN. jGENEYON.
ZENEY?¿EN
ZEYZ¿EN.
ZENEITZOÑ. . — tú, etc.
ZEITZON . . — él, etc.
GENEiTzoN. . — nosotros, etc.
zENEiTzwEN . — vosotros, etc
zEiTzí¿EN. . — ellos, etc.
Observaciones. El núcleo significativo ei queda reduci-
do en algunas flexiones á e; el pluralizador del objetivo
es tz.
(5.*^; «á nosotros»)
/zENEíAlíN . zENEiz^í/N. . — tú uos lo vcías, nos los
Ikhus-Í ^®^^^*
(ZEihi'm, . zeizMn . . — él, etc.
^ZENElAwYEN. ZENÉIz/t'iíYEN VOSOtrOS, etc
\ ZEl/íi/YEN . ZEIzZlíYEN. . clloS, ctc.
35
Ikiius-;zei4:¿(?n.
TEN.
jGENEI¿^¿eN.
ZEI^/eN. .
NEYCN.
izENEYeN.
lKHUS-|ZEYeN.
TEN. iGENEYíN.
/zENEZieN
Ueyi^n.
NEITZí'N .
ZENEITZCN
ZEITZíN .
GENEITZí'N.
ZENETZIfN.
ZEITZfYEN.
- r>u- -
(6.*; «á vosotros»).
NEi¿^¿eN. . — yo os lo veía, os los veía.
ZEifzífm. . — él, etc.
GENEi/^/eN . — nosotros, etc.
ZEifzie-Ñ . . — ellos, etc.
(7.": ni ellos»).
— yo les veía lo, les veía los.
— tú, etc.
—él, etc.
— nosotros, etc.
— vosotros, etc.
— ellos, etc.
(iii.) — Flexiones pronominales.
(8."; «á mí»).
. — tú me veías.
. — él, etc.
. — vosotros, etc.
. — ellos, etc.
{^.^ «á tí»).
-2;,7NTüDAN. . . — yo tc vcía.
j ^^,¿NTiAN . . .- — él, etc.
IKHUSTEN.; -^^..^..^ . .—nosotros, etc.
/ár/mTiEN. . . — ellos, etc.
(10.^«átí»).
?IÍÍNDIIZIIN
Ikhusten.^, .. ..
í71í/nd11zien
\?íí(NDIEN.
,'</í7NTÜZÜN.
-r UiiNTIAN.
iKIIUSTEN.f ,,„,-„^„
í///ntiizien
I^/JIntien.
. — tú nos veías.
. — él etc.
. — vosotros, etc.
. — ellos, etc.
(11.'^; «á nosotros»).
^j<NTI(?DAN
, Í^,}NTI¿'N.
Ikuusten.'i „„,^,."„
j^r/íNTIíGMN
^'//NTIíV/.
. — yo os veía.
. — él, etc.
. — nosotros, etc.
. — ellos, etc.
—515-
BB.
IX.
(I-)-
—Tiempos derivados.
-Modo subjuntivo.
35. Pasado.
Ikhüs.
ZENe^ílN.
jGENe^aN.
(zENeZEN.
Ue^EN. .
Observaciones.
'Flexiones objetivas.
(I.** categoría.)
NtíízAN. . . — yo lo viese, los viese.
ZENEÍZAN. .—tú, etc.
Zeízan. . . — él, etc.
GENEÍZAN. . — nosotros, etc.
ZENEÍZEN. . vosotros, ctc.
/lízEN. . . — ellos, etc.
Hasta aipí habíamos visto siempre en
este tiempo el sugeto de 3.'' persona representado por z;
ahora lo vemos representado por Z y es la diferencia más
interesante que las presentes flexiones nos suministran,
comparadas con las de los anteriores dialectos. El núcleo
es eza con su contracción ez.
(ii.) — Flexiones ohjetivo-'pronominales.
(2."^ «á mí»),
, ziNizAí^AN. ziNiTZAr/AN . — tú me lo vieses, me los vie-
i ses.
IkHUS. LIZAíZaN. . LITZA(ÍAN. . él, ctc.
/zinizacZen. zinitzaíZen . — vosotros, etc.
'lizaíZen. . litzacZen. . — ellos, etc.
Observaciones. Salta á la vista la derivación de ésta ca-
tegoría de la 2.* del imperfecto de indicativo, mediante la
sustitución del núcleo y la dulcificación de la dentales: zi-
NeÍTAN-ZINI^a^AN, ctC.
(8.*; «á ti»).
mzA-^ííN . muzktzM. . — yo te lo viese, te los viese.
lAZkzi'm . LITZAT¿^í¿N. . él, CtC.
|GiNizA^¿íN. ginitzaZ^Un . — uosotros, etc.
LizA-í-íEN . litzaZ^íen. .— ellos, etc.
Ikhüs.
- 516 -
Ikhus.
'NIZON .
ZINIZON.
Ilizon .
Igínizon
ZINIZ?¿E]S
LIZiíEN
(4.'^; cií ól»).
NiTzoN. . . — yo le viese lo, le viese los.
ZINITZON .
LITZON. .
aiNITZON .
ZINITZZÍEN
LITZMEN .
. — tú, etc.
. — él, etc.
. — nosotros, etc.
.—vosotros, etc.
. — ellos, etc.
(5.''; «á nosotros»).
,ziNizAí7í(N. ziNiTZAí/ÜN . — tú nos lo vicscs, nos los
I viese.
Ikhus., LizA(7¿íN. . litzaí/í/n. . — él, etc.
zinizaí/Zen. zinitzaí7¿en . — vosotros, etc.
\LIZAí7¿EN. LITZAí7¿EN. .— clloS, CtC.
(6.''*; «á vosotros»).
ímzkzte-^.
Ikhus. ^LizA-szeN. .
Gimzkzie^.
^hiZÁZie^.
/NIZeN.
IziNizeN.
NiTZA/^/eN. . — yo os viese lo, os viese
los.
LiTZktzieíi . — él, etc.
GimTzktzie'ííi . — nosotros, etc.
■LiTZktzie-iíi . — ellos, etc.
(7.^ «á ellos»).
Ikhus.
Ilizcn.
GINIZeN.
ZINICZEN.
\LieZEN.
NITZeN. ,
ZINITZeN .
LITZCN. .
GINITZtíN .
ZINieTZEN.
LieTZEN .
— yo les viese lo, les viese los,
— tú, etc.
— él, etc.
— nosotros, etc.
— vosotros, etc.
-ellos, etc.
Observaciones. En la '2^ y 8." persona de plaral el añjo
pronominal e está incorporado en el núcleo iz, al cual pe-
netra como una cuña. La libertad con que el verbo eus-
karo maneja los elementos que lo constituyen es nniy
amplia.
-517 -
(iii.) — Flexiones prono miiiales.
(8."; «á mí))).
¡/'¿eNTZAZÜN . . — tú me vieses.
T 7Z6!NTZAN. . . él, etc
J.KHUS I
?2eNTZAziEN . . — vosotros, etc.
TieNTZEN. . . — ellos, etc.
Observaciones. La violenta contracción experimentada
perla 3.'' persona de plural hace que el núcleo quede redu-
cido á tz.
(9/; «átí»).
Ikhus.
í^ííntzadan. . . — yo te viese.
P¿"ntzan. . . — él, etc.
U^NTZAGÜN . . — nosotros, etc.
'^¿NTZEN. . . — ellos, etc.
(10.'' «á nosotros»)).
UÍNTZATzÜN . . — tú nos vieses.
W^TZATZIEN. .■ vosotros, ctc.
fp'ÍNTZEN. . . — ellos, etc.
(11.": «á vosotros»).
!^¿NTZc'DAN . . yo OS vicSC.
^¿NTzeN . . .—él, etc.
zmuzeocxm . .=— nosotros, etc.
-^^¿NTzaYEN. . . — ellos, etc.
Observaciones. Estas flexiones, comparadas á las la-
bortanas, están bastante contraidas. El núcleo ha quedado
reducido á tz en tres flexiones por lo menos. La pluraliza-
ción pronominal corre á cargo de e, residuo de zte. En la
—518-
tercera persona del plural es posible que dicha pluraliza-
ción corra, excepcionalmentc, á cargo de a; sino zintzaycn
será una contracción de ziNXZAYe/t^N.
II. — Potencial.
14. Pasado próximo.
(i). — Flexiones objetivas.
(1." categoría).
/NEZA^e. . NETZA/ie .
lzENEZA/i"e. ZENETZAA-e. .
-j- JLEZA/i'e. • LETZA/ie .
'IgENEZa/iÍ . GENETZAÁ'e .
f ZENEZ a/i'6 YE . ZENETZ A/i'é'YE
'leza/.^ye. litzaAcye. .
— yolopodía,lospodíaver.
— tú, etc.
— él, etc.
— nosotros, etc.
— vosotros, etc.
— ellos, etc.
(ii) . — Flexiones ohjetivo-^ronominales.
(2.": «á mí»).
zmizkhedkt . zinitza/^ííZat . — tú me lo podías, me
los podías ver.
LiTZA/i-é'(7AT . . — él, etc.
zinitza/íC^/e . — vosotros, etc.
litza/i'í?c?aye . — ellos, etc.
Ikhus, lizaZcc/a^
ÍzinizaA'cí/e
LIZA/i'eí/AYE
Observaciones. La 2." y 3." persona de singular ofrecen el
pleonasmo del pronominal t «á mí».
(3.^ «á tí»).
iniza/i(?^?/ . . mizkketzn. . — yo te lo podía, te los
\ podía ver.
Ikhus. 'LiZA/.f^íV . . litza/i-6'/^/(. . — él,etc.
Ícjiniza/>t^/í . (iinitza/iY'íí^/í. — nosotros, etc.
[LizA/.e^ní. . hiTZAlefziE . — ellos, etc.
'nizaZ;ío .
]ziniza/i¿o.
Ikhus/lizaÁ'Ío .
ziniza/^oye
.lizaA-^'oye
-519—
(4.^: «á él»),
nitzaA'Ío.
ZINITZA/iíO .
litza/i'?'o.
GINITZA/í"¿*0 .
zinitzaA'Íoye
litzaa•^oye .
— yo le podía ver lo,
ver los.
— tú, etc.
— él, etc.
— nosotros, etc.
■ — vosotros, etc.
— ellos, etc.
Observaciones. Las flexiones labortanas llevan la carac-
terística del potencial Jie suíijada y el elemento pronominal
o antes del núcleo; he aquí las causas de las diferencias ex-
ternas que las separan de las suletinas que acabamos de ver.
zimzhkegü.
Ikhus. lA'Ákl-egü.
IzimzAl-egiE
- {-LizAhegÍE.
'^izkkezie.
Ikhus. 'LizAA-e¿:íe.
joiNiZA^-e^ie
Ihizkhezie.
(mzAkie .
zmizkhie.
jLühius.{LiZA/ae .
jGINIZAHe.
|ZINIZAA-¿tíYE
>LIZA/i"?'eYE
(5.": «á nosotros»).
zimTZAlegü. . — tú nos lo podías, nos
los podías ver.
lATZ Al-e gil . . — él, etc.
zmmzAlegm . — vosotros, etc.
lAizAlxegm . . — ellos, etc.
{Q>.^: «á vosotros»).
mTZAlietzie . . — yo os lo podía, os los
podía ver.
ijiTZAhetzie . . — él, etc.
GmmzAlietzie. . — nosotros, etc.
hiTZAl-etzie . . — ellos, etc.
{!.': «á ellos»).
mTZAkie .
ZINITZA/v¿e .
hlTZAJiie .
GINITZA/t'^e .
ZINITZA/aeYE
LITZA/WeYE .
. — yo les podía ver lo,
ver los.
. — tú, etc.
. — él, etc.
. — nosotros, etc.
, — vosotros, etc.
. — ellos, etc.
-530-
(iii.) — Flexiones pronom ¡nales.
(8.^ «á raí»).
inc^TZkliez^í . — tú me podías ver.
, meBTZkJie . . — él, etc.
■ /¿eNTZAÁY'ziE , — vosotros, etc.
'v¿eNTZA/.'6?YE . — ellos, etc.
{9.': «á tí»).
j^'d'NTZAA-eT. . — yo te podía ver.
-r '¿'/NTZA/i'e . . — él, etc.
iKIIUS.i 7 .. ' , ,
réNTzAÁ'eGU . — nosotros, etc.
Ikhus.
Ikhus
^/ntza/,-/e . — ellos, etc.
(10.": «á nosotros»).
í/íNTZA/ezü . — tú nos podías ver.
j^eNTZA/i:6' . . — él, etc.
geíiTZkheziE . — vosotros, etc.
ge-ÑTZÚieYE . — ellos, etc.
(11.*: «á vosotros»).
ze^TZkJieyeT . — yo os podía ver.
-2?eNTZA/ié; . . — él, etc.
'eNTZAZ-2>GÍi . — nosotros, etc.
^ zmTZkl-ei/e . . — ellos, etc.
Observaciones. La pluralizadora te del pronominal ha
desaparecido totalmente en la tercera persona de singular,
cuya forma, en consecuencia, no expresa, en realidad, la re-
lación «á vosotros», sino «á tí». Pero se distinguen morfoló-
gicamente ambas, aunque por manera insigniñcante, pues la
primera do las ílexiones referidas lleva e en la primera síla-
ba, y la segunda / en el mismo punto.
15. Pasado remoto.
En hi derivación de éste tiempo, comprendido en la re-
gla general ya conocida, hay que tener presentes las obsor-
-sal-
vaciones que siguen: a). Las flexiones objetivas reciben an^
excepto en la segunda y tercera persona plural, y la vocal
de dicha característica obliga á convertirse en i á la e del he
potencial que choca con ella; así tenemos nizakian, zeneza-
KiAN, etc.; las flexiones exceptuadas toman n sencillamente:
b). En las flexiones de segunda categoría hay una contrac-
ción en la tercera persona de plural; mzakedaye produce zi-
zakeden: c). En la tercera categoría se introduce una i epen-
tética antes del afijo pronominal, excepto en la tercera per-
sona de plural que se convierte en e, á la vez que la e del
he potencial se convierte en i; así tenemos nezakeizün «yo
te lo pude haber» y zizakiszien «ellos te lo pudieron haber»;
además, en la derivación de éstas flexiones, todas las i de
la primera sílaba de las originarias, bien pertenezcan al afijo
personal, bien al núcleo, se couAáerten en e, excepto en la
tercera persona plural; por lo tanto, de mzakezü, etc., ten-
dremos zezAKEizÜN, etc., pero de lízakezie, zízakiezien: d)
La cuarta categoría toma la ?i sola al final y no experimen-
ta otros cambios que el de la i en e de las primeras sílabas
originarias: n¿zakio — n^zakion, l^zakio — Z(?zakion, etc. La
quinta cpitegoría es del todo regular; se le sufija la ?i sin
ninguna otra alteración. En la sexta se encuentra la i epen-
tética después del afijo potencial Z;e y la permutación de ini-
cial en e;de NiZAKEziE,NezAKE?'ziEN, etc. La séptima categoría
imita eii todo á la cuarta, hasta en conservar la i originaria
en la 2." persona de plural; por lo tanto, tenemos nizakie y
NezAKíEN, etc., y z¿'nizakieye y z¿nizakieye?i. La octava ca-
tegoría toma n en las dos segundas personas y en la tercera
de plural; pero an en la tercera de singular, permutando en
i la e del afijo potencial; de nentzake, NENTZAK^a?^. A las
mismas reglas obedece la novena; la tercera persona de
plural cambia la i originaria de la sílaba inicial en e; de z¿n-
TZAKiE, zeNTZAKíEN. La décima imita á la octava; y en la un-
décima hay que observar; 1.° una desviación del tipo origi-
nario en la primera persona, debida á la distinta distribu-
ción de los elementos constitutivos, zentzakiedan de zen-
tzakeyet: 2.° la permutación de la e de la sílaba inicial en i
en la tercera persona de singular, z^ntzaken de zcntzake.
36
III. — Supositivo del potencial.
17. Futuro conjetural.
Este tiempo presenta algunas irregularidades do poca
monta, que dejan á salvo el sistema general, que ya cono-
cemos, de su formación. Las ílexiones objetivo-plurales de
la primera categoría, sufren l'a pormutaciun de la c de la sí-
laba inicial de las originarias en i, y algunas de ellas, ciertas
contracciones. Las contracciones son las que siguen: bani-
TZA, BAZINTZA, BALETZA, BAGINTZA, BAZINTZE, BALITZE. LaS ob-
jetivo-singulares baneza, bazeneza, etc., son del todo regu-
lares.
La sétima categoría tiene las ñcxiones de segunda y ter-
cera persona de plural irregulares; siendo sus originarias
del pasado del subjuntivo ziniezen — zinietzen y liezen —
LiETZEN, las que ahora nos ocupan son bazinizeye — bazini-
tzeye; y balizeye — balitzeye- En las demás nada hay que
advertir.
IV. — Condicional.
ly. Presente.
(i) . — Flexiones objetivas.
(1." categoría).
m\ke . . . NÍiTÜ/.p . . — yo lo viera, los viera.
Ikiiusten.
izÜNüAt' . . zÜNTÜ/.í' . . — tú, etc.
IlíUc . . . LÜTÜ^t' . . — él, etc.
GÜNÜ/t'tí . . GÜNTÜ/ífc' . . — nosotros, etc.
zÜNÜ/itíYE. . züNTfl/rcYE . — vosotros, etc.
'LÜ/i-evE . . líítü/.cye . — ellos, etc.
Observaciones. Estas flexiones ñus ofrecen la particula-
ridad de no estar formadas con las del imperfecto del verbo
suletino, sino con las del imperfecto labortano. Poro como
suponíamos fundadamente que el imperfecto suletino es una
alteración del labortano, éstas Ílexiones condicionales vie-
nen á robustecer esa suposición, pues hay miK lia más ve-
rosimilitud en ver en ellas iina perpetuación del tipo primi-
tivo qnc no nn préstamo de otro dialecto. El hiato de las ü
del núcleo y del sujeto gü, zü, se evita con una n eufónica,
la cual se trasmite epentéticamente á las formas objetivo-
plurales que no la necesitaban.
(ii .) —Flexión es o hjetivo-pron omiii a les .
(2.": «á mí»).
, ZENEi/í(?f , . ZENEiz/iCf . . — tú me lo vieras,
\ me los vieras.
Ikhcsten. luEiJi-et. . . hEizl-et. . . — él, etc.
fzENEi/i'cr/E, . zeneizAcí/e . — vosotros, etc.
■lei/.ccZe . . LEizlecÍE . . — ellos, etc.
Observaciones. El núcleo es i. La formación es muy re-
gular, como se verá comparando estas flexiones con sus
originarias del pasado suletino.
(8.^ «á tí.)).
¡^EÚrzil . . ^Eizlefzü . . — yo te lo viera, te
\ los viera.
Tkhusten. ijFAJi-ezü . . -LEVÁhetzil . . — él, etc.
íGENEíAe^// . geneiz /tí? /*■/■/ . — uosotros, etc.
'leiZ'(?,3'/e . . LEizletzÍE . . — ellos, etc.
Observaciones. La derivación del imperfecto es comple-
tamente regular.
(4.%<áéi))).
NEiAo . . . NEizZo . . . — yo le viera lo, le
viera los.
ZENElAv) . . ZENEIz/i'O . . tÚ, etc
lKnUSTEN.<LElZ;0.
ÍgeneiA'o .
[zENEl/iOYE
LElZ'OYE .
LEiz/iO . . . — él, etc.
GENEiz/.o. . . — nosotros, etc.
zENEiz/i'OYE . .- — vosotros, etc.
LEizZ'OYE . . — ellos, etc.
Observaciones. La característica del condicional l-e ha
sufrido la elisión de e, y la / del tema verbal ci que en el
5-21 -
imperfecto se había consoiiiñcado, ha vuelto ú ser vocal en
las presentes flexiones, cuya derivación, por lo demás, es
regular.
(5/: «á nosotros»).
zeneiZtí///
ZENEiz/i-e^;//. . — tú me lo vieras,
me los vieras.
Ikhusten. LmJiegü . . Lmz/iegü . . — ól, etc.
¡zE^Eikegi-E . zeneiz/.'í?<7¿e. . — vosotros, etc.
[hEiJiegÍE . . hEizJiegÍE . . — ellos, etc.
(6.": «á vosotros»).
i-ÑEÚezie . . iimzl-etzie . . — yo te lo viera, te
los viera.
LEizhetzie . . — él, etc.
GENEiz/í-e^^í'e . — nosotros, etc.
LEizJietzie . . — ellos, etc.
Ikhusten. LEiJiezie .
GE^EiJiezie
[LEÚezie .
iNEiZ-e
(7." «á ellos»),
NEIZ^-e.
]ZENEl/.-e .
iKnUSTEN.'.LElZe. .
JGENEl/.C .
IZENElZcYE
LElAcYE .
— yo les veía lo, les
veía los.
— tú, etc.
— el, etc.
— nosotros, etc.
— vosotros, etc.
— ellos, etc.
ZENEIz/iT? .
LEizle.
geneizZt .
zeneiz/.'cye
hElzlCf/E .
(3bser vaciónos. La característica del condicional ha sufri-
do la misma modificación que en la cuarta categoría; por lo
tanto, la sílaba Jic no es un elemento simple, sino un com-
puesto de la característica de modo y del pronominal c.
(iii). Flexiones pronominales.
(8." «ámí»).
Í?2í¿NDÜ/»(?zü . tú me vieras,
nW^mxhe . . ól, etc.
nmv>\\lieziE . vosotros, ote.
?i<'NDÜAvyE . ellos, etc.
-525—
Observaciones. El núcleo es a, y la n y d que le prece-
den son las letras eufónicas y de refuerzo que encontramos
en los tiempos pasados: el elemento pronominal es 7ia.
(9-«: cátí»).
zi'mT\\J:eT. . yo te viera.
T- \ zü-^TXiJí-e . . él, etc.
Ikhüsten. \ ..... .. ' ^
íziminkeGVi . nosotros, etc.
zi'mTV.JaE. . ellos, etc.
Observaciones. La característica l-e se convierte en Jxi
en la tercera persona de plural por la inmediación do r, y la
d de refuerzo en t en todas.
(10.": «á nosotros»).
GimTiiJiezv . tú nos vieras.
T- \n¡"mTÜJ{c . . él, etc.
iKnusTEN.r.. ..7 ' ,
IgimTiiheziE . vosotros, etc.
<7 ííNTüAeYE . ellos, etc.
(ll.**: «á vosotros»).
zi'mTÍil-e?jeT . yo os viera.
r l^Z/NTÜ/«7E. . él, ctc.
Ikhusten.J ........ ' ,
j^ZíNTiiAveGu . nosotros, etc.
[zimTÜkeYE . ellos, etc.
20. — Pasado remoto.
El pasado remoto se forma añadiendo á las flexiones que
acabamos de examinar la característica de pasado 71 ó a7i y
sustituyendo la I de las terceras personas por z. Las flexio-
nes acabadas en lie toman a??.; por ejemplo: nüke, nükian,
lüke, lükian, y lo mismo las acabadas en f; por ejemplo;
LEIKET, zEiKEDAN;las restautcs 71; por ejemplo: neiko, neikon;
leikegü, zeikegün; neikezte, neikezien; leikoye, zeikoyen.
V. — Supositivo del condicional.
23. Presente.
En la formación de este tiempo, ademas de las reglas ge-
5ÜC-
nerales de la pá^. 420, hay que tener presenten la?! qne
ísignen:
1." Cuando por la supresión del ke condicional vienen
á ponerse en contacto la ü del núcleo signiñcativo con una
sílaba c ó ¿/e, dicha \l se convierte en i y la i de ¡/c se elide:
de ZÜN//KE//E, bazüníe; de züntí/keyet, bazünt/et; de zunt/í-
KIE, BAZÜNT¿E.
2." Las flexiones que marcan en el tiempo origina-
rio (el presente del condicional) con z el plural objetivo,
lo marcan con tz en el actual tiempo derivado; de nei^tke,
BANEI¿^E; de leu'ket, baleií^at. Se exceptúan las formas en
que la sibilante precede á una dental: balei^tade de lei^:-
KEDE.
3." Las segunda y tercera persona de plural de la se-
gunda categoría introducen una a de ligadura después del
suíijo pronominal, y éste no está representado como en las
originarias, por la dental suave, sino por la fuerte: de zenei-
KE(7e, EAZENEI/cíDE; de LEIKEí/e, BALEI^fADE.
4." En la cuarta categoría la i del núcleo el se conso-
nifica al desaparecer ke y chocar con la o pronominal; de
neíko, bane?/o; de geneíko, bagene?/o. Son irregulares la se-
gunda y tercera persona de plural, bazenozie — bazenotzie,
BALEYUE — BALEiTZüE, quc procedcu, respectivamente, dc ze-
NEIKOYE — ZENEIZKOYE, LEIKOYE — LEIZKOYE.
5." La quinta categoría no admite la permutación de ü
en i del elemento pronominal que ofrecen algunas formas
del tiempo originario y por regresión íigura en el derivado
la gutural fuerte: así tenemos bazeneiM de zeneiZ-e^/ü y ba-
ZENElA-/<YE de ZENEIKEf//E.
6." La séptima categoría experimenta las mismas modi-
ficaciones que la cuarta; sus formas irregulares son: baze-
NEZIE = BAZENETZIE; BALEYIE = BALEITZEYE.
VI. — Optativo del Condicional.
27. Presente.
Este modo es también derivado. Sus dos tiempos so for-
man de las llcxioues del presente del condicional, despoja-
-527-
das de la característica J¿e, y de las del futuro conjetural
del supositivo del condicional, despojadas del prefijo ha, y
precedidas todas ellas de la característica a?", la cual origi-
na en las flexiones cambios iniciales. Ai ó acli debe de ser
uno de esos verbales modificativos de que nos ocuparemos
más adelante. A éste tiempo lo denomina Mr. Inchauspo
«votivo» y el Príncipe T3onaparte constituyo con estas for-
mas dos modos, á los que denomina «optativo del condicio-
nal» y «optativo del potencial condicional». Este modo pre-
senta la particularidad de que las flexiones no preceden al
nombre verbal, sino que lo siguen. Así no se dice ierusten
AIKÜNÜ «¡ojalá nosotros lo veamos!» sino ¡AndÍNÜ híhüsten!
He allí el motivo de que distribuya los siguientes paradig-
mas en distinta forma que los anteriores.
(i.) Flexiones ühjetivas.
(1." categoría).
Ojalá yo lo vea, los
vea
AINÜ .
. AINÜTÜ .
Ojalá tú, etc .
AITZÜNli .
. AITZÜNTÜ.
•i
Ojalá él, etc. .
Ojalá nosotros, etc.
AILÜ .
AIKÜNÜ •
. AILÜTÜ .
. AIKÜNTÜ -
f
/IKHUSTEN
•i
Ojalá vosotros, etc.
AITÜZNIE .
. AITZINTIE .
■]
Ojalá ellos, etc .
AILIE .
. AIL^^TIE .
1
Observaciones. En las cuatro primeras formas el núcleo
es ü y en las dos últimas i. En varias objetivo-plurales una
n epentética viene á incorporarse en el afijo pluralizador üt.
(ii) . — Flexiones ohjetivo'pronojninahs.
(2.*: «á mí»).
Ojalá tú me lo veas,
me los veas .
Ojalá él, etc .
Ojalá vosotros, etc.
Ojalá ellos, etc •
AITZENEIÍ.
AILEI?^.
AiTZINElfADE.
AILEIiÍADE.
AITZENEITZAÍ .
AlLEITZAÍ .
AITZINElZiÍADE.,
AILEIzfADE. .)
IKHUSTEN
—528-
Observacionos. La plurLilización personal está encomen-
dada á de', en las fle-Niones originarias llenaba este olicio la
e Sola: de aquí las combinaciones tzi = de, «vosotros»; l = de,
«ellos».
Ojalá yo te lo ven,
te los vea .
Ojalá él, etc .
Ojalá nosotros, etc.
Ojalá ellos, etc .
Ojalá yo le vea lo,
le vea los .
Ojalá tú, etc .
Ojalá él, etc .
Ojalá nosotros, etc
Ojalá vosotros, etc
Ojalá ellos, etc .
(;].": «á tí»),
AILELe.'i .
aiicenei^/í
ailelí/e .
(L\ «áél»).
AINEYO .
AITZE>ÍEYO .
AILEYO
AIKENEYO.
AITZENOZIE .
AILEY^E .
AINEI¿,^/¿ .
MhElt.Zil .
Aihmtzm .
AINETZO .
AITZENEITZO
AILEITZO .
AIKENEITZO
AITZENOTZIE
A1LEITZZ¿E
IKHUSTEN.
'IKHUSTEN.
Observaciones. En la ílexión aitzenotzie es pleonástica
la z pluralizadora que va después del afijo pronominal, pues
el sujeto «vosotros» estaba completamente representado por
tze — e: dicha ,2: sirve, en resumidas cuentas, para evitar el
hiato oi que de otra manera se produciría. La i del núcleo
ei se consonifica, como de costumbre, en la mayoría de las
flexiones, y el pronominal o se convierte en u en dos de
ellas.
(5.": «á nosotros»).
Ojalá tú nos lo veas,
nos los veas .
Ojalá él, etc .
Ojalá vosotros, etc.
Ojalá ellos, etc .
AlTZENEl/'' .
AlLElZ'i .
AITZ1NEi/m(YE
AILElA''YE .
AITZENEIz/ú/ .
AlLEIz/i/í, .
AITZlNEIz/./íVE
AlLElz/i''VE. .
nUlUSTEN.
-529-
(0.": «á vosotros»).
Ojalá yo os lo vea,
os los vea . . AmEizie .
Ojalá él, etc. . . AiLEme .
Ojalá nosotros, etc. ÁiKENEme
Ojalá ellos, etc . . mleizíb .
Ammtzie .
kiLF,itzie .
AiKE^mtzie
kiLEitzie :W. .
IKHUSTEN.
Observaciones.^ La tercera persona^ de plural está con-
traida; falta la pluralización de e; la forma íntegra sería ai-
LEIZIEYE ó AILEIZEDE.
i IKHUSTEN.
Ojalá yo le vea lo,
le vea los . . . aineys . . aineitz^ .
Ojalá tú, etc . . . aitziney^ . AiTZENEiTze
Ojalá él, etc . . . aileyc . . aileitz^ .
Ojalá nosotros, etc. aikeneys . . aikeneitzs
Ojalá vosotros, etc. aiizen^zie . aitzensitze
Ojalá ellos, etc . . ailey¿e . . aileitzéye
Observaciones. En la distribución del afijo pronominal
ésta categoría imita completamente á la cuarta. En las tres
personas de singular y primera de plural, la e pronominal
sirve de remate á la flexión; en la segunda y tercera va des-
pués del núcleo y 7i eufónica subsiguiente, dando ocasión á
que en la iiltima se convierta en i para evitar la reiteración
que originaría la presencia de la e pluralizadora personal.
Nótese cuan escrupulosamente está marcado el plural en
dicha tercera persona y cómo se diferencia de la singular:
AILEYE y AILEYIE CU lugar de AILEYETE, conscrvándose sus-
tancialmente todos los elementos constitutivos de la rela-
ción, aunque con transformaciones fonéticas.
(ni) . — Flexiones j^Tonommales.
(8.*; «á mí»).
Ojalá tú me veas .
Ojalá él, etc .
Ojalá vosotros, etc.
Ojalá ellos, etc .
AI7¿MNDUZÜ.
MU ¿¿NDÜ
Ain ÍÍNDÜZIE
AI?^MNDIE .
IKHUSTEN.
37
Ojalá
Ojalá
Ojalá
Ojalá
sao -
(9/: «á tí).
yo te vea . . mízíoitüt .
el, ote . . . Ai/^~if/iTÜ :
nosotros, etc. MtziuiTÜan
ellos, etc . . kitzmmE .
(10.*: «á nosotros»).
AiA-íiNTÜzii
AlAííNTÜ .
aiAíÍntüzie
aiá'ííntie .
IKHUSTEN.
Ojalá tú nos veas .
Ojalá él, etc . . •
Ojalá vosotros, etc.
Ojalá ellos, etc . ■
) IKHUSTEN.
^ (11.*: «á vosotros»).
Ojalá
Ojalá
Ojalá
yo os vea .
él, etc . . .
nosotros, etc.
ellos, etc . .
Aitzü^Tiei.
MtzüntiE.
Aitzi'mTieGV
Mtzimiie.
29. Futuro.
IKHUSTEN.
(i). — Flexiones objetivas.
(1.* categoría).
AINEZA .
AITZENEZA
AILEZA .
AIKENEZA.
AITZENEZE
AILEZE .
AINITZA .
AITZINTZA
AILITZA .
AIKINTZA •
AITZINTZE
AILITZE .
hKHüS.
Ojalá yo lo vería,
los vería . • •
Ojalá tú, etc. . •
Ojalá él, etc . . •
Ojalá nosotros, etc.
Ojalá vosotros, etc.
Ojalá ellos, etc . .
Observaciones. El núcleo eza aparece en esta su forma
íntegra V en las siguientes: iza, ez, iz, sufriendo \a m.orvov^-
Me\'^ny(\e\^ t del objetivo plural en miz, úz, üza.
La üex on s'objetivo-plurales prellorcn las íonnos en .
Í^.Serencia que se extiende á las dol af,o del su,eto: /. (,.)
tzi {zU).
(ii) . — Flexiones ohjetivo-jironominales.
(2."; «á mí»).
Ojalá tú me lo ve-
rías, me los verías. AITZINIZA.¿ . AITZINITZA¿ ¡
Ojalá él, etc . . . ailizaí . . ailitzaí . .)
Ojala vosotros, etc. aitziniza^/e . aitzinitzaí7e i
Ojalá ellos, etc . . ailizacZe . . ailitzaíZe
(3."; «á tí»).
Ojalá yo te lo vería,
te los vería . . ainiza^íí . , kminzktz'ú
Ojalá él, etc . . . kiLizkzü . . ailitza^^í¿
Ojalá nosotros, etc . aikiniza^w . kiKmnzktzü' ^^^'
Ojalá ellos, etc . . atliza^íe. . ailitza^^íe .
(4.^áél»).
Ojalá yo le vería lo,
le vería los -
AINIZO
. AINITZO . .
Ojalá tú, etc . . ,
AITZINIZO.
. AITZINITZO. .
Ojalá él, etc .
AILIZO. •
. AILITZO . .
Ojalá nosotros, etc .
AIKINIZO .
AIKÍNITZO. .
Ojalá vosotros, etc .
AITZINIZe^E
AITZNITZZ<E .
Ojalá ellos, etc .
AILIZWE .
AILITZÍ/E .
IKHUS.
(5.^ «á nosotros»).
Ojalá tú nos lo ve-
rías, nos los verías. AITZINIZA<7¿í . AITZINITZAí/íí .
Ojalá él, etc . . . kiLiZkgü . . kihiTZkg'd. .
Ojalá vosotros, etc. aitzinitzaí/íe . aitzinitzaí^íeI
Ojalá ellos, etc . . ailizaí/ie . . ailitza^íe
(6.": «á vosotros»).
Ojalá yo os lo vería,
os los vería . . AiNizA^ie. . kimizktzie .
Ojalá él, etc . . . kiLizkzíe. . kiLiiZktzie .
Ojalá nosotros, etc. aikiniza^/^ . kiKmiizktzie
Ojalá ellos, etc . . kiLizkzie. . kihiizktzie .
IKHUS.
UKHüS.
AlNIZtí
AlTZlNIZe .
AiLize. •
AIKINlZe
AlNITZe .
AlTZlNlTZe
AlLITZe .
AIKINITZÍ?.
AlTZlNlTZeYE
AlLiTZeYE
(J.": «á ellos»).
Ojalá yo les vería lo,
les vería los . -
Ojalá tú, etc. •
Ojalá él, etc. •
Ojalá nosotros etc • --^^
Ojalá vosotros, etc. a t
Ojalá ellos, etc . • ailizei.
(in.)--Flexiones ];)ronominales,
(8.": «á mí>>.)
Oialá til me verías . aw^ntzazü. .
ujaid lu AincNTZi . ■
Ojala el, etc . ■ • ^^^^^ie.
^íf Xet . ^-^-"''^ •
Ojala ellos, etc .
(9.": «á él»).
Ojalá ellos, etc . • ^^^^^
(10.': «á nosotros»).
Ojalá tú nos varias, m.™ .
Ojala el, etc . • • ^ • ^azie.
Ojalá vosotros, etc. au m
Ojalá ellos, etc . • a^^^^^^^
(11.": «á vosotros»).
Oialávo os vería. . aií^^^^z^t :
Ojala el, etc . • .w./^tzígü.
ojalá nosotros etc. a -^^^^^^^^^
Ojalá ellos, etc . • ^i^^'
AlKHUS.
'* 1
IKHXJS.
IKHUS.
IIKIIUS.
> IKHUS.
-«v.in qn consonante
Observaciones. La rl^valizadora ?/.. r^^;'^ ,3,,,,
inicial cuando estA ^^^^^l,^,,K.B, nuo MX^H-
-533-
III.
Recapitulemos ahora los elementos formativos de las fle-
xiones suletinas.
^. Elementos constitutivos.
Afijos ^personales ó del sujeto.
T, d «yo».
N , «yo».
Zü, tz'úy tz . , . . «tú».
Ze^ tze «tú».
Zijtzi «tú».
Gil., l'ü «nosotros».
G-e «nosotros».
Gi, Jci «nosotros».
Ke, hí «nosotros».
B . , «él».
Z «él».
L «él».
AFIJOS rnONOMINALES.
^, í¿ ..'... «á mí».
N «á mí».
Na «á mí».
Ne «á mí».
Zil, tzii , . , . . «á tí».
Zi, tzi «á tí».
Ze^ zi «á tí».
G^ít, Tiü «á nosotros».
Giy hi «á nosotros».
Ge. «á nosotros».
G «á nosotros».
Oy 11 «á él».
E, i «á ellos».
-534-
AFIJOS DE LA PLURALIZACIÓN PERSONAL
Y PRONOMINAL.
Te, de, e «varios».
Ye, e «varios».
COMBINACIÓN
DE LOS AFIJOS PERSONALES Y PRONOMINALES
CON SUS PLURALIZADORES.
Zí^e. . .
Ze, tzie .
Zii — ye, zá — e
Ze — ye, ze — e
Zí — ije, tzi — ye
Tzü-z-e . .
Tzi-de, tzi-ye,tzi-e
Tze — e . ,
Zii — ye, zü — e
Zie — tzie
Zi—e, zi—a (?)
Ze — ye, zí — ye
Be—e. . .
Ze — ye, ze — e
L — ye, I — e .
L — de
«vosotros».
«vosotros».
«vosotros».
«vosotros».
«vosotros».
«vosotros».
«vosotros».
«vosotros».
«á vosotros».
«á vosotros».
«á vosotros».
«á vosotros».
«ellos».
«ellos».
«ellos».
«ellos».
AFIJOS DE LA OBJETIVACIÓN.
•{^) ^ «lo».
Ut «varios».
7j, tz «varios».
NÚCLEOS SIGNIFICATIVOS.
i' 1
I . «haber».
El .)
-535—
E .
Ai.
Eza
Ez,
Tza.
Tz .
B.
«haber».
-Elementos característicos.
z! ' Del presente de
• ■ ■ ■ * ' ' indicativo.
j Del pretérito im-
T-,. '/perfecto de indi-
j^ (cativo, del modo
/condicional y de
^ isu optativo y su-
Eza^ ez jpositivo.
Iza, iz /
Eza \
Ez i
Iza [Del modo sub-
Iz ...'.. .[ jimtivo.
Tza
Tz '
7^ jDel modo impe-
Tza '. ;.*.": :' "^*^^°-
■L^ ) Del modo poten-
Eza . 1 ^
rp^ cialysu supo-
j SltlVO.
-53C-
AFIJOS.
Ke, Jií, h ¡Del futuro.
ii'e, /t¿, h ¡Del potencial.
Ke^k }Del condicional.
Kian, Iden . . . .(Del pasado remo-
Ke — n j to del condic.
Kian |Del pasado remo-
lí— n, hi — R . . .i to del potenc.
iV, an ¡Del pasado.
N ¡Del subjuntivo.
Ba ¡De lossupositiv.
Ai ¡Del optativo.
(^, Elementos estéticos.
A ¡De ligadura.
^ /
y, íZ (Eufónicas.
xY ...... .)
Y [Epentéticas.
Tz ¡Pleouástica.
-537-
CAPÍTULO XVII.
EL TRATAMIENTO EESPETUOSO DEL TRANSITIVO SULETI- O. CONJU-
GACIÓN SENCILLA DE LOS VERBOS SULETINOS TRANSITIVOS.
I.
La combinación de los nombres verbales, dentro de cada
dialecto, es siempre igual; voy, por lo tanto, á concretarme
ahora á dar las flexiones del tratamiento respetuoso pura y
simplemente, especificando los tiempos y modos á que per-
tenecen. Marcaré con un guarismo (1, 2, 3) la persona
á que corresponden, y con una inicial (S. P.) el nú-
mero; en cuanto al significado, es imposible marcarlo
en castellano correcto, porque entra el pronombre que
representa á la persona con quien respetuosamente es-
tamos hablando en la fórmula verbal; en la primera
persona singular del presente de indicativo, la traduc-
ción «yo te lo he» correspondería con alguna aproxima-
ción á la flexión euskara; pero está muy lejos de ser exacta,
porque zu no es «tú» y además resulta idéntica á la traduc-
ción de la primera persona de la tercera categoría del trata-
miento indeterminado. Si dijésemos, con exactitud de
otra especie, «yo se lo tengo á Vd.», aparecería un ele-
mento reflexivo que para nada figura en el original.
Del inconveniente de traducir zu por «tú» ya he ado-
lecido en toda la exposición del verbo bascongado que has-
ta ahora llevo hecha, pero ha sido por no andar por cami-
nos más embarazosos, y á la postre, menos exactos tocando
á otros puntos. Las flexiones que ahora doy, cuando van so-
solas, significan «haber» en el presente y pretérito imperfec-
to de indicativo; en todos los demás tiempos requieren para
tener ese significado su combinación con el verbal ükhan.
El tratamiento respetuoso está constituido por flexiones
en las cuales se ha incorporado el pronombre ziL
I. — Modo indicativo.
1. PRESENTE.
1." categoría. S. 1, di^^t — diti^/7t: 3, mzü — diti^¿¿. P. di-
38
- 538 -
¿í/íGÜ — DiTUííGu: 3, Dizie — DiTi^ÍE. — '2." categoría. S. 3. dita-
zii — mzTktzlL P. 3, dita^/e — diztaí^'¿e. — 3/ categoría, caret}
— 4." categoría. S. 1, dio^íít — -Diotz'úT. 3. dio^/¿ — ditzo^ü. P.
1, dio^//'"gíí^ditzo<;/7gü: 3,dio-ó'Je — ditzo^-íe. — 5 '^ categoría. S.
3, 'Diki'izü — mzJi-utzif. P.3, diA/'^/e — mzl-iff. zíe. — G." categoría,
caret. — 7/ categoría. S. 1, die^IIt — ditze^íít. 3, pie^/í — di-
TZEZÜ. P. 1, DlE.í'/íGÜ DITZE£'/ÍGÜ: 3, DIE^'/e DITZE¿¿E. — 8."
categoría. S. 3, mzii. P. 3, mzÍE. — 9.'' categoría, caret. — 10"
categoría. S. 3, gitis'//. P. 3, citizíe. — 11.% caret.
Observaciones. El análisis, que ya practicamos, de las fle-
xiones del tratamiento indeterminado, nos permite hacer-
nos inmediatamente cargo de la economía de éstas flexio-
nes respetuosas, las cuales están formadas con toda regula-
ridad. Algunas de ellas se confunden con ciertas formas
guipuzcoanas que expresan otras relaciones; pero dentro
del verbo suletino están bien diferenciadas, generalmente.
El núcleo es constantemente /. Los afíjos personales, los
pluralizadores y los pronominales son los que ya conoce-
mos: t, ??, gü, lU, zü, e, o, e, it y z.
2. — Imperfecto.
l.'^ categoría. S.1,ni-2:/^n — niti^/ín: 3, zl2;¿7n — zuizi'm.F. 1,
GiNi^iJN — ginti^íín: 3, zi^¿ÉN — ziTi4;¿EN. — 2." categoría. S. 3, zi-
TA^MN ZIZTAf^í/^N. P. 3, ZITADA¿'¿í?N — ZIZTAf-c/EN. 3.'^ Carct.
— 4." categoría. S. 1, nio.^'//n — nitzo^/ín: 3, ziozl'm — zitzo^-I/n.
P. 1, GiNio^//N — GmTzozi'm: 3, ziozícs^ — zitzo^zen. — 5.» cate-
goría. S. 3, ZIKÜ^ÍÍN — ZlZKXltza'A. P. 3, ZIKÜ2r¿EN ZIZKÜ^^ÍEN.
— 6.» categoría, caret. — 7," categoría. S. 1, nie^//n — mtze-
Zim: 3, ZIE,c'/íN— ZITZE-i/'N. P. 1, GINIEí-í/N — ginitze.í/^n: 3,
ZIEE.?¿EN ZIETZE¿f¿EN. 8." CatcgCría. S. 3, NlNDI-s/íN. P. 3,
NiNDir/EN. — 9." categoría, caret. — lO."* categoría. S. 3, ginti-
zü^. P. 3, ginti^¿'en. — 11." categoría, caret.
Observaciones. Nótese que las flexiones objetivo-plurales
no corresponden siempre exactamente en su forma oxtorna
á las objetivo-singulares, ya por la presencia del fz (]ue en-
1 8u usan las do la a.'» catoRoría quo ya conocüiuos, y lo luismo buuudo uii luh il> u
faltan.
—sao
contramos en varias del tratamiento indeterminado, ya por
haber experimentado alguna contracción. Y ésta observa-
ción se aplica á las flexiones del presente.
7. — ^Fiitm^o presente.
!.'■' categoría. S. 1, dike^íít — ditike^/ít. 3, dikezu — ditike-
dl
P. 1, DIKE,e77GÜ = DITIKE^/(fGÍÍ: 3, mKEzie — bitikepjíe. — 2.
categoría. S. 3, dikeda^/í — mzKEDktzíi. P. 3, dikeda^^e — diz-
keda^'^/e.—S." categoría, caret.—4.'' categoría, S. 1, dikio-
ZUT DITIKI0^/7t: 3, DIKI0>7>' DlZKlotzlL P, 1, DIEIO,ri/GÜ — DI-
tikio^vVgü: 3, dikio^/e — ditikio^z'e. — S.'* categoría. S. 3, dike-
Giizii — BizKEGiitziL P. 3, dikegü^íz'e — DizKEGvtzm. — 6." Catego-
ría, caret. — 7^ categoría. S. 1. dikie^/^t — ditikie^/¿t: 3, di-
KlEzii — DniKIEZíL P. 1, mKIEZUGll DITIKIE^/íGÜ: 3, DIKIE^^E
— DiTiKiEá¿'E.— 8," categoría.. S. 3, nike.^/í.P. 3, nike^íe.— 9."
categoría, caret.— 10.'' categoría, S. 3, gitiee^w. P. 3, giti-
ke^íe.
11. — Potencial.
12. — Futuro presente.
1.* categoría. — S. 1,_dezake¿'«t — detzake^wt: 3, dizake^w
— DITEAKE¿77. P. 1, DEZAKE¿'«GÜ DETZAKE¿'¿7gÜ: 3, DIZAKE-
^¿e—ditzake^íe. — 2.^ categoría. S. 3, dizakeda^/í — ditzake-
DAtzü. — P. 3, dizakeda^íe — DiTZAKEDAf^^E. — 3." Categoría,
caret.— 4.^ categoría. S. 1, bizkkiozüt — ditzakioí^íít: 3, di-
ZkKIOZic DITZAKIOZÜ, P. 1^ DIZAKIO^/¿GÜ DITZAKIOií^/íGÜ: 3,
DIZAKIO¿:¿E~DITZAKIOZÍ^¿E.— 5." Catcgoría. S. 3, DIZAKEGÜ^¿7—
DiTZAKEGÜ^^íí. P. 3, mzAKEGiiziE — bitzá^egüízíe. — G.'' Cate-
goría, caret. — 7." categoría. S. 1, DiZAKíE^írr — ditzakie^^^^t:
3, DITZAKIE2'/¿ DITZáKIEtziL P. 1, DIZAKIE^ÍíGÜ DITZAKIE-
tzuGiv. 3, DizAKiE^¿E — DiTZAKíEÍ^cZE. — 8." Categoría. S. 3, NI-
TZAKEZU. P. 3, NITZAKEZIE.— 9.^ Cavet.—lO.'' S. 3, GITZAKE^¿Í.
P. 3, gitzake^íe. — 11. "categoría, caret.
Observaciones. La única forma irregular es la objetivo-
plural de la 3.'' persona de la primera categoría, que formada
regularmente debía de ser ditzakezU en lugar de diteakezü;
- 540-
pero se quiso diferenciarla más de la segunda persona del
tratamiento indeterminado que es detzakezü, y se consi-
guió reemplazando el núcleo iza por ea.
14. Pasado próximo.
1." categoría. S. 1, nezake^^/V — netzake^^/^': 3, lezake^/í —
LETZAKEÍ^?7. P. 1, GENEZAKE^/' — GENEZA/>-eí¿/¿: 3, LEZAKE^í/e
letzakeí^/e. — 2." categoría. S. 3, lizakeda,jv7 — litzakeda¿^/¿:
P. 3, LiZAREDA^-Ze — litzakeda/-3í¿e. — 3.^ categoría, caret. — 4."
categoría. S. 1, nizakio-^/í — ^nitzaktoí.2í/7: 3, lizakio^/¿ — litza-
KlOtzil. P. 1, GINIZAKIO^/¿ GINITZAKIOf^'/í: 3,LIZAKI0¿'/e LITZA-
Kio/^¿E. — 5.* categoría. S. 3, lizakegíU''7 — litzakegüí^/7. P.
3, LizAKEGÍi.2r/E — litzakegu^^t/e. — 6." Categoría, caret. — 7."
categoría. S. 1, mzkKiEzll — nitzakieí^/^: 3, lizakie-^¿7, litza-
KlETtzil. P. 1, GINIZAKIE,í/í GINITZAKIE¿^/¿: 3, LIZAKIEX'íE
hiTZkKiF.tzÍE. — 8." categoría. S. 3, nintzake^/^ P. 3, nintza-
KE^iE. — 9.* categoría, caret. — 10.'* categoría. S. 3, gin-
TZAKE^/¿. P. 3, gintzake^-íe. — 11." Categoría, caret.
15. Pasado remoto.
Valen las mismas reglas tantas veces aplicadas en la for-
mación de éste tiempo: sufij ación de 7i, y reemplazo de la
I inicial de tercera persona por z. Hay algunas formas que
no son del todo regulares: helas aquí: 2." categoría. P. 3,
zizakede¿7"en=zitzakedeíí.í'íen. = 4." categoría. S. 3, zeza-
Kio-^//N = ZETZAKiof^/VN. = 7.'' catcgoría. P. 3, zezakie^/en =
zetzakie/¿'¿en. = 8.''' categoría. S. 3, nentzake/^/Vn. P. 3,
NENTZAKiE-e7VN. = 10." categoría. P. 3, gentzake^/en.
Aunque son perfectamente posibles las formas correspon-
dientes á los dos tiempos del supositivo del potencial, son
inusitadas. El lector podrá formarlas con la mayor facilidad
si gusta est idiarlas desde el punto de vista teórico.
IV. — Condicional.
18. Presente.
1." categoría. S. 1, nike^/í — nitike-:/¿. .), like,:'' — litike-
—541 —
Zil P. 1, GmiKEzil GINTIKE^¿7: 3, LIKE^/e LITIEEá-^E. 2.*
categoría. S. 3, likeda-s^/í — LizKEDAtzil. P. 3, likeda^¿e — liz-
KEDA?^¿'¿E = 3.^ categoría, caret. — 4:J' categoría. S. 1, niko,^/í —
mzKotzü: 3, liko£¿7 — litziko/;.¿7 — P. 1, QjimKOzU — gintziko-
tzü. 3, LiK0/:?E — LiTziEof-eiE — 5." categoría. S. 3, likegü^ííÍ —
lAZKEQÜtzil. P. 3, LIKEGÜ,:7E LIZEEOÍlf-HE. — 6." CatcgOrkl, Cü-
ret. — 7/ categoría. S. 1, niee;íc7 — NizKE^r//. 3, liee^vV, lizke-
tzÜ. P. 1, GlNIKE^fí^— GINTZIKE/,r/í: 3, LIKE27E LITZIKEÍ^ÍE.
8." categoría. S. 3, NiNDiKEr?7. P. 3, kikdike^¿e. — 9." catego-
ría, caret. = lQ^ categoría. S. 3, gintike,?/^. P. 3, gintike^ze.
— ll** categoría, caret.
20. Pasado remoto.
En general, es regular la derivación de éstas flexiones;
hay, sin embargo, algunas formas que es preciso conocer
individualmente, porque de lo contrario resultarían vicio-
samente formadas. De lizkedatzü (forma objetiva plural de
la segunda categoría, tercera persona de singular), procede
ZITIKEDAZÜN, j de LIZKEDATZIE (id., id., tcrccra persona de
plural), ziTiKEDAziEN. Dc KiKozü — NIZKOTZÜ (primera persona
de la cuarta categoría), nikiozün — nitikiozün, y á éste tenor
las tres personas restantes: zikiozün — zitikiozün, ginikiozün
— GiNTiKiozÜN, ziKozíEN— ziTiKozíEN. En la 6." Categoría, de
LizKEGÜTziE, (obj.-plural, tercera persona plural), zitikegü-
ziEN. En la sétima categoría, se apartan de sus originarias:
ZIKEEZÜN — ZITIKEEZÜN, GINIKEEZÜN — GINTIKEEZÜN, ZIKEEZIEN
ZITIKEEZIEN.
En los tiempos y modos restantes el verbo suletino ca-
rece de flexiones respetuosas.
II.
El dialecto suletino posee también, verbos transitivos
dotados de conjugación sencilla; pero son muy pocos en
número, y en poco tiempo les pasaremos á todos revista,
JAKíN «saber»).
"542-
A. InDID ATI VO .
1. Presente.
(i). — Flexiones objetivas,
(1." categoría).
DAKIT . .
DAKITZAT .
yo lo sé, los sé
DAKIZÜ .
DAKIT Zil .
tú, etc.
DAKI . .
DAKITZA .
61, etc.
DAKIGÜ .
DAKITZAGÜ
nosotros, etc.
DAKIZIE .
. DAKITZIE .
vosotros, etc.
DAKIE .
. DAKIT ZE -.
ellos, etc.
Formas respetuosas.
DAKIZUT .
DAKIZÜ .
dakiziígU.
DAKIZIE .
NAKIAN .
ZENAKIAN.
ZAKIAN .
GENAKIAN.
ZENAKIEN.
ZAKIEN .
NAKIZUN .
ZAKIzilN .
GENAKIZUN
ZAKIZIEN .
DAKITZUT.
DAKIT ZU .
dakitzügíí
dakitzie .
2. Pasado.
(1." categoría).
nakitzan.
zenakitzan
zakitzan .
GENAKITZAN
ZENAKITZEN
ZAKITZEN.
yo, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
yo lo sabía, los sabía,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Formas respetuosas.
NAKITZllN.
zakitzUn .
genakitzun
zakitzien.
yo, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
I
Observaciones. El núcleo del pasado so diferencia dol de
J
-543-
igual tiempo y verbo del dialecto giiipuzcoaDo, en la inicial
del radical: ald en vez de eli.
8, Futuro.
(1 /' categoría.)
DAKIKET .
DAKIKEZil.
DAKIKE .
dakikegTu
dakikezie
DAKIKE .
DAKIZKET.
DAKIZKETZi'l
DAKIZKE .
DAKIZKEGÜ
DAKIZKETZIE
DAKIZKE .
yo lo sabré, los sabré,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Formas RESPETUOSAS. í'^^^-'^í: i "■'
DAKIKEZllT . DAKIZKETZLIT . yO, etC.
DAKIKEZil. . DAKIZKETZÜ. . él, CtC.
DAKiKEGÜzü . dakizkegíitzU . nosotros, etc.
DAKIKEZIE . DAKIZKETZIE. . clloS, etC.
B
-Condicional.
NAKIKE .
ZENAKIKE .
LAKIKE .
GENAKIKE.
ZENAKIKE.
LAKIKE .
1. Presente.
NAKizKE . . yo lo supiera, los supiera.
ZENAKIZKE . tÚ, etC.
LAKIZKE . . él, etc.
GENAKIZKE . llOSOtrOS, etC.
ZENAKIZKE '. VOSOtrOS, ctC.
LAKIZKE . . ellos, etc.
NAKIKEZU.
LAKIKEZll.
GENAKIKEZ 11
LAKIKETZIE
Formas respetuosas.
nakizketzu.
lakizketzU.
GENAKIZKETzll
LAKIZKE TZIE
yo, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
-5li-
2. Pasado.
NAKIKIAN .
ZENAKIKIAN
ZAKIKIAN .
GENAKIKIAN
ZENAKIKIEN
ZAKIKIEN .
NAKITZAKIAN
ZENAKITZAKIAN
ZAKITZAKIAN
GENAKITZAKIAN
ZENAKITZAKIEN
ZAKITZAKIEN
yo lo hubiera, los
hubiera sabido,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
FOEMAS KESPETÜOSAS.
NAKIKEZllN . NAKITZAKETZÜN. . yO, etc.
ZAKIKEzUn . ZAKITZAKETZÜN . él, etC.
GENAKIKEZIÍN GENAKITZAKETZÜN. llOSOtrOS, ctc.
ZAKIKEZIEN . ZAKITZAKETZIEN . ellos, otc.
C-
BANAKI .
BAZENAKI.
BALAKI .
BAGENAKI.
BAZENAKIE
BALAKIE .
■Supositivo del condicional.
1. Presente.
BANAKITZA .
BAZENAKITZA
BALAKITZA .
BAGENAKITZA
BAZENAKITZE
BALAKITZE :
si yo lo supiera, los
supiera,
si tú, etc.
si él, etc.
si nosotros, etc.
si vosotros, etc.
si ellos, etc.
Carece de formas respetuosas.
Erabil «hacer ir», «agitar», «llevar».
Este verbal solo posee los dos tiempos del modo indicati-
vo, poro con más categorías quo jakin, pues está en pose-
sión do las cuatro categorías pronominales.
—545—
j^ , Indicativo.
DAEAEILAT
DAEABILAZÜ
DAEAEILA.
DARABILAGLl
DAEABILAZIE
DAEABILÉ .
Observaciones
1. Presente.
(1." categoría).
PAÍIABILTZAT
DAEABILTZATZÜ.
DARABILTZA .
DABABILTZAGÜ .
^ DARABILTZATZIE
DARABILTZÉ .
3^0 lo agito, los agito,
tú, etc.
él, etc .
nosotros, etc.
vosotrcs, etc.
ellos, etc.
Es evidente el parecido de éstas flexio-
nes con las giiipiizcoanas. Se diferencian en el afijo plnrali-
zador objetivo t.?;; en el endurecimiento de la sibilante del
sngeto de segnnda persona, en la a eufónica que redondea el
núcleo ARABiL y en el afijo personal de tercera persona plu-
ral contraído, e.
DARABILAZUT
DARABILAZÜ .
DARABILAGÜZÜ
DARABILEZÜ .
(Indetcrmia.Klü)
WAEABILAZÜ .
WARABILA .
DAEABILAZIE
?ZARABILÉ .
Formas respetuosas.
. darabiltzatzüt .
daeabiltzatzü. .
daeabiltzagützü .
. darabiltzetzü. .
(8."; «á mí»).
(Respetuoso),
. caret.
. NAEABILAZÜ .
caTet
. NARABILEZÜ.
yo, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
tú me agitas,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
zarabiltzat
zarabiltza .
zaeabiltzagü
zaeabiltzé .
(9.''; «á tí»).
yo te agito,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
-54G-
(10.": «á nosotros»).
(Iiulclcrmiiiadu).
^ARABILTZATZÜ
í/ARABILA
í/ARABILTZAZIE
í/ARABILÉ
(Respetuoso).
caret.
GARABILAZil .
caret.
GARABILEZll.
tú nos agitas,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(11.'': «á vosotros»).
^ARABILTZATeT
^ARABILTZe
^ARABILTZeGU .
^ARABILTZÍ
yo os agito,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
NAEABILAN .
ZENARABILAN
ZARABILAN .
GENERABILAN
ZENERABILEN
ZARABILEN .
2. Pasado.
(1." categoría.)
NARABILTZAN
ZENARABILTZAN .
ZARABILTZAN
GENARABILTZAN .
ZENARABILTZEN .
ZAEABILTZEN .
yo lo agitaba, los
agitaba,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. Aparte de las diferencias que ésta cate-
goría comparte con la primera del presente en su compara-
ción con el verbal guipuzcoano, añade otras por su parte,
que son: núcleo arabil en vez de erabill y caractetística do
pasado aii y no e)i.
NARABILA-Sí^íN .
zarabila^//n .
GENARABILA-í'/VN
ZARABILE,?/'N .
FORMAS RESPETUOSAS.
NARABILTZA^//N .
zarabiliza^-z/n .
genarabiltzat^//n
zarabiltze^/^n .
yo, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
(Indelermiuadu).
?z/ndarabilazan
?1¿ndaeabilan.
7i?'ndarabilazien
??¿ndaeabilen.
-Sáí-
(iii) . — Flexiones pronominales.
{^.\ «á mí».)
(Hespeliioso).
caret .
NINDARABILA^aN
caret .
NINDARABILE.^¿EN
tú me agitabas,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(9.'^: «á tí),
,e¿NTARABILADAN
.eJNTARABILAN.
-^¿NTARABILAGUN
^¿NTARABILÉN.
yo te agitaba,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
(¡ndetcnninndo).
^íntarabilazUn
<7/ntarabilan .
^¿ntarabilazien
</¿ntarabilén .
(10.": «á nosotros»).
(rcspeliioso).
caret . . . .
gintarabila^s'Vn .
caret . . . .
GINTAEABILE,^¿EN .
(11.''; «á vosotros»).
tu nos agitabas,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
¿'¿NTAEABILeDAN
^¿NTARABILéN ,
S'iNTARABILeGliN
^INTARABILt'N .
yo OS agitaba,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
BRAMAN «llevar».
A • InDIC ATIV o .
1. Presente.
(i). — Flexiones objetivas.
(1.* categoría).
DARAMAT . . DARAMATZAT . yO lo llcVO, los IleVO.
—548-
DARAMAZU. . DARAMATZii . tÚ, etc.
DARAMA . DARAMATZA . él, etc.
DARAMAGÍl. . DARAMATZAGll. nOSOtrOS, OtC.
DAllAMAZIE . DARAMATZTE . VOSOtl'OS, etC.
DARAMK . . DARAMATZÉ . ellos, etC.
(iii.) — Flexiones pronominales.
(S.r
^ÍARAMAZU
7ÍARAMA .
71ARAMATZ1E
?IARAMÉ .
(9
^ARAMAT .
¿'ARAMATZA
;^ARAMAGlÍ
DARAMATZÉ
«á mí»).
tú me llevcas.
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
«á tí»).
yo te llevo,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. La 3." persona de singular tiene por final
el afijo pronominal tza usado pleonásticamente.
(10. «á nosotros»).
tú nos llevas,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos etc..
í/ARAMAZU .
í/ARAMA .
í/ARAMATZIE .
^ARAMÉ .
(ll.'^; «á V
CARAMA í^eT .
ZAHAUAtze
^ARAMA^^ÍlGU.
^ARAMA^^íJ
osotros») .
. yo os llevo.
. él, etc.
. nosotros, etc.
. . ellos, etc.
2. Pasado.
(1.** categoría).
NARAMAN . NARAMATZAN. . yo lo llevaba, los llevaba.
ZENERAMAN .
ZARAMAN
GENARAMAN.
ZENARAMÉN.
ZARAMÉN .
-5á9—
ZENERAMATZAN
ZARAMATZAN.
GENARAMATZAN
ZENARAMATZÉN
ZARAMATZÉN .
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(ni.) — Flexiones pronominales.
(8."; «á mí»).
7ieNDARAMAZUN
7ííndaraman .
?¿¿ndaramazien
?¿/ndaramén .
(.^9; «i
^¿ntaramadan
¿■¿'ntaraman .
^¿ntaramagiín
^¿ntaramén .
tí»)
tú me llevabas,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
yo te llevaba,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
(10.'': «á nosotros»).
tú nos llevabas,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
esotros»).
^ÍNTARAMéDAN . . 3^0 OS llcvaba.
^¿NTARAMeN . . . él, Otc.
2;¿NTARAMíiGÜN . . nosotros, etc.
0¿NTARAMeN . . . clloS, ctc.
-Imperativo.
^ZNTARAMAZUN
(/¿NTARAMAN .
(/¿NTARAMATZIEN
í/iNTARAMÉN .
(11.^ «á ^
ERAMAZü
(i.) — Flexiones objetivas.
(1.^ categoría).
ERAMATzü . . tú llévalo, llévalos.
-550-
DARAMALA. . DARAMATZALA . él, efcc.
ERAMAZIE . . ERAMATZIE . . VOSOtrOS, otc.
DARAMELA. . DARAMATZELA . clloS, ctc.
Observaciones. Las flexiones de la 3." persona son de im-
perativo únicamente por atribución, pues morfológicamente
consideradas son las formas conjuntivas del presente de
indicativo; en castellano liiy muchos verbos que carecen de
ciertas formas del imperativo y que las suplen con las del
subjuntivo.
(n.) — Flexiones jirononiínales.
(8/'': «ámí»)
6VÍARAMAZU .
/¿ÍIRAMALA .
e?^ARAMAZIE .
?ZaRAMELA .
tú llévame
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(9."; cá tí»).
^ARAMALA
CARAMELA
él llévete,
ellos, etc.
^í/ARAMAZU.
(/AR AMALA .
egAB,kHA7AE
í/ARAMELA .
(10.*; «á nosotros»).
. tú llévanos.
. él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
zMíkUktzeijk
^ARAMA^.Í'í'LA
(11.": «á vosotros».
. él lléveos.
ellos, etc.
EDUKi «tener», «contener».
-551—
A • Indicativo.
1. Presente.
(1." categoría).
DADÚKAT. . , DADÜZKAT . . yO lo tcilgO, loS tcilgO.
DADllKAZÚ . . DADÜZKATZLÍ. , tÚ, ctc,
DADUkA . . . DADÜZKA. . . él, ctc.
dadIíkagü . . daguzkagíi . . nosotros, etc.
DADÜKAZIE . . DADLIZKATZIE . VOSOtrOS, etc.
DADÜKE . . . DADÚZKE. . . ellos, etc.
Observaciones. Aquí se ha conservado, mejor que en gui-
puzcoano, la forma del núcleo adIík.
(iii.) — Flexiones 2^^' ono mínales.
(8.^: «á mí»).
. tú me tienes.
, . él, etc.
. vosotros, etc.
ellos, etc.
(9.''; «á tí))).
. yo te tengo.
él, etc.
. nosotros, etc.
, . ellos, etc.
(10.^; «á nosotros)))
í/ADÜKAzü . . tú nos tienes.
í/ADüKA ... él, etc.
í/ad'iíkazie . . vosotros, etc.
í/ADiÍKÉ . . . ellos, etc.
(11.; «á vosotros))).
¿íADÜKAÍeT . . yo te tengo.
?¿ADUKAZU
?ZADÍÍKA .
7Z^ADlÍKAZIE
«ADÚKÉ .
^ADUKAT .
^ADÜKA .
^ADÜLAGÚ
ZhBllKÉ .
-552-
-s-ADÜEe . . . él, etc.
¿TADÜKieGU . . nosotros, etc.
-^ADiiKc . . . ellos, etc.
2. Pasado.
(i.) — Flexiones objetivas.
(1." categoría).
NADIIKAN.
ZENADÜKAN
ZADÜKAN.
GENADÜKAN
ZENADÜKEN
ZADÜKEN
NADUZKAN .
ZENADÍIZKAN.
ZADÜZKAN .
GENADÜZKAN.
ZENADllZKEN.
ZADÍiZKEN .
yo lo tenía, los tenía,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(in.) — Flexiones 2)ronominales
(8."; «á mí»).
7ífNDADllKAZUN.
?¿¿'ndadükén
caret
?lZNDADlÍKÉN
tú me tenías,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(9.
^¿NTADUKAN
¿;¿NTADllKÉN
(/¿NTADiÍKAZUN
<7¿NTADÍIKAN
caret
<7¿NTADllKÉN
«á tí»).
. él te tenía.
. ellos, etc.
(10.": «á nosotros».)
tú nos tenías,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(11."; «á vosotros»)
^ZNTADllKEN.
-?¿NTADÍIKEN .
él os tenía,
ellos etc.
-553—
ERRAN «decir». En la sección correspondiente á la conju-
gación sencilla de los verbos guipuzcoanos, hablé del origen
probable de las flexiones del verbo esan ó erran, flexiones
tan contraidas y alteradas que, sino es por medio
de eslabones intermediarios, es imposible relacionarlas al
nombre verbal antedicho. Como contraste de aquella opi-
nión voy á citar la muy respetable de Mr. Inchauspe. «Es-
tos terminativos no pertenecen al nombre verbal basconga-
do. No es posible considerarlos como formas contraidas de
la conjugación regular, como son todas las formas irregula-
res. Provienen, evidentemente, del latín dicere, ó de las
lenguas románicas sus derivadas».^
A. Indicativo .
(I-)-
(InJe(erminado),
DIOT .
DIOZÜ
DIO ,
DIOGÜ
DIOZIE .
DIOYE
1. Presente.
-Flexiones objetivas.
(1." categoría.)
(Respetuoso).
DIO^¿¿T
caret.
DIO. zu
DIO^¿¿GlÍ
caret.
yo lo digo,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(Indeíermiiiado)
NIOAN
ZINIOAN .
ZIOAN
2. Pasado.
(i.) — Flexiones objetivas.
(1." categoría.)
(Respetuoso).
NIO^ÍíN .
caret.
T^iozim .
yo lo decía,
tú, etc.
él, etc.
(1) Le Yerbe basque, púgiua 458.
39
-554-
GINIOAN . .
. ginio^vVn. .
. nosotros, etc
ZINIOEN . .
caret.
vosotros, eto
ZIOEN . .
. zio^íen .
. ellos, etc.
Existen, además, algunas otras formas del mismo verbal:
DiOTZA «él los dice», zioTZAN «él los decía», diot^tüt (respetuo-
so) «yo lo digo á V.», dioziet «yo os lo digo», diotso «él le di-
ce lo», DioTSE «él les dice los», diotsae «ellos le dicen lo»,
EREAZll «dílo», ERRAZIE «dccidlo».
otros verbales poseen algunas ñexiones sueltas: egizu
«hazlo», EGIZIE «hacedlo»; emazü «dalo», emazie (ídádlo», inda-
zii «dame lo», indazie «dádmelo», lolizU «danos lo», igUzie
«dadnos lo».
Dije anteriormente que los verbales dotados de conjuga-
ción sencilla simultanean ésta con la perifrásica: hay que
señalar una curiosa excepción suletina. dakit «significa «yo
lo sé», pero jakiten dut «yo lo aprendo»; nakian significa
«yo lo feabía», pero jakiten nian «yo lo aprendía». Por lo tan-
to, no cabe la simultaneidad en este caso. Si se quiere usar
de JAKIN con el significado de «saber» en conjugación peri-
trásica, hay que echar mano del adjetivo verbal infinitivo, y
se dirá: jakinik dut, jakinik nían.^
Todas las flexiones de la conjugación sencilla, escepto
DioT, DiozU, etc., prefijan ha en el presente de indicativo,
menos cuando se emplean en sentido interrogativo: joha-
NEK BADAKi HELTu HizALA «Juau sabc quc tú lias llcgadü»:
¿HORREK ZER DAKI? «¿qué Sabc OSC?»^
La distribución del acento prosódico en el transitivo su-
letino está sujeta á mucha mayor diversidad que en el giii-
puzcoano. Daré las reglas que he formado recapitulando
mis observaciones de detalle respecto al tratamiento inde-
terminado.
Indicativo, presente y futuro. ='Rn tesis general el acen-
to va sobre la primera sílaba. Cuando hay dos /' en la
1 InchauBpe, Le Verbe Basque, pág. 450.
3 Id., pAg. 400 -La coiijufiacii'>n sencilla sulotiiia la ho sacado do la obra uioncioiíaiui, lui-
giuaH 440 A 40U.
—555—
flexión, pasa á la segunda de éstas: dutúgIi, dütúzü; ex-
ceptúanse las formas del futuro dütííkézü, zütUkégIi.^ Si la i
no forma diptongo con la e subsiguiente, toma el acento:
DÜTÍE, DÜzÍE, DiÍTiizÍE, gütíe, gütüzíe. No sc couforman á las
reglas dadas zütiét, zütiégíj. La o y la e pronominales van
acentuadas en el futuro, si forman parte de la última ó pe-
núltima sílaba de la flexión; se exceptúan déikozie =déiz-
kotzie, déikezie = déizketzie. Las relaciones «ellos á tí», «él
á vosotros», «ellos á vosotros»» con objetivo ó sin él, por lo
común poseen una misma forma verbal; en este caso
se distinguen respectivamente acentuando la primera síla-
ba, la última, y pronunciando muy abierta la e final: déike-
ziE, DEIKEZIÉ, DEIKEZIÉ. Esta observacióu vale para todos los
tiempos y modos.
j7;?/>e?/ecfo. = Las flexiones objetivas acentúan la i; ex-
ceptúanse zünién = ziintién, zién = zütién. Las restantes ca-
tegorías acentúan la primera sílaba de la flexión, cuando és-
ta tiene dos, y si tiene más, la segunda; néyen, genéyen: ex-
ceptúanse zéitayen = zéiztayen, nUndIízién, güntUzién.
Subjuntivo, ¡presente. = 'Ei[ gvuTpo ie no forma diptongo, sal-
va excepción; no hay que olvidarlo para contar bien las sí-
labas. Distingamos las categorías. En la primera, llevan el
acento en la segunda sílaba la primera persona de singular
y plural y la segunda de singular; la tercera de singular en
la primera, dézan = dítzan; la segunda de plural en la penúl-
tima, DEZAZÍEN = DETZATZÍEN y la tcrccra en la final, dezén =
DiTzÉN. La cuarta y sétima categoría imitan á la primera,
pero se distinguen en que cargan el acento en la última en
la tercera persona de singular, dizón = ditzón, dizén = di-
tzén; porque ie forma diptongo en la segunda de plural,
vuelven éstas formas al principio más general de cargar
en la segunda: dizózien — ditzótzien, dizézien=ditzétzien.
En la segunda categoría el acento va en la penúltima,
escepto en la tercera persona de plural, dizadén = ditzadén.
La tercera, quinta y sesta cargan en la penúltima, distin-
guiéndose las formas iguales de la tercera y sesta con el
Las ú acentuadas son ü suletiuas, pero ha sido imposible marcar gráficamente en la
la letra el acento y la diéresis: téngase presente esta advertencia en todo el curso de
1.
misma
é»ta sección
-53C-
cambio de acento que ya conocemos, y que es el remedio
ordinario. La octava, novena y décima cargan en la prime-
ra y segunda persona de singular y plural la penúltima
sílaba, en la tercera persona de singular la primera síla-
ba y en la tercera de plural la última; y la undécima ca-
tegoría se ajusta á las precedentes, pero separándose de
ellas en acentuar la última de la tercera persona de singular.
Pasado. = Jjí{, primera categoría acentúa la primera sílaba
de las flexiones que tienen dos de éstas y la segunda de las
que tienen tres; en cambio acentúan la iiltima la segunda
persona de plural y tercera del mismo número. La segunda
y quinta categoría acentúan la "penúltima en el número
singular y la última en el plural. La torcera acentúa todas
las sílabas penúltimas de sus flexiones; la cuarta, sesta y
sétima las últimas, y las cuatro restantes categorías se por-
tan como sus correspondientes del presente.
Su2)ositívo del potencial. Conserva el acento donde lo lle-
van las flexiones de subjuntivo.
J7?Z;/jeríif¿/¿'c'. = Las flexiones que pertenecen á la tercera
persona de plural están acentuadas en la última sílaba; be-
zÉ, BizuÉ, Biz\GiÉ; exceptúanse la de la segunda categoría
BÍZADE = BÍTZADE. Las flexiones compuestas de dos sílabas
acentúan la primera de ellas si no están comprendidas en la
regla anterior: béza = bítza. Las de tres ó más sílabas la se-
gunda: izAGÚ zii, BizÁGÜ. La cuarta y sétima categoría acen-
túan la o y la e pronominales, sin hacer caso al lugar que
ocupen; bizó, bizk, izózie, izézie.
% Condicional. = Frésente. =^?. muy grande la variedad
que reina en la posición del acento prosódico de é^tas fle-
xiones. Primero me ocuparé de las siete primeras catogo-
rías. La cuarta y la sétima acentúan la última sílaba siem-
pre: NEiKÓ, GENEiKK, zeneikeyk, así couio también la segun-
da y tercera persona de plural de la primera categoría: zii-
nükeyé = ziiNTiiKEYÉ, LÍiKEYíí ~ líitükeyk. Las llexioues do
dos sflíibas acentúan la primera de ellas: ntiíe, li'ke. Las
de más de tres, la antepenúltima: zenéikede, gexkikezie,
etcétera. En cuanto á las de tres sflabas, se dividen en dos
grupos; uno, el menos numeroso, constituido por las flexio-
— 5;57—
nes de la segunda categoría, acentúa la penúltima, con la
excepción de la tercera persona de plural que acentúa la
primera, léikede = léizkede; el segundo grupo carga la fuer-
za de la pronunciación en dicha primera sílaba: nÉikezIi,
LÉiKEGiE, etc. Veamos ahora las cuatro restantes catego-
rías, advirtiendo, de paso, que ie no forma diptongo: la no-
vena categoría acentúa la penúltima síliba de todas sus fle-
xiones, en lo que le imitan la octava y décima, pero con
la excepción de hacer aguda la última sílaba de la tercera
persona de plural: níindükeyÉ, zUntlikíe, gIintiikeyé. La un-
décima categoría acentúa la penúltima sílaba de la primera
personado plural: ziiNTaRÉau; las otras tres flexiones aguan-
tan el acento en la sílaba ñnal.
Fasado. = í^n la primera categoría, las flexiones que tie-
nen i^ la acentúan: NaKÍAN = NliTUKÍAx; en la segunda, terce-
ra, quinta y sexta las flexiones de tres sílabas acentúan la
primera y las de cuatro la segunda: zÉikedan, genéikezün,
zÉiKEGUN, etc.: ie, en todas éstas flexiones, constituye dip-
tongo. En la cuarta y sétima, las flexiones de dos sílabas
acentúan la primera, las de cuatro la antepenúltima, y las
de tres la penúltima, excepto las correspondientes á la ter-
cera persona de plural que acentúan, también, la primera:
ZKIKOYEN — ZÉIZKOYEN, ZIÍIKEYEN = ZÉIZKEYEN. En la OCtava,
novena y décima, si hay i va acentuada, y las de cuatro sí-
labas sufren el acento en la penúltima: nündükézíin, züntlí-
KÍAN. En la undécima categoría no es la ¿ la acentuada, sino
la e que le sigue; las flexiones de tercera persona acen-
túan la última: züntlikiíídan, ziintükeyén.
Siij^ositivo del condicional. Sus flexiones se acentúan co-
mo las del tiempo del condicional del cual proceden.
Pote7icial = Futuro iwesente.-.- La primera categoría lleva
acentuada la penúltima sílaba de sus flexiones, excepto la
correspondiente á la tercera persona de plural: dezakezíe,
DEZAKEYÉ. Eu la scguuda y quinta categoría va acentuada
la penúltima sílaba de la segunda persona de singular y plu-
ral, la primera de la tercera de singular, y la última de la
tercera de plural; dizakedazíe, dizakegúzlí, dízakegü, diza-
kedé. En la tercera y sexta categoría, se acentúa la penúl'
tima silaba; ie forma diptongo: dizakkzíit, dizakkziet, etc.
En la cuarta y sétima sufren el acento los afijos pronomina-
les oye, menos en la tercera persona de singular que lo su-
fre en la i que los precede: dizakío, dizakíe. En la octava,
novena y décima se acentúa la penúltima sílaba, excepto en
la tercera persona plural que lo recibe en la última, pero
hay una excepción, pues la novena categoría lo conserva
en la sílaba antedicha: nitzáke, nitzakeyé, getzakezíe, zi-
TZAKÍE. La undécima categoría, acentúa las últimas sílabas;
esto no obstante, la primera persona de plural acentúa la
penúltima: zitzakiégU.
Pasado próximo ' = Menos las flexiones que corresponden
á la segunda y tercera persona de plural que acentúan la úl-
tima, todas las demás de la primera categoría llevan el acen-
to en la penúltima: nezáke, lezakeyé. En la segunda y quin-
ta categoría las flexiones de singular cargan la penúltima y
las de plural la última: zinizakédat, lizakegié. En la 3." y
sexta categoría van acentuadas todas las sílabas penúltimas:
NizAKÉzü, NIZAKEZÍE. En la cuarta y sétima los afijos prono-
minales: NizAKió, LiZAKiÉYE. En la octava, novena y décima,
la penúltima, á no ser que se trate de la tercera de plural,
que carga la última: nentzáke, gentzakÉzü, zentzakeyé. La
undécima acentúa la última sílaba de sus flexiones; existe
la excepción de zentzakiégii.
PasacZo ?-é'??zo/o.= En la primera categoría va acentuada
la i; las flexiones correspondientes á la segunda y tercera
persona de plural acentúan la última: nezakían, zenezake-
YÉN, ZEZAKEYÉN. La scgunda categoría acentúa la última sí-
laba de sus flexiones; la tercera persona de singular, la pe-
núltima: ziNiZAKEDÉN, zizAKÉDAN. La tercera y sexta cate-
goría acentúan la penúltima: zizakézün, ginizakézien. La
cuarta y sétima la o y e pronominales; las flexiones que
corresponden á la tercera de plural, la última sílaba: neza-
KiÓN, ZENEZAKIÉYEN, zEZAKioYKN, ZEZAKIEYKN. La quíuta Cate-
goría, la penúltima; la tercera persona de plural, la última:
ziNizAKÉGiEN, zizAKEGiKN. La octava y la décima categoría
establecen una división entre las flexiones de singular y las
do plural; aquellas sufren el acento en la penúltima; éstas
—559-
en la última: nentzakían, gentzakieyén. Todas las flexiones
de la novena categoría están acentuadas en la penúltima:
ZENTZAKÉDAN, zentzakíen. Dc la Undécima categoría, las pri-
meras personas de singular y plural acentúan la penúltima,
mientras que las terceras acentúan la última: zentzakiégUn,
zentzakeykn.
Optativo del condicional. — Voy regla general las flexio-
nes de éste tiempo conservan el acento en las mismas síla-
bas en que lo llevan sus tiempos originarios del subjuntivo
V del condicionaL
—500—
CAPÍTULO XVIII.
CONJUGACIÓN PERIFRÁSICA DEL VERBO BIZCAINO.
(Voz transitiva, — Tratamiento indeterminado.)
I.
La conjugación del verbo l)izcaino se separa de la de los
demás dialectos literarios mucho más que las de los de es-
tos entre sí. Los núcleos significativos que conocemos re-
visten formas nuevas, y por otra parte, el número de ellos
es mayor que el que usan los tres dialectos anteriores. Aiz-
kibel, en varios pasages de sus manuscritos, asegura muy
paladinamente que el verbo bizcaino es el que ha conserva-
do mejor las formas primitivas. En absoluto, es decir, con-
siderado el Yerbeen su totalidad, es insostenible éste aserto;
pero fijando la atención en ciertas y determinadas formas
únicamente, se puede admitir sin dificultad el parecer del
distinguido lexicólogo guipuzcoano. Las formas primitivas,
no me cansaré de repetirlo, no se encuentran en éste ó en
el otro dialecto, en una ó en otra conjugación, sino desigual-
mente repartidas por todos y todas. Para reconstituirlas es
preciso conocer perfectamente la evolución de los elemen-
tos fonéticos euskaros y haber hecho extensas é intensas co-
rrerías por el dominio de los dialectos populares.
Dentro de la gran, unidad del verbo bizcaino, se marcan
claramente algunas dilerencias que corresponden á comar-
cas y territorios del Señorío. Estas variedades son las que
el Padre Zabala llama eufonías bizcainas que, según dice,
son cuatro: las marquinesas, arratianas, centrales y oroz-
canas.
Consiste la variedad marquinesa en la permutación que
experimentan las vocales e, o, /, n al chocar con otras vo-
vocales; la e, al encontrarse con la a, o, i/, se muda en i]
la i que se roza con cualquiera otra vocal exijo la interpola-
—561—
ción eafónica de la / bizcaina; la u, en igual caso, interpola
una h; y finalmente la o se cambia en u antes de la a y de
la e; de lbik^an, dag¿an, begíbí, ziííaío resultan, en virtud de
las eufonías diohas, leík¿an, dagijan, cEGiyE, zinaijo; de da-
EOA, NINTZAKOEN, NIND.'ÍAN, D07A(E: BAliUÁ, NÍNTZ¿K/ÍEN, NINDU-
¿AN, DOZuZjE.
Variedad arratiana. Cambia la a qu3 constituye la últi-
ma sílaba de una flexión ó forma parte de dicha sílaba en e,
siempre que la vocal precedente sea i ó i¿, y se conserva la
permutación, una vez realizada, aunque la a que se trans-
formó, por li ibersele unido otras silabas, deje de ser final.
De DIPví/, NINTZr/N, DEUTSaT, DELTrt.T: Dille, NINTZíN, DEUTS^T,
deu^t; NINTZí?LAKO, DEUTSCDAZ, DEUCGU.
Variedad cjutral. Cambíala e y l;i i como las marquine-
sas y la (7. co;n ) li.^ arratianas. Da GEaNío^ííN, DAG¿VtN: geün-
K^eN, DAGiy'c'N.
Variedad orozcana. Usa las mism is permutaciones que
la centra], y además cuando la o roza con la a le hace me-
diar una />, y si á la u sigue a sin consonante interpuesta,
trueca ésta en /. De doa; Bohx. De nendu^n, ZENDuaN: nen-
duí'n, zex\du?'n. También muda en i la e que precede inme-
diatamente á otra e: baud^e, deuts^e, zar^^e: daud/e, deu-
' TS¿E, zár¿e/
La regularidad existente en todo el desarrollo de líis fle-
xiones bizcain:is es muy grande.
-Peimer tiempo matriz.
I. — Modo indicativo.
1. Presente.
(i) . — Flexiones ohjetíras.
(i." categoría).
yo lo veo, los veo.
tú. etc.
él, etc.
IKUSTEN'
(DOT
Ídozu
Dan
DOGU .
DOZUBE
DaBE .
DITUDA,^ .
DITUZU.2: .
DITU^ .
DITUGU^ .
DITUZUBE^.
DITÜBE¿' .
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
l Zabala. El verbo regular vascongado, págs. 5^ y 55,
-5C2-
Observaciones. El núcleo verbal es au en dos flexiones,
(puesto que la h de la 3." persona de plural es debida á la
consoniflcación de la u de a¡t) y o en las demás. La segunda
persona de plural lleva h eufónica para evitar el choque de
la u del sujeto con la vocal del pluralizador te que lia perdi-
do la dental. Las formas objetivo-plurales ostentan el verda-
dero pluralizador bizcaino del objetivo, el afijo z, pero en
concurrencia con el que ya conocemos it, que aquí es pleo-
nástico. Existen otras formas sin dicho pleonasmo: dodaz,
Dozuz, etc. ^
(ii) . — Flexiones ohjetico-j^ronominales.
(2^; «á mí»).
.Beusfkzv . DEüsfAzuz . tú mc lo ves, me los ves.
\Deust . . DEUs¿Az . . él, etc.
^^^^^^^jDezísÍAzuBE. DEUSÍAZUBEZ. vosotros, etc.
'DeustE . . deus/ez . . ellos, etc.
Observaciones. El núcleo es cus, sacado de eutsi, que sig-
nifica «tener», y que puede muy bien ser una simple varian-
te dialectal de euki. Estas flexiones no incurren en el
pleonasmo de la pluraHzación objetiva, concretándose al
sufijo z. La a inmediata al pronominal f «á mí» es de li-
gadura.
i}-]^; «á tí»).
ÍDEVtsUT . DEUtsUBAZ yO tc VCO lo, tc VCO lOR.
WEntsit. . DEvtsiiz. . él, etc.
"^^^^^^ DEUÍsiíGU . DEUís?íGUz uosotros, etc.
iDEUf&ZíBE . DEVtsUBEZ clloS, ctc.
Observaciones. La z de zu se ha convertido en la palatal
/spor influencia de la s del núcleo en su forma primitiva eiis:
DEuszuT se endureció en deutzüt, y luego, en virtud de las
preferencias fónicas del dialecto y de la mayor semejanza al
sonido originario, se trasformó en deutsut.
l, Vóaeo on lo» Apéndices la Bci-ci/m do vnviantoa corronroucHeutoij al vovbo blacftUO.
IKUSTEN
DEUTSrZT .
DEUTSílZU.
iDEUTSa .
jDEUTFíZCtU
DEUTSaZUBE
,EEUTSrE .
-56a-
(4/; «á él»),
DEUTSítDAZ .
DEUTSfíZü.
DEUTSrtZ .
DEUTsrmuz .
DEUTSaZUBEZ.
DEUTSf EZ .
yo le veo lo, le veo los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. El núcleo verbal es euts, forma más co-
rrecta, desde el punto de vista morfológico, qne eus; el ele-
mento pronominal «á él» está representado por a, excepto
en la 3." persona de plural en que se convierte en e, por asi-
milación al aíijo pluralizador te, que aparece despojado de
su dental. ¿CUíál es la causa de la alteración del pronominal?
Yo la encuentro en la asimilación que debió de tener lugar
en la forma objetivo-plural de la 1.'' persona: BEUTsaBaz en
vez de deütscdaz, de donde habría pasado á las restantes.
Según el Príncipe Bonaparte, de cuya opinión difiero, ts en
bizcaino es una característica del régimen indirecto en el
transitivo, que se aplica á las tres personas indistintamente
y precede á las letras ó sílabas pronominales o, a, t, gu, zii
e, zue, dando lugar á tso ó tsa, sf, sJiU, tsu ó s — zii, tse, tsiie
o s — Míe.
ÍDEUSZ?^ZU
IkUSTEN'DEUs/iZ¿.
ÍdEUsZ:¿/ZUBE
DEUSZ;¿/BE
¡BBVtsUBeT
(5.'' «á nosotros»).
. DEus/r?/zuz
. DEUS7>7/Z .
DEVsJiUZUBEZ .
DEUSA'ÍÍBEZ
(6.^ «á vosotros»)
tú nos lo ves,
los ves.
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
nos
DEu/5»B(?DAZ. yo OS lo veo, os los
\ veo.
iKUSTEN'DEu/sí/Be. . DEulsiiBez . él, etc.
DEvtsuBeGV . DEvtsuneGvs:. nosotros, etc.
[D'EvtsuBE . DEvtsuBeEz . ellos, etc.
I Le Verbe basque, pig. XI, nota 3.
- 501
Observaciones. Estas flexiones, atendiendo á la forma de
sus elementos, son contraidas, pero atendiendo al número de
ellos, íntegras. Faltaladentaldela pluralizadora, que produ-
ciría DEUTSUTET, DEUTSUTETE, ctc; SU vacío lia sido ocupado
posteriormente por la h eufónica, excepto cuando la plura-
lizacion se refiere al afijo sugeto: la forma deütsubebe resul-
taba demasiado desprovista de gracia, para ser admitida.
(7."; «á ellos»).
/DEUTseT . . DEUTSé'DAz . . yo Ics- Yco lo, les
veo los.
Ideüts^zu. . DEUTsezuz . . tú, etc.
ikusten/deutsí? . . DEüTsez ... él, ctc.
JDEUTSt'GU. . DEUTseauz . . nosotros, etc.
[DEUTsezuBE . DEUTsezuBEZ. . vosotros, etc.
\DEUTSé'E . . DEUTSeEZ . . clloS, ctC.
(ni.) — Flexiones iironominal es.
(8."; «á mí»).
,wozu , . . tú me ves.
|7?AU . . . él, etc.
ikustenI , ,
j?zozuBE . . vosotros, etc.
'?zABE . . . ellos, etc.
Observaciones. En cuatro flexiones, tres formas distintas
del núcleo; o, au y ah: éste es debido á la consonificación
de la ?/, por la inmediación de la e.
(9.^ «á tí»)
l^'aiTUDAz . . yo te veo.
-r UaiTUz . . . él, etc.
Ikusten ' , ,
;.'rtiTUGUZ . . nosotros, etc.
[-:aiTUBEZ . . ellos, etc.
Observaciones. Es verdaderamente curiosa la insistencia
con que la lengua bascongada viene marcando epentética-
mente un plural en las flexiones do ésta categoría. Las quo
ahora tenemos á la vista lo han redoblado: it ó tu y z.
-565—
(10.'': «LÍ nosotros»).
,gaiTvzvz . . tú nos vés.
IKUSTEN -í^^^"^^ ... él, etc.
l^rtiTuzuBEZ. . vosotros, etc.
'^rtiTUBEz . . ellos, etc.
(11.": «á vosotros»).
í^raTUBc^DAZ . . 3^0 os veo.
j^íiiTüBeGuz . . nosotros, etc.
f^rtiTUBc'Ez . . ellos, etc.
V Tiempos derivados.
IX. — Modo subjuntivo.
34. Presente.
El núcleo verbal del subjuntivo está sacado del verbal
EGíN «hacer».
(i.) — Flexiones objetivas.
(1.^ categoría).
ÍBagiBA-Ñ . D«(7¿DAZAN . yo lo vea, los vea.
VDCtgizVÑ . Dílí/i'züZAN. . tÚ, ctc.
T 'Daí7¿jAN . Daí7¿ZAN . . él, etc.
xKUSI' • .
iD(X/7/gun . Drtí7¿"GuzAN. . iiosotros, etc.
paí/izuBEN . DríY//züBEZAN . vosotros, etc.
\BkGJJen . . jyagijEZA^. . ellos, etc.
Observaciones. El núcleo es agi, con la permutación co-
mún de la vocal primera. El choque de la i con una vocal
cualquiera, orgánica ó fonética, requiere la interpolación de
la y bizcaina. La pluralización del objetivo está encomenda-
da á z, la cual se sufija con una regularidad absoluta delan-
te de la 71 característica del subjuntivo, provocando la pre-
sencia de una a de ligadura. Estas flexiones son, pura y sen-
cillamente, las de la conjugación no perifrásica de egin.
-506-
(ii.) — Flexiones objetivo- ijronominales.
(2.": «á mí»).
DAGIíÍAZUN.
IkusIíüagi /an .
Ídagií/azuben
[dagkZen .
dagií/azuzan . tu ino lo veas, me
los veas.
dagk/azan . . ól, etc.
dagkZazuiíezan. vosotros, etc.
dagiJezan . . ellos, etc.
Observaciones. Corresponden éstas flexiones enteramen-
te en sil formación á las guipiizcoanas, de las cuales se di-
ferencian en el núcleo y en la pluralización objetiva. La 3.°
persona de plural está contraída.
(3."; «á tí.)).
Ikusi
Ikusi
dagi^://dan
DAGI^Í/N.
dagi^z¿gun
dagi^ííben
/pagijodan
Idagijozün
'DAGNON .
DAGIJOGUN
DAGIJOZUBEN
DAGIJi/EN .
DAGi¿'?/DAZAN. yo te lo veu, te los vea.
DAGI-íZ/ZAN . él, etc.
DAGi^»GUZAN. nosotros, etc.
DAGI¿'¿/BEZAN. clloS, ctc.
(4.''; «á él.).
DAGIJODAZAN
DAGIJOZX^ZAN
DAGIJOZAN .
DAGIJOGUZAN
DAGIJOZUBEZAN
DAGIJIÍEZAN .
yo le vea lo, le vea los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
/DAGI^/íZUN.
IkusiWgií7//x .
/dagií/í/zuben
iDAGIf/Z/BEN.
(5."; '(á nosotros.))
. DAGií/// ZUZAN . tú nos lo vcas, nos
los veas.
. DAGI^i¿ZAN . . él, etc.
. DAGi//z¿zuBEZAN . vosotros, eto.
DAGIí/Z/BEZAN . clloS, ctc
-567-
DKGIZUBeDAlü
IKUSI (DAGlZUBe-Ñ .
|dAGI^?¿B(?GUN
DAGI^'WBeEN .
¡DAGIJWtíDAN.
jDAGIJZíeZUN.
IKUSI DAGIJZ/eN .
/DAGIJ^/eGUN,
[DAGUZíeZUBEN
DAGIJZíeEN .
(6.^; «á vosotros»).
DAGUl/BeDAZAN .
í ■ V"
í -
DAGI^?/BeZAN
DAGI2^Z¿B5GUZAN ,
DAGI^'WBeEZAN
(1."; á ellos»).
DAGIJ«eDAZAN .
DAGIJ¿¿eZUZAN .
DAGIJI/eZAN ,
DAGIJZ/eGUZAN .
DAGIJZíeZUBEZAN
DAGIJZi^eEZAN
yo os lo vea, os los
K vea.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
yo les vea lo, les
vea los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. Aquí la pluralización del primitivo ele-
mento pronominal o «á él» corrió á cargo de te. Pero como
según costumbre del dialecto bizcaino éste afijo pierde su
dental, resultó el choque de vocales oe, y su inmediata tras-
formación en ue. De DAGuoíeDAN provino DAGuoeDAN y lue-
go DAGijzíeDAN, origen, á su vez, del DAGuwBeDAN, etc., de
ciertas variedades.
(iii.) — Flexiones jíTonomimücs.
(8.''; «á mí»).
[«AGizuN . . tú me veas.
-r [/¿AGUAN . . él, CtC.
Ikusi/ ' , ,
pAGIZUBEN . vosotros, CtC.
//¿AGÜEN . . ellos, etc.
(9.'-^: «á tí»).
I^AGIDAZAN . yo tc vca.
-j- ^ I^AGizAN . . él, etc.
j^AGiGuzAN . nosotros, etc.
[4^AGIJEZAN . ellos, ctc.
-508-
(10.": «á nosotros»).
í/AGizuzAN. . tú nos veas,
él, etc.
T <7AGIZAN
ir/AGIZUBEZAN
Íí/AGIJEZAN .
vosotros, etc.
ellos, etc.
Übscrvíiciones. En ésta y en la aiitcrior categoría persiste
la pluralización redundante de los elementos pronominales
í7 y ^•
(11.''^; «á vosotros»).
Ikusi
¿rAGIJ6'DAZAN
J^AGUeZAN .
Í^AGIJ(?GUZAN
(«S^AGIJ^EZAN
yo OS vea.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
VIII. — Imperativo.
32. Presente.
(i.) — Flexiones objetivas.
(1." categoría).
egizuz . tú velo, velos.
Begiz. . él, etc.
^je^¿zuBE . egizvBEZ. vosotros, etc.
^BegijE . BegijEZ . ellos, etc.
Observaciones. También en este tiempo está tomado el
núcleo del verbal egin. Con este tiempo y los de subjuntivo
queda completa la conjugación sencilla de dicho verbal que
hoy conocemos.
(ii.) — Flexiones objetivo- pronominales,
(2."; «á mi»).
legizv,
-r jBegi
Ikusi -^
I
Ikusi
egiíZazu .
13EGIÍ .
egiíZazuce
begií/e .
egkZazuz.
begiJaz .
egic/azubez
beokIez .
tú véme lo, véme los.
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
-5G0-
Ikusi
ÍEGIJOZU .
/BEGIJO .
/egijozube
begijííe.
Observaciones. La 3.^ persona ele plural está contraída;
la forma íntegra es BEGiDetE.
(3/; «á tí.)).
Ikusi'^^^^'^"' • ^E^i-s^íz . él véate lo, véate los.
)begi^¿¿be . BEGi^z¿BEz. ellos, etc.
(4.''; «á él»).
EGiJozuz . tú vele lo, vele los.
BEGiJoz . . él, etc.
EGiJozuBEz. vosotros, etc.
BEGij^Ez . ellos, etc.
(5.**: «á nosotros»).
EGi^zízuz. . tú vénos lo, vénos los.
BEGií/z^z . . él, etc.
EGIÍ//ÍZUBEZ . vosotros, etc.
BEGIí72¿BEZ . ellos, ctc.
(6.": «á vosotros»).
BEGi<«Bez . él os vea lo, os vea los.
BEGiziiBeEz . ellos, etc.
(7.'; «á ellos»).
EGijzíezuz . tú veles lo, veles los.
BEGij^^ez . . él, etc.
EGiJz/ezuBEz. vosotros, etc.
BEGLJweEz . ellos, etc.
\EGiguzv .
|EGIí7?¿ZUBE
Iküsi
BEGI^ÍÍBE.
\ BEGI^Í¿Be .
/ BEGl4^¿¿Bé?E
Ikusi
rEQuuezv .
BEGime .
/EGIJ¿^eZUBE
'BEGIJMeE .
(^11-) — Flexiones pronominales.
(8.^:«ámí»).
wAGizu . . tú véme.
iKusí!"^^^' • • él, etc.
7^AGIZUBE . vosotros, ctc.
í^AGLjE . . ellos, etc.
40
-570-
(9.": «á tí.)).-
^AGiz . . él véate.
^^^^^i^AGiJEz . ellos véante. ,
(10.'*: «á nosotros»).
.^fAüizuz . . tú vénos.
-j. j^AGiz. . . él, etc.
^^^^^ Wagizubez . vosotros, etc. .
^í/AGiJEZ . . ellos, etc.
(11. '-i; «á vosotros»).
_ ( ^AGuez . . él véaos
I^'^'M^-AGiJé'Ez. . ellos, etc.
:-5:-3. Futuko.
Este tiempo, propio y exclusivo del dialecto bizcaino, se
obtiene uniendo la sílaba U, característica de futuro, a 1 is
Üexiones anteriores, yá por el procedimiento de la nicorpo-
ración, vá por el de la sufijación. El castellano no ha conce-
bido el'imperativo como un futuro; así es que es nnposible
dar la exacta traducción de este tiempo.
(i), — Flexiones ohjHívas.
{1." categoría).
lEGi/a'zu. . EGi/tCzuz . tú lo vcrás, los veras.
JDEGiAe . . BEGiA-(?z. . él, etc.
-^^^"^^ EGl/v6^ZUBE . EGlA-eZUBEZ. VOSOtrOS, Ctc.
(BEGlA-fE. . BEGl/.-í'EZ . clloS, ctc.
(ii,) — Flexiones ohjelívo-prononiinales.
(2.": «á mí»).
ÍEGI/.-Í3DAZÜ. . EGi/.rDAzuz . tú mc lo vcrás, mo los
\ verás
IkUSI BEGl/.-CT . . BEGl/.t'DAZ . . él, ctc.
IeGI/.X'DAZUBE . EGl/.X'DAZUBEZ. VOSOtrOS, otC.
*BEGl/.rDE . . BEGT/tPRZ . , olloS, otC
-571-
Ikuri^
(S."^; «á tí»).
EEGiZ-^zu . BEGiAezuz . ól to lo vorá, te los vevá.
BEGl/ví?ZUBE. BEGl/í-eZUBEZ. elloS, etc
(4.*^: «á él».)
EGl/.'/jOZU . EGl/r/jOZUZ .
Ikusi BE g i A' /jo .
JEGl/i'i.JOZUBE
iBEGl/vfjUE
begiHjoz .
EGl/r/jOZUBEZ
begi/.'/juez .
tú le verás lo, le ve-
rás los.
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. La trasformación en i de la e ele he, es un
nuevo ejemplo ele asimilación; aquí la vocal asimiladora es
la final del núcleo egí.
egi/.-íguzu .
Ikusi begiA'é'GU
/egi/i'^guzube
BEG1/16GUBE .
Ikusi
1 BEGl/iTZUBE
BEGI/^'é'ZUBEE
(S."": «á nosotros»).
, EGiZeGUzuz , . tú nos lo verás, nos
los verás.
, BEGi/iéíGuz . . él, etc.
. EGiA-eGuzüBEz . vosotros, etc.
. BEGl/i-CGUBEZ . elloS, Ctc.
(().": «á vosotros».)
BEGi/i-ezuBEz . él OS lo verá, os los
verá.
BEGl/rt^ZUBEEZ. clloS, ctc.
Observaciones, Como el dialecto bizcaino no teme al hia-
to, consigue distinguir varias formas plurales que otros con-
funden; así para «ellos á tí» existe la flexión begikezübe, y
para «ellos á vosotros» begikezubee, aunque la primera de
las nombradas es idéntica á begikezübe «él á vosotros». Esta
observación puede aplicarla el lector á otras muchas formas
de otros tiempos.
(7.'; «á ellos»).
^ ÍegiHjuezu . EGI/.-/JUEZUZ . tú les verás lo, les
Ikusi 1 verás los.
—572—
ÍbegiAíjue . . BEGi/»¿JUEz. . él, etc.
EGiZíJUEZUBE . EGl/jiJUEZUBEZ. VOSOtrOR, ctc.
BEGlA:ÚüEE . BEGl/./jUEZ. . ellos, ctc.
(iii) . — Flexiones pronominales.
(8.*; «á mí»).
NAGiAezu . . tú me verás.
j JNAGi/re ... él, etc.
^ ^ ÍNAGiZ-ezuBE . vosotros, etc.
NAGiAíE . . ellos, etc.
(9.'^; «á tí»).
T ^ZAGiZíz . . él te verá.
'zAGiA-éEZ. . ellos etc.
(10."; «á nosotros»).
GAGiZezuz . . tú nos verás.
'oAGi/i'ez . . él, etc.
ÍGAGi/iezuBEZ . vosotros, etc.
GAGiA'eEz . . ellos, etc.
(11.''; «á vosotros»)
-, zAGi/i'eEz . . él os verá.
(ZAGiAeEEz . . ellos, etc.
Observaciones. El desdén hacia el cuidado de evitar el
choque de ciertas vocales, y sobre todo su reiteración ,
está llevado en la 3.* persona phu-al de la categoría undéci-
ma, hasta el último límite: así es que figura en ella una e
triple.
II. — Potencial.
12. Futuro presente.
¿Cuál es el núcleo significativo de éste tiempo, y de su an-
tecesor en el orden lógico, el presento del potencial? lio
— 573 —
aquí una pregunta interesante. Mr. Van Eys en su (rrcM/zá-
tica comparada deY'iY.i e^io^tiemjyos de un verbal mclim)
ó (iedim) poder, cuyo emple.) como verbo independiente lo
ha conservado tan solo el dialecto bizcaino. ^ De las fle-
xiones primitivas dadit, dadizu, dadi, etc. formadas con
arreglo á los principios de la conjugación sencilla (dakit,
DAKizu, DAKi, ctc. dc jakin), SO derivarían, por contraccióu , las
del presente del potencial, y de éstas, por ministerio de ke,
las del futuro presente.
Diré de pasada que, hoy por lo menos, es completamen-
te desconocido en Bizcaya el verbal edin «poder», y que,
sino recuerdo mal (pues en el lugar en que me hallo al es-
escribir éstas líneas, me es imposible comprobar mi aserto)
ninguno de los Diccionarios y Vocabularios que poseo, in-
cluso el de Mr. Van Eys, traen esa palabra con ese sen-
tido ni con. otro. Pero de todas suertes, no es preciso ir
á buscar tan lejos la ex|'licación del potencial bizcaino. Así
como los otros dialectos literarios pidieron prestado al
izan transitivo los elementos que constituyen el núcleo del
tiempo en que nos ocupamos, el dialecto bizcaino, más cons-
tante y consecuente en ésta parte, continuó valiéndose del
mismo núcleo que figura en varias de las flexiones de su
indicativo y en muchas guipuzcoanas, labortanas y suleti-
nas de dicho tiempo. Como la característica del potencial
es Jí'e, le bastó echar mano de e^la: cualquiera compi-ende
que si DEZAKST, por ejemplo, significa «yo lo puedo», se debe
al KE, y nó al eza, ni á la concurrencia de ambos elementos.
Tomando, pues, el núcleo ai que ya conocemos}' el Jic carac-
terístico, se formaron las flexiones daiket «yo lo puedo», dai-
kedaz «yo los puedo», etc. Pero como ke es, á la vez, caracte-
rística de futuro, surgió la idea de separarla, y formar con el
resto de la flexión otras que fueran de presente, dait «yo lo
puedo)),'^DAiDAZ «yo los puedo». Así se explica también que
DAiKET, etc. posea hoy un doble significado de presente y fu-
turo.^ En mi opinión, las flexiones del futuro presente son
1 Pág. 219.
2 Véase, en prueba de ello, el sóptimo cuadro preliminar de El verbo del P. Bonaparte.
-571-
cronolügicaiiiente hablando, anteriores á las del presente;
sin embargo, en mi Cuadro general (pág. 357) las primeras
llevan el número 1'2 y las segundas el 11, lo cual se debe á
que la lógica lo exijía así. Pero como en el análisis de las
ñexiones concedo preferente atención á su forma y á su de-
senvolvimiento histórico, estudiaré en primer lugar el tiem-
po que aparece en el segundo en el Cuadro, ó sea, el futuro
presente.
]DAi7i'ezu.
IKÜSI DAll'e. .
/DAl/i'eGU.
ÍDAlA-eZUBE.
'daiA^e. .
(i). — Flexiones objetivas.
(1 ." categoría) .
. . DAlAeDAZ . . .
DAlZ'CZUZ .
DAiA'ez
DAl/i'^GUZ .
DAlAeZUBEZ
DAlJxeEZ ,
yo lo podré, los
podré ver.^
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(ii) . — Flexiones ohjetivo-iwonominales.
(2.*: «á mí»).
'Dkíliedkzv
IKUSI ( DAlJiCt . .
' DAlAerÍAZUBE
daiAcíZe .
ÍT^AihezuT
IKUSI ■pAiJcezn .
DAlJieZUGV
^DAlkeZUBI^
BAÚedAZVZ.
DAlAec^AZ
DAl/ieíZAZUBEZ
DAiledEz
{3.' «á tí»).
tú me lo podrás,
me los podrás ver.
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
DAil'ezuDAz . . yo te lo podré, te los
podré ver.
BAíJiezuz. . . él, etc.
DAiJcezuQVZ . . nosotros, etc.
DAih'ZKBEz . . ellos, ctc.
1 y también «yo lo i)Uoclo, Ioh imoilo voi»
-575—
jDAlA'ijOT .
iKÜSTBKlJdjO .
jDAlA-WOGU
[DAl/t/jOZUCE
(DAiJieguzv .
Ikusi DAiA;e<7ií' .
ÍBAiJceguzvBE
[DAiJcegiiBE.
(4.^ á él).
DAlZ;áODAZ .
daiA'Íjozuz .
daiHjoz .
DAlA'WOGUZ .
DAlA-iJOZUBEZ
DAlA'/jlíEZ. .
yo le podré ver lo,
ver los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(5.*; «á nosotros»)
Dkil-eguzüz . tú nos lo podrás, nos
los podrás ver.
Dxileguz . . él, etc.
DMl-eguzvBEZ, vosotros, etc.
DAiJceguBEZ . ellos, etc.
DMkeziíBeT
IKUSI ( BAihezuBe
(6."; «á vosotros»)
DAlJceZUBeBAZ.
yo os lo podré, os los
podré ver.
él, etc.
BkúezuBez .
DkiJiezuBeGV . DAiJi-ezuBeGVZ. . nosotros, etc.
DAiJieziiBeE . DAihezvBeEz- . ellos, etc.
iDAil-lmeT.
(?."; «á ellos»).
DAiJcimeDÁZ.
VDAihijuezv.
lKVSl{pAlliÍJUe.
lj)AlJcÍ3lieG\J.
i>AihÍ3uezvz:
DAihiJuez. .
DAlJil3UeGVZ.
BAiMmezvBE DAiJiiiuez\]BEz. vosotros, etc.
DAiMjueE. . DAiJimieEz. . ellos, etc.
yo les podré ver lo,
ver los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
Observaciones. Estas formas son contracciones de las
primitivas daikejoí6t; DAiKEJoíezu etc.
-S7C-
(iii.) — Flexiones ])ronominales.
(S.-^; «á mí»).
Ikusi
«AlA'CZU .
. tú me podrás ver.
iikihe .
. él, etc.
nAlA'éZUBE
. vosotros, etc.
nAiAeE .
. ellos, etc.
(9.';
«á tí").
¿rAl/i6DAZ .
. yo te podré ver.
ZkllitíZ
. él, etc.
zkikeGXiz .
nosotros, etc.
ZAlJiCEZ .
ellos, etc.
Ikusi
Observaciones. La z final es un afijo epentético de plura-
lización del elemento pronominal. Prosigue ésta categoría
manifestándose como las demás de su clase.
(10."; (íá nosotros»).
gxil-ezuz . . tú nos podrás ver.
T \gkil-ez . . . él, etc.
¡gkilezuBEz . vosotros, etc.
gkiJieEZ . . ellos, etc.
(11."; «á vosotros»).
zkiJceeBAZ . . yo os podré ver.
-r \zAiJieez. . . él, etc.
[zkúeeGVZ . . nosotros, etc.
zkiJieeEz. , . ellos, etc.
11. Presento.
Las flexiones de éste tiempo se forman muy fácilmente,
suprimiendo la característica l-e, de las del futuro presente,
lo cual dá lugar á algunas alteraciones fonéticas muy co-
munes.
-577-
/DAIT .
Idaizu
T ^DAI .
IkUSI'
IDAIGU
[daizube
\daije
(11)-
[daiíZazu.
IkUSI BAit . . ^
ÍDAir/AZUBE
■daiíZe
VDMZUT.
Ikvsídáizu .
[DAI^iíGU
^DA1^Z¿BE
DAIJOT. .
idaijozu .
Ikusi'daijo .
Idaijogu .
Idaijozube.
DALJZ¿E. .
Ikusi!í^aií7^zu.
(i,) — Flexiones objetivas.
(1/ categoría).
DAiDAz. . yo lo puedo, los puedo ver.
DAizuz. . tú, etc.
DAiz . . él, etc.
DAiGUZ . nosotros, etc.
DAizuBEz . vosotros, etc.
DAiJEz. . ellos, etc.
■Flexiones ohjetivo-'pronominales.
(2.*; «á mí»).
. DAif?Azuz. . tú me lo puedes, me los
puedes ver.
. daiíZaz . . él, etc.
. dai^Zazubez . vosotros, etc.
. daicZez . . ellos, etc.
(3."; «á tí»).
DAi^¿¿DAZ . . yo te lo puedo, te los pue-
do ver.
T)kizii7i . . él, etc.
DAi-^?íGuz. . nosotros, etc.
DAi^wBEZ. . ellos, etc.
(4.''; «á él»)
DAIJODAZ.
DAIJOZUZ.
DAIJOZ. .
DAIJOGÜZ.
DAIJOZÜBEZ
DAIJI¿EZ.
yo le puedo ver lo,
ver los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(5.*; «á nosotros»)
tú nos lo puedes, nos
los puedes ver.
• 41
IKUSIDAIí/MZUBE.
[DÁigUBE .
DMZUBeT .
-578-
Diijguz. . . él, etc.
DAi^wzuBEz. . vosotros, ctc.
DAi(7?/BEz. . . ellos, etc.
(G/; «á vosotros»).
DhIZUBeDhZ .
IKUSI ',DAI^?¿Be .
tDMZllBeG'ü.
\DMZUBeE .
DAIJi/eT.
VDAUUeZV.
IKUSI <DAIJ2/e. .
¡DklJUeGV .
[DAIJ?¿eZUBE
DAiJí^eE. .
DAI^?/BeZ.
DMZUBeGVZ .
DMZUBeEZ. '
(7."; «á ellos»).
DAI.J»^DAZ. . .
DAIJ?/eZUZ. .
DAIJ¿/eZ.
DAIJ?/6GUZ. . .
DAIJZ/eZUBEZ. .
DAIJZ/eEZ. .
yo os lo puedo, os los
puedo ver.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc. ,
yo les puedo ver lo,
ver los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
IKUSI
«AIZU.
;7iAi. .
/¿AIZUBE
y¿AiJE .
IKUSI
IKUSI
(iii). — Flexiones projwminales.
(8."; «á mí»).
. . tú me puedes ver.
él, etc.
. vosotros, etc.
ellos, etc.
(Q.'*; «á tí»)
. , yo te puedo ver.
. él, etc.
, . nosotros, etc.
ellos, etc.
(10."; «á nosotros»).
tjAizuz. . . tú nos puedes ver.
I/7AIZ. . . . él, etc.
^AizuBEZ. . vosotros, etc.
'r/AiJEz. . . ellos, etc.
¿AIDAZ ,
*AIZ. .
¿'AIGUZ.
'4ÍAIJEZ.
IKUSI
-579-
(11."; «á vosotros»).
I^AiJéDAz . . yo os puedo ver,
]zkuez. . . él, etc.
l^AueGUZ . . nosotros, etc.
'^AiJéEZ. . . ellos, etc.
(iii.) — Supositivo del potencial. .';
16. Presente.
Su derivación del presente de subjuntivo es del todo re-
gular, sin que sea preciso mencionar ni la más lijera excep-
ción.
VII. — CONSUETUDINABIO.
'Dar o ai. .
ÍDaroazv .
IKUSI JDaroa.
Daroaov .
DaroazvB.
DaroE.
30. Presente.
(i.) — Flexiones objetivas.
(1.a categoría).
. Da?'OaDAZ. .
ux\
Dfiroíizuz.
Daroaz .
DaroaGWÁ.
BaroazvEZ
DíiroEZ .
yo lo suelo, los suelo
ver. ■_■■_
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. El núcleo significativo es akoa, proce-
dente del verbal eroan. ^ Significa, actualmente, en el uso
común, «llevar». No es imposible que la idea de «lle-
var una cosa» haya producido la idea de ^ «tener costumbre
de ella,» aunque también cabe que antiguamente poseyera
un significado más próximo al que ostenta como auxiliar.
Eeoan es el factitivo (ó causativo) de joan «ir»^, y por lo
tanto, etimológicamente considerado, significa ' «hacer ir».
1. Zabala. El v«rbo regular vizcaíno, pág. 66.
3. Bouaparte, Remarques, etc. sur Mr. Abel Hovelacque, pág. 12.
-580-
De la coacción ejercida para que se ejecute una cosa, á
producirse la costumbre de ejecutarla, siempre que se con-
sidere al hábito como una coacción psíquica, no tropieza
el concepto significativo con ninguna imposibilidad que
cierre el paso á esa evolución significativa. En cuanto á las
flexiones en sí se notará el cambio común de la vocal ini-
cial del núcleo en a, y la contracción ordinaria de las 2." y
3.' persona de plural, que deberían de ser daroazute, da-
ROATE.
(ii.) — Flexiones objetivo-pronominales. '
(2."; «á mí»).
ÍDAROAíÍAZU. . DAROAíZazUZ.
ikusi daroaí.
IdaroaíZazue
'daroaíZe.
DAR0A¿<;?ÍT.
IKUSI 'DAR0A/-S?¿.
ÍdAR0AÍ2'?/GU
DAROA¿-i?WE.
daroaíZaz. .
daroaíZazuez.
daroaíZez. .
(3.''; «átí»),
DAROAiíZUDAZ.
DAROAÍ^ímUZ.
DAROAf^«EZ.
tú me lo puedes, me
los puedes ver.
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
yo te lo suelo, te los
suelo ver.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. El endurecimiento de la sibilante sue-
le estar justificado en las formas objetivo-plurales: aquí, en
las objetivo-singulares, no es otra cosa que un capricho
eufónico.
/daroaAot.
jdaroaAozu.
IKUSI JdaroaAo .
Jdaroa/i-ogu.
[daroaAozue
'daroaAoe.
(4."; «á él».
daroaAodaz.
DAROA/iOZUZ.
daroaAoz. .
daroa/oguz.
daroa/.ozuez. ,
DAROa/iOEZ.
yo le suelo ver lo, ver
los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
-58Í-
Observaciones.
la primitiva: residuo
«éste» .
La forma del elemento pronominal es
de KONi, recipiente del roncales kaur
DA^OÁgilZV.
IKÜSI DAE0Aí7?¿ .
rDkHOAgUZVE .
'daroaí/z/e. .
DA'ROAtzueT .
IKÜSI DAIlOAÍ^?/e. .
IDA'ROAtzUeGV.
DAROAtzneE. .
:DATXOAl-oeT. .
wahoaJiOczu .
IKUSI<DAROAAotí.
/DAROAA-OeGU .
[DAROA/iOeZUE
DAROA^'OeE. .
(S.**: «á nosotros»).
BA^OAgUZVZ.
'DA'ROAgUZ. .
DAROAí/i/ZUEZ,
DAROAí/WEZ .
tú nos lo puedes, nos
los puedes ver.
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(6.*; «á vosotros».
DAROAií^i/eDAz. . yo os lo suelo, os los
suelo ver.
DA'ROAtziiez. . él, etc.
DAROAÍ^-^eouz . nosotros, etc.
DAnOAtzueEZ. . ellos, etc.
((T.**; «á ellos»),
DAROA/i'OeDAZ. .
DAROA/voeZUZ.
DAB.Okli'OeZ.
DAROA/iOeGUZ.
DAROA/iOeZUEZ
DAROA^-OeEZ.
yo les suelo ver lo,
ver los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(ni.) — Flexiones pronominales.
(8.'^ «ámí»).
IKUSI
IKÜSI
[ííAROAZü .
. tú me sueles ver.
I^AROA. .
. él, etc.
J?1AR0AZÜE
. vosotros, etc.
7ÍAR0E. .
. ellos, etc.
(9.^; «á tí».
l^AROADAZ.
. yo te suelo ver.
Í-S^AROAZ. ,
, él, etc.
—58-2—
_ i^-AROAGUz. . nosotros, etc.
IKUSI \ 11 .
¡zKixoEZ. . . ellos, etc.
(10.*; «á nosotros»).
i'í/AEOAzuz. . tú nos sueles ver.
^.0.'^ --■ lEusir""*^- • • ¿■'«'o- ^
u/AROAzuEz. . vosotros, etc.
'í7AR0Ez. . . ellos, etc.
Observaciones. La z final de éstas flexiones es nn afijo
redundante de pluralización. Como en los estudios gra-
maticales sobre la lengua euskara reina, según lo tengo in-
dicado anteriormente, la mayor variedad en la terminolo-
"gía, liasta el punto de que, á veces parece en los distintos
autores que se habla de cosas diferentes, porque se las lla-
ma de diferente manera, considero muy importante unifi-
car el lenguaje científico. Por lo que á esta Gramática
se refiere, he de calificar con más constancia que hasta
ahora, destruyendo las sinonimias de la práctica, á los afi-
jos innecesarios para expresar la relación verbal de que se
trate, ,contres clases de nombres: redundante?, epentéticos y
pleonásticus.
1.° Afijo redundante es el afijo repetido que no es idén-
tico en su forma al primero, por ejemplo: la z de garoazu^".
G ha sido siempre plural, y es por lo tanto escusada la pre-
sencia de -í, que además es representante de un elemento
plural distinto de g.
2.° Afijo pleonástico es el afijo repetido que es idéntico
en su forma ó en sus funciones al primero; por ejemplo: la
z de GiNiTu-s^KE y la t de dizakedaí., Efectivamente, en el pri-
mer ejemplo z é it significan «los», y en el segundo t y d
«á mí».
3.° Afijo epentético es el afijo que primitivamente era
pleonástico, pero que en virtud de las modificaciones expe-
rimentadas por el primero, ha dejado de ser análogo á éste:
por ejemplo la it de zaitu «él te ha» y la z de zaitu^ket «yo
te habré». Z era primitivamente plural; así es que los plu-
ralizadores it y z reincidían en dicho plural, eran su pleo-
-583-
nasmo; pasó z á singular y los afijos despojados de la analo-
gía que á él los relacionaban, quedaron como elemento va-
no y sin valor: por lo mismo, les cuadra perfectamente el
calificativo de epentético.
(ll.*; «á vosotros»).
i'^ARoeDAZ. . yo os suelo ver.
Waro^z. . . él, etc.
IKUSI '
j^AEo^Guz. . nosotros, etc.
'^^ARoez. . . ellos, etc.
II.
Jl> Segundo tiempo matriz.
I. — Modo indicativo.
2. Pretérito imperfecto.
(I.)
Flexiones ohje
(1.* categoría
ti
vas.
/Ne^AN.
NITÍÍZAN.
yo lo veía, los veía
Iz ENDURAN
ZEND«ZAN. .
tú, etc.
le&AN . .
IKrSTEN/
GEND2¿BAN
ZIT¿6ZAN.
GEND^ZAN. .
. él, etc.
. nosotros, etc>
/zENDZÍBEN
ZEND2¿BEZAN.
. vosotros, etc.
\e5EEN . .
ZIT«BEZAN .
ellos, etc.
Observaciones. Consideradas en conjunto éstas flexio-
nes son muy irregulares, aunque conocido todo lo que llevo
dicho en el análisis verbal, es muy fácil darse cuenta de
ellas. Las examinaré recorriendo separadamente sus dos
grupos de objetivo-singulares y objetivo-plurales, a) j b).
a) La 1.* persona lleva por núcleo eu, cuya segunda vo-
cal se ha consonificado. La 2.^ difiere de la guipuzcoanaen
haber quedado como núcleo sólo la u, viniendo la interpo-
lación de la b eufónica á impedir el choque con la vocal sub-
siguiente, que es la a de ligadura, de nó preferirse ver en
ésta una trasformación de la e de la metátesis 2ie: la sérre
— 5B4-
de formas, en todo caso, sería zenduen, zenduben y zendu-
BAN. La 3." es la flexión primera, desprovista del preñjo del
sngeto 71, nó reemplazado por la z de los otros dialectos.
A éste propósito dice el P. Bonaparte; <da letra z que se
añade á la tercera persona de los tiempos pasados del in-
transitivo, igualmente que á los del transitivo con régimen
directo de tercera persona, letra que el bizcaino suprime casi
siempre, nó puede ser considerada sino como redundante
pura \ porque en vano se buscaría su razón de ser, ja eu-
fónica, ya gramatical. Los terminativos bizcainos como
ehan «él lo había», etc. prueban superabundantemente que la
z de la segunda persona, se ha unido á laterceraen los otros
dialectos por entrometimiento» ^. Sabido es que el resultado
de mi análisis no me permite aceptar ésta respetable opi-
nión. La 1.* persona del plural está calcada sobre la 2."
de plural, lleva el mismo núclo u y presenta la consabida
elisión de ¿ y la subsiguiente incorporación bizcaina de la
¿eufónica; la 3.* esreductible á la 8." de singular pues es
ésta más la pluralizadora e (te) y la permutación de la a de
ligadura que la precede en e, por asimilación.
b) La 1.* persona está sacada del guipuzcoano, pero se
halla pluralizada objetivamente á la bizcaina con z pleo-
nástica, y lo mismo les acontece á las 3.^^ de ambos núme-
ros. La 2." de singular y la 1." de plural proceden, igual-
mente, del guipuzcoano, pero nó de las objetivo-plurales,
sino de las objetivo-singulares, de las cuales difieren por la
pluralización del objetivo.
(ii) — Flexiones ohjetivo-i^ronominales.
(2."; «á mí»),
iZEUSÍAN .
. zeusíazan. .
tú me lo veías, me los
veías.
IKÜSTEN EUSÍAN. .
. eusíazan. .
él, etc.
jzEUSteN .
. ZEUSteZAN. .
vosotros, etc.
[eüsíen. .
. eus^ezan.
ellos, etc
1. Las letras roduuclantos del Piínciiio equivalon, gouoraliuonto, k mis opoiittHloas,
8. Le Verbo basque, pi'ig. XXIII,
-585-
Observaciones. La 2/ y 3." persona de plural están
contraidas por eufonía: zeustaten, eustaten.
NEU/6'?/N .
IKUSTEN EU/5?m .
/gEUN¿6-?/N.
EU¿5Í/BEN.
(3/; «á tí»).
NEu/szíZAN, . yo te lo veía, te los
veía.
Eu/swzAN. . él, etc.
GEUNifsiíZAN . nosotros, etc.
EU¡fS2¿BEZAN . clloS, ctc.
Observaciones. La traSformación de la sibilante dental
de zu en Li palatal /,9, se ha producido por influencia de ens'.
ya lo expliqué anteriormente.
jNEUTfrtN .
jZEUNTSíZN.
IKUSTEN' EUTSrtN. .
GEUNTSaN.
ZEUNTSí'EN.
EU^^S^EN .
[ZEUS^VÍN .
IKUSTEN EUSA-I/N. .
/zEUS/i-i/BEN.
'EUs/vWBEN.
¡NEUÍSWBeN.
IKUSTEN EU2fs?¿BeN.
jGEUNÍSZíBeN
eu^siíb^en:
(4.": «á él .)).
NEUTSfYZAN.
ZEUNTSr^ZAN.
EUTSíZZAN. .
GEUNTSílZAN. .
ZEUNTSCEZAN. .
EUTS3EZAN.
(5."; «á nosotros»).
, ZEUSA-?ÍZAN.
. EUSA-«ZAN. .
, ZEUSA:«BEZAN. .
EUS^ZtBEZAN. .
(G.*"; «á vosotros»).
NEUiíSWBeZAN. .
EUZ'5?¿BeZAN .
, GEUNÍ£t¿BeZAN .
, EU¿5WBeZAN .
yo le veía lo, le veía
los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
tú nos lo veías, nos
los veías,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
yo os lo veía, os los
veía,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
-5tíG-
/NEUTSeN .
IZEUNTSeN.
IKUSTEN\EUTSeN. .
ÍGEUNTSeN.
ZEUNTSeEN.
VEUTSeEN .
(7.*; «á ellos»).
NEUTSeZAN .
ZEUNTSeZAN,
EUTSeZAN. .
GEUNTSeZAN.
ZEUNTSeEZAN
EUTSeEZAN .
yo les veía lo, les
veía los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. La 2." y 3." persona ele plural se con-
funden con las mismas personas de la 4." categoría, nó por-
que primitivamente dejasen de estar bien diferenciadas, si-
no porque la vocal de la pluralizadora personaUe obró poste-
riormente sobre la a pronominal, asimilándosela.
(ni.) — Flexiones-pronominales.
(8.*; «á mí»).
IKUSTEN<
iWiNDUZUN.
m'NDUBAN.
tú me veías.
él, etc.
J7WNDUZUEEN . vosotros, etc.
\7Z4NDUBEN. . cUoS, etc.
Observaciones. El núcleo vuelve á ser u.
(g.'*; «átí»).
(-2r¿NDUDAZAN . yO tc VCÍa.
IKUSTEN
^¿NDUZAN.
p¿NDUGUZAN
^¿NDUBEZAN
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
(10.**: «á nosotros»).
<7/NDUZUZAN,
IKUSTEN
^¿NDUZUBEZAN
^¿NDUBEZAN.
tu nos veías,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. Estas flexiones presentan una doble re-
dundancia pluralizadora en cíindu^ü.:an, etc.
—587—
(11.": «á vosotros»).
IKUSTEN
^^NDUBeDAZAN
UíNDUBeZAN .
I^ÍNDUBeGUZAN
^¿NDÜBeEZAN.
yo os veía.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
BB
-Tiempos derivados.
NéNí/^JAN.
jZeNí/íJAN
IKUSILe^/jAN.
loeNíz/jAN
(zeNí/ÚEN
35. Pasado. •
(i.) — Flexiones objetivas.
(1.* categoría).
. NeNí/iZAN. .
ZeN^lZAN.
L6í7¿zan.
GeN<7¿ZAN.
ZeNí7¿JEZAN
Leí/í'jEZAN.
yo lo viese,
se.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
los vie-
Observaciones. El micleo significativo es egi, qne sufre
en la mayoiia de los casos la desarticulación de sus compo-
nentes por causa de la interpolación de n. Yo atribuyóla
presencia de éstas, á la influencia que ejerce el ¡iretérito
imperfecto en los demás tiempos formados con arreglo á su
tipo. Cuando se ven sacrificados amenudo elementos signi-
ficativos y tenazmente conservados otros que hasta ahora
parecen de puro adorno, aun después de disipadas las exi-
gencias estéticas que produjeron su razonable empleo, hay
que convenir en que las lenguas, como los hombres, se
enamoran de lo superfino .
(ii.) — Flexiones ohjetivo-yronominales.
(2.*; «á mi»).
[zengicZan. . zengiíZazan.
IKÜSI'
LEGIÍÍAN
legiíZazan
tú me lo vieses, me
los vieses.
él, etc.
\ ZENair/EN.
IKUSI , 7
NENGLr?/N.
IKUSI (LEGI-2:?¿N .
GENGI<^¿<N.
LEGIá^ííBEN,
NENGIJON .
IzENGIJON .
iküsi'legijon .
Igengijon .
zengijí^en.
XEGIJííEN .
iküsiIlegi(7?/n .
'zengií/z/ben
legií//íben.
NENGI^?/BeN
IKÜSI ^LEGI^WB^N.
lGENGI^?¿Bé'N
'LEGI¿;«BeEN
IKUSI
NENGIJ?¿CN.
ZENGIJÍÍCN.
— 5b8-
zengkZezan. .
legií?ezan .
(3.^ «átí»).
NENGI^¿¿ZAN.
LEGI-^;¿ZAN . .
GENGI^Í¿ZAN .
LÉGI^ÍÍBEZAN .
(á."; «áél.)).
NENGIJOZAN .
ZENGIJOZAN .
LEGIJOZAN. .
GENGIJOZAN .
ZENGIJ«EZAN. .
LEGIJiíEZAN .
vosotros, etc.
ellos, etc.
tú me lo vieses, me
los vieses,
él, etc.
vosotros etc.
ellos, etc.
yo le viese lo, le viese
los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(5." «á nosotros»).
ZENGI<7?/ZAN.
LEGI^Z¿ZAN .
ZENGI^/ZBEZAN
LEGIí/^BEZAN.
tú nos lo vieses, nos
los vieses,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(6.*; «á vosotros»).
NENGI^Í/B^ZAN . yO OS lo vicSC, OS loS
viese.
LEQizuBezA.^. . él, etc.
GENGi^^BezAN . nosotros, etc.
LEGI^Z¿B6^EZAN . CUOS, Ctc.
(7."; á ellos»).
NENGIJ?<eZAN. .
ZENGIJ//eZAN. .
yoles viese lo, les vie-
se los.
tú, etc.
IKUSI
[LEGIJMeN.
GENGIJ«eN.
ZENGIJ?/eEN
[LEGIJÍ¿eEN.
-589-
LEGIJiíeZAN .
GENGIJZíeZAN.
ZENGlJZíeEZAN.
LEGIJZ^eEZAN.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(III.)-
IKUSI
-Flexiones pronominales.
(8.*; «á mí»).
íwENGizuN. . tú me vieses.
jíiENGiJAN. . él, etc.
pENGizüBEN . vosotros, etc.
r?¿ENGiJEN. . ellos, etc.
(9.'': «á tí))).
Í^ENGIDAZAN
IKUSI
'^ENGIZAN.
pENGIGUZAN
Í^ENGIJEZAN.
IKUSI
IKUSI
yo te viese,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
(10.'^; «á nosotros))).
í/ENGIZUZAN . tú nos vicSCS.
í/ENGIZAN. . él, etc.
í/ENGIZUBEZAN. VOSOtrOS, ctC.
í/ENGIJEZAN. . ellos, ctc.
(11."; «á vosotros»).
Í^ENGUeDAZAN . JO OS vicSC.
/^ENGuezAN. . él, etc.
^ENGueGuzAN . nosotros, etc.
¿^ENGueEZAN. . ellos, etc.
II. — Potencial.
14. Pasado próximo.
(i.j — Flexiones objetivas.
(1." categoría.)
IKUSI
lNe¿KE.
ZINeZKE.
NCTKEZ.
ZINaKEZ
yo lo podía, los podía
ver.
tú, etc.
IKUSI
iLeiKE . .
Iginc/ke .
|ZIN6'¿'kEE .
'LeiKEE. .
-590-
Le^KEZ. .
GINe/KEZ .
ZINt'/líEEZ
LeÍKEEZ .
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. El núcleo es ai, alteración fonética de ei.
(ii.) — Flexiones ohjetivo-'pronominales.
(2.": «á mí»).
zineikeíZaz.
ZINEIKEÍ.
IKUSI jLEIKEf. .
IzineikecZe
'leikeJe ,
NEIKE2r¿/.
IKUSI JlEIKE^Z¿ .
'gineike^ií.
1
leike^wbe.
i'NEIKIJO. .
ÍZINEIKIJO.
LEIKIJO. .
GINEIKIJO .
ZINEIKIJ^/E
LEIKIJÍ^E .
ZINEIKEí/¿¿.
IKUSI LEIKEí7?¿ .
jZINEIKE^?/BE.
\hElKY.gU]iE. ■
LEIKErZAZ. .
zineikec/ez .
LEIKEr/EZ. .
(3."; «á tí»).
NEIKE^¿/Z. .
h'EIKEZUZ. .
GmElKEZUZ .
LEIKE^ÍÍBEZ.
(4.*; «á él»).
NEIKIJOZ. . .
ZINEIKIJOZ. .
LEIKIJO Z . . .
GINEIKIJOZ .
ZINEIKIJZ¿EZ.
LEIKIJííEZ. .
tú me lo podías, me
los podías ver.
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
yo te lo podía, te los
podía ver.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
yo le podía ver lo, ver
los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(5.*; «á nosotros»)
ZINEIKE(7«Z .
LEIKE^Í/Z. .
ZINEIKE/y/ZBEZ
LEIKEr//<BEZ.
tú nos lo podías, nos
los podías ver.
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
-591-
ismKEzuBe.
IKUSl|LEIKE¿;?/Be.
JGmEIKEZUBe
iLEIKE^Z^Be.
/NEIKIJZ¿e.
jziNEIKIJí^e.
IKUSI |LEIKIJ2/e .
JGINEIKIJWe.
IziNEIKIJÍ/eE
LEIKIJWeE.
(6."; «á vosotros»).
ílEIKEZUBeZ .
LEIKE^WBeZ .
GINEIKE-S¿¿BeZ .
LEIKE2^2/BeZ.
(7.'^; «á ellos»).
NEIKIJ?/eZ. .
ZINEIKIJZ/eZ .
LEIKIJWez. .
GINEIEIJ?/eZ.
ZINEIKIJZ^eEZ .
LEIKIJ?íeEZ .
yo os lo podía, os los
podía ver.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
yo les podía ver lo,
ver los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(iii.) — Flexiones i^ronominales.
(8.*; «á mí)».
IKUSI
7ÍEIKEZU.
7¿EIKE . .
7ÍEIKEZUBE
7¿EIKEE. .
tú me podías ver.
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. Estas flexiones no se diferencian de las
de la misma categoría del futuro presente del potencial
más que en la distinta forma del núcleo: ei en vez de ai.
Los elementos de que disponen las flexiones euskaras para
dar forma al cúmulo de significados que les corresponde
expresar son, relativamente, poco numerosos. Así es que
nada debe estrañarnos que adquieran importancia meros
accidentes.
(O.'^; «á tí»).
IKUSI
^¿-NEIKEDAZ
^¿NEIKEZ .
^¿NEIKEGUZ
^¿NEIKEEZ.
yo te podía ver,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
IKUSI
IKUSI
-592-
(10.*; «á nosotros»).
/í/í'neikezuz . tú nos podías ver.
)í7/neikez . . él, etc.
^/neikezubez vosotros, etc.
<7¿NEiKEEz. . ellos, etc.
(11."; «á vosotros»).
(^¿NEiKEeDAZ . yo os pudiese ver.
^¿NEíKEez. . él, etc.
¿"¿NEiKEeüuz . nosotros, etc.
^<2:¿NEiKEeEz. . ellos, etc.
15. Pasado remoto.
Las flexiones de éste tiempo se forman de las del anterior
añadiéndoles an ó n con sujeción á las siguientes reglas:
1.* Las flexiones acabadas en consonante, toman an\
ZINEIKEDAZ, ZINEIKEDAZa?¿; NEIKEZ, NEJKEZa??; LEIKIJUEZ, LEI-
KiJUEZ(2?¿. 2." Las de la 1.'^ categoría, terminadas en e, to-
man an, cambiando la e en i, pero las terminadas en ee to-
man w sola, permaneciendo las e invariables: neike, NEiKm^i;
ziNEiKEE, zjNEiKEE/i. 3.* En las demás categorías, las termi-
nadas en vocal toman n: neikezu, neikezu/z; leikijo, leiki-
30n\ LEIKEGUBE, LEIKEGUBE7¿; ZINEIKIJUEE, ZINEIKIJUEEr¿. 4.»
La t al chocar con an, se dulcifica ení^: zineiket, zineikeíZíi?^.
13. Futuro conjetural.
Este tiempo se forma con las flexiones del pasado pró-
ximo, á las cuales se les suprime la final lie. Los dos pasa-
dos del potencial y éste futuro conjetural se diferencian en-
tre sí por la terminación de las flexiones, que son: a) l'e en
el pasado próximo; b) he-an ó n en el pasado remoto; c) y
los afijos personales ó pronominales simplemente en éste
futuro.
De los tres el más primitivo, porque está mejor formado,
— indudablemente en época en que no so hallaba oscurecida
la significación individual de los elementos componentes, —
es el pasado remoto, del cual con posterioridad so segregó
—593-
el próximo, mediante la elisión de an ó n, signos del pasa-
do, pero quedando, sin embargo, marcado el carácter de pre-
térito por la prefijación de los afijos del sujeto. Que el pasa-
do remoto despojado de Jce-an ó n finales, pase á significar
un futuro, podrá parecer extraño á primera vista. Pero tén-
gase presente que estamos hablando del potencial, de un
modo cuya íntima conexión con el futuro tengo ya esplica-
da. Las flexiones de que ahora tratamos son potenciales por
estar derivadas de otras que materialmente lo son, no por-
que ellas conserven nada que revele la potencialidad; y ex-
presan el futuro porque reaparece en ellas la primitiva ho-
mogeneidad de lo posible y de lo venidero, de que es-
tán más ó menos impregnadas las flexiones del modo poten-
cial y de los tiempos futuros. De todo lo dicho resulta que
el papel que la atribución desempeña en el futuro conjetu-
ral, es más importante que el desempeñado por la cojnposi'
cióji material de él, pues ni el nombre verbal ni las flexio-
nes presentan á la vista elementos de tiempo futuro ni de
modo potencial tampoco. Tal futuro no ha podido formarse
ni aclimatarse más que ya en la época de la decadencia del
euskara.
Los tres tiempos á que me vengo refiriendo carecen, jus-
to es confesarlo, de un significado tan categórico y propio
como el de los otros tiempos de los demás modos del verbo.
Ke es característica de futuro, de potencia y de condición,
y según la proporción en que se aprecien esos tres concep-
tos, así varía en la práctica la significación de las flexio-
nes. Yo he escogido el significado que me ha pareci-
do más conforme á la estructura general del verbo. Pero
repito que la práctica es muy varia. Zabala asigna á
las flexiones nei, zinei, leí, etc. (mi futuro conjetural),
el significado de «podría (ahora)» ó «puede» ó «podrá que
(ahora)»; á neike, zineike, leike, etc. (mi pasado próximo),
el de «pudiera» ó «podrá (cuando quiera)» ó «podrá que (á su
tiempo)»; y á neikian, zineikian, leikian, etc. (mi pasado
remoto), el de «pudo» ó «podía» ó «habría podido»/ El Prín-
1. El verbo regular vascongado, pág. 123.
42
504
cipe Bonaparte aloja éstas flexiones en su modo «potencial
condicional» y las traduce del modo siguiente: nei, zinei,
leí, etc. «podría»; neike, zineike, leike, etc. también «podría»;
NEiKiAN, ziNEiKiAN, LEiKiAN, etc. «pudicra, quc hubicsc podido,
hubiera podido, que hubiese podido». ^- Conviene tener á la
vista todas éstas variedades de acepción para que no nos co-
ja desprevenidos la practica.
Es escusado que dé in-e.rfenso las flexiones del futuro
conjetural; pues todo el secreto de su formación está en la
eliminación del Ice, la cual trae consigo la interpeloción de
la.y bizcaina cuando la / se pone en contacto con la e. De
NEIKIJO, nei.jo; de neikezu, neizü; de leikeez, leijez, etc* etc.
Estas flexiones, provistas de una u final, producen un
nuevo tiempo que lo traen las obras especiales del Príncipe
Bonaparte y del Padre Zabala, designándolo respectivamen-
te con los nombres de «pasado del potencial» y «pretérito
imperfecto del potencial», cuya equivalencia castellana en
dichos autores es «pudo» en el primero y «podría» ó «podía»
en el segundo.
III. — Supositivo del potencial.
17. Futuro conjetural.
Es completamente regular su derivación; al desaparecer
la n del subjuntivo y su a de ligadura desaparece también
la y eufónica bizcaina que la precede, endureciéndose la íZ
que había de constituir la final de la flexión. De zengiíZíi/z,
¿ÍIZENGIÍ; de NENGI/'rt?¿, ¿rtNENGI, CtC.
yU. — CONSÜETUDINABIO.
81. Pasado.
(i .) — Flex ¿o n es o hje t í cas .
(1." categoría.)
N6/oiíiN. . NerortZAN. . . yo solía ver lo, ver
1. LO Verbe basque, scp. tal), piolinüiiaire.
zeroia^
\eroiain.
iKUSí /Geroia^
Izeroz'EN.
ero^EN.
—595-
zero«.ííAN.
ero^-ZAN.
GeroazAN.
zeroEZAN.
eroEZAN.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc,
Observaciones. Varias de éstas flexiones parecen reve-
larnos la existencia de una forma más antigua del nombre
verbal: eroian en vez de eroan. El núcleo verbal reviste
cuatro formas, eroia, eroi, eroa y ero. Todos los demás
elementos los conocemos.
(ii) . — Flexiones objetivo-pronominales.
zeroacZan.
iKusí 'eroaíZan.
^zeroacZen.
' eroac/en
NER0A¿^¿¿N.
IKUSI <EROAÍ^Z¿N.
ÍGEB,OXtzU^.
EROA¿^Í¿EN.
íneroaA-on.
ÍZEROaA'ON.
EROA^-ON.
GEROaA'ON.
zeroaA-oen.
eroaA'oen.
(2.^; «á mí»).
zeroaíZazan
EROAí^AZAN .
zeroacZezan.
eroaíZezan . .
(3."; «á tí»).
NER0AÍ^Z¿ZAN. .
ER0A^^?¿ZAN .
ger0aí^?¿zan .
eroaZ^mezan .
(4.''; «á él»).
neroaZ:ozan.
ZEROA/í'OZAN . .
EROA/i'OZAN .
geroaAozan,
zeroaAoezan .
eroaZoezan.
tú me lo solías, me
los solías ver.
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
yo te lo solía, te los
solía ver.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
yo le solía ver lo, ver
los.
tú, etc.
él, etc. ^
nosotros, etc,
vosotros, etc.
ellos, etc.
IKUSI
ZER0Aí7?¿N.
(5.*; «á nosotros»)
ZEROAí/ÍÍZAN.
tú nos lo'solías, nos
los solías ver.
-5'JC-
IKUSI
ER0Aí7«N.
ZER0Aí7»EN.
¡EROAí/í/EN.
[NEROA/^//t'N
IKUSI ElXOAtzue'Ñ.
IGEUOAtzUC'Ñ
ElXOAtzueE^
NEROA/iOeN.
IKUSI
EROA(y//zAN . él, etc.
zEROAí/?/EZAN . vosotros, etc.
ERÜAf//('EZAN, . ellos, ctc.
(().*; «á vosotros»).
NEROA^-í-í/t^ZAN
EROA¡f^?/eZAN.
yo os lo solía, os los
solía ver.
él, etc.
GETÁOAtzuezA^ . iiosotros, etc.
EROA/,:»eEZAN • clloS, ctc '
ZEROA/iOeN.
'eROa/i-0£N.
GEEOA/iOeN,
zeroaAo(?en
EROAA'OeEN.
(7/; «á ellos»).
neroa/.'oczan. .
ZEROA/iOeZAN .
EE0A/v06'ZAN.
GEROA/i'OeZAN .
ZEROA/i'OeEZAN •
eroaA'ocezan
yo les solía ver lo,
ver los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc
ellos, etc.
(iii) . — Flexiones pronominales.
(8."; «á mí»).
(«eroan. . tú me soIílls ver.
IKUSI \
/¿EROAZUN.
1/¿ER0AZUEN
'7?ER0EN. .
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
IKUSI
(9."; «á tí»).
f^^EROADEZAN . yO to SOlííl VOr .
I^EROAZAN. . él, etc.
I^EROAGUZAN . llOSOtl'OS, ctc.
Ueroezan. . ellos, etc.
(U).'*; «¡i nosotros»).
lí/EROAZUZAN . tú iios solías vcr.
V/EROAZAN. . él, etc.
IKUSI i
j^EROAZUEZAN VüSOtrOS. OtC.
Í^eroezan. , ellos, etc.
-597-
IKUSI
NeMNKE
12e«-NKE
IKUSI IheUKE .
peimKH
ízeumiEE
xe?¿KEB
(11.''; «á vosotros»).
í'^íEROé'DAZAN . yo OS solía Ver.
'^EEoezAN, . él, etc.
j^ERoeGUZAN . nosotros, etc.
\e'EBoeEZAN. . ellos, etc.
IV. — Condicional.
19. Pasado próximo.
(i.) — Flexiones objetivas.
(1." categoría).
Ne?/NKEZ . yo te lo hubiese, te los hu-
biese visto.
zewNKEZ . tú, etc.
LCUKEZ . él, etc.
GeumiEz . nosotros, etc.
zc^NKEEz , vosotros, etc.
LeicKEEz . ellos, etc.
Observaciones. Este tiempo no se deriva del imperfecto
bizcaino, sino del guipuzooano, ya que no directamente, al
menos por descendencia de una forma anterior y común. El
núcleo es eit, y la n que le sigue en varias flexiones es le-
tra epentética, introducida por imitación á las formas del
tiempo originario que la llevan, que en éste servían para evi-
tar ciertos choques de vocales.
(ii). — 'Flexiones objetivo -pronominales.
ZEUSKEÍ .
IKÜSI /lEUSKE^^ .
ÍzeuskeíZe
'leuskede
{¡1^: «á mí)>).
zEüSKErZAz . tú me lo hubieses, me
los hubieses visto.
LEUSKE(ÍAZ . él, etc.
zeuskecZez . vosotros, etc.
LEUSKEtÍEZ . ellos, ctc.
Observaciones. Vuelve á ser el núcleo eus.
/neuske^íí.
ikusi!leuske¿'».
qevskhzu
[leuske,4¿íbe
¡NEUSKIJO .
ZEUSKIJO .
LEUSKIJO .
GEUSKIJO .
ZEUSKIJZ¿E
LEUSKIJ¿¿E
fZEVSKEgU
IKÜSI IhEUñK^gU
/zEUSKEí/ííBE
■■ 'leuskeí7¿¿be
í-ÑEVSKEZUBe. i
IKUSI 'LEUSKE^Z¿Be. .
¡GEJJSKEZUBe. ,
LEUSKE^¿¿BeE .
,NEUSKIJ?/e.
lzEUSKIJ?¿e.
IKUSI 'LEUSKIJ2¿e.
JGEUSKIJÍ^e.
fzEUSKIJ¿íé!E
LEUUKUlteE
-598-
(3.*; «á tí»).
NEUSKE^ÍÍZ .
LEUSKE^2ÍZ .
GEUSKE£7/Z .
LEUSKE^ÍÍBEZ
(4."; «á él»)
NEUSKIJOZ .
ZEUSKIJOZ .
LEUSKIJOZ .
GEUSKIJOZ .
ZEUSKIJZÍEZ .
LEÜSKIJ¿¿EZ .
yo te lo hubiese, te
los hubiese visto,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
yo les hubiese visto
lo, visto los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(5.": «á nosotros»).
ZEUSKEí/ÍÍZ'.
LEUSKE^MZ.
ZEUSKEí/ZíBEZ.
LEUSKEí7«BEZ.
(6.": «á vosotros».)
NEUSKE^Z/BéíZ.
tú nos lo hubieses, nos
los hubieses visto,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
LEUSKE^Z^BeZ. .
GEUSKE4rz¿,Bí?Z. .
LEUSKE^¿¿BeEZ .
(7."; «á ellos»).
NEUSKIJ?¿eZ.
ZEUSKIJi/eZ.
LEÜSKIJ//eZ.
GEUSKIJ«(?Z.
ZEUSKIJÍ/6'EZ.
LEUSKIJy/<^EZ.
yo OS lo hubiese, os
los hubiese visto,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
yo les hubiese visto lo,
visto los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
—509-
(iii.) — Flexiones pronominales.
(8.'*; «á mí»).
mNDUKEzu . . tú me hubieses visto.
iKusí '^^í^^^^^ • • • ^^'^*^'
J?i¿NDUKEzuBE. . vosotros, etc
[/í/ndukee. . . ellos, etc.
(9.": «á tí»).
Í^/ndukedaz . . yo te hubiese visto,
^¿NDUKEz . . . él, etc.
-í¿NDUKEGUz . . nosotros, etc.
^¿NDUKEEZ . . ellos, ctc.
(10.^ «á nosotros»).
,<7¿NDUKEzuz . . tú nos hubieses visto.
W/?NDUKEz . . . él, etc.
IKUSI '
)í7/ndukezubez . vosotros, etc.
'^//ndukeez . . ellos, etc.
(11. S «á vosotros»).
IKUSI
|^?'NDUKEé'PAZ . . yo OS hubicse visto.
|<^^NDUKEez . . él, etc.
U/nduee^güz . . nosotros, etc.
'^/NDUKEeEz . . ellos, etc.
20. Pasado remoto.
A las flexiones que acabamos de ver se les añade an ó ??,
de conformidad á las siguientes reglas: 1.*, si terminan en
consonante fi;¿, y lo mismo si terminan en l-e, cuya vocal
se trasforma en i al chocar en la a, interpolándose, por eu-
fonía, la j bizcaina; S.**, en los demás casos se les aiiade
n sola.
-000-
IKUSTEN
y Supositivo del condicional.
23. Presente.
(i). — Flexiones objetivas.
(1." categoría).
si yo lo viera, los viera.
si tú, etc.
si él, etc.
si nosotros, etc.
si vosotros, etc.
si ellos, etc.
BANEU .
BAZENDU
Ibaleu .
i bagendu
bazendube
.BALEBE .
BANITUZ .
BAZENDUZ
BALITUZ .
BAGENDUZ
BAZENDUBEZ
BALITUBEZ
IKUSTENJBALEUSÍ .
(BAZEUS^E.
^BALEUSte.
(ii) . — Flexiones ohjetivo-p'onominales.
{2.^: «á mí»).
si tú me lo vieras, me los
vieras.
si él, etc.
si vosotros, etc.
si ellos, etc.
/BAZEUS^ . BAZEUSiÍAZ .
BALEUSÍAZ.
BAZEUSÍ^EZ .
BALEUStez .
lBANEU/s¿¿.
IKUSTEN B ALEU tsU .
Íbageun¡ís?¿
[bALEUÍS2¿BE
/BANEUTSO .
Ibazeuntso.
ikusten'baleutso .
Ibageuntso.
(bazeuntsíe
BALEUT9<?E.
(3.^ ((á tí»).
BANEUÍSZ¿Z.
BALEU¿SZ¿Z.
BAGEUNZ^S¿/Z .
BALEUÍS2/BEZ .
(4.": á él).
BANEUTSOZ.
BAZEUNTSOZ
BALEUTSOZ.
BAGEUNTSOZ
BAZEUNTSCEZ
BALEUTSCEZ
si yo te lo viera, te
los viera,
si él, etc.
si nosotros, etc.
si ellos, etc.
si yo te viera lo, te
viera los.
si tú, etc.
si él, etc.
si nosotros, etc.
si vosotros, etc.
si ellos, etc.
-GOl-
Observaciones. La o pronominal se convierte en e en la
2." y S."" persona de plural por asimilación á la pluralizadora
e de ^ «tú» y I «él».
(5.*; «á nosotros»).
BAZEUSZ-?/ .
IKUSTEN'BALEÜs/i'Z¿ .
BAZEUS/i'^/BE
fBALEUsZ;2¿BE
BAZEUs/i;Z¿Z.
BALEUs/i:»Z.
BAZEUS^i/BEZ .
BALEUs/v»BEZ .
(6.'': «á vosotros»).
ÍBANEUZ-S'í/BE . . BA^EVtzUBeZ
BAJjEVtzilBeZ
BAGEUN¿^¿/BeZ
BALEU¿^V/Bez
IKUSTEN BAL'EV tzime .
/BAGEUN¿4Í?/Be
{BABEVtzUBe .
si tú nos lo vieras,
nos los vieras,
si él, etc.
si vosotros, etc.
si ellos, etc.
si yo os lo viera,
os los viera,
si é], etc.
si nosotros, etc.
si ellos, etc.
{7.'\ «á ellos»).
BANEUTSeZ .
íBANEUTse. . BANEUTsez . . si yo Ics viera lo,
les viera los.
BAZEUNTSeZ . . si tÚ, ctc.
BALEUTsez . . si él, ctc.
BAGEüNTsez. . sí nosotros, ctc.
EAZEUNTSCEZ . SÍ VOSOtrOS, ctc.
BALEUTSíJEZ. . SÍ cUoS, ctc.
(iii.) — Flexiones iJronominaJes.
(8.*: «ámí»).
]BAZEUNTSe
IKUSTEN ■^BALEUTSe.
BAGEUNTSe
fBAZEUNTSeE
iBALEUTSeE
IKUSTEN<
BA7WNDUZU .
BA7Z¿NDTJ .
mA?Z¿NDUZUBE
1ba?¿/ndube .
si tu me vieras,
si él, etc.
si vosotros, etc.
si ellos, etc.
(9,*^; «á tí»).
IKÜSTEN/
jBA^^NDUDAZ
!ba^¿nduz
jBA^^NDUGUZ
(ba^dubez
si yo te viera,
si él, etc.
si nosotros, etc.
si ellos, etc.
-60á-
(10.*; «á nosotros»).
BAí/iNDuzu . . si tú nos vieras.
ba^/ndu . . . si él, etc.
IKUSTEN^ '^. ■ ^ ,
iBAí7¿NDUZUBE . SI VOSOtl'OS, etc.
fBA<7¿NDUBE . . si ellos, etc.
(11.*; «á vosotros»).
ÍBA^/NDUBeDAz . si yo OS viera.
iBA^/NDUBez . . si él, etc.
ikusten( •
BA^ÍNDUBeGUz . si nosotros, etc.
'BA-2r¿NDUBeEZ . si clloS, Ctc.
Aunque no figuran en mi Cuadro general, pero sí en la
nota de la pág. 360, no quiero terminar mi exposición de
las flexiones transitivas bizcainas, sin llamar la atención de
los lectores de una manera más particular que la que acaso
hayan consagrado á esa nota, acerca de la existencia de dos
futuros construidos con el adjetivo verbal indefinido y que
corresponden al modo supositivo del potencial, siendo am-
bos de bastante uso. Las flexiones de ambos futuros proce-
den de las formas badagi, etc. y balegi, etc.; se forman
añadiéndoles la característica lie, y su significado correspon-
de al de los presente y pretérito imperfecto de indicativo cas-
tellanos: IKÜSI BADAGIKE «SÍ él lo vé», IKUSI BALEGIKE «si él lo
veía». Basta lo dicho para que el lector no esté despreve-
nido en la práctica y pueda formar dichos tiempos que en
lo demás,nada ofrecen de particular.
III.
Los elementos formativos de la flexiones bizcainas son
los que siguen:
A. — Elementos constitutivos.
T, ü . . . «yo»,
N . . . . «yo»,
zu, z . . . «tú».
ZE. , , . «tú».
-603—
ZI . .
. . «tú».
GU, G .
. . «nosotros»
GE.
. • «nosotros»
GI . .
. . «nosotros»
B . .
«él».
L . .
«él».
AFIJOS PRONOMINALES.
T, E
a
«á mí».
N .
.
«á mí».
NI .
.
«á mí».
TSU
.
«á tí».
ZU,
TZU . .
«á tí».
ZA,
Z . . .
«á tí».
ZI .
. . •
«á tí».
KU,
GU .
. «á nosotros»
GA.
.
«á nosotros»
GI .
.
«á nosotros»
G .
. .
«á nosotros»
A .
,
«á él».
E .
. .
«á él».
0 .
,
«á él».
U .
. .
«á él».
KO.
, ,
«á él».
E .
, ,
«á ellos».
AFIJOS DE LA PLURALIZACION PER-
SONAL Y PRONOMINAL.
E .
TU.
«vanos»,
«varios».
COMBINACIÓN DE LOS AFIJO 5 PER-
SONALES Y PRONOMINALES CON
SUS PLURALIZADORES.
ZU E
«vosotros».
1 Aunque ya lo habrá comprendido la inmensa mayoría de los lectores, no quiero dejar
de advertir que el guión colocado entre dos elementoi verbales, indica que promedia alguna
letra ó grupo de letras, suprimidas porque no forman parte orgánica de ellos. ZDE y Zü— E por
lo tanto, revelan una distribución distinta de unos elementos idénticos, '
-f.01—
ZUE . . .
«vosotros».
ZE — E . .
«vosotros».
Z E .
«vosotros»'
ZI E . .
«vosotros».
TSU — E . .
«á vosotros».
ZA E
«á vosotros».
ZU — E
«á vosotros».
Z E .
«á vosotros».
TZUE . .
, «á vosotros.»
ZI — E . .
. «á vosotros».
B — E .
«ellos».
L — E . .
. «ellos».
UE.
«á ellos».
KOE . .
«á ellos».
AFIJOS DE
LA OBJETIVACIÓN
D, T . .
«lo» .
IT . . .
«varios».
z . . .
«varios».
NÚCLEOS SIGNIFICATIVOS.
0 . . •
• 1
AU. , .
AB. .
EB.
AI . .
EU.
jhaber.
El . .
U .
EUTS .
EUS .
ARO A, ARO .
EROIA, EROI .
(«llevar (hacer
ERO A, ER
0 .
Nota. Euts y eus signincan tainlñoii «tünor».
agí
EGI
-605-
I
«hacer».
B.' — ELEMENTOS CAEACTEKÍS-
TICOS.
o . . .
AU. . .
EUS, EUTS
EU.
AB . . .
Del presente
de indicativo.
EB. . .
u . . .
EUS, EUTS
EU,
Del pretérito
imperfecto de
indicativo.
EU.
EUS, EUTS
U . . .
Del modo con-
dicional y SU
) supositivo.
AÜI
EGI
iDelmodo siib-
■ juntivo.
agí
EGI
IDel modo im-
' perativo.
AI .
El .
agí
EGI
Del modo po-
( tencial y su
supositivo.
-606-
ABOA, ARO . 1t^ 1 1
' Del modo con-
EROIA, EROI . , T-
' ( suetiidinario.
EROA, ERO
Arijos.
KE. .
KE, KI.
KE, KI.
KIAN, KE-N,
KI-N.
KIAN, KE-N,
KI-N.
N
BA.
IDel futuro del
^ imperativo.
I Del potencial.
)Del condicio-
\ nal.
^Del pasado y
futuro remo-
tos del condi-
cional.
j Del pasado re-
' moto del po-
tencial.
Del pasado.^
¡Del subjunti-
vo.
Délos suposi-
tivos.
C. — ELEMENTOS ESTÉTICOS.
A, E
B .
J .
N .
D .
¡De ligadura.
Eufónicas.
-607-
Z . . .
N . . .
¡Epentéticas.
z . . . . jPleonástica.
z . . • . lEedundante.
cr*ic
-GOtt-
CAPITULO XIX.
CONJUGACIÓN SENCILLA DE LOS VERBOS BIZCAINOS TRANSITIVOS.
I.
Los nombres verbales bizcainos que poseen una conju-
gación sencilla son bastantes en número, y la regularidad
de su mecanismo muy grande. Comenzaremos por
poner como tipo la conjugación del verbal euki, á fin
de que nos sirva de referencia y comparación en el examen
de los demás.
j^ Indicativo.
1. Presente.
(i) . — Flexio nes o bje Uvas.
(1." categoría).
DAUKAT .
DAUKAZU
DAUKA .
DAUKAGU
DAUKAZÜE
DAUKE .
DAUKADAZ .
DAUKA ZUZ .
DAUKAZ .
DAUKAGUZ .
DAUKAZUEZ .
DAUKEZ .
yo lo tengo, los tengo,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
übservauiones. L;i prin(;ipal diferencia (pie separa á estas
formas de las guipuzcoanas, estriba en la pluriilización ob-
jetiva con z. Además, la 2." y 3." persona de plural están con-
traidas, lo cual no sucede en el verbal guipuzcoano.
-G09—
(ii) — Flexiones ohjetivo-jn-onomincdes.
(2.''; «á nií»>),
DAUKAfZAZU . daukaíZazüz . tú iiie lo tieDes, me los tie-
nes.
BAVKkdAt . . daukacZaz - . él, etc.
daukac/azüe . üaura-íZazuez . vosotros, etc.
daukac/ae . . daukaíZaez . ellos, etc.
Observaciones La o."" persona ele singular incurre en el
pleonasmo del aíijo pronominal, pero en la forma objetivo-
singular únicamente; á esta correspondía lógicamente dau-
líkdktkz como objetivo-plural.
(3.'^; «á tí))).
Dk^iiktzwj:. . DkJjKktzuDkz . yo te lo tengo, te los tengo.
BkVKAtzic . . BkVKktzuz. . él, etc.
DAüKA^^^^GU . DkVKktzuauz . nosotros, etc.
BkUKktpjuE. . BkVKktziiEz , ellos, etc.
.(4.^; «á él)))
DkVKktsoi. . DkHKktsoDkz . vo Ic tengo lo, 1g tcugo los.
BkVKktsOZU . DAUKAí^SOZUZ . tÚ, etc.
BAVKktsO . . BkJJKktsOZ. . él, ctc.
BkVKktsoGH . DkVKktsoGüz . nosotros, etc.
DAJJKktsOZXJE . DAUKA^ÍSOZaEZ, VOSOtrOS, ctc.
BkJjKktsoE . . DkVKktsoEz . ellos, etc.
Observaciones. Aquí es imposible atribuir el sonido ts que
precede á la o pronominal, al núcleo verbal, como lo hice
en la conjugación perifrásica y este hecho es uno de los me-
jores que abonan, en mi concepto, la opinión del Príncipe
Bonaparte de que ts es una característica bizcaina del régi-
men indirecto de singular de 3,^ persona. Pero ¿qué es ts?
¿es un elemento fragmentario, de filiación y función descono-
cidas? Esto es muy vago. ¿Es un elemento orgánico de una
forma primitiva del pronominal? ¿Es un mero elemento
fonético? ¿Cómo y porqué es característica del "régimen indi-
43
-ülü—
recto 011 que íiguní? Nü sé responder á éstas preguntas. Yo
veo la solución por otro lado. La forma antigua de o es Jw;
luego han existido las flexiones daukakot, daukakozu, etc.;
pero como resultaban duras al oido, la Je permutó con tz y
ésta consonante posteriormente con ts, sugiriendo estos cam-
bios la imitación á las flexiones auxiliares por causa del
mucho uso de éstas.
(5."; «á nosotros»)
DAUKAÍ7/ÍZU . DAUKA/;»ZÜZ .
DAVKAgU. . DAVKkgilZ .
DAUKAr/^ZUE. DAUKAr/?^ZUEZ
DAVKUgUE . DAUKAí/ZÍEZ
til noslu tienes, nos los tienes,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
BkVKAtzUeT .
baukaízue .
DAVKkfzueGV.
DAVKAfzueB .
(()/; «á vosotros»)
DAUKAf¿',7(?DAZ
BAUKAtzUeZ
I>AVK\tzUeGl]Z
DAVKkfzueE'Á
yo os lo tengo, os los tengo,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
DAVKAtsoeT .
DAUKAfsOé'ZU .
BAVKAtsOe .
DAUKA^SOeOU
DAJJKAtsuezVEZ.
DAVKAtsoeE .
(7."; «á ellos»).
DAUKA^'SOCDAZ
DAUKA/.S'OeZUZ
DAUKA^S'OeZ .
DAVKAtsoeGVZ
DAHKAÍSOeZÜEZ
dauka/socez
yo les tengo lo, les ten-
go los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(iii.) — Flexiones iironomínalcs.
(8."; «á mí»).
?IAUKAZU
7ÍAUKA .
y/AUKAZUE
«AUKE .
tú me tienes,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
r-611-
(9.^; «á tí»).
^AiJKADAz . yo te tengo.
-^AUKA . . él, etc.
^AUKAGU . . nosotros, etc.
^AUKE . . ellos, etc.
(10."; «á nosotros»).
^AUKAZuz . tú nos tienes.
í/AUKAz . . él, etc.
^AUKAZUEZ . vosotros, etc.
í/AUKEz . . ellos, etc.
(11."; «á vosotros»)
^AUKeDAZ. . yo os tengo.
^AUKez . . él, etc.
^AUKeouz. . nosotros, etc.
^AUKez . . ellos, etc.
2. PASADO.
(i.) — Flexiones objetivas.
(1.*^ categoría.)
NEUKAN .
NEUKAZAN . yo lo tenía, los tenía
ZEUNKAN .
ZEUNKAZAN . tÚ, etc.
EUKAN .
EUKAZAN . . él, etc.
GEUNKAN .
GEUNKAZAN . nOSOtl'OS, CtC.
ZEUNKEN .
ZEUNKEZAN . vosotros, etc.
EUKEN
. EüKEZAN . . ellos, etc.
(I
I.) — Flexiones objetivo -pro nominales.
(2."; «á mí»).
zeunkaíZan
zeunkaíZazan . tú me lo tenías, me los te
nías.
eukac/an .
. eükaíZazan . él, etc.
ZEUNKAr^EN
. ZEUNK ACEZAN . VOSOtrOS, ctc.
eukacZen .
. eukacZezan . ellos, etc.
-012-
EVKA.tzi(li .
GEUNKA^^^N
EÜKAÍ¿^¿/EN.
neukaíson
zeunka/son
euka/son .
GEUNKA^50N
ZEUNKAfsOEN
EUKA^SOEN
(3/; «átí..).
NEUKA¿^?/zAN . y O te lo tenía, te los tenia.
EUKAf£'?/ZAN . él, etc.
ÜEUNKAí'¿'//ZAN. nOSOtlOS, ctc.
EUKAf^í/EZAN . ellos, etc.
neuka/sozan
ZEUNKAlfsOZAN
euka^sozan .
geunka/sozan
zeunka/soezan
eukaísoezan
{á.''; «á él.)).
3^0 le tenía lo, lo tenía los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, oto,
vosotros, etc.
ellos, etc.
ZEUNKAí/ÍÍZUN
EHKkgim.
ZEUNKAí/Í^ZUEN
EUKA^¿¿EN •
NEUKAÍ¿?¿2N .
EVKAtzueJíi.
GUEUNKAÍ-íTÍ/eN.
EUKhtzuen.
NEUKAÍSOeN .
ZEUNKAÍSOeN
EUKAfsoeN .
GEUNKAÍSOeN
ZEUNKA/ó'ÜCEN
EUKAÍWeEN .
(5."; «á nosotros»)
ZEX3NKA,í7¿/ZUZAN
EUKA^ÍÍZAN.
ZEÜNKAí7«ZUEZAN
EUKAí7?¿EZAN .
tú nos lo tenías, nos
los tenías,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(C"; «á vosotros»).
NEUKAÍ-e'z¿6ZAN . yo OS lo tenía, os los tenía.
EUKAZ'^^^é'ZAN . él, ctc,
GEUNKAÍ^¿/ezAN. nosotros, etc.
EUKAÍ^Z/eZAN . ellos, Otc.
(7."; «á ellos»).
NEUKA^SOeZAN
ZEUNKAÍó'OeZAN
EUKAÍ*rOeZAN .
OEUNKA^SOí^EZAN
ZEUNKA/6"06'EZAN
EUKA^i'Ot'EZAN
yo les tenía lo, les te-
nía los.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ello?, otj.
-Ol:s-
(iii) . — Flexioiies 2^t'onominales.
(8.*; «á mí)».
7¿EUNKAzuN . . tú me tenías.
7ZEUNKAN ... él, etc.
??<EUNKAzuEN . . vosotros, etc.
?¿EUNKEN . . . ellos, etc.
(9.^; «á tí.)).
^EUNKADAN
^'EUNKAN .
^EUNKAGUN
^í'EUNKEN .
yo te tenía,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
(10.''; «á nosotros»).
Í/EUNKAZUZAN.
^EUNKAZAN .
^EUNKAZUEZAJ
^EUNKAZEN .
tú nos tenías,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(ll.'': «á vosotros»).
^EUNKeDAZAN.
^EUNKé'ZAN
^EUNKeOUZAN .
^-EUNKíEZAN .
yo OS tenía,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
EÜKAZU .
EUKAZUZ
BEUKA .
. BEUKAZ .
EUKAZUE ,
eukazue:
BEÜKE .
. BEUKEZ .
J3 • Imperativo
1. Presente.
(i,) — Flexiones objetivas.
(I.** categoría).
tú ten lo, ten los-
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, ect.
-C14-
(ii.) — Flexiones ohjetivo-pyo}¡oí)i¡)ia¡es.
(2^: «á mí»).
eükaíZazu . eukaíZazuz ^ tú ténme lo, fcéiime los.
beukaíZaí . beukaíZaz . él, etc.
eukaJazue. euraí-Zazuez . vosotros, etc.
beukaí/e . beukaí/ez . ellos, etc.
(3."; «á tí»),
BEVKAtzu. . BEVKAtzuz . él téngate lo, téngate los.
BEUKAtzUE . BEVKAt¿'UEZ . elloS, etC.
(4.' «á él»)
EUKAÍsozu . EüKA^sozuz tú ténlc lo, ténle los.
BEVKktsO . . BEUKa/sOZ . él, ctc.
EUKA^SOZUE . EUKAf^OZUEZ. YOSOtrOS, ctc.
BEüKAfsOE . BEUKAtsOEZ • clloS, etc.
(5."; «á nosotros»)
EUKA^2¿zu . EUKAí7?/zuz . tú ténnos lo, téiinos los.
BEUKAGU . . BEUKAí7«Z . él, etC.
EUKAí7?/züE . EUKAí/zízuEz . vosotros, etc.
BEUKAí7«E . BEUKA^2¿EZ . elloS, etc.
(6.*; «á vosotros»).
BEVKAtz7ie . BEVKAfzuez . él téngaos lo, téngaos los.
BEUKAÍ^?/eE . BExjKAtzueEz. cUos, etc.
(7." «á vosotros»).
EUKAÍsoezv . EUKA^soé'züz . tú ténlcs lo, ténles los.
BEVKAtsoe . BEUKAtsoez . . él, etc.
EUKAtsoezvE. EUKAÍsotíZüEZ . vosotros, etc.
BEVKAtsoeE . BEUKAifsoeEZ . ellos, etc.
(iii) . — Flexiones iironominales.
(8."; acareh),
II.
Verbales que iwseen los dos Diodos y tres tiem})Os de EU-
— G15—
Ki — 1 ." EKAiiRi. El núcleo del presente de indicativo es akar.
En la 2.'"' categoría la 3.'"' persona de singular carece del pleo-
nasmo del afijo pronominal: dakakt. En la 3.'' y G."* catego-
ría la sibilante del pronominal es suave: dakae^ut, etc. da-
kae¿:üet, etc. La forma del pronominal en la 4." cate-
goría es la primitiva: dakarkot «yo le traigo lo», etc., y lo
mismo sucede en la 7.", dakaeAoet, etc. En la 9.», la z epen-
tética forma parte de todas las flexiones, y no solamente
de la que corresponde á la primera persona, como sucede
en EUKi: zakae^, zakaegu¿, zakae^^e, etc. La 3.* persona plu-
ral de la 10." categoría imita á ia de la 9.'', gakae^e. Tam-
bién difieren algo de las de euki las Üexiones de la 11-* ca-
tegoría: ZAKAEZeZ, ZAKAEGU<?Z, ZAKAE^eEZ.
El núcleo del pasado es ekaé, en el cual se infija
la n epentética en los mismos casos que la ostentan
las flexiones de euei. Hasta las flexiones pronominales poco
tengo que advertir; empleu de la sibilante suave en ne-
kae^un, etc., NEKAE^üEN, etc; empleo déla gutural fuerte pri-
mitiva en nekae/vON etc., nekaeAoen, etc. Las flexiones pro-
nominales que no siguen á euki son: nénkaeeen (él) en la
8." categoría; zekaedan (él) zekaeden (ellos) en la 9/; zen-
KAEDEZAN (yo), ZEKAEDEEN (él) ZENKAEGUEZAN (uOSOtrOS), ZE-
KAEDEEZAN (ellos) CU la 11.''. En la 3.* persona singular de
la 9.'' categoría (zekaedan) figura una (I que es una trasfor-
mación de la r fuerte que debía de figurar en el choque del
núcleo con la vocal de ligadura: la forma guipuzcoana es
ZENKAEEEN. La sílaba de que figura en otras varias flexio-
nes es el afijo pluralizador, yá simplemente personal, yá pro-
nominal. La reiteración de la e en la forma zekaedeen (él á
vosotros) hay que atribuirla al deseo de diferenciarla mate-
rialmente de ZEKAEDEN (cllos á tí); por lo demás no era nece-
saria, pues en la primera de dichas foimas de es el afijo plu-
ralizador del pronominal z «á tí», y en la segunda de repre-
senta al sugeto «ellos». Hay más; etimológicamente conside-
rada la forma en cuestión es viciosa, porque siendo e lo que
es, ZEKAEDEEN significa realmente «ellos á vosotros».
El núcleo del imperativo es también ekae. Hay algunas
irregularidades, y algunas discrepancias del tipo EtiKi: be-
-Olü-
KAR^E «ellos traigan los», en lugar de la forma regular beka-
EREz. La 3." persona de singular de la 2." categoría carece
del pleonasmo del pronominal: bekart. La sibilante de la
3." y G.'' categoría es suave: bekaií^tt, ote. bekar^ue, etc. El
pronominal déla 4." y 7." lleva la gutural fuerte: ekae/iO-
zu, etc. ekaeAoezu, etc.
2.° EP.ABILLI ((menear», mover». Su núcleo en el presente
es ARABIL. La sibilante del sugeto en la 1."* categoría es fuer-
te: DARABiLf^'U, etc. Sc aparta de euki en la forma del prono-
minal de la 4." y 7." categoría: darabil7i-ot «yo. le meneo
lo», etc. darabilA'OET, «yo les meneo lo,» etc. En las flexiones
pronominales, todas las sibilantes que no son el afijo z, son
fuertes: narabiltzu (tú á mí), zarabiltze (ellos á tí), etc.
Se apartan del tipo, en más ó en menos, las siguientes for-
mas: ZARABiLTZ «ól te menea», zarabilguz «nosotros te me-
neamos», zarabiltze «ellos te menean», garabildez «ellos
nos menean», zarabildez «yo os meneo», zarabiltzez «él os
menea», zarabilguez «nosotros os meneamos», zaeabiltzeez
«ellos os menean».
El núcleo del pasado es erabil, erabill: ésta segun-
do cuando le sigue alguna vocal. La letra de ligadu-
ra es rt, excepto en la 1.'' persona de plural de la 1." catego-
ría y en la 3-* de la 8."; geeabillcn-gerabiltzcn ((nosotros lo
meneábamos, iosmeneábamos», neranrill^n «él me meneaba»:
La 11 epentética se infija en el núcleo, cuando la llevan las
flexiones tipos de eiiJci; exeptuándose precisamente la 1."
persona plural de las flexiones objetivas y de las objetivo-
pronominales. Las terceras personas de la categoría 3.", pre-
sentan la particularidad de usar del afijo de tercera persona
z; ^ERABiLTZUN «él tc lo meneaba», ¿'eranbiltzuen «ellos to lo
meneaban», etc. Tanto en este tiempo como en el imperativo
la relación «á él», «á ellos» está representada por ko, koe.
Las formas pronominales que se apartan del tipo son las
que siguen: nerabille^n «ellos me meneaban», zeranbil/^an
«él te meneaba», ZERAí^BiLií-e'EN «ellos te meneaban», zeran-
BiLt.<:ee-¡!i «él os meneaba», zeranbil^'^'eezan «ellos os monea-
ban».
El imperativo de erabilli está en posesión do llexioues
— G17-
pronominales; en cambio lia perdido la 6.^ categoría por
completo. El núcleo es eríbil. La 3/ persona plural de la
I.'' categoría tiene la pluralizadora personal íntegra: bera-
BiLcle — BEEABiLc^É^z «ellüs meneen lo, meneen los»; la sibilan-
te del feugeto de 2.'^ peisona es fuerte: eeabilíí^íu, etc. «tú me-
nea lo», etc. EiíABiL?^-?üE, etc. «vosotros meneadlo» etc. Las
flexiones pronominales son como signen:
(8.-
77.EEABILTZU .
V/ERABIL .
?¿,ERABILTZUE .
7/ERABILLE
(9."
^ER VBIE/,¿'A
(10
_7ERABILTZUZ .
//RIIABILZ .
^r/EllADILTZUEZ
r/y.RABILTZE .
(11
jiEn.kVAijizez
^ERABIL"(í;v'eEZ
«á mí»)
tú njenéame.
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
«á tí»)
él monee te.
ellos, etc.
"; «á nosotros»).
tú menea nos.
él etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
"; «¡I vosotros»).
él menee os.
ellos, etc.
3.° iKUsí «ver». El núcleo del presente de indicativo es
AKus,, cnya s absorbe á la z del sngcto de 2." persona, pasan-
do aquella á su fuerte ts, y lo mismo sucede cuando zu es
pronominal: dakuíó'U — dakuísuz «tú lo vés, los vés», daku-
tsUE DAKU/SUEZ «VOSOtrOS lo VCis, los VoiS)), -DkKVtSJJT DA-
KvtsuBAZ «yo te lo veo, te los veo», etc. La 3.-'' persona de
singular de la 2^ categoría carece del pleonasmo del prono-
minal: DAKUST — DAKusDAz «tú mc lo vés, mo los vés». La 3.*
persona plural de la 8.^ categoría lleva íntegro el afijo-plu-
ralizador; NAKUSí^e «ellos me ven». La 1." persona plural de
— Glb—
líi 0."* categoría termina con una z pleonástica; zaküsgu^.
La z pleonjística que es la letra final de las fiexiones de la
10." categoría, requiere a de ligadura en la 3." persona de
singular, oAKUsaz «él nos vó». En la 1." persona de singular
de la 11." categoría la vocal de ligadura adoptada es e\ za-
KusD6'z ((3'oos veo».
El núcleo del pasado es ekus, en el cual se infija
la n en todos los casos que la recibe el tipo. La absor-
ción de la z, y la trasformación de la ,9 en ts se verifica en
la 3." y 6." categoría: ekütsun «ól te lo veía», ekutsuen «él os
lo veía». En las íiexiones pronominales se interpola una «de
ligadura detrás del núcleo: NENKusazuN «tú me veías», zen-
KUSfíDAN «yo te veía», etc. Las flexiones que se apartan del
tipo s.ni: ZENKusa^rtN «él te veía», zENEUSGU-s-aN «nosotros te
veíamos», zenkuse^y/n «ellos te veían, GENKUsa^?¿N «tú nos
veías», GENKusrt/r^reN «vosotros nos veíais», GENKUse^aN «ellos
nos veían».
El imperativo se vale del núcleo ekus. El empleo de ts se
prolonga en las condiciones de los tiempos anteriores. La
3." persona de singular de la 2." categoría carece de pleo-
nasmo: BEKüSií «él véame lo». Este verbal ha conservado las
flexiones pronominales:
(8."; «á mí»).
£'?zAKUTsu . . tú véme.
heiiAKn^ ... él, etc.
e?¿AKUTsuE . . vosotros, etc.
ZíC'/íAKUSDE . , ellos, etc.
(9.";«á tí.)).
¿e.íAKUS ... él véate,
¿e<vAKusE . . ellos etc.
(10."; «á nosotros»).
í/AKUSAzuz . . tú vénos.
DEr/AKUSAZ . . él, etc.
r/AKUSAZUEZ. . vosotros, etc.
BE¿/AKUSEZ . . ellos, ctc,
-G19—
(11.''; «á vosotros»)
BE.e'AKUSííZ . . él véaos .
BE^TAKUseEZ . . ellos, etc.
4.° yAREAiTU «sogiiiD). Carece de la l.'\ S.^ 9/, 10/ y 11/
categoría en los tres tiempos, así como de las flexiones con
objetivo plural. El núcleo del presente es arhai. Nada debo
advertir sino que la 8." persona de la 2/ categoría es sin
pleonasmo, dap.rait «él me sigue», y que el pronominal de
la 4/ y 7/ está representado simplemente por o y oe en los
tres tiempos.
El núcleo del pasado es eurai, con ii infijada en las for-
mas que permutan la i del núcleo en ¡i. Tiene varias flexio-
nes que se apartan del tipo: ERT.MDapjau «ellos me seguían»
que rea- mente está formada como las objetivo-plurales, por
donde vemos que el pluralizador del objetivo z desempeña
funciones de pluralizador personal, puesto que la flexión
correspondiente á «él» es erraidan; gerrauntsün «nosotros te
seguíamos», erraitzuzan, «ellos te seguían», gerralntson ((no-
sotros te seguíamos»; zerrauntseen «vosotros le seguíais»,
ZERRAiozAN «ellos le scguíau»; zerraiüün «tú nos seguías», ze-
EEAIGUZAN «VOSOtrOS UOS SCgUÍais», ERRAIGUZAN «elloS UOS SC-
guían»; geerauntsuen «nosotros o^ seguíamos», erraitzuezan
«ellos os seguían»; gerrauntsuezan «nosotros les seguíamos»,
ZEEEAUNTSEEZAN «VOSOtrOS IcS SCgUÍais», ERRAOIEZAN «clloS leS
seguían».
En el imperativo alternan los núcleos aerai y errai; el
primero forma parte de las segundas personas y el otro de
las terceras. La flexión correspondiente al número singular de
la segunda categoría no es pleonástica, como la del tipo: be-
erait «él sígame». En lo demás se atempera á él en todo.
5.° eeago ((insistir, reiterar una acción dada, ejercitarse en».^
Estos son los tres significados castellanos que más se acer-
can al del verbal bizcaino, el cual carece de las flexiones
pronominales en el presente, de las mismas y de las 5." 6/
1 Aizquibel en su Diccionario le asigaa el siguificalo de «continuari'.
-C20-
y 7." en el pasado, y de todas las dichas, más la 3/ en el
imperativo.
El núcleo del presente es arogo, que obliga á la inserción
de la eufónica y siempre que tropieza con otra vocal. La 1."
y la 4." categoría están dotadas de formas comunes; lo mismo
se dice daeoyogot para «yo lo insisto» que para «yo le insis-
to lo». En la 2.", 3.*, 5.", y 0." categorías aparece una i an-
terior al elemento pronominal, que revela una forma primi-
tiva EEAGOKi; ésta?' se encuentra en las formas correspondien-
tes del pasado y del imperativo, ó sea, en la 2." y 3." cate-
goría del primero de dichos tiempos, y en la 2." del segundo.
La regularidad es completa: daeagoit «él á mí», daragoitzu
«él á tí», dabagoigu «él á nosotros», dabagoitzue «él á vosotros».
daragoye «él á ellos».
El núcleo del pasado es erago; persiste la y eufónica en
los casos del presente y lo propio sucede en el imperativo,
cuyo núcleo es el mismo del pasado. La 1.* categoría del pa-
sado está calcada sobre la del presente: neragoyon «yo lo in-
sistía», zeragoyon «tú», etc.; también se confunde con la 4.*
categoría «yo le insistía lo», etc. La segunda categoría incur-
re en el pleonasmo del afijo pronominal, con la circunstancia
que uno de ellos está colocado á uso délas flexiones pronomi-
nales; por lo tanto ésta formación se aparta de las vulgares:
?ZERAGOIíÍAZüN «tÚ á mí», 72ERAG0If/AN «él á mí», 71ERAGOI(7aZUEN
«vosotros á mí», ?2Eragoic/en «ellos á mí». Así mismo es pleo-
nástica, pero por el afijo del sujeto, la 1." persona de plural
de la 3." categoría: í/eragoitzu^z/n «nosotros á tí».
El imperativo, en sus pocas flexiones, es una reproduc-
ción de las particularidades de los dos tiempos anteriores;
la I.** y la 4.'' categorías están formadas por el sistema de
sus congéneres del presente y pasado: eragoyozu «tú lo»,
«tú á él lo» beragoyo «él lo», «él á él lo», etc. La 2.* categoría
ninguna mención merece; no tiene pleonasmo del pronomi-
nal en la 3.^^ persona del singular: beragoit «él á mí».
ENTZÜN «oir». Posee todas las categorías, ecepto la 7.", en
el presente y pasado; no así en el imperativo, que está redu-
cido á la 1.", 2.", 4." y 8.^ Los dos primeros tiempos carecen
de formas objetivo-plurales en todas las categorías que no
—Bal-
són la 1.* y 4.^; el imperativo las conserva, igualmente, en
la primera.
El núcleo del presente es antzu. La 3.^ persona singular
de la 2." categoría es pleonástica: danizu^^at «él me lo oye»;
sino fuera por el pleonasmo se confundiría con la I."" de sin-
gular de las flexiones objetivas, dantzut «yo lo oigo», y ésta
es la razón que ha producido tales pleonasmos en éste y en los
demás verbales. La 3.* y 6." categoría exbornan con una z re-
dundante final á las flexiones: dantzuguz «nosotros te lo oí-
mos», dantzuzuez «ellos te lo oyen», dantzueguz «nosotros os lo
oimos», DANTZUZUEEZ «cllos OS lo oyen».La 4.^ categoría com-
parte con la 1.* las mismas flexiones, lo cual se verifica asi
mismo en el pasado y en el imperativo.- La S.'"" categoría es-
tá formada como las pronominales, pero tiene repetido el
elemento representativo de la relación «á nosotros)»; no hay
duda que primitivamente éstas flexiones fueron pronomina-
les, pues ese pleonasmo no puede expresar realmente al ob-
jetivo; pero el uso y el desorden en que ha caído la conjuga-
ción sencilla han hecho posible una atribución semejante.
Las formas son las que siguen: gantzüguzu «tú á nosotros lo»,
GANTZUGU «él á nosotros lo», gantzugüzue «vosotros á noso-
tros lo», GANTZUGUE «cllos á nosotros lo».LaL^ persona plu-
ral de laO.'"^ categoría lleva ?¿ epentética: zantzuguz «nosotros
á tí».
El pasado tiene por núcleo á entzu. Las flexiones que se
apartan del tipo son: zentzuda^^n «tú me lo oías», zentzu-
DíX^?/(?N «vosotros me lo oíais», -2^ENTzuzur?rtN «yo te lo oía»,
¿-ENTZUZAN «él te lo oía», ^ENTZüzu^?í^fl.N «uosotros te lo oía-
mos», ¿-ENTzuzüEZAN «cllos tc lo oíau», -í'ENTzuzuEr/aN «yo OS
lo oía», ¿;entzuzuezan «él os lo oía», ¿-ENTZuzuEí/^^^aN «noso-
tros OS lo oíamos», ^entzuzueezan «ellos os lo oían», zentzu-
Dkzcm «yo te oía», zentzu£'<in «él te oía», zENTzuGU,e'<xN «noso-
tros te oíamos», zenizue^^n «ellos te oían».
En el imperativo comparten el imperio antzu y entzu, en
las segundas y terceras personas respectivamente, con exep-
ción de la 8.^- categoría. :■ - :
Las segundas personas de la 1." categoría van precedidas
de la partículíi hci contraidas en h\ 5antzuzu «tú óyelo», ^&n-
-C22—
TzuzuE «vosotros oítllo». Dichas segundas personas son muy
curiosas en la 2.'' categoría por llevar prefijada la el objetiva:
íZaíítzudazu «tú óyeme lo», c/antzudazue «vosotros oídme lo».
La S."^ categoría, de que carece el tipo es así:
(8/; «á mí»).
«ANTzuzü . . tú óyeme.
BE/ÍANTZU . . él, etc.
;¿ANTzuzuE . . vosotros, etc.
BE^ANTZUE . . cUoS, ctc
III.
otros verbales no poseen mcás <{ue el presente y el pasado
de indicativo, y otros, finalmente, categorías sueltas de uno
y otro tiempo. Estos últimos los prí^sentaré, para ahorrar
esplicaciopes, en cuadros.
1.° YAKíN «saber». Carece de tlexiones pronominales. El
núcleo del presente es aki. En la 2.''' categoría son irre-
gulares, respeto al núcleo euki, las formas dakidaz-dakidaaz
«él me lo sabe, me los sabe»; dakidez-dakideez «ellos me
lo saben, me los saben». La sibilante del pronominal de la
3.* y G."^ categoría es suave en este tiempo y en el pasado:
dakizuz-dakizudaz «yo te lo sé, te los sé»; dakizuet-daki-
zuedaz «yo os lo sé, os los sé». El pronominal de la 4.* es o
y el de la 7.^^ oc dakiot «yo le sé lo», dakioet «yo les sé los».
El núcleo del pasado es eki, con n infijada en las formas
correspondientes á las del tipo que la ostentan. Todas las
categorías, excepto la primera, llevan prefijada la partícula
BA afirmativa: lazenkidan «tú me lo sabías»; banekiozan «yo
le sabía los». Les fifijos pronominales de la 4.=^ y 7.'» catego-
rías son los mismos del tiempo anterior: bazekion «yo le sa-
bía lo», BAZEKioEN «yo les sal ía lo».
2.° iRUDí «j)arecerse, asemejarse». Posee las categorías
I.**, 4.'-* y 7.\ sin formas objetivo-plurales, naturalmente, y la
8.*^, 9.% 10.'"'y ll.\ El núcleo, en ambos tiempos, es ieudi
pnra las categorías objetivas y ()])jetivo-pronominalos, y AivU-
Di para bis proiioniinalüs. Con la ;J.'' persona do las siguien-
-Cua-
tes, pueden formarse fácilmente las demás; dirudi «él lo pa-
rece», DiEUDio «él le parece lo», dieüdioe «él les parece lo»,
NARUDí «él me parece». Son irregulares: zakudidaz «yo á tí»,
ZABUDiz «él átí», zAEUDiGuz «nosotrosá tí», ZARUDiEZ «ellos á tí»;
GARUDizuz «tú á nosotros», garudiguz «él á nosotros», garudi-
zuEZ «vosotros á nosotros», garudigüez «ellos á nosotros»; za-
EUDIZUEDAZ «yO á vosotros», ZARUDIEZ «él á vosotros», ZARU-
DiGUEZ «nosotros á vosotros», zarudiez «ellos á vosotros».
Del presente se forma el pasado teniendo en cuenta las
siguientes reglas; se sustituye la d prefijada por los signos
ordinarios del sujeto, se suprime la z epentética, pleonástica
ó redundante que termina algunas flexiones, y se sufíja la
n del pasado, ó su equivalente an cuando hubiera de unirse
á la i del núcleo: de dirudit, nirudian; de dhiudiot, nirudion;
de DiRUDioET, nirudioen; de naeudizu, naeudizun;- de zarudi-
daz, zarudidan; de gaeudizuz, garqdizun; de zarudizuedaz,
ZARUDIZUEDAN, ctc, Ctc.
3.° EZAGUTU «conocer». Posee todas las categorías, excepto
la 7.'\ advirtiendo que las formas de la l.-"^ y 4.'^ son comu-
nes á ambas, y que sólo éstas conservan flexiones objetivo-
plurales. Por una corrupción muy grande, éste verbal y los
demás que carecen de 7.=^ categoría, suelen reemplazarla por
las formas objetivo -plurales de la 4.*, viéndose imposibilita-
dos á expresar en dicha 1^ la relación objetivo-plural. Así
dirán, por ejemplo: dazaut «yo le conozco lo», dazaudaz «yo
le conozco los», Dí^zaudaz «yo les conozco lo», sin poder de-
cir «3'0 les conozco los»; si á ésto se añade que dazaut-da-
ZAUDAZ significan á la vez «yo lo conozco, yo los conozco», se
comprenderá cuan grande es la decadencia de ésta conju-
gación y de las que han sufrido idénticas pérdidas.
El núcleo del presente es azau y las flexiones se forman
con mucha facilidad tomando por inmediato modelo á enzun
«oir». Hay, sin embargo, entre ellas, alguna diferencia; todas
las flexiones de la 9.** categoría y sus derivadas de la 11.*
han de terminar en z: zazauz «él te conoce», zazaudez «ellos
te conocen». La 5.^- categoría está formada con arreglo al
plan ordinario de la ciase de las objetivo-pronominales: da-
zAUGüzu «tú nos lo conoces», dazauguz «él á nosotros», da-
ZAUGUZUE «vosotros á nosotros», dazauguez «ellos á nosotros».
-Cál-
El núcleo del pasado es ezau, sin que se le infije en nin-
gún caso la 11. No imitan á entzun las siguientes formas:
ZEZAUDAN «tú me lo conocías'), zezauden «vosotros me lo co-
nocíais»; NEZAUTZUDAN «3^0 tc lo COnOCÍa», EZAUTZUN «él á tí»,
GEZAGUTZUN «DOSOtrOS íl tí», EZAUTZUEN «clloS á tí»; GEZAUGU-
zuzAN «tú nos lo conocías», gezauguzan «él á nosotros», ge-
ZAUGUZÜEZAN «vosotros á nosotros», gezauguezan «ellos á no-
sotros'?; nezautzue'dan «yo os lo conocía» y las otras tres de
ésta categoría (6.'') derivadas con toda regularidad de la
S.-"*; ZEZAUDAN «yo te conocía» y zezauedan «yo os conocía».
4.° EUTsi «tener, asir, agarrar». Carece de flexiones obje-
tivo-plurales. Posee las categorías 2.-'', 3 ^^ 4.", 5.*, 6.»' y 7.^
en ambos tiempos. El núcleo del presente es aus. El pro-
nominal «á mí» está representado siempre por t; él «á tí» por
tsu, él «á nosotros» por Ini, él «á vosotros» por tsiie^ él «á él»,
por a y él «¿1 ellos» por ee^ contracción alterada de un primi-
tivo ate, derivado de ote. Véanse las terceras personas:
DAUST «él me lo tiene», dautsu «él á tí», daütsa «éláél», daus-
KU «él á nosotros», dautsue «él á vosotros», dautsee «él á ellos».
Compárense estas íiexiones con las que figuran en las cate-
gorías objetivo-pronominales del presente perifrásico, y se
verá confirmado que están tomadas de eutsi.
El núcleo del pasado es eüs. Todos los sugetos están re-
presentados por formas en e, ne, ze, ge^ lo cual produce la
reiteración de dicha vocal en todas las flexiones, y por imi-
tación hasta en las terceras que carecen de afijo de sugeto.
Todo éste tiempo es muy regalar como lo demuestran: eeus-
TAN «él me lo tenía», eeutsun «él te lo tenía», eeutsan «él le
tenía lo», eeuskun «él nos lo tenía», EEüTsuEEN«éloslotenia»,
EEUTSEEN«él lestcnía lo». Ninguno de los dos "tiempos asa
de flexiones con objetivo-plural.
4." iRAUNTsi «molestar con la charla». Posee las categorías
2.% 8.", 4.% 5.^ ().", y 7.", sin formas objetivo-plurales. El
núcleo del presente es jrauns. El pronominal «á mí» corro
á cargo de t, él «á tí» de tzu, él «á él» de a, él «á nosotros» de
/.//, él «á vosotros» de tziiCj él «á ellos» de e\ dirauns/, di-
lvAUNS/¿'//, DniAUXS/.lY/., DIllAUNs/,-;7/í', lUPiAUNS^^'C, OtC.
El núcleo del pasíido es i:i!atins, monos en bis segundas
—625—
personas de la 2.^ categoría que es ieauns, el cual recibe
prefijados los signos del agente z «tú», n «yo», g «nosotros»;
la 3." persona singular se pasa de ellos, como acostumbra el
verbo bizcaino. Algunas de las flexiones de este tiempo se
apartan del tipo; pondré la primera que se encuentra en cada
categoría, para facilitar más la formación de las restantes,
pues cada una de ellas dá la clave de la variación indicada:
ZIEAUNSÍAZUN «él á mí», NEEAUNSÍ^Zni «JO á tí», NEEAUNSÍ^ÍIDAN
«yo á él», zEEAUNs/i?/zuN «tú á nosotros», NEEAUNs^^í/en «yo á
vosotros», NEEAüNszí^eDAN «yo á ellos».
Los verbales que solamente poseen algunas categorías se
verán en los siguientes cuadros;
EGOKi «pertenecer». ^
YAGOT.
. . YAGOTAZ
YAGOTAN .
. YAGOTAZAN
YAGOZU
. . YAGOTZUZ
YAGOTZUN
. YAGOTZUZAN
YAGOKO
YAGOKOZ
YAGOKON .
YAGOKOZAN
YAGOKU
. YAGOKUZ
YAGOKUN .
. YAGOKUZiN
YAGOTZUE . YAGOTZUEZ
YAGOTZUEN
. YAGOTZUEZAN
YAGOKOE
. . YAGOKOEZ
YAGOKOEN
. YAGOKOEZAN
Presente.
Pasado.
(1
" categoría).
(1-
* categoría).
1 El significado de este verbal es reflexivo; «á mí me pertenece», «á tí», «A él», etc., etc.
44
-020-
DARIAT
DARIAZU
DARÍO .
DARIAGU
DARIAZUE
DARIOE
ERioN, YARiON «manar, derramar».
DARIADAZ
DARIAZUZ
DARIOZ
DARIAGUZ
DARIAZUEZ
DARIOEZ
Presente.
(1.* categoría).
ERIADAN
ERIAZUN
ERION .
ERIAGUN
ERIAZUEN
ERIOEN
ERIADAZAN
ERIAZUZAN
ERIOZAN
ERIAGUZAN
ERIAZUEZAN
ERIOEZAN
Pasado.
(1.a categoría).
1. iRAUNSí ((hablar mucho». 2. iraakin «hervir».
1.
DARAUSKIT
DARAUSKIZU .
DARAUSKIO
DARAUSKIOGU .
DARAUSKIOZUE.
DARAUSKIOE .
2.
DIRAAKIT
DIRAAKIZU
DIRAAKI
DIRAAKIGU
DIRAAKIZUE
DIRAAKIE
Presente.
(1." categoría).
1.
NERAUSKION .
ZERAÜSKION .
ERAUSKION .
GERAUSKION .
ZERAUSKIOEN.
ERAUSKIOEN .
2.
NIRAAKIAN
ZIRAAKIZUN
IRAAKION
GIRAAKIGUN
ZIRAAKIZUFN
IRAAKIEN
Pasado.
(1." categoría).
-027-
1. EEECiii «parecer, llamar».^ 2. iñaedun, yardun «estar
DEEICHAT.
DERICHAZU
DERICHA .
DERICHAGU
DERICHAZÜE
DEEICHEE.
2.
DIAEDUT
DIAEDUZU
DIAEDU
DIAEDUGU
DIAEDUZUE
DIAEDUE
. Presente.
(1/ categoría).
haciendo algo».
1.
NEEICHON.
ZEEICHAZUN
ERICHON .
GEEICHAGUN
ZEEICHAZUEX
EEICHEEN.
2.
NIAEDUAN
ZIÑAEDUAN
ZIAEDUAN
GIÑAEDUAN
ZIÑAEDUEN
ZTAEDUEEN
Pasado.
(1.'' categoría).
1. lEAUN «durar, perseverar». 2. erakütsi «mostrar, enseñar».
1. 2.
1.
2.
DIEAUT . . DAEAKUST
NIEAUAN .
. NERAKUSAN
DIEAUZU . . DAEAKUTSU
ZIEAUAN .
. ZEEAKUSAN
DIEAU . . . DAEAKUS
lEAUAN
. EEAKUSAN
DIEAUGU . . DAEAKÜSGU
GIRAUAN .
GERAKUSAN
DIEAUZUE. . DAEAKUTSUE
ZIRAUEN .
. ZERAKUSEN
DIEAUE . . DARAKUSE
lEAUEEN .
. EEAKUSEN
Presente.
Pasado.
(1.''' categoría).
(1
" categoría).
1 Tambicu es reflexivo el significado do este verbal.
-62«-
1. iRETSEGí «encenderse, arder». 2. iñotsi «manar».
1.
DATSAKAT.
DATSAKAZU
DATSAKA .
DATSAKAGU
DATSAKAZUE
DATSAKEE
2.
BIÑOTSAT
BIÑOTSAZU
BIXOTSA
BIÑOTSAGU
BIÑOTSAZUE
BIÑOTSEE
1.
DATSAKADAN
DATSAKAZUN
DATSAKAN .
DATSAKAGUN
DATSAKAZUEN
DATSAKEEN
2.
BIÑOTSADAN
BIÑOTSAZUN
BIÑOTSAN
BIÑOTSAGUN
BIÑOTSAZUEN
BIÑOTSEEN
Presente.
(1.* categoría).
Pasado.
(1.* categoría)
Las flexiones de iñotsi parecen revelar una forma ante-
rior BiÑOTSi, á no ser que se vea en la h inicial una contrac-
ción de la partícula ha. Tanto iñotsi como irstsegi en su3
formas del pasado demuestran de una manera, que en mi
opinión no tiene réplica, que la n final es característica de
dicho tiempo, pues éste se halla constituido en dichos ver-
bales por las flexiones del presente, más n.
*
El acento prosódico del verbo bizcaino va generalmente
en la misma sílaba en que lo sufre el giiipuzcoano, si son
de una, dos ó tres sílabas las flexiones. Pero cuando las sí-
labas son cuatro ó más de cuatro, el acento pasa á la última,
sin que nunca la palabra se convierta en esdrújula.
^629—
CAPITULO XX.
CONJUGACIÓN PERIFRÁSICA DEL VEEBO GUIPÜZCOANO.
(Voz intransitiva, — Tratamiento indeterminado.)
I.
Los gramáticos del país, tomando su punto de apoyo en
el hecho de que izan significa «ser», afirman que todas las
flexiones intransitivas que figuran en la conjugación peri-
frásica, son un desarrollo y derivación de dicho nombre ver-
bal. Pero así como el análisis, obrando sobre la conjuga-
ción transitiva, ha conseguido descubrir varios núcleos ver-
bales, ha conseguido también descubrirlos en la conjuga-
ción intransitiva.
El Príncipe Bonaparte se expresa en los siguientes tér-
minos: «Las formas que corresponden al verbo «ser», son:
1.0, las que encierran en el intransitivo iz, itz, intz, iza,
ITZA, INTZA, ZA, TZA, tal como SO cucuentran en izan «sido»
ó en itz, averbiun», ó con una n redundante; 2.<», las que
encierran adi, di, ai, ó cualquiera otra variante de adi; 3.°,
las que encierran ki, tal como se encuentra en egoki «per-
tenecido».^ Mr. Van Eys estima inexplicables las flexiones
directas del presente, y en cuanto á las restantes las deriva
de izan, de edin, de ekin, de adi.^ Mr. Vinson asienta que
las formas del verbo «ser» son, á veces, muy refractarias al
análisis.^
1 Remarques, etc., pág, 42.
2 Gram. Comp.; véase deEde la pig. 396 hasta la 435.
3 Nota 101 al Ensayo de Mr. Kibary, pág. 113.
-630—
J^, X1U3]
LKii
TIEMFU MATKIZ
I.— Modo
INDICATIVO.
(i). Fie
xíoiies directas.
a-
categoría) .
líikiz .
yo caigo.
\zera .
tú, etc.
'Da . .
EROKTZEN'
Gera .
él, etc.
nosotros, etc
zeraTE
vosotros, etc
pira .
ellos, etc.
Observaciones. Antes de todo debo advertir que éstas fle-
xiones y las del pretérito imperfecto, conjugadas por sí solas,
es decir, sin ningún nombre verbal, sirven para expresar el
verbo «ser»; y que las flexiones restantes acompañadas del
IZAN, variado según las reglas de la formación de los tiem-
pos, completan la conjugación de dicho verbo.
Mr. Van Eys dice: «En otra parte (en el Estudio sobre el
origen de los verbos auxiliares) hemos ya reconocido la di-
ficultad de explicar el presente de indicativo, y careciendo de
toda hipótesis plausible que ofrecer, debemos de continuar
confesando nuestra ignorancia, en cuanto á la formación de
éste tiempo se sefiere».^ A primera vista la sentencia del
tratadista holandés parece sin apelación; pero un examen
atento destruye ese criterio pesimista.
La 1.* persona nos muestra claramente iz, núcleo deriva-
do de izan; na es el sugeto ni, debiendo atribuirse la permu-
tación de la vocal al deseo de salvar la integridad de los
elementos componentes; por lo tanto, ésta flexión es muy
primitiva, es anterior á la degradación de las formas. El
dialecto suletino, el bajo-nabarro oriental, las variedades
aezcoana, salacenca y otras, carecen de la a, pero esto no
autoriza que se la califique de epentética. Aizkibel en sus ma-
1 Gram Comp., pag. 39G.
-631-
nuscritos explica dicha flexión n — aiz por una metátesis
de N — IZA.
¿El núcleo de las cinco flexiones restantes está sacado
de IZAN? En su forma actual parece muy difícil sostenerlo.
El Príncipe Bonaparte toma nota de la forma roncalesa gi-
TRA «nosotros somos», en la cual puede verse una antigua
GiTZA hipotética, que perdió su ^ ó la permutó en r. ^ Como
así mismo existe una forma litzateke, sinónima de lirake
(así como niz es sinónima de naiz ó naz), cabe la suposi-
ción de que las actuales pira, zira, ziran, hayan tenido por
sinónimas en otro tiempo á ditzate, zitzate, zitzaten, en
las cuales está patente la presencia del verbal izan.^ De ésta
manera queda explicada la derivación de unas formas tan
refractarias en apariencia á ella.
¿Pero por qué esa permutación de sonidos que no tiene
lugar en las otras muchas flexiones formadas con la base de
IZAN? El verbo bajo nabarro oriental posee las formas zira,
gira, DIRÁ y el aezcoano la forma zirate, las cuales también
existen en otras variedades. Todas ellas nos revelan un nú-
cleo IRA, sacado indudablemente del verbal iraun «durar» y
del cual es alteración el guipuzcoano era. Entre «durar» y
«ser» la distancia no es tan grande que no pueda salvarla fá-
cilmente la asociación de las ideas; «ser», en resumidas
cuentas, indica también la permanencia de una cosa, y nó
su inmutabilidad, pues ésta se atribuye únicamente á la
esencia y aquella á los accidentes. Así es que al decir que
una cosa es, se añrma, en sentido restringido, que perma-
nece en la forma que tiene de manifestársenos, aunque lata-
mente se afirme así mismo que la cosa seria aunque cam-
biase de forma; por donde se vé que el primer sentido de
«ser» y el de «durar» se tocan. Este núcleo ira ha llegado en
la 3.* persona de singular al máximun de contracción; que-
da solamente a. Indudablemente desapareció la primera vo-
cal, así como ha desaparecido en las formas roncalesas gra.
(gira), zra (zira), zren (ziren) etc., etc., y como el bascuen-
1 Le Verbe basque, pág. XXVIII.
2 Le Verbe basque, pAg, 160, notfv
— 6;)2-
ce, excepto la variedad del Eoncal, tomó en aversión á las
formas de ésta naturaleza, quedó da.
Pues si DA actual es contracción de dirá, se me objetará
seguramente, ¿de qué manera se distiguían «él es» y «ellos
son»? Debo de advertir que aunque dirá hubiese significado
siempre «ellos son» como ahora y jamás «él es» como supon-
go, tampoco quedaría expresada la relación «ellos»; en z — era,
z — ira, g — era, g — IRA están patentes el núcleo y los suje-
tos z «tú», G «nosotros». Pero en d — ira ¿dónde está el repre-
sentante de «ellos»? En ninguna parte; mas dirá es una for-
ma contraída; el guipuzcoano vulgar, el suletino, el ronca-
les y otras variedades nos presentan ésta y otras formas con
EA seguidas de de, y tenemos dira^e «ellos son». ¿Quién po-
drá rechazar la idea de que dicha de es la sílaba pluraliza-
dora te, la cual también figura como redundante en la fle-
xión GERADE de las variedades antedichas y en lo más anti-
guo que conocemos en materia de euskara como son las poe-
sías de Dechepare? Al publicar mi ÍJ7¿5í7?/o acerca de las leyes
fonéticas, siguiendo la opinión más generalizada, califiqué
de epentética á esa sílaba, y así pasó por inadvertencia al
capítulo III y pág. 101 de ésta Gramática, no obstante que
para entonces me habia ayudado á descifrar éstas flexiones
tan oscuras.
En las terceras personas aparece una d que, en mi sentir,
procede de dau «éste», variante de gau, kaur, usada como su-
jeto de 3." persona; el sujeto y el elemento pronominal
suelen ser idénticos en las flexiones, y como sabemos tam-
bién que o, residuo de oni «á éste», figura en las flexiones con
régimen indirecto de 3.* persona, nada nos debe extrañar que
ese pronombre, siguiendo la estructura general, pueda figu-
rar en concepto de sujeto de tal 3." persona. Las formas
de la conjugación sencilla que comienzan con d, nos vedan
atribuir esa d al núcleo izan, del cual procedería por trans-
formación de la sibilante: za = da.
(iii). — Flexiones i)ronominales.
(2."; «á mí»).
EROETZEN ! zATZAif . . tú mo caes.
-633-
,ZAiT ... él, etc.
EEORTZEN ZATZAIZKIÍ. . VOSOtrOS, etC.
(ZAizKií. . . ellos, etc.
Observaciones, t no figura nunca como sujeto en las flexio-
nes intransitivas; pero conserva su uso en la expresión del
régimen indirecto de 1.» persona. El único signo personal
que hay en toda ésta categoría es za, variante de zu, al cual
pluraliza el a^jo zki. En la 3.^ persona de singular no apare-
ce ningún afijo personal ó del sujeto; en la 3." de plural lo re-
presenta el afijo pluralizador zki; el procedimiento de mar-
car el sujeto plural por un afijo pluralizador solamente
lo conocemos ya, por haberlo visto empleado en la conjuga-
ción transitiva. La 3." persona de singular está constituida
pura y sí ndilíimente per el núcleo verbal.
Existe un afijo personal de 3.-' persona. Ese afijo es z, y
lo encontraremos en la conjiigacióii ntransitiva, más ade-
lante.
¿Cuáles son los núcleos? tzai, zai. Debo de advertir que
en el dialecto guipuzcuano existen otras flexiones de mucho
usc,siri/;/ATZATj zat, etc.; pero las que doy en mi paradigma
son más literarias, y corresponden al más puro hablar de
Guipúzcoa. Para explicar la presencia de esa i caben tres
opiniones: 1." que es epentética; 2."' que pertenece á un nú-
cleo AI, usado en ésta conjugación cuyo examen comenza-
mos, contracción de adi; 3.^ quo-íbrnia parte del núcleo tzai.
La más superficial de las tre?, es la de la epéntesis; en
realidad nada explica, porque dá como pi-oducido un fenó-
meno cuya existencia precisamente se trata de justificar.
La concurrencia do dos núcleos, z (de izan) ,y adi, tampo-
co está justificada; siendo del todo suficiente el núcleo deri-
vado de IZAN no se vé por qué motivo se le había de reforzar
con otro. A mí me parece más plausible la tercera opinión y
es la que propongo.
La lengua euskara posee varios adjetivos verbales termi-
nados en KIIEGOKI, JAEEAIKI, JAIKI, IDEKI,IRAZEKI, EBAKI ctc, Ctc.
Que estos verbales en ki sean formas derivadas de otras sin
Ki; que ki, según opina el Príncipe Bonaparte ^ sea un sus-
1 Remarques, etc, pAg. ál.
-G34-
tantivo como baitua al cual le acompaña el sufijo locativo
N cuando se usa como suíijo uuitivo kin, ó que por el contra-
rio sea una terminación de los nombres verbales venida muy
á menos, hasta el punto de ser casi inusitada en el dia, no
puede impedirnos de admitir la existencia de una forma iza-
Ki ó izANKi, mucho más usada en la conjugación intransitiva
que la forma izan conocida puramente, es decir, con in-
dependencia de las flexiones intransitivas, tzai es, por lo
tanto, una contracción alterada de zaki, como lo son zaki
de IZAKI y ZAi de zaki sin alteración. Por medio de la forma
izAKi explico yo con mucha facihdad un buen número de
flexiones que causaban indudable embarazo á los autores,
obligándolos á hacer intervenir otros núcleos. Como casi
siempre sucede, la verdad estaba cerca, y nó lejos de nues-
tras manos. Más adelante volveré á insistir confirmando mi
teoría con ocasión del supuesto nÚ3leo aki; de la elisión de k
que origina las formas tzai, zai no hay que hablar: ya queda
dicho en su lugar cuanto conviene conocer.
(S.*^; «á tí»).
NATZAI2:?/
. yo te caigo.
\zkizn . .
. él, etc.
|GATZAIZKI^?í
. nosotros, etc-
ZAIZKLíV/.
. ellos, etc.
EEORTZEN
\
Observaciones. El afijo de la primera persona es na; el
pluralizador personal zki está usado redundantemente con
el de primera persona de plural ga; los núcleos son los mis-
mos de la categoría anterior: zu es «á tí».
(4.''; «á él.)).
,NATZA7/o. . . yo le caigo.
lzATZA//o. : . tú, etc.
'ZA//0 .... él, etc.
^^'^^'^^^^^GATZAZKio . . nosotros, etc.
[zATZAZKio . . vosotros, etc.
\zAZKio . . . ellos, etc.
Observaciones. El pronominal «á él» representado por o
va precedido de una y eufónica; los núcleos son tza, za.
-635—
(5.": «á nosotros»).
ÍZATZAi^2¿ . . tú nos caes.
'ZAií7¿6 ... él, etc.
EEOKTZEN', "^ • ^ J "='^^-
izATZAizKi(7?í . vosotros, etc.
jZAiZKigu, . . ellos, etc.
Observaciones. Basta cambiar el pronominal f de la se-
gunda categoría por gu para obtener la presente.
(O.'': «á vosotros»).
¡-Ñ^TZAizute . . yo os caigo.
'ZALzute . . . él, etc.
GATZAizKi^-í/ré? . nosotros, etc.
\ZAi7Auzute . . ellos, etc.
Observaciones. Esta es la 3.'' categoiía, con el pronomi-
nal pluralizado por te.
(7."; «á ellos»).
|'NATZA?/0fe .
[zATZAyote .
yzAiiote .
eeoetzen' ^ ,
Jgatzazkioiy;.
[ZATZAZKIOife.
^zAZ^iote.
yo les caigo,
tú, etc.
él, etc.
nocotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. Es la 4:.^ categoría, anmentadaco n la plu-
ralizadora personal te.
i\ J\ TIEMPOS DEEIVADOS.
IX. Modo subjuntivo.
34. Presente.
(i,)' — Flexiones directas.
(!.'' categoría).
EEOEi I NafZíN ... yo caiga.
C:t6-
/zrt^TEZEN . . tú, etc.
\d¿v//n . . . él, etc.
ERORI üa/TEZEN . . llOSOtrOS, ctc.
/zrt¿TEzTEN . . vosotros, etc
|D¿TEZEN . . ellos, etc.
Observaciones. El núcleo verbal es adi, y sus contraccio-
nes y alteraciones ai, edi, i. Aditu, derivado de adin, adi «inte-
ligencia», significa «entender, oir». Por una primitiva asocia-
ción de ideas, la cualidad de la inteligencia (pensamiento)
y el sentido del oido (sensibilidad) han podido ser conside-
radas como las notas del «ser». He aquí esplicada, sin es-
fuerzo, la presencia de adi en el intransitivo.
En la 2." persona de singular hay que señalar una doble
epéntesis; z,te pluralizadores, introducidos pleonásticamen-
te cuando zü era plural. Esta forma parece derivada del im-
perativo bizcaino zaitez, mediante la n del pasado y la e de
ligadura. Cuando zu se contrajo á ser singular, hubo nece-
sidad de crear otra forma plural que reemplazase á la que
había cambiado de número, y se consiguió triplicando los
afijos pluralizadores: z — ai — te — z — te — n.Sí se mira al fon-
do de las cosas, ambas flexiones están separadas por el signi-
ficado que se les atribuye, pues se diferencian muy poco en
su forma externa y nada en sus componentes, gaitezen y di-
tezen son, también, redundantes: les sobra te ó z. Compá-
rense todas éstas flexiones con las alto-nabarras meridiona-
les ZAiTEN, GAiTZEN, zAizTEN, DAiTZEN y con las bajo-nabarras
orientales ziten, giten, zizten, diten.
(ni) . — Flexiones pronominales.
(2.*; «á mí)».
.zatzakk/an . . tú me caigas.
Idatzakk/an . . él, etc.
izatzakizkkZan. . vosotros, etc.
(datzakizki/iAN. . ellos, etc.
Observaciones. Los núcleos de ésta categoría son atzaki,
-637-
variante de izaki y la contracción zaki. Ya dije qne la pre
sencia de ki intrigó mucho á los tratadistas; oigámoslos, y
con este motivo volvamos sobre mi esplicación. Mr. Ribary
compara éstas flexiones con las de la 2/'^ categoría del indi-
cativo, que en su paradigma son zatzat, zat, etc. y dice que
el elemento nuevo en ellas es la sílaba ki, en la que halla el
signo del modo.^ Mr. Vinson en la nota complementaria de
la traducción, núm. 106, replica que las observaciones por él
apuntadas demuestran que ki, lejos de ser el signo del mo-
do, es probablemente la marca del dativo.^ El Príncipe Bona-
parte comenta el texto del profesor húngaro 3^ la nota del
traductor francés en los siguientes términos: «en zatzakidan
«que tú me seas» el radical indica el subjuntivo, como lo afir-
ma con razón Mr. Ribary, puesto que zatzait que no pre-
senta esa sílaba expresa el indicativo «tú me eres».... En
cuanto al ki de zatzakidan, etc., aunque haya perdido el
sentido de «con» que guarda en egoki para nó representar
más que el subjuntivo, no sabríamos ver tampoco en él el sig-
no del dativo que pertenece únicamente al d, derivado del t;
porque si fuera otra cosa no se alcanzaría la razón, como ya
lo hemos notado, de que zatzait indicativo no presentara
también ese pretendido dativo de Mr. Vinson, ki».^ Mr. Van
Eys enumera las flexiones del imperativo y del subjuntivo
y dice ser evidente que no están formadas de izan, ni de
EDiN. «El auxiliar del subjuntivo, del imperativo y del poten-
cial de izan, cuando no hay que expresar régimen indirecto
es EDiN, como ya lo hemos dicho; pero es indudable que aquí
no tenemos que habérnoslas con edin; la mutación de d en k
no existe: ekin es el tema».** ekin significa «practicar, empe-
zar, comenzar, atacar».
Toda esta discusión no la plantean los autores hasta que
aparece la sílaba ki en las flexiones; yo la tengo planteada
y resuelta, á mi modo, desde que aparece en ellas la i, re-
siduo de KI. Ahora esplicaré por qué no admito ni la opinión
del Príncipe Bonaparte, ni la de Mr. Van Eys; en cuanto á
1 Essai, etc. pág. 74.
2 Essai, etc., pág. 114.
3 Remarques, etc,, pags. 43 y áí.
4 Gram. Comp. págs. 411 y 412.
—cas-
ia (le ^Ir. Vinson, bien rebatida está con la cita que he he-
cho del Príncipe Bonaparte. zatzakidan, etc., no es presente
como ZATZAiT, etc. sino subjuntivo, de ninguna manera por-
que lleve Ki, sino porque lleva n sutijada, quo es caracterís-
tica de dicho modo: zatzakit, etc. si existiera en la actuali-
dad, sería tan presente como pueden serlo zatzait, zatzat,
etc.; pero zatzaidan, zatzadan, etc., si fueran posibles, per-
tenecerían al subjuntivo.
El significado de egon es «estar»; el de egoki «pertenecer».
En rigor puede admitirse cierta correlación significativa en-
tre «ser» y «estar»; el castellano la conoce. Por lo tanto no
repugnaría á priorí el que egon faese un auxiliar del intran-
sitivo Pero que haya quedado como núcleo la sílaba ki, ó
lo que es igual, la transforín adora del egon «estar», relacio-
nableáiZAN «ser», en egoki «pertenecer» que rompe esa rela-
ción, me parece inadmisible á todas luces.
El significado de EKrx es esencialmente transitivo, yá lo
consideremos en la actualidad, yá en el más vago y primiti-
vo de «hacer». Así es que sería extraordinaria la elección de
un verbal de esa clase para auxiliar del intransitivo. Se me
replicará que en la conjugación perifrásica nohay que aten-
der únicamente al significado de las fiexiones, sino también
al del nombre verbal á quien sirven; que tanto es así, que
hay muchas ideas verbales en bascuence, intransitivas por
su naturaleza, que se verbizan con el auxilio de egin, conju-
gándose transitivamente, no obstante el significado de ellas,
por ejemplo: iges egin det «yo huyo» («huida la hago yo» lit.)
de iges egin «huir» («hacer huida» lit.); que concretándonos
á las flexiones de que tratamos, no resulta ningún absurdo
de que erori zatzakidan signifique materialmente «tú me
haces caido» en vez de «tú me eres caido».Todo esto es muy
cierto, y aminora la repugnancia á ver empleado un auxi-
liar eminentemente transitivo en la conjugación intransitiva,
porque se argumenta con verbales que ellos mismos marcan
su naturaleza. Pero pongamos en su lugar verbales de signi-
ficación indeterminada y veremos que esa opinión es insos-
tenible; iLL significa «morir» y «matar»; lo primero con el
auxiliar intransitivo, lo segundo con el transitivo. Mas si
EKíN es núcleo signiñcativo resaltará que las flexiones en
que figura caracterizarán transitivamente á ill y que nunca
diremos «morir», sino siempre «matar»: ill datzakidan no
significará «él se me muera», sino «él me lo mate», lo cual es-
tá desmentido por la práctica fundada en la necesidad de
expresar esa y otras acciones intransitivas.
Antes de llegar á éstas flexiones habrá podido creerse que
la forma itzaei era una mera hipótesis, pero nhora se nos
manifiesta casi íntegra, tzaki, ó ligeramente alterada, atzaki.
(4.''; «á él»).
EROEi;
NATZAKION .
ZATZAKION .
DATZAKION .
GATZAKIZKION
ZATZAKIZKION
DATZAKIZKION
yo le caiga,
tú, etc.
élj^etc.
nosotros, etc.
vosotros,' etc.
ellos, etc.
(5.^', «á nosotros»)
[ZATZAKIí7Z¿N
1DATZAKI(7Z¿N .
EROEI', ^
iZATZAEIZKIí7«N
tú nos caigas,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
DATZAKIZKIí/¿/N
(6.*; «á vosotros»)
ERORI'
DATZAKI^¿í¿eN
yo os caiga,
él, etc.
ERORi;
GATZAKizKi^z/ifeN. uosotros, otc.
¡DÁ.Tz\KizKiziite'Ñ. ellos, etc.
(7."; «á ellos»).
yo les caiga,
tú, etc.
él, etc.
NATZAKIOí^eN.
ZATZAKIo/eN.
BAIZÁKloteiH.
GATZAKIZKIOÍéN
fZATZAKIZKIofeN
DATZAKIZKIO/eN
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
-040-
VIII IMPElíATIVO.
1. Presente.
(i.) — Ficciones objetivas.
(1." categoría.)
zr/¿TE. . . tú cae.
Bedi . . . él, etc.
izazTEZTE. . vosotros, etc.
bítez . • . ellos, etc.
Observaciones. El núcleo es edi y sus contracciones ai é i.
Los añjos te y z quedan explicados al tratar del presente de
subjuntivo. La actual forma zaitezte, es la originaria de
ZAITEZTEN.
(ii.) — Flexiones i)ronoini}iales.
(2."; «á mí»).
JZATZAKI^ . . tú cáeme.
'beki^ ... él, etc.
EEORIi , ' ,
ZATZAKIZKIÍ . vosotros, ctc.
BEKizKií . . ellos, etc.
Observaciones. Aquí aparece una nueva forma del núcleo
que conocenius: eki.
(3."; «átí..).
beki-s-?/. . . él caígate.
ERORI „ ^ ,
iBEKizKi¿M . ellos, etc.
(4.'^; «á éL>)
[zATZAKio . . tú cáele.
\bekio . . . él, etc.
ERORI I ' , .
iZATZAKIZKIÜ . vosotros, Otc.
/bekizkio . . ellos, etc.
-Gal-
es."; «á
\ZkTZAKigU
EEOEI
'BEKI^yZÍ
[ '^
jZATZAKIZKIí/;/;
ÍBEKIZKIí/Zií
nosotros»).
tú cáenos,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(6.": «á vosotros»).
SBEKizíite .
EKORI \ ,
(BEKizKi¿;2/re .
(7.^^;
EEORI
ZkTZAKIote .
'BEKiofe . ,
ZATZAKIZKIO^^e
BEEIZKIote .
él caígaos,
ellos, etc.
«á ellos»).
. tú cáeles.
. él, etc.
. nosotros, etc.
. ellos, etc.
II — Potencial,
12. Futuro presente.
(I-)-
-Flexiones directas.
(1." categoría).
imteJce .
,
yo puedo
caer
zAiteA'e .
, ,
tú, etc
DiteTie
,
él, etc.
GAitezJce .
nosotros.
etc.
ZAitezhe .
. vosotros,
etc.
DitezJie ^
ellos, etc
.
ERORI'
Observaciones. El núcleo verbal es i, ai, contracciones
de ADi. La explicación de la presencia de e en éstas flexio-
mes la hallaremos, saliendo por nn momento del verbo
gnipiizcoano, y refiriéndonos al tiempo presente del bizcai-
no y á ciertas flexiones que figm^an en el tiempo y catego-
ría en que ahora nos ocupamos del suletino. Ya hize notar
antes la asociación de ideas primitivas entre el futuro, el
potencial y el ^condicional. El dialecto suletino termina
en TE las flexiones ' directas de su futuro de indicativo, las
45
cuales están constituidas por las del presento, más dicha
sílaba. TE es, por lo tanto, característica del futuro, y en
virtud de la asociación de ideas recordada, también del po-
tencial. De aquilas flexiones bizcainas naite, zaite, etc., etc.
«yo puedo, yo podré», «tú puedes, tú podrás», etc. Otros
tiempos del bizcaino y otras flexiones del suletino se valen
de TE y KE, lo cual demuestra que el sentido del primero de
estos afijos se iba oscureciendo. Mirando en conjunto todas
éstas formas, podemos verlas tres épocas ó períodos por que
ha pasado el potencial: 1.'' época, conciencia clara del valor
significativo de te; 2.'', período de transición, ó sea tiempos
con TE sólo y con te, ke; 3." oscurecimiento completo del
valor de te y función potencial atribuida exclusivamente
á ke: ésta época tercera la representa mejor que ningún
otro, acaso, el verbo guipuzcoano. El sugeto está represen-
tado por N, z,D, G,z — z, D — z. Hay una ^epentética con g.
(ii) . — Flexiones i^ronomi nales.
(2."; «á mí»),
jzatzakic7a/.í^ . . tú me puedes caer.
^^^^jDATZAKifZAAe . . él, etc.
IZATZATZKIíZA/i'e. . VOSOtrOS, Ctc.
DATZAIZKIfZAA-e . . clloS, CtC.
(3.'*; «á tí»).
,NATZAKU7¿Ae . . yo te puedo caer.
iDATZAKLtí/Ae . . él, etc.
ERORl' , ' , ^
jGATZAIZKI¿'Z^/.-6'. . UOSOtrOS, ctc.
(DATZAizKi^?¿/.e . . ellos, etc.
Observaciones. En las dos categorías anteriores, y en otras
que vendrán después, hay que notar en las flexiones de su-
geto plural la forma del núcleo atzai y compararla con el
ATZAKi délas flexiones de singular. Se ha suprimido la gutu-
ral para evitar la dureza y el sonsonete que había de produ-
cir, de conservarse, la píuraliztidora personal zki. Es atzai
un eslabón de la serie de contracciones de atzaki, cojido,
como quien dice, in-fraganti.
— 6i3-
(4.'': «á él»).
EEOEI
NATZAKIo/ve.
ZATZAKIo/ie.
¡DATZAKIO^éí
jGATZAZKIoA-e
fZATZAZKIo/ie
lDATZAZKI0Z.'e
yo le puedo caer,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
EEORI
Observaciones. El núcleo atzai dá en éstas flexiones un
nuevo paso en el camino de las contracciones, reduciéndo-
se á ATZA.
(5."; «á nosotros»).
zkTZkKigule . . tú nos puedes caer.
\jykizkiiiguj¿e . . él, etc.
ZkTZkizKiguJce . vosotros, etc.
^DkTzkIZIuguJ^e . ellos, etc.
(6.^• «á vosotros»).
^kTZkKizutel'e .
BkTZkKizuteJce .
GkTzkiZKizuteJie.
BkTZkizKizuteJie.
EEOEI
yo os puedo caer,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
(7.''; «á ellos»).
EEOEI
^kTZkKioteJte
zkTZkKiotel-e
DkTZkKioteJce
■jGATZAZKIofeA^e
IzkTZkZKiotehe
iDATZkZKIofeJce
yo les puedo caer,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
III. — Supositivo del potencial.
16, Presente.
Es completamente inútil que dé las flexiones correspon-
dientes a éste tiempo; el lector ha visto prácticamente en
-644-
la conjugación transitiva cómo se aplican las reglas que pre-
siden á su formación. Basta que recuerde las que constan en
la página 387, para que aplicándolas sin ninguna exepción
reconstruya todas las categorías que omito. La vocal de li-
gadura que desaparece con la /¿ del subjuntivo es e en las
flexiones directas y a en las pronominales.
II.
jj Segundo tiempo matbiz.
I. — Modo indicativo.
2. Pretérito imperfecto.
(i) . — Flexio nes directas .
(1.* categoría).
NINÍ^aN
[ziÑaN
\zan .
erortzen; _
ÍGixaN
ZIÑaTEN
zira^
yo caía,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. Los núcleos son tzan, zan y a, último gra-
do de la contracción de izan, verdadero residuo verbal, para
cinco flexiones; y para la sexta, ira, de iraun. Esta última
está contraida, como lo acredita la variante ziraden. Los
afijos del sujeto son: ni, zi, gi, zi — te, z — (te elidido); la 3."
de singular está constituida simplemente por el núcleo; n y ñ
son letras eufónicas. En la n del núcleo está embebido el
signo del pasado, por lo que ideológicamente los núcleos
están reducidos á tza, za.
(ii.) — Flexiones jprono7)iinales.
(2."; «á mí»),
zintzaií/an . . tú me caías.
zitzar7an. . . él, etc.
zintzaizkií/an . vosotros, ote.
zitzaizki^/an. . ellos, etc.
erortzen
-6Ji5-
Observaciones. Las segundas personas se diferencian os-
tensiblemente de las terceras por la 7i infijada que lle-
van. Pero ésta es una diferencia muy superficial, aunque
de ella depende que sea, por decirlo así, tangible para todos.
El análisis ahonda un poquito más. Esa n epentética está
ahí, como en otras muchas flexiones del imperfecto y sus
derivados: recuérdese la conjugación transitiva. La diferen-
cia más trascendental y oculta estriba en que zi es «tú» y z
«él», por lo que la i pertenece unas veces al sugeto y otras
al tema itzai.
(3.'^ «á tí»).
ERORTZEN
NINTZAI^WN
ZITZAIá-^N .
jGINTZAIZKI^ÍÍN
[ziTZAIZKI^^/N
yo te caía,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. La 1." persona de plural lleva, como re-
dundante, el afijo pluralizador zki.
(4.^ «á él»).
ERORTZEN
NINTZAYON .
ZINTZAYON .
ZITZAYON .
jGINTZAZKION
fZINTZAZKION
\ZITZAZKI0N.
yo le caía,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
ERORTZEN
ERORTZEN
(5."; «á nosotros»).
[ziNTZAií7?¿N . . tú nos caías
.]ziTZAi^wN ... él, etc.
JZINTZAIZKI^MN . . VOSOtrOS, CtC.
(ziTZAizKií7¿/N . . ellos, etc.
(6.*; «á vosotros»).
^NINTZAI^^í¿eN . . yo os caía.
zmzkizute^ . . él, etc.
GiNTZAizKi^wíeN . nosotros, etc.
[ziTZAizKi^?í?fé^N . ellos, etc.
HiC—
(7/; «á ellos»).
EEOETZEN<
NINTZAYOiíeN .
ZINTZAYO^eN .
ZlTZAYoteJíl.
GINTZAZKIO^fí^N.
ZINTZAZKI0¡Í6'N.
ZITZAZKIOÍeN .
yo les caía,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
BB,
•Tiempos derivados.
IX. — Modo subjuntivo.
35. Pasado.
(i-) — Flexiones directas.
(1.* categoría.)
EEORI
¡NeNíZ^N .
iZINíZeZEN.
jzefZ/N.
jo/NcZezEN.
fziNíZeZTEN
lz¿TEZEN .
yo cajéese,
tú, etc.
él, etc,
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. El núcleo es edi, ide, de, i, procedente de
ADI. Sobre los demás componentes puede consultarse lo di-
cho al tratar del presente del subjuntivo, al cual imita en
mucho. La n infijada es epentética. Manténgase, por su-
puesto, la distinción entre zi y z que arrojan los recientes
análisis.
(ii) . — Flexiones pronominales.
(2.": «á mí»).
EIIORI
íZENkií/an. . tú me cayeses.
|'¿eki(/an . . él, etc.
jZenkizkiíZan. vosotros, etc.
[zekizkk/an . ellos, etc.
~6i7-
ObseiTílciones. El núcleo es eki, kt, procedente de itzaki.
(3.'; «á tí»)
ÍNENEi^-ííN. . yo te cayese.
ERORT P^^i^"N . . él, etc.
GENKizKi^?/N . nosotros, etc.
'zEKizKiá-í/N . ellos, etc.
(4."'^: «á él')).
ERORI (
ERORI
ERORI
INENKION .
IzENKION .
ZEKION
iGENKIZKION
ZENKIZKION
ZEKIZKION
yo le cayese.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(5.": «á nosotros»).
ZENKií7¿m. . tú nos cayeses.
ERORI ^:'^^^W(^ • • él, etc.
jzENKizKi(7¿/N. vosotros, etc.
'zEKizKií/zíN . ellos, etc.
(6.": «á vosotros»).
jNENKi^ííieN . yo os cayese.
IzEKizuteíi. . él, etc.
lGENKizKi^?¿^ífeN nosotros, etc.
ZEKizKi^^ifexN . ellos, etc.
(7.'\ «á ellos»).
NENKIOZfeN .
I ZENKIOÍeN
'ZEKIOiíeN .
j GENKIZKIO^eN
'zENKIZKIO^^é'N
yo les cayese,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
, ZEKizKio/eN , ellos, etc.
ERORI
— G48-
II. — Potencial.
14. Pasado próximo.
(i). — Flexiones directas.
(1." categoría.)
N2NTEKE . . yo podía caer.
zínteke . . tú, etc.
Ilíteke . . él, etc.
|G/ntezke. . nosotros, etc.
Z¿NTEZKE. • vosotros, ctc.
LíTezKE . . ellos, etc.
Observaciones. El núcleo es ?', contracción de adi. Todas
éstas flexiones están ya explicadas al hablar del presente
del potencial. Nos suministran una nueva prueba de cómo
un elemento eufónico llega, por su constante aplicación, á
ser casi característico. El infij amiento frecuente de la n en
las flexiones del pasado, hace que el oido y la inteligencia
se acostumbren á ésta asociación del sentido y del sonido.
Las flexiones potenciales del pasado son sustancialmente
idénticas á las del presente. Se diferencian externamente,
sin embargo; las terceras personas, por el afijo /, y las de-
más por la n infij ad a.
(ii) . — Flexiones pronominales.
(2.''; «á mí»).
ziNTZAKií^AKE . tú me podías caer.
litzakicZake . . él, etc.
jzintzazkií/ake . vosotros, etc.
(litzazkií/ake . ellos, etc.
(3."; «á tí»).
NiNTZAKi^?a{E. . yo te podía caer.
,LITZAKI-2;ZÍKE . . él, ctc.
ERORI , .
i(;iNTZAIZKI^//KE . UOSOtrOR, ctC.
LITZAIZKL?//KE . clloS, ctC.
-649-
(4/; á él).
EEORI
NINTZAKIOKE
iZINTZAKIOKE
iLITZAKIOKE.
jGINTZAZKlOKE
ZINTZAZKIOKE
LITZAZKIOKE
ERORI
yo le podía caer.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
{5.": «á nosotros»).
ziNTZAKi^z/KE . . tú nos poclías caer
LITZAKIí7¿/KE . , él, etc.
\ziNTZAizKií7?¿KE . vosotros, etc.
ÍLITZAIZKI^¿íKE. . clloS, ctc.
(6.": «á vosotros»).
ERORI
LITZAKL^2¿¿eKE •
GINTZA1ZKI-2Z/ÍÍ6KE
\Ln:zAizKizuteKE.
yo 03 podíi caer,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
(7.*'; «á ellos»).
'nintzakio/iSKE . yo los podía caer.
IziNTZAKIOiíeKE . tÚ, ctc.
'LITZAKIOÍeKE. . él, ctc.
^^^^^piNTZAZKioíéKE. nosotros, etc.
IziNTZAZKioíeKE. vosotros, etc.
\LITZAZKIO¿eKE . clloS, ctc.
15. Pasado remoto.
Es absolutamente regularla formación de todo éste tiem-
po; véase lapág. 405.^
1. En la conjugación transitiva guipuzcoana no me contentaba con dar las reglas, sino que
ponía las flexiones, juzgando que las cosas entran mejor por la vista que por la inteligencia. Pe-
ro osa abundancia, como todo lo que no es necesario, debía de tener uu límite, y se lo puse en
la conjugación transitiva de lor.; demás dialectos. Ahora lo trasporto á la conjugación intransi-
tiva guipuzcoana, siempre que considere que no daña á la claridad y que no se trate de tieni-
ipos importantes que caracterizan á un modo y ú sus tributarios.
-cr,o-
III. — Supositivo del potencial.
17. Futuro conjetural.
También es del todo regular la formación de éste tiempo;
véase Ja página 409 donde se encuentran las reglas aplica-
bles al caso.
IV. — Condicional.
21. Futuro próximo.
(i.) — Flexiones directas.
(1." categoría.)
NiNTZA/;e. . . yo caería.
ziÑA/re. . . . tú, etc.
iLiTZA/í-e . . . el, etc.
ERORIKO. ^ . 7 ' ^ ,
iGiNAA-e. . . . nosotros, etc
/ziÑATE/>-e. . . vosotros, etc.
\LiRAA'e. . . . ellos, etc.
Observaciones. Todas las flexiones de éste tiempo se ex-
plican perfectamente por las del pretérito imperfecto de in-
dicativo, de las cuales se diferencian por la presencia de ke,
que origina algunas alteraciones fonéticas de poca monta y
muy vulgares.
(ii.) — Flexiones pronominales,
(2.«; «á mí)».
/ziNTZAiA-e¿ . . tú me caerías.
\iATZkilxet. . . él, etc.
ERORIKO. 7 , ' ,
'ziNTZAizKi/ré?r . vosotros, etc.
/LiTZAizKiA'e^. , ellos, etc.
(8.*; «á tí')).
iNiNTZAi^í¿/i-e. . yo te caería.
^hi'í'AkiziLlxe . . él, etc.
ERORIKO. '
]aiNTZAizKi^?//.íj. nosotros, etc.
'litzaizri-?///.7'. . ellos, etc.
EEOEIKO.
EROItIKO.
II
EEORIKO.
(4.'; «áél»).
,NiNTZAYoAe . . yo le caería,.
ziNTZAYoZ'e . . tú, etc.
LiizxYoJie. . . él, etc.
',GiNTZAZKio/ie . nosotros, etc.
ziNTZAZKioA-e . vosotros, etc.
LiTZA7jKioJ¿e. . ellos, etc.
(5.*; «á nosotros»).
zi-sTZMguJie. . tú nos caerías.
lATZAigiiJie. . él, oto.
ziwizAizKigiil-e. vosotros, etc.
[LiTZAizEigide. . ellos, etc.
(6.*; «á vosotros»).
[NiNTZAizu¿e/ie . 3^0 03 Caería.
'lATZAizutelce. . ó-, etc.
pi^ÑTZAizKizuteJie nosotros, etc.
ILiTZAiZKizn feJte. ellos, etc.
(7.''; «á ellos».
iNiNTZAYOiíe/jé. . yo les caería.
lziNTZAYo¿e/te. . tú, etc.
hiTZAYofeJie . él, etc.
\ijiTZAZKiote/iC . nosotros, etc.
Izi^TZAZKiofel-e. vosotros, etc.
IhiTZAZKioteJie . ellos, etc.
22. Futuro remoto.
Se forma con sujeción á las reglas que figuran en la
página 416. La 3. '^ persona plurcil délas flexiones directas
cambia el núcleo ira por itza y pluraliza al sugeto con te,
relación que omite la originaria: zitzatekean. Además es al-
go irregular en la distribución de los elementos, la siguiente:
{2." categoría).
EROBiKo i zintzakZakean. . yo habría caído.
-652-
ÍZITZAI(fAKEAN . . él, etc,
ERORiKo. zintzaizkiíZakean . iiosotros, etc.
(zitzaizkiíZakean . ellos, etc.
V. — Supositivo del condicional.
23- Presente.
Apliqúense sin excepción las reglas que figuran en la
página 420 y se tendrá formado éste tiempo. Debo advertir
que en las flexiones directas desaparece la a final del nú-
cleo: BANINTZ, BALITZ.
A
III.
-Elementos constitutivos.
Afijos personales ó del sugeto.
NA.
«yo».
NI.
«yo».
N.
«yo».
ZA.
. «tú».
ZI.
, «tú».
ZE.
«tú».
Z.
«tú».
D.
«él».
B.
«él».
Z.
«él» .
L.
«él».
GA. ,
«nosotros»
GI.
, «nosotros»
G.
. «nosotros»
afijos pronominales.
t, D. . . . «á mí».
zu. . . . «á tí».
o «á él».
G «á nosotros».
-653—
AFIJOS DE LA PLURA.LIZ ACIÓN PERSONAL
Y PRONOMINAL.
TE, DE.
ZKI.
Z. . .
«vanos»,
«varios»,
«varios».
COMBINACIÓN DE LOS AFIJOS PERSONALES
Y PRONOMINALES
CON SUS PLURALIZADORES.
ZI — TE, Z — TE. «vosotros».
ZI — ZTE .
Z TEZ .
Z TEZTE
ZA — ZKI .
ZE ZKI.
ZI ZKIjZ —
Z Z.
ZUTE .
D — TEZ
D — Z.
D — ZKI
B TEZ
B ZKI
Z TEZ
Z ZKI
L ZKI
L — Z.
OTE .
NÚCLEOS
ATZAKI. .
EZAKI, ITZAKI
ATZAI, ITZAI,
TZAI, ZAI.
ATZA . .
IZ, ITZA .
TZA, ZA, A
EEI, El .
«vosotros»,
«vosotros»,
«vosotros»,
«vosotros»,
«vosotros».
ZKI. «vosotros»,
«vosotros»,
«á vosotros»,
«ellos» .
«ellos»,
«ellos,
«ellos»,
«ellos»,
«ellos»,
«ellos»,
«ellos»,
«ellos»,
«á ellos».
SIGNIFICATIVOS.
«ser».
=-654—
ERA. . . .
lUA !'((durar)).
A . . . .
ADI .
AI . . .
I .... .f -1 • 1
-«percibir»/
EDI ... ' ^
IDE . .
DE . . .
B
-ELEMENTOS CARACTElÜSTICOS.
En ésta conjugacióii intransitiva no existe la tendencia
que en la transitiva á emplear ciertos núcleos en la forma-
ción de ciertos modos y tiempos. Casi todos alternan en to-
dos. Sin embargo, p irtiendo de la base deque los núcleos se
reducen á tres; itzaki y sus variantes y contracciones, ira y
las suyas y adi y las suyas diré: que la materia de las flexio-
nes del indicativo, condicional y supositivo del condicional,
la suministra principalmente itzaki y escepcionalmente ira;
la del subjuntivo, itzaki y adi; y la del modo imperativo, del
potencial y de su supositivo, únicamente itzaki. Querer de-
tallar más en cuadros como lo he hecho hasta ahora de na-
da serviría, poque solo refíriendo los núcleos á sus formas
primitivas es como se encuentra que sirven para caracteri-
zar, y no de una manera muy precisa.
afijos.
TE .
!Del potencial.
KE, KI .
¡üel potencial,
1. Me valgo ahoi'a del significado mAs general, y por lo tanto más cercano al primitivo
que imode asignársele i'i adi, en vista do los dos tjuo positivanionte poseo. El primitivo senti-
do permitió que se le considerara como earnctcvistico del concepto do «ser». Adi con el sifjni-
ftcado do «entender» no indica la operación de la inteligencia sobro las ideas que ella crea 6
tiene yi'i almacenadas, sino sobro los uíateriiiles que do fuera lo vienen por ul canal de loa
sentidos: he alif la causa de que signitique también loir».
Ija lengua euskara coni-erva algunos cnaiiti>s radicales que indican cómo so daba cuenta do
las operaciones psíquicas el hombre iirimitivo: de una manera material. Esos ra<licales son
generalmente, muy oscuros é indeterminados para nomtros, sin duda por haberse iiertlido
los eslabones intermedios. Tal sucede ron il<: ikasl fHprendcr» signirtca, etimológicamente prin-
cipio dü ik (cuyo valor signilicativo descí noicmos) ó toa, según la sintá.\is castellana, •primipiar
li ik». Ik se encuentra cu Ikusi »ver«, ikutu ilocar», ote, acciones que presuponen una scntucióu
bruta, tal veií lo que signillca ik.
EE .
-655—
!Del condicional.
KEAN .
jDel pasado reino
to del poten
) cial.
KEAN .
jüel futuro remo
. > to del coiidi
) cional.
N . .
. i Del pasado.
N . .
¡Del subjuntivo.
BA . .
(De los suposi
tivos.
C—
ELEMENTOS ESTÉTICOS.
A . . .
E . . .
'De ligadura.
I . .
¡Eufónica.
N, Ñ .
¡Epentética.
ZKI. . •
¡Eedundante.
TE
Epentéticas.
TE Z.
'Eedundantes
-C56-
CAPITULO XXI.
CONJUGACIÓN SENCILLA DE LOS YERBOS GUIPUZCOANOS
INTIÍANSITIVOS.
I.
Nos servirá de tipo egon «estar».
/V INDICATIVO .
1. Presente.
(i,) — Flexiones directas.
(1." categoría).
Tuago. . . yo estoy.
za^/DE . . tú, etc.
Tiago. . . él, etc.
GauD^ . . nosotros, e^jc.
zaiiDETE . vosotros, etc.
BaicDE . . ellos, etc.
Observaciones. El núcleo es ago y su contracción au; la o
se trocó en u por la inmediación de la a. La 2.* persona de
singular presenta la redundancia del afijo de, que obligó á
repetir el pluralizador en la '2." de plural; también la 1." de
plural es^ forma redundante. Véase cómo dago corresponde
á DA y DAUDE á DIRÁ y cómo su existencia sola bastaba para
autorizarnos á asegurar que ésta última estaba contraída.
(ii) . — Flexiones pronominales.
(2."; «á mí»).
zagokií .
dagokií .
zagozki¿ .
dagozki^ .
tú me estás,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(5.* «á nosotros»),
zxGOKigu. . tú nos estás.
DAGOKIí///.
ZkGOZKigU
DAGOZKigU
él, etc.
vosotros, etc.
oJlos, etc.
-657-
Observaciones. El núcleo es agoki, alteración de egoki, de
igual suerte que atzaki es alteración de itzaki. La plurali-
zación de los sujetos z y d corre á cargo de z. Las formas
de 3/ persona están marcadas en todo el presente con
gran rigor por íZ, en lo cual me fundo para asegurar que
representa la d al sugeto; en egon no hay ninguna letra
que haya podido producirla como en rigor la habría en zan
si se quisiera sostenerlo respecto áüA. Por lo tanto, si el ini-
cial en la conjugación sencilla es «él», ninguna razón hay
para que, portándose de igual manera en la perifrásica, no
lo sea.
(3.'
T^kGOKÍZU.
VikGOKlZU.
GAG0ZKI^Z¿
DAGOZKI^¿¿
(4;
NAGOKIO .
ZAGOKIO .
DAGOKIO .
GAGOZKIO.
ZAGOZKIO.
DAGOZKIO.
«á tí»).
yo te estoy,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
«á él»)
yo le estoy.
tú, etc.
él, etc.
nosotros,
vosotros, etc.
ellos, etc.
6.*; («á vosotros»).
NAGOKi^ííie . yo os estoy.
'DkGOYAzute . él, etc.
GkGOZKizute . nosotros, etc.
DkGOZKLzute. ellos, etc.
(T.''; «á ellos»)
NAGOKIO^e.
ZAGOKIofe.
DAGOKIO ife.
GkGOZKlote
ZkGOZKIote
DkGOZKlote
yo les estoy,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc¡
vosotros, etc.
ellos, etc.
2. Pasado.
(i) . — Flexiones direc tas,
(I."" «categoría»).
NeNí/oEN. . . yo estaba.
zezmDEN. . . tú, etc.
zeí/oEN ... él, etc.
GewNDEN. . . nosotros, etc.
ze?¿NDETEN . . vosotros, etc.
ze?¿DEN . . . ellos, etc.
46
-Go8-
Obsei'vaciones. El núcleo es ego en unas flexiones y en
otras UE, metátesis de eu, que procede de eo, originada por
la elisión de g. En la 2.* persona de singular y primera de
plural figura la pluralizadora de, por lo cual hubo necesi-
dad de repetirla en la 2." de plural. La presencia de una e
que precede al afijo del pasado n en la 1.» y 3." persona de
singular, parece obedecer al deseo de que todas las formas
sean simétricas terminando en en. Excepto las 3.*' personas,
todas las demás llevan infijada la n que aparece en las fle-
xiones del pasado.
(ii) . — Flexiones -pronominales.
(2.'*; «á mi»). I (5.^- «á nosotros»),
tú me estabas.' zengokií/z/n
ZENGOKIífAN
zegokkZan. él, etc.
zengozkicZan. vosotros, etc.
zegozkií7an. ellos, etc.
(3.''; (-á tí»).
nengoki^í/n. yo te estaba.
ZEG0Ki^?/N. él, etc.
GENGOZKI<rz¿N. nQSOtrOS, Ctc
ZEGOZKi^?/N. ellos, etc.
ZEG0KIí7?¿N.
ZENGOZKIí/í/N.
ZEGOZKIí/MN.
tú nos estabas,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(6.'*; «á vosotros»).
NENGOKi^?/íé'N. yo OS cstaba.
ZEGOKi^zí^í'N. él, etc.
GENGOZKU'«feN. uosotros, etc.
zEGozKi^íífeN. ellos, etc.
NENGOKION.
ZENGOKION.
ZEGOKION.
GENGOZKION.
ZENGOZKION.
ZEGOZKION .
(4.'';«áéL>).
yo le estaba,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosutros, etc.
ellos, etc.
NENGOKIOÍeN.
ZENGOKIOÍeN.
ZEG0KI0/í?N .
GENGOZKIO^'CN.
ZENGOZKIOÍeN.
ZEGOZKIOÍeN.
(7.^ «á ellos»).
yo les estaba,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
B.
-Imperativo.'
1. Las categorías de que no lia(;a mcuci¿u no oxi^ton.
-659-
1. Presente.
(i.) — Flexiones directas.
(1." categoría.)
zawDE. . .
. tú estáte.
Bego . . .
. él, etc.
ZaUD'ETE. .
. vosotros, etc
BeílDE. . .
. ellos, etc.
Observaciones. Las flexiones con base de au son las
mismas que figuran en el presente de indicativo.
(ii.) — Flexiones pronominales.
(2.*; «á mí»).
zAGOKi¿ . . tú estátenos.
BEGOKI^ .
ZAGOZKIií.
BEGOZKI^.
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(5."; «á nosotros»).
zkGOKigu. . tú estátenos."
BEG0Kií7z¿. . él, etc.
zkGozKigu . vosotros, etc.
BEG0ZKi^2¿ . ellos, etc
Observaciones. La observación relativa á la primera cate-
goría puede extenderse, respecto á las flexiones con ago, á
las categorías que acabamos de ver y á las dos que siguen;
(4.S «á él»).
(7.a; «á ellos»).
ZAGOKio . . tú estále.
zAGOKio^^e. , tú estáles.
BEGOKio . . él, etc.
BEGOKioífe. , él, etc.
.zAGOzKio. . vosotros, etc.
ZAGozKio^^e . vosotros, etc.
BEGOzKio. . ellos, etc.
BEGozKio^e ; ellos, etc.
II.
Eefiriéndome siempre al anterior tipo, voy á pasar revis-
ta á los verbales intransitivos qae poseen una conjugación
sencilla.
1.° Ibilli, significa «andar».
ModoSj tiemi)os y categorías. — Los mismos del tipo.
-000-
Isfúcleos. — En el presente, abil para las liexiones directas,
ABiLKi para las prononiinale;^; los núcleos con ki se usan
siempre con ésta última clase de categorías. En el pasado,
EBiL, EBiLKi, los cualcs llcvan infijada n (enbil, enbilki) en
las formas correspondientes á las 1.^^ y 2."'^ personas de
ambos números. En elimperarivo alternan los cuatro temas
correspondiendo los del presente á las segundas personas y
los del pasado á las terceras.
Observaciones. — a) relativas al presente. La primera per-
sona de plural y la segunda de singular llevan por final un
afijo epentético de pluralización, el cual figura correctamen-
te en la tercera de plural refiriéndose al sugeto: zabil^íz «tú
andas», Q^^Bihtza «nosotros andamos», dabil^^íi «ellos andan».
— b) relativas al pasado. La 2." persona de singular de la 1."
categoría lleva za epentética: zenbil,í(7.n «tú andabas». Lal.*
persona de plural de todas las demás infija z antes de la sí-
laba ki: genbil^kizun «nosotros te andábamos», genbil^^kion
«nosotros le andábamos», etc. En la 1." y 3." persona de sin-
gular de la I.*" categoría, la vocal de ligadura es e, y la I del
tema se convierte en //; nenbillen «yo andaba», zebillen
«él andaba». — c) relativas al imperativo. La 2." de singular
presenta za epentética: ZABiL-crt «anda tú». La pluralización
personal, excepto en la 2.'' persona de plural de dicha cate-
goría que usa de te, zabilzaíí? «andad vosotros», corre á car-
go de ¿'infijada antes deKi: dezABiLKiT «tú ándame», zabil^t-
KiT «vosotros andadme»; de bebilkio «él ándele», bebilíKIO
«ellos ándenle», etc.
2." JOAN, significa «ir».
Modos, tiempos y categorías. — Las mismas del tipo, ex-
cepto la á." y 6.* categoría del imperativo.
Núcleos. — En el presente oa, oaki. En el pasado, ijoa,
iJOAKi. El primero de estos figura también en las o."^ perso-
nas de la 1." categoría del présente: dijoa «él va», dijoaz
«ellos van». El núcleo con ra no figura en la 2.* categoría:
ziNJOADAN «tú me ibas», etc. La ?i se infija en todas las per-
sonas, excepto en las 8.''": nin.ioan «yo iba»,cnN.roAZKizuN ('no-
sotros te íbamos», ZIJOAZTEN «ellos iban», zijoazkioten «ellos
les iban», etc. En el imperativo alternan oa, oaki, ijoa, ijoaki,
como alternan los núcleos de ibilli.
-061-
Ohserv aciones. — a) relativas al presente. Z epentética y
redundante se sufija á la S."* persona de singular y 1." de plu-
ral de la 1." categoría: zokz «tú vas», gokz «nosotros vamos»,
lo cual obliga á reincidir en la pluralización de la 2.* perso-
na de plural, zokzic «vosotros vais». Dicha z figura con el
mismo carácter en todas las demás formas pertenecientes á
las referidas personas, infijada antes de ki: zoa^kit «tú me
vas», GOA^Kizu» nosotros te vamos», etc.
En lo demás es pluralizadora de los sugetos: zokzyit^ti
«vosotros me vais», cZoa^kizu «ellos te van», ^oa^kiote «voso-
tros le vais», etc. — h) relativas al pasado. Ha}^ z epentética
en la 2.*^ persona singular de la 1.'' categoría y redundante
en la I.'' de plural de las categorías restantes: zinjoa^en «tú
ibas», GiNJOA^TKizuN «uosotros te íbamos», ginjoa^kion «noso-
tros le íbamos», etc. Fuera de estos casos, pluraliza al suge-
to. — c) relativas ai imperativo. La presencia y funciones de
la z se atemperan á lo dicho: zoa^ «vete», zokzte «idos», 6i-
jOA^Kio «ellos váyanle», zoa,í'kigu «tú vénnos», ¿?oa-^kigute «ve-
nidnos», etc,
3.° JAERAiTU, significa «seguir».
Modos, tiempos y categorías. — Carece de la 1." categoría
en los tres tiempos y dos modos y de la 3.** y 6." en el im-
perativo.
Núcleos. — En el presente aeraiki. La forma alto-nabarra
meridional yarreiki confirma la certeza de mi teoría acerca
de KI. En el pasado, ereaiki. Entre los afijos del sujeto y el
tema, se infija ?¿ en todas las segundas personas de ambos
números y en la primera de plural: ze«eeeaikidan «tú me se-
guías», ge^ereaizkizun «nosotros te seguíamos», ze7zerraiz-
KioN «vosotros le seguíais». En el imperativo alternan arrai
y EEEAI, AEEAIKT y EREAIKI.
Observaciones. — Eelativas al pasado. La z que pluraliza
al sugeto zENEEEAi^'KiDAN «vosotros me seguíais», etc. figura
redundantemente en todas las primeras personas de plural:
GENERRAi^-KioN «nosotroslc scguíamos», etc.
4.° ETOEEi, significa «venir».
Modos, tiemjjos y categorías. — Los mismos: en el impera-
tivo carece de la 3.^ y 6.-'' categorías.
— CCG—
Núcleos. — En el presente ato, ator, atoki, atorki. En el
pasado eto, etor, etoki, etoriíi, con n infijada entre la pri-
mera vocal y el resto del tema (ento, entoki, entorki,) en
todas las flexiones que no corresponden á las terceras per-
sonas de singular y plural. En el imperativo ato, atoki,
etor, etorki, etoki.
Observaciones. — a) relativas al presente. Los núcleos
ator, atorki fíguran en todas las primeras y terceras perso-
nas: NATOR «yo vengo», dator «él viene», datorkit «él me vie-
ne», etc. Una z epentética figura en todas las segundas per-
sonas, colocada antes de ki en las pronominales y al final en
la directa: zato^ «tú vienes», zato^kit «tú me vienes», etc.
Dicha z es redundante en todas las primeras personas de
plural: gato^ «nosotros venimos», gato^kizu «nosotros te ve-
nimos». En los demás casos pluraliza al sugeto: íZatoz «ellos
vienen», ^ato^-kiote «vosotros le venís», etc., concurriendo
con TE en zkTozte «vosotros venís». — h) relativas al pasado.
El núcleo etor forma parte de la 1." y 3." persona de singu-
lar de la 1." categoría y de las tres del mismo número de las
demás, etorki: nentorren «5^0 venía», zetorren «él venía»,
ZENTORKIDAN «tú me venías», nentorkizun «yo te venía», ze-
TORKio «él le venía», etc. Lleva z epentética la 2.* flexión di-
recta únicamente: zento^en «tú venías». Pero como redun-
dante aparece en todas las primeras de plural: gento^^en «no-
sotros veníamos», gento^tkizun «nosotros te veníamos», etc.
Es pluralizadora del sugeto en todas las restantes flexiones,
y concurre con te en ¿'ENTo,íí^eN «vosotros veníais», zETOzte'm
«ellos venían». — c) relativas al imperativo, ato es núcleo de
las segundas directas, etor de las terceras; atoki de las se-
gundas pronominales, etorki de las terceras de singular y
etoki de las terceras de plural. La distribución y funciones
de la z se ajusta á las del presente.
5." ETZAN, significa «estar acostado».
: Modos, tiempos y categorías. — No conserva más que las
flexiones directas en los tres tiempos y dos modos.
Núcleos. — En el presente atza, autza. En el pasado eu-
TZA, ETZA con 11 infijada en todas las flexiones, exepto en
las de 3." persomx. En el imperativo autza, etza.
—663-
Ohserv aciones. — a) relativas al presente, atza es el nú-
cleo de las personas del singular y autza de las del plural.
Los afijos del sugeto son n, z, d, g, z — t. La tercera de plu-
ral está contraída: dautza «ellos están acostados». — h) rela-
tivas al pasado, etza es el núcleo de las terceras personas,
eutza de las restantes. Los afijos del sugeto son: n, z (2." y
3/), G, z— TE (2."^ y 3.*). De manera que hay varias ñexio-
nes que únicamente se diferencian hoy morfológicamente:
ZEUNTZAN «tú estabas acostado», zetzan «él estaba acostado»,
ZEUNTZATEN «vosotvos cstabaís acostados», zetzaten «ellos es-
taban acostados», pero nó etimológicamente. — c) relativas
al imperativo. En las segundas personas el núcleo es autza,
en las terceras etza. Los signos del sugeto son z, b, z — te,
B — te.
Las reglas de la acentuación prosódica dadas para el ver-
bo transitivo, valen también para el intransitivo.
»->-!*'^^^«-<-«—
-CGl—
CAPITULO XXII.
CONJUGACIÓN PEEIFEÁSICA DÉLOS VERBOS LABORTANO Y SULETINO.
{Voz intransitiva. — Tratamiento indeterminado)
I.
El análisis del verbo intransitivo guipuzcoano nos abre
una puerta muy anclia para penetrar en el de los verbos la-
bortano y suletino. Creo que no liabrcá ningún inconvenien-
te, sino antes bien ventajas para evitar repeticiones, en pre-
sentar simultáneamente al lector ambos verbos. En la co-
lumna de la izquierda irán las flexiones labortanas, y en la
de la derecha, las suletinas- Con la letra A designarélas ob-
servaciones relativas á las primeras, y con B las relativas á
las segundas. Cuando los tiempos ó modos de ambas conju-
gaciones no se correspondan entre sí, los daré por separado.
xk« Primer tiempo matriz.
I.— Modo indicativo.
1. Presente.
(i.) — Flexiones directas.
(l.*^ categoría.)
inaiz . .
IslZ. .
. yo caigo.
Viare .
zira .
tú, etc.
erortzen ^
IDA. .
Gare .
. DA. . . •
Gira .
. él, etc.
. nosotros etc.
zareTE .
zirai/e .
. vosotros, etc
\mre . .
. dirá . . .
. ellos, etc.
1. Rocuírdcse quo el tliaclecto siilotiiio Bviolo formar inny fimonmlo ol sustantivo vcrbftl
con TEN,
—665-
Observaciones. A. Elmicleo are es metátesis del gui-
piizcoano era. La 3." persona de plural ostenta todos sus ele-
mentos significativos, pues e final es la pluralizadora te
contraída: el núcleo queda reducido á ir.
B. La 1.^ persona nos presenta al sujeto despojado de su
vocal; esto se debe á que no la cambió en otra y la i de ni
se fundió con la i del núcleo iz. El núcleo tomado de iraun
se muestra más puro que en los dos anteriores dialectos.
En la 2.'' persona del plural reaparece la pluralización sule-
tina del sujeto por medio de ye: revela una forma interme-
diaria zlrae.
(ii.) — Flexiones pronominales.
(2."; «á mí»).
/zATZAizKií. . . ziTZAiií. . . tú mc caes.
ZAi^^ .... ZAií ... él, etc.
ZATZAIZKITEií . ZITZAIZiÍAYE . VOSütrOS, etc
zAizKi¿ . . . zkizt . . . ellos, etc.
ERORTZEN,
Observaciones. A. La flexión correspondiente á la 2.*
persona de singular, es la flexión de 2." persona plural del
guipuzcoano. Esta atribución de formas plurales á funciones
singulares, es un lieclio muy frecuente en las categorías la-
bortanas, y sobre él llamo la atención de los lectores de
una manera especia.1. Tuvo lugar el fenómeno cuando el zu
primitivamente plural cambió de número. Así es que como
en la forma atribuida al singular el signo pluralizador zki
degeneró en epentético, en la forma plural hubo necesidad
de redoblar la pluralización y se acudió á te. Los núcleos son
TZAi, zAi. El sngeto, za «tú».
B. La segunda persona de plural suletina lleva dos afi-
jos de pluralización, z y ye, de los cuales el primero pasa
á representar al sugeto de 3.* persona plural. Los núcleos
son los mismos y el sugeto es zi «tú».
-665-
C^.'; «á tí..).
EROETZEN.
Zklt.lll. .
¡GklZKltzU
ZklZKitzU
mTZkizu .
. yo te caigo.
ZMZ il .
. tú, etc.
GITZALí<¿ .
. nosotros, etc
ZAIT-í/V. .
. ellos, etc.
Observaciones. A. En la primera persona de plural el
afijo pliiralizador zki es redundante.
B. NI y Gi son los afijos del sugeto de primera persona;
el de S."" persona plural está representado por t.
(4.'; «á él»).
/NATZAYO . .
NITZAYO. . .
yo le caigo.
IzATZAIZKO . .
ZITZAYO . .
tú, etc.
ZAYO . . . .
ERORTZEN <
GAIZKO .
ZAYO .
GITZAYO .
él, etc.
nosotros, etc
fzATZAIZKOTE
. ZITZAY?/E.
. vosotros, etc.
IZAIZKO . .
. ZAITZO. .
. ellos, etc.
Observaciones. A. El afijo zk que figura en cuatro fle-
xiones, siendo en ellos epentético, ó redundante, ó simple-
mente pluralizador, ó representante del sugeto plural de 3.*
persona, según los casos, es una contracción de zki. La 2."
persona de plural lleva los pluralizadores personales zk y te
por figurar el primero de estos en la 2.* persona de singular.
B. Tz es el afijo pluralizador que representa al sugeto de
3." persona plural. La permutación del pronominal o en it la
conocemos de antes, así como su causa.
(5.": «á nosotros.)).
ERORTZEN \
ZkTZklZKigU.
ZklliU. .
J ZATZAIZKIí7«TE.
zhizKigu.
ZITZAl/iVí .
ZAl/i-</.
zitzaiz/ivVye..
ZAIz/i/¿. .
tú nos caes,
él, etc
vosotros, etc.
ellos, etc.
—667—
(6.*: «á vosotros»).
EROETZEN
/NATZAIÍ^Z/e
\zkitzue .
¡GAlZKlt.^ lie
[zMZKitzue
íflTZAlZte .
zkizie.
GiTZkizie .
ZkiTzie. •
yo os caigo,
él, etc.
nosotros, etc,
ellos, etc.
Observaciones. A. Basta añadir la pluralizadora e ala
3." categoría para que resulte la G."
B. La pluralizadora e añadida á la 3.* categoría, provoca
la ordinaria permutación de ü en i.
(7.*; «á ellos»).
ERORTZEN
iNATZAYo/(?.
\zkTzkizlote
¡zkYote. .
ÍGklZKOte .
¡ZkTZklZKOte
zkizKote.
NITZAYe
ZITZAYe
ZAY6 .
GITZAYe
ZITZAYIí?
ZAITZC.
yo les caigo,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
!■:
VA
-TIEMPOS DERIVADOS.
7. Futuro presente.
Este tiempo está formado perlas flexiones del futuro sim-
ple del verbo «ser», el cual no necesita de ningún nombre
verbal para tener completo su significado: daiteke «él cae-
rá», etc. La primera categoría del futuro labortano consti-
tuye también la 1.* categoría del presente del potencial:
ERORTZEN DAITEKE «él SO Cacrá», ER0R DAITEKE «él SO pucdc Ó
podrá caer». Por todas partes surgen pruebas de la íntima
conexión primitiva entre las ideas de futurizazión y poten-
cialidad.
(i.) — Flexiones directas.
(1.* categoría).
ERORTZEN 1 n^kitehe .
mzkte
yo caeré.
-G08-
¡zhitel-e ,
. zi-Rkte
tú, etc.
VDAitele .
. Dkte .
él, etc.
ERORTZEN GAltezle.
. Giukte
nosotros, etc.
zkitezJie.
. zira/cye .
vosotros, etc.
BitezJie .
. Dmkte
ellos, etc.
Observaciones. A. El núcleo es ai, i; la pliiralización del
sugeto está encomendada á /:', la cual es redundante en la
1/ persona de plural. Concurren los dos afijos de futuro te
y KE á caracterizar el tiempo.
B. La sufij ación de te al presente de indicativo suletino
lo convierte facilísimamente en futuro.
(ii.) — Flexiones pronominales.
(2.'^; «á mí.)).
¡zkizKÍket . . . ziTZkiket . . tú me caerás.
^zkilxet. . . . zkiket ... él, etc.
jZAizKi/.'eTEÍ . , zitzaiz/;^c7e . vosotros, etc.
\zkizKiket . . . zkizJxet . . . ellos, etc.
Observaciones. A. La 2.* persona de plural usa pleonás-
ticamente de la pluralizadora personal te, para distinguirse
de la 2." de singular que primitivamente no pertenecía á és-
te número, como lo demuestra la infijación de zke.
B. También la 2.'^ de plural suletina lleva repetidos los
pluralizadores del sugeto, (z y e), pero la causa de éste
pleonasmo no la conocemos.
(8.^; «á tí»).
NATZAi./¿r2/ZT. . mTZkilczn. . yo te caeré.
[zkifzul-e. . . zkil-ezll . . él, etc.
ERORTZEN'
iGkizkúzulxe . GiTZkilezic . nosotros, etc.
^zkiZKif zule. . zkizJieTzit . . ellos, etc.
Observaciones. El sugeto de 3." persona plural está repre-
sentado por los afijos z y f.
EKORTZEN
NATZAYOÁ'e .
ZATZAIZKO/Je
'zAYo/^e .
QkizKohe
ZATZAIZKo/veTE
IzAIZKoA'e. .
-6C9-
(4.^; «á él.)).
. NITZAI/l-O .
ZITZAlAo .
ZAl/i'O .
• GITZAl/i-0 .
• ZITZAlz/iME
. ZklzlxO
yo le caeré,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. B. El sufijo característico del futuro se
ha conti'aido en k fundiéndose con el inmediato afijo prono-
minal o.
(5.*; «á nosotros»).
ERORTZEN'
ZMZKiguke .
Zhikiike .
lZAIZKI;7?¿A-eTE
fzAiZKjguJie .
znzkiJieg'd.
zAiJiegii
ZITZAIz/í-eí7¿E
ZMzhegü .
(6.*; «á vosotros»).
EROETZEN
fNATZAi^^-ííe/ve .
yzAitzueJie . .
mTZkiJiezíe
zkilcezie ,
pkTZkitzuehe . GiTZkilxezie
[zkiZKitzuehe . zkizJieTzie.
(7."; «á ellos»).
EROETZEN
síikTZkYoIiete
zATZAizKoA'e^e
zkY oléete
.GkizKoJiete .
IzkTzkizKoJiete
\zkizKohete .
mTZkihe .
ziTZkiJie .
zkúe . .
GiTZkihe .
ziTZAizA-eYE
zkizlie
tú nos caerás,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
yo os caeré.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
yo les caeré,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. A. El sufijo característico de tiempo queda
infijado entre el pronominal y su pluralizador.
Unas veces la vocal que antecede al núcleo forma parte
de éste, y otras del sugeto. Daré las formas de éste para
evitar toda confusión y facilitar la segregación de los nú-
-670-
cieos; 1/ categoría, n, z, d, g — z, z — z, d — z; 2.* categoría,
z — zKi «tú», z — zKi — T «vosotros», zKi «ellos (ideológicamen-
te»); 3." categoría, na «3'0)), (1a «nosotros», zki «ellos»; 4." ca-
tegoría, NA «yo», ZA — ZK «tú», G — ZK «nosotros», ZA ZK TE
«vosotros». Los sugetos de la 5." son iguales á los de la 2.*,
los de la 6.* á los de la 3." y los de la 4,^ á los de la 7."
B. Los afijos del sujeto son: en la 1." categoría, n, z,d,
G, z — YE, faltando el de 3." persona . plural porque la for-
ma DiRATE es ^ii^a contracción de diratete. En la 2." cate-
goría, zi «tú», zi — z — E «vosotros», z «ellos (ideológicamente,
como todos los de igual clase)»; en la 3.*, ni «yo», gi «noso-
tros», z «ellos», y en la 4.", ni «yo», zi «tú», gi «nosotros»,
zi — z «vosotros», z «ellos».
IX. — Modo subjuntivo.
34. Presente.
(i.) — Flexiones directas.
(1.*; «categoría»).
iNADieN . . NADiN . . yo caiga.
IzAITEZEN . z/f¿AN . • tÚ, ctc.
'dadkíí . . DADiN . • él, etc.
IGAITEZEN . G¿'¿iAN . . nOSOtrOS, ctc.
IzAiTEZTEN . ziteYE^ . . vosotros, etc.
'ditezen. . bíHa.^ . . ellos, etc.
Observad ones.'^A. El sufijo característico del pasado es
EN, alteración de una forma primitiva an.
B. Hay que señalar los núcleos iti, ite, alteraciones de adi.
(ii.) — Flexiones pronominales .
(2."; «á mí»),
izakizkicZan . . zakiz/an . . . tú me caigas.
]DAKií?AN . . . dakk/an . . . él, etc.
íZAKIZKIcZaTEN. . ZAKIZÍADEN . . VOSOtrOS, ctC.
ÍDAKIZKkZaN . . DAKIZ^ADAN . . clloS, Ctc.
-671-
Observaciones. B. La 2." persona de plural termina en
EN y la tercera del mismo número en an porque ésta sílaba os
simplemente la característica de tiempo pasado, mientras que
la E de EN es la pluralizadora pleonástica del sugeto z^ sien-
do necesaria su presencia por figurar epentéticamente el
pluralizador z en la 2/ de singular y para que las formas
de ambos números no se confundan.
(3/; «á tí))).
EROB
lNAKI^Í¿N
)daki^¿¿n
GAIZKI¿^¿¿N.
ÍDAKIZKI^^¿m
NAKI^ÍíN .
T>kY.\z['m
GITZAKE^í/íN
DAKIT^/íN .
yo te caigo,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. A. De que aki, y por consiguiente, tam-
bién AI, es una contracción de izaki (atzaki), tenemos otra
prueba más, y directa, en la comparación que podemos ha-
cer con las formas guipuzcoanas, las cuales no presen-
te la contracción del núcleo que las labortanas. ^
B. La 1. apersona de plural nos presenta^^ íntegro el nú-
cleo que tantas flexiones nos explica: itzaki. La pluraliza-
ción personal de la 3.* persona la verifica el afijo t.
EROR.
/NAKIOEN .
IzAKIZKIOEN .
JDAKIOEN .
IGAIZKIOEN .
ZAKIZKIOTEN
DAKIZKIOEN .
(4.*; (tá él))),
NAKION .
ZAKITZON. .
DAKION .
GITZAKION .
ZAKITZZÍEN .
DAKITZON. .
yo le caiga,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
1 Sea por omisión cíe imprent a ó por omisión del manuscrito, es lo cierto que la categoría
3.1 del presente de subjuntivo guipnzcoauo ha deiado de aparecer en la púg. 639. Me apresuro
a subsanarla.
EEOEI
NATZAKIZUN.
/DATZAKIZUN
JGATZAKIZKIZUN
DATZAKIZKIZUN
yo te caiga,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc-
-672-"
Observaciones. A. En cinco flexiones se nota mía e en la
última sílaba. Xocsprobablo que ésta forme parte del afijo
de tiempo pasado an, porque no existe la única causa que po-
dría explicar el cambio de a en c que produce un choque tan
duro de vocales: me reñero á la asimilación. Por lo tanto, ten-
go por cosa segura que la e es la pluralizadora y que dichas
flexiones poseyeron primitivamente las pronominales plura-
les OTE, atribuidas posteriormente al singular.
B. El afijo Tz pluraliza á íZ y por figurar con z singular
viene á coexistir con el pluralizador e en la 2/ persona de
plural.
(5.*; «á nosotros»).
. ZAKIzA-iíN. .
EROR.
[ZAKIZKIí7«N .
pAKIí7¿^N . .
ZAKIZKIí7¿¿TEN
iDAKIí/l/TEN .
NAKI<rz¿(?N. ;
DAKI^Z¿(gN.
EROR.(
]GAIZKIT4r¿/eN .
(DAKIZKIT^Z/eN
NAKIOÍeN.
ZAKIZKÍof^N
DAKIOÍdN.
iGAIZKIOÍeN
[zAKIZKIOiíeN
DAKIZKIOÍeN
EROR.<
zaeizHen . .
DAKIz/vl'íN . .
(6."; «á vosotros»).
NAKI^^i'íN. . .
DAKI^ieN.
GITZAKE^/eN.
DAKIT^¿eN . .
(7.='; (á ellos»).
NAKíeN . . .
ZAKITZCN. . .
DAKíeN . .
GITZAKíeN . .
ZAKITZeYEN . .
DAKITZ(?N. . .
tú nos caigas,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
3^0 os caiga,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
yo les caiga,
tú, etc,
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
VIII — Modo DirERATivo.
32. Presente.
(i.) — Flexiones directas.
(1.*; categoría)».
EROR ZAITE •'
zilc
. tú cao.
-G73-
ÍBEDI . .
BEDI
. él, etc.
EEOE ZAITEZTE .
ziteYF. .
. vosotros, etc.
(BeÍTEZ . •
BÍte
. ellos, etc.
Observaciones. A. Hay que señalar en la 3.* persona de
plural una nueva forma del núcleo: ei, derivada también
de EDI.
B. Estimo que ite es el núcleo, alteración de edi y de
ninguna manera i núcleo, más la pluralizadora te.
(ii.) — Flexiones pronominales.
EEOP.
/ZAKIZKI¿. .
Ibeki^.
jzakizkiteí.
'BEKIZKlf, .
(2.''; «ámí.)).
ZAKITZAií. .
BEKIl'.
ZAKITZAíZe .
BEKITZAÍ. .
tú cáeme.
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. B. La flexión de 2-^ persona, de igual
suerte que la labortana, presenta un afijo epentético tz que
corresponde al zki de ésta: de- aquí la necesidad de -redoblar
el signo pluralizador {te, e) en la 2 * de plural. La a que pre-
cede al pronominal es de ligadura.
(3.*; «á tí»).
EROR
EEOR
EROR )
|BEKIZ?¿.
^'B'EKLZKltzU.
. BEKI^¿7.
• BEKIT^W. .
(4.'';«áéL0.
•
•
él caígate,
ellos, etc.
zakizkio. .
Ibekio. . .
1 zakizkiote .
bekizkio. .
. ZAKITZO . .
. BEKIO. .
. ZAKITZZÍE .
. BEKITZO . .
•
tú cáele,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(5."; «á nosotros
,>).
^ ZAKIZKI^Z^ .
'(BEKI<7Z¿ .
. ZAKIz/t-W . .
. B'EiKigií . .
•
tú cáenos,
él, etc.
47
EROll *
ZXKlZKUJltTE.
'bekizkií;;/.
\BEKÍZUte.
EROR / , ,
,ZAKIZ£IÜ¿e
)BEKIOfe
EROR
ZiKIZKIoff?
BEKlZKlote
-674-
z\kiz/.v7ye.
BERITZAí/Zí.
(6/; «á vosotros»).
üEKizie.
(7.^; «á ellos»).
, ZAKITZe . . .
, BEKíe. . . .
ZAKITZÍYE .
BEKITZÍ . .
vosotros, eto.
ellos, etc.
él caígaos,
ellos, etc.
tú cáeles,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
II. — Modo potencial.
12. Futuro presente.
(i,) — Flexiones directas.
(1.* categoría).
NAITEA-e . .
NAlfc.
ÍzaiteA'íj . .
zxite.
'DAITEA'e .
EROR • 7
.GAITEZA'^. .
BAite.
Qife .
/zAITEz/.eTE .
zita/i^ye.
\DiTEzA-e . .
DITA/i'e .
Observaciones.
B
Los núclec
yo puedo caer,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
ADi. Cuatro flexiones caracterizan al potencial con te y dos
con KE, sin concurrir ambos sufijos, como sucede en labor-
tano. En ciertas variedades del suletino se emplean formas
con KETE, idénticas ó muy análogas las labortanas; y se em-
plean indistintamente para el futuro y el presente, sin que
constituyan dos tiempos diferentes, como acontece en el
dialecto bizcaino. ^ A las o.''' personas de plural de ambos
dialectos de Francia, les falta la pluralizadora personal.
1. Víase Boiiaparto. Le Verbe bastiue. inxui. tubl. luuUui,
EROB
-675-
(ii) . — Flexiones pronominales.
(2.'; «á mí»).
zkKizYÍket. . . zitaJcH. .
DAKlJcet . . . BIT Al-id AT .
ZAKIZKlA-éTEÍ . ZlTAzJiidAYE
BAKIZKlJcet . . DITAhiztAt .
tú me puedes caer,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. A. Teniendo en cuenta (y es imposible
que el lector no lo tenga, á causa de las muchas veces que
se ha producido el fenómeno) que el zki de la 2." persona de
plural es epentético y se refiere al sugeto z, queda esplicada
dicha forma y la 2." persona de plural.
B. La permutación de la e de ke en i se debe á la fuer-
za asimiladora de la inicial del núcleo ita. La 2.' persona
de singular y plural adoptan el pleonasmo del pronominal t.
EROR
^AKizuJce. .
\í)AKiJcezii. .
jGAiZKitzuJce.
DAKizhetzu .
(3." «á tí»).
mTAJcizíL
bitaMzü. .
gitaHzíL
ditaJcUzü .
yo te puedo caer,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. A. Es curiosa la posposición del afijo
característico de modo al pronominal en las 1.'
y su anteposición en las 3.^^
(4.*; «á él»).
personas,
EROR
EROR
NAKIOZ;^.
. nitaHo.
yo le puedo caer.
ZAKIZKloJce .
. zitaJcío.
tú, etc.
DAKiol-e . .
. DlTAldo. . .
él, etc.
GAiZKioZ:e. .
. GITA.^¿0. . .
nosotros, etc.
DAKlZKloliete.
. ZITA^ioYE . .
vosotros, etc.
ZAKIZKI0A:e .
. ditaA;¿tzo . .
(5.'; «á nosotros»).
ellos, etc.
ZAKizKiguke.
ZlTAldgÜ. .
tú nos puedes caer.
DAKiguKe. ,
DIT AJcig ¿6. .
él, etc.
-676-
\z\Ki'¿KiguI>eTE . zita/,7"7¿e
iDAKIZKIí/;/A-e. . DIT aIizJíIC
EROR
EROR <
(NAKUWe/.-e. .
GAIZKlf-c/íí?/,-^
DAKIz/i'eí^?/e.
NAKioZ-efe. .
ZAKIZKI0A-í?fe
DAKiol-ete. .
GAizKio/.-e/e.
ZAKIZKIo/vífc
'DAKIZKIo/veíe
(O/; «á vosotros»)).
mTAhtzie. .
DiTüJxizie. .
VTiTkldzie. .
DiTkldTzie .
(7.*; «á ellos»).
NITAA'/e.
ZYYklie.
DiTAlde.
GiTkl-ie.
ZITA/i-/eYE
DITA/iiTZe
vosotros, etc.
ellos, etc.
yo os puedo caer,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
yo les puedo caer,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
III. — Supositivo del potencial.
IG. Presente.
La formación de éste tiempo en el verbo labortano es del
todo regular; imicamente lüerece mención especial la fle-
xión perteneciente á la 2.* persona de plural de la 2." cate-
goría, BAZAKizKiTEf, quc cou arrcglo ásu matriz ú originaria
debería ^r bazakizkií7ate.
El tiempo suletino, es como sigue:
ER0R<
(i). — Flexiones directas.
(1.* categoría).
jBANADi. . . . si yo puedo caer.
Íbazitake. . . si tú, etc.
Ibadadi. ... si él, etc.
jBAüiTAKE. . si nosotros, etc.
Ibazitakeye . . si vosotros, etc.
^BADiTE ... si ellos, etc.
-677-
Observaciones. La forma íntegra de la 3.* persona de
plural es badadite; es meramente teórica, en la actualidad
alo menos.
(ii.) — Flexiones j^ronominales.
(2.*; «á mí»).
EROR/
EEOE
EROR
bazitakiíZaíí.
badakiíZat .
bazitakiíZe .
badakizí'aí .
.BANITAKI^ÍÍ
|BADAKIZ/¿.
BAGITAKI^d'í
BADAKIT^W
ibanitakio. .
ibazitakio. .
Ibadakio.
iBAGITAKIO. .
BAZITAKIOYe.
BADATKITZO .
si tú me puedes caer,
si él, etc.
si vosotros, etc.
si ellos, etc.
(3.*^; «á tí.)).
si yo te puedo caer.
si él, etc.
si nosotros, etc.
si ellos, etc.
(4.*; áéU).
. si yole puedo caer,
si tú, etc.
si él, etc.
si nosotros, etc.
si vosotros, etc.
si ellos, etc.
(5.": «á nosotros»).
BAZITAKI(7¿f*
]BADAKIí7/f.
EROR /
/
ÍBADAKIZ/.VV;
jBAZITAKIí/^^YE
si tú nos puedes caer,
si él, etc.
si vosotros, etc.
si ellos, etc.
(6.'': «á vosotros»).
EROR
iBAmTAKlZie .
jBADAKI^/e. .
JBAGITAKI^/e .
'üADAKIT^/e .
si yo os puedo caer,
si él, etc.
si nosotros, etc.
si ellos, etc.
-678-
(7."; «á ellos»).
EROR
BANITAKíe.
iBAZITAKíe. ,
jEADAKle .
jBAGITAKíe.
/BAZITAKíeyE.
'sADAKITZe. .
si yo les puedo caer.
si tú, etc.
si él, etc.
si nosotros, etc.
si vosotros, etc.
si ellos, etc.
II.
B
■Segundo tiempo matriz.
I. — Modo indicativo.
2. Pretérito imperfecto.
(i.) — Flexiones directas.
(1." categoría.)
/NINTZEN . .
. NINTZAN . .
. yo caía.
IziNEN. . .
. ZINEN. . .
. tú, etc.
ERORT-
JZEN. . .
. ZEN. . . .
. él, etc.
ZEN
Iginen. . .
. GINEN. . .
. nosotros, etc
IZINETEN . .
. ZINIEN. .
. vosotros, etc.
\ZIREN. . .
• ZIREN. . .
. ellos, etc.
Observaciones. A. Se diferencian muy poco éstas flexio-
nes de las guipuzcoanas; la vocal del núcleo es e y no a; la
consonante infijada (eufónicamente ó epentéticamente, se-
gún los casos), es n y no 7i.
B. En una flexión el núcleo es i; en la 1." persona rea-
parece la a del núcleo guipuzcoano.
(ii). — 'Flexiones pronominales.
(2.*: «á mí»).
• zintzaizkiíZan.
ZINTZEI^AN . •
tú me caías.
ERORT-
jziTZAI^AN. . .
ZEI¿AN. .
él, etc.
ZEN
JzintzaizkiJaten .
ZINTZEIZ^ADEN .
vosotros, etc.
'ziTZAlZKIí/aN . .
zeiz/an . .
ellos, etc.
-079—
Observaciones. A. Continúa figurando en la 2.* perso-
na de singular el afijo epentético zki.
B. El núcleo es tzei — zei, alteración de tzai — zai. En
la 2.* persona de plural espleonástico el sufijo z, pueslaplu-
ralización del sugeto estaba lograda con de solo.
(S.-^; «átí»).
\NINTZAIÍ,^^/N .
. NINTZEI^/m .
. yo te caía.
EEOET-
IziTZAIÍ^WN
z^izím.
él, etc.
ZEN
JGINTZAIÍ^ZÍN .
. GINTZEI^:^¿VX .
. nosotros, etc.
ZITZAIZKl/^UN
. ZEIT^ÍíN.
. ellos, etc.
Observaciones. B. El sujeto plural de 3.* persona está
representado simplemente por t.
(4.^ «á él))).
nintzayoen. .
zintzaizkoen .
ER0RT- \zITZAYOEN .
ZEN .GINTZAIZKOEN .
ÍZINTZAIZKOTÉN.
'ziTZAIZKOEN. .
NINTZEYON .
ZINTZEYON. .
ZEYON. .
GINTZEYON. .
ZINTZEY^EN.
ZEITZON.
3^0 le caía,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. B. El afijo personal de 3.* persona ó re-
presentante del sugeto, es tz; el núcleo, más contraído en sus
formas que el de las categorías anteriores es tze, ze, aunque
también cabe atribuirle la y considerándola como parte in-
tegrante de él, por consonificación de la í.
(5."; «á nosotros»).
EEORT-
¡ ZINTZAIZKI^ÍÍN.
ZITZAl/t-¿¿N .
ZmTZElJtií<i.
ZEl/j/^N . .
tú nos caías,
él, etc.
ZEN
jZINTZAIZKIÍ/í/TEN .
ZINTZEl/i'/h'EN .
vosotros, etc.
' znzkizKigujü .
zeizAv7n
ellos, etc.
(6.^
«á vosotros»).
EEOET-
|NINTZAI^¿'?ííN .
NINTZEL?¿€N.
yo os caía.
ZEN
)ziT7jAif zue^. .
ZEI.f/í'N.
él, etc.
-680-
ERORT-
) Gmi'Ákifzue'^ .
GINTZEI^/CN.
. nosotros, etc.
ZEN
1 ZlTZMZKlfziie-¡^
(7.";
ZEIT¿'¿eN.
«á ellos»).
. ellos, etc.
iNINTZAYO/eN. .
NINTZEYfiN. .
, yo les caía.
lziNTZAIZKOÍ(?N .
ZINTZEYeN .
. tú, etc.
ERORT-
IziNTZAYOÍÉíN. .
ZEYeN. . .
. él, etc.
ZEN
jGINTZAIZKOÍeN .
GINTZEY^N .
. nosotros, etc.
IZINTZAIZKOfeN .
ZINTZEYeN .
. vosotros, etc.
'ziTZAIZKOfeN. .
ZEITZeN .
. ellos, etc.
Observaciones. A. No faltarán lectores á quienes cause
estrañeza el hecho de que habiendo comprobado repetidas
veces la existencia de un pronominal ko, no lo admita en el
resultado de los análisis que he practicado de las varias cla-
ses de categorías 4.^ y 7." que muestran esa sílaba. Mi abs-
tención no proviene ni de inadvertencia ni de capricho. Ke-
párese que esa sílaba figura en flexiones en que la opinión
más razonable es admitir un primitivo pleonasmo, dei^enera-
do posteriormente en epéntesis, (zk con zi ó zu cuando éste
pronombre era plural, en la 2." persona singular de hoy), ó
una redundancia (zk con gi ó g, en la 1." persona plural), ó
un pleonasmo (zk, con otro afijo pluralizador de zi, zu, en la
2.» persona plural formada para reemplazar á la primitiva
trasportada al otro número). Y como la sílaba zk desempe-
ña iguales funciones en otras categorías, y jamás figura en
las flexiones de l.*^ y 3." persona de singular que no experi-
mentan dichas epéntesis, redundancias y pleonasmos, es
para mí evidente, y espero que para todos los lectores ahora,
que Ji pertenece al pluralizador zk y de ninguna suerte al
pronominal ko.
J3I3. 'Tiempos derivados.
IX. — Modo subjuntivo.
35. Pasado.
(i). — Flexiones directas.
(1." categoría.)
EROR ÍNiNí7af?/EN . . NENDiN. . . yo cayese.
-081-
iZINTEZEN. .
. ZINTIAN.
. tú, etc.
lzat?¿EN . .
. ^EDIN. . .
él, etc.
EROR
GINTEZEN. .
. GINTIAN.
. nosotros, etc
jZINTEZTEN .
. ZINTIYEN. .
. vosotros, etc
ZITEZEN.
. ZiTIAN. . .
. ellos, etc.
Observaciones. A. La descomposición de éstas flexio-
nes es como signe. El núcleo de la primera flexión está to-
mado de la 3.^ persona singular del presente de indicativo
del verbal adi, caya conjugación no ha llegado hasta noso-
tros, sin que nada se oponga á que haya existido. La d que
signe á la ?¿ infíjada me sugiere ésta hipótesis, y también
pudi r.i ser una mera letra de refuerzo. En la 2^ persona
de siiígular y plural y en la 1.=' de plural el núcleo es te, al-
teración contraída de ADI, y mejor de edi, que es la forma
más propia de los pasados: el de la 3.* persona de plural es
I TE. Los sugetos son ni, zi — z, z, zi — zie, z — z; el sufijo
en caiMcteriza al pasado.
r. La mayor confusión que puede producirse en el aná-
lisis de éstas flexiones suletinas será causada por la sílaba
Ti; h ly que tener presente que dicha sílaba forma parte unas
veces del núcleo y que otras es el pluralizador del sugeto.
Los núcleos, ó mejor dicho, las diversas formas del núcleo,
son: EDI (1." y 3/'' persona de singular), iti (2." de singular
y plural, l.-"^ de plural), i (3.'' de plural). Los sujetos, n, z, I,
g, z — ye y / — ti Para caracterizar al pasado alternan an y n.
La infij ación de la n la sufren simétricamente uno y otro
verbo. Es una particularidad del suletino marcar la 3.* per-
son i con I en éste tiempo.
(ii.) — 'Flexiones jpronominales.
izintzaizkic/an.
^.ZAKlrZAN. . . .
EROK ' ,
JZINTZAIZKI<2ATEN .
fzAKIZKIíÍAN. . .
(2.*; «á mí)».
zintzakicZan.
lekiíZan.
zintzakiíZen.
LEKIZ^At^AN.
tú me cayeses,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
-689-
Observaciones. B. En la 3.» persona plural hay nn pleo-
nasmo del afijo pronominal.
EEOR
EEOR
iNINTZAKI^?/N .
iGINTZAIZKlf^¿/N
' ZkKlZKlt zim .
NINTZAKIOEN
. ZINTZAIZKIOEN .
'ZAKIOEN. . .
IGINTZAIZKIOEN .
ZINTZAIZKIOTEN
ZAKIZKIOEN .
(3/; «á tí..)
NENKI.:vV«,
LEKI^/¿N .
GlNTZAKL2r/c"N
. LEKIT^/íN. .
(4.'; á ól).
. NENKION.
ZINTZAKION.
LEKION .
GINTZAKION.
ZINTZAKIOYEN
LEKITZON .
(5."; "á nosotros»).
EROR
IZINTZAIZKIÍ7?¿IÍ .
'zAKIí7?¿N. . .
|ZINTZAIZKI^Z¿TEN
ZAKIZKI(7¿/-N . .
ZINTZAKIí7¿7n
LEKIí7'¿N.
zintzaki^/en
i^EZKigim .
yo te cayese,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
yo le cayese,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
tú nos cayeses,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. B. Es curiosa la inusitada infijación del
pluralizador z correspondiente al sugeto I tm la 3." persona
de plural.
(G.": «á vosotros»).
EROR
EROR
iNINTZAKI^¿¿(5N. .
'zAKI^Í¿eN.
\GmTZAIZKltzUei^
'hEKlZKltztie'Ñ. .
NINTZAKIofeN .
ZINTZAIZKIo/d'N .
IzAKIOÍí'N.
Í'GINTZAIZKIO^CN .
ZINTZAI/KIO^fN .
ZAKIZK10/(?N.
NENKI^¿eN .
LEKI^/t'N
GINTZAKI^/eN
LEKIT-^ÍCN .
(7."; «cá ellos»).
NENKIfN.
ZINTZAKI(?N .
LEKíeN .
GINTZAKíeN.
ZlNTZAKIt'N .
LEKITZí'N. .
yo OS cayese,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
yo les cayese,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Eion {
zmtezJie
) hiteJce .
Gmtezl-e
IzmtezJieTE
' Litezhe .
Observaciones
-683—
II. — Potencial.
14. Pasado próximo.
(i) . — Flexiones direc tas.
(1.* categoría.)
NEiNÍe. ... yo podía caer.
zmte. . . . tú, etc.
LEii^e. ... él, etc.
Gmte. . . . nosotros, etc.
zmteYE . . . vosotros, etc.
Lite. . . , ellos, etc.
B. Existen variedades con teke, á las
que son aplicables las observaciones hechas al tratar de las
correspondientes al futuro presente. Falta la pluralización
del siigeto de 3.* persona de plural.
(ii) . — Flexiones 2^yonominales.
(2."; «á mí»),
EIIOR *
zmizkizKihet .
LAKlJxet .
ziNzzAizKiZ-eieí
LAKizJcet.
EROR
jíimTZAKizuJ:e. .
iLkKizuke.
\ GmTZkizKitzuJce
L AKIZKlt Z ule e. .
zenein/i-¿¿ .
LmJíit .
zenein/i-¿cZe
LElzJiit .
(S.'^; «á tí))).
nein/.-Ü'/í .
jjEllíiz'd.
geneinA-/¿íí.
jj'KizhiTz'd .
tú me podías caer,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
yo te podía caer,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. B. La 3." persona plural es redundan-
te en los afijos de la pluralización person?!: t con z.
{á."; «á él»).
NEINKlZ;/o .
zeneinA'Ío .
Lml'io ,
1 NlNTZAKIoZ:e.
EROR ( ZINTZAIZKIoA'e
[LkKloJie .
yo le podía caer.
tú, etc.
él, etc,
-C84-
/ GINTZAIZKIoZ-e . GENEIn/./o .
EROU ZINrZAIZKIo/.-6'TE ZENEIn/i:OYE.
/ LAKIZKI0/."tí . . LEIz/iiC».
EROR
(5.«; «á nosotros»).
zenein/i-/^¿¿ .
. LEiJi-igü.
^zmTZkizKigide
^LAKigul-e.
zmTZMZKiguJieTE . zeneim/i/í/Ze .
LAKIZKI(7///i'e . . 'LEizligil.
(6.'*; «á vosotros»)),
EROR
iNINTZAKI^?/e/.-e .
^ijkviizuelxe .
ümTzkizKifziieJie
L&.KizKitz)( eJce .
/NiNTZAKio/t-eíe .
[zmTZkizKiohete
¡LAKioJxete .
EROR 1 7 ,
iGmTZkizKiokete
IzmTZkizKiokete
LXKizKiohete. .
^EmJiizie.
L'KiJiízie .
genein/i¿'^¿'<?
LmzJdTzie.
(T.*^; «á ellos»).
. NEINZ'/e. .
ZENEIN/.7'é?
. LElJiie.
GENEInA'/,'^
. ZENEINyl"¿Y6
. LEizJiíe. .
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
tú nos podías caer,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
yo os podía caer,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
yo les podía caer
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. B. En la segunda persona de plural la
sílaba KE está formada de la característica de potencial ke
contraída y del afijo del pronominal.
15. Pasado remoto.
La derivación de las flexiones en la formación de éste
tiempo es regular en el dialecto iabortano, á escepción de
doB categorías.
(2.''; «á mí»),
ÍziNTZAizKpZA7re?¿ . tú me pudiste caer.
zkKidklxen . . . él, etc.
7 7 4. *
ziNTZAiziaí/AAeTEN vosotros, etc.
zkKvzKidaKen . . ellos, etc.
—685-
(7.^ «á ellos»).
EROR ',
[■ÑmTZKKiotehe7i.
\zi^TZA.izKioteJieii
!zkKioteJi-e^.
GmTZkizKioteJie^
ZINTZAIZKIOÍeA'eN
Zh.KizKioteke'Ñ.
yo les pude caer.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros etc.
ellos, etc.
Observaciones. Se distingue de su originaria en una pe-
queña circunstancia. Aquella lleva el afijo del potencial in-
mediatamente después del pronominal o, y ésta coloca en
su lugar al plaraliza.dor te.
¿c
Por la distinta forma délos núcleos empleados siempre,
y por la distinta distribución de los elementos algunas ve-
ces, no es regular la derivación suletina del tiempo en que
nos ocupamos. Por éste motivo la doy in-extenso.
(i.) — Flexiones directas.
(!•'' categoría»).
.ninío-Han .
[zmtahik'^ .
\zAife/:¿ÁN .
EROR / , 7 .
[ZINÍa/veYEN.
\ZI¿«A-¿EN. .
yo pude caer,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. La característica de potencial te se trans-
forma en TA en cinco flexiones. El núcleo es ¿, ai. La 2.''
persona se distingue de la •3.'» en ambos números, por meros
accidentes externos nada más, como la n infijada, pues ana-
lizados sus elementos componentes ninguna diferencia arro-
jau: z «tú» = ^«él»; z — ye «vosotros» = ^ — e «ellos»; i (núcleo)
= AI y así los restantes que omito.
EROR
EFvOR
-686-
(ii) . — Flexiones 'pronominales.
(2*; «á mí»).
/ziN/a/ie(ZAN . . tú me pudiste caer.
zi/ftA-ecZAN . . él, etc.
\zmtaliedEYi . . vosotros, etc.
¡zi¿az/ie(ÍAN . . ellos, etc.
(3.''; «á tí»;)
l^mtahEizm. . yo te pude caer.
]7.italíeizi'm . . él, etc.
\Gmtalxeizm. . nosotros, etc.
'zií(2zA'ei^¿7N. . ellos, etc.
Observaciones. El núcleo i aparece repetido; pero aun-
que ambos proceden verosímilmente del mismo adi origina-
rio, su evolución es distinta. El primero es una contracción
de ITA, verificada para evitar la cacofonía que resultaba de la
presencia inmediata de te potencial; así es que la sílaba ta,
alteración de dicho sufijo característico, reúne un doble ca-
rácter, pues representa ala sílaba final del núcleo, á la cual ha
embebido, alterándose por la absorción verificada, además de
indicarla potencialidad. Esta observación debe extenderse á
todas las flexiones que ostenten esa sílaba, precedida media-
ta ó inmediatamente de i. El segundo núcleo ó núcleo pleo-
nástico, es sencillamente la última letra de adi.
(4.*; «á él»).
NiNÍíi/i/oN. . . yo le pude caer.
zmtal-ioiii. , . tú etc.
züaliio^ . . . él, etc.
GmtaJdo^. . . nosotros, etc.
fziNÍrt/.-¿"oYEN. . vosotros, ctc.
\ziírtz/v¿oN. . . ellos, etc.
(5.*; «á nosotros»).
}zmt(d-egníi . . tú nos pudiste caer.
¡'¿itakegii^. . . él, etc.
EROR
EROR
■687-
EEOR
ZIN¿a/i'(?<7¿EN
zitazhegim.
vosotros, etc.
ellos, etc.
{Q.^; «á vosotros»).
EEOR
^zitakeLzieii .
jGmtaJceizieíi.
^ zitazheiTzie^
(7.
EEOR
¡zitahíe^.
ZINifíZ/i/eYEN
zitazJdeiíi.
yo os pude caer,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
«á ellos»).
5^0 les pude caer,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
III. — Supositivo del potencial.
17. Futuro conjetural.
El dialecto labortano forma con toda regularidad las fle-
xiones de éste tiempo: véasela pag. 409. Hay que notar, sin
embargo, que la 3.* persona singular de la 1.'^ categoría
cambia la a del núcleo en e: de zadien originaria, baledi. Es
irregular la 2." persona de plural de la 2.'' categoría: á zin-
TZAizKiDATEN corrcsponde bazintzaizkitet.
En el verbo suletino hay más numerosas discrepancias
entre las flexiones originarias y sus derivadas. He aquí el
tiempo in-extenso.
(i.) — Flexiones directas.
(1.* categoría)».
(banendi . . . si yo pudiese caer.
EEOE jBAZINTE . . . SÍ tÚ, ctC.
-baledi ... si él, etc.
= 688—
/BAGiNTE. . . si nosotros, etc.
EROR ¡BAZINTEYE . . si VOSOtrOS, etc.
/balite. ... si ellos, etc.
(ii.) — Flexiones ^pronominales.
(2.*; «á mí»).
jBazenen/i'/í. . si tú me pudieses caer.
baleA-¿7 ... si él, etc.
bazenen/^deí . si vosotros, etc.
BALEzlit. . . si ellos, etc.
ER0R
Observaciones. Estas flexiones están derivadas del pasa-
do de subjuntivo. El núcleo es e, que se lia asimilado la vo-
cal del sujeto de 2.* persona convirtiéndola en e.Ki es el afi-
jo característico de potencialidad.
(3.*; «á tí»).
[banenki2;¿7 . . si yo te pudiese caer.
;BAi.EKmí. . . si él, etc.
EROR ( .. • . i.
jBAGENENKI^¿í . SI UOSOtrOS, CtC.
^BALEZKlTzic. . SÍ clloS, Ctc.
(4.*; «á él»).
.banenkio. . . si yo le pudiese caer.
Ibazenenkio . . si tú, etc.
1BALEKI0 ... si él, etc.
EROR ^ . , .
iBAGENENKio . . SI nosotros etc.
BAZENENKIOYE . SÍ VOSOtrOS, Ctc.
BALEZKIO. . . si ellos, etc.
(5.'; «á nosotros»).
iBAZENENKi^/í . si tú nos pudicscs cacr.
'BALEKi^/7. . . si él, etc.
^^^^ iBAZENENKi^ie • sí vosotros, ctc.
fl5ALEZKIf7/¿ . . si ellos, CtC.
(0.*; «á vosotros»).
EROR 1 BANENKi^¿V. . si yo OS pudiese caer.
-G89-
ÍBALEKlde. . .
EROR BAGENENKme. .
iBALEZKIT^^fe.
si él, etc.
si nosotros, etc.
si ellos, etc.
(T.'^; «á ellos»).
EROR
/BANENA'í'e. .
iBAZENENy^'ie .
lBALE/í:¿e .
JBAGENEN/í-í'e .
[BAZENEN/aeYE.
iBALEzA'ie. .
si 3^0 les pudiese caer.
si tú, etc.
si él, etc.
si nosotros, etc.
si vosotros, etc.
si ellos, etc.
Observaciones. Algunos creerán que es más plausible
atribuir el. ki de todas éstas categorías al núcleo, recons-
truyendo la forma tan usual de eki. Mi razón para no adop-
tar ese análisis es la siguiente: que todas esas categorías es-
tán derivadas del pasado próximo del potencial, en el que, 1.°;
figura un núcleo que no suele presentarse con la conserva-
ción de la sílaba final primitiva, eso aun suponiendo la exis-
tencia excesivamente problemática, por no decir soñada, de un
ADiNKi — ADiKi primitivo: 2.°, figura un ki que indudablemen-
te es potencial.
IV, — Modo condicional.
18. Presente. ^
(i.) — Flexiones directas.
(1.* categoría.)
iNINTZA^e
[zmAte.
EROR-^LIZAÍe.
TEN ¡GmAte.
íziNAiíeYE
hiBAte
yo cayera,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
1. Este tiempo pertenece al verbo tuletino. Véate la píg. 3C1 y su nota.
48
-G90-
ObservacioDes. La característica de condicional es te.
Acerca del origen de estas funciones nada tengo cjue añadir
á lu qne llevo manifestado al exponer la primitiva asocia-
ción de ideas de lo futuro, de la condición y de lo posible.
Los núcleos son iza, tza, a, ika. Los sujetos ni, zi, l, gi,
zi — ye: la 3/ persona de plural está contraída; le falta el afi-
jo pluralizador de /.
(ii.) — Flexiones pronomí nales.
(2/; «á mí»).
/ZINTZEl/i'e^ .
EEOR- LITZEl/i'í^ .
TEN íziNTZEIzA-t-í/E
LiTZEiz/re^.
tú me cayeras,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. Aquí el afijo de condicionalidad es el
común, KE. En la 2.** persona de plural los afijos pluraliza-
dores z j e son redundantes.
ÍNINTZEl/i-í'^/V.
EEOR-.'LITZEl/iC-evV" .
TEN ÍgINTZEiA'^^'/V.
[lATZ'ElzlieiZÜ
/nintzeiAo. .
IziNTZElZo. .
ebor-'litzeiZo.
ten jgintzei/.o. .
/zintzeiz/.?/e
^LITZEIz/íO. .
ZINTZEl/.(?í7/'. .
EliOJt-iLITZEl/ií'í/í'V .
TEN JZ1NTZEIz/i7'í//e .
i.nzElz/.Yvy/V. .
(3.''; «á tí»).
. yo te cayera.
. él, etc.
. nosotros, etc.
. ellos, etc.
(4.*; «á él»).
. yo les cayera.
tú, etc.
. él, etc.
. nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(5.'; «á nosotros»).
tú nos cayeras,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
—691-
(G.": «á vosotros»).
l'bímTzmkezie. . yo os cayera.
EEOB-)LITZEl/>:e^¿e . . él, etc.
TEN íamTZEiJiezie. . nosotros, etc.
[hiTZEizJíeTzie . ellos, etc.
ININTZElA'e
ZINTZElA'e
LITZElA'e .
IGINTZEl/ve
ZINTZEIz/i-eYE.
.LITZEIzA'e.
(7.'^; «á ellos»).
. yo les cayera.
. tú, etc.
. él, etc.
. nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
20, Pasado remoto.
La derivación de éste tiempo es del todo regular, excepto
en su primera categoría. Véase la pág. 416 y obsérvense las
reglas que allí se dan para la formación del futuro remoto,
pero aplicándolas al presente del condicional suletino.
(i). — Flexiones directas.
(1.'' «categoría»).
EEORI
,NINTZA¿eZ-?'AN
zmAtehiA-Ñ .
ZAÍe/i-¿AN.
.GINTZAZ^eA-¿*AN
[ZINA?íeA-¿*EN .
\zmAtekÍE^ .
yo hubiera caidg.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
jc
La vocal de ligadura que se coloca tras del pronomi-
nal d «á mí» de la 2.^ categoría es a. y la pluraliza-
dora del sugeto e: zintzeizkede?^ «vosotros á mí»; zitzeiz-
KEDAN «ellos á mí». Lo advierto, aunque huelgue para los lec-
tores atentos, á fin de evitar una formación viciosa.
"21. Futuro próximo. ^
(i.) — Flexiones directas»
(]."; «categoría»).
mmtehe ... yo caería
Vimtezlic. . . tú, etc.
Eiío- \Litelxe. . . . él, etc.
iiiKO \GmtezJxe. . . nosotros, etc.
Izmtezl-eTE. . vosotros, etc.
[LitezJie. . . ellos, etc.
Observaciones. Son las mismas flexiones del pasado
próximo del potencial.
(ii). — Flexiones pronominales.
('2.*; «á mí»).
IZINTZAIZKl/veí,
EEO- \lilT7iklliet. ■ .
BIKO jZIKTZAIZKl/ieTEÍ
ILITZAIzAé-/ .
tú me caerías .
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. Las 2.*^^ personas son idénticas á las del
pasado próximo del potencial, y lo propio sucede con las
mismas personas en la 5.* categoría.
(>3."; «á tí»).
mnTZAitznJce. . yo te caería.
ERO- \LiTZMtzuJie. . él, ctc
EiKO \GmTZMtznl-e. . nosotros, etc,
[LlTZMZKlt zule . ellos, ctc.
(4.'^; «á él»).
i'nintzayo/,7?. . yo le caería.
EKO- \ , í ' 1.
'ZINTZAIZKo/.-t'. . tu, etc.
EIKO / ; , 1 ' ,
LITZAIYO/.'f?. . el, ctc.
1. Ticmiio corrcHiiomlioiiU' lU vjrbu liibüitiuio.
EKO-
BIKO
ÍGiNTZAiz/.-oA-e, . nosotros, etc.
ziNTZAiz/.'o/i'eTE. vosotvos, etc.
[LiTZkizJwl-e. . ellos, etc.
(5^: «á nosotros»).
IzmTZAizKigule. . tú nos caerías.
ERO- \litzaiJi uJi-e. . él, etc.
RIKO jZINTZAIZKIí/zJi'eTE . VOSOtrOS, ctc
[LiTZAizKiguJie. . ellos, etc.
(6.*; «á vosotros»).
ím^TZ Alt. melé ^ yo os caería.
ERO- jhnzAitzuelr. . él, etc.
RIKO jGmTZAitzueJie. . nosotros, etc.
¡LiTZAiz'KifziLeJie. . ellos, etc.
(7.*; «á ellos»).
l'NiNTZAYo/ió'fe. . yo les caería.
IziNTZAizKo/.'ffé. . tú, etc.
ERO- ^liiTZAYoJxcte. . . él, ctc.
RIKO jGiNTZAizKo/veife. . iiosotros, etc.
IziNT^AizKo/i'^re. . vosotros, etc.
\LiTZAizo/<T/e . . ellos, etc.
22. Futuro remoto.-
Este tiempo se forma añadiendo á las flexiones anteriores
n final y trocando la I inicial de las 3.^"^ personas por z, con
absoluta regularidad, excepto en la 2.^ categoría que no dis-
tribuye sus elementos en la misma forma que su matriz.
(ii) . — Flexiones pronominales.
(2.'^; «á mí)>).
,ziNTZAizKic7AAeN . tú mc habrías caído.
ERO- zitzaiz^aAcn. . . él, etc.
RIKO zintzaizkiíZaA-éíten vosotros, etc.
ziTZAizKir/A/i'^N. . ellos, etc.
-C94—
V. — Supositivo del condicional.
23. Presente.
Tomando las flexiones del pretérito imperfecto de indica-
tivo, suprimiéndoles la n final con su e 6 a de ligadura y
haciéndolas preceder del ba supositivo, se obtienen las que
desempeñan papel en el tiempo y modo del epígrafe. El afi-
jo del sugeto de 3.* persona es Z. Hay algunas particulari-
dades.
A. El núcleo de la 3."'' persona de singular de la 1.* ca-
tegoría, es iTz; dezEN, bklüz. Es irregular la 2." persona de
plural de la 2." categoría en el arreglo de los elementos pro-
nominales y pluralizadores; ds ziNTZAizKií^AifeN, bazintzaiz-
Kiiíe^. La e epentética de la 4.* categoría del imperfecto de-
saparece del condicional; de nintzayocn, zintzaizeo^n, ebc.
BANINTZAYO, BAZINTZAIZEO, etc.
B. El núcleo de la 2/ persona de la 1.''' categoría es a,
igualmente que el de la 1.* de plural; el de la 3." de singa-
lar iTz y el de la de plural ira. De zinen, bazin^; de .^eN, ba-
-LÍtz; de GiNeN, baginii; dezireN, balí/-í^. El mismo núcleo itz
figura en todas las 3.^^^ personas de las categorías restantes:
de ^e¿TAN, 'ñh.'Litzeh] de zeiTzXm^ BAL¿¿^e¿Tzii; de ^eYON, ba-
lÁizeYO) de ^eÍTZON, ^kiíitzeiizo, etc., etc.
VI. — Optativo del Condicional.
27. Presente.
Trocando el prefijo característico ba de las flexiones del
supositivo del condicional por ai, resultan las flexiones
propias de éste presento del optativo. Ya que no he dado ca-
bida á aquellas flexiones, voy á extender las correspondien-
tes al tiempo en que ahora me ocupo, prefiriendo más pecar
por exceso que por deficiencia. Así tendrá el lector de un sólo
golpe las formas de uno y otro tiempo á la vista.
-695
(i) . — Flexiones directas.
(1/ categoría.)
Ojalá yo cayera.
Ojalá tú, etc.
Ojalá él, etc.
Ojalá nosotros, etc.
Ojalá vosotros, etc.
Ojalá ellos, etc . .
(n)
a¿NINTZ. ,
rt¿TZINA.
aÍLlIZ.
aÍKINA.
«¿TZINIE.
a ¿"lira.
)ERORTEN
/
1
-Flexiones irronominaJes.
(2.^*; «á mí»).
Ojalá tú me cayeras. íiítzintzeiZ^.
Ojalá él, etc. . . «¿'litzeiZ'.
Ojalá vosotros, etc. íi^tzintzeizííade.
Ojalá ellos, etc. . aihYYzmzt.
(S.'i; «á tí»):
Ojalá yo te cayera. a¿'NiNTZEi^/r.
Ojalá él etc. . . (^¿litzei^¿¿.
Ojalá nosotros, etc. r/¿'KiNTZEi0í¿.
Ojaladlos, etc. . ai-LiiZi^itza.
(4."; «áél»).
Ojalá yo le cayera
Ojalá tú, etc.
Ojalá él, etc.
Ojalá nosotros, etc
Ojalá vosotros, etc
Ojalá ellos, etc.
{5-
Ojalá tú nos cayeras
Ojalá él, etc.
Ojalá vosotros, etc
Ojalá ellos, etc.
EROETEN
EROLTEN
rtZNINTZEYO
aÍTZINTZEYO.
«¿LITZEYO.
cí/kintzeyo.
a'¿TZINTZEY«E.
«¿LITZEITZO.
«á nosotros»).
a/TZINTZEl/iVV.
rtí'LITZElZ-'/i.
arrziNTZEiz/i'f7YE .i
rtYLITZEIzZvV. \
ERORTEN
ERORTEN
-COG-
«á vosotros»),
aimiíiTZEizie.
aiLvrzEizíe.
aÍKiNTZEme.
aihiTZEiTzie.
EROETEN
)EEORTEN
Ojalá yo os cayera.
Ojalá ól, etc.
Ojalá nosotros, etc.
Ojalá ellos, etc.
(7.'^;«á ellos»).
Ojalá yo les cayera. aim^TZEYe.
Ojalá tú, etc. . . íi/tzintzey^.
Ojalá él, etc. • . aihiTZEYe.
Ojalá nosotros, ele. «¿KiNTZEYe.
Ojala vosotros, etc. aÍTziNTZEYíe.
Ojaladlos, etc. . «¿LiTZEiTze.
29. Futuro.
Por el mismo procedimiento que queda explicado al tra-
tar del tiempo anterior, se forman las flexiones de éste futu-
ro, tomando como materia las del futuro conjetiuMl del su-
positivo del potencial. Conocidas éstas in-extenso me pa-
rece del todo inútil darlas de nuevo sin otro cambio que el
de BA en at.
III.
A^ Elementos constitutivos.
Afijos personales 6 del siigeto.
NI. . . .
NI. . .
«yo»
NA. . .
()'■ •
«yo»
N. .
N. .
«yo».
ZA \ .
O . . .
«tú».
ZI.
ZI, TZI.
«tú».
z. .
Z. .
«tú».
()• .
ZE. .
«tú».
(1) Con ésto eigno ( ) indio la carencia do afijo.
(2) Doy aquf ül nilljo p^ro, qiiioro docír, dospojailo do tolo eloiiionto cpontótico 6 pleo-
UíiHtico. MÚH adolanto, cu otio ininiifo do tVsta misma Hocción, daió loa suttjos dol BU(,'otO iuto-
groH, talen como fit^urau en la comiioüicióii c!o la« Iloxion a.
-697-
D.
B.
Z.
L.
GA.
GI.
G.
()•
T, D.
D. . .
B. . .
Z.
L. . .
. (). .
. El, GI.
. G.
. GE. .
«él».
«él».
«él» .
«él».
«nosotros».
«nosotros».
«nosotros».
«nosotros».
Afijos pronominales.
ZU, TZU.
o.
KU, Gü.
()• •
T, D. . .
ZÜ. . . .
O, U. . .
KÜ, KI, GÜ, GI.
E. . . .
«a mi».
«á tí».
«á él».
«á nosotros»,
«á ellos».
Afijos de la x>luralización ijersonal y pronominal.
TE, E. . . . TI.
TE, (redundante). ().
ZKI. .... ().
ZKI (epentético) . ( ).
ZKI, ZK (redundante) ( ).
ZK. ..... ().
ZK (epentético). . ( )
z (redundante)
z (epentético).
()■ •
()• •
()• •
()• ■
()• •
()• •
o-
()■
YE, E.
«vanos»,
«varios»,
«varios»,
«varios»,
«varios»,
«varios»,
«varios»,
«varios»,
«varios»,
«varios»,
«varios»,
«varios».
. • Tz, (epentético) «varios»,
z. ... «varios»,
z (pieonástico) «varios».
( ) z (epentético) «varios».
Combinación de los afijos 'personales y p)rono7ni-
nales con sus plur atizadores .
ZA — ZKI, ZA — ZK. ( ).
ZI — ZKI, ZI ZK. . ( ).
«tú» .
«tú».
-698-
ZI — z. .
()■ ...
«tú».
Z ZKI. . . .
()• ...
«tú».
Z Z. . . .
Z Z, Z TZ.
«tú».
Z TEZ.
(). ...
«tú».
GI — ZKI, GI ZE
:. o; ...
«nosotros».
G — ZKI, G — ZK
■ (). . .
«nosotros».
G TEZ.
(). • .
«nosotros».
G. Z. . . .
(). • .
«nosotros».
ZA — ZKITE.
(). • .
. «vosotros».
ZA ZK — TE. .
(). • .
. «vosotros»
ZI — ZKI TE. .
(). • •
. «vosotros».
ZI — ZKITE. . .
(). • .
. «vosotros».
ZI ZK TE.
(). • .
. «vosotros».
ZI ZTE. . .
(). • .
. «vosotros».
ZI TE. . . .
(). . .
. «vosotros».
()....
, ZI — Z DE. ,
«vosotros»'
()....
. ZI Z E.
«vosotros».
()....
. ZI — Z YE.
. «vosotros».
()....
. ZI YE, ZI E. «vosotros»
()• . . .
. TZI — Z — DE.
«vosotros».
()• . . .
. TZI E. .
. «vosotros».
()....
. ZE DE. .
«vosotros».
()....
. ZE YE, ZE —
-E. «vosotros».
Z ZKI TE.
. (). . .
. «vosotros»;
Z ZKITE. .
. (). • .
. «vosotros».
Z Z TE. .
• (). . .
. «vosotros».
Z TEZTE. .
(). . .
«vosotros».
Z TE. . .
. (). . •
. «vosotros».
Z Z. . .
. (). . .
«vosotros».
í ). . • .
Z TZ YE.
«vosotros».
\ /• • • •
. Z Z YE.
. «vosotros».
( ). • • •
Z TZ E.
«vosotros».
( ). .
Z Z E.
«vosotros».
( ).
. Z YE, Z E.
«vosotros».
( ) . .
. TZI Z YE.
«vosotros».
ZUTE, TZUTE.
. (). . .
." «;l vosotros».
ZUE, TZUE. .
. ()■ . .
«á vosotros»
()• • . .
. ziE. : .
. «á vosotros»
-699—
D ZKI. . .
()• .
. «ellos».
D TEZ.
(). ■
. «ellos».
D Z. . .
. D. Z.
«ellos».
D E. . .
• ()■ .
. «ellos».
D TE. . .
. (). .
«ellos».
(). . • .
. D TZ.
«ellos».
()• ■ • .
. D T.
«ellos».
B TEZ. . .
• ()• •
«ellos».
B ZKI . .
(). .
«ellos».
()....
. B TZ.
. «ellos».
()• . . .
. B TE.
«ellos».
0
B T.
«ellos».
Z ZKI, Z — ZK
(). .
«ellos».
Z E.
Z E.
«ellos».
Z — Z. . . .
Z Z.
«olios».
()• . . .
Z — T.
«ellos».
()■ . . . •
Z Z T
«ellos».
L. ZKI. . .
()■ .
«ellos».
L Z. . . •
L — Z.
«ellos».
(). . . . •
L Z T
«ellos».
(). . . . •
L TZ. .
«ellos».
O
L TI. .
«ellos».
()• • . . .
L T.
«ellos».
0 TE. . . .
0 TE. .
«íí ellos»
■ Núcle
OS significativos.
()■ • .
IZA .... ]
IZ . . .
IZ. , . .
. i
ITZAI . .
ITZAKI, ITZAKE
. I
TZAKI . .
O . . ■
. f
()• • .
ITZEI . . .
. 1
TZAI . .
TZAI . . .
. \«ser».
ZAI. . .
ZAI . . .
TZA . .
TZA . . .
ZA . . ..
ZA . . .
'■ 1
TZE
TZE . . .
ZE . . .
ZE . . .
(). . .
rzEi . .
•
i /
-700-
()• •
ZEI
I . .
. I .
B . ,
• O
()• •
. AI.
()• .
. A .
AKI. .
. AKI
EEI. .
. EKI
IR . .
• O
ARE .
• O
A . .
. A.
()• •
. IRA
(). •
. IRÉ
'«ser».
í «durar».
ADI, DADI
ADI, DI .
AI . .
AI. .
I . .
I .
EDI. .
EDI
El .
El
ITE.
ITE
()■ •
ITI '
()• •
ITA
TE . .
0
! «percibir».
-ELEMENTOS CARACTERÍSTICOS.
Aun menos que en el verbo guipuzcoano son característi-
cos los núcleos del labortano y del suletino, sobre todo si
se considera la forma individual que van revistiendo, como
modiñcaciones de los tres tipos itzaki, adi c iraun. El úni-
co, pero pequeño resultado al que por éste camino puede lle-
garse, es que el verbal iraun entra on el modo indicativo
del verbo labortano, y en el indicativo y condicional del ver-
bo suletino.
—701-
Afijos.
TEKfi, TE KE.
()•
KE
TE .
TEKE
KE .
TEKEN.
O-
()•
KEN
KE N
()■
TEKE, TE — KE
KE.
()•
TEKEN, TE — :
KEN, KE N.
()•
N.
N.
EN.
O'
BA.
O-
()•
TE .
KE, K
TE
O
KE, KI,
TEKIAN
TaKIAN
TAKE—
O
KE N
KIEN, KI N
().
KE, K.
TE.
KEN.
TEKIAN
KE — N,
KE AN
N. .
AN.
N.
O
AN.
. BA.
AI.
AN
TEKI — N
K N.
• • •
C — Elementos estéticos
Del futuro.
Del potencial.
Del pasado re-
moto del po-
tencial.
Del condicio-
! nal.
Délos tiempos
remotos del
I condicional.
'Del pasado.
¡Del subjuntivo.
jDe lossuposi-
^tivos.
¡Del Optativo.
Eufónicos.
1 En esta sección tendrían también lógico puesto los afijos phiralizadores roclimdantos,
pleonásticos yerentéticos que figuran bajo la lúbrica ífijos ic la pluiarzación persoral y ; rongnii-
nal, pero l»s omito por evitar lepeticiones.
-702-
E
• • • • ( )• . • • • ¡Epentéticos.
N N • )
^ .A |De ligadura.
O ' ^•^(lf~^^^^)-¡Pleonásticos.
(). .... I (del verbal adi).^
—703—
CAPITULO XXIII.
EL TRATAMIENTO EESPETUOSO DEL INTRANSITIVO SULETINO. CON-
JUGACIÓN SENCILLA DE LOS VERBOS SULETINOS INTRANSITIVOS.
I.
I. — Modo indicativo.
1. Presente.
1.*" Categoría. S. 1, mizü: 3, miztl. P. 1, GÜTlk¿7: 3, dütIí-
zü. — 2.' S. 3, ziTA^¿7. P. 3, zizTATzif. — 3.% caret. — 4.' S. 1,
NiTZo^w; 3, ziozfi P, 1, GiTzo^/¿: 3, zitzot^?¿ — 5." S. 3, zikü-
zi(. P. 3, zizKÚTz/(. — 6.», caret. — 7.* S. 1, NiTZE^dV: 3, zmzU.
P. 1, GITZE<r/V: 3, ZIZET¿r¿V'.
Observaciones. El más superficial examen de las anterio-
res categorías revela á cualquiera que sus flexiones proce-
den de dos orígenes: uno transitivo y otro intransitivo. Es
decir que unas son flexiones verdaderamente respetuosas
del intransitivo, mientras que otras pertenecen á esa clase
de flexiones de doble uso, producida por la sustitución que
de la voz intransitiva se hace con la transitiva, á tenor de lo
que indiqué en la pág. 335, á la cual me remito. Las flexio-
nes transitivas que figuran en ésta conjugación lo son por
su origen, ó lo que es igual, están formadas por el mismo
procedimiento que las transitivas comunes, y en ocasiones
también es idéntica su forma externa á la de las que cono-
cemos.
Los núcleos son íi, itz, i. Los afijos del sujeto simples y
compuestos n, d, giU, cl'dt; el pluralizador i'd es redundan-
te con g. Y además, z «él», z — z — t «ellos», z — t «id», siendo
t pleonástico en el segundo de éstos casos,
2. Imperfecto.
1.* categoría. S. 1, niíndü^«n: 3, ziizlm. P. 1, güntü^^wn;
—704-
3, ziÍTii¿'/¿N. — 2." S. 3, ziTA£r//N. P. 3, zizTÁ.Tzlm. — 3.", ca-
ret. — 4." S. 1, -í^mi-zozim: 3, ziozi'm.V. I,gintzo^'/ín: 3, zizot-
zim. — 5.* S. 3, ziKúzim. P. 3, zizkut^^/c'n. — 6.*, caret', — 7.?
S. 1, nintze^'/c"n: 3, zie¿v7n. P. 1, GmizEzi'm. 3, zitzet¿í¿7n.
7. Futuro presente.
1^ categoría. S. 1, nüke^¿7: 3, díike^/í. P. 1, oiiTÜXE^fV: 3,
DUTÍlKE^/¿. 2." S. 3, ZIKEDA2í/¿. P. 3, ZIZKEDAT^/í. 3.', CCiret.
— 4." S. 1, NiTziKO^/V: 3, ziKOzü- P- 1, gitziko^/í: 3, zizkot^¿7.
5." S- 3, ziKEGÍi^/¿. P. 3, zizKEGÍiT2'/í. — C).", caret- — 7.'' S. 1,
NITZIKE^/r. 3, ziK-Ezii. P. 3, gitzike^/í: zizket^/¿.
Observaciones. La infijación dése, ya íntegro, ya atenuado
en K, convierte á las flexiones de presente en flexiones de
futuro. Hay que señalar el nuevo núcleo itzi.
II. — Potencial.
12. Futuro presente.
1.* categoría. S. 1, nite-^/¿: 3, DmyLzll P' 1, gite^//: 3, di-
TAKE^¿¿. 2." S. 3, DITAKIDA^/í. P. 3, DITAKIZTAT^/í. 3.'',Caret.
4.* S. 1, ^ITkKIOZiJ: 3, DITAKI0e¿7- P. IjGITAKIO^/^ — 5.* S.3,
DITAKIGÍk/¿. P. 3, DITAKIZKUT^¿7. 6.°, caret. 7.'* S. 1, NITA-
KIEZih 3, DITAKIE^-?;. P. 1, GITÁKIEZil: 3, UITAiaTZET£'/¿.
Observaciones- Estas flexiones, cuando no se diferen-
cian de las del futuro en el uso del afijo te, se tienen que
valer de accidentes meramente externos, como una distinta
forma del núcleo, un afijo personal diferente etc. etc., para
no resultar idénticas á las del futuro.
14. Pasado próximo.
1." categoría. S. 1, ninte^/^: 3, lite^-Zí. P. 1, ginte^/^: 3,
LITAKEZii. 2." S. 3, LIKlDkzH. P. 3, LITIKIDAT^/¿. 3.", Cavet.
— 4." S. 1, ^Ei^iiozil: 3, LiKio;:;/;. P- 1, geneinkio^/c": 3, liz-
kiot^¿¿. — 5." S. 3, LiKKiWzü. P. 3, litikigüt^cV. — 0.^ caret.
7.* S. 1, NEINKIE^/V: »,LIKIEZÍÍ. P. 1, GENEINKIE^'¿7: 3, LIZKlET^íV.
—705—
15. Pasado remoto.
1.*. categoría. S. 1, nintake^/ín: 3, zitake^/ín. P. 1, gin-
TAKEzm: 3, ziTAKiTzím. — 2.* S. 3, zitakeda^¿7n. P. 3, zitaz-
K^-DATzüK. — 3.*, caret. — 4." S. 1, nintakio/lin: 3, zitakio^¿¿n.
P. 1, gintakio/ün: 3, zitazkiot^¿7n. — 5/ S. 3, zitakegUziín.
P. 3, ziTAZKEGliT^iíN— 6/, cavet. — 7.* S. 1, nintakie^¿7n.
3, zitakie^¿¿n: P. 1, gintakie^/ín: 3, zitazkietzwn.
IV. ^-Condición AL .
18. Presente
1.* categoría. S. 1, nIíndüke^¿7: 3,llike^/í. P. 1, güntlíke-
ZÜ: S, LÜTllKE^¿¿. 2." S. 3, LITZIKEDA^Í¿. P. 3, LITZIZKEDAT^Í¿.
3.', caixt. 4.* S. 1, NiNTZiKO^¿¿:3,LiTziK02'¿¿. P. 1, gintziko^¿¿:
3, LITZIZK0T2ÍÜ. 5.* S. 3, LITZIKEGU^VV'. P. 3, LITZIZKEGÜT^W.
— 6.*, caret. — 7." S. 1, nintzike^/í: 3. litzike^¿¿. P. 1, gintzi-
KEzü: 3, litzizket^/í.
20. Pasado remoto.
1.* categoría. S, 1, NÜNDÜKE^r/iÍN; 3, züke^^Vn. P. 1,
güntiike^t^Vn: 3, zlitüke^¿7n. — 2." S. 3, zitzikeda^^Vn. P. 3,
ziTzizKEDAT^¿m. — 3.'', cavet, 4." S. 1, nintzikio^iíü: 3, zitzi-
Kiozim. P. 1, gintzikio^¿7n: 3, zitzizkiot^¿7n. — 5.^ S. 3, zitzi-
kegü^¿7n, P. 3. zitzizkegüt^¿7n. — 6.*, caret. — 7." S. 1. nin-
TziKiEzüw. 3,zitzikie^¿7n.P. 1, gintzikie^¿7n: 3, zitzizkiet^wn.
II.
JOAN «ir».
A
-indicativo.
1. Presente.
(i). — Flexiones directas.
(l,*^ categoría.)
NOA yo voy
NOEZÜ. ... tú, etc.
^49
-700-
GOATZAN. .
nosotros, etc.
ZOAZTE.
vosotros, etc.
DOATZA.
. ellos, etc.
Formas respetuosas.
NOAZll.
. yo, etc.
DOATZ/i.
. él, etc.
GOATZll.
. nosotros, etc.
DOATZÜ. . .
. ellos, etc.
(ii) . — Flexiones ^pronominales.
(2.'-';
«á mí»).
(5.*; «á nosotros»).
ZOAZKIT. .
. tú me vienes.
zoAZKiGÜ. . .tú nos vienes
DOAKIT.
. él, etc.
doakigIí. . .él, etc.
ZOAZKITET.
. vosotros, etc.
zoAZKiGiE. . . vosotros, ctc
DOAZKIT. .
. ellos, etc.
DOAZKiGii. . • ellos, etc.
Formas respetuosas.
DOAKIDAZli. .
él, etc.
DOAKiGiiz/^ él, etc.
DOAZKIDATZll.
ellos, etc.
DOAZKIGUTZll. clloS, ctc
(3.^ «á
tí»: resp.)-
6.»; «á vosotros»).
NOAKIZU.
yo, etc.
NOAKiziE. . yo os voy.
DOAKIZLl.
él, etc.
DOAKIZIE. . tú, etc.
GOAZKITZÜ. .
nosotros, etc.
GOAZKiTziE. nosotros, etc.
DOAZKITZll. .
ellos, etc. ^
DOAZKiTziE. ellos, etc.^
(4.«
; «á él») .
(7 .'; «á ellos») .
XOAKO. . .
yo le voy.
NOAKE ... yo les voy.
ZOAZKO. . .
tú, etc.
zoAZKE . ^\ . tú, etc.
DOAKO. . .
él, etc.
DOAKE. . . él, etc.
GOAZKO. ,
nosotros, etc.
GOAZKE. . . nosotros etc.
ZOAZKO YE. .
vosotros, etc.
zoAZKEYE. . vosotros, etc.
DOAZKO. .
ellos, etc.
DOAZKE. . . ellos, etc.
1 Carocejdcl tratamiento inlotoiiuiíiaao.
•i Carece dol trataniiciito rot-ix-tiioso.
—707-
Formas respetuosas.
NOAKOzli. : yo, etc. noakezü. . yo, etc.
DOAKOTzü. . él, etc. DOAKEzü. él, etc.
GOAZKOTZÜ. . nosotros, etc. j goazketzü. nosotros, etc.
DOAZKOTzii. . ellos, ctc. \ DOAZKETzü. ellos, etc.
2. Pasado.
(i). — Flexiones directas.
(1.* categoría.)
NiNDOAN. . . yo iba.
ZINDOAN. . . tú, etc.
zoAN. ... él, etc.
GINDOATZAN. . nOSOtrOS, ctc.
ZINDOAYEN. . VOSOtrOS, ctC.
zoATZAN. . . ellos, etc.
respetuosas.
yo, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
Formas
NINDOAZÜN.
ZOAZÜN.
GINDOATZÜN.
ZOATZÜN.
(ii) . — Flexioves pronominales.
(2.*; «á mí»).
ziNDOAKiDAN. , tú me ibas.
ZOAKIDAN. . . él, etc.
ZINDOAKIDEN. . VOSOtrOS, ctc.
ZOAZKIDAN. . ellos, ctc.
(u.^; «á nosotros»).
ziNDOAKiGÜN. . tú nos ibas.
zoAKiGÜN. . él, etc.
ZINDOAKIGIEN. VOSOtrOS, eto.
zoAZKiGÜN. . ellos, etc.
Formas respetuosas.
ZOAKIDAZÜN. . él, etc.
zoAZKiDATzliN . ellos, etc.
zoAKiGÜzÜN. . él, etc.
ZOAZKIGÜTZÜN . clloS, ctC.
—708-
(3."': «á tí»; resp.)
NiNDOAKizÜN . yo, etc.
zoAKizuN . .él, etc.
GINDOAZKITZÜN . llOSOtrOS, etc.
ZOAZKITZlÍN. . ellos, stc.^
(4.'':«á él))).
NiNDOAKON . . yo le iba.
ZINDOAKON . . tú, etc.
ZOAKON . . .él, etc.
GINDOAZKON . . llOSOtrOS, ctc.
ZINDOAZKOEN. . VOSOtrOS, Stc.
zoAZKON . . . ellos, etc.
(6.'': «á vosotros))).
NiNDOAKiziEN . yo OS iba.
zoAKiziEN . . él etc.
GINDOAZKITZIEN. llOSOtrOS, ctc.
zoAZKiTziEN. . ellos, etc*^
(7.": «á ellos))).
NiNDOAKEN . . yo les iba.
ZINDOAKEN . . tÚ, stc
zoAKEN . . .él, etc.
GINDOAZKEN . . DOSOtrOS, etc.
ZINDOAZKEYEN . YOSOtrOS, ctc.
zoAZKEN. . . ellos, etc.
Formas respetuosas.
NINDOAKOZllN . yO, CtC.
ZOAKOZÜN . . él, etc.
GiNDOAZKOTziiN. nosotros, etc.
ZOAZKOTZIEN . clloS, CtC.
NINDOAKEZÜN . yO, ctc.
ZOAKEZÜN . . él etc.
GINDOAZKETZllN. llOSOtrOS, etc.
ZOAZKETZUN. . cllüS, etc.
B.
-Imperativo.
1. Presente.
(i). — flexiones directas.
(1." categoría).
ZOAZA, ZOAZALA .
BinOA, DOALA .
GOATZAN ....
ZOAZTE, ZO\ZTELA .
BIHOATZA, DOATZALA .
tú vete,
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
1 Caroco dol trataiuionlo iiirlütdvuuuaiio.
2 Id. clül tnitauíiuuto raHiiotiiüsu.
-709—
(ii), — Flexiones pronominales.
(2.": «á mí»).
zoAZKiT, zoAZKiDALA • . tú vónme.
BIHOAKIT, DOAKIDALA . . él, etc.
ZOAZKITET, ZOAZKIDELA . VOSOtrOS, etc.
BIHOAZKIT, DOAZKIDALA . elloS, etC,
(3.": «á tí»).
BiHOAKizu él váyate-
BiHOAZKiTzu ellos, etc
(4.*: «á él»).
ZOAZKO, ZOAZKOLA . . . tÚ véle.
BIHOAKO, DOAKOLA . . . él, etC.
GOAZKON .' nosotros, etc.
ZOAZKOYE, ZOAZKOYELA. . VOSOtrOS, etc.
BIHOAZKO, DOAZKOLA . . elloS, etC.
(S.^^: «á nosotros»).
ZOAZKIGÜ, zoAZKiGÜLA . . tú vénnos.
BIHOAKIGÍi, DOAKIGLÍLA . . él, etc
zoazkigUye, zoazkigIíyela, vosotros, etc.
BiHOAZKiGÜ, doazkigUla . ellos, etc.
(6.*: «á vosotros»).
BIH0AKIZIE, DOAKIZIELA .■ . él váyaOS.
BIHOAZKITZIE, DOAZKITZIELA . clloS, etC
(7.*: «á ellos»).
zoazke, zoazkela
bihoake, doakela
goazken
tú veles,
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
UUA.^iVJ!jr< .....
ZOAZKEYE, ZOAZKEYELA ,
BIHOAZKE, DOAZKELA. . . euOK, t!LU.
Observaciones. Las flexiones que terminan en la son for-
mas conjuntivas. Las de I."* persona de plnral por su forma,
—710—
y aun por su sentido en ocasiones, pertenecen al presente
de subjuntivo. Algunas de las flexiones de éste tiempo son
iguales á las del presente, pero se distinguen en que las del
indicativo se emplean siempre precedidas de la partícula
afirmativa bao de la negativa ez, e, según los casos, mientras
que las del imperativo se usan solas \ Las flexiones prono-
minales han caído en un desuso casi absoluto.
EGON «estar».
A
-íí^
-Indicativo.
1. Presente.
(i.) — Flexiones directas.
(1.* «categoría»)
NAGO . . .
. yo estoy.
ZAUDE . .
. tú, etc.
DAGO . . .
. él, etc.
GAUDE . .
. nosotros.
etc.
ZAUZTE .
. vosotros,
etc.
DAÜDE .
ellos, etc
Formas
respetuosas.
NIAGOZLl.
. yo, etc.
DIAGOZ/í.
. él, etc.
GIANDETZÜ.
. nosotros,
etc.
DIANDETZl'l.
. ellos, etc
.
(ii). — Flexiones pronominales.
(2."; «á mí»).
ZAUZKiT. . . tú me estás.
DIAGOKIDAT. . él, ctc.
ZAUZKiDE. . . vosotros, ctc.
DAUZKIDAT. . cUoS, ctc.
(5."; «á nosotros»).
ZAUZKiGÚ. . tú nos estás.
DAGOKIGÜ. . él, etc.
zAUZKiüíE. . vosotros, etc.
DAuzKiGÜ. . ellos, etc.
1. JucbauBpo. Lo Verbe Basque, i^íi^. lia
-Til-
Observaciones. Las diferencias que éstas formas arrojan
de su comparación con las giiipuzcoanas, consisten principal-
mente, en el empleo del núcleo ^uki, contracción alterada
de AGOKi, del añjo epentético z y del pronominal pleonás-
tico d en la tercera persona de singular. La forma del nú-
cleo lAGo hace pensar en un primitivo verbal iegon.
(3."; «á tí»: (resp.)
NIAGOKIZU.
DIAGOKIZÚ.
GIAUZKITZli.
DIAÜZKITZÜ.
yo os estoy,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc. ^
(6.*^ «á vosotros.)
NIAGOKIZIE.
DAGOKIZIE.
GIAUZKITZIE.
DIAUZKITZIE.
yo os estoy.
él etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.^
(4-''; «á él»).
NAGOKO. .
ZAUZKO. .
DAGOKO. ,
GAUZKO. .
ZAUZKOYE.
DAUKO. .
yo le estoy.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(7."; «á ellos»).
NAGOKE.
ZAUZKE.
DAGOKE.
GAUZKE.
ZAUZKEYE.
DAUZKE. .
yo les estoy,
tú, etc.
él. etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. La 3." persona plural de la 4.* categoría
pertenece á ese número únicamente por atribución; sus ele-
mentos etimológicos son los mismos que figuran en la de
singular.
Formas resjjetuosas.
NIAGOKOZU.
DIAGOKOZll.
GIAUZK0TZÍ3.
DIAUKOTZÜ.
yo, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
NIAGOKEZU.
DIAGOKEZli. .
GIAÜZKETZll.
DIAUZKETZll.
yo, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
1 Carece dol tratamiento indeterminado.
2 Carece del tratamiento respetuoso.
-712—
2. Pasado.
(i) — Flexiones directas.
(1." «categoría).
NINDAGON .
ZINAUNDIAN
ZAGON .
GINAUNDEN
ZINAUNDEN
ZAUDEN .
yo estaba,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. Las formas del núcleo son ago y au; sien-
do notable que la primera de éstas no se nos maestre con
e inicial, como corresponde á la forma del verbal y es de
uso en el pasado, generalmente. El afijo de phiraliza al su-
jeto, yá redundante yk propiamente. Bajo el primero de
ambos conceptos figura también en la 2.* persona de singu-
lar, pero ligeramente alterado por la inmediación de la a.
B
-IMPEEATIVO.
1. Presente.
(i), — Flexiojies directas.
(1.* categoría).
ZAUDE tú estáte.
BEGO él, etc.
ZAUSTE vosotros, etc.
BEUDE ellos, etc.
-713-
EBiL, EBiLi «andar».
A, Indicativo .
1. Presente.
(i)- — Flexiones directas.
(I-* «categoría»).
NABILA.
ZABILTZA .
DABILA.
GABILTZA. .
ZABILTZE .
DABILTZA. .
Fon
NABILAZii. .
DABILAZÜ. .
GABILTZAZÜ.
DABILTZAZli.
yo ando,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
las respetuosas.
yo, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
2. Pasado.
(i.) Flexiones directas.
(I.*" categoría).
NEBILAN, NEMBILAN.
. yo andaba.
ZEBILTZAN, ZEMBILTZAN. . : tÚ, ctc.
ZEBILAN. ...... él, etc.
GEBiLTZAN nosotros, etc.
ZEBILTZEN VOSOtrOS, Ctc.
ZEBILTZAN elloS, ctc.
Formas respetuosas.
. yo, etc.
. él, etc.
.» nosotros, etc.
. ellos, etc.
NEBILAZUN, NEMBILAZUN.
ZEBILAZÜN. . . .
GEBILTZATZÜN. . .
ZEBILTZATZÜN. . .
—714-
-]MrERA.TIVO.
B
(i.) — Flexiones directas.
(1." categoría).
ZABILTZA, ZABILTZALA. . tÚ anda.
DABILALA él, etc.
ZABILTZE, ZABILTZELA. . VOSOtrOS, fetc.
DABILTZALA elloS, etC.
Ahora vamos á examinar la distribución del acento pro-
sódico en las flexiones intransitivas de la conjugación peri-
frásica.
InJicativo presente. — En la primera categoría se acentúa
la primera sílaba, excepto en la 2.'' persona de plural, zirayé.
En las restantes, cuando las flexiones son de dos sílabas la
primera, y cuando son de tres, la penúltima: zÁiKii, nitzáye.
Futuro. — Se observa siempre la regla de las flexiones de
dos y tres sílabas del presente; pero si están formadas por
cuatro sílabas, se acentúa la antepenúltima: date, zitzái-
KET, GiTzÁiKEziE. Tambícu es muy común acentuar la últi-
ma sílaba de las categorías 4.* y 7.* cuando están formadas
de tres ó menos de tres, ateniéndose á la regla general en lo
demás: nitzaikó, gitzaiké, zitzáizküe.
Imperfecto. — La 1." categoría acentúa la iiltima sílaba,
menos en la primera persona queacentúalaprimera: níntzan,
GiNÉN. En las restantes categorías la penúltima: zkizíin,
NiNTzÉYEN á no ser que la flexión tenga cuatro sílabas, en
cuyo caso se acentúa la penúltima: zintzkiztaden.
Subjuntivo: presente. — En la 1." categoría está acentuada
la primera sílaba, á no ser que en la flexión exista el grupo
ia, en cuyo caso el acento recae en la i: nádin, ditían. En la
2.* y 5.' el acento recae sobre la penúltima sílaba excepto en
la 2.' persona de plural* que pasa á la últiuui; zakiztadí:n, za-
-715-
KiZKiÉN. En la 3.* categoría, el acento vá siempre en la pe-
núltima: nakízün, gintzakétzün. En la 6.* categoría hay un
grupo íe que por medio del acento no forma diptongo en
ninguna de las flexiones: nakizíen. La 4/ y 7.* acentúan
siempre la última sílaba.
Pasado. — Valen las mismas reglas del presente.
Su'positíi'o del potencial. — Se rige en sus dos tiempos por
las reglas que observan el presente y pasado del subjuntivo.
Imjjerativo. — La 2.* persona de plural de la 1.* categoría
va acentuada en la última sílaba, ziteyé: las otras tres per-
sonas en la primera. En la 2.", 3.* y 5." categoría, si las fle-
xiones son de dos sílabas, llevan acentuada la primera y si
son de más la penúltima, excepto la 2.* de plural que acen-
túa la última: békit, bekízü, zakizklíyé. La 6.* acentúa la i
de ie y la 4.* y 7." acentúan la última sílaba.
Condicional: lyreseiite. — En todas las categorías se acen-
túa la segunda sílaba de la flexión: nitzáte, zintzeízkede.
Pasado. — Lo mismo que el anterior, con la excepción de
la 3.* persona de singular de la 1." categoría que tiene acen-
tuada la primera sílaba: zátekian.
Supositivo del condicional. — Se atiene en la distribución
del acento prosódico á su tiempo originario.
Potencial: futuro lore senté. —h'cxs tres personas de singu-
lar de la 1.* categoría y la primera de plural, están acentua-
das en la primera sílaba; la 2.* de plural en la última, zita-
KEYÉ y la 3.* del mismo número en la penúltima, ditáke. En
la 2.*, 3.* y 5.* se acentúan las penúltimas sílabas, si la fle-
xión no pertenece á la 2." persona de plural: zitakidayé, zita-
KiGiÉ. En la 6.* la i de ie; en la 4.* y 7.* la última sílaba: dita-
KITZÍE, ZITAKIÓ, DITAKITÉ.
Pasado próximo. — La 2.* persona de plural de la 1." ca-
tegoría vá acentuada en la última sílaba; en todas las demás
flexiones de éste tiempo hay que atender al número de síla-
bas de que están formadas. Si éstas son dos, se acentúa la
primera; si son más de dos, la segunda. No obstante lo di-
cho, también se acentúan en la primera sílaba la 1.* persona
de singular y las dos terceras de la 3." y 6.* categorías: néin-
KIZÜ,' NÉINKIZIE, LÉIKIZÜ, LÉIKIZIE, LÉIZKITZÜ, LÉIZKITZIE.
-716-
Pasado remoto. — En la 1.' categoría, las flexiones que
tienen la acentúan la i, exceptóla 3.* de singular záitekian;
las dos que terminan en e la acentúan: zintakeyén, zitakian.
En la 2.', 3.', 5." y 6." categoría, como no sea la 2." persona
de plural que acentúa la última, el acento tónico recae sobre
la penúltima: nintakéizün, nintakéizien, zintakegién. En la
4." categoría el acento gravita sobre la i que precede al pro-
nomial y en la 7.* sobre éste: nintakíon, zintakiéyen.
Optativo del condicional. — Generalmente, el acento se
conserva en el mismo punto que lo sufren los tiempos origi-
narios del subjuntivo y del condicional.
-717—
CAPITULO XXVI.
CONJUGACIÓN PERIFKÁSICA DEL VERBO BIZCAINO.
(voz INTRANSITIVA. TRATAMIENTO INDETERMINADO.)
I.
A. PRIMER TIEMPO MATRIZ.
I. — Modo indicativo.
1. Presente.
(i). — Flexiones directas.
(!.' categoría.)
ÍNAZ.
Izara
'DA .
jausten<
GARA
Izaree
'dirá
yo caigo.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. El núcleo tomado del verbal izan ha que-
dado reducido á z en la primera persona.
(ii) . — Flexiones pronominales.
(2.*; «á mí»).
,'zACHAÍAZ . . tú me caes.
^3kt .... él, etc.
JAUSTEN
jZACHA^AZE . . vosotros, CtC.
'jAÍAZ . . . ellos, etc.
Observaciones. A primera vista éstas flexiones parecen
muy extrañas, pero un poco de reflexión nos revela que no
hay en ellas nada que no pertenezca á lo común y ordinario.
Las formas del núcleo son cha y ja, alteraciones fonéticas
-7 is-
cle ZA. ZE y ^ son dos afijos plnralizadores, de los que el se-
gundo "figura como epentético en la 2.* persona de singular.
La a que sigue al pronominal t es de ligadura.
(3.*; «á tí»).
[nacha¿^?¿. . yo te caigo.
]3Á.tzu. ... él, etc.
'■^^^^^^^jGACHA^^i/z. . nosotros, etc.
'jAtzuz. . . ellos, etc.
Observaciones. La 1." persona de plural lleva como afijo
redundante de pluralización á z sufijado.
(4.^ «á él))).
JAUSTEN i
(nachaZ:o. .
Ízacha/iO. .
;jaZ:o. .
JGACHA/tOZ.
[ZACHa/vOZE.
JA^'OZ.
yo le caigo.]
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. El pronominal conserva la forma primitiva ko.
(5.*; (á nosotros).
[zacha7¿wz. . tú nos caes.
!jaA-¿¿. . . . él, etc.
"^^^^"^^^'zachaA-wze. . vosotros, etc.
IjaAuz. . . ellos, etc.
(6.*; «á vosotros»).
yo os caigo,
él, etc,
"jGACHAÍ-s'z/BEZ. nosotros, etc.
Ijaízubez. .
JAUSTEN<
Inacha¿^¿<be.
h\tzUB'E. .
JAUSTEN
. ellos, etc.
(7."; «á ellos».)
NACHAZ;eez . . yo les caigo.
ZACHA^-^dz . . tú, etc.
jhl'ee . . . . él, etc.
Ghciikl'eez . . nosotros, etc.
ZACHA^ec'ZE . . vosotros, etc.
Jkkeez. . . . ellos, ote.
-719-
Observaciones. El afijo pronominal pluralizado debió ser
primitivamente en éstas flexiones ote. Se produjo la elisión
de t y posteriormente por asimilación tuvo lugar el cambio
de la o en e. Pareciendo que no estaba suficientemente mar-
cada la relación plural del pronominal, se sufijo z con ca-
rácter pleonástico en algunas flexiones.
AA
-TIEMPOS DEEI VADOS.
IX. — Modo subjuntivo.
34. Presente.
(i.). — Flexiones directas.
(1." categoría.)
NA DIN. .
. yo caiga.
ZAITEZAN.
. tú, etc.
DEDIN.
. él, etc.
GAITEZAN
. nosotros, etc
ZAITEZEN
. vosotros, etc.
DITEZEN .
ellos, etc.
JAUSI'
(ii.) — Flexiones projiominales.
(2."; «á mí»).
iZakiíZazan ... tú me caigas.
'dakiíZan. ... él, etc.
JAUSI' 7 ' ,
ízakic/azen . . . vosotros, etc.
'dakiíZazan . . . ellos, etc.
Observaciones. El pronominal d y el pluralizador z re-
quieren, cada uno por su parte, la presencia de una a de
ligadura; aunque la 2.* persona de singular y la 3.* de plu-
ral no difieren, externamente, más que por el sufijo del su-
geto {z y ¿Z),sus diferencias reales son más profundas, pues-
to que la sílaba za está formada, en un caso, por un plura-
lizador epentético, y en el otro por un pluralizador propio,
ú orgánico.
—720—
JAUSI
/NAKIárí¿N. .
DAKI^WN
GAKie¿¿ZAN.
{3."; «á tí))).
yo te caiga,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
DAKIZUZA'Ñ.
(4.*; «á él»).
JAUSI
iNAKIJON. .
izAKIJOZAN.
Idakijon. .
Igakijozan.
zakijozen.
dakijozan.
yo le caiga,
til, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(5.*; «á nosotros»).
¡ZAKI^Z^ZAN.
JAUSI
DAKI<7?ÍN. .
ZAKIÍ/ZÍZEN.
DAKIí/i/ZAN.
tú nos caigas,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(6."; («á vosotros».
JAUSI '
DkKIZUBeU.
GAKI^Z/BeZAN
iDÁKlZUBeZA^
yo os caiga,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
JAUSI
(7.*; «á ellos))).
iNAKiJz/eN . . yo les caiga.
IzAKiJí/ezAN. . tú, etc.
JDAKiJíieN . . él, etc.
GAKiJíiezAN . nosotros, etc.
zAKiJ^ezEN . vosotros, etc.
DAKiJz¿ezAN . ellos, etc.
Observaciones. El pronominal iie es una contracción al-
terada de ote.
-T21-
La infijación de ki, variante de ke, á las anteriores flexio"
nes produce un futuro presente cuyas formas, derivadas con
gran regularidad, pueden verse en las obras especiales. Así
tenemos jausi dedikian «él caiga» , jausi dakikedan «él
me caiga» , jausi dakikezun «él te caiga» , jausi dakiki-
joN «él le caiga», jausi dakikegun «él nos caiga», jausi dakike-
zuben «él os caiga», jausi dakikijuen , «él les caiga», etc.
VIII — Imperativo .
32. Presente.
(i). — Flexiones directas.
(1.* categoría).
jausi
'ZAITE , . tú cae.
Ibedi. . . él, etc.
iZAiTEZE. . vosotros, stci
'beitez . . ellos, etc.
JAUSI
(ii) . — Flexiones pronominales.
(2.*; «á mí»).
izakiíZaz . . tú cáeme.
IBEKIÍ
zakiíZaze .
bekiíZaz .
(3."; «á
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
tí).
JAUSI
S JAU
|beki^¿¿ . . él caígate.
|beki^2¿z . . ellos, etc.
(4,'; «á él»).
zAKiJoz . . tú cáele.
JBEKiJo , . él, etc.
ZAKIJOZE . . vosotros, etc.
BEKiJozB. . ellos, etc.
50
722 —
(5.'; «á nosotros»).
ÍzK¥iguz. . . tú cáenos.
B'&Kigu. . . él, etc.
zAKir7«ZE. . . vosotros, etc.
QEKiguz. . . ellos, etc.
(6.*; «á vosotros»).
[BEKUuBe . . él caígaos. .
^^^^^¡BERizuBez . ellos, etc.
(7.'; «á ellos»).
■ zAKmíez . . tú cáeles.
iBEKiJz/e . . él, etc..
"^^^^^jzAKiJz/ezE . vosotros, etc.
BEKUuez , . ellos, etc.
33. Futuro.
(i). — Flexiones directas,
(1." categoría).
(zAiTEA-ez . , tú caerás.
'bediA-^ ... él, etc.
"^^^^^IzAiTE/x-ezE . . vosotros, etc.
BEiTEÁez . . ellos, etc.
(ii) . — Flexiones ^pronominales.
(2.*; «á mí»).
IzkKÚedkz. . . tú me caerás.
BEKi/.-e¿ . . . él, etc.
•^^"^MzAKiA-er/AZE . . vosotros, etc.
'beki/vCíZaz . . ellos, etc.
(3.'; «á tí»).
bekiAy'^í/ ... él te caerá.
^^^^%EViúezuz . . ellos, etc.
—723—
(4."; «áél»).
(ZAKiA'woz. . . tú caerás.
. él, etc.
. vosotros, etc.
. ellos, etc.
^B-EKlJciJO .
JAUSI I 7 .
IZAKjklJOZE
BEKiA-WOZ .
JAUSI
JAUSI
JAUSI
JAUSI
(5.*; «á nosotros»).
'zkKikeguz . . tú nos caerás.
iBEKiIcegic . . él, etc.
¡zAKiheguzE . . vosotros, etc.
BEKiJieGVz . . ellos, etc,
(6."; «á vosotros»).
\BEKiJieziiBe . . él os caerá
¡BEKikezicBez . ellos, etc.
(7.^; «á ellos»),
[zkKiJdmez ... tú les caerás.
]BEKiJiijue ... él, etc.
jzAKi/v¿'jt/ezE . . vosotros, etc.
JBEKiJcijuez . . . ellos, etc.
II. — Potencial.
12. Futuro presente.
(i). — Flexiones directas.
(1." categoría).
yo podré caer. ^
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
NAITEKE
izAITEKEZ
Jdaiteke
Igaitekez
fZAITEKEZE
DAITEKEZ
1 Y también «yo puedO", etc.
-724-
(ii) . — Flexiones pronominales.
JAUSI
JAUSI
(2.'; « á mí»).
'zAKl/i-eíZAZ . . .
]DAKlJiet.
\ZAKll'edA.ZE
BAKÚedAZ .
(3.'; «á tí»)
f^AKlliCZU .
IDAKlJieZll .
^GAKiJcezuz.
'BAKÚeZUZ
tú me puedes caer.
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
yo te puedo caer,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
JAUSI
%AKIJO .
ZAKIJOZ .
DAKIJO .
GAKIJOZ .
ZAKIJOZE
DAKIJOZ .
(4.^ «á él»).
. yo le puedo caer.
. tú, etc.
. él, etc.
nosotros.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(5."; «á nosotros»).
zAKiJiegii
mAKiJiequ
JAUSI' 7 "^
iZAKi/iegiLZ
'-DAKiJ^eguz
tú nos puedes caer,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(6.*: «á vosotros»)
hjAKiIiezuBe .
^T>AKiJiez7iJie .
JAUSI 7
mA'Kikezu^ez
{-DAYAkez^ii&ez
(i:
mAYLÚiiue .
JAUSl)zAKl/.-/j//CZ .
(dAKI/i-¿J¿/6' .
yo OS puedo caer.
él, etu.
nosotros, etc.
ellos, etc.
«á ellos».)
yo les puedo caer,
tú, etc.
él, etc.
-725
ÍGk'KiJíUuez . . nosotros, etc.
jAüSi zAKi/aji/.ezEz . vosotros, etc.
WÁ.Kikíjuez . . ellos, etc.
11. Presente.
Se forma con absoluta regularidad suprimiéndoles á las
anteriores flexiones su afijo ke ó ki.
III. — Supositivo del potencial.
16. Presente.
Así mismo es del todo regular la derivación de este tiem-
po, mediante la eliminación que se hace de ari, en ó n fina-
les de las flexiones del presente de subjuntivo. Lo único
que hay que tener muy presente es, cuándo la vocal que
precede á la 7i es de ligadura, y cuándo es orgánica, pues en
el primer caso desaparece, pero no así en el segundo. De
ZAiTEzeN se formará bazaiteze, y de ditez^n, baditez.
VII. CONSUETUDINAEIO.
30. Presente.
(i). — Flexiones directas.
(1.* «categoría»).
NOíl .
Izoaz .
]T>oa .
JAUSI/
jGoaz .
jzoazE
\i>oaz .
yo saelo caer,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. El núcleo es oa y está tomado del verbal
YOAN ((ir». Entre (ár haciendo una cosa» (la significada por
el nombre verbal: ((caer» en la presente conjugación), que
diríamos en castellano, y ((acostumbrar», la asociación de
ideas se descubre fácilmente. Por lo tanto no puede extra-
ñarnos el empleo de yoan como auxiliar.
-72C-
JAUSI
(ii) . — Flexiones pronominales,
(2.*; «á mí»).
^zoAÍAz . . tú me sueles caer.
]YOAt ... él, etc.
zoAÍAZE . . vosotros, etc.
YOAÍAZ . . ellos, etc.
Observaciones. La 3." persona está formada por el verbal
desprovisto de su n final y en el número singular carece de
afijo del sujeto, pero nó en el plural en que está represen-
tado por z.
JAUSI
JAÜSI
iN0A¿^2¿
JYOAtzU
ÍQOktzUZ
{yoúzuz
|NOaZ;o .
xzokkoz .
)yoAA:o .
Igoa/joz .
[zoaA'oze
YOA/fOZ .
JAUSI
, zo khu .
Yokliii .
zoaA7¿ze
YOkkuz .
\^Oktzue
yioktzue
JAUSI ,
jQOktzuez
YOktzuez
(S.'; «á tí»).
yo te suelo caer,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
(4."; «á él))).
yo le suelo caer,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(5.'; «á nosotros))).
. tú nos sueles caer.
. él, etc.
vosotros, etc.
. ellos, etc.
(6.'; «á vosotros»).
. yo os suelo caer.
. . él, etc.
. . nosotros, etc.
. ellos, etc.
—727—
JAUSI
(7.-;
«á ellos»).
NOAA-e. .
. yo les suelo caer.
zokkez ,
. tú, etc.
YOkke.
. él, etc.
^OÁ-Iiez ,
. nosotros, etc.
zoA/í;ezE .
. vosotros, etc.
YOAlieZ .
. ellos, etc.
Observaciones. La forma ke del pronominal es nueva. Es
una contracción del primitivo kote. Kecordemos que en el
transitivo nos encontramos con koe, forma intermediaria.
Todas estas categorías constituyen el presente de indi-
cativo de la conjugación sencilla de yoan.
B
II.
SEGUNDO TIEMPO MATRIZ.
I. — Modo indicativo.
2. Pretérito imperfecto.
(i). — Flexiones directas.
(!.'' categoría.)
JAÜSTEN'
nintzan
iziÑAN .
'zAN .
1GINAN ,
(ZIÑEN .
\ZIRIAN
yo caía,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.^
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. La 2.* persona de plural está contraída.
Eespecto á la tercera hay que observar: 1." que su núcleo se
ha convertido en iri por asimilación de la última vocal de
IRAUN á la ^ de zi. 2.° que la a de la última sílaba no per-
tenece, en mi concepto, al afijo del pasado an, sino que es
una permutación de la pluralizadora e del sugeto zi.
-7-28-
(ii) . — Flexiones pronominales.
JAÜSTEN
JAUSTEN
(2.*; «á mí»).
ZINCHA^AZAN . .
JA^AN
ZINCHAÍAZEN .
fJAÍAZEN. . . .
(3/; «á tí»).
ININCHA¿^2¿N
UAtzU-Ñ ....
Jgincha¿^»zan .
tú me caías,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
yo te caía i
él, etc.
nosotros, etc,
ellos, etc.
Observaciones. Aunque en la sílaba za de la 3." persona
plural pudiera muy bien verse una simple variante fonética
del pluralizador ze, que suele servir, cuando vá solo, de su-
jeto, me parece más probable la hipótesis de que en ac^uella
tenemos á dicho pluralizador contraído, más la a de ligadu-
ra común.
(4.*; «á él»).
; NINCHaA-ON .
IzinchaZ;ozan .
'jaA-on .
jGINCHA/vOZAN .
'zincha/jozen .
IjaA'ozan .
JAUSTEN
yo le caía.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(5.*; «á nosotros»).
zinchaA-z/zan . . tú nos caías.
. él, etc.
. . vosotros, etc.
. ellos, etc.'
ua/i?¿n .
JAUSTEN^ 7
ZINCIiAA'¿¿ZEN
JA/r«ZAN
(6."; «á vosotros»).
JAUSTEN
ININCHAÍ^WBeN .
GINCHA¿^'//BeZAN
ja/^^wbczan. .
yo os caía,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
JAUSTEN
-729-
(7."; «á ellos»).
/NINCHA^-eeN . .
IziNCHAA'éeZAN .
hkkee's^ ....
GUINCHA/jeeZAN
ziNCHA/i'eezEN :
yo les caía,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
BB
-TIEMPOS DERIVADOS.
IX — Modo subjuntivo.
1. Presente.
(i.) — Flexiones directas.
(1.* categoría.)
'n^níZ/n
JAUSI
ZINÍeZAN
zedi^ .
GINÍeZAN
ZINÍeZEN
ZÍTEZAN
yo cayese.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. Las formas del núcleo son: e — di, edi, te,
i. No hay que confundir la sílaba te de la 2." persona de
plural con la sílaba te de la 3.*. En el primer caso es núcleo,
y en el segundo es el pluralizador, cuya presencia se hizo
necesaria para distinguir perfectamente esta forma de la se-
gunda singular, con la cual se hubiese confundido, por con-
tener dicha flexión el pluralizador epentético z. En efecto,
si zi — z de la 2.* de singular es «tú» y z — z de la 3.* de plu-
ral podía muy claramente representar á «ellus» sin confusión
de ninguna clase, como daba la casualidad de que el núcleo
era i, resultaba prácticamente un zi — z idéntico al primero:
y para diferenciarlo se apeló á te. No siempre, como ya sa-
bemos, ha sido la lengua euskara tan escrupulosa en con-
servar todos los elementos formativos de sus flexiones, con
absoluto respeto á la etimología.
—730-
(ii). — 'Flexiones pronominales.
(2/; «á mí»).
,'zenki(7azan. . tú me cayeses.
IekiíZan. . . él, etc.
"^^^^^jzenkiíZazen. . vosotros, etc.
(ekiíZazan. . . ellos, etc-
(3.'; «á tí»)
iNENKizwN. . . yo te cayese. •
¡EKi^rwN. . . . él, etc.
'^^^^JGENKi^'wzAN. • nosotros, etc.
(eki^íízan. . . ellos, etc,
(4.'; «á él»).
NENKIJON. ,
IzENKIJOZAN.
Iekijon. . .
JAUSí;
GENKIJOZAN.
/ZENKIJOZEN.
EKIJOZAN. ,
yo le cayese,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(S.*^; «á nosotros»).
,zENKi<7?¿ZAN, . tú nos cayescs.
\EKi^z/N' . . él, etc.
'^'^^^^zENKI^wzEN. . vosotros, etc.
(eki^í¿zan. . . ellos, etc.
(6.»; «á vosotros»).
NENKi^ííBEN. . yo OS cayesB.
lEKi^z¿BEn. . . él, etc.
"^^^^^ GENKi^i¿BE^a7i . nosotros, etc.
(EKi^i¿BE^aw. . ellos, etc.
(7."; «á ellos»)
íNENKm¿eN. . . yo les cayese.
JAUSl!zENKIJi¿eZAN. . tÚ, ctC
ERiJ/íé-N. . . él, etc.
-731-
GENKiJíiezAN- . nosotros, etc.
JAUSI (ZENKIJÍ^eZEN.
EKIJl¿eZAN. .
vosotros, etc.
ellos, etc.
^
Las anteriores flexiones, combinadas también con el ad-
jetivo verbal, pero provistas de la sílaba Ice infijada que se
convierte en M cuando choca con la a de ligadura ó se asi-
mila á la i de las flexiones originarias de la 4.* y 7." catego-
ría, constituyen un tiempo denominado por el P. Bonapar-
te «futuro pasado», de significación castellana enteramente
igual al pasado del subjuntivo. Sirvan de ejemplo las flexio-
nes: ZEDUvIAN, EKIKEDAN, EKIKEZUN, EKIKIJON, ctc; dc ésta SUCI-
te sigue toda la formación.
II. — Modo potencial.
14. Pasado próximo.
(i). — Flexiones directas.
(1.* categoría).
JAUSI
NEiNÍeA-e.
\zm^tehez.
]iim.teT<,e. .
iGEmteJcez.
zmíiteJcezE.
LEiteJcez.
yo podía caer,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
Observaciones. El núcleo es ei, contracción de edi.
(ii) . — Flexiones 'pronominales .
(2.*; «á mí»).
IZENKl/ieíZAZ.
]LRE.iket.
JAUSI 7 7
jZENKiA-eaAZE.
fLEKI^-eí^AZ.
tú me podías caer,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
JAUSI
JAUSI
—732-
(3.»; «á tí»).
lüEiHKikezu. . yo te cayese.
\LF.KiJcezu. .. . él, etc.
iGE^KiJceziiz. . nosotros, etc.
^hEKÚezuz. . ellos, etc.
(4.*; «á él»).
iNENKiZ:iJo. . . yo le podía caer.
IzENKi/tíjoz. . tú, etc.
)leki/i?'jo. . . él, etc.
jGENKiA-iJoz. . nosotros, etc.
ZENKi^i'jozE. . vosotros, ctc.
[lekiá;¿joz. . . ellos, etc.
(5.»; «á nosotros»).
iZENKi/ie<7«z. . tú nos podías caer.
^LEKiJiegu, . . él, etc.
^^^^^\zE^Ki'keguzE. . vosotros, etc. "
¡LEKiJieguz. . ellos, etc.
(6.*; «á vosotros»).
jíiEJiiKiJcezuBe. : yo os podía caer.
[hEKiJiezuBe. . él, etc.
'^^^^^iGE^Kil-ezuBez. . nosotros, etc.
^LEKikezuBez. ■ ellos, etc.
(7.*; «á ellos»).
NENKi/i/jí¿e. . yo les podía caer.
[zE^Kihmiez. . tú, etc.
'LEKihijue. . . él, etc.
"^^^^^ENKiZr/ji/ez. . nosotros, etc.
fzENKi/i'¿Jí/ezE. . vosotros, etc.
^LEKiJiíjuez. . ellos, etc.
15. Pasado remoto.
Su derivación de las ílcxiones anteriores es casi absoluta.
—733-
En las flexiones pronominales se añade an cuando terminan
en z ó T, y N en los demás casos: así de lekikeí, lekikedí772;
de ZENKIKIJO^, ZENKiKiJozaw; de nenkikezu, nenkikezu7i; de
LEKIKIJO, LEKIKIJOTí; de NENKIKEZUBE, NENKIKEZUBE?Z-. En laS
flexiones directas hay una pequeña irregularidad; zeintekez
pierde la z final y resulta zEiNTEKm/z; las dos flexiones ter-
minadas en KE reciben an, previa la permutación de e ení,
y las tres restantes se ajustan á las reglas que rigen en las
pronominales.
13. Futuro conjetural.
Se toman las flexiones del pasado próximo y se les supri-
me la KE ó Ki potenciales que en ellas figura. De ésta suerte,
y sin ninguna escepción se forman todas las flexiones de és-
te tiempo: leite, lekit, lekizu, leikijo, lekigu, lekezube,
lekijüe, etc., etc.
Las flexiones del futuro conjetural son susceptibles de re-
cibir el afijo AN ó N por final, dando origen aun nuevo tiem-
po que nó figura en mi Cuadro general, pero sí en las obras
especiales, al cual denomina el Príncipe Bonaparte «pasado»
y cuya equivalencia castellana es vaga: «él podía caer, que
él pudo caer, él hubiera podido caer, que él hubiese podido
caer». La derivación de éste tiempo obedece á las siguien-
tes reglas: 1.^ se sufija an cuando la flexión termina en te
ó t convirtiéndose la e en ^, y la ¿ en d\ de neinte, neintian;
de LEKIT, LEKiDAN. 2.*, igualmente se sufija an, cuando ter-
mina en z\ de zeintez, zeintezan; de genkijoz, genkijozan.
3.*, se sufija n cuando termina en vocal, aunque sea e
(como nó la preceda t se entiende, por supuesto); de lekizu,
lekizun; de nenkijo, nenkijon; de nenkizube, nenkizuben.
III. — Supositivo del potencial.
17. Futuro conjetural.
Apliqúense las reglas de la pag. 409 á las flexiones del pa-
sado de subjuntivo y se obtendrá el tiempo que ahora se acá-
-7S4-
ba de nombrar. Hay qne advertir, sin embargo, que es pre-
ciso proveer del afijo personal I á todas las terceras perso-
nas, por más que las flexiones originarias, escepto en la pri-
mera categoría que llevan z, no usen de signo del^ sugeto:
así de EKiDAN, baZekit; de ekizu, ba/ekizu; de ekijon, baZeki-
jo, etc., etc.
Las flexiones del tiempo anterior pueden recibir la sílaba
KE ó Ki; en éste caso constituyen un nuevo tiempo que lleva
el número 84 en el séptimo cuadro preliminar del Príncipe
Bonaparte, bajo la denominación de futuro del modo supo-
sitivo del potencial-condicional. ^ Su traducción castellana
en el verbo que estamos conjungado sería «si yo ca-
yese», etc., etc.
Veamos ahora cómo se verifica la sufij ación é infij ación
de KE. En las tres primeras personas de singular de la pri-
mera categoría vá por remate de la flexión: banendike, etc.
En las tres de plural se infija antes de z redundante y de
ZE ó z pluralizadores del sujeto: bagintekez, etc. En las
otras seis categorías se infija siempre delante del pronomi-
nal, valiéndose de la forma ki en la 4." y 7." categoría: ba-
ZENKIKEDAZ, BANENKIKIJO, BALEKIKEGU, Ctc, ctC.
VII — Consuetudinario.
31.
Pasado.
(i.) — Flexiones directas.
(!•'
categoría.)
niñoz'an .
. yo solía caer.
IziÑoazAN
. . tú etc.
V/OÍAN . ,
JAUSI j
\GINOaZAN
. él, etc.
. nosotros, etc.
IziÑoazEN
.' vosotros, etc.
Ijoazk^^ .
. ellos, etc.
1 V<^aso Le verbe basque.
— T85—
Observaciones. El núcleo en sus diversas formas es yoi,
01, YOA, OA. A éste se unen los afijos del sugeto, letras de li-
gadura y eufónicas, y afijos epentéticos y redundantes que
ya conocemos.
(ii). — Flexiones pronominales.
(2.'; «á mí»).
ziÑOA^AZAN. . ; tú me solías caer.
YOA^^AN .... él, etc.
jziÑOA^^AZEN. . . vosotros, etc.
YOAi^AZAN . . . ellos, ctc.
(3.'; «á tí»)
^imktzim ... yo te solía caer.
YOAtzu-Ñ . , . él, etc.
GimktziizAia . . nosotros, etc.
YOAtzuzkíí . . . ellos, etc.
JAUSI
JAUSI
(4.«; «á él»).
JAUSI
JAUSI
JAUSI
' niñoaA-on
I ziñoaAozan .
IyoaA-on .
j giñoaA'ozan .
ziñoaAozen ,
, yoaAozan .
(5^, «á
i'ziñoaA^zan.
)yoaAz/n . . .
JziñoaZ:?¿zen.
[yoaAwzan .
(6."; «á
iNIÑOAÍZÍ^eN.
JYOAtzue'íí .
ÍGlS^OAtzueZAlí .
YOAtzueZATÍi
yo le solía caer,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
nosotros»).
tú nos solías caer,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
vosotros»).
. yo os solía caer.
. él, etc.
. nosotros, etc.
. ellos, etc.
-736-
JÁÜSI
NIÑ0A7r<?N
zixoa/jí^zan
' YOAA'eN .
I GIÑOAA-eZAN
ZIÑOA/i'dZEN
YGA^-eZAN
7.'; «ú ellos»).
yo les solía caer.
. tú, etc.
él, etc.
. nosotros, etc.
vosotros, etc.
\ ellos, etc.
IV. — Condicional.
19. Pasado próximo.
(i). — Flexiones directas.
(1.' categoría).
JAUSI
Yirntzatehe.
zmfzateJcez.
^JAtzatehe. .
\Gmtzatelxe7i.
ziiitzateJcezE.
idtzatehez.
yo me hubiese caido.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc,
(ii) . — Flexio7ies pronominales.
(2.*; «á mí»).
JAUSI \
ziNCHA/>:eíZAZ. .
yhiTZkJtet. . .
jziNCHAA-erZAZE .
LITZA/reí^AZ.
tú me hubieses caido.
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(3."; «á tí»).
JAUSI
mucHAJcezu.
lAUzkhezu. .
Gli^CRklxezUZ.
Ln:z.\Jiezi¿z.
yo te hubiese caido.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
-737—
(4.»; «á él))).
JAUSI
mncRAkijo .
jZinchaA-íjoz.
ilitzaJcíjo. .
Igincha/vÍjoz.
' zincha^woze
LITZA^íJOZ .
yo le hubiese caido.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(5.*; «á nosotros»).
IzmcBAJcegiiz
!LiTZkJc€gu
tú nos hubieses caido.
,-.^„^...^.. . . él, etc.
¡zmcuAlieguzE . vosotros, etc.
LiTZAlceguz . . ellos, etc.
(6.*; «á vosotros»).
m-íicuklcezuBe , yo os hubiese caido.
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
JAUSI
]LITZAJieZUBe.
GmcuAJ^ezuBez
lAizAliezuBez
JAUSI
(7.'
,NiNCHAZ:úwe.
iZINCHAA-¿Jl/eZ
iLITZAA'ijZ/e .
|GINGHAHjWeZ
'ziNCHAAwiíeZE
lAizAkisuez .
«á elloa») .
yo les hubiese caido.
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
20. Pasado remoto.
Este tiempo se forma del anterior: 1.°, añadiendo an á
las flexiones que terminan en he (cuya vocal permuta con ^),
z ó t, debilitándose ésta consonante en su afin d; por ejem-
I)lo: NiNTZATEKiAN,LiTZAKEDAN, ziNCHAEiJ0ZAN,etc.,etc. 2.°, aña-
diendo n á todas las demás; por ejemplo: ninchakezun, li-
TZAKiJON, etc., etc.
51
— T38—
V. — Supositivo del condicional.
23. Presente.
(i) . — Fl exiones directas.
(1.* «categoría»).
JAUSTEN'
BANINTZ
BAZIÑA
BALITZ
BAGIÑA
BAZIÑE
BALIRA
SI yo cayera,
si tú, etc.
si él, etc.
si nosotros, etc.
si vosotros, etc.
si ellos, etc.
Observaciones. El núcleo de la 2.' persona de plural es
e, debido á la asimilación obtenida por la pluralizadora ¿e,
cuando dicha flexión estaba íntegra: baziñete.
(ii) . — Flexiones jproyiominales.
(2.*; «á mí»).
ibazinchaíZaz . si tú me cayeras.
Ibalitzaí. . . si él, etc.
JAUSTEN^ 7 • i. i.
íbazinchaíZaze . SI vosotros, etc.
I balitza^/az . . si ellos, etc.
(3.*; «á tí»).
iBANiNCHA^2¿. . SÍ yo te caycra.
IBALITZA2?/ . • si él, etc.
JAUSTEN'
iBAGiNCHA^?¿z . si nosotros, etc.
(balitza^2¿z . , si ellos, etc.
(4."; «á él»).
Ibanincha/iO . . si yo le cayera.
uAziNCiiA/roz . si tú, etc.
balitza/io . . si él, etc.
—739-
IbaginchaA-oz. . si nosotros, etc.
jausten/bazinchaA'oze. . si vosotros, etc.
WlitzaZ-oz. . si ellos, etc.
(5."; «á nosotros»).
ibazinchaA-mz. . si tú nos cayeras.
JAüSTEN ''^'^'^^^^■^'- • si él, etc.
;bazinchaZ;?¿ze . si vosotros, etc.
[balitzaAmz. . si ellos, etc.
(6."; «á vosotros»).
JBANiNCHA^wBe . SÍ yo OS Cayera.
JAUSTENp^^^^"^^^'^^ • • si él, etc.
JBAGiNCHA^z^Bez . SÍ nosotros, etc.
[BALITZA^Z¿Bez. . SÍ clloS, ctc.
(7."; «á ellos»).
/BANiNCHAZ-e . . si yo les cayera.
jBAZINCHAA-eZ .
iBAGINCHAA-eZ .
/BAZINCHA^-eZE
'.BALITZA/í-eZ .
si tú, etc.
si él, etc.
si nosotros, etc.
si vosotros, etc.
si ellos, etc.
III.
-A.— —ELEMENTOS CONSTITUTIVOS.
Afijos personales ó del sugeto.
^^ «yo».
^^ «yo».
^' «yo».
^^ «tú».
zi «tú».
z : «tú».
»•••.... «él».
^- ' • • • . . «él».
-740-
ZI, z
h' .
GA .
GI .
O. .
ZE, Z
«él».
«él».
«nosotros».
«nosotros».
«nosotros» .
«varios».
Afijos prono7n¿naIes.
T, D «a mi».
zu, TZU «á tí».
KO. «á él».
o «á él».
KU, GU «á nosotros».
KE «á ellos*.
Afijos de la pluralizacióii -personal
y pronominal.
TE, E . . . .
TE (redundante).
E, A
ZE, Z . .
z (redundante) .
z (epentético) .
z (pleonástico) .
Combinación de los afijos personales y
pronominales con sus pluralizadores.
«vanos»,
«varios»,
«varios»,
«varios»,
«varios»,
«varios»,
«varios».
zi — z.
,
«tú».
z — z . .
,
.
.
«tú».
Z — TEZ.
«tú».
Z — TE.
«tú».
GA — Z.
«nosotros».
GI — Z .
«nosotros».
G TEZ.
. «nosotros».
G Z. .
. «nosotros».
ZA ZE.
. «vosotros».
ZI — ZE.
«vosotros».
I
—741-
Z — TEZE.
«vosotros».
Z — ZE.
«vosotros».
Z — E.
«vosotros».
TZUE.
• . . «á vosotros»
TZU E.
• . . «á vosotros».
ZU E.
• . . «á vosotros».
D TEZE
«ellos».
D Z.
«ellos».
B — TEZ.
«ellos».
B ZE.
«ellos».
B Z.
«ellos».
ZI A.
«ellos».
Z TEZ.
• . . «ellos».
L — Z.
«ellos».
KEEZ.
, «á ellos».
UE.
. . «á ellos».
Núcleos significativos.
ITZA \
ITZ.
TZ.
TZA.
CHA.
•
JA.
) «ser».
AZ.
A, E.
AKI.
EKI. ,
• /
♦
IRA. ...... 1
mi.
.
.
. .
ARE. .
.
.
' «durar».
ARA. .
.
, ,
• 1
A.
•
• •
• . 1
*
ADI. ... . . i
AI.
,
,
. . (
«percibir»,
-742-
EDI
El
I • . .
TE
YOA
OA •
YOI
01 ...... .
«percibir».
«ir».
B
-ELEMENTOS CAEACTEEISTICOS.
Hablando estrictamente, únicamente lo son, en cuanto
de núcleos se trata, los siguientes:
YOA, OA . . . . . ./Del consue-
Yoi, 01. .."... .( tudinario.
Afijos.
KE. ...... .| Del futuro del
Ki i imperativo.
¥■
TEKE
KE. • • • • •
KI. . . ...
TE. . . ...
KIAN J-Pk 1 1
Del pasado re-
KI — N 4. 1 1
nioto del po-
KE — AN • i. -1
tencial.
KE — N I
TEKE.. .¡ Del condicional.
Delpotencial.
-743-
KE.
KI.
TEKIAN. .
TEKE — AN
TEKE N
KE — AN.
KE — N.
KI — AN.
KI — N.
,^Del condicio-
,/ nal.
^
De los tiem-
(, pos remotos
del condicio-
nal.
jc
N I Del pasado.
N I Del subjuntivo
BA I Délos supositivos.
B
-ELEMENTOS ESTÉTICOS.
N, N
I. .
B .
Eufónicos.
N ¡Epentético.
A ¡De ligadura.
-744-
CAPITULO XXV.
Conjugación sencilla de los verbos bizcainos intransitivos.
EGON, «estar».
I.
_A INDICATIVO.
T. Presente.
(i). — Flexiones directas.
(1.* categoría.)
NAGO . . yo estoy.
ZAGoz . , tú, etc.
DAGO . . él, etc.
GAGOz . . nosotros, etc.
ZAGOZE . vosotros, etc.
DAGOZ . . ellos, etc.
Observaciones. Es notable la bella regularidad en el uso
del núcleo ago, sin las contracciones y alteraciones de los
otros dialectos.
(2.»; «á mí»).
ZAGOÍAZ. :
DAGOKA^. .
ZAGOÍAZE .
DAGO^AZ. .
tú me estás,
él etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(3."; «á tí»);
^AGOtzU,
DAGOtzU.
GAGOtzilZ
DkGOtzUZ
. yo te estoy.
. él, etc.
(5.*; «á nosotros»).
zAGoA-?¿z . . tú nos estás.
DKGo'ku . . él, etc.'
ZAGoAi¿EZ . vosotros, etc.
DAGoIiUEz . ellos, etc.
(G.*: «á vosotros»).
TüAGoizue.
DAGotzue.
. nosotros, etc. I gaüo^^w^z . nosotros, etc.
. ellos, etc. DAGotzuez . ellos, etc.
. yo os estoy.
. él, etc.
-745-
(4.*; «á él»).
(7.-;
«á ellos»).
NAGo/i'íi . . , yo le estoy.
NAGoZ:ee .
. yo les estoy.
zkGolxüz . . tú, etc.
zKGoT^eez.
. tú, etc.
TfkGoha. . . él, etc.
DAGoJcee .
. él, etc.
GAGoA-(XZ . . nosotros, eto.
Gk.Gokeez.
. nosotros, etc
zAGoA-azE . . vosotros, etc.
zkGolxeez.
. vosotros, etc
DAGo/iaz. . . ellos, etc.
DkGoTíeez.
. ellos, etc.
Observaciones. Hemos visto en muchas ocasiones á la
asimilación obrar sobre las vocales; en la 4.* categoría ve-
mos la acción de una fuerza absolutamente contraria, que
podría denominarse de desasimilación, ó en términos más ge-
nerales, de variabilidad. La forma natural de esas flexiones
era nagoko, zagokoz, etc.; pero sin duda en algún tiempo pa-
reció dura é ingrata esa constitución fonética y se permutó la
o en a.
2. Pasado.
(i). — Flexiones directas.
(1." categoría).
NENGOAN.
ZENGOZAN
EGOAN. .
GENGOZAN
ZENGOZEN
EGOZAN .
yo estaba,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(ii) . — Flexiones 'pronominales .
(2.*; «á mí»),
ZENGOÍAZAN . tú mc estabas.
BGOÍAN. . . él, etc.
ZENGOÍEZAN . VOSOtrOS, ctc.
EG02^AZAN . . ellos, etc.
(5.*; «á nosotros»),
ZENGoZ;wzAN. tú nos estabas.
EGO^'ttZAN. . él, etc.
ZENGoA;zíEZAN vosotros, etc.
EGoZ;wEZAN . ellos, etCr
-74G-
(3.»; «á tí»).
EGO¿£'?/N. .
GENGO¿-^?/ZAN .
EGO¿^Z¿ZAN.
yo te estaba,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
(6.*; «á vosotros»).
(4.'; «á él»).
NENGOA-ÍIN .
ZENGO^aN .
EGOA'ílN. .
gengoZ:azan
ZENGO/vaZAN
EQ0A-«ZAN.
yole estaba,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
NENGo/^?/eN . yo os estaba.
EGotziien . . él, etc.
GENGof-2r2¿ezAN nosotros, etc.
^GotzuezAíi . ellos, etc.
(7."; «á ellos»)
NENGoteN. . yo les estaba.
ZENGoA'eeN. . tú, etc.
EGoA-eeN. . él, etc.
GENGoA-eezAN. nosotros, etc.
zENGoA-eezAN. vosotros, etc.
EGoA'eezAN. . ellos, etc.
X> 'IMPERATIVO.
1. Presente.
(i). — Flexiones directas.
(1.* categoría).
ZAGOZ .
BEGO .
ZAGOZE
BEGOZ .
tú estáte,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
(ii). — Flexiones pronominales.
(2."; «á mí»).
ZAGOÍAZ. . . tú estáteme.
BEAGOKAÍ . . él, etc.
ZAGOÍAZE . . vosotros, ctc.
BEAGOÍAZ . . ellos, ctc
(5,*; «á nosotros»).
zAGoA'wz . . tú estátenos.
BEAGo/i-?¿ . . él, etc.
zAGo7.2/Ez . vosotros, etc.
BEAGoZ:?/Ez . ellos, etc.
Observaciones. En estas ñexiones se vé claramente que
cuando el afijo personal de 8.* persona suele figurar en lo9
-747-
imperativos bajo la forma h está contraído, pues ahora se
nos presenta bajo la forma he.
(3.*; «á tí»),
'B^kGotzu . . él estéte.
B-ELGotzuz. . ellos, etc.
(4."; «á él»).
ZAGOA'ÍIZ .
BEAGO/i'a .
ZAGO/vaZE .
BEAGO/faZ .
. tú estále.
. él, etc.
. vosotros, etc.
. ellos, etc. .
(6.*; «á vosotros»).
BEAGo^^we . él estéos.
BEAGotzuez. ellos, etc.
(7,*; «á ellos»).
ZkGohaze . tú estáles.
BEAGoZ;ee. , él, etc.
ZAGo/tcez. . vosotros, etc.
BEAGoA'eez . ellos, etc.
Observaciones. En la 2." persona de singular de la 7.* ca-
tegoría se vé una nueva fase que ha seguido el afijo prono-
minal kote; la forma primitiva de esa flexión debió de ser
zAGOKOTEz; dcspués se elidió la dental ínfijándose la plura-
lizadora epentética, y mientras que en dicha flexión de 2.*
persona obraba la fuerza de variabilidad sobre la o convir-
tiéndola en a, en las restantes la elisión de t dio ocasión á
la fuerza de asimilación, permutándose la o en e.
iBiLLi «andar».
A-
-INDICATIVO.
1. Presente.
(i). — Flexiones directas.
(l.»(
categoría) .
NABIL . .
. yo ando.
ZABILTZ .
. tú, etc.
DABIL . .
él, etc.
GABILTZ .
nosotros.
etc
ZABILTZE .
vosotros;
etc.
DABILTZ . .
ellos, etc
.
-748-
(ii) . — Flexiones pronominales.
(2.'; «á mí»).
ZABiLíÍAZ . . tú me andas.
DABiLÍ . . .él, etc.
ZABiLr/AZE. . vosotros, etc.
dabilcZaz . . ellos, etc.
(5.*; «á nosotros»).
ZABiLTzZ:z¿z . tú nos andas.
dabil/i-z¿ . . él, etc.
ZABILTz/i?¿EZ. vosotros, OtO.
babilJíuz. . ellos, etc.
(3.'';«átí).
NABIL¿^i¿ .
BkBlhtzU .
GkBlhtzUZ .
DKBlhtzUYj .
yo te ando,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
(6.'; «á vosotros»).
NABIL/^We
DABiht zue
QA.Bihtzuez
BkBihtzuez
yo os ando,
él, etc.
nosotros, etc.
ellos, etc.
(4.'; «áél»).
nabilA'o. .
ZABILTzAo.
dabilA'o. .
GABILTzA'OZ
ZABILTZA:0Z
DABILTzA'O.
yo le ando,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
(7.'; «á ellos»).
NABiLA'oe. . yo les ando.
zABiLTzA;oe. . tú, etc.
BABiLTzJcoe. . él, etc.
GABiLTzA-oez. nosotros, etc.
vosotros, etc. I zABiLTzA-oez. vosotros, etc.
ellos, etc. 1 DABihTzkoez. ellos, etc.
2. Pasado.
(i). — Flexiones directas.
(1.' categoría).
NENBILTZAN.
ZENBILTZAN.
EBILLEN.
QENBILTZAN.
ZENBILTZEN.
EBILTZEN. .
yo andaba,
tú, etc.
él, etc.
nosotros, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
-7<9-
(ii) . — Flexiones 'pronominales.
(2.'; « á mí»).
zenbilíZazan. tú me andabas.
ebilíZan. . .él, etc.
zenbilíZezan. vosotros, etc.
EBILíÍAZAN. . ellos, Ctc.
(3."; «á tí»).
NENBiLÍ^z/N . yo te andaba.
EBiLÍ^2¿ií . .él, etc.
GENBiLí^t¿ZAN nosotros, etc
EBILZÍ^MZAN . clloS, etc.
(4.'; «á él»).
NENBiL^oN . . yo le andaba.
zenbilA'on . . tú, etc.
ebilA'on. . . él, etc.
GENBiLTzA'ozAN nosotros, etc.
ZENBILTZA'OZAN VOSOtrOS, ctc.
ebilA:ozan . . ellos, etc.
(5.*; «á nosotros»).
ZENBIL<72¿ZAN. . tú nos anda-
bas.
ebilZ;i¿n. . .él, etc.
ZENBILTZAWEZAN VOSOtrOS, ctc.
EBIL^Z¿EZAN. . clloS, ctc.
(6.'; «á vosotros»).
NENBiL¿¿í¿^eN. . yo os andaba.
EBiL^^2¿eN. . .él, etc,
GENBIL?^^Wí?ZAN . nOSOtrOS, OtC.
EBiL¿2r2¿ezAN. . ellos, etc.
(7.^; «á ellos»),
NENBiLA'oeN . . yo le andaba.
zENBiLZ;oeN . . tú, etc.
ebilA-ocn. . .él, etc.
GENBiLTzA'OéZAN. nosotros, etc.
ZENBILTzA-OíiZAN. VOSOtrOS, ctc.
ebilA-oízan . . ellos, etc.
B
IMPEEATIVO.
1. Presente.
(i). — Flexiones directas.
{1." categoría.)
ZABILTZ.
BEBIL. .
ZABILTZE
BEBILTZ.
tú anda,
él, etc.
vosotros, etc.
ellos, etc.
—750-
(ii) . — Flexiones pronominales.
(2.'; «á mí»).
zabilcZaz . . tú ándame.
BEBiLÍ. . . él, etc.
zabilíZez . . vosotros, etc.
bebilíZaz . . ellos, etc.
(3.'; «á tí»).
BEBiLf^?¿ . . él ándete.
BEBihtzKz . . ellos, etc.
(4/;«áél.)).
zABiLTzA'o . . tú ándale.
bebilA'o . . él, etc.
ZABiLTzA'oz . vosotros, etc.
BEBILTzA'O . . ellos, ctc.
(5.*; «á nosotros»).
ZABiLTZí/z/z. . tú ándanos.
bebilZ:z¿. . .él, etc.
ZABiLTz/í-2íEz . vosotros, etc.
bebilA'í/z . . ellos, etc.
(6.*; «á vosotros»).
BEBiL^^í^e. . él ándeos.
BEBiLT^¿¿ez. , ellos, etc.
(7.'; «á ellos»).
zABiLTzA'oe. . tú ándales.
BEBiLA'oe.. . él, etc.
zkBiLTzJioez . vosotros, etc.
BEBiLz/i'oez . ellos, etc.
II.
ETOKRi, «venir».
Bajo el modelo de egon se conjuga' muy fácilmente éste
verbal. Marcaré las diferencias, y las particularidades que no
se conciban por el sólo modelo.
Presente. — El núcleo es ator, ato. Este segundo se usa
únicamente en zatoz «tú vienes», gatoz «nosotros venimos»,
ZATOZE «vosotros venís». En la 2.* categoría hay que adver-
tir: a) que el afijo del sugetode 3.' persona es y', que me pare-
ce permutación fonética de d.' h) que la 2.* persona de plural
termina en^^, zatortez «vosotros me venís». En la 4.*; a) que
el pronominal es ko, excepto en ^2."^ y 3.* persona de plural
que está contraído en A-, fundida con ez pluralizador: zator-
KEz, JATORKEz: h) quc el afijo del sujeto de 3." persona
es y, lo mismo que en las restantes categorías, de donde re-
sulta que (I únicamente se emplea en la 1.* y 3.» categoría. El
afijo pronominal déla 7. <* es koe, y la 2.» persona de singu-
lar no termina en ze sino en z: zatorkoez.
-751-
Pasado. — Los núcleos son entor, ento, etoe. En la pri-
mera categoría entor figura en la 1.* persona y etoe en la
3." de singular, exigiendo ambas mía e de ligadura: nento-
REEN, etorren; ENTO forma parte de las restantes flexiones
de la misma categoría — y yá no vuelve á aparecer más — con
e de ligadura en vez de la a del modelo, sólo en la tercera
persona de plural, etozen «ellos venían». En las restantes
categorías etoe es núcleo de las 3,'"' personas y entor de
las demás. En la 4." categoría el pronominal es ko; se apar-
ta del tipo la flexión zentoekozan «tú le venías», y es irre-
gular en la forma del pronominal zetoekezan «vosotros le
veníais». Tampoco se ajusta al tipo en la 1." categoría, etor-
kun «él nos venía». El pronominal de la 7." es koe: nentoe-
KOEN «yo le venía», etc.
Imperativo. — Los núcleos son ato, etoe, eto. ato figura
en las 2.''^ personas de la 1.* categoría y eto en la 3.* de plu-
ral; etoe en la 3.* de singular de esa categoría y en todas las
3.^^ de las demás. El afijo de 3.* persona está reducido, co-
mo ordinariamente sucede, á .h. La tercera persona de sin-
gular de la 2.* categoría carece de la sílaba ka que figura en
el tipo; BETOET «él véngame». Los pronominales de la 4." y
7.' son KO y koe, y en estas dos y en la S.*" se apartan del
tipo en algunas pequeñas particularidades las formas zatoe-
Ko «tú vénle», zatoeku «tú vénnos», zatorkuez «vosotros ve-
nidnos», betorkuz «ellos véngannos», zatoekoeze «vosotros
venidles» y betorkoez «ellos vénganles».
En lugar de zatoz, zatoze es muy frecuente el empleo
de EEDu «ven, llega», eedue «venid, llegad»; la primera de
estas formas es el adjetivo verbal erdu «venir, llegar» usado
imperativamente, y el segundo el mismo, provisto del plu-
ralizador personal e.
ETZAN, «estar acostado, tenderse á lo largo».
—752—
A INDICATIVO .
1.
Presente.
2.
Pasado.
(1.^
categoría.)
(1.^
categoría).
NATZA, NATZ
. yo estoy acos-
NENTZAN. .
. yo estaba
tado.
acostado.
ZATZAZ
, ,
. tú, etc.
ZENTZAZAN.
. tú, etc.
DATZA, DATZ
. él, etc.
ETZAN . .
. él, etc.
GATZAZ
^ ^
. nosotros, etc.
GENTZAZAN.
. nosotros, etc.
ZATZEEZ
^ ^
. vosotros, etc.
ZENTZAZEE^
[ . vosotros, etc.
DATZEEZ
• •
. ellos, etc.
EiZAZAN. .
. ellos, etc.
X> IMPEEATIVO,
(I.'' categoría).
ZATZAZ ... tú estáte acostado.
BETZA. ... él, etc.
ZATZEEZ. . . vosotros,
etc.
BETZAZ . . .
ellos, etc.
Kespecto al acento prosódico dése aquí por reproducido
lo que dije en la página 628.
-753-
CAPÍTULO XXVI.
MODIFICACIÓN SIGNIFICATIVA DE LOS NOMBRES VERBALES. MODI-
FICACIÓN SIGNIFICATIVA DE LAS FLEXIONES VERBALES. CONS-
TRUCCIÓN DE LAS FRASES.
I.
Conocemos yá todo el desarrollo de que es susceptible
la idea verbal enskara bajo sn cuádruple aspecto transitivo
é intransitivo, perifrásico y sencillo, que corresponden los
primeros á la significación general, y los segundos á la con-
jugación propiamente dicha.
Pero ese desarrollo, aun con ser inmenso, quedaría como
petrificado en la expresión de los elementos componentes
que á él concurren, de no haber conservado la plasticidad
suficiente para amoldarse á otras exigencias del pensamien-
to. Estas exigencias son de dos géneros: unas se refieren al
significado mismo del nombre verbal y otras al significado
de las ñexiones auxiliares, y nó por poder concurrir á la
vez en un mismo punto producen otras nuevas modifica-
ciones gramaticales correspondientes, sino que todo queda
reducido á la oportuna combinación de ellas.
Tomemos como ejemplo el concepto que expresa la si-
guiente frase: jaten det oguia «yo como el pan». En vano
haremos que esafrase se combine con los numerosos tiempos,
modos y categorías de la conjugación euskara; siempre per-
manecerá escuetamente idéntica, designando el acto de co-
mer pan, sino hallamos manera adecuada de sacarla de esa
relativa indigencia adoptándola á una porción de ideas se-
gundarias y eventuales que, careciendo de un nombre ver-
bal individualizado porque son conceptos generales aplica-
dos á conceptos particulares, modifican, sin embargo, el
primitivo concepto, á la vez que conservan la esencia de su
significación. P. ej: «yo quiero comer el pan», «yo suelo co-
52
-754-
mer el pan», «yo debo comer el pan», «yo no puedo comer el
pan», «yo hago comer el pan», etc.
Esta necesidad, según ya lo indiqnó en las pags. 3oG y
337, la satisface con toda perfección y sencillez el enskara
por medio de nombres verbales, á los que completiimente
les cuadra el nombre de modificativos. Y con respecto á es-
tos, los demcás podrán llamarse para los efectos de su mu-
tua contraposición, modificables.
La flexión verbal á lo sumo expresa el sugeto y doble ré-
gimen directo é indirecto, de una manera absoluta; es evi-
dente que las exigencias del discurso son más numero-
sas, pues hay que relacionarla á un agente, ó á un paciente,
ó á otra acción verbal, ó á una afirmación, ó á una nega-
ción, ó á una duda, ó á una disyuntiva, ó á una interroga-
ción. Sea el mismo ejemplo: «3^0 como el pan», y veremos
que manteniendo inalterable el significado de comer, fun-
ción del nombre verbal, cabe alterar el sign'ficido de su re-
lación; «yo que como el pan», «el pan que yo como», «diré
que yo como el pan», «sí, yo como el pan», «3^0 nó como el
pan», «si yo como el pan», «yo como el pan ó no», «yo como
el pan?», función de la flexión que se obtiene alterando su
forma.
Por lo tanto, á tenor de lo dicho en la pág. 336, llamo
flexión capital á la que expresa el significado de su relación
de una manera absoluta y alterada á la que no lo expresa
de esa manera, por estar enriquecida con una nota que no
le pertenece, ordinariamente.
«•
Los verbales modificativos poseen un significado propio,
del cual se valdrán independientemente, como cualquiera
otro verbal, más ó menos ampliamente, según la práctica de
cada dialecto ó variedad. En este concepto forman parto do
laclase común de los verbales, y no nos importan. No les do-
nomino invariables porque en cuanto pertenecen á la clase
común no lo son, y en 'cuanto constituyen la especial do
los ]uo(lilicativos no lo es tampoco una buena porción do ellos.
—755-
Los modificativos, salva una escepción que se especifica-
rá, se colocan siempre delante de las flexiones; la regla que
asientan algunos gramáticos de que se coloque en primer
lagar el modificable, después el modificativo y al último la
flexión, se observa tantas veces como deja de observarse:
JAN nai DET ó 7iai det jan.
De los modificativos se puede formar dos grupos; el pri-
mero compuesto de al (b. g.) ahal (1. s.) «poder»; oí (b. g.)
OHi (1. s.) «acostumbrar»; maite (c.) «querer» (lit. su signifi-
cado, como el de todos éstos modificativos, es el de un ad-
jetivo, y por consiguiente «querido»);^ ari (b. g.) hari (1. s.)
«estar haciendo algo». El segundo, de xtste (c.) «opinar, pen-
sar, creer»; bear (b. g.) behar (1. s.) «necesitar»; nai (b. g.)
NAHí (1. s.) «querer»; erazo (b. g.) arazo (1.) erazi (s.) «for-
zar, obligar á ejecutar». Los verbales del primer grupo son
realmente invariables en el desempeño de sus funciones
modificativas.
ARI, hari en virtud de su significación sirve para indicar
que la acción expresada por el verbal modificable se veri-
fica de una manera continua, sin solución ó intermi-
tencias. De significado idéntico á jardun, precede inme-
diatamente á la flexión, con la particularidad de que
ésta ha de ser siempre intransitiva, por más que la acción
expresada sea transitiva: iskiribatzen ari naiz «yo estoy es-
cribiendo (ocupado en escribir»); iltzen ari da «él se está
muriendo»; itzegingo ari zera «tú estarás hablando». La
misma significación de éste verbal lo hace más apto para
expresar tiempos presentes- ó pasados que futuros.
maite es un adjetivo que todos los dialectos conocen, pe-
ro que los de Francia emplean más comúnmente, combinán-
dolo con las flexiones transitivas, en reemplazo del presen-
te y pretérito imperfecto ordinarios, maite düt «yo lo quiero
(yo lo tengo querido, lit.)»; maite zían «él lo quería (él lo te-
1 Hago ésta salvedad, porque aunque en bascuence no hay infinitivos, la práctica general
os suponer ese signiñcaioíi los adjetivos verbales; pov lo tanto oí, aei, etc. se encontrarán en
los diccionarios cutre los verbos, mientras que maitu será considerado como adjetivo; la tra-
duc ifni verbal queda reservada en aquellos para maitetu 6 maitatu.
-750-
iiía querido)», en vez de maitatzen dut, maitatzen zían.
A MAiTE imitan il «morir?), bizi «vivir».
Uniendo oí, ohi á las flexiones transitivas ó intransitivas
todos los tiempos y modos en que figiu'e adquirirán signifi-
cación consuetudinaria. El dialecto bizcaino, dueño de fle-
xiones especiales, no necesita valerse de oí en el presente y
pasado de indicativo, pero sí en los otros tiempos y modos.
Oí — OHI permanece invariable, y los modificables toman los
sufijos que requieren los tiempos. Por más que ninguna ra-
zón baya que lo impida, que varios esciitores lo usen, que
algunos tratadistas lo prescriban \ que no sea desconocido
en la práctica y que merezca el nombre de más lógico, lo
cierto es que el procedimiento corriente es sustituir elsns-
tantivo verbal en locativo por el adjetivo verbal indefinido,
en los tiempos que se cc-mponen con aquel: jan oí det «yo lo
suelo comer», jan oí nuen «yo lo solía comer», que reempla-
zan á JATEN 01 DET, JATEN 01 NUEN. Dc aquí naccn confusio-
nes verdaderamente gratuitas entre los tiempos que se dis-
tinguen por dichas formas del nombre verbal, que el sentido
del discurso ó el empleo del adjetivo verbal izan evitarán,
siendo, con mucho, preferible éste segundo medio: jan izan
01 DET para el pasado próximo, jan izan oí nuen para el pa-
sado remoto. Esta manera inutiliza á los tiempos pluscuam-
perfectos, pero con escaso perjuicio, pues el discurso puede
prescindir de ellos sin detrimento notable de su precisión.
Al — ahAl se une á las flexiones transitivas ó intransiti-
vas, comunicando á los modos y tiempos significación po-
tencial. Le son aplicables las observaciones que he hecho
respecto á oí. Como todos los dialectos poseen un modo po-
tencial, no se usan correctamente ni deben de usarse con el
presente é imperfecto de indicativo. Sin embargo, bastantes
localidades, por desgracia, han olvidado ó dejado caer en
desuso las flexiones genuinamente potenciales, y por ser el
procedimiento á que me refiero sumamente sencillo y expe-
ditivo, se oirá con alguna frecuencia jan ó jaten aldet «yo
1. LnrramciHU. Arfe (¡el baso im^. 107 y lOH.
-T57-
lo puedo comer»), en vez de jan dezaket y jan ó jaten al
NüEN «yo lo podía comer», en vez de jannezake.
Otro uso posee al en el dialecto guipuzcoano, á lómenos.
Dice Larramendi explicando lo? sentidos de ese verbal: «el
segundo es cuando se usa en circunstancias de alguna duda,
disimulo, ironía, y en éste sentido no tiene correspondiente
en otras lenguas». ^
(II),
El segundo grupo de modificativos es'á caracterizado por
la variabilidad de su forma, ó lo que es lo mismo, por su
aptitud para recibir los afijos que se unen á los adjetivos
verbales que figuran en la conjugación perifrásica, á la vez
que los modificables permanecen inmóviles en su forma de
adjetivos indefinidos. He dicho adjetivos verbales porque
no se usa darles la forma de sustantivos. Es tan grande la
tendencia á mantener la identidad morfológica del nombre
verbal que, no obstante el aprovechamiento de los adjetivos
posesivo y derivativo (ikusiken, iKUsiKo)para elfuturo, como
los tiempos en que hayan de representar papel dichos dos
adjetivos estén dotados de flexiones características que no
consientan confusiones, se mantiene el adjetivo indefinido:
EERAN hear nuke «yo lo debiera decir», en vez de erean hear-
Jco nuke; 7iai nuke egon zürekin «yo quisiera estar contigo»
en 7ez de Jiaiko nuke egon zueekin, aunque éstas construc-
ciones no sean en absoluto desconocidas. Los futuros, cuan-
do no poseen ó consienten flexión propia, exigen constante-
mente la aglutinación del sufijo correspondiente al modifica-
tivo: EZTA EDIRENEN PENARIK ETA EZ ATSEKABERIK KONDENATÜ
BATEK PAiRATU bekarJco EZTüERiK (Ax.) «no se encontrará pena
ni aflicción que un condenado no lo deberá de sufrir». La
confusión proviniente del uso del sustantivo verbal puede
evitarse con izan interpuesto: egin bear det «yo lo debo
hacer», egin izan bear det «yo lo he debido hacer», etc.
Aunque USTÉ está incluido justamente en éste segundo
grupo, también se le puede incluir en el primero atendien-
X Arte del base, pág. 20G.
—758-
" do á una de sus acepciones. Unido al verbal izan significa
propiamente «opinar, pensar, creer»; ésta unión se verifica
en todos los tiempos que no son el presente y el pretérito
imperfecto de indicativo, pues para éstos dos basta por sí
solo: USTE DET «y O lo pienso», usté nuen «yo lo pensaba». Y
como en los tiempos restantes el sufijo lo toma izan, üste
IZANDO DET «yo lo Opinaré», usté izando nuke «yo lo pensara»,
resulta que usté pertenece al grupo de los invariables. Pero
cuando usté se emplea como modificativo de otro verbal
cualquiera, entonces recibe los mismos sufijos que los ver-
bales del segundo grupo, de los cuales entra á formar parte:
JAN usteA'o det «yo lo pensaré comer». En el presente y el
pretérito imperfecto usté se construye también con el sus-
tantivo verbal locativo: así Lardizabal en su testamentu
ZAKREKO ETA BEERIKO KONDAIRA CSCribe: USTE izateil ZUTEN
«ellos lo opinaban».
EZíN expresa la idea de la impotencia en la acción verbal.
Presenta la particularidad de que se coloca, indifeientemen-
te, delante ó detrás del modificable, y según el lugar que
ocupa toma, ó no, los afijos de la conjugación perifrásica:
EzíN iKUSiA-oDET «uo podré verlo», é ikusi ezingo det. ezin se
combina con las flexiones del modo potencial, y entonces la
idea de impotencia se marca de una manera tan enérgica
que es absoluta: ezin ukatu daitereana «lo que no se puede
negar»; ezin esan daiteke «no se puede decir».
NAi, NAHí, GURA exprcsaii la idea de la volición en la ac-
ción verbal: nik izan naiA-o konturik «yo querré tener cuida-
do»; NAi DET EROSi ECHE BAT «yo quicro comprar una casa».
Siendo la acción de «querer» eminentemente transitiva, lo
común es construir la frase con las flexiones transitivas,
aunque el modificable sea intransitivo: nai det ibilli «yo
quiero andar». Otra cosa será cuando se ha de expresar la
idea intransitivamente: nai da ibilli «se quiere andar».
BEAR, BEHAR iiidica la uccesidad, física ó moral, de la ac-
ción: iTz EGíN BEAR DEZU GOGORKi «dcbcs hablar duramente»:
ERRAN BEHAR NUKE «y O lo debiera decir». Eespecto á la clase
de flexiones que se han de usar, le es aplicable lo advertido
en el párrafo dedicado á nai.
—759-
Con el modificable erazo, arazo, erazi se forman los ver-
bos á los que llaman ¡o-í gL-amáticos del país «dobles» ^ , y
otros tratadistas «factitivos» y «oausativos». En estos verbos
la acción se manifiesta como impuesta por un agente á
otro, mediante dos acciones combinadas. El modificativo
se une siempre al adjetivo verbal modificable, y la combi-
nación resultante se trata en todo como un verbal ordina-
rio. De JAN «comer», jan-erazo «hacer comer, jan-erazoten
DET «yo hago comer»; de ostu «robar», ostu-erazo «hacer ro-
bar», osTU-ERAzoTEN ZEXDUEN «tu lo hacías robar». En los
dialectos labortano y suletino se emplea el radical verbal:
YAR-ERAzi «hacer sentar», de yarri; hah-erazi «hacer tomar»,
de HARTU. También se puede echar m-.aio de un nombre co-
mún: BERO erazi «hacer calentar», de bero «calor»; handi-
ERAZi hacer creer», de handi «grande». Nada se opone á ésta
formación en los dialectos de España; pero apenas se usa.
Dichos modificativos contraidos en era que se infijaó pre-
fija han dado nacimiento á muchos verbales que han adqui-
rido amenudo un sentido bastante diferente del primitivo:
de EGIN «hacer», eragin «hacer hacer»; de igarri «adivinar»,
iRAGARRi «hacer adivinar»; de ikusi «ver», erakutsi «hacer ver
(enseñar, mostrar)»; de ibilli «andar», erabilli «hacer an-
dar (menear)»; de ikasi «¡iprender», jrakatsi «hacer aprender
(enseñar)»; de entzun «oir», erantzun «hacer oir» (respon-
der)»; de EMAK «dar», eraman «hacer dar (llevar)», etc., etc.
Y yá en ésta forma, pueden tomar de nuevo erazo, arazo,
erazi, adquiriendo un doble sentido causativo: erantzun-
ERAZI, ERAMAN-ERAZO, etc, etc. ^
De la misma índole es el verbal etsi que sirve para expre-
sar la idea de una impresión moral, formando verbales ordi-
narios: oNETsi «agradar, encontrar bueno», de on «bueno»;
BAiTETsi «aprobar», de bai «sí»; gaitzetsi «desaprobar, encon-
trar malo algo», de gaitz «malo»; ederretsi «admirar, encon-
trar hermoso algo», de EDER «hermoso»^. Esta composiciones
más usada en Francia que en España.
Otra manera de modificar el sentido verbal estriba en in-
1 Larclizábal, Gramática vascDnyad ■, pág. 67.
a lucbauspo. Le Vertie basque, pi'ig. 44:í.
3 luchansí e. Le Ver'oe basqi;e, pág. 443,
— 7C0-
trodiicir entre la flexión y el nombre verbal, ó colocar detrás
de la flexión ciertos adverbios de dada y ciertas conjuncio-
nes condicionales, entre los que merecen especial mención:
BIDÉ, OMEN, UMEN, ETE, OTE, OTHE, OTHIAN, BALIMBA, BER,
BAiT, los que comunican á las frases un sentido de duda, in-
terrogación, sorpresa, compasión, deseo, esperanza, según
su respectiva acepción: zuk jan hiele zenduen sagarra, «pa-
rece que lias comido la manzana»; zuk esan ornen dio'av «aca-
so le has dicho tú»; iieltu umen da «parece que ha llegado»;
AGERTÜ ete DABE, «acaso lo han declarado»; ¿etorriko ote da?
«vendrá por ventura?»; JOk^othe da? «acaso se híiiáo))?ot//ia?i
galdü dUzia? «¿es posible que lo hayas perdido?»; halimha
EDiRENEN Dii, «cspero (ojalá) que lo encontrará»; ikhusten du-
dan her «con tal que yo lo vea»; dantza ledin ber «con tal
que bailase»; zl'i jin hait eginik duket «para tu llegada yo lo
habré hecho»/ El signiñcado de bait es el de «para el tiem-
po, para la época», etc. ber se usa con las flexiones en for-
ma relativa, y para indicar el tiempo futuro se vale del pre-.
senté ó pasado del subjuntivo, según sea más ó menos re-
moto lo venidero. La colocación de estos modificativos la
deducirá el lector de los ejemplos puestos, sacando la regla
general del hecho concreto. Advierto que la traducción que
de ellos he hecho es meramente aproximativa, del sentido
y nó literal.
El verbal egin puede equipararse, bajo cierto aspecto, á los
modificativos. La locución de que voy á dar cuenta es muy
usada entre los bascongados de España, y consiste en usar
como invariable el verbal que expresa la acción y calificarlo
con egin, al cual se le comunican las formas que requieren
los tiempos: jo egiten ñau «pegar me hace», en vez de jo-
TZEN ÑAU «me pega»; ekarri egingo ziñidake «traerme lo hi-
ciera», en vez de ekarriko ziñidake «tú me lo trajeras», etc.
Uniendo egin á un nombre común ha formado el bascuen-
ce bastantes verbos: itz egin «hablar (hacer palabra)»; usai
egiñ «oler (hacer olor)»; atsegiñ «gustar, complacer (hacer
rascadura)», etc. etc.: Y debo advertir que apesar de que la
1 I,anamoiuli; Arte del base, l-Ag. 309. Lardizábal: Gram. vascong. i>iig. C6. lucbauspo. Le verbo
basque, i>^>g. 444.
—761—
acción denotada por el nombre sea intransitiva, se emplean
las flexiones transitivas: iges egin DET«yo huyo (yo hago hui-
da)», siempre que no convenga, dicho se está, marcar el ca-
rácter intransitivo de la acción: iges egin da «se ha huido
(hecha es huida). Empleado de ésta suerte egin, á imita-
ción de otros modificativos, no toma la forma del sustantivo
verbal, egiten.
Con los modificativos oí — om, al — ahal,nai — gura,beae-
behar, erazo — ARAZO — ARAZI, ERAGíN, ctc. y la coDJugación
disyuntiva edo, ha formado respectivamente Astarloa sus
tiempos de los modos «habitual, potencial, voluntario, nece-
sario, forzoso, dudoso y probable» ^. Por ese camino pudie-
ra irse muy lejos en la enumeración de tiempos y modos, pues
de los modificativos que yo he citado en el curso de este
capítulo han quedado fuera de la cuenta de Astarloa varios.
Pero ni los tales modos y tiempos así formados lo son ni lo
serían de veras, ni puede esperarse de ellos más que confu-
sión y oscuridades en un trabajo que no sea meramente ra-
cional ó filosófico como el del ingenioso é ilustrado bascófi-
durangués.
II.
Las alteraciones que en su forma y en su sentido pueden
experimentar las flexiones capitales son siete, dando lugar
á otras tantas especies de formas verbales á las que denomi-
na,ré, siguiendo al Príncipe Bonaparte, ^ conjuntivas, relati-
vas, afirmativas, dubitativas, negativas, causativas é interro-
gativas. La sexta especie pertenece á ambos dialectos de
Francia y la séptima al suletino únicamente.
El empleo de estas flexiones alteradas está indicado, en
general, por su misma significación. Pero también les corres-
ponden funciones especiales que ya indicaré cuando haya
lugar.
Varias de éstas formas están definidas por su mismo nom-
bre: otras exijen alguna aclaración. Flexión conjuntiva es
1. Véase Discursos filosóficos, desde la pág. G97 A la 706 inclusive.
2- Véase el cuarto cuadro preliminar, de Le Verbe basque.
-7C2-
la que se refiere coordinadaniente á otra de lui verbal que
figura en la misma oración: suple al que conjunción castella-
na. Flexión relativa es la que se refiere al sujeto ó al pacien-
te de una acción verbal: suple al que pronombre relativo
castellano. Flexión causativa es la que robustece su sentido
positivo con una relación de causalidad sacada de ella mis-
ma: ejemplos castellanos: «porque lo tiene», «porque es».
(I)
La flexión capital se hace conjuntiva sufijándole la par-
tícula la. Esta sufijación produce fenómenos fonéticos di-
ferentes, según sea la letra final de la flexión. Algunos de
éstos son comunes á los cuatro dialectos, otros especiales.
Para mayor claridad los explicaré separadamente.
A (dialecto guipuzcoano). 1.° Las flexiones terminadas
en íi, e, ¿e, o, ?/, aglutinan directamente el sufijo conjuntivo
la: de darama «él lo lleva», daeamala «que él lo lleva»; de na-
ZA «él hágame», nazala «que él hágame»; de daukate «ellos
lo tienen», daukatela «que ellos lo tienen»; de dute «ellos
lo han», DUTELA «que ellos lo han»; de dio «ello dice», diola
«que él lo dice»; de daukayo «él le tiene lo», daukayola «que
él le tiene lox; de dezu «tú lo has», dezula «que tú lo has».
Llevan íi ó 6 epentética, nago «yo esto}'», nagüela, nagoíila
«que yo estoy»; dago «él está»,DAGoeLA, DAGoaLA«que él está»,
y e, Du — DiTU «él lo ha, los ha», dusla — ditu^la «que él lo
ha, los ha»; zaitu «él te ha», zaitusla «que él te ha»; ñau «él
me ha», ñauóla «que él me ha»; gaitü «él nos ha», gaitu^la
«que él nos ha».
2.° Las terminadas en ke,k, ÑyT (pasando, además,
ésta dental á la suave correspondiente), aglutinan el sufijo
LA interpolando una a de ligadura: de nuke «yo lo habría»,
NUKEdLA; de DEZAKE «él lo pucdc», dezake^la; de dek (f. m.)
«tú lo has», DEKaLA: de nak (f. m.) «yo soy», nakcila; de din
(f. /.) «él lo ha», díñala; de det «yo lo he», dedííla; de diat
(f. m.) «yo lo he»,DiADaLA. ^
1 Para nniflcar la doctrina y no volver sobro mis pasos mo ha parocido convonifii'o dar
cabida on (•.nux, socciAn á todas las tüniiinacioiiüs do hiH lloxioiios aún(|iio portono/.i'uii al ira-
taniiouto familiar masculino (f. m.) y iil íomciiiuQ (f. f,). Kstaa íloxioiios las üuuoatrará ( I loü-
tor on los apéndices.
—763-
3.° Las terminadas en ^ requieren e epentética: de daki
«él lo sabe», DAKieL\; de dakuski «él los vé», daruski^la.
4." Las terminadas en Z, r, s y ^ aglutinan el sufijo la
por medio de una e de ligadura, convirtiéndose la primera
de aquellas consonantes en ll\ de nabil «yo ando», nabill^la;
dcNATOR «yo vengo», natorr^la ^; de daküs «él lo vé», daku-
seLA; de naiz «yo soy», naiz^la.
5." Las terminadas en n proceden de tres maneras dis-
tintas: a) si les precede ^ la I del sufijo se trueca en II y se
elide la n: de nendin «yo fuese», nendi¿/a; de zedin «él fuese»,
zendiZ/a: &), si es característa del tratamiento femenino, se
interpola una a de ligadura; de den «tú lo lias», dencila; de
NAN «yo soy», naníila: c), en cualquier otro caso se elide; de
ZENDUEN «tú lo habías», zenduela; de zidan «él me lo había»,
ZIDALA ^.
B. (dialecto labortano). 1.° Las flexiones terminadas en
a si pertenecen á la conjugación perifrásica, la cambian en
e para recibir el sufijo la, y si pertenecen á la sencilla no
experimentan variación; de da «él es», déla; de darama «él
lo lleva», DARAMALA.
2.° Las terminadas en e, ¿e, /ve, o, u aglutinan directa-
mente el sufijo la\ de diré, ellos son», direla; de dute «ellos
lo han», dutela; de nuke «yo lo habría», nukela; de natzayo
«yo le soy», natzayola; de duzu «tú lo has», duzula. Las
terminadas en o pueden tomar e; de dio «elle ha lo», DioeLA.
Se exceptúan de la regla general ñau, du-ditu, zaitu, gaitu,
que dan origen á ñauóla, DueLA-DiTUéLA, zaitu^la, gaitu<?la.
3.° Las terminadas en li y t aglutinan el sufijo la inter-
polando a de ligadura; la sustitución de la dental fuerte por
la suave no es obligatoria: deDUK (f. m.) «tú lo has», duko-la;
de DUT «yo lo he», dutíxla, dudóla.
4.° Las terminadas en i requieren e epentética; de daki
«él lo sabe», dakisla.
1 Eu esa flexión y en las que 1 ;, imitan no hay alteración fonática alguna en el tema, como
pudiera creerse íl i^rimera vista, porque la r final es tau fuerte antes cíe chocar con la letra
de ligadura como después. Nueva prueba de la ventaja que traería el uso del signo r, evitan-
do el error do atribuir ;'i variación fonética, lo que es simi)le variación ortogiáñca.
2 Larramendi. Arte de la leiig. bascong., págs. 305 y sigs.— Lardizábal. Gramát. Vascong., página
G8,— Bonaparte. Le Verbe basq .e, págs. V y VI y el cuarto cuadro preliminar.
-7C4-
5.° Las terminadas en r y z toman e de ligadura: de
DATOR, D.\T0RR6'LA; de NAIZ, V,M'¿ehk.
6." Las terminadas en n coinciden en todo con las gui-
puzcoanas. ^
C (dialecto suletino). 1.° Las terminadas en a, como
las labortanas.
2." Las terminadas en e, o, ü siguen á las labortanas:
DÜ-DÜTÜ, zliTÜ, GÜTLi reciben a epentética, con permutación
de ü en i\ D¿V¿LA-DiiT/aLA, züi/aLA, gut/íila.
3." Las terminadas en te cambian la e en i é intercalan
a epentética: de lizate «él sería», lizat¿¿ila.
4.° Las terminadas en lie se dividen en tres grupos: a)
NAiKE «él me habrá», aike «él te habrá» y nUtIike «yo los ha-
bré» con las demás ñexiones de régimen directo de 3,* perso-
na que pertenecen á ese tiempo, toman indiferentemente a
epentética ó no la toman, con permutación de e en t en el
primer caso: nlikzVíla, nUkela; aik/o-la, airela, etc.: ¿), ni-
TZAiKE «yo les seré» con todas las flexiones de régimen indi-
recto, como NiNTZEiKE «yo les sería», deike «él le habrá lo»,
aglutinan inmediatamente el sufijo Ja: nitzeikela, deike-
LA, etc.: c), las restantes flexiones exigen a epentética; de
DÜKE «él lo habrá», DiÍK¿aLa; de zütííke «él te habrá», zütIí-
KmLA.
6!^ Las terminadas en h interpolan a de ligadura á la
vez que permutan dicha consonante por y. de dIí/i, díí//ala.
La permutación es la regla general, pero también se usa con
menos frecuencia la elisión y en este caso, no obstante la ley
de la afinidad de las vocales, no se permuta la e en a en el
choque originado por la elisión: de deyek (f. m.) «tú les has
lo», de ye AL A y nó deyiala.
6.° Las terminadas en 7i toman a de ligadura, y lo mis-
mo las terminadas en t; de zalñ (f. f.) «él te es», zalñííla; de
DÜT «yo lo he», DiiDaLA. La i que precede á la ñ se suprime
en algunas flexiones; de zaiñ, zañala; de nitzaiñ, nitzañala.
La t no se suaviza en d cuando la preceden un diptongo ó
una z^ de deit «él me lo ha», deitala; do deizt «él me los
1 liouaixuto, Le Vcrbe basque, i)iit'9. V y VI.
—765—
ha», DEizTELA. Excepcionalmente ait (f. m.) «yo te he», dá
higar á aidala-
7.° Las terminadas en í! toman a epentética; de daki,
DAKIALA.
8.° Lo mismo practican las terminadas en z; de niz, ni-
zaLA.
9.*' Las terminadas en n, como las guipnzcoanas. ^
D. (Dialecto bizcaino). 1.° Las terminadas en a, e, te,
lie, o, li reciben el sufijo la directamente: zara «tú eres» y
DIRÁ «ellos son», suelen recibir una i epentética: zar/ala, di-
r¿"ala. De DARUA «él lo lleva», daruala; de dozube «vosotros lo
habéis», dozubela; de naite «yo lopuedo», naitela; de neun-
KE «yo te lo hubiese», neunkela; de nachako «yole soy», na-
chakola; de dozu «tú lo has», dozula. Las flexiones ñau «él
me ha» y dau «él lo ha», consonifican la u\ na5ela, da6ela.
2." Las terminadas en Z; y t necesitan a de ligadura; la
li se elide, la t no se suaviza en d,w\ en el modo indicativo,
ni cuando está precedida por una ,s: en los demás casos, la
práctica es varia. De dok (f. m.) «tú lo has», duala; de dot
«yo lohé», dodíila; de jat «él me es», JATrtLA; dcDEusT «él me
lo ha»,DEUSTaLA. Cuando por supresión de la li las vocales e,
i, o, u se encuentran en contaoto con la a, la e se cambia en
?i y la o en u, y se intercala j éntrela z y la « j h entre és-
ta vocal y la u: de dok, dz/(7La; de daik^k (f. m.) «tú lo po-
drás», DAiKmLA; de jakuk (f. m.) «él nos es»,jAKU¿)aLA;de dait
(f. m.) «tú lo puedes», DAiy'aLA.
3.° Las terminadas en i toman a epentética y se inter-
cala y eufónica, á menos de que la i proceda de una permu-
tación de e, debida á la afinidad délas vocales; de daki, da-
Kiy'eLA.
4.° Las terminadas en lió I toman e ó a indiferentemen-
te; de NABILL NABIL «yO audo», NABILLrtLA NABILLgLA, NABI-
LílLA NABILÍLA.
5.° Las terminadas en r, s, tz y z toman a de ligadu-
ra; de DATOR; DATORRaLA; dc DAKUS, DAKUSaLA; dc DATZ «él CS-
tá echado», datzííla; de naz, NAzaLA.
1 Bouaparte; Le Verbe basque, págs. V y VI.
— 76G-
C." Las terminadas en n, como las guipuzcoanas.
Dos verbos pueden estar relacionados para expresar un
concepto, de tal suerte que uno de ellos determine y rija al
otro. Esta relación ó nexo de ambos miembros está enco-
mendado ala flexión conjuntiva. «Dijeron que tenian de fue-
ro y costumbre», esan zuten füekoz fta oituraz zutela;
«no parece sino que es de hierro», ez dirudi, balzen burniz-
KOA déla; «no dirán sino que eres bueno», ez dute esango
BAIZIK ONA ZERALA.
Sin excusar, por supuesto, la presencia de la flexión con-
juntiva suele también introducirse entre el verbo determi-
nante y el determinado la conjunción causativa ezen, eze,
EZIK, EZI: esan ZUTEN EZIK FUEEOZ ETA OITURAZ ZUTELA. Cuan-
do no hay conjunción, el determinante se puede posponer:
FUEROZ ETA OITURAZ ZUTELA, ESAN ZUTEN. Eli cl CaSO COUtrario
se antepone siempre.
En las oraciones ponderativas, ó sea, en las que llevan
los abverbios «tanto, cuánto, tan» en castellano y anbeste,
AiNBAT, etc. en bascuence, se usan las flexiones conjuntivas
con las conjunciones causativas arriba nombradas: «tanto le
quiero, que me enloqueceré», ainbéste nai diot ezen zora-
TUKO NAIZALA.
(II).
Las formas conjuntivas se convierten en relativas, sus-
tituyendo el sufijo LA por el sufijo 7i, con a de ligadura ó sin
ella. Ya sabemos que muchas flexiones terminan en 7i\ á és-
tas no se les añade el sufijo relativo, y se diferencian de sus
capitales en que acentúan siempre la última süaba. Hay
que observar;
1-°: que las flexiones guipuzcoanas en que a ha de pre-
ceder á la toman // y no an: de nukeala, nuken: pero naiz
«yo soy» y aiz «tú eres», dan lugar siempre á naizan, aizan.
2.° las flexiones bizcainas terminadas en ai é ei interpo-
lan j eufónica y utihzan como letra do ligadura á la a: de dai
«él lo puede», daij^n; de leí «él lo podría», leijíin.
-767—
3.°: las flexiones suletinas que terminando en ke reciben
indiferentemente ala ó la, toman a epentética y permutan
la e en ¿; de naike, naik^n; de nüke, NÜKmN. Dük y dütük al
pasar á la forma relativa producen las formas düz/^n ó man
y DÍiTLÍ?/aN ó DiÍTiaN. Eesulta el inconveniente de que dian y
DÜTiAN son, á la vez, formas relativas de dük (f. m.) «tú lo
has», DÜTÜK (f. m) «tú los has», y de dü «ello ha», dütü «él
los ha. ^
El pronombre relativo «que» castellano puede referirse
al sujeto y al régimen directo del verbo: veamos como ex-
presa el bascuence éste género de locuciones. La flexión
verbal, en todo caso, toma la forma relativa. Si el relativo se
refiere á la persona ó cosa sobre las que recae la acción del
verbo, este precede: «la manzana que come», jaten duen sa-
gaera; «el hombre que he visto», ikusi nuén gízona; «la recom-
pensa queme ha dado», eman didan sabia. Si el relativo se re-
fiere al sujeto se conserva el mismo orden de colocación, y
si hay régimen directo expreso éste precede al verbo: «los pa-
dres que crían bien á sus hijos», beee umeak ondo azitzen
dituzten gueasoak. Según el P. Larramendi el pronombre
personal al que se refiere un relativo debe ser reforzado por
los demostrativos singulares onek, orrek ó los plurales oyek
oeiek ocupando el pronombre personal su puesto al frente de
la oración: «yo que lo veo», nik ikusten deban onek; «tú lo
vés», zuk ikusten dezun orrek ^ Estas locuciones, muy ele-
gantes sin duda alguna, son poco usadas. El sujeto de un
verbo intransitivo se coloca, según la regla general, detrás
de la flexión relativa: «él hombre que se muere», iltzen dan
gízona.
Las flexiones relativas, sustantivadas por el artículo, ad-
quieren la aptitud de convertirse en sujetos de otros verbos:
«los que comen, van», jaten dutenak, badoaz; «el que mal an-
da, mal andará», GAizKi ibilli daña, gaizki ibilliko da; «lo que
1 Bonaparte. Le Verbe basque., pág. VIL— Lanamcncli. Arte déla leng. bascong., págs, 305
y sigs.
2 Arte de la leng. bascong., pág. 279.
—768-
ha sucedido liemos visto», geetatü daña ikusi dequ; «el que
compra, vende», erosten düenak, saltzendu.
Cuando viene expreso el sujeto, la oración de relativo
puede construirse de otra manera. Se articula el sujeto, é
inmediatamente se coloca el pronombre relativo zeñ y sus
equivalentes dialectales, también articulado, y provisto del
añjo h si es agente, y sin él encaso contrario; «el hombre que
vino ayer morirá hoy ó mañana», gizona, zeña atzo etorki
ZAN GAUR EDO BiGAR iLKO DA; «la mujerquc ha comprado la ca-
sa es extranjera», emakumea, zeñak erosi duen. echea, er-
DALDUNADA. Estas locucioues reemplazan á las siguientes:
atzo ETORRI ZANGIZONActc, EGHEA EROSI DUEN EMAKUMEAK Ctc.
Siempre que el relativo figura en la frase, aunque sea con
el carácter de régimen indirecto, la flexión verbal adopta la
forma relativa: «no sé de quien, de qué y de cuál hablas»,
EZ DAEIT NOllZAZ, ZERZAZ, ZEÑZAZ ITZ EGUITEN DEZUNJ «Sabe-
mos á quién, á qué, y á cuál reverencias», badakigu nori, ze-
RI ETA ZEÑI AGUR EGUITEN DEZUN) «cl prado CU cl CUal eUCOll-
tré á los rebaños», zelaya zeñtan artaldeak auekitu nituen.
El P. Larramendi no admite que el bascuence emplee lo-
cuciones relativas con nombres propios, y previene que se
busque la equivalencia de la expresión en otros giros. Así,
la frase «Pedro, que tiene tanto, para qué quiere más?», po-
drá traducirse por: pedrok, aimbeste izanik, zertaco nai du
GUEYAGo? (con el adjetivo verbal infinitivo); pedrok, aimbes-
te DUELA, etc., (con la forma conjuntiva de las flexiones);
PEDROK, aimbeste baldin badu, ctc, (cou uua oración supo-
sitiva,) etc., ^
Así mismo, las flexiones relativas se usan en las frases
interrogativo-dubitativas que llevan en castellano la condi-
cional «sí»: «¿quiero saber si venimos?», jakin nai du gato-
ZEN?; «está preguntado si lo viste?», galdez dago ikusi zen-
duén?; «pregunta si estoy en casa?», galdetzen du echean
NAGOEN? La conjunción adversativa va y sus variantes dia-
lectales y equivalentes adverbiales, ocupan muy frecuente-
mente el puesto de la conjunción castellana: jakin nai du
EA gatozen, etc.
1 Arte de la leng. bascong., pág. 280.
-769-
Y cuando en la frase figura el verbo «estar», indicando el
momento en que la acción expresada por otro verbo se veri-
fica, el segundo adopta la forma del sustantivo verbal loca-
tivo, y la flexión del primero pasa ala forma relativa, segui-
da del adverbio de tiempo orduan ó sus variantes: «estando
yo comiendo, vino», jatennagoen orduan, etorpjzan (lit. «en
comer yo que estaba entonces, etc»). La misma construc-
ción se usa si figura en la frase el adverbio «cuando».
En las locuciones particularizadas por un adverbio de
tiempo, «mientras, entretanto, etc.», hay que valerse de las
flexiones relativas: «mientras estoy aquí», emen nagoen bi-
tartean. y lo mismo cuando se expresa la causa de la ac-
ción de un verbo por otro, anteponiéndose la conjunción
causativa correspondiente al segundo verbo: «lo siento por-
que ha dado el dinero», damü det zeren eman duen dirua.
(III).
La flexión capital se convierte en afirmativa haciéndola
preceder de la partícula afirmativa hci, contracción de hai
«sí». La traducción castellana más aproximada es la que re-
sulta de la intervención de la partícula «ya»: bádu ogia «yá
tiene el pan». La forma afirmativa se antepone al sustanti-
vo, mientras que la flexión capital generalmente se pospone:
ogia du. La forma afirmativa de la flexión da «es», la reem-
plazan muchas veces los dialectos bizcaino y guipuzcoano
por la flexión dago: «hay agua», ura dago y bada ura. En
suletino á las flexiones que principian con vocal se les aña-
de una /¿: de ua (f. f.) «tú vas», báhua. La forma afirmativa
no cabe en la conjugación perifrásica, ni cuando en la con-
jugación sencilla interviene alguno de los verbales modifica-
tivos, como BEAR, NAI, ctc. ^
(IV).
Las formas dubitativas se obtienen por el mismo proce-
dimiento que las afirmativas: prefijándoles ha. En bascuen-
ce, como en castellano, ha «si», posee dos acepciones; una
1 Bouaparte: Le Verbe basque, púg. VIL— Larramendi: Arte de la leng. bascong. iulgs. 305 y sigs
53
-770-
Je añrmación y otra de duda. En funciones dubitativas ha
se une á las flexiones de la conjugación perifrásica: j^ten
BADiTUT «si yo los como»; etortzen lazat «si él me viene».
Por lo tanto, cuando se vú una locución verbal perifrásica
con ha, no hay duda de que es dubitativa. En cambio, las
flexiones dubitativas sin nombre verbal, ya sea porque per-
tenecen á la conjugación sencilla, yá porque pertenecen á
los auxiliares usados en su sentido ¡^articular, tienen la mis-
ma forma que las afirmativas: baditut significa «si los tengo»
y «sí los tengo». Se distinguen, empero, por el tono de la
voz, por el acento prosódico, que en las afirmativas se car-
ga sobre el ha y en las dubitativas sobre la flexión, y por la
presencia de las conjunciones condicionales en la oración,
las cuales, aunque no obligatoriamente, también concurren
con los verbos perifrásicos que por sí solos deshacen todo
equivoco. En virtud de la asimilación la a de ha se cambia
en e en las flexiones bizcainas que comienzaii por ésta letra:
JATEN BEEEAN «si él lo COmía».
(v).
Forma negativa es la que resulta de la incorporación del
adverbio negativo ez, produciéndose en consecuencia una
alteración fonética en esa flexión ó en ese adverbio. Sino se
produce la alteración, si todo queda limitado á la presencia
pura y simple del adverbio delante de la flexión, habrá fra-
se negativa, pero de ninguna suerte forma verbal negativa:
zu Ez ZERA GizoNA «tú uo ercs el hombre».
En los dialectos guipuzcoano y bizcaino las formas ne-
gativas no son obligatorias, como en el labortano y el sule-
tino; se puede decir, con igual corrección: eztu y ez du, ez
GERA y EZKERA, CtC.
La prelijación de ez origina dos órdenes de fenómenos fo-
néticos: a) alteración flexional; h), alteración adverbial. El
segundo no puede verificarse sin el primero y tiene lugar,
casi exclusivamente, en el dialecto suletino.
Alteración flexional. — Esta se produce en la primera le-
tra de la flexión; la h se convierte en y>, la d en t, la y en /.•,
la z en tz, es decir, (|uo la pri>sencia de la negación enduro-
-771-
ce al sonido inmediato. De balu, ez^jalu; de Dir.E, ezííire; de
GEEA, ez/vEIia; de ZEN, -EtzTi^.
Alteración adverhíal. — En los cuatro dialectos se supri-
me la z de la negación, cuando la consonante siguiente es z,
de ziÑAN, etziñan; de zendüen, etzenduen. En el dialecto su-
letino se elimina esa z delante de todas las flexion9s que
comienzan por vocal, //, n ó /, introduciéndose la li delante
de la vocal; de itzait «tú me eres», ehitzait «tú no me eres»;
de HAiGU «nosotros te habernos», ehaigu; de niz «yo soy», eniz;
de LÜKE «él te habría», elüke. En los tres otros dialectos, las
flexiones comenzadas por vocal, Ji, 71 6 I no se revisten de
forma negativa: permanecen siempre encerradas en la cate-
goría de locuciones negativas ^
(VI).
La forma causativa se obtiene prefijando á las flexiones
labortanas hai y á las suletinas hei. Esta prefijación produ-
ce los mismos fenómenos fonéticos que la sufij ación de ez.
La i de bei se elide en los mismos casos que se elide la z de
ez, con la consiguiente interpolación de h; de entzaket «yo
te podría», behentzaket; de haigü «nosotros te habernos»,
behaigü; de niz «yo soy», beniz; de lüke, belUke. La forma
causativa es reemplazada en bizcaino y guipuzcoano por la
forma relativa; nun beita zuee tresora, han dUzIí zure bi-
HOTZA (s), NON baifa ZURE TRESORA, HAN DA ZURE BIHOTZA (Q,
NON dagoen zure tesoroa, an bago zure biotza {g), nun da-
guan zure tesorua, an bago zure bijotza (b.) «donde está tú
tesoro, ahí está tú corazón» ".
(VII).
La forma interrogativa es exclusiva del dialecto suletino.
A las flexiones terminadas en consonante se les añade a;
BADiiK «tú lo has», badüka? «tú lo has?»; banian «yo lo había»,
BANIANA? «yo lo había?»; niz «yo soy», niza? «yo soy?». Las ter-
minadas en a la acentúan ó la cambian en ejja; dirá «ellos
son», DIRÁ ó Bmeya «ellos son?». A las terminadas en e se les
1 Bonaparte: Le Verbe basque, pág. VIII; nota 4 al cuarto cuadro preliminar.
2 Bonaparte: Le Verbe basque, uota 2 al cuarto cuadro preliminar págs VIL
--772-
añada //íí, ó siuipleuiente a, periimfcandola e en i; dezake «61
lo puede», dezake//^ ódezakÍ(7? «úl lo puede?». Las terminadas
en ie reciben ya; badie «ellos lo han», Jxidieya? «ellos lo
han?» y lo mismo las terminadas en io: dezakio «61 le puede
lo», DEZAKio/ya? «61 le puede lo?». Las terminadas en i reciben
a\ BADAKi «él lo sabe», badakiíi?; las en o lo mismo, pero cam-
biando esa vocal en u: badago «él está», badagua? Las termi-
nadas en ¡I toman así mismo a y cambian la ü en i: hadUzii
«tú lo has», BADÜz/rt? \
*
Las formas hasta ahora explicadas son simples; caben
varias combinaciones que producen formas compuestas, co-
mo lo demuestra el siguiente cuadro:
-DE LOS CUATRO DIALECTOS.
Afirmativo-conjuntiva.
Dubitativo relativa.
Negativo-conjuntiva.
Negativo-relativa.
Negativo-dubitativa.
BADüELA (g) «que sí lo ha» ".
BADUEN (g) «que sí lo ha».
EZTUELA (g) «que nó lo ha».
EZTUEN (g) «que nó lo ha».
EZPADU (g) «si él no lo ha».
B—
DEL LABORTANO Y SULETINO.
Afirmativo -relativa. . . baduen (1) «que si él lo ha.
Negativo-causativa. . . ezfaitu (1) «porque él no lo ha.
C
-DEL DIALECTO SULETINO.
Afirmati-70-interrogativa. . badia? «él sí la ha?».
Negativo-interrogativa. . eztia? «él nó lo ha?».
El significado de éstas formas y las reglas dadas al tra-
tar de las sencillas me relevan de hacer ninguna indicación
relativa á su empleo.
1 nonaparto: Le Verbe bas(|ue, \>\r. VIL
2. Pai-ft abroviar, no 1)ohmi> los i'ioinplos uiús quo Olí un sólo diiilocto.
-773-
(VIII).
Dije anteriormente (pág. 348) qne los nombres verbales
podían recibir los mismos sufijos que los nombres comunes:
lo propio les sucede á las flexiones. Pero necesitan quedar
preparadas convenientemente á ello, y lo están de hecho
cuando revisten las formas conjuntiva ó relativa; singular-
mente la segunda, la cual abre la puerta á toda lasufijación
nominal, dakit «yo lo sé», DAKmANA. «lo que yo sé», dakienak
«el que lo sabe», dakiténak «los que lo saben», dakienaeen «del
que lo sabe», dakienaiu «al que lo sabe», dakitenai «á los que
lo saben», dakitenen «de los que lo saben», pakienarentzat
«para el que lo sabe» etc; dakienaeena «el del que lo sabe»,
DAKITENENA «cl de los que lo saben», dakienarenaei «al del
que lo sabe», dakitenenaei «al de los que lo saben», dakienaee-
NAi «á los del que lo sabe», dakitenen ai «á los de los que lo
saben, dakienarenarentzat «para el del que lo sabe», daki-
tenenaeentzat «para el de los que lo saben», dakienaeenen-
TZAT «para los del que lo sabe», etc.. etc. sin más hmites que
los que deba poner la claridad del discurso. Las formas con-
juntivas, por el contrario, no pueden tomar más que deter-
minados sufijos, los que son compatibles con sus funciones
de establecer la coordinación y dependencia entre dos pro-
posiciones.
Pero tanto las conjuntivas como las relativas, al recibir
algunos de esos sufijos no expresan la misma relación que
expresarían con ellos los nombres y que es la que las flexio-
nes también significan concurrentemente con éste seo^undo
sentido: es decir, que se especializa su significado. De aquí
que es muy conveniente dividir las formas nominales de las
flexiones, ó sea, las flexiones provistas de los sufijos, en es-
peciales y comunes. Solo dedicaré mi atención á la primera
clase, pues la segunda nada nuevo contiene respecto aloque
fué materia de la sufij ación de los nembres. Pero no se ol-
vide que la significación expecial no excluye á la común, y
que los poseedores de la segunda lo son igualmente de la
primera.
-771-
Las formas especiales constan en los siguientes cuadros:
A
-DE LOS CUATRO DIALECTOS.
p . , . /Derivativo-/ duelakoan (g.) «suponiendo que
^ '( locativa.} lo ha».
j Derivativa. . dueneko (g.) «para cuando lo lia»,
Kelativas. Locativa. . duenean (g.) ^cuando lo ha»
jlnstrumental. duenez (g.) «según lo' ha».
La forma relativo-locativa puede emplearse en las ora-
ciones en que figuran el verbo «estar» ó el adverbio «cuando»,
sustituyendo á los giros que anteriormente enumeré: jaten
nagoenean «estando yo comiendo» ó «cuando estoy yó co-
miendo». Esta misma frase todavía es susceptible de otra
construcción, con la forma conjuntiva: jaten nagoela (lit.,
«en comer que yo estoy»).
La forma relativo-instrumental se usa en las locuciones
supositivas: züek diozutenez «según lo decís vosotros»; eus-
kaldunak egin zutenez «según lo hicieron los Bascongados».
B
-del bizcaino, labortano y suletino.
Relativa' Disyuntiva. . debenez (b) «61 lo ha ó no».
Son partes integrantes de éstaformn, como ya lo revelan
su nombre y senti'do, la conjunción disyuntiva edo contraí-
da y la negación ez aglutinadas á la forma relativa; y de
aquella conjunción y de éste adverbio se vale el dialecto
guipuzcoano que carece de la forma verbal disyuntiva: dan
edo ez «que es ó no», duen edo ez «que lo tiene ó no» \ En
los dialectos de Francia la contracción suele tocar su último
estremo: danz, duenz y así las usa constantemente el insig-
ne Axular.
1 ]3onai)o.ito. Le Verbe basque, cuarto cuadro prclini. y uolas H y 9 del mismo.
C-
—775-
-DEL GUirUZCOANO Y BIZCAINQ*
Conjuntivaj Derivativa. . duelako (g) «porque él lo ha».
En estos dos dialectos, las oraciones que se construyen
con la conjunción causativa zeren etc. y la forma relativa,
se construirán también con la forma conjuntivo-derivativa:
DAMU DET EMAN DUELAKO DiRUA «lo sicnto porque lo lia dado
el dinero».
D
-DEL LABORTANO Y SULETIXO.
Eelativaj Infinitiva . duelaeik (1.) «mientras que él lo ha»».
Eelativa! Limitativa . dueño (1.) «en tanto que él lo ha».
Foreste sentidoque adquiere, reemplaza la forma infinitiva
á los participios pasados compuestos y á los gerundios del
castellano: lo artan zelarik «estando en aquel sueño» begi
ONEZ BEHATU ziOELARiK «habiéndole mirado con buenos ojos»,
significado que es sustancialments idéntico al expresado
por «en aquel sueño mientras que estaba», «con buenos ojos
mientras que I3 miró».
Iturriaga, á pesar de ser guipiizcoano, usó de esta forma
bastante amenudo: «esaten dielarik-chimuechi bateiqn «di-
ciéndoles ton una mueca»., etc. También se encontrarían
ejemplos en el bizcaino, por lo que no puede decirse que es
del todo desconocida en estos dos dialectos.
Las oraciones que en el dialecto guipuzcoano se hacen
con un adverbio de tiempo y la forma relativa de la flexión,
se hacen en labortano y suletino con la relativo-limitativa:
EMEN NAGOENO «mientras estoy aquí», yaten dueño «mientras
como». El significado ideológico de estas formas es «hasta
que acabo ó dejo de estar aquí», «hasta que acabo ó dejo de
comer», el cual expresa lo mismo que el «mientras», «en
tanto», etc. del castellano y el bitartean, bizkitartean, etc,
del bascuence.
-77G-
E—
DEL BIZCAINO.
ri . . . DeriViltlVO- . t n^ ^
Coniuntiva' ,. . ^ idabelakua «suponiendo que el lo ha».
DEL SULETINO.
jDerivativo-]
n . ,• f instriimen-DiALAKOz «porque lo ha».
Conjuntiva' , , ^ ^
'Destinativa'DiALAKOTZAT «suponiendo que él lo ha»
El dialecto labortano conoce también una forma conjun-
tivo-destinativa duelakotz , duelakotzat, cuyo significado
no corresponde á la conjuntivo-destinativa del suletino «su-
poniendo que lo ha», sino á la conjuntivo-derivativo-instru-
mental de este último dialecto, «porque lo ha».
La conjuntivo-destinativa del labortano (duelakotz) y la
conjuntivo-derivativo-instrumental del suletino (dialakoz),
admiten el mismo uso que la conjuntivo-derivativa del gui-
puzcoano y bizcaino (duelako, dubelako): damu dut dikua
EMAN duelakotz (1.), E^IAN DIALAKOZ (s.) «lo sieilto porqUC lo
ha dado el dinero».
(IX).
Las anteriores formas, combinadas con las afirmativo-con-
juntivas, dubitativo-relativas, negativo- conjuntivas y nega-
tivo-relativas dan lugar á las siguientes:
Formas re-compuestas.
Primer grupo: afirmativas.
A-
-DE LOS CUATRO DIALECTOS.
p . ) Derivativo-! baduelakoan (g) «suponiendo que
°^''* ' \ locativa.! SÍ lo ha».
-777-
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—779-
El labortano posee una forma conjuntivo-destinativa ez-
TUELAKOTz, EZTUELAKOTZAT, cuyo significado 63 «porqiie no
lo ha» \
III.
Tanto en la infij ación como en la conjugación y al tratar
de los modificativos de los verbales y de las alteraciones de
las flexiones he procurado establecer las reglas y declarar
los principios á que están subordinados la colocación inme-
diata y el uso común de cada uno de los elementos grama-
ticales que constituyen la materia propia de mi exposición
gramatical. Así es que en esta sección determinada de la
construcción, tan sólo queda por decir lo que no ha podido
tener antes de ahora lugar y asiento, á menos de prescindir
del orden lógico. Y como la libertad del bascuence es muy
grande en la construcción de las frases, todavía queda más
restringida esta parte dedicada á la reglamentación de ellas
que tanta importancia suele adquirir en otras lenguas más
cohibidas y aprisionadas por las exigencias de una sintaxis
imperiosa.
(I)
Los nombres que se hallan en la misma relación grama-
tical permanecen en su forma indefinida, excepto el último
de ellos al cual se le aglutina el sufijo que conviene á todos:
«con la muger buena, hermosa 5^ joven», emakume on, edee'
ETA gazteakekin; «mil afectos á todos nuestros hermanos y
hermanas», mila goeaintzi guee anai etaaeeeba guziei (1).
La flexión transitiva concuerda en número con su régi-
men directo ó acusativo: «tú compras el caballo», eeosten
dezu ZALDIA (g.); «en el principio Dios hizo el cielo y la tie-
rra», HASTEAN JAINKOAK EGIN zituen ZEEUA ETA LUEEA (1.); «tÚ
vendes las casas», saltzen dituzu echeak (g.). Estos ejem-
plos comprenden los tres casos que pueden ocurrir: régimen
1 Toda la enumeraeióu y clasificación de estas formis está sustancialmente tomada del
cuarto cuadro prelim. de Le verbe basque del P. Bonaijarte. Digo sastaucialmente porque he mo-
diñcado la tcriuiuolofíía, he reducido el número de formas admitidas en el cuadro y be Otor-
gado carta de naturaleza á otra nueva: ú la relativo-instrumental.
—780—
directo expresado por un nombre («el caballo»), régimen di-
recto plural («las casas») y régimen directo expresado por
dos nombres singulares («el cielo y la tierra»). De modo que
la flexión objetivo-plural es obligatoria con todo régimen
plural, yá pertenezca á este número lógica, yá gramatical-
mente.
El diacleto suletino procede de distinta manera. Si el ré-
gimen directo está definido y determinado por el artículo
«los», el verbal tómalas flexiones objetivo-plurales: «hada-
do los libros», EMAN diltít libriak; «he visto venir á los hom-
bres», iKHUSí dütüt GizoNAK JiTEN ^ SÍ el régimen directo
plural no está determinado ó definido por el artículo «los», la
flexión usada es la objetivo-singular: «he visto en París hom-
bres, mugeres, niños, casas, caballos, carros y coches», ikhu-
SI diit PARISEN GIZON ETA EXIAZTE ETA HAUR ETA ECHE ETA
ZAMARi ETA ORGA ETA karrucha; «me lia dado manzanas y
nueces y peras y cerezas y ciruelas y avellanas y mízperos»,
EMAN deit SAGAR ETA INTZAUR ETA UDARI ETA GEREZI ETA ARHAN
ETA HUR ETA MIZPIRA.
El régimen directo se pone en su forma definida por el ar-
tículo ó simplemente indefinida, porque el bascuence no dis-
tino-ue externamente el nominativo del acusativo, aunque
sí el agente del sujeto puro y del paciente. Por la comodi-
dad del lenguaje tan sólo, cabe habla,r de nominativos y
acusativos en una lengua que carece de decHnación.
En el empleo de las flexiones pronominales y objetivo-
pronominales difieren los dialectos de España de los de Fran-
cia. Los primeros, siempre que en la oración hay régimen
indirecto, ya esté expresado por nombres, yá por pronom-
bres, se valen de las flexiones objetivo-pronominales ó pro-
nominales, según la voz empleada sea transitiva ó intransi-
tiva; «Jesús les dijo á sus discípulos», jesusee bere diszipü-
LUAI ESAN ZÍe7l (g.)) «Ic llegó», ETORRI ekllt (g).
Los segundos, de estar expresado el régimen indirecto por
un nombre, usan ó nó usan, indiferentemente, de las flexio-
nes pronominales y de las objetivo-pronominales, ó de las
1 Incbauspo. Lo Vcrbe Bagquo, pftg. 432.
—781—
objetivas y directas: «ha dado á Juan un bastón», eman dll
JOHANEEI MAKHILLA BAT y EMAN rZe?/0 JOHANEEI MAKHILA BAT (s.);
«les he enviado á los trabajadores un cántaro de vino», igo-
EEI cllit LANGILEE PEGAE BAT AEDU y IGOEEI cleyct LANGILEE PE-
GAE BAT AKDü \ Pcro en cnanto el régimen indirecto está ex-
presado por un pronombre, se emplearán las flexiones que
le corresponden: «le ha dado un bastón», eman deyo makhila
bat; «les ha enviado un cántaro de vino», igoeei deyet pegar
BAT AEDU. Las locucioues de la primera clase, amparadas por
el uso, son viciosas y contrarias al genio de la lengua; la
práctica guipuzcoana y bizcaina es más correcta y castiza.
La basco-francesa abre una marcha que puede conducir á
la pérdida de la mayor parte délas categorías de la conjuga-
ción bascongada, pues niuguna razón hay para que los pro-
nombres solos disfruten el } rivilegio de disponer de las fle-
xiones propias , y si se dice eman du johaneei makhila bat,
se debe de temer la tan lógica corrupción de privarle al pro-
nombre de la flexión que le corresponde , diciéndose, eman
DÜ HAEI MAKHILA BAT.
El nombre puede presentarse como régimen de un sustan-
tivo verbal. Hay que distinguir si aquel está definido por el
artículo ó no. En el primer caso los dialectos labortano y
suletino modifican al nombre con el sufijo de posesión: «he
visto enviar el criado», iKHUSí düt mithüaren igoeten (Hb.
(do he visto del criado en enviar»); «ha ido á ver á su madre»,
JOAN DA BEEE ¿t7?^rtr(^7MKHUSTEEA (lit. «ha ido dc Ja madre á
ver»); «para hacer el trabajo se necesita tiempo», lañaren
EGiTEKo BEHAE DA DEMBOEA (lit. «del trabajo para hacer nece-
sidad es el tiempo»). En el segundo caso el nombre perma-
nece en su forma indefinida; «ha ido á recoger hoja», osto
BiLTZEEA JOAN DA. Los dialcctos guipuzcoano ybizcaino, esté
ó noel régimen definido por el artículo, no utilizan el sufijo
posesivo: «he visto enviar al muchacho», ikusi det moeeoya
BiALTZEN (g.); se ha ido á comprar carne», aeagi eeostera
Joan da (g.).^
Cuanto más se remonta la serie de documentos escritos
1, Inchanspe. Le Verbe basque, pág. 433.
—782-
bascongados, más claramente se vó que los sustantivos ver-
bales, solos ó acompañados de sufijos, comoBETiJATZE,BETHA.-
TZEN, BETHATZEA, BETHATZEAK, BETÍIATZEK, BETHATZEBI, BETHA-
TZEZ, BETIIATZEKO, BETHAT/IUIA, BETHATZETIK, Ctc. SO COUS-
truían siempre con el nombre provisto del sufijo posesivo.
Y nada significa la práctica contraria del guipuzcoano, del
bizcaino y de una parte del labortano, porque el dialecto
suletino y el labortano antiguo están alií para probar que el
uso de] régimen directo es un préstamo de las lenguas neo-
latinas al bascuence, y que por el contrario, el empleo del
sufijo en no puede provenir de esas, que lo ignoran ^
El orden general de colocación de las palabras es muy li-
bre; Mr. Incliauspe lo demuestra con el siguiente ejemplo:
«el niño dio la mano á su madre», haukkak eman zían eskía
AMAEi, eman zían hauerak amari eskía, eskía haubrak amari
eman zían, etc. y así hasta veinticuatro combinaciones dife-
rentes, todas regulares ^.
El orden racional que i^starloa preconiza como derivado
de la misma naturaleza de la lengua euskaraes el que sigue:
el antecedente y luego su consecuente lógico ó cronológico,
GAU ETA EGUN «el día y la noche», jo ta bota «sacudir y derri-
bar», JANDA, JOANGO NAíz «dcspucs dc comcr, iré»; el adverbio
y luego el verbo, ondo egin dau «bien lo ha hecho», gichi jan
DAU «poco ha comido»; las conjunciones en el centro de los
extremos que enlazan; el agente delante de los recipientes y
paciento^ de su acción, ó en otros términos, delante de los
régimen indirecto y directo^.
Los buenos escritores y hablistas rematan la frase, por
lo común, con el verbo principal de ella.
(II).
En una frase pueden venir varios verbos que expresen to-
dos la misma clase de relación en cuanto al modo, tiempo,
persona, número, régimen etc. En éste supuesto, la loy de
economía del esfuerzo y el principio estético de evitaré dis-
1. Honaimtd. Remarques, ote, púg. 50.
'J Le Verbe basque, \iiv^. '130.
3 Discursos filosóficos iiúgB. 7Qi y uit'B.
—783-
minuir las repeticiones prescriben que una única flexión ca-
lifique á todos los nombres verbales: «nosotros comemos, be-
bemos y trabajamos en casa», guk echean jaten, edaten eta
LAN EGITEN clegu, CU VCZ dc GUK ECHEAN JATEN DEGU, EDATEN
DEGU ETA LAN EGITEN DEGu; «porquc uo hay ni alimento ni
bebida que como el agua, limpiamente y completamente que
se vacía, derrama y seca», zeeen ezta ianharirik, eta ez eda-
EIKIK URA BEZAIN GAKBIKI ETA OSOKI HÜTSTEN, ISURTZEN ETA CHU-
katzen duenik (ax.)
Por principio general el nombre verbal y sus flexiones se
siguen, cualquiera que sea el puesto de precedente ó subsi-
guiente que mutuamente ocupen; pero es una manera muy
elegante de expresarse, sobre todo en las frases negativas, la
que consiste en interpolarles la oración, ó parte de e\h,
siempre que no sufra la claridad, principal adorno del dis-
curso; la flexión ha de preceder al verbal en este caso: e^rli-
git AINGERUEN AiTAMENiK egiteu «uo uos liacc mención de los
ángeles»; daldon egitekok kalterik eginen (Ax.) «no le ha-
rá ningún perjuicio la adversidad que le acontezca»; hala-
tan etzen lege naturalean ere, zerbait moldez, gogoz eta
BIHOTZEZ BEDERE KOFESATUGABE NEHOE SolbaUen (Ax.) «así, ni
aun en la ley natural se salvaba nadie sin confesarse de
cualquiera suerte, de pensamiento y de corazón por lo me-
nos»; ETA BIDÉ zitzaion -QVKU ABTA^ jar r¿ (Itur.) «y acaso se
le puso en aquella cabeza».
Pero si el nombre verbal y su flexión no están separados
por la frase que se interpola y el sentido de ésta es afirma-
tivo, el nombre verbal precede y la flexión sigue: eman du
ESKüA «ha dado la mano» y nó du eman eskua. Si la propo-
sición es negativa la flexión precede y el nombre verbal si-
gue: EZ DU EMAN ESKÜA «uo lia dado la mano». La forma ne-
gativo-relativa y las formas re compuestas negativas se co-
locan indiferentemente en uno ú otro puesto: zük eman ez-
TÜzÜNA «lo que tú no has dado» y zük eztüzüna eman; hasi
EZTLiGiiLAKOTz y eztiigíílakotz HASI «porquc nosotros no lo
hemos comenzado»; hartü eztianian y eztianian iiartü
«cuando no lo ha tomado» \
1 Inchauspe: Le Verbe basque, púg. 430.
—784—
Hay ocasiones en que se desea marcar con más intensi-
dad que la ordinaria el carácter del sugeto de una oración
afirmativa; en castellano suelo conseguirse empleando algún
tiempo del verbo «ser». En el dialecto sulotino se le comu-
nica á la frase la significación intensiva que se pretende,
posponiendo el nombre verbal á la flexión: «soy yo quien
ha enviado el niño», nik düt igorri haurra; «Juan es quien
marchó el primero», johanes zen joan leheni ^
Otro giro, propio igualmente del dialecto suletino, es el
de prefijar la negación al nombre verbal. Se usa cuando se
quiere negar con mucha energía: nik düt ez nahi «yo no lo
quiero»; (equivalencia castellana «soy yó quien no lo quiere») ^.
Las oraciones ponderativas pueden construirse con el ad-
verbio de lugar non, nun colocado como nexo de los dos tér-
minos de la proposición, en el lugar del «que» castellano,
permaneciendo las flexiones en su forma capital: «es tan
hermosa que parece una estrella», ain edeera dá nun dirudi
izarra bat. Admite la flexión relativa: ain ederra dá, nun
DiRUDiEN IZARRA BAT. Estas oracioucs ponderativas, pueden
traer alguna negación y en éste caso admiten la siguiente
construcción: el nombre ponderado toma el afijo ik y lo mis-
mo hace la forma relativa: «nadie es tan imbécil que lo sea
para sí», ezta iñor ain ergelarik beretzat ere danik; inme-
diato al término al cual hace referencia el segundo verbo se
coloca el adverbio de modo ere, bere.
El adverbio ez tiene cabida en las locuciones exceptuado-
ras ó segregativas, como sustituto del castellano «menos»;
«todo lo haré, menos robar», guzia egingo det, ostutzea ez.
Y sustituye á la conjunción negativo-disyuntiva castellana
«ni», pero colocándolo antes del nombre verbal, y nó antes
déla flexión: «ni comernos deja, ni beber», ez jaten uzten
DiGU, ez edaten.
El pronombre demostrativo au-onek entra en algunas lo-
cuciones refiriéndose á un pronombre de primera persona,
1 InhauBpo: Le Verbe basque, pá^. Uú.
2 Id-, id., id.
—785—
el cual queda muy intensamente señalado como térnino de
la a.cción jauna, küpidaz begira zadazu, bekatari andi oni
(Ax.), cuya traducción literal «Señor con piedad mírame, á
éste gran pecador», está representada bastante exactamente
por la traducción ideológica «Señor, ten piedad de mí que
soy tan gran p^iador».
54
-7bO—
CAPITULO XXVII.
013SEUVACIONES CIÚTICAS Y TEüEICAS ACERCA DEL ÜIUGEN
DEL VEEBO.
Mientras el largo análisis de las flexiones de los cuatro
dialectos literarios del bascnence en sus tratamientos inde-
terminado y respetuoso, dije lo bastante á indicar cuales son
mis opiniones teóricas respecto déla conjugación euskara. Lo
principal, ciertamente, era mostrar la lógica y regularidad
que presiden á tan prodigioso desarrollo de formas, indicar
algunas de las fases históricas recorridas por estas, y sumi-
nistrar al lector una clave que le facilitase la asimilación y
retención de tantos tiempos, modos y categorías, empresa,
que muchos, á primera vista, tendrían por imposible y que,
sin embargo, no ofrece dificultades más serias ni numerosas
que las de otros sistemas verbales diariamente estudiados y
aprendidos.
Las cuestiones de origen son interesantes, pero no nece-
sarias; pertenecen á la ciencia pura, y por lo tanto, podía yo
muy bien prescindir de ellas. Pero ya que no se despegan do
la índole del presente trabajo, me parece oportuno precisar
algún tanto las opiniones que quedaron apuntadas anterior-
mente: si resultan inadmisibles y mis temores reciben por
ello su justificación inapelable, á lo menos no afectarán á la
parte práctica, y todo quedará reducido á decir: una teoría •
más.
Recapitularé brevemente los principales resultados quo
con la notado indubitables, en mi opinión, suministra mi
análisis. Luego indicare los probables; en unos y en
otros ha de referirse el lector á las doctrinas do au-
tores, de líisquo so tomó rnzón en el capítulo XI, pues en
—787-
ellas están fundadas las mías propias, y con varias guardan
íntimas relaciones.
El sistema verbal délos cuatro dialectos (que para el caso
representan á toda la lengua euskara), es tino en su natura-
leza y nno en sus procedimientos, aunque vario en su desa-
rrollo. El carácter meramente dialectal que ostentan los di-
versos representantes de la lengua euskara hoy conocidos,
estalla, acaso con más viveza, en la conjugación. Los pun-
tos de contacto son, empero, muy numerosos y los de dife-
rencia se explican perfectamente por el influjo natural de
fuerzas que nos son muy familiares. En vano diferirán entre
sí los dialectos en modos y tiempos; el análisis reducirá á
los disidentes á la ley de la unidad, y nunca encontraremos
otra cosa que nuevas aplicaciones de la misma virtualidad ó
idea verbal que palpita en todas y cada una de las conjuga-
ciones-propias délos dialectos, sub-dialectos y variedades.
Si tratándose de un territorio reducido y de condiciones fí-
sicas y morales casi* idénticas en suma, la diferenciación
dialectal ha alcanzado los grados que actualmente medimos,
se impone la consecuencia de que repartida la raza euskara
en un territorio extenso y sometida á condiciones físicas y
morales profundamente diversas, las variaciones en el len-
guaje han debido de estar en proporción con aquellas, hasta
el punto de que hayan pasado por lenguas tan absolutamen-
te extrañas entre sí como se reputaron las de la cepa indo-
europea antes que la moderna lingüística aprendiese el ca-
mino de subir á las formas primitivas y reconstituir las co-
munes, ó como en la actualidad lo parecen las de la cepa la-
tina á las personas totalmente desprovistas de cultura lin-
güística. De todas suertes, y aunque se admita con grandes
restricciones, es pié forzado de toda buena exéjesis de los
textos históricos referentes á las antigüedades ibéricas y
aquitánicas, el principio de que la raza euskara debió de ha-
blar variedades dialectales lo suficientemente desemejantes
para ser reputadas idiomas por los extrangeros, si es que
realmente no lo fueron, yá que nó en la grave proporción de
los descendientes del sánscrito, en la más leve délos descen-
dientes del latín.
La conjugación nos revela la existencia de un sistema
-788-
de pronombres más rico que el actual, con serlo tanto. In-
corporados al verbo se han salvado de una total sumersión
uno de primera persona, t — d «yo») y tres de tercera z, I y
b, además de varios sulijos de pluralización ó abundancia-
Íes que yá no entran en la composición ni derivación nomi-
nal, y ciertas formas arcaicas de los pronombres perdidos
para el dialecto, aunque nó para la lengua, por persistir en
algunas variedades, como lit «nosotros», ho-{ni) «á éste».
Los auxiliares son varios y cada uno de ellos es suscepti-
ble de revestir varias formas, por efecto del especial fone-
tismo euskaro. La tendencia general es la de dedicar á ca-
da modo un auxiliar especial ó una partícula característica:
también se usa sólo el segundo procedimiento.
Las flexiones están constituidas todas ellas por un nücleo^
al cual se incorporan los elementos pronominales que mar-
can el agente y el régimen directo é indirecto, en los núme-
ros singular y plural los tres.
Pero ¿qué es este núcleo? Aquí entramos en el terreno de
los resultados probables. El problema que nos toca resolver
se contrae al presente {det, etc.) y al pasado (niien, etc.) de la
voz transitiva; ambos tiempos son, lógica y cronológicamen-
te considerados, los primitivos. Verdad es que el núcleo
de los tiempos en que no me ocupo pertenecerá á otros temas,
pero figura con el mismo carácter que en esos dos tiempos,
y las dudas no estriban en averiguar de dónde procede, sino
en qué estado entra á formar parte de las flexiones. Foreste
motivo tampoco me detendré en la voz intransitiva.
Zabala y Mr. Van Eys consideran á det, etc. nuen, etc.
como contracciones de la conjugación sencilla de euki ó
EDUKi. El P. Bonaparte opone una fuerte objeción al recha-
zar la elisión de la A", de la que no se desprenden los verba-
les que la poseen; daküst de iküsi; dakit de jakin, dakakt
de EKARiii, DiiiAKiT dc iRAKíN, ctc, ctc. Pero á la vez es in-
cuestionable que la k se elide muy frecuentemente en las
palabras, y que una vez eliminada de daukat, etc., neu-
KAN, etc., (y no veo razón alguna para declarar imposible
la eliminación), casi fatalmente se producirían las contrac-
ciones y pcrinutacionos que nos conducirían á las formas
actuales: daut, deut, det, dut, dUt, dot;neuan, neuen, nuen,
NÜEN, etc.
Me parece qne la teoría de Zabala y Mr. Van Eys está re-
futada con solo consignar la coexistencia de daukat y det. La
elisión de la li se produjo en la primera de éstas flexiones; los
subsiguientes fenómenos de contracción y permutación se
produgeron también. Esta fuerza modificadora no pudo
obrar sólo en un sentido, corriendo por el lado de la conju-
gación perifrásica y parándose por el lado de la sencilla. Si
DAUKAT y NEUKAN sc alteraron, alteradas quedaron, y no se
concibe que á la vez se mantuvieran íntegras, pues la con-
jugación sencilla de ese verbal no es una conjugación arcai-
ca, ó conservada fragmentariamente, que el análisis desen-
tierre, sino una conjugación viva, de uso diario y vulgar.
En la práctica, además, sucede una cosa muy distinta: egin
y EEOAN son verbales auxiliares de la conjugación perifrási-
ca bizcaina, y sus flexiones auxiliares son las mismas que
constituyen la conjugación sencilla que poseen; no se repi-
te la singularísima anomalía que se supone acaecida con las
flexiones auxiliares del indicativo, de conservarse íntegras
para un uso y hallarse contraidas para otro. Por consiguien-
te, ó DET no procede de daukat, ó es incomprensible que
no se diga det «3^0 lo he» siempre, ó que existiendo daukat
no se diga jaten daukat en lugar de jatex det.
La teoría de mi particular é ilustrado amigo Mr. Vinsón
toma por punto de partida la idea, á mi humilde entender
exacta, de que en las flexiones ha de haber un elemento
que represente la idea verbal; que ésta, valiéndome de tér-
minos de escuela, hoy muy generalizados, no es meramente
subjetiva, sino objetiva también. Toda la cuestión verbal,
dice, se contrae á lo siguiente: ¿u, radical que se encuentra
siempre en el indicativo, significa «ésto», ó «él», ó bien tiene
el sentido de «haber»?. Se declara partidario de la segunda
opinión: 1° porque dut (det) significa «yo lo hé», y estapa-
labra debe de encerrar los elementos materiales que signi-
fican «lo», «haber» y «yo», d — u — t; 2.° porque no está de-
mostrado que formas tales como dakart, dakust sean relati-
vamente más modernas que dut, y en esas expresiones los
-7'JO—
radicales ekar, eküs cuyo sentido verbal es innegable, co-
rresponden exactamente á la ii de di¿t; 3.°, porque el radi-
cal 21 existe en uken, ükan, ekun «haber».
El Príncipe Bonaparte admite la «simple posibilidad» de
la hipótesis del distinguido profesor de tamul, pero estima
á la vez menos improbable la suya propia que se basa en la
existencia real del demostrativo ait. ^ Esta teoría explica
muy satisfactoriamente la presencia constante del régimen
directo en las flexiones transitivas y nos suministra una
materia capaz de sufrir todas las metamorfosis que. el núcleo
au experimenta en los dialectos, sub-dialectos y variedades
del bascuence. Pero en otros puntos ya no es tan decisiva y
deja subsistentes algunas dificultades.
Según ella, la d inicial pertenece al demostrativo, por
permutación de la gutural primitiva de las formas más ín-
tegras KAUR, KAU, GAU. De scr esto exacto, ¿por qué aparece
la d en esos otros «nombres verbizados» como dakust, daki-
ZU, DABAMA, DAKAEGÜ, DAEABILZUTE, DARAUSKIOTE, en loS CUa-
les es evidente que el demostrativo dau variante de gau no
forma parte de los temas akus, aki, arama, AKá.R, arabil,
ARAUS?
La flexión det analizada etimológicamente, según el pa-
recer del Príncipe Bonaparte significa «yo — esto», de — t (en
vez de dau — t); y lo mismo las demás, de — zu «tú — esto»
(dau — zu); DI — o — zü«tú — ésto á él» (dau — o — zu), etc., etc.
De la simple afirmación del sujeto y del objeto, base de to-
da flexión transitiva, á la afirmación de «haber», no vislum-
bro la asociación de ideas que la ha hecho posible. Si det,
DEzu, etc., no se usaran jamás solos la dificultad sería me-
nor; el nombre verbal que puede acompañar á esas flexio-
nes, puntualiza algo más el concepto, como se vé en la tra-
ducción de JATEN DET por «yo — ésto en comer», en que se
dibuja una representación ideológica muy material é imper-
fecta, y por lo tanto, realmente primitiva, .de una acción
transitiva. Pero no es este el caso; det, dezu, etc., se usan sin
ningún nombre verbal para significar «yo lo he», «tú lo has»,
etc., lo cual demuestra que han tenido vida independiente,
1 Remarques, ote, doiit Mr. Abol llovülaciiuo, ote, fág. 20.
—791-
propia, que no han nacido á líi sombra de los nombres ver-
bales, sino que han sido nfilizidas por estos para los fines
de su conjugación.
La consecuencia de esa doctrina es que la idea verbal no
está representada en la flexión y como sin ella es verdade-
ramente inconcebible que exista el verbo, el Príncipe Bo-
naparte la pone en el espíritu. Recordemos sus palabras;
«El verbo, sin embargo, no pertenece á ninguno de esos ele-
mentos, y no debe ser considerado como el producto de di-
chos componentes materiales de la palabra. El verbo puro
es una cosa intangible que se manifiesta en medio de ele-
mentos muy tangibles, y que lejos de ser su producto, los do-
mina con todo su poder al vivificarlos. El verbo es la vida».
Por lo mismo que es tan imperiosa esa idea verbal, me
resisto á creer que no esté objetivada. Eleuskaraque tan
materialmente ha ido marcando las relaciones personales,
objetivas y pronominales, no podía preterir la que precisa-
mente trataba de formular, la afirmación verbal. Y hasta
aquella faculta.d del transitivo bascongado de obligar al su-
jeto á tomar el sufijo de agente h (véase la página 319),
que es de mucho valor para la doctrina del Príncipe Bona-
parte, perderá, acaso, su fuerza probatoria, si se objeta que
la creación del sufijo del agente debió de ser posterior á la
creación de las flexiones tran:-;itivas, como que rea,lmente es
una fineza, un primor djl idioma, que obedece al deseo de
marcar gráficamente la relación lógica entre el agente y la
acción transitiva, siendo evidente que era preciso que ésta
estuviese creada de antemano.
La filología moderna ha reconocido que conjugar no es
otra cosa que reunir los pronombres personales á la raíz, y
que primitivamente se dijo, sin duda, '(dar — yo», «dar — tú»,
«dar — nosotros» ^. Las desinencias personales son las que
constituyen el verbo; siempren que faltan, en el infinitivo,
en el participiOj tenemos á la vista formas nominales y nó
formas verbales^. Reducido á su forma más sencilla, el ver-
bo se compone de dos raices juxtapuestas, la una atributi-
1 Benloew. Science comp. des lang. pág. 24.
2 Breal. Intr. al tercer tomo ríe la Grain. comp. de las lenguas i:id-europ. de Bopp. píg- LI,
792-
va, como ad «comer», la otra pronominal como 771a «yo» ^
Adoptando este punto de vista que nada me indica á príori
que sea inaplicable á la lengua euskara, afirmo desde luego
la existencia de un elemento verbal en la flexión. Y aho-
ra vuelvo á mi punto de partida, á buscar la filiación 'del
núcleo en.
EU está tomado de euki directamente, no de EUKiyá con-
jugado, como suponen '^Zabala y Mr. Yan Eys. Cuando* se
hizo este préstamo, daukat, daukazu, etc., no existían, co-
mo tampoco ningún género de conjugación, euki era un
nombre idéntico á todos los demás que constituían ercau-
dal léxico del euskara y significaba, literalmente, como aho-
ra, «tenido»). Su etimología parece ser la siguiente: eu va-
riante de AU «ésto» y ki, nombre primitivo que, á juzgar por
sus derivados, significa «compañía, reunión, ú otro concepto
análogo ^. Ese ki, igualmente que gabe, baitha, servía, al
unirse á otro nombre más principal en el discurso, para in-
dicar una relación de él; combinado con el locativo n pro-
dujo el unitivo kin, que propiamente significa «en con»; así
es que euki significaría primitivamente «ésto compañía», y
mas posteriormente «esto con (con esto», según la construc-
ción castellana) desde el instante mismo en que el sentido
abstracto de la relación gramatical á él encomendado pre-
dominó sobre el sentido concreto poseído por ki antes de
quedar adscrito de una manera permanente á sus funciones
de sufijo.
La palabra euki «con esto», relacionada á un sujeto, ex-
presó con bastante propiedad y precisión el concepto de lo
«habido, tenido ó pertenecido» («yo con esto», ni euki, etc).
Es evidente que este concepto resultó de la combinación
de esos elementos individualmente citados; simultáneamen-
te NI, etc., y KI estaban dotados de vida independiente y se
usaban á cada paso fuera de esa combinación; por lo tanto,
no es extraño que mediando el trascurso del tiempo, habi-
tuado yá el espíritu ala asociación de las ideas expresadas
1 Remarques, ote. tlout Mr. Abol Hovolacquo, ote. pAg. 20.
2 Véaso Rtmarquts, ote. dout Mr. Vinson, ote. por el 1'. Uoiiaparto, pAy. 43.
-7»3—
porEUKi, y olvidado el procedimiento formativo á que debió
sa existencia ese vocablo, y por lo tanto, su etimología, no es
extraño, repito, que paulatinamente se localizara la idea de
«habido ó tenido» en la sílaba en, la cual quedó yá conve-
nientemente preparada para cuando el espíritu euskaro, en
más avanzado desarrollo, aprendiese á unir los pronombres
á una raíz significativa y crease la conjugación.
El espíritu humano, en el orden de sus conocimientos po-
sitivos, pasa de lo simple á lo compuesto, de lo particular
á lo general, de lo analítico á lo sintético, de lo concreto á
lo abstracto. Esta ley del desarrollo de la inteligencia, es la
ley del desarrollo interno del lenguaje, y la vemos con
tanta mayor evidencia cuanto más extenso es el campo de
nuestra observación y cuanto más acertamos á formular los
principios de la lingüística general.
El idioma euskaro carece de infinitivos propiamente di-
chos; el infinitivo no es una forma verbal, es una forma no-
minal, pero on mucho menor grado que nuestros adjetivos
verbales euskaros, los cuales expresan el sentido menos de-
terminado, más general, más abstracto que puede expresar
el bascuence respectivamente á una acción verbal. Y puesto
que son inconjugables privados del concurso de los auxilia-
res, es evidente que mientras no se crearon estos, no hubo
conjugación. De haber salvado por sí mismos los nombres
verbales la distancia que los separaba del verbo, hoy posee-
ríamos un sistema completo de conjugación sencilla, ala vez
que formas análogas ó idénticas á los infinitivos de otros idio-
mas, en sustituciúQ de esos adjetivos y sustantivos verbales
que con su misma forma están (declarando su impotencia
conjugadora, la categórica necesidad en que yacen constitui-
dos de que otros elementos, á ellos extraños, los levanten ala
vida verbal. Esa línea divisoria, esa frontera entre nombres y
verbos se rompió por un sólo punto; lo restante fué imitación
y adaptación de la reforma lograda.
En la aglutinación délos elementos personales y prono-
minales al núcleo en ocurrieron alteraciones fonéticas, y na-
da más. Posteriormente, en la verbización de los nombres
verbales poseedores de conjugación sencilla ocurrieron cam-
—794-
bios internos de la raiz, fenómenos de deflexión, d.vkust de
iKUSí, DAiíAMAT de ERAMAN, efcc. Pero constituida desde el orí-
gen la forma perifrásica, agotó de tal suerte la savia verbi-
zadora deleuskara, que las nuevas creaciones se marchita-
ron en ñor; así es que la conjugación sencilla es embrión y
nó residuo, como creyeron muchos.
¿Y la d prefijada á las flexiones del presente? Sus funciones
se dibujan muy claramente en el tratamiento indetermi-
nado, comparando kauzu «tú me has» á dezü «tú lo has», y
NARAMAzu «tú Hie llcvas» á DARAMAZU «tú lo llcvas»; éstas, y
otras muchas formas que se podrían comparar, entre sí, de-
muestran que des «lo». Esta dno aparece más que en el pre-
sente de indicativo y tiempos creados á su imitación; dicho
tiempo es el primero que debió formarse, porque la pri-
mera conciencia del orden en que se desenvuelven los suce-
sos, es la referente á la categoría de la actualidad; lenguas
hay que no han sabido desarrollar otra en la conjugación, y
que se ven en el caso de echar mano del pobre recurso de
unirá las formas del presente palabras como «mañana», «ayer»,
«antes», «después» etc., etc., para indicar el futuro y el pa-
sado. En virtud de la ley de desarrollo del lenguaje arriba
formulada, la expresión primitiva de las relaciones gramati-
cales ha tenido que ser más material que la posterior. El
presente, que es el tiempo primitivo de la conjugación bascon-
gada, obedeciendo á esa ley, marcó concreta y particular-
mente cada uno de los elementos comprendidos en la rela-
ción; por eso prefijó ít^. Pero como no era realmente precisa
esapuntualiza'ción, como constituía con verdadero pleonas-
mo, porque eü al retener el significado de «haber» connotaba
la idea de haber «algo», apenas progresaron las facultades
analíticas del espíritu, se prescindió de la d quedando tan
sólo en las formaciones correspondientes al tipo primitivo.
En cuanto al origen de la d aventuraré una hipótesis:
que es un resto del vocablo deus «algo». Las lenguas incor-
•porantes ú holof rústicas, clase muy nutrida de las agluti-
nantes, llevan el sintetismo hasta el punto de embeber en
el verbo, no yá el régimen directo é indirecto como el bas-
—795-
cuence, sino la frase entera. ^ Mi hipótesis presupone el he-
cho, también del todo hipotético, de que la lengua euskara
ha pasado por un período de incorporación: éste procedi-
miento, denominado inccq^sidación es propio de un espíritu
pobre en sus funciones analíticas, de imaginación muy viva
é impresionable, que son rasgos muy inherentes al espíritu
primitivo. La incorporación, por lo tanto, correspondería á
la infancia de la raza euskara.
La aglutinación de los afijos personales y pronominales á
un núcleo sacado de uno ú otro nombre verbal, resalta en
todas las restantes flexiones auxihares, transitivas é intran-
sitivas: sean los núcleos eza, egi, iz ó cualquiera otro, el
sistema formativo es siempre el mismo. En tal concepto,
arrancar su secreto á det, etc. NUEN,etc. es deshacer el enig-
ma que propuso á la lingüística la esfinge de la conjugación
bascongada.
1 Ea iroqués, p. ej: la frase «yo doy dinero i. los que han llejado, para comprarles con ese
pan», se expresa con una palabra couipuasta de veintiún letras. Estos estraños compueBtoa
son aglomeración de radicales y de palabras, violentamente contraidas.
K
inii "'1^ ^'í
TEXTOS BASCONGADOS,
VAEIEDADES VEEBALES,
TRATAMIENTO EN IK DE LA CONJUGACIÓN TRANSITIVA
É INTRANSITIVA.
Apéndice núm. 1.— TEXTOS BASCONGADOS.
A. — Dialecto guipuzcoano.
Kalbarioko mendira igo-
TZEKO JernsaJen giizia ibilli
bear zan, eta ibar cbiki bat
IGAROTA GERO, IGO. Beragatilv
De Calvario al monte para
subir Jerusalen todo se debia
andar, y un valle pequeño
después de haber pasado,
Observaciones, igotzeko sustantivo verbal destinativo
d':l nombre verbal igo «subir». Sirve para las locuciones fi-
nales y destinativas.
Ibilli bear zan; el modificativo bear se construyo gene-
ralmente con las flexiones transitivas, aunque el significado
propio del nombre verbal sea intransitivo, á no ser que el
sentido requiera la flexión intransitiva. Esto dije en la sec-
ción correspondiente y aquí encontramos su confirmación;
el carácter abstrato de la necesidad de que se trata y su
enunciación impersonal requirieron ibilli bear zan «se de-
bia dé andar», en vez de la construcción común del hear^
IBILLI bear zuen «lo dcbia de anc'iar», que expresaría una idea
muy distinta.
Igarota gero. Igarota es el adjetivo verbal indetermina-
do de IGARO «pasar». Suple al participio compuesto castella-
no «haber pasado». Unido á GERo su traducción literal es:
«pasado y después» (después de haber pasado)».
Igo. Es el adjeti/o verbal, desempeñando las funciones
propias del infinitivo castellano.
■
II
Jesiisoi'íiiiidik ere Jerusalen-
darreii ikuskahritzat agortii
bear zan. Ikusi izan zuten
gaiiza onak ehakusten; jayo-
tzatik itsuak aegitzen; ogeita
emezortzi urtean elbarri bizi
ziRANAK sendatzen; lau egu-
nean ilda zezatenak liztu-
tzen; ikusi izan zuten, Mesia-
sen izenian Elizan agintzen;
Anas, Kaifas, Herodes eta
PILATOREN echera lotuta eea-
maten: gurutzea sorbaldan
subir. P. ir lo mismo aún Je-
sús todavía de los Jera sale-
mitas por espectáculo se de-
bía mostrar. Lo habían visto
cosas buenas enseñar; desde
el nacimiento á los (que eran)
ciegos, iluminar; en treinta
y ocho años estropeados á
los que vivieron, curar; en
cuatro dias habiendo muerto
á los que estaban acostados,
resucitar; lo hablan visto en
el nombre del Mesías en la
Ikuskarritzat. Formado por derivación, de ikusi y la ter-
minación KAERI, antecesora de garrí. Se aplica con especia-
lidad á los espectáculos risibles y grotescos. El sufijo tzat
está aquí empleado con su acepción supositiva.
Erakustex, argitzen, sendatzen, biztutzen, agintzen,
eramaten, sustantivos verbales en locativo de erakutsi «mos-
trar, enseñar», argüitu «dar luz, iluminar», sendatu «mandar,
ofrecer, prometer», braman «llevar», que por,[estar regidos de
otros verbos desempeñan las funciones del infinitivo caste-
llano.
Urtean. El numeral ogeita'emezortzi que le precede, por
su forma es singular: por eso el sustantivo urte «año» que
por él está calificado, se vale del afijo singular; urtean en
vez^de urtetan.
Bizi ziranak, «los que vivían», forma relativo-articulada.
Ilda. Es el adjetivo verbal indeterminado de ill «morir,
matar», con la dental debilitada. Sustituye al participio
compuesto castellano «habiendo muerto».
zetzatenak, forma relativo-articulada del pretérito im-
perfecto de etzan, en su conjugación sencilla.
PiLATOREN. El sufijo poscsivo EN sc refiere á los restantes
nombres propios también, Anas, Caifas y Herodes, los cua-
m
züELA, Kalbarioko mendira
iGOTZEA beste zer ikusibik ya
ETZUTEN, eta au ere etorri
zitzayen. Jesús Jerasalengo
karrika guzietatik barrena
bazucan; baña atzeneko arra-
tsean soldadu giza-chaerak
erakutsi ziotenarekin, eta
goizean emandako azoteakkin
ODOL-USTU ZUTELAKO, paUSO aS-
Iglesia mandar; de Anas, Cai-
fas, Heredes y Pilatos á la
casa habiéndolo atado llevar;
la cruz en la espalda que te-
nía de Calvario al monte el
subir otro que ver yá no lo
tenian, y aun ésto se les vi-
no. Jesús por todas las calles
de Jerusalen adentro iba; pe-
ro de último en la noche los
les permanecen invariables, evitándose la monotonía de la
reiteración de un mismo signo.
Igotzea «el subir», sustantivo verbal articulado de igo.
Ikusirik. Adjetivo verbal provisto del sufijo ik, por ser la
frase negativa: su sentido literal es «visto».
Etzuten, forma negativa de la 3. apersona de plural del pre-
térito imperfecto de indicativo del auxiliar transitivo, toma-
do en su acepción propia é independiente de «tener ó haber».
Guzietatik. El sufijo separativo que figura en ésta palabra
se emplea también en bascuence para expresar el lugar por
donde ocurre una acción. Así es que karrika guzietatik sig-
nifica «desde todas las calles» y también «por todas las calles».
Bazucan. Forma afirmativa de la flexión zuoan «él iba».
G-izA-CHARRAK. GizA signiflca la cualidad abstraía de huma-
nidad, ó de lo que es propio del hombre: se usa en composi-
ción, habiendo producido muchas palabras compuestas. Gi-
ZA-CHAR puede traducirse por «ruin, villano».
Ziotenarekin. Forma relativa provista del sufijo unitivo
compuesto, zioten — a — rekin.
Emandako. Adjetivo verbal indeterminado de eman «dar»,
con el sufijo derivativo ko.
Odol-ustu zutelako. Verbal formado por composición de
ODOL «sangre» y ustu «vaciar»: zutelako, forma conjuntivo-
derivativa de la flexión zuten, empleada para expresar la
causalidad de la acción.
55
IV
ko eman baño lenago ayeka.-
TUTA, guriitzearen pisuak lu-
rrera ezarri zuen.
Lenengo eeoriko onetatik
nolabait, nekez beclere, jai-
kita laster, bere Ama gnziz
Santa, Apostóla San Juan
eta emaknme on batziiekin
irten zitzayon. Zer pena ikn-
si onetan Amak eta semeak
IZANGO ZUTEN, EZIN OSan DITE-
KE. ¡Nork ADiERAZO bi biotz
soldados de mala liumanidad
con lo que le mostraron, y
en la mañana de habiéndole
dado con los azotes porque
lo desangraron, muchos pa-
sos que dar más antes ha-
biéndose debilitado , de la
cruz el peso á la tierra lo
puso (lanzó).
De ésta primera, caida, de
algún modo, aunque con tra-
bajo, habiéndose levantado
pronto, su Madre Santísima
con el x\póstol San Juan y
algunas buenas mujeres al
camino se le salieron. Qué
pena en ésta vista la Madre y
el hijo habrían tenido no se
Ayekatuta. Adjetivo verbal indeterminado de ayekatü
«debilitarse, deprimirse».
Eroeiko, adjetivo verbal derivativo de erori «caer»; está
tomado en sentido de sustantivo: eroeiko «de caído» ó «cai-
da» .
Onetatik. N. S. Jesucristo se levantó de la caida, y para
indicar el origen de la acción realizada, se usa el sufijo sepa-
rativo.
IzANGO ZUTEN. Futuro conjctural próximo del verbal izan
«haber», usado en sustitución del pasado del condicional,
como muy frecuentemente lo emplean el guipuzcoano y el
labortano.
EzíN ESAN DITEKE. El modíficable ezin «no poder», combi-
nado con la flexión potencial diteke; exprosa una impoten-
cia absoluta, con mucha energía y concisión.
Adierazo, forma causativa del verbal adi, aditu «oír, en-
tender».
maitagarri ayekELKAERi esan-
go ziozkaten AMODiozKoiTzak!
Pauso negargarri onetatik
bereala, Veronika zeritzan
emakume on bat Jesiisi al-
deratu zitzayon, eta arpegi-
KO izERDi-oDOLAK zapi batekiii
garbitu ziozkan, eta Jesiisek
LANBiDE on onen saritzat bere
arpegui ederraren antza za-
pian utzi zion. Jakintsúak
diote, Veronika aii zalá, Jai-
roren alaba biztutzera Jesús
zijoala, mantiiaren erfczari
UKITU UTSAREKIN , ASPALDIAN
puede decir. ¡Quién hacer en-
tender (podrá) aquellos dos
amables corazones juntamen-
te les habrían dicho las amo-
rosas j)alabras!
De éste paso lamentable
enseguida, Verónica (que) se
llamaba una mujer buena á
Jesús se le acercó, y los su-
dores de sangre del rostro con
un trapo le limpió, y Jesús
de ésta buena acción para
recompensa de su rostro her-
moso la imagen le dejó. Los
sabios dicen, ésta Verónica
que era, de Jairo la hija á re-
sucitar que iba Jesús, del
manto el borde con el puro
Elkarri, locución abverbial, «juntamente, simultánea-
mente». En su combinación con el verbo que le sigue, co-
munica á éste un sentido de «reciproco ó reflexivo». La tra-
ducción correcta de esta frase en castellano es: «quién podrá
dar á entender las amorosas palabras que aquellos dos ado-
rables corazones se habrían dicho mutuamente!».
Amodiozko itzak. El sufijo de materia zko indica perfeo-
tisimamente que la sustancia de las palabras del Salvador y
su Santa Madre eran esencialme^ite amorosas y nó acciden-
talviente.
Arpegiko izerdi-odolak. El sufijo derivativo ko aglutina-
do al sustantivo arpegi «rostro», indica que el sudor de san-
gre procedía de ésta parte del cuerpo y nó de otra alguna.
IzERDi-ODOLAK, vocablo compucsto por simple justa-posición.
Lanbide «acción, empresa». Palabra formada por compo-
sición; lit, significa «camino de trabajo».
Ukitu UTSAREKIN. Ejcmplo de la acepción que toma el ad-
jetivo UTS al unirse á los nombres y verbos, de la cual ha-
blé en la páj. 151.
VI
nozitzen zuen odol míña, sen-
datu zitzayon emakumea.
Jesiis, bere gurutzetzarra
sorbaldan zuela , bazijoan,
eta uritik irteeran bigarren
aldian lurrera erori zan. Aren
ETSAYAK ikiisirik, hirrean ze-
tzala, Kalbarioko mendira
baño lenago ilko zitzayen
eta gurutzean josita ikusiko
etzuten bildurrak artiizituen.
Ordiian Alejandro eta Eufo-
reii aita, Simón zeritzan Zi-
reneko seme edo jatorri bat
bere bas-eclietik zetorren,
eta Uriko atean sartzean ar-
tu ziiten gurutzea er amaten
Jesusi laguntzeko.
tocar, en largo tiempo que
le dañaba el flujo de sangre
que se le curó, la mugar;
Jesús, su enorme cruz en
el hombro que tenía, iba, y
de la Ciudad en la salida en
segunda vez atierra cayó. De
él los enemigos habiendo
visto, en la tierra que yacía,
de Calvario al monte antes
que (llegar) se les habría
muerto y en la cruz clavado
que nó lo habrían visto el
miedo los tomó. Entonces de
Alejandro y de Eufo el pa-
dre, Simón que se llamaba,
un hijo ú originario de Cire-
ne desde su casa de campo
que veníay de la Ciudad en la
puerta en el entrar, lo toma-
ron la cruz en llevar á Jesús
para ayudar.
Nozitzen zuén odol miña. La flexión zuén está en la for-
ma relativa, pero no se conoce externamente, porque ter-
mina en n. La colocación de los sustantivos siguientes reve-
la la existencia del relativo.
Irteeran «en la salida»; irteera es una palabra formada
por composición; con el nombre verbal irten que pierde
su consonante ñnal y el sustantivo era «manera, modo».
Aren etsayak «los enemigos de él». Conforme á la regla
que di en la pág. 160 está usado aquí el pronombre perso-
nal de 3." persona en vez del posesivo: compárese ésta frase
con la que comienza el párrafo: Jesús, i;ere gurutzetzarra.
Eramaten laguntzeko. Eramaten os el sustantivo ver-
bal locativo de ERAMAN «llevar» que está regido por olsustanti-
vlí
Simón onek ematea zion
laguntzarequin Jesús zerbait
bizkortu zao, bideari jarrai-
tzeko, eta bazijoan Escriba,
Fariseo, kaegudun eta Apaiz-
BURUAK gendetza ezin esan
alakoarekin oepoz orpo ze-
rraizkiola; bada, pauso batean
ere begietatik uzten etzuten.
Jesusek, nork galdn askoBA-
ziTUEN ere, chit ondo nai zio-
TENAK ere bazituen, endemas
Israelko emakumeen artean.
Este Simón que le daba
con la ayuda Jesús algo se
reanimó, al camino para se-
guir é iba con semejante in-
decible muchedumbre de Es-
cribas, Fariseos, Cargo-ha-
bientes y Príncipes de los
sacerdotes que le seguían
tras los talones; pues ni aun
en un paso de los ojos no lo
dejaban. Jesús, quién perder
muchos si los tenia aun (si
tenia Jesús muchos que le
vo verbal destinativo dcLAOUNDU «ayudar, acompañar», como
si fuere un infinitivo castellano. Así es que la traducción co-
rrecta castellana es: «para ayudar á Jesús á llevar la cruz».
Bazijoan. Forma afirmativa de la 3." persona de singular
del pretérito imperfecto de indicativo del verbal joan «ir».
Comunica mucha energía á la frase en que figura.
Kargudun. Palabra compuesta por composición de karqu
«cargo, oficio, empleo» y dun «que tiene».
Apaiz-buruak. La mera colocación de ambas palabras in-
dica la relación posesoria que las une: lit. «cabezas de los Sa-
cerdotes», y como la «cabeza» se reputa la parte principal y
más noble del cuerpo, así en bascuence se emplea para in-
dicar los grados mas eminentes de toda gerarquía.
Ezin ezan; lit. «no poder decir», que he traducido por «in-
decible» por resultar oscura la traducción mcás literal.
Orpoz orpo. Frase adverbial construida con el auxilio del
sufijo z: lit. «de talón talón»,
Bazituen. Forma dubitativa de la flexión zitüen «él los
tenía».
Nai ziotenak. Forma relativo -articulada de nai zioten
«le querían».
Bazituen. Forma afirmativa de la flexión zituen (él los tenía».
VIII
Oyetatik zembait ondoreii
zijoazkion, beren ongille ona
erreki artanikusita, negareez
URTUTZEN. Jesiisek bidé ertz
batean ikiisi zituen, eta esan
zien; Jerusalengo alábak, ez
niri negarrik egiii, ezpada
ZUEK ZEROKGATiK, eta zeroii
iimeakgatik; zeren egúnak
bádatoz, esango dutena; zo-
rionekóak emakume agórrak,
eta aurrik artu ez duten e-
rráyak, eta eznerik eman ez
duten bulárrak. Ordnan men-
diai ASiKO ZAYEZTE, esaten:
atozte gure gañera, eta mu-
ñatsai , estali gaitzatzute,
zergatik eze, baldin arbola
ezean au egiten badii, ¿igar-
tuak zer egingo du? Baldin
Aita Eternoak iizten badu
bere Seme giiziz Santiiari
qiierian perder), muy bien los
que le querían yá los tenía
también, sobre todo entre las
mujeres de Jerusalen. De és-
tas cuántas detras le iban,
su buen bien hechor en aquél
trance habiendo visto, derri-
tiéndose en lágrimas, Jesús
en una orilla del camino las
vio, y les dijo: «hijas de Jeru-
salen, no á mi hacer lágri-
ma (llorar), sino por vosotras
mismas y de vosotras mis-
mas por los hijos; porque yá
llegan los dias, el que dirán:
felices las mujeres estériles,
y las entrañas que no han
tomado niño, y los pechos
que no han dado leche. En-
tonces á los montes se les co-
menzará, diciendo: venid so-
bre nosotros, y á las colinas,
Negareez urtutzen. La construcción de un nombre pro-
visto del sufijo instrumental con un nombre verbal es muy
elegante y expresiva; lit. «de lloro en derretir».
Ezpada. Forma negativo-dubitativa de la flexión da «él es».
ZuEK ZEROKGATIK. El pronombre personal zuek «vosotros»,
más el intensivo zeeok «vosotros mismos», comunican á ésta
frase un relieve extraordinario, indican que las palabras
del Salvador se contraen absolutamente á las personas á
quienes van dirijidas.
AsiKo ZAYEZTE. El modificablc invariable asi viene como
verbal independiente ó común; por eso toma el sufijo ko.
Rige al sustantivo verbal locativo esaten que desempeña
las funciones do un infinitivo castellano.
IX
bekatariakgatik au egiiiten,
bekatari berai ¿zer egingo
die».?
Emakume on ayei etorki-
zuii negargarriak ikiisteko
prest egon zitezela , onela
adierazota, Kalbariora bazi-
joan; baña mendiareii alda-
tsera zanean , gurutzearen
pisuarekin berriz ere Inrrera
jauzi zan. ¡Ain aula eta ke-
MENGABEA zegoan! Jaiki nai
etaezinjaiki ibillita, geroe-
neanjaiki zan, eta mendi ga-
ña iritsi zuen. Jesusen lotsa
geyagorako bi lapur gaizto
ere igo zifcnzfcen, Jesusekin
batean iltzeko.
cubridnos, porque en el ár-
bol húmedo ésto si lo hace,
¿en el seco qué lo hará? Pues
si el Padre Eterno dejaá su hi-
jo Santísimo por los pecado-
res ésto hacer (que le hagan),
¿i los mismos pecadores que
les hará»?
A aquellas buenas muje-
res el porvenir lamentable
para ver preparac^as que estu-
viesen, de ésta manera ha-
biendo indicado, al Calvario
iba; pero del monte á la cues-
ta cuando era (cuando llegó),
de la cruz con el peso toda-
vía de nuevo á la tierra se ca-
yó. ¡Tan débil y desmedrado
estaba! Querer levantar y nó
poder levantar habiendo an-
dado, finalmente se levantó,
y la cumbre del monte alcan-
zó. De Jesús para mayor ver-
güenza también dos malos
ladrones subieron, con Jesús
en una (ala vez) para matar ^.
LAEDIZABAL.
Zanean. Forma relativo-locativa de la flexión zan «él era».
Kemengabea. Nombre formado del sustantivo kemen «esfuer-
zo», el sufijo privativo gabe «sin» y el artículo a «él»: «él sin
esfuerzo «ó» desmedrado».
Zegoan. En las oraciones admirativas es de rigor la forma
relativa*
J. Testamentu larreko eta bcrriko kontíaira pAg. 457 y IJS-
B. — Dialecto labortano
Handiak eta izngarriak di-
rá ifernuko pena hek. .Eta
baldin oraino, pena heken
nehoiz akhabatzeko, arintze-
ko, laburtzeko edo gutitzeko
esperantzarik balitz ere, ba-
dirudi balizatekeyela zembait
konsolamendu. ¡Baina ham-
bat pena! hain handiak! eta
finik ez; eta ez finik izateko
usterik ere; haur da gauza
Grandes y espantosas son
del infierno éstas penas. Y
si todavia, de éstas penas al-
guna vez para acabar, para
aliviar, para acortar ó dismi-
nuir si sería (liabria) esperan-
za, parece que ya les seria
algún consuelo. ¡Pero tanta
pena! tan grandes! y fin nó;
y ni fin para tener aun pen-
samiento (ni aun esperanza
GüTiTZEKO, verbal derivado del adverbio guti «poco» gra-
cias á la flexibilidad asombrosa del euskara.
Zembait significa «cuantos» y es uno de Jos pronombres
indefinidos. Combinado con un nombre que permanezca en
la forma indefinida, ejercita los misuios oficios que el cas-
tellano «alguno»; el nombre que le califica revela que se tra-
ta de uno de los varios que comprende el pronombre: lit.
zembait konsolamendu «cuantos consuelo» , es decir, «un
consuelo de entre varios», ó propiamente, «algún consuelo».
Haur, forma intermedia de la degradación sufrida por el
primitivo demostrativo kaur «éste».
1. El bascuonco de Axulúr no os labortano puro, y presenta locuciones y form s anticua-
das; poro ósto uo uiü rotriiü ilo oncoiuoudar íi un tuxlo suyo la roprosontaeiiiu do a<iuol dialec-
to, que constituyo el fondo de su luiiKuaje, en atenci6n A ipio el insinuó escritor nabarro es el
que coH mils elocuencia, majestad, elü^aiicia, donaire y ri(iuc/. ha manejado basta el dia en
prosa la lengua ousUara, douiostraiido (]uo con ella so puedo ex rosar lo que las lenguas clasi-
cas, tan cultivadas, expresaron en las uiatorias propias do la toolo^fa moral y dotíiuática, en la
apolü^ótica ti historia sacra y profana Sus t;irus son siempre castizos, pero nó así un lengua-
je, que toma sin empacho del araouttl lúsico latino muchüti vocubloa (íuü piiáiorüU saeavso ael
OUtíkaro y ü:íiutían cu 61.
^í
latza, haiir da aitzin-gibel
BEHA-ABAziTZÉKO, eta gogoeta
eragiteko pontn izigarria!
Zeren esperantzarik eztue-
na, presenteko penak bezala,
ethorkizunekoaz erepenatzen
du; hura ere ikhusten du;
hura ere presentean bezala,
eta bere gainean bezala da.
duka. Zeren baitaki haren-
tzat dagoela,eta eztela akha-
batuko.
Orain hemen dolorez eta
oinhazez inguratua zar.de-
nean, edireiten da zembait
bidé hats hartzeko eta kon-
solatzeko. Eri zarenean, e-
thortzen zaizkitzii adiskidéak
ikhustera eta hek aphur bat
gaitza arintzen deratznte;
inidikna bisitatzera, hark ere
esportzatzen zaitu. Eta gnz-
tien gainetik bethiere bizi
de que tendrán fin); ésta es
cosa áspera, ésto es para ha-
cer mirar al pasado y al por-
venir, y meditación para obli-
gar á hacer punto espantoso!
Porque el que no tiene espe-
ranza, como las penas de
presente, lo del porvenir tam-
bién lo atiije; aquello también
vé; aquello aun como en el
presente y como encima de
sí lo tiene. Porque sabe para
él que está y que no se aca-
bará.
He aquí, de dolor y sufri-
miento rodeado cuando estás,
se encontrará algún camino
para tomar aliento y para
consolar(sc). Cuando eres
(estás) enfermo , te vienen
los amigos á ver, y éstos una
miaja el mal te alijeran; el
médico á visitar, él también
te reanima. Y de todos de
encima (por encima de todo)
Beha-arazitzeko. Forma causativa del verbo eehatu «mi-
rar»; el moditicable está unido al radical y nó al adjetivo
verbal, en lo que difieren los dialectos de ambas vertientes
del Pirineo.
Eei zarenean. Los dialectos de Francia hacen más uso que
los de España, de la forma indefinida de los nombres, ga-
nándoles á los segundos en corrección y precisión por éste
concepto. El dialecto guipuzcoano, por ejemplo hubiere di-
cho ERIA ZERANEAN «cuando cres el enfermo», en vez de
«cuando eres enfermo».
XII
;^ara gaitza arindiiko zaitzu-
LAKO esperaiitzan, eta espe-
rantza hark konsolaiiiendu
lianclia emaiten deratzu. 13ai-
na ifernuko eritasiinean, ban-
go penetan, lialako moldez
daude esperantzaren atliéak
liertsiak eta portúak hartuak,
continuamente vives el mal
de que se te habrá de alije-
rar en la esperanza, y aque-
lla esperanza consuelo gran-
de te dá. Pero del infíerno
en la enfermedad, de allí en
las penas de tal modo están
de la esperanza las puertas
non bala dauden dolorezkóek cerradas y los puertos toma-
eta ban daudenek, ezpaitüte dos, donde así los doloridos
nebondikan ere konsolamen-
duren sartzeko argirik ikbus-
ten. Claiisa est ianua: liertsi
b al ako ent z at mi seri kordiaren
atbea , üreikalmenduarena,
ARARTEKOTASUNARENA , MERE-
ZIMENDUARENA , GAEAZIARENA,
fincan ontasun guztiena.
Aberats abariziosa ifernu-
tik, erretzen zegoen lekbu-
que están y allí los que están,
no vén de ninguna suerte del
consuelo para entrar la luz
(no ven entrar la luz del con-
suelo). C/^z/sa est ianua; ce-
rrada es para los tales de la
misericordia la puerta, la de
la compasión, la de la me-
diación, la del merecimiento,
la de la gracia, en el fin (fi-
nalmente) la de todo bien.
El rico avariento desde el
infierno, en quemar que es-
Zaitzulako. Forma conjuntivo -derivativa, pero con el sig-
nificado común de los sufijos que le están aglutinados.
Hark. Axulár, como ya se babrá reparado en éste texto,
usa muy amenudo del demostrativo del tercer grado en los
casos en que comumente boy se utilizaría el de primero.
Ezpaitüte ikhusten. La forma negativa de la flexión
con que se abre la frase pertenece al nombre verbal locati-
vo que la cierra.
UrRIKALMENDUARENA, ARARTEKOTASUNARENA ctc. llOmbrCS
posesorios formados por el sufijo de dicba relación más el
artículo, y aptos, en ésta forma, á recibir cuantos sufijos se
quiera.
XIII
tik, hasi zeikan oihnz eta o-
thoitzez Abrahani, erraiten
zioela: Aita Abrahan, bada-
kustizu ñola nagoen suliime-
tan errea eta idor elkhortua,
enzii bada nitzaz niiserikor-
dia, efca egor iazadazn Láza-
ro: hark bere erhi pimtaz,
urean bustirik, miliian iitki
nazan, aphiir bat heza na-
zan. Eske banr egiten dera-
tzat, haor da ene othoiza
CHOiLA,eztezadazulaa/'^^¿¿/iíi.
Zer eske eskasagorik, edo
othoitz chipiagorik egin ahal
ziAZAioN? Etzeikan aiisarta
othoiztera egor ziazola picher
bat iir, cdo esku guztia urean
taba desde el sitio, principió
con grito y con ruego (gritan-
do y rogando) á Abrahan,
que le decia (diciéndole):
Padre Abraham, ya vés cómo
que estoy en éste fuego abra-
sado, seco y enjuto; ten, pues
de mí misericordia, y envíame
á Lázaro; aquel con la punta
del dedo, en el agua mojada,
en la lengua me toque, una
miaja me humedezca. Esta
petición te hago, ésta es mi so-
la plegaria, no me lo rehuses.
Qué petición más escasa
ó ruego más pequeño le pu-
do hacer? No se atrevió á ro-
gar que le enviase un cánta-
ro de agua, ó toda la mano
Idor elkhortua, expresión pleonástica de mucha fuerza;
IDOR signiflca «seco» y elkortu también, pero endureciéndo-
se el objeto por la absorción que el fuego ó calor verifica de
todos sus jugos: lo cual conviene muy bien á un cuerpo
que se tuesta en las llamas.
CHOiL, soiL significa propiamente «estéril», «desierto», «des-
pojado», «desnudo» y por extensión «único, solo». Desde el
punto de vista de tener dos significados y acepciones dife-
rentes según se le. use como sustantivo ó adjetivo presenta
bastante analogía con uts. La opinión de Mr. Van Eys que
encuentra en esa palabra el radical su «fuego», me parece
muy aceptable. Los efectos de ese elemento, sobre todo en
el campo, corresponden muy bien al significadu de choil.
Ahal ziazaion. Por ser el tiempo un pasado remoto se usa
del modificable ahal en vez de la flexiones propias del po-
tencial, exclusivas del presente y pretérito imperfecto.
XIV
sar zezala , eta ez are erhi
giiztia ere. Baina liaren cles-
irkunde guztia zen,erlii pun-
ta urean sar zezan, eta har-
tzaz mihia utki ziazan, pla-
zer hura egin ziazon. Gaiiza
aphurra zen, desirkimde chi-
pia zen. Baina hura ere, chi-
piago bazan ere, etzuen er-
dietsi, hain plazer gutia
etzeikan egin; yakin dezagun
ezen haktaeaz geeo den phi-
zerik chipienari eta konsola-
mendurik aphurrenari ere
athéak hertsi zaiztela.
Itsas zabalean erortzen de-
nak, badarabiltza eskuak zer-
baiti lothu nahiz, hersten di-
tu, baina alferrik. Zereneztu
hmburtzen eta itzurtzen zai-
kan ur enganagarririkbaizen
edireiten. Hala gerthatzen
zaye bada, ifernu zabal, lion-
dargabean erortzen direnei
ere. Eztute edireiten non oi-
en el agua que la entrase, ni
aun tampoco todo el dedo.
Pero de él el deseo todo era,
del dedo la punta en el agua
que entrase, y con aquel la
lengua que le tocase, aquel
placer que le hiciese. Cosa
ínñmaera, deseopequeñoera.
Pero aquel , más pequeño
aun si era (aunque fuese), no
lo alcanzó, tan poco placer
no lo hizo ; sepamos que
después de entrar allí aun al
placer más pequeño y al con-
suelo más insignificante que
es (hay) las puertas se les ce-
rraron,
En el mar ancho el que se
cae, ya se menea, las manos
á algo atar con querer (que-
riendo) las aprieta, pero inú-
tilmente. Porque no encuen-
tra sino agua engañosa que
se le resbala y derrama. x\sí
les sucede, pues, en el infier-
no ancho sin arena (fondo)
á los que se caen. No encuen-
HARTARAz GERO. Rcpárcse la sobriedad vigorosa de ésta
frase; hark significa «aquello» ó «aquel» y se refiere al in-
fierno; provisto del sufijo directivo ra indica el movimiento
hacia su significado; viene luego el adverbio de tiempo qero
«después» que rige sufijo instrumental y con ésta combina-
ción de dos palabras se expresa perfectamente lo mismo que
con la frase castellana «después de penetrar allí» ó «después
de llegar allí» etc. etc.
XV
na fintka; eztute cdireiten
zeri lot; eztute edireiten gir-
^thanik, esku-tokirik, sosten-
gurik, ez konsolaizeko bide-
rik, eta ez esperantzarik.
Bada konsolamendugabe-
ko, fingabeko eta fin izateko
esperantzarikgabeko pontu
hunetan nahi nnke iben ba-
ziNiTZA begiak , huni beha
EAZiNiAZO, haurkonsidera BA-
zeneza; eta animalia suerte
batzuek, gauaz hausnaur egi-
ten duten bezala, zuk ere gau-
zahunctzaz, zembaifc aldiz
bedere, hausnaur eta gogo eta
eginBAZENEZA.
Eta hunetakotzat, konsi-
dera ezazu, eriak gau luzcan
iragaiten duen trabaillua,
guztiz ereeritasuna zorrotza
eta bortitza denean; ñola
iraulkatzen den; ñola orenak
kontatzen dituen; zein luze
iduritzen zaitzan, eta ñola
argia desiratzen duen. Bada
tran dónde afianzar el pié;
no encuentran á que atar (se) ,
no encuentran mango, em-
puñadura , sosten, ni para
consolar camino, y ni espe-
ranza.
Pues de sin consuelo, de
sin fin y fin de para tener sin
esperanza en éste punto yo
quisiera si pusieses los ojos,
á ésto si le mirases, ésto si
considerases; y algunas espe-
cies de animales, de noche
como olfatean, tú también
con ésta cosa á lo menos al-
guna vez, olfateo y medita-
ción si hicieses.
Y para ésto, considera el
enfermo en la noche larga el
trabajo que pasa, sobre todo
la enfermedad aguda y fuerte
cuando es; cómo se revuelve;
cómo las horas cuenta; cuan
larga se le figura y cómo la
luz desea. Pues si de aquí al
enfermo, de aquí la noche,
tan pronto la que se pasa, tan
Bazinitza BAziNiAzo ctc. ctc. En concepto de Axulár
es dudoso que el pecador á quien se dirije llegue á hacerse
las reflexiones que pudieran apartarle del camino de perdi-
ción; por eso emplea la forma dubitativa de las flexiones, en
vez de las formas puras ó capitales que el castellano em-
plearía, prescindiendo del estado subjetivo del autor. La
traducción correcta castellana será: «yo quisiera que pusie-
ses los ojos en éste punto, que mirases ésto etc».
XVI
baklÍD hemengo eriari, lie-
nieiigo gana, liain fite iragai-
ten dena, hain luze icluritzen
bazaika; zer idurituko zaika
iíernuan daüoenari , liango
gau luze, eterno, lingabeko
hura? Hagan Inzea! Gan bel-
iz, ilhnn,izigaiTÍa! Arginrra-
tzegabea, oillariterik iza-
nen eztnena, seknlan argitu-
ko eztenaetaez akhabatnko!
Zer pena, zer dolore eta on-
diko izanen da, argitnko ez-
ten gan hartan, ez hemengo
eriakbezala, che bera onean,
baina labe gorri beroan, su-
gina gogorrean sekulakotzat
etzatea, iranlkatzea etaegoi-
tea? Arrazoinekin galdegiten
du Isaías prophetak: Quis
hahitahít de vohis cum igne
larga si se le fignra ; qné
le habrá de parecer en el in-
fierno al que está, de allí la
noche larga, eterna, sin fin
aquella? A.h noche larga! No-
che negra, sombría, espanto-
sa! La sin romper (en) luz,
aurora la que no tendrá, nun-
ca la que no se iluminará y
no se acabará! Qué pena, qué
dolor y castigo será, en aque-
lla noche que no se alumbra-
rá, nó de aquí como el enfer-
mo, en cama blanda buena,
sino en horno rojo caliente, en
hoguera dura para siempre
acostado, revolcado y perma-
necido? Con razón pregunta
Isaías el Profeta: Qids hahi-
tahit de vohis cum igne devo-
ra7ite? Quis I/ahitahit de vo-
Dagoenari; forma nominalizadade la flexión dago «el está»,
producida por el sufijo relativo, el artículo y el sufijo de re-
cipiente.
OiLLARiTE. Esta palabra, está compuesta de oillar «gallo»
é iTE contracción de egite «acción», y significa propiamente
«cacareo», aunque metafóricamenten se aplica á la «auiora»
al «amanecer», porque entonces canta el gallo. Es mucho
más usada por los antiguos como Lizarragay iVxulár que por
los modernos.
Sekulakotzat; palabra de origen latino. Su significación
estricta es «nunca, jamás», y así la he traducido unas líneas
mas arriba. Pero como «para nunca» no hubiese formado sen-
tido en castellano en la clausula actual, he salvado el senti-
do de la frase con «para siempre».
XVII
devGJ'ante? Qiiis liabitchit de
vobis cuvi ardorihus sevijñ-
ternis? Halako lekhnan, hain
su beroan , gar eternalean,
ñor egonen da? Ñor biziko
da? Nork iraunen du? Nork
izanen da sorbaldarik sosten-
gatzeko? Indarrik yasaiteko?
Eta pairiirik, eta patzientza-
rik sofritzeko? Orai hemen
den penarik chipienak, su
ihar batek kilikatzen zaitu,
asaldatzen zaitu: zer izanen
da, bada, suz eta kharrez,
kampoan eta barrenean, ari-
man eta gorputzean, hartun,
inguratua, eta burdin gorri-
tua bezala, gorritua eta su-
tua zaudenean? Eta seknla-
kotzat hala egon beharko du-
zunean?
Otho dugu zentzurik? Othe
dugu adimendurik? Ala el-
héak, amétsak edo gezúrrak
othe dirá hauk? Edo guri ez
othe dirá mintzo? Guri ez
othe dagozkigu, alabaina ber-
tzeri? — Fedeak erraiten do-
raku crnii da^ozkiírula, 2;uri
mintzo direla , guréak eta
guretzat dii-ala. Eta eztirela
ez elhéak, ez amétsak, eta
ez gezúrrak; baina egíak, eta
egiazki (bal din hobeki gober-
natzen ezpagara) iragan be-
harko ditugunak direla. Edo
hobeki mintzatzera ; belim
bis cinn ardorihus sempifer-
nis? En semejante sitio, en
fuego tan caliente, en la lla-
ma eterna, quién se estará?
Quién vivirá? Quién durará?
Quién tendrá espalda para
sostener? Fuerza para levan-
tar? Y aguante y paciencia
para sufrir? Ahora aquí la pe-
na que es más pequeña, un
fuego seco (sin vigor) te cos-
quillea, te trastorna; qné será
pues, con fuego y con llama-
rada, dentro y fuera, en el
alma y en el cuerpo, tomado,
rodeado y como el hierro
enrojecido, enrojecido y en-
cendido cuando estás? Ypara
siempre así cuando habrás
de estar?
Acaso tenemos sentido?
Acaso tenemos entendimien-
to? Asi, habladurías, sueños
ó mentiras acaso son éstos?
O á nosotros acaso no se nos
habla? A nosotros acaso no
nos pertenece (atañe), pues-
to que á otro? La fé nos di-
ce á nosotros que nos per-
tenece, á nosotros palabra
que son, los nuestros y para
nosotros que son. Y no son
]iü, habladurías, ni sueños,
ni mentiras; pero verdades y
verdaderamente (si mejor no
nos gobernamos) las que de-
beremos pasar, que son. O
XVIII
ereiragangabe,bethiere egoi-
tzaz, gurekin egonen dirénak,
tlirela.
Zeren oraino, pena hek,
bertze penen artean, izanen
dute pena liaiir ere geliiago,
egonen báitira bethiere esta-
tu batetan, egoitza batetan,
molde berean, bethi berde.
Ezta ihartzerik, ezta chipi-
tzerik, ezta mutbatzerik, eta
ez aldatzerik. Mnndii hune-
tako gauzak eztaiide behin
ere krozkabatean; igaiteneta
yausten dira;egiten etaDESE-
GiTEN dirá; maiz aklatzen di-
rá. Baditu itsasoak beregora-
behérak, bere maréaketa mu-
thantzak, Presúnak, hazién-
dak, echéak, ónak, eta erita-
súnak ere, ezfcande bebinere
batetan. Ezta siikbarrik bain
handirik, non ponta batetara
iganez gero, ezpaita bebeiti-
tzen etachipitzenjetaez oin-
hazerik hain zorrotzik eta
bortbitzik, gorenera denean,
mejor á bablar; aun una vez
sin pasar, continuamente con
residencia, con nosotros las
que se estarán, que son.
Porque todavia éstas pe-
nas, de otraspenas en medio,
tendrán aun ésta pena mas,
estarán siempre en un esta-
do, en una situación, en el
mismo molde (forma) siem-
pre verde (s). No es (hay)
marchitadura, no es dismi-
nución, no es mudanza y nó
transporte. De éste mundo
las cosas no están siempre en
un quicio; suben y bajan; se
hacen y deshacen; amenudo
se cambian. Yá tiene el mar
sus altos y bajos, sus mareas
y mudanzas. Las personas,
los ganados, las casas, los
bienes y aun las enfermeda-
des, no están siempre en uno.
No es calentura tan grande,
donde á un punto después de
subir, no se baje y empeque-
ñezca; y nó dolor tan agudo
y fuerte, á lo alto cuando es
Desegiten. En bascuence existe una porción de palabras
formadas con la partícula latina «des», que son otros tantos
barbarismos. Por éste texto se vé que su uso es relativa-
mente antiguo y que hay injusticia en achacar su introduc-
ción á Larramentli, como paroce hacerlo Mr. Van Eys en su
Diccionario.
XIX
ematzen eta eztitzen eztenik.
Finean , mimdiiko trabaillu
guztiak eta egitekóak, dem-
borarekin batean haustea di-
rá, iraungitzen dirá, ezezta-
tzen dirá; baina ez ifernnko
sua eta pena. Pena hura bera
da, eta ez bertzerik. bethi
berde dena, bethi bizi dena,
estante batean dagoana, mu-
thatzen eztena. Hango su-
kharraetaberotasunaeztabe-
hinere yabaltzen eta ez be-
heititzen, bethi dago goren
pontnan eta leheneko erredu-
ran. Zer ahal dateke bada
tormenta andiagorik eta ne-
khagarriagorik; bethiere le-
khu batetan eta molde be-
rean, higitngabe, aldatugabe
eta muthatngabe, harritua
bezala, pena minetan geldi
egoitea baino? Mnnduko ya-
nharirik preziatuena ere, be-
thiere harturik, bertzetara
aldatu gabe, yaten denean,
gaitzesten da, higintzen da.
Ezin zatekeyen gure ar-
tean yanharik hobeagorik,
el que no se suaviza y endul-
za. Finalmente, del mundo
todos los trabajos y todos los
negocios, en el tiempo en
uno se rompen, se apagan,
se destruyen; pero nó del in-
fierno el fuego y la pena.
Aquella pena es.ya misma,
y nó otra, siempre verde la
que es, siempre la que vive,
en un estado la que está, la
que no se muda. De allí la
calentura y el calor ni una
vez no se extiende y nó se
abaja, siempre está de alto
en el punto y en el primer
ardimiento. Qué (cuál) pue-
de ser, pues, tormento ma-
yor y más trabajoso: conti-
nuamente en un lugar y en
la misma forma sin mover,
sin cambiar, sin mudar, co-
mo petrificado, en las penas
amargas quieto que el estar?
Aun del mundo el alimento
más preciado, continuamen-
te tomado, á otros sin cam-
biar, cuando se come, se
ofende, se disgusta.
No podía ser entre noso-
tros alimento mejor y ni
Ahal dateke. El verbal ahal «poder», construido con las
ñexiones del potencial expresa la idea de potencialidad de
una manera absoluta, que no consiente ninguna atenuación,
condición ni duda.
56
XX
eta ez biandíi gozoagorik,
Yainkoak berak Israeleko se-
mei zerntik eman zerauena
baino. Ordea, zeren hartarik
beretik, bertzetara aldatnga-
be, bethiere yaten báitzuten,
hain higindu zeyen, non ya-
TERAKOAN gora-gale bat ethor-
tzen báitzeyen. Eta hala olie
on batean ere,behin erehigi-
tiigabe, alde batera edo ber-
tzera itziiligabe, bethi geldi
egoitea eta etzatea ere, zer
pena lizate? Nork paira leza-
ke? Bada baldin dembora lu-
zeaz lekhu batean dagoena
ongiii badago ere penatzen
eta nekhatzen bada, zer iza-
nen da pena eternalean, sn
fingabekoan dagoenaz? ^
vianda más sabrosa, el mismo
Dios de Israel á los hijos
desde el cielo que el que les
dio. Sin embargo, porque de
aquél mismo, á otros sin cam-
biar, continuamente comían,
tanto se les aborreció, don-
de en el acto de comer una
náusea se les venía. Y así to-
davía en una cama buena, aun
una vez sin mover, á un lado ó
á otro sin volver, siempre
quieto el permanecer y el es-
tar acostado, qué pena sería?
Quién lo podría aguantar?
Pues si con tiempo largo en
un sitio el que está, bien
aun si está (no obstante que
esté), pena y se cansa, qué
será en la pena eterna, en el
fuego sin fin del que está?
AXULAE.
Yaterakoan. El sustantivo verbal directivo provisto de
los sufijos derivativo y locativo indica un suceso que es pa-
sado, pero qlie se supone está sucediendo en el momento de
la narración; su significado lit. es «en de á comer».
1 Geroko gero, pág. 429 ú 131, ed. de 186i.
XXI
C DIALECTO SULETINO.
Egiirkari gaichocho bat kha-
parrez
Eta adinez
Kargatlirik,
Hasperenez, inziriz bazoen
Akhitiirik,
BereECHOLALAheltiinahizen.
Azkenian indarrez
Eta dolorez
Ezintürik,
Aurthiki ziren bere hachea.
Triste zen harén bizitzea.
Bere gogoan
Hola zioan:
Oraidano nik mlmdian
ÜKHEN DÜTA plazcrik?
Bada llir bmbüian
Ni bezain eskelerik?
Behin batez ez oghirik
Sekülan aldiz phausürik:
Un pobrecito leñador, de
chaparros
Y de edad
Cargado,
Con suspiros (suspirando),
Con gemidos (gimiendo) iba
Fatigado,
A su cabana quería llegar.
Finalmente de esfuerzo
Y de dolor
No pudiendo más,
Lanzó su carga.
Triste era de él la vida.
En su pensamiento
Así decía:
Hasta ahora yo en el mundo
He tenido placer?
Hay en la tierra redonda
Tanto como yo (un) mendigo?
De un vez una (jamás) no
pan
Jamás, por otra parte, des-
canso;
Gaichocho La primera ch tiene el sonido de la ch fran-
cesa y la segunda, propia del disminutivo, uno intermedio
entre la ch española y la í mojada.
EcHOLALA. Aquí aparece el sufijo directivo suletino la.
ÜKHEN DUTA. Es el vcrbal ukhen que en suletino reempla-
za á IZAN, seguido de la forma interrogativa de la flexión dü.
XXII
Eue emastiak, ene haurrek
Soldadoek ata legarrek
Eztaite thaik emaiten.
Herioavi oihii dii egiten,
Herioa behala jiten.
ZernaidUk? deio galthatzen.
— Aigii, lagnnt nezak,
Dio egürkariak
Haclie lionen alcliatzera,
Bizkarriala ezartera,
EztUk lianitz berantliren.
Herioak oro diitii sendotzeii.
Hobe da ghien bezala egoitia
Ezi ez eta liijzia.
Mi mnger, mis hijos
Los soldados y las contri-
buciones
No me dan tregua.
A la Muerte grita,
La Muerte enseguida vá.
Qué quieres? le pregunta
— Ven, ayúdame,
Le dice el leñador
De ésta carga á levantar,
A la espalda á poner
No tardarás mucho.
La Muerte todos los cura.
Mejores como éramos el estar
Que no y el morir.
ARCHU \
Behala; contracción de berehala «enseguida».
Ghien, contracción de la ílexión ginen «nosotros éramos».
1. Jesusek bádü orai be-
re zelliko erresumaren ma-
thazale lianitz; bena khurti-
tziaren kharreyazale gilti.
Eádií konsolazioniaren de-
sirazale lianitz, naigabiaren
aphrir. Edireiten dii mahai-
neko lagün hanitz, bariireko
giiti.
Orok nai die hareki pharte
1. Jesús tiene ahora de
¡ su reino del cielo muchos
amantes; pero de la cruz po-
cos llevadores.
Tiene del consuelo mu-
chos deseosos, del sufrimien-
to pocos. Encuentra de la
mesa muchos compañeros,
del ayuno pocos.
Todos quieren con él parte
1 Lafontainaren aleghia-berheziak. H« ioa eta ejürkaria, tnig. ii7.
XXIII
boztarioan, bena aphüriiek
nahi tlie harengatik zerbait
igurtzi.
Hanitz jarraikiten dirá Je-
siisi ogiaren haustialano; be-
na aplilir harén pasioneko
kalitziaren edatialano.
Hanitzek harén inirakii-
hak gorezten diitie, aphür
harén khnrutziartn ahalkia-
ri jarraikiten dirá.
Hanitzek maite die Jesiis,
nahigaberik gerthatzen etza-
YENO. Hanitzek laidatzen eta
betiedikatzen die, konsoh.o
zerbait hareganik ukheiten
DiENo; bena Jesús gordatzen
bazaye eta aphlir bat iizten
badütü; edo zinkuriz basten
dirá, edo bihotz galtzen.
2. Bena Jesús Jesusen-
gatik maite dienek eta ez
harenganik ukheiten dütien
eztitarzunegatik, hura bene-
dikatzen die nahigabe glizie-
tan eta bihotzeko hersidüre-
tan, hala nuhi sirats handie-
netan.
en la alegría, pero pocos quie-
ren á causa de él algo sufrir.
Muchos siguen á Jesíis del
pan hasta el romper; pero
pocos del cáliz de la pasión
de él hasta el beber.
Muchos de él los milagros
admiran, pocos á la ignomi-
nia de la cruz de él siguen.
Mochos amana Jesús, dis-
gusto hasta que no les suce-
de. Muchos lo alaban y ben-
dicen algo (<le) consuelo de
él mientras tienen; pero Je-
sús si se les oculta y un po-
co si los deja; ó con murmu-
ración empiezan, ó se desco-
razonan.
2. Peroá Jesús por Jesús
los que aman y no de él por
el endulzamiento que tienen,
I aquel (á él) lo bendicen en
! todas las aflicciones y del
! corazón en los aprietos, así
i como en los consuelos gran-
des.
Aphürrek. La palabra aphlir significa propiamente una
«miaja» una «cantidad pequeña» de seres ú objetos diversos.
En este texto se refiere tácitamente al sustantivo «hombres».
Haustialano edatialano. Sustantivos verbales articu-
lado-hmitativos. etzayeno: forma relativo-hmitativa en
su acepción común ú ordinaria de «hasta».
Dieno. Forma relativo-limitativa también, pero ésta vez
en su acepción especial de «en tanto» ó «mientras tanto».
XXIV
íita nahi ezpaleye eman
behinere konsoliorik, halerik
ere bethi laida lezakeye, eta
betlii esker eiuan likioye.
3. Ob, zoinen azkar den
Jesusen amurio cbaia, ezte-
nian nabasirik, nurk beraren
amurioareki eta untsa nahia-
reki!
Eztireya pakhiagatik la-
man ari direnak lidiiri, bethi
siratsen edo konsolioen im-
doan direnak?
Eztieya irakusten, bere
biiriak Jesús beno maitiago
dütiela, betlii gogoa bere un-
tsa izatian eta irabazian die-
nek?
Ob! nun edirenen da, Jin-
koa dobain zerbücbafú nahi
diana? ^
Y sino les quisiese dar
una vez (nunca) consuelo,
aun así siempre lo alabarían
y siempre gracias le darían.
3. Ob, cuan fuerte que es
de Jesús el amor puro, cuan-
do no es mezclado, quién de
él mismo (de sí mismo) con
el amor y con el bien querer!
No se parecen por la paz
en el trabajo los que se están,
siempre de los consuelos de-
trás los que son?
No muestran á sus cabezas
que á Jesús más. que aman
(que aman á sí mismos más
que á Jesús), siempre el pen-
samiento su bien en el tener y
en la ganancia los que son?
Ob! donde se encontrará,
el Señor galardón (siendo el
único don ó recompensa el
Señor) el que le quiere servir?
INCHAÜSPE.
Pakhia. Estrictamente significa «paz», pero aquí está
usada en el sentido de recompensa ó premio. Este paraje
suele encontrarse traducido en los siguientes términos: «no
parecen mercenarios los que siempre andan detrás de los
consuelos?
1 Jesu-kristen Imitaziouia.— XI kapituluft. II libria. Jesuseü kbilriitziareü maithftzaleu
aphUrraz.
XXV
D — DIALECTO BIZCAINO.
Maisu Juan — Ezcondiiba
naz, ta báditnt irii nme; ba-
ña Amak danka dokfcrinia ira-
kasteko arduria. Ezda ori iii-
re opizijua. Ez eban Jesu-
Kri stok euskerarik BEEBA EGíN .
Pera — Ederto: ezda znre
erdera mordoUiian bere: ba-
ña nork nai jakin biar dan
Aita gnria bere Amaren sa-
beleti ikasi eban berbeetan.
Zuri jaotzu Amari baño geja-
go umiai gauza on guztiak
irakastia. Baña ez da orain
berba egiteko demporia ta
gagijo7Aiuiu\YYeYa,.Doeguztu'7i
ernolia ta gure Jauna; zure
eslniti guh artu ta jan hiar
dogun guztia, zuk hedeinJcatu
cgizu, Jesii-Kristo zeure se-
miagaiti, ta heve izeniari. Ai-
ta, Seme ta Espíritu Santu-
hak GuzTioK bedeinkatu ga-
Maese Juan — Casado
soy, y tengo tres criaturas;
pero la Madre tiene la doc-
trina para enseñar el cuida-
do. No es ese mi oficio. No
habló Jesucristo bascuence.
Pedro — Plermosamente: no
es aun (ni tampoco) en tu
castellano enrevesado: pero
quien quiera (cualquiera) de-
be saber el Padre nuestro des-
de el vientre de su madre en
las palabras (en el idioma) que
aprendió. A tí te atañe que á
la Madre más á las criaturas
las cosas buenas todas el ense-
ñar. Pero no es ahora para ha-
blar el tiempo y hagamos ade-
lante. De todos los dones el
dador y nuestro Señor: de tu
mano nosotros, todo lo que
tomamos y d.ehemos comer,
tú. bendícelo, por tu hijo Je-
Berba egin. Verbal compuesto del vocablo latino veebun
«palabra» y del euskaro egin «hacer», análogo al itz egin gui-
puzcoano y al basco-francés nuntzatu «hablar».
GuzTioK. El adjetivo guzti «todo», está determinado por
la forma intensiva del artículo plural: ok.
XXVI
gizala. Alan izan dedilla.
Maisu Juan. — Peni, nun
ikasi dituzu erretalla luze
orreek?
Perú — Erretallak esango
zeuduke Elesako erregu ta
mai bedeinkatutekuakgaiti?
Obeto eguingo zenduLan ken-
du bazendu buruko kerizga-
rri, zuben auan sombrelluba
derichona, guk kendiiteii
dogun legez BUEU-cHArELA.
Egija da zuben kapela barre-
garri, ta asmo barrikook ez
diriala gauza, ez euriti, ez
eguzkiti gizona gordeetako.
Asko da: jan daigun.
Maisu Juan. — Ze okela pla-
ga da au? Zalago dago zoru-
ba bera baño. Azook balzak
ta keetsubak jabaozak. Ar-
sucristo y en S2t nombre. Pa-
dre, Hijo y Espíritu Santo
á todos que nos bendiga. Así
que sea.
Maese Juan. — Pedro,
dónde lias aprendido esa lar-
ga retahila?
Pedro— Ketaliilas dirías
de la Iglesia por los ruegos
y bendiciones de; las misas?
Mejor lo habrías hecho si hu-
bieses quitado de la cabeza
el sombreador, en vuestra
boca sombrero el que se lla-
ma, nosotros como quitamos
la montera. Yerdad es vues-
tros sombreros risibles y de
nueva invención que no son
cosa, ni de la lluvia, ni del
sol el hombre para guardar.
Mucho es (basta): comamos.
Maese Juan. — Qué pla-
ga de carne de buey es esta?
Más fuerte (dura) está que el
mismo suelo. Las berzas ne-
BuRU-cHAPELA. CHAPELA cs uua palabra genérica que se
aplica á toda prenda de vestir con que se cubre la cabeza:
he traducido buru-chapela por «montera», teniendo en cuen-
ta el uso de los bizcainos en tiempos de Peru-Abarca.
Jaraozak. Esta palabra me ha intrigado mucho. Pero
atendiendo al sentido de la frase y á que jar, jarri significa
«sentar» y también «poner, acomodar, aparejar» por extensión,
he creído que su significado corresponde al (pie he adopta-
do para mi traducción.
XXVII
bijak gogor egosibagaak.
Peni. — Maisuba, ondo mi-
lika, ta biipería zagoz. ¿Usté
zenduban ipiniko euskube-
zala eperrak, ollandak, olla-
gorrak, ta andikijeii maijeta-
ko janari gozaak? Okelatzat
ipini jaku aketirenaren aragi
gazituba. Idi gizen, ta zezin
egitekuak eruaten dituguola-
gizon, ta aberatsen eclieeta-
ra, dini ederrak avtuteko, ta
galangiienecheetarakogorde-
ten ditiiga chaalchu, idisko,
bei zar edo aketireaak. Gose
onarentzat ez dago jaaki don-
garik. Aberatsen maijetan
ecliakee ain gogoz ekiten geeli
gizen, ta egaztijai, zelan ba-
SERRIECHEETAN arbi, aketiren,
ta azalurruna daeijüenai. Ogi
zurija aentzat baño, gozua-
goa da guretzat arto erregu-
gras y ahumadas servidas
frías. Los nabos duros sin
cocer.
Pedro. — Maestro, bien me-
lindroso y suceptible estás.
¿Pensabas que nos pondrían
perdices, pollas, becadas y
de las mesas de los grandes
los alimentos sabrosos? Para
carne de buey (para cocido
ó puchero) se nos ha pues-
to de cabrito la carne salada.
Los bueyes gordos y los he-
chos cecina los llevamos de
los ferrones y de los ricos á
las casis, dineros hermosos
para tomar, y de los gloto-
nes paralas casas guardamos
las ternerillas, los novillos y
las vacas viejas ó los cabritos.
Para el hambre buena no está
guisote malo. De los ricos en
las mesas no se les ataca con
tanto gusto á la tajada gorda
de buey y á las aves, como en
Baserri echeetan. baserri significó originariamente «pue-
blo» ó «país del monte, de la selva», y en Guipúzcoa y en
parte de Nabarra se aplica á los «caseríos». En este texto
conserva su primitivo significaao: así es que baserri echee-
tan suena como «en las casas rústicas» ó «en las casas del
despoblado», morada la más común y ordinaria de las cla-
ses rurales del país euskaro.
Daeijüenai. Flexión correspondiente á la T.** categoría del
verbal jarion «manar, derramar, exhalar», en su forma rela-
tiva y con el sufijo de recipiente.
XXVIII
tadca galanta. Talo ondo egi-
ña auspian, eznia, gaztañak,
ta sagarrak daukazan neke-
zalia, dontsuago da andiki
guztiak baño. Milikerijen ar-
tian ezda aragi sendorik egi-
ten. Begiratu baserri mutill,
ta gizon gaztiai, zeiii mardo
ta inamintsubak daukeezan
matralla alde ta zankuak. Zi-
mentu onak daukazan ecliia,
iraunkorrago da argalak dau-
kazana baño. Ikusi egizuz
andiki askoren alabak loraz
ta bichiz beteta. Ichurgatn,
ta zurbilduta, gauza ez ba-
tzuk, argal, erkin, aise apur
batek oeraten ditubala, oñak
zerbait ezkotii, edo bustiten
bajakeez, ESTULOAito biar da-
beela. Barriz giire neskatilla,
euh ta ateri, egiiraldi on edo
char, ortozik, edo abarka zu-
latubakaz dabiltzanak ¿zein
desbardiñakbesteetati?Aclm-
rren, laijetan, irabatiiten,
landara jorraan ta biargeirik
gogorrenetan, gizonen albo
IBILLIAEREN, eztarabe ain
erraz eztulik atera; ez osagi-
las casas del monte á los na-
bos, cabritos y berzas perfu-
me que manan (exbalan). Que
para ellos el pan blanco, más
sabroso es para nosotros el
maíz (pan de) tostado her-
moso. La torta de maíz bien
hecha debajo de la ceniza, la
leche, las castañas y las man-
zanas el labrador que tiene
(el labrador que tiene le-
che, etc.), más feliz es que
todos los grandes. De melin-
dres entre, no se hace carne
vigorosa. Mira los mucha-
chos de los caseríos y los
hombres jóvenes, cuan rolli-
zas y pulposas tienen de las
mejillas la región y las pier-
nas. Cimientos buenos la ca-
sa que tiene más duradera es
flacos que la que tiene. Ved
de muchos grandes las hijas
de flor y de adorno habien-
do (se) llenado. Desflgurán-
dose y perdiendo el color
(tornándose macilentas), co-
sa (son) algunas, flacas, dé-
biles, una miaja de aire que
las encama, los pies algo si
EsTULGA. La terminación adverbial ka está aquí dulcifi-
cada, sin duda por la inmediación de la 1: estülga «á toses»,
ó «tosiendo».
Ibilliahren. La r que figura en la aglutinación del sufijo
de posesión suele endurecerse cuando éste se une á un nom-
bre verbal.
XXIX
lie edo mecliku atzian ibilli.
Barijecubetan okelia jaateko
gach andija biarko dabee.
Jatsiko dirá meza enzutera
jai egunetanindriska ta edu-
rra bada bere; ta ain sendo
ta indartsubak dirá, zein da
iirun zakn, edo zorro andi
bat buruban dabeela, artuko
litukee besape bijetan andi-
kikume bi, bidé Inzian erua-
teko. Ez dá alan? Maisu Juan,
zetako zabiltz bada arpegi
char, igina ta miikertasuna
agertuten erretillu onetan
bota deüskubezan lapiko-
knai? JAizu arin ^
les humedecen ó mojan, to-
siendo que se deben de aho-
gar. Por el contrario nuestras
doncellas, lluvia ó raso (ya
llueva ó esté raso) tiempo
bueno ó malo (ya haga buen
tiempo ó malo), descalzas ó
con abarcas agujereadas las
que andan, cuan diferentes
de las otras? De las azadas,
en las layas, en revolver, ade-
más en la escarda y en las
labores más duras, de los
hombres costado (junto á) del
andar, no sacan tan fácilmen-
te tos; no del cirujano ó mé-
dico detrás andar. En los
viernes trozo de carne para
comer gran mal deberán te-
ner. Bajarán la misa á oir de
fiesta en los dias ventisca y
nieve aun si es; y tan vigo-
rosas y fuertes son, cual es
un saco de lienzo ó costal en
la cabeza que lo tienen, los
tomarían en debajo de los
dos brazos hijos de grande
dos, en camino largo para
llevar. No es así? Maestro
Juan, para qué andas pues
cara mala, el rencor y la es-
quivez en mostrar (mostran-
do) en este plato que nos han
echado á las (cosas) del pu-
chero? Cómelo listo.
MOGUEL (J. A.).
Jaizu. Contracción de jan egizü «cómelo».
1 Peru-Abarka, pág. 57 y siguientes.
XXX
Arbola bat zan Paraclisoan
Jaunak apropos jarria,
Mnndu guzia artu egoian
Lotsa ta izal andia.
Bere azpiaii bizitea zan
Aita Adanen gloria.
Andik kampora, ¿zer topan
eban
Ezpada negargarria?
Arbola santu aren azpian
Bizi zan, zeriian leguez,
Eiikazalako atsegin danak
Eta nekerik baperez.
¡Ay, begiratu baleutsa beti
Lotsa on eta itzalez!
Mundua etzan gaur arkitnko
Onembeste atsekabez.
Arbola bat zan Bizkayan
bere.
Un árbol era en el Paraíso
Por el Señor apropósito pues-
to
El mundo todo para que le
tomase
Temor y respeto grande.
En su debajo el vivir era
Del padre Adán la gloria.
De él fuera ¿qué encontraba
Sino lo lamentable?
De aquel árbol santo debajo
Vivia, como en el cielo,
Porque tenía todos los place-
res
Y ni un solo trabajo;
¡Ay si le liubiese mirado
siempre
Con temor bueno y respeto!
El Mundo no se habrin en-
contrado
Con tanta aflicción!
Un árbol era en Bizcaya
también
Jaunak jauría. El sufijo del agente llena las mismas
funciones que el «por» castellano, como es propio ilelas ora-
ciones de pasiva: «por el Señor puesto».
XXXI
Nenre anayak la.ztaxak,
Zeiñen azpian pozez beterik
Egoten ziran asabak;
Kerispe zabal artan jarririk
Eginda enren Batzarrak,
Bustarribaga, nasai ta libre,
Bizi ziran bizkaitarrak.
Bere azpian umildn ziran
Errege Gaztelakoak,
Efca lekurik ez eben izan
Sekula barriz moroak;
Atzera gura badogu izan
Libre len giúan lakcak,
Ichi daiguzan erdaldunen-
tzat
Erdaldan dirán kontuak.
Aztu daiguzan geure artean
Izan dirán aserreak,
Izan gaitean anaiak eta
Euskaldun zintzo garbiak:
Betor guraso zarren fedea,
Betoz asaban legeak,
Mis queridos hermanos del
alma,
Del cual debajo, de alegría
llenos
Se estaban los abuelos (cin-
tepasados);
En aquella sombra ancha
puestos
Haciendo sus Asambleas,
Sin yugo, holgados y libres
Vivieron los bizcainos.
En su debajo se humillaron
Los Reyes castellanos,
Y lugar no tuvo
Jamás, por el contrario, el
moro;
Atrás (para volver hacia atrás)
el deseo si tenemos
Libres antes como éramos.
Dejemos para los castellanos,
Castellanos los cuidados que
son.
Olvidemos de entre nosotros
Las discordias que han sido.
Seamos hermanos y
Bascongados prudentes y pu-
ros
Venga de los padres viejos
la fé.
Laztanak. La palabra laztan significa «abrazo apretado».
Se usa como adjetivo en el sentido de «querido», pero con
cariño muy intenso y vivo. Para marcar bien el significado,
he añadido en mi traducción la frase «del alma» á la palabra
«queridos».
XXXII
Bere negarrak leortu daizan
Ni jayo nintzan Erriak.
Oh neiire erri maite maitea!
Zakustaz triste negarrez,
Zure alabak euren buruak
Baltzez estaldu dituez,
Trentza mardoaktiraka atera
Ta sutara bota dabez,
Ganr eiiskaldunak dirala
orreek
Ezin ezagutu leikez.
Isildii ziran neskachen
kantak,
Miitiitii artzain chistiiak,
Zelai zabal ta jolas lekuak
Gaiir dirá basamortiiak:
Arroak beera icliasoriintza
Doiazan errekachuak,
Gau eta egun chilioz dagoz
¡Ay, gara gaztelakuak!
Bakarrik dakust pozgarri-
clio bat,
Euskaldnn amen fedea,
Benturaz oneek bigundii lei-
ke
Jaungoikozko aserrea,
Eta zerutik jatsi barriro
Vengan de los antepasados
las leyes,
Sus lloros que seque
El Pueblo (en) que yo nací.
Oh mi Pueblo amadísimo!
Te veo triste con lloro (llo-
rando)
Tus hijas, de ellas las cabezas
De negro las han cubierto.
Las trenzas gruesas á tirones
las han arrancado
Y al fuego las han arrojado.
Hoy Bascongadas que son
esas
No se podría conocer.
Se callaron de las mucha-
chas los cantos.
Enmudecieron de los pasto-
res los silbos.
Los prados anchos y de las
pláticas los lugares
Hoy son desiertos:
Hinchados abajo hacia el mar
Van los arroyuelos,
Dia y noche con alaridos es-
tán (diciendo)
jAy, somos castellanos!
Solamente veo un consue-
lito,
De las madres bascongadas
la fé,
Por ventura éstas pueden
aplacar
La Divina cólera,
XXXIII
Galdu zan libertadea,
Mendua mundu bizi dakigun
Geniikako arbolea/
Y desde el cielo bajar nueva-
mente
La libertad que se perdió
El mundo (mientras que es
mundo) que nos viva
De Guernica el árbol.
AEEESE.
1 Arbola bat.
XXXIV
Apéndice segundo.— VARIANTES VERBALES
Voz transitiva.
A DIALECTO GUIPUZCOANO.
Indicativo: presente.
(4.* categoría)
{7."
categoría)
(7." categoría)
(los)
(lo)
(los)
(los)
DIOZKAT
DIET .
. DIEZTET
DIOZKATET
DIOZKAZU
DIEZU
DIEZTEZU
DIOZKATEZU
DIOZKA
DIE ,
DIEZTE
DIOZKATE
DIOZKAGU
DIEGÜ
DIEZTEGU
DIOZKATEGU
DIOZKAZUTE
DIEZUTE .
DIEZTEZUTE
DIOZKATEZUTE
DIOZKATE
DIETE
DIEZTEE
DIOZKATEE
(4.* categoría)
(los)
NIOZKAN
ZIÑIOZKAN
ZIOZKAN
GIÑIOZKAN
ZIÑIOZKATEN
ZIOZKATEN
Pretérito imperfecto.
(7." categoría)
(lo) (los)
NIEN .
ZIÑIEN
ZIEN .
GIÑIEN
ZIÑIETEN
ZIETEN
NIEZTEN
ZIÑIEZTEN
ZIEZTEN
GIÑIEZTEN
ZIÑIEZTEEN
ZIEZTEEN
(7." categoría)
(los)
NIOZKATEN
ZIÑIOZKATEN
ZIOZKATEN
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1 La materia de esta seccióu, si entrásemos en los detalles y mouudoncias do que es sucop-
tiblc sería, por decirlo asi, ina(,'otablo. Yo nio limito ádar ú conocer Ins variantes dolos tiem-
pos principales do uso litoraricj, ijiie más separadas ostiin por su forma do las puestas on el texto.
Así inismo, pruHcindirt' do las variantes do la conju¡,'acii)n sencillti, aumpiücou sentmiento, por-
que ¿sto libro os yá demasiado voluminoso.
Tampoco comi)r(jniIo on ósto api'^ndico las variantes suletinas Ifi por(iue éstas so rotteren
goncralmüutu ú formas aisladas, lo cuiil es peniitrar do lleno en el terreno do lo particular y
detallado; 2" por(iU(i pocas veces ton puras, estando i or lo común bajo la influencia do loa
dialactoH bajo-nabarros y .1." ponjuo en la actualidad no so usan en la literatura, siuó con ca-
rácter esc pcional, otias tjue las (juts conocen y» los lectores.
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^
XLIV
C. DIALECTO BIZCAINO.
Indicativo: presente.
(1." categoría)
(los).
DODAZ.
DOZUZ.
DITU.
DOGUZ.
DOZUEZ,
DABEEZ.
Potencial: Futuro presente.
(4.* categoría),
(lo).
DAIKEOT .
DAIKEOZU.
DAIKEO .
DAIKEOGU.
DAIKEOZUE
DAIKKOE .
(los).
DAIKEODAZ.
DAIKEOZUZ.
DAIKEOZ.
DAIKEOGUZ.
DAIKEOZUEZ.
DAIKEOEZ.
(7.* categoría).
(lo).
DAIKEOET.
DAIKEOEZU
DAIKEOE .
DAIKEOEGU
DAIKEOEZUE
DAIKEOEE.
(los).
DAIKEOEDAZ.
DAIKEOEZUZ.
DAIKEOEZ.
DAIKEOEGUZ,
DAIKEOEZUEZ.
DAIKEOEEZ.
Pasado próximo.
(4.* categoría).
(lo).
NEINKEO .
ZEINKEO .
LEIKEO .
GEINKEO .
ZEINKEOE.
LBIKEOE .
(los).
NEINKEOZ.
ZEINKEOZ.
LEIKEOZ.
GEINKEOZ.
ZEINKEOEZ.
LEIKEOEZ.
(7." categoría).
(lo).
NEINKEOE.
ZEINKEOE.
LEIKEOE .
GEINKEOE.
ZEINKEOEE
LEIKEOEE.
(los).
NEINKEOEZ.
ZEINKEOEZ.
LEIKEOEZ.
GEINKEOEZ.
ZEINKEOEEZ.
LEIKEOEEZ.
^
XLV
Voz intransitiva.
A. — Dialecto guipuzcoano.
Indicativo: Presente.
(4/ categoría).! (7.' categoría). (7.» categoría)
NATZAYE.
ZATZAYE.
ZAYE.
GATZAYEZTE.
ZATZAYEZTE.
ZAYEZTE.
GATZAYOZKA.
ZATZAYOZKA.
ZAYOZKA.
GATZAYOZKATE.
ZATZAYOZKATE.
ZAYOZKATE.
Pretérito imperfecto.
(4.* categoría).
GINTZAYOZKAN.
ZINTZAYOZKAN.
ZITZAYOZKAN.
(7.'^ categoría),
NINTZAYEN. '
ZINTZAYEN.
ZITZAYEN
GINTZAYBZTEN
ZINTZAYEZTEN
ZITZAYEZTEN
Potencial.
(7.'' categoría),
GINTZAYOZKATEN
ZINTZAYOZKATEN
ZITZAYOZKATEN
Futaro presente.
(2.* categoría).
ZATZAKIKET
DATZAKIKET
ZATZAZKIKET
DATZAZKIKET
Pntnro presente.
(7." categoría).
NATZAKIEKE
ZATZAKIEKE
DATZAKIEKE
GATZAZKIEKE
ZATZAZKIEKE
DATZAZKIEKE
Pasado próximo.
(2." categoría).
ZINTZAKIKET
LITZAKIKET
ZINTZAZKIKET
LITZAZKIKET
Pasado próximo.
(7." categoría.)
NINTZAKIEKE
ZINTZAKIEKE
LITZAKIEKE
GINTZAZKIEKE
ZINTZAZKIEKE
LITZAZKIEKE
XLVi
Condicional: futuro próximo.
(7." categoría).
(4.* categoría). ¡ (7.* categoría).
NINTZAYEKE
ZINTZAYEKE
LITZAYEKE
GINTZAYEZTEKE
ZINTZAYEZTEKE
LITZAYEZTEKE
gintzayozkake
zintzayozkake
litzayozkake
GINTZAYOZKATEKE
ZINTZAYOZKATEKE
LITZAYOZKATEKE
Imperativo: presente.
(4." categoría).
ZATZAKIOZKA
BEKIOZKA
(4.* categoría),
GATZAKIOZKAN
ZATZAKIOZKAN
DATZAKIOZKAN
(4." categoría),
GENKIOZKAN
ZENKIOZKAN
ZEKIOZKAN
(7.* categoría).
ZATZAKIE
BEKIE
ZATZAKIEZTE
BEKIEZTE
(7." categoría).
ZATZAKIOZKATE
BEKIOZKATE
Subjuntivo: presente.
(7.» categoría).
NATZAKIEN
ZATZAKIEN
DATZAKIEN
GATZAKIEZTEN
ZATZAKIEZTEN
DATZAKIEZTEN
Pasado.
(7." categoría).
NENKIEN
ZENKIEN
ZEKIEN
GENKIEZTEN
ZENKIEZTEN
ZEKIEZTEN
(7.* categoría),
GATZAKIOZKATEN
ZATZAKIOZKATEN
DATZAKIOZKATEN
(7." categoría).
GENKIOZKATEN
ZENKIOZKATEN
ZEKIOZKATEN
XLVII
B — Dialecto laboetano.
Indicativo: pretérito imperfecto.
(4.* categoría).
NINTZAYON
ZINTZAYON
ZITZAYON
GINTZAZKION
ZINTZAZKION
ZITZAZKION
(7/ categoría),
ZINAIZKOTEN
ZITZAYOTEN
GINAIZKOTEN
ZINAIZKOTEN
Potencial: futuro presente.
(2 ." categoría) . ¡ (5 ." categoría)
ZITAZKIKET j ZITAZKIGU
I DAKIKEGU
ZITAZKIKETET | ZITAZKITEGU
DAKIZKET I DAKIZKEGU
(S.--» categoría).
NAKIKEZU
GITAZKETZU
(6.* categoría),
NAKIKEZUE
GITAZKETZUE
(4.* categoría).
ZITAZKIOKE
(7." categoría).
ZITAZKIOKETE
GITAZKIOKE
ZITAZKIOKETE
DAKIOKETE
GITAZKIOKETE
ZITAZKIOKETEYE
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XLIX
Subjuntivo : presente.
(1.* categoría).
NADIN.
ZAITEN.
DADIN.
GAITEN.
PAITEN.
(5." categoría).
ZINTAZKIGUN.
ZINTAZKIGUTEN.
ZITAZKIGUN.
(4.* categoría,).
NAKION.
ZATZAIZKION.
DAKION.
GAIZKION.
ZATZAIZKIOTEN.
DAKIZKON.
Pasado.
(3.* categoría).
NINTAKIZUN.
GINTAZKITZUN.
ZITAZKITZUN.
(7.» categoría).
ZATZAIZKIOTEN.
ZATZAIZKIOTEN.
DAKIZKOTEN.
(6.* categoría).
NINTAKIZUEN.
GINTAZKITZUEN.
ZITAZKITZÜEN.
(4.^ categoría).
NINTAKION.
ZINTAZKION.
ZAKION.
GINTAZKION.
ZINTAZKIOTEN.
ZITAZKION.
(7.^ categoría).
NINTAKIOTEN.
ZINTAZKIOTEN,
ZAKIOTEN.
GINTAZKIOTEN.
ZINTAZKIOTEYEN.
ZITAZKIOTEN.
C. — Dialecto bizcaino.
Potencial: Futuro presente.
(4.* categoría),
NAKIKEO.
ZAKIKEOZ.
DAKIKEO.
GAKIKEOZ.
ZAKIKEOZE.
DAKIKEOZ.
(7.'' categoría).
NAKIKEOE.
ZAKIKEOEZ.
DAKIKEOE.
GAKIKEOEZ.
ZAKIKEOEZE.
DAKIKEOEZ.
(4.* categoría).
NEINKIKEO
ZEINKIKEOZ
LEIKIKEO
GEINKIKEOZ
ZEINKIKEOZE
LEIKIKEOZ
Pasado próximo.
(7." categoría).
neinkikeoe'
zeinkikeoez
miikikeoe
geinkikeoez
zeinkikeoeze
leikikeoez.
CUADRO I.
Flexiones correspondientes al tratamiento familiar de la voz transitiva del
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IZA calegoria: \o) (2» categoría: los)
(3.* calegoria: lo)
(3.1 categoría: los) i
(4.» categoría: lo)
(4.* catogofin: ios)
(5 a categoría: lo)
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díK. din
dlagu, dlñogn
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dituK. ditun
XUtiK, ZOtiíi
setiKagu, Eotmagu
zetiteK, zetiton
didaic, didan
zidaK. zidan /
zidateK. zldaten <
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dizKÍdaK, dizKidau I — —
zizuidaK, ziZKÚlaii 1 diK,iK, disifi
— — : diKiKagu. diKloagu
z ZKidttteK, aizKidateii | diKiteK. dislten
diZKiEat, dizKiíiat
diZKÍK, diZKÍÜ
diZEÍE-igU, -iizKiñagu
dizEiteE, dizKiton
ziosat, zioñat zizKíoKat, zi/.Kiouat
dioK, diou dizKioK. dizKiou
ZioK, Zion ZlZKiOB, ZiZKiOU
zioKagu, zionagu zizKioEagu, zizElonaga
ziotes, ziotou ziZEiotoE. zizKloton
di^uR, digiin
ZlgUK, ziguii
zlgutos, zigutou
dlZKiguR, dizRtgvín
ziZRigiiE, zizsigua
zlzEigutos, zizEíguten
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zíRan, zifian
giíiiEao, eifiinan
nituKan. uitunan
itiiKan, Uuoau
zltuKan. zituuan
gindiiERD, eiudtmm
tituoKan, zituenan
ídaKan, idauan
zidaEau, zidanan
zidaEaten, zidanatou
— — ' uiEiKan, níKiftau
iZKidaKan, iziíidaiiau I — —
zizKidaEan, zizEidaiian zisiKAn, ziKíñan
— ¡ ginKÍEan, ginKiiian
zizKidiKaton, zizEidanaten | ziKiKat;n, ziKiñaten
uizEiKau, niziáüan
zizKÍKan, ziZKíñan
gíuzKÍKan, giuzEiñaa
zizEíKaten. zizEiñateu
uioKan.nioiían
ioBon, ionan
zioKau. zionnn
giuicKan giftloiian
ziosaton. ziouaten
níZKioEan. niZKionan
izKioKan. izKiouan
zizKiüEau, zÍ¡''Kionan
giíiizKioKiin. RiüizKionan
zizEtoKatpon. zizsiouatou
igusan, ignnan
ziguKou, ztgunau
zigusaton, ziguuatea
IzRiguKan, iZKigunan
zlZKÍguRau, zizKlguuau
zizRigiiEatcn. ziZKlguuaton
j
e«
^1.
dozaKeat, dezAEon&t
doKaKOK, dii;iuKon
dozaEoagu, dozaiíonagu
ditsaseat, ditzaEeuat
itzaKOK, itzaKuQ
ditzaKcu. ditzaKfti
diizaKoagu, ditzanenagu
di;zaKe:«K, ditzaKeten
ezadaKes. ezadasen
dizadaKoK, dizadaEon
dizadaKetoK, « izadaKoten
— — I dizaKcat, dizaKcnat
zazKidaKGE, zazEidasen 1 — —
diizazEídaEeE, ditzazKídaEeu ! dizaseE, dizaKcii
— — ; dizuK-jBgu, dizaiionagu
ditzazKidaEutcE, ditzazEidaEoton ; diz KoteE, dizaEcten
ditzazKiEoat, ditzazKÍEenat
ditzazKÍKot, ditzazKÍEcu
ditzazKiKuagu, ditzazEiKenagu
ditzazEÍEet k, ditzivzEisüton
dizayoKeat;. dizayoaoiiat
izayoaeE, izíiyuKon
dizayoKaií. diz lyoKon
dizayoKougu. dizayouenagu
dizayoKotcK, dizayoKoton
dltzazEioEoat, ditzazKiosouat
ítzazEijKeK, itzazKiOEou
ditzazEioKoK, ditzazKioEon
ditzazKioKniLgu, ditzazEioEOuagu
ditzazEiostitoE, ditzazRioEctcu
zaguses, zaguiwn
dlzoguEOK, dizaguEon
dizaguEutoK, dizagimoten
ziizuignnoR, zaZEiguEcu
(Utza/.EiguKCK, ditZttZJiiguEen
dilzazKíguEotüK, ditzazEÍguRetcu
i
í ó
DOZaEOS. DOZaEOU
loZIlKOK, loKflKen
goDzaKos, gotuaaon
utUaKOK, uit/auon
iesaEtis. HzaKvu
litzasoE, lítzaKun
glutzaKeH, giutzaKoa
lltzaKetoK. litzaEotoD
cnzadaKeK, euzadaKen
lizadaEeE, HzadaBon
UzadaEoteE, lizadaseteii
itzazEídaKoE. itzazEidasen
litzazEidaa«K. litzazEidaKjn
lítzazEídasetoK, lítzazEidaEeteu
nizaESK, nizaseu
liüaKeK. lizaEcu
lizaKeteE, lizaKcten
iiitzazKÍEet, uitzazEÍEau
litzazKÍKeE, litzazKíKeu
giutzazKiEeE, giutzazEiKen
HtzazEiKoteK, litzazKÍEeten
utzayoKOK, nizayoKcu
iicayoRCK, izayuKen,
lizayoEeK, lizayoEen
)^iazayoEeK, ginzayuEoa
lizayoKotoE, Uzaj^Kott»
itZilZKluKtíK, itZnZEioKtiU
lil/.azitioKüE, litZoZRiuKüU
gin.ziizKioKOK, gintzuzEiuEon
litzazEÍOKoteK, litzazEioEetoD
enzaguKoB. oiizaguEen
lízaguEúE, li/.agtiuuu
lizogusetoE, lizngtiKoton
intzazEiguKOK. intzaziciguKen
litzazKiguKoK, lítzazKigLUíou
lltzaiíKigiiKotüR. litzazKigutteton
niEoE, DtEen
liKOK, liKon
eluKos. giDKOn
ntttizKoK, nituzuea
itUZEOE. ítUZKOU
litUZKOK, litUZKUll
ginduzKes, giuduzK6D
lituzRtítuK, li iizKoten
idaEOE, IdaHen
lidaEuE, lidaKen
lidasetoE, lidaEcten
izKidttKeE. izEidason
liZKidaEeK, liZEidaEon
liZEidaEeteE, lizEídasoton
niKÍKeE, níEiseb
liEÍEOE. liEiKen
ginEíKeE, giuEisen
liKiK teE, liEiEeten
nizEÍEOE, nizKiKon-
lizuiKOK, ItZKÍKOn
giuzEiECK, ginzKiaon
lizKÍEotcE, lizsiEcteu
iiioKeK, nioEon
lioRefK, lioRen
giídOKOK, giíiiOKün
lioKeteK, lioKoteu
UiZEtOKOE. DÍZSiOEeU
izEioEen, izxioKou
lizEioEQE, lizoioKen
gii^iZKioKOE, glfitZEioKon
liZEÍOKOtOE, HzKioKOtoU
igUEOK, itíUKüU
ligllROE, ligUROU
liguEeteK, ligUKOtüQ
¡ZRigllROR, iZKigUROn
liZUlgUIIuK, liZKlgURCU
liZBlgllKüteK. lizKigviKütun
0.0
|i
i '
si
S
baniK, banln
bnuK, baim
baliK. ballii
bogifíiK, basiriln
baiiituzaE, bauituzau
baltuzuK, baituzau
balltuzaE, balit tizan
baginduzaE, bagiuduzan
balituzaE, balituzan
baidaK, baldan
balidaK, baltdan
balidatOB, balidatou
baizKídaK, baizEidan
balizKidan, baliZEidan
balizEidatoE, balizEidaten
baniííÍK, baníKin
balJKiE. baliuin
bagiuEiK, bagiuKin
balíKi eE, baliEitcn
banizEÍE, baniZEin
balizEiK. balizKin
b-ginzKiK, b igiuzKin
balizEítes, balizKiton
banioE, baníon
baiOK, baiou
ImlioK, balion
bagiñioK, bajíifíion
balioteH, balioten
banizKioK. banizKiuu
baiZKioE, baizEÍou
baliZKioE. balizEion
bagliiiZEioK, bagiAizsioa
balizKloteE, balizuiotcn
baiguK, baigiin
baliguK, baligua
balígutoE, baligutea
bnlzRlgUG. baíZBigiin
baUzBlguB, b&lizKlgun
balizBigutes, balizRiguton
^1
. !
isax. Izan
zadaEi zadan
zazEidaK, zazKídan
z z
z z
ziyoB, zayou
zazEíoE, zazRion
zaguK, zagun
zazKÍguR, zazEigun
•
s
s
£
9Í
dozaKadan, desaaadan
duKaKan, dozaaan
dozaKaguQ. dutanagun
dezuKatoo, duEauaton
ditzaKadan, ditzauadau
ttzaRaii, itzanaii
dttzaEaa. ditzanan
ditzaxaguu, ditz&aagua
díUaKaton, ditzaDatcn
ozadaEan, czodanan
dizadoEau, dizadauan
dizadaKaten, dizadanateu
zazRídaEan, zazKidanan
dizazKidaKau, dizazEidanan
dizazKidaEaten, dizazEidanaten
dizaKadan dizanadau
dizaiían, dizanan
dizaKagun, dizanaguu
dizaEaten, dizanateu
dizazKiEadau, dizazEiñadan
dizazKÍKan, dizaZKÍñau
dizazKtEaguu, dizazEiñaguu
dizazEÍEaten, dizaZEíñaton
dizayoEttdan dizayonadan
izayoKfwu. izayonan
dizayoxau, dizayouan
dizayoEaguii, Uizayonagun
dizayoKaten, dízayonaten
dizazKíoEadan. dizazEíonadan
izaZKioEau, izazEiouau
diztiZKioKau, dizazEionan
dizazEÍoKaguu, dizazEiouagun
dizazuioKateu, dizazsiouatea
zaguKan, zagunan
dízaguEau, dlzauuuau
dizaguKatOD, dizagunaton
zazKignKan, zazBigunau
dizazidguRau, dizazuigunan
dizazBiguBaton, dlzazEtgunateu
1
— — — .^
gousaKan, gouzauui
Bozasftten. zozauaten
iiitzasan. iiitz nan
ittaKan. itzanan
ziUasau, zitzauan
giutzaKan, giutzauau
zUsaKQtfiD, ziUanaten
oDzadaEan. enzadanan
ztzadaEaii, zizadauau
zizadaKaten, zizadanaton
izazEidaEan, izazEidanan
zizazEidaKau. zizazEidauan
zizazEídaKateu, zizazEidanaten
ginzüEau, ginzao^n
zizasaten, zizanatea
nízazEísan, nizazEiñaa
zÍzazEÍE,an, zizazB.ifian
zizaZEÍEatcu, zizazEiñaten
nizayoEau, nizayonan
izayoEac, izayonan
zizayoEan, zlzayouan
gínzayoEan, ginzayonan
zizayoEatcu, zlzayonaton
nlzazKíoKan, nizazKionan
izazRioKau, izazRiouun
zizazEioEau.'zizazKlouan
ginzuZEioEan. ginzazRiuuan
zizazEioBaten. zizaZEíonatoa
onzaguRan, onzagimau
ZtizaguKau, zuzagunau
zozagUEatoa, zuzagunuton
inzBzxigUBan, InzazKinunau
zizazRiguRau, zlzazKiguuau
zizazKÍgURatou, zizaziiiguuatou
OBSERVACIONES. El líala miento en
obstáculo sório (lue les impida aislar los
gUüas ocaBioDCS, la primera de estas caraclerjslicas ha liesaparecido por elisión
ik pos,'e íTíneralmerite liahlamlo los mismos moJos v tiempos ,|uc el Irataraiealo en 2«. Coq las reglas que repeli.Iamente h^in sido expuestas, será empresa imiy sencilla el recouslituir ¡'""f >' "|™*-J.^' ."^'^^^^^
, u-jclcüs V 10.103 los demás elementos constitutivos, siguilicalivos y eslélicos. Aunque este auálisis daiia ocasión á muy iuteiesautes observaciones, tengo ya acotado con exceso el espacio de que la^onablemeutt putdo m.pouti, y pit.cui
1 tratamiento familiar de la voz transitiva del verbo guipuzcoano.
(5.* categofia: lo)
(5.» categoría: los)
I (6.a categoría: lo) i (6.» categoría: los
(7.a categoría: lo)
zigutes, zigutoi
zigusaten, iiiguuaten
dizogusotoK, dizagusoton
zizsigatoK, zlzKiguten
iZKiguRan. izKiganaii
zizuijfíiKau, zizKiguuau
zízulgimatcii, ziZKigtiiiaten
lizagusotoE, lizagiiseten
ligUEetOE, ]igllKetOD
baligutoE, baliguteu
zaguK, zogun
zaguKan, zaguuan
dizagüKau, dizoKuuou
dizaguE&tOD, dizagunaton
zozaguxatoD, zozoguuuton
znzuigiiTcoK, zazsiguKcn
dltzazKigiiKCK, ditzaZKiguseu
ditzaKKíguEotoB, ditzozsiguKete
intzazKíguKCK. intzazKíguKen
lilzazKti;tiKeK, litzazKíguKúu
litzazKigUKOteH. litzazEJgoKeton
lizEigiiKetoR, HzEiguKeten
baliZKigutoE, baliZKiguten
zazKígus, zazEigun
dizozKiguxaten, dizazsigunatou
zizazKígUEaton, zizazEiguuato:
zioteEat, zlotenat
díoteK, dioteo
zioteK, zíoten
ziotCEagu, zioteuag
nioteKan, niotcnan
iotuKan, ioteuau
ziüteitaa, zioteuau
giniotuEau, gifíiotüuan
ziotüEaCúD, ziotenuten
(7.a categoría: los)
zizKÍeKatet, zizKienatet
diZKíeKateE. dizKieuateu
zizEiüSateE, zizKienaten
zizEJeguteE, ziZKiegutcu
ZizKieKateE, zíZKienaten
gifiizKíeKan, giüizKieuau
zizEíeteKan, zizEietenan
dizayeKeat, dizayeKeuat
izaycKeK. izayeKeu
dizaycKeK, dizayeKen
dizaycEeagu, dizayettenagu
dizayeKeteK, dízayuEeteu
ditz izicieEeat, ditzazEíesenat
ítzazEieKeK, itzazKieEen
di'zazKieKeK, ditzazEieEen
ditzazKieKeagu, ditzazKioEenagu
ditzazKieKeteK, ditzazKíeKeten
I nizayeKeE, uizayeKeu
¡ ízayeKeK, izayoKüU
I lizayeKeK, lizayesen
giuzayeKeE, gínzayeEOQ
lizaycEet-K, HzayeKeten
nibteReE, uíoteEea
íoteEeK, íoteKen
líoteEeK, liottiKen
giüioteKeK. giñiotoKen
lioteKeE, lioteKou
banioteji, bauioteu
baioteE, baloten
baliotsE, baliotou
bagiüioteE, bagiñioteu
balloteE, balioteu
zayotüE, zayoteu
dizayeKadan, dizayenadan
izayeKau, izayenau
dizayeKan, dizayeuan
dizayeEaguD, dizayenagun
dizayesaten, dizayenaten
nizayeKan, nizayonan
izayeEaii, izayeuau
zizayeEau, zizayenQU
giuzayeKan, giuzayeuau
zizayeEaten, zlzayenatei]
giutzazKJeKeK, gin.zazEieKen
litzazEÍeEeteE, litzazEieseten
nizEiGECE, niZKieEeu
izEieEeE, i
liZEioEeE, li:
giñizEieESE, gifíii
liZEieEeteE, liZEieEeten
eteE, balizEieteu
zazEieE, zazKiea
dizazEíeEadan, dizazEienadan
ízazEÍeEau, izaZEíeuan
dizazKicEan, dizazEienan
dizazEie£.agtin, dizazKieuagun
dizazEicEaten, dizazEienateu
gmzazEieEau, giuzazEienan
zizazEÍeEateu, zízazEieuatea
nacbioE. nacbion
nachjoteE, uacliioteu
uíucbioKaton, niiicliiouaten
nazadaEOE, nazadaEcn
uazaEetcE, uazaEeten
niutzaKoteE, uiutzaxeten
ninchouduKeteK, uincheuduEeten
baniucbonduteE, baninchenduten
DazaE, nazau
uazadaEan, nazad lU
nazaKattíu, uazauaten
neuzaEatcu, ueuzauaten
I íll.a categoría)
induKadau, iudunadan
iuduEateo, induuateii
azaEoKat, azasenat
azasetoE, azaEeten
íntzaíEeEat, iutzaíRenat
íiitzaíKeE, iutzaiKen
iutzaíEeEagu, iiitzaiEenagu
iutzaiEeteK, íntzaiseteu
iuduseEat, iadusenat
induKOE, iuduEea
iuduEetGE, iuduEeten
bainduEat, baíndunat
baiuduE, baiudua
bainduteE, baíoduten
azadanaii, azadanan
azaKagim, azaiiaguu
azaEatcD, azanaten
utzadaKau, iutzadoDAn
utzaKaten, intzauatcu
gacbetitoE, gaulietitcn
gínchioKatcn, giiicbionatou
gaí: zaKoteE, gaitzaKoten
gintzaEoteE, giutzaseteu
gmcbenduEoteE, gíuclionduEetcu
bagiuduzKUE, bagiuduzKiin
baginchenduK, bagiucbüudun
baginchenduteE, bagiachenduben
gaítzas, gaitzaii
gaitzakaten, gaitzanateu
.¡nzasaton, ^inzanatcn
a el recousliUiir unos y , . .
10 el espacio tic (jiie raíoiialjlemenle
olios, Y el fuimíir las flexiones que les correspondeo y uo figuran ea el cuadro anterior. La regularidad que preside á lodíis oslas formaciones es en verdad muv gn
ablemenle puedo disponer, y prescindo de él. Las llexioues del iratanñeulo masculino esláu cai-acterizadas por k (sola ó con vocal de ligadura), y las del fcintMiino por n ó /íse^ni
oslas formaciones es en verdad muy grande, y los lectores no enconlrafc-ín ningún
i
CUADEO JI.
Flexiones correspondientes al tratamiento familiar de la voz intransitiva del verbo gaipuzcoano.
!— -^
|1.i categoría.)
(2.1 categoría.)
. (3.a categoría.)
(4.a categoría.)
(5.a categoría.)
(6.« categoría.)
l7.i> categoría.)
i g
s
a
z
1
£
aiz.'ftiz
tloK. (Icil
gaítiiK. ii& tuii
(^itiii:, clituti
atzait. atzait
zaitadaK, zaitaclan
zaiZRidaR, zaizKidau
uatzaíE, aatzain
zain, zain
gatzaizKíK. gatzaizKin
zftizEiK zaizKiu -
natzayoE, natzayou
atznyoK. atzayon
gatzazKioE, yatzaZEíon
zazEÍoB zazEion
nictzaEioEan, iiintzaEioiíaa
zitzaKÍOEan. zitzaRÍoiian
zitzazEioaan, zitzazaionau
atzaiguE. atzaigun
zaiguK, zaiguu
zaizBiguE, zaizEiguu
■ z z
natzayotfcR. uatzayoteii
atzayoteH, atzayoten
zayotes, zayoteii
gatzazEieE, gatzazRien
II
nimliiRau. nindunan
iut7,asaD, iutz&uau
giiuliiBan, gindunan
ituEan, ttanan
JDtzaidaEan, ¡Dtziidauau
z itz ai (1 altan, zitzaidauau
zitzaizEíd&Kau, zítzaizuidanan
nintzaKiKin. uintzaEiñan
zitZbEÍEau, zítzaKíñañ
gmtzaizEíEan, gintzaizEiñan
idtzaizEiEan, zitzaizEíúau
intzaÍEiguBau, intzaiKignnan
zitzaiEiguEan, zitzaiEigunaii
zitzaizEÍguEan, zitzaizEigiitiiin
OEignECE. aRiguEon
daKiguEtíE. daEiguKGii
daiZEigUEeE, daizEigiiEOU
z z
nintzayotoEan, iiintzayotenan
intzayoteEan, intzivyotonan
zitz yotoEan, zitzayoteuan
giutzazRieKau. gintzazRieuan
zitzazEioEan. zitzazEieuau
o
o.
1
-1
nitüECK, nitesen
aitcKOK, aiteReii
(litwKeK.diteKon
eaitezKOK, gaitezKcn
ditezaoK, ditezEen
aKidnKoK. aKidaKen
daRidaiieR, daKidaRen
daizKidaKeK, daiZKidaKen
naKíEGE, naEineu
daEiEmí, daKíEen
gaizEíECE, gaizKiEen
daízEiseE, daizEÍEeu
naEíoEOE, naEíoEen
aEioECE, asioKeu
daRioEeK. daEiOEon
gaizEíoKeE, gaizEioEen
daizEioKeE, daizEioEon
z z
naKíoteECE, naRioteKeu
aEíotoReE, aKioteEeu
daEiotoEeE, daRiotoReii
gaizRiotJEeE, gaízEioteBeii
daizBioteEBK, daiZBiotoKeu
1.1
ninteKeK. RinteKon
illlt'KOK, illtORÚU
íit.íKfK. mesón
({ititezKOK, RintozKGn
HtozKOK, litezEon
intzaKidaKeK, intzaKí'laKcn
litzaKidaKeK, HtzaKidaKtíU
litzaizaidaEoE, UtzaizsidaEeu
iiiutzasiEQK, DÍutzaEiEen
litzattiBeK. litzaEiKGn
gintzaizEiEGE, gintzaizEtEen
litzaizEiEOE, litzaizEiEon
uiutzaEiOEBE, nintzaEiOEen
intzaRioKeE, intzaEioEeu
litzaEioReE, litzaKionen
gintzazEioseR, giutzaísEioEeu
litzazEioEeE, JitzazKioEen
intzaEigiiEGE, intzaEiguBen
litzaEiguEeE, litzaBiguEen
litzaiERiguBeE, litzaizEiguEeii
z Z
uiutzaEioteBeE, nintzaRíotOEou
intzaRiottíRuB, intzaEiotoRen
litzaKioteROR, litzaBioteken
giDtzazEioteEeE, giutzazHioteKen
litzazKiotcReE, litzazkioteRon
IV. CONDICIO-
NAL.
21. Futuro
próximo.
niiultiKeK, ninduRen
iutzaKfiK, intzaReu
litzaRUR. litzaReu
giiiduRtíK. giuduKen
litzaKütiíK, litzaKe'en
intzaidaKeK. imzaidaKen
litzaidaEeK, litzaidaEuii
litzaizRidaKeK, litzaizEidasen
nintaaEÍEGE, nintzaEiEen
litzaKiEGE. litzaEiEen
gintzaizEÍEfE, gintzaizEÍEen
litzaizEiEeB, litzaizKiKen
iiiiitzaEioEei;. iiintzaKioEon
iutzoKioEeE, ititzaKioEeii
litziEioEeK, lirzaBioRen
gintzazEioBcE, gintzazEioEen
litzazEioKeB, litzazKioEeu
intzaiguEeE, intzaíguEen
litzaigviEeH, litzaiguEeii
JitzaizBigUEeE, litzaizEiguKoii
- -
nintzayoteRGE, nintzayoteHon
intzayoteRoR, intzavoteKeii
litzayotoEtíR. litzay'otOEeu
gmtáayotezKeE. gintzayotezReu
litzayotezkek, litzayotezHcn
! V. SUPOSITIVO
DEL CONDICIO
NAL.
23. Presente.
banindiiK, baninduQ
baititzHK. baiutzan
balitzaK. l>alintzau
buginduii, baginduK
balitzateK, balitzaten
bftintzaidaK, baintzaidan
balitzaidaK, balitzaidan
balitzaizKidaK, balitzaizKidau
banintzaKiE, baniutzaKiii
balitzaKíE. balitzaKÍn
bagintzaizKiE, bagintzaizEin
balitzaizEiE. balitzaizKiu
banintzaKioK, baiiiuLzaHíoii
baiu zaEioK. baiutza.KÍon
balitzaBJoB, balitzaEion
bagiutzazEioB, bagiutzazEion
balitzazEicE. balitzazKion
baintzaiguR, baintzaíguu
balitzaigiiE, balitzai^nu
balitzaizEigUE, balitzaiZKifíiiii
z z
banintzayotoR, batiintzayoteii
baintzayotcH. baintzayoten
balitzayoteR, balitzayoten
bagintzayotezaH, bagiutzayotozaii
balitzayotezaH. balitzayotvzan
VIII. IMPE-
RATIVO.
32. Pre-
lente.
odi. ftdi
aEít, aRit
E z
aEio^aHio
aBiguE, aBigun
z z
aRioteE, aEioten
BlUNTIVO.
34. Presente.
uaiKau, naiñan
aÍRan, aifian
doíKau. deifian
gaituRau, gaiteñan
ditczRau, ditezuau
aKidaKan, aEidanan
daEidaKau, daKidauan
daRízsidaEau, daiuzEídauau
naEiEan, uaEíñan
daEÍEan, daKiíian
gatiZEíEan. gatizEiñan
daEiZEiEttn, daEizEiüan
naEioKan, naEionau
aEioEan, aEionan
daEioEau, daEionan
gaEizEioEan. gaEizEÍouan
daEizKiosau, daRíXEionail
aRiguEan, aRigiman
daEiguEan, daBigunan
daBiZEíguEan, daBizEígunaii
z z
naEíoteEan, naEtotenaD
asioteEan. aRioteuaD
daKíoteBan. daEioteuan
gaEizRioteuan, gaEizEiotenan
daHiZRiotL'Raii, daEizEiotenan
'í
4
i
O.
nonaiEan. nendiñan
eudíKan, endiñau
xediRan, zo.liñan
gindüzoRan, giudozenau
zitezeKAU, zitezouan
eiKidaEan. eíEÍdanau
zeiKidaRau, zeiEidman
zeíKizEidaEaD, zelEizEÍdanau
neKiEau, ncEiüau
zeEiEan, zeEiñan
geuEizKiEau, geuEiZKiñan
zeEizEíEan, zeEiZEiñau
SeuEizRioEaii, geuEizRÍonan
zeEíZEioEaD, zeBizEionan
eiEiguBan, eiBigunan
zeiEígaBan, zeíEigunan
zeiEizKiguEan, zeíBizEigimaii
z z
nenEíoteRan. nenEiotenan
enEioteEaii, enEtotetian
zeRioteRau, zeRiotenan |
gcuEÍZEioU'Rau, getiEíZRio enati i
zeEiZEÍoteEau, zeRíZRíotenau I
CUADEO ni.
Flexiones correspondientes al tratamiento familiar de la voz transiti\
(t.a calagoria: Im)
{2* cat«sorÍa: lo)
(2.ft cateBOria: los)
<3.ft categoria: (oV
(3> categoría, los)
{4.> calegoría: lo) 1
(4.« ealegorla: lot)
(B.« categortí: \o) I
(5.»C
1
diat. diaat
duK, dun
dJK, din
dloAU, dinamo
ditoK, diñe
diiiat. dilinat
dituK, ditim
■litiK. diiin
ditlBfto, ditluoeu
dltizteK. ditine
dautoK, dautaii
ziautaK, eiautan
zlaiitatoK, ziauUten
ilauZKidaK, danzxidan
ziauzxidas, ziauZKidaii
ziauZEidateK, zianzxidane
ilauat, daiiuai
dauE, dduti
diuiagii, (iaunafni
dr.titeE, dauue
dauzRiat. datuxtuAt
d.^uZEix, dauzKin
daiizRiagu. dauzííiuAgu
dauZEitex, dauzRlna
zioat. zionat ■
rtiOR. dioii I
zioK, ilion 1
zioatíu. zionaüii i
ziotcK. ziono
ziotzaat, z ot/.mat
diotzaK, dforzan
KiotzaR, ziotzau
ziotzaat:u. zlot/.anag\i
ziolzatoR. zloi.^ano
dauKUK, dauKUQ
r.tauKiiK, BlnuKini
slauxuton, Kiaiixiino
daiizItiRUR. (
ziauzuifíuii,
ZluilZKigUtOK
O
o
i
il
nlKan. nlnan
liuon. huon
ziRai). xinnn
giniRan, ({IntDan
BitOKftn. zitcnan
Ditix&n. nltinan
bituon. hUuon
ziliXAii. zttinKn
gtnMRaD, KlDitiDAn
zitiztcxan. zitiztccan
liautnsan, hautanan
ziauUHan. zlauUnan
ziautatoRan, ziautatenan
lianzKidaEan, haiiZKidnnan
ziauzKidaKan. ziauZKidanan
ziauzKidatoKan. ziaiizKídatenan
z.MlteKan, Kautenau
nanzKiEan. naitzKiuan
zatizRiKnn, zaiiKKíiian
^Ina-.izKÍKan, ginauzKinan
zanzKitüKftn, za'izxitouan
hinnn'hinim'"'
Kinioivan. Ü-iiiionan
zíoteErtti ziotcnan
iii..tZBKaii, uiotzanan
biotx.iii. biotzan
ziotzaKnn, ziotzanan
giniotzaKiin, iiiuiotzanan
Zini/. (.:. iii. ;;Ínl;'.atenan
zi<>' ..••»• ■> •>. <..^';^i.uuuagu
ziotzABotoK. ziotzaxeno
hauxuxan, baiix mnn
ZlauKUxnn. ziaiixiinaii
zlanxtitoxan. ziauRutonan
daiixuxuR, daiiRiiRon
ziauBiiKux, ziaiiniiRon
ziauKURotuK, zlanKURono
ImiizKluuRaL
ziausitiuuua
ztauzxiciitof
KlKoat, zlHonat
duKOK. duxon
zUtvE, zlKun
ztKoagu, islKonaga
ZiKOtOK. ZlKODO
zitizKovt. zitizKenat
dttuzRox, dituzKen
«ItizRüR. zHizneii
EitizKoaíiu. zltizKenafiU
zitliKotoK. zítlzKono
clautaRoK, dautasen
ziauRoat, ziauKonat
ziauRútoat, ziauRetoDOt
dauzKidaEoK. daiiZEitlaxen
ziauZKiKeat, ziauzEÍEouat
ziauKKltoEoat, ziatizxiteKenat
daiiKeat, dauEonat
dniíKOK, dauKcu
douKea^t, dauxenagu
da'.iEoteE, dauKono
danzxixoat, dauzEÍK«nat
dauZRiReK. dnuzRiRon
dauEHiKeagu, diuzTiiRcnaRu
dauzxiKotoK. dnuzKiKfmo
zioK(>at, zioHonat
dioKoR, dioKon
BÍOHCK. zlüKnn
zioEoivsu, zIoRonaeu .
zioEotex, zioKeiio
daiizxlh'iiitei
ZtaUZKlKUKQ
zlaiiZKlKiiKo
Il
^ s
si-
zoz&Koat. zozaKonM
duzaKOK. duzaKon
zozaKoa«u, zoznKonacu
zozAKotoK, sozaxone
zetziKcat, ZützaKODat
dotZAKoK, dctzaRon
zotzaLRciK, ztitzaKon
zoUaKoanQ, zottaxcuagu
XOtzaKOtOK, ZOlZAEODO
diozadnKAK, diozaclauen
ziozadaKex, ziozadasen
ziozadaKotos, ziezadaiiouo
(lietzadaKOR, dietzadaKen
zietzadoEeE, zietzadaRon
ziotzadaKotoE, ^iotzadaEene
diozaEoat, diczuEcuat
diozaseagti, divzaKonagu
dauKGtoE. dauKcuo
dietziiKcat, diotzaEonat
diútKaKcK, diotzaRf^n
diotzaEoafí". tlietzaKennRu
diotzaKotcR. diutitaReno
ziftzaKcat. ziozaRonat
iliozaKMK, (liozaKon
zinzaKCR, :iiozaRon
Kioz<iRoa[{i), ziozaKoua^ii
7.iozaKotou, ziozaRuno
niozauoK. nioüanen
bto/aite. iiiúzaxo
ünzaKtt, liozaKen
RiiiiozaKOK, giuiozaEon
liozaRotóR, lIozaKono
nioRüK, nioRen
bioKi-, bioKo
liOEi?K, liOKon
ginioKü», ginloEon
liOKOtBE, IfoEeuo
banioR. banion
bHbio, bahio
balioK. bttlioii
baíííuioK, brijíinion
baliotnx, baliono
zÍntzaRr«at, -'totRARonat
diot/.aKi'K, diotzaKüU
ziotzftKt'Hi'u. ziotzasona^u
ziotzasu'.oB, ziotzaxoDO
dÍazartuTt»K, dloznqiixi'n
ziozaijuRuK. zlüzatjiiKun
sioZKKnKotoK, ztozacuxunú
dlotzafíiiKni
ziotzu^fnnttR
xlnt/UHUKüt
o
e .
Se
2¿
lioztRo. liozaKo
lozaKOK, ll'MKvn
glDozajLuK. KiiiczaKi'n
lOZAKOteK, 10ZaKOD«
notzaKoR. notzaKon
faotzaKo, betzaxe
IctZAKOK. lotzaKon
RtnutziUEuK. eiuotzaxcii
lotzaKot«K, lotzaKoton
biozadaKOK, biezadaEon
liüzauoat, liozdKQiiat
liozaKütoat, liezaKotanat
biotzadaEúK, bietzndaKen
liotzaEoat, lietzaRouat
ItotzaKeteat, lietzaEetonat
utuzaEoK, niozaxeo
lii-zaKeE. llezaKOU
eiuiczaHeK. giuiezaKou
liczaKctcu. )iczaRODO
nietzaEcE, niotnaEon
Hetzasex. lio'.zaRnn
giuiotzaKok, einiotzaRcn
liotzaKotoE, lietzaKeuo
niotzaxcx. niotzaXQD
hiotzuKi:, hiotzaxo
liotzaxL'K. liotzaRon
KiniotzuiuR. uiniotzaxon
liotzaxotuK. liotzaxono
niotzax.K. ntotzAXon
biotxaKff. blotmiKo
Iiotz.iRoK.Ílo!zaKon
t'iniotKttROK, K niotzaxon
liotzaxotoK, Uotzaxeno
b.iniotzax. bauiotzau
babiotza. baiiiolza
ImllotKax. baliutzan
baginiotsax. l'auiniotzan
baliotzaton, balíotzano
otzoK, otzon
htazaf;uKOR. bloxaf^iKim
IÍoca4;iiUt)K, liozaijUKi'n
llOZOfltlKottiK, llKZaaUKUllO
baiinuRi-K, hamuiRoii
lauKUKüK. iaim non
lansuKotoE, lauRunena
liabauKiiR. Iialinuiíiin
balpiURiiK. baluiKini
bnlnurciiLt'K, IiaTauxiniQ
ozaguK. ozaeiiit v
biotzaiíintoi
lk't/nKiiE()K
lk*tznRiiKot(
o 1
u íi
nlROK, UlKOD
llUKC, buKO
UsoR. llKon
glniKoK, glniKon
liKcUx, llKone
nitiZKflX. DitixKen
bUuzxe, bitiizKe
IttlZKi'K, lltizKen
ginitizKox, giuitizxon
litlsxutox, litizKeno
hautaxoK, bautaxen
lauKuat, laitKonat
lauKeteat, lauxetouat
bauzEidaxúE, bauzKidaEen
lauzKtxoat, lauzKÍseuat
lauZRlEoteat, lauzuíEetonat
DriiiKCK, iiauKeii
laUKoK, lauKOii
gitiuuKex, fíinauxen
lanKetes, lauxeno
banuuK, bauaun
batauE. balaun
bagiuauK, bagiuaUK
balauteE, balauno'
nanzKÍEeK, nauzEixen
lanzKiKPK. lauZEÍEen
einauZRiKüE, BlnauzKÍEen
lauzKÍKoteK laiiZKiRono
haiizuÍRUKii
laUZKlKUlllM
lauzKlsiiEet
V. SUPOSITIVO
OEL CONOI-
CIOWAL.
23. PrmMi».
banlK, banin
baliu. lialiu
baliK, balin
bagiulR. bagiulD
balitcK, ballDO
banitix. baDÜin
batiitu. b&bitu
baJítlx. balitin
bagtultix. bacinitin
b*litizux, bftUtlne
bautax, bautan
balautnK, balautau
balautoat, balauteuat
babauzEiilaK. babauzEidan
balauzRídaR, b.lauzEidau
balauzKiteat, balauzEitenat
biinauzKíE, baiiauzEín
balauzniK, bala'iZKin
boííhiauzKfK, baginauzícin
balaiizRitoK, balaiiZHÍno
babaiiXHliíu
l)alauzulgui
bal uzKlfiut
sí
zax, taa
etsax. otun
tízadau, uzodan
etzadaE, etzadau
biuzaK. biczaa
biozateE, biezano
bietzax, biotzan
bietzatnE, biutzane
■ otzai{ui{, oty
o
d
1
i
dezuudan, deauíadui
d«zaxiui. dos«nan
dMaxftD, dexauan
duaxa«an, deiaaa«un
dasatexan. daxateuan
detxuudan, detzanadAu
dotzaxan, dotzanan
dotzaxaii. detzuuan
dettaxa^uu. 'lotziuiafjun
datzatexan. dotiatonan
diozadaKan, diozadaiian
diozadaKait, diezadanau
diizadaUxaD, diezadatonan
(lietzadaKftn. dietzadanan
diützadaKau, dietzadauau
dietzadateKau, dictzadat«naii
dictzasadao. dieüanadau
diozaEan. diczaiKiii
diüzasaguD, diüzana^uu
diezatesan, tliczatcnan
dietzaEadan, diutzauadan.
dietzaKaii, diotzanau
dititzaKagUD, dio:zaiiaguii
diotzateKau, dioUateuan
diozaKadan. diozana:Ian
diozaKaii. diozuiiAu
difizaiian, diozatmn
diozaKUijun. diozaiiagtiu
díozaUiUan. diozatenan
diotzAXadaM, dio zanadan
dÍol7,aKan, diotzaimii
diotxanun. díotzaiiaii
dÍotzaKa({un, diotzanaKun
diotra'c'Kau. dlotzatenan
nioUaKan, nlotxaaau
biotzan, htutzau
zlot/.uKui, ziutzanan
tjiDÍutzaxan, ({luiotzanau
ziotzatvxan, ziotzaUnan
dtozaAnxan, Ato7,.Xttntt%n
dliíZntfUKun, dIoza|{unan
diozaitutoxan. dlczimutouan
blczuKUK-iu, biPzatfutian
ziuzaciiKan, zii-zaKUiiaii
zifizaftutoR n, zfozagutenaa
dluíZiLf-tilcaí
dfotZItüUKIll
dtatzaéutcu
K
nozaxau. nozanan
hosau. bozau
gíDozaKui, gluoxaoan .
zoiaUxan. xoialcuan
netxaxAxi. uetzao&n
bfltz&u. botzan
xotzaAau, zetzanan
glnetzaxau. Kiuutzanaa
zotzatoxan. zatzateuao
biezodaKai), biozadauaa
ztozadaxaa, ziezadauan
ziozadateKaD, ziezadatonan
bietzidaEan, bietzadauan
zíetzadasaD, zietzadanau
ziotzadaCesaD. ziotzadatouan
niezasau, niezauau
git^iúzaEan, t;iuiuzauau
zieza tesan, zieza teñan
nietzaKau, uieteanau
ziotzaKan, ziutzauan
ginietzasau, gitiíetzauau
zietzatexan, ziutzatonao
liiozaKaii, niozaiiau
ziüZiiRun, zlozanan
liiuiozaKuu, h'inluzanaii
ziozatoxan, ziozatonau
]iÍutzn(íuKai
zlutzaKuiíai
ziotzaguteR
ntes al tratamionto familiar de la voz transitiva del verbo lubortano.
nA%n <1tf> ifttifttUii
|8 • ct'.igeril: 1» '
IS • ClItlOtll: Ion 1
( í.» catUfí»: l«) 1
(7* calcgofia: ioi)
• 8> catcgorii'
<9*cal«gorU<
lio • citcgarlii
III • citigorlt) 1
lUaftuc ilMUian
huñun hlu» ..... >»l|(U«»n. huuKunu
.l.oíal.«u.T«l..,..,l.n.D ....iíX«.....a^ »«u.Elt,u,n»u
.1ui»«.« •üu> " ''•«xlguRcn
ÍK."V"¿ ."u'r. , - _ .-...l.a«tau..«
,ii...„ ... , , „ .1.. (junroRm, ilit.i..t.«MiiK.Mi
jí.. , ¡' . 1.,.;. .-.. iMííUKrE. «1.-I«^llltl--H
li. rui'i.. I-'. il-Oíuvn» r.¡.-lí.«aii.lcí.jlo«.u»..iio
«tu,.... Il.',ai¡l«ra 1 llc«M«uK«. llrUacilEcii
1 L _
ll. f»t;iik ■■ ■ .iii,.!!-» tli'IE«íniE«t«'K. lirU*C"S«l>0
hiiní,,, ,í»É«u»ci<. ■■•n«Kl|tull<»>
Uunit.i ./lltllEn. teutKliiuliiia
lainñuum.'üaitMnH .. 1 luinlt«s>to«. .auul|piK>Mic
li«h>u«till. iMiuiBdU i tehuaulmi. Uluuit>ii(iiu
l»Uuxn(.l>ü<wilili ' ; laUuulguK. l>«lauul(uu
lailuti^iutrt. Ix» " uUltuML taluUKljinuo
«•MUÍ. •ucnii • '•.»■'. «luauB
— -""'"•«•iMllllll.ll
.n. Illa M(I»«»U
blrtaiiui;*!). li.cMtonuí ."' hfataacvuui
Ki<.Bacuftan. ■!< ««ciiDAtt .ti. xt«ua«uoA&
lililí i 1 ; 1 , 1 lililí
1 ! II 1 1 1 1 1 1 ! i 1 1 1 1 1
lililí lili 1 1 1 1 1
i
1 M N 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
xloteftt, ziotODSt
ilinUK. diuU'U
ziutcK. ztone
ziotcscQ, xluU-oi«:a
ZiuU'X. zfoDO
aiotzauat. ziotzntoQat
diotZAtcK, diotzaUm
zÍutiL«U5K. KÍotzanv
Kiotzatcaeu. liotiaUíoa^U
zio'zah'K. ziotzano
tiaux, ñauo
uiaK. uUu
nlattfc, nlano
n'nduKan, niudanaa
nindixai), uindluaa
Llndltoxan, nlnditoiían
hftut. liaut
bao, baa
baugu, bauffu
hauta, baut«
blntudan. blnludaS
biutuon. biiituen
blutuK"U, biutugioi
biniiuuti. blntusMn
i¡ ltuK.iallur)
tftalttK. gi^un
glalUitai. Bl«lllnO
11)111
lililí
niotoKftn. DJoMuui
hiotfií. liiot«D
zloti-Kno. ztot«!0«a
i¡lnÍoUK«n, einlotoDAQ
zloUiK n. sioteíAC
niotz-ttcKan. níotzat«uan
hioU.toD. hiotZ!tton
siotzsUtKso. liutzAtonan
eialoUat«Kan, K'niuUalenan
sÍotx*t«Kaii, lioLzaUjnaii
Clutuxan. ilntanaa
glnllKan, gtotlnan
irlntlitoKan, glntlttanan
- -
/iuKPtCAt. KioKOtnnftt
ZinKoU-K. zioKTIlM
ZloKVtuK. StaUDO
ifotzAKeteat. ziotz«Ki*t<-nat
dioUAjcet«x. dlolUlK>-t4>ll
KÍutzaKet«K. EtotzaKt'iio
Ztotuixotcagu, iiotzjiKi5t«'iia(*ii
siotxaKotex. xtulzasena
iiauKoK, naunoii
uiauKcK. uíauKon
nÍauKet«K. niauKono
baiiKin. bauKút
hnttxo. hnuKK
tintiRo^n, baiiKOHa
bauKat«, baiiKoto
baitziutut, haitiaxtt
liiiit/itKu. hnítxaKo
hatt/AKO|;u. baitXUogU
lialUAXota, baltu^Dto
blntzaKet, bintiMWt
hintzaKo. hiiitcaxa
bltitzaxuK". btutatfcgu
bliitzaKtito. blutzaaota
RltniKOK, RttUZKOn
glaltUxoa. giaiiiiHtfn
flaltltsatos. KtaltUseno
lililí
lililí
:: :: - z
díoKniti.U'ii, (HoMKfltwn
XÍ<>UIXt't«'K ZloXAlíout)
iin»Kote«iru, il<iK*xoton»ca
;■!■.. ■■.!,■ '..■; , .-¡>>7jillcno
1 . ■ '.-ftiton*
ülllioKAKUluK. IpIlloE<OnO
lluZítXrtUK. IluZMKono
nioKt'l«<K. liiciKDtlU
liloKcIr. hioK.t.t
lÍi>KI>tUK. liOKHUtl
|[ílliOK,oUtlt. iiiiiiuKono
liOKfU'K, 1ÍOBeD«
l>nnín|fK. iMtiiou»
l.ftU7ut«. iMÜiiatu
l*«UutAK b<otio
buuliiiu'.oK, bA«iDione
tallo tcK. ballena
siotxaxftaat. zloizaxvt^mat
dioUAKnttiK dti>tzakvUtn
zÍutz«Kut<K, ziutzaKrtitt
slotKaKrtca(,'u, tiutzaXL'UfuaRU
1, , .... !..
h„;,-„, .. „ ..„^.iiu
6luiut^uu>.L:t,cK, t;iuiutzaKono
liotzaxotex. ItotxaxuDo
nazaKUK. DazaKvii
Dk'ZaxuK. uiuzaxun
niezaKuluK, niozasuno
iiiutzaKoR, ulutzaKou
uluutzaxuK. oluutzaxun
nleDtzaKot«s. nloutzaxono
ItaltaazKex. galtzaaxfn
gloltiaxxoK. gloiuazaon
glaliiaxKetoK, gleltzaxxono
1 1 1 M 1 lililí 1 1 1 1 1 1
lililí lililí lililí
1 1 1 1 1
lililí
i 1 1 1
1 1 1 1
glntxaiKox. glutiaxxen
gloDtzazxex. glontaaaxoO
glen'iazKotoK. gÍenzaiK»n«
_ —
lililí lililí
lililí 1 1 1 1 1 'l
ni»t»xt>tüK. niotz.Ki-no
liU)t/.uil-te. )iMzaK..Ui
llul/jKK«<t«<K, liutzaxeiiu
UmiutitaKutiiK, KiolotzaXUlio
UoUaKotox, liotsaxeno
baDlotzitcK. baníotzane
bahiot ato, hahlotzatti
b.>llí>tzaU>K. ballutzaou
ba^uioUateK, bob'iiiiutzano
baJtoUatas. baliotxaDo
uinduEoK. olnduRon
DiudlKoK, uludlKuu
■IndUotoK, nlndlKone
liiutiiKct, bintuxot
billtUKO, bllitiIKO
btutuK«gu, blntuMgu
blntuKut«f. blntOBa^
ginluzKAK. glnluixan
glOtUXOK, glUtllKCD
ginklXKAtox, «iaUn«no
bauiuduK, baulndua
bauiudlK, bauitidiu
banludItvK, baniudlna
bablutut, bablutal
habintu, babtntu
babliitugu. bablnktvn
bahintuzto. balilDtVzta
_ _ ■ ■
l»«<1nttiK. bttiiintoii
bi^lntlc, baclutlo
iMtflolliul. bagUtlna
-_- _
= =
soteE. sotan
•Uotox. etzotac
nazax, nazan
buhaitza, bebaitift
gkUlJUl, g»ilxaa
I 1 1 1
lili
-
- -
dio uteKkdan, dioutenadan
dtuMtoKao. dioEatooaD
dÍozat«Kan. dioxatvnaii
dioza uKa(;un. dioXAU-'liaguu
diozatcKaii, diozntonaa
dioUat«Kadaii. diotzatenadao
diutzatexao. díotzat«Dao
ctiut7^toKau. dlotzatc'UAn
dio /.atvIUMjUD, diot2at4jua|;uu
dtotsaloxan, diotiattiuau
uiezaxau, uiezaaan
Dtesat«Kan, iií^zatenao
baitzadan. halliadin
liaitcRii. ha.tian
baitza^uu. Iiaitz«(«li
liai tza t«u . "baltzalM
blotxadan, blotxadao
blutzao. bintxao
btnlxa^Q, blDtJMfta
blntjtatoo. blntsalan
gslluus. lailuiMil
■toluuan. (icltisaao
gWlulcUD. (ialluMnan
- z
3 ~
- z
titouttuiaii. niockwnan
EloZalOKall, ziotAtvoao
L'iuiuzatoaaa. giDiozauman
xlüxaUium, liozatooaD
níotzat xan. niotKatoDau
hiotzaten. btoizatvn
ziutzatcKati, ziutzat«Daa
tpuiutzaWKui. giDiutzatunan
ztotsatoxan. ziotx^taoaa
nl«ntxat«xan, nieutzatotiau
_ _ '
Rlntuun. Blnlutun
líloniuxAO, glsutzanaa
0«nlnl«B«ii. fl«aiui<nsa
Z -
CUADRO V.
"^ r.
II
s!
diKitynt, (liKefimt
I (lUHftK. iirttvu
(llKCK. illKon
íliKit>iH(<l, dlKuriOtfa
. IIOMlieD
5
s
ú
i
. ulK«a
lítumoit, BlnUum
SI
Flexiones correspondientes al tratamiento fum
dOtOK. itllCllll
dltíE. dilln
dltlnKA, dltlftkga
ditiu, dlliíio ^_^
nitfft. nUI6A
otUii. atiui
zitift. zlttfia
Ifluli*. Kiiitiíia
ZUiL>ft. xlU-ím^
dltlKuVkK, iIltiKoftAK
dUtOKfK. dUiaxcD
dltlHnK. ilitlKfn
di tiKH >•!;(). ditíKofiagn
diUJt, dllAU
(lltftyo, diUbe
zltadieys. zitadieSa
dfztayc, diztaíio
Eiztadfeya, zittsdiefift
dltiutoyo, dltzucoft^
neUaxeit, ntUaien
Ivty-ailuK. lütlftKcn
gUUOtZftllUti
dlKodio, dJKodaAe
dfKuodaye, úixmáÚí* .
dízEedie, dizKudaiíe
iiuuro. iitUo6o
bahota, babota
d«Uaya, dvUafta
lizasitdaye, llzasejafté
ÜKodayo, liKadafte
baliutt. bahett
ditsaKodayo, ditsaKodafio
litzaKcdayo, litZflKudafio
HzKodaye, HzKodafto.
bahelzt, bahoizfe
ahitzat, ahitzaC
itaadas. itsadac
diteada, ditzadaña
Itsadan. itzadau
(3.* categoriai los
dcyut dofic
z«yea, zoyeüa
deíKeyat, deineñat
doíKoye. dtfiKeüo
dizaKeyat,- dizaKefint
nizaKeK. uiZKsen
li/aKuyo, llzaKdü
teiKoyo, leisebe
bnueiK, baneíñ
aíKinizas,
ailízaya. aili
bizaE, bizau
bizaye, bizaño
dizayada, dizañada
dizaycD. dizañc
Dizaya, nizafia
doitzayo. duitzaño
Deitza}'a, Doitzaña
zoitzeys', zoitzoüa
deizKuyat, ituizKoñat
doizKOK, duizKon
dei;íKoyaf;tl, duizKeña^ü
deizKoyo. dciZKuíiQ
dítzaKoyat, dítaaKoftat
dltzaKeK. ditZAEon
clitzaKuyagU. diczaKoñoe^l
ditzaKeyo, ditzaKono
IlítZaKOK, llitZUKUU
litzaKOK, titZ KOll
giuit^aKoK, ginitzaKoii
litzaKoye, litzaKofio -^
lizayeti, lizaóen
leizseye, loizKoño
baucitzaK, baueitzan
baloitcaye. baloítzaflo
aineitzaK, aiiieitzan
.ilcitzayo, aileitzafie
LJnitzaE, ainitzan
uioya, uioAa
oyuUt oyon
zioya, zioha
ginioya, 0niofta
diKioyagtl, dÍRtoñatfO
dizoKioyo, diznEio&o
UizaKiok. DÍKAKiOIl
Í>!aKlo, izoiiio .
lizaEioK, lÍKaKion
glriizaEioK, ginizoiiion
lizoEioyo, liznKiofio
níKOK, tiíKon
OiKO, uiKO
liRoK, liRon
giuixox, giuiuon
duitzoK. (iuitzon
ditztiK, dlt¿ou
dltzoyat¡it, dltzoDaefl
dltzoyo, ditzoAo
uitzoya, ntUona
eitxou, oitzifu
zUzoya, zltKtAa
gintzoya, gtntzúfta
sltinoya, zitinofia
daÍElo)-at. ditiEionat
doiZEOK, dt*iZKOn
dizKloE. dlzElon
ditÍEioyagil, (UtlKloriagii
du.,M
diy.L»K...w,K
ditzaKioyo, ditzasfofio
iiitzaKioK, iiititaKlou
itzaKío. ItzaKio
lit/AKiüK, litzanlon
glnitzaKiuK. KiiiltzaEion
JItzaKioyo. UtzaElofto
nizKOK, niZEOQ
HtzlKoyo, liCslEobo
aintzaya. aUitzaño
bitzayo. bitzañí
ditzayada, ditz
ditzaye
DiCzaya
I, ditzafiei
nitzafia
babeitzo, babel
aheitzo, alieftzo
dizagüya, dlaonaa»
I dltzaffOya. ditza«
itziih'llii, itZ&K'lii
=i al
tratamiento laijim
el verbo siiletino.
álmny». dUllfto
llitajiagnit. lixuvftQu
IÍEILK««lH, \ÍtUtVUM>K
HKPgla. llKJgOlf
tialiolxfl, IwtialKO
iililxafi(l,aliUi«Q
I dlxKDyo, (]l2Kllfto
xizKley», zl/Híu/ia
" catejoiia: lo>i |
< 7.* categoría: lo»
: itz«K««ti. ltataKi'»;n
I lltUHüüK'U'. )lt/ftK(>t;>)ño
r ClKKceil. f>j/K4>f:ll
I z z
I bftlieUitA. balwlsKa
dfoye, diefie
nioya, atefia
*yen. oyon
zlcya. zieña
Kinkiya, gioiei
dit9:eyat. ditzoñat
ileitzoE. dt>itzi>ii
ditxeK, ditzen
dUzeyAgñ, dUzeria^ü
ahHxxfl. alictznn
iuasBytt, diaacOflA . f. dflsa«aym. i
— — " Z
xieeya.
(lÍKipyogQ. aixioíKigu
I diKieyo, diicieim
( ilizaKi yat, di/ttuieftat
dlzaKoK. dfzanuu
dtzaKJvK, dizüKiou
itJüaKíoyagit, üizaK(oftftg(t
I diüaKloyr, dízaKicfio
JtZOKittyo, liXftKieno
olKüf eíKe
ultzeya, nitzefta
eitzeu. eitzeu
Eítaeya. sitzoi'ia
ginitzeya, giuitzofia
sietzeya, zietzeria
ditikteyat. ditistcñat
doiZKOK. dutZKOQ
ditiKíeK. (litiKíon
ditiKicyagü. diliKioñacn
diiíKieyo. ditiKÍofiu
dítzaKÍt>yat, dítzaKlcCiat
ditzaKoK, ditzanon
ditzaKicK. ditziiKiou
dit2aKioya{;a. ditzaKioriagil
ditzaKÍoye.ditzaKtofio ^
lüceyo, IfRoñi
hohoyo. balieyc
litsaxieye, litzaKiofio
nlBReK, nizseD
eiKKe, oiZKe
HtZÍKeK, liCZÍKOll
giniSKBK gÍDiZKtn
1 tzixúyo, litziRehu
baheitze, bahojtzo
nfndioya ufudioAa
naÍKOK, QaiKon
nttzaKoyo, uitzaicone
nintzaicoyo, nintzaKene
liiulíKoyo, nlndiRofio
banlludftK. banllnduii
i aheíize, aheitze
ohitzc, ahitze
dUxeya, ditzeña
ainnndOs, aluftndttn
entzas, aiueutzan
Dezas. nezan
loiitzaya, nentuAm
ayo, ayo
nndndoii, and>)daii
Ündfon. UddlÁi
aiKvt, aiKot
oiKe, aJKe
(itici'gil, alxotfB
aiKoyo, aÍKey4
GtzaKot, otzoX'^'t
otzaKo. otz iKO
otZQKL'gi', ctzaitogii
otzaKoyc, otza;%eyo
uutznKot, ontxnKot
ontzaReyo, onicaseyo
tliidi'iKot, ündHliot'
•iiiU-, iindiÍEio
imíliit. bahtuidüt
' bali.in.hí. bahülla•^
l)iibtitidiigii, bahiludiigü
baJiikndie. bahiliidíu
abiindilt, ab indut
uhíiiidii, aliiindü
abiiudiigii, abUoilugú
aliüDdic, abiindie
abont ^at , aboñtati t
aliciitza, ahonist
aliontzatfti, absiuzagíl
abentxo, Abontac
ozadan, exadan
tlO> calago
giiitiuya, gintiofia
glUKüyo, HltlxeAo
gitzaKfvc, uitzaKufiQ
giiitzaKeyo, gtutzaKonü
RiiitiKoyc, glutisoAo
bagilutOs, bagüntOu
aíKintZAK. ftüíliilB«n
ontziulan. ci
iriLz«u. tQt>«n
gltzaya. ffilsafla
giutzaya gintzana
CUADRO vil.
Floxionos corroApondiontcs al tratamiento familiar de la voz t
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ImvvUak. hmgtaMa
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endientes al tratamiento familiur de la voz transitiva del verbo bizcaino.
(6.« catcfloria: lo» ! 0." cateíoria: loi)
(6." calegoria: loi
i6.> categoría: los)
(7.a categoría: lol ¡ 0-" categoría; ros)
ffl.a categoría)
(S.» categoría)
lio.» categoría)
(11," catogoria) !
, júutsanadaz
doutsazan
jeutHazau
jüutsauayuz
_ - 1 „ _
dousKUE. douBKun rleuFticuzaK. dcu^iRUzan
jouBKUK.jüiiRKun ! jeu>«uzaK. jousKuzan
E z
= z
jeiitJoet. jeutKeiiat
doutscK, deutsen
jentBcH, ¡eutseu
jeiitseegu, jeutsenagu
joiitaecE. jeutsone
jeutseedaz. jeutseuadaz
deursozaK. deutsezau
jeutstízaK, jeutfeezan
jeutseeguz, jeutseuaguz
jeutseezBK, jeutseozau
najoE, uajon
uajueE, najueu
aut. aunat
aiigu, aunagu
abfl. auuoo
gaitiizaR, gaitiizau
gajaituzaK. gajaituzaii
gajaittibezaE, gajaitubozau
z z
an. n-'jeutsanazan
, euDtHaaazan
jeutdanazan
¿an, gajeuntsanazatt
ODBKuban, onitKunan
JouBSuban, JeuHKUjian
juUBKnbe«u. Jcqhkudoii
euKKubazan. i. ii«Kiiuazan
JeiisKubazun, jwuintunazau
jeuKKuboezan, jeusKonczan
z z
z z
iiAjetitsotin, najeutseuan
eiiutácen. ountseunn
jeiitseen, jeutsenan
gajeuiitsceu, gajeuntseiian
jeatseen, jeutseueu
jaiKijiiect, jaiKijuenat
d&íKijueK, daíKíjuou
jaíKijueK. jaiKijiien
jftiKíjneegu, jaiKÍjuonagü
jaíKijueeK. iaiKijnene
najeutseozan. uajeutsenazau
euntseezan, eautsanazan
jeutseezan, jeutsouazan
gajouiitseczan, gajeuutsenazau
jeutseezau, jerutseuezan
jaiKijuedaz, jaÍKÍjueuadaz
daíKíjnezaE, daiEijnezan
jaiKijaezaK, jaiEiJuezan
jaiKijueeguz, jaiKijuenaguz
jaiKÍjueezaK, jaiKijueezau
uiuduban, nindiiuau
naindnban, uainduuau
uaiudubeen, naíiiduueu
indudou, induiiAdau
iuduau, indiinan
indngim, iuduuíiguu
iuduben, induuen
gindubazan, gtudunazau
guiudubjzan, gaiuduuazan
eaindubeozAi), gaJudunczan
z Z 1
. jaiKijoDarlaz
dttlKijozan
JaÍKiJozau
jaiKijonaguz
(laiKeguK, (laiRogiin
jaiKeguE, JaíKegub
jalKoguboK, jatxeíono
daiKognzaK, daÍKeguzau
jaisoguzaK. jaíKüguzao
jaíKoguboMK, JaiKcgiibozan
z z
z z
uaineE, uaiseu
najaiEGE, uajaiEen
najaíKeeE, najaiEcon
aiKot, aiKonat
aiKO, aiEou
aíKcgu, aiEciiagu
gaíEezaE, gftiiíozan
gajaiKüZaK, gajatEOzaii
gajaÍKeezaK, gajaÍK-iczan
= z
K, najcJKij^sian
iueiKijozan
, laJoíKijozan
nK. ^aineÍKiJozau
KTlajüisijuozan
iuelKoguK, iDoiKOfnm
laJoiKeguK, laJuiKOgUQ
IttJoiKegiiboK, lajoiiíogotio
inaiXoguzaK, iueíiítíguzan
laJelEi)|{uzaK. lajeiEOguzau
]aJúÍKegiib<-zaK, lajpiKeKubeZaii
z z
z z
nojeiKijueK. najeiKijueD
ineiKijueK, ineittijuen
lüjoiKijaek, lajciEijuen
gaineiKijiicK, gaiueiKijueu
lajeinijintcE, laloiBijuenc
ijajeiKijuezaE. najaiKiiuezan
ineiKijuozaK, iuoiEijuezaii
laioiKijuezaK, la^ioiEijuezan
gaineiEiJuezoE, ef^iueiEijuezan
lajeikijueezaK, lajeiKijueezan
UGÍKeK, neisen
uajeiueE, najeisen
najeiEeeE, najeiKeen
ineíEeK, ineiivouat
ineücee, ínoiKoeu
iiiciKegu, iüQiKcuagu
iuoíEee, lueiEoen
giuoiEdzaK, gínoiEozau
gajelKozaK, gajelEuzan
ga>ÍRoezaR, gi^joiROOzan
z z
au, iiftjeuHKijoZflQ
0U8K1JOZA»
iR.lujuusKijozan
uit, KaJeusKiJoKan
au, lajousKljuozan
OtlHKegllK, OUflKOgUn
liijouBRegUK, laJutiHKeguii
lajousKogiiboK, laJeuBSivuiio
cuBKogiizaK, eiiRRcguzan
laJcuHKtí^fuzas, lajeiisKuguzau
laieiisKOKubuZAK, lajuuRK^gubozaii
z z
z z
'najeusKijueK. najeusKijuon
eutiKijiiüK, eusRijuou
lajeusutjiieE, lajousEíjuen
güjeusHíjueK, gaieiisiíijutjn
lajuusKijueeK, lajoiisKijucue
uajenBKíjnezaE, Da.ieusEijuozan
eusEijuezaK, eusKijubZaii
lajcusKiiuezaK, laieuBKiiuezan
gajeusEijuezaK, gajeusKijuezau
lajousRijucezaK, laJousEijuoozau
nindiiEes. nicdiiEeu
naiuduEeK, iiaiuduKen
nainduKeeK, uainduRCOU
induKOt, IncluEcuat
iuduKQ. induKon
iudtiKegu, induEouagu
iiiduKee.induEeeu
ginduBczaK, ginduKCzan
gaindiiRezaK. gaindiiKozaii
gaiiiduKoezaK, galnduKeozau
z z
ai{, banajoutBozau
K, buountHOzau
a,K, balajentsozan
Z1I.K, bagajeuntuozan
zaK, balajuutRüozan
búOUSKUK, boouHKun
balajeiiBKUH. balaJoiUKun
balaJeuKEuboK. balojaliíiKuno
boeuRXuzaK. bceusKuzan
balajQUBRUzas, balajeuBKuzan
balaJouKkubezak, balajeuakubezan
■- -
z ' z
baiiBJeutseK, bauajeiitsoii
beountseK, beeunttíen
halajeuts^K, balajeutsea
bagajeuuíseK. bagiijeiintsen
balajeutseeK, balajoutseuo
banaJoíitsezaK. bauajeutüezin
beeuutsozaK, beeuutsezau
balajeiitsezaK, balajeutsezau
bagajeuDtsezaE, bagajeuutsezau
balaJcutseezaK, balajeutseezan
bauiuduE, baniudun
bauaiuduE, bauaínduu
banaiudubeK, banainduben
baiudut, baindunat
baindu, baiudun
baiudugu, biüuduuagn
baindubo, baindune
baginduK. bagtndtin
ba^faindiis, bagainduu
bagaindubeK, bagatnduben
_- — -_
I. yaroaKonadBZ
daroasoEan
yarüaKuüaii
Z, yaroaKoiiagu/.
i, yaroaKOüzan
daroaguK. daroacun
yaroagiiK, yarojgun
ym-oaguoK. yaroagitcii
daroagiizaK. daroaguzan
yaroaguzaK. yaroaguzaii
yaroaguoxax, yaroaguczan
z z
z z
yavooKoet, yai-oaKoenat
daro:iKoeE, daroanoen
yaroaKoeK, yaroaHOBn
yaroaKoejíu, yaroJKoeuagu
ya oaKoceK, yaroaKoeeu
yaroaKoedaz, yaroaEoenadaz
daroaKoezaE, daruaEoezan
yarottKoozaK, vitioaKoezaa
yaroaEoegiiz, yaruaKoenaguz
yaroaEooczaK, yaaoaEoeezan
uayaroaE, nayaroau
nayaroeK. nayaroen
aroat. aroanat
aiottgu, aroaiiagn
garoazaK, garouzaii
gayai-oazaK, gayaroazau
gayaroczaB, gayaroozan
¿au, iiayuroaKonazan
. yeroaKoiiazau
au, gayoruauünazan
, yoroaKúuuzau
oroaguan, oíonf^uuan
yeroaguau, yüroagunan
yoroaguon, yoroagunon
cgigus, ogigun
büjtigiguR, bt'Jegigun
bojogigubeK, bologigunt
orooguazaQ. croaguuezau
yoroaguazan, yeroagiiuazan
yoroagiiozaii, yoroaguoezan
~ ~
z z
nayorojKoen, nayeroaKoeuau
yeroaKoeu, yeroaKoeuau
gayeroaKoen. gayeroaEoenan
yeroaKoen, yeroaKoeuen
nayeroaKoezau. nayeroaKoeuazan
yeroaKoezau, yeroaKoenazan
gayeroasoezan, gayeroaEoonazan
nayeroaan, uayeroanan
nayeroeu, nayeroaneu .
ci-oadan. oroauadan
eroan, oroauau
eroagun, eroanaguu
eroen, eroaneu
gcvoaazait, gcroauazan
gayuruiazau, gayoroaiiazan
gayeroüzaD. gayoroanozan
—I— I—
Jozan
büjegijoieau
, bojogijuezan
egiguzaK. osiguzan
beJegiguzaK, bejegiguzaii
bejegigubezaK, bejogfgtibezan
z z
z z
egijuoK. egijuen
bejegijueK, bejogijuea
bejegijueeK, bejogijuene
egiinozaK, egijuezau
bejegijuezaE, bejegijuezan
bejegijueezaK, bejegijueezaa
uagiE, nagiu
uajegíE, najegin
uajegijeK, iiajegijen
agí, agin
"agije, agina
agidan, agintdan
agi=an, a«¡iiau
agiguu, aginiigun
agijcn, agineu
gagizaE. gogizaii
gajogizaK, gajogízan
gajogijozaB, gajogiiozan
ca.>i¡azau, rasinazau
t;ajagi¡azan. gnjagluazaa
gajaa'jeezan. ga;agiuezan
, jagijonadazau
doRÍJouazau
agijouazau
. jagijouaguznu
jagijuuezau
dagfgubau, da^icunan
jagigubau, jagigunau
jagiguboD. jagigtiuou
dagigubazan. dagígunazau
jagigubazau. jiigigunazau
Jogigubuuzau. ja^i^'uuc-Kau
z z
z z
jagijiieodan, jagijuenudau
dagijuoeu, dagijueuan
jagijueen. jagijuonaa
jagijueeguu, jagijueuagun
d gUueeen, dacijueuen
jagijueedazan, jagijuenadazan
dagijueezaii, dagiiueuazan
jagiiueezan. jagijueuazan
jagijueeguzan, jagijueuaguzan
iagijueeezanjaííijuenezaa
nagijan, uaginan
najagijau, uajaginau
najagijeen, uajagiueu
n, ua)Qiigijouazaii
oiigijouazau
etíijoimzuii
u, iiajungijounztiu
jogijouezau
cngigiiban, oiik'iguDau
juKit-iibaQ. jegiRiiimn
joyignbtitii. jt-gitíunoii _^ ^
engigubazaii. ■ ugigiinazan
jogigiibazaii. jogigunazan
jogiRiibcL'Jiau.iegigiiueZín __
= z
z z
Qajeugijueen, najengijucuan
eugijueen. engijucnau
jegijueen. jegijueuan
gajeugijuoen. gajeugiiuenau
jegijueeen. jesijueuen _ _
najeugijueezan, najengijuenazan
eugijubezan, engijaenazan
jegijiieezm, ¡egijuenazan
gajeugijaeezau, gajeugiiiienazan
jegijueeezau.jegiiuenezan
neugijan, ueoginan
najengijan, najenginan
najengi¡een, najenginon
engidaD, eneinadau
ongfjan. «ngirian
(-■iigigiiQ, engiuagun
engijoii, enginon
(Teii'iíjazan, goneínazau
gajcn^ijazan, gajonginazan
gaienjiijeczaii, ca'cngiuozan
CUADRO VIII.
Flexiones correspondientes al tratamiento familiar de la voz intransitiva del verbo bizcaino.
ll -
(M categoría.)
(2> cateflorií.)
(S.ft categoría)
(4.a cateqoria.)
(6.» categoría.)
(6.* categoría.)
[7.» categoría.)
ATIVO.
1. Pretentg
(loK, don
(¡aituK, gaituu
dituK, ditun
acbat. acbatan
jataE. ¡atau
jatazaE, jatazan
nochatac, n achatan
jataa. jaiaan
gachataaz, gachataasan
jataaz, jataazau
nachaEOE, nacbaRon
acbaEO, achason
jaECK, jaEon
gachaEozaE, gacbaEozan
jaEozas, jaEozan
acbaKu, achasun
jaEuE, jaKiin
jaEüzaK, jaxuzaa
z z
nacbaEfíOK, nacliaEee»
acliaEüo. achaKoen
jaEceK, jaKceii
gacbaEeezaE, gac)mK-.'ozan
jaEeczaK JaKoczan
niucliaKoian, nínc)iaK«tcnan
iuKlmKeon. incliiiKuenan
jaEeian, jaEeentin
ginchaEtíiazan, gmch i Eucnazan
jaEoiazau, jaRoouazau
1. INDÍC
2. PreMrilo
impwlocto.
nintziían, iiíotzoDaa
iutzaD, intzanan
giutziíazau, eintzonazan
incbatau, iiicbataiiaii
jataau, jatanan
jataazan, jatanazaD'
ninchataaD, niucbítanaii
jataan, jatanan
gincbataazan, gincbataauazan
jataazan jataanazau
nincbaEuan, níncbaEonau
ÍQchaKon. inchaKonau
jaEuan, jaEonan
giuchiKuazan, giucbaaouazAn
jaEuazan. jaKonazan
incbaEUu, incbaEuuau
jaKubau, jaEunau
jasubazan. jaEunazan
z z
! , ll
i _y
1 Mi
■U íi
-8= á
iiujaitoKCK, iiBJaitcEeu
aitoKe, aitüKun
jaittiBúE. jaiteKen
gajaituEozas. gajaitesezan
j&ituKezaE, Jaitesezan
aEÍEet, asiKenat
jaHiKedaE, jaKiEedaii
jaEiEedazaK, jaEÍKedazau
uaciKeE, iiaEÍEen
daEÍECE. dasiseu
gaEÍEezaK, gaKiEezau
daBÍEezaE, daEÍEezan
najaKíEijoK, najasÍEijon
aEísijo, aKÍKijoii
jaEiEijoE, jaKiEijon
gajaEisijozaE, gajaEÍE¡joaau
jaEÍEijozaK. jaEiEijozm
aEÍEegu, aEiKegun
jaEÍBegnE, jdEiEegun
jaEiEeguzaE, jaEÍEegnzaii
1 z
najaKÍKijnuK. najaKÍRijiicn ]
jaKÍKljtluE, jaEÍKijuoii
gHjaEíKijuezaK. gujaEÍEijucz-in
j:\KiEij:iozaE. jaKixijueean
naiutoKOK, Daintexeu
eiiituEO, oiutcEcn
laitoEoK. laituEcn
gainU<KezaE, gaiiiteEezan
laitoK«ziiB, laitekezan
einKiKHt. eiiiKiEodan
lajeiBiKiadaK, lajeÍEíEedan
lajeiKiKíaaaZAKTTftíeiaiEedazan
neinEiEiaK. neinEÍEiiiu
eiiiEiKiaK, einEisian
geiuKÍKiazaE, geinEíEÍazan
najeinKÍEijoE, uajeinKiEijon
eíuKikíjoE, einEÍEijou
lajaiKÍEijoK, lajeiKÍEijon
gajoinEÍKÍjozaE, gajeinKÍKijozan
lajeiKisijozaE, lajoiKiKjozan
eiuEiKegu, einEiEGgun
lajeiKiEoguK, lajeiKiEegun
lajeisiKeguzas, lajeisisegiizan
z z
iiajoinEÍEÍjueK, uajeinRiKijueu
cinEÍKijuuK, einEÍEijuon
lajeiKíEiineK, lajeíEÍEijuen
gajtíinKiRijuozaKigajtíinKlKlJuozun
lajeiRíEijuezaE, lajoiRiRijuezan
nindiaEijuL'E, uiucbuRijuoii
inehaE juo, íncliaEijuen
gintzaRijuezaR, gintzaRíjuez n
litzaEiiuozaR, ¡jtzaEijuezai;
nintáMGKíK, iiiDtzatuEen
intzftteko. ilitzatíísen
litzatOKOX. lítzateKcm
fiintzaWKezhH. giutzatoKezau
litzatoxozftR. litzateKGzan
inchaKet, incbaBüdan
litzasedaK, litzaaedaii
litzaEedazaK, litzaradazau
ninchaKes, ninchiKen
litzaEGE, litzasen
SinchaEezaE. ginchax«ian
lilzaKezaE. ützaKezan
umcbaEijoE, niucbasijon
ínchiKijo, inL-haEijon
litzaEijoB, HtzaBijon
gincbaEijozaK, gincbaEijozan
litzasijozaE, litzaEijozín
inchanegu, inchaKegun
litzaEeguE, litzaEegun
litzaEeguzaE, litzaEeguzan
- -
bauititzo^t* baniutzou
)mintz,^l>aint/on
balitzoE. balitzoii
bagintzoxftK. bagíntzozaa
IjalitzozaK, balitKozaa
hainchat, baini&adoa
balitzadaH, bal^tzadau
balitzadazi&, balitzadazau
banincbaE, baniucbau
balitzaE. balitzan
baginchazaE, bagincbazau
balitzazaE, balitzazan
baniutihaEOE, bauinchason
biincbako, baiufhaEou
balitzaBOK. balitz iEon
baginchaKOKftE, bagiurjhaEozan
balitzaKozaE, balitzaEozín
baincbaKu, baínchaBun
balitzasuE, balitzasun
balitzaEuzaK, balitzaRuzau
z z
baninchaHoE. baoinchaKen
baincbaRo, ))ainebaE-'n
balitzaEüR, babtzaRun
baginchaEozaR, bagincbosozan
balitzaEuzaR, balitzaRezan
líJ
naj-oaK, nayoan
yoáic, yoaii
gayoozaK, gayoazau
oat, oanat ,
yoataK, yoatau
yoatazaE. yoatazan
noatat, noataa
yoataa. yoatan
goataaz, goatazan
yoataaz, yoatazan
nayoaKOK, uayoaKou
yoaKoE. yoaEon
gayoaKOzait, gayoaBozan
yodEozaE. yoaEozan
oaau, oaEun
yoaEu, yoaaun
yoaEUzaK. yoaKU2J.n
- -
nayoaReR, nayoaEOii
yoaKeR, yoaRen
gayuaEtíZüE. gayoEEOZcn
yoaEozaE, yoaEozan
1(1
ii H
•
S
1 1
^ 1
■ s
□Inyooaii, biuyoauan
itiyoan, iuyoanan
yoiaan, yoiaiiau
giuyouazaK, gínyoaazati
yoiaazan, yoiauazan
inyoatan, iuyoatanau
yoatoan, yoatanan
- - r^-s
yoataazan, yoatanazan '
uiuyoataan. ninyoatauan
inyoataan. inyoatanan
ginyoataazau, gmyoatauazan
inyoatajsan, inyoabanazan
ninyoaEoan, uinyoaEonan
inyGaEoan, iuyoaEonan
yoaE jan. yoaEonan
ginyoaEoazan, ginyoaEonazan
yoaEoazau, yoaKonazan
inyoaEun, inyoaKuoan
yoaEuan, yoaKunaa
yoaEuazan, yoaKanazan
z z
ninyoaReaii, ninyoaxenan
inyoaRen, iiiyoaEenan
yoaRean, yoaReuau
ginyoaKeazan, ginyoaRonozan
yoaReazau, yoaKonazan
aili, adi
bejodiK, bejedÍQ
bejoitczaK. bejeitezan
aEit. asidan j
bejoEidaK. bejeKidan f
bejeEidazaa, bejeEidazau
beEÍK, beEiii
beEizaE, beEizan
aBijo, aKijon
bejoKijOK, uejeEijon
bejeEJjozaE, bejeKijozan
FEigu. aBigun
bejeEiguE, bejeEÍgun
bejeEfguzaK, bejesiguzan
z z
aRijue, aRijuen
bejeRijuüR. bejeHijuen
beÍL>EijuezaR, bejeEíjuezan
najadm. najadiuan
adin. adinaii
jadiii. jadíuao
gajaitezan, gajaítenazau
jaitpian jaitenazan
aEidan, aEidauan
jaEidan, jaEidanan
jaEid.zin. jaEidanaza»
noEíjiin, iiasinan
daKijau, daninau
gaEijazau, gasinazan
^aEijazai). daEinazan
najaaijuau. najaEijouan
aEijon. aEÍjonan
jaKíJLtan. juKijonan
gajaKijuazau. gajaEijonazan
jaEijuazan, jaKijonazan
aEiguu, aEÍguuan
jaEigubau, jaEiguuan
jaEigubazan, jaEÍgunazan
z z
najaEijneen, najaRijuenan
jfiEijueen, jaKJiuonin j
g jtíRijueezan, gajaRijueiiazari ¡
jaRÍjueczan, jaRijuouazan
1
Dajondin. najendinan
ondiu, üudinan
i'ídin. jedinan
gajíDtiazau, gajiutenaxan
itiazau, jitouazm
enEidau. euKidanan
jeKidaa, jeEidauan
jeEidazan, jeEidanazau
eoEijan, euKinan
genEijazan, genKinazan
eDEijazau, eoEínazan
najeuEíjuan, n<jeuEijouan
enEijon, enEíjonan
jeEijuazau, jeKijonazau
gajeuEijuazan, gajenEijonazan
jegiJLiazau, jegijonazan
enKigun, euEigunau
jjEigubau, jeEiguuan
joKignbazan, ieKÍ''unazan
z z
najeiJRijueon, najenHiJuenau
cuRijuon, enEíjucnn
jcKijnecn, joRíjuenau
gajc'uRijueozau, gaieriRijiioiiaiían
^fe -^fe-^Ie^^s^Ms^M^I^^^^^Í^
Página 21, linca 22: cuando se coloca (leli'ás, sufijo; — cuando
so co ü::a den lio, infijo.
Fág. 5'2. Es lan ínliina, tan profunda, tan com[)L'U la conexión
reinante enlre un puei:)lo y su idioma que, sin exigeración lia po-
tlido decirse: «cambiar de lengua es cambiar de alma». La lengua
es el inslfumenlo por medio del cu;d la personalidad humana ex-
Iciioriza su vida espiritual en el tiempo y en el espacio: atacar á la
lengua es atacar á esa personalidad.
Un tratadista, de sentido muy co:iservador, teórico de cámara
de un imperio muy poco tierno para los derechos nacionales, lo
reconoce explícitamente: «La lengua es el bien más esencialmente
propio del pueblo, la manifestación más neta de su carácter, el lazo
más fuerte de la cultura común ».^
La consecuencia (pie de aquí se desprende s dta ala vista: «El
Estado no tiene el derecho de arrancar á un pueblo su idioma, ni
de impedir su progreso, ni su literatura Proscribir de la Iglesia
y de la escuela la lengua de un pueblo civilizado, es una amarga
nijuslicia».^ Las legislaciones que en más ó menos grado cometen
esta injusticia, como la castellana y la francesa, son unas legisla-
ciones bárharas.
Sien nomhre del mero derecho natural, base del derecho polí-
tico, nos asiste razón pai'a perseguir la d\.'rogación de esas abomi-
nables leyes, todavía estamos mejor fundados para reclamarla
en nombre de la cultura moral. Es un hecho que allí donde des-
aparece la lengua euskara, por lo general, las costumbres se vuel-
ven ásperas, desabridas, violentas; las pasiones se desordenan, lo.^
1 La frase que vi dotrás del f,'uiüu e.s la que ha de añadirse al texto.
2 Bluntschli, Theorie genérale de l'ctat, pág. 77-
3 Id. id,
58
LX
iiisUalos se desatan, los hábitos se pervierten. Donde imperaba un
lenguaje morigorado y respetuoso, se escachan expresiones soe-
ces é inmundas hlaslemias. La facultad del res^teto se oblitera; el
antagonismo social surge. A la insolente grosería, á las tristes en-
vidias de abajo, resi)onden el orgullo y el desdén de arriba, mar-
cándose de hecho en todas las relaciones sociales la división de cla-
ses, fundidas hasta entonces en li viva conciencia de la comuni-
dad de origen, creadora de una práctica democracia cristiana. Los
gestos, las acliiudfs, his frases, los chistes, los cuentos, los juegos,
los bailes, las canciones, todos los elementos que constituyen el
trato ordinario de la vida popular se embastecen y encanallan; des-
pierta la codicia, aprende á pisotear lodos los frenos; la vil navaja
se permite innobles venganzas, y los rasgos de tan completa tras-
formación se van revelando incesantemente con avasalladora elo-
cuencia en la estadística criminal, que siempre ha llenado y llena
pocas de sus casillas con nombres de bascongados que hablan
bascuence.^
Aun entre hijos del país, y en mayor grado entre los que ajenos
á él no nos son afectos, pasan por quimeras y devaneos de la
fantasía los esfuerzos que desde hace algunos años so viene ha-
ciendo en el país para conseguir la cultura, llorecimiento y con-
servación del euskara. Nos hablan de no sé qué leyes de hierro,
de no sé qué evoluciones fatales, de no sé qué corrientes incoer-
cibles de la civilización que la condenan á inevitable ruina. Nos
llaman idealistas, soñadores, románticos. Nos dicen que ( 1 bas-
cuence está acorralado; que es inútil pai'a los usos oüciales, que
las clases ilustradas del país prácticamente lo desdeñan al valerse
siempre entre ellas del castellano ó del francés; (lue es el habla de
la gente tosca é ignorante; que para expresar con él alguna idea
un poco elevada se hace preciso inventar palabras que la con-
vierten en una especie deidiomahierático inisequible al vulgo, por
lo que la mayor parte de los escritos de alguna pretensión litera-
ria tienen que acompañarse de peínenos vocabularios, para ser
inteligibles; que la literatura conlempjránea es una litei'atura
amanei'ada, académica, IVia, estéiil; que el fi'ancés y el castellano,
lenguas sabias, administrativas, literarias, (¡olíticas, ahogaran fdtal'
mente al bascuence, lengua puramente familiar.
1 La raatoiia os odiosa y mo abstcinjío do eitav hechos y scM'i.vlar torritorios. l'osoo t>ii ex-
traordiiiai ia abiiudainjia daton jiistitlcativoa, (]iio son, oii vurilad, imuieosariotí jiara Ioíi íjuo üo-
liouuii al I aíd dü vÍ3U. Uo diohj ua (luita (juij odo.s i>uuL>lo.s dosüuidkai'izadod cou!>urvou ruluvttul»)!
CualidaUüs.
LXI
¡Cuan tristes teorías de muerte son estas! ¡Qué decadencia pre-
suponen en las sociedades que las dan por buenasi ¡Cuan falsas
son, á la vez, como todas las teorías puramente materialistas! Sería
cosa de desespenr si á estos hechos (suponiéndolos exactos to-
dos, que no lo sóu), no se les pudiera contraponer el hecho verdade-
ramente luimano, engendrador de mihigros, la voluntad!
Ciertamente que el euskara es la lengua de los humildes; que
no resuena habitualmente en los lábio>! de la delicada y elegante
dnna vestida á la última de Paiís, ni en los del hombre-hem-
bra siervo del pscfmtt, ni en los espléndidos salones del hotel, sino
en los labios de la rústica labradora d 'scalza, en los d¿[ rudo y
atezado marins», engendrador de Oquendos y Elcanos, en las ahu^
madjs cocinas de las bordas y caseríos monlañeses. Ciertamente
que ese olor á taileí-, á brea y á heléchos que exhala no lo reco-
mienda á la benevolencia de los que compenüian toda la existen-
cia humana en un hgurln de modas ó en un código de buenas
maneras, ya pertenezcan á los que ocupan naturalmente los prime-
ros puertos de nuestra socied ul, ya formen parle de la imitación
grotesca de nuestr¿is clases medias recien pulidas. Pero aunque ese
mundano y huei'o criterio constituyi ni euskara en un estado de
inmerecida y anti-patriótica inferioridad, no le cuadra á ese desdén
el nombre de causa fatal, ni han dejado de experimentarlo tampo-
co oíros idiomas posteriormente reintegrados en el honor que les
corrrespondía.^
Los hechos de la bistoria nos demuestran que podemos salvarlo:
he aquí algunos.
«Tengo entre las manos una historia nacional (la Istoria Roma-
nilora, deLauriami), cuyo autor ha tenido que insertar en cada vo-
lumen un vocabulai'io de palabras nuevas; sin esc cuidado serían
ininteligibles á los lectores... Por lo lanío, existen de esta suerte dos
lenguas, como bajo el italiano de la Crusca están los dialectos de
Italia, y bajo el fiancésde Rimneal pataó de las aldeas, y bajo el
romano de Virgilio el lalín vulgar».^ Los escritores rumanos, cuando
notaban vacíos en su idioma, tomaban en préstamo vocablos á las
1 En este punto hay que establecer una diferencia entre el país basco-español y ol fran-
cos. Al otro lado de los Pirineos las gentes de la buena sociedad usan, bastante amenudo, del
euskara en su trato mutuo, y bástalas familias más distinguidas cuidan con loable solicitud
de que sus niños lo aprendan.
La Kevolución francesa aborA de un solo ffolpe, radicalmente, las viejas libertades de lo.?
Hasco-francesos. Estos, instintivamente acaso, se asieron con más energía al v'niico elemento
diferenciador que les quedaba. En España asimismo, el cultivo del bascuence ha sido provoca-
do por la abolición de los fueros. Lo que allí fué un movimiento inconsciente, aquí se ha ve-
riftcado coa pleno conocimiento de causa, aunque en peores condiciones, por haber avanzaiQ
mucho la invasión del castellano.
2 Edgar Quinet. Les Roumains, púg. 5á,
LXII
lenguas románicas del Occidenle; «así se formaba una lengua culla,
peio ai'liru'ial,(iueel[)uehlo (liíírilmenleenlendia.si es (jue llegaba <i
taulo».^ «Los liiimani)> al despei'lar de un lai'go sueño, no encou-
Iraron alrededoi' de ellos ningún monumento escrilo, ningún gran
escrilor nacional (jue diese teslimonio de su pasado. En medio de
esa noche prol'umla de su hisloria, no hallaron para oiientarse
á través de la especie humana más que un eco tle la palabra an-
tigua en la boca de los aldeanos, de los monlañercs, de [osphiessi
ó cazadores «."-^ La lileratma de esla suerte foi'mada no ha sido es-
téril; la lengua rumana vive y es el órgano de una nacionalidad.
«Las reivindicaciones de las nacionalidades son' la consecuencia
inevitable del desarrollo de la cuitara lileraria, de la prensa, de
la democracia. El ejemplo más curioso de esos renacimientos na-
cionalistas se encuentra en Finlandia. La civilización era completa-
mente sueca; el ünnés, lengua desdeñada, estaba acorralada en
el fondo de los campos. Hoy el linnés es la segunda lengua o/icial.
La enseñanza primaria se dá casi en todas partes en ese idio-
ma; existe un teatro nacioi^-d donde he oido cantar .]/(/////« en lin-
nés. En Gaützia el polaco ha reemplazado completamente al ale-
mán, y cuando la última visita del Empei'ador, el discurso de re-
cepción le fué dirigido en polaco. En líohemia el tcheque triunfa
dehnilivamenle y amenaza eliminar n\ alemán. Al abrirse la Die-
ta, el gobernador pronuncia su alocución en las dos lenguas. En
Praga, junto á la Univei'sidad aleniana, se ha creado recientemente
una Universidad tcheque, que es el símbolo del triunfo de la causa
nacional.
«¿Qué lugar ocupaba en el siglo XVlll la lengua alemana, Qxun-
do Federico 11 se Jactaba de ignoraila y de escribir el francés tan
bien como Voltaire? Era, sin duda, siempre, la lengua de Lulero,
pero no era ni la de las clases superiores que preíeiían el fran-
cés, ni la de la ciencia que se valía del latín. Hace cuarenta
años el magijar era el idioma despreciado de los pastores de la
Puzta. La lengua de la alti sociedad y de la adminisli-ación era
el alemán,\:x de la Dieta y de las escuelas superiores 6'/ laíin. Igua-
les comiuistas del dialecto nacional en Croacia, en liohemia, en
Galitzia, en Rumania, en Servia, en Bulgaria. En todas parles, el
renacimiento lil'Míirio precede á las reivindicaciones i»olílicas.
«El dialecto esloveno, el mási»uro délos idiomas yugo-eslavos.
1 Quinot, Les Roumains, pA^. 54.
t Id. id. i)ás. yy.
LXIII
se liabia conveilido en una jerga hablada solamenie por los al-
deanos. Líi lengua de la adininislración, de la lileralura, de las
clases acomodadadas, en una palabra, de la civilización, era el
alemán. Todo el país parecía definilivamenle germanizado; pero
en 1835, Luis Gai, al fundur ei primer periódico croata, dio la
señal de la resurrección de la literatura nacional. Después de
I8i8, la concesión del derecho electoral produjo la resurrección
de la nacionalidad eslovena, gracias á laactividad intelectual de una
legión de poetas, de escritoi'es, de periodistas, de maestros, y sobre
todo, de sacerdotes Jos cuales veían en el idioma nacional una ba-
rrera contra las invasiones del librepensamiento germánico. Eoy
los eslovenos llenen la mayoría en la Dieta déla Carniola.El eslove-
no es la lengua de la esencia, áeipálijito y de la administra-
ción provincial. El alemán no se emplea sino en las relaciones
con Viena y los documentos oficiales se publican en las dos len-
guas».^
Las lenguas, como todos los organismos vivientes, perecen por
causas naturales, pero son las menos, como son los menos los hom-
bres que mueien de pura vejez; pero este no es el caso de la len-
gua euskara. Su fuerza vital no está agotada: no se muere, la ma-
tan. Proscripta de la enseñanza, arrojada de la vida oficial, víctima
de un tenaz ojeo buroci'ático, huérfana de la menor protección,
acordonada como un foco infeccioso, sufre el mismo destino que
el altivo francés y el orgulloso castellano sufrirán el dia que sobre
ellos caigan garras tan crueles y despiadadas.
Uno de los lugares más comunes en boga actualmente consiste
en aíii-mar que las lenguas órganos de una gran cultura, están
privilegiadas para la lucha por la existencia, y que puestas en con-
tacto con las lenguas poco cultivadas, mecánica y fatalmente,
efecto de la selección natural, las sofocan y suplantan, Pero la
verdad es que nada de esto sucede si la lengua culta no dispone
de una fuerza pública que la preste su influencia. Lo que hay es
que existe una correlación frecuente, pero no necesaria, entre la
cultura de la lengua y el poder del pueblo que la habla. Si se
analizan detenidamente esos casos de supuesta selección natural,
se ve que todos los verdaderos factores de ella son políticos, socia-
les, religiosos, es decir, públicos, externos. Allí donde el griego —
(lue era una lengua de hlósofos, de poetas, de artistas, de pensa-
1 Mr. Emile de Laveleye, en la Revista de Ambos Mundos.
LXIV
dores incomparables, y el órgano bello y perfeclo do la máb el^íva-
d), compleja y liiimana ciiitina de la aiilÍLiiiedad,--so ba vlslo ro-
deado por el latín, órgano de una civilización do segunda mano y
de calidad incueslionablemenle infeiior, ¡lero rica como pocas en
apliludes é insirumentos de prensión y asimilación, el griego pe-
reció: tal en Sicilia.
Abora volved la vista á Oriente, y veréis (lue al alemán no le es-
tá sirviendo de nada el ser lodo lo que el castellano y el francés
son respecto del bascnence, y que á pesar de Goelbc, de Scbiller,
de Lessing, de Juan Pablo, de Heine, de Ilerder, de Creutzcr, de
Kant, de Hegel, de Scbopenbauer, de Tbibaut, de Savigny, de
Niebbur,de Hugo, de Slbabde Scbliermacbcr, de Wete, de EwaM,
de Strauss, de Scbleicber, de Grimm, de Bopí), de Üiez, de Putt,
de Weber, de Gregoriovus, de Ocrvinus, de Mümnisem, de Ilum-
boldt, de Yogt, de Vircbow, de JMozart, de Beelboven, de AYagner,
de Kaulbacb, á pesar de esa pléyade de filósofos, de poetas, de
músicos, de pintores, de sabios que lian creado la universal cul-
tura germánica, le aguarda el mismo fin que le tienen pronostica-
do al bumilde idioma de los carboneros de Val de Erro y de los
pescadores de Ondárroa.
El bascuence puede salvarse y salvarnos. Querer es poder.
Su muerte no bay que atribuirla ala intervención de una ley fatal,
superior á las voluntades de los bombres. La carencia de sentido
jurídico de los Estados español y fr¿incés, auxiliada por la tibieza
de nuestro patriotismo, serán los causantes. Tenemos el durecbo
de reclamar la derogación de unas leyes que nos arrebatan nues-
tra misma personalidad. Pero conjuntamente estanios obligados,
por piedad filial y bonor de raza, á restauíar el imperio del euska-
ra dentro del país euskaro. ¿Cómo lian de respetar, los ágenos
aquello que los propios desatienden y abandonan:' El pueblo eus-
kalduna verá si (piiere mancbar su honrada y é[iica historia, con
una irredimible y degradante abdicación.
Pág. 59, linea ÍO: véase la nota de la pág. 1 1 ! — de 1 1 citada
obra de Diez.
Pág, 83,. linea 19. En el texto figuran, en calidad de ejiMuplos,
LAfii (b) y LFA'.E (g) "ley". Táchense, pues derivándose esla pala-
bra del vocablo lalino (i'(/e, hay permutación de o en a, y no de
a en e.
Pág, 102, linea 1. Tand)ien hay que suprimir el párrafo relati-
vo á ¡a epéntesis de /,/, cuyo oiigen se explica posleriormenle en
el texto al baldar de los núcleos verbales de las ilexiones inlraii-
sifivas.
LXV
Pág. 113, linea i y siguientes. Gomo ejemplos de permutación
de h en h regislro dos ílexiones guipuzcoanas y dos bizcainas. No
hay tal permutación, sino elisión de la h é interpolación subsi-
guiente de b eufónica en las ílexiones bizcainas.
Pág. 114. linea 2. Aquí también hay dos ejemplos viciosos de
permutación de h en t: la sílaba he de la ílexión guipuzcoana es
característica de potencialidad, y la te de h sulelina de futuriclón.
Pág. 114, linca :21 y sigls. Los ejemplos de permutación de t en
b consistentes en ílexiones, no son pertinentes; la b es eufónica
y se debe á la elisión de t.
Pág. 115, linea 24. La permutación de h en t figura entre las
esporádicas, después de haber figurado entre las anormales. Desa-
parezca de entre aquellas, y reclifíí¿uese en vista de dicha esclu-
sión el cuadro general de las permutaciones.
Pág. 124, linea 2í. Hay que tachar el ejemplo arbizura «á Ar-
bizu». La r no es eufónica aquí, es orgánica; pertenece al su-
fijo ra.
Pág. 158, linea 19. Jaixkotiar además déla acepción «deísta»
posee, con carácter más general, la de «devoto».
Pág. 165, linea 22. El pronombre reren indica, no que las co-
sas poseídas son muchas, sino que los poseedores son varios. Pa-
ra expresar «suyos» cuando el poseedor es único, hay que valerse
de BEREAK, y cuando son más, de berexak. La diferencia entre
BERE y BEREN exisle en los dialectos bizcaino y guipuzcoano; el la-
bortano y el sulelino se valen de bere siempre, ya se trate de un
solo poseedor, ya de muchos.
Pág. 23'2, linea 4 y sigts. Dije que en la aglutinación del sufijo
pluralizado etaz se introducía e epentética cuando el nombre ter-
minaba en consonante. Fué por inadvertencia. La simple lectura
de !as palabras con etaz revela que esa e pertenece á la abun-
dancial.
Pág, 238, linea G y sigts. Las formas indefinidas del limitativo
llevan el suíijo abundancial contraído ta, lo cual no impide que se
confundan con las definidas plurales de palabras que terminan
en consonante, las cuales requieren ede ligadura; así, lurretara-
Ño podrá significar «hasta rasa» y «hasta Jas casas». No cabe se-
m.'Jante confusión en las palabras que acaban en vocal: begitara-
Ñü «hasta ojo» y BEG1ETARAÑ0 «hasta los ojos» Téngase muy
presente el final de la nota á la pág. 240, desde el guión.
Pág. 263, linea 9 y sigts. La primera regla fonética de la aglu-
tinación de raT, ra á los pronombres, esttá tan pésimamente for-
LXVI
iniil:i(l:i ({;iú vioiic á tlí^ir (j i'a l'i e de lír.v sj olidi I'ikí.m d.i los ci-
sos 011 (lue no se elide. Lo ([iie djbí y (¡ais^ decir e; lo slgiiienle:
«Los lu'onoinhres hM'minados eo vocal provocan la elisión de la e
de la ahiiiidaiicial ki'a, íiieri d.i los caso; e.i [iie el si;jiiiilicado del
dichos pronombres es |)liiral. E\ pronombre GU que hace gutaha
coiisliUiye una escepción de 1 1 ([iie les tocaba h icei'se cargo á las
observaciones.
Pág. á95. Entre las partículas ([ue sirven para formar nombres
adverbiales dejé de incluir á xa ó ña; ésta se une á los nom!)res lin
número. De sus funcionas da completa idea el siguieide ejemj)lo:
DMNl'ORA AUTAN ARKUME BP]UR1TAKÓAK EROSTE.X ZlllAN LAUNA
E1\UHALEA.\. GAZTA ERE BAI LIBRA BOST KOARTOAX. ARDÍ LAUUÚAK
ZORTZIÑA KOARTO. ARlvUMEEXAK iUJSTXA. «Eli aiJUel liem[)0 loS
corderos recentales se compraban á cuatro reales. También el
([ueso en cinco cuartos. Las pieles de oveja á ocho cuartos. Las de
los corderos á cinco ».Míat piei'dela dental y baxa significa «ca-
da uno»; emaxgo dizkizutet eun SAGÁUBAXA, ><os '!aré á Cada
ciento de manzanas «.
Pág. 302, linea 5 y sigls. La redacción de este párrafo por erra-
la de imprenta (la repetición de elkaruekix que ocupa el puesto
([ue le correspondía á bakaurik) y por omisión de concepto resul-
la oscura y deficiente. Debe sustituirse con la que sigue: «Entre es-
tos adverbios se ven algunos cuya composición no es común; los
que llevan los sufijos kix, ík y tik. Propiamente hablando no son
lates adverbios; elkabreklx, por ejemplo, es un nombre colectivo
en unitivo; bakarrik un adjetivo en interrogaüvo-negativo; aitzi-
TiK un sustantivo en separativo-', etc.
Pág. 358, lineas 3 y 4. En los dialectos guipuzcoano, libortano y
suletino el supositivo del potencial está deri\ado inmediatamente de
las flexiones potenciales, mediante la eliminación dcKE. Así se e.\-
[)lica que haya conservado el sentido potencial, depués de perder
el elemento característico de e-e modo. Pei"o esto no li.Mie lugar
en la actualidad de un modo general más que en el dialecto sule-
tino. IKUSI badeza, iKi'si baleza signilican en los dos dialectos
«si él lo ve», »si él lo veía ó lo viese», v en suletino «si é I lo puede
ver», «si él lo podia ó lo pudiese ver». Para expresar estos coii-ei»-
los, los dos dialectos echan mano de las formas diibilalivas iiol
potencial, ikusi badezake, ikusi balezake. En bizcaino la deri-
1 Iztueta. Gipuzkoako Konflaira, im<r. 172.
LXVII
vacióii no se ha veriti;a(lo del potencial, sino del subjuntivo, así es
quejimás ha tenido en ese dialecto el signilioado que conserva en
süleiino: es un verdadero supositivo del presente en la forma y en
el sentido, mientras que en guipuzcoano y laljorlano lo e:> hoy
únicamente en el senlido. Atendiendo al rigor de la forma y al
signiticado suletino era plausible que, á reserva de la presente
aclaración, constituyese con las flexiones baüeza, etc., baleza,
etc., el modo supositivo del potencial, pei'O de ninguna manei'a
debí incluir en él á las flexiones bizcaiuas badagi, balegi, á las
(¡ue les correspondía de lleno un supositivo del indicativo. Todo
lo dicho es aplicable á la voz intransitiva, y por referirse á una
confusión de verdadero alcance práctico no quiero dej w de disi-
parla.
Pág. 359, linea 10 y sigts. En la enumeración de los tiempos
compuestos que trae el Príncipe Bonaparle en su Verbo Bascon-
gado dejé de incluir seis, dos por omisión de copia y cuatro p jr-
que no üguran sus flexiones en el Sétimo cuadro preliminar de
esa obra, debido á ipie no pertenecen á los dialectos literarios y
á estúr esla sección relegad i <á la tercera parte, todavía inédita, de
El Verbo. Pero como en 1 1 nota delapr^g. 359 hablo de los 91
tiempos del Príncip;^ no sale la cuenta. Gracias á la perenne
amabilidad del insigne bascóOlo puedo hoy reclificar mi texto, es-
tractanrlo las notas que se sirvió remitirme. Los tiempos omitidos
involuntariamente llevan los ni'rneros 15 y 8 t- en el Cuadro ;>/■(?//-
ííimar: 15. IIvUSI IZAXGO ZUEX (g) ikusi izanen zuen <'I) «él lo
habría visto (futuro pasada anterior, del indicali^o); 8í-. ikusiba-
LEGiKE(h) «si él lo viese» (futuro del supositivo del potencial condi-
cional). Los otros cuatro tiempos (¡ue na pule incluir en mi nota
hasta conocer sus ílexiones son: 78. iKUSí balez (a. n. m.) futuro
absoluto del sup jsitivo d.'l potencial condiciona!; 81. 1KÜSI¡\() ba-
'LEf. (a. n. m ; f ituro doble d^'l mismo tiempo; 82. iKUSl I'.AIN BA-
LEZ (a. n. in.) futuro dable an crior del mismo y 83. iiíUSí iz.víN
BALE/. (.1, n. m.) futuro doble absoluto del mismo. Las denomina-
ciones son lis del Príncipe. En la m.jncijnidi nota hay varias repe-
ticiones de tiempos; unas proce.l 'ii de ügurardos veces el tiempo
en la nota, y otras de Ügurai' ea éjta y ea el Cuadro: bast i que
el lector esté prevenido.
Pág. 360, linea 18. No existe en suletino el tiempa compuesto
IKHUSI üKEX LüKE quc SO mencíoua.
Pág. 387, linea 21 y sigts. Que unas ílexiones derivadas del po-
tencial y reforzadas con el verbal ÁL «poder» posean el signiüca-
do de un simple dubitativo del indicativo presente, á tenor de mi
LXVIII
adición y corrección á la pá^^ina ¡i.líS, parecerá, y es rcalinenleex-
Iraordiiiario. Algo conseguirá aminorar la sori)resa que causa un
resultado lan inipreviálo é inadecuado á los elementos que lo pro-
(.lucen, la reílexión de (pie el concepto «|)oder» no solo indica la
lacidtad de ejecutar una acción, sino también la posibilidad de que
acontezca un hecho: «yo p;iedo comer», «puede que llueva». Así
se ex[)lica(iuj ikusi al ij.U)i<]/.a signüicando elimalógicimenle «si
el lo puede ver», haya venido en la práctica á signiücar «si
yo lo veo » .
IVig. 450, |in'3a 18 y sigls. Temo ([ue mi explicación del texto
no sea l)astante clai'a para formar las Ihxiones del pasado deiZEKi.
Su núcleo es izeka y le preceden n, zea y z, afijos de los suje-
tos singulares; la piimera persona del plural prísenta la particu-
laridad de llevar como prolijo z; ya y te van co nj siilijos, distin-
guiéndose la segunda persona de plural de la -tercera del mismo
número en (pie el prolijo de aquella es zeñ y el de ésta 3. Todas
ellas, naluralmente, ternonan en n.
Vág. 485, linea 6 y sigts. La verdadera diferencia morfológica
entre las flexiones ile la undécima calegoiía del labortano, y la
del guipuzcoano radica: i." en el cndurecimienlo de la sibilante
del tema; '-2° en el Cinpleo del sufijo pluralizador zte.
Pág. 582, linea 20 y sigts. De lo dicho en el lexto se iníiere que
la diferencia entre el alijj epentético y el pleonáslico consiste en
que el primero es considerado b:ijo su aspecto histórico, y el se-
gundo bajo su «aspecto aclual.
l*ág. 031), lineas 10 y sigts. Debió de incluirse en éste lugar la
3.* categoría; va por nota en la pág. 071.
l*ág. 072, linea 9 y sigls. El p:ii'rafo del texto adolece de oscuri-
dad [)or(pie no se especiíican las floriones de su referencia. «El
alijo /:; pluraliza á il en la flexión DAKirzoN, y [)or ügurar con z
singular en zakitzox viene á coexistir, etc.»
IMg. 700. I/; t>)rma conjunüva se usa también en sustitución
de los gerundios castellanos; ésta consirucción es Uiuy común en
el Nueoo Testamento de Lizarraga: eta handik híauaiten zela
JESUSEIv IKUS ZEZAN (ii/.0.\ n.VT PEAílE LEKU.VN lAUniA, MATUEII
nnrrzícx zenik, «y |)asin¡lo Jesús de allí vio a un hombre (¡ue es-
taba sentado al banco, llam;ulo Maleo». ET.v .m:si's iiAxniK m.v-
ÜAITEN zela lAUUElKl IZAN ZAIZKAN MI ITSU OlllUZ ZCIulela ETA
zioitela «y t>as;uidi) .Jesús de ai[uel lugar le siguieron y\()í< ciegos,
gritando y dicicMido».
LISTA DE LAS OBKAS Y PUBLICACIONES
CITADAS EN EL TEXTO.
Aizkibel (D. J. Francisco dej. Diccionario Basco- Español, lilii-
lado Euskeratik cvílciara biurtzcko ilzleyia, Tolosa, año 1883.
Editor é impresor D. Ensebio López.
Arcliu (J.-B.). La Fontainarcn alcghia berJieziak, neurí-hilzcz
franzescíik uskarara itzuliak. La Rcollc, año 1848. Impresor.
Pasquier.
Astarloa (D. Pablo Pedi'O de). Discursos filosóficos sobre la len-
r/ua primitiva, ó Gramática y análisis razonada de la euskara
ó bascuence, Bilíjao, año 1883. Impresor, D. Pedro Velasco.
Id. A[iologia de la Icnyna bascongada, ó cnsai/o crítico- fdosó-
fico de su perfección y antigüedad sobre lodas las que se cono-
cen: En respuesta á los reparos propuestos en el Diccionario
geográfico Iñstóricode España, tomo segundo, palabra Sabarra.
Segunda edición. Bilbao, año 1882. Edilor, D. Pedro Maria de
Merhidel y Lasgoilia. Impresor, D, Pedi'o Yelasco.
Axular. Gueroco güero, edo arimiaren eguitecoen gueroco utz-
teac zembat caite el a 2origait~ dak/iarqnen. Edicione berria,
garbitud, clnuliendua etabere baithaco ordenan emana. V>\\\y)-
na, año I8G4. im4)rcsor, Y^® Lamaignére.
BenioL-w (Lenis). Apcrcu general de la science comparatice
des langues, pour seroir d' iniroduction á un traite tfjmpuree
des langues indo-européennes.Viwis, imo 1858. Librería A.Onraiid.
Bonaparlc (el Principe Lonis Lucien). Le Yerbe basque en la-
bleaux, accomp'igné de notes grammaíicales, selon les huit dia-
lectes de C euskara: Le guipu2coan, le biscaien, le liaut-nava-
rrais meridional, le labourdin, le basnavarrais occidental, )e
bas navarrais oriental et le souletin; avec les difj'érences de
leurs sousdialectes et de leurs varietés. RecueUli sur les lieux
LXX
mi'mes de la. hoichc íIcs gens de la eampagne, dnns cinq exciir-
sions liuíjiu'stitjues ftiites dans les se.pt proriuces h.isqiies í/' Es-
}>(i!/ne el de Franee pcndant les anees IHüV), 1857, i 800, 1807,
1801). Londres, a fio i8()9.
Id. lieinarques sut plnsieiirs assertions de M. Abel IkvelacquJ
eoneeriuinl la hmgue busque, aecoitipagnées d^ obséivad'ons gra-
imtialicales el bibiiographiqíies. (IvXlraiL ele l;i «licviio de; IMiilolo-
gic el d' Elliiio.uraphie, » publiée por Cli. E. de Ujfalvy.Toiiie deu-
xieiiie, i\o. ;j. Vims 1870). Londres, 1870.
Id. Obseiidtions sur le basque de Foniarabie, d' Irun ele.
París, afio 1877. Ernesl Leroiix, edilor de la Sociélé philolo^iíiuo
ele. Aeli's de la sociélé pliilologiipie, lome VI., N." ^.-Decembrc
1870. Le l'iiy, (i[)Oíiraíia M-P. Marcliessoii.
Jd. Note sur eertaines remarques de iM. A. Liichaire. Londres,
21 Jniiio. año 1877. (La lengo eiiciiadei'nad i sin cubierta, y no
puedo dar mas detalles. Probablemente se trata de una publicación
idéntica á la anterior.
Id. liínifirques sur eeifaines notes, eertaines observations el
eertaines correetions dont M. J. \lnson á aeeonipagné I' Essai
f^nr 1(1 langue basque par F. liibanj. (Piuis, 1877. Franck). (Ex-
Irait des «Acles de la Sociélé philologique». Tome Vil. n.° ^. Pa-
rís 1877). Londies, año 1877.
Id. Langue basque et langues finnoises. Londres, año 1802.
Id. Obserr aciones sobre la leí/ de la afinidad de las vocales en
el vascuence de Lizaso, valle de Ubania, provincia de Xaoarra.
Uevisla Euskara. Año cuarto. Pamplona, año 188 L Impresor 1).
Joa([uin Lorda
Id. Observaciones sobre el vascuence de algunos ])ueblos del
valle de la Burunda. Id. id, id, id.
Id. Observaciones acerca del vascuence de Valcarlos. Id, id, id.
Id. Observaciones acerca del vascuence de ¡lelelu. Id, id. id.
U\. Carie des sept provinces basques, inontrant la deliniila-
tion actnelle de I' euskara et sa división en diulecles, sous-dia-
lecfes, et varietés. Londres, año 1803.
Hopp (Francoisj. (iroinniaire coniparée des langues nido-eu-
ro¡)rnn."s cdniprenanf le sanscrit, le zend, /' arniénien, le gree, le
lalin, le lilhunnien, /' anden slave, le gothiqne el /' alleiunnd.
Traducida por M. ¡VÜchel Hreal; i tomos, precedidos cada uno de
una Introducción del traductor. París, año 18r»0. Librería de
L, llaclielle et {>'.
LXXI
Broca (elDoclor). Sur I' origine el la repartition de la langiie
basque. Paris, año 1875. Revuo d' anUii'0[)ologie, tomo IV.
Cardaberaz (Padi'e Aguslin de). Easquerareii berri oiiac: eta
Olido escribitceco, oiido iracurteco, ta ondo itzeguiteco erreglac:
Cura Jann, ta Escola Muisu Celosai Jesnseii Compaüiaco Aita
Aguslin Cardaherazec esquentcen, ta dedicatrendie.tenac. Vixm-
ploUcí, ano 1761. Antonio Castilla, libi'cro.
Challo ct d"' Abbadie. Eludes gtainniaticales sur la langue
euskarienne, Paiis, abo 1830. Arllius Herlrand, librero. Imprenta
y fundición de I\ignuux.
Chaignet (A. Ed.) La pJulosophie de la science du langaje étu-
diéedans la formation des niots. Paiis, año 1875. Libi'ena aca-
démica de Didier el G'^
Dariigol. Dissertation critique ct apologrtique sur la langue
basque. Ikiyona. Iniprcnla de iJnliart-Fauvel.
Diez. (Frédéiic). Grauímaire des langues romanes. Tradacida
por AI. i\J. Angiisle Brachel, Gastón Paris, AltVeJ Morel-Fatio; 3
lomos. Paris, año 1874. Librería A. Franck.
Duvoisin (el capilan). De la foruialion desnonis dans la langue
basque. Exlrdil du compte-rendii des Iravaux du Gongrés Scien-
lifiíiue de Franco. XXXIX° session a Pau. Pau, año 1874. Imprcn-
la y litografía V'' Vignancour.
td. Elude sur la déclinaison basque. Bi\\on:\, año 1800. Im-
prenta de V'' Lamaigncre.
Géze (Louis). Elemeuls de grainuiaire basque, dialecte souletiu
siitvis f/' un Vocabulaire basque-francais et franrais-basque.
Bayona, año 1873. Imprenta de \^^ Lamaigncre.
Hovelacque (Abel). La linguisliqae. Segunda edición. Paris, año
1877. Bibliollieque d^es scienees conlempoi'aiiies; C. Reinwald y
C'® libreros- ed i lores. *
Humboldt(Guillaume de). Rechervhes surleslmbitants primi-
iifs de V Espagne á I' aide de la langue basque. Traducida por
M. A. iMairast. Paris, año 1800. Librería Fianck.
Inchauspe (el abale). Le Yerbe basque. Publicado por el P. Luis
Luciano Bonaparte. Bayona, año 1858. Imprenl.i do V'' Limaig-
nere.
Id. Jesu-Knslen Lnitacionia, Guberouco uscaralat iitzulia. —
Eguiazco erreligionia. li^yona, ano 1883. Imprenta de V'''' La-
maignere.
Iturriaga (D. Aguslin de). Ipuyac eta beste moldaera batzuec
Giiipuzcoaco izqueran neurtubac euskal-erderazco ítztegui labur
LXXII
haicquin itzic illnnchoenac arguítceco. Tolosa, año 1 884. Editor
1). Enso!)io López.
Larili/.ab'tl (i). Francisco Ignacio di;). Grnmá/ica Vascongada.
San Sobaslian, año 1850. Imprenta de Ignacio Hamon liaroja.
Id. Testamnita zarrcco eta bcrrico condaira, edo muiulnaren
asicralic Jesa-CristorcnEüanrjelioa Apostolaac eraciitsi zulen ar-
terañoco bei vi. Escritura Sanlatic atora eta euscaraz ipihi di-
lucnac etc. Tolosa. año 1855. Impresor, 1). Andrés Gorosabel.
Larramendi (el Padi'c Manuel de). El Imposible vencido. Arte
de la lengua bascongada. Salamanca, año 1729. Antonio José
Villagordo Alcaráz, impresor.
hl. Diccionario trilingüe Castellano, Bascuence y Lalin. San
Sebastian, 1853. Editor é impresor D. IMo de /iia/Aia.
Léclnse (M. H.) Manuel de la languo basque. Nueva edición.
Bayona 1874. Imprenta y Librería de i*. Cazals^.
Lizarraga (de Briscous) El Xueco Testamento, impreso en la
Bóchela, año 1571. Su título original, según el diligente iVIr. Vin-
son, es como sigue: íems Crist gvre iaomiren Testamento berría.
El ¡mpi'esor se llama Pierre Haulin. Do éste precioso documento
se conocen únicamente trece ejemplares, según el mismo Mr. Vin-
son. Yo poseo las dos siguientes reproducciones parciales. Evan-
gile selon Saint Mattfiien,vQeí][\'M\o por Vr. Van Eys: su titulo
en bascuence lescs Clirislen Ecangelio SaindvaS. Matlhevenara-
vra- Paris, año 1877. Maisonneuve et O*" , editores.-L' Eoangile
selon Saint Maic, i-eeditado por Mr. Vinsjn; forma parte de los
Documcnts pour servir á l'elude historique de la langue basque;
Ululo en bascuence, lesvs Christen evangelio i S. Marc-en aravra.
Bayona, año 1874. W Ga..als, impresor-libi'cro.
Lubbock, (sir Juhn). Eiiomme pre/iistorique étudie cVaprés les
monuments retrouvés dans les difjerentes parties du monde. Pa-
rís, año 187(). Librería Germer Bailliere.
Luchaire (Acbille). Sur les noms proprcs basques contenus
dans quelques documents pi/rénéens des \T , AVi*' et A7//° sié-
des. (Mi ejemplai' es un folleto de 2^2 páginas, sacado de alguna
Bcvista, sin duda, sin pié de imprenta).
Id. Elude sur les idiomes pi/rénéens de la región frangaise.
I'arís. año I87Í). Maisonneuve et G.*" Editores.
Mariiiíalar (Amalio) y Mam'i(.pie (Gayelant)). Historia de la le-
gislación y recitaciones del Derecho ciril de España. Enero de
Navarra, Vizcaya, (luipúzcoa y Álava. Segunda eilición corregi-
da y aumentada. Madrid, anj 18j8.
LXXIII
Müllcr (Max) Nouvelles lecons sur la science du langage. Trada-
cidas del inglés por M. Georges Harris et M. Georges Perrot: dos
lomos. Pans, año 1868.Diirandy Pedone-Liiir¡el,libroros-cdil.ores.
iMendiburu (el Padre Sebastian de). Jesusen biotz mailearen
debodoa. — Orahí herriro Jesusea Logundi edo Compañi bereco
Alta Eascaklun, batee, animen oneraco, arretaz icustatu, ela
iitsegaiñac kenduric, obetu ta gueitu dueña. Tolosa, año 188^.
Imprenta de D. Ensebio López.
Moguel (D. Jnan Anloniú de). El Doctor Pera Abarca, catedrá-
tico ele la leni/iia bascongada en la Universidad de Basarte, ó
Diálogos entre un rústico solitario bascongodo y un barbero ca-
llejero llamado Maisu Juan. Durango, año 1881. Imprenta y li-
brería de D. Jnlian de Elizalde.
Mommsem (Tb.) Histoire Romaine Nueva edición, tralncid . por
de Guerle. París, año 1882. C. Marpony E. Flaniniarion, edito-
res; siete volñmenes.
Odise-Barol. Lettres sur la pliilosopliie de l'liisfoire. París,
año 1886. Germer Bailliere, librero-editor.
Ribary (Francois), £s',sYí/ sn,r le langiie basque, traducida del
liúngaro por Mr. Vinson con notas cümplemeniarias y una noticia
bibliográfica del traductor. Paris, año 1877. J. Vieweg, bbrero -edi-
tor. Imprenta 'le Gouverneur, G. Daiipeley en Nogent-le-liotrou.
Salabei'ry (d' IbarroUe). Vocabulaire de moís basqaes-nava-
rrais traduits en langne francaise. Bayona, año 1857. Imprenta
de V" Lamaigrére.
Salva (I). Vicente). Gramática de la lengua castellana según aho-
ra se habla. Octava edición. Valencia, ano I8i7. IJbi'eiía de Ma-
llen.
Sayce. Introdnction to the science of langiiaje. (No le.igo
actualmente ala vista el ejemplar de ésta obraj
Tubino (Francisco M.j Los aborigénes ibéricos ó los bereberes
en la Península (Folleto de 190 p.iginis, sacado du 1 1 Revista de
Antropología).
Van Eys (W. .J.j Dictionaire basque [raneáis. Paris, año 1873.
Maisonncuve.
Id. Grammaire comparée des dialectes basques. Paris, año
1879. Maisoimeuve. Imprenta de Alf. Louis Perrin et Marínet,
l.yon.
Id. Elude suri" origine ella formation dcsverbes auxiliaires
basques. Paris, año 1875, Maisonncuve. Imprenta de Loman, Kir-
bcrger y. Van líes t eren: Amslcrdan,
LXXIV
Id. Le verbe auxiUairc basque. Vam, ano i 87 i. Muisonneuve.
ImpiUMila de Li)m;iii ele.
N'elasco (D. Ladislao de). Los Euskaros en Álava, Guipúzcoa y
Vizcaya. Bai'celona, año 1880. Irni)r(3nla Barcelonesa.
Viiison (Julien). Mélanges de liiu/'aisfirjue et d' anthropologie
(en colaboración con M. M. Hovclicque y Picol). París, año
1880. Erncst Leroux, edilor.
NVhitney (W. D.) La vie du ¡angac/e. Segunda eilición. Paris,
1877. Librei'ia de (icriner Bailliere et C'^.
Yangnas (ü. José]. Diccionario de anligüodades del Reino de
Navarra. Cuatro lomos. Pami)lona. año 1840. Imprenta de José
Iniaz y Gadea.
Zabala (P¿idre I). Juan Maleo de.) El verbo regular vascongado
del dialecto rizcaino. San Sebas'Jan, año 1848. Imprenta de Ig-
nacio Ramón Baroja.
ISíHí^QSSTS--"
CLAVE DE LAS ABREVIATURAS
USADAS EN EL TEXTO.
Ao., (act.)
(aez.)
(agrie). .
(Ainz.)
(a. n. m.)
(a. n. s.)
(Baig.), (Bai
(Baj-Nab.)
(Baz.)
(Beinza-Lab,
(Bet.)
(biz.), (b.)
(bn.) . .
(bn. occ.)
(1)11. or.) .
(Bur.) .
(c) . .
(Cant. de Leí
Caus .
(ceg.) . .
Coiij . .
(cort.)
(Dech.) .
(def.) . .
Deriv .
Dest . .
Direct
Dir. ind .
o.)
Activo.
aezcoano.
agricultura.
Ainzioa (nombre de localidad).
alto-nabarro meridional.
alto-nabarro septentrional.
Baigorri (n. de loe.)
Baja-N abarra.
Baztan (valle de).
Beinza-Labayen (n. de loe.)
Beterri (región baja de Guipúzcoa)-
bizcaino.
bajo-nabarro.
bajo-nabarro occidental.
bajo-nabarro oriental.
Bnrnnda (valle de la).
común (en oposición á dialectal).
Canto de Lelo.
Causativo.
cegamos (n. de loe.)
Conjuntivo.
cortés.
Decliepare (n. de autor).
definido.
derivativo.
destinativo.
directivo.
directivo indeterminado.
^59
LXXVI
ed edición.
(í'am.)
familiar.
(f. f.) . .
flexión femenina.
(f. m.) .
flexión maseulina.
(f. V. f.)
flexión verbal femenina.
(f. V. m.)
flexión vei'bal maseulina.
(Fuent.) .
Fu enter rabia (n. de loe.)
(g.) . .
guipiizcoano.
(Gainch.)
Gaincliurizqueta (n. de loe.)
(Goy.) .
Goyerri (región alta de Gulpúzeoa
•)
(Gnip.) .
Guipúzeoa.
id . . .
Ídem.
(ind.) . .
indefinido.
Inst .
Instrumental,
Int. — neg
Interrogativo-negativo
(Ir.) .
Irún (n. de loe.
(Itiir,)
Iturmendi (n. de loe.)
(Jauns.)
Jaunsarás (id).
(1.) .
labortano.
(lab.) .
labortano.
Lim .
. limitativo.
(lit.) .
. literal, literalmente.
(Liz.)
. Lizarraga (n. de autor).
Loe
. loeativo.
loe. eit
. loco eitato.
mat
. material.
(Mezq,)
. Mezquiriz (n. de loe.)
Ms . .
. Manuscritos.
(Nab.)
. N abarra.
(Nag.)
. Nagore (n. de loe.)
(n. de loe
)
. nombre de localidad. •
Paj. .
. pajina.
Pas .
pasivo.
pers .
. personal.
(pleon.)
. pleonástico.
Pos .
. posesivo.
Preiü. tab. prelini
. premier tablean préliminaire.
Priv .
•
.
.
. privativo.
(Puenfc. la Eei.)
(r.) .
Eec
reg. dir
reg. ind
Eelat .
(sal.) .
(Sald.)
(S. S.)
Sep. tab. prelim
(s.) (Slll.)
(s. del L.)
(s. de Barciis.)
(S. Pouv.) . .
(Torr.) . . .
trad. lib .
Unit ....
(ülz.). . . .
(Urd.) . . .
(Urd) . . , .
(Vale.) . . .
(Vill. de Araq.)
(Yill. de Giiip.)
LXXVII
Puente la Eeina.
roncales (n. de loo.)
recipiente.
régimen directo.
régimen indirecto.
Eelativa.
salacenco.
Saldías (n. de loe.)
San Sebastian (id.)
Septieme tablean preliminaire.
suletino.
suletino del Labourd.
suletino de Barcns.
Silvain Pouvreau (autor de un pre-
cioso Diccionario hasco-f ranees que
se conserva inédito en la Bibliote-
ca Nacional de Paris).
Torrano (n. de loe.)
traducción libre.
unitivo.
Ulzama (valle de).
Urdiain (n. de loe.)
Urdax (id).
Valcárlos (id).
Villa nueva de Araquil. (id).
Villafranca de Guipúzcoa (id) .
TABLA DE MATERIAS.
1)
Pajinas.
Dedicatoria al Principe Bonaparle 5
Dedicatoria ¿i los Bascongados 7
Adyerlencia 9
INTEODUCCION.
Capitulo I. 11
1. Importancia délos estudios lingüisticos, pájs, 11 á 13. — 11. Im-
portancia del euskara como instrumento de investigaciones liistó-
ricas y como elemento integrante de un carácter nacional: 13 á 16.
— 111. Bibliogralia; autores bascongados: IG á 18. — lY. Bibliogra-
fía; autores extranjeros: 18 <á 22.
Capitulo II 22
I. Clasificación de las lenguas: 22 <á 2o. — lí. Territorialidad del
euskara: 25 á 29. — III. Los dialectos dol euskara; su repartimiento
geográfico: 29 á 44.— Apología del euskara: 44 á 52.
PEIMEEA PAETE.
LA SUFIJACION.
Capitulo 111. Fonología, trascripción y sislem.n fonético 53
I. Sonidos del euskara; 53 á 64. — II. Ortografía fonética del euska-
ra: 65 á 69. — III. — (i). La fonética; fenómenos que comprende: 69
á 71. — (ii). Generalidailes acerca del fonetismo euskaro y particu-
laridades dialectales: 71 á 79. — (iii). Permutación de vocales: 80
a 90. — (iv). Letras de ligadura: 90 á 94.— (v). Elisión de vocales:
94 á 97.- (vi). LetiMs epentéticas: 97 á 103. — (vii). Generalidades
acerca de la permutación de consonantes: 103 á 107._(viii.) Per-
mutación de consonantes: 107 á 118.— (i\). — Elisión de consonan-
tes: 118 á 123.— (x). Letras eufónicas: i23 ál27.— (xi). Contracción
de las palabras: 127 á 132.
Capítulo IV. El artículo. — Los nombres del número.— Los gra-
dos de comparación , . 133
I. El artículo euskaro y su uso: 133 á 135. — II. Nombres del núme-
ro: 135 á 139. — 111. Los grados de comparación: 139 á 142.
1 Las indicaciones de página ú pagina han de entenderse inclusivamente.
LXXX
CapítulúX, El nombre— La fonnación dd nombre 143
I. El nombre eiiskaro; sus clases y propiedades: 143 á 14o.— II. (i).
Formación de los nombres poi- composición: 145 á 153. (ii). For-
mación de los nombres por derivación: 153 á loí).— (iii). .Vccnlua-
eión |irosód¡ca v ortoíírálica del nombre: 159 á 100.
Cwii.vLO \\. El pronombre ICl
I. Generalidades; los pronombres personales: 101 á 1(55. —II. Los
pronombres posesivos: 1(55 á l(j(K— 111. Los deinosíralivos: KHJ á
170.— IV. Los relativos: 170 á 172. Y. (i). Los indetinidos: 172
a 175.— (ii). El snslanlivo burn como pronoml)rc rellcxivo: 170.
^■'^y'i'rvio\]¡. llistoriii !i critica líe la (ieclinacióii bascongada ... 177
La supucsla declinación bascongada; causas do esta suposición v
motivos de mantenerla: 177 á 179. Paradigma del P. Larramcnd'i
y de L.irdi;íábal; 179 á 180. Id. de Lecluse; 180 á 182. Id. de Darri-
gol; i 82 á 185. Id. de Clialio; 185 á 187. Id. de Mr. Diivoisin; 187 á
^89. Id. del Príncipe Bonaparte; 189 á 191.
Capítulo VIII. La sufijación 192
1. Generalidades acerca de la sulljación v de los sulijos; 192 á 193."
— II. (i). /í';agente smguhir; 193 <á 195.— (ii). Ek; agente plural;
195 á 197. III. /; recipiente; 197 á 199. IV. En; posesivo; 199 a
202. Y. Kin, hi; unitivo: 202 á 203.— YJ; T:at, zal\ deslinalivo; 203
a 204. MI. -(i). íY; locativo material: 204 á 200. -(ii). Baithan, bei-
tf/un; locativo persona!; 200 cá 208.— (ui). Gan; locativo personal:
208 á 209.— VIH.- (i). Bat, ra, lal, la; directivo material: 209
á 211.— .(ii).- Baithara, beitliara. ganat. gana; directivo perso
nal: 211 á 212.— IX.— íi). Ino, ino, ño, no; limitativo de di-
rección; 212 á 214.— (li). Elsulljo compuesto arleraño.sm va-
riantes y siislilntos; 214 á 215.— X. Bont:, runt:; directivo indeter-
minado: 215 á 210.— XI Gaiti, gatik; causal: 210 á 217.— XII.— (i).
Tik, dik, ti, di, rik; separ.itivo material: 217 á 220. — (ii). — Gandik,
ganik; separativo jiersonal: 220.— XI II. 7/,; interrogalivo-negativo;
220 á 223.— XIV. Gabe, bage, baga; privativo: 22 i á 220.— XV. Go,
ko; derivativo: 220 á 229.— XVI. Z; inslruinenlal; 229 a 233.— XVII.
-^/."o; de materia; 233.— XYIII. Acento pi'osódico en los nombres
jtrovistos de sulijos: 233 á 234. Cuadro de la aglutinación inme-
diata y mediata de los sulijos; 234 cá 235. Id. de la sulljación nomi-
nal 811 los cuatro dialectos: 235 á 240.
Cai'Ítui.o IX. — Tm snfiiación pronominal 241
I. Aglutinación de los snlijos á las diversas clases de pronombres:
a; 241 á 242; 7, 242 á 240; En, 240 á 250; Kin, 251 á 253; T:at,
:at, t:ako, 253 á 255; A', 255 á 2{)2; Bat, ra, 203 á 207; Iho, ino, ño,
no; 207 á 2(58; Bont:, runt:, 208 á 270; Gaiti, gaitik, 270 á 27!;
Tik, dik, 271 á 273; Gandik, ganik, 273; Ik, 273 á 274; Gabe, bage,
gaba, 274; Ko, go, 274 á 275; /, 275 á 279.— II. Cuadro de la agiu-
linación pronominal de los dialectos de España, dividido en II ti-
pos, 279 á 285. Id. de los dialectos de Francia, dividido en 10 ti-
pos, 285 á 292.
Cai'Ítui.o X. El adnrbio, la conjunción \i la interjección 293
I. El adverbio (Miskaro, su naturaleza: 293 á 295. Adverbios forma-
('os poi- deri\ ación: 295 a 297. Adverbios de posición y lugar; 297
LXXXI
á 2dd; de Ihmpo: 2Í)J á 331; de modo y compilación: 331 á 392;
de caiiLtd.id: 30á; de aünincióu, iiei^acióii y líu 1 1: 30á.— II.Li cou-
jiincióíi, sus clases y uatiii'alezj; 332 á "ijOi.— ill. Lis iiU'ii-jec-
cioiies y las fcasss inleij acciónalos: 30'i á 30 3.
SEG-ÜNDA PAKTE.
LA CONJUGACIÓN.
Capítulo XI. Naturaleza, estructura y funciones del verbo has :on-
gado 307
I. Teoi'ias verbales: de Mr. Incliauspe, 308; de D irrigol, 308 á 300;
de Aslarloa, 309 á 311; de Mr. Viiison, 31á; de Mr. Van Eys, 312 á
314; del Principe Bonapaile: su análisis del.s formas Verbales,
314 cá 321; hechos (jue sugerieron la teoría «clá.ica.» 321 á 323.—
II. La coDJugación sencilla y la periíVásicaj 323 á 324. líl nombre
verbal: 324 á 32o, Los verbos denoniinalivos: 325 á 32(3. La voz
Iransiliva y la inli-ansiliv;i: 32(5 á 327. Uii|iiPza del verb') bascon-
ííado en roruLis lógicas.* relaciones (|U'! exprés i_, 327 á 332. Los
Iralamicnlos: .332 á 33(3. SusTtTTrrtmrrt^'lte^xiTOSr^ la
pei'sona y en cnanlo á la voz^ 33o. Flexiones cai)il,ales y llexio íes
alleradas: 33(5. Tiempos matrices y deriVcidos.- 33(5. Verbales modi-
íicativos; 33G á 337. Discrepancia tío los tratadistas en molos y
tiempos sus causas: 337. Modos oiúginarios y tierivallvos: 338.
Tiempos simples de los auxiliares: 338.
Cai'Ítulo XII. El nombre verbal. — Formación de los Vumjos co n-
puestos 339
I. El nouibre verba! y sus diversas loi-mas; funciones (|ue éstas de-
sempeñan: 339 cá 347. (Cuadro de las formas del nombre verbal:
347. El nombre Yerbal con los sidijos,347 á 3o2: combinaciom'S do
los veilíales izan y iiklien con otios nombres vei-bale.s_, 3o2á 3o3.—
II. Tiempos compuestos (jue se forman con el sustantivo verltd
locativo^ con el adjetivo verbal indelinido, con el buna verbal v
con los adjetivos verbales posesivo y derivativo: 3o3 á 334. El fu-
turo perifrásico de los dialectos de Españ i y Fi'ancia y el futuro
simple de los dialectos de Fi-ancia: 35o ;i 3o0. (^üadro\goueral de
los modos y tiempos del verbo basc^ngado: voz transitiva, 3o7 á
359: voz inti-ansitiva, 300 á 3(52. Nombres verbales (jue entran en
cada uno tle los uueve modos: 303 á304. Sustitución de unos tiem-
pos por otros: 304.
Cai'Ítiílo XUI. Conjugación perifrásica del verbo rjuipuzcoano. (Voz
transitiva. — Tratamiento indeterminado). . . , 305 — -"
1. Análisis de las ilexiones verbales; sus elemenlos constitutivos^
caracteiísticos y estéticos: 303 á 300. A. Pi-imor tiempo m;!triz." In-
dicativo presente, 307 á 374, A. A. Tiempos derivados: Subjiinlivo,
pi-esente, 374 á 379; Imperativo, presente, 379 á 383; Potencial, fu-
turo presente, 384 á 387; Supositivo del potencial presente, 387
á 391. — II. B. Segundo tiemi)o matriz: Indicativo, preléiiio imper-
fecto, 391 á 397. \i. 13. Tiempos derivados: Subjuntivo, pasado, 398
3 401; Potencial, pasado próximo, 401 á 403: pasado remoto, 403 \
LXXXII
á 401); Siipüsilivo üt;l püleucial, luliiro conjetural, 40!) á 413; Coiiili-
cioiial, fiiluro próximo, 41:3 á 41(5: CiUiirü remolo, 410 á 420; Supo-
siiivo (tul coiiiiicional, présenlo, 4iO á 422.— III. Fiineioues ilc los
elementos conslilutivos, caractoi-isiicos y estéticos; el iiiílinlo ile ^
la belleza eu las leniíiias: 422 á 424. Las tres tunciones de la ca- \
raclerislica /w: 424 á 425. Elementos constitutivos de las tlexioues
guipuzcoanas: 42o á 428. Elementos caractcrislicos: i28 á42ü. Elc-
menlos estéticos: 429.
Capítulo XIV. Conjugación sencilla délos verbos guiínizcoanos tran.
sitióos 430
I. Si la conjugación perifrásica es ó nó primitiva^ 430 á 432; las
contracciones de las ilexiones no son el origen déla conjugación
sencilla, 432. — II. Conjugación úe cala ó /'dufii como tipo de las
conjugaciones sencillas transitivas: 432 á 442.-111. Oi-igen del mo-
do subjuntivo; por (¡ué usa de distinto núcleo que el indicativo: '.
442 á 443. Conjugación de egin <'liacer»^ 444 á 451; de 6V.:(/ív7« traer», \
erabdli «menear^ mover», eranian «llevar»^, ikasi «ver», 451 á 453; \
úejakin «sabei»^ 453; de inidi «parecer,» 453 á 454; de egoki «per- /
tenecer»^ 454 á 455; de i::eki «arder», eruasi «liablarmuclio»,455;de •
erauntsi «manar», 455 á 456; de iíiotsi «manar», irakin «hervir», i
iraun «áüvüv», jarda n «estar haciendo algo», 450; c\q iril:i «pare-
cer», 450 á 457; de jar ¿o «manar», 457. Derivación de las llexiones
^ de C4<üí_ <'decir», 451) á 402. Acento prosódico de las flexiones i
/^transitivas guipuzcoauüs: 402 á 403. /
Capítulo xv. Conjugación perifrásica ddjiQiJmlaMrtano. (Voz tiv'.n-
siliva. — Tratamiento indeterminado) 404
I. A. Primer tiein[)() matriz; Indicativo presente, 404 á 4()7. A.\.
Tiempos derivados: lndic;aivo, futuro presente, 407 á 470; Subjun-
tivo, presente, 470 á 472; Imperativo, presente, 473 á 475; Poten-
cial, futuro presente, 475 á 478; Supositivo tlel potencial, presente,
473 á 475; Potencial, futuro presente. 475 á 478; Supositivo del po-
tencial, presente: su foi'niación y particulariiladesde su derivación,
478 á 479. — 11. 13. Segundo tiempo matriz: Indicativo, pretérito im-
perfecto, 479 á 482. B. 13. Tiemi>os ilerivados: Subjuntivo, pa.sado,
482 á 485; Potencial, pasado próximo, 485 á 487.* pasado remolo,
su fo?-mación y particulai-id^des, 487 á 488; Supositivos del potim-
cial, futuro conjetural, su foi-mación y parlicularid ules, 488; C.on-
dicional, futuro pióximo, 488 á 491; Supositivo del condicional,
presente, su formación y particularidades, 491 á 492 — 111. Elemen-
tos constitutivos de las llexiones lal.urlanas: 492 á 494. Elementos
caracteríslicos: 494 á 495. Elementos cstétici)s: 495.
Capítulo xvi. Conjugación peri/rásimdel cerbo sutetino (Voz transi-
tiva.— Tratamiento indeterminailo). • 'i97
I. A. Primer tiempo matriz.- Indicativo, presente, 497 á 500. .\. .\.
Tiempos derivados: Indicativo, futuro presente, 500 á 50.3; Subjun-
livo, presento, 503 á 500; Imptírativo, presente, 500 á 508; Poten-
cial, futuro |»resenle, 508 á 511; Supositivo del potencial, presente,
su formación y paiticularidades, 511 á 512—11. 13. Segundo tiempo
jnatriz: IndicaliNo, pre'érilo iuíperfeclo. 512 á 514. 13. 13. Tiempos
derivados; Sidtjunli\o, [tasado, 515 á 518; Potencial, pasado |M'ó\i-
LXXXIli
ino, íilS n 5i0: p.is.iilo remólo, su form;ic¡ó:i \ parliciilariilades,
iJ'áO á ri^l; Siiposilivo del potencial, íiiliii-o conj''liir'nl,sii formación
y p.-irliculariihides. 5ií2; Condicional, ])re.senle 522, á o2o: pasado
i"emot(),, s;i l'orniación, 525; Snposiiivo <lel condicional^ piesenle, su
íoi-niación y pai'licnlaridatles, 625 á 520; ü()laiivo del condicional,
présenle, o2() á 530; falnro, 530 á 532.— III. Eiemenlos consüluli-
vos de las llexiones sulelinas: 5;i3 á 535. Eiemenlos caracleristi-
cos; 535 á 530. I'demenlos estéticos: 530.
('ai'Ítulo XVII. El tratamiento respetuoso del traasilioo suletiao. —
Conjagacióii sencilla de los verbos sitletinos transitivos. . ~T V \ 557
1. Fli'xioncs respetnos.is: del pi'esenle d«; indicalivo, 537 á 538; del
imperfecto, 538 á 539; del futuro, 539; del futuro presente del po-
tencial, 539 á 5'íO; del |Kis ido próximo, 540; del pasado remoto,
540; d.d presente del condicional, 540 ;i 541; del pasado remolo/
541.— II. (lonjusación úe jalan «saher», 542 á 544; de ^./-íti// «hacer
ir, agitar, llevar», 544 á 547; de erainan «llevar», 547 á 550; de
cdithi «tener, conlenei*», 550 á 552; ilc erran «decir^, 553 á 554.
Acenlo pi'osódico do las IK'xioncs transitivas sul''tinas, 554 á 559.
C.\pÍTL'i-o XVIII. Conjugaciúu perifrásica del verbo bizcaino.{\o'¿ tran-
sitiva.— Tralamieiilo indeterminado). . ~~; 7~~. : : T~-r . . 560
1. Las cual-o variedades del verlio bi/,caino, 500 á 501. A. Primer
tiempo malriz: indicalivo, presente, 501 á 505. A. A. Ti^'mpos deri-
vado>: Subjuntivo, presente, 505 á 508; Imperativo, presente, 568
á 570: fuiuro, 570 á 572; Potencial, cuál es el núcleo de éste modo,
572 á 574.-rutnro presento, 574 á 570: préseme, 576 á 579; Con-
siicludinario, 579 á 582. Alijos redundantes, pleonásticos y epen-
téticos; su delinición: 582 á 583. — 11. B. Seííundo tiempo matriz:
Indicativo, pn'térilo imperfecto, 583 á 587. B. B, Tiempos deriva-
dos: Snhjnnlivo, pasado, 587 á 589; Poten -ial, pasado próximo,
589 á 592: pa.sailo remolo, 592: futuro conjetural, importancia de
\;i atribución en éste ti mpo, su derivación, sus va i'i;is acepciones,
592 a59'i; Suposilivo dtd [tolencial, futuro conjetural, su deriva-
ción, 594; (^onsueludinario, pasado, 59'i á 597; Condicional, pasa-
do próximo, 597 á 599: pasado remolo, su dcü-ivación, 599; Su-
posilivo del co:ulicional, presente, 600 ;i002. — 111. Elementos cons-
titutivos de las llexiones liizcainas transitivas: 602 cá 605. Ele-
iTienlos característicos: 005 á 600. Elementos estéticos: 606 á 607.
Capítulo xix. Conjugación sencilla de los verbos bi:cainos transitivos. 608
I. Conjugación de eaki como tipo de las conjugaciones sencillas
transitivas: 008 á 614.— II. Conjugación de ekarri «traer», 615 á
616; de crabilli «menear, mover», 616 á 6i7; de ikusi «ver», 617 á
619; de yarraitti «seguir», 619; de erago «insistir», 619 á 620; de
entzun «oir», 620 cá 022. — III. Conjugación de yakin «saber», 622:
de irudi, «parecerse, asemejar.si'»,622 á 623; de ezagutu «conocer»,
623 á 624; de eulsi «tener, asir, agarrar», 624; de irauntsi «mo-
lestar charlando», 624 á 625; de egoki <f pertenecer», 625; de erión,
yarión -Mnanár, derramar», 626; de iraunsi «haldár mucho», 626;
úeiraakin «hervir», (.26; de erechi «parecer, llamar», 627; de iítar-
dun.yardun «estar haciendo áigo», 627; de Iraim «durar, perseve-
rar», 627; úe erakntsi «mostrar, enseñar», 627; de iretscgi «encen-
derse, arder», 628; de iíiotsi «manar», 628.
60
LXXXIV
Capítulo xx. Conjugación perifrúsica del verbo guipú:co<uio (Voz
intransitiva, — Tralaniicnto imleleniiiiiado) ...:... . (I^O
I. Derivación ile las tlexiunes intransitivas: OáU. A, Pi'inior tiempo
matriz: hulicalivo, prosenití, OíU) á 035. A A. Tiempos iliM-ivados:
Sulijiíniivo, presente, 1535 á ()3i); lin|)eralivo, pre^cnle, (ilO á ()41;
Potencial^ fnturo presente^ (541 áü43; Supositivo del poteücial^pre-'
sente^ su derivación, 043 á (544— II. B. Segundo tiempo matriz: i
indicativo, pretérito imperfecto. (544 á (54(5. B. 13. Tiempos deriva-
dos; Subjuntivo, pasado, ()4ü á (547; Potencial pasado próximo, 648
á (541): pasado remolo, su derivación, G4ÍÍ; Supositivo del potencial,
futuro conjetural, su derivación, (550; Condicional, futuro próximo, ;
(530 á (551; futuro remoto, su derivación, (5ol á (55^; Su|>o^ilivo del í
condicional, présenle, su derivación, (552.— 11,1. Elementos consti-
tutivos de las lle\ioues inti'ansilivas guipAzcoanas; (552 ;i (554. Ele-
mentos característicos: (554 á 655. Elemeidos estéticos: 655.,
Cafitvlo \\i. Conjugación de los verbos guipu:cúanos intransitii'os. 656^
1, Conjugación de egon «estar», como tipo de las conjugaciones j
sencillas intransitivas: 656 á. (55*.).— II. Conjugación tie ibiUí «andar», I
659 á (5(50; de joan «íi'>, 660 á (561; de jarraitti «seguir», (5(51; de \
í'to//7 «venir», 661 á 662; de t'Lviu «estar acostado», (562 á (5('>3.
Acento prosódico de las llexiones intransitivas guipuzcoanas; (5(53.
CvAPÍTiiLO xxn. Conjugación perifrúsica de los verbos labortano y sule-
tino. (Voz intransitiva.— Tratamiento indeterminado). 664
I. Estudio simultáneo de los intransitivos lal)orLauo y suleliiio:
664. A. Primer tiempo matriz.- Indic divo, presente. (564 á 667. A.\.
Tiempos derivados: Futuro preseide, (5(57 á (570; Subjuntivo, pre-
sente, 670 ;i (572: Imperativo, présenle, 672 á 674; Polencial. futuro
presente, 674 á (57(5; Supositivo del polencial, pn-sente, su deriva-
ción (en labortano), 67(5, sus tlexi(Uies (eu suletino), 676 á (578. —
II. B. Segundo tiempo matriz: Indicativo, pretérito imperfecto, 678
á 680. B. B. Tiempos deiivailos: Subjuntivo, pasado, (580 á 682;
Polencial, pasado ¡)ióximo, 683 á (■584; p.isado remolo, su deriva-
ción (ea labortano), (584 á 685; sus llexiones (en suletino), (585 á
(587; Supositivo del potencial, futuro conjetural, su derivación (eu
laborlano), (587; sus llexiones (en suletino), 687 á 680; Condicional,
présenle (suletino), 680 á 601.- pasado remolo, su derivación (eu
suletino), (501: futuro próximo (labortano), (502 á (593: futuro re-
moto (laboi'tano), su derivación, (593; Suposilivít del condicional,
presente, su derivación, (594; Optativo del condicional, presente,
694 á (59(5: futuro, su derivación, (596.- i II. Elementos constituti-
vos de las llexiones intransitivas labortaiias y suletinas: (59(5 á 700.
Elementos caracterislicos, 700 á 701. Elementes estéticos, 700
á 701.
Caiutulo xxiii. El tratamiento respetuoso del intransitivo suletino.—
Conjugación sencilla de los verbos suletinos intransitivos 703
I. Flexiones respetuosas del presente de indicativo, 703: del imper-
fecto, 703 á 704.- del futuro presente, 704; del futuro presente del
potencial, 704: del jiasado próxiuu), 704: del pasado remolo, 705;
del presente delcoudicional, 705: del pasado remoto, 705.-II. Con-
jugación (\ejoan «h'% 705 á 710; de egon «estar», 710 ;i 712; do
í'^iV, í'^íVí, «andar*, 7J3á714. Acento [irosódico délas llexiones
inlransilivas sulelinas: 714 á 716.
txxxV
Capitulo XXIV. Conjugación perifnuicn del verbo bizcaino.{\ozm-
trniisiliva. -i'i\!laniieiilo iii'lelerniiii.iilo). . . ."" 7i7
I. A. Priin.M- tiempo m.ilfiz: liidic-ilivo, prcserile, 717 ;í 719. A. A.
Tieinpo.s (leri\;iiloí: Sulijiiiilivo, pri'seiil.', 719 á 721; Imperativo,
|)i'eseiite, 7il á 'rli: futuro, 72á á 7"2o; Píjt^-iicial, l'uinro pre.seiile,
7:23 á 725: pri seiile, su derivación, 72.*); Supositivo del potencial,
presente, su derivación, 725; Consnetiidiiiario , preseiite^723 á
727. — II. B. Sí^írniido tiempo matriz.- Indiralivo, pretérito imper-
leclo, 727 á 729. 13. B. Tiempos derivados: Snhjiintivo, presente,
729 á 731; PotMicial^ pasado próximo, 731 á 732: pasado remoto^
su derivación, 732 á 733: futuro conjetui'al, su derivación 733; Su-
positivo del pottíucial, fuluro conjetural, su derivación, 733 á 73i;
Consuetudinario, pasado, 734 á 73(i; t^ondicional, pasado próximo,
73() á 737: pasado remolo, su derivación, 737; Supositivo del con-
dicional, présenle, 738 á 739.--III. ['elementos constitutivos de las
flexiones intransilivas bizcainas: 739 á 742. Elementos caracleris-
licos: 742 á 743. Elementos estéticos: 743.
('ai'Ítulo XXV. Conjugación sencilla de los verbos bizcamos iitlran-
sUivos . .'" , . . 744
I, ConJM.íración do egon restar», 744 á 747; de ibilU «andar*, 747 á
á 7oü.- I!, (-(uijii.^ación d.; elorri «venir*, 7o0 á 7ol; de et:an «es-
tar acostado*, 751 á 752. Acento prosódico de las llexiones bizcai-
nas inirausitivas: 752.
Capítulo XXVI. Modi¡icación signijicativa de los nombres verbales. —
Modificación slgni/icaliva de las fle.fioncs verbales. — Contracción de
las frases 753
1. Modilicación en el signilicado del nombre veibal y en el siffnili-
cndo de la llexióii: 753, 754. (i). Los modificativos verbalrs: 734 á
755. Los modilicalivos vei-bales invariables: «/•/, hari, 755; maite,
755 á 75(5; o/, obi, 75G; al, abal. 75ü á 757. (11). Los modilicativos
verbales invariables, forma (¡iie revisten, 757; usté, como variable
y como invaiiablí-, 758; ezin: 758; nai, nahi,gura, 758; bear, behar,
758. Erazo, urazo,erazi, veibal taclitivo: 759. Yei-bales compues-
tos con era y con i'lsi, 759. JVIodilicación por medio de adverbios,
759 á 7G0. Egin como modilicativo y como componente, 7oO á 701.
—II. Las siete modiíicaciones de la ilexión capital: 761 á 7ü2. (i) La
forma conjiifitiva, su formación, 7G2 á 7('G; sus funciones, 766.
(11). La forma r.-lativa, su formación, 766 á 767; sus funciones, 767
á 7()9. (111) La forma alii-mativa: 769. (iv). La forma dubitativa, 769
á 770. (v.) La forma n-gativa, su formación, 770 á 771. (vi). La
forma causativa; 771. La forma interrogativa: 771 á 772. iluadro de
las formas modiücadas compuestas: 772. (vii). Aglutinación de los
sufijos á las llexiones verbales: 773. Cuadro de las formas nomina-
les de las llexiones dotadas de signilicado especial; 774 á 776. tala-
dro de las foi-mas nominales re-compuestas de las llexiones: 776 á
779.— 111. La construcción de las frases: 779. (1). Construcción de
vai-ios nombres con un sulijo, 779; de la llrxión transitiva con su
régimen directo, 779 á 780; de las flexiones con el i'égimen indi-
recto, 780 á 781; del nombre con un sustantivo verbal, 781 á 782.
Urden general de la colocación de las palabras en la frase: 782.
(11) Construcción de varios nombres verbales con uoa sola tlexión:
iiXXXVi
782 á 783. Colocación del noml)rt> vcrltnl y de sus llexioiics: 783 á /
78'i. Frase negaliva en suleliiio: 78't. Oraciones poiideralivis, 784; f
exceitUiadoras ó sesregalivas, 784. VA i»i-on()ini«rc persona! con el \
deraoslralivo, 784, 785.
Capítulo XXVII. Observaciones criticas // teóricas acerca del origen
del verbo bascongado 786
Uesiillados indubiiables (|ue arroja el análisis de las (lexio:ies ver-
bales: (|ne el sistema verbal es «/¿o en su naturaleza y en .sus pro-
cedimientos, 787; (|Ufi el sistema pronominal pi'imitivo rra más
rico (|ue el actual, 787 á 788; (|ue los auxdiares son varios, 788;
(jue las llexiones están constituidas por un núcleo ^verb.-^ I, y por
elementos [)ronominales y objetivos incorporados, 78(). D scusion
acerca del núcleo; opinión de Zabala y de Mr. Van Eys, 78 > á 789;
opinión de Mr. Yinson, 789 á 790; opinión del Principe Ba laparte,
790 á 791. La idea verbal objetivada en la flexión: 791. Resultados
probables del análisis: (]ue el núcleo eu está tomado directamente
de euki, 792; (jue el sentido de «haber» llegó á localizarse en la
silaba eu, 792 a 793; (pie mientras no hubo auxiliares no hubo
conjugación, 793 á 794; (|ue la d prelijada á las llexiones repre-
senta al objetivo, 79i; (jue esa d es un residuo de deas, 79i á 79o;
que la lengua euskara ha conocido el procedimienlo de laincap-
sulación, 795.
Apéndicks.
Apéndice primero. Textos bascongados i.
Apéndice segundo. Variantes verbales \xxiv
Apéndice tercero. Cuadros sinóplicrs de la conjupación transitiva ó
intransitiva en el tratauíiento de ik de los cuatro dialectos . . u
Addenda et corrigenda nx
Lisia de obras y pubUcaciones citadas en el texto lxix
Clave de las abreviaturas usadas 6U el texto lxxv
FÉ DE ERRATAS.
PAJINA.
LÍNEA.
Dice.
LÉASE.
7
5
17
30
20
£4
22
36
24
22
30
22
35
13
35
21
35
23
3C
12
37
10
40
12
41
29
44
.15 y IG
45
37
45
38
56
56
57
60
73
78
79
81
83
95
104
104
107
108
111
112
121
125
126
129
150
163
165
168
169
170
170
172
173
174
176
187
191
212
217
221
32
11
2
21
17
37
17
21
22
30
35
5
12
12
34
10
23
24
3
22
14
21
27
28
26
5
30
4
4
6
13 y 14
34
a
itzatzu — — — —
Bidassoet — — — —
coano — — — —
Mikridate — — — —
ambos — — — —
otras, caracteres especíñcos —
Iturrioz Iraurgui — — —
Torrezai-Augulo Murueta —
Isasi Albizu-Elexaga — —
Ibarrenlegua — — —
Anguiozar Amillaga — —
Anizuain — — — —
Z nosiain — — — —
bajo nabarro occidental y ba —
jo nabarro occidental y bajo
nabarro oriental
guziaak — — — —
onhanssuna — — — —
lengual fuerte r — — —
leugual suave r
La t es nn sonido cspecialfsimo
R, R — — — — —
de rtz, rtz — — — —
lenguaje hablando — —
<ien el limpiar» — — —
de brii (s) — — — —
gArben (g) — — — —
«en el decir» — — —
onapaliera — — — —
onaK saliera — ■ — —
tendrán — — — —
Gusaroak — — — —
guNtzurru — —
buluDJ (Ainz.) — — ■ —
(Vale.) _ _ — _
ezkonduyAi «los casados» — ■
terminados en io, — —
(s. n. s.) — ■ — — —
Gari — — — — —
Decir — — — —
«suyos» — — — —
Hoyek. — éstos — — —
este mismo — — —
ñor
nork — — — — —
batzu ó balzii (s.) — — —
bakoch (b. s.) — — —
ere «aun también» — —
«ha muerto» _ _ —
hasta el grande — — —
begijatara — — — —
me venia un deseo — —
onetik jaikirik — — —
«cuando habéis comido de se —
me jante puchero?»
ezazute
Bidassouet
coano literario
Mitridate
todos
otras, de caracteres específicos
Iturrioz, Iraurgui.
Toriezar -Ángulo, Murueta
Isasi, Albizu-Elexaga
Ibarrengnelua
Anguiozar, Amillaga
Ainzuain
Senosiain
bajo nabarro occidental y bajo
nabarro oriental.
guziak
onhassuna
lengual fuerte r
lengual suave r
La t es un sonido especialísimo
R, R
de rtz, rts
lenguaje hablado
«en limpiAr».
de bttrü (s.)
gArren (g)
«en decir»
onapallra
onaK Balira
tendrían
Gurasoak
guNtzurrunak
bulUDJ (Ainz.) «desnudo».
(Vale.)
ezkonduyAi «4 los casados»,
terminados en io, ie
(a. n. s.)
Garai
«Decir
«suyo».
Horiek, hoyek— esos
ese mismo
nur (1)
nurk (2)
batzu (1. s.) ó batzü (s.)
bakoch (b. 1.)
ere«iun, también»,
«se ha muerto»
hasta, hacia el grande
begijetara
me venían algunos deseos
oyetik jaikirik
«cuando habéis comido en casa
de semejante puchero?»
(1) Esta corrección se refiere á la forma suletina.
(2) Id.
PAJINA.
LÍNEA.
Dice.
Líase.
S23
Ü34
•¡M
240
242
24.5
255
256
200
272
279
2«0
280
284
284
285
285
2R7
287
2«9
290
290
1 erraiten derro achurik —
23 al i>osesovio oii — —
33 tik— dik, ko — — —
31 me lio abstenido de usar
33 y 34 Ori. Che _ _ —
14 hari «aquel»
11 norbaitzentzakn (h)— —
3 i'>ste e.s do persona —
18 una e de lit;adura —
27 t'^ste»'— _. _ _
31 Der. ind — — — •
12 y 13 (1) Neironek — — —
13 (2) Eror — — — —
29 para el niño — —
32 (3) Zure — — — —
4 (4) Nabe— re _ — —
O desdo mío del — — ■
2 G - — — —
12 (5) Hek Zuek — — —
13 (6) Nehor, Ne — — —
(pcrs....Norba¡tetarat
10 Dir.imat....Norbaitenbaithara
19
294
24
302
32
311
26
319
37
324
35
326
7
331
IG
331
32
338
11
343
18
343
19
343
38
:!ss
6
358
15
359
14
359
16
359
15
359
21
359
24
:íco
20
360
22
361
5
H&l
9
361
21
368
19
368
20
368
21
368
22
370
21
373
20
374
13
375
8
:<79
18
383
5
383
14
383
20
393
9
Norbaitenganat — —
,pevs....Norbaitetcrik —
Sep.'mat... .Norbaitenbaitharik —
' NorbTÍtenganik —
aun en nuestra lengua — —
préstamo al latiu — —
el Príncipe Houaparte — —
pág. xxn, — — — —
«en el comer lo he yo» — —
al sufijo; — — — —
Zaukitzute = — — —
gran el cúmulo — — —
simples, yo parto — — —
ese ha caido», erori da — —
erori dago — — — —
bustitz — — — —
ikhusten luke — — —
ikusiko baleu — — —
ikusia izan dau dn — —
ikusia ¡zango du (b. g.) — —
ikusia ¡zango dau (b.) — —
ikusia leuklan (b.) — — —
ikusia izan dezan (1 ) — —
ikusiko zukean (1.) — —
Ikuíia izan balu ií,'.) — —
erori diteke — — — —
erorbaladi — — — —
ésto tiempo: izaten litzateke —
tu me lo veías, me los veías —
él mo lo veía, me los veía —
vosotros me los velas, mo los
veíais. — -— — — —
ellos mo lo veían, mo los veían
de torcera persona — —
la pluralir.adora te — —
35. Presento — — —
Mr. Van Eys so acercó — —
es za — — — — —
al elemento personal — —
gaitzatzu — — — —
lopresentado por g inicial —
Luego 'i tion n -- — —
erraiten, derro achurik
al posesivo en
tik, dik— ko
niü lio abstenido, generalmente,
do usar
O'i— che
hari "ii aijuol»
norbaitcntza.o ib
si ésto OS do püvsv-ina
una (! epentética —
eso»
Dir. ind
Ne— ronek
Erori
para el mío
Ziie
Na, Bcre
del mió
S
Zuek
Nehor— Ne
(mat....Norbailetarat
Dir i pors...Norl)aitenbaithara
Norbaitenganat (7)
mat....Norbaitetarik
Sep*pcrs... Norbaitenbaitharik
' Norbaittnganlk (.s)
en nuestra lengua
préstamo del latín
«ol Príncipe líonaparte
pág. XX,
«en comer lo hé yo»
al sugeto;
Zazkitzule
el cúmulo
yo parto
«os caido", erDria da
croria dago
busti
ikhusten lüke
ikusiko balii
ikusija dau (b.)
ikusia ¡zango di (g )
ikusija ¡zango dau (b.)
ilíusija leuklan ib.)
ikusia izan zezan (1)
ikusiko zukean (g.)
ikusia ¡zango balu (i.)
erori üteke
eror baledi
éstos tionnios; ¡zaten litzateke,
izaten litzatek¡an.
tú m.>lo vos, me los ves
él me lo ve, m j los vq
vo.sotros mo lo veis, me los
veis,
ellos mo lo von, me los ven
de torcera persona plural
la pluralizadora tu
34. Presente
En ésta última parto Mr. Van
Eys se acercé
o i za y eza.
al elemento pronominal
gaitzatzu (9)
reprosontado por ga inicial
Lueijo si dichos tlexionos tionoii
(1) Estaerrat&hay que busculaen la parto derecha do la llave del piiiadigma. (2) Id. (3
Id. (4) Id. (5) Id. (6) Id.
(7). I-a mifma errata se ha coinotido en la coU^nn^ del sulotino (H) Id.
(9) Estiéndase la corrección i\ las tros flexiones rostantes.
pAjina.
LÍXKA.
396
23
397
:l
398
'2
398
0
áOl
2",
40T
8
416
8
421
]H
433
11
455
11
455
11
466
20
467
;í;2
469
;}
475
15
478
19
480
7
485
£9
486
19
487
20
497
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499
:'>¡)
500
27
500
£8
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511
H
511
3-5
511
27
524
10
521
17
526
5
527
23
529
.M
530
2i)
530
ÍH
547
5
650
10
550
27
552
10
563
7
580
12
580
13
582
30
585
30
690
5
590
r.
612
22
612
i.'9
614
29
622
17
623
24
632
35
636
28
641
12
641
25
649
19
651
í''i
666
3
668
21
071
U
675
28
675
29
705
:!0
708
17
717
1
718
1
718
20
721
ÍH
723
2
733
14
Dice.
Lkase.
les veías lo — — — — les veías los
u el núcleo — — — — u y ue los unclcos
II. Modo subjuntivo — — IX. IVÍodo subjuntivo
yo lo vea, los vea — — — yo lo viese, los viese (1)
(ij—Flexiones pronomiualcs — (i).— Flexiones objetivas.
gizizayokean — — — — giñizayokean
zindekete _ _ — — zindukete
bagiñiziite _ _ — — baziñigute ^
daukazkidazu — — — daukazkidazu «tu me lo tienes,
me los tienes» (2)
artlemosii — — — — ardíamos,,
«estamos - — — — "estiibamos
pronominal _ — _ pluralizador
BB — — — - — A. A. _,. , ,
diokegu....diotzakegu — — diokezu diozaketzu
es eufónica — — — — es epentética
gaizazazketet — — — gaizazkctet
agente _ _- _ _ sujeto
litzaketet _ — _ _ liezaketet _
ziniezaguzuke....zinietzagutzuke — z¡niezaguzueke.....zinietzagutzueke
zentzazkete — — — — zintzazkete
I _ ----- A.
(II) _ — — — — (ni)
diike — — — — — dükezii
dükeye — — — — düke
que en éstas — — — que éstas
(III) - — — — - III
dlzoe-d¡- — — — — dizoe-dit-
tdizuen _ — — — dizuen
les veía — — — — les viera
veía los — — — — viera lo
la i de ye — — — — la y de ye
ailiiznie _ — — — aitzfinie
ainündiizü — — — — ainünduzu
en esta su forma — — — en su forma
sufriendo — — — — sufre
nindarabilazan — — — nindarabilazün
(II) — — — — — (m).
eduki — — — — — edüki
nindadükén — — — — nindadükan
aeutsee _ — — — deutsee
tú me lo puedes — — — tú me los sueles
los puedes ver — — — los suele ver
it y z — — — — — it Ó ut y zu
geutiTzubezan — — — geunTsubeza
es ai — — — — — es ei
de ei — — — — — de ai
gueunkatzuen — — — geunkatzuen
eukatzoezan — — — — eukatsoezan
(8.a: caret) — — — — 8.a y sigs: caret)
al núcleo — — — — al tipo
& expresar — — — — de expresar
(iii) — — — — — (II)
(III) — — — — — (n)
nosotros — — — — vosotros
presencia de e — — — presencia de te
yo los podía — — — yo les podía
yo habría caido — — — tú me habrías caído
tu, etc. — — — — él. etc.
zke — _ _ — zki
gitzakezün— — _ — gitzakizün
dakizkio kete — — — zaklzkioKETE
zakizkioke — — — — dakizkioke
noezü — — — — noazü
zoazketzun — — — — zoazketzün
XXVI- — — — - XXIV
de za ze y z — — — de za; ze y z
zachahuz — — — — zachakuz
Sjau — _ — — — Jausi
tu caerás — — — — tu le caeríis
lekezube — — — — lekizube
(1) Estiéndase la corrección á toda la categoría. (2) Estiéndase la corre ccíAn á toda ía ca-
tegoría.
PAJINA LÍNEA. Dice.
757
30
768
32
774
1
779
5
780
33
782
H
782
21
783
18
785
2
788
15
Lkase.
795 17
sustantivo verbal — — — adjetivo verbal
«estil preguntado — — — "esti'i preguntando
Las formas especiales— — Las formas nomlualeü especia-
lizadas,
iufljación _ _ _ _ sufljauióii
etorri eidu — — — — eJdu zitzayon
sufijo en — — — — tíiro poscsiv.)
"el diay la noche" — — "la noche y el dia"
dakion — — — — ez dakion
la acción Jauna — — — la acción: Jiuna
se incorporan los elementos se incorporan los eleniontos ob-
prouominales — — — jetivos y pronominales
con ese — — — — con eso
Nota. He dejado de incluir en la anterior enumeraciúii las erratas (|iie
se limitan á desllgurar la forma do las palabras castellanas, pero sin tor-
narlas incomprensililes. En materia de erratas castellanas lie salvado todas
aquellas que ¿í mi juicio alteraban, uscurecian ó dilicultahan nolahlemenlo
el sentido y las (pie suministraban traducciones inexactas d; palabras ó
frases euskaras. Las referentes á esla última lengua be pi-ocurado rectili-
carlas todas.
Hay otra clase de erratas de (|ue igualmente be prescindido; las que
consisten en omisiones de la paginación^ de las cabezas ó títulos de las di-
versas subdivisiones de las materias v de la numeración (L- las categorii.s
así por ejemplo, en la página 414, línea 12 falla la rúbrica {]\)—fh:rioiies
objetiro-pionominaler, en la [)ágina 28o, falla éste número; e i l.i página 44o,
línea 24 falta la rúbrica (11.";' «á vosotros»). Las varias erratas de ésta
clase las salvarán los lectores por .sí mismcs sin ninguna dilicullad, a.^í c <-
mo aquellas, muy escasas, ipie consisten en la inclusión de lítulos ó cabe-
zas donde no hacen falla; por ejemplo: en la página 470, linea 18 aparece
la rúbrica A A — Tiempos delirados que debe desaparecí r.
Otras ocupaciones de muy diver.s.i índole y las perentorias evijencias
de la publicación por cuadernos me lian impedido dedicar á la corrección
de pruebas toda esa es(juisita vigilancia que l.is ediciones modelos exigen;
de muchas erratas soy vó completamente ii-responsable y b ly ipie achacar-
las á la falta de costumbre de componer obras de la naturaleza y deja es-
tensión de la presente. No ha faltado ciertamente la mejor voluntad en la
casa editorial; y dados los elementos (pie [¡iiede reunir una localidad de
las circunstancias de Tolosa, la impresión de este libro reiu-e.seiita un ga-
llardo alarde de inteligencia, de tuerza de voluntad y de p itrio! ismo.
Yo no he escaseado trabajo algiinc»; si el fruto es agrio é indigesto es (pie
el árbol es incapaz de dar oíros. Cnanto estaba en mi maro lo he puesto.
Mi última y pe.sadisima labor ha sido la formación de una tabh ó Índice
analítico; pero la retiro. No me .lelermino á dil'eiir más la terminación de
ésle libro, empezado á publicarse hice dosaño.-í^ ni áauin^:ilar con otras
60 páginas su abultado volúinen. Yo(pielosoñé con alas y luminoso y ca-
liente como un rayo de entusiasmo! Ahora lo veo sobre liii me.>;a, enzado
de fórmulas y términos técnico.s á lo sumo, y si acaso, severo desperta-
dor de la inteligencia y iió llamada conmovedora á las almas euskaras.
Con pena me separo de é'; má-Kpie salir de mis minos, si'.la de mi co-
razón; es un viejo amigo, un diario conlidenle (p.i í se alej i. Kiiipreiule su
camino en éste glorioso dia d,; San Juan, en (pie la luz rep>;!(i hasla los úl-
timos límites el imperio de las sombras. Sea ésta circunstancia leliz augu-
rio de sus destinos y dignese, Dio.s, cuyo santo nombre lien ligo dar \idi
á las aspiraciones ipie iik! ins|>iraroii ésle acto de amor.
Pamplona 24 de Junio de I88(>.
LiSTUELOSSEÑOetSSySCfilTOñES
A ESTA
GRAMÁTICA.
GUIPÚZCOA.— San Sebastian.
La Excelentísima Diputación provincial de Guipúzcoa
se suscribe por veinticinco ejemplares.
El Excelentísimo A.yuntamiento de San Sebastian se
suscribe por tres ejemplares.
D. Manuel Goroslidi. = José Domercq, dos ejemplares.
= José León y Pablo Leunda. = Julián de Egañay Arregui.
= Kamon Usabiaga. = Eamon Manterola. = Joaquín Bfunet.
= Nicolás de Soraluce. = Ramón Brunet. Gaspar Oregui.
presbítero. = José Echeverría y Múgíca.=r Martin de Urreiz-
tieta. = Tomás Gros. — Pedro de Brunet. = José Irastorza,
— José Aldazabal. —Fernando Colmenares. = José Manuel
Aguirre Miramon. = Casildo Zabala. = Joaquín Martínez
Velasco. = Blas Escoriaza. = Domingo Goñi, Pbro. = Alfredo
Laffitte. = Miguel Oteiza, dos ej. = Manuel Tornero. = M i-
guel Salaverría, dos ej. = Marcial Berrueltar. — Rafael Ber-
nabé Bats. = Sebastian de Córdoba. = Fermín de Lasala. —
Pedro Haríspe, Pbro. = P;itiicio de Satnistegui. = Daníel
Samaniego. = Rufino Machíandiarena. = Antonio i\.rzac. —
Melchor de Arocena. = Canuto Ignacio Muñoz. = Luis de
Santa María. = Manuel Sai z y Ochoa. = Marcelino So-
roa. =Ramon de Li]i-Idiaquez. = Victoriano Iraola. = Igna-
cio Recondo. = Sabino Ucelayeta. = José Joaquín Azpiazu.
Antonio Egaña. = Biimon Zabala. = Gregorio Manterola. =
Cándido Ilios y Eial, Cat.'' = Josó Elósegui-Aguirre Mira-
mon.— Tadeo liuiz de Ogarno.=: José Domingo de Arrieta.
l'oLosA. El Ayuntamiento = Joaquin Larreta, dos ej.=
D. Antonio de Castro. = (fregorio de Eetana, Pbro.= Ale-
jandro Lulama, Pbro. —Patricio de Orcaiztegai,Pbro. = Ju-
lián Izaguirre. = Miguel Arcante. =Basilio Azcune. — Fran-
cisco Muguerza. — Eamon Moraiz. Deinetrio Eugel. Eamon
Azcue. = Alejandrino Irazu, Pbro. = Eustaquio Ecliave Sus-
taeta. — León Vidaller, Rector délas Escuelas Pias dos ej. =
Francisco Sarasola. =Fray Crispin de Beovide.'=:Bamon
Zabalay Salazar. = AlvaroNavaá. - AntonioElósegui. = Juan
Suarez. = Joaquín Maria de Osinalde. = P. Diego Muñagorri.
P. MarianoYalles. = J. Y. Araquistain. = Martin Garmendia.
Orio. D. Juan Antonio de Macazaga, Pbro. = Josó Ma-
nuel Salaverrieta,
Deva. D. Lorenzo de Duneta,. -= Cándido Olascoaga.
FüENTELEABiA. D. Claudio Otacgui. = Convcnto de Ca-
puchinos, dos ej. = Alfonso Maria Zabala, Puro. = José [Ide-
fonso Iturrino, Pbro. = Eugenio Tellería, Pbru.
Pasajesde San Juan- D. José Basilio de Seguróla, Pbro.
Alza. D. Ramón de Olariregui, Párroco.
Leaburu, Felipe Ayerbe.
Zumaya. D. Manuel Beovide.
ViLLABONA. D . Miguel Lanz . = Joaquín Aldea. = Bonifa-
cio Urrestarazu. = Antonio Caminaur.— Florencio Lasarte.
CizuRQUiL. D. Juan Jjorenzo Garmendia, Pbro.
ViLLAFKANCA. D. Isidro Maria Aizpurua. = Podro Gui-
belalde, Pbro.=Bonifacio de Lasa, Pbro. = Ayuntamiento.
OiiMAi^TEGüi. Ü.Juan ütaño. = Serapio Múgica. ~ José
Martin Zuñria, Pbro.
Oreja. Claudio Menendez, Pbro.
Irun. D. Ramón Elizalde. = Leoncio Másmcla, Pbro. =
Salustiano Olazabal.
Rentería. D. José Gil de Zalacaín Pbro. = Secundino
Ignacio Cogorza, Pbro.
Belaunza. Sr. Zufiria, Rector.
MoTRioo. P. Garagarza Garagarza, presbítero. = Miguel
Echeverría, P])ro.
IsASONDo. Manuel Maria Ay estarán, Pbro. = Juan Martin
Sarasola.
Heenialde. D. Lúeas Alvarez, presbítero.
Vergara. Rector del Seminario. = Felipe Sabater.=
José de Ibarzabal. = Domingo Iturbe. = Marqués do Valde-
Espina. -G-abriel de Arrúe. = José Joaquin de E.,MÚa.—
Francisco Aranzadi. = Ángel Elústizar =E1 Ayuntamiento.
= Conde de Yillafranca de Gaytañ. = José Maria de Unceta.
= MarcosEmaldi.=Telesforo de Monzón. — Juan López.
Ataün. D. José Ayerdi.=Inocencio Dorronsoro, dos
ejemplares. = José Martin Dorronsoro. = R. Quintín de
Aramendi.=Ijiborio de Echave. = Ayuntamiento.
Beizama. D. Domingo Arrazola, Pbro. = Ángel Antonio
Arrese.
Beasain. D. Eestitut3 Larrondobuno. = Jerónimo Zun-
zunegui. = José Francisco Urdangarru.:=José Maria Ibar-
laburu . = Ayuntamiento .
Regil. b. Juan Bautista Pagadizabal, Pbro.=D. José
Isidoro Arregui, Pbro. -- José Gil Aguirre, Pbro.
Olaverria. D. José Agustín Legarra, Pbro.
Urnieta. D. Manuel Antonio Antía, Rector. = Francis-
co Zubeldia.
Alqüiza. D. Francisco José Alquizalete Pbro. = Román
de Lasquibar, Pbro.
Azpeitia. D.Juan Bautis Acilona. = Agustín de Jáure-
gui, Pbro. = Ignacio de Ibero. = Ignacio Elorza. — Leoncio
Ventura. = Benito Guibert. — Sebastian Ai/puru. = Juan Jo-
sé Celaya. = José Guerricagoitia. = Colegio de Loyola, dos ej.
Irura. I). José Raguan. = José Benito Izaguirre.=
Francisco de los Infantes. = Telesfüro Subijaua. = Juan
Atorrasagasti. = Narciso Glano. = Faustino Arámburu,Pbro.
LizARZA. D. Tomás Eguibar, Pbro.=Mariano Marco.
Berástegui. El Ayuntamiento. ==D. Martin Lavayen,
presbítero. = Casiano de Aramburu, médico.
Segura. D. Domingo Bereciartua.=Esteban de Zur-
bano. = Leoncio Zaragozano, Pbro.: -Teodoro de Ugalde,
Pbro. = Prudencio de Arrieta, Pbro. — Juan Arámburu.
Cerain. D. José Francisco Alústiza, Pbro. = Pedro Cur-
tavarria, Pbro.
MuTiLOA. D. José Letamenc)i.=: Francisco Tellería.
Idiazabal. D. José Andrés de Vicuña. = Francisco Maria
de ])enísátogui.== Gregorio Tellería. = Mauricio de Luzuria-
ga, párroco.
AsTiGAiuiAGA. D. José Eccalde, párroco. = Cándido Orbe.
= José M. Eleisegui, Pbro.
ZuMAimAGA. D. Joaquin de Castañeda. = J. Francisco
de Oyarbide. = Silberio Zaldua. = José Maria de Lasa, Pbro.
= Ayuntamiento. = Justo Artiz. = Miguel M. de Esnaola. =
José Antonio Alberdi. ^Ignacio Artiz. = Victor Claran. =
Manuel de Francisco y Morca. = Julián Aranguren. = Tori-
bio Iriondo, Pbro.
ViLLAREAL. D. José Lorcuzo de Antía, Pbro. = Ayunta-
miento.= José Felipe Astaburuaga. = Manuel Lascurain,
Pbro. — Ignacio Maria de Bagargoitia.
Cegama. — Ayuntamiento. = Francisco Miguel de Eche-
verria. = Domingo Berraondo, Pbro. = José María Peroste-
rena, Pbro.
Hernani. D.Juan Manuel Soroa. = Euperto Erice. =
José Erauskin. = Ayuntamiento.
Alegría. D. Santiago Letamendia, presbítero. = Ayunta-
miento.
Aldaya. Tomás Beloqui.
Icasteguieta. ü. Juan Bautista Olaechea, Pbro.=
Evaristo Esnaola.
Legorreta. D. Juan José de Lasa. = Bartolomé Arcaya.
Legazpia. Ignacio Antonio Zabaleta, Pbro. = Cayetano
de Zabaleta.
UÑATE. D. José Maria de Verzosa. = Pio M. Mortara.=
Gelosio Borsotti. = Miguel de Gordon. = Juan de Cortaba-
rria. = José Bautista Irizar. — Ladislao Sagastizabal. — Juan
Carlos de Alzaa. = Vicente de Artazcoz. = Felipe Zulueta. ==
Isaac Guereca.
MoNDRAGON. D. Juau Cárlos de Guerra. = Vicente do
Oquendo. = Conde de Monterron. = Ildefonso Dorronsoro,
Pbro. = Cárlos Podriguez. = Pablo Ugarte. --= Ayuntamiento.
Salinas. D. Luis Meave, Pbro.
EscoRiAZA. D. Andrés Anduaya, Pbro.
Arechavaleta. Ayuntamiento. —Francisco de Musgoa.
Placencia. D. Agustín M. Sastaeta. = PHntaleon Zava-
la. = Bernardo ZnbizaiTeta. = Anacleto Gaztaaiuli. = Ma-
nuel Casimiro Leciimberri.
EiBAR. D.Vicente Aguirre.^ Francisco Muño2. - SiJ-
verio Echeverria, Pbro. = Serapio Larreategui. - Eugenio
Berasaluce. = Enrique Biardeau. = Segundo Mayora. = Plá-
cido Zuloaga. = Orbea hermanos.
GoYAZ. D. José Antonio de Arrúe, presbítero.
AzcoiTiA. D. Juan Virtuz y Miguel. = J. Antonio Una-
iiue. = JoséL. Zabala. = Pedro Landa, Pbro. = José Ignacio
Aldalur, Pbro. - Juan M. de Eguino.
Andoain. D. Manuel Maria Alcain. = Juan Ignacio de
Munita, Pbro.=Braulio Eezola.=F. de Cipitria. — Cecilio
Goicoechea.
Galarza. D. Pedro Burgoa, presbítero.
ESCUELAS DE GUIPÚZCOA.
ToLOSA. D. Antonio Castro. = I). Pedro Fernandez.
Beerobi. D. Isidoro UrdapilJeta.
AüALCisQUETA. D. Luis Balerío Aranguren,
Orendain. D. Domingo Aramburu.
Alegría. D."' Narcisa Castrariense.= Ignacio Antonio
de Barreta.
Legorreta. Eobustiano Elorza. = Antonia Lizarraga.
IsASONDO. D. Bernardo Sarasola. = Micaela Semperte-
gui.
Ataun. D. Manuel Arrese.
Cegama. D. Joaquín Campos. = Modesta Zumalacarre-
gui.
Ormaiztegui. D. Juan Antonio Ayerve.
Arechavaleta. Norberto Almorza. = Isabel Cormenzana
Lezo. Escuelas de niños.
Pasajes de San Juan. José Joaquín Otegui.
San Sebastian El Antiguo. D. Miguel Charola.
Zaldivia. D. Juan Martin de Armendariz.
Andoain. D. Manuel María Alcain.=Fermína Astraín.
= Natalio Pajarin.
Urnikta. D. x\lvaro de Oiaegui.
IvENTEiüA, D. José Miguel Bizcarrondo.
Arechavaieta. Norveito Almorza.
MoTEico. D. Elias Zapatero. — Faustina Gangutia
AsTiGAiuíETA. D. Juaii i\Iigiiel Tellería.
YiLLAHEAL. D. José Chincliurreta.
Pasajes de San Fedro. Escuela de niños.
VIZCAYA.— Bilbao.
La Excelentísima Diputación provincial de Vizcaya se
suscribe por veinticinco ejemplares.
El Excelentísimo Ayuntamiento de Bilbao S3 suscribe
por diez ejemplares.
Instituto vizcaíno. — D. Francisco de Sevilla. — Venancio
de Orbe. — León de Longa. — Leonardo de Oliavarri. — En-
rique de Salazar. — José de C unirá iga. — Galestino de Rsa-
teria.' — Urbano de Agnirre. — Florentino de Larrinaga. —
Miguel de Luzuriaga. — Pablo de Basterra. — M. Oolioa de
Zabalegui. — Evaristo de Elizalde. — Rafael Ugalde. — Ra-
miro Ecliaide. — Jerónimo de Uria y Elosegui. — Sociedad
Euskal-erria, dos ej. — José Maria Jjizana. — Cipriano Ijuce-
na. — Santiago de Meabe. — Antonio de Trueba. — Fidel de
Sagarrainaga. — ísicétas de Aróstegui, presbítero. — Juan
Tomás de Ugarte. — Ramón de Bergé. — Miguel de Irala. —
Miguel Cuadrado. — Fermín de Alegría. — Ernesto Bour-
geaud, — Evaristo de Churruca. — Guillermo de Goi<;oecliea.
— Andrés de Isasi. — Pedro M." de Merladet. — José de Uma-
rán. — Sociedad Bilbaína. — Telmo de Tbarra. — Manuel de
Lecanda. — Enrique de Libura. — José Acillona y Garay. —
N. de Madariaga. — Julián de Olaso. — José A. de Errazquin.
— Elisardo M." Stum. — Eduardo Belmas.
DuRANüo. 1). José Maria Ampuero. — Julián Elizalde. —
Antonio M.' Arguinzoniz, dos ej. — Gregorio Ibarra,Pbro. —
Balbino de Garita-Onandia, Pbro. — Juan Cruz de Iturriaga,
Pbro. — iVyuntamiento, tres ej. — Ramón deOlalde. — Carlos
ürue, Pbro. — Santiago Apraíz, Pbro. — Ramiro de Arana.
— Samuel de Baertel, seis ejemplares.
AuAUíANo. D. Pedro Vicente do Alzaga, Pbro.
Amurrio. D Santos Ipiña, Pbro.
Castko-í Tedíales. Enrique Enrrile.
Amoeobieta. Ayuntamiento. — D. José Urrangoechea,
tres ej. — Manuel Silvestre Yarza, Pbro. — Manuel Goicolea,
Pbro. — Mariano Itarriza. — Eugenio Aranzabal.
PoKTUGALETE. D. Fi'ancisco del Coro.
Zaldua. D. José Cruz Astarloa. Pbro.
Elorrio. D. Guillermo de Gangutia, Pbro. — Vicente
Vidasolo. — León de Capelastegui. — Ayuntamiento.
GoELiz. D. Anselmo de Gortázar, Pbro.
Mallabia. D. José Ignacio Astarloa, Pbro.
Eemua. D. Ezequiel de Echeverria, Pbro. — Tomás de
Guísasela.
Abando. El Ayuntamiento, dos ejemplares.
S. Antonio de Uequiola. D. Tomás de G'ogencia, Pbro.
Abacegui. D. Andrés de Iturrioz, Pbro.
AuLESTiA. D. Antonio de Arrizubieta, Pbro. — José Ma-
ría de Aboitiz, Pbro.
Inspastee. ■]). Juan Bautista de Zabala y Longa, Pbro.
Juan Bautista de Zabala, Pbro.
Veeriz. I). Carlos M." de Solache, Pbro.
Aspe de Bustueia. D. Ángel Arranategui, Pbro.
Gaucecüi de Aeteaga. D. Isidro M." ele Arrecliedeneta,
Pbro.- — Vicente do Barojain.
Plencia. Ayuntamiento.
Maequina. D. Juan José de Guisasola, Pbro.^ — José
Martin de Arrate, dos ej. — Domingo Cliopitea, Plu'o. —
Nicasio Eerriztain. — José Miria,tegui. — Modesta Alcalde.
— Miguel Antonio de Martitegui, Pbro. — Pió de Barrueta-
beña. — Bruno de Salazar. — Federico de Huagon.
Üeduña. D. Daniel de Basaldua.
Eciiano. D. Martin de Ormaeclie, Pbro.
Ochandiano. Ayuntamiento. — D. Felipe Arrese.
Begoña. Ayuntamiento.— José Antonio de Ealo.
Deusto. Superior de los PP. Pasionistas. — Ángel Orue.
Baracaldo. William Geli. — Alfonso Etchals.
Santuece. D. Gustavo Cobreros.
Algorta. D. Manuel de Zubiaga.
Mfñaca. D. Juan José Ortuzar, Pbro.
(JüiiTÉzüBi. Félix de Píaaga, Pbro.
GuERNicv. D. Anaoleto de Olaortiia. — Teodoro de Ara-
na.— Tiburcio de Obieta. — Salvador de Olazabal.
AiiKíETA. D. Francisco de Leciinibarri y ürrnaeclie.
Ceanuhiz. D. Lnisde Ortuzar,Pbrü. — MatiasSagarna. —
JuanB. Alcivar. — Fermin Elorriaga. — José Antonio de Uri-
be, Pbro. — Benito delUidúrraga, Pbro.
DiMA 1). Martin de Uriarte, Pbro.
Aranzazu. D. José de Zngazabeitia, Pbro.
Lemona. D. José Alariano Echevarría Garay, Pbro.
YüERE. D. Tomás de Urqniola, Pbro. — Lúeas de Ugal-
de. — x\nibrosio de Urizar, Pbro. — Tomás de Larrizquitu. —
Matilde Sotez de Vildósola. — José Antonio Lizardi.,
Castilloelejaceitia. D. Juan Manuel Zngarzaga, Pbro-
ViLLARo. D. Francisco de Capelastegni Pbro.
Ceberio. D. Juan Martin de Aldecoa, Pbro. — Roque
de Ibarrondo, Pbro. — Juan José de Ipiña, Pbro.
Orozco. D. Pedro P. Salcedo, Pbro. — Jesús de Sagar-
mínaga.
Arrigorriaga. D. Saturnino de Pdgazaustundua, Pbro.
— Manuel de Isasi.
Baquio. D. José M.'' de Jaureguizar.
Colación de Bedia. D. Juan Arteche.
Ondarroa. D. Pedro García de Salazar, Pbro. — José
Antonio de Afarramiola. — José Agastiii de Cenarruzabei-
tia, Pbro.
NAVARRA . —Pamplona .
L Excelentísima Diputación de Navarra se suscribe por
veinte ejemplares.
El líustrísimo Sr. Obispo de Pamplona. — D. Arturo
Campion, autor de esta Gramática, se suscribe por veinte
ejs. — P. Guibert. — Gervasio Etayo y Eraso. — Estanislao
Áranzadi. — Juan S. Julián. — P. Guardian de Capuchinos,
dos ej. — Salvador Echaide. — Benito Diez. — Joaquín Boles-
tena. — Fernando de Gorosábel. — Luis Echeverría. — José
Obanós. — Santiago Alonso. — Domingo Alnia. — Pedro J.
Arraiza. — Miguel Ormaeche. — Mauro Ibañez. — Joaquín
Ciga. — Javier Yarnoz. — Joaquin Lorda.-Joaquin Aguinaga.
— Martin Irigarray. — Juan Iturralde y Altamira. — Hermi-
lio Olóriz. — Eusebio Echalecu. — Francisco Guillen, Pbro.
Domingo Sagües y Muguiro. — Marqués del Amparo. — Fe-
lipe Gaztelu. — Alejandro Ororbia. — Sebastian Sanz. — Ca-
listo Nagore. — Conde de Ezpeleta. — Ignacio Loidi. — Ino-
cente Arrillaga. — Miguel García Tuñon. — Nuevo Casino de
Pamplona. — Dámaso Legaz, Pbro. — Nícasio Landa. —
Huarte hermanos.
Gaeayoa. D. Kegino Isturiz. — Basilio Elcid, presbítero.
— Nicanor Monreal.
KoNCESBALLES. D. Francísco Polit, Prior.
•Betelü. Doctor Casulleras. — Cecilio Kecalde, Pbro.
ZuGARRAMUEDi. D. José Antonío Aldúncin.
Alsasua. D. Félix Araño. — Martin Leyaristi. — Valen-
tín Lopetegui, Pbro.
Irurzun. D. Manuel Irañeta, dos ejemplares.
Maya. D. Juan Bautista Gorosurreta.
Bacaicoa. D. Bautista Goñi.
Elizondo. D. Meliton íturria. — Manuel Vergara, dos ej.
Vera. D. Ignacio Beraza, Pbro. — Antonio María Ira-
zoqui, Pbro.
EoNCAL. D. Julián Gayarre.
Inirozqüin. D- Severíano Blanco. — Pedro Santa Cruz^
presbítero.
Oroz Betelu. Viuda de J. M. Garmendia.
Oricain. José Goicoechea.
Garralda. Germán Garramendia.
Atallo. D. Ventura Oterrain, Pbro.
Estella. D. Lúeas Garnica Martínez.
r
Funes. D. Ignacio Ibarbia.
ÁLAVA.— Vitoria.
La Excelentísima Diputación de Álava se suscribe por
doce ejemplares.
D. Juan José Herranz. — Abdon Goitía y Cerain. — Agus-
tín de Echevarría. — Antonio Esteban Echevarría. — Isaac
61
Ortiz de Zarate. — Félix ürtubi. — Federico Baraibar, dos
ejemplares. — Francisco Juan de Ayala. — Kamon Arbili,
presbítero. — Seminario Conciliar de Vitoria. — Félix de Lan-
da. — Cecilio Egaña. — Juventud católica de Vitoria. — Cír-
culo Vitoriano. — I. Sr. Provisor y Canónigo de la Catedral.
— Eduardo de Guevara. — Cruz Ocboa. — Conde de Villa-
fuertes. — Eduardo Velasco y López Cano.
Llodio. D. Eugenio de Elorza. — Federico Berastigui-
goitia.
ViLLARREAL DE Alava. Ayuntamiento. — D. Juan Urtu-
zar, Pbro. — Andrés de Iturzaeta, Pbro. — Francisco Burgoa.
Amuerio. D. Santos Ipiña, Pbro.
Oqüendo. D. Eustaquio de Medina, Pbro.
Madrid.
R. P. Fidel Fita y Coloma.— Manuel Torre Ortiz y Gil.
Domingo de Illacurriaga. — Juan Maria Cendoya. — José
Manuel Urritavizcaya. — Claudio Unamunu. — Luis Aspe. —
Alvaro Ansorena. — Francisco Gorostidi. — Juan Caballero.
— Mariano Murillo, dos ej. — Antonio Serra. — José de Yan-
tua. — Juan de Lapaza y Martiartu. — Luis Mazzantini. —
Círculo Mercantil Industrial, — Gabriel Sánchez. — Fuentes
y Capdevilla, tres ejemplares.
Barcelona. I. Sr. Aristides Artiñano, dosej. — Pablo de
Gazteiz. — Sabino Arana. — Luis Arana. — Eicardo Larra-
ñaga. — Luis de Lezama Leguizamon. — Manuel Barrera y
Eguía. — José Rovira Dalmau.
Falencia. D. Ricardo Becerro de Bengoa. — Antonio de
Arangüena.
Gijon. Gerardo Uria Valledor.
Santander. Carmelo Echegaray.
Sevilla. Daguerre Dospital hermanos, dos ejemplares.
— Hijos de Fé, libreros.
Irura. D. Narciso Glano.
FRANCIA.— París.
Mr, Octave Lacroix. — Jules Viuson. — José M." Santa
Maria.
Burdeos. M. Víctor Stempf. — Apestegui Fréres. — Hen-
rri Rozier Fils. — Diipac.
Sara. Rev'^ AVentivort- Webster.
San Juan de Luz. D. Juan Mandiola, Pbro. — Francis-
co M.^ Urreta, Pbro. — Juqnier. — Tirso de Olazabal. — Eloy
Udave, Pbro. — Benito de Amestoy. — Dr. A. Goyeneche. —
Martin Irigoyen. — Dargaignaratz. — Bernard Ahetz-Etche-
ber. — Marqués de Santa Coloma. — D. Ortala, director del
Colegio de Santa Mari a.
Ciburu. Ignacio de Lardizabal. — L'abbé Castet, vicai-
re. — Capitain Duvoisin.
Bayona. Mr. Inchauspe, Chanoin et vicaire general. —
Bibliothéque de la ville. — Mocochen, librero, tres ejs.
Hasparren. lí. P. Domingo Harriet.
INGL ATERRA . —Londres .
S. A. R. Príncipe Luis Luciano Bonaparte, dos ejs.-
Edward Spencer Dodgson.
AMERICA. — Buenos-Aires.
D. Juan Benito Goñi, presidente de la Sociedad «Lau-
rac bat», por veinticinco ejemplares. — Ramón Lizarralde. —
Daniel Lizarralde.
Montevideo.
D. Cenon Tolosa, por veinticinco ejemplares.
AUSTRIA . — Vi ena.
R. Ditmar Wieu:
Campíén y Jairae-Bon, Arturo
Gramática de los ciiatro
dialectos literarios de la
lengua euskara
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